Programa Derecho Procesal Civil III, 5 A
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Concepto y clasificación de los recursos. Naturaleza jurídica de la casación. Evolución histórica del
recurso de casación. Diversas críticas que se hacen a la institución de la casación. Función y fines
de la casación. Principios procesales que rigen nuestra casación. El recurso de casación en el
sistema patrio.
La ley procesal regula la conducta de las personas que participan en la actividad jurisdiccional,
jueces, secretarios, alguaciles y demás auxiliares, de las partes, abogados, etc, por lo tanto, se
recomienda al estudiante leer e interpretar los enunciados de las normas legales que se indican a
continuación:
A.- Constitución:
Artículo 26, derecho a la tutela judicial efectiva de los derechos e intereses.
Artículo 257, el proceso es el instrumento para administrar justicia judicial.
Artículo 253, los jueces ejercen la potestad jurisdiccional, conocen y juzgan las controversias
de los justiciables mediante los procedimientos establecidos en las leyes, y ejecutan lo
juzgado.
Artículo 266, numeral 8 (266.8), competencia del TSJ para conocer y decidir el recurso de
casación.
B.- Código de Procedimiento Civil (CPC):
Artículo 312, sentencias cuya legalidad es controlable en casación.
Artículo 313, motivos por los cuales es procedente el recurso de casación.
2.- Doctrina
Del texto guía, se recomienda leer y analizar el Capítulo I. Origen y Evolución de la Casación
Europea. Capítulo III. Implantación y Evolución de la Casación en Venezuela. Capítulo IV. Concepto
y Clasificación de los Recursos. Capítulo V. Conceptos Fundamentales de la Casación. [los números
de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer sentencias que han definido el derecho a la tutela
judicial efectiva, de la Sala Constitucional (SC) la sentencia 971, del 16 de julio de 2013 (16/7/13):
En efecto, el referido Juzgado pareciera desconocer que el derecho a la tutela judicial efectiva no se agota en
un simple contenido o núcleo esencial, sino que, por el contrario, abarca un complejo número de derechos dentro
del proceso, a saber: i) el derecho de acción de los particulares de acudir a los órganos jurisdiccionales para
obtener la satisfacción de su pretensión, ii) el derecho a la defensa y al debido proceso en el marco del
procedimiento judicial, iii) el derecho a obtener una sentencia fundada en derecho, iv) el derecho al ejercicio de
los medios impugnativos que establezca el ordenamiento jurídico, v) el derecho a la ejecución de las resoluciones
judiciales y vi) el derecho a una tutela cautelar. (resaltado añadido)
Históricamente los fines de la casación, han estado revestidos del embrujo o de la propia emoción de la revolución
francesa (Hipervaloración de la Ley), llegándose a extremos de exaltación en su concepción que conducen a
concebirla casi como una institución extra-procesal, ideándose las frases más ingeniosas para calificarla: “Le
Court de cassation et une des institutions judiciaires capitales de notre pays”; tal como lo hizo Schmidt, al definirla
como: “…un órgano de fiscalización jurídica que el Estado tiene a su servicio...” y Kohler la califica como: “custodio
de la ley”. Utilizándose otras frases como: “guardián supremo de la ley [1]”; “intérprete máximo del derecho” y
“corte reguladora de la jurisprudencia”.
Todo ello, sin permitir a los órganos encargados de ejercer la casación la posibilidad de una casación oficiosa
sobre la Ley, e impidiendo sus fines de Nomofiláctica (defensa de la Ley) y del valor Dikelógico, de estar
dentro de la concepción de Justicia.
Estas concepciones, recibieron profundas críticas, como expresa Satta (Satta, Salvattore. Derecho Procesal Civil.
