En Nombre Del Pueblo Palestino

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En nombre del pueblo palestino

¿Quiénes usurpan la dirección del movimiento popular


y cómo trafican con una causa justa?

En Francia, en noviembre de 2023, circuló, de mano en mano, un panfleto


político titulado Résistance et combats pour la libération nationale de la Pa-
lestine[*] que traza, bajo una pluma coloreada como representación de la bande-
ra palestina, su muy reveladora consigna: From the river to the sea Palestine
will be free[**].

El escrito está publicado en francés pero hay una versión en castellano. Nues-
tro análisis se basa en ambas versiones; los párrafos citados, evidentemente,
corresponden a la versión en castellano.

El texto está dividido en una Presentación y 6 Contribuciones enumeradas del


1 al 6. En la Presentación se dice que los autores son varios pero no hay nom-
bre o rótulo que los identifique o vincule a un partido, organización, grupo
político, círculo de estudios o club de amigos. Como fuere, ellos se definen
como parte de un movimiento de solidaridad.

En la presentación, alguien escribió:

El trabajo que presentamos aquí no es una exposición académica imparcial: es el


fruto de la reflexión colectiva de militantes de orígenes políticos y geográficos di-
versos, implicados desde hace tiempo en el movimiento de solidaridad con la lucha
del pueblo palestino y activos en la lucha por la liberación de Georges Ibrahim Ab-
dallah, militante comunista libanés encarcelado en Francia desde 1984.
__________
[*] Resistencia y lucha por la liberación nacional de Palestina.
[**] Del río al mar, Palestina quedará libre.

1
¡Fruto de la reflexión colectiva de militantes! Es decir, la exposición no es
producto de un colectivo, fortuitamente reunido para tratar un tema aleatorio,
donde cada militante tira por su lado sino que, imaginamos, a pesar de algunas
diferencias, confluyen y se unen en torno a lo que el presentador denomina un
"movimiento de solidaridad con la lucha del pueblo palestino".

Pero no sólo eso, el presentador, en nombre de todos esos militantes, va más


allá y declara que:

Como comunistas, nos hemos esforzado por formular este análisis de la cuestión
palestina reexaminando la historia y los hechos según el método de la dialéctica re-
volucionaria, que es el único que permite comprender el pasado —con sus éxitos y
sus fracasos— y permite mirar más allá de las situaciones inmediatas o coyuntura-
les para vislumbrar la dinámica esencial en la raíz del movimiento de liberación na-
cional del pueblo palestino.

Así, en conjunto, se declaran "comunistas" que analizan la "cuestión palestina


reexaminando la historia y los hechos según el método de la dialéctica revolu-
cionaria"... "para vislumbrar la dinámica esencial en la raíz del movimiento de
liberación nacional del pueblo palestino". Es más, coligados y persuadidos,
afirman que:

Aunque este texto es producto de un esfuerzo colectivo, hemos optado por dejar a
los autores de cada una de sus partes la forma de redacción que más les convenga.

En el curso de este trabajo, hemos podido elevar nuestro propio nivel de compren-
sión de la cuestión palestina. Esperamos que este texto tenga el mismo efecto en sus
lectores. No obstante, somos conscientes de la necesidad de abordar otras cuestio-
nes que no se han tratado aquí, y de debatir y profundizar en nuestros análisis cola-
borando con otros activistas. Nuestro deber es, en efecto, contribuir a ampliar la
discusión entre los revolucionarios para elaborar e imponer la línea justa y firme
que el movimiento de apoyo a la lucha palestina necesita para actuar eficazmente.

La intención, el objetivo, de tal disquisición queda manifiestamente claro:

... elaborar e imponer la línea justa y firme que el movimiento de apoyo a la lucha
palestina necesita para actuar eficazmente.

Atención, "elaborar e imponer la línea justa y firme", he ahí la razón por la que
nuestro análisis se centra en el contenido y no en la forma del escrito; más aún
si los redactores del panfleto se consideran "comunistas", "marxistas"; más
aún, si pretenden deslizar su "maoísmo" al citar a Mao Tsetung:

... como decía Mao, han empezado a repartir pescado a las masas populares, mien-
tras que antes les enseñaban a pescar.

2
Hasta allí llega su pretendido maoísmo: hasta los pescados y los pescadores; no
da para más.

Si entre los autores de cada una de sus partes se desarrolló o no una lucha de 2
líneas para ajustarse a la ideología del proletariado es algo que queda difumi-
nado entre el Corán y las estrellas; si el autor de la Presentación, o alguno de
los autores de las Contribuciones, defiende los principios del marxismo, aun-
que sea uno de los más elementales, y combate las ideas, posiciones o líneas
contrarias a la ideología del proletariado es algo que queda para ser profetizado
por algún bonachón que pretenda sacarles las castañas del fuego.

Quien calla, otorga. Mejor aún, quien no deslinda campos, clara y tajantemen-
te, concilia y, como bien se sabe, la conciliación conduce a la charca del opor-
tunismo, del revisionismo. Siguiendo las enseñanzas de Lenin, reiteramos que
si algunos deciden y quieren ir a la charca con su propio pie, tienen todo el
derecho a hacerlo pero no pueden exigirnos que vayamos con ellos. Nosotros,
como marxista-leninista-maoístas, optamos por el deslinde. Estamos dispues-
tos a apoyar y unirnos sólo con aquellos que realmente deslinden campos con
el enemigo y sirvan al pueblo.

José Carlos Mariátegui enseñó:

Soy revolucionario. Pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posición
definida es fácil entenderse y apreciarse, aun combatiéndose. Con el sector político
que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el socialismo
domesticado, el de la democracia farisea.

Y, en el Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels establecieron:

Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abier-
tamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia
todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Re-
volución Comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus
cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar.

Así las cosas, hagamos algunas preguntas iniciales: ¿Pueden estos señores de
la Résistance et combats pour la libération nationale de la Palestine hablar en
nombre del pueblo palestino? ¿Sus ideas representan a Palestina y su pueblo?
La línea ideológica y política que elaboran y pretenden imponer, ¿es una línea
justa y correcta? ¿Es la línea que necesita el pueblo palestino para su libera-
ción? ¿Es la línea que necesita el movimiento de apoyo a la lucha palestina
para actuar eficazmente?

La respuesta es clara y contundente: ¡No!

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El contenido de ese pasquín, puesto bajo la lupa del marxismo, no apunta a
"contribuir a ampliar la discusión entre los revolucionarios" para elaborar una
línea acorde a la concepción del proletariado, el marxismo-leninismo-
maoísmo. No, nada de eso. Sus redactores ya tienen y difunden una línea ideo-
lógica y política manifiestamente estructurada y definida. Esparcen incienso
para enmascarar algunas de sus posiciones de carácter revisionista y trotskista;
sí, eso es tan real como los personajes que han redactado ese escrito, pero ello,
por el momento, es irrelevante. Lo que hacen, en esencia, es difundir, a todo
pulmón, una línea ideológica y política reaccionaria, contrarrevolucionaria,
recalcitrantemente anticomunista clara y bien conocida: la ideología y política
islamista del llamado Movimiento de Resistencia Islámica —Harakat al-
muqâwama al-'islâmiya, cuyo acrónimo es Hamás— y su brazo armado las
Brigadas Al-Qassam. Evidentemente, Hamás (expresión que también se puede
traducir como "entusiasmo" o "fervor",) y sus brigadas no son los únicos acto-
res ni nada nuevo en la historia de Palestina.

El islamismo tiene varias corrientes o ramas —sunismo, chiismo, sufismo,


jariyismo, ibadismo y otras menores— que se diferencian por matices de inter-
pretación basada en la lectura del Sagrado Corán como fuente de información;
en qué Surah y en qué Versículo ponen el énfasis y hasta en quién debía suce-
der al Profeta, o Mensajero, Mahoma. Además, los islamistas se subdividen en
corrientes políticas o político-religiosas, en grupos y facciones, que no com-
parten ideas comunes en torno a qué sistema de Estado y qué sistema de Go-
bierno quieren construir y, a lo largo de la historia, se han masacrado entre sí.
Algunas de esas corrientes, las alas panarabistas más radicales, han cobrado
mayor resonancia a partir del 7 de octubre de 2023 con su Jihad (Yihad), con
su Guerra Santa, en nombre de su dios Allah (Alá) contra un enemigo malva-
do.

En el Sagrado Corán se encuentran perlas como éstas:

- Y luchad en la causa de Allah contra los que luchan contra vosotros, pero no seáis
transgresores. En verdad, Allah no ama a los transgresores.
- Y matadlos donde los encontréis y expulsadlos de donde os hayan expulsado: ya
que la persecución es peor que el homicidio. Y no luchéis contra ellos ni dentro ni
cerca de la Mezquita Sagrada mientras no os ataquen allí. Pero si os atacan, com-
batidles: ésa es la retribución para los incrédulos.
- Y si sois matados o morís por la causa de Allah, en verdad el perdón de Allah y
Su misericordia serán mejores que cuanto puedan atesorar.
- Y si vosotros morís o sois matados en verdad que seréis reunidos junto a Allah.
- Pues quien obedece a Allah y a este Mensajero suyo, estará entre aquellos a quie-
nes Allah ha concedido sus bendiciones, a saber: los Profetas, los Veraces, los
Mártires y los Justos. ¡Qué excelentes compañeros son éstos!
- La retribución de quienes hacen la guerra contra Allah y Su Mensajero e intentan
sembrar la discordia en la tierra sólo será ésta: que sean ajusticiados o crucifica-

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dos, o que se les corten las manos y los pies alternos o que sean expulsados del
país.
- ¡Oh, vosotros, los que creéis!, no toméis por amigos a judíos ni a cristianos. Ellos
son amigos entre sí. Mas si alguno de vosotros los toma por amigos, es, en verdad,
uno de ellos. Ciertamente, Allah no guía a los injustos.
- Vuestros amigos son sólo Allah y Su Mensajero y los creyentes que cumplen la
oración y pagan el Zakat inclinándose ante Él con absoluta sinceridad.
- No digáis —por la falsedad que profieren vuestras lenguas—: "Esto es lícito y
aquello ilícito", forjando una mentira contra Allah. En verdad, quienes forjan
mentiras contra Allah no prosperarán.
- Después de una ganancia temporal. Hay para ellos un doloroso castigo.
- Y también a quienes son judíos, les prohibimos antes de esto todo lo que te hemos
referido. Y no les perjudicamos, sino que se perjudicaron ellos mismos.

¡El martirio o la victoria!

Los redactores de Résistance et combats pour la libération nationale de la


Palestine, al "reexaminar la historia y los hechos" de la cuestión palestina no
siguen, para nada, "el método de la dialéctica revolucionaria"; al contrario,
actúan como caja de resonancia para difundir la narrativa islamista.

Así, definidas las cosas con claridad, sin disimulos ni conciliaciones desde el
inicio de nuestro análisis, veamos los principales argumentos que se esgrimen
en el panfleto de marras.

¿Cuál es el punto de partida para "reexaminar la historia y los hechos"?

El reduccionismo y el negacionismo. La argumentación "histórica" de los


redactores apunta, entre otras cosas, a establecer que el enemigo principal en
Medio Oriente, cuando no en el mundo, es el sionismo; claro, enmascarado
dentro de un supuesto antiimperialismo y anticolonialismo. Escriben:

... es necesario comprender la naturaleza del sionismo y su proyecto colonial al ser-


vicio del imperialismo. La entidad sionista fue creada como punto avanzado y ca-
beza de puente del sistema imperialista en Medio Oriente, para perpetuar la mono-
polización de la riqueza y mantener a los pueblos y naciones árabes bajo su domi-
nio. Por lo tanto, la causa palestina es ante todo la causa del antiimperialismo, el an-
ticolonialismo y el antisionismo. Y hoy está incluso en el centro de la lucha con-
tra el imperialismo en su conjunto, lo que la hace ejemplar a los ojos de los
pueblos árabes y de los pueblos del mundo.
[La negrita es nuestra]

Retengamos la última parte de esta cita pues volveremos a ella más adelante.

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Desperdigadas a lo largo del texto, encontramos este tipo de afirmaciones
sobre la causa palestina:

Como la operación "Oslo" ya no funciona, y el fracaso de la solución de los "2 Es-


tados" es evidente, algunos hablan ahora de la solución de un Estado único, "demo-
cratizado" y curado de "apartheid"... que preservaría los fundamentos del sionismo.
Pero la liberación de la Palestina histórica, "del mar al Jordán", no puede ser real
sin el fin de la entidad sionista y de su Estado colonial fundado en un sistema teo-
crático, racista y expansionista.

[...]

... el rostro del sionismo se parece cada vez al del fascismo, con su lote diario de
crímenes,...

[...]

En el sionismo, el discurso ideológico de la superioridad de la civilización occiden-


tal, que reivindica como propia, y la inferiorización y estigmatización de la pobla-
ción autóctona, despreciada por ser indígena, son características invariables de la
colonización.

[...]

... la lucha por la liberación de Palestina es verdaderamente central en la lucha anti-


imperialista.

[...]

3. Otro rasgo específico de la colonización sionista es el lugar central que se otorga


a la religión como cobertura ideológica para su empresa. El sionismo ha utilizado
las Sagradas Escrituras (Biblia y Torá) y propagado una lectura sionista de la Bi-
blia para imponer una Palestina imaginaria como la patria ancestral de los ju-
díos, que supuestamente son los únicos descendientes directos de los hebreos. Esta
instrumentalización se ha desarrollado principalmente sobre la base de 5 ideas cla-
ve:

a. La sionización del judaísmo o la equiparación del sionismo con el judaísmo.


Históricamente, fue la Inglaterra anglicana la que inventó el sionismo.
[Las negritas son del original.]

[...]

A medida que se aceleraba la ocupación, el sionismo se vio obligado a legalizar un


régimen de apartheid y de supremacía judía para consolidar el "Estado judío". El
apartheid es una herramienta ineludible del colonialismo sionista en Palestina. Ha-
blar de una posible solución de "paz" en un "Estado de derecho israelí" no es más
que otra cara utilizada para ocultar la naturaleza colonial del Estado sionista.

6
[...]

Para garantizar su hegemonía, las colonias —y, por tanto, la entidad sionista— no
pueden existir sin matar palestinos, acercándose así a las prácticas exterministas
que presidieron las conquistas coloniales en Norteamérica.

[...]

Como parte integrante del sistema imperialista global, la entidad sionista es hoy un
eslabón esencial del mismo. Se ha convertido en uno de los principales medios (a
nivel estatal) para contrarrestar cualquier intento de desafiar el orden colonial e im-
perialista y de construir un frente antiimperialista regional o mundial. La durabili-
dad, seguridad y supremacía de la entidad sionista en su entorno inmediato es un
requisito previo para garantizar la hegemonía y el despliegue de los proyectos im-
perialistas en la región y fuera de ella.

Además de la actitud reduccionista, simplista, que ostentan al abordar la com-


pleja lucha de clases a nivel internacional y regional, se amparan en el nega-
cionismo histórico para, en nombre del marxismo, canonizar la línea ideológi-
ca y política islamista que propalan. Escriben:

Aunque los semitas —es decir, los grupos étnicos que hablan una lengua semítica—
más numerosos son los árabes, incluidos los palestinos, esta operación consiste en
reducir el antisemitismo al antijudaísmo.

[...]

La publicidad obsesiva y engañosa en torno a las investigaciones y excavaciones


arqueológicas, apropiándose de los restos de las civilizaciones cananea, babilónica
y árabe-musulmana, incluso sionizando los nombres de ciudades y afirmando ha-
berlas creado, para dar la impresión de que los judíos estuvieron presentes en Pales-
tina durante miles de años, a pesar de que el hebreo (la lengua de la religión judía)
no se hablaba allí desde hacía miles de años (los judíos rusos, los más numerosos en
el movimiento sionista, hablaban yiddish). Los judíos organizaron incluso campa-
ñas para plantar coníferas con el fin de ahogar el olivo, símbolo de la identidad pa-
lestina. Incluso el cine, sobre todo el estadounidense en particular, se ha utilizado
para sionizar la historia de Palestina (véanse las películas Moisés, Los 10 Manda-
mientos y Éxodo). También en el deporte, la Unión Europea participa en esta falsi-
ficación globalizada incluyendo a la entidad sionista en las competiciones continen-
tales.

Sin olvidar este altisonante y cinematográfico palabreo, recorramos una muy


pequeña parte de la historia del proceso de desarrollo social de la humanidad.

Los panfletistas escriben:

Desde el Siglo VII, la antigua Canaán, actual Palestina ( ‫فلسطين‬, Filastin, en refe-
rencia a los filisteos), era árabe, cristiana y musulmana (el 80% de la población). Al

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igual que el resto de los países árabes, es un mundo en el que una gran parte de la
población se ha convertido, durante las conquistas árabe-musulmanas, en árabe-
parlante e islamista. Estas conquistas no son conquistas de asentamiento colonial,
como es el caso de las religiones misioneras, incluyendo el judaísmo.

De 1516 a 1916, bajo la ocupación turco-otomana, el mundo árabe (con excepción


de Marruecos) representaba casi el 40% del Imperio Otomano. Al final de la Prime-
ra Guerra Mundial, en 1918, Palestina era predominantemente árabe y musulmana,
con diversas minorías religiosas y/o culturales (drusos, cristianos y judíos), pero sin
aspiraciones nacionales. En aquel momento, contaba con una población de unos
700,000 habitantes, incluidos 56,000 judíos (la mayoría de ellos no nativos).

Como bien se puede leer, desde el arranque, esta revisión de la historia pone el
centro fundamental de su argumentación en el Siglo VII; y, como quien no
quiere la cosa, inducen al lector a pensar que, a partir de esa fecha, Canaán, "la
actual Palestina", estaba ocupada por los filisteos; no por gusto traducen e
identifican "‫فلسطين‬, Filastin" —en referencia a los Filisteos— con "Palestina".
Y, claro, según ellos, esa Palestina es la "Palestina histórica: el Sinaí, los Altos
del Golán, la Franja de Gaza y Cisjordania"... "del mar al Jordán" o "del río al
mar". De relleno, afirman que el 80% de la población de esa Palestina era
árabe, cristiana y musulmana... Etnia y religiones monoteístas. ¿Y el 20%
restante? Adivine, adivinador... Tal vez, restos diluvianos de arameos, amo-
rreos, fenicios, asirios, griegos, romanos y un montón más de pequeñas etnias
politeístas; y, claro, la raquítica minoría de esos de la religión no nativa. Para
más señas, del Siglo VII saltan al período signado por los años 1516 y 1916
para remarcar, para cincelar en la mente del lector desprevenido, que Palestina:
"En aquel momento, contaba con una población de unos 700,000 habitantes,
incluidos 56,000 judíos (la mayoría de ellos no nativos)". ¿Se adivina hacia
dónde jalan de la carreta?

Nada, nada de lo que escriben, y de cómo lo escriben, es casual: "la antigua


Canaán, actual Palestina", "el mundo árabe", el "Imperio Otomano", "árabe y
musulmana", "minorías religiosas y/o culturales (drusos, cristianos y judíos)
sin aspiraciones nacionales", los judíos "no nativos"... y una larga lista de etcé-
teras a lo largo del texto plañidero.

Pero, como para convencer, no basta el lloriqueo, refuerzan su idea matriz:


"gran parte de la población se ha convertido, durante las conquistas árabe-
musulmanas, en árabe-parlante e islamista". ¡El idioma árabe, arma y razón
incuestionable de la unidad nacional, de la nación! Brillante aplicación del
"método de la dialéctica revolucionaria".

Asombroso y nada trivial, todo el proceso de desarrollo histórico social ante-


rior a esa fecha se pasa por alto, simplemente se lo ignora. Para ellos, agua de
cloaca. ¿Es casual? ¡No! ¿Por qué? Porque lo único que les interesa es destacar

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la arabización de los filisteos —léase de los "Palestinos"— y su conversión al
islamismo, a la religión esparcida por el buenazo de Mahoma según las imagi-
nerías coránicas.

Dicho sea de paso, sobre Abraham, en el librito de las fábulas musulmanas, se


relata un simpático detalle que cada quien, según sus gustos y pareceres "co-
munista-marxistas", puede interpretar como mejor se le antoje en referencia al
incuestionable derecho de pernada islámica en la historia y los hechos.
Y [recordad esto:] cuando su Sustentador puso a prueba a Abraham con [Sus] órde-
nes y éste las cumplió, le dijo: "Haré de ti un guía para los hombres". Abraham pre-
gunto: "¿Y [harás guías] también a mis descendientes?" [Dios] respondió: "Mi pac-
to no incluye a los malhechores".
__________
[Nota: Este pasaje, leído conjuntamente con los 2 versículos que le preceden, refuta el alegato
de los hijos de Israel de que en virtud de su descendencia de Abraham, a quien Dios hizo "un
guía para los hombres", ellos eran "el pueblo elegido de Dios". El Corán deja claro que la
eminente posición de Abraham no confería automáticamente una posición semejante a sus
descendientes biológicos, y menos aún a los pecadores de entre ellos.
Dios dice, en respuesta a la pregunta de Abraham acerca de sus descendientes: "Mi pacto no
incluye a los malhechores". De esta forma le fue dado a Abraham entender que no toda su
descendencia constaría de gentes rectas y que nadie puede decir que pertenece a un "pueblo
elegido" en virtud de su parentesco con un enviado de Dios: una aseveración que se refiere no
sólo a los israelitas, que descienden de Abraham por vía de Isaac, sino también a la rama ára-
be (ismaelita) de los pueblos abrahámicos, de la que surgirían los Quraish; y también, implíci-
tamente, a los inicuos entre los descendientes del Último Profeta, Muhammad, que pertenecía
a la tribu de Quraish.]

Al conspicuo Profeta sólo le faltó hacer una ponzoñosa e incuestionable refe-


rencia para aplastar al sionismo; pero esa tarea la dejó para que la cumplan sus
descendientes en el Siglo XXI y a los serviles de éstos que se reafirman plena,
consciente, voluntaria e incondicionalmente a la línea ideológica-política isla-
mista.

El plan de los radicales islamistas de arrojar a los judíos al mar, con su tan
pretendido "del mar al Jordán" o "del río al mar", no es nada original ya que
copian pésimamente las especulaciones ficticias —anécdotas desprovistas de
un contexto histórico— propaladas en la Torah, Torá o el Antiguo Testamento:

Sembraré delante de ti mi terror; llenaré de turbación a todos los pueblos donde lle-
gues; y haré que todos tus enemigos huyan ante ti.
Enviaré avispas delante de ti que ahuyentarán de tu presencia al jivita, al cananeo y
al hitita.
Los expulsaré de tu vista poco a poco, hasta que tú te multipliques y te apoderes de
la tierra.
Y fijaré tus confines desde el mar de Suf hasta el mar de los filisteos, y desde el de-
sierto hasta el Río, pues entregaré en tus manos a los habitantes del país para que
los arrojes de tu presencia.

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No hagas pacto con ellos ni con sus dioses.
No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí, pues dando culto a
sus dioses caerías en un lazo.

En fin, dejemos de lado la ironía y los entuertos del Corán y la Torah.

Sigamos.

Los redactores de Résistance et combats... dejan de lado el proceso histórico


anterior al Siglo VII porque no les conviene, así de simple. Entre otras cosas,
admiten, de dientes afuera, que los "palestinos" también son semitas; sí, pero
circunscrito a la lengua, al idioma, para soterrar su propio racismo gritando: ¡al
ladrón!

Y, claro, siempre poniendo el parche antes que salte el pus: "más numerosos
son los árabes, incluidos los palestinos". ¡Juntos, pero no revueltos!

Sin embargo, históricamente hablando, lo semita no puede reducirse a la len-


gua semítica que hablan unos y otros divididos en mayorías y minorías; el
problema de fondo es cómo se entiende el proceso de desarrollo histórico de la
humanidad en general y de la sociedad, de las naciones, en particular; es decir,
el desarrollo histórico en que las naciones forman o constituyen sus Estados.

Los palestinos, los árabe palestinos o como quieran autodenominarse, no sólo


"hablan una lengua semítica", son semitas; por lo tanto, los hechos históricos
que los involucran abarcan al conjunto de la sociedad palestina, al conjunto de
la sociedad israelí y al conjunto de otras sociedades ascendientes o descendien-
tes del mismo linaje; no se limita al episodio de un hecho traumático que su-
puestamente truncó toda posibilidad de continuidad y desarrollo autónomo e
independiente.

Para no retrotraernos centenares de miles de años y transportarnos al Continen-


te africano para explicar el paso decisivo para el tránsito del mono al hombre
—para la transformación, de una raza de monos antropomorfos extraordina-
riamente desarrollada, en seres humanos—, limitémonos a retroceder sólo
hacia el año 3000 antes de nuestra era y situémonos en Asia Occidental, en el
lugar que pasaría a ser conocido como Canaán, que es la denominación antigua
de una región y civilización situada entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán
y que abarcó parte de la franja sirio-fenicia conocida también como el Crecien-
te fértil. Las primeras ocupaciones de esos territorios se pueden rastrear hasta
las fases más tempranas del neolítico, hace 12,000 años. Los semitas no esta-
ban en esas tierras. Hacia el año 3000 antes de nuestra era se infiltraron o en-
traron por la fuerza los semitas y otras tribus nómadas a esos territorios, entre

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ellas se puede encontrar a hebreos, arameos, fenicios, filisteos, amorreos, jebu-
seos, hicsos y otras más. No interesa quién entró primero y quién después; el
hecho es que liquidaron, sometieron, expulsaron, asimilaron o se integraron a
las tribus y pueblos originarios que ya estaban ahí antes que ellos. Más aún,
luego llegaron o pasaron por esos territorios muchos más: hurritas, hititas,
asirios, egipcios, griegos, romanos, otomanos y una larga cadena de invasores
que se unían o combatían a los invasores que habían ocupado esos territorios
antes que ellos. Para el caso, aquí tampoco importa quién invadió primero y
quién después. El hecho es que por ahí pasaron muchos y se quedaron pocos.

La tribu semita que se convirtió en la más importante fue la de los acadios que
provenían del desierto al sur de la actual Siria, y que bajando por la cuenca del
Éufrates llegaron a tierra de los sumerios, donde se establecieron para luego
hacerse con el Poder en la ciudad de Kish donde fundaron la nueva capital bajo
el nombre de Agadé y a partir de ahí emprendieron una guerra de conquista
llegando no sólo a tomar y posesionarse de todas las ciudades sumerias y de
toda Mesopotamia sino que siguieron sin parar, pasando por Jerusalén, hasta lo
que hoy se conoce como Siria para de ahí seguir hasta el Asia Menor. Así las
cosas, en Mesopotamia, hacia el año 2350 antes de nuestra era, con los semitas
acadios apareció el primer gran Imperio de la historia, que abarcó desde el
actual Golfo Pérsico hasta las costas del Mediterráneo. Mas este primer Impe-
rio fue desbaratado 150 años después debido a las constantes revueltas y las
invasiones de los nómadas gutis y amorreos; el Imperio había crecido tanto
que el poder acadio ya no podían gobernar ni organizar el abastecimiento de
todo lo necesario a la población en las ciudades conquistadas. A esa crisis
general hay que sumarle las constantes intrigas palaciegas, que desataron
disputas por las rutas de comercio entre los diferentes grupos de poder, tanto
en el centro mismo como entre los Gobiernos de las colonias.

Los gutis primero se impusieron sobre las ciudades Estado de la región princi-
pal, es decir, en torno a la capital Agadé, que fue arrasada hasta no dejar me-
moria de su ubicación; luego cortaron las redes de transporte y comunicación y
sembraron pánico con el fin de no permitir que los semitas acadios y sumerios
se reorganizaran; y, posteriormente, tomaron el control total de las ciudades
Estado y desmantelaron el Imperio Acadio.

Dentro de la variedad de tribus semitas, los israelitas estaban convirtiéndose en


personas muy peculiares, y en ciertos aspectos fundamentales estaban espiri-
tualmente adelantados a su tiempo. No obstante, seguían siendo un pueblo
primitivo si se juzgaba por las normas de las sociedades avanzadas de 1250
antes de nuestra era. Incluso en su espiritualidad conservaban muchos elemen-
tos atrasados, y así continuaron durante siglos.

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La consolidación de los asentamientos israelitas, la conquista de las ciudades
restantes y la ocupación definitiva de la Costa les llevó más de 2 siglos, de
1200 a 1000 antes de nuestra era, y no se cumplió hasta el nacimiento del reino
unificado de Israel hacia el fin del milenio. Tras derrotar a los cananeos, de-
bían restaurar las ciudades y trabajar la tierra. A pesar de que Jerusalén era la
ciudad interior de mayor importancia estratégica, los israelitas no habían podi-
do apoderarse de ella en más de 200 años. Según documentos egipcios, no fue
sino hasta el período que abarcó los años 928-722 antes de nuestra era, que se
registró la existencia del Reino de Israel y Reino de Judá hasta que Asiria los
despedazó; y vuelva usted a empezar.

Las diferentes tribus israelitas actuaban de forma independiente unas de otras,


y a veces luchaban entre sí. Tenían diferentes enemigos: los enclaves cananeos
que quedaron, las tribus beduinas que incursionaban y la nueva amenaza de los
filisteos que presionaban desde la Costa.

La presión que los invasores filisteos ejercían desde la Costa estaba comen-
zando a notarse, pero aún no había guerra entre ellos y los israelitas; por el
contrario, tenían contactos y comercio constantes, incluso matrimonios mixtos,
como atestiguan los datos arqueológicos, por ejemplo los objetos filisteos
hallados en la ciudad israelita de Bet-shán.

Los filisteos, que estuvieron a un paso de apoderarse de Egipto antes de que


Ramsés III los expulsara de la región del Nilo, eran un antagonista mucho más
formidable que los cananeos indígenas, a quienes los israelitas estaban despo-
seyendo y convirtiendo en esclavos. No cabe duda de que los filisteos consti-
tuían un pueblo guerrero; luego de la expulsión, bajo el férreo mando de una
aristocracia feudal-militar, conquistaron la región suroeste de Canaán y ocupa-
ron, tras grandes batallas, 5 grandes ciudades: Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y
Gat.

Según los entendidos, alrededor de 1050 antes de nuestra era, después de ex-
terminar a los cananeos de la Costa, comenzaron un movimiento de expansión
a gran escala contra la región montañosa interior que estaba ocupada princi-
palmente por israelitas; conquistaron la mayor parte de Judá, en el Sur, pero no
lograron ocupar los territorios al Este del Jordán ni en la Galilea septentrional.
La expansión por el sur de Canaán, las guerras con los israelitas y otros pue-
blos los acabaron confinando al territorio de sus 5 ciudades. Así, la expansión
filistea, cesó aunque mantuvieron algunas incursiones militares sobre todo
cuando apretaba el hambre.

Durante el Siglo X antes de nuestra era, la federación filistea, conformada por


las 5 ciudades filisteas, perdió su autonomía, temporalmente, bajo la hegemo-
nía egipcia; y, definitivamente, tras la conquista asiria de 722 antes de nuestra

12
era. Nabucodonosor II devastó el territorio filisteo en 604 antes de nuestra era
y, como el resto de Medio Oriente, cayeron en manos del Imperio de Alejandro
Magno.

Los filisteos perdieron influencia en la región, fueron asimilados por otras


civilizaciones, culturas y religiones, y se esfumaron de la historia hasta "reapa-
recer" en el Siglo XVI como mercenarios en las huestes del Imperio turco, del
Imperio Otomano que surgió en Asia Menor durante la decadencia del Imperio
turco selyúcida.

Como la historia tira para larga en el mismo tono de idas y vueltas, mejor sal-
temos al dominio griego y al dominio del Imperio Romano. En ese escenario,
las sublevaciones de los Macabeos contra el Imperio seléucida —entre 167 y
160 antes de nuestra era— dejó toda una escuela de resistencia y combate a la
tiranía y un antiguo manual de guerra de guerrillas. La helenización de los
habitantes de territorios semitas encontró adeptos en las clases superiores, los
ricos y los sacerdotes judíos que se prestaban al juego de los griegos poniendo
en ascenso un movimiento reformista judío, que deseaba acelerar el ritmo de la
helenización por motivos seculares y económicos, apropiándose cada vez más
del templo de Jerusalén; así, los reformadores se vieron cada vez más identifi-
cados con el Poder de ocupación y los impuestos opresores —en las etapas de
autogobierno y prosperidad, las clases superiores, los ricos y los sacerdotes
judíos siempre parecieron atraídos por las religiones vecinas, fueran éstas la
cananea, la filisteo-fenicia o la griega—. Poco después se abolió la ley mosaica
en la forma que entonces adoptaba y fue reemplazada por la ley secular al
mismo tiempo que rebajaba el Templo a la categoría de lugar ecuménico de
culto y ahí metieron la estatua del dios Zeus Olímpico.

Como los altos impuestos recaían sobre los más pobres, se produjeron revuel-
tas encabezadas por los Macabeos que, en varios años de campaña guerrillera
contra las guarniciones seléucidas y sus partidarios judíos, expulsaron a todos
los griegos de la región que circundaba Jerusalén; fue así cómo Israel recuperó
su independencia después de varios siglos. El gobernante seléucita Antíoco
Epífanes Sidetes había recibido de sus asesores la recomendación de que des-
truyese Jerusalén y aniquilase el pueblo judío, porque era "el único pueblo
sobre la Tierra que rehusaba asociarse con el resto de la humanidad"; una reve-
renda tontería que un montón de energúmenos han promovido e intentado
hacer a lo largo de los siglos.

El número de judíos, nativos y conversos, aumentó por doquier, de modo que,


de acuerdo con una tradición medieval, en tiempos del censo de Claudio en el
año 48, había 6'944,000 judíos en el Imperio, en Babilonia y otros lugares aún
más alejados. Se calcula que durante el período de Herodes había alrededor de
8 millones de judíos en el mundo, y que, de ellos, entre 2'350,000 a 2'500,000

13
vivían en la llamada Palestina; por lo tanto, los judíos formaron alrededor del
10% del Imperio romano.

La región donde transcurre esta historia y sus hechos, Canaán, desde tiempos
remotos, tuvo muchos nombres y fue llamada Palestina recién el año 135 de
nuestra era por el Emperador romano Adriano tras sofocar la revuelta del re-
belde judío Bar Kojba en Jerusalén y su guerra de los túneles en la ciudad que
entonces llamaban Herodis. Desde entonces, y hasta la creación del Estado de
Israel y el establecimiento de la Autoridad Nacional Palestina en el Siglo XX,
la región fue casi siempre parte de algún Reino o Imperio mayor y, sólo excep-
cionalmente, constituyó por sí misma una unidad política independiente, como
el Reino de Jerusalén durante las Cruzadas.

En esos territorios, la expulsión, la diáspora, el exilio, y el retorno del exilio


fueron pan de cada siglo.

Anotemos que el nombre Palestina siguió utilizándose como término geográfi-


co, referido a un área cada vez más extensa sin presencia Filastin —filistea o
"palestina"—. Por más dolorosa que les sea, señores reexaminadores de la
historia y los hechos, ésa es la realidad, esa es la historia, ésos son los hechos.

El mejor argumento negacionista que esgrimen los redactores del panfleto


Résistance et combats..., que ejercen como caja de resonancia de los radicales
islamistas de Hamás, es que en 1947

... los judíos sólo representaban el 35% de la población total que vivía en el territo-
rio de la Palestina histórica, y sólo poseían el 6% de las tierras. La entidad sionista,
expansionista por naturaleza (las 2 barras horizontales de la bandera de la entidad
sionista simbolizan el Nilo y el Éufrates como límites del "Gran Israel"), no se con-
tentó con el 55% de las tierras palestinas previsto en el plan de partición de 1947:
muy rápidamente, en 1949, se apoderó de casi el 78% de la Palestina histórica.

Si buscan culpables, los encontrarán entre las autoridades otomanas y los terra-
tenientes árabes. Guste o no, esa pomposa frase de captura o usurpación del
territorio palestino no tiene sustento científico, es propaganda y de la más
barata. Si no hay vendedor no hay comprador.

En cuanto a la lengua, al idioma.

Por ejemplo, si se toma en cuenta las características de la lengua sumeria, para


dilucidar cómo se desarrollaron o de dónde procedían los sumerios, se puede
ver que hay una continuidad evolutiva de varios milenios. Téngase en cuenta
que la antigua Mesopotamia abarcó desde la prehistoria hasta su caída a manos

14
de los persas, pasando por un montón de Reinos e Imperios como, para citar
sólo algunos, el Sumerio, el Acadio, el Babilónico en todas sus variantes, el
Asirio, el Caldeo y otros más; fue un territorio que mostró un desarrollo como
unidad histórica a lo largo de varios miles de años; una zona en la que, con el
establecimiento de la agricultura y la ganadería unos 6,000 años antes de nues-
tra era, se dio un gran salto en el desarrollo de nuevas técnicas de producción,
lo que a su vez trajo el desarrollo de ciudades y con ellas la llegada de la civili-
zación y de ahí es que se considera a los sumerios como la primera y más anti-
gua de las civilizaciones hasta hoy conocidas; lo que viene después es un es-
pectacular desarrollo jalonado por una organización social jerarquizada y dife-
renciada donde las revueltas internas y las agresiones externas fueron una
constante.

Los límites de las ciudades primero y luego de los Reinos e Imperios se ex-
panden y contraen al son de las guerras; caen unos para levantar cabeza otra
vez siglos después, otros caerán para quedarse en el llano y otros serán borra-
dos del mapa y de la historia; los unos impondrán al vencido su idioma, sus
valores, sus dioses, sus usos y costumbres; los otros se asentarán definitiva-
mente en el territorio del vencido identificándose con las costumbres, las su-
persticiones, el idioma, la vida y las creencias del pueblo que gobernaban; y a
pesar de tantas idas y venidas, se puede establecer con meridiana claridad que
todo eso es un proceso que representa miles de años de continuidad, de unidad
histórica.

Hay detalles lingüísticos, claro; por ejemplo, el amorreo era una lengua semíti-
ca occidental muy parecida a las lenguas cananeas pero poco conocida y de
poca importancia, así que con el tiempo la alternativa, para adaptarse, fue usar
un dialecto acadio con construcciones semitas cananeas.

Se conoce muy poco sobre el idioma original de los filisteos, del que sólo
sobreviven unas pocas palabras en hebreo a modo de préstamos culturales.

En el Iraq actual, lo mismo que en una veintena de países más, se habla árabe,
una lengua de la familia semítica como todas las que la precedieron y que
como tal, como árabe propiamente dicho, se estructuró entre los Siglos I y III
de nuestra era y alcanzó su forma clásica recién a partir del Siglo VIII, mucho
después de la aparición de la versión final del Corán a mediados del Siglo VII.
Mucho después del surgimiento del Islam y del desarrollo de normas gramati-
cales junto con un proceso de unificación y normalización de la lengua árabe
culta y erudita, se estableció el árabe moderno adaptado a la vida moderna y a
la influencia de la llamada civilización occidental. Hay un árabe estándar, que
se lee y escribe en todos esos países, y numerosos dialectos en los que se habla
y que a veces son incomprensibles para las diferentes naciones entre sí debido
a las diferencias lexicales y fonológicas a pesar de la similitud en el plano

15
sintáctico y los muchos préstamos de palabras persas, griegas, turcas, france-
sas, bereberes, curdas y otras más. Así que, lingüísticamente hablando ¿a quién
le interesa que los árabes, incluidos los palestinos, sean más numerosos?

La historia y el conocimiento, señores panfletistas, no pueden ser tan estrechos


ni mezquinos como para limitarse a disputas que se circunscriben a derechos
de autor o paternidad y dejan de lado la continuidad y el curso del movimiento
histórico.

Ahora se puede comprender mejor las viles intenciones que se esconden detrás
de la formulación: "Desde el Siglo VII, la antigua Canaán, actual Palestina...".

¡Sublimación en estado puro!

Quien quiera hacer referencia a la Historia, o a la historia de lo que sea, está


obligado a comprender el proceso en su conjunto y no "a partir" de lo que
mejor le parezca y acomode. No basta coger un berrinche para berrear sobre
"la publicidad obsesiva y engañosa...". [Véase lo citado en las páginas 7-8 de este escri-
to.]

Que sirva de lección aprendida: las constantes revueltas internas y las invasio-
nes de otros pueblos (hoy hablamos de Estados), fueron (son) la regla y no la
excepción.

También aprendemos otra lección que se reproduce, siguiendo más o menos el


mismo guión, en otras partes del mundo: al margen de los caprichos con que
las fronteras territoriales son movidas según las victorias de unos y las derrotas
de otros, las naciones, en sus orígenes, se formaron sobre una misma memoria,
una geografía de experiencia y conocimiento.

El marxismo enseña que en la historia de la humanidad, se pasa de los vínculos


consanguíneos de las gens a las tribus y de éstas a las federaciones de tribus,
cuando las hubo, y son éstas las que formaron pueblos que se constituyeron en
naciones cuando se organizaron y adoptaron una Constitución con un sistema
de derecho popular luchando por un ideal y un interés que era común a todos
los que formaban la nación; un proceso determinado no por el crecimiento
poblacional sino, principalmente, por la ligazón de los grupos humanos a la
producción, a la distribución y el intercambio; posteriormente aparecería la
diferenciación de los oficios, la apropiación del excedente y las clases sociales
y con ellas el Estado y sus fuerzas armadas como garantes de la propiedad
privada; y así hasta que el desarrollo actual de la economía y de la sociedad
destruyen las barreras nacionales sustituyéndolas por los antagonismos de
clase que pasa a ser lo principal. Así es cómo aparece la nación históricamente

16
y va sufriendo modificaciones a lo largo de su desarrollo hasta el punto de que
hay naciones oprimidas y naciones opresoras, sin que esto quiera negar que
dentro de cada una de ellas haya diferentes clases que luchan entre sí. Y es
precisamente aquí donde entra a tallar el derecho de separación, la aplicación
práctica de los derechos de soberanía, independencia y autodeterminación de
los pueblos, de las naciones y de los Estados.

