Este documento describe varias teorías éticas como el hedonismo, eudemonismo, utilitarismo, ética kantiana y la ética del superhombre. Explica los principios fundamentales de cada teoría y provee ejemplos de cómo se aplicarían en la vida real.
Este documento describe varias teorías éticas como el hedonismo, eudemonismo, utilitarismo, ética kantiana y la ética del superhombre. Explica los principios fundamentales de cada teoría y provee ejemplos de cómo se aplicarían en la vida real.
Este documento describe varias teorías éticas como el hedonismo, eudemonismo, utilitarismo, ética kantiana y la ética del superhombre. Explica los principios fundamentales de cada teoría y provee ejemplos de cómo se aplicarían en la vida real.
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SISTEMAS ETICOS Y PRINCIPIOS
ANDRES FELIPE URIBE
INSTITUTO TECNOLOGICO DEL PUTUMAYO
MOCOA-PUTUMAYO ETICA 2024 La ética es un campo filosófico que ha sido fundamental en la reflexión humana desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, con el advenimiento de la tecnología y la digitalización, la ética ha tomado nuevas formas y ha sido aplicada a sistemas éticos que rigen el comportamiento humano en contextos cada vez más complejos. Ahora abordamos los principios fundamentales de los sistemas éticos y su aplicación en diversas esferas de la vida moderna.
EL HEDONISMO: exponentes Aristipo de Cirene (discípulo rebelde de Sócrates), y
Epicuro, un filósofo griego que vivió entre los siglos IV y III a.C. quien fundó la Escuela de Filosofía conocida como el Jardín. Esta teoría ética sostiene que el placer es el bien supremo y el principal objetivo de la vida humana. Se basa en la idea de que la búsqueda del placer y la evitación del dolor son los motores principales de la acción humana. En su forma más básica, el hedonismo sostiene que las acciones que producen placer son moralmente buenas, mientras que aquellas que generan dolor son moralmente malas. Los principios del hedonismo incluyen: Principio del placer: Este principio establece que el placer es el bien supremo y el objetivo principal de la vida. Según el hedonismo, las personas deben buscar maximizar su propio placer y minimizar su dolor. Principio de la predominancia del placer: Según este principio, cuando se enfrentan múltiples opciones, la acción que produce la mayor cantidad de placer neta es la que se considera moralmente correcta. Principio de la igualdad de los placeres: Este principio sostiene que todos los placeres son igualmente valiosos y que no se deben hacer distinciones entre ellos en términos de su calidad moral. Un ejemplo aplicado a la vida real: Supongamos que una persona se encuentra en la encrucijada de decidir entre dos opciones de actividad para su fin de semana: asistir a una fiesta en la que sabe que se encontrará con amigos, se reirá y disfrutará de buena música y compañía, o quedarse en casa para estudiar para un examen difícil que tiene la próxima semana. Desde una perspectiva hedonista, esta persona evaluaría las opciones en función del placer y el dolor que cada una proporcionaría.
EL EUDEMONISMO: se basa en la idea de que el objetivo último de la vida humana
es alcanzar la felicidad genuina o "eudemon". Este término se deriva del griego "eudaimonia", que se traduce aproximadamente como "bienestar" o "felicidad floreciente". Aristóteles, uno de los principales exponentes del eudemonismo, sostuvo que la felicidad se alcanza a través de la práctica de la virtud y el desarrollo de la excelencia moral.
Principios éticos del eudemonismo:
En el eudemonismo, la virtud y la excelencia moral son fundamentales. Se enfatiza la importancia de cultivar hábitos virtuosos y buscar la realización personal a través del desarrollo de las capacidades humanas. Esto implica vivir una vida de acuerdo con la razón y la virtud, encontrando un equilibrio entre placeres y responsabilidades.
Ejemplo en la vida real:
En la vida cotidiana, el eudemonismo se traduce en la toma de decisiones éticas basadas en la búsqueda del bienestar personal y común. Por ejemplo, en el ámbito profesional, un enfoque eudemonista podría implicar tomar decisiones que promuevan el desarrollo personal y el bienestar de los demás, en lugar de simplemente buscar la maximización del beneficio económico. Aunque el eudemonismo ofrece una perspectiva atractiva sobre la ética y la moralidad, no está exento de críticas. Algunos argumentan que puede ser difícil definir objetivamente qué constituye la felicidad o el bienestar, lo que puede llevar a interpretaciones subjetivas y conflictos éticos. Además, la aplicación práctica de los principios eudemonistas puede ser compleja en situaciones de conflicto moral o en entornos sociales donde prevalecen valores contradictorios.
EL UTILITARISMO: desarrollado por el filósofo británico Jeremy Bentham y
posteriormente refinado por John Stuart Mill, es una teoría ética que se basa en la idea de maximizar la felicidad o el bienestar general. Se centra en la consecuencia de las acciones y sostiene que una acción es moralmente correcta si produce la mayor cantidad de felicidad para el mayor número de personas posible. Por lo tanto, el utilitarismo se enfoca en el resultado neto de las acciones y no en las intenciones detrás de ellas. Los principios básicos del utilitarismo son: Principio de la utilidad: Este es el principio fundamental del utilitarismo y establece que las acciones son correctas en la medida en que promueven la felicidad o el bienestar general. La utilidad se define en términos de la cantidad de placer producido y la cantidad de sufrimiento evitado. Principio de la felicidad mayor: Según este principio, las acciones deben orientarse hacia la maximización de la felicidad o el bienestar general, priorizando el mayor bienestar para el mayor número de personas posible. Principio de la imparcialidad: El utilitarismo sostiene que todas las formas de felicidad son igualmente valiosas y que no se deben hacer distinciones entre las personas en términos de quién recibe la felicidad. Todos los individuos deben ser considerados de manera igualitaria en la evaluación de las consecuencias de una acción. Un ejemplo de la vida real: Un grupo de amigos está planeando cómo pasar su día libre juntos. Tienen dos opciones principales: ir a un parque de diversiones cercano que les proporcionará mucha diversión y emoción, pero a un costo considerable, o visitar un hogar de ancianos local para pasar tiempo con los residentes y ayudar en tareas cotidianas.
LA ÉTICA KANTIANA: también conocida como el kantismo, es una teoría ética
desarrollada por el filósofo alemán Immanuel Kant en el siglo XVIII. Kant es considerado uno de los filósofos más influyentes de la era moderna y su ética ha tenido un impacto significativo en el pensamiento moral occidental.
La ética kantiana se basa en el concepto de deber y la idea de que la moralidad
está arraigada en la razón y la voluntad racional. Kant argumenta que el ser humano posee una capacidad innata para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, y que esta capacidad se manifiesta a través del imperativo categórico, que es el principio fundamental de la ética kantiana.
Los principios básicos de la ética kantiana incluyen:
El Imperativo Categórico: Este es el principio central de la ética kantiana. Según
Kant, el imperativo categórico es una regla moral absoluta que se aplica a todas las personas en todas las circunstancias. Se formula de diferentes maneras, pero una de las formulaciones más conocidas es: "Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal". La Autonomía de la Voluntad: Kant sostiene que los seres humanos tienen la capacidad de autogobernarse y actuar de acuerdo con la razón y la moralidad, en lugar de ser impulsados por deseos o inclinaciones egoístas. El Respeto por la Dignidad Humana: La ética kantiana enfatiza el respeto por la dignidad intrínseca de cada individuo como ser racional y autónomo. Esto implica tratar a las personas como fines en sí mismas, en lugar de medios para alcanzar nuestros propios fines.
Un ejemplo de la ética kantiana en la vida real:
El actuar diciendo siempre la verdad. Según el imperativo categórico de Kant, mentir sería considerado moralmente incorrecto, ya que implica tratar a los demás como meros medios para nuestros propios fines, en lugar de respetar su dignidad como seres racionales capaces de tomar decisiones informadas.
LA ÉTICA DEL SUPERHOMBRE: es una filosofía propuesta por el filósofo alemán
Friedrich Nietzsche en su obra "Así habló Zaratustra" y en otros escritos. Nietzsche es conocido por su crítica a la moral tradicional y su búsqueda de una moralidad que trascienda las limitaciones impuestas por la religión y la tradición. La ética del superhombre, también conocida como "amoralismo", se basa en la idea de que los individuos excepcionales, o superhombres, están por encima de las normas morales convencionales y son capaces de crear sus propios valores y significados. Nietzsche argumenta que la moral tradicional, basada en conceptos como el bien y el mal, es una expresión de la "moral de esclavos", que busca reprimir el poder y la creatividad de los individuos excepcionales.
Los principios básicos de la ética del superhombre incluyen:
Voluntad de poder: Nietzsche sostiene que la voluntad de poder es el impulso fundamental que motiva a los individuos a buscar el dominio sobre sí mismos y sobre su entorno. Este concepto no se refiere necesariamente al poder sobre los demás, sino al poder de realizarse a uno mismo y alcanzar su máximo potencial. Transvaloración de todos los valores: Nietzsche aboga por cuestionar y reevaluar los valores tradicionales, especialmente aquellos impuestos por la moral religiosa y la sociedad. Según él, los individuos deben ser capaces de crear sus propios valores en lugar de aceptar los valores preestablecidos por otros. Afirmando la vida: La ética del superhombre implica una actitud afirmativa hacia la vida y una disposición a abrazar la realidad en todas sus manifestaciones, incluyendo el sufrimiento y el caos. Nietzsche argumenta que es a través del enfrentamiento con los desafíos y obstáculos de la vida que los individuos pueden alcanzar su pleno potencial y convertirse en superhombres. Un ejemplo de la ética del superhombre en la vida real: Tomemos la figura de un visionario o un líder carismático que desafía las normas convencionales y crea su propio camino en la vida. Estas personas a menudo desafían las expectativas sociales y se esfuerzan por alcanzar un alto nivel de excelencia en sus respectivos campos, sin preocuparse por las críticas o las convenciones establecidas.