Devocionales ENSEÃ - ANZAS BIBLICAS
Devocionales ENSEÃ - ANZAS BIBLICAS
Devocionales ENSEÃ - ANZAS BIBLICAS
La palabra de Dios nos enseña que en Israel los publicanos eran señalados y rechazados por los demás
judíos y por las autoridades religiosas,... en contraste el Señor Jesús se acercó a ellos para llevarles el
evangelio del reino de Dios y las buenas nuevas.
En el libro de Marcos 2:16-17 la Biblia dice: “Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los
publicanos y los pecadores, dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que Él come y bebe con publicanos y
pecadores? Y oyéndolo el Señor Jesús les habló diciendo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino
los enfermos: No he venido a llamar a justos, he venido a llamar al arrepentimiento a los pecadores”.
Esto era posible porque los ojos del Maestro divino podían ver la verdadera condición y necesidad de sus
corazones, ellos (los publicanos) eran ricos en términos materiales, pero eran muy pobres en su vida
espiritual, su necesidad de Dios era inmensa. La gracia del Señor no reposaba en sus vidas, sus
corazones eran gobernados por el reino de las tinieblas, pero el Señor vino a traer salvación, él vino a
reconciliar al pecador con su Creador, Jesús es Aquel que acerca al hombre con su razón de vida en esta
tierra.
.....Los fariseos, quienes se consideraban a sí mismos justos, y que confiaban en sus buenas obras, no
sentían la necesidad de un Salvador. Consideraban que su situación era suficientemente buena sin
Cristo. 4TI 46.1
Como fué en los días de Cristo, así es hoy; los fariseos no conocen su indigencia espiritual. A ellos llega el
mensaje: “Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no
conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo; yo te amonesto que de mí
compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que
no se descubra la vergüenza de tu desnudez.”6Apocalipsis 3:17, 18. La fe y el amor son el oro probado
en el fuego. Pero en el caso de muchos, el oro se ha empañado, y se ha perdido el rico tesoro. La justicia
de Cristo es para ellos como un manto sin estrenar, una fuente sellada. A ellos se dice: “Tengo contra ti
que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las
primeras obras; pues si no, vendré presto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.”Apocalipsis 2:4, 5.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tú,
oh Dios.”Salmos 51:17. El hombre debe despojarse de sí mismo antes que pueda ser, en el sentido más
pleno, creyente en Jesús. Entonces el Señor puede hacer del hombre una nueva criatura. Los nuevos
odres pueden contener el nuevo vino. El amor de Cristo animará al creyente con nueva vida. En aquel
que mira al Autor y Consumador de nuestra fe, se manifestará el carácter de Cristo. DTG 246.3-4
Mi pregunta es:
Cómo está tu relación con Cristo,.. te crees suficientemente bueno que no necesitas de El?
Queridos hermanos es muy importante tener en cuenta, que cuando nos acercamos a Dios no es por
virtudes nuestras o por méritos propios, sino por Su gracia, misericordia y amor. Acercarse a Dios con
humildad, es lo que realmente restaura al ser humano, Einstein dijo: “El hombre es más grande cuando
está de rodillas”.
La palabra de Dios nos enseña que lo primero que el Señor Jesús mira es el corazón. En aquel entonces
todos rechazaban y menospreciaban a los publicanos (por ser cobradores de impuestos al servicio del
imperio de Roma), pero el El Señor Jesús sabía muy bien que ellos también necesitaban arrepentirse,
acercarse a Dios, y seguir el camino de la fe.
En todo este proceso, para nosotros hoy en día que como pueblo que estamos viviendo los últimos dias
es muy importante un corazón manso y sencillo...Es necesario adorar, orar, ayunar y demás asuntos
espirituales, pero debemos hacerlo con la sencillez que el mismo Señor Jesucristo nos enseña, evitando
la pompa religiosa y la hipocresía del espíritu fariseo. Las apariencias son un engaño no sólo para los
demás, sino para nosotros mismos.
Por eso, procuremos hoy pedir al Espíritu Santo que nos dé un corazón sencillo y genuino para amar al
Señor y cumplir así con el principal y gran mandamiento de la ley de Dios: “Amarás al Señor tu Dios,
con toda tu mente, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas”. Fortalezcamos nuestro amor por
Jehová, haciendo con humildad todo lo que El Señor ponga en nuestras manos para hacer y todo lo
demás vendrá por añadidura.
La palabra de Dios nos enseña que en cierta ocasión el Señor Jesús llegó a una sinagoga a enseñar
(recordemos que la enseñanza fue parte esencial de su ministerio).
Debemos también tener en cuenta, que a la sinagoga sólo ingresaban personas judías, y gentiles (o no
hebreos) que se habían convertido al judaísmo.
Leamos desde Lc 13:10-17: "Un sábado Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas, y estaba
allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba
encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —
Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al
instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. Indignado porque Jesús había sanado
en sábado, el jefe de la sinagoga intervino, dirigiéndose a la gente: — Hay seis días en que se
puede trabajar, así que venid esos días para ser sanados, y no el sábado. —¡Hipócritas! — le
contestó el Señor —.¿Acaso no desata cada uno de vosotros su buey o su burro en sábado, y
lo saca del establo para llevarlo a tomar agua? Sin embargo, a esta mujer, que es hija de
Abraham, y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años,¿no se le debía quitar
esta cadena en sábado? Cuando razonó así, quedaron humillados todos sus adversarios, pero
la gente estaba encantada por tantas maravillas que hacía."
13.10-17 ¿Por qué sanar se consideraba trabajo? Los líderes religiosos lo veían como parte de la
profesión de un médico y estaba prohibido practicar la medicina en el día de reposo.
Según los reglamentos rabínicos podía atenderse en día sábado a un enfermo en caso de que peligrara
su vida (Mishnah Yoma 8. 6); pero no era lícito prestar cuidados especiales a un enfermo crónico en día
sábado. Esta mujer quizá había asistido a esa sinagoga durante los 18 años de su enfermedad, y por eso
su caso no se consideraba urgente. Por lo que Este modo de razonar indica que la mujer podría haber
esperado hasta después del sábado. CBA-c.
Es importante recalcar que el principal de la sinagoga no vio más allá de la Ley a la compasión de Jesús
para sanar a esta mujer encorvada. Jesús lo avergonzó junto con los demás líderes al señalar su
hipocresía. Podían desatar su ganado y cuidar de él, pero no querían regocijarse cuando se liberaba una
vida del poder de Satanás.
En los versículos 11-13, vemos que en aquella ocasión había una mujer encorvada en esa sinagoga, por
lo tanto, se pude concluir que ella era judía y estaba allí participando del culto a Dios.
En ese tiempo existían muchas sinagogas, pero la diferencia en este caso, es que el mismo Señor
Jesucristo estaba allí, y es su poderosa presencia la que transforma nuestras adversidades en victorias.
La palabra de Dios nos dice que el Señor Jesús sanó a aquella mujer, con su poder la hizo libre de aquella
aflicción que durante años la había atormentado.
Mi pregunta es:
Cuántos años llevas tú, con tu problema de pecado y no has acudido a Cristo para que te sane?
El pasaje nos dice que “Jesús puso sus manos sobre ella”, vemos entonces, que un toque de Jesús
transformó la vida de aquella mujer; por eso exponernos a la presencia de Dios transforma nuestra vida
y nuestras circunstancias por difíciles que estás sean.
Nuestro Señor Jesucristo no cambia, él sigue siendo el mismo, él quiere tocarte, restaurar y transformar
tu vida.
Introducción: A través de la palabra de Dios podemos ver que cuando el Señor Jesús aparece en Israel
ejerciendo el ministerio que el Padre le había entregado, la vida de muchos fue poderosamente
transformada.
La Biblia nos dice que muchos eran sanados, liberados, restaurados, perdonados; yla misma Escritura
nos enseña que el Señor Jesucristo es el mismo, ayer y hoy y por los siglos, él sigue haciendo milagros
hoy.
Nos dice la Biblia en el evangelio de Lucas 13:10-11 que “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de
reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba
encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar”.
Ella era una mujer piadosa y temerosa de Dios. El Señor Jesús llegó a ésta sinagoga a enseñar (parte
fundamental del ministerio de Jesús). A la sinagoga sólo ingresaban judíos y gentiles prosélitos (ella era
judía y estaba en el culto al Señor), había muchas sinagogas en ese tiempo, pero en ésta estaba Jesús y
cuando él está cualquier cosa puede pasar, Su presencia transforma nuestras circunstancias.
Esta mujer nos dice la Escritura había estado bajo aflicción por dieciocho años. Ella hacía dieciocho años
que “tenía espíritu de enfermedad”, esta mujer aunque era judía, estaba bajo el pacto, era descendiente
de Abraham, y asistía a la sinagoga de modo constante.
Pero, a pesar de todo éste espíritu inmundo la afligía, la atormentaba, ella trataba de vivir una vida
normal, quizá procuró ayudarse con algo, pero esto era algo espiritual (no toda enfermedad tiene origen
demoníaco, pero para todas el Señor Jesús es nuestro sanador.
Tratando de acercarnos a la realidad de esta mujer, podemos imaginarla físicamente andaba encorvada
(desde el idioma griego esta expresión quiere decir: “no podía enderezarse completamente”), así que la
condición espiritual, se hacía evidente en la vida natural, ella “andaba encorvada”.
Además, por lógica creo yo, su vida conyugal, familiar, social y espiritual estaba afectada profundamente
por esto, pues para la mente hebrea, ella estaba bajo maldición, en pecado oculto o bajo el castigo
divino.
Podemos considerar además que aquella figura encorvada nos habla de una carga espiritual o emocional
que llevaba, y era tan pesada que había doblegado sus fuerzas (podemos considera cosas como: crisis,
heridas, miedo, preocupación, fracaso, resentimientos, frustraciones, afectaciones del pasado, entre
otras cosas).
Nos dice la Escritura según Lucas 13:12-13 que “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: mujer eres libre
de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba al Señor”.
Como podemos ver, el Señor Jesús actúa a nuestro favor. Debemos destacar todo lo que el Maestro hizo
por ella:
“la vio”,
“la llamó”,
“le dijo” y
“la tocó”.
Seguramente, el rechazo vivido era fuerte y constante, quizá no era importante para los hombres, pero
Jesús la vio; quizá nadie la tenía en cuenta, pero el Señor la llamó; tal vez pocos le hablaban, pero Jesús
le habló; quizá hacía muchos años su esposo no la tocaba, ni su familia la abrazaba, pero el Señor Jesús
la tocó. Gracias a Dios que sus brazos siempre están abiertos para recibirnos.
A través de la obra del Señor Jesús con esta mujer, podemos concluir que el Señor quiere que levantes
tu cabeza. El pasaje nos dice literalmente que: “ella se enderezó y glorificaba a Dios”, por dieciocho años
sus ojos estuvieron mirando al suelo, su autoestima estuvo lesionada, y su aflicción pesaba mucho, pero
ahora todo esto es cambiado.
La Biblia nos dice que ella “se enderezó”, ésta palabra desde el idioma griego es “anorthoo” que
también quiere decir: restaurar, restablecer, enderezar y reconstruir. Esto es lo que hace nuestro buen
Dios.
Ante la gloria de Dios y el poder del Señor Jesús esta mujer se endereza y “glorifica Dios”, alaba al Señor,
lo más probable es que aquella situación no le permitía fluir en una adoración poderosa, pero ahora vive
un nuevo nivel de adoración, de presencia de Dios, un nuevo nivel de gloria, algo que antes no había
vivido, ella experimenta una poderosa liberación en su alma, en su cuerpo y en su espíritu y entra en
una nueva libertad para adorar a Dios.
Acerquémonos a Dios, el Señor tiene el poder para tocarte, para restaurar tu vida, para renovar tu
adoración al Señor. No sé qué pueda tenerte con la cabeza abajo (quizá sean los problemas, tropiezos,
droga, crisis matrimonial, decepciones, brujería, la quiebra económica, o muchas otras cosas), pero
puedo decirte que el Señor Jesús es Dios todopoderoso, él pude ayudarte y hacerte libre.
Hay obstáculos que debemos superar y esto es posible con la ayuda de Dios. No permitas que la religión
te separe del Dios verdadero y de todo lo que tiene para ti: Lucas 13:14-15 “Pero el principal de la
sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo…”. Recuerda, no hay enemigo más
grande que nuestro Dios, pues, Jesús mismo lo exhortó por la dureza de corazón.
Nos dice la Biblia en el evangelio de Lucas 13:16 “Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado
dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”.
Ella era, nos dice la Biblia, “hija de Abraham”. Frase que nos habla de herencia, tenía derecho a las
bendiciones mesiánicas, a la bendición de Abraham, era hermana de ellos (todos eran descendientes de
Abraham… ¿sí desataban un buey en día de reposo para llevarlo a beber, cómo no desatar a ésta mujer
de ésa atadura demoníaca?).
La palabra de Dios nos enseña que aquellas cadenas fueron rotas por el Señor Jesús, él rompió esa
ligadura (palabra que se traduce del término griego “desmón”, que significa además: cadena, soga con
que se amarran los bueyes al yugo, prisión, grillo de un preso, cárcel, incapacidad o enfermedad, es
interesante ver que el texto interlineal griego-español traduce: “vínculo”).
Esta mujer, buscaba a Dios, ella iba a la sinagoga, pero un día, allí estaba Jesús y su vida fue
transformada, esa reunión fue diferente porque allí estaba el Señor, así como hoy, él sigue
transformando y restaurando vidas, él sigue haciendo milagros.
Reflexión final: Nuestro buen Dios envió a su Hijo Jesús para salvar al mundo y esa salvación es integral,
por eso en el encontramos perdón, sanidad, libertad, victoria, y vida eterna. El Señor Jesús es
Todopoderoso y sigue transformando vidas.
Por el poder de Dios puedes vencer.
La palabra de Dios nos enseña que las mujeres que seguían al Señor Jesús fueron muy de mañana al
sepulcro donde habían puesto su cuerpo y se preguntaban quién iba a remover la gran piedra que
estaba en la entrada. Ellas estaban pensando más en los obstáculos, que en la resurrección del Señor.
Ellas nos podían concluir que Dios haría algo sobrenatural, ellas sólo pensaban en la gran piedra que
estaba en la entrada del sepulcro.
Las Sagradas Escrituras nos dicen en el evangelio de Marcos 16:4-6 “Y cuando miraron, vieron removida
la piedra, que era muy grande. Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho,
quien estaba cubierto de una larga ropa blanca, y se espantaron. Y él les dijo: No os asustéis; buscáis a
Jesús el Nazareno, el que fue crucificado; él ha resucitado”.
Debemos tener en cuenta, que estas mujeres habían visto al Señor Jesús hacer grandes, poderosos y
muchos milagros; pero, al estar ante un momento tan crítico como era la muerte del Maestro, ellas
olvidaron o no podían recordar el gran poder del Señor, ni su promesa de resucitar de entre los muertos.
Esto nos permite ver cuán vulnerables somos a las emociones o sentimientos, los cuales pueden afectar
profundamente nuestra fe. Por eso, es importante considerar que aunque los sentimientos o emociones
nos aflijan, es necesario creer y seguir creyendo, que Dios es Todopoderoso, y que nada puede impedir
su obra. Todo es posible para Dios.
No hay ningún obstáculo o fuerza que pueda detener el poder de Dios, lo que debemos hacer es
acercarnos a él y con su ayuda venceremos todos los obstáculos y superaremos todas las dificultades del
camino.
El Señor Jesús ha prometido estar contigo todos los días; piensa por un momento ¿cuál es tu obstáculo
en la actualidad? ¿Cuál es la gran piedra que está delante de ti en este momento?
El Señor Jesucristo es Dios Todopoderoso, y está dispuesto a ayudarte, él te levantará en victoria; así
como un día venció a la muerte y al Hades, puede derribar todo gigante y derrotar todo enemigo.
En otras circunstancias y momentos de nuestra vida puede ser que hemos respondido con ira y enojo,
acciones que lastiman el corazón de otras personas ¿Le ha sucedido esto?
Vemos que con facilidad, podemos ser presa de la ira, de la angustia o del afán, y debemos entonces
hacernos la pregunta: ¿Cómo nos conducimos bajo presión? ¿Cómo administrar correctamente estos
momentos?
Vemos en los versos 2,3 que hay Frases motivadas por el enojo y la frustración, palabras, por supuesto
incorrectas.
En el libro de Exo 17:1-3, vemos que los padres de ellos habían manifestado el mismo espíritu.
Ex 17:1-7: "Toda la comunidad israelita salió del desierto de Sin, siguiendo su camino poco a poco, de
acuerdo con las órdenes del Señor. Después acamparon en Refidim, pero no había agua para que el
pueblo bebiera, así que le reclamaron a Moisés, diciéndole: —¡Danos agua para beber! —¿Por qué me
hacen reclamaciones a mí?¿Por qué ponen a prueba a Dios? —contestó Moisés. Pero el pueblo tenía
sed, y hablaron en contra de Moisés. Decían: —¿Para qué nos hiciste salir de Egipto?¿Para matarnos de
sed, junto con nuestros hijos y nuestros animales?
En varias ocasiones el pueblo había murmurado; ahora se quejó amargamente. Puesto que Moisés ya les
había dado carne y pan para comer, naturalmente pueden haber esperado que también les diera agua.
Pero su queja reflejaba duda antes que fe.
Los hijos de Israel "tentaron" a Dios al poner a prueba su paciencia y despertar su santa ira debido a su
continua falta de fe y de gratitud. Toda su historia de peregrinaciones por el desierto es una historia de
provocación. Es asombrosa la longanimidad de Dios con los israelitas, que "tentaron y enojaron al Dios
Altísimo" (Psa 78:56). Repetidas veces "provocaron la ira con sus obras" (Psa 106:29), "murmuraron en
sus tiendas" (Psa 106:25), "se rebelaron junto al mar" (Psa 106:7) y "tentaron a Dios en la soledad" (Psa
106:14).
Ahora en esta nueva experiencia del pueblo de Israel en cades como vemos en números 20
Precisamente antes de que la hueste hebrea llegara a Cades, dejó de fluir el arroyo de agua viva que por
tantos años había brotado y corrido a un lado del campamento. El Señor quería probar de nuevo a su
pueblo. Quería ver si habría de confiar en su providencia o imitaría la incredulidad de sus padres. PP
390.1
En este caso, nos enseña la Biblia que el pueblo de Israel se enoja ante las circunstancias que viven,
incluso piensan en que es mejor el tiempo pasado. De alguna manera, expresan que es mejor haber
muerto antes. Expresiones que por el enojo, son necias que dan lugar al enemigo, y permiten que la
obra del espíritu de la muerte marchite sus vidas.
En este pasaje de la Escritura podemos ver a Moisés y Aarón como representantes de aquellos que le
sirven al Señor.
El siervo del Señor debe mantener una buena comunión con él, pues siempre está expuesto a las
críticas, a las calumnias, a la oposición y murmuración, o traición de aquellos a quienes ha servido con
amor, y para no caer en el enojo o en la frustración, es Dios mismos quien puede ayudarle. Las
adversidades y obstáculos son parte del camino del Señor. Quien piensa que por estar sirviendo a Dios
está exento de dificultades y obstáculos está muy equivocado; más bien es quien, debe estar seguro,
confiado y firme de la ayuda del Señor.
El Espíritu de Profecía en el libro Patriarcas y Profetas cap. 37(la roca herida) pag. 395.1 dice:
No hay en nuestra naturaleza impulso alguno ni facultad mental o tendencia del corazón, que no
necesite estar en todo momento bajo el dominio del Espíritu de Dios. No hay bendición alguna otorgada
por Dios al hombre, ni prueba permitida por él, que Satanás no pueda ni desee aprovechar para tentar,
acosar y destruir el alma, si le damos la menor ventaja. En consecuencia, por grande que sea la luz
espiritual de uno, por mucho que goce del favor y de las bendiciones divinas, debe andar siempre
humildemente ante el Señor, y suplicar con fe a Dios que dirija cada uno de sus pensamientos y domine
cada uno de sus impulsos.
La palabra de Dios nos enseña que Moisés buscó el consejo divino y así logró superar aquella difícil
situación. Por lo tanto querido hermano o hermana no te desalientes, el Señor está contigo y él te
ayudará. Busca su presencia y dirección y no serás decepcionado.
Introducción: Seguramente te ha sucedido esto. Al estar arreglando o reparando algo, te has equivocado
o cometes algún error y te enojas. Hasta podemos golpear el objeto y acabamos de dañarlo. ¿Le ha
sucedido?
Esto nos permite ver que cuando la situación es crítica y difícil de manejar, podemos cometer errores
bajo presión.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de Números 20:1-2 “Llegaron los hijos de Israel, toda la
congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades: y allí murió María, y
allí también fue sepultada. Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y
contra Aarón”.
Como podemos leer en este caso en particular, la palabra del Señor nos dice que “se juntaron contra
Moisés y Aarón”, esto nos habla de oposición, resistencia, rebelión, actitudes que se han generado por
el enojo en el corazón de los israelitas.
¿Cuál fue el motivo? La Biblia nos dice que: “no había agua en el desierto de Zin”, el desierto y la escasez
de agua en el lugar al cual llegaron, produjo aquel enojo, disgusto, o ira. Como ocurre con frecuencia en
nuestra vida, cuando enfrentamos adversidades.
La palabra de Dios nos enseña en el versículo tres que: “Habló el pueblo contra Moisés”, entonces surge
a hora la murmuración, la calumnia, palabras en contra de Moisés e incluso contra su propia vida, pues
ellos dijeron: “Ojala hubiéramos muerto”.
La Escritura misma nos enseña que la equivocación de sus padres fue precisamente la murmuración,
pero ellos no habían aprendido la lección lamentablemente. Por lo que No aprender las lecciones del
pasado, es construir los errores del futuro, por eso dice la misma Escritura: “Hijo mío, no menosprecies
la disciplina del Señor”. Es fundamental, aprender de los errores.
La presión del desierto y la ausencia de agua (o provisión) hace expresar un enojo o inconformidad del
pasado en el corazón de los israelitas, por eso dijeron: “¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron
nuestros hermanos delante de Jehová! (pues capítulos atrás habían muerto Coré, Datán y Abiram, sus
respectivas familias y otros más).
La palabra de Dios nos dice en Números 20:4-5 “¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este
desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto,
para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun
de agua para beber”.
Como podemos ver en estos versículos se expresan palabras de desánimo y menosprecio (aunque el
Señor es quien marcha delante de su pueblo, de día en la nube y de noche el fuego). El enojo puede
llevarnos fácilmente a murmurar contra la voluntad del Señor, y esto empeora nuestro caminar con El.
Por lo que Es muy importante, buscar el consejo del Señor, nos dice la Escritura en Números 20:6 “Y se
fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se
postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos”.
Es importante, tener en cuenta aquí que Moisés y Aarón son figura del servidor de Dios. El servidor del
Señor debe mantener su buena comunión con Dios, pues está expuesto a las calumnias, incomprensión,
oposición y murmuración, incluso de aquellos a quienes ha servido. Todo esto, es parte del caminar del
siervo de Dios.
Ser conscientes de esto es importante, quien considera que el servicio a Dios está exento de dificultades,
está equivocado; pero quien está seguro de la ayuda del Señor, está confiado. La palabra de Dios nos dice
que Moisés buscó el consejo del Señor, y por supuesto no basta con buscar el consejo divino, es
fundamental obedecer.
b) Una de las más intensas pasiones en el ser humano es la ira. Números 20: 7-11.
A decir verdad el enojo o la ira ciega al ser humano haciéndole actuar locamente. La Biblia nos enseña
que, según Números 20:7-11 Dios le dijo a Moisés: “hablad a la peña” pero él la golpeó dos veces,
habiendo dicho además: “¡Oíd ahora, rebeldes!”.
Es interesante tener en cuenta, que Moisés hasta ahora se había distinguido por obedecer al Señor,
siempre se sujetó a la palabra de Dios, pero en ésta ocasión el enojo le hizo actuar apresuradamente,
sus emociones lo impulsaron y se equivocó.
También la misma Escritura nos enseña que la ira o enojo impide glorificar a Dios, podemos ver esto en
el Libro de los Salmos 106:32-33
“También le irritaron en las aguas de Meriba; y le fue mal a Moisés por causa de ellos, porque hicieron
rebelar a su espíritu, y habló apresuradamente con sus labios”.
Como hemos leído el Señor le dijo a Moisés: “hablad a la peña” y Moisés lo que hizo fue golpearla en dos
ocasiones.
La Biblia nos dice que a este lugar lo llamaron: “Las aguas de Meriba”. El nombre “Meriba” significa:
altercado, rencilla, contienda, riña, pelea. Estas aguas representan aquellos momentos o circunstancias
que producen heridas, infectan el corazón, la contienda siempre provoca heridas. Son “aguas” que no
debemos beber, ni darla a beber a otros. La ira nos lleva a herir a otros.
La palabra de Dios nos enseña que Moisés sufre las consecuencias, aunque ellos fueron la causa. Las
equivocaciones de otros, no nos dan licencia para desobedecer al Señor. La rebelión de su espíritu se
expresó a través de sus palabras.
Mi pregunta es:
¿Cómo reaccionamos cuando aparece el enojo?....Quizá con venganza, con palabras que lastiman, con
desobediencia, con aislamiento, rechazando a otros, entre otras cosas. Lo que debemos hacer es rendir
todo enojo o ira al Señor.
No siempre bendición es aprobación; es decir, los buenos resultados, no señalan siempre la aprobación
de Dios. Nos dice la Escritura en Números 20:11b “… y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y
sus bestias”.
A pesar de todo, la palabra de Dios nos enseña que “salieron muchas aguas”, esto nos muestra la
fidelidad del Señor con su pueblo, por encima de los errores y falencias del ser humano.
Vemos, entonces que la provisión de Dios para su pueblo no se detendrá por las falencias de los
hombres. El que haya salido agua de la roca, no significó que Dios había aprobado lo que Moisés había
hecho; más bien, esto nos enseña la fidelidad y cuidado de Dios hacia su pueblo, el cual padecía una
gran necesidad de agua.
También, este suceso nos recuerda y enseña que el camino que hemos recorrido o las metas alcanzadas
no justifican la autosuficiencia del ser humano, debemos ser dependientes de Dios en todo momento.
La palabra de Dios nos enseña en el libro de Números 20:12 “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por
cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta
congregación en la tierra que les he dado”.
El pueblo de Israel en aquel momento se encontraba en el último año de peregrinación (año 40) a punto
de ingresar a la tierra prometida. Moisés y Aarón llevaban sirviendo a Dios durante cuarenta años. El
tropiezo puede aparecer en el trayecto donde tú crees que mejor caminas, por eso debemos depender
del Señor siempre.
La palabra de Dios nos dice en el libro de Números 12:3 “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que
todos los hombres que había sobre la tierra”. La mansedumbre era una fortaleza en él.
Lo que podemos ver es que Moisés precisamente falló en su punto más fuerte: la mansedumbre. No
importa el grado de crecimiento o revelación alcanzado, no somos autosuficientes, necesitamos a Dios
hasta el último día de nuestra vida, debemos depender y reconocer la gracia del Señor siempre.
Reflexión final: La palabra de Dios nos enseña que el Espíritu Santo ha venido para enseñarnos, para
guiarnos, para ayudarnos a caminar en su carácter. Con frecuencia, por ira o enojos dañamos o herimos
a otras personas. Por orgullo, queremos hacer las cosas a nuestra manera, pero esto sólo genera
tristezas. Por eso, debemos hacer las cosas con el amor que Dios nos da, y haci poder reflejar el carácter
de Cristo modelando en nuestra vida diaria el Espíritu que vive en nosotros. Es por el poder del Espíritu
Santo que podemos ser más que vencedores hoy.
Introducción: Ante las situaciones críticas o grandes adversidades de la vida, puede venir con fuerza la
duda a nuestra mente acerca del plan de Dios. Vienen preguntas como ¿Sí Dios está conmigo por qué
estoy pasando por esto? ¿Sí estoy haciendo la voluntad de Dios, por qué esto o aquello no mejora?
¿Será que Dios está conmigo? Entre muchas otras preguntas.
Pero la misma palabra de Dios nos enseña que el Señor lo diseñó a ud. y a mi desde antes de la
fundación del mundo con un gran propósito, por lo que debemos tomar las herramientas que el Señor
nos ha dado y usarlas de acuerdo a su propósito. Vamos a considerar hoy el caso de Zorobabel:
Como resultado de entregar nuestra vida a Jesús venimos a ser hijos de Dios, y por lo tanto con
autoridad sobre los poderes demoniacos, pues somos linaje real. La palabra de Dios nos enseña que
Zorobabel pertenece al linaje del rey David, del Señor Jesucristo, de linaje real con derecho al trono, por
eso en el libro de Mateo 1:12-13 la Biblia nos dice:
Y teniendo en cuenta que el reino de Dios es un Reino de autoridad, este derecho legal (como hijos del
rey) es fundamental. Todo reino tiene una estructura de autoridad, aún el reino satánico. Un
fundamento para ser usado por Dios es estar bajo autoridad, por eso es muy importante aprender a
estar bajo la autoridad de Jesús para luego ejercer bien la autoridad que Dios nos delegue.
Es muy interesante considerar aquí, que el hombre es llamado desde el principio a ejercer autoridad (lo
vemos en el caso de Adán en el Edén), y por supuesto debemos tener en cuenta que la autoridad es para
edificar, no para destruir.
La palabra de Dios nos dice en el libro del profeta Hageo 1:14 “Y despertó Jehová el espíritu de
Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y
el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su
Dios”.
Respecto al uso y ejercicio de la autoridad, debemos tener presente que la autoridad no debe
envanecerse por su posición, la autoridad más bien hace equipo con los otros para trabajar por el Reino
y sus propósitos.
La Escritura nos dice que “despertó Jehová el espíritu de Zorobabel, de Josué y de todo el pueblo…”. El
término “despertó” se traduce de la palabra hebrea “Ur”, y significa además: remover, provocar, avivar,
mover. Entonces el espíritu de Zorobabel y de Josué estaba quieto, adormecido, estancado, inactivo, y el
Señor a través de su palabra los despertó: ver Hageo 1:13
Al considerar el panorama completo de las Sagradas Escrituras, podemos ver que el plan de Dios es la
restauración de su creación inicial. El plan de redención es un plan de restauración, pues aún la misma
tierra será restaurada. Dios nos ha enviado a restaurar a la humanidad, por eso la gran comisión: “Id y
haced discípulos a todas las naciones”.
Entonces, podemos decir que nuestro papel es restaurar, no destruir. La palabra de Dios nos dice en el
libro de Hageo 2:4
“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; Esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo
sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con
vosotros, dice Jehová de los ejércitos”; y sin duda alguna, la presencia del Señor con nosotros, es lo más
importante.
Por las Escrituras mismas vemos que la voluntad del Señor es edificar y restaurar, por tanto procuremos
no lastimar con frases, gestos o acciones a quienes nos rodean. Dios es poderoso para restaurar lo que
ha sido destruido, y nosotros debemos ser instrumentos de bendición y restauración, no de maldición ni
caos.
Como nos enseña la Biblia, Dios usó a Zorobabel para dirigir la primera repatriación, restaurar el templo
en Jerusalén, el altar del Señor y los sacrificios y la fiesta de los tabernáculos en Israel.
Nos dice la palabra del Señor en el libro del profeta Hageo 1:7-8 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella
mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová el Señor”.
La verdad es que remover los escombros no es una tarea agradable. El mismo pueblo de Israel se
debilitó removiendo aquellos escombros, ellos dijeron: “las fuerzas de los acarreadores se han
debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro”, según el libro de Nehemías 4:10.
Ésta labor puede ser a veces difícil y genera fatiga, pero sus resultados son maravillosos y muy
importantes.
Debemos destacar los verbos utilizados por el Señor: “Meditad”, “subid”, “traed”, “reedificad”. Es una
reconstrucción donde la persona es parte activa y fundamental, no somos espectadores, sino parte
activa en los planes de Dios.
Además, debemos ser conscientes de la importancia de superar la oposición externa e interna.
Samaritanos, amonitas y aún de los mismos judíos se oponían, a través de burlas, calumnias, mentiras, e
incredulidad; además de aquellas cosas que se levantan dentro de nosotros mismos muchas veces: las
dudas, el desánimo, la incredulidad, la soberbia, entre muchas otras cosas.
Además de todas estas cosas, hubo, por supuesto, un costo económico, y por eso el Señor les recuerda
que él es el dueño de todo, veamos cómo lo expresa Hageo 2:8:
“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. Dios bendice la economía de su pueblo,
para edificar su casa y lograr sus propósitos.
Hageo 2:23 “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo
mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”.
Como podemos ver en muchas otras ocasiones, aquí el Señor está animando a Zorobabel. Dios le
anuncia que no estará solo, que el plan divino en él se cumplirá, y que el Señor mismo será su fuerza
(el entorno de la reconstrucción era difícil, además aunque no estaban cautivos en Babilonia, seguían
bajo su dominio, pero fiel y poderoso el Señor cumpliría su palabra).
Debemos destacar aquí que el anillo de sellar representa: sumo valor, apreciado, honor, autoridad;
nos habla de un sello de poder y gobierno.
Recordemos que el pueblo de Israel seguía viendo la opresión babilónica, veían los soldados del
ejército de Babilonia pasearse por las calles de la ciudad de Jerusalén, y quizá se preguntaban:
“¿Cuándo seremos libres? Y en este momento el Señor les responde en Hageo 2:21-23 “viene un
tiempo cuando haré caer los reinos de la tierra, y te tomaré y te pondré como autoridad sobre la
tierra”.
Como lo vimos inicialmente en este estudio, Zorobabel es de linaje real y aquí es figura del Señor
Jesús, y nos dice que el Señor hará caer los reinos de las naciones, y Cristo será establecido como
autoridad sobre toda la tierra para siempre:
“y su reino permanecerá para siempre, y todos los dominios le servirán y obedecerán” y nosotros,
como iglesia del Señor, tendremos el privilegio de reinar con él.
Nos dice la palabra de Dios en Hageo 2:23 “Porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”, esto nos
permite concluir que somos un propósito de Dios. Tu vida se corresponde con un plan diseñado por
Dios, fuiste seleccionado por el Dueño del universo y te ha comisionado para un gran plan y él te
llamó porque cree que puedes hacerlo con su ayuda. Eres un elegido por Dios.
Dios no permitirá que uno de sus verdaderos obreros sea dejado para luchar solo contra grandes
dificultades y ser vencido. A cada uno cuya vida está escondida con Cristo en Dios, él lo preserva como si
fuera una joya preciosa. De cada uno de ellos dice: “Te pondré como anillo de sellar; porque yo te
escogí” 7TI 67.3
Es muy interesante observar aquí, que el nombre “Zorobabel” quiere decir: “nacido en Babilonia” “salido
de Babilonia”, él nació en cautiverio, pero Dios lo liberó y lo convirtió en instrumento para la
restauración de miles y miles.
Zorobabel, nació en el tiempo señalado o planeado por Dios, en el lugar del propósito divino, para una
obra específica y fundamental para el reino de Dios, éste era el tiempo de Zorobabel. Como hoy es el
tiempo que Dios ha diseñado para nosotros.
Reflexión final: Claramente, vemos por la Biblia, que somos un propósito divino, que nació en el
corazón del Rey del universo, somos un diseño celestial, hijos del Rey con la autoridad en Cristo para
vencer, y ser instrumentos de restauración en la vida de muchos, el mensaje del Señor para ti hoy es:
“Esfuérzate, y cobrad ánimo, porque te tomaré, y te usaré poderosamente, porque yo te escogí, dice
Jehová de los ejércitos”. Fiel y poderoso es el Señor para cumplir sus promesas y planes.
El poder transformador de Dios.
Introducción: Quiero iniciar refiriéndome a una historia. En una de las grandes batallas de la Guerra Civil,
en un país del continente americano, un recluta que había perdido su compañía durante una gran
confusión, decidió acercarse a su general y le preguntó que ha dónde debía entrar. “¿Entrar?” rugió el
general, con una voz de trueno tan terrible que aterró al ya asustado soldado. “Entra a dondequiera; se
está combatiendo en todas las líneas de batalla”.
Esta breve historia nos recuerda que no debemos preguntar “¿Dios, quieres que te sirva?”. La respuesta
es demasiado evidente y contundente, el Señor Jesús lo dijo: “la mies es mucha y los obreros pocos”.
Por lo tanto hoy Debemos disponernos para servir a nuestro buen Dios.
Nos dice la palabra de Dios en el evangelio de Marcos 2:13-14 “Después volvió a salir al mar; y toda la
gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, siguió al Maestro”.
Respecto a Leví, debemos primero tener en cuenta que él era un cobrador de impuestos. Su nombre
“Leví” quiere decir: unido, asociado a. Es un término que denota adhesión, unión, el que une a los suyos.
Al nacer indica la esperanza de que el nuevo miembro renueve la unión de la familia y el amor de los
esposos.
Sin embargo, podemos ver que aquel significado de su nombre no aplicaba en su vida en aquel
momento, ya que como cobrador de impuestos de Roma era aborrecido, llamado incluso “publicano”,
un publicano era considerado un gentil.
Además estos hombres demandaban sumas superiores para pagarse ellos mismos, eran excluidos de la
sociedad hebrea, era aborrecido por el pueblo de Israel (por lo cual no procuraba la “unión”).
Este hombre, Leví, es llamado posteriormente “Mateo” (seguramente esto sucedió al venir a ser
discípulo del Señor Jesús), y Mateo significa: “don de Dios”, “regalo de Dios”, “recompensa”.
Podemos ver entonces, que nuestro buen Dios transforma a alguien que le cobraba los impuestos a los
hebreos, en bendición y don para ellos mismos, pues el ministerio de Mateo fue dirigido a los judíos.
Esas son las obras de nuestro buen Dios, para él todo es posible.
La palabra del Señor nos enseña de manera contundente una verdad y es que “Dios no hace acepción de
personas”.
El mismo pasaje nos enseña que el Maestro lo llamó: “sígueme”, y Mateo tomó la decisión de seguirlo,
porque ante el llamado del Señor Jesús cada uno toma su decisión, y seguirlo es sin duda, la mejor
decisión.
La respuesta de Mateo: “levantándose, le siguió” nos dice la Escritura, y Mateo pasa de ser un publicano
a ser un discípulo del Señor, este hombre llega a convertirse en apóstol y escritor de uno de los
evangelios. Fue un poderoso instrumento en las manos del Señor.
En este caso, podemos confirmar de nuevo las palabras de Dios: “quien lo necio del mundo escogió, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su
presencia”, según la primera Carta a los Corintios capítulo uno versículos 27-29.
Debemos tener presente siempre algo, y es que nadie es demasiado malo para que el Señor Jesucristo
deje de llamarlo.
La palabra de Dios nos dice que el Señor Jesús va a casa de un publicano (creo yo, que el Señor quiere
estar en todas las casas); los escribas y fariseos van para criticar al Maestro, no para edificar, ellos van a
promover la discordia.
Esto nos recuerda, la importancia de evitar el espíritu fariseo que condena a los demás, pero no puede
ver su propia maldad. El celo religioso ciega el entendimiento.
Mediante sus enseñanzas y palabra en los evangelios, el Señor Jesús muestra su anhelo por hallar una
disposición verdadera:
Nos dice Marcos 2:18-20 “… ¿Por qué tus discípulos no ayunan? El Señor Jesús dijo: ¿Acaso pueden los
que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tiene consigo al esposo,
no pueden ayunar. Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos tiempos
ayunarán”.
La palabra del Señor nos enseña que los discípulos de Juan y de los fariseos, ayunaban dos veces por
semana, los lunes y los jueves. Ahora son instruidos por el Señor acerca del ayuno, Jesús les explica:
“nadie hace ayuno en la fiesta de boda”.
En la Escritura el ayuno muestra tristeza, y si hubiese tristeza sería después de la fiesta, al retirarse el
novio. La palabra “esposo” aquí viene del griego “nunfios” que primeramente significa novio.
Entonces, el Señor explica que por cuanto él estaba presente, sus discípulos no tenían que ayunar, pero
en su ausencia lo harían (y cómo podemos leer en la Escritura, el Señor Jesús no abolió el ayuno, él lo
practicaba, los discípulos y la iglesia primitiva también, el ayuno es una bendición, pero no debe ser
“religioso”, debe nacer en nuestro corazón, un corazón que ama al Novio). Lo que hacemos debemos
hacerlo para la gloria de Dios.
Nos dice la palabra del Señor en Marcos 2:21 “Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de
otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura”. Esto nos enseña que
las cosas nuevas que trae Dios, requieren la aceptación sincera de aquellos que siguen al Maestro.
Sin duda alguna, ninguna persona, por lógica natural, rompería un vestido nuevo para reparar un vestido
viejo. Esto nos recuerda y enseña que por muchos siglos la iglesia ha estado vestida de religión, de
tradiciones de hombres, de estructuras religiosas, pero hoy Dios está trayendo sobre su iglesia un nuevo
vestido de gloria, resplandeciente (una iglesia que deja ver a Cristo), sin mancha (pecado) y sin arruga
(renovación). Una iglesia que camina en la voluntad y tiempo del Señor.
Debemos tener en cuenta que nuestro buen Dios está trayendo sobre su iglesia una renovación en su
vestido, por eso el apóstol Pablo por el Espíritu Santo dijo: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he
desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”, la iglesia está siendo
llamada a la intimidad con su novio, es decir, debe fortalecer y crecer en una relación genuina con el
Señor Jesucristo.
Es muy importante saber que debemos estar preparados para lo nuevo que Dios trae, Marcos 2:22 “Y
nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se
derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar”.
Consideremos aquí ¿Qué son los odres? Los odres son recipientes de cuero, que guardan líquidos cómo
agua, leche, vino y aceite. Los odres viejos se rompen en el proceso de fermentación del vino nuevo, y
de este modo se pierde todo el vino.
Como vemos, el Señor Jesucristo utiliza esta verdad para decirnos que debemos preparar y disponer
nuestro corazón para lo nuevo que Dios está depositando y trayendo a su iglesia (vino nuevo, sin
fermentar, vino dulce, vino del cielo, no habla del vino terrenal y corruptible, sino de aquella bendición
de Dios que nos lleva a disfrutar la presencia de Dios y sus bendiciones).
Y como bien sabemos, lo viejo rechaza o repele lo nuevo, se contradicen, por eso muchos cristianos e
iglesias locales, rechazan lo nuevo que el Señor Jesús y el Espíritu Santo están trayendo. Pero, Dios
seguirá adelante con su plan, y tú y yo debemos decirle: “Aquí estoy, haz tu voluntad en mi vida”.
Reflexión final: Nuestro buen Dios. Todo aquel que busca a Cristo y le sigue, recibirá no sólo vida eterna
sino que hallará la razón por la cual fue creado, y encontrará que el mayor gozo es avanzar hacia el
propósito del Señor.
Dentro de los aspectos que debemos conocer y experimentar de nuestro buen Dios, es que además de
ser nuestro Salvador, él es nuestro sanador y libertador, él sigue haciendo milagros y el Espíritu Santo
quiere enseñar al pueblo de Dios ese poder divino para enfrentar y superar las crisis.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de Éxodo 15:22 ““E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y
salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin encontrar agua”.
Como bien sabemos el desierto nos habla de aridez, soledad, peligro y adversidades. La Biblia nos
enseña que era Dios mismo quien iba delante de ellos, y pasar por el desierto era parte del camino.
Sin duda alguna, en ésta parte del camino, el pueblo de Israel aprendería el poder de la alabanza,
desarrollaría su fe e intimidad con el Señor, conocería al Dios proveedor y todopoderoso, aun en las
circunstancias más difíciles.
La Biblia nos enseña que aquella región tenía por nombre “El Desierto de Shur”, y la palabra “Shur”
desde el hebreo viene de un término que además quiere decir: “pared”, “muralla”. Entonces, esto es
algo a superar, tenían al frente una prueba de su fe, “tres días sin hallar agua” fácilmente es una
situación que puede producir cuestionamientos, dudas e incertidumbre.
Debemos tener mucho cuidado con la murmuración, pues esta hace más amargo el camino. Nos dice la
Biblia en Éxodo 15:23-24 “Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran
amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, diciendo:
¿Qué vamos a beber?”.
Debemos tener en cuenta que la palabra “Amargo” es el adjetivo calificativo de un sabor. Ante ésta
situación (“amarga”) ellos “murmuraron contra” (es decir: “Hablaron mal contra”), es una expresión que
equivale a “obstinadamente se quejaron”.
Debemos considerar que ellos acababan de tener una gran victoria y ver uno de los más grandes
milagros de la Escritura: Dios abrió el Mar Rojo para que ellos pasarán en seco, y con sus propios ojos
ven la destrucción del ejército del faraón.
Lamentablemente, la Escritura nos enseña que fue la continua queja la que no permitió que el pueblo de
Israel superará rápidamente el desierto. Su mayor obstáculo no fue el desierto mismo, sino la dureza de
su propio corazón, la cual los llevó a quejarse contra Dios y su voluntad.
2) Dios es quien transforma nuestra adversidad en una gran victoria.
La palabra de Dios nos enseña en Éxodo 15:25 “Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y
lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí fueron
probados”. Debemos tener en cuenta varias cosas muy importantes aquí:
Textualmente nos dice la Escritura: “Moisés clamó a Jehová”, y esto es lo correcto, es lo que debemos
hacer ante la adversidad, “no gastes tu fuerza quejándote, invierte tus energías buscando a Dios”.
El Señor le mostró a Moisés lo que debía hacer. Esto nos recuerda que es en la presencia de Dios en
donde viene la revelación y dirección para sortear nuestras adversidades y dificultades.
La Biblia nos dice que: “y las aguas se endulzaron”, el Señor tiene el poder para cambiar el sabor amargo
por un dulce sabor, acción que nos recuerda que el Señor puede cambiar los sabores amargos de
nuestra vida.
Con cierta frecuencia, lo amargo de la vida esconde sabores dulces que solo se conocen y se
experimentan cuando buscamos a Dios, y encontramos en él la respuesta de su soberana voluntad.
Es muy importante, también tener en cuenta que aquí la Biblia nos dice: “Y allí los probó”, Dios nos
prueba y cuando eso ocurre ¿Cómo respondemos ante las circunstancias difíciles de la vida, que permite
el Señor que lleguen a nosotros?
Podemos caer en la tentación de murmurar, quejarnos, enojarnos, desanimarnos, volver atrás (como
quiso en algún momento Israel), o podemos hacer lo correcto, es decir, buscar a Dios y hacer su
voluntad, con la sabiduría y fuerza que sólo él nos puede dar.
Nos dice la Escritura en Éxodo 15:26 “Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hiciereis
lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová Dios tu sanador”.
A través de la palabra de Dios podemos ver que el Señor se manifiesta en el momento preciso. La
Escritura nos enseña que ellos estaban en el desierto, tres días sin agua, y las que encuentran son
amargas (aún en la actualidad, allí hay aguas saladas y amargas, no potables), pero allí el Señor
manifestó su poder y gloria.
Es interesante, ver que aparece por primera vez en la Biblia el nombre “Jehová Rapha” (nombre que
significa: Jehová Sanador), fue pues una nueva revelación de Dios a su pueblo en las aguas amargas de
Mara. Las situaciones difíciles, son con frecuencia, escenarios de revelación de Dios.
Vale la pena, hacernos aquí una pregunta: ¿Por qué el Dios sanador se manifiesta ante su pueblo
endulzando unas aguas saladas y amargas? Es muy importante tener en cuenta que esta región es
costera, muy próxima al mar Rojo, región cuyo suelo es muy rico en sodio (por ejemplo el Mar Muerto
se llama así, porque allí no hay vida, debido a su alto nivel de salinidad).
Entonces, este acontecimiento nos permite ver que donde hay muerte, nuestro buen Dios genera vida;
esto nos enseña que en medio del desierto, Dios puede hacer florecer un jardín; que en medio de tus
dificultades, nuestro Señor puede mostrar su gloria; que en medio de la maldición, él puede establecer
su bendición, porque todo es posible para él, no hay nada difícil para nuestro Dios.
4) Cuando el camino se hace duro y difícil, el Señor renueva las fuerzas de su pueblo.
La palabra de Dios nos permite ver que el pueblo de Israel estaba fatigado, cansado, y muchos quizá
desanimados, pero el Señor no sólo endulzó éstas aguas sino que los llevó a Elim, nos dice la Biblia:
Éxodo 15:27 “Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí
junto a las aguas”. En este pasaje bíblico podemos ver varios aspectos importantes:
El nombre de aquel lugar, “Elim” quiere decir: “arboles grandes”. Por lo general, se le identifica en la
actualidad con el Wâds Gharandel, a unos noventa y seis kilómetros al sudeste de Suez, que tiene una
abundante vegetación de palmeras, tamarindos y acacias, y una fuente permanente de agua que
produce unos 4.770 litros por minuto. Un lugar verde y de abundante agua en medio de aquel desierto.
La palabra de Dios menciona “Doce fuentes de aguas”, estas aguas no eran estancadas, eran aguas
corrientes (doce fuentes, podía ser una para cada tribu, lo que nos recuerda que Dios es el proveedor de
todos sus hijos).
En este lugar Israel se detuvo un tiempo, lugar en el que renovaron sus fuerzas y llenaron sus vasijas de
agua, para seguir hacía el plan de Dios: conquistar la tierra prometida. Este estudio, nos recuerda y
permite concluir que por difícil que sea el camino, siempre será el Señor nuestro sustento y proveedor.
Él es nuestro Pastor, nos guía y cuida siempre.
Reflexión final: El Señor tiene cuidado de sus hijos, y manifiesta su gloria a través de sus milagros. Dios
no cambia, él sigue en medio de su pueblo, guiándolo y protegiéndolo. Detrás de todo obstáculo el
Señor tiene para nosotros una gran victoria.
La llegada del Señor Jesús a Galilea se describió en los profetas como la Luz que resplandecía en medio
de las tinieblas. En la tierra de Israel hubo muchos y grandes cambios en todos los aspectos, en el plano
social, religioso, humano, pero ante todo en el tema espiritual, ya que Jesús vino proclamando el
evangelio del reino de Dios, trayendo sanidad, libertad y vida.
El mensaje del Señor Jesús implicó la caída de muchas estructuras religiosas y tradicionales, que no se
ajustaban a la verdad de Dios revelada en las Sagradas Escrituras.
Es precisamente por todo esto, que los sacerdotes levitas, los escribas y fariseos se oponían con
tenacidad y procuraban estorbar el ministerio del Maestro. Sin embargo, el Señor Jesús le hacía frente a
todo esto, él perseveraba y salía siempre vencedor.
Es muy importante, tener en cuenta que en la actualidad nuestro Señor Jesucristo vive en nosotros
(como hijos de Dios), y por él podemos vencer todo obstáculo y toda oposición que nos quiere detener
en el plan del Señor.
Con razón nos dice la palabra de Dios según la Carta a los Romanos 8:37-39 que “Antes, en todas estas
cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó. Por lo que estoy seguro que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra criatura nos podrá separar del amor de Dios que es en Jesucristo nuestro
Señor”.
Por la misma Biblia, y por nuestra experiencia de vida podemos concluir que cuando el Señor Jesús
aparece en cualquier escenario, todo es transformado por su poder y gloria
Aunque el diablo, el reino de las tinieblas y sus demonios quieran oponerse a los planes de Dios, el
poder del Señor triunfará. Su luz siempre resplandece haciendo huir los poderes de las tinieblas.
Los evangelios nos muestran y presentan al Hijo de Dios, Jesucristo es Aquel que sacia a los sedientos,
restaura al caído, da vida eterna al perdido, y por su poder podemos confiar plenamente en su cuidado y
en su poder sobre todas las cosas.
Podemos iniciar recordando el poderoso testimonio de Abraham y Sara, quienes no tenían hijo, pero
Dios les prometió descendencia. Pasaron muchos años, décadas, y al final y contra toda posibilidad
humana, el Señor hizo un milagro y nació Isaac, por encima de la edad de Abraham y de la esterilidad de
Sara; porque nada es imposible para nuestro Dios.
La palabra de Dios nos enseña que el Señor les prometió un hijo, y Sara no creyó al principio, fue en este
momento cuando Dios dijo: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”, según el libro de Génesis 18:14.
Veamos otro poderoso testimonio de la Escritura acerca del poder de nuestro Dios:
Nos dice la Biblia en el evangelio de Marcos 16:1-2 “Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena,
María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana,
el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, cuando ya había salido el sol”.
Buscar al Señor es una decisión que implica acción. El pasaje bíblico nos dice: “fueron al sepulcro”. Esto
significa inversión de tiempo, esfuerzo, y aun de lo suyo propio (la Escritura dice: “compraron especias
aromáticas”, hablamos entonces de invertir tiempo, fuerzas, dedicación, dar conforme a la Escritura,
entre otras cosas).
Buscar al Señor implica diligencia de nuestra parte. La Biblia nos dice: “muy de mañana”, asunto que nos
recuerda la importancia de un tiempo con Dios en la mañana.
Nos dice la Escritura en el evangelio según San Marcos 16:3 “Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá
la piedra de la entrada del sepulcro?”. Olvidando que, nada es imposible para nuestro Dios.
No podemos negar, que la incredulidad es un obstáculo muy frecuente en el cristiano. Ellas no confiaron
en la promesa de su resurrección o se olvidaron de su poder, aunque ya el Señor Jesús había resucitado
a la hija de Jairo, a Lázaro y al hijo de la viuda de Naín.
Estas mujeres se preguntaron: “¿Quién removerá la piedra?”. Ten presente: Las grandes piedras sólo
Dios con su poder es quien las puede mover; y sólo la incredulidad lo puede detener. Podemos recordar
aquí, que en la ciudad de Nazaret, el Señor Jesús no pudo hacer milagros por la incredulidad de ellos,
nos dice la Escritura.
Otro obstáculo que podemos enfrentar y que debemos superar con la ayuda del Señor, hace referencia
a aquellas cosas o personas que nos separan de Cristo. En este caso en particular, era una inmensa
piedra (el pasaje bíblico nos dice: “la piedra era muy grande”).
Debemos tener presente que la piedra fue puesta por los romanos, pero impulsada por los fariseos.
Como podemos ver, eran varias las cosas que había que superar: la piedra, los soldados romanos, los
fariseos, entre otros obstáculos.
Un obstáculo, que con frecuencia viene contra el hijo de Dios, es el miedo. La Biblia nos dice en el
versículo ocho que “Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor”.
Podemos hablar aquí por ejemplo, de miedo al futuro; a nuevas circunstancias; a los desafíos, a
comenzar de nuevo o a intentarlo otra vez, ante los problemas, entre otras cosas.
Este pasaje de la Escritura, nos permite pensar en lo que estaba pasando con los discípulos del Maestro
en aquel momento. Pensemos en algo, y es que fueron las mujeres quienes buscaron a Jesús, los
discípulos no, porque estaban desanimados, ellos habían vuelto a pescar.
Este es un claro ejemplo, de cómo las emociones pueden afectar nuestra vida espiritual y nuestra fe y
esperanza en Dios y en sus promesas.
Además los seguidores del Señor Jesús tenían que lidiar con otros obstáculos, los enemigos de Cristo.
Eran varios los enemigos: el Imperio Romano, los líderes religiosos y los judíos que no creyeron en él, los
espíritus inmundos; además de aquellos enemigos internos como: la duda, o los pensamientos de
incapacidad, los temores, entre otras cosas.
Nos dice la Escritura en Marcos: 16:3 “Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy
grande”. Recordemos, nada es imposible para nuestro Dios.
La palabra del Señor nos dice que un ángel removió la gran piedra. Textualmente la Biblia dice: “Pero
cuando miraron”, la palabra “miraron” se traduce del término griego “anablepo” que además quiere
decir: “alzar la vista”, “mirar hacia arriba”, “recuperar la visión”.
Estos significados nos recuerdan que las adversidades y problemas (aún imaginados o supuestos), tiene
la capacidad de afectar nuestra visión, y por ende nuestra actitud frente a la vida. La fe y la esperanza
son debilitadas al dejar de mirar a Dios, para ver sólo los problemas.
Es importante tener en cuenta aquí, que en el evangelio según San Mateo se nos describe el poder que
el Padre desplegó en aquel momento:
“Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la
piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido era blanco como la nieve.
Y de miedo de él, los guardas allí presentes temblaron y se quedaron como muertos”, según nos dice el
evangelio de Mateo 28:2-4.
Contra toda posibilidad humana, contra toda esperanza, en medio del desánimo de los discípulos, el
Padre celestial manifestó su poder a favor de su Hijo Jesucristo. Definitivamente, Nada es imposible para
nuestro Dios.
Como estaba escrito, como el Padre lo había prometido, resucitó a su Hijo Jesucristo el Señor, nos dice
Marcos 16:5-6 “Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto
de una larga ropa blanca; y se espantaron. Más él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el
que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron”.
Como podemos ver, aquel sepulcro, el hades mismo, y la muerte no lo pudieron retener. El Señor
Jesucristo había resucitado, su sepulcro no sería un lugar de llanto y terminación, sino un testimonio de
que vive, él ha resucitado y da vida a todos aquellos que a él se acercan. Dios es Todopoderoso y nada es
imposible para nuestro Dios.
Como nos enseña el evangelio de Marcos 16:7, el Señor Jesucristo es Todopoderoso y cumple su Palabra:
“Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os
dijo”.
En los días de su ministerio terrenal el Señor Jesús les había prometido a sus discípulos que al tercer día
resucitaría, y que los vería en Galilea. El ángel dice: “decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante…
como os dijo”, ¿por qué pronuncia de manera especial al apóstol Pedro?
Es claro a la luz de las Escrituras, que el apóstol Pedro tenía un liderazgo significativo sobre los demás
discípulos, por ejemplo, cuando el Señor Jesús muere en la cruz, Pedro se fue a pescar y los demás
discípulos fueron con él.
Estas palabras fueron también una expresión de restauración, pues Pedro había negado al Señor Jesús
en tres ocasiones, y quizá se consideraba indigno de estar con los otros apóstoles, pero aun así el Señor
no lo había desechado, ni había olvidado su plan con él.
Reflexión final: Cristo venció a la muerte y al Hades, por eso podemos decir, con certeza de que nada es
imposible para nuestro Dios. Procuremos acercarnos a él confiadamente, con su ayuda venceremos los
obstáculos que nos impidan buscarlo, ¿cuál es tu obstáculo hoy? ¿Cuál es tu piedra hoy? Cristo es
Todopoderoso y desea ayudarte, fortalecerte y llevarte al destino que te ha preparado.
La hormiga se detuvo, analizó su situación, y de pronto, tomó la pluma que llevaba y la puso sobre la
grieta, inmediatamente después caminó sobre ella hasta llegar al otro lado de la grieta, y de nuevo tomó
su pluma y siguió su camino.
Es muy interesante, ver como este pequeño insecto, creado por Dios, con la suficiente inteligencia para
razonar y tomar la mejor solución frente a su dificultad. Las hormigas son tenaces, perseverantes,
trabajadoras, enfrentan sus desafíos sin temor, y emprenden el camino superando sus adversidades.
Las hormigas, sin duda alguna, nos hacen reflexionar en nuestras actitudes frente a los problemas. En
este caso, debemos destacar la perseverancia. Podemos, concluir que el Señor mediante su ejemplo nos
capacita para superar los obstáculos y desafíos propios del camino. Por lo que Nuestras metas
requieren nuestra perseverancia.
Nos dice la palabra de Dios en el evangelio de Marcos 1:9-11 que “Aconteció en aquellos días, que Jesús
vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio
abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que
decía: Tú eres mi Hijo amado; en el cual tengo complacencia”
Como podemos observar Juan el Bautista bautizaba y el Señor Jesús fue obediente a la dirección del
Padre celestial. La autoridad delegada por Dios en ese momento para bautizar era Juan el bautista, y el
Señor Jesús así lo reconoció.
Es importante, tener en cuenta que el nombre “Jordán” quiere decir: “el que desciende”, es el único río
de nuestro planeta cuyo curso se halla, en la mayor parte de su longitud, por debajo del nivel del mar.
Podemos decir entonces, que el Señor Jesús descendió, obedeció, se sometió con gozo a la voluntad del
Padre celestial y por esto fue honrado.
Vemos en esta porción bíblica además, que Dios manifiesta el gozo de su corazón abiertamente. El
corazón de nuestro Dios se conmovió por la obediencia de su Hijo, dijo el Padre celestial: “en ti tengo
complacencia”, la palabra “complacer” se traduce del término griego “Eudokeo”, que además quiere
decir: agradar, estar satisfecho, disfrutar con, deleitarse en, y esto fue lo que se produjo en el corazón
del Padre al ver la obediencia de su Hijo Jesús.
Debemos destacar a la luz de este pensamiento, lo que sucede cuando obedecemos a Dios:
Nuestro buen Dios es soberano y sobrenatural, y nuestra obediencia permitirá que se manifieste en
nuestras vidas su poder y obra, a través de bendiciones, buena comunión, manifestaciones de Dios a
nuestro favor, entre otras muchas cosas.
El desierto es un escenario que simboliza nuestras etapas difíciles de la vida. El desierto es un lugar
hostil, seco, solitario, escaso de vida, y de circunstancias adversas.
En el libro de Marcos 1:12 la Biblia dice: “Y luego el Espíritu le impulsó al desierto”. Nuestro Señor Jesús,
después de estar sumergido en el agua, debe enfrentar ahora el desierto. Son situaciones extremas, que
a veces forman parte del camino que Dios traza para nosotros, y sin duda contiene grandes enseñanzas
en las que el Señor nos quiere ejercitar.
En las Sagradas Escrituras el número cuarenta representa la prueba. Nos dice el evangelio de Marcos
1:13 “Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los
ángeles de Dios le servían”.
El Espíritu de Profecía dice:
Cuando Jesús fué llevado al desierto para ser tentado, fué llevado por el Espíritu de Dios. El no invitó a la
tentación. Fué al desierto para estar solo, para contemplar su misión y su obra. Por el ayuno y la oración,
debía fortalecerse para andar en la senda manchada de sangre que iba a recorrer. Pero Satanás sabía
que el Salvador había ido al desierto, y pensó que ésa era la mejor ocasión para atacarle. DTG 89.2
Muchos consideran este conflicto entre Cristo y Satanás como si no tuviese importancia para su propia
vida; y para ellos tiene poco interés. Pero esta controversia se repite en el dominio de todo corazón
humano. Nunca sale uno de las filas del mal para entrar en el servicio de Dios, sin arrostrar los asaltos de
Satanás. Las seducciones que Cristo resistió son las mismas que nosotros encontramos tan difíciles de
resistir. Le fueron infligidas en un grado tanto mayor cuanto más elevado es su carácter que el nuestro.
Llevando sobre sí el terrible peso de los pecados del mundo, Cristo resistió la prueba del apetito, del
amor al mundo, y del amor a la ostentación que conduce a la presunción. Estas fueron las tentaciones
que vencieron a Adán y Eva, y que tan fácilmente nos vencen a nosotros. DTG 91.2
Es muy importante considerar aquí varias cosas de gran valor respecto a la prueba:
El enemigo de nuestras almas procurará apartarte a ti y a mi del plan de Dios, pero no debemos aceptar
las ofertas de Satanás y servir a Dios al mismo tiempo, porque nadie puede servir a dos señores. Por eso
Tu firme decisión determina tu futuro.
El nombre “Satanás” quiere decir: adversario, y es aquel que se opone a la obra que Dios nos delega.
Pero En Cristo siempre tendremos la fortaleza para superar la oposición.
La palabra de Dios nos habla de las “fieras”, esta es una palabra que tiene, por lo menos, dos
aplicaciones: naturalmente se refiere a un animal peligroso, a las víboras de aquellos desiertos; y
espiritualmente hablando, podemos considerar seres sobrenaturales semejantes a bestias diabólicas,
espíritus inmundos que atacaban al Señor en su mente y emociones.
Es muy interesante, observar que en este escenario, según el pasaje bíblico, varias personas: Al Espíritu
Santo, al Hijo de Dios, a Satanás, las fieras y los ángeles (por lo que es muy importante ser sensibles y
conscientes de la realidad del mundo espiritual). Podemos recordar que el Señor Jesús estaba en ayuno,
el ayuno es una poderosa arma que Dios nos ha entregado para derrotar los ataques del diablo.
3) Detrás de las situaciones difíciles hay grandes victorias.
Es muy importante tener en cuenta que Dios estaba allí, en ese escenario tan difícil, lo concluimos por
todas las cosas que allí suceden: “el Espíritu como paloma”, “la voz de los cielos”, “el Espíritu lo llevó al
desierto”, “los ángeles”.
Concluimos entonces, que en las decisiones difíciles, en el desierto, en la tentación y en las pruebas, Dios
está con nosotros para ayudarnos a tomar las mejores decisiones y vencer los obstáculos. La
perseverancia nos permite alcanzar las metas en Cristo.
“Después que Juan fue encarcelado, el Señor Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de
Dios”.
La palabra de Dios nos enseña que Juan el bautista había sido encarcelado; sacerdotes, escribas y
fariseos se resistían a la predicación del Señor Jesús, pero Dios respaldaba con gran poder su Palabra y
c) El pueblo de Israel empieza a ser conquistado por el Señor Jesús (Marcos 1:15)
Debemos observar que se destacan varias palabras en este pasaje de la Escritura. Como: “Tiempo”,
“Reino”, “Arrepentíos” y “Evangelio”. El ministerio del Señor Jesús comienza a tener nuevos alcances y
un gran impacto, acompañado de grandes milagros y poderosas sanidades.
Nos dice la Escritura en el evangelio de Marcos 1:28, 34, 39 “Y muy pronto se difundió su fama por toda
la provincia alrededor de Galilea… Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y
echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían… Y predicaba en
las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios”.
Podemos concluir, que el ayuno del Señor Jesús tuvo un impacto demoledor en la estructura demoniaca
que gobernaba aquel territorio, y el reino de Dios comenzó a ser establecido y manifestado
poderosamente.
Reflexión final: Es muy importante que tomemos decisiones acertadas y hacer la voluntad de
Dios, ser conscientes de los desiertos y de Su cuidado cuando estamos caminando por ellos, y
perseverar con la fuerza que Dios,imparte a sus hijos mediante el Espíritu Santo porque la
victoria está adelante, hay un nuevo territorio por conquistar y Dios va con nosotros. Querido
hermano y hermana Fortalece tu fe en el Señor y tu oración hoy, sin duda, los resultados serán
poderosos. Y recuerda La perseverancia es una muestra de tu fe en Jesús.
Pero una cosa es segura, sólo el Señor Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, y fuera de él, no hay
acceso a la presencia de Dios, y ésta debe ser valorada cual más grande tesoro, pues, separados de Dios
nada podemos hacer.
La palabra de Dios nos enseña que ésta fue construida por dirección de Dios, ubicada en el Lugar
Santísimo del tabernáculo, representa la presencia de Dios, e iba delante de Israel por el desierto
camino a la tierra prometida.
En el libro de éxodo 37:1-2 la palabra de Dios dice: “Hizo Bezaleel el arca de madera de acacia… Y la
cubrió de oro puro por dentro y por fuera y le hizo una cornisa de oro en derredor".
Fue el Señor mismo quien le dijo a Moisés cómo construir el tabernáculo. El arca era un cofre de madera
revestido de oro, y contenía las tablas de la ley, una medida de maná y la vara de Aarón que reverdeció.
El Arca era considerada también cómo un símbolo de poder y victoria, pues era precisamente el símbolo
de la presencia del Señor con su pueblo (1 Samuel 4:5-7).
En el libro 1 Samuel 4:10-11 la Biblia dice que El arca del pacto fue raptada por los filisteos, veamos
cómo lo expresan los siguientes textos:
“Pelearon, pues los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy
grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y
muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees”.
Cuando leemos los capítulos anteriores a éste, podemos observar los motivos de ésta derrota y pérdida
del arca: religión e inmoralidad en el sacerdocio (el sacerdote Elí y sus dos hijos), y ausencia de un
verdadero culto a Dios (el pueblo estaba alejándose de la verdadera adoración al Señor).
Es muy interesante, observar que según el versículo 11 fue en tiempos del sacerdote Elí, Ofni y Finees
que el arca del pacto fue raptada, pues precisamente el significado de sus nombres nos permite ver
varios detalles significativos:
El nombre de Elí quiere decir: “elevado, ascendido”. Fundamentalmente, sugiere movimiento desde un
lugar bajo a otro más alto (Elí halló gracia ante los ojos del Señor, fue honrado por Dios, pero con el
tiempo cayó en una vida llena de rutina religiosa, alejada del verdadero culto a Dios).
El nombre “Ofni” quiere decir: Pugilista, uno que pelea con los puños (es figura de aquel que conociendo
la voluntad de Dios, se rebela contra ella, es uno que pelea contra la voluntad y diseño del Señor).
El nombre “Finees” quiere decir: Boca de serpiente, palabra de víbora (este es símbolo o representa a
aquel que presta su boca para que el enemigo hable a través de él, permite en su boca palabras llenas
de veneno). Es aquella persona que utiliza el engaño y la mentira para lograr sus propios y egoístas
intereses.
La Escritura nos sigue enseñando que la gloria del Señor se aparta del pueblo de Israel: 1 Samuel 4:19-22
“Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el
arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le
sobrevivieron sus dolores de repente.
Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un
hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida. Y llamó al niño Icabod, diciendo: Traspasada es la
gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Dijo,
pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios”.
Debemos tener en cuenta que la palabra “Icabod” quiere decir: “la gloria ha partido”, “la gloria se ha
apartado”, “sin gloria”). Algunas veces nosotros vivimos un Icabod, hablo de servicios religiosos por
rutina, oraciones religiosas y repetidas, servicio a Dios fingido y no genuino, motivos egoístas y carnales,
deshonestidad en el corazón pero con palabras no sinceras en nuestros labios, entre otras cosas.
Recordemos que el Señor Jesús en Mateo 15:11 dijo: “con sus labios me honran, pero su corazón está
lejos de mí” Mateo 15:11 (es interesante considerar aquí, que en la sinagoga en tiempos de Jesús a
veces se besaba el rollo de la Ley antes de ser leído, pero era un acto religioso, no sincero de corazón).
La palabra de Dios nos enseña que durante el reinado de Saúl el arca no fue una prioridad en su
gobierno, lo que nos permite concluir que la presencia de Dios no era un aspecto fundamental en la vida
del rey Saúl.
Podemos ver en la palabra de Dios que Saúl es elegido rey y reinó por cuarenta años, y durante todo su
reinado no mostró interés por el arca del Señor, no se preocupó por restaurar la gloria de Dios (la cual
previamente se había perdido).
Es interesante, observar que durante el reinado de Saúl hubo sacerdocio en el templo, pero no estuvo el
arca de Dios, ésta no fue prioridad para Saúl. Él se preocupó por sostener su reinado y ganar el favor de
la gente, no dándole mayor importancia al favor de Dios.
Es por estas cosas, que el rey Saúl es símbolo o figura de la religión, de las apariencias, de la popularidad,
de un gobierno sin Dios, de un gobierno sin gloria, de un gobierno construido en las capacidades del
hombre, sin la bendición y favor del Señor. Esto ocurre, cuando damos más valor al favor terrenal que a
la amistad con Dios. En 1 de Samuel 2:30 El Señor dice que honra a quienes le honran, y son tenidos en
poco los que lo menosprecian.
En contraste a esto, podemos ver en 1Crónicas 13:2-3 que David manifiesta su amor y anhelo por la
presencia de Dios, veamos cómo lo dice el texto:
“Y dijo David a toda la asamblea… enviemos por nuestros hermanos, por los sacerdotes y levitas… Y
traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de
ella”.
Como podemos leer el rey David manifiesta su pasión por la presencia de Dios, tiene un profundo anhelo
de ver la manifestación de la gloria divina. Éste hombre ha aprendido que un buen gobierno se hace de
la mano de Dios. Saúl le dio la espalda al Señor y vemos los tristes resultados. Recuerda:
“Buscad primeramente el reino de Dios, y lo demás vendrá por añadidura”.
El rey David pone en evidencia un corazón sincero, humilde, desea agradar a Dios, fue un hombre que
amó la presencia de Dios y la comunión con el Espíritu Santo, por eso dijo en el salmo 51:11 “no me
eches de tu presencia, y no quites de mi tu Santo Espíritu”.
a) La santificación.
Nos dice la Escritura en 1 Crónicas 15:11-12 “Y llamó David a los sacerdotes Sadoc y Abiatar… y les dijo:
Vosotros que sois los principales padres de las familias de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros
hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado”.
Y por supuesto, es importante preguntarse aquí: ¿Qué es santificarse? El término hebreo traduce
también: consagrarse, dedicarse, purificarse.
Es el acto o estado por el cual personas o cosas se apartan para el culto a Dios, se consagran o se «hacen
sagradas» para el culto a nuestro Dios. Debemos tener presente que hoy día como cristianos somos
sacerdotes para nuestro Dios, es decir que éste llamado es también para cada uno de nosotros.
Nos enseña la palabra de Dios en 1 Crónicas 15:13,15 “Pues por no haberlo hecho así vosotros la
primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza… y los
hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había
mandado Moisés conforme a la palabra de Jehová”.
Es muy importante ver que el rey David reconoce que la primera vez lo habían hecho mal, aunque los
motivos eran buenos, no se hizo a la manera de Dios (recordemos que muere Uza). No es suficiente con
tener buenas intenciones, es fundamental hacerlo como Dios dice. El diseño de Dios es perfecto y debe
ser respetado.
c) Debe haber sincero amor por Dios.
Es importante, recordar aquí que el nombre “David” quiere decir: amado, querido, elegido de Dios, y
también: uno que ama. David amaba a Dios, y sin duda es imposible alcanzar y vivir la presencia de Dios,
sin pasión por él. Es interesante recordar aquí que el Señor Jesús le dijo a la iglesia que estaba en Efeso:
“Tengo contra ti que has dejado tu primero amor”, o “amor del principio”.
Reflexión final: La palabra del Señor nos enseña que Dios envió a su Hijo para llevarnos a él, ha
enviado a su Santo Espíritu para que nos instruya y acerque más a Dios. El Señor anhela darse
a conocer a sus hijos, él nos anhela celosamente. Dios nos ama y desea que nosotros le
amemos a él.
Introducción: La palabra de Dios nos enseña que en el sentido espiritual, hay cristianos que son niños,
personas que aunque pasan los años no crecen en su madurez espiritual. Son corazones contenciosos,
inconformes siempre, murmuradores, discuten las normas continuamente, hacen según sus propios
deseos, entre otras cosas. etc.
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a
niños en Cristo. Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres?”
Y es precisamente esta inmadurez espiritual la que lleva al cristiano a obedecer a Dios a su manera, y
entonces, transcurre el tiempo, pero no hay crecimiento.
1) En primer lugar, debemos ser conscientes de que crecer implica perseverancia y determinación.
En el libro de éxodo 34:1 “Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tabales de piedra como las primeras, y
escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”.
La palabra de Dios nos enseña que el pueblo de Israel se fue en pos del becerro de oro, mientras Moisés
estaba en el monte Sinaí los primeros cuarenta días. Cuando Moisés desciende con enojo quiebra las
tablas y reprende al pueblo. Pero, podemos ver ahora al Señor pidiendo unas tablas cómo las primeras
para escribir las mismas palabras; por eso es importante tener en cuenta que, el fracaso de Israel no
produjo la renuncia de Dios a sus planes.
Esto nos permite recordar para valorar virtudes esenciales como: la determinación, la perseverancia, la
constancia, y luchar para no renunciar por los fracasos que puedan surgir en el proceso.
Sin duda, el ser humano debe hacer su parte, por eso nos dice Éxodo 34:2 “Prepárate, pues, para
mañana, y sube de mañana al monte Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre de este monte”.
Es muy importante, destacar aquí que en lo que Dios le dice a Moisés, hay varios verbos que indican la
acción diligente y personal de Moisés, por ejemplo:
“Alísate”,
“Prepárate”,
“sube”,
“preséntate”.
Entonces, la persona llamada por Dios debe ser parte activa en la búsqueda de la presencia del Señor.
Podemos ver aquí, a Moisés, quien debe preparar las tablas y luego subir a la cumbre del monte Sinaí,
recordemos que acaba de terminar un ayuno y comienza uno nuevo.
Es muy importante tener en cuenta que en la actualidad existen dos caminos para llegar a la cima del
monte Sinaí. El primero se llama “El Siket Bashait”, es más largo y menos empinado, dura
aproximadamente dos horas y media de camino.
El segundo camino se llama “Siket Sayidna Musa”, es más directo y más pronunciado, tiene unos 3750
pasos, llamados pasos de arrepentimiento. Todo esto nos habla de esfuerzo y compromiso propio de la
persona en su búsqueda de Dios.
Podemos considerar la cima de este monte como un símbolo de las alturas de Dios. El Monte Sinaí con
sus 2285 metros es la segunda montaña más alta de Egipto, y este fue el lugar a donde ascendió Moisés.
Podemos recordar aquí, que en el libro de Isaías 55:9 el Señor nos dice en su Palabra: “Como son más
altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos”.
En la comunión íntima con el Señor es donde se oye Su voz, se conocen sus juicios, lo que hace, lo que
quiere, sus planes. Esta cumbre es figura de la intimidad con Dios donde conocemos sus caminos, sus
propósitos y por supuesto, su carácter y naturaleza.
En la intimidad con Dios son revelados sus secretos y su voluntad para cada uno.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de Éxodo 34:3-4 “Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en
todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. Y Moisés alisó dos tablas de piedra como
las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano
las dos tablas de piedra”.
La misma palabra del Señor nos enseña que nuestro Dios se da a conocer o se revela de manera general
a través de toda su creación. Sin embargo, hay diferentes maneras de revelación particular de Dios,
según su soberana voluntad.
La Biblia nos enseña que Moisés debía estar a solas con Dios. Cuando alguien busca a Dios, el Señor
viene a él (Éxodo 34:5 “Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de
Jehová”).. es interesante recalcar que Dios recompensa a aquella persona que le busca.
En aquel monte y en esa búsqueda de Moisés, el Señor reveló: la Ley, el modelo del tabernáculo, las
instrucciones para el sacerdocio, y el orden para marchar por el desierto (por eso recuerdemos que, a
veces el Señor no nos quita el desierto, sino que nos instruye para atravesarlo, es muy importante
aprender lo que allí Dios quiere enseñarnos y en aquello que él quiere que maduremos).
En el libro de Éxodo 34:28 la Biblia nos recuerda que Tenemos que reconocer que la amistad verdadera
implica tiempo, dice el pasaje, “Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan,
ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos del Señor”.
Podemos considerar aquellos cuarenta días como un símbolo, pues nos hablan de tiempo, desarrollar
amistad requiere tiempo. Hoy día nuestra sociedad corre a gran velocidad. Sin embargo, Dios espera de
nosotros responsabilidad en nuestra vida espiritual. El devocional diario es fundamental (tener un
tiempo a diario con Dios es muy importante para nuestra vida).
Pero, no podemos ignorar que existen muchos enemigos del tiempo para Dios: los afanes, las
preocupaciones, el exceso de trabajo, la pereza, la inconstancia, entre otras muchas cosas. Pero, es
necesario y vital apartar el tiempo para hablar con Dios y consultar su consejo mediante la lectura y
estudio de su palabra.
Es muy importante, tener en cuenta que la transformación de Moisés o el resplandor vino “después que
hubo hablado con Dios”, y los demás lo vieron, Moisés no tuvo que anunciarlo. Por lo que podemos ver
qué La obra de Dios en nuestras vidas cuando buscamos su presencia es maravillosa.
La gloria reflejada en el semblante de Moisés representa las bendiciones que, por medio de
Cristo, ha de recibir el pueblo que observa los mandamientos de Dios. Atestigua que cuanto
más estrecha sea nuestra comunión con Dios, y cuanto más claro sea nuestro conocimiento de
sus requerimientos, tanto más plenamente seremos transfigurados a su imagen, y tanto más
pronto llegaremos a ser participantes de la naturaleza divina.—Historia de los Patriarcas y
Profetas, 340, 341.
Reflexión final: Cuando estamos en la presencia de Dios muchas cosas comienzan a ocurrir en nuestra
vida. Busquemos a Dios, con perseverancia, con pasión, con expectativa de lo nuevo que él trae a
nuestras vidas cada dia. Dios quiere manifestarse en ti, y a través de ti. Sus planes son maravillosos,
por lo que, podemos confiar plenamente en El.
El poder de la integridad
Introducción: Una interesante historia sobre la integridad y la honestidad, nos enseña que en un pueblo
el rey convoco a todos los jóvenes y les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros,
al cabo de seis meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella
será la del joven que se convertirá en esposo de mi hija.
Efectivamente, así se hizo, con un joven sucedió algo particular, él plantó su semilla y ésta no germinaba.
Llegaron los seis meses y el joven ni siquiera quería ir al palacio, pero su madre le insistió para que no
hiciera ese desplante al rey.
El joven avergonzado, desfilo de último hacia el palacio, con su maceta vacía. Los otros jóvenes se
burlaban de él, pues llevaban hermosas plantas.
El rey apareció, y todos los jóvenes hicieron su respectiva reverencia mientras él se paseaba entre todas
las macetas admirando las plantas. Finalizada la inspección, llamó a su hija, y llamó de entre todos
aquellos jóvenes, a aquel que llevo su maceta sin planta alguna.
Delante de todos el rey se pronunció y dijo: “Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija,
pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme sembrando otras
plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, fue sin duda alguna,
sincero, honesto, real y valiente, cualidades que un futuro rey requiere para gobernar y que mi hija
merece”.
Veamos en primer lugar la definición de la palabra “integridad” en la Biblia. Tanto en el hebreo como en
el griego, integridad es: rectitud, verdad, sinceridad, pureza, sin mancha.
Nos dice Mateo 27:11-15 que el Señor “Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le
preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. Y siendo acusado por los
principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas
cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se
maravillaba mucho. Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un
prisionero, el que ellos quisieses”.
Fue, sin duda, un momento muy particular. Pilato enfrenta una difícil decisión, está bajo presión de los
judíos, y su esposa lo ha aconsejado para hacer lo correcto.
Son momentos que no quisiéramos enfrentar, pero que sin duda llegarán, y es la integridad una
poderosa herramienta para hacer las cosas bien.
Como podemos ver en el evangelio de Mateo 27:16-17, Barrabás representa aquella persona que
quebranta la ley. “Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues, ellos, les dijo
Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?”.
La palabra de Dios nos muestra a Barrabás como un delincuente muy conocido, un homicida (según
Lucas 23:25) y ladrón (según Juan 18:40). De hecho su nombre “Barrabás” quiere decir: hijo de
deshonra, hijo de confusión, hijo de vergüenza. Es figura pues, de aquel hijo que deshonra a su padre,
por su corazón rebelde y no sometido a la ley, ni respeta el consejo de sus autoridades.
En contraste con todo esto, vemos al Señor Jesús, quien representa al justo y sin delito ni pecado
alguno, según Mateo 27:18-19 y 24.
La palabra de Dios nos deja ver que Pilato y su esposa sabían que el Señor Jesús era integro, sin mancha,
honesto, recto, ajustado a le ley. Era acusado falsamente recordemos que (“le habían entregado por
envidia” nos enseña la Biblia).
Es muy importante, tener presente que el nivel de santidad está determinado por la suma de todas las
buenas decisiones. Veamos Mateo 27:20-23.
La Escritura nos enseña que Pilato le presenta una alternativa a la multitud: una opción entre la maldad
y la justicia, entre las tinieblas y la luz, entre el pecado y la santidad. Precisamente, cada uno de nosotros
enfrentamos decisiones cada día. La multitud fue influida por los sacerdotes y ancianos.
Esta acción nos recuerda que debemos ser firmes en Cristo, y no permitir que otros nos lleven por el
camino equivocado, camino de dolor y muerte.
3) Mediante la integridad somos librados del fracaso.
Tengamos presente que la comodidad inicial, no significa necesariamente la aprobación de Dios. Por
ejemplo, cuando el profeta Jonás huye a la ciudad de Tarsis todo sale bien por un tiempo (se desplaza al
puerto de Jope, pagó su pasaje y emprendió el viaje) pero después surge una gran tormenta y un gran
pez termina tragándose a Jonás.
La palabra de Dios nos enseña que la nación de Israel en aquel entonces ante Pilato toma una decisión
equivocada y atrajo sobre sí sus propias consecuencias, nos lo dice Mateo 27:25-26
“Y el pueblo respondió diciendo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les
soltó a Barrabás; y habiendo azotado al Maestro, le entregó para que fuese crucificado”.
Cuando Pilato se declaró inocente de la sangre de Cristo, Caifás respondió en tono de desafío:
“¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!” Mateo 27:25. Estas aterradoras palabras
fueron repetidas por los sacerdotes y por el pueblo. Fué una terrible sentencia la que pronunciaron
sobre sí mismos y una no menos terrible herencia la que transmitieron a su posteridad. CNS 125:3
Es muy importante, tener presente y comprender el alcance de nuestras decisiones (Éstas no sólo
afectarán mis resultados y mi vida presente, sino los de mi familia y nuestro futuro).
La Escritura nos enseña que el Señor nos quiere bendecir, todos queremos la bendición del Señor y
que nuestros hijos sean bendecidos. Sin embargo, en el pasaje de hoy, los israelitas que estaban allí,
tomaron una mala decisión y declararon juicio sobre sí y sobre su descendencia.
Como podemos observar, los sacerdotes y escribas llevados por el celo religioso, otros por la envidia,
otros por miedo, otros por ignorancia, otros por enojo, pierden la cordura espiritual y cometieron una
gran equivocación.
Como seres humanos adultos podemos tomar decisiones, tú puedes decidir: “no congregarte
fielmente”, “tener un(a) amigo(a) especial y no es tu esposo(a)”, “tu puedes tomar licor y fumar”, “no
perdonar”, “No seguir el llamado de Dios”, entre otras muchas cosas.
Pero, debes tener presente siempre que nuestras decisiones influirán en nuestra vida, en otras
personas, y en la de nuestra descendencia. Por todo esto, es vital tomar buenas decisiones opoyados
en el consejo de Cristo..
Reflexión final: El enemigo te ofrecerá muchas cosas. No importa que te ofrezca el mundo, los
amigos, o tu entorno, jamás igualará a lo que Dios tiene preparado para ti. Decide obedecer a
Dios, seguir a Cristo hasta el fin, él te bendecirá, pues Dios honra a quienes le honran.
El poder de la fe en Dios.
Introducción: Nos cuenta una historia interesante, que había un valiente capitán cuya espada era temida
por sus enemigos, porque era el heraldo de la guerra y de la victoria. A este hombre su rey le pidió una
vez que le mostrara su espada, la tomó, con cuidado la examinó, y la devolvió diciéndole: “La verdad es
que no hay nada especial en esta espada”.
La historia nos dice que este capitán le respondió a su rey: “Vuestra Majestad se ha dignado examinar la
espada; pero no le envié el brazo que la maneja, y el corazón que la dirige, es allí donde está la
respuesta”.
Definitivamente, nuestra vida no depende de las cosas materiales, sino que éstas deben estar sujetas a
nuestra fe y confianza en el Señor, los buenos resultados caminan guiados por la fe en las promesas y
poder de nuestro Señor.
Nos dice la palabra de Dios en Mateo 15:21-22 que “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de
Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: Señor, Hijo
de David, ten misericordia de mí. Mi hija está siendo atormentada por un espíritu inmundo”.
El Señor Jesús se dirigió a la tierra de Tiro y de Sidón, tierra fenicia, no era entonces hebreos. La frase:
“mujer cananea” nos recuerda que los israelitas eran muy selectivos con el pacto y a los gentiles les
llamaban “perros”. Por lo cual, a los ojos de los israelitas esta mujer era indigna de la bendición del
Señor. Pero, Dios no hace acepción de personas.
Los habitantes de esta región pertenecían a la antigua raza cananea. Eran idólatras, despreciados y
odiados por los judíos. A esta clase pertenecía la mujer que ahora había venido a Jesús. Era pagana, y
por lo tanto estaba excluída de las ventajas que los judíos disfrutaban diariamente. Había muchos
judíos que vivían entre los fenicios, y las noticias de la obra de Cristo habían penetrado hasta esa
región. Algunos de los habitantes habían escuchado sus palabras, y habían presenciado sus obras
maravillosas. Esta mujer había oído hablar del profeta, quien, según se decía, sanaba toda clase de
enfermedades. Al oír hablar de su poder, la esperanza había nacido en su corazón. Inspirada por su
amor maternal, resolvió presentarle el caso de su hija. Había resuelto llevar su aflicción a Jesús. El
debía sanar a su hija. Ella había buscado ayuda en los dioses paganos, pero no la había obtenido. Y a
veces se sentía tentada a pensar: ¿Qué puede hacer por mí este maestro judío? Pero había llegado
esta nueva: Sana toda clase de enfermedades, sean pobres o ricos los que a él acudan por auxilio. Y
decidió no perder su única esperanza.
Nos dice la Escritura en Mateo 15:23a “Jesús no le respondió palabra”.... ¿por qué a veces Dios hace
silencio? La Biblia misma nos dice varias cosas al respecto:
a) Dios calla por amor, nos dice el profeta Sofonías 3:17 “Jehová está en medio de ti, poderoso, él
salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.
b) Dios hace silencio para provocar en nosotros una mayor búsqueda de Su presencia.
Cristo conocía la situación de esta mujer. El sabía que ella anhelaba verle, y se colocó en su camino.
Ayudándola en su aflicción, él podía dar una representación viva de la lección que quería enseñar.
Para esto había traído a sus discípulos. Deseaba que ellos viesen la ignorancia existente en las
ciudades y aldeas cercanas a la tierra de Israel. El pueblo al cual había sido dada toda oportunidad de
comprender la verdad no conocía las necesidades de aquellos que le rodeaban. No hacía ningún
esfuerzo para ayudar a las almas que estaban en tinieblas. El muro de separación que el orgullo judío
había erigido impedía hasta a los discípulos sentir simpatía por el mundo pagano. Pero las barreras
debían ser derribadas.
Nos dice la palabra del Señor en Mateo 15:23b, 24, 26 que “acercándose sus discípulos, le rogaron
diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Respondiendo él, dijo: No soy enviado sino a las ovejas
pérdidas de la casa de Israel… Respondiendo el Señor Jesús dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y
dárselo a los perrillos”.
Como podemos observar esta mujer tuvo que enfrentar la oposición de los discípulos, la comisión
específica de Jesús, quien había sido “enviado a las ovejas perdidas de Israel”, y la prueba de su
determinación ante las palabras del Señor Jesús: “no está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los
perrillos”. Eran varios los obstáculos.
Debemos tener presente aquí, que el pueblo de Israel fue probado en el desierto; David también lo fue;
y Abraham fue probado caminando a Moriah para entregar su hijo Isaac; la mujer sirofenicia estaba
siendo probada. En las pruebas es la fe en Dios la que nos sostiene y anima.
Es importante tener en cuenta que el Señor Jesús ya había dicho: “No soy enviado sino a las ovejas
pérdidas de la casa de Israel”, pero el versículo 21 nos dice que el Señor fue a la tierra de Tiro y Sidón
(ciudades fenicias, no tierra de Israel), así que había allí una profunda lección del Maestro para todas las
personas que le seguían y que creían en él.
Este suceso nos recuerda también a nosotros, que cuando alguien cree en el Señor Jesús y persevera,
verá la sobrenatural y poderosa mano del Señor a su favor, porque Dios es fiel y nada lo puede detener.
Nos dice la palabra de Dios en Mateo 15:22b “Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es
gravemente atormentada por un demonio”.
Debemos destacar aquí la palabra “Clamaba” traducida del término griego “kraugázo” que además
quiere decir: Gritar, dar voces. Esta madre de familia, clamaba misericordia para ella e intercedía por su
hija.
La Biblia nos dice que ella dijo al Maestro: “mi hija es atormentada por un demonio”, aunque era
sirofenicia, es muy importante observar que ella tenía un conocimiento básico del mundo espiritual.
También esto nos recuerda el gran valor que tiene la oración de los padres por los hijos.
Nos dice la Escritura en Mateo 15:25 “Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: Señor,
socórreme”.
En el pasaje no nos dice textualmente “adoración”, recordemos que el término “adorar” tanto en el
hebreo, como en el griego traduce: doblarse, humillarse, postrarse, encorvarse, y precisamente ella hizo
esto. Ante el Señor.
El evangelio según San Mateo 15:27 nos dice: “Y ella dijo a Jesús: Sí, Señor; pero aún los perrillos comen
de las migajas que caen de la mesa de sus amos”.
Nuestro buen Dios nos fortalece y ayuda siempre. Es muy importante utilizar todos los recursos que Dios
nos ha dado para perseverar hacia la meta que el Señor nos ha trazado, en éste caso vemos a ésta mujer
usar su inteligencia, su discernimiento espiritual, su fe en Jesús aunque era cananea. Vemos además,
que con respeto y mucha sabiduría ella le habla al Maestro.
No sigue diciendo la palabra del Señor, Mateo 15:28 “Entonces respondió Jesús, dijo: Oh mujer, grande
es tu fe; hágase contigo como quieres, y su hija fue sanada desde aquel momento”.
Es muy importante ver que el Señor Jesús califica la fe de ésta mujer como “grande” ¿qué lo llevó a ésta
excelente calificación?
Como podemos observar la singular fe de esta mujer mostró: perseverancia, acciones, expresiones,
insistencia, “y su hija fue sanada desde aquella hora”. El Señor Jesucristo fue glorificado, la madre
recibió su milagro y su hija fue libre del espíritu que la atormentaba. No hay nada difícil para nuestro
Dios.
La visita del Salvador a Fenicia y el milagro realizado allí tenían un propósito aun más amplio. Esta
obra no fué hecha solamente para la mujer afligida, los discípulos de Cristo y los que recibieran sus
labores, sino también “para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo,
tengáis vida en su nombre.”2Juan 20:31. Los mismos factores que separaban de Cristo a los hombres
hace mil ochocientos años están actuando hoy. El espíritu que levantó el muro de separación entre
judíos y gentiles sigue obrando. El orgullo y el prejuicio han levantado fuertes murallas de separación
entre diferentes clases de hombres. Cristo y su misión han sido mal representados, y multitudes se
sienten virtualmente apartadas del ministerio del Evangelio. Pero no deben sentirse separadas de
Cristo. No hay barreras que el hombre o Satanás puedan erigir y que la fe no pueda traspasar.
Reflexión final: el llamado que el Señor nos hace hoy es a Confíar en Dios, y no renunciar a
nuestra esperanza puesta en él, a no desmayar en la búsqueda de Dios, a fortalécernos en el
poder del Señor mediante su Espíritu Santo, con él podemos superar los obstáculos, él quiere
actuar a nuestro favor, el Señor quiere seguir haciendo milagros en nuestras vida, pero
necesitamos una total dependencia en El..
Dice una frase muy importante y cierta: “Siembra un pensamiento y cosecharás un acto; siembra un acto
y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás
un destino”. Podemos concluir que todo nace en un pensamiento, y por eso, éstos son muy
importantes.
Sin duda alguna, la mente es una maravillosa creación Humana, que los considerados “genios” humanos
utilizan un 8-10 % de su mente, y en promedio se utiliza entre un 6 y 7%.
La palabra “mente” más usada en el griego de las Escrituras es “nous”, y se considera como el asiento de
la consciencia reflexiva, que comprende las facultades de la percepción y la comprensión, y las de
sentimiento, juicio y determinación en el ser humano.
Podemos ver también otra definición para mente: Capacidad psicológica para entender, razonar y
decidir. La palabra de Dios nos enseña: “Transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento” (Romanos 12:2).
La mente, es además un lugar de revelación de Dios al ser humano, por ejemplo en el libro de Lucas
24:45 dice “Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”. Dios desea
cada vez más revelarnos su poderosa palabra.
Mediante la palabra de Dios se nos enseña que el diablo procura mantener las mentes en oscuridad,
cegadas para que no vean la luz de nuestro Señor Jesucristo, nos dice la Escritura en 2 Corintios 4: “En
los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la
luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.
Una realidad que cada vez golpea más fuerte, es que nuestro mundo enfrenta una gran problemática
mental, por eso el aumento de clínicas de salud mental, de reposo, psicoterapia (ciencia que trata las
enfermedades de la mente), terapias de pensamiento positivo, y muchas otras cosas al respecto.
2) La mente y el pecado.
La Palabra de Dios nos enseña que el diablo utiliza también el velo del engaño procurando llevar al
creyente a desobedecer a Dios, por eso nos dice la Escritura en 2 Corintios 11:3
“Pero, temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna
manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” aquí la palabra “sentidos” es “pensamientos” desde
el idioma griego bíblico, y el diablo engañó a Eva introduciendo en su mente la mentira, y lo hizo
precisamente a través de los sentidos.
De igual manera, debemos resaltar lo que nos enseña Efesios 4:22-24, en donde podemos ver que la
renovación de la mente es fundamental en la nueva vida en Cristo Jesús.
Efesios 4:22-24 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
De esta manera, vemos que un pensamiento es una semilla, y cuando encuentra una tierra fértil e
idónea para ella, se desarrollará convirtiéndose en un árbol de vida o de muerte (dependiendo de la
naturaleza de dicha semilla).
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado
por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.
Aquí, podemos observar un proceso que inicia en la mente (pensamientos) y termina con la muerte. La
negligente tolerancia de los malos pensamientos, destruyen las barreras de la santidad, de la fidelidad y
del temor de Dios, quedando brechas para el ingreso de las tinieblas (El enemigo de nuestras almas
utiliza la música, películas, literatura, conversaciones, y todo medio que facilite su obra y que no esté
rendido a Dios).
Satanás trata de arrastrarnos a la tentación, para que el mal de nuestros caracteres pueda revelarse ante
los hombres y los ángeles, y él pueda reclamarnos como suyos.... OR 356.2
Confía en Dios con perseverancia: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti
persevera; porque en ti ha confiado”, nos dice Isaías 26:3.
Ocupa tu mente con material sano y correcto. La angustia, el afán y la ansiedad dan lugar a malos
pensamientos. Ocupa tu mente con la palabra del Señor, con pensamientos buenos y agradables a Dios.
Cuando recibimos a Cristo en el alma como un huésped permanente, la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará nuestros corazones y mentes. No hay otro fundamento de paz sino éste. La
gracia de Cristo, recibida dentro del corazón, domina a la enemistad, apacigua la contienda y llena el
alma con amor. ELC 251.6
Nos dice la Escritura en Filipenses 4:7-8 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;
si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Debemos también tener en cuenta Dios le dijo a Josué: “nunca se apartará de tu boca este libro de la
ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está
escrito”.
Cada día declara en oración y establece la victoria en Cristo Jesús sobre los pensamientos de tu mente.
Es muy importante mediante la fe apropiarnos de lo que la Escritura nos dice: “Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo” (1 Corintios 2:16). El Señor nos ha equipado para caminar en victoria sobre las obras de
las tinieblas,.. por eso 2 Corintios 10:3-5. Dice:
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no
son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda
altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia al Señor Jesucristo”.
Entonces esta acción implica:
a) Un arrepentimiento sincero.
Reflexión final: El Señor Jesucristo ha venido a darnos vida y vida en abundancia. El Señor no
quiere que la mente de sus hijos estén bajo opresión (imágenes tenebrosas, blasfemas,
pesadillas, o ligadas a imágenes de pecado). El Señor Jesús ha venido a traer libertad, sanidad,
a restaurar la relación del hombre con Dios, y la renovación de la mente es sólo una de ellas.
Por eso demos Gracias al Señor Jesucristo, por su amor y bondad para con sus hijos..
Nos dice la palabra de Dios: “Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había
hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho”.
b) Sin lugar a dudas, Sara experimenta un gran privilegio, pues, “Dios la visitó”, esto fue algo glorioso en
su vida, pues el Señor mismo vino a ella. Hoy día, los hijos de Dios somos templo del Espíritu Santo, y
debemos anhelar más que una “visitación”, debemos procurar una relación íntima, constante y
personal con el Señor.
c) Es muy importante, desarrollar un anhelo profundo por la comunión con el Consolador, el Espíritu
Santo, tanto como él anhela estar con nosotros, pues en la epístola de Santiago se nos dice:
d) “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela
celosamente?” (Santiago 4:5), sin embargo por muchas razones, motivos o excusas nuestras, ese
anhelo del Espíritu es correspondido superficialmente por nosotros.
e) El pasaje bíblico (Génesis 21) nos dice que el Señor hizo esto “como había dicho… como había
hablado”, Dios lo había prometido y lo cumplió, él es fiel y todopoderoso.
g) Pero, cuando hablamos de las promesas de Dios, podemos estar tranquilos y seguros, pues Dios no
miente, ni se retracta, nunca falla, él cumple su palabra, pues en él no hay cambio ni sombra de
variación, es decir en él no hay el más mínimo margen de error, ni de mentira. Él es fiel.
h) La palabra de Dios nos enseña que Isaac nace en la vejez de Abraham y Sara. Recordemos que
ambos se habían reído cuando Dios les hizo ésta promesa, pues eran de edad avanzada. Es en éste
contexto cuando Dios pregunta: “¿hay alguna cosa difícil para Dios?” (Génesis 18:14).
i) Y por supuesto, la respuesta es una sola: “No, no hay nada difícil para Dios”. Aunque veamos las
circunstancias adversas y contrarias, aunque nuestra razón nos diga que no es posible y otros
concluyan diciendo que es una fantasía, sí Dios lo dijo, él lo hará.
j) Ante la fidelidad y poder de Dios, puedes perseverar confiado en el Señor, continúa avanzando, él
es fiel a su palabra, él no te miente y nunca te fallará, ni te decepcionará.
k) También nos dice el pasaje bíblico que “Dios lo hizo en el tiempo que había dicho”. La verdad es
que generalmente nos cuesta esperar ¿por qué? Por nuestro orgullo, por nuestra ansiedad, por
querer mostrar resultados a los hombres, porque queremos decir: “yo tenía la razón”, entre otras
cosas más.
l) Sin embargo, debemos tener en cuenta que Dios no está de afán, no se anticipa ni llega tarde, todo
lo tiene planeado, nada lo toma por sorpresa, sólo requiere de sus hijos: obediencia y confianza.
Introducción: Muchas veces la crisis o la prueba llega a nuestra casa, y puede aparecer diversas
reacciones, pero lo correcto es acudir a Cristo, fortalecernos en él, y en su presencia recibiremos la
sabiduría y poder para enfrentar la situación y superarla.
Inicialmente este capítulo nos habla de la visita que realizaron los sabios del oriente al niño Jesús, estos
rindieron adoración al Señor y después de presentar sus ofrendas volvieron a su lugar de origen.
“Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá
que Herodes buscará al niño para quitarle la vida. Y él, despertando, tomo al niño y a su madre, y se fue
a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio
del profeta, cuando dijo: “De Egipto llamé a mi Hijo”, Mateo 2:13-15.
Herodes les había encomendado que cuando hallaran al niño se lo informaran, pero ellos siendo
avisados en sueños por Dios, regresaron a su tierra por otro camino. La intención de Hedores era
quitarle la vida al niño Jesús. Podemos ver aquí la intervención divina protegiendo la familia de José,
María y Jesús. Dios guarda las familias.
Nos sigue diciendo la Escritura que un ángel de Dios vino a José en sueños y le dijo que debía ir a Egipto
y permanecer allá hasta que Dios volviese a hablar (en sentido figurado, Egipto generalmente se asocia
con lo malo, pero en este caso esa fue la dirección de Dios. A veces es difícil entender lo que Dios dice o
hace, nosotros debemos creer y obedecerle).
Allá permaneció la familia hasta que murió Herodes (Dios es quien se encarga de nuestros enemigos).
Esto fue conforme a lo que estaba escrito en el libro del profeta Oseas, y esto debemos tenerlo en
cuenta, pues nos recuerda que el plan de Dios con nosotros está registrado en su libro (nada toma por
sorpresa al Señor).
“Entonces, Herodes cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los
niños menores de dos años que había en Belén y en sus alrededores conforme al tiempo que había
inquirido de los magos. Entonces, fue cuando se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías,
cuando dijo: Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y
no quiso ser consolada, porque perecieron”.
Debemos destacar lo que generó el enojo en la vida de Herodes, pues lo llevó a dar órdenes de muerte
desde su posición de autoridad; por eso, es figura de un gobierno de muerte y destrucción. En este caso,
se levantó contra las familias, específicamente, contra los hijos.
Es muy importante además, tener en cuenta lo que nos dice el versículo 17, es decir, que esto ya había
sido profetizado por el Señor a través del profeta Jeremías. Nuevamente la Biblia nos dice que se
cumplió lo que estaba escrito.
Aquel momento de lloro, lamentación y dolor, ya estaba profetizado. Sin duda, son aquellas profecías
que no queremos escuchar, pero que Dios declara advirtiéndonos de las dificultades que vendrán.
Una advertencia viene para fortalecernos en Dios, como dice el apóstol Pablo: “Fortaleceos en el Señor,
y en el poder de su fuerza… para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” Efesios
6:1011. Los planes de Dios enfrentan obstáculos y enemigos en la tierra, pero mayor es el que está en
notros, que el que está en el mundo.
En el perfecto tiempo de Dios un ángel se aparece en sueños a José, y le informa que puede volver a
tierra de Israel, pues ha muerto Herodes (éste hombre murió de una terrible enfermedad que le causó
tormentos hasta morir).
No debemos tomar venganza por nosotros mismos, pues Dios da el pago a cada uno conforme a sus
obras. Herodes vivió una triste y violenta historia familiar, fue un hombre cruel y sanguinario, y eso fue
lo que cosechó. Ora, Dios se ocupará de los obstáculos y de los que hacen oposición a tu vida o familia.
José, sensible a la dirección del Señor, tomó al niño y a su madre y volvió a Israel. Vemos a José, María y
Jesús, la familia, unida a pesar de las dificultades, caminando juntos, sin recriminarse ni acusarse unos a
otros. Seguramente aquel viaje fue difícil, pero Dios estaba con ellos y eso es lo más importante.
“Pero, oyendo José que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor
de ir allá; pero, avisado por revelación en sueños, se fue a la tierra de Galilea, y vino y habitó
en la ciudad que se llama Nazaret, y todo esto, para que se cumpliese lo que fue dicho por los
profetas, que había de ser llamado nazareno”.
El escenario en la tierra de Israel no era del todo ideal, pues en Judea gobernaba Arquelao,
hijo de Herodes. El nombre “Arquelao” significa: príncipe del pueblo. Nombre que nos deja ver
que su anhelo era la gracia y favor del pueblo, y no el de Dios.
Ante esto, José recibe dirección de Dios para ir a la tierra de Galilea. Cuán importante es que
podamos contar con la dirección del Señor, darle el primer lugar al consejo divino significa
bendición y protección para nosotros y para nuestra familia.
José y su familia habitaron en la ciudad de Nazaret, para que se cumpliese lo que estaba
escrito. Entonces, nuestra vida está escrita en los libros del Señor, él desea que su poderoso
propósito se cumpla en nosotros, por eso, es tan importante y necesario procurar un corazón
manso, humilde y sensible a Dios.
Conclusión: Es tiempo de orar a Dios por nuestras familias, por su protección y bendición sobre los
matrimonios y sobre nuestros hijos, sobre todos. Como José debemos procurar la sabiduría y dirección
del Señor para llevar a nuestra familia por el camino correcto, el camino de la salvación, de la
bendición y de la vida en Cristo para todos.
Cuando miramos atentamente la historia de la monarquía en Israel, según la Biblia, podemos ver que los
reyes bendecidos y victoriosos, fueron aquellos que decidieron buscar a Dios.
La Escritura nos dice que fueron prósperos en todas las cosas. Por ejemplo, al comenzar su reinado Uzías
tomó la firme decisión de buscar al Señor, y por hacerlo fue ayudado maravillosamente.
Nos dice la palabra de Dios en el Segundo Libro de Crónicas 26:1-5 que “Y todo el pueblo de Judá tomó a
Uzías (Azarías), que tenía dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de su padre Amasías... y reinó
cincuenta y dos años en Jerusalén.
Él hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho. Y persistió
en buscar a Dios durante los días de Zacarías, quien tenía entendimiento por medio de la visión de Dios;
y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó”.
Debemos tener en cuenta la palabra “persistir”, pues nos dice la Escritura que mientras el rey Uzías
“persistió” en buscar a Dios fue altamente bendecido; la raíz de ésta palabra hebrea significa: “respirar;
ser (refiriéndose a existir), llegar a ser, acontecer”.
Podemos concluir entonces, que el rey Uzías existía para buscar la presencia de Dios, esta era su
pasión, era el motivo tiempo el rey Uzías existió para buscar al Señor y hacer su voluntad.
En este pasaje bíblico, el versículo cinco nos enseña que buscó a Dios desde su juventud y llegó a
hacerse muy poderoso. Los resultados de buscar a Dios siempre serán notorios, pues el bendice a los
que le buscan. Dios honra a los que le honran.
El largo reinado de Uzías [también llamado Azarías] en la tierra de Judá y de Benjamín fué caracterizado
por una prosperidad mayor que la conocida bajo cualquier otro gobernante desde la muerte de
Salomón, casi dos siglos antes. Durante muchos años el rey gobernó con discreción. Gracias a la
bendición del Cielo, sus ejércitos recobraron parte del territorio que se había perdido en años
anteriores. Se reedificaron y fortificaron ciudades, y quedó muy fortalecida la posición de la nación entre
los pueblos circundantes. El comercio revivió y afluyeron a Jerusalén las riquezas de las naciones. La
fama de Uzías
“se extendió lejos, porque se ayudó maravillosamente, hasta hacerse fuerte.”
Sin duda alguna, podemos concluir que después de tener la salvación; el don o bendición más valioso
que el cristiano puede tener es un corazón cuyo anhelo sea buscar a Dios; después de la obra de la
sangre del Cordero en una vida, el más grande privilegio de un hombre es mantener una comunión real
y genuina con el Señor.
La palabra del Señor nos enseña de manera contundente que nuestro Dios no cambia, él sigue hablando
a su pueblo, el Señor utiliza diferentes instrumentos y personas para darnos su palabra y animarnos a
perseverar ante las dificultades y adversidades que se nos presenta en el camino.
No nos gustan, pero las pruebas y crisis son fases que en nuestra vida que nos ayudan a crecer, además
nuestro carácter es fortalecido y nuestra fe en el poder y cuidado de Dios se hace más sólida y segura.
Es muy importante pues, fortalecernos en el Señor y mantener nuestra perseverancia, ya que el hombre
de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos, pero el que es fiel será coronado con la honra y
bendición que vienen de la mano del Señor. Veamos el mensaje del Señor Jesucristo a la iglesia de
Filadelfia:
a) La ciudad de Filadelfia, era un centro de difusión del lenguaje y cultura griega. Ciudad hermosa y
de gran actividad comercial. Esta ciudad contaba con varios templos, uno al dios Baco (dios del vino, su
culto en gran medida desordenado e inmoral).
b) Esta ciudad, debido a su belleza, fue denominada “La pequeña Atenas”. Las fiestas al dios Baco,
que se celebraban allí se llamaban bacanales. En el mundo griego y romano, las bacanales eran fiestas
en honor a Baco (dios mitológico romano del vino) en las que se bebía sin medida, presentándose así un
desorden en todo sentido.
a) Cristo expresa su autoridad y santidad. Apocalipsis 3:7 “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia:
Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y
ninguno abre”.
b) La expresión “el Santo” hace referencia a su naturaleza pura, y “el Verdadero” a aquel que no
miente, aquel que es la verdad en sí mismo. Continuando con estas declaraciones, “La llave de David”
nos indica su autoridad, gobierno y soberanía sobre todas las cosas, sobre todas las situaciones y, por
supuesto, la llave que le permite sentarse en el trono de Israel.
d) La Iglesia de Filadelfia eran una congregación fiel y con una perseverancia que el Señor destaca,
Apocalipsis 3:10 “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora
de prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”.
f) La palabra “fidelidad” viene del término griego “pistos” que además quiere decir: “digno de
confianza” (esto implica evidencia probada). La fiel perseverancia te conduce al triunfo,
inevitablemente.
g) La iglesia de Filadelfia fue una congregación que a pesar de las adversidades, permaneció en la
palabra, y el Señor fue propicio a ellos, pues los protegió de manera sobrenatural.
h) Debemos tener en cuenta, pues es muy interesante, que en la persecución romana ésta iglesia
no sufrió; en la invasión musulmana, permaneció intacta, y los musulmanes la llamaron “Alashir” que
quiere decir: “Ciudad de Dios”.
“He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que
mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado”.
b) Pero el Señor promete que ellos reconocerán en su momento a Dios en medio de la iglesia, y tal
vez algunos se conviertan. Vemos pues, que la perseverancia nos conduce a conquistas significativas y
poderosas victorias.
a) Una vez más, podemos ver en la Escritura que poderoso es Dios para guardar su simiente y
proteger a su pueblo en todo tiempo.
b) Por ejemplo, Dios guardó a Noé y a su familia en el diluvio, guardó a Israel en medio de las
plagas sobre Egipto, así que no importa las condiciones más adversas del mundo, poderoso es Dios para
guardar a su pueblo.
c) En este pasaje se nos habla de la “corona”, esto indica honra, alguien coronado es alguien
honrado, reconocido, valorado. El consejo de Dios es “reten lo que tienes”, cuida, preserva y valora lo
que el Señor te ha dado.
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo
haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi
Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y
mi nombre nuevo”.
1) En primer lugar: “Columna en el templo de mi Dios”: era costumbre en aquel tiempo, cuando se
iba a honrar a un magistrado, colocar una columna en su nombre en uno de los templos de la ciudad de
Filadelfia.
2) En segundo lugar, la frase “El nombre”: indica identidad, es como un sello (vemos tres nombres),
que implica: propiedad de Dios, ciudadano de la ciudad celestial, y redimido por la sangre del Cordero.
Reflexión final: Nuestro buen Dios ha prometido no desamparar su iglesia, él tiene grandes tesoros y
bendiciones para sus hijos, y espera la fidelidad de los suyos, él espera disposición y búsqueda por parte
de su iglesia. Dios honra a los que le honran, y bendice a aquellos fieles de corazón.
En la primera Carta a los Corintios podemos ver un objetivo principal, y este es corregir problemas que
se estaban presentando en la iglesia. Conductas ante las cuales los creyentes de Corinto eran
indiferentes, pero para el apóstol Pablo eran situaciones delicadas.
Ante varios interrogantes que los creyentes le hicieron saber por escrito, el apóstol hace llegar la
respuesta e instrucción a través de ésta carta.
Nos damos cuenta entonces, que desde el comienzo de la iglesia, ésta ha tenido que corregir errores y
falencias-, pero, no por eso ha dejado de ser la iglesia del Señor, y es que mientras la iglesia esté
conformada por seres humanos habrán cosas por corregir.
Precisamente, por eso es que Dios levanta hombres y mujeres como Pablo, quienes guiados por la
sabiduría de Dios y por el poder y autoridad del Señor, establecen el orden en el pueblo de Dios.
Labor que debe desempeñarse en amor y sabiduría, pues la misma Escritura nos dice que “la autoridad
no es para destrucción, sino para edificación”. Esto, es similar a lo que debemos hacer como padres de
familia en casa con nuestros hijos.
Dios es nuestro Padre, y por eso cuando es necesario nos disciplina, y debemos tomar esto de la mejor
manera, pues también dice la Escritura:
“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después
da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” Hebreos 12:11.
Entonces, demos gracias a Dios por su obra en cada uno de nosotros, él sabe perfectamente lo que hace
y lo que más nos conviene. Todo esto, es muestra de su amor y cuidado por nosotros.
En éste estudio hallarás el comentario a cada uno de los dieciséis capítulos que componen ésta primera
carta de Pablo a los corintios. Encontrarás temas como los siguientes:
b) Al servicio de Dios.
h) La profecía.
2) Fecha: 55-56 d. C.
4) Contexto de la carta:
a) Corinto fue una ciudad griega y en muchos aspectos era la principal ciudad en el primer siglo.
b) Al ser una ciudad principal había allí opulencia, conocimiento pagano y corrupción moral. Éste lugar
se distinguía por su abundancia de pecado y sensualidad.
c) Ésta ciudad tuvo el templo de Afrodita, cuyo culto se distinguía por su gran desorden moral.
d) Corinto al ser un eje comercial y tener como habitantes a romanos, griegos y orientales era un centro
estratégico para la labor misionera de Pablo.
e) El apóstol Pablo con su equipo apostólico fundó ésta iglesia en su segundo viaje misionero (Hechos
18:1-17, ver especialmente versículos 9-11).
f) Después de que Pablo sale de ésta iglesia (conformada por mayoría no judia de trasfondo pagano)
surgen varios problemas que demandan la enseñanza y autoridad del apóstol.
Ante varios interrogantes que los creyentes le hicieron saber por escrito, el apóstol hace llegar la
respuesta e instrucción a través de éste escrito.
6) Contenido general: esta carta trata sobre los problemas que se presentan en la iglesia cuando sus
miembros siguen la vida de una sociedad pagana. Los problemas y asuntos de Corinto tratados en
ésta carta son:
Es la carta que contiene más amplia enseñanza sobre matrimonio, los dones del Espíritu Santo, la
profecía y la resurrección.
a) Pablo destaca su llamado por la voluntad de Dios, haciendo esto quizá por aquellos que
rechazaban o no reconocían la autoridad del apóstol. La frase “a la iglesia de Dios” nos recuerda que la
iglesia es de él, no de Pedro, ni de Pablo sino de Dios.
b) La expresión “a los santificados en Cristo Jesús” no quiere decir perfectos sin pecado, más bien
hace referencia a los llamados o apartados para Dios en Cristo, por eso también dice Pablo “llamados a
ser santos” esto es llamados a apartarse del pecado.
a) Se destaca como por la gracia de Dios la iglesia de Corinto había sido enriquecida con diversas
capacidades divinas: palabra, ciencia y todos los dones espirituales, pues nada faltaba en ningún don. La
frase “esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” nos recuerda que el servicio a Dios debe
mantener una actitud de expectativa y responsabilidad ante Su venida.
b) Podemos seguir y servir al Señor pues “fiel es Dios” para confirmarnos hasta el fin. Todos somos
llamados a la comunión con Cristo e inevitablemente los unos con los otros, y evitar así los grupos
partidistas dentro de la iglesia.
Disensión dentro de la iglesia local (1:10-17).
a) Dentro de la iglesia de Corinto había contiendas. Por eso Pablo comienza exhortándolos a la
unidad de mente y de parecer. La expresión “perfectamente unidos” en el griego hace referencia a la
acción de ajustar, restaurar, remendar y completar. Habla de un ordenamiento y disposición correcta.
b) La iglesia estaba formando grupos y había quienes decían ser de Pablo (el apóstol fundador),
otros de Apolos (el elocuente y pulido predicador), otros de Cefas (Pedro, el apóstol que había estado
con Jesús y representaba la iglesia de Jerusalén) y había quienes decían ser de Cristo (y por tanto
menospreciaban a los otros, no reconociendo su autoridad y ministerio).
c) Podemos ver entonces que seguían a cada uno según sus preferencias, menospreciando a los
otros, fomentando así la división dentro de la misma iglesia.
d) El apóstol señala que todos estaban equivocados. Por eso veremos que Pablo hace énfasis en la
unidad del cuerpo, y presenta la diversidad como una gran bendición de Dios.
a) El mensaje de la cruz para quienes se pierden es una locura, y esto es una constante, pues lo fue
en tiempos del apóstol Pablo y hoy también.
b) Precisamente todos esperaban grandes señales, un gran general con miles de soldados para
liberarlos del imperio romano o acompañado de una gran sabiduría terrenal, nunca antes escuchada;
pero tropezaron en Aquel “despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto, sin parecer, ni hermosura” Isaías 53:2-3.
c) Los judíos pedían señales y los griegos buscaban sabiduría, pero fueron los “llamados” (todos los
convocados a la salvación) quienes encontraron en Cristo, el poder y la sabiduría de Dios.
d) Aunque Cristo en sí es una bendición, sin cruz no podía salvar. Cristo es el secreto revelado por
Dios a los llamados. Ricas y grandes revelaciones Dios las esconde detrás de cosas sencillas, donde los de
corazón manso y sencillo las hallarán.
b) Es definitivamente por Cristo que estamos en él. En el Hijo de Dios encontramos la verdadera
sabiduría, quien nos justifica, santifica y redime para ser propiedad solamente suya y caminar en Su plan
diseñado desde antes de la fundación del mundo. Todo esto nos lleva a concluir entonces que nuestra
gloria es Cristo mismo.
El apóstol no usó la persuasión humana él llevó el mensaje de Dios con demostración del Espíritu y de
poder, y la más grande prueba de esa obra eran ellos mismos, su vida había sido transformada.
La fe no debe apoyarse en argumentos lógicos o filosóficos, pues la razón reduce lo espiritual a lo natural
y se perdería lo sobrenatural y milagroso de Dios. Cuando la fe está basada en el poder de Dios tiene un
fundamento que permanece y es sólido.
El evangelio si contiene sabiduría, es espiritual y está a disposición de quienes han alcanzado madurez
en la fe, no es un asunto misterioso, sino que es un secreto de Dios que él preservó para gloria de su
iglesia y ahora es revelado por el Espíritu Santo.
Esa sabiduría es enseñada o revelada por el Espíritu Santo para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido. Revelar significa: quitar el velo, descubrir lo que estaba oculto; y la sabiduría es Cristo
mismo.
Entonces el Espíritu de Dios ha sido dado al creyente para que éste conozca y se apropie de todo lo que
Jesús hizo y logró en la gran victoria al morir y resucitar. Cristo murió por nuestros pecados y resucitó
para que andemos en vida nueva.
Conocer la verdad de Dios no es el resultado de la obra del intelecto o del entendimiento humano, es el
resultado de la obra del Espíritu Santo, Maestro perfecto y Santo en la interpretación del texto bíblico
como Aquel que la inspiró.
El hombre natural es el no cristiano. El término “natural” se traduce desde un término griego que
significa “guiado por el alma”. La persona almática no percibe ni puede entender las verdades de Dios
que sólo por el Espíritu Santo se pueden discernir. Así como una persona sorda no puede distinguir la
música, ni un ciego los colores, el hombre natural no puede discernir las verdades espirituales.
El hombre espiritual (nacido de nuevo y guiado por el Espíritu Santo) tiene la capacidad para entender
todas las cosas, y puede recibir la verdad espiritual y comprenderla, pues está capacitado por el Espíritu
Santo que mora en él.
Por estas diferencias para el mundo muchas veces el cristiano es una confusión, pues actúa de manera
incomprensible, es decir hace lo que le agrada a Dios pero no es comúnmente aceptado por el mundo
natural.
CAPÍTULO 3
AL SERVICIO DE DIOS
La inmadurez espiritual impidió al apóstol pablo enseñar alimento sólido a la iglesia de Corinto. Su
condición de carnalidad (ausencia de espiritualidad) los califica como niños. La expresión “ni sois
capaces todavía” nos deja ver que no procuraron su crecimiento espiritual y por ende se pierden
bendiciones de la revelación de Dios.
Cuando un cristiano se niega a recibir la leche de la palabra él mismo se está cerrando para recibir la
carne o alimento solido de la palabra. Podemos ver algunos tipos de personas aquí:
El hombre natural, no ha nacido de nuevo, no tiene al Espíritu Santo.
El hombre carnal, es aquel que necesita crecer alimentado por la leche de la palabra.
El hombre carnal inconstante, es aquel que lleva más tiempo, pero es inmaduro, necesita renovar su
comunión y compromiso con Dios.
El hombre maduro o espiritual, es aquel que ha crecido mediante la leche de la palabra, y ahora es
fuerte y capacitado para recibir la carne de la palabra.
Pablo enseña como él y Apolos son cristianos al servicio de Dios, y que al fin y al cabo es el Señor el
dueño de la iglesia. Cada uno recibe de Dios diferentes talentos o capacidades, por ejemplo Pablo plantó
y Apolos regó, pero solamente Dios es quien da crecimiento a la semilla.
Aunque los hombres podemos hacer muchas cosas, si estas no son aprobadas por Dios no tendrán un
verdadero y genuino crecimiento.
Pablo deja claro que la gloria es de Dios. Nos enseña también la armonía que había entre Pablo y Apolos,
ellos se complementaban en su ministerio o servicio. Pablo deja ver que aunque los dos sirven al mismo
Señor, la recompensa será diferente para cada uno.
En el tribunal de Cristo veremos muchas sorpresas, pues Dios entrega su recompensa según el corazón y
la obra de cada uno, no según el criterio de los hombres.
El apóstol Pablo viene hablando de servicio no de salvación, por tanto la gracia de Dios a la cual se
refiere aquí es aquella capacidad dada por Dios para hacer la obra a la cual nos ha llamado. Por tanto
Dios con el llamado otorga una gracia especial para cumplir con esa comisión. La frase “la obra de cada
uno” nos recuerda el privilegio y responsabilidad de servir a Dios.
Es muy importante mantener claro una verdad: Jesucristo es el fundamento. La palabra fundamento
aquí es traducida del término griego “dsmelios” que significa también cimiento, base, piedra base.
Éste término también se usa en Apocalipsis 21:14 para referirse al cimiento de la ciudad celestial. Esto
significa entonces que lo que hagamos para la obra de Dios debe tener como cimiento y base a Cristo
mismo y su verdad. Todo aquello que no sea sostenido por él ni tenga su diseño caerá.
Pablo una vez más les recuerda a los Corintios el llamado de Dios a no participar de la vida desordenada
que se desarrollaba en la ciudad.
Así como un templo físico es consagrado o dedicado para el culto exclusivo a Dios, el creyente ha sido
escogido para ser templo del Espíritu Santo y debe estar dispuesto para él.
De manera clara y contundente el apóstol les recuerda que todo creyente nacido de nuevo es de Cristo,
pues fue él quien pagó precio de sangre en la cruz por cada uno. Ellos no le pertenecen a ningún
servidor del Señor sino a Dios mismo (esto es una amonestación a los seguidores de Pablo, de Cefas, de
Pedro, etc).
Los mismos apóstoles servían a Dios por su gracia y podían enseñar sabiduría porque el Señor mismo se
las daba, entonces todos se debían a Cristo.
CAPÍTULO 4
ES DIOS QUIEN SOSTIENE A SUS SIERVOS
Es muy importante como ministros del Señor mantener claro y presente el concepto de servicio, pues
somos siervos de Dios, no señores de su iglesia, y al mismo tiempo tenemos la responsabilidad de
administrar revelación y poder de Dios, privilegio y responsabilidad que requiere fidelidad.
Al ser el ministerio una comisión de Dios Pablo rechaza el juicio o condenación de los hombres, ya que
sólo el Señor es el juez verdadero, quien a su tiempo juzgará todas las cosas hasta las intenciones más
ocultas y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
Mediante varias preguntas Pablo confronta el corazón de los corintios por su orgullo partidista, eran los
que formaban grupos, y por su autosuficiencia espiritual (algunos se consideraban suficientemente
maduros y espirituales de manera que ya no necesitaban a Pablo ni a otros ministerios).
El término “espectáculo” nos recuerda a los criminales condenados o soldados prisioneros de alguna
batalla que eran llevados al circo para que se enfrentaran a las fieras, situación de la muy rara vez
alguien se salvaba.
El apóstol sigue utilizando la ironía para procurar la reflexión en los corintios. Por eso utiliza una serie de
términos y contrastes con el objetivo de corregir la perspectiva de los creyentes respecto al ministerio.
Con estas expresiones Pablo nos hace ver que en muchas ocasiones los apóstoles eran calumniados y
despreciados, aunque sólo procuraban el bien.
Es muy interesante la frase que usa el apóstol: “os ruego que me imitéis”. Pablo era de aquella clase de
maestro que enseñaba mucho más con su ejemplo que con sus palabras. El mismo Timoteo daba
evidencia del correcto proceder en Cristo del apóstol no sólo con ellos sino en todas partes y en todas
las iglesias.
Algunos en Corinto estaban “envanecidos”. Traducción de la palabra griega “fusioo” que además
significa: orgulloso, inflado, engreído, arrogante. Entonces estaban llenos de orgullo e inflados de
arrogancia y autosuficiencia menospreciando el ministerio y la autoridad del apóstol Pablo.
Pablo los hace reflexionar mediante la pregunta: ¿vara o amor? Muchos estaban dejándose llevar por las
palabras, por las reflexiones mal intencionadas y calumnias contra el apóstol Pablo.
Con frecuencia participamos de la calumnia o murmuración contra otros, sin discernir los verdaderos
motivos, las circunstancias y sin ser competentes para tratar el asunto, y por tanto pecamos
participando y difundiendo lo incorrecto ante los ojos de Dios.
CAPÍTULO 5
En la iglesia de Corinto había un reconocido caso de incesto, y los cristianos aprobaban el asunto sin
detenerse a juzgar dicha situación.
La Biblia Peshitta en español traduce la segunda parte del versículo uno así: “a tal extremo que un hijo
toma a la esposa de su padre” tal vez su padre se había divorciado, o había muerto. El incesto era
prohibido por la Ley de Dios (Levítico 18:8) y por la ley romana.
La iglesia estaba “envanecida” en vez de lamentarse. Es decir Pablo esperaba (al igual que Dios) que ellos
hubiesen juzgado tal situación pidiendo perdón al Señor por aquella situación y estableciendo el orden
debido en la congregación.
La iglesia no puede impedir todo el mal, pero sí debe tener orden. Las palabras del apóstol traen
dirección para tomar decisiones al respecto.
La expresión “el tal sea entregado a Satanás” seguramente hace referencia a la entrega del hombre al
mundo y su sistema pecaminoso. Recordemos que debía ser excluido de la iglesia.
La frase “para destrucción de la carne” podemos entenderlo como el resultado doloroso y las tristes
consecuencias propias del pecado. Así vemos entonces que el cuerpo experimenta el castigo del pecado
constante.
La maldad debe ser erradicada desde el comienzo para evitar su propagación (5:6-8).
Así como la mala hierba se expande cuando se le permite, o como la enfermedad progresa cuando no se
le atiende, el pecado se propaga y contamina afectando a la comunidad. La vida nueva en Cristo implica
o conlleva una vida limpia.
La expresión “vieja levadura” hace referencia a la vida pasada, aquella sin Cristo, donde éramos
impulsados por la malicia y la maldad. Pero ahora en Cristo debemos todos procurar verdad y
sinceridad.
Hablamos de un testimonio de vida coherente con la fe que profesamos, y el Cristo que vive en
nosotros. Su actitud y comportamiento frente a ese caso no era consecuente con el mensaje de Cristo.
Es inevitable que el cristiano tenga contacto con el mundo por las actividades propias de la vida
cotidiana, de lo contrario tendría que salir del planeta. El apóstol mismo aclara el asunto y dice: “no os
juntéis con ninguno que llamándose hermano”.
Esto nos permite concluir que aquella persona no estaba para nada arrepentida y continuaba en su
pecado y de manera indirecta lo promovía dentro de la comunidad cristiana.
El apóstol deja claro que es el Señor quien se ocupa de los que están afuera, pero la iglesia debe
ocuparse de los que están adentro.
Es muy importante una buena comunión con Dios y el discernimiento que nos da el Espíritu Santo para
juzgar correctamente las diversas situaciones que se presentan en la iglesia y en la vida personal de cada
creyente.
CAPÍTULO 6
La iglesia de Corinto no juzgaba a quienes debía juzgar, y dejaba ese juicio a quienes no debían hacerlo.
Según el versículo uno ellos estaban yendo a donde los injustos a buscar justicia. A todas luces esto era
inapropiado.
El apóstol mediante algunas preguntas enseña que los cristianos redimidos han de juzgar el mundo y a
los ángeles, es decir, ya que a Cristo se le ha dado todo juicio, en unión espiritual con él participamos de
toda su gestión.
Habrá seguramente casos que requieren la participación de la ley natural (casos graves, por ejemplo el
mismo Pablo apeló a Cesar) pero en general entre creyentes debe buscarse conciliación primeramente a
nivel de la iglesia local.
Debemos tener presente que ante una dificultad entre creyente y un no creyente, la iglesia no tendría
autoridad para dirimir, pues éste último no debe sujeción a la iglesia local.
La iglesia no reconocía a los sabios entre ellos o no los había, y por tanto no tenían a quien recurrir para
juzgar o solucionar las discordias entre los hermanos.
“Ya es una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos” así que cuando ellos recurrían al
tribunal de los incrédulos ya estaban mal, pues no es de esperarse que entre los miembros del mismo
cuerpo, la iglesia de Cristo, hayan pleitos y discordias.
“¿Por qué no sufrís más bien el agravio?” frase con la que el apóstol nos recuerda la enseñanza del
Señor Jesús: “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele
también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa” Mateo 5:39-
40.
Pablo presenta una serie de conductas pecaminosas en la que vemos que coincide con Santiago, pues
ambos sostienen que la genuina fe genera buenas obras, y la ausencia de éstas evidencia la falta de fe.
Es significativo tener presente aquí la inmoralidad liberal en la que vivían los romanos y griegos, pues
precisamente Pablo destaca la condena sobre el uso antinatural (es afirmado por la historia que
Sócrates, y la mayoría de los primeros emperadores romanos practicaron el homosexualismo).
El apóstol le recuerda a la iglesia de Corinto: “eso erais algunos de vosotros” pero la gracia y el poder
redentor (el que rescata) y transformador (el que cambia la vida) de Cristo ha venido sobre ellos. Por el
poder de Dios han sido lavados (por la sangre de Jesús), santificados (llamados o apartados para Dios) y
justificados (sin culpa ante Dios por la fe en la obra de Jesús en la cruz).
Al parecer los creyentes de Corinto estaban aplicando mal el concepto de libertad en Cristo, pues
permitían la inmoralidad bajo éste argumento contaminando así a la iglesia. Cuando una persona se
entrega a un hábito que lo domina ya no es libertad es más bien una esclavitud.
El cuerpo del creyente, el cual por lógica involucra al ser integral, debe ser preservado del mal y de la
fornicación, pues es templo del Espíritu Santo, debe glorificar a Cristo y será resucitado por el Padre.
El creyente está unido a Cristo, pues el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu; también el
cristiano es miembro del cuerpo de Cristo. Por tanto nos enseña el pasaje que en la fornicación se
efectúa una nueva unión y la persona se hace uno con otro y se le quita a Cristo lo que es de él.
La inmoralidad sexual tiene como objetivo romper la unión del creyente con Cristo, y por eso es
importante el arrepentimiento sincero y una comunión con Dios renovada y sostenida en Cristo.
La palabra “Huid” hace referencia en su original a una práctica habitual. Pablo respecto a la fornicación
no plantea opciones como resistir o luchar, dice: “huye” (en éste caso lo mejor es huir).
Podemos recordar la actitud de José quien ante la presión de la esposa de Potifar para que durmiera con
ella prefirió huir (Génesis 39:1-12).
El Espíritu Santo habita en el creyente porque es su propiedad, la compró a precio de sangre en la cruz,
por eso dice la Escritura: “no sois vuestros”.
Ante esta realidad el hijo de Dios debe glorificar al Señor evitando todo lo que pueda contaminar al
templo y más bien debe reflejar o dar evidencias de Aquel que ahora vive en él.
CAPÍTULO 7
El apóstol Pablo expone el celibato (estado de aquellos que no se casan) como bueno, pero no
obligatorio. El matrimonio es un estado que previene o guarda a la pareja de la inmoralidad sexual
(fornicación).
El término “fornicaciones” en plural probablemente nos deja ver que era un caso repetido en la iglesia
de Corinto. Ante todo esto Pablo sugiere casarse que exponerse al fuego de la inmoralidad sexual.
Debemos tener presente que el matrimonio es diseño de Dios y él no creó a Adán solamente, también
creó a Eva, por tanto debemos reconocer que el matrimonio es bendición de Dios.
Las instrucciones de Pablo tenían que ver con las circunstancias específicas a la iglesia de Corinto, y que
por supuesto nos son de gran utilidad hoy.
En matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer, ellos se hacen uno sólo (unidad que requiere
amor y sabiduría). Esta unión involucra obligaciones mutuas y derechos conyugales.
La unidad como resultado del amor llevará a cada cónyuge al cumplimiento de sus responsabilidades y
así derrotar las tentaciones del diablo.
La decisión de no casarse es personal y particular, por supuesto basada ésa decisión al tener el don de
continencia (es decir la capacidad de contener el impulso sexual).
En éstas palabras de Pablo por el Espíritu Santo vemos una vez más que la voluntad del Señor es que el
matrimonio sea para toda la vida. Podemos recordar también las palabras de Jesús quien dijo: “Lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre”.
Instrucciones cuando en la pareja uno se convierte al cristianismo y el otro no (7:12-16).
Es interesante ver que en el Antiguo Testamento Dios demandaba repudiar al inconverso, sin embargo
aquí Dios nuevamente reafirma la norma de no separarse.
Esto trae beneficios como protección del Señor para la familia y la oportunidad de facilitar el camino a la
conversión del no creyente.
A través de éstas palabras y ejemplos el apóstol Pablo nos recuerda que la norma o regla en cualquier
ámbito es ser fiel al llamado de Dios. Lo importante es que cada cristiano siga el llamamiento que el
Señor le hace.
