Cristo Nuestra Justicia en Cuatro Puntos
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Cristo Nuestra Justicia en Cuatro Puntos
La Justificación por la Fe
Hoy, se difunden numerosos errores entre el pueblo de Dios sobre la
justificación por la fe, la santificación y otras doctrinas de salvación.
Como resultado, muchos miembros son engañados y cautivados por
errores inexcusables, la mayoría de los cuales se originaron en las
iglesias del mundo, que conocemos como Babilonia. En cuanto a la
justificación, la sierva del Señor nos dijo: “El enemigo de Dios y del
hombre no quiere que esta verdad sea presentada claramente; porque
sabe que si la gente la recibe plenamente, habrá perdido su poder sobre
ella” (Exaltad a Jesús, p. 150).
Desde Nueva Zelanda Elena White escribió a, A. T. Jones, uno de los dos
hombres que presentaron a la iglesia la verdad acerca de la justificación
por la fe en 1888. Para el año 1893, éste ya había empezado a
proclamar una y otra vez “No hay condiciones”. El Señor le mostró su
error a Elena White en una visión. De su carta a Jones, se saca la
siguiente cita: “Hay condiciones para que recibamos la justificación, la
santificación y la justicia de Cristo” (Mensajes Selectos, t. 1, p. 442).
Esto es muy importante porque Jesús le dice a los que no han sido
perdonados ¡“Nunca os conocí!”. ¿Porqué? “No os habéis arrepentido
genuinamente delante de Dios por la trasgresión de su santa ley y no
podéis tener fe genuina en mí, porque mi misión fue exaltar la ley de
Dios” (Mensajes Selectos t. 1, p. 281).
Cristo le dijo a Nicodemo: antes que puedas ver el reino de Dios, “debes
nacer de nuevo”. Cuando Dios perdona a un hombre, le proporciona un
nuevo corazón, un nuevo nacimiento. “Os daré un corazón nuevo, y
pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” (Ezequiel 36: 26).
Muchos no se dan cuenta que la justificación por la fe, incluye el nuevo
nacimiento, que obra una nueva mente, un nuevo pensamiento, porque
la inspiración revela claramente esta verdad: “Ser perdonados en la
forma en que Cristo perdona es no solamente ser perdonados, sino ser
renovados en el espíritu de nuestra mente” (Mensajes Selectos, t. 3, p.
217).
La paz del cielo inunda el alma con la justificación,. Pablo nos dice: “Así,
habiendo sido justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio
de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5: 1).
Pero, alguien puede preguntar: ¿Cómo puedo saber si estoy bien con
Cristo? ¿Cómo puedo saber que Jesús con su justicia mora en mi
corazón y en mi mente? “La justicia exterior da testimonio de la justicia
interior” (Mensajes para los Jóvenes, p. 32).
Con razón Pablo exclama: “Estad siempre gozosos. Dad gracias por
todo, porque ésta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús”
(1 Tesalonicenses 5:16, 18).
Con razón Elena de White proclama: “Predícala, ora por ella, cántala”
(Signs of the Times, September 4, 1893).. Oremos: Amado Padre, que
cada uno de nosotros experimentemos en este momento esta vital
justificación por la fe. Que Cristo more en nuestros corazones. En el
nombre de nuestro precioso Salvador Jesús, Amén.
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Los nombres de algunas de estas iglesias son: The Center for Creative
Activity [El Centro de Actividad Creativa], esta iglesia está en Nebraska,
The Hamilton Community Church [la iglesia de la Comunidad de
Hamilton], en Tennessee, The New Church Plant [la Nueva Planta de la
Iglesia], en Canadá. The New Hope Church [Nueva Esperanza], en
Maryland. The New Life Celebration Fellowship [Comunidad de
Celebración de Vida Nueva], en Oregon. The New Life Christian
Fellowship [Comunidad de Nueva Vida Cristiana], en Washington. The
Oasis Christian Center [Centro Cristiano Oasis] y The Sun Valley
Fellowship [Comunidad del Valle del Sol], en Canadá y South Hills Bible
Fellowship [Comunidad Bíblica Colinas del Sur], en Pensylvania.