Recuérdese que fue Lewis Henry Morgan quien, en su obra La sociedad primi-
tiva, presentó su tesis sobre el desarrollo de las sociedades humanas a lo largo
de 3 fases principales: salvajismo, barbarie y civilización; y que no por gusto
fue estudiada, a profundidad, por Marx y Engels; y que fue, en especial, Engels
quien tomó esa obra como referencia para establecer cómo las condiciones
económicas y la propiedad privada juegan un papel fundamental; y que Marx
estableció que es el modo de producción lo que determina la historia; si no se
cree y alguien tiene dudas, simplemente debería leer El Capital.

Y ya que estamos nombrando a los clásicos del marxismo, no estaría nada mal
que los redactores del panfleto que analizamos se pongan a leer —aunque lo
mejor es que estudien— unos cuantos escritos que conforman una parte de la
A del ABC del marxismo; podrían empezar con un texto de unas cuantas pági-
nas llenas de profunda cognición: El papel del trabajo en la transformación
del mono en hombre y se centren en 2 conceptos importantes; trabajo y trans-
formación. Luego pueden seguir con El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado, Dialéctica de la naturaleza, Anti-Dühring, El problema
campesino en Francia y en Alemania, Revolución y contrarrevolución en Ale-
mania, La ideología alemana, El Capital, El desarrollo del capitalismo en
Rusia, Marxismo y revisionismo, El imperialismo, fase superior del capitalis-
mo, El Estado y la revolución, La revolución proletaria y el renegado Kautsky,
Sobre el Estado, Informe de la Comisión sobre los problemas nacional y colo-
nial, Análisis de las clases de la sociedad china, Sobre la contradicción y
Sobre la nueva democracia. Lectura elemental para todo aquel que se conside-
re marxista.

Tal vez puedan asimilar, entre otros, conceptos marxistas tan básicos como:
relaciones sociales de producción, fuerzas productivas, base económica —
como sustento de toda sociedad—, superestructura, ordenamiento jurídico y
estatal —como el remate de un sistema de ideas—, sistema de Estado, sistema
de Gobierno, clases sociales, lucha de clases, ideología del proletariado, Parti-
do Comunista, Frente Único —de clases, democrático popular y de la revolu-
ción—, violencia revolucionaria, liberación nacional, revolución, guerra popu-
lar, revolución de nueva democracia, revolución socialista, dictadura popular,
dictadura del proletariado, ley de la contradicción, de la unidad y lucha de
contrarios —ley fundamental no sólo de la naturaleza y de la sociedad sino
también del pensamiento—, etcétera.

17
Muy elemental, no es mucho pedir, pero tal vez les sea útil.

Así asimilamos que el hombre no es de una naturaleza invariable sino que es el


producto de las relaciones sociales de producción y, por tanto, históricamente
se genera en la práctica social y está modelado por la lucha de clases.

Hay que entender el materialismo histórico como un método científico de


interpretación histórica de la sociedad. No como método de interpretación de
lo que a uno le gusta y conviene. El carácter inevitable del oportunismo, del
revisionismo, está determinado por sus raíces de clase en la sociedad actual; es
una avanzada de la burguesía en las filas del proletariado y muestra formas
específicas en su negación del marxismo; el revisionismo es el peligro princi-
pal, a nivel nacional e internacional, para todo comunista y revolucionario;
para el proletariado y el pueblo.

Lenin enseñó que marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de


la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado.

Sigamos.

Engels, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, escribió:

La formación de rebaños llevó, en los lugares adecuados, a la vida pastoril; los se-
mitas, en las praderas del Éufrates y del Tigris; los arios, en las de la India, del
Oxus y el Jaxartes; del Don y el Dniéper. Fue por lo visto en estas tierras ricas en
pastizales donde primero se consiguió domesticar animales. Por ello a las genera-
ciones posteriores les parece que los pueblos pastores proceden de comarcas que, en
realidad, lejos de ser la cuna del género humano, eran casi inhabitables para sus
salvajes abuelos y hasta para los hombres del estadio inferior de la barbarie. Y, a la
inversa, en cuanto esos bárbaros del estadio medio se habituaron a la vida pastoril,
nunca se les hubiera podido ocurrir la idea de abandonar voluntariamente las prade-
ras situadas en los valles de los ríos para volver a los territorios selváticos donde
habitaran sus antepasados. Y ni aun cuando fueron empujados hacia el Norte y el
Oeste les fue posible a los semitas y a los arios retirarse a las regiones forestales del
Oeste de Asia y de Europa antes de que el cultivo de los cereales les permitiera en
este suelo menos favorable alimentar sus ganados, sobre todo en invierno. Es más
que probable que el cultivo de los cereales naciese aquí, en primer término, de la
necesidad de proporcionar forrajes a las bestias, y que hasta más tarde no cobrase
importancia para la alimentación del hombre.

En Anti-Dühring, escribió:

De la adaptación pasamos a la herencia. También en esto se encuentra el darwinis-


mo, según el señor Dühring, en un callejón sin salida. Todo el mundo orgánico,

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afirma Darwin según el señor Dühring, procede de un protoser, es, por así decirlo,
la pollada de un ser único. La coordinación independiente de productos naturales
análogos o la mediación en la descendencia son, según Darwin, inexistentes, y, por
tanto, sus concepciones retrospectivas tienen que cortarse enseguida que se le rom-
pa el hilo de la reproducción, del tipo que sea.

La afirmación de que Darwin deriva todos los organismos de un solo ser originario
es, por expresarnos cortésmente, una "propia y libre creación e imaginación" del
señor Dühring. Darwin dice explícitamente en la penúltima página del Origin of
Species, sexta edición, que ve

a todos los seres no como creaciones particulares, sino como descendencia, en línea recta,
de unos pocos seres.

[...]

El señor Dühring se ha inventado ese ser originario para desacreditarlo poniéndole


en paralelo el judío originario, Adán. En lo cual tiene además, el señor Dühring, la
desgracia de ignorar que los descubrimientos de Smith sobre los asirios han identi-
ficado al judío originario como semita originario, y que toda la historia bíblica de la
Creación y del Diluvio es una pieza del ciclo religioso legendario arcaico y pagano
común a los judíos, los babilonios, los caldeos y los asirios.

Sin duda es duro e irrefutable el reproche hecho por el señor Dühring a Darwin de
que su estudio termina en cuanto que se le corta el hilo de la descendencia. Desgra-
ciadamente, ese reproche afecta a toda nuestra ciencia de la naturaleza. En cuanto
se le corta el hilo de la descendencia tiene que terminar. Hasta ahora, en efecto, no
ha conseguido producir seres orgánicos sino por descendencia; ni siquiera ha podi-
do producir sencillo protoplasma u otras proteínas a partir de los elementos quími-
cos. Por eso no puede decirnos sólidamente hasta ahora sobre el origen de la vida
sino que tiene que haberse producido por vía química. Pero tal vez sea la filosofía
de la realidad capaz de ayudarnos en este punto, puesto que ella dispone de produc-
tos de la naturaleza coordinados y que no están mediados por descendencia unos de
otros. ¿Cómo han podido surgir dichas producciones? ¿Por generación espontánea?
Pero hasta el momento ni los más audaces representantes de la generación espontá-
nea se han atrevido a engendrar de este modo más que bacterias, gérmenes de hon-
gos y otros organismos muy bajos, no insectos, peces, pájaros ni mamíferos. Sí,
pues, estos productos de la naturaleza —orgánicos, que son los únicos que nos in-
teresan aquí— son coordinados y no están relacionados por la descendencia, enton-
ces ellos mismos o aquel de sus antepasados que se encuentra en el lugar en que "se
corta el hilo de la descendencia" tiene que haber aparecido en el mundo por un par-
ticular acto de creación. Ya estamos, pues, otra vez con el Creador y con lo que se
llama deísmo.

[...]

Pero aún peor es la situación de las verdades eternas en el tercer grupo de ciencias,
el grupo histórico, que estudia las condiciones vitales de los hombres, las situacio-
nes sociales, las formas jurídicas y estatales con su superestructura ideal de filoso-

19
fía, religión, arte, etc., en su sucesión histórica y en su resultado actual. En la natu-
raleza orgánica nos encontramos por lo menos con una sucesión de procesos que,
en la medida en que se trata de nuestra observación inmediata, se repiten con bas-
tante regularidad en el seno de límites bastante amplios. Las especies orgánicas si-
guen siendo a grandes rasgos las mismas que en tiempos de Aristóteles. En cambio,
en la historia de la sociedad las repeticiones de situaciones son excepcionales, no
son la regla, en cuanto rebasamos las situaciones primitivas de la humanidad, la
llamada edad de piedra, y cuando se producen tales repeticiones no tienen lugar
nunca exactamente en las mismas condiciones. Así ocurre, por ejemplo, con la pre-
sencia de la propiedad colectiva originaria de la tierra en todos los pueblos cultos y
la forma de su disolución. Por eso en el terreno de la historia humana estamos con
nuestra ciencia mucho más atrasados que en el de la biología; aún más: cuando ex-
cepcionalmente se llega a conocer la conexión interna de las formas de existencia
sociales y políticas de una época, ello ocurre por regla general cuando esas formas
están ya en parte sobreviviéndose a sí mismas y caminan hacia su ruina. El conoci-
miento es, pues, aquí esencialmente relativo, en cuanto se limita a la comprensión
de la coherencia y las consecuencias de ciertas formas de sociedad y Estado exis-
tentes sólo en un tiempo determinado y para pueblos dados, y perecederas por natu-
raleza. El que en este terreno quiera salir a la caza de verdades definitivas de última
instancia, de verdades auténticas y absolutamente inmutables, conseguirá poco bo-
tín, como no sean trivialidades y lugares comunes de lo más grosero, como, por
ejemplo, que los hombres no pueden en general vivir sin trabajar, que por regla ge-
neral se han dividido hasta ahora en dominantes y dominados, que Napoleón murió
el 5 de mayo de 1821, etc.

[...]

Si el señor Dühring no quiere decir con su dominio del hombre por el hombre, co-
mo condición previa del dominio de la naturaleza por el hombre, sino que nuestra
actual situación económica, el grado de desarrollo hoy alcanzado por la agricultura
y la industria, es el resultado de una historia social desarrollada a través de contra-
posiciones de clase, relaciones de dominio y servidumbre, entonces está diciendo
algo que desde el Manifiesto Comunista ha tenido tiempo de sobra para convertirse
en un lugar común. Lo que importa es explicar el origen de las clases y de las rela-
ciones de dominio, y si el señor Dühring no dispone para esa explicación más que
de la repetida palabra "violencia", no nos puede hacer avanzar ni un paso. El simple
hecho de que los dominados y explotados son en todo tiempo mucho más numero-
sos que los dominantes y explotadores —lo que quiere decir que la fuerza real está
del lado de aquéllos— basta para poner de manifiesto la necedad de toda esta teoría
de la violencia y el Poder. Hay que explicar aún las relaciones de dominio y servi-
dumbre.

Éstas han nacido de 2 modos.

Los hombres entran en la historia tal como primitivamente salen del reino animal en
sentido estricto: aún semianimales, rudos, aún impotentes frente a las fuerzas natu-
rales, aún sin conocer las propias, pobres, por tanto, como los animales, y apenas
más productivos que ellos. Domina cierta igualdad en la situación vital, y también,
para los cabezas de familia, una especie de igualdad en la posición social: por lo

20
menos, hay una ausencia de clases sociales, ausencia que aún perdura en las comu-
nidades espontáneas agrícolas de los posteriores pueblos de cultura. En todas esas
comunidades hay desde el principio cierto interés común cuya preservación tiene
que confiarse a algunos individuos, aunque sea bajo la supervisión de la colectivi-
dad: la resolución de litigios, la represión de extralimitaciones de los individuos
más allá de lo que está justificado, vigilancia sobre las aguas, especialmente en los
países calurosos, y, finalmente, funciones religiosas propias del selvático primiti-
vismo de ese estadio. Tales funciones públicas se encuentran en las comunidades
primitivas de todos los tiempos, en las más antiguas comunidades de las marcas
germánicas igual que en la India actual. Están, naturalmente, provistas de cierto po-
der y son los comienzos del Poder estatal. Las fuerzas productivas crecen paulati-
namente; la población, adensándose, crea en un lugar intereses comunes, en otros
intereses en pugna entre las diversas comunidades, cuya agrupación en grandes
complejos suscita una nueva división del trabajo, la creación de órganos para prote-
ger los intereses comunes y repeler los contrarios. Estos órganos, que ya como re-
presentantes de los intereses colectivos de todo el grupo asumen frente a cada co-
munidad particular una determinada posición que a veces puede ser incluso de con-
traposición, empiezan pronto a independizarse progresivamente, en parte por el ca-
rácter hereditario de los cargos, carácter que se introduce casi obviamente porque
en ese mundo todo procede de modo natural y espontáneo, y en parte porque esos
cargos van haciéndose cada vez más imprescindibles a causa de la multiplicación
de los conflictos con otros grupos. No es necesario que consideremos ahora cómo
esa independización de la función social frente a la sociedad pudo llegar con el
tiempo a ser dominio sobre la sociedad, cómo el que empezó como servidor se
transformó paulatinamente en señor cuando las circunstancias fueron favorables,
cómo, según las condiciones dadas, ese señor apareció como déspota o sátrapa
oriental, como príncipe tribal griego, como jefe de clan céltico, etc., ni en qué me-
dida durante esa transformación aplicó también la violencia; ni cómo, por último,
las diversas personas provistas de dominio fueron integrando una clase dominante.
Lo único que nos interesa aquí es comprobar que en todas partes subyace al Poder
político una función social: y el Poder político no ha subsistido a la larga más que
cuando ha cumplido ésa, su función social. Los muchos despotismos que han apa-
recido y desaparecido en Persia y la India sabían siempre muy bien que eran ante
todo los empresarios colectivos de la irrigación de los valles fluviales, sin la cual no
es posible la agricultura en esas regiones. Los cultos ingleses han sido los primeros
que se han permitido olvidarlo en la India; los ingleses entregaron a la ruina los ca-
nales y las esclusas, y ahora están finalmente descubriendo, a causa del hambre que
regularmente se produce, que han descuidado la única actividad que podía justificar
su dominio de la India en la medida en que había justificado el de sus predecesores.

No es nada difícil entender cómo se manifiesta una conexión materialista de


los hombres entre sí, condicionada por las necesidades y el modo de produc-
ción, y que es tan vieja como los hombres mismos. Lo importante es entender
que esa conexión adopta constantemente nuevas formas y que, por consiguien-
te, ofrece una historia sin que exista cualquier absurdo político o religioso que
mantenga, además, unidos a los hombres.

21
Siguiendo esas enseñanzas, en el documento Sobre las 2 colinas, del Partido
Comunista del Perú, se lee:

En la historia de la humanidad, todo el proceso de transformación de modos de pro-


ducción ha sido a través de guerras, para pasar de la comunidad primitiva al escla-
vismo se vivieron grandes guerras de dominio, sin las cuales no hubiera habido las
poderosas sociedades esclavistas como Egipto o Roma: para pasar del esclavismo a
la feudalidad, los esclavos se revelaron en innumerables guerras contra los esclavis-
tas hasta que consiguieron dejar de ser vendidos como animales y se entró a la feu-
dalidad, pero el nuevo sistema impuesto no acabó la opresión, los oprimidos devi-
nieron campesinos siervos de los señores feudales contra los cuales volvieron a le-
vantarse en inmensas y tenaces luchas campesinas por arrancar las tierras que traba-
jaban y les pertenecían y por destruir la feudalidad; entre los propios feudales se
desataron multitud de contiendas entre pares para definir quién era Rey y entre los
Reyes de un lugar y los Reyes de otro se vivieron intensas guerras por el Poder has-
ta definir poderosos reinados europeos, por ejemplo, el reino español o la Rusia za-
rista o el Imperio Manchú en Oriente. También durante esa etapa de la feudalidad
así como hubo guerras entre señores feudales se produjeron feroces guerras por el
Poder político y económico entre los jerarcas de la Iglesia Católica, entre los Papas,
entre los Obispos, caso del conocido Papa Borgia y familia. Es además parte de la
historia de la Iglesia Católica las guerras de las Cruzadas por imponer su religión en
otras partes del mundo o el atroz exterminio de los nativos peruanos y latinoameri-
canos cuando conquistaron América con sus espadas y cruces divinas, con las sal-
vajes reducciones de los jesuitas. Luego, derrumbada la feudalidad se desenvolvió
el capitalismo y generó el proletariado, ultima clase explotada de la Tierra que ha
de destruir ese ominoso sistema también con guerras, pero guerras revolucionarias
que por fin acaben con todos los sistemas de explotación, en rumbo definitivo de la
humanidad hacia su verdadera libertad; y la violencia que pregonamos los proleta-
rios, los comunistas, como vanguardia de la clase, no necesitamos justificarla ni
mentimos sobre su necesidad; ante un sistema inicuo que provoca guerras de rapiña
como las 2 guerras mundiales imperialistas que costaron como 60 millones de
muertos, ¿qué es lo que, por materialismo histórico, corresponde?, destruir el capi-
talismo devenido en su fase final imperialismo y construir el socialismo y el futuro
brillante comunismo; nosotros sí somos capaces de proclamar ante el mundo: ¡La
rebelión se justifica! Así que esas fementidas palabras de olor a incienso encubren
realidades para atacar la violencia revolucionaria justa, correcta y necesaria y de-
fender la violencia contrarrevolucionaria, injusta, errónea, defensora de la explota-
ción y la opresión.

Hasta aquí, a grandes pinceladas y sin ser exhaustivos, hemos visto algunos de
los rasgos específicos del proceso de desarrollo histórico social.

Ahora dediquemos unas líneas al Sionismo primigenio.

Evidentemente, el sionismo no es un fenómeno nuevo ni fue inventado hace un


par de siglos; sus raíces primigenias pueden ser rastreadas hasta el exilio en
Babilonia.

22
Se dice que la palabra sionismo, como tal, fue acuñada en 1893 por un estu-
diante judío vienés llamado Nathan Birnbaum. Si fue exactamente así o no, es
poco relevante ya que lo principal es tomar conciencia de que las definiciones
y los conceptos son precedidos por la observación de los hechos; tomemos por
ejemplo el concepto de genocidio establecido por el jurista judío polaco Rap-
hael Lemkin quien lo describió públicamente en 1944 en el libro El dominio
del Eje en la Europa ocupada tras los juicios de Núremberg, pero su definición
recién fue aceptada en 1948.

Aunque Theodor Herzl fue uno de los autores del Programa de Basilea, adop-
tado en el I Congreso Sionista de agosto de 1897, donde asistieron 208 delega-
dos representantes de 17 países, no fue el único —aunque sí el más histriónico
representante del "sionismo de la levita"— que promovió la ideología sionista
ni el movimiento político nacionalista judío. Es poco conocido, por ejemplo,
que el filósofo Max Nordau fue quien señaló que, para evitar la irritación de
los turcos, el término Judenstaat (Estado) debía ser sustituido por Heimstätte
(hogar); además, Nordau fue quien trazó gran parte del Programa práctico y
redactó los documentos políticos del sionismo primigenio. Como fuere, cuando
Theodor Herzl falleció, a la temprana edad de 44 años, el sionismo, aunque
sólidamente establecido, todavía era sólo una tendencia minoritaria dentro de
las grandes corrientes religiosas y seculares en el mundo hebreo.

A partir del Congreso de 1898, entre otros, adquirieron popularidad Jaím


Weizmann, que llegó a ser el primer Presidente del Estado de Israel, y David
Wolffsohn, sucesor de Herzl en la Organización Sionista Mundial, quien fue el
que eligió los colores azul y blanco para la bandera sionista, expresando: "el
color de nuestros taleds[*]". A diferencia de Herzl, estos personajes conocían
bien la comunidad judía de Oriente; comprendían bien el carácter de las co-
rrientes religiosas y políticas que se manifestaban en el seno de las masas ju-
días. Weizmann rechazó el contundente ataque de los socialdemócratas en el
movimiento estudiantil judío señalando: "Señor Plejánov, usted no es el zar".
La idea de estas personalidades era mantener a Herzl alejado y por encina de
las disputas internas de las facciones judías. El sionista ruso Menájem Us-
sishkin —que se desempeñó como Secretario en el I Congreso Sionista y lue-
go, en 1923, fue elegido Presidente del Fondo Nacional Judío—, escribió:
"(Herzl) no sabe una palabra acerca de los judíos; por lo tanto, cree que sólo
hay obstáculos externos opuestos al sionismo, y no de carácter interno. No
debemos abrir sus ojos a los hechos de la vida real, porque necesitamos que
conserve fuerte su fe".

Lo que Herzl sí descubrió fue que la dinámica del judaísmo no vendría de las
élites occidentalizadas, sino de las masas pobres y sojuzgadas de los óstjuden,
__________
[*] Pieza de lana con la que se cubren los judíos la cabeza y el cuello en sus ceremonias religiosas.

23
un pueblo del que nada sabía cuándo inició su campaña. Lo captó cuando ha-
bló, por primera vez, a un público de judíos pobres, pertenecientes a la corrien-
te de refugiados, en el East End de Londres.

En ese evento, Herzl se dio cuenta de que el sionismo fácilmente podía diluirse
entre las miles de causas perdidas que había a principios de siglo a nivel inter-
nacional.

Herzl, guste o no, manejaba la alta diplomacia a nivel personal y la usaba para
convencer a los más importantes políticos y personajes europeos de que su
idea debía ser tomada en serio. Era consciente de que Gran Bretaña era el pun-
to más fuerte, pero también logró una buena relación con los grandes de Tur-
quía, Austria, Alemania y Rusia. Afirmó, con razón, que Gran Bretaña era "el
punto de apoyo de Arquímedes" sobre el cual debía descansar la palanca del
sionismo y que la élite política mostraba buena voluntad; muchos de ellos
habían leído Tancred: or, The new Crusade (Tancred: o, la nueva cruzada),
novela de Benjamin Disraeli —2 veces elegido Primer Ministro del Reino
Unido—, escrita en 1847; y el número de los que conocían la novela satírica
Daniel Deronda, escrita por George Eliot y publicada en 1876, era aún mayor.
Como si fuera poco, a Gran Bretaña había llegado una colosal corriente de
refugiados judíos rusos, provocando la amenaza de la imposición de cuotas de
inmigrantes y el temor de que se exacerbara el antisemitismo.

En 1902 se designó una Comisión Real para la Inmigración de Extranjeros, de


la cual formaba parte Lionel Walter Rothschild, un banquero de ideas sionistas
y miembro del Parlamento del Reino Unido. Herzl, en conversaciones persona-
les previas, consiguió el apoyo de Rothschild para garantizar la entrada de los
refugiados judíos especificando que la solución definitiva del problema de los
refugiados estaba en "el reconocimiento de los judíos como pueblo y la crea-
ción por ellos de un hogar reconocido legalmente". El nombre de Rothschild
quedaría vinculado a la Declaración de Balfour y la construcción de un "hogar
nacional judío" en el Mandato Británico de Palestina.

Herzl y Rothschild apoyaban la creación de un hogar judío. La pregunta era:


¿dónde? En las conversaciones se mencionó Chipre, y luego, El Arish, en la
frontera egipcia; Herzl pensó que podía ser "un punto de reagrupamiento del
pueblo judío en la vecindad de Palestina" y escribió un memorando para el
Gabinete británico, expresando por primera vez un argumento de peso aunque
peligroso: "De golpe, Inglaterra tendrá 10 millones de súbditos secretos pero
fieles, activos en todas las áreas de la vida y en todos los rincones del mundo".
Los egipcios se opusieron y la propuesta quedó descartada. Después, el Secre-
tario de las Colonias, Joe Chamberlain, que había regresado de África Oriental,
propuso una idea nueva conocida como el Programa para la Uganda Británi-
ca: "Cuando la vi —dijo— pensé: 'Ésta es una región para el doctor Herzl.

24
Pero por supuesto, él es un sentimental y desea ir a Palestina o a un lugar pró-
ximo'". Se lee el nombre "Uganda" pero se trataba de un territorio de 13,000
kilómetros cuadrados en la meseta de Mau en el actual territorio de Kenia. Se
dice que Herzl estaba tan preocupado por los nuevos pogromos que acababan
de estallar en Rusia, mucho más sangrientos que los anteriores, que posible-
mente habría aceptado dicha propuesta.

Dentro de esas idas y venidas surgió una idea que fue clave para el sionismo:
"Si puede hallarse un asentamiento que el Consejo [Colonial Judío] y la Comi-
sión de Su Majestad consideren apropiado y que merezca el elogio del Go-
bierno de Su Majestad, lord Lansdowne[*] estará dispuesto a presentar propues-
tas favorables para la creación de una colonia judía, en condiciones que permi-
tan a sus miembros conservar sus costumbres nacionales".

Esa fue una muestra de que el Gobierno de Gran Bretaña se comprometía,


diplomáticamente, a encontrar un territorio apropiado para la autonomía judía
bajo la soberanía británica; y, según Herzl, equivalía al reconocimiento de un
Estado protosionista. En una maniobra astuta, Herzl avivó el interés de David
Lloyd George —que llegaría a ser Primer Ministro entre 1916 y 1922—, pues
encomendó a la firma de abogados en la que trabajaba que redactase un pro-
yecto de Carta con destino a la colonia. Leyó la carta del marqués de Lans-
downe ante el VI Congreso Sionista, donde provocó "asombro [...] [ante] la
magnanimidad del ofrecimiento británico". Sin embargo, muchos delegados
vieron esa salida como una traición al sionismo dado que aceptar esa oferta
haría después más difícil establecer un Estado en Palestina, y los rusos se reti-
raron del Congreso. Herzl llegó a la siguiente conclusión: "Palestina es el úni-
co país donde nuestro pueblo puede descansar". En el VII Congreso (1905),
"Uganda" fue rechazada formalmente. Por entonces, Herzl había fallecido.

Herzl, a quien sus correligionarios llamaban "el hombre de los humildes" se


convirtió en una figura mítica para los judíos pobres; David Ben Gurión recor-
daba que, cuando era un niño de 10 años en la Polonia rusa, oyó un rumor: "El
Mesías ha llegado, es un hombre alto y apuesto, un hombre culto de Viena, un
doctor nada menos". Una de esas patochadas de las historietas, claro.

Hacia fines del Siglo XIX había 3 tradiciones bien diferenciadas en los judíos
religiosos de Europa Central y Oriental; no vamos a entrar a detallar pues de lo
que aquí se trata es señalar que se oponían enérgicamente al sionismo, y sobre
todo a su afirmación, cada vez más fuerte, de que representaba a toda la comu-
nidad judía.

__________
[*] Se refiere al marqués de Lansdowne, Ministro de Asuntos Exteriores o Secretario del Foreign
Office (Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones).

25
En general, los fundadores del sionismo fueron no sólo occidentales, sino,
como decían despectivamente los ortodoxos, también ateos.

Moses Hess, que en 1881 organizó el inicio de la primera gran ola de inmigra-
ción judía a Palestina como consecuencia de las persecuciones a que eran so-
metidos los judíos en Europa, era adepto a las ideas del sionismo-socialista que
defendía la liberación del territorio que consideraban como la patria hebrea.
Los primeros inmigrantes hebreos —judíos o no— que llegaron a Palestina,
compraron tierras ofertadas por las autoridades otomanas y los terratenientes
árabes; así fue como surgieron los primeros asentamientos agrícolas, las ten-
siones y los enfrentamientos entre árabes y hebreos.

Abba Eban, ex académico de Oxford, que durante un largo período sería Mi-
nistro de Asuntos Exteriores y principal negociador del nuevo Estado, dijo que
los judíos aceptaban perder áreas de importancia religiosa e histórica para
ellos, porque había "una implicación de partición inherente al desarrollo del
Estado judío" desde el momento mismo en que éste se había convertido en
"una perspectiva política concreta", es decir, desde el Mandato de la Sociedad
de Naciones. La política sionista de asentamientos se "basaba en la idea de
evitar conflictos con las realidades demográficas existentes. La idea era insta-
lar judíos allí donde los árabes adolecían de una posición firme". Como los
asentamientos árabes repetían los antiguos asentamientos israelitas, los judíos
modernos se dirigieron a la antigua llanura costera de los filisteos y al valle de
Jezrael, evitado por los árabes a causa de la malaria. "El principio del asenta-
miento judío —dijo Eban— fue siempre pragmático y contemporáneo, nunca
religioso e histórico". De ahí que, en las negociaciones con las Naciones Uni-
das dijo:

Nos apoyamos en la base general de una relación histórica, pero no presentamos


ninguna reclamación relativa a la inclusión de determinadas áreas en nuestro lado
de la partición con el argumento de los antiguos vínculos. Como Hebrón estaba
completamente poblado por árabes, no lo reclamamos. Como Beer-Sheva estaba
prácticamente vacía, la reclamamos, y tuvimos éxito. La tesis sionista fundamental
fue que en Erets Yisrael había espacio suficiente para establecer una sociedad judía
densamente poblada sin desplazar a las poblaciones árabes, e incluso sin perturbar
su cohesión social profundamente arraigada.

Esta concepción llevó a los hebreos a aceptar el plan de partición de las Nacio-
nes Unidas incluso a pesar de que sabían que sería extremadamente difícil
administrar y defender el Estado delimitado de ese modo. Pero los árabes, sin
ninguna discusión, rechazaron nuevamente el plan, que les habría dado un
Estado palestino, e inmediatamente apelaron al uso de la fuerza. Como resulta-
do de la guerra que siguió, y de las conquistas israelíes entre julio y noviembre
de 1948, el Estado israelí concluyó con el 80% de Palestina y fronteras que,
aunque todavía eran difíciles, delimitaban un Estado viable y que podía ser

26
defendido. Los árabes de Palestina terminaron sin Estado: sólo la Franja de
Gaza y Cisjordania, gobernada por Jordania.

Un tema que por lo general se ignora, o se evita por incómodo, es que la Unión
Soviética, con Stalin a la cabeza, y los Estados árabes, llegaron a la conclusión
de que la creación del Estado de Israel era resultado de una conspiración capi-
talista e imperialista. No olvidar que Stalin consideraba al sionismo como una
corriente reaccionaria nacionalista de la burguesía judía que contaba con el
apoyo de la intelectualidad y de las capas más atrasadas de los obreros judíos.

En El Marxismo y la cuestión nacional había escrito:

La ola del nacionalismo belicoso levantada desde arriba y las numerosas represio-
nes desencadenadas por los "investidos de Poder" para vengarse de la periferia por
su "amor a la libertad", provocaron, como reacción, una ola de nacionalismo desde
abajo, que a veces llegaba a ser franco chovinismo. El fortalecimiento del sionismo
entre los judíos, el creciente chovinismo en Polonia, el panislamismo entre los tárta-
ros, el recrudecimiento del nacionalismo entre los armenios, los georgianos y los
ucranianos, la propensión general de la gente de espíritu pequeñoburgués al antise-
mitismo, son hechos conocidos por todos.

La ola del nacionalismo avanzaba más y más, amenazando envolver a las masas
obreras. Y cuanto más decrecía el movimiento de liberación, más esplendorosamen-
te florecía el nacionalismo.

Sin embargo, y esto es lo que se evita decir, es que los hechos históricos tam-
bién muestran la otra cara de la medalla: ni el Departamento de Estado esta-
dounidense ni el Foreign Office británico deseaban, para nada, el estableci-
miento de un Estado judío en Medio Oriente. Es más, ambas instituciones
preveían un desastre para Occidente en la región. Del mismo modo, tanto la
War Office, la Oficina de Guerra, británica, como el Departamento de Defensa
estadounidense también estaban en contra. El entonces Secretario de Defensa
estadounidense, James Forrestal, denunció con dureza al grupo de presión
judío, escribió: "En este país no debe permitirse que un grupo influya sobre
nuestra política hasta el extremo de que pueda amenazar nuestra seguridad
nacional". Más aún, las compañías petroleras británicas y estadounidenses se
opusieron con gran vehemencia al nuevo Estado. En representación de los
intereses petroleros, Max Thornburg, de la Cal-Tex, afirmó que Truman había
"destruido el prestigio moral de Estados Unidos" y la "fe árabe en los ideales
de este país". En contra de toda expectativa, es imposible señalar la existencia
de un interés económico importante, en Gran Bretaña o Estados Unidos, que
presionase en favor de la creación del Estado de Israel. En ambos países la
abrumadora mayoría de los amigos de Israel pertenecían al llamado "socialis-
mo" y a la "socialdemocracia" seguidores de Friedrich Adler, Otto Bauer,
Ramsay MacDonald, Adolf Braun, Paul Singer y otros más.

27
Peor aún, o mejor según quién lo mire, Stalin, durante la Segunda Guerra
Mundial, por razones "tácticas", pospuso algunos aspectos de su política anti-
sionista y hasta creó un Comité Judío Antifascista. A partir de 1944, y durante
un breve período de tiempo, adoptó una postura prosionista únicamente en su
política exterior. Bien informado o no, se inclinó a creer que la creación del
Estado de Israel podría ser la creación de un nuevo Estado socialista; con lo
cual, supuso, se aceleraría la decadencia de la influencia británica en Oriente y
ese fue el meollo del "apoyo" a la creación del Estado de Israel.

Otro más, cuando, en mayo de 1947, el problema de Palestina se trató por


primera vez en las Naciones Unidas, Andréi Gromiko, entonces Viceministro
soviético de Asuntos Exteriores, sorprendió a los oyentes con el anuncio de
que su Gobierno apoyaba la creación de un "Estado judío", y, en ese sentido,
se podía contar con su voto. El 13 de octubre Semión Tsarapkin, jefe de la
delegación soviética ante las Naciones Unidas, ofreció a los miembros de la
Agencia Judía el brindis: "Por el futuro Estado judío", antes de votar a favor
del Plan de Partición. El 29 de noviembre, todo el "bloque soviético" votó a
favor de los intereses israelís, y después las delegaciones soviética y estadou-
nidense cooperaron estrechamente en la programación de la retirada británica.
Pero la cosa no quedó ahí. Cuando Israel declaró su independencia, el 14 de
mayo de 1948, el Presidente Truman le concedió inmediatamente el reconoci-
miento de facto, Stalin se adelantó un paso y menos de 3 días después le con-
cedió el reconocimiento de jure; lo cual repercutió en la decisión del Gobierno
checo, siguiendo las instrucciones de Stalin, de vender armas al nuevo Estado.
Stalin, más adelante, retomó su antisionismo ampliándolo a un antisemitismo
trasnochado.

Con el mismo oportunismo, la política estadounidense también mostró cam-


bios, pues las agudas tensiones generadas por la llamada guerra fría obligaron
a Truman a prestar más atención a los consejos del Pentágono y el Departa-
mento de Estado. En definitiva y dadas las circunstancias y los hechos históri-
cos, si la retirada británica se hubiese postergado un año o más, no sería nada
difícil deducir que Estados Unidos se habría mostrado mucho menos ansioso
de concurrir a la creación de Israel, y Rusia ciertamente habría adoptado una
actitud hostil. Tanto Stalin como Truman tenían que aprovechar el apuro para
sacar a Gran Bretaña de Oriente. A esas alturas Israel había echado raíces y
tenía asegurada su existencia.

Terminemos esta parte señalando que la lucha armada de los hebreos puso en
jaque y desarticuló el Mandato británico de Palestina, por lo que el Gobierno
británico decidió retirarse de Palestina con el rabo entre las piernas. En esa
lucha participaron hebreos de casi todas las tiendas políticas: anarquistas,
trotskistas, socialdemócratas, antifascistas, socialistas, comunistas; combatien-
tes que habían participado en la guerra civil española; judíos, sionistas o no,

28
que habían luchado en la guerra de resistencia contra la Alemania nazi en Ru-
sia, Polonia, Hungría, Bélgica, Francia, Italia y otros países.

Nahmán Syrkin, un sionista socialista de los primeros tiempos, insistía en que


los judíos eran un pueblo distinto, con su propio destino, pero sostenía que éste
sólo podría alcanzarse en un Estado cooperativo y colectivista: por consiguien-
te, el hogar nacional debía ser socialista desde el principio. Ben Gurión, ini-
cialmente, se adhirió a esta posición; luego, la traicionó.

Así las cosas, les guste o no y a pesar del cacareo y vociferada de los redacto-
res de Résistance et combats..., ése fue el sionismo primigenio y, el llamado
nuevo Sión, se había concebido como respuesta al antisemitismo del Siglo XIX
y había nacido inmediatamente después del Holocausto. No era el plan de una
teocracia judía, sino el instrumento político y militar de la supervivencia he-
brea.

La historia y los hechos posteriores son harto conocidos.

Ahora pasemos al punto principal a dilucidar.

En Résistance et combats... se lee:

Por consiguiente, lo que se llama la resistencia palestina no es sólo una resistencia


contra un enemigo que ocupó una tierra que no le pertenecía y expulsó a sus habi-
tantes mediante el terror, no es sólo una lucha contra un usurpador y por un derecho
inalienable. Es más, es fundamentalmente, un movimiento revolucionario, un mo-
vimiento de liberación nacional, como fue en su día, la guerra de independencia del
pueblo argelino.

Ignoremos la diatriba usada en las primeras líneas de lo citado y retengamos en


la memoria aquello de un movimiento revolucionario, un movimiento de libe-
ración nacional; veamos qué tan cierta es esta afirmación esgrimida en nombre
del pueblo palestino.

El argumento fundamental de los panfletistas, aunque lo disimulen entre líneas


de propaganda barata, tiene un trasfondo religioso. Escriben:

Todas las grandes potencias europeas han utilizado a los judíos y al judaísmo como
cobertura religiosa y hoja de parra para sus planes de colonizar la Tierra Santa de
Palestina en el corazón del Imperio Otomano en decadencia y del emergente mundo
árabe. No sin razón el movimiento sionista eligió llamar a su Estado de asentamien-
to colonial "Israel" (el nombre dado en la Torah a Jacob, por el que los hijos de Is-
rael se convierten en el "pueblo judío"). El objetivo de esta elección era asociar a
todos los judíos con el proyecto de asentamiento colonial, aunque el judaísmo mun-

29
dial se mostrara reacio o incluso se opusiera desde el principio. El término "pue-
blo". De este modo, es más fácil hacer creer que antisionismo equivale a antiju-
daísmo.

El problema, incluso para los "comunista-marxistas" de Résistance et com-


bats..., debería saltar inmediatamente a la vista: ¡Dirección!

Aclarar este punto, el problema de quién dirige la "resistencia palestina", bas-


taría para desenmascarar a los panfletistas, pero nuestro escrito no está conce-
bido para hacerles entrar en razón —pues son incorregibles cultores de la ac-
ción por acción, lo quieran o no, son diletantes que promueven y desarrollan su
actividad política centrando en el trabajo abierto arrastrando a las masas al más
nefasto, rastrero y ramplón legalismo burgués—; nuestro escrito va dirigido a
los verdaderos revolucionarios y a quienes deseen comprender mejor el pro-
blema palestino, desde el punto de vista de la ideología del proletariado, claro
está.

Continuemos.

Los redactores exponen el plan:

... la liberación de la Palestina histórica, 'del mar al Jordán', no puede ser real sin el
fin de la entidad sionista y de su Estado colonial fundado en un sistema teocrático
racista y expansionista.

[...]

Esta audaz ofensiva militar coordinada, meticulosamente planeada y dirigida por


Hamás y las demás organizaciones palestinas de resistencia y llevada a cabo por sus
ramas armadas, golpeó duramente las bases y asentamientos militares, puestos
avanzados de la entidad sionista que rodean la Franja de Gaza. Al mismo tiempo,
exacerbó la contradicción antagónica entre el "colectivo imperialista", sus colabo-
radores, incluidas las burguesías árabes y los Estados "normalizadores", y los pue-
blos del mundo que rechazan su dominación.

Exponen la estrategia:

Poner fin a la vía de Oslo exige nuevas estrategias que restablezcan la brújula de la
resistencia: acabar con la ilusión de un supuesto Estado palestino bajo ocupación,
poner en marcha un proyecto de liberación nacional de Palestina desde el mar hasta
el Jordán y la destrucción de la entidad sionista y su proyecto colonial, imponer el
derecho al retorno de todos los refugiados y establecer instituciones populares como
centro de la lucha.

30
Sobre lo que ellos denominan "entidad sionista", explican:

Escribimos "entidad sionista" en lugar de "Israel" porque:


- por una parte, se trata de un territorio cuyo nombre histórico es Palestina, sobre el
cual se creó, por la fuerza y contra la voluntad de su población, un asentamiento y
un Estado colonial. Es más, este Estado no tiene límites conocidos, ni siquiera en
virtud de su carácter expansionista.
- Y, por otra parte, en solidaridad con los resistentes palestinos que, incluso domi-
nados, no se someten y se niegan a aceptar los hechos consumados.

Luego, enmarcan sus planteamientos:

La Resistencia avanza año tras año: la operación "Diluvio de Al-Aqsa"[*] del 7 de


octubre de 2023 es quizá la última ilustración de ello en el momento de escribir es-
tas líneas. Preparada hace varios meses y llevada a cabo con todas las fuerzas de la
resistencia nacional palestina —Hamás y las Brigadas Al-Qassam, la Jihad Islámica
y las Brigadas Al-Quds, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y
las Brigadas Abu Ali Mustafa, el Frente Democrático para la Liberación de Palesti-
na (FDLP) y las Brigadas de Resistencia Nacional, así como la Guarida del León—
y desde el Líbano con Hezbollah, la operación "Toufan Al-Aqsa" demostró toda la
fuerza del plan de la resistencia de realizar incursiones masivas por tierra, mar y ai-
re en zonas de la Palestina ocupada para luchar contra los colonos y sabotear las
instalaciones, derribando el muro de separación con excavadoras.

