Rosario de La Santísima Trinidad

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ROSARIO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, presente y


operante en la Iglesia y en lo más profundo de mi ser;
yo te adoro, te doy gracias y te amo.
Por medio de María, mi madre Santísima, me ofrezco,
entrego y consagro totalmente a ti para toda la vida y para
la eternidad.
A ti, Padre del cielo, me ofrezco, entrego y consagro como
hijo.
A ti, Jesús Maestro, me ofrezco, entrego y consagro como
hermano y discípulo.
A ti Espíritu Santo, me ofrezco, entrego y consagro como
“templo vivo” para ser consagrado y santificado.
María, Madre de la Iglesia y Madre mía, tu que estás en
intimidad con la Trinidad Santísima, enséñame a vivir, por
medio de la liturgia y los sacramentos, en comunión cada
vez más íntima con las tres divinas personas, para que toda
mi vida sea un “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.”

V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles


R. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía, Señor, tu Espíritu.
R. Que renueva la faz de la tierra.

ORACIÓN

Oh Dios, que iluminas los corazones de tus fieles con la luz


del Espíritu Santo concédenos este mismo Espíritu para
obrar con prudencia, rectitud y gozar siempre de sus
consuelos inefables. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…


PRIMER MISTERIO: Santísima Trinidad
armonía y unidad del Universo

MEDITACIÓN

El amor y el poder de la Santísima


Trinidad crea el mundo. El Espíritu Santo,
personalmente, es el gozo, la armonía y la
alegría de la creación. El Espíritu del Padre
hace al hombre a imagen y semejanza del
Hijo: lo llena de dignidad, de Gloria y de
honor. Desde ese momento, “la gloria de
Dios es el hombre vivo”, con plenitud de
vida total. Desde ese momento, el hombre
“vive, se mueve y existe en Dios” (Hch. 17, 28).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.


Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo
consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la
Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”.


Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

Santísima Trinidad, Dios Trino y uno, Padre, Hijo y Espíritu


Santo, principio y fin nuestro, Tú nos has hecho conforme a
tu imagen y semejanza. Concédenos que todos los
pensamientos de nuestra mente, todas las palabras de
nuestra lengua, todos los sentimientos de nuestro corazón y
todas las acciones de nuestro ser sean conformes a tu
divina voluntad.
Así, después de haberte visto aquí en la creación y
veladamente por la fe, podamos llegar a contemplarte cara a
cara eternamente en el cielo. Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Dios ha distribuido la vida en forma diversificada, ha puesto la


belleza y esplendor en todo lo creado. Me corresponde a mi
conservar el ambiente que nos rodea y la importancia de
promover las relaciones interfamiliares, reconocer y felicitar a
los demás por sus éxitos y logros.

SEGUNDO MISTERIO:
Santísima Trinidad un solo Dios
en el amor

MEDITACIÓN

“Mi Padre encuentra su


Gloria en esto: que ustedes
produzcan mucho fruto,
llegando a ser con esto mis
auténticos discípulos. Yo los
he amado a ustedes como el
Padre me ama a mi:
permanezcan en mi amor. Si
guardan mis mandatos,
permanecerán en mi amor, así como yo permanezco en el
amor del Padre, guardando sus mandatos (Jn. 15, 8-10).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.


Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo
consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la
Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:


“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme


totalmente de mí para instalarme en ti, inmóvil y tranquilo,
como si ya mi alma estuviera en la eternidad. Que nada
pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, sino que cada
minuto me sumerja más en la hondura de tu misterio.
Pacífica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada de amor y
el lugar de tu descanso. Que en ella nunca te deje solo, sino
que ahí esté con todo mi ser, todo despierto en fe, todo
odorante, totalmente entregado a tu acción creadora.

PRÁCTICA DIARIA
Jesús me ama y me pide que me entregue a Él. ¿Cómo debo
entregarme?
Cumpliendo sus enseñanzas y practicando diariamente alguna
de las obras de misericordia.