¿Hacen estas acciones que la iglesia adventista sea babilonia? ¡No, mil
veces no! Vea Testimonio para los Ministros las primeras sesenta y dos
páginas. Sin embargo, es sólo debido a un pequeño remanente según
Isaías 1: 9, que no somos babilonia, somos el israel apóstata. Estas
asociaciones locales e iglesias locales están ahora en babilonia. Allí
permanecerán, a menos que por un milagro de la gracia de Dios lo
busquen con profundo arrepentimiento. Pero la iglesia adventista del
séptimo día limpia y purificada es todavía la depositaria de su verdad,
(su ley y el mensaje de los tres ángeles) triunfará gloriosamente. Su
conquista será lograda según Isaías 42 en el poder de Dios, por medio
de la fidelidad y del celo evangélico de un pequeño remanente.
No sólo estoy de acuerdo con el pastor Pearson sino que creo que
nosotros estamos en la crisis omega ahora, este no es otro que el
trabajo del espiritismo, que ha invadido la verdadera iglesia de Dios.
“No nos dice que los probemos por sus suaves palabras ni su exaltada
profesión de fe. Se los ha de juzgar por la Palabra de Dios. ‘¡A la ley y al
testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido’. “Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas que te hacen divagar
de las razones de sabiduría”. ¿Qué mensaje traen estos maestros? ¿Nos
hace venerar y temer a Dios? ¿Nos hace manifestar amor, hacia él
mediante la lealtad a sus mandamientos? Si los hombres no sienten la
obligación de observar la ley moral, si se burlan de los preceptos de
Dios; si traspasan aun el menor de sus mandamientos y así enseñan a
los hombres, no tendrán ningún valor a los ojos del cielo. Podemos
saber que sus pretensiones carecen de fundamento.
Muy pocos en la iglesia hoy tienen idea de cómo empezó todo esto.
Créanlo o no, es un hecho. Celebración nació en el consejo y corazón del
Vaticano, al principio de la década del sesenta. Tan pronto estas
decisiones de Vaticano II fueron publicadas, la Asociación General
empezó a llevar a cabo seminarios de Celebración alentando a nuestros
pastores a conducir servicios de celebración de adoración dentro de
nuestras iglesias. El documento papal declara que “el culto celebración
será observado por todas las iglesias para volver al redil, que es ‘un
pastor, el Papa’. Este documento declara, además: “toda la humanidad
se unirá en un redil, es decir, la Iglesia Católica Romana”. Ese es el
objetivo de Celebración.
7. ¿Cuál es la razón para adorar al que hizo los cielos y la tierra, la mar
y las fuentes de las aguas? Dios eligió una manera en la que podemos
adorarlo. Dios nos dice que santifiquemos el día sábado como un día
especial en memoria de su creación y redención, pero el propósito,
objetivo y blanco del movimiento celebración, de acuerdo con el
Vaticano II, es observar el domingo y reconocer al Papa como el Vicario
de Jesucristo y someterse a él.
8. El mensaje del segundo ángel dice: “ha caído Babilonia”, ¿por qué ha
caído Babilonia? Porque Babilonia rechazó las verdades bíblicas.
Apocalipsis 18: 2, describe la condición de Babilonia en los últimos días,
“Y clamó con potente voz: ‘¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Y se ha
vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu impuro, y
albergue de toda ave sucia y aborrecible’”. Las iglesias caídas, católicas
y protestantes, atacan nuestro mensaje final con el movimiento
celebración. La Biblia dice: “habitación de demonios”, por supuesto Dios
todavía tiene, en estas iglesias, algunos individuos que son sus hijos.