Cuando Pablo dice que lo importante es “guardar los mandamientos de Dios” entonces nos recuerda
que la fe salvadora mediante la fe debe llevarnos a la obediencia, al amor y servicio al Señor.
La vida cristiana enfrenta presiones en un mundo adverso y difícil, entonces ¿por qué asumir una
responsabilidad y desafío más a través del matrimonio?
En aquel momento el apóstol expone que el Señor está cerca y por tanto la apariencia de ése mundo
pasaría y vendría un nuevo tiempo (él tiene en perspectiva la segunda venida del Señor Jesucristo).
Expone también que el matrimonio distrae o no facilita ocuparse de las cosas del Señor.
Es muy importante tener en cuenta que Pablo dice en el versículo 35: “no tengo mandamiento del
Señor, pero doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”.
No debemos descuidar la familia, sino con la sabiduría del Señor acercarlos a él para juntos glorificar y
servir a Dios.
Debemos tener en cuenta que en aquel tiempo era el padre quien organizaba y dirigía el matrimonio de
su hija. Quien decidía en aquel entonces que su hija no se casara hacia bien.
El celibato no es una condición más santa que el matrimonio, pero si facilitaba el servicio al Señor según
expone Pablo.
CAPÍTULO 8
En aquella época en la que se ofrecían sacrificios a los dioses paganos quedaban unos restos de carne o
partes que se entregaban al oferente. Cuando el sacrificio era de carácter privado, aquella carne podía
ser usada en banquetes donde el oferente invitaba a sus amigos y familiares.
Cuando el sacrificio era de carácter público la carne que resultaba podía ser vendida en los diferentes
mercados de la ciudad de Corinto (los gobernantes podían tomar partes de ésta carne antes de ser
vendida, según sus gustos y preferencias).
El apóstol Pablo enseña que el conocimiento no es suficiente para dar solución a todas nuestras
dificultades. El verdadero conocimiento es el que viene de Dios, y siempre debemos crecer en él. El
amor por Dios produce mayor búsqueda y por tanto hay más intimidad y ése conocimiento personal es
el que necesitamos.
Un ídolo, un trozo de madera o yeso no puede considerarse una representación del Dios Santo y
Todopoderoso. El apóstol reconoce que algunos llaman dioses a éstos ídolos o imágenes, pero para
nosotros hay un solo Dios, el cual es fuente y origen de todas las cosas.
Para nosotros hay un solo Señor: Jesucristo, por medio de quien existe la creación, y nosotros su iglesia
debemos glorificarle en todo.
El apóstol enseña que el amor es el mejor regulador en nuestras decisiones. No todos tienen el
conocimiento de Dios que le permite comer sin afectar su conciencia, pues estando habituados a la
idolatría aun luchan con algunas de esas influencias.
Pablo también enseña que la comida no nos hace aceptos o valiosos para Dios. Pues el alimento no
santifica, de hecho podemos recordar aquí las palabras del Señor Jesús:
“¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar, porque no entra
en su corazón, sino en el estómago, y se elimina? (Declarando así limpios todos los alimentos.) Y decía:
Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos,
homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e
insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre” Marcos 7:18-23.
El apóstol Pablo advierte para que la libertad o conocimiento que el hermano mayor o fuerte tiene no
venga a ser tropiezo del débil. Vemos entonces que éste conocimiento no es la solución del problema.
Además Pablo enseña que Cristo murió por el hermano débil también, y si él se negó a sí mismo, porque
el hermano fuerte no debería amar de tal manera que se niegue también a comer esa carne.
Cuando el hermano come esa carne y el débil en la fe es testigo entonces peca contra Cristo al pecar
contra el hermano. Debemos tener presente que somos un solo cuerpo y cada uno debe procurar el
bienestar del otro.
CAPÍTULO 9
EL MINISTERIO Y SU SOSTENIMIENTO
El apóstol comparte aquí como el mismo Señor Jesús lo visitó y encomendó el ministerio. Presenta ésta
experiencia como evidencia que certifica su apostolado.
Una muestra de su obra en el Señor eran ellos mismos, cosa que obviamente no se podía negar, eran
ellos el sello del ministerio y fruto espiritual de su labor, y aunque otros podían dudar de su llamado,
para ellos él era un apóstol.
Pablo expone los derechos del ministerio (9:3-7).
La frase “Contra los que me acusan” nos deja ver varias cosas: en primer lugar había en la iglesia un
grupo que ponía en duda y menospreciaba el ministerio apostólico de Pablo (aunque él había sido el
fundador de la misma).
En segundo lugar “acusaban” a Pablo de presentarse como apóstol cuando él no había estado con los
doce. En pocas palabras el apóstol no se defiende con argumentos sino con hechos y evidencias reales
de su labor.
A partir del versículo cuatro el apóstol presenta el derecho de sostén que es propio del oficio. Pone
como ejemplo a los otros apóstoles quienes tienen familia (por eso la palabra esposa). Por tanto el
apóstol tenía derecho al sostenimiento de su familia. Es interesante ver como usa tres ejemplos
sencillos, pero contundentes:
Desde el Antiguo Testamento Dios revela el sostenimiento para sus siervos (9:8-10).
En éste pasaje el apóstol se basa en Deuteronomio 25:4 para asegurar que desde el Antiguo Testamento
se enseña el sostenimiento de aquellos dedicados a la predicación de la Palabra. De esta manera Pablo
indica que Deut. 25:4 tiene un significado más amplio y profundo.
El apóstol enseña aquí que Dios cuida en primer lugar a los hombres no porque deseche a los animales,
pues él cuida de toda su creación, sino que de manera especial está atento y al cuidado de sus siervos.
Es muy interesante tener en cuenta que respecto a éste pasaje Lutero enseñó: “El texto de
Deuteronomio 25:4 fue escrito exclusivamente pensando en los hombres cuyo oficio es predicar la
Palabra, pues los bueyes no saben leer”.
El apóstol enseña que él decidió no recibir ayuda económica de los corintios. Si en aquel momento
criticaban y ponían en duda su ministerio por otras razones, hubiesen podido aprovechar eso para decir
que él predicaba por intereses personales y económicos.
También enseña que es mandamiento de Dios el hecho de que la iglesia local sostenga a quienes
predican el evangelio, por eso dice: “Ordenó el Señor”.
Otro argumento que Pablo expone por el Espíritu Santo (porque toda la Escritura fue inspirada por Dios)
es la práctica del Antiguo Testamento cuando dice: “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas
sagradas comen del Templo, y los que sirven al altar, del altar participan?”.
En el Libro de Números 18:8-24, vemos como Dios estableció aquel sostén para los sacerdotes levitas.
Entonces Pablo parafraseando nos dice: “así como anteriormente los que servían en el altar comían de
él, también hoy el Señor dice: quien predica el evangelio que viva del evangelio”.
Debemos también destacar aquí la importancia del equilibrio, pues los extremos son malos. El objetivo
del ministerio no es el enriquecimiento, y lamentablemente esto ha traído problemas en la iglesia.
Pero cuando ésta no es diligente en el sostenimiento de sus ministros y de ella misma también hay
dificultades. Por tanto debemos ser sabios y hacer lo correcto delante de Dios, procurando siempre que
el Nombre del Señor no sea blasfemado ni cuestionado, para así no ser tropiezo.
Voluntariamente Pablo renunció al sostenimiento de la iglesia de Corinto (9:15-18).
En ésta porción bíblica vemos una decisión personal del apóstol y aquí mismo expone sus razones:
Su gloria es predicar el evangelio allí sin un reconocimiento económico, aunque tiene tal derecho.
Por comisión divina Pablo debe predicar el evangelio (es su deber), por tanto hacerlo y recibir aquel
sostenimiento sería lo mínimo que se esperaba, y él quiere hacer mucho más.
Es muy importante tener en cuenta el contenido bíblico en su totalidad, es decir aunque el apóstol
renunció al sostén económico de la iglesia de Corinto, en otras ocasiones recurrió al apoyo financiero de
otras congregaciones (Filipenses 4:10, 14-18) y también trabajaba: Hechos 18:1-4. Excelente estrategia
en la labor misionera.
Pablo se negó a muchas cosas para alcanzar más almas para Cristo (9:19-23).
Pablo se negó a recibir aquel sustento como una estrategia evangelizadora. De igual manera fue su
principio en muchas cosas; por amor y dentro del marco de la palabra de Dios se adaptó a diversas
circunstancias.
Siempre estuvo dispuesto para cooperar como ser humano en la obra salvadora del Señor. No hacía
nada incorrecto, por el contrario se esforzaba por alcanzar a más personas según los medios que Dios
mismo le permitía usar.
Sin duda alguna lo que Pablo había decidido hacer demandaba una gran disciplina personal. Sus palabras
hacen referencia a los juegos que se celebraban cerca de Corinto cada dos años.
Destaca que así como un deportista debe abstenerse de muchas cosas para alcanzar el premio, él
también lo hacía pero en busca de un galardón incorruptible.
El apóstol tiene claro porque corre, es decir su servicio a Dios recibirá recompensa celestial y eterna. No
es en vano su negación ni su servicio a Dios, por el contrario siendo conocedor de los galardones eternos
opta por someter su cuerpo y sus propios deseos, y con cuidado persevera, no sea que habiendo
llamado a muchos a la carrera cristiana, él venga a perder el premio, aunque sea salvo.
CAPÍTULO 10
La primera palabra “porque” enlaza directamente éste capítulo con el anterior. Ahora el apóstol va usar
un ejemplo de fracaso por no oír ni atender las instrucciones divinas. Pero antes de poner a Israel como
aquel ejemplo, el apóstol menciona varias bendiciones que el pueblo tuvo mientras iba por el desierto:
2) “Pasaron el mar” nos recuerda aquella liberación poderosa y sobrenatural con el mar rojo por
delante y el ejército egipcio que los perseguía.
3) “Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar” destaca la relación entre ellos y el líder
constituido y guiado por Dios.
4) “Comieron el mismo alimento espiritual” haciendo referencia al maná que descendía del cielo,
alimento sobrenatural y llamado por la Biblia “Pan de nobles y trigo de los cielos” (Salmo 78:25).
5) “La misma bebida espiritual” refiriéndose al agua de la roca, en sentido espiritual toda esa provisión
venia de la roca espiritual que era Cristo.
b) Es vital valorar lo que Dios nos da (10:5).
Con todos estos beneficios cualquiera aseguraría la llegada de Israel a la tierra prometida. Pero
lamentablemente la mayoría del pueblo desagradó a Dios por su queja, rebelión y dureza de corazón, y
por eso esa inmensa mayoría quedo esparcida por el desierto, todos los mayores de veinte años
murieron allí.
Entonces podemos concluir que no se trata de cuantas bendiciones Dios nos asegura, sino de que
porcentaje de nuestro corazón rendiremos en verdad al Señor.
El apóstol Pablo expone ahora algunos ejemplos de Israel para que no hagamos lo mismo, pues aquellos
comportamientos y actitudes fueron el obstáculo por el cual aquella generación no entró a la tierra
prometida, veamos:
“No codiciemos cosas malas” (versículo 6) nos habla del deseo que Israel tuvo por volver a Egipto y
comer el pan de allí (menospreciando así el pan que caía del cielo, el maná). Cuidémonos para no
codiciar o desear con nostalgia la vida pasada o aquello que el mundo sin Dios ofrece, haciendo a un
lado el verdadero Pan de Vida (Jesucristo el Señor).
“Ni seáis idolatras” (versiculo7) refiriéndose a aquel momento junto al monte Sinaí cuando los israelitas
construyeron y adoraron un becerro de oro (En Egipto se adoraba al dios Apis, con figura de toro, dios
de la fertilidad, el sol y el río Nilo). Todo aquello que se levanta en el corazón y desplaza a Dios es un
ídolo.
“Ni forniquemos” (versículo 8) en referencia al evento ocurrido entre Israel y las mujeres de Moab. Por
consejo de Balaam, el rey moabita Balac envió sus mujeres a seducir a los israelitas quienes pecaron con
ellas y adoraron a Baal-peor, cuyo culto era obsceno y desordenado.
“Ni tentemos al Señor” refiriéndose al momento en el que Israel desafía la fidelidad y bondad de Dios a
lo largo del desierto. Se unen para expresar su descontento contra la voluntad de Dios y el liderazgo de
Moisés.
“Ni murmuréis” El pueblo se reunió para hablar contra Moisés y Aarón culpándolos por los resultados y
por los juicios de Dios a causa de su rebelión. De ésta manera Pablo concientiza la actitud de los
corintios hacia sus líderes espirituales.
El relato de aquellos acontecimientos ha sido escrito para advertirnos y ayudarnos, pues si tenemos esto
en cuenta, sus errores nos habrán servido para no experimentar el fracaso que ellos vivieron.
El que piensa estar firme, mire que no caiga, esto es para aquellos que no tienen conciencia del débil o
que usa su libertad afectando al otro.
Dios por cusa de su fidelidad ha establecido que el creyente no se atentado más allá de lo que puede
resistir, más bien ha diseñado la provisión para el cristiano tenga la salida y pueda soportar tal situación.
Esta es una poderosa promesa de victoria ante la dura prueba o difícil adversidad.
El consejo de Dios es enfático: “Huid de la idolatría”. Seguramente esta frase sorprende a los creyentes
de Corinto, pero el mandamiento del apóstol es “huye inmediatamente”.
El apóstol enseña que el hecho de comer de la misma mesa ofrecida a cualquiera implica unión con
aquel a quien se dirige el culto. Participar de la Cena del Señor es fortalecer nuestra unión con Cristo.
Por todas estas razones el creyente no debe participar de la carne ofrecida a los ídolos en una fiesta
pagana como las que celebraban en Corinto. Para el apóstol participar es compartir, es identificarse con
aquel a quien se rinde culto, por tanto en esto no puede aplicarse el argumento de la libertad.
Por todo esto los corintios deben apartarse y evitar participar de la mesa de los demonios, pues no debe
la iglesia provocar a celos al Señor, como hicieron los israelitas por el desierto.
El apóstol Pablo habla respecto a la carne comprada en el mercado de Corinto, y nuevamente enseña el
principio que debe regir nuestras decisiones y comportamientos, el cual es el amor, aquel que no hace
daño al prójimo “aquel que no busca su propio bien, sino el del otro”. Lo que hacemos debe ser de
edificación y no de destrucción.
Pablo también enseña que la persona puede comprar y comer cualquier carne que vendan en el
mercado, sin andar investigando cual es el origen de la misma, así mismo cuando sean invitados a
comer, para no perturbar su conciencia. A continuación el apóstol hace una aclaración.
El hijo de Dios debe tener siempre presente que su vida debe glorificar el Nombre del Señor. Una de las
cosas que debe hacer es respetar la conciencia del débil. Pablo presenta un argumento lógico: No
podemos agradecer por aquello que ofende a un hermano. Termina diciendo “Hacedlo todo para la
gloria de Dios” recordándonos que al final esto es lo más importante.
CAPÍTULO 11
1) 1 Cor. 11:1. En éste versículo el apóstol Pablo nos desafía a seguir su ejemplo. Sin duda alguna
debe tenerse un estilo de vida intachable para motivar a otros a seguirlo.
La palabra imitar usada aquí viene de un término griego “mimetes” cuya raíz origina nuestra palabra
mimo (podemos recordar aquí aquella figura del teatro o en la calle que duplica o repite todo lo que
otros hacen). Sin duda lo que le da fuerza a Pablo para decir esto es que él es un imitador de Cristo,
precisamente Jesús es la más grande fuente de inspiración.
2) 1 Cor. 11:2-6. Pablo comienza alabando a los hermanos fieles de Corinto, ellos guardaron y
observaron las instrucciones que les había dado. Inmediatamente después expone sus razones respecto
al uso del velo con el que se cubrían las mujeres en el culto. En primer lugar enseña que Cristo es cabeza
del varón, y el hombre es cabeza de la mujer. Esto no implica desigualdad, pues ambos son hijos de Dios
en Cristo.
2) 1 Cor. 11:7-12. Ahora el apóstol expone el diseño en la creación, en el que afirma cuestiones como: el
hombre fue creado primero, la mujer procede del varón inicialmente y fue creada a causa del hombre.
En el versículo 12 concluye que ambos, varón y hembra, proceden de Dios, pues “así como la mujer
procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios”.
Podemos además concluir aquí que éste orden para nada da libertad al hombre para menospreciar o
lastimar a la mujer, por el contrario al venir ambos de Dios, debe tratarla como a vaso frágil, como a
coheredera de la gracia de Dios.
4) 1 Cor. 11:13-16. Pablo concluye aprobando el uso del velo en el culto público. Cosa que no debe ser
impuesta, ni motivo para contender. Sin embargo es necesario tener en cuenta que el apóstol vive un
momento puntual en la historia y en la cultura de su época, y practicar esto hoy en nuestra cultura
occidental como una imposición sería altamente problemático.
Esto se debía a que los ricos se reunían primero o llegaban antes que los demás, y se comían los mejores
platos y así no tenían que compartir con otros. Este comportamiento era un atentado contra la unidad
de la iglesia, y quienes no participaban de esa acción eran “aprobados” esto es aquellos que con
verdadera madurez espiritual no generan contienda, ni competencia, sino que con rectitud y justicia se
conducían.
2) 1 Cor. 11:20-22. Se reunían para comer, pero eso no era tomar la Cena del Señor. Debemos
tener presente aquí que en la iglesia primitiva antes de tomar la Cena del Señor, había una comida en
común llamada “ágape” (recordemos que éste término es griego y hace referencia al más noble y alto
amor). Pero éste amor no quedaba en evidencia en la práctica, pues lamentablemente algunos se
adelantaban a comer su propia cena, algunos se embriagaban, y dejaban con hambre a otros.
Con éstas acciones provocaban varios pecados: Menospreciaban la iglesia de Dios (no era una reunión
social, ni un grupo cualquiera, era de Dios). Con indiferencia estaban provocando vergüenza a los de
pocos recursos. Era un acto que atentaba contra la unidad de la iglesia.
1) 1 Cor. 11:23-26. En primer lugar Pablo dice: “Yo recibí del Señor” lo que nos deja ver que el
mismo Señor Jesús le enseñó al apóstol. En aquella cena el pan se distribuía primero y luego la copa,
pues precisamente primero se hizo carne y luego derramó su sangre. La frase “es mi cuerpo” no quiere
decir que el pan literalmente sea el cuerpo de Jesús, sino que lo representa, norma que aplica de la
misma manera para la copa.
2) La expresión “por vosotros” nos recuerda el sentido de su sacrificio, y “en memoria” implica una
acción que va más allá de un recuerdo, es una experiencia viva en la presencia de Dios. El nuevo pacto
nos recuerda que lo viejo ha quedado atrás, y que éste es mejor por cuanto está hecho sobre mejores
promesas basadas en la sangre del Cordero perfecto.
3) Es muy importante tener en cuenta que cuando el Señor Jesús compartió la cena con sus
discípulos sólo estaba con ellos en el aposento alto, también allí el Señor les dio una serie de enseñanzas
o revelaciones muy importantes, pues era la última noche con ellos. Este acto no fue con las multitudes.
Esto nos recuerda que participar de la Cena del Señor es un momento no sólo de revelación e intimidad
con Dios, sino que fortalece la misma.
4) Pablo nos dice además que todas las veces que tomemos la Cena del Señor, anunciamos el
sacrificio de Jesucristo, mensaje central de nuestra predicación y también anunciamos la bendita
esperanza: Jesucristo nuestro Señor vuelve. Entonces en la Cena del Señor miramos atrás (por lo que
hizo en la cruz) y adelante porque esperamos su venida. Es por todo esto que la Cena debe estar llena
de gratitud y amor por Dios.
1) 1 Cor. 11:27-33. Participar indignamente no hace referencia a la persona que participa, sino más
bien a la manera en que lo hace. Debe cuidarse para no hacerlo de manera indiferente, egoísta e
irreverente, sin intenciones de apartarse de las malas conductas, aceptando el perdón de Dios y su
poder transformador. El participante debe discernir es decir “juzgar rectamente” reconociendo la
unidad del cuerpo de Cristo.
2) Es muy importante examinarnos a nosotros mismos, es decir para no ser condenados con el
mundo impío, el creyente debe evaluar su corazón, arrepentirse, recibir el perdón de Dios y apartarse
de lo malo. Los creyentes corintios deben conducirse rectamente y con humildad de corazón, pues el
objetivo de cada reunión es que todos sean bendecidos.
1 Cor. 12:1. En la primera expresión del apóstol vemos su apremiante deseo de que la iglesia conozca
más acerca de los dones espirituales. En primer lugar debemos tener en cuenta que aquí la palabra
dones es traducida del griego “pneumatikós” que también traduce: asuntos espirituales, temas
sobrenaturales. Entonces Pablo desea capacitar a la iglesia en el discernimiento de las cosas del Espíritu.
2) Según los versículos 2 y 3 antes de conocer a Cristo los corintios iban a adorar ídolos mudos, donde
seguramente estaban sus sacerdotes que proclamaban mensajes inspirados por espíritus de adivinación.
Los enemigos del evangelio en aquel entonces maldecían a Jesús, y la Escritura más bien nos enseña que
la manifestación del Espíritu Santo debe glorificar a Cristo y levantar en alto su nombre como Señor de
todos, por eso también dice la Biblia: “El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.
Aquí (versículo 4) la palabra dones es traducida del término griego “carisma” que significa también: don
de gracia, regalo de gracia. La palabra gracia viene del griego “caris” que nos habla de aquella
misericordia de Dios, quien hace favores y da regalos sin méritos o virtudes por parte de aquel que
recibe el beneficio. Por tanto los dones según 1 Corintios 12 son dados por Dios según su misericordia,
bondad y compasión hacia su iglesia, y toda la gloria es de él.
Pablo también nos habla de tres cosas cada una relacionada con cada persona de la trinidad:
Diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas es el mismo.
Observemos en detalle el versículo siete. La expresión “A cada uno” nos indica que el Señor delega en
particular sobre cada uno de sus hijos, sin excepción, por lo menos un don sobrenatural para servir al
cuerpo. La frase “le es dada la manifestación del Espíritu” indica que habla no de capacidades naturales
o talentos humanos, sino de habilidades espirituales para el mover sobrenatural del Señor en su iglesia.
“Para el bien de todos” esto nos recuerda que éstos dones son para bendición y beneficios de todos,
deben ser administrados con un corazón manso y humilde, que no procura su propia gloria ni beneficio
personal, sino que busca exaltar a Cristo y ser de bendición para los demás.
Para facilitar el estudio de los dones según su naturaleza y función se han distribuido en tres grupos:
1) Dones de revelación: son aquellos que revelan o permiten ver algo específico. Estos son: palabra
de sabiduría, palabra de ciencia y discernimiento de espíritus.
2) Dones de poder: son aquellos que permiten hacer algo sobrenatural. Estos son: don de fe, hacer
milagros y los dones de sanidades.
3) Dones de expresión: son aquellos que hablan dando a conocer un mensaje o palabra de Dios.
Estos son: profecía, diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas.
El hecho de que sean nueve dones, así como nueve son las manifestaciones del fruto del Espíritu santo,
nos recuerda la importancia de anhelar ambas cosas con fervor, es decir debemos procurar el carácter
del Espíritu Santo en nosotros (su fruto) y su poder actuando a través de nuestra vida (sus dones).
Ambas cosas son vitales en la vida del creyente (el siguiente capítulo tratará en detalle cada uno de los
nueve dones).
1) 1 Cor. 12:11 nos recuerda la soberanía del Espíritu Santo. Debemos también destacar la
expresión “a cada uno en particular” pues esto nos recuerda que cada hijo de Dios ha recibido del
Espíritu por lo menos un don sobrenatural de los nueve mencionados aquí, por tanto debemos procurar
identificar cual nos ha dado el Señor y usarlo de la mejor manera para la gloria de Cristo, pues el Espíritu
reparte como él quiere y no por méritos o capacidades humanas, es por su gracia.
2) Según 1 Cor. 12:12-13 el apóstol usa la figura del cuerpo para hablarnos de la diversidad y de la
unidad. El cuerpo humano es uno solo como tal, pero tiene muchos miembros, y éstos miembros siendo
muchos componen aquel cuerpo, así también nosotros en Cristo. Somos un solo cuerpo, introducidos en
él por el Espíritu (este es el bautismo del cual habla Pablo aquí).
1) El apóstol Pablo nos enseña que la diversidad del cuerpo no es un accidente ni una casualidad,
sino una necesidad propia. El cuerpo requiere diversidad de miembros para diversidad de funciones, por
ejemplo nuestros pulmones tienen un diseño único y especial para proporcionar el oxígeno al organismo
que toman del aire, y expulsan el gas carbónico sobrante. Ningún otro órgano puede hacer esa labor,
pues fueron diseñados por Dios para eso.
2) Por tanto cada miembro del cuerpo tiene una forma, función y ubicación específica, y todos a la
vez forman el cuerpo, y esa armonía de funcionamiento nos enseña que al mismo tiempo todos los
miembros se necesitan unos a otros. Es muy importante con la ayuda de Dios y guianza del Espíritu
identificar la función y lugar de cada uno, pues de ésta manera todos glorificaremos a Dios con un
servicio eficaz y poderoso.
El apóstol hace énfasis en la diversidad de los miembros, destacando el valor e importancia de los que
parecen inferiores, tal vez algunos pensaban que los dones que había en ellos no eran importantes.
No debía existir envidia ni competencia, pues es Dios quien imparte como él quiere y la gloria es de él. Es
muy importante tener presente que los dones son para servir a los demás y no para vanagloria de los
hombres.
Pablo nos dice: “los miembros que parecen más débiles, son los más necesarios… Dios ordenó el cuerpo
dando más abundante honor al que menos tenía…” y seguidamente nos explica el objetivo de esto:
“para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los
otros”.
Por todo esto el cuerpo debe ser uno, siendo sensible para fortalecer al débil (no criticar ni condenar,
pues solo Dios es juez), y para gozarse cuando Dios bendice o da honra al otro.
g) Dios ha establecido diferentes dones, todos ellos al servicio de su reino (1 Cor. 12:28-31).
Cada uno ha recibido de Dios diferentes capacidades y llamados, poner éstos al servicio de los demás
edifica y bendice la iglesia. Debemos agradecer al Señor su diseño y sabiduría, aceptar que el cuerpo, su
unidad y diversidad son bendiciones de Dios.
Valoremos la importancia de congregarnos, ser edificados por su palabra, alabar, servir y orar juntos,
pues reunidos en la casa del Señor recibimos bendición y vida. El cristiano que no reconoce el valor del
otro hermano y el poder de habitar juntos en armonía, muy pronto empieza a secarse y comienza a
hacer cosas diferentes a su llamado y comisión para el cuerpo.
a) Los dones de revelación: Recordemos que estos son los dones a través de los cuales el Espíritu Santo
revela o permite ver algo específico que a los ojos naturales está escondido.
1) El don de Palabra de Sabiduría: Es la revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios de la mente del
Señor y sus propósitos.
La palabra de sabiduría es la declaración sobrenatural de la mente y voluntad de Dios. Éste don revela
los propósitos e instrucciones del Señor para los hombres, revelación que viene del conocimiento de
Dios sobre el futuro.
Ejemplos:
En Mateo 26:34 “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás
tres veces”. En el caso mencionado Jesús por el don de sabiduría revela lo que Pedro hará unas horas
más adelante. Éste don por la acción del Espíritu Santo da a conocer o revela lo que sucederá.
En Hechos 21:10-11 y 11:28-30 vemos el fluir de la palabra de sabiduría, la cual revela eventos futuros
(la gran sequía que vendría, y la captura del apóstol Pablo). La profecía se expresa para edificación,
exhortación y consolación. La palabra de sabiduría contiene revelación del futuro.
La Palabra de Sabiduría puede ser manifestada o revelada por diversos medios: La voz de Dios. En un
sueño. En una visión. Por profecía.
No hablamos entonces de sabiduría general o del conocimiento natural del hombre. Es una revelación
sobrenatural por el Espíritu Santo respecto al plan o propósito de Dios con una situación o persona. Por
supuesto debemos tener presente que todas las manifestaciones deben ser aprobadas por la palabra de
Dios y por el testimonio del Espíritu Santo.
2) El don de Palabra de Ciencia: Es una revelación de sucesos pasados o presentes, fuera de nuestro
conocimiento natural que son reveladas por el Espíritu Santo.
Este don se manifiesta para revelar acontecimientos del pasado al presente; un claro ejemplo de esto lo
encontramos en Juan 4:16-19, cuando el Señor le dice a la samaritana que ha tenido cinco maridos y con
el que vivía no era de ella. Es muy interesante ver también la expresión de la mujer: “me parece que
eres profeta”, pues nos deja ver que la gente reconocía aquellas capacidades como virtudes proféticas.
Entonces el don de palabra de sabiduría está más relacionado con el futuro y el don de palabra de
ciencia con el presente y pasado. El don de palabra de sabiduría tiene que ver con propósitos y el don de
palabra de ciencia está relacionado con hechos ocurridos.
El don de palabra de ciencia también es usado por Dios para revelar cosas muy profundas en la vida de
una persona que aun ella misma desconoce, pero que está afectando su vida presente.
El don de palabra de ciencia en el Antiguo Testamento:
La mayoría de los dones del Espíritu de Dios se manifestaron en el Antiguo Testamento, con la excepción
de las lenguas y la interpretación de lenguas. Es interesante ver que incluso éstas (las lenguas) vienen
después de Jesús resucitar. Son dones exclusivos de la dispensación actual (después del derramamiento
del Espíritu Santo en pentecostés).
Por ejemplo en 2 Reyes 6:9-12. Por el don de palabra de ciencia el profeta Eliseo revelaba al rey de Israel
los planes que el rey de Siria diseñaba contra él, de manera que sus emboscadas nunca funcionaron y
pensó que había un traidor entre los sirios. Pero sus siervos le informan que es por causa del profeta
Eliseo. El hombre de Dios por palabra de ciencia revelaba al rey de Israel los planes malvados y así fue
librado el pueblo de Dios.
Podemos ver por ejemplo el don de palabra de ciencia fluir cuando Ananías fue enviado por el Señor
Jesús a ministrar a Saulo de Tarso. De manera sobrenatural él se entera de cosas respecto a la condición
de Saulo, según Hechos 9:10-12 Ananías: Sabía dónde estaba Saulo. Sabía que estaba orando. Supo que
Saulo había recibido una visión.
Ananías expresa su temor ante Pablo pues sabía que era un perseguidor de la iglesia y que estaba allí en
Damasco con los mismos propósitos. Pero el Señor le respondió a través de una palabra de sabiduría,
según Hechos 9:15-16 revelándole a Ananías su propósito con Saulo de Tarso.
Éste don da compresión sobrenatural en el ámbito del mundo espiritual, revelando el origen y
naturaleza del espíritu que opera en una persona, grupo, reunión o situación.
Éste don opera enteramente de una manera sobrenatural y las cosas que revela son del mundo
espiritual. Por ejemplo Pablo entendió en el espíritu, usando éste don, el origen y naturaleza del espíritu
que operaba en Elimas, según Hechos 13:9,10 “Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu
Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo
de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?”.
Éste don está limitado a revelar la clase de espíritus (si son buenos o malignos, es decir ángeles,
querubines, demonios, aún puede ver la situación del espíritu humano, etc). Por éste don podemos
percibir los seres que viven y actúan en el mundo espiritual. No es para acusar o “discernir” la vida de
otros hermanos con intenciones malsanas.
Otro ejemplo lo vemos: Hechos 16:16-18, donde Pablo libera a una mujer poseída por un demonio de
adivinación: “Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que
tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo
y a nosotros, daba voces, diciendo:
Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía
por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de
Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora”.
Es necesario aclarar la diferencia del discernimiento propio de cada creyente por el Espíritu Santo que
habita en él y el don como tal. Es decir el don de discernimiento de espíritus es específico, por ejemplo
actuó en Pablo en el caso anterior (Hechos 16:16-18) identificando el demonio que puntualmente
actuaba en esa mujer, pero el discernimiento normal del creyente nos dejaría ver que ella estaba
endemoniada en términos generales.
El discernimiento propio del creyente le ayuda a tomar decisiones correctas en su vida diaria y lo
capacita para hacer diferencia entre lo bueno y lo malo.
El don de discernimiento de espíritus tiene un campo de acción más restringido que los dos dones
anteriores (palabra de sabiduría y palabra de ciencia) ya que lo que revela está relacionado sólo con los
espíritus. No sólo está relacionado con los demonios, éste don revela de manera clara y sobrenatural
todos los espíritus, buenos y malos (por supuesto según sea la voluntad de Dios).
Ejemplo en el Antiguo Testamento: A Moisés Dios le permite ver en el ámbito espiritual: Éxodo 33:17-23.
Él vio en el mundo espiritual la manifestación de Dios mismo, solo le fue permitido ver sus espaldas. Este
es un ejemplo del discernimiento de espíritus, el cual permite ver el mundo espiritual.
Ejemplo en el Nuevo Testamento: El apóstol Juan tiene una visión en la isla de Patmos donde ve al
Espíritu Santo como siete espíritus delante del trono de Dios, es decir él ve en el mundo espiritual y ve
siete aspectos del Espíritu de Dios: Apocalipsis 1:4-5.
Éste don puede complementarse con la palabra de sabiduría o palabra de ciencia. Por ejemplo tener una
visión en el ámbito espiritual y recibir una palabra al respecto.
b) Los dones de poder: Son aquellos que evidencian de manera visible el poder de Dios, son los que
hacen algo. 1 Corintios 12:9-10 “a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros”.
1) El don de fe: Es importante a esta altura hacer diferencia entre las clases de fe que la Biblia nos
enseña:
La fe para salvación (aquella que nos lleva a Jesús como nuestro Salvador).
La fe como fruto (es una de las manifestaciones del fruto del Espíritu Santo, necesaria en la vida diaria
para confiar en la protección, realidad y cuidado de Dios).
La fe como don sobrenatural (es un don para creer por cosas sobrenaturales y poderosas, milagros,
maravillas y prodigios). Es la dotación o capacidad sobrenatural del Espíritu Santo para creer y recibir lo
que parece imposible.
El don de fe en una provisión sobrenatural. Vemos en 1 Reyes 17:2-6, que Dios envía a Elías a
esconderse en el arroyo de Querit y le promete enviarle el alimento mediante cuervos. Aquella fe dada
por Dios de manera sobrenatural iba más allá de la mente humana, el profeta no tuvo que hacer el
milagro, él espero y recibió el milagro cada día.
Vemos por ejemplo que en Hechos 6:8 se nos dice que Esteban estaba: “lleno de gracia y de poder” la
palabra gracia aquí se traduce del término griego “pistis” que traduce primeramente “fe”), por eso otras
versiones traducen esta frase así: versión del Oso “Pero Esteban, lleno de fe y de potencia”. Versión RV
1865: “pero Esteban, lleno de fe y de poder”.
El texto bíblico nos dice que por eso Esteban “hacía grandes (el término griego usado para grandes aquí
es “megas”) prodigios (maravillas, portentos, algo extraño que causa asombro) y señales (milagros)”. El
don de fe nos lleva a creer y recibir obras sobrenaturales y maravillas que provocan gran asombro en las
personas. Es don sobrenatural requerido y usado por ejemplo en los milagros de resurrección de
personas.
c) El don de fe en la resurrección de muertos: Podemos leer por ejemplo Hechos 9:36-42. En este caso
Dios usó al apóstol Pedro. En el caso de la resurrección de los muertos deben operar conjuntamente
los tres dones de poder, veamos:
El don de fe para que vuelva el espíritu de la persona que ha salido del cuerpo.
Los dones de sanidades, debe ser restaurada la salud de quien murió o de lo contrario aquellas
enfermedades la harán morir de inmediato.
El don de hacer milagros es el dinámico poder de Dios fluyendo a través de una persona. Es el poder del
Señor en acción. Por ejemplo: Mateo 8:26 y 14:25
“Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al
mar; y se hizo grande bonanza”.
“Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
A través de éste don se muestra la sobrenaturalidad de Dios en nosotros, y trae consigo una certificación
del poder del Señor en la tierra y a través de Su iglesia: Hechos 2:22, Y 2:43.
Una diferencia básica entre un milagro y una sanidad es que la sanidad es la restauración o renovación
de un órgano enfermo; mientras que un milagro es la aparición de un órgano que no existía o que
estaba completamente destruido. Un milagro creativo precisamente ocurre cuando por ejemplo no
existía un riñón (por alguna enfermedad o extracción) y por la obra de Dios aparece uno nuevo allí.
El don de hacer milagros en Eliseo: 2 Reyes 2:11-14. Aquí vemos dos milagros, pero es en el segundo
donde el don de hacer milagros actuó en Eliseo, pues él tuvo que tomar el manto y golpear las aguas, es
decir él tuvo que actuar, participar en el milagro. Entonces el don de hacer milagros es más activo que el
don de fe, pues en éste último los milagros se reciben.
3) Los dones de sanidades: Tienen como objetivo sanar o liberar al enfermo, y destruir las obras del
diablo en el cuerpo humano.
Al leer 1 Corintios 12:9, y 12:28, 30 “y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”. Vemos que los
términos usados están en plural: Dones de sanidades, entonces habla de varios dones que Dios usa para
sanar a su iglesia, por ejemplo: el don para sanar migrañas (dolor de cabeza), el don para sanar lesiones
óseas (problemas en la columna vertebral, entre otros), el don para sanar problemas en el sistema
reproductor (hemorragias o fuertes dolores), etc.
“Es razonable creer que Dios puede ungir a una persona con fe en cuanto a ciertas enfermedades, y a
otra persona con fe en cuanto a otras”. “Es probable que la explicación más sencilla sea que pueden
existir diferentes dones para diferentes clases de enfermedades”.
Consideremos por ejemplo Hechos 28:7-9 “En aquellos lugares había propiedades del hombre principal
de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. Y aconteció que el padre
de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber
orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades,
venían y eran sanados”.
Disentería o flujo de sangre, es un trastorno inflamatorio del intestino, especialmente del colón que
produce diarrea grave con sangre. Si no se trata, la disentería puede ser fatal. Causada por una infección
bacteriana, infestación de parásitos, o una infección viral.
Recordemos también que el Señor Jesús tocó a la suegra de Pedro que estaba en cama y con fiebre, y
ella se levantó y les servía. En estos casos vemos los dones de sanidades y el poder de Dios fluir para
bendición de los seres humanos.
Debemos tener presente que la Biblia dice en Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios, hablaran nuevas lenguas… sobre los enfermos pondrán sus
manos y sanarán”. Estas son manifestaciones del poder de Dios por la fe, son señales que siguen al que
cree. Esto no significa necesariamente que está en evidencia el don de fe, el don de diversos géneros de
lenguas o los dones de sanidades. Son señales generales que siguen al pueblo de Dios por la fe en él.
c) Los dones de expresión: Son aquellos que hablan dando a conocer un mensaje o palabra de Dios. 1
Corintios 12:10 “… y a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de
lenguas; y a otro, interpretación de lenguas”.
1) El don de la profecía: Acerca de éste don hay muchas cosas necesarias e importantes que estudiar,
pues además estamos en los postreros tiempos. No debemos menospreciar la profecía sino capacitarnos
para discernirla (juzgar) de manera correcta, pues la Escritura misma nos dice en 1 Tesalonicenses
5:2021 “No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo, retened lo bueno”.
La definición del término profecía. Se traduce del griego “profeteia” que también significa:
“Proclamación de la mente y consejo del Señor”.
a) La profecía no es en primer lugar predicción (esto lo vemos esto por ejemplo en el ministerio de
Juan el bautista, quien fue principalmente uno que anunciaba a Cristo. En el Nuevo Testamento la
profecía es básicamente una proclamación de la voluntad divina).
b) La Escritura es en sí misma profecía, ella fue escrita por personas inspiradas por el Espíritu Santo
de Dios y allí encontramos el consejo del Señor, por eso nos dice: “tenemos la palabra profética más
segura” 2 Pedro 1:19-21. La Biblia es un libro profético.
c) Vemos también que en el Antiguo Testamento así como en el Nuevo se nos enseña el valor de
discernir estos mensajes (como hacían los hermanos de Berea, quienes después de oír la enseñanza iban
a sus casas para escudriñar la Escritura y confirmar lo que se les había enseñado, Hechos 17:11 “Y éstos
eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”).
Cuando estudiamos el don de la Profecía, debemos hacer claridad entre el don propiamente dicho y el
ministerio del profeta que en la Escritura aparecen diferenciados. No debemos confundir el don de
profecía con los profetas del Antiguo Testamento.
Éste don (el de la profecía) es nuevo y específico del Nuevo Testamento dado a la iglesia del Señor para
edificación y bendición de la misma.
Otra cosas muy importante es no debe confundir la predicación con la profecía, pues se anula la
sobrenaturalidad al don profético (tengamos claro que la predicación proclama, expone la Escritura, la
profecía dice lo que Dios está diciendo de manera expresa y específica). Puede ocurrir que mientras se
predica, se profetice, entonces estaría operando el don profético en la predicación.
La Biblia nos enseña que cualquier persona puede tener el don de profecía y ser usado por Dios, pero
esto no quiere decir necesariamente que sea un ministerio de Profeta. Veamos por ejemplo Hechos
21:8-11, donde vemos algunas diferencias entre el don y el ministerio del profeta: Dios revela que hay
mayor autoridad y fuerza en el oficio que en el don.
Hechos 21:8-11 “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en
casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas
que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado
Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice
el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en
manos de los gentiles”.
Lucas, el escritor del libro de los Hechos nos dice que las hijas de Felipe “profetizaban” (podían hacerlo
por el don) pero Agabo era un profeta, éste era su ministerio y es a través de éste que el Señor le habla
a Pablo. Entonces el don de la profecía les permitía a ellas servir en su iglesia local y continuar con su
vida diaria en casa, mientras que el oficio o ministerio le demandaba a Agabo servir a Dios de tiempo
completo, él estaba consagrado o dedicado a ese ministerio.
La profecía habla a los hombres de manera sobrenatural (“Pero el que profetiza habla a los hombres
para edificación, exhortación y consolación” 1 Corintios 14:3).
La Iglesia es edificada.
Hay exhortación (esto es la profecía anima, alienta, conforta, impulsa a seguir un camino).
Todos en la iglesia son enseñados (“Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos
aprendan, y todos sean exhortados” 1 Corintios 14:31).
El apóstol Pablo enseña que el que profetiza es responsable por el uso de éste don y tiene control sobre
él, también exhorta a que sea ejercido en orden. Profetizar básicamente significa hablar por otro, en
éste caso es hablar de parte del Señor.
“Más el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación”.
La edificación tiene que ver con un mensaje que produce crecimiento a la iglesia.
La exhortación es apremiar, impulsar para seguir un curso de conducta, por ejemplo: Hechos 14:22
“confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe; y diciéndoles que
es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
La consolación: es alivio, aliento, consolación de manera entrañable, consuelo para el hijo de Dios
quebrantado y fatigado.
b) La profecía debe ser juzgada, 1 Corintios 14:29 “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás
juzguen”.
Se nos enseña en la 1 Corintios 13:9 que la profecía no es completa, y según 1 Tesalonicenses 5:20-21,
no se debe menospreciar, sino juzgar, esta palabra significa: discernir, examinar. En la versión de la
Biblia N.V.I. dice: “no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba”. Las visiones, sueños o
mensajes proféticos deben ser examinados a la luz de la palabra de Dios y por el testimonio del Espíritu
Santo que mora en cada creyente.
La Biblia nos enseña que en la iglesia de Corinto había desorden, y precisamente por esto Dios establece
un orden, 1 Corintios 14:30-32,40 nos dice la Escritura “decentemente”, el término indica: honestidad,
con gracia, manera apropiada, noble, bien formado, honradez (en contraste con la vida desordenada de
los gentiles).
c) La profecía viene para confirmar aquello que el Señor ya ha venido diciendo al espíritu o corazón de
sus hijos.
d) La palabra profética o mensaje del Señor conserva la naturaleza de él mismo, 1 Corintios 14:33 “pues
Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.
La profecía o mensaje de Dios contiene los elementos de la esencia misma del Señor, como su amor, su
paz, su verdad, su pureza, entre otros. La profecía no da ministerios, ni dones espirituales (lo que hace
es confirmarlos), tampoco “revela” el número de la lotería, ni te manda a desobedecer la Palabra de
Dios, la palabra profética no confunde, ella trae luz y paz que viene de Dios mismo.
También la Escritura nos enseña que el bautismo en el Espíritu Santo implica una evidencia o señal:
hablar en otras lenguas según da el Espíritu mismo a cada uno.
Éste don (diversos géneros de lenguas) se diferencia de las lenguas del bautismo en el Espíritu Santo en
que contiene diversos géneros, su operación es sobrenatural como los demás dones y es público,
mientras que por lo general las lenguas por el bautismo corresponden a un género y su objetivo tiene
más que ver con la vida de oración personal del hijo de Dios.
Definición del don de diversos géneros de lenguas: Es una declaración sobrenatural por medio del
Espíritu Santo, en idiomas nunca aprendidos por quien habla, ni entendidos por la mente del que habla.
En la manifestación de éste don, opera la voluntad del hombre, su espíritu y sus órganos de expresión,
pero la mente que opera es la mente del Señor.
Nuestra traducción bíblica contiene dos término: “diversos” y “géneros”, en el griego bíblico aparece un
solo término usado “génos” que significa además: familia, nación, linaje, raza.
Podemos ver la manifestación de éste don sobrenatural, y su propósito divino, por ejemplo en Hechos
2:4-12, donde éste don se manifestó para dar a conocer el evangelio del reino y sus maravillas a todos
aquellos que estaban en Jerusalén durante la fiesta de Pentecostés en sus lenguas originales o nativas,
por eso nos dice la Escritura:
Hechos 2:7-11 “Porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados,
diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada
uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en
Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las
regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”.
3) Don de interpretación de lenguas:
Podemos ver que siete de los nueve dones del Espíritu se ven en el Antiguo Testamento mientras que
dos corresponden a la dispensación o período de la de la gracia: diversos géneros de lenguas e
interpretación de lenguas.
También podemos ver que son los más relacionados de todos los dones, 1 Corintios 14:27-28 “Si habla
alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios”. Aquí vemos la unidad y armonía de
éstos dos dones.
Un cristiano usado por el Señor con este don de interpretación de lenguas no está pendiente a los
términos hablados en el lenguaje desconocido que está interpretando, lo que hace es mirar al Señor
pues depende únicamente de Él para que le enseñe y revele el significado o interpretación de aquel
mensaje.
Debemos tener presente que al comienzo de la humanidad la tierra tenía una sola lengua y las mismas
palabras, a causa de la obstinación del hombre en la torre de Babel, el Señor confundió sus lenguas y se
esparcieron los hombres por el planeta. Ahora, por su Espíritu Santo Dios le da a la iglesia la capacidad
sobrenatural de llevar su mensaje aún en otras lenguas a todas las naciones.
Algo que debemos tener en cuenta es no reducir los dones a un nivel natural. El Don de Interpretación
de Lenguas es sobrenatural y enteramente milagroso. Podemos ver por ejemplo el uso de éste don
cuando una persona se expresa en diversos géneros de lenguas en una iglesia, y es otra persona con el
don de interpretación de lenguas quien declara lo que Dios expresó en lenguas. Siempre debemos tener
presente que éste mensaje es para edificación, exhortación y consolación de los hijos de Dios.
Al evaluar o considerar alguna razón por la cual el don de diversos géneros de lenguas e interpretación
de éstas aparecen últimos en la lista que hace Pablo una probable explicación seria que fueron los
últimos dones dados a la Iglesia del Señor. Los primeros siete dones de la lista son manifestados en el
Antiguo Testamento y también en los Evan-gelios, pero estos dos últimos no fueron impartidos hasta
después del derramamiento del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés, según Hechos 2.
CAPÍTULO 13
1) El versículo uno nos enseña que podemos hablar en lenguas y no caminar en amor. Aquellas
lenguas expresadas se convierten en un ruido que molesta el oído. El címbalo bíblico de aquella época
hace referencia a dos platillos de bronce o cobre, que producen un sonido al chocarlos. Hablar lenguas
sin un corazón guiado por el amor, es un sonido que no bendice ni edifica.
2) Lo mismo ocurre con el conocimiento de misterios, profundas revelaciones y una gran fe según
el versículo dos. Puede suceder que tengamos grandes y poderosos conocimientos de Dios o de la
teología cristiana, o quizá una fe tan grande que logre maravillas sobrenaturales, pero de nada sirve si
no hay amor.
3) Es muy interesante reflexionar a la luz del tema el versículo tres. Vemos aquí varias expresiones
físicas de amor. Pero Pablo nos dice que incluso vender nuestros bienes para repartir entre los
necesitados, no sirve de nada si no hay verdadero amor. En aquella época algunos hacían cosas como
esas e incluso quemarse en vida para inmortalizar su nombre, pero detrás de todo eso había un motivo
egoísta, su deseo era figurar y ser reconocidos entre los hombres.
1) En primer lugar veamos el significado desde el idioma griego. Aquí la palabra amor se traduce
del griego “agape” que indica amor incondicional, procura el bien del ser amado, por eso indica
sacrificio, por ejemplo Juan 3:16 “Porque de tal manera amó (en griego “agapao”) Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
2) El amor es sufrido y benigno. El término sufrido indica largura de ánimo, esperar con paciencia.
Es tener control interno y externo en circunstancias difíciles. La palabra benigno indica actuar con
bondad. Ser amable y compasivo.
3) El apóstol menciona ocho cosas que no hace el amor. Debemos tener en cuenta que Pablo está
enseñando a la iglesia de Corinto por una serie de conductas que se estaban dando allí, y por tanto cada
expresión implica una corrección para dicha iglesia (y por supuesto de gran utilidad para nosotros hoy).
4) El amor no tiene envidia, no debe existir tal cosa entre los hermanos pues Dios reparte los dones
como él quiere y da a cada uno su respectiva gracia para que no haya diferencias. El amor no es
jactancioso ni se envanece, entre ellos ninguno era más grande que el otro, pues lo necio del mundo
escogió Dios para avergonzar a los sabios y a los fuertes, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
5) El amor no hace nada indebido, ni busca lo suyo propio. Esto sin duda les recordaba que por
amor no comerían de lo sacrificado a los ídolos afectando así a los más débiles. El amor no se irrita no
guarda rencor, recordándoles que por amor no llevarían sus diferencias ante el tribunal de los
incrédulos, sino que amor sufrirían el agravio. El amor no hace mal al prójimo, sino que vence con el
bien el mal. El amor no se goza de la injusticia.
6) El versículo siete nos describe varias virtudes o capacidades del amor que si se hubiesen puesto
en práctica en la iglesia de Corinto hubiera resuelto todos los problemas. El verdadero amor cree,
confía, es paciente y lucha contra toda oposición y adversidad. Una afirmación fundamental en la Biblia
es que “Dios es amor”, siendo el amor no sólo un atributo divino, sino la esencia misma de su ser.
1) La idea central del versículo ocho es que vendrá el tiempo en que los dones aquí expuestos
cesarán. Es muy importante tener en cuenta cuando será ese momento. Hay quienes interpretan esto
diciendo que ese tiempo fue el de la iglesia en su comienzo cuando ésta necesitaba ser confirmada, pero
que hoy día aquellos dones no existen, esto se conoce como cesasionismo.
Sin embargo debemos mirar a la luz de las Escrituras que enseña Dios al respecto. En primer lugar
Efesios 4:11-13 nos enseña que los cinco ministerios fueron dados hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo. Creo que nadie se aventuraría a decir que ya tiene todo eso, por tanto los cinco
dones ministeriales siguen vigentes.
2) En segundo lugar según el texto de hoy 1 Corintios 13:9-10, los dones estarán vigentes hasta que
venga lo perfecto, y esto sólo puede ser una referencia a la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
Es este evento el que marcará el final del ejercicio de los dones sobrenaturales. Mientras estemos en la
tierra estos dones estarán vigentes, pues es en el cielo donde ya no serán necesarios. Debemos tener en
cuenta que estos dones deben ser regidos o gobernados por el amor, pues es éste el que nunca dejará
de ser.
1) La expresión del apóstol en el versículo once nos muestra un periodo de crecimiento y madurez.
Vemos la transición de la niñez a la adultez. El apóstol enseña a los corintios la necesidad de trascender
de los dones al amor. La manifestación del poder de Dios es una bendición y una gran necesidad en
medio de la iglesia de Cristo, pero además el creyente es llamado a crecer, es decir no sólo debe
quedarse allí en el fluir de los dones, Pablo anima a la iglesia a crecer en el amor.
2) El apóstol citó anteriormente que la niñez espiritual se veía en la iglesia cuando los hermanos
andaban en celos, contiendas, disensiones y conflictos. Pero la madurez se vería al caminar en amor, eso
es andar en el camino excelente. Entonces la madurez espiritual no se mide por los dones del Espíritu
Santo en el creyente, sino por el fruto del Espíritu de Dios en su vida, en otras palabras la madurez tiene
que ver con el carácter, y el poder tiene que ver con el servicio, y con ambos debemos glorificar al
Señor.
3) En los versículos doce y trece Pablo enseña que actualmente vemos oscuramente y en parte,
pero viene un tiempo más glorioso cuando el conocimiento será mayor y mcuho más experimentado; y
por eso debemos cultivar la fe, la esperanza y el amor. En buena medida el corazón humano requiere
ser sanado y restaurado de aquellas experiencias dolorosas del pasado que afectan su presente para
recibir con plenitud el amor de Dios, y fluir en él. Sólo así podemos obedecer el gran mandamiento:
Amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
CAPÍTULO 14
Deben los creyentes motivados por el sincero amor de Dios procurar, buscar y pedir los dones del
Espíritu Santo sobre todo aquellos que animan, fortalecen y consuelan. La Iglesia de Corinto había sobre
estimado el hablar en lenguas sobre los demás dones, por eso enseña que éste don sin interpretación no
edifica a la iglesia, éstas lenguas no serían útiles al no ser comprendidas por los hermanos.
Quien habla en lenguas enseña el apóstol no habla a los hombres, sino a Dios, pues sólo él entiende las
lenguas, a no ser que sean interpretadas. Vemos también que la profecía en la iglesia no tiene como
énfasis la revelación del futuro, sino que viene por impulso del Espíritu Santo para fortalecer e instruir a
la iglesia o persona para seguir a Cristo y sus enseñanzas.
El apóstol Pablo nos enseña que el hablar en lenguas sin interpretación edifica (fortalece la fe y la vida
espiritual) al que las habla. Pablo motiva a los creyentes a hablar en lenguas y cuando hay interpretación
todos serán edificados. El versículo seis nos enseña que las lenguas con interpretación traerán un
mensaje al pueblo de Dios con revelación y/o dirección.
El hablar en lenguas con la debida interpretación es usada por Dios como una trompeta, recordemos
que la trompeta en el Antiguo Testamento era usada para convocación del pueblo para oír nuevas
instrucciones del rey o para prepararse para la guerra. Nos recuerda Pablo que debemos anhelar los
dones espirituales, abundar y crecer en ellos para edificación de la iglesia.
d) Pablo oraba en lenguas más que todos en Corinto, pero enseñaba en su propio idioma para ser
comprendido, 1 Corintios 14:13-19.
El apóstol hace referencia a la oración personal y privada en lenguas. Orar con el espíritu es orar en
lenguas bajo la dirección del Espíritu Santo, Pablo considera de mucha importancia la oración en
lenguas. Sin embargo en la iglesia el apóstol prefería utilizar palabras que la iglesia pudiera entender.
e) La profecía y las lenguas son señales de Dios en medio de los hombres, 1 Corintios 14:20-25.
Vemos entonces que las lenguas tienen como uno de sus propósitos ser señal de la presencia de Dios
entre los no judíos. La intención del Señor es dar a entender que él está con el nuevo movimiento. Pablo
también reafirma el concepto de la superioridad de la profecía sobre las lenguas, y como ésta conduce al
convencimiento del pecador, manifestando lo oculto de su corazón para su rendición ante el Señor.
El propósito principal de todos los dones del Espíritu es fortalecer la iglesia y al creyente. La palabra
“edificación” es traducida del griego “oikodomeo” que indica estimular la vida espiritual, la madurez y el
carácter piadoso del cristiano.
En el uso y ejercicio de los dones espirituales debe haber orden y equilibrio. En ésta caso el apóstol da
las siguientes pautas: dos o tres que hablen y por turno, debe haber interpretación, y el mensaje debe
ser juzgado o valorado. Debemos notar que no se consideraba la profecía como un impulso irresistible
del Espíritu pues cada uno debía hablar por turno.
Debemos tener en cuenta que el apóstol sabe y autoriza que las mujeres oren y profeticen en reuniones
públicas: 1 Corintios 11:5. Lo que el apóstol está diciendo es que las mujeres no deben interrumpir el
culto para hacer preguntas que pueden hacer en casa.
h) La humildad y la decencia glorifican a Dios, 1 Corintios 14:36-40.
El apóstol concluye diciendo que si la iglesia de Corinto no reconoce ni acepta sus instrucciones (que son
mandamientos de Dios) están demostrando con eso que ni son profetas ni son guiados por el Espíritu
Santo.
CAPÍTULO 15
Es importante tener en cuenta que los griegos creían en la inmortalidad del alma, pero no en la
resurrección del cuerpo, pues pensaban que el cuerpo era la fuente de la debilidad y pecado del ser
humano. Al parecer los Corintios habían aceptado la resurrección de Jesucristo, pero dudaban de la
resurrección de los creyentes. El apóstol enseña la resurrección como parte integral y fundamental del
evangelio, tanto que por eso dice: “si no creísteis en vano”.
1) Pablo expone varias fases de la obra de Cristo: la muerte, fue sepultado, resucitó y se apareció a
muchos. El Señor dio su vida por nuestros pecados, fue luego sepultado (es decir murió en realidad, no
es una figura del lenguaje ni una fantasía) y esto también prepara la verdad posterior del sepulcro vacío.
Jesús resucitó al tercer día, como estaba escrito.
2) El Señor apareció a más de quinientas personas, es decir Dios añadió una gran prueba de su
victoria a cientos de testigos para confirmación no sólo de su fidelidad sino como cimiento de la nueva
iglesia. Pablo cita a Jacobo, probablemente el hermano de Jesús y fue quizá esta aparición la que lo llevó
a la conversión.
3) Pablo dice: “y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí” ésta frase del apóstol
tal vez hace referencia a su condición y llamado articular entre los apóstoles, pues fue sacado de su
condición de perseguidor a ser apóstol del Señor, mientras que los otros respondieron al amoroso
llamado del Maestro.
Una vez más Pablo destaca el fundamento de su llamado: la gracia de Dios. La historia nos confirma lo
que el apóstol dice respecto a: “antes he trabajado más que todos ellos” y todo aquello por la gracia de
Dios, él no se jacta de eso, más bien es su expresión ante la inmensa y bondadosa gracia de Dios con él.
Destaca el apóstol la resurrección como factor primordial en la predicación apostólica. La expresión “así
habéis creído” relaciona a los hermanos de Corinto con la fe en la resurrección de Jesucristo. Es vital
creer que Jesús resucito pues es precisamente esto lo que lo hace dador de vida para todos los que
están en muerte a causa de sus pecados.
A continuación el apóstol expone el orden de la resurrección. Cristo es el primero, luego los creyentes,
es decir los que son de Cristo en su venida y cuando dice: “luego el fin” hace referencia al final del reino
de Cristo, quien entrega todo al Padre celestial.
Luego del reino del Hijo su periodo entrará al reino eterno del Dios trino. El texto nos habla de la
destrucción de la muerte, evento que ocurrirá en el juicio del Gran Trono Blanco según Apocalipsis 20,
después de la rebelión final de Satanás. Pablo también enseña que el Hijo entregará la administración
del reino terrenal al Padre celestial, y de esa manera el Dios trino reinará.
Respecto a éste pasaje hay diversas opiniones, pues es una porción de interpretación difícil, las más
aceptadas son: Pablo hace referencia a aquellos que se bautizaban basados en el testimonio de ciertas
personas que ya habían muerto. Y otra posición enseña: Pablo se refiere al bautismo de jóvenes que se
convertían al cristianismo y entraban a ocupar en la iglesia los puestos de los cristianos que habían
muerto.
Pablo también dice: “Cada día muero” haciendo referencia a aquellos peligros con los que se tuvo que
enfrentar en el ministerio. Si no hubiese resurrección para que todo ese esfuerzo. Finalmente les
aconseja no relacionarse con aquellos que afectan su fe en la resurrección y más bien deben velar
debidamente y alejarse del pecado.
Pablo enseña que deben evitar dos conceptos equivocados: el cuerpo original resucitado no es idéntico
al cuerpo original, con alguna transformación. Y el segundo error es pensar que el nuevo cuerpo no
tiene relación alguna con el inicial. Más bien debe observarse que hay continuidad y diversidad. La
expresión “Una estrella es diferente de otra” probablemente hace referencia a la diferentes
recompensas o galardones que recibirán los hijos de Dios.
Podemos observar que el apóstol Pablo está tratando de describir algo difícil por sí mismo, no solamente
por lo glorioso de aquello, sino por nuestra mente que difícilmente puede asimilar esto al detalle.
Algunas cosas que nos dice son: el cuerpo será incorruptible, esto es nunca más se va a descomponer. El
cuerpo glorificado no tendrá principio de pecado ni debilidad física.
Pablo enseña que lo que afirma está de acuerdo con la palabra de Dios, por eso dice: “está escrito”. La
expresión “la imagen del celestial” es la referencia a la naturaleza del cuerpo glorificado, que será como
el mismo cuerpo glorioso de Cristo, ver Filipenses 3:21.
La expresión “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos” será en un parpadeo, esto indica la rapidez
de aquella transformación, y esto es el cumplimiento de la escritura: “Sorbida es la muerte en victoria”.
Pablo ante esta verdad, lleva a los cristianos a dar gracias a Dios quien da inicio a todo y nos da la
victoria a través de la perfecta obra de Jesucristo el Señor.
CAPÍTULO 16
El primer tema que Pablo toca es la ofrenda para los hermanos necesitados de Jerusalén. El primer día
de la semana era el domingo, cuando los creyentes se reunían para el culto. También expresa el apóstol
el deseo de que la colecta se hiciera antes de que él llegará allí.
El apóstol expresa el deseo de estar un tiempo con los corintios, pero pasará primero por Macedonia,
cosa que luego le criticaron. La frase “Si el Señor lo permite” nos deja ver su dependencia en la dirección
de Dios para su vida.
Pablo también da instrucciones respecto a la visita de Timoteo, quien era fiel a pesar de su juventud y
probable timidez. Comenta respecto a Apolos, quien en un futuro realizaría su visita allí, era aquel
poderoso y muy capacitado predicador de Alejandría.
Finalmente el apóstol deja una serie de exhortaciones dirigidas a la iglesia para mantenerse firme y
valorar la obra de los otros hermanos. Envía algunos saludos personales, una advertencia para mantener
firme su amor por Jesús y su corazón preparado ante su venida.
La carta a los Efesios nos enseña, entre otras cosas, la realidad de la batalla espiritual. Por eso nos dice
en Efesios 6:11-12 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
potestades…”.
Una faceta importante de la vida cristiana es la batalla espiritual. Por eso el cristiano debe estar
preparado y el Señor mismo le ha equipado para caminar en victoria. La armadura de Dios nos muestra
la poderosa provisión para el cristiano.
La expresión “Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza” nos recuerda que separados de Dios
nada podemos hacer, entonces somos fuertes y capaces en Cristo. Nada ni nadie es más grande que
nuestro Dios.
Vestir la armadura es hacer nuestro lo que Cristo ya conquistó en la cruz del calvario. Esa revelación
permite al cristiano estar firme contra los ataques del diablo. Hablamos de una lucha espiritual, la
mayoría de las veces intangible, pero toda ella real.
También se revelan aquí las diferentes categorías demoniacas y “por tanto, tomad toda la armadura de
Dios” es decir conscientes de esta realidad debemos apropiarnos de lo que Dios nos ha dado.
En éstos versículos básicamente se describe la vestimenta del soldado romano, y cada uno de sus
componentes recibe una aplicación espiritual.
Es muy interesante, tener en cuenta que la mayoría de las partes descritas son de naturaleza defensiva
(pues en Cristo ya tenemos la victoria), y la única arma ofensiva es la palabra de Dios (la cual se presenta
como una poderosa espada). Hemos sido equipados por Dios para avanzar en victoria.
Í
Compartimos contigo el comentario bíblico de la Carta del apóstol Pablo a los Efesios:
Efesios capítulo 1
a) El apóstol Pablo así como lo hace en otras cartas, aquí destaca que fue escogido por Dios para el
oficio apostólico. Él se dirige a los “santos y fieles que están en Éfeso” frase que nos recuerda que somos
santos es decir escogidos o separados para Dios, y esa conciencia y condición genera fidelidad. “En
Éfeso” pues somos un solo cuerpo en Cristo sin importar la ubicación geográfica.
b) “Gracia y paz a vosotros” palabras que tienen un significado y secuencia muy importante. La
gracia sin duda nos habla de Cristo y de su obra mediante la cual por fe alcanzamos perdón y vida
eterna, sin obras.
b) “En los lugares celestiales en Cristo” esta expresión sólo se usa en la Carta a los Efesios, la
hallamos en cinco ocasiones. Se refiere al ámbito de nuestra asociación en Cristo, y como en él tenemos
vida, provisión y autoridad. Veamos las citas y la relación que allí vemos:
c) La elección divina debe ser un motivo de gozo para el cristiano y no fuente de discordias
teológicas. En Cristo fuimos escogidos antes de la fundación del mundo y se nos revela el propósito:
“para que fuésemos santos y sin mancha”, entonces abusar de la gracia y convertir la libertad en
libertinaje no es otra cosa que una trampa del diablo.
d) Es muy importante destacar según el versículo cinco que Dios lo ha hecho por amor para
hacernos hijos suyos. Por eso en el versículo seis se levanta una adoración a Dios quien por su gracia en
el Amado
(Jesucristo el Señor) extiende su misericordia sobre el hombre pecador cuya sentencia era la
condenación eterna, pero ahora lo hace hijo suyo.
Dios nos ha equipado para vencer - Carta a los Efesios - sermones escritos para predicar
b) En el versículo nueve Pablo nos dice que Dios se propuso un misterio que ahora nos revela
(según el versículo diez) el cual es “reunir todas las cosas en Cristo… las que están en los cielos como las
que están en la tierra”. Es por eso que el cristiano acorde a la mente de Dios dará a Cristo la
preeminencia en todo.
c) El versículo once nos permite ver claramente la soberanía de Dios. Sin duda esa soberanía no
cancela la responsabilidad humana, más bien su soberano amor nos llama a seguir su voluntad buena,
perfecta y agradable. Caminar en esa voluntad es la mejor adoración.
a) En el momento en que oímos la palabra de verdad, el mensaje de salvación, y por haber creído
en él de manera simultánea recibimos la salvación y el sello del Espíritu Santo.
b) Debemos tener en cuenta que el sello indica propiedad, seguridad y garantía. El sello es el
mismo Espíritu Santo de la promesa, y de la promesa porque Dios lo dijo a través de sus profetas varias
veces en el Antiguo Testamento, y luego por boca de su Hijo Jesús.
c) Cuando nos dice que el Espíritu Santo es “las arras de nuestra herencia” quiere decir que él es la
prenda de garantía que todo lo demás que se ha prometido se cumplirá. Entonces Cristo nos compró
con su sangre y nos ha dado su Santo Espíritu indicando que así como inició esta maravillosa salvación
no terminará hasta completarse.
a) Es muy importante destacar la naturaleza de la oración de Pablo pues principalmente ora por el
crecimiento y bienestar espiritual de los creyentes en Éfeso. Entonces no debemos rogar sólo por la
salvación de las personas, sino por su crecimiento y fortaleza en Dios después de ser cristianos.
b) En éste caso Pablo nos revela el pedido de su oración: “que Dios les dé espíritu de sabiduría y de
revelación”. Espíritu necesario no sólo para saber sino para alcanzar revelación que transforma la vida
práctica del cristiano.
c) No se trata de acumular conocimiento en nuestra mente, sino de conocer a Dios para vivirlo
desde nuestro corazón. Que hermoso es ver aquí la trinidad: El Padre nos escogió, el Hijo nos redimió y
el Espíritu Santo nos selló.
A continuación Pablo nos describe aquellas cosas que debemos conocer y vivir:
a) “La esperanza a que nos ha llamado”: certeza absoluta de las bendiciones y bienes futuros y eternos.
b) “Las riquezas de la gloria de su herencia”: bendiciones por gracia divina que el cristiano puede vivir y
experimentar ahora.
c) “La supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos”: poder de Dios que
actuó en Cristo y ahora actúa en el cristiano, manifestado de la siguiente manera:
a) Sentó a Cristo a la diestra del Padre en los lugares celestiales (versículo 20b).
b) Le dio lugar de autoridad sobre todo poder y señorío y sobre todo nombre (versículo 21).
c) Sometió todas las cosas bajo sus pies (versículo 22a).
Podemos ver y concluir entonces, que la iglesia ocupa un lugar de privilegio y autoridad sobre todo
poder y autoridad del diablo y sus principados, ya que éstos están “bajo los pies de Cristo” y nosotros su
iglesia somos su cuerpo.
Estas verdades deben ser reveladas al corazón de la iglesia, por esto ora Pablo, ya que de esta manera la
iglesia del Señor avanzará en victoria continua sobre los poderes de las tinieblas los cuales están bajo sus
pies.
Dios nos ha equipado para vencer - Carta a los Efesios - sermones escritos para predicar
a) La muerte a la que se hace referencia aquí es la espiritual, y esto se debe a los delitos y pecados
antes de Cristo, cuando nuestro estilo de vida era gobernado por la corriente de éste mundo, es decir
por el sistema de vida sin Cristo.
b) El príncipe de la potestad del aire es una clara referencia a Satanás. Concluimos entonces que
todo el que está sin Cristo está muerto y anda según éste príncipe de las tinieblas, ésta sujeto a la
voluntad del diablo pues es quien opera en los hijos de desobediencia (es decir hijos que desde Adán se
han caracterizado por la desobediencia).
c) El versículo tres nos recuerda que antes de Cristo en nuestra vida así vivíamos. Sujetos a los
deseos de nuestra carne y de nuestros pensamientos (hablamos de esa naturaleza caída y rebelde
heredada de Adán). Aparece un triste y no deseado título “hijos de ira” es decir aquellos sobre quienes
ha reposado la ira divina por su continua desobediencia.
a) Se destaca la ilimitada misericordia de Dios, quien por amor hacia nosotros estando muertos
espiritualmente y por su gracia nos dio vida en Cristo, pues debe mantenerse claro siempre que
Jesucristo es la resurrección y la vida.
b) Debemos considerar varias acciones de Dios hacia nosotros que en éstos versículos nos son
reveladas, acciones por su amor:
Ø Versículo 4 “nos amó”. Dios es amor y aquí presenta su amor hacia nosotros antes de que le
conociéramos, por ese amor envío a su Hijo a morir por nosotros.
Ø Versículo 5 “nos dio vida”. Precisamente cuando estábamos muertos, alejados y ajenos a la vida de
Dios.
Ø Versículo 6 “con él nos resucitó”. La resurrección de los muertos es columna de nuestra fe, y al estar
muertos espiritualmente cuando Cristo llega a un corazón lo resucita dándole la nueva vida.
Ø Versículo 6 “nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo”. La palabra “sentar” es muy importante
en ésta epístola e indica la nueva posición que tenemos en Cristo.
La abundante riqueza de su gracia (2:7-10).
a) Dios ha determinado que su iglesia sea una evidencia eterna de su gracia. La frase “abundantes
riquezas de su gracia en su bondad” nos expresa una obra basada en su ilimitado amor y una bondad
tan amplia que la mente humana no alcanza a abrazar.
b) El Espíritu Santo mediante las Escritura nos recuerda una y otra vez que somos salvos por su
gracia sin obras. En primer lugar porque las obras no nos limpian de pecado y en segundo lugar para que
nadie se gloríe en sí mismo, pues toda la gloria es de Dios.
c) “Somos hechura suya” para buenas obras que fueron diseñadas desde antes de la fundación del
mundo. Cada creyente es el resultado de un plan celestial. La palabra “hechura” se traduce del término
griego “poiema” de donde se deriva la palabra castellana poema. No está mal entonces decir que somos
una poesía de Dios, una obra de arte del Señor.
La palabra de Dios nos enseña que antes de venir Cristo los gentiles (no hebreos) eran llamados
“incircuncisos” calificativo que menospreciaba a los que no estaban bajo el pacto, ni pertenecían a la
nación de Israel. Ajenos a Dios, al cual sólo se le podía conocer por medio de Israel.
En contraste con la porción anterior, vemos que los que estaban lejos “ahora son cercanos por la sangre
de Jesús”. Cristo vino a ser nuestra paz y quitó la pared de separación (probable alusión a la pared que
separaba a los gentiles de los judíos en el templo).
Mediante la cruz, nos enseña la Escritura, el Señor los une en un solo cuerpo, por eso a los unos y a los
otros (judíos y gentiles) les fueron anunciadas las buenas nuevas.
b) Para asimilar mejor la expresión “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los
profetas” es necesario tener en cuenta que ellos recibieron de Dios la doctrina (esto es el
“fundamento”) sobre la cual se establece la iglesia en el primer siglo. Podemos llamarlos “apóstoles y
profetas fundacionales”, pues hoy también tenemos apóstoles y profetas pero éstos no añaden nueva
doctrina a la Biblia pues ésta ya se completó.
c) Los cinco ministerios según Efesios 4:11-13 siguen vigentes para equipar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a la estatura de
la plenitud de Cristo. Ya que éste proceso es continuo podemos decir que los cinco ministerios estarán
vigentes hasta la venida del Señor.
Dios nos ha equipado para vencer - Carta a los Efesios - sermones escritos para predicar
a) Pablo se presenta aquí como prisionero de Cristo (no sólo atrapado por él y servidor por amor)
sino porque a causa del mensaje que llevaba sufría prisiones, de hecho estaba prisionero en Roma al
escribir, y nos dice que esto era por causa de Cristo y de los gentiles, pues él había sido enviado a éstos.
El servicio a Dios implica obstáculos que con su ayuda son superados.
b) Respecto al mensaje el apóstol nos dice varias cosas: La gracia de Dios debía Pablo darla a
conocer y no guardarla para sí mismo; le fue declarada por revelación (enseña una vez más que no fue
por hombre). Tenía una gran responsabilidad delante de Dios pues él debía administrar esa gracia.
Debemos tener en cuenta que la palabra misterio no se refiere a algo mágico, sino a una verdad que no
se había revelado o dado a conocer antes. El misterio no era que la salvación alcanzaría a los gentiles,
sino que Dios formaría un solo cuerpo entre éstos y los judíos. Pablo fue hecho ministro es decir uno que
sirve, el apóstol siempre se expresa al respecto con humildad.
b) El versículo diez nos recuerda que los seres espirituales miran la iglesia como una manifestación
de la sabiduría de Dios. Entonces ángeles buenos y malos observan con sorpresa la obra de Dios
manifestada en los hombres redimidos.
Aquí se expone la segunda oración de Pablo inspirada por el Espíritu Santo, en ella podemos ver las
peticiones del apóstol:
a) “Fortalecidos con poder”: indica una obra interna del Espíritu Santo en relación directa con
Cristo habitando en cada corazón, lo que afirma al creyente en amor.
b) “Capacidad para comprender… el amor de Cristo”: el apóstol ruega por una comprensión o
revelación de la poderosa magnitud del amor de Cristo, verdad que supera el conocimiento ordinario y
que conduce al ser humano a la plenitud de Dios.
Dios nos ha equipado para vencer - Carta a los Efesios - sermones escritos para predicar
a) Una vez más Pablo nos recuerda que está encarcelado y esto es por la causa del Señor. El
apóstol por el Espíritu Santo hace un ruego o súplica (“os ruego”), vemos entonces que aunque Dios
tiene todo el derecho de dar mandamiento, él desea más bien una decisión voluntaria, espera un
servicio por amor. Nos llama a andar como es digno, esto es vivir de un modo que responda a todo el
bien que Dios nos ha hecho.
b) Las palabras “humildad, mansedumbre, paciencia, amor, etc” son virtudes completamente
opuestas a la obras de la carne, y tristemente en muchas ocasiones escasas en la iglesia.
c) Es el Espíritu Santo quien genera en el cristiano estas virtudes, y él requiere que rindamos
nuestro corazón a su obra. Son precisamente éstas cosas las que permiten guardar la unidad del Espíritu
en el vínculo de la paz.
d) Debemos tener en cuenta que Pablo no pide hacer la unidad, sino mantenerla. Dios mismo ha
levantado un cuerpo cuya cabeza es Jesucristo el Señor, cuerpo compuesto por todos los redimidos por
la sangre del Cordero de Dios. Hemos sido insertados (bautizados) en el cuerpo por obra del Espíritu
Santo.
a) La expresión “dio dones a los hombres” indica que los dones son las personas mismas con
distintas capacidades que él ha dado a su iglesia.
b) El descender a las partes más bajas de la tierra y luego subir por encima de todos los cielos nos
habla de su descenso al corazón de la tierra tres días y tres noches y de su ascensión después de
resucitar.
a) Jesucristo ascendido constituyó los cinco ministerios. La palabra “constituir” se traduce del
griego “didomi” término que significa además: dar, conceder, confiar, entregar, permitir la experiencia.
Entonces Jesús concede o entrega los cinco ministerios a la iglesia con varios propósitos, veamos:
Ø “Perfeccionar” esto es equipar o capacitar a los santos para la obra del ministerio.
Ø “Hasta que todos lleguemos... a la estatura de la plenitud de Cristo” nivel que nos indica que siempre
estarán presentes los cinco ministerios hasta que el Señor vuelva por su iglesia.
b) Un llamado a la madurez y a la unidad lo vemos en los versículos 14-16, en los que vemos como
los ministerios trabajando bajo dirección del Espíritu Santo afirmaran a los santos para que no sean
engañados por doctrinas de error, sino que por el contrario crezcan siguiendo la verdad en amor, y
todos según la actividad propia dada por Dios crezcamos edificados en amor.
El andar sin Cristo (4:17-19).
a) La expresión “ya no andéis como los otros gentiles” nos recuerda que somos pueblo de Dios y
que nuestra vida es diferente ahora. Hay varios términos a través de los cuales Pablo nos describe el
andar o la vida sin Cristo.
b) La persona es esclava de sus razonamientos vanos o sin valor delante del Señor, las tinieblas
gobiernan su sistema de pensamiento, y debido a su resistencia a Dios y a su verdad viven ajenos a él,
terminan siendo insensibles e insaciables de impureza.
a) Escuchar las palabras de Jesús y considerar su vida como referencia debe generar una
transformación en el diario vivir de los oyentes. En la pasada manera de vivir nada bueno hay, más bien
debemos despojarnos de ella.
b) Vemos que la renovación de la mente juega un papel muy importante que está estrechamente
relacionado con el nuevo hombre (nueva vida en Cristo).
a) Aquí el Espíritu Santo nos presenta un listado de actitudes y acciones que debemos evitar o cosas de
las cuales nos debemos despojar. Hablamos de cosas como la mentira, la ira, el robo, palabras
corrompidas, amargura, gritería, etc.
b) Toda la revelación que hasta aquí el Señor ha dado no debe quedarse en la mente sino que debe
provocar una verdadera transformación y andar como es digno de Dios.
c) Este conjunto de cosas y otras más contristan (el término griego usado aquí indica causar tristeza o
dolor) al Espíritu Santo. Debemos tener cuidado con esto, pues no queremos apagar su obra en
nuestra vida, ya que con él fuimos sellados para el día de la redención.
d) Debemos también destacar aquellas actitudes o acciones que Dios espera de nosotros, por ejemplo:
debemos hablar verdad con el prójimo, trabajar con diligencia, hablar palabras que edifiquen, ser
bondadosos, y perdonar a los demás como Dios nos perdonó en Cristo.
a) Como los niños aprenden a hacer las cosas imitando a sus padres, así nosotros debemos imitar a
Dios. Andar en amor es aquello que por naturaleza misma llevará al cristiano a apartarse de lo malo, y
vivir como conviene a los santos. Vemos pues que el amor de Dios y la santidad caminan de la mano.
c) Debemos cuidarnos entonces de no cambiar la bendición de Dios (la terrenal y la celestial) por
un arrebato o por una satisfacción temporal que a la postre sólo trae fracaso y dolor.
a) Una vez más se nos recuerda que nuestra nueva situación y posición en Cristo debemos tenerla
presente, pues ésta es base de nuestra conducta.
b) La naturaleza misma del Espíritu Santo en nosotros, esto es su santidad, genera en el cristiano
un deseo profundo de hacer lo que a Dios le agrada.
c) La nueva vida en Cristo hace que el creyente se convierta en una reprensión misma para las
tinieblas. La luz de Dios hace que lo oculto se haga evidente, las tinieblas y la muerte retroceden ante la
luz de Cristo. Caminar en verdad y luz derriba el poder de las tinieblas.
a) Cuando la Biblia nos habla aquí de “un andar diligente”, nos habla de un andar sabio y prudente.
Es un andar preciso y exacto.
b) Lo que requiere depender de la sabiduría que sólo viene de Dios, al comprender su voluntad y
ponerla por obra el cristiano puede estar seguro no sólo de la bendición de Dios, sino de haber
agradado su corazón.
a) El que se embriaga con vino actúa de manera incorrecta, mientras que el que se llena del
Espíritu Santo andará conforme a la voluntad poderosa de Dios.
b) La frase “Sed llenos del Espíritu” también indica o quiere decir: “llenaos continuamente del
Espíritu”. Nos recuerda que en la medida en que más nos rindamos a Dios, mayor será el fluir del
Espíritu Santo en el creyente.
c) El texto nos muestra que la llenura del Espíritu Santo en el cristiano se hace evidente a través de
la alabanza y la acción de gracias.
d) No sólo habla sólo de cantar literalmente, pues además el texto dice “en vuestros corazones”
aquí hablamos entonces de aquella actitud que no se queja ni murmura contra el Señor, más bien se
somete a su buena voluntad. Un corazón lleno del Espíritu Santo puede “dar siempre gracias por todo a
Dios”.
a) Es muy interesante tener en cuenta que venimos hablando de la conducta que Dios espera de sus
hijos, y el pasaje inmediatamente anterior nos ha hablado sobre la importancia de la llenura del
Espíritu Santo. Estas realidades se evidencian en primer lugar en nuestra familia.
b) Dios ha establecido el matrimonio como modelo ideal para la familia. El mutuo respeto es base
esencial para el buen funcionamiento del hogar, y todo esto debe ocurrir en el marco del temor de
Dios, es decir todos debemos ser conscientes que nos conducimos delante del Señor, su presencia
mora en nuestra casa.
c) El pasaje nos permite ver varias responsabilidades que Dios ha encomendado al esposo:
Ø Ser cabeza de su casa (administrar o dirigir el hogar será tan exitoso como el esposo dependa de
Cristo, quien es su cabeza. Así pues esto es una gran responsabilidad para el varón).
Ø Amar a su esposa (asunto que requiere llenarse del amor de Dios, pues él es la fuente de todas las
cosas).
Ø Debe tratar a su esposa con bondad, ternura y sumo cuidado como Cristo a la iglesia.
e) Es claro que ese sujetarse no implica someterse a maltrato, violencia, castigo, abuso, etc, pues el
contexto mismo nos está diciendo que el hombre debe amarla como Cristo amó a la iglesia.
f) Precisamente por eso el último versículo de éste capítulo cinco nos dice: “que el esposo ame a su
mujer, y la mujer respete a su marido”, asunto que no es difícil cuando permitimos la llenura del
Espíritu Santo.
a) Pablo trata ahora la relación entre padres e hijos, y algunas responsabilidades que corresponden
a cada uno. El apóstol viene hablando de sometimiento, en ésta caso habla de la obediencia de los hijos
hacia los padres, y la palabra obediencia es más fuerte que sumisión. Añade “en el Señor… porque esto
es justo” lo que nos deja ver un mayor compromiso en ésta obediencia.
b) Honrar a los padres no sólo es un mandamiento, esto contiene promesa de bendición. Nos dice
que le irá bien a quien honre a sus padres y su vida será larga en ésta tierra.
c) A los padres según el versículo cuatro se les encomienda no hacer arder en ira a los hijos, más
bien deben ser “criados” esto es instruidos, entrenados, corregidos y enseñados en el Señor.
b) No haciendo las cosas con hipocresía buscando el favor de los hombres, sino haciéndolo para
Dios, pues al final al hacer bien las cosas agradamos a Cristo. El bien que se hace, también se cosechará.
c) Los jefes o autoridades deben conducirse recta y justamente delante del Señor. Haciendo a un
lado las amenazas, pues al fin y al cabo, todos rendimos cuentas a Dios.
a) Una faceta importante de la vida cristiana es la batalla espiritual. Por eso el cristiano debe estar
preparado y el Señor mismo le ha equipado para caminar en victoria. La armadura de Dios nos muestra
la poderosa provisión para el cristiano.
b) “Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza” nos recuerda que separados de Dios nada
podemos hacer, entonces somos fuertes y capaces en Cristo.
c) Vestir la armadura es hacer nuestro lo que Cristo ya conquistó en la cruz del calvario. Esa
revelación permite al cristiano estar firme contra los ataques del diablo. Hablamos de una lucha
espiritual, la mayoría de las veces intangible, pero toda ella real.
d) También se revelan aquí las diferentes categorías demoniacas y “por tanto, tomad toda la
armadura de Dios” es decir conscientes de esta realidad debemos apropiarnos de lo que Dios nos ha
dado.
e) En éstos versículos básicamente se describe la vestimenta del soldado romano, y cada uno de
sus componentes recibe una aplicación espiritual.
f) Es muy interesante tener en cuenta que la mayoría de las partes descritas son de naturaleza
defensiva (pues en Cristo ya tenemos la victoria), y la única arma defensiva y que a la vez es ofensiva es
la palabra de Dios (la cual se presenta como una espada).
a) La profunda conexión que vemos entre la armadura de Dios y la oración. Armadura sin oración,
es como llevar un delgado papel como protección.
b) Es la oración el soporte que no sólo sostiene, sino que endurece la armadura. La oración
precede o promueve la manifestación del poder de Dios sobre sus hijos.
c) La oración debe ser “en el Espíritu y con perseverancia” nos dice la Biblia, esto nos quiere decir
que nuestra oración debe ser dirigida por el Espíritu Santo, es como si él fuera el capitán y nosotros sus
soldados dispuestos a seguir sus órdenes.
d) Nos recuerda Hechos 1:8 “recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”
es el Espíritu quien nos fortalece para orar con perseverancia, es decir él nos ayuda superar los
obstáculos propios que enfrenta la oración.
e) Debemos orar por todos los santos, es decir por toda la iglesia del Señor Jesucristo, somos un
mismo ejército, no debe haber contienda de unos contra otros, más bien debemos orar los unos por los
otros.
f) En el versículo 19 Pablo solicita oración por él y por el ministerio que Cristo le ha delegado.
Solicitud que nos recuerda el deber que tenemos de orar por todos aquellos que sirven al Señor, no sólo
para que cumplan con el ministerio, sino para que sean guardados del mal, ellos y sus familias.
Saludos finales (6:21-24).
a) Para Pablo era importante que los hermanos supieran como iba su labor apostólica, además de
las dificultades que enfrentaba, pues así sabía él que orarían por su bienestar.
b) Es interesante ver las palabras que el apóstol usa al final de la carta: amor, paz, consuelo, fe, y
gracia, virtudes fundamentales para seguir y perseverar en el camino de Cristo.
“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra
los hebreos… Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros
a siete varones… Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”, Hch. 6:1-4.
Aún en medio de la abundancia pueden llegar las crisis. El texto comienza diciendo: “En aquellos días”,
es decir seis años después de pentecostés, días de crecimiento, de unción y poder, días de un
impresionante respaldo de Dios, en éstos días se presenta ésta dificultad en la iglesia, pero puede ser en
la casa, en el trabajo, etc. Aunque una murmuración sea cierta, su naturaleza es dañina.
La palabra murmuración viene de un término gr. gongusmós que traduce también: murmullo, voz muy
baja, queja, desacuerdo, conversación de descontento en privado. Y se añade la frase: “los griegos
contra los hebreos”, pero ambos creyentes, y vemos una separación dentro del mismo cuerpo, y esto
estaba afectando a la iglesia. Dios quiere una iglesia caminando en una misma visión: el establecimiento
y extensión de su Reino. La comunión con Dios es fundamental.
Es fundamental tener como prioridad de vida, la comunión con Dios. Actividad no es sinónimo de
espiritualidad. A veces pensamos que movernos mucho, indica vida espiritual. Aquí vemos que los
apóstoles tienen una prioridad: la oración y la Palabra. El vrs. 4 dice: “nosotros persistiremos en”, la
palabra persistir de un término griego proskartereo significa además: perseverar, ser continuamente
constante.
Allí, en ése espacio de comunión con Dios, recibían: el poder y la sabiduría para dirigir la iglesia, eran
fortalecidos contra los ataques del enemigo, la revelación de la doctrina apostólica, el consejo divino
para atender las diversas situaciones de ésta gran iglesia.
Un espíritu fortalecido vencerá las dificultades y tentaciones del día. Al observar la Escritura vemos que
los hombres y mujeres usados por Dios de manera especial, que glorificaron a Dios con sus vidas, tenían
una vida devocional fuerte y constante, por ej: el rey David dijo: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada
te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela”.
El mismo Señor Jesús lo hacía: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a
un lugar desierto, y allí oraba”. El mundo ofrece muchas cosas que no agradan a Dios, y nos presenta
obstáculos y tropiezos, y los podemos vencer fortalecidos en la presencia de Dios, José huyó de la mujer
de Potifar, los tres jóvenes fueron protegidos en el horno de fuego, Daniel fue protegido por Dios en el
foso de los leones, Cristo venció al tentador en el desierto, y por él podemos vencer hoy.
La comunión con Dios traerá resultados evidentes, (“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los
discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la
fe”, Hch. 6:7). El crecimiento integral es manifiesto, hay vida espiritual, corazones arrepentidos y
transformados, crecimiento en la iglesia y en la labor que desarrollemos.
Cada día que pasaba se añadían personas a la iglesia, porque a causa de la presencia de Dios los
corazones eran impactados. Cuando tenemos comunión con Dios, no es necesario decirlo, pues los
demás lo notarán, por ej: Moisés cuando descendía del monte Sinaí, su rostro resplandecía.
Veremos la victoria sobre la oposición. Los sacerdotes, eran fariseos y por tanto se oponían a la fe en
Jesucristo el Señor, pero aquí dice que “muchos obedecían a la fe”. Cuando tenemos comunión con Dios,
los enemigos terminan buscando al Señor y los que se oponen terminan ayudando.
Procura mantener tu comunión con Dios, porque él se encarga de tus enemigos. Dios quiere manifestar
su poder en medio de su pueblo, porque ésta es característica de nuestro Dios, él es Todopoderoso, es
Sobrenatural. La comunión con Dios te llevará a nuevas experiencias con Cristo y su poder sobrenatural
comenzará a suceder a través de ti…
“Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos” (1 Corintios
14:33), y quiere que hoy día se observe orden y sistema en la conducta de la iglesia, lo mismo que en
tiempos antiguos. Desea que su obra se lleve adelante con perfección y exactitud, a fin de sellarla con
su aprobación. Los cristianos han de estar unidos con los cristianos y las iglesias con las iglesias, de
suerte que los instrumentos humanos cooperen con los divinos, subordinándose todo agente al
Espíritu Santo y combinándose todos en dar al mundo las buenas nuevas de la gracia de Dios. HAp 79.1
Reflexión final: Nuestra comunión con Dios es fundamental, es vital. Las crisis deben
impulsarnos a intensificar nuestra comunión con el Señor, pues pueden ser un llamado de
Dios a la intimidad. La comunión con Dios da la fortaleza para vencer y alcanzar el propósito
de Dios en nuestras vidas, renueva y cuida tu comunión con Dios.
La palabra de Dios nos enseña en la Epístola de Santiago 2:23 que: “y se cumplió la escritura que dice: y
Abraham creo a Dios y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”.
Sin duda alguna, sabemos que una amistad verdadera implica tiempo, muy buen conocimiento mutuo, y
por supuesto ayuda, apoyo, confianza, sinceridad, entre otras cosas importantes.
En las Sagradas Escrituras vemos por ejemplo que Moisés tenía también una comunión especial con
Dios, fue una relación personal y única, ésta era el resultado de su continua búsqueda de la presencia
del Señor.
Debemos tener presente que nuestro Señor Jesucristo, en el evangelio según San Juan 17:3 dijo: “Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”
(Juan 17:3).
En este texto el término “conocer” se traduce de la palabra griega “ginosko” que además quiere decir:
“estar tomando conocimiento” (lo que nos enseña que aquí se habla de una continua búsqueda, es en
verdad un estilo de vida en el que el anhelo por la presencia de Dios es permanente).
La verdad es que en la vida del hijo de Dios se experimentan situaciones que son difíciles de
comprender, en otros momentos quizá no sabemos qué camino tomar, o que hacer frente a cierta
situación, pero si buscamos la presencia de Dios con perseverancia, él nos ayudará y nos mostrará el
camino que debemos seguir.
Dios es bueno y todopoderoso, podemos confiar en él, sin duda es nuestro mejor amigo. Una buena
relación con el Señor es la mejor amistad que podemos tener en toda nuestra vida y existencia.
Como nos dice Santiago 2-.23, Abraham fue llamado amigo de Dios, recordemos que la misma Escritura
nos dice: “Andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo”, entonces vemos que Abraham decidió
rendir su corazón a Dios para estar de acuerdo con él en todas las cosas, hacer la voluntad del Señor nos
permite caminar en su presencia y podemos contar así con su respaldo, bendición y protección.
Todos los seres humanos enfrentamos en la vida adversidades o problemas, son situaciones que
generan temores ante la incertidumbre de lo que pasará o impotencia al no poder solucionar de manera
efectiva aquellas situaciones.
Debemos destacar que en estos tiempos, nuestro buen Dios se hace evidente, real y confirma su
presencia y poder a nuestro favor, él es quien tiene la última palabra, aunque la situación sea la más
difícil.
La palabra de Dios nos enseña en el libro del profeta Isaías: “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh
Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”, Isaías
capítulo cuarenta y tres versículo uno.
Como podemos observar en este pasaje de la Escritura se utilizan dos palabras interesantes: “creador” o
creación, palabra traducida del término hebreo “bara” el cual es un verbo que indica creación de la nada
y en la palabra del Señor esta palabra es utilizada cuando el sujeto es nuestro poderoso Dios.
Vemos además la palabra “formación” la cual es traducida del término hebreo “yatsár” que significa
también “moldear”, yatsar es una palabra usada en relación con las técnicas de la alfarería.
Esta palabra “yatsar” es además utilizada en varias ocasiones con el significado de «artesanía o
manualidad», lo que incluye tallados, esculturas, molduras y fundición, entonces estamos hablando de
un proceso ordenado que implica un resultado planeado de antemano por el alfarero.
Esto nos permite concluir que nuestro Dios nos crea con propósito, nos crea conforme a su maravilloso
diseño y nos forma con sus manos de poder y amor cada día de nuestra existencia. Tu vida está en las
manos de Dios, sin duda, las mejores manos.
Por supuesto debemos destacar también la expresión: “No temas”, pues Él no descuidará su creación, él
no dejará a la ventura aquello que ha planeado y diseñado desde antes de la fundación del mundo, Dios
no descuidará aquella persona a la que se ha dedicado día a día para forjar en ella su voluntad y
propósito, con razón nos dice la Escritura: “No te dejaré, ni te desamparare”.
La tradición y la historia nos enseñan que por lo general cuando un rey iba de visita a otro rey le llevaba
regalos especiales, y de gran valor. En 1 reyes 10:2 la palabra de Dios nos dice que la reina de Saba llevó
muchos regalos cuando fue a visitar y a conocer al rey Salomón.
En el Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio según San Mateo 2:11 se nos dice que cuando
los sabios de Oriente visitaron a Jesús siendo un bebe le llevaron incienso, mirra y oro, regalos en
reconocimiento al Rey que había nacido.
También podemos leer en el Libro de Apocalipsis 4:10-11 cuando los ancianos ponen a disposición del
Rey de reyes sus coronas en adoración. Vale la pena preguntarnos aquí ¿Cómo debemos acudir ante la
presencia de nuestro Dios?
En el Evangelio según San Lucas 7:37-38 podemos leer: “Y he aquí, una mujer de la ciudad que era
pecadora, cuando supo que el Señor Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de
alabastro con ungüento, y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con
lágrimas, y los enjugaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, los cuales ungía con aceite y
perfume”.
Como podemos observar, la mujer que entró en la presencia del Señor Jesús era una pecadora, por
tanto era rechazada por la comunidad judía, era ignorada, seguramente su corazón estaba hecho
pedazos y por supuesto con unos niveles altos de culpa y un gran complejo de inferioridad.
A pesar de todos estos obstáculos, esta mujer entró a adorar al Rey Jesucristo nuestro Señor; y de la
presencia del Maestro salió justificada, por el Señor aceptada y honrada, esto es el resultado de buscar a
Dios con un corazón manso y humilde.
Cuando a la vista humana su caso parecía desesperado, Cristo vió en María aptitudes para lo bueno.
Vió los rasgos mejores de su carácter. El plan de la redención ha investido a la humanidad con grandes
posibilidades, y en María estas posibilidades debían realizarse. Por su gracia, ella llegó a ser
participante de la naturaleza divina. Aquella que había caído, y cuya mente había sido habitación de
demonios, fué puesta en estrecho compañerismo y ministerio con el Salvador. Fué María la que se
sentaba a sus pies y aprendía de él. Fué María la que derramó sobre su cabeza el precioso ungüento, y
bañó sus pies con sus lágrimas. María estuvo junto a la cruz y le siguió hasta el sepulcro. María fué la
primera en ir a la tumba después de su resurrección. Fué María la primera que proclamó al Salvador
resucitado.
Mi pregunta es:
Es muy importante acercarnos al Señor, y entregarle el más grande tesoro que él espera: nuestro
corazón. Los brazos del Señor siempre están abiertos para recibir a todo ser humano que reconoce su
condición y su necesidad de un Salvador.
Son personas que lograron victorias significativas o hicieron grandes aportes, lamentablemente
también nos habla la historia de grandes fracasos que otros vivieron.
Por ejemplo se nos habla de maravillosos aportes que se hicieron a la humanidad, como por ejemplo:
Thomas alba Edison (inventor de la bombilla eléctrica); sin embargo también nos habla de algunos
personajes que generaron gran dolor y vergüenza, por ejemplo Adolfo Hitler (bajo su mando miles y
miles de personas murieron).
Ante este panorama vale la pena hacernos preguntas como: ¿Qué ejemplo estamos siendo para
nuestros hijos? ¿Qué ejemplo estamos dando las personas que nos rodean?... Es muy interesante lo
que la palabra de Dios nos dice del rey Josafat:
En sus esfuerzos por gobernar sabiamente, Josafat procuró persuadir a sus súbditos a que se opusieran
firmemente a las prácticas idólatras. Gran número de los habitantes de su reino “sacrificaba aún, y
quemaba perfumes en los altos.” Vers. 44. El rey no destruyó en seguida esos altares; pero desde el
principio procuró salvaguardar a Judá de los pecados que caracterizaban al reino del norte bajo el
gobierno de Acab, de quien fué contemporáneo durante muchos años. Josafat mismo era leal a Dios.
“No buscó a los Baales; sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según
las obras de Israel.” Por causa de su integridad, el Señor le acompañaba, y “confirmó el reino en su
mano.” PR 142.4
Por todo el reino, la gente necesitaba ser instruída en la ley de Dios. Su seguridad estribaba en la
comprensión de esta ley; si conformaban su vida a sus requerimientos, serían leales a Dios y a los
hombres. Sabiendo esto, Josafat tomó medidas para asegurar a su pueblo una instrucción cabal en las
Santas Escrituras. Ordenó a los príncipes encargados de las diferentes porciones de su reino que
facilitasen el ministerio fiel de los sacerdotes instructores. Por orden real, estos maestros, obrando
bajo la dirección personal de los príncipes, “rodearon por todas las ciudades de Judá enseñando al
pueblo.” 2 Crónicas 17:7-9. Y como muchos procuraban comprender los requerimientos de Dios y
desechar el pecado, se produjo un reavivamiento. PR 142.5
Nos enfocaremos en el verso 3.
“Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a
los baales”
En este pasaje bíblico se destaca que Josafat “anduvo en los primeros caminos de David su padre”,
y los primeros caminos de David (su antepasado) fueron aquellos tiempos en los que él mantuvo
una continua dependencia de Dios.
David, como nos enseña la Biblia, era un adorador, su mayor anhelo fue la presencia del Señor, fue un
hombre que buscaba a Dios para saber que decisiones tomar.
Este testimonio de David nos exhorta a caminar con Dios, ya que todo le saldrá bien y será un
excelente legado para tus hijos. La mejor enseñanza que le podemos dar y dejar a nuestra familia es
nuestro estilo de vida cristiano.
Es muy importante tener en cuenta que la palabra de Dios nos advierte diciéndonos que “no podemos
ignorar las maquinaciones del diablo”. La misma Escritura nos enseña que el diablo se reveló en el cielo
y allí mismo pudo engañar a una tercera parte de los ángeles, él logró que ellos se rebelarán contra el
Señor, y pudo hacer esto a través de sus mentiras.
Mediante palabras con poder engañoso el diablo logró que miles y miles de ángeles pensaran que Dios
estaba equivocado y que era débil (dando a conocer como debilidad la misericordia del Señor).
Por su orgullo y soberbia, nos dice la Biblia, aquel querubín ungido fue arrojado del cielo convirtiéndose
en diablo, y todos los ángeles que fueron arrojados con él se convirtieron en seres llenos de maldad,
violencia y destrucción.
En el libro de Génesis se nos enseña que el tentador se manifestó a través de la serpiente engañando
nuevamente, y en este caso a Eva, y posteriormente a Adán, quienes terminaron desobedeciendo al
Señor y por eso perdieron todos los privilegios del huerto del Edén y fueron expulsados de allí.
Sin duda alguna, nuestro buen Dios ha planeado lo mejor para su creación. Es por todo esto, que los
hijos de Dios deben caminar en la verdad, y no tolerar los engaños y mentiras con los que los poderes de
las tinieblas desean causar desobediencia, rebelión y caos.
Es importante tener en cuenta que nuestro Señor Jesucristo nos enseña cómo hacer frente cuando viene
el enemigo con sus mentiras y con la tentación: “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás y él sólo servirás” según el evangelio de Mateo 4:10.
En cierta ocasión, cuando el apóstol Pedro estaba siendo utilizado por el enemigo para hacer que Jesús
no fuera a la cruz, el Señor dijo: “Apártate de mí Satanás”.
Por eso, tengamos siempre presente que como hijo de Dios, somos luz y verdad, llamados a trabajar por
fe y amor para Dios, por tanto, rechaza las obras de las tinieblas y camina en la verdad del Señor
Jesucristo, con amor lee, estudia y guarda su palabra, y en todo lo que hagas prosperarás, como dice la
Escritura.
La palabra de Dios nos enseña que David, hijo de Isaí de Belén, era un pastor de ovejas en su
adolescencia y en su juventud, precisamente en este oficio aprendió a luchar y a derrotar a los leones y
osos que venían contra el rebaño.
Su labor como pastor lo capacitó para luchar contra los enemigos de su rebaño, aprendió a enfrentar a
su oponente, y posteriormente pudo enfrentar y derrotar a Goliat, el gigante filisteo.
Vemos entonces que David fue un pastor, luego se convirtió en rey, pero era al mismo tiempo un
soldado; él era un hombre de adoración, pero a la vez fue un gran guerrero.
Nos enseña la Escritura que David era un hombre con un corazón conforme al corazón de Dios, y
debemos tener en cuenta que nuestro Dios es Jehová de los ejércitos, poderoso en batalla, poderoso
guerrero.
Así como David y nuestro Dios, la Biblia nos enseña que somos guerreros y soldados del ejército del
Señor; y sin duda, la adoración es una poderosa arma que Dios nos ha dado.
Dice la palabra del Señor según Efesios 6:12 “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas,
contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestiales”.
En este texto de la Biblia se nos enseña de manera clara la realidad de la batalla espiritual, aunque por lo
general invisible, pero es la que sin duda determina los acontecimientos y curso natural de la vida.
Es importante tener en cuenta que como hijos de Dios somos también soldados de su ejército y
avanzamos en contra del ejército del reino de las tinieblas. El pasaje bíblico de Efesios 6:12 describe aún
su organización y fuerza, pero Cristo venció en la cruz del calvario, resucitó y nos ha dado el poder y la
autoridad para avanzar en victoria contra todo poder del enemigo.
Por eso también nos enseña la Escritura: “en él somos más que vencedores”. Adelante, Dios está de tu
lado. No hay obstáculo ni enemigo más poderoso que nuestro Dios. Confía en él, nuestro resultado
siempre será la victoria.
Podemos recordar, por ejemplo, que él tentó a Jesús para que no fuera a la cruz, cuando le dijo: “Señor,
ten compasión de ti, en ninguna manera esto no te acontezca” Mateo16:22.
También nos dice la Biblia que Pedro negó rotundamente tres veces al Señor Jesús, y después de la
muerte del Maestro volvió al mar de Galilea a pescar (es importante tener presente que Pedro hizo esto
después de seguir al Señor por tres años, además vio su poder a través de muchos milagros y sanidades,
fue además quien tuvo la revelación de que el Señor Jesús era el Hijo del Dios viviente).
Sin embargo, ante este retroceder del apóstol Pedro el Señor Jesús no lo condenó, ni lo desechó, por el
contrario, vemos que más bien lo restauró y posteriormente es usado por Dios para liderar el
avivamiento en la ciudad de Jerusalén.
Según el Libro de los Hechos, el Espíritu Santo ungió con poder a Pedro, quien predicó y miles de
personas se convirtieron al Señor a través de su predicación, muchos milagros y maravillas hizo Dios a
través de este discípulo.
Nos dice literalmente la Biblia que Pedro predicó y “los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas” según el libro de los Hechos 2:41.
Mediante este testimonio de restauración, concluimos entonces que no importa el tamaño de los
errores o fallas, ante una sincera disposición de cambio y genuino arrepentimiento, el Señor Jesucristo
perdona y restaura poderosamente el corazón humano para cumplir el propósito de Dios para cada
persona.
Esta cena de los discípulos con el Maestro en el aposento alto estuvo llena de revelaciones y poderosas
enseñanzas. Jesús continúa hablando acerca de la persona y obra del Espíritu Santo que ellos iban a
experimentar, y que a su vez sería el inicio del poderoso ministerio terrenal del Espíritu de Dios.
En el versículo doce el Señor Jesús expresa a sus discípulos que hay muchas cosas por enseñarles, pero
ellos no tenían la capacidad para recibir y asimilar; y en esto sería precisamente el Espíritu Santo quien
les ayudaría y enseñaría..Hoy estando a las puertas del cierre del tiempo de la gracia Cuán importante es
para nosotros la obra y persona del Espíritu Santo en nuestra vida.
En el versículo trece Jesús nos dice que el Espíritu Santo es quien nos guiará a toda la verdad, es muy
importante entonces tener un corazón humilde y sensible para recibir la dirección del Espíritu de Dios,
pues el corazón orgulloso no se deja enseñar y le cuesta seguir las instrucciones.
Nos dice además el Señor Jesús que el Espíritu Santo no hablará por su propia cuenta, sino que hablará
todo lo que oyere (es decir, lo que oye decir al Padre y al Hijo), además de revelarnos las cosas que han
de venir sobre nuestra vida y sobre la humanidad.
Fortalecer nuestra comunión con el Espíritu Santo no sólo fortalecerá nuestra vida espiritual, sino que
recibiremos riquezas del tesoro de la revelación de Dios.
Mi pregunta es:
Somos conscientes de que Cada día que pasa nos acerca al fin. Pero ¿Nos acerca también a Dios?
¿Velamos en oración?
El Señor Jesús dice en el versículo quince: “Todo lo que tiene el Padre es mío; y el Espíritu Santo tomará
de lo mío, y os lo hará saber”. Entonces, el Espíritu Santo nos revelará y enseñará los secretos de Dios,
por excelencia ha sido así diseñado por el Señor, por eso dice el Espíritu de Profecía:
Con estas palabras Cristo declara la obra culminante del Espíritu Santo. El Espíritu glorifica a Cristo
convirtiéndolo en el supremo objeto de estima, y el Salvador llega a ser la delicia y el regocijo del
elemento humano en cuyo corazón se obra esa transformación...
El arrepentimiento frente a Dios y la fe en Jesucristo son los frutos del poder renovador de la gracia del
Espíritu. El arrepentimiento representa el proceso por medio del cual el alma trata de reflejar la
imagen de Cristo ante el mundo.
Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu Santo despliega sus
más altas energías para obrar en el corazón y la mente. La gracia de Dios amplía y multiplica sus
facultades, y toda perfección de la naturaleza divina los auxilia en la obra de salvar almas. Por la
cooperación con Cristo, son completos en él, y en su debilidad humana son habilitados para hacer las
obras de la Omnipotencia.
La obra de la vida de un cristiano debería ser vestirse de Cristo y asemejarse más perfectamente a él.
Los hijos de Dios deben progresar en su obra de asemejarse a Cristo, nuestro modelo. Deben
contemplar diariamente su gloria e incomparable excelencia. DNC. 43.2-5
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado
para los que le aman, pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios”, 1 Corintios 2:9-10.
Conclusión: Estas palabras de Jesús nos animan a crecer y fortalecer nuestra comunión con
el Espíritu Santo, bendito y poderoso Consolador, que el Padre envió. La comunión con el
Espíritu de Dios nos llevará, sin duda alguna, a una vida sobrenatural y abundante como
Dios la prometió.
Podemos recordar que cuando el pueblo de Israel salió de Egipto una y otra vez se quejó por el camino,
los milagros de Dios en el desierto estuvieron enmarcados por la murmuración o queja del pueblo del
Señor.
Lo más seguro es que nuestro Dios no hará siempre lo que queremos, pero algo si es seguro, siempre
hará lo mejor. Entonces depositemos nuestro corazón en sus manos, permitamos que él nos guíe y que
haga Su voluntad. Nada te faltará él es tu pastor, Dios es nuestro proveedor y nunca faltará con su
cuidado y bendición.
La palabra de Dios nos enseña que en esencia el Señor es bueno, y ante esa bondad un corazón
agradecido siempre le seguirá. Veamos lo que nos enseña la palabra de Dios en Juan 6:1-2
“Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud,
porque veían las señales que hacía en los enfermos”.
Debemos recordar que Galilea fue un territorio rechazado y olvidado por los habitantes de Judá. El texto
nos dice que grandes multitudes seguían al Señor y él los atendía, ministrando sanidad, libertad, perdón,
etc.
Es muy importante tener en cuenta que aunque las autoridades religiosas de Jerusalén tenían olvidada
ésta región, para Jesús si era muy importante, de hecho fue allí que escogió sus primeros discípulos.
“Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de
los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde
compraremos pan para que coman éstos?”.
El Señor Jesús le preguntó a Felipe donde conseguir alimento para toda la gente. El Señor sabía que la
gente tenía hambre, y él se preocupa en su papel de proveedor. Dios sabe las diferentes circunstancias
de nuestra vida, y siempre está presto para ayudarnos.
A Dios nada la toma por sorpresa. Juan 6:6 “Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había
de hacer”.
Es para nosotros muy importante destacar la frase: “porque él sabía lo que había de hacer”, Jesús le
preguntó a Felipe por el alimento para toda la multitud, era esto una prueba para Felipe, pero para el
Señor Jesús ésta era una circunstancia ideal para manifestar su poder y amor por ellos.
Era aquel un momento de gran revelación, pues Jesús se manifiesta como el enviado del cielo y Felipe el
discípulo aprende a confiar más en el Señor Jesús.
De manera que debemos dar gracias al Señor también por las pruebas, por sus bendiciones y por los
momentos difíciles, ya que en realidad estos son tiempos donde él manifiesta Su gloria y esto nos lleva
a conocerle más.
“Él sabía lo que había de hacer”, entonces ninguna crisis, problema o prueba en nuestra vida toma por
sorpresa al Señor Jesucristo, por el contrario antes de que la crisis toque tu puerta, la provisión en
Cristo ya está lista y dispuesta.
Por ser Dios proveedor por excelencia podemos confiar en él. Juan 6:7-9 “Felipe le respondió:
Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de los
discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de
cebada y dos pececillos; más ¿qué es esto para tantos?”.
Cuando el Señor Jesús le preguntó a Felipe éste respondió: “doscientos denarios de pan no bastarían”,
eran aproximadamente cinco mil hombres y el contexto del pasaje nos enseña que todos comieron
panes y peces, y sólo tenían cinco panes y dos peces.
Esto nos recuerda que cuando ponemos los ingresos en las manos del Señor, él multiplica en gran
manera y nos sorprende con Su obra. No es fácil a veces desprenderse, creo que a éste muchacho le
costó soltar esos pocos peces y panes (versículo nueve), pero lo hizo y todos fueron testigos de un gran
milagro. Dios es nuestro proveedor por excelencia.
Debemos destacar también que el Señor Jesús le preguntó a Felipe y éste contestó (básicamente con un
“no se puede”), pero fue Andrés el que trajo al muchacho que tenía cinco panes y dos pececillos. Felipe
representa a aquellos que se excusan, y Andrés es figura de los que con diligencia ponen lo poco en las
manos del Señor.
La incredulidad debe derribarse con la obediencia a la palabra de Dios. Juan 6:10 “Entonces Jesús dijo:
Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco
mil varones”.
Podemos observar que los discípulos obedecieron las palabras del Señor Jesús. Ellos no murmuraron, ni
se quejaron, ni expresaron enojo, ni cuestionaron la orden del Maestro, el texto nos dice que
obedecieron.
Dios nos manda a buscarle, a servirle, y cuando lo hacemos él derrama sus bendiciones, los pasos de fe
permiten la acción de Jesús. Avanzar en la Palabra del Señor nos permitirá ser testigos de sus milagros.
Dios es fiel, él es bueno y está siempre presto para ayudar a sus hijos. Depositemos nuestra confianza
en el Señor, él sabe lo que hará, él tiene reservado para ti lo mejor. Por eso Jehová quiere que hoy
tengas presente que Èl es el proveedor de sus hijos y nunca fallará, por lo tanto en estos momentos de
dura crisis por lo que afronta el país, el mundo y la humanidad, es necesario que podamos confiar
totalmente en Jesús.
Juan 16:8-11 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por
cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el
príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”.
Es muy importante tener en cuenta que el Señor Jesús está a solas con sus discípulos en el aposento alto
celebrando la última cena. Las multitudes no están presentes como vemos al Maestro en enseñanzas
anteriores, en esta ocasión está sólo con sus discípulos.
Es a ellos a quienes el Señor Jesús les enseña y revela mucho más el papel, obra y naturaleza del Espíritu
Santo. Es una enseñanza en la intimidad del aposento, aspecto que nos recuerda la importancia de
desarrollar y fortalecer nuestra intimidad con Dios, pues en ese escenario él nos da grandes y poderosas
revelaciones.
El versículo ocho nos describe una poderosa obra del Espíritu Santo en el mundo y es “convencer” de
pecado, de justicia y de juicio. Consideremos el significado de la palabra “convencer”, la cual se traduce
del término griego “elenjo” que además significa: amonestar, reprender, mostrar la falta, reprochar.
Debemos tener en cuenta además, que así como el Espíritu Santo nos convenció para acercarnos a
Cristo como nuestro Salvador, sigue redarguyendo y mostrándonos las faltas que cometemos como
cristianos.
El Espíritu Santo es quien nos amonesta e instruye acerca del camino correcto, pues el Espíritu nos
santifica, él nos ayuda a apartarnos del mal. El Espíritu Santo no sólo nos unge con su poder, él además
transforma nuestro ser. Gracias Espíritu Santo por tu maravillosa obra en cada uno de nosotros.
Sermón: Actitudes correctas en el ministerio o servicio a Dios
Introducción: En una ocasión llegó un ciervo a una fuente de aguas, y pudo ver en la limpia superficie de
ellas sus delgadas y largas piernas, al igual que sus hermosos cuernos. Se dijo para sí: “Verdad es lo que
de mí dicen las personas… ¡supero a todos los animales en gracia y en nobleza ¡Qué majestuosos son
mis cuernos! Pero feas y delgaditas son mis piernas.
Continuó diciendo: “Pies, ¿para qué los quiero…?”, En aquel preciso momento salió del bosque un gran
león, y en sólo dos saltos se puso fuera del alcance del felino; lamentablemente corriendo por una
espesura del bosque sus cuernos se enredaron en una rama.
Así el león le dio alcance y lo devoró. Entonces, los pies que menospreció lo salvaron; pero los cuernos
en los que se enorgullecía lo hicieron fracasar. Por eso hay que tener cuidado con el orgullo, más bien
fortalescamos la humildad de corazón y demosle a Dios siempre toda la gloria.
Definición: la palabra “ministerio” se traduce de la palabra griega “diakonia” que significa: servicio, oficio
y obra del siervo.
Hay llamados específicos (como por ejemplo los apóstoles del Cordero, los profetas del Antiguo
Testamento y los ministerios del Nuevo Testamento = Efesios 4).
El servicio a Dios no es cuestión de jerarquías humanas, sino de planes divinos (por ejemplo Aarón fue
ministro del tabernáculo terrenal, mientras que Jesucristo es ministro del santuario celestial).
Dios recompensa el constante servicio de sus hijos por amor, Hebreos 6:10-12.
Todo llamado por Dios debe vivir el proceso, y por tanto esto implica tiempo, 1 Timoteo 3:6.
Vino luego la preparación o equipamiento: José fue esclavo y luego estuvo preso en la cárcel, allí
desarrolló los dones y formó su carácter (aprendió la interpretación de sueños y la administración,
desarrolló la integridad, sujeción, perdón, perseverancia, humildad, lealtad, etc.)
Finalmente la separación: diecisiete años después, el Señor lo puso como autoridad en Egipto, Génesis
41: 14, 37-43, 46.
Reflexión final: Recordemos que el barro para el alfarero es seleccionado, pisado, moldeado, horneado,
y decorado, y finalmente destinado para diversos usos, hasta vasijas elegantes para decorar castillos y
palacios. Dispongamos nuestra vida para Dios y Él hará la mejor obra.
Jesús promete y envía al Espíritu Santo. Por eso dijo: “Os conviene que yo me vaya”
Nos dice la palabra de Dios en Juan 16:5-7 “Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me
pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría
a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré”.
En esta última cena, el Señor Jesús está con sus discípulos en el aposento alto, y les está recordando lo
que ya en ocasiones pasadas les ha dicho, él va a ser sacrificado, él partirá y no estará más con ellos.
Ante esa realidad, la tristeza, el temor y la incertidumbre habían venido sobre sus corazones.
Además les dice el Señor: “Voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta ¿A dónde vas?”. Los
discípulos están enfrentando un momento difícil en su vida, y no logran asimilar lo que Jesús les está
diciendo.
De hecho, el mismo Señor les dice a sus discípulos que por estas cosas, tristeza ha llenado sus corazones.
Nuestro corazón puede vivir diversos sentimientos o emociones cuando enfrenta un desafío, o cuando
algo nuevo y desconocido aparece en el camino, por eso surge con frecuencia el temor, la ansiedad, la
inseguridad, incluso la impotencia y la tristeza cuando no sabemos que hacer.
Conociendo el Señor Jesús lo que ellos estaban viviendo, en el versículo siete les dijo: “Os digo la verdad:
Os conviene que yo me vaya”, y por supuesto los discípulos no podían entender que era conveniente
para ellos que Jesús se fuera; claro está, que era necesario que el Señor diera su vida en la cruz para
nuestra salvación, pero el Maestro aquí no relaciona está realidad con la convencía de su partida,
entonces ¿por qué lo dijo?
El mismo Señor explica diciendo: “Si me fuere, el Consolador vendrá a vosotros”. Para el Señor Jesús la
venida del Espíritu Santo sobre la vida de los discípulos era fundamental, por varias razones, como por
ejemplo:
Era necesario el poder o unción del Espíritu Santo capacitando a los siervos del Señor para llevar el
mensaje de Dios acompañado de señales y milagros.
La obra del Espíritu Santo en el carácter y temperamento del hijo de Dios es fundamental, sólo él es
quien redarguye y convence de todo lo malo.
Además, es muy interesante, que el Señor vuelve y llama al Espíritu Santo: “Consolador”. Es decir, era
fundamental la venida del Espíritu Santo, pues es nuestro intercesor y uno llamado al lado nuestro para
ayudarnos.
Introducción: Con frecuencia podemos reconocer que es muy poco lo que sabemos y experimentamos
acerca de la persona y obra del Espíritu Santo, somos templo suyo y es fundamental en nuestra vida
conocerle, y fortalecer y crecer en nuestra amistad con él.
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
verdad, al cual le mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
Es importante tener en cuenta que este pasaje nos describe lo ocurrido en el aposento alto donde el
Señor determinó tomar la cena con sus discípulos solamente, allí no habían más personas.
Es sólo a aquellos discípulos a quienes el Señor Jesús, inicialmente, les enseñó mucho más acerca del
Espíritu Santo. Le reveló el papel y obra del Espíritu de Dios en el nuevo tiempo después de que él
resucitara de los muertos y partiera al cielo.
La promesa nos pertenece ahora tan ciertamente como perteneció a los discípulos... Que cada
miembro de iglesia se arrodille delante de Dios y ore fervientemente por la recepción del Espíritu.
Clamad: “Señor, aumenta mi fe. Hazme comprender tu Palabra; porque la entrada de tu Palabra da
luz. Refrigérame con tu presencia. Llena mi corazón con tu Espíritu”.—The Review and Herald, 10 de
junio de 1902. MGD. 191.5
A nosotros hoy, tan ciertamente como a los primeros discípulos, pertenece la promesa del Espíritu.
Dios dotará hoy a hombres y mujeres del poder de lo alto, como dotó a los que, en el día de
Pentecostés, oyeron la palabra de salvación. En este mismo momento su Espíritu y su gracia son para
todos los que los necesiten y quieran aceptar su palabra al pie de la letra. 8TI.27.3
El título que el Señor Jesús usa para referirse al Espíritu Santo es “Consolador” y añade: “Para que esté
con vosotros para siempre”. Precisamente la palabra “Consolador” se traduce del término griego
“Parakletos” que quiere decir también: abogado, intercesor, uno al lado para ayudar.
Luego en el versículo diecisiete el Señor Jesús lo presenta como “el Espíritu de verdad”, es decir, es
Aquel que nos enseña, testifica y dirige por el camino de la verdad divina, guardándonos de todo engaño
y error, es quien enseña y revela las verdades eternas y vitales.
¿Por qué Jesús dice: “al cual el mundo no le pude recibir”? Porque el Espíritu Santo viene sobre aquellos
que creen en Jesucristo como su Señor y Salvador. El don de Dios para el mundo es Jesucristo, y el don
de Dios para la iglesia es el Espíritu Santo.
En el versículo dieciocho Jesús dice: “No os dejaré huérfanos”, la palabra “huérfanos” se traduce del
término griego “orfanos”, que además quiere decir: afligido, sin padres, desamparado, persona sin
amigos.
Así, como Jesús había estado con ellos, el Espíritu Santo estaría con ellos y sería para siempre. Los
discípulos tenían temor y tristeza ante las palabras de Jesús acerca de su partida, pero el Señor les revela
la etapa siguiente, sería ahora el Espíritu Santo quien vendría a sus vidas y les acompañaría, y de manera
poderosa como nunca ellos antes lo habían vivido.
Todos debieran comprender la necesidad de la obra del Espíritu Santo. A menos que este Espíritu sea
aceptado y albergado como el representante de Cristo, cuya obra consiste en renovar y santificar el
ser entero, las verdades trascendentales que les han sido confiadas a los seres humanos perderán su
poder sobre la mente. No es suficiente que poseamos un conocimiento de la verdad. Hemos de
caminar y obrar en amor, conformando nuestra voluntad a la voluntad de Dios. De los que hacen esto
el Señor dice: “Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré”. Hebreos 8:10...
Así se renueva la relación divina entre el hombre y Dios. “Y seré a ellos por Dios”, dice, “y ellos me
serán a mí por pueblo”.—The Review and Herald, 10 de junio de 1902. ELC. 337.4
Es muy importante, no sólo ser consciente de esta verdad, sino desarrollar nuestra amistad o
comunión con el Espíritu Santo, pues él ha venido para enseñarnos, guiarnos y capacitarnos con su
naturaleza y poder, para que vivamos y hagamos la voluntad de Dios.
Introducción: La Biblia nos enseña que es Cristo quien trae a nuestra vida tiempos de renovación y
refrigerio, en él también esperamos el Reino venidero. Dios mismo también ha diseñado tiempos
especiales en la tierra para nuestra vida, son tiempos en los que con mayor fuerza debemos buscar a
Dios...
Es necesario perseverar en medio de las dificultades y ante los obstáculos. Este pasaje nos permite ver
que en tres oportunidades el profeta Elías le pide a Eliseo que se quede, pero éste persevera al lado de
Elías.
Eliseo deseaba con todo su corazón una doble porción del Espíritu Santo que reposaba sobre el profeta
Elías. Esto es muy interesante, pues en el Antiguo Testamento el Espíritu de Dios venía sobre los
hombres, pero en el Nuevo Testamento mora en el cristiano, sin embargo, hombres como el profeta
Elías y Eliseo lo conocían de manera personal e íntima, y vemos que Eliseo quería más.
El pasaje nos enseña que del cielo vino un carro de fuego para llevar Elías. Éste carro de fuego es una
manifestación del cielo en la tierra. Mediante los milagros y prodigios el Reino de Dios está siendo
establecido en nuestra tierra.
El ministerio del profeta Elías en aquel tiempo había cerrado su ciclo, y empieza ahora un nuevo tiempo
y Eliseo sería el nuevo instrumento del Señor Dios. Debemos dar gracias a Dios por las bendiciones
alcanzadas, pero debemos tener expectativa por lo nuevo del Señor.
Dios trae un nuevo tiempo, un nuevo periodo que debemos administrar con sabiduría para que lo que el
Señor ha diseñado no sea dañado, sino que seamos testigos e instrumentos de la gloria de Dios aquí en
la tierra.
Debemos tener presente que quien hace la obra finalmente es Dios. Las personas que servimos a Dios
somos instrumentos de él, pero sin su poder y bendición nada trascendente podemos realizar.
Recordemos que Eliseo dijo: ¿Dónde está, Jehová, el Dios de Elías?
Y esto nos permite ver que él expresa su anhelo por ver a Dios manifestando su poder en el río Jordán;
por eso no importa cuáles sean las dificultades a superar, siempre el Señor será más grande y poderoso.
En el ministerio del profeta Elías podemos ver siete milagros maravillosos, pero en el ministerio del
profeta Eliseo vemos catorce milagros (esto nos deja ver la doble porción del Espíritu), porque Dios es
fiel y cumple su palabra, y su palabra nos enseña: “la gloria postrera será mayor que la primera”.
Este es un período de mil años bajo el gobierno del Señor Jesucristo. Que en términos generales
empiezan con la segunda venida del Señor Jesús, y concluye cuando el cielo y la tierra actuales pasarán.
2) Características del milenio:
Es un gobierno en el que el Señor Jesucristo es la cabeza y jefe del planeta. Apocalipsis 20:4 “Y vi tronos,
y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad para juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su
imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes y ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo
mil años”.
El diablo estará atado e impedido por este período de mil años. También participarán de este gobierno
aquellos que fueron decapitados durante la gran tribulación por su fe en Jesucristo. Nos enseña la Biblia
que junto al Señor Jesús estará también la iglesia, Apocalipsis 5:9-10.
Considerando Apocalipsis 20:5, podemos ver a la luz de la Biblia el orden de las resurrecciones es:
Los creyentes (es decir la iglesia y los mártires de la gran tribulación), “esta es la primera resurrección”.
Los impíos (comparecerán para condenación eterna, y es llamada la segunda muerte, Apocalipsis 20:6).
El milenio es un gobierno de justicia, gozo, paz y prosperidad, Isaías 2:1-4; 11:1-9. Será Jerusalén el
centro de adoración y gobierno mundial, Zacarías 14: 16-19. Durante aquel tiempo muchos seres
humanos van a nacer.
Al final, Satanás será desatado nos enseña la Escritura: Apocalipsis 20:7. Él usará su poder engañoso
sobre las naciones, Apocalipsis 20:8. Reunirá los ejércitos de las naciones para marchar a la batalla final
(Gog y Magog).
Aquellos ejércitos dirigidos por satanás subirán contra Jerusalén y serán destruidos por fuego,
Apocalipsis 20:9. También sucederá la condenación eterna de Satanás: Apocalipsis 20:10.
El lago de fuego es una región de tormento eterno, es el destino final del diablo y sus ángeles, la bestia,
el falso profeta, la muerte, el Hades y todo ser cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida,
(Apocalipsis 20:14-15; 19:20; Mateo 25:41).
3) El milenio termina con el evento del juicio ante el gran trono blanco.
Hablamos de todos aquellos que en la tierra vivieron sin temor del Señor, y rechazaron la gracia en
Cristo Jesús, 2 Pedro 2:4-9 (estos son aquellos desde los ángeles que están prisioneros, la generación
antediluviana, los habitantes de Sodoma y Gomorra, y todos los injustos hasta nuestros tiempos).
Nos enseña la Escritura que los libros serán abiertos, Apocalipsis 20:12b. La sentencia final es la muerte
segunda (es decir la condenación eterna), Apocalipsis 20:13-15.
La muerte segunda consiste entonces en ser lanzados a éste lago de fuego para siempre, donde el fuego
es alimentado por el azufre eterno. Es el destino final y para siempre de todos aquellos que no
aceptaron la gracia en Cristo Jesús.
Derrotando la ira.
Una de las cosas que como seres humanos debemos evitar es explotar en ira, pues esta emoción nos
puede llevar a cometer graves errores; y como hijos de Dios por la naturaleza de Cristo en nosotros,
podemos vencer.
Mediante la palabra de Dios podemos ver que la ira es una expresión o evidencia de la naturaleza
pecaminosa en una persona que monta en cólera, dañando su entorno, lastimando su corazón y a los
seres que más ama.
La Escritura nos enseña en Santiago 1:20 “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
Cuando podemos observar los tristes resultados de un ataque de ira, queda clara la desaprobación
divina hacia ella y sus consecuencias. La Biblia nos enseña que en la ira del hombre no obra la justicia de
Dios, es decir, gobernado por la ira el hombre no actúa correctamente, por eso la Biblia nos advierte
muchas veces en contra de esta peligrosa pasión.
Dice el CBA-c:
Las quemantes palabras de ira no deben ser pronunciadas, porque delante de Dios y de los santos
ángeles son como una especie de blasfemia.—El hogar adventista, 399 (1894).
Hay mucha gente sin dominio propio; no han puesto freno a su genio ni a su lengua; y algunos de los
tales pretenden ser seguidores de Cristo, pero no lo son. Jesús no les dio tal ejemplo [...]. Son
irrazonables y no es fácil persuadirlos o convencerlos. No están sanos; momentáneamente Satanás los
domina por completo. Cada una de estas manifestaciones de ira debilita el sistema nervioso y las
facultades morales y hace más difícil el dominio de la pasión frente a otra provocación.—Hijos e Hijas
de Dios, 144 (1886).
La ira es totalmente inapropiada y dañina cuando se manifiesta en una controversia religiosa. Un celo
iracundo por la causa de Cristo no demuestra que la persona está llena del espíritu de Cristo. Es y
seguirá siendo verdad que “un cristiano bondadoso y cortés es el argumento más poderoso que se
pueda presentar en favor del cristianismo” (OE 128).
La ira es pecaminosa, pues ella es fruto de la naturaleza caída, nace en el egoísmo humano, y desfigura
la imagen de Dios en el hombre. La palabra de Dios nos recuerda que más bien debemos ser gobernados
por la paz del Señor en nuestro corazón.
Precisamente por eso Dios ha enviado al Espíritu Santo a nuestra vida, él es nuestro Consolador, ha
venido para instruirnos y ayudarnos a caminar en su fruto; es decir, al negarnos a nuestros propios
deseos, el Espíritu Santo puede manifestar su carácter en nuestra vida, y así evitarnos el fracaso, la
vergüenza y el dolor.
Con cierta frecuencia somos víctimas de la ira, y por eso podemos dañar o herir a otros. Por orgullo
y soberbia queremos hacer las cosas a nuestro modo, pero esto produce más bien tristezas, fracasos y
dolores. Dios quiere que en este día de preparación procuremos andar en el amor de Dios en
pensamiento, en palabras y acciones, y con el carácter del Cristo en nosotros, podamos vencer en
este día.
Zacarías 4:1-6: "Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió y me despertó, como a quien se despierta
de su sueño. Y me preguntó: «¿Qué es lo que ves?» Yo le respondí: «Veo un candelabro de oro macizo,
con un recipiente en la parte superior. Encima del candelabro hay siete lámparas, con siete tubos para
las mismas. Hay también junto a él dos olivos, uno a la derecha del recipiente, y el otro a la izquierda.»
Le pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué significa todo esto, señor mío?» Y el ángel
me respondió: «¿Acaso no sabes lo que significa?»Tuve que admitir que no lo sabía. Así que el ángel me
dijo: «Ésta es la palabra del Señor para Zorobabel:» “No será por la fuerzani por ningún poder, sino por
mi Espíritu — dice el Señor Todopoderoso —."
En esta visión los dos olivos que están delante de Dios son representados como haciendo correr áureo
aceite por tubos de oro desde sí mismos al recipiente del candelero. De éste se alimentan las lámparas
del santuario, para poder producir una luz brillante y continua. Asimismo, de los ungidos que están en
la presencia de Dios es impartida a sus hijos la plenitud de la luz, el amor y el poder divinos, a fin de
que ellos puedan impartir a otros, luz, gozo y refrigerio. Los que son así enriquecidos tienen que
enriquecer a otros con el tesoro del amor de Dios. PR 436.3
El Espíritu Santo unge al cristiano equipándolo para alcanzar el plan de Dios en esta tierra. Zacarías 4:8-9
“Vino palabra de Jehová a mí, diciendo: Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus
manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros”.
Como podemos ver el profeta que está declarando esta palabra es Zacarías quien habla por el Espíritu
Santo, él ha sido ungido para profetizar; y quien va a poner los cimientos de la casa de Dios y la va a
reconstruir hasta terminarla es Zorobabel.
Aquí estamos viendo a dos siervos, Zacarías y Zorobabel, ungidos por el Espíritu Santo para cumplir los
diversos propósitos del Señor en esta tierra; uno es profeta, y el otro será gobernador y constructor de
la casa de Dios. El Espíritu de Dios nos unge y capacita para alcanzar los planes divinos en esta tierra.
Mientras reedificaba la casa del Señor, Zorobabel había trabajado frente a múltiples dificultades.
Desde el comienzo, los adversarios habían debilitado “las manos del pueblo de Judá y los
atemorizaban de edificar... e hiciéronles cesar con poder y fuerza”. Pero el Señor se había interpuesto
en favor de los constructores, y hablaba ahora por su profeta a Zorobabel, diciendo: “¿Quién eres tú,
oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura...”. CV. 258.2
Durante toda la historia del pueblo de Dios, los que hayan procurado ejecutar los propósitos del Cielo
se han visto frente a montañas de dificultades, aparentemente insuperables. El Señor permite esos
obstáculos para probar nuestra fe. Cuando nos vemos rodeados por todos lados, es el momento
cuando más debemos confiar en Dios y en el poder de su Espíritu. El ejercicio de una fe viva significa
un aumento de fuerza espiritual y el desarrollo de una confianza inquebrantable. Así llega a ser el
alma una fuerza vencedora. Ante la demanda de la fe, desaparecerán los obstáculos puestos por
Satanás en la senda del cristiano; porque las potestades del cielo acudirán en su ayuda. “Nada os será
imposible.” Mateo 17:20 PR 437.2
Zacarías 4:10 “Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada
en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra”, expone tres
frases en las cuales debemos reflexionar:
“Los que menospreciaron las pequeñeces se alegrarán”, es decir, cuando por causa de la adversidad ha
venido la duda y el desánimo, y hemos menospreciado las cosas pequeñas, en su bondad Dios nos hará
entender sus tiempos y su obra trayendo nuevas y maravillosas bendiciones.
“Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra”, expresión que nos habla de la
omnisciencia y omnipresencia de Dios, él está en toda la tierra y todo lo ve. Conoce lo más profundo en
el corazón de los hombres y de su iglesia, nada se escapa a su voluntad y soberanía.
Es fundamental confiar en el poder y cuidado del Señor, pues nada se escapa a su poder y gobierno. No
permitamos que la preocupación y la ansiedad vengan a gobernar tu corazón, no admitamos al
desánimo como gobernante de nuestra vida, busquemos a Dios y aférremonos a sus promesas, él es
quien nos renueva y fortalece para vencer.