T I. Ed. EJEA, Buenos Aires. 1971, pág. 453 y ss), según el cual, forman parte de un sentimiento místico, en la
utopía de la ley que presidió los denuedos de los revolucionarios burgueses, dando origen a las elucubraciones
que llevan a atribuir a la casación una función política de custodia y conservación de la ley, que resaltan en el
propio texto procesal Italiano (CPC Italiano del 30 de enero de 1941), cuando en su artículo 65, define la casación
como: “órgano supremo de la justicia que asegura la exacta observancia y la uniforme interpretación de la ley, y la
unidad del derecho objetivo nacional”; frase ésta, -según señala Satta-, producto de viejas consignas de la
burguesía revolucionaria francesa. (resaltado añadido)
2.- Doctrina
Del texto guía, se recomienda leer y analizar el Capítulo VI. Presupuestos de la admisión del
recurso. [los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
Mediante el análisis sistemático de la admisibilidad del recurso de casación, la doctrina explica que
además de la limitación de las sentencias recurribles por su enumeración legal y la cuantía, deben
tenerse en cuenta otros requisitos que deben observarse como ocurre en todo acto procesal,
clasificándolos en cuatro presupuestos:
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer sentencias que han decidido sobre la legitimación del
recurrente en casación, de la SCC la sentencia 38, del 20/2/2020:
Es importante aclarar que para poder interponer el recurso de casación, es necesario tener legitimidad para
recurrir, la cual comprende tres aspectos esenciales: 1) haber sido parte en la instancia, 2) que tenga capacidad
para anunciar el recurso, y 2) [rectius 3] es menester que haya un perjuicio, es decir, una parte vencida total o
parcialmente en el juicio. Esto se ha establecido en numerosos fallos (…), en la cual se dejó expresamente
establecido lo siguiente:
“…Ahora bien, en el presente caso se hace necesario precisar el criterio de la Sala en relación a los tres (3)
aspectos fundamentales referidos a la legitimidad para recurrir en casación, reiterado en sentencia Nº 571, de
fecha 25 de noviembre de 2011 (…), los cuales son los siguientes:
A) Que el formalizante sea parte en el juicio;
B) Que tenga capacidad procesal o legitimidad para anunciar el recurso; y,
C) Que el fallo recurrido lo haya perjudicado al resultar vencido parcial o totalmente. (Negrillas y subrayado de
la Sala).
(…)
Así las cosas, es necesario precisar de igual manera que los requisitos antes mencionados deben presentarse de
forma concurrente en la parte que pretenda recurrir en casación; pues no basta ser parte en el juicio, sino que es
indispensable que la sentencia contra la cual se ejerza el recurso haya causado un agravio, pues de no ser así, la
parte carecería de interés…”. (corchetes y subrayado añadido)
SCC sentencia 35, del 15/2/2019, sobre las sentencias recurribles en casación:
En efecto, debe destacarse que una de las innovaciones más importantes que el Código ritual de 1986 aportó al
recurso de casación fue el de delimitar este recurso, “criterios de reductibilidad”, (Luis Martínez – Calcerrada y
Gómez. La Nueva Casación Civil. Ed Civitas. Madrid. España. Págs. 60 y ss) a las sentencias que definan la
instancia, a las definitivas formales y a las interlocutorias con fuerza de definitiva, siempre y cuando impidan la
continuación del proceso, expresadas claramente en el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil.
Así, resulta consecuente destacar, que en casos como éstos, las partes y sus apoderados, antes de anunciar o
recurrir de hecho, deben hallar la respuesta a la siguiente interrogante: ¿Cabe el recurso de casación contra la
resolución que pretendo impugnar? Muchos abogados litigantes preparan y formalizan el recurso de casación,
sin haber comprobado antes, si la resolución que se quiere impugnar, es o no, susceptible de tal recurso o medio
de impugnación extraordinario.
Así, el derecho a recurrir en casación, presupone el cumplimiento de una serie de condiciones o presupuestos de
recurribilidad, que se dan en la fase de interposición, también conocidos como presupuestos de viabilidad de los
fallos para accesar a la casación, para ser susceptibles del recurso, requisitos previos a éste medio de
impugnación, que comprende a su vez, qué fallos pueden ser objeto del recurso (naturaleza de la resolución), lo
cual haría, - de no estar llenos -, que la Sala no pueda entrar en el estudio y decisión de la cuestión de fondo que
el motivo o los motivos brindan, vale decir, cuya no concurrencia genera, in limine, la denegación del recurso, una
especie de improsperabilidad del recurso o, imposibilidad que se entre a conocer ya que, la falta de uno de ellos
impide que se pase a las siguientes fases de escudriñar las cuestiones de fondo denegado éste por no ser
recurrible en casación. Estos presupuestos lo hacen inadmisible, lo cual lo diferencia de la improcedencia que se
da al fondo del recurso
(…)
Dentro de éstos presupuestos de análisis, en el sub iudice quedan excluidos los de los términos de su ejercicio, y
de la legitimidad del recurrente (capacidad de postulación).