[...]

Hoy, la entidad sionista teme por su propio frente, por sus colonos y su seguridad.
No son ejércitos estatales los que han dado la vuelta a la situación, sino organiza-
ciones que libran una guerra de guerrillas cuyo armamento no se acerca ni de lejos
al del ocupante, pero que se apoyan sobre todo en la solidez de su causa, en su de-
terminación de vencer, en su táctica, en su estrategia, en su armamento y en las ma-
sas que los apoyan en la Palestina ocupada, en el mundo árabe y musulmán y en
cualquier otra parte del mundo donde la gente sepa reconocer la legitimidad de todo
colonizado para liberarse del yugo de su colonizador.

Esta resistencia, porque no depende de la correlación de fuerzas en el mundo (aun-


que las conoce y sabe medirla) y porque no depende de un Estado o de una poten-
cia; porque sabe que continúa lo que otros han comenzado; porque su objetivo es
liberar Palestina desde el mar hasta el Jordán y no sólo cambiar la situación me-
diante negociaciones y traiciones, dicha resistencia sólo puede ampliar la brecha en-
tre ambas partes: Por un lado, el de la capitulación y la normalización, que se niega
a cambiar el actual estado de cosas, que se somete a la injusticia y la humillación,
argumentando que es incapaz de transformar la realidad, y que se apoya cada vez
más en las potencias imperiales y coloniales para mantenerse vivo y en pie; y por
otra parte, la de la libertad y el orgullo reencontrados, en el futuro, ciertamente
__________
[*] "Diluvio de Al-Aqsa", es una referencia a la liberación de la Mezquita Al-Aqsa; una "verdad
coránica", según el guía Mahmud Al-Zahar, quien ejerce su autoridad sobre la corriente "históri-
ca".

31
todavía con muchos sacrificios pero también mucha esperanza hasta la liberación
completa de Palestina y de todos los pueblos de la región. A pesar de los compro-
misos, las traiciones y los fracasos del campo de la capitulación, la revolución pa-
lestina sigue en pie: ¡es uno de los faros de la emancipación de los pueblos y está a
la vanguardia de la lucha actual contra el imperialismo!

Así que, ciertamente, innegablemente, ineludiblemente, ¡Palestina vivirá! ¡Palestina


vencerá! ¡Porque es el camino de su existencia, es la ley de su existencia! ¡Y por-
que no hay otras maneras posibles!

[...]

... la causa palestina es ante todo la causa del antiimperialismo, el anticolonialismo


y el antisionismo. Y hoy está incluso en el centro de la lucha contra el imperialismo
en su conjunto, lo que la hace ejemplar a los ojos de los pueblos árabes y de los
pueblos del mundo. El verdadero rostro de la causa palestina es el enfrentamiento
general de los pueblos oprimidos que aspiran a su libertad contra el imperialismo
mundial.

Préstese atención a la siguiente afirmación: la revolución palestina... ¡es uno


de los faros de la emancipación de los pueblos y está a la vanguardia de la
lucha actual contra el imperialismo!... el centro de la lucha contra el imperia-
lismo en su conjunto.

¿Revolución? ¿Faro? ¿Vanguardia? ¿Centro de la lucha?

Una vez más, ¿quién dirige esa "revolución"?

La argumentación dada a lo largo del panfleto Résistance et combats... tam-


bién les podría ser útil para defender la lucha revolucionaria y antiimperialista
de los talibanes, de Al Qaeda y hasta del mismísimo Dáish —Organización
para el Monoteísmo y la Jihad—, ese retrógrado movimiento jihadista waha-
bista, también conocido como Estado Islámico, que saltó a la fama por las
salvajes decapitaciones, que transmitieron en directo vía redes sociales, y las
limpiezas étnicas (así, en plural) a lo largo de los "recuperados" territorios
históricos de las civilizaciones que conformaron el Reino de la Media Luna
Fértil, alrededor del año 2500 antes de nuestra era, y controlaron el recorrido
de los Ríos Éufrates y Tigris, lo mismo que los territorios de lo que fue la Gran
Siria.

Así, la línea política general trazada en el panfleto para la "revolución palesti-


na", no sólo la consigna, se circunscribe a un supuesto antiimperialismo, anti-
colonialismo y antisionismo.

A pesar de la rimbombante alharaca, esos 3 antis se condensan en el siguiente


enunciado: Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile,

32
tal como aniquiló a otros antes que él; es decir, todo se reduce a una Cruzada,
a una Guerra Santa, a una guerra religiosa a pesar de que el islamismo también
se ha articulado como una ideología y movimiento político de oposición en el
mundo actual.

Para muestra un botón, señalemos algunos de los argumentos esgrimidos en la


Carta fundacional del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás)[*], fechada
el 18 de agosto de 1988, se lee:

- En nombre del Allah más misericordioso. Vosotros sois la mejor nación que ha si-
do elevada a la humanidad: mandáis lo que es justo, y prohibís lo que es injusto, y
creéis en Allah.
- Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile, tal como aniquiló
a otros antes que él.
- La preparación constante ha continuado y también la disposición a sacrificar la vi-
da y todo lo que es precioso por la causa de Allah.
- Nuestra lucha contra los judíos es muy grande y muy seria.
- El Movimiento de Resistencia Islámica es una de las alas de la Hermandad Mu-
sulmana en Palestina. El Movimiento de la Hermandad Musulmana es una organi-
zación Universal que constituye el mayor movimiento islámico de los tiempos
modernos.
- La estructura básica del Movimiento de Resistencia Islámica está formada por
musulmanes que han dado su lealtad a Allah, a quien verdaderamente adoran, (...)
temen a Allah y alzan la bandera de la Jihad frente a los opresores, para librar a la
tierra y a la gente de su impureza, vileza y maldad.
- El Movimiento de Resistencia Islámica da la bienvenida a todo musulmán que
abrace su fe, su ideología, siga su Programa, guarde sus secretos y quiera pertene-
cer a sus filas y cumplir con su deber. Allah ciertamente recompensará a tal per-
sona.
- Al adoptar el Islam como su forma de vida, el Movimiento se remonta al momen-
to del nacimiento del mensaje islámico, del antepasado justo, porque Allah es su
objetivo, el Profeta es su ejemplo y el El Corán es su Constitución. Su alcance se
extiende a cualquier lugar donde haya musulmanes que adopten el Islam como su
forma de vida en todo el mundo. Siendo esto así, se extiende hasta las profundida-
des de la tierra y llega hasta el cielo.
- El Movimiento de Resistencia Islámica es uno de los eslabones de la cadena de la
lucha contra los invasores sionistas. Se remonta a 1939, cuando surgieron el már-
tir Izz al-Din al Kissam y sus hermanos combatientes, miembros de la Hermandad
Musulmana. Continúa extendiéndose y convirtiéndose en uno con otra cadena que
incluye la lucha de los palestinos y la Hermandad Musulmana en la guerra de
1948 y las operaciones de Jihad de la Hermandad Musulmana en 1968 y después.
- Allah es su objetivo, el Profeta es su modelo, el Corán su Constitución: la Jihad es
su camino y la muerte por la causa de Allah es el más elevado de sus deseos.

__________
[*] Ver el texto íntegro en el Anexo 1 en la página 86. Se considera como fundador de Hamás a
Ahmed Yassin y a otros 7 palestinos más: Mahmoud Al-Zahar, Rantisi, Hassan Youssef, Abdel
Fatah Dujan, Mohamed Shama, Ibrahim al-Yazur, Isa An Nayyar y Salah Shahada.

33
- El Movimiento de Resistencia Islámica cree que la tierra de Palestina es un
Waqf[*] islámico consagrado para las futuras generaciones musulmanas hasta el
Día del Juicio. Ni él ni ninguna parte de él deben desperdiciarse; ni él ni ninguna
parte de él deben ser abandonados. Ni un solo país árabe ni todos los países ára-
bes, ni ningún Rey o Presidente, ni todos los Reyes y Presidentes, ni ninguna or-
ganización ni todas ellas, sean palestinas o árabes, poseen el derecho de hacerlo.
Palestina es una tierra del Waqf islámico consagrado para las generaciones mu-
sulmanas hasta el Día del Juicio. Siendo esto así, ¿quién podría pretender tener el
derecho de representar a las generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio?
- El nacionalismo, desde el punto de vista del Movimiento de Resistencia Islámica,
es parte del credo religioso. Nada en el nacionalismo es más significativo o más
profundo que el caso en que un enemigo pisa tierra musulmana. Resistir y sofocar
al enemigo se convierte en el deber individual de todo musulmán, hombre o mu-
jer. Una mujer puede salir a luchar contra el enemigo sin el permiso de su marido,
y el esclavo también: sin el permiso de su amo.
- Las iniciativas y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales
están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica.
Abusar de cualquier parte de Palestina es un abuso dirigido contra una parte de la
religión. El nacionalismo del Movimiento de Resistencia Islámica es parte de su
religión. Sus miembros se han alimentado de eso. Luchan por izar la bandera de
Allah sobre su patria. "Allah será prominente, pero la mayoría de la gente no lo
sabe".
- No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la Jihad. Iniciativas,
propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo y esfuerzos
vanos. El pueblo palestino sabe que no debe consentir que se juegue con su futuro,
sus derechos y su destino.
- Es necesario inculcar en las mentes de las generaciones musulmanas que el pro-
blema palestino es un problema religioso y debe abordarse sobre esta base.
- Es necesario seguir la orientación islámica en la educación de las generaciones is-
lámicas de nuestra región, enseñándoles los deberes religiosos, el estudio integral
del Corán, el estudio de la Sunna del Profeta (sus dichos y hechos) y aprendiendo
sobre la historia y el patrimonio islámicos desde sus orígenes auténticos.
- [...] los enemigos han estado planeando, con habilidad y precisión, la consecución
de lo que han conseguido. [...] Con su dinero provocaron revoluciones en diversas
partes del mundo con el propósito de lograr sus intereses y cosechar sus frutos.
Estuvieron detrás de la Revolución Francesa, la revolución comunista y la mayo
ría de las revoluciones de las que oímos hablar, aquí y allá. [...] Las fuerzas impe-
rialistas en el Occidente capitalista y el Oriente comunista apoyan al enemigo con
todas sus fuerzas, en dinero y en hombres. Estas fuerzas se turnan para hacerlo. El
día que aparezca el Islam, las fuerzas de la infidelidad se unirán para desafiarlo,
porque los infieles son de una sola nación.
- El Movimiento de Resistencia Islámica ve a otros movimientos islámicos con res-
__________
[*] Dentro de la ley islámica, el Waqf islámico es un estatus especial que, normalmente, se otorga
a un edificio o terreno; este estatus impide que la propiedad sea intercambiada o utilizada única-
mente para el consumo. Una vez que una propiedad recibe el estatuto de Waqf, se conserva para
cumplir una función específica y sus ingresos se utilizan exclusivamente para sus beneficiarios,
que suelen ser miembros del público. El Waqf adquiere un significado religioso especial, ya que la
propiedad pasa a pertenecer únicamente a Dios y nunca puede ser cedida ni heredada.

34
peto y aprecio. Si estuviera en desacuerdo con ellos en un punto u opinión, estará
de acuerdo con ellos en otros puntos y entendimientos. Considera que estos mo-
vimientos, si revelan buenas intenciones y dedicación a Allah, entran en la catego-
ría de aquellos que se esfuerzan, ya que actúan dentro del círculo islámico. Cada
persona activa tiene su parte.
- El secularismo contradice completamente la ideología religiosa. Las actitudes,
conductas y decisiones surgen de ideologías.
- [...] no podemos intercambiar la Palestina islámica presente o futura con la idea
secular. La naturaleza islámica de Palestina es parte de nuestra religión y quien
toma su religión a la ligera es un perdedor. [...] El día que la Organización para la
Liberación de Palestina adopte el Islam como su forma de vida, nos convertiremos
en sus soldados y en combustible para el fuego que quemará a los enemigos.
- A los países árabes que rodean a Israel se les pide que abran sus fronteras ante los
combatientes de las naciones árabes e islámicas para que puedan consolidar sus
esfuerzos con los de sus hermanos musulmanes en Palestina.
- No debemos olvidar recordar a todos los musulmanes que cuando los judíos con-
quistaron la Ciudad Santa en 1967, se pararon en el umbral de la mezquita de
Aqsa y proclamaron que "Mahoma ha muerto y todos sus descendientes son muje-
res". [...] Israel, el judaísmo y los judíos desafían al Islam y al pueblo musulmán.
"Que los cobardes nunca duerman".
- Es deber de los seguidores de otras religiones dejar de disputar la soberanía del Is-
lam en esta región, porque el día que estos seguidores tomen el Poder no habrá
más que matanzas, desplazamientos y terror.
- Egipto fue, en gran medida, apartado del círculo de la lucha gracias al traicionero
Acuerdo de Camp David[*]. Están tratando de atraer a otros países árabes a acuer-
dos similares y sacarlos del círculo de lucha.
- [...] El plan sionista no tiene límites. Después de Palestina, los sionistas aspiran a
expandirse desde el Nilo hasta el Éufrates. Cuando hayan digerido la región que
conquistaron, aspirarán a una mayor expansión, y así sucesivamente. Su plan está
plasmado en los "Protocolos de los Sabios de Sión", y su conducta actual es la
mejor prueba de lo que decimos. [...] Abandonar el círculo de lucha contra el sio-
nismo es alta traición, y maldito sea quien lo haga.
- No hay salida excepto concentrando todos los poderes y energías para enfrentar
esta cruel invasión nazi y tártara. [...] Los pueblos árabes e islámicos deberían dar
más pasos por su parte; los grupos islámicos de todo el mundo árabe también de-
berían hacer lo mismo, ya que todos ellos son los mejor equipados para el futuro
papel en la lucha contra los judíos belicistas.
- [...] enfrentar y luchar contra los enemigos en defensa de los musulmanes y la ci-
vilización islámica y los lugares sagrados, el primero de los cuales es la Mezquita
de Aqsa, insta a los pueblos árabe e islámico, a sus Gobiernos, a grupos populares
y oficiales, a temer a Allah en lo que respecta a su visión del Movimiento de Re-
sistencia Islámica y sus relaciones con él. Deben respaldarlo y apoyarlo, como
Allah quiere que lo hagan, otorgándole más y más fondos hasta que se logre el
propósito de Allah, cuando las filas se cierren, los combatientes se unan a otros
combatientes y las masas en todas partes del mundo islámico se presenten en res-
puesta al llamado del deber mientras proclamaban en voz alta: ¡Salve a la Jihad!
__________
[*] Los Hermanos Musulmanes inspiraron a la organización a la que pertenecía Khalid al-Islambuli, quien
asesinó al Presidente Al Sadat tras la firma de los acuerdos de Camp David con Israel.

35
Su grito llegará a los cielos y seguirá resonando hasta que se logre la liberación,
los invasores sean vencidos y se produzca la victoria de Allah.
- Ésta es la única manera de liberar a Palestina. No hay duda sobre el testimonio de
la historia. Es una de las leyes del Universo y una de las reglas de la existencia.
Nada puede vencer al hierro excepto el hierro. Su credo falso e inútil sólo puede
ser derrotado por el justo credo islámico. Un credo no puede ser combatido excep-
to por un credo y, en última instancia, la victoria es para los justos, porque la jus-
ticia ciertamente vence.

Etcétera.

Con toda claridad, y sin necesidad de leer las entrelíneas, se advierte el Pro-
grama ideológico del Islam, su inquebrantable fanatismo religioso, su visceral
anticomunismo, su pernicioso dogmatismo, su lastre medieval en la compren-
sión del proceso de desarrollo histórico social y sus delirios de grandeza.

Como nunca faltan los despistados, algunos dirán: Pero, ¿acaso Hamás no
presentó un nuevo documento de principios y políticas generales en mayo de
2017?

Sí, presentó un nuevo papel[*]. Veamos.

El Preámbulo está tallado con las mismas letanías:

- Alabado sea Allah, el Señor de todos los mundos. Que la paz y las bendiciones de
Allah sean con Muhammad, el Maestro de los Mensajeros y Líder de los muyahi-
dines, y con su familia y todos sus compañeros.
- Palestina es la tierra del pueblo árabe palestino, de ella se originan, a ella se adhie-
ren y pertenecen, y en torno a ella se extienden y se comunican.
- Palestina es una tierra cuyo estatus ha sido elevado por el Islam, una fe que la tie-
ne en alta estima, que respira su espíritu y valores justos y que sienta las bases de
la doctrina de defenderla y protegerla.
- Palestina es la causa de un pueblo que ha sido decepcionado por un mundo que no
logra garantizar sus derechos y devolverles lo que le ha sido usurpado, un pueblo
cuya tierra continúa sufriendo uno de los peores tipos de ocupación en este mun-
do.
- Palestina es una tierra que fue tomada por un proyecto sionista racista, antihu-
mano y colonial que se basó en una falsa promesa (la Declaración Balfour), en el
reconocimiento de una entidad usurpadora y en la imposición de un hecho consu-
mado por la fuerza.
- Palestina simboliza la resistencia que continuará hasta que se logre la liberación,
hasta que se cumpla el retorno y hasta que se establezca un Estado plenamente so-
berano con Jerusalén como capital.

__________
[*] Ver el texto íntegro en el Anexo 2 en la página 110.

36
Luego señalan 42 puntos; de ellos, tomemos los más relevantes:

- El Movimiento de Resistencia Islámica "Hamás" es un movimiento de resistencia


y liberación nacional islámico palestino. Su objetivo es liberar Palestina y enfren-
tar el proyecto sionista. Su marco de referencia es el Islam, que determina sus
principios, objetivos y medios.
- Palestina, que se extiende desde el Río Jordán al Este hasta el Mediterráneo al
Oeste y desde Ras al-Naqurah al Norte hasta Umm al-Rashrash al Sur, es una uni-
dad territorial integral. Es la tierra y el hogar del pueblo palestino. La expulsión y
el destierro del pueblo palestino de su tierra y el establecimiento de la entidad sio-
nista en ella no anulan el derecho del pueblo palestino a toda su tierra ni consa-
gran ningún derecho en ella para la entidad sionista usurpadora.
- Palestina es una tierra árabe islámica. Es una tierra sagrada y bendita que tiene un
lugar especial en el corazón de cada árabe y de cada musulmán.
- Los palestinos son los árabes que vivieron en Palestina hasta 1947, independien-
temente de si fueron expulsados de ella o permanecieron en ella; y toda persona
que haya nacido de padre árabe palestino después de esa fecha, ya sea dentro o
fuera de Palestina, es palestino.
- La identidad palestina es auténtica y atemporal; se transmite de generación en ge-
neración. Las catástrofes que han azotado al pueblo palestino, como consecuencia
de la ocupación sionista y su política de desplazamiento, no pueden borrar la iden-
tidad del pueblo palestino ni negarla. Un palestino no perderá su identidad nacio-
nal ni sus derechos al adquirir una segunda nacionalidad.
- El pueblo palestino es un solo pueblo, compuesto por todos los palestinos, dentro
y fuera de Palestina, independientemente de su religión, cultura o afiliación políti-
ca.
- Hamás cree que el mensaje del Islam defiende los valores de la verdad, la justicia,
la libertad y la dignidad, prohíbe todas las formas de injusticia e incrimina a los
opresores independientemente de su religión, raza, género o nacionalidad.
- Jerusalén es la capital de Palestina.
- El proyecto sionista es un proyecto racista, agresivo, colonial y expansionista ba-
sado en apoderarse de las propiedades ajenas; es hostil al pueblo palestino y a su
aspiración de libertad, liberación, retorno y autodeterminación. La entidad israelí
es el juguete del proyecto sionista y su base de agresión.
- Hamás opina que el problema judío, el antisemitismo y la persecución de los ju-
díos son fenómenos fundamentalmente vinculados a la historia europea y no a la
historia de los árabes y musulmanes o a su herencia.
- El movimiento sionista, que con la ayuda de las potencias occidentales pudo ocu-
par Palestina, es la forma más peligrosa de ocupación de asentamientos que ya ha
desaparecido de gran parte del mundo y debe desaparecer de Palestina.
- Se consideran nulos de pleno derecho: la Declaración Balfour, el Documento del
Mandato Británico, la Resolución de Partición de Palestina de la ONU, y cuantas
resoluciones y medidas se deriven de ellos o sean similares a ellos. El estableci-
miento de "Israel" es totalmente ilegal y contraviene los derechos inalienables del
pueblo palestino y va en contra de su voluntad y la voluntad de la Ummah [comu-
nidad islámica - EBR]; también viola los derechos humanos garantizados por los
convenios internacionales, entre ellos el derecho a la autodeterminación.

37
- No habrá reconocimiento de la legitimidad de la entidad sionista. Cualquier cosa
que haya sucedido a la tierra de Palestina en términos de ocupación, construcción
de asentamientos, judaización o cambios en sus características o falsificación de
hechos es ilegítimo. Los derechos nunca caducan.
- Hamás rechaza todos los acuerdos, iniciativas y proyectos de asentamiento que
tienen como objetivo socavar la causa palestina y los derechos de nuestro pueblo
palestino. En este sentido, cualquier postura, iniciativa o programa político no de-
be violar de ninguna manera estos derechos ni contravenirlos ni contradecirlos.
- Hamás destaca la necesidad de mantener la independencia de la toma de decisio-
nes nacional palestina. No se debe permitir que intervengan fuerzas externas. Al
mismo tiempo, Hamás afirma la responsabilidad de los árabes y musulmanes y su
deber y papel en la liberación de Palestina de la ocupación sionista.

Muchos dicen que Hamás declaró, por primera vez, su disposición a aceptar un
Estado palestino provisional dentro de los límites establecidos antes de 1967,
pero sin reconocer a Israel.

Sí, eso dice el papel; pero no pasa de ser una movida para suavizar su imagen.

Uno de los líderes de Hamás, Khaled Meshaal, afirmó que:

La Carta es un fragmento de la historia y ya no es relevante, pero no puede modifi-


carse por razones internas.

Y:

Para el mundo, nuestro mensaje es: Hamás no es radical, somos un movimiento


pragmático y civilizado, no odiamos a los judíos, sólo luchamos contra quienes
ocupan nuestras tierras y matan a nuestro pueblo.

Claro, tal como se lee en el documento, para ellos es válido todo lo que niegan
a los "judíos"; para remate, se presentan como paladines de los "sólidos princi-
pios democráticos" y la "tolerancia".

El documento de 2017, evidentemente, no sustituye la Carta Fundacional de


Hamás de 1988, simplemente es un lavado de cara para engatusar despreveni-
dos y venderles islamismo en envoltorio "democrático-revolucionario-
liberador".

Por otro lado, no hay que ser muy perspicaz para notar que tanto el contenido
como la forma del panfleto Résistance et combats pour la libération nationale
de la Palestine, sigue un relato similar al de los 2 manifiestos de Hamás.
Veamos un poco más acerca del antiimperialismo, el anticolonialismo y el
antisionismo promovido por Résistance et combats...

38
Para entender mejor la lucha contra el imperialismo en Medio Oriente, parta-
mos por responder las siguientes preguntas elementales: ¿es Palestina una
colonia? ¿Es el sionismo el enemigo principal?

Como hemos visto, en Résistance et combats... los panfletistas, siguiendo el


relato de Hamás, escriben:

... es necesario comprender la naturaleza del sionismo y su proyecto colonial al ser-


vicio del imperialismo.

Y:

Como parte integrante del sistema imperialista global, la entidad sionista es hoy un
eslabón esencial del mismo. Se ha convertido en uno de los principales medios (a
nivel estatal) para contrarrestar cualquier intento de desafiar el orden colonial e im-
perialista y de construir un frente antiimperialista regional o mundial.

Hamás, como hemos visto, dice:

Palestina es una tierra que fue tomada por un proyecto sionista racista, antihumano
y colonial...

[...]

El proyecto sionista es un proyecto racista, agresivo, colonial y expansionista...

Entonces, ¿es Palestina una colonia de Israel? ¿Es Palestina colonia del impe-
rialismo mundial? ¿Cómo se define el concepto colonia?

Es sabido que en 1492, Cristóbal Colón, un navegante español (o españoliza-


do, según otra versión), que buscaba la vía marítima hacia la India y Asia
Oriental por Occidente, descubrió, por casualidad, lo que más adelante se de-
nominó el Continente Americano; que en 1498, Vasco de Gama, un navegante
portugués, abrió por primera vez la vía marítima a la India dando un rodeo por
África; que durante los Siglos XVI y XVII se descubrieron y exploraron tierras
en América del Norte y del Sur, en Australia, Tasmania, las Grandes y Peque-
ñas Antillas y muchos lugares más y que, estos descubrimientos, fueron de
gran trascendencia para el desarrollo de la burguesía europea; aceleraron el
proceso de descomposición del feudalismo y el desarrollo de las relaciones de
producción capitalista en Europa. Así se inició el establecimiento del sistema
colonial del capitalismo y fue una de las palancas del proceso de la denomina-
da acumulación originaria; la concentración, en las manos de la burguesía
europea, de colosales recursos monetarios imprescindibles para organizar la
gran producción capitalista en base al pillaje, la explotación y el exterminio
físico de los pueblos originarios de Asia, África y América.

39
En los siguientes siglos se desarrollaron, entre otros, la navegación, el comer-
cio, la manufactura, los mercados, los monopolios coloniales y la repartija, en
medio de violentas disputas, de territorios y sus poblaciones. Es historia cono-
cida que incluye el descubrimiento del vapor, la maquinaria y un largo etcéte-
ra; de las revoluciones industriales y tecnológicas. Historia que no vamos a
repetir salvo para señalar que nos referimos, principalmente, a los más de 500
años de dominio colonial por parte de los europeos, iniciado por españoles y
portugueses y seguido por ingleses, holandeses, franceses, daneses y otros
más, dentro del desarrollo del sistema capitalista hasta llegar a su fase imperia-
lista; el colonialismo imperialista en Asia, África y América Latina y el desa-
rrollo del dominio imperialista estadounidense y el de otros más; ello, eviden-
temente, no quiere decir que, por conocido, hayamos olvidado las colonias de
viejo cuño; la diversidad de territorios con una diversidad de naciones, regidos,
dominados y sometidos por un Estado Imperial como el griego, el romano y
otros más.

También es sabido que el carácter monopolista, parasitario y agonizante del


imperialismo es irreversible y muestra su incapacidad para resolver los pro-
blemas de fondo; las crisis capitalistas, cada día más cortas en tiempo, son el
instrumento de la regeneración de la economía, pero un bálsamo no es la solu-
ción. Las crisis políticas y económicas ponen en evidencia, ponen al descubier-
to, el parasitismo del capitalismo; que la situación es cada vez más insostenible
y conlleva al derrumbe de las principales economías del mundo. La crisis eco-
nómica no la pueden ni podrán resolver, es más, va a empeorar. A partir de la
Segunda Guerra Mundial, las crisis económicas de la sociedad capitalista son
algo diferentes de las que se producían en tiempos de Marx y Engels y hasta en
los tiempos de Lenin y Mao; tienen particularidades acorde al desarrollo de la
economía mundial actual. Las crisis evolucionan en medio de ciclos cada vez
más cortos que, a pesar de los paliativos y la recuperación transitoria, hasta dan
la apariencia de ser permanentes. La situación internacional actual es mucho
más tensa que la que se conoció luego de la Primera Guerra Mundial. En tal
momento, el capitalismo se encontraba todavía en un período de estabilidad
relativa. La revolución fracasó en todos los países a excepción de la Unión
Soviética. Inglaterra y Francia ostentaban un aire orgulloso y la burguesía de
todos los países no temía todavía demasiado a la Unión Soviética.

El sistema del colonialismo imperialista permaneció aún intacto aunque se


arrebataron sus colonias a Alemania. Luego de la Segunda Guerra Mundial, 3
potencias imperialistas vencidas se hundieron. Inglaterra y Francia, debilitadas,
declinaron. El sistema colonialista se desintegró, el mundo capitalista no en-
contró la estabilidad relativa que conoció después de la Primera Guerra Mun-
dial. La revolución socialista triunfó en más de 10 países y se formó el campo
socialista, éstas son palabras de Mao Tsetung que asumimos y compartimos;
sin embargo, en la actualidad, esta situación —la del triunfo de las revolucio-

40
nes socialistas y la estructuración del llamado campo socialista— ha cambia-
do: hoy no existe un campo socialista; Rusia y China son países imperialistas
en colusión y pugna que se enfrentan, por el momento, pacíficamente —en
cuanto enfrentamiento armado directo—, con el imperialismo estadounidense
y sus aliados, —la guerra en Ucrania es un claro ejemplo de enfrentamiento
armado indirecto o por delegación—; la guerra popular en el Perú fue traicio-
nada por la propia Dirección del Partido Comunista que la dirigió; las revolu-
ciones más avanzadas fueron vendidas por sus propias jefaturas en Nepal,
Filipinas, India, Turquía y Kurdistán, ni qué hablar ya de las luchas armadas
desarrolladas en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Colombia y otros países
más; es más; no hay un solo país donde haya triunfado la revolución; el revi-
sionismo campea en todas sus variantes oportunistas incluyendo el eclecticis-
mo; en los países del Tercer Mundo se impulsa, acelera y profundiza el desa-
rrollo del capitalismo burocrático, la evolución de la semifeudalidad, acen-
tuando la condición semicolonial y semifeudal de estos países.

Dicho esto, la diferencia entre una colonia —que está sujeta directamente a
una metrópoli— y una semicolonia radica en que ésta, la semicolonia, es un
país que tiene independencia política declarada pero vive bajo el dominio de
una potencia imperialista en lo económico, diplomático, cultural y militar; ese
dominio hace que la independencia política sea cuestión puramente formal.

Bien, a raíz de los denominados Acuerdos de Oslo alcanzados entre la OLP e


Israel en 1993, en los Territorios Palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania,
de hecho, se estableció, en 1994, la Autoridad Nacional Palestina, una admi-
nistración autónoma reconocida internacionalmente y que tenía el mandato de
sentar las bases del futuro Estado palestino.

En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas otorgó a Palestina el


estatuto de Estado observador no miembro. Desde 2013 se denomina Estado
de Palestina. En la actualidad, de los 193 países que conforman la Organiza-
ción de las Naciones Unidas (ONU), 139 países reconocen a Palestina como
Estado; la inmensa mayoría de reconocimientos datan de 1988... 5 años antes
del papeleo de Oslo e inmediatamente después de la "proclamación del Estado
árabe de Palestina" realizada por la Organización para la Liberación de Pales-
tina (OLP) —organización dominada por el Partido Fatah desde 1969 y enca-
bezada por Yasser Arafat— en el XIX Consejo Nacional Palestino celebrado
en Argel el 15 de noviembre de 1988.

Oficialmente se reconoce a Palestina como una República de democracia par-


lamentaria; administrativamente está dividida en 16 Gobiernos regionales, 11
de ellos en Cisjordania y 5 en la Franja de Gaza. La mayoría de la población,
casi el 98%, es musulmana.

41
La inversión extranjera, a datos de 2021, está encabezada por Jordania con el
81.5% y seguido por Qatar, Arabia Saudí, Egipto, Chipre, Emiratos Árabes
Unidos y otros países. Los principales 5 países receptores de exportaciones e
importaciones de Palestina en 2021 fueron Israel, con el 86.08%, seguido por
Jordania, Emiratos Árabes Unidos, EEUU y Arabia Saudí. Etcétera.

Desde 1969, fecha en que el partido Fatah accediera al control de la Organiza-


ción para la Liberación de Palestina, éste dominó su importante estructura
política y burocrática: el Consejo Nacional Palestino[*], o Parlamento en el
exilio, el Consejo Central, el Comité Ejecutivo, las misiones diplomáticas y de
información a nivel internacional; además de sus otrora ingentes recursos eco-
nómicos.

En las elecciones legislativas palestinas celebradas el 25 de enero de 2006, el


triunfo de Hamás fue abrumador e incuestionable y supuso el fin de la histórica
hegemonía ejercida por Fatah en el paisaje político palestino; de 132 escaños,
Hamás obtuvo 74 y Fatah 45. Las elecciones fueron desconocidas a nivel in-
ternacional, y se sabe por qué; luego se desencadenó la guerra entre Hamás y
Fatah, ambos ayudados por otros grupos y grupúsculos, y Hamás se hizo con el
Poder en la Franja de Gaza un año después.

Así, Hamás, según los parámetros del derecho burgués, ganó democráticamen-
te las elecciones generales palestinas y esto generó una serie de sanciones por
parte de algunos países occidentales y árabes que consideraban a Hamás como
organización terrorista.

La forma inicial de actuar de Hamás es bastante conocida: la redención vía


coche-bomba; atentados suicidas cometidos por aspirantes a mártir con cintu-
rones llenos de dinamita; fusilamiento y acuchillamiento indiscriminado de
civil israelís y, de cuando en cuando, emboscadas contra el ejército israelí y
secuestro de civiles israelíes y soldados. A inicios de 2007, Hamás, sobre el
papel, puso fin a su campaña de atentados terroristas contra la población de
Israel y pasó, sin dejar de asesinar civiles, al uso indiscriminado de sus impre-
decibles "cohetes", buenos para nada salvo para "aterrorizar" judíos.

La respuesta del reaccionario Gobierno de Israel, una y otra vez, es el asesinato


selectivo de dirigentes y cuadros de Hamás; el brutal, masivo e indiscriminado
bombardeo sobre territorio palestino y la masacre de la población palestina a
través del ejército reaccionario israelí mientras la reacción mundial pretende
criminalizar la protesta del pueblo palestino y silenciar su derecho a la rebe-
lión, el inalienable derecho a la soberanía, independencia y autodecisión o
autodeterminación.
__________
[*] En el Anexo 3, página 118, ver la Carta Nacional Palestina: Resoluciones del Consejo Nacio-
nal Palestino del 1° al 17 de julio de 1968.

42
Entonces, Palestina, ¿goza o no de independencia política, aunque sea pura-
mente formal? ¿Es Palestina una colonia?

¡No! Palestina no es colonia de Israel, es semicolonia.

Además, Palestina, dividida por intereses mezquinos y particulares en Cisjor-


dania y la Franja de Gaza, no conforma una unidad territorial; al margen del
dominio Israelí y sus asentamientos, enclaves o territorios ocupados, Cisjorda-
nia es semicolonia, principalmente, de Jordania; y Abbas, Fatah, la Asamblea
Nacional Palestina y otras organizaciones adeptas son marionetas al servicio
de los intereses del Reino Hachemita de Jordania[*]. Mientras que la Franja de
Gaza es una semicolonia, principalmente, de Qatar. Y, en ambos casos, tam-
bién concurren Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, República
Árabe Unida y otras potencias árabes reaccionarias sin descartar todo tipo de
imperialismo.

¿Hay algún país árabe que no esté gobernado por reaccionarios, por clases
sociales opresoras y explotadoras? Nosotros no tenemos el honor de estar
informados al respecto; y no estamos informados porque simplemente no hay;
hasta el país árabe más "reformista liberal", al que algunos pretenden llamar
"democrático constitucionalista", está gobernado por reaccionarios.

__________
[*] En el Anexo 4, ver Carta Nacional Palestina de la OLP (1964); en el Artículo 24 (modificado
en la Carta Nacional Palestina de 1968) se lee: "Esta Organización no ejerce ninguna soberanía
territorial sobre Cisjordania, en el Reino Hachemita de Jordania, en la Franja de Gaza o en la Zona
de Ummah. Sus actividades serán a nivel nacional popular en los campos liberacionista, organiza-
tivo, político y financiero". Hasta entonces, los árabes de la zona no se llamaban a sí mismos
"palestinos", sino jordanos o árabes; fue el nacimiento de la OLP el que desembocó en la reivindi-
cación de una nación Palestina soberana.

En 1956, Ahmed Shukeiri, quien llegaría a ser Presidente de la OLP, había afirmado que "Palesti-
na no es más que Siria del sur".

Otros "palestinos" se definían como parte de una gran nación panárabe adhiriéndose a la ideología
baathista. Por ejemplo, Zuheir Hassan Mohsen Zaber —quien siendo líder del ala jordana del
Partido Baath Árabe Socialista apoyó el golpe de Estado liderado por el Ministro de defensa sirio
Hafiz al-Assad en contra del Gobierno del Presidente Nureddin al-Atassi en 1970— en 1977,
convertido en líder de la facción pro-Siria as-Sa'iqa de la OLP —de 1971 a 1979, año en que
muere en Francia—, declaró en una entrevista al periódico neerlandés Trouw lo siguiente:

No existe un pueblo palestino. La creación de un Estado palestino es un medio a favor de la continuidad de


nuestra lucha contra Israel y a favor de la unidad árabe (...) Pero en realidad no existe ninguna diferencia
entre los jordanos y los palestinos, los sirios y los libaneses. Todos nosotros formamos parte del pueblo ára-
be. Solamente por razones políticas y tácticas hablamos de la existencia de una identidad palestina, ya que
está en el interés nacional de los árabes el oponer al sionismo una existencia separada de los jordanos. Por
razones tácticas, Jordania que es un Estado con fronteras fijas, no puede reclamar a Haifa y Jaffa. Yo como
palestino, por el contrario, puedo reclamar Haifa, Jaffa, Beersheba y Jerusalén. Pero en cuanto se hayan res-
tablecido nuestros derechos por la totalidad de Palestina, no esperaremos un minuto más para la unificación
de Jordania y Palestina.

43
Pero eso no es todo, Palestina no sólo es una semicolonia. A pesar de que la
economía palestina se encuentra poco desarrollada y depende en un altísimo
grado de las ayudas internacionales, si se analizan los recursos económicos, los
financieros, las inversiones, el comercio, los servicios públicos, los bienes y
servicios, el empleo y la tasa de paro; y algunos sectores económicos como,
por ejemplo, el transporte, la industria, la agricultura, la construcción y la mi-
nería, se verá que el caduco sistema Palestino es semifeudal y semicolonial; y
el capitalismo que allí se desarrolla es el capitalismo burocrático.

En consecuencia, bien se puede establecer que el carácter de la sociedad pales-


tina es semifeudal y semicolonial sobre la cual se desenvuelve el capitalismo
burocrático.

Ligado a todo lo hasta aquí dicho, preguntamos: ¿es el sionismo el enemigo


principal, o el peligro principal, para Palestina o a nivel internacional? ¿Es el
sionismo una de las razones por las cuales hay que desenvolver y desarrollar
un poderoso movimiento de liberación nacional en Palestina o en cualquier
otro país del mundo? ¿Tiene el antisionismo alguna función relevante en Pales-
tina o a nivel internacional?

Y respondemos: ¡No! El antisionismo no forma parte del Programa de ninguna


revolución en ninguna parte del mundo, ni de los movimientos de liberación
nacional revolucionarios ni de la revolución proletaria mundial. Ni en Palestina
ni en ningún otro país del mundo. El sionismo no es más que una muy pequeña
manifestación —una manifestación local o, en el peor de los casos, regional—,
de la ideología reaccionaria dentro de un hecho mucho más grande e importan-
te, a saber: las clases sociales y la lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía.

En la cita que a continuación presentamos, Lenin no habla de sionismo pero sí


hace referencia a los judíos; he aquí una pequeña muestra de análisis científico,
Lenin dice:

No es verdad que los judíos sean los enemigos de la clase obrera. Los enemigos de
los trabajadores son los capitalistas de todos los países. Entre los judíos es lógico,
muchos son trabajadores, y forman la mayoría. Ellos son nuestros hermanos, que,
como nosotros, son oprimidos por el capital, y por lo tanto son nuestros compañeros
en la lucha por el socialismo. Entre los judíos hay los que son kulaks, los explotado-
res y capitalistas, así como hay entre los rusos, y entre las personas de todas las et-
nias. Los capitalistas se esfuerzan por sembrar y fomentar el odio entre los trabaja-
dores de diferentes creencias, diferentes países y diferentes etnias. Aquellos que no
trabajan se mantienen en el Poder por el poder y la fuerza del capital. Los judíos ri-
cos, como los rusos ricos y los ricos en todos los países, están en alianza para opri-
mir, aplastar, robar y dividir a los trabajadores. ¡Qué vergüenza zarista maldita que

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torturaron y persiguieron a los judíos! ¡Qué vergüenza los que fomentan el odio ha-
cia los judíos, que fomentan el odio hacia otros países! ¡Viva la confianza fraterna y
la alianza de lucha de los trabajadores de todos los países en la lucha para derrocar
al capital!

¡Gran lección!

Conocidos los hechos de la historia y las condiciones particulares en las que


éstos se desarrollan, el problema consiste en analizarlos correctamente dentro
del contexto general y sacar lección.

Hamás no sólo es un movimiento, es un partido político que representa a una


facción de la gran burguesía palestina; Fatah también es un partido político que
representa a la gran burguesía palestina, pero representa a otra facción y ambos
partidos oprimen y explotan a las clases que conforman el pueblo palestino.

Es de sobra conocido que los Hermanos Musulmanes es una organización que


representa a la gran burguesía islámica que controla la banca, la industria y el
comercio en varios países árabes.