Cuando el mundo emprende algo, lo hace con pompa y jactancia. El método de Dios es hacer del día
de los pequeños comienzos el principio del glorioso triunfo de la verdad y de la justicia. A veces
prepara a sus obreros sometiéndolos a desilusiones y fracasos aparentes. Se propone que aprendan a
dominar las dificultades. PR 437.3
Con frecuencia los hombres están tentados a vacilar delante de las perplejidades y los obstáculos que
los confrontan. Pero si tan sólo sostienen firme hasta el fin el principio de su confianza, Dios les
aclarará el camino. Tendrán éxito al luchar contra las dificultades. Frente al espíritu intrépido y la fe
inquebrantable de Zorobabel, las grandes montañas de las dificultades se transformarán en una
llanura; y las manos que pusieron los fundamentos “acabarán” la casa. PR 437.4
La naturaleza misma nos enseña que el agua es e indispensable para la vida en nuestro planeta; y la
palabra de Dios nos enseña que el Espíritu Santo es indispensable en la vida del hijo de Dios.
El Espíritu Santo de Dios es quien genera vida, transforma y limpia nuestro corazón de toda maldad, es
quien nos aparta de los hábitos de pecado. Precisamente en la Biblia uno de símbolos del Espíritu Santo
es el agua. Por eso el Señor Jesús destacó la importancia del papel y obra del Espíritu Santo.
La palabra de Dios nos enseña en el Evangelio según San Juan 7:37-39 “En el último día, el gran día de la
fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. El que cree
en mí, como dice la Escritura: De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva. Pero Él decía esto
del Espíritu Santo, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido
dado todavía, esto debido a que el Señor Jesús no había sido glorificado aún”.
Mediante la Escritura podemos ver que el Espíritu Santo de Dios es generador de santidad, y produce la
renovación que sacia la necesidad del cristiano en la tierra. Él renueva las fuerzas del cansado y fortalece
al que se ha desanimado.
Las palabras de Jesús: “agua viva” nos expresa aquella agua que fluye constantemente, contraste con el
agua estancada de los pantanos; el agua viva es aquella que salta a borbotones, y genera vida en la tierra
estéril y seca.
Precisamente, por eso el Señor Jesús utilizó esta figura “agua viva”, pues el poder y la vida del Espíritu
Santo hacen en el ámbito de lo espiritual lo que el agua natural genera o hace en el mundo natural.
Como podemos ver, el agua natural limpia, refresca y sacia la sed de los seres vivos, también convierte el
terreno estéril en campo fructífero. El agua es un símbolo muy apropiado de la gracia de Dios que no
sólo limpia el corazón, sino que le añade belleza y armonía. El Señor ha establecido su poderosa obra
mediante el Espíritu Santo en el cristiano.
La palabra de Dios nos enseña claramente que el Espíritu Santo desea darse a conocer, él desea
enseñarnos, como Jesucristo lo hizo Jesús con los doce discípulos. El Espíritu de Dios desea renovarte,
darte fuerzas, ungirte y llevarte al diseño de Dios para tu vida. Recuerda, el Espíritu Santo es nuestro
Consolador y ha venido para ayudarnos a hac
En el libro de los Hechos se nos enseña que cuando el Señor mandó a Ananías a la casa donde estaba
Saulo de Tarso, le dijo: “ve, porque instrumento escogido me es este”, y aquí debemos tener en cuenta
que la palabra “instrumento” desde el griego bíblico también quiere decir: vasija.
Somos vasijas o recipientes en los que el Señor quiere depositar su gloria y poder; somos hijos de Dios, y
cada uno es un plan puntual y diseñado por él, Dios mismo nos conduce en un proceso continuo de
formación y maduración, con su poder, amor y sabiduría nos conduce hacia sus propósitos.
Sin duda alguna, y a la luz de la Escritura, su principal objetivo es formar en cada uno de nosotros la
imagen de su Hijo Jesucristo, por eso usa todas los medios y herramientas necesarias (y a veces
“incompresibles” para nosotros) para llevar a cabo su perfecta voluntad en cada una de nuestras vidas.
Por eso es que la Biblia misma nos enseña que Dios es nuestro alfarero y nosotros barro en sus manos, y
cada día por su Espíritu y su palabra trabaja en cada uno de sus hijos; a veces no lo percibimos, pero él
está trabajando en cada corazón y lo hace continuamente. Él sabe cómo conducir nuestras vidas, y como
formar en nosotros su carácter.
Hay una promesa muy interesante que debemos considerar y está en el libro de Job 22:23-26
“Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado. Si alejas de tu tienda la injusticia, y pones tu oro en el
polvo, y el oro de Ofir entre las piedras de los arroyos, el Todopoderoso será para ti tu oro y tu plata
escogida. Porque entonces te deleitarás en el Todopoderoso, y alzarás tu rostro al Señor”.
Sin duda, cuando el ser humano reconoce que está en esta tierra para hacer la voluntad divina y que
todo su tesoro y gozo es Dios mismo, entonces halla la verdadera alegría y éxito de vida.
En ciertos momentos de la vida los planes pueden sufrir daño o se estancan, pero nuestro Dios es
Todopoderoso para restaurar, y cuando hay un genuino arrepentimiento, él interviene con su gloria y
poder sanando, levantando y restaurando el corazón lastimado y herido.
Querido hermano y hermana, Dios te ha escogido para que seas un instrumento poderoso
en sus manos, permite que él resplandezca en ti hoy, para la gloria y honra de su nombre..
Zacarías 4:6-10
Introducción: Dios sabe que en muchas ocasiones sus hijos experimentan desgaste o cansancio,
desánimo, dudas, depresión, entre otras cosas; y estas cosas pueden llevar al cristiano al
desfallecimiento espiritual e incluso a negar la fe.
Es por esto que Dios mismo ha establecido a través del poder del Espíritu Santo renovar las fuerzas de
sus hijos, renovar su visión y fe, así como afirmar sus poderosas promesas en el corazón de cada
cristiano. Dios lo dijo a través del profeta Zacarías: "No es con ejército ni con fuerza, sino con mi Santo
Espíritu" Zacarías 4:6.
Según el versículo seis nuestra victoria no viene por la obra del “ejército” palabra que aquí se traduce
del término hebreo “jayil” que además significa: capacidad, riqueza, influencia. Tampoco nuestra
victoria viene por la “fuerza” palabra que indica: capacidad humana, fruto del esfuerzo humano.
Es decir, nuestras victorias y conquistas no serán efectivas para el reino de Dios cuando se buscan por
medio de las fuerzas, capacidades o talentos humanos, pues la gloria sería para los hombres.
Las verdaderas victorias para el reino de Dios son las alcanzadas con el poder y dirección del Espíritu
Santo; se dan cuando rendimos nuestro corazón y voluntad al Espíritu Santo y dependemos de su fuerza,
sabiduría y capacidad.
El poder del Espíritu Santo no puede ser detenido por ninguna barrera terrenal. Zacarías 4:7 nos dice:
“¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera
piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella”.
Sin duda alguna, la expresión: “¿Quién eres tú, oh gran monte?” hace referencia a aquellos obstáculos
que buscan impedir la obra de Dios, obstáculos y oposición cuyo objetivo es estorbar la renovación en el
Espíritu.
Entonces, el diablo utiliza cosas como: ocultismo (brujería, hechicería, satanismo, entre otros), genera
crisis familiar, económica, emocional, factores distractores y otras cosas para impedir la renovación
espiritual, y así detener el avance del hijo de Dios.
a) El pueblo de Dios viene del cautiverio en Babilonia, el cual duró setenta años. Cautiverio que
vino como resultado de la idolatría en Israel.. pero Dios en su misericordia trae de nuevo a su pueblo a
la tierra prometida.
b) Israel viene por voluntad de Dios a la ciudad de Jerusalén con el propósito específico de
reconstruirla y también para reedificar el templo del Señor que había sido derribado y consumido por el
fuego.
c) Para el momento específico del capítulo cuatro de Zacarías la obra de reconstrucción se había
detenido. Esto debido al desánimo en el pueblo como resultado de la gran cantidad de obstáculos.
d) En medio de todas las dificultades y adversidades que su pueblo debe enfrentar, la voluntad del
Señor es seguir adelante con la reconstrucción de la ciudad y sobre todo del templo.
Todo esto nos recuerda que cuando estamos haciendo una obra para Dios tendremos que enfrentar
obstáculos y oposición, pero todo esto lo podemos superar con la ayuda del Señor, pues él está
interesado en que llevemos a cabo su plan.
Es en este contexto cuando Dios le dice a su pueblo: “No es con ejército ni con fuerza, sino con mi Santo
Espíritu, dice Jehová de los ejércitos”. es por eso que Con la ayuda de Dios y con el poder del Espíritu
Santo podemos superar todo obstáculo y derrotar a todo enemigo.
Algunas veces el Señor adiestra a sus servidores mediante chascos y fracasos aparentes. Es su
propósito que aprendan a dominar las dificultades. Procura inspirarlos con una determinación de
transformar cada aparente fracaso en un éxito.—The Review and Herald, 16 de enero de 1908. RP
274.4
Nuestro corazón experimenta diversos sentimientos ante la adversidad. Por lo general, cuando en
nuestra vida vivimos una dificultad, crisis, prueba o ataque espiritual; emociones o actitudes como el
desánimo, las dudas, la murmuración, surgen como enemigos que procuran dañar y atacar nuestra fe.
Son tiempos en los que las emociones negativas surgen en el corazón humano, y son usadas por el
enemigo para desvirtuar la bondad del Señor, su poder y soberanía sobre todas las cosas y aspectos de
la vida.
Nos dice la palabra de Dios Oseas 13:4-5 “Más yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no
conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. Yo te conocí en el desierto, en tierra
seca”.
Dios es soberano, y es el Todopoderoso, todo lo sabe, por eso es muy importante tener presente que a
Dios nada lo sorprende, él sigue sentado en su trono y es quien tiene el control de todas las cosas.
El Señor Jesucristo es Dios, él no cambia, él sigue siendo hacedor de milagros, es Aquel que viene en el
momento justo para manifestar su gloria y poder. Dios nunca desampara a sus hijos, y aunque el camino
sea tan adverso como el desierto, allí el Señor manifiesta su protección y cuidado.
El poder y cuidado de Dios por sus hijos siempre será más grande de lo que nuestra mente pueda
imaginar. Por todas esas cosas podemos estar confiados en que él siempre cumplirá sus promesas, él
no miente, él es fiel y verdadero, por eso ten presente aunque los hombres te fallen, él nunca te
decepcionará.
Por su naturaleza santa y perfecta, puedes confiar plenamente en Dios y en su cuidado. No hay
obstáculo ni problema que el Señor no pueda solucionar, en él siempre está la respuesta y solución.
Con frecuencia como hijos de Dios enfrentamos el desánimo, éste viene por lo general ante los diversos
problemas y dificultades que vivimos en nuestra vida, y con este también aparece el enfriamiento
espiritual, el cual nos lleva a descuidar nuestra vida de oración.
Aquí es muy importante tener en cuenta que a lo largo de la palabra de Dios podemos ver que los
milagros del Señor o su intervención sobrenatural, estuvieron precedidos del clamor de un pueblo o de
una persona. El clamor es fundamental para ver la gloria de Dios a nuestro favor.
La palabra de Dios nos enseña que en diversos tiempos de gran adversidad y crisis que Israel enfrentó, el
Señor manifestó su gloria, pero esto estuvo antecedido de un arrepentimiento y un clamor por parte del
pueblo de Dios.
La Escritura nos enseña que el oído de Dios está presto para escuchar a sus hijos y salvarlos, por eso nos
dice la Biblia en Isaías 59:1“no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni su oído se ha hecho
sordo para escuchar”, Dios siempre está atento al clamor de sus hijos.
En el libro de Marcos 1:9 -11 la Biblia dice: “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de
Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al
Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo
amado; en ti mi alma se complace”.
Al observar este pasaje bíblico podemos ver que hay ciertas acciones del ser humano que provocan
respuestas divinas y sobrenaturales. Juan el bautista estaba bautizando en el río Jordán, y Jesús
obedeció la dirección del Padre celestial bautizándose. La autoridad delegada por Dios en ese momento
para bautizar era Juan el bautista, y el Señor Jesús reconoció y aceptó la voluntad divina.
Es muy importante tener presente aquí que el nombre “Jordán” quiere decir: “el que desciende”, este es
el único río del mundo cuyo curso se halla, en la mayor parte de su longitud, por debajo del nivel del
mar; es un caso único y especial.
En un sentido figurado o simbólico podemos decir que el Señor Jesús descendió, él obedeció. Una de las
cosas a las cuales debemos renunciar para obedecer es el orgullo, y aquí una vez más Jesús nos enseña
cuán importante es ser humildes de corazón.
Podemos ver también en este texto que, ante la obediencia de su Hijo Jesús, el Padre celestial expresa el
gozo de su corazón... Vemos que el corazón de Dios se conmovió por la obediencia del Hijo, y varias
cosas suceden:
No podemos evitar también una verdad que forma parte del diseño divino. Hay tiempos y circunstancias
que prueban nuestra fidelidad a Dios.
Esto lo podemos ver al considerar el contexto de éste suceso, pues el Espíritu Santo lleva al Señor Jesús
al desierto, éste es un lugar hostil, duro, seco, solitario, doloroso, escaso de vida, entre otras cosas.
La palabra de Dios nos enseña que durante cuarenta días el Señor Jesús estuvo allí. En la Escritura el
número cuarenta indica prueba, y éstas son generadas o permitidas por Dios para edificar y fortalecer
nuestra fe, así como para formación de nuestro carácter.
La Escritura nos enseña de manera clara y contundente que ninguna persona puede aceptar las ofertas
de Satanás y servir a Dios al mismo tiempo, porque nadie puede servir a dos señores.
Es una gran equivocación ignorar o ser negligente contra el enemigo del pueblo de Dios, pues de
diversas maneras va a intentar sacarnos del plan del Señor, pero lo que Dios hará en aquel tiempo será
fortalecernos y ayudarnos a seguir adelante, porque detrás de toda tempestad y prueba hay una gran
victoria por alcanzar.
Debemos tener en cuenta aquí que nuestro Dios no quitó la cruz del camino del Señor Jesús, más bien
envió a sus ángeles y fortaleció a su Hijo, para ir a ella y alcanzar la salvación para la humanidad.
Claramente podemos ver que nuestro Dios estaba presente allí en el bautismo de su Hijo, el contexto
bíblico nos habla de la manifestación divina a través de: “el Espíritu como paloma”, “la voz de los cielos”,
“el Espíritu lo llevó al desierto”, “los ángeles”… entonces en las decisiones difíciles, en el desierto, en la
tentación, y en las pruebas, Dios está con cada uno de sus hijos, él Señor nunca nos desampara.
Otro aspecto fundamental que nos enseña la palabra de Dios es que en medio de la persecución y
oposición Dios nos fortalece, nos da su sabiduría y nos ayuda.
La palabra de Dios en el libro de Marcos 1:15 nos enseña que Juan el bautista había sido encarcelado;
sacerdotes, escribas y fariseos se resistían a la predicación del Señor Jesús, pero a pesar de las
dificultades de los obstáculos y de la oposición, Dios respaldaba con gran poder su Palabra y multitudes
venían a Jesús, y poco a poco Israel comienza a ser conquistado por el Señor.
En Marcos 1:28, 34, 39 la Biblia nos muestra que El respaldo y la unción del Espíritu Santo era tal sobre
el Señor que su ministerio comenzó a tener nuevos alcances y un gran impacto regional, acompañado
de milagros y sanidades en abundancia .
Conclusión: Es muy importante perseverar en la voluntad de Dios; debemos ser conscientes de los
desiertos y también del cuidado divino cuando estamos caminando por ellos. Perseverar con la fuerza
de Dios es fundamental, pues la victoria está adelante, hay un nuevo territorio por conquistar, hay
nuevos milagros por ver, por lo que Jehová nos anima diciendo persevera el Señor va contigo.
2 Corintios 9:15 “Gracias a Dios por su don inefable”. La palabra de Dios nos enseña que un corazón
agradecido es de alto valor. La gratitud es una emoción o sentimiento positivo que se genera al
reconocer los beneficios y favores recibidos. La acción de agradecer pone en evidencia no sólo la
humildad de corazón, sino la madurez que valora las bondades de Dios.
Es muy interesante considerar aquí que los expertos en la psicología humana dicen que ser agradecidos
aumenta la alegría y el bienestar del ser humano, además de fortalecer nuestras relaciones con las otras
personas.
Es por eso que los resultados de un estudio realizado hace algunos años.(en el año 2003) demostraron
que las personas con el simple hecho de escribir acerca de unas cinco cosas por las que estaban
agradecidos, aumentó en un veinticinco por ciento el nivel de felicidad de las personas participantes en
aquel estudio.
La palabra de Dios nos enseña en 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad
de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”, por lo que podemos concluir que “Dar gracias” es una
alabanza al Señor, y contiene un poder especial que nos levanta y nos da fortaleza ante la adversidad.
Cuando nos tomamos un tiempo para reflexionar y meditar en todas las bendiciones que el Señor nos
da, nuestro corazón debe estar sumamente agradecido; es importante reflexionar en el cuidado divino,
en todas sus bendiciones y cómo ha hecho Su voluntad en cada uno y todo esto por amor.
Dar gracias a Dios es una expresión no sólo de gratitud, es una evidencia de fe que se espera y se
confía en las poderosas respuestas del Señor. Por lo que Siempre podemos estar confiados en que las
mejores cosas están porvenir, aunque nuestros ojos no lo vean, pero la fe es la certeza de lo que se
espera y la convicción de lo que no se ve, por eso podemos con seguridad dar gracias a Dios.
En nuestra vida estamos tomando decisiones todos los días, y dependiendo de éstas así será nuestro
mañana. En el libro de Génesis 25:29-34 La palabra de Dios nos enseña por ejemplo que un día Esaú
vendió a su hermano Jacob la primogenitura por un plato de guiso rojo con lentejas. Una decisión
equivocada por supuesto.
También nos añade la Biblia que cuando Esaú hizo eso, él estaba cansado y tenía hambre. Entonces,
debemos cuidar nuestra fuerza en Dios y nuestro discernimiento. Posteriormente Esaúl lloraba por
aquella mala y apresurada decisión. Una decisión que afectó el resto de su vida.
Él pasó la crisis de su vida sin saberlo. Lo que consideró como un asunto apenas digno de un
pensamiento, fue el acto que reveló los rasgos predominantes de su carácter. Mostró su elección, su
verdadera estima de lo que era sagrado y que debiera haber sido apreciado como sagrado. Vendió su
primogenitura por la pequeña complacencia de satisfacer su deseo del momento, y eso determinó el
curso posterior de su vida. Para Esaú, un bocado de comida valía más que el servicio de su Maestro.—
Carta 5, 1877.
…si el pueblo de Dios reflexionara en que por una acción equivocada se produce una mancha en la
historia y la experiencia que nada, salvo la sangre de Cristo, puede erradicar. Cada acto de la vida
debiera ser analizado cuidadosamente porque por él enviamos al mundo, como una fuente abierta,
torrentes de bendición o de maldición. Que quienes conocen sus Biblias vivan la vida de Cristo. Todos
debieran considerar que están haciendo una obra que perdurará para siempre… CT 87.4
Nadie en este mundo puede hacer un acto egoísta sin correr el riesgo de vender su primogenitura por
un plato de lentejas. Recuerden que Esaú estaba controlado por sus deseos, fue un hombre dominado
por sus apetitos e inclinaciones y vendió su alma para gratificar sus apetitos. ¿Alguno que conoce la
verdad presente está viviendo así? CT.87.5
Hay muchos que son como Esaú. El representa a aquellos que tienen a su alcance una valiosa bendición
especial—la herencia eterna, una vida perdurable como la vida de Dios, el Creador del universo, felicidad
sin medida, y un eterno peso de gloria—, pero que han dado rienda suelta a sus apetitos, pasiones e
inclinaciones, de tal forma que se ha debilitado su poder para discernir y apreciar el valor de las cosas
eternas. CV 61:3
Esaú representa a aquellos que no han gustado los privilegios que les pertenecen, comprados a un precio
infinito, y han vendido su primogenitura por alguna satisfacción del apetito, o por el amor al dinero.—
Ibid. CV 61:6
Millares de personas están vendiendo su primogenitura para satisfacer deseos sensuales. Sacrifican la
salud, debilitan las facultades mentales, y pierden el cielo; y todo esto por un placer meramente
temporal, por un deleite que debilita y degrada. Así como Esaú despertó para ver la locura de su cambio
precipitado cuando era tarde para recobrar lo perdido, así les ocurrirá en el día de Dios a los que han
cambiado su herencia celestial por la satisfacción de placeres egoístas. PP 162.3
En la misma Escritura podemos ver el caso de Balaam, quien impulsado por su codicia cometió una gran
equivocación al intentar maldecir al pueblo de Israel.
También la Escritura nos muestra otro ejemplo, el de Judas Iscariote quien traicionó al Maestro por unas
monedas de plata. Judas echó por la borda todo lo que el Maestro tenía para él.
Tomar buenas decisiones es fundamental para nuestra vida y para la de aquellos que nos rodean. Es vital
valorar y administrar correctamente las bendiciones, privilegios y dones que el Señor nos entrega. Él nos
da su gracia y nosotros somos responsables de administrarla bien. Los dones son de Dios, la
administración es nuestra.
Es importante tener en cuenta que somos ejemplo y modelo para otros, tal vez para tus hijos, o para
quienes siguen tu dirección, a lo mejor eres el único cristiano en casa o en el trabajo, por eso el Señor
Jesucristo dijo:
“Vosotros sois la luz de mundo… alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”, tenemos entonces la responsabilidad
de brillar con su luz en todo lugar y en todo tiempo.
Debemos reconocer nuestra necesidad de Dios todos los días, y así procurar caminar con Jesús y
permitir su obra en nuestro corazón para alcanzar sus propósitos y permitir que otros vengan al
conocimiento de Jesucristo el Señor. Es el deseo de Dios que sigamos al Maestro y él nos llevará a los
escenarios de bendición que ha dispuesto.
Tit 3:1-11: “Recuerda a los otros que se sometan al gobierno y a las autoridades, que sean obedientes
y que siempre estén dispuestos a hacer lo bueno. Que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos y
bondadosos, y que se muestren humildes de corazón en su trato con todos. Porque antes también
nosotros éramos insensatos y rebeldes; andábamos perdidos y éramos esclavos de toda clase de
deseos y placeres. Vivíamos en maldad y envidia, odiados y odiándonos unos a otros. Pero Dios
nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad, y, sin que nosotros hubiéramos
hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva
vida por el Espíritu Santo. Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el
Espíritu Santo, para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir
en herencia la vida eterna. Esto es muy cierto, y quiero que insistas mucho en ello, para que los que
creen en Dios se ocupen en hacer el bien. Estas cosas son buenas y útiles para todos. Pero evita las
discusiones tontas, las leyendas acerca de los antepasados, las discordias y las peleas por cuestiones
de la ley de Moisés. Son cosas inútiles y sin sentido. Si alguien causa divisiones en la iglesia, llámale la
atención una y dos veces; pero si no te hace caso, expúlsalo de ella, pues debes saber que esa persona
se ha pervertido y que su mismo pecado la está condenando.”
Dios cumplió su promesa y después de la resurrección del Señor Jesús envió al Espíritu Santo, quien vive
dentro del cristiano, él nos enseña, guía, redarguye, unge para hacer la voluntad de Dios. Por eso, es
fundamental como cristianos desarrollar una relación genuina y sincera con el Espíritu Santo de Dios.
Nos dice la palabra de Dios en Tito 3:4-5 “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,
y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por renovación en el Espíritu Santo de
Dios”.
Como podemos concluir a la luz de este pasaje bíblico y se confirma en el resto de la Escritura, la Gracia
Divina no alcanzó al hombre por méritos humanos, sino por su gracia y misericordia. Así pues ese amor,
alcanza al hombre no sólo para darle perdón, sino que le otorga la oportunidad de ser completamente
transformado por el poder de Dios.
Por eso es que lo importante aquí no es la condición de la persona, ni sus errores, ni sus fallas, ni su
maldad o los numerosos pecados, el ser humano puede ser regenerado por el poder de Dios.
Lo que el Señor espera encontrar es un corazón manso y humilde, que acepta y reconoce su necesidad
de cambio y que esa transformación solo se encuentra en Dios.
El pasaje bíblico de hoy, Tito 3, nos habla del término “regeneración”, ésta palabra es traducida del
término griego “palingenesia”, que significa además: renacimiento, nuevo nacimiento, nueva creación,
nuevo origen o linaje. Esto nos habla de una etapa completamente nueva y de otro nivel.
Estamos aquí hablando de un nuevo nacimiento, que la Biblia describe de naturaleza divina que nos es
impartida cuando le entregamos nuestra vida a Jesucristo, y venimos a ser hijos de Dios.
Ésta regeneración implica el lavamiento (que desde el idioma griego bíblico traduce: baño, lavadero,
purificación), es un acción espiritual fundamental y necesaria debido a la impureza provocada por el
pecado.
Es muy importante tener en cuenta aquí lo que nos dice el Evangelio de San Juan 3:3-6, pues nos habla
de “nacer de agua y del Espíritu”, y esto coincide con Tito que habla del lavamiento (agua) y de la
regeneración (obra del Espíritu Santo).
Surge entonces una pregunta: ¿Qué limpia el pecado del hombre? Y la respuesta es sólo la sangre de
Jesús (por eso el nuevo nacimiento está precedido del arrepentimiento, aspecto fundamental para
experimentar una transformación real). Sólo un corazón arrepentido reconoce su pecado y para esto la
solución sólo es la sangre de Jesucristo derramada en la cruz.
En la palabra de Dios se nos muestra que el agua es un símbolo o figura de la Palabra de Dios, por eso
nos dice en Efesios 5 que “Cristo se entregó por ella (la iglesia) para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra”.
En el momento en que entregamos nuestra vida a Jesús viene el Espíritu de Vida (Romanos 8:2) y
engendra la vida de Cristo en el creyente, el Espíritu Santo es derramado abundantemente en nosotros
renovando nuestra vida (es decir trae lo nuevo de Dios y con su poder transforma e instruye al cristiano
en la nueva vida).
Conclusión: Nuestro buen Dios desea ayudar al hombre, esa ayuda está sujeta a la disposición del
corazón humano. Cuando éste es humilde, reconoce su condición y se acerca a Dios, encontrará la
gracia divina y el perdón, Dios derramará el poder del Espíritu Santo generando una verdadera
transformación.
¿Cómo puedo alcanzar la prosperidad de Dios para mi vida? Sigue el consejo de Dios y serás prosperado,
convierte la palabra del Señor en tu manual de vida y en todo lo que emprendas serás bendecido.
Por eso el Espíritu Santo nos enseña en el Libro de los Salmos 1:1-3 así: “Bienaventurado el varón que no
anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sienta en la silla de los
escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su delicia, y en esta ley medita de noche y de día. Será
como árbol plantando junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo
que hace prosperará”.
Este salmo presenta brevemente, en forma poética, una ley espiritual muchas veces expresada en los
salmos: que la justicia lleva al éxito, y la injusticia al fracaso. Es un sermón que habla en cuanto a la
felicidad de aquel que vive enteramente consagrado a Dios y a la total destrucción que aguarda al que no
da lugar a Dios en su vida.
Este salmo se divide en dos estrofas que contrastan entre sí. En los Psa 1:1-3 se describe la felicidad del
bueno que deliberadamente evita el mal y proclama su deleite en la ley de Dios. Se traza un vívido cuadro
de los resultados de la vida piadosa cuando se compara al bueno con un árbol que produce los frutos de
justicia. En los Psa 1:4-6 se describe la desdicha del malo, representado por el tamo; se declara cuál será
el fin de su vida, y se llega a la conclusión de que Dios hace que el bueno alcance el éxito final, mientras
que el malo sufra la destrucción.
Cuando las Escrituras prometen “y todo lo que hacen, prosperará”, no significa que sean inmunes al
fracaso o a las dificultades. Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad. Lo que la prosperidad
significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de Dios se aplica en nuestras vidas, el fruto que
produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de Dios. Así como un árbol absorbe el agua y
produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de Dios, para producir hechos y actitudes
que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra de Dios en nuestro
corazón.
Cuando observamos al detalle la vida podemos hallar personas que no pueden conciliar el sueño por el
intenso entusiasmo y pasión con la que comienzan un plan o proyecto, pues su mente sólo está en las
cosas que desean hacer y lograr. O tal vez podemos ver a otras personas que invierten su vida y todas
sus fuerzas para alcanzar su sueño, invierten su tiempo y aún por completo sus finanzas, y
probablemente otras cosas más.
En estos casos y ejemplos podemos considerar para nuestra vida una reflexión, y es que debemos ser
apasionados por Jesucristo y por sus planes para nuestra vida en esta tierra. Ese profundo anhelo será
como un motor que nos impulsa para vivir.
En la misma Escritura nuestro Dios nos advierte para no ir por el camino equivocado, y es que la verdad
éste mundo ofrece muchas cosas atractivas que no agradan a Dios, recordemos por ejemplo que el
tentador le ofreció al Señor Jesús la gloria de esta tierra, pero el Maestro escogió hacer la voluntad de su
Padre celestial.
En estos últimos días del tiempo de gracia que nos queda Al ser humano y en especial al cristiano el reino
de las tinieblas le ofrece grandes logros y éxito sin Dios, pero sus resultados finales son el fracaso, la
soledad, la ruina, vaciedad, vergüenza y dolor, como le sucedió al hijo prodigo. Pero como Jesús
escogeremos hacer la voluntad de vuestro Padre Celestial?...
Los que tienen la bendición del Señor son muy favorecidos. … Aseguraos, entonces, de no elegir a los
impíos como compañeros, porque influirán en vosotros para que hagáis las mismas cosas que desagradan
a Dios, y os privan de su bendición. AFC64 321.2
Cuando alguien permite el acceso a su mente y corazón a quienes le aconsejarán que obre mal en
cualquier forma, entonces sigue los consejos de los impíos. … Está en el camino de pecadores, … y el paso
siguiente lo llevará a la silla de los escarnecedores despreocupados. … El mensaje de misericordia, amor y
paz es despreciado, y los que se asocian con esta clase de gente, llegarán a ser como ellos,
despreciadores de la misericordia de Dios. Resulta sorprendente ver hasta dónde se extenderá la
influencia de un solo joven impío; qué poder llega a ser en las manos de Satanás para obrar el mal;
cuánto se escuchan sus consejos; cuánta aflicción, pesar y dolor puede acarrear. AFC64 321.3
Hay una constante necesidad de comunión privada con Dios. Debemos apropiarnos del Espíritu de Cristo,
si queremos impartirlo a otros. No podemos hacer frente a las agencias humanas y satánicas combinadas,
a menos que pasemos mucho tiempo de comunión con la Fuente de todo poder. Debiéramos tener algún
momento para alejarnos de los sonidos, de los quehaceres terrenos y de las voces humanas, y escuchar la
voz de Jesús en algún lugar apartado. Así podemos probar su amor y ser imbuidos de su Espíritu. Así
aprenderemos a crucificar el yo. Esta conducta puede parecer imposible para la mente humana. Podéis
decir: “No tengo tiempo”. Pero cuando consideráis el asunto tal como es, no perdéis tiempo, porque
cuando os aseguráis el poder y la gracia que provienen de Dios, vosotrosno cumplís esta tarea. Jesús es el
verdadero obrero. “Separados de mí—dice Cristo—nada podéis hacer”. Juan 15:5… La reflexión y la
oración ferviente inspirarán a un santo esfuerzo. DNC 110.4
Esta es una época peligrosa para todo hombre que tenga talentos valiosos susceptibles de ser empleados
en la obra de Dios, porque Satanás está acosando constantemente con sus tentaciones a toda persona, y
siempre tratando de llenarlas de orgullo y ambición. Y cuando Dios podría usarlas, es muy frecuente el
caso que hayan llegado a considerarse independientes, a llenarse de suficiencia propia, y a creerse
capaces de permanecer firmes por su cuenta… DNC 38.3
Oración y esfuerzo, esfuerzo y oración, debe ser la ocupación de vuestra vida. Deberíais orar como si la
eficiencia y la alabanza fueran sólo de Dios, y deberíais trabajar como si el deber fuese sólo de vosotros.
Si deseáis poder, podéis tenerlo; está esperando que vayáis en su busca. Creed sólo en Dios, aferraos a su
Palabra, obrad por fe, y las bendiciones llegarán… Dios acepta y escucha la oración de aquellos que tienen
un corazón humilde, confiado y contrito; y cuando Dios ayuda, todos los obstáculos serán vencidos… Las
bendiciones del cielo, obtenidas por la suplicación diaria, serán como el pan de vida para el alma y
causarán un aumento en la fortaleza moral y espiritual, como un árbol plantado junto a corrientes de
aguas.* DNC 38.4
Querido hermano Dios desea hoy tu bienestar, sigue su dirección y serás prosperado en todo lo que
emprendas.
A través del registro de la historia de la humanidad podemos ver poderosos conquistadores, personas
que alcanzaron grandes victorias mediante batallas significativas, por ejemplo Cesar el emperador de
Roma, Alejandro Magno el rey de Grecia, Napoleón Bonaparte el emperador de Francia, y estas
naciones se hicieron grandes y poderosas en sus respectivos tiempos.
Debido a estas grandes victorias estos conquistadores ocupan un lugar significativo en la historia del ser
humano; pero hay un gran conquistador, el más poderoso y eterno, él es Jesucristo nuestro Señor.
Ningún otro en poder y gloria como él, su amor por la libertad del ser humano quedo registrado en la
Biblia.
Podemos leer ahora las palabras del apóstol Pablo: “Porque primeramente os he enseñado lo que
asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado,
y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” según la primera Carta a los Corintios 15:3-4.
El Señor Jesús dio su vida por nuestros pecados, pero también nos dice la palabra de Dios que resucitó al
tercer día, él derrotó a la muerte y al Hades, los poderes demoniacos no lo pudieron retener.
El Señor Jesucristo venció al diablo y a todos sus principados y potestades, él resucitó en poder y gloria.
Podemos ver en el mundo muchas religiones y diferentes líderes con multitudes de seguidores, como
Confucio, Buda (Sidharta Gautama) y otros, pero debemos tener en cuenta que ninguno resucitó, por el
contrario en sus sepulcros y varios lugares se pueden hallar algunos restos, los cuales son adorados.
Mientras que en el caso de nuestro Señor Jesucristo hallamos su sepulcro vacío, pues él resucitó y ahora
está sentado a la diestra del Padre celestial rodeado de poder, gloria y majestad, sentado en gobierno y
victoria.
La palabra de Dios nos enseña que así como Cristo resucitó nosotros también resucitaremos, o si
estamos vivos en su venida seremos levantados. El Señor Jesús venció la muerte y volverá por su iglesia,
esto es columna y fundamento de la fe cristiana.
Es muy importante tener en cuenta que así como se ha cumplido toda la Escritura respecto a la primera
venida del Señor Jesús, respecto a su muerte y resurrección, también toda la Escritura se cumplirá
respecto a su segunda venida, por eso el Señor Jesucristo vuelve en poder y gloria para levantar a su
iglesia, y estaremos para siempre con el Señor.
Dios está contigo y eso es lo más importante.
La palabra de Dios nos permite ver en Moisés una gran virtud y es que durante los cuarenta años que
estuvo caminando por el desierto hacia la tierra prometida nunca consideró volver atrás, él nunca les dijo
a los israelitas: “volvámonos a Egipto, ya que éste camino por el desierto es muy difícil”. Por difícil que
estuvieran las cosas nunca pensó volver a Egipto.
Por el contrario podemos ver que en los tiempos más críticos y difíciles lo que hizo fue buscar la
presencia de Dios, y eso fue precisamente su fortaleza. Moisés fue un hombre de adoración, fue un
hombre que reconoció la necesidad del Señor en su vida.
De igual manera la palabra de Dios nos enseña en hechos 16:25 que el apóstol Pablo y Silas cuando
estaban presos en la cárcel de Filipos, no se quejaron ni murmuraron más bien ellos adoraron a Dios, en
vez de pensar en renunciar o abandonarlo todo, y adorar al Señor los fortaleció en aquella situación y
salieron vencedores.
Recordemos que: A Pablo y Silas los desnudaron, golpearon, azotaron y pusieron en el cepo del calabozo
de más adentro. Ultrajados por esta triste situación, alabaron a Dios, orando y cantando, de manera que
los otros prisioneros los oyeron…. No importa cuál sea nuestra situación, debemos alabar a Dios. DV-c
No importa cuan difícil sea tu problema, cuan dura sea tu prueba, debemos alabar a Dios..
Ellos eran siervos del Dios altísimo; estaban sufriendo por él, y de todo corazón alababan su santo
nombre. Dios, a su vez, les brindó su consuelo y su fortaleza en una forma incomprensible para los que
no le sirven. CBA-c
En la Escritura Dios nos enseña que él bendice y recompensa a la persona que persevera en la fe, por eso
nos dice Hebreos 6:13-15
“Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo esperado
con paciencia, alcanzó la promesa”.
En este pasaje Se presenta a Abrahán como un ejemplo de alguien que mediante su paciente
perseverancia “alcanzó la promesa”
Y como bien nos enseña la Biblia Abraham fue un hombre bendecido y protegido por Dios. Su vida es un
testimonio de la fe y la perseverancia.
Está tu vida siendo un verdadero testimonio de fe y perseverancia ante las pruebas y vicisitudes de la
vida?
Es bien claro entonces que seguir al Señor Jesucristo implica esfuerzo y perseverancia, ya que habrá
oposición y obstáculos que superar en el camino. Pero, Gracias a Dios que él ha prometido estar con
cada uno de nosotros todos los días.
A la luz de esta reflexión podemos decir que habrá algunas dificultades en el camino, pero recuerda
que las aflicciones y pruebas presentes, no son comparables con la gloria venidera que en cada uno
habrá de manifestarse.(romanos 8:18) Dios está contigo y esto es lo más importante.
Introducción: El desánimo es un aspecto que llega a la vida del ser humano, y como cristianos a veces
caemos en él, pero debemos superarlo porque puede no sólo debilitarnos, sino apartarnos del camino de
la fe en Jesucristo el Señor, y puede afectar de modo significativo los propósitos de Dios en nuestra vida.
En la Biblia ¿Qué significa “desmayar”? Esta palabra quiere decir: debilitar, fatigar, perder el ánimo.
También significa: desanimarse. Es perder la esperanza la fe y la confianza en Dios y en su cuidado. Esta
palabra también quiere decir: resignarse; desfallecer y perder el valor.
Deuteronomio 1:21 “Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová
te ha dicho; no temas ni desmayes”.
Para aquel momento Israel estaba a punto de iniciar la conquista de la tierra prometida, allí habían
grandes ciudades, gigantes y poderoso ejércitos, la conquista tomaría años, y quizá en el proceso podía el
pueblo de Dios desmayar, por eso el Señor le dice: No desmayes, yo cumpliré mi palabra.
Números 21 4-5 “Después partieron del Monte de Hor camino del mar Rojo para rodear la tierra de edom
y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: Porque nos Hiciste
subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene
fastidio de este pan tan liviano”
La palabra de Dios nos enseña que ellos caminaban por el desierto. Para nosotros hoy día es enfrentar
crisis y dificultades. Es no recibir o no tener lo que deseamos, para ellos era el pan y el agua, pues no
estaban de acuerdo con el pan que Dios enviaba del cielo, es decir el maná.
Cuando no nos sometemos a la voluntad de Dios, sino que deseamos hacer nuestra propia voluntad, las
cosas no salen bien, y ante los malos resultados aparece el desánimo.
Ellos tenían una visión de fracaso, de hecho pensaban que habían salido de Egipto para morir; no había fe
para creer que el Señor los introduciría en la tierra de la abundancia. Cuando la fe se debilita, aparece el
desánimo.
Lo correcto y lo que nos enseña la palabra de Dios es que veamos estas circunstancias como
oportunidades para depender de Dios y para crecer en la fe. Las dificultades del camino terminan siendo
herramientas del Señor que nos ayudan a madurar en todas las áreas de nuestro ser; madurez
fundamental para alcanzar los planes de Dios para nuestra vida.
a) Fortalece tu fe.
Salmo 27:13-14 “Hubiera yo desmayado sino creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los
vivientes. Aguarda a Jehová, esfuérzate, y aliéntese tu corazón, sí, espera a Jehová”.
Este es un salmo escrito por David, un hombre que enfrentó grandes desafíos y obstáculos en su vida,
pero como leemos aquí, él siempre creyó en la bondad de Dios. Su fe en el Señor fue perseverante, y por
eso las bendiciones de Dios lo alcanzaron.
Debemos destacar la frase: “Aguarda a Jehová, y esfuérzate”, pues nos recuerda la importancia de
esperar en el Señor, y mientras tanto, tomar fortaleza en él para no desmayar. David tuvo que esperar el
tiempo de Dios para reinar sobre Israel, y aprendió que las mejores cosas vienen del Señor en su
perfecto tiempo.
Por lo tanto que otra cosa debemos hacer para renovar nuestro estado de ánimo:
Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo,
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré, con la diestra de mi justicia”.
En la primera parte de este versículo podemos ver que la razón para no tener miedo es porque Dios está
con nosotros; entonces la presencia del Señor genera seguridad y valentía.
El miedo y el desánimo son hermanos, pues, el primero siempre va de la mano del segundo. Cuando hay
temor a la persona le cuesta creer en Dios y en sus promesas, por lo cual no avanza, el desánimo viene
entonces y genera una visión triste y trágica de la vida.
Es necesario acudir a Cristo y tomar nuevas fuerzas en él, y renovar nuestra esperanza y certeza de que
quien nos sostiene y ayuda es Dios mismo, por su naturaleza de amor y bondad siempre hará lo mejor
para nosotros.
Es cierto que sufriremos chascos y que nos aguardan tribulaciones; pero debemos encomendar todo, sea
grande o pequeño, a nuestro Dios. A él no lo aturden la multitud de nuestros sinsabores, ni lo abruma el
peso de nuestras cargas. Su protección se extiende a todos los hogares y vela por cada individuo. A él le
preocupan todos nuestros negocios y pesares. El anota cada lágrima; se conmueve al advertir nuestras
debilidades. Todas las aflicciones y pruebas que nos sobrecogen son permitidas a fin de que obren los
divinos propósitos de amor en nuestro beneficio, “para que recibamos su santificación”, y así
participemos de la plenitud del gozo que se halla en su presencia. DNC 61:5
La alabanza tiene la virtud de llevarnos a la presencia de Dios; la alabanza transforma la tristeza en gozo,
y nos hace mucho más conscientes del poder y cuidado de Dios a nuestro favor.
Recordemos lo que dice David por el Espíritu en el Salmo 30:11-12 “Has cambiado mi lamento en baile;
desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre”.
En este pasaje vemos que David se propone agradecer a Dios en todas las actividades de su vida. Ha
aprendido la lección de la adversidad, que lo preparará para mantenerse en pie en la prosperidad.CBA-c
Hay otra cosa más que debemos hacer para renovar nuestro estado de ánimo y es:
Acerca de la importancia de orar y de perseverar en ello, el mismo Señor Jesús enseñó, por ejemplo En
Lucas 18:1 “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”.
El Maestro sabía que podíamos ser tentados a dejar de orar, o que por las adversidades podíamos
renunciar a la oración; pero es esto precisamente lo que el enemigo de nuestras almas quiere. La vida de
oración puede ser afectada fuertemente por el desánimo.
La comunión con Dios es muy importante, cuando oramos o hablamos con el Señor nuestro espíritu se
hace fuerte, nuestra fe se afirma y nuestra esperanza se hace más sólida.
Entre el pueblo de Dios debería haber, en este tiempo, frecuentes momentos de oración sincera,
ferviente. La mente debería estar constantemente en actitud de oración. RJ 113.3
Las mayores victorias de la iglesia de Cristo o del cristiano… son las victorias que se alcanzan en la
cámara de audiencia con Dios, cuando la fe fervorosa y agonizante se ase del poderoso brazo de la
omnipotencia.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 201, 202. RJ 113.8
En las crisis por el desierto Moisés oraba, y Dios le mostraba la solución. Ante la persecución David
clamaba al Señor, y él le daba la victoria sobre sus enemigos. En los momentos más críticos de su vida el
apóstol Pablo oraba y adoraba a Dios, y recibía de él poderosas respuestas, pues hasta ángeles eran
enviados por el Señor para liberarlo de sus enemigos. En el momento más difícil de su vida el Señor
Jesús oró en el Huerto de Getsemaní, derramando su corazón delante del Padre celestial, y Dios le dio la
fortaleza para ir a la cruz y al tercer día lo levantó de los muertos.
Toda persona que ora y clama a Dios no será decepcionada; el Señor se deja hallar de los que le buscan,
y tiene misericordia de sus vidas y de sus generaciones. Hermanos No tengamos temor, no permitamos
que el miedo eche raíces en nuestro corazón, adoremos a Dios y fortalezcamos nuestra fe en sus
promesas, y veremos la gloria del Señor a nuestro favor.
Queridos hermanos no Nos desanimemos ante los problemas y las más duras pruebas que se nos
pudieran presentar hoy, Dios es nuestra fortaleza. Nuestro pronto auxilio..
Introducción: Por lo general el ser humano quiere vivir sin someterse a normas, reglas o leyes, vivir sin
límites, sin frenos, ignorando que esto mismo lo llevará a la destrucción. Cuando aceptamos que
necesitamos a Dios y su consejo para vivir, hemos dado el primer paso para hallar la vida eterna y para
experimentar la vida en abundancia que Cristo vino a darnos…
El Señor Jesús dijo en Mateo 11:29-30: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera
mi carga”.
Es importante tener en cuenta que estas palabras las dice el Señor Jesús en un contexto en el que señala
o destaca la dureza de corazón de ciudades como Corazín, Betsaida, Capernaum, lugares en donde él
hizo muchos milagros, pero sus habitantes no se arrepintieron.
Aquellas ciudades terminaron siendo más duras en su corazón que la misma ciudad de Sodoma, pues
Jesús dijo: “si estos milagros se hubieran hecho en Sodoma habría permanecido hasta hoy”. La religión,
el orgullo, la autosuficiencia, la rebelión del corazón, entre otros, son factores que nos alejan del Señor y
nos hacen perder el reposo de Dios.
Hablamos aquí del reposo en la tierra y del reposo en la eternidad. Es decir, cuando no hacemos la
voluntad de Dios vivimos con una zozobra e insatisfacción en nuestra vida diaria, además de que el
pecado tiene como paga la muerte, esto es perder la vida eterna.
Es necesario seguir entonces el consejo de Dios: “Llevad mi yugo sobre vosotros”. El yugo era aquel
madero que llevaba un par de bueyes sobre sus cuellos y así halaban el arado para surcar la tierra. En la
Biblia indica o representa el someterse a la voluntad de Dios, en este caso a la voluntad del Padre
celestial.
Este sometimiento a Dios para que realmente se lleve a cabo, requiere, como nos enseña Jesús:
humildad y mansedumbre, por eso dijo: “Aprende de mí que soy manso y humilde de corazón”, cuando
en esa actitud hacemos la voluntad de Dios entonces “hallaremos descanso para nuestras almas”.
Debemos aprender la abnegación, debemos aprender a tener ánimo, paciencia, fortaleza y amor
perdonador. … Si tenemos fe en Jesús como nuestro ayudador, y los ojos de nuestra fe están
constantemente dirigidos hacia él, nos haremos semejantes a Jesús en carácter. El morará en nuestros
corazones, y nosotros moraremos en Cristo. Cuando nuestras vidas están vestidas con la justicia de
Cristo, se ocultan con él en Dios. El será nuestro consejero. Si le pedimos con fe, él iluminará nuestro
entendimiento. NEV. 101.2
La verdadera felicidad no se encuentra en la gratificación propia y en la complacencia propia, sino en
aprender de Cristo, en tomar su yugo y llevar su carga. Los que confían en su propia sabiduría y siguen
sus propios caminos, se van quejando a cada paso, porque la carga que el egoísmo les impone es muy
pesada y su yugo muy irritante. Podrían cambiar todo eso si vinieran a Jesús, y por su gracia se
despojaran del yugo que los ata a Satanás, … si tomaran la carga que Cristo les da y tomaran su yugo en
un servicio voluntario y feliz. Jesús ama a los jóvenes, y anhela que posean esa paz que sólo él puede
impartir. … Si nos hemos convertido en discípulos de Cristo, aprenderemos de él, cada día
aprenderemos cómo vencer algún rasgo de carácter detestable. Cada día copiaremos su ejemplo y nos
acercaremos un poco más al Modelo. Si alguna vez hemos de heredar esas mansiones que él ha ido a
prepararnos, aquí debemos estar formando caracteres tales como los de los moradores de allí.—The
Youth’s Instructor, 21 de noviembre de 1883. AFC 123.3
El descanso huye del ser humano y aun del mismo cristiano porque por lo general se desea hacer la
propia voluntad, es decir, no hay sometimiento al yugo de Jesús, entonces nuestro ser entra en un caos
emocional y confusión, los resultados de ir por el propio camino son tristes y dolorosos, realmente sólo
hallaremos verdadero descanso y reposo sólo cuando hacemos la voluntad de Dios.
Debe haber una transformación del ser entero: corazón, espíritu y carácter… Solamente en el altar del
sacrificio y de la mano de Dios, puede el hombre egoísta y codicioso recibir la tea celestial que le revela su
propia incompetencia y que lo conduce a someterse al yugo de Cristo, a aprender su mansedumbre y
humildad… Entonces nos pone bajo la guía del Espíritu que nos conduce a toda verdad, colocando
nuestra propia suficiencia en sumisión a Cristo.—Manuscrito 94, 1899. ELC 238.6-7
Cuando nos sometemos a Dios y seguimos su consejo libraremos nuestra alma del mal, seremos salvos
de la angustia y del caos emocional, y no sufriremos las pérdidas propias de la desobediencia.
Obedecer al Señor y seguir su diseño será vida, salvación y bendición para nosotros y para nuestra
familia.
Cristo viene a vivir en nosotros cuando le entregamos nuestra vida. La voluntad de Dios es que como sus
hijos, caminemos en la misma unción y poder en que caminó el Señor Jesús, precisamente por eso ha
sido enviado el Espíritu Santo y hoy día vive dentro de cada persona que ha nacido de nuevo en Cristo. Es
el poder del Espíritu Santo el que transforma nuestra vida.
La palabra de Dios nos dice en el Libro de los hechos 10:37-38 que El Señor Jesús “anduvo haciendo
bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo”, y es esto un ejemplo o modelo en el que la iglesia
debe caminar, el cuerpo de Cristo (la iglesia) debe caminar y avanzar como el Señor cuando estuvo en
esta tierra.
De manera clara la Escritura nos dice que los discípulos del Señor Jesús son ungidos con capacidades
sobrenaturales por el poder del Espíritu Santo para desarrollar y llevar a cabo la voluntad de Dios en esta
tierra.
Por ejemplo, la palabra de Dios nos dice en el Libro de los Hechos 9:17-18 que “Ananías fue y puso sobre
Pablo las manos, y dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús quien se te apareció en el camino por donde
venías, me envió para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento se le cayeron de
los ojos como escamas y recibió la vista la instante, y levantándose en aquel momento, fue bautizado”.
Según este pasaje bíblico y su contexto, vemos en Ananías un ejemplo a seguir, pues él oró, siguió las
instrucciones de Dios, se esforzó y superó los argumentos de su mente, aceptó a Pablo, le acompañó en
el bautismo y le acercó a los demás discípulos del Señor Jesús que estaban en la ciudad de Damasco.
Mientras Saulo continuaba solo orando y suplicando en la casa de Judas, el Señor le apareció en visión a
“un discípulo en Damasco llamado Ananías,” y le dijo que Saulo de Tarso estaba orando y que necesitaba
ayuda. “Levántate, y ve a la calle que se llama la Derecha—dijo el mensajero celestial,—y busca en casa
de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, él ora; y ha visto en visión un varón llamado
Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que reciba la vista.”
Apenas podía creer Ananías las palabras del ángel; porque los informes de la acerba persecución de Saulo
contra los santos de Jerusalén se habían esparcido extensamente. Se aventuró a protestar: “Señor, he
oído a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalem: y aun aquí
tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu nombre.” Pero la
orden fué imperativa: “Ve; porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en
presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.”
Obediente a la indicación del ángel, Ananías buscó al hombre que hacía sólo poco respiraba amenazas
contra todos los que creían en el nombre de Jesús; y poniendo sus manos sobre la cabeza del dolorido
penitente, dijo: “Saulo hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha
enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Hap 99.1-3
Pablo llegó a convertirse en un poderoso apóstol para la gloria de Dios. Entonces, la sensibilidad y
obediencia de Ananías al Espíritu Santo fue una gran bendición para aquel tiempo, y para el resto de la
humanidad.
Nuestro buen Dios ha enviado al Espíritu Santo para santificarnos y capacitarnos para vivir un servicio
lleno de poder en Cristo y una vida agradable a Dios. Su deseo es una iglesia pura, sin mancha, y que
avance en el amor y poder del Espíritu Santo. Una iglesia sensible y obediente a Dios; con su ayuda y
poder, la iglesia avanza y se prepara para la segunda venida del Señor.
Dios es fiel y cumple sus promesas
A través de la Escritura se nos enseña una poderosa verdad: Dios es fiel y cumple sus promesas, es por
eso que como cristianos somos llamados a depositar toda nuestra confianza en él. Veamos lo que nos
enseña Isaías 49:3-5
“y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. Pero yo dije: Por demás he trabajado, en
vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa
con mi Dios. Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer
volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío
será mi fuerza);”
Aquí responde Israel, a quien se le han dirigido las palabras del versículo 3. Los fieles en Israel estaban
desanimados por el infortunio que al culminar en el cautiverio babilónico, les haría pensar que era inútil
seguir esperando el glorioso destino prometido a Israel (ver pp. 31-34). Les parecería entonces que los
días se prolongaban y que la visión era un futuro distante (cf. Eze 12:22-28). Así también Cristo en algunas
ocasiones sintió profundamente que su ministerio en favor de los hombres era muy poco apreciado. CBA-
c
1) En primer lugar debemos considerar que en su papel como siervo de Dios Israel ha pasado por
diversas etapas y crisis. Israel ha visto sin duda, poderosos y grandes milagros de Dios a su favor;
también ha vivido tiempos difíciles y críticos, por eso dijo en algún momento, según el versículo
cuatro: “Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas”.
Pero el Señor es fiel, bueno y todopoderoso, él ha prometido no desamparar a su pueblo, por eso ante la
conquista de la tierra prometida Dios le dijo a Israel y a Josué: “No te dejaré, ni te desampararé”.
2) En segundo lugar recordemos que Dios no cambia. Este pasaje de Isaías 49:4-5 nos permite
concluir que él hace lo mismo con nosotros, cuando pasamos por tiempo de dificultad y
adversidad Dios es nuestra fuerza, sustento y ayuda.
Incluso cuando el servicio a Dios enfrenta obstáculos y oposición, por eso al final del versículo 4 se nos
dice: “mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios”. Es Dios quien defiende a su
pueblo y recompensa a quienes le siguen y le sirven. El Señor recompensa a aquellos que procuran la
extensión de su reino.
Dios cumple sus promesas y tiene cuidado de su pueblo, por eso el Señor dijo… “Yo te hice, te cree, y
hasta las canas te soportaré… ” Isaías 46:4.
Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y alabanza.
Resistir a la melancolía, a los pensamientos y sentimientos de descontento, es un deber tan positivo
como el de orar. Si somos destinados para el cielo, ¿cómo podemos portarnos como un séquito de
plañideras, gimiendo y lamentándonos a lo largo de todo el camino que conduce a la casa de nuestro
Padre?
Los profesos cristianos que están siempre lamentándose y parecen creer que la alegría y la felicidad
fueran pecado, desconocen la religión verdadera. Los que sólo se complacen en lo melancólico del
mundo natural, que prefieren mirar hojas muertas a cortar hermosas flores vivas, que no ven belleza
alguna en los altos montes ni en los valles cubiertos de verde césped, que cierran sus sentidos para no oír
la alegre voz que les habla en la naturaleza, música siempre dulce para todo oído atento, los tales no
están en Cristo. Se están preparando tristezas y tinieblas, cuando bien pudieran gozar de dicha, y la luz
del Sol de justicia podría despuntar en sus corazones llevándoles salud en sus rayos.
Puede suceder a menudo que vuestro espíritu se anuble de dolor. No tratéis entonces de pensar. Sabéis
que Jesús os ama, Comprende vuestra debilidad. Podéis hacer su voluntad descansando sencillamente en
sus brazos. MC 194.3-5
Enseñemos, pues, a nuestros corazones y a nuestros labios a alabar a Dios por su incomparable amor.
Enseñemos a nuestras almas a tener esperanza, y a vivir en la luz que irradia de la cruz del Calvario.
Nunca debemos olvidar que somos hijos del Rey celestial, del Señor de los ejércitos. Es nuestro privilegio
confiar reposadamente en Dios. 195.2
Los ojos del Señor están sobre su pueblo y lo defiende a capa y espada, como decimos popularmente.
Dios cumple lo que ha dicho. No importa cuan dura y difícil sea tu prueba, mantengamos un Espíritu
de agradecimiento y alabanza a vuestro Señor y aún cuando todo te parezca complicado y difícil
mantengamos nuestra fe y confianza en Jehová, Él peleará por ti..
Introducción: La Biblia nos enseña que Jesús es el camino, la verdad y la vida, nadie va a al Padre, sino
por él. Es sólo a través de Jesús que tenemos acceso y revelación del Padre celestial, se requiere por
tanto anhelo de conocer a Dios y humildad para buscar a Jesús. Es fundamental esto para vivir la vida en
abundancia, pues Jesús dijo: “Y esta es la vida eterna que te conozcan a ti, y a quien has enviado”…
Conocer a Jesús es el camino para conocer al Padre celestial.
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre
conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” Mateo 11:27.
Inicialmente en este versículo el Señor Jesús hace una declaración muy importante: “todas las cosas me
fueron entregadas por mi Padre”; expresión que nos deja ver no sólo la confianza absoluta del Padre en
Jesús al entregarle todo, sino que nos recuerda que Jesús es Señor de todo y que el Padre celestial lo
honró poniendo todas las cosas en sus manos.
Por eso debemos ser conscientes de la importancia de aceptar a Cristo no sólo como nuestro Salvador,
sino como nuestro Señor, pues su señorío implica someternos a su voluntad plenamente y gozarnos de
su gobierno sobre nuestra vida.
Es el Hijo quien conoce plenamente al Padre, y es el Hijo quien nos lo puede revelar. La palabra “revelar”
se traduce del término griego “apokalupto” (raíz de la palabra “Apocalipsis”) que además quiere decir:
quitar la cubierta, descubrir. Es dar a conocer o poner a la vista lo que estaba cubierto o era
desconocido.
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que nos anima, fortalece y enseña sobre el poder e importancia de nuestra comunión con Dios.
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CRISTIANO).
Entonces el Señor Jesús, además de venir a dar su vida en rescate por muchos, vino a revelarnos al Padre
celestial. De hecho todo lo que hizo Jesús en su ministerio terrenal fue fiel reflejo de la voluntad del
Padre celestial, por eso el Señor dijo:
“Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yos soy, y que nada hago por mí
mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo… porque yo hago siempre lo que le agrada” Juan
8:28-29.
Jesús al final de Mateo 11:27 dice: “y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”. Sabemos, sin duda, que el
Señor Jesús busca corazones mansos, humildes, que reconocen su condición y necesidad de Dios, es por
eso que los escribas y fariseos de aquella época no tuvieron la revelación de Cristo y del Padre, porque
eran orgullosos, autosuficientes y por su religión no reconocían su condición.
Es fundamental entonces para tener y crecer en la revelación del Padre celestial no sólo anhelo de él,
sino una actitud humilde de corazón y una disposición enseñable para ser instruido por el Señor
Jesucristo y por el Espíritu Santo que nos ha sido concedido.
Introducción: Alabar a Dios es un mandamiento claro en las Sagradas Escrituras, y es muy importante
reflexionar en las razones por las que debemos hacerlo. Jesús es nuestro bendito Salvador quien entregó
su vida por nuestro pecado, enviado por el Padre celestial cumplió perfectamente su voluntad y hoy está
con nosotros todos los días hasta el fin del mundo…
Mateo 11:25 “En aquel tiempo, respondiendo Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”.
Mt 11:25: “En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo
escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños.”BAD 1989
Mt 11:25: “En aquel tiempo, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.” DHHD.
El pasaje anterior a este, es decir: Mateo 11:20-24, nos enseña que el Señor Jesús se lamenta por la
dureza de corazón de los habitantes de ciudades de Israel, ante su predicación, la cual incluso iba
acompañada de señales y milagros, y es en ese contexto que el Señor alaba a su Padre celestial.
Específicamente nos dice la Escritura que el Señor Jesús levantó una alabanza exaltando en primer lugar
al “Señor del cielo y de la tierra”, expresión que nos recuerda que Dios es Creador y soberano dueño de
todo lo que existe, su señorío o gobierno debe ser reconocido por toda su creación (lamentablemente
este se trata con ligereza por parte de sus criaturas).
Nos dice además el pasaje que Jesús alaba al Padre celestial porque “escondiste estas cosas de los sabios
y de los entendidos”, es decir la revelación del Mesías, los secretos del reino de Dios viniendo a la tierra,
los principios de vida y bendición por la fe, entre otras cosas, son dados no a los sabios y entendidos del
mundo (el orgullo y la altivez son obstáculos para recibir con humildad los diseños y bendiciones de
Dios).
Por eso es que el soberano y sabio Dios, el Padre celestial, decide entregar los beneficios del evangelio
del reino a los “niños”. La revelación de todas estas cosas Dios las da a los niños, es decir, a todo aquel
que con sencillez y humildad de corazón acepta y reconoce su condición para acercarse a Jesús como
Señor y Salvador.
El Salvador se regocijó de que el plan de salvación fuera de tal naturaleza que los que son sabios en su
propia estima, aquellos que están engreídos por las enseñanzas de la vana filosofía, no pueden ver la
belleza, el poder y el misterio oculto del Evangelio. Pero a todos los humildes de corazón, aquellos que
tienen un deseo sincero e infantil de recibir enseñanzas y conocer y hacer la voluntad de su Padre
celestial, se les revela su Palabra como el poder de Dios para su salvación. 1JT 584.2
Unámonos a Jesús en agradecimiento a Dios de que todos ricos y pobres con corazones sinceros y
deseosos de hacer su voluntad, tenemos igual acceso a El. Confíemos en la gracia de Dios para su
ciudadanía en el Reino y no en la propia estima personal. Alabemos a Dios por su perfecta obra en
nuestra vida hoy, mañana y siempre.
Inevitablemente somos transformados por la poderosa presencia de Dios. Nadie puede exponerse a la
gloriosa presencia del Señor y ser el mismo, pues ante la presencia de la Luz (Jesucristo el Señor) todas
las tinieblas huyen, las cadenas son rotas y todo espíritu de muerte y destrucción es quebrantado por la
gloria de Dios…
Nos dice la Escritura en Éxodo 34:29 “Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos
tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro
resplandecía, después que hubo hablado con Dios”.
1) En primer lugar, debemos tener presente que podemos escuchar muchos consejos, asistir a
muchos seminarios,, escuchar muchos sermones y demás, pero si no hay una verdadera entrega del
corazón a Dios, no habrá una verdadera transformación.
Como vemos en este versículo cuando Moisés descendió del monte, después de haber estado expuesto
a la presencia divina, su rostro resplandecía, había un poderoso brillo o resplandor en la cara de Moisés.
2) En segundo lugar es muy importante destacar aquí que el pasaje bíblico nos dice que aquel
resplandor apareció “después que Moisés hubo hablado con Dios”. Debemos también hacer un énfasis
especial en la palabra “hablar” la cual se traduce del término hebreo “dabar” que significa: arreglar,
someter, sujetar, aconsejar.
A la luz de estos significados concluimos que en este encuentro de Moisés con Dios, cosas fueron
arregladas en el corazón y en el carácter de Moisés, él escuchó el consejo del Señor y sometió aquellas
cosas de su vida que aún no habían sido rendidas a Dios.
Este encuentro de Moisés con Dios y esas poderosas revelaciones del Señor produjeron en Moisés un
genuino rendirse a la voluntad divina, y ese someterse al Señor permitió que el resplandor de Dios
brillará de manera gloriosa en el rostro de Moisés.
Mediante este resplandor, Dios trató de hacer comprender a Israel el carácter santo y exaltado de su
ley, y la gloria del evangelio revelado mediante Cristo. Mientras Moisés estaba en el monte, Dios le
dio no sólo las tablas de la ley, sino también el plan de la salvación. Vio que todos los símbolos y tipos
de la época judaica prefiguraban el sacrificio de Cristo; y era tanto la luz celestial que brota del
Calvario como la gloria de la ley de Dios lo que hacia fulgurar el rostro de Moisés. Aquella iluminación
era un símbolo de la gloria del pacto del cual Moisés era el mediador visible, el representante del
único Intercesor verdadero.
La gloria reflejada en el semblante de Moisés representa las bendiciones que, por medio de Cristo, ha
de recibir el pueblo que observa los mandamientos de Dios. Atestigua que cuanto más estrecha sea
nuestra comunión con Dios, y cuanto más claro sea nuestro conocimiento de sus requerimientos,
tanto más plenamente seremos transfigurados a su imagen, y tanto más pronto llegaremos a ser
participantes de la naturaleza divina.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 340, 341. SSJ.34.4-5
3) En tercer lugar, el texto de la Escritura nos dice que “Moisés no sabía que la piel de su rostro
resplandecía”, él no lo sabía pero los demás lo veían. La verdadera transformación y la genuina
renovación no es necesaria anunciarla, ella es evidente. Es Dios quien da testimonio de su presencia y
obra en nuestro corazón… es por eso que:
El ministro de Dios debe poseer humildad en un grado eminente. Aquellos que tienen la experiencia
más profunda de las cosas de Dios son los que más se alejan del orgullo y ensalzamiento propio. Por
tener un alto concepto de la gloria de Dios, comprenden que el lugar más humilde en su servicio es
demasiado honorable para ellos. OE 150.1
Te pregunto:
Aun cuando tú rostro no ilumine una habitación, los momentos de oración, la lectura de la Biblia y la
meditación deben tener tal efecto en tu vida que la gente pueda notar que has estado con Dios.
El estudio de hoy nos permite concluir que como resultado de buscar la presencia de Dios
inevitablemente nuestra vida experimentará cada día una mayor trasformación.
Algunas veces ante las adversidades y obstáculos podemos vernos tentados a dejar de orar y de
clamar al Señor, pero lo correcto es tomar nuevas fuerzas en Dios y procurar su presencia y poder, y
nuestro corazón, familia y nuestros prójimos serán transformadas.
Introducción: El apóstol Pablo dijo: en 1 Corintios 15:14 “Sí Cristo no resucitó, vana es nuestra
predicación y vana es nuestra fe… más ahora Cristo ha resucitado de los muertos”, y de esta manera se
expresa el apóstol por el Espíritu Santo dándonos a entender que la resurrección de Jesús es
fundamento y columna principal de nuestra fe. Es fundamental entonces conocer mucho más lo que
Cristo logró cuando resucitó. Veamos este interesante estudio:
“Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo; y la tierra tembló, y las rocas se
partieron”.
Este velo que separaba al lugar santo del lugar santísimo al interior del templo nos indica separación, la
que existía entre la presencia de Dios y el ser humano. Pero cuando Jesús dio su vida por nosotros aquel
velo se rasgó en dos de arriba abajo, y fue en esa dirección recordándonos Dios que es él quien siempre
busca y restaura al ser humano (por eso dice: “de arriba a abajo”.
La tierra tembló y las rocas se partieron, es decir, la naturaleza reaccionó ante el crimen de su Creador.
Es interesante ver que fue más sensible la tierra al sacrificio de Jesús que los corazones de los escribas y
fariseos que habían promovido la crucifixión del Señor.
“Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que
subió ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que
descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo".
a) Recordemos que el mismo Señor dijo: “Señal no les será dada sino la señal del profeta Jonás,
que así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así el Hijo del Hombre
estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra”.
b) Cuando Cristo resucitó también tomó las llaves dela muerte y del Hades, Apocalipsis 1:18, por
eso ahora Cristo tiene plena potestad y autoridad.
c) Cristo descendió a las partes más bajas de la tierra para subir luego llevando la cautividad, es
decir, el Seno de Abraham (lugar de descanso para los piadosos en el corazón de la tierra antes de su
resurrección) a la presencia de Dios.
Al resucitar Cristo, sacó de la tumba una multitud de cautivos. El terremoto ocurrido en ocasión de su
muerte había abierto sus tumbas, y cuando él resucitó salieron con él. Eran aquellos que habían sido
colaboradores con Dios y que, a costa de su vida, habían dado testimonio de la verdad. Ahora iban a
ser testigos de Aquel que los había resucitado.
Para el creyente, Cristo es la resurrección y la vida. En nuestro Salvador, la vida que se había perdido
por el pecado es restaurada; porque él tiene vida en sí mismo para vivificar a quienes él quiera. Está
investido con el derecho de dar la inmortalidad. La vida que él depuso en la humanidad, la vuelve a
tomar y la da a la humanidad. “Yo he venido—dijo—para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.” “El que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo
le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” “El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.”juan 10:10; 4:14; 6:54. DTG 730.1 y 4
“Porque también Cristo padeció un sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a
Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó
a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la
paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por el agua".
a) “Predicó” palabra que se traduce del término griego “Kerusso” que además significa: proclamar,
dar a conocer. Entonces fue una predicación para salvación, y una proclamación de su verdad como Hijo
de Dios y de su plena victoria sobre el reino de las tinieblas.
b) Los espíritus encarcelados, a los cuales hace referencia este pasaje bíblico, son los
contemporáneos en tiempos de Noé, aquellos cuya maldad subió delante de Dios y quienes no creyeron
en el mensaje de Noé, sino que endurecieron sus corazones.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. Cristo estaba empeñado en esa
guerra en los días de Noé. Fue su voz la que habló a los habitantes del mundo antiguo en mensajes de
amonestación, reproche e invitación. Dio a las gentes un tiempo de gracia de ciento veinte años en los
cuales podrían haberse arrepentido. Pero eligieron los engaños de Satanás y perecieron en las aguas
del diluvio (RH 12-3-1901). EGW-c
4) Después de resucitar por cuarenta días se les aparece a sus discípulos restaurando su fe y dándoles
instrucciones. Hechos 1:1-4.
Vemos entonces que Cristo se ocupó de la restauración de la fe y de la esperanza de sus discípulos, los
afirmó en su verdad y en el papel que ahora iban a desempeñar, y por eso les prometió ser revestidos de
poder con el Espíritu Santo
a) Cristo emprende su viaje al cielo, del cual volverá en su segunda venida (primero para llevarse a
su iglesia y después será el juicio a las naciones).
b) Hebreos 4:14 nos enseña que Cristo como Sumo sacerdote entra en el santuario celestial y como
cordero presenta su sangre perfecta ante el padre celestial.
c) El Señor Jesús presenta el perfecto sacrificio y activa la respuesta de Dios sobre la tierra
enviando al Espíritu Santo.
Así pues, el Señor logró una completa victoria sobre el reino de las tinieblas, destruyó al diablo y delegó
en su iglesia la unción y la autoridad para establecer el reino de Dios en la tierra, llevando el mensaje de
salvación a toda criatura.
Dios es el que siempre busca restaurar y salvar al ser humano de sus pecados, por lo que el Señor nos
invita hoy a buscar su presencia para que por su gracia y amor podamos ser restaurados de nuestro
orgullo,de nuestro yo, de la dureza de nuestro corazón y podamos ser liberados de las cadenas del
diablo a quien Cristo lo venció en la cruz del calvario..
Por eso es muy importante lo que hablamos, y ante esta verdad debemos abrir nuestra boca para
declarar palabras de bendición sobre nuestras generaciones…
1) En primer lugar tengamos en cuenta que precisamente por el poder de las palabras el consejo
de Dios es bendecir y no maldecir; las palabras tienen poder sobre todo cuando quien las declara tiene
autoridad, por eso el efecto tan poderoso que tienen las palabras de los padres sobre los hijos. Es muy
importante proclamar bendición y victoria sobre nuestros hijos y sobre toda nuestra descendencia.
La Biblia nos enseña que el patriarca Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, sus hijos; también Moisés bendijo y
profetizó sobre las doce tribus de Israel. Jacob también oró y profetizó sobre su descendencia (las doce
tribus de Israel). Son modelos que quedaron registrados en la Biblia para nuestra enseñanza.
2) En segundo lugar nos centraremos ahora en las palabras de Jacob, pues según el libro de
Génesis también él de manera especial bendijo a Efraín y a Manases hijos de José, y esto se convirtió en
una tradición en medio del pueblo de Israel, en la que el padre o jefe de la casa ora y bendice a sus hijos
para que ellos puedan ver la luz del rostro de Dios. Bendición que se sigue practicando hoy día.
Nos dice la Escritura en Génesis 48:8-9 “Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?” Y
respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los
bendeciré.
3) En tercer lugar la Biblia nos enseña que nuestro Dios es generacional. Vemos aquí varias
generaciones: Jacob, José y los nietos. Cuando consideramos la Escritura vemos que Dios es
generacional, es decir, sus planes continúan sobre nuestra descendencia, sus promesas siguen vigentes
sobre nuestras generaciones.
Es precisamente por esto que cuando el Señor se le apareció a Moisés le dijo: “Yo soy el Dios de tu
padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. Entonces Dios desea permanecer en el corazón
de nuestras generaciones para siempre.
4) En cuarto lugar podemos observar según Génesis 48 que Jacob pregunta: “¿Quiénes son estos?”
José le responde: “Son mis hijos que Dios me ha dado aquí”. Vemos pues que José reconoce que tiene
aquellos hijos porque Dios se los dio. Ya que los hijos son fruto del vientre, podemos ver que José había
fructificado aunque estaba en tierra extranjera. Por o que La bendición de Dios acompaña a quienes
caminan con él.
Otro asunto importante exigía atención; los hijos de José habían de ser
formalmente recibidos entre los hijos de Israel. A la última entrevista con su padre,
José llevó consigo a Efraín y Manasés. Estos jóvenes estaban ligados por parte de su
madre a la orden más alta del sacerdocio egipcio; y si ellos eligieran unirse a los
egipcios, la posición de su padre les abriría el camino a la opulencia y la
distinción. Pero José deseaba que ellos se unieran a su propio pueblo. Manifestó su
fe en la promesa del pacto, en favor de sus hijos, renunciando a todos los honores
de la corte egipcia a cambio de un lugar entre las despreciadas tribus de pastores a
quienes se habían confiado los oráculos de Dios. PP 211.2
Dijo Jacob: “Ahora bien, tus dos hijos, Efraín y Manasés, que te nacieron en la
tierra de Egipto antes de venir a reunirme contigo a la tierra de Egipto, son míos; al
igual que Rubén y Simeón, serán míos”. Habían de ser adoptados como sus propios
hijos, y llegarían a ser jefes de tribus separadas. De esa manera uno de los
privilegios de la primogenitura, perdida por Rubén, había de recaer en José; a
saber, una porción doble en Israel. PP 211.3
Como podemos ver según las palabras de José, él tenía claro que estos hijos eran para Dios y para su
propósitos, no eran para los propósitos de la tierra donde habían nacido, en Egipto.
Esta perspectiva debemos tenerla presente nosotros hoy día, y por eso debemos enseñar también a
nuestros hijos en la verdad de Dios. La Biblia dice que el Señor busca descendencia para él, no para el
sistema de este mundo, ni para los planes de las tinieblas. Nuestros hijos son para Dios y su bendición
será sobre ellos.
Por todo eso es muy importante tener un corazón manso y humilde delante del Señor para siempre
reconocer que la gloria y la honra le pertenecen al Señor, de Dios es toda la gloria. Veamos este
interesante estudio
Deuteronomio 9:1 “Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más
numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo”.
Es importante tener en cuenta que este texto bíblico nos ubica en aquel momento cuando Israel está a
punto de entrar a la tierra prometida; allí Dios les recuerda sus mandamientos y su fidelidad, aquella con
la que los sacó con mano poderosa de Egipto y los dirigió por el desierto y nunca los desamparó.
Y en aquel momento cuando Israel está a punto de iniciar la conquista de la tierra prometida Dios habla a
través de Moisés y les dice varias cosas muy importantes (según Deuteronomio 9:1), que también
contienen grandes verdades para nosotros hoy:
1) En primer lugar veamos la expresión: “Tú vas hoy a pasar el Jordán”, de manera implícita, Dios ya
les estaba diciendo que aquel obstáculo (el río Jordán) no sería lo que los iba a detener, él de
manera sobrenatural les abriría el río Jordán y ellos pasarían en seco, como lo hizo en el Mar
Rojo.
2) En segundo lugar nos dice la Biblia que ellos iban a derrotar a “naciones más numerosas y
poderosas, ciudades grandes y con murallas hasta el cielo”, es decir, el objetivo a conquistar era
grande y humanamente imposible, pero es Dios quien nos abre camino donde no lo hay, es él
quien abre puertas que nadie más puede abrir, es Dios quien va delante de ti y nada detendrá los
planes del Señor.
3) Y en tercer lugar la Biblia nos enseña que como Dios lo dijo así fue; el Señor cumple fielmente sus
promesas, los gigantes de Canaán cayeron delante de Israel y las ciudades, sin importar cuan
grandes eran sus murallas fueron conquistadas por Israel, pues Dios mismo les entregó aquellas
fortalezas.
No importa que tan alto sea tu obstáculo, ni que tan grandes sean los gigantes que debas enfrentar, lo
más importante es que camines con Dios y él será tu defensa y tu escudo, él te abrirá puertas que nadie
más puede abrir.
Es Dios quien va delante de ti
Sabemos que nuestro Dios siempre será más grande y poderoso que todo enemigo, pero esta verdad es
fundamental cuando enfrentamos adversidades, obstáculos o grandes desafíos en nuestro caminar de
fe.
Cuando Israel estaba a punto de entrar en la tierra prometida, Dios le habló confirmando su presencia
con ellos, pues había enemigos gigantes y murallas muy fuertes y altas rodeando aquellas ciudades, pero
lo que les daría la victoria sería el poder de Dios con ellos. Veamos este interesante estudio
Deuteronomio 9:1-2 “Israel, tú vas a entrar a desposeer a naciones más poderosas que tú, un pueblo
grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tiene tú conocimiento, y has pido decir: ¿Quién se
sostendrá delante de los hijos de Anac?”.
Como podemos observar en este pasaje bíblico el Señor les habla en especial del pueblo de Anac. Los
anaceos, según registra la misma Escritura, eran descendientes de los gigantes y eran famosos por su
gran tamaño y fuerte carácter. Además de ser poderosos guerreros.
2) En segundo lugar debemos destacar que los anaceos eran un pueblo de grande y alto que Israel
mismo conocía, por eso les dice el Señor: “De los cuales tienes tú conocimiento”. Eran tan grandes y
poderosos en la batalla que existía en aquel tiempo un refrán o dicho que Dios mismo lo cita: “¿Quién se
sostendrá delante de los hijos de Anac?”. Esto nos permite ver que ellos eran temidos y poderosos en
batalla.
A través de la Escritura vemos que Dios mismo iba con su pueblo y aunque hubo batallas intensas y
extensas, y aunque muchas veces Israel enfrentó el miedo para ir a la batalla contra los gigantes, el
Señor siempre les dio la victoria; porque nuestro Dios siempre será más grande y poderoso que todo
enemigo. Lo más importante no es el tamaño del gigante, sino el poder de nuestro Dios.
3) En tercer lugar, es fundamental creer y tener la certeza de que es Dios quien va delante de
nosotros. Deuteronomio 9:3 “Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como
fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en
seguida, como Jehová lo ha dicho”.
Lo más probable es que ante la realidad de la batalla contra pueblos grandes y fuertes de la tierra
prometida, Israel tenía temor y prevención, pero Dios les habla recordándoles que es su presencia y su
poder lo más importante en estas batallas. Dios mismo marcha delante de ellos.
4) En cuarto lugar se destaca la palabra que Dios declara con firmeza: “Entiende”, pues es un
término mediante el cual Dios les llama la atención para que no se enfoquen en el gran tamaño de
aquellos pueblos, sino en el poder inmenso e infinito de nuestro Dios. por eso nos dice la Escritura:
“Puestos los ojos en Jesús”.
Luego Dios añade una poderosa expresión: “Jehová tu Dios va delante de ti como fuego consumidor” no
sólo los afirma y fortalece, sino que les enseña que él actuará como fuego consumidor, es decir, el
enemigo caerá como la paja o la hierba seca ante el fuego que los consume, no quedando nada a su
paso. No hay nada en toda la creación, natural y espiritual, que pueda detener el poder de Dios.
5) En quinto lugar Dios declara que aunque estos pueblos son numerosos, grandes en tamaño y
expertos en la guerra, serán derrotados y humillados, y Dios lo hará delante de su pueblo.
Israel entonces podrá expulsarlos y destruirlos, como Dios lo dijo. El Señor es fiel y todopoderoso, por
eso podemos decir: Sí sigues a Dios, sí permites que él dirija tu vida, él será por tanto quien vaya
delante de ti, no habrá obstáculo, ni gigante que te pueda detener, y los planes del Señor en ti se
cumplirán totalmente.
Guarda tu corazón
Dios es bueno, misericordioso y también obra en justicia, es por eso que a veces no comprendemos lo
que él hace, pero todo lo que hace está motivado por su amor, el cual es mucho más alto que nuestra
capacidad de comprensión.
Dt 9:1-6: “»Escuchen, israelitas: ha llegado el momento de que crucen ustedes el Jordán y se lancen a la
conquista de naciones más grandes y poderosas que ustedes, y de grandes ciudades rodeadas de
murallas muy altas; sus habitantes son grandes y altos como los descendientes del gigante Anac, y ya
ustedes conocen el dicho: “¿Quién puede hacer frente a los descendientes del gigante Anac?”»Ahora
pues, deben saber que el Señor su Dios es el que marcha al frente de ustedes, y que es como un fuego
devorador que ante ustedes destruirá y humillará a esas naciones. Ustedes los desalojarán y los
destruirán en un abrir y cerrar de ojos, tal como el Señor se lo ha prometido. Cuando el Señor su Dios los
haya arrojado de la presencia de ustedes, no se digan a sí mismos: “Gracias a nuestros méritos, el Señor
nos ha dado posesión de este país”; pues si el Señor los expulsa, es por causa de la maldad de ellos. No,
no es por los méritos ni por la bondad de ustedes por lo que van a tomar posesión de su país; el Señor los
arroja de la presencia de ustedes a causa de la maldad de ellos y para cumplir la promesa que hizo a
Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes. Han de saber que no es debido a los méritos de ustedes
por lo que el Señor su Dios les da la posesión de esa buena tierra, pues ustedes son un pueblo muy
terco.”
Como nos enseña la Biblia los habitantes de Canaán perdieron aquella tierra debido a su impiedad.
Cuando el ser humano se aleja de Dios pierde la relación con Aquel que es el dueño y creador de todas las
cosas. Sin duda, alguna una buena relación con Dios es el fundamento para caminar en bendición.
Veamos este interesante estudio
Deuteronomio 9:4 “No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado delante de ti,
diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones
Jehová las arroja delante de ti”.
1) En primer lugar Dios le recomienda a Israel guardar su corazón de la justicia propia. Por las
victorias que Israel iba a obtener en la tierra prometida, las cuales serían porque Dios mismo
estaba peleando por ellos y con ellos, no debían caer en el orgullo ni en la autosuficiencia, ni en la
soberbia (lamentablemente, comunes en ser humano).
El pueblo de Dios debía cuidarse de no pensar o concluir que aquellas victorias sobre los gigantes se
debían a su propia justica, méritos o rectitud propia delante de Dios.
Era muy importante tener presente que aquellas victorias no eran por virtudes o capacidades de Israel;
tampoco estaban en esa tierra de abundancia por sus méritos como personas. Dios los escogió como
herederos de aquella tierra por su gracia y misericordia.
2) En segundo lugar el Señor explica en este versículo que los cananeos perdieron aquella tierra por
su impiedad, por eso nos dice el Señor: “por la impiedad de estas naciones Jehovás las arroja
delante de ti”. Con su estilo de vida los mismos cananeos habían perdido aquella tierra fructífera.
Este pasaje nos enseña que aquellos habitantes cananeos perdieron su tierra, sus lugares de siembra y de
cosecha, sus tierras de pastoreo, sus viviendas y corrales de ganado, sus fuentes de aguas, etc, por la
impiedad de sus corazones. La soberbia y maldad de su corazón generó la ruina y el fracaso. La maldad
siempre paga mal.
3) En tercer lugar nos podemos preguntar ¿sí por la impiedad perdieron su tierra, qué es la
impiedad? En este versículo la palabra “impiedad” se traduce del término hebreo “risha” que
además significa: maldad, delito, iniquidad, implica apartarse de Dios.
Entonces un corazón impío es aquel que vive sin temor de Dios, no considera seguir las leyes de Dios. Y
debemos tener cuidado con esa actitud impía, porque por eso aquellos pueblos perdieron sus tierras, sus
casas y sus lugares de cosecha.
La maldad y dureza de corazón nos hacen perder tierras, herencias, bendiciones, negocios, etc. En
contraste la voluntad de Dios es bendecirnos, por eso lo correcto es seguir siempre el consejo del Señor,
y cuando esto hacemos la cosecha será su bendición.
La Biblia es un libro inspirado por el Espíritu Santo y tiene como esencia revelar el plan de salvación al ser
humano. Dios no quiere que el hombre se pierda y por eso envió a su Hijo Jesucristo a morir por nosotros
para que no vayamos a la condenación eterna.
Además en este libro, la Biblia, el Señor ha establecido las leyes de su reino, el reino de Dios, y cuando
caminamos en aquellas leyes entonces se activan bendiciones del reino sobre nuestras vidas.
Consideremos lo que nos enseña la palabra de Dios en este estudio
Nos dice Lucas 7:3, 7, 8 “Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos,
rogándole que viniese y sanase a su siervo… pro lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la
palabra, y mi siervo será sano… Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis
órdenes; y digo a éste: Ve, y va, y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace”.
1) En primer lugar debemos destacar primero que este hombre era un centurión romano, es decir,
era un capitán de cien soldados romanos.
A pesar de no ser hebreo, al escuchar hablar de Jesús tomó la decisión de buscar su ayuda, pues tenía un
siervo que estaba gravemente enfermo, a punto de morir, según nos dice la Escritura. La fe en Dios nos
impulsa a buscar su presencia y poder.
2) En segundo lugar podemos observar que el centurión pidió a un grupo de ancianos judíos que
fueran a Jesús a interceder por la sanidad o milagro sobre la vida de su siervo. La fe en el poder
de Dios nos lleva a buscarlo en toda dificultad, convencidos plenamente de que él puede hacer
un milagro, todo es posible para Dios.
Los ancianos judíos que recomendaron el centurión a Cristo habían demostrado cuánto distaban de
poseer el espíritu del Evangelio. No reconocían que nuestra gran necesidad es lo único que nos da
derecho a la misericordia de Dios. En su propia justicia, alababan al centurión por los favores que había
manifestado a “nuestra nación.” Pero el centurión dijo de sí mismo: “No soy digno.” Su corazón había
sido conmovido por la gracia de Cristo. Veía su propia indignidad; pero no temió pedir ayuda. No
confiaba en su propia bondad; su argumento era su gran necesidad. Su fe echó mano de Cristo en su
verdadero carácter. No creyó en él meramente como en un taumaturgo, sino como en el Amigo y
Salvador de la humanidad. DTG 283.2
Así es como cada pecador puede venir a Cristo. “No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho,
mas por su misericordia nos salvó.”2 Cuando Satanás nos dice que somos pecadores y que no podemos
esperar recibir la bendición de Dios, digámosle que Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores.
No tenemos nada que nos recomiende a Dios; pero la súplica que podemos presentar ahora y siempre
es la que se basa en nuestra falta absoluta de fuerza, la cual hace de su poder redentor una necesidad.
Renunciando a toda dependencia de nosotros mismos, podemos mirar la cruz del Calvario y decir: DTG
283.3
La palabra de Dios en el evangelio de Mateo 8 donde también se narra este milagro, en el versículo cinco
se nos dice que el siervo del centurión estaba postrado en casa, paralítico y gravemente atormentado. Sin
duda, apremiaba un milagro del Señor, era fundamental la intervención divina.
3) En tercer lugar debemos destacar la frase del centurión “Di la palabra y mi siervo será sano”, pues
nos permite ver la confianza que surge de la fe en el poder de Dios.
Estar convencidos de que el poder del Señor está por encima de toda adversidad genera en
nosotros seguridad y tranquilidad. Jesucristo el Señor sigue haciendo milagros y nada puede
entender su buena y poderosa voluntad.
A través de los evangelios vemos el poder de nuestro Señor Jesucristo y su voluntad. Dios desea tu
bienestar y bendición, él nos enseña que en este proceso nuestra fe que persevera es muy importante.
La palabra de Dios, según Lucas 7, nos enseña que la acción del centurión romano fue tenida en cuenta
por el Señor Jesús para realizar un milagro. Nos dice Lucas 7:10 “Y al regresar a casa los que habían sido
enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo”. Definitivamente todo es posible para Dios,
veamos este interesante estudio
1) En primer lugar debemos tener en cuenta como nos enseñan los versículos anteriores que un
grupo de ancianos judíos fueron a Jesús para rogar por un milagro para el centurión romano, sus
argumentos fueron: “él ama a nuestra nación, y nos construyó una sinagoga”. Estas acciones del
centurión fueron destacadas por los ancianos judíos.
Podemos decir que el amor sin evidencias no es amor. Es muy interesante ver que aquel amor del
centurión lo llevó a construir una sinagoga para los judíos. La sinagoga era aquel lugar en el que se
realizaban las reuniones de oración, estudio e interpretación de la palabra del Señor.
2) Seguramente cuando este centurión realizó la construcción aquella sinagoga no la hizo pidiendo
a Dios un milagro, él lo hizo por amor a los judíos. Pero aquella acción quedo pendiente delante de Dios
y en su momento fue utilizada para solicitar a Jesús una poderosa obra a su favor.
Como podemos leer en este pasaje el versículo diez nos dice que cuando los que habían sido enviados,
es decir, aquel grupo de ancianos judíos, volvieron a casa hallaron que el siervo del centurión, quien
había estado postrado, paralítico y gravemente atormentado, ahora se hallaba sano y restaurado.
3) En tercer lugar es muy importante tener en cuenta que el amor y la generosidad de aquel
centurión romano fueron factores que promovieron un milagro, en este caso, la sanidad y liberación de
aquel siervo. Tus acciones de hoy determinan tu milagro y tu bendición mañana.
Como podemos ver el Señor mediante su palabra nos enseña los principios para ser bendecidos y
prosperados. La misma Escritura nos enseña que Dios nunca se equivoca, él sabe perfectamente lo que
hace y lo que dice, por eso debemos darle a su consejo el primer lugar y nuestra cosecha será de
bendición.
La depresión afecta a muchas personas en el mundo; la depresión impacta al ser humano en toda su
integralidad. Es muy importante saber entonces como hacer frente a la depresión. Veamos las actitudes
correctas para superar aquellos tiempos de depresión y angustia en los que podemos caer.
1) Debemos considerar en primer lugar la identificación del motivo de la depresión. Por lo general lo que
causa mayor afectación en la vida de un cristiano es la desobediencia a la palabra de Dios. Esta
condición genera malestar y tristeza en el corazón del creyente, pues el no estar bien con Dios se
afectan todas las áreas de nuestra vida cristiana.
Por eso debemos con la ayuda del Espíritu Santo examinar nuestra vida a la luz de la palabra de Dios y
esto nos llevará a los pies del Señor Jesús, en él no sólo hallaremos perdón, sino ayuda para enfrentar
los obstáculos y superar la dificultad. Esto podemos verlo por ejemplo en el Salmo 139:23-24
En estos pasajes vemos que David pidió a Dios que examinara si había algun pecado en él y lo señalara
hasta el punto de analizar sus pensamientos. ¿Cómo reconoceremos el pecado a menos de que Dios nos
lo señale? Entonces, cuando Dios nos lo muestre, podemos arrepentirnos y ser perdonados. Por lo que
Haga de este versículo su oración. Si le pide a Dios que analice sus pensamientos y le revele el pecado que
hay en su vida, andará por el “camino eterno. DV-c
Por eso es muy importante que el cristiano crea que al confesar el pecado de corazón, el perdón de Dios
le es otorgado, por tanto debe ser recibido y creer en la misericordia y fidelidad del Señor sobre cada
uno de sus hijos.
2) Ahora debemos considerar en segundo lugar que la depresión es dañina. Es muy importante no
sólo identificar que la depresión ha venido contra nosotros, sino ver de manera real y consciente cuan
dañina es esta. La depresión es como aquella planta parásita que consume la vida de un árbol hasta
llevarlo a la muerte.
Como podemos verlo en la vida de alguien que cae en depresión, ésta no sólo afecta a quien la padece,
sino que afecta a quienes le rodean. La depresión puede estancar, detener y hasta afectar
profundamente los planes de Dios en una persona cuando este asunto no se atiende y supera. Debemos
ser diligentes respecto a una situación de estas.
Por eso es que la depresión es sinónimo de desánimo y tristeza, y es fundamental entonces nutrir y
alimentar la fe en Dios, en sus promesas, en su fidelidad y poder para cumplir todo lo que ha prometido.
Nada puede detener la voluntad de Dios.
Sin duda alguna, es muy importante y necesario renovar nuestro gozo en la comunión con Dios,
recuerda que la palabra del Señor dice en el Salmo 43:4 “Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y
de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío”. Dios es la fuente de nuestra alegría y gozo.
3) Es muy importante, en tercer lugar, fortalecer la alabanza al Señor. Decide alabar a Dios por
encima de tus emociones y circunstancias.
Recordemos que el apóstol Pablo y Silas presos en la cárcel de Filipos pudieron haber escogido caer en la
depresión y el desánimo, pero ellos decidieron adorar a Dios y mientras ellos cantaban himnos a Dios, el
Señor envió un terremoto tan fuerte que abrió todas las puertas de la cárcel y sus cadenas cayeron de
sus manos, veamos cómo lo relata la palabra de Dios en Hechos 16:25-26
“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces
sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al
instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”.
Por todo esto entonces alabe a Dios, por su amor, por su cuidado y poder, alabe a Jesucristo el Señor por
su obra en la cruz del Calvario, alabe al Señor por todos los milagros que le ha hecho, y por su
protección pasada, esto le ayudará a centrarse en el poder de Dios y esto fortalecerá tu fe y tu
esperanza en el cuidado y poder divino.
4) Es muy importante, en cuarto lugar, tener presente que las circunstancias difíciles en nuestra
vida son pasajeras o temporales, Dios no nos va a dejar abandonados, si lo buscamos y pedimos su
ayuda él nos ayudará.
5) Considera con diligencia, en quinto lugar, no enfocarte en tu vida solamente, participa en la vida
de otros, especialmente de tus seres queridos. Ayudando a otros, nos ayudamos a nosotros mismos.
Ama a Dios y ama también a tu prójimo, este es el gran mandamiento y resumen de toda la ley de Dios.
6) Y en sexto lugar es muy importante tener en cuenta adicionalmente que el realizar algunas
actividades nos pueden ayudar a superar y evitar la depresión en nuestra vida diaria, hablamos de
algunas actividades como:
Es muy importante tener en cuenta que Dios desea lo mejor para tu vida, y él siempre estará dispuesto a
acompañarte para que esto sea realidad en tu vida: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” 3 Juan 2.
El propósito de Dios para con sus hijos es que éstos alcancen a la medida de la estatura de hombres y
mujeres perfectos en Cristo Jesús. Para ello, deben hacer uso conveniente de todas las facultades de la
mente, el alma y el cuerpo. No pueden derrochar ninguna de sus energías mentales o físicas. MGD 294.2
Siempre ten presente que el amor de Dios es tan grande que envió a su Hijo a morir por tus pecados
para salvarte y bendecirte. Él procura siempre tu bienestar.
Reflexión final: Como seres humanos tenemos debilidades y falencias, y cuando nos exponemos a
crisis o a circunstancias dolorosas o difíciles, Dios siempre está allí para ayudarnos. Aunque nuestras
emociones sean afectadas profundamente, Cristo sigue siendo nuestro sanador, nuestro salvador y
siempre está dispuesto para ayudarnos.
Introducción: No podemos desconocer que el enemigo de nuestras almas siempre está maquinando
contra los hijos de Dios. La Biblia en Efesios seis nos habla de los dardos del diablo y una de sus armas
preferidas es la depresión.
En Cristo tenemos el poder para vencer todo obstáculo y superar toda depresión. Te invitamos a leer
este valioso estudio:
A través de la depresión aparece un estancamiento en la vida del cristiano, no sólo impide disfrutar la
bendición de Dios, sino que detiene el avance hacia el propósito del Señor. Millones de personas en el
mundo luchan o han luchado contra la depresión, con Dios es posible superarla y alcanzar la bendición
que Dios ha establecido para la vida del ser humano.
1) En primer lugar debemos tener presente que la depresión es una enfermedad que experimentan las
personas en todo el mundo, actualmente hay más de trescientos cincuenta millones de personas que
luchan con esta situación que afecta todas las áreas del ser humano.
Esta enfermedad llamada depresión se caracteriza por la sensación de una tristeza o angustia
persistente durante más de dos semanas, la cual afecta la vida laboral, escolar, familiar, emocional, y
por supuesto el componente espiritual de la persona.
2) En segundo lugar debemos observar que hay una gran relación entre la depresión y la salud física, de
hecho está comprobado que la depresión puede generar enfermedades cardiovasculares. Ya que la
depresión afecta aspectos como el apetito y el sueño, a largo plazo esto termina afectando la salud de
la persona.
3) Veamos en tercer lugar la diversidad de estas señales o síntomas de la depresión, algunas son:
e. Se presentan síntomas físicos sin evidencia médica (problemas digestivos, migrañas, dolencias
constantes, entre otros).
Sin duda alguna, vemos que la depresión es una poderosa arma del reino de las tinieblas. Con ella el
diablo procura dañar la obra de Dios, y detener los planes del Señor en una persona. La depresión o
desánimo es contrario a la fe, es como el antónimo de la fe.
Eso lo vemos porque la fe espera las bendiciones y milagros de Dios, mientras que la depresión o
desánimo, espera la tragedia o los malos resultados en todos los aspectos de la vida.
4) En cuarto lugar concluimos entonces que la depresión altera trágicamente la visión de la vida. La
depresión hace que el cristiano mire la ira de Dios mucho más que su gran misericordia, la depresión
destaca los juicios de Dios mucho más que su inmenso poder para amar, perdonar y restaurar.
Por eso es muy importante, conocer a Dios y cuidarnos de aquellas semillas depresivas y tóxicas.
Debemos leer la palabra de Dios para llenarnos de fe y fortaleza, adorar en estos tiempos también es
muy importante. Debemos tener cuidado al respecto, pues por encima de todo esto Dios es
misericordioso y bueno, la depresión nos hace perder la correcta visión de Dios.
Comparte tiempo con tu familia, realiza actividades diferentes a tu rutina de vida, has deporte, y
fortalece tu comunión con Dios. El gozo del Señor es nuestra fortaleza, él es bueno, misericordioso y
todopoderoso, él ha preparado lo mejor para ti.
Jesucristo venció la muerte
Por nuestro pecado y segura condenación eterna, Dios envió a su Hijo a dar su vida para salvación
nuestra. Jesús derramó su preciosa sangre en la cruz del calvario para limpiarnos de toda maldad y
librarnos de todo juicio.
Jesucristo es todopoderoso, el hades y la muerte no lo pudieron retener, el Señor venció la muerte para
victoria nuestra, por eso en Cristo seremos resucitados o arrebatados y estaremos para siempre con el
Señor. Veamos este importante estudio
1) En primer lugar es importante tener en cuenta que el reino de las tinieblas utiliza muchas
estrategias y herramientas para llevar a la muerte a muchas personas, las puertas de la muerte o las
puertas del Hades siguen levantándose contra la iglesia pero como está escrito no prevalecerán, pues
mayor es el que está en nosotros que aquel que está en este mundo.
El Señor Jesucristo dijo: “Las puertas del Hades no prevalecerán contra mi iglesia”, enseñándonos que
aquellas puertas se abrirían para enviar sus poderes de maldad y destrucción contra el mundo y contra
el pueblo de Dios, también nos enseñó que en el tenemos la autoridad para vencer, pues a pesar de
todo sus intentos aquellos poderes del infierno no prevalecerán, porque así lo estableció Dios.
2) En segundo lugar podemos ver que en contraste con aquellas puertas de la muerte, también
Jesús dijo “Yo soy la puerta” leamos Juan 10:7-10 “Volvió, pues Jesús a decir: De cierto, de cierto os
digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero
no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvó; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos. El ladrón no viene sino para matar, hurtar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia”.
Podemos ver entonces que el reino de las tinieblas procura sembrar muerte y destrucción, pero Jesús
vino a salvar, él vino a traernos vida y vida en abundancia. En Cristo el ser humano halla la verdadera
vida.
El Señor Jesucristo resucitó y venció a los poderes de la muerte, por la fe en él tenemos vida, no hay
salvación fuera de Jesucristo el Señor, no hay vida sin Cristo. Por eso si las puertas de la muerte han
venido contra ti es el momento para reprender las obras de las tinieblas.
Ø No quiero vivir más en esta situación, mejor es morir. Y muchas otras cosas.
Sin duda alguna, este es el momento para desechar esas semillas de muerte, pues el Cristo de la gloria
ha venido para darte vida; el diablo es el ladrón, es quien viene para matar, hurtar y destruir.
Si te sientes frustrado, decepcionado, o has sido lastimado profundamente y deseas morir, ven a Cristo y
él sanará tu corazón y te mostrará la senda de la vida, y dará poderosos motivos y grandiosas razones
para vivir.
3) En tercer lugar ten presente que Dios es el dueño de la vida, y partirás de esta tierra sólo cuando Dios
lo tenga planeado, de lo contrario tu vida está en las manos de Dios y nada te dañará, pues está escrito
en Romanos 8:38-39 :
“Ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni la muerte, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Cristo nos mostró cuánto puede amar Dios y cuánto sufrió nuestro Redentor para asegurar nuestra
completa restauración. Desea que sus hijos revelen su carácter y ejerzan su influencia a fin de que otras
mentes puedan ser puestas en armonía con su mente. ATO 189.3
Me asombro de que quienes profesan ser cristianos no echan mano de los recursos divinos; de que no
ven con más claridad la cruz como el medio de misericordia y perdón, el medio de poner al corazón
orgulloso y egoísta del hombre en contacto directo con el Espíritu Santo a fin de que las riquezas de
Cristo puedan ser derramadas en la mente, y el instrumento humano sea adornado con las gracias del
Espíritu y que Cristo pueda ser ensalzado en aquellos que no lo conocen.—Manuscrito 91, del 26 de
junio de 1902, “El sacrificio de Cristo por nosotros”.*Año bíblico: Salmos 68-71. ATO 189.6
Como nos enseña la palabra de Dios, el Padre celestial envió a su Hijo Jesucristo a morir por nuestros
pecados en la cruz del calvario, y al tercer día resucitó de entre los muertos; Jesús venció al Hades,
venció la muerte, venció al diablo y a sus ángeles, y hoy está sentado a la diestra del Padre celestial.
El Señor Jesucristo en breve vendrá por su iglesia y estaremos para siempre con el Señor. Jesucristo
tiene el poder para destruir las obras de la muerte que se levantan contra su iglesia y contra sus hijos.
Fortalece tu fe y tu corazón en Cristo Jesús, nuestro bendito Salvador.
Es muy importante considerar el ejemplo de siervos de Dios en la Biblia que lucharon contra los dardos
de la muerte y vencieron, Dios nunca los desamparó, él fue su ayuda y fortaleza en todo tiempo.
Tengamos en cuenta que el diablo siempre procura detener y destruir los planes del Señor, desde el
huerto del Edén vemos al reino de las tinieblas levantarse contra los hijos de Dios, pero la mano del
Señor siempre se ha movido a favor de su pueblo y siempre será así, pues está escrito que las puertas
del hades no prevalecerán contra la iglesia. Veamos este valioso estudio
a) Jonás 4:8 “Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un viento recio solano, y el solo hirió a
Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la
vida”.
Como nos enseña la Biblia ante la predicación de Jonás los habitantes de Nínive, incluido su rey,
ayunaron y clamaron a Dios, y el Señor los perdonó. El profeta Jonás, quien no había comprendido la
bondad de Dios, seguía esperando el juicio del Señor sobre la ciudad de Nínive.
La Escritura nos dice que Jonás estaba esperando que viniera el juicio divino sobre la ciudad debajo de
una calabacera, y entonces vino un gusano que Dios envió y murió la calabacera, de modo que el sol
golpea con fuerza a Jonás, quien desmayaba, y deseando la muerte decía: “Mejor sería para mí la
muerte que la vida”. Su enojo no le permitía ver la bondad de Dios.
Lamentablemente este suceso ocurre muchas veces, como a Jonás, cuando las cosas no salen como
deseamos, o los resultados son malos porque no hacemos la voluntad de Dios, nos enojamos y
queremos hasta morir, invocando con nuestros labios la muerte. Gran error, pues somos embajadores
de la vida en Cristo.
4.5-11 Dios trató tiernamente a Jonás como lo había hecho con Nínive e Israel, y como lo hace con
nosotros. Dios pudo haber destruido a Jonás por su ira desafiante, pero optó por enseñarle una
lección. Si obedecemos la voluntad de Dios, El nos guiará. Su fuerte castigo es para los que se
empeñan en rebelarse. CD-v
b) Jeremías 20:17-18 “porque no me mató en le vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y
su vientre embarazado para siempre ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días
se gastasen en afrenta?”.
Como nos enseña la Biblia Jeremías fue llamado desde muy joven a profetizar en la nación de Israel. El
Señor le prometió su protección continua y su respaldo, Jeremías por cuanto vivió en un tiempo de
idolatría en Israel, debía profetizar mensajes de Dios en los que el Señor hablaba de juicio y castigo ante
el pecado y rebelión del pueblo de Israel.
En este caso en particular vemos al profeta lleno de frustración y por eso se lamenta, pues la gente lo
rechaza y lo calumnia, tenía enemigos por cuanto predicaba castigo y violencia.
Por eso en un momento de crisis emocional maldice el día de su nacimiento y desea haber muerto antes
de nacer. A veces ante la depresión o en la crisis emocional se desea la muerte y esto es precisamente lo
que el diablo quiere.
Los poderes de la muerte son alimentados continuamente mediante los abortos y muertes provocadas.
A veces los jóvenes en un momento de ira, reprochan a sus padres el haberles dado la vida, pero
debemos ser sabios para más bien agradecer el regalo de la vida, y no ser necios maldiciendo el día del
nacimiento, pues esto da lugar al espíritu de la muerte en sus diversas manifestaciones.
c) Job 7:15-16 “Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación, y quiso la muerte más que mis huesos.
Abomino mi vida; no he de vivir para siempre; déjame, pues, porque mis días son vanidad”.
Como nos enseña la palabra de Dios Job fue un hombre que vivió situaciones muy difíciles, y sabemos
que detrás de eso estuvo la mano del diablo. Aquellos momentos de gran dolor lo llevaron a expresarse
de maneras como la que acabamos de leer. Fueron sin duda, tiempos muy difíciles.
Pero Dios mismo nos enseña a través de su palabra que al final el Señor lo bendijo mucho más que al
principio de todo aquel doloroso proceso. Dios es fiel y bueno, aunque a veces sea difícil entender
ciertas cosas que vivimos.
Seguramente nosotros hemos vivido pruebas y tal vez otras estén en el camino, pero no debemos
temer, más bien dice la Escritura: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas” pues ellas nos ayudan a crecer en la fe, perseverancia, humildad, dependencia de Dios,
humildad, mansedumbre, entre otras cosas.
Por eso es que ante la crisis o prueba lo correcto es acercarnos a Jesucristo, pues él es la vida y así será
destruido todo pensamiento de muerte. El diablo es mentiroso desde el principio, es engañador por
naturaleza, él es padre de toda mentira; pero la verdad está en Jesucristo el Señor y es en él en quien
hallamos vida y bendición verdadera.
Cada vez nos impactan más los casos de suicidio. Esto es una evidencia de la obra de las puertas de la
muerte, cuyo objetivo es destruir no sólo la vida natural, sino la vida espiritual, el objetivo es hacer que
la mayor cantidad de seres humanos vayan a la muerte eterna, que se pierdan yendo al infierno a
condenación eterna.
Pero, la Biblia nos enseña que Dios no quiere que ninguno se pierda. Por eso el Señor Jesucristo vino
para darnos vida y vida en abundancia, y todo aquel que en el creyere no se perderá sino que tendrá
vida eterna. Gracias Señor Jesús por haber dado tu vida por la nuestra.
Con mucha frecuencia podemos hallar a muchas personas, pueblos, naciones y otros más bajo la
opresión del reino de las tinieblas. Al mirar la palabra de Dios nos damos cuenta que este no es el plan
del Señor para la humanidad, Jesús vino a dar su vida en rescate por muchos, él venció los poderes de la
muerte, él vino a traer libertad y salvación.
El Señor nuestro Dios, como nos enseña la Biblia, ha enviado a su Espíritu Santo para convencer a la
humanidad de pecado y lograr así que ésta se acerque a Jesús, quien es el único mediador entre Dios y
los hombres. Jesucristo es quien nos libra del juicio venidero, y es quien nos da la autoridad y el poder
para reprender toda obra y todo poder del reino de las tinieblas. Leamos este interesante estudio
Mateo 16:18 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella”.
1) En primer lugar debemos tener en cuenta que en los versículos anteriores vemos al Señor Jesús
preguntando a sus discípulos: “¿Quién decís que soy yo?” Y fue Pedro, quien por revelación del
Padre celestial dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Aquí Pedro tuvo la revelación de
quien era Jesús.
Y como nos enseña la palabra de Dios el Señor Jesús confirmando su respuesta añadió diciendo: “sobre
ésta roca edificaré mi iglesia”, siendo la roca Cristo mismo, el Hijo del Dios viviente es la principal piedra
del ángulo, o principal piedra de construcción sobre la cual la iglesia es edificada.
El Señor Jesucristo es el cimiento o base sobre la cual la iglesia crece firme, estable y segura. Por eso
Pablo también dijo: “Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto: el cual es Jesucristo el
Señor” (1 Corintios 3:11).
“La palabra Pedro significa una piedra, un canto rodado. Pedro no era la roca sobre la cual la iglesia se
fundaba. Las puertas del infierno prevalecieron contra él cuando negó a su Señor con imprecaciones y
juramentos. La iglesia fue edificada sobre Aquel contra quien las puertas del infierno no podían
prevalecer…. La iglesia está edificada sobre Cristo como su fundamento; ha de obedecer a Cristo como
su cabeza…. Si Jesús hubiese delegado en uno de los discípulos alguna autoridad especial sobre los
demás, no los encontraríamos contendiendo con tanta frecuencia acerca de quién sería el mayor. Se
habrían sometido al deseo de su Maestro y habrían honrado a aquel a quien él hubiese elegido. FV
312.2
“En vez de nombrar a uno como su cabeza, Cristo dijo de los discípulos: ‘No queráis ser llamados
Rabbí’; ‘ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.’ … La iglesia está
edificada sobre Cristo como su fundador; ha de obedecer a Cristo como a su cabeza…. En la presencia
de Dios, y de todos los seres celestiales, en la presencia del invisible ejército del mismo infierno, Cristo
fundó su iglesia sobre la Roca viva. Esa Roca es él mismo—su propio cuerpo, quebrantado, herido por
nosotros. Contra la iglesia edificada sobre ese fundamento, no prevalecerán las puertas del infierno….
FV 312.3
2) En segundo lugar debemos destacar que en Mateo 16:18 el Señor Jesús añadió diciendo algo muy
importante y de gran contenido para nosotros hoy: “Y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella”. Esta frase nos enseña varias cosas, que son de gran importancia, veamos:
a) La pallabra “puertas”, aquí se traduce del término griego “Pule” que significa
literalmente: puerta de gran tamaño en los muros de una ciudad, palacio o templo.
En las Sagradas Escrituras la palabra “puerta” está también relacionada con el lugar donde se ejercía
gobierno y justicia, por eso “puerta” es sinónimo de poder y gobierno.
b) Lo segundo que debemos considerar es que el Hades es el lugar de los muertos, entonces
“las puertas del Hades” indica los poderes de la muerte, son las puertas de la muerte.
En la Escritura la palabra “Hades” es sinónimo de infierno, entonces nos dice el texto que el infierno
lanzará ataques contra la iglesia, pero aquellos ataques no prevalecerán contra ella. Dios mismo le ha
puesto límites al enemigo.
Entonces aquí el mismo Señor Jesús nos dice: “Las puertas de la muerte atacarán, pero no prevalecerán
contra mi iglesia”, entonces por diseño y decreto de Dios somos más que vencedores. En el nombre de
Jesucristo por voluntad de Dios podemos avanzar en victoria contra todo poder del maligno.
Libres de las ataduras espirituales familiares
Con esto nos referimos a situaciones creadas por la propia familia o por el pasado doloroso familiar y
que traen o generan juicio o maldición sobre la persona. A veces vemos familias que sufren enfermedad,
muerte, ruina, etc, con mucha regularidad y frecuencia.
Los evangelios nos presentan al Señor Jesús trayendo no sólo perdón, sino sanidad y libertad para
aquellas familias bajo aflicción. Dios desea la libertad y sanidad de sus hijos, él desea el bienestar de las
familias, por eso con su poder rompe las cadenas y ataduras espirituales. Veamos este interesante
estudio
Nos dice la Biblia en Jueces 15:13 “Y ellos le respondieron, diciendo: No, solamente te prenderemos, y te
entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le
hicieron venir de la peña”.
1) En primer lugar debemos tener en cuenta, según el contexto, que Sansón ante el
incumplimiento de un padre filisteo de darle su hija por mujer, decide quemar los campos de cosecha de
los filisteos.
Estos hombres filisteos indignados quemaron a aquel padre con su hija, pero Sansón lleno de enojo por
esto hirió a muchos de ellos y se escondió luego en la cueva de la peña de Etam, y los filisteos
empezaron a buscarlo.
La palabra de Dios nos enseña que entonces vinieron los filisteos contra Judá y la rodearon para capturar
a Sansón. Entonces fueron a Sansón como tres mil hombres de Judá y él les dijo: “Juradme que no me
mataréis”, y ellos prometieron sólo entregarlo a los filisteos, no le harían ningún daño.
2) En segundo lugar nos dice la Escritura que sus hermanos israelitas ataron a Sansón con dos
cuerdas nuevas para entregarlo a los filisteos. Estas ataduras fueron puestas por su pueblo, por sus
hermanos hebreos. Por eso, podemos ver aquí un símbolo o representación de aquellas ataduras
puestas por la familia misma.
Con frecuencia suceden eventos en los que miembros de nuestra familia nos entregaron a situaciones
que aun hoy día nos pueden tener atados al dolor, al resentimiento, al miedo, o a la amargura.
Podemos considerar por ejemplo aquellas situaciones de injusticia en el hogar que pueden echar raíz de
amargura en nuestra alma, y esto se convierte en una atadura espiritual, ligada al dolor y al miedo.
Aquí hacemos referencia a sentimientos o emociones como los resentimientos, rencores, decepciones,
heridas desde la infancia, palabras negativas y de rechazo.
Sucede muchas veces que el corazón humano está atado a un sentimiento de dolor mezclado con miedo
causado por los padres o por personas mayores, porque abusaron, porque hubo maltrato físico o verbal,
porque fueron injustos en repetidas ocasiones, y otras situaciones dolorosas.
3) En tercer lugar debemos acercarnos a Jesús, sanador y restaurador por excelencia. Antes estas
situaciones lo maravilloso es que Dios envía su Espíritu Santo para que seamos libres como lo hizo con
Sansón, por eso el versículo catorce de Jueces quince nos dice que “El Espíritu de Jehová vino sobre
Sansón y las cuerdas se volvieron como lino y las ataduras se cayeron de sus manos”.
Entonces podemos concluir que por causa de la unción las cadenas y ataduras espirituales se rompen,
las cuerdas o ligaduras que el diablo ha puesto sobre las personas son deshechas y destruidas, el Espíritu
de Dios trae libertad.
Debemos resaltar aquí que el aceite en el antiguo Israel era usado, entre otras cosas, para repeler los
insectos y curar las heridas de las ovejas. Por eso la Biblia nos habla del aceite o de la unción del Espíritu
Santo, la cual viene para sanar las heridas del corazón, y restaurar la vida de Dios para sus hijos.
Sin duda alguna, según la palabra de Dios, es fundamental perdonar para sanar. Si te cuesta trabajo
perdonar, pide al Señor Jesús que te ayude a hacerlo, pues es de esta manera como el corazón es
liberado y sanado. No fuiste creado para vivir con ataduras, en Cristo Jesús hay libertad, sanidad,
victoria y bendición.
Mateo 16:18 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
1) En primer lugar debemos tener en cuenta que en los versículos anteriores vemos al Señor Jesús
preguntando a sus discípulos: “¿Quién decís que soy yo?” Y fue Pedro, quien por revelación del Padre
celestial dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Aquí Pedro tuvo la revelación de quien era
Jesús.
Y como nos enseña la palabra de Dios el Señor Jesús confirmando su respuesta añadió diciendo: “sobre
ésta roca edificaré mi iglesia”, siendo la roca Cristo mismo, el Hijo del Dios viviente es la principal piedra
del ángulo, o principal piedra de construcción sobre la cual la iglesia es edificada.
El Señor Jesucristo es el cimiento o base sobre la cual la iglesia crece firme, estable y segura. Por eso
Pablo también dijo: “Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto: el cual es Jesucristo el
Señor” (1 Corintios 3:11).
“La palabra Pedro significa una piedra, un canto rodado. Pedro no era la roca sobre la cual la iglesia
se fundaba. Las puertas del infierno prevalecieron contra él cuando negó a su Señor con
imprecaciones y juramentos. La iglesia fue edificada sobre Aquel contra quien las puertas del infierno
no podían prevalecer…. La iglesia está edificada sobre Cristo como su fundamento; ha de obedecer a
Cristo como su cabeza…. Si Jesús hubiese delegado en uno de los discípulos alguna autoridad especial
sobre los demás, no los encontraríamos contendiendo con tanta frecuencia acerca de quién sería el
mayor. Se habrían sometido al deseo de su Maestro y habrían honrado a aquel a quien él hubiese
elegido. FV 312.2
2) En segundo lugar debemos destacar que en Mateo 16:18 el Señor Jesús añadió diciendo algo muy
importante y de gran contenido para nosotros hoy: “Y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella”. Esta frase nos enseña varias cosas, que son de gran importancia, veamos:
a) Primero veamos la definición de la palabra “puertas”, aquí se traduce del término griego “Pule”
que significa literalmente: puerta de gran tamaño en los muros de una ciudad, palacio o templo.
En las Sagradas Escrituras la palabra “puerta” está también relacionada con el lugar donde se ejercía
gobierno y justicia, por eso “puerta” es sinónimo de poder y gobierno.
b) Lo segundo que debemos considerar es que el Hades es el lugar de los muertos, entonces “las
puertas del Hades” indica los poderes de la muerte, son las puertas de la muerte.
En la Escritura la palabra “Hades” es sinónimo de infierno, por lo tanto hermanos, el enemigo de las
almas lanzará ataques contra la iglesia, pero aquellos ataques no prevalecerán contra ella. Dios mismo le
ha puesto límites al enemigo.
c) Y una tercera cosa que debemos considerar es el significado de la palabra “prevalecer”, aquí
quiere decir: superar, vencer, derrotar, triunfar; términos que sin duda nos hablan de batalla o milicia
espiritual.
Los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús experimentarán la ira del dragón y sus
huestes. Satanás cuenta al mundo entre sus súbditos, y ha logrado el control de las iglesias apóstatas;
pero he aquí un grupito que resiste su supremacía. Si pudiera eliminarlo de la tierra, su triunfo sería
completo. Así como influyó sobre las naciones paganas para destruir a Israel, lo hará dentro de poco
para estimular los poderes malignos de la tierra con el fin de destruir al pueblo de Dios… Su única
esperanza [de este pueblo] descansa en la misericordia de Dios; su única defensa será la oración.
MSV76 30.2
Entonces aquí el mismo Señor Jesús nos dice: “Las puertas de la muerte atacarán, pero no
prevalecerán contra mi iglesia”, entonces por diseño y decreto de Dios somos más que vencedores. En
el nombre de Jesucristo por voluntad de Dios podemos avanzar en victoria contra todo poder del
maligno.
Introducción: La voluntad de Dios para sus hijos es la libertad, de hecho nos dice la Escritura en 1 Juan
3:8 “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. En la palabra del Señor
podemos ver tambien que la nación de Israel cayó muchas veces en el cautiverio, esto debido a diversas
razones...
Por ejemplo los filisteos, los moabitas, los sirios y otros, se levantaron varias veces contra Israel y la
nación era afligida por pecados como: la idolatría, el abandonar el templo de Dios, el no guardar el día
de reposo, el seguir a los baales, entre otras cosas. Pero cuando Israel se volvía a Dios, el Señor con su
poder liberaba a su pueblo, porque no hay poder demoníaco que Cristo no pueda destruir. Veamos este
interesante estudio
Nos dice la Biblia en Lucas 4:17-21 “Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló
el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a
los cautivos; y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año agradable del
Señor”.
1) En primer lugar debemos tener en cuenta que el Señor Jesús está en la sinagoga de Nazaret
(según el contexto del pasaje), y abre el libro del profeta Isaías y lee este pasaje para enseñar a los
presentes allí la palabra de Dios, pero ante todo para revelarse como el Mesías que sería enviado. Ellos
tenían delante al Hijo de Dios.
Al considerar al detalle este pasaje se destaca en el ministerio del Señor el poder del Espíritu Santo para
predicar, sanar y liberar a los cautivos, o como dice textualmente para “pregonar libertad a los cautivos
y poner en libertad a los oprimidos”. El poder del Espíritu Santo trae libertad, toda atadura espiritual y
las cadenas de aflicción son rotas.
Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Su vida sobre esta tierra fue una vida de abnegación. Consoló
y animó a todos los que se le acercaron en busca de alivio, porque todos eran preciosos a su vista.
Siempre se condujo con dignidad divina, y sin embargo se inclinó con tierna consideración hacia cada
miembro de la familia del Señor. Vino a colocarse a la cabeza de la humanidad, para dar el poder de
llegar a ser hijos e hijas de Dios a todos los que creen en El. Tal es el ejemplo que nosotros debemos
seguir. Si lo hiciéramos, el enemigo no recibiría tanta atención y honor como recibe ahora de parte de
los que profesan ser seguidores de Cristo, pero que en realidad están siguiendo los engaños satánicos.
Dios envió a su Hijo para que aquellos que creen en El no perezcan sino tengan vida eterna. ATO 143.5
2) En segundo lugar es muy importante recordar aquí que 1 Juan 3:8 también nos dice: “Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. La palabra “deshacer” se traduce del
término griego “luo” que quiere decir: desatar, quebrantar, soltar de las cadenas. La obra de Jesús tiene
como característica especial dar libertad.
Por eso podemos decir con seguridad que una de las principales obras del Señor Jesús fue y es romper
ataduras y cadenas espirituales, liberar al ser humano de las ligaduras que lo oprimen y afligen. De
hecho, en su ministerio terrenal la liberación tuvo un fuerte énfasis. En muchas ocasiones el Señor echó
fuera muchos demonios.
3) En tercer lugar, por ejemplo podemos leer Mateo 8:16 “Y cuando llegó la noche, trajeron a él
muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos”,
ministración que se dio en la ciudad de Capernaúm.
Entonces la voluntad de Dios es la libertad de sus hijos. Se destaca aquí no sólo el poder del Espíritu
Santo, sino también el poder de la palabra de Dios, la cual actúa como espada que rompe cadenas y
ataduras espirituales. Cuando nos exponemos a la presencia de Dios y a su poder no hay cadena que
resista, y la libertad (en diversas áreas de nuestra vida) será nuestra bendición.
Dios nos dice hoy: Levántate). En tiempos de dificultad o de obstáculos en nuestro caminar de fe
podemos vernos tentados a renunciar, a quejarnos, a quedarnos postrados en el suelo o a murmurar.
Israel ante el desánimo cayó en la murmuración varias veces. Pero nosotros debemos buscar a Dios y
perseverar con su fuerza…
Levántate.
En estos últimos momentos del tiempo de gracia que estámos viviendo Debemos cuidarnos para no
murmurar contra el camino que Dios ha trazado para nuestra vida. Debemos ir a la presencia de Dios y
allí seremos renovados y fortalecidos para hacer la voluntad del Señor y seguir adelante.
Nos dice la Biblia en Josué 7:9-10 “Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos
rodearán, y borrarán nuestro nombre de sobre la tierra; y entonces ¿Qué harás tú a tu grande nombre?
Y Jehová dijo a Josué: Levántate ¿Por qué te postras así sobre tu rostro?”.
Lo más probable es que en tiempos de adversidad se levanten voces de condenación, y otros más bien
hacen énfasis en los errores cometidos, pero lo que debemos hacer es buscar la presencia de Dios, allí
seremos fortalecidos y recibiremos la sabiduría divina para enfrentar toda adversidad y avanzar con el
poder de Dios.
Como podemos ver en el versículo nueve de Josué 7 hay una preocupación de Josué, él dice: “Porque los
cananeos y todos los moradores de la tierra oirán…”. Esto nos revela que él estaba pensando en el “qué
dirán” los demás, él debe dejar de preocuparse por la opinión pública y más bien hacer la voluntad del
Señor.
Podemos ver además en el versículo diez que el Señor le habla a Josué y con sus palabras no sólo le hace
ver que está mal lamentarse, sino que debe actuar saliendo de su postración física y emocional, por eso le
dice: “Levántate”. No era tiempo de lamentarse sino de avanzar.
Sin duda alguna, el Señor tiene el poder para cuidar de su propia reputación, él es quien nos defiende y
se hace grande cuando el enemigo viene contra el pueblo del Señor, por eso él también se llama “Jehová
de los ejércitos”. Él es Dios Todopoderoso.
La palabra de Dios nos enseña que en este caso en particular Josué con la guía de Dios identificó la causa
del fracaso, ellos habían tomado del anatema (maldición) de Jericó, lo que estaba prohibido por el
Señor.
Josué corrigió este asunto y el Señor los levantó de la derrota, Dios los sacó del fracaso, aquella ciudad
fue conquistada, y dice la palabra de Dios que la ciudad de Hai fue “reducida a escombros, y asolada
para siempre hasta hoy” Josué 8:28.
Las iglesias populares están llenas de hombres que, pretendiendo servir a Dios, son ladrones, asesinos,
adúlteros y fornicadores; pero quienes profesan nuestra humilde fe deben seguir un modelo más
elevado. Deben ser cristianos bíblicos y deben ser diligentes en el estudio del Mapa de la vida. En
oración, deben examinar cuidadosamente los motivos que los empujan a actuar. Los que desean
poner su confianza en Cristo deben empezar a estudiar ahora la belleza de la cruz. Si quieren ser
cristianos vivos deben empezar a temer y obedecer a Dios ahora. Si lo desean, pueden salvar sus
almas de la ruina y ganar la vida eterna. 4TI 484.2
Nada puede detener el poder Dios y sus planes, porque todo aquel o todo aquello que se levanta contra
Dios al final caerá y será derrotado; todo lo que se opone y hace resistencia a los propósitos de Dios será
deshecho, porque los planes del Señor siempre prevalecerán, él siempre cumple sus propósitos.
El estudio de hoy nos recuerda y enseña que no debemos quedarnos en el lamento, ni en la queja, ante
la dificultad debemos buscar a Dios y su consejo. En Cristo podemos tomar nuevas fuerzas, y seguir
adelante, la voluntad de Dios es que avancemos y conquistemos lo que él ha diseñado para nuestras
vidas.
La palabra de Dios nos enseña que el Señor es galardonador de los que le buscan y de aquellos que lo
hacen con perseverancia y pasión. Dios recompensa la fe que persevera y el corazón que a pesar de la
adversidad sigue confiando en él…
Nos dice la Escritura en Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes
juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba… y se les
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen”.
Como nos enseña el orden de las fiestas de Jehová en Israel, entre la fiesta de la Pascua y Pentecostés
hay cincuenta días, durante este periodo de tiempo los discípulos fueron probados, pero el Señor nunca
los abandonó, por el contrario su presencia fue mucho más real, él estuvo pendiente de cada uno de
ellos.
Después de la ascensión de Cristo, el Espíritu Santo no descendió inmediatamente. Pasaron diez días
antes que el Espíritu Santo fuera derramado. Los discípulos dedicaron ese tiempo a prepararse con
mucho fervor a fin de recibir tan precioso don. Los ricos tesoros del cielo fueron derramados sobre
ellos después de escudriñar diligentemente sus corazones y sacrificar todo ídolo. Estaban ante Dios
para humillar sus almas, fortalecer su fe y confesar sus pecados. Sus corazones latían al unísono.
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un
estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados”.
Hechos 2:1, 2. La iglesia necesita una experiencia similar aquí mismo, en el gran corazón de la obra.*
¿Estamos examinando nuestros corazones y preparándonos para recibir la gracia celestial? El Señor
está esperando para poder derramarla. CDCD 8.3
El Señor no cerró los depósitos celestiales después de haber derramado su Espíritu sobre los primeros
discípulos. También nosotros podemos recibir la plenitud de su bendición. El cielo está lleno de los
tesoros de su gracia, y los que con fe se acercan a Dios pueden reclamar todo lo que él ha prometido.
Si no contamos con su poder es por la indiferencia, el letargo espiritual y nuestra indolencia.
Abandonemos la mortal formalidad. RP 25.4
Hay una gran tarea que debe realizarse en nuestros días, y no hemos hecho ni siquiera la mitad de la
obra que el Maestro espera que hagamos. Hablamos acerca del mensaje del primero y del segundo
ángel, y ya creemos comprender algo referente al mensaje del tercero. Sin embargo, no deberíamos
sentirnos satisfechos con el conocimiento que tenemos actualmente. Nuestras peticiones deberían
ascender a Dios mezcladas con fe y contrición, para que podamos comprender los misterios que el
Señor desea dar a conocer a sus santos.—The Review and Herald, 4 de junio de 1889. RP 25.5
Nos enseña el capítulo uno del libro de Hechos que después de ver partir al Señor Jesús al cielo,
seguramente la tristeza quiso venir de nuevo a la vida de sus discípulos, pero ellos fueron al aposento
alto a refugiarse en la oración.
Por eso es que aquí el aposento alto es símbolo de oración, meditación e intimidad con Dios, y es en esa
presencia del Señor donde somos renovados y fortalecidos, nuestra fe y nuestra esperanza se afirman
en Dios y en su poder.
La fe de los discípulos del Señor Jesús y su confianza en las promesas del Señor fueron probadas, pero
ellos perseveraron y buscaron al Señor en oración y ruego, y Dios no los decepcionó. Como lo había
prometido Dios envió su Espíritu Santo, y fueron revestidos de poder para llevar el evangelio del reino
por el mundo conocido.
Entonces aquellos ciento veinte (120) que estaban en el aposento alto, aquellos que esperaron y
creyeron, aquellos que oraron hasta ver la respuesta de Dios vivieron una experiencia nueva y única,
nunca antes el Espíritu había venido sobre personas como en aquella ocasión. Los que perseveran en
oración son quienes logran ver la realización de las promesas de Dios en sus vidas.
El Señor bendice y recompensa a quienes confían en sus promesas, él bendice a aquellos que
perseveran, a aquellos que creen en la fidelidad de Dios aunque transcurra el tiempo. Aquellos que
esperan en Dios, y mientras viene su respuesta le siguen, le adoran y le sirven serán recompensados y
bendecidos en gran manera, su cosecha será abundante y poderosa.
Todo tiene su tiempo, y los tiempos de Dios son perfectos, cuando nos aceleramos podemos fácilmente
equivocarnos y cometer grandes errores. Sin duda, lo mejor es seguir el consejo de Dios y caminar en
sus tiempos. Las mejores bendiciones son las que vienen de la mano del Señor en su momento perfecto.
No permitas que la ansiedad gobierne tu corazón). La Biblia nos enseña en colosenses 3:15 diciendo
que “la paz de Cristo gobierne vuestros corazones”, el deseo de Dios es que su paz llene y dirija
nuestra vida. La ansiedad es un enemigo de la fe y derriba la esperanza en las promesas de Dios.
No permitas que el afán y la ansiedad gobiernen tu corazón. Las preocupaciones que no se dejan en las
manos de Dios se convierten en pesadas cargas que fatigan al cristiano y lo hacen finalmente
desfallecer. Es necesario confiar en Dios y en su cuidado...
Nos dice Hechos 1:6-8 “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último
de la tierra”.
1) En primer lugar debemos tener presente que habiéndoles dicho el Señor Jesús a sus discípulos que
debían esperar la promesa del Padre, ellos vuelven a preguntar acerca del reino venidero, y con
ansiedad le preguntan al Maestro: ¿Restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Ellos no lograban tener
tranquilidad en su corazón, habían muchas preguntas.
Y por supuesto aquella pregunta que le hacen al Maestro nos deja ver su ansiedad por saber no sólo los
acontecimientos venideros, sino el tiempo en el que el Señor los haría, y Jesús conociendo sus
corazones, porque él conoce lo más profundo de nuestro ser, responde con amor y sabiduría
diciéndoles:
“No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”.
2) En segundo lugar podemos decir que en otras Jesús les dijo: “Saber eso no les corresponde,
aquella información es manejo de Dios Padre”. E inmediatamente el Señor les habla de nuevo acerca del
Espíritu Santo y su venida, es decir, el Señor vuelve a traerlos a la verdad que él necesitaba que ellos
conocieran y esperaran. El Señor Jesús les habla de aquello que Dios quiere que conozcan y sepan.
Esto nos permite concluir que debemos estar dispuestos para ver las cosas como Dios las ve, y procurar
lo que él quiere que busquemos. Preocuparnos por otras cosas nos hace perder el enfoque de Dios.
Debemos concentrarnos en lo que el Señor quiere que estemos enfocados.
3) En tercer lugar debemos tener presente que la preocupación no acelera los tiempos de Dios, y el
angustiarnos no hace que la voluntad del Señor se apresure. Es fundamental esperar y confiar en la
bondad de Dios y en sus tiempos, es esto lo que trae paz a nuestro corazón y genera seguridad en
nuestro diario vivir.
Hay cosas que son de exclusiva administración divina, recordemos que la palabra de Dios nos dice: “Las
cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros
hijos para siempre, para que cumplamos las palabras de esta ley” Deuteronomio 29:29.
Los caminos de Dios no son nuestros caminos, ni sus pensamientos nuestros pensamientos. La ciencia
humana jamás podrá explicar el portento de sus obras…EJ 53:5
Ninguna mente finita puede comprender plenamente la existencia, el poder, la sabiduría, o las obras
del Infinito. El escritor sagrado dice: “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás a la perfección
del Todopoderoso? Es más alta que los cielos: ¿qué harás? Es más profunda que el seol: ¿cómo la
conocerás? En longitud sobrepasa a la tierra, y es más ancha que el mar”. Job 11:7-9. Los intelectos
más poderosos de la tierra no pueden comprender a Dios. Los hombres podrán investigar y aprender
siempre; pero habrá siempre un infinito inalcanzable para ellos. PP 94.2
Por tanto, es fundamental confiar y creer en la soberanía, poder y bondad de Dios. Él todo lo hace bien
en su perfecto tiempo.
La verdad es que cuando decidimos buscar a Dios con mayor intensidad o decidimos fortalecer nuestra
amistad con el Señor aparecerán algunos obstáculos por superar; de hecho, el enemigo de nuestras
almas no va a facilitar las cosas, por eso la Biblia en 2 Corintios 2:11 nos dice: “No podemos ignorar las
maquinaciones del enemigo”. Pero en Cristo no hay poder del diablo que te pueda detener.
la palabra de Dios declara en este pasaje que cuando Ana fue al templo a orar, el sumo sacerdote Elí
observaba la boca de ella, y como apenas se movían sus labios, él pensó que ella estaba borracha; de
hecho le dijo: “¿hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino”. El sacerdote concluyó que Ana no estaba
orando sinceramente, más bien pensó que estaba irrespetando la presencia del Señor allí.
¿Cómo reaccionó Ana ante esta situación? Ante las acusaciones, calumnias, palabras de desánimo, entre
otras cosas, todos reaccionamos de diferentes maneras; algunos se enojan, otros buscan la
confrontación, otros se desaniman y quieren renunciar a esa búsqueda de Dios, pero lo correcto es
poner estas cosas en las manos del Señor. Por eso la Escritura nos enseña diciendo:
Romanos 12: 19 nos dice: “No os venguéis vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios” y 1 Pedro
2:23 nos dice que “Cristo no maldecía, ni amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga
justamente”. Es Dios quien nos defiende.