Estos presupuestos de naturaleza concurrente, son:
1) Que sean fallos que ponen fin al proceso o que impiden su continuación o,
2) Que gocen de la cuantía fijada por el legislador adjetivo.
El maestro Arminio Borjas, citado por Duque Sánchez (Manual de Casación Civil. UCAB. Caracas. 1984, pág 63
y 64), señala que no toda determinación puede o debe dar lugar al recurso de casación, porque sería absurdo
permitir su empleo contra decisiones que pudieran ser revisadas y corregidas por medio de los recursos
ordinarios, por ello, lo primero que hay que observar es la naturaleza de la sentencia, el tipo de fallo recurrido.
En efecto, el fallo o sentencia, puede ser definida como un documento, elemento material, indispensable para
reflejar su existencia y sus efectos hacia el mundo jurídico; que está configurada como un todo, dentro del cual
consta el análisis de los hechos efectuados por el juzgador, la subsunción de los mismos dentro del derecho, la
decisión que se declare y los fundamentos en que se apoya la misma, para definir el proceso. Para el supuesto
del ejercicio del recurso de casación, en nuestro sistema procesal sólo tienen recurso de casación de inmediato
las sentencias:
a) Definitivas que resuelvan el fondo de la controversia. Para Gómez Orbaneja, la sentencia definitiva, es la
resolución que, decidiendo la contienda entre partes, actor y demandado, pone término a la instancia; es la que se
pronuncia sobre la pretensión deducida en la demanda, estimándola o rechazándola. Para Jaime Guasp, son
sentencias definitivas las que deciden definitivamente las cuestiones del pleito en una instancia o recurso
extraordinario. Para, De la Plaza, la sentencia definitiva es el acto procesal en que el órgano encargado de la
jurisdicción resuelve en último término sobre las pretensiones de las partes. De todo ello, se puede concluir,
siguiendo al tratadista Español Manuel Taboada Roca ( Los Requisitos de Procedibilidad en la Casación Civil
Española. Ed Montecorvo S.A. Madrid. 1980, pág 38), que las sentencias definitivas son las resoluciones
judiciales que deciden terminantemente las cuestiones objeto del pleito en una instancia o un recurso
extraordinario.
b) Las interlocutorias que ponen fin al juicio e impiden su continuación. Son resoluciones que, recayendo
sobre un incidente, ponen fin a lo principal, haciendo imposible su continuación. Son las resoluciones que recaen
sobre un artículo o incidente surgido durante la tramitación del asunto principal, que ponen término al proceso e
impiden su continuación, bloquea la continuación de las actuaciones judiciales.
c) Las definitivas formales. Son Sentencias dictadas en lugar de la definitiva que ordenan la reposición de la
causa anulando el fallo definitivo de la primera instancia.
La recursibilidad en casación sólo existe para aquellas decisiones que se han dictado, en principio, en la
culminación de un procedimiento que constituya un verdadero juicio, que se trate de una acción a seguirse dentro
de un procedimiento contencioso, donde la sentencia cumple la función de decidir una controversia entre partes,
no concibiéndose el recurso de casación sin la existencia de la relación procesal denominada juicio, entendida
ésta, como la controversia judicial suscitada por conflictos intersubjetivos de intereses, que el órgano judicial debe
resolver por un fallo, previa sustanciación de la causa a través de las formas procesales previstas en la Ley, o de
un fallo, cualquiera sea su naturaleza, interlocutorio o definitivo que ponga fin al juicio o impida su continuación.
(resaltado añadido)
SCC sentencia 52, del 5/3/2020, el enunciado del artículo 312 del CPC, sobre las sentencias
recurribles en casación, es de orden público:
El artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, estatuye que el recurso extraordinario de casación podrá
proponerse contra las siguientes decisiones:
“…1° Contra las sentencias de última instancia que pongan fin a los juicios civiles o mercantiles, cuyo interés
principal exceda de doscientos cincuenta mil bolívares, salvo lo dispuesto en leyes especiales respecto de la
cuantía.
2° Contra las sentencias de última instancia que pongan fin a los juicios especiales contenciosos cuyo interés
principal exceda de doscientos cincuenta mil bolívares, y contra las de última instancia que se dicten en los
procedimientos especiales contenciosos sobre el estado y la capacidad de las personas.