Yasir Arafat, que nació en el Cairo, Egipto, era sobrinonieto del nazi Gran
Muftí de Jerusalén Amín al-Husayni —nazi ensalzado por los redactores de
Résistance et combats...—, aunque esto, lo de sobrinonieto, es negado por
algunos historiadores; como fuere, no tiene importancia, los lazos de sangre no
dicen nada. Arafat, antes de saltar a la fama, luchó junto a los Hermanos Mu-
sulmanes a pesar de que ya existían los fedayín palestinos. Más adelante, con
amigos que formaban parte de los Hermanos Musulmanes, fundaron en Ku-
wait, hacia fines de los 50, el grupo FaTaH (Fatah), que es el acrónimo inverso
del nombre árabe Harakat al-Tahrir al-Watani al-Filastini, lo que se traduce
como El Movimiento de Liberación Nacional Palestino; pero que también es
una palabra que se usaba en los tiempos de la expansión islámica para referirse
a la "conquista".

Arafat, a diferencia de otras facciones palestinas, y a pesar de lo que otros


afirman, no prestó oídos a la ideología de los Gobiernos nacionalistas reaccio-
narios árabes, como Egipto, que usaban algunos grupos como carne de cañón
contra Israel.

Los grupos palestinos que se lanzaron a la lucha de liberación son tan variados
que abarcan un amplio abanico de divisiones y subdivisiones que van desde
grupos fascistas hasta supuestos maoístas como el Frente Democrático para la
Liberación de Palestina con base en Damasco. En décadas anteriores, buena
parte de esas organizaciones fomentaron una ideología basada en el panara-

45
bismo enraizado en el nacionalismo reaccionario árabe palestino y en los in-
tereses del socialimperialismo soviético. Con todo, hoy, los puntos de polari-
zación son 2, Fatah y Hamás.

En sus inicios, Fatah fue una organización de células clandestinas que desarro-
llaron una guerra de guerrillas con la intención de liberar tierras palestinas vía
lucha armada y llegó a ser miembro consultor de la "Internacional Socialista"
creada en 1951. El Fatah de los primeros tiempos, bajo el mando de Arafat,
abogó por la construcción de un Estado democrático, secular y multireligioso y
promovió el pluralismo político dentro de la OLP; esta organización, la OLP,
fue creada en Jerusalén Este en mayo de 1964 bajo la Conferencia de los Esta-
dos Árabes y con el acuerdo de la Liga Árabe. En 1963, se había formado el
Comité Central que, como dijimos líneas arriba, tomó el mando de la OLP, con
Arafat a la cabeza, recién en 1969.

La OLP fue reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas como
único y legítimo representante del pueblo palestino en 1974 y declaró la crea-
ción del Estado de Palestina en 1988. Además, ese mismo año, la OLP, bajo
dirección de Arafat —que cambió de opinión en cuanto a la expulsión de los
judíos de tierras palestinas—, anunció en Génova el derecho a existir de Israel
como Estado y renunció a las acciones de tipo terrorista; este cambio de opi-
nión se dio como consecuencia de que la OLP había sido expulsada por suce-
sivos ataques del ejército de Israel de sus bases en el Líbano entre 1982 y 1985
y, además, porque en esos tiempos se formó una rebelión contra Fatah —
llamada Fatah-"Intifada" que quiere decir "sublevación"—, que enfrentó a
Siria, y a otros grupos palestinos pro-sirios, contra Arafat por el control de la
OLP. Derrotada, la OLP se trasladó a Túnez donde permaneció hasta 1993 en
que se desplazó a la Franja de Gaza y Jericó; en 1994 se convirtió en la Auto-
ridad Nacional Palestina. Así, las sucesivas derrotas militares sufridas por los
árabes, en lo interno, y la desaparición de la Unión Soviética y de la Guerra del
Golfo, en lo externo, hacen que Arafat se dé cuenta de la necesidad de llegar a
un entendimiento con Israel. Luego le caen el Premio Nóbel de la Paz y el
Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994, junto a Rabín y de la
mano con Carter. Rabín fue asesinado por un ultranacionalista israelí en 1995
y Arafat muere envenenado en 2004.

Mahmud Abbas sucede a Arafat, las discrepancias entre ambos es bastante


conocida; lo que no se sabe bien es si Abbas participó, por acción u omisión,
en el asesinato de Arafat. Accedió a la Presidencia de la Autoridad Nacional
Palestina en 2005, en sustitución de Rawhi Fattouh que se encontraba en el
cargo de manera interina. Hay que recordar que en 2003 Abbas había dimitido
como Primer Ministro por discrepancias con Hamás y Arafat.

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Abbas fue apoyado por EEUU, Francia, Inglaterra y Alemania en su lucha
contra Hamás. EEUU formó, preparó, financió y armó la guardia presidencial
de Abbas. El Gobierno reaccionario de Israel financió y armó a Fatah para
despercudirse del incómodo Arafat; luego financió y armó a Hamás para des-
acreditar y debilitar a Fatah y a la Autoridad Nacional Palestina.

En diciembre de 2012, Netanyahu le dijo al periodista israelí Dan Margalit que


"era importante fortalecer a Hamás, como contrapeso de la Autoridad Palestina
en Cisjordania; tener 2 rivales, incluyendo Hamás, disminuye la presión de
negociar hacia un Estado palestino".

Hamás había calificado a Arafat de dictador corrupto que se aprovechaba del


nacionalismo palestino para sus propios fines. Fatha acusaba a Hamás de crear
un Estado dentro del Estado. La comunidad internacional y Abbas desconocie-
ron la democrática victoria de Hamás y se desató una guerra civil que tras un
reguero de muertes terminó con la expulsión de la Autoridad Nacional Palesti-
na de la Franja de Gaza y la expulsión de Hamás de Cisjordania y del resto de
los "territorios palestinos".

Tras la "reconciliación" entre Fatah y Hamás en 2014, curiosamente, se desató


una nueva agresión al pueblo palestino. El asesinato de 3 jóvenes judíos, "des-
encadenante" de aquellos luctuosos hechos, ¿fue obra de Hamás, de provoca-
dores dentro de ellos, o por la extrema derecha dentro de la derecha israelí?
Cualquiera sea el caso, tal como hoy, le fue muy útil al reaccionario Gobierno
de Israel.

La primera intifada, verdadero movimiento popular espontáneo que se sublevó


contra la opresión y explotación del Gobierno reaccionario del Estado de Is-
rael, creó una verdadera lucha de masas; pero, a falta de una dirección justa y
correcta, esa lucha nacional revolucionaria, salvajemente reprimida, fue usur-
pada por una serie de sectas religiosas nacionalistas reaccionarias; una de ellas,
Hamás.

El pueblo de Palestina, en espera del apoyo de sus hermanos árabes, desarrolló


heroicamente su espíritu de combate y resistencia demandando el apoyo de la
comunidad internacional; pero, al igual que hoy, sus hermanos musulmanes
brillaron por su ausencia y el apoyo de la comunidad internacional se limitó a
unas cuantas rimbombantes palabras lanzadas al viento. Y el pueblo palestino
fue, una vez más, masacrado.

La dirigencia de Hamás, la del movimiento Jihad Islámica y las de otros gru-


púsculos adeptos, está conformada por comerciantes salafistas que obedecen
las directivas de la Hermandad Musulmana —o a una de sus facciones— y su
asociación, entre otros, con Qatar, Egipto y Arabia Saudí.

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Por otro lado, ¿Israel está conformado, exclusivamente, por "sionistas" que
deben ser arrojados al mar?

En el texto de Résistance et combats pour la libération nationale de la Palesti-


ne, ¿dónde se encuentra el análisis de las clases sociales? Simplemente no
existe. Ahí, todos los actores son "sionistas", "judíos", "islamistas", "palesti-
nos" o "árabes-palestinos". ¿Los Estados de Palestina e Israel, están exentos de
clases sociales y lucha de clases? Dentro de todo el texto, se hace sólo una
alusión al proletariado; concretamente, al "proletariado internacional de Fran-
cia"; 5 veces a los campesinos, 1 vez a los campesinos árabes, 1 vez a los cam-
pesinos palestinos, 1 vez a los obreros, 3 veces a los barrios obreros, 10 veces
a los trabajadores (árabes, palestinos, inmigrantes del Magreb, inmigrantes,
extranjeros, israelíes), 3 veces a la "burguesía árabe"; 5 veces a la "burguesía
palestina"; todo de pasada, como quien no quiere la cosa o no le interesa.

Una vez más, ¿existen clases sociales y lucha de clases al interior de ambos
Estados? ¿Quiénes son "los palestinos"? ¿Qué clases sociales conforman el
"pueblo palestino"? ¿A qué partido, movimiento o grupo "palestino" o "árabe
palestino" apoyan? ¿A Fatah? ¿A Hamás? ¿A la Jihad Islámica?[*] ¿A otra
secta? ¿A cuál? ¿Son revolucionarios esos partidos, movimientos, grupos o
sectas? ¿Son los verdaderos representantes del pueblo y la nación palestina?

Los edificios y las casas que hay en los asentamientos de colonos judíos en
"tierras palestinas" están construidos por "palestinos". Son "palestinos" los
traidores que pasan información a los "judíos" para que liquiden dirigentes de
la "resistencia palestina". Son "palestinos" los traidores que pasan información
a los "judíos" para que bombardeen edificios donde supuestamente se encuen-
tra algún "buscado"; y junto y él, si es que ese él está ahí, despedazan y vuelan
por los aires a varias decenas de civiles. ¿Es la conciencia de "los palestinos"
la que carga con los daños causados por los "efectos colaterales"? "Los pales-
__________
[*] Los redactores de Résistance et combats..., entre otras muchas loas al islamismo radical, escri-
ben: "Hay que señalar que si los sionistas pensaron que esta intifada daría lugar a una dirección
política diferente y menos combativa que la de la OLP, se equivocaron, ya que la OLP asumió
entonces plenamente la dirección de este levantamiento popular que, a partir de enero de 1989,
consiguió dotarse de una dirección unificada. El movimiento islamista que surgió con Hamás y la
Jihad Islámica también participó activamente en esta revuelta popular;..."; o: "1984: Comienzan
las operaciones de la Jihad Islámica Palestina. Primero entrenado en Egipto por hermanos Musul-
manes, entonces formalmente creado en Gaza en 1981, el Movimiento Jihad Islámica en Palestina
(Harakat al-Jihad al-Islami fi Filastīn), también conocida como Jihad Islámica Palestina (PIJ), es
una Organización armada palestina que se define a sí misma como una 'organización nacionalista
islámica y un movimiento de liberación', la Jihad se presenta como 'una lucha contra la injusticia'.
Las brigadas Al-Quds forman su brazo armado. Entre sus primeras operaciones, la JIP reivindicará
el 4 de octubre de 1985 la ejecución de William Buckley, jefe de la sucursal de la CIA en Beirut y
en agosto de 1987 su responsabilidad en un tiroteo que mató al Comandante de la Policía Militar
israelí en la Franja de Gaza. En 2002, fue el líder local de la Jihad Islámica en Palestina quien
lideró la resistencia palestina durante la batalla de Jenin".

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tinos" se venden a "los judíos" a cambio de migajas... A esa y otras miserias se
puede llegar con absurdas generalizaciones como: los sionistas, los judíos, los
israelíes, los islamistas, los musulmanes, los palestinos y los etcéteras.

Ahondemos un poco más en algunos principios básicos del marxismo-


leninismo-maoísmo.

La estrategia del imperialismo y la reacción, apoyados por oportunistas, revi-


sionistas y otros serviles —incluyendo conciliadores y tontos útiles de toda
laya—, es atar al pueblo a la cola de la gran burguesía y los grandes terrate-
nientes enarbolando un altisonante antiimperialismo verbal y la bandera falsa
de un "Estado nacionalista, democrático y popular" para aislar al proletariado,
golpear a las masas populares y apuntar contra la revolución.

Veamos 3 citas que abordan magistralmente la esencia del antiimperialismo.

José Carlos Mariátegui enseñó que:


El antiimperialismo, para nosotros, no constituye ya, ni puede constituir por sí solo,
un Programa político, un movimiento de masas apto para la conquista del Poder.
[...] En conclusión, somos antiimperialistas porque somos socialistas, porque somos
revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema anta-
gónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialismos extranje-
ros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias del
mundo.

Lenin:

A algunos escritores, [...] les place esquivar el hecho de la relación entre el imperia-
lismo y el oportunismo en el movimiento obrero —hecho que salta actualmente a la
vista de un modo particularmente evidente— por medio de razonamientos llenos de
"optimismo oficial" (en el espíritu de Kautsky y Huysmans) tales como: la causa de
los adversarios del capitalismo sería una causa perdida si precisamente el capitalis-
mo avanzado condujera al reforzamiento del oportunismo o si precisamente los
obreros mejor retribuidos se inclinaran al oportunismo, etc. No hay que dejarse en-
gañar sobre la significación de ese "optimismo": es un optimismo con respecto al
oportunismo, es un optimismo que sirve de tapadera al oportunismo. En realidad, la
rapidez particular y el carácter singularmente repulsivo del desarrollo del oportu-
nismo no sirve en modo alguno de garantía de su victoria sólida, del mismo modo
que la rapidez de desarrollo de un tumor maligno en un cuerpo sano no puede hacer
más que contribuir a que dicho tumor reviente más de prisa, a librar del mismo al
organismo. Lo más peligroso en este sentido son aquellos que no desean compren-
der que la lucha contra el imperialismo, si no se halla ligada indisolublemente a la
lucha contra el oportunismo, es una frase vacía y falsa.

49
Y Mao Tsetung:

En algo más de 3 años, bajo la dirección del Partido Comunista de China, el pueblo
chino ha tenido un rápido despertar, se ha organizado y ha formado un Frente Único
de amplitud nacional contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo buro-
crático y contra su representante general, el reaccionario Gobierno del Kuomintang
y, apoyando la Guerra Popular de Liberación, ha derribado básicamente a ese Go-
bierno, echado abajo la dominación del imperialismo en China...

No se es revolucionario por ser antiimperialista; se es antiimperialista por ser


revolucionario. La lucha contra el imperialismo está ligada indisolublemente a
la lucha contra el oportunismo; y, la dirección del Partido Comunista es insos-
layable.

Al presente, en los países del Tercer Mundo, la actitud política "antiimperialis-


ta" de un movimiento que se basta a sí mismo no conduce espontáneamente a
la revolución social ni al socialismo; ese falso antiimperialismo es un verdade-
ro proimperialismo desarrollado por movimientos nacionalistas reaccionarios
que lo único que buscan es ser reconocidos como países, o Estados, para seguir
dependiendo del imperialismo o cambiar de amo. Y precisamente eso es lo que
persiguen Hamás y las otras sectas reaccionarias, contrarrevolucionarias y
anticomunistas en Palestina.

Evidentemente, en el mundo, hay grandes ejemplos de lucha armada antiimpe-


rialista, tomemos el caso de Argelia: allí hubo lucha armada, sí, pero no se
construyó socialismo porque faltó un Partido Comunista capaz de dirigir una
verdadera lucha revolucionaria. El problema no es simplemente lucha armada,
en el fondo, el problema es guerra popular, Partido Comunista y marxismo-
leninismo-maoísmo; de lo contrario, se hacen revoluciones a medias. Otro
caso: en Chipre se desarrolló lucha armada, sí, pero para que las Naciones
Unidas solucionen y definan su situación. Es más, la historia de Europa, Asia,
África y América Latina del Siglo XX está llena de levantamientos e insurrec-
ciones populares y vemos cómo se desarrollaron largas y sangrientas luchas
armadas; ésa es una realidad objetiva que no debe escapar de la memoria a
nadie; ahí están la historia y los hechos, la cuestión no es meter a todos en el
mismo saco y condenarlos a ciegas y a rajatabla; hay que interpretarlos, anali-
zarlos y sintetizarlos. Que nuestra posición quede clara, todos estos movimien-
tos suman fuerzas para la lucha contra el imperialismo, sí, pero sólo podrán
servir radicalmente a barrerlo si es un Partido Comunista con guerra popular
quien los dirige.

La conclusión, definitivamente, es que, en los países semifeudales y semicolo-


niales, sólo el proletariado bajo la dirección de su Partido, el Partido Comunis-
ta, unido al campesinado, puede conducir un antiimperialismo consecuente.

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Otra cosa es la lucha armada desarrollada y dirigida por Hamás y otras sectas
religiosas que quieren liquidar la "entidad sionista y su Estado colonial" y
sacar a los judíos escondidos detrás de piedras y árboles para tirarlos al mar
para liberar la "Palestina histórica" del "Jordán al mar".

Sabemos que algunos dirán: bueno, no es para tanto; no hay que exagerar; no
hay que tomar las cosas al pie de la letra; es una forma de hablar, escribir o
decir las cosas; son expresiones simbólicas, nada más; lo que quieren decir es
que... Como quieran, sigan sacándoles las castañas del fuego; sigan soñando
que los chanchos vuelan; y, mientras tanto, húndanse más en la charca. No es
asunto nuestro. ¡Buen provecho!

Además, la lucha de Hamás y sus secuaces, no sólo es una lucha de liberación


nacional reaccionaria que hay que denunciar, desenmascarar, aislar y aplastar
sino que —si leemos bien su Carta fundacional— es una lucha que incita al
genocidio. Obviamente, no hay una sola prueba de que, en la práctica, desarro-
llen genocidio contra al pueblo judío; pero, como demuestran sus documentos,
sí hay una incitación a ello; tampoco se puede decir que esa lucha es "antise-
mita"; absurdo, pues irían contra sus orígenes e historia.

El cavernario y retrógrado Gobierno reaccionario de Israel, sea quien sea la


clase opresora y explotadora que lo dirige, usa —al igual que sus aduladores—
el antisemitismo como arma de terror psicológico para amedrentar a cualquiera
que ose quitarle la máscara de "víctima histórica".

A propósito, sobre el genocidio, esa bravuconada del "Jordán al mar" y su


"liberación de la Palestina histórica". Imaginemos, aunque sea un rato amargo,
que a orillas del Lago Titicaca, ubicado en el departamento de Puno en el Perú,
unos cuantos chamanes, engalanados con plumaje y ropaje más digno para un
desfile de carnaval que para decidir sobre el futuro de la patria —sin querer
ofender a nadie que participe en las tradicionales y lindas comparsas donde
florecen las expresiones de agravios— acuerden liberar el Perú histórico, del
"Lago al Canal" —al de Panamá, claro, un poquito más de tierra sólo benefi-
cia—; es decir, volver a las fronteras del Imperio Incaico moviendo la masa de
auténticos "peruanos" —la verdadera resistencia y Jihad andina— para sacar a
los joidos blanquitos y criollitos, que se esconden detrás de espadas y cruces
divinas, y tirarlos al mar...

¡Allah, el más misericordioso, sin parábolas de por medio, nos libre de los
infieles!

¡La religión es el opio del pueblo!

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La lucha de liberación nacional de un pueblo no puede, no debe, estar dirigida
contra otro pueblo, esa actitud es contraria al marxismo. Al margen de sus
inclinaciones ideológicas, políticas, culturales y religiosas, en los Estados de
Israel y Palestina, ¿hay pueblo, o no? ¿Hay obreros, campesinos, pequeños
burgueses, o no? ¿Hay burguesía nacional sojuzgada y oprimida, o no? ¿Hay
clases sociales, o no? ¿Hay luchas de clases, o no?

Desde que el hombre es hombre, desde los primeros asentamientos humanos


hasta el día de hoy, crea y mueve fronteras sobre un mismo territorio u otros
circundantes o lejanos a través de injustas guerras de agresión y dominio o de
justas guerras de liberación y emancipación; pierde y recupera territorio, los
territorios se pierden para siempre o, sobre ellos, se trazan nuevas demarcacio-
nes. Revísese la historia y los hechos en cualquier época y Continente y se verá
que la historia se repite una y otra vez; surgen y desaparecen desde etnias,
pueblos y países hasta Imperios; el ganador, justo o injusto, impone sus reglas
y marca sus fronteras. Para no ir muy lejos en la historia, simplemente dirijan
sus ojos hacia Ucrania para ver cómo el imperialismo ruso empuja sus fronte-
ras.

En África, por ejemplo, incluso hoy, Siglo XXI, año 2024, tenemos un pano-
rama desolador. Primero fueron las divisiones territoriales durante los más de
500 años de dominio colonial por parte de los europeos, iniciado por los portu-
gueses y seguido por los ingleses, españoles, holandeses, franceses, daneses.
Luego vino la disputa por África o el reparto de ésta entre Francia, Alemania,
el Reino Unido, Italia, Portugal, Bélgica y España en la segunda mitad del
Siglo XIX, disputa y reparto que, junto a otros factores, como el económico,
generaron la Primera Guerra Mundial. A esto le siguió la demarcación de fron-
teras después de la Segunda Guerra Mundial; y finalmente, las divisiones terri-
toriales posteriores a las llamadas guerras de independencia lideradas por dife-
rentes movimientos de liberación nacional entre los años 60 y 70 y que en
muchos de esos países montaron en el Poder a revisionistas y bandas crimina-
les. El final de este proceso arrojó un rompecabezas en forma de mapa sobre el
Continente; después de una huida vergonzosa, los amos de siempre, que habían
intercambiado riquezas por miserias, pusieron un viejo mapa del Continente
africano sobre la mesa y con regla, lápiz y borrador empezaron a hacer, desha-
cer y rehacer trazos caprichosos que parieron países sin respetar la historia ni
el idioma ni el territorio ni la vida económica ni la psicología ni la cultura ni la
tradición ni nada de nada y dejaron a las diferentes etnias y naciones del Con-
tinente Africano seccionadas por líneas que representaban 2 ó más países re-
cién horneados.

Después de las divisiones territoriales hechas con regla, lápiz y borrador en


África, ¿cuál fue el resultado? De ahí a la actualidad, una retahíla de escara-
muzas y guerras que devastan el Continente. Hay algunos conflictos de corta

52
duración, como los enfrentamientos entre Ruanda, Uganda, Zimbabue y Ango-
la, donde los 2 primeros saquearon y devastaron las zonas que fueron ocupan-
do y los otros 2 se beneficiaron con jugosos contratos para la explotación de
recursos naturales. Otros conflictos son de larga data, como los conflictos en
Liberia o Sierra Leona, con millones de muertos. Y para mencionar un caso
relacionado a las etnias, no el único pero sí el más representativo, no sólo por
la irracional brutalidad y crueldad de sus acciones sino por sus consecuencias
nefastas, tenemos las reiteradas masacres y exterminio entre tutsis y hutus en
Ruanda.

La agresión imperialista, sobre todo la estadounidense —sin descartar la china


y la de otras potencias—, se descarga desenfrenada sobre las naciones oprimi-
das. Sin descartar las agresiones militares directas, la rebatiña por el dominio
mundial sigue librándose, principalmente, a través de la economía imponiendo
a rajatabla globalización y neoliberalismo mediante el Fondo Monetario Inter-
nacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio y otras
instituciones internacionales; y la situación de los países y pueblos del Tercer
Mundo es evidente prueba de los siniestros resultados que origina tal política.

El imperialismo también ahoga el espíritu nacional, trafica con el nacionalis-


mo, atiza y desata agresiones o viejas contiendas bélicas entre potencias arra-
sando naciones enteras y perpetuando el genocidio en sus pueblos y, obvia-
mente, siempre apunta, con dichos y hechos, contra la integridad territorial y
contra los derechos de soberanía, independencia, autosostenimiento y autode-
cisión o autodeterminación de los pueblos, naciones y Estados; y, principal-
mente, contra el derecho de los pueblos a transformar el mundo haciendo la
revolución.

La sanguinaria represión, las matanzas, el genocidio de los pueblos, las mino-


rías nacionales y la limpieza étnica dentro de un Estado aún no cesan, al con-
trario, campea por doquier; al Holocausto y el genocidio en Grecia y Armenia,
al de Camboya, al de Ruanda y Burundi, se le suman la matanza de Srebrenica
en Bosnia, las masacres de yazidíes en Iraq y las de rohinyás en Myanmar; la
lista es larga y la barbarie, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de
guerra continúan en la Franja de Gaza junto con el uso masivo del terror psico-
lógico contra la población palestina por parte del sanguinario Ejército reaccio-
nario del Estado de Israel.

Esto nos prueba que, simplemente, no hay "pueblo escogido" ni "tierra prome-
tida"; ni en Palestina ni en Israel ni en ninguna otra parte del mundo.

53
Lenin, en El Estado y la revolución, escribe:

Marx descarta, ante todo, la confusión que el Programa de Gotha siembra en la


cuestión de las relaciones entre el Estado y la sociedad.

"La sociedad actual —escribe Marx— es la sociedad capitalista, que existe en todos los
países civilizados, más o menos libre de aditamentos medievales, más o menos modificada
por las particularidades del desarrollo histórico de cada país, más o menos desarrollada. Por
el contrario, el 'Estado actual' cambia con las fronteras de cada país. En el Imperio pru-
siano-alemán es completamente distinto que en Suiza, en Inglaterra es completamente dis-
tinto que en los Estados Unidos. El 'Estado actual' es, por tanto, una ficción.

Sin embargo, pese a su abigarrada diversidad de formas, los diversos Estados de los diver-
sos países civilizados tienen todos algo de común: que reposan sobre el terreno de la socie-
dad burguesa moderna, más o menos desarrollada en el sentido capitalista. Tienen, por ta n-
to, ciertas características esenciales comunes. En este sentido cabe hablar del 'Estado actual'
por oposición al del porvenir, en el que su raíz de hoy, la sociedad burguesa, se extinguirá.

Y cabe la pregunta: ¿qué transformación sufrirá el Estado en la sociedad comunista? Dicho


en otros términos: ¿qué funciones sociales quedarán entonces en pie, análogas a las funcio-
nes actuales del Estado? Esta pregunta sólo puede contestarse científicamente, y por mucho
que se combine la palabra 'pueblo' con la palabra 'Estado', no nos acercaremos lo más mí-
nimo a la solución del problema...".

Las fronteras de un Estado se basan en la opresión nacional; las fronteras, a


veces, no son claras ni precisas; las fronteras son objeto de disputa; las fronte-
ras las conquista la masa, el pueblo, con su sangre y es el pueblo quien las
defiende. ¿Desaparecerán las fronteras dentro de unos miles de años? ¡Quién
sabe! Dejemos las especulaciones y concentrémonos en el aquí y ahora.

Lenin, en La Revolución Socialista y el derecho de las Naciones a la Autode-


terminación, explicó:

El proletariado no puede dejar de luchar contra el mantenimiento por la fuerza de


las naciones oprimidas dentro de las fronteras de un Estado determinado, y eso
equivale justamente a luchar por el derecho a la autodeterminación. Debe exigir la
libertad de separación política de las colonias y naciones que "su" nación oprime.
En caso contrario, el internacionalismo del proletariado sería vacío y de palabra; ni
la confianza, ni la solidaridad de clase entre los obreros de la nación oprimida y la
opresora serían posibles; quedaría sin desenmascarar la hipocresía de los defensores
reformistas y kautskianos de la autodeterminación, quienes nada dicen de las nacio-
nes que "su propia" nación oprime y retiene por la fuerza en "su propio" Estado.

Bien, sigamos. Recordemos que en la década de 1910, Lenin analizó, con


mucha atención, la lucha en India, China y Persia y llegó a la conclusión de
que la revolución se desplaza a las naciones oprimidas; ello, en su momento,
no negó la revolución en Europa ni en países capitalistas sino que demostró
que un Estado socialista, como la URSS, podía desenvolverse en medio del

54
cerco imperialista; que la revolución socialista no sería única y exclusivamente
de los proletarios contra sus burguesías sino también de todas las colonias y
semicolonias contra sus opresores. Lo que Lenin da a entender es que estas 2
fuerzas —el movimiento proletario internacional y el movimiento de libera-
ción nacional— se fusionan e impulsan el desarrollo de la historia mundial, el
primero como directriz y el segundo como base; además, señala que el peso de
la masa en las naciones oprimidas constituye la mayoría de la población en el
globo terráqueo y será decisivo. Ésa es una línea directriz general para la revo-
lución mundial.

Lenin, en Informe de la comisión sobre los problemas nacional y colonial,


escribió:

[...] quisiera subrayar en especial la cuestión del movimiento democrático-burgués


en los países atrasados. Precisamente esta cuestión ha suscitado ciertas discrepan-
cias. Hemos discutido acerca de si será justo desde el punto de vista de los princi-
pios y desde el punto de vista teórico afirmar que la Internacional Comunista y los
Partidos Comunistas deban apoyar o no el movimiento democrático-burgués en los
países atrasados; después de esta discusión hemos acordado por unanimidad decir
movimiento nacional-revolucionario en vez de movimiento "democrático-burgués".
Es indudable que todo movimiento nacional puede ser sólo democrático-burgués,
pues la masa fundamental de la población en los países atrasados está compuesta de
campesinos, que representan las relaciones burguesas y capitalistas. Sería utópico
pensar que los partidos proletarios, si es que en general pueden surgir en estos paí-
ses atrasados, puedan aplicar una táctica y una política comunistas sin mantener de-
terminadas relaciones con el movimiento campesino y sin apoyarlo en los hechos.
Pero aquí se ha objetado que si hablamos de movimiento democrático-burgués, se
borrará toda diferencia entre el movimiento reformista y el revolucionario. Sin em-
bargo, esta diferencia se ha manifestado con toda claridad en el último tiempo en
los países atrasados y coloniales, pues la burguesía imperialista trata con todas sus
fuerzas de introducir también entre los pueblos oprimidos el movimiento reformis-
ta. Entre la burguesía de los países explotadores y la de las colonias se ha producido
cierto acercamiento, de modo que muy a menudo —tal vez en la mayoría de los ca-
sos— la burguesía de los países oprimidos, aunque apoye los movimientos naciona-
les, al mismo tiempo lucha de acuerdo con la burguesía imperialista, es decir, jun-
tamente con ella, contra todos los movimientos revolucionarios y contra todas las
clases revolucionarias. En la Comisión se ha demostrado esto de modo irrefutable,
y hemos considerado que lo único acertado es tomar en consideración esta distin-
ción y sustituir en casi todos los lugares la expresión "democrático-burgués" por la
de "nacional-revolucionario". El sentido de esta sustitución consiste en que los co-
munistas debemos apoyar y apoyaremos los movimientos burgueses de liberación
en las colonias sólo cuando estos movimientos sean realmente revolucionarios,
cuando sus representantes no nos impidan educar y organizar en el espíritu revolu-
cionario a los campesinos y a las grandes masas de explotados. Si no existen estas
condiciones, los comunistas deben luchar en dichos países contra la burguesía re-
formista, a la que pertenecen también los héroes de la II Internacional. En las colo-
nias existen ya partidos reformistas, y a veces sus representantes se llaman social-

55
demócratas y socialistas. Ahora esta distinción se señala en todas las tesis, y yo creo
que gracias a esto nuestro punto de vista aparece formulado con mucha más exacti-
tud.

En El programa militar de la revolución proletaria:

Los socialistas, si no dejan de serlo, no pueden estar contra toda guerra.

En primer lugar, los socialistas nunca han sido ni podrán ser enemigos de las gue-
rras revolucionarias. La burguesía de las "grandes" potencias imperialistas es hoy
reaccionaria de pies a cabeza, y nosotros reconocemos que la guerra que ahora hace
esa burguesía es una guerra reaccionaria, esclavista y criminal. Pero, ¿qué podría
decirse de una guerra contra esa burguesía, de una guerra, por ejemplo, de los pue-
blos que esa burguesía oprime y que de ella dependen, o de los pueblos coloniales,
por su liberación? En el 5° punto de las tesis del grupo "La internacional", leemos:
"En la época de este imperialismo desenfrenado ya no puede haber guerras naciona-
les de ninguna clase" —esto es evidentemente erróneo.

La historia del Siglo XX, siglo del "imperialismo desenfrenado", está llena de gue-
rras coloniales. Pero lo que nosotros, los europeos, opresores imperialistas de la
mayoría de los pueblos del mundo, con el repugnante chovinismo europeo que nos
es peculiar, llamamos "guerras coloniales", son a menudo guerras nacionales o in-
surrecciones nacionales de esos pueblos oprimidos. Una de las características esen-
ciales del imperialismo consiste, precisamente, en que acelera el desarrollo del capi-
talismo en los países más atrasados, ampliando y recrudeciendo así la lucha contra
la opresión nacional. Esto es un hecho. Y de él se deduce inevitablemente que en
muchos casos el imperialismo tiene que engendrar guerras nacionales. Junius, que
en un folleto suyo defiende las "tesis" arriba mencionadas, dice que en la época im-
perialista toda guerra nacional contra una de las grandes potencias imperialistas
conduce a la intervención de otra gran potencia, también imperialista, que compite
con la primera, y que, de este modo, toda guerra nacional se convierte en guerra
imperialista. Mas también este argumento es falso. Eso puede suceder, pero no
siempre sucede así. Muchas guerras coloniales, entre 1900 y 1914, no siguieron este
camino. Y sería sencillamente ridículo decir que, por ejemplo, después de la guerra
actual, si termina por un agotamiento extremo de los países beligerantes, "no pue-
de" haber "ninguna" guerra nacional, progresiva, revolucionaria, por parte de Chi-
na, pongamos por caso, en unión de la India, Persia, Siam, etc., contra las grandes
potencias.

Negar toda posibilidad de guerras nacionales bajo el imperialismo es teóricamente


falso, erróneo a todas luces desde el punto de vista histórico, y equivalente, en la
práctica, al chovinismo europeo. ¡Nosotros, que pertenecemos a naciones que opri-
men a centenares de millones de personas en Europa, en África, en Asia, etc., tene-
mos que decir a los pueblos oprimidos que su guerra contra "nuestras" naciones es
"imposible"!

56
En segundo lugar, las guerras civiles también son guerras. Quien admita la lucha de
clases no puede menos de admitir las guerras civiles, que en toda sociedad de clases
representan la continuación, el desarrollo y el recrudecimiento —naturales y en de-
terminadas circunstancias inevitables— de la lucha de clases. Todas las grandes re-
voluciones lo confirman. Negar las guerras civiles u olvidarlas sería caer en un
oportunismo extremo y renegar de la revolución socialista.

En tercer lugar, el socialismo triunfante en un país no excluye en modo alguno, de


golpe, todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del
capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos países. De
otro modo no puede ser bajo el régimen de producción de mercancías. De aquí la
conclusión indiscutible de que el socialismo no puede triunfar simultáneamente en
todos los países. Triunfará en uno o en varios países, mientras los demás seguirán
siendo, durante algún tiempo, países burgueses o preburgueses. Esto no sólo habrá
de provocar rozamientos, sino incluso la tendencia directa de la burguesía de los
demás países a aplastar al proletariado triunfante del Estado socialista. En tales ca-
sos, la guerra sería, de nuestra parte, una guerra legítima y justa. Sería una guerra
por el socialismo, por liberar de la burguesía a los otros pueblos. Engels tenía com-
pleta razón cuando, en su carta a Kautsky del 12 de septiembre de 1882 [EBR], reco-
nocía directamente la posibilidad de "guerras defensivas" del socialismo ya triun-
fante. Se refería precisamente a la defensa del proletariado triunfante contra la bur-
guesía de los demás países.

Sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definiti-


vamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las
guerras. Y desde un punto de vista científico sería completamente erróneo y anti-
rrevolucionario pasar por alto o disimular lo que tiene precisamente más importan-
cia: el aplastamiento de la resistencia de la burguesía, que es lo más difícil, lo que
más lucha exige durante el paso al socialismo. Los popes "sociales" y los oportunis-
tas están siempre dispuestos a soñar con un futuro socialismo pacífico, pero se dis-
tinguen de los socialdemócratas revolucionarios precisamente en que no quieren
pensar ni reflexionar en la encarnizada lucha de clases y en las guerras de clases pa-
ra alcanzar ese bello porvenir.

No debemos consentir que se nos engañe con palabras. Por ejemplo: a muchos les
es odiosa la idea de la "defensa de la patria", porque los oportunistas francos y los
kautskianos encubren y velan con ella las mentiras de la burguesía en la actual gue-
rra de rapiña. Esto es un hecho. Pero de él no se deduce que debamos olvidar en el
sentido de las consignas políticas. Aceptar la "defensa de la patria" en la guerra ac-
tual equivaldría a considerarla "justa", adecuada a los intereses del proletariado, y
nada más, absolutamente nada más, porque la invasión no está descartada en ningu-
na guerra. Sería sencillamente una necedad negar la "defensa de la patria" por parte
de los pueblos oprimidos en su guerra contra las grandes potencias imperialistas o
por parte del proletariado victorioso en su guerra contra cualquier Galliffet[*] de un
Estado burgués.

Desde el punto de vista teórico sería totalmente erróneo olvidar que toda guerra no
es más que la continuación de la política por otros medios. La actual guerra impe-
rialista es la continuación de la política imperialista de 2 grupos de grandes poten-

57
cias, y esa política es originada y nutrida por el conjunto de las relaciones de la
época imperialista. Pero esta misma época ha de originar y nutrir también, inevita-
blemente, la política de lucha contra la opresión nacional y de lucha del proletaria-
do contra la burguesía, y por ello mismo, la posibilidad y la inevitabilidad, en pri-
mer lugar, de las insurrecciones y guerras nacionales revolucionarias; en segundo
lugar, de las guerras e insurrecciones del proletariado contra la burguesía; en tercer
lugar, de la fusión de los 2 tipos de guerras revolucionarias, etc.

__________
[EBR]
En Carta de Engels a Carlos Kautsky, 12 de septiembre de 1882, se lee: "... La India qui-
zás haga una revolución, es incluso probable, y, como el proletariado que se emancipa no
puede mantener guerras coloniales, habrá que resignarse a ello; eso no sucederá, evidentemen-
te, sin destrucciones, pero son inherentes a toda revolución. Lo mismo puede ocurrir en otros
sitios, en Argelia y Egipto, por ejemplo, lo que sería, por cierto, para nosotros, lo mejor. Ten-
dremos bastante qué hacer en nuestro país. Una vez que Europa esté reorganizada, así como
América del Norte, eso dará un impulso tan fuerte y será un ejemplo tan grande, que los países
semicivilizados seguirán ellos mismos nuestra senda; de ello se ocuparán, por sí solas, las de-
mandas económicas. Las fases sociales y económicas que estos países tendrán que pasar antes
de llegar también a la organización socialista, no pueden, creo yo, ser sino objeto de hipótesis
bastante ociosas. Una cosa es segura: el proletariado victorioso no puede imponer la felicidad
a ningún pueblo extranjero sin comprometer su propia victoria. Bien entendido, esto no exclu-
ye, en absoluto, las guerras defensivas de diverso género..."
[*] A. Galliffet, general francés, famoso por la cruel represión que llevó a cabo contra los pu-
blicistas de la Comuna de París de 1871.

En El imperialismo, fase superior del capitalismo:

Sobre la ruina mundial creada por la guerra, se agranda así la crisis revolucionaria
mundial, que, por largas y duras que sean las peripecias que atraviese, no podrá
terminar sino con la revolución proletaria y su victoria.

El Manifiesto de Basilea de la II Internacional, que, en 1912, caracterizó precisa-


mente la guerra que estalló en 1914 y no la guerra en general (hay diferentes clases
de guerra; hay también guerras revolucionarias), ha quedado como un monumento
que denuncia toda la vergonzosa bancarrota, toda la traición de los héroes de la II
Internacional.

Por eso, uno el texto de ese Manifiesto, como apéndice a esta edición, advirtiendo
una y otra vez a los lectores que los héroes de la II Internacional rehúyen con em-
peño todos los pasajes del Manifiesto que hablan precisa, clara y directamente de la
relación entre esta guerra que se avecinaba y la revolución proletaria, con el mismo
empeño con que un ladrón evita el lugar donde cometió el robo.
[...]

Esta capa de obreros aburguesados o de "aristocracia obrera", completamente pe-


queñosburgueses en cuanto a su manera de vivir, por la cuantía de sus emolumentos
y por toda su mentalidad, es el apoyo principal de la II Internacional, y, hoy día, el
principal apoyo social (no militar) de la burguesía. Pues éstos son los verdaderos
agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, los lugartenientes obre-

58
ros de la clase capitalista (labour lieutenants of the capitalist class), los verdaderos
portadores del reformismo y del chovinismo. En la guerra civil entre el proletariado
y la burguesía se ponen inevitablemente, en número no despreciable, al lado de la
burguesía, al lado de los "versalleses" contra los "comuneros".

Sin haber comprendido las raíces económicas de ese fenómeno, sin haber alcanzado
a ver su importancia política y social, es imposible dar el menor paso hacia la solu-
ción de las tareas prácticas del movimiento comunista y de la revolución social que
se avecina.

El imperialismo es el preludio de la revolución social del proletariado. Esto ha sido


confirmado, en una escala mundial, desde 1917.

[...]

El movimiento proletario revolucionario en general, que crece en todo el mundo, y


el movimiento comunista en particular, no puede dejar de analizar y desenmascarar
los errores teóricos del "kautskismo". Esto es tanto más necesario cuanto que el pa-
cifismo, y el "democratismo" en general —que no sienten pretensiones de marxis-
mo, pero que, enteramente al igual que Kautsky y Cía., disimulan la profundidad de
las contradicciones del imperialismo y la ineluctabilidad de la crisis revolucionaria
engendrada por éste— son corrientes que se hallan todavía extraordinariamente ex-
tendidas por todo el mundo. La lucha contra tales tendencias es el deber del partido
del proletariado, que debe arrancar a la burguesía los pequeños propietarios que ella
engaña y los millones de trabajadores cuyas condiciones de vida son más o menos
pequeñoburguesas.

[...]

En realidad, los múltiples lazos capitalistas, por medio de los cuales esas empresas
se hallan ligadas a la propiedad privada sobre los medios de producción en general,
han transformado esa construcción en un medio para oprimir a mil millones de se-
res (en las colonias y en las semicolonias), es decir, a más de la mitad de la pobla-
ción de la Tierra en los países dependientes y a los esclavos asalariados del capital
en los países "civilizados".

[...]

En cuanto a los Estados "semicoloniales", nos dan el ejemplo de las formas de tran-
sición que hallamos en todas las esferas de la naturaleza y de la sociedad. El capital
financiero es una fuerza tan considerable, por decirlo así, tan decisiva en todas las
relaciones económicas e internacionales, que es capaz de subordinar, y en efecto
subordina, incluso a los Estados que gozan de una independencia política completa,
como lo veremos más adelante. Pero, naturalmente, para el capital financiero la
subordinación más beneficiosa y más "cómoda" es aquella que trae aparejada con-
sigo la pérdida de la independencia política de los países y de los pueblos someti-
dos. Los países semicoloniales son típicos, en este sentido, como "caso intermedio".
Se comprende, pues, que la lucha por esos países semidependientes haya tenido que

59
exacerbarse particularmente en la época del capital financiero, cuando el resto del
mundo se hallaba ya repartido.

[...]

Puesto que hablamos de la política colonial de la época del imperialismo capitalista,


es necesario hacer notar que el capital financiero y la política internacional corres-
pondiente, la cual se reduce a la lucha de las grandes potencias por el reparto eco-
nómico y político del mundo, crean toda una serie de formas de transición de de-
pendencia estatal. Para esta época son típicos no sólo los 2 grupos fundamentales de
países: los que poseen colonias y los países coloniales, sino también las formas va-
riadas de países dependientes políticamente independientes, desde un punto de vista
formal, pero, en realidad, envueltos por las redes de la dependencia financiera y di-
plomática. Una de estas formas, la semicolonia, la hemos indicado ya antes. Mode-
lo de otra forma es, por ejemplo, la Argentina.

"La América del Sur, y sobre todo la Argentina —dice Schulze-Gaevernitz en su obra sobre
el imperialismo británico—, se halla en una situación tal de dependencia financiera con
respecto a Londres, que se la debe calificar de colonia comercial inglesa".

Según Schilder, los capitales invertidos por Inglaterra en la Argentina, de acuerdo


con los datos suministrados por el cónsul austro-húngaro en Buenos Aires, fueron,
en 1909, de 8,750 millones de francos. No es difícil imaginarse qué fuerte lazo se
establece entre el capital financiero —y su fiel "amigo", la diplomacia— de Inglate-
rra y la burguesía argentina, los círculos dirigentes de toda su vida económica y po-
lítica.

[...]

En efecto, basta confrontar con claridad los hechos generalmente conocidos, indis-
cutibles, para convencerse hasta qué punto son falsas las perspectivas que Kautsky
se esfuerza en inculcar a los obreros alemanes (y a los de todos los países). Tome-
mos el ejemplo de la India, de la Indochina y de China. Es sabido que esos 3 países
coloniales y semicoloniales, con una población de 600 a 700 millones de almas, se
hallan sometidos a la explotación del capital financiero de varias potencias imperia-
listas: Inglaterra, Francia, Japón, Estados Unidos, etc. Supongamos que dichos paí-
ses imperialistas forman alianzas, los unos contra los otros, con objeto de defender
o extender sus posesiones, sus intereses y sus "esferas de influencia" en los mencio-
nados países asiáticos. Esas alianzas serán alianzas "inter" o "ultraimperialistas".
Supongamos que todas las potencias imperialistas constituyen una alianza para el
reparto "pacífico" de dichos países asiáticos. Esa será una alianza del "capital finan-
ciero unido internacionalmente". En la historia del Siglo XX, hallamos ejemplos
concretos de una tal alianza, por ejemplo, en las relaciones de las potencias con
China Cabe preguntar: ¿es "concebible" suponer que, en las condiciones de conser-
vación del capitalismo (y son precisamente estas condiciones las que presupone
Kautsky), dichas alianzas no sean de corta duración, que excluyan los rozamientos,
los conflictos y la lucha en todas las formas imaginables?

60
Basta formular claramente la pregunta para que sea imposible darle otra respuesta
que no sea negativa, pues bajo el capitalismo no se concibe otro fundamento para el
reparto de las esferas de influencia, de los intereses, de las colonias, etc., que la
fuerza de los participantes en el reparto, la fuerza económica general, financiera,
militar, etc. Y la fuerza no se modifica de un modo idéntico en esos participantes
del reparto, ya que es imposible, bajo el capitalismo, el desarrollo igual de las dis-
tintas empresas, trusts, ramas industriales y países. Hace medio siglo, la fuerza ca-
pitalista de Alemania era de una absoluta insignificancia en comparación con la de
la Inglaterra de aquel entonces; lo mismo se puede decir del Japón en comparación
con Rusia. ¿Es "concebible" que dentro de unos 10 ó 20 años, permanezca invaria-
ble la correlación de fuerzas entre las potencias imperialistas? Es absolutamente in-
concebible.

Por esto, las alianzas "interimperialistas" o "ultraimperialistas" en la realidad capi-


talista, y no en la vulgar fantasía pequeñoburguesa de los curas ingleses o del "mar-
xista" alemán Kautsky —sea cual fuera su forma: una coalición imperialista contra
otra coalición imperialista, o una alianza general de todas las potencias imperialis-
tas— no pueden constituir, inevitablemente, más que "treguas" entre las guerras.
Las alianzas pacíficas preparan las guerras y, a su vez, surgen del seno de la guerra,
condicionándose mutuamente, engendrando una sucesión de formas de lucha pací-
fica y no pacífica sobre una y la misma base de relaciones imperialistas y de rela-
ciones recíprocas entre la economía y la política mundiales. Y el sapientísimo
Kautsky, para tranquilizar a los obreros y reconciliarlos con los socialchovinistas,
que se han pasado a la burguesía, separa 2 eslabones de una sola y misma cadena,
separa la actual alianza pacífica (ultraimperialista y aun ultra-ultraimperialista) de
todas las potencias para la "pacificación" de China (acordaos del aplastamiento de
la insurrección de los "boxers") del conflicto bélico de mañana, que preparará para
pasado mañana otra alianza "pacífica" general para el reparto, supongamos, de Tur-
quía, etc., etc. En vez del enlace vivo entre los períodos de paz imperialista y de
guerras imperialistas, Kautsky ofrece a los obreros una abstracción muerta, a fin de
reconciliarlos con sus jefes muertos.
[La cursiva es del original.]

En El Estado y la revolución:

Ocurre hoy con la doctrina de Marx lo que ha solido ocurrir en la historia repetidas
veces con las doctrinas de los pensadores revolucionarios y de los jefes de las clases
oprimidas en su lucha por la liberación. En vida de los grandes revolucionarios, las
clases opresoras los someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con
la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de
mentiras y calumnias. Después de su muerte, se intenta convertirlos en iconos
inofensivos, canonizarlos, por decirlo así, rodear sus nombres de una cierta aureola
de gloria para "consolar" y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido
de su doctrina revolucionaria, mellando su filo revolucionario, envileciéndola. En
semejante "arreglo" del marxismo se dan la mano actualmente la burguesía y los
oportunistas dentro del movimiento obrero. Olvidan, relegan a un segundo plano,
tergiversan el aspecto revolucionario de esta doctrina, su espíritu revolucionario.

61
Hacen pasar a primer plano, ensalzan lo que es o parece ser aceptable para la bur-
guesía. Todos los socialchovinistas son hoy —¡bromas aparte!— "marxistas". Y
cada vez con mayor frecuencia los sabios burgueses alemanes, que ayer todavía
eran especialistas en pulverizar el marxismo, hablan hoy ¡de un Marx "nacional-
alemán" que, según ellos, educó estas asociaciones obreras tan magníficamente or-
ganizadas para llevar a cabo la guerra de rapiña!

[...]

Ya en 1891, Engels supo señalar el "pugilato de conquistas" como uno de los más
importantes rasgos distintivos de la política exterior de las grandes potencias. ¡Y los
canallas socialchovinistas de los años 1914-1917, en que precisamente este pugila-
to, agudizándose más y más, ha engendrado la guerra imperialista, encubren la de-
fensa de los intereses rapaces de "su" burguesía con frases sobre la "defensa de la
patria", sobre la "defensa de la república y de la revolución" y con otras frases por
el estilo!

[...]

Los demócratas pequeñoburgueses, por el estilo de nuestros socialrevolucionarios y


mencheviques, y sus hermanos carnales, todos los socialchovinistas y oportunistas
de la Europa occidental, esperan, en efecto, "más" del sufragio universal.

[...]

El proletariado necesita el Estado, repiten todos los oportunistas, socialchovinistas


y kautskianos asegurando que tal es la doctrina de Marx y "olvidándose" de añadir,
primero, que, según Marx, el proletariado sólo necesita un Estado que se extinga, es
decir, organizado de tal modo, que comience a extinguirse inmediatamente y que no
pueda por menos de extinguirse; y, segundo, que los trabajadores necesitan un "Es-
tado", "es decir, el proletariado organizado como clase dominante".

El Estado es una organización especial de la fuerza, es una organización de la vio-


lencia para la represión de una clase cualquiera. ¿Qué clase es la que el proletariado
tiene que reprimir? Sólo es, naturalmente, la clase explotadora, es decir, la burgue-
sía. Los trabajadores sólo necesitan el Estado para aplastar la resistencia de los ex-
plotadores, y este aplastamiento sólo puede dirigirlo, sólo puede llevarlo a la prácti-
ca el proletariado, como la única clase consecuentemente revolucionaria, como la
única clase capaz de unir a todos los trabajadores y explotados en la lucha contra la
burguesía, por la completa eliminación de ésta.
[La cursiva es del original.]

En la década de los 60, cuando había colonias oprimidas por el imperialismo


—y guerras civiles y guerras de liberación de nacional—, Mao Tsetung desa-
rrolló la estrategia de Lenin centrando en la trascendencia que tienen, para la
revolución mundial, los movimientos de liberación nacional de las naciones
oprimidas dirigidos por sus Partidos Comunistas.

62
Queda claro que sólo con la dirección de Partidos Comunistas —con Partidos
Comunistas al mando— y guerra popular es posible prepararse para la perspec-
tiva de la humanidad y la inevitabilidad del triunfo del proletariado. No hay
una tercera vía, no hay otra vía de transformación socialista de la sociedad.

Recapitulemos algunas de las enseñanzas de Mao Tsetung. Veamos.

En La lucha en las montañas Chingkang, escribió:

Estamos plenamente de acuerdo con la resolución de la Internacional Comunista


sobre el problema de China. No cabe duda de que actualmente China se encuentra
todavía en la etapa de la revolución democrático-burguesa. El programa para una
revolución democrática cabal en China implica, en lo externo, el derrocamiento del
imperialismo para alcanzar la completa liberación nacional y, en lo interno, la eli-
minación de la burguesía compradora en las ciudades, la consumación de la revolu-
ción agraria para eliminar las relaciones feudales en el campo y el derrocamiento
del Gobierno de los caudillos militares. Sólo por medio de semejante revolución
democrática, se podrá asentar una verdadera base para la transición al socialismo.
Habiendo combatido en diversos lugares durante el año transcurrido, tenemos la
profunda impresión de que la revolución está en reflujo en todo el país. Por una par-
te, el Poder rojo ha sido establecido en unas pocas pequeñas zonas, y por la otra, el
pueblo en su conjunto está privado de los derechos democráticos elementales: los
obreros y campesinos, y hasta los demócratas burgueses, no tienen libertad de pala-
bra ni de reunión, y afiliarse al Partido Comunista es considerado como el peor de
los crímenes. Dondequiera que llega el Ejército Rojo, las masas se muestran poco
entusiastas, y van tornándose activas sólo después de una labor de propaganda. Sea
cual fuere la unidad enemiga que enfrentamos, tenemos que combatir duro, y ape-
nas hay casos de deserción hacia nuestro lado o de motín en las tropas enemigas. Lo
mismo pasa con el 6° Cuerpo de Ejército enemigo, a pesar de ser éste el que a ma-
yor número de "revoltosos" reclutó después del Incidente del 21 de Mayo. Tenemos
viva sensación de nuestro aislamiento y constantemente esperamos salir de él. Sólo
librando una lucha política y económica por la democracia, lucha en la que también
participe la pequeña burguesía urbana, podremos llevar la revolución a un ascenso
impetuoso que sacuda a todo el país.

En El papel del Partido en la guerra nacional:

¿Puede un comunista, que es internacionalista, ser al mismo tiempo patriota? Soste-


nemos que no sólo puede, sino que debe serlo. El contenido concreto del patriotis-
mo es determinado por las condiciones históricas. Existe el "patriotismo" de los
agresores japoneses y de Hitler, y existe nuestro patriotismo. Los comunistas deben
oponerse resueltamente al "patriotismo" de los agresores japoneses y de Hitler. Los
comunistas japoneses y alemanes son derrotistas respecto a las guerras sostenidas
por sus países. Responde a los intereses de los pueblos del Japón y Alemania hacer
todo lo posible porque fracasen las guerras de los agresores japoneses y de Hitler, y

63
cuanto más completa sea la derrota, tanto mejor. Esto es lo que los comunistas ja-
poneses y alemanes deben hacer y, en efecto, están haciendo. Todo ello se explica
porque las guerras desatadas por los agresores japoneses y por Hitler perjudican no
sólo a otros pueblos, sino también a los pueblos de sus propios países. El caso de
China es distinto, porque ella es víctima de la agresión. Por consiguiente, los comu-
nistas chinos debemos combinar el patriotismo con el internacionalismo. Somos a
la vez internacionalistas y patriotas, y nuestra consigna es "Luchar contra el agresor
en defensa de la patria". Para nosotros, el derrotismo es un crimen, y pugnar por la
victoria en la Guerra de Resistencia, un deber ineludible. Pues únicamente luchando
en defensa de la patria podremos derrotar a los agresores y lograr la liberación na-
cional, y sólo logrando la liberación nacional será posible que el proletariado y todo
el pueblo trabajador conquisten su propia emancipación. La victoria de China y la
derrota de los imperialistas que la invaden constituirán una ayuda para los pueblos
de los demás países. De ahí que, en las guerras de liberación nacional, el patriotis-
mo sea la aplicación del internacionalismo. Por esta razón, cada comunista debe
desplegar toda su iniciativa, marchar valerosa y resueltamente al campo de batalla
de la guerra de liberación nacional, y apuntar sus fusiles contra los agresores japo-
neses. Por la misma razón, inmediatamente después del Incidente del 18 de sep-
tiembre de 1931, nuestro Partido lanzó un llamamiento a resistir a los agresores ja-
poneses mediante una guerra nacional de autodefensa, y, más tarde, propuso un
frente único nacional antijaponés y ordenó al Ejército Rojo que se reorganizara co-
mo unidades del Ejército Revolucionario Nacional antijaponés y marchara al frente,
y a sus militantes, que combatieran en la primera línea de la Guerra de Resistencia
y defendieran a la patria hasta la última gota de sangre. Estas acciones patrióticas
son todas justas y, lejos de infringir el internacionalismo, son precisamente su apli-
cación en China. Sólo quienes tienen ideas políticas confusas o segundas intencio-
nes pueden desear el disparate de que nos hemos equivocado, de que hemos aban-
donado el internacionalismo.

En Sobre la guerra prolongada:

Nuestra guerra no es una guerra cualquiera, sino una guerra entre China y el Japón
en los años 30 del Siglo XX. Por su parte, nuestro enemigo es, antes que nada, un
país imperialista moribundo; se encuentra ya en la época de su decadencia y no sólo
es distinto de la Inglaterra de la época en que ésta subyugó a la India, cuando el ca-
pitalismo inglés aún se encontraba en ascenso, sino también distinto de lo que él
mismo era hace 20 años, en la época de la Primera Guerra Mundial. La guerra ac-
tual ha sido desatada en vísperas del derrumbamiento general del imperialismo
mundial y, ante todo, de los países fascistas. Y éste es precisamente el motivo por el
cual el enemigo se ha lanzado a esta guerra aventurera, que reviste el carácter de un
último y desesperado forcejeo. Por consiguiente, no será China, sino los círculos
gobernantes del imperialismo japonés los que quedarán destruidos como resultado
inevitable de la guerra. Más aún, el Japón ha emprendido esta guerra en momentos
en que los diversos países de la Tierra ya están o pronto estarán envueltos en una
guerra; todo el mundo está luchando o preparándose para luchar contra la bárbara
agresión, y los intereses de China están ligados con los de la mayoría de los países y
pueblos de la Tierra. Ésta es la causa fundamental de la oposición que el Japón ha

64
despertado y continuará despertando con creciente intensidad en la mayoría de los
países y pueblos del mundo.

[...]

La vasta guerra de guerrillas y el amplio movimiento popular antijaponés fatigarán


a esta enorme fuerza enemiga, desgastándola en gran medida, por una parte, y por
la otra, quebrantando su moral al avivar su nostalgia y acrecentar su sentimiento de
apatía e incluso hostilidad hacia la guerra. Aunque no puede decirse que el Japón no
logre absolutamente nada en su pillaje de China, sin embargo, falto de capital y
hostigado por la guerra de guerrillas, no podrá obtener resultados rápidos ni sustan-
ciales. Esta segunda etapa será la de transición de la guerra en su conjunto y tam-
bién el período más duro, pero marcará su punto de viraje. El que China se convier-
ta en país independiente o sea reducida a colonia, no lo determina la conservación o
la pérdida de las grandes ciudades en la primera etapa, sino la magnitud del esfuer-
zo de toda la nación en la segunda. Si perseveramos en la Resistencia, en el frente
único y en la guerra prolongada, China adquirirá en esta etapa la fuerza suficiente
para convertirse de la parte débil en la fuerte. Éste será el segundo de los 3 actos en
el drama de la Guerra de Resistencia de China. Con los esfuerzos de todos los acto-
res, será posible representar un brillantísimo acto final.

La tercera etapa será la de nuestra contraofensiva para recuperar el territorio perdi-


do. Su recuperación dependerá principalmente de la fuerza que China haya prepa-
rado en la etapa precedente y que continuará creciendo en la tercera. Pero la sola
fuerza de China no será suficiente, y tendremos que contar con la ayuda de las fuer-
zas internacionales y con aquella representada por los cambios que se operen dentro
del Japón; de otro modo no podremos triunfar.

En Fuerzas revolucionarias del mundo, uníos:

Para realizar la revolución, hace falta un partido revolucionario. Sin un partido re-
volucionario, sin un partido revolucionario creado sobre la teoría revolucionaria
marxista-leninista y en el estilo revolucionario marxista-leninista, es imposible
conducir a la clase obrera y las amplias masas populares a la victoria en la lucha
contra el imperialismo y sus lacayos. En más de 100 años transcurridos desde el na-
cimiento del marxismo, sólo gracias al ejemplo que dieron los bolcheviques rusos al
dirigir la Revolución de Octubre y la construcción socialista y al vencer la agresión
del fascismo, se han formado y desarrollado en el mundo partidos revolucionarios
de nuevo tipo. Con el nacimiento de los partidos revolucionarios de este tipo, ha
cambiado la fisonomía de la revolución mundial. El cambio ha sido tan grande que
se han producido, en medio del fuego y el trueno, transformaciones del todo incon-
cebibles para la gente de la vieja generación. El Partido Comunista de China es pre-
cisamente un partido creado y desarrollado a ejemplo del Partido Comunista de la
Unión Soviética. Con el nacimiento del Partido Comunista, la fisonomía de la revo-
lución china tomó un cariz enteramente nuevo. ¿Acaso no es suficientemente claro
este hecho?

65
En Sobre la nueva democracia:

El comunismo es la ideología completa del proletariado y, a la vez, un nuevo siste-


ma social. Difieren de cualquier otra ideología y sistema social, y son los más com-
pletos, progresistas, revolucionarios y racionales de la historia humana. La ideolo-
gía y el sistema social del feudalismo ya pasaron al museo de la Historia. La ideo-
logía y el sistema social del capitalismo se han convertido en piezas de museo en
una parte del mundo (la Unión Soviética), mientras que en los demás países se ase-
mejan al moribundo que se extingue como el Sol tras las colinas de Occidente, y
pronto serán también relegados al museo. Sólo la ideología y el sistema social co-
munistas, llenos de juventud y vitalidad, se extienden por todo el mundo con el ím-
petu de una avalancha y la fuerza de un rayo.

En Discurso en la reunión del Soviet Supremo de la URSS en conmemora-


ción del 40° aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre:

El sistema socialista terminará por reemplazar al sistema capitalista: ésta es una ley
objetiva, independiente de la voluntad del hombre. Por mucho que los reaccionarios
traten de frenar la rueda de la historia, tarde o temprano se producirá la revolución
y, sin duda alguna, triunfará.

En Sobre el Gobierno de coalición:

Los comunistas nunca ocultamos nuestras aspiraciones políticas. Nuestro Programa


futuro o máximo es llevar a China a la sociedad socialista y la comunista. Esto es
definitivo y no admite duda. El nombre de nuestro Partido y nuestra concepción
marxista del mundo indican de manera inequívoca este supremo ideal para el futu-
ro, infinitamente bello y luminoso.

En El pueblo chino se ha puesto en pie:

Nuestro régimen estatal de dictadura democrática popular es una poderosa arma pa-
ra preservar las conquistas de la revolución popular y combatir los complots de res-
tauración de los enemigos internos y externos; tenemos que empuñar firmemente
esta arma. En el plano internacional, debemos unirnos con todos los países y pue-
blos amantes de la paz y la libertad, en primer lugar con la Unión Soviética y las
Nuevas Democracias, a fin de no estar solos en nuestra lucha por salvaguardar los
frutos de la victoria de la revolución popular frente a los complots de restauración
de los enemigos internos y externos.

En Tratamiento correcto de las contradicciones:


Reforzar nuestra solidaridad con la Unión Soviética y demás países socialistas es
nuestra política fundamental, y en ello estriban nuestros intereses esenciales. Ade-

66
más, debemos fortalecer y desarrollar la solidaridad con los países de Asia y África,
así como con todos los países y pueblos amantes de la paz. Unidos a estas 2 fuerzas,
no estaremos solos. En cuanto a los países imperialistas, también debemos unirnos
con sus pueblos y esforzarnos por coexistir pacíficamente con estos países, por co-
merciar con ellos y por conjurar una posible guerra. Sin embargo, de ningún modo
debemos abrigar ideas ilusorias respecto a ellos.

Con tal que perseveremos en la dictadura democrática popular y nos mantengamos


unidos con los amigos extranjeros, saldremos siempre victoriosos.

En La situación y nuestra política después de la victoria en la guerra de


Resistencia contra el Japón:

¿Sobre qué base debe descansar nuestra política? Debe reposar en nuestra propia
fuerza, y eso significa robustecerse mediante los propios esfuerzos. No estamos so-
los; todos los países y pueblos del mundo que se oponen al imperialismo son nues-
tros amigos. Sin embargo, hacemos hincapié en apoyamos en nuestros propios es-
fuerzos. Apoyándonos en las fuerzas que nosotros mismos organicemos, podemos
derrotar a todos los reaccionarios chinos y extranjeros.

En Unidad del Partido y sus tradiciones:

En el plano internacional, debemos unirnos con todas las fuerzas unibles del mun-
do: unirnos, en primer lugar, con la Unión Soviética, los Partidos hermanos, los paí-
ses hermanos y sus pueblos, unirnos luego con todos los países y pueblos amantes
de la paz y hacer buen uso de todas las fuerzas útiles. A nuestro Congreso asistirán
delegados de los Partidos Comunistas de más de 50 países, lo cual es muy bueno.
En años anteriores, no habíamos conquistado aún el Poder a escala nacional, no ha-
bíamos logrado la victoria en las 2 revoluciones ni los éxitos de la construcción. Pe-
ro la situación ha cambiado, y ahora los camaradas extranjeros nos tienen bastante
estimación.

En Discursos en una Conferencia de Secretarios:

Problemas internacionales. En el Medio Oriente se han producido los acontecimien-


tos del Canal de Suez. Un hombre llamado Nasser nacionalizó el canal; otro, llama-
do Eden, envió allí un contingente de soldados y desató una guerra; en seguida, un
tercero llamado Eisenhower trató de expulsar a los ingleses con el fin de apoderarse
del lugar. La burguesía inglesa, vieja pícara y gran tramposa desde su origen, es una
burguesía más hábil que ninguna otra en determinar cuándo se impone llegar a un
compromiso. Sin embargo, resulta que ahora ha dejado caer el Medio Oriente en
manos de los estadounidenses. ¡Qué garrafal error! ¿Cuántos de este calibre pueden
contarse en su historia? Pero, ¿por qué esta vez perdió la cabeza e incurrió en seme-
jante error? Porque, no pudiendo mantener el aplomo ante la enorme presión de los
estadounidenses, trató de recuperar el Medio Oriente y poner a raya a EEUU. ¿Era

67
Egipto el principal blanco contra el cual estaba vuelta la lanza de Inglaterra? No. Su
acción apuntaba contra EEUU, al tiempo que la acción estadounidense apuntaba
contra Inglaterra.

Estos acontecimientos nos permiten ver dónde se halla el punto clave de las luchas
en el mundo de hoy. Claro está que los países imperialistas viven contradicciones
muy agudas con los países socialistas, pero lo que hacen ahora es tomar como pre-
texto la lucha contra el comunismo para disputarse esferas de influencia. ¿Cuáles
son las esferas que se disputan? Zonas de Asia y África habitadas por mil millones
de personas. En la actualidad, sus disputas se concentran en el Medio Oriente, re-
gión de gran importancia estratégica, y sobre todo en la zona del Canal de Suez, en
Egipto. En el conflicto que allí se vive convergen 2 tipos de contradicciones y 3
Fuerzas distintas. Esos 2 tipos de contradicciones son: primero, las contradicciones
interimperialistas, o sea, las existentes entre EEUU e Inglaterra y entre EEUU y
Francia y, segundo, las contradicciones entre las potencias imperialistas y las na-
ciones oprimidas. De las 3 fuerzas en juego, la primera es EEUU, la mayor potencia
imperialista; la segunda, Inglaterra y Francia, países imperialistas de segundo or-
den, y la tercera, las naciones oprimidas. El principal escenario de la actual disputa
imperialista lo constituyen Asia y África, donde han surgido movimientos de inde-
pendencia nacional. EEUU recurre a medios tanto militares como no militares; es
así como ha actuado en el Medio Oriente.

Que ellos se embrollen en líos nos favorece. Nuestra política debe estar orientada a
consolidar los países socialistas sin ceder ni una pulgada de terreno. Combatiremos
a todo el que intente obligarnos a ceder. Fuera de esta línea de demarcación, ¡allá
ellos con sus enredos! Ahora bien, ¿vamos o no a hacer uso de la palabra? Sí, lo ha-
remos. Desde luego, apoyaremos la lucha antiimperialista de los pueblos de Asia,
África y América Latina, así como la lucha revolucionaria de todos los pueblos.

Entre los países imperialistas y nosotros, la relación puede expresarse del modo si-
guiente: En su casa hay gente nuestra, y en la nuestra, gente suya. Nosotros apoya-
mos las revoluciones populares en esos países, en tanto que ellos perpetran aquí ac-
tividades subversivas. Por gente nuestra en casa de ellos nos referimos a los comu-
nistas, a los obreros, campesinos e intelectuales revolucionarios y a los elementos
progresistas. En cuanto a la gente suya en nuestra casa —señalando el caso de Chi-
na como ejemplo—, nos referimos a muchos integrantes de la burguesía y de los
partidos democráticos, así como a la clase terrateniente. Hasta hoy esta gente se
muestra aparentemente sumisa y todavía no ha creado desórdenes. Pero, ¿qué ha-
rían ellos en el caso de que fueran arrojadas sobre Pekín bombas atómicas? ¿No
armarían una rebelión? Sería muy extraño que no lo hicieran; y eso, sin hablar de
los criminales sometidos a corrección mediante el trabajo físico, ni de aquellos ca-
becillas de los desórdenes ocurridos en el consabido instituto de Shichiachuang, ni
de ese estudiante universitario de Pekín que amenazó con matar a miles o decenas
de miles de personas. Sea como sea, a éstos debemos digerirlos, y a los terratenien-
tes y capitalistas, transformarlos en trabajadores. Ésta es otra política de importan-
cia estratégica. Pasará un tiempo muy largo antes de que desaparezcan las clases.

En síntesis, estimamos que los problemas en el plano internacional todavía deben


ser enfocados de la manera siguiente: Se destaca por encima de todas las contradic-

68
ciones la que supone la rebatiña entre los países imperialistas y su disputa por las
colonias. Lo que éstos hacen ahora es valerse de las contradicciones que tienen con
nosotros para encubrir las suyas. Nosotros, a nuestro turno, podemos sacar partido
de sus contradicciones; a este respecto es mucho lo que se puede hacer.

Éste es un asunto de gran importancia que atañe a nuestra política exterior.

En La revolución china y el Partido Comunista de China:

Tomado en su conjunto, el movimiento revolucionario chino dirigido por el Partido


Comunista de China abarca 2 etapas: la revolución democrática y la socialista. Se
trata de 2 procesos revolucionarios esencialmente diferentes, y sólo después de con-
sumado el primero se puede emprender el segundo. La revolución democrática es la
preparación necesaria para la revolución socialista y la revolución socialista es la
dirección inevitable para el desarrollo de la revolución democrática. El objetivo fi-
nal por el que luchan todos los comunistas es la instauración completa de la socie-
dad socialista y de la comunista.

Bien, según lo planteado por Mao Tsetung, en medio de aquella coyuntura


internacional, la estrategia de la revolución mundial para socavar al imperia-
lismo, era unir la lucha del movimiento de liberación nacional con las luchas
del movimiento proletario internacional y desarrollar la revolución bajo la
dirección de Partidos Comunistas; lo cual sigue siendo, dentro de los paráme-
tros establecidos, una línea directriz general para la revolución mundial.

Así, si bien para los comunistas la consigna es: "¡Proletarios de todos los
países, uníos!"; en ese momento y en ese contexto internacional, Mao Tsetung
planteó que la consigna que debe guiar la lucha de esas 2 fuerzas debe ser:
"¡Proletarios de todos los países y pueblos del mundo, uníos!".

Partiendo de la línea general del movimiento comunista internacional estable-


cida por Lenin y desarrollada por Mao Tsetung, podemos comprender mejor y
aplicar la gran tesis, hoy más vigente que nunca, de los 3 mundos planteada
por Mao Tsetung que establece la estrategia y la táctica de la revolución mun-
dial; que sistematiza y sintetiza el camino de cercar a los países imperialistas y
capitalistas desde los países semifeudales y semicoloniales, que son la gran
mayoría y conforman lo que se conoce como Tercer Mundo.

Para desarrollar la estrategia y la táctica de la revolución mundial, hay que


tener en cuenta las relaciones económicas, políticas y sociales que están
desenvolviéndose en el proceso de descomposición del imperialismo; hay que
tener en cuenta el desarrollo de los lineamientos generales en lo económico,
político, social y jurídico dentro de los rápidos cambios que se están produ-

69
ciendo en el sistema imperialista mundial que incluyen el neoliberalismo y la
globalización —lineamientos trazados por la reacción para enfrentar, según
ellos, en mejores condiciones, las agudas contradicciones que genera el desa-
rrollo de las luchas populares—; hay que tener en cuenta la importancia histó-
rica de las naciones oprimidas, de los países semifeudales y semicoloniales, y
su experiencia y perspectiva revolucionaria; para ello, es insoslayable tener
presente la tesis de Mao Tsetung acerca de 3 mundos se delinean; es decir, la
tesis de los 3 mundos que está estrechamente ligada a la tesis de Lenin sobre la
distribución de fuerzas en el mundo basada en el análisis de clases y las con-
tradicciones y no tiene nada que ver con la tesis revisionista de la "teoría de los
3 mundos" diseñada por Teng Siao-ping que sirvió como base para la restaura-
ción del capitalismo en China y su actual desarrollo como superpotencia impe-
rialista bajo la férula de Xi Jinping.

En consecuencia, no es difícil entender que la lucha antiimperialista y antifeu-


dal se entrelazan como 2 cuestiones indesligables y como partes integrantes de
la revolución de nueva democracia que sólo la clase obrera es capaz de condu-
cir, a condición de establecer la alianza obrero-campesina como punto de par-
tida del Frente Único de la revolución.

En el número 42 de Bandera Roja de mayo de 1970, se puede leer un artículo


firmado por el Comité Central del Partido Comunista del Perú que causó una
remoción ideológica y política muy profunda en su militancia y en las masas
populares, se lee:

La situación mundial ha entrado en una nueva época: la del pensamiento Mao Tse-
tung. Bajo este signo hemos vivido en los últimos años hechos que han transforma-
do enormemente el mundo.

Las luchas de Liberación Nacional han avanzado inconteniblemente, la Gran Revo-


lución Cultural Proletaria de China ha obtenido grandiosas victorias, el movimiento
comunista internacional se ha fortalecido, y las masas en todo el mundo, inclusive
dentro de los países imperialistas y socialimperialistas, han desatado furiosas tor-
mentas revolucionarias, remeciendo todo el caduco y podrido sistema de explota-
ción del hombre por el hombre.

El mundo arde hoy por sus 4 costados. Las chispas de la Guerra Popular incendian
las praderas y el fuego violento de la revolución se extiende devorando para siem-
pre al viejo mundo, sumiendo en la desesperación a todos los reaccionarios y
abriendo nuevas y más próximas esperanzas para toda la humanidad.

Esa brillante situación y perspectiva quedó momentáneamente truncada luego


de que el renegado Abimael Guzmán, a fines de 1992, desde prisión y por
sórdidos intereses personales, traicionó la ideología del proletariado, los prin-

70
cipios del marxismo-leninismo-maoísmo; al Partido y a sus militantes; a las
masas, la guerra popular y la revolución proletaria mundial.

El Tercer Mundo de Mao Tsetung, indudablemente, ya no existe como tal —en


cuanto poderoso semillero de movimientos y guerras de liberación nacional
contra el imperialismo— pero mantiene su carácter estratégico y táctico. El
neoliberalismo, la globalización y el desarrollo y la profundización del capita-
lismo burocrático en ese llamado Tercer Mundo han evolucionado a muchos
de estos países —generando crecimiento económico—, de países atrasados en
países en desarrollo favorable a los intereses de la gran burguesía, de los gran-
des terratenientes y de los imperialistas, no para el pueblo que, como siempre,
carga sobre sus hombros la nueva gran crisis financiera. Mientras el modelo
occidental de globalización muestra sus límites, el modelo oriental, el del im-
perialismo chino —con la "Franja y la Ruta" y su "socialismo con peculiarida-
des chinas de la nueva era"—, tiende a fortalecerse; y, en los países del Tercer
Mundo, se impulsa, acelera y profundiza el desarrollo del capitalismo burocrá-
tico, la evolución de la semifeudalidad, acentuando su condición semifeudal y
semicolonial. Quien no entienda el capitalismo burocrático, tendrá muchas
dificultades para entender el actual panorama internacional y la estrategia y
táctica de la revolución proletaria mundial.

Hoy, en el mundo, no hay Partidos Comunistas que se guíen por el maoísmo;


hay maoístas dispersos. Hay un profundo movimiento de aguas subterráneas,
de donde emergen movimientos revolucionarios que pugnan —más allá de
pomposas "declaraciones conjuntas" firmadas por organizaciones fantasmas,
virtuales o por grupos de amigos y conocidos— por defender la validez uni-
versal del maoísmo y la guerra popular; por poner la ideología del proletariado
—el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo— como man-
do y guía de la revolución mundial; por aplicar creadoramente esta verdad
universal a las condiciones concretas de cada revolución y a las condiciones
específicas de cada país para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular al
servicio de la guerra popular mundial.

Todos nuestros esfuerzos deben estar encaminados a construir o reconstituir


Partidos Comunistas para ponerlos a la altura de las circunstancias desarro-
llando una gran movilización ideológica para que las masas plasmen, enarbo-
len, defiendan y apliquen el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el
maoísmo; movilizar, politizar, organizar y armar a las masas populares para la
toma del Poder por medio de la guerra popular. Tenemos la obligación de
intensificar nuestro trabajo para acelerar poderosamente las condiciones subje-
tivas y desarrollar la situación revolucionaria, no como voluntarismo subjetivo
y metafísico sino como necesidad histórica y dialéctica.

71
El centro de la lucha, el meollo del problema, no está en "desenvolver y desa-
rrollar un poderoso movimiento de liberación nacional", ni siquiera en Palesti-
na. El centro está en guerra popular, Partido Comunista y marxismo-
leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo; y esto también es válido tanto
para Palestina como para Israel.

Insistimos, en el análisis que se hace, sobre la base de la lucha de clases que


libran las masas en cualquier parte del mundo, el problema radica en ver cómo
las masas hacen sus revoluciones; cuáles son sus aciertos, limitaciones y erro-
res; cómo están organizadas; qué partido, movimiento o grupo las educa,
orienta y dirige; qué ideología tienen; qué política las guía; a qué clase sirven;
cómo enfrentan al imperialismo en lo externo e interno de sus países; cómo
enfrentan a las clases que las oprimen y explotan en sus propios países. Partir
siempre de que la simple lucha armada no basta, es insuficiente; guerra popu-
lar, y todo lo que ello implica, es la clave.

Así las cosas, entonces, cómo queda esa baratija de que

... la causa palestina es ante todo la causa del antiimperialismo, el anticolonialismo


y el antisionismo. Y hoy está incluso en el centro de la lucha contra el imperialismo
en su conjunto, lo que la hace ejemplar a los ojos de los pueblos árabes y de los
pueblos del mundo.

El revolucionarismo pequeñoburgués, desilusionado y falto de perspectiva


corre tras un bastón de mando, tras un líder —o profeta, da lo mismo—, busca
y encuentra cualquier cosa que parezca razonable según su propia interpreta-
ción de violencia revolucionaria, de liberación nacional, de revolución, de
guerra popular o de lo que fuere; le da lo mismo defender a presos políticos
que, sin lugar a dudas, son oportunistas, revisionistas, capituladores, renegados
o traidores; su consigna es defender lo que sea y como sea con tal de hacer
algo, cualquier cosa, la acción por acción. Un poco más y se pondrán a berrear:
¡Allah es grande y Marx su profeta! Bueno, si les parece bien, háganlo, es
vuestra decisión, pero no tienen derecho a hacerlo en nombre del pueblo pales-
tino.

En Siria, el Líbano y Palestina, lo mismo que en países árabes, desde inicios de


la segunda década del Siglo XX, surgieron una serie de organizaciones y mo-
vimientos políticos que más tarde que temprano, en los 50 y 60, adoptaron el
nombre de "Partido Comunista" en multitud de variaciones; la inmensa mayo-
ría de ellos vinculados al socialimperialismo soviético. De los que sobrevivie-
ron a la bancarrota y desintegración de la URSS, fueron absorbidos por el
trotskismo y el revisionismo moderno y adoptaron el rótulo de Frente Popular;
Frente Democrático; o cualquier otro Frente o Movimiento. No vamos a pro-

72
fundizar en lo conocido. Lo que queremos destacar es que aquellos "marxistas"
o "marxista-leninistas" que actúan en Palestina, o que desde países limítrofes
los apoyan, todos, sin excepción, están a la cola de una de las facciones reac-
cionarias de la gran burguesía palestina; tanto en Cisjordania como en la Fran-
ja de Gaza. El hecho es que hasta los autodenominados "marxista-maoístas",
sean de Palestina, Líbano —incluida las fenecidas Fracciones Armadas Revo-
lucionarias Libanesas—, Siria u otros países del mundo árabe, son muy afi-
cionados a participar de reformas, elecciones, componendas, apoyan a Hamás
y el Hezbollah y hasta juegan con la idea de un Estado democrático.

Recordemos lo planteado por Mao Tsetung:

No toleraremos que renazca el seguidismo de Chen Tu-siu, reflejo del reformismo


burgués en las filas del proletariado. Rebajar la posición de clase del Partido, desdi-
bujar su fisonomía y sacrificar los intereses de los obreros y campesinos a las nece-
sidades del reformismo burgués, conduce indefectiblemente la revolución a la de-
rrota. Lo que debernos hacer es aplicar una firme política revolucionaria y luchar
por la victoria total de la revolución democrático-burguesa. A fin de superar las
perniciosas tendencias a que nos hemos referido arriba, es absolutamente impres-
cindible elevar el nivel teórico marxista-leninista de todo el Partido, porque el mar-
xismo-leninismo es la única brújula que puede guiar la revolución china hacia la
victoria.

En un pie de página, los redactores de Résistance et combats... recomiendan


algunas lecturas y nombran a Adel Samara como "economista marxista"; a
Emile Touma como "historiador y teórico marxista"; y a Edward Saïd con
referencia a su obra La cuestión palestina —aunque mejor, o además, hubiesen
recomendado leer Orientalismo, Cultura e imperialismo y Palestina: paz sin
territorios, lo que no ponen es que Saïd fue miembro del Consejo Nacional
Palestino entre los álgidos años 1977 y 1991. Al parecer, los panfletistas no se
han dado el trabajo de leer a ninguno de estos 3 individuos que recomiendan; y
si lo han hecho, entonces ya sabemos por dónde tira su altisonante "comunis-
mo-marxismo".

Sólo como ejemplo, tomemos a Adel Samara; para entenderlo mejor, reco-
mendamos se lean, de las muchas que tiene, sus obras El capitalismo palestino
de la evolución dependiente al dilema de la independencia y La China socia-
lista o un planeta socialista y el papel del trío revolucionario.

De esta última obra, citamos la esencia de su pensamiento para que el lector


saque sus propias conclusiones. Samara Escribe:

En términos de realidad, China está involucrada en el sistema global, como se afir-


ma en muchas páginas de este libro.

73
Ésta es la realidad: ¿la opción de China es profundizar el compromiso? ¿Lo permite
el imperialismo o puede formar su propio sector globalizado con el Sur del que ha-
bló Samir Amin? Digamos que llega a su sector socialista globalizado, si la tenden-
cia radical permanece bajo la dirección de su actual líder.

La lectura del escenario actual no indica una participación chino-occidental en un


sector público capitalista globalizado, pero enfatiza la importancia del papel y el ra-
dicalismo de los países de la periferia que tratan con China en el sentido de frenar,
más o menos, el giro chino hacia el capitalismo; fortalecer la transformación socia-
lista, transformando el sector globalizado en un internacionalismo socialista. ¿Es
esto como un sueño? Quizás, pero se basa en una necesidad histórica.

Este conflicto en los análisis puede llevarnos a 2 cosas:

La primera: el camino práctico de China nos impide alcanzar una decisión científica
definitiva sobre la naturaleza del régimen y su destino, y no una decisión o juicio
ideológico, político o incluso de clase.

La segunda: debemos mirar a China en el contexto de los países o naciones que no


han tomado un camino capitalista en el sentido de ponerse al día, y cómo se puede
cambiar su camino y cómo se puede utilizar a China a favor de esta tendencia, es
decir, tomando su camino hacia:

- Desarrollo a través de la protección popular


- y desconectarse.
- Y el socialismo.

¿Cómo se puede utilizar a China para beneficiar esta tendencia? Ésta es la cuestión
y al mismo tiempo un proyecto de necesidad histórica

[...]

Los trotskistas e incluso algunos maoístas afirman a menudo que las relaciones de
China con países del mundo, como África y América del Sur, son relaciones especí-
ficamente imperialistas y de explotación.

Para responder a esto, hay 2 observaciones:

Primero: la cuestión del papel imperialista de China en estos países no está resuelta,
y China indudablemente no es un benefactor, y no hay duda de que su objetivo es
obtener ganancias, pero su comportamiento es muy diferente al de los imperialistas
occidentales.

La segunda: ¿Qué pasa con esos países/regímenes? Es decir, ¿por qué debería acep-
tar la relación de dependencia? ¿Es su opción capitalista la verdadera, o es mejor la
otra opción, es decir, adoptar lo que vemos?

74
Empezar a adoptar el desarrollo a través de la protección popular. Como resultado,
el movimiento hacia la desconexión conduce al socialismo.

Lo que queremos decir aquí es que el mundo no tiene sólo 2 opciones: depender de
Occidente o depender de China e implicarla en el imperialismo. Por mundo nos re-
ferimos específicamente a la revolución socialista mundial. Si miramos al mundo
sólo desde estas 2 opciones, pondremos un final trágico a la historia, y esto no es
cierto.

Específicamente, nos referimos a lo siguiente: mientras el sistema económico chino


se encuentre en un estado de transformación extendida hacia el socialismo después
de 3 décadas, lo que significa que el socialismo se basa en o con características chi-
nas, confirma que alcanzar el socialismo es una cuestión que requiere décadas; y
que todo lo que China está haciendo es construirse y alcanzar un Estado para 2030.
Los países de ingresos medios, esto significa, incluso si no lo declaran, que se per-
miten utilizar mecanismos capitalistas para acelerar su crecimiento y desarrollo so-
bre la base que la base material avanzada es la base/entrada real y garantizada al so-
cialismo, y ésta es la entrada de Deng. Si esto es cierto, se cruza con el proyecto de
Mao y lo completa en sus 3 pilares:

- Establecer una base de producción.


- Adoptando tecnología occidental.
- Proteger la patria con armas nucleares.

Por lo tanto, China utiliza en su comercio mecanismos diferentes a los del Occiden-
te imperialista, es decir, no recurre a la intrusión, sino que, al parecer, recurre a la
diplomacia económica, que se basa en ofertas y convocatorias. Por lo tanto, resulta
difícil describir a China como "imperialismo" y aún más difícil insistir en que Chi-
na sigue siendo maoísta.

Nada difícil de entender, ¿verdad?

Algo más concreto. Este brillante "economista marxista" habló sobre la situa-
ción palestina en 2021, en Las elecciones municipales son más importantes
que las elecciones nacionales, legislativas y presidenciales, se le escucha de-
cir:

Los consejos municipales constituyen la base popular y el vínculo directo con el


ciudadano en cualquier sociedad, y expresan la representación popular directa de
los residentes de la ciudad tal como es, es decir, la ciudad, el mayor centro de po-
blación en comparación con una unidad de aldea o un campo de refugiados, sin
mencionar que es el foco de la economía, representado en el empleo, ya sea en los
sectores de servicios o de producción y, por supuesto, todo dentro del sistema de
mercado y la existencia del mercado.

[...]

75
... Hubo una discusión sobre la participación en las elecciones municipales de 1975-
76, si celebrarlas o no. Recuerdo que escribí en el periódico Al-Fajr en ese momen-
to que mientras las elecciones sean civiles, administrativas, de servicios, apolíticas
y no reconozcan la ocupación, al pueblo le interesa mantenerlas bajo ocupación
como siempre y cuando no estén condicionados al reconocimiento de la entidad
sionista asquenazí. También escribí que las mujeres tienen derecho a participar en
la mitad de los escaños y fue atacada por todos excepto por algunas mujeres. El he-
cho de que los municipios sean elegidos a un alto nivel nacional permite que la base
popular participe en la confrontación con una efectividad tangible. Se realizaron las
elecciones y los resultados fueron a favor de las listas del Movimiento Nacional.
Por supuesto, estoy en contra de la cuota religiosa y sectaria y de la cuota de inmi-
grantes (refugiados), ya que la cuota religiosa y sectaria es un vestigio de las políti-
cas coloniales británicas contra el mundo árabe.

[...]

¿Pueden los consejos municipales desempeñar un papel de desarrollo y no sólo un


papel de servicio? ¿O el desarrollo a través de la protección popular no se cruza con
el papel de los concejos municipales?

De hecho, el desarrollo con protección popular siempre es posible en cualquier cli-


ma político, siempre que sea del pueblo y para ellos mismos. No es un modelo de
desarrollo complejo, pero requiere una cultura política nacional que se cruce con el
desarrollo social y económico.

[...]

Dado que los concejos municipales no son esencialmente instituciones políticas, se


vuelve importante establecer una coordinación entre ellos y las fuerzas nacionales
que rechazan la normalización y están comprometidas con el boicot. Por supuesto,
puede contener elementos de fuerzas políticas, pero en su capacidad social local y
no en su capacidad organizativa.

No estoy en absoluto a favor de las elecciones políticas, sino que apoyo por princi-
pio las elecciones municipales. Más bien, alejándose de la Corte Suprema y de la
opinión de la Autoridad, porque es un asunto civil, local, si estuviéramos en una si-
tuación normal, estas elecciones se habrían realizado de manera independiente, au-
togestionada. Si esto sucediera, sería una justificación para que Jerusalén celebrara
elecciones municipales aisladas del municipio de ocupación, y ésta es, por supues-
to, una posición completamente legítima de confrontación con el enemigo.

Para que las facciones no controlen todo repetidamente en nombre de estar en la


OLP, ¿no tienen las facciones el derecho de monopolizar las elecciones municipales
además del nivel político? Es decir, que la cuestión social y nacional está abierta,
tal como ocurrió en 1976.

[...]

76
El retiro al interior es un estado de autorresistencia que ordena rangos internos, es
decir, en el caso de los municipios, brindando servicios que preserven el tejido so-
cial y económico del pueblo, para que el ciudadano pueda alcanzar una vida ade-
cuada, para que el pueblo se mantenga firme y los que puedan irse no se vayan.

[...]

Sólo el retiro al interior permite a la sociedad adoptar el modelo de protección po-


pular, que en el caso de los municipios es:

- Proporcionar servicios adecuados.


- Proporcionar facilidades de inversión.
- No imponer tarifas injustificadas al ciudadano y su derecho a recibir a cambio
servicios adecuados y satisfactorios.
- Los concejos municipales deben estar abiertos a las preguntas de los ciudadanos y
aceptar sus quejas, en implementación de la democracia directa, que se puede
aplicar en el caso de los municipios en particular.

Etcétera, sólo hemos reproducido unos pocos puntos de la larga lista.

Como si Samara adivinara una posible pregunta acerca del asistencialismo, o


sobre el economicismo, que niega la política de clase, dice:

¿Pueden los consejos municipales desempeñar un papel de desarrollo y no sólo un


papel de servicio? ¿O el desarrollo a través de la protección popular no se cruza con
el papel de los concejos municipales?

De hecho, el desarrollo con protección popular siempre es posible en cualquier cli-


ma político, siempre que sea del pueblo y para ellos mismos. No es un modelo de
desarrollo complejo, pero requiere una cultura política nacional que se cruce con el
desarrollo social y económico.

Todo en nombre de la "democracia directa", la de "abajo para arriba". Cual-


quier marxista sabe que bajo esa envoltura "revolucionaria" se vende, o se
oferta, la legitimidad y autoridad de la reacción reconocida por el pueblo, para
que ésta siga explotando y oprimiendo al pueblo que lo eligió. En esencia, esa
política, a toda luz revisionista, niega que el sistema electoral sea instrumento
del sistema democrático burgués, que es reaccionario; niega que el Estado,
primero y principalmente, es dictadura de clase; y que los Alcaldes, los Gober-
nadores o cualquier otra autoridad burocrática, son parte de ese sistema estatal,
de esa estructura reaccionaria.

Parafraseando a Lenin, reiteramos:

Marx puso de relieve magníficamente esta esencia de la democracia capitalista, al


decir, en su análisis de la experiencia de la Comuna, que a los oprimidos se les au-

77
toriza para decidir una vez cada varios años ¡qué miembros de la clase opresora han
de representarlos y aplastarlos en el Parlamento!

Y lo mismo se aplica para los Municipios.

Quien haya observado un poco el papel jugado por el oportunismo, el revisio-


nismo y toda laya de izquierdosos, sabe qué significa las mal llamadas "demo-
cracia directa", la "democracia integral", la "participación" y la "táctica de
utilizar las elecciones reaccionarias".

La Autoridad Nacional Palestina, ¿es reaccionaria o no? El mismo Samara


escribe:

Después de los Acuerdos de Oslo y bajo la Autoridad Palestina, los municipios ya


no eran una fuerza de resistencia al enemigo, sino que pasaron a estar bajo el lide-
razgo de la Autoridad Autónoma. En cuanto a la corrupción de las autoridades, bas-
ta recordar el informe del Comité Rocard elaborado por la Unión Europea, que ela-
boró un informe del tamaño de un libro que confirma la corrupción de las autorida-
des. Por supuesto, la Unión Europea no estaba enfadada porque existiera corrup-
ción.

Para más información léase Un llanto a la nación, un documento firmado por


20 intelectuales palestinos que fue distribuido en Cisjordania y la Franja de
Gaza en 1999, entre los que se encuentra Adel Samara; en dicho escrito se
condenó enérgicamente la rampante corrupción, el fraude y la mala gestión de
los fondos públicos por parte de la Autoridad Nacional Palestina. La Autoridad
los acusó de tener conexiones con los servicios de inteligencia de Siria, los
persiguió y los puso bajo detención administrativa durante semanas. Claro,
¡qué otra cosa se puede esperar de una Autoridad reaccionaria!

La acción armada desencadenada el 7 de octubre de 2023 por la "resistencia


nacional palestina", dejó la impresión de estar muy bien organizada pero basta-
ron pocos días para ver sus limitaciones y su perspectiva de desarrollo. Los
detalles bien podrían ser analizados en un artículo aparte. Pero, por ahora,
veamos sólo algunos puntos centrales.

Antes de pasar a un análisis conciso, dejemos bien claro 2 cuestiones claves.

Nadie puede negar que siempre que el pueblo de un país pequeño ose levantar-
se en lucha, que se atreva a empuñar las armas y tome en sus manos el destino
de su propio país, podrá derrotar la agresión de un país y un ejército poderoso;
ésta es una indiscutible ley de la historia; sí, pero, para alcanzar la victoria
definitiva del proletariado revolucionario sobre el imperialismo y la reacción,

78
es necesaria la dirección de un Partido Comunista cuya justa y correcta línea
ideológica, política y militar se exprese y plasme en hechos irrebatibles.

Los combatientes, en el campo de batalla, pueden mostrar el más alto grado de


valor, de heroísmo, y derrocharlo a raudales; pueden mostrar un fervor extra-
ordinario y una gran firmeza para soportar enormes sufrimientos y sacrificios
en su lucha contra el agresor; es un ejemplo de lucha que siempre deja huella y
obliga a enarbolar que la sangre derramada jamás será olvidada; sí, pero ello
no basta para coronar la victoria, en este caso, la del pueblo palestino. Junto a
la necesidad de elevar la conciencia política de la Vanguardia del proletariado,
de modo que sea resuelta, que no tema ningún sacrificio y supere todas las
dificultades para conquistar la victoria, es necesario despertar la conciencia
política de las grandes masas populares de todo el país para que, voluntaria-
mente y de buen grado, luchen junto con su Vanguardia por la victoria.

Así las cosas, volvemos a preguntar: ¿Quién dirige la "resistencia palestina"?


Ya sabemos, la esencia de esta interrogante quedó resuelta a lo largo del texto
aquí presentado.

Una pregunta que queda por responder es: ¿El pueblo palestino está partici-
pando activamente en este levantamiento armado?

La respuesta es: ¡No!, no lo hace. En Gaza, más de 2 millones de ciudadanos


luchan por su sobrevivencia ante el inmisericorde empuje de las tropas del
Gobierno reaccionario de Israel que desplaza —y despedaza— a la población
para tomar posesión de territorio palestino y aplastar el militarismo encabeza-
do por Hamás. En Cisjordania, donde las masas están sojuzgadas por Fatah y
la Autoridad Nacional Palestina, se levantan, organizada o espontáneamente,
pequeños grupos, al estilo intifada, contra el enemigo de clase. Hasta el mo-
mento, alrededor de 500 palestinos han sido asesinados.

El inicio de la acción armada islámica en la fiesta hebrea de Sucot —que con-


memora el inicio de la salida del pueblo hebreo de Egipto—, dejó más de
1,200 muertos en el lado hebreo: casi 400 soldados del ejército israelí, varios
cientos de colonos armados que intentaron defenderse durante el ataque —por
lo tanto parte armada activa de uno de los bandos en conflicto y que pierde su
condición de civil—. Alta cifra de militares caídos a la que se suma varios
cientos de jóvenes que participaban en un concierto al aire libre, algunos de
ellos asesinados por fuego amigo. A esas muertes hay que sumar el secuestro[*]
de más de 240 personas, entre militares y civiles; algunos de los secuestrados
__________
[*] El secuestro no forma parte de las formas de lucha del proletariado y su Vanguardia; si bien es cierto que
Hamás, en algún momento, pudo canjear 1 soldado por 1,027 presos palestinos, esa acción, a la larga, es contr a-
producente; recuérdese el secuestro de aviones, deportistas y la toma de rehenes en Embajadas en diferentes
partes del mundo. Asunto bastante diferente es el intercambio de prisioneros de guerra.

79
fueron asesinados por los bombardeos israelíes; y otros —el caso de 3 rehenes
que escaparon de sus secuestradores y, con bandera blanca en la mano, se
acercaron a posiciones ocupadas por soldados israelíes—, fueron asesinados
delante de las cámaras.

Para colmo de males, algunos de los secuestrados son activistas por la paz y la
igualdad entre hebreos y árabes; por la solución de 2 Estados; por las negocia-
ciones a favor de los derechos inalienables del pueblo palestino; por el fin de la
ocupación iniciada en 1967 y por un Estado palestino independiente, soberano,
democrático y contiguo con las fronteras definidas antes de 1967, etcétera.

Evidentemente estas posiciones políticas son irrelevantes para los islamistas y


sus portavoces "comunista-marxistas".

Además de lo constatado, también fueron asesinados varios cientos de civiles


hebreos: ancianos, hombres, mujeres, jóvenes y niños desarmados que, de
ninguna manera, pueden ser considerados como "objetivo militar válido". Es
de suponer que algunos pocos casos fueron producto de los conocidos excesos
que se producen dentro de una confrontación militar; pero la mayoría corres-
ponde a crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos por Ha-
más y sus huestes. El mismo Hamás publicó un folleto en el cual dice que "es
posible que se hayan producido ciertos errores", pero sin especificar cuáles.

Los redactores de Résistance et combats... critican por lo alto y bajo las activi-
dades "terroristas de los judíos sionistas" de Stern, Irgoun, Haganah y otros
grupos más, antes y después de 1948 —incluida, a partir de allí, la "entidad
sionista"—; pero no ponen ni una sola letra sobre los actos terroristas de la
OLP, Hamás y otros grupúsculos que durante décadas segaron —y aún sie-
gan— la vida de miles de civiles hebreos.

Naturalmente, y que quede claro, rechazamos el esperpento desparramado por


parte de las autoridades de Israel que dicen que se han producido casos de
torturas, asesinatos y masacres de civiles, violaciones y todo tipo de atrocida-
des que merecen, sin duda alguna, el mayor de los repudios pero que no pue-
den ser utilizados para justificar el "derecho a la legítima defensa" —como
ladrón que grita ¡al ladrón!— después de llevar más de 70 años expulsando,
precisamente, mediante torturas, asesinatos y masacres a una población que, al
igual que el pueblo hebreo, tiene derecho a tener un Estado con continuidad
territorial, sin territorio ocupado, sin asentamientos, sin enclaves y sin colonos.
Pero, reiteramos, ese inalienable derecho no se puede ejercer a costa de masa-
crar a otro u otros pueblos.

Así, lo que pareció un brillante golpe de mano que puso en ridículo al Estado,
a las Fuerzas Armadas y a los Servicios de Inteligencia "más poderosos" de la

80
región y de buena parte del mundo, se empañó a poco de conocerse los prime-
ros crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos —y filma-
dos— por las huestes de Hamás y sus secuaces; y no pasaron muchas horas
hasta que el Gobierno reaccionario de Israel[*], se dio cuenta de la brillante
oportunidad que los islamistas le habían servido en bandeja de plata.

El aventurerismo militarista de Hamás quedó a la vista desde el inicio del


premeditado, alevoso, indiscriminado y masivo bombardeo previo a la ofensi-
va terrestre del ejército de Israel. En base a experiencias pasadas, ¿Hamás
había previsto una respuesta de semejante magnitud? ¿Esperaba la interven-
ción directa de sus "hermanos" palestinos y árabes? ¿Esperaba un levantamien-
to masivo, una intifada general, del pueblo palestino? ¿Esperaba un amplio y
seguro respaldo de las instituciones internacionales? ¿Esperaba el apoyo masi-
vo de los pueblos del mundo al estilo de las protestas en tiempos de la guerra
de Vietnam? ¿Esperaba, o confiaba, en que la brutal arremetida israelí sería
parada en seco por sus "hermanos" y la "opinión pública internacional"? De ser
así, tendrá que seguir esperando mientras lo machacan. Aparte de palabras
rimbombantes lanzadas al viento por los "líderes mundiales"; no pasa nada, ni
siquiera se les ocurre emitir una simbólica sanción.

Faltos de estrategia y tácticas adecuadas, los islamistas abandonan a la pobla-


ción a su suerte y se repliegan ante la aplanadora que se les ha echado encima;
ni siquiera la fabulosa red de túneles estratégicos les ha sido militarmente útil
durante mucho tiempo. De seguir así el desarrollo de los acontecimientos, el
destino de Hamás y sus secuaces está sellado. No hay absolutamente nada que
indique que los van a liquidar o desaparecer de la escena político-militar del
Medio Oriente; pero, van a quedar tan maltrechos que les va a llevar años
poder recuperarse, sin que esto quiera decir que dejen de lado acciones terro-
ristas de represalia contra la población hebrea y la "entidad sionista".

La Nakba, el desastre, la catástrofe, provocada por Hamás queda a vista del


mundo entero y entrará en los anales de la historia como ejemplo pernicioso y
negativo. El martirio del pueblo palestino sobre las ruinas de la Franja de Gaza
no será superado a corto plazo; la brutal acción terrorista de Israel —que no
respeta viviendas ni los hospitales y utiliza el desalojo, el desplazamiento for-
zado, la separación, la división, la ayuda humanitaria, los medicamentos, la
alimentación, el hambre, el agua y otros medios elementales de subsistencia
como armas de guerra— seguirá su curso a pesar de la liberación total de los
__________
[*] Conformado no sólo por sionistas sino también, entre otros, por sionistas religiosos, por sionis-
tas liberales y laicos, por ortodoxos, por ultraortodoxos —sionistas y antisionistas—, y hasta por
árabes-palestinos-hebreos que promueven un Estado palestino y la "democracia islámica". En
resumen, hay representantes de todas las tendencias: nacionalistas reaccionarios —tanto israelíes
como árabes—, ultraderechistas, derechistas, centristas, antisionistas, sionistas socialistas, social-
demócratas, izquierdistas y hasta "marxista-leninistas" herederos del "Partido Comunista Israelí".

81
secuestrados y de cualquier acuerdo de "alto el fuego" o de "paz"; no van a
dejar pasar la oportunidad que les han brindado los islamistas; y en lugar de la
actual Autoridad Nacional Palestina traidora encabezada por Abbas —a susti-
tuir como material de desecho—, pondrán una Autoridad aún más colabora-
cionista y lacaya. El destino del Gobierno de la Franja de Gaza aún está escrito
en las estrellas, pero no se vislumbra nada halagüeño.

A día de hoy, a 5 meses del inicio de las hostilidades y según información del
Ministerio de Sanidad de Gaza, hay 31,923 civiles asesinados, de entre los
cuales se cuenta unos 13,000 niños; hay más de 8,000 desaparecidos bajo los
escombros y 74,096 personas heridas. Las bajas en las filas de los combatien-
tes es, hasta ahora, desconocida; las cifras que ofrece la propaganda israelí es
pura fantasía.

La funesta lección es clara y no es nueva dentro del proceso de desarrollo


histórico de las sociedades. El aventurerismo en general, y el aventurerismo
militarista en particular, se caracterizan por el rompimiento entre lo subjetivo y
lo objetivo, por la separación entre el conocimiento y la práctica; el aventure-
rismo no toma en cuenta, se salta, determinada etapa de desarrollo del proceso
objetivo. Los individuos y organizaciones que actúan de esa manera, toman sus
fantasías por verdades y, a la fuerza, imponen sus elucubraciones como reali-
dad palpable. Alejados de la práctica de la lucha de clases concreta y de la
realidad del momento, su pensamiento se traduce en la acción como aventure-
rismo; ello, evidentemente, conduce al desastre.

No dudamos, y tampoco es nada nuevo, que surgirán iluminados que peroren


sobre la victoria política; sobre cómo la derrota militar se ha convertido en
victoria política. Cantarán loas a la heroicidad de los combatientes que fueron
lanzados a las fauces del enemigo porque pensaron que éste no iba a responder
con tanta barbarie; dirán que se batieron épica y denodadamente sellando un
hito de heroicidad, valor y coraje que la historia guardará como demostración
ejemplar de los hombres heroicos que, en las jornadas más estremecedoras,
turbulentas y grandiosas, derramaron su valiosa sangre como un inmarcesible
hito de victoria. Impenitentes y socarrones, los recalcitrantes malabaristas del
verbo florido aclamarán que la sangre de estos héroes ya fructifica la revolu-
ción armada incendiándola más y que su ejemplo, a imagen y semejanza, se
levanta como monumental bandera tremolante e inagotable grito de guerra que
convoca al inevitable triunfo final... Y hasta crearán un día de la heroicidad,
repartirán póstumas medallas y títulos de héroes y heroínas a las víctimas de su
miopía política, de su estrechez mental y de su interés egoísta y cobarde para
labrarse un pedestal de barro.

82
Entonces, esta "revolución palestina", ¿es uno de los faros de la emancipación
de los pueblos? ¿Está a la vanguardia de la lucha actual contra el imperialis-
mo? ¿Es el centro de la lucha contra el imperialismo en su conjunto?

Para finalizar, reiteramos lo que hemos escrito en otros documentos:

Para un país concreto, en lo externo, el enemigo principal es el imperialismo y


la reacción mundial como sistema de dominio y explotación; en lo interno, el
imperialismo —según la superpotencia o potencia que lo domine y explote—,
las clases explotadoras —como, por ejemplo, la gran burguesía, los grandes
terratenientes y todos sus lacayos— y sus Gobiernos, sea cual sea el sistema
que adopte.
El peligro principal, para cada país, tanto en lo externo como en lo interno es el
revisionismo; lo mismo que dentro y fuera de los Partidos Comunistas. De ahí
la necesidad de combatir el imperialismo, el revisionismo y la reacción indes-
ligable e implacablemente.

El Programa máximo, o general, considera la meta gloriosa, el comunismo; el


Programa mínimo, o concreto, toma en cuenta los intereses de las demás clases
que conforman el Frente Único que varía según la etapa de la revolución, es
decir, según la contradicción principal del momento.

Si bien los polos de la contradicción son el proletariado y la burguesía, hay


otras clases, como el campesinado, la pequeña burguesía y, en algunos casos,
la burguesía nacional, que imprimen particularidades al proceso revolucionario
nacional y mundial.

En el mundo actual hay 3 contradicciones fundamentales. La primera y princi-


pal contradicción: Las naciones oprimidas, de un lado, contra las superpoten-
cias y potencias imperialistas, de otro lado. Evidentemente, el meollo de esta
contradicción es la contradicción entre las naciones oprimidas y las superpo-
tencias imperialistas; pero, también se da la contradicción entre las naciones
oprimidas y las potencias imperialistas; y precisamente ahí está encerrada la
tesis de los 3 mundos. Ésta es la contradicción principal y de gran trascenden-
cia para la revolución mundial; su solución es el desarrollo y triunfo de revolu-
ciones de nueva democracia mediante la guerra popular. La segunda contradic-
ción fundamental es proletariado-burguesía, que se resuelve mediante la revo-
lución socialista y las revoluciones culturales proletarias ininterrumpidas,
también con la guerra popular considerando el tipo de revolución y las condi-
ciones específicas de cada país. La tercera contradicción fundamental es la
interimperialista; es decir, entre las superpotencias, entre las superpotencias y
potencias imperialistas, y entre las propias potencias imperialistas; contradic-
ciones entre ellos, se resuelven a través de agresiones, de guerras imperialistas,

83
y tienden a definir la hegemonía de dominio sobre el mundo a través de gue-
rras regionales y hasta la guerra mundial; son guerras de rapiña a las que el
proletariado debe contraponer la guerra popular y en perspectiva la guerra
popular mundial.

Tener en cuenta ese orden es de suma importancia pues tiene que ver con el
peso de la masa en la historia; la inmensa mayoría de las masas que pueblan la
Tierra viven en las naciones oprimidas y crecen 4 veces más rápidamente de lo
que crecen las poblaciones que viven en los países imperialistas.

Si se aplica el principio de las masas hacen la historia y si, por ejemplo, se


tiene en cuenta que la Segunda Guerra Mundial puso a las masas de pie políti-
camente, se puede prever que la contradicción interimperialista, al generar la
guerra mundial, ésta sería una nueva guerra interimperialista por la hegemonía
mundial; en consecuencia, es nuevo reparto del mundo, es por repartirse el
botín y el botín son las naciones oprimidas; por tanto, tendrían que pasar a
ocupar nuestros países para dominarnos, y así nuevamente vuelve a ser princi-
pal la contradicción naciones oprimidas, de un lado, y superpotencias imperia-
listas y potencias imperialistas, del otro. Ésa es la tendencia que se ve en la
historia y ése es el peso de la masa en la historia; los hechos vienen demos-
trando que donde se está hundiendo y socavando más y más el imperialismo es
en la lucha que se libra en las naciones oprimidas; ésa es la contradicción prin-
cipal, es de gran trascendencia y va a definir el barrimiento del imperialismo y
de la reacción de la faz de la Tierra, siempre y cuando se ponga como mando y
guía de la revolución mundial el marxismo-leninismo-maoísmo; que se desa-
rrollen Partidos Comunistas con esa ideología y que se asuma la guerra popu-
lar, una vez más, según el tipo de revolución y las condiciones específicas.

La revolución en los países capitalistas e imperialistas es una necesidad histó-


rica y el desarrollo de la contradicción principal proporciona a los Partidos
Comunistas mejores condiciones para que hagan la revolución y ser parte de la
guerra popular mundial.

Tienen que confluir las 2 grandes fuerzas, las 2 grandes revoluciones: la revo-
lución democrática y la revolución socialista para que triunfe la revolución en
el mundo; de lo contrario, no se podrá barrer al imperialismo ni a la reacción.
El punto clave es el marxismo-leninismo-maoísmo porque el problema es tener
una línea ideológica y política justa y correcta, y no puede haber línea política
justa y correcta si no hay justa y correcta ideología; por eso se plantea que la
clave de todo es la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente
el maoísmo. Otro punto clave es la construcción, reconstitución o desarrollo de
Partidos Comunistas, porque las masas claman revolución; el problema no está
en ellas, el proletariado clama revolución, las naciones oprimidas, los pueblos
del mundo claman revolución, entonces se necesita desarrollar Partidos Comu-

84
nistas, el resto lo hacen las masas que son las que hacen la historia y van a
barrer al imperialismo y a la reacción mundial con guerra popular.

Ediciones Bandera Roja


17 de marzo de 2024

85
ANEXO 1

CARTA FUNDACIONAL DEL


MOVIMIENTO DE RESISTENCIA ISLÁMICA
(18 de agosto de 1988)

En nombre del Allah más misericordioso

"Vosotros sois la mejor nación que ha sido elevada a la humanidad: mandáis lo


que es justo, y prohibís lo que es injusto, y creéis en Allah. Y si aquellos que
han recibido las Escrituras hubieran creído, seguramente habría sido mejor
para ellos: hay creyentes entre ellos, pero la mayor parte son transgresores. No
os harán daño, salvo con un daño leve; y si pelean contra vosotros, os darán la
espalda, y os matarán. No serán ayudados. Son heridos por la vileza donde-
quiera que se encuentren, a menos que obtengan seguridad firmando un tratado
con Allah y un tratado con los hombres; y atraen sobre sí la indignación de
Allah y son afligidos por la pobreza, sufren porque no creyeron en los signos
de Allah y mataron a los profetas injustamente; esto porque fueron rebeldes y
transgredieron." (Al-Imrán - Versículos 109-111).

"Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile, tal como
aniquiló a otros antes que él." (El mártir, Imam Hassan al-Banna, de bendita
memoria).

"El mundo islámico está en llamas. Cada uno de nosotros debería echar un
poco de agua, por poca que sea, para apagar lo que pueda sin esperar a los
demás." (Jeque Amjad al-Zahawi, del beato memoria).

En nombre del Allah más misericordioso

Introducción

Alabado sea Allah, a quien acudimos en busca de ayuda y cuyo perdón, guía y
apoyo buscamos; Allah bendiga al Profeta y conceda la salvación a él, a sus
compañeros y partidarios, y a aquellos que llevaron a cabo su mensaje y adop-
taron sus leyes: oraciones eternas y salvación mientras duren la tierra y el
cielo. Lo sucesivo:

86
Oh, gente:
Del medio de las angustias y del mar del sufrimiento, de las palpitaciones de
los corazones fieles y de los brazos limpios; Por sentido del deber, y en res-
puesta al mandato de Allah, se ha hecho un llamado a reunir a las personas y
hacerlas seguir los caminos de Allah, llevándolos a tener una voluntad decidi-
da para cumplir su papel en la vida, para superar todos los obstáculos. y su-
perar las dificultades del camino. La preparación constante ha continuado y
también la disposición a sacrificar la vida y todo lo que es precioso por la
causa de Allah.

Así fue como se formó el núcleo (del movimiento) y comenzó a abrirse camino
a través del tempestuoso mar de esperanzas y expectativas, de deseos y anhe-
los, de problemas y obstáculos, de dolor y desafíos, tanto dentro como fuera.

Cuando la idea estuvo madura, la semilla creció y la planta echó raíces en el


suelo de la realidad, lejos de las emociones pasajeras y de las odiosas prisas. El
Movimiento de Resistencia Islámica surgió para desempeñar su papel luchan-
do por el bien de su Creador, con sus brazos entrelazados con los de todos los
combatientes por la liberación de Palestina. Los espíritus de sus combatientes
se encuentran con los espíritus de todos los combatientes que han sacrificado
sus vidas en el suelo de Palestina, desde que fue conquistado por los compañe-
ros del Profeta, Allah lo bendiga y le conceda la salvación, y hasta el día de
hoy.

Este Pacto del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMÁS) aclara su ima-


gen, revela su identidad, perfila su posición, explica sus objetivos, habla de sus
esperanzas y pide su apoyo, adopción y unión a sus filas. Nuestra lucha contra
los judíos es muy grande y muy seria. Necesita todos los esfuerzos sinceros. Es
un paso al que inevitablemente deberían seguir otros pasos. El Movimiento no
es más que un escuadrón que debería ser apoyado por más y más escuadrones
de este vasto mundo árabe e islámico, hasta que el enemigo sea vencido y la
victoria de Allah sea realizada.

Así los vemos venir en el horizonte "y lo sabréis más adelante". "Allah ha
escrito: En verdad, yo prevaleceré, y mis apóstoles: porque Allah es fuerte y
poderoso." (La disputa - Versículo 21).

"Diles: Éste es mi camino: os invito a Allah, mediante una demostración evi-


dente, tanto a mí como a quien me sigue; y ¡alabado sea Allah! No soy un
idólatra." (José - Versículo 107).

Hamás (significa) fuerza y valentía -(según) Al-Mua'jam al-Wasit: c1.

87
Definición del movimiento
Puntos de partida ideológicos

Artículo 1:

El Movimiento de Resistencia Islámica: El programa del Movimiento es el


Islam. De él extrae sus ideas, formas de pensar y comprender el universo, la
vida y el hombre. A él recurre para juzgar toda su conducta y se inspira en él
para guiar sus pasos.

La relación del Movimiento de Resistencia Islámica con los musulmanes Gru-


po Hermandad:

Artículo 2:

El Movimiento de Resistencia Islámica es una de las alas de la Hermandad


Musulmana en Palestina. El Movimiento de la Hermandad Musulmana es una
organización universal que constituye el mayor movimiento islámico de los
tiempos modernos. Se caracteriza por su comprensión profunda, comprensión
precisa y su completa aceptación de todos los conceptos islámicos de todos los
aspectos de la vida, la cultura, el credo, la política, la economía, la educación,
la sociedad, la justicia y el juicio, la difusión del Islam, la educación, el arte, la
información, ciencia del ocultismo y conversión al Islam.

Estructura y formación

Artículo 3:

La estructura básica del Movimiento de Resistencia Islámica está formada por


musulmanes que han dado su lealtad a Allah, a quien verdaderamente adoran, -
"He creado a los genios y a los humanos sólo con el propósito de adorarlos" -
que conocen su deber hacia ellos mismos, sus familias y país. En todo eso,
temen a Allah y alzan la bandera de la Jihad frente a los opresores, para librar a
la Tierra y a la gente de su impureza, vileza y maldad.

"Pero opondremos la verdad a la vanidad, y ella la confundirá; y he aquí, se desva-


necerá." (Profetas - Versículo 18).

Artículo 4:

El Movimiento de Resistencia Islámica da la bienvenida a todo musulmán que


abrace su fe, su ideología, siga su programa, guarde sus secretos y quiera per-
tenecer a sus filas y cumplir con su deber. Allah ciertamente recompensará a
tal persona.

88
Hora y lugar. Extensión del Movimiento de Resistencia Islámica:

Artículo 5:

Extensión temporal del Movimiento de Resistencia Islámica: Al adoptar el


Islam como su forma de vida, el Movimiento se remonta al momento del na-
cimiento del mensaje islámico, del antepasado justo, porque Allah es su objeti-
vo, el Profeta es su ejemplo y El Corán es su constitución. Su alcance se ex-
tiende a cualquier lugar donde haya musulmanes que adopten el Islam como su
forma de vida en todo el mundo. Siendo esto así, se extiende hasta las profun-
didades de la Tierra y llega hasta el cielo.

"¿No ves cómo Allah presenta una parábola, representando una buena palabra, co-
mo un buen árbol, cuya raíz está firmemente fijada en la tierra y cuyas ramas llegan
hasta el cielo; que da su fruto en todas las estaciones, con la voluntad? ¿De su Se-
ñor? Allah propone parábolas a los hombres para que puedan ser instruidos."
(Abraham – Versículos 24-25).

Características e Independencia:

Artículo 6:

El Movimiento de Resistencia Islámica es un distinguido movimiento pales-


tino, cuya lealtad es a Allah y cuya forma de vida es el Islam. Se esfuerza por
izar la bandera de Allah sobre cada centímetro de Palestina, porque bajo el ala
del Islam los seguidores de todas las religiones pueden coexistir con seguridad
en lo que respecta a sus vidas, posesiones y derechos. En ausencia del Islam,
los conflictos abundarán, la opresión se extenderá, el mal prevalecerá y estalla-
rán cismas y guerras.

Cuán excelente fue el poeta musulmán Mohamed Ikbal cuando escribió:

"Si se pierde la fe, no hay seguridad y no hay vida para quien no se adhiere a la re-
ligión. Quien acepta la vida sin religión, ha tomado la aniquilación como compañe-
ra de vida."

La universalidad del Movimiento de Resistencia Islámica:

Artículo 7:

Como resultado del hecho de que los musulmanes que se adhieren a las prácti-
cas del Movimiento de Resistencia Islámica se extienden por todo el mundo,
reúnen apoyo para él y sus posturas y se esfuerzan por mejorar su lucha, el
Movimiento es universal. Está bien equipado para ello debido a la claridad de
su ideología, la nobleza de su objetivo y la altura de sus objetivos.

89
Sobre esta base, el Movimiento debe ser visto y evaluado y su papel debe ser
reconocido. Quien niega su derecho, evita apoyarlo y hace la vista gorda ante
los hechos, ya sea intencionalmente o no, despertaría para ver que los aconte-
cimientos lo han superado y sin ninguna lógica que justifique su actitud. Sin
duda, uno debería aprender de los ejemplos del pasado.

La injusticia de los familiares más cercanos es más difícil de soportar que el


golpe de la espada india.

"También te hemos hecho descender el libro del Corán con la verdad, confirmando
la Escritura que fue revelada antes y preservándola a salvo de la corrupción. Juzga,
pues, entre ellos según lo que Allah ha revelado y no sigas sus deseos, desviándo-
nos de la verdad que os ha llegado. A cada uno de vosotros os hemos dado una ley
y un camino abierto; y si Allah hubiera querido, ciertamente os habría hecho un so-
lo pueblo; pero ha considerado adecuado daros diferentes leyes, para que él pueda
probaros en lo que os ha dado respectivamente. Por tanto, esforzaos en superaros
unos a otros en buenas obras; a Allah volveréis todos, y entonces Él os declarará
aquello en lo que no habéis estado de acuerdo." (La Meca, Versículo 48).

El Movimiento de Resistencia Islámica es uno de los eslabones de la cadena de


la lucha contra los invasores sionistas. Se remonta a 1939, cuando surgieron el
mártir Izz al-Din al Kissam y sus hermanos combatientes, miembros de la
Hermandad Musulmana. Continúa extendiéndose y convirtiéndose en uno con
otra cadena que incluye la lucha de los palestinos y la Hermandad Musulmana
en la guerra de 1948 y las operaciones de Jihad de la Hermandad Musulmana
en 1968 y después.

Además, si los vínculos han sido distantes entre sí y si los obstáculos puestos
por aquellos que son lacayos del sionismo en el camino de los combatientes
obstaculizaron la continuación de la lucha, el Movimiento de Resistencia Islá-
mica aspira a la realización de la promesa de Allah, no importa cuánto tiempo
debería tomar. El Profeta, que Allah lo bendiga y le conceda la salvación, ha
dicho:

"El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos
(matando a los judíos), cuando los judíos se esconderán detrás de piedras y árboles.
Las piedras y los árboles dirán 'Oh musulmanes, Oh Abdulla, hay un judío detrás de
mí, venid y matadlo'. Sólo el árbol Gharkad (evidentemente un cierto tipo de árbol)
no haría eso porque es uno de los árboles de los judíos". (Relatado por al-Bukhari y
Moslem).

El lema del Movimiento de Resistencia Islámica:

Artículo 8:

90
Allah es su objetivo, el Profeta es su modelo, el Corán su constitución: la Jihad
es su camino y la muerte por la causa de Allah es el más elevado de sus de-
seos.

Objetivos
Incentivos y Objetivos:

Artículo 9:

El Movimiento de Resistencia Islámica se encontró en un momento en el que


el Islam había desaparecido de la vida. Así las reglas temblaron, los conceptos
se trastornaron, los valores cambiaron y la gente malvada tomó el control, la
opresión y la oscuridad prevalecieron, los cobardes se volvieron como tigres:
las patrias fueron usurpadas, la gente fue dispersada y obligada a vagar por
todo el mundo, el estado de justicia desapareció y el estado de falsedad lo
reemplazó. Nada quedó en su lugar. Así, cuando el Islam está ausente de la
arena, todo cambia. De este estado de cosas se extraen los incentivos.

En cuanto a los objetivos: Son luchar contra lo falso, derrotarlo y vencerlo para
que prevalezca la justicia, se recuperen las patrias y de sus mezquitas surja la
voz de los mu'azen declarando el establecimiento del estado del Islam, para
que las personas y las cosas regresarían cada una a su lugar correcto y Allah es
nuestro ayudador.

"...y si Allah no hubiera impedido a los hombres el uno por el otro, en verdad la tie-
rra se habría corrompido: pero Allah es benéfico con sus criaturas." (La Vaca - Ver-
sículo 251).

Artículo 10:

A medida que el Movimiento de Resistencia Islámica allane su camino, res-


paldará a los oprimidos y apoyará a los agraviados con todas sus fuerzas. No
escatimará esfuerzos para lograr la justicia y derrotar la injusticia, de palabra y
de hecho, en este lugar y en todos los lugares donde pueda llegar y tener in-
fluencia allí.

Estrategias y métodos
Estrategias del Movimiento de Resistencia Islámica: Palestina es el Waqf
islámico:

Artículo 11:

El Movimiento de Resistencia Islámica cree que la tierra de Palestina es un


Waqf islámico consagrado para las futuras generaciones musulmanas hasta el

91
Día del Juicio. Ni él ni ninguna parte de él deben desperdiciarse; ni él ni nin-
guna parte de él deben ser abandonados. Ni un solo país árabe ni todos los
países árabes, ni ningún rey o presidente, ni todos los reyes y presidentes, ni
ninguna organización ni todos ellos, sean palestinos o árabes, poseen el dere-
cho de hacerlo. Palestina es una tierra del Waqf islámico consagrada para las
generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio. Siendo esto así, ¿quién po-
dría pretender tener el derecho de representar a las generaciones musulmanas
hasta el Día del Juicio?

Ésta es la ley que gobierna la tierra de Palestina en la Sharia (ley) islámica y lo


mismo se aplica a cualquier tierra que los musulmanes hayan conquistado por
la fuerza, porque durante los tiempos de las conquistas (islámicas), los musul-
manes consagraron estas tierras a las generaciones musulmanas hasta el Dia
del Juicio.

Sucedió así: Cuando los líderes de los ejércitos islámicos conquistaron Siria e
Irak, enviaron al califa de los musulmanes, Umar bin-el-Khatab, para pedirle
consejo sobre la tierra conquistada: si debían dividirla entre los soldados. , o
dejarlo para sus dueños, ¿o qué? Después de consultas y discusiones entre el
Califa de los musulmanes, Omar bin-el-Khatab y los compañeros del Profeta,
que Allah lo bendiga y le conceda la salvación, se decidió que la tierra debería
quedar en manos de sus propietarios, que podrían beneficiarse de sus frutos.
En cuanto a la propiedad real de la tierra y de la tierra misma, debería ser con-
sagrada para las generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio. Quienes
están en la tierra, están allí sólo para beneficiarse de sus frutos. Este Waqf
permanecerá mientras existan la Tierra y el cielo. Cualquier procedimiento que
contradiga la Sharia islámica, en lo que respecta a Palestina, es nulo y sin efec-
to.

"En verdad, ésta es una verdad cierta. Por tanto, alabado sea el nombre de tu Señor,
el gran Allah." (Lo Inevitable - Versículo 95).

Patria y nacionalismo desde el punto de vista del Movimiento de Resisten-


cia Islámica en Palestina:

Artículo 12:

El nacionalismo, desde el punto de vista del Movimiento de Resistencia Islá-


mica, es parte del credo religioso. Nada en el nacionalismo es más significati-
vo o más profundo que el caso en que un enemigo pisa tierra musulmana.
Resistir y sofocar al enemigo se convierte en el deber individual de todo mu-
sulmán, hombre o mujer. Una mujer puede salir a luchar contra el enemigo sin
el permiso de su marido, y el esclavo también: sin el permiso de su amo.

92
Nada parecido se encuentra en ningún otro régimen. Éste es un hecho indiscu-
tible. Si otros movimientos nacionalistas están relacionados con causas mate-
rialistas, humanas o regionales, el nacionalismo del Movimiento de Resistencia
Islámica tiene todos estos elementos, así como los elementos más importantes
que le dan alma y vida. Está conectado con la fuente del espíritu y dador de la
vida, izando en el cielo de la patria el estandarte celestial que une la Tierra y el
cielo con un fuerte vínculo.

Si Moisés viene y arroja su bastón, tanto la brujería como la magia quedan


anuladas.

"Ahora bien, la dirección correcta se distingue manifiestamente del engaño: quien


niegue el Tagut y crea en Allah, seguramente lo agarrará con un mango fuerte que
no se romperá; Allah es quien oye y ve." (La Vaca - Versículo 256).

Soluciones pacíficas, iniciativas y conferencias internacionales:

Artículo 13:

Las iniciativas y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internaciona-


les están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia
Islámica. Abusar de cualquier parte de Palestina es un abuso dirigido contra
una parte de la religión. El nacionalismo del Movimiento de Resistencia Islá-
mica es parte de su religión. Sus miembros se han alimentado de eso. Luchan
por izar la bandera de Allah sobre su patria. "Allah será prominente, pero la
mayoría de la gente no lo sabe."

De vez en cuando se hace un llamado a la convocatoria de una conferencia


internacional para buscar formas de resolver la cuestión (palestina). Algunos
aceptan, otros rechazan la idea, por este u otro motivo, con una o más estipula-
ciones para el consentimiento a convocar la conferencia y participar en ella.
Conociendo los partidos que constituyen la conferencia, sus actitudes pasadas
y presentes ante los problemas musulmanes, el Movimiento de Resistencia
Islámica no considera que estas conferencias sean capaces de realizar las
reivindicaciones, restaurar los derechos o hacer justicia a los oprimidos. Estas
conferencias no son más que medios de poner como árbitros a los infieles del
país de los musulmanes. ¿Cuándo hicieron justicia los infieles a los creyentes?

"Pero los judíos no estarán complacidos contigo, ni los cristianos, hasta que sigas su
religión; digas: La dirección de Allah es la dirección verdadera. Y en verdad, si si-
gues sus deseos, después del conocimiento que te ha sido dado, no encontrarás pa-
trón ni protector contra Allah." (La Vaca - Versículo 120).

No hay solución para la cuestión palestina excepto a través de la Jihad. Inicia-


tivas, propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo y

93
esfuerzos vanos. El pueblo palestino sabe que no debe consentir que se juegue
con su futuro, sus derechos y su destino. Como dice el honorable Hadith:

"El pueblo de Siria es el látigo de Allah en Su tierra. Él ejerce Su venganza a través


de ellos contra quien Él quiere entre Sus esclavos. Es impensable que aquellos que
tienen 2 caras entre ellos prosperen sobre los fieles. Ciertamente morirán de pena. y
desesperación."

Los 3 Círculos:

Artículo 14:

La cuestión de la liberación de Palestina está ligada a 3 círculos: el círculo


palestino, el círculo árabe y el círculo islámico. Cada uno de estos círculos
tiene su papel en la lucha contra el sionismo. Cada uno tiene sus deberes, y es
un error horrible y un signo de profunda ignorancia pasar por alto cualquiera
de estos círculos. Palestina es una tierra islámica que tiene la primera de las 2
kiblah (dirección hacia la que los musulmanes se dirigen al orar), el tercero de
los santuarios sagrados (islámicos) y el punto de partida del viaje de mediano-
che de Mahoma a los 7 cielos (es decir, Jerusalén).

"Alabado sea aquel que transportó a su siervo de noche, desde el templo sagrado de
La Meca hasta el templo más alejado de Jerusalén, cuyo circuito hemos bendecido,
para poder mostrarle algunos de nuestros signos; porque Allah es el que escucha, y
ve." (El viaje nocturno - Versículo 1).

Dado que este es el caso, la liberación de Palestina es entonces un deber indi-


vidual para cada musulmán dondequiera que se encuentre. Sobre esta base se
debe considerar el problema. Todo musulmán debería comprender esto.

El día en que el problema se resuelva sobre esta base, cuando los 3 círculos
movilicen sus capacidades, la situación actual cambiará y el día de la libera-
ción se acercará.

"En verdad, sois más fuertes que ellos debido al terror que Allah ha infundido en
sus pechos. Esto se debe a que no son personas prudentes." (La Emigración - Ver-
sículo 13).

La Jihad para la Liberación de Palestina es un deber individual:

Artículo 15:

El día que los enemigos usurpan parte de la tierra musulmana, la Jihad se con-
vierte en el deber individual de cada musulmán. Ante la usurpación de Palesti-
na por parte de los judíos, es obligatorio izar la bandera de la Jihad. Para hacer

94
esto se requiere la difusión de la conciencia islámica entre las masas, tanto a
nivel regional como árabe e islámico. Es necesario inculcar el espíritu de la
Jihad en el corazón de la nación para que enfrenten a los enemigos y se unan a
las filas de los combatientes.

Es necesario que en la operación de despertar (las masas) participen científi-


cos, educadores y profesores, gente de la información y de los medios de co-
municación, así como las masas educadas, especialmente los jóvenes y jeques
de los movimientos islámicos. Es importante que se realicen cambios básicos
en el plan de estudios escolar, para limpiarlo de las huellas de la invasión ideo-
lógica que lo afectó como resultado de los orientalistas y misioneros que se
infiltraron en la región tras la derrota de los cruzados a manos de Salah el- Din
(Saladino). Los cruzados se dieron cuenta de que era imposible derrotar a los
musulmanes sin que primero una invasión ideológica allanara el camino tras-
tornando sus pensamientos, desfigurando su herencia y violando sus ideales.
Sólo entonces podrían invadir con soldados. Esto, a su vez, preparó el camino
para la invasión imperialista que hizo que Allenby declarara al entrar en Jeru-
salén: "Sólo ahora han terminado las Cruzadas." El general Guru se paró ante
la tumba de Salah el-Din y dijo: "Hemos regresado, oh Salah el-Din." El impe-
rialismo ha contribuido al fortalecimiento de la invasión ideológica, profundi-
zando, y aún lo hace, sus raíces. Todo esto ha allanado el camino hacia la pér-
dida de Palestina.

Es necesario inculcar en las mentes de las generaciones musulmanas que el


problema palestino es un problema religioso y debe abordarse sobre esta base.
Palestina contiene lugares sagrados islámicos. En ella se encuentra la Mezquita
de al-Aqsa, que está unida a la gran Mezquita de La Meca en un vínculo inse-
parable mientras el cielo y la Tierra hablen de Israel (el viaje de medianoche
de Mahoma a los 7 cielos) y Miraj (la ascensión de Mahoma a los 7 cielos
desde Jerusalén).

"El vínculo de un día por la causa de Allah es mejor que el mundo y todo lo que
hay en él. El lugar del látigo en el Paraíso es mucho mejor que el mundo y todo lo
que hay en él. Un adorador que va y viene al servicio de Allah es mejor que el
mundo y todo lo que hay en él." (Según lo relatado por al-Bukhari, Moslem, al-
Tarmdhi e Ibn Maja).

"Juro por quien posee el alma de Mahoma que me gustaría invadir y que me maten
por la causa de Allah, luego invadir y que me maten, y luego invadir de nuevo y
que me maten." (Según lo relatado por al-Bukhari y Moslem).

La educación de las generaciones:

Artículo 16:

95
Es necesario seguir la orientación islámica en la educación de las generaciones
islámicas de nuestra región, enseñándoles los deberes religiosos, el estudio
integral del Corán, el estudio de la Sunna del Profeta (sus dichos y hechos) y
aprendiendo sobre la historia y el patrimonio islámicos desde sus orígenes
auténticos. Esto debería ser realizado por personas especializadas y eruditas,
utilizando un plan de estudios que formara sanamente los pensamientos y la fe
del estudiante musulmán. Junto a esto, también debe incluirse un estudio ex-
haustivo del enemigo, sus capacidades humanas y financieras, conocer sus
puntos débiles y fuertes y conocer las fuerzas que lo apoyan y ayudan. Ade-
más, es importante estar al tanto de la actualidad, seguir las novedades y estu-
diar los análisis y comentarios que se hacen de estos acontecimientos. Planifi-
car el presente y el futuro, estudiar cada tendencia que va apareciendo, es im-
prescindible para que el musulmán luchador viva conociendo su fin, su objeti-
vo y su camino en medio de lo que sucede a su alrededor.

"Oh hijo mío, en verdad, cualquier asunto, ya sea bueno o malo, aunque sea del pe-
so de un grano de mostaza y esté escondido en una roca, en los cielos o en la Tierra,
Allah lo traerá a luz; porque Allah es clarividente y conocedor. Oh hijo mío, sé
constante en la oración, ordena lo que es justo y prohíbe lo que es malo; y sé pa-
ciente en las aflicciones que te sobrevengan; porque este es un deber. Incumbe ab-
solutamente a todos los hombres. No distorsiones tu rostro por desprecio hacia los
hombres, ni camines por la tierra con insolencia; porque Allah no ama a ninguna
persona arrogante y vanidosa." (Lokman - Versículos 16-18).

El papel de la mujer musulmana:

Artículo 17:

La mujer musulmana tiene un papel no menos importante que el del hombre


musulmán en la batalla de la liberación. Ella es la creadora de los hombres. Su
papel de guía y educación de las nuevas generaciones es grandioso. Los
enemigos se han dado cuenta de la importancia de su papel. Consideran que si
fueran capaces de dirigirla y educarla como quisieran, lejos del Islam, habrían
ganado la batalla. Por eso se les encuentra prestando constante atención a estos
intentos a través de campañas de información, películas y el plan de estudios
escolar, utilizando para ello a sus lacayos que están infiltrados a través de
organizaciones sionistas bajo diversos nombres y formas, como masones,
clubes rotarios, grupos de espionaje y otros, que no son más que células de
subversión y saboteadores. Estas organizaciones cuentan con amplios recursos
que les permiten desempeñar su papel en las sociedades con el fin de lograr los
objetivos sionistas y profundizar los conceptos que servirían al enemigo. Estas
organizaciones operan en ausencia del Islam y su distanciamiento entre su
gente. Los pueblos islámicos deben desempeñar su papel de enfrentar las
conspiraciones de estos saboteadores. El día que el Islam tenga el control de

96
guiar los asuntos de la vida, estas organizaciones, hostiles a la humanidad y al
Islam, serán eliminadas.

Artículo 18:

La mujer en el hogar de la familia combatiente, ya sea madre o hermana,


desempeña el papel más importante en el cuidado de la familia, la crianza de
los hijos y la inculcación de valores y pensamientos morales derivados del
Islam. Tiene que enseñarles a realizar los deberes religiosos en preparación
para el papel de lucha que les espera. Por eso es necesario prestar gran aten-
ción a las escuelas y al plan de estudios seguido en la educación de las niñas
musulmanas, para que crezcan y sean buenas madres, conscientes de su papel
en la batalla de la liberación.

Tiene que tener suficiente conocimiento y comprensión en lo que se refiere al


desempeño de las tareas domésticas, porque la economía y evitar el despilfarro
del presupuesto familiar, es uno de los requisitos para poder seguir avanzando
en las difíciles condiciones que nos rodean. Debería poner ante sus ojos el
hecho de que el dinero que tiene a su disposición es como la sangre que sólo
debe fluir por las venas para que tanto los niños como los mayores puedan
seguir viviendo.

"En verdad, los musulmanes de ambos sexos, y los verdaderos creyentes de ambos
sexos, y los hombres devotos, y las mujeres devotas, y los hombres de veracidad, y
las mujeres de veracidad, y los hombres pacientes, y las mujeres pacientes", y "A
los hombres humildes, a las mujeres humildes y a los limosneros de ambos sexos
que recuerdan frecuentemente a Allah; Allah ha preparado para ellos perdón y una
gran recompensa." (Los confederados - Versículo 25).

El papel del arte islámico en la batalla de la liberación:

Artículo 19:

El arte tiene regulaciones y medidas mediante las cuales se puede determinar si


es arte islámico o preislámico (Jahili). Las cuestiones de la liberación islámica
necesitan un arte islámico que eleve el espíritu, sin elevar un lado de la natura-
leza humana por encima del otro, sino que los eleve a todos armoniosamente y
en equilibrio.

El hombre es una criatura única y maravillosa, hecha de un puñado de arcilla y


un soplo de Allah. El arte islámico se dirige al hombre sobre esta base, mien-
tras que el arte preislámico se dirige al cuerpo dando preferencia al componen-
te de arcilla que contiene.

97
El libro, el artículo, el boletín, el sermón, la tesis, el poema popular, la oda
poética, la canción, la obra de teatro y otros, contienen las características del
arte islámico, entonces éstas están entre las exigencias de la movilización ideo-
lógica, del alimento renovado para el viaje y recreación para el alma. El ca-
mino es largo y el sufrimiento sobra. El alma se aburrirá, pero el arte islámico
renueva las energías, resucita el movimiento, suscitando en ellas significados
elevados y conducta adecuada. "Nada puede mejorar el yo si está en retirada
excepto cambiar de un estado de ánimo a otro."

Todo esto es muy serio y no es broma, porque los que son luchadores no bro-
mean.

Responsabilidad social mutua:

Artículo 20:

La sociedad musulmana es una sociedad mutuamente responsable. El Profeta,


que las oraciones y los saludos sean con él, dijo: "Bienaventurados los genero-
sos, ya sea que estuvieran en la ciudad o de viaje, que han reunido todo lo que
tenían y lo han compartido equitativamente entre ellos."

El espíritu islámico es lo que debería prevalecer en toda sociedad musulmana.


La sociedad que se enfrenta a un enemigo cruel que actúa de forma similar al
nazismo, sin hacer distinción entre hombres y mujeres, entre niños y ancianos,
tiene derecho a este espíritu islámico. Nuestro enemigo confía en los métodos
del castigo colectivo. Ha privado a la gente de su patria y sus propiedades, los
ha perseguido en sus lugares de exilio y reunión, rompiendo huesos, disparan-
do contra mujeres, niños y ancianos, con o sin motivo. El enemigo ha abierto
campos de detención donde miles y miles de personas son encerradas y mante-
nidas en condiciones infrahumanas. A esto se suma la demolición de casas, la
orfandad de niños, la imposición de sentencias crueles contra miles de jóvenes
y el hecho de que pasen los mejores años de sus vidas en los calabozos de las
cárceles.

En el trato nazi, los judíos no hicieron excepción con las mujeres ni con los
niños. Su política de infundir miedo en el corazón está destinada a todos. Ata-
can a las personas en lo que respecta a su sustento, extorsionan su dinero y
amenazan su honor. Tratan a la gente como si fueran los peores criminales de
guerra. La deportación de la patria es una especie de asesinato.

Para contrarrestar estos hechos, es necesario que prevalezca la responsabilidad


social mutua entre el pueblo. El enemigo debe ser enfrentado por el pueblo
como un solo cuerpo que si un miembro del mismo se quejara, el resto del
cuerpo respondería sintiendo los mismos dolores.

98
Artículo 21:

La responsabilidad social mutua significa brindar asistencia, financiera o mo-


ral, a todos aquellos que la necesitan y participar en la ejecución de parte del
trabajo. Los miembros del Movimiento de Resistencia Islámica deberían con-
siderar los intereses de las masas como sus propios intereses personales. No
deben escatimar esfuerzos para alcanzarlos y preservarlos. Deben impedir
cualquier juego sucio con el futuro de las próximas generaciones y cualquier
cosa que pueda causar pérdidas a la sociedad. Las masas son parte de ellos y
ellos son parte de las masas. Su fuerza es de ellos y su futuro es de ellos. Los
miembros del Movimiento de Resistencia Islámica deben compartir la alegría
y el dolor del pueblo, adoptar las demandas del público y cualquier medio por
el cual puedan realizarse. El día en que prevalezca ese espíritu, la hermandad
se profundizará, la cooperación, la simpatía y la unidad aumentarán y las filas
se solidificarán para enfrentar a los enemigos.

Fuerzas de apoyo detrás del enemigo:

Artículo 22:

Durante mucho tiempo, los enemigos han estado planeando, con habilidad y
precisión, la consecución de lo que han conseguido. Tomaron en consideración
las causas que afectan la corriente de los acontecimientos. Se esforzaron por
acumular una riqueza material grande y sustancial que dedicaron a la realiza-
ción de su sueño. Con su dinero tomaron el control de los medios de comuni-
cación mundiales, agencias de noticias, prensa, editoriales, emisoras de radio-
difusión y otros. Con su dinero provocaron revoluciones en diversas partes del
mundo con el propósito de lograr sus intereses y cosechar sus frutos. Estuvie-
ron detrás de la Revolución Francesa, la revolución comunista y la mayoría de
las revoluciones de las que oímos hablar, aquí y allá. Con su dinero formaron
sociedades secretas, como los masones, los clubes rotarios, los leones y otras
en diferentes partes del mundo con el fin de sabotear las sociedades y lograr
los intereses sionistas. Con su dinero pudieron controlar a los países imperia-
listas e instigarlos a colonizar muchos países para permitirles explotar sus
recursos y difundir la corrupción allí.

Puedes hablar todo lo que quieras sobre guerras regionales y mundiales. Estu-
vieron detrás de la Primera Guerra Mundial, cuando lograron destruir el califa-
to islámico, obteniendo ganancias financieras y controlando los recursos. Ob-
tuvieron la Declaración Balfour, formaron la Liga de Naciones a través de la
cual podrían gobernar el mundo. Estuvieron detrás de la Segunda Guerra
Mundial, mediante la cual obtuvieron enormes ganancias financieras mediante
el comercio de armamentos y allanaron el camino para el establecimiento de su
estado. Fueron ellos quienes instigaron la sustitución de la Sociedad de Nacio-

99
nes por las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad para permitirles gober-
nar el mundo a través de ellas. No hay guerra en ninguna parte sin que su dedo
esté en ello.

"Cada vez que encienden un fuego para la guerra, Allah lo apaga; y se proponen ac-
tuar corruptamente en la Tierra, pero Allah no ama a los corruptos." (La Meca -
Versículo 64).

Las fuerzas imperialistas en el Occidente capitalista y el Oriente comunista


apoyan al enemigo con todas sus fuerzas, en dinero y en hombres. Estas fuer-
zas se turnan para hacerlo. El día que aparezca el Islam, las fuerzas de la infi-
delidad se unirán para desafiarlo, porque los infieles son de una sola nación.

"Oh verdaderos creyentes, no contraigáis amistad íntima con nadie aparte de voso-
tros mismos: no dejarán de corromperos. Quieren aquello que puede haceros pere-
cer: su odio ya ha salido de sus bocas; pero lo que ocultan sus pechos "Es aún más
empedernido. Ya os hemos mostrado signos de su mala voluntad hacia vosotros, si
lo entendéis." (La Familia de Imrán - Versículo 118).

No en vano el Versículo termina con las palabras de Allah "si entendéis".

Nuestras actitudes hacia:


A. Movimientos islámicos:

Artículo 23:

El Movimiento de Resistencia Islámica ve a otros movimientos islámicos con


respeto y aprecio. Si estuviera en desacuerdo con ellos en un punto u opinión,
estará de acuerdo con ellos en otros puntos y entendimientos. Considera que
estos movimientos, si revelan buenas intenciones y dedicación a Allah, entran
en la categoría de aquellos que se esfuerzan, ya que actúan dentro del círculo
islámico. Cada persona activa tiene su parte.

El Movimiento de Resistencia Islámica considera todos estos movimientos


como un fondo para sí mismo. Reza a Allah pidiendo guía e instrucciones para
todos y no escatima esfuerzos para mantener en alto el estandarte de la unidad,
esforzándose siempre por su realización de acuerdo con el Corán y las directi-
vas del Profeta.

"Y adheríos todos al pacto de Allah, y no os apartéis de él, y recordad el favor de


Allah hacia vosotros: ya que erais enemigos, y él reconcilió vuestros corazones, y
os convertisteis en compañeros y hermanos por su favor; y Estabais al borde de un
pozo de fuego, y os libró de allí. Allah os declara sus signos para que seáis guia-
dos." (La Familia de Imrán - Versículo 102).

100
Artículo 24:

El Movimiento de Resistencia Islámica no permite calumniar o hablar mal de


individuos o grupos, porque el creyente no se entrega a tales malas prácticas.
Es necesario diferenciar este comportamiento de las posturas adoptadas por
determinados individuos y grupos. Siempre que esas posturas sean erróneas, el
Movimiento de Resistencia Islámica se reserva el derecho de exponer el error
y advertir contra él. Se esforzará por mostrar el camino correcto y juzgar el
caso en cuestión con objetividad. La conducta sabia es de hecho el objetivo del
creyente que la sigue dondequiera que la discierna.

"A Allah no le gusta hablar mal de nadie en público, a menos que el que está herido
pida ayuda; y Allah escucha y sabe: ya sea que publicáis una buena acción, o la
ocultéis, o perdonéis el mal, en verdad Allah es misericordioso y poderoso." (Muje-
res – Versículos 147-148).

B. Movimientos nacionalistas en el ámbito palestino:

Artículo 25:

El Movimiento de Resistencia Islámica respeta estos movimientos y aprecia


sus circunstancias y las condiciones que los rodean y los afectan. Los alienta
mientras no ofrezcan su lealtad al Este comunista o al Oeste cruzado. Confirma
a todos aquellos que están integrados en él, o que simpatizan con él, que el
Movimiento de Resistencia Islámica es un movimiento de lucha que tiene una
visión moral e ilustrada de la vida y de la forma en que debe cooperar con los
demás (movimientos). Detesta el oportunismo y sólo desea el bien de las per-
sonas, de los individuos y de los grupos por igual. No busca ganancias materia-
les, fama personal, ni busca recompensa de los demás. Trabaja con sus propios
recursos y con todo lo que está a su disposición "y prepara para ellos toda la
fuerza que puedas", para cumplir con el deber y ganarse el favor de Allah. No
tiene otro deseo que ése.

El Movimiento asegura a todas las tendencias nacionalistas que operan en el


ámbito palestino para la liberación de Palestina que está allí para brindarles
apoyo y asistencia. Nunca será más que eso, tanto en palabras como en hechos,
ahora y en el futuro. Está ahí para unir y no para dividir, para preservar y no
para despilfarrar, para unificar y no para separar. Evalúa cada buena palabra,
esfuerzo sincero y buenos oficios. Cierra la puerta a las discrepancias laterales
y no presta oídos a rumores y calumnias, al mismo tiempo que hace pleno
ejercicio del derecho a la legítima defensa.

101
Todo lo contrario o contradictorio a estas tendencias es una mentira difundida
por los enemigos o sus lacayos con el fin de sembrar confusión, desorganizar
las filas y ocuparlas con cuestiones secundarias.

"Oh verdaderos creyentes, si un hombre malvado viene a vosotros con una historia,
investigad estrictamente la verdad de la misma, no sea que lastiméis a la gente por
ignorancia y luego os arrepintáis de lo que habéis hecho." (Los Apartamentos Inte-
riores - Versículo 6).

Artículo 26:

Al considerar de esta manera positiva los movimientos nacionalistas palestinos


que no dan lealtad ni a Oriente ni a Occidente, el Movimiento de Resistencia
Islámica no se abstiene de discutir nuevas situaciones a nivel regional o inter-
nacional en lo que respecta a la cuestión palestina. Lo hace de una manera tan
objetiva que revela hasta qué punto está en armonía o en contradicción con los
intereses nacionales a la luz del punto de vista islámico.

C. La Organización de Liberación de Palestina:

Artículo 27:

La Organización de Liberación Palestina es la más cercana al corazón del


Movimiento de Resistencia Islámica. Contiene al padre y al hermano, al pa-
riente más cercano y al amigo. El musulmán no se aleja de su padre, hermano,
pariente o amigo. Nuestra patria es una, nuestra situación es una, nuestro des-
tino es uno y el enemigo es un enemigo común para todos nosotros.

A causa de las situaciones que rodearon la formación de la Organización, de la


confusión ideológica que prevalece en el mundo árabe a consecuencia de la
invasión ideológica bajo cuya influencia ha caído el mundo árabe desde la
derrota de los cruzados y que se ha intensificado y se intensifica A través de
orientalistas, misioneros e imperialistas, la Organización adoptó la idea del
Estado laico. Y así es como lo vemos.

El secularismo contradice completamente la ideología religiosa. Las actitudes,


conductas y decisiones surgen de ideologías.

Por eso, con todo nuestro aprecio por la Organización para la Liberación de
Palestina (y lo que puede llegar a ser) y sin menospreciar su papel en el con-
flicto árabe-israelí, no podemos intercambiar la Palestina islámica presente o
futura con la idea secular. La naturaleza islámica de Palestina es parte de nues-
tra religión y quien toma su religión a la ligera es un perdedor.

102
"¿Quién será adverso a la religión de Abraham, sino aquel cuya mente está enaje-
nada?" (La Vaca - Versículo 130).

El día que la Organización para la Liberación de Palestina adopte el Islam


como su forma de vida, nos convertiremos en sus soldados y en combustible
para el fuego que quemará a los enemigos.

Hasta que llegue ese día, y roguemos a Allah que sea pronto, la posición del
Movimiento de Resistencia Islámica hacia la OLP es la del hijo hacia su padre,
el hermano hacia su hermano, y el pariente contra pariente, sufre su dolor y
apoya en el enfrentamiento a los enemigos, deseándole que sea sabio y bien
guiado.

"Apoya a tu hermano, porque el que no tiene hermanos es como el luchador que va


a la batalla sin armas. El primo de uno es el ala con la que vuela. ¿Podría el pájaro
volar sin alas?"

D. Países árabes e islámicos:

Artículo 28:

La invasión sionista es una invasión cruel. No se abstiene de recurrir a todos


los métodos, de utilizar todos los medios malos y despreciables para lograr su
fin. Depende en gran medida de sus operaciones de infiltración y espionaje de
las organizaciones secretas que dio origen, como los masones, los clubes rota-
rios y de leones, y otros grupos de sabotaje. Todas estas organizaciones, ya
sean secretas o abiertas, trabajan en interés del sionismo y según sus instruc-
ciones. Su objetivo es socavar las sociedades, destruir valores, corromper las
conciencias, deteriorar el carácter y aniquilar el Islam. Está detrás del narcotrá-
fico y del alcoholismo en todas sus formas para facilitar su control y expan-
sión.

A los países árabes que rodean a Israel se les pide que abran sus fronteras ante
los combatientes de las naciones árabes e islámicas para que puedan consolidar
sus esfuerzos con los de sus hermanos musulmanes en Palestina.

En cuanto a los demás países árabes e islámicos, se les pide que faciliten el
movimiento de los combatientes desde y hacia ellos, y esto es lo mínimo que
pueden hacer.

No debemos olvidar recordar a todos los musulmanes que cuando los judíos
conquistaron la Ciudad Santa en 1967, se pararon en el umbral de la mezquita
de Aqsa y proclamaron que "Mahoma ha muerto y todos sus descendientes son
mujeres."

103
Israel, el judaísmo y los judíos desafían al Islam y al pueblo musulmán. "Que
los cobardes nunca duerman."

E. Agrupaciones, instituciones, intelectuales nacionalistas y religiosos, el


mundo árabe e islámico:

El Movimiento de Resistencia Islámica espera que todos estos grupos se ali-


neen con él en todas las esferas, lo apoyen, adopten su posición y solidifiquen
sus actividades y movimientos, trabajen para conseguir apoyo para que el
pueblo islámico sea una base y un soporte para dotándolo de profundidad es-
tratégica en todos los ámbitos material e informativo humano, en el tiempo y
en el lugar. Esto debe hacerse mediante la convocatoria de conferencias de
solidaridad, la publicación de boletines explicativos, artículos y folletos favo-
rables, ilustrando a las masas sobre la cuestión palestina, aclarando a qué se
enfrenta y las conspiraciones tejidas en torno a ella. Deberían movilizar a las
naciones islámicas, ideológica, educativa y culturalmente, para que estos pue-
blos estuvieran equipados para desempeñar su papel en la batalla decisiva de la
liberación, tal como lo hicieron cuando vencieron a los cruzados y a los tárta-
ros y salvaron la civilización humana. De hecho, eso no es difícil para Allah.

"Allah ha escrito: En verdad, yo y mis apóstoles prevaleceré: porque Allah es fuerte


y poderoso." (La Disputa – Versículo 21).

Artículo 30:

Escritores, intelectuales, periodistas, oradores, educadores y profesores, y


todos los diversos sectores del mundo árabe e islámico, todos ellos están lla-
mados a desempeñar su papel y a cumplir su deber debido a la ferocidad de la
ofensiva sionista, y la influencia sionista en muchos países ejercida a través del
control financiero y mediático, así como las consecuencias que todo ello con-
lleva en la mayor parte del mundo.

La Jihad no se limita a portar armas y enfrentar al enemigo. La palabra eficaz,


el buen artículo, el libro útil, el apoyo y la solidaridad, junto con la presencia
de un propósito sincero para izar el estandarte de Allah cada vez más alto,
todos estos son elementos de la Jihad por el amor de Allah.

"Quien moviliza a un combatiente por la causa de Allah es un combatiente. Quien


apoya a los familiares de un combatiente, él mismo es un combatiente." (Relatado
por al-Bukhari, Moslem, Abu-Dawood y al-Tarmadhi).

F. Seguidores de otras religiones. El Movimiento de Resistencia Islámica


es un movimiento humanista:

Artículo 31:

104
El Movimiento de Resistencia Islámica es un movimiento humanista. Se ocupa
de los derechos humanos y se guía por la tolerancia islámica cuando trata con
seguidores de otras religiones. No se opone a ninguno de ellos, excepto si se
opone a él o se interpone en su camino para obstaculizar sus movimientos y
desperdiciar sus esfuerzos.

Bajo el ala del Islam, es posible que los seguidores de las 3 religiones (islam,
cristianismo y judaísmo) coexistan en paz y tranquilidad entre sí. La paz y la
tranquilidad no serían posibles excepto bajo el ala del Islam. La historia pasada
y presente son el mejor testimonio de ello.

Es deber de los seguidores de otras religiones dejar de disputar la soberanía del


Islam en esta región, porque el día que estos seguidores tomen el poder no
habrá más que matanzas, desplazamientos y terror. Cada uno de ellos está en
desacuerdo con sus compañeros religiosos, por no hablar de los seguidores de
otras religiones. La historia pasada y presente está llena de ejemplos que prue-
ban este hecho.

"No pelearán contra ti juntos, excepto en ciudades cercadas o detrás de los muros.
Su fuerza en la guerra entre ellos es grande: piensas que están unidos, pero sus co-
razones están divididos. Esto, porque son personas que no entiendo." (La Emigra-
ción - Versículo 14).

El Islam confiere a todos sus derechos legítimos. El Islam impide la incursión


en los derechos de otras personas. Las actividades nazis sionistas contra nues-
tro pueblo no durarán mucho. "Porque el estado de injusticia dura sólo un día,
mientras que el estado de justicia dura hasta el día del juicio final."

"En cuanto a aquellos que no han tomado las armas contra vosotros a causa de la re-
ligión, ni os han expulsado de vuestras viviendas, Allah os prohíbe no ser amables
con ellos y comportaros con justicia con ellos; porque Allah ama a aquellos que ac-
túan con justicia." (El Probado - Versículo 8).

El intento de aislar al pueblo palestino:

Artículo 32:

El sionismo mundial, junto con las potencias imperialistas, intenta mediante un


plan estudiado y una estrategia inteligente sacar a un Estado árabe tras otro del
círculo de lucha contra el sionismo, para que finalmente se enfrente únicamen-
te al pueblo palestino. Egipto fue, en gran medida, apartado del círculo de la
lucha gracias al traicionero Acuerdo de Camp David. Están tratando de atraer a
otros países árabes a acuerdos similares y sacarlos del círculo de lucha.

105
El Movimiento de Resistencia Islámica llama a las naciones árabes e islámicas
a adoptar medidas serias y perseverantes para impedir el éxito de este horrendo
plan, para advertir al pueblo del peligro que surge al abandonar el círculo de
lucha contra el sionismo. Hoy es Palestina, mañana será un país u otro. El plan
sionista no tiene límites. Después de Palestina, los sionistas aspiran a expandir-
se desde el Nilo hasta el Éufrates. Cuando hayan digerido la región que con-
quistaron, aspirarán a una mayor expansión, y así sucesivamente. Su plan está
plasmado en los "Protocolos de los Sabios de Sión", y su conducta actual es la
mejor prueba de lo que decimos.

Abandonar el círculo de lucha contra el sionismo es alta traición, y maldito sea


quien lo haga. "Porque quien les dé la espalda ese día, a menos que se desvíe
para luchar, o se retire a otro grupo de fieles, atraerá sobre sí la indignación de
Allah, y su morada será el infierno; un mal viaje será estar allí." (El Botín -
Versículo 16). No hay salida excepto concentrando todos los poderes y ener-
gías para enfrentar esta cruel invasión nazi y tártara. La alternativa es la pérdi-
da del propio país, la dispersión de los ciudadanos, la propagación del vicio en
la Tierra y la destrucción de los valores religiosos. Que cada persona sepa que
es responsable ante Allah, porque "el que hace la más mínima acción buena es
recompensado con lo mismo, y quien hace la más mínima acción mala también
es recompensado con lo mismo."

El Movimiento de Resistencia Islámica se considera la punta de lanza del


círculo de lucha contra el sionismo mundial y un paso en el camino. El Movi-
miento suma sus esfuerzos a los esfuerzos de todos aquellos que participan
activamente en la arena palestina. Los pueblos árabes e islámicos deberían dar
más pasos por su parte; los grupos islámicos de todo el mundo árabe también
deberían hacer lo mismo, ya que todos ellos son los mejor equipados para el
futuro papel en la lucha contra los judíos belicistas.

"...y hemos puesto entre ellos enemistad y odio, hasta el día de la resurrección. Ca-
da vez que enciendan el fuego de la guerra, Allah lo apagará; y se dispondrán a ac-
tuar corruptamente en la Tierra, pero Allah no ama a los corruptos." (La Meca -
Versículo 64).

Artículo 33:

El Movimiento de Resistencia Islámica, basado en concepciones comunes


coordinadas e interdependientes de las leyes del universo, y fluyendo en la
corriente del destino al enfrentar y luchar contra los enemigos en defensa de
los musulmanes y la civilización islámica y los lugares sagrados, el primero de
los cuales es la Mezquita de Aqsa, insta a los pueblos árabe e islámico, a sus
Gobiernos, a grupos populares y oficiales, a temer a Allah en lo que respecta a
su visión del Movimiento de Resistencia Islámica y sus relaciones con él.

106
Deben respaldarlo y apoyarlo, como Allah quiere que lo hagan, otorgándole
más y más fondos hasta que se logre el propósito de Allah, cuando las filas se
cierren, los combatientes se unan a otros combatientes y las masas en todo el
mundo islámico se presenten en respuesta al llamado del deber mientras pro-
clamaban en voz alta: ¡Salve a la Jihad! Su grito llegará a los cielos y seguirá
resonando hasta que se logre la liberación, los invasores sean vencidos y se
produzca la victoria de Allah.

"Y Allah ciertamente ayudará a quien esté de su lado: porque Allah es fuerte y po-
deroso." (La Romería – Versículo 40).

El testimonio de la historia.
A través de la historia al enfrentar a los invasores:

Artículo 34:

Palestina es el ombligo del globo y la encrucijada de los continentes. Desde los


albores de la historia, ha sido el objetivo de los expansionistas. El Profeta, que
Allah lo bendiga y le conceda la salvación, había señalado este hecho en el
noble Hadith en el que llamó a su honorable compañero, Ma'adh ben-Jabal,
diciendo: "Oh Ma'ath, Allah abre ante ti, cuando yo me haya ido, Siria, desde
Al-Arish hasta el Éufrates. Sus hombres, mujeres y esclavos permanecerán allí
firmemente hasta el Día del Juicio. Quien de vosotros elija una de las costas
sirias o Tierra Santa, estará en constante lucha hasta el Día del Juicio."

Los expansionistas han puesto más de una vez sus ojos en Palestina, a la que
atacaron con sus ejércitos para cumplir sus designios. Así fue como llegaron
los cruzados con sus ejércitos, trayendo consigo su credo y portando su cruz.
Pudieron derrotar a los musulmanes por un tiempo, pero los musulmanes sólo
pudieron recuperar la tierra cuando se pararon bajo el ala de su bandera reli-
giosa, unieron su palabra, santificaron el nombre de Allah y se lanzaron a
luchar bajo el liderazgo de Salah. ed-Din al-Ayyubi. Lucharon durante casi
veinte años y al final los cruzados fueron derrotados y Palestina fue liberada.

"Di a los que no creen: Seréis vencidos y arrojados juntos al infierno; un lecho infe-
liz será." (La Familia de Imrán - Versículo 12).

Ésta es la única manera de liberar a Palestina. No hay duda sobre el testimonio


de la historia. Es una de las leyes del universo y una de las reglas de la existen-
cia. Nada puede vencer al hierro excepto el hierro. Su credo falso e inútil sólo
puede ser derrotado por el justo credo islámico. Un credo no puede ser comba-
tido excepto por un credo y, en última instancia, la victoria es para los justos,
porque la justicia ciertamente vence.

107
"Nuestra palabra ha sido dada anteriormente a nuestros siervos los apóstoles: que
ciertamente serán ayudados contra los infieles, y que nuestros ejércitos seguramente
serán los conquistadores." (Aquellos que se clasifican a sí mismos - Versículos 171-
172).

Artículo 35:

El Movimiento de Resistencia Islámica considera seriamente la derrota de los


cruzados a manos de Salah ed-Din al-Ayyubi y el rescate de Palestina de sus
manos, así como la derrota de los tártaros en Ein Galot, rompiendo su poder a
manos de Qataz y Al-Dhaher Bivers y salvar al mundo árabe del ataque tártaro
que tenía como objetivo la destrucción de todo significado de la civilización
humana. El Movimiento extrae lecciones y ejemplos de todo esto. El actual
ataque sionista también ha sido precedido por incursiones cruzadas desde el
Oeste y otras incursiones tártaras desde el Este. Así como los musulmanes
enfrentaron esas incursiones y planearon luchar y derrotarlas, deberían poder
enfrentar la invasión sionista y derrotarla. De hecho, esto no es un problema
para Allah Todopoderoso, siempre que las intenciones sean puras, la determi-
nación sea verdadera y que los musulmanes se hayan beneficiado de experien-
cias pasadas, se hayan librado de los efectos de la invasión ideológica y hayan
seguido las costumbres de sus antepasados.

