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Dieta blanda

La dieta blanda es un tipo de alimentación que se caracteriza por incluir alimentos suaves,
fáciles de masticar y digerir. Se recomienda principalmente en situaciones donde la persona
presenta dificultades en la masticación o deglución, como en el caso de adultos mayores con
problemas dentales, falta de saliva o síndromes como la boca seca.

Esta dieta también se aconseja para pacientes con enfermedades específicas, como
intolerancia al gluten, intolerancia a la lactosa, diabetes u otras patologías que requieren una
alimentación especial y de consistencia suave o líquida. La relevancia de la dieta blanda se
destaca en el artículo de la Gaceta Dental, donde se menciona su importancia en pacientes
desdentados y en situaciones clínicas con alteraciones en la masticación y deglución. Además,
se resalta que la malnutrición es más común de lo que se piensa en la sociedad, ya sea por
exceso o por déficit de nutrientes, y que la dieta blanda debe ser correcta para minimizar el
riesgo de malnutrición.

Las elaborinas han revolucionado la forma de ofrecer una dieta blanda al permitir recrear
platos tradicionales con las mismas características de olor, sabor y nutrientes, variando
únicamente las texturas de los alimentos. Esto facilita la creación de menús variados y
apetitosos, contribuyendo a una alimentación más placentera y satisfactoria para el paciente,
como se destaca en el artículo de la Gaceta Dental. Por ejemplo, las elaborinas permiten
adaptar las comidas a las necesidades específicas de cada paciente, ofreciendo variedad de
sabores, texturas y presentaciones culinarias. Es esencial considerar las preferencias gustativas
y hábitos alimentarios al planificar una dieta, ya que esto contribuye a una mayor adherencia y
disfrute durante las comidas.

Dieta omnívora

La dieta omnívora, que abarca tanto alimentos de origen animal como vegetal, desempeña un
papel crucial en proporcionar una amplia variedad de nutrientes esenciales para el organismo.
Esta diversidad nutricional contribuye a mantener un equilibrio en la ingesta de proteínas,
grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para el funcionamiento óptimo del
cuerpo.

En países como España, la dieta omnívora es prevalente, si bien se ha observado que un


consumo elevado de carne roja dentro de esta dieta se asocia con un aumento de
trimetilamina-N-óxido (TMAO), incrementando el riesgo de aterosclerosis. Por ende, es crucial
considerar la calidad y cantidad de los alimentos de origen animal para reducir enfermedades
cardiovasculares.

Los alimentos clave en la dieta omnívora, como proteínas de origen animal (carne magra,
pescado), lácteos, huevos, frutas, verduras, cereales y legumbres, ofrecen una combinación de
nutrientes esenciales. Las proteínas animales son fundamentales para la construcción y
reparación de tejidos, los lácteos proporcionan calcio y vitamina D, y las frutas y verduras
aportan fibra, vitaminas y antioxidantes.

Sin embargo, la elección consciente de alimentos y la moderación son fundamentales,


especialmente en el consumo de carne roja y procesada. La atención a la calidad de los
alimentos, priorizando opciones no procesadas y bajas en grasas saturadas, es esencial para
mantener una dieta omnívora saludable.
La dieta omnívora refleja la adaptabilidad humana a diversas fuentes de alimentos, siendo una
opción equilibrada y accesible. Su importancia radica en la elección informada de alimentos
para mantener un equilibrio nutricional y fomentar la salud a largo plazo, evitando riesgos
asociados como el aumento de TMAO y el riesgo de aterosclerosis. La clave está en disfrutar de
la diversidad nutricional que ofrece la dieta omnívora mientras se adopta un enfoque
consciente y moderado en la selección de alimentos.

Dieta DASH

La dieta DASH, o Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión, ha demostrado ser efectiva
para reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular. Su énfasis en alimentos ricos
en potasio, calcio y magnesio ofrece una variedad de opciones deliciosas y saludables. Por
ejemplo, las espinacas y los plátanos son excelentes fuentes de potasio, mientras que
productos lácteos bajos en grasa, como el yogur, brindan una dosis adicional de calcio esencial.

La inclusión de pescado magro, como el salmón, en la dieta DASH proporciona ácidos grasos
omega-3 beneficiosos para el corazón. Las legumbres, como los frijoles y las lentejas, no solo
son ricas en proteínas, sino que también aportan fibra y nutrientes clave. Incorporar frutos
secos, como almendras o nueces, no solo agrega sabor y textura, sino que también contribuye
con grasas saludables. Esta dieta, respaldada por las Guías Alimentarias para los
Estadounidenses, limita el sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos. Al seguir la DASH, se
propone una restricción de sal a 2300 mg por día, pero una variante aún más saludable sugiere
limitarla a 1500 mg diarios. Por ejemplo, elegir opciones de snacks bajos en sodio, como palitos
de zanahoria con hummus, apoya los objetivos de la dieta.

Las porciones recomendadas en la DASH varían según las necesidades calóricas diarias,
fomentando la inclusión de una amplia gama de alimentos. Un ejemplo de ello es la posibilidad
de disfrutar de una porción de arroz integral, acompañada de verduras al vapor y una pechuga
de pollo a la parrilla. Esto no solo proporciona nutrientes esenciales, sino que también se
ajusta a las pautas de la dieta.

La DASH aborda el impacto del alcohol en la presión arterial, sugiriendo limitar el consumo
para mantener la salud cardiovascular. En lugar de cócteles azucarados, se pueden optar por
opciones más saludables, como una copa de vino tinto, que se ha asociado con beneficios
cardiovasculares. Un aspecto crucial de la DASH es la conciencia sobre el contenido de sal en
los alimentos. Al leer etiquetas, elegir opciones bajas en sodio y utilizar especias en lugar de
sal, se busca reducir la ingesta de sal. Esta dieta fomenta opciones frescas y naturales, como
verduras congeladas o frescas, carne magra y pescado sin piel. Además, al comer en
restaurantes, se aconseja seleccionar platos con menos sal y solicitar la omisión de sal en la
preparación.

Aunque adaptarse a una dieta DASH puede requerir tiempo para acostumbrarse a nuevos
sabores, los beneficios para la salud cardiovascular son significativos. La consistencia en la
elección de alimentos frescos y la reducción de alimentos procesados pueden influir
positivamente en la salud general a largo plazo. Adoptar este enfoque no solo promueve una
alimentación equilibrada, sino que también puede llevar a una preferencia sostenida por
opciones más saludables, mejorando así la calidad de vida.
Bibliografías

De Parga, J. A. M. V., Viñuela, A. C., de Parga, F. M. V., Fernández, M. D. G., & Morales, M. B. L.
(2015). Dieta blanda en los desdentados y situaciones clínicas con alteraciones en la
masticación y deglución. Gaceta dental: Industria y profesiones, (269), 108-113.

Sarrión Berná, R. (2020). Prevención de aterosclerosis basada en la dieta omnívora,


ovolactovegetariana y vegana.

Dieta DASH: alimentación saludable para disminuir la presión arterial. (2023, agosto 2). Mayo
Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-
depth/dash-diet/art-20048456

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