Parece que hubiera una neblina delante de los ojos de muchos, pues no pueden discernir las cosas
espirituales y no reconocen la forma en que obra Satanás para entrampar sus almas. Los cristianos no
han de ser esclavos de las pasiones; han de ser dominados por el Espíritu de Dios. Pero muchos se
convierten en juguetes del enemigo, porque cuando llega la tentación, no descansan en Jesús, sino
que con sus preocupaciones se apartan de sus brazos. … Fracasamos en nuestras pequeñas
dificultades diarias y permitimos que nos irriten y molesten; fracasamos ante ellas y las hacemos
piedras de tropiezo para nosotros y para otros. Pero las bendiciones de la mayor importancia son el
resultado de soportar pacientemente esas provocaciones diarias; porque hemos de obtener fortaleza
para soportar mayores dificultades. AFC64 141.3
¡Ojalá pudiéramos dominar nuestras palabras y acciones! … Cuánto daño se provoca en el círculo
familiar por pronunciar palabras de impaciencia; pues la exclamación impaciente de uno lleva al otro
a contestar con el mismo espíritu y en la misma forma.—The Review and Herald, 19 de mayo de 1891.
AFC64 141.4
Como podemos ver en este pasaje bíblico el sumo sacerdote le llamó la atención a Ana, y ella no
respondió con una mala actitud, ni fue grosera con el sacerdote, más bien con respeto (pues le dijo: “No,
señor mío”) le aclaró cuál era su situación y por qué razón estaba allí orando a Dios.
Cuando el sumo sacerdote Elí escuchó el testimonio de Ana la bendijo diciéndole: “Ve en paz, y Dios te
conceda la petición de tu corazón”. Inicialmente Ana fue acusada, pero ella actuó con sabiduría y
respeto, y Dios la justificó, la bendijo y luego le concedió el deseo de su corazón.
Queridos hermanos, Como vemos a lo largo de la Biblia, buscar a Dios y confiar en él implica superar
obstáculos, pero al final veremos su recompensa, pues el Señor en hebreos 11:6 dice que es
galardonador de los que le buscan, y aquellos que confían en él nunca serán avergonzados. Fiel y
todopoderoso es Dios para recompensar con abundancia a sus hijos. Por eso, Que en este día el
Espíritu Santo nos pueda conseder dominio propio, paciencia, mansedumbre para hacer frente a las
maquinaciones del enemigo y salir fortalecidos y victoriosos hoy..
La Biblia contiene muchos ejemplos de hombres que al ser llamados por Dios inicialmente no aceptaron
el llamado divino. Eso se debió a factores como el miedo, la baja autoestima, los complejos, entre otros.
Sin embargo cuando decidieron aceptar el llamado divino fueron poderosamente usados por el Señor...
Jueces 6:12-13 “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y
valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha
sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado,
diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en
mano de los madianitas”.
1) En primer lugar podemos ver que Gedeón fue un hombre con unos problemas similares a los de
Moisés, y ambos fueron escogidos para liberar al pueblo de Dios de la opresión del enemigo.
Ambos tuvieron que aprender que Dios es quien tiene el dominio sobre todas las cosas y que nada
puede detener los planes del Todopoderoso. Dios es todo suficiente para todos.
Ante aquel tiempo de opresión y escasez Gedeón concluía que Dios no estaba con ellos, él pensaba que
el Señor los había desamparado, y que por eso los madianitas los oprimían y les quitaban todo el
alimento. Era un tiempo de escasez y aflicción.
6.13 Gedeón preguntó a Dios acerca de los problemas a los que se enfrentaban él y su nación y acerca
de la aparente falta de ayuda por parte de El. Lo que él no sabía era que el pueblo había traído
calamidades sobre sí cuando decidió desobedecer y rechazar a Dios. Cuán fácil es pasar por alto
nuestras responsabilidades y culpar a Dios y a los demás por nuestros problemas.
Desafortunadamente, esto no resuelve nuestra situación. No nos acerca a Dios, sino que nos lleva al
borde de la rebelión y la reincidencia.
Cuando surgen los problemas, el primer lugar donde debemos mirar es dentro de nosotros. Nuestra
primera acción debería ser la confesión a Dios de los pecados que hayan podido crear los problemas.
DV-c
A veces pensamos que porque los resultados no son buenos o porque las cosas no salen como
deseamos, es porque Dios nos ha desamparado o nos ha dejado solos, pero eso es falso, pues el Señor
ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin.
Cuando los hombres escogen trabajar con Dios, nuevamente él puede obrar para beneficio de ellos y
lograr grandes cosas en su favor. CBA-c
Según Jueces 6:14-15 “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano
de los madianitas. ¿No te envió yo? Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel?
He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre”.
Como vemos Gedeón expone sus razones y argumentos por los cuales, según él, no era el candidato
ideal para cumplir con aquel papel como libertador de la nación. Esto se debía según él a que no era de
familia poderosa ni rica, por el contrario estaba pasando por un tiempo de gran escasez.
En el verso 16 vemos que dice“¡Ciertamente yo estaré contigo!” eso le dijo Dios a Gedeón, y prometió
darle la fuerza que necesitaba para vencer la oposición. Pero A pesar de este llamado claro y de la
promesa de fortalecerlo, Gedeón puso varias excusas. Vio sólo sus limitaciones y debilidades. No le
fue posible ver cómo Dios podría trabajar por medio de él.
Como Gedeón, hemos sido llamados para servir a Dios en formas específicas. Aun cuando Dios nos
promete las herramientas y fuerzas que necesitamos, a menudo también ponemos excusas. Pero
recordarle a Dios nuestras limitaciones solo implica que El no sabe todo acerca de nosotros o que ha
cometido un error al evaluar nuestro carácter. Por lo que No desperdicie el tiempo dando excusas,
mejor aprovéchelo haciendo lo que Dios quiere. DV-c
El Señor no siempre elige hombres con talentos muy grandes para su obra, sino que selecciona a los
que podrá usar mejor. Personas que podrían realizar un buen trabajo para el Señor pueden ser
dejadas por un tiempo en la oscuridad, aparentemente ignoradas y sin ser empleadas por su Maestro.
Pero si cumplen fielmente los deberes de su humilde posición, poniendo buena voluntad al trabajar y
sacrificarse por él, a su tiempo él les confiará mayores responsabilidades. CV 126.6
El Señor puede usar con más eficacia a los que son conscientes de su propia indignidad e ineficacia.
Les enseñará a ejercitar el valor que proviene de la fe. Los hará fuertes uniendo la debilidad de ellos a
su poder, y sabios uniendo la ignorancia de ellos con su sabiduría. The S.D.A. Bible Commentary
2:1003.* CV 126.7
3) En tercer lugar recordemos que no debemos limitar la obra de Dios por recursos, él es el dueño de
todo. Con frecuencia olvidamos que Dios es el dueño del oro y de la plata, y que todos los recursos
vienen de él, por lo que nada ni nadie puede detener los planes del Señor.
La Biblia nos enseña que al final Gedeón aceptó obedecer a Dios, e hizo como mandó el Señor y pudo
ver el poder de Dios en su vida, pues derrotó al poderoso ejército de los madianitas, y la nación de
Israel fue libre y bendecida por el Señor. No se trata de nosotros, sino de lo que Dios puede hacer.
Confía en Dios, no en tus propias capacidades.
Como nos enseña la Biblia Dios diseñó un camino a través del tabernáculo, y todo esto para mostrarnos
su amor y enseñarnos cómo el ser humano puede volver a Dios, de donde salió...
Hebreos 9:6-8 “Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes
continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una
vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; dando
el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo,
entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie”.
Como bien sabemos después del pecado en el Edén, transcurrió la historia del hombre y en el tiempo de
Dios, el Señor llamó a Abraham y a partir de él empezó a formar su pueblo. Los patriarcas sabían que
debían ofrecer sacrificio para acercarse a Dios y para hallar en él misericordia y bendición.
La Escritura nos enseña en el libro de Éxodo que cuando Dios saca a Israel de la esclavitud egipcia le da
instrucciones específicas para construir el tabernáculo en el desierto.
Este primer santuario fue llamado también “tienda de reunión”, porque precisamente era un lugar de
encuentro entre Dios y el hombre. Allí podía el pueblo de Israel buscar la presencia de Dios, y también
allí el Señor manifestaría su presencia y el consejo para su pueblo.
La palabra de Dios nos enseña que este tabernáculo estaba compuesto por tres partes: el atrio, el lugar
santo y el lugar santísimo.
El sumo sacerdote en el día del Yom kippur (día de la expiación o día del perdón) entraba hasta el lugar
santísimo, era el único día y la única persona que podía hacerlo, los demás días los sacerdotes solo
servían en el atrio y en el lugar santo. El Yom kippur era una celebración anual y nacional.
Para aquel día tan importante el sumo sacerdote tenía una intensa preparación antes de entrar al lugar
santísimo en aquel día; la semana anterior al Yom Kippur debía estudiar y repasar al detalle cada una de
las cosas que debía hacer.
Al sumo sacerdote la noche anterior al día de la expiación no lo dejaban dormir, sino que debía leer la
Tora y en otros momentos se la leían, para que no tuviese sueños impuros, ni malos pensamientos.
Respecto a las vestiduras, el vestido del sumo sacerdote y la ceremonia debía seguir un estricto
protocolo, pues por algún faltante podía caer muerto en el lugar santísimo; por eso también había un
sacerdote sustituto (y preparado) en caso de que el primer sacerdote falleciera.
La palabra de Dios nos enseña que el camino en este tabernáculo era un desplazamiento desde la puerta
del santuario en la entrada del atrio exterior hasta el lugar donde estaba el arca de oro (símbolo de la
presencia de Dios, y lugar donde él se manifestaba y daba a conocer la dirección para su pueblo).
9.6-8 El sumo sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo (9.3; o “segunda parte”), la habitación más
oculta del tabernáculo, un día cada año para ofrecer sacrificios por los pecados de la nación. El Lugar
Santísimo era una pequeña habitación que contenía el arca del pacto (un cofre cubierto de oro con las
tablas originales de piedra en las que fueron escritos los diez mandamientos, una urna con maná y la
vara de Aarón). En la parte superior del cofre se hallaba el “propiciatorio” (el altar) sobre el cual el
sumo sacerdote derramaba la sangre el día de la expiación. El Lugar Santísimo era el sitio más sagrado
sobre la tierra para los judíos. Sólo el sumo sacerdote podía entrar; a los demás sacerdotes y la gente
común se les prohibía entrar en esa habitación. Su único acceso a Dios era por medio del sumo
sacerdote, quien ofrecía sacrificio y usaba la sangre, primero por sí mismo y luego por los pecados de
los demás (véase también 10.19). DV-c
10.19 El Lugar Santísimo del templo quedaba oculto de la vista por un velo (10.20). Sólo el sumo
sacerdote podía entrar en esa habitación santa, y lo hacía una sola vez al año en el día de la expiación,
cuando ofrecía sacrificios por los pecados de la nación. Pero la muerte de Jesucristo quitó el velo, y
todos los creyentes pueden entrar a la presencia de Dios en todo momento (véase también 6.19, 20).
DV-c
6.19, 20 El velo al que se refiere en el texto colgaba desde la entrada del Lugar Santo hasta el Lugar
Santísimo, las dos habitaciones más ocultas del templo. Ese velo evitaba que alguien entrara y mirara
dentro o diera una mirada ligera al interior del Lugar Santísimo (véase también 9.1-8). El sumo
sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo una sola vez al año para estar ante la presencia de Dios y
presentar la ofrenda por los pecados de toda la nación. Pero Cristo está en la presencia de Dios en todo
momento, como el Sumo Sacerdote que puede interceder continuamente por nosotros, y no sólo una
vez al año. DV-C
Nos dice Hebreos 9:11-12 “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros por
el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por
sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el
Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”.
Como podemos ver en este pasaje bíblico se nos enseña que el Señor Jesucristo es nuestro sumo
sacerdote, sacerdote del más amplio y perfecto tabernáculo, no de esta creación ni hecho por manos
humanas, entonces hablamos del santuario celestial.
Aquel que vio Moisés y que Dios le mostró como modelo para que construyera el tabernáculo terrenal lo
más parecido posible.
En este santuario celestial es donde entró Cristo cuando resucitó, él es sacerdote y cordero a la vez,
entró a la presencia de Dios presentando la sangre de su perfecto sacrificio, una vez para siempre, y así
obtuvo para nosotros eterna redención. Por eso dice la Biblia que tenemos un camino nuevo y vivo para
entrar en la presencia de Dios.
Jesús está ahora en el lugar santísimo para presentarse por nosotros delante de Dios. Allí no cesa
momento tras momento de presentar a su pueblo completo en él; pero porque somos presentados así
ante el Padre celestial, no debemos imaginarnos que debemos abusar de su misericordia y volvernos
descuidados, indiferentes y desenfrenados. Cristo no es ministro de pecado. Somos completos en él,
aceptados en el Amado, pero sólo si permanecemos en él por fe (ST 4-7-1892). EGW-C (hebreos9:24)
Podemos llegar hasta Dios por medio de los méritos de Cristo, y Dios nos invita a que le llevemos
nuestras pruebas y tentaciones, pues él las comprende todas. El no quiere que digamos nuestras
aflicciones a oídos humanos. Mediante la sangre de Cristo podemos llegar al trono de la gracia para el
oportuno socorro. Podemos acercarnos con seguridad, diciendo: “Soy acepto en el Amado”. “Porque
por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. . . En quien
tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él”. Así como un padre terrenal
anima a su hijo para que vaya a él en todo momento, así también el Señor nos anima a deponer ante
él nuestras necesidades y perplejidades, nuestra gratitud y nuestro amor. Cada promesa es segura.
Jesús es nuestro Fiador y Mediador, y ha colocado a nuestra disposición todos los recursos para que
podamos tener un carácter perfecto. La sangre de Cristo, con una eficacia permanente, es nuestra
única esperanza, pues sólo a través de sus méritos tenemos perdón y paz. Cuando la eficacia de la
sangre de Cristo se convierta en una realidad para el alma mediante la fe en Cristo, el creyente hará
que su luz brille en buenas obras, dando frutos para justicia(YI 22-9-1892). EGW-C (Efesios 2:18)
Estas lecciones fueron enseñadas al pueblo escogido de Dios hace miles de años, y fueron repetidas
mediante diversos símbolos y representaciones para que la obra de la verdad pudiera ser afianzada en
cada corazón: que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. La gran lección implícita
en el sacrificio de cada víctima sangrante, impresa en cada ceremonia e inculcada por Dios mismo, era
que únicamente mediante la sangre de Cristo se logra el perdón de los pecados; sin embargo, cuántos
sufren el irritante yugo y cuán pocos sienten la fuerza de esta verdad, no la tienen en cuenta
personalmente y no disfrutan de la bendición que podrían recibir mediante una fe perfecta en la
sangre del Cordero de Dios. . . EGW-C(1 Timoteo 2:5)
La palabra de Dios nos enseña de manera contundente y clara que La presencia de Dios es nuestra
fortaleza, él es nuestro escudo, Dios es nuestro refugio en todo tiempo.
Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo”.
23.1 Al describir a Dios como pastor, David escribía acerca de su propia experiencia, debido a que pasó
sus primeros años cuidando ovejas (1Sa 16:10-11). Las ovejas dependen completamente de su pastor
en cuanto a alimentación, guía y protección. El Nuevo Testamento llama a Jesús el buen pastor (Joh
10:11), el gran pastor (Heb 13:20) y el Príncipe de los pastores (1Pe 5:4). De la misma manera que el
Señor es el buen pastor, nosotros somos sus ovejas. No somos animales atemorizados y pasivos, sino
seguidores obedientes y sabios que siguen al Unico que puede guiarnos a los mejores lugares y por
caminos seguros. Este salmo no pone énfasis en las cualidades de las ovejas como animales, sino en
las cualidades como discípulos de los que siguen a un líder. Cuando usted reconozca al buen pastor,
¡sígalo! DV-c.
1) En primer lugar podemos destacar la expresión “No temeré mal alguno” nos recuerda la
importancia de no darle lugar al temor, el miedo no debe gobernar nuestra vida. Vivir bajo el temor
hace que la persona sólo espere los peores resultados; el miedo actúa como un imán que atrae tristeza
y fracasos.
Como nos enseña aquí la Biblia los males pueden ser muchos, pero David dice: “No temeré mal alguno”,
pues su fe en el poder de Dios y en su cuidado hace que él siga adelante, aunque el camino sea difícil y
tenga grandes obstáculos.
Cuando confías en Dios, ni el enemigo, ni los obstáculos, ni el dolor te detendrán pues en Cristo eres
vencedor, en él tu pie no tropezará.
2) En segundo lugar se nos presenta el motivo de la seguridad de David. La razón fundamental para
no temer mal alguno es que David está confiado en que Dios no lo va a desamparar, por eso él dice:
“Porque tú estarás conmigo”, y si el Señor está contigo, nadie podrá detenerte, el maligno no podrá
dañarte, tu pasarás en victoria el valle de la sombre de muerte, Dios no puede ser detenido por ningún
hombre o ejército.
Es importante recordar aquí que en tiempos de batalla y cuando asomaba el temor, Dios le habló a
Abraham y le dijo: “No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande”
Génesis 15:1. Quizá hay en el mundo grandes y poderosos ejércitos, pero tu mejor escudo es la
presencia misma de Dios, él es tu defensa, él pelea por ti.
3) En tercer lugar siempre ten presente: Dios es tu fortaleza y escudo. Cuando Absalón se rebeló
contra David su padre y lo persiguió, en su huida David oró diciendo en el Salmo 3:3: “Más tú, Jehová,
eres escudo alrededor de mí; mi gloria y quien levanta mi cabeza”.
Sal 18:2: “Oh Eterno, roca mía, castillo mío y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en quien me
refugio.* Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.”
Sal 28:7: “El Señor es mi fortaleza y mi escudo. En él confió mi corazón, y fui ayudado. Por eso se gozó
mi corazón, y con mi canción lo alabaré.”
3.1-3 El rey David no estaba sentado en su trono con todo poder, sino que huía de Absalón, su hijo
rebelde, y de una hueste de traidores que querían matarlo. Cuando las circunstancias se vuelven
contra nosotros es tentador pensar que Dios también está en contra nuestra. Pero David nos recuerda
que es todo lo contrario. Cuando algo parece estar en nuestra contra, Dios es el único que es con
nosotros. Si parece que la vida está en contra suya, no culpe a Dios: ¡búsquelo! DV-c
Las palabras de este salmo de David se dan en medio de un gran conflicto familiar, pero en toda
situación Dios es nuestro refugio y fortaleza. Al final el Señor defendió a David. Dios siempre te
sostendrá con su mano derecha y por eso te dice: “No temas, yo estoy contigo”.
Dios es todopoderoso).
Nuestro buen Dios desea manifestar su grandeza en medio de su pueblo. Cada crisis u obstáculo es una
gran oportunidad para ver la manifestación del poder de Dios a tu favor…
Jueces 7:3, 7, 12 “Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad… y se
devolvieron veintidós mil, y quedaron diez mil… Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos
hombres que lamieron el agua os salvaré… y los madianitas, amalecitas y los hijos del oriente estaba
tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que
está a la orilla del mar”.
Veamos el contexto:
Jue 7:1-15: “Jerobaal (esto es, Gedeón, su otro nombre) y su ejército se levantaron temprano y
avanzaron hasta los manantiales de Arod. Los ejércitos de Madián estaban acampados al norte de ellos,
en el valle cerca de la colina de More. Jehová le dijo a Gedeón: —Los que están contigo son muchos. No
puedo permitir que todos se enfrenten a los madianitas, porque entonces el pueblo de Israel se jactará
delante de mí de que se han salvado por su propia fortaleza. Haz que todos los que tengan miedo y
tiemblen vuelvan a sus casas. Veintidós mil se fueron. Solamente se quedaron diez mil. Pero Jehová le
dijo a Gedeón: —Todavía son demasiados. Llévalos al manantial y yo te mostraré cuales irán y cuales no.
Gedeón los reunió junto a las aguas. Allí Jehová le dijo: —Divídelos en dos grupos según la forma en que
beban. En el primer grupo estarán todos los que tomen el agua en sus manos y se la lleven a la boca y la
laman como los perros. En el segundo grupo estarán los que se arrodillen y beban poniendo sus bocas
en la corriente. Solamente trescientos hombres bebieron de sus manos. Todos los demás pusieron la
boca en el arroyo. —Yo venceré a los madianitas con estos trescientos hombres —dijo Jehová a Gedeón
—; envía a los demás a sus casas. Después que Gedeón reunió todos los jarrones y trompetas del pueblo
que tenían entre ellos, envió a todos los hombres a sus casas, excepto los trescientos. Durante la noche,
con los madianitas acampados en el valle que estaba debajo, Jehová le dijo a Gedeón: —Levántate,
toma a tus soldados y ataca a los madianitas, porque yo haré que los derrotes. Sin embargo, si tienes
miedo, primero desciende solo al campamento y lleva contigo a tu siervo Fura si quieres y escucha lo
que están diciendo allí. Te sentirás muy envalentonado y tendrás deseos de atacar. Entonces fue con
Fura y se arrastró por la oscuridad hasta las posiciones del enemigo. Los vastos ejércitos de Madián,
Amalec y otras naciones del oriente que se les habían unido estaban esparcidos a través del valle,
numerosos como langostas, como la arena de la playa, y tenían tantos camellos que era difícil de contar.
Gedeón se arrastró hasta una de las tiendas, justo en el momento en que el hombre que dormía adentro
había despertado de una pesadilla y se la contaba a su compañero de tienda. —Tuve un sueño extraño
—le estaba diciendo—. Había un gran pan de cebada que vino rodando contra nuestro campamento.
Golpeó sobre nuestra tienda y la derribó. El otro soldado contestó: —Tu sueño sólo puede significar una
cosa: Gedeón, el hijo de Joás, el israelita, va a venir y masacrará a todas las fuerzas aliadas de Madián.
Cuando Gedeón escuchó el sueño y su interpretación, se puso en pie allí mismo para adorar a Jehová.
Luego regresó junto a sus hombres y gritó: —Levántense, que Jehová va a usarnos para vencer a los
ejércitos de Madián.” NBD’08.
1) En primer lugar al inicio del capítulo de Jueces siete vemos que Dios ha llamado a Gedeón para
que se enfrente a los amalecitas, y el Señor le ha prometido su respaldo. Dios le habla a Gedeón
diciéndole que el pueblo que va a la batalla es mucho y es necesario disminuirlo. Según el versículo tres
el ejército hebreo estaba conformado por treinta y dos mil soldados. Un ejército numeroso.
La Biblia nos enseña que de aquellos quedaron diez mil, y Dios volvió a decirle a Gedeón que aún eran
muchos. Por eso el Señor le dice que los lleve a las aguas y allí le daría instrucciones para escoger los que
finalmente habrían de ir a la batalla.
Allí fueron escogidos trescientos hombres, es decir ni siquiera el uno por ciento de los 32.000 soldados
que inicialmente salieron a la batalla.
2) En segundo lugar debemos observar con detalle la grandeza del ejército enemigo, según el
versículo doce el ejército amalecita era tan grande y extenso como langostas en multitud, tendidos
sobre todo el valle y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la orilla del mar, y ante
esta multitud Dios le dice a Gedeón: “serán sólo trescientos los soldados hebreos que irán a la batalla”.
Sin duda, una muy pequeña porción del ejército inicial.
Aquí debemos entonces hacernos la pregunta ¿Por qué Dios lo hizo así? Según Jueces 7:2 “Jehová dijo a
Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho… no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano
me ha salvado”, así lo hizo el Señor para guardar a su pueblo del orgullo, de la autosuficiencia y de la
soberbia contra el Señor.
Nuestro buen Dios sabía que su pueblo iba a alabarse a sí mismo y diría: “Mi mano me ha salvado”. Él
hace cosas magnificas y poderosas para que nadie le quite su gloria; es de sabios reconocer y siempre dar
la gloria debida a su Nombre.
Se había hecho ley en Israel que antes de que el ejército saliera a la batalla, se le hiciese la siguiente
proclamación: “¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa,
porque quizá no muera en la batalla, y otro alguno la estrene. ¿Y quién ha plantado viña, y no ha hecho
común uso de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, porque quizá no muera en la batalla, y otro alguno la
goce. ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, porque quizá
no muera en la batalla, y alguno otro la tome”. Y además los oficiales debían decir al pueblo: “¿Quién
es hombre medroso y tierno de corazón? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus
hermanos, como su corazón”. Deuteronomio 20:5-8. CV 127.2
Debido a que el número de sus soldados era muy pequeño en comparación con los del enemigo,
Gedeón se había abstenido de hacer la proclamación de costumbre. Se llenó de asombro al oír que su
ejército era demasiado grande. Pero el Señor veía el orgullo y la incredulidad que había en el corazón
de su pueblo. Incitado por las conmovedoras exhortaciones de Gedeón, se había alistado de buena
gana; pero muchos se llenaron de temor al ver las multitudes de los madianitas. No obstante, si Israel
hubiera triunfado, aquellos mismos miedosos se habrían atribuido la gloria en vez de adjudicarle la
victoria a Dios. CV 127.3
3) En tercer lugar debemos cuidar de no hacer lo mismo, pues muchas veces podemos hallarnos
cometiendo el error de no glorificar al Señor.
Nos sucede a veces a nosotros, cuando habiendo de dar el honor y la gloria a Dios, nos alabamos a
nosotros mismos, destacando nuestra “virtudes”, ignorando o pasando por alto que lo que somos y
podemos hacer es por la gracia de Dios en Cristo Jesús, por lo que es importante tener presente la
palabra de Dios en Jeremías 9:23,24 que dice:
“No se alabe el sabio en su sabiduría… ni el rico en sus riquezas; más alábese en esto el que se hubiere
de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en
la tierra; porque estas cosas quiero dice Jehová”. Por lo que Toda la gloria es del Señor, él es Dios
Todopoderoso.
El Señor está ansioso de hacer grandes cosas para nosotros. No obtendremos la victoria porque
seamos un pueblo numeroso, sino mediante la entrega completa del alma a Jesús. Debemos avanzar
con su fuerza, confiando en el poderoso Dios de Israel. Hay una lección para nosotros en el ejército de
Gedeón… El Señor tiene ahora el mismo anhelo de trabajar a través de esfuerzos humanos y de
realizar grandes cosas mediante débiles instrumentos. The S.D.A. Bible Commentary 2:1003.* CV
127.5
La palabra de Dios nos enseña claramente: “Todo aquel que en él creyere no será avergonzado”. Creer y
confiar en Dios es una decisión personal, pero sin duda, cuando confiamos en el Señor, no seremos
avergonzados. Dios es propicio a nuestra fe en él y en su poder. Confía en el Señor, él te ayudará como
nadie más puede hacerlo…
Flp 1:20: “Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad,
ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo.” BAD'89
1) En primer lugar debemos tener en cuenta que el apóstol Pablo está preso en una cárcel en
Roma, cuando escribe esta carta. Él tiene su esperanza puesta en Dios y en la seguridad de una victoria
final. Él está confiado en el poder de Aquel a quien sirve, tanto que expresa: “en nada seré
avergonzado”.
Podemos recordar aquí también que lo mismo dijo cuando escribió a los romanos, en Romanos 10:11-12
“Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado… pues él es Señor de todos, y es rico para con todos
los que le invocan”
2) En segundo lugar se destaca la confianza de Pablo en Dios en todo tiempo es sólida y firme, y
por eso está convencido de que Cristo será glorificado en medio de aquella difícil situación que estaba
viviendo en una celda de una cárcel en Roma.
Sin duda, teniendo presente todas las victorias y conquistas pasadas, aquellos triunfos cuando muchos
por no decir todos, consideraban que las cosas saldrían mal, pero Dios le dio la victoria, Pablo ahora dice
“Ahora, como siempre, Cristo será glorificado en mí”.
Al apóstol Pablo, Le esperaba un juicio, en el que sabía podría ser liberado o ejecutado. Sin embargo,
confió que Cristo obraría para su liberación. El ruego de Pablo era que cuando enfrentara el juicio
pudiera hablar de Cristo con valor y no fuera tímido ni se avergonzara. Sea que viviera o que muriera,
deseaba exaltar a Cristo. Al fin fue liberado de su prisión, pero dos o tres años después volvió a ser
arrestado. Solo la fe en Cristo podía sustentar a Pablo en tal adversidad. DV-C
En tercer lugar vemos que Pablo está plenamente convencido de estar haciendo la voluntad de Dios, él
completamente seguro de que el Señor estaba con él y que nada más que lo que él permitiera le podían
hacer, por eso dice:
“Por vida o por muerte, Cristo será magnificado en mí”. Vemos a un hombre cuya fe en Dios es tan
sólida y segura, que pase lo que pase siempre dará gloria a Dios. Él sabe que aunque el escenario de su
vida sea el peor, Dios siempre se glorificará. Por lo tanto Podemos confiar en Dios completamente, él
nunca te dejará avergonzado, él siempre dejará su nombre en alto.
Si Pablo vivía, Cristo sería glorificado por su testimonio y actividad; pero si moría, el ensalzamiento
sería por medio de su muerte gozosa por su Maestro. Los cristianos magnifican en vida a Cristo
mediante su conversión, su santificación, su trabajo consagrado a la causa divina, con el gozo con que
soportan las pruebas y los resultados permanentes obtenidos mediante su servicio. Y el verdadero
hijo de Dios magnifica en muerte al Hijo, sobreponiéndose al temor con que la mayoría de los
hombres se enfrentan a la muerte, pues confían en que el Señor cuidará de su futuro y continuará
dando testimonio debido a la influencia que su vida piadosa y su muerte intrépida siguen ejerciendo
sobre los que sobreviven. CBA-C
Cuando el apóstol Pablo se convirtió de perseguidor en cristiano por medio de la revelación de Cristo,
declaró que era como uno nacido fuera de tiempo. Desde ese momento Cristo fue para él todo y en
todo. “Para mí el vivir es Cristo”, declaró. Esta es la más perfecta interpretación en pocas palabras, en
todas las Escrituras, de lo que significa ser cristiano. Esta es la verdad plena del Evangelio. Pablo
entendía lo que muchos parecen ser incapaces de comprender. ¡Cuán intenso era su fervor! Sus
palabras demuestran que su mente estaba centrada en Cristo, que toda su vida estaba ligada a su
Señor. Cristo era el autor, el sostén y la fuente de su vida (RH 19-10-1897). EGW-C
Estudio adicional
Cuando los discípulos escucharon la manera en que Jesús oraba, comunicándose íntimamente con su
Padre celestial así como se comunica un amigo con otro, quedaron grandemente impresionados. Sus
oraciones eran diferentes de las de los dirigentes religiosos de su tiempo, muy diferentes de todo
cuanto habían oído. La oración formal, expresada en declaraciones fijas y como si fuera dirigida a un
Dios impersonal muy distante, no tiene la realidad y la vitalidad que deben caracterizar a la verdadera
oración. Los discípulos pensaron que si sólo pudieran orar como Jesús oraba, se aumentaría muchísimo
su eficacia como discípulos. Como Jesús les había enseñado por precepto (Mat 6:7-15) y por ejemplo
(Luk 9:29) cómo orar, parece que en esta ocasión el pedido vino de parte de algunos discípulos que no
habían estado con Jesús en ocasiones pasadas cuando había hablado de la oración. La palabra
“discípulos” no necesariamente tiene que circunscribirse sólo a los doce. Estos discípulos pueden haber
sido de los setenta. En respuesta al pedido “enséñanos a orar”, Jesús presentó una oración modelo,
una parábola que ilustra el espíritu de la oración y algunas amonestaciones para estimular la fidelidad y
la diligencia en la oración….. CBA-c. leamos por favor el contexto de este pasaje:
Lc 11:1-13: “Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: —
Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos...Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre
nuestro que estás en los cielos; sea tu Nombre santificado. Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros
pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación,
mas líbranos de mal. Les dijo también:¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a medianoche, y le
dirá: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle
delante; y el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada, y mis niños
están conmigo en la cama; no puedo levantarme, y darte. Os digo, que aunque no se levante a darle por
ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo:
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y os será abierto. Porque todo aquel que pide, recibe; y el
que busca, halla; y al que toca, es abierto.¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dará una
piedra?, o, si pescado,¿en lugar de pescado, le dará una serpiente? O, si le pidiere un huevo,¿le dará un
escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de él?”
11.1-4 Note el orden en esta oración. Primero, Jesús alaba a Dios; luego, presenta sus peticiones.
Alabar primero a Dios nos ubica en el marco adecuado para pedir por nuestras necesidades. Por lo
general, nuestras necesidades se parecen a una lista de compras antes que a un diálogo con Dios.
11.2-13 Estos versículos enfocan tres aspectos de la oración: su contenido (11.2-4), nuestra persistencia
(11.5-10) y la fidelidad de Dios (11.11-13).
11.3 La provisión de Dios es diaria, no es una sola vez y para siempre. No podemos almacenarla y cortar
la comunicación con Dios, ni nos arriesgaremos a sentirnos autosatisfechos.
Si usted corre con pocas energías, pregúntese: ¿Cuán lejos estoy de la Fuente?
11.4 Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, estableció el perdón como piedra angular en su
relación con Dios. Dios ha perdonado nuestros pecados, por lo tanto, debemos ahora perdonar a
quienes nos ofendieron. Seguir sin perdonar muestra que no se ha entendido que nosotros mismos,
junto con todos los demás seres humanos, necesitamos ser perdonados. Piense en algunas personas
que le han faltado en cierta manera. ¿Las ha perdonado de verdad? ¿Cómo actuaría Dios si lo tratara
en la forma que usted lo hace con los demás? DV-c
1) Vemos en primer lugar que apoyado el Señor Jesús en la ilustración de los dos amigos (Lucas
11:5-8), nos enseña ahora la necesidad de pedir a Dios y de hacerlo con perseverancia y con fe, pues
todo aquel que pide, busca y llama tendrá respuesta, no saldrá de la presencia de Dios con las manos
vacías, nunca será en vano tu oración.
Como podemos ver no se hace un listado de virtudes o características que debe tener el que clama a
Dios, se destaca aquí la perseverancia y fe con la que se debe levantar la oración.
Sin duda, hay dos componentes importantes en la oración que como hijos de Dios hacemos al Señor, y
son: la fe y la perseverancia. De hecho la oración que insiste y persiste es una muestra de la fe en Dios y
de la confianza en su amor y cuidado.
La pregunta es: Con cuánta perseverancia, fe, fervor clamamos hoy a Dios por nuestros problemas,
necesidades, pedidos de oración, etc.?.
2) En segundo lugar el Señor Jesús nos invita a pedir, buscar y llamar, y creo que no sólo nos habla
de formas diferentes para orar, sino además de la actitud ferviente y constante con la que debemos
hacerlo, y todo aquel que lo haga recibirá poderosas y diversas respuestas del Señor.
También podemos ver en los versículos once y doce que el Señor Jesús nos hace reflexionar en el amor
terrenal de un padre, que aunque es un amor defectuoso y con vacíos, no cierra sus oídos al clamor de
un hijo que pide alimento y provisión, y tampoco le responderá haciéndole mal alguno.
3) En tercer lugar el Señor Jesús en el versículo trece concluye su enseñanza diciéndonos que si el
padre terrenal da buenas dádivas (regalos, dones) a sus hijos ¿cuánto más nuestro Padre celestial?
Como son más altos los cielos que la tierra, así es mayor el amor de Dios por sus hijos, que el amor
terrenal de un padre por los suyos. No hay amor más grande que el amor de Dios por sus hijos.
En la iglesia hay muchos hermanos que son débiles por causa de la incredulidad. Cristo dijo a Marta
junto a la tumba de Lázaro: “No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” CT 56.2
Esta es la mayor bendición que se les puede conferir a los hijos fieles de Dios. Pero muchos no tienen
la virtud de manifestar una fe viva. Creen que tienen fe pero sólo es un pensamiento o una acción del
momento. No perseveran tocando la puerta ni mantienen su petición delante del Señor. No es un
pensamiento efímero que se debe ofrecer a Dios. Nuestras oraciones deben ser fervientes como las
peticiones del amigo necesitado que solicitó panes a la medianoche. Cuanto más pidáis tanto más
firme será vuestra unión espiritual. Llegaréis al lugar donde tendréis bendiciones abundantes pues
habréis crecido en la fe. CT 56.3
Mientras confiéis en vuestro Padre celestial para que os dé la ayuda que necesitáis, él no os dejará.
Dios tiene un cielo lleno de bendiciones que quiere prodigar sobre los que fervientemente buscan esa
ayuda que sólo él puede dar. Enoc caminaba con Dios porque miraba por fe a Jesús, pidiendo su
dirección, creyendo que se cumpliría cada palabra pronunciada. Se mantuvo cerca, al lado de Dios,
obedeciendo cada una de sus palabras… La suya fue una vida maravillosa de unidad. Cristo era su
compañero. Estaba en íntimo compañerismo con Dios. CT 56.4
11.13 Buenos padres cometen errores y aun así tratan bien a sus hijos. ¡Cuánto mejor nuestro perfecto
Padre celestial trata a sus hijos! El don más perfecto que ha dado es el Espíritu Santo (Act 2:1-4), que
prometió dar a todos los creyentes después de su muerte, resurrección y ascensión (Joh 15:26). DV-c
Por todo esto es muy importante creer en el amor de nuestro Padre celestial por nosotros. Sí como
padres terrenales deseamos lo mejor para nuestros hijos, mucho más Dios, quien desea lo mejor para
cada uno de sus hijos. El hará todo lo posible para que ninguno se pierda.
1) En primer lugar tengamos en cuenta que en la Biblia los evangelios destacan la vida de oración de
nuestro Señor Jesucristo mientras estuvo aquí en la tierra; nada hacía sin la dirección de su Padre
celestial. Por eso es que, sin duda alguna, la oración es una evidencia de nuestra dependencia de
Dios y es un reconocimiento de nuestra incapacidad.
Cuando le entregamos nuestra vida a Jesucristo como nuestro Salvador y Señor, no sólo recibimos vida
eterna, sino que estamos aceptando su señorío en nuestra vida.
Esto significa, entre otras cosas, que nuestros proyectos, metas y anhelos están sujetos a la buena y
perfecta voluntad de Dios, él actuará con soberanía sobre nuestros planes y deseos. Los invito a que
ampliemos el contexto de este pasaje:
Sal 37:1-9: “No te irrites a causa de los impíosni envidies a los que cometen injusticias; porque pronto se
marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto. Confía en el Señor y haz el bien;
establécete en la tierra y manténte fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu
corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca
como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con
paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. Refrena tu enojo,
abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal. Porque los impíos serán exterminados, pero los
que esperan en el Señor heredarán la tierra.”
En este salmo se considera el problema del aparente triunfo de los impíos, dificultad que se resuelve en
el pensamiento del salmista cuando reconoce que dicha prosperidad es transitoria. Se nos aconseja a
que desarrollemos nuestra confianza en Dios a medida que maduramos, que pasan los años (Psa 37:25),
pues él a su debido tiempo castigará a los pecadores y recompensará a los justos. CBA-c
37.1 Nunca deberíamos envidiar al malvado, aun cuando algunos quizás sean muy populares o
excesivamente ricos. No importa cuánto tengan, se debilitarán y desaparecerán como la hierba que se
corta y se seca. Los que siguen a Dios viven de manera diferente a los malvados y, al final, tendrán
tesoros mayores en el cielo. Lo que los incrédulos obtienen puede durar lo mismo que la vida, si el Señor
se lo permite. Pero Lo que usted obtiene al seguir a Dios perdura para siempre. DV-c
37:3 En este versículo se presentan cuatro reglas para mantener la paz mental cuando se está perplejo
por la aparente prosperidad de los impíos: (a) confiar en Dios, (b) mantenerse ocupado haciendo el bien,
(c) vivir tranquilamente en el lugar donde Dios nos sitúe, y (d) buscar la fidelidad de Dios. Por lo que:
Los mejores antídotos para la impaciencia son la confianza en Dios y hallarse siempre ocupado en lo que
tiene valor ante Dios y para el prójimo. CBA-c
1) En segundo lugar es fundamental confiar en el poder de Dios. Este Salmo nos dice: “Confía en él
y él hará”. Es fundamental para depositar en las manos de Dios nuestros planes confiar en su buena
voluntad, confiar en que Dios actuará de la mejor manera, aunque a veces sus métodos no sigan mi
manera de pensar, siempre todo terminará bien, pues a los que amamos a Dios todas las cosas nos
ayudan para bien.
2) En tercer lugar se nos enseña la importancia de esperar los tiempos de Dios. En el versículo siete
de este Salmo 37, se nos dice: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él”. Es muy importante para
caminar en las bendiciones de Dios, caminar en sus tiempos. Él sabe muy bien lo que hace, cuando lo
hace y a través de quien.
Por eso es muy importante no levantar nuestras palabras contra Dios o contra su voluntad, por eso el
consejo “guarda silencio ante Jehová, y espera en él”. Más bien debemos deleitarnos en su presencia y
encomendar a Dios nuestros caminos y las bendiciones llegarán, por eso nos dice el versículo 4,5 de este
Salmo 37:
Sal 37:4-5: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu
camino; confía en él, y él actuará.”
37.4, 5 David nos llama a deleitarnos en el Señor y a entregarle todo lo que tenemos y hacemos (“tu
camino”). Pero, ¿cómo hacemos esto? Deléitate significa experimentar gran placer y gozarse en la
presencia de alguien. Esto sucede únicamente cuando conocemos muy bien a esa persona. Por lo tanto,
para deleitarnos en el Señor, debemos conocerle mejor. El conocimiento de su gran amor por nosotros
nos dará deleite.
Encomienda significa confiarle todo al Señor: vida, familia, trabajo y posesiones, para su control y
dirección. Encomendarnos al Señor significa confiar (37.5) y creer que El cuidará de nosotros mejor de lo
que nosotros pudiéramos hacerlo. Deberíamos estar dispuestos a esperar con paciencia (37.7) para que
El haga lo que es mejor para nosotros.
El salmista sigue dando consejos acerca de cómo debemos considerar a los impíos. No hemos de albergar
sentimientos de ira contra ellos ni contra Dios porque les concede un poco más de tiempo. Su castigo
final está en las manos de Dios. CBA-c
37.8, 9 La ira y el disgusto (enojo) son dos de las emociones más destructivas. Revelan una falta de fe en
que Dios nos ama y está al timón de nuestras vidas. No debemos disgustarnos. En cambio, debemos
confiar en el Señor, entregándonos a El para su servicio y para que nos ponga a salvo. Cuando usted se
enfrasca en sus problemas, se vuelve ansioso y se enoja. Pero si se concentra en Dios y en su bondad,
encontrará paz. ¿Dónde pone su atención?
En Is 60:21 la Biblia dice: “Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; serán
renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.” Por lo tanto la voluntad de Dios para
nosotros hoy es que esperemos con paciencia el tiempo de Dios. El controla la historia y entreteje
nuestras vidas de acuerdo al plan que tiene trazado para cada uno de nosotros..
Introducción: Para caminar con Dios es muy importante desarrollar un corazón humilde, pues el Señor
mira de lejos al altivo. La presencia de Dios habita en el humilde de corazón, esto significa depender del
consejo divino, y no moverse ni actuar en las propias fuerzas, sino seguir la dirección de Dios, esto
implica rendir nuestro corazón al Señor, despojarnos del orgullo y reconocer que todo viene de la mano
de Dios…
2 Reyes 5:1, 9-11 “Naamán, general de ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y
lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre
valeroso en extremo, pero leproso…
Y vino Naamán con sus caballos y con su carro a la casa de Eliseo, quien envió a su mensajero, diciendo:
Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará… Y Naamán se fue enojado, pues
pensaba: Saldrá él y en pie invocará a su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar y sanará la lepra”.
1) En primer lugar se destaca la influencia y poder que Naamán tenía. Como podemos ver en este
pasaje bíblico Naamán era un general del ejército sirio, y nos dice textualmente: “era varón grande
delante de su señor… lo tenía en alta estima… era valeroso en extremo”, sus virtudes eran notorias y
reconocidas, incluso por el rey mismo.
Además nos dice el versículo uno: “pero leproso”, no todo estaba bien, él tenía una enfermedad
incurable (la lepra puede tratarse hoy día en sus primeras etapas), por lo tanto, todo su poder,
influencias y virtudes eran impotentes e insuficientes ante aquella enfermedad.
2) En segundo lugar vemos a un hombre orgulloso. Este general sirio se entera de que en Samaria
hay un profeta de Dios y que por el poder del Señor podía sanarlo. Entonces usando su poder e
influencia habló con el rey de Siria quien le dio carta para ir al rey de Israel para que fuera sanado.
Vemos aquí a Naamán usando de nuevo su influencia y poder; él estaba acostumbrado a que debido a
su posición de privilegio conseguía todas las cosas.
3) En tercer lugar se nos recuerda que Dios es Todopoderoso. Nos enseña este capítulo de la Biblia
que cuando el rey de Israel recibe la carta, rasga sus vestidos en señal de lamento, diciendo que el rey
de Siria estaba buscando ocasión para la guerra, pues él no era Dios para sanar o para dar vida. Cuando
el profeta Eliseo escuchó esto le envió a decir al rey de Israel:
“¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel”. La Escritura
nos dice que Naamán fue a Eliseo con su carro y sus caballos, pero Eliseo no salió, sino que le envió un
mensajero que le dijo que se fuera a lavar siete veces en el río Jordán y sería sanado así de su lepra.
Sin embargo el general Naamán se fue enojado, nos dice la Escritura, pues él esperaba que el profeta
Eliseo saliera a él, e hiciera una oración especial en el nombre de Dios y que luego lo tocará y así fuese
sanado. Pero nada de esto sucedió. El orgullo de Naamán había sido ofendido, y por eso se fue de aquel
lugar con su lepra nuevamente.
Naamán tenía dos enfermedades: orgullo y lepra. El primero necesitaba curarse tanto como el
segundo. Naamán tuvo que bajar de su carro del orgullo; después, lavar según la forma prescrita.
Finalmente, sus siervos lo persuadieron de que obedeciera al profeta en un asunto tan sencillo, y quedó
completamente sano. Como bien se ha dicho, “se tragó su orgullo y perdió la lepra”.
4) En cuarto lugar vemos que Dios bendice la humildad. El orgullo y la soberbia anteceden la caída;
el orgullo y la soberbia nos alejan de Dios y de sus bendiciones, pues la Biblia dice que Dios mira de lejos
al altivo, más su presencia y favor están con el humilde de corazón.
Sal 138:6: “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.”
Pr 3:34: “El Señor se burla de los burlones, pero muestra su favor a los humildes.”
Es cierto que el Señor retribuye a los burladores con su propia moneda, permitiendo que cosechen los
frutos de su conducta; pero también lo es que él extiende misericordia y poder salvador a los
humildes. CBA-c
Mt 23:12: “Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
El que es de veras humilde, reconoce que depende enteramente de Dios y coloca los deseos y las
necesidades de su hermano antes que los propios. Por ser “manso y humilde”, Cristo es un maestro
comprensivo, y quienes aprenden de él también serán mansos y humildes. Los así llamados cristianos
que no han aprendido a ser mansos y humildes, no han aprendido en la escuela de Cristo (Phi 2:2-8).
CBA-c
Lc 14:11: “Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
Aquí aparece un dicho repetido por Jesús en varias formas (Mat 18:4; Mat 23:12; Luk 18:14; etc.). El
principio que aquí se enuncia ataca la raíz del orgullo: el deseo de ensalzarse ante los demás. El orgullo
es, junto con el egoísmo, la raíz de todo pecado. Jesús mismo dio el ejemplo supremo de humildad (Isa
52:13-14; Phi 2:6-10). CBA-c
Is 52:13-14: “Mirad, mi siervo triunfará; será exaltado, levantado y muy enaltecido. Muchos se
asombraron de él, pues tenía desfigurado el semblante;¡nada de humano tenía su aspecto!”
El Mesías se humillaría a sí mismo, pero Dios lo exaltaría en grado máximo (Phi 2:6-10; ver com. Luk
14:11). Los grandes hombres de la tierra se maravillarían de que una persona tan insignificante, según
las normas humanas, pudiera tener una influencia tan poderosa sobre el pensamiento de los hombres,
en sus vidas y en el curso de la historia (Isa 52:14-15). Hoy día muchos millones consideran que es un
honor que se los conozca como cristianos. CBA-c
Flp 2:5-10: “Vuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervoy haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como
hombre, se humilló a sí mismoy se hizo obediente hasta la muerte,¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo
exaltó hasta lo sumoy le otorgó el nombreque está sobre todo nombre, para que ante el nombre de
Jesússe doble toda rodillaen el cielo y en la tierray debajo de la tierra,”
La obediencia de Jesús lo llevó a entregar su vida. Fue sin duda alguna una humillación el hecho de que
Dios se hiciera hombre, y que después -siendo hombre- muriera una muerte oprobiosa en la cruz. Así
como Isaac se había sometido voluntariamente a su padre cuando se le dijo que él era la víctima que
sería colocada sobre el altar, así también Cristo -quien podría haber rehuido la cruz- se sometió
voluntariamente a morir por los seres humanos pecadores. CBA-c
La obediencia de Cristo fue de la misma naturaleza como debe ser la nuestra. “En la carne” (Rom 8:3)
fue donde Cristo consintió en obedecer. Era hombre, sometido a los mismos deseos de conservar su
vida como lo somos nosotros. Fue tentado por Satanás, pero lo venció por el poder del Espíritu Santo, y
así también podemos vencer nosotros. No ejerció en favor de él ningún poder que nosotros no
podamos emplear. Ver com. Heb 4:15; DTG 94, 677, 683.
Aquel cuyo principal objetivo en la vida es favorecer sus intereses personales, se encuentra a menudo
con otros que lo obligan a conformarse con una posición inferior.
Pero el que olvida sus intereses personales y se ocupa de animar y ayudar a otros, es muchas veces
aquel a quien sus prójimos se complacen en honrar. Aun más: la humildad es, evidentemente, el
pasaporte para entrar en el ensalzamiento en el reino de los cielos; mientras que el deseo de
enaltecerse es una infranqueable barrera que impide entrar en el reino (cf. Isa 14:12-15; Phi 2:5-8).
CBA-c
Stg 4:6: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
4.4-6 La cura para los malos deseos es la humildad (véanse Pro 16:18-19; 1Pe 5:5-6). El orgullo nos hace
egocéntricos y nos lleva a pensar que tenemos derecho a todo lo que podemos ver, tocar o imaginar.
Crea apetitos codiciosos de obtener más de lo que necesitamos. Podemos ser librados de nuestros
deseos egocéntricos al humillarnos delante de Dios, tomando conciencia de que lo único que
necesitamos es su aprobación. Cuando su Espíritu Santo nos llena, nos damos cuenta de que las
atracciones seductoras del mundo son solo sustitutos baratos en comparación con lo que Dios nos
ofrece. DV-c
Pr 16:18-19: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. Vale más humillarse con los
oprimidosque compartir el botín con los orgullosos.”
A pesar de las repetidas advertencias contra el orgullo, en cada generación hay personas que se
ensoberbecen y enorgullecen sólo para caer en dificultades y desgracias (Pro 16:19; Pro 11:2; Pro 17:19;
Pro 18:12). Los que mantienen su orgullo y su posición a lo largo de toda esta vida, tendrán que
reconocer con humildad a Dios en el juicio (ver CS 728, 729). CBA-c
En la raíz del primer pecado estuvo la soberbia. Cuando Lucifer se ensoberbeció con su hermosura y su
sabiduría, el pecado se desarrolló misteriosamente en él (Eze 28:11-19; PP 11-23; CS 546-559). Lucifer se
negó a someterse cuando se le indicó la naturaleza de su rebelión y sus consecuencias, y entonces
comenzó un camino largo y desventurado que terminará finalmente cuando él sea objeto del desprecio
universal (Isa 14:12-20). La ignominia llega inexorablemente, tarde o temprano, para todos los
soberbios.
El humilde recibe ricos tesoros de gracia porque está dispuesto a aprender y siente la necesidad de la
ayuda divina. Discierne sin tardanza la orientación del Espíritu Santo y la sigue, con lo cual halla acceso
a la fuente de la sabiduría celestial (ver Isa 57:15; Jam 4:6). CCBA-c
Es necesario, y Fundamental, reconocer siempre que toda bendición, capacidad, privilegio y don,
vienen de Dios por su gracia y misericordia, y por lo tanto la gloria y honor sólo le pertenecen a él.
En la historia de Naamán encontramos una ilustración clásica del evangelio de la gracia. Era un
enemigo de Dios, siendo el capitán del ejército sirio. Hablando humanamente, su condición era
desamparada y desesperada, ya que era leproso (cf. Rom. 5: 6-10). Al ser gentil, era un extraño a las
promesas y los pactos de Dios y no tenía derecho a Su bendición (Efesios 2:11, 12). Pero la gracia de
Dios se acercó para tocar la necesidad humana. Todo lo que Naamán tuvo que hacer fue humillarse y
obedecer la palabra del Señor. Finalmente se lavó en obediencia a la palabra de Dios y surgió como un
hombre nuevo, con una piel nueva y un corazón nuevo… Dios bendice la humildad.
Introducción: Debemos ser agradecidos con Dios porque él nos ha bendecido, él nos ha dado salvación y
vida eterna. Debemos ser agradecidos con Dios porque nos ha protegido, nos ha sostenido y nos ha
ayudado en cada adversidad que hemos tenido en la vida...
Debemos tener presente que cuando el Señor Jesús sanó a diez leprosos sólo uno volvió para darle
gracias, y el Señor preguntó “¿Dónde están los otros nueve?”. Entonces para el Señor es valioso un
corazón agradecido.
1) En primer lugar es muy importante ser agradecidos con Dios porque ha sido nuestro proveedor
y nuestro pastor. Él es nuestro poderoso y bendito Salvador. Además es Aquel que siempre escucha
nuestras oraciones y nos ayuda de la mejor manera, pues todo lo hace por amor y de acuerdo a su
buena voluntad.
Pero la palabra de Dios nos enseña que nosotros debemos ser agradecidos con Dios porque esa es su
voluntad. 1 Tesalonicenses 5:18
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
Este mandato es una seguridad de que aun las cosas que parecen opuestas a nuestro bien redundarán
en beneficio nuestro. Dios no nos mandaría que fuéramos agradecidos por lo que nos perjudicara. MC
197.3.
2) En segundo lugar debemos tener en cuenta que en el contexto el apóstol Pablo viene hablando
de la conducta que se espera de aquella persona que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús.
Nos habla también de la importancia de la persona y obra del Espíritu Santo en nuestra vida y en la vida
de la iglesia.
La expresión “dar gracias en todo” implica, en todas las circunstancias, ya sean de gozo o de dolor (cf.
com. Phi 4:6; Col 4:2). 263 Aquí tenemos la seguridad bien definida de que aun aquellas cosas que
parecen estar contra nosotros, pueden ser para nuestro bien, pues Dios no nos pedirá que estemos
agradecidos por lo que nos perjudica (MC 197). Daniel dio gracias cuando conoció el decreto que se
había expedido para quitarle la vida (Dan 6:10). Pablo nos ha dejado un notable ejemplo de estar
agradecidos en las circunstancias más adversas (Act 27:20; Act 27:35). El agradecimiento debe ser la
regla del cristiano. Así se promueven la salud y el gozo (MC 194).
Dios está atento a toda la vida de sus hijos, pero siente una especial preocupación por la salud
espiritual de ellos. Anhela que los cristianos sean felices, que oren mucho y -sean agradecidos.
Nuestro descuido en no cultivar estas características representa un fracaso en cumplir la voluntad
divina.
El que quiera comprender la voluntad de Dios para su vida, tiene que estudiar la vida de Jesús para
percibir en ella la ilustración suprema de lo que Dios quiere que sea el cristiano. En nadie más, excepto
en la vida de Jesús, se puede encontrar el modelo perfecto de felicidad, de oración constante y de
gratitud. CBA-c
3) En tercer lugar podemos ver que una de las virtudes que debe tener un cristiano, uno que ha
nacido de nuevo y está siendo sellado con el Espíritu Santo, es ser agradecido con Dios; y no sólo se lo
dijo Pablo por el Espíritu Santo a los tesalonicenses, también se lo escribió a la iglesia de Efeso:
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” Efesios
5:20.
Entonces aquí vale la pena preguntarnos ¿Por qué el Espíritu Santo motivó a Pablo a insistir en este
tema? Lo más probable es que los seres humanos tenemos la tendencia a ser desagradecidos, a
olvidarnos de los beneficios recibidos.
Pero, como vemos aquí la voluntad de Dios es que seamos agradecidos con su amor y cuidado diario. Un
corazón agradecido no sólo reconoce cuan bueno es Dios, sino que valora todas las bendiciones y
privilegios que el Creador le ha dado.
“Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y de
alabanza” (MC 194). El espíritu de alabanza es un verdadero antídoto contra el mal y el desánimo.
Aunque todo parezca salir de la peor manera, el cristiano se siente bien y animado. El espíritu de
agradecimiento prevalece en la alegría o en la tristeza, en la victoria o en la derrota, pues es un
atributo permanente y fundamental del carácter del cristiano. CBA-c
Haciendo su voluntad
Dios bendice a quien sigue su palabra, pues en ella está el secreto de la bendición y la prosperidad. La
palabra de Dios es una herramienta de vida y una poderosa arma para caminar en victoria. Cuando
seguimos la voluntad de Dios la cosecha inevitable será la bendición...
2 Crónicas 20:34 “Los demás hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las
palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se hace mención en el libro de los reyes de Israel".
Dios no permitió que el reinado de Josafat pasara inadvertido, de hecho lo respaldó y bendijo
maravillosamente, y él hizo que aquel respaldo sobrenatural quedará registrado en su palabra.
Eso lo puedes leer en 2 Crónicas 17, en donde se nos dice (de manera breve) que Josafat, rey de Judá:
El pavor de Jehová cayó sobre todos los reinos de la tierra y ninguno tuvo la osadía de hacer guerra
contra Josafat.
Josafat se engrandeció mucho, y su ejército contaba con más de un millón de hombres de guerra muy
valientes.
Cuando observamos con detalle la época de los reyes de Israel y de Judá, tenemos que concluir que
aquellos reyes que caminaron con Dios fueron reyes bendecidos y respaldados de manera poderosa por
el Señor. Sus gobiernos contaron con la prosperidad divina y con el respaldo de Dios contra todos sus
enemigos.
Si caminamos con Dios y seguimos su consejo, podemos estar confiados en que el Señor bendecirá
nuestras labores y nos defenderá de nuestro enemigos.
La Biblia nos enseña que el diablo procura de muchas maneras desviar al cristiano para que no adore al
Señor, por eso pone delante de él muchos negocios o muchas actividades, de esa manera el creyente se
concentra en otras cosas olvidándose que el mandamiento más importante es "Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente"...
2 Crónicas 20:33 “Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún no había
enderezado su corazón al Dios de sus padres”.
Aunque el rey de la nación (Josafat) era piadoso, temeroso de Dios y buscaba la presencia del Señor, el
pueblo de Judá seguía adorando a los ídolos cananeos en los lugares altos. Estos eran lugares ubicados
en las cimas de los montes o eran altos altares de piedra construidos en los valles donde se llevaban
sacrificios y ofrendas a los dioses de Canaán, por lo general.
La expresión “el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres” contrasta con el
recto andar de su rey delante de Dios, y aunque el rey Josafat siguió al Dios de su padre, los judíos no
estaban haciendo lo mismo, ellos no estaban siguiendo al Dios de sus padres.
“Josafat tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veinticinco años. El
nombre de su madre era Azuba hija de Siljí. Siempre siguió el buen ejemplo de su padre Asá, y nunca se
desvió de él, sino que hizo lo que agrada al Señor. Sin embargo, no se quitaron los santuarios paganos,
de modo que el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso quemado.”
En este pasaje se nos enseña que a pesar del ejemplo del rey Josafat, y sus convocatorias para buscar al
Dios de Israel, la nación todavía sacrificaba en los lugares altos, y quemaba incienso en ellos. Lo que nos
recuerda que buscar a Dios y vivir para él, es una decisión personal.
22.43 Del mismo modo que sus antepasados Salomón y Asa, Josafat siguió a Dios, pero no eliminó los
lugares altos: los santuarios paganos de las colinas (2Ch 20:33). Era contra la ley de Dios adorar ídolos
en los santuarios (Num 33:52), y al principio Josafat intentó quitarlos (2Ch 17:6). Eran tan populares,
sin embargo, que fue muy difícil hacerlo. A pesar de las muchas contribuciones a la salud espiritual,
moral y material de su país, Josafat no tuvo éxito en la erradicación de los santuarios de las colinas.
DV-c
Cuando la Biblia nos dice que Dios es un Dios celoso nos indica que espera de su pueblo una exclusiva
adoración para él, por eso dice la Escritura: “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues
Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es” Éxodo 34:14.
Éx 20:4-6: “»No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni
con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante
de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me
odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y
cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.”
Dt 4:23-24: “Tened, pues, cuidado de no olvidar el pacto que el Señor vuestro Dios ha hecho con
vosotros. No os fabriquéis ídolos de ninguna figura que el Señor vuestro Dios os haya prohibido, porque
el Señor vuestro Dios es fuego consumidor y Dios celoso.”
Jos 24:1-19: “Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel. Llamó a los ancianos, jefes, jueces y
oficiales y, en presencia del Señor, dijo a todo el pueblo: —Esto dice el Señor y Dios de Israel:
“Antiguamente, Térah y sus hijos Abraham y Nahor, antepasados de ustedes, vivían a orillas del río
Éufrates y adoraban a otros dioses. De las orillas del Éufrates tomé a Abraham, y lo hice andar por toda
la región de Canaán. Lo hice crecer en número, dándole primero a su hijo Isaac, y a Isaac le di dos hijos,
Jacob y Esaú. A Esaú le di la región montañosa de Seír, pero Jacob y sus hijos se fueron a Egipto.
Entonces yo envié a Moisés y Aarón, y herí de muerte a los egipcios, hasta que los saqué a ustedes de
allí. Cuando los antepasados de ustedes salieron de Egipto, los egipcios los persiguieron con carros de
guerra y caballos, hasta el Mar Rojo. Ellos me llamaron, y yo puse una gran oscuridad entre ellos y los
egipcios, e hice que el mar cayera sobre los egipcios y los cubriera. Ustedes fueron testigos de lo que
hice en Egipto.»”Después pasaron ustedes mucho tiempo en el desierto, hasta que los traje a la tierra de
los amorreos, en el lado oriental del Jordán. Ellos pelearon contra ustedes, pero yo los hice caer en
manos de ustedes, y ustedes los derrotaron y se adueñaron de la región. Después Balac, hijo de Sipor,
rey de los moabitas, vino a pelear contra ustedes. Balac mandó a buscar a Balaam, el hijo de Beor, para
que los maldijera a ustedes. Pero yo no dejé que Balaam los maldijera, y tuvo que bendecirlos. Así los
salvé a ustedes. Entonces ustedes cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Jericó. Los que vivían en Jericó
(amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos) pelearon contra ustedes, pero yo
hice que ustedes los derrotaran. A los dos reyes amorreos no los derrotaron ustedes con espadas ni con
arcos, sino que yo envié mi pánico delante de ustedes, de modo que ellos huyeron antes que ustedes
llegaran. Yo les di a ustedes tierras que no habían trabajado y ciudades que no habían construido. Ahora
viven en ellas, y comen uvas y aceitunas que no plantaron.” Y añadió Josué: —Por todo esto, respeten al
Señor y sírvanle con sinceridad y lealtad. Apártense de los dioses que sus antepasados adoraron a orillas
del río Éufrates y en Egipto, y sirvan al Señor. Pero si no quieren servir al Señor, elijan hoy a quién van a
servir: si a los dioses a los que sus antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los
amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor. Entonces el pueblo
dijo: —¡No permita el Señor que lo abandonemos por servir a otros dioses! El Señor fue quien nos sacó a
nosotros y a nuestros antepasados de Egipto, donde éramos esclavos. Él fue quien hizo tantas maravillas
delante de nuestros ojos, y quien nos protegió y nos defendió durante el camino, cuando pasamos entre
tantos pueblos. Él echó de delante de nosotros a todos los pueblos que estaban en nuestro camino, y a
los amorreos que vivían aquí. Por todo esto, nosotros también serviremos al Señor, pues él es nuestro
Dios. Pero Josué les dijo: —Ustedes no van a poder servir al Señor, porque él es un Dios santo y celoso,
que no va a tolerar las rebeliones y pecados de ustedes.”
Dt 6:13-15: “»Teme al Señor tu Dios, sírvele solamente a él, y jura sólo en su nombre. No sigas a esos
dioses de los pueblos que te rodean, pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso; no vaya a ser
que su ira se encienda contra ti y te borre de la faz de la tierra.”
La raíz de esta palabra significa “sonrojarse muy intensamente”, es decir, por causa de una profunda
emoción tal como el amor, los celos o la ira. Por su naturaleza misma, Dios no puede ser de otra
manera. ¿Cómo podría compartir con otros dioses el afecto de su pueblo? (2Co 6:14-17). La luz y la
oscuridad no pueden existir juntas; para albergar oscuridad en el alma, se debe excluir la luz. CBA-c
Por eso también, el gran mandamiento citado por el Señor Jesús en Mateo 22:37 dice: “Amarás al Señor
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
Cristo nos ha elegido del mundo, para que seamos un pueblo peculiar y santo. El “se dió a sí mismo por
nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas
obras.” Tito 2:14. Los obreros de Dios deben ser hombres de oración, diligentes estudiantes de las
Escrituras, que tengan hambre y sed de justicia, a fin de que sean una luz y fuerza para otros. Nuestro
Dios es un Dios celoso; y requiere que le adoremos en espíritu y en verdad, en la hermosura de la
santidad. El salmista dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oyera.”
Salmos 66:18. Como obreros, debemos prestar atención a nuestros caminos… 2JT 233.1
El carácter de Dios no ha cambiado. El es el mismo Dios celoso como lo fue cuando dio su ley sobre el
Sinaí, y la escribió con su propio dedo sobre las tablas de piedra. Los que pisotean la santa ley de Dios
pueden decir: “Estoy santificado”; pero el estar verdaderamente santificado y pretender santificación
son dos cosas diferentes. ECFP 66.1
Dios desea tener un pueblo celoso de buenas obras, que se mantenga firme en medio de la
contaminación de esta edad degenerada.—Testimonies for the Church 3:472. HHD 145.5
Por eso, Nuestra adoración y vida es exclusivamente para Dios, pues él nos creó para la alabanza de
su gloria, y además nos compró a precio de sangre en la cruz del Calvario, somos enteramente de su
propiedad, y existimos exclusivamente para él.
Espera en Dios y él hará lo mejor.
Introducción: Para Abraham no fue fácil esperar el tiempo de Dios respecto a la promesa de su hijo. Pero
en el tiempo perfecto el Señor hizo un milagro en su matrimonio, y pudo vivir con su esposa Sara la
bendición de tener a Isaac.
A veces esperar la respuesta de Dios es difícil. Por ejemplo en el libro de Habacuc 1:1-2 dice la palabra
de Dios:
“Ésta es la profecía que el profeta Habacuc recibió en visión.¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte
ayudasin que tú me escuches?¿Hasta cuándo he de quejarme de la violenciasin que tú nos salves?”
Como podemos ver la fe del profeta está pasando por momentos difíciles, de hecho expresa que ha
estado orando y esperando por mucho tiempo, por eso pregunta “¿hasta cuándo clamaré y no oirás?”.
Creo que todos de una o de otra manera hemos vivido esto, es decir, dedicamos cierto tiempo a la
oración pidiendo a Dios por una respuesta, pero transcurre el tiempo y no la vemos, y esto puede
generar en nosotros ansiedad o angustia, al no lograr poner eso en las manos de Dios.
El profeta añade diciendo: “¿Hasta cuándo daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?”, el
profeta Habacuc estaba viviendo tiempos difíciles, tiempos en los que la violencia y la injusticia eran el
pan de cada día.
Habacuc clamaba a Dios por verdaderos cambios, pero la situación parecía empeorar. A veces
enfrentamos tiempos complicados, o tiempos de grandes desafíos, en donde tener fe en las promesas
de Dios será lo que nos sostenga y fortalezca para avanzar.
En el Sal 13:1-2: vemos a David pidiendo respuestas a Dios por los momentos de prueba del cuál era
objeto, dice el salmista:“.¿Hasta cuándo, Jehová?¿Me olvidarás para siempre?¿Hasta cuándo
esconderás tu rostro de mí?¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón
cada día?¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”
13.1-5 Con frecuencia David declaró que Dios actuaba muy lentamente para salvarlo. A menudo
nosotros también sentimos esa impaciencia. Pareciera que la maldad y el sufrimiento no captan su
atención, y nos preguntamos cuándo los detendrá Dios. David afirmó que él continuaría confiando sin
importar cuánto tiempo tuviera que esperar para que se llevara a cabo la justicia de Dios. Cuando se
impaciente, recuerde la fe constante que tuvo David en la misericordia infalible de Dios. DV-c
A veces esperar la respuesta de Dios es difícil; confiar en sus promesas cuando los resultados no llegan
es complicado; son desafíos de fe y precisamente confiar en Dios implica esperar sus tiempos.
A veces por la ansiedad o por los afanes propios aceleramos las cosas y los resultados no son buenos; es
como cuando se usan químicos para acelerar la maduración de los frutos, el resultado no es el mejor, es
un resultado alterado. Dios es quien tiene los tiempos para cada perfecto momento, y lo mejor para
nuestra vida es esperar y confiar en él.
Habacuc preguntó a Dios por qué los malvados de Judá no recibían el castigo por su pecado. No
entendía cómo un Dios justo permitía que existiera una maldad así. Dios prometió que utilizaría a los
babilonios para castigar a Judá. Cuando Habacuc clamó pidiendo respuestas en sus momentos de
lucha, Dios le respondió con palabras de esperanza.
Dios quiere que vayamos a él con nuestras luchas y dudas. Pero quizás sus respuestas no sean las que
esperamos. Dios nos sustenta revelándose a nosotros. La confianza en él nos lleva a una esperanza
apacible, no a una resignación amarga. DV-c
La fe que fortaleció a Habacuc y a todos los santos y justos de aquellos tiempos de prueba intensa, era
la misma fe que sostiene al pueblo de Dios hoy. En las horas más sombrías, en las circunstancias más
amedrentadoras, el creyente puede afirmar su alma en la fuente de toda luz y poder. Día tras día, por
la fe en Dios, puede renovar su esperanza y valor. “El justo en su fe vivirá.” Al servir a Dios, no hay por
qué experimentar abatimiento, vacilación o temor. El Señor hará más que cumplir las más altas
expectativas de aquellos que ponen su confianza en él. Les dará la sabiduría que exigen sus variadas
necesidades. PR 285.2
Sal 37:5-7: “Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu
rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia a
que él te ayude. No te irrites por el que triunfa en la vida, por el que hace planes malvados.”
Nada hiere tanto el alma como los agudos dardos de la incredulidad. Cuando la prueba viene, como
indudablemente vendrá, no os angustiéis o lamentéis. El silencio en el alma hace más clara la voz de
Dios… El os está guiando a un refugio de experiencias benignas. DNC 182.5
En el libro de Marcos 2:13-15 la palabra de Dios dice: “Después fue Jesús otra vez a la orilla del lago; la
gente se acercaba a él, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde
cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: —Sígueme. Leví se levantó y lo siguió. Sucedió que Jesús
estaba comiendo en casa de Leví, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de
mala fama, estaban también sentados a la mesa, junto con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los
que lo seguían.”
1) En primer lugar se destaca el ministerio de enseñanza de Jesús. El versículo trece nos recuerda
que el Señor Jesús es maestro por excelencia, multitudes venían a escucharlo. Como podemos ver en los
evangelios el ministerio de la enseñanza era fundamental para el Señor.
Somos discípulos de Cristo hasta que él vuelva, pues seguimos en formación toda la vida, además al
estar con él seguiremos aprendiendo, por eso es nuestro Maestro y lo será por siempre.
2) En segundo lugar se nos recuerda que es Jesús quien nos llama. En el versículo catorce el Señor
Jesús le hace un llamado a Leví, quien estaba sentado al banco de los impuestos, al ser cobrador al
servicio del imperio romano, era rechazado por la comunidad judía.
Es interesante ver como Jesús toma un hombre que era rechazado socialmente para llegar a ser un canal
de bendición para aquella sociedad.
Debemos destacar también aquí, el poder de una sola palabra de Jesús ante un corazón dispuesto, el
Señor le dijo a Leví: “Sígueme”, y este hombre se levantó inmediatamente y lo siguió. Él dejó atrás su
vida pasada definitivamente, él nunca más volvió a ser cobrador de impuestos al servicio de Roma. Su
decisión de seguir al Señor fue firme hasta el último día de su vida. Por lo Tomemos pues nuevas fuerzas
en el Señor cada día para seguir su camino hasta que él vuelva
Entre los funcionarios romanos que había en Palestina, los más odiados eran los publicanos. El hecho
de que las contribuciones eran impuestas por una potencia extraña era motivo de continua irritación
para los judíos, pues les recordaba que su independencia había desaparecido. Y los cobradores de
impuestos no eran simplemente instrumentos de la opresión romana; cometiendo extorsiones por su
propia cuenta, se enriquecían a expensas del pueblo. Un judío que aceptaba este cargo de mano de
los romanos era considerado como traidor a la honra de su nación. Se le despreciaba como apóstata,
se le clasificaba con los más viles de la sociedad. DTG 238.1
A esta clase pertenecía Leví Mateo, quien, después de los cuatro discípulos de Genesaret, fué el
siguiente en ser llamado al servicio de Cristo. Los fariseos habían juzgado a Mateo según su empleo,
pero Jesús vió en este hombre un corazón dispuesto a recibir la verdad. Mateo había escuchado la
enseñanza del Salvador. En la medida en que el convincente Espíritu de Dios le revelaba su
pecaminosidad, anhelaba pedir ayuda a Cristo; pero estaba acostumbrado al carácter exclusivo de los
rabinos, y no había creído que este gran maestro se fijaría en él. DTG 238.2
Sentado en su garita de peaje un día, el publicano vió a Jesús que se acercaba. Grande fué su asombro
al oírle decir: “Sígueme.” DTG 238.3
Mateo, “dejadas todas las cosas, levantándose, le siguió.” No vaciló ni dudó, ni recordó el negocio
lucrativo que iba a cambiar por la pobreza y las penurias. Le bastaba estar con Jesús, poder escuchar
sus palabras y unirse con él en su obra. DTG 238.4
Así había sido con los discípulos antes llamados. Cuando Jesús invitó a Pedro y sus compañeros a
seguirle, dejaron inmediatamente sus barcos y sus redes. Algunos de esos discípulos tenían deudos
que dependían de ellos para su sostén, pero cuando recibieron la invitación del Salvador, no vacilaron
ni preguntaron: ¿Cómo viviré y sostendré mi familia? Fueron obedientes al llamamiento, y cuando
más tarde Jesús les preguntó: “Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo?”
pudieron responder: “Nada.”1 DTG 238.5
A Mateo en su riqueza, y a Andrés y Pedro en su pobreza, llegó la misma prueba, y cada uno hizo la
misma consagración. En el momento del éxito, cuando las redes estaban llenas de peces y eran más
fuertes los impulsos de la vida antigua, Jesús pidió a los discípulos, a orillas del mar, que lo dejasen
todo para dedicarse a la obra del Evangelio. Así también es probada cada alma para ver si el deseo de
los bienes temporales prima sobre el de la comunión con Cristo. DTG 239.1
Los buenos principios son siempre exigentes. Nadie puede tener éxito en el servicio de Dios a menos
que todo su corazón esté en la obra, y tenga todas las cosas por pérdida frente a la excelencia del
conocimiento de Cristo. Nadie que haga reserva alguna puede ser discípulo de Cristo, y mucho menos
puede ser su colaborador. Cuando los hombres aprecien la gran salvación, se verá en su vida el
sacrificio propio que se vió en la de Cristo. Se regocijarán en seguirle adondequiera que los guíe. DTG
239.2
3) En tercer lugar vemos que Jesús al igual que transformó la vida de Levi, desea visitar y
transformar nuestra vida y la de nuestra familia. Como nos enseña el versículo quince el Señor Jesús fue
a la casa de Leví. Entonces éste hombre invitó al Señor a su casa para que disfrutará de un banquete, él
se sentía honrado de seguir al Señor y ahora de tenerlo en su casa.
Debemos destacar que Leví invito a muchos “publicanos y pecadores” como él, eran los compañeros de
su gremio o profesión. “Publicanos” era el término usado para referirse a aquellos cobradores de
impuestos al servicio del imperio romano, y por tanto eran considerados traidores del pueblo hebreo.
Mateo, humildemente agradecido, deseó demostrar su aprecio por el honor que había recibido, e
invitando a los que habían sido sus compañeros de negocios, placer y pecado, preparó una gran fiesta
para el Salvador. Si Jesús estuvo dispuesto a llamarlo a él, que era tan pecador e indigno, con
seguridad aceptaría a sus antiguos compañeros que, según creía Mateo, eran mucho más dignos que
él. Mateo tenía el gran anhelo de que compartieran los beneficios de las misericordias y la gracia de
Cristo. Deseaba que supieran que Cristo —a diferencia de los escribas y fariseos— no despreciaba ni
odiaba a los publicanos y pecadores. Quería que conocieran a Cristo como el bendito Salvador.
El Salvador ocupó en la fiesta el puesto más honroso. Ahora Mateo era el siervo de Cristo, y deseaba
que sus amigos supieran la forma en que él consideraba a su Guía y Maestro. Anhelaba que supieran
que se sentía altamente honrado al hospedar a un huésped tan regio.
Jesús nunca rechazó una invitación a una fiesta tal. El propósito que siempre estaba delante de él era
sembrar en los corazones de sus oyentes las semillas de la verdad mediante su encantadora
conversación que le ganaba los corazones. En cada uno de sus actos Cristo tenía un propósito, y la
lección que dio en esta ocasión fue oportuna y apropiada. Por medio de ese acto declaró que ni aun
los publicarlos y pecadores estaban excluidos de su presencia. Estos ahora podían testificar que Cristo
los honraba con su presencia y conversaba con ellos (MS 3, 1898).
La casa de Leví se convirtió en un lugar de encuentro con Jesús, y por tanto, de verdadera
transformación, la presencia de Dios lo cambia todo. Hoy mientras se siguen llevando a cabo los
eventos en estos últimos días es importante que atendamos al llamado que Jesús nos hace, El Señor
no rechaza a nadie, solo busca corazones que reconozcan su condición y necesidad de él.
La fe en Dios alcanza grandes milagros, es aquella fe que supera los obstáculos y por eso evidencia su
verdadera fuerza. La fe es creer y confiar en el poder y cuidado de Dios sobre cada circunstancia de
nuestra vida, pues somos sus hijos y él sigue haciendo milagros...
Nos dice la Biblia en Lucas 8:49-53 “Estaba hablando aún, cuando vino uno de la casa del principal de la
sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro. Oyéndolo Jesús, le respondió: No
temas, cree solamente, y será salva. Entrando en la casa... lloraban todos y hacían lamentación por ella.
Pero él dijo: No lloréis, no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba
muerta”.
Jairo, principal de la sinagoga vino a Jesús para pedirle que fuera a su casa para sanar a su hija que
estaba gravemente enferma, y mientras caminaban a su casa, una mujer enferma de flujo de sangre
tocó al Maestro y su fe hizo que poder del Señor viniera sobre ella y fue sanada.
La turba de curiosos que se apiñaban alrededor de Jesús no recibió fuerza vital alguna. Pero la
enferma que le tocó con fe, quedó curada. Así también en las cosas espirituales, el contacto casual
difiere del contacto de la fe. La mera creencia en Cristo como Salvador del mundo no imparte sanidad
al alma. La fe salvadora no es un simple asentimiento a la verdad del Evangelio. La verdadera fe es la
que recibe a Cristo como un Salvador personal. Dios dió a su Hijo unigénito, para que yo, mediante la
fe en él, “no perezca, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16 (VM). Al acudir a Cristo, conforme a su
palabra, he de creer que recibo su gracia salvadora. La vida que ahora vivo, la debo vivir “en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20. MC 40.2
Muchos consideran la fe como una opinión. La fe salvadora es una transacción, por la cual los que
reciben a Cristo se unen en un pacto con Dios. Una fe viva entraña un aumento de vigor y una
confianza implícita que, por medio de la gracia de Cristo, dan al alma un poder vencedor. MC 40.3
Después de que Jesús sana a la mujer enferma de flujo de sangre, uno de la casa de Simón, principal de
la sinagoga, viene y le dice: “Tu hija ha muerto, no molestes más la Maestro”, palabras que impactan el
corazón de Jairo, pues allí se enfrenta a la dura y dolorosa realidad que quería evitar.
Como vemos, de manera inmediata, al escuchar esto el Señor Jesús le dice a Jairo: “No temas; cree
solamente, y será salva”. La frase: “No temas”, nos enseña que fue esto lo que inmediatamente vino
sobre Jairo, pero allí estaba Jesús con él y eso es lo más importante.
La presencia de Jesús hace que los temores y todo poder de las tinieblas retroceda, en la presencia de
Dios somos fortalecidos y equipados para enfrentar y superar nuestros obstáculos en la vida.
El Señor Jesús se dirigió a casa de Jairo, y al llegar todos lloraban por la muerte de la niña, pero el Señor
dijo: “No lloréis; no está muerta, ella duerme”. Pero todos se rieron de sus palabras. Esto sucede con
frecuencia, es natural, pues las personas que no creen en el poder de Dios no pueden creer en sus
milagros.
9.23-26 El principal de la sinagoga local no fue en busca de Jesús sino cuando su hija ya estaba
muriendo. Ya era demasiado tarde para hacer algo. ¡Pero Jesús simplemente se acercó a ella y la
resucitó! En nuestras vidas, Cristo puede cambiarlo todo cuando en apariencias ya es demasiado
tarde. Puede reconciliar matrimonios separados, librar de vicios, perdonar y cambiar vidas desechas.
Si en su situación, prueba, dificultad, parece que no hay esperanza, recuerde que Cristo puede hacer
lo imposible, posible. DV-c
La palabra de Dios es viva y eficaz, su palabra permanece para siempre, todas las promesas son en él
sí y en él amén(2co 1:20), y él es poderoso para hacer como ha dicho. Dios no miente, él es fiel y
Todopoderoso para cumplir su palabra.
Con muchos ejemplos la Biblia nos enseña que Dios recompensa la fe que se esfuerza o persevera. Esto
queda en evidencia cuando a pesar de los obstáculos el creyente no abandona ni renuncia a su caminar
de fe, entonces Dios se manifiesta con su gloria y poder...
Nos dice la Biblia en Lucas 8:43-48 “Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de
hemorragias, sin que nadie pudiera sanarla. Ella se le acercó por detrás y tocó el borde del manto, y al
instante cesó su hemorragia. —¿Quién me ha tocado? — preguntó Jesús. Como todos negaban haberlo
tocado, Pedro le dijo: — Maestro, son multitudes las que te aprietan y te oprimen. — No, alguien me ha
tocado — replicó Jesús —; yo sé que de mí ha salido poder. La mujer, al ver que no podía pasar
inadvertida, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo
había tocado y cómo había sido sanada al instante. — Hija, tu fe te ha sanado — le dijo Jesús —. Vete en
paz.”
1) En primer lugar vemos una fe diferente. La multitud que seguía a Jesús era inmensa y por eso
apretaban y oprimían al Maestro, hubo alguien que se acercó a él con una fe distinta, y lo tocó logrando
alcanzar lo que su corazón anhelaba, aquel toque fue diferente, tanto que llamó la atención de Jesús.
Aunque el Señor se dirigía a la casa de Jairo para sanar a su hija, en el camino hubo alguien que debido a
su fe y a su perseverancia sacó del Maestro un milagro más. La fe y la esperanza de aquella mujer la
destacó entre toda aquella gran multitud, y por eso logró alcanzar su milagro.
8.43-48 Mucha gente rodeaba a Jesús cuando iba camino a la casa de Jairo. Virtualmente era imposible
lograr pasar entre la gente, pero una mujer desesperada halló la forma de hacerlo a fin de tocar a Jesús.
En cuanto lo hizo, sanó. ¡Qué diferencia entre la multitud que rodeaba a Jesús y los pocos que se
acercaron para tocarle! Muchos que se llaman cristianos hoy en día, poseen una débil familiaridad, un
débil conocimiento acerca de El y no hay ningún tipo de cambio ni mejora en sus vidas debido a este
conocimiento superficial. Solo el toque de la fe es lo que libera el poder sanador de Dios. ¿Se relaciona
apenas con Dios o se acerca a El en fe sabiendo que al tocarlo su alma recibirá sanidad? DV-c.
2) En segundo lugar podemos ver que el Señor Jesús no condena a ésta mujer, él es salvador por
excelencia. Aquella mujer al ser descubierta vino y se postró a los pies de Jesús (al igual que Simón, el
principal de la sinagoga, que se había postrado a los pies del Maestro), y le contó su condición, le habló
acerca de su fe y como había sido sanada al instante.
Vemos pues aquí varios factores que promueven un milagro: humillación, fe, esperanza y perseverancia.
Estas cosas tocan el corazón del Señor Jesús.
3) En tercer lugar Jesús restaura el corazón. En el versículo cuarenta y ocho vemos al Señor Jesús
afirmando y restaurando la identidad, el valor personal y la confianza de ésta mujer, pues la llama “hija”,
nos enseña además que aunque ella inicialmente fue a Jesús por sanidad, por su fe había alcanzado
salvación, y sale de la presencia de Jesús llena de paz.
Hay una aclaración interesante que el Espíritu de Profecía nos hace respecto del toque sanador que
recibió esta mujer, veamos:
Era …una mujer que por espacio de doce años venía padeciendo una enfermedad que le amargaba la
vida. Había gastado ya todos sus recursos en médicos y medicinas, y estaba desahuciada. Pero al oír
hablar del gran Médico, renacióle la esperanza… Ella había procurado en vano una y otra vez
acercarse a él.—El Ministerio de Curación, 38. CV 298.2
Había empezado a desesperarse, cuando, mientras él se abría paso por entre la multitud, llegó cerca
de donde ella se encontraba… Pero entre la confusión no podía hablarle, ni lograr más que vislumbrar
de paso su figura. Con temor de perder su única oportunidad de alivio, se adelantó con esfuerzo,
diciéndose: “Si tocare tan solamente su vestido, seré salva”. Y mientras él pasaba, ella extendió la
mano y alcanzó a tocar apenas el borde de su manto; pero en aquel momento supo que había
quedado sana. En aquel toque se concentró la fe de su vida, e instantáneamente su dolor y debilidad
fueron reemplazados por el vigor de la perfecta salud. CV 298.3
Con corazón agradecido, trató entonces de retirarse de la muchedumbre; pero de repente Jesús se
detuvo… El Salvador podía distinguir el toque de la fe del contacto casual de la muchedumbre
desprevenida. Una confianza tal no debía pasar sin comentario… Hallando que era vano tratar de
ocultarse, ella se adelantó temblorosa, y se echó a los pies de Jesús. Con lágrimas de agradecimiento,
relató la historia de sus sufrimientos y cómo había hallado alivio. Jesús le dijo amablemente: “Hija, tu
fe te ha salvado: ve en paz”. El no dio oportunidad a que la superstición proclamase que había una
virtud sanadora en el mero acto de tocar sus vestidos. No era mediante el contacto exterior con él,
sino por medio de la fe que se aferraba a su poder divino, como se había realizado la curación… CV
298.4
Así es también en las cosas espirituales. El hablar de religión de una manera casual, el orar sin hambre
del alma ni fe viviente, no vale nada. Una fe nominal en Cristo, que le acepta simplemente como
Salvador del mundo, no puede traer sanidad al alma… No es suficiente creer acerca de Cristo;
debemos creer enél; la única fe que nos beneficiará es la que le acepta a él como Salvador personal;
que nos pone en posesión de sus méritos. El Deseado de Todas las Gentes, 311-313.* CV 298.5
Toda persona que se acerque a Dios y entre en su presencia nunca saldrá con las manos vacías,
siempre saldrá bendecida. El Señor recompensa a los que le buscan, y esta mujer se acercó a Jesús con
fe y de él salió la solución a su crisis. Por lo tanto la invitación que el Señor Jesús nos hace hoy es a qué
nos acerquemos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga
misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.”(hebreos 4:16)
De manera contundente la Biblia nos enseña que el Señor Jesús nos ayuda y acompaña cuando aparece
toda clase de peligro. Los hombres de Dios en la Escritura vivieron tiempos difíciles, de oposición,
persecución y peligro, pero el Señor fue su escudo protector, Dios siempre nos gurda del mal, veamos
Hechos 27:20-25...
“Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una gran tempestad no pequeña,
ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos… Entonces Pablo dijo: os exhorto a tener buen
ánimo… Porque esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo:
Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César, y he aquí, Dios te ha concedido todos los
que navegan contigo..”.
El apóstol Pablo es llevado a Roma. Aquel largo viaje en barco enfrentó muchas dificultades porque lo
hicieron cuando empezaba ya le invierno, aquel momento era tan difícil que ellos ya habían perdido
toda esperanza de salvarse, todos pensaban que iban a morir.
Pero en medio de aquel naufragio, en una noche de frustración y desánimo, el Señor envió su ángel a
Pablo quien le dijo que la nave se perdería, pero ninguno de ellos iba a morir. Le dijo además: “No
temas, es necesario que comparezcas ante Cesar”, le recuerda lo que ya le había dicho, de que “era
necesario que testificará en Roma”.
A veces las tormentas de la vida nos hacen olvidar las promesas de Dios o nos hacen dudar de ellas, pero
nuestras emociones debemos llevarlas a la presencia del Señor, pues la verdad es que las promesas de
Dios siempre se cumplen. No importan cuantos obstáculos haya en el camino o cuantos enemigos se
levanten, Dios siempre cumple lo que ha dicho.
Renovado por la visita del ángel y por las palabras de Dios que éste trajo, el apóstol Pablo anima a sus
compañeros de viaje. Aunque el peligro era real y evidente, no iban a morir sino que Roma llegarían
todos.
Por eso les dice Pablo: “Tened buen ánimo, porque yo confió en Dios que será así como se me ha dicho”.
La fe y la confianza en Dios determinan nuestro ánimo, pues todo corazón que confía en el Señor tiene
buen ánimo, ya que cree y espera en Dios, pues es quien en realidad se encarga de todo.
Es fundamental creer y confiar en las palabras de Dios. Él ha prometido estar con nosotros todos los
días hasta el fin del mundo, él es quien nos fortalece y sostiene con su mano poderosa, él nos
defiende y bendice. Gracias Señor por tus cuidados y bendiciones.
Dios da buenas cosas a los que le piden). Dios es amor, y por eso con bondad responde al clamor de sus
hijos. El oído de Dios siempre está atento a la oración de su pueblo y sus respuestas son no sólo
poderosas, sino las mejores pues él responde de acuerdo a su buena y perfecta voluntad...
Dios da buenas cosas a los que le piden:
Mateo 7:9-11 “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide
pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
Es interesante ver que el Señor Jesús hace referencia en primer lugar al alimento “pan y pescado”,
haciendo referencia a las necesidades básicas del ser humano y su constante preocupación por estas
cosas, pero él nos recuerda que no sólo conoce nuestras necesidades, sino que con amor y diligencia nos
cuida y envía siempre su maravillosa provisión ante el primer clamor de sus hijos.
El oído del Padre celestial es, sin duda, mucho más sensible que el oído del padre terrenal, y por tanto él
envía su provisión sobre sus hijos como el mejor Padre que es. Si los padres terrenales buscan el
bienestar de sus hijos ¿Cuánto más nuestro Padre celestial, buscará el nuestro?
El versículo once nos recuerda además la importancia de pedirle como hijos que somos a nuestro Padre
que está en los cielos: “¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le
pidan?”.
Notemos que dice “buenas cosas”, esto no quiere decir que él nos dará todo lo que le pidamos, sino que
nos dará buenas cosas, y sin duda, según su juicio serán las mejores cosas para nuestra vida, todas
aquellas cosas que nos convienen y nos conducen a su maravilloso plan celestial. Dios da buenas cosas a
los que le piden.
Recordemos por ejemplo que el hijo del rey David, el rey Salomón, pidió a Dios que le diera sabiduría y
ciencia para gobernar correctamente al pueblo de Israel, y Dios le dijo: “Por cuanto hubo esto en tu
corazón… sabiduría y ciencia te son dadas, y también riquezas, bienes y gloria como nunca antes
tuvieron los reyes de Israel” 2 Crónicas 1:10-12.
Vemos entonces que Dios no sólo escucha nuestras oraciones, sino que él es poderoso para darnos
mucho más de lo que pedimos o entendemos, por supuesto, de acuerdo a sus planes y voluntad. Dios es
bueno, perfecto y escucha tus oraciones.
A veces pasamos por tiempos difíciles y complicados, pero sin duda alguna el desafió en este corto
tiempo de gracia que nos queda es seguir creyendo, confiando, obedeciendo y teniendo una estrecha
comunión en Dios, y sí esto hacemos seremos bendecidos…. Abramos la palabra de Dios en:
“Habitó, pues, Isaac en Gerar... Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año al ciento por uno; y
le bendijo Jehová”.
En el versículo seis podemos ver que Isaac sigue la dirección de Dios y se queda en Gerar, este nombre
“Gerar” significa: lugar de parada. Es una expresión que nos hace recordar la importancia de parar y no
acelerarnos a tomar decisiones, sino reflexionar en la presencia de Dios y es allí donde alcanzaremos las
mejores decisiones y los mejores resultados.
El versículo doce nos enseña que Isaac fue un hombre proactivo, dinámico y diligente, no se quedó a
esperar que le lloviera la bendición del cielo, él como nos dice la Biblia “sembró en aquella tierra” y
como resultado de su trabajo, paciencia y perseverancia, cosechó al ciento por uno.
La expresión “al ciento por uno” hebrea usada en esta porción bíblica es “meah shearim” la cual indica
cien veces más de lo sembrado; y finaliza el versículo doce diciendo: “y le bendijo Jehová”. Ten siempre
presente el que bendice es el Señor Dios Todopoderoso.
Aunque los tiempos eran difíciles por dirección de Dios Isaac tomó la decisión de sembrar y el Señor lo
bendijo. Sin siembra no hay cosecha, esto es imposible, y lo mismo sucede en las finanzas de Dios, sin
siembra no hay cosecha ni bendición.
En el libro de Proverbios 10:22 la Biblia dice: “La bendición del SEÑOR es la que enriquece, y El no añade
tristeza con ella.”LBLA
Algunos piensan que las riquezas dependen sólo de la habilidad y la diligencia. Otros creen que resultan
de la buena fortuna. Pero no puede haber riqueza verdadera ni duradera sin la bendición del Señor. La
riqueza no puede multiplicarse sin la cooperación de Dios, y los tesoros acumulados se desvanecen
cuando Dios no añade su bendición (Hag 1:5-9; Mal 3:8-12)
6»Vosotros sembráis mucho, pero cosecháis poco; coméis, pero no quedáis satisfechos; bebéis, pero no
llegáis a saciaros; os vestís, pero no lográis abrigaros; y al jornalero se le va su salariocomo en saco roto.»
8»Id vosotros a los montes; traed madera y reconstruid mi casa. Yo veré su reconstrucción con gusto, y
manifestaré mi gloria — dice el Señor —.
9»Vosotros esperáis mucho, pero cosecháis poco; lo que almacenáis en vuestra casa, yo lo disipo de un
soplo.¿Por qué?¡Porque mi casa está en ruinas, mientras vosotros sólo os ocupáis de la vuestra! — afirma
el Señor Todopoderoso —.
“8»¿Acaso roba el hombre a Dios?¡Vosotros me estáis robando!»Y todavía preguntáis: “¿En qué te
robamos?”»En los diezmos y en las ofrendas.
9 Vosotros — la nación entera — estáis bajo gran maldición, pues es a mí a quien estáis robando.
10»Traed íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Probadme en
esto — dice el Señor Todopoderoso —, y ved si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Exterminaré a la langosta, para que no arruine vuestros cultivos y las vides en los campos no pierdan
su fruto — dice el Señor Todopoderoso —.
12 Entonces todas las naciones os llamarán a vosotros dichosos, porque vosotros tendréis una nación
encantadora — dice el Señor Todopoderoso —.”
”Las riquezas no siempre son motivo de alegría. Hay que tener salud para gozar de ellas. La muerte
también lleva tristeza a cada hogar, sea rico o pobre. Las riquezas sin la bendición de Dios muchas veces
causan tristeza porque estorban al que las posee en su preparación para el mundo venidero al llenarlo de
las preocupaciones propias de este mundo. Pero las riquezas que vienen con la bendición de Dios no
traen ninguna tristeza. Si se las considera como un depósito confiado por el Dueño celestial, redundan en
bendición para el mayordomo fiel y para aquellos con quienes él las comparte (ver Ecc 5:18; Ecc 5:19).
CBA-c
“18 Esto es lo que he comprobado: que en esta vida lo mejor es comer y beber, y disfrutar del fruto de
nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado.
19 Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar
su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.”
Dios es el que da la capacidad para adquirir riquezas (Deu 8:18; Jam 1:16; Jam 1:17). Todas las facultades
que poseemos son dones de Dios. Cualquier cosa que hayamos adquirido por medio de esas facultades
debiera aumentar nuestra gratitud hacia Dios. CBA-c
Aquello a lo que se dedicó Isaac fue prosperado de manera especial porque tuvo el respaldo y bendición
del Señor, y cuando se cuenta con la bendición divina los resultados son impresionantes, de hecho los
versículos trece y catorce nos dicen que este hombre fue prosperado en gran manera, se engrandeció y
tuvo muchos ganados y labranza.
“El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de
ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia” Génesis 26:13-14. Cuando
sigues la dirección de Dios tu cosecha será la bendición.
Ec.5.19, 20 Dios quiere que veamos lo que tenemos (ya sea mucho o poco) desde la perspectiva
correcta: nuestras posesiones son un regalo de Dios. Son motivos de regocijo, pero no fuente de gozo,
ya que todo lo bueno proviene de Dios. Debemos enfocarnos más en el Dador que en el regalo.
Podemos contentarnos con lo que tenemos cuando nos damos cuenta de que con Dios tenemos todo
lo que necesitamos. DV-c
Génesis 28:15 “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte
a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.
Este versículo contiene varias frases muy importantes y poderosas. En primer lugar Dios dice: “He aquí
yo estoy contigo”, en otras palabras, el Señor le dice: “Tú no estás sólo, aunque es difícil este tiempo, yo
te acompaño y te ayudo”; y esto, es sin duda, lo más importante.
Recordemos que Jacob viene huyendo de su hermano Esaú, quien tenia intenciones de matarlo. Pero
Dios aquí le enseña que él es su protector y proveedor, y aunque estaría en tierra extraña y lejana, él no
lo descuidaría ni lo abandonaría, pues Dios no abandona sus propósitos. Dios cumplirá su plan en tu vida.
En segundo lugar Dios dice: “te guardare por donde quiera que fueres”, entonces el Señor le promete
que nadie le haría daño, no debía tener miedo, Dios mismo era su escudo y protección. Al lugar a donde
iba a llegar el Señor lo protegería de día y de noche.
Cada bendición que se nos concede demanda una respuesta hacia el Autor de todos los dones de la
gracia. El cristiano ha de repasar muchas veces su vida pasada, y recordar con gratitud las preciosas
obras que Dios ha realizado en su favor, sosteniéndole en la tentación, abriéndole caminos cuando
todo parecía tinieblas y obstáculos, y dándole nuevas fuerzas cuando estaba por desmayar. Debe
reconocer todo esto como pruebas de la protección de los ángeles celestiales. En vista de estas
innumerables bendiciones debe preguntarse muchas veces con corazón humilde y agradecido: “¿Qué
pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?” Salmos 116:12. PP 165.5
En tercer lugar Dios dice: “volverá a traerte a esta tierra”. Jacob debía ser consciente de que su tiempo
en Harán sería pasajero, pues su destino era la tierra prometida.
“Harán” significa: montañas; fue el lugar a donde huyó Jacob para esconderse y refugiarse de su
hermano Esaú, pero no se quedaría allí para siempre, a su tiempo volvería a la tierra prometida, porque
los planes de Dios se cumplen por encima de todos los obstáculos y dificultades.
Y sin duda la última expresión impacta nuestro corazón hoy día: “porque no te dejaré hasta que haya
hecho lo que te he dicho”. Nuestro corazón puede descansar en la fidelidad y poder de Dios; por su
amor, inmenso y que siempre lucha a nuestro favor, Dios no nos soltará hasta hacer según su buena y
perfecta voluntad en nosotros.
Así fue con Abraham: «Creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.»
7 Por lo tanto, sabed que los descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe.”)
Recordemos que Moisés tenía ochenta años, e incluso hasta él mismo ya no consideraba un plan de
Dios glorioso para su vida, pero a esa edad Dios lo visitó y lo llamó para que fuera a liberara a Israel de
la esclavitud egipcia. El Señor no olvida ni desecha sus planes, Dios cumplirá su plan en tu vida.
Quizá aparezcan obstáculos en el camino, o tal vez se levanten enemigos, pero el poder de Dios contigo
siempre será más grande. Él mismo nos enseña como avanzar en poder y sabiduría, pues al final el plan
de Dios prevalecerá...
Después de esto, Jesús andaba por la región de Galilea. No quería estar en Judea, porque allí los judíos
lo buscaban para matarlo.
2 Pero como se acercaba la fiesta de las Enramadas, una de las fiestas de los judíos,
3 sus hermanos le dijeron: —No te quedes aquí; vete a Judea, para que los seguidores que tienes allá
también vean lo que haces.
4 Pues cuando uno quiere ser conocido, no hace las cosas en secreto. Ya que haces cosas como éstas,
hazlas delante de todo el mundo.
6 Jesús les dijo: —Todavía no ha llegado mi hora, pero para ustedes cualquier hora es buena.
7 Los que son del mundo no pueden odiarlos a ustedes; pero a mí me odian, porque yo hago ver
claramente que lo que hacen es malo.
9 Les dijo esto, y se quedó en Galilea.” (San Juan 7:1-9) BAD 89.
En primer lugar, es importante ser sabios y prudentes, veamos Juan 7:1
“Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos
procuraban matarle”.
El Señor Jesús andaba por la región de Galilea, y evitaba estar en Judea (donde estaba la ciudad de
Jerusalén y el templo), y allí estaban todos los sacerdotes, escribas y fariseos, quienes buscaban
oportunidad para matarle.
La misma Biblia nos enseña diciendo: “El prudente ve el peligro y se aparta” (Proverbios 22:3). Entonces
tener fe en Dios no significa exponernos en vano o poner en riesgo nuestra integridad
innecesariamente.
Sin duda, Dios está con nosotros en todo lo que hacemos, pero es de sabios actuar con prudencia. No te
dejes llevar por la ansiedad, por el afán o por la angustia, o por las emociones, reflexiona bien en tus
decisiones y actúa correctamente. Un hombre puede ser un fuerte guerrero, pero si es necio, el sabio es
más fuerte que él.
En segundo lugar es necesario saber enfrentar el rechazo de los demás. Juan 7:3-5.
“Y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras
que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces,
manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él”.
Como podemos ver en este pasaje son sus propios hermanos quienes le dicen a Jesús “Sal de aquí, vete
a Judea… porque ni aun sus hermanos creían en él”. Es difícil cuando es la propia familia la que no cree,
cuando no se encuentra apoyo ni voz de aliento en ellos.
Debemos ser conscientes de que no todos van a apoyar o a estar de acuerdo con lo que hacemos o
pensamos. Por ser hijos de Dios y tener la luz de Cristo en nosotros, en este mundo encontraremos
muchas veces rechazo.
Nuestra fe en Jesucristo y los principios de vida que llevamos son molestos para el espíritu de este
mundo. El reino de las tinieblas se molesta cuando el cristiano avanza haciendo la voluntad de Dios.
Los hermanos a los cuales se hace referencia aquí (Jacobo, José, Simón y Judas) son los hijos de José, y
sus palabras fueron pronunciadas con ironía. Era muy doloroso para Cristo que sus parientes más
cercanos entendieran tan indistintamente su misión y albergaran las ideas sugeridas por los enemigos
de él. Pero el Salvador no respondió al cruel sarcasmo con palabras del mismo carácter. Se compadecía
de la ignorancia espiritual de sus hermanos, y anhelaba darles una clara comprensión de su misión (MS
33, 1911). EGW-C
En tercer lugar, ten presente que ante la oposición y el rechazo Dios aumenta su poder sobre ti.
Debemos ser conscientes de esto y saber que algunas veces hallaremos oposición y rechazo, pero la
Biblia dice:
“Bienaventurados sois, si os insultan por el nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa
sobre vosotros” 1 Pedro 4:14.
Entonces, según este texto, las calumnias, rechazo y menosprecio de otros por ser cristianos, generan
una mayor unción del Espíritu Santo sobre nosotros.
Esto lo vemos también en la iglesia primitiva, es decir, en la iglesia del libro de los Hechos, pues a
medida que aumentaba la oposición, la persecución y el rechazo por parte de las autoridades religiosas
y civiles, Dios respaldaba con mayor poder a su iglesia.
De igual manera el ministerio de Jesús avanzó poderosamente, sin ser detenido por nada ni por nadie.
Por lo tanto hermanos Adelante, Avancemos con fe, confianza, humildad y sencillez de Espíritu que
Jehová está contigo, y ninguna cosa ni material ni espiritual podrá detener los planes de Dios para tu
vida y la mía.
Introducción: Cuando reflexionamos en los hombres de Dios de la Biblia, vemos que todos ellos, sin
excepción, tuvieron que superar diversos obstáculos y dificultades, su camino no fue fácil, pero por su fe
en las promesas de Dios y por su perseverancia lograron grandes victorias y conquistas. Hoy en día que
esta por finalizar la historia de la humanidad, al cumplirse todo lo escrito en su palabra Es muy
importante fortalecer la fe en el cuidado de Dios, pues ante los obstáculos y problemas podemos
preguntarnos ¿Cómo puede perseverar y avanzar a pesar de todo? La respuesta está en la palabra de
Dios en el libro de Romanos 8:35-39
“35 ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo?¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el
hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?
36 Como dice la Escritura: «Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a
ovejas llevadas al matadero.»
37 Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los
ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro,
39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios.¡Nada podrá
separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” (DHHD Romanos 8:35-39)
Este pasaje reafirma el amor profundo de Dios por su pueblo. No importa lo que pase ni dónde
estemos, su amor nunca nos dejará. El sufrimiento no nos separará de Dios, sino que nos ayudará a
identificarnos con El mucho más y permitirá que su amor nos alcance y nos sane.
8.35-39 Estos versículos contienen una de las promesas más reconfortantes de todas las Escrituras. Los
creyentes siempre han tenido que enfrentar dificultades de diversas formas: persecución,
enfermedad, prisión, aun muerte. Esto podría hacerles creer que Cristo los había abandonado. Pero
Pablo exclama que es imposible que algo nos separe de Cristo. Su muerte a nuestro favor es prueba
de su amor inquebrantable. Nada impedirá su presencia constante con nosotros. Dios nos dice cuán
grande es su amor para que nos sintamos bien seguros en El. Si tenemos esta seguridad sorprendente,
no temeremos. DV-c
La Biblia registra en 1 Corintios 4 como el apóstol Pablo vivió en carne propia el hecho de enfrentar
problemas y dificultades.
“11 Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no
tenemos hogar propio
12 y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. A las maldiciones respondemos con
bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos.
13 Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio
de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.” (DHHD 1 Corintios 4:11-13)
“26 Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos,
peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en
el campo, peligros en el mar y pe
27 He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y
sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez.” (BAD’89.2 Corintios 11:26-
27)
Los siervos de Dios no reciben honores ni reconocimiento del mundo. Esteban fue apedreado porque
predicaba a Cristo y Cristo crucificado. Pablo fue encarcelado, azotado, apedreado y finalmente
muerto, porque era un fiel mensajero de Dios a los gentiles. El apóstol Juan fue desterrado a la isla de
Patmos, “por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 1:9. Estos ejemplos
humanos de constancia en la fuerza del poder divino, son para el mundo un testimonio de la fidelidad
de Dios a sus promesas, de su constante presencia y gracia sostenedora.—Obreros Evangélicos, 18.
MGD 280.2
Jesús no presentó a sus seguidores la esperanza de alcanzar gloria y riquezas terrenas ni de vivir una
vida libre de pruebas. Al contrario, los llamó a seguirle en el camino de la abnegación y el vituperio. El
que vino para redimir al mundo fue resistido por las fuerzas unidas del mal… MGD 280.3
Lo más fácil ante las dificultades y problemas es renunciar, pero aquellos que se fortalecen en Dios y
perseveran son los que ven las promesas divinas hacerse realidad. Por eso, no te rindas, no renuncies,
avanza, el Todopoderoso va contigo.
Es fundamental recibir ésta palabra (Romanos 8:35-39) con fe en nuestro corazón, es decir, debemos ir
más allá de conocerla o de recitarla, es vital creer y confiar en el poder de Dios quien cumple todas sus
promesas.
Nuestra confianza en Dios, no sólo reposa en saber que él es el Todopoderoso y que no hay nada difícil
para él, confiamos en Dios porque él es fiel, él no miente, por su naturaleza santa cumple todas sus
promesas.
Él ha prometido que ninguna cosa creada (física o espiritual) nos podrá separar de su amor y protección.
Entonces, sí miras al frente y ves obstáculos, recuerda que es Dios el que te cuida, te sostiene y te
defiende.
En todas las épocas Satanás persiguió al pueblo de Dios. Torturó a sus hijos y los entregó a muerte,
pero en su muerte llegaron a ser vencedores. Testificaron del poder de Uno que es más fuerte que
Satanás. Hombres perversos pueden torturar y matar el cuerpo, pero no pueden destruir la vida que
está escondida con Cristo en Dios. Pueden encerrar a hombres y mujeres dentro de las paredes de una
cárcel, pero no pueden amarrar el espíritu. MGD 280.4
En medio de la prueba y la persecución, la gloria—el carácter—de Dios se revela en sus escogidos. Los
creyentes en Cristo, odiados y perseguidos por el mundo, son educados y disciplinados en la escuela
del Señor. En la tierra andan por caminos angostos; son purificados en el horno de la aflicción. Siguen
a Cristo en medio de penosos conflictos; soportan la abnegación y experimentan amargos chascos;
pero así aprenden lo que es la culpa y miseria del pecado, y llegan a mirarlo con aborrecimiento. Al ser
participantes de los sufrimientos de Cristo, pueden ver la gloria más allá de las tinieblas.—Los Hechos
de los Apóstoles, 460, 461. MGD
El Señor Jesús mientras estuvo aquí en la tierra fue consciente de todos sus enemigos, de las
tentaciones del diablo, de los peligros propios del ministerio en aquel tiempo, etc, pero fortalecido y
plenamente convencido del cuidado de Dios siempre estuvo dispuesto a hacer la voluntad de su Padre
celestial.
(Los dos testigos, Apocalipsis 11). Este es un acontecimiento para el tiempo venidero, pero hoy día nos
enseña muchas cosas. En esta porción de las Sagradas Escrituras vemos que en los tiempos finales Dios
permite que sus siervos sean derrotados por la bestia, sus cadáveres serán exhibidos por varios días.
Pero al final el Señor mostrará su poder y soberanía y los habitantes de la tierra se llenarán de temor y
glorificarán su nombre...
“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara para medir, y se me dijo: Levántate, y mide el
templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte,
y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos
meses".
Este texto hace alusión al tiempo de los gentiles, tiempo en el que Dios permite que Jerusalén sea
pisoteada por éstos. Recordemos que la Gran Tribulación está dividida en dos partes y aquí se hace
referencia a la segunda parte, estos son los segundos cuarenta y dos meses (tres años y medio, último
tiempo del anticristo en la tierra).
Juan nos habla de una caña para medir el templo (el que existirá en Jerusalén durante la gran
tribulación), el altar y a los que adoran en él. Las mediciones en la Biblia hacen referencia a algún asunto
que Dios está tratando con Israel.
El altar es el del incienso, también llamado altar de oro, pues el patio se excluye en esta medición (el
altar de bronce quedaba en el patio). Es interesante que Juan también debe medir a aquellas personas
que adoran en el altar.
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio... estos
testigos son los dos olivos y los dos candeleros... Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos,
y devora a sus enemigos, y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. Estos
tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tiene poder sobre las
aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran".
Estos dos testigos están revestidos del poder y autoridad de Dios para predicar el mensaje de juicio y
salvación en aquel tiempo final (segunda mitad de la gran tribulación). Son ellos dos profetas (pues
“profetizan” y “están vestidos de cilicio” vestido característico de los profetas del Antiguo Testamento,
vestido que indica dolor y luto), proclamarán el mensaje de Dios por tres años y medio.
“Los dos olivos” indicando que estarán llenos del poder del Espíritu Santo.
“Los dos candeleros” ellos resplandecerán por el testimonio y gloria de Dios delegada en ellos.
“fuego sale de sus bocas… pueden cerrar el cielo (sequías), convertir las aguas en sangre y herir la tierra
con toda plaga, cuantas veces quieran”.
Estas últimas señales que les acompañan son similares a las que acompañaron el ministerio de Elías y
Moisés. Por eso muchos intérpretes de la Biblia enseñan que estos dos testigos son Moisés y Elías.
Otros dicen que serán Elías y Enoc, porque ellos dos no murieron, sino que fueron arrebatados vivos al
cielo.
En cuanto a Moisés también la Biblia dice que su muerte estuvo rodeada de sucesos especiales, por
ejemplo Deuteronomio 34:5-7 nos enseña que Dios mismo lo sepultó y nadie sabe dónde está su
sepultura hasta hoy. Además hubo una disputa entre el arcángel Miguel y el diablo por el cuerpo de
Moisés, según Judas 9.
Debemos además tener en cuenta que cuando el Señor Jesús experimentó la transfiguración fueron
estos dos, Moisés y Elías, quienes se le aparecieron al Señor y hablaban con él de su partida.
Moisés fue usado por Dios para convertir las aguas del Nilo en sangre, y hacer caer las plagas sobre
Egipto, mientras que en el caso de Elías fue llamado el profeta de fuego (fuego en el Monte Carmelo al
derrotar a los profetas de Jezabel y fuego sobre los soldados del rey que lo iban a llamar, 2 reyes 1),
además fue usado por Dios para cerrar los cielos de Israel.
Es probable es que estos dos testigos sean Elías y Moisés, aún así no podemos afirmarlo porque la
misma Escritura tampoco nos lo enseña. Lo cierto es que serán dos hombres ungidos por el poder de
Dios y cumplirán aquella misión especial para Dios en la tierra.
“Cuando hayan acabado su testimonio la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los
vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual
se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Y los de los pueblos, tribus,
lenguas y naciones verán sus cadáveres... y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se
alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los
moradores de la tierra".
Los dos testigos estarán proclamando el mensaje de Dios por tres años y medio, al terminar, el anticristo
(llamado aquí “la bestia que sube del abismo”) peleará contra ellos, los dos testigos serán derrotados y
morirán, sus cadáveres estarán en la plaza principal de la ciudad de Jerusalén.
¿Por qué Dios permitirá eso? La bestia sube del abismo, porque precisamente viene con poder satánico.
Recordemos que todo esto está sucediendo en Jerusalén, y desde tiempos pasados el pueblo hebreo ha
rechazado a los profetas, por eso Jesús dijo en Lucas 13:14 “Jerusalén, Jerusalén, que matas a los
profetas, y apedreas a los que te son enviados”.
Los dos testigos son muertos en la ciudad de Jerusalén, ciudad que en sentido espiritual en este pasaje
se describe como: “Sodoma y Egipto”, destacando con estos nombres la inmoralidad sexual y su estado
de opresión y esclavitud, pues el anticristo ha hecho de la ciudad su base de operaciones.
Los versículos nueve y diez nos enseñan que no será permitido que los cadáveres sean sepultados, sino
que todas las naciones verán sus cuerpos allí. La humanidad entera se regocija por la muerte de estos
siervos de Dios, y hasta se envían regalos, haciendo de este suceso una fiesta de navidad.
Su alegría se debe a que ya no estarán escuchando aquel mensaje fuerte de juicio y que acusa a sus
conciencias, ya no recibirán los juicios de estos testigos por su maldad, se creen libres y por eso
celebran, humillando a estos testigos de Dios.
“Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron
sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía:
Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. En aquella hora hubo un gran
terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete
mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. El segundo ay pasó; he aquí,
el tercer ay viene pronto".
En medio de aquella festiva celebración, a los tres días y medio después de su muerte, cuando la fiesta
está en su punto fuerte y quizá el mundo entero a través de los medios de comunicación celebra viendo
los cuerpos en la plaza principal de Jerusalén, los dos testigos se ponen de pie.
Dios envía espíritu de vida sobre los dos testigos, quienes se levantan sobre sus pies, y el temor cayó
sobre todos los que vieron esto. Una gran voz del cielo dice: “Subid acá”, y subieron al cielo en una nube
y es muy importante lo que se añade aquí: “Sus enemigos los vieron”.
Este evento es quizá transmitido en vivo por televisión y por otros medios de comunicación, ante este
acontecimiento la humanidad se llena de temor, aunque no de arrepentimiento.
El versículo trece nos enseña que la ciudad de Jerusalén experimenta un gran terremoto y se derrumba
la décima parte de la ciudad, por aquel terremoto mueren siete mil hombres, y los demás llenos de
terror dan gloria a Dios, pero no se señala aquí un genuino arrepentimiento, más bien reconocen que
Dios es Todopoderoso.
Esto es una muestra de la dureza del corazón humano, por eso hoy debemos dar agracias a Dios y vivir
para él, pues su gran amor y bondad nos ha alcanzado, su gracia nos ha perdonado y somos libres de
toda condenación en Cristo Jesús.
Aunque los tiempos sean difíciles, no albergues en tu corazón el desánimo, Dios nunca te dejará ni te
desamparará, él nunca dejará avergonzados a aquellos que en él creen...
Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar;
acamparéis frente a Baal-zefón, en el lado opuesto, junto al mar.
3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: “Andan vagando sin rumbo por la tierra; el desierto los ha
encerrado.”
4 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y él los perseguirá; y yo seré glorificado por medio de Faraón y
de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR. Y así lo hicieron.
5 Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de
actitud hacia el pueblo, y dijeron:¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se
fuera, dejando de servirnos?
7 y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los demás carros de Egipto, con oficiales sobre todos
ellos.
8 Y el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, rey de Egipto, y éste persiguió a los hijos de Israel, pero los
hijos de Israel habían salido con mano fuerte.
9 Entonces los egipcios los persiguieron con todos los caballos y carros de Faraón, su caballería y su
ejército, y los alcanzaron acampados junto al mar, junto a Pi-hahirot, frente a Baal-zefón.
10 Y al acercarse Faraón, los hijos de Israel alzaron los ojos, y he aquí los egipcios marchaban tras ellos;
entonces los hijos de Israel tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR.
11 Y dijeron a Moisés:¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto?
¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto?
12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: “Déjanos, para que sirvamos a los egipcios”?
Porque mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto.” (LBLA Éxodo 14:1-12)
La historia de los hijos de Israel ha sido escrita para instrucción y admonición de todos los cristianos.
Cuando los israelitas fueron sobrecogidos por peligros y dificultades, y el camino les parecía cerrado,
su fe los abandonó y murmuraron contra el caudillo que Dios les había asignado. Le culpaban de
haberlos puesto en peligro, cuando él había obedecido tan sólo a la voz de Dios. 1JT 451.1
14.6-9 Seiscientos carros de guerra egipcios caían encima de los indefensos israelitas, que se
encontraban atrapados entre las montañas y el mar. Estos carros de guerra llevaban dos personas,
uno manejaba y el otro luchaba. Estaban hechos de una cabina de madera o de piel colocada sobre
dos ruedas y arrastrada por caballos. Estos eran los tanques blindados de los tiempos bíblicos. Pero
aun su poder no era rival para Dios, que destruyó tanto a los carros como a los soldados. DV-c
1) En primer lugar recordemos que Israel se encuentra frente al Mar Rojo y el ejército egipcio se
acerca y están en una grave situación. Según el versículo diez al ver al ejército egipcio Israel se llenó de
temor en gran manera y clamaron a Dios. En esta ocasión la primera reacción fue el temor, y la
desesperación los llevó al clamor, no fue la fe en Dios, sino la angustia al no saber qué hacer.
Otras veces podemos ver que ante las crisis las personas reaccionan con enojo, otros se quejan y otros
caen en el desánimo. Todas estas cosas nacen en la atmósfera de la incredulidad, pues aquel que confía
en Dios persevera creyendo hasta el último segundo, pues poderoso es Dios para cumplir todo lo que ha
dicho.
2) En segundo lugar debemos reconocer que el ser humano con frecuencia se desanima y se da por
vencido en medio de los problemas e incluso renuncia a la fe en las promesas de Dios, y hasta la
desesperación se adueña de su corazón. el desánimo hace que las personas vean todo mucho más
trágico, como lo vemos en el versículo once, los israelitas veían una muerte segura y por eso entonces
hubieran preferido morir en Egipto y no en el desierto.
14.10, 11 Atrapados contra el mar, los israelitas se enfrentaron al ejército egipcio que arrasaba con
violencia para matarlos. Los israelitas pensaron que estaban definitivamente perdidos. Después de
haber visto la poderosa mano de Dios librándolos de Egipto, su única respuesta fue el temor, los
gemidos y la desesperación. ¿Dónde estaba su confianza en Dios? Israel tuvo que aprender a través de
repetidas experiencias que Dios estaba junto a ellos para ayudarlos. Dios ha preservado estos
ejemplos en las Escrituras para que aprendamos a confiar en El desde la primera vez. Si analizamos la
fidelidad de Dios en el pasado, podemos evitar el miedo y las quejas cuando nos enfrentemos a una
crisis. DV-c.
Como podemos ver en el versículo doce se nos dice que muchos le dijeron a Moisés antes de salir de
Egipto: “Déjanos servir a los egipcios, mejor es servirles que morir en el desierto”. De manera que
muchos tenían su expectativa tan baja que no podían creer en la libertad y bendición que el Señor les
quería dar.
14.11, 12 Este es el primer ejemplo de refunfuños y quejas de los israelitas. Su falta de fe en Dios es
sorprendente. Sin embargo, ¿cuán a menudo nos vemos haciendo lo mismo, quejándonos por las
inconveniencias o las aflicciones? Los israelitas estaban a punto de aprender algunas lecciones fuertes.
Si hubieran confiado en Dios, habrían evitado muchas desgracias. DV-c
3) En tercer lugar tengamos en cuenta que muchas veces no comprenderemos del todo porque
pasamos a veces por ciertas etapas difíciles en la vida, pero algo sí es seguro, Dios no permitirá algo más
difícil de lo que podemos soportar, por eso dice la Escritura en 1 Corintios 10:13: “Fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más allá de lo que podéis resistir”
El pueblo de Israel estaba frente al Mar Rojo porque Dios los había llevado allí, y así como él los había
guiado, de igual manera los iba a sacar de aquella difícil situación. No es el momento de acoger el
desánimo, sino el de tener expectativa por el milagro que nuestro poderoso Señor hará.
4) En cuarto lugar es muy importante recordar aquí el lugar exacto donde estaba Israel, además de
estar frente al Mar Rojo. Éxodo 14:1 nos dice que estaban “delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar
hacia Baal-zefón”, estos nombres nos permiten no sólo la ubicación precisa de Israel frente al Mar Rojo,
sino que además el significado de sus nombres nos enseñan varias aspectos muy importantes:
Pi-hahirot. significa: Puerta de la libertad. Salida a la libertad. Era un lugar limite y fronterizo de Egipto.
Esto nos recuerda el poder de Dios para liberar a su pueblo de la opresión, ellos estaban dando pasos
hacia su libertad y el enemigo vendría contra ellos, pero la voluntad final de Dios de hacerlos libres
prevalecería, siempre su plan triunfará.
Migdol. Significa: Torre o fortaleza. Lo más seguro es que era un puesto militar situado en la frontera
egipcia. Este nombre nos recuerda que sólo en Dios es en quien estamos realmente seguros. Él es la
fortaleza o torre de defensa a quien podemos acudir ante las dificultades o cuando el enemigo se
levanta contra el pueblo de Dios.
Baal-zefón. Significa: “Señor del norte”, protector del comercio marítimo y patrono de los marineros.
Este era seguramente el ídolo adorado por los habitantes de aquellas tierras costeras y de comercio
marítimo.
podemos ver pues, como en ese ámbito adverso y consagrado a este ídolo fue escogido por Dios para
mostrar su gloria y poder sobre toda la creación, porque él es el único Dios verdadero y Todopoderoso,
creador de los cielos y de la tierra, y no sería el Mar Rojo un obstáculo a su poder.
En estos tiempos difíciles, hoy en día... la vida cristiana está acosada de peligros, y se hace difícil
cumplir el deber. La imaginación concibe la ruina inminente delante, y la esclavitud o la muerte
detrás. No obstante, la voz de Dios dice claramente: “Avanza”….Los obstáculos que impiden nuestro
progreso no desaparecerán jamás ante un espíritu que se detiene y duda. Los que postergan la
obediencia hasta que toda sombra de incertidumbre desaparezca y no haya ningún riesgo de fracaso o
derrota no obedecerán nunca. La incredulidad nos susurra: “Esperemos que se quiten los obstáculos y
podamos ver claramente nuestro camino”; pero la fe nos impele valientemente a avanzar
esperándolo todo y creyéndolo todo. PP 260.4
El Señor con su poder abrió el Mar Rojo y su pueblo pasó en seco, por lo que nada ni nadie puede
detener los planes de Dios. Por lo tanto Glorias sean dadas a Jesucristo por eso, ya que podemos
avanzar y perseverar seguros, porque Dios está con nosotros.
Confía en Dios, él gobierna todas las cosas
Sin duda una pregunta con diversas respuestas, pero que nos podemos hacer con frecuencia es: ¿Qué
debemos hacer cuando no hay salida? La Biblia nos enseña de manera contundente: Confía en Dios, él
es quien tiene el gobierno y dominio de todas las cosas. Abramos nuestras biblias en:
Éxodo 14:1-4 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen
delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acampareis junto al mar…
Faraón dirá: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado… y seré glorificado en Faraón y
en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así”.
Como podemos ver el pueblo de Israel ha salido de Egipto por la poderosa mano de Dios y han llegado a
orillas del Mar Rojo y allí acampan por dirección divina. El Señor mismo le dice a Moisés que Faraón
pensará que se han quedado encerrados, sin salida alguna; “el desierto mismo los ha encerrado” dirá
entonces el Faraón.
El mismo pasaje bíblico nos enseña que de manera soberana y con el propósito de manifestar su gloria y
poder a favor de Israel, Dios endurecerá el corazón de Faraón para perseguir con su ejército al pueblo
hebreo. Nuestro Dios actúa de manera soberana y poderosa.
En ese momento el pueblo de Dios estaba en estrecho, por delante tenían un mar imposible de
atravesar y por detrás un inmenso ejército muy bien armado y dispuesto a acabar con todos los
israelitas.
La verdad es que a veces nuestra vida puede hallarse en circunstancias similares, además de ver
claramente los problemas pueden levantarse personas negativas que hablarán diciendo: “de esta
situación no vas a poder salir” “ya todo se perdió” “es imposible hacer algo” “no hay salida alguna”
entre otras frases de fracaso.
Debemos tener en cuenta que como pueblo de Dios somos protegidos por su mano de manera especial,
el cristiano debe estar siempre consciente de que es el Señor el que tiene cuidado de sus hijos.
Por ser pueblo de Dios podemos confiar plenamente en sus beneficios y cuidados, por difícil que parezca
el momento, poderoso es el Señor para hacer un milagro y abrir camino donde no lo hay. En él siempre
seremos vencedores.
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he
adquirido varón." (RVR60 Génesis 4:1)
2 dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín trajo al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra.
4 También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos. Y el
SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda,
5 pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.
6 Entonces el SEÑOR dijo a Caín:¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante?
7 Si haces bien,¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú
debes dominarlo.
8 Y Caín dijo a su hermano Abel: vayamos al campo. Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se
levantó contra su hermano Abel y lo mató.
Entonces el SEÑOR dijo a Caín:¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé.¿Soy yo acaso
guardián de mi hermano?
11 Ahora pues, maldito eres de la tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu
hermano.
12 Cuando cultives el suelo, no te dará más su vigor; vagabundo y errante serás en la tierra.
14 He aquí, me has arrojado hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré vagabundo
y errante en la tierra; y sucederá que cualquiera que me halle me matará.
15 Entonces el SEÑOR le dijo: No será así; pues cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza.
Y puso el SEÑOR una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo hallase no lo matara.
16 Y salió Caín de la presencia del SEÑOR, y se estableció en la tierra de Nod, al oriente del Edén.” (LBLA
Génesis 4:1-16)
Génesis 4:8-12 “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo... y allí lo mató. Y Jehová dijo a Caín
¿dónde está tu hermano Abel?... y Dios le dijo ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano
clama a mí... maldito seas tú de la tierra... cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza;
errante y extranjero serás en la tierra”.
1) En primer lugar recordemos que Caín y Abel trajeron ofrendas a Dios, pero el Señor miró con
agrado la ofrenda de Abel (porque la hizo de acuerdo a la voluntad de Dios) y no miró con agrado la
ofrenda de Caín, quien se llenó de resentimiento y odio hacia su hernano.
4.6, 7 ¿Cómo reacciona usted cuando alguien le sugiere que ha hecho algo malo? ¿Actúa usted para
corregir el error o niega que necesite corrección? Después de que el sacrificio de Caín fue rechazado,
Dios le dio la oportunidad de corregirlo e intentarlo de nuevo. ¡Incluso Dios lo animó para que lo hiciera!
Pero Caín se negó y el resto de su vida es un ejemplo sorprendente de lo que les sucede a aquellos que
se niegan a admitir sus errores. Por lo tanto La próxima vez que alguien le sugiera que usted está errado,
échese un vistazo sincero y elija el camino de Dios en lugar del de Caín. DV-c
No podemos saber por cuanto tiempo Caín planeó el homicidio de Abel, el hecho es que mediante el
engaño llevó a su hermano al campo y allí lo mató. Vemos pues que cuando el enojo o la ira no se sacan
del alma, echan unas raíces poderosas que envenenan el corazón hasta llevarlo a la muerte y al dolor.
Por lo tanto como Hijos de Dios debemos tener Cuidado, pues emociones como la ira, la envidia, el
resentimiento, los deseos de venganza, la depresión, etc, son elementos dañinos que destruyen la salud
espiritual, emocional y física de la persona. Estas cosas abren la puerta que permiten a los demonios de
muerte venir y destruir. Lo vemos de manera palpable en este ejemplo de Caín.
2) En segundo lugar vemos que nuevamente Dios viene a Caín (ya le había advertido para que no
hiciera lo malo), y en esta ocasión viene para confrontarlo con su maldad, Caín impulsado por su
soberbia no rinde honor y reverencia a Dios, más bien le responde con indiferencia y menosprecio al
Señor.
Como podemos ver en el versículo diez Dios dice a Caín: “La voz de la sangre de tu hermano clama a mí
desde la tierra”. Todo homicidio aunque haya sucedido en la parte más oscura y lejana, es conocido por
Dios y por su diestra será juzgado, sólo se libra la persona cuando existe un verdadero arrepentimiento.
La Biblia nos muestra en los versículos once y doce los trágicos resultados de no poner freno a la ira y de
no renunciar a todo deseo de venganza y justicia propia.
3) En tercer lugar el Señor dice: “maldito seas de la tierra”, la palabra “maldición” es lo opuesto a la
bendición, y el poder de la maldición no está en las palabras mencionadas como maldición, sino en la
persona que las dice.
Maldición no sólo es la ausencia de toda bendición, sino la llegada de todo acontecer funesto y trágico.
Es un escenario de fracaso y ruina.
4) En cuarto lugar en el versículo doce Dios establece que Caín trabajará la tierra y no recibirá de
ella el fruto de su trabajo, es decir invertirá mucha fuerza y gran trabajo arando la tierra y cuidando las
plantas, pero sus cosechas serán pequeñas y escasas (será entonces una vida difícil, escasa y estéril).
Caín fue condenado a una vida perpetuamente errante a fin de conseguir alimento para sí mismo, para
su familia y sus animales. Habiendo estado obligada a beber sangre inocente, la tierra se rebeló, por así
decirlo, contra el asesino; y cuando él la labrara, retendría su fuerza. Caín había de obtener poca
recompensa de su trabajo. CBA-c
Es muy interesante ver que la maldición viene precisamente sobre la principal habilidad que Caín tenía,
la agricultura, lo que nos recuerda que no importa cuánto talento o dones tengamos, si no está la
bendición de Dios, no importa la experiencia o recursos humanos sencillamente la bendición no fluirá.
4.11-15 Caín fue severamente castigado por este homicidio. Dios juzga y castiga todos los pecados de
manera apropiada, pero no lo hace por ira o por venganza. Más bien, el castigo de Dios pretende
corregirnos y restaurar nuestra relación con El. Por lo tanto, cuando usted sea corregido, no se
resienta. Más bien, renueve su comunión con Dios. DV-c
5) En quinto lugar Dios le dice a Caín: “serás errante y extranjero en la tierra”. Aquí podemos
pensar que él viviría sin tener lugar fijo, andaría de lugar en lugar con todo lo que esto implica, además
de enfrentarse con las dificultades propias de ser extranjero en todos aquellos lugares a donde llegaría
(pero vemos más adelante que él se estableció y vivió en la tierra de Nod, esto nos indicaría entonces
que Caín vivió en un continuo desasosiego y sin andar el camino de Dios, fue una vida sin identidad, a
pesar de haber conocido al Señor).
Por medio de este episodio el Señor nos enseña que su Palabra debe ser obedecida sin reserva alguna.
Caín y Abel representan a dos clases de personas: los impíos y los justos, los que andan según sus
propios caminos y los que andan en las sendas del Señor y hacen juicio y justicia… CT 37.5
Los dos grupos representados por Caín y Abel existirán hasta el fin de la historia de este mundo. El
que obra bien, la persona obediente, no se alza en guerra contra el transgresor de la santa ley de Dios.
Sin embargo, los que no respetan la ley de Dios oprimen y persiguen a los que sí la obedecen. Así es
como siguen a su líder, que es el acusador de Dios y de todos los que fueron hechos perfectos por la
obediencia… El espíritu que lleva a las personas a acusar, condenar, encarcelar y condenar a muerte a
otras personas ha crecido en nuestro mundo. Y es este espíritu que siempre se manifiesta en los hijos
de desobediencia.—Manuscrito 136, 1899. CT 37.7
la Escritura nos enseña que todo aquel que busca a Dios, que vive según su consejo y camina a la luz de
su palabra “será bendito en su entrar y en su salir, bendito será en el campo y en la ciudad, bendito
será el fruto de su vientre, bendita será su canasta, y bendito será el fruto de su tierra y de sus
ganados, etc”. Es decir, la cosecha será la bendición de Dios en todo.
Jesucristo venció la muerte para darnos libertad, vida y salvación. Él es el camino a la vida eterna, él es la
verdad que nos libera, y la vida abundante y eterna sólo en él podemos hallarla. En Jesucristo tenemos
completa victoria...
Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron.
21 Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los
muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida;
24 entonces vendrá el fin, cuando El entregue el reino al Dios y Padre, después que haya abolido todo
dominio y toda autoridad y poder.
25 Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
27 Porque DIOS HA PUESTO TODO EN SUJECION BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le
están sujetas, es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas.
28 Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó
a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29 De no ser así,¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos
resucitan,¿por qué, entonces, se bautizan por ellos?
31 Os aseguro, hermanos, por la satisfacción que siento por vosotros en Cristo Jesús nuestro Señor, que
cada día estoy en peligro de muerte.
32 Si por motivos humanos luché contra fieras en Efeso,¿de qué me aprovecha? Si los muertos no
resucitan, COMAMOS Y BEBAMOS, QUE MAÑANA MORIREMOS.
34 Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para
vergüenza vuestra lo digo.” (LBLA 1 Corintios 15:20-34)
1 Corintios 15:21-22 “Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron
es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección
de los muertos”. Con este versículo Pablo da comienzo a su comparación entre el primer Adán y el
segundo (1Co 15:21-22; 1Co 15:45-47). Pero también vemos Aquí que Pablo nos presenta la justicia de
Dios, pues así como a través de un hombre entró la muerte, también por un hombre vino la resurrección
de los muertos.
1) En primer lugar podemos ver que esta resurrección tiene un orden: primero fue Cristo (por eso él es
la primicia de los que durmieron); luego los que son de Cristo en su venida y luego el fin cuando el
Hijo entregue el reino a Dios Padre y la muerte sea destruida completamente (esto lo vemos en el
juicio del gran trono blanco, Apocalipsis 20:11-15.
1 Corintios 15:51-53 “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformado... en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta... los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados...”.