Nuestro mensaje, especialmente en el tiempo del fuerte pregón es y
será: “¡Salid de ella, pueblo mío!” (Apocalipsis 18:4).
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Oremos para que Dios nos ayude a entender este precioso don de la
justicia de Cristo que justifica y santifica. Amante Padre: en nuestro
tema anterior hemos aprendido la preciosa verdad que gracias a la
justicia de Cristo, podemos empezar la vida eterna aquí y ahora. Por
esto, alabamos tu nombre y te suplicamos que en este mensaje, el
Espíritu Santo nos ayude a comprender cómo podemos obtener el
derecho y la idoneidad para el cielo y estar preparados para vivir en la
tierra nueva con Jesús. Te lo pedimos en el nombre de tu amado hijo,
Amén.
Sin duda, alguna vez visitaron una casa donde todo estaba impecable,
las alfombras sin manchas, las paredes recién pintadas, no había platos
sucios en la pileta y las ventanas hermosas y limpias relucían a la luz del
sol. En el dormitorio, no había arrugas en la colcha. En realidad, toda la
casa estaba tan limpia y atrayente que les hubiera gustado vivir allí. En
este versículo, encontramos que Jesús no se está refiriendo a alfombras,
ni ventanas, ni muebles, sino a su iglesia. Nosotros somos la iglesia que
él describe, y Dios tiene un propósito final para su pueblo. Él quiere que
cada miembro de su iglesia llegue a ser santo y sin mancha y cuando se
cumpla este objetivo, su iglesia será gloriosa, sin mancha ni arruga
¡Alabado sea Dios, este blanco será alcanzado! Leemos: “Porque ésta es
la voluntad de Dios, vuestra santificación” (1 Tes. 4:3).
¿Cómo puedo presentar este proceso en una forma tan simple que hasta
los niños lo puedan comprender? He aquí una ilustración bíblica.
Tomemos el ejemplo de Juan, un discípulo de Cristo.
“Así debe ser con todos los que contemplan a Jesús. Cuanto más nos
acerquemos a él y cuanto más claramente discernamos la pureza de su
carácter, tanto más claramente veremos la extraordinaria gravedad del
pecado y tanto menos nos sentiremos tentados a exaltarnos a nosotros
mismos. Habrá un continuo esfuerzo del alma para acercarse a Dios;
una constante, ferviente y dolorosa confesión del pecado y una
humillación del corazón ante él. En cada paso de avance que demos en
la experiencia cristiana, nuestro arrepentimiento será más profundo.
Conoceremos que la suficiencia solamente se encuentra en Cristo, y
haremos la confesión del apóstol: ‘Y yo sé que en mí (es a saber, en mi
carne) no mora el bien’. ‘Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz
de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a
mí, y yo al mundo’” (Romanos 7: 18; Gál. 6: 14.) (Los Hechos de los
Apóstoles, p. 449).
Y ¡qué tremendo es este poder que está disponible para todos nosotros!
“Los hombres pueden tener un poder para resistir el mal: un poder que
ni la tierra, ni la muerte, ni el infierno pueden vencer; un poder que los
colocará donde pueden llegar a ser vencedores como Cristo venció. La
divinidad y la humanidad pueden combinarse en ellos” (Ibíd. p. 479).
“El tiempo de prueba nos llega a todos, ¿cómo nos conduciremos bajo la
prueba y el escrutinio de Dios? ¿Se apagarán nuestras lámparas o las
mantendremos encendidas?” (Review and Herald, Libro 3, p. 292).
Consideren los hechos. Las cinco vírgenes prudentes, tenían aceite extra
para sus lámparas. Cuando las vírgenes insensatas les pidieron que
compartieran su aceite, ellas rehusaron. ¿Porqué? Porque “El aceite es la
justicia de Cristo. Representa el carácter, y el carácter no es
transferible” (Testimonio para los Ministros, p. 236). El aceite del
Espíritu Santo, cambia el carácter por medio del proceso de la
santificación. Por lo tanto, las vírgenes prudentes estaban preparadas
para el cielo, y prontas para el esposo.
