Los 29 Principios Básicos Son
Los 29 Principios Básicos Son
Los 29 Principios Básicos Son
Índice
Principios Básicos para una Supervisión
Bancaria Eficaz
(Los Principios Básicos de Basilea)
Resumen
Los Principios Básicos para una supervisión bancaria eficaz (Principios
Básicos) son las normas mínimas de facto para la correcta regulación y
supervisión prudencial de bancos y sistemas bancarios. Desde su publicación
en 1997 por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (el Comité1), los
Principios Básicos sirven a los países como referencia para evaluar la calidad
de sus sistemas supervisores e identificar las medidas necesarias para
alcanzar niveles de calidad equiparables en las prácticas supervisoras. Los
Principios Básicos también los utilizan el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial en su Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF)
para comprobar la eficacia de los sistemas y prácticas de supervisión bancaria
en los distintos países.
El Comité revisó por última vez los Principios Básicos en octubre de 2006 en
colaboración con supervisores de todo el mundo. En su informe de octubre de
2010 titulado La respuesta del Comité de Basilea a la crisis financiera: informe
al G-20, el Comité anunció sus planes para revisar los Principios Básicos en el
marco de su labor continua para reforzar las prácticas de supervisión bancaria
mundiales.
En marzo de 2011, el Comité encargó al Core Principles Group 2 la revisión y
actualización de los Principios Básicos. En concreto, la revisión debía tener en
cuenta las evoluciones más significativas en los mercados financieros
mundiales y en el ámbito regulador desde octubre de 2006, incluidas las
lecciones 3 de la crisis relativas a la promoción de sistemas de supervisión
robustos. Se trataba de que los Principios Básicos siguieran siendo relevantes
para promover una supervisión bancaria eficaz en todo el mundo, que resistiera
el paso del tiempo y los cambios del entorno.
Durante la revisión, el Comité ha intentado alcanzar un equilibrio óptimo entre
elevar el baremo para una correcta supervisión y mantener la flexibilidad y
universalidad de los Principios Básicos. Al reforzar el concepto de
proporcionalidad, los Principios Básicos revisados y sus criterios de evaluación
se acomodan a una amplia gama de sistemas bancarios. Este enfoque
proporcionado también permite evaluar el cumplimiento de los Principios
Básicos en función del perfil de riesgo y la importancia sistémica de una amplia
variedad de bancos (desde grandes bancos internacionales hasta pequeñas
instituciones depositarias sencillas).
Tanto los Principios Básicos como su metodología de evaluación (Metodología
de los Principios Básicos 4 ) han logrado su propósito de ayudar a los países a
evaluar sus sistemas supervisores e identificar posibles ámbitos de mejora. Al
tiempo que se ha intentado preservar la continuidad y la comparabilidad en la
medida de lo posible, el Comité ha fusionado los Principios Básicos y la
metodología de evaluación en un único documento. El nuevo conjunto de 29
Principios Básicos se ha reorganizado con el fin de fomentar su
implementación mediante una estructura más lógica, comenzando por las
potestades, atribuciones y funciones del supervisor, seguido de las
expectativas supervisoras con respecto a los bancos, enfatizando la
importancia de un adecuado gobierno corporativo y gestión de riesgos, así
como el cumplimiento de las normas supervisoras.
Se han introducido mejoras sustanciales en los Principios Básicos a título
individual, en concreto en ámbitos que son necesarios para reforzar las
prácticas supervisoras y la gestión de riesgos. En consecuencia, algunos
criterios que hasta ahora eran adicionales han pasado a ser esenciales y en
otros casos se han añadido nuevos criterios de evaluación. Se han consagrado
grandes esfuerzos a intentar solucionar muchas de las significativas
deficiencias en la gestión del riesgo y otras vulnerabilidades destapadas por la
crisis.
Enfoque general
El primer Principio Básico establece la promoción de la seguridad y la solvencia
del sistema bancario como el objetivo principal de la supervisión bancaria. En
cada jurisdicción podrán atribuirse otras competencias al supervisor bancario
siempre y cuando no entren en conflicto con este objetivo principal6. Evitar
quiebras bancarias no debería ser un objetivo de la supervisión bancaria.
Debería serlo, en cambio, reducir la probabilidad de quiebra de un banco y su
impacto; entre otros medios, colaborando con las autoridades de resolución, de
modo que la eventual quiebra se produjera de forma ordenada.
Para lograr su propósito, los Principios Básicos deben poder aplicarse en muy
diversas jurisdicciones, cuyos sectores bancarios sin duda incluirán un amplio
espectro de entidades (desde grandes bancos con actividad internacional a
pequeñas entidades de depósito sin complejidad alguna). Los sistemas
bancarios pueden también ofrecer una amplia gama de productos o servicios, y
los Principios Básicos responden al objetivo general de atender a las diferentes
necesidades financieras. Para abarcar tan amplio alcance se adopta un
enfoque proporcionado, tanto en términos de expectativas sobre el desempeño
de las funciones de los propios supervisores, como sobre las normas que los
supervisores imponen a los bancos.
Las sucesivas revisiones de las actuales normas y orientaciones del Comité
buscarán fortalecer el régimen de regulación. Se insta a los supervisores a que
adopten las normas de supervisión internacional nuevas y actualizadas en
cuanto se publiquen.