Pablo habla aquí de un misterio (era para ellos en aquel tiempo un misterio, incluso el apóstol mismo
pensaba que la venida del Señor sería en su tiempo, poco a poco la revelación fue siendo más clara),
el misterio revelado es que no todos iban a experimentar la muerte, pues cuando el Señor regrese por
su iglesia muchos cristianos estarán vivos, y serán levantados en vida.
Dormir es una figura de lenguaje para referirse a la muerte, ver com. Joh 11:11. Pablo llama la
atención al hecho de que hay algunos que no morirán, sino que serán transformados de su estado
físico imperfecto al estado celestial perfecto. Este cambio instantáneo los hará semejantes a los
santos resucitados (CS 368-369; SR 411-412).
Cuando la Biblia dice que Todos seremos transformados, esa palabra ”Todos” incluye a los que estén
vivos cuando Jesús venga y también a los que hayan muerto. Los cuerpos de los primeros pasarán
instantáneamente de la mortalidad a la inmortalidad; los de los segundos serán resucitados en estado
inmortal (cf. com. 2Co 5:1-4).
Después se indica el tiempo cuando se efectuará esta gloriosa transformación: será en la segunda
venida de Cristo, pues será entonces cuando sonará la “trompeta de Dios” y los fieles creyentes que
murieron serán resucitados con cuerpos enteramente libres de todos los efectos del pecado (Col 3:4;
ver com. 1Th 4:16). Los cristianos que estén vivos y esperen anhelosamente la venida de su Señor,
experimentarán entonces una transformación maravillosa, y todo rastro de incorrupción e
imperfección será eliminado de sus cuerpos, que serán hechos semejantes al glorioso cuerpo de Cristo
(ver Phi 3:20-21; 1Jo 3:2). Pasarán por la maravillosa experiencia de ser llevados de la tierra al cielo sin
morir, como Elías, que fue un símbolo de todos los verdaderos creyentes que estén vivos cuando
Cristo vuelva (ver 2Ki 2:11; PR 169). CBA-c
2) En segundo lugar en la resurrección sucederá una transformación. Los que vivamos seremos
transformados, transformación que ocurrirá en el momento del levantamiento, y en fracciones de
segundo nuestro cuerpo corruptible y mortal será transformado en un cuerpo incorruptible e inmortal
(es decir, el pecado no le afectará más, y por tanto nunca más la muerte tendrá poder sobre él).
1 Corintios 15:54-56. ¿Por qué es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal
se vista de inmortalidad? Porque al lugar donde vamos, a aquella morada que el Cristo de la gloria fue a
prepararnos, allí no hay corrupción, allí no hay nada mortal (porque no hay lugar para la muerte, allí
reina la vida y la vida en abundancia), por eso dice la Biblia:
“Nada inmundo entrará en ella, ninguna abominación o mentira, allí entrarán solamente aquellos cuyos
nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero” Apocalipsis 21:27
En aquel veloz pero glorioso momento de trasformación se cumplirá la palabra plenamente cuando dice:
“sorbida es la muerte en victoria” y a la pregunta ¿Dónde está tu poder, oh muerte? Podemos
responder: Cristo te venció en la cruz del calvario, y nosotros también hemos vencido por la obra de
Jesucristo nuestro Señor.
3) En tercer lugar la resurrección es un mensaje de victoria. 1 Corintios 15:57-58 “Más gracias sean
dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos
amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano”.
Ante estas verdades el corazón de Pablo por el Espíritu Santo levanta palabras de gratitud al Señor, y no
sólo por esto, sino porque además Dios nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Cristo volverá por su iglesia y estaremos para siempre con el Señor, por eso ahora debemos perseverar,
servir a Dios, crecer en la obra del Señor siempre, conscientes de que no es en vano nuestro trabajo en
el Señor.
Cristo pronto vendrá por segunda vez. De ello deberíamos conversar frecuentemente. Debería ser el
pensamiento predominante en nuestras mentes. Vendrá con poder y gran gloria, y todo ojo lo verá.
Todos los santos ángeles lo acompañarán. Acerca de esta compañía, Juan escribe: “Y miré, y oí la voz
de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era
millones de millones”. Apocalipsis 5:11. DNC 308.2
La trompeta aún no ha sonado. Quienes han descendido a la tumba todavía no han exclamado:
“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” 1 Corintios 15:55. Los justos
muertos aún no han sido arrebatados con los santos vivos para encontrarse con su Señor en el aire.
Pero se aproxima el tiempo en que las palabras pronunciadas por el apóstol Pablo se cumplirán:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:16-17. DNC 308.3
Para ser semejantes al Salvador, debemos ser transformados. Véase Filipenses 3:20-21. Ahora es el
tiempo de introducir en nuestra vida diaria las virtudes de la vida de Cristo. No hay tiempo que
perder… DNC 308.4
Todos los que deseen pueden ser vencedores. Esforcémonos fervientemente por alcanzar el nivel que
se nos indica. Cristo conoce nuestras debilidades, y podemos recurrir a él diariamente en busca de
ayuda. No es necesario que obtengamos fortaleza con un mes de anticipación. Hemos de triunfar día a
día. DNC 308.5
Esta tierra es el lugar de preparación para el cielo. El tiempo que pasamos aquí es el invierno del
cristiano. Los vientos fríos de la aflicción soplan sobre nosotros, y las olas de los problemas nos
arrollan. Pero en un futuro cercano, cuando Cristo venga, las penas y los lamentos habrán
desaparecido para siempre. Entonces será el verano del cristiano. Todas las pruebas habrán concluido,
y no habrá más enfermedad ni muerte. “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá
muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis
21:4.* DNC 308.6
4) En cuarto lugar la Escritura nos enseña que Cristo viene con galardones para su pueblo. Cuando
la Biblia finaliza, en sus últimos versículos el Señor nos deja unas palabras muy importantes: “He aquí yo
vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” Apocalipsis
22:12.
Entonces el Señor viene con galardones, recompensas, privilegios, premios, etc, para sus hijos y siervos;
pero ya que nos encontraremos con él en el aire y con un cuerpo glorificado, estos premios no son cosas
terrenales, son galardones celestiales…. Por lo tanto sigamos preparándonos porque el Señor viene con
cosas maravillosas, recompensas que nunca antes habías pensado recibir, por eso Pablo dijo: "Considero
que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de
ver después." (DHHD Romanos 8:18)
Como hijos de Dios tenemos la genética de Dios Padre, por eso somos llamados a caminar en victoria y
sin temor, Cristo venció en la cruz, y nos ha dado las herramientas para avanzar y vencer. Mira las
cosas de arriba y no las de la tierra, porque las cosas de la tierra son pasajeras, pero las celestiales son
eternas, permanecen para siempre.
Hay personas a quienes no les gusta hablar de la muerte, evitan el tema, les da temor o creen que la
están llamando si hablan de ella. La muerte es también una gran incógnita para el ser humano, pero la
Biblia nos enseña que Jesús ha venido a darnos vida y vida en abundancia...
1) Recordemos en primer lugar que en Jesucristo el Señor estamos seguros, por eso di ce la
Escritura que ni la vida, ni la muerte, ni ángeles, ni potestades, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. El Señor Jesús resucitó al tercer día y en
breve volverá por su iglesia.
2) En segundo lugar la Biblia nos enseña también que la muerte es además una región espiritual.
Job 38:17 "¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de la
muerte?".
La muerte es una condición, es la cesación de la vida; pero es también una región espiritual. En segundo
lugar como nos enseña el principio de éste capítulo treinta y ocho de Job es Dios quien está hablando y
convenciéndolo de su ignorancia, pues ante su crisis él hace preguntas y conclusiones equivocadas.
En el versículo diecisiete Dios le pregunta a Job: “¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y
has visto las puertas de la sombra de la muerte?”. El Señor nos habla aquí primero de las puertas de la
muerte, entonces hay una región o zona espiritual llamada “muerte” y tiene puertas de acceso o
entrada.
En la segunda frase Dios dice: “y has visto las puertas de la sombra de la muerte”, entonces hay una
segunda región espiritual llamada “sombra de muerte” la cual a su vez tiene puertas.
3) En tercer lugar esta región es mencionada en Mateo 4:16 “El pueblo asentado en tinieblas vio
gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció” donde podemos ver la
influencia espiritual que tenía en Galilea, influencia que generaba muerte, ruina, aflicción demoníaca,
fracaso, etc; y que fue desplazada por el poder del ministerio del Señor Jesucristo.
La “sombra de muerte” es mencionada también en el Salmo 23:4 en donde dice: “Aunque ande en valle
de sombre de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me
infundirán aliento”.
Cuando seguimos la dirección de Dios, cuando permitimos que él nos pastoree (por eso éste Salmo se
llama “el Señor es mi pastor”) entonces aunque pasemos por lugares afligidos por aquel ambiente de
muerte, no temeremos porque el Señor está con nosotros, su vara y su cayado nos darán aliento y
fortaleza para avanzar y vencer.
4) En cuarto lugar nos enseña Apocalipsis 1:18 “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que
vivo por os siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”.
Cuando Cristo resucitó derrotó el poder de la muerte, y por tanto tomó las llaves de la muerte y del
Hades, asunto que nos confirma que éstos son lugares espirituales con puertas y llaves.
Recordemos que el mismo Señor Jesucristo dijo: “las puertas del Hades no prevalecerán contra mi
iglesia”, es decir, los poderes infernales no podrán derrotar ni dominar mi iglesia (Mateo 16:18). Cristo
venció a la muerte y al Hades, y por eso también nosotros venceremos.
Sin fe es imposible agradar a Dios, la fe en el Señor y en sus promesas nos hacen fuertes y vencedores.
La fe y la palabra de Dios son eficaces armas para vencer todo poder de las tinieblas y alcanzar así la
obra sobrenatural de Dios a nuestro favor...
Podemos decir que la fe es el instrumento divino para manifestar su gloria en la tierra, por eso Jesús
dijo: Para el que cree todo le es posible.
1) En primer lugar Jesús nos enseña sobre la importancia de la fe. Nos dice la Biblia en Marcos
9:23-27 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del
muchacho clamó y dijo: Creo, ayuda mi incredulidad... Jesús reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu... salió y el
muchacho quedo como muerto... Pero Jesús tomándole de la mano, le enderezó y se levantó”.
Ante el clamor de éste padre por su hijo el Señor Jesús atiende aquella situación para liberar y sanar al
joven. Como podemos ver el Maestro afirma la fe del padre, le enseña que la fe lo llevará a alcanzar lo
que humanamente es imposible. Es la fe en Dios la que nos lleva a alcanzar aquello que no podemos
lograr humanamente hablando.
2) En segundo lugar vemos el poder del clamor a Dios. El versículo veinticuatro nos muestra un
clamor sincero del padre de familia pidiendo ayuda al Señor respecto a su fe.
Esto nos recuerda que cuando veamos nuestra fe tambalear debemos ir a Jesús y renovar nuestra
confianza y fortaleza en él. Separados de Dios nada podemos hacer, por eso no renuncies a tu clamor
Dios escuchará y hará su perfecta obra.
Esto nos enseña una manera correcta y poderosa para orar por nuestros hijos y por nuestra familia.
Debemos orar con fe, usar con autoridad y poder la palabra de Dios, y ella como espada de doble filo
cortará las cadenas de opresión trayendo libertad a nuestra familia.
4) En cuarto lugar vemos el poder de Dios para transformar la crisis en victoria. Muchos decían
“está muerto” pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó. De igual manera debemos orar por aquellos
que están lejos de Dios, sin vida en Cristo, creyendo en la obra de Dios y declarando que Jesús los toma
de su mano para que andén en vida nueva, libres del cautiverio de las tinieblas.
Sermón: Dios desea tu prosperidad integral.
La Biblia nos enseña claramente que la voluntad de Jesucristo es tu prosperidad interior y exterior, esto
lo podemos llamar la prosperidad integral de Dios para sus hijos...
A lo largo de las Sagradas Escrituras podemos ver que el deseo de Dios es el bienestar y goce de sus
hijos, como todo padre él desea la bendición y alegría de sus hijos.
3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma”.
1) En primer lugar es muy interesante ver que en estas palabras el apóstol Juan habla expresando
el deseo del corazón del Padre celestial para cada uno de sus hijos. El deseo de Dios es que tengamos
una vida de prosperidad integral, es decir que podamos prosperar en nuestra alma y en nuestra vida
natural.
La palabra “prosperar” aquí se traduce del término griego “euodoo” que además quiere decir: lograr,
triunfar en los negocios, irle bien a uno, realizar una ganancia. Dios quiere que nos vaya bien en todo.
2) En segundo lugar debemos tener presente aquí la expresión “las ventanas de los cielos” de las
que se nos habla en la Biblia en Malaquías 3:10 "Traed los diezmos al alfolí... y probadme en esto... si no
os abriré las ventanas de los cielos y derramaré bendición hasta que sobreabunde". Cuando Dios dice
“abriré” utiliza una palabra que indica abiertas de par en par (es decir, abiertas completamente).
“Las ventanas” es una expresión en plural que nos enseña que son varias o muchas las ventanas de los
cielos (algunas versiones bíblicas traducen aquí “compuertas” y otras “cataratas”), y cuando son abiertas
del cielo descienden abundantes bendiciones.
Recordemos la palabra de Dios que nos instruye para poner nuestro corazón en el Señor: “no pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos” 1 Timoteo 6:17.
3) En tercer lugar la palabra de Dios en Nehemías 2:20 nos dice "Y en respuesta les dije: El Dios de
los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos".
Palabras que nos recuerdan que la prosperidad de Dios no es simplemente para acumularla, es
necesario ser consciente de que viene para que sirvamos a Dios con mayor disposición y diligencia, para
que seamos canales de bendición y generosos con la casa de Dios; para que la bendición no sea la
prioridad sino Jesucristo quien nos bendice.
Hemos visto pues que la voluntad de Dios es bendecirnos, él desea que seamos prosperados en todas las
cosas. Es fundamental amar a Dios y buscar su presencia, y su palabra la cual nos enseña el camino que
debemos seguir y en él seremos prosperados en abundancia.
31 de octubre de 2019
La bendición y victoria es la voluntad de Dios para sus hijos.
La tierra de la abundancia es la voluntad de Dios para su pueblo. Desde el mismo Edén podemos ver que
el deseo de Dios es la bendición y bienestar de sus hijos, por eso nos enseña una y otra vez los principios
de la prosperidad integral, veamos por ejemplo:
Josué 1:7-8 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en
todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien”.
Dios sacó con mano poderosa a su pueblo de cuatrocientos años de esclavitud egipcia, lo llevó por el
desierto mostrándoles su cuidado y provisión sobrenatural, pero el desierto no era su destino, era una
etapa de transición y de formación solamente.
Cuando están a punto de entrar a la tierra que fluye leche y miel, el Señor le da a Josué varias
instrucciones, no sólo para conquistar la tierra prometida sino para mantener la bendición. Instrucciones
que a su vez también son fundamentales para nosotros hoy día.
Como podemos ver en el versículo siete se le pide a Josué ser valiente y esforzado, pero en este caso no
dice para vencer a los gigantes cananeos, sino para obedecer la ley de Dios. Si Josué observa la ley de
Dios en su caminar, ella actuará como una luz que le impedirá ir por el mal camino.
Y como resultado de andar por el camino de la ley de Dios sería Josué prosperado en todas las cosas.
Aquí, en éste versículo siete la palabra “prosperado” se traduce del término hebreo “sakal” que además
significa: inteligente, sabiduría, triunfo, éxito. Entonces éste término hace énfasis en la inteligencia que
por la palabra de Dios se adquiere para triunfar y tener éxito en la vida.
El versículo ocho nos enseña varias cosas vitales para prosperar. Nos dice que debemos meditar en la
palabra de Dios, esta palabra quiere decir hablar en voz baja, como un murmullo, es casi que orar la
palabra, es reflexionar en ella, es deleitarse en la lectura y reflexión del libro de Dios. De esa manera
siempre la ley de Dios estará en tu boca, como dice inicialmente el versículo ocho.
Luego nos dice: “para que guardes y hagas lo que en él está escrito”. Entonces lo primero es meditar,
luego guardar y posteriormente hacer. Estos tres aspectos se desarrollan de manera consecutiva, es
decir, cuando meditamos la palabra de Dios, poco a poco ella empieza a ser guardada en nuestro
corazón.
Como la palabra de Dios es una semilla poderosa de vida, al ser guardada en nuestro corazón, ella
empieza a generar un cambio, ella empieza a echar raíces y genera acciones coherentes de acuerdo a la
naturaleza de la semilla.
Cuando en la tierra se depositan semillas de maíz, eso dará la tierra (no puedes esperar otra cosa);
cuando en un corazón se siembra maldad, las acciones de aquella persona serán obras de maldad;
cuando en nuestro corazón sembramos palabra de Dios será vida y vida en abundancia lo que
cosecharemos.
Es allí cuando nos dice la Escritura (parte final del versículo ocho) “entonces harás prosperar tu camino y
todo te saldrá bien”. Recordemos que la palabra prosperidad del versículo siete se traduce del término
hebreo “sakal”, pero aquí la palabra “prosperar” no se traduce de éste mismo término, sino de “tsalakj”
que significa: empujar hacia adelante, triunfar.
Entonces en el versículo siete la palabra (prosperidad) hace énfasis indicando la inteligencia y sabiduría
que te da la palabra de Dios, y el versículo ocho nos enseña que el poder transformador de la palabra
nos lleva a acciones coherentes con aquella palabra, esto es obediencia, y por tanto será inevitable la
prosperidad que vendrá sobre ti en todo lo que emprendas.
28 de octubre de 2019
La fe en Dios supera las voces de la ansiedad y de la angustia. 1 Pedro 5:6-9a. El versículo seis
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo”, nos
recuerda la importancia de someternos a la voluntad de Dios, con un corazón manso y humilde, y a su
tiempo y a su manera el Señor nos levantará según su plan para bendición de muchos y gozo de nuestro
corazón...
El versículo siete nos exhorta diciendo “echad toda vuestra ansiedad sobre él”, es decir, toda
preocupación, angustia o aflicción, sin excepción, debemos descargarla o ponerla en las manos de Dios
confiando en él, pues el Señor tiene cuidado de nosotros.
El versículo ocho nos enseña que cuando no somos cuidadosos con esto (por eso dice: “sed sobrios y
velad”), sino que vivimos preocupados, angustiados, llenos de ansiedad, entonces nuestro adversario el
diablo, actúa como “león rugiente” es decir hace escuchar su voz procurando infundir miedo a los
oyentes.
Cuando el diablo logra usar la angustia y el miedo al mismo tiempo contra el cristiano, éste cae en
depresión, en ataques de pánico, en crisis de ansiedad, etc. Por eso “anda alrededor buscando a quien
devorar”, y puede llevar personas a la locura, a al enfermedad, e incluso al suicidio.
La primer parte del versículo nueve nos da un consejo fundamental aquí: “al cual resistid firmes en la
fe”. Esto nos recuerda la importancia de fortalecer la fe mediante la palabra de Dios, por eso el salmista
dijo: “Susténtateme con tu palabra”.
Decide confiar en Dios, en su cuidado y en sus promesas, recuerda él dijo: “No te dejaré, ni te
desampararé, no temas, el Señor es tu ayudador”.
Introducción: Un día el rey Saúl decidió no obedecer las palabras del profeta Samuel, las cuales venían
de Dios, y actuó por sí mismo, lo que le trajo como consecuencia perder la corona. Es vital tomar buenas
decisiones...
Un día Judas decidió vender a Jesús por treinta monedas de plata y perdió su salvación y el privilegio de
ser contado como uno de los doce apóstoles del Cordero.
Nuestras decisiones siempre tendrán consecuencias; por eso es fundamental tomar buenas decisiones.
Ten siempre presente: las buenas decisiones de hoy, construyen tu mejor futuro mañana.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14.
El apóstol Pablo nos dice: “olvidando ciertamente lo que queda atrás”. En el contexto Pablo viene
hablando de aquellas cosas por las cuales él podía alabarse a sí mismo: del linaje de Israel, hebreo de
hebreos, fariseo celoso, irreprensible, pero todo eso lo estima como pérdida por amor de Cristo.
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás” es una expresión nos recuerda que debemos dejar atrás lo
que no es útil para la gloria de Dios. Decide olvidar lo que no te sirve, lo que no te edifica, lo que afecta
tu presente y te impide avanzar.
A veces llevamos por mucho tiempo pesadas cargas sobre nuestros hombros, pesos que por supuesto
nos impiden avanzar con fuerza y en el sentido correcto.
Hablamos de cosas como resentimientos, odios, fracasos, miedos, y heridas del pasado que no hemos
llevado delante de Dios para ser sanadas, o anhelos de nuestro corazón pero que no están en la
voluntad del Señor. Pero también hablamos de actitudes y motivos pecaminosos del pasado que se
consienten en el presente.
Recordemos por ejemplo que la mujer de Lot miró atrás (habiéndosele dicho que no lo hiciera) y se
convirtió en una estatua de sal, la Biblia nos dice: “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él,
y se volvió estatua de sal” Génesis 19:26.
La Biblia nos dice “puestos los ojos en Jesucristo”, no puestos los ojos en el pasado ni en los dolores y
fracasos del pasado. Israel mientras caminaba por el desierto hacia la tierra prometida miraba hacia el
pasado en Egipto con frecuencia, generalmente lo hacía ante los obstáculos del camino.
Dios nos dio una poderosa memoria, por eso la Biblia nos enseña la importancia de guardar las
enseñanzas divinas, pero también nos dio la capacidad para olvidar lo que no conviene recordar, por eso
Pablo dijo: “olvidando ciertamente lo que queda atrás”.
Para poder alcanzar el futuro anhelado, definitivamente hay que cortar con el pasado maligno y
perverso, con el pasado inútil y dañino. Es interesante, pero a veces el peor enemigo de tu futuro es tu
pasado, y lo es en la medida en que se lo permites.
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Es necesario cortar el cordón umbilical que permite al pasado alimentar el presente y detener el futuro.
Durante el embarazo el cordón umbilical es el conducto a través del cual fluye el oxígeno, las sustancias
nutritivas de la madre al hijo, y hasta los residuos de la alimentación del bebe.
Es muy interesante que Dios le habla de ésta manera a su pueblo: Ezequiel 16:3-4 “Así ha dicho Jehová
el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu
madre hetea. Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada
con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas”.
Entonces el pasado cananeo de Jerusalén estaba todavía muy fuerte en el ADN del pueblo de Dios. La
Versión Reina Valera nos dice: “no fue cortado tu ombligo”; la LBLA y la NVI dice: “no fue cortado tu
cordón umbilical” (Canaán significa: ocultismo, idolatría, inmoralidad sexual, violencia, etc).
El ombligo es la cicatriz que queda del corte de nuestro cordón umbilical al momento de nacer. Pero en
sentido espiritual aquel cordón umbilical continuaba fuertemente alimentando el comportamiento y las
actitudes de la ciudad de Jerusalén hacia su Dios.
Por eso es muy importante orar y discernir acerca de las ataduras espirituales, maldiciones ancestrales y
estilos de vida heredados de nuestros padres, pero que no son correctos ni nos ayudan a caminar con
Dios, y sólo en la presencia del Señor y con su poder seremos sanados y liberados.
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Pablo dice: “yo me extiendo hacia lo que está adelante”. Cuando la persona permanece amarrada a su
pasado y a lo ocurrido, entonces no podrá dar lugar a las cosas nuevas de Dios para su vida. Hay
personas que solo hablan de lo sucedido, sólo piensan en lo que ocurrió antes, lo que refleja que su vida
se ha quedado suspendida en aquel pasado.
Quizá porque fue muy bueno y las dificultades actuales o las malas decisiones no le permiten avanzar y
solucionar su vida presente, entonces se refugia en el buen pasado que un día tuvo. O tal vez sólo habla
y medita en el pasado triste y doloroso para excusarse porque ha decido no avanzar.
Para poner algo nuevo en un recipiente es necesario sacar lo que está allí, es necesario dar espacio a lo
nuevo. Así es nuestra vida, debemos sacar lo viejo y lo del pasado que impide avanzar, y permitir que
Dios establezca sus planes y nuevos tiempos en nuestro corazón.
A veces ante los tiempos difíciles miramos con nostalgia y deseo el tiempo de atrás y por eso podemos
decir: “todo era mejor antes”. Algo parecido le pasó a Job, veamos Job 29:1-5, el patriarca piensa en el
buen pasado que tuvo en Dios y se lamenta anhelando aquel tiempo.
Sin embargo la Biblia nos dice al finalizar el libro de Job que “Jehová quitó la aflicción de Job, aumentó al
doble todas las cosas que habían sido de Job… Dios bendijo el postrer estado de Job más que el primero,
porque tuvo 14.000 ovejas, 6.000 camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas… y tuvo siete hijos y tres
hijas, las cuales eran las más hermosas en toda la tierra… Job vio a su descendencia hasta la cuarta
generación, y luego murió viejo y lleno de días” Job 42:10-17.
Vemos pues Dios le dio el doble, multiplicó sus bendiciones más que las primeras; entonces venia el
doble para él, venían bendiciones en abundancia y gran multiplicación.
Pero para Job era difícil ver eso en su tiempo de prueba, pero así es con Dios, no murmures ni te quejes,
mira adelante con fe, sueña y cree en las promesas de Dios, lo mejor para tu vida está por venir, fiel y
todopoderoso es el Señor para cumplir su palabra y sus propósitos.
No dejes de soñar y creer. Israel por el desierto deseaba lo de antes, es decir volver Egipto, donde los
esperaba la esclavitud y la escasez, pero Dios los estaba llevando a la tierra de la abundancia; persevera
y cree en las promesas del Señor, aunque hayan gigantes por delante y los obstáculos sean grandes,
nuestro Dios siempre será más grande.
No dejes de luchar, Dios te dará la victoria
Es fundamental usar las armas espirituales y el sentido común para vencer al enemigo. Veamos lo que
nos dice la Escritura en Nehemías 4:9 “Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos
guarda contra ellos de día y de noche”. ...
La Biblia nos enseña y previene claramente respecto a los ataques del enemigo. Por el Espíritu Santo el
apóstol Pablo nos enseña que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
En este mismo capítulo de Efesios seis se nos habla de la armadura espiritual, acerca de la cual Pablo nos
dice: “Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes”, indicándonos esa actitud de fe y firmeza que en el Señor debemos tener.
Entonces no podemos perder la perspectiva espiritual. Por eso lo primero que hace Nehemías ante esa
conspiración fue orar, nos dice el texto bíblico inicial: “Entonces oramos a nuestro Dios” Nehemías 4:9.
Quizá antes de conocer a Cristo corríamos a pedir ayuda a otros, incluso al brujo y al hechicero, porque
no conocíamos la verdad, sin darnos cuenta acudíamos a los poderes del diablo; pero ahora debemos
acudir al poder de Dios, pues está escrito “ninguna arma forjada contra ti prosperará” el Señor es tu
escudo y tu defensa.
La Biblia nos enseña la importancia de orar, de ayunar, de clamar a Dios. Vemos muchos ejemplos
mediante los cuales el pueblo del Señor alcanzó grandes victorias mediante la oración.
Mientras Moisés oraba en la cima del monte con Aarón y Hur, Josué lograba la victoria sobre los
amalecitas en el valle; por eso no dejes de orar, en Cristo alcanzarás la victoria sobre tu enemigos.
Es importante también que veamos la segunda parte de éste versículo en donde se nos dice que: “y por
causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche”. Nehemías confiaba en Dios, pero también
sabía que debía ser prudente.
“Poner guarda” nos recuerda la importancia de velar y no dormir, espiritualmente hablando. Cuando el
soldado se duerme, el enemigo se infiltra para robar, matar y destruir. Nehemías lo sabía y no descuidó
ninguna entrada a la ciudad: Nehemías 4:13. Debemos destacar la palabra “familias” pues cuando están
unidas y buscan a Dios, el enemigo no prevalecerá.
“Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante
de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por
vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas. Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo
habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro,
cada uno a su tarea”.
Nehemías hace énfasis en la importancia de desechar el miedo y confiar en Dios. Tenían diversos
enemigos, venían por diferentes frentes de batalla, estaban siendo asediados por todos lados, y había
surgido en el corazón de Israel el temor, y por eso Nehemías les dice de parte de Dios: “No temáis
delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible”.
Entonces la mejor manera de desechar el miedo, es hacer memoria, es recordar las grandezas del Señor,
pues con su poder nos ha librado muchas veces, nunca nos ha desamparado y nunca lo hará.
Inmediatamente Nehemías presenta un motivo muy fuerte y valioso para batallar y perseverar: la
familia de cada uno. Dios no quiere ni ha planeado el fracaso de nuestra familia, por el contrario él se
goza en nuestras victorias.
Nos dice la Biblia que “Dios desbarató el consejo de ellos”. Ellos en oculto planearon el mal contra el
pueblo de Dios, pero el Señor estaba escuchando sus planes y los desbarató, sus proyectos fueron
avergonzados, todo aquello les salió mal.
Porque cuando tú buscas a Dios, él te defiende y desbarata los planes de tus enemigos, y más bien los
planes que se cumplirán serán los de Dios contigo.
Finalmente nos dice el versículo quince: “Nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea”, entonces
continúa la obra de Dios hasta construir todo el muro, porque ellos terminaron el muro exitosamente,
no fácilmente; las cosas significativas en nuestra vida no son fáciles, son valiosas. Lo más importante de
todo esto, es que Dios está con nosotros y con él todo es posible.
Conclusión: Tal vez estés resistiendo varios frentes de batalla, tal vez estás viviendo circunstancias
difíciles, quizá hasta aquellos que nunca pensaste hoy son enemigos o se oponen, acércate más a Dios,
él es tu escudo y fortaleza, busca su presencia y él se levantará a tu favor y peleará por ti.
Introducción: David tuvo que huir del rey Saúl por varios años, se escondía en el desierto en diferentes
cuevas y montañas, y aunque el ejército que lo perseguía era numeroso Dios no permitió que ningún
hombre lo tocará ni le hiciera daño, pues el Señor es nuestro escudo y fortaleza. Por eso aunque el
enemigo se levante no debemos renunciar ni huir, mayor es el que está con nosotros...
“Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo
tuvo ánimo para trabajar”.
Como nos dice el libro de Nehemías el pueblo de Israel venía del cautiverio babilónico y estaba
reconstruyendo la ciudad de Jerusalén. Específicamente en este momento estaban reconstruyendo el
muro que protegía a la ciudad de sus enemigos.
El versículo seis nos permite ver que todo el muro fue reconstruido hasta la mitad de su altura, porque
el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Es decir, cuando apareció el desánimo la reconstrucción se detuvo, y
todo quedó a la mitad.
El ánimo es un estado emocional importante, pues mientras éste estuvo latente Israel fue diligente y
esforzado en su trabajo, pero cuando el ánimo decayó se detuvo la obra.
En éste versículo seis la palabra “ánimo” se traduce del término hebreo “leb” que además significa:
corazón, centro de vitalidad. Entonces el ánimo es aquello que impulsa el centro de tu ser para hacer
algo, en contraste, el desánimo es la perdida de ese impulso o fuerza. De hecho ellos perdieron el ánimo
y por eso llegaron hasta la mitad del muro.
Por eso cuando Dios le habla a Israel respecto a ir a conquistar la tierra prometida les dice: “Esforzaos y
cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te
dejará, ni te desamparará” Deuteronomio 31:6.
Entonces nuestras fuerzas, nuestro ánimo y nuestra valentía vienen de la certeza de que Dios va con
nosotros, y que él nunca nos dejará ni nos desamparará. Entonces lo que debemos hacer es fortalecer la
fe en la presencia de Dios, y alimentarnos de su palabra.
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“Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros
de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron
mucho; y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño”.
Vemos en primer lugar que los enemigos se unen para atacar a los israelitas. Nos dice la Escritura que
Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se llenaron de ira al saber que los muros eran
reparados y los portillos comenzaban ser cerrados.
Los muros se levantaban como la protección contra los enemigos, y los portillos eran aquellos espacios o
aberturas por donde podían entrar y salir sin ningún problema, pero aquellos portillos ya no estarían
más abiertos, y por eso su enojo.
La reacción de los enemigos fue conspirar para atacar Jerusalén y hacerle daño. Ellos planearon como
dañar la ciudad, cómo dejarla vulnerable y acabar con la reconstrucción, su objetivo era no permitir que
la ciudad se levantará de nuevo.
Cuando el cristiano decide buscar al Señor y su poder, cuando decide servir a Dios y permitir que el
Espíritu Santo le use para su gloria, entonces el reino de las tinieblas procura oponerse.
El diablo utiliza personas, dardos de fuego, la duda, el desánimo, el cansancio, etc; procurando hacer
que el hijo de Dios renuncie o abandone lo que el Señor le ha encomendado: familia, matrimonio,
ministerio, adoración a Dios, etc.
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Sanbalat: su nombre significa “La diosa Lunar, Sin, ha dado vida” - “La diosa Sin ha sanado”. Samaritano
(por eso su fe mezclada), posiblemente gobernador de Samaria, enemigo de Jerusalén. Representa la
oposición y los obstáculos que el reino de las tinieblas pone para detener la obra de Dios.
Tobías: su nombre significa: “Bondad de Dios” “Jehová es bueno”. Nombre que nos deja ver alguna
influencia piadosa de sus padres, pero en esencia es malvado. De origen amonita, no era hebreo, no era
del pueblo de Dios pero aparentaba serlo.
Los amonitas son recios enemigos del pueblo de Dios. Representa a aquel que con palabras “piadosas”
en su boca, es enemigo de la obra de Dios y de su buena voluntad.
Los árabes: pueblos al sur de Israel, descendientes de Ismael, por eso llamados inicialmente “ismaelitas”.
Enemigos antiguos de Israel (enemistad que nace entre Ismael e Isaac, quienes eran hermanos por parte
de su padre Abraham). Representa a aquellos que siendo familia (natural o espiritual) se oponen a la
obra de Dios.
Amonitas: la Biblia nos enseña que las dos hijas de Lot lo emborracharon, cometieron incesto y
quedaron embarazadas, de la mayor vienen los moabitas y de la menor vienen los amonitas.
Esto es figura o símbolo de aquellas relaciones que Dios no bendice ni respalda. Hay amistades,
noviazgos, negocios, entre otros, que no deben ser porque no cuentan con la aprobación ni bendición
de Dios, y más bien terminarán afectando el plan del Señor sobre la persona.
Los de Asdod: Su nombre significa “fortaleza”. era una ciudad filistea, centro del culto a Dagón. Podemos
decir entonces que Asdod era la fortaleza del dios filisteo Dagón, cuyo nombre quiere decir: grano,
cereal, pez. Para ellos, Dagón era el dios de la agricultura y la pesca. Era quien enviaba o no la provisión
para los filisteos.
Representa a aquel que quiere desplazar a Dios en su papel de proveedor y protector de su pueblo. Al
estar relacionado con la agricultura y la pesca, es un ser que genera ruina, escases, ansiedad,
preocupación y miedo ante la ausencia de provisión. Aspectos que usa para que el cristiano sólo se
enfoque en lo material, descuidando así su vida espiritual.
El cristiano debe ejercer el discernimiento para percibir los ataques del enemigo, y con fe orar y
reprender los dardos del maligno, pues siempre en Cristo somos más que vencedores, de hecho
sabemos por el contexto que Nehemías venció y terminó la obra que Dios le había encomendado
(reconstruir los muros de la ciudad de Jerusalén). El Señor siempre está de nuestro lado y respalda la fe
y la perseverancia de sus hijos.
Introducción: A veces parece que cometemos los mismos errores del pasado, o como algunos dicen
“tropezamos con la misma piedra”. A veces es difícil cambiar esas circunstancias y eso se debe a que
necesitamos la ayuda sobrenatural de Dios...
En otras circunstancias nos damos cuenta que son ataduras espirituales del pasado que afligen nuestro
presente y estancan las bendiciones de Dios. Tengamos presente que Jesucristo apareció para deshacer
las obras del diablo.
1) Las experiencias dolorosas del pasado pueden afectar nuestro comportamiento presente y futuro.
Génesis 42:7a.
“Y José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía”.
José trató inicialmente a sus hermanos con indiferencia. Vemos además, por ejemplo, que el profeta
Jonás no fue a predicar a los ninivitas por su resentimiento hacia ellos… En el caso de Moisés vemos que
él se escondió en el desierto por haber matado al egipcio, allí estuvo durante cuarenta años, hasta que
Dios lo llamó.
Entonces hay situaciones dolorosas o frustrantes que marcan el corazón humano y afectan su
comportamiento y visión de vida. La persona pude volverse agresiva depresiva, rencorosa, temerosa,
entre otros. Por eso es muy importante la sanidad del corazón.
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2) Nuestras palabras pueden ser endurecidas por el dolor causado tiempo atrás. Génesis 42:7b.
“y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de
Canaán, para comprar alimentos”.
El texto bíblico nos dice que José “les habló ásperamente”. Recordemos que “de la abundancia del
corazón habla la boca” entonces por las palabras de una persona podemos ver lo que abunda en su
corazón.
Otras versiones dicen que José les habló “con dureza” - “con rudeza” - “bruscamente” – “les hablo de
manera muy dura”. Esto nos enseña que con cara seria, con un tono de voz fuerte y con rudeza les
preguntó de dónde venían.
El enojo de corazón, los resentimientos y la amargura llevan a la persona a hablar con rabia, con
sarcasmo, con sátiras y palabras burlescas, lastimando, ofendiendo y humillando a las otras personas.
Las palabras duras y un comportamiento recio pueden ser el reflejo de un escudo de protección de un
corazón que ha sido lastimado y procura reaccionar para no ser herido más veces. Sin darse cuenta, que
todo esto produce más bien un mayor rechazo en los demás.
3) Los deseos de venganza pueden guardarse en el corazón por muchos años. Génesis 42:17.
José fue vendido por sus hermanos cuando él tenía diecisiete años, luego fue sacado de la cárcel por
faraón para que interpretará su sueño cuando tenía treinta años, ahora han pasado los siete años de
abundancia y van dos años de sequía y hambre, en total a esta altura José tiene treinta y nueve años.
De manera que ha guardado en su corazón un resentimiento, o un enojo o una decepción hacia sus
hermanos por veintidós años. Cuando los tiene nuevamente delante de él los manda a la cárcel por tres
días. De alguna manera ellos sentirían lo que él había sentido cuando lo metieron en aquella cisterna.
El ser humano ante el dolor causado en el pasado o ante la traición, puede consolarse albergando en su
corazón el deseo de tomar venganza el día de mañana. De hecho, puede eso llegar a convertirse en un
objetivo de vida.
Pero estas cosas, los deseos de venganza, el resentimiento, el rencor o la amargura, afectan la vida, la
salud y la persona aunque tenga muchas bendiciones no puede disfrutarlas plenamente, porque hay
heridas en su corazón.
El Salmo 147:3 nos enseña que Dios es quien sana el corazón lastimado (fueron los hermanos de José
quienes lo lastimaron, las heridas más fuertes son las recibidas de los seres que amamos).
Dios no sólo es sanador, él desea tu sanidad y tu bienestar, él desea que tú disfrutes sus bendiciones, no
quiere que las heridas del corazón se roben tu paz y tu gozo, y que sean estrobo o impedimento para tu
bendición, por eso dice Jeremías 33:6 “He aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les
revelaré abundancia de paz y de verdad”.
José perdonó a sus hermanos, él ahora podía disfrutar de la bendición plena de la abundancia que Dios
le había dado, y sus hermanos con toda su familia se fueron a vivir a la tierra de Gosén en Egipto.
Génesis 45:4-5, 9-11
“Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José
vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme
vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros…
Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven
a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de
tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años
de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes”.
Es muy interesante tener en cuenta aquí que la palabra “Gosén” es sinónimo de: tierras fértiles, tierras
de pastos, tierras de lluvia, tierra de provisión, entre otros.
Cuando arreglamos nuestras cuentas con Dios, cuando permitimos al Señor sanar nuestro corazón y nos
despojamos de las heridas del alma, entonces somos introducidos en tierra de bendición, provisión y
abundancia, somos introducidos en tierra fértil. Aunque haya sequía en el mundo, los cielos estarán
abiertos para ti.
Conclusión: No permitas que los resentimientos o la amargura detengan tu vida, ni estorben tus
bendiciones, acércate al señor, al sanador por excelencia y bendice a tus enemigos, él Señor se
encargará del resto y la bendición en tu vida y en tu casa fluirá.
b) Pero a medida que pasan los días nos enfrentamos con la realidad de vivir en pareja, empiezan a
surgir algunos inconvenientes, diferencias, ofensas, decepciones y detalles que lastiman, y surgen
preguntas: ¿Cómo hacerlo bien? ¿Cómo mantener el amor? ¿Cómo crear bases para un amor duradero?
c) Tengamos en cuenta que esto es un camino, cada día estaremos aprendiendo y viviendo la
experiencia de caminar juntos, decidiendo juntos el beneficio para todos, conviviendo en amor, y es
Dios quien nos puede ayudar en éste desafío.
d) Cuando reconocemos que no podemos solos, que tenemos debilidades como seres humanos y
que necesitamos la ayuda de Dios, hemos dado el primer paso hacia la solución.
e) Nadie nace aprendido y por excelencia Jesús es maestro, por eso con frecuencia cuando se
acercaban al Señor para preguntarle algo se referían a él diciéndole “Maestro”. Él dio su vida en la cruz
por amor, y por tanto es él el mejor maestro para enseñarnos lo que es el verdadero amor.
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f) Quizá tenemos versiones incorrectas del amor, podemos asociar amor con sexualidad, amor con
alcahuetería, amor con cosas materiales, etc. La Biblia nos enseña cómo podemos mejorar como pareja,
veamos tres consejos:
1) Habla con Dios. Es muy importante orar, llevar a Dios nuestras cargas y problemas, él nos
ayudará a manejar las circunstancias difíciles, nos dice la Biblia: “Estén siempre gozosos, oren
continuamente, y den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en
Cristo Jesús” 1 Tesalonicenses 5:16-18.
2) Ama a tu pareja. El mayor poder del universo es el amor, Dios es amor, y podemos ir a él para
que nos de su amor y poder amar a nuestro cónyuge y a nuestros hijos y familia: “Esposos, amen a sus
esposas, así como Cristo amó a la iglesias y se entregó por ella” Efesios 5:25.
La Biblia nos dice: “Sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como
Dios los perdonó a ustedes en Cristo” Efesios 4:32.
Introducción: Seguramente en nuestra vida cristiana aparecen tiempos en donde podemos hallarnos
secos y sin fuerzas para buscar y servir a Dios. Cuando nuestro corazón no se preocupa por la oración,
por la palabra de Dios, por congregarse o por servir a Dios, es porque el corazón ha caído en la rutina
religiosa...
Sin darnos cuenta nuestra vida espiritual se ha enfriado y no hay pasión por las cosas de Dios. Hemos
descuidado nuestro primer amor, como le sucedió a la iglesia de Efeso. Es allí, donde debemos acudir a
Dios y buscar la renovación que viene del Espíritu Santo.
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no
soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”.
Juan el bautista como precursor de Cristo, es decir, como uno que vino a anunciar la llegada del Mesías,
nos enseña varias cosas aquí. La primera es que una cosa es el bautismo en agua en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (que hacemos en obediencia al mandamiento del Señor Jesús según
Mateo 28) y otra cosa es el bautismo en el Espíritu Santo y fuego (que según el libro de los Hechos va
acompañado de una señal: el hablar en lenguas).
En segundo lugar podemos ver que aunque el ministerio de Juan el bautista era seguido por grandes
multitudes que venían a él y era reconocido como profeta de Dios, con humildad reconoce que él es un
siervo de Jesucristo, Dios soberano y Todopoderoso, por eso dice “no soy digno de llevar su calzado”.
Esto nos recuerda la importancia de la humildad; Dios se manifiesta y viene con su presencia sobre lo
corazones humildes y que reconocen su condición y necesidad de él. El orgullo y la altivez nos alejan de
Dios y de todos sus beneficios.
Y en tercer lugar vemos la expresión: “él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Esto es muy interesante
no sólo porque nos habla de otro bautismo, sino por la estrecha relación que vemos aquí entre el
Espíritu Santo y el fuego.
El fuego purifica, aviva, ilumina y consume lo malo en el cristiano. Por eso el más interesado en que el
fuego del Espíritu Santo esté apagado es el diablo. Cuando el fuego está encendido el cristiano busca
con pasión la presencia de Dios, sirve con diligencia al Señor, y anhela ver la manifestación gloriosa del
poder de Dios en su vida y en la vida de otros.
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Cosas que apagan el fuego del Espíritu Santo en el cristiano. Efesios 4:30-31.
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
Somos templo del Espíritu Santo y debemos cuidar su presencia en nosotros. Uno de los símbolos del
Espíritu Santo en la Biblia es el fuego, y esto no es en vano, pues Dios lo ha hecho así para recordarnos la
importancia de mantener encendido ese fuego.
Recordemos que en esta misma carta es donde el apóstol Pablo por el Espíritu nos dice: “No os
embriaguéis con vino en lo cual hay disolución; más bien sed llenos del Espíritu Santo” Efesios 5:18.
¿Qué es disolución? Desde el término griego usado aquí, disolución es desenfreno, insensatez,
libertinaje.
Efesios 4:30-31 nos enseña algunas cosas que apagan el fuego del Espíritu Santo en un cristiano:
Amargura (resentimientos escondidos en el alma),
Debemos cuidar de no apagar nosotros mismos el fuego del Espíritu Santo en nuestra vida. Con
frecuencia nos dejamos llevar por nuestros propios pensamientos y nuestros propios argumentos
cayendo así en comportamientos y actitudes que contristan o apagan el Espíritu de Dios.
Vemos aquí la importancia de caminar en amor, en perdón, en tolerancia, y por supuesto en oración. Es
la presencia de Dios donde comprenderemos muchas de las cosas que suceden en nuestra vida, antes
de lanzar juicios o murmurar contra el Señor.
El fuego del Espíritu Santo nos fortalece y da valor para hacer la voluntad de Dios. Hechos 2:1-4.
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un
estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se
les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen”.
Debemos destacar aquí, en el versículo uno, una condición previa al mover del Espíritu Santo, y es
“estaban todos unánimes juntos”, esto nos habla de oración en unidad, estaban unidos ante las
dificultades y la oposición de aquel tiempo, unánimes en perdón y tolerancia, no estaban criticándose
unos a otros o murmurando unos contra otros.
El versículo dos nos dice que de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba, esto nos recuerda a otro de los símbolos del Espíritu Santo que es el viento, y llama la atención
que es precisamente lo que hacemos (soplar o impulsar un viento) cuando queremos avivar o encender
una llama que se apaga. El viento nos recuerda la obra de renovación del Espíritu Santo en el creyente.
El versículo tres nos dice que se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre
cada uno de ellos. Quizá sea complicado definir “lenguas de fuego” pero hace referencia, sin duda, al
hablar poderoso y apasionado que iban a tener los ciento veinte predicando a Jesucristo el Salvador.
A pesar de la oposición y persecución de aquel tiempo la iglesia avanzó sin temor llevando el evangelio
por todo el mundo conocido. Esto nos permite ver que el fuego del Espíritu Santo nos capacita o equipa
para superar los obstáculos y vencer el miedo.
Mantener encendido el fuego del Espíritu Santo en nuestro corazón es muy importante. 2 Timoteo 1:6-7.
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis
manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
A veces los obstáculos del camino, las dificultades de la vida o las pruebas en nuestro andar cristiano
pueden generar un desgaste o fatiga que termina afectando todas las áreas de nuestra vida, familia,
trabajo, servicio a Dios, etc.
Por ejemplo Dios a través del apóstol Pablo le dice a Timoteo: “Te aconsejo que avives el fuego del don
de Dios que está en ti” 2 Timoteo 1:6. Enseñándonos esto que Timoteo estaba pasando por un tiempo
difícil y estaba descuidado el fuego de Dios en su corazón.
El versículo siete nos recuerda que el fuego del Espíritu Santo en nuestro corazón nos hace valientes,
osados, esforzados, y renueva en nosotros el amor y el dominio propio, somos fortalecidos en Dios para
amar y para decir no a las ofertas del enemigo (dominio propio).
Avivar es volver a encender la llama, es renovar la intensidad del fuego, es reactivar la pasión y deseo
por Dios y sus propósitos. ¿Cómo avivar el fuego de Dios en nuestro corazón?
Renovando nuestra comunión con Dios, es decir restaurando nuestra vida de oración. Restaurando la
lectura y estudio de la Biblia. Congregándonos fielmente. Fortaleciendo nuestra vida de adoración a
Dios. Recuerda que en una zarza ardiendo en un fuego que no se apagaba, en la soledad del desierto fue
que Dios restauró el llamado de Moisés.
Timoteo debía renovar el fuego de Dios en su corazón. Esto es algo que todo hijo de Dios debe cuidar y
procurar, recordemos que en el Antiguo Testamento respecto al altar Dios dijo: “El fuego arderá
continuamente en él, no se apagará” Levítico 6:13.
Cuando en nuestra vida hay fuego de Dios, es tan fuerte que no nos permite siquiera renunciar al
llamado o al servicio a Dios por las dificultades que hayan, fue esto precisamente lo que le pasó al
profeta Jeremías, quien a causa de la oposición y persecución dijo:
“No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un
fuego ardiente metido en mis huesos; traté de soportarlo, y no pude” Jeremías 20:9.
Conclusión: Es tiempo de renovar y avivar el fuego del Espíritu Santo en nuestro corazón, despojémonos
de todo aquello que nos estorba y clamemos a Dios lo nuevo que tiene para nosotros. Amado Espíritu
Santo renueva en nosotros tu fuego, aviva en nuestro corazón el anhelo por la presencia de Dios y su
poderosa obra en nuestra vida.
Confía en Dios aunque todo esté en tu contra
Introducción: Cuando David enfrentó a Goliat no tenía realmente posibilidades de vencer, a no ser por
un milagro de Dios.
David no era un hombre grande de estatura, tampoco había sido entrenado como guerrero, además era
un joven con poca experiencia; pero tenía era una fe sólida en el nombre de Jehová de los ejércitos.
Con aquella confianza en Dios avanzó y derrotó al gigante, porque todo aquel que en Él cree nunca será
avergonzado...
“Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga… y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos
milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero?... y se escandalizaban de él. Pero Jesús les decía No hay
profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros a causa de la
incredulidad d ellos”.
El Señor Jesús decide ir a predicar y ministrar en Nazaret, el lugar donde se había criado. En la sinagoga
de allí Jesús comenzó a predicar y quienes estaban presentes se maravillaban de su sabiduría y poder,
pero lo cuestionaban pues lo habían visto crecer desde niño y no podían creer que fuera el Mesías.
Nos dice el versículo cincuenta y siete que “se escandalizaban de él”. La palabra “escandalizar” se traduce
aquí del término griego “skandalizo” que además quiere decir: ofenderse, rechazar, provocar ira.
Los asistentes a la sinagoga quizá se sintieron ofendidos de ver a uno de los suyos con esa sabiduría y
poder de Dios ¿sería quizá envidia? Probablemente se enojaron al ver que Dios estaba engrandeciendo a
Jesús y no a alguno de ellos.
Lo cierto es que rechazaron el mensaje, las bendiciones y los milagros que Dios tenía para ellos a través
del Señor Jesús. Esto nos recuerda que la dureza de corazón, la soberbia y el egoísmo nos hacen perder
bendiciones que Dios nos ha preparado.
Allí fue donde Jesús dijo: “No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa”. La palabra
“honra” indica: respeto, honor, valoración, estima. Recordemos que Pablo les dijo a los maridos que
deben dar honor a su esposa como a vaso más frágil, y la verdad es que esto se olvida con frecuencia y
se ve ausencia de respeto y valoración en la familia.
El hecho de que sea tu esposa no significa que puedes ofenderla, y el hecho de que sea tu esposo no
significa que puedes irrespetarlo, más bien esa realidad nos motiva a amar y respetar al cónyuge.
Es muy importante destacar lo que nos dice el versículo cincuenta y ocho: “Y no hizo allí muchos
milagros, a causa de la incredulidad de ellos”.
Lamentablemente el Señor Jesús sólo pudo hacer allí algunas pocas cosas, la incredulidad de sus
corazones actuó como una muralla que impidió el fluir del Espíritu Santo en sus vidas, aunque el Señor
había ido para llevar múltiples bendiciones.
Debemos tener en cuenta que aunque éste momento fue triste para Jesús, pues los suyos lo estaban
rechazando, esto no lo detuvo, el Maestro siguió adelante con su ministerio porque esa era la voluntad
de Dios.
Tengamos en cuenta que esto sucedió en Nazaret, ciudad de Galilea. El nombre “Nazaret” significa:
vástago, retoño, brote que reverdece. Nos recuerda que allí el Señor Jesús creció y fue formado como
hombre antes de comenzar su ministerio.
Aquel desprecio y rechazo vivido por Jesús en la sinagoga de Nazaret nos recuerda que estos son
eventos que nos ayudan a madurar, quizá sean momentos difíciles y dolorosos, pero todo esto forma en
nosotros el carácter de Cristo.
Aquel que sigue y sirve a Dios encontrará obstáculos en el camino, incluso hallará personas que no
creerán en lo que hace, ni creerán en Aquel que predica, pero lo más importante no son los obstáculos
del camino sino hacer la voluntad del Señor, lo más importante es que Dios, quien lo envió va con él.
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Nos dice este pasaje que en aquel tiempo Herodes el tetrarca había encarcelado y encadenado a Juan el
bautista. La razón era que Juan le decía que no estaba bien haber dejado a su esposa para tener por
mujer a Herodías, pues era la mujer de su hermano Felipe.
Herodes al rechazar a su esposa legítima, hija del poderoso rey Aretas, rey de los nabateos, provocó una
guerra que estaba perdiendo y fue el gobernador romano de Siria, Vitelio, quien evitó su derrota total.
Es decir, la decisión de Herodes provocó casi la caída y destrucción de su gobierno. Las malas decisiones
producen malos resultados.
Nos dice el versículo cinco que Herodes contemplaba la idea de matar a Juan, pero no lo hacía por temor
al pueblo ya que ellos lo consideraban profeta de Dios. El mensaje de Juan el bautista no caía muy bien,
pues era un mensaje de arrepentimiento.
Herodes el tetrarca, representa al que persigue a los profetas, uno que se opone a los ministros y
enviados del Señor. Uno que usa su poder e influencia para impedir el avance del reino de Dios. Por
supuesto, detrás de él estaba operando el reino de las tinieblas.
Recordemos que Herodes el tetrarca, era hijo de Herodes el grande quien ordenó la matanza de los
niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores en su afán por darle muerte al niño Jesús.
Vemos pues en estos “Herodes” unos instrumentos de muerte y oposición contra la obra de Dios.
A pesar de que el profeta Juan bautista estaba preso y con una probable sentencia de muerte sobre él,
el Señor Jesús seguía predicando el evangelio del reino y ministrando sanidad y liberación.
Esto nos recuerda que la fe en Dios nos hace prevalecer sobre la oposición. Confía en Dios aunque el
enemigo ponga obstáculos y diseñe planes para detenerte, más grande es el que está en ti que el que
está en el mundo.
Este pasaje nos enseña que en uno de los cumpleaños de Herodes el tetrarca la hija de Herodías,
llamada Salomé, danzó delante de todos un baile sensual y agradó a Herodes, quien como
acostumbraban los reyes persas le prometió con juramento darle lo que pidiera, hasta la mitad de su
reino.
El nombre “Salomé” es la forma griega del término hebreo “Shalom” que significa paz, por eso su
nombre “Salomé” quiere decir: tranquila, pacifica ¿Cómo es posible que una persona de paz, solicite la
cabeza de Juan el bautista en un plato?
Nos dice la Escritura que ella había sido instruida por su madre Herodías al respecto. Herodías era una
esposa dominante que gobernaba a su marido e imponía sus deseos y voluntad. Herodes el tetrarca
obedecía los deseos de Herodías, era un esposo sometido al carácter de su esposa; esta pareja
HerodíasHerodes, nos recuerda a la pareja Jezabel y Acab.
Esta esposa, Herodías, usó a su hija Salomé (porque una de las características del espíritu de Jezabel es
la manipulación) para lograr su malvado plan: quitarle la vida al profeta Juan el bautista.
Recordemos que el profeta Isaías, nos enseña la tradición, murió aserrado en un tronco hueco por orden
del rey manases, el apóstol Pablo murió decapitado por orden del Imperio Romano, Jacobo el apóstol
murió a espada, entre otros, pero ellos nunca negaron a Dios ni dejaron de confiar y creer en el Señor.
Finalmente Juan el bautista fue decapitado y su cuerpo fue enterrado por sus discípulos, quienes fueron
a Jesús y le dieron la noticia. Estos discípulos seguramente se añadieron al Señor.
Es muy importante tener en cuenta que Jesús había sido rechazado en Nazaret y que por la incredulidad
de ellos no pudo hacer allí muchos milagros; ahora su primo y precursor (uno que anuncia la llegada de
otro más importante) Juan el bautista ha sido decapitado. Seguramente en su humanidad Jesús
experimenta dolor y tristeza, pero esto no lo llevó a renunciar. Jesús siguió adelante con su ministerio.
Nuestra fe en Dios nos hace fuertes, nuestra fe en Jesucristo nos hace ver las cosas con la perspectiva de
Dios, nuestra fe en Dios nos permite ver el tamaño real delos obstáculos y no como el diablo los quiere
presentar, nuestra fe en Dios nos permite perseverar y alcanzar lo que el Señor nos ha preparado.
Confía en Dios, su poder siempre hará que sus planes se cumplan. Confía en Dios aunque los demás no
confíen en ti. Confía en Dios aunque la oposición sea fuerte, él siempre te librará. Confía en Dios, él es
proveedor por excelencia.
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“Jesús se fue a un lugar desierto y apartado pero multitudes lo seguían… y sanó a los que de ellos
estaban enfermos… Jesús tomó cinco panes y dos peces, levantado los ojos al cielo, bendijo, y partió y
dio los panes a los discípulos y éstos a la multitud, y comieron como cinco mil hombres, sin contar
mujeres y niños”.
Eran tiempos difíciles, la persecución se escuchaba venir, ya no contaba Jesús con Juan el bautista, y se
apartó a un lugar desierto y solitario; aun así la gente se enteró de donde estaba y lo siguió a pie desde
las ciudades.
De pronto el Señor Jesús se vio rodeado por una gran multitud y lleno de compasión por ellos sanó a
quienes estaban enfermos. Así que muchas personas salieron de las ciudades con la esperanza de recibir
un milagro de Jesús, y superaron su malestar o dolor hasta llegar a donde estaba el Maestro.
Aquel esfuerzo para llegar hasta donde estaba Jesús fue una evidencia de su fe y confianza en el poder
del Señor Jesucristo. Él no cambia él sigue haciendo milagros. Jesús no permitió que la tristeza por la
pérdida de su primo y colega de ministerio detuviera el plan de Dios.
La fe en Dios puede verse afectada por la tristeza, por las preocupaciones, por la angustia, etc, pero todo
eso debemos llevarlo a Cristo, pues estas cosas debilitan la fe y a la persona afligida le cuesta creer en el
milagro.
En aquel mismo día cuando empezaba a anochecer sus discípulos le dijeron al Señor que despidiera a la
multitud para que fuera a las aldeas a comprar pan. Jesús les dijo: “dadles vosotros de comer”, ellos
respondieron: “sólo tenemos cinco panes y dos peces”.
Jesús tomó aquellos pocos recursos, levantando los ojos al cielo los bendijo y dio a sus discípulos para
que repartieran a la multitud y todos comieron, incluso sobraron doce cestas llenas.
Mediante un gran milagro el Señor Jesús alimentó a unas quince mil personas. Jesús es proveedor por
excelencia; el lugar era desierto, el día estaba terminando, había muy pocos recursos, pero Jesús tiene el
poder para tomar lo poco y multiplicarlo. Cuando no sabemos qué hacer, debemos acudir a Cristo él
sigue haciendo milagros.
Es allí cuando debemos ir a Jesús, él nos dará la fuerza para avanzar y vencer, él hará el milagro cuando
nosotros no podemos hacer nada más. Confía en Dios aunque todo esté en tu contra, la fuerza que
viene de él te hará avanzar y vencer.
La paciencia es una virtud poderosa y especial
Introducción: Muchos planes nunca llegan a cumplirse, aunque su motivación puede ser muy buena. En
otros casos podemos ver que hay grandes proyectos que aunque son liderados por personas o equipos
con grandes talentos y capacidades nunca se hacen realidad ¿Por qué? La mayoría de las veces se debe a
la falta de constancia o perseverancia...
Más bien al mirar la historia de la humanidad podemos hallar que aquellos que alcanzaron cosas
significativas tuvieron como característica: la perseverancia. Ésta es una virtud necesaria en todos los
aspectos de la vida, incluyendo pequeñas cosas y planes del diario vivir.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos
de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante”.
Palabra traducida del término griego “jupomone” que además significa: resistencia alegre, perseverancia
con esperanza, constancia, mantenerse firme ante la oposición.
Vemos entonces que la paciencia bíblica es aquella que capacidad de soportar con una actitud de fe y
esperanza en Dios. Es una perseverancia confiada en la victoria final que el Señor traerá. Es aquella
virtud que capacita al creyente para permanecer a pesar de los obstáculos y la oposición.
La paciencia no es un esperar con frustración o con enojo; tampoco es aguantar esperando lo peor, ni
sufrir la espera, sino perseverar con gozo y fe esperando lo mejor que viene de la mano de Dios.
El mismo versículo uno nos invita a mirar aquellos héroes de la fe del Antiguo Testamento quienes por la
fe y la paciencia alcanzaron las promesas de Dios.
Cuando consideramos sus vidas la misma Escritura registra sus debilidades y errores, pero ellos
decidieron creer en las palabras de Dios y esa fe los hizo perseverantes hasta ver el cumplimiento de la
promesa.
Recordar y meditar las promesas de Dios alimenta la fe, la esperanza y la visión; así como pensar sólo en
los fracasos alimenta los miedos, la incredulidad y la certeza de la ruina.
En esta ocasión el Espíritu Santo nos recuerda que la vida cristiana es como una carrera atlética en la
que se nos aconseja despojarnos de todo peso y de todo pecado, pues estos nos estorban y desgastan
para correr el camino que Dios nos ha trazado por delante.
De por si correr la carrera ya es un desafío que requiere fortaleza y perseverancia, pero además en el
camino hallaremos obstáculos, peligros y oposición, ésta realidad debe llevarnos a concientizarnos sobre
la necesidad de correr con Cristo, su compañía no sólo nos da la fuerza suficiente sino que nos asegura
la victoria ante el enemigo.
Entonces la perseverancia tiene su fuente de fortaleza en Cristo mismo y es renovada como resultado de
la comunión con él. Por eso el Espíritu Santo nos anima a orar con perseverancia diciendo en la Carta a
los Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
perseverancia”.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió
la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
Como podemos ver en la primera parte del versículo dos, se nos enseña la importancia de poner
nuestros ojos en Jesucristo. Él es el comienzo y final de nuestra fe, él es el origen e inspira toda
esperanza. Por eso es nuestra inspiración.
Jesucristo es quien nos impulsa con su fuerza cuando pensamos en desmayar, él es quien renueva en
nosotros el deseo de perseverar y luchar a pesar de todo.
Cuando miramos su testimonio y ejemplo revelado en los evangelios nuestra confianza y esperanza
toman nuevas fuerzas, y nuestra fe en Dios se renueva.
El versículo dos nos dice que el Señor Jesús experimentó con gran dolor la cruz, el oprobio (es decir la
vergüenza y la deshonra) y después se sentó a la diestra de Dios Padre, todo esto lo alcanzó gracias al
“gozo puesto delante de él”.
Para el Hijo de Dios su gozo fue hacer siempre la voluntad de Dios Padre, aunque aquello implicará dolor
y sufrimiento. Recordemos aquí que la paciencia bíblica es “resistencia alegre” entonces el gozo de Dios
fue fortaleza ante los obstáculos que Jesús tuvo que enfrentar, por eso dice la Biblia: “el gozo del Señor
es mi fortaleza”.
Debemos destacar también que la parte final del versículo dos nos dice: “y se sentó a la diestra del trono
de Dios”. Expresión que nos habla de distinción, poder, gobierno y honra.
Todo esto fue alcanzado después de que el Señor Jesús terminó su carrera, esto nos recuerda cuán
importante es ir a la presencia de Dios y renovarnos en él y llenarnos del gozo del Espíritu Santo para
perseverar y alcanzar lo que él nos ha prometido.
La aflicción impide correr con efectividad y constancia; un corazón afligido pierde su esperanza, se
debilita en su fe y más bien piensa en renunciar y dejar la carrera de la fe en Dios.
Por eso nos dice la Biblia que Jesús anduvo sanando a todos los afligidos por el diablo, pues el reino de
las tinieblas aflige al ser humano robándole así toda esperanza de salvación.
Precisamente por su obra en la cruz el Señor Jesús nos dio salvación, libertad y el equipo para perseverar
ante todo obstáculo y adversidad, y aunque haya momentos dolorosos en la vida Jesucristo nos dará la
capacidad de enfrentarlos y superarlos de su mano.
Cuando experimentes frustración o estancamiento en tu vida aparta un tiempo para hablar con Jesús,
cuéntale al detalle tus dificultades, debilidades, miedos y fracasos, esto no sólo te hará más liviano, sino
que renovará tu confianza en Dios, y por tanto tu visión de vida será con esperanza en la buena obra del
Señor a tu favor.
“Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo
no se canse hasta desmayar”.
De hecho en el versículo tres el Espíritu Santo (quien inspiró las Sagradas Escrituras) nos invita a pensar
en profundidad en Aquel (Cristo Jesús) quien experimentó la hostilidad y oposición (contradicción) de
pecadores, para que el desánimo no se adueñe de nuestro corazón.
El Señor Jesucristo enfrentó una continua y fuerte oposición y persecución por parte de escribas y
fariseos, pero su perseverancia arraigada en la certeza de la voluntad de Dios Padre fue superior a los
obstáculos y a la oposición.
Esa perseverancia confiada en el poder y cuidado de su Padre celestial fue premiada con un gran
galardón, pues se sentó a la diestra del trono de Dios. Cristo fue honrado y exaltado, debemos tener
presente esto ante las dificultades terrenales.
En la tierra cuando se desarrollan las competencias mundiales se entregan diversos premios, medallas,
trofeos, premios, etc, pero todo esto es terrenal y pasajero, mientras que los galardones celestiales son
eternos e incorruptibles.
Todo esto debe animarnos a perseverar para no desmayar. Dios recompensa a quien le sigue y le sirve,
él es galardonador de los que le buscan.
Al considerar la vida de los deportistas profesionales podemos ver su dedicación y esfuerzo, así como su
perseverancia, pues dedican su vida a un deporte con muchas horas de entrenamiento diario, deben
abstenerse de muchas cosas y perseverar hasta alcanzar su medalla o trofeo.
Esto nos recuerda las palabras de Dios a Josué: “Mira que te mando que esfuerces y seas valiente”.
Ante este pasaje bíblico vemos cuán importante es poner nuestra mirada en Jesucristo el Señor, él es
nuestra máxima inspiración, su ejemplo y vida es nuestro modelo a seguir.
El Señor se fortalecía continuamente en la comunión con el Padre celestial y logró alcanzar la meta que
tenía por delante. Fortalezcámonos pues en él y esa fortaleza y confianza en sus promesas nos hará más
que vencedores.
Introducción: Recordemos que terminando la Biblia el libro de Apocalipsis en su penúltimo versículo nos
dice: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor
Jesús”. Cristo vuelve y nuestra vida en la tierra debe ser con aquella expectativa para conducirnos
rectamente y vivir de manera agradable al Señor…
La oración nos prepara para la segunda venida de Cristo
Lucas 17:20-25 “Preguntado por os fariseos cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo:
El reino de Dios no vendrá con advertencia… porque el reino de Dios está entre vosotros… como el
relámpago resplandece desde un extremo del cielo al otro, así también será el Hijo del hombre en su
día. Pero primero es necesario que padezca mucho…”.
El contexto nos enseña que el Señor Jesús ha ministrado un poderoso milagro sanando a diez leprosos, e
inmediatamente después de esto los fariseos le preguntan respecto a la venida del reino de Dios.
La respuesta del Señor nos enseña muchas cosas, Jesús dijo en primer lugar: “el reino de Dios no vendrá
con advertencia” es decir la venida primera del Señor Jesús quien anunciaba el evangelio de reino, no
comenzaría con su proclamación como Rey ni con la toma del poder físico del país.
Y en segundo lugar Jesús dijo: “he aquí el reino de Dios está entre vosotros”, indicando que el reino ya
estaba presente y que lo que debían hacer era reconocerlo, el reino de Dios había venido con él y vivía
en medio de ellos.
También nos enseña el Maestro que en aquellos tiempos postreros se levantarán muchos diciendo aquí
está el Hijo de Hombre (Jesucristo) pero eso no será cierto, pues Jesucristo en su segunda venida
resplandecerá como un relámpago brilla de un lado del cielo al otro.
Esta es precisamente una advertencia contra los falsos cristos y falsos profetas que en los últimos
tiempos se levantarán. No podemos negar que hoy día abundan las enseñanzas de error, las herejías y la
conformación de nuevas sectas.
En el versículo veinticinco Jesús enseña que en su primera venida no venía como Rey de reyes a
establecer su reino, sino que venía como Cordero de Dios a dar su vida en rescate por muchos.
Ellos no lograban ver que el Mesías tenía que morir en la cruz primero, y luego sí habría de venir como el
Rey de reyes y Señor de señores para juzgar a las naciones y establecer su reino.
Todo en su tiempo, primero el sacrificio en la cruz y luego la corona en su cabeza; esto nos recuerda que
Dios todo lo hace bien y perfecto en su tiempo. Cristo no se está demorando, él viene en el tiempo
perfecto y como iglesia debemos estar preparados.
2) Jesucristo volverá en un tiempo similar a los días de Noé y de Lot. Lucas 17:26-30.
El versículo treinta nos dice que así como fue en los días de Noé y en los días de Lot, así será la vida en la
tierra cuando el Señor Jesucristo vuelva por segunda vez. De manera que la vida de aquellos tiempos
volverá a manifestarse y esto será una evidencia de la proximidad de la segunda venida del Señor
Jesucristo.
Considerando brevemente la vida de aquellos días en tiempos de Noé y de Lot, como la misma Biblia nos
enseña, podemos decir entonces que serán tiempos en los que habrá:
a) Inmoralidad y violencia extrema. La Biblia nos dice que en tiempos de Noé la maldad se
multiplicó en la tierra, por eso dice Génesis 6:11 “Y se corrompió la tierra delante de Dios y estaba la
tierra llena de violencia”.
b) Vida desenfrenada. Cada vez más el hombre procura vivir sin tener en cuenta a Dios, y por eso
en nombre de sus derechos promueve el aborto, el libre desarrollo sexual, la eutanasia, etc. La sociedad
se dedica a muchas cosas y proyectos buscando su propio éxito y siguiendo sus propias tendencias sin
tener en cuenta el juicio de Dios.
d) La corrupción del matrimonio como institución divina. Vemos hoy día con cuanta intensidad se
defiende y promueve la unión entre personas del mismo sexo, y se fomenta un desarrollo sexual libre,
llegando al extremo de enseñar a los niños no su género sino el que ellos deseen seguir, aunque esto
vaya en contra del Creador.
Este conjunto de cosas hace que el comportamiento de la sociedad mundial sea un mensaje al cielo
similar al tiempo de Noé y al tiempo de Lot. Por lo que podemos pensar que la segunda venida de
Jesucristo está cerca, y por eso debemos preparar nuestro corazón.
La maldad en tiempos de Noé subió al límite de Dios y el diluvio llegó; la maldad en tiempos de Lot subió
al límite de Dios y llovió fuego y azufre; en tiempos actuales la maldad subirá al límite de Dios y el Señor
vendrá a juzgar a las naciones.
Nos recuerda en primer lugar el caso de la mujer de Lot, quien con el resto de su familia recibió
instrucciones de no mirar atrás y salir apresuradamente de Sodoma para evitar el fuego que caería
sobre las ciudades a causa del juicio por el pecado.
La mujer de Lot miró atrás y se volvió una estatua de sal ¿Por qué miró atrás aunque el ángel le había
dicho que no lo hiciera? No sabemos si fue por curiosidad, pero lo más seguro es que miró atrás con
nostalgia por la ciudad de Sodoma y estilo de vida que dejaba allá.
Esto nos enseña que debemos amar más las cosas de Dios que las cosas del mundo, porque estas cosas
son pasajeras, pero las cosas de Dios son eternas.
Por eso dijo el Maestro: “Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la
salvará”; la mujer de Lot no quiso perder su vida en Sodoma y la perdió, pero el que pierde su vida, es
decir, el que se niega a la vida que el mundo ofrece se salvará.
Jesús sigue hablando y dice: “estarán dos juntos… y el uno será tomado y el otro será dejado” y los
discípulos le pregunta a Jesús: ¿Dónde, Señor? Y él les dice: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán
las águilas”. Estas expresiones son una alusión o referencia a un arrebatamiento, lo que nos recuerda
que unos serán reservados para salvación y otros para juicio.
Recordemos que cuando Dios envió el juicio sobre Egipto, libró a su pueblo; Noé fue salvado del juicio
en un arca, Lot fue sacado de la ciudad y así fue librado del juicio que venía, también el pueblo de Dios
será librado del juicio venidero, pues está escrito que: “Dios no nos ha puesto para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” 1 Tesalonicenses 5:9.
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4) La oración es una fortaleza para los tiempos finales y prepara al cristiano para la venida del Señor.
Lucas 18:1, 8.
Debemos tener en cuenta que el Señor termina enseñando las señales de su venida, señales para los
tiempos finales, y ahora en Lucas dieciocho continua enseñando sobre la necesidad de orar siempre y no
desmayar.
Sin duda, nos recuerda el Señor Jesús la importancia de la oración como fortaleza para aquellos tiempos
finales complicados y difíciles. La oración continua, la comunión con Dios es una necesidad y no debe
tratarse con negligencia, ni con indiferencia, pues no sólo es para buscar soluciones de Dios en esta
tierra, sino que nos prepara para la venida del Señor Jesucristo.
Los tiempos postreros son tiempos peligrosos, nos dice la Biblia. De hecho el mismo Señor Jesús dijo: “La
maldad se multiplicará y el amor de muchos se enfriará”, debemos entonces preguntarnos “¿Cómo
mantener vivo nuestro amor?”.
Dios es la fuente del amor y es nuestra fortaleza, y es en su presencia donde somos renovados, y por eso
nuestro corazón permanece sensible para no ser endurecido por el engaño del pecado.
Debemos cuidar nuestra comunión con Dios y ser vigilantes para no caer en la rutina, ni en el frío
religioso, ni en la muerte espiritual, para no perder el discernimiento y llamar “bueno a lo malo, y malo a
lo bueno”, sino que podamos conducirnos con temor y temblor todo el tiempo de nuestra peregrinación
por esta tierra, pues nuestra ciudadanía es celestial.
Recordemos la parábola de las diez vírgenes, en la que cinco de ellas fueron insensatas al no tomar
aceite para sus lámparas por lo que cuando el Señor apareció, ellas no estaban y la puerta se cerró; las
otras vírgenes fueron diligentes al tomar aceite para sus lámparas y cuando el Señor llegó entraron con
él a las bodas.
Es por eso que en el versículo ocho Jesús dice: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre ¿hallará fe en la
tierra?”. Nos habla de aquella fe que ve los tiempos, aquella fe que discierne la proximidad de la venida
del Señor, aquella fe que reconoce la necesidad de orar siempre y no desmayar, es aquella fe que por
creer en Jesucristo y en su segunda venida vela en oración.
Conclusión: No podemos negar que estamos en los postreros tiempos, y como iglesia debemos
mantener preparados para la venida del Señor. Y sin duda, como enseñó Jesucristo nuestro Señor la
oración es muy importante en este sentido. Procuremos la presencia de Dios y allí seremos fortalecidos,
renovados y preparados para nuestro encuentro con el Señor.
Introducción: Con mucha frecuencia tenemos un concepto equivocado del amor, precisamente por eso
cometemos tantos errores. Dios nos ama y por eso como el perfecto Padre forma e instruye a sus hijos,
él lo hace de la mejor manera…
“Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová… Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena
que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. Pero me dijo: Basta, no me hables más de
éste asunto”.
Comentario 1: Tal vez nuestra mente puede pensar cosas como: ¿Por qué Dios no le permite a éste
hombre de 120 años pasar a la tierra prometida? ¿Estando tan cerca porque no puede pasar? Hay cosas
que el Señor hace y nuestra mente no alcanza a comprender, y por eso podemos caer en el error de
cuestionar la sabiduría de Dios o sus métodos.
Comentario 2: Dios es amor, eso lo sabemos pero no del todo lo comprendemos. Quizá por un
sentimiento humano de afecto o cariño Pedro le dijo a Jesús “no vayas a la cruz, en ninguna manera esto
te suceda” pero ante Dios éste horrible y doloroso proceso era necesario.
Quizá en la cumbre de aquel monte fluían de los ojos de Moisés lágrimas de sentimientos encontrados,
de alegría al ver la tierra que Dios le entregaba a su pueblo, al fin habían llegado; y lágrimas de tristeza al
no poder entrar y pisar la tierra que fluye leche y miel.
“Aconteció como ocho días después de esas palabras, tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte
a orar. Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido se hizo blanco y
resplandeciente. Y he aquí dos varones que hablaban con él, éstos eran Moisés y Elías; ellos aparecieron
rodeados de gloria, y hablaban de su partida, la cual iba Jesús a cumplir en Jerusalén”.
Comentario 1: Es muy interesante ver que éste encuentro ocurre entre Jesús, Moisés y Elías. La Biblia
nos dice que hablaban sobre “la partida que Jesús iba a cumplir en Jerusalén”. Entonces hablaban de la
muerte y resurrección del Señor, creo que ellos tenían conocimiento de primera mano al respecto, pues
el fin de sus vidas en la tierra fue muy particular, ya que Moisés fue sepultado por la mano de Dios
directamente (sin intervención humana), y Elías ascendió en un carro de fuego; la muerte y resurrección
de Jesús serían únicas.
Comentario 2: Finalmente Moisés pudo pisar y visitar la tierra prometida, pues este evento ocurre
probablemente en el monte Hermón. Al norte de Israel. Tal vez las cosas no se den como queremos, ni
en el tiempo que deseamos, pero Dios es bueno y fiel. Tal vez Moisés no pudo entrar con Josué a la
tierra prometida, pero aquí viene con el profeta Elías a visitar a Jesús quien estaba no conquistando la
tierra de Israel, sino la salvación para toda la humanidad.
Conclusión: Hay cosas que Dios hace y no son fáciles de entender, pero nuestro corazón debe descansar
en la verdad del Señor, la cual está revelada en su palabra. Ésta nos enseña que él es bueno, Dios es
amor y todo lo que hace lo hace por amor.
Cada crisis o dificultad se constituye en una prueba para el amor que tenemos por Dios, es decir ¿Lo
seguiremos amando a pesar de la adversidad? ¿Seguiremos su camino aunque a veces éste tenga
secciones que nos desagraden? Que podamos decir como pablo antes de partir de ésta tierra: “He
pelado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”.
Introducción: La Biblia nos enseña que cuando Jesucristo vuelva por su Iglesia quiere hallar una “iglesia
gloriosa, sin mancha y sin arruga”. Esto hace referencia a una iglesia que brilla a causa de la gloria divina
en ella; una iglesia irreprensible, en la que el amor por Dios la lleva a caminar en santidad.
Dice además que desea una iglesia “sin arruga”, o sea renovada, sin tradiciones religiosas, libre de
estructuras de hombres y costumbres antiguas con poco sustento bíblico y nada del Espíritu Santo. El
Señor está trayendo nuevos tiempos sobre su iglesia y ésta debe prepararse, pues Jesús vuelve:
Nos dice la Escritura en Marcos 2:21-22 que “Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; ya
que el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. Y nadie echa vino nuevo en odres
viejos, pues el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino
nuevo en odres nuevos se ha de echar”.
Nuestro buen Dios siempre nos enseña y debemos procurar aprender. Las cosas nuevas de Dios requiere
la aceptación sencilla de sus hijos. En ésta oportunidad Jesús empieza desde cosas sencillas para
conducirlos a nuevas verdades. El contexto del texto de hoy es el ayuno que hacían los fariseos y los
discípulos de Juan el Bautista. Cada cosa tiene su tiempo y debe ser con la dirección de Dios.
Por mucho tiempo la iglesia de Jesús ha estado vestida de mucha religión y tradiciones humanas, pero
hoy día el Señor está derramando sobre su iglesia un nuevo vestido, gloria que resplandece, hablamos
de una iglesia que deja ver al Señor Jesucristo, cada vez su poder y presencia aumenta para llevarla a ser
una iglesia sin mancha (es decir santa) y sin arruga (esto es lo nuevo de Dios).
Dios está trayendo una renovación en su vestido a la iglesia, es decir una renovación en la cobertura,
podemos hablar aquí de una nueva generación de hijos y de siervos de Dios con un espíritu correcto
hacía Dios y hacía el ministerio, como lo dijo Pablo: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he
desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”.
Vemos entonces a una iglesia que está siendo llamada a una comunión íntima con su novio, que es
Jesucristo el Señor. Entonces la iglesia debe prepararse pues es llamada a la cámara nupcial y debe
prepararse debidamente para el encuentro con Jesús.
Podemos recordar que Ester, quien posteriormente se convierte en reina durante el gobierno del rey
Asuero, se preparó durante 6 meses en aceite de mirra y seis meses con perfumes aromáticos y
ungüento para presentarse ante el rey (esto representa la preparación de la iglesia, su fidelidad y amor
por Dios que la lleva a vivir en obediencia bajo el aceite del Espíritu de Dios que desprende el mejor
aroma que el novio recibe).
Los odres son recipientes o depósitos de cuero en los que se guardan líquidos cómo agua, leche, vino y
aceite. Cuando éstos son viejos se rompen fácilmente en el proceso de fermentación del nuevo vino, y
Conclusión: debemos preparar nuestro corazón y recibir lo nuevo que Dios trae a nuestra vidas. Ya que a
pesar de la resistencia religiosa Jesús sigue adelante con su propósito. Digámosle a Dios: Me dispongo
como vasija para ti, lléname Señor de tu gloria y poder, aquí estoy para hacer tu voluntad Señor.
27 de septiembre de 2017
Introducción: Cuando el gigante Goliat desafiaba al ejército de Israel ninguno de los soldados hebreos ni
el rey Saúl salían a hacerle frente, todos estaban llenos de temor dice la Biblia. Finalmente David, un
joven sin experiencia en la guerra, pero con fe y valor lo derrotó, porque creyó que Dios iba con él.
La Escritura nos dice: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio”,
es decir el Señor nos ha equipado para superar los miedos…
Comentario 1: La Escritura nos enseña que Jacob había trabajado para Laban por 20 años. Acordaron
que las ovejas que nacieran de ciertos colores serían el pago de Jacob, y el resto sería propiedad de
Laban. Al ver Laban que a Jacob le iba muy bien le cambió el acuerdo inicial diez veces, pero Dios
siempre le daba la mejor parte a Jacob. Nuestra bendición y provisión viene del Señor, y eso debemos
mantenerlo presente siempre.
Comentario 2: A causa de la prosperidad de Dios sobre Jacob, los hijos de Laban y él mismo cambiaron
su semblante. Entonces el Señor le habló a Jacob y lo mandó de nuevo a la tierra de sus padres y le hace
una promesa en Génesis 31:3 “y yo estaré contigo”.
Era una promesa muy valiosa por los peligros del viaje que emprendía. Lo más importante no son las
bendiciones que cosecharemos, sino que la presencia de Dios vaya con nosotros. las otras cosas vendrán
por añadidura.
Comentario: Ahora Jacob se acerca al encuentro con su hermano Esaú, y había enviado unos mensajeros
procurando preparar el terreno y tener un buen encuentro. Los mensajeros le informan que su hermano
viene con cuatrocientos hombres y Jacob “Tuvo gran temor, y se angustió”.
Nos dice la Biblia “gran temor” no fue un pequeño susto, fue un gran temor que invadió su corazón y
alteró todo su ser, la paz de su corazón huyó, y su fe fue afectada tremendamente. Situación que afecta
la toma de decisiones. Por eso es necesario creer en Dios.
Comentario 1: El miedo y la angustia alteran nuestros pensamientos y hasta los latidos del corazón, pues
todo nuestro ser lamentablemente se prepara para lo peor. Vemos una predisposición al fracaso. En
contraste la fe se dispone para alcanzar la victoria y ver los milagros de Dios a su favor.
Comentario 2: El temor y la angustia nos impulsan a tomar decisiones, pero éstas están diseñadas para
aliviar el fracaso que vendrá, y ante la ausencia de fe no se considera una victoria o bendición de Dios.
Por eso Jacob distribuye el pueblo y todo su ganado en dos campamentos, porque decía dentro de sí: “Sí
Esaú ataca un campamento, el otro escapará”. Cuando confiamos en el Señor nuestro corazón descansa
en el poder y en la obra sobrenatural de Dios.
Conclusión: Es necesario creer en Dios, la fe en su poder y soberanía nos levanta sobre los problemas. El
temor permite al enemigo sembrar la incredulidad y una visión oscura y pesimista. Cuando creemos en
el poder de Dios los problemas disminuyen su tamaño y el Señor se hace grande.
21 de septiembre de 2017
Introducción: Puede sucedernos que al manipular algo se nos daña en nuestras manos y al tratar de
repararlo, cometemos un error más, podemos entonces reaccionar con enojo y golpear el objeto, y así
terminamos de dañarlo. En otras situaciones quizá te ha ocurrido que por la ira damos respuestas que
lastiman los corazones. Con cierta frecuencia podemos ser presa del enojo, de la ira o la angustia. Es
necesario con la ayuda de Dios administrar bien este tipo de situaciones. Podemos hacernos ahora una
pregunta: ¿Cómo nos conducimos cuando estamos bajo presión?...
Nos dice la Biblia en Números 20:2-3 “Y porque no había agua para la congregación, el pueblo se juntó
contra Moisés y Aarón. Y hablaron contra Moisés, expresando: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando
perecieron nuestros hermanos delante de Jehová Dios!”.
Los problemas son una realidad del camino, y la mayoría de las veces deseamos no tener que enfrentar
aquello, pero es necesario tener presente que las dificultades nos ayudan a madurar y a crecer como
hijos de Dios. Las adversidades son parte del diseño de Dios para nuestra formación, y por eso es muy
importante ver en cada una de estas una oportunidad para ver el poder del Señor a nuestro favor.
Adelante, Dios va contigo.
Las crisis producen diversas reacciones en las personas. En éste situación las Sagradas Escrituras nos
dicen que “ellos se juntaron contra Moisés y Aarón”, esto representa oposición, rebelión, son actitudes
generadas por el enojo o ira en el corazón de los israelitas. El motivo era que “no había agua en el
desierto de Zin”, el desierto y la escasez de agua produjo ira y enojo. Como sucede con frecuencia en
nuestra vida cuando las cosas no salen como deseamos o esperamos.
En el versículo tres nos enseña la Biblia: “Habló el pueblo contra Moisés”, vemos pues que surge la
murmuración, la calumnia, éstas son palabras en contra de Moisés, y en contra de sus propias vidas,
pues dicen: “ojala hubiéramos muerto”. La Escritura nos enseña que la equivocación de sus antepasados
fue la murmuración, pero ellos no habían aprendido la lección.
Ten presente: No aprender las enseñanzas del pasado, es construir las equivocaciones del mañana; por
eso nos dice también la Biblia: “hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor”.
Vemos además que la presión que ejercía el desierto y la escasez de agua (o provisión) hace que ellos
expresen su enojo e inconformismo del pasado que estaba guardado en el corazón de los israelitas:
¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! (ya que algunos
capítulos atrás habían muerto Coré, Datán y Abiram, su familias y muchas otras personas).
En los versículos 4-5 se pronuncian palabras de desaliento y menosprecio, aunque el mismo Señor iba
delante de su pueblo durante el día en una nube y en la noche con una columna de fuego, decían: “¿Por
qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras
bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar?”.
Cuando la adversidad produce angustia y ésta gobierna el corazón del ser humano, la visión del presente
y del futuro tiende a ser es oscura, triste y de total fracaso, el pueblo todo lo veía mal, y expresan el
deseo de morir.
Ante todo esto lo correcto es buscar la dirección del Señor, nos dice la Biblia que “se fueron Moisés y
Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus
rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos” Números 20:6.
Es lo que debemos hacer, y es allí donde hallaremos fortaleza para continuar, y la dirección para tomar
decisiones precisas y correctas, no dirigidas por la crisis emocional o por la presión de otros, y cuando
seguimos la dirección de Dios veremos su poder manifestarse dándonos una gran victoria.
Reflexión final: Moisés y Aarón representan a aquel que sirve al Señor. Quien sirve a Dios debe procurar
una comunión con él, pues está expuesto a la incomprensión de los demás, a las calumnias, hallará
oposición y lo más seguro murmuración, y puede ser de aquellos a quienes ha servido con amor y
diligencia.
Todo aquel que considera el servicio a Dios no está exento de adversidades, pero puede estar seguro de
la ayuda del Señor. Moisés buscó la dirección de Dios y fue respaldado. Así que no te desanimes, el
Señor está contigo.
14 de septiembre de 2017 El
Introducción: Con frecuencia el enemigo de nuestras almas se levanta procurando engañar y dañar al
pueblo de Dios. Su objetivo es impedir que la bendición del Señor alcance a los hijos de Dios. Sin
embargo el Señor ha prometido Su cuidado y bendición para todo aquel que en él cree y espera…
“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas
de reposo me pastoreará. Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara
y tu cayado me infundirán aliento” Salmo 23:1-4.
Este salmo lo escribe David plenamente convencido del amor y cuidado de Dios sobre su vida. Es muy
interesante la primera frase “El Señor es mi pastor” pues sabemos que el pastor cuida, protege, provee,
dirige, etc, mientras que la palabra Señor nos recuerda que le debemos obediencia, pues es la base de
su señorío. Cuando confiamos en Dios y le seguimos es cuando podemos ver resultados maravillosos y
sobrenaturales.
Así como en tierras palestinas el pastor cuida y dirige el rebaño de ovejas a aguas tranquilas y a verdes
pastos, nuestro Dios quiere dirigir nuestras vidas para que vivamos la paz de Dios rodeados de sus
bendiciones. Es por eso que cuando tomamos el camino equivocado nuestro corazón experimenta
tristeza y desasosiego, pues el Espíritu Santo nos quiere llevar por el camino correcto y del reposo de
Dios.
El versículo cuatro es muy significativo “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal
alguno, pues tu estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirá aliento”. David no dice que nunca
enfrentará tiempos difíciles o días complicados, más bien lo que expresa es que en todo tiempo confiará
en el Señor, no le dará lugar al miedo, pues sabe que es Dios quien hasta aquel día lo ha guardado y lo
seguirá haciendo.
Debemos destacar la expresión “Pues tú estarás conmigo” pues nos enseña la razón por la que David
está seguro y confiado. Es la misma presencia de Dios con él. Sin el Señor nada podemos hacer, caminar
con él no sólo garantiza bendiciones, sino que avanzaremos guiados por él hacia el propósito para el cual
nacimos.
La vara y el cayado del pastor nos dan aliento. La vara no sólo le servía al pastor para apoyarse en ella
cuando el camino era difícil o habían tormentas de arena, también la usaba para defender al rebaño
cuando era atacado por los osos o leones.
El cayado en uno de los extremos tenía forma de “u” y le servía al pastor para rescatar a la oveja cuando
caía en un hueco o pozo, además servía para rescatarla de los arbustos espinosos si allí caía. También el
pastor podía usar la vara o el mismo cayado para traer de vuelta a la oveja que se estaba yendo por el
camino equivocado. Todo esto nos habla del cuidado y protección de Dios por cada uno de sus hijos.
Finalmente este Salmo 23 nos recuerda que cuando ponemos todo nuestro amor y confianza en Dios las
bendiciones no se harán esperar, él nos dará lo mejor de su provisión. Él nos bendecirá y pondrá en
lugar alto, aún en presencia de nuestros enemigos, él ha prometido bendecir y respaldar a todo aquel
que en él cree.
Conclusión: Jesucristo es el buen pastor, él dio su vida por las ovejas, y sus ojos están sobre cada uno de
sus hijos no sólo para cuidarlos, sino también para llevarlos a verdes pastos, esto es al destino de
bendición que ha dispuesto para cada uno.
Introducción: (Sermones para predicar). La Biblia nos dice que en Génesis que en el principio todo
estaba desordenado y vacío, pero el Señor con su gloria y poder transformó aquella situación. En ciertos
momentos nuestra vida está así, es decir desordenada y vacía.
Es entonces cuando debemos acudir a Dios, ya que es él quien puede reordenar y transformar nuestra
situación. Vemos también por ejemplo que después de la muerte de Jesús en la cruz los discípulos
estaban tristes y sin dirección, pero el Señor vino a ellos y todo cambió.
Sermón: Jesús tiene cuidado de ti.
Nos dice la Biblia en: Juan 21:8-10 “Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban
lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando la red llena de peces. Cuando bajaron a tierra vieron
brasas ya puestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: Traigan algunos de los peces
que acaban de sacar”.
El Señor es quien organiza todas las cosas, y él va mucho más allá de los pensamientos del ser humano.
Al considerar el pasaje bíblico de hoy podemos ver que el pez que estaba asando el Señor Jesús no era
de los que ellos habían pescado, ya que cuando descendieron a tierra ya estaba listo así como el pan.
Entonces podemos concluir que el Señor siempre va más allá de lo que nuestra mente piensa o espera.
Ellos estaban viviendo un gran milagro por aquella gran pesca, sin embargo el Señor Jesús les enseña su
poder sobreabundante. Dios es nuestro proveedor, sus milagros bendicen a muchos, siempre el Señor
nos sorprenderá.
El versículo once nos enseña que ellos sacaron “ciento cincuenta y tres grandes peces”, y añade la Biblia
“siendo tantos la red no se rompía”, en el griego bíblico el término usado aquí para “grandes” es
“mega”. En este gran lago habían veintidós clases de peces, y algunos de estos podían ser de un metro
de longitud, entonces podemos pensar en peces de diez o doce kilos.
Según el contexto de éste pasaje los discípulos allí presentes eran siete, y todos comen del mismo
pescado, lo que nos confirma que aquel pez era de gran tamaño. Entonces al hacer cuentas vemos que
tenían ahora una o dos toneladas de pescado. Dios es bueno y poderoso, ellos la noche anterior no
pescaron nada, pero ahora con la dirección y bendición de Dios tienen abundancia de pescado.
Que gran milagro de Dios, sin embargo el milagro más grande ocurre al encontrarse con Jesús: nos dice
la Biblia: “Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber
resucitado de los muertos” Juan 21:14.
Nos dice el texto: Era la “Tercera vez que Jesús se manifestaba”, el número tres en la Escritura indica:
plenitud divina, perfección en testimonio. Entonces es esto una revelación poderosa de Dios a sus
discípulos, es el mismo Cristo dándose a conocer, y esto es glorioso ya que la noche había sido muy
complicada.
Por eso ten presente aunque nuestro tiempo sea oscuro y difícil, debemos seguir confiando en Dios, el
Señor Jesús aparecerá y con su poder transformará todas las cosas.
Introducción: (Jesús hace milagros). Como el mejor maestro el Señor usará distintas personas,
circunstancias y medios para hablarnos y revelar su voluntad y propósito, por eso con frecuencia nos
sorprenderá. Es necesario entonces mantener una actitud correcta y un corazón manso para aprender lo
que Dios nos quiere enseñar…
Nos enseña la Biblia en Juan 21:1-3 “Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto
al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el
Didimo (el Gemelo), Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. “Me
voy a pescar” les dijo Simón Pedro. “Nosotros también vamos contigo” le dijeron ellos. Fueron y
entraron en la barca y no pescaron nada aquella noche”.
En primera instancia vemos a los discípulos sin el Señor Jesús a su lado, y viven una gran ausencia de
dirección, además ellos invierten sus fuerzas y su tiempo sin resultados positivos. Este lago de agua
dulce tenía varios nombres, se le llamaba: mar de Galilea, lago de Genesaret y mar de Tiberias, y se le
menciona mar por su inmenso tamaño al compararlo con el resto del país, pero en realidad es un gran
lago de agua dulce.
Es muy interesante que aquel mar se distinguía por su gran cantidad y variedad de peces, pero aunque
el agua era dulce y los peces muchos, los discípulos pasaban por un tiempo difícil, pues “aquella noche
no pescaron nada”.
La Biblia nos enseña que Jesús llega en el momento justo: “Cuando ya iba amaneciendo, se presentó el
Señor en la playa; más los discípulos no sabían que era Jesús” Juan 21:4. El pasaje nos enseña: “cuando
iba amaneciendo”, tal vez eran las 5:00 o 6:00 a.m. seguramente volvían desanimados y cansados, ellos
“no sabían que era Jesús” pero la mirada del Señor estuvo sobre ellos toda esa noche, a pesar de las
dificultades.
Cuando el Señor nos dirige, los resultados son maravillosos: “él les dijo: Echad la red a la derecha de la
barca, y hallaréis. Ellos entonces la echaron, y no la podían sacar, por la gran cantidad de peces”
(Versículo seis). Vemos entonces una gran diferencia entre “toda la noche que no pescaron nada” y
“cuando echaron una sola vez la red encerraron gran cantidad de peces”, esto nos recuerda que solo
debemos seguir la dirección divina para ver resultados sobrenaturales.
En este lago el Señor Jesús hizo dieciocho de los treinta y tres milagros registrados en la Biblia, pues
donde está la presencia de Jesús cualquier cosa puede pasar. La Escritura nos dice que Pedro “se lanzó al
mar” quizá quería ser el primero en ver al Maestro y hablar con él, para Pedro tuvo más valor la
presencia misma de Jesús que las bendiciones y milagros.
Conclusión: El amor y cuidado de Dios van mucho más allá de una provisión o milagro. Cristo es Dios
todopoderoso, él es nuestro dador de vida, sólo en él tenemos vida eterna. Es necesario permitir al
Señor hacer su obra en nuestro corazón y él sabe cómo hacerlo. Confía en su bondad y poder.
Pon tu vida en las manos de Dios y confía en él
Introducción: Seguramente tenemos muchas cosas por mejorar, y es necesario trabajar en todas las
áreas de nuestra vida de la mano de Dios. El Señor nos ha dado su Espíritu Santo y su poderosa palabra
que obran de manera maravillosa trasformando al ser humano para ser cada día más como Jesús. Labor
que se completará cuando el Señor venga por su iglesia y estaremos para siempre con él…
Comentario 1: La Biblia nos enseña que Pedro, el discípulo de Jesús, una y otra vez cometió errores, y
algunos significativos. De hecho sin discernir llegó a ser usado por el enemigo (cuando Jesús le dijo:
“apártate de mí satanás”). También Pedro fue quien negó a Jesús en tres ocasiones incluso en medio de
malas palabras.
Sin embargo, después del derramamiento del Espíritu Santo en pentecostés fue usado por Dios para
predicar y para que fueran salvadas miles de personas: Hechos 2:38-41
“Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros… y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para todos los que están lejos… Así que, los que con gozo
recibieron su palabra, fueron bautizados; y aquel día fueron añadidas a ellos como tres mil personas”.
Comentario 2: Dios tiene misericordia con cada persona, él es quien perdona nuestros pecados, como
Alfarero divino transforma nuestro carácter, y nos lleva día a día hacía su propósito. Como buen maestro
nos enseña todo el tiempo, aunque a veces nuestro aprendizaje lo hacemos complicado y doloroso.
Pero él siempre está allí para ayudarnos.
Como dice la Escritura “Dios toma lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los fuertes y
sabios, para que nadie se jacte en Su presencia”. Es decir nadie debe quitarle la gloria que sólo a él
pertenece.
(Nota especial: Te invitamos a adquirir nuestro libro “Sanidad para el alma herida”. Una realidad es que
el alma ha sido lastimada o afectada a lo largo de la vida con una serie de experiencias traumáticas y
dolorosas. Ignorar o no considerar esta verdad hace que muchas enfermedades, miedos y complejos
afecten profundamente la vida del ser humano. El Señor ha preparado para ti lo mejor, y la sanidad del
alma es una sus grandes bendiciones. Puedes adquirir éste libro aquí en: SANIDAD PARA EL ALMA
HERIDA ).
Comentario: El apóstol Pedro perseveró en medio de sus falencias aferrado a la gracia de Cristo. En él
podemos ver un instrumento divino que alcanzó a miles de personas para Dios, también escribió dos
epístolas, Pedro se convirtió en el primer líder del avivamiento en la ciudad de Jerusalén, fue una sólida
columna en la primera iglesia: Hechos 2:14
“Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos y
todos vosotros… oíd mis palabras…”. Era Pedro una voz de autoridad y poder de parte de Dios.
Preparó a otros para que le sirvieran al Señor, e instruyó a miles de cristianos a lo largo de su vida, y fue
usado por Dios como dice la Biblia para hacer muchas señales y prodigios entre el pueblo, tanto que
sacaban a los enfermos en sus camas a las calles para que al pasar Pedro su sombra cayese sobre ellos.
Conclusión: Errores, falencias y muchas equivocaciones vemos en la vida de Pedro, pero un día Jesús
llegó a su vida, lo llamó por su gracia, lo formó y lo equipó de manera que su vida fue de gran bendición
para muchos, y aún hoy su ejemplo nos inspira. Como Dios lo hizo con pedro, puede hacerlo con cada
uno de nosotros. Sigue adelante, Dios quiere hacer grandes cosas contigo.
La hija de Jairo y el milagro de Jesús
Introducción: Ante las dificultades surgen varias reacciones, pueden ser huir, quejarse, esperar, airarse o
hacer frente a la situación. Como cristianos debemos actuar con la sabiduría de Dios teniendo claro que
él cuida de cada uno de nosotros, y que antes de que un problema llegue a nosotros, el Señor ya lo sabe
y ha diseñado la salida para la victoria…
Nos dice la Escritura en Lucas 8:40-42 que “Cuando volvió el Señor Jesús, le recibió la multitud con gozo;
pues todos le esperaban. Entonces vino a él varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, quien
se postró a los pies del Señor Jesús, y le rogaba que entrase en su casa; pues él tenía una hija única,
como de doce años, quien estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía”.
Nos dice el pasaje “Cuando volvió Jesús”, y en el contexto nos dice que había salido de Galilea, y venía a
la región de Gadara, lo más seguro es que el Señor volvía a Capernaúm, Su ciudad en Galilea. Los
habitantes de allí conocían Su poder y por eso lo esperaban con alegría.
Podemos ver también que Jairo era el principal de la sinagoga, esto quiere decir que era el
administrador del orden en la sinagoga, y él tenía un corazón humilde, pues “postrándose a los pies… le
rogó a Jesús”, éste hombre tenía una única hija enferma mortalmente y creía a pesar de todo en Jesús y
por eso fue a buscarlo.
La obra de Dios a nuestro favor por lo general debe superar obstáculos, como puede ser la incredulidad,
y junto con ella el temor, el desánimo y la inconstancia. El texto nos dice que le gente le dijo a Jairo: “no
molestes más al Maestro, tu hija ya murió”, y la incredulidad es contagiosa, pues estaba generando
temor y desánimo en el principal de la sinagoga.
Por la gran multitud no era fácil llegar al Señor Jesús. Sin embargo hay otros obstáculos como el orgullo,
pero en éste caso y a diferencia de muchos sacerdotes, principales y fariseos, Jairo fue humilde delante
del Señor.
Nos dice el texto que “se burlaban de Jesús, sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la
mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó”
Lucas 8:53-55. Vemos pues que todo es posible para Dios, allí la gente decía: “ya murió, no se puede
hacer nada, todo se perdió”, pero es el Señor quien tiene la última palabra, es Dios quien sella las crisis
con sus maravillosos milagros.
El Señor Jesús realizo el milagro, y resucitó a la hija de Jairo, y quienes estaban allí quedaron atónitos y
asombrados, aunque nadie creía que fuera posible. Ten presente: “Lo que es imposible para los
hombres, es posible para nuestro poderoso Dios”.
Conclusión: Dios es Todopoderoso, no hay nada imposible para Él. Busca Su presencia, los obstáculos
caerán, y la gloria del Señor se hará manifiesta. Cree y persevera, Dios hará su perfecta y poderosa
voluntad en ti.
Introducción: Juan el bautista es un personaje de la Biblia que cautiva nuestra atención por su estilo de
vestir y su alimentación, nos dice la Escritura: “Y Juan vestía de pelo de camello, y tenía un cinto de
cuero que tenía alrededor de sus lomos; y su alimento era langostas y miel silvestre” Mateo 3:4. Vemos
en su vestido (que era un “manto velloso”) fue un símbolo del ministerio de profeta en el Antiguo
Testamento (por ejemplo fue igual con el profeta Elías), y era esto un símbolo del arrepentimiento...
A) El profeta Juan el bautista fue un enviado de Dios para anunciar a Jesucristo. Éste siervo de Dios
nace 6 meses antes que el Señor Jesús, y su propósito fue disponer los corazones de la nación de Israel
para la aparición del Mesías. La Biblia también nos enseña que Juan el bautista tuvo un nacimiento con
varias señales.
Juan era hijo de Zacarías el sacerdote y por lo tanto podía formarse como sacerdote en Jerusalén
también. Ésta ciudad era la principal en Israel, allí llegaban multitudes, estaban las autoridades
eclesiales, sin embargo Juan el bautista ejercía el ministerio en el río Jordán predicando y bautizando.
Éste profeta tuvo que enfrentar a Herodías, cuyo nombre quiere decir: heroína, campeona, grande. Era
una mujer de carácter prepotente, altiva, soberbia, manipuladora, abandonó a su esposo para contraer
matrimonio con su cuñado.
B) Juan predicaba la importancia de los frutos dignos de arrepentimiento. La Escritura nos enseña
que el Reino de Dios repele y rechaza la religión, por eso nos dice Mateo 3:7-8 que: “Al ver él que
muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”. La
verdadera vida espiritual va mucho más allá de las palabras.
Debemos tener presente aquí que las serpientes huyen del fuego, fariseos y saduceos habían aprendido
a vivir de manera religiosa e hipócrita, sin dar el debido valor y respeto al fuego del Espíritu Santo, y más
bien se acercaban con estas cosas al fuego del juicio del Señor.
Arrepentirse es vital para entrar y disfrutar el Reino de los cielos. En éste pasaje podemos ver que el
Espíritu Santo apremia al arrepentimiento, es esto también una cualidad del ministerio profético, y
cuando recibimos ese llamado del Señor es cuando empezamos a vivir lo nuevo de Dios.
aquí en éste pasaje podemos ver dos clases de fuego: el fuego de la condenación (juicio eterno) y el
fuego del Espíritu Santo de Dios, el primero hace referencia al sufrimiento eterno y el segundo se refiere
a la obra poderosa del Espíritu Santo en cada cristiano.
C) La obediencia del Señor Jesús. El Maestro nos enseña la importancia del diseño de Dios y cómo
se sometió a éste. Jesús reconoció el ministerio de Juan en el río Jordán. Vemos entonces a Jesús actuar
por amor a su Padre Celestial, en obediencia y dice el pasaje: “para cumplir toda justicia”. Entonces era
necesario que el Señor Jesús activara las bendiciones y planes de su Padre mediante su obediencia.
Vemos los poderosos resultados de la obediencia del Señor:
Reflexión final: Dios siempre nos habla (a través de diversos medios) para que sigamos Su voluntad. Él
desea derramar cada vez más de su gloria y poder sobre sus hijos, él espera nuestra obediencia.
Persevera y rinde tu corazón a Dios. Él viene con bendición.
Pero el hombre desobedeció y por eso Dios empieza a desarrollar su plan de salvación… Todo esto es un
plan de restauración. También la Biblia nos enseña que aquel gran escritor del evangelio de San Marcos
es el resultado de una maravillosa restauración. Dios es restaurador por excelencia…
Nos dice la Biblia en Hechos 15:36-38 que “Algunos días después el apóstol Pablo dijo a Bernabé:
Volvamos a visitar a nuestros hermanos en las ciudades en las que hemos anunciado la palabra del
Señor, para ver cómo están. Bernabé quería que llevasen consigo a Juan Marcos; pero a Pablo no le
parecía bien llevar al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra”.
En la Escritura vemos que Dios restaura al que ha caído. Precisamente un siervo que retrocedió fue Juan
Marcos. Éste era un discípulo que comenzó su capacitación ministerial al lado de los apóstoles Pablo y
Bernabé, pero a mitad del primer viaje misionero volvió atrás, tal vez se fatigó, o tuvo miedos, o una
crisis emocional, entre otros). Éste discípulo no renunció a su fe en Cristo, pero sí al llamado misionero
de aquel momento, era muy joven y su servicio al Señor apenas empezaba.
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Lo más seguro es que al empezar su servicio al Señor, Juan Marcos lo hizo con mucha pasión y deseo,
como es normal en una persona nacida de nuevo. Sin embargo un breve tiempo después, la Escritura no
nos dice el motivo, Juan Marcos no pudo continuar en el ministerio. Aquella actitud o decisión no fue
bien recibida por Pablo, quien se disgustó ante la labor que tenían por delante.
Al parecer por el contexto bíblico Bernabé acompañó a Juan Marcos en su proceso de restauración,
instruyéndole con amor y paciencia, así fue capacitándolo para el ministerio nuevamente y ahora quiere
llevarlo de nuevo a la misión, pero el apóstol Pablo no piensa de la misma manera, y el desacuerdo
entre ellos es tal que terminan separándose, Pablo se va con Silas y Bernabé se va con Juan Marcos,
ambos haciendo la obra del Señor.
La Biblia nos enseña que Dios restauró a Juan Marcos, y más tarde es el mismo apóstol Pablo quien
reconoce esto, pues tiempo después le solicita a Timoteo que lo involucre activamente en el ministerio:
“Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio” 2
Timoteo 4:11.
Entonces Pablo acepta y reconoce la buena labor que Bernabé hizo en la restauración de Juan Marcos, y
en aquel momento su aporte y trabajo en la misión apostólica era muy importante.
Según nos enseña la tradición, Juan Marcos el que en una ocasión renunció, fue usado por el Señor y
fundó la iglesia de Alejandría en Egipto, también fundó una Escuela Bíblica en ese lugar y fue el escritor
del Evangelio según San Marcos.
Conclusión: El plan del Señor con cada uno de sus hijos es especial y poderoso, a pesar de lo sucedido no
consideres volver atrás, toma fuerzas en Dios y persevera, al final el plan divino se cumplirá en ti. Dios es
restaurador por excelencia.
Introducción: (Temas para predicar). Dar gracias tiene la facultad según expertos en la psicología
humana de generar mayor felicidad y bienestar personal, así como fortalece la relación con las demás
personas. Según un estudio dirigido por Emmons y McCullough (año 2003) hallaron que el simple
ejercicio de escribir sobre cinco temas por los que estamos agradecidos puede aumentar en un
veinticinco por ciento el nivel de felicidad de la cada persona.
La Escritura nos enseña: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús”. Vemos pues que “Dar gracias” es una alabanza a Dios y contiene un poder especial que
bendice nuestras vidas…
Nos dice la Escritura en Juan 6:1-5 “Después de esto, el Señor Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el
de Tiberias. Y le seguía una gran multitud, porque veían las sanidades y señales que hacía en los
enfermos. Entonces subió el Señor a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la
pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó el Señor Jesús sus ojos, y vio que había venido una gran
multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
a) Las obras de Jesús son sobrenaturales. El Señor anduvo sanando a los enfermos, restaurando al
caído, perdonando a los pecadores, y dando libertad a los cautivos. El poder del Espíritu Santo de Dios
estaba con él. Estas obras o ministerio lo encargó Jesús a su iglesia, y precisamente por eso fue enviado
el Espíritu de Dios en pentecostés.
Estas cosas deben llevarnos a darle gracias a Dios, pues la gratitud es un motivo más poderoso que el
interés propio para seguir al Maestro. Cuando el interés personal es satisfecho, pierde su poder y fuerza
porque es egoísta; en contraste la gratitud genuina mantiene su fuerza, sólo mira la bondad de Dios.
Podemos ver varios casos en los evangelios: el endemoniado de Gadara (él deseaba seguir a Jesús);
vemos también el caso de la ingratitud de los 9 leprosos sanados y el único de los 10 que volvió a dar
gracias al Señor, Jesús dijo: “¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No
hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha
salvado”.
Debemos destacara en éste último caso que éste hombre era samaritano. Esto nos hace pensar sobre la
ingratitud de ser humano, y cuan valioso es para Dios un corazón agradecido.
b) Dar gracias nos hace fuertes en tiempos adversos. La Escritura nos enseña que la fe del hijo de
Dios será probada, el Señor “dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero
esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer”, Juan 6:5-6. Dios siempre sabe qué
hacer.
El Señor Jesús estaba probando a Felipe el discípulo, la palabra probar se traduce del griego “Peirazo” y
significa también: intentar, escudriñar, examinar, someter a otro a una prueba para distinguir su
verdadero carácter. Entonces una prueba es una situación donde sale a la luz el verdadero carácter del
cristiano, no es que el Señor nos haya desamparado, pues la Biblia nos dice que Jesús “sabía lo que
había de hacer”. Dios no desampara a sus hijos.
Es muy interesante ver la respuesta de Felipe, pues evidencia la impotencia de la incredulidad, aunque
podemos ver que al lado está el mismo Jesucristo, Dios Todopoderoso. Tengamos presente que ante las
dificultades, un corazón agradecido se levanta en alabanzas al Señor, por ejemplo David en el desierto y
siendo perseguido escribió muchos salmos adorando a Dios.
En éste pasaje la Biblia nos enseña sobre las acciones de fe. “Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de
Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos” Juan
6:8-9. Entonces podemos concluir que cuando estamos agradecidos con el Señor, las circunstancias
adversas no son tan difíciles, aquí vemos que Andrés (uno de los discípulos de Jesús) trae 5 panes y 2
peces, quizá es muy poco, pero él caminó en fe y es allí donde Dios se manifiesta.
el Señor Jesús espera hallar en nosotros fe, y hay acciones que evidencian nuestra fe en el poder de
Dios, podemos recordar aquí por ejemplo el milagro del paralitico quien fue traído por cuatro hombres y
nos dice la Biblia que “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”,
Marcos 2:5.
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propias debilidades?. Es posible cambiar tu vida y alcanzar tus metas. Éste texto es una herramienta de
apoyo y crecimiento personal que busca renovar la esperanza y la fe en Dios ante las difíciles
circunstancias de la vida. Promoción que va del 15 al 19 de agosto del 2017. Descárgalo sin costo alguno
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c) La gratitud de corazón antecede la gloria de Dios. Más que comprensión el Señor espera hallar
disposición. Vemos que seguramente Andrés veía muy poco lo que había a la mano (hablamos de los
cinco panes y dos peces), él los trajo al Señor Jesús, y es en ese momento cuando Jesús empieza a
actuar. Tal vez el mandamiento del Señor parecía algo ilógico en aquel momento, pues les dijo “Haced
recostar la gente”, los discípulos obedecen, y por hacerlo ellos se convierten en testigos y actores de un
milagro maravilloso.
El Señor Jesús dio gracias por la provisión de aquel momento, la tomó como una señal de la abundante
bendición que vendría, pues “se recostaron como en número de cinco mil varones. El Señor tomó
aquellos pocos panes, dio gracias y los repartió entre los discípulos, y éstos a su vez entre los que
estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían” Juan 6:11.
En la Biblia vemos en varias ocasiones pequeñas muestras de cosas grandes que vendrán, por ejemplo:
La nube pequeña que vio el siervo de Elías cuando iba a llover; el ramo de uvas que los espías trajeron al
regresar de la tierra prometida; también las primicias de la resurrección: Jesucristo nuestro Señor.
Es muy importante y necesario ver cómo Dios ve las cosas, los hebreos por el desierto sólo veían
extensas montañas de arena y continuamente se quejaban, ellos no lograban ver más allá, adelante
estaba la tierra que fluye leche y miel. Aquellos panes son símbolo de la provisión divina, representan su
cuidado.
Los milagros que Dios hace en nuestra vida deben ser bien administrados, nos dice la Escritura que
“cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se
pierda nada” Juan 6:12. Es el Señor Jesús quien instruye a sus discípulos y les dice que hacer ahora. Por
eso debemos administrar correctamente las bendiciones de Dios, pues todo es de él. Administrar bien
los primeros beneficios del Señor, es prepararse para lo que en el futuro vendrá.
Reflexión final: Ante los beneficios y bendiciones del Señor el corazón del hombre debe estar
agradecido. Debemos reflexionar el en cuidado, bendiciones y soberanía de Dios para adorarle y avanzar
en su voluntad, con mucha expectativa de lo nuevo, pues él es Dios Todopoderoso y bueno.
30 de julio de 2017
Introducción: Una gran cualidad que podemos ver en Moisés es que mientras caminó por el desierto con
el pueblo de Israel nunca consideró volver a Egipto, él nunca dijo: “volvámonos a Egipto, pues éste
camino es muy difícil”, en los momentos más complicados más bien lo que hizo fue buscar la presencia
del Señor y esta fue su fuerza. La actitud de nuestro corazón siempre debe ser de búsqueda y
dependencia de Dios…
Nos dice la Biblia en Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado, pero
una cosa hago: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento en Cristo”.
Las dificultades son parte del camino de la fe. Se necesita entonces una firme decisión de no retroceder
si deseamos alcanzar algo importante. Las cosas insignificantes no requieren esfuerzo, ni presentan
obstáculos por superar. Por eso vemos personas con grandes talentos que no logran grandes sueños,
precisamente porque les falta perseverancia. Y podemos ver el contraste, es decir personas que por su
constancia alcanzan metas significativas.
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que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
Como podemos ver según Filipenses 3 Pablo perseveró a pesar de todas las dificultades. El apóstol
escribe ésta carta a la iglesia de Filipos desde la cárcel. Vemos que él ha experimentado naufragios, fue
traicionado, apedreado, en peligro muchas veces, rechazado, etc; pero nunca renunció a la fe en Cristo
ni a su servicio al Señor. Su decisión de perseverar hasta el fin fue segura y firme, por eso dijo: “Prosigo a
la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Es muy importante la expresión: “olvidando lo que queda atrás”, pues esto es un ejercicio de nuestra
mente. A veces se recuerda con mucha frecuencia el pasado y que hoy no es útil, como heridas y
ofensas, desordenes de la vida anterior, antiguos novios (as), o anhelos equivocados del corazón, más
bien el pasado debe ser un testimonio para ver el contraste con la nueva y maravillosa vida en Cristo.
Los deportistas de profesión invierten muchos años de su vida ejercitándose y capacitándose para
alcanzar una medalla o triunfo olímpico, incluso pueden fracasar una y otra vez antes de lograrlo. Pero
creen y anhelan en que su perseverancia será premiada un día. El apóstol Pablo nos enseña que en
nuestro caso el premio es Jesucristo mismo, por eso con la fuerza de Dios debemos perseverar, ya que
no hay más grande tesoro que Cristo mismo.
Conclusión: La Biblia nos enseña que seguir a Cristo implica perseverancia, ya que hay obstáculos en el
camino. Pero Dios ha prometido estar con nosotros, él multiplicará nuestras fuerzas, y nuestra fe.
Recuerda que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que Cristo
nos ha preparado.
Introducción: (Sermones). La Biblia nos enseña que Moisés empezó a desarrollar lo que Dios le había
delegado, lo hacía en compañía de Aarón, su hermano.
Es muy interesante ver que Moisés tiene que enfrentar un temor de antes, ya que 40 años atrás él salió
huyendo de la tierra de Egipto y del Faraón, pero el Señor lo envía revestido de Su autoridad y poder.
Asunto que nos recuerda que en el servicio al Señor y para vencer los temores, no basta con buenas
intenciones, se requiere el poder del Señor. Veamos:
Nos dice la Biblia en Éxodo 5:1 que “Después Moisés y Aarón entraron en presencia de Faraón y le
dijeron: Jehová, Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto”.
Para aquel tiempo Israel ha estado sometido a los egipcios por 400 años, y el Señor demanda la libertad
de su pueblo para que le adore en el desierto, Dios le dice a Moisés: “Entonces tú le dirás de mi parte al
faraón: Israel es mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo para que me rinda culto” Éxodo
4:22-23a, esto nos enseña que con dificultad se puede rendir culto al Señor en el cautiverio.
Por eso cuando nuestro espíritu es libre del señorío de las tinieblas y vivificado por el Señor Jesús, puede
levantarse y adorar al Todopoderoso. En muchas ocasiones nuestro culto a Dios enfrenta diversos
obstáculos y enemigos:
El plan y anhelo de Dios es que la nación de Israel, su pueblo le “celebre fiesta en el desierto”. En ésta
caso la palabra fiesta desde el idioma hebreo traduce “celebración cultica o solemne” por tanto el Señor
busca una celebración en su honor, el desea que sus hijos se gocen en su presencia.
Es muy interesante ver que el escenario que Dios escogió, el desierto, este implica soledad, dificultad,
escasez, sin embargo al recordar los milagros poderosos de Dios en aquel desierto, podemos ver que fue
un espacio planeado por el Señor para revelar Su gloria y poder a su pueblo.
Conclusión: El Señor es libertador por excelencia, con Su poder y gloria quebranta los obstáculos que
impiden nuestra comunión con él. Por encima de tu difícil condición, ora y adora Dios, él sin duda viene
en tu ayuda. No hay desierto difícil para Dios.
Introducción: La Biblia nos enseña que Dios viene al encuentro del ser humano, por ejemplo Moisés
experimenta la visita del Señor. Dios llega en el tiempo justo para liberar a Israel y también para hacer
libre a Moisés de sus miedos y complejos, que lo han tenido aislado y escondido en el desierto por 40
años. Él estaba casado y con dos hijos, ejercía un oficio (Moisés era pastor de ovejas), pero el Señor no
lo había diseñado para vivir escondido en el desierto, todo aquello era temporal, los planes divinos son
grandes con cada persona…
Sermón: Dios nos ayuda en tiempos difíciles.
Nos dice la Biblia en Éxodo 3:1-5 “Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián;
condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. Y el ángel
del SEÑOR se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza… Entonces Moisés dijo: "Me
acercaré ahora para ver esta maravilla (gran visión), por qué la zarza no se quema". Cuando el SEÑOR vio
que Moisés se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: "¡Moisés, Moisés!" Y él
respondió: "Aquí estoy." Entonces Dios le dijo: "No te acerques aquí. Quítate las sandalias de los pies,
porque el lugar donde estás parado es tierra santa”.
a) El Señor no es Dios de accidentes o casualidades. Moisés llegó hasta Horeb el monte de Dios (la
palabra Horeb significa: desierto, soledad, montaña del terreno seco). Y es en éste lugar donde Moisés
escucha a Dios, aspecto que nos recuerda la importancia del silencio, del retiro, de apartarse al secreto
para escuchar la voz Dios.
b) La Biblia nos dice que se le manifestó Dios en una llama de fuego en una zarza que no se
consumía. Vemos pues que Dios sabe cómo llamar la atención del ser humano (ya que era justamente la
zarza la usada para avivar el fuego, pero en éste caso no se consumía).
c) Continua Dios hablando y le dice: “Quita el calzado de tus pies”, los zapatos son figura del
caminar de Moisés (entonces sus pies sucios quedan expuestos, los zapatos que lo habían llevado por
otro sendero del plan de Dios debe quitárselos. Y quitárselos indica “despojarse de”, entonces fue un
momento para arreglar algunos asuntos con el Señor).
La Escritura nos dice en Éxodo 3:7-8 “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo… y he
escuchado su clamor… he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos… y llevarlos a una tierra
buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel”. Dios es bueno, sus planes son buenos, por eso podemos
confiar en él.
Vemos que Moisés e Israel habían perdido toda esperanza de libertad y de un verdadero cambio de vida.
Entonces mientras ellos concluían en su mente seguir cómo esclavos, el Señor ya estaba empezando su
plan de liberación, por eso nos dice la Escritura: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son más
altos mis pensamientos que los vuestros”.
Conclusión: El Señor creó a todas las personas con un gran plan, pero cosas como ofensas, heridas,
complejos, etc, viene para detener o dañar el plan divino. Sin embargo Jesús es restaurador por
excelencia, él viene a recordarte tu diseño y propósito. Dios está contigo y te fortalece.
18 de julio de 2017
Introducción: Los problemas de la vida generalmente producen desánimo, y son las palabras las que
dejan ver el estado del corazón.
Por ejemplo Pedro creció a orillas del Lago de Genesaret (también denominado Mar de Galilea), allí él
aprendió el oficio de pescador y por lo tanto conocía muy bien aquel lago, sin embargo no estuvo exento
de enfrentar obstáculos, pero Dios siempre está allí para ayudarnos y enseñarnos...
Sermón: Jesús transforma el fracaso en victoria.
Nos dice Lucas 5:4-6 “Al terminar de hablar dijo a Simón: "Sal a la parte más profunda y echen sus redes
para pescar". Simón le respondió: "Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos
pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra) echaré las redes". Cuando lo hicieron, encerraron
una gran cantidad de peces de modo que sus redes se rompían”.
Seguramente Pedro pudo haber pensado muchas cosas, por ejemplo: “Él es un carpintero, yo soy un
pescador”, “Yo sé muy bien a qué horas es la pesca en éste mar”, “Estamos muy cansados para
intentarlo otra vez”, etc. Aquella noche fue difícil, sin resultados, ellos están cansados, durante toda la
noche no pescaron nada.
Pero aquella mañana el Señor Jesús llega justo al lugar dónde estaban los pescadores aseando sus redes,
y el Señor entra a la barca de Simón (por supuesto esto no fue una coincidencia), y desde allí enseñaba a
la multitud que había venido a él, sin embargo Pedro estaba desanimado, fatigado y sin pescados en su
barca.
Es muy interesante que en medio de la dificultad Jesús nos hace mirar hacia el futuro, y vemos aquí que
él usa su palabra para activar la fe en nuestro corazón. Vemos que Pedro dice: “… más en tu palabra
echaré la red”.
La Biblia nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera (esto indica futuro) y la convicción de lo que
no se ve (esto nos habla del presente), entonces la fe nos conduce para vivir de manera victoriosa en el
presente y a mirar nuestro futuro con esperanza y confianza.
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que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
El Señor Jesús ha estado enseñando y Pedro también ha escuchado. Al concluir la enseñanza, el Señor le
dijo a Pedro: “boga mar adentro”, es algo así como: “no te quedes aquí, inténtalo de nuevo”. ¿Cuál era
la diferencia ésta vez? Pues era la misma barca y el mismo lugar, las mismas redes, pero la diferencia era
que ahora el mismo Señor Jesús estaba con ellos.
En ciertas situaciones el Señor permite que nuestra experiencia o capacidad fracase, para mostrar su
poder. La Biblia sigue diciendo que ellos “encerraron gran cantidad de peces”. Pedro era un pescador
nacido allí, él tenía toda la experiencia, las capacidades, pero el único Todopoderoso es Dios, y
precisamente por eso de él es toda la gloria y la honra.
Conclusión: Es muy importante acercarnos a Dios con humildad y confianza, con el deseo de seguir su
dirección y consejo. Él quiere llevarnos al destino maravilloso que nos ha preparado.
13 de julio de 2017
Introducción: El texto de hoy nos permite concluir que debido a su situación en oscuridad e impotencia,
rechazo y soledad, el ciego de Betsaida no esperaba ni creía en un milagro. Tal vez esperaba la muerte
desde su triste condición. A veces a la dificultad le permitimos ser más grande de lo que realmente es.
Pero el Señor Jesús ministró a ésta persona y fue restaurado plenamente, Dios es todopoderoso…
La Biblia nos dice: “Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que lo tocase. Jesús
tomando la mano del ciego le llevó fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima
y le preguntó si podía ver algo. Él le respondió: Veo los hombres como árboles, pero los veo que
caminan. Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo mirar, y fue restablecido, y podía ver
de lejos y claramente a todos”.
La Biblia no nos dice cuánto tiempo llevaba así, tampoco nos muestra la causa de su enfermedad,
probablemente era un mendigo, tal vez sin familia, y si era de la familia de Leví no podía ser sacerdote.
Como ciego dependía de otros, y vivía con temores y en una total oscuridad.
Dios es el Señor, y por tanto tiene todo poder, él es la autoridad absoluta y total del universo natural y
espiritual, por eso actúa como quiere impulsado siempre por su gran amor. El Señor hace muchas cosas
que nos sorprenden, y sin duda sabe lo que hace y porque. En éste caso en particular toma al ciego y lo
lleva fuera de la aldea, luego nos dice la Biblia que escupe en sus ojos, y finalmente impone sus manos
en los ojos del ciego, las maneras de Dios siempre nos sorprenderán).
La Biblia nos deja ver que éste milagro sucede en dos etapas (por eso vemos un proceso, también nos
habla de niveles, aquí vemos visión nula, visión media y visión óptima o perfecta). El Señor Jesús impone
sus manos por segunda vez, lo cual es una nueva ministración, entonces debemos perseverar y no
renunciar, pues a su tiempo llegará el día cuando brillará la luz de Cristo en tu familia, y él hará cosas
maravillosas.
La Escritura nos dice que él “Fue restablecido”, y restablecer se traduce de la palabra griega
“apokadsítemi” que además quiere decir: restituir, restaurar, devolver, reponer. Es una acción que lleva
restauración de algo que estaba dañado).
Conclusión: Sin duda cuando nos acercamos al Señor Jesucristo inicia la restauración. La vida del ciego
fue restituida: visión, familia, sociedad, propósito de vida, y por supuesto su mayor satisfacción fue ver
al Salvador, ser tocado y transformado por su poder y amor. Dios viene con restitución, él viene a
transformar nuestra dificultad en victoria. Dios es todopoderoso para transformar y restaurar todas las
cosas.
Introducción: Cuando el rey Uzías empezó su reinado decidió ir en pos de Dios. Sin duda fue la mejor
decisión y por eso podemos ver maravillosos resultados durante su reino. Caminar con el Señor siempre
traerá los mejores beneficios…
Sermón: Beneficios de buscar al Señor.
Nos dice la Biblia en 2 Crónicas 26: 1-5 “Uzías comenzó a reinar a los dieciséis años… e hizo lo recto ante
los ojos de Dios… y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones; y en éstos
días que buscó a Jehová, él le prosperó”.
Buscar al Señor es una frase casi de moda hoy día. La palabra hebrea usada aquí para buscar también
significa: preguntar, consultar, frecuentar, pisar, seguir. Entonces es ir en pos de Dios, es procurar
conocerlo cada día más. La palabra hebrea es “darásh” y en algunos pasajes de la Escritura se traduce
adorar en relación con Dios.
El término persistir nos dice que durante aquel tiempo Uzías vivió para buscar la presencia de Dios. El
versículo cinco dice que el rey “persistió”, la raíz hebrea de ésta palabra significa: respirar; ser (en el
sentido de existir), llegar a ser. Entonces podemos concluir que el rey Uzías existía para buscar al Señor,
Dios era la razón de su joven vida y esto lo llevó a hacerse muy poderoso.
Es muy importante relacionarnos con otros buscadores de la presencia de Dios. La Biblia nos dice que
Zacarías era un profeta vidente. Zacarías significa “Dios se ha acordado o ha traído a la memoria. El
profeta Zacarías era una persona de intimidad con el Señor, él atraía su mirada. Cómo profeta de Dios su
oído conocía y por eso discernía la voz de Dios.
El profeta Zacarías hacía distinción, él comprendía las cosas del Señor, era muy inteligente por la
sabiduría que el mismo Señor le había dado. Era un hombre instruido en lo profético. Al moverse en un
ambiente del Espíritu Santo, él veía en el espíritu, leemos que la Biblia dice: “entendido en visiones de
Dios” (entonces no eran visiones de él, eran las que el Señor le permitía ver). Con esa pasión por Dios el
profeta inició al rey Uzías en los caminos de Dios.
La prosperidad que viene de Dios es integral, el pasaje nos dice que “en estos días que buscó a Dios, él le
prospero”, la palabra prosperar aquí también significa: triunfar, ser efectivo. Dios prosperó a Uzías de
manera integral, él creció en espíritu, derrotó a sus enemigos, edificó varias ciudades, tuvo una extensa
agricultura y muchos ganados, y un gran ejército armado con lo más avanzado de la época.
Lamentablemente un día el rey Uzías dejó de buscar a Dios , su corazón se rebeló contra el Señor, y esto
fue la causa de su caída, nos dice la Biblia: “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su
ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios” (2 Crónicas 26:16). El Señor nos bendice cuando lo
buscamos y caminamos con él, pero su bendición o provisión no debe ser lo más importante, sino
amarlo y seguirlo.
Conclusión: Sin duda el más grande privilegio es tener o desarrollar un corazón cuya pasión sea buscar la
presencia de Dios. El resto de cosas vendrán por añadidura. La provisión no es lo más importante, sino
Dios mismo.
Introducción: Es muy importante administrar de manera correcta lo que Dios nos encomienda. Podemos
ver por ejemplo que Adán no ejerció una correcta administración con lo que el Señor le delegó ¿por qué?
él no siguió el consejo o mandamiento divino. Adán creyó que podía hacerlo bien por sí mismo (sin la
ayuda del Señor)...
Él pensó que podía pasar por encima de las leyes de Dios y que todo saldría bien. Es muy interesante ver
que la Biblia presenta a Jesucristo como el postrer Adán y él vino a reparar las incorrectas decisiones del
primer Adán en el Edén. En el texto de hoy veremos como Jesús siguió la dirección de su Padre…
Nos dice la Biblia en Marcos 6:41-44 “Entonces el Señor tomó los cinco panes y los dos peces, levantó los
ojos al cielo, los bendijo y partió los panes, y los dio a sus discípulos para que los pusiesen delante, y
repartió los peces entre todos. Todos comieron y fueron saciados. Y recogieron de los pedazos doce
cestas llenas… y los que comieron eran cinco mil hombres”.
Siempre será Dios nuestro proveedor. El Señor Jesús recibió en sus manos lo que sus discípulos habían
hallado (es decir los dos peces y los cinco panes), y él “miró al cielo” sin duda en señal de gratitud, de
dependencia y aún de adoración.
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Recordemos que el salmista lo expresó así: “¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro de viene de
Jehová Dios quien hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:2). Cuando ponemos nuestros ojos en Dios,
jamás seremos avergonzados. El Señor tiene cuidado de cada uno de sus hijos.
La Biblia nos dice que Jesús “bendijo” los dos peces y los cinco panes, o cómo podemos leer en otras
versiones bíblicas el Señor “dio gracias a Dios”. La ingratitud en el corazón nos aleja del cuidado y de la
bendición divina, por ejemplo el pueblo de Israel caminando por el desierto se quejó y murmuró una y
otra vez (lamentablemente ellos se quejaron por muchas razones, ausentes de adoración al Señor). Un
corazón confiado en Dios agradece al Señor por su cuidado en todo tiempo.
Vemos pues al Señor Jesús agradeciendo al Padre, aunque en primer lugar aquello no era suficiente para
la multitud, aunque tal vez pudo decir a sus discípulos: “esperaba mucho más”, el Señor no se quejó más
bien vemos que dio gracias al Padre…). Debemos tener presente que la misma Biblia nos dice: “Entrad
por sus puertas con acción de gracias”. En tiempos de dificultad adoremos al Señor, esto facilita su
accionar.
También podemos ver aquí que los milagros están precedidos de una acción de gracias. Entonces el
quejarse, murmurar o preocuparse no soluciona los problemas. El Señor nos enseña más bien a ser
agradecidos en todo tiempo, aún en los momentos difíciles, ya que esta actitud nos ayuda, veremos la
crisis como una oportunidad para crecer en fe, para conocer más a nuestro Dios y para caminar hacia el
plan de Dios.
En aquel día miles de personas pudieron ver uno de los más grandes milagros en el ministerio terrenal
del Señor Jesucristo, pues allí se alimentaron cinco mil varones sin contar las mujeres y los niños, todos
ellos habían seguido a Jesús, y él no los decepcionó, él nunca te fallará.
Conclusión: Nuestro corazón debe ser agradecido por todo lo que Dios nos da, debemos caminar con él,
seguir sus pisadas y veremos su obra sobrenatural, así como aquellos que le siguieron fueron testigos
del poder de Dios y fueron bendecidos con su provisión.
Introducción: (Sermones para predicar) Cuando estamos ante un problema, prueba, ataque de las
tinieblas, el desánimo y la duda aparecen para atacar nuestra fe. Es muy importante tener presente que
el Señor tiene todo bajo control, él está sentado en su trono y gobierna toda la creación visible e
invisible, Jesús sigue haciendo milagros, él es Aquel que llega en el tiempo justo para manifestar su
gloria y su poder a nuestro favor…
Nos dice Mateo 8:14-15 “Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con
fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y les servía”.
Podemos ver que cuando el Señor Jesús llega a cualquier lugar todo es transformado, así como él
transforma hogares y familias. Nos dice la Biblia que había enfermedad en la casa de Pedro. En ciertas
ocasiones en casa hay tristeza, crisis matrimonial, problemas con los hijos, heridas del alma, sin embargo
Jesucristo es poderoso para restaurar lo dañado.