Mis amados, ¿Son ustedes vírgenes prudentes? ¿Se dan cuenta de este
valioso regalo de justicia? ¿Ruegan a Dios diariamente por su justicia?
¿Permiten que la justicia impartida cada día transforme su carácter?
¿Anticipan cada día la venida de Cristo, para poder ir al cielo con él
porque están preparados para vivir en la presencia de los santos ángeles
donde nunca más pecarán?
“Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a
cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo fiel y
recibirán la lluvia tardía, y estarán preparados para la traslación” (Joyas
de los testimonios, t. 1, p. 65).
Oremos. Amado Padre, por favor revélanos los pecados que no hemos
confesado, para que al arrepentirnos y pedir perdón, supliquemos que la
justicia imputada los cubra. Te imploramos que, por medio de tu justicia
impartida, nos prepares diariamente para que podamos estar entre las
vírgenes prudentes y prepararnos para vivir sin pecado en el cielo. En el
nombre de Jesús, Amén.
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Los 144.000
Hay muchas preguntas concernientes a los 144.000, algunas pueden ser
respondidas otras no. Por ejemplo. ¿Es el número 144.000 literal o
simbólico? ¿Están sellados antes o después de la lluvia tardía?
¿Convertirán ellos a una gran multitud a la verdad de Dios? ¿Por qué
serán trasladados sin morir? Y ¿cuáles son las características necesarias
en el desarrollo del carácter para ser parte de ellos?
“Entonces vi a otro ángel que subía del este, y tenía el sello del Dios
vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles, que habían recibido poder
de dañar la tierra y el mar, y les dijo: "No dañéis la tierra, ni el mar, ni
los árboles, hasta que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro
Dios". Y oí el número de los sellados: y fueron 144.000 sellados de
todas las tribus de Israel” (Apocalipsis 7:1,2-4).
Más que ninguna generación anterior ellos llegarán a ser más y más
como Cristo en carácter. Alcanzarán una madurez de carácter que
revelará que han ganado la victoria sobre el mal. Tan intenso será su
odio por el mal que preferirán morir antes de cometer pecado. La
diferencia no estará en el estándar de salvación sino en la calidad de
desarrollo de carácter que hayan obtenido. Con este mismo propósito,
Dios nos ha dado algunos ejemplos bíblicos, para que podamos clarificar
y comprender mejor esta diferencia. Empecemos con el ejemplo de
Moisés: “Moisés, cansado por cuarenta años de peregrinación e
incredulidad, perdió por un momento su confianza en el Poder infinito.
Fracasó precisamente en los lindes de la tierra prometida” (Profetas y
Reyes, p. 127).
Hay otra cita: “Si la vida de Moisés no se hubiera manchado con aquel
único pecado que cometió al no dar a Dios la gloria de sacar agua de la
roca en Cades, él habría entrado en la tierra prometida y habría sido
trasladado al cielo sin ver la muerte” (Patriarcas y Profetas, p. 510).
Sabemos que Moisés murió, pero después de unos pocos días, Dios lo
resucitó y lo llevó al cielo para que fuera un prototipo de los santos
resucitados. Un modelo de los que se arrepienten y que no les será
permitido pasar por las circunstancias del tiempo del fin y de la gran
tribulación. Por otro lado Enoc fue el prototipo de los santos vivos, de
los 144.000. Observen su antecedente, la Biblia dice que caminó con
Dios por trescientos años antes de ser trasladado” (Génesis 5:21,22).
Por lo tanto Elías pasó varios años demostrando que él era un leal y
santo siervo del Señor antes de ser trasladado. Y es por eso que Dios
pudo declarar: “Elías fue un símbolo de los santos que vivirán en la
tierra en ocasión del segundo advenimiento de Cristo, y que serán
"transformados, en un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta"
(1 Corintios 15: 51, 52), sin pasar por la muerte” (Profetas y Reyes, pp.
169, 170). ¿Por qué es necesario que los santos vivos trasladados, sean
diferentes con respecto al desarrollo de su carácter, y obtengan una
madurez tal, que jamás vuelvan a pecar? Y ¿En qué consistirá que esa
madurez sea una necesidad absoluta?
Quizás debo repetir esta última frase “Esta es la condición en que deben
encontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angustia”.
Espero que esto, esté haciendo que usted y yo pensemos sobriamente,
porque; para que cualquiera pueda vivir en esta tierra sin un mediador,
debe lograr la misma condición sin pecado que vivió Cristo mientras
estaba en esta tierra. Consideremos un momento a Cristo en el
Getsemaní, “Cristo asumía ahora una actitud diferente de la que jamás
asumiera antes... Hasta entonces había obrado como intercesor por
otros; ahora anhelaba tener un intercesor para sí.
¡Alabado sea Dios! Me gusta eso. A menos que los santos sigan el
ejemplo de Cristo uniendo su humanidad con la divinidad estarán entre
los perdidos que serán consumidos en la venida de Cristo; es
absolutamente necesario que tengan una preparación especial, porque
la gloria de Dios destruye todo, pecado y pecadores; no puede existir
pecado en la presencia visible de Cristo porque la gloria de Dios es un
fuego consumidor.
La Biblia es muy específica cuando dice que la misma presencia de Dios
consumirá a todos los que se encuentran en pecado: “Entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el aliento de su
boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Tes. 2:8).
Elena de White nos informa: “Las abominaciones por las cuales los fieles
suspiraban y lloraban, eran todo lo que podían discernir los ojos finitos;
pero los pecados mucho peores, los que provocaron los celos del Dios
puro y santo, no estaban revelados. El gran Escrutador de los corazones
conoce todo pecado cometido en secreto por los obradores de iniquidad”
(Testimonios, t. 2, p. 66).
Parte 2
Oremos. Amado Padre, este puede ser el sermón más importante que
jamás haya predicado. Este mensaje se compromete a revelar el blanco
que cada uno de nosotros debe alcanzar si hemos de ver tu rostro y
estar con vida en la segunda venida de Cristo.
En Joel 2:24 explica que cuando caiga la lluvia tardía “las eras se
llenarán de trigo” ¡Alabado sea el Señor! Pero tengamos en cuenta que
es absolutamente necesario que estos santos vivos reciban ambas, la
lluvia temprana y la tardía. “Si no progresamos, si no nos colocamos en
la actitud de recibir tanto la lluvia temprana como la tardía, perderemos
nuestras almas, y la responsabilidad descansará a nuestra propia
puerta” (Testimonios para los Ministros, p. 517). “La maduración del
grano representa la terminación de la obra de la gracia de Dios en el
alma. Por el poder del Espíritu Santo la imagen moral de Dios ha de ser
perfeccionada en el carácter. Hemos de ser totalmente transformados a
la semejanza de Cristo.
Así que la lluvia tardía logrará en los santos una labor más avanzada de
refinamiento o de perfección del carácter. Esto no sólo preparará a la
iglesia para la venida de Cristo, como fue declarado en la cita anterior,
sino también: “La lluvia tardía es la que los revive y fortalece para que
puedan pasar por el tiempo de angustia” (Eventos de los Últimos Días,
p. 205).
Quizás el primer trabajo de la lluvia tardía, será sellar a los santos vivos
con el sello del Dios vivo en sus frentes. Sin embargo, observen esta
cita “Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras
nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar
los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda
contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó
la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés” (Joyas
de los Testimonios, t. 2, p. 69).
Por favor noten otra vez estas palabras. Toda contaminación debe ser
lavada en la sangre del cordero. Entonces y solamente entonces, la
lluvia tardía caerá sobre el pueblo de Dios. Entonces y solamente
entonces, el pueblo de Dios recibirá el sello del Dios viviente.
