Perfil Del Delincuente
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DELINCUENTE
PRESENTADO POR:
ABDIEL ARCIA 8-1011-72
POLÍTICA CRIMINAL
CLARA ESTRADA 8-1013-1134
ANTONIO Pérez 8-913-1792 TEMA #1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN................................................................................................ 3
A. LA GENÉTICA....................................................................................... 5
B. SISTEMA NERVIOSO............................................................................7
C. SISTEMA ENDOCRINO.......................................................................10
TEORÍA DE LA ANOMIA............................................................................31
TEORÍA DEL ETIQUETAMIENTO..............................................................32
TEORÍA DE LA SUBCULTURA..................................................................34
TEORÍA CAUSALISTA..................................................................................35
TEORÍA FINALISTA.......................................................................................37
TEORÍA SOCIAL............................................................................................38
5. PERFILES CRIMINOLÓGICOS..................................................................40
CONCLUSIÓN.................................................................................................. 43
RECOMENDACIONES.....................................................................................44
INTRODUCCIÓN
Hay que señalar, además, que suele existir una interrelación entre las
diferentes vertientes. Los tres principales ejes biológicos que condicionan
nuestras actitudes y comportamiento son:
GENÉTICA
A. LA GENÉTICA
La genética ya se ha sugerido, históricamente, como factor que determinaba
conductas de padres e hijos. Sin embargo, es importante señalar que la
socialización y la cultura tienen un peso decisivo.
Dicho esto, hay que señalar que el descubrimiento del genoma humano en
2000 ha permitido afinar los estudios. Hoy sí, se puede determinar que, al igual
que en determinadas enfermedades, la herencia genética puede influir en los
comportamientos.
Ahora bien, los estudios actuales van mucho más allá de la herencia genética,
también denominada epigenética. Hoy se trata de comprobar también, sin más,
qué genes pueden influir más o menos en determinadas actitudes o
predisposiciones. Si las alteraciones genéticas influyen en las enfermedades,
también lo hacen en nuestros comportamientos.
Los estudios sobre genética parece que son en muchos aspectos muy
prometedores; los descubrimientos realizados en los últimos veinte años en
cuestión de genética y sus aplicaciones al mundo de lo criminal, nos permiten
hacer ya una interesante y amplia comparación. No debemos perder de vista al
hombre como unidad biopsicosocial, ni podemos olvidar que el cuerpo es un
instrumento, es la base para la expresión del alma. Es de aclarar que en la
generalidad de los criminales el gravamen hereditario morboso, degenerativo o
empeorante, se encuentra con frecuencia muy superior a lo que se observa en
el término medio de los individuos "normales", (Al respecto confrontar:
Lombroso, Virgilio, Angiolella, Saporito, Vervaeck, Apert, Enríquez, De
Sanctis, Exner, Tansi, Lugaro, Di Tullio, etc.)
Se han hecho estudios a familias en las que hay varios miembros que
delinquen. Estos estudios se hacen de familiares en línea recta (hijos, padres,
abuelos,) comprobándose que influyen otros factores en el delito, sobre todo el
aprendizaje. Hay algún estudio que dice que estadísticamente se ha
comprobado que hay más condenados por delitos graves en aquellos casos en
los que hay parientes por línea recta que también han sido condenados. Se
han hecho estudios con gemelos, si delinquen los dos, si uno delinque y el otro
no, se diferencia entre los unicigóticos (los dos nacen del mismo ovulo) y
bicigóticos (dos óvulos distintos fecundados al mismo tiempo).
Hay casos en los que coinciden más a la hora de cometer el delito, que es el de
los unicigóticos, dando la impresión de que la genética es importante, sobre
todo en el caso de los delitos sexuales. Esa coincidencia, por otra parte, es
lógica, ya que viven juntos, estudian juntos. Otro caso es el de los adoptados,
los hijos biológicos de delincuentes delinquen más que los hijos adoptados de
delincuentes. Los hijos biológicos de delincuentes, en general, delinquen más.
B. SISTEMA NERVIOSO
La configuración cerebral y el funcionamiento del sistema nervioso son
elementos fundamentales para entender nuestras acciones. No en vano, los
miles de millones de neuronas de nuestro cerebro accionan nuestros
comportamientos, aunque luego puedan estar influidos por otros factores.
Dentro del ámbito de la Criminología se ha puesto el interés al estudio de este
sistema, se han tomado estudios sobre la neuropsicología o las neurociencias,
es decir en buscar una correlación en los estudios de la conducta criminal y
una de las partes de este sistema el cerebro y cerebelo.