3° Contra los autos dictados en ejecución de sentencia que resuelvan puntos esenciales no controvertidos en el
juicio, ni decididos en él; o los que provean contra lo ejecutoriado o lo modifiquen de manera sustancial, después
que contra ellos se hayan agotado todos los recursos ordinarios.
4° Contra las sentencias de los Tribunales Superiores que conozcan en apelación de los laudos arbitrales, cuando
el interés principal de la controversia exceda de doscientos cincuenta mil bolívares.
Al proponerse el recurso contra la sentencia que puso fin al juicio, quedan comprendidas en él las interlocutorias
que hubieren producido un gravamen no reparado en ella, siempre que contra dichas decisiones se hubieran
agotado oportunamente todos los recursos ordinarios.
Los juicios sentenciados conforme al artículo 13 de este Código, no tienen recursos de casación…”.
Para que se pueda proponer el recurso de casación y para su admisibilidad, es obligatorio que se den los
presupuestos establecidos en dicho artículo.
Esta norma es de orden público y su cumplimiento debe ser verificado por la Sala cuando observare de
oficio o a petición de parte, que la admisión de dicho recurso extraordinario, se hizo violentando los preceptos
que regulan la materia, caso en el cual la Sala podrá revocar el auto de admisión y, por vía de consecuencia,
declarar la inadmisibilidad del recurso de casación.
Ahora bien, con respecto al requisito de la cuantía necesaria para la admisibilidad del recurso extraordinario de
casación, es criterio reiterado y pacífico de esta Sala el establecido en sentencia N° RH-735, de fecha 10 de
noviembre de 2005 (…), que señaló lo siguiente:
“…Ahora bien, respecto al criterio de la Sala sobre el requisito de la cuantía y el monto que se requerirá para
acceder a casación, en reciente sentencia de la Sala Constitucional Nº 1573 del 12 de julio del año que discurre,
se estableció lo siguiente:
(…) necesaria para acceder a casación, debe ser la misma que imperaba para el momento en que se
interpuso la demanda, pues es en ese momento en el cual el actor determina el derecho a la jurisdicción y la
competencia por la cuantía y por ello considera cumplido el quantum requerido por el legislador para acceder en
sede casacional, pues las partes no están en disposición de prever las modificaciones de la cuantía a que hubiere
lugar durante la tramitación del proceso para acceder en casación. Así se decide.
(…)
En el caso de estudio, la Sala verificó de la revisión de las actas que conforman el expediente, que del libelo de la
demanda por partición y liquidación de la comunidad concubinaria, presentado en fecha 8 de febrero de 2017, y
admitida en fecha 14 de febrero de 2017, por el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas
del Municipio Iribarren de la Circunscripción Judicial del estado Lara, como se desprende de auto que corre inserto
al folio treinta y nueve (39) de la primera pieza de este expediente, la cuantía de la demanda es por la cantidad de
“… Bs.523.823,00…”.
(…)
En el presente caso, la estimación de la demanda, fue en la cantidad de “…Bs.523.823,00…” equivalentes a (…)
2.999 [rectius 2.959] U.T., siendo evidente que dicho monto no excede de las (…) 3.000 U.T. necesarias para que
la causa pueda ser revisada en casación, motivo por el cual al incumplirse con el precitado requisito
impretermitible de la cuantía, en atención de todas las consideraciones plasmadas anteriormente y en aplicación a
la jurisprudencia de esta Sala antes descrita, el recurso de hecho presentado por la demandada debe ser
declarado sin lugar. Así se decide.
Por lo demás, esta Sala no puede pasar por alto la censurable conducta del abogado recurrente al anunciar el
recurso extraordinario de casación y posterior recurso de hecho en el presente caso, cuando tiene conocimiento
que la estimación de la cuantía del juicio no cumple con el requisito del monto mínimo para su admisión.
(corchetes y resaltado añadido)
Por ser extraordinario el recurso de casación, la ley procesal limita su ejercicio solamente por vicios
que afecten de nulidad absoluta la sentencia, tipificando expresamente los motivos por los cuales
puede solicitarse su nulidad, por lo tanto, se recomienda al estudiante leer e interpretar los
enunciados de las normas del CPC que se indican a continuación:
Artículo 313, motivos por los cuales procede el recurso de casación:
A.- ordinal 1º, vicios de forma o de actividad (in procedendo):
a.- por quebrantamiento de formas procesales en