Nos dice el texto bíblico que la suegra de Pedro estaba en cama con fiebre (ella estaba enferma e
impotente), y el Señor Jesús la tocó, y aquello que estaba oprimiéndola tuvo que irse y ella se levantó “y
les servía”. A lo mejor en el caminar cristiano has caído o tropezado, o pasas por un tiempo de
desánimo, pero Jesucristo puede levantarte, él renueva tus fuerzas para que lo sigas, y con un corazón
agradecido y fortalecido le sirvas todos los días.
Este pasaje nos muestra también que como Pedro con la suegra enferma, nosotros podemos estar
siguiendo al Señor y aun sirviéndole, y vivir problemas y adversidades que superar en el hogar. Ante
estas cosas es necesario esforzarnos y con paciencia perseverar, pues el Señor vendrá en el tiempos
justo para manifestar su gloria y bendición en nuestra casa.
Es interesante tener en cuenta aquí que la ciudad de Capernaúm (es la ciudad donde Pedro vivía y
suceden éstos eventos) tiene un nombre que significa: “ciudad de consuelo”, y precisamente fue lo que
hallaron sus habitantes en el Maestro, consolación, sanidad y salvación. El Señor Jesús es la poderosa
Verdad que salva a las personas de la condenación eterna.
Conclusión: Por todas estas cosas podemos estar confiados qen el poder del Señor Jesús, él no miente,
él es fiel y verdadero, y recuerda aunque las personas te fallen, él nunca te decepcionará, puedes confiar
plenamente en su amor y cuidado.
(Cuando Dios pelea por ti). Introducción: (Temas para predicar). El Señor es propicio en cada momento
de nuestra vida. Él envió su provisión mientras Israel caminaba por el desierto, y aunque éste era u
terreno difícil, nunca les faltó su provisión y siempre los protegió.
El Señor continuamente suplió todas las necesidades de su pueblo en éste difícil camino. Ahora el líder
Josué y la nación de Israel deben empezar la conquista de la tierra donde fluye leche y miel, y esto
significa batalla contra los ejércitos de Canaán, este era entonces un nuevo tiempo de avanzada.
Recuerda es Dios quien pelea por ti…
Sermón: Dios pelea por nosotros
Nos dice la Biblia en Josué 5:13-15 “Cuando Josué estaba ya cerca de Jericó, levantó los ojos y vio que un
hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano… Y Josué se postró en tierra, le hizo
reverencia, y dijo: "¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?" Entonces el capitán del ejército del
SEÑOR dijo a Josué: "Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo". Y así lo
hizo Josué”.
Aquí podemos ver a Josué en un encuentro con Dios justamente antes de iniciar las batallas en la tierra
de Canaán. El Señor se presenta como el Príncipe del ejército de Dios quien los alienta ante las batallas
que ahora vivirían.
Entonces vemos como el Señor se manifiesta de acuerdo al momento o dificultad por la que
atravesamos, Dios viene a nuestra vida para capacitarnos y equiparnos para hacer frente a los desafíos
que tenemos por delante.
Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos
que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
Necesariamente Josué y el pueblo hebreo deben vivir una transición, es decir ellos deben pasar del Dios
proveedor en el difícil desierto al Dios todopoderoso, Señor de los ejércitos; Israel debe pasar sólo
recibir la provisión divina a pelear y conquistar la tierra que Dios mismo les prometió.
De ésta mismo modo el cristiano debe transicionar o pasar de sólo esperar la provisión de Dios a
conquistar las nuevas metas que el mismo Señor pone adelante.
Debemos tener presente que Dios es además guerrero, él jamás ha perdido una sola batalla, sin duda
espera de su ejército obediencia, perseverancia, sensibilidad a Su orden y pureza, por eso se expresa así
a Josué, con la espada desenvainada, como Príncipe (palabra que se traduce del hebreo “sar” que
traduce además: jefe, capitán, general, cabeza) del ejército de Dios. Es él quien en realidad va delante de
su pueblo.
(Nota especial: Te invitamos a adquirir nuestro libro “Cómo enfrentar y superar las crisis”. Desde la
perspectiva cristiana en éste libro se expone la realidad de las crisis, su diversidad, su impacto en
nuestra humanidad, las diversas reacciones y por supuesto los principios cristianos para enfrentar y
superar dichas circunstancias. Puedes adquirirlo aquí en: CÓMO SUPERAR LAS CRISIS).
La Biblia nos dice que el ángel le ordena a Josué quitarse su calzado, ya que era santo aquel lugar, aquí
entonces surge una pregunta ¿dónde estaba ubicado? El contexto nos enseña que estaban en tierra
cananea, esa era tierra pagana e idolátrica, pero precisamente la presencia de Dios santificaba aquella
región.
Entonces vemos que no es el brillo de la decoración, ni el resplandor o luz de la fantasía terrenal, así
como tampoco la arquitectura religiosa lo que hace sagrado un lugar, sino la expresión poderosa y la
manifestación gloriosa de la presencia de Dios mismo en cualquier lugar.
Dios le ordena a Josué “Quita el calzado de tus pies”, esto es interesante pues el calzado representa
nuestro diario andar. Podemos recordar que el Señor Jesús lavó los pies a sus discípulos.
No podemos ignorar que aunque seguimos al Maestro algunas veces nuestros pies se ensucian en el
camino terrenal (es decir el pecado puede afectar o tocar nuestra vida), y ante esto debemos acudir a
Dios para que éstos sean lavados por la sangre del Cordero, y crecer en el Espíritu Santo y en la Palabra
de verdad para andar por el camino de la santidad y la rectitud.
Vemos además que el Señor se manifiesta así (es decir como el “Príncipe del ejercito de Jehová”) a Josué
dándoles ánimo para continuar, Su presencia y poder estaría con él, aunque ya no estaba su líder
Moisés, el Señor mismo seguía allí, nos permite ver que cuando Israel estuviese en batalla, desde el cielo
los ejércitos de Dios estarían peleando a su favor, y aunque los hebreos verían a Josué direccionando la
batalla en realidad su Capitán sería Jesucristo mismo, y así los ejércitos de Canaán no prevalecerían
contra el pueblo del Señor.
Conclusión: La Biblia nos enseña que el Señor nos lleva de gloria en gloria, es realmente él quien lleva
nuestra vida hacia lo nuevo, él está con nosotros y sin duda seguirá ayudándonos, su protección y
provisión no faltarán… no desmayes, fortalécete en Dios, fiel es el que prometió, él no miente.
Introducción: (Temas para predicar). El desierto era una etapa que Israel debía pasar en su camino a la
tierra de la abundancia, y el Señor fue su provisión allí. Aquel desierto fue un terreno difícil, pero el
Señor nunca los desamparó, él siempre suplió todas necesidades de su pueblo en éste adverso lugar.
Todo esto era un ambiente de formación, allí los israelitas debían aprender más de Dios y de sus leyes,
allí debían crecer en su fe y fortaleza ya que la nueva tierra demandaría esto...
Nos dice la Biblia en Josué 5:11-2 “El día después de la Pascua, ese mismo día, comieron del producto de
la tierra, panes sin levadura y cereal tostado. El maná cesó el día después que habían comido del
producto de la tierra, y los Israelitas no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra
de Canaán durante aquel año”.
Nuestro corazón debe estar agradecido con el Señor por su provisión y sus cuidados, pero debemos
extendernos hacia lo nuevo que Dios pone por delante. El maná representa aquella provisión de Dios en
el pasado. El Señor cuidó a su pueblo cuando caminaba por el desierto, allí les envió pan del cielo, la
Biblia nos dice que el maná “era como semilla, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”. Fue algo
muy especial.
Aquel maná fue la provisión del Señor en el desierto que ahora quedaba atrás, ahora venía un nuevo
tiempo. Por eso el Señor Jesús expresó: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron…
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre” Juan
6:49-51. Vemos pues como el Señor es propicio a cada necesidad en todo tiempo. Él sabe cómo
cuidarnos.
El corazón del cristiano debe fortalecer su comunión con Dios y mantenerse sensible a la voluntad del
Señor para moverse en sus tiempos, ya que vemos aquí que el maná fue la provisión pasada, pero ahora
en la tierra de la abundancia las cosas serían diferentes. Dios quiere revelarnos sus propósitos, esto
demanda una comunión íntima, pues sigue hablando.
Los frutos de la tierra de Canaán son figura de lo nuevo que Dios trae a nuestras vidas. Ellos tiene al
frente un nuevo tiempo, y esto implica cambios en su diario vivir, ya que por cuarenta años recogieron
el maná que Dios enviaba, ahora entran en una nueva tierra, algo nuevo de Dios ha llegado,
precisamente por eso cesó el maná.
Los israelitas mayores de 20 años murieron en el desierto por la dureza de su corazón, y los menores son
los que ingresan a la tierra prometida (excepto Josué y Caleb), el Señor siempre cumple su propósito, así
tenga que hacerlo a través de una nueva generación. Por todo esto debemos comprender los tiempos
de Dios y así avanzar en lo que él ha diseñado para nuestra vida.
Es muy interesante ver que el haber comido los frutos de la nueva tierra, panes y espigas nuevas al otro
día de celebrar la pascua, nos hace recordar que después de tomar nuestra pascua (quiero decir
después de apropiarnos mediante la fe de la obra de Jesucristo), comenzamos una vida nueva, en la que
nuestro espíritu se alimenta a través del “pan fresco y diario” de la palabra del Señor, como nos dice
Pedro: “Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella crecerán
y alcanzarán la plenitud” 1 Pedro 2:2.
Conclusión: Los planes de Dios son maravillosos y por eso debemos disponer el corazón para
comprenderlos y avanzar en sus tiempos. Procuremos crecer en la comunión con Dios, y él nos enseñará
sus secretos y tiempos para gloria de su nombre.
Introducción: (Temas predicar) Unos dos meses después de salir de Egipto la nación de Israel se ubica
junto al monte Sinaí, allí Moisés sube para hablar con el Señor. Dios le enseñará su propósito con Israel.
Entonces el monte Sinaí viene a ser una representación de la revelación divina. Éste texto de la Biblia
contiene muchas enseñanzas para nuestra vida. Veamos entonces las palabras del Señor a Moisés su
siervo…
Éxodo 19:5-6 “Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro
entre todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra. Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y
una nación santa.' Estas son las palabras que dirás a los Israelitas”.
El versículo cinco comienza con la expresión: “si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto”, expresión
en la que vemos un condicional. El N. T. nos enseña la gracia en Jesucristo, Su amor y gran compasión;
pero esto no descarta la santidad de nuestro Dios, él no pasará por alto sus propios mandamientos, la
gracia no es licencia para desobedecer, es un llamamiento a “andar como es digno de Aquel que nos ha
llamado por Su gracia”. Entonces la nación de Israel en el monte Sinaí comienza a tener grandes y
poderosas revelaciones del Señor.
Cuando el Señor dice: “seréis mi especial tesoro”, desde el idioma hebreo también se puede traducir:
“posesión única”, “riqueza exclusiva” y “tesoro personal”. Entonces podemos preguntarnos ¿Cuán
grandes, diversos y poderosos serán los tesoros del cielo? Pero a pesar de eso el Señor nos dice:
“ustedes serán mi tesoro especial sobre todos los pueblos de la tierra”.
Por el contexto bíblico podemos concluir que no importa “la noble cuna”, o si “sangre azul” corre por
nuestra venas, o quizá “el estrato al que perteneces”, o tal vez sea porque tu identidad te declara
ciudadano del “país más desarrollado o poderoso del planeta”, si eres hijo de Dios entonces eres del
más noble linaje, eres parte de la más poderosa y rica familia en todo el universo, y tu padre no es un
rey terrenal, tu Padre es Dios mismo, nos dice la Biblia que tu ciudadanía es celestial, tú has sido
redimido de los pueblos y linajes de la tierra para Dios.
El Señor enseña su propósito con su pueblo: “me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa”. Es muy
importante que aquí el Señor nos describe la naturaleza del reino, la calidad de sus habitantes y su
dinámica de vida. Debemos considerar entonces lo que significa: “sacerdotes” y “gente santa”:
1) Sacerdotes, palabra que se traduce del hebreo “Kojén” es uno que oficia, ministro, es un
mediador. Es aquella persona que ministra en la presencia de Dios, es uno que sirve al Señor y a su
pueblo, es alguien que intercede ante Dios, es uno que avanza hasta al trono mismo de Dios.
La Biblia nos enseña que el sacerdote levítico era un siervo del templo, era uno que intercedía por el
pueblo, además de enseñar la Ley y consultar al Señor. Como sacerdotes entonces debemos ser
adoradores, servidores, intercesores y personas que habitan en el secreto de Dios.
2) Gente santa, la palabra santo se traduce del término hebreo “cadosh” que significa: sagrado,
consagrado, puro, dedicado. Hablamos de gente consagrada al Señor, entonces hablamos de un llamado
divino a la pureza y a la integridad. El sacerdote debe apartarse de lo que desagrada a Dios y vivir para
él.
Conclusión: El Señor no cambia, Él te ha llamado para un plan especial, por eso cuida de ti como un
“especial tesoro”, él te conduce a tu destino. No te desalientes, él es poderoso para cumplir en ti su
propósito.
Valora tu familia
Introducción: El texto bíblico en Éxodo dieciocho nos enseña la visita de Jetro a Moisés. El líder hebreo
había enviado a sus hijos, Gersón y Eliezer, y a su esposa Séfora a la vivienda de Jetro quien era su
suegro. Moisés caminaba de una manera sobrenatural con Dios…
Durante ese tiempo transcurrido Dios había realizado muchas cosas poderosas, como por ejemplo las
plagas en Egipto, Israel había pasado por el mar rojo, recibieron agua y maná en el árido desierto,
alcanzaron una gran victoria sobre Amalec y su gran ejército.
Sin embargo la familia de Moisés, Séfora y sus dos hijos no habían estado con él allí. Es muy interesante
ver que la Biblia nos dice que fue su suegro Jetro quien decidió venir a Moisés y traerle su familia. Hay
sin duda muchas cosas que aprender aquí:
Nos dice Éxodo 18:5-6 “Y vino Jetro, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés al desierto,
donde éste estaba acampado junto al monte de Dios. Y mandó decir a Moisés: Yo, tu suegro Jetro,
vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos con ella”.
El texto nos enseña que Moisés estaba “en el desierto”, espacio difícil, lugar de soledad y dificultad, y
Jetro concluyó que Séfora y los niños deberían estar con el esposo y padre (aquí podemos ver en Jetro
una representación de sabiduría y prudencia, él ayudó a Moisés a identificar y corregir errores que como
líder estaba ejecutando). Es muy importante tener en cuenta que la unidad de la familia es una columna
que superará los tiempos más difíciles.
Nos dice el texto bíblico en su contexto que “Moisés estaba acampado junto al monte de Dios”, el
término “acampado” se traduce de la palabra hebrea Kjaná, que además significa: habitar, atrincherar,
detener; significado que nos muestra que Moisés había decidido tomar ese lugar por habitación suya.
Y como es lógico con todas las señales, maravillas y manifestaciones gloriosas del Señor Moisés estaba
sumido en la presencia y poder de Dios, y aparentemente él había olvidado la atención de su familia, la
cual estaba con su suegro, y éste decide traerlos a él, y ahora la familia estaba completa y reunida.
La Biblia nos enseña que la voluntad del Señor es que caminemos con la familia, Dios quiere que ellos
también vean su gloria y poder manifestados, a veces la comunión con Dios y el servicio para él son tan
maravillosos e intensos que podemos olvidar el tiempo de calidad para la esposa y los hijos. Dios no
quiere que descuidemos la familia.
Es interesante considerar que los hijos de Samuel el profeta de Israel, también los hijos de Moisés, y
entre otros según la Biblia, no aparecen después de sus padres ejerciendo un papel significativo en las
Sagradas Escrituras. En varias ocasiones sucede esto, por lo cual es muy importante depender de Dios
respecto a la sabiduría para dirigir nuestra casa.
Conclusión: El Señor es quien debe ocupar el primer lugar en el corazón del cristiano, el mismo lo dijo así:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero
y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Y precisamente el “prójimo” más cercano que
tenemos es nuestro propio cónyuge, son nuestros propios hijos. Veamos pues la familia como un
maravilloso tesoro, que debemos proteger y cuidar con la sabiduría y amor que vienen de Dios.
Introducción: (Temas para predicar). El pueblo hebreo viviría algo nuevo ya que hasta ese tiempo el
Señor mismo es quien ha batallado por ellos dándoles la victoria sobre sus enemigos, de manera que no
han tenido que usar armas ni pelear físicamente, pero ahora deberían batallar directamente esto no
significa que Dios los dejaría solos, sino que era parte del entrenamiento…
Nos dice Éxodo 17:10-11 que “Josué hizo como Moisés le dijo, y peleó contra Amalec. Moisés, Aarón y
Hur subieron a la cumbre de la colina. Y sucedía que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel
prevalecía; y cuando dejaba caer la mano, prevalecía Amalec”.
Procuremos ver las adversidades más bien como oportunidades en las que el Señor manifestará su
poder y gloria, esto nos ayuda a crecer como soldados de su ejército. El pueblo hebreo tenía que
prepararse para la batalla, ya que Canaán les demandaría enfrentar muchas batallas, entonces ésta era
una oportunidad planeada por el Señor para formar y adiestrar a su pueblo, pues había por adelante
muchas cosas por alcanzar.
Es muy importante tener en cuenta que Deuteronomio 25:17-18 nos narra que Amalec atacó por detrás
a Israel, textualmente nos dice que: “te desbarató la retaguardia de los débiles… cuando tú estabas
cansado y trabajado”, vemos que cuál león de cacería Amalec, así como el enemigo del cristiano busca
atacar a los débiles y a aquellos que están cansados, por eso el cristiano debe renovar sus fuerzas en
Dios constantemente a través de la oración y “velando en ello con toda perseverancia”, en el Señor está
la fuerza, él es nuestro escondedero, castillo y roca fuerte.
La Biblia nos enseña que Josué con su ejército bajó al valle para pelear contra Amalec, mientras que
Moisés subió a la cumbre del monte para orar desde allí. Que importante ver aquí que cada uno de
acuerdo a lo recibido de Dios ejerce los dones delegados por el Señor para beneficio del pueblo. Josué
representa el hombre de batalla y acción, mientras que Moisés representa el hombre de la revelación y
la oración, y ambos son vitales y a su vez representan el equilibrio que el Señor espera de sus soldados:
oración y acción. Así debe ser.
El hecho de que Moisés esté en la cumbre y Josué batalle en el valle, nos enseña el orden divino:
primero lo espiritual, primero Dios y después lo natural, lo material. El Señor quiere dirigir las batallas y
conquistas en la tierra, pero sucede con frecuencia que empezamos muchas cosas en las propias fuerzas,
sin dirección de Dios y vemos por esto penosos fracasos y grandes pérdidas.
La Biblia nos enseña que cuando las manos de Moisés estaban alzadas, el ejército de Israel prevalecía, y
cuando él las bajaba lo contrario sucedía. Seguramente nuestras manos se han fatigado en muchas
ocasiones, como seres humanos es natural que a veces el cansancio aparezca, pero la reacción no debe
ser renunciar, o abandonar los sueños, sino más bien apoyarnos en Dios y en oración de apoyo. Fue lo
que hizo Moisés, Aarón y Hur entre sí se ayudaron, sostuvieron sus manos hasta lograr la victoria sobre
el ejército enemigo.
Conclusión: Sin duda enfrentamos batallas y algunas más intensas que otras, pero el Señor es el mismo y
en él “somos más que vencedores”, somos hijos de Dios con la autoridad y unción para vencer. No
renuncies, persevera, la victoria está cerca, Dios viene a tu favor.
Introducción: La provisión y el cuidado del Señor por su pueblo mientras éste caminó por el desierto son
sin duda poderosos testimonios del poder y bondad de Dios que están siempre a favor de sus hijos.
Nos dice la Biblia en Éxodo 16:4-5 “Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Yo haré llover pan del cielo para
ustedes. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan
o no en Mi ley. Y en el sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que
recogen diariamente”.
Es triste ver que el contexto en el que nace éste poderoso milagro no es una respuesta del Señor al
clamor ni a la oración, tampoco se debe a la adoración del pueblo de Israel, más bien nos dice la Biblia
que “Israel murmuró”.
A pesar de que el Señor mismo iba delante de ellos, era quien los defendía y señales poderosas había
hecho a su favor, pero los hebreos no estaban agradecidos, tampoco confiaban en él, ellos lo que hacen
es expresar su inconformidad mediante la queja y la murmuración por lo que es la voluntad del Señor.
(Debemos evitar la murmuración ya que el Señor sabe lo que hace).
El Señor esperaba que su pueblo confiara en su poder y en sus promesas, era él quien los había sacado
de la esclavitud egipcia con poderosos milagros, y ahora los lleva a la tierra que fluye leche y miel. Esto
nos recuerda que también nosotros debemos confiar en el Señor, él sabe a dónde nos quiere llevar (él lo
sabe todo).
El Señor habla a Moisés quien estaba dirigiendo la peregrinación, pero lo hace además porque él tenía
un corazón sensible (debemos tener presente que el sol endurece el barro, pero ablanda o deshace el
hielo. Ante ese difícil camino muchos corazones se habían endurecido, pero Moisés mantuvo un corazón
manso, humilde y sensible a la voz del Señor).
La Biblia nos dice que el Señor le dijo a Moisés: “hare llover pan del cielo”, y eso nunca antes había
sucedido, y por supuesto que hacer llover en el desierto ya era una cosa muy difícil, mucho más difícil
era hacer llover pan, esto era algo único y naturalmente imposible, pero vemos que Moisés confió
totalmente en las palabras de Dios.
Es muy importante tener presente que el pan en aquellos tiempos eran alargados, otros quizá redondos,
de diversos tamaños, su color era café oscuro y claro (según el trigo y sus componentes), y Moisés pudo
imaginárselos así, pero nos dice la Escritura que el maná era “como semilla de culantro (cilantro),
blanco, y su sabor como hojuelas con miel” (Éxodo 16:31).
Entonces aunque el Señor siempre hace lo que dice, no significa esto que siempre lo hará como nos lo
imaginamos o pensamos.
Ellos estaban ubicados en el desierto de Sin, y este nombre significa arbusto. Entonces el panorama
estaba compuesto por arena y arbustos, paisaje difícil, y precisamente en estos tiempos es cuando
debemos utilizar y avanzar con los ojos de la fe, es decir mirar por encima de las adversidades, confiar
en lo que el Señor ha prometido, ya que adelante estaba la tierra de la abundancia y bendición, pasar
por el desierto era temporal.
Ésta provisión (el maná) era sólo por un tiempo, fue la provisión divina en el desierto para los israelitas.
Pero en el Nuevo Testamento el Señor Jesús dijo: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y
murieron. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre”
(Juan 6:49, 51).
Entonces Jesucristo es la provisión para la eternidad y para nuestro presente, él es nuestra vida y
fortaleza, por eso dice que quien “come de este pan vivirá para siempre” (Juan 6:58). Gracias Señor
Jesús.
Conclusión: Dios es nuestro proveedor, y la más poderosa provisión fue enviar a su Hijo Jesucristo, él es
el pan vivo que descendió del cielo, él dio su vida por nuestros pecados. Gracias Señor Jesús por tu obra,
enséñanos a alimentarnos de ti cada día.
Introducción: (Hacer la voluntad de Dios es lo mejor) Por lo general las oraciones del creyente son
peticiones. Tenemos que reconocer que rara vez preguntamos a Dios cuál es su anhelo o deseo, esto se
debe a que somos egoístas, pensamos en nuestro beneficio o satisfacción propia, procuramos que sean
suplidas nuestras necesidades por encima de las demás cosas.
Si en verdad deseamos glorificar a Dios tenemos que pensar en el deseo del Señor, como quiere él que
actuemos. Debemos tener presente que somos templo o casa del Espíritu Santo, no somos nuestros
dueños, debemos seguir a Dios y hacer las cosas a su manera. Cuando decidimos seguir Sus
instrucciones las tinieblas no pueden detener los planes de Dios…
Sermón: HACER LA VOLUNTAD DE DIOS ES LO MEJOR.
Nos enseña la Escritura en Éxodo 25:1, 8-9 “Dios le dijo a Moisés: Además, quiero que me construyan un
santuario para que yo viva entre ustedes. El santuario y todos sus muebles tienen que hacerlos
exactamente iguales a los que te voy a mostrar”
A la luz del pasaje bíblico anterior debemos observar que es Dios mismo quien diseña y el hombre debe
acatar sus instrucciones y diseño. Es maravilloso ver que el Señor sigue hablando a los seres humanos.
Podemos ver que desde el Antiguo Testamento Dios ha usado diferentes medios y canales para hablar a
sus hijos, por ejemplo usa su propia voz, sus siervos los profetas, también nos habla a través de su
maravillosa creación, y vemos que en el Nuevo Testamento Dios habla a través del testimonio de su
Santo Espíritu confirmando la verdad y poder de su palabra (Biblia).
Ante esta realidad una de las capacidades que debe desarrollar y ejercitar el cristiano es el oír, percibir e
identificar en su espíritu renacido la voz, guianza y testimonio del Espíritu Santo de Dios. Debemos
además tener en cuenta que el Señor Jesús también dijo que una de las características de los hijos de
Dios es que éstos oyen Su voz y le siguen.
Por eso cuando oramos no solo debemos hablar a Dios, es muy importante escuchar su voz, captar lo
que él nos quiere decir. Así como se aprende un idioma en la tierra debemos aprender a escuchar y
conocer la voz divina, cosa que requiere tiempo y dedicación.
El texto de hoy nos habla del santuario en el desierto o tabernáculo, que era básicamente una cabaña
grande y en ese lugar moraba la presencia de Dios. El término “Tabernáculo” se traduce de la palabra
hebrea “Mishkán” que además significa: casa, cabaña, templo, tienda de encuentro. La Biblia nos dice
que actualmente somos tempo del Espíritu Santo, es decir cada cristiano es casa de Dios, y en nuestro
espíritu o ser interior tenemos la comunión o encuentro con el Señor.
Ésta tienda o casa contiene diversas revelaciones y enseñanzas de la persona y obra de nuestro Señor
Jesucristo, así como su construcción, los materiales usados, el sacerdocio que allí se ejercía, los
sacrificios y las ofrendas, la forma del mismo y su ubicación, etc, todo ello señala a Jesucristo y su obra
salvadora. Es por esta razón que el Señor les dijo a escribas y fariseos: “Escudriñad las Escrituras pues
ellas dan testimonio de mi”. Jesús se revela en cada escrito de la Biblia.
Vemos pues que es Moisés el encargado de dirigir aquella construcción, pero el arquitecto es Dios
mismo. Este detalle nos enseña que nuestro éxito está en el oír a Dios y seguir sus instrucciones y
diseño.
Ésta labor demandó de Moisés toda su obediencia, sin duda un gran esfuerzo, además de perseverancia
ante los diversos obstáculos, entre otros. Al terminar había un hermoso tabernáculo para Dios (hacer la
voluntad de Dios es lo mejor). Por eso podemos concluir que cuando obedecemos a Dios, él se hace
grande en medio de sus hijos, Sus planes se hacen realidad en nuestra tierra. Es entonces cuando dejan
de ser sueños para transformarse en hechos patentes y reales.
Conclusión: Debemos considerar decirle a Dios que es lo que él quiere que hagamos. Ante el Señor es
más importante oír que hablar, es más relevante obedecer que traerle muchos sacrificios. Entonces no
se trata de satisfacer nuestros deseos, sino de hacer la voluntad de Dios, Su voluntad es lo más
importante, esa es la razón de nuestra vida.
11 de junio de 2017
Dios es bueno
Introducción: (Dios es bueno). La fe verdadera es la certeza total en las promesas y palabras del Señor.
La fe vive un desarrollo en el que crece y se fortalece, ella nace, crece y se nutre, está basada en la
poderosa Palabra de Dios. Cuando confías en el Señor puedes entregar todo tu corazón a él, puedes
esperar con seguridad en Sus promesas, él nunca te fallará, Dios es bueno, él es fiel…
Dios es bueno
Nos dice la Escritura en Hebreos 11:18-19 “Fue a él a quien se le dijo: "EN ISAAC TE SERA LLAMADA
DESCENDENCIA." El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde
también, en sentido figurado, lo volvió a recibir”.
El camino del patriarca Abraham fue un sendero de fe, por supuesto él estaba apoyado en las palabras
que Dios le había dado. Abraham decidió confiar en las promesas divinas, por ejemplo el Señor le dijo:
“Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una
nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.
Y cuando Abraham escuchó que Dios le dijo: “en Isaac se prolongará tu descendencia”, creyó y aquella fe
le dio la fuerza y aliento ante la difícil prueba que tuvo que vivir.
Muchas veces las emociones y la razón (esto es el alma) se rebelan contra la fe en el poder de Dios.
Precisamente es aquí donde cada uno debemos rendir todo nuestro corazón a la palabra del Señor.
Como el universo fue constituido por la Palabra de Dios, también nosotros dice la Biblia nacemos y
crecemos por esa palabra, nosotros nos alimentamos y nos fortalecemos mediante la palabra del Señor.
Surge entonces la pregunta ¿Qué es la fe? Básicamente es la confianza que depositamos en el Señor y
sus palabras. La Escritura nos dice que Abraham es llamado amigo de Dios: “Abraham creyó… y fue
llamado amigo de Dios”. Vemos pues que el patriarca conocía a su amigo (es decir a Dios), y por eso él
confió totalmente en él. Aunque Abraham no comprendía lo que estaba sucediendo, él confió en Dios, la
fe sacrificó la razón o lógica, y pudo él ver la gloria del Señor.
Es maravilloso ver que su hijo Isaac confió en su padre Abraham, como un día Jesús confió en el suyo. La
Biblia nos dice que el Padre celestial le prometió a su Hijo Jesús: “no dejaré tu alma en el Hades y tu
cuerpo no verá corrupción”, y el Padre cumplió su promesa, pues contra toda posibilidad la Biblia nos
dice que al tercer día el Padre lo levantó de los muertos. Podemos confiar totalmente en Dios, él nunca
te va a fallar. Dios es bueno.
El pasaje bíblico de hoy nos enseña de Abraham: “pensando que Dios es poderoso para levantar aun de
entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”. Estas palabras destacan lo
que Abraham pensaba dentro de sí: “pensando que Dios es poderoso”, seguramente en su mente
pensaba otras cosas pero éste pensamiento prevalecía sobre los demás argumentos.
En diversos momentos el corazón puede desanimarse, pero el Señor es todopoderoso para activar el
corazón, la esperanza, la fe, Dios puede restaurar lo que ha sido dañado. Persevera y no dejes de
avanzar en Cristo, cree, porque él viene con recompensa para aquel que persevera. Dios es bueno.
Entra a la presencia del Señor, adora a Dios, estudia y medita en su palabra, y verás cómo tu espíritu se
fortalece y crece. La fe en Dios nos alienta y empuja a obedecer, nos ayuda a superar la dificultad, nos
fortalece y es cuando la vida se transforma en un instrumento en las manos de Dios.
Conclusión: Dios desea actuar a tu favor, es más él ya lo ha estado haciendo, aunque por momentos nos
cuesta trabajo creerlo y entenderlo, pero él tiene el gobierno sobre todas las cosas. Entra en Su
presencia y fortalece tu fe ante la crisis, veras la mano del Señor actuar en tu vida.
9 de junio de 2017
Introducción: (Las pruebas nos hacen fuertes). El plan de Dios es que cada uno de sus hijos crezca hasta
llegar a la estatura de la plenitud de su Hijo Jesucristo. Es necesario entonces crecer de manera integral,
y la fe en el Señor debe hacerse fuerte y consistente.
Precisamente las dificultades o pruebas son herramientas divinas que nos fortalecen y ayudan a
madurar, por eso dice la Biblia: “Tened sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”, el Señor
permite las pruebas y obstáculos y en esos tiempos nos fortalece y nos ayuda para superar dichas
adversidades. Ten presente siempre que las pruebas te llevan a nuevos niveles…
Nos dice la Biblia en Hebreos 11:17 “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que
había recibido las promesas ofrecía a su único hijo”.
Cuando estamos frente a una prueba o crisis la fe que logra vencer es la que confía en Dios por encima
de la razón. A la luz de la Escritura debemos ver las pruebas o dificultades como circunstancias donde el
cristiano debe crecer o madurar. El texto bíblico de hoy nos dice que el patriarca Abraham se sostuvo y
obedeció a Dios por la fe, por eso leemos “por la fe Abraham…”.
Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos
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Debemos tener presente aquí lo que la Biblia nos dice en Santiago 1:2-4 “Tengan por sumo gozo,
hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas (tentaciones), sabiendo que la prueba de su fe
produce paciencia (perseverancia), y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean
perfectos y completos, sin que nada les falte”.
Entonces al observar con detenimiento éste texto podemos ver que las pruebas generan diversos
elementos esenciales en la vida y carácter del cristiano.
La Escritura nos enseña que las pruebas producen crecimiento espiritual, madurez, fortalecen nuestro
espíritu, y por supuesto la fe se hace sólida y firme. El pasaje inicial nos enseña que Abraham: “cuando
fue probado, ofreció a su hijo”, nos indica un tiempo específico (por eso dice “cuando”), él tenía que
desprenderse de lo más amado y de lo que Dios mismo le había dado (su hijo Isaac).
Las crisis o pruebas llegan a nuestra vida en un tiempo determinado y son de diversa naturaleza,
intensidad y tamaño, algunas veces tienen relación con la familia, otras veces es una prueba financiera,
emocional, entre otras.
El patriarca Abraham ofreció a su hijo Isaac, el término “ofreció” es traducido de la palabra griega
“prosféro”, que además traduce: llevar hacía, traer ante la presencia de, rendir. Y vemos que fue
precisamente esto lo que hizo Abraham, es decir él rindió lo que amaba, lo llevó ante la presencia del
Señor.
Es muy importante ver que Isaac traduce risa, y podemos verlo también como aquel gozo que se
produjo en sus padres Abraham y Sara, pero en aquel tiempo debían rendirlo ante el trono del Señor.
Dios es fiel, él no miente. Ante esa verdad es posible depositar el corazón completamente en él, el Señor
cumple lo que ha prometido. El pasaje bíblico de hoy nos enseña de “las promesas” que Dios le dio a
Abraham, pero inicialmente pareciera que esto era contradicción, pues lo que el Señor le había dado
ahora se lo quita de sus manos.
Es importante aquí tener presente la naturaleza misma de Dios, él es bueno, el Señor es amor, Dios es
perfecto y por eso en él no hay engaño, él nunca miente, nunca se tarda con la respuesta, todo lo que
hace y planea nace en su amor.
Y por todo eso el patriarca Abraham ofreció a su hijo Isaac, su único, porque aunque no comprendía lo
que pasaba, él seguía confiando en el cuidado y amor del Señor.
Finalmente Dios hace un gran milagro de provisión, pues el Señor no permite que Abraham sacarifique a
su hijo y más bien le da un carnero para que haga su sacrificio de alabanza al Señor. Allí Dios confirma
sus promesas de bendición en gran medida sobre el patriarca y sobre toda su descendencia, pues él
cumple sus promesas.
Conclusión: El Señor ha dicho que él no permitirá que sus hijos sean tentados más allá de sus fuerzas,
por lo tanto tengamos en cuenta que Dios mismo es nuestra provisión y fortaleza. No te angusties, sólo
fortalécete en él. Dios no te desamparará
Alégrate en el Señor
Introducción: La Escritura enseña que el gozo del Señor fortalece al cristiano ante las dificultades.
Además nos dice que “el reino de Dios no consiste en comida y bebida, sino en justicia, paz y gozo en el
Espíritu de Dios”. Podemos también considerar que en el cielo no hay personas afligidas, ni deprimidas,
tampoco tristes ni enojadas con Dios. Todos ellos están en la presencia del Señor y por eso hay un
continuo gozo.
Nos dice Filipenses 4:4 “Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!”.
El Señor Jesús actualmente está sentado a la diestra del Padre celestial, él volverá nuevamente por su
iglesia (y claro también vive en nosotros, pues él es omnipresente). Y la Biblia nos enseña que además
en nosotros mora el Espíritu Santo. Lamentablemente en muchas ocasiones contristamos (esto es
entristecer) al Espíritu con nuestra desobediencia. Dios habita en cada uno de nosotros, y esto es un
motivo de gran alegría.
El apóstol Pablo estaba encarcelado cuando escribe esta epístola. Pablo se dirige a una iglesia
constituida, en libertad, muy bendecida, y desde su condición de cautiverio él anima a los creyentes de
la ciudad de Filipos. ¿Cuál era su secreto para estar fortalecido ante la adversidad? Era un hombre de
comunión con Dios, y ante la dificultad o en medio de la bendición el apóstol adoraba a Dios.
Pablo utiliza la palabra regocijarse, término que es más fuerte que tener gozo. Regocijarse es
básicamente tener dos veces o dos medidas de gozo, es doble gozo, es más fuerte e intenso. Cuando
estás convencido de que el Señor es tu escudo y que por encima de todo está Su poderosa mano,
entonces es posible confiar en que la voluntad de Dios se hará y todo saldrá bien.
Es también muy interesante tener en cuenta que al obedecer al Señor el corazón del cristiano se
regocija, y experimenta una alegría especial, es espiritual, es la satisfacción que el Espíritu Santo
comunica a tu corazón. Ese regocijo sobrenatural nos fortalece y anima, pues el gozo de Dios es la
fortaleza del cristiano.
Vemos pues que regocijarse en el Señor nos impulsa para avanzar y caminar por sendas de victoria en
Cristo donde el diablo no te pude tocar. Los planes de Dios contigo fluirán pues caminas con Su fuerza y
poder.
Conclusión: Sin duda Dios ha diseñado lo mejor para cada uno de nosotros, no permitamos entonces
que los obstáculos arrebaten el gozo del Señor, por el contrario fortalécete en Su presencia, y persevera
siguiendo Su dirección, avanzando con su fuerza.
5 de junio de 2017
DIOS ES MI FUERZA
Introducción: (Tema para predicar). La Biblia nos dice: “Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de
mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío” en el Salmo 43:4. Concluimos que ésta alegría o gozo
está en el Señor mismo. El vivir en la voluntad del Señor genera gozo, el Padre celestial dijo de su Hijo:
“Éste es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia”, expresión que indica: “Me gozo en mi amado
Hijo” y una pregunta sería ¿Por qué el Padre se goza? Precisamente porque Jesús vivió para hacer Su
voluntad…
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él
soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” Hebreos 12:2.
En primer lugar debemos considerar el significado del término gozo desde la Escritura. En el Antiguo
Testamento la palabra gozo indica alegría, bienestar, deleite, júbilo, regocijo, es una expresión que
implica moralidad y rectitud. En el Nuevo Testamento la palabra gozo tiene como significado la alegría,
la complacencia y el deleite.
En el texto Hebreos 12:2 se puede ver la fuerza o poder del gozo, ya que fue precisamente el gozo que
llevó a Jesús a la victoria y conquista en la cruz, nos dice que por el gozo pudo soportar el dolor de
aquella crucifixión, y logro vencer el oprobio o menosprecio de los hombres.
Nos dice el pasaje: “sufrió la cruz”, en ésta expresión el término “sufrir” traduce además resistir,
soportar y la palabra “oprobio” también traduce: deshonor, injuria y deshonra. Por el gozo puesto
delante de él, Jesús pudo soportar la cruz y tuvo en poco los insultos y calumnias. El gozo de Dios nos
fortalece ante las diversas dificultades y obstáculos. Dios es mi fuerza.
Como hijos de Dios es muy importante ver lo que Dios ve. En parte final de Hebreos 12:2 podemos ver
que se nos dice que después de la crucifixión y muerte del Señor Jesús, él resucitó y se sentó a la diestra
del Padre Celestial. En los evangelios el mismo Señor nos deja ver que esa era su visión, él conocía el
plan del Padre para su vida.
Es bueno recordar aquí al pueblo de Israel quienes anduvieron por el desierto camino a la tierra
prometida, lamentablemente su visión era de continuo fracaso e incredulidad en su corazón. No
lograban ver por la fe la tierra que conquistarían, y por eso los recuerdos del pasado (de Egipto) y su
temor ante los obstáculos los hacía desear volver atrás renunciando al camino que habían empezado y
abandonando sus sueños.
Conclusión: Dios desea llenar nuestro corazón con su fuerza y gozo, perdonemos al ofensor, aceptemos
la formación divina, asumamos de la mano de Dios los desafíos y él nos guiará por el camino correcto
hacia la victoria. Dios es mi fuerza.
La Escritura nos enseña muy claramente que satanás envía dardos de fuego contra los cristianos. Son
por ejemplo la duda, la incredulidad, el desánimo, el rencor y por supuesto muchas mentiras, él
procurará engañar al cristiano. Entonces ¿Cuál debe ser la actitud del hijo de Dios? Por eso recuerda
“Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo”. Con Jesucristo siempre venceremos.
Nos dice 1 Pedro 2:1-3 “Por tanto, desechando toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias y
toda difamación, deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella
crezcan para salvación, si es que han probado la bondad del Señor”.
El pasaje bíblico nos anima a desechar, es decir expulsar aquellas actitudes y acciones que afectan la
vida espiritual (las cuales cita Pedro: malicia, engaño, hipocresía, envidias y calumnias) y con anhelo
profundo desear la Palabra del Señor, ya que es está la que genera nuestro crecimiento en la salvación,
la palabra de Dios nos guía y enseña la revelación de lo que nuestro Señor Jesucristo conquistó en la
cruz para todos nosotros.
Así como la leche materna es fundamental para la vida y salud de un recién nacido, el cristiano debe
amar y crecer en la palabra de Dios pues ella hará en cada uno maravillas.
La palabra del Señor es pura, santifica, renueva la mente y nutre nuestro espíritu, por eso debemos
alimentarnos de ella con anhelo profundo. Una mente ociosa es un espacio que permite muchas cosas
vanas y malvadas. Más bien nuestra mente debe ser renovada con la Palabra de Dios cada día.
Debemos tener en cuenta que cuando el diablo vino al desierto para tentar al Señor Jesús lo hizo en tres
oportunidades y Jesús lo venció a través de la Palabra divina. El Señor declaró en las ocasiones: “Escrito
está”. Esto nos recuerda y muestra el poder de la Palabra del Señor, es como una espada que cuando es
pronunciada con fe provoca estragos en el enemigo.
El Señor Jesucristo rindió su voluntad a la del Padre, él preservó su corazón y sus labios de todo engaño y
mentira, por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo. Cuando hacemos de la Biblia nuestra continua meditación
ella misma produce profundos cambios en nuestro corazón.
Conclusión: Dios es poderoso y bueno, él ha planeado lo mejor para sus hijos, es necesario caminar en la
verdad de su palabra, y no consentir las mentiras de las tinieblas. Jesús ha venido a darnos vida y unción
para caminar en victoria.
Introducción: El salmista dijo: “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”. Es necesario reconocer que
necesitamos de Dios para vivir, así como los árboles necesitan del sol, del aire y del agua.
Cuando estamos sin Dios es como intentar andar por el desierto sin ser lastimados por el ardiente sol y
la escasez de agua allí. Es vital para nosotros aceptar que sólo el agua de vida en Jesucristo puede saciar
nuestro corazón. Jesús es el camino, la verdad y la vida…
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En este pasaje bíblico Jesús enseña que la adoración de la mujer fue más allá de la “atención” que le hizo
Simón al Señor. El Maestro valoró la adoración de aquella mujer “pecadora” por encima de las reglas y
formalismos de los fariseos. Vamos a considerar ahora algunos factores que vemos en esta adoración:
Nota: Podemos ver que era una mujer “pecadora”, observando la Biblia no podemos concluir con
certeza que su pecado era la prostitución, lo cierto es que su pecado era evidente para todos (ella era
rechazada y señalada), quizá era ese su oficio. La Biblia nos enseña que Dios es santo, y al acercarnos a
él es precisamente aquella santidad la que nos permite ver nuestra real condición, y por eso
reconocemos nuestra gran necesidad de su amor y misericordia.
b) Debemos anhelar estar con Jesús (esto significa que debemos tener pasión por Dios).
Este deseo o anhelo podemos verlo en la mujer, pues ella se enteró de que Jesús estaba allí y fue en pos
de él. Ella se esforzó y perseveró, diligentemente corrió a casa de Simón el fariseo y allí además tuvo que
superar varios obstáculos, por ejemplo: era la morada de un fariseo y por tanto no sería bienvenida; ella
no había sido invitada al banquete, tuvo que luchar contra su sentimiento de indignidad, etc.
El contexto del pasaje nos indica que la mujer derramó “un frasco de alabastro”. El alabastro es un
mármol translucido, por lo general de varios colores, es costoso, y contenía “perfume” también de gran
valor. Vemos pues que fue una “costosa” adoración, tengamos presente que Dios no es barato, él es el
bien más valioso del universo visible e invisible.
d) La mujer expresa una actitud de humildad (la Biblia nos dice: “a sus pies”).
El corazón orgulloso no se postra ni se dobla ante Jesucristo. La Escritura nos dice que la verdadera
grandeza se alcanza cuando estamos de rodillas. Dios da gracia a los humildes, y mira de lejos al altivo.
Precisamente por eso defendió a aquella mujer delante de todos y la bendijo.
Conclusión: El Señor Jesús cambió completamente la vida de aquella mujer, él la perdonó y restauró su
autoestima. Ella derramó sus lágrimas a los pies de Jesús, derramó su perfume de alabastro, y ella salió
justificada, aceptada y valorada el mismo Señor Jesús. Estos son los maravillosos resultados de entrar en
la presencia de Dios.
29 de mayo de 2017
Introducción: Hay ciertos momentos de la vida en los que no sabemos qué hacer, y no es posible ver el
camino correcto. Nos cansamos procurando hacer muchas cosas y finalmente estamos fatigados y
decepcionados. Lo correcto es desde el inicio buscar la solución y dirección del Señor, pues la Biblia nos
dice: “Buscadme y viviréis”. Así que no te desalientes, fortalécete en el Señor y busca su consejo. Dios
sigue hablando y es Todopoderoso, él te ayudará…
“Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia Él, dijo a Felipe: "¿Dónde
compraremos pan para que coman éstos?" Pero decía esto para probarlo, porque El sabía lo que iba a
hacer.” Juan 6:5-6.
El Señor Jesús y sus discípulos se encuentran en la tierra de Galilea. Aquí debemos recordar que Galilea
era una región rechazada por los habitantes de la ciudad de Jerusalén (ya que los galileos eran
considerados como judíos mezclados con otros pueblos, con poca escolaridad y poco temor del Señor).
El pasaje nos dice que llegaban grandes multitudes al Señor y él las atendía, les ministraba sanidad y
libertad, restauración y perdón.
El contexto bíblico de esta porción nos dice que es muy importante reconocer que todo viene del Señor.
Felipe fue probado por el Señor Jesús. La Escritura nos enseña que las pruebas tienen varios objetivos,
como hacernos crecer en la fe. El Señor no sólo envía recompensas o bendiciones, él también nos
prueba y aun disciplina a sus hijos, y todo lo hace por amor.
El Señor Jesús pregunto a Felipe para probar su fe, pues Jesús nos dice el pasaje “sabía lo que había de
hacer”, entonces era una prueba para Felipe, y toda esta situación era un momento ideal para
manifestar su poder y cuidado por su pueblo. De manera que el Señor Jesús se manifiesta como el
enviado del Padre y Felipe desarrolla una mayor fe en Jesucristo.
Nuestro Dios es proveedor por excelencia y requiere que confiemos en él (Juan 6:7-9). La Escritura nos
dice que Felipe contesto: “doscientos denarios de pan no bastarían”, eran unos cinco mil hombres y el
pasaje nos enseña que todos comieron pan y pescado. Cuando tú pones en manos del Señor lo poco, él
te sorprende con su abundancia y multiplicación.
Conclusión: Ante los problemas podemos albergar en nuestro corazón la angustia o la ansiedad. Más
bien debemos ir a Dios y encomendar en Sus manos nuestras dificultades y necesidades, y Él hará cosas
gloriosas y poderosas a tu favor.
Podemos considerar varios motivos por los que aparecen lágrimas en los ojos, desde una gran tristeza
hasta una gran alegría, además por cortar la cebolla. Sin embargo en la adoración a Dios al derramar el
corazón también derramamos lágrimas ya que su amor, poder y perdón nos envuelve...
Lucas 7:37-38 “Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo,
se sentó a la mesa. Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús
estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y poniéndose
detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de
su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume.”
El fariseo no recibió a Jesús como era digno de semejante visita. En la cultura hebrea tenían como
costumbre atender a los invitados al banquete en casa de la siguiente manera: sus pies eran lavados en
la entrada, se recibían con un beso como cortesía, además era ungida con perfume su cabeza.
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Además aquel fariseo juzgó la adoración de la mujer y al mismo Señor por aceptar aquella adoración de
una pecadora (según Lucas 7:39). La rutina religiosa y la hipocresía eran señales propias de los fariseos,
siempre buscaban el modo de ser reconocidos por los demás.
Vemos entonces que aquel fariseo no creía en el Señor Jesús como el Mesías (recordemos que piensa:
“sí éste fuera profeta”), pero vemos que lo invitó a su casa, tal vez quería demostrar sus influencias y
“contactos” al tener en su casa al Rabí del cual todos hablaban.
Pero el Señor Jesucristo recibió la adoración de aquella mujer “pecadora”; esto nos recuerda que para
Dios es más valioso un corazón sincero, que los títulos, que el estrato social, y todas las prácticas
religiosas que puedan existir. Las lágrimas a los pies del Señor son evidencia de humildad y
reconocimiento de nuestra necesidad de Dios. Para aquel fariseo la mujer era una pecadora indigna de
tocar al Maestro, pero el Señor la honró delante de todos, ten presente Jesús defiende y honra a quien
le adora y le sirve.
Vemos también que el grado de revelación del perdón recibido determina el nivel de adoración (según
Lucas 7:47). Aquel fariseo no adoró a Jesús, pues su justicia dependía de actos humanos y religiosos.
Aquella mujer lo adoró, porque solo en Jesús el corazón humano encuentra la gracia y el verdadero
perdón. Cuanto más comprendes tu perdón más grande es tu amor por él y tu adoración es diferente.
Conclusión: La adoración verdadera nace en un corazón sincero, manso, transparente delante de Dios y
que reconoce su necesidad y por tanto acude al Señor para beber de la fuente de vida. Adora a Dios.
Evita el resentimiento
Evita el resentimiento
Introducción: Aunque nuestro Señor Jesucristo hizo la voluntad de su Padre, él tuvo que hacer frente al
rechazo, la burla, la oposición y aún la traición, pero vemos que siempre perseveró y por eso alcanzó la
salvación para la humanidad…
Al considerar el ministerio de Pablo el apóstol también podemos ver cómo fue perseguido, enfrentó la
persecución, muchas calumniasen su contra, peligros, la enfermedad, diversas decepciones, fue muchas
veces incomprendido, tuvo que engentar ataques espirituales y aún físicos; pero al final el apóstol dijo:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe, y me está guardada la corona de
justicia”, aunque el diablo a través de diversos medios y personas hasta el fin lo acechó, él se fortaleció
en el Señor y logró vencer, pues Dios es más grande que cualquier poder de las tinieblas y que toda
estrategia del enemigo. Entonces renueva tus fuerzas en Cristo y avanza.
“Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán de la
guardia del templo, y los Saduceos, resentidos porque enseñaban al pueblo, y anunciaban en Jesús la
resurrección de entre los muertos. Les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente,
pues ya era tarde” Hechos 4:1-3.
No podemos ignorar que los espíritus demoniacos intentan estorbar y dañar los planes divinos para
nuestra vida. Precisamente una estrategia que el diablo usa es el resentimiento o rencor. Veamos
entonces el término resentimiento, el cual viene del griego bíblico y nos indica desagrado, indignación,
estar dolorosamente angustiado.
El pasaje de hoy nos dice que los sacerdotes judíos (que en su mayoría eran fariseos) y los saduceos
(aunque estos diferían en doctrina se pusieron de acuerdo para actuar mal, ellos estaban “resentidos” e
impulsados por ese enojo hicieron llevar a la cárcel a los apóstoles del Señor.
Así pues debemos cuidarnos del resentimiento y del enojo, pues ellos ciegan el buen juicio del hijo de
Dios. Aunque ellos eran sacerdotes no pudieron ver que la obra era de Dios. Ellos dirigían la vida
espiritual de los judíos, pero llenos de resentimiento más bien estaban en contra del Señor.
Esto nos recuerda que no importa todo el conocimiento de la Biblia que podamos tener, más bien
debemos rechazar el resentimiento o éste nos hará cometer graves equivocaciones.
Debemos tener presente que la falta de perdón introduce el corazón en una cárcel de maldad y dolor.
Por eso es vital cuando así se requiera ejercer el perdón de corazón (por eso nos dice la Biblia:
“perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó en Cristo”).
Es muy interesante observar que cuando el resentimiento es vencido por el amor y por tanto por el
perdón, los resultados son maravillosos ya que la gloria de Dios fluye sin obstáculo y como resultado
muchas bendiciones de Dios aparecen. Pero, ante todo esto agrada a Dios.
Vemos entonces que cuando el Señor trae transformaciones a nuestra vida no es para molestar sino
para conducirnos a nuevos niveles de fe y unción, por eso podemos decir “lo mejor está por venir”.
Veamos:
“Mientras ellos iban andando y hablando, de pronto, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que
separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. Eliseo lo vio y clamó: "Padre mío, padre mío, los
carros de Israel y su gente de a caballo." Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos
pedazos” 2 Reyes 2:11-12.
El texto de hoy enseña un suceso sobrenatural, éste carro de fuego es una evidencia o muestra del cielo
en la tierra. Podemos recordar que el Señor Jesús vino anunciando el evangelio del reino, y su ministerio
en la tierra estuvo acompañado de milagros y señales, pues es la gloria y poder de Dios la que sella éste
mensaje que viene de Dios.
La Biblia nos enseña que el tiempo de Elías en la tierra había concluido, y el Señor envía un carro de
fuego por él y se lo llevó vivo. Recordemos que un tiempo atrás el profeta Elías bajo el enebro y por la
persecución de la reina Jezabel deseaba morirse, pero ese no era la voluntad de Dios, el Señor tenía algo
diferente para su siervo.
Cuando concluimos que todo ha terminado o anhelamos que termine, el Señor nos enseña que todas las
cosas tienen su tiempo y él las hará a Su manera, él siempre nos sorprenderá con su bondad, amor y
cuidado. Dios trae lo mejor para tu vida.
Podemos ver también que inicia un nuevo tiempo y ahora sería el profeta Eliseo el instrumento de Dios
como profeta de Israel. Para Eliseo y la nación de Israel llega un nuevo período, es una nueva etapa en
los planes de Dios, y es un tiempo de bendición y crecimiento para todos. Dios sabe lo que hace
Es muy importante mantener presente que quien en realidad hace la obra es Dios, nos dice la Biblia:
“Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán… Y golpeó las
aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas,
se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo” 2 reyes 2:13-14.
Entonces quienes servimos a Dios somos instrumentos en Sus manos, sin su bendición y respaldo nada
importante ocurre.
El profeta Eliseo dijo: “¿Dónde está, Jehová, el Dios de Elías?” y esto nos muestra que deseaba ver al
Señor mostrando su gloria y poder, él confiaba en Dios. Confía en él, no de dejará, Por eso está escrito:
“Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y
sé que no seré avergonzado” Isaías 50:7.
Conclusión: Los cambios que Dios envía a nuestra vida significan salir de nuestra zona de confort, pero
podemos avanzar, pues el Señor mismo es quien nos ayuda y fortalece.
17 de mayo de 2017
Introducción: La pasión por la presencia de Dios debe ser un profundo anhelo que provoca decisiones
que transforman nuestro estilo de vida. La Biblia nos dice que Moisés descendió del monte Sinaí y su
rostro resplandecía debido a la gloria de Dios en él, y el texto bíblico expresa que esto se debía a que
hablado con el Señor:
“no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios” (Éxodo
34:29). Entonces la búsqueda de la presencia divina produce grandes cambios en la persona.
“Cuando ya habían pasado, Elías le dijo a Eliseo: "Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo
sea separado de ti." Y Eliseo le respondió: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí".
2 Reyes 2:9.
Es muy importante mantener un profundo deseo por la presencia divina. Cuando decidimos buscar a
Dios debemos mantener la perseverancia ante los obstáculos que aparecen en el camino.
Por ejemplo según el contexto del pasaje bíblico de hoy vemos que por lo menos en tres momentos Elías
le pide a Eliseo que se quede, pero vemos que éste expresa perseverancia siguiendo a su maestro sin
perderlo de vista, él sabía que pronto su maestro el profeta Elías será llevado a la presencia de Dios.
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La Biblia nos dice que Eliseo anhelaba una doble porción del Espíritu de Dios que estaba sobre el profeta
Elías. Recordemos que en el Antiguo Testamento el Espíritu Santo venía sobre las personas, mientras en
el Nuevo Testamento nos dice que él vino a morar en cada cristiano nacido de nuevo (en la actualidad
somos templo del Espíritu de Dios, evento que no sucedía en el Antiguo Testamento) pero es
interesante ver que hombres como Elías y Eliseo conocían de manera personal e íntima al Espíritu Santo.
Eliseo anhelaba más del Espíritu Santo, él tenía una profunda pasión por Dios, esto es como una bendita
insatisfacción del corazón. Por eso debemos ser agradecidos por todo lo que Dios nos ha dado, pero al
mismo tiempo debe haber en nuestro corazón un profundo deseo por la presencia divina, cuando ese
anhelo personal se pierde, viene con fuerza el peso de la agotadora rutina religiosa.
El Señor envió sobre el profeta Eliseo aquella doble porción que tanto deseó y por la que perseveró
hasta alcanzarla. Cuando decides buscar a Dios y perseveras, solo es cuestión de tiempo cuando verás la
gloria de Dios a tu favor.
Conclusión: Es muy importante tener en cuenta estos tres factores: pasión por el Señor (anhelo que
transforma el corazón nuestro), deseo por el poder divino manifestado (en señales y milagros) y
perseverancia ante los obstáculos. Adelante Dios quiere manifestar su gloria en tu vida.
14 de mayo de 2017
Introducción: vemos que un árbol grande y fuerte es resultado de un largo proceso. Ha pasado por
varias etapas, y sin duda ha tenido que superar diversos tiempos, climas y tempestades. Por eso lograr
los sueños y anhelos de nuestro corazón implica perseverancia, esfuerzo y tiempo, y sin duda el más
grande y hermoso de los anhelos es la presencia de Dios mismo.
Por todo eso ser un adorador es la más sublime de las virtudes y oficios, recordemos que el Señor Jesús
dijo: “Al Señor tu Dios adoraras y a él sólo servirás”. Te amamos Jesús…
El pasaje bíblico nos habla de un territorio llamado Refidim, esta palabra significa: refresco, llanuras.
Podemos ver que unos capítulos atrás en éste lugar Dios les dio agua de la roca; también allí Jetro
sugirió a Moisés para distribuir las tareas y atender al pueblo hebreo.
También allí fue donde Josué venció a los amalecitas; por estas cosas Refidim es símbolo de un lugar de
victoria y provisión en el Señor, mientras que el monte Sinaí (que es el lugar al cual llegan) es el
territorio donde Dios se manifestará a toda la nación de Israel (es muy interesante ver la transición, los
hebreos pasan de la provisión a la presencia de Dios). Por eso la bendición más grande es conocer y
amar al Señor. Dios es más importante.
Los milagros en la tierra de Egipto llamaron la atención de Israel, y el poder de Dios quedaba claro. El
pasaje nos dice que Dios “como el águila” los trajo a su presencia. Es muy importante tener en cuenta
que en tierras Palestinas el águila vuela muy alto, es también muy rápida y su vuelo es majestuoso. Con
ferocidad protege su nido, y a su tiempo llevan a sus aguiluchos sobre sí o junto a ellas durante el
aprendizaje para volar. De igual modo Dios cuidó, protegió y trajo a su pueblo hasta aquella región.
El monte Sinaí es figura de la revelación del Señor (Éxodo 19:5-6). Es en éste lugar donde Dios expresa su
plan con Israel. Quizá los israelitas pensaban más en el maná, en el agua, en las codornices y en
conquistar Canaán. Pero el desierto era un tiempo para conocer a Dios.
Por eso es muy importante tener presente que la provisión durante el desierto y la abundancia de la
tierra prometida eran añadiduras al plan del Señor. Muchas veces alteramos el orden de Dios dando
prioridad a cosas que para él no son tan valiosas. Por eso debemos mirar las cosas con el lente de Dios, y
no según nuestro parecer.
Conclusión: Nuestra vida debe ser un continuo crecimiento en el Señor, agradecer por sus milagros y
maravillas, pero debemos ir más allá de sus obras y conocerlo a él. La bendición más grande es conocer
y amar a Dios. Cada día de tu vida.
11 de mayo de 2017
“Y ella dijo: Sí, Señor, más los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.
Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su
hija fue sanada desde aquella hora” Mateo 15:27-28.
En este pasaje bíblico podemos ver el intenso y perseverante clamor de una madre por su hija. Ella
ruega al Señor Jesús por un milagro, sin embargo el Maestro en primera instancia permanece callado,
luego le dice que él ha venido a los hijos de Israel (esta madre no era israelita, ella era sirofenicia). Esta
mujer no renuncia a su ruego ante Jesús. Es entonces una muestra de perseverancia en la fe.
Esta mujer pudo haber ofendido al Señor Jesús pensando: “no me responde, y ahora me contesta de un
modo incorrecto”, a pesar de todo continua clamando por la situación de su hija, ella persevera y lucha
por el milagro. Ver la gloria de Dios en nuestra familia no es fácil, pero en Dios podemos estar confiados.
Persevera, no renuncies, no te sueltes de la mano de Dios y él hará maravillas en tu casa.
Es necesario fortalecer la fe confiando en el Señor hasta el final. Podemos ver que el Maestro exaltó la fe
de esta madre, ya que la Escritura dice que él le dijo: “grande es tu fe”. Entonces la fe grande es la que
confía y ama al Señor, aún en los momentos más complicados y difíciles.
La Biblia nos dice que el Señor Jesús le dijo: “hágase contigo como quieres” y la hija recibió aquel
milagro. Podemos reflexionar aquí: ¿Qué deseamos para nuestros hijos? El pasaje nos dice: “y su hija fue
sanada desde aquella hora”, entonces la fe que persevera logra ver la obra poderosa de Jesús en nuestra
vida y familia. Por eso mediante la fe, amor y perseverancia veremos la gloria de Dios en casa.
Conclusión: Debemos tener presente que nuestros hijos son de y para Dios, y aunque las tinieblas
intenten hacerles daño el plan de Dios prevalecerá. Creamos en el Señor y digamos confiados en su
poder: “Yo y mi casa serviremos al Señor”. Gracias Jesús por hacer tu maravillosa obra en nosotros.
“Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer Cananea que había
salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está
terriblemente endemoniada” Mateo 15:21-22.
Cuando los hijos padecen un dolor o una tristeza como padres también somos afectados, esto es
inevitable. Debemos tener en cuenta aquí que sí la condición de nuestros hijos nos interesa mucho,
también a Dios nuestro Padre celestial le interesa nuestra condición y bienestar.
Las pruebas o dificultades tocan la puerta de nuestra casa en algún momento y son diversas. En otros
momentos como nos enseña el pasaje de hoy la prueba toca a los hijos. Aquella madre dice: “mi hija es
gravemente atormentada por un demonio”. Ella era una jovencita pero a pesar de eso un espíritu
inmundo la afligía (vemos pues que los demonios no hacen diferencia de edad), pero el Señor tiene el
poder para darnos la victoria.
Esta madre ante la dificultad se acercó más al Señor, ella buscó al Señor Jesús y clamó Su compasión, y
eso es lo que debemos hacer nosotros también. Ante los problemas debemos buscar a Dios con fe
creyendo en Su poder y con esperanza conscientes de que al final Dios nos permitirá ver Su poder. El
Señor es fiel y bueno, él sanó a su hija liberándola de aquel tormento espiritual.
Debemos ver pues la dificultad o crisis como una oportunidad para acercarnos más al Señor, para crecer
en la fe y ser testigos de Su grandeza y poder.
Conclusión: Del Señor no descuida a sus hijos, él oye su clamor. Ante la crisis debemos buscar Su
presencia y hacerlo con confianza sabiendo que no seremos avergonzados. Demos gracias a Dios, pues
las dificultades nos acercan más a Dios.
4 de mayo de 2017
El aguijón de Pablo
El aguijón de Pablo
Introducción: Dios nos enseña de diversas maneras y usa muchas circunstancias, personas y aún cosas,
lo más importante es tener un corazón dispuesto y sencillo para aceptar y recibir debidamente lo que el
Señor nos quiere enseñar...
Dios quiere evitarle al apóstol Pablo cualquier tendencia a enorgullecerse (2 Corintios 12:7-10).
1) Ante la magnitud o grandeza de las revelaciones Dios le asignó un “aguijón” cuyo objetivo
persuadirlo constantemente para que no cayera en la soberbia. El apóstol necesitaba algo que le
recordará constantemente que a pesar de sus experiencias aún en el tercer cielo, él seguía siendo un
hombre corriente, y por tanto dependiente de Dios en todo.
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que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
2) Respecto al aguijón la misma Biblia no nos deja ver con claridad que era. Los mismos intérpretes
de la Escritura coinciden con que no se conoce con certeza cuál era aquel aguijo. Se supone que tiene
relación con una dificultad en los ojos según Gálatas 4:13-15 y 6:11, donde los cristianos de Galacia si
hubiesen podido habrían dado a Pablo sus propios ojos, y también por eso según Gálatas 6:11 escribe
con letras de gran tamaño.
“Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y
no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis
como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que
experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros
propios ojos para dármelos” Gálatas 4:13-15.
“Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano” Gálatas 6:11.
3) Debemos destacar también la expresión del apóstol cuando dice: “respecto a lo cual he rogado
al Señor tres veces que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona
en la debilidad”. Y es allí donde Pablo concluye que la base de la gloria de Dios en él es su propia
debilidad, allí es donde reposa el poder de Cristo.
Donde el hombre es insuficiente Cristo se hace grande. Por eso Dios dice: “Yo habito en la altura y la
santidad; y con el quebrantado y humilde de espíritu” Isaías 57:15. La soberbia y el orgullo alejan la
presencia de Dios. El corazón manso y humilde es morada de la presencia divina.
1 de mayo de 2017
Introducción: La vida cristiana es una vida de fe en la que se deposita el corazón en las verdades
enseñadas por Dios a través de su palabra. La Biblia nos describe las características del tercer cielo,
morada de Dios llena de maravillas, luz, paz, el amor de Cristo lo llena todo, no hay necesidad de luz
porque Cristo es su lumbrera, etc. Pablo estuvo allí en el tercer cielo y nos revela algunas cosas…
1) El versículo uno nos deja ver el choque de emociones en el corazón de Pablo, pues dice: “no me
conviene gloriarme pero me referiré…”. Es decir no está bien exponer las visiones y revelaciones que ha
tenido, él no quiere caer en orgullo, ni parecer que lo está siendo. Pero la situación es tal que se ve
presionado a mostrar las credenciales más profundas de su corazón.
2) Es muy interesante ver que anhelando evitar el orgullo, Pablo recurre a hablar en tercera
persona. También de ésta manera defiende sus revelaciones y visiones en contraste con los falsos
maestros quienes seguramente fabricaban visiones y demás cosas para impresionar a los ingenuos
creyentes corintios. Su actitud era protagónica, lejos del verdadero corazón de Jesús.
3) Pablo fue arrebatado al tercer cielo. Esta experiencia es registrada en varios casos del Antiguo
Testamento, por ejemplo Enoc, los profetas Elías y Ezequiel. La palabra arrebatar se traduce del griego
“jarpazo” que significa también: raptar, asir rápidamente, apoderarse por la fuerza.
Éste término (“jarpazo”) también es usado en 1 Tesalonicenses 4:17 cuando dice que “Luego nosotros
los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. Por eso estos arrebatamientos son
figura del arrebatamiento final de la iglesia.
4) La expresión “donde oyó palabras inefables, que al hombre no le es lícito expresar” nos muestra
además que el tercer cielo es un lugar de grandes y profundas revelaciones de Dios, es un lugar de
continuo conocimiento divino, por eso el Señor Jesús dijo: “esta es la vida eterna que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero y a Jesús a quien has enviado”.
Es necesario agradar a Dios Es
Introducción: Hay ciertos momentos trascendentales en nuestra vida donde debemos tomar decisiones
que determinarán nuestro futuro y el bienestar de nuestra familia. Ante esta situación no debemos
actuar apresuradamente, sino buscar la paz de Dios y el testimonio de su Santo Espíritu. No todo lo que
brilla es oro…
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi
carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios” Hechos 20:24.
Este pasaje bíblico está lleno de reflexiones y principios para nuestra vida como hijos de Dios. Vamos a
considerar entonces estas frases:
a) El apóstol Pablo dice esto en… cuando se está despidiendo de los hermanos y ancianos de la
iglesia. Era un momento difícil y que requería valor, pero el apóstol fortalecido en Dios no permite que
nada lo distraiga de su meta.
b) La expresión “de ninguna cosa hago caso” nos permite ver la firme determinación del apóstol.
Sabía que enfrentaría dificultades, obstáculos y persecución, pero aun así está determinado en
continuar.
c) “Ni estimo preciosa mi vida para mí mismo” para Pablo si era necesario dar su vida por la
voluntad de Dios estaba dispuesto a hacerlo. El apóstol ha logrado rendir su ego a la voluntad divina y
por eso no piensa en vivir para sí mismo sino para Dios y para cumplir sus planes.
d) Dice además algo muy importante: “con tal que acabe mi carrera con gozo” pues nos muestra
que la vida cristiana es una carrera y no de velocidad sino de resistencia, por eso es tan importante
hacerlo “con gozo” aquel gozo que viene del Espíritu Santo.
e) Servir a Dios tiene como objetivo principal “dar testimonio de la gracia de Dios” por tanto no es
para gloria del hombre, sino para la gloria del Señor. Es por su gracia que podemos servir y perseverar
en su camino, ese es diseño divino pues así no puede nadie jactarse delante de Dios.
“Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios” 2 Corintios 7:1.
Las maravillosas y fieles promesas de Dios implican una vida recta y separada del mal. Entrar en uniones
o acuerdos con el mundo nos expone a pérdidas de las bendiciones, pero ante todo es afectada la
comunión con Dios y Su presencia. Ante todas las promesas y bendiciones que el Señor nos quiere dar
es necesario limpiarnos, es decir apartarnos de aquello que a Dios no agrada.
La expresión “perfeccionando la santidad en el temor de Dios” indica una proceso continuo en el marco
del “temor a Dios”. Por eso dice la Escritura que el temor a Dios es el principio de la sabiduría, no se
trata de abundancia de conocimiento sino de caminar en la buena palabra que Dios nos da.
El verdadero amor debe ser el motivo del servicio a Dios (2 Corintios 7:2-4).
La primera palabra del versículo dos “admitidnos” según la RVR 1960 se traduce de dos términos griegos
“joreo” y “jemas” que significa: “abríos a nosotros” por eso la NVI dice: “Hagan lugar para nosotros en su
corazón”, y añade “a nadie hemos agraviado, corrompido o engañado”.
Pablo vivía de una manera íntegra, recta, sobria, justa y piadosa. Nadie podía levantar el dedo y
señalarlo de pecado o desorden en su vida. El apóstol no quiere condenarlos, por el contrario su amor
por ellos es sincero, honesto y limpio.
Pablo afirma y expresa su amor hacia los corintios por varias razones:
En primer lugar el apóstol manifiesta la lucha que ha tenido con conflictos y problemas externos,
además de la lucha interna (en éste caso expresa “temores” traducido del término griego “fobos” que
básicamente es fuente de miedo que puede provocar la huida). Inmediatamente dice el apóstol: “pero
Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito” vemos entonces que a pesar de los
conflictos externos e internos Dios estaba allí a su cuidado.
Pablo se alegra (“me regocijé”) al escuchar el informe de Tito, pues los hermanos de Corinto expresaron
su gran afecto, aún su llanto y su gran solicitud por el apóstol. Entonces Pablo se alegró por la llegada de
Tito y más aún cuando escuchó las expresiones de amor de los corintios por él.
El escrito de Pablo había producido tristeza en los corintios. “Os contriste con la carta” dice el apóstol y
la palabra contristar se traduce del griego “lupeo” que además significa: tristeza, dolor, pesar.
Esta tristeza vino de Dios, pues dice el versículo once “habéis sido contristados según Dios” el objetivo es
provocar arrepentimiento para que “ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte” (versículo nueve) es
decir para que no haya un mal resultado eterno como producto de su irresponsabilidad e indiferencia.
Vemos en el versículo diez el contraste de dos clases de tristeza: la que viene de Dios para
arrepentimiento y la que viene del mundo que produce muerte.
La primera es resultado de la obra del Espíritu Santo y su palabra convenciéndonos de lo que hemos
hecho mal y que debe ser corregido; mientras que la segunda la tristeza del mundo produce depresión,
soledad, auto lastima, auto condenación, deseos suicidas, etc. Pablo se goza porque los corintios habían
sido obedientes siguiendo sus instrucciones.
La manera respetuosa, sincera y amable con la que recibieron a Tito (2 Corintios 7:13-16).
Pablo experimenta mayor gozo al ver el gozo de Tito, pues la iglesia de Corinto lo había recibido con
sumo respeto y el cariño de Tito por ellos era más grande cada vez que recordaba la obediencia de ellos,
y como reconocieron la autoridad apostólica en él de manera que “lo recibieron con temor y temblor”.
En pocas palabras el apóstol Pablo tenia por cierto que a pesar de los tropiezos y obstáculos, todo
resultaría en el mejor final por eso dice: “tengo confianza”. Aunque a veces las situaciones se vuelven
más complicadas de lo normal, es necesario confiar en Dios y su poder pues todo obra para nuestro
bien.
14 de abril de 2017
Introducción: La iglesia de Jesucristo es llamada a ser luz en medio de éste mundo, ser un testimonio
vivo del poder de Dios que salva y transforma la vida del ser humano. Debemos cuidarnos de la religión
o de las actitudes fariseas que condenan a otros, pero no viven lo que dicen; tampoco debemos seguir la
corriente del mundo identificándonos con lo que Dios no aprueba. Con amor y sabiduría debemos
conducirnos en ésta vida…
El apóstol Pablo le dice a la iglesia de Corinto que debe cambiar su actitud hacia el mundo (2 Corintios
6:14-18).
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el
creyente con el incrédulo? ¿Y qué concierto tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois
el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi
pueblo. Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os
recibiré, y seré Padre a vosotros, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”
1) Es lógico concluir que los corintios estaban participando de cosas que a Dios no le agradaban ni
eran consecuentes con su nueva vida en Cristo. En palabras sencillas Pablo le estaba diciendo: “Dejen de
unirse de manera indiscriminada con los no creyentes”. La palabra “compañerismo” del versículo
catorce significa: “participación asociación”.
La justicia no se asocia con la injusticia; en el mismo versículo la palabra “comunión” significa relación
estrecha, unión. La luz no tiene una relación estrecha con las tinieblas más bien existe un fuerte
oposición.
3) A partir del versículo dieciséis Pablo les recuerda a los creyentes que son templo del Espíritu
Santo, y sí en el Antiguo Testamento en tiempos de apostasía se practicaba idolatría en el templo de
Dios ya no debe ser así.
Ahora somos templo del Dios viviente y por tanto él nos llama con fuerza: “Salid… apartaos… no toquéis
lo inmundo…”. Es decir no participéis de las obras de las tinieblas, no llaméis bueno a lo que ellos hacen,
ni aplaudas sus obras de maldad, más bien acércate a Dios, pues él dice: “y yo os recibiré, y seré para
vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas dice el Todopoderoso”. Entonces apartarnos de
aquello que a Dios no le agrada fortalece nuestra relación con Dios y nos permite cosechar abundancia
de bendiciones.
a) Jesús tuvo adversidades en su ministerio terrenal, así también aquellos que le sirven, pero como él
venció también nosotros venceremos por él (2 Corintios 4:10-12).
“llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de
Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a
muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal. De
manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida.”
Pablo mismo expresa que su vida estaba en un continuo riesgo de muerte, y el poder de Dios era
proporcional en su protección. En la medida en que nos identificamos con Cristo en todo, también todo
lo de él se manifiesta en nosotros. Manifiesta también el apóstol un principio muy importante en el
servicio a Dios, y es que en la medida en que nos negamos a nuestro propio ego la vida y de Dios fluye
mucho más en aquellos a quienes servimos. Es decir cuando ponemos los intereses y diseños de Dios
por encima de los nuestros, mayor será el poder del Señor bendiciendo a la iglesia.
El apóstol Pablo cita el Salmo 116:10 y nos enseña que la fe determina la manera de hablar. Jesús lo dijo:
“de la abundancia del corazón habla la boca”. Como David Pablo cree y habla, confiado en el poder de
Dios que aún levanta a los muertos. Ambos atravesaron tiempos muy difíciles pero su vida aun después
de la muerte estaba en las manos de Dios, era su confianza en Dios.
Así como Dios no dejó a su Hijo en el Hades sino que al tercer día lo levantó de los muertos, también nos
resucitará, por esa confianza en su cuidado y protección podemos perseverar ante la dificultad. Sí Cristo
venció por el poder de Dios la muerte, también en nosotros su poder puede superar toda tribulación y
adversidad.
c) El hombre exterior se desgasta, mientras que el hombre interior se renueva (2 Corintios 4:16-18).
El versículo dieciocho nos enseña que la tribulación es liviana y pasajera, ella genera o crea en el
cristiano nuevos niveles de gloria, los cuales son cada vez mayores, pues dice: “cada vez más excelente”.
El versículo diecinueve nos dice la mejor manera de enfrentar aquellos tiempos: “mirando las cosas que
no se ven” esas cosas eternas y gloriosas, en contraste con lo terrenal, pasajero, efímero y corruptible.
6 de abril de 2017
Introducción: El Señor sacó al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, lo llevó por el desierto hacía la
tierra de la abundancia. Dios protegió a Israel de sus enemigos y lo ayudó a superar sus obstáculos. Sin
duda el desierto es un camino duro y difícil, pero el Señor no los descuidó, él les mandó su provisión
mediante obras sobrenaturales. No hay nada difícil para Dios…
Nos dice Juan 6:16-17 “Al atardecer Sus discípulos bajaron hasta el mar, y subiendo en una barca, se
dirigieron al otro lado del mar, hacia Capernaúm. Ya había oscurecido, y Jesús todavía no había venido
adonde ellos estaban”
Los planes de Dios requieren un crecimiento continuo. Aquí vemos que los discípulos de Jesús empiezan
un viaje en la orilla oriental del mar de Galilea para ir a Capernaúm, es una distancia aproximada de
doce kilómetros. Durante aquel día según nos dice Juan 6:1-2 y 10-12, habían ministrado muchas
liberaciones, sanidades y milagros.
Debemos tener presente que en Capernaúm estaba la casa de Jesús, y esto nos habla de la morada de su
presencia; en tanto que la orilla oriental representa los milagros, la provisión de Dios, ya que los
discípulos se dirigen a Capernaúm, podemos ver aquí una secuencia que nos enseña cuán importante es
pasar de las bendiciones a desear su presencia maravillosa.
El texto empieza diciendo: “al anochecer…”, según los otros evangelios el mismo Jesús los envió: “Jesús
hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera” Mateo 14:22. Entonces no fue
una decisión de los discípulos, ellos están obedeciendo al Maestro. Cuando obedecemos al Señor
aseguramos su presencia y eso es lo más importante.
Teniendo presente que la barca estaba siendo azotada por las olas y el viento estaba en su contra,
vemos que el Señor Jesús viene a ellos y su presencia elimina todo temor (Juan 6:20). La expresión del
Señor Jesús fue: “Yos soy, no temáis”, frase muy usada por Dios para alentar y fortalecer a sus hijos.
La presencia del Señor Jesús asegura y afirma el cumplimiento del propósito divino, Juan 6:21 nos dice
“le recibieron en la barca, la cual llegó enseguida a la tierra a donde iban”, entonces aunque habían
grandes olas y el fuerte viento estaba en su contra llegaron a su destino, la ciudad de Capernaúm. Tal
vez habrá obstáculos pero debemos estar confiados que el mismo Señor nos dará la victoria.
Conclusión: El Señor tiene maravillosos planes con cada uno de sus hijos, aparecerán obstáculos que
superar, pero lo más importante es confiar en el poder del Señor, Él se encargará de todo. Adelante,
Dios está contigo.
Gratitud a Dios
Gratitud a Dios
Introducción: El pasaje bíblico de hoy nos recuerda un gran milagro en el ministerio del Señor Jesús: la
sanidad de los diez leprosos. La Biblia nos dice que el Señor iba caminando hacia Jerusalén, pero él se
detuvo y “los vio”, vemos entonces que captaron la atención del Maestro y fueron atendidos por él…
Lucas 17:14 nos dice: “Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras
iban, fueron limpiados”
Podemos ver que Jesús demanda una acción de fe. El Señor dijo: “id, mostraos a los sacerdotes”, según
la ley de los hebreos el leproso debía mostrarse al sacerdote y él certificaría su sanidad. Y “mientras
iban, fueron limpiados”, entonces mientras actuaban creyendo en la palabra del Señor, fueron sanados
y liberados de aquel azote. Las acciones de fe agradan a Dios.
Es muy importante ejercitar la fe en las palabras de nuestro Dios, la fe camina sobre las palabras del
Señor. Debemos recordar por ejemplo que mientras Pedro creyó en las palabras del Maestro él no se
hundió al caminar sobre las aguas, pero al ver las olas, tuvo temor y empezó a hundirse. El Señor lo
tomó de la mano y lo salvó.
La Escritura nos dice en Lucas 17:15-16 “Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió,
glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era
samaritano”. Un corazón agradecido adora y exalta al Señor. Fue un samaritano el que volvió a Jesús
para agradecerle. Un corazón ingrato no honra a Dios.
Éste samaritano adoró al Señor Jesús, y el Maestro bendijo y honró a éste hombre por su corazón lleno
de gratitud. La salvación es el milagro y don más grande, y el Señor Jesús le dijo al samaritano: “tu fe te
ha salvado”. No sólo fue sano sino salvo también.
Podemos concluir que un corazón agradecido anhela estar con Jesús, pues reconoce que él le salvó y
transformó. Los nueve recibieron su sanidad, pero éste además recibió de Jesús vida eterna, y fue
honrado por postrarse a los pies del Señor, recuerda “Dios da gracia a los humildes” y “honra a los que
le honran”. Bendito sea Dios.
(Nota especial: Te invitamos a adquirir nuestro libro “Cómo enfrentar y superar las crisis”. Desde la
perspectiva cristiana en éste libro se expone la realidad de las crisis, su diversidad, su impacto en
nuestra humanidad, las diversas reacciones y por supuesto los principios cristianos para enfrentar y
superar dichas circunstancias. Puedes adquirirlo en: CÓMO ENFRENTAR Y SUPERAR LAS CRISIS).
Conclusión: Jesucristo murió por nosotros, debemos dar al Señor todo nuestro ser en adoración y
gratitud. Permitamos que haga su obra en nosotros, esa es la mejor adoración.
30 de marzo de 2017
Jesús me ayuda
Jesús me ayuda
Introducción: Las pruebas o problemas son diversos, así como también lo es su intensidad. Hay
momentáneas y leves, tal vez otras se extienden más tiempo y pueden ser muy tristes. Pero una cosa
tenemos que aceptar y es que sólo en Jesús está la fortaleza y el poder para cambiar toda adversidad.
Por fuerte que sea la tempestad Jesús puede cambiarla y llevarnos a vivir tiempos de bendición y paz.
Jesús me ayuda…
Nos dice Lucas 17:11-13 “Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y
Galilea, y al entrar en cierta aldea, Le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a
distancia, y gritaron: "¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros”.
La prueba o crisis es en realidad una oportunidad para identificar la solidez de la fe en el Señor. Cuando
todo está bien, no es complicado alabar a Dios, más bien se concluye que su bendición está de nuestro
lado. En la Biblia podemos ver casos donde los cristianos experimentaron persecución y traición, aunque
caminaban con el Señor.
Cosas como persecución y pruebas son momentos donde la fe debe brillar. En realidad la fe no procura
comprenderlo todo, más bien está confiada en Aquel que todo lo puede y lo sabe. La fe deposita su
valor en el completo, perfecto y soberano amor de Dios por su pueblo. Es aquel amor que va mucho más
allá de la comprensión del ser humano, es aquel amor que llevo a Jesús a morir de la manera más
vergonzosa y vil por nosotros.
El pasaje bíblico de hoy nos dice: “yendo Jesús a Jerusalén… ellos le salieron al encuentro”… estos
leprosos se dieron cuenta que el Señor Jesús pasaba por allí y decidieron buscarlo, ellos fueron
diligentes y sabían que Jesús era la solución a su crisis. A veces el problema nos impide ver que la
solución está en Dios mismo, por eso la Escritura nos aconseja poner nuestros ojos en el Señor. Jesús me
ayuda.
La vida de un leproso hebreo no era nada fácil, según la mente judía el leproso estaba bajo el juicio de
Dios; ellos debían habitar en las afueras de las ciudades; además tenían que anunciar su condición si
otra persona se acercaba; el leproso estaba impedido para ingresar al templo, entre otras cosas. además
de perderlo prácticamente todo por su condición.
Pero ellos desde su difícil situación buscaron a Dios confiando en su poder, a pesar de todos los
obstáculos creyeron y clamaron a Jesús y no fueron decepcionados: “Jesús, Maestro, ten misericordia”.
Y el Señor les oyó, y fue propicio a su ruego, los sanó y restauró sus vidas. Confía en Dios, él nunca te
fallará.
Conclusión: El Señor es bueno, cuida a sus hijos. Es posible tener creer en medio de la dificultad, Dios no
ha cambiado, está sentado en Su trono gobernando todas las cosas, sigue haciendo milagros.
Introducción: El ministerio del Señor Jesús fue sin duda una obra de liberación. La Biblia nos enseña que
él trajo libertad y salvación del pecado y condenación, por eso en su obra aquí en la tierra hizo bienes y
sanó a todos los afligidos por satanás, y actualmente sigue liberando a todo aquel que se acerca a él...
La Biblia nos dice: “Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la
sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le dieron el libro (el rollo) del profeta Isaías, y abriendo el
libro, halló el lugar donde estaba escrito: "el Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha ungido para
anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la
recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año
favorable del Señor” Lucas 4:16-19
La humanidad estaba cautiva bajo el dominio de las tinieblas, esto ocurrió en el momento en el que
Adán pecó en el Huerto del Edén y satanás tomó la autoridad. El ser humano ante el pecado y sin
conocer al Señor y su poder iba camino al infierno por siempre, pero llegado el tiempo vino Jesús con su
poder y amor para redimir al ser humano.
El Señor Jesucristo tuvo un gran ministerio de liberación. En los evangelios esto se muestra claramente,
por ejemplo cuando nos dice: “Se extendió Su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban
enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, epilépticos y paralíticos, y
El los sanaba” Mateo 4:24.
También nos dice: “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los
llevaban a Él; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También de muchos salían
demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!" Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque
sabían que El era el Cristo (el Mesías)” Lucas 4:40-41.
Vemos entonces que la liberación fue una parte que se destaca en el ministerio del Señor Jesucristo (y
este ministerio el Señor lo delegó en su iglesia, por eso dice la Biblia: “en mi Nombre echaran fuera
demonios)”.
El texto bíblico nos enseña el poder libertador de Jesucristo. La expresión: “A pregonar libertad para los
cautivos” desde las palabras griegas usadas aquí nos expone la idea de publicar o dar a conocer libertad
para una persona capturada por la lanza o prisionero de guerra, entonces se refiere a un conflicto (o
doloroso trauma) en el que la persona fue capturada (hecha cautiva) por el enemigo (hablamos de
heridas en su corazón, abusos, rechazo, maltrato, entre otros más) y como resultado su vida o alguna
área de su corazón no puede experimentar libertad y las bendiciones planeadas por Dios para su vida.
Un ejemplo podemos verlo ante un abuso del padre que produjo un resentimiento en la infancia, y
aparece luego una gran muralla en la relación padre e hijo en la adultez, y eso afecta por supuesto la
construcción de la relación con Dios el Padre celestial.
La frase: “Poner en libertad a los oprimidos” desde el griego de la Biblia indica el devolver o enviar en
libertad (es decir soltar, perdonar, despedir), a la persona herida, maltratada, o que ha vivido el
quebranto. Hablamos de la persona que está bajo un yugo de esclavitud o bajo un manto de tristeza,
dolor, decepción o frustración debido a los fracasos o caídas emocionales y/o materiales.
En la expresión “A predicar el año agradable del Señor”, debemos resaltar “el año agradable”. Este hace
referencia al año del jubileo en el que se perdonaban las deudas y se dejaban en libertad a los esclavos,
es entonces un tiempo de perdón y libertad. Es el tiempo en el que Jesucristo vino a traer perdón,
libertad y salvación. Jesús rompe las cadenas de las adicciones y todo grillete de esclavitud.
Conclusión: Dios desea la libertad, restauración y salvación para todas las personas. Sólo espera que nos
acerquemos con un corazón humilde y dispuesto. Jesucristo ha venido a traer libertad para los cautivos,
y vida eterna para la humanidad.
24 de marzo de 2017
En éste capítulo podemos ver que en tres ocasiones el profeta Elías le pide a Eliseo que se quede en
ciertos lugares, pero Eliseo no lo deja ir solo. Éste deseaba una doble porción del Espíritu de Dios que
estaba sobre el profeta Elías. Hombres como Elías y Eliseo conocían muy bien al Espíritu Santo y querían
más de su presencia.
Gracias debemos dar a Dios por las bendiciones recibidas, pero Dios desea darnos más. Las personas que
servimos al Señor somos instrumentos en sus manos y sin él nada efectivo y trascendente podemos
lograr. No importa cuáles sean los problemas a superar, siempre el Señor será más poderoso.
Es muy interesante ver que en el ministerio del profeta Elías hay 7 milagros, pero en el ministerio del
profeta Eliseo ocurrieron catorce 14 milagros (esto representa la doble porción), el Señor cumple su
palabra, y ella nos dice: “la gloria postrera será mayor que la primera”. Esto implica un continuo deseo
por ver más la manifestación de Dios en nuestra vida.
(La correcta interpretación de la Biblia hoy día es fundamental ante la gran cantidad de enseñanzas y
doctrinas de error, por eso aconsejo el uso del Comentario Bíblico Matthew Henry, que también uso
para mi labor pastoral y de enseñanza, es considerado por muchos el mejor comentario bíblico, puedes
adquirirlo en: Comentario Bíblico Matthew Henry: Obra completa sin abreviar - 13 tomos en 1 (Spanish
Edition).
Conclusión: El Señor quiere llevarnos a nuevos niveles de gloria, esto requiere pasión por su presencia y
desear con motivos correctos el poder de Dios en nuestra vida. Adelante, Dios trae cosas nuevas y
maravillosas para ti.
21 de marzo de 2017
La fe en Dios
La fe en Dios
La biblia nos describe un milagro lleno de enseñanzas para nuestra vida, leamos Lucas 17:11-16 “Yendo
Jesús a Jerusalén… le salieron al encuentro diez hombres leprosos… y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús,
Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, es dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y
mientras iban, fueron limpiados. Uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios
a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano”
La fe en Dios ante la dificultad es fundamental. El pasaje bíblico nos dice: “yendo Jesús a Jerusalén…
ellos le salieron al encuentro”, los leprosos se dieron cuenta que Jesús pasaba y lo buscaron. Es triste
pero las angustias nos acercan al Señor. La vida de un leproso era difícil: pues según la mentalidad
hebrea esa persona estaría bajo el juicio divino.
Ellos debían vivir en las afueras de la ciudad, además anunciar su estado cuando alguien se acercara, no
podían entrar al templo por su condición, y seguramente perdían su familia, su vida social normal., etc.
En medio de todo eso ellos buscaron al Señor, a pesar de la crisis tenían fe, y clamaron a Dios.
El Señor Jesús los escuchó y atendió. “Cuando él los vio…” recordemos que Jesús iba camino a la ciudad
de Jerusalén, y se detuvo y los escuchó. Por eso debemos procurar captar la atención del Señor, clamar y
él responderá.
El Señor Jesús demanda un acto de fe por parte de ellos, por eso les dijo: “id, mostraos a los sacerdotes”,
sin duda fue un paso de obediencia y por supuesto de fe, y “aconteció que mientras iban, fueron
limpiados”, entonces mientras ellos actuaban creyendo la palabra del Señor fueron sanados, vemos aquí
un ejemplo de ejercitar la fe en la palabra del Señor.
La Biblia nos dice que el samaritano volvió para agradecer, vemos además que su corazón anhelaba
estar con el Señor: “Se postró en tierra a sus pies” era un samaritano, concluimos que los otros eran
judíos. Éste samaritano adoró al Señor Jesús, y le agradeció su bondad. Es muy importante tener un
corazón agradecido y desarrollar la fe en el cuidado de Dios.
Conclusión: Dios sigue haciendo milagros, la fe en su poder genera su intervención en nuestra vida
diaria. Él hace cosas que nadie más puede hacer. Confía en el Señor y agradece su obra cada día. Es el
quien tiene cuidado de ti y de tu familia.
16 de marzo de 2017
Jesús y la tormenta
Jesús y la tormenta
Introducción: La Escritura nos enseña que varios de los discípulos eran pescadores, crecieron junto al
mar de Galilea, y por tanto conocían muy bien aquel lago, seguramente concluyeron que la noche
estaba muy bien para atravesar el lago, sin embargo la Biblia nos dice “pero se levantó una gran
tempestad”, fue algo repentino. En diversas ocasiones nos damos cuenta que la experiencia y la
capacidad son incapaces ante ciertas tempestades o crisis del diario vivir.
El evangelio de Marcos 4:35-39 nos dice: “Ese mismo día, caída ya la tarde, Jesús les dijo: "Pasemos al
otro lado." Despidiendo a la multitud, Lo llevaron con ellos en la barca, como estaba; y había otras
barcas con El. Pero se levantó una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal
manera que ya la barca se llenaba de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre una almohadilla;
entonces Lo despertaron y Le dijeron: "Maestro, ¿no Te importa que perezcamos?" Jesús se levantó,
reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cálmate (Calla), sosiégate (enmudece)!" Y el viento cesó, y sobrevino
una gran calma.”
Es necesario ser conscientes de la realidad de las tormentas en la vida. El mar de Galilea es llamado así
por su inmenso tamaño en contraste con el territorio de la nación de Israel, es un inmenso lago de agua
dulce. Por el bajo nivel del lago la temperatura del aire es más caliente que en las montañas que están
alrededor y por la planicie del Jordán aparecen vientos fuertes que vienen del Hermón, todo esto da
como resultado la formación de inesperadas tormentas. Como en muchas ocasiones sucede en la vida,
las tormentas llegan cuando menos se esperan.
El Señor Jesús dormía, él estaba confiado en el cuidado de su Padre celestial, es precisamente esa
certeza la que genera paz, tranquilidad y confianza. En contraste vemos a los discípulos temerosos e
incrédulos, el temor es lo contrario a la fe, ésta se nutre con la Palabra del Señor, mientras que el temor
se fortalece con las palabras de ruina y fracaso.
Debemos tener en cuenta que el Señor Jesús le habló a la tormenta. Por eso la Biblia nos dice que la vida
o la muerte están en la boca. Los discípulos estaban hablando de morir. Debemos preguntarnos ¿cómo
hablamos cuando estamos en medio de la tormenta? Pues las palabras fortalecerán la tormenta o la
harán desaparecer. Hay poder en las palabras.
El Señor Jesús aplicó allí su fe y su autoridad, él le habló a aquella tormenta, y declaró la “bonanza” =
palabra traducida de griego “galene” que traduce además: calma, gozo, raíz de sonreír. Nos dice la Biblia
que Jesús “reprendió al viento… y cesó el viento”, entonces es necesario hablar con autoridad y fe al
origen del problema y Dios se levantará para ayudarte.
Debemos ver también que el día había tenido mucho trabajo, Jesús estuvo enseñando y ministrando,
por eso nos dice el texto: “despidiendo a la multitud” = versículo 36a, y por eso dormía, pero de repente
surge una tormenta. Seguramente obstáculos surgirán cuando avanzas hacía el plan del Señor, pero
persevera porque el propósito de Dios prevalecerá por encima de los problemas.
Conclusión: Una tempestad puede venir para evitar que avances, o tal vez procura producir miedo e
incredulidad, pero persevera adelante hay una gran victoria en Cristo Jesús, él es tu fuerza y te ayuda.
Al considerar la situación de la tierra según Génesis 1, podemos ver inicialmente al menos tres
características que se destacan, estas son: desorden, vacío y tinieblas. Veamos lo que la Biblia nos dice:
Génesis 1:2-3 “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. Esto es también un
reflejo de nuestra vida...
La verdad es que en ciertas circunstancias de la vida parece que así estuviera también nuestra realidad,
pues por las crisis o a raíz de las malas decisiones, nuestro hogar y las finanzas experimentan el
desorden; o a lo mejor por la desobediencia vivimos un vacío, es cómo si anduviéramos sobre la nada y
los poderes del reino de las tinieblas golpean nuestra vida.
Es muy importante lo que el pasaje bíblico nos dice a continuación: “el Espíritu de Dios se movía”.
Entonces el Señor no abandonó su proyecto, Dios mismo estaba presente y pendiente. La frase “se
movía” se traduce de la palabra hebrea “rakjáf” que además significa: empollar, revolotear.
Si nos quedamos sólo con las características iniciales diríamos: “no hay nada que hacer, todo está muy
mal” o “es imposible restaurar”, todo es tinieblas, vacío y caos. Sin embargo el Señor estaba allí
disponiendo las cosas para su obra, él estaba cubriendo con sus alas aquella tierra, estaba organizando,
cómo las aves se disponen para el nacimiento de sus hijos y preparan el nido. El Señor haría una
maravillosa obra, una tierra hermosa y muy bien organizada, con las mejores condiciones.
Luego Dios habló: “y dijo Dios”, de la boca del Señor sale ahora Su palabra, ésa Palabra que transforma,
que restaura y ordena todo lo que está mal y desordenado en nosotros. Esa Palabra que corrige e
ilumina nuestras decisiones, aquella que nos alimenta y edifica; por eso debemos bendecir y amar Su
palabra.
Vemos al final en el versículo tres que aparece la luz, tengamos presente aquí que la luz del sol y de las
estrellas aparece después pues fueron creados en el día cuarto, esta luz es de Dios quien hace
resplandecer su gloria sobre la tierra de una manera especial.
Podemos recordar que le Señor Jesús dijo: “yo soy la luz del mundo”, es Su luz la que requerimos todos
los días, ante ésta luz las tinieblas retroceden, es la luz que saca a los prisioneros de los oscuros
calabozos de la tristeza, condenación y aflicción, es la luz que resplandeció para salvación de la
humanidad. Gracias Dios por tu cuidado y amor.
8 de marzo de 2017
El Señor Jesús usa en ésta ocasión un cultivo conocido por todos en tierras orientales (la vid), y mediante
este ejemplo enseña verdades espirituales que son esenciales en la vida cristiana. Dios usa todos los
medios necesarios para enseñarnos, pues su voluntad es bendecirnos.
“Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y
todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he
hablado” Juan 15:1-3.
Podemos ver según el contexto del pasaje bíblico de hoy varios detalles importantes: el Señor Jesús está
en el aposento alto con sus discípulos solamente, es entonces una enseñanza en la comunión íntima con
el Maestro (debemos tener presente que Dios nos llama a esa intimidad, y allí nos enseñará secretos de
su corazón, son aquellas cosas que ojo no vio, ni oído oyó antes).
El Señor Jesucristo es la vid verdadera (desde el griego significa: veraz, genuina), es pues la vid que
genera verdadera vida, es la que sacia realmente el corazón humano. De manera implícita podemos
decir entonces que hay falsas “vides”, pueden ser los ídolos, las drogas, la vida desenfrenada, el alcohol,
entre muchos otros, cosas en las cuales el hombre quiere saciar la sed de su ser, pero más bien vive un
mayor vacío, esto se debe a que solo Jesucristo puede llenar realmente el corazón humano.
Por naturaleza el viñador es quien prepara la tierra, la siembra, la riega y cuida los cultivos. En éste caso
el Padre celestial es el viñador o labrador (es decir es quien cuida la viña, él hace la poda, etc).
Cada uno de nosotros estamos representados en los pámpanos, estos son los canales que alimentan el
proceso del fruto, y sostienen las uvas. Como está escrito algunos son quitados por falta de fruto, y otros
son limpiados para llevar así más fruto.
La poda se realiza con el cuchillo y la tijera. Las ramas secas y estériles, para nada útiles, son cortadas. La
vid no presenta resistencia alguna (podemos recordar aquí la frase de Isaías: “como cordero fue llevado
al matadero, enmudeció, no abrió su boca”). Es aquella obra donde el Padre celestial quiere quitar de
nosotros lo que no sirve a sus planes.
El Señor Jesús les dijo a sus discípulos: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.
Uno de los símbolos de la Palabra de Dios es precisamente el agua, lo vemos por ejemplo en el Salmo
uno que nos dice: “Bienaventurado aquel cuya delicia es la ley de Jehová… será como árbol plantado
junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo… y todo lo que hace prosperará”.
Cuán grande y hermoso es el poder de Su palabra, pues refleja nuestra genuina condición y nos permite
limpiar los pecados en la sangre del Cordero de Dios. Haz tu maravillosa obra Dios en cada uno de
nosotros.
Dios te protege
Dios te protege
Introducción: El Señor es la protección y la provisión para su pueblo. Dios es quien fortalece al cristiano.
Es muy importante tener presente aquí que el término fortaleza en el pasaje de hoy (Habacuc 3:19) es
traducido de la palabra hebrea “Kjáil” que además significa: facultad o “potencialidad”, hablamos de la
capacidad de hacer o de producir.
Con frecuencia la palabra se encuentra en un marco o contexto marcial. Hablamos de la “fuerza” física,
“potencia” y la capacidad de desempeñarse correctamente en un campo de batalla. La palabra
“Fortaleza” nos habla en primer lugar de la fuerza del Señor que viene sobre el cristiano y lo equipa para
superar la batalla espiritual, en Cristo somos vencedores.
Habacuc 3:19 “Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me
hace andar”
En el Antiguo Testamento las palabras “ciudad” y “fortaleza” eran prácticamente sinónimas, ya que las
ciudades debían construirse en lugares seguros (generalmente altos) y debían tener muros de
protección. Dios es nuestra fortaleza y escudo, él nos protege del enemigo y de su maldad, David
experimentó esto cuando tuvo que huir del rey Saúl y el Señor lo protegió, y por eso él cantó: “Jehová,
roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré, mi escudo, y la fuerza de
mi salvación, mi alto refugio” (Salmo 18:2). Dios es fiel protector.
La verdad es que cuando logramos poner la confianza en el Señor podemos adorar con seguridad y
avanzar a pesar de las dificultades y obstáculos. Dios no sólo es nuestro escudo, en él somos
inaccesibles o inalcanzables para los ataques del enemigo.
Consideremos ahora la expresión “él hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar”.
Podemos ver que por el poder de Dios es posible caminar en victoria y ser intocables para todo poder
enemigo.
Los ciervos de las montañas orientales se destacan precisamente por su gracia, agilidad y ligereza, sus
patas tienen la capacidad de saltar y correr entre difíciles las pendientes rocosas (por eso dice el texto
“alturas”).
El macho generalmente vive en solitario, entre tanto que las hembras con los ejemplares más jóvenes y
sus crías, se organizan en grupos o rebaños que pueden ir de tres a veinte ejemplares, ya que son las
hembras las que se encargan del rebaño y andan en las alturas, el texto bíblico nos dice: “Dios hace mis
pies como de ciervas”.
Las ciervas en aquellas zonas altas, escarpadas y muy pendientes perciben seguridad, allá difícilmente
los depredadores (como los osos, leones y lobos) pueden llegar para devorar a sus crías. Entonces el
salmista usa ésta figura expresando que Dios nos da la capacidad de caminar por senderos seguros y
rectos donde el enemigo no nos puede tocar, ni hacer daño.
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bíblicos, detalles históricos, geográficos y cronológicos de manera que puedes tener una mayor
comprensión del pasaje bíblico. Te facilita la respuesta a dudas que aparecen en la vida real ayudándote
así a lograr una aplicación correcta de la Biblia en el diario vivir, puedes adquirirla aquí en: Biblia de
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Conclusión: Como dice Habacuc podemos confiar en el Señor en todo tiempo, sabemos que Dios nos
sostendrá y fortalecerá, él nos impulsará para caminar en victoria. Él es nuestro escudo y fortaleza.
2 de marzo de 2017
Génesis 1:2-3 “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”
Al observar en detalle el estado de la tierra según Génesis uno, podemos ver unos tres factores
importantes: el desorden, el vacío y las tinieblas. La verdad es que en algunos momentos de la vida,
parece que esa también fuera nuestra condición, pues por las dificultades o por malas decisiones, el
hogar y la economía sufren el desorden; por la desobediencia a Dios vivimos un vacío, es algo así como
caminar sobre la nada y los poderes de las tinieblas atacan el corazón, la mente y los sentimientos.
Sin embargo es muy importante lo que el pasaje bíblico dice luego: “el Espíritu de Dios se movía”;
entonces el Señor no desamparó su creación, su presencia estaba allí y no estaba indiferente a la
situación.
La frase “se movía” es una traducción de la palabra hebrea: “rakjáf” que significa también: empollar,
revolotear. Esto nos recuerda la acción de las gallinas cuando se alistan para el nacimiento de sus
polluelos.
Al reflexionar en la situación inicial del planeta tierra podíamos decir: “no hay nada que hacer, todo está
grave” o “es una tarea imposible restaurar”, sin embargo el Señor estaba allí cubriendo con sus alas,
preparando y organizando las cosas. Dios iba a realizar una gloriosa obra, él haría una tierra hermosa, y
en las mejores condiciones; sería la morada para el hombre que sería creado por él mismo.
El Señor habló, el pasaje nos dice que “y dijo Dios”, es decir de su boca salieron poderosas palabras, es
aquella Palabra que transforma todas las cosas, es esa palabra que restaura y ordena lo que está mal y
desordenado en la vida. Es aquella Palabra trae luz a nuestras decisiones, alimenta y edifica nuestro ser,
es esa palabra de vida.
Vemos también que aparece la luz, es muy importante tener en cuenta que la luz del sol y de las
estrellas aparece en el día cuarto tiempo de su creación, vemos pues que es la luz de Dios mismo la que
brilla y resplandece. El Señor Jesús dijo: “yo soy la luz del mundo”, es Su luz nuestra necesidad diaria,
ante ésta poderosa luz las tinieblas se dispersan, es la Luz que brilla para salvación de la humanidad.
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Conclusión: El Señor envió a su Hijo Jesús para reparar todo lo dañado. No importa que haya sucedido, o
en qué situación esté tu vida, es el tiempo para acercarse al Señor y permitir su obra en tu vida.
27 de febrero de 2017
Dios es mi seguridad
Dios es mi seguridad
Entonces podemos ver que por las sequías y/o por el ejército de Babilonia serían destruidos los cultivos
de la uva, así como las higueras, los olivos, el ganado, es decir los principales productos del pueblo de
Israel (pues ellos eran básicamente agricultores y ganaderos).
Nos dice Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no eche brotes, Ni haya fruto en las viñas; Aunque falte el
producto del olivo, Y los campos no produzcan alimento; Aunque falten las ovejas del redil, Y no haya
vacas en los establos, Con todo yo me alegraré en el SEÑOR, Me regocijaré en el Dios de mi salvación”.
Debemos tener en cuenta que el Libro del profeta Habacuc es un texto que lleva el nombre de su autor y
aquel nombre significa entre otros: “uno que abraza”. En la parte final de la profecía, ese nombre
adquiere una connotación especial pues el profeta se aferra al Señor sin importar las pruebas de Dios
hacia la nación. Estas cosas nos recuerdan que el gozo del cristiano está en el Señor mismo, y no en las
circunstancias que vivimos.
El profeta Habacuc toma la decisión de confiar y gozarse en Dios. Por eso vemos que el versículo 17 nos
dice: “Aunque”, y el versículo 18 expresa: “con todo, me gozaré en Dios”. También debemos tener en
cuenta que al final de éste texto aparece una inscripción especial que dice: “Al jefe de los cantores. Para
instrumentos de cuerdas”, lo que nos indica entonces que el profeta era un levita (es decir un cantor o
músico), por eso podemos concluir que no sólo era músico, era ante todo un adorador al servicio de
Dios.
La verdadera adoración debe estar enfocada en la esencia y poder del Señor mismo, por eso es que
podemos ver la fortaleza de la fe del profeta Habacuc. La Biblia nos muestra que el origen de su alegría o
de su gozo era Dios mismo, no era la “bendición” ni la provisión sino saber que Dios tenia cuidado de él.
Además vemos que es muy interesante el significado de su nombre. Habacuc significa también: “hierba
fragante” (entonces habla de una vida que agrada al Señor), recordemos también que este nombre
significa: “el que abraza”, es decir uno que ama, uno que se aferra al Señor. Por su estilo de vida, que es
sin duda la mejor adoración, el profeta Habacuc daba evidencia de su amor y fidelidad al Señor.
El pasaje bíblico nos dice además: “me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación”, las
palabras hebreas para alegrarse y gozarse, utilizados aquí traducen e implican: “saltar de gozo”,
“regocijarse, divertirse”, “girar alrededor”, “gritar de regocijo”, entonces estamos hablando de un gozo
manifiesto, evidente.
El profeta Habacuc confiado en el cuidado y la bondad del Señor no permite que la dificultad o
adversidad derribe su gozo y alegría en Dios, más bien decide expresarlo con fuerza (ten presente que la
Biblia nos dice: “el gozo del Señor es nuestra fuerza”). Mantener el gozo de Dios es muy importante.
24 de febrero de 2017
Introducción: La singular y gran victoria de Jabes estuvo centrada en una decisión muy importante:
buscar a Dios sin detenerse en sus dificultades o limitaciones. Nos dice la Biblia que: “E invocó Jabes al
Dios de Israel”, otras versiones bíblicas nos dicen: “rogó”, “oró”, “clamó”, y la versión de la Biblia del
Nuevo Mundo dice: “Y Jabes empezó a invocar al Dios de Israel”, entonces no estamos hablando de una
oración casual o temporal, hablamos de una persona que decidió buscar al Señor en un clamor
constante...
Él decidió ir más lejos del promedio, procuró que algo maravillosos sucediera e hizo lo correcto, es decir
producir un ambiente donde el Señor se moviera a su favor. Esto es lo que ocurre cuando decidimos
buscar a Dios…
1 Crónicas 4:10 “Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: "¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas
mi territorio, y Tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor!" Y
Dios le concedió lo que pidió.”
El Espíritu de Dios nos enseña lo que pidió Jabes en su oración. Está compuesta por aquellas cosas que él
anhelaba y que también estaban en la voluntad de Dios para su vida, por eso debemos recordar aquí
que la Escritura nos dice: “si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, sabemos que él nos oye y si
nos oye él nos concederá lo que le pedimos”. Veamos ahora en detalle lo que Jabes pidió al Señor:
A) Él clamó a Dios por el ensanchamiento de sus fronteras: “si me dieras bendición” (entonces
Jabes estaba agradecido por lo que Dios le había dado, pero anhela mucho más). Además él pide:
“ensancha mis territorios” (podemos ver de manera implícita que él tenía pequeños territorios, tal vez
por herencia.
¿Qué razones tenia para pedir esto? Debemos recordar que para aquella época antes de casarse debía
entregarse una dote por la novia, además las tierras eran necesarias para el cuidado del ganado, los
cultivos y por supuesto una casa donde vivir, pero entre líneas Jabes expresa: “quiero ir más allá de mis
límites actuales, y reconoce que eso puede ser sólo con la bendición del Señor.
B) Jabes pide el poder del Señor sobre su vida, pues dice: “que tu mano esté conmigo”, en la Biblia
la mano de Dios se refiere a su poder, a su obra sobrenatural (podemos verla por ejemplo cuando él
liberó a su pueblo de la esclavitud: “con mano extendida los sacó de Egipto”). En el Nuevo Testamento
el Señor Jesús dijo: “recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Su poder es
vital en nuestra vida, ése poder se renueva y se aumenta en la comunión con el Señor, es la capacidad
de hacer la obra para Dios que de otra manera no se puede.
C) Jabes oró pidiendo a Dios una vida pura y santa: “líbrame del mal, para que no me dañe”. La
Biblia nos enseña que el pecado causa daño (sin embargo el diablo intenta hacerle pensar al cristiano
que eso no es cierto). Además el Señor Jesús enseñó acerca de la oración, y dijo: “y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal”, también nos dice la Biblia: “fiel es Dios… quien dará con la tentación, la
salida para que podamos soportar”. Dios quiere guardarnos del mal.
Conclusión: El Señor ha planeado grandes cosas para cada uno de sus hijos, él espera que éstos busquen
su rostro con diligencia, pues el Señor “es galardonador de los que le buscan”.
21 de febrero de 2017
Las pruebas o dificultades nos ayudan a crecer, y fortalecen la fe en Jesús y por supuesto impulsan al
siguiente nivel. Por eso el problema no es en sí el problema, sino el modo en que lo miramos, las crisis y
obstáculos son oportunidades para ver la manifestación del Señor en nuestra vida.
Comentario: El pasaje bíblico nos expone dos cosas que deben ser desechadas:
1) Todo “peso”: término traducido del griego “onkos” que significa también: bulto, masa, estorbo.
Hablamos entonces de aquellas cosas de más que llevamos o cargamos y que no son nuestras. Son por
ejemplo preocupaciones, angustias, falta de perdón, incredulidad, temores, entre otros. Estos
elementos debemos ponerlos en las manos del Señor y depositar nuestra confianza en su poder.
Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos
que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
2) En segundo lugar nos dice: “el pecado que asedia”: esto es la tentación que enreda y busca
hacer caer al cristiano. Es un pecado que acecha, recordemos por ejemplo que el Señor le dijo a Caín:
(Versión NVI) “Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado
te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo” Génesis 4:7. Una
tentación que experimenta el cristiano es querer tomar justicia por su propia mano (es decir venganza).
c) En tercer lugar nos dice el pasaje: “corramos con paciencia”: esto es con perseverancia. En términos
generales se expone la imagen de un estadio, y los héroes de la fe del Antiguo Testamento están allí
presentes, ellos corrieron y son inspiración hoy día.
B) Jesús es nuestra inspiración, Hebreos 12:2-3.
Comentario: Nos sigue diciendo la Biblia “Puestos los ojos en Jesús”. Él es el mejor ejemplo. por eso no
pongas tus ojos (es decir tu corazón o confianza) en personas naturales o en instituciones en la tierra
porque te decepcionaran, en contraste Jesucristo nunca te va a fallar. El texto nos enseña que la
fortaleza del Señor Jesús fue el gozo (como resultado de obedecer al Padre celestial, también porque
tenía seguridad en la gloria postrera y por la corona).
El Señor Jesús tuvo que enfrentar oposición, muchas calumnias, hostilidad de cercanos y extraños. Ten
presente un atleta debe enfrentar fatiga, burla de los espectadores, tentación para dejar la carrera,
soledad, entre otras cosas y obstáculos. El Señor Jesús corrió la carrera como el Padre la diseñó, y hoy él
vive en nosotros, y nos fortalece para correr la carrera que tenemos por delante, la que Dios diseñó para
nuestra vida.
Comentario 1: La Escritura nos enseña que el Padre celestial disciplina a sus hijos. El término “disciplina”
aquí se traduce del griego “paideia”, que además significa: formación dada a un niño; corrección para
formar un carácter (por eso podemos ver una gran relación entre discipular y disciplinar según la Biblia).
Reflexión final: Ante los problemas el atleta puede pensar en renunciar y abandonarlo todo. Pero ten
presente Dios dice: “puestos los ojos en Jesús”. Míralo por encima de las dificultades, y avanza él te
ayudará, él venció y ahora vive en ti.
Introducción: El Señor Jesús anhela para cristiano una completa restauración en su ser, pues sin duda
nuestro corazón ha sido lastimado a lo largo de la vida y altamente influenciado por nuestros
antepasados. No prestar atención a éstas cosas favorece la acción de las tinieblas sobre el pueblo de
Dios, pero el Señor Jesús nos dijo: “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. El plan de Dios es
sanar y renovar el alma herida para conducir a Sus hijos al plan diseñado por él…
1 Tesalonicenses 5:23 “Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
El Señor Jesucristo vuelve, y la Escritura también expresa que todo nuestro ser: cuerpo, alma y espíritu
deben ser preservados irreprensibles para su segunda venida. Recordemos que en la mente están
nuestros pensamientos, en el alma se hospeda la voluntad, y en el cuerpo están nuestras funciones
naturales. El Señor creó al ser humano tripartito (compuesto por tres partes principales), así como él es
un solo Dios conformado por tres personas: Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Por lo general nos enfocamos sólo en el cuerpo, descuidando así las otras partes tan importantes. Es
vital procurar la sanidad del alma. Por no hacer esto el cuerpo de Jesucristo, es decir su iglesia vive
muchas enfermedades y dolencias físicas. Está comprobado en gran manera que muchas de las
enfermedades del cuerpo tienen una causa emocional. De hecho, la misma Escritura nos dice que el
buen ánimo del hombre ahuyenta la enfermedad y la dolencia.
(Nota especial: Puedes descargar gratis ahora nuestro libro “Cómo vencer mis propias debilidades. Es
posible cambiar tu vida y alcanzar tus metas”, promoción gratuita del 18 al 22 de febrero 2017, aquí en:
“CÓMO VENCER MIS PROPIAS DEBILIDADES” Es un libro que busca ser una herramienta de apoyo y
crecimiento personal, que además procura renovar la esperanza y la fe en Dios).
La Biblia nos dice que el profeta Isaías profetizó que Jesucristo también venía a sanar, vendar y consolar
a través del poder del Espíritu Santo a los enlutados y lastimados de corazón. El enojo, la amargura, los
deseos de venganza, la falta de perdón, las decepciones, etc, son situaciones que lastiman el corazón el
cual debe ser restaurado por el Señor. Es Jesús quien restaura nuestra vida con su poder y amor.
Cuando el corazón no es sanado por la unción del Señor esa situación sin arreglar será un escenario
adecuado para que las tinieblas sigan lastimando a la persona, también a los seres queridos e impulsará
sus decisiones hacia la maldad.
La Escritura nos dice que conoceremos la verdad y esto traerá libertad. Dios desea hacer subir de lo
profundo del corazón aquellas cosas y situaciones que están mal para sanar y así dar libertad a la mente,
a los sentimientos y al mismo corazón. Aún si hemos fallado Dios ofrece consuelo, restauración, sanidad,
etc. Él te ofrece consuelo para que sanes, te levantes y sigas adelante, siempre buscando la paz entre tus
hermanos.
Conclusión: El Señor es nuestro sanador, Jesús vino a sanar, restaurar y liberar todo nuestro ser. Por eso
podemos con confianza acercarnos al Señor, y permitir que el sane, restaure nuestra mente, voluntad y
emociones para ponernos a Su servicio totalmente. Gracias Señor Jesucristo por tu maravillosa obra.
15 de febrero de 2017
Dios es mi Solución
Dios es mi solución
Introducción: En el texto bíblico de hoy, 2 libro de Reyes 6, podemos ver primero cómo el Señor Jesús
hace maravillas en medio de la dificultad. El profeta Eliseo y sus discípulos se desplazan para cortar la
madera y así ampliar el lugar donde moran, lamentablemente el hacha que había sido prestada cae al
río.
Nadie esperaba algo así, ahora tienen una dificultad a superar. Esto nos recuerda que aunque estemos
sirviendo al Señor, esto no significa ausencia de adversidades que superar. Lo importante es que Dios
esté con nosotros, pues así veremos milagros poderosos y soluciones magnificas.
DIOS ES MI SOLUCIÓN
“Pero sucedió que cuando uno de ellos estaba derribando un tronco, el hierro del hacha se le cayó al
agua; y gritó, y dijo: "¡Ah, señor mío, era prestado!" Entonces el hombre de Dios dijo: "¿Dónde cayó?" Y
cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí, e hizo flotar el hierro. Y Eliseo le dijo: "Tómalo." Y
el hombre extendió la mano y lo tomó.” 2 Reyes 6:5-7
Debemos tener presente que el peso natural del hierro es 7,84 veces más que el peso del agua,
entonces por fuerza de gravedad el hierro se hunde en el río rápidamente. Sin embargo Dios creó la
naturaleza, y él tiene el dominio sobre las leyes de la misma, y por eso pudo otorgar a Eliseo la autoridad
y capacidad para revertir los valores, y así hacer más liviano el hierro y hacer que flotara. Dios es nuestra
salvación, y nos sigue salvando de nuestras crisis y problemas.
También debemos destacar que el siervo de Eliseo exclamó: “Ah, señor mío, era prestada”, esto resalta
cuán importante es el clamor (a lo mejor si el siervo no clama el hacha se hubiera quedado en el fondo
del río). Eliseo era un varón ungido, representa el poder del Señor, y nos recuerda que basta con saber
hacer las cosas, necesitamos la unción del Espíritu Santo, la unción nos capacita para hacer aquello que
desde el punto de vista natural no se puede lograr.
La pregunta de Eliseo “¿Dónde cayó el hacha?”, podemos verla de varias maneras. Ya que el hacha es
figura de lo que el Señor nos entrega para hacer su obra, y por eso debemos cuidar lo que él nos delega.
Dios no los había desamparado, estaba pendiente de lo que ellos estaban haciendo. Por eso aquella
dificultad fue una gran ocasión para ver la gloria y poder de Dios.
Sin duda aquel discípulo no olvidaría esa gran lección, ese maravilloso milagro. Dios está requiriendo
“Elíseos” con disposición de corazón para enseñar a otros, por eso nos envió a hacer discípulos a todas
las naciones, Jesús dijo: “Id, y haced discípulos”.
Reflexión final: Dios no ha cambiado, él sigue haciendo milagros, y desea usarte en gran manera. Ante la
dificultad clama al Señor y él se moveré a tu favor. Dios nos ayuda en tiempos difíciles y críticos.
13 de febrero de 2017
Introducción: (Sí no puedes ver el tema completo, solo haz click en el título) Jesús hizo un fuerte énfasis
en la enseñanza, no sólo en la sinagoga, también con sus discípulos, luego tendría setenta más, aunque
se ocupó especialmente de los doce que continuarían con la labor. Su ministerio de maestro fue
reconocido por propios y extraños, aun los fariseos y escribas lo llamaban “maestro”.
A lo largo de la Biblia vemos por ejemplo a Moisés instruyendo a Josué, el profeta Elías instruyó a Eliseo,
el Señor Jesús a los doce, el apóstol Pablo a Timoteo y Tito, y hoy el modelo continúa. La instrucción es
muy importante para la continuación del ministerio de Jesús en la tierra… El cristiano debe capacitarse
para servir a Dios
2 Reyes 6:1-4 “Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: "Mire, el lugar en que habitamos con usted es
muy estrecho para nosotros. "Le rogamos que nos deje ir al Jordán, para que cada uno de nosotros tome
de allí una viga, y nos hagamos allí un lugar donde habitar." Y él dijo: "Vayan." Entonces uno dijo: "Le
rogamos que consienta ir con sus siervos." Y Eliseo respondió: "Yo iré." Fue, pues, con ellos; y cuando
llegaron al Jordán, cortaron árboles
El texto nos habla de los hijos de los profetas ¿pero qué significa la expresión: “hijos de los profetas”?
esta frase era utilizada para referirse a los discípulos de los profetas, eran los que recibían preparación
para ser profetas de Dios. El profeta Eliseo es delegado por Dios reemplazando al profeta Elías (Según
nos enseña la Biblia en 2 Reyes 2), la Escritura nos dice que habían “hijos de los profetas” en varios
lugares: en Bet-el, en Jericó y Gilgal.
La Escritura nos enseña aquí que los hijos de los profetas vivían juntos, era el sitio de capacitación y
enseñanza profética. Ellos estaban con el profeta mentor, allí eran instruidos para llevar el mensaje del
Señor, ellos se oponían al extendido culto de Baal en aquel tiempo, también promovían la obediencia y
fidelidad a Dios, ellos profetizaban en el poder del Espíritu Santo.
El profeta Eliseo era el maestro. Podemos ver éste modelo en Moisés y Josué, Elías, Eliseo, y los profetas,
el Señor Jesús y sus discípulos, el apóstol Pablo con Timoteo y Tito, el apóstol Bernabé con Juan marcos,
entre otros.
(Nota especial: Te invitamos a descargar gratis nuestro libro: “Cómo enfrentar y superar las crisis”
Mensajes cristianos de superación familiar. La promoción gratuita va del 11 al 15 de febrero 2017. Desde
la perspectiva cristiana en éste libro se expone la realidad de las crisis, su diversidad, su impacto en
nuestra humanidad, las diversas reacciones y por supuesto los principios cristianos para enfrentar y
superar dichas circunstancias. Puedes descargarlo ahora sin costo alguno en:“CÓMO SUPERAR LAS
CRISIS”)
La Biblia nos enseña que la comunidad dirigida por Eliseo comienza a crecer y su lugar de habitación
empieza a quedar pequeño por el aumento de los discípulos. Seguramente el profeta Eliseo se
hospedaba donde se quedaba Elías y los hijos de los profetas lo reconocieron como su autoridad, y el
grupo en esta nueva etapa creció más.
Atrás vemos que el discípulo de Eliseo, Giezi cayó bajo el trato del Señor y quedó leproso, por eso fue
expulsado (pero el Señor trajo más discípulos). Dios puso en el profeta Eliseo una doble porción del
Espíritu Santo (tal vez por eso podemos ver el doble de milagros en el ministerio de Eliseo que los que
vemos en la vida de Elías), y probablemente por eso también el número de discípulos aumentó.
Por lo sucedido con Giezi, y la partida del profeta Elías los discípulos no se conformaron, tampoco
dejaron que la tristeza llenará sus vidas, ellos lo asimilaron y continuaron sirviendo a Dios y procurando
la extensión de su reino. Algunas veces experimentaremos circunstancias difíciles, pero es necesario
fortalecerse en Dios y perseverar (Te invitamos a leer cuán importante es perseverar en: “La
Perseverancia y sus Beneficios”).
Conclusión: Es fundamental valorar la el hecho de ser instruidos y formados para servir al Señor con
motivos que glorifiquen a Dios. Somos un cuerpo en Jesucristo y de manera coordinada debemos
aportar para que el reino de Dios siga su curso y plan.
Introducción: El Señor ya había ordenado la entrega de la tierra de Canaán a Israel, y los hebreos vienen
a Moisés para enviar algunos espías a esa tierra, pero su objetivo no fue era un plan de guerra, sino que
querían saber sí era posible la victoria. Ellos querían considerar sus posibilidades, esto lo podemos ver
pues al final se lamentan por el gran tamaño de los gigantes y las inmensas murallas de aquellas
ciudades. Todo esto nos recuerda que la fe obedece al Señor aunque el avanzar tenga gigantes y muros
que derribar, ya que no se trata de fuerza humana sino del gran poder de Dios…
DIOS PELEA POR TI Y TE CONCEDE LA VICTORIA
Deuteronomio 1:22-15 “Entonces todos ustedes se acercaron a mí, y dijeron: 'Enviemos hombres
delante de nosotros, que nos exploren la tierra… "Me agradó el plan, y tomé a doce hombres de entre
ustedes, un hombre por cada tribu. "Ellos salieron y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el
Valle de Escol, y reconocieron la tierra. "Entonces tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo
trajeron; y nos dieron un informe y dijeron: 'Es una tierra buena que el SEÑOR nuestro Dios nos da”
Debemos tener presente que la fe camina por encima de los sentidos físicos, la fe nos lleva a avanzar
aunque el sendero sea complicado. Los espías israelitas reconocen aquella buena tierra, pero ellos no
creen que sea posible conquistarla. Fueron a ver la tierra porque: “le pareció bien a Moisés” y a ellos
(versículo 23), pero lamentablemente lo que hicieron fue desanimarse y desalentar al resto del pueblo
hebreo.
Lo que ellos habían hecho no le pareció bien al Señor, pues esto era más bien incredulidad y
desconfianza en él. Los doce espías no estaban creyendo que el Señor les daría una gran victoria sobre
sus enemigos, ellos no avanzaron en la perfecta voluntad divina.
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devocionales, libros que serán de bendición para tu vida y tus cercanos. Puedes descargarlos ingresando
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Lamentablemente pensaron más en los obstáculos y murallas que en el inmenso poder de Dios. El
razonamiento de los hombres produce muchas dudas, murmura y finalmente desobedece,
Deuteronomio 1:26-27 nos dice: “…no quisisteis subir, fuisteis rebeldes al mandato de Jehová; y
murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Jehová nos aborrece…”.
Este pasaje bíblico nos hace reflexionar en varias asuntos: Ellos vieron a los gigantes cananeos, pero no
veían la grandeza del Señor. Además consideraron las inmensas murallas, pero no el gran poder del
Señor. La Biblia nos enseña que la muralla más poderosa no era la de Jericó, sino la de su propia
incredulidad. Ellos dieron más valor a la duda que a la fe en las promesas del Señor. La fe en Dios logra
derribar gigantes y las más altas y poderosas murallas, Deuteronomio 1:28-29 (La manera para derribar
gigantes puede leerla en: “Victoria sobre los Gigantes”).
Entonces ten cuidado y no escuches las voces incrédulas y temerosas, escucha al Señor y esfuérzate
haciendo su perfecta voluntad. Los gigantes se levantan y amenazan con su voz, con su gran tamaño y
menosprecian las palabras del Señor, pero la fe que persevera los verá caer, como un día cayó Goliat
ante la fe y valor del joven David. La fe nos hace testigos y protagonistas de las grandes obras del Señor.
La Biblia nos dice que Moisés declara: “Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará
por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto” Deuteronomio 1:30. Algo así
como si Moisés dijera: “No miren el tamaño de los gigantes, miren la grandeza y poder del Señor.
Recuerden todo lo que él hizo, derrotó a faraón y su imperio, abrió el mar rojo y allí murieron miles del
ejercito egipcio, Amalec y sus miles fueron derrotados (Puedes leer la derrota de Amalec en: “La Guerra
Contra Amalec”).
El Señor hizo milagros maravillosos en medio del desierto y ante sus diversos enemigos, y todo esto lo
ha hecho no para volver atrás, sino para avanzar y conquistar ahora lo que él ha planeado para su
pueblo.
Conclusión: El Señor guía a su pueblo, y lo lleva su perfecto plan. Tal vez el camino tenga algunas
dificultades que superar, pero él ha prometido a sus hijos la victoria, él es fiel y no fallará, por eso
avanza, no dejes de hacerlo el Señor va contigo, y su poder te acompaña.
Introducción: La voluntad del Señor es que la iglesia avance bajo el mismo poder en el que caminó Jesús,
por eso ha sido enviado el Espíritu de Dios y ahora vive dentro de cada hijo de Dios. La Biblia nos dice
que Jesús “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo”, de este mismo modo
hoy día debe caminar su cuerpo (es decir la iglesia). Entonces los discípulos del Señor Jesús son ungidos
con capacidades y planes divinos para estar al servicio del Espíritu Santo.
Al servicio del Espíritu de Dios
Hechos 9:17-18 “Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: "Hermano
Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo." Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y
recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.”
La Escritura nos enseña cómo Ananías ministró sanidad a Saulo de Tarso, además nos dice que en aquel
momento fue lleno del Espíritu Santo, y luego fue bautizado. Saulo era una persona con una gran
autoridad, muy preparado y reconocido entre fariseos y en el sanedrín, era un hombre de
temperamento recio, y el Señor escoge para ministrarle sanidad y la unción del Espíritu Santo a un
discípulo llamado Ananías, quien no era apóstol, ni profeta, tampoco pastor, era un discípulo del Espíritu
con un corazón rendido a Dios.
Es muy interesante tener en cuenta aquí que el nombre Ananías significa “regalo de Dios”, y esto no era
por las obras o capacidades de Saulo de Tarso, sino por la gracia y misericordia de Dios con él. Debemos
tener presente siempre que todo lo que viene del Señor es por su gracia y bondad, en realidad todos los
méritos son de Jesucristo (Te invitamos a leer más acerca de su gracia y misericordia en: “Es por su
Gracia, no por tu Fuerza”).
Consideremos ahora el nombre de Saulo. Éste nombre es el griego del término hebreo Saúl, que
traduce: pedido a Dios, requerido, solicitado (recordemos aquí que el rey Saúl fue pedido a Dios en la
voluntad y propio deseo de los israelitas). Tengamos en cuenta que cuando un señor romano (dueño de
esclavos) adquiría un nuevo siervo, le cambiaba su nombre como símbolo de que su estado ya no era el
mismo que antes.
La Biblia nos enseña que Saulo pasa a llamarse Pablo cuyo nombre significa: pequeño, hombre de
humildad (entonces ahora es el siervo del Señor Jesucristo, recordemos que Pablo mismo expresa que
Dios trataba con él para que las magníficas revelaciones no lo exaltarán sobre manera). El Señor tiene el
poder para transformar cada uno de nuestros corazones (Te invitamos a leer sobre su poder
transformador en: “Dios Puede Transformar el Caos en Bendición”).
De esta experiencia podemos concluir que los discípulos de Jesús discipulan a otros en el poder del
Espíritu de Dios. La iglesia ha recibido el privilegio de hacer discípulos. Observemos lo que Ananías hizo,
para tener en cuenta su ejemplo: él oró, siguió las instrucciones de Dios, se esforzó y superó sus propios
obstáculos, aceptó a Saulo de Tarso, lo condujo al bautismo y lo relacionó con otros discípulos de Jesús,
Hechos 9:19.
Conclusión: Dios nos ha enviado su Espíritu Santo para santificarnos y capacitarnos para desarrollar un
ministerio sobrenatural y eficaz. Éste es el deseo del Señor, una iglesia pura, sin mancha, y que avance
en el amor de Dios y en el poder del Espíritu Santo.
Introducción: El Señor Jesús resucitó al tercer día y luego dio instrucciones a sus discípulos, ascendió y
se sentó a la diestra del Padre Celestial. Ahora el Espíritu Santo vive dentro de cada hijo de Dios, él
enseña, redarguye, capacita para cumplir con el plan del Señor. Por todo esto es muy importante como
cristianos desarrollar una comunión constante y de calidad con el Espíritu de Dios…
Tito 3:4-5 “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor hacia la humanidad,
Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su
misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo”
El amor es la mayor fuerza o poder que existe en todo el universo, natural y espiritual. El Señor Jesús se
hizo hombre y dio su vida en un marco doloroso y de mucha vergüenza, todo esto debido al pecado del
ser humano, él resucitó para dar perdón y vida a toda persona que en él cree, sin duda éste sacrificio
muestra el gran amor de Dios por la humanidad.
Vemos según el pasaje bíblico que la Gracia de Dios no llegó a los hombres por méritos de éstos sino por
la misericordia divina. Ese amor alcanza a toda persona no sólo para cubrirlo con su perdón, sino que
trae el poder para ser transformado y tener una nueva vida en Cristo. Por eso no importa la condición
del ser humano, sus errores, su maldad o pecado, la persona puede ser transformada por Dios. El Señor
sólo espera encontrar es un corazón que reconoce su condición y necesidad.
El pasaje bíblico de hoy nos enseña sobre la “regeneración”, ésta palabra es traducida del término
griego: “palingenesia”, que además traduce: renacimiento, nuevo nacimiento, nueva creación, nuevo
linaje. Entonces se refiere al nuevo nacimiento del que habló Jesús en Juan 3, habla de aquella
naturaleza divina que nos es dada en el momento en el que le entregamos la vida a Jesús, y nos
convertimos en hijos de Dios.
Ésta regeneración implica o demanda el lavamiento (desde el griego significa: baño, lavadero,
purificación), es entonces un acto inevitable a causa de la impureza del pecado. La sangre de Jesús nos
limpia de pecado.
El evangelio de Juan 3:3-6 nos enseña sobre la vital necesidad de “nacer de agua y del Espíritu”, esto
coincide con las palabras en la Carta de Pablo a Tito pues nos habla del lavamiento (agua) y de la
regeneración (aquella obra del Espíritu Santo). Pero ¿Qué limpia el pecado del ser humano? Sólo la
poderosa y única sangre de Jesús (precisamente por esto es que el nuevo nacimiento requiere
arrepentimiento, pues este es un componente fundamental para vivir una real transformación).
Lo nuevo de Dios demanda un corazón nuevo. La fe espera cosas nuevas y mejores de Dios...
En la Escritura el agua también representa la Palabra de Dios, por eso nos dice por ejemplo: “Cristo se
entregó por ella (la iglesia) para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra”. Vemos pues que viene el Espíritu de Vida (Romanos 8:2) y engendra la vida de Jesucristo en el
cristiano, el Espíritu de Dios es derramado en cada uno de nosotros renovando la vida (significa que trae
lo nuevo de Dios y lo enseña al nuevo cristiano).