“¿Será puesto este sello sobre los que tienen impura la mente, sobre el
fornicario, el adúltero, el hombre que codicia la mujer de su prójimo?
Que vuestras almas contesten la pregunta: ¿Corresponde mi carácter a
las calificaciones esenciales para que pueda recibir un pasaporte a las
mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que estén listos para
ellas? La santidad debe estar impresa en nuestro carácter” (Testimonios
para Ministros, p. 454).
Otra vez esta verdad cortante se presenta con voz alta y clara: “Los que
reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia
deben reflejar plenamente la imagen de Jesús” (Los Primeros Escritos,
p. 71).
Después que los santos son sellados, sus caracteres van a “permanecer”
sin pecado, como lo fueron en el momento de ser sellados: “Cuando se
promulgue el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá
puro y sin mancha para la eternidad” (Joyas de los Testimonios, p. 71).
¿No es esto maravilloso? Dios tiene un plan. El sello de Dios es una
marca imborrable, que los ángeles pueden leer pero no los hombres. Es
una marca permanente que nunca será removida. “Y aun después que
los santos han sido sellados con el sello del Dios vivo, sus elegidos
pasarán individualmente por pruebas. Vendrán aflicciones personales;
pero el horno es estrechamente vigilado por un ojo que no permitirá que
el oro sea consumido. La indeleble, marca de Dios está sobre ellos. Dios
puede alegar que su propio nombre está escrito allí, El Señor los ha
sellado. Su destino está escrito: ‘DIOS, LA NUEVA JERUSALÉN’.
Se nos advierte que en el tiempo del fin, “muchos serán mártires por
causa de Cristo al permanecer firmes en favor de la verdad” (Mensajes
Selectos, t. 3 p. 154). Estos mártires resucitarán con el mismo nivel de
madurez de carácter que los ciento cuarenta y cuatro mil porque
prefirieron morir antes que pecar. Esto, ellos lo demostraron al ser
mártires por Cristo. Noten que cerca del trono, estarán aquellos que una
vez fueron muy celosos en la causa de Satanás, y cerca de ellos estarán
los ciento cuarenta y cuatro mil y los mártires, y después de ellos, se
encontrará la gran multitud de Apocalipsis 7: 9. El sufrimiento ha sido
parte del pueblo de Dios desde los días de Abel el mártir. Ninguno, que
como Moisés no haya escogido sufrir aflicción con el pueblo de Dios,
estará allí. El profeta Juan, vio la multitud de los redimidos y preguntó
quienes eran. La pronta respuesta fue: “Estos son los que han venido de
gran tribulación y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la
sangre del Cordero” (Joyas de los Testimonios, p. 415).
Observen que la gran multitud así como los ciento cuarenta y cuatro mil,
“han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero”.
Los ciento cuarenta y cuatro mil, forman un grupo que se puede contar.
La gran multitud que nadie puede contar, incluye a todos los santos
resucitados de todas las edades, incluyendo los mártires. Esto es todo
en cuanto a estas preguntas.
Ahora volvemos al tema de los santos señalados, los ciento cuarenta y
cuatro mil. Inmediatamente después del sellamiento, los santos darán el
fuerte clamor del mensaje del tercer ángel al mundo. La inspiración nos
dice, que como resultado del fuerte clamor, grandes multitudes serán
convertidas.
“El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por
medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios... A
pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de
personas se alistará en las filas del Señor” (El Conflicto de los Siglos, p.
670).
“El Espíritu... será derramado sobre los que cedan a sus impulsos...
multitudes abrazarán la fe y se unirán al ejército del Señor” (Recibiréis
Poder, p. 156).
