110756D Guia S Comedia de La Olla Anfitrion
110756D Guia S Comedia de La Olla Anfitrion
110756D Guia S Comedia de La Olla Anfitrion
de la olla
*
Anfitrión
Guía Didáctica
Jaime Velázquez
Primera edición, 1995
© JAIME VELÁZQUEZ
Sobre el texto literario.
© EDICIONES VICENS VIVES, S.A.
Sobre la presente edición.
Obra protegida por la LEY 22/1987 de 11 de noviembre de Propiedad Intelectual. Los infractores
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IMPRESO EN ESPAÑA
PRINTED IN SPAIN
Editado por EDICIONES VICENS VIVES, S.A. Avda. de Sarriá, 130. E-08017 Barcelona.
Impreso por LITOGRAFIA 2003, S.L. Constitución, 19, bloque 1, nº 1. E-08014 Barcelona.
ÍNDICE
Comedia de la olla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Anfitrión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
El autor en su tradición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Actividades de creación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Bibliografía fundamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
A NÁLISIS
1
COMEDIA DE LA OLLA
1.1
a ¿Se trata de dos historias con igual peso en la acción? ¿Evo-
lucionan de forma independiente o ligadas? ¿Cómo se pro-
duce la resolución de ambas historias?
䊳 La historia central de la Aulularia, reflejada incluso en el título ori-
ginal, es la del hallazgo por parte del viejo Euclión de una olla repleta de
oro, cuya posterior pérdida sumirá al avaro en profunda aflicción. La intriga
de los ‘amores’ de su hija es un elemento adyacente, de notoria originalidad,
pero con un peso en la acción obviamente inferior: aquella es una trama
central, mientras que ésta constituye un ingrediente anecdótico, festivo, pero
de incidencia relativa.
En cuanto el autor introduce en la comedia la historia de los amores de
Fedria y Licónides, amores por otra parte ya consumados y a punto de dar su
fruto en el desarrollo de la acción, se hace previsible, y así se constata, que
la evolución de ambos enredos se va a dar de forma paralela y ligada: la es-
cena décima del acto IV (pp. 49-54), cumbre del doble enredo, resuelve a
Euclión y Licónides sus respectivas incógnitas. Tras alcanzar el clímax al que
se llegará en intercambio de informaciones respecto a la pérdida de la olla y
el parto inminente de Fedria, la acción tiende a una calma de felices pers-
pectivas: el anciano avaro tendrá un inesperado rasgo de generosidad con
los jóvenes, quienes verán aceptados y bendecidos sus amores. Un auténtico
happy end coronará la peripecia, de acuerdo con los deseos del público ro-
mano que goza no ya con tales finales almibarados, sino que incluso exige
que en los Prólogos se le expliciten, como poco, los rumbos y vericuetos por
los que va a transitar la acción, hasta unos extremos que para el moderno es-
pectador equivaldrían a lo que conocemos como ‘reventar’ el argumento.
8 ANÁLISIS
curso es utilizado por Plauto en otros lugares: véase cómo propicia tales diá-
logos actor-público en la escena II del acto IV (pp. 41-42). Efecto no menos
seguro de estas apelaciones es el de actuar como desencadenantes de la hila-
ridad general: a tal fin suelen emplearse términos y expresiones que sumen al
personaje en una posición tangente, o como mínimo lindante, del ridículo,
hasta convertirlo en objeto de franca irrisión; al mismo tiempo la situación
creada deviene en auténtica válvula que da rienda suelta a la conmiseración
y simpatía hacia ese ser zarandeado por la fortuna.
1.2
a ¿Qué rasgos presenta la avaricia en Euclión? ¿Experimenta
su vida algún cambio tras el hallazgo del oro? ¿Hay algo o
alguien que le importe más?
䊳 Si hay que destacar algún rasgo sobresaliente en el diseño del per-
sonaje de Euclión es el de que no se ajusta en puridad ni presenta de manera
taxativa las notas tópicas del avaro empedernido, como se revelan por ejem-
plo en el caso de Harpagón, el avaro de Molière. El dibujo de nuestro hom-
bre se asemeja más al de un pobre diablo, un infeliz profundamente pertur-
bado por el brusco cambio que en su triste y gris existencia opera el repenti-
no descubrimiento de la olla de oro. No se trata de un tipo que haya
cultivado a lo largo de sus días el vicio de la avaricia al objeto de poseer ri-
quezas en cuya posesión hallar complacencia y deleite, no es un avaro ‘vo-
cacional’; es, sencillamente, un desventurado, un mísero, tacaño pero honra-
do, superado por la situación en que la fortuna le ha sumido sin pretenderlo.