El SNC produce cosas que escapan a nuestro control (miedo, dolor, ansiedad,)
se ha comprobado que en los psicópatas el SNC funciona diferente al de los
demás, tienen menor sensación al dolor y al ruido que los no psicópatas. Se
piensa también que la ansiedad que sufrimos si pensamos que nos van a
condenar los psicópatas no la sienten o la sienten menos, motivo por el que
delinquen. En el juicio penal se condena a los psicópatas con condena
rebajada, ya que, pese a saber perfectamente lo que hacen y se pueden
controlar, se han apreciado diferencias respecto a los demás en el SNC, en los
electroencefalogramas. También se ha observado que la reacción de los
introvertidos es mayor que la de los extrovertidos.
C. SISTEMA ENDOCRINO
Cuando hablamos de sistema endocrino, nos referimos al conjunto de
glándulas que segregan hormonas, imprescindibles para la homeostasis.
Y en otra parte, el maestro de Roma nos dice que "De particular interés para el
conocimiento de las causas de la criminalidad son los procesos endocrinos,
fisiológicos o patológicos que pueden alterar las distintas funciones nerviosas y
los distintos procesos psíquicos individuales. Sentado esto, se comprende
cómo, entre los factores causales de la criminalidad, se debe, necesariamente,
recordar también las alteraciones funcionales de las glándulas de secreción
interna. Malformaciones cromosomáticas Nos preguntamos si ¿pueden influir
en el delito? Si un exceso o defecto de los cromosomas pueden influir en el
delito y en concreto, si los gonosomas (responsables de nuestra conducta
sexual) pueden influir en los delitos sexuales.
Es bien sabido que son no pocos los autores que han afrontado el problema de
la relación entre Endocrinología y Criminalidad, partiendo de la premisa de que,
pudiendo las funciones de las glándulas de secreción interna, y especialmente
sus disfunciones, influir en el temperamento y en el carácter individual, en
algunos casos, tales funciones y disfunciones hormónicas pueden influir
también sobre el desarrollo de la criminalidad. Esto, también, por el hecho de
que las glándulas de secreción interna tienen estrechos vínculos con el sistema
nervioso vegetativo, que, a su vez, tiene estrechas relaciones con la vida
instintivo-afectiva, influyen fuertemente sobre el desarrollo del temperamento y
del carácter individual. De ahí las distintas relaciones que pueden establecerse
entre funciones endocrinas y actividad psíquica, entre temperamentos
endocrinos y caracteres individuales, entre constelación hormónica individual y
criminalidad.
Skinner estaba convencido de que los esfuerzos por buscar las disposiciones
individuales o las personalidades que conducen a la conducta criminal son
infructuosos, porque la gente, en última instancia, está determinada por el
entorno en el que vive. No descartaba por completo el papel de la genética en
la formación del comportamiento, pero lo consideraba como menor; el papel
dominante lo representaba el condicionamiento operante. De acuerdo con
Skinner y sus seguidores, si deseamos eliminar la criminalidad, debemos
cambiar a la sociedad por medio de la ingeniería conductual basada en una
concepción científica de los humanos. Una vez que nos pongamos de acuerdo
sobre las reglas (es decir, luego de definir qué comportamientos constituyen
conductas antisociales o criminales), debemos diseñar una sociedad cuyos
miembros aprendan desde temprana edad que el reforzamiento positivo no
ocurrirá si transgreden esas reglas, pero que ocurrirá si las obedecen.
Para entender mejor esta teoría, podemos imaginar una sociedad donde el
éxito está fuertemente asociado con la riqueza material y el estatus económico.
En este contexto, los individuos tienen como objetivo alcanzar altos niveles de
riqueza y estatus como medida de éxito y respeto social. Sin embargo, no
todos tienen acceso a los medios legítimos para lograr estos objetivos, como
una educación de calidad, oportunidades de empleo bien remuneradas, redes
sociales influyentes, etc.
TEORÍA DE LA SUBCULTURA
La teoría de la subcultura delictiva sugiere que, en ciertos grupos sociales,
especialmente aquellos que enfrentan desventajas económicas y sociales, se
desarrollan normas y valores distintivos que justifican o incluso celebran la
actividad delictiva. Esta perspectiva sociológica sostiene que la delincuencia
puede ser vista como una respuesta racional a las condiciones sociales y
económicas en las que viven estos grupos.
Esta nos ayuda a comprender cómo ciertos grupos sociales pueden desarrollar
normas y valores que fomentan la actividad delictiva como una forma de
adaptación a su entorno social y económico. Al examinar las subculturas dentro
de estas comunidades, podemos entender mejor por qué algunas personas
pueden participar en actividades delictivas y cómo estas prácticas son vistas y
justificadas dentro de su grupo social.
TEORÍA CAUSALISTA
Esta teoría surge a partir de finales del siglo XIX teniendo como representantes
a Von Liszt, Beling y Radbruch. Para Franz Von Liszt la acción es una pieza
fundamental para la configuración del delito que a su vez tendrá como
características la antijuridicidad y la culpabilidad.
TEORÍA FINALISTA
Considerada por algunos como el antecedente de la imputación objetiva, su
principal proponente es Hans Welzel, para quien igual que el filósofo griego
Aristóteles, el ser humano actúa bajo un fin determinado. Es decir, cuando un
individuo lleva a cabo una acción lo hace con intención de perseguir un
propósito, lograr un objetivo. Por lo tanto, el hombre y la mujer en su carácter
de entes que piensan, analizan y manejan algún tipo de conocimiento, llámese
empírico o académico, pueden imaginar todo lo que sucedería a través de sus
acciones. Es decir, toda acción del ser humano ha sido planificada para
alcanzar una finalidad.
TEORÍA SOCIAL
Han existido varios seguidores de esta teoría entre los cuales se encuentran
Eberhard Schmidt, Engisch, Maihofer y Hans Jescheck, entre otros, todos
simpatizantes de la Escuela Suroccidental Alemana o mejor conocida como la
Escuela de Baden, que en términos generales consideran a la acción como un
comportamiento que hace ver al sujeto como una persona social y, además esa
conducta que realiza es voluntaria y es la respuesta del ser humano a
situaciones específicas del mundo que lo rodea y, por consiguiente ocasionan
perjuicios a los bienes sociales.
Las causas generalizadoras son aquellas que consideran que hay que tomar
en cuenta todas las condiciones que en un momento dado pudieron originar
que se produjera un resultado; sin embargo, las individualizadoras indican que
de todas las posibles causas que hayan podido traer como consecuencia un
resultado, sólo se debe tomar en cuenta la más acertada en cuanto a tiempo,
calidad o cantidad. Esta última corriente, se encuentra consagrada en el
artículo 79 del código penal panameño, al señalar lo siguiente: “El juez
dosificará la pena tomando como fundamento los siguientes aspectos objetivos
y subjetivos: …… 2. Las circunstancias de modo, tiempo y lugar. 3. La calidad
de los motivos determinantes. …”.
Teorías Personales:
teoría propuesta por Claus Roxin, que se aboca a entender la acción como una
determinación del sujeto en decidir realizar un comportamiento que tendrá
connotaciones jurídicas y, que, a su vez, refleja su personalidad.
Artículo 4. Solo se puede castigar a la persona por la comisión del hecho ilícito,
siempre que la conducta esté previamente descrita por la ley penal.
Artículo 13. Para que una conducta sea considerada delito debe ser típica,
antijurídica y culpable.
Artículo 24 Son delitos las conductas tipificadas como tales en este Código o
en otras leyes que establecen tipos penales.
Artículo 25. Los delitos pueden cometerse por comisión u omisión. Hay delito
por comisión cuando el agente, personalmente o usando otra persona, realiza
la conducta descrita en la norma penal, y hay delito por omisión cuando el
sujeto incumple el mandato previsto en la norma. Cuando este Código
incrimine un hecho debido a un resultado prohibido, también lo realiza quien
tiene el deber jurídico de evitarlo y no lo evitó pudiendo hacerlo. Artículo 26.
Para que una conducta sea considerada delito debe ser realizada con dolo,
salvo los casos de culpa previstos por este Código.
5. PERFILES CRIMINOLÓGICOS
Con los conocimientos que proporciona las bases del comportamiento criminal,
le permitirá al criminólogo(a), en trazar perfiles criminológicos, ya sea, para el
ámbito de la investigación criminal, en los centros penitenciarios para conocer a
profundidad y establecer nuevos programas de rehabilitación, en conocer a los
infractores a través de las estadísticas y proporcionar estos datos a la política
criminológica, considerando al ser humano como un ser biopsicosocial,
construyen una personalidad y que se vera reflejado en la comisión de los
delitos, a continuación presentaremos algunos perfiles criminológicos como un
producto de todos aquellos factores y causas que dieron como resultado a una
conducta criminal:
Se trata de psicópatas que ven a las personas como piezas de ajedrez, simples
objetos que movilizan a su antojo para conseguir sus objetivos. Los psicópatas
no responden ante las situaciones de la forma en que lo harían la mayor parte
de las personas. Tienen imposibilidad para diferenciar lo que está bien de lo
que está mal, es decir, no entienden por qué engañar o mentir es algo
reprochable. Igualmente, simulan vidas normales y son muy cuidadosos y
estratégicos al momento de evaluar los riesgos en sus actividades criminales.
Por eso, resulta bastante difícil desenmascararlos, excepto cuando cometen un
error notable o un crimen violento.
CONCLUSIÓN
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA