Ciudadanía Organizada en La Democracia Boliviana
Ciudadanía Organizada en La Democracia Boliviana
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Ciudadanía organizada
en la democracia boliviana
Ciudadanía organizada
en la democracia boliviana
© 2023 Konrad Adenauer Stiftung e.V.
Prólogo......................................................................................................... 11
[5]
6 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Creemos firmemente que el trabajo con jóvenes y con instancias no estatales es,
también, trabajar en pro de una democracia saludable. Como se menciona líneas
antes, un elemento fundamental para lograr la democracia saludable es contar con
[11]
12 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Esta motivación, que con el paso del tiempo se convirtió en una necesidad, de
comprender la relación tan única entre la ciudadanía boliviana con el Estado, ha
motivado la realización de la presente publicación. Bolivia es un país con alto nivel
asociativo entre sus ciudadanos. Como se podrá observar en uno de los capítulos
de este libro, la asociatividad se ha convertido en un mecanismo que fortalece al
ciudadano en su interacción con los distintos niveles del Estado. Llama nuestra
atención la relevancia que tomaron algunas instancias como la Central Obrera
Boliviana, en procesos que determinaron la recuperación de la democracia en
Bolivia, y como en tiempos más recientes, organizaciones de corte agrario por
un lado y de representación de demandas más urbanas por el otro, han moldeado
los procesos democráticos desde las calles y no desde las instancias formalmente
establecidas por el paraguas normativo e institucional.
más bien integrarse al parámetro institucional marcado por el Estado y por otras
organizaciones no estatales. En esta parte se encuentra un análisis del espacio
virtual como nueva plataforma de participación ciudadana; asimismo, están las
organizaciones de jóvenes caracterizadas por su relación con espacios de formación
dotados por la cooperación internacional en Bolivia así como algunas institucio-
nes estatales que agrupan a jóvenes. La publicación cierra con la presentación de
plataformas ciudadanas ligadas al que hacer medioambiental. Este último capítulo
además de hacer una reseña del movimiento ambientalista en Bolivia, permite
ver el entramado estructural de las plataformas ciudadanas, que de cierto modo
responden a necesidades coyunturales y logran traspasar barreras temporales,
pero sin consolidar una forma única de organización interna.
Espero que esta publicación, al igual que el resto del trabajo que realiza la Fun-
dación Konrad Adenauer, aporte al fortalecimiento de los actores democráticos
en Bolivia.
[15]
16 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Así, los movimientos sociales tradicionales o preexistentes que marcaron los esce-
narios más importantes de transformación durante el siglo xx, como la Central
Obrera Boliviana, los sindicatos campesinos e indígenas, o también el comiteísmo
2 Esta definición es una síntesis del pensamiento de los autores clásicos sobre el tema. Cfr.
Tarrow en Cerva 2020, Mc Adam, Mc Carthy, Tarrow, Tilly, Melluci, Touraine y muchos
otros en Mc Adam et. al. 1999.
18 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Una breve mirada a los datos sobre conflictividad social en Bolivia3 revela la pre-
sencia de los actores más importantes, sus repertorios de movilización y demandas
en las últimas décadas. Así, los principales actores después de la recuperación de la
democracia fueron los obreros, campesinos y el sector del empleo público, sobre
todo trabajadores en salud y el magisterio, y en menor medida los actores veci-
nales y territoriales; sin embargo, la intensidad de las movilizaciones ha variado
en las últimas décadas. Por ejemplo, la Central Obrera Boliviana que rea intensa
durante los primeros gobiernos democráticos, vale decir de los presidentes Siles
Zuazo y Paz Estensoro, hacia fines del siglo xx descendió y prácticamente cayó
en picada durante los sucesivos gobiernos del mas. Del mismo modo, el actor que
generó mayor cantidad de conflictos en el sector asalariado fue el de empleados del
sector público en los ochenta y noventa, su actividad descendió también a inicios
de siglo y en las últimas dos décadas. En cambio, de manera inversa, la actividad
de los gremialistas, los cívicos y los vecinos se incrementó en relación con la fase
inicial de la democracia. Finalmente, los campesinos e indígenas que se habían
movilizado durante la denominada democracia pactada, continuaron actuando en
las últimas décadas con demandas distintas.
Las explicaciones sobre estas variaciones son diversas, y dependen de cada sector.
Por ejemplo, en el caso de la cob, esta pierde intempestivamente su tradicional
potencia debido a las políticas de relocalización minera de mediados de los ochenta,
pero su caída es más llamativa durante los gobiernos del mas y esto se debe en
gran medida, a que las dirigencias fueron cooptadas por el poder político, neu-
tralizando su capacidad de confrontación y protesta. Los gremialistas y cívicos en
cambio, incrementan sus protestas en los últimos años porque no comulgan con
las políticas del actual gobierno y ejercen resistencia en defensa de sus intereses
corporativos o territoriales.
A partir de estas reflexiones, una primera sección del texto está orientada a ana-
lizar las trayectorias y situación de los principales actores sociales –en ocasiones
constituidos en movimientos– en Bolivia, como la Central Obrera y los pueblos
indígenas y campesinos, que han confluido en varios momentos cuestionando el
orden social y político, y las características restrictivas del sistema democrático
representativo, del que paradójicamente luego pasan a formar parte, mediante su
acceso al poder de manera directa o indirecta.
ochenta y noventa del siglo pasado hasta el presente. Afirma que su activación
fue una respuesta a la histórica situación de exclusión y desatención por parte
del Estado a sus demandas primigenias de tierra y territorio y de respeto a sus
derechos comunitarios desde la colonia. La autora da cuenta de las similitudes y
diferencias entre ambas y de la lucha sostenida por incorporar sus reivindicaciones
en la nueva Constitución. Si bien lograron cambiar el rostro del Estado hacia el
reconocimiento de la plurinacionalidad, paradójicamente al cabo de 16 años de
gobierno “indígena” del mas, estas organizaciones se encuentran hoy debilita-
das, divididas y marginadas del poder político. Sin embargo, al mismo tiempo
revela que se estarían produciendo procesos evidentes, aunque todavía aislados,
de rearticulación a nivel local.
Por su parte Franz Flores analiza el caso del Comité Cívico de Potosí partiendo
del clivaje centro/periferia, y contrasta el esplendor histórico de ese departamento
en la época de la minería en la época colonial y republicana, con la situación de
“periferia pasiva” en que se encuentran ahora, sumida en la pobreza y confronta-
da con el actual gobierno. A diferencia de Santa Cruz, no es la élite “económica
moderna y empoderada” la que ocupa la dirigencia del movimiento cívico, sino
los propios mineros y ahora dirigentes aislados del poder, bajo un sentimiento de
despojo profundamente arraigado en la sociedad de que “todo lo dieron y nada
recibieron a cambio”.
Un elemento constitutivo del mapa sociológico boliviano del siglo xxi, en concu-
rrencia con la globalización económica, social y fundamentalmente tecnológica,
es la aparición de nuevos escenarios de disputa social y política, acompañados
de agendas, formas de expresión e interacción, y junto a ellos, la emergencia de
nuevos actores conectados, en muchos casos, a preocupaciones compartidas con
otras sociedades del mundo; nos referimos a problemas medio ambientales, de-
mandas de respeto a los derechos de género y generacionales, respeto a la vida y a
la diversidad social y cultural, o a la búsqueda de nuevas oportunidades laborales
para los jóvenes, entre muchos otros temas compartidos. Estas preocupaciones
generan sinergias y trascienden las fronteras nacionales.
Para abordar el análisis de estas nuevas formas de acción colectiva es preciso re-
currir a algunos elementos conceptuales que están siendo discutidos en distintos
lugares por las ciencias sociales dando cuenta de este nuevo fenómeno.
En ese sentido, el sociólogo chileno Manuel Antonio Garretón señala que los facto-
res estructurales que incidieron en la aparición y desarrollo de estos nuevos actores
fueron básicamente dos: la globalización (económica, tecnología y cultural), y los
cambios en la matriz socio-política. En el primer caso, significó una explosión de
identidades adscriptivas basadas en aspectos que afectan a la población del planeta,
como demandas de respeto a los derechos de género, generacional, ambiental,
religiosa, étnica y bioéticas entre las principales. El segundo factor se refiere a
los quiebres generados por la globalización como la desinstitucionalización y la
falta de correspondencia entre economía, política, cultura y sociedad (Garretón
2001, 19-21). En consecuencia, a diferencia del siglo xx, los nuevos actores “pa-
san a definirse menos en torno a un proyecto o movimiento social central y más
en torno a diversos ejes constituidos por procesos de democratización política
y social, reestructuración económica y afirmación de identidades y modelos de
modernidad” (Garretón 2001, 41). Con ello se refiere a que su presencia está
movilizada por temas referidos a la vida cotidiana, a las aspiraciones, a la necesidad
de reconocimiento, al respeto a los derechos de diversa generación, entre otros.
Si bien existe una gran polémica respecto a los aspectos negativos y positivos del
efecto del activismo en redes sociales en relación con la democracia por la proli-
feración de cuentas falsas, bots, la manipulación de datos por la vía de algoritmos,
las burbujas digitales, la violación de la privacidad, entre muchos otros; también
son escenarios de concientización colectiva, debate, interacción, auto convocatoria
y otras acciones que favorecen al desarrollo y fortalecimiento de las democracias
desde la acción ciudadana.
De hecho, coincidimos con los autores que afirman que se trata de nuevas res-
puestas a las necesidades de participación, sobre todo de los jóvenes, esta vez en
escenarios policéntricos. Otro elemento novedoso en esta nueva realidad virtual
es la influencia determinante de las emociones y sentimientos como dispositivos
sociedad civil y democracia: una relación imprescindible 23
Por otra parte, estas expresiones han dado un giro hacia formas creativas de orga-
nización y visibilización. En ese sentido, comparten características organizativas
muy particulares como la autoorganización, la ausencia de un liderazgo visible, la
horizontalidad en la toma de decisiones, el espontaneísmo, la agregación progre-
siva –a veces veloz–, o la desagregación también instantánea, una vez culminado
un conflicto.
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De las luchas al poder
Campesinos, Bartolinas e Interculturales
en el siglo xxi
Huáscar Salazar Lohman1
Resumen
Palabras clave
1 Economista boliviano, maestro en ciencias sociales y actualmente realiza sus estudios doctorales
en el Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social (cedes) de la Benemérita Univer-
sidad Autónoma de Puebla (buap). Las cuestiones de estudio por las cuales se interesa tienen
que ver con temas rurales bolivianos –principalmente andinos– enfocados desde los sujetos
sociales. Agradezco el apoyo brindado por mi colega, Mónica Rocha Medina, en el proceso
de elaboración de este artículo.
[27]
28 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
1. Introducción
Durante el primer lustro del siglo xxi, Bolivia experimentó un “momento disolu-
tivo”; es decir –subvirtiendo la idea de un “momento constitutivo” como lo había
pensado René Zavaleta Mercado (1986)–, en los primeros años de este siglo, las
luchas sociales que se extendieron por todo el territorio nacional impugnaron
la síntesis social que fue resultado del proyecto político-económico neoliberal y
de sus distintas determinaciones, proyecto que hasta ese entonces se presentaba
como hegemónico e incuestionable. En ese momento, la emergencia de nuevas
formas de movilización social comenzó a diluir las bases materiales y simbólicas
sobre las cuales se sostenía este orden.
Desde la Guerra del Agua a principios del año 2000 hasta la victoria electoral de
Evo Morales en diciembre de 2005, Bolivia experimentó una serie ininterrumpida
de conflictos sociales que sacudieron el país. Uno de los más destacados fue la
Guerra del Gas en septiembre y octubre de 2003, que culminó con más de setenta
muertos, cientos de heridos y la caída del entonces presidente Gonzalo Sánchez de
Lozada. Sin embargo, este y otros conflictos similares evidenciaron una serie de
problemas y clivajes estructurales en la síntesis social boliviana, así como la violen-
cia sistemática ejercida por un Estado neoliberal con marcados rasgos coloniales.
En este escenario de luchas, no todos los sujetos sociales tuvieron el mismo peso
y, a diferencia de lo que pasó en otros momentos históricos trascendentales, como
la Revolución Nacional de 1952 –que tuvo en primera instancia una impronta
obrera estadocéntrica–2 lo que pasó entre 2000 y 2005 tuvo como protagonistas
a organizaciones sociales del campo boliviano, cuyo apoyo fue determinante no
solo para sus propias luchas, sino para aquellas que se situaron en ámbitos urbanos,
como la Guerra del Agua o la Guerra del Gas.
2 Si bien desde las narrativas oficiales siempre se ha dado mayor peso a la función que tuvo
el movimiento obrero en la Revolución Nacional, la investigadora Laura Gotkowitz (2011)
ha demostrado el papel fundamental que tuvieron las luchas campesinas e indígenas que se
fueron gestando durante décadas para el debilitamiento del Estado oligárquico, lo que allanó
el camino al proceso revolucionario de 1952.
30 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
alianza partidaria. Ello generaría una tensión novedosa, que hasta ese momento
no habían tenido que enfrentar: sostener los horizontes de lucha o apuntalar la
gestión del nuevo gobierno.
Con el paso del tiempo, apuntalar la gestión del nuevo gobierno se convirtió en la
prioridad. Ello quedó en evidencia en la manera en que el proceso constituyente fue
cerrado, cuando la propuesta inicial de nueva Constitución, resultado de la misma
Asamblea Constituyente, fue negociada a puertas cerradas entre el gobierno y los
partidos tradicionales, sin mediar la participación de las organizaciones sociales,
mismas que habían sido las que impulsaron la reforma del Estado. Esta negocia-
ción derivó en la modificación de más de cien artículos de la propuesta inicial,
lo que modificó sustancialmente el sentido de esta (Garcés 2010; Börth 2009).
En los años posteriores esta dinámica se evidenció todavía más, en casos como
el de la lucha por el Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure (tipnis). Los
indígenas, principalmente agrupados en torno a la cidob y en menor medida
al conamaq, se opusieron a la construcción de una carretera en ese territorio.
Sin embargo, enfrentaron represión por parte del gobierno, que contaba con el
respaldo de otras organizaciones sociales, incluyendo aquellas de orientación
campesina como la csutcb, la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas
Indígenas Originas de Bolivia “Bartolina Sisa” (cnmciob-bs) y la Confederación
Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (cscib).
Más allá de las tensiones y contradicciones que surgirían durante más de una
década, estas tres organizaciones –que también aglutinan a las seis federaciones
cocaleras del trópico cochabambino–3 se convirtieron en puntal del gobierno del
mas, como estructuras que le aportaron una gran base social. Estas organizaciones
–o por lo menos en sus niveles supracomunitarios– asumieron el proyecto político
del mas, mientras que las organizaciones de corte Indígena, como la cidob o el
conamaq, serán subordinados al gobierno a través de procesos y mecanismo
violentos (Salazar 2015).
Esta situación se hizo mucho más evidente desde 2010, cuando la nueva Consti-
tución Política del Estado entró en vigor, y se mantendría invariable hasta la caída
de Evo Morales, en medio de los conflictos poselectorales de 2019. La postura de
estas organizaciones durante el año que duró el gobierno de Jeanine Añez será de
un apoyo mucho más confuso al mas y que se acentuará durante el gobierno de
Luis Arce Catacora, debido a las disputas al interior de este partido.
El propósito de este trabajo es hacer una caracterización del devenir de estas tres
organizaciones durante el siglo xxi. Sus similitudes, en términos de su vinculación
con el Estado durante este periodo de tiempo, las hace factibles visualizarlas en
conjunto. Tanto es así que, luego del conflicto del tipnis, el antropólogo jesuita,
Xavier Albó (2011), las denominó las Trillizas, en contraposición a las Mellizas
(cidob y conamaq) en el marco del quiebre que en los tiempos de la Marcha
por el tipnis sufrió el Pacto de Unidad.
algunas grietas que dan cuenta de contradicciones que surgen al interior de estas
organizaciones y que pugnan por recuperar mayor autonomía.
Si bien algunos sindicatos agrarios vieron la luz años antes a la Revolución Nacional
y a la consecuente Reforma Agraria, fue el contexto posrevolucionario el que abrió
las puertas a procesos organizativos mucho más amplios –aunque no exentos de
contradicciones– en las zonas agrarias de los andes bolivianos y en las regiones
de colonización de las tierras bajas. Este es el contexto que, con el tiempo, dará
lugar a las organizaciones campesinas y a la de los colonizadores/interculturales.
Con el tiempo se consolidó una nueva etapa en la que el Estado y las comunidades
agrarias establecieron una serie de pactos, lo que también permitió al gobierno
revolucionario limitar la capacidad de acción del movimiento campesino. Silvia
Rivera explica que el movimiento campesino fue pasando de una subordinación activa
–cuando negociaba los términos de su incorporación al proceso político revolu-
cionario–, a una subordinación pasiva, cuando finalmente las cúpulas dirigenciales
pasaron a responder directamente al Movimiento Nacionalista Revolucionario
(mnr) (Rivera 1986).
Esta subordinación pasiva fue la base que posteriormente permitiría que, en 1964
y también en Ucureña, se firme el “Pacto de Unidad Paz-Barrientos”, que no era
34 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
otra cosa que el inicio de lo que más tarde se denominaría Pacto militar-campesino,
una de las facetas más oscuras del movimiento agrario boliviano. En el marco de
este pacto y a partir del direccionamiento militar del mismo, se creó la Confede-
ración Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia, organización paraestatal que
tenía el propósito de corporativizar y controlar el sindicalismo campesino, y de
convertirlo en una fuerza anti-obrerista y anti-popular.
A pesar de que la csutcb mantuvo una postura de oposición frente a los gobiernos
neoliberales y sus medidas económicas, el debilitamiento de la Central Obrera
Boliviana, a fines de los años 80, tuvo consecuencias negativas para la capacidad de
respuesta del movimiento sindical campesino durante la década de los 90, cuando
se implementaron las reformas neoliberales de segunda generación. A pesar de
ello, al ser la csutcb un movimiento menos dependiente de la esfera económica
estatal, logró mantener sus bases organizativas y perspectivas políticas, lo que sería
fundamental para las luchas que se iniciaron en el siglo xxi.
4 Entre 1977 a 1979 hubo congresos donde las mujeres manifestaron su interés por organizarse,
como en el congreso campesino de La Paz en 1977; también estuvieron los Congresos de
los Clubes de Madres de 1978 y 1979 y en 1979 se organiza el Primer Sindicato Comunal
Femenino en La Paz (Sánchez 2015).
5 Es importante anotar acá que, si bien se asume este punto de partida en la lectura histórica
de la organización de mujeres campesinas, también se reconoce que, en realidad, en esta
narrativa histórica se omiten los procesos políticos y organizativos de las mujeres campesinas
que están ligados a la reproducción de la vida. Sin embargo, la investigación detallada de estos
procesos invisibilizados rebasa el objeto de este trabajo, ya que ello implicaría una o varias
investigaciones interdisciplinarias de largo aliento.
36 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Nacional de Mujeres Campesinas ante “la necesidad (de poder) contar con la
participación activa de la mujer en todos los planos de la vida político-sindical,
aunque este anhelo fue y aún es muy difícil de plasmar en la realidad de los hechos
organizativos, dada la persistente actitud machista de algunos sectores tradiciona-
listas de dirigentes campesinos” (Citado en García, Chávez, y Costas 2005, 504).
Este congreso se llevó a cabo entre los días 10 y 12 de enero de 1980, con la par-
ticipación de mil ciento veintiocho delegadas de todos los departamentos del país.
El resultado fue la fundación de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas
de Bolivia “Bartolina Sisa” (fnmcb-bs). Una organización que en ese entonces
emerge supeditada a la csutcb, con el carácter de afiliada.6
8 El Plan Bohan fue producto de un acuerdo del gobierno boliviano con el gobierno de Es-
tados Unidos en 1942. Una comisión presidida por Mervin Bohan llegó de Estados Unidos
a Bolivia para elaborar un plan de desarrollo. El plan sostuvo la necesidad de desarrollar el
mercado interno a partir de la diversificación de la producción, la construcción de carreteras
y el fomento de la agroindustria en la región oriental del país. El plan recién fue impulsado
por el gobierno de la Revolución Nacional con excedentes mineros (Morales 1999).
38 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
La primera década del siglo xxi abrió y cerró uno de los procesos políticos más
agitados de la historia reciente del país. La Guerra del Agua daría pie, si pensamos
desde Zavaleta (1986), a un momento de disponibilidad en el que los sectores populares
del país cuestionaron el orden dominante neoliberal y las creencias colectivas que lo
sostenían, y se predispusieron a imaginar nuevas síntesis sociales que incorporasen
sus propias reivindicaciones históricas. Sin embargo, diez años más tarde, cuando
entraba en vigor la nueva carta magna, se pondría en evidencia “el desarrollo con-
tradictorio de los factores, o sea, como si los hombres se propusieran algo y los
hechos los llevaran indefectiblemente a otro lugar” (Zavaleta 1986, 152).
dominación boliviana. Sin embargo, por más que el remezón fue tan significativo,
llama la atención lo poco que el resultado se correspondió con el conjunto de
aspiraciones sociales que años atrás habían prefigurado muchas de las organiza-
ciones sociales del país, entre ellas –y de manera fundamental– la csutcb, la
fnmcb-bs y la cscb.
Las Trillizas tuvieron un rol fundamental en las luchas que se habrían de desplegar
entre 2000 y 2005. Fueron las que sostuvieron la mayor parte de las moviliza-
ciones en el campo boliviano y muchas de ellas incluso llegarían a las ciudades,
como sucedió en la Guerra del Agua, cuando cocaleros y campesinos de distintas
regiones del departamento de Cochabamba se unieron a la movilización urbana;
o también aquellas que acompañarían desde la región altiplánica, con su propia
agenda, pero que, modificaron sustancialmente la correlación de fuerzas a favor
de los sectores en lucha.
Ahora bien, ¿cuáles fueron los horizontes que movilizaron en aquellos años a las
Trillizas? En general, las tres organizaciones han tenido como eje vertebrador
de sus reivindicaciones el tema del acceso a la tierra, sin embargo, hay algunas
diferencias significativas en el modo de concebir esta problemática. La csutcb,
desde su fundación ha oscilado entre dos ejes reivindicativos, por un lado, aquellos
que provienen de un corte mucho más “campesinista” y que tienen que ver con
la propiedad individual de la tierra y, en especial, con los recursos necesarios para
impulsar procesos productivos mucho más modernos. Por el otro lado, estaban
las reivindicaciones “comunitarias” –que se presentaron principalmente bajo un
9 Se denomina “Guerra de la Coca” a las movilizaciones cocaleras que desde enero de 2002
buscaron poner freno a una serie de intervenciones violentas que la política antidroga guber-
namental venía impulsando en la región del trópico cochabambino. Así, también, se buscaba
frenar el desafuero de Evo Morales Ayma, como diputado nacional (Gutiérrez 2009).
40 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por otra parte, la cscb se presentó con una agenda mucho más heterogénea,
que, si bien partía también de la necesidad de acceso y titulación de tierras, así
como la demanda de financiamiento para los procesos de titulación interna y para
impulsar nuevos procesos productivos en las tierras “vírgenes”, otro conjunto de
reivindicaciones de este sector tenía que ver con la despenalización de la pro-
ducción de la hoja de coca. En todo caso, es el sector cocalero el que en aquel
entonces comenzó a dar más forma a la organización de colonizadores, y será por
ese motivo que también desde este sector se impulse con mucho más ímpetu un
proyecto partidario estatal.
10 “Es evidente que el contenido más importante de las explicaciones anteriores es la búsqueda
de respeto a la autonomía de facto de las comunidades, que se expresa en la formulación ‘que-
remos saneamiento interno’; esto es, ‘queremos’ que los diversos funcionarios del inra no se
metan en las decisiones que sean tomadas en cada lugar de acuerdo a los criterios ancestrales
de cada comunidad” (Gutiérrez 2009, 143).
de las luchas al poder campesinos, bartolinas e interculturales en el siglo xxi 41
Sin embargo, esta presencia activa de las organizaciones sociales y sus respectivas
agendas se vio limitada por la nueva dinámica estatal que comenzó a operar bajo
un principio posibilista; i.e. el partido de gobierno, al hacerse cargo del aparato
burocrático estatal y de gestionarlo, comenzó a establecer límites de lo que era
posible demandar, reivindicar y transformar en aquel entonces. Entró en juego,
así, una razón de Estado, que priorizaba los intereses partidarios por sobre los de
las organizaciones, produciendo una dinámica de chantaje que puede sintetizarse
en el enunciado de: “no hacerle el juego a la derecha” y que terminó paralizando
el alcance de los horizontes transformadores que habían sido la base de la movi-
lización social años antes (Salazar 2015; Salazar 2022).
Los ejemplos de estas limitantes que el gobierno empezó a establecer sobre los ho-
rizontes de las organizaciones son varios. Posiblemente, los más elocuentes fueron
42 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
El proceso constituyente fue resultado de una fuerte presión popular y que tuvo
como principales protagonistas a las organizaciones que hacían parte del Pacto
de Unidad. Estas organizaciones habían logrado elaborar, incluso, una propuesta
para una nueva carta magna y que sería la propuesta que inicialmente presentó el
Movimiento Al Socialismo.11 Sin embargo, el mas poco a poco fue asumiendo un
rol de mediación entre la propuesta de transformación de las organizaciones y la
resistencia de las élites tradicionales, lo que dio como resultado una propuesta cons-
titucional que, más allá de las concesiones realizadas, no dejaba de contener varias
de las propuestas de las organizaciones campesinas, indígenas y originarias del país.
Pero ese texto constitucional no fue aprobado debido a la presión ejercida por
las clases dominantes tradicionales del país, y después de una serie de conflictos
sociales en el año 2008,12 el gobierno aceptó negociar con ellas a puerta cerrada
más de 100 artículos de la propuesta constitucional inicial, modificando sustan-
cialmente el alcance que las organizaciones se habían propuesto (Garcés 2010).
Solo después de esta negociación se dio curso al referéndum constitucional de
enero de 2009, en el que se aprobaría esta propuesta que fue “consensuada” sin
la participación de las organizaciones sociales.
Esta negociación sentó las bases para un pacto entre el gobierno y las élites tradi-
cionales del país. Estas últimas aceptaron el liderazgo del partido gobernante, lo
que aportó estabilidad política al gobierno, a cambio de dos concesiones impor-
tantes: 1) apoyo para la gestión de sus propios intereses económicos y 2) la gestión
de las organizaciones sociales, neutralizando sus aspiraciones de transformación
social más inmediatas. De esta manera, las élites tradicionales redujeron el riesgo
de que las organizaciones sociales representaran una amenaza sustancial para sus
intereses, como había sucedido hasta entonces. (Salazar 2020).
La conalcam operaría como una mediadora de arriba hacia abajo, logrando que
los intereses del partido se conviertan en mandato para las bases de las organiza-
ciones sociales, como sucedió, por ejemplo, cuando se decidió levantar el Cerco
a Santa Cruz. Es en este momento en el que las Trillizas pasaron a convertirse en
organizaciones paraestatales, cerrando filas en torno al gobierno de Morales y a
los intereses promovidos por el mismo, aunque estos pudiesen ser diametralmente
contradictorios con aquellos que se habían promovido en las luchas de principios
de siglo. Pero no todas las organizaciones aceptarían la subordinación de la misma
manera, como sucedió cuando el conamaq y la cidob opusieron resistencia a
la negociación de la carta magna,13 lo que derivaría en fracturas al interior de las
organizaciones y el resquebrajamiento del Pacto de Unidad.
Esta subordinación pasiva de las Trillizas actualizará la lógica subyacente del pacto
militar-campesino. Las estructuras sindicales supracomunitarias se convertirían en
mecanismo de articulación y sujeción a la dinámica política estatal, a través de una
“relación de intercambio político entre Estado y las organizaciones sociales, que
opera mediante una compleja estructura rizomática y de relaciones de clientela”
(Zegada y Komadina 2017, 68). Las costras dirigenciales e intermediarios políticos
–aquellos a quienes se delega la capacidad de decisión en las organizaciones– se
convertirán en actores fundamentales para la concreción de estos procesos de
subordinación, ya que operarán desde intereses sectoriales o personales, ofreciendo
su capacidad de gestionar la estructura sindical de las organizaciones.
Evo Morales fue posesionado por segunda vez, el 22 de enero de 2010. El mas
había logrado una histórica victoria con un 64% de la votación, pero lo importante
era que esa elección representaba la entrada en vigor de la nueva Constitución
Política del Estado Plurinacional. El gobierno presentaba ese momento como la
refundación del país y lo hacía de la mano de las grandes organizaciones sociales,
las Trillizas estaban en primera fila. Sin embargo, más allá de los grandes festejos
y los elocuentes discursos que referían a los variados imaginarios sociales de rei-
vindicación y transformación social que en ese entonces prevalecían en el país,
la realidad era bastante distinta a la de 2006. Lo que había cambiado en especial
era la función de las organizaciones sociales en torno al “proceso de cambio”.
Así, para el 2010 estas organizaciones habían afinado sus estructuras y produ-
cido los engranajes necesarios para articularse a la dinámica estatal centrada en
el proyecto político y en las nuevas formas de gestión del poder que estaban
gestándose en torno al mas. Sin embargo, se harán evidentes las diferencias
entre la función y las aspiraciones al interior de las Trillizas. La csutcb y la
cnmciob-bs son organizaciones relacionadas con el campesinado tradicional
del país, con mayor fuerza en comunidades aymaras y quechuas en el altiplano
y valles interandinos, muchas de las cuales cuentan con un régimen de pro-
piedad de la tierra heredera de la Reforma Agraria de 1953, aunque con raíces
históricas mucho más profundas. En el nuevo escenario político, la csutcb y
la cnmciob-bs, como instancias supracomunitarias articuladas a la dinámica
estatal, jugaron un rol de contención de sus bases, mismas que años antes se
habían constituido en el núcleo de las luchas sociales.
Con todo, desde el inicio del segundo mandato de Evo Morales, las tres organi-
zaciones principales –cada una con su propia dinámica– se alinearon al poder y
respaldaron al gobierno de Evo Morales. Hubo pocas ocasiones en las que alguna
de estas organizaciones mostró desacuerdo con la política gubernamental, como
sucedió de manera explícita con una buena parte de los interculturales durante el
“gasolinazo” de diciembre de 2010. No obstante, en otros momentos en los que la
política gubernamental entró en contradicción con los intereses de otros sectores
populares, estas organizaciones cerraron filas en torno al gobierno.
Ante esta situación, la cidob, impulsada por los pueblos indígenas que habitan
el tipnis, convocó a la Octava Marcha Indígena “En defensa del tipnis, los te-
rritorios, la vida, la dignidad y los derechos de los pueblos indígenas del Oriente,
Chaco y Amazonía de Bolivia”. Esta marcha, que tenía como objetivo llegar a la
ciudad de La Paz, fue duramente reprimida por el gobierno en la localidad de
Chaparina el 25 de septiembre de 2011, la marcha recibió el apoyo de muchas
otras organizaciones como la cob y juntas barriales urbanas de todo el país. Ante
esta situación y cuando la marcha llegó a la ciudad de La Paz, el gobierno retro-
cedió en la medida y promulgó la Ley 180, que disponía “que la carretera Villa
Tunari-San Ignacio de Moxos, como cualquier otra, no atravesará el Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure-tipnis”.
14 El conisur es la organización de los indígenas del Polígono 7 del tipnis, por la dinámica
económica de la región, el conisur se encuentra fuertemente articulada –e incluso subor-
dinada– a las organizaciones de colonizadores y cocaleros que también actúan en la región.
de las luchas al poder campesinos, bartolinas e interculturales en el siglo xxi 47
propia marcha desde el Chapare hacia La Paz, apañada por la cscib y en alianza
con la csutcb y la csmciob-bs. Todas estas organizaciones, junto al gobierno,
conminaron a la cidob a aceptar la construcción de la carretera a través del tipnis,
a lo que esta última organización se negaría. Frente a esto el gobierno abrogó la
Ley 180 y volvió a impulsar el proyecto carretero de manera unilateral.
La cidob volvió a convocar a una nueva marcha, pero esta vez las Trillizas ju-
garían un rol importante de deslegitimación de la movilización indígena (Azcui
2012). Por un lado, sindicatos de la cscib amenazaron de bloquear e intervenir
la marcha indígena en su recorrido. Por su parte, en la csutcb, en un ampliado
realizado un día antes de la llegada de esta nueva marcha a la ciudad de La Paz,
se coreaba: “la marcha no pasará”. Y si bien la marcha pasó, lo hizo disminuida y
nunca fue recibida por el gobierno. Meses después el mas intervino la cidob y
creó una estructura paralela.
El caso del Fondo Indígena se convirtió en un resonado escándalo que expuso los
mecanismos económicos por medio de los cuales varias organizaciones sociales
quedaban articuladas a la dinámica estatal bajo esquemas clientelares. Cuando
este caso quedó expuesto, la legitimidad de todo el proceso político quedó en
cuestión, ya que las organizaciones sociales que impulsaban el Proceso de cambio,
48 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
establecido por el mas, eran parte de este entramado de corrupción. “No es casual
que aproximadamente el 30% de esos recursos haya sido destinado a la csutcb,
el 29% a los ‘interculturales’ y el 17 % a las ‘Bartolinas’, pues estas organizaciones
han demostrado una lealtad incondicional y ciega hacia el gobierno” (Zegada y
Komadina 2017, 111). La dimensión descomunal adquirida por este caso tiene
que ver con que este Fondo recibió más de 3 mil millones de bolivianos, princi-
palmente provenientes de la renta hidrocarburífera, entre los años 2006 y 2015.
El nuevo gobierno del mas enfrentó una difícil situación al asumir la presidencia
en 2021. Además de la mal manejada crisis sanitaria, la crisis económica que ya
se hacía palpable antes de 2019 se vio acentuada por la pandemia. Para frenar los
efectos de la covid-19, el gobierno tuvo que asumir grandes gastos corrientes, los
cuales fueron financiados con reservas internacionales y deuda interna y externa.
A diferencia del periodo que va del 2006 al 2015, el gobierno boliviano ya no
cuenta con los exuberantes ingresos provenientes de la exportación de gas natural
a Brasil y Argentina. Esto significó, entre muchas otras cosas, una transformación
del vínculo que el gobierno sostenía con las organizaciones sociales, ya que no era
posible mantener el mismo esquema clientelar o, por lo menos, se vería reducido
a una expresión mucho menor.
Ante esta situación, se han venido desarrollando otras condiciones para la gestión
del apoyo de las organizaciones hacia el gobierno. Una de ellas, que ya existía
previamente pero que en la actualidad se expandió, es la que tiene que ver con
lo que puede denominarse una política permisiva con actividades no legitimadas de
depredación y desahorro social (Salazar 2022). Es decir, ante la ausencia de recursos
económicos, el gobierno permite que distintos sectores sociales, muchas veces
a través de sus organizaciones matrices, realicen ciertas actividades económicas
consideradas “subterráneas” con severas implicaciones sociales y para el medio
ambiente. El caso más evidente es el del cooperativismo minero, que se ha con-
vertido en una base social importante para el gobierno, a cambio de que se le
otorgue concesiones cuestionables o simplemente se desentienda cuando estas
cooperativas realizan actividades prohibidas o en áreas protegidas.
15 En este artículo no se hace una revisión en profundidad de lo que ha pasado con la crisis política
poselectoral en Bolivia. Para profundizar al respecto se sugiere revisar el libro compilado por
Luis Claro y Vladimir Díaz (2022) Crisis política en Bolivia 2019-2020.
50 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Esto también pasa con las Trillizas. El caso de Las Londras, en 2022, lo hizo muy
evidente. Un grupo de personas, apoyadas por la cscib, tomó el control a través
de la fuerza y con armas predios que estaban en manos de agroindustriales, aun-
que inicialmente habían sido tierras fiscales. En ese conflicto incluso se llegaron a
tomar como rehenes a periodistas (Mamani 2022). Este tipo de situaciones están
reconfigurando sustancialmente la manera de operar de las organizaciones sociales,
en las cuales muchas veces terminan por primar los intereses de grupos de poder
internos en oposición a los intereses generales de toda la organización matriz.
Por otro lado, la disputa interna al interior del Movimiento Al Socialismo por el
control del aparato partidario está generando fracturas hacia adentro de las mismas
organizaciones, e incluso enfrentándolas entre ellas. Algo que se ha hecho muy
evidente durante el 2022, cuando la dirigencia de los Interculturales, cercana a
Luis Arce Catacora y su vicepresidente David Choquehuanca, se enfrentó con las
dirigencias cocaleras, cercanas a Evo Morales. Situaciones similares vienen dándose
en las bases campesinas, en las que en sus reuniones asamblearias los participantes
se dividen entre uno u otro bando, lo que en algunos casos ha generado batallas
campales, que incluso han terminado con heridos.
Esta división dentro del mas, netamente, se está volviendo muy polarizada en dos
lados: Choquehuanca y Evo. Y ellos [los dirigentes de alto rango] se están yendo
mucho a eso. Entonces nosotras no queremos que nos molesten aquí con ese tema,
porque incluso tenemos una multa de 500 bolivianos al que habla de Choquehuanca o
Evo, aquí pagan sus multas. Entonces no queremos que nos dañen acá con las peleas
que tienen arriba (Fernanda16 10 de abril de 2023, Valle Alto de Cochabamba).
6. Conclusiones
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Cocaleros, globalización
y luchas democráticas en Bolivia
Roger Cortéz Hurtado1
Resumen
Palabras clave
1. Introducción
Se inquiere aquí el rol que jugaron y que desempeñan hoy los campesinos produc-
tores de coca del trópico cochabambino, en tanto actores del proceso democrático,
[57]
58 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
La gravitación de factores externos, aquí claramente mayor que con otros sujetos
y actores, se debe a que la producción de hoja de coca satisface, en mayor medida
que los requerimientos particulares y tradicionales de su consumo interno, la
ávida demanda de un mercado global que la requiere como materia prima para
la fabricación ilegal de cocaína, una sustancia muy representativa de tendencias
sociales y culturales del capitalismo.
Este trabajo intenta presentar una somera visión de conjunto, basada en la consulta
de múltiples investigaciones de autores nacionales y extranjeros, focalizando la
atención en el camino de construcción de hegemonía que caracteriza la trayectoria
política de los cocaleros del trópico cochabambino.
2. Orígenes
Son dos las fuerzas principales que posibilitaron que un grupo especializado de
agricultores, inicialmente poco numerosos y muy poco conocidos en el resto de
la sociedad, llegue a ampliar, en plazo brevísimo, su importancia social y política,
La colonización dirigida por el estado, hacia las Tierras Bajas del Este, empezando
con los gobiernos del Movimiento Nacionalista Revolucionario (mnr), después
por las dictaduras militares, hasta llegar a la proyección estratégica que le ha otor-
gado el Movimiento al Socialismo (mas) armoniza con la importancia decisiva
que tiene en el plan de desarrollo concebido por los técnicos de la misión Bohan.
Esta corriente migratoria también se expresó en el trópico de Cochabamba.
La segunda fuerza, decisiva para la creación del sujeto cocalero del trópico de
Cochabamba se imbrica con el impulso globalizador mundial que también influyó
sobre la recuperación democrática latinoamericana, en la década de los ochenta
del siglo anterior.
Desde la época de la dictadura de Banzer, es decir hace poco más de medio siglo,
y por lo menos hasta el primer quinquenio de los años dos mil, el peso de factores
4 Conformado por los sectores financiero, minería, agroexportadores, cúpula militar y la alta
gerencia empresarial y estatal.
5 El explosivo crecimiento de Santa Cruz –departamento y ciudad–, el modelo agrícola allá
predominante son también parte de las consecuencias vinculadas al Plan que dejó como legado
esa misión “de cooperación”, además de su profundo calado en las concepciones de desarrollo
de casi todas las organizaciones políticas bolivianas; desde ese entonces hasta el presente.
60 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Juan Evo Morales Ayma, presidente de los cocaleros del trópico cochabambino y,
durante catorce años, del Estado, proviene de la dirigencia sindical de los coloni-
zadores de esa región, curtida en años de una guerra de baja intensidad declarada
por Estados Unidos y ejecutada por el estado boliviano, contra los cocaleros y la
coca. Esta organización social fue de las primeras que coparon el espacio estatal
municipal, abierto por la Ley la Participación Popular, así como actor central
de la creación del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (ipsp).
La práctica desaparición económica y social de los obreros mineros en los 80, por
el cierre de las principales minas estatales, junto a la intensificación de grandes
migraciones internas, de tierras altas a tierras bajas y del campo a la ciudad; las
actividades de rememoración y rechazo frente al inminente v Centenario del
inicio de la conquista española; la gran marcha indígena de tierras bajas, en 1990,
con su demanda de cambios fundamentales en las relaciones estado-sociedad
(tierra-territorio-dignidad), confluyeron y se exteriorizaron en el rescate y for-
talecimiento de una autoidentificación indígena en una incuestionable mayoría
nacional, verificada en el censo de población y vivienda de 2001.
y conforman el cuerpo de la economía oculta (o informal) que absorbe más del 80%
de la fuerza laboral del país.
El momento de mayor proximidad entre ambos sujetos se ha dado entre los años
90 hasta inicios del siglo xxi; pero, desde el encumbramiento gubernamental del
mas, las diferencias y contradicciones entre ellos se han profundizado al ritmo
del avance capitalista del país.
La coca se produce en tres países de la región andina. Colombia y Perú son ac-
tualmente los primeros productores mundiales de coca, Bolivia el tercero; pero,
los acontecimientos dejan muy claro que la superficie de los cultivos está lejos de
ser el factor decisivo en cuanto a efectos sociales, económicos o policiales.9
Esto demuestra que las influencias externas no alcanzan por si solas, a definir cursos
y resultados que se les suelen atribuir o esperar de ellas. Se toma como principal
9 Minorías demográficas como los trabajadores mineros, antes y ahora los cocaleros en Bolivia,
tienen mejores posibilidades de destacar social y política porque sus productos exportables
tienen un protagonismo económico que no se da en otros países. Por encima de eso, está la
raíz indígena y su larga y peculiar experiencia en nuestro caso.
10 El Estado Plurinacional de Bolivia denunció la Convención de Viena en junio de 2011 y volvió
a adherirse a ella a fines de ese año, con una reserva formal al artículo de la Convención que
penaliza a la coca en estado natural.
64 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
pista para explicar esta notable diferencia, el gran peso cultural de lo indígena en
Bolivia, así como sus tradiciones organizativas, sus estrategias anticoloniales, la
fortaleza e irradiación social de los campesinos.
Entre los años 50 a los años 80 se producen al menos cuatro oleadas de migración
hacia el trópico cochabambino: del nacionalismo revolucionario (1952-1963) que
apoyó los asentamientos espontáneos; (…); de las dictaduras (1964-1982), (median-
te) programas de colonización semidirigido (1965-1971) y, sobre todo, la colonización
espontánea inducida por la pobreza y el “boom de la coca-cocaína (1972-en adelante)”.
(Salazar 2009)
Las diferencias de los tiempos y tipo de migración entre las regiones cocaleras,
con sus efectos e influencias culturales y políticas, dependen en alto grado de su
ubicación geográfica. Las zonas de producción de coca en los Yungas de La Paz se
distribuyen alrededor de la azarosa carretera entre La Paz y el Beni, un eje hasta
hoy secundario en la economía del país, en tanto que los centros de producción
en Cochabamba “cabalgan” sobre la vía caminera más importante del país, Santa
Cruz-Cochabamba. Los bloqueos y movilizaciones de los cocaleros del Chapare-
Carrasco afectan de manera directa e inmediata la principal vía económica del
país, mientras que en Yungas tienen un impacto menor.
La zona cocalera de Cochabamba está instalada en una frontera entre los colo-
nizadores y los pueblos indígenas que habitan el Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro-Sécure (tipnis). En ella se manifiesta una tendencia de los
colonizadores a extender, sin pausa ni tregua, la ocupación territorial, mediante
un persistente avance campesino sobre el territorio indígena. Así ha nacido el
mayor conflicto de los colonizadores, resueltamente apoyados por el estado, con
los pueblos del tipnis, por el avance de una carretera (Villa Tunari-San Ignacio de
Moxos) diseñada para atravesar y dividir el territorio indígena y parque nacional,
abriéndolo a nuevas oleadas colonizadoras.
15 Existe una posibilidad importante, que no he podido documentar, de que la influencia eco-
nómica yungueña, más directa e importante –sin descartar otras– se proyecte sobre la ciudad
de El Alto que manifiesta una fisonomía tan activa como la que se observa en el trópico
cochabambino.
cocaleros, globalización y luchas democráticas en bolivia 67
Son los pilares del modelo económico desarrollista16 que, en sus diversas variantes,
más liberales unas, o más estatistas las otras, constituyen el meollo de los progra-
mas gubernamentales, del mnr al mas, o de las dictaduras al mir, sin solución
de continuidad hasta el presente.
16 Ya sea para independizarse, para buscar un horizonte poscapitalista, o para imitar el avance de
las potencias occidentales, la ideología desarrollista que campea en el continente, trata –sin
lograrlo– de combinar extracción y exportación de materias primas con una industrialización
fr los siglos xix o xx– a la europea, o estadounidense, o de tipo stalinista. El resultado ha
sido invariablemente el avance y consolidación de un capitalismo rezagado, con escasa indus-
trialización y un enorme retraso tecnológico, mayor o menor según los casos, pero siempre
creciente, comparado con las economías centrales.
68 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
En consonancia con ese cambio del sentido común colectivo, la dirección cocalera
rompe la burbuja de sus demandas exclusivas, enfatizando su sentido nacional y
antiimperialista, mientras intensifica su participación en los reclamos democráticos
generalizados. Utiliza la participación electoral y parlamentaria de su instrumento
político en plataforma de construcción de un perfil propio, que ensancha canales
de relación con otros sectores populares. Difunde simbologías y mecanismo de
comunicación de entendimiento entre los sectores cocaleros, de ellos con todos
los campesinos y con el conjunto de sectores populares (Komadina 2007).
Queda como cuestión a investigar hasta qué punto la prolongada y compleja ne-
gociación cocaleros-estado ha influido para que la producción de coca en Bolivia
nunca volviera a elevarse hasta lo más altos niveles que alcanzó a principios de
los años 80 y mantenga hasta ahora una mayor estabilidad, en comparación con
los otros países productores.
17 “(…) desde 1948 las Naciones Unidas ordenaron una investigación sobre la hoja de coca en
Bolivia y Perú, respaldada por seguidores locales, como el caso del médico peruano Carlos
Gutiérrez Noriega”, Según ese estudio, impregnado de prejuicios y un claro sesgo racista
(Becerra, 2021:61), la masticación de coca produce “bajos índices de inteligencia, poca me-
moria, incapacidad para expresarse hasta los límites de la subnormalidad” (Citado por Meza
2013, 12).
cocaleros, globalización y luchas democráticas en bolivia 69
Desarrolla al mismo tiempo una vigorosa y constante política de alianzas que pone
de su parte a la csutcb y a la cob, entre las principales organizaciones sociales
que empiezan a respaldarlos. El recuento de muertos, heridos, apresados, perse-
guidos y desvalijados que acumula en la guerra de las autoridades y sus mandantes
contra la coca, sensibiliza al público. Fernando Salazar O. contabiliza 95 muertos
civiles y 28 uniformados, entre 1998 a 2004, (Salazar 2004, 356).
El proceso que despeja el camino para que los colonizadores cocaleros del trópico
cochabambino, logren hegemonizar al bloque popular presenta dos característi-
cas originales. La primera engloba el repertorio táctico-estratégico con que sus
dirigentes participan de la creación en la Asamblea por Soberanía de las Pueblos18
(asp), para llegar en poco tiempo a copar su dirección para utilizarla como puntal
de la creación de Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (ipsp),
antecesor del mas.
18 Alejo Veliz Lazo “asamblea por la soberania de los pueblos: ¿Qué es la Asamblea
por la Soberanía de los Pueblos?”, https://www.angelfire.com/ca/pueblosoriginariosbo/
(consultado el 09 de mayo de 2023).
70 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
La creación del ipsp-mas corrobora que los campesinos percibieron durante años
la profunda crisis de representatividad de los partidos políticos, incluyendo al
mnr que fue por décadas su referente, y la caducidad de los modelos paternalistas
imperantes en la izquierda y muchas ong, conducidas por expertos, técnicos o
académicos (Cortéz 2021).
El mas que desde su fundación concentró gran parte de sus esfuerzos en la arena
electoral, catapulta a la cabeza del Gobierno, con el respaldo electoral de una in-
equívoca mayoría absoluta nacional, al presidente de las Federaciones del trópico
de Cochabamba, en diciembre de 2005.19
ese modo la nueva Constitución Política del Estado (cpe), al mismo tiempo que
consagra a la coca, expresa propuestas principalmente sustentadas por organiza-
ciones indígenas, como: la aspiración de un modelo de desarrollo compatible con
el respeto a la naturaleza; la más amplia descentralización y la vigencia de auto-
nomías territoriales; la participación y control social; el reconocimiento de que
la propiedad de los recursos corresponde al pueblo boliviano y no del estado, que
tiene el papel de administrador y muchas otras (unitas, 2010). Durante esa fase
inicial de gobierno se ejercita una ampliación de libertades, derechos colectivos
y civiles, con funcionamiento de espacios participativos.
El regreso alivió brevemente la crisis política22 que ahora afecta la unidad del
mas y de su base corporativa, cuyos dirigentes pugnan por recuperar y acaparar
22 Abarca la concentración de grandes obras, como la planta de urea de ypfb en Bulo Bulo,
aeropuerto internacional de Chimoré, centro de alto rendimiento en Villa Tunari, con un
cocaleros, globalización y luchas democráticas en bolivia 73
Las bases del poder hegemónico construido por este sector se han debilitado ex-
terna e internamente, al compás del crecimiento de sus demandas e imposiciones
corporativistas (toda experiencia del tipnis), su respaldo incondicional a políticas
gubernamentales contra otros sujetos sociales y, desde luego, a la difuminación
de la gcld de la escena política nacional y regional, al mismo tiempo que co-
bran fuerza inusitada la presencia y violencia de los grupos transnacionales de
traficantes de drogas ilegales.
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La cob y los años de la decadencia
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Lupe Cajías1
Resumen
Palabras clave
[77]
78 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
1. Introducción
La cob fue fundada a los pocos días de la victoria de las corrientes políticas y
sindicales surgidas después de la Guerra del Chaco contra Paraguay (1932- 1935).
Un conjunto de ideas, de personajes y de hechos contribuyeron a la llamada Re-
volución de abril de 1952.
Los mineros habían enfrentado durante seis años a los gobiernos llamados del
“sexenio” o de la “rosca minero feudal” con paros, huelgas, tomas de rehenes,
conflictos permanentes. Usaban la dinamita para detener a las tropas militares,
pero también tenían armas y la mayoría sabía emplearlas por haber participado
en la guerra internacional.2
A fines de la década de los 40, se sumaron con vigor otras organizaciones sindicales
como los fabriles en las ciudades, principalmente en La Paz, Oruro y Cochabamba;
los ferroviarios en todos los tramos de la red de trenes; los agrarios (indígenas) en
las haciendas, principalmente del altiplano y de los valles; y también los artesanos
de diversos oficios, los constructores, los gráficos, los estudiantes, los trabajadores
en salud, los maestros. Además, actuaban otros grupos con menor impacto en la
economía, como las floristas, las cocineras, los carpinteros y los albañiles, pero
muy combativos.
Esos protagonistas ganaron en las calles, pero el mnr asumió el gobierno, poder
que duró formalmente hasta 1964. Derrocado en noviembre de ese año, varias
de sus medidas políticas como la Reforma Agraria, la nacionalización de las mi-
nas más grandes y el voto universal permanecieron. Además, los movimientistas
2 Era una organización disciplinada y con consciencia de clase, aspecto largamente expuesto
por autores bolivianos y extranjeros.
3 El resumen histórico se basa en Lupe Cajías, Lechín, historia de una leyenda, (Cochabamba,
Amigos del Libro, 1994, Tercera Edición) 45-194
80 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
desde las distintas fracciones del nacionalismo (desde corrientes fascistas hasta
simpatizantes de León Trotsky) se mantuvieron en el poder central varias décadas
más y hasta la actualidad en poderes departamentales o locales.
También es importante recordar que la cob surgió de las cenizas de otras centra-
les obreras que fueron organizadas desde los años 20 como federaciones o como
organismos más amplios, de orientación anarquista o marxista. Eran intentos de
los partidos políticos de tener al sindicalismo como un apéndice de su estructura.
Principalmente los comunistas, allegados con la línea del pc soviético, querían
una central dependiente del partido.
Los intentos de unidad y los sucesivos fracasos mostraron que el proletariado boli-
viano prefería una organización pluralista y unitaria, como era la fstmb desde su
fundación. Ese dato es muy importante para entender la situación actual, cuando
tanto la cob como la fstmb actúan bajo las instructivas del partido en el gobierno.
En el siglo xxi, especialmente desde 2006 a 2022 qué tenemos: ¿poder dual?
¿cogobierno? ¿cooptación? ¿clientelismo?
3. Escenarios y Personajes
4 Hace poco publicamos un panorama sobre las características de ese proletariado, que repro-
ducimos a continuación. El punto central hace referencia al Poder Dual; ¿hubo o no poder
dual de la cob y del mnr en los primeros años de la Revolución de Abril? Se habló también
de cogobierno en 1971 con el régimen militar de Juan José Torres.
5 Lupe Cajías, Poder Dual. In: Cajías y Velásquez (2021). Un amor desenfrenado por la Libertad.
Antología de la historia política de Bolivia, Plural. La Paz. Pp.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 81
Los mineros, así con ese nombre tan general, eran los combatientes, los proletarios,
la clase en sí y para sí, los asombrosos guerreros, los incansables y los maestros
para el resto de los dirigentes sindicales y políticos. Pero no tenían rostro y morían
sin nombre ni apellido bajo cruces blancas perdidas en el páramo.
El dirigente era letrado, urbano, carismático, ligado a diferentes niveles del po-
der, con posibilidades de moverse entre estratos diversos e, incluso, con amplios
movimientos de cintura para llegar a salones elegantes o para compartir en la
cantina del campamento. Llegaron a ser parlamentarios, ministros, embajadores,
historiadores.
Por ello, la figura de Juan Lechín Oquendo no era extraña para el minero de base,
aunque ninguno de sus rasgos físicos y su forma de vivir y de amar podía com-
pararse con la cotidianeidad del minero en el socavón. Casi por una casualidad,
el antiguo perforador llegó a ser secretario general de la fstmb cuando ésta fue
creada el 11 de junio de 1944. Por sus gestiones en La Paz, sede del gobierno, fue
nombrado secretario ejecutivo en 1945, cargo que ocupó hasta 1987.
Esas características pasaron a la cob desde su fundación: las carteras desde el pri-
mer directorio, las demandas economicistas y también ideológicas, la aprobación
de métodos de lucha como la acción directa, la unidad, la independencia de los
partidos, el rechazo a empresas capitalistas, principalmente las mineras.
Este equipo de la anhelada central obrera unitaria que a la vez cumplía funciones
en el gabinete (aunque en amplia minoría) fue el rostro que más confundió. Po-
der dual, obreros en el poder, organizaciones sindicales en el Poder Ejecutivo, la
brigada minera en Palacio de Gobierno. ¿Otro juego de espejos?
Sin embargo, la fstmb entró en un letargo que recién despertaría cuando los
problemas económicos, los planes fomentados por Washington, el aparente retro-
ceso de la Revolución que no llevó el estado de bienestar a los hogares mineros,
quebraron la alianza del mnr con la Federación de Mineros, con la cob y con
el propio Lechín.6
Hubo muchos intentos para mantener la ilusión de ese “poder dual”, pero el nuevo
gobierno surgido en las urnas en 1956, presidido por Hernán Siles, los intentos
de crear bloques restauradores para quebrar la unidad sindical y las persecuciones,
como en los años de la rosca, terminarían por sepultar la ilusión.
6 Agustín Barcheli, historiador peruano opinaba en una entrevista con esta autora (*) que Le-
chín tuvo la posibilidad en más de una ocasión de ampliar su poder o de tomar el poder para
la clase obrera, por las divisiones internas del mnr y porque durante meses la fuerza militar
estaba en las milicias obreras y campesinas. El curso de la revolución podría haberse definido
en las calles.
84 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
En agosto de 1985, la aprobación del Decreto Supremo 21060, transformó las rela-
ciones económicas y sociales que con leves modificaciones se habían mantenido desde
los gobiernos del nacionalismo revolucionario, incluyendo las dictaduras militares.
7 Entrevista realizada en el Café Haití, Lima, Perú en 1986. Archivo personal Lupe Cajías.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 85
La agonía duró décadas, hasta el entierro sin sepulcro conocido, cuando las di-
rectivas de la fstmb y de la cob decidieron entregar los sindicatos bolivianos a
un partido, el Movimiento al Socialismo (mas), a cambio de dádivas en dinero,
vehículos, hoteles.
Así, como una comedia, cuando los asalariados podían ilusionarse finalmente con
la toma del poder, el poder los tomó a ellos y los lanzó al vacío. Añicos.
5. La cob y la cstucb
la superación del llamado Pacto Militar Campesino de los años 60, aparecieron
liderazgos agrarios con gran poder de convocatoria como fue el caso de Genero
Flores. La fundación de la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos
de Bolivia (csutcb), auspiciada por la propia cob en 1979, fue al mismo tiempo
el nacimiento del hijo destinado a engullir a su progenitor.
Los campesinos y las mujeres rurales representaban desde su inicio una fuerza
mayoritaria, mucho más grande que cualquier otra federación obrera. Tenía un
alcance territorial creciente, que comenzó en el altiplano norte pero que pronto
cubrió los valles centrales, el sur, hasta llegar a los últimos rincones de Bolivia.
Por la propia dinámica de la doble residencia, también sus afiliados podían estar
en las ciudades, en los barrios populares, pertenecer a otras estructuras como las
vecinales o tener otros trabajos como constructores, transportistas, artesanos.
Esa fuerza exigió en más de una ocasión conducir la cob, a pesar de los estatu-
tos. La negativa de los mineros en acceder era asunto de sobrevivencia. Aunque
formalmente la csutcb ocupa una cartera secundaria, es la entidad que puede
realizar sus propias protestas de forma autónoma y con contundencia como mostró
el 2000, el 2001, el 2003 y durante el siglo xxi.
Los trabajadores del agro plantean asumir el Comité Ejecutivo de la cob. Los actuales
dirigentes dicen que eso es algo que tendrá que resolver el duodécimo congreso
ordinario de la organización laboral. El exasesor legal de la cob, Gonzalo Trigoso,
opina que no es el momento. La última palabra se dirá el 17 de enero (La Razón, 29
de diciembre de 1999).
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 87
El Mallku argumentaba que la lucha del sector era diferente a la del sector
asalariado, porque para los originarios era prioridad la defensa de la tierra, del
territorio, del agua, de los cocales y de otros recursos naturales renovables. El
dirigente aimara criticaba a los mineros que se creen como si “fueran de origen
divino” y mantienen a la cob estática.
Este debate no dejaba de ser importante, aunque no encajaba en las visiones teó-
ricas sobre la vanguardia proletaria en las luchas revolucionarias. Sin embargo,
los futuros sucesos con los bloqueos durante el año 2000, el avance electoral de
Morales en 2002 y la victoria del mas en 2005 mostraron que Felipe Quispe era
más visionario que los dirigentes mineros.
Los campesinos no querían enfrentar a los obreros, pero insistían en que la agenda
por el cambio y por la conquista del poder no era la misma que en 1952 o que
en 1986. Evo Morales y, en ese momento, sobre todo Felipe Quispe tenían un
liderazgo y una presencia mediática que opacaba a los otros líderes sindicales.
Quispe planteaba no sólo el poder para los sectores oprimidos sino imponer el
“poder indígena”, sea por la vía legal o con la lucha revolucionaria “desde el campo
hacia la ciudad”. Sus principales mentores no eran Carlos Marx o Vladimir Lenin,
ni siquiera Fidel Castro o Ernesto “Ché” Guevara sino Tupac Amaru (José Gabriel
88 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Condorcanqui), Tupac Katari y Zárate Willca (Pablo Zárate), que lucharon por
recuperar las tierras de comunidad.
Quizá otra hubiese sido la historia de la cob si en ese momento de tanta debilidad
orgánica aceptaba dar la cabeza ejecutiva a la csutcb.
Entre las nuevas organizaciones que surgieron desde la etapa democrática, más
aún después del d.s. 21060, están las federaciones de campesinos cocaleros en
el trópico de Cochabamba que fueron convirtiéndose en la fuerza movilizadora
más importante en los años 90 hasta el 2006. Ese año conquistaron la presidencia
de la república con su máximo líder, Evo Morales, dirigente al mismo tiempo, el
Movimiento al Socialismo (mas).
Escobar es una síntesis de esa transferencia del proletario, formado como cuadro
político y con amplio conocimiento teórico, hacia los cocaleros que poco a poco
dejaron de ser agrarios para transformarse en un elemento híbrido y autónomo.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 89
Los cocaleros aprendieron pronto las formas y métodos de las antiguas huelgas
mineras. Ellos no podían paralizar centros de trabajo, pero sí podían cortar ca-
rreteras (como hicieron los campesinos), además en el centro neurálgico del país
que une los cuatro puntos cardinales.
La marcha cocalera hacia La Paz, en 1998, mostró a los citadinos la fuerza del
grupo, que no era un sindicato proletario, pero tampoco era una central campesina
tradicional, a pesar de su pertenencia rural. Los cocaleros consiguieron además
respaldos de otros movimientos rebeldes. La Federación de la Seis Centrales del
Trópico estaba afiliada a la cob, aunque a la vez actuaba por sus propios momen-
tos de demandas, de combates y reemplazaba sutilmente al liderazgo cobista para
movilizar a otras organizaciones.
En el polémico xii Congreso de la cob, el último del siglo xx, los únicos afiliados
que presentaron una tesis política fueron los cocaleros. El debate y la aprobación
de una tesis habían sido desde 1946 el corazón teórico de la organización minera
y luego, desde 1952, de la cob, con una capacidad de irradiar al resto de la so-
ciedad. Además, por su misma composición de “doble residencia” entre el barrio
marginal y el área rural, los cocaleros también cobraron importancia en otros
grandes movimientos de protesta citadina.
El rechazo al alza de las tarifas en el servicio de agua potable (un recurso escaso en
Cochabamba) gatilló la presencia de los actores que reemplazarían a los dirigentes
de la cob. Aunque, es interesante repasar los discursos, las convocatorias, los
planteamientos y las formas de la negociación porque recogen las antiguas formas
cobistas. Las comisiones manejaban tanto las cifras y datos para anular las nuevas
tarifas, como también salían a las calles para encabezar violentos enfrentamientos
y, más tarde, se sentaban en la mesa de las negociaciones.
La “Guerra del Agua”, por otra parte, inauguraba otra fase de las demandas sociales
y de las organizaciones que las canalizan. Ante la profunda crisis de la cob, como
veremos más adelante, fueron los pequeños liderazgos de barrios, de vecinos, de
jóvenes, de mujeres, los que asumieron la vanguardia del combate.
A lo largo del 2019, fueron también los vecinos los que resistieron las irregularida-
des y abusos en el proceso electoral de ese año. No fue la cob como en 1979, sino
la gente de boca en boca, de red en red, la que organizó el bloqueo en la esquina,
la marcha por la plaza, la defensa del voto, el concierto de música de protesta.
Esto significa que, al contrario de lo que ocurría con la cob durante el siglo xx
que era capaz de ser obedecida hasta por los dulceros de la esquina, ahora son
otros los mecanismos de resistencia, de activismo y de combate.
La mayor cantidad de trabajadores en las minas –sobre todo cuando los precios de los
minerales comenzaron a subir eran los cooperativistas– con un tipo de organización
muy distinta, con capital propio y con sus propios obreros contratados eventualmente.
La csutcb tenía dos millones de campesinos afiliados en casi todo el país, pero
la Comisión de Poderes sólo aceptaba ochenta y ocho representantes acreditado;
o sea, un delegado por cada 22. 727 trabajadores agrarios.
Las candidaturas para la secretaría ejecutiva eran de dos dirigentes mineros: Ed-
gar Ramírez, comunista, de la vieja guardia, uno de los últimos representantes
del “proletariado ilustrado”, que no trabajaba en una mina desde hacía años; y
Milton Gómez, de la nueva generación, cercano a los partidos oficialistas. El mir
apoyaba a Gómez y el mnr (en la oposición) apoyaba a Ramírez para ocupar la
Secretaría Ejecutiva de la cob.
Este asunto no era nuevo. Vimos que el mnr intentó controlar a la cob desde
su fundación. Lo grave es que al frente no existía una dirigencia sólida ni creíble
para mantener los principios de la cob, sobre todo la independencia y la relación
orgánica con las bases.
Aunque el Congreso había sido muy esperado por los últimos sindicatos organi-
zados para intentar reencausar el activismo de la cob, las peleas y las divisiones
precipitaron su final sin elegir a los nuevos dirigentes. Se declaró “cuarto inter-
medio” hasta mayo (90 días) y se nombró a una comisión con dirigentes poco
conocidos para convocar a la nueva cita.
La propuesta fue hecha por la Federación de Mineros ante el riesgo de una división
definitiva de la cob, como pocas veces en su vida orgánica.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 93
Sin embargo, no logró nunca más reunir más que un puñado de gremios. Ni
siquiera en las tradicionales marchas del Primero de Mayo, la cob consiguió el
impacto de sus desfiles de los años 50 hasta los 80.
La cob aceptó la presencia del presidente Evo Morales y posteriormente del presi-
dente Luis Arce en el recorrido del Día del Trabajador por las calles paceñas. Esto
desvirtuó absolutamente el sentido del homenaje a los ocho mártires de Chicago.
Otro punto que hay que resaltar es el debate al inicio del siglo sobre la Ley del
Trabajo. El Ministerio de Trabajo, en manos del mir, pretendía modernizar la
antigua legislación para adaptarla a las nuevas épocas. Aunque se pretendía res-
petar las conquistas laborales y los beneficios conquistados desde 1928 y sobre
todo desde 1935, los obreros rechazaron la propuesta.
También al inicio del siglo xxi se debatió el Estatuto Orgánico del Empleado
Público, que intentaba modernizar la administración pública a través de la meri-
tocracia y de la estabilidad laboral, garantizando un aparato administrativo que
trascienda los cambios de ministros o de gobiernos.
94 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Este Estatuto estaba relacionado con los lineamientos de la Ley safco de 1992
para controlar el manejo adecuado de los recursos públicos y con las nuevas agendas
internacionales para achicar el estado y volverlo más efectivo. Ello significaba una
ganancia a mediano plazo, pero el despido de muchos funcionarios supernumerarios,
sobre todo en las principales empresas (capitalizadas en los años noventa), donde el
estado mantenía presencia como ypfb, comibol, enfe (transporte ferroviario),
ende (servicio eléctrico), entel (telecomunicaciones), lab (transporte aéreo).
Sin embargo, el Estatuto fue aprobado, junto con otras disposiciones para trans-
parentar el gasto público, garantizar mejores salarios, y cumplir con las reco-
mendaciones de la Convenció de la Organización de Estados americanos contra
la Corrupción.
El mas logró una alianza con la cob a través del llamado “Pacto Anti oligár-
quico”. Se unían los reclamos contra la erradicación de la coca y los crecientes
debates para la exportación de gas a Estados Unidos a través de Chile, además del
discurso antiimperialista. Mientras discutían proyectos de una nueva legislación
para los hidrocarburos, los dirigentes hablaron incluso de un “pacto de sangre”.
Se ordenó la expulsión de las provincias de aquellos que se opusieran a ese pacto;
o “aplicarles la justicia comunitaria”.
Aunque los dirigentes cobistas más veteranos se oponían a una alianza con un
partido político y también a la militancia abierta de los líderes sindicales en par-
tidos políticos, la relación mas-cob se estrechó cada vez más. A ello se agregó
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 95
la fuerza vecinal de El Alto, sobre todo de barrios donde vivían antiguos mineros
relocalizados; ahí también se dio la organización disciplinada y combativa here-
dada de Siglo xx y Catavi.
Esta fue la base del Pacto de Unidad que se firmó en 2000 con catorce organiza-
ciones activas. El Pacto de la Unidad (sindicatos, organizaciones sociales, mas)
mostró su fuerza en las calles, sobre todo en 2003 en la llamada “Guerra del Gas”
contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (mnr). En 2005 iniciaron
protestas desde mayo de ese año hasta lograr la renuncia del presidente Carlos
Mesa, quien había sucedido constitucionalmente a Sánchez de Lozada.
El mas con Evo Morales a la cabeza, la cob presidida por el minero Jaime Solares
y Felipe Quispe de la csutcb, además de dirigentes vecinales y políticos de El
Alto se unieron para pedir la nacionalización de las empresas petroleras y la con-
vocatoria a la Asamblea Constituyente (que salió inicialmente de organizaciones
indígenas de tierras bajas).
Poco a poco aparecieron otros reclamos en distintos puntos del país y en las
ciudades se desarrollaron grandes manifestaciones. Comenzaron bloqueos de
caminos en el altiplano y en los valles.
El mas, Evo Morales y Álvaro García Linera, ganaron cómodamente las elecciones
en diciembre de 2005 con más del 50%, la cifra más alta de la etapa democrática
y cercana a las grandes victorias del mnr en 1956 y 1960.
96 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Radio Pío xii, de tendencia obrera, informaba incrédula de los combates, desde
las alturas de Huanuni hacia las bocaminas para tomar la mina. Con un saldo de
dieciséis muertos y más de cincuenta heridos, la batalla fue el prólogo del estilo
de los nuevos conflictos en el siglo xxi. No eran proletarios contra militares o
huelguistas contra policías, sino obreros regulares de la empresa estatal contra
mineros que trabajaban a su propio riesgo, pero aportando a la productividad de
la principal mina de comibol.
Ambos bandos conocían el uso de la dinamita y del anfo y por ello el saldo fue
tan trágico. Fue muy difícil para los cientistas sociales encontrar las explicaciones
profundas y para dar la razón a uno u otro grupo. El gobierno optó por una salida
inmediata, dar trabajo a los cooperativistas en la propia comibol (con sueldos
que subieron anualmente), con lo cual calmó la protesta, pero afectó en el mediano
y largo plazo el rendimiento de las ricas vetas.
Con el alza de los precios de los minerales, estos enfrentamientos –con un tercer
actor: población civil y comunidades– se repitieron en otras minas. Los coopera-
tivistas se convirtieron en la fuerza más numérica, organizada y disciplinada. Su
presencia definió los futuros conflictos, sobre todo en Potosí y en La Paz.
8 La prueba más grave para el nuevo gobierno y para el movimiento sindical fue Huanuni en la
llamada “Guerra del Estaño”. Los cooperativistas mineros acusaron al gobierno de Morales
de desconocer su compra de acciones de la empresa rbg en Londres que habían adquirido
para un emprendimiento de riesgo compartido. El drama estalló entre el 5 y el 6 de octubre,
a sólo 10 meses del primer gobierno del mas.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 97
A los pocos meses, en enero de 2007, otra tragedia evidenció que más allá de
las tensiones de clase, aparecían las pertenencias territoriales. En Cochabamba
pelearon en las calles jóvenes citadinos contra cocaleros y campesinos. El res-
paldo del prefecto de entonces, opositor, Manfred Reyes Villa, al movimiento
autonomista iniciado en Santa Cruz fue el pretexto para amenazarlo con grandes
manifestaciones y bloqueos de los cocaleros.
Para los comentaristas locales, Cochabamba sufrió esos días un connato de guerra
civil con el saldo de doscientos heridos de ambos bandos, dos muertos (luego
falleció otro herido), jóvenes, cada uno de uno y de otro lado.9
Evo Morales consiguió convencer a los dirigentes cobistas como nunca lograron
Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles ni el propio Juan Lechín.
Los dirigentes no rindieron cuenta de ello. Es más, salieron denuncias por el mal
uso, personalizado, de esos bienes y sobre las fiestas (farras) en el hotel cobista.
Las críticas tampoco faltaron, sobre todo contra los principales dirigentes a los
que se responsabiliza de la decadencia cobista. El caso más grave es el de Juan
Carlos Guarachi, secretario ejecutivo de la cob en periodos complejos. Primero
respaldó al mas y a sus principales dirigentes, luego fue uno de los que sumó su
voz para la renuncia de Evo Morales en noviembre de 2019.
9 Los datos sobre la “Guerra del Agua”, la “Guerra del Gas”, el conflicto de Huanuni y el
enfrentamiento en Cochabamba fueron extraídos de los matutinos paceños La Razón y La
Prensa.
98 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Los otros secretarios de la cob en el siglo xxi, Juan Hoyos y Juan Carlos Tru-
jillo no consiguieron frenar la intromisión de organizaciones masistas. En 2006,
el llamado “Estado Mayor del Pueblo” formó parte de comisiones, aunque no
representaba directamente a un sindicato (anf, 27 de junio de 2006, Sociedad).
10 Otro tema que afectó la representatividad de la cob en el nuevo siglo fue la creación de la
Coordinadora Nacional por el Cambio, conalcam, el 22 de enero de 2007, anunciada por
el propio Evo Morales en su doble condición de dirigente cocalero y de presidente de Bolivia.
La conalcam ampliaba y consolidaba el Pacto de Unidad, pero a la vez se sometía aún más
a las organizaciones sociales y sindicales a ser un simple apéndice del mas con la misión de
poner la gente en los bloqueos, marchas, ataques a los opositores, etc.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 99
Evo Morales dio gran importancia a la conalcam, con la cual se reunía sema-
nalmente en Palacio de Gobierno y luego en la Casa del Pueblo. Esto es un arma
de doble filo, por una parte, las organizaciones sindicales y territoriales de larga
trayectoria podrían pensar que estaba en el poder sobre todo en el Poder Eje-
cutivo y daban su fuerza para defender en las calles a ese propio poder. Por otra
parte, se quedaron sin independencia de acción11. Eran beneficiadas por muchas
políticas clientelistas del más al mismo tiempo que no tenían responsabilidades
legales de las decisiones que se tomaban en el Ejecutivo y que de alguna manera
ellos salían a defender.
La conalcam quedó como una estructura cupular muy beneficiada con viajes y
con otros beneficios que le daba el gobierno del mas, pero sin bases y por tanto
sin futuro.
9. Conclusiones
11 Los datos sobre la conalcam fueron extraídos de los matutinos paceños La Razón y Página
Siete.
100 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Esta relación del mas con estas organizaciones, afiliadas al mismo tiempo a la
cob, transformó a la matriz de los trabajadores. De alguna forma desordenó el
principio de la independencia de partidos políticos que los antiguos dirigentes
habían defendido desde la fundación en 1952.
la cob y los años de la decadencia en el siglo xxi 101
Su antiguo poder dual, casi un estado dentro del Estado, es asunto del pasado.
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Resumen
[103]
104 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Palabras claves
1. Introducción
Sin duda que el siglo xxi en Bolivia, arribó con cambios que paulatinamente
transformarían el país, la democracia, la acción de la sociedad civil. Entre los
cambios más importantes que se dieron en la estructura estatal están el carácter
del Estado boliviano, que se reconoce como Estado Plurinacional y la profundi-
zación del proceso de descentralización por medio de un régimen de autonomías
territoriales. En conjunto, tienen efectos en el acontecer de la democracia.
3 Existen bemoles en lo logrado a 14 años del nacimiento del Estado Plurinacional. No existe
igualdad política entre las diferentes matrices culturales que lo componen (se han identificado
36 diferentes comunidades culturales). Asimismo, la relación con respecto a la matriz que
hasta este momento ha sido la hegemónica: la mestiza moderna estructurada políticamente
en base a la democracia liberal representativa.
4 Cabe señalar que la metodología seguida, responde a la revisión de fuentes secundarias, prensa,
y entrevistas a especialistas que trabajan bastante tiempo en Tierras Bajas y Tierras Altas.
106 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
2. Antecedentes
El inicio del siglo xxi en el país se da con una serie de luchas que junto al ma-
lestar social por las políticas causadas por el modelo económico y la crisis se
materializaron en intensas protestas propiciadas por movimientos sociales arti-
culados justamente contra el modelo neoliberal, los viejos partidos en el poder y
en procura de una participación política directa y sin mediaciones. En ese marco
estallaron eventos como la Guerra del Agua en Cochabamba el año 2000 que
logró la expulsión de una empresa transnacional de agua potable en rechazo a la
privatización del servicio y el incremento de tarifas. O es el caso de la Guerra del
Gas, precedida por varios enfrentamientos previos como los denominados febrero
negro y octubre negro que involucraron a distintos sectores sociales como policías,
indígenas y campesinos, así como sectores populares urbanos contra las medidas
del gobierno. Este último evento culminó en la derrota y expulsión del entonces
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003, quien huyó del país dejando un
saldo de alrededor de 60 muertos y centenas de heridos.
Hace treinta años en Bolivia las Tierras Bajas eran imaginadas como un reservorio
de recursos naturales, tierras despobladas. La reforma agraria de 1953 marginó
a los pueblos de tierras bajas del derecho a la propiedad de la tierra porque con-
sideró que los espacios ocupados por los indígenas eran baldíos, de modo que
fueron adjudicados a empresarios. A mitad del siglo xx las tierras bajas de Bolivia
se convirtieron en el gran sueño alternativo para el desarrollo rural y empezaron
a ejecutarse una serie de proyectos de colonización en las mismas.
La base organizativa de la cidob, sin duda son las comunidades que resultan
de la agrupación de varias familias que comparten un territorio común para la
reproducción familiar y de las autoridades que regulan la convivencia colectiva,
tal vez con un ancestro común y un conjunto de prácticas e instituciones sociales,
económicas, políticas y culturales mediante las que ponen en circulación bienes
materiales y simbólicos comunes. Las comunidades son consideradas por la
cidob como “la base orgánica y fuerza política de la Confederación. Ellas tienen su
propias formas de representación de acuerdo a sus costumbres y normas consuetudinarias
(García 2005, 220).
En tierras bajas los denominativos de las estructuras intermedias varían. Pueden de-
nominarse: subcentrales, centrales o capitanías. La coordinación de varias capitanías,
de todas las subcentrales o de varias centrales de pueblo conforma el segundo nivel
intermedio de la estructura de la cidob que se llama, en algunos casos, Asamblea
(Asamblea del Pueblo Guaraní-apg). En el caso guaraní, la agrupación de varias
comunidades constituye una capitanía. En el caso de los baures, itonamas y moxe-
ños, al agrupamiento de comunidades se las llama subcentrales, en tanto que entre
los ayoreos o chiquitanos se llaman centrales. La reunión de varias subcentrales en
algunos casos como en el Beni adquieren el denominativo de Central de Pueblos,
como la cpib (Central de Pueblos Indígenas del Beni). Por su parte, entre los araonas,
tacanas, yuracarés, lecos o mosetenes, la suma de varias comunidades constituye una
central de pueblo. A su vez, entre los ayoreos, chiquitanos, guaraníes y guarayos, la
suma de varias centrales da lugar a cuatro centrales de pueblo. Lo común en este
nivel es que las centrales, subcentrales y capitanías unifican por identidad cultural
y lingüística a comunidades que en algunos casos tienen discontinuidad territorial.
Éste es el primer nivel intermedio de la organización de la cidob (García 2005,
220 y 221). Es interesante que el segundo nivel intermedio de organización social
pueda llegar a estar conformado por subcentrales de varios pueblos indígenas,
constituyéndose en multiétnico, tal el caso de la cpib y cpemb. Otros como la apg
(Asamblea del Pueblo Guaraní) sobrepasa los límites departamentales, albergando
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 109
Entre los motivos para que surja la cidob, y le den su razón de ser, estarían dos
fuerzas que han jugado una incidencia especial. Una, más interior de tipo organiza-
tivo que nace de la iniciativa de los propios pueblos indígenas, que ven la necesidad
de articularse y ser escuchados por el Estado. Y la otra, relacionada a un contexto
internacional favorable para los pueblos indígenas y el reconocimiento de sus
derechos.7 En tal sentido, existía un terreno favorable para que nazca la cidob.
Uno de los aspectos que llama la atención es que la organización adopta caracte-
rísticas sindicales, al menos en la denominación de sus niveles de organización.
Por ejemplo, la cidob está organizada de la siguiente manera: a) Presidente/a,
b) Vicepresidente/a, c) Secretaría de defensa de tierra y territorio, d) Secretaría
de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Desarrollo Económico, e) Secretaría
de Comunicación, Investigación y difusión, f) Secretaría de educación bilingüe y
cultura, g) Secretaría de salud y h) Secretaría de Género.
6 Con base en García (2005) y otras publicaciones que actualizan la composición de la cidob,
resumimos que ésta se compone de: La Central Indígena de la Región Amazónica (cirabo),
que agrupa a ocho centrales de pueblo correspondientes a ocho pueblos que habitan en Pan-
do y Riberalta. La Central de Pueblos Indígenas del Beni (cpib) que agrupa a las centrales
de los pueblos Baure, Canichana, Cayubaba, Itonama, More, Movima, Moxeño-trinitario,
Moxeño-javeriano, Sirionó, Tsimane. La Asamblea del Pueblo Guaraní (apg), fundada en
1986 y que hoy agrupa a 28 capitanías 16 de los pueblos Guaraní y Tapiete de Santa Cruz,
Chuquisaca y Tarija. La Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (cpesc), que articula a las
cuatro centrales de cuatro pueblos: Ayoreo, Chiquitano, Guaraní y Guarayo. La Organización
de Capitanías Weehnayek (orcaweta) que básicamente reúne a las distintas comunidades
del pueblo Weehnayek del departamento de Villamontes. La Central de Pueblos Indígenas
del Trópico de Cochabamba (cpitco), donde coordinan dos centrales de pueblo; la primera
de los Yuracaré y la otra de los Yuqui. La Central de Pueblos Indígenas de La Paz (cpilap),
que reúne a las centrales de los pueblos Leco, Mosetén y Tacana del Norte de La Paz. La
Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonia de Pando (cipoap). La Central
Organizativa de los Pueblos Nativos Guarayo (copnag). La Central de Mujeres indígenas
del Beni (cmib). La Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (cpemb). El Gran Consejo
Tsimane (gct) y la Organización Indígena Chiquitana oich. (García, 2005 y https://web.
senado.gob.bo/prensa/noticias/confederaci%C3%B3n-de-pueblos-ind%C3%ADgenas-de-
bolivia-cidob-37-a%C3%B1os-defendiendo-y).
7 Ver Assies et al. 2002 y Bello, 2004
110 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
vertical de los sindicatos como tal, y esto la hace vulnerable a las posibilidades de
fraccionamientos, divisiones y paralelismos orgánicos. Porque es labor quijotesca
tratar de articular muchas organizaciones que tienen muy marcado el sentido de
la autonomía orgánica” (Entrevista a Edgar Izurieta, 19/04/2023). Efectivamente
los denominativos que son las carteras y responsabilidades de quienes las asumen,
provienen de la organización sindical. Sin embargo, a pesar de que esta organi-
zación tiene una estructura sindical, el mandato opera de abajo hacia arriba: “Las
subcentrales les tienen que hacer llegar el mandato a las centrales y, las centrales,
tienen que hacer llegar a la cidob. Y si no son escuchado por la cidob pueden
desmarcarse. Hay un mandato más de abajo para arriba. Situación muy sui generis
de la cidob” (Entrevista a Edgar Izurieta, 19/04/2023). Consideramos que la fuerza
se encuentra en las bases, de tal manera que se debe hacer caso a las comunidades.
Uno de los tema centrales y prioritarios que ha articulado a los pueblos indígenas
de tierras bajas es la demanda de tierra y territorio. Sobre todo, la de territorio8, al
ser el elemento que hace posible la reproducción, material, identitaria y política,
pues como sostiene Canedo:
8 La literatura sobre la importancia que adquiere el territorio para las poblaciones indígenas
es amplia. Como ejemplo ver: García Pedro, 2004. Canedo, 2011. Lehm, 1999.
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 111
Las once marchas indígenas, nos remiten a demandas de carácter orgánico político;
por tanto, a través de dichas medidas los pueblos indígenas se convierten en actores
proponentes del Estado. La primera marcha indígena de 1990 contribuye a que
se dé la Reforma de la cpe de 1994 en la que el país se reconoce como Estado
multiétnico y pluricultural. Asimismo, se modificó el artículo 171 reconociendo los
derechos sociales, económicos y culturales de los pueblos indígenas que habitan el
territorio nacional, especialmente los relativos a sus tierras comunitarias de origen.
Resulta interesante lo sostenido por Marcia Mandepora, quien señala que uno
de los aportes del pueblo guaraní en el proceso constituyente fue el concepto de
Asamblea, tan propio de los guaraníes. “En la Asamblea constituyente el aporte
importante de la apg ha sido justamente el concepto de Asamblea. Porque el
concepto asamblea surge siempre en tierras bajas, y la apg ha trabajado esa pro-
puesta para que se incorpore en ese proceso, porque la asamblea es parte de la vida
democrática del pueblo guarani” (Entrevista a Marcia Mandepora, 02/05/2023).
Asimismo, el tema de las autonomías indígenas trabajado desde las organizaciones
de Tierras Bajas fue otro tema crucial en la Asamblea Constituyente.
10 Las cinco organizaciones que formaron el Pacto de Unidad eran: tres organizaciones “matri-
ces” campesinas (la csutcb, La confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia (cscb)
y la Central de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa) y por dos organizaciones matrices de
originarios e indígenas: conamaq, formada por ayllus especialmente de tierras altas y cidob
con representantes de Tierras Bajas.
11 Puesto que el mas tenía su propia propuesta de texto constitucional, sin embargo, es la del
Pacto de Unidad la que se impone.
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 113
La viii marcha por la defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-
Sécure, tipnis llevada a cabo en 2011 se constituye en otro hito que marcó la ar-
ticulación de las organizaciones pertenecientes a la cidob, y las alianzas con otros
sectores, así como el alejamiento del movimiento indígena de Tierras Bajas del go-
bierno, y una ruptura con las organizaciones de corte campesina y cocalera, es decir
con la csutcb,12 la cscb13 y la Organización de Mujeres Bartolinas cnmciob-bs.14
La octava marcha en defensa del tipnis constituyó en uno de los últimos hitos im-
portantes. Después de ella, ya no se ha visto experiencia parecida. Y de aquella, ya ha
transcurrido más de una década. Sin embargo, existen acontecimientos más locales
que marcan logros. Tal es el caso del avance en las autonomías indígenas. Si bien
la consolidación de los procesos autonómicos podría haberse constituido en una
única bandera por medio de la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígenas
Originarias y Campesinas (conaioc), no se dio de esa manera. El balance que se
hace es que la consolidación de las autonomías indígenas hubiese sido “como una
herramienta de articulación y de demanda para ejercer su libre determinación para
ejercer sus autonomías, podría haber sido un referente, pero ya no lo es. Entonces
el avance lo hace cada pueblo de manera aislada y de manera silenciosa. Son mini
hitos que van teniendo” (Entrevista a Edgar Izurieta, 19/04/2023).
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 115
Hay tres autonomías, en Santa Cruz está Charagua y Gutiérrez. Hay problemas y
esperemos que en un futuro vayan adquiriendo características propias, pero difícil
las competencias ya están dadas desde arriba, son como municipios con algunas
competencias. El sistema de administración es al estilo de gobiernos municipales. Claro
que algunas cosas el Kereimba Iyambae ha logrado incorporar, por ejemplo la Gran
Asamblea y también el piset, a nivel de las autonomías se traslada a ellas esto de la
Producción, Infraestructura, Salud Educación y Tierra y Territorio. Antes estaban los
concejales. Con las autonomías hay la Gran Asamblea conformada por las autoridades
naturales de cada comunidad: una mujer y un varón. Esta Gran asamblea elije a sus
administradores, deliberan y toman decisiones sobre aspectos administrativos. Estos
asambleístas, son las autoridades de las comunidades que se convierten en asambleístas
que se reúnen dos veces al año. No son como concejales que deciden, sino ahora es
como la Gran Asamblea que decide. Implica también concientizar a la gente a las
comunidades, y lograr comprender porqué es una autonomía, porque siguen creyendo
que es una alcaldía. (Entrevista a Marcia Mandepora 02/05/2023)
15 “Hoy en día por lo menos existen dos facciones de la cidob que están claramente definidas,
y una tercera que no tiene mucha llegada y se han quedado en dos que responde a intereses
político partidarios. Quizá una fracción más cercana al mas y la otra a la otra facción. Nunca
ha habido articulación real de todas las organizaciones que la conforman” (Edgar Izurieta,
19/04/2023).
116 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Había un directorio de la apg que son más progobierno, y otro directorio que
son más críticos, o se los tilda de antigobierno. Hasta ahora se mantiene así, pero
estamos a la espera de una nueva directiva que articule y vuelva a escuchar a las
bases. Porque en estos últimos años la apg a nivel nacional este nuevo directorio ha
dejado de escuchar a las bases porque unas Capitanías coordinan con la apg, otras
con el paralelo y eso hace daño. Entonces la apg ha perdido credibilidad con las
comunidades. Y ese nivel de relación con las comunidades está débil. (Entrevista a
Marcia Mandepora, 02/05/2023)
El hecho de que el mas haya subido al poder durante más de catorce años, y ahora
contemos con un panorama donde las organizaciones indígenas se encuentran
debilitadas, divididas o cooptadas, llama a una profunda reflexión de lo que está
aconteciendo con estas instancias que debían ser el bastión de interpelación al Estado.
Resulta por demás interesante, que ante el contexto de crisis por el que la ci-
dob está atravesando, la forma de resolver no es fortaleciendo sus directorios o
sacando a algunos dirigentes y colocando a otros. En Tierras Bajas, un ejemplo
es lo que sucede en el Beni, donde se están gestando alianzas interterritoriales,
que buscan hacerse escuchar con el Estado y dar respuesta a sus necesidades
y problemas, ante el incumplimiento de las organizaciones matrices y de la
agenda estratégica.
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 117
Por ejemplo, el Gran Consejo Chimán está entablando alianzas con otros pueblos
con la característica de que lo está haciendo como pueblo, como representante del
territorio chimán y no como organización supracomunal. De esta manera la forma
de articulación es tejer alianzas entre territorios. Podría ser, como apunta Izurieta
que “a la larga, estas alianzas puedan generar nuevas formas de organización”. De
alguna manera, estas articulaciones son vestigios locales de reunificación. Como
cuenta el investigador Edgar Izurieta: “En San José Angosto se han reunido y los
proceso de unificación pueden darse a este nivel considerar la articulación de varias
comunidades. Son cincuenta y tres comunidades reunidas que estaban opuestas, no
se miraban la cara y ahora se han unido a una sola voz, diciendo no queremos la
carretera por medio de nuestro territorio les han dicho a la gobernación de Beni
y Cochabamba”. (Entrevista a Edgar Izurieta 19/04/2023). Son procesos que no
están concluidos y que vislumbran una continuación en pos de un fortalecimiento.
Uno de los problemas actuales que realmente atingen a los pueblos indígenas
son los avasallamientos por los colonizadores, en los que sus territorios se ven
amenazados y cada pueblo de manera aislada se encuentra afrontándolos.17 Por
tanto, nuevamente el enclave tierra y territorio podría ser el eje articulador de
los pueblos. “Y la lucha contra los avasallamientos podría constituirse en un foco
de resistencia, por medio de alianzas” (Entrevista a Edgar Izurieta, 19/04/2023).
16 Además de las alianzas interterritoriales, alrededor de agendas determinadas. Hay otras como
la entablada con la Confederación Indígena de la Cuenca Amazónica (coica). Esta instancia
panamazónica que fue creada en la década del 80, está conformada por las organizaciones de
distintos países amazónicos. En la actualidad es la cidob orgánica la que ha sido reconocida
por la coica, sin embargo, la respuesta a los encuentros de las organizaciones amazónicas y
las propuestas trabajadas con esta instancia internacional no son socializadas en los territorios.
Por tanto, es como si la cidob respondiese a manera de esqueleto sin carne, sin una base
social empapada de los temas y preocupaciones tratadas.
17 Fundación Tierra es una de las principales instituciones que ha investigado el tema. Ver
Colque, Gonzalo (2022)
118 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
18 Para ver el tema de la afectación de la minería aurífera y los incendios de los últimos años en
los pueblos indígenas, revisar Canedo (2022).
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 119
De acuerdo con García, los principios básicos del conamaq están referidos
primero: al rol protagónico e histórico que deben desempeñar, como pueblos
120 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Varios son los hitos por los que atravesó el conamaq, algunos se constituyeron en
acontecimientos positivos, otros marcaron quiebres y alejamiento de determinados
actores. De esta manera resaltaremos su fundación, el pacto que hace con el entonces
presidente Hugo Banzer Suárez, la participación en la Asamblea Constituyente, el
apoyo a la octava marcha, las autonomías y la titulación de territorios colectivos.
Asimismo, otro hito, aunque este será de quiebre, es el pacto con Banzer que el
conamaq hizo en el contexto de las movilizaciones del año 2000. Las movi-
lizaciones del año 2000, que implicó el gran bloqueo de caminos fue un evento
histórico en el que la organización pudo tener un gran protagonismo; sin embar-
go, la actitud pragmática de algunos líderes del conamaq hicieron que sea una
oportunidad perdida, debido al pacto que hizo con el entonces presidente Gral.
Hugo Banzer Suárez.
Otro hito para conamaq es el haber sido parte del Pacto de Unidad,21 ya desde
el 2004. Haber desempeñado un papel central en la Asamblea Constituyente.
Gran parte de la propuesta de autonomía indígena fue dada por el conamaq y
la cidob. La reivindicación de lo originario para que se convierta en autonomía
indígena fue dada por el conamaq.
20 De igual manera en el conflicto de 2019, los ponchos rojos muestran acercamiento a Luis
Fernando Camacho. Tienen una postura crítica al gobierno, pero sin tener claro que no
pueden entablar alianza con facciones de derecha.
21 conamaq se encontraba en el Pacto de la Unidad con organizaciones que apoyaban al
Gobierno, pero mantenía su independencia y en algunas coyunturas fue crítica. En 2007,
sus bases y organizaciones locales vivían disputas internas entre sectores afines al Gobierno,
sectores independientes y sectores cercanos al alcalde de Potosí, René Joaquino, del partido
Alianza Social. (Schavelzon 2012, 104).
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 123
Para el conamaq, de igual forma que lo fue para la cidob, el gran quiebre y
distanciamiento de esta organización con el gobierno se produjo a raíz de la octava
marcha por la defensa del tipnis y en contra de la construcción de la carretera.
Así como el alejamiento de aquella alianza –el Pacto de Unidad– que había logrado
grandes avances durante la Constituyente.
El gran quiebre es el tipnis, la octava marcha del 2011, esa es la razón porque
rompen conamaq y cidob con el gobierno; porque estaban tocando algo esencial
que hace a la misma organización, el territorio. Más a cidob que a conamaq.
Es como tocar el corazón de la propuesta política, ideológica con la partición del
territorio por la carretera. Esa es la razón. Principalmente para la cidob. (Entrevista
a Wilfredo Plata18/04/2023)
Finalmente, a partir del 2009, una vez aprobada la cpe, el conamaq ingresa en
una etapa de aletargamiento. Por ejemplo, la consolidación de las autonomías,
podría haber sido un buen momento de aplicación de la nueva Constitución
en la que el conamaq hubiese tenido un papel protagónico. Sin embargo,
como sostiene Wilfredo Plata, “se da un hito al revés, conamaq se pierde en
sus peleas y no es parte de la aplicación de la Constitución, la autonomía. En
Jesús de Machaca, Raqaypampa, Lomerío, influenciados desde la academia y
las oenegés, se da lo de las autonomías; pero no está conamaq, que era la más
indicada, representativa de lo originario y no las lleva adelante” (Entrevista a
Wilfredo Plata 18/04/2023).
Luego de la marcha del tipnis, el gobierno organizó otras instancias paralelas para
defenestrar a las organizaciones orgánicas. Y de ahí comienza las rupturas internas.
Estas rupturas han llegado a nivel nacional, sino a las regiones (Entrevista Fredy
Villagómez, 28/04/2023)
Sin embargo, no tiene claridad, no tiene proyecto político como antes solía tener
esta instancia. Antes tenían claridad en la reivindicación de lo colectivo. Antes tenía
claridad en la reivindicación de los derechos colectivos, autogobierno, restitución
de autoridades originarias, reconstitución territorial. Esa claridad no hay ahora. Más
bien es en función a la agenda política del gobierno: Cargos, eventos, más aparece el
conamaq respaldando al gobierno. En la última movilización que protagonizaron los
de Santa Cruz, por el censo, han salido los del conamaq para defender el proceso
de cambio, a Arce. Ese rol está jugando en este momento. No están reivindicando
las agendas, históricas, estratégicas de los pueblos indígenas, sino acompañando a
un proceso que está en crisis. Procesos de cambio. (Entrevista a Fredy Villagómez,
28/04/2023).
11. Epílogo
cidob fue fundada en 1982, quince años antes que el conamaq, por tanto, la
necesidad de articulación y el reconocimiento de los pueblos indígenas se dio en
Tierras Bajas. En 1997 el conamaq se fundó para rescatar la esencia del ayllu
y la reconstitución de los territorios ancestrales. Concluimos que conamaq se
fundó posteriormente, porque la csutcb había copado a través del sindicalismo
la región andina. De hecho, la csutcb reivindicaba los derechos de las comu-
nidades desde una perspectiva de clase. Aquí radica su principal diferenciación
con el conamaq.
Entre los hitos por los que han atravesado, la Asamblea Constituyente como es-
pacio de diseño del nuevo Estado y la nueva cpe se constituye en un momento de
lucidez del movimiento indígena y originario. De hecho, pese a que se conformó
el Pacto de Unidad que aglutinó a cinco organizaciones de matriz campesina,
indígena y originaria, en el desarrollo de la Asamblea de manera evidente aflora-
ron las diferencias, tensiones, y las organizaciones tuvieron que sortear una serie
de obstáculos y llevar a cabo pulsetas. Sin embargo, fueron de manera crucial la
cidob y el conamaq quienes contribuyeron con la propuesta central para darle
al nuevo Estado, el carácter Plurinacional y autonómico. El aporte en la nueva
cpe para atravesarla y permearla con componente indígena, originario y alcanzar
de manera vital su inclusión, fue trascendental.
Asimismo, hemos podido constatar que otro hito ha sido la octava marcha en
defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (tipnis).
Este acontecimiento, ha permitido a la cidob ser la protagonista para aunar y
convocar a todas las organizaciones que representa. El conamaq, ha apoyado.
Estas dos organizaciones que tienen en común –el manejo colectivo de sus terri-
torios– por medio de la octava marcha, han interpelado al Estado Plurinacional,
y le han señalado su lado extractivista, opuesto y contradictorio al Vivir Bien
que habían enarbolado.
Los especialistas analizan lo pernicioso que resulta que los partidos políticos
se hayan inmiscuido en la organización, por medio de dirigentes que son más
obedientes al partido político que a la población indígena a la que represen-
tan. O también sucede que alinearse con el partido de gobierno, por ejemplo,
cidob y conamaq en la bolivia plurinacional 127
Respecto a la autonomía existe una serie de retos que deben ser afrontados. Una
de las críticas centrales es que ésta no recoge la demanda de autonomía y libre
determinación de antaño; sino que han sido absorbidos por la lógica municipal.
Y como sostienen nuestros entrevistados, estos procesos lo viven de manera in-
dividual. Si es que se afrontara de manera orgánica, el avance podría ser mucho
más rápido, y mucho más reflexivo.
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Las organizaciones barriales en Bolivia.
La acción colectiva urbana
entre la desconfianza y el miedo
Daniel E. Moreno Morales1
Resumen
Bolivia es un país que tiene una alta participación política en sus múltiples esferas,
como el sector urbano, donde las juntas vecinales se convierten en espacios impor-
tantes de participación, especialmente en las ciudades, como revela la investigación
mediante la aplicación de múltiples medidas estadísticas que muestran el campo
de acción y el rol de la acción colectiva urbana.
Palabras Clave
1. Introducción
Bolivia es un país cada vez más urbano, como dan cuenta los datos demográficos
oficiales. Los bolivianos que viven en las ciudades representan una amplia mayoría
1 Sociólogo por la Universidad Mayor de San Simón y doctor en ciencia política por Vanderbilt
University. Investigador asociado de Ciudadanía, Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública.
Contacto: Daniel.moreno@ciudadaniabolivia.org.
[131]
132 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
del total de la población nacional, y es, además, una mayoría que viene crecien-
do aceleradamente como resultado de la migración desde las áreas rurales. En
contraste con esta realidad, las estructuras sociales de participación social en las
cuestiones públicas del país bajo el modelo de gobierno del mas son principal-
mente rurales, lo que genera una tensión creciente entre la sociedad civil urbana
y el sistema político.
Distintos estudios comparativos dan cuenta que la sociedad boliviana tiene una
dinámica asociativa fuerte, por medio de la cual sus ciudadanos participan más de
distintas organizaciones sociales que los habitantes de muchos otros países (ciu-
dadanía 2018). Esto muestra que, al menos en lo que se refiere al componente
organizativo (o asociativo), el capital social en Bolivia es alto en comparación a
otros países de la región y del mundo.
En las ciudades bolivianas, las formas de organización social tienen que ver,
principalmente, con la canalización de demandas sectoriales (zonales) hacia las
autoridades locales. Se trata de organizaciones que buscan lograr la atención
de necesidades o la implementación de mejoras en las zonas; y dado el orde-
namiento jurídico e institucional boliviano, son necesidades que por lo general
deben ser atendidas por el municipio. Estas son las juntas vecinales, juntas
de vecinos u Organización Territorial de Base (otb), por la denominación
impuesta por la Ley de Participación Popular a mediados de la década de los
1990, pero que como organización social existen al menos desde inicios del
Siglo xx (Galindo 2018).
Las juntas vecinales del país se organizan también a nivel nacional en la Confede-
ración Nacional de Juntas Vecinales, conaljuve. Según una página web atribuida
a la organización,3 esta organización fue fundada en 1979 y cuenta con personería
jurídica reconocida a nivel nacional. En los hechos se trata de una organización
con presencia esporádica en el ámbito nacional; es evidente que se trata de una
organización precaria, con escasa capacidad de representación ciudadana, y con
bajos niveles de consolidación institucional.
2 Sobre el tema de la fejuve y su dinámica de acción ver, por ejemplo, el trabajo de Sian Lazar
(Lazar, 2013).
3 La conaljuve no tiene una página web que pueda ser considerada oficial, pero sí cuenta
actualmente con una página en Facebook. Uno de los sitios con información sobre esta
organización parecería ser creación de la organización, aunque no puede certificarse (www.
conaljuve.blogspot.com).
136 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Quizás uno de los motivos que pueden explicar la escasa atención que han reci-
bido las organizaciones urbanas, más allá de la ausencia del componente místico
ancestral y casi esotérico que tienen los movimientos campesinos e indígenas,
es que su misma relación con el Estado boliviano ha sido menos relevante.
Salvo momentos históricos específicos (noviembre de 1979, octubre de 2003,
octubre-noviembre de 2019), la gravitación de la acción colectiva urbana sobre
la política nacional ha sido menos relevante que la de los movimientos indígenas
y campesinos en lo que va de este siglo, o que la del proletariado minero en el
siglo xx. El último acápite de este artículo explica esta idea con algo más de
amplitud.
Los datos de la encuesta de lapop de 2019 sugieren que la mayoría de los boli-
vianos participa de reuniones de alguna organización cuyos fines tienen que ver
con el mejoramiento de la comunidad o barrio donde viven.6 Si bien la pregunta
no refiere directamente a las Organizaciones Territoriales de Base o a las juntas
vecinales, sí pregunta de manera genérica sobre las organizaciones que cumplen
la función principal de éstas. Los resultados muestran que 3% participa de estas
organizaciones más de una vez por semana, 35% lo hace una o dos veces por mes,
y el 14% lo hace una o dos veces por año. En total, algo más de la mitad (52%)
de los bolivianos participa al menos ocasionalmente de organizaciones de acción
colaborativa a nivel local; este es un porcentaje que se ha mantenido relativamente
constante a través del tiempo, como muestra el gráfico siguiente.
6 La pregunta empleada en la encuesta dice textualmente: “Por favor, dígame si usted asiste a las
reuniones de estas organizaciones: por lo menos una vez a la semana, una o dos veces al mes, una o dos
veces al año, o nunca. ¿Reuniones de un comité o junta de mejoras para la comunidad? Asiste…”. Se
consideran las respuestas que señalan alguna participación (todas menos “nunca”).
138 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Gráfico 1
Evolución de la participación en organizaciones locales en Bolivia, por año
(en porcentajes)
90 Organizaciones religiosas
Participación en organizaciones (en pocentajes)
70
60
50
40
20 8
20 0
20 2
20 4
20 6
20 8
20 0
20 2
20 4
20 7
20 9
20 0
21
9
0
0
0
0
0
1
1
1
1
1
2
19
Año
Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP.
Gráfico 2
Resultados de regresión logística para participación en organizaciones
de mejora de la comunidad
Como puede inferirse del gráfico del modelo estadístico, una vez que se controla
por otros factores no existen diferencias entre hombres y mujeres en la participación
en este tipo de asociaciones. Donde sí se evidencian diferencias estadísticamente
representativas es en la comparación entre las áreas urbanas y rurales (la población
que vive en áreas rurales tiene mayor probabilidad de participar de estas organiza-
ciones que quienes viven en las áreas urbanas). La edad es otro factor significativo:
las personas mayores participan más de estos espacios que los más jóvenes. El nivel
socioeconómico no tiene ningún efecto, como tampoco tienen efecto vivir en el
departamento de La Paz (en comparación con el resto del país) ni la aprobación
de la gestión presidencial. En cambio, quienes viven en el departamento de Santa
Cruz participan menos que los habitantes del resto del país de estos espacios, en
los cuales también participan más indígenas que no indígenas.
8 Esta es una variable que, desde que el mas asumió el gobierno en 2006, ha actuado como
polarizadora de la opinión pública, distinguiendo claramente las opiniones sobre distintos
temas por el nivel de aprobación de la gestión presidencial. Sobre el tema ver (Moreno Morales
et al., 2010; Moreno Morales & Osorio Michel, 2022).
140 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Las organizaciones barriales son, por definición, una forma de organización urba-
na. Si bien el modelo de participación generado a partir de la Ley de Participación
Popular reconocía Organizaciones Territoriales de Base tanto en las ciudades como
en las áreas rurales, la asociación “de vecinos” o “barrial” existe solamente en las
ciudades (en las áreas rurales las formas de organización territorial son indistintas
del esquema organizativo sindical-campesino, que tiene una representación más
clase que vecinal). Por tanto, para saber quiénes participan en estas organizacio-
nes es necesario considerar sólo las áreas urbanas, como se lo hace en el análisis
estadístico representado en el gráfico que sigue a continuación.
Gráfico 3
Resultados de regresión logística para participación en organizaciones
de mejora de la comunidad en áreas urbanas
Cuando consideramos solamente las áreas urbanas, los mismos factores que
fueron identificados a nivel nacional aparecen como predictores estadísticamente
significativos e independientes de otros factores en el modelo: edad (más edad,
mayor participación en organizaciones barriales), región (con menor participa-
ción en Santa Cruz que en el resto del país) y pertenencia a un pueblo indígena
(quienes se sienten pertenecientes participan más de estas organizaciones.
Además, la especificación del modelo incluye otros dos factores: la percepción
de inseguridad en el lugar de residencia, que no tiene un efecto independien-
te, y la confianza interpersonal (a mayor confianza, mayor participación en
organizaciones de este tipo). Con esta información podemos delinear un poco
las organizaciones barriales en bolivia 141
9 Sobre el tema ver, por ejemplo, el trabajo pionero de Albo, Greaves y Sandoval sobre las
organizaciones sociales de base indígena en la ciudad de La Paz (Albo et al., 1983).
10 Este es un tema que debería ser cubierto por un estudio específicamente enfocado en los
procesos de movilización urbana en Santa Cruz de la Sierra.
142 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Gráfico 4
Porcentajes de participación en acciones de mejora local por confianza interpersonal,
promedios nacionales en Bolivia y otros países de América Latina
Paraguay
Ayuda a resolver problemas comunidad (%)
55
50 Ecuador
Bolivia R.Dominicana
45
Panamá Chile
40 Nicaragua
Perú Guatemala
35 México Honduras
Uruguay
30 Colombia
Brasil El Salvador
Costa Rica
25
Argentina
10 15 20 25 30 35 40
Otras personas muy confiables (%)
Como puede apreciarse, Bolivia tiene una proporción muy alta de personas que
participa en acciones colaborativas para resolver problemas de su barrio o comu-
nidad (45%, uno de los porcentajes más altos en América Latina). Pero al mismo
tiempo, el porcentaje de personas que afirman que sus vecinos son muy confiables
es de apenas 11%, el más bajo de la región después del Perú. En el otro extremo
está El Salvador, país donde el porcentaje de personas que cree que sus vecinos
son muy confiables es más alto (alrededor de un tercio de la población comparte
esta opinión) mientras que sus niveles de participación en espacios organizativos
locales son mucho más bajos que en Bolivia. La relación esperada entre asocia-
cionismo y confianza interpersonal no se refleja con la misma claridad cuando se
consideran en el análisis los datos a nivel nacional.12
Una de las razones por las cuales las organizaciones barriales interpelan a los
ciudadanos es porque, para muchos, brindan una sensación de seguridad, par-
ticularmente en lo que se refiere a la seguridad ciudadana. La demanda por
Esa sensación de inseguridad en Bolivia tiene que ver, además, con una profunda
desconfianza ciudadana en las entidades estatales que deberían garantizar la segu-
ridad de los vecinos: la Policía Nacional y el sistema de justicia. No es necesario
abundar mucho sobre la escasa capacidad que tiene la Policía Nacional de Bolivia
para garantizar la seguridad en los barrios de las ciudades del país y su presencia
marginal; a este factor se suma la desconfianza que la mayoría de los ciudadanos
tiene en la Policía, que viene de la mano de los índices de victimización por co-
rrupción policial más altos del mundo.13
13 La victimización por solicitudes de soborno que viven los ciudadanos bolivianos de parte
de los policías es una de las más altas de América Latina y también una de las más altas del
mundo (Moreno Morales al 2014). Esto viene de la mano de cifras de confianza ciudadana
en la institución policial extremadamente bajas.
14 La situación crítica del sistema de administración de justicia en Bolivia se refrenda con per-
cepciones ciudadanas sobre el sistema de justicia extremadamente bajas. Todos los indicadores
comparativos internacionales muestran una profunda desconfianza e insatisfacción ciudadana
con el sistema judicial. Sobre el tema, ver por ejemplo los datos del World Justice Project
(www.worldjusticeproject.org); para un análisis contextualizado localmente ver (Schwarz al
2019).
las organizaciones barriales en bolivia 145
Este conjunto de factores hace que los ciudadanos sientan miedo, ya sea real o
ilusorio, ante la delincuencia. Como respuesta, los vecinos deciden organizarse
en grupos de defensa y protección de sus barrios ante los riesgos percibidos de
la delincuencia. Estas organizaciones varían mucho en su forma y sus métodos,
abarcando desde funciones paralelas que cumplen las mismas organizaciones
vecinales ya existentes hasta la conformación de brigadas de vigilancia, incluso
armada, con estructuras casi paramilitares.15
15 Una de las manifestaciones de la presencia de estas organizaciones son los muñecos colgados
en postes de barrios de todo el país, advirtiendo a los delincuentes sobre la acción de los
ciudadanos organizados en su contra (esta acción es, por supuesto, el linchamiento).
146 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
boliviana. Y en esta paradoja parecen residir, además, los principales riesgos para
la continuidad futura del gobierno del mas.
A nivel local, muchas de las organizaciones vecinales han establecido alianzas con
las fuerzas del partido en el municipio. Al final, es importante tener en cuenta que
el mas ha ganado elecciones en un número cada vez mayor de municipios en el
país y las alianzas de estas organizaciones con el partido ganador no debería sor-
prender. En los casos en los que el mas no gana el control del ejecutivo municipal,
las juntas vecinales favorables a su posición se han convertido en grupos de presión
callejera, y en algunos casos en grupos de choque [como en el triste ejemplo de la
quema de la Alcaldía de El Alto durante la gestión de Soledad Chapetón (Galindo
2018)]. Dado el carácter local de las organizaciones vecinales, muchas de ellas
16 El mas ha hecho un esfuerzo discursivo notable para posicionar la idea de que no se trata de
un partido político, sino de una coalición de organizaciones sociales que gobiernan juntas.
Sobre el tema ver, por ejemplo, (Zegada al 2011)
las organizaciones barriales en bolivia 147
Así como responden a una lógica eminentemente local, el accionar de las or-
ganizaciones vecinales es también heterogéneo, y está sujeto a procesos que
afectan a toda la sociedad, como el de la polarización política. En un contexto de
simplificación de los activismos, las organizaciones vecinales asumen posiciones
contradictorias; mientras que algunas son defensoras del gobierno del mas, otras
más bien son parte de las movilizaciones en su contra. Los momentos de crisis y
movilización callejera en el país (como octubre y noviembre de 2019) han tenido
a organizaciones barriales activamente involucradas en alguno de los dos bandos.
Pese a todas sus debilidades, las organizaciones barriales son la principal forma de
organización en las ciudades de un país que ha pasado de ser eminentemente rural a
concentrarse en las ciudades (y principalmente en las 3 grandes áreas metropolita-
nas del país, la de Santa Cruz de la Sierra, La Paz-El Alto y Cochabamba-Kanata).
La Bolivia contemporánea es un país urbano, y además cada vez más urbano, con
sectores medios crecientes que le dan a la sociedad una impronta distinta (diversa)
a la que tienen los movimientos sociales de viejo cuño, rurales y más homogéneos
en términos de su representación, y que son la base del Movimiento al Socialismo.
148 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
No queda claro cuál fue el papel que tuvieron las organizaciones vecinales en las
protestas de 2019.17 Tampoco es lugar de este trabajo discutir los méritos demo-
cráticos de sus métodos o de sus objetivos. Lo que sí es evidente es que se trató
de una movilización social principalmente urbana, que tuvo como protagonistas
a vecinos organizados a partir de su cercanía territorial, entre los cuales lo urba-
no representa un elemento discursivo e identitario relevante. Y se trata de una
movilización que, desde las ciudades, representó un contrapoder frente al bloque
gobernante del pacto de unidad y el mas suficientemente poderoso para derrotarlo
precisamente en el ámbito en el que el mas se había mostrado invencible hasta
entonces, el de la movilización callejera. Son, pues, organizaciones de vecinos en
las ciudades de la nueva Bolivia urbana, las que pusieron en jaque y derrotaron al
gobierno más poderoso de la historia reciente de Bolivia.
9. Conclusiones
17 Tampoco está claro cuál fue su papel durante los enfrentamientos de enero 2007 en Cocha-
bamba o en las manifestaciones por la defensa del tipnis, pero es posible pensar en los hechos
de 2019 como consecuencia de la acumulación de capacidad de movilización callejera de los
actores urbanos a partir de esos y otros eventos específicos.
las organizaciones barriales en bolivia 149
Este carácter local limita y condiciona el rol de actor relevante que podrían jugar
estas organizaciones como en la política nacional.
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El Comité Cívico Pro Santa Cruz
en su Momento Histórico:
Capital Simbólico y Rol Contestario
Diego Aguilera de Urioste1
“En la historia del desarrollo de Santa Cruz hay que destacar tres
sucesos capitales: la creación de YPFB, la ley de regalías del 15 de julio
de 1938 y la fundación del Comité Pro Santa Cruz”.
Resumen
Palabra clave
1 Abogado por la Universidad Privada de Santa Cruz, Maestría en ciencias sociales en la Uni-
versidad Toulouse ii. Asociado en crf Rojas Abogados y Docente de la Universidad Católica
[153]
154 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Contrario a esta lógica temporal, el Comité Pro Santa Cruz (en adelante el Comité)
llegó para quedarse. Fundado hace más de 70 años, en lugar de perder vigencia,
afianza su protagonismo en la vida política departamental con significativos niveles
de influencia en transformaciones políticas e institucionales durante las primeras
dos décadas del nuevo siglo. Tal como se analiza en el presente texto, provisto
de un Capital Simbólico no menor –en términos de Bourdieu–,2 el Comité ha
sabido adaptarse a los tiempos y lograr el reconocimiento en el departamento
de Santa Cruz. Sus demandas han ido mutando de acuerdo a la necesidad del
momento conforme al peso específico que ha ido ganado el departamento en el
contexto nacional.
Desde la fundación de la República, Santa Cruz fue una región olvidada por el
poder geopolítico de la minería de occidente del país, cuya hegemonía dominó la
economía y la política boliviana. Con un Estado débil e impotente de sentar presen-
cia en tan vasto territorio, el departamento de Santa Cruz, al igual que el oriente
del país, estuvo marginado. Se mantuvo aislado, en un país desarticulado, carente
de vías de comunicación y postergado en su desarrollo hasta la primera mitad del
Siglo xx. Si bien es cierto que durante el Siglo xix se registraron movimientos
iniciados desde Santa Cruz que cuestionaron su participación dentro del Estado
Boliviano, estos tuvieron una repercusión efímera en la política nacional para
convertirse en parte de la memoria larga de las luchas reivindicativas del pueblo
cruceño. Es el caso de la revolución de los domingos, y el movimiento federalista
e igualitarista liderado por Andrés Ibáñez entre 1975 y 1976 del siglo xix.
Fue a inicios del Siglo xx que, mediante el Memorándum de 1904 evacuado por
la Sociedad de Estudios Geográficos de Santa Cruz, se propone el rol protagó-
nico de esta región dentro del territorio boliviano. El Memorándum interpeló
a las élites políticas del momento, proponía como tesis central el “mirar hacia el
Oriente” dada su importancia geográfica y condiciones naturales.3
3 “Una larga y dolorosa experiencia de más de 70 años, nos ha persuadido de que los pueblos
occidentales de la región andina, cuyos intereses son más o menos solidarios entre sí, no to-
man en cuenta los intereses y el progreso de los pueblos orientales” (Memorándum de 1904
Citado en Peña P., 2011)
4 “los pueblos del interior son los mercados obligados y naturales de los productos del oriente,
ya no tienen allí competidores, sino los similares extranjeros de Chile y Perú, a quienes los
gobiernos por medio de inconsultos han concedido privilegios y franquicias tales, que han
expatriado de las plazas del interior a los artículos nacionales de Santa Cruz” (Ibid)
el comité cívico pro santa cruz en su momento histórico 157
Se forjo así la conciencia colectiva de contar con instituciones propias que resuelvan
las demandas de la región. Una de las primeras instituciones que responden a esta
necesidad fue el Comité de Obras Públicas, creado en 1931. Institución que, junto
con el Comité Pro Santa Cruz, serán vitales para el desarrollo del Departamento.
En ese momento, el reclamo cruceño no fue acompañado con una respuesta fa-
vorable de las élites políticas y económicas dominantes de la época, no obstante
la idea fue tomando cuerpo. Entre las iniciativas a destacar, se tiene el diagnóstico
que realizó el Plan Bohan en 1942, cuyas propuestas calaron profundo, destacan-
do entre ellas la importancia de construir la carretera Santa Cruz-Cochabamba.
Durante el periodo de la revolución nacional del 52, Santa Cruz vivió una nue-
va etapa, marcada por un lado, por una política estatal decidida a desarrollar el
oriente del país conocida como “la marcha hacia el oriente” y por otro, por una
permanente tensión con el gobierno del nacionalismo revolucionario. De manera
simultánea a la revolución nacional, Santa Cruz se conectó tanto con el interior
del país, a través de la carretera Santa Cruz-Cochabamba como con Argentina a
través de tramo ferroviario Santa Cruz-Yacuiba y Brasil mediante el ferrocarril
Santa Cruz-Corumba. (Traverso C., 2022)
Es durante ese mismo periodo que se funda el Comité Pro Santa Cruz. Cabe
subrayar que, en la propuesta de creación del Comité, suscrita por los autores
mencionados, se evidencia el convencimiento respecto a la necesidad de contar con
una institucionalidad que garantice la correcta inversión de los recursos públicos
para mejorar y promover el desarrollo humano en Santa Cruz. Así también, se
reconoce que la llegada de los ferrocarriles y de la carretera a Cochabamba repre-
sentan una oportunidad de desarrollo y al mismo tiempo genera una externalidad
en cuanto a la migración de compatriotas desde el interior del país.
Nuestro departamento y nuestra ciudad tienen que afrontar desde ahora serios
problemas que se le presentan, tanto en el orden económico como en el orden
moral. La llegada de los ferrocarriles de Corumbá y Yacuiba, la conclusión de la
carretera Cochabamba-Santa Cruz, la celebración del iv Centenario de la fundación
de nuestra ciudad, el remodelamiento urbano urgido por el Plan Ivanissevich, las
obras públicas de alcantarillado y pavimentación de nuestro pueblo, la imperiosa
necesidad de dotarlo de servicios de agua y luz, en cuanto se refiere a la ciudad, y
la urgencia de estudiar un plan de colonización y otro de migración con referencia
158 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Ya desde sus inicios, el Comité demostró amplitud para abarcar y acoger la ma-
yor cantidad de sectores que representen a la sociedad cruceña. La propuesta o
invitación fundacional de la ful, arriba mencionada, fue enviada a la Universidad
Cruceña, a la Cámara Departamental de Comercio e Industria, a la Alcaldía de
Santa Cruz, al Círculo de Abogados, a la Jefatura del Distrito Escolar, Aéreo
Club Oriental, a la Sociedad Benéfica 21 de mayo, Sociedad de Artesanos 24 de
Septiembre, así como a otros cruceños notables de la época (García Vespa, 2004)
La idea fue bien acogida entre los sectores que conformaban la sociedad cruce-
ña y un 30 de octubre de 1950 fue creado el Comité Pro Santa Cruz y elegido
primer presidente, el industrial Ramón Darío Gutiérrez. De principio, solo 26
instituciones conformaron el Comité.
convicción de la apuesta del liderazgo cívico con miras al desarrollo del departa-
mento de Santa Cruz .
La actitud autoritaria del gobierno fue como echar gasolina al fuego. Esta pro-
vocación a la naciente institucionalidad cruceña, tuvo como efecto el incremento
de los sectores que conforman el Comité de 38 a 86, entre ellos el Comité Cí-
vico Femenino y la Unión Juvenil Cruceñista (ujc) , asumido como “el brazo
armado del Comité” (Peña P., 2011) A partir de ese entonces, tanto al ujc como
el Comité Cívico Femenino actúan de manera inseparable en las jornadas de
lucha reivindicativa de los cruceños. Durante este periodo se dio nacimiento a
los Comités Cívicos provinciales, ampliando el radar institucional del Comité
a todo el Departamento. Es importante resaltar este hecho, porque aporta con
otro rasgo distintivo del Comité, su presencia en el territorio departamental
y por ende en las provincias cruceñas, al extender su influencia mas allá de los
límites de la ciudad capital. De hecho, los entes Cívicos Provinciales hacen
parte de la actual directiva
160 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
La lucha por las regalías significó el convencimiento entre las clases medias y políticas
cruceñas, que entendieron que el futuro de Santa Cruz dependía de los cruceños y no
de los gobiernos nacionales de turno. La conciencia para si de una noción de sociedad
regional se había consolidado, marcando un punto de no retorno en el ejercicio de la
ciudadanía y de un nuevo tipo de política: la regional. (Traverso 2022 pp 97)
Una vez consolidados los logros de las luchas cívicas y sentadas las bases del desa-
rrollo regional, el país entró en el periodo de gobiernos militares (1964-1982) en
los cuales el Comité tuvo una participación moderada y en algunos casos colabo-
rativa a los gobiernos militares de turno (Peña, P. 2011) Durante este periodo, el
Comité, formaba parte de los directorios del Comité de Obras Públicas (Traverso,
A., 2022) fue acompañando, desde su rol, la puesta en marcha del denominado
“modelo de desarrollo cruceño” ineludible en el debate contemporáneo. En el
epílogo del ciclo de gobiernos de facto y de la dictadura banzerista y, tras una
accidentada transición política, en octubre de 1982, se dio la recuperación de la
Democracia en Bolivia. La causa democrática también formó parte de las demandas
del Comité. A partir de ello, la década de los 80 y años subsiguientes el principal
tema que convocó al Comité girarían en torno a la reforma descentralizadora,
cuyo alcance será desarrollado en el cuarto acápite del presente texto.
Debido al incremento de las instituciones que hacen parte del Comité, el artículo
6 del Estatuto establece que estas son agrupadas en sectores y cada sector es a
su vez representado por un director que conforma el Directorio del Comité (ver
cuadros en anexo). Asimismo, el estatuto dispone que cualquier institución que
162 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Al ser una institución cívica no pueden postular a los cargos dirigentes de partidos
políticos o que ostenten algún cargo jerárquico en la administración estatal ya sea
del nivel central o de las entidades territoriales autónomas. Pese a esta disposición
que marca una distancia respecto al ámbito político institucional, el Comité Cívico
ha sido la palestra que ha posibilitado el salto, con relativo éxito, al espacio de la
competencia política y electoral a varios de sus expresidentes. Como se verá a lo
largo del texto, sobran los ejemplos, de candidatos electos a cargos legislativos
y a la gobernación cruceña.7 Paradójicamente, es la trayectoria en el Comité y
no necesariamente el partido político el que transfiere y arropa de legitimidad a
estas personalidades.
Otra de las particularidades que tiene el Comité es que uno de los requisitos
para postular a los cargos directivos es haber nacido en Santa Cruz o ser hijo de
cruceños, además de residir en el Departamento al menos 10 años. Disposición
que contrasta con la realidad cruceña ya que se calcula que Santa Cruz alberga la
Se comenta que los grupos de poder económico en Santa Cruz son quienes osten-
tan el control real y efectivo de las definiciones de Comité Cívico. Se han referido
a estos grupos de interés como “logias cruceñas”. no se ha encontrado infografía
que sustente o desmienta de manera confiable, estas afirmaciones.9 En todo caso,
es difícil pensar a un comité cívico carente de tensiones y pugnas de poder. Su
trayectoria inicial anclada en la importancia del peso del Comité de Obras Pu-
blicas que dio origen a las Cooperativas de servicios e implico la movilización de
recursos financieros, los que son ingrediente que abonan el terreno para hacer de
estas instituciones espacios de disputa en los que confluyen múltiples intereses. A
lo largo de su historia, las tensiones y defensa de intereses sectoriales corporativos
han sido puestas en evidencia con distinto grado de visibilidad e intensidad. No
obstante, como se demuestra en las siguientes líneas las divergencias quedan en
segundo plano cuando el Comité plantea la defensa de los intereses sean coyun-
turales o estructurales para Santa Cruz.
10 “Bajo este nuevo modelo, el papel de Estado se redujo a regular el funcionamiento del
mercado y proteger los intereses de los actores socioeconómicos brindando certidumbre
y seguridad para la inversión privada, bajo el supuesto de que a partir de reglas e incen-
tivos claros, el sector privado asumiría la responsabilidad de la reconversión productiva
mediante la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías de producción, y por esa
vía, aumentar la productividad y la competitividad de las exportaciones, generando de esta
manera, suficiente riqueza para dinamizar la economía interna y mejorar los ingresos de la
población”. (Zegada et all 2011)
el comité cívico pro santa cruz en su momento histórico 165
La crisis de representatividad del Estado no solo se hizo evidente para con los
actores sociales, sino también se manifestaron en tensiones regionales, en particular
la de Santa Cruz. Las reformas neoliberales eliminaron todo atisbo de planifica-
ción regional que tan influyente fue para el desarrollo cruceño (Traverso, 2022)
sin embargo, durante este periodo, la iniciativa del desarrollo local fue asumida
por el sector empresarial cruceño que, merced a las reformas económicas de la
década del noventa, aumentaron su capacidad productiva y en consecuencia su
ámbito de influencia.
Ciertamente, entre 1990 y 2003 algunas empresas privadas cruceñas fueron adqui-
ridas y/o fusionadas por empresas multinacionales, lo que potenció su crecimiento,
beneficiando a las empresas tanto en el incremento de capital como en las buenas
prácticas empresariales. A manera de ejemplo el Grupo Santander adquirió el
Banco Santa Cruz, Kimberly Clark adquirió la fábrica de papel de la familia Kuljis,
el Grupo Gloria se hizo del paquete accionario de la Planta Industrializadora de
Leche a los productores lecheros,11 la Sociedad Aceitera del Oriente fue adquirida
por la multinacional adm (Seoane 2021, 174-77).
11 Originalmente la pil pertenecía cordecruz, con las reformas neoliberales fue cedida a los
productores y a la iniciativa privada.
12 valga la analogía con los “30 gloriosos” del Plan Marshal.
166 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Bajo esa ruta crítica, el primer paso para dar viabilidad a las Autonomías en Bo-
livia era contar con que el máximo representante político del departamento sea
elegido entre sus habitantes, y para ello, la Asamblea de la Cruceñidad convocó
al primer Cabildo de este siglo que se realizó el 22 de junio de 2004. Contó con
una participación multitudinaria que se calcula entre 150 a 300 mil personas. En
respuesta a la propuesta de los “10 Mandamientos” del Movimiento al Socialismo
(mas), que para entonces ya había logrado aglutinar y canalizar las demandas de
la Agenda de Octubre, el Cabildo propuso “La Autonomía y las 11 tareas”. Su
orador fue el entonces presidente el Comité, Rubén Costas Aguilera. Un líder que
venía con una trayectoria dirigencial de los sectores productivos cruceños como
la Federación de Ganaderos o la Federación de Productores de Leche.
El Postulado del Comité reflejaba una visión de país alternativa a la perfilada por
los sectores sociales alineados a la Agenda de Octubre, hacía fuerte hincapié en las
Autonomías Departamentales reclamando la realización de referéndum nacional.13
A seis meses del primer cabildo, las tensiones entre el gobierno del presidente
Mesa y Santa Cruz no habían bajado, por el contrario, la promulgación de un
decreto supremo que pretendía subir el precio del diésel, carburante esencial
para la economía cruceña, fue el catalizador para que el Comité convoque a un
nuevo cabildo el 28 de enero de 2004. Unos cuantos días antes, el Comité había
convocado a la sociedad civil a acatar un paro cívico que sirvió de termómetro para
medir la capacidad de reacción de la ciudadanía ante la convocatoria del Comité.
13 “Hemos venido a proponer un nuevo contrato social, a plantear una Bolivia productiva y con
nueva agenda. Que no sea la de octubre que está vinculada a la violencia y los bloqueos sino
a la de las autonomías y el trabajo” (Discurso de Ruben Costas citado en Molina, 2008)
168 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Según estimaciones, el Cabildo del 28 de enero de 2005 sobrepasó los 350 mil
participantes. Con Rubén Costas como orador principal, el Comité aprovecho la
legitimidad del Cabildo para instalar la Asamblea Provisional Autonómica para:
14 Según Fernando Prado, el Modelo de Desarrollo Cruceño tiene cuatro etapas: la primera con
Andrés Ibañez y su modelo federal, la segunda es durante el periodo de la goma un modelo
exportador, la tercer etapa es de la planificación del Comité de Obras Públicas y finalmente
170 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Cabe resaltar que las turbulencias que mediaron la aprobación del nuevo texto
constitucional no fueron menores. Un año antes, además de la toma de la pre-
fectura de Pando, el gobierno llevó adelante una arremetida contra la dirigencia
cruceña mediante un proceso judicial denominado “Caso Terrorismo”, cuyo
principal denunciante era el Ministerio de Gobierno. Mucha tinta ha corrido
respecto a este bullado caso, lo cierto es que este proceso judicial ralentizó, en
buena medida, la capacidad de influencia de la dirigencia cívica cruceña.
Esto se tradujo en sucesivas victorias electorales del mas en los comicios del 2009
y del 2014. Con resultados ampliamente favorables que superaron el 50% de la
votación, se legitimaron las acciones del gobierno que amplió su margen de ac-
ción al garantizar la mayoría calificada de 2/3 de votos en la Asamblea Legislativa
Plurinacional y con ello, asegurando el control de los demás órganos del Estado.
Sumado a esto, la comunidad internacional miraba con buenos ojos el gobierno
de Evo Morales en Bolivia, al referirse en los reportes internacionales al “Milagro
Económico Boliviano”.
Durante este periodo, la población reacciona apáticamente a las iniciativas del Comité,
en parte porque los líderes cívicos no tienen la capacidad de generar el entusiasmo y
el efecto contagio en la ciudadanía, en parte porque los resultados de luchas cívicas
de la autonomía donde la participación de la ciudadanía fue masiva no fueron los
esperados, por dos razones, entre otras. Por un lado, porque el Gobierno de Morales
y con ello su propuesta de país, se encontraban en la época de mayor apogeo, merced
al buen momento de la economía nacional y al respaldo electoral, inédito en la historia
democrática nacional. Además, del contexto favorable, su impulso autoritario logró
neutralizar las voces de los liderazgos cruceños, a partir del abusos y la violencia
política que rodeo el controversial caso del Hotel de las Américas.
Por otra parte, las demandas cruceñas encuentran en la Gobernación un espacio que
las canalice y represente. La Gobernación, a diferencia del Comité hace parte integral
del Estado, se vio fortalecida a partir del respaldo ciudadano a la gestión de Rubén
Costas, Gobernador del Departamento por tres gestiones consecutivas llegando a
superar el 60% de la preferencia electoral. El Capital Político de Rubén Costas y
de Demócratas en Santa Cruz le permiten convertirse en el principal portavoz de
los intereses cruceños contrarios al Movimiento al Socialismo. El gobierno, a pesar
de estar en el auge de su popularidad no puede penetrar esta región.
Fue en ese escenario que, en octubre de 2019 se llevaron adelante las elecciones
generales, la ciudadanía había tomado las elecciones como un nuevo 21F, al op-
tar por respaldar mayoritariamente al candidato opositor a Evo Morales mejor
posicionado en las encuestas. Finalizada la votación, el conteo rápido evidenció
que la diferencia del 10% entre Evo Morales y Carlos Mesa era muy estrecha,
abriendo la opción a una segunda vuelta entre las dos candidaturas más votadas.
16 La decisión adoptada por el aparato gubernamental, indignó a una buena parte de la población
que entendió que la soberanía de los ciudadanos, como elemento esencial de un régimen
democrático, había sido sobrepasada. Para ese entonces, el superávit comercial se había
esfumado, las mega obras para industrializar el gas no estaban dando réditos, debido a que
estaban sobredimensionadas o no contaban con estudios de factibilidad y por el contrario se
habían destapado varios casos de corrupción. Todas estas acciones condensan un denominador
común: el abuso de poder, cuya cúspide es precisamente el sobreponerse a la voluntad popular
a través de la Sentencia Constitucional 84/2017.
el comité cívico pro santa cruz en su momento histórico 173
Una vez confirmada la tendencia de los resultados del conteo rápido, el Tribunal
Supremo Electoral decide interrumpir súbitamente la transmisión de resultados
preliminares provocando la molestia de una población desconfiada con la trans-
parencia del proceso electoral. Reanudado el conteo, El Órgano Electoral que ya
acarreaba cierto descrédito oficializa el resultado y declara ganador al binomio
Evo/Álvaro en primera vuelta. Las protestas y denuncias de “fraude” comenzaron
a calentar el ambiente poselectoral.
Esta decisión fue determinante para que el Comité Pro Santa Cruz, convoque a
una Asamblea de la Cruceñidad que decretó realizar, primero una vigilia y luego
un paro cívico indefinido hasta que no se garantice la realización de una segunda
vuelta.
17 Un Líder de matiz populista, con tradición familiar dentro del activismo cívico en Santa Cruz.
Camacho realizó una carrera institucional dentro del Comité, en su juventud fue Presidente
de la Unión Juvenil Cruceñista y previo a ser presidente del Comité, ejerció la segunda vice-
presidencia durante la gestión de Fernando Cuellar.
18 Para ese entonces la Chiquitana estaba sufriendo unos incendios que amenazaron con des-
forestar su cobertura boscosa poniendo en peligro a los animales que habitan la zona.
174 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por su lado se evidencia una escalada en las demandas cívicas, a inicios del paro cívico
la consigna inicial era garantizar la realización de la segunda vuelta electoral, confor-
me fueron transcurriendo los días y caldeándose los ánimos la premisa fue realizar
nuevas elecciones para finalmente reclamar la renuncia del presidente Morales.21
Un cuarto acontecimiento que fue vital para el desenlace de este momento fue
el desconocimiento de las fuerzas del orden al mandato gubernamental. El 8 de
noviembre de 2021 la policía nacional toma la decisión de amotinarse, por otra
19 Entre los que se puede mencionar los discursos diarios que daba a los pies del Monumento al
Cristo con la puesta en escena de las tarimas, las jornadas de oración, su visita a La Paz con la
Carta de Renuncia del Presidente o inclusive su vestimenta fueron elementos que hace parte
de la política del espectáculo de Luis Fernando Camacho.
20 El Presidente de mofa de las “pititas” con las que la ciudadanía sale a bloquear y en su lugar
les ofrece “enseñar a bloquear”.
21 El 1ro de noviembre, en medio del paro indefinido se lleva adelante un Cabildo Nacional en
el que se resuelve solicitar la renuncia del presidente Morales para dar fin a la crisis política.
el comité cívico pro santa cruz en su momento histórico 175
parte, las Fuerzas Armadas manifiestan que no están dispuestas a salir a reprimir
al pueblo. En estas circunstancias Evo Morales se encuentra desprovisto de una
de las principales prerrogativas que tiene un Presidente, cual es el control sobre
la Policía y la Fuerzas Armadas. Restándole la posibilidad de ejercer el poder a
través de la coerción.
Para la gente que salió a las calles en defensa de su voto, la renuncia y exilio de
Morales fue percibido como una victoria pacífica y ciudadana. Sin lugar a dudas
fue en el departamento de Santa Cruz donde la protesta tuvo el mayor acatamiento
de la población.
La lucha cívica de los 21 días muestra a un Comité Pro Santa Cruz llevando ade-
lante un discurso nacional que le permitió trascender los limites departamentales.
Con la particularidad que la actuación personal del presidente del Comité tuvo
un respaldo inédito en el resto de los departamentos. El Comité caracterizado
por tener una narrativa regional en esta oportunidad abrazó y acompañó un sen-
timiento compartido a nivel nacional que hacía parte de una movilización en las
calles que a diferencia de otros momentos de “estallido social” en el pasado, tuvo
una cobertura antes no vista. (Brockmann, E. 2020)
El paro se inició en octubre de ese mismo año y tuvo una duración de 36 días.
El más largo registrado hasta la fecha. El Comité llama a un paro indefinido sin
haber calibrado bien sus fuerzas. La postura del Comité Cívico va a tener una
respuesta masiva en el departamento de Santa Cruz. Sin embargo, no se percibe
un efecto contagio en el resto de los departamentos, toda vez que no se cumplen
los elementos descritos en el acápite anterior.
22 Inicialmente la consigna desde Santa Cruz era que el Censo debía realizarse en 2023, sin
embargo, técnicamente era muy difícil sustentar esta premisa.
el comité cívico pro santa cruz en su momento histórico 177
todo ante una sensación que la dirigencia cívica tampoco sabía cómo reencauzar
sus medidas de protesta.
La singularidad que tuvo este paro de 36 días se dio cuando la Asamblea de Cru-
ceñidad determinó convocar a un nuevo Cabildo del cual saldría la nueva hoja
de ruta de las acciones a seguir. La respuesta de la población sorprendió, ya que
contó con la participación ciudadana que sobrepasó la de los anteriores Cabildos.
Se puede decir que ha sido el Cabildo que más asistencia ha tenido a lo largo de
la historia nacional. Esta participación le dio el respaldo anímico necesario para
que la medida del paro se extienda por unos días hasta la aprobación de una ley
de fija el censo para 2024. No obstante, el resultado final no fue proporcional al
enorme sacrificio que realizó la ciudadanía.
Los resultados de este paro y cabildo evidencian dos cosas: El primero es el apoyo
inequívoco y multitudinario que tiene el Comité en Santa Cruz expresado en
la asistencia masiva a los cabildos convocados. Se puede decir que desde Santa
Cruz se percibe convencimiento generalizado que los sacrificios individuales van
a repercutir favorablemente en lo colectivo. El Comité ha confirmado una vez
más, la capacidad de canalizar la representación de amplios y plurales sectores de
la población en el departamento.
Para llegar al bicentenario, el Comité pretende llevar una agenda de trabajo de-
nominada “Cambiar el País” cuyo eje central hace referencia a empoderar a las
regiones achicando la administración central. Para ello, será necesario concretar
un Pacto Fiscal que reasigne los recursos del Estado en favor de las regiones. “Se
está trabajando en una propuesta de pacto fiscal” sostuvo el presidente del Comité
en la entrevista personal de fecha 3 de mayo 2023.
El Comité debe cumplir también con los mandatos que dejó el Cabildo, entre
ellos insistir en la reforma judicial, demandar la amnistía de los presos políticos
y gestionar la unidad de la oposición para las elecciones venideras. La propuesta
del Comité es que la unidad de la oposición se debe lograr en base a un proyecto
político y no a un caudillo, es por ello que el proyecto “Cambiar el País” plantea
el ambicioso objetivo de constituirse en el eje central a través del cual logre la con-
vergencia unitaria de una alternativa opuesta viable al proyecto político del mas.
Sin embargo, más allá de los temas y objetivos señalados , la entidad cívica se
encuentra en una disyuntiva frente a los desafíos que entraña el nuevo milenio.
Evidentemente, la Santa Cruz de 1950, época en la cual nace el Comité no es la
misma de la Santa Cruz del año 2023. El rol protagónico que tiene el departa-
mento dentro del país hace que sus demandas, sean o no regionales, tengan mayor
repercusión nacional que en el pasado. Esta es una situación paradigmática para el
Comité, ya que su esencia fue siempre velar por los intereses cruceños, a partir de
una retórica y lógica contraria al Estado centralista. Así, por ejemplo, dentro de
las tensiones y disyuntivas que tiene el Comité está la de definir si se mantendrá
como una institución que defienda los intereses exclusivamente de Santa Cruz o
si asume una posición de visión país para lo cual debe velar porque los intereses
cruceños sean complementarios a los intereses de los demás departamentos.
Otro de los desafíos que tiene el Comité tiene que ver con la necesidad de en-
tender a la Santa Cruz actual, que alberga la mayor cantidad de migrantes de
todos los departamentos, y donde simultáneamente germina una ciudadanía más
moderna, diversa y cosmopolita. En síntesis, una Santa Cruz de clases medias a
la que Manuel Suarez denomina el Cruceñismo Sociológico.
Siguiendo con la idea de Manuel Suárez, son tres elementos los que caracterizan
la cultura del Cruceñismo Sociológico:
Otro de los grandes desafíos que tiene el Comité es saber que acciones tiene
pensado realizar para contrarrestar los permanentes ataques que Santa Cruz ha
venido sufriendo por el gobierno del Movimiento al Socialismo, como la deten-
ción del gobernador del departamento o la sentencia condenatoria en contra de
Rómulo Calvo.
El aislamiento que sufrió Santa Cruz durante más de siglo y medio de historia
republicana un recelo hacia el Estado y un convencimiento de contar con una
institucionalidad endógena encargada de promover su desarrollo. En ese contexto
180 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
nace el Comité Pro Santa Cruz que, haciendo eco del sentimiento cruceño de la
época tuvo una actitud beligerante con el Estado central. Sus actuaciones per-
mitieron acceder a los recursos necesarios para financiar el desarrollo de Santa
Cruz. Estos acontecimientos fueron bien aprovechados por la narrativa cruceña
que se encargó de reforzar ese sentimiento anti Estatal imperante en Santa Cruz.
La política cruceña a partir de 1950 hasta 2006 va a estar marcada por la rein-
vindicación de la identidad cruceña (entendida desde el antagonismo entre lo
oriental y lo occidental) y los derechos de Santa Cruz, en ese contexto el Comité
va a acaparar la representación política de Santa Cruz, inhibiendo la aparición de
la clase propiamente política, paradójicamente desde el seno Comité, que tiene
un carácter apolítico ha sido una fuente inagotable de políticos cruceños, como
Rubén Costas o Luis Fernando Camacho como los ejemplos más notables.
Por otro lado, los recursos provenientes de los hidrocarburos sumados, entre otros
factores, al desarrollo de la institucionalidad cruceña, formaron un círculo virtuoso
que permitió a Santa Cruz convertirse en el departamento más próspero del País.
Esto permitió validar el “modelo de desarrollo cruceño” como una alternativa al
modelo extractivista de la economía nacional. Sumado a este crecimiento econó-
mico sostenido se da el fenómeno de la migración interna que va a auspiciar una
sociedad abierta desde Santa Cruz.
Durante el siglo xxi gracias a su influencia y peso específico dentro del país, Santa
Cruz busca tener una mayor participación política dentro del Estado, sin perder
su esencia, impulsando la implementación de las autonomías departamentales.
Las autonomías departamentales también pueden entenderse como una defensa
al modelo de desarrollo cruceño –o en todo caso a los valores que representa–
ante una visión de país centralizadora y estatizadora. Para ello, se ha servido de la
legitimidad de su Comité que hace las veces de interlocutor válido de los intereses
de Santa Cruz.
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2021 El Capital Constructivo, la inversión extranjera en Bolivia. Fundación
Milenio.
182 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Entrevista:
Recopilación hemerográfica:
anexo 1
anexo 2
Resumen
El trabajo busca dar cuenta de las relaciones entre la región potosina y el Estado
central durante las dos primeras décadas del siglo xxi, tomando al Comité Cívico
Potosinista (comcipo) como caso de estudio. Para este fin, en la primera parte,
desarrollo un breve acercamiento teórico centrado en la noción de clivaje territorial.
Posteriormente, presento algunos antecedentes históricos sobre comcipo para luego
pasar a exponer las acciones colectivas y fuertes protestas dirigidas por comcipo para
revertir la situación de pobreza y marginación del departamento entre 2000 y 2021.
¿Por qué, una región que realiza largas protestas y contundentes paros no puede
conseguir cambiar su situación de postergación? ¿Qué papel juegan las elites
políticas en el desarrollo de la región?
Palabras clave
Las palabras clave son: identidad, clivajes, actores políticos, regiones periféricas.
[185]
186 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
la sociedad se dan varias líneas división, pero ellas solo derivan en clivaje cuando
los actores, por un tiempo relativamente largo, emiten discursos y construyen
organizaciones alrededor de estas divisiones, es decir dan “una expresión política
organizada a lo que, de otro modo, serian creencias incipientes y fragmentarias
de algún grupo social” (Kriesi 1998, 167).
Ahora bien ¿Qué elementos se necesitan para que un espacio periférico construya
regionalismo? podríamos señalar tres: a) un conjunto de percepciones que señalan
las diferencias socioeconómicas entre una regiones y otras; b) Las explicaciones
que identifican las causas y la perpetuación de la diferencias percibidas; y las
c) aspiraciones que como un conjunto de metas y objetivos, buscan cambiar la
situación, movilizan la acción y devienen en acción política organizada (López-
Aranguren 1995).
Las instituciones regionalistas, las que liderizan los reclamos, varían en su forma:
en algunos casos pueden aparecer en forma de partidos regionales; en otras, como
organizaciones de la sociedad civil (clubes de beneficencia, centros culturales, etc)
y, en otros, como grupos que controlan las instituciones políticas locales (univer-
sidad, municipio, gobernación). Lo importante, empero, es que en la periferia
aparezca un actor y un liderazgo donde “la región se exprese y se configure como
actor social y político capaz de aglutinar al conjunto de organizaciones locales”
(Burbano de Lara 2016, 26).
Un aspecto que se debe remarcar es que detrás del juego regionalista se encuentran
actores políticos y económicos con intereses específicos. La lucha regionalista si
bien moviliza un discurso regional que se dice apolítica, apartidaria y carente de
ambiciones personales o de partido político, los que la liderizan, sus elites, tienen
intereses propios. Puede darse el caso, que el actor más importante manipule y
active las aspiraciones de desarrollo de una región para oponerse a un gobierno
o una ideología dominante.
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 187
Como veremos, para el caso potosino, el discurso regionalista legitima las movi-
lizaciones de comcipo, pero vehiculiza notablemente los objetivos del sindicato
minero en el periodo que va desde 1952 hasta 2010; y de los grupos opositores
antimas desde el 2010.
El dominio del centro estatal boliviano tuvo a las minas potosinas como primer
objetivo. Eran ellas, finalmente, las que proveían recursos al estado central tanto
que “los ingresos mineros dieron vida al Estado boliviano durante la segunda
mitad del siglo xix y la primera del siglo xx” (Barragán 2009, 48). Por tanto, los
esfuerzos para expandir el dominio territorial sobre los centros mineros –Oruro
y Potosí– tuvo más fuerza que en otras regiones. La presencia de la burocracia
es demostrativa de este hecho: para 1827 Potosí recibía la mayor cantidad de
recursos (14%) y en 1883 el 6% del presupuesto, después de La Paz que recibía
el 10% (Barragán 2009, 42). Esto explica el temprano dominio del Estado sobre
la periferia potosina.
2 Las demandas potosinas eran captación y servicio de agua potable, alumbrado y energía eléc-
trica, pavimentación y alcantarillado, participación en los impuestos de la minería, creación
de una agencia del Banco agrícola e incorporación de Potosí en los planes de diversificación
económica (Flores 2022, 54).
188 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Las explicaciones para esta situación de abandono y pobreza varían. Una de ellas
era la codicia de los mineros privados, que explotaban las riquezas minerales po-
tosinas mientras las vetas eran generosas y los precios de los minerales altos; y las
abandonaban cuando llegaba la época de las bajas cotizaciones. También tenía que
ver con el Estado, que no entregaba regalías (impuestos ideados originalmente
para compensar el daño al medio ambiente), en la cantidad y la oportunidad como
para encarar proyectos de desarrollo productivo. En un plano comparativo, se
decía que Santa Cruz, con su regalías petrolíferas del 11% había logrado encarar
procesos de desarrollo de manera directa, o bien ellas sirvieron como contraparte
para inversiones ya sean privadas o públicas.
La otra explicación tenía que ver con la característica psicosocial. Se afirmaba que
el potosino era indiferente, apático, carente de cariño a su tierra, que no reclamaba
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 189
o que no sabía hacerlo con efectividad y oportunidad, que era impasible ante la
codicia de los mineros y la indiferencia de los sucesivos gobiernos.
Este conjunto de percepciones deviene en aspiraciones. Ellas tienen que ver con
aspectos económicos y sociales, como ser tomados en cuenta por los gobiernos
en sus planes de desarrollo con la construcción de plantas de fundición de mi-
nerales (zinc, plata, plomo). También lograr encadenamientos productivos que
hagan que Potosí no solo exporte materia prima sin mayor valor agregado, sino
que pueda exportar metales y productos de consumo final. En el plano social, se
pedía mejoras en la oferta estatal de servicios de salud y la construcción de caminos
carreteros que, se decía, servirían para mejorar los flujos turísticos, sobre todo a
la capital del departamento.
En Potosí se planteaban dos explicaciones para esta situación. Una de ellas era
que Potosí no había intentado salir de la monoproducción minera, quedando sin
posibilidades de diversificación productiva por culpa del modelo estatista de 1952.
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 191
La otra, decía que se había instalado un modelo económico neoliberal que era
fatal para los intereses de las regiones pobres como Potosí. La primera postura
era defendida por la empresa privada y la segunda por las corrientes de izquierda
y sindicales del departamento.
Para los sectores privados, más inclinados a la ideología liberal, lo que correspon-
día era promover el libre mercado, fomentar el ingreso de capitales extranjeros
a la región y apoyar los procesos de descentralización administrativa. Para los
sectores de izquierda, en cambio, lo que tocaba era luchar contra el neolibera-
lismo, el ingreso de capitales extranjeros y cualquier forma de descentralización
del Estado.
Con todo, si algo unía a ambas tendencias era su crítica al sistema de partidos
vigente. Para ellos, los partidos políticos sólo eran un receptáculo de personas
carentes de representatividad y de legitimidad. Tanto los senadores y diputados
no eran elegidos por capacidad propia sino por “colgarse” de la postulación
presidencial. A esto se añadía el poco cariño a su tierra natal. Era público que
muchos de ellos ni siquiera tenían domicilio en Potosí. El caso más elocuente era
el de Mario Mercado Vaca-Guzmán que llegó a ser senador por Potosí, siendo él
paceño de nacimiento y, para mayor dato, dueño del club de fútbol de La Paz, el
Bolívar. Lo mismo se podía decir de Óscar Bonifaz y Luis Ossio.
Las personas que apoyaban la línea liberal eran pocas. Eran un pequeño grupo
de mineros chicos de cierta formación académica, dueños de ingenios mineros,
gerentes de una fábrica de sodas y cervezas y propietarios de negocios de mediano
tamaño. En cambio, en el otro grupo, estaban mineros o exmineros de la comi-
bol, autoridades y dirigentes de la universidad estatal Tomás Frías, un numeroso
contingente de cuentapropistas e informales y las juntas vecinales.
Este segundo grupo fue el que tomó las riendas de comcipo y le imprimió su
sello a sus demandas y acciones. Apenas se supo del despido de los trabajadores
de la comibol con la llamada relocalización, comcipo se alineó militantemente
a detener esta política. Más adelante, exigieron la puesta en funcionamiento de
la planta de fundición de plomo y plata de Karachipampa, una factoría que no
tenia posibilidad alguna de funcionar por ser contaminante y carecer de insumos,
pero que, por muchos años, fue el caballo de batalla de comcipo. Por último,
en 1993, durante el gobierno de Jaime Paz, comcipo convocó a bloqueos de
calles y huelgas para impedir la llegada de la transnacional Litchco a Potosí para
explotar los recursos del salar de Uyuni, pese a que el contrato cumplía con todas
las exigencias de la entidad cívica. El elemento común a estas acciones colectivas
era luchar contra el neoliberalismo, de ninguna manera por los intereses de Potosí.
192 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
A inicios del siglo xx, cuando el Movimiento al Socialismo (mas) y Evo Morales
aparecen como los agentes del cambio político en el país, Potosí se encontraba
en las peores condiciones económicas y sociales de todos los departamentos del
país. La tasa de crecimiento de la población entre los censos de 1992 y 2012 era
de apenas 1,1; la pobreza llegaba al 79,7% del total de habitantes y un 70% de su
gente tenía insuficiencia educativa. En el plano económico los datos eran igual
de dramáticos: la contribución del departamento al pib nacional apenas llegaba
al 5% y el pib per cápita de Potosí era de usd 489, cuando a nivel nacional esta
cifra llegaba a un promedio de usd 1002.
Era lógico que la gente viera con esperanzas un nuevo gobierno que prometia
ser la contracara de los anteriores del mnr, Movimiento de la Izquierda Revo-
lucionaria (mir) o Acción Democrática Nacionalista (adn). En las elecciones
presidenciales y legislativas de 2002, el mas había logrado ser la primera mayoría
en el departamento con el 27,2% de los votos. Para las elecciones de diciembre
de 2005 esta votación subió al 57,8%. Quizá para buena parte de la ciudadanía la
llegada de Morales al poder era una ventana de oportunidad para lograr atención
y desarrollo.
Sin embargo, para quienes estaban en la dirección de comcipo, el mas era una
esperanza real para lograr restablecer la comibol y consiguientemente el control
estatal del espacio minero. Por ello se sumaron entusiastas al proceso político del
mas, apoyando todas sus acciones de oposición. Entre 2002 y 2005, comcipo
realizó marchas en apoyo a los cocaleros del chapare, rechazó la propuesta de
Santa Cruz de autonomías departamentales y apoyó una Asamblea Constituyente.
Para 2010 los indicadores económicos no podían ser más preocupantes. El censo
de población y vivienda de 2012 señaló que la población de Potosí había crecido
a un ritmo de 6,7% cuando en los departamentos prósperos este indicador lle-
gaba a los 35,2 en Santa Cruz, a 20,7% en la Paz y a 17,2 en Cochabamba (ine,
2019: 35). La diversificación productiva prometida por Morales estaba lejos de
ser concretada. En el mismo año, el 41,3% del Producto departamental estaba
concentrado en la minería a mucha distancia del 4,3% de participación de las in-
dustrias manufactureras y del 1,9% de la actividad turística (Ferrufino, Eróstegui
194 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Los resultados de esta consulta mostraron la fractura entre Potosí y el mas puesto
que a nivel departamental ganó el No con un 53,26 % de los votos frente a un
196 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
46,74% por el Si. La otrora plaza fuerte del masismo se debilitaba. Se debe hacer
notar que el respaldo al No se centró en la ciudad de Potosí, donde el respaldo al
No llegó al 85,87% de los votos y el apoyo a la opción oficialista del Si al 14,13%
(oep 2021).
Más temprano que tarde el gobierno tuvo que afrontar el problema de la explo-
tación y daño del cerro Rico causada por el trabajo de los Cooperativistas. Los
problemas de contaminación, de explotación laboral y de labor en zonas no au-
torizadas continuaban como al inicio de la gestión de Morales. Además que este
tema era motivo de convocatoria de los cívicos a marchas y huelgas.
Los cm habían avanzado en sus ambiciones mineras sin prisa ni pausa. Al terminar
el siglo xx las cooperativas ya tenían bajo su dominio cuatro importantes zonas
alrededor del cerro Rico: Huajcachi, Santa Rita, Diablo Norte y Diablo sudeste
que a su vez estaban arrendadas a siete grandes cooperativas mineras como Reserva
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 197
Fiscal, Rosario Ltda, Diez de noviembre Ltda, Villa Imperial Ltda, Compotosí
Ltda, 27 de marzo Ltda. Estas zonas mineras contienen pallacos y sucus que son
plastos que se originaron en la cumbre del cerro Rico y que contienen plata y
estaño de baja ley (Madrid y Camacho 2003, 57).
3 El Potosí, “Se pondrá limites a la explotación minera en el cerro rico de potosí” 28 de sep-
tiembre de 2017
198 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Sin embargo, el efecto de esta iniciativa fue contrario del esperado. Apare-
cieron fuertes resistencias de los comunarios de las zonas citadas a la decisión
gubernamental. Algunas comunidades campesinas reclamaban su derecho a
ser ellos los que exploraran los yacimientos ubicados en su territorio, a la vez
que otras denunciaban el deterioro medioambiental por el trabajo minero. Los
comunarios de Challajtiri, provincia Antonio Quijarro, decidieron bloquear el
acceso al yacimiento lo que despertó el enojo de los cooperativistas que seña-
laron amenazantes: “bien clarito estamos indicando: si tiene que correr sangre,
va tener que correr”.
4 El Potosí, “Pumari se impone en una elección con elevado ausentismo” 31 de julio de 2018.
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 199
Para detener el deterioro político del mas en la ciudad de Potosí, desde instituciones
como la gobernación se realizaron anuncios sobre las ventas de la planta de potasio,
sobre los avances en la construcción del aeropuerto, respecto de la finalización de
la construcción de una fábrica de clavos o el estudio de un teleférico.
Más tarde, comcipo elevó sus pedido de regalías al 50% y convocó a un paro de
24 horas primero, y luego de 72 horas. Ante esto el gobierno, desplegó la misma
estrategia aplicada en las huelgas de 2010 y 2015, vale decir negarse a dialogar
con comcipo. El canciller Diego Pary indicó que el accionar de comcipo era
político y que solo dialogaría con los sectores sociales. En efecto, a mediados de
agosto de 2019 los ministros recibieron a una delegación de movimientos sociales
potosinos afines al mas en la Casa grande del pueblo donde se les informó sobre
los alcances y beneficios del proyecto para la región.
5 El Potosí, “Presentan primer auto potosino que utiliza litio del salar de Uyuni” 2 de octubre
de 2019.
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 201
Dos días antes del verificativo electoral, la ciudad de Potosí mantenía los bloqueos
a la vez que realizaba marchas cada vez más numerosas. Es el momento en el que
toda iniciativa de parte de las autoridades locales del mas para dar solución al tema
del litio es rechazada por entidad cívica completamente embarcada en plantarle
férrea oposición al mas.
En todo caso, la polarización había llegado a tal extremo que en la noche del 25 de
octubre y luego que un grupo de bloqueadores afines a las demandas de comcipo
fueran atacados en la zona de Cantumarca, “decenas de fogatas se encendieron
en una vigilia cuyo propósito no declarado era evitar una probable “invasión” de
habitantes de algunos de los municipios vecinos afines al mas”.
202 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Una vez que se conocieron los dramáticos hechos en Vila Vila, cooperativistas
mineros de fedecomín adelantaron la partida de la caravana en medio del llan-
to, bendiciones y aplausos de la ciudadanía potosina, a las 12:30 horas salieron
setenta buses con dos mil quinientas personas que también incluían miembros de
organizaciones sociales de Potosí, Chuquisaca y Tarija (giei 2021, 155).
La caravana luego de sortear varios puntos de bloqueo y pasar por caminos difícil-
mente transitables por efecto de daños por dinamita que tenía la intención explícita
de detenerlo, fue emboscada en zona de Playa Verde (Challapata-Huancane) con
disparos de armas largas, producto de lo cual fueron heridos de gravedad cinco
mineros, mismos que al ser auxiliados por las ambulancias continuaron siendo
objeto de impactos de bala. Este situación solo se detuvo con la intervención de
la Fuerzas Armadas que escoltó a la caravana potosina hasta la ciudad de Oruro
donde pasó la noche. (giei, 156-159).
En suma, el año 2010 marca un profundo viraje en comcipo: de ser una institu-
ción articulada al gobierno del mas, pasa a ser su más férrea opositora al punto que,
con sus movilizaciones contribuye a la salida de Morales del poder. comcipo, esta
vez en manos de actores de oposición, ya no buscó la negociación o la búsqueda
de alternativas para mejorar los proyectos de desarrollo, sino que se opuso en
bloque a toda iniciativa del gobierno, tildándola de engañosa, distractora y solo
destinada a saquear aún más los recursos potosinos. Se impone una lógica radical
del todo o nada, que en realidad, terminaba por afectar aún más la posibilidad de
mejorar las perspectivas de desarrollo.
Además, llega a tal punto el extravío de comcipo que empieza a articular sus ac-
ciones con actores de oposición, sobre todo con el Comité Cívico Pro Santa Cruz,
dañando fuertemente su legitimidad y representatividad. Polariza a una sociedad
que lo que necesitaba, en realidad, era abrir espacios de diálogo para mejorar, en
el caso del litio, las condiciones de arribo al salar de Uyuni de las transnacionales,
sin cuya inversión y tecnología es simplemente imposible aprovechar sus recursos.
Todo esto explica que, ante las elecciones nacionales previstas para 2022, comcipo
se haya convertido en apéndice de Creemos, el partido político del líder cruceño
Luis F. Camacho. El expresidente de comcipo Marco Pumari lo acompaño como
candidato a la vicepresidencia.
204 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
7. Conclusiones
La explicación para este estado de cosas está relacionada con varios factores como
ser: la acción de los sucesivos gobiernos que no han dado a Potosí la atención que
se merecía, la apatía de los potosinos que no saben o no quieren reclamar, con la
calidad de los políticos que solo piensan en sus intereses personales o los de su
partido político; y con los empresarios extranjeros que solo llegan a explotar sus
riquezas sin dejar nada a cambio.
Esto genera un conjunto de aspiraciones que tienen que ver, en lo central, con la
realización de proyectos de desarrollo, como plantas de fundición de minerales,
construcción de caminos, de un aeropuerto, de un hospital o de una fábrica de
cemento, entre otras.
Una robusta información empírica indica que esto ocurre porque todas las diri-
gencias de comcipo han sabido mover más y mejor el discurso de la identidad
potosina (somos ricos pero pobres a la vez) pero no necesariamente en articulación
a los intereses regionales. La orientación antineoliberal de los dirigentes entre
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 205
1982 y 2010 impidió el arribo de una empresa extranjera para que explotase el
litio; y la orientación antimas de los dirigentes entre 2010 y 2019 sirvió para
hacer oposición al gobierno. Todos los dirigentes plantean fuertes críticas a los
gobiernos de turno, pero queda claro la utilización política de la palestra cívica.
Por otro lado, comcipo es, con mucho, la institución más representativa de la
región. Esta representatividad se da a pesar de que comcipo carece de legitimidad
de origen. Desde su nacimiento sus dirigencias han sido elegidas por represen-
tantes de instituciones y no por la propia población. Con frecuencia, la dirigencia
de comcipo ha sido nombrada por no más de 60 personas No obstante, eso no
ha sido obstáculo para que comcipo se haya convertido en la punta de lanza de
largas movilizaciones en todos los gobiernos desde 1978.
Los partidos políticos no son las instituciones que agregan y canalizan las demandas
de la población. Este vacío es cubierto por comcipo que recoge las aspiracio-
nes potosinas, las agrupa en un orden de prioridades y las presenta al gobierno
central en un pliego petitorio que da inicio a la negociación. Colabora con esta
representatividad, el hecho que comcipo se presenta como una entidad que no
tiene color político y no responde a los intereses de grupo o persona en particular
sino a los de la región. Aunque esto a la luz de los hechos es muy discutible, al
final sigue siendo una relevante fortaleza.
206 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Hoy Potosí pasa por una profunda crisis institucional, mayor aún que la nacional.
Su gobernador tiene numerosas evidencias de ser un corrupto apañado por el
poder central. El alcalde va siendo juzgado por violación y los partidos políticos,
incluido el mas, carecen de capacidad de representación. En estas condiciones la
posibilidad de nuevas huelgas y conflictos están presentes.
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Francescone, Kirsten
2017 “La perspectiva potosina sobre la política nacional del gobierno del
mas”. Latin America Studies Association Annual Conference (Lima),
30 de abril de 2017.
la región que grita el estado que no oye potosí y el comité cívico potosinista 207
Resumen
El trabajo apunta a hacer una descripción de los activismos ciudadanos digitales du-
rante los conflictos políticos en Bolivia. Una mirada reflexiva de las movilizaciones
ciudadanas con los jóvenes como protagonistas que apuntan a protestas pacíficas
cuyos principios se basan en el respeto y la tolerancia. Se abordan momentos de
indignación nacional: como la defensa del tipnis, el incendio de la Chiquitania
y la crisis política del 2019, coincidentes con la expansión de las redes sociales
que en su desarrollo constituyen una herramienta de levantamientos ciudadanos
organizados. La desinformación a consecuencia de la saturación de contenidos
en redes sociales e intereses políticos.
Palabras clave
1. Introducción
[209]
210 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
problemáticas inherentes (Cabañas 2015). Durante las dos últimas décadas los
conflictos políticos en Bolivia han derivado en explosiones sociales que vendrían a
ser la demostración fáctica de una democracia debilitada y sin credibilidad; por un
lado, el extremo desgaste institucional que ha generado reticencia en los agentes
sociales, y por el otro la excesiva polarización política y social.
2 Si bien la generatividad de las redes sociales en Bolivia data entre el 2008 y 2011 para el 2016
había llegado a una etapa de diversificación y expansión con tráfico fluido en redes sociales
como Facebook y gradualmente Twitter, sobre todo en áreas urbanas. (Jordán, 2018, pp.
299-317)
redes sociales como un nuevo escenario de la democracia en bolivia 211
3 “15 Las acciones policiales realizadas el 25 de septiembre del año en curso, violaron el derecho a la
integridad personal, en su dimensión física al golpear brutalmente a hombres, mujeres, personas
adultas mayores, mujeres embarazadas, así como madres de lactantes, de donde resultan desgarradoras
declaraciones, que evidencian como las de aquel niño asfixiado por los gases botaba espuma por la
boca, mientras que una niña de once años fue golpeada, amordazada, detenida arbitrariamente y
trasladada mientras se encontraba inconsciente. Que dichas agresiones, fueron realizadas en un acto
de total desproporción del uso de la fuerza y menospreció por la humanidad de la gente (…). Todos
estos actos ejecutados por la Policía desde un abuso de poder en la línea de producir daño psíquico,
destruir y reducir la autoestima, así como menoscabar su dignidad, estaban dirigidas a desvalorizar
a sus víctimas. Resaltando que en algunos casos la violencia psicológica ejercida en ellos los dejaría
con graves secuelas en el tiempo (…).
16. (…) se mantuvo niños lactantes sin comer por más de cuatro horas; se empujó y golpeó a mar-
chistas sin importarles además que algunos estuviesen heridos, se les despojó de prendas de vestir,
mientras los detenidos estaban indefensos y neutralizados. Lo que se traducen inequívocamente en
tratos crueles, inhumanos y degradantes que violan el derecho a la integridad. Así como en actos de
tortura de aquellas personas que por su condición se encuentran en situación de vulnerabilidad como
los niños, niñas y mujeres, más si éstas últimas se hallaban en estado de gestación o eran madres
de niños lactantes y por lo que el Estado vulneró el derecho a la integridad reconocido en diversos
Instrumentos Internacionales de los Derechos Humanos, como el Art. 5 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos; el Art. 7 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos; el Art. 5
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Art. 2 de la Convención Interamericana
para Prevenir y Sancionar la Tortura y los Arts. 1, 2 y 16 de la Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Además de la violación de los Arts. 15 y
114.I de la Constitución Política del Estado (…)
17. (…) De esta forma, las acciones estatales vulneraron el derecho a la libertad de locomoción en su
componente de libertad de tránsito, establecido en el Art. 13 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; el Art. 12 del Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos; Art. 22 de la Convención
de Americana de Derechos Humanos y el Art. 21.7, de la Constitución Política del Estado”. (Bolivia:
Defensoría del Pueblo Estado Plurinacional de Bolivia, 2011)
212 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Los puntos expuestos muestran que la escalada de conflictos en Bolivia daba lugar
a nuevas formas de manifestación, que, desde lo digital, se resguardarían en lo
masivo, pero también en lo anónimo como características de esta nueva identidad
colectiva que, a su vez, generaría sentimiento de pertenencia sin cumplir con
una estructura jerárquica. En algunos casos los nombres propios se omitirían y
se convertirían en bandera de causas comunes. Es a partir de estas alternativas
emergentes que se estudiarán los activismos ciudadanos digitales en su recorrido
por diferentes periodos de conflicto haciendo una descripción de los hitos o pi-
cos que marcaron a cada movimiento ciudadano, sus formas de organización, su
planteamiento como alternativa diferente a lo tradicional, su alcance y vigencia.
Para el caso aplicaremos el concepto de “ciberactivismo” de Ugarte (2007) que
describe tal como la estrategia del cambio en la agenda pública a través de medios
electrónicos.5 El ciberactivismo como concepto fue evolucionando con el avance
de las redes sociales y su uso en la agenda política de la sociedad civil.
El inicio del ciberactivismo se da con los blogs, que cobraron popularidad la pri-
mera década del 2000, y en su proceso demuestran la espontaneidad y libertad con
la que podías navegar, opinar y relacionarte con otras personas de interés común
conformando comunidades virtuales de abordaje político, social y cultural. Es en este
contexto que en 2006 emerge “Mundo al Revés”, una iniciativa dirigida por Sebas-
tián Molina7 que fue de las pioneras en consolidar una comunidad virtual a través
del blog en el país, con ejes de discusión sobre los aconteceres sociales y políticos.
(…) creemos que todas las posiciones son válidas en tanto enriquezcan el debate y
no atenten contra la vida o fomenten a la violencia. No vamos a cuartar la expresión.
En cualquier democracia normal un espacio como “mundo al revés” será entendido
hasta como necesario. (Molina 2007).8
Según Molina, en una entrevista para el Diario Crítico (España), el blog Mundo al
Revés contaba con mil doscientos usuarios fijos diariamente, aunque en momentos
“pico” como en los sucesos que se vivieron en enero del 2007 en Cochabamba9 la
suma incrementaba. En el encuentro internacional de Blogs celebrado el año 2006,
se realizó un debate sobre el impacto de estas iniciativas participativas en América
Latina, en Bolivia mundo al revés se consolidaba como un espacio de activismo
ciudadano que coincidía con iniciativas similares que buscaban la inclusión ciuda-
dana juvenil y la expresión de una ciudadanía más participativa.
¿Qué sucede entonces? En agosto del 2019 las alarmas por los incendios forestales
en la Chiquitania movilizan a la población,10 inicialmente la de Santa Cruz. Inme-
diatamente movimientos ciudadanos se ocupan de la difusión e información de lo
que acontecía en el bosque chiquitano. Un movimiento que cobró relevancia por
su orgánico desempeño en las redes sociales y su capacidad de alcance y conexión
con la población joven fue Ríos de Pie,11 que inicialmente surge con la intención
de abordar problemáticas sociales desde la “no violencia” para la defensa de los
derechos humanos y defensa del medio ambiente.
Nosotros teníamos la intención de ser un grupo ciudadano juvenil, sabíamos que las
redes sociales son un medio dirigido a jóvenes y además era de acceso gratuito, no
teníamos recursos. Queríamos informar en un lenguaje que nuestros contemporáneos
pudieran entender. (Ballivian 2023)12
10 Los incendios ocurridos en 2019 quemaron más de 2 millones de hectáreas de bosque chi-
quitano en Bolivia.
11 https://www.facebook.com/RiosDePie/
12 Carolina Ballivian, miembro de Ríos de Pie, contacto personal, Mayo del 2023.
redes sociales como un nuevo escenario de la democracia en bolivia 217
El Ministro de Defensa decía que los incendios se controlaron en 85% y era mentira
porque nosotros estábamos en llamas junto con los bomberos (…) La ventaja de
movilizarnos desde las redes sociales con información transparente y fluida fue
que eso cortó la dependencia de que traten de explicar desde arriba lo que estaba
pasando. Ballivian.
Luchamos por un país que tenga libertad y democracia, soñamos con una Bolivia
que tenga un gobierno transparente y sin corrupción, queremos un país en el que
todos y todas las bolivianas tengan seguridad, se respete el medio ambiente y nuestros
recursos naturales. (Jhanisse Vaca).
16 https://www.facebook.com/colegioabiertodefilosofia/?locale=es_la
17 Andrés Canseco es docente y miembro del Colegio Abierto de Filosofía.
220 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
público que oscila entre los 20 y 30 años. Comprenden que, aunque hay conceptos
y definiciones que pueden parecer obvios todavía son desconocidos para mucha
gente, de esta manera pretenden mejorar sus formas en la distribución de la in-
formación comprendiendo el minucioso manejo que se debe hacer del lenguaje
al momento de involucrarse en la academia para no confundir a los receptores.
En la época del primer gran paro nos animamos a hacer cosas que no hacíamos
antes, cuando llegó la cuarentena comenzamos a producir espacios de intercambio
de opiniones con proyección internacional. Después nos dimos cuenta que la gente
veía videos que habíamos dejado en la web dos años atrás, la ventaja de las redes es
que hasta el momento trasciendes de lo fugaz. Canseco.
5. Conclusiones
Los conflictos políticos en el país durante los últimos veinte años denotan un
fuerte arraigo simbólico que define el camino político y marca la agenda social
en el estado, si bien lo simbólico conforma parte del bagaje cultural desatando
admiración en cumbres internacionales, dentro del país propicia espacios de en-
frentamiento violento entre sectores polarizados.
a todos responsables de reproducirla incluso sin darnos cuenta. Si bien las redes
sociales tienen la ventaja de generar autoorganización y no ser estrictas en su
regulación, su uso irresponsable representa un peligro para la convivencia social.
Estoy muy dolido por esas imágenes. Estoy muy angustiado, pero tiene un culpable,
esta sangre de ese maestro tienen un nombre: es Carlos Mesa: niños maltratados,
mujeres de pollera insultadas y agredidas por tener pollera, gente de pueblo agredida
e intimidada. Él es el culpable, él es el responsable. Alvaro García Linera.18 (Chequea
Bolivia 2019).
19 Después de filtrarse un audio del ex presidente Evo Morales ordenando a Yucra que con blo-
queos se realicen cercos y que no se permita la entrada de comida a las ciudades las pericias
avalan la fidelidad del audio. Visto en https://eldeber.com.bo/pais/tres-pericias-avalan-que-
evo-morales-instruyo-cercar-ciudades_189182
224 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
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Jóvenes en Red - Caracterización
de su accionar político
Alejandro Carvajal1
Resumen
Palabras clave
1. Introducción
[225]
226 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
tuvo sus propios actores, agendas y características, tras estas cuatro décadas
tenemos una generación que ha transcurrido toda su vida bajo la democracia.
Otra, se encuentra en el fenómeno de urbanización del país, 70% de la población
se encuentra en las ciudades capitales y ciudades intermedias. Y la tercera, que
interesa indicar en función a los intereses del presente trabajo, es que los niveles
de formación educativa han crecido exponencialmente.
Las cuatro décadas, desde el retorno de la democracia, pueden ser divididas en dos
etapas políticas: la primera, marcada por el neoliberalismo y la marcada influencia
de los principales partidos tradicionales –adn, mnr, mir– y el surgimiento de
partidos que surgían desde lo local –condepa, ucs, nfr–; la segunda, con la
hegemonía del mas en el poder y el protagonismo de organizaciones sociales.
Uno de los procesos socio políticos en esta transición del poder está vinculado
a la organización de la sociedad civil y cómo ésta se encuentra representada po-
líticamente.
Por lo tanto, en las urbes, la década 1994-2013 estuvo dominada por la repre
sentación vecinal, obteniendo la hegemonía del proceso de construcción y
satisfacción de demandas. Su poder fue maximizado por la posibilidad de
bloquear gestiones municipales a través del uso del espacio de los Comités de
Vigilancia, lo cual influyó para que las autoridades locales persiguieran cooptar
a las dirigencias.
En tanto que en el escenario del gobierno central, el mas tiene mecanismos para
incorporar a las organizaciones en el aparato estatal, en momentos de elecciones
se visibilizan las negociaciones y demandas de las organizaciones por obtener
espacios parlamentarios y luego por canjear los réditos políticos en instancias
ministeriales. En el año 2009, a tres años de gestión, se vislumbraban este tipo
de prácticas:
Lo que hizo el mas, ya en el momento de elaborar las listas a diputados y, luego, para
asambleístas o representantes en la Asamblea Constituyente, fue configurar una red
de alianzas bastante amplia, con varios núcleos corporativos de la sociedad civil, sobre
todo, en el campo de las organizaciones laborales y populares. En este sentido, quiero
recalcar que la base político electoral del mas es una red de alianzas corporativas con
núcleos importantes de la sociedad civil; continúa en nuevas condiciones, algunas
prácticas ya desplegadas previamente por el sistema de partidos. Cuando se restaura el
sistema de partidos y, sobre todo, cuando se amplía el ámbito de la ciudadanía electoral
a través de la municipalización, hay un primer momento en que los partidos llevan o
importan los candidatos desde las ciudades que son definidos en las direcciones de los
partidos. En un segundo momento las instancias de la sociedad civil más importantes
en algunos territorios, es decir, juntas vecinales, gremios, sindicatos, estructuras
comunitarias, negocian con los partidos la inclusión de los representantes que ellos
han escogido en sus listas. (Tapia, Luis 2009, 126)
Los primeros años del siglo veintiuno (2001-2012) han sido de fuertes tensiones y
movilizaciones sociales, cambios y transformaciones con una elevada participación
de los movimientos populares urbanos y rurales, trabajadores, comerciantes,
indígenas, campesinos, originarios, vecinos y sus organizaciones gremiales y sindicales
enfrentando el proyecto neoliberal; en tanto que el movimiento universitario
y las universidades públicas y autónomas sólo de manera colateral y secundaria
acompañaron esta intensa dinámica de la sociedad frente al orden estatal. La fuerte
vinculación de la otrora alianza obrero-campesina-universitaria se diluyó en los veinte
años de neoliberalismo (1985-2005) y no consiguió volver a articularse plenamente
en los años de reformas sociales y económicas del proceso del nacionalismo indígena-
campesino de los años 2006 al 2012.
La despolitización y la crisis en las universidades, la baja participación y presencia
crítica frente al neoliberalismo generó una convivencia pacífica gobierno-
universidad, no afectándose mutuamente. El aislamiento académico, la carrera
profesionista, las prácticas funcionales al orden establecido fueron acompañados
con la masificación, la baja en la calidad de la formación, la gremialización docente
y la burocratización, el clientelismo y el prebendalismo estudiantil en las estructuras
internas de la universidad, hechos que distorsionaron el sentido del cogobierno.
(Paz Rada 2023)
Al parecer, el único canal directo para llegar a representar o ser parte de las instan-
cias gubernamentales pasa por adscribirse a los espacios de jóvenes directamente
gestionados por el mas, allí se encuentran las juventudes del mas o grupos como
Columna Sur. Haciendo notar que los jóvenes que pertenecen a estas instancias se
jóvenes en red - caracterización de su accionar político 229
Además, se debe añadir que la presencia de los jóvenes en dichos espacios tampoco
garantiza una real incidencia en las esferas de poder o una real introyección de
sus demandas como sector dentro del proyecto o de políticas públicas:
A ello, se debe sumar la crisis de los partidos políticos, la cual en una de sus ma-
nifestaciones tiene la falencia estructural de sus militantes y por la tanto la poca o
nula formación de sus cuadros políticos. Al respecto la misma cooperación inter-
nacional focalizó el problema e intentó fortalecer el sistema a través de promover
espacios de incidencia de la juventud dentro de los partidos políticos:
Como los jóvenes, las mujeres y los indígenas son los sectores más marginados por
las organizaciones políticas, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(pnud), está llevando adelante el programa “Fortalecimiento Democrático de las
Organizaciones Políticas de Bolivia”, indica su coordinadora, Gabriela Canedo.
“Lo que queríamos hacer era incentivar a que los partidos tomen en cuenta en sus
estructuras a los jóvenes y así lograr la democratización interna”, sostiene la gestora
en Política de Género, Jóvenes e Interculturalidad. (Ruiz s.f.)
Con todo lo mencionado, se puede observar que los jóvenes de las ciudades no
tienen espacio en las instancias políticas y/o sociales que funcionan como meca-
nismos de representación o de negociación de intereses.
2 Cfr. https://www.facebook.com/atbdigital/videos/2290574894334265
230 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Cuadro 1
Pirámide poblacional de Bolivia - Proyección al 2022
0-4 1.184.183
5-9 1.176.374
10-14 1.171.591
15-19 1.146.441
20-24 1.091.891
25-29 1.008.416
30-34 905.677
35-39 804.870
40-44 704.725
45-49 605.569
50-54 511.482
55-59 427.622
60-64 355.642
65-69 293.305
70-74 237.097
75-79 174.992
80 o más 206.154
Dentro de este contexto, diversos autores (Duschatzky 2002, Reguillo 2000, Svampa
2005) coinciden con la idea de que las generaciones actuales procesaron de manera
singular los cambios sociales, económicos, políticos y culturales de fines de siglo
en el marco del capitalismo global y la postmodernidad, cuya principal expresión
232 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Así, los jóvenes en la actualidad son parte de esta nueva politicidad, no tradi-
cional que maneja una nueva agenda y que no persigue la vinculación directa a
en instituciones o instancias tradicionales. Sobre esta misma perspectiva se han
sumado Ignacio Zuasnabar e Inés Fynn que realizaron una investigación deno-
minada “¿Qué sienten los jóvenes latinoamericanos sobre la política?”. Entre las
conclusiones de sus hallazgos se puede observar que
Una segunda dificultad contextual que también tiene que ver con los nuevos
entornos culturales está vinculada al concepto de Networking, el mismo está re-
lacionado con las redes de contacto que se forman para aprovechar la diversidad
de formaciones profesionales y de alguna manera conformar un staff de trabajo
flexible que permite que las personas se aglutinen en cuanto se requiera la pre-
sentación o formulación de una propuesta.
jóvenes en red - caracterización de su accionar político 233
años de
funcionamiento y
cobertura de 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023
acciones
Estudiantes
La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y Sucre
por la Libertad
PBACC La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Sucre, Oruro, Potosí, Trinidad y Cobija
Red Mundial de
La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Sucre, Oruro, Potosí, Trinidad y Cobija
jóvenes Políticos
adelante esto nos permitirá observar cuán centrados se encuentran en sus objetivos
o cuán dispersas se pueden observar sus actividades.
Desarrollar las habilidades de liderazgo de aquellos que apoyan Estudiantes por la libertad
la libertad
Fortalecer las capacidades de liderazgo y empoderamiento de la Red de líderes por la democracia y el
Política
y acción.
Implementar decisiones públicas y políticas para promover una Acción Juvenil Mundial-AJMUN
distribución más equitativa de los beneficios del crecimiento
económico en pro del Desarrollo Humano,
Promoción, defensa y protección del derecho a un medio am- Red de monitoreo e investigación en
y Derechos
Ambiente
Humanos
biente sano, limpio y sostenible y los derechos de los pueblos materia de derechos humanos para
Medio
La clasificación nos muestra cuál es ámbito de intereses que tiene cada red, es im-
portante tener en cuenta esta división debido a que uno de los primeros hallazgos
es que las redes se articulan en función de intereses sobre las temáticas comunes. Al
encontrar temáticas en común, las redes empiezan un proceso de alianzas que les
posibilitan tener mayor apoyo en las regiones donde quizás no tienen suficientes
recursos humanos o no tienen poder de convocatoria. Además,la articulación de
redes resulta atractiva en el momento de la búsqueda de financiamientospara los
procesos o actividades que tienen planificados encarar.
Para realizar un trabajo comparativo entre las acciones desplegadas por las Redes
se acudió a sus medios de comunicación. Como se conoce, los jóvenes acuden
a sus redes sociales para realizar el trabajo de divulgación de sus actividades, y
aunque el ingreso de Instagram y TikTok tiene bastante fuerza, la herramienta
privilegiada para comunicarse sigue siendo Facebook. Por ello, se ha realizado
un conteo, clasificación y análisis de las 50 últimas publicaciones posteadas en sus
respectivas páginas oficiales.
jóvenes en red - caracterización de su accionar político 235
El monitoreo realizado a los post publicados en redes sociales nos muestra que la
coordinación con instancias estatales es poca. En el mejor de los casos las redes
muestran un trabajo coordinado con gobiernos locales para actividades puntuales,
la realización de algún espacio de formación o capacitación o el impulso a través de
su participación en actividades de sensibilización vinculadas sobre todo al cuidado
del medio ambiente: jornadas de limpieza en lógica de voluntariado o acciones
de visibilización de la problemática como el día del apagón.
Tal como lo muestra el cuadro, las actividades de formación son aquellas que
ocupan el mayor tiempo de los integrantes de las redes. Ahora bien, es necesario
hacer un apunte sobre el tipo de acciones que han sido agrupadas en el ambito
de la formación, porque las mismas pueden tener carácter de proceso de trans-
formación más allá del conocimiento (formación), adquisición de conocimientos
y habilidades particulares (capacitación), iniciativas vinculadas a compartir datos
y conocimientos concretos (información) y espacios destinados al análisis o el
debate (reflexión).
2023); “Tener más posibilidades de acceder a una beca académica” (ygs 2023); “El
fortalecimiento de habilidades y la identificación con los valores y objetivos de la orga-
nización” (ep 2023).
a) Formación
Algo que puede definir a la formación es que la la misma persigue una especie de
inducción al compromiso de los objetivos que se persiguen. De esta forma, cada
Red y los programas de formación adyacentes que las conforman o definen logra
la familiarización con la terminología y la forma de entender y comprender las
temáticas que se abordan. No se utiliza la palabra ideologízación porque la misma
estaría anclada a posicionamientos políticos ajenos a los intereses de los jóvenes.
Dicho de otra forma, por el tipo de contenido que se observó en los post de
sus páginas está dirigido a que los y las jóvenes se comprometan con acciones
dirigidas a: desarrollo sostenible; democracia; medio ambiente y cambio cli-
mático; derechos humanos; cultura de paz; feminismo, etc. El único caso en el
que las actividades de formación podrían calificarse como la formación de una
posición política es aquella que lleva adelante la Red de Estudiantes por la Li-
bertad, colectivo que asume el liberalismo o “libertarianismo” como horizonte
político deseado.
b) Capacitación
Aquellos temas que se han podido ver son: uso de terminología o conceptos ligados
a cambio climático o medio ambiente; conocimiento sobre admistración pública
a través del manejo del contenido de la Ley safco; manejo de técnica legislativa
para incidencia legislativa ciudadana.
3 “La Conferencia Local de la Juventud sobre Cambio Climático en Bolivia (lcoy Bolivia)
tiene como objetivo construir de manera inclusiva y participativa la Declaratoria Climática
Nacional de las Juventudes bolivianas, un documento que contendrá la visión de los jóvenes
de todo el país con relación a la problemática del cambio” (pbacc 2023).
jóvenes en red - caracterización de su accionar político 241
c) Información
d) Reflexión
Otro ámbito que es necesario que los jóvenes conozcan es cómo los integrantes
de las redes participan de espacios organizados por otras instancias (estatales, de
la sociedad civil, cooperación o universidades). Esto resulta muy atractivo para
que una mayor cantidad de jóvenes observe cómo se abren oportunidades de
inserción laboral, relacionamiento público, redes de contactos.
Ligado al anterior aspecto, las redes trabajan mucho sobre la imagen de sus líde-
res. Al contrario de algunas afirmaciones teóricas que manifiestan que las redes
rompen con estructuras jerarquicas e instituyen relaciones horizontales, todas
las redes monitoreadas poseen niveles donde se eligen representantes nacionales,
embajadores departamentales, cordinaciones nacionales y/o departamentales, etc.
Esto demuestra que la institucionalización de las estructuras jerárquicas también
se repite en las redes de jóvenes.
Es necesario apuntar que como se dijo anteriormente, las redes constituyen las
primeras experiencias de liderazgo y al mismo tiempo trabajo operativo, logístico,
organizativo para los jóvenes, quienes adquieren experiencia en la realización
de actividades. La realización de acciones también implica que los jóvenes que
pertenecen a directivas ingresen en el mundo de las relaciones institucionales,
porque deben “tocar puertas” de diferentes instancias estatales, civiles o de
cooperación para obtener el apoyo necesario. De allí surge una especie de re-
clutamiento de los mejores cuadros, éstos reciben ofertas tanto para trabajar en
diferentes instancias como para formar parte de estructuras de organizaciones
sociales o de partidos políticos.
Es así que uno de los comunes indicadores de las ongs y la cooperación in-
ternacional en los informes de resultados suele incorporar la contabilidad y/o
sistematización sobre cuántos jóvenes formados llegan a ocupar puestos de
autoridades o funcionarios públicos con puestos de decisión.
o voluntariados, estos espacios les permitirán que luego conozcan las redes
y se interesen en pertenecer a ellas.
– Un cuarto dato importante, porque es necesario de mencionar en la medida
que las redes requieren el compromiso de sus integrantes y, por lo tanto,
la disponibilidad de tiempo necesaria, es que ninguno de los 19 líderes
con quienes se tuvo contacto ha conformado una familia o se encuentra en
situación de convivencia o matrimonio. Esto puede explicarse por dos mo-
tivos: las responsabilidades de un hogar pueden estar enfrentadas al trabajo
voluntario; los proyectos de vida de los jóvenes de las redes, acotando que
dicho término ha empezado a ser utilizado por los jóvenes hace unos seis
u ocho años como máximo, están planificando mayores logros académicos
y/o profesionales.
– Por otra parte, se puede decir que la presencia de las redes es urbana y por lo
tanto casi todos sus integrantes residen en las ciudades capitales de departa-
mento. Poco a poco, parece ser gracias a los avances de la interconectividad
digital se están abriendo espacios en el área rural y con poblaciones indígenas,
un ejemplo es la redampic sobre la cual tendrá que verse su sostenibilidad
en un futuro.
Todas las características objetivas citadas forman parte de una base material
de condiciones propias que tienen quienes integran las redes, éstas se entre-
lazan con fenómenos o problemáticas que también determinan una situación
generacional.
– Son jóvenes que no conocen otro gobierno más que todos los periodos donde
el mas gobernó, exceptuando el corto periodo de tiempo de Jeanine Añez. Lo
que también significa que siempre vieron y vivieron la polarización política
que asumió dos bandos, quienes apoyaban al partido en función de gobierno
y quienes lo rechazaban.
– Todos viven la necesidad apremiante del empleo y se enfrentan a un contexto
de flexibilización laboral y precarización del trabajo. Así esta necesidad es algo
que los une. La ampliación de la profesionalización en Bolivia los enfrenta
a un mercado laboral que no requiere tantos profesionales y la competencia
para obtener puestos de trabajo es mucho más competitiva.
– Al ser un grupo que se ha formado, además de la universidad, en distintos
espacios de alternativos poseen intereses y conocimientos de temáticas vin-
culadas al desarrollo, la democracia, cultura de paz, medio ambiente. Porque
las mismas responden a las agendas priorizadas por la cooperación.
246 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Durante el desarrollo del texto, el lector pudo observar que las redes identificadas
se articulan entre sí. También se mencionó que las mismas se convierten en una
fuente de identificación de líderes que responden a convocatorias abiertas, selec-
cionados por su pertenencia a redes, o son captados de las mismas redes mediante
invitaciones de representación.
Entre las preguntas cerradas de las entrevistas que se realizaron existía una que
indicaba lo siguiente: Podrías señalar las organizaciones y redes a las cuales per-
teneciste. Debido a la formulación de sus respuestas, no se pudo reconstruir su
trayectoria en organizaciones y redes en todos los casos; sin embargo, tenemos
ejemplos de diez líderes sobre los cuales se han diagramado unas “líneas de vida
en organizaciones y redes”.
Estudiantes
por la Libertad
ESFPRDD
RELIDD
PBACC
Desafíos ODS
Red Mundial de
jóvenes Políticos
AJMUN
REDAMPIC
YCG
otras redes CZC
8. El rol de la cooperación
progreso de la región contar con agentes de cambios preparados y con las habilidades
necesarias para que sus propuestas de acción tengan una real incidencia en la calidad
de vida de los latinoamericanos (Coorporación Andina de Fomento 2017)
9. Conclusiones
Resultado del análisis realizado al trabajo que realizan las redes de jóvenes, la
identificación de las características de quienes conforman las redes, además de una
de descripción del contexto político que rodea sus posibilidades de participación
política, se pueden obtener algunas conclusiones.
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vq
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ygs
2023 Entrevista de Alejandro Carvajal. (26 de 4 de 2023).
Movimientos ambientalistas
del Siglo xxi en Bolivia
Rocío Estremadoiro Rioja1
Resumen
Palabras clave
1. Introducción
Este capítulo hace un breve esbozo de los movimientos ambientalistas del Siglo
xxi en Bolivia en el marco diferentes hitos históricos y acontecimientos políticos
importantes que se dieron en el lapso de tiempo estudiado (2000-2023) y que
1 Socióloga, Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Salamanca (usal), con una
Maestría en Estudios Latinoamericanos cursada en la misma universidad. Docente de pregrado
y postgrado, investigadora independiente y creadora del Colectivo “No a la tala de árboles
en Cochabamba”.
Quiero agradecer a las siguientes personas por su apoyo y ayuda a esta investigación con
entrevistas y/o información: Javier Molina, María Lohmann, Oscar Olivera, Eliana Torrico,
Cecilia Chacón, Nazareth Flores, Alex Vilca Limaco, Javier Bellot, José Jordán, Tatiana Borda,
Darling Camacho.
[253]
254 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
A inicios del siglo xxi en Bolivia se gestaron una serie de movilizaciones populares
que tuvieron epílogo el 2003 con la caída del gobierno de Gonzalo Sánchez de
Lozada. Esa dimisión presidencial simbolizaba la ruptura del sistema de partidos
que hasta entonces era multipartidista fragmentado y mantenía la estabilidad de
los gobiernos mediante coaliciones partidarias. Igualmente, el diseño institucional
boliviano y el modelo económico neoliberal fueron cuestionados. Finalmente,
con las elecciones del 2005 cambió el sistema de partidos de fragmentado a pre-
dominante con el triunfo del Movimiento al Socialismo (mas) y se dio lugar a un
intento de transformaciones estructurales con una nueva Constitución Política
del Estado refrendada el 2009.
2 Medida que correspondía al modelo institucional y económico vigente en ese tiempo que
promovía el “achicamiento” del Estado y la privatización de los servicios públicos
3 Empresa principalmente constructora que para ese entonces tenía concesiones en el servicio de
agua en Asia, Australia, Europa Central, Reino Unido, Estonia y Ecuador. (Kruse 2005, 128).
4 Consorcio conformado por “una empresa económicamente controlada por capitales estadouni
denses, administrativamente manejada por gerentes ingleses en consorcio con ingenieros
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 255
Entre las principales medidas que ejecutó el consorcio estuvo el exorbitante au-
mento de las tarifas de semapa entre un 50% a 250% (Kruse 2005, 144), lo que
dio lugar a una movilización de pobladores de la ciudad de Cochabamba que fue
masiva y que duró de enero a abril de 2000.
Todo ello se puso en cuestionamiento con la “Guerra del Agua” que luego de
semanas de movilizaciones y una dura represión del gobierno, logró la rescisión
del contrato con Aguas del Tunari y la reformulación de la Ley 2029 (Kruse 2005,
150; entrevista a Oscar Olivera, mayo de 2023).
La significación de la Guerra del Agua es muy bien resumida por uno de los líderes
de la Coordinadora del Agua y la Vida, Oscar Olivera, que resaltó una movilización
horizontal y sin estructuras burocráticas que materializó un ejercicio democrático
desde abajo que asumía al agua como parte del territorio, el bien común y además
como un ser vivo. Añadió que la Guerra del Agua dejó una agenda ambiental
que no lograron materializar los gobiernos del mas pero que fue retomada por
movimientos ambientalistas posteriores y que es posible enfrentar los problemas
ambientales y los efectos del cambio climático desde abajo, desde la autoorgani-
zación de la gente. (Entrevista a Oscar Olivera, mayo de 2023).
La reforma más profunda de los gobiernos del mas fue el intento de “refunda-
ción” del Estado boliviano con una nueva Constitución. Así, el 2006 se instaló
la Asamblea Constituyente y uno de los temas más demandados en ese espacio
fueron los relacionados con la defensa y protección del medioambiente, reclamos
que principalmente partieron de los pueblos indígenas de tierras bajas que años
antes habían puesto en el tapete público la defensa ambiental y la problemática
de la tierra y territorio con la marcha de 1990. Recordar que Confederación de
Indígenas de Bolivia (cidob) era parte importante del Pacto de Unidad.5
Artículo 33. Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y
equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades
Adicionalmente, resaltar que el postulado del “vivir bien” como uno de los ejes
del Estado plurinacional y mencionado en la Constitución, supuestamente se
adscribe a una relación con la naturaleza que se aleja del tradicional utilitarismo
extractivista y la reconoce como ente vivo integral.
Todo ello se traduce en políticas públicas que de forma indistinta realizó y realiza
el mas en sus gobiernos y los regímenes de la inestable oposición partidaria, en
ambos casos la lógica desarrollista y extractivista perdura.
258 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Se puede decir que con el asunto del tipnis se dio la primera gran ruptura entre los
gobiernos del mas y pueblos indígenas que ellos decían representar y reconocer, lo
que transcendió al Pacto de Unidad que empezó a resquebrajarse y más aún cuando
en septiembre de 2011 fue duramente reprimida la octava marcha de indígenas del
tipnis que iban hacia La Paz en protesta por la construcción de la carretera.
Los días siguientes al corolario desfavorable para las aspiraciones del mas, auto-
ridades y funcionarios desconocieron los resultados y recurrieron a una serie de
estratagemas y argucias argumentativas y legales para insistir en la repostulación
presidencial. En noviembre de 2017, el Tribunal Constitucional Plurinacional
(tcp) habilitó la repostulación de la dupla presidencial y el 2019 se presentó a
las elecciones nacionales.
Desde finales de julio de 2019, se calcula que se quemaron más de 3,6 millones de
hectáreas de bosque chiquitano (Paredes 2021) de las 6,4 millones del territorio
nacional (cedib 2020, 8), murieron millones de animales (cedib 2020, 11), hubo
4.472 familias afectadas, 161 familias damnificadas, 96 comunidades afectadas
(cedib 2020, 12) y el incendio llegó a las áreas protegidas Área Natural de Ma-
nejo Integrado San Matías, Ñembi Guasu, Otuquis (cedib 2020, 11) y Reserva
Municipal de Vida Silvestre Valle de Tucabaca (Paredes 2021).
Por ello, cuando se gestó la crisis política de fines de 2019 que terminó con la
renuncia de Evo Morales, García Linera y otras autoridades importantes del
gobierno nacional, una de las banderas que decían albergar parte de las movi-
lizaciones que generaron ese desenlace, fueron los incendios de la Chiquitanía.
Es que si algo en común tienen los gobiernos del mas y los gobiernos de la
oposición partidaria (que controlan algunas gobernaciones y municipios), es la
persistencia de la lógica y las prácticas extractivistas y desarrollistas en sus políticas
públicas, además de gestiones públicas que dejan mucho que desear en cuanto a
planificación, pertinencia y buena fe en temas ambientales.
Ante la concentración del poder que sobrellevaba la hegemonía partidaria del mas,
el desencanto que van sembrando sus gobiernos, y el raquitismo de la oposición
partidaria, a partir de la segunda década del siglo xxi iniciativas ciudadanas han
surgido a título de “colectivos”, “plataformas”, “movimientos”, etc., general-
mente de carácter urbano. Estos organismos se han fortalecido y han ampliado
su alcance gracias a las redes sociales, mecanismos comunicativos relativamente
libres, de fácil y masivo acceso y que difícilmente pueden ser subyugados por
intereses políticos, corporativos, etc. por su intrínseca e incontenible pluralidad
de contenidos. (Estremadoiro 2018, 50-51).
Lo positivo de este fenómeno es que pareciera que las y los bolivianas/os han
decidido ejercer ciudadanía activa en base a las oportunidades políticas que el
sistema democrático faculta, ello a partir de la incidencia política y la acción
directa. En algunos casos, por la acción de estas organizaciones se han logrado
cambios en el diseño institucional o por lo menos se han introducido temas de
discusión y deliberación en la agenda pública y mediática. No deja de ser notable
que el contrapeso faltante en un contexto de hegemonía partidaria, en cierto sen-
tido, lo hayan ejercido estos movimientos, no solamente por su todavía imberbe
influencia en la toma de decisiones y políticas públicas, sino porque se traducen
en articuladores de discursos y sentidos alternativos.
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 261
Este imaginario deviene de lo que Marcos Kaplan (1968, 171) llamó “dualismo
estructural”, una configuración territorial desigual donde las urbes latinoamerica-
nas se constituyeron en un polo unidimensional de desarrollo, toma de decisiones
y oportunidades, en detrimento de otras regiones y comunidades rurales donde
se concentraba la fuerza de trabajo indígena y afrodescendiente en base a modos
de producción feudales y/o esclavistas.
Las estructuras antes descritas tienen una expresión ideológica dominante que
justificó el orden social desigual. Lo “blanco” fue relacionado con la “civiliza-
ción”, mientras lo indígena/afrodescendiente con la “barbarie”, a su vez aquello
se traspolaba a la dualidad varón-mujer, el primero vinculado a la razón (por
tanto, a la “civilización”) y la segunda a las “emociones” y “sentimientos” (por
tanto, a la “barbarie”). A la par, lo urbano representaba a la “civilización” y lo
rural a la “barbarie”, lo que incluye la naturaleza. La dualidad se condensa en
“civilización” = “blanco” /varón/urbe/tecnología versus “barbarie” = indígena/
afrodescendiente/mujer/rural/naturaleza. Este pensamiento explica en parte los
tradicionales racismo y sexismo en América Latina, pero igualmente las nociones
de “progreso” y “desarrollo” que conllevan aversión urbana contra la naturaleza.
Sin embargo, si bien parece que una mayoría de bolivianos/as comparte la trau-
mática aversión cultural a la naturaleza antes descrita, la situación ambiental
crítica de las ciudades conllevó a una reacción de algunos ciudadanos/as que se
organizaron en defensa de los árboles y de las áreas verdes urbanas, convirtiéndose
en colectivos ambientalistas que lograron presencia mediática, cierta legitimación
social e influencia indiscutible (en base a presión) en la gestión pública.
Entre los logros más importantes del Colectivo Árbol está el haber sacado de la
invisibilidad pública a los árboles urbanos: “Los árboles urbanos antes eran invisi-
bles”. Y haber empoderado al ciudadano/a con información, educación, incidencia
para que proteja y cuide “su árbol” y fiscalice a la gestión municipal. (Entrevista
a Eliana Torrico, abril de 2023). Asimismo, son referente de otros movimientos
similares que se dieron en otras ciudades de Bolivia y artífices de una ley municipal
de protección al arbolado urbano cruceño promulgada el 2015 y que por primera
vez estableció multas frente a la tala de árboles en Santa Cruz. De esa manera,
combinaron “el activismo de calle con el activismo legal”.7
Entre los hitos más significativos del Colectivo No a la tala de árboles en Co-
chabamba está el que lograron colocar a los árboles urbanos en la agenda pública
y mediática cochabambina, al punto de que se incrementó la aparición de otras
organizaciones más pequeñas con la temática de los árboles, se posicionó como
tema en las universidades y centros educativos, se multiplicaron las plantaciones
y hasta medios de comunicación tradicionales cochabambinos toman a los árboles
como uno de sus temas prioritarios.10
Aparte de salvar varios árboles en calzadas públicas, han logrado que se redi-
señen algunos proyectos de inversión pública para proteger árboles, tal fue el
caso del puente Huayna Kapac que se rediseñó para respetar a un molle de
decenas de años.12
11 https://www.facebook.com/groups/noalatalacochabamba
12 https://www.facebook.com/groups/noalatalacochabamba
13 https://www.facebook.com/groups/noalatalacochabamba
14 https://www.facebook.com/groups/noalatalacochabamba
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 265
En La Paz, no obstante, vale subrayar que a raíz de una incidencia ciudadana más
dispersa y la voluntad política de algunas/as representantes institucionales como la
ex concejal Cecilia Chacón, recientemente se aprobó normativa para la protección
de árboles urbanos. (Entrevista a Cecilia Chacón, abril de 2023).
Uno de los fundadores de la plataforma, Javier Bellot, indicó que esta organiza-
ción nació de la fusión de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba
(en la que él era presidente) y algunas miembros del Colectivo No a la tala de
árboles en Cochabamba15 y que después se fueron sumando más instituciones y
organizaciones, incluyendo las institucionales, con la idea de generar respuesta
más rápida frente a los incendios en el pnt. (Entrevista a Javier Bellot, abril
de 2023).
Al igual que los colectivos urbanos protectores de árboles, tsf no abraza temas
ideológicos más allá de lo concerniente a la protección del pnt y la respuesta
15 Bellot detalló a Mónica Wormald, Janeth Gómez, Tatiana Borda y Darling Camacho.
266 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Se han constituido Masas Críticas en Santa Cruz, La Paz, Sucre, Tarija, Oruro y
Cochabamba, siendo en esta última ciudad donde está el colectivo más grande e
influyente: Masa Crítica Kanata.
Entre los hitos más importantes de mck, está la redacción, aprobación y pro-
mulgación de la Ley Municipal de la Bicicleta del 2017. Dicha ley contempla la
creación del Comité Municipal de la Bicicleta, organismo en el que participa la
sociedad civil y las autoridades municipales para definir políticas públicas a favor
de los ciclistas y del uso de la bicicleta.16
También hay otros colectivos de ciclistas más pequeños en Bolivia que tienen
logros en incidencia política ambiental. Es el caso de varios colectivos ciclistas en
Tarija (Masa Crítica, Bikers, Chura Bici, Urban Bike, Nulo, Juventud Unida, Dely
Dance, Acción Juvenil, Ala Bicla y la Asociación bmx Tarija) que consiguieron la
promulgación de una Ley de Uso de las Bicicletas el 2018.
Masa Crítica y otros colectivos (Bicis de Montaña Bicisur, Los Huanca, Alpaz
Ciclistas de Altura, mtb Rodadas, The Bikers, Ciclistas en Cadena) en La Paz se
movilizaron por la aprobación de un Manual del Ciclista Paceño y desde el 2021
están presionando al gobierno municipal para la promulgación de una Ley Municipal
del Ciclista, más aún por atropellamientos de ciclistas que se dieron recientemente.18
En Sucre, la Masa Crítica de esa ciudad ha logrado la construcción de ciclovías19
y en Santa Cruz, el colectivo de ciclistas Metro y Medio actúa para promover la
bicicleta como medio de transporte cotidiano y consolidar un metro y medio de
distancia entre los vehículos motorizados y las bicicletas para garantizar el respeto
al transporte a pedal y el derecho a la vida e integridad física de los ciclistas.20
Amor Por Los Animales Bolivia (aplab) es una organización sin ánimo de lucro
que emergió en la ciudad de La Paz el 2009 pero que tiene alcance en todo Bolivia.
Su principal objetivo es la “búsqueda de mejores días para los animales”. Financian
sus actividades a través de donaciones que solicitan a la población y también con
el apoyo de reconocimientos internacionales.22
18 https://www.erbol.com.bo/medio-ambiente/un-ciclista-una-vida, https://anabolivia.org/
colectivos-esperan-aprobacion-de-una-ley-municipal-del-ciclista/
19 (https://correodelsur.com/local/20201120_inaugurada-la-nueva-ciclovia-de-la-ciudad.html
20 https://anabolivia.org/colectivo-metro-y-medio-exige-respeto-y-consideracion-a-la-vida-e-
integridad-de-los-ciclistas/
21 Nociones culturales que sitúan al ser humano como “excepcional” y superior frente a otros
seres vivos. El especismo suele negarles a los animales facultades como la consciencia, la
inteligencia, los sentimientos, etc. que se asumen como exclusivamente humanas.
22 https://www.facebook.com/Aplabolivia.org/
268 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
23 https://www.facebook.com/Aplabolivia.org/; https://www.youtube.com/watch?v=uprkvm-
inu0
24 https://www.intiwarayassi.org/es/our-work/rescate-cuidado-y-rehabilitacion-de-fauna-
silvestre/
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 269
Al igual que el resto de los colectivos urbanos estudiados, los movimientos anima-
listas no dicen abrazar una ideología específica, lo que une a esas organizaciones
son acciones concretas y delimitadas en la defensa y protección de animales: “No
hay una agenda ideológica definida ni se discuten temas políticos explícitos”.
(Entrevista a Cecilia Chacón, abril de 2023). Lo mismo ante cualquier militancia
político partidaria, aunque como en el caso de aplab, Senda Verde o la Comuni-
dad Inti Wara Yassi, se trabaja en coordinación y presión frente a las instituciones
públicas para asegurar el cumplimiento de la legislación protectora de animales
y las políticas respectivas.
Otro logro tiene que ver con la proliferación y multiplicación de colectivos am-
bientalistas urbanos en todo Bolivia. En cierto sentido, los colectivos ambientalistas
urbanos del Siglo xxi han puesto “de moda” el ambientalismo, han conseguido
reproducir su narrativa, sus imaginarios y simbolismo en nuevas generaciones.
25 https://es.mongabay.com/2019/07/bolivia-senda-verde-refugio-animales-video/
270 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por otra parte, eso de no llevar una ideología o agenda política definida suele ser
motivo para la no existencia de un proceso de formación política en los colectivos
y puede ser causa de fragmentación cuando se trata de ubicarse en un contexto
político más complejo o de crisis. En la práctica y por su pertenencia a una clase
media urbana, ello puede arrastrar a estos colectivos a posiciones conservadoras. O
se da el escenario de ser subsumidos por los gobiernos, partidos políticos, ong, etc.
realizaba la octava marcha hacia La Paz y que recibió una dura y abusiva represión
en Chaparina.
Los indígenas del tipnis siguieron en pie de lucha, por eso el gobierno ya no
fue tan bullicioso en su empecinamiento con la carretera que siguió avanzando
silenciosamente con la construcción de puentes, habilitación de sendas y adelantos
en varios tramos, junto con la división y cooptación de las comunidades indígenas
mediante prebendas y el amedrentamiento constante a los/as dirigentes indígenas.
Otro problema recurrente es el intento de cooptación y funcionalización de los
movimientos en defensa del tipnis por la oposición partidaria en sus rencillas con el
mas, pese a todo ello, los movimientos se mantienen en su independencia partidaria
y frente a las instituciones del poder. (Entrevista a María Lohmann, abril de 2023).
Una de las últimas medidas por los/as defensores/as del tipnis fue la interpelación
a los delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh) que
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 273
Dentro de las áreas inundadas por el Chepete y El Bala estarían 3.214 habitantes
y en las áreas colindantes a los embalses 1.950. En total deberían ser relocalizadas
5.164 personas, en su absoluta mayoría indígena-campesinos. Esta cifra equivale a
toda la población que vive de manera permanente en la ciudad de San Buenaventura.
En el área existen 424 especies de flora, 201 especies de mamíferos terrestres, 652
especies de aves, 483 especies de anfibios y reptiles y 515 especies de peces. Las fichas
ambientales no precisan que especies podrían desaparecer para siempre ni cuantos
ejemplares de cada especie serían afectados.28
Otros aspectos no contemplados por las fichas ambientales de los proyectos, se-
gún denuncia la Fundación Solón, son la deforestación de unas 100 mil hectáreas
26 https://www.ende.bo/noticia/noticia/57
27 https://fundacionsolon.org/2017/05/10/el-caso-del-chepete-y-el-bala/
28 https://fundacionsolon.org/2017/05/10/el-caso-del-chepete-y-el-bala/
274 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por eso, las organizaciones de los pueblos indígenas mencionados han encabezado
la oposición a dichos proyectos. Mediante la Mancomunidad de Comunidades
Indígenas de los ríos Beni, Tuhichi y Quiquibey, desde finales del 2016 que han
realizado vigilias en la zona para evitar la entrada de maquinarias e insumos y así
impedir los estudios que requieren las obras. Se pudo postergar el avance de obras
(Entrevista a Alex Vilca, mayo de 2023), no obstante, desde finales del 2021 que
se denuncia que ende ha retomado las operaciones en la zona.30
Según un informe a diseño final sobre proyecto presentado el 2017 por la em-
presa española Eptisa (contratada por ende), se estima que las hidroeléctricas
provocarían una inundación de 449 kilómetros cuadrados, afectando a tres áreas
protegidas bolivianas: el Parque Nacional-Área Natural de Manejo Integrado
Serranía del Iñao; Área Natural de Manejo Integrado Río Grande-Valles Cru-
ceños, y la Reserva Municipal de Parabanó,32 he impactaría directamente a más
de quinientas familias de catorce comunidades indígenas y campesinas de cuatro
municipios, así como a tcos guaraníes: Capitanía Kaaguasu y Iupaguasu. Las
comunidades indígenas totalmente afectadas por la inundación serían Tatarenda
Nuevo y Yumao, habitadas por más de 200 familias.33
29 https://fundacionsolon.org/2017/05/10/el-caso-del-chepete-y-el-bala/
30 https://www.noticiasfides.com/nacional/sociedad/ende-retoma-construccion-de-las-represas-
chepete-bala-y-la-amazonia-nuevamente-bajo-amenaza-412443
31 https://cbe.com.bo/noticia/reconsideran-obra-rositas-la-polemica-represa-de-la-muerte;
https://fundacionsolon.org/2021/01/16/documentos-hidroelectrica-rositas/
32 https://cbe.com.bo/noticia/reconsideran-obra-rositas-la-polemica-represa-de-la-muerte
33 https://fundacionsolon.org/2018/07/18/hidroelectrica-rositas-ni-consulta-previa-y-ni-accion-
popular/
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 275
34 https://cbe.com.bo/noticia/reconsideran-obra-rositas-la-polemica-represa-de-la-muerte;
https://fundacionsolon.org/2018/07/18/hidroelectrica-rositas-ni-consulta-previa-y-ni-accion-
popular/
35 https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20181004/ende-suspende-proyecto-
rositas-rechazo-comunidades
36 https://www.laregion.bo/como-las-comunidades-enfrentan-la-amenaza-latente-de-proyecto-
hidroelectrico-rositas/
37 Aunque hay otros casos como el de la Capitanía Takovo Mora donde se pretendía realizar
actividad hidrocarburífera y que significó el reclamo de organizaciones indígenas guaraníes
que exigieron la consulta previa. Con ese motivo, los aparatos del gobierno ejercieron una
dura represión y flagrante violación de derechos humanos contra las protestas indígenas en
agosto de 2015. Ver: https://ipdrs.org/noticias-bolivia/que-pasa/4521-bolivia-concluyen-que-
se-vulnero-derechos-en-takovo-mora.
276 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por esos motivos, desde el 2015 los indígenas comunarios de la zona se encuentran
llevando sostenida lucha en contra de esos proyectos hidrocarburíferos. El 2017 se
organizó el Comité de Defensa de Tariquía conformado por 10 comunidades de
Tariquía. El 2018, inspirada principalmente por lo que ocurría en Tariquía, nació
la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios
Campesinos y Áreas Protegidas (contiocap) para “aglutinar todas las luchas
y resistencias por los derechos indígenas y de la naturaleza” y que ya cuenta con
más de 40 organizaciones indígenas afiliadas. (Entrevista a Alex Vilca Limaco,
mayo de 2023).
38 https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20171004/indigenas-protestan-contra-
exploracion-tariquia
39 https://www.lostiempos.com/indigenas-protestan-contra-exploracion-tariquia
40 Campanini, citado en https://www.lostiempos.com/indigenas-protestan-contra-exploracion-
tariquia
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 277
Sin embargo, este 2023 la Asamblea Legislativa aprobó la “ley del oro” que per-
mitirá al Poder Ejecutivo disponer de las reservas metálicas del Estado y comprar
oro directamente a mineros que, en su mayoría, ni siquiera son legales. Por ello,
la contiocap lanzó un pronunciamiento reclamando por esa ley. La dirigente
indígena Ruth Alipaz manifestó que dicha ley:
Viene a sumarse a todo lo que ya se viene haciendo en contra de las áreas protegidas,
en contra de los pueblos indígenas, de los territorios de los pueblos indígenas y que
viene afectando ya la vida de los pueblos indígenas. Recordemos que desde 2013-14
ya se venía modificando el plan de manejo del Parque Nacional Madidi que va a ser
el más afectado por esta normativa ya que es la zona donde se está explotando con
mayor intensidad la minería de oro aluvial en los ríos amazónicos. (Citado en Radio
Santa Cruz, 26 de abril de 2023).
Frente a esto, las organizaciones y pueblos indígenas son el “obstáculo más incó-
modo” para los gobiernos y las empresas agronegociantes. Sus movilizaciones al
respecto se incrementaron con los incendios de 2019, sumando a esas incidencias
el apoyo de colectivos ambientales urbanos, fundaciones ambientales, etc. Y hoy
continúan en apronte dado que “el escenario no ha cambiado y más bien se agra-
van vulneraciones de derechos indígenas y ambientales en Bolivia”. (Entrevista a
Alex Vilca Limaco, mayo de 2023).
42 https://www.laregion.bo/los-bosques-que-perdimos-los-gobiernos-detras-de-los-picos-de-
deforestacion-en-latinoamerica/
43 Ver: https://fundacionsolon.org/2020/02/20/las-leyes-incendiarias-en-bolivia/.
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 279
De todas maneras, rescatar las palabras de uno de los líderes indígenas en cuanto
a su labor a favor del bien común y patrimonio ambiental de Bolivia:
Pese a estar fracturados, pese a ser movimientos locales, han tenido la capacidad
de al menos contener ese avasallamiento y ese incremento del modelo económico
extractivista. Es así que de alguna manera se ha ido intentando mantener estos
grandes proyectos, mega proyectos extractivistas como lo hemos venido denominando
nosotros, al menos han estado paralizados por cierto tiempo. (Entrevista a Alex Vilca
Limaco, mayo de 2023).
5. Conclusiones tentativas
También es importante tomar en cuenta los factores internos. Desde las movili-
zaciones de los indígenas de tierras bajas en la década de 1990 que se marcó un
norte ambientalista y cuestionador de los paradigmas dominantes, norte que siguió
la Guerra del Agua a inicios de siglo y culminó con reformas constitucionales a
favor del medioambiente y de los pueblos indígenas.
280 ciudadanía organizada en la democracia boliviana
Por ende, incluso en las entrevistas para esta investigación, fue difícil preguntar
sobre la ideología o posición política de las organizaciones, de forma casi unáni-
me hubo incomodidad por la vinculación de las palabras “ideología” y “posición
política” con lo político partidario y lo estatal. Prefirieron contestar que su lucha
movimientos ambientalistas del siglo xxi en bolivia 281
responde a los objetivos muy concretos que enuncian y que cualquier norte po-
lítico partidario-estatal les forjaba profunda desconfianza.
Esta actitud de desconfianza con el Estado y los partidos políticos tiene sentido si
tenemos en cuenta la histórica negligencia estatal boliviana frente a la responsabi-
lidad ambiental, asunto que no se resolvió tampoco con los últimos gobiernos de
“izquierda” y/o “pachamamistas” a pesar de los logros y esperanzas constitucio-
nales. La actuación de movimientos ambientalistas estudiados es como si dijera “si
el Estado nunca lo hace, nosotros tomamos las calles y lo hacemos de facto pero
para cosas muy concretas y/o para salvar nuestros territorios y zonas de alcance”.
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