Sus recelos, sus temores, sus torpes manejos para conservar intacta la olla
nacen de su condición súbita y no buscada de dueño de un tesoro, que no
de la perversa y viciosa persecución de riqueza o dinero. En el fondo, la feli-
cidad de su hija supone para sus aspiraciones vitales un hito de categoría su-
perior al de la posesión y disfrute de la mismísima olla de oro, y acabará en-
tregándosela a los jóvenes como dote de bodas tras lograr al fin recuperarla.
1.3
a Comenta el papel que desempeñan en la obra los esclavos
(Pitódico, Estrobilo y Estáfila) y los cocineros.
䊳 El arquetipo del esclavo plautino responde a unos cánones estable-
cidos que lo hacen carecer de rasgos distintivos personales: todos son hara-
ganes, mentirosos y ladrones, y todos suelen superar en recursos de ingenio a
sus amos. Obsérvese el paralelismo de estos personajes por lo común secun-
darios, entre los que cabe incluir a los cocineros de esta comedia, con los pí-
caros de la literatura clásica española. Sus intervenciones a lo largo de la ac-
COMEDIA DE LA OLLA 13
1.4
a Localiza algunos ejemplos de los recursos comentados. ¿Po-
drías anotar algún otro recurso?
䊳 Alegoría: «Si ahora te concediese la mano de mi hija, pienso… Es
demasiado arriesgado para mí pasar de burro a buey.» (pp. 17-18, véase nota
5, p. 18)
Alusiones mitológicas: «Las bodas de Ceres» (pp. 25-26, y nota 16, p.
26); «devoción a Vulcano» (p. 26); «Apolo, socórreme como ya lo hiciste
con otros en circunstancias parecidas» (p. 27, y nota 18); «Te juro por mi pa-
trona Lavernia» (p. 31, y nota 3); «la raza de Gerión» (p. 37, y nota 11); «el
mismísimo Argo, que era todo ojos… manara vino!» (p. 38, y notas 12 y 13);
«Oh, Juno Lucina, socórreme» (p. 47, y nota 5); «Aquí estoy yo, el único que
supera en riqueza a los grifos» (p. 48, y nota 6).
Antítesis: «Vigilaré tu casa. La tienes llena… de vacío» (p. 10).
Coloquialismos: «A fuerza de golpes me has dejado las carnes más blan-
das que las de un maricón» (p. 35); «En una mano lleva una piedra y con la
otra me enseña un trozo de pan» (p. 16, y nota 4); «Conozco bien a esos pul-
pos: si agarran algo con sus tentáculos, ya no lo sueltan» (p. 16); «Tú, desplú-
14 ANÁLISIS
mame ese gallo y me lo dejas tan depilado como un bailarín» (p. 28); ¿Por
qué te retiras a hablar solo y dejas cojo el senado? (p. 37, y nota 10).
Hipérboles: «Tiene ojos hasta en el cogote» (p. 8); «Tus palabras me gol-
pean el cerebro como si fueran piedras» (p. 13); «Me vuelvo a casa a todo
correr, que aunque esté yo aquí, mi alma está allí dentro» (p. 15); «Mucho
me temo que hoy habré de tragar una mezcla de lágrimas con hiel» (p. 21);
«una piedra pómez no está tan seca como el viejo ese» (p. 22); «partir en
dos» y «partir por la mitad» (p. 22). Véase además respuesta a 1.2 b.
Insultos: «fisgona, campo de abrojos, condenada» (p. 7); «mala pieza» y
«mala pécora» (p. 8); «mariconazo» (p. 22); «ladrón» (p. 24); «cocinero de
feria», «traidor», «rata» (p. 24); «tarugo» (p. 25); «rateros» (p. 26); «asquero-
sos» (p. 27); «estúpido», «pordiosero» (p. 30); «bandido» (p. 31); «vejestorio»
(p. 32); «lombriz», «prestidigitador», «maestro de ladrones» (p. 42); «crimi-
nal» (p. 45).
Ironías: «Vigilaré tu casa. Será para que no se lleven las paredes» (p. 10);
«Si quieres darme mujer, con una condición la tomaré: que venga mañana y
marche pasado mañana al cementerio» (p. 14); «Cuando un hombre más que
maduro se casa con una mujer de edad madura, si por azar el carcamal deja
preñada a su vieja, ¿no te parece que al crío le cae que ni pintado el nombre
de Póstumo?» (p. 14); «CONG. El reparto no es justo: ésos se llevan el cordero
más gordo. PIT. Bueno, ahora te daremos a ti la flautista más gorda» (p. 24);
«PIT. En esa casa no tendrás ningún jaleo […] ¡Como no hay nada que pis-
par!» (p. 25)
Juegos de palabras: «Tengo una hija ya crecida, pero sin dote. […] No
hallo manera de colocársela a nadie» (pp. 15-16); «Lo que se ha pactado no
se ha pactado y lo que no se ha pactado sí que se ha pactado» (p. 20); «Me
tomas por persona apta para juegos» (nota 6, p. 20); «Todo se ha reducido a
una pelea con el gallo» (nota 5, p. 34)
Maldiciones: «¡Que los dioses me permitan colgarme!» (p. 7); «¡Que los
dioses me confundan!» (p. 44); «¡Que Júpiter y los demás dioses te confun-
dan!» (p. 45)
Metáfora: «Creo que la mejor salida que tengo es transformarme en I
mayúscula tras colgarme de un nudo corredizo» (p. 8, y nota 7)
Obscenidades: «No me partirás por la mitad, por Hércules» (p. 22, y no-
ta 8); «Por Pólux, viejo, me parece que tú estás muy acostumbrado a que te
den…» (p. 44, y nota 2)
Personificación: «Por Pólux, olla, […] para esconderte» (p. 39)
Prolepsis de contenidos: «Te lo digo para que no te vayas a creer que me
he encontrado algún tesoro…» (p. 18); «He entregado mi oro a tu confianza:
está en tu bosque sagrado» (p. 41).
Reiteraciones: «EUCL. Cállate y entra. EST. Callo y entro.» (p. 11); «MEG.
¿Qué piensas de mi linaje? EUCL. Que es bueno. MEG. ¿Y de mi reputación?
EUCL. Que es buena.» (p. 17)
ANFITRIÓN 15
2
ANFITRIÓN
2.1
a ¿Qué le ruega una y otra vez? A la vista del texto auxiliar 3
—que, aunque referido a una época posterior, debe ser sin-
tomático de cómo se concebía el espectáculo—, ¿te extraña
la insistencia de Mercurio? ¿De qué modo quiere ganarse el
favor del público en sus primeras palabras? ¿Puede deducir-
se de sus palabras qué clase social dominaría quizá entre los
espectadores?
䊳 Mercurio ruega encarecidamente al público que observe el más es-
crupuloso silencio durante la representación; de no comportarse, amenaza
con no propiciar buenos negocios a los asistentes ni transmitirles buenas
nuevas, cometidos que el mensajero de los dioses tiene a su cargo. El hecho
de que el dios insista con tanto énfasis ya en su primera intervención sobre el
silencio que debe mantenerse en el teatro, denota a las claras el talante festi-
vo con el que el espectador romano acude al juego escénico, el mismo ta-
lante con el que más tarde asistirá a las carreras del circo o a las luchas del
anfiteatro; por otra parte, es un indicativo sociológicamente inequívoco: el
segmento de público que el teatro suele atraer está integrado básicamente
por las clases bajas, unas capas de población compuestas por plebeyos,
clientes, libertos, esclavos incluso, si bien, como hemos visto en la Comedia
de la olla, existen en las primeras filas lugares de privilegio que ocupaban las
clases pudientes entre los que no faltan los organizadores o patrocinadores
de los juegos. Como hemos apuntado en la Introducción (pp. XIV-XV), la ac-
tividad teatral tiene la conceptuación de ludus scaenicus, ‘juego escénico’,
en paralelo con los ludi circenses, siendo parejo el público de ambos ludi,
un conglomerado de gentes ávidas de diversión y entretenimiento. No es,
pues, extraño que se insista por medio de estos personajes prologales en la
observancia de un cierto silencio y respeto hacia el trabajo de los actores: re-
sultaba imprescindible, aunque, las más de las veces, vano. Por eso trata de
granjearse sus voluntades ofreciéndoles cuanto está en su mano ‘divina’: éxi-
to en los supuestos negocios o trabajos y buenas noticias.
2.2
a Destaca los momentos en que se saque más partido humo-
rístico a estas situaciones.
䊳 La suplantación de personalidad como base de situaciones de alta
comicidad se halla presente en I.i, en especial en las pp. 79-86, donde el
mismo Sosia llega a dudar de su propia personalidad ante la actuación de
Mercurio; en I.iii y en III.ii, en los que Júpiter suplanta a Anfitrión ante Alc-
mena, y en III.iv, cuando es Mercurio el que suplanta a Sosia ante Anfitrión.
2.3
a ¿En qué se aprecia, en el comportamiento de Júpiter o Mer-
curio, esa condición antropomórfica referida en dicho texto?
¿Resultan divertidos ambos personajes? ¿Utilizan, para ex-
presarse, un registro lingüístico elevado?
䊳 Aprovechándose de sus prerrogativas divinas, Júpiter engaña a Alc-
mena suplantando en el lecho conyugal al marido de ésta, el inocente Anfi-
trión; Mercurio a su vez se mofa y apalea al infeliz Sosia tras haberle confun-
dido y trastornado de mala manera. Los dioses, pues, se libran a la pura satis-
facción de sus caprichos cual simples humanos. Especialmente divertido es
el personaje del mensajero de los dioses, Mercurio, quien en las partes dialo-
gadas se sirve, además, de un registro lingüístico popular en sintonía con el
de su oponente, Sosia, propio de un auténtico esclavo. Véase: «Este tío no
está en sus cabales» (p. 83); «Si se me hinchan las narices, aún saldrás hoy
deslomado de aquí» (p. 86); «¡Imbécil! […] ¡Idiota! ¿Qué demonios preten-
des?» (p. 118). En general, todas sus intervenciones en I.iii, en apartes, están
en contraste y oposición absoluta al elevado tono galante de los dos aman-
tes, Júpiter y Alcmena. En los monólogos, en cambio, Mercurio, como lo sue-
le hacer su padre Júpiter de ordinario, recupera el noble plano expresivo que
de su rango y categoría cabe esperar. Véase I.ii, pp. 87-88 (Mercurio); I.iii,
pp. 88-90 (Júpiter con Alcmena); III.i, p. 110 (Júpiter); acto III.ii, p. 111 (Júpi-
ter y Alcmena) y III.iv, pp. 116-117 (Mercurio).
2.4
a Demuestra, con ejemplos, esta variedad estilística de la obra.
䊳 Lenguaje narrativo: «Esta ciudad es Tebas […] viene directamente
del puerto con su farol» (pp. 66-68); «Hemos regresado al hogar sanos y sal-
vos […] en que solía beber el rey Pterelao» (pp. 70-74); «Ése, cuando llegue
a presencia de su amo Anfitrión, le contará que […] sus propias faltas y cul-
pas recaigan sobre un mortal» (pp. 87-88); «Se pone a dar a luz […], el niño
que ha dado muerte a las serpientes es hijo suyo y que el otro es tuyo» (pp.
124-127).
Lenguaje retórico-lírico: «¿Existe mortal alguno […] con ingratitud e in-
diferencia» (pp. 69-70); «Qué poca cosa son los placeres […] es dueño de
todos los bienes» (pp. 95-96).
Lenguaje lírico-galante: «Adiós, Alcmena […] Confía en mí» (pp. 88-90).
20 ANÁLISIS
3
EL AUTOR EN SU TRADICIÓN
4
ACTIVIDADES DE CREACIÓN
4.2
2. ESTUDIOS Y EDICIONES
ARNALDI, F., Da Plauto a Terenzio, I, Nápoles, 1947.
ARNOTT, W.G., Menander, Plautus and Terence, Oxford, 1985.
CHIARINI, G., La recita. Plauto, la farsa, la festa, Bolonia, 1979.
DELLA CORTE, F., Da Sarsina a Roma, Florencia, 1962.
ERNOUT, A., Plaute, I, París, 1970.
FRANK, T., Vida y Literatura en la República romana, Buenos Aires, 1971.
GRISMER, R.L., The Influence of Plautus in Spain before Lope de Vega,
Nueva York, 1944.
LANA, I., Aspetti della vida quotidiana e della società romana nel teatro
di Plauto, Turín, 1960.
MARCOS C., M.A., «Algunas puntualizaciones sobre los datos biográficos
de Plauto», Durius, I, 1973, pp. 23-36.