El Movimiento de Resistencia Islámica está compuesto por soldados:

Artículo 36:

Mientras allana su camino, el Movimiento de Resistencia Islámica enfatiza una


y otra vez a todos los hijos de nuestro pueblo, a las naciones árabes e islámi-
cas, que no busca fama personal, ganancias materiales o prominencia social.
No pretende competir con nadie de nuestro pueblo ni ocupar su lugar. Nada de
eso en absoluto. No actuará contra ninguno de los hijos de musulmanes ni
contra aquellos que sean pacíficos con él entre los no musulmanes, ya sea aquí
o en cualquier otro lugar. Sólo servirá como apoyo para todos los grupos y
organizaciones que operan contra el enemigo sionista y sus lacayos.

El Movimiento de Resistencia Islámica adopta el Islam como forma de vida. El


Islam es su credo y religión. Quienquiera que adopte el Islam como forma de
vida, ya sea una organización, un grupo, un país o cualquier otro organismo, el
Movimiento de Resistencia Islámica se considera a sí mismo como sus solda-
dos y nada más.

Le pedimos a Allah que nos muestre el camino correcto, que nos haga un
ejemplo para los demás y que juzgue entre nosotros y nuestro pueblo con la
verdad.

108
"Oh Señor, juzga entre nosotros y nuestra nación con verdad; porque tú eres el me-
jor juez." (Al Araf - Versículo 89).

La última de nuestras oraciones será alabanza a Allah, el Amo del Universo.

109
ANEXO 2

DOCUMENTO DE PRINCIPIOS
Y OBJETIVOS GENERALES
(2017)

Alabado sea Allah, el Señor de todos los mundos. Que la paz y las bendiciones
de Allah sean con Muhammad, el Maestro de los Mensajeros y Líder de los
muyahidines, y con su familia y todos sus compañeros.

Preámbulo

Palestina es la tierra del pueblo árabe palestino, de ella se originan, a ella se


adhieren y pertenecen, y en torno a ella se extienden y se comunican.

Palestina es una tierra cuyo estatus ha sido elevado por el Islam, una fe que la
tiene en alta estima, que respira su espíritu y valores justos y que sienta las
bases de la doctrina de defenderla y protegerla.

Palestina es la causa de un pueblo que ha sido decepcionado por un mundo que


no logra garantizar sus derechos y devolverle lo que le ha sido usurpado, un
pueblo cuya tierra continúa sufriendo uno de los peores tipos de ocupación en
este mundo.

Palestina es una tierra que fue tomada por un proyecto sionista racista, antihu-
mano y colonial que se basó en una falsa promesa (la Declaración Balfour), en
el reconocimiento de una entidad usurpadora y en la imposición de un hecho
consumado por la fuerza.

Palestina simboliza la resistencia que continuará hasta que se logre la libera-


ción, hasta que se cumpla el retorno y hasta que se establezca un Estado ple-
namente soberano con Jerusalén como capital.

Palestina es la verdadera asociación entre palestinos de todas las afiliaciones


por el sublime objetivo de la liberación.

Palestina es el espíritu de la Ummah y su causa central; es el alma de la huma-


nidad y su conciencia viva.

110
Este documento es producto de profundas deliberaciones que nos llevaron a un
fuerte consenso. Como movimiento, estamos de acuerdo tanto en la teoría
como en la práctica de la visión que se describe en las páginas siguientes. Es
una visión que se sustenta en bases sólidas y en principios bien establecidos.
Este documento revela los objetivos, los hitos y la forma en que se puede hacer
cumplir la unidad nacional. También establece nuestra comprensión común de
la causa palestina, los principios de trabajo que utilizamos para promoverla y
los límites de flexibilidad utilizados para interpretarla.

El movimiento

1. El Movimiento de Resistencia Islámica "Hamás" es un movimiento de resis-


tencia y liberación nacional islámico palestino. Su objetivo es liberar Palestina
y enfrentar el proyecto sionista. Su marco de referencia es el Islam, que deter-
mina sus principios, objetivos y medios.

La tierra de Palestina

2. Palestina, que se extiende desde el Río Jordán al Este hasta el Mediterráneo


al Oeste y desde Ras al-Naqurah al Norte hasta Umm al-Rashrash al Sur, es
una unidad territorial integral. Es la tierra y el hogar del pueblo palestino. La
expulsión y el destierro del pueblo palestino de su tierra y el establecimiento
de la entidad sionista en ella no anulan el derecho del pueblo palestino a toda
su tierra ni consagran ningún derecho en ella para la entidad sionista usurpado-
ra.

3. Palestina es una tierra árabe islámica. Es una tierra sagrada y bendita que
tiene un lugar especial en el corazón de cada árabe y de cada musulmán.

El pueblo palestino

4. Los palestinos son los árabes que vivieron en Palestina hasta 1947, indepen-
dientemente de si fueron expulsados de ella o permanecieron en ella; y toda
persona que haya nacido de padre árabe palestino después de esa fecha, ya sea
dentro o fuera de Palestina, es palestino.

5. La identidad palestina es auténtica y atemporal; se transmite de generación


en generación. Las catástrofes que han azotado al pueblo palestino, como con-
secuencia de la ocupación sionista y su política de desplazamiento, no pueden
borrar la identidad del pueblo palestino ni negarla. Un palestino no perderá su
identidad nacional ni sus derechos al adquirir una segunda nacionalidad.

111
6. El pueblo palestino es un solo pueblo, compuesto por todos los palestinos,
dentro y fuera de Palestina, independientemente de su religión, cultura o afilia-
ción política.

Islam y Palestina

7. Palestina está en el corazón de la Ummah árabe e islámica y goza de un


estatus especial. Dentro de Palestina existe Jerusalén, cuyos recintos están
bendecidos por Allah. Palestina es la Tierra Santa, que Allah ha bendecido
para la humanidad. Es la primera Qiblah de los musulmanes y el destino del
viaje realizado de noche por el Profeta Muhammad, la paz sea con él. Es el
lugar desde donde ascendió a los cielos superiores. Es el lugar de nacimiento
de Jesucristo, la paz sea con él. Su suelo contiene los restos de miles de profe-
tas, compañeros y muyahidines. Es la tierra de personas que están decididas a
defender la verdad – dentro de Jerusalén y sus alrededores – que no se dejan
disuadir ni intimidar por quienes se les oponen ni por quienes los traicionan, y
continuarán su misión hasta que se cumpla la Promesa de Allah.

8. En virtud de su justo equilibrio y su espíritu moderado, el Islam –para Ha-


más– proporciona una forma de vida integral y un orden adecuado a su propó-
sito en todo momento y en todo lugar. El Islam es una religión de paz y tole-
rancia. Proporciona un paraguas para los seguidores de otros credos y religio-
nes que pueden practicar sus creencias en condiciones de seguridad. Hamás
también cree que Palestina siempre ha sido y será un modelo de coexistencia,
tolerancia e innovación civilizatoria.

9. Hamás cree que el mensaje del Islam defiende los valores de la verdad, la
justicia, la libertad y la dignidad, prohíbe todas las formas de injusticia e in-
crimina a los opresores independientemente de su religión, raza, sexo o nacio-
nalidad. El Islam está en contra de todas las formas de extremismo e intoleran-
cia religiosa, étnica o sectaria. Es la religión la que inculca a sus seguidores el
valor de hacer frente a la agresión y de apoyar a los oprimidos; los motiva a
dar generosamente y hacer sacrificios en defensa de su dignidad, su tierra, sus
pueblos y sus lugares santos.

Jerusalén

10. Jerusalén es la capital de Palestina. Su estatus religioso, histórico y de


civilización es fundamental para los árabes, los musulmanes y el mundo en
general. Sus lugares sagrados islámicos y cristianos pertenecen exclusivamente
al pueblo palestino y a la Ummah árabe e islámica. No se puede entregar ni
abandonar ni una sola piedra de Jerusalén. Las medidas adoptadas por los
ocupantes de Jerusalén, como la judaización, la construcción de asentamientos

112
y el establecimiento de hechos sobre el terreno, son fundamentalmente nulas y
sin valor.

11. La bendita Mezquita de al-Aqsa pertenece exclusivamente a nuestro pueblo


y a nuestra Ummah, y la ocupación no tiene ningún derecho sobre ella. Los
complots, las medidas y los intentos de la ocupación de judaizar Al-Aqsa y
dividirla son nulos, inválidos e ilegítimos.

Refugiados y derecho al retorno

12. La causa palestina, en esencia, es la causa de una tierra ocupada y un pue-


blo desplazado. El derecho de los refugiados y desplazados palestinos a regre-
sar a sus hogares de los que fueron desterrados o a los que se les prohibió re-
gresar, ya sea en las tierras ocupadas en 1948 o en 1967 (es decir, en toda
Palestina), es un derecho natural tanto individual como colectivo. Este derecho
está confirmado por todas las leyes divinas, así como por los principios básicos
de los derechos humanos y del derecho internacional. Es un derecho inaliena-
ble y ninguna parte, ya sea palestina, árabe o internacional, puede prescindir de
él.

13. Hamás rechaza todos los intentos de borrar los derechos de los refugiados,
incluidos los intentos de asentarlos fuera de Palestina y mediante proyectos de
una patria alternativa. La compensación a los refugiados palestinos por el daño
que han sufrido como consecuencia del destierro y la ocupación de sus tierras
es un derecho absoluto que va de la mano con su derecho a regresar. Deberán
recibir una compensación a su regreso y esto no niega ni disminuye su derecho
a regresar.

El proyecto sionista

14. El proyecto sionista es un proyecto racista, agresivo, colonial y expansio-


nista basado en apoderarse de las propiedades ajenas; es hostil al pueblo pales-
tino y a su aspiración de libertad, liberación, retorno y autodeterminación. La
entidad israelí es el juguete del proyecto sionista y su base de agresión.

15. El proyecto sionista no apunta únicamente al pueblo palestino; es el


enemigo de la Ummah árabe e islámica y plantea una grave amenaza a su
seguridad e intereses. También es hostil a las aspiraciones de unidad, renaci-
miento y liberación de la Ummah y ha sido la principal fuente de sus proble-
mas. El proyecto sionista también plantea un peligro para la seguridad y la paz
internacionales y para la humanidad, sus intereses y su estabilidad.

16. Hamás afirma que su conflicto es con el proyecto sionista y no con los
judíos por su religión. Hamás no libra una lucha contra los judíos porque sean

113
judíos, sino que libra una lucha contra los sionistas que ocupan Palestina. Sin
embargo, son los sionistas quienes constantemente identifican al judaísmo y a
los judíos con su propio proyecto colonial y entidad ilegal.

17. Hamás rechaza la persecución de cualquier ser humano o el menoscabo de


sus derechos por motivos nacionalistas, religiosos o sectarios. Hamás opina
que el problema judío, el antisemitismo y la persecución de los judíos son
fenómenos fundamentalmente vinculados a la historia europea y no a la histo-
ria de los árabes y musulmanes o a su herencia. El movimiento sionista, que
con la ayuda de las potencias occidentales pudo ocupar Palestina, es la forma
más peligrosa de ocupación de asentamientos que ya ha desaparecido de gran
parte del mundo y debe desaparecer de Palestina.

La posición hacia la ocupación y las soluciones políticas

18. Se consideran nulos de pleno derecho: la Declaración Balfour, el Docu-


mento del Mandato Británico, la Resolución de Partición de Palestina de la
ONU, y cuantas resoluciones y medidas se deriven de ellos o sean similares a
ellos. El establecimiento de “Israel” es totalmente ilegal y contraviene los
derechos inalienables del pueblo palestino y va en contra de su voluntad y la
voluntad de la Ummah; también viola los derechos humanos garantizados por
los convenios internacionales, entre ellos el derecho a la autodeterminación.

19. No habrá reconocimiento de la legitimidad de la entidad sionista. Cualquier


cosa que haya sucedido a la tierra de Palestina en términos de ocupación, cons-
trucción de asentamientos, judaización o cambios en sus características o falsi-
ficación de hechos es ilegítimo. Los derechos nunca caducan.

20. Hamás cree que ninguna parte de la tierra de Palestina será comprometida
o concedida, independientemente de las causas, las circunstancias y las presio-
nes y sin importar cuánto dure la ocupación. Hamás rechaza cualquier alterna-
tiva a la liberación total y completa de Palestina, desde el río hasta el mar. Sin
embargo, sin comprometer su rechazo a la entidad sionista y sin renunciar a
ningún derecho palestino, Hamás considera la creación de un Estado palestino
plenamente soberano e independiente, con Jerusalén como capital, en la línea
del 4 de junio de 1967, con el regreso de los refugiados y desplazados a sus
hogares de donde fueron expulsados, sea una fórmula de consenso nacional.

21. Hamás afirma que los Acuerdos de Oslo y sus anexos contravienen las
normas rectoras del derecho internacional en el sentido de que generan com-
promisos que violan los derechos inalienables del pueblo palestino. Por lo
tanto, el Movimiento rechaza estos acuerdos y todo lo que de ellos se deriva,
como las obligaciones que van en detrimento de los intereses de nuestro pue-
blo, especialmente la coordinación (colaboración) de seguridad.

114
22. Hamás rechaza todos los acuerdos, iniciativas y proyectos de asentamiento
que tienen como objetivo socavar la causa palestina y los derechos de nuestro
pueblo palestino. En este sentido, cualquier postura, iniciativa o programa
político no debe violar de ninguna manera estos derechos ni contravenirlos ni
contradecirlos.

23. Hamás subraya que la transgresión contra el pueblo palestino, la usurpa-


ción de sus tierras y el destierro de su patria no pueden considerarse paz. Cual-
quier acuerdo alcanzado sobre esta base no conducirá a la paz. La resistencia y
la Jihad por la liberación de Palestina seguirán siendo un derecho legítimo, un
deber y un honor para todos los hijos de nuestro pueblo y nuestra Ummah.

Resistencia y liberación

24. La liberación de Palestina es el deber del pueblo palestino en particular y el


deber de la Ummah árabe e islámica en general. También es una obligación
humanitaria exigida por los dictados de la verdad y la justicia. Las agencias
que trabajan por Palestina, ya sean nacionales, árabes, islámicas o humanita-
rias, se complementan entre sí y son armoniosas y no entran en conflicto entre
sí.

25. Resistir a la ocupación con todos los medios y métodos es un derecho


legítimo garantizado por las leyes divinas y por las normas y leyes internacio-
nales. En el centro de todo esto se encuentra la resistencia armada, que se con-
sidera la opción estratégica para proteger los principios y los derechos del
pueblo palestino.

26. Hamás rechaza cualquier intento de socavar la resistencia y sus armas.


También afirma el derecho de nuestro pueblo a desarrollar los medios y meca-
nismos de resistencia. Gestionar la resistencia, en términos de escalada o re-
ducción de la tensión, o en términos de diversificación de los medios y méto-
dos, es una parte integral del proceso de gestión del conflicto y no debe hacer-
se a expensas del principio de resistencia.

El sistema político palestino

27. Un verdadero Estado de Palestina es un Estado que ha sido liberado. No


hay alternativa a un Estado palestino plenamente soberano en todo el territorio
nacional palestino, con Jerusalén como su capital.

28. Hamás cree y se adhiere a la gestión de sus relaciones palestinas sobre la


base del pluralismo, la democracia, la asociación nacional, la aceptación del
otro y la adopción del diálogo. El objetivo es reforzar la unidad de filas y la

115
acción conjunta con el fin de lograr los objetivos nacionales y las aspiraciones
del pueblo palestino.

29. La OLP es un marco nacional para el pueblo palestino dentro y fuera de


Palestina. Por lo tanto, debe preservarse, desarrollarse y reconstruirse sobre
bases democráticas para asegurar la participación de todos los electores y fuer-
zas del pueblo palestino, de una manera que salvaguarde los derechos de los
palestinos.

30. Hamás destaca la necesidad de construir instituciones nacionales palestinas


sobre principios democráticos sólidos, entre los que destacan las elecciones
libres y justas. Ese proceso debe basarse en una asociación nacional y estar de
acuerdo con un programa y una estrategia claros que respeten los derechos,
incluido el derecho de resistencia, y que satisfagan las aspiraciones del pueblo
palestino.

31. Hamás afirma que el papel de la Autoridad Palestina debe ser servir al
pueblo palestino y salvaguardar su seguridad, sus derechos y su proyecto na-
cional.

32. Hamás destaca la necesidad de mantener la independencia de la toma de


decisiones nacional palestina. No se debe permitir que intervengan fuerzas
externas. Al mismo tiempo, Hamás afirma la responsabilidad de los árabes y
musulmanes y su deber y papel en la liberación de Palestina de la ocupación
sionista.

33. La sociedad palestina se enriquece con sus destacadas personalidades,


figuras, dignatarios, instituciones de la sociedad civil y grupos de jóvenes,
estudiantes, sindicalistas y mujeres que juntos trabajan para el logro de los
objetivos nacionales y la construcción social, persiguen la resistencia y logran
la liberación.

34. El papel de la mujer palestina es fundamental en el proceso de construc-


ción del presente y del futuro, como siempre lo ha sido en el proceso de hacer
historia palestina. Es un papel fundamental en el proyecto de resistencia, libe-
ración y construcción del sistema político.

La Ummah árabe e islámica

35. Hamás cree que la cuestión palestina es la causa central de la Ummah


árabe e islámica.

116
36. Hamás cree en la unidad de la Ummah con todos sus diversos componentes
y es consciente de la necesidad de evitar todo lo que pueda fragmentar la Um-
mah y socavar su unidad.

37. Hamás cree en la cooperación con todos los Estados que apoyan los dere-
chos del pueblo palestino. Se opone a la intervención en los asuntos internos
de cualquier país. También se niega a verse arrastrado a disputas y conflictos
que tienen lugar entre diferentes países. Hamás adopta la política de apertura a
los diferentes Estados del mundo, especialmente a los Estados árabes e islámi-
cos. Se esfuerza por establecer relaciones equilibradas sobre la base de combi-
nar las necesidades de la causa palestina y los intereses del pueblo palestino,
por un lado, con los intereses de la Ummah, su renacimiento y su seguridad,
por el otro.

El aspecto humanitario e internacional

38. La cuestión palestina tiene importantes dimensiones humanitarias e inter-


nacionales. Apoyar y respaldar esta causa es una tarea humanitaria y de civili-
zación que se requiere por los requisitos previos de la verdad, la justicia y los
valores humanitarios comunes.

39. Desde una perspectiva jurídica y humanitaria, la liberación de Palestina es


una actividad legítima, es un acto de autodefensa y es la expresión del derecho
natural de todos los pueblos a la libre determinación.

40. En sus relaciones con las naciones y los pueblos del mundo, Hamás cree en
los valores de la cooperación, la justicia, la libertad y el respeto de la voluntad
del pueblo.

41. Hamás acoge con satisfacción las posturas de los Estados, organizaciones e
instituciones que apoyan los derechos del pueblo palestino. Saluda a los pue-
blos libres del mundo que apoyan la causa palestina. Al mismo tiempo, denun-
cia el apoyo otorgado por cualquier partido a la entidad sionista o los intentos
de encubrir sus crímenes y agresiones contra los palestinos y pide el procesa-
miento de los criminales de guerra sionistas.

42. Hamás rechaza los intentos de imponer hegemonía a la Ummah árabe e


islámica del mismo modo que rechaza los intentos de imponer hegemonía al
resto de las naciones y pueblos del mundo. Hamás también condena todas las
formas de colonialismo, ocupación, discriminación, opresión y agresión en el
mundo.

117
ANEXO 3

CARTA NACIONAL PALESTINA

Resoluciones del Consejo Nacional Palestino


del 1° al 17 de julio de 1968
Artículo 1: Palestina es la patria del pueblo árabe palestino; es una parte indi-
visible de la patria árabe, y el pueblo palestino es una parte integral de la na-
ción árabe.

Artículo 2: Palestina, con las fronteras que tuvo durante el Mandato Británico,
es una unidad territorial indivisible.

Artículo 3: El pueblo árabe palestino posee el derecho legal a su patria y tiene


derecho a determinar su destino después de lograr la liberación de su país de
acuerdo con sus deseos y enteramente por su propia voluntad.

Artículo 4: La identidad palestina es una característica genuina, esencial e


inherente; se transmite de padres a hijos. La ocupación sionista y la dispersión
del pueblo árabe palestino, a través de los desastres que le sobrevinieron, no le
hacen perder su identidad palestina y su pertenencia a la comunidad palestina,
ni los niegan.

Artículo 5: Los palestinos son aquellos nacionales árabes que, hasta 1947,
residían normalmente en Palestina independientemente de si fueron desaloja-
dos de ella o se quedaron allí. Cualquier persona nacida, después de esa fecha,
de padre palestino —ya sea dentro o fuera de Palestina— también es palestino.

Artículo 6: Se considerarán palestinos a los judíos que habían residido nor-


malmente en Palestina hasta el comienzo de la invasión sionista.

Artículo 7: Que existe una comunidad palestina y que tiene una conexión
material, espiritual e histórica con Palestina son hechos indiscutibles. Es un
deber nacional educar a los palestinos individualmente de una manera revolu-
cionaria árabe. Deben adoptarse todos los medios de información y educación
para familiarizar al palestino con su país de la manera más profunda posible,
tanto espiritual como material. Debe estar preparado para la lucha armada y
dispuesto a sacrificar su riqueza y su vida para recuperar su patria y lograr su
liberación.

118
Artículo 8: La fase de su historia que vive ahora el pueblo palestino es la de la
lucha nacional (watani) por la liberación de Palestina. Por lo tanto, los conflic-
tos entre las fuerzas nacionales palestinas son secundarios y deben terminarse
en aras del conflicto básico que existe entre las fuerzas del sionismo y del
imperialismo, por un lado, y el pueblo árabe palestino, por el otro. Sobre esta
base, las masas palestinas, independientemente de si residen en la patria nacio-
nal o en la diáspora (mahajir), constituyen —tanto sus organizaciones como
sus individuos— un frente nacional que trabaja por la recuperación de Palesti-
na y su liberación mediante la lucha armada.

Artículo 9: La lucha armada es la única manera de liberar a Palestina. Ésta es


la estrategia general, no simplemente una fase táctica. El pueblo árabe pales-
tino afirma su determinación absoluta y firme resolución de continuar su lucha
armada y trabajar por una revolución popular armada para la liberación de su
país y su regreso a él. También afirma su derecho a una vida normal en Pales-
tina y a ejercer su derecho a la libre determinación y la soberanía sobre ella.

Artículo 10: La acción de comando constituye el núcleo de la guerra de libe-


ración popular palestina. Esto requiere su escalada, su amplitud y la moviliza-
ción de todos los esfuerzos populares y educativos palestinos y su organización
y participación en la revolución armada palestina. También requiere lograr la
unidad para la lucha nacional (watani) entre los diferentes grupos del pueblo
palestino, y entre el pueblo palestino y las masas árabes, a fin de asegurar la
continuación de la revolución, su escalada y la victoria.

Artículo 11: Los palestinos tendrán 3 lemas: unidad nacional (wataniyya),


movilización nacional (qawmiyya) y liberación.

Artículo 12: El pueblo palestino cree en la unidad árabe. Sin embargo, para
contribuir con su parte al logro de ese objetivo, debe, en la etapa actual de su
lucha, salvaguardar su identidad palestina y desarrollar su conciencia de esa
identidad, y oponerse a cualquier plan que pueda disolverla o menoscabarla.

Artículo 13: La unidad árabe y la liberación de Palestina son 2 objetivos com-


plementarios, cuya consecución de cualquiera de ellos facilita la consecución
del otro. Así, la unidad árabe conduce a la liberación de Palestina, la liberación
de Palestina conduce a la unidad árabe; y el trabajo hacia la realización de un
objetivo avanza al mismo tiempo que el trabajo hacia la realización del otro.

Artículo 14: El destino de la nación árabe, y de hecho la propia existencia


árabe, dependen del destino de la causa palestina. De esta interdependencia
surge la búsqueda y el esfuerzo de la nación árabe por la liberación de Palesti-
na. El pueblo de Palestina desempeña el papel de vanguardia en la realización
de este objetivo sagrado (qawmi).

119
Artículo 15: La liberación de Palestina, desde un punto de vista árabe, es un
deber nacional (qawmi) e intenta repeler la agresión sionista e imperialista
contra la patria árabe y apunta a la eliminación del sionismo en Palestina. La
responsabilidad absoluta de esto recae en la nación árabe —pueblos y Gobier-
nos— con el pueblo árabe de Palestina a la vanguardia. En consecuencia, la
nación árabe debe movilizar todas sus capacidades militares, humanas, morales
y espirituales para participar activamente con el pueblo palestino en la libera-
ción de Palestina. Debe, particularmente en la fase de la revolución armada
palestina, ofrecer y proporcionar al pueblo palestino toda la ayuda y apoyo
material y humano posible, y poner a su disposición los medios y oportunida-
des que le permitan continuar llevando a cabo su labor dirigente en la revolu-
ción armada, hasta que liberen su patria.

Artículo 16: La liberación de Palestina, desde un punto de vista espiritual,


proporcionará a la Tierra Santa una atmósfera de seguridad y tranquilidad, que
a su vez salvaguardará los santuarios religiosos del país y garantizará la liber-
tad de culto y de visita a todos, sin discriminación de raza, color, idioma o
religión. En consecuencia, el pueblo de Palestina mira a todas las fuerzas espi-
rituales del mundo en busca de apoyo.

Artículo 17: La liberación de Palestina, desde un punto de vista humano, de-


volverá al individuo palestino su dignidad, orgullo y libertad. En consecuencia,
el pueblo árabe palestino espera contar con el apoyo de todos aquellos que
creen en la dignidad del hombre y su libertad en el mundo.

Artículo 18: La liberación de Palestina, desde un punto de vista internacional,


es una acción defensiva necesaria por las exigencias de la autodefensa. En
consecuencia, el pueblo palestino, deseoso como está de la amistad de todos
los pueblos, busca apoyo en los Estados amantes de la libertad y de la paz para
restaurar sus derechos legítimos en Palestina, restablecer la paz y la seguridad
en el país y permitir a su pueblo ejercer la soberanía y la libertad nacionales.

Artículo 19: La partición de Palestina en 1947 y el establecimiento del Estado


de Israel son totalmente ilegales, independientemente del paso del tiempo,
porque fueron contrarios a la voluntad del pueblo palestino y a su derecho
natural a su patria, e incompatibles con los principios plasmado en la Carta de
las Naciones Unidas; particularmente el derecho a la autodeterminación.

Artículo 20: La Declaración Balfour, el Mandato para Palestina y todo lo que


se ha basado en ellos se consideran nulos y sin efecto. Las afirmaciones de
vínculos históricos o religiosos de los judíos con Palestina son incompatibles
con los hechos de la historia y la verdadera concepción de lo que constituye la
condición de Estado. El judaísmo, al ser una religión, no es una nacionalidad

120
independiente. Los judíos tampoco constituyen una única nación con identidad
propia; son ciudadanos de los estados a los que pertenecen.

Artículo 21: El pueblo árabe palestino, que se expresa mediante la revolución


armada palestina, rechaza todas las soluciones que sustituyan la liberación total
de Palestina y rechaza todas las propuestas encaminadas a la liquidación del
problema palestino o su internacionalización.

Artículo 22: El sionismo es un movimiento político orgánicamente asociado


con el imperialismo internacional y antagonista de toda acción de liberación y
de los movimientos progresistas en el mundo. Es racista y fanático por natura-
leza, agresivo, expansionista y colonial en sus objetivos y fascista en sus mé-
todos. Israel es el instrumento del movimiento sionista y la base geográfica del
imperialismo mundial ubicada estratégicamente en medio de la patria árabe
para combatir las esperanzas de liberación, unidad y progreso de la nación
árabe. Israel es una fuente constante de amenaza para la paz en el Medio
Oriente y en todo el mundo. Dado que la liberación de Palestina destruirá la
presencia sionista e imperialista y contribuirá al establecimiento de la paz en el
Medio Oriente, el pueblo palestino busca el apoyo de todas las fuerzas progre-
sistas y pacíficas y las insta a todas, independientemente de sus afiliaciones y
creencias, para ofrecer al pueblo palestino toda ayuda y apoyo en su justa lu-
cha por la liberación de su patria.

Artículo 23: La demanda de seguridad y paz, así como la demanda de derecho


y justicia, requieren que todos los Estados consideren al sionismo un movi-
miento ilegítimo, proscriban su existencia y prohíban sus operaciones, a fin de
que se puedan preservar las relaciones amistosas entre los pueblos y salva-
guardar la lealtad de los ciudadanos a sus respectivas patrias.

Artículo 24: El pueblo palestino cree en los principios de justicia, libertad,


soberanía, autodeterminación, dignidad humana y en el derecho de todos los
pueblos a ejercerlos.

Artículo 25: Para la realización de los objetivos de esta Carta y sus principios,
la Organización de Liberación de Palestina desempeñará su papel en la libera-
ción de Palestina de conformidad con la Constitución de esta Organización.

Artículo 26: La Organización para la Liberación de Palestina, representante de


las fuerzas revolucionarias palestinas, es responsable del movimiento del pue-
blo árabe palestino en su lucha —para recuperar su patria, liberarla y regresar a
ella y ejercer en ella el derecho a la autodeterminación— en todos los ámbitos
militar, político, financiero y también para todo lo que pueda requerir el caso
palestino a nivel interárabe e internacional.

121
Artículo 27: La Organización de Liberación de Palestina cooperará con todos
los Estados árabes, cada uno según sus potencialidades; y adoptará una política
neutral entre ellos a la luz de las exigencias de la guerra de liberación; y sobre
esta base no interferirá en los asuntos internos de ningún Estado árabe.

Artículo 28: El pueblo árabe palestino afirma la autenticidad y la independen-


cia de su revolución nacional (wataniyya) y rechaza toda forma de interven-
ción, tutela y subordinación.

Artículo 29: El pueblo palestino posee el derecho legal fundamental y genuino


de liberar y recuperar su patria. El pueblo palestino determina su actitud hacia
todos los Estados y fuerzas sobre la base de las posiciones que adopta frente a
la revolución palestina para cumplir los objetivos del pueblo palestino.

Artículo 30: Los combatientes y portadores de armas en la guerra de libera-


ción son el núcleo del Ejército Popular que será la fuerza protectora de los
logros del pueblo árabe palestino.

Artículo 31: La Organización tendrá una bandera, un juramento de lealtad y


un Himno. Todo ello se decidirá conforme a un reglamento especial.

Artículo 32: Se anexará a la presente Carta un reglamento que se conocerá


como Constitución de la Organización de Liberación de Palestina. Establecerá
la forma en que se constituirá la Organización y sus órganos e instituciones; la
respectiva competencia de cada uno; y los requisitos de su obligación confor-
me a la Carta.

Artículo 33: Esta Carta no será enmendada salvo por [voto de] una mayoría de
2/3 del total de miembros del Congreso Nacional de la Organización de Libe-
ración de Palestina [adoptado] en una sesión especial convocada para ese pro-
pósito.

122
ANEXO 4

CARTA NACIONAL PALESTINA


(Al-Mithaq Al-Qawmi Al-Filastini)

Adoptada en la sesión fundacional


de la Organización de Liberación de Palestina
Jerusalén, 28 de mayo de 1964
Nosotros, el pueblo árabe palestino, que libramos batallas feroces y continuas
para salvaguardar su tierra natal, para defender su dignidad y honor, y que
ofrecimos a lo largo de los años caravanas continuas de mártires inmortales, y
que escribimos las páginas más nobles de sacrificio, ofrendas y donaciones.

Nosotros, el pueblo árabe palestino, que nos enfrentamos a las fuerzas del mal,
la injusticia y la agresión, contra las que las fuerzas del sionismo y el colonia-
lismo internacionales conspiran y trabajaron para desplazarlo, lo desposeemos
de su patria y propiedad, abusamos de lo que es sagrado en él y que, a pesar de
todo esto, se negaron a debilitar o someterse.

Nosotros, el pueblo árabe palestino, que creemos en su arabismo y en su dere-


cho a recuperar su patria, a realizar su libertad y dignidad, y que hemos decidi-
do acumular sus fuerzas y movilizar sus esfuerzos y capacidades para conti-
nuar su lucha y avanzar en el camino de la Guerra Santa (al-jihad) hasta que se
haya logrado la victoria completa y final.

Nosotros, el pueblo árabe palestino, basados en nuestro derecho a la legítima


defensa y la restauración completa de nuestra patria perdida, un derecho que ha
sido reconocido por los pactos internacionales y las prácticas comunes, inclui-
da la Carta de las Naciones Unidas, y en la aplicación de los principios de los
derechos humanos, y comprendiendo las relaciones políticas internacionales,
con sus diversas ramificaciones y dimensiones, y considerando las experien-
cias pasadas en todo lo que se refiere a las causas de la catástrofe, y los medios
para enfrentarla.

Y a partir de la realidad árabe palestina, y por el bien del honor del individuo
palestino y su derecho a una vida libre y digna.

123
Y dándonos cuenta de la grave responsabilidad nacional que se pone sobre
nuestros hombros, por el bien de todo esto.

Nosotros, el pueblo árabe palestino, dictamos y declaramos esta Carta Nacio-


nal Palestina y juramos darnos cuenta.

Artículo 1: Palestina es una patria árabe unida por fuertes lazos nacionales
árabes con el resto de los países árabes y que juntos forman la gran patria ára-
be.

Artículo 2: Palestina, con sus límites en el momento del Mandato Británico, es


una unidad territorial indivisible.

Artículo 3: El pueblo árabe palestino tiene el derecho legítimo a su tierra natal


y es una parte inseparable de la nación árabe. Comparte los sufrimientos y
aspiraciones de la Nación Árabe y su lucha por la libertad, la soberanía, el
progreso y la unidad.

Artículo 4: El pueblo de Palestina determina su destino cuando completa la


liberación de su tierra natal de acuerdo con sus propios deseos y libre albedrío
y elección.

Artículo 5: La personalidad palestina es una característica permanente y ge-


nuina que no desaparece. Se transfiere de padres a hijos.

Artículo 6: Los palestinos son aquellos ciudadanos árabes que vivían normal-
mente en Palestina hasta 1947, ya sea que permanecieron o fueron expulsados.
Todo niño que nació de un padre árabe palestino después de esta fecha, ya sea
en Palestina o fuera de ella, es palestino.

Artículo 7: Los judíos de origen palestino son considerados palestinos si están


dispuestos a vivir pacífica y lealmente en Palestina.

Artículo 8: Criar a los jóvenes palestinos de una manera árabe y nacionalista


es un deber nacional fundamental. Todos los medios de orientación, educación
e iluminación deben utilizarse para introducir a los jóvenes en su tierra natal de
una manera espiritual profunda que los unirá constante y firmemente.

Artículo 9: Las doctrinas ideológicas, ya sean políticas, sociales o económi-


cas, no distraerán al pueblo de Palestina del deber principal de liberar su tierra
natal. Todos los palestinos constituyen un frente nacional y trabajan con todos
sus sentimientos y potencialidades materiales para liberar su tierra natal.

124
Artículo 10: Los palestinos tienen 3 lemas: Unidad Nacional, Movilización
Nacional y Liberación. Una vez que se complete la liberación, el pueblo de
Palestina elegirá para su vida pública cualquier sistema político, económico o
social que quiera.

Artículo 11: El pueblo palestino cree firmemente en la unidad árabe, y para


desempeñar su papel en la realización de este objetivo, debe, en esta etapa de
su lucha, preservar su personalidad palestina y a todos sus constituyentes.
Debe fortalecer la conciencia de su existencia y postura y oponerse a cualquier
intento o plan que pueda debilitar o desintegrar su personalidad.

Artículo 12: La unidad árabe y la liberación de Palestina son 2 objetivos com-


plementarios; cada uno se prepara para el logro del otro. La unidad árabe con-
duce a la liberación de Palestina, y la liberación de Palestina conduce a la
unidad árabe. Trabajar para ambos debe ir uno al lado del otro.

Artículo 13: El destino de la nación árabe e incluso la esencia de la existencia


árabe están firmemente vinculados al destino de la cuestión de Palestina. De
este firme vínculo se deriva el esfuerzo y la lucha de la nación árabe para libe-
rar a Palestina. El pueblo de Palestina asume un papel de vanguardia en el
logro de este sagrado objetivo nacional.

Artículo 14: La liberación de Palestina, desde el punto de vista árabe, es un


deber nacional. Sus responsabilidades recaen en toda la nación árabe, los Go-
biernos y los pueblos, y los pueblos palestinos están a la vanguardia. Para este
propósito, la nación árabe debe movilizar sus potencialidades militares, espiri-
tuales y materiales; específicamente, debe dar al pueblo árabe palestino todo el
apoyo y respaldo posible y poner a su disposición todas las oportunidades y
medios para que puedan desempeñar su papel en la liberación de su patria.

Artículo 15: La liberación de Palestina, desde un punto de vista espiritual,


prepara para la Tierra Santa una atmósfera de tranquilidad y paz, en la que se
salvaguardarán todos los Lugares Santos, y la libertad de culto y de visita se
garantizará para todos, sin discriminación alguna de raza, color, idioma o reli-
gión. Por todo esto, el pueblo palestino espera con interés el apoyo de todas las
fuerzas espirituales del mundo.

Artículo 16: La liberación de Palestina, desde un punto de vista internacional,


es un acto defensivo necesario por las demandas de autodefensa como se esta-
blece en la Carta de las Naciones Unidas. Por eso, el pueblo de Palestina,
deseando hacerse amigo de todas las naciones que aman la libertad, la justicia
y la paz, espera con interés su apoyo para restaurar la situación legítima de
Palestina, establecer la paz y la seguridad en su territorio, y permitir que su
pueblo ejerza la soberanía y la libertad nacionales.

125
Artículo 17: La partición de Palestina, que tuvo lugar en 1947, y el estableci-
miento de Israel son ilegales y nulos y sin efecto, independientemente de la
pérdida de tiempo, porque eran contrarios a la voluntad del pueblo palestino y
su derecho natural a su tierra natal, y violaban los principios básicos incorpo-
rados en la Carta de las Naciones Unidas, entre los que se encuentra el derecho
a la autodeterminación.

Artículo 18: La Declaración Balfour, el Sistema de Mandatos de Palestina y


todo lo que se ha basado en ellos se consideran nulos y sin efecto. Las afirma-
ciones de los lazos históricos y espirituales entre los judíos y Palestina no están
de acuerdo con los hechos de la historia o con la verdadera base de una buena
condición de Estado. El judaísmo, porque es una religión divina, no es una
nacionalidad con existencia independiente. Además, los judíos no son un pue-
blo con una personalidad independiente porque son ciudadanos de sus Estados.

Artículo 19: El sionismo es un movimiento colonialista en su creación, agre-


sivo y expansionista en su objetivo, racista en sus configuraciones y fascista en
sus medios y objetivos. Israel, en su calidad de punta de lanza de este movi-
miento destructivo y como pilar del colonialismo, es una fuente permanente de
tensión y agitación en Medio Oriente, en particular, y para la comunidad inter-
nacional en general. Debido a esto, el pueblo de Palestina es digno del apoyo y
el sustento de la comunidad de naciones.

Artículo 20: Las causas de la paz y la seguridad y los requisitos del derecho y
la justicia exigen a todas las naciones, con el fin de salvaguardar las verdaderas
relaciones entre los pueblos y mantener la lealtad de los ciudadanos a su tierra
natal, que consideren el sionismo un movimiento ilegal y que protejan su pre-
sencia y actividades.

Artículo 21: El pueblo palestino cree en los principios de justicia, libertad,


soberanía, autodeterminación, dignidad humana y el derecho de los pueblos a
practicar estos principios. También apoya todos los esfuerzos internacionales
para lograr la paz sobre la base de la justicia y la libre cooperación internacio-
nal.

Artículo 22: El pueblo palestino cree en la coexistencia pacífica sobre la base


de la existencia legal, ya que no puede haber coexistencia con la agresión, ni
puede haber paz con la ocupación y el colonialismo.

Artículo 23: Al hacer realidad los objetivos y principios de este Convenio, la


Organización para la Liberación de Palestina lleva a cabo todo su papel para
liberar a Palestina de acuerdo con la ley básica de esta Organización.

126
Artículo 24: Esta Organización no ejerce ninguna soberanía territorial sobre
Cisjordania en el Reino Hachemita de Jordania, en la Franja de Gaza o en el
área de Ummah. Sus actividades serán a nivel popular nacional en los campos
de la liberación, la organización, la política y la financiación.

Artículo 25: Esta Organización está a cargo del movimiento del pueblo pales-
tino en su lucha por liberar su patria en todos los asuntos de liberación, organi-
zativos y financieros, y en todas las demás necesidades de la Cuestión Palesti-
na en las esferas árabe e internacional.

Artículo 26: La Organización de Liberación coopera con todos los Gobiernos


árabes, cada uno de acuerdo con su capacidad, y no interfiere en los asuntos
internos de ningún Estado árabe.

Artículo 27: Esta Organización tendrá su bandera, juramento y un himno


nacional. Todo esto se resolverá de acuerdo con regulaciones especiales.

Artículo 28: La ley básica de la Organización de Liberación de Palestina se


adjunta a esta Carta. Esta ley define la forma de establecer la Organización, sus
órganos, instituciones, las especialidades de cada uno de ellos y todos los de-
beres necesarios que se le imponen de acuerdo con esta Carta.

Artículo 29: Esta Carta no puede ser enmendada excepto por la mayoría de
2/3 de los miembros del Consejo Nacional de la Organización de Liberación
de Palestina en una sesión especial convocada para este fin.

127

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