¡Oh, qué día será ese! ¡Qué maravilloso! Pero, ¿Qué sabemos de esos
nuevos conversos? ¿Tendrán tiempo para perfeccionar el desarrollo del
carácter necesario como para encontrarse con Jesús y vivir? El Espíritu
de Profecía responde a esta pregunta: “Pero ahora el tiempo está casi
agotado, y lo que hemos tardado años en aprender, ellos tendrán que
aprenderlo en pocos meses” (Primeros escritos, p. 67).
Además los ciento cuarenta y cuatro mil santos vivos, tendrán otra
función. Darán una evidencia máxima a todo el universo, al demostrar
en sus vidas el amor de Dios y su justicia impartida en ellos. En el
tiempo del fin, Dios describe la justicia de Cristo en sus caracteres,
como “la justicia de los santos”, porque la escritura dice: “Y le fue dado
que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino
representa las obras justas de los santos” (Apocalipsis19: 8). Sin
embargo, los santos serán enteramente concientes que no tienen
justicia intrínseca en ellos, que su propia justicia es como trapos de
inmundicia. Saben que los hermosos ropajes de boda que están usando,
fueron otorgados por el Rey de reyes. Declararán de sí mismos: “En mí,
no hay justicia propia, pero Cristo es mi justicia” (Review and Herald,
August 5, 1890).
Así, por medio del carácter de los santos, Dios demostrará su propia
justicia al universo. “En aquel tiempo, el Retoño del Eterno será para
hermosura y gloria, y el fruto de la tierra será la grandeza y la honra de
los librados de Israel. El que quede en Sión, y el que sea dejado en
Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén inscritos
entre los vivientes” (Isaías 4: 2, 3).
Cuando venga Jesús, los ciento cuarenta y cuatro mil señalados, verán
que se abren las tumbas de los justos y reconocerán a seres amados
que son resucitados.
Ahora, por esto aprendemos que los ciento cuarenta y cuatro mil
recibirán honor especial por toda la eternidad. Eso es debido a la
madurez del carácter que desarrollaron aquí en esta tierra. Van a seguir
al cordero a donde vaya. ¡Qué honor puede ser mayor!
Así que por esto aprendemos que los mártires, también recibirán honor
especial, ¡alabado sea Dios!
Y por último, pero no por eso con menor importancia, uno de los logros
más importantes de los ciento cuarenta y cuatro mil, es que ellos
vindicarán a Dios: “Satanás declaró en su sinagoga que ni una sola alma
humana mantendría su lealtad a los mandamientos de Dios. Una sola
que se salvara probaría que esta afirmación era falsa” (Alza tus ojos, p.
221).
Pero aquí están ellos, Maravilla de Maravilla. No solo uno, sino todo un
grupo de hombres y mujeres que probarán al mundo que Satanás es un
mentiroso. Ante todo el universo probarán que el hombre puede guardar
los mandamientos de Dios, por medio del poder de la gracia divina aun
a través de las mayores perplejidades y circunstancias. Esta última
generación, los más débiles de los débiles, darán la más fuerte y
convincente demostración que haya sido proporcionada al universo.
Estos santos están descritos por Juan: “¡Aquí está la paciencia de los
santos, los que guardan los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús!”
(Apocalipsis 14:12). Por eso Cristo declara que Satanás es un
mentiroso, porque hay ciento cuarenta y cuatro mil santos vivos para
demostrarlo, que han guardado la ley de Dios y en sus bocas no ha sido
hallado engaño. “Y en sus bocas no se halló engaño, porque son sin
mancha.” (Apocalipsis 14: 5).
Oremos. Amado padre, permite que estemos tan preparados ahora, día
tras día, para ser dignos de formar parte de esa gran multitud que
alabará tu nombre para siempre. Y, Padre, habilítanos para que
podamos llegar a ser como tu precioso hijo, en obediencia y carácter,
para que si estamos con vida, por tu gracia hasta la segunda venida,
podamos ser contados entre los ciento cuarenta y cuatro mil. En el
nombre de Jesús, Amén.
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