TERCER MISTERIO: Dios Padre


Creador del Universo

MEDITACIÓN

Así fueron hechos el cielo y la


tierra todo lo que hay en ellos.
(Gen. 2, 1).

En cada “cuenta sola” o “cuenta


grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro


Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro
Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo
consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la
Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:


“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”.

Gloria al padre, siete veces.

ORACIÓN

Oh Dios Padre, de Ti procede la vida, de Ti nos viene el


amor. Gracias por el don de la creación y por el regalo de la
vida. Gracias por esta tierra y por todos los hombres que la
habitan. Gracias por tu alianza de amor y por el perdón que
nos regalas gratuitamente. Gracias por que en la plenitud
de los tiempos nos has dado a tu Hijo, nuestro Salvador.
Haz que cada día sepamos agradecerte todos tus dones,
unidos en familia de amor. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Dios es la fuente de donde brota el amor y la vida. “Vengo del


Padre y camino a la casa del Padre”. Mi vida debe ser una
continua acción de gracias por toda la creación en donde
descubro la presencia de Dios y su huella. Debo preocuparme
de cuidar las obras de la creación.
CUARTO MISTERIO: Jesucristo
rostro de la Santísima Trinidad

MEDITACIÓN

Por eso Dios lo


engrandeció y le concedió el
Nombre que está sobre todo
nombre, para que, ante el
Nombre de Jesús, todos se
arrodillen, en los cielos, en la
tierra y entre los muertos. Y
toda lengua proclame que Cristo
Jesús es el Señor, para Gloria
de Dios Padre. (Fil. 2, 9-11).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.


Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo
consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la
Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”.

Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

!Oh, Dios! Te dedico y consagro todo lo que hay en mí: mis


recuerdos y mis acciones a Dios Padre; mi comprensión y
mis palabras a Dios Hijo; mi voluntad y pensamientos a
Dios Espíritu Santo; mi corazón y mi cuerpo, mi lengua, mis
sentidos y todas mis penas a la sagrada humanidad de
Jesucristo, el cual voluntariamente se entregó a manos de
malvados y sufrió el tormento de la cruz.
PRÁCTICA DIARIA

Dios nos ama. Nos ama a cada uno de nosotros de esa manera
única y especial como El ama. Me corresponde a mi manifestar
su misericordia, la misericordia de Dios y su perdón,
comprendiendo, amando y perdonando.

QUINTO MISTERIO: Espíritu


Santo que revela verdad
plena

MEDITACIÓN

Cuando venga El, el


Espíritu de la verdad, los
introducirá a la verdad
plena.
El no vendrá con un
mensaje propio sino que les
dirá lo que ha
escuchado, y les anunciará
las cosas futuras. Me
glorificará porque recibirá de lo mío para revelárselo a
ustedes. Todo lo que tiene el Padre también es mío.
Por eso les he dicho que recibirá de lo mío para
anunciárselo. (Jn., 16, 13-15).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.


Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo
consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la
Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.
En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”.


Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

Oh Santo Espíritu de Luz y Amor, a Ti consagro mi corazón,


mi alma y mi voluntad en el tiempo y en la eternidad.
Permíteme ser siempre dócil a tus divinas inspiraciones y a
las enseñanzas de la santa Iglesia Católica cuya guía
infalible eres Tú. Haz que mi corazón se encienda en el
amor a Dios y al prójimo. Que mi voluntad esté siempre en
armonía con tu divina voluntad. Que mi vida pueda imitar
fielmente la vida y las virtudes de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A El, en unión del Padre, y contigo, Espíritu
divino, honor y Gloria demos siempre. Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Vivir según El, es vivir de fe, de esperanza y de caridad. Él nos


llevará a la compenetración con Cristo para lograr una
auténtica existencia cristiana. Tratar al Espíritu Santo como se
trata a un amigo: con sencillez y confianza.

Para terminar rezamos tres veces:

“Sacra inefable bondad, Digna de eterna alabanza,


Dadnos fe, amor y esperanza. Santísima Trinidad”.

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

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