NIXON, P., Plautus, I, Londres, 1979.
PARATORE, E., Il teatro di Plauto e di Terenzio, Roma, 1958.
——, Plauto, Florencia, 1961.
PERNA, R., L’originalità di Plauto, Bari, 1955.
TALADOIRE, B.A., Essais sur le comique de Plaute, Mónaco, 1956.
ZAGAGI, N., Tradition and Originality in Plautus, Gotinga, 1980.
CLÁSICOS HISPÁNICOS
1. Mariano Azuela
Los de abajo
Edición y estudio de la obra de Marta Portal
2. Francisco Ayala
Muertes de perro
Edición de José-Carlos Mainer
Estudio de la obra de María Ángeles Naval
3. Fernando de Rojas
La Celestina
Edición y estudio de la obra de Bienvenido Morros
4. Anónimo
Lazarillo de Tormes
Edición y estudio de la obra de Bienvenido Morros
5. Gustavo Adolfo Bécquer
Rimas
Edición y estudio de la obra de Mª T. López García-Berdoy
6. Miguel Hernández
Antología poética
Edición de Agustín Sánchez Vidal
Estudio de la obra de Manuel Otero
7. Francisco de Quevedo
El Buscón
Edición de Rosa Navarro y Milagros Rodríguez
Estudio de la obra de Milagros Rodríguez
8. Blas de Otero
Poesía escogida
Edición de Sabina de la Cruz y Lucía Montejo
Estudio de la obra de Manuel Otero y Amelia del Caño
9. Juan Ramón Jiménez
Poemas escogidos
Edición y estudio de la obra de Richard A. Cardwell
10. Antonio Machado
Poesía
Edición de José-Carlos Mainer
Estudio de la obra de José Enrique Serrano
11. Francisco Ayala
Relatos
Edición y estudio de la obra de Andrés Amorós
12. Lope de Vega
El caballero de Olmedo
Edición y estudio de la obra de Felipe B. Pedraza Jiménez
13. Camilo José Cela
La colmena
Edición de Darío Villanueva
Estudio de la obra de María Ángeles Rodríguez Fontela
14. Calderón de la Barca
La dama duende
Edición y estudio de la obra de José María Díez Borque
15. Miguel Mihura
Tres sombreros de copa
Edición y estudio de la obra de Fernando Valls
16. Lope de Vega
Fuente Ovejuna
Edición de Alberto Blecua y Bienvenido Morros
Estudio de la obra de Bienvenido Morros
17. Fernando Fernán Gómez
Las bicicletas son para el verano
Edición y estudio de la obra de Manuel Aznar
18. Calderón de la Barca
La vida es sueño
Edición y estudio de la obra de Antonio Rey Hazas
19. Miguel de Cervantes
Novelas ejemplares
Edición y estudio de la obra de Antonio Rey Hazas
20. Benito Pérez Galdós
Misericordia
Edición y estudio de la obra de Montserrat Amores
y Agustín Sánchez Aguilar
(En preparación)
21. Miguel de Cervantes
Don Quijote de la Mancha. Vol. I
Edición y estudio de la obra de Antonio Rey Hazas
(En preparación)
22. Miguel de Cervantes
Don Quijote de la Mancha. Vol. II
Edición y estudio de la obra de Antonio Rey Hazas
(En preparación)
23. Varios autores
Antología poética de los siglos de oro
Edición y estudio de la obra de José María Micó
(En preparación)
24. Jorge Manrique
Poesía
Edición y estudio de la obra de Bienvenido Morros
CLÁSICOS UNIVERSALES
1. Gustave Flaubert
Madame Bovary
(En preparación)
2. Plauto
Comedia de la olla
Anfitrión
Traducción de Jaime Velázquez
Edición y estudio de la obra de Jaime Velázquez
3. Franz Kafka
La metamorfosis y otros relatos
Traducción de María del Carmen Gauger
Edición y estudio de la obra de Eustaquio Barjau
4. William Shakespeare
Romeo y Julieta
Traducción de Josep M. Jaumà
Edición y estudio de la obra de Josep M. Jaumà
5. Molière
Tartufo
Traducción de Juan Bravo Castillo
Edición y esrudio de la obra de Juan Bravo Castillo
E-mail: e@vicensvives.es
Vicens Vives http://www.vicensvives.es