Todas estas verdades y tesoros de Cristo son enseñados por el Espíritu Santo en el espacio de la
comunión íntima con Dios, por eso nos dice la Biblia: “Cosas que ojo no vio ni oído oyó, son las que Dios
ha preparado para los que le aman”. Él se deja ser hallado de los que le buscan.
Conclusión: El Señor desea ayudar al hombre, por supuesto esa ayuda está sujeta a la disposición de
cada uno. Cuando el corazón es humilde, reconoce su situación y se acerca al Señor hallará la gracia
divina, Dios derramará su poder transformador a través del Espíritu Santo la persona experimentará una
nueva vida.
Jesús Revela su Poder
Introducción: En la Carta a los Hebreos el capítulo once es llamado el capítulo de la fe, y casi todos sus
versículos empiezan diciendo: “por la fe…” y nos enseña los grandes proyectos, obras y victorias que
alcanzaron los patriarcas, reyes, profetas y otros a través de la fe. La fe fue aquella fuerza o impulso para
lograr grandes planes para el Señor, fe es creer y confiar en las palabras del Señor y avanzar hacia su
plan…
Lucas 5:1-3 “Aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios,
estando Jesús junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los
pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón,
pidió que se separara un poco de tierra; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca”.
La fe en Dios se despierta por oír la palabra del Señor. Por supuesto debe ir acompañado de un deseo
profundo por escuchar a Dios. El pasaje bíblico de hoy nos narra que las personas se juntaban para
escuchar la palabra del Señor. Querían oír, ellos anhelaban la palabra de Dios, por eso la Biblia también
nos dice: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca” (Salmo 119:103).
Bendita sea su palabra.
También nos enseña el pasaje que el Señor Jesús estaba “junto al lago de Genesaret”, el término
Genesaret significa: “Jardín de riquezas”, “Jardín del príncipe”, y precisamente es lo que allí hallarían:
era el Hijo del Rey, Jesucristo Hijo de Dios, enseñando las riquezas de la revelación del reino de los
cielos.
Al observar los evangelios podemos ver que el Señor Jesús continuamente enseña, en todo lugar y
momento, en toda situación, mediante sus sermones y sus acciones, pero así como los discípulos de
aquel tiempo a nosotros nos cuesta aprender.
El Señor Jesús también enseña desde la crisis: “ellos lavaban sus redes” y luego nos dice el pasaje que
“nada habían pescado”, entonces había desaliento, decepción y cansancio. También les enseña desde su
lugar de trabajo, esto es la barca. Entonces el Señor siempre nos estará instruyendo, nuestro discipulado
es para siempre ¿por qué cuando dejará Jesús de ser Maestro? Por tanto una de las virtudes del
cristiano es mantener un corazón enseñable, manso y humilde para recibir todo lo que de Dios viene.
Es necesario tener presente que la fe en Dios genera los milagros (te invitamos a leerlo en: “la fe genera
una atmósfera de milagros”. La fe en el Señor persevera ante la dificultad, ya que su confianza está en
las palabras del Señor. La fe es una evidencia de confianza donde e cristiano deposita su corazón en las
palabras de su Dios.
Nos dice la Biblia: Lucas 5:4-5 “Al terminar de hablar, dijo a Simón: "Sal a la parte más profunda y echen
sus redes para pescar." Simón Le contestó: "Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no
hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra), echaré las redes” Aquí Jesús revela su
poder ante los discípulos.
Pedro el discípulo escuchó el mensaje del Señor en su barca, la Escritura no nos dice cuál fue aquella
enseñanza. El Señor Jesús le da una palabra, una instrucción, él venía de pescar toda la noche y las redes
estaban lavadas, él seguramente estaba cansado (en la noche los peces subían a la superficie, y durante
el día se escondían del calor), Jesús era Maestro de las Escrituras y no era literalmente un pescador, sin
embargo Pedro le contesta: “en tu palabra echaré la red”.
Debemos procurar obedecer por encima de la razón, pues está ultima es un obstáculo para la obra
sobrenatural de Dios. Pedro obedeció a pesar de las adversidades y pudo ver el poder del Señor actuar a
su favor.
Conclusión: Pedro y los demás pudieron ver un gran milagro. Cuando confiamos en el Señor y seguimos
su palabra veremos cosas maravillosas. No es por nuestra capacidad o experiencia, es por el poder y la
gracia de Dios con nosotros.
Introducción: La Biblia nos enseña que cuando el apóstol Pedro negó por tercera vez al Señor Jesús, el
gallo cantó y Pedro recordó lo dicho por el Maestro y lloró amargamente. Después decide volver a la
pesca. La Escrituras nos dicen que los demás discípulos fueron con él.
Tal vez dieron por concluido el asunto del ministerio. En aquel momento estaban sin esperanza y
desanimados. Pero Dios restaura lo que paso. El Señor Jesús resucita, los busca y se les aparece
recordándoles el llamado. Así actúa nuestro Dios, él nunca desecha ni olvida a sus hijos...
“Jesús le dijo por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?" Pedro se entristeció porque la tercera
vez le dijo: "¿Me quieres?" Y Le respondió: "Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te quiero."
"Apacienta Mis ovejas," le dijo Jesús” Juan 21:17.
Al considerar la restauración del apóstol Pedro debemos observar en detalle las acciones del Señor
Jesús. Según nos narra el evangelio de Juan 21:4-8 después de resucitar el Señor Jesús busca a sus
discípulos, y desarrolla acciones muy significativas:
a) Los llama “Hijitos”, aunque lo habían abandonado, y Pedro lo había negado; fue un llamado con
amor (Creo que cualquiera de nosotros los habría reprendido primero por haber abandonado todo).
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que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
b) Los conduce al lugar de la bendición (les dijo: “Echad la red a la derecha…”). Jesús compartió con
ellos y les dio alimento. Ésta maravillosa experiencia puedes leerla más ampliamente en: “Jesús se
Aparece a Siete de sus Discípulos”
Vemos también que el discípulo a quien el Señor Jesús amaba (es decir Juan) fue el primer de ellos en
reconocerlo (debemos tener presente aquí que Juan era quien se recostaba en su pecho; entonces
vemos que Dios revela sus secretos a quienes lo aman).
El apóstol Pedro se puso la ropa para ir al encuentro con su Jesús (esto nos recuerda que la Iglesia un día
se encontrará con su Señor y debe presentarse vestida de gloria, sin mancha y sin arruga, revestida de la
justicia en Cristo Jesús). El Maestro le habla a Pedro (la palabra de Dios tiene el poder para restaurar y
levantar al caído) Juan 21:15a. Dios restaura lo que pasó, y sigue reparando lo que ha sido dañado...
Podemos ver ahora la respuesta del apóstol Pedro y su maravillosa restauración. Juan 21:15b-19 nos
hace pensar en el nivel de amor por Dios, Pedro negó al Señor Jesús tres veces y aquí vemos que tres
veces el Maestro le pregunta (entonces Jesús transforma las tres negaciones de Pedro por tres
afirmaciones).
Vemos igualmente que el Señor Jesús en sus preguntas usa el término griego “agapao” para amar, y
Pedro contesta con la palabra griega “fileo”, la diferencia entre estos términos está en la intensidad,
pues fileo es familiar y amigable, menos intenso.
Sin duda alguna esta experiencia marcó fuertemente el corazón del apóstol Pedro, en cuyo corazón se
genera un profundo amor por el Señor Jesús. Posteriormente vemos a Pedro lleno del Espíritu de Dios
predicando en la fiesta de Pentecostés (Hechos 2) y miles de personas se convierten al Señor, también
confronta a aquellos que negaron a Jesús, pues predica diciendo: “…vosotros entregasteis y negasteis a
su Hijo Jesús…”, el apóstol Pedro puede hacerlo ya que había sido restaurado.
El apóstol Pedro es quien lidera el avivamiento en Jerusalén, entonces vemos que aquel que había
dejado su llamado, que había vuelto a pescar en el mar de Galilea, ahora es usado por Dios de una
manera poderosa.
Es Pedro el escritor de las dos cartas que llevan su nombre, 1ª y 2ª de Pedro. Fue un fiel discípulo de
Jesús hasta el fin, ya que nunca más lo negó (el apóstol Pedro murió crucificado, y por solicitud de él
mismo con la cabeza hacia abajo, porque no se consideró digno de morir como su Señor).
Conclusión: Dios restauró a apóstol Pedro, el Señor Jesús trabajó en su corazón y lo llenó de su Espíritu
Santo, ungiéndolo con poder para el ministerio. Fue usado por el Señor para sanar y echar fuera
demonios, también “sacaban los enfermos para que su sombra los tocase”. Poderoso es Dios para
restaurar a sus hijos con corazón dispuesto y hacer cosas maravillosas con cada uno.
Introducción: Cuando el filisteo Goliat desafiaba al ejército hebreo para que enviara un guerrero a pelear
contra él, todos comenzando desde el rey Saúl hasta el último de los soldados israelitas tenían mucho
miedo. Aquel temor les impidió avanzar, y no dejo que fueran usados por el poder del Señor para una
poderosa victoria. El joven David lo enfrentó confiado en el poder de Dios logró derrotarlo. El miedo es
entonces un obstáculo que hace retroceder a muchos, pero la fe en el Señor alcanza grandes conquistas.
Jueces 6:11 “Y vino el Ángel de Jehová, y se sentó debajo del alcornoque que está en Ofra, el cual era de
Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los
madianitas”
La Escritura nos enseña que el ángel de Jehová es Dios mismo (esto se denomina “teofanía” o
manifestación visible del Señor), y viene a llamar a Gedeón para levantarlo como el libertador de la
nación hebrea. El dialogo que podemos ver entre Dios y Gedeón nos deja ver los miedos de toda
persona ante un desafío o misión.
Podemos considerar aquí algunos factores que conducen al temor y la influencia de experiencias
dolorosas del tiempo pasado. Debemos tener en cuenta el momento histórico de éste pasaje bíblico.
Israel había salido de la esclavitud egipcia y se había establecido en la tierra prometida, ya habían
muerto Moisés, Josué y los ancianos de ese entonces.
El Señor había levantado a otros líderes en el pueblo de Israel como Otoniel, Aod, Débora y Barac. Sin
embargo el pueblo de Dios había hecho lo malo y por eso había venido la opresión de los madianitas. No
podemos evitarlo, el pecado produce dolorosos y tristes resultados, pero Dios nos hace libres de toda
maldición.
El Señor ante el ruego de su pueblo, es propicio y viene a traer libertad y el líder escogido para ese plan
es Gedeón, pero vemos que él está cautivo en sus propios temores (la Biblioa dice que él “estaba
sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas”). Entonces debemos preguntarnos
¿Por qué a veces el corazón del hombre es gobernado por el miedo? Consideremos aquí algunos
factores:
a) La influencia de espíritus inmundos de miedo, Jueces 6:10 (también la Biblia nos deja ver que hay
espíritus de cobardía: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio
propio” 2 Timoteo 1:7). Renuncia al miedo, Dios está contigo.
d) Los sentimientos de auto condenación (los hebreos habían pecado y el Señor los había entregado en
manos de Madián por siete años, ya ese periodo de juicio se había cumplido, pero continuaban
presos de sus temores).
e) Por palabras expresadas por personas con autoridad que marcaron el corazón (hablamos de padres,
autoridades educativas, entre otros). Por eso es muy importante la sanidad de nuestra alma.
Jesucristo es quien restaura y sana le corazón herido.
La Escritura nos enseña que el miedo estanca, detiene y determina el estilo de vida: “El temor del
hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado” Proverbios 29:25. Ten presente que el
miedo es para el diablo, lo que la fe es para Dios. Precisamente la fe es la certeza de lo que se espera, el
miedo es la certeza del fracaso; la fe es la convicción de la victoria que no se ve; el miedo es la
convicción de que todo saldrá mal. Pon tu confianza en el Señor y él hará grandes cosas. Renuncia al
miedo, Dios está contigo
La Biblia nos enseña que la fe determinó grandes conquistas, por eso nos dice (Hebreos once): “por la fe
Noé construyó el arca… por la fe pasaron el mar rojo… por la fe los muros de Jericó cayeron… por fe
conquistaron reinos… por fe taparon bocas de leones… por fe pusieron en fuga ejércitos extranjeros”.
El miedo en contraste, impide avanzar y desarrollar el plan del Señor para nuestra vida. El miedo es un
arma de las tinieblas. Dios requiere la fe en la tierra. Es posible por el poder de Dios la victoria sobre el
miedo.
Además el miedo determina el estilo de vida de cada persona (al igual que la fe). Nos dice la Escritura: “Y
la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron
cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados” Jueces 6:2 (desde el hebreo “Lugar fortificado”
es una expresión que traduce: lugar natural de difícil acceso).
Vemos pues que vivían asustados, en escasez, incomodidad, oscuridad y frio (vemos que el versículo
once dice: “Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar”, tengamos en cuenta que el lagar era el
espacio para pisar las uvas y obtener su jugo, también era para pisar las aceitunas y obtener aceite de
oliva, no era para sacudir el trigo, entonces ¿por qué lo hacía allí? Porque era una cantidad pequeña, él
se estaba escondiendo, pues el miedo había afectado su estilo de vida).
Finalmente Gedeón acepta la comisión divina y Dios lo respalda poderosamente, trayendo así la libertad
para la nación hebrea. Renuncia al miedo, Dios está contigo
Conclusión: No nos ha dado el Señor espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio, por eso
avanza sin miedo, Dios va contigo. Valiente es aquella persona que avanza a pesar de sus temores,
confiado en el poder y cuidado de Dios.
Introducción: La Escritura nos enseña cosas muy importantes a través de la vida de José, el hijo de Jacob,
y son instrucciones divinas que siempre están vigentes. Vemos que muchas de las experiencias vividas
por José fueron muy difíciles, por ejemplo: sus propios hermanos lo traicionaron y planearon matarlo,
fue vendido como esclavo a Potifar (general egipcio) y estuvo en la cárcel de los presos del rey, sin
embargo la Biblia nos enseña que Dios lo protegió y lo bendijo de una manera sobrenatural. Todas estas
situaciones que vivió lo llevaron al plan del Señor para su vida…
Podemos ver que José es sacado de la comodidad de la casa paterna a una cisterna (o pozo) sin agua. Al
considerar el contexto bíblico la edad de José era de diez y siete años, hijo consentido de Jacob su padre,
y fue precisamente por esto que le dio una túnica de diversos colores.
Para José seguramente éstos fueron momentos duros e inexplicables, pues sus hermanos querían
quitarle la vida, y finalmente lo lanzaron a un pozo. José iniciaba un camino que sólo iba a entender al
final, sendero en el que se encontraría con diversos obstáculos, varias decepciones, dolor e injusticias,
etc.
Sin embargo estas circunstancias habían sido organizadas por el Señor mismo para conducir a José al
destino que le había preparado. Dios es todopoderoso y soberano, él se mueve de maneras diversas y
en muchas ocasiones incomprensibles para nuestro pensamiento, por estas cosas en un momento dado
el apóstol Pablo expresó: “cuan inescrutables e insondables son sus caminos”.
Podemos preguntarnos ahora: ¿Cómo reaccionamos cuando el Señor permite éstos incomprensibles e
imprevistos cambios y dificultades en nuestra vida? Son estas oportunidades donde debemos practicar
el perdón y vivir el amor de Dios. Son tiempos para depender del Señor. Aunque parezca imposible Dios
lo hará.
La Biblia nos enseña que José es trasladado de la casa del general egipcio a la cárcel del rey “Y tomó su
amo a José, y lo puso en la cárcel”. El Señor estaba con José y lo protegió con Su poder y misericordia, él
halló gracia ante los ojos del jefe de la cárcel, y por eso le entregó a José el cuidado de toda la cárcel.
Nos dice la Escritura que “todo lo que se hacía allí, él lo hacía”. Dios honró a José.
Podemos ver en la primera parte de Génesis treinta y nueve el inmenso respaldo de Dios sobre José. Él
estaba siendo entrenado por el Señor mismo mediante todas éstas situaciones para administrar luego a
todo Egipto, aunque José no comprendía lo que estaba sucediendo.
Luego vemos que José va a la cárcel (todo eso por una “injusticia”) y termina allí administrando la prisión
del rey. Es el Señor mismo quien transforma todas las cosas, y nos lleva hacia el plan que él ha
preparado para cada uno de sus hijos.
Conclusión: José estaba en tierra extranjera, solo, sin familia, pero fue fiel a Dios, no se enojó, ni
murmuró, no levantó su boca contra Dios, y confió en la bondad divina, el Señor no lo decepcionó.
Confía en el Señor, Dios cumplirá sus palabras sobre tu vida. Aunque parezca imposible Dios lo hará.
Dios Disciplina a sus Hijos | Hebreos 12
“Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "hijo mío, no tengas en poco la
disciplina del Señor, ni te desanimes al ser reprendido por él. Porque el Señor al que ama, disciplina, y
azota a todo el que recibe por hijo. Es para su corrección (disciplina) que sufren (lo soportan). Dios los
trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? ” Hebreos 12:5-7.
Debemos considerar primero que el término disciplina aquí es traducido desde el griego “Paideia”, que
también significa: formación dada a un niño, entrenamiento, instrucción, corrección. En cuanto a la
disciplina nos dice la Escritura: “No la menosprecies, ni desmayes ante ella”, debe más bien ser valorada
como tal, pues (según nos dice Hebreos 12:10-11), la disciplina de Dios genera en el creyente:
2) Produce un fruto apacible (indica utilidad o provecho sin preocupación, es un carácter pacífico).
4) Es un entrenamiento único, formación exclusiva. Añade la Escritura: “A los que en ella han sido
ejercitados” ¿Pero cuál es el significado de ejercitados? Es un término que proviene del griego
“gumnazo” que traduce en primer lugar: “ejercitarse ligero de ropas”, era una palabra para la práctica
de la gimnasia en Grecia. Por eso implica: sin cosas que estorben o detrás de las cuales la persona se
pueda esconder; vemos pues que la disciplina del Señor nos conduce a una vida de pureza y
honestidad, como nos enseña Hebreos12.
Según el contexto del pasaje bíblico de hoy vemos una frase muy importante: “Por lo cual, levantad las
manos caídas y las rodillas paralizadas” Hebreos 12:12. “Las manos caídas” simbolizan lentitud,
debilidad, estancamiento, mientras que las “rodillas paralizadas” implican un caminar que apenas si se
puede moverse la persona, esto es muy interesante pues vemos entonces que las manos no se pueden
levantar para adorar, y las rodillas no se pueden doblar para orar y clamar a Dios (esto indica un
decaimiento de la vida espiritual en el cristiano).
Vemos además que el escritor aquí por el Espíritu de Dios añade: “seguid la paz, y la santidad, sin la cual
nadie verá al Señor” Hebreos 12:14 nos habla de paz y santidad. Los buenos atletas no llegan a la meta
simplemente, sino que lo hacen de forma correcta y honesta, y en los tiempos difíciles de la carrera, no
renuncian por el contrario perseveran y se esfuerzan hasta llegar a la meta. Recuerda el Señor es
nuestra fuerza y Jesús nuestra inspiración y modelo a seguir.
Debemos mantener clara una verdad y es que nada de lo que este mundo te ofrece, es comparable con
la gloria venidera y todas las bendiciones y privilegios que Dios te ha preparado. Dios disciplina a sus
hijos con los más grandes propósitos.
Reflexión final: No desmayes en el entrenamiento divino, el Señor Jesús te espera en la meta con los
brazos abiertos y es quien te dice: “adelante, tu puedes, no te desanimes, yo te estoy contigo”.
La Carrera de la Fe
La carrera de la fe
Introducción: Podemos recordar aquí que cuando Josué, el líder del pueblo de Israel, debe guiar la
conquista de la tierra prometida el Señor le dijo: “esfuérzate y sé valiente”. Debemos reconocer que
ningún desafío o logro importante en nuestra vida está privado de esfuerzo, valentía y perseverancia.
Por eso con la fuerza de Dios corramos la carrera de la fe…
La carrera de la fe en Cristo
Hebreos 12:1-2 “Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos,
despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con
paciencia (perseverancia) la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza,
y se ha sentado a la diestra del trono de Dios”
La vida en Jesucristo es muy parecida a una carrera atlética (por eso la llamamos la carrera de la fe), y
debemos tener en cuenta que para correr bien es muy importante quitar los obstáculos y estorbos que
estén en el camino que debemos correr. Según el texto bíblico de hoy es necesario hacer la diferencia
entre peso y pecado, veamos:
La palabra “peso” aquí se traduce del término griego “onkos” que además significa: masa, bulto, carga,
implica doblarse o encorvarse por el peso o carga, y nos dice la Biblia que “debemos despojarnos de
eso” (entonces hablamos de angustia, preocupaciones, ansiedad, resentimiento, culpa, etc);
También nos dice que debemos despojarnos del pecado “que nos asedia (esto indica aquello “que nos
enreda”, es lo “que distrae con facilidad”, es algo “que obstruye”), entonces soltemos las cargas para
poder correr livianos, y evitemos el pecado que fácilmente nos hace tropezar y caer al suelo. Debemos
decir como el apóstol Pablo: “Prosigo a la meta, al premio en Cristo Jesús”. (Artículo que te invitamos a
leer).
Por todo esto ante el desánimo procuremos inspirarnos en Jesucristo. Él es nuestra máxima inspiración y
ejemplo. El Señor Jesús vivió muchas cosas como oposición, tentación, las diversas calumnias, el rechazo
y la traición, debemos tener esto en cuenta para no desanimarnos, por eso el texto bíblico también nos
enseña: “Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores”. Dios nos fortalece para seguir
adelante en la carrera de la fe.
El pasaje de la Biblia de hoy en el versículo tres expresa: “Porque aún no habéis resistido hasta la
sangre, combatiendo contra el pecado”, resistir aquí no es aguantar, la palabra griega traduce: “enfilar
tropas en contra de” “oponerse”, nos habla de una actitud valerosa y que se opone con firmeza a la
maldad y a las obras de las tinieblas.
Podemos pensar por brevemente en los mártires del primer siglo, o en los cristianos en países de
mayoría musulmana. Definitivamente la carrera de la fe en la vida cristiana requiere esfuerzo y valentía,
características que encontramos en la comunión con nuestro Señor.
Reflexión final: Dios es nuestra fortaleza, él ha prometido estar con nosotros todos los días y ayudarnos
hasta el fin del mundo. Podemos confiar en él y en el poder de su fuerza, avancemos confiados en Su
poder y gloria. El Señor fortalece, por eso sigue adelante en la carrera de la fe, pues grandes
recompensas y galardones te esperan.
Introducción: Aquella obra poderosa de Dios a favor de Daniel en el foso de los leones estuvo
antecedida de una comunión íntima con el Señor en su habitación. El poder de Dios demanda vida de
oración, y ella te lleva más allá del promedio. El pasaje bíblico de hoy (Daniel 6) nos enseña que “Daniel
mismo era superior a los sátrapas, porque había en él un espíritu superior”. Sin duda esto nos enseña de
la obra y poder del Espíritu de Dios en la vida de Daniel el profeta.
Daniel 6:1-3 “Le pareció bien a Darío constituir sobre el reino 120 sátrapas que gobernaran en todo el
reino, y sobre ellos, tres funcionarios (uno de los cuales era Daniel) a quienes estos sátrapas rindieran
cuenta, para que el rey no fuera perjudicado. Pero este mismo Daniel sobresalía entre los funcionarios y
sátrapas porque había en él un espíritu extraordinario, de modo que el rey pensó ponerlo sobre todo el
reino. ”
La historia nos enseña que en aquel momento el imperio de Babilonia cae en manos de Darío, rey de
Media. El pasaje nos enseña que el profeta Daniel era superior a los otros gobernadores, él se destacó,
el favor y la gracia del Señor estaban sobre el profeta. La unción o poder de Dios reposaban sobre él, y
por eso nos dice la Escritura en Daniel 6:3 que “era superior” o “extraordinario”, término que desde el
hebreo también traduce: “llegar a ser el principal”, “distinguirse”. Estaba pues la mano de Dios sobre
Daniel.
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La comunión íntima con el Espíritu Santo transforma el estilo de vida del cristiano: “Entonces los
funcionarios y sátrapas buscaron un motivo para acusar a Daniel con respecto a los asuntos del reino.
Pero no pudieron encontrar ningún motivo de acusación ni evidencia alguna de corrupción, por cuanto
él era fiel, y ninguna negligencia ni corrupción podía hallarse en él” Daniel 6:4.
(Te invitamos a adquirir nuestro nuevo libro, estudio basado en la 1 Carta a los Corintios, en éste libro
hallarás el comentario a cada uno de los dieciséis capítulos que componen ésta epístola. Encontrarás
títulos como los siguientes: Sabiduría enseñada por el Espíritu Santo. Al servicio de Dios. Es Dios quien
sostiene sus siervos. La ausencia de disciplina promueve el desorden extremo. Pleitos de creyentes ante
los incrédulos. Instrucciones respecto al matrimonio. Los dones del Espíritu Santo. La profecía. La
resurrección de los muertos, entre otros. Puedes verlo y adquirirlo en:INSTRUCCIONES DEL ESPÍRITU
SANTO).
El testimonio que se da aquí del profeta Daniel debemos resaltarlo, ya que estaba en el imperio de
Babilonia, el cual era el centro religioso del mundo conocido, centro económico, político y cultural,
reconocido por su gran idolatría, inmoralidad y ocultismo abundante. En medio de toda esa vida el
profeta Daniel se conducía rectamente ante los ojos del Señor.
El deseo del profeta no era el reconocimiento sino Dios mismo. Por todas estas cosas no debemos
descuidar nuestra pasión por Dios y la comunión con él, debemos tener presente que el Señor Jesús le
dijo a la iglesia en Efeso: “Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”. Cuidemos pues nuestro
ferviente amor por Cristo.
El profeta es acusado y señalado por su devoción al Señor, el profeta oraba tres veces cada día, y según
el decreto real fue lanzado al foso de los leones (Daniel 6:16), pero él estaba confiado en el cuidado y
protección de Dios. Por el poder del Señor veremos grandes milagros y victorias a nuestro favor (Daniel
6:19-20).
El poder de Dios en cada uno de sus hijos y la fe es lo que fortalece al creyente ante la dificultad, esto
nos hace estar seguros y confiados en la protección divina (como el pastor judío que cuida y unge a sus
ovejas en los oídos y ojos para cubrirla de los insectos y de todas sus infecciones).
El reino de las tinieblas y sus planes fracasan ante el poder de Dios. Así como fracasaron los enemigos
del profeta Daniel. Durante la vida de Daniel pasaron varios imperios: Babilonia, Media, Persia, y varios
reyes, como: Nabucodonosor, Belsasar, Darío y Ciro, ellos pasaban, pero el profeta Daniel permanecía (y
continuaba en sus labores de la corte real) ¿por qué? La respuesta está precisamente en el poder que
reposaba sobre él: el Espíritu Santo de Dios. Daniel fue salvado de los leones como Dios libra a sus hijos.
Conclusión: La Biblia nos dice: “nunca falte ungüento sobre tu cabeza”, la unción o poder de Dios nos
habla del aceite del Espíritu Santo, aceite que debemos renovar. El Señor anhela que sus hijos estén
ungidos y transformados, por esto envió al Espíritu Santo. Por estas cosas debemos fortalecer la
comunión con él y veremos sin duda su poder en nuestra vida.
Introducción: (por qué Dios da poder a sus hijos) Cuando el Señor Jesús aparece en la sinagoga de
Nazaret, comenzando su servicio al Señor, lo hace predicando el texto del rollo de Isaías: “el Espíritu del
Señor está sobre mí, porque me ha ungido para…”. La Biblia nos dice además en Hechos 10: “Como Dios
ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret…”, entonces vemos que es el Espíritu de Dios
quien nos equipa para llevar a cabo el propósito del Señor en nuestras vidas. El poder o la unción es la
esencia de la autoridad y gloria del Espíritu de Dios manifestado en una persona. Es una capacitación
sobrenatural para el servicio al Señor eficazmente, y no es para la gloria de las personas. POR QUÉ DIOS
DA PODER A SUS HIJOS
Éxodo 35:30-33 “Entonces Moisés dijo a los Israelitas: "Miren, el SEÑOR ha llamado por nombre a
Bezalel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. "Y lo ha llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en
inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte, para elaborar diseños, para trabajar en oro, en
plata y en bronce, y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera, y para trabajar en
toda clase de obra ingeniosa.”
El poder de Dios te equipa para cumplir con el plan del Señor. En el pasaje de hoy, vemos que Bezaleel
fue lleno del Espíritu Santo. Debemos tener en cuenta varias cosas aquí:
a) El pueblo de Israel sabía del Espíritu de Dios antes de venir en la fiesta de Pentecostés (no es
suficiente con saber de él, es necesario conocerlo cada día más).
b) Así como el Señor Jesús fue ungido para un servicio a Dios sobrenatural, era fundamental que
aquellos que construirían el tabernáculo en el desierto fueran ungidos con el poder de Dios.
c) El nombre Bezaleel significa: protegido de Dios. Debemos recordar que la Biblia dice: “no
toquéis a mis ungidos”, pues el Señor protege a sus hijos y de sus planes (cada uno es un hermosos plan
de Dios).
d) El Señor sabe muy bien a quien unge y con qué propósito, no es un accidente (por eso nos dice
el pasaje bíblico: “hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá” en: “sabiduría, inteligencia, ciencia y arte
para elaborar…” aquel poder tenía razones especificas).
El poder de Dios en una persona debe glorificar al Señor. No es para gloria de las personas ni para el
beneficio propio. Por eso debemos tener presente el ejemplo de la obra del Espíritu Santo en la vida y
ministerio de Jesús. Consideremos ahora las siguientes perspectivas del texto bíblico:
a) El nombre Aholiab significa: Tabernáculo del Padre (podemos preguntarnos ¿Qué movió a sus
padres a ponerle aquel nombre? Seguramente vieron el plan de Dios con su hijo (tengamos presente
que cada uno somos un plan del Señor, pero como Aholiab tuvo que ser lleno del Espíritu de Dios para
cumplirlo, también nosotros necesitamos el poder de Dios).
b) Bezaleel pertenecía a la tribu de Judá (esta era la principal tribu, la más grande y la que
marchaba adelante por el desierto hacia Canaán) y Aholiab pertenecía a la tribu de Dan (esta era la que
marchaba al final de todas, atrás, era pequeña), vemos entonces que el Señor toma a uno de adelante y
otro de atrás, esto nos recuerda que en él no hay acepción de personas, todos son valiosos para él y sus
propósitos.
c) El poder de Dios los equipó para hacer una labor única (el tabernáculo en el deiserto), los otros
podían ayudar en ciertas cosas, pero ninguno podía hacer lo que ellos podían hacer. La unción nos hace
efectivos en el plan de Dios (Por ejemplo el apóstol Pedro era uno antes de la fiesta de Pentecostés en
Hechos 2, pero después decía: “de lo que tengo te doy”, y “sacaban los enfermos a las calles, y los
ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos”
el poder de Dios transforma nuestro servicio).
d) Los resultados de un labor ungida, y donde uno y otro se complementaron, pues sirvieron al
Señor desde los dones que cada uno recibió, fue un maravilloso tabernáculo, que honró a Dios.
Conclusión: el Señor ha enviado su Espíritu para hacer una obra poderosa en cada uno de sus hijos. Es
muy importante el poder de Dios para servirle eficazmente, siempre teniendo presente que éste poder
viene del Señor por su gracia, por tanto toda la gloria le pertenece a él.
Introducción: La Biblia nos relata que Saulo de Tarso tiene un encuentro con el Señor Jesús y su vida fue
transformada poderosamente, y deja de ser un perseguidor de la iglesia para ser un predicador del
evangelio, dispuesto a sacrificar su vida por la verdad del evangelio. Entonces vemos que un encuentro
personal y real con Dios produce una gran transformación…
Todos podemos experimentar momentos de desaliento y adversidad, ante estos debemos mirar el
poder y la grandeza del Señor. Al considerar el contexto del encuentro del profeta Isaías con Dios
podemos ver varias cosas muy importantes. El rey Uzías ha muerto después de reinar cincuenta y un
años y por una penosa enfermedad: lepra, tal vez la sufrió por unos diez años, pues impulsado por su
orgullo y soberbia el rey Uzías pecó contra el Señor y sus últimos años vivió bajo aquella enfermedad.
Probablemente el profeta Isaías al ver poco fruto en su oficio ministerial pensaba en renunciar a su labor
profética. Tengamos en cuenta también que además era muy joven. Isaías era el profeta de la corte real,
era primo del rey Uzías y disfrutaba de su amistad y por supuesto de todos los privilegios propios por ser
familiar del rey. Pero un día el rey muere y ese suceso afectó a Isaías ¿Qué pasó en la muerte del rey que
impactó a Isaías tan profundamente?
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La Biblia nos enseña que el rey Uzías fue un buen rey, fue coronado a los dieciséis años e hizo lo correcto
delante del Señor mientras perseveró en buscarle y fue muy prospero por cincuenta y dos años, además
era entendido en temas espirituales. Su reinado trajo poder y autoridad sobre los enemigos de Israel,
tuvo un poderoso ejército y máquinas de guerra diseñadas por ingenieros hebreos.
Entonces su reinado fue de bonanza, paz, mucha prosperidad, crecimiento militar, expansión de Judá
(entonces la nación estaba feliz con todo eso por cincuenta años). El profeta Isaías enfrenta ahora
miedo, temores, mucha incertidumbre, decepción, y no comprende lo que está ocurriendo y decide ir al
templo del Señor. Nos recuerda esto que es lo que debemos hacer cuando enfrentamos situaciones
críticas. En Cristo tenemos victoria, te invitamos a leer: en su presencia derrotamos todo miedo.
Es muy importante tener presente que el Señor gobierna todo. El profeta Isaías ve “al Señor sentado en
su trono alto y sublime” (probablemente antes el profeta veía al rey Uzías sentado en su trono, pero
ahora ve al Gran Rey en su gloria), ésta posición representa gobierno, poder, autoridad, esto lo entiende
muy bien el profeta, pues según la tradición Isaías era de la realeza.
Nos dice la Biblia: “Y sus faldas llenaban el templo”, las faldas (traducción del hebreo “Shul” que significa
también orilla, orla, borde de la vestidura) nos recuerdan las túnicas que usaban los gobernantes, los
reyes, magistrados y sacerdotes. Con ésta maravillosa visión el Señor le dice al profeta: “yo continuó al
mando, continúo gobernándolo todas las cosas, y como las faldas cubren y protegen, yo te protejo y te
sustento. No importa lo que ha sucedido, Yo soy tu fortaleza”. Cuando llega la crisis Dios es tu fuerza.
Conclusión: El Señor continúa sentado en su trono, con todo poder y gloria, gobierna todas las cosas. Lo
que debemos hacer es lo que el profeta Isaías hizo, buscar a Dios y recibir su fortaleza y dirección. Él
tiene cuidado de nosotros.
Jesucristo Levanta tu Cabeza
(Si no puede ver el tema completo has click en el título) Introducción: En cierta ocasión el Señor Jesús
llegó a una sinagoga a predicar y enseñar (esto fue una parte importante del ministerio de Jesús).
Debemos tener en cuenta que a la sinagoga sólo iban judíos y gentiles prosélitos o gentiles que se
habían convertido al judaísmo (en esa sinagoga había una mujer encorvada, era judía y estaba en el
culto), seguramente había muchas sinagogas en aquel tiempo, pero precisamente en ésta estaba el
Señor Jesús y cuando él está todo puede suceder, él sigue siendo Dios Todopoderoso y bueno.
“Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, y había allí una mujer que durante
dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna
manera se podía enderezar” Lucas 13:10-11.
Podemos ver que era una mujer piadosa, temerosa de Dios y estaba en aquella sinagoga adorando, pero
sufría una larga aflicción. Hacía dieciocho años nos dice la Biblia que “tenía espíritu de enfermedad”.
Ella era judía, estaba bajo el pacto, era descendiente de Abraham y asistía con fidelidad a la sinagoga,
pero aquel espíritu de enfermedad la afligía, ella estaba bajo un tormento continuo, trataba de tener
una vida normal, seguramente trató de ayudarse con algo, sin embargo esto era un asunto espiritual
(tengamos en cuenta que no toda enfermedad tiene un origen demoníaco, pero el Señor Jesús es
sanador de todas las enfermedades).
Ésta mujer andaba encorvada (ella no podía enderezarse normalmente), entonces la situación espiritual
se mostraba en lo natural (estaba “encorvada”). Y por supuesto su vida matrimonial, social y espiritual
estaba muy afectada por esta situación ya que para muchos ella estaba bajo alguna maldición o tenía un
pecado oculto. Ella era señalada por muchos.
Podemos reflexionar en la figura encorvada de la mujer, pues nos habla de una carga o peso que se lleva
sobre los hombros y su peso es tal que doblega las fuerzas o las capacidades del ser humano (estamos
hablando entonces de crisis, heridas, miedos, fracasos, decepciones, resentimientos que al no ponerlas
en las manos de Dios generan desgaste y cansancio).
Tal vez la mujer no era importante para las personas, pero el Maestro la vio; a lo mejor nadie la tenía en
cuenta, pero el Señor Jesús la llamó; quizá pocos le dirigían la palabra, pero él le habló; tal vez hacía
mucho tiempo que su esposo no la tocaba, tampoco familia la abrazaba, pero el Señor Jesús la tocó. Te n
presente eres un(a) hijo(a) de Dios y él siempre te cuidará.
Dios quiere que levantes tu cabeza y rechaces la aflicción. El pasaje bíblico nos enseña que: “ella se
enderezó y glorificaba a Dios”; durante dieciocho años sus ojos sólo miraban el piso, su autoestima
estaba en muy baja, su aflicción era muy pesada, sin embargo “se enderezó”, éste término se traduce
del griego “anorthoo” significa: Reconstruir, restaurar, enderezar.
Ante la gloria y poder de Dios la mujer se endereza y “glorifica Dios”, por esa condición ella no podía fluir
en adoración, pero ahora experimenta un nuevo nivel de adoración, vive un nuevo nivel de gloria, es
algo que no había experimentado, ella tiene seguramente una liberación en su alma, en su espíritu y
entra en una nueva libertad para adorar a Dios.
Conclusión: Jesucristo el Señor no cambia, y quiere restaurar tu vida. No sé qué pueda tenerte con la
cabeza abajo (crisis, tropiezos, decepciones, la quiebra económica, fracasos, entre otros), pero sin duda
Jesucristo tiene el poder para ayudarte a salir adelante. Con la ayuda de Dios todo cambiará.
Cuando la ira gobierna al hombre es por supuesto una evidencia de la naturaleza pecaminosa y clara la
desaprobación del Señor hacia ella y los resultados que causa. En la ira del ser humano no obra la
justicia de Dios, y por eso la Biblia nos insiste muchas veces en contra de esta pasión terrena. En el ser
humano la ira es pecaminosa porque es fruto de su naturaleza caída, resultado de su egoísmo, y las
consecuencias son dolorosas y frustrantes.
CUIDADO CON LA IRA
“Y el SEÑOR habló a Moisés: "Toma la vara y reúne a la congregación, tú y tu hermano Aarón, y hablen a
la peña a la vista de ellos, para que la peña dé su agua. Así sacarás para ellos agua de la peña, y beban la
congregación y sus animales." Tomó Moisés la vara de la presencia del SEÑOR, tal como Él se lo había
ordenado; y Moisés y Aarón reunieron al pueblo ante la peña. Y él les dijo: "Oigan, ahora, rebeldes.
¿Sacaremos agua de esta peña para ustedes?" Entonces Moisés levantó su mano y golpeó la peña dos
veces con su vara, y brotó agua en abundancia, y bebió el pueblo y sus animales” Números 20:7-11.
El diccionario bíblico enseña que la ira es una de las más intensas pasiones. La ira o enojo hace ciego al
ser humano haciéndole cometer locuras. Vemos que el Señor le dijo a Moisés: “hablad a la peña” y éste
la golpeó en dos ocasiones, habiendo expresado: “¡Oíd ahora, rebeldes! Entonces la ira impide glorificar
el poder y bondad del Señor.
Salmo 106:32-33 “También hicieron que Él se enojara en las aguas de Meriba, Y le fue mal a Moisés por
culpa de ellos, Puesto que fueron rebeldes contra Su Espíritu, Y él habló precipitadamente con sus
labios”. Estas aguas recibieron el nombre de Meriba, palabra que significa: altercado, rencilla, contienda,
riña, pelea. Son aguas que producen heridas, infectan o afectan el corazón, lastiman a las personas que
están alrededor. Por eso es tan importante tener en cuenta la formación divina.
La misma Escritura nos enseña que Moisés sufre los tristes resultados, aunque fueron ellos la causa (por
eso debemos tener presente que los errores de otros no me dan licencia para desobedecer al Señor). Es
interesante ver que la rebelión de su espíritu se expresó a través de su boca ¿Cuál es nuestra reacción
cuando aparece la ira? Quizá deseos de venganza, o tal vez con palabras que hieren, con rebelión,
aislamiento, etc. Lo que debemos hacer es llevar eso ante Dios, y él nos ayudará a superar esa crisis
emocional. Por eso cuídate de la ira.
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Debemos tener en cuenta que los resultados buenos no indican siempre la aprobación de Dios. Nos dice
la Biblia “Salieron muchas aguas”, y esto nos deja ver la fidelidad del Señor hacía el pueblo de Israel, por
encima de los errores de los hombres. La provisión de Dios para su pueblo no se va a detener por las
falencias de los seres humanos.
El que hayan recibido las aguas no indicó que el Señor aprobara lo que hizo Moisés. Algunas veces las
intenciones de Dios son afectadas por los seres humanos, podemos también verlo en Sansón, un
propósito divino quien vivió los resultados de sus malas decisiones. Seguir el consejo de Dios y hacerlo a
su manera siempre resultará en bendición.
Nos sigue diciendo la Biblia: “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para
santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les
he dado” Números 20:12. Ellos estaban en el último año de camino por el desierto (año cuarenta) a
punto de ingresar a la tierra que fluye leche y miel. Moisés y Aarón han servido al Señor cuarenta años.
Por eso ten presente: “El tropiezo puede aparecer en el trayecto donde tú crees que mejor caminas”.
Debemos depender siempre de Dios.
Es muy interesante ver que Moisés falló en su punto más fuerte: la mansedumbre pues la Biblia nos
dice:
“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra” Números
12:3. Por eso no importa el grado de revelación alcanzado, no somos autosuficientes, necesitamos al
Señor hasta el último día de nuestra existencia.
Conclusión: El Espíritu Santo de Dios ha venido para enseñarnos, para ayudarnos a caminar en su
carácter. Por orgullo y por la ira queremos hacer las cosas a nuestra manera, pero esto sólo produce
tristezas. Procuremos ser guiados por el amor de Dios, por el carácter de Cristo y seamos vasijas para
honra.
Los diversos símbolos del Espíritu Santo hacen referencia a diferentes manifestaciones u obras que
efectúa el mismo Espíritu de Dios, por ejemplo el término avivar (indica la acción de encender o
alimentar el fuego que se ha apagado), o refrescar (es una acción que indica refrigerio ante el intenso
calor), también indica lo nuevo (aceite fresco, por eso dice: “él multiplica mis fuerzas como las del búfalo
y me unge con aceite fresco”).
“En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed,
que venga a Mí y beba. "El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser
brotarán ríos de agua viva”. Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de
recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.”
Podemos concluir que el poder del Espíritu de Dios produce en el terreno de lo espiritual lo que el agua
genera en el orden natural. Es decir el agua purifica, refresca, sacia la sed y convierte el terreno estéril y
seco en tierra fructífera. Purifica y limpia lo que está sucio y manchado; es una figura apropiada de la
gracia de Dios que no solamente limpia el corazón sino que transforma todo el ser.
c) Ten presente que en ti está la fuente de la renovación y tu restauración, es el Espíritu de Dios quien
ha venido para renovar tus fuerzas, saciar tu sed por Dios, y para guiarte al plan para el cual fuiste
diseñado. Ante las dificultades, o en medio de la sequía espiritual, busca al Señor, fortalece tu
relación con el Espíritu de Dios, y no saldrás con las manos vacías. Él quiere derramar sobre tu vida
mucho más de la unción del Espíritu Santo.
La Biblia nos enseña: “Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías (Símbolo de tiempo seco, difícil,
pérdidas, escasez, etc) saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como
manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”. Ten presente que el agua limpia, purifica, figura del
Espíritu de Dios quien redargüye para corregir lo que en nuestra vida no está bien.
Conclusión: El Espíritu de Dios quiere enseñarnos, como el Señor Jesús en su tiempo lo hizo con los doce
discípulos. El Espíritu Santo quiere traer cosas nuevas a tu vida, él quiere ungirte y conducirte al
propósito por el cual existes.
La Biblia nos enseña que cuando Pablo llegó a la ciudad de Éfeso, preguntó a aquellos discípulos:
“¿recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos respondieron: “ni siquiera hemos oído si hay
Espíritu Santo”. Estos discípulos no conocían la obra y la persona del Espíritu Santo.
El Señor Jesús ascendió, hoy día está sentado a la diestra del Padre celestial y volverá por su iglesia. Hoy
día estamos ante el ministerio terrenal del Espíritu Santo de Dios. El Señor no dejó huérfanos a sus
discípulos, por eso vino el Espíritu Santo quien vive en nosotros. Por eso es vital conocer su carácter, su
obra, su manifestación, entre otros, el Espíritu Santo debe ser nuestro mejor amigo hoy y siempre…
a) Espíritu: traducido del griego “pneúma”, que significa: viento, aliento, espíritu, soplo.
b) Santo: traducido del griego “jágios”, que significa: puro, sagrado, consagrado (a Dios).
Entonces esto nos indica o hace referencia a uno que nos quiere llevar hacía la voluntad del Padre
celestial. Indica uno que redarguye al creyente, procura convencer de lo malo y nunca llevará al hijo de
Dios a desobedecer al Señor. Él procura generar en el cristiano el carácter santo del Padre: 1 Pedro
1:1416
“Como hijos obedientes, no os conforméis a las concupiscencias que antes teníais estando en vuestra
ignorancia; sino que, así como Aquél que os llamó es santo, así también vosotros sed santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”
Debemos tener presente que la unción y los dones sobrenaturales se reciben, el Señor los da; mientras
que el carácter santo es el resultado de una formación (lógicamente en un marco de acción divina y
sometimiento del corazón del hombre).
Es un error procurar los dones y la unción de Dios, sin desear el carácter santo que genera el Espíritu
Santo, ya que hallaremos cristianos ungidos sin madurez, es decir unción sin el carácter de Jesús. Por eso
es importante conocer los dones del Espíritu Santo, pero ante todo debemos conocer y experimentar su
naturaleza, obra y carácter.
La base fundamental de la unción o poder del Espíritu es el carácter del hijo de Dios, por eso nos dice la
Biblia: “Al que tiene, más se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará” Mateo 13:12,
por lógica nadie deposita el valioso aceite en un recipiente con un agujeros. Lo primero que haría sería
repararlo para no perder su aceite, por eso concluimos que el carácter es la fortaleza de la vasija que
contiene la unción o poder de Dios.
Podemos ver que es posible operar en los dones poderosos de Dios sin experimentar el fruto del Espíritu
Santo. Al considerar 1 Corintios 12:7-10 podemos ver que nueve son los dones del Espíritu Santo (estos
son milagros, sanidades, profecía, fe, discernimiento de espíritus, géneros de lenguas, interpretación,
ciencia y sabiduría), y Gálatas 5:22-23 nos muestra que nueve son las manifestaciones del fruto del
Espíritu de Dios.
Ésta igualdad de proporción: nueve dones y nueve manifestaciones del fruto, nos muestra que ambos
son fundamentales en la vida del creyente. Debe haber entre estos (dones, unción y carácter) una
armonía y equilibrio que honre a Dios.
(Te invitamos a adquirir nuestro libro: Alimento para el espíritu. Compuesto por 30 devocionales.
Puedes adquirirlo aquí en: ALIMENTO PARA EL ESPÍRITU)
Lamentablemente en los hermanos de Corinto podemos ver que había poder y unción con una gran
ausencia de integridad, 1 Corintios 1:7 (estaban todos los dones sobrenaturales) y 1 Cor. 1:11 (habían en
la iglesia contiendas, además había inmoralidad, murmuración, entre otras cosas, lo vemos también por
ejemplo en Sansón (siervo de Dios con una fuerza física sobrenatural, pero luchaba con su debilidad
moral). Por eso las dos cosas son muy importantes.
Conclusión: Debemos desear todo lo que el Señor tiene para nosotros, pero nuestros motivos deben ser
los apropiados. Debemos procurar que Cristo sea glorificado en todas las cosas. Nuestro mayor gozo es
que Jesucristo y que su reino sea establecido en la tierra. Debemos disponer nuestro corazón para
honrar al Señor con nuestra vida.
14 de diciembre de 2016
Introducción: El Señor cuida a sus hijos, él conoce su condición humana y es su total proveedor. Sin
embargo, en ciertas ocasiones los problemas o crisis pueden hacer que el cristiano dude por instantes
de ésta poderosa verdad. Pero debemos tener presente que no importa el escenario (puede ser el
desierto o la tierra de abundancia), tampoco la condición del tiempo (sea nublado o despejado), ni la
condición emocional del corazón (es decir alegría o tristeza), el Señor Jesucristo es el mismo y sigue
teniendo el control sobre todas las cosas, todo es posible para él…
“En aquellos días, cuando había de nuevo una gran multitud que no tenía qué comer, Jesús llamó a sus
discípulos… Entonces mandó a la multitud que se recostase en el suelo; y tomando los siete panes… y
unos pocos pececillos habiendo dado gracias, los partió, y los iba dando a sus discípulos para que los
pusiesen delante de la gente; todos comieron, y se saciaron. Los que comieron eran unos cuatro mil”,
Marco 8:1-9.
a) El Señor Jesús conoce nuestra condición y nuestras diversas necesidades. En el pasaje bíblico de
hoy podemos ver una gran multitud que sigue a Jesús, además nos describe diciendo que no había
alimento para ellos. Vemos entonces una necesidad integral: física, emocional y espiritual, y debemos
reconocer que es Dios el proveedor integral, él es Dios todo suficiente, quien me fortalece y ayuda en
todo tiempo.
b) El Señor reconoce también el esfuerzo y perseverancia de sus seguidores. Hacía tres días que la
multitud le seguía, y ese escenario no era el mejor los discípulos lo llamaron “desierto”. El Señor Jesús
sabía que todos estaban cansados y que se habían esforzado por llegar a ese lugar (la Biblia nos dice que
“algunos han venido de lejos”). Todo esto nos recuerda que para seguir a Jesús es necesario perseverar,
esto implica renovar nuestras fuerzas, y eso lo alcanzamos en la presencia de Dios Todopoderoso.
Esfuérzate en Cristo, y sigue adelante, al otro lado hay un milagro. Dios es fiel.
c) Debemos tener presente que nada es imposible para Dios. Él es sobrenatural. Por eso debemos
recordar los milagros de ayer para fortalecer la fe en el presente, y también para proyectarnos al
futuro. Lamentablemente la incredulidad entristece y estorba la obra poderosa y milagrosa de Dios.
d) Cuando la nación hebrea caminaba por el desierto hacia la tierra prometida muchas veces se
quejó y murmuró contra Dios olvidando (como en ciertas ocasiones nos sucede) las maravillas y
milagros que hizo él en Egipto, y la poderosa provisión en ese mismo desierto. Nunca los desamparó ni
los abandonó.
e) Debemos ver también que los discípulos escucharon al Señor, e hicieron como él les dijo,
también creyeron en un milagro y así lograron ver la manifestación de la gloria de Dios. Es de vital
importancia confiar en Dios, debemos hacer nuestra parte y el resto de cosas lo hace él.
f) Cuando logramos poner nuestros recursos y capacidades en las manos de Dios, él los usa de
manera maravillosa, sorprendente y para beneficio de muchas personas. Por eso deposita tu corazón en
Dios, sé diligente, perseverante y honesto. Persevera pues no es sino cuestión de tiempo para ver el
poder de Dios a tu favor.
Introducción: La Escritura nos enseña que el Señor Jesús apareció en las tierras palestinas con esta
manifestación hubo poderosos cambios: sociales, religiosos, pero sobre todo espirituales, ya que el
Señor vino proclamando el evangelio del reino de Dios.
Esto significaba la caída de las estructuras religiosas y tradicionales del sistema de Israel en aquel
tiempo. Los sacerdotes, escribas y fariseos se oponían fuertemente a su ministerio, pero Jesús caminaba
en victoria, hoy vive en nosotros y por él podemos vencer y ver su gloria a nuestro favor.
Marcos 3:1-5 “Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca
(paralizada). Y Lo observaban para ver si lo sanaba en el día de reposo, para poder acusar a Jesús. Y Jesús
le dijo al hombre que tenía la mano seca: "Levántate y ponte aquí en medio." Entonces Jesús dijo a los
otros: "¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?" Pero ellos
guardaban silencio. Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus
corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana”
La tradición enseña que éste hombre era un albañil, otros dice que trabajaba la piedra. En la sinagoga
había otras personas, pero el Señor Jesús se fijó en éste hombre, lo más probable es que él fue a la
reunión y no esperaba aquel día su milagro, esto nos recuerda que cuando la persona persevera y
procura la presencia de Dios la bendición llegará.
Consideremos ahora las acciones de los fariseos quienes acechan como una fiera, y su malvada arma es
la acusación. La palabra “acusación” se traduce del griego “katagoreo” que además significa: hablar en
contra. Esta actitud es demoniaca, porque la Escritura llama a satanás “el acusador de nuestros
hermanos”. El corazón de los escribas y fariseos presentes impulsados por su religión fue duro y severo
con aquel hombre.
El Señor Jesús sintió tristeza, enojo y dolor por “la dureza del corazón de ellos” (la palabra dureza, se
traduce del griego “porosis” que se refiere al cubrimiento con una piedra, es un sinónimo de petrificar,
que significa: convertir en una piedra). Aquel hombre tenía su mano seca, pero ellos tenían un corazón
mucho más seco, como una piedra. Por eso tengamos en cuenta que el amor de Dios en el corazón del
líder es fundamental para servir a Dios y a los demás.
Sin embargo vemos como la presencia del Señor Jesús lo cambia todo. El versículo cinco nos enseña que
“su mano le fue restaurada sana”, el término restaurar es una palabra (del griego “apokatastasis”) que
indica varios significados: sanar, restituir, devolver, restablecer y poner en orden de nuevo.
La Biblia nos enseña que Dios envió a Ananías a ministrar a Saulo de Tarso, y el Señor le dijo: “ve, porque
instrumento (o vasija) escogido me es este”. Entonces debemos vernos como planes de Dios
específicamente diseñados para grandes cosas, y él nos lleva en un proceso de maduración y tiene como
principal propósito formar la imagen de su Hijo en cada uno de nosotros, y usará todos los medios y
circunstancias para cumplir Su volunt--ad en nuestra vida. Dios es alfarero y nosotros barro en sus
manos. Él todo lo hace bien.
Jeremías 18:1-2 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y
allí te haré oír mis palabras”
En primer lugar debemos identificar la obediencia del profeta Jeremías. El Señor le dice: “Levántate”,
mediante ésta palabra podemos ver ésta palabra una condición física y/o emocional. Quizá el profeta
estaba agotado, o muy cómodo. Quizá emocionalmente afectado, pues la nación de Israel estaba
desanimada pues Babilonia era el imperio que oprimía, y el pueblo hebreo estaba en decadencia moral y
espiritual; fue aquel un tiempo de guerras y crisis.
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El ministerio del profeta Jeremías enfrenta oposición de sus hermanos hebreos y de otros profetas y
reyes; básicamente por el contexto que vivían su mensaje fue de juicio, y tal vez todo esto había traído
una sombra de desánimo sobre el profeta, pero el Señor le dice: “Levántate”. Era además de un
mandamiento un desafió en medio de todo aquello que estaba viviendo.
(Nota especial: Te invitamos a adquirir nuestro libro: Cómo vencer mis propias debilidades. Ante los
tropiezos y caídas es de vital importancia darnos una nueva oportunidad y para obtener la mejor
enseñanza de lo ocurrido es necesario aprender a vencer nuestras propias debilidades. Éste libro busca
ser una herramienta de apoyo y crecimiento personal, busca renovar la esperanza y la fe en Dios.
Puedes descargarlo aquí en: “CÓMO VENCER MIS PROPIAS DEBILIDADES” ).
El profeta Jeremías rinde su razón para obedecer por revelación. En ocasiones obedecer al Señor
significa avanzar, aunque no comprendamos lo que está sucediendo; detrás de la obediencia están
escondidos grandes milagros y poderosas bendiciones, como le sucedió a Elías con la viuda de Sarepta
de Sidón. El Señor nos enseña varias cosas importantes en éste pasaje:
1) Dios sabe a qué lugar o ambiente nos conduce para enseñarnos (le dijo: “vete a casa del alfarero”).
2) Podemos concluir que la obediencia nos ayuda a avanzar hacia la revelación divina y hacia la
bendición (Dios le dijo: “allí te haré oír mis palabras”).
3) Obedecer al Señor es vital para ser transformado, Jeremías 18:3 (el profeta “desciende”, quizá su
residencia estaba en un lugar alto de la ciudad y debe descender; en ciertas ocasiones “descender” no
es agradable, pero sin duda alguna es fundamental).
4) Por todo esto la casa del alfarero representa aquel escenario o ambiente dónde Dios trabaja en
nuestro corazón.
Ahora vemos la restauración de una vasija, Jeremías 18:4a “Y la vasija de barro que él hacía se echó a
perder en su mano”. Sin duda cuando el alfarero empieza su labor, ya tiene en su pensamiento que
vasija hará. De igual manera el Señor ha planeado un diseño y propósito para cada una de nuestras
vidas, esto es desde antes de la fundación del mundo.
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En la elaboración de las vasijas (procesos con cada uno) podemos ver algunos afectados, recipientes
quebrados, algunos soldados heridos. Entonces aunque el Señor tiene grandes planes y su amor por
cada uno es inmenso, algunas veces la vasija se pierde en su mano, por dificultades del material (algunas
cosas como dureza, impureza, falta de consistencia, piedras y artículos extraños, etc). Hablamos
entonces de dones mal utilizados, líderes que se apartaron, soldados de Dios que caen y se quedan allí,
resentimientos que nunca llegaron a un verdadero perdón, quizá otros se estancaron, entre otros.
Pero la Biblia nos enseña que el Señor tiene el poder para restaurar, por eso nos dice en éste pasaje: “y
volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla” Jeremías 18:4b. Es muy interesante ver que el
alfarero hizo una vasija nueva y mejor, y también vemos que utiliza el mismo material, el alfarero no lo
desechó. El Señor Dios no rechaza a nadie, y siempre hará cosas mejores. Dios es bueno y todopoderoso.
El Señor utiliza una técnica apropiada para cada uno de nosotros. Sin duda el alfarero conoce muy bien
su oficio. En el taller del alfarero encontramos herramientas como la rueda, el barro, los hierrillos y
desbastadores, estos utilizados para dar forma a la vasija, quitan las asperezas, y pulen los detalles del
recipiente; y por supuesto también está el horno, el cual da la dureza correcta y estructura final a la
vasija. El Señor requiere de nosotros rendición, un corazón manso y humilde, Jeremías 18:5-9.
Nuestro Señor es soberano, es bueno, santo y justo. Las manos de Dios son bondadosas con el humilde
de espíritu, y fuertes con el corazón soberbio. Ahora vemos que cuando la vasija ha pasado por todo el
proceso, al final el alfarero la decora, pues de allí saldrá a ocupar lugares importantes y participará de
eventos reales.
De igual manera el Señor levanta sus vasijas a lugares de privilegio y bendición, depositando en ellas sus
dones y tesoros, por eso dice la Biblia que somos “vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea
de Dios y no de los hombres”. Toda la honra es de Dios.
Reflexión final: Dios tiene grandes planes con cada uno, algunas veces estos planes sufren o se estancan.
Pero el Señor tiene el poder para restaurar, ante un corazón humilde, Dios interviene con su poder
sanando y levantando al que ha sido herido.
Cuando enfrentamos dificultades o crisis aparecen diferentes reacciones, por ejemplo huir, esperar,
quejarse o enfrentar la adversidad. Como cristianos debemos actuar con la sabiduría que viene de Dios.
Conscientes que él nunca duerme, tiene cuidado de cada uno de nosotros y que todo lo sabe y por tanto
un problema no es inesperado para él, además ha provisto una solución para salir victoriosos…
Lucas 8:40-42 “Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús,
le rogaba que entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba
muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía”
La frase “Cuando volvió Jesús” en su contexto nos deja ver que el Maestro había salido de la tierra de
Galilea y venía de a la región de Gadara, volvía probablemente a la ciudad de Capernaúm, Su ciudad en
Galilea. Los habitantes de allí le conocían y su poder también, por eso lo esperaban con gozo.
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La Biblia nos enseña que Jairo era principal de la sinagoga (esto quiere decir que él administraba el
orden en la sinagoga), era un hombre con un corazón humilde, pues “postrándose a los pies… le rogó”,
también nos enseña la Escritura que su única hija estaba enferma de muerte, y Jairo creía en el poder
del Señor Jesús y lo buscó para rogar su ayuda.
Por lo general los milagros implican obstáculos que superar, como la duda, la incredulidad y junto con
ésta, el miedo, el desánimo, etc. Al principal de la sinagoga le dijeron: “no molestes más al Maestro, tu
hija ya murió”. Vemos que la incredulidad se contagia con facilidad y estaba generando temor y
desaliento en Jairo.
También Jairo tenía que superar la multitud que rodeaba al Señor, el pasaje nos enseña que “le recibió la
multitud con gozo” y “la multitud le oprimía”, no era fácil llegar a Jesús. Otras veces el obstáculo es el
orgullo, pero a diferencia de muchos principales y sacerdotes judíos, Jairo se humilló ante el Señor Jesús
reconociéndolo como Dios todopoderoso.
Debemos tener presente que La fe constante alcanza los milagros, derrota lel desánimo, la burla y el
rechazo, la Biblia nos dice: “Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la
mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó”
(Lucas 8:53-55).
No hay nada difícil para Dios, todos ellos expresaban: “ya murió, no se puede hacer nada, todo se
perdió, no hay posibilidad alguna”, pero en realidad es Dios quien tiene la última palabra. Por eso
persevera y expresa tu confianza en el Señor, en casa de Jairo todos estaban tristes, lloraban y se
lamentaban, pero Jesucristo declaró una palabra diferente, por eso es que las personas de fe hablan
distinto.
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Aquí vemos al Señor Jesús dando evidencia de su poder y voluntad, Cristo es la resurrección y la vida. El
Señor tiene el poder para resucitar muertos, él puede restaurar lo que se ha dañado.
Por eso puede levantar al caído. Jesús resucitó a la hija del principal, y los presentes quedaron
asombrados e impresionados, aunque la mayoría no creía ya en un milagro. Por eso “Lo que es
imposible para los hombres, es posible para Dios”. Jesús es el mismo ayer, hoy, mañana y siempre. Él
sigue haciendo milagros.
Conclusión: Dios es Todopoderoso, no hay nada difícil para Él, persevera y cree, los obstáculos caerán y
la gloria de Dios se manifestará. Como Jairo, acércate a Él, verás su poder y los otros se sorprenderán de
lo que el Señor hará a tu favor.
“Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta
es la herencia de los siervos del SEÑOR, Y su justificación procede de Mí," declara el SEÑOR” Isaías
54:17.
El plan mismo de redención para la humanidad es un proyecto de restauración. El Señor creó al ser
humano a su imagen y semejanza, también le encomendó multiplicarse (esto es llenar la tierra de seres
humanos con la imagen y semejanza de Dios), le encargó la administración de la creación y el cuidado de
ella.
Ante la desobediencia de Adán y Eva, el Señor empieza a desarrollar su proyecto de salvación. Entonces
el Señor es restaurador por excelencia. En este caso veremos cómo Marcos es el resultado de una
maravillosa obra de restauración, pues Dios nos da nuevas oportunidades…
Hechos 15:36-38 “Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en
todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están. Y Bernabé quería
que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien
llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra”
La Biblia nos enseña que el Señor restaura al que ha retrocedido. Pues precisamente uno que retrocedió
fue Juan Marcos. Él fue un discípulo especial que inició su formación ministerial al lado del apóstol Pablo
y Bernabé, la Biblia nos narra que a la mitad del primer viaje misionero decidió devolverse (tal vez por
cansancio, quizá miedos, tuvo una crisis emocional o luchó con la ausencia de su familia, entre otros).
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Juan Marcos no desechó su fe, pero si al llamado que el Señor le hacía, era muy joven y su camino
ministerial apenas iniciaba. Dios es bueno y conoce cada corazón y por eso se ocupa de él.
Probablemente al inicio de su servicio l Señor Juan Marcos lo hizo con mucha pasión, expectativa y
fuerza, como es normal en una persona que ha nacido de nuevo y vive ese profundo deseo de servir a
Dios. La Biblia nos dice que un corto tiempo después Juan Marcos no pudo continuar con ellos. Esta
actitud no fue aprobada ni tolerada por el apóstol Pablo, quien se disgustó ya que tenían una gran labor
misionera por delante.
La historia enseña que Bernabé acompañó a Juan Marcos en su proceso de restauración, enseñándole
con paciencia, instruyéndole respecto al ministerio, las tentaciones, y ahora quiere nuevamente llevarlo
a la obra misionera, pero Pablo no piensa de la misma manera, la diferencia es tal que se separan y el
apóstol Pablo se va con Silas y el apóstol Bernabé se va con Juan Marcos a la obra misionera.
La Biblia nos enseña que finalmente el Señor restauró a Juan Marcos, llevándolo al cumplimiento de su
plan y destino, y es el mismo Pablo quien reconoce esto al solicitarle a Timoteo que lo involucre en el
ministerio: “Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el
ministerio” 2 Timoteo 4:11.
Vemos pues que Pablo acepta y reconoce ahora la buena labor de Bernabé en la restauración de Juan
Marcos, y ahora es muy importante su aporte y trabajo en el oficio apostólico (pues tenían muchas
iglesias que atender y dirigir). Según enseña la tradición Juan Marcos, el que un día renunció, fue un
poderoso instrumento para Dios pues:
a) Fundó la iglesia de Alejandría en Egipto,
c) Escribe el Evangelio de San Marcos (enseña la tradición que su fuente fue el apóstol Pedro, Juan
marcos era “hijo espiritual” de éste apóstol).
Conclusión: El propósito del Señor con cada uno de nosotros es especial y hermoso, a pesar de todo lo
que ocurre o pueda pasar, no consideres volver atrás, tomar fuerzas en Dios y persevera, al final el plan
divino se cumplirá. Renuévate en el poder de Dios, Él es restaurador por excelencia.
El hecho en el que la mujer de Lot se convierte en estatua de sal, es un evento que llama la atención. La
Biblia nos enseña que poco a poco después de vivir con Abraham su sobrino Lot se fue acercando hasta
llegar a vivir en la ciudad de Sodoma, allí fijó su hogar, allí crecieron sus hijas, sin embargo Lot vivía triste
ante la mala conducta de quienes vivían en Sodoma y Gomorra.
La decisión de vivir allí fue una mala decisión y los resultados fueron dolorosos. A pesar de todo el Señor
en su misericordia envió ángeles para librar a Lot y a su familia, pues Dios desea la salvación de ñas
familias.
Génesis 19:17, 26 “Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni
pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas… Entonces la mujer de Lot miró atrás,
a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”
Debemos dejar atrás el pasado malsano para bendición y salvación nuestra, de lo contrario los tristes
resultados nos alcanzarán. Un triste ejemplo de esto podemos verlo en la familia de Lot y puntualmente
en su esposa.
Después de recibir las instrucciones de los ángeles para salir de aquellas ciudades ella desobedece pues
no debía mirar atrás, y surge entonces la pregunta ¿por qué hizo eso?
Podemos concluir que la esposa de Lot seguía amando a Sodoma y Gomorra (ciudades malvadas y
pecadoras ante los ojos del Señor), estas ciudades son figura de la inmoralidad, de la perversión, de una
vida sin Dios, una vida desenfrenada, que cosecha el juicio divino. Por eso el llamado de Dios es a buscar
su presencia y apartarnos del mal
En las Sagradas Escrituras se utiliza la palabra “sodomita” para hacer referencia a la práctica
homosexual, difundida en gran manera en estas ciudades, la Escritura nos dice que “desde el más
pequeño hasta el más grande”, es decir la población entera se había alejado del Señor.
La mujer de Lot miró atrás evidenciando su dolor y pesar por las ciudad, añorando lo que el Señor quería
destruir y tristemente perdió su vida. Entonces mirar atrás nos estanca, mirar atrás nos genera pérdidas,
mirar atrás genera dolor en el hogar, mirar atrás evidencia el anhelo de no abandonar el pasado que
Dios aborrece. Por eso es fundamental avanzar sin temor y sin mirar atrás, Dios tiene cosas mejores y
mayores, pues al otro lado hay un milagro.
(Nota especial: “La guerra espiritual”. A lo largo de sus doce capítulos desde la Sagradas Escrituras éste
libro es una herramienta que enseña cómo desde tiempos remotos el conflicto espiritual se ha
desarrollado, la lucha del hombre no sólo con espíritus inmundos sino con su propia naturaleza
pecaminosa, los diferentes niveles de batalla espiritual, la guerra en las regiones celestes y territoriales,
su influencia en la vida natural del ser humano, y por supuesto el equipamiento o dotación de Dios para
su pueblo de manera que ejerza la victoria alcanzada en la cruz. Puedes adquirirlo aquí en: LA GUERRA
ESPIRITUAL: Prepárate para vencer en la batalla espiritual (Spanish Edition).
Es muy importante para bendición y salvación dela familia abandonar lo que nos afecte y haga daño a
quienes nos rodean. El hogar de Lot sufre además otro dolor, pues ya habían perdido las cosas
materiales en la destrucción por el fuego de aquellas ciudades, pero ahora se añade la muerte de la
esposa y madre (por decisión equivocada al desobedecer lo que el ángel había dicho), y sólo queda Lot
con sus dos hijas.
Lo más probable es que las costumbres aprendidas o vistas en Sodoma y Gomorra hicieron que las hijas
de Lot pecaran contra Dios e hicieron pecar mediante engaño a su padre: Génesis 19:34-36 nos dice: “El
día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a
beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre
descendencia… y las dos hijas de Lot concibieron de su padre”.
Seguramente el incesto era práctica común en Sodoma y Gomorra, y ahora nacen dos hijos: Moab y
Amón, y éstos llegaron a ser pueblos que se convirtieron en espinas para el mismo pueblo de Israel. Una
realidad es que nuestras decisiones marcaran nuestro destino. el futuro es tan bueno como buenas
decisiones tomemos hoy.
Conclusión: El Señor envió a sus ángeles para salvar a Lot con su familia, porque ese es el deseo del
Señor salvar las familias. Dios dio instrucciones para evitar el dolor y las pérdidas, pero a veces nuestra
terquedad genera tristes y dolorosos resultados. Sin embargo el Señor nunca faltará con su misericordia
y bondad, Sus brazos siempre están abiertos para ayudarnos.
Hay algo maravilloso que vemos en Moisés y es que durante los 40 años de caminar por el desierto hacia
la tierra prometida, nunca pensó en regresar a Egipto, él nunca dijo: “volvámonos a la esclavitud, pues
éste peregrinar por el desierto es muy difícil”; en los momentos más críticos lo que hizo fue buscar al
Señor y esa fue su fortaleza, Moisés era un hombre de adoración, un apasionado por la presencia divina.
También podemos ver que cuando el apóstol Pablo se encontraba preso en la cárcel de Filipos con Silas,
según el libro de los Hechos 16:25, lo que hicieron fue adorar al Señor, no murmuraron, ni se quejaron y
tampoco pensaron en volver atrás. Ellos siguieron adelante con la fuerza del Todopoderoso...
Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
Las dificultades y los obstáculos son parte de nuestro camino. Ante estos hay diversas reacciones,
podemos enfrentarlos, negarlos, o huir de ellos, entre otros. Se requiere entonces una profunda
decisión de no retroceder, si queremos alcanzar algo importante y significativo, pues las cosas sin valor
no requieren esfuerzo ni perseverancia, tampoco presentan dificultades. Podemos encontrarnos con
personas que tienen maravillosos talentos pero no logran metas significativas, pues les falta
perseverancia. Y por eso vemos también el contraste, es decir a otros cuya constancia los ha llevado a
grandes victorias.
Según Filipenses 3, el apóstol Pablo perseveró a pesar de las dificultades. Debemos tener presente que
el apóstol escribe ésta carta a los creyentes en Filipos desde la cárcel. Es un creyente que ha vivido
naufragios, fue traicionado, también abandonado, apedreado, en peligro muchas veces, fue
menospreciado por judíos y discípulos, entre otras cosas; pero no abandonó los caminos de Dios ni su
servicio al Señor. Su decisión de perseverar hasta el fin fue segura y firme, y lo manifiesta diciendo:
“Prosigo a la meta” y así fue, fiel a Dios perseveró hasta el fin de su vida en esta tierra. No renunciares al
plan de Dios para tu vida, el Señor es tu ayuda.
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Debemos destacar la expresión: “olvidando lo que queda atrás”, esto es un ejercicio de la mente, pero
muchas veces se recuerda con frecuencia lo que ha quedado atrás en el pasado y que hoy no sirve,
como heridas y ofensas, desordenes de la vida antigua, relaciones de noviazgo del pasado o anhelos del
corazón que sabemos no hacen bien (los recuerdos del pasado más bien deben ser un testimonio para la
gloria de Jesucristo quien los ha librado).
Podemos considerar como ejemplo a Israel que camino por el desierto hacia la tierra prometida, y
expresó: “Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones,
los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros
ojos ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y
volvámonos a Egipto”.
Eran deseos, recuerdos y anhelos del alma que expresaban su deseo de volver a Egipto, aunque era el
Señor mismo quien los protegía, guiaba y quien los había sacado con maravillas de la esclavitud egipcia.
Nada les faltaba por el desierto, pero el corazón no rendido a Dios se queja por todo.
La Biblia nos enseña que la perseverancia es requerida en el Reino de Dios, Lucas 9:62 “Y Jesús le dijo:
Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”. Según la
historia nos enseña el arado era llevado por una yunta de bueyes (dos bueyes unidos por un yugo de
madera sobre sus cuellos) y el labrador ponía una mano en el arado y en la otra llevaba la vara para
empujar e impulsar a los bueyes, mirando siempre al frente y así evitar que el surco quedara mal. El
arado representa un caminar recto, de servicio a Dios, mirando al frente, es un seguir a Jesucristo con
los ojos en él (haciendo caso omiso de las fuentes de distracción y perseverando ante los obstáculos
propios del caminar de fe).
Conclusión: Seguir a nuestro Señor Jesús y ser un discípulo suyo, significa esfuerzo y perseverancia, pues
los obstáculos y la oposición son parte de ese caminar. Pero, gracias a Dios, pues él nos ha prometido
estar con cada uno todos los días y multiplicar nuestras fuerzas. Adelante, recuerda que las aflicciones
presentes, no son comparables con la gloria venidera. Dios está de tu lado.
Basados en el texto bíblico de Éxodo 3 vemos una vez más que el Señor es quien viene al encuentro del
ser humano, en éste ejemplo es Moisés quien vive la visitación de Dios. quien llega en el tiempo justo
para librar a la nación de Israel y también librar a Moisés de sus propios miedos y baja autoestima que lo
han tenido escondido en las arenas del desierto por 40 años. Moisés ya estaba casado con Séfora, tenía
dos hijos, con un oficio (era pastor de ovejas), pero el Señor no lo había diseñado para vivir aislado, era
era una condición temporal, ahora daría inicio a un nuevo tiempo en su vida, los planes del Señor son
grandes con cada uno, pues él no es pequeño, es Todopoderoso y bueno. El llamado de Dios a Moisés
Éxodo 3:1-5 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a
través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama
de fuego en medio de una zarza… y lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú
estás, tierra santa es”
En éste pasaje bíblico podemos considerar varias cosas de gran importancia, algunas son:
a) Nuestro Dios no es de casualidades o accidentes. Moisés caminó hasta llegar a Horeb, monte de Dios
(la palabra Horeb significa: desierto, soledad, montaña del terreno seco, desolado), y aquí es donde
Moisés oye la voz del Señor, y este evento nos recuerda el valor del silencio, del retiro, es muy
importante apartarse al secreto para escuchar al Señor (Te invitamos a leer el artículo: “La Comunión
Con Dios“).
b) La Biblia nos dice que se le aparece el Señor mismo en una llama de fuego en una zarza que no se
consumía por aquel fuego. Sin duda alguna el Señor sabe cómo llamar la atención de sus hijos (ya que
precisamente la zarza era usada para alimentar el fuego, pero a diferencia de lo que ocurría
normalmente ésta no se consumía, sino que permanecía).
c) Debemos considerar la frase: “Quita el calzado de tus pies”, pues los zapatos se refieren al caminar de
Moisés (ahora sus pies sucios y polvorientos quedan expuestos, los zapatos que lo habían llevado por
otros caminos debe quitárselos, Y quitárselos implica “despojarse de”, era también un momento para
arreglar muchas cosas con el Señor).
Éxodo 3:7-8 “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo… y he oído su clamor… he
conocido sus angustias, y he descendido para librarlos… y sacarlos a una tierra buena y ancha, a tierra
que fluye leche y miel”
Debemos tener en cuenta que para este tiempo Moisés y el pueblo hebreo habían perdido la esperanza
de la libertad, de un verdadero cambio de vida. Con mucha frecuencia el pensamiento de los hombres
difiere mucho del pensamiento de Dios, aquí por ejemplo vemos que mientras ellos pensaban en seguir
cómo esclavos del faraon egipcio, el Señor ya estaba dando inicio a su plan para liberarlos, por eso dice
la Escritura:
“Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis pensamientos que los vuestros”, por
amor, no sólo los sacaría de Egipto, sino que los llevaría a una tierra buena y ancha, era la tierra dónde
fluye leche y miel, de aquellas tierras conocidas el Señor los llevaría a la mejor. Él tiene el poder de
cambiar y transformar todas las circunstancias.
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Vemos que el Señor le recuerda a Moisés su llamado, le recuerda el diseño celestial para su vida: “Ven,
por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”
(Éxodo 3:10). En otras palabras: “has sido creado para ser un libertador (no sólo de personas, sino
además de ciudades y pueblos, has sido equipado con autoridad y señales milagrosas para liberar a una
nación, y era imprescindible sacar a Moisés de su propio encierro mental y de corazón. El Señor quiere
darnos la victoria sobre nuestros temores para sacar a otros de su cárcel.
Es muy importante considerar que Moisés debe volver al lugar de donde salio huyendo e ir a enfrentar la
figura a la que le tenía miedo: el faraón (vemos pues que Moisés debía enfrentar sus miedos y con la
ayuda del Señor saldría vencedor), pues no era posible sacar del cautiverio a la nación hebrea, si primero
él no salía de su propio cautiverio. Moisés dirigía ovejas por el desierto, pero ahora es llamado a dirigir
todo un pueblo a la tierra de Canaán, ahora él saldría del anonimato en el desierto y se convertiría en un
gran instrumento para la gloria del Señor y para bendición de todo el pueblo hebreo.
Conclusión: El Señor nos diseñó a todos con un gran propósito, sin embargo por diversas ofensas,
heridas o complejos, por pecados o rebelión, llega el estancamiento, los miedos, la auto condenación,
entre otros. Sin embargo el Señor viene a tu encuentro a restaurar, a recordarte tu diseño, fuiste creado
para un gran plan, por eso persevera porque el Señor está contigo, él no te desamparará.
Eres un Plan de Dios | Soy Propósito
Los problemas en la vida pueden producir decepción y desánimo, y son las palabras las que expresan la
condición en lo profundo del corazón. El apóstol Pedro había crecido a orillas del Lago de Genesaret
(también llamado el mar de galilea), aprendió el oficio del pescador y conocía completamente aquel
lago. Podemos ver según Lucas 5 que estaban pescando de noche ¿por qué en ese tiempo? Porque de
noche los peces se acercan a la superficie, pero aquella mañana, después de pescar toda la noche no
tenían ni un sólo pescado…
Lucas 5:4-6 “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos
pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su
red se rompía”
Seguramente que Pedro como cualquiera de nosotros pudo haber pensado diferentes cosas, por
ejemplo: “Él es carpintero, y yo soy el pescador”, “Soy yo quien sabe a qué horas pescar”, o quizá pensó
“Estamos cansados para intentarlo de nuevo”. Aquel futuro apóstol está pasando por un tiempo difícil.
Ha sido una noche de trabajo arduo, sin resultados a favor, estaba cansado, no lleva comida para su
familia…
Pero es precisamente en aquella mañana cuando el Señor Jesús llega al lugar dónde estaban las barcas,
estaban también allí los pescadores lavando las redes, y el Señor entra a la barca de Simón (esto no era
una coincidencia), y desde allí enseña a la multitud que había venido, pero Pedro estaba desanimado,
cansado y sin resultados, como a veces nos ocurre también.
Pero en medio de la dificultad el señor Jesús nos hace mirar adelante, hacia el futuro, y usa su poderosa
palabra para activar en nosotros el poder de la la fe (vemos que Pedro le dice al Señor: “…más en tu
palabra echaré la red”). La fe es la certeza de lo que se espera (esto es el futuro) y la convicción de lo
que no se ve (esto es el presente), la fe nos lleva a vivir de manera diferente en nuestro presente y a
mirar nuestro futuro con confianza y esperanza (Te invito a leer el artículo: “Los Tiempos de Dios“).
EL Señor Jesús ha estado predicando y uno de los oyentes era precisamente Pedro (quizá el que estaba
más cerca en la barca con el Señor), al terminar aquella enseñanza, Jesús le dijo: “boga mar adentro”,
parafraseando: “no te quedes aquí, vamos nuevamente…”. ¿Cuál era la diferencia si de allá venían?
Era la misma barca, el mismo lago, las mismas redes, los mismos pescadores, la gran diferencia era que
ahora el mismo Señor Jesús estaba con ellos en la barca. Algunas veces Dios permite que nuestras
virtudes o capacidades fracasen, para mostrar su poder (pues ellos “encerraron gran cantidad de
peces”). Pedro era pescador, tenía la experiencia, las capacidades, el talento, pero el único
Todopoderoso es el Señor, de él es toda la gloria y honra.
El Señor Jesús es quien transforma y restaura los sueños del ser humano. El poder de Dios impacta el
corazón de pedro generando un cambio real y profundo. La Escritura nos dice: “Cuando terminó… dijo a
Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes… Respondiendo Simón, dijo: Maestro, toda la noche
hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red… y encerraron gran
cantidad de peces, y su red se rompía” Lucas . 5:8-10a. Ante éste milagro Pedro cae de rodillas ante el
Señor Jesús, reconociendo su condición de pecador (por eso vemos que el poder de Dios nos redarguye,
la manifestación de Su presencia nos lleva a reconocer nuestra condición y necesidad). Dios es bueno y
nos ayuda.
Jesucristo es quien transforma nuestra visión de la vida, “Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde
ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”
Lucas 5:10b-11. Pedro era uno de los pescadores del mar de Galilea, hombre dedicado a su oficio,
seguramente su padre fue un pescador también, y Pedro tenía la misma visión.
Pero un día llegó el Señor Jesús y la vida de Pedro fue radicalmente cambiada y recibe del Maestro el
diseño de Dios para su vida, y le dice en otras palabras: “Pedro hasta aquí ha llegado esta etapa de tu
vida, éste ciclo se ha cumplido y comienzas uno nuevo, un nuevo tiempo, pues serás pescador de
hombres” y recibe la más grande profesión, el más grande oficio, el mismo de Jesús, el honor de llevar el
evangelio.
Aquel hombre pasa de las redes a la predicación, de la pesca a la predicación, de lo poco a las
multitudes, del conocimiento judío a la revelación del Espíritu Santo, del anonimato a ser el líder del
avivamiento en la ciudad de Jerusalén (en la fiesta de pentecostés); llegó a ser un poderoso apóstol en
las manos de Dios, “del vulgo y sin letras” a ser el escritor de dos epístolas de la Escritura: 1ª y 2ª de
Pedro. Es lo que el Señor puede hacer cuando el corazón humano se dispone en sus manos, rindiendo su
corazón ante él.
Conclusión: Es fundamental acercarnos al Señor con sencillez y confianza, con el deseo de ser guiados
por él. Esto quiere decir que nuestro corazón debe tener una actitud mansa y enseñable para dejarse
ministrar por el poder del Señor que nos convence y redarguye, que nos transforma en la medida que lo
permitimos su obra. Adelante Dios está contigo y quiere usarte poderosamente.
23 de noviembre de 2016
Jesús Restaurador
Introducción: Según Marcos 8, podemos pensar en que por causa de su situación en oscuridad e
impotencia, rechazo y condición de soledad, el ciego no esperaba ya un milagro. Tal vez sólo esperaba el
final de su vida desde su triste condición. Eso lo podemos ver también porque algunos “lo trajeron a
Jesús”, entonces no fue su iniciativa. Muchas veces a la adversidad se le permite ser más fuerte de lo
que en realidad es. Desde su condición el Señor Jesús fue, ministró y acompañó a éste hombre en su
tiempo de sanidad y restauración, porque eso es lo que nuestro Señor y salvador hace por los hombres…
JESÚS RESTAURADOR
Marcos 8:22-25 “Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces,
tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos
encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que
andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de
lejos y claramente a todos”
Debemos considerar inicialmente la vida del ciego de Betsaida. No sabemos cuánto tiempo llevaba en
esa condición, ni el origen de su enfermedad, lo más seguro es que él mendigaba, Tal vez no tenía
familia ni trabajo, y si era levita no podía ser sacerdote del templo en Jerusalén. Él dependía de otros, y
convivía con miedos ante una completa y continua oscuridad.
Tengamos en cuenta que caminar a ciegas es muy difícil. Su capacidad productividad era casi nula. En el
Antiguo Testamento los asirios, amonitas, filisteos, babilonios sacaban los ojos a sus prisioneros de
guerra; el cautiverio y la ceguera van de la mano, por ejemplo Sansón fue llevado preso por los filisteos y
le sacaron los ojos, y o convirtieron en esclavo.
Las Sagradas Escrituras revelan la ceguera espiritual: 2 Corintios 4:4, por la obra del diablo, por la
religión (la ley de Moisés tergiversada, por ejemplo el Señor Jesús le dijo a los fariseos “ciegos, guías de
ciegos”. También debemos recordemos que Jesús dijo: “es necesario nacer de nuevo, para ver el Reino
de Dios” y ver viene del término griego "eído" que traduce además: conocer, entender, saber cómo
hacer. Los amigos del ciego conocían el poder de un toque del Señor Jesús (“le rogaron que le tocase”
nos dice el texto bíblico).
Nuestro Dios es soberano y eso quiere decir: Dueño, Señor, quien tiene todo el poder, autoridad
absoluta (entonces Dios hace cómo él quiere impulsado todo ello por su amor, él es la máxima autoridad
de la creación natural y espiritual). Por eso Dios hace cosas que nos sorprenden y otras que no
entendemos, pero él sabe lo que hace (En éste caso: llevó al ciego fuera de la aldea, escupe en sus ojos y
luego impone sus manos). Dios es Todopoderoso y soberano.
Vemos también que éste milagro ocurre en dos tiempos o etapas (Esto nos habla de proceso, nos habla
de niveles y por eso vemos tres aquí: visión nula, visión media y visión óptima). El Señor Jesús impone
por segunda vez sus manos (es una nueva ministración, por eso no debemos renunciar sino persistir,
pues llegará el día cuando el velo se rasgará y veremos la gloria del Señor, llegará el tiempo cuando
brillará la luz de Jesucristo en tu casa. Por eso, también dice la Biblia: “más la senda del justo es cómo la
luz de la aurora va en aumento hasta que el día es perfecto, más los impíos no saben en que tropiezan”.
Dios está contigo.
Nos sigue diciendo la Biblia “Fue restablecido”, restablecer del término griego "apokadsítemi" que
significa además: restituir, devolver, reponer, restaurar (es una acción que lleva a la sanidad o
restauración completa de algo que ha sido lastimado). Cuando nos acercamos al Señor Jesús empieza la
restauración (Cómo le sucedió al ciego).
Su vida fue restituida: visión, familia, sociedad, templo, propósito de vida, su más grande bendición: ver
al Señor Jesús, ser tocado y transformado por su poder (recordemos que Jesús dijo: “los limpios de
corazón verán a Dios”… Tal vez la maldad ha distorsionado nuestra visión y esperanza en el Señor, tal
vez le hemos dado lugar al enemigo para dañar nuestra esperanza del futuro, pero Dios puede restaurar
todas las cosas).
Conclusión: En ocasiones no logramos discernir los tiempos de nuestra vida, o no podemos ver de
manera clara el diseño divino y el potencial que Jesús ha puesto en cada uno de nosotros está limitado.
En otras ocasiones durante el proceso del milagro (sanidad, liberación) aparece la decepción o
cansancio, y requerimos del Señor nuevas fuerzas para continuar. Pues Dios viene con restitución, él
viene a transformar nuestra condición, él es poderoso para transformar todas las cosas según su
soberana voluntad y poder. Dios es bueno. Jesús es restaurador por excelencia.
Veamos las circunstancias que vivía el rey David: su hijo Absalón planea quitarle el trono real. Absalón es
el tercer hijo de David, fue quien mató a su hermano Amnón (ya que éste violó a su hermana menor
Tamar); él diseñó un complot contra su padre para convertirse en el nuevo rey de la nación de Israel.
Absalón es aquella persona que representa a aquel familiar o individuo cercano que nos decepciona o
provoca dolor. La batalla que el rey David enfrenta es la más grande de su vida y reinado…
La Biblia nos enseña que David enfrentó al gigante Goliat, experimentó la persecución del rey Saúl, él
tuvo que enfrentar en muchas ocasiones a los ejércitos de los filisteos, también a muchos enemigos,
pero sin duda nunca planeó tener una batalla contra su propio hijo, él nunca esperó que uno de sus
entrañas lo traicionara. Ésta no era una batalla más, era una profunda crisis personal y familiar para el
rey David.
Es por eso que debemos tener presente que el hacer la voluntad del Señor no significa ausencia de
obstáculos o problemas en el proceso, lo que el Señor si nos asegura es que estará con nosotros cada día
hasta el fin del mundo. El rey David tuvo tiempos difíciles, al final Dios lo fortaleció y le dio la victoria.
Es muy interesante ver la estrategia del rey David ante ésta batalla, él se dedico a la adoración, fue
buscar la presencia de Dios. Sube al monte de los olivos. Es llamado el monte de los olivos por la gran
cantidad de éstos árboles allí. Sin duda requiere esfuerzo subir.
El árbol de olivo representa fortaleza, abrigo y bendición. Debemos recordar que el monte de los olivos
fue un lugar preferido por el Señor Jesús, era un lugar donde enseñaba a sus discípulos (esto es
revelación), allí oraba (nos habla de comunión), allí se fortaleció en oración (renovación y fortaleza
espiritual) para ir a la cruz (Para conocer más sobre el Señor Jesús en el Huerto de Getsemaní te
invitamos a leer nuestro estudio: “La Comunión Puesta a Prueba”).
También es muy interesante ver cómo subía el rey David: “llorando” nos dice la Biblia, indica el dolor de
su corazón por la traición de su propio hijo y las consecuencias de ésta batalla. Nos dice además “con la
cabeza cubierta” y “con los pies descalzos” como los prisioneros de guerra en aquellos tiempos, además
“Todos iban llorando mientras subían” a veces toca subir en esas condiciones, a veces aquellos nuevos
niveles que el Señor tiene preparados para nosotros están precedidos de un complicado y difícil ascenso
a la cima.
Entonces el rey David se entrega a la adoración a Dios (Versículo 32). Nos dice la Biblia “…David llegó a la
cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita le salió al encuentro…”. Las Sagradas
Escrituras nos dicen esto una y otra vez: fortalezcamos nuestras fuerzas adorando a Dios, contemplemos
Su poder y grandeza, en vez de detenernos a observar sólo los problemas.
El nombre Husai significa “que se apresura”, siervo incondicional de David, éste hombre se identifica con
la condición del rey, y se apresuró a buscarle manifestando su incondicional apoyo, ésta persona sería
instrumento para la fianl victoria. Mientras nosotros adoramos, el Señor se ocupa de nuestra situación y
actua a nuestro favor.
En éste pasaje la “Cumbre” nos indica la cima, es la parte más alta del aquel monte, nos habla de alturas,
allí se construían las fortalezas, aquellos lugares de protección. La adoración es cobertura, es protección,
el Señor se levanta a favor de sus hijos. La Escritura enseña que David cantó el Salmo tres en éste difícil
momento, y allí expresó: “Mas tu Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria y el que levanta mi
cabeza, clamé a Jehová y él me respondió…”. Bendito sea Dios fortaleza de nuestra vida.
Los momentos críticos deben impulsarnos a fortalecer nuestra vida de oración. El aliado de Absalón,
Ahitofel cuyo nombre significa: hermano de hablar necio, locura, ruina, necedad. Era un consejero del
rey David, pero ahora es consejero de Absalón, y David ¿qué hace? Ora. Ante las adversidades,
debemos fortalecer nuestra oración a Dios.
El rey David fue llevado por los problemas hacia éste monte. El Señor sabe que cosas debemos
enfrentar, el Padre no evitó la cruz para su Hijo Jesús, pero lo fortaleció para hacerle frente, y luego le
dio un nombre sobre todo nombre, lo exaltó hasta lo sumo. En éste monte (circunstancia o momento),
el Señor Jesús y el rey David sembraron lágrimas, pero ambos alcanzaron una gran victoria. Finalmente
Absalón muere, Ahitofel se suicida y David vuelve a reinar, el Señor le dio la victoria. Dios es fiel.
Conclusión: El Señor nos recuerda la forma de enfrentar las crisis, los problemas, las decepciones,
aquellas circunstancias que nos decepcionan o causan dolor… adora al Señor Dios, levántate por encima
de las dificultades a través de tu comunión con Jesús, como las águilas que cuando viene la tormenta se
levantan por encima de ella. Dios está contigo para ayudarte.
Al dar inicio a su reinado, Uzías tomó la decisión de ir en pos del Señor. El término persistir aquí nos
indica que durante ése periodo de tiempo el rey Uzías vivió para buscar la presencia de Dios.
El versículo cinco nos enseña que el rey Uzías “persistió”, la raíz de ésta palabra hebrea significa:
respirar; ser (en sentido de existencia o vivir), acontecer, llegar a ser, existir.
Vemos entonces que el rey Uzías existía para buscar a Dios,esa era su pasión, era la razón de vida en su
juventud y llegó a hacerse muy poderoso. Buscar a Dios debe ser un estilo de vida en cada uno de sus
hijos. Veamos:
Dios recompensa a los que le buscan
2 Crónicas 26:1-5 “… De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó
en Jerusalén… E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho
Amasías su padre. Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y
en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó”
Pero "buscar a Dios" ¿qué significa en éste pasaje? Debemos reconocer que ésta es una frase casi de
moda hoy día. Sin embargo vamos un poco más allá a la luz del texto escrito. La palabra hebrea usada
aquí para buscar, significa además: seguir, indagar, consultar, preguntar, requerir, frecuentar, pisar.
Entonces es ir en pos de Dios mismo y es conocer todo lo posible acerca de su ser. La palabra hebrea es
"darásh" y en algunos textos de la Biblia se traduce adorar. Vemos pues la gran relación entre buscar y
adoración.
Debemos procurar caminar con otras personas que sean buscadores de Dios. La Biblia nos enseña que
Zacarías era un profeta (vidente, Dios le hablaba y se le revelaba por visiones). Su nombre Zacarías tiene
un significado especial: Dios se ha acordado, el Señor ha traído a memoria.
Sabemos que Dios no olvida nada, y nada se le pasa por alto, pero el profeta Zacarías era un hombre de
comunión intima con el Señor, era un hombre que atraía la mirada de su Dios. Cómo profeta del Señor
tenía un oído desarrollado y ejercitado para discernir la voz del Altísimo, él sabía que era Dios quien le
hablaba.
El profeta Zacarías era un hombre entendido en visiones. Esto nos enseña que él hacía distinción,
separaba, comprendía, era una persona prudente, inteligente por la sabiduría que del Señor tenía, había
sido adiestrado y capacitado en la atmósfera profética.
Vemos que al moverse en un ambiente profético, es decir del Espíritu Santo, veía en su espíritu, es muy
importante tener en cuenta que aquí nos dice: “entendido en visiones de Dios” (no eran las de su propio
corazón, eran las que el Señor le permitía ver). Por esa pasión por la presencia de Dios, Zacarías inició o
animó a Uzías en los caminos de Dios.
Debemos tener en cuenta que la visión de Dios va de la mano con el conocimiento de la palabra de Dios.
El primer libro de Samuel 3:1, nos dice así: “El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la
palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia”.
Vemos pues que cuando hay escasez de la Palabra del Señor, hay escasez de una correcta visión divina.
Cuando hay escasez de la Palabra de Dios, los caminos por donde andamos son llenos de tinieblas, pues
la Biblia nos dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Su palabra es luz.
La bendición de Dios es integral y la quiere para cada uno de sus hijos, el texto que leemos nos dice: “en
estos días que buscó a Jehová, él le prospero”, aquí la palabra hebrea usado para prosperar es "tsaleaj"
que traduce también: triunfar, prosperar, ser efectivo.
Cuando vemos la vida del rey Uzías vemos que el Señor lo bendijo de manera integral: él creció
espiritualmente, también venció a sus enemigos, edificó ciudades, tuvo muchos ganados y una gran y
amplia agricultura, además un gran ejército armado con lo mejor y más avanzado de su tiempo.
Al ver en detalle la Biblia vemos que los buenos reyes fueron aquellos que buscaron a Dios, y estas
personas piadosas fueron prósperas en todo.
Lamentablemente el rey Uzías, un día abandonó la decisión que había tomado (es decir el buscar a Dios),
y su corazón se rebeló contra el Señor Dios, y este fue el motivo de su ruina y fracaso, por eso la Biblia
nos dice: “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra
Jehová su Dios” (2 Crónicas 26:16). Dios recompensa a lo que le buscan, pero la bendición no debe ser la
prioridad, amar y seguir al Señor es lo más importante en la vida de todo hijo de Dios.
Conclusión: Podemos concluir que después de la salvación, el don más valioso que el hombre puede
tener, es un corazón cuya plenitud es buscar la presencia del Señor. Después de la preciosa sangre de
Jesucristo, la mayor bendición y privilegio de una persona es mantener una buena comunión con Dios.
Gracias Señor por tu amor y cuidado.
Marcos 6:41-44 “Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y
partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre
todos. Y comieron todos, y se saciaron. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró
de los peces. Y los que comieron eran cinco mil hombres”.
Debemos reconocer que el Señor es nuestro proveedor. Jesucristo recibió lo que los discípulos habían
hallado entre la multitud (es decir los cinco panes y los dos peces) y “miró al cielo” esto es una señal de
reconocimiento, dependencia y adoración. Podemos ver que el salmista lo dijo de la siguiente manera:
“¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro de Jehová que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:2).
Cuando nuestros ojos están en él, nunca seremos decepcionados, ni avergonzados.
Nos sigue diciendo el texto bíblico que Jesús “bendijo” los cinco panes y los dos peces, o como nos lo
dice en otras versiones: “dio gracias a Dios”. vemos pues que la ingratitud nos aleja de la bendición de
Dios, por ejemplo: el pueblo de Israel por el desierto continuamente se quejó y murmuró (ellos se
quejaron por el camino que tenían por delante, también por la provisión del maná, por la escasez de
agua en el desierto, por los enemigos que encontraban por aquel camino, también por el líder que Dios
había puesto, entre otras razones).
Sin embargo vemos a nuestro Maestro, al Señor Jesús, dando gracias (aunque vemos que en primera
instancia no era suficiente para aquella multitud, aunque pudo haber expresado a sus discípulos:
“muchachos esperaba algo más”, no se quejó sino que dio gracias por aquella provisión…). Recordemos
que la misma Biblia nos enseña: “Entrad por sus puertas con acción de gracias”. Un corazón agradecido
es de gran valor.
Podemos concluir aquí que los milagros están precedidos de un corazón agradecido. Sí el quejarse,
murmurar, preocuparse, o angustiarse, solucionara los inconvenientes y problemas de la vida no habría
dificultades en este mundo. Al observar la Biblia, vemos que el Señor nos enseña a ser agradecidos en
todo momento, aún en aquellos difíciles, pues esto nos ayuda a tener un pensamiento y mirada
diferente: veremos la adversidad como una oportunidad para crecer en fe, madurar, para conocer más
al Señor, para avanzar hacia los planes de Dios.
Miles de personas en aquella ocasión fueron testigos de uno de los más grandes milagros en el
ministerio terrenal del Señor Jesús, pues se alimentaron cinco mil varones sin contar las mujeres y los
niños, habían seguido y buscado l Maestro y él no los decepcionó. El Señor fue propicio a su necesidad.
Dios es bueno.
Conclusión: Nuestro corazón debe ser agradecido con el Señor en todo momento, y más bien caminar
con él para ver su poder y obra sobrenatural, pues quienes le siguieron a éste lugar de Galilea pudieron
vivir una obra poderosa de Dios y ser bendecidos por los milagros y las palabras de vida del Señor
Jesucristo.
La Alegría en Dios
La Biblia nos enseña que mientras Salomón se mantuvo fiel al Señor no sólo fue prosperado, sino que su
corazón experimentaba una alegría inmensa, es el gozo de obedecer al Señor. Pero vemos que sus
últimos años fueron de gran tristeza, un fracaso personal y también del reino, escasez, varios enemigos.
Todo esto tuvo su origen cuando él dejó de ser fiel al Señor Dios. Entonces nuestro gozo no está en
función de las cosas materiales sino en Dios mismo, quien nos da todas las cosas... A) VEAMOS LA
DEFINICIÓN DE ALEGRÍA O GOZO SEGÚN LA BIBLIA:
En el Antiguo Testamento el gozo se presenta como alegría, bienestar, júbilo, deleite, regocijo, con un
sentido de moralidad y rectitud. En el Nuevo Testamento el gozo significa: alegría, deleite,
complacencia...
Entonces el gozo del creyente es el Señor mismo, por eso nos dice la Escritura: “Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío” (Salmo 43:4). Por lo tanto
éste gozo o alegría va ligado al gozo de Dios mismo, al vivir en Su voluntad, por eso el Padre celestial
dijo: “Éste es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia”, en otras palabras: "en el cual me gozo", por
qué? Porque el Hijo vivió para hacer la voluntad del Padre, el gozo del Hijo, era el gozo del Padre, pues
Jesús hacía lo que agradaba a su Padre celestial.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió
la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
Aquí en éste versículo podemos ver la fuerza o poder del gozo, pues llevó al Señor Jesús a la victoria en
la cruz y a vencer el oprobio. Nos dice el texto que: “sufrió la cruz”, aquí sufrir significa resistir, soportar
y “oprobio” significa: deshonor, injuria y deshonra. Por el gozo Jesús resistió la cruz y menospreció los
insultos que recibía.
(Te invitamos a leer más sermones y devocionales en: ESTUDIOS Y SERMONES) B)
Vemos en la parte final de Hebreos 12:2, nos dice que después de esto, el Señor Jesús se sentó a la
diestra del Padre. Esa era la visión del Hijo, porque era el plan del Padre celestial. El pueblo de Israel
caminó por el desierto, pero su escasa y estrecha visión fortalecía la incredulidad; las dificultades del
camino producían en ellos murmuración; al no mirar por la fe la tierra de la abundancia, los recuerdos
del pasado (esclavitud de Egipto) y el miedo, los hacía anhelar volver atrás, retroceder.
Vemos en el profeta Jonás un ejemplo de esto. Que gran privilegio cuando Dios nos comisiona. El Señor
le encomienda al profeta conquistar una ciudad con Su mensaje, sería usado cómo fiel profeta de Dios.
Pero su corazón estaba resentido. Su corazón quería venganza. Su corazón estaba impulsado por su
soberbia y orgullo espiritual (era judío, hijo del pacto y la promesa, los ninivitas en cambio eran gentiles,
a quienes los judíos llamaban “perros”…). Y así esa encomienda divina a Jonás, se le convierte en una
amargura, por no tener la perspectiva adecuada.
La Biblia nos enseña que el profeta Jonás se enojó, se sintió frustrado, al ver la salvación del Señor con la
ciudad de Nínive. La Escritura dice del profeta: “Pero esto disgustó mucho a Jonás, y lo hizo
enfurecerse”, y le dijo a Dios: “Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que
seguir viviendo!”(N.V.I Jonás 4). Vemos entonces que la falta de perdón, el resentimiento, la amargura le
impedía al profeta experimentar el gozo de Dios por la salvación de una ciudad que se había humillado
ante Dios.
“…Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada
preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es
vuestra fuerza”.
Es muy interesante ver que el gozo está en relación directa con el arrepentimiento, ése el contexto del
pasaje que estudiamos. La palabra fuerza, viene de una palabra hebrea que traduce además: lugar
fortificado, fortaleza, defensa, peñasco, inexpugnable. Es decir, el gozo nos levanta para caminar por
sendas de seguridad en Dios, donde el enemigo no puede tocarte. Los planes del Señor para ti,
avanzarán, porque tú caminas en Su fuerza y poder.
La Biblia también nos dice: “el reino de Dios no consiste en comida y bebida, sino en justicia, paz y gozo
en el Espíritu Santo”, por eso en el cielo no hay personas afligidas, ni deprimidas, ni resentidas, ni
enojadas con el Señor. Cristo está sentado a la diestra del Padre, y volverá. Pero ahora en nosotros
habita el Espíritu Santo de Dios… a quien a veces contristamos por nuestra dureza y desobediencia. EL
apóstol Pablo estaba encarcelado en Roma, en medio de la voluntad del Señor y le habla a una iglesia
constituida, libre y desde su condición les anima (¿cuál fue su secreto? la comunión con el Señor la
producía el verdadero gozo o alegría en medio de todo eso).
Reflexión final: El Señor ha planeado lo mejor para cada uno de sus hijos, no permitamos que las crisis o
pruebas nos arrebaten el gozo o alegría de Dios, debemos tener la visión correcta y obedecerla,
fortaleciéndonos en Su presencia para cumplir con lo que el Señor ha diseñado para nuestra vida.
En cuanto a la guerra espiritual debemos mantener un sano y correcto equilibrio, evitando los extremos.
Cosas como el extremo de pensar que las tinieblas nadan intentarán contra los cristianos, o el otro
extremo que nos dice que el diablo está detrás de todo lo que sucede y tiene la culpa de todas las cosas
malas. El Señor es soberano y todopoderoso, y ha entregado Su autoridad a la Iglesia, para que esta
avance en victoria sobre las adversidades y tentaciones, sobre su naturaleza de pecado, sobre las
pruebas y sobre los poderes demoníacos…
Efesios 6:11-13 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes”
Como iglesia debemos ser conscientes de la real batalla espiritual que sostenemos. El término lucha es
traducido del griego "pale" que además significa: combate cuerpo a cuerpo, relacionado con mecer,
vibrar. El texto bíblico nos enseña un conflicto espiritual, completamente real, aunque generalmente es
invisible. La Biblia nos enseña que somos soldados del ejército del Señor contra el ejército del diablo, la
condición y efectos de ésta lucha se manifiestan en nuestra vida normal.
El pasaje bíblico nos presenta los adversarios que tenemos: el diablo y sus ángeles. La Escritura nos dice
que el diablo era un querubín ungido en el cielo, pero en cierta ocasión se rebeló contra el Señor y
muchos ángeles siguieron su rebelión, fueron lanzados del cielo, se corrompieron, y se convirtieron en
seres de maldad y destrucción, ellos aborrecen el modelo del Señor y todo lo que tenga su imagen y
semejanza, procuran destruir a los hombres físicamente y por la eternidad.
El Espíritu de Dios a través del apóstol Pablo nos enseña las actitudes ante éste conflicto espiritual. En
primer lugar debemos fortalecernos en el poder del Señor, aquí la palabra “fortaleceos” significa
también: recibir poder, derramar poder dentro de, y nos añade el pasaje: “en el Señor”, esto quiere
decir que recibimos de Dios su fuerza (para continuar) y su poder (para servirle eficazmente).
Es necesario apropiarnos de la armadura de Dios para nuestra vida. Es la armadura de Dios porque ésta
es provisión del Señor para cada uno de sus hijos, quienes deben mantenerla puesta, esto quiere decir
velar, sin descuidar ninguna área de sus vidas, porque el enemigo de nuestras almas atacará la parte
vulnerable o débil (debemos tener en cuenta que cada una de las partes de la armadura de Dios hace
referencia a una verdad o revelación del Evangelio y están diseñadas para cubrir en ésta batalla al hijo
de Dios).
Nos dice además el texto bíblico: Perseverar con firmeza. “Estad, pues, firmes” dice aquí, y el final del
versículo trece dice: “y habiendo acabado todo, estar firmes”, los verdaderos soldados que van a la
guerra saben eso, perseverar hasta el fin. El término “firmes” indica posición de dominio y seguridad
después de la victoria alcanzada. El buen guerrero va a la batalla con firmeza para alcanzar la victoria, y
luego no yace derrotado, sino que se mantiene firme sobre el terreno conquistado.
Y por supuesto debemos fortalecer y sostener la comunión genuina con Dios. Efesios 6:18 destaca la
oración “en el Espíritu Santo”, nos habla esto de orar guiados por el Espíritu Santo, fortalecidos por él,
orar en él y con él, sumergidos en su poderosa presencia y con su dirección y consejo, pues es nuestro
Consolador. Esto nos habla de una comunión consciente, apasionada, ferviente, a la expectativa de lo
nuevo que el Señor tiene par cada uno de sus hijos.
Conclusión: Ésta guerra espiritual es real, así como la completa victoria de nuestro Señor Jesucristo
sobre los poderes de las tinieblas en la cruz del Calvario. Lo que debemos hacer es avanzar equipados
con lo que Cristo conquistó para nosotros, y establecer Su autoridad en la tierra. Lo que el Señor le dijo a
Josué antes de conquistar Canaán, te lo dice hoy: “como estuve con Moisés estaré contigo; no te dejaré
ni te desampararé. Esfuérzate y se valiente… Jehová, tu Dios, estará contigo”. Avanza, Dios está de tu
lado.
Dios No se Olvida de Ti
La Biblia nos dice según Éxodo 3:1-2a “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de
Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el
Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza”.
Dios no se olvida de ti. Podemos ver que han transcurrido cuarenta años desde que Moisés salió
huyendo de Egipto, y se refugió en la región de Madián, para ese tiempo está casado con Sefora, y tiene
un hijo a quien le puso por nombre: Gersón, término que significa “forastero soy en tierra ajena” (Éxodo
2:22), y esto revela en buena manera lo que estaba Moisés experimentando: estaba muy lejos de su
tierra, en un pueblo extranjero, no volvió a relacionarse con sus padres, y vive con nostalgia en su alma.
Para ese entonces Moisés es pastor de ovejas, y debemos tener en cuenta los detalles que la Biblia nos
brinda, por ejemplo nos enseña que: eran “las ovejas de Jetro su suegro” (no eran de él, aunque habían
transcurrido muchos años a Moisés no le había ido bien), y también nos dice la Escritura que las “llevó a
través del desierto”, de manera que vemos un camino difícil: hay calor de día, mucho frió en la noche,
diversos peligros, soledad, entre otros,. Pastorear ovejas a través del desierto no era cosa fácil ni liviana.
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que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
Además debemos pensar que para Moisés han transcurrido cuarenta años, ya tiene una familia, vive
muy lejos del territorio de sus padres y es pastor de ovejas, y lo más seguro es que en su mente y en su
corazón ya no laten con fuerza los sueños de ser el libertador de Israel, ya no anhelaba ser un gran líder
y un poderoso instrumento del Señor.
Lo más probable es que había olvidado aquellos planes y deseos. Pero el Señor no, aunque había fallado,
aunque estaba lejos en un desierto, aunque había cumplido ochenta años de edad, el Señor Dios no lo
había olvidado, ni lo había desechado.
La Biblia nos enseña que Moisés “llegó hasta Horeb, monte de Dios”, el término "Horeb" significa:
desolado, seco, desierto. La Escritura lo presenta como “monte de Dios”, lugar de manifestación divina.
Es un espacio donde no hay muchas voces, ni distracciones, soledad en la que el Señor se manifiesta, y
ámbito al cual a veces nos lleva para que escuchemos sólo Su voz y en medio del “desierto” donde
reconocemos nuestra débil condición y nuestra gran necesidad de él.
El Señor se le aparece a Moisés allí, a sus ochenta años, en un escenario y modo que ninguno de
nosotros esperaría. Pero así es el Señor, él se manifiesta cuando él quiere, y dónde él quiere (de acuerdo
a Sus propósitos y perfecta voluntad), él es Dios todopoderoso y soberano.
Vemos también que Moisés (por el fracaso del pasado) huía de la gente, de grandes responsabilidades,
de cualquier posible liderazgo, pero no podía esconderse de Dios. Por eso el salmista nos dice: “¿a
dónde huiré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Dios es Todopoderoso.
Conclusión: Cuando hemos cometido equivocaciones significativos en nuestra vida o servicio al Señor, o
hemos vivido decepciones, somos tentados a huir, a no intentarlo una vez más, o pensamos en olvidar lo
que un día soñamos. Sin embargo, la Biblia nos enseña que Dios es restaurador, él no desecha ni olvida a
sus hijos y vuelve a convocarlos a su plan celestial, animándolos y depositando en ellos Su poder.
Adelante, acércate al monte de Dios (quiero decir a Su presencia) y él te hablará y te enviará con un
nuevo nivel de gloria y poder. Dios no se olvida de ti.
Dios No te Abandonará
Según la Biblia a esta altura Moisés tiene cuarenta años de edad, y por unos treinta y cinco
aproximadamente fue educado en la corte con los mejores maestros y asesores del imperio egipcio. El
texto de hoy (Éxodo 2:11-12) nos dice “él salió a visitar a su hermanos hebreos”, de manera que él ya
sabía que su origen era hebreo y que el pueblo bajo opresión era su pueblo. Todos aquellos años de
educación y formación en Egipto no lograron diluir su identidad como hebreo.
Esto es muy importante, debemos mantener nuestra identidad como pueblo del Señor por encima del
contexto en el que nos estemos, ya que ante todo somos “real sacerdocio, nación santa, linaje escogido
para anunciar las virtudes de nuestro Dios”.
Éxodo 2:11-12 “En aquellos días sucedió que, crecido ya Moisés, salió a visitar a sus hermanos. Los vio
en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de sus hermanos hebreos. Entonces
miró a todas partes, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena”.
La Escritura nos enseña que Moisés, quien “era poderoso en palabras y obras”, era testigo de la manera
en que un egipcio maltrataba a un hebreo y motivado por su ira y deseo de justicia por sus propias
manos, habiendo observado que no había testigos por allí, se arrojó contra el egipcio y lo mató. Pienso
que como actuó Moisés, en muchas ocasiones nosotros impulsados por el enojo u otras pasiones,
actuamos apresuradamente, y nos provocamos un gran daño y también lastimamos a otros.
Y como Moisés que escondió el cuerpo en la arena, nosotros queremos justificar, cubrir o esconder
nuestras acciones y errores.
Debemos reconocer que en nuestra mente hay muchos conceptos de la Biblia, de tal manera que
podemos tener largas y diversas conversaciones teológicas, pero debemos reconocer que buen número
de veces, nuestro diario vivir no se ciñe a ese conocimiento teológico ¿por qué? Porque nosotros
necesitamos más que un conocimiento, esto es, revelación divina, el temor de Dios en nuestro corazón y
una comunión sencilla pero consciente, sincera y constante con él. Es muy importante nuestra
comunión con Dios.
La Biblia nos deja ver que Moisés pensaba que sus hermanos hebreos habían entendido ya que él era el
libertador (Hechos 7:25), pero ellos no lo habían comprendido así. Lo más seguro es que en sus primeros
años antes que su madre lo entregará a la hija de faraón, Moisés fue enseñado y había asimilado la
razón de su vida en la tierra: sería el libertador de los israelitas.
Sin embargo Moisés como cada uno de nosotros tenía que aprender a caminar en los tiempos del Señor
y comprender que la obra de Dios no se hace “ni con fuerza, ni con ejercito, sino con el Santo Espíritu de
Dios”. Él tenía que aprender a seguir a Dios y hacer las cosas según la dirección divina.
Moisés ante éste error y fracaso (es decir aquel homicidio) huye y va a vivir como extranjero en la tierra
de Madián, es muy significativo ver que éste nombre Madián significa: disputa, y revela como estaba el
corazón de Moisés, pues luchaba con su llamado, con su futuro, con lo que acababa de suceder en su
vida. Pero el Señor estaba al tanto de lo que estaba sucediendo y sabía lo que había de hacer, visitaría a
Moisés, lo llamaría, y restaurado lo enviaría a cumplir con aquel maravilloso propósito para el cual lo
había creado.
Conclusión: Es muy importante que nos acerquemos cada vez más al Señor, y procurar conocerle más
allá de un conocimiento bíblico. Debemos perseverar a pesar de los errores y tropiezos, Dios nos
restaurará y guiará al cumplimento de aquello para lo cual fuimos diseñados, nada iguala la plenitud que
se experimenta cuando hacemos aquello para lo cual Dios nos creó. Adelante, el Señor está contigo.
Somos un Plan de Dios
Debemos tener en cuenta que el faraón había decretado que todo hijo de los israelitas que naciera
debía morir, él había decretado: “Echad al río a todo hijo que nazca”. Podemos ver aquí una constante
labor del reino de las tinieblas:, la cual es destruir las nuevas generaciones que servirán al Señor; lo
vemos aquí en Éxodo uno y en Mateo dos cuando Herodes mandó a matar a todos los niños menores de
dos años en la ciudad de Belén y en todos sus alrededores.
Los planes y estrategias del reino de las tinieblas son diversas, multiformes y crueles, y todas estas cosas
se convierten en un desafío para los padres en la actualidad, pues en todo éste escenario debemos
enseñar a nuestros hijos el consejo del Señor.
Éxodo 2:1-2 “Un hombre de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió y
dio a luz un hijo, al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses”.
Es muy interesante que los padres de Moisés pertenecían a la tribu de Leví en Israel, lpues ésta más
adelante se convertiría en la tribu del sacerdocio. También debemos destacar aquí que cuando una
pareja se va a casar, debe haber unidad en cuanto a la fe, en la visión ministerial, en la pasión por Dios,
ya que cuando hay ausencia de estos elementos se producirán grandes dificultades y diferencias.
También debemos notar que los nombres de los padres de Moisés: Amram y Jocabed, que significan
"gente exaltada" el primero y "Jehová es gloria" el segundo, nos dejan ver la devoción y fe de los
abuelos de Moisés y de Jocabed a pesar del yugo de esclavitud egipcia (vemos entonces tres
generaciones de fe, ejemplo que debemos seguir).
Sin duda los padres de Moisés viven una mezcla de sentimientos y emociones, por un lado mucha
felicidad, porque iba a nacer un nuevo hijo, y por otra lado el temor ante el mortal decreto del rey
egipcio. El texto bíblico de hoy destaca que ellos “le vieron hermoso”, sin embargo es cierto que para
todos los padres sus hijos son hermosos. Por eso podemos concluir que estos padres pudieron ver algo
más en Moisés, ellos pudieron vislumbrar el plan del Señor con él. La fe nos permite ver milagros, como
les sucedió a Elías y a la viuda de Sarepta de Sidón.
La Biblia en la carta a los Hebreos destaca y valora la fe de los padres de Moisés, pues nos dice “por la fe
Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres… porque lo vieron niño hermoso y no temieron el
decreto del rey” (Hebreos 11:23), fueron tres meses muy difíciles donde protegieron y escondieron al
bebe. Al reflexionar en cómo planearon la arquilla, el encuentro con la hija de faraón en el río Nilo, y
cómo la propia madre de Moisés se controvertiría en nodriza del bebe por orden de la misma hija de
faraón, quien pagaría por sus servicios, vemos que actuaron con fe y con inteligencia espiritual y el
Señor Dios fue propicio a aquella confianza.
Debemos notar que el bebe fue llamado Moisés, que significa: salvado de las aguas, entonces ¡El lugar
que según el rey egipcio era el lugar de muerte, el Señor lo usó como lugar de vida! Por eso como padres
debemos proteger y cubrir a nuestros hijos con oración, sabiduría e instrucción de Dios, y sin duda, con
el mejor sermón que podemos dar: un ejemplo piadoso en la casa. Sí hacemos estas cosas, el Señor hará
el resto en nuestros hijos para su gloria.
Conclusión: Nuestra fe en el Señor se hace evidente mediante actos coherentes en nuestra vida diaria, y
es fortalecida en la comunión con él. La fe nos lleva a vencer la adversidad y los miedos, nos conduce a
la victoria en Jesucristo. ¡Dios gracias por conducirnos a tu propósito, y por todas tus bendiciones!
A la luz del texto de hoy Éxodo 1 José había muerto y se levantó un nuevo faraón en Egipto que no
conoció a José. La nación de Israel se había multiplicado y eran muchos y fuertes en extremo. El faraón
egipcio planeó someterlos a trabajos arduos y pesados, edificando dos ciudades. para él.
Sin embargo nos dice la Biblia que “cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban”, es muy
interesante ver que ésta misma situación se ha dado en varios momentos de la historia del pueblo del
Señor (por ejemplo: durante los tres primeros siglos la iglesia de Cristo, fue intensamente perseguida,
pero a pesar de eso logró impactar el mundo conocido).
Por eso podemos concluir entonces que a mayor persecución, mayor crecimiento y multiplicación del
pueblo de Dios… “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que
los egipcios temían a los hijos de Israel” Éxodo 1:12.
La Biblia también nos dice: “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el
glorioso Espíritu Santo de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14), y esto podemos verlo por ejemplo
cuando la iglesia del primer siglo fue perseguida y experimento gran oposición, pues la unción de Dios
que vino a reposar sobre ellos y sobre sus líderes en gran manera, manifestándose con prodigios,
milagros, maravillas y señales sobrenaturales. Entonces por eso debemos gozarnos y prepararnos para
las bendiciones del cielo y un nivel mayor de gloria y respaldo de Dios, cuando seamos calumniados,
obstaculizados o cuestionados por hacer la voluntad divina.
La expresión “de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel”, nos indica que el respaldo
poderoso del Señor sobre Israel, producía temor en los corazones egipcios (el pueblo hebreo crecía de
manera exponencial a pesar de los planes del faraón egipcio).
Podemos ver entonces la mano del Señor actuando de manera sobrenatural para cumplir lo que había
prometido: “no temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación” (Génesis 46.3). De
algo debemos estar seguros y confiados: el Señor no miente, él cumple sus promesas, aunque el diablo
procure con sus planes y maquinaciones detener el plan de Dios. El Señor hará su voluntad a pesar de
toda adversidad.
La Biblia nos enseña que el temor en el corazón de los egipcios se evidenciaba a través de acciones muy
puntuales, como: la persecución, el trato con dureza, la opresión y las limitaciones al crecimiento del
pueblo israelita. En muchas ocasiones el trato severo y la actitud altiva no es otra cosa que un escudo o
muro de defensa, que procura esconder el miedo o temor.
Conclusión: Los planes del Señor con cada uno de sus hijos son grandes y maravillosos. Sin embargo el
diablo intentará por diversos medios estorbar o detener los propósitos del cielo, pero Dios moverá su
diestra a nuestro favor, pues al final lo que él se ha propuesto lo hará. Por eso, avanza, camina, no te
desalientes, sólo sigue a Aquel que sabe el camino que te lleva al plan divino diseñado en el cielo para ti.
Dios está contigo.
“Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos
pasaron a través del mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar; y todos comieron
el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca
espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo”
La primera palabra “porque” enlaza directamente éste capítulo con el anterior. Ahora el apóstol va usar
un ejemplo de fracaso por no oír ni atender las instrucciones divinas. Pero antes de poner a Israel como
aquel ejemplo, el apóstol menciona varias bendiciones que el pueblo tuvo mientras iba por el desierto:
“Pasaron el mar” nos recuerda aquella liberación poderosa y sobrenatural con el mar rojo por delante y
el ejército egipcio que los perseguía.
“Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar” destaca la relación entre ellos y el líder
constituido y guiado por Dios.
“Comieron el mismo alimento espiritual” haciendo referencia al maná que descendía del cielo, alimento
sobrenatural y llamado por la Biblia “Pan de nobles y trigo de los cielos” (Salmo 78:25).
“La misma bebida espiritual” refiriéndose al agua de la roca, en sentido espiritual toda esa provisión
venia de la roca espiritual que era Cristo.
Con todos estos beneficios cualquiera aseguraría la llegada de Israel a la tierra prometida. Pero
lamentablemente la mayoría del pueblo desagradó a Dios por su queja, rebelión y dureza de corazón, y
por eso esa inmensa mayoría quedo esparcida por el desierto, todos los mayores de veinte años
murieron allí. Entonces podemos concluir que no se trata de cuantas bendiciones Dios nos asegura, sino
de que porcentaje de nuestro corazón rendiremos en verdad al Señor.
(Nota especial: Te contamos que ya está disponible nuestro nuevo libro en inglés, es la traducción de
"Sanidad para el alma herida", puedes verlo y adquirirlo aquí en: HEALING FOR THE WOUNDED SOUL").
El apóstol Pablo expone ahora algunos ejemplos de Israel para que no hagamos lo mismo, pues aquellos
comportamientos y actitudes fueron el obstáculo por el cual aquella generación no entró a la tierra
prometida, veamos:
“No codiciemos cosas malas” (versículo 6) nos habla del deseo que Israel tuvo por volver a Egipto y
comer el pan de allí (menospreciando así el pan que caía del cielo, el maná). Cuidémonos para no
codiciar o desear con nostalgia la vida pasada o aquello que el mundo sin Dios ofrece, haciendo a un
lado el verdadero Pan de Vida (Jesucristo el Señor).
“Ni seáis idolatras” (versiculo7) refiriéndose a aquel momento junto al monte Sinaí cuando los israelitas
construyeron y adoraron un becerro de oro (En Egipto se adoraba al dios Apis, con figura de toro, dios
de la fertilidad, el sol y el río Nilo). Todo aquello que se levanta en el corazón y desplaza a Dios es un
ídolo.
“Ni forniquemos” (versículo 8) en referencia al evento ocurrido entre Israel y las mujeres de Moab. Por
consejo de Balaam, el rey moabita Balac envió sus mujeres a seducir a los israelitas quienes pecaron con
ellas y adoraron a Baal-peor, cuyo culto era obsceno y desordenado.
“Ni tentemos al Señor” refiriéndose al momento en el que Israel desafía la fidelidad y bondad de Dios a
lo largo del desierto. Se unen para expresar su descontento contra la voluntad de Dios y el liderazgo de
Moisés.
“Ni murmuréis” El pueblo se reunió para hablar contra Moisés y Aarón culpándolos por los resultados y
por los juicios de Dios a causa de su rebelión. De ésta manera Pablo concientiza la actitud de los
corintios hacia sus líderes espirituales.
El relato de aquellos acontecimientos ha sido escrito para advertirnos y ayudarnos, pues si tenemos esto
en cuenta, sus errores nos habrán servido para no experimentar el fracaso que ellos vivieron. El que
piensa estar firme, mire que no caiga, esto es para aquellos que no tienen conciencia del débil o que usa
su libertad afectando al otro.
Dios por cusa de su fidelidad ha establecido que el creyente no se atentado más allá de lo que puede
resistir, más bien ha diseñado la provisión para el cristiano tenga la salida y pueda soportar tal situación.
Esta es una poderosa promesa de victoria ante la dura prueba o difícil adversidad.
e) Participar de la cena del Señor fortalece la unión con Cristo, 1 Corintios 10:14-17.
El consejo de Dios es enfático: “Huid de la idolatría”. Seguramente esta frase sorprende a los creyentes
de Corinto, pero el mandamiento del apóstol es “huye inmediatamente”. El apóstol enseña que el hecho
de comer de la misma mesa ofrecida a cualquiera implica unión con aquel a quien se dirige el culto.
Participar de la Cena del Señor es fortalecer nuestra unión con Cristo.
Por todas estas razones el creyente no debe participar de la carne ofrecida a los ídolos en una fiesta
pagana como las que celebraban en Corinto. Para el apóstol participar es compartir, es identificarse con
aquel a quien se rinde culto, por tanto en esto no puede aplicarse el argumento de la libertad.
Las fiestas paganas terminan ofreciendo sus sacrificios a los demonios. No porque el ídolo sea alguna
divinidad, sino que las personalidades demoniacas usan todas estas cosas para separar cada día más a
los hombres del verdadero y único Dios. Por todo esto los corintios deben apartarse y evitar participar
de la mesa de los demonios, pues no debe la iglesia provocar a celos al Señor, como hicieron los
israelitas por el desierto.
El apóstol Pablo habla respecto a la carne comprada en el mercado de Corinto, y nuevamente enseña el
principio que debe regir nuestras decisiones y comportamientos, el cual es el amor, aquel que no hace
daño al prójimo “aquel que no busca su propio bien, sino el del otro”. Lo que hacemos debe ser de
edificación y no de destrucción.
Pablo también enseña que la persona puede comprar y comer cualquier carne que vendan en el
mercado, sin andar investigando cual es el origen de la misma, así mismo cuando sean invitados a
comer, para no perturbar su conciencia. A continuación el apóstol hace una aclaración.
El hijo de Dios debe tener siempre presente que su vida debe glorificar el Nombre del Señor. Una de las
cosas que debe hacer es respetar la conciencia del débil. Pablo presenta un argumento lógico: No
podemos agradecer por aquello que ofende a un hermano. Termina diciendo “Hacedlo todo para la
gloria de Dios” recordándonos que al final esto es lo más importante.
Principios para solucionar conflictos en la iglesia | Santificación
Introducción: No podemos negar ni ocultar que en la iglesia del Señor se presentan diferencias y
conflictos, y cuando esto sucede cuál debe ser la actitud y comportamiento del cristiano? La Biblia nos
enseña que debemos ser pacificadores y no alentar el dañino fuego de la murmuración y de la división…
“¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de
los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por
vosotros, ¿sois indignos de juzgar las cosas más pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar ángeles?
¿Cuánto más las cosas de esta vida?”
La iglesia de Corinto no juzgaba a quienes debía juzgar, y dejaba ese juicio a quienes no debían hacerlo.
Según el versículo uno ellos estaban yendo a donde los injustos a buscar justicia. A todas luces esto era
inapropiado.
El apóstol mediante algunas preguntas enseña que los cristianos redimidos han de juzgar el mundo y a
los ángeles, es decir, ya que a Cristo se le ha dado todo juicio, en unión espiritual con él participamos de
toda su gestión.
Habrá seguramente casos que requieren la participación de la ley natural (casos graves, por ejemplo el
mismo Pablo apeló a Cesar) pero en general entre creyentes debe buscarse conciliación primeramente a
nivel de la iglesia local. Debemos tener presente que ante una dificultad entre creyente y un no
creyente, la iglesia no tendría autoridad para dirimir, pues éste último no debe sujeción a la iglesia local.
“Ya es una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos” así que cuando ellos recurrían al
tribunal de los incrédulos ya estaban mal, pues no es de esperarse que entre los miembros del mismo
cuerpo, la iglesia de Cristo, hayan pleitos y discordias.
“¿Por qué no sufrís más bien el agravio?” frase con la que el apóstol nos recuerda la enseñanza del
Señor Jesús: “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele
también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa” Mateo 5:39-
40.
Pablo presenta una serie de conductas pecaminosas en la que vemos que coincide con Santiago, pues
ambos sostienen que la genuina fe genera buenas obras, y la ausencia de éstas evidencia la falta de fe.
Es significativo tener presente aquí la inmoralidad liberal en la que vivían los romanos y griegos, pues
precisamente Pablo destaca la condena sobre el uso antinatural (es afirmado por la historia que
Sócrates, y la mayoría de los primeros emperadores romanos practicaron el homosexualismo).
El apóstol le recuerda a la iglesia de Corinto: “eso erais algunos de vosotros” pero la gracia y el poder
redentor (el que rescata) y transformador (el que cambia la vida) de Cristo ha venido sobre ellos. Por el
poder de Dios han sido lavados (por la sangre de Jesús), santificados (llamados o apartados para Dios) y
justificados (sin culpa ante Dios por la fe en la obra de Jesús en la cruz).
El cuerpo del creyente, el cual por lógica involucra al ser integral, debe ser preservado del mal y de la
fornicación, pues es templo del Espíritu Santo, debe glorificar a Cristo y será resucitado por el Padre.
El creyente está unido a Cristo, pues el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu; también el
cristiano es miembro del cuerpo de Cristo. Por tanto nos enseña el pasaje que en la fornicación se
efectúa una nueva unión y la persona se hace uno con otro y se le quita a Cristo lo que es de él. La
inmoralidad sexual tiene como objetivo romper la unión del creyente con Cristo, y por eso es importante
el arrepentimiento sincero y una comunión con Dios renovada y sostenida en Cristo.
“Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; más el que fornica,
contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
La palabra “Huid” hace referencia en su original a una práctica habitual. Pablo respecto a la fornicación
no plantea opciones como resistir o luchar, dice: “huye” (en éste caso lo mejor es huir). Podemos
recordar la actitud de José quien ante la presión de la esposa de Potifar para que durmiera con ella
prefirió huir (Génesis 39:1-12).
El Espíritu Santo habita en el creyente porque es su propiedad, la compró a precio de sangre en la cruz,
por eso dice la Escritura: “no sois vuestros”. Ante esta realidad el hijo de Dios debe glorificar al Señor
evitando todo lo que pueda contaminar al templo y más bien debe reflejar o dar evidencias de Aquel
que ahora vive en él.
La Sabiduría que Enseña el Espíritu Santo
Cuando Pablo estuvo en Atenas llevando el mensaje del evangelio presentó a Dios creador de todas las
cosas, es decir él empezó mostrando la grandeza y el poder de Dios sobre toda la creación, pues era un
auditorio diferente al de la sinagoga judía.
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia
de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a
este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi
predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y
de poder, para que vuestra fe no estuviese fundada en la sabiduría de hombres, sino en el poder de
Dios”
El apóstol no usó la persuasión humana él llevó el mensaje de Dios con demostración del Espíritu y de
poder, y la más grande prueba de esa obra eran ellos mismos, su vida había sido transformada.
La fe no debe apoyarse en argumentos lógicos o filosóficos, pues la razón reduce lo espiritual a lo natural
y se perdería lo sobrenatural y milagroso de Dios. Cuando la fe está basada en el poder de Dios tiene un
fundamento que permanece y es sólido.
El evangelio contiene sabiduría, es espiritual y está a disposición de quienes han alcanzado madurez en
la fe, no es un asunto misterioso, sino que es un secreto de Dios que él preservó para gloria de su iglesia
y ahora es revelado por el Espíritu Santo.
Esa sabiduría es enseñada o revelada por el Espíritu Santo para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido. Revelar significa: quitar el velo, descubrir lo que estaba oculto; y la sabiduría es Cristo
mismo. Entonces el Espíritu de Dios ha sido dado al creyente para que éste conozca y se apropie de todo
lo que Jesús hizo y logró en la gran victoria al morir y resucitar. Cristo murió por nuestros pecados y
resucitó para que andemos en vida nueva.
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“Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por humana sabiduría, sino con las enseñadas
por el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no es juzgado por nadie.
Porque, ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de
Cristo”.
Conocer la verdad de Dios no es el resultado de la obra del intelecto o del entendimiento humano, es el
resultado de la obra del Espíritu Santo, Maestro perfecto y Santo en la interpretación del texto bíblico
como Aquel que la inspiró.
El hombre natural es el no cristiano. El término “natural” se traduce desde un término griego que
significa “guiado por el alma”. La persona almática no percibe ni puede entender las verdades de Dios
que sólo por el Espíritu Santo se pueden discernir. Así como una persona sorda no puede distinguir la
música, ni un ciego los colores, el hombre natural no puede discernir las verdades espirituales.
El hombre espiritual (nacido de nuevo y guiado por el Espíritu Santo) tiene la capacidad para entender
todas las cosas, y puede recibir la verdad espiritual y comprenderla, pues está capacitado por el Espíritu
Santo que mora en él. Por estas diferencias para el mundo muchas veces el cristiano es una confusión,
pues actúa de manera incomprensible, es decir hace lo que le agrada a Dios pero no es comúnmente
aceptado por el mundo natural.
Cuando vivimos para Dios nuestro corazón experimenta un gozo inexplicable desde el punto de vista
natural, pero es el gozo que el Espíritu Santo nos comunica al hacer la voluntad del Señor.
3 de octubre de 2016
El texto bíblico de hoy (Génesis 39:2, 4-5) destaca la bendición sobrenatural del Señor sobre José en la
casa de potifar, capitán en Egipto, y la razón se describe en la primera expresión “Pero Jehová estaba
con José”. Sus hermanos lo habían rechazado, su padre pensaba que estaba muerto, y él estaba en
tierra extranjera, pero no estaba sólo, Dios estaba con él, y esto es lo más importante.
Génesis 39:2, 4-5 “Pero Jehová estaba con José, quien llegó a ser un hombre próspero… Así halló José
gracia a los ojos del egipcio, y lo servía; y él lo hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo
que tenía. Y desde cuando le dio el encargo de su casa, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de
José”.
Las Sagradas Escrituras nos añade “y fue varón prospero”, el término hebreo “prospero” usado aquí es
“tsalákj” y significa además: empujar hacia adelante, triunfar, lograr (lo que nos deja ver en la vida de
Jose su actitud de fe, pujante y diligente, a pesar de las circunstancias adversas que enfrentaba).
La Biblia nos dice que José halló gracia ante los ojos de Potifar, es decir el favor del Señor estaba con
José. El favor divino es aquella virtud sobrenatural, es aquel espíritu superior, es aquel resplandor
entregado por Dios que hace que sus hijos se destaquen, es ese poder que respalda de manera
sobrenatural los proyectos, oficios o profesiones encomendados a los hijos del Señor. Recordemos que
las Sagradas Escrituras dicen del profeta Daniel: “Daniel mismo era superior a estos sátrapas y
gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino”
(Daniel 6:3).
Vemos que Potifar delegó en José todo lo que tenía y le hizo mayordomo de su casa. El Señor estaba
usando al egipcio con todo su patrimonio, para formar e instruir al futuro gobernador de Egipto (José
tenía más o menos veinte años de edad). Él no sólo administró bien la gracia de Dios en su vida, sino que
es evidente el temor del Señor en su corazón (el temor de Dios es aquella bendición en el corazón que
nos lleva a no caminar por el sendero de la perversidad, más bien nos hace andar por la senda de la
integridad).
Aunque José tenía una gran autonomía sobre los bienes de Potifar, no tenía la Biblia cómo nosotros hoy,
tampoco vivió la llenura del Espíritu de Dios como nosotros (experiencia neotestamentaria) y estaba en
tierra extranjera, no aceptó las ofertas de la esposa del capitán Potifar, ni a sus presiones, por el
contrario expresó: “mi señor ha puesto en mi mano todo lo que tiene… ¿cómo, pues, haría yo este
grande mal, y pecaría contra Dios?” (Sin duda alguna es José aquí un ejemplo a seguir). Valoremos la
integridad cual más grande tesoro y bendición.
La Biblia nos dice “Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José” y Potifar vio esto. José no tuvo que
decirlo, ni que gritarlo, ni que anunciar que el Señor estaba con él, los demás lo vieron, Dios mismo dio
testimonio de eso (por eso no tenemos que gritarle a los demás que Dios está con cada uno de nosotros,
simplemente él mismo dará testimonio de Su presencia y poder).
Conclusión: Buscar la presencia de Dios, debe ser nuestra prioridad de vida. Fortalecer nuestra intimidad
con el Señor es fundamental, y Dios mismo nos quiere ayudar en esto, por eso envió su Hijo, su Santo
Espíritu, y su bendita Palabra, la cual nos alimenta cada día.
El Señor mismo era quien iba delante de Israel en su caminar por el desierto, aunque era complicado y
difícil, esto era parte del camino (En ésta sección del camino Israel aprendería el poder de la fe, de la
alabanza, desarrollaría su confianza e intimidad con el Señor, conocería al Dios proveedor). Era un
desafío atravesar aquel desierto, pero lo más importante era que el Señor mismo iba con ellos. Por lo
tanto sería el desierto un lugar de revelación, y con muchas oportunidades para ver la gloria divina, pues
a mayor dificultad, mayor nivel de gloria.
Éxodo 15:22-25 “E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y
anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de
Mara, porque eran amargas… Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.
Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó”
Podemos concluir que el desierto es parte del camino, y éste nos habla de aridez, soledad, peligro y
adversidad. La Biblia nos dice que ellos llegaron al desierto de Shur, en hebreo Shur viene de un término
que significa: “pared”, “muralla” (es figura de algo a superar), además, Israel llevaba “tres días sin hallar
agua”, con facilidad esto produce preguntas y dudas, y nuestras reacciones son diversas ante la
adversidad.
La Biblia nos sigue diciendo que “el pueblo murmuró” y la murmuración hace más difícil y amargo el
camino. La palabra “amargo” es el adjetivo calificativo de un sabor; ante ésta situación los israelitas
“murmuraron contra” (La versión bíblica DHO, dice: “Hablaron mal contra”), ésta frase equivale a
“obstinadamente se quejaron”, acababan de tener una gran victoria y ver uno de los más grandes
milagros de la Biblia: El Señor abrió el Mar Rojo para que ellos pasarán y ven caer el ejército egipcio.
Lamentablemente fue la continua queja la que no permitió que el pueblo de Israel superara
rápidamente el desierto. Si la alabanza produce un aroma que al cielo agrada, la murmuración genera un
mal olor y un sabor amargo que Dios no recibe.
La Biblia nos enseña que la sanidad viene de Dios, y ante la dificultad, debemos buscarlo. Dice la
Escritura: “Moisés clamó a Jehová”, es lo que debemos hacer ante la adversidad, “no gastes tu fuerza
quejándote, invierte tus energías buscando al Señor”. Dios le mostró a Moisés que debía hacer, es en Su
presencia que viene la revelación para sortear los problemas, es en su presencia dónde viene dirección y
revelación.
El Señor tiene el poder de transformar la crisis. El texto nos dice que: “y las aguas se endulzaron”, Dios
puede cambiar el sabor amargo por el sabor más dulce, él puede cambiar los sabores amargos de cada
momento de nuestras vidas. Dios trae sanidad al corazón herido.
Nos sigue diciendo la Escritura: “Y allí los probó”, Dios nos prueba, ¿Cómo respondemos ante las
circunstancias de la vida que permite Dios que lleguen a nosotros? Podemos murmurar, quejarnos,
enojarnos, desanimarnos, volver atrás (como quiso en algún momento Israel), o hacer lo correcto:
buscar al Señor y seguir sus instrucciones.
Conclusión: El Señor es quien va delante de nosotros, y nuestro corazón puede descansar en esto, pues
él es amor y por su bondad nos llevará al mejor destino que tiene preparado para nosotros. Aunque a
veces nuestra vida pase por momentos amargos, esto es temporal, pues el Señor cambiará los sabores y
nuestra vida seguirá avanzando hacía el destino planeado para nuestra vida.
jueves, 22 de septiembre de 2016
El Propósito de Dios
Podemos ver que la vida de José, hijo de Jacob, tiene un altísimo valor y contenido de enseñanzas para
nuestra vida. En el pasaje de hoy, sus hermanos planean quitarle la vida, pero al final lo venden como
esclavo, después de haberlo quitado su valiosa túnica de colores (Aquí podemos ver que un
resentimiento, no sanado, puede llegar a ser más poderoso que el amor de familia, pues eran sus
hermanos y planearon asesinarlo).
El Propósito de Dios
Génesis 37:23-24, 28 "Y cuando José llegó a sus hermanos, lo despojaron de su túnica, la túnica de
muchos colores que llevaba puesta. Lo tomaron y lo echaron en el pozo. El pozo estaba vacío, no había
agua en él... Pasaron entonces los mercaderes Madianitas, y ellos sacaron a José, subiéndolo del pozo, y
vendieron a José a los Ismaelitas por veinte monedas de plata. Y éstos se llevaron a José a Egipto".
La Biblia nos enseña que José es lanzado por sus hermanos a una cisterna (esto es un depósito
subterráneo para almacenar el agua que se juntaba cuando llovía, o procedente de vertientes
subterráneas), el texto bíblico nos dice literalmente: “pero la cisterna estaba vacía”, cuán importante es
éste “pero”, pues vemos la mano del Señor protegiendo su plan con José.
No era una casualidad que la cisterna estuviera sin agua, era parte del plan divino, José estaría allí (pero
ésta no tendría agua) por un corto lapso de tiempo. Recordemos que está la Biblia dice: “No dará mi pie
al resbaladero, ni se dormirá el que me guarda”. El Señor es fiel. El propósito de Dios es bueno.
La Escritura nos sigue diciendo que después de estar un tiempo allí, aparecen unos madianitas
mercaderes que van a Egipto y José es vendido por sus hermanos por veinte piezas de plata y
seguramente su corazón es lastimado o herido, definitivamente las heridas más dolorosas son las
provocadas por las personas más cercanas, aquellos de quienes nunca se esperaría una decepción.
(Hemos enriquecido el artículo: El poder creador de Dios, estudio que a la luz de Génesis 1 nos revela el
origen del universo y comienzo de la humanidad. Te invitamos a leerlo aquí en: EL PODER CREADOR DE
DIOS).
Esta cuadro nos recuerda que el Señor Jesús fue vendido por uno de sus discípulos, Judas Iscariote. Por
eso podemos ir al Señor pues nos comprende perfectamente y con Su ayuda podemos salir triunfantes,
llevando la bandera del perdón y la tolerancia.
Éstos mercaderes ismaelitas “llevaron a José a Egipto”. Es muy importante tener en cuenta aquí que en
medio de todas éstas circunstancias estaba la mano dl Señor, aunque José fue vendido como esclavo,
viviría en la casa de un general del faraón, administrando su hacienda con el favor y la gracia
sobrenatural del Señor.
José estaba siendo formado y equipado para ser el segundo gobernante en el imperio egipcio y ser
instrumento de bendición y salvación para muchísimas personas, incluyendo a su padre Jacob y los
hermanos que un día lo habían traicionado.
Conclusión: Los propósitos del Señor son de salvación y bendición para muchos, es por eso que los
poderes demoníacos se oponen, procurando dañar al cristiano, pero el consejo del Señor es el que
prevalece, Dios fortalece, guarda y protege sus hijos para conducirlos al plan diseñado para cada uno.
La Biblia nos dice: “Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se
levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura” Génesis 25:34.
(Valora lo que Dios te da) Los hermanos gemelos Esaú y Jacob, crecieron juntos y con los mismos padres,
pero podemos ver que desarrollaron diferentes perspectivas respecto a las bendiciones y privilegios que
Dios nos regala. El contexto del pasaje anterior nos enseña que Esaú vendió su primogenitura por un
plato de lentejas. No cambies la bendición de Dios por cosas terrenales y pasajeras.
Cuando nos detenemos en algunas expresiones y palabras, podemos identificar la indiferencia que Esaú
tenía por los favores del Señor, lo vemos por ejemplo cuando dice:
a) “¿para qué me servirá la primogenitura?”
Es necesario considerar ahora lo que significaba en ése tiempo la primogenitura: la historia y la tradición
judía enseña que el primogénito heredaba el doble de sus hermanos, el liderazgo de toda la familia o
clan, y recibía el derecho “sacerdotal” ante el Señor por toda la familia (esto significa que él presentaría
los sacrificios, ofrendas y oraciones a Dios).
Esaú negoció o cambió su primogenitura por el pan y las lentejas que son figura de aquellos “valores
terrenales” que en algún momento pensamos son de mayor valor que los privilegios y oficios celestiales.
(Te invitamos a adquirir gratis el libro cristiano de ésta semana. En éste libro basado completamente en
la palabra de Dios encontrarás temas de edificación y fortaleza espiritual. Adquiere este libro ahora sin
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En el Nuevo Testamento Esaú es llamado profano, la Biblia nos dice: “…profano, como Esaú, que por una
sola comida vendió su primogenitura” (Hebreos 12:16). La palabra hebrea para profanar traduce
también: irreverencia, pisotear, vulgar.
Vemos pues que Esaú no valoró con temor de Dios lo que él le estaba entregando. Con frecuencia
descuidamos grandes tesoros que el Señor entrega, por eso con diligencia debemos cuidar y valorar lo
que Dios nos da.
Es muy importante considerar aquí que el versículo 29 nos dice: “Esaú venía del campo cansado”, estaba
fatigado, agotado, lo que seguramente lo hizo más vulnerable. Es muy importante cuidar nuestra
fortaleza en Dios, y nuestra vida de comunión con él
Recordemos aquí que cuando el Señor Jesús estaba en el desierto en ayuno al final “sintió hambre”, y
vino el diablo procurando hallar una debilidad en el Señor y le dijo: “convierte estas piedras en pan”,
pero Jesús venció, pues su fortaleza y alimento fue hacer la voluntad del Padre celestial.
La expresión “así menospreció Esaú la primogenitura” nos hace ver su gran equivocación y falta de
discernimiento. Sin embargo debemos cuidarnos, pues a veces nosotros cambiamos o menospreciamos
las bendiciones y privilegios que el Señor nos ha dado, como la relación con él, nuestra familia, el
servicio, el trabajo honesto y otros, por cosas cuyo valor es temporal, corruptible y mentiroso.
Conclusión: El Señor ha planeado para todos sus hijos grandes cosas, es por eso, que debemos valorar
cada momento de nuestra vida, cada obra y regalo de Dios, y siempre procurar seguir Su consejo y su
palabra. Valora lo que Dios te da.
Génesis 35:7 “Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando
huía de su hermano”.
La Biblia nos enseña que Jacob edificó un altar al Señor, y esto sin duda implica trabajo y esfuerzo. El
altar es figura o símbolo de la adoración a Dios y la vital comunión con él. Debemos tener presente que
la comunión con el Señor demanda de nosotros perseverancia, expectativa y por supuesto una continua
pasión por su presencia, pues esto es algo que no se construye de la noche a la mañana (implica
tiempo), tampoco es el resultado de un accidente o casualidad.
En la Escritura podemos ver que años atrás Jacob había estado en éste mismo punto y había
experimentado un encuentro con el Señor y por eso llamó aquel lugar: Bet-el, cuyo significado es: casa de
Dios, asombrado por el poder del Señor; pero ahora él vuelve al mismo punto y lo denomina El-bet-el,
que traduce: el Dios de la casa de Dios, entonces ya no está impresionado por Sus obras y poder, ni por
Su casa, sino por Aquel que hace las obras, el Señor que habita la casa, ahora conoce más a Dios, su
protección, su amor, su fidelidad y cuidado. “Allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano
Esaú”, lo que nos recuerda varias cosas ocurridas antes:
Que Jacob había engañado para heredar la bendición, usurpando el lugar de su hermano,
(Nota especial: Te invitamos a conocer nuestro nuevo libro “El poder de la fe en Dios”éste libro contiene
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este texto para enseñar en grupos o iglesias el importante tema de la fe en Dios. Puedes verlo y
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Vemos que el versículo tres de éste mismo capítulo, nos revela mayor información cuando Jacob dice:
“haré altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia”, él huía por amenazas de muerte y llama a
ese momento “el día de mi angustia”.
La palabra angustia viene del hebreo “tsará” que además significa: aflicción, aprieto, calamidad; pero el
Señor lo había protegido y librado del maligno (éste es un altar para dar gracias a Dios por su fidelidad,
protección y bendición. Que importante es recordar que vamos al altar no sólo a pedir al Señor, sino
también a adorar y agradecer todos Sus favores y misericordias).
Vemos entonces que Jacob reconoce la bondad y fidelidad de Dios cuando dice: “El Señor ha estado
conmigo en el camino que he andado”, pues ha recibido de él la protección y provisión a pesar de sus
desaciertos. Jacob reconoce que no ha estado sólo, que el Señor lo ha acompañado en todo “el camino”,
aunque seguro hubo tiempos que lo harían concluir que Dios lo había dejado sólo; cómo a veces
podemos pensar, pero debemos tener presente que el Señor ha prometido: “no te dejaré ni te
desampararé” Yo estaré contigo.
Conclusión: Construir nuestra comunión con el Señor nos demanda esfuerzo, y sostenerla implica fe y
perseverancia, acudamos al altar de la comunión con el Señor para solicitar de él Sus favores, vamos
también a adorar y agradecer Su compañía, protección y provisión a lo largo de nuestro vida.
Salmo 27:4-5 “Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los
días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo. Porque en el día
de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca
me pondrá en alto”.
12 de septiembre de 2016
Perdonar es Sanar
Génesis 33:4 “Pero Esaú corrió al encuentro de su hermano Jacob y le abrazó, y se echó sobre su cuello,
y le besó; y lloraron”.
La Biblia nos enseña que Jacob había escapado de su tierra natal ya que su hermano Esaú planeaba
matarlo, porque éste había tomado su lugar y recibió de su padre Isaac la bendición de la primogenitura.
Habían ya transcurrido unos veinte años aproximadamente y durante todo ese tiempo él no vio a sus
padres, y estuvo lejos de sus familiares y amigos, la amistad con su hermano se había perdido.
Dios lo dirigió y con su propia familia vuelve de regreso a su tierra natal, sin embargo su corazón está
lleno de temor (entonces por veinte años luchó contra su temor cuando pensaba en su familia y en
volver a su tierra). La Biblia nos dice que su hermano Esaú viene a su encuentro, con 400 hombres, y el
temor de Jacob lo lleva a desarrollar una estrategia para salvarse, y por eso envía a su familia delante de
él con diversos regalos para menguar la ira de su hermano Esaú.
Es muy interesante ver que la reacción de Esaú no fue de venganza, ni rencorosa, él salió corriendo a
abrazar a su hermano Jacob ¿Cuántas veces el temor nos hace imaginar momento de dolor y trágicos, o
nos lleva a organizar planes innecesarios y vergonzosos?
La Biblia nos dice que “los dos lloraron”, aquellas lágrimas expresan el resultado de una labor divina en
sus corazones, el Señor había trabajado con Jacob (ya que a pesar de sus miedos, había regresado) y con
Esaú (quien ya no tenía en mente matar a su hermano). Perdonar es sanar.
Entonces podemos concluir que hay circunstancias de nuestro pasado que por estar ligadas al dolor no
queremos recordar o tener que enfrentar nuevamente, es aquí donde el Sanador, Jesucristo nuestro
Señor, manifiesta su amor y poder, conduciendo al ser humano al verdadero perdón.
Cuando aplicamos el perdón a los demás y pedimos perdón a quien hemos ofendido, nuestro corazón
experimenta la sanidad y la liberación (aquí es importante recordar que la palabra griega para perdonar
“apolúo” significa además: poner en libertad, soltar).
Debemos guardar nuestro corazón. Cuando el árbol de la amargura logra penetrarlo con sus raíces, éstas
consumen la vida, fuerza y gozo de la persona. La vida se torna caótica, difícil, oscura, triste, y
lamentablemente éste árbol comienza a exhibir sus amargos frutos, transmitiendo (con su estilo de vida
y sus palabras) su mortal semilla en otros corazones multiplicando a sí el dolor.
La Biblia nos enseña que el perdón no sólo trae sanidad y libertad, sino que nos permite crecer y
permanecer firmes en ésta salvación tan grande, pues el Señor Jesús dijo: “perdonad, si tenéis algo
contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará”.
Perdonar es una cuestión vital.
Escucha a Dios
En Génesis 26:2-3, 12 la Biblia nos dice: “Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita
en la tierra que yo te diré. Habita cómo forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré… Y
sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo el Señor”. Cuando
escuchas a Dios te va muy bien...
Ante tiempos de crisis y adversidad casi que por instinto de salvación, reaccionamos planeando de
manera rápida el plan a seguir, y el objetivo es superar la dificultad que vivimos. De ésta forma
reaccionó Isaac, hijo de Abraham, pues Génesis 26:1 nos enseña: “hubo hambre en la tierra” y él
organizó viaje para Egipto, como lo hacían las personas en aquel tiempo cuando había sequía.
Vemos que el Señor le habla a Isaac, no sólo para prevenirlo sino para guiarlo al destino de bendición
que le tenía preparado. Esto sin duda fue un desafío para Isaac, pues debe desarrollar y conservar un
corazón sensible a la voz del Señor, Dios le dice: “habita en la tierra que yo te diré” de manera implícita
le dice: “debes mantener tu oído sensible y abierto a mi voz”.
Es necesario invertir más tiempo en la escuela del Espíritu Santo para oír la voz del Señor, para discernir
su guía, para desarrollar un corazón sensible a Su dirección, es precisamente esto lo que nos librará de
dolorosos fracasos y vergüenzas. Es cuestión vital ser conducidos por el Señor. Escucha a Dios y te ira
bien.
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los campos petroleros del medio oriente, en las minas de oro y diamantes de África, o de uranio en
Australia, sino en el potencial que hay dentro de cada persona… Éste libro expone temas dirigidos a la
edificación personal, a la formación del carácter y a la verdadera motivación que satisface el anhelo del
ser humano por crecer y madurar ayudando a otros. Puedes verlo y adquirirlo aquí en: LIDERAZGO
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Debemos buscar la dirección del Señor en todo tiempo, pues lo que él ha dicho, no es necesariamente lo
que hoy está diciendo, me explico: en éste capítulo el Señor le dice a Isaac “no desciendas a Egipto”,
pero en Génesis 46:3 le dice a Jacob “No temas descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran
nación”. Entonces debemos conocer Su voluntad para cada tiempo, esto nos garantiza su respaldo y
bendición.
Podemos ver que el versículo doce empieza diciendo: “y sembró Isaac en aquella tierra”, expresión que
nos dice varias cosas importantes, por ejemplo: Isaac sembró, él tenía la promesa de bendición y
respaldo del Señor, pues él le había dicho: “estaré contigo y te bendeciré” Isaac caminó en esa palabra
de Dios, no se quedó sólo con ella sino que camino en fe, fue diligente y esforzado.
La frase “En aquella tierra” nos enseña que Isaac obedeció al Señor, aunque al principio planeaba ir a
Egipto, él decidió creerle a Dios, Isaac siguió el consejo del Señor y su bendición no se hizo esperar
(cuando obedecemos a Dios nuestra vida actúa como un imán para las bendiciones; en contraste
desobedecer provocará fracasos y dolor).
Como resultado de la obediencia las bendiciones fueron tan sorprendentes que hasta los filisteos
reconocieron la mano poderosa de Dios, pues dijeron a Isaac: “Hemos visto que Dios está contigo”
(versículo veintiocho), sin duda, con nuestra obediencia el Señor es glorificado, es la mejor adoración
que podemos ofrecer.
Conclusión: Es necesario seguir el consejo del Señor en todas nuestras decisiones y proyectos, pues
nuestra obediencia le glorifica, y los resultados estarán alineados con su perfecta voluntad.
Vamos a considerar hoy el texto bíblico según Génesis 22:5 “Entonces dijo Abraham a sus siervos:
Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros”
Éste pasaje nos muestra una de las etapas más complicadas y difíciles en la vida de Abraham. Nos dice la
Biblia además que “probó Dios a Abraham” precisamente pidiéndole lo que quizá éste más amaba, su
hijo Isaac. Sin embargo, al final de ésta experiencia Abraham es aprobado por el Señor, y logra superar
éste difícil momento siendo bendecido por el Señor.
¿Cómo adorar a Dios? El versículo citado arriba vemos varias actitudes y acciones esenciales para
superar los tiempos difíciles y los momentos de prueba, veamos entonces:
La obediencia: La vemos cuando Abraham dice: “yo y el muchacho iremos hasta allá”, el Señor le había
dicho que viajará hasta la tierra de Moriah y así lo hizo, y cuando logro ver de lejos el lugar, ordenó a sus
siervos que se quedaran allí y él continuó el camino con su hijo Isaac. Abraham no cuestionó al Señor, ni
le pidió explicaciones, él simplemente obedeció y por esto fue bendecido y honrado por Dios. La
verdadera adoración no puede hacerse a nuestra manera, debe ser cómo el Señor dice, pues vemospor
ejemplo que la adoración de Caín no fue aprobada por el Señor, precisamente por no seguir el modelo
divino.
La adoración: Podemos ver que Abraham expresa su principal objetivo para ir hasta allá:, él dice
“adoraremos”. Debemos tener presente que la vida de adoración cuando depende del estado emocional
del adorador es casi aniquilada cuando llegan los problemas. En cambio cuando el adorador ha
aprendido que su Señor es el mismo en toda circunstancia, y que es Todopoderoso, lo adora por encima
de la dificultad, lo adora aunque el camino por donde transite sea difícil y complicado.
La perseverancia: Abraham después de viajar tres días (con su hijo y con sus siervos), ve de lejos el lugar
y continua su viaje caminando sólo con su hijo, fue un viaje duro, por tierra seca, ahora empieza subir
por el monte que el Señor le indica, cansado, pensando y preocupado por el incierto futuro de su hijo, el
de su familia, recordando las promesas de Dios, etc. Sin embargo, Abraham siguió adelante hasta el
lugar que el Señor había determinado. Cómo el apóstol Pablo debemos proseguir a la meta, sin
desmayar, sino fortaleciéndonos en el poder del Señor y su fuerza.
La fe Abraham dice: “adoraremos y volveremos”, confiado en que volverá con su hijo, pues el Señor
dicho: “por Isaac se prolongará tu descendencia”. El Espíritu Santo nos revela en el N.T. que Abraham
obedeció a Dios, pensando que es poderoso para levantar aún de entre los muertos (Hebreos 11:19) De
manera que Abraham puso toda su confianza en Dios.
Conclusión: Lo que destacó a Abraham fue precisamente su fe en Dios. Es necesario continuar nuestro
camino de fe, sin desmayar, ni renunciar; tal vez sea necesario descansar, hazlo, sabiendo que el
verdadero reposo sólo se halla en Su presencia, Dios es nuestra fortaleza y ayuda en todo tiempo.
Introducción: Dios es bueno y quiere ayudarnos en todas nuestras dificultades. no podemos evitarlo
algunas veces el hogar entra en una crisis y no sabemos exactamente como actuar, es allí donde
debemos buscar a Dios y seguir su consejo, porque sin duda él sabe que hacer y tiene todo el poder para
hacerlo...
Génesis 16:6-9 “Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. Y la halló el ángel de Dios junto a una
fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Y le dijo: Agar, sierva de
Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella le dijo: Huyo de delante de Sarai mi señora. Y entonces
respondió el ángel de Dios: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano”.
La sierva de Sara Agar enfrenta una circunstancia difícil en su vida, pues su señora la oprime y
menosprecia por haberle dado una hijo a Abraham, entonces Agar decide huir (como en muchas
ocasiones nosotros ante las crisis pensamos hacerlo, pero más bien debemos seguir el ejemplo de
nuestro Señor Jesús quien no huía, sino que perseveraba en el poder del Espíritu Santo).
La expresión "El Ángel de Jehová" nos revela a Dios mismo, nos enseña el texto bíblico que la halló “en el
desierto”, ella huyó a ese lugar, y vemos al Señor buscando y siguiendo a sus hijos aún en las crisis más
complicadas, aún cuando pensamos que estamos solos. En muchas ocasiones el hijo de Dios camina al
desierto por dirección de Dios (por ejemplo el Señor Jesús “fue al desierto llevado por el Espíritu
Santo”), pero otras ocasiones somos nosotros quienes vamos allá, cómo ocurrió con Agar (el desierto es
un terreno difícil para la vida, con gran escasez, es un lugar de soledad y muchas dificultades).
(Nota especial: Hemos publicado nuestro nuevo libro: La oración efectiva, principios y ejemplos parta
orar eficazmente. Compuesto por 16 capítulos sobre la oración, cada capítulo contiene una oración y un
sermón o reflexión bíblica que nos motiva a crecer y fortalecer esa importante comunión con Dios.
Puedes ver el libro y adquirirlo aquí en: LA ORACIÓN EFECTIVA.).
Es interesante ver que “El camino de Shur” es una ubicación significativa, pues Shur significa: muro,
muralla tosca, pared, y nos permite ver aquellos momentos cuando “caminamos” pero no avanzamos,
es un tiempo de estancamiento, aunque lleno de actividades. Esto ocurre porque al alejarnos de la
voluntad del Señor nos volvemos estériles y no hay buenos resultados.
El Ángel de Dios le pregunta a Agar por su condición y su plan a seguir. La sierva Agar tiene un gran
privilegio, pues es visitada por Dios mismo (el nombre Agar significa extranjera, no era del pueblo del
Señor, pero Dios estaba al tanto de su vida), quien le expresa su anhelo de escucharla, de saber cómo se
encontraba, el Señor estaba interesado en su dificultad e incluso en saber lo que estaba pensando hacer,
y creo que Agar, como nosotros, esperaba una respuesta del Ángel dónde fuera justificada y tal vez, una
reprensión para Sarai por su trato hacia ella.
Dios le responde a Agar: “Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano”, respuesta que la
sorprende. Debemos recordar que Oseas 2:14 nos dice: “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al
desierto, y hablaré a su corazón”. A veces el Señor nos dice lo que no queremos oír, pero Dios sabe lo
que hace en nosotros y en los otros, y todo lo hace motivado por Su amor, sólo debemos obedecer y
confiar.
Vemos entonces que para hallar la solución a la crisis en el hogar debemos primero ir a la presencia de
Dios para interceder por una acción sobrenatural y recibir del Señor el consejo para actuar sabiamente.
No te apresures primero reflexiona en la presencia de Dios y él te respaldará y bendecirá.
Conclusión: Ante las adversidades, lo primero que debemos hacer es buscar la presencia del Señor para
recibir dirección, y no equivocarnos e ir por el camino del dolor, o estancarnos ante nuestra propio
orgullo. Dios quiere conducirnos a su voluntad para nuestra bendición y gloria de Su Nombre.
EL PROFETA JONÁS
La Biblia nos enseña: “Vino palabra de Jehová a Jonás… diciendo: Levántate y vé a Nínive, aquella gran
ciudad, y pregona contra ella… y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a la región de
Tarsis… pagando su pasaje” Jonás 1:1-3.
Que gran privilegio es escuchar la voz de Dios y que bueno es saber que el Señor habla y sigue hablando
a sus hijos. El Espíritu Santo ha venido a morar en los hijos de Dios y mediante Su testimonio da a
conocer la voluntad del Señor, y éste mensaje es percibido en nuestro interior y es una razón para
gozarnos. Pero el profeta experimenta una lucha entre sus deseos y la voluntad de Dios.
Pro lo general cuando el Señor nos comisiona un privilegio, experimentamos un gran gozo en nuestro
corazón y nos dirigimos con toda pasión y diligencia a hacer lo que Dios nos ha encomendado. En otras
ocasiones nuestra respuesta es cómo la del profeta Jonás: huir. ¿Por qué a veces nuestra respuesta es
huir al llamado divino? Por varias razones, veamos algunas ejemplo:
e) Los fracasos del pasado hacen pensar que será un fracaso más.
Es muy interesante ver que el versículo tres nos dice: “pagando su pasaje”, el viaje era largo y por tanto
costoso, y esto nos recuerda el alto costo que tenemos que pagar cuando no hacemos la voluntad del
Señor, y aun quienes nos rodean sufren algunas pérdidas (como les ocurrió a los marineros que iban con
Jonás).
El propósito del profeta Jonás era “irse lejos de la presencia de Jehová”, él conocía la teología hebrea
muy bien, sabía que Dios era omnipresente, que estaba en todo lugar. Sin embargo, creyó que podía
huir de Dios. Que le ocurrió? Creo que lo mismo que sigue pasando hoy: sabemos muchas cosas de Dios,
pero nuestro ego y dureza de corazón, terminan siendo más fuertes y hacemos nuestra propia voluntad,
experimentando las correspondientes consecuencias.
Conclusión: El testimonio de Jonás nos recuerda que una vez Dios habla, nuestra respuesta, sin duda
alguna, debe ser obedecer. Él va delante de nosotros y proveerá lo necesario. Recordemos que nuestra
obediencia es nuestra mejor adoración. Cuando obedecemos a Dios, él es glorificado, otros son salvados
y nosotros somos bendecidos.
“Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte”. 1 Cor. 1:27
Cuando se trata de servir a Dios, o de cumplir con una comisión divina, muchas veces luchamos con
diversas situaciones en cuanto a nuestra dignidad y preparación idónea. Por ejemplo, Moisés se negó
varias veces al llamado de Dios, también Jeremías y Gedeón. Ésta lucha se da porque consideramos que
no somos lo suficientemente “santos” o “maduros” para servir a Dios; pero en realidad no se trata de
cuán bueno soy, sino de cuán poderoso es Dios para hacerlo…
Pensemos en uno de los discípulos del Señor Jesús, en Pedro. Quien por ser de Galilea, una región
distante de Jerusalén, cuyos habitantes no eran de raza hebrea pura, y una zona con poca escolaridad,
no tenía la mejor capacitación. Era además un pescador (no sacerdote, ni escriba, ni auxiliar en la
sinagoga), y al considerar su carácter, era un hombre inconstante e impulsivo en sus decisiones. Aún así,
Jesús lo llamó a ser uno de los doce apóstoles del Cordero.
En su formación, una y otra vez cometió errores, y algunos de “gran tamaño”. Sin embargo, cuando el
Espíritu Santo se derramó sobre los ciento veinte, también vino sobre Pedro, quien algunos días atrás
había aconsejado al mismo Señor Jesús para no ir a la cruz, y también había negado al Maestro (incluso
profiriendo maldiciones), y después del derramamiento del Espíritu fue usado por el Señor para predicar
y salvar a miles en el poder del Espíritu Santo.
Dios tiene misericordia y perdona nuestros pecados, trata con nuestro carácter, y continua adelante con
su propósito, enseñando a sus hijos, aunque a veces el escenario de aprendizaje sea doloroso. Dios toma
lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los fuertes y sabios, para que nadie se jacte en Su
presencia.
(Te invitamos a leer nuestro devocional en inglés, click en: Dios es bueno y poderoso).
Reflexión final: A pesar de todo, Pedro perseveró aferrado a la gracia de Dios, hasta alcanzar el plan de
Dios para su vida. Glorificó a Cristo con un ministerio que alcanzó a miles y miles, escribió la primera y
segunda carta de Pedro, fue el primer líder del avivamiento en Jerusalén, fue columna fundamental de
esa primera iglesia, y sí antes negó al Señor, al final de su vida fue crucificado por orden del imperio
romano, y él pidió que lo pusieran con la cabeza hacia abajo, pues dijo no ser digno de morir cómo el
Señor Jesús. Adelante, Dios está contigo.
El plan de salvación del ser humano es en realidad un plan de restauración. Dios creó al hombre a su
imagen y semejanza, le encomendó multiplicarse (es decir, llenar la tierra de hombres y mujeres a
imagen y semejanza de Dios), le delegó la administración o gobierno de la tierra y el cuidado de ésta.
Ante la caída de Adán y Eva, Dios comienza a desarrollar su plan de salvación de salvación o
restauración, con el cual desea hijos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, discipular todas
las naciones y que sea establecido su gobierno o reino aquí en la tierra. Así pues, nuestro Dios es
restaurador por excelencia; aquel gran escritor del evangelio de San Marcos es el resultado de una
restauración…
“Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades
en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están. Y Bernabé quería que llevasen
consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al
que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra”, Hch. 15:36-38.
Dios restaura al que ha retrocedido. Un siervo que retrocedió fue Juan Marcos. Él fue un discípulo que
empezó su formación ministerial al lado de Pablo y Bernabé, y a la mitad del primer viaje misionero se
devolvió (quizá por cansancio, miedos, crisis emocional, desesperanza, tentaciones, etc.). Juan Marcos
no renunció a su fe, pero si al llamado que Dios le hacía, era muy joven y su camino ministerial apenas
comenzaba. Ahora era necesaria la restauración en su vida.
Seguramente al comenzar su servicio a Dios, Juan Marcos lo hizo con gran pasión y expectativa, como es
normal en alguien que ha nacido de nuevo y experimenta ese profundo anhelo por servir a Dios. Pero un
corto tiempo después, la Biblia no describe la razón, Juan Marcos no pudo continuar. Esta actitud no fue
bien vista por el apóstol Pablo, quien se disgustó pues tenían una gran labor misionera que desarrollar.
Pero vemos que finalmente Dios restauró a Juan Marcos, llevándolo al cumplimiento de su diseño, y es
el mismo apóstol Pablo quien lo reconoce, al solicitarle a Timoteo que lo involucre en el ministerio
misionero, “Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el
ministerio”, (2 Tim. 4:11).
El apóstol Pablo reconoce ahora el buen trabajo de Bernabé en la restauración de Juan Marcos, y ahora
es fundamental su aporte y trabajo en la labor apostólica (pues hay muchas iglesias que atender). Según
la tradición, Juan Marcos, el que un día renunció, Fue usado por Dios:
3. Es el escritor del Evangelio según San Marcos (su fuente fue el apóstol Pedro, Juan marcos era “hijo
espiritual” de él).
Reflexión final: El plan de Dios con cada uno es especial y hermoso, a pesar de todo lo que ha pasado, o
pueda pasar, no consideres volver atrás, fortalécete en Dios y persevera, al final el plan de Dios se
cumplirá, no importa que los demás no crean, y aunque tal vez tu propia mente diga “no es posible”,
prosigue a la meta. Renuévate en Dios, entra en Su presencia y permite a Dios obrar en tu corazón. Él es
restaurador por excelencia.
La gratitud es una emoción positiva que se produce al reconocer los beneficios recibidos. El acto de
agradecer tiene el poder, de acuerdo a los expertos en la psicología, de aumentar la felicidad y el
bienestar personal y de fortalecer nuestra relación con otras personas. En un estudio conducido por
Emmons y McCullough (2003) encontraron que simplemente el escribir acerca de cinco cosas por las
que estamos agradecidos puede incrementar en un 25% el nivel de felicidad de las personas. La Biblia
nos dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.
“Dar gracias” es una alabanza al Señor, y contiene un poder especial…
“Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud,
porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con
sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había
venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?” Juan 6:1-
5.
1. El ministerio de Jesús fue y sigue siendo un ministerio sobrenatural. Jesús camino sanando a los
enfermos, perdonando al pecador, restaurando al caído, trayendo libertad al cautivo; el poder
sobrenatural del Espíritu Santo estaba con él. Éste ministerio lo delegó el Señor Jesús a su iglesia, por
eso también fue enviado el Espíritu Santo. Debemos dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho en
nuestro favor.
La gratitud es una razón más fuerte que el interés personal para seguir a Jesús. Pues el interés personal
cuando es satisfecho, pierde su fuerza, porque es egoísta; mientras que la verdadera gratitud mantiene
su fuerza, pues se concentra en la bondad del otro.
Consideremos por ejemplo varios casos de la Escritura: el endemoniado gadareno (quería seguir a
Jesús); la ingratitud de los nueve leprosos sanados y el único de los diez que volvió a dar las gracias y
Jesús dijo: “¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese
y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”, y vale la pena
destacar aquí que éste era un samaritano. Ésta historia: diez leprosos son limpiados, nos hace
reflexionar sobre la ingratitud del hombre, y cuanto valor tiene para Dios un corazón agradecido.
2. La gratitud nos fortalece en tiempos difíciles. La Biblia nos enseña que nuestra fe será probada,
Jesús “dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle;
porque él sabía lo que había de hacer”, Jn. 6:5-6. Jesús estaba probando a Felipe, el término probar del
gr. Peirazo traduce además: intentar, escudriñar, examinar, someter a otro a una prueba para conocer
su verdadera naturaleza o carácter.
Son entonces situaciones donde sale a la luz nuestro verdadero carácter, no es que Dios nos haya
desamparado, pues el texto dice que Jesús “sabía lo que había de hacer”.
La respuesta de Felipe refleja la impotencia de la incredulidad, aunque al lado está Jesucristo, hacedor
de milagros. Un denario, moneda romana, Se estima que equivalía a casi 4 gramos de plata, o el salario
de un día de trabajo. Recordemos aquí, que en medio de las dificultades, un corazón agradecido se
levanta en alabanzas a Dios, por ej: David en el desierto, perseguido por el rey Saúl, escribió muchos
salmos.
Las acciones de fe, aunque no sean de gran tamaño, son de gran valor para Dios “Uno de sus discípulos,
Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y
dos pececillos” Jn. 6:8-9. Cuando estamos agradecidos con Dios, el escenario adverso no es tan difícil,
Andrés (uno de sus discípulos) trae a Jesús cinco panes y dos peces, es muy poco, pero hizo algo, es aquí
opera el poder de la fe.
Jesús requiere de nosotros fe y hay actos que demuestran nuestra fe en Dios, recordemos por ejemplo
el milagro del paralitico traído por cuatro… y “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus
pecados te son perdonados” (Mar 2:5).
3. La gratitud precede a los milagros. Más que comprensión, Dios requiere disposición. Aunque Andrés
veía insignificante lo que había a la mano (cinco panes y dos peces), los trajo a Jesús, y es allí donde el
Señor comienza a trabajar… El mandamiento de Jesús pudo haber parecido ilógico en el momento:
“Haced recostar la gente”, pero los discípulos obedecen y se convierten en testigos y actores de un
milagro.
Jesús agradeció la provisión del momento, tomándola como una señal de la abundancia que vendría “y
se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado
gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de
los peces, cuanto querían”, Jn. 6:11.
En la Escritura con frecuencia vemos pequeñas muestras de cosas grandes que vendrán, por ej. La
pequeña nube de Elías cuando iba a llover; un ramo de uvas cuando los espías regresaron de la tierra de
la abundancia; las primicias de la resurrección: Cristo Jesús.
Es necesario ver cómo Dios ve, los israelitas en el desierto sólo veían montañas de arena y por eso se
quejaban, y no lograban ver más adelante: la tierra de la abundancia. Esos panes son símbolo de la
provisión de Dios, de su protección y cuidado. Jesús tiene el poder de transformar la amargura en
victoria.
Los milagros deben ser bien administrados “Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged
los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.”, Jn. 6:12. Es Jesús quien les dice a los discípulos
ahora que hacer, los instruye. Es necesario administrar correctamente las bendiciones y milagros del
Señor, pues finalmente todos los recursos son de Dios. Administrar bien las primeras bendiciones de
Dios, es capacitarse para las que vendrán.
Conclusión: Ante todas las bendiciones de Dios, nuestro corazón debe estar agradecido, hoy debemos
reflexionar sobre Su cuidado, Sus bendiciones y cómo ha hecho Su voluntad en medio del amor,
dándonos la fortaleza para continuar, para seguirlo y con expectativa de lo nuevo, pues él es Dios
sobrenatural.
Por revelación de Dios, Manoa y su esposa estéril se enteran que ella quedará embarazada, y su hijo
será un instrumento de Dios para comenzar a salvar a Israel de la opresión filistea.
Vemos también casos como el profeta Jeremías, como Juan el bautista, en fin todos nosotros, porque
somos un propósito de Dios “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Ef. 1:4), por eso Sansón nació en el tiempo de Dios, en la
familia que le correspondía, en la nación donde Dios lo requería.
Fue ungido desde su adolescencia. El término hebreo para niño en el pasaje de hoy es naar que traduce
también joven, juventud, denota un joven soltero pero con edad para casarse. La palabra
“manifestarse” viene de un término hebreo que significa: impulsar, agitar, dar golpecitos.
La bendición de Dios, el testimonio del Espíritu Santo y la unción estaban con él, lo que evidenciaba un
propósito especial. Sansón Experimentó el poder sobrenatural de Dios (Jue. 14:5-6), Imagínate aquella
experiencia “despedazó al león, por el poder del Espíritu Santo, sin tener nada en su mano”, su gozo
debió ser muy grande, porque cuando Dios nos usa con su poder, nuestro corazón se regocija.
Lamentablemente Sansón descuidó su verdadera fuerza: la consagración. Sansón era nazareo (Jue. 13:5).
La palabra nazareo significa: apartado, consagrado, príncipe, corona, eran dedicados a Dios y a su
servicio… también implicaba abstención, pues no tomaban vino, ni sidra, no podían comer “cosa
inmunda”, es decir los animales no permitidos por la Ley. Sin duda, éste término nos hace reflexionar que
tan consagrados estamos a nuestro Dios en un mundo como el de hoy.
Sansón olvido su propósito de vida: salvar a Israel de los filisteos. Dios había expresado ya la razón de ser
de Sansón, sin embargo con el paso de los años, él se acercaba a las mujeres del pueblo enemigo.
Hasta que llego al valle de Sorec, cuyo nombre significa: vino rojo, por las uvas rojas que allí se recogían
y el vino que se producía (recordemos que el nazareo no podía tomar vino… sin duda alguna el ambiente
en el valle de Sorec no era para Sansón), y añade el texto “se enamoró de Dalila”, cuyo nombre significa
“coqueta, veleidosa, antojadiza, ligera, inconstante.
Dios requiere fidelidad en sus elegidos. Sansón era una vasija donde Dios había depositado su gloria. El
carácter sostiene la unción, como la vasija sostiene el aceite. La formación de un carácter fiel requiere:
Tiempo, Formación (pruebas) e Instrucción. Sansón perdió la visión, los filisteos le sacaron los ojos (Jue.
16:20-21).
El resplandor de Dios en Sansón no pudo brillar como estaba planeado. Sansón significa “pequeño sol”,
cuando sus padres le pusieron ese nombre, consideraron lo que el ángel les había dicho, y su hijo sería
entonces una luz de esperanza en medio de la crisis… Sansón no perdió la “visión” cuando le sacaron los
ojos, ya la había perdido, y juzgaba con sus ojos naturales.
El pecado de la presunción es confiar en sí mismo. Es interesante que Pablo le dijo a Timoteo: “ten
cuidado de ti mismo”, y Sansón “se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé”. Pablo por el
Espíritu dijo: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la
medida de fe que Dios repartió a cada uno”…
No podemos confundir: Poder con integridad. Unción con santidad. Bendición con aprobación, siempre
debemos depender de Dios. En la cárcel y ciego, Sansón reflexionó mucho, y la Carta a los Hebreos (Heb.
11:32) lo presenta como un héroe de la fe, pero su final fue triste. Dios nos guarde de nuestros propios
errores.
Reflexión final: Somos un plan de Dios, llamados para vencer, no podemos olvidar eso, es necesario
perseverar, permanecer fieles y permitir que Dios sea glorificado. Él ha prometido darnos con la
tentación juntamente la salida, ha prometido estar con nosotros, él nos ayudará a vencer, sólo requiere
de nosotros un corazón plenamente dispuesto para hacer Su voluntad, recuerda eres un propósito de
Dios.
En la historia podemos ver grandes conquistadores, vencedores en grandes batallas: Cesar el emperador
romano, Alejandro Magno rey griego, Napoleón Bonaparte emperador francés; Roma, Macedonia y
Francia se hicieron grandes en sus tiempos… y por eso ocupan un lugar significativo en la historia de la
humanidad, pero hoy estudiaremos acerca del más grande conquistador, del más poderoso y eterno:
Jesucristo nuestro Señor…
1. Cristo murió por nosotros, y la naturaleza reaccionó ante el horrible crimen. Muchas cosas ocurrieron
cuando Jesús murió, la creación reacciona ante lo que le sucede a su creador…
c. La tierra tembló,
e. Santos que habían muerto se levantaron… (hasta el mundo de los espíritus reacciona y se nota en el
mundo natural).
Jesús padeció todo lo que estaba sentenciado para nosotros. Él dejó su gloria (La Kenosis de Cristo)
haciéndose hombre para venir a salvarnos. La expresión “a quien mataron colgándole en un madero”
nos recuerda su padecimiento y muerte, que fueron únicos. Fue al corazón de la tierra tres días y tres
noches… Jesús es nuestro redentor, el pagó precio de sangre por nuestra salvación, por eso dijo: “el que
oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, más ha pasado de
muerte a vida” (Jn. 5:24), Jesús es quien nos ha librado de la más horrible condenación. A través de la
crucifixión y muerte de Jesús la humanidad ha recibido vida.
2. Cristo resucitó al tercer día, “A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a
todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y
bebimos con él después que resucitó de los muertos”, Hch. 10:40-41.
Cristo venció al diablo en la cruz, le quitó la autoridad que tenía, rompió las cadenas de esclavitud, vino
para despojarlo del poder con el cual oprime a muchas personas. Leamos 1 Jn. 3:8 (“El que practica el
pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para
deshacer las obras del diablo”), el término deshacer viene del gr. Luo y traduce además: desatar,
desamarrar, librar, soltar, poner en libertad, romper, derribar, poner fin a. Por eso, Jesús dijo: “la
liberación es el pan de los hijos”.
Cristo venció el Hades, pues no lo pudo retener. Cristo venció la muerte, pues resucitó. Hay religiones y
líderes con millones de seguidores, por ej: Confucio, Buda (Sidharta Gautama), y otros, pero ninguno de
ellos resucitó, al contrario sus sepulcros y varios lugares contienen restos de ellos… Pero el sepulcro de
Cristo está vacío, porque él resucitó y está a la diestra del Padre rodeado de gloria y majestad, y cómo
Cristo resucitó nosotros también, Cristo resucitó y ascendió y ésto es columna de nuestra fe.
3. Cristo ascendió al padre y vuelve, “Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos
que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”, Hch. 10:42-43.
Es necesario dar testimonio de Jesús, pues Cristo juzgará a los vivos y a los muertos, y sólo en él hay
perdón. Cristo viene a establecer su reino, y a restaurar todas las cosas. Su reino sobre la tierra, es lo
que Dios diseñó desde el Génesis, pero en el cumplimiento del tiempo será. Cristo es restaurador por
excelencia, restaura: familias, corazones, ministerios, matrimonios, etc.
El Espíritu Santo ha venido para dar testimonio de todas éstas cosas, “Mientras aún hablaba Pedro estas
palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso… los oían que hablaban en lenguas,
y que magnificaban a Dios.”, Hch. 10:44-46.
Cristo partió, pero no dejo solos a sus discípulos, no los dejó huérfanos, dejo al Consolador: el Espíritu
Santo, que da testimonio al corazón de los discípulos del Señor y manifiesta su poder ante el no
creyente, mediante milagros, sanidades, liberaciones, restauración y transformación de vida. El Espíritu
Santo prepara a la iglesia para su encuentro con el Señor.
Conclusión: Cristo venció la muerte, la enfermedad, la maldición, y está con nosotros para ministrar su
poder, y el Espíritu Santo da testimonio de su obra en medio de nosotros.
Sin duda, es una de las historias que llaman la atención de la Biblia: la mujer de Lot, se convierte en
estatua de sal. Poco a poco, después de vivir con su tío Abraham, Lot se acercó y llegó a vivir en Sodoma,
allí estableció su hogar, allí crecieron sus hijas, pero la vida de Lot era triste ante la pervertida conducta
de los habitantes de Sodoma y Gomorra (incluso en el capítulo 14 de Génesis). La decisión de
establecerse allí en Sodoma, fue una decisión equivocada y las consecuencias fueron dolorosas. Sin
embargo, Dios en su gran misericordia, envió ángeles para salvar a Lot y a su familia…
“Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta
llanura; escapa al monte, no sea que perezcas… Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y
se volvió estatua de sal”, Gén. 19:17, 26.
El pasado malsano debe quedar atrás, para bendición y salvación nuestra, de lo contrario los resultados
nos alcanzarán. Un triste ejemplo, lo vemos en la familia de Lot, específicamente su esposa, después de
recibir las instrucciones para salir de Sodoma y Gomorra, desobedece pues no debían mirar atrás, y
surge la pregunta ¿por qué lo hizo? La mujer de Lot seguía amando a Sodoma y Gomorra (ciudades
pecadoras a los ojos de Dios), estas ciudades son símbolo de la inmoralidad, de la perversión, de una
vida sin Dios.
La esposa de Lot, mira hacia atrás expresando su pesar por las ciudades y añorando lo que Dios quiere
destruir, y perdió su vida. Mirar atrás nos estanca, mirar atrás nos produce pérdidas, mirar atrás
produce dolor en la familia, mirar atrás expresa el anhelo de no abandonar el pasado que desagrada a
Dios. Es fundamental avanzar sin temor y sin mirar atrás, pues al otro lado hay un milagro.
Es fundamental para bendición y salvación de nuestra familia, desechar lo que nos afecte y haga daño a
quienes amamos. La familia de Lot sufre un dolor adicional, pues ya habían perdido todo lo material en
la destrucción de las ciudades, pero ahora se añade la pérdida de la esposa y madre (por una mala
decisión al desobedecer lo que el ángel había dicho), y sólo queda Lot y sus dos hijas. Nosotros debemos
confiar en Dios, porque hay salvación para nuestra familia.
(Puedes descargar GRATIS ahora y hasta el próximo martes 2 de agosto 2016 nuestro libro: “Elegido por
Dios a pesar de todo” Éste libro está basado en la interesante vida de Moisés, sus errores, virtudes,
fracasos, éxitos, su familia, su liderazgo, su poderosa comunión con Dios, etc. Es una vida llena de
enseñanzas y revelaciones sumamente útiles para nosotros hoy día. Por eso es un libro de motivación e
inspiración cristiana. Rico en reflexiones de vida que a la luz de la Biblia nos hará recapacitar en nuestro
propósito de existencia. Descargarlo gratis en: ELEGIDO POR DIOS A PESAR DE TODO).
Seguramente las costumbres aprendidas o vistas en Sodoma y Gomorra, llevan a las hijas de Lot a pecar
contra Dios, engañando a su padre: Gén 19:34-36 “El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo
dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con
él, para que conservemos de nuestro padre descendencia".
Las dos hijas de Lot concibieron de su padre”(Seguramente el incesto era práctica común en Sodoma y
Gomorra, y ahora nacen dos hijos: Moab y Amón, y éstos llegaron a ser pueblos que se convirtieron en
espinas para el mismo pueblo de Israel). Es algo que, aunque es fuerte, no podemos evitar: nuestras
decisiones marcaran nuestro destino.
Reflexión final: Dios envió a sus ángeles para librar a Lot y a su familia, porque ese es el deseo de Dios
salvar las familias. Él dio las instrucciones para evitar el juicio, pero a veces nuestra obstinación produce
dolorosos resultados. Pero, Dios nunca faltará con su misericordia, por eso acerquémonos
confiadamente ante el trono de su gracia, para hallar oportuno socorro. Sus brazos siempre están
abiertos.
(Recuerda hacer click en el título para ver el devocional completo) Debemos considerar la interesante
manera como el señor Jesucristo se presenta al comenzar su ministerio en Israel: “Jesús llegó a Nazaret,
donde había sido criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.
Le dieron el libro (el rollo) del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: "el
Espíritu del señor esta sobre mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha
enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en
libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del señor” Lucas 4: 16-19.
Aquí podemos ver la razón de ser de su ministerio en la tierra, así como el ministerio que él espera que
desarrolle su iglesia. Por eso salvación, sanidad, liberación y restauración fue lo que el Señor Jesús trajo
a la tierra de Israel y es también lo que sigue enviando a todas las naciones de nuestro paneta a través
de su iglesia.
Reflexionemos ahora por ejemplo en la frase: “A sanar a los quebrantados de corazón”. Palabras que no
nos hablan primero de una sanidad ante problemas cardiacos naturales (que con seguridad se dará
cuando el alma recibe restauración o liberación), sino de los quebrantos del alma o emocionales que
han afectado fuertemente la vida del hijo de Dios, son heridas del corazón o del alma.
Son situaciones causadas por momentos vividos desde el vientre de la madre, por ejemplo el rechazo del
bebe antes de su nacimiento, por que deseaban sus padres un niño y nace una niña, o quizá porque la
situación financiera es difícil, entre otras razones.
Éstas son situaciones cuyo origen espiritual es profundo, no pueden verse con nuestros ojos normales,
similares a la raíz del árbol que no puede verse, pero su función es de gran importancia, por ejemplo las
Sagradas Escrituras nos hablan de la raíz de amargura: “Busquen (Sigan) la paz con todos, y la santidad,
sin la cual nadie verá al Señor. Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna
raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados” Hebreos 12:14-15.
Debemos tener en cuenta que la restauración del corazón herido es no sólo la voluntad de Dios para el
ser humano, sino que es fundamental para vivir una vida que logra los planes del Señor y puede
disfrutar la plenitud de las bendiciones planeadas en el cielo para cada uno de los hijos de Dios.
Por eso abre el corazón y permite al Espíritu Santo de Dios que te muestre qué necesita ser sanado en el
corazón, sólo el Señor conoce lo más profundo de ti y sólo él tiene el poder para restaurar el corazón
que él mismo ha diseñado.
Oración: Señor te doy gracias por ser mi Creador y también mi sanador. Hoy expongo mi corazón ante tu
presencia y poder. Perdona Dios mío mis pecados y restaura Señor aquellas áreas de mi vida que han
sido lastimadas. Llena con tu amor todos los vacíos de mi vida, ayúdame a perdonar, comprender y
tolerar a quienes me han herido. Oro por ellos y te pido que tengas compasión de sus vidas, así como
tienes misericordia de la mía. Gracias Dios. Amén”.
25 de julio de 2016
Una gran virtud que vemos en Moisés es que durante los cuarenta años de camino por el desierto,
nunca pensó en volver a Egipto, nunca dijo: “volvámonos a la esclavitud, pues éste camino por el
desierto es muy duro”; él en los momentos más difíciles lo que hizo fue buscar a Dios, ésa fue su
fortaleza, él era un adorador, un apasionado por la presencia de Dios. Cuando el apóstol Pablo se
encontraba preso en la cárcel de Filipos con Silas, según Hch. 16:25, lo que hicieron fue adorar a Dios, no
murmuraron, ni se quejaron y tampoco pensaron en renunciar. Ellos siguieron adelante con la fuerza de
Dios…
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús”, Fil. 3:13-14.
La adversidad es parte del camino. Ante ella hay diversas reacciones: enfrentarla, negarla, huir de ella,
etc. Se requiere aquí una profunda decisión de no volver atrás, si queremos lograr o alcanzar algo
significativo, pues las cosas sin valor no requieren ningún esfuerzo, ni presentan dificultades. Podemos
encontrarnos con personas que tienen grandes talentos pero no logran grandes metas, pues les falta
perseverancia. Y vemos también el contraste, es decir personas cuya constancia los ha llevado a grandes
conquistas.
El apóstol Pablo perseveró a pesar de todo, como lo expresa el texto de hoy. Recordemos que Pablo
escribe ésta carta a los filipenses desde la cárcel. Es un cristiano que ha vivido naufragios, fue
traicionado, abandonado, apedreado, en peligro muchísimas veces, menospreciado por judíos y
discípulos, etc; pero no abandonó los caminos del Señor, ni su servicio a Dios. Su decisión de perseverar
hasta el fin fue firme, y lo expresa diciendo: “Prosigo a la meta” y así lo hizo, fue fiel a Dios hasta el fin de
sus días.
Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos
que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO.
Cabe destacar la frase: “olvidando lo que queda atrás”, es un ejercicio de la mente, y lamentablemente
muchas veces se recuerda con frecuencia lo que ha quedado atrás y que hoy no es útil, como heridas y
ofensas, desordenes de la vida pasada, antiguos novios (as), o anhelos del corazón que sabemos, no nos
hacen bien (los recuerdos del pasado deben ser un testimonio para la gloria de Dios).
Veamos un ejemplo en Israel, que camino a la tierra prometida, dijo: “Nos acordamos del pescado que
comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora
nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos ¿No nos sería mejor volvernos a
Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”.
Estos eran recuerdos y anhelos del alma, que expresaban su deseo de volver atrás, aunque era Dios
mismo quien los guiaba, y quien los había sacado con maravillas de la esclavitud egipcia.
La perseverancia es requerida en el Reino de Dios: “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el
arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”, Lc. 9:62. El arado era llevado por una yunta de
bueyes (dos bueyes), y el labrador ponía una mano en el arado y en la otra, la vara para empujar y
motivar a los bueyes, mirando siempre al frente, adelante, y así evitar que el surco quedara torcido. El
arado es símbolo de un caminar recto, de servicio al Señor, mirando al frente, de seguir a Cristo con los
ojos puesto en él (haciendo caso omiso de las fuentes de distracción y perseverando ante los obstáculos
del camino).
Reflexión final: Seguir a Jesucristo, ser un discípulo suyo, implica esfuerzo y perseverancia, pues los
obstáculos y oposición son parte del camino. Gracias a Dios, él ha prometido estar con nosotros todos
los días y multiplicar nuestras fuerzas como las del búfalo. Adelante, recuerda que las aflicciones
presentes, no son comparables con la gloria venidera.
23 de julio de 2016
A la luz del texto de hoy vemos una vez más, que es Dios quien viene al encuentro del hombre, en éste
caso es Moisés quien experimenta la visitación divina. Dios llega en el momento preciso para liberar a su
pueblo y también liberar a Moisés de sus miedos y complejos, que lo han tenido aislado y escondido en
el desierto por cuarenta años. Ya estaba casado, con hijos, con una profesión (pastor de ovejas), pero
Dios no lo había creado para vivir escondido, su condición era temporal, ahora comenzaría en su vida un
nuevo tiempo (los planes de Dios son grandes con cada uno, pues él no es pequeño)…
“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del
desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego
en medio de una zarza… y lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió:
Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra
santa es”, Éx. 3:1-5.
En ésta porción de la Escritura podemos ver algunas cosas muy importantes, por ejemplo:
1. Dios no es Dios de casualidades. Moisés llegó hasta Horeb, monte de Dios (Horeb significa:
desierto, desolado, soledad, montaña del terreno seco). Es aquí donde Moisés oye a Dios, y esto nos
recuerda la importancia del silencio, del retiro, de apartarse al secreto para oir a Dios.
2. Se le aparece Dios mismo en una llama de fuego en una zarza que no se consumía. Sin duda
alguna Dios sabe cómo llamar nuestra atención (pues era precisamente la zarza usada para alimentar el
fuego, pero a diferencia de lo normal, ésta no se consumía).
3. “Quita el calzado de tus pies”, los zapatos hacen referencia al caminar de Moisés (Sus pies sucios
quedan expuestos, los zapatos que lo habían llevado por otro camino debe quitárselos. Quitárselos
implica “despojarse de”, era también un momento para arreglar cosas con Dios).
“Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo… y he oído su clamor… he conocido sus
angustias, y he descendido para librarlos… y sacarlos a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche
y miel”, Éx. 3:7-8.
Moisés y el pueblo de Israel habían perdido la esperanza de libertad, de cambio de vida. Con frecuencia
el pensamiento del ser humano difiere mucho del pensamiento divino, aquí vemos que mientras ellos
pensaban en seguir cómo esclavos, Dios ya estaba dando inicio a su plan de liberación, por eso dice la
Biblia: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis pensamientos que los
vuestros”, por amor, no sólo los liberaría de la esclavitud, sino que los llevaría a una tierra buena y
ancha, tierra dónde fluye leche y miel, de las tierras conocidas, Dios los llevaría a la mejor. Dios tiene el
poder de cambiar y transformar todas las cosas.
Dios le recuerda a Moisés el llamado, le recuerda los planos celestiales diseñados para su vida: “Ven, por
tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”, (Éx.
3:10). Algo así como: “has sido diseñado para ser un libertador (no sólo de personas, sino además de
ciudades y pueblos, eres equipado con autoridad y señales sobrenaturales para liberar una nación, y era
necesario sacar a Moisés de su encierro de mente y de corazón. Dios quiere darnos la victoria sobre
nuestros miedos, para sacar a otros de su cautiverio.
Es interesante que Moisés debe volver al lugar de donde huyó, e ir a enfrentar la figura que temía: el
faraón (Moisés debía enfrentar sus miedos y con la ayuda de Dios vencer), pues no era posible sacar del
cautiverio a Israel, si primero él no salía del suyo. Moisés dirigía ovejas por el desierto, pero ahora debía
dirigir todo un pueblo a la tierra prometida, ahora él saldría del anonimato y se convertiría en un gran
instrumento para Dios, y para bendición de toda una nación.
Reflexión final: Dios nos creó a todos con un gran propósito, sin embargo por ofensas, heridas,
complejos, pecados o rebelión, aparece el estancamiento, los miedos, la auto condenación, etc. Pero,
Dios viene a tu encuentro a restaurar, a renovar y a recordarte tu diseño, fuiste creado para un gran
plan, avanza porque Dios está contigo.
21 de julio de 2016
LA PESCA MILAGROSA
Las dificultades en nuestra vida pueden producir desánimo, y son nuestras palabras las que expresan la
condición del corazón. Pedro había crecido a orillas del Lago de Genesaret (llamado también mar de
galilea), aprendió el oficio de pescador y conocía muy bien el lago. Notemos que estaban pescando de
noche ¿por qué? Porque de noche los peces se acercan a la superficie, pero en esa mañana, después de
pescar toda la noche no tenían nada…
LA PESCA MILAGROSA
“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado;
mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se
rompía” Lucas 5:4-6.
Creo que Pedro, como cualquiera de nosotros pudo haber pensaba muchas cosas, por ej: “Él es
carpintero, yo soy el pescador”, “Yo sé a qué horas es la pesca”, “Estamos cansados para intentarlo de
nuevo”. Pedro está pasando por un tiempo desfavorable. Ha sido una noche de trabajo difícil, sin
resultados, está cansado, no lleva nada para su familia… pero esa mañana Jesús llega justo al lugar
dónde están las barcas, estaban los pescadores lavando las redes, y entra a la barca de Simón (no era
una coincidencia), y desde allí enseñaba a la multitud, pero Pedro estaba desanimado, cansado y sin
resultados… Como a veces nos sucede.
Sin embargo en medio de la adversidad, el señor Jesús nos hace mirar hacia el futuro, y usa su palabra
para activar en nosotros la fe (Pedro dice: “…más en tu palabra echaré la red”). La fe es la certeza de lo
que se espera (futuro) y la convicción de lo que no se ve (presente), la fe nos lleva a vivir de manera
diferente en nuestro presente y a mirar nuestro futuro con esperanza.
Jesús ha estado enseñando, y uno de los oyentes era Pedro (quizá el que estaba más cerca en la barca
con Jesús), al terminar la enseñanza, Jesús le dijo: “boga mar adentro”, parafraseando: “no te quedes
aquí, vamos nuevamente…”. ¿Cuál era la diferencia, si de allá venían? Era la misma barca, el mismo lago,
las mismas redes, los mismos pescadores, la diferencia era que ahora Jesús estaba con ellos en la barca.
Algunas veces Dios permite que nuestras capacidades fracasen, para mostrar su poder (“encerraron gran
cantidad de peces”). Pedro era pescador, tenía la experiencia, las capacidades, el talento, pero el único
Todopoderoso es Dios, de él es toda la gloria.
Jesús transforma y restaura los sueños. El poder de Dios impacta el corazón de pedro, produciendo un
cambio profundo. La Biblia nos dice: “Cuando terminó… dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad
vuestras redes… Respondiendo Simón, dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada
hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red… y encerraron gran cantidad de peces, y su red se
rompía”, Lc. 5:8-10a. Ante éste milagro, Pedro cae de rodillas ante el Señor, reconociendo su condición
de pecador (el poder de Dios nos redarguye, la manifestación de Su presencia nos lleva a reconocer
nuestra condición y necesidad).
El Señor Jesús transforma nuestra visión de vida, “Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás
pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”, Lc. 5:10b-11.
Pedro era uno de los pescadores del mar de Galilea, dedicado a su oficio, seguramente su padre fue un
pescador toda la vida y Pedro tenía la misma visión.
Pero un día llegó Jesús y la vida de Pedro fue radicalmente transformada y recibe de Jesús el diseño de
Dios para su vida, y le dice en otras palabras: “Pedro hasta aquí ha llegado este periodo de tu vida, éste
ciclo se ha cerrado y comienzas uno nuevo, un nuevo tiempo, desde ahora serás pescador de hombres”
y recibe la más grande profesión, el más grande oficio, el mismo de Jesús…
Pedro pasa de las redes a la predicación, de los peces a los hombres, de lo poco a las multitudes, del
conocimiento teológico a la revelación del Espíritu, del anonimato a ser el líder del avivamiento en
Jerusalén (pentecostés); llegó a ser un poderoso apóstol en las manos del Señor, “del vulgo y sin letras”
a ser el escritor de dos epístolas de la Biblia: 1ª y 2ª de Pedro. Es lo que Dios puede hacer, cuando el
corazón humano se dispone en sus manos.
Reflexión final: Es necesario acercarnos a Dios con sencillez y confianza, con el deseo de ser guiados por
él. Eso significa que nuestro corazón debe tener una actitud enseñable y dejarse ministrar por el poder
de Dios, que nos convence y redarguye, que nos transforma en la medida que lo dejamos actuar.
14 de julio de 2016
“Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del
ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía
algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez
las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos”,
Mr. 8:22-25.
Consideremos inicialmente la vida del ciego. No sabemos cuánto llevaba así, ni el origen de su
enfermedad, lo más seguro es que era un mendigo, quizá no tenía familia ni trabajo, y si era levita no
podía ser sacerdote. Él dependía de otros, y convivía con miedos ante una total y continua oscuridad.
Caminar a ciegas es muy difícil. Su capacidad productividad era casi nula.
En el Antiguo Testamento los asirios, amonitas, filisteos, babilonios sacaban los ojos a sus prisioneros de
guerra; el cautiverio y la ceguera van de la mano, por ej: Sansón, quien fue llevado preso por los filisteos
y le sacaron los ojos.
La Biblia denuncia la ceguera espiritual: 2 Cor. 4:4, por la obra del diablo, por la religión (la ley de
Moisés tergiversada por ej, Jesús le dijo a los fariseos “ciegos, guías de ciegos”. Recordemos que Jesús
dijo: “es necesario nacer de nuevo, para ver el Reino de Dios” y ver viene del griego "eído" que traduce
además: conocer, entender, saber cómo hacer. Los amigos del ciego conocían el poder de un toque de
Jesús (“le rogaron que le tocase”).
Dios es soberano y eso significa: Dueño, Señor, quien tiene todo el poder, autoridad absoluta (Dios hace
cómo él quiere impulsado por su amor, él es la máxima autoridad de la creación visible e invisible). Dios
hace cosas que nos sorprenden y otras que no entendemos, pero él sabe lo que hace (En éste caso: lo
llevó fuera de la aldea, escupe en sus ojos, y luego impone sus manos…).
Éste milagro ocurre en dos fases o etapas (Esto nos habla de proceso, nos habla de niveles y podemos
ver tres aquí: visión nula, visión media y visión óptima). Jesús impone por segunda vez sus manos (es
una nueva ministración, por eso no debemos renunciar sino perseverar, porque llegará el día cuando el
velo se rasgará y veremos la gloria de Dios, llegará el día cuando brillará la luz de Cristo en tu casa.
Por eso, también dice la Escritura: “más la senda del justo es cómo la luz de la aurora va en aumento
hasta que el día es perfecto, más los impíos no saben en que tropiezan”.
“Fue restablecido”, restablecer del término griego "apokadsítemi" que traduce además: restituir,
devolver, reponer, restaurar (es una acción que conduce a la sanidad o restauración completa de algo
que ha sido dañado). Cuando nos acercamos a Jesús comienza la restauración (Cómo le sucedió al
ciego).
Su vida fue restituida: visión, familia, sociedad, templo, propósito de vida, su más grande satisfacción:
ver a Jesús, ser tocado y transformado por su poder.
Jesús dijo: “los limpios de corazón verán a Dios”… Tal vez la maldad ha distorsionado nuestra visión y
esperanza en Dios, tal vez le hemos dado lugar al enemigo para dañar nuestra esperanza del futuro,
pero él es real y fiel.
Reflexión final: A veces no logramos discernir las circunstancias de nuestra vida, o no podemos ver de
manera clara el diseño de Dios, y el potencial que Dios ha puesto en nosotros está limitado. En otras
ocasiones, durante el proceso del milagro (sanidad, liberación), aparece la fatiga o decepción, y
requerimos de Dios nuevas fuerzas para continuar. Pues Dios viene con restitución, Dios viene a
transformar nuestra condición, él es poderoso para transformar y restaurar todas las cosas según su
soberana voluntad y poder.
9 de julio de 2016
Las circunstancias del rey David: su hijo Absalón quiere quitarle el trono. Absalón es el tercer hijo de
David, mató a su hermano Amnón (pues éste violó a su hermana Tamar); preparó un complot contra su
padre para convertirse en el rey de Israel. Absalón representa a aquel familiar o persona cercana que
nos decepciona o causa dolor. La batalla que David enfrenta ahora, es la más grande de su vida…
“Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies
descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando
mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón.
Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de Ahitofel”, 2 Sam. 15:30-31.
David enfrentó a Goliat, vivió la persecución del rey Saúl, enfrentó en muchas ocasiones a los ejércitos
filisteos, a muchos enemigos, pero nunca planeó pelear contra su propio hijo, nunca esperó que su
propio hijo lo traicionara. No sólo era una batalla más, era una profunda crisis personal y familiar. El
hacer la voluntad de Dios, no significa ausencia de obstáculos en el proceso, lo que Dios si nos asegura
es que estará con nosotros todos los días hasta el fin. El rey David vivió momentos difíciles, al final Dios
lo fortaleció y ayudo…
La estrategia del rey David ante la batalla, fue la adoración, fue buscar a Dios. Sube a los olivos. Llamado
el monte de los olivos por la abundancia de éstos allí. Requiere esfuerzo subir. El árbol de olivo simboliza
fortaleza, abrigo y bendición. El monte de los olivos fue un lugar preferido por Jesús, allí enseñaba a sus
discípulos (revelación), allí oraba (comunión), allí se fortaleció en oración (renovación) para ir a la cruz.
Es interesante cómo subía el rey David: “llorando” indica el dolor de su corazón por la traición de su hijo,
y las consecuencias de ésta batalla, “con la cabeza cubierta”, “con los pies descalzos” como los
prisioneros de guerra, “Todos iban llorando mientras subían” a veces toca subir así, a veces los nuevos
niveles que Dios tiene para nosotros están precedidos de un difícil ascenso…
El rey David se entrega a la adoración (Vrs. 32). “…David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a
Dios, he aquí Husai arquita le salió al encuentro…”. La Biblia nos enseña esto una y otra vez:
fortalezcamos nuestras fuerzas adorando al Señor, contemplemos Su grandeza, en vez de detenernos a
mirar los problemas.
Husai significa “que se apresura”, siervo incondicional de David, que se identifica con la condición del
Rey, que se apresuró a buscarlo y manifestarle su apoyo, éste hombre sería instrumento para la
posterior victoria. Mientras adoramos, Dios se ocupa de nuestra situación y nos bendice.
La “Cumbre” nos habla de la cima, de la parte más alta del monte, alturas, allí se construían las
fortalezas, lugar de protección. La adoración es cobertura, es protección, Dios se levanta a tu favor. La
Biblia enseña que David cantó el Salmo 3en éste difícil tiempo, y allí expresó: “Mas tu Jehová, eres
escudo alrededor de mí; mi gloria y el que levanta mi cabeza, clamé a Jehová y él me respondió…”.
Las crisis deben empujarnos a fortalecer nuestra vida de oración. El aliado de Absalón, Ahitofel significa:
hermano de hablar necio, locura, ruina, necedad. Era un consejero del rey David, pero ahora es
consejero de Absalón, y David que hace? Ora. Ante las adversidades, debemos crecer en oración.
David fue empujado por los problemas hacia éste monte. Dios sabe que cosas debemos enfrentar, Dios
no evitó la cruz para Jesús, pero lo fortaleció para enfrentarla, y luego le dio un nombre sobre todo
nombre, lo exaltó hasta lo sumo. En éste monte (circunstancia o momento), Jesús y David sembraron
lágrimas, pero ambos alcanzaron la victoria. Finalmente Absalón muere, Ahitofel se suicida y David
vuelve a reinar, Dios le da la victoria.
Reflexión final: Dios nos recuerda la manera de enfrentar las crisis, los problemas, las decepciones,
aquellas circunstancias que nos decepcionan o causan dolor… adora a Dios, elévate por encima de las
dificultades a través de tu comunión con Dios, como las águilas, que cuando viene la tormenta se
levantan por encima de ella.
7 de julio de 2016
Al comenzar su reinado, Uzías tomó la firme decisión de ir en pos de Dios. La palabra persistir aquí nos
enseña que durante ése tiempo el rey Uzías vivió para buscar a Dios. El vrs. 5 nos dice que el rey Uzías
“persistió”, la raíz de éste término hebreo significa: respirar; ser (en sentido de existencia), acontecer,
llegar a ser, existir. Así pues, Uzías existía para buscar a Dios, era su pasión, era la razón de vida en su
juventud y llegó a hacerse altamente poderoso. Buscar a Dios debe ser un estilo de vida…
EL REY UZÍAS - devocional
“… De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén... E
hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. Y
persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que
buscó a Jehová, él le prosperó”, 2 Crónicas 26:1-5.
Buscar a Dios ¿qué significa aquí? No podemos negar que ésta es una frase casi de moda. Pero vamos un
poco más allá, a la luz del texto leído. El término hebreo usado aquí para buscar, traduce además:
indagar, consultar, preguntar, requerir, frecuentar, pisar, seguir. Es pues, ir en pos de Dios mismo y
conocer todo lo posible acerca de él. Él término hebreo es "darásh" y en algunos pasajes se traduce
adorar.
Procuremos caminar con otros buscadores de Dios. Zacarías era un profeta (vidente). Su nombre,
Zacarías significa: Dios se ha acordado, el Señor ha traído a memoria. Por supuesto, Dios no olvida nada,
y nada se le pasa por alto, pero Zacarías era un hombre de intimidad con Dios, era un hombre que atraía
la mirada de Dios. Cómo profeta del Señor, su oído estaba desarrollado y ejercitado para discernir la voz
del Altísimo.
Zacarías era entendido en visiones. Esto significa que hacía distinción, separaba, comprendía, era un
hombre prudente, inteligente por la sabiduría que de Dios tenía, había sido adiestrado, capacitado en lo
profético. Al moverse en un ambiente profético, es decir del Espíritu, veía en el espíritu, es importante
tener en cuenta que dice: “entendido en visiones de Dios” (no eran las de él, eran las que Dios le
permitía ver). Por esa pasión por Dios, Zacarías inició a Uzías en los caminos del Señor.
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enfrentar y superar las crisis”. Una herramienta para vencer aquellas etapas difíciles que en la vida
encontramos. En éste texto hallarás temas como: Detrás de todo problema hay una gran oportunidad –
Las adversidades nos ayudan a crecer – Principios fundamentales para enfrentar y superar la crisis –
Cada crisis es un desafío para nuestro carácter – La valentía de un líder se evidencia en las crisis, entre
otros. Adquiérelo gratis ahora, has click aquí en: “CÓMO ENFRENTAR Y SUPERAR LAS CRISIS”).
La visión de Dios va de la mano con el conocimiento de la Escritura. El 1 de Samuel 3:1, dice así: “El joven
Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no
había visión con frecuencia”.Cuando hay escasez de la Palabra de Dios, hay escasez de una correcta
visión de Dios. Cuando hay escasez de Su Palabra, los caminos por donde andamos son oscuros, pues la
Escritura dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”.
La prosperidad es integral y la quiere Dios para sus hijos, el texto que leemos dice: “en estos días que
buscó a Jehová, él le prospero”, aquí el término hebreo usado para prosperar estsaleaj que significa
también: triunfar, prosperar, ser efectivo. Al ver la vida de Uzías vemos que Dios lo prosperó de manera
integral: creció espiritualmente, venció a sus enemigos, edificó ciudades, tuvo muchos ganados y una
extensa agricultura, y un gran ejército armado con lo mejor y más avanzado del momento.
Al observar la Escritura, vemos que los buenos reyes fueron aquellos que buscaron a Dios, y estos reyes
piadosos fueron prósperos en todo. El rey Uzías, un día abandonó la decisión que había tomado (buscar
a Dios), y su corazón se rebeló contra Dios, y este fue el motivo de su ruina: “Mas cuando ya era fuerte,
su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios” (2 Crón. 26:16). Dios nos
bendice por buscarlo, pero la bendición no debe ser la prioridad, amar y seguir a Dios es lo más
importante.
Reflexión final: Después de la salvación, el don más preciado que el hombre puede tener, es un corazón
cuya satisfacción sea buscar el rostro de su Dios; después de la preciosa sangre del Cordero de Dios, la
mayor bendición y privilegio de un hombre es mantener una buena comunión con su Dios.
Israel buscaba justicia por sus propios medios y desechó el modelo de Dios por su gracia, por tanto no se
sometieron a la justicia del Señor, de manera que sus corazones se endurecieron. No seguir el camino de
Dios, es emprender el nuestro y éste camino siempre dejará insatisfacción, decepción y dolor.
(No responder al llamado de Dios trae tristes resultados) Cuando alguien decide seguir su propio
razonamiento, desechando el consejo y diseño de Dios, el resultado es dureza de corazón, ceguera,
aturdimiento y confusión. Se pierden las bendiciones de la mesa, hay caídas frecuentes en el camino y
fatiga ante el trabajo estéril.
Vemos una vez más la soberanía y poder de Dios para transformar una dificultad en una gran victoria.
Una adversidad en las manos divinas es transformada en una herramienta para el logro de los planes
del Señor.
Pablo usa palabras como “las primicias… y la raíz” para referirse a Abraham, Isaac y Jacob. La masa y las
ramas hacen referencia al pueblo de Israel que salió de los lomos de los patriarcas. Son santos, esto es
escogidos, separados para Dios.
Los gentiles han sido injertados en el olivo genuino y participan de la rica savia del olivo. Pero esto no
debe producir orgullo y jactancia ante las otras ramas, pues es la raíz la que sostiene a las ramas, no seas
orgulloso, ya que así como Dios no perdonó a las ramas originales, tampoco te perdonara a ti.
Bondad y severidad de Dios, Romanos 11:22-24.
El apóstol Pablo anima al gentil a permanecer en la bondad de Dios, esto es mantener la fe y un corazón
obediente, pues el Señor cuida de aquellos que en él confían. Lo contrario hará que Dios corte la rama
orgullosa y autosuficiente. Poderoso es Dios ante la fe de los israelitas para volver a injertarlos en el
buen olivo pues son las ramas naturales. Dios es bueno y siempre está dispuesto para restaurar.
16 de mayo de 2016
La consagración a Dios es fundamental, Romanos 12:1-2. Las palabras de Pablo nos recuerdan cuando
los judíos presentaban sus sacrificios al Señor, ahora en Cristo debemos presentar nuestro cuerpo a Dios
para hacer su voluntad, por eso dice “vivo, santo y agradable a Dios”.
El cristiano es llamado a una transformación que se alcanza mediante la renovación del entendimiento o
mente. Acción que se logra a través de la Palabra de Dios, la obra del Espíritu Santo y la disposición del
creyente. Dios mismo ha puesto la mente de su Hijo en nosotros (“Más nosotros tenemos la mente de
Cristo” 1 Corintios 2:16) y debemos procurar el crecimiento y fortalecimiento de ésta en nosotros.
El resultado será palpable al desarrollar la capacidad para discernir entre el bien y el mal, y la habilidad
de Dios en el creyente para descubrir y elegir la buena, agradable y perfecta voluntad del Señor, y es en
éste camino donde el hijo de Dios experimentará un sobrenatural respaldo de Dios en su vida.
Todos los nacidos de nuevo en Cristo somos miembros de un solo cuerpo: la iglesia, y cada miembro
recibe la vida de Cristo y todos nos pertenecemos y necesitamos mutuamente, así como en el cuerpo
natural todos los miembros son importantes.
Dios asigna o delega dones en cada uno de los miembros del cuerpo para desarrollar un servicio o tarea
específica para bendición o edificación del cuerpo. Por esto nos necesitamos los unos a los otros.
En los siguientes versículos Pablo enumera una serie de actitudes y virtudes que debe desarrollar y
ejercer el hijo de Dios, como llamado por Dios a ser cristiano debe vivir como tal:
Diligentes en el servicio.
La palabra del Señor nos enseña una y otra vez la importancia de perseverar en el clamor a Dios. En una
de sus giras evangelísticas el Señor Jesús sanó a dos ciegos que vivían en la ciudad de Jericó.
La Biblia nos enseña que estos dos hombres ciegos clamaron con perseverancia al Señor, a pesar de su
triste y limitada condición. Aquella fuerza y constancia los llevó a superar diversos obstáculos para lograr
llegar ante la presencia del Señor Jesús, y alcanzar de esta manera el milagro para su vida.
Nos dice la Escritura en el Evangelio según San Mateo 20:32-34 “Deteniéndose el Señor, los llamó y les
dijo: ¿Qué queréis que os haga? Entonces le respondieron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y ellos recibieron la vista enseguida, y le siguieron”.
Debemos tener en cuenta que ellos tuvieron que superar varios obstáculos, por ejemplo: una gran
multitud que seguía al Señor Jesús. La Escritura nos dice además, que los discípulos procuraron hacerlos
callar (pues estaban generando “ruido”), y seguramente pidieron ayuda pues sus ojos nada podían ver.
A pesar de todo esto, estos hombres se esforzaron y lograron captar la atención del Señor Jesús, él se
detuvo, los llamó y les restauró su visión. Este milagro nos enseña y recuerda que no debemos renunciar
ante las dificultades, más bien debemos perseverar y orar; aunque los obstáculos sean varios y diversos,
el Señor Jesucristo es fiel, él escucha nuestras oraciones y responde de maneras sorprendentes.
Gracias a Dios por todo lo que hasta aquí ha hecho, sin embargo, debemos tener en cuenta que él quiere
hacer muchas más, por tanto permitamos que él venga con su poder y gloria a todas las áreas de
nuestro corazón, y se manifieste como él quiera.
La palabra del Señor nos dice en el Libro de Jueces 6:12 que “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le
dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”.
En otras versiones bíblicas dice: “valiente guerrero”, palabras del Señor a Gedeón, pero el contexto de
este versículo nos enseña que el corazón de Gedeón estaba lleno de miedo, y precisamente por eso
andaba y vivía de manera oculta (según Jueces seis).
A pesar de su batalla con el miedo, Gedeón es visitado por el Señor, y le promete su respaldo y
compañía, Dios le asegura una gran victoria sobre sus enemigos madianitas. Lo más importante no sería
sus fuerzas y capacidades humanas, sino la presencia y poder de Dios con él.
La palabra de Dios nos enseña que el poder del Señor fue con él de tal modo, que con sólo trescientos
hombres Gedeón logró derrotar a un inmenso ejército, del cual nos dice la Biblia que “eran como
langostas en multitud, y sus camellos innumerables como la arena de una playa”.
No importa el tamaño del enemigo, sino el poder de Dios con nosotros. No importa cuántos obstáculos
hay por delante, lo más importante es contar con la presencia de Dios a nuestro lado.
Es muy interesante ver que la palabra de Dios presenta a Gedeón como un héroe de la fe, según la
Epístola a los Hebreos 11:32 pues ésta nos dice:
“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de
David, así como de Samuel y de los profetas”.
De esta manera, podemos concluir que no importan las limitaciones o temores, lo más importante de
todo es que el Señor esté con nosotros, su presencia marca la diferencia. Finalmente, Gedeón logró
superar sus temores cuando decidió creerle a Dios.
A través de las Sagradas Escrituras podemos ver que Dios ha delegado en ti un gran potencial, es decir,
él ha puesto capacidades sobrenaturales en tu vida, y es por eso que sueñas en grande, hay un
obstáculo a superar y es el miedo. El antónimo del miedo es la confianza o fe en Dios, por eso, persevera
y avanza, el Señor está contigo, y eso es lo más importante.
La palabra del Señor nos enseña en el primer libro de Samuel, que cuando aquel gigante llamado Goliat
desafiaba al ejército de Israel para que fuese enviado un guerrero para hacerle frente, todos tenían gran
temor del gigante filisteo.
El miedo gobernaba al ejército israelita, desde el rey Saúl hasta llegar al último de los soldados hebreos.
Aquel miedo no les permitía creer y confiar en el poder de Dios, y por lo tanto no pudieron ser usados
por el poder del Señor para provocar la caída del aquel gigante. La fe en Dios y en su poder es una
poderosa arma que el pueblo del Señor debe ejercitar continuamente.
Nos dice la palabra de Dios en el Libro de Proverbios 29:25 “El temor del hombre pondrá lazo; más el
que confía en Jehová será exaltado”. Entonces, el miedo es como un lazo o cadena que impide al
cristiano avanzar.
Según nos enseña el primer libro de Samuel, aquel joven llamado David, hasta ese momento
desconocido, le hizo frente al gigante, pues él estaba confiado en el poder de Dios y por eso logró
derrotar al filisteo y alcanzó una gran victoria para el pueblo de Dios.
La fe de David la vemos expresada, por ejemplo, en la frase: “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a
mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de
los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”.
El miedo debe ser desplazado por la fe en Dios; el miedo es un gran obstáculo o gigante que puede
hacer retroceder a reyes y aún a ejércitos completos. Pero la fe en el poder del Señor logra grandes
conquistas, y supera los más poderosos gigantes.
Debemos tener presente como nos enseña la Biblia, que el Señor no nos ha dado espíritu de cobardía o
timidez, sino de poder, amor y dominio propio. Por eso, avanza sin miedo, el Señor está a tu lado.
Recuerda, una persona valiente es aquella que avanza a pesar de sus miedos y fracasos del pasado, es
una persona confía en Dios y en su poder. También nos dice la Escritura: “Todo aquel que en él creyere,
nunca será avergonzado”.
Dios se manifiesta en el momento preciso
Ante ciertas dificultades y en diferentes tiempos de nuestra vida podemos llegar a pensar que el Señor
Jesús se ha olvidado de su propósito y que quizá estamos fuera de su cuidado y mirada, ante la
adversidad y las crisis podemos pensar: ¿Si el Señor está con nosotros por qué se demora en hacer su
obra? ¿Por qué no veo las respuestas de Dios en mi vida? Entre otras cosas.
En otras etapas de nuestro caminar por esta tierra podemos caer en el conformismo y adaptarnos a
sobrevivir simplemente, y por eso la persona puede renunciar a sus sueños, y tal vez llegue a la
conclusión de que los propósitos divinos son grandes y muy exigentes, y que no es posible alcanzarlos.
Sin embargo, la palabra del Señor nos enseña que nuestro Dios tiene el poder y gobierno de todas las
cosas, él es Todopoderoso para cumplir sus propósitos, su tiempo es perfecto, así como sus diversas
maneras de hacer las cosas.
La palabra de Dios nos enseña en el Libro de los Samos capítulo 31:14-16 “Mas yo en ti confié, oh Jehová;
yo dije: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis
perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo. Sálvame por tu misericordia”.
Como podemos leer, el salmista está confiado en el Señor, en su cuidado y poder, él conoce
perfectamente que el Señor sabe muy bien lo que hace, sabe que nuestros tiempos están en las manos
de Dios.
Con frecuencia, podemos llegar a pensar o concluimos que desde el tiempo de los seres humanos, el
Señor se está demorando con cierta respuesta, pero Dios sabe qué hacer, cuándo y cómo. Él es bueno, y
todo o hace en el mejor tiempo, todo lo hace perfecto y para nuestro bienestar.
Nuestro Dios tiene todas las cosas en sus manos, nunca se tarda, así como tampoco se anticipa, él sabe
cómo y cuándo hacer su maravillosa obra.
Nosotros debemos seguirle y amarle con todo el corazón, adorar y servir en su Nombre, debemos
confiar en su cuidado y poder. La bendición plena se hace manifiesta cuando caminamos con Dios, y
aprendemos a confiar y esperar en él.
Sin lugar a dudas, hemos visto a través de la televisión en muchas ocasiones a hijos adolescentes de
personas famosas o hijos de familias muy ricas, siendo arrestados, tal vez encarcelados o quizá
formando parte de bochornosos escándalos o disturbios públicos.
Como podemos ver, estos hijos lo han tenido todo desde el punto de vista económico; pero,
lamentablemente no han tenido padres presentes que les hayan acompañado en su crecimiento y
formación.
Podemos más bien concluir que son hijos que han sido lastimados, abusados, rechazados o consentidos
en exceso. Pero, la palabra de Dios nos enseña que el Señor desea familias sanas y restauradas. Dios es
quien nos ayuda y guía en medio de las crisis, aun en las dificultades y problemas de familia.
La palabra de Dios nos dice en el Evangelio según San Lucas 1:5-7 que:
“Hubo en los días de Herodes (el Grande), rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de
Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón, cuyo nombre era Elisabet.
Los dos eran justos delante del Señor, y se conducían irreprensibles en todos los mandamientos y
preceptos de Dios. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada”.
Zacarías y Elisabet tuvieron que vivir la frustración de no poder tener hijos. Pero, debemos tener en
cuenta que cuando el Espíritu de Dios dirige el hogar o matrimonio, él trae unidad y fortaleza ante los
diversos problemas y crisis en el hogar.
Sin duda, para esta pareja, Zacarías y Elisabet, fue seguramente muy difícil recibir y aceptar el hecho de
que no podían tener hijos. Era para los judíos, tener hijos una señal de bendición de Dios; pero, vemos
además que ellos no se culparon el uno al otro, tampoco usaron ésta situación para divorciarse. La crisis
no fue para ellos una ocasión para ofenderse ni lastimarse.
No podemos negar, que ellos seguramente vivieron momentos difíciles y críticos, tiempos de
impotencia, pero ellos utilizaron la poderosa arma del perdón y la oración, por eso perdona y pide
perdón, esto es poderosamente sanador y mantiene unido el hogar.
La palabra de Dios nos enseña desde el comienzo hasta el final que la unidad en la familia implica
perdón y tolerancia. Llénate de Dios y ora por tu hogar. El Señor hará cosas maravillosas en tu familia.
Pues, al final ellos recibieron su milagro, pesar de todo, les nació un hijo, Juan el Bautista, para la gloria
de Dios.
Este hombre siempre se hacia fuera del templo. Esta puerta llamada la
Hermosa, probablemente la puerta donada por Nicanor, judío rico de
Alejandría, hecha en el costoso bronce de la ciudad de Corinto, que
superaba en valor todas las demás, teniendo en cuenta que la mayoría de
las puertas del templo estaban recubiertas con partes de plata y oro.
Podemos ver en esta puerta un límite para este hombre, la puerta le decía
hasta donde podía llegar. Además sus pies le impedían seguir adelante,
hay muchas cosas que nos pueden impedir caminar bien con el Señor.
Todo esto debemos llevarlo delante de la presencia de Dios, y lo torcido
será enderezado y lo enfermo será sanado.
“Pedro, con Juan, finado en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les
estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Más Pedro dijo: No tengo
plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda… Pedro dijo: En el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda…”. Hechos 3:4-7.
Con razón dice la palabra de Dios en el Libro del profeta Isaías 45:22,
“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy
Dios, y no hay más”.
Reflexión final: Todo es posible para el Señor Jesucristo. Ante ciertas crisis
y adversidades, con facilidad, podemos desviar nuestra mirada de Dios, y
nos conformamos con sobrevivir.
Sin embargo, la palabra de Dios nos anima a ver un problema como una
oportunidad; las crisis deben impulsarnos y acercarnos a Dios, cuando
confiamos en él y esperamos su tiempo, él hará grandes cosas y nosotros
alabaremos su Nombre poniendo en evidencia sus milagros y
transformación en nuestra vida.
Al ver aquellas grandes cosas que Dios hizo con ellos, podemos concluir
que: “Dios es tan grande en cada uno de nosotros, como pequeño
hagamos nuestro ego”. Por eso, permitamos al Señor cumplir su voluntad
en y con cada uno de nosotros. Siempre será éste el mejor camino, y la
mejor manera de adorar a Dios.
Un caso contrario y que nos permite ver los resultados de ir en contra de
la dirección de Dios es el ejemplo del profeta Jonás.
La palabra del Señor nos dice en el Libro de Jonás 1:1-3 que “Vino palabra
del Señor a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a la ciudad de
Nínive, la cual es grande, y proclama contra ella; pues ha subido su
maldad delante de mí. Entonces Jonás se levantó para huir de la presencia
de Jehová Dios a la ciudad de Tarsis”.
En la vida nos damos cuenta que cada uno de nosotros toma sus
respectivas decisiones, y escoge el camino a seguir ante la dirección de
Dios. En este caso, el profeta Jonás decidió no ir a la ciudad de Nínive
(ésta era la capital del imperio de Asiria), lugar a donde el Señor lo estaba
enviando.
La Biblia nos dice que el profeta huyó a la ciudad de Tarsis (estas son
tierras lejanas del mediterráneo). Debemos tener en cuenta que Jonás
tenía varias alternativas, él podía quedarse en la tierra de Israel, ir a
Nínive, o huir.
La Escritura nos dice que él decidió finalmente no obedecer la dirección de
Dios, y luego tuvo que enfrentar los tristes resultados de ir en el sentido
contrario a la dirección de Dios.
Una cosa que debemos tener en claro, es que nuestra vida debe ser
coherente con la fe que profesamos. Tristemente, el profeta Jonás no dio
un buen testimonio de su fe ante los marineros. En diversas ocasiones nos
ocurre lo mismo, y esto es algo que debemos evitar. La Biblia nos enseña
que finalmente el profeta Jonás se arrepintió en el vientre de un gran pez.
Cada día como hijos de Dios, debemos crecer en una poderosa verdad, y
es que somos llamados a hacer la voluntad de Dios, y esa obediencia
traerá como resultado poderosas bendiciones para todos; como
embajadores de Cristo hemos sido comisionados para llevar su mensaje, y
nuestra vida debe ser un testimonio de la vida de Cristo en nosotros.
Sí hemos cometido errores o pecados, este es el tiempo de volver a Dios,
y hacer lo que es correcto delante de sus ojos. Él mismo nos ayudará,
porque sin duda, seguir la dirección de Dios es lo mejor.
Sermones 2021. Sermón: Hay vida en abundancia para aquel que sigue a
Dios.
Debemos tener en cuenta que la palabra del Señor comienza enseñándonos sobre el árbol de la
vida, y además nos dice que junto a él estaba el árbol del bien y del mal. Estos dos árboles nos
recuerdan la realidad de que siempre estamos tomando decisiones, y de que éstas determinan
nuestro futuro.
Lastimosamente, Adán y Eva desobedecieron al Señor al tomar una decisión equivocada. Aunque
tenían la palabra del Señor al respecto, se dejaron llevar por sus propios anhelos. Pero, hay vida
en abundancia para aquel que sigue a Dios. Es fundamental, que permitamos que la palabra de
Dios ilumine nuestras decisiones y guíe nuestro camino, como dijo el salmista:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” Salmos 1019:105.
Aunque el primer Adán falló, la Biblia misma nos enseña que el postrer Adán, quien es Jesucristo
mismo, vino a restaurar lo que había sido dañado, él vino a darnos vida en abundancia. Ante el
nuevo nacimiento, el Señor Jesucristo viene a vivir en nosotros y por eso es posible la victoria, y
por Cristo en nosotros es posible hacer la voluntad de Dios.
La Biblia y la vida cristiana misma nos enseñan que el verdadero gozo lo alcanza el cristiano
cuando hace la voluntad de Dios, y por supuesto, esto se debe a que es también el gozo del Padre
celestial. Recordemos que ante la obediencia del Hijo, el Padre dijo de Jesús: “éste es mi hijo
amado, en el cual tengo complacencia”, es decir, la vida del Hijo era agradable al Padre celestial.
La palabra del Señor nos dice en el Libro de Apocalipsis 2:7 “El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en
medio del paraíso de Dios”. Hay recompensa para el vencedor, y en este caso tendrá el privilegio
del disfrutar el árbol de la vida.
A esta misma iglesia el Señor le dijo: “Tengo contra ti que has dejado tu primer amor”, entonces,
Dios anima a su iglesia a derrotar la apatía, la indiferencia, la religiosidad y la tibieza espiritual, y
en este caso la obra del Espíritu Santo es fundamental. El Espíritu Santo es también Espíritu de
vida, que nos impulsa a seguir a Dios. La misma Escritura nos enseña repetidamente, que sólo hay
vida en abundancia para aquel que sigue a Dios y su buena voluntad.
El antónimo de la vida es la muerte, y el antónimo de la abundancia es la ruina y el fracaso, y es
precisamente lo que el diablo quiere traer a la iglesia del Señor. Sin embargo, con la fuerza, poder
y autoridad del Señor Jesús debemos y podemos alcanzar la victoria sobre el doble ánimo, la
pereza, el frío espiritual, el desánimo, entre muchas otras cosas.
Así, como el árbol de la vida estaba en medio del paraíso de Dios, Cristo debe ser nuestro centro y
razón de vida. Dios desea habitar en medio de su pueblo y fortalecer con su poder, vida y libertad
a cada uno de sus hijos. Recordemos que el Señor Jesús vino a darnos vida y vida en abundancia,
por el contrario, el diablo vino a matar, hurtar y destruir.
Vemos entonces, que es fundamental caminar en amor a Dios, y procurar su presencia, esto hace
todas las cosas diferentes. Aquellos que en la Biblia caminaron con Dios, fueron precisamente
quienes marcaron la historia de la fe, y con sus vidas honraron al Señor.
Por eso, camina con Dios y él se manifestará con poder a través de ti. Recuerda, hay bendiciones
y vida en abundancia para aquel que sigue a Dios.
Sin lugar a dudas, una actitud correcta es comienzo de la verdadera adoración. Nos dice la Biblia
en el Libro de Apocalipsis 1:9-11
Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las
siete iglesias que están en Asia: A Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y
Laodicea”.
Como leemos en este pasaje bíblico el apóstol Juan había sido desterrado a la isla de Patmos por
predicar el evangelio. Esta pequeña isla era usada como penitenciaría por el imperio de Roma, era
un terreno desértico y rocoso, sin arroyos de agua, sin árboles, ni tierra fértil, excepto por algunas
pequeñas y pobres parcelas.
En aquel difícil lugar, Juan estaba en adoración y en el Espíritu, escucha la voz del Señor
Jesucristo, enseñándonos que a veces Dios tiene para nosotros las más grandes y ricas enseñanzas
en los lugares menos hermosos y más pequeños, según nuestra propia opinión. Esto es parte del
poder de la adoración.
Debemos resaltar que el apóstol Juan estaba en el Espíritu; recordemos que el apóstol Pablo nos
enseña que: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que
Dios ha preparado para aquellos que le aman. Y nos las reveló a nosotros por el Espíritu Santo,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”, según la Primera Carta a los Corintios.
Es muy importante tener en cuenta que la adoración es alimentada por la revelación de Dios a
nuestra vida. Esto lo vemos en este caso, pues éste libro se llama “Apocalipsis”, en honor a su
esencia: la revelación, pues la palabra griega con el que comienza el libro (capítulo 1:1) es
“apokalupsis” término que significa: revelación o “desvelación” en el sentido de quitar el velo.
La Biblia nos enseña que el apóstol Juan estaba adorando a Dios, motivado por la revelación que
del Señor tenía, pero ahora Juan va a recibir nuevas y grandes revelaciones del Señor, como
ningún otro ser humano, revelaciones como las siguientes condensadas en el Libro de
Apocalipsis:
La revelación de las siete iglesias que estaban en Asia, capítulos dos y tres.
La revelación de los juicios que han de venir sobre la tierra, capítulos seis al diecinueve.
Como podemos ver entonces, la adoración nos lleva a tener mayores niveles de revelación de
Dios. Recordemos que el Señor Jesús dijo: “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”, es pues la vida eterna un continuo y
apasionado conocer los secretos y misterios de Dios; es la esencia del poder de la adoración.
2) La adoración nos acerca a Dios y restaura nuestro ser.
Como nos enseña la Biblia en Apocalipsis 4:1, la adoración nos conduce a la presencia de Dios:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de
trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de
estas”.
También podemos ver que la adoración provoca apertura del cielo sobre la tierra. Nos dice el
pasaje bíblico: “he aquí una puerta abierta en el cielo”, podemos recordar que cuando el Señor
Jesús se bautizó dice la Escritura:
“Y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él”, recordemos también que en
tiempos del profeta Elías el cielo fue cerrado por tres años y medio y no hubo lluvia, y luego Elías
oró y el cielo envió la lluvia.
Además, debemos tener presente que la Biblia nos dice en el libro del profeta Malaquías: “abriré
las ventanas de los cielos y derramaré bendición hasta que sobreabunde”, la adoración prepara el
ambiente para que su presencia se manifieste y cuando eso sucede cualquier cosa puede suceder.
Entre otras cosas, el poder de la adoración provoca apertura celestial.
Al ver lo sucedido en esta primera parte del Libro de Apocalipsis, se puede observar que la
apertura de los cielos permite escuchar la voz de Dios y se conocen los secretos y diseños divinos,
por eso leemos expresiones como: “la voz que oí, dijo”, y “sube, te mostraré las cosas que
sucederán”.
A través de la adoración somos conducidos ante el trono de Dios, por eso nos dice Apocalipsis
4:2-3 “Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el
trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de
cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda”.
Debemos destacar en este pasaje, como de nuevo se presenta la obra del Espíritu Santo: “estaba en
el Espíritu”, el Espíritu Santo nos conduce al trono, nos hace mucho más conscientes de las cosas
eternas, es por eso que el apóstol Pablo dijo: “si, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de
arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en
las de la tierra”, según la Carta a los Colosenses 3:1.
Nos dice la palabra de Dios en Apocalipsis 5:6-8 “Y miré, y vi que en medio del trono y de los
cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, con
siete cuernos y siete ojos… Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en
el trono… Entonces, los seres vivientes y loa ancianos se postraron, tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso…”.
Como podemos ver, el Señor Jesucristo recibe toda la adoración; y hay aquí muchas cosas muy
importantes, con gran significado, que debemos destacar aquí:
Se destaca el número siete, los siete cuernos, los siete ojos, los siete espíritus de Dios. En la Biblia
el número siete indica lo completo; los cuernos: poder; y los ojos: el saber total de Dios.
Las arpas nos recuerdan los instrumentos de adoración; también la Biblia menciona: trompetas,
flautas en el cielo.
Las copas de roro son recipientes divinos; y el incienso, era quemado en el oficio sacerdotal (en
esta caso asociado a la oración e intercesión del pueblo de Dios).
4) Todos los redimidos por la sangre del Cordero debemos dar adoración al Señor.
La palabra de Dios nos dice en Apocalipsis 5:9-10 “Y cantaban un nuevo cántico diciendo: Digno
eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has
redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios
reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.
También a la luz de este pasaje bíblico, se nos presenta por lo menos dos motivos para adorar a
nuestro Señor Jesucristo:
“Con tu sangre nos has redimido” y “nos ha hecho reyes y sacerdotes para nuestro Dios”,
entonces, él nos ha hecho participes de su reinado, de su gobierno, de su naturaleza y de sus
privilegios. Cosas que conocemos en la medida en que crecemos en el poder de la adoración.
Reflexión final: El Señor, como dice la Biblia, Dios está buscando adoradores, corazones con un
profundo anhelo por la presencia de Dios, y él responderá manifestándose en la intimidad de
aquella adoración, los cielos se abrirán y el Espíritu Santo vendrá sobre de manera muy especial,
la voz de Dios se hará escuchar y serán conocidos muchos secretos y diseños para la gloria del
Señor en toda su creación.
La palabra del Señor nos invita a observar con detalle los tiempos, pues estamos en tiempos
finales. El cristiano debe ser vigilante y discernir con sabiduría, no podemos “ignorar los planes
del enemigo”, es decir, no debemos ser indiferentes a las estrategias del reino de las tinieblas, ni
dormir ante la realidad de la venida del Señor Jesucristo.
Como iglesia debemos velar y estar atentos a las señales, esto implica desarrollar y fortalecer el
discernimiento. Como hijos de Dios, sabemos que somos un propósito especial del Señor, somos
un plan divino, y por tanto, debemos caminar con Dios y del modo que este tiempo demanda. Es
muy importante, el poder de una mente renovada.
Dios nos creó a su imagen y semejanza, y la mente del ser humano contiene un potencial inmenso,
y el diablo y sus demonios también saben esto. Es por eso que la palabra de Dios nos enseña que
la mente debe vivir un proceso de renovación y transformación.
Nos dice la Escritura en la Carta a los Efesios 4:23 “Renovaos en el espíritu de vuestra mente”.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la palabra “renovar” aquí se traduce del término
griego “ananeoo” que además quiere decir: “hacer nuevo”, “reformar”, y para alcanzar este
objetivo, el Señor nos ha equipado con las herramientas idóneas.
Es decir, el Señor nos ha entregado su poderosa palabra, la poderosa sangre del Señor Jesús, la
obra del Espíritu Santo de Dios, entre otros elementos, factores que transforman la mente del
cristiano.
Pero, sin lugar a dudas, lo más poderoso y maravilloso respecto a la renovación de la mente, es
que Dios ha puesto en cada uno de nosotros la misma naturaleza de Jesucristo, pues él vive en
nosotros (como resultado del nuevo nacimiento), y por eso, por el Espíritu Santo el apóstol Pablo
nos dice: en la Primera Carta a los Corintios 2:16 “Más nosotros tenemos la mente de Cristo”.
Entonces, debemos hacer crecer esta realidad en nosotros, así como una semilla crece en la tierra.
Es muy importante en este proceso, exponer nuestra mente a la Palabra del Señor, y a la obra de
su Espíritu Santo. La palabra de Dios es alimento para nuestra alma, y transforma nuestro proceso
de pensamiento.
Recordemos que la misma Escritura nos enseña que “El que comenzó la buena obra en vosotros,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). El Señor Dios desea la completa
restauración de sus hijos, y la renovación de la mente, es una de las áreas fundamentales en éste
proceso.
Ten presente, Cristo mismo habita en cada cristiano, por eso tenemos su mente, y este modo de
pensar nos lleva a vivir de la manera que agrada a nuestro Padre celestial, y esto es lo más
importante en el poder de una mente renovada.
Por la mente de Cristo en nosotros, podemos vivir con la sabiduría para tomar decisiones
correctas, discernir los ataques espirituales y enfrentarlos con el poder del Señor para vencer y
avanzar hacia los planes de Dios para nuestra vida y familia.
En el caso particular del texto de hoy, vemos que la llegada de un nuevo hijo a la familia es por
supuesto una gran noticia, hay gozo en casa por semejante llegada, pero eran tiempos de amenaza
de muerte sobre los hijos de los hebreos en el imperio egipcio.
Nos dice la palabra de Dios en el Libro de Éxodo 2:1-2 “Un varón de la familia de Leví fue y
tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era
hermoso le tuvo escondido durante tres meses”.
La palabra de Dios nos enseña que los padres de Moisés tuvieron que enfrentar una situación
crítica, ya que la llegada de su hijo ocurre en tiempos del decreto mortal del Faraón egipcio: “todo
hijo varón de los hebreos que naciese debía morir”.
Es muy interesante, ver que Amram y Jocabed, padres de Moisés estaban unidos en la fe, ellos
eran hebreos, de la tribu de Leví (esta tribu fue la que después fue llamada al sacerdocio). Estos
padres confiaron en el poder y cuidado del Señor, y no fueron avergonzados, pues el Señor es fiel
y todopoderoso, el poder de Dios está por encima de toda adversidad.
A pesar de todas las adversidades los padres de Moisés estaban unidos por la fe perseverando. El
decreto del rey egipcio era demoniaco, su objetivo era inspirado por las tinieblas, ya que su
intención era destruir la simiente de Dios, es decir, la simiente de Cristo.
Aunque era el Faraón quien había dado esta orden, los padres de Moisés fueron valientes, y
lograron ver el plan de Dios con Moisés. Ellos lo escondieron por un tiempo de tres meses, esto
fue un acuerdo entre los dos, y fortalecidos en el Señor perseveraron, y vencieron unidos ante la
adversidad.
A la luz de estas verdades, seguramente los poderes de las tinieblas se levanten contra tu hogar o
familia, pero Dios es todopoderoso para salvarnos, lo que debemos hacer es acudir a él, y
depositar en sus poderosas manos toda angustia y toda preocupación, ora con perseverancia y con
fe, el Señor mostrará su poder a tu favor, su poderosa mano te librará.
Los ojos de Dios están sobre la tierra, y él muestra su poder a favor de aquellos que le son fieles,
la mano poderosa del Señor libra a los suyos de toda oposición demoníaca, y el plan del Señor
prevalecerá.
El poder de confiar en Jesús te lleva a ver la grandeza del Señor, aunque los obstáculos sean de
gran tamaño; la confianza en Jesús sabe esperar, aunque pase el tiempo, y para los hombres tarde
la respuesta divina. La fe en Jesús genera gozo porque espera con expectativa y gozo la respuesta
de Dios.
Las adversidades, crisis o pruebas de fe no hacen distinción de clase social o raza, simplemente
llegan a la vida del cristiano. Por ejemplo, nos enseña la palabra de Dios que el Señor Jesús tenía
un gran amor por la familia de Lázaro que vivía en Betania, nos dice el Evangelio de Juan 11:5 “Y
amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro”.
Sin embargo, nos dice la Escritura en el Evangelio de Juan 11:1-3 que Lázaro estaba gravemente
enfermo, y a la luz de este suceso, podemos concluir que el amor de Dios no significa una
ausencia total de pruebas o adversidades, más bien nos asegura la victoria sobre los obstáculos, es
en estas situaciones donde debe brillar el poder de confiar en Jesús.
Nos dice la Escritura en Juan 11:1-3 “Había un enfermo llamado Lázaro que vivía en Betania,
pueblo donde vivían María y su hermana Marta. María, la hermana de Lázaro, fue la misma
persona que derramó el perfume en aceite sobre los pies del Maestro, y los secó con su cabello.
Lázaro, el enfermo, era su hermano. Así que las dos hermanas le mandaron decir a Jesús: Señor,
tu estimado amigo Lázaro está enfermo”.
Este mensaje llegó al Señor, pero él se quedó unos días más enseñando y predicando, y después
fue a visitar a la familia de Lázaro. Para ellos, Jesús se había tarado mucho en venir y por eso
Lázaro había muerto.
Pero en realidad, el Señor Jesús sabe muy bien como hace sus cosas, él conoce todas las
situaciones de nuestra vida, y nada le es desconocido, él sabe muy bien cuándo actuar y de qué
manera manifestar su poder.
El Señor Jesucristo nunca se tarda, nunca llega temprano, él aparece en el tiempo justo y preciso.
La Biblia nos enseña que finalmente Jesús llegó, y resucitó a Lázaro; porque para Dios todo es
posible.
Cuando Marta tuvo dificultades para confiar en el poder del Señor para resucitar a su hermano
Lázaro, el Maestro le dijo: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”. Entonces,
confiar en Jesús nos llevará a ver grandes obras del Señor en nuestra vida y familia.
La Biblia nos muestra en los evangelios que multitudes seguían al Maestro, pero muchos de sus
seguidores no habían tenido un verdadero encuentro con el Señor Jesús. Incluso podemos ver el
caso de Judas. Un discípulo cercano que nunca se convirtió en realidad.
Judas seguía al Señor de cerca pero su corazón estaba lejos. Por el contrario, podemos ver a otros
como el endemoniado gadareno, quien se convirtió de todo corazón, pues su encuentro con Jesús
fue real y sincero. Este tipo de encuentro con el Señor es fundamental. Otro ejemplo, muy
poderoso sin duda, fue la conversión de Pablo.
La conversión de Pablo.
Nos dice la palabra de Dios en el Libro de los Hechos 26:9-11 “Yo ciertamente había creído mi
deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en
Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los
principales sacerdotes; y cuando los mataron yo di mi voto.
Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido
sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras”.
La conversión de Pablo nos enseña cómo esta experiencia trasciende la religión. El apóstol Pablo
(antes Saulo de Tarso) era un hombre de gran celo en su vida religiosa, era un fariseo que se
destacaba por cumplir estrictamente las ordenanzas.
Para Pablo la religión está basada en obras, en rituales, en prácticas rutinarias (cosas que dejan a
la persona en la misma condición de vacío y distanciamiento de Dios).
Esta conversión nos recuerda que el ego humano, le impide al hombre ver y alcanzar la gracia de
Dios, que es en Cristo Jesús.
El apóstol Pablo era una persona con un carácter impetuoso, tal vez soberbio y autosuficiente. En
la vida podemos ver diversidad de personas, y hallar a otros que quizá se destacan por su
pasividad en extremo, o por sus complejos de inferioridad, o por su doble ánimo con el que no se
deciden por seguir al Señor Jesucristo.
Y podemos también ver a otros que argumentan con su mente que no pueden aceptar al Dios que
enseña la Escritura. Pablo, era uno de aquellos que en su tiempo no podía aceptar al Señor Jesús.
La conversión del apóstol Pablo nos recuerda que nuestros proyectos pueden estar muy lejos de
los proyectos de Dios, nos dice Hechos 26:11-12 “los castigué, los forcé a blasfemar, los
perseguí… y ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y comisión de los principales
sacerdotes”.
El perseguir, Saulo de Tarso, creía que estaba haciendo lo correcto. Con cierta frecuencia
pensamos esto, concluimos que estamos haciendo lo correcto, impulsados por nuestra propia
pasión o argumentos, pero distantes de la voluntad de Dios.
2) La conversión de Pablo nos recuerda la importancia de la revelación de Jesucristo a
nuestra vida.
Nos dice la palabra de Dios en Hechos 26:13 “Cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino,
vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí, y a los que iban
conmigo”.
En esta faceta de la conversión del apóstol Pablo, vemos una luz diferente a la del sol y mucho
más poderosa, esta es la luz de Cristo, la verdadera luz que vino a iluminar las tinieblas que nos
afligían y llevaban a la condenación eterna.
Debemos destacar aquí, que la palabra de Dios nos enseña que la nueva Jerusalén, la Jerusalén
celestial: “no tendrá necesidad de sol, ni de luna que brillen en ella porque la gloria de Dios la
ilumina, y el Cordero es su lumbrera”, por naturaleza Dios es luz, y las tinieblas representan la
naturaleza del diablo.
La Biblia nos dice “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” 1 Juan 1:5, y Jesucristo el
Señor también expresó: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino
que tendrá la luz de la vida”.
Nuestro buen Dios seguramente va a utilizar diversos medios para hablar a tu vida, y se ocupará
de que lo escuches, podemos ver Hechos 26:14 “Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una
voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te
es dar coces contra el aguijón”.
Recordemos que Saulo de Tarso iba camino a Damasco, y el Señor Jesús se manifestó con su luz
y todos cayeron en tierra, quizá en otra posición no lo habría escuchado. Algunas veces Dios usa a
personas para hablarnos, otras veces utiliza ciertas circunstancias, otras veces usa las crisis o su
palabra, etc.
La palabra nos dice que el Señor le habló a Saulo y le dijo: “Dura cosa es dar coces contra el
aguijón”, la palabra “coces” no es del verbo “coser”, sino que es el plural del sustantivo “coz” que
significa “patada”, y aquellos que dan “coces” son los caballos.
El gran interprete y maestro de la Biblia, Matthew Henry comenta: “buey uncido al arado que da
coces contra la aguijada del amo” (aguijada: vara larga con punta de hierro que los boyeros usan
para estimular a los bueyes), entonces Pablo estaba lastimándose a sí mismo contra el aguijón, al
perseguir a la iglesia del Señor.
Debemos alabar a Dios, porque a pesar de todo, el Señor cumplirá su propósito en cada una de
nuestras vidas, nos dice Hechos 26:15-18 “… Para esto he aparecido a ti; para ponerte por
ministro y testigo de todas estas cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti… para
que abras sus ojos, para que se conviertan y para que reciban por la fe en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados”.
3) La conversión de Pablo nos muestra cuan poderosa es la transformación del Señor en
nosotros.
Nos dice la palabra de Dios en el libro de los Hechos 26:19-23 “No fui rebelde a la visión
celestial, anuncié que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios… intentaron matarme. Pero
habiendo obtenido auxilio de Dios perseveró hasta el día de hoy, dando testimonio… que el Cristo
había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y
a los gentiles”.
Este pasaje nos enseña que la visión produce pasión. La Biblia nos dice que un pueblo sin visión
fracasa, lo mismo ocurre con una empresa o un matrimonio, porque realmente terminamos siendo
lo que vemos (“seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”, según nos dice 1 Juan
3:2), antes de su conversión el apóstol Pablo respiraba amenazas, pero ahora respira pasión por
Dios y por sus planes.
La pasión por los planes de Dios hace que perseveremos ante la oposición y ante los obstáculos.
El apóstol Pablo hacía la voluntad de Dios, y aun así encontraba dificultades, pero se fortalecía en
el poder del Señor. Él pasó de ser un perseguidor a ser un predicador.
En su conversión, Pablo fue transformado, lleno del Espíritu Santo y fue otro hombre al servicio
de Dios, por el poder del Espíritu Santo fundó muchas iglesias, marcó la historia de la iglesia
cristiana, y fue usado por Dios para escribir muy buena parte del Nuevo Testamento a través de
todas sus epístolas. La conversión de Pablo fue una poderosa bendición para la iglesia de Cristo.
Reflexión final: A través de la conversión de Pablo, nos damos cuenta de cuán importante es un
verdadero encuentro con Dios; vemos también que grandes cosas puede hacer el Señor en un
corazón, sin importar cuán duro o cuán obstinado sea, o cuán débil sea o cuán acomplejado sea.
En la conversión de Pablo podemos ver la gracia de Dios que hace grandes cosas en un corazón
que se dispone. Lo mismo vemos en la vida de Moisés, de Jacob, de Isaías, de Pedro y tú.
Permitamos a Dios hacer su obra en nosotros, para gloria y alabanza de su nombre.
LA CIRCUNCISIÓN EN GILGAL (Devocional No. 050)
Por la fe alcanzaron grandes cosas los antiguos, según Hebreos 11. Éste principio no ha cambiado,
las grandes conquistas para Dios requieren la fe en él.
Josué avanzó hacía la tierra prometida creyendo en las promesas de Dios, y en efecto el Señor
cumplió Su Palabra. Cuando crees en Dios, él no te dejará avergonzado…
LA CIRCUNCISIÓN EN GILGAL
“Cuando todos los reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos
los reyes de los cananeos que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las aguas
del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no
hubo más aliento en ellos delante de los hijos de Israel”, Josué 5:1.
Los milagros del pasado deben fortalecer nuestra fe hacia el futuro, y recordar para glorificar a
Dios es importante. En el texto de hoy, la ubicación geográfica es significativa, Israel ha
atravesado el desierto y el río Jordán (Dios hizo un milagro, pues pasaron por el río en seco), y
están a punto de iniciar la conquista de la tierra prometida, la tierra que fluye leche y miel.
Lo que tenían por delante era un gran desafío, pero Dios les había mostrado Su poder atrás: las
plagas de Egipto, les abrió el Mar Rojo, les dio carne y pan en el desierto, sació su sed con agua
de la roca, les dio la victoria sobre Amalec y los protegió de Balaam, Dios estaba con ellos, y
ahora acababa de abrirles el Jordán. Debemos recordar las obras de Dios para impulsarnos hacia
adelante, y no recordar la maldad con nostalgia para volver atrás.
Es fundamental tener presente que aunque Dios desea lo mejor para nosotros, no pasará por alto
Su propia Palabra, pues Dios es santo. El pueblo de Israel debía prepararse para el nuevo tiempo,
para el nuevo desafío, para conquistar la nueva tierra que Dios ponía delante de ellos, según Josué
5:2-3
“En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda
vez a los hijos de Israel. Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el
collado de Aralot”, hay varias cosas muy importantes aquí:
1. La frase “en aquel tiempo” del vrs. 2, nos hace pensar en instrucciones específicas de
Dios a Josué para ése momento en especial.
2. La circuncisión (que consiste en el corte del prepucio), era una práctica antigua, anterior
al pacto con Abraham, y Dios la tomó como señal de Su pacto. Es útil desde el punto de
vista médico por la higiene, pues favorece la limpieza, la pureza y la fecundación o
multiplicación. Israel no logró entender, como Dios se lo dijo muchas veces, que la
verdadera circuncisión es la del corazón… Deut. 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de
vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
3. El vrs. 5 nos aclara por qué Josué debía hacerlo (“los del pueblo que habían salido,
estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino,
después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado”).
4. La aplicación espiritual de la circuncisión hoy, es que nos habla de: pureza, pacto,
diferencia, entrega de corazón, identidad con Dios. Es un corte que implica dolor: vrs. 3.
La circuncisión espiritual es una condición para dejar atrás el desierto y entrar a la tierra
que fluye leche y miel, vrs. 9.
“El oprobio de Egipto” por generaciones, estuvo sobre Israel, y hace referencia a la esclavitud, la
palabra hebrea para oprobio, traduce además: desgracia, afrenta, deshonra, vergüenza, pero Dios
le dice a su pueblo, “hoy (en un día) he quitado el oprobio que estaba sobre ustedes”. Dios puede
cambiar las cosas en un solo día.
5. En el vrs. 10 (“Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los
catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó”), Israel participa de la Pascua
(que nos habla de sacrificio, cordero, fuego, la pascua era símbolo del sacrificio de Cristo),
antes de iniciar la conquista de Canaán.
6. Concluimos entonces que para conquistar la tierra que fluye leche y miel, era necesaria la
circuncisión (pureza de corazón) y comer la Pascua (creer y tomar lo que Cristo ganó en la
cruz del Calvario).
Los planes y estrategias del reino de las tinieblas procuran dañar los hogares, hijos y
proyectos de vida en Cristo. En el mundo actual la iglesia del Señor enfrenta el desafío de
guardarse como una virgen pura para cristo, ser fiel a Aquel que la llamó, y con
expectativa servirle, pues el Señor Jesucristo vuelve por segunda vez.
a) La palabra de Dios nos dice: “Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de
Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en
los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey
de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró”, según el primer libro de los Reyes
capítulo dieciséis versículos treinta y treinta y uno.
b) Ésta mujer llamada Jezabel fue una malvada reina en Israel. Hija de Et-baal rey de los
sidonios, sacerdotisa de Astarté (diosa cananea). Et-baal significa “estoy con Baal”
(Baal era uno de los dioses cananeos). Et-baal asesinó a sus hermanos para llegar al
trono. Sidón, era una ciudad en la costa fenicia, los sidonios, tenían como principal
diosa a Astoret, diosa de la fertilidad.
c) El nombre de esta diosa cananea en Israel fue Asera, grandemente adorada, al igual
que Baal. Jezabel fue la esposa de Acab rey de Israel. Éste se casó con una fenicia, no
del pueblo del pacto: Israel (esto es “yugo desigual”, quizá era bonita, pero lo más
bonito y correcto, sin duda alguna, es hacer la buena voluntad de Dios).
d) Desde su papel y condición como reina de Israel, promovió el culto a Baal y a Asera,
esto implicaba sacrificios (incluyendo muchas veces, el sacrificio de niños) y
prostitución religiosa, de su mesa comían cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y
cuatrocientos de Asera. Además el rey Acab construyó un templo y altares para Baal y
Asera.
f) Jezabel era una persona que sólo pensaba en sí misma, no le gustaba estar bajo
autoridad, quería hacer sus cosas sin tener que informar, quería simplemente hacer su
voluntad sin ningún orden, sólo el suyo. El espíritu o actitud jezabélica aborrece a Dios
y a sus siervos, los profetas (pues el Señor es santo y puro).
h) La verdad es que la actitud de rebelión se nota primero contra Dios, y luego hacia las
demás autoridades. Por ejemplo, con su esposo, el Diccionario Bíblico Ilustrado dice
textualmente: “Dotada de un enérgico carácter, hacía lo que quería de su marido”. Por
su ambición de poder, usurpa la autoridad, 1 Reyes 19:1-2 y 21:5-10. Es ella quien en
realidad amenazó a Elías, no lo hizo el rey Acab.
l) Podemos identificar además, que se destaca la sensualidad obsesiva, 2 Reyes 9:22, 30.
El nombre “Jehú” significa “él es Jehová”. Cabe destacar aquí la frase: “¿Qué paz, con
las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?
m) La palabra de Dios nos enseña que el pueblo de Dios ha sido llamado a ser santo en
todas las generaciones, en tiempos del rey Acab, el culto inmoral a Baal y Asera era
común y corriente. La sensualidad caracteriza a la cultura de hoy, lo vemos en la T.V.
en el internet, en las revistas y la publicidad, en las modas y muchas cosas más.
o) Podemos observar que Jezabel se pintó y atavió cuando se enteró que Jehú venía…
éste no era su esposo y su intención no era hacer honor al rey de Israel. Hermoséate
para tu cónyuge, guarda esas palabras y detalles para tu esposa(o). Jezabel tenía
aproximadamente sesenta años, y se “pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza”
(Antimonio: metal blanco azulado).
p) Debemos resaltar aquí que el Señor Jesús le dice a la iglesia de Tiatira “tengo contra ti
que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a
fornicar y comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Pero, la iglesia tiene el poder en
Cristo para reprender y despojarse de todo espíritu Jezabelico, y avanzar en victoria.
Conclusión: Nuestro Dios anhela pureza en medio de su pueblo. Él está dispuesto para
ayudarnos a crecer, él quiere ayudarnos a apartarnos de lo malo. Dios quiere bendecir a su
pueblo con su presencia y poder, y requiere de éste consagración. Fiel es Dios que dará
una puerta juntamente con la tentación para que podemos resistir y vencer. El Señor
siempre está a nuestro lado para ayudarnos.
Dios usó a Zorobabel para dirigir la primera repatriación (volver del cautiverio
babilónico), restaurar el templo, el altar y los sacrificios y la fiesta de los
tabernáculos. La reconstrucción no es barata, Hag. 1:7-8, pues esto implica:
Y Dios les responde “viene un tiempo cuando haré caer los reinos de la tierra, y
te tomaré y te pondré como autoridad sobre la tierra” = Hag. 2:21-23,
Zorobabel es de linaje real y aquí es figura de Cristo, y nos dice que el Señor
hará caer los reinos de las naciones, y Cristo será establecido como la autoridad
sobre toda la tierra “y su reino permanecerá para siempre, y todos los dominios
le servirán y obedecerán…y nosotros reinaremos con él”.
Según el Salmo 139:13, 16, tu vida se corresponde con un plan diseñado por
Dios, fuiste seleccionado por el Dueño del universo y te ha comisionado para un
gran plan y él te llamó porque cree que puedes hacerlo con su ayuda.
Reflexión final: Eres un plan divino, que nació en el corazón del Rey del
universo, eres un diseño celestial, hijo(a) del Rey con la autoridad en Cristo
para vencer, y ser instrumento de restauración en la vida de muchos, el
mensaje de Dios hoy es: “esfuérzate, y cobrad ánimo, porque te tomaré, y te
usaré poderosamente, porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”.
Miércoles, 12 de junio de 2013
Introducción: Hoy día hay muchísimos autores de libros, y libros muchos más. Hay para
todos los gustos y necesidades; se considera que se escriben muchos artículos médicos y
científicos cada día, tantos que el hombre no alcanza a leerlos y menos a asimilarlos, pero
son sin duda interesantes, pues hablan de la salud del hombre y los nuevos
descubrimientos y avances de la ciencia.
“Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el
Señor, amados. Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.
Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron
juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores
míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.”
A. Este libro contiene los nombres de aquellos que por la fe en Dios y en su Hijo
Jesucristo, han alcanzado vida eterna.
Nota: Por las condiciones del cielo mismo (me refiero a la habitación de Dios) el material
que lo compone es único. Es celestial también porque está en el cielo y su escritura es
única. Así como hay lenguas celestiales, también hay escrituras celestiales, recordemos
que Daniel tuvo que interpretar con la ayuda de Dios el mensaje escrito en la pared para el
rey Belsasar (Daniel 5:5).
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino
solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.”
Nota: El versículo nos enseña un nuevo título: “el libro de la vida del Cordero”, el término
Cordero nos recuerda el sacrificio en el altar, y señala a Cristo, el cordero de Dios que
quita el pecado del mundo, y es “del Cordero” porque destaca que la fe en él es el camino
para que nuestro nombre sea inscrito allí.
Nota: El contexto nos habla de la Jerusalén Celestial, la ciudad de Dios, y tener inscrito el
nombre en éste libro, garantiza el acceso a la ciudad, ciudad con características únicas,
pues es la morada de Dios mismo.
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la
vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
1. Vestiduras blancas,
3. Nuestro nombre será confesado por Cristo delante del Padre y sus ángeles.
La experiencia de Moisés, Éx. 32:31-33, nos enseña varias cosas:
“Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran
pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme
ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a
éste raeré yo de mi libro.”
Nota: Para un nacido de nuevo hay seguridad de que su nombre no será borrado, pero si se
aparta de Dios, y vuelve a su vida antigua, la conclusión más probable es que no había
nacido de nuevo y necesita entregarle su vida de manera genuina a Dios.
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.”
Nota: La frase “Todos los muertos” involucra a todos aquellos impíos desde los
antediluvianos hasta el tiempo futuro cuando Dios establezca Su reino en la tierra.
“Grandes y pequeños” indican: poderosos y débiles, ricos y pobres, doctores y analfabetas,
sin distinción de raza, ni color. “De pie ante Dios” como un acusado cuando espera su
sentencia.
C. En el cielo hay varios libros y algunos contienen el pecado de los hombres, vrs.
12b-14.
“y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el
mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos
que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades
fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”.
Nota: La frase “y fueron juzgados los muertos”, nos recuerda que la muerte no cancela el
juicio venidero. Estos pecados son aquellos que no han sido perdonados, pues los hombres
no se arrepintieron de ellos, no aceptaron la sangre de Jesús para redención de sus pecados
por cuanto no creyeron en él.
Aunque todos los impíos (o inconversos) sufrirán la misma condenación, serán diferentes
los grados de condenación, por ej: Mat 23:14, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas
oraciones; por esto recibiréis mayor condenación”.
Nota: Todos cuyos nombres están inscritos en el libro de la vida, son salvos de la
condenación eterna (lago de fuego), y es una razón de sumo gozo para el creyente, Jesús lo
dijo, Lc. 10:17-20.
Nota: Desde la antigüedad era costumbre anotar en un registro los nombres de los
ciudadanos de una ciudad o de un país, por eso decimos cédula de ciudadanía. Cuando
nacemos de nuevo, somos inscritos en el cielo como nuevos ciudadanos.
En ésta tierra estamos de paso, somos extranjeros porque somos del cielo; por eso el
apóstol Pablo dijo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, a Jesucristo nuestro Señor” (Fil. 3:20).
Conclusión: Dios entregó su Hijo por ti, él ha planeado salvarte y bendecirte, él te ama, y
anhela que tú le seas fiel, porque él viene por Su iglesia, él viene por ti, tu nombre debe
estar escrito en el libro de la vida, no se borrará, sino que permanecerá y un día entraremos
a la Jerusalén celestial, y estaremos para siempre con el Señor, demos gracias a Dios por
habernos salvado…
Ésta provisión sobrenatural de Dios para su pueblo en el desierto es uno de los grandes
milagros del Antiguo Testamento. Lamentablemente el contexto en el que se origina éste
milagro no es una respuesta de Dios a la oración, ni a la adoración, ni al clamor de su
pueblo, sino que dice la Escritura: “Israel murmuró”.
Aunque Dios iba delante de ellos, los defendía y grandes señales había hecho, Israel no
estaba agradecido, ni confiado en él, más bien expresa su inconformidad quejándose y
murmurando ante la voluntad de Dios. (Evitemos la murmuración, pues Dios siempre sabe
lo que hace, cuando y como).
Dios esperaba que Israel confiara en él, pues los había sacado de Egipto con grandes
señales, y los llevaba a la tierra prometida de una manera sobrenatural. Nosotros debemos
confiar en Dios, pues él sabe de dónde nos ha sacado y sabe a dónde nos quiere llevar
(Dios lo sabe todo).
Dios habla a Moisés, no sólo porque era quien estaba a cargo, sino porque era un corazón
sensible en el desierto (Recordemos que el sol endurece el barro, pero ablanda el hielo. A
veces ante el difícil camino algunos corazones se endurecen, pero Moisés mantuvo un
corazón sensible a Dios).
Dios le dice a Moisés: “hare llover pan del cielo”, aunque eso nunca antes había ocurrido,
aunque hacer llover en el desierto ya era difícil, y hacer llover pan era algo único y
humanamente imposible, Moisés confió plenamente en las palabras del Señor.
(Semillas de cilantro)
Estaban en el desierto de Sin, cuyo nombre significa arbusto. Éste era el panorama: arena
y arbustos, claro era difícil, y allí es donde debemos usar y caminar con los ojos de la fe,
ver por encima de las circunstancias, creer lo que Dios ha dicho, pues adelante estaba la
tierra que fluye leche y miel, tierra de abundancia y bendición, para por allí era temporal y
formativo.
Dios da instrucciones respecto a la manera de recoger el maná: “recogerá diariamente la
porción de un día” y en esto serían probados. Dios nos prueba, él espera que caminemos
en su ley, es la prueba de la obediencia. Para Dios la obediencia es más valiosa que miles
de sacrificios, pues ante Dios no es posible negociar la obediencia por obras religiosas.
El maná fue temporal, fue la provisión de Dios en el desierto para Israel. Pero Jesús dijo:
“Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Yo soy el pan vivo que
descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre” (Jn. 6:49, 51). Que
bendición!
Cristo es nuestra provisión para la eternidad y para nuestro ahora, podemos comer de él
sin medida, él es nuestra vida y fortaleza, quien “come de este pan vivirá para siempre”
(Jn. 6:58).
Reflexión final: Dios tiene cuidado de nosotros como cuidó de Israel en el desierto, e
igualmente nos quiere llevar a la tierra de bendición, es decir al lugar de su perfecta
voluntad. Dios es nuestro proveedor, y la más grande provisión ha sido su Hijo mismo:
Jesucristo, el pan vivo que descendió del cielo. Gracias, amado Jesús por tu obra,
permítenos alimentarnos de ti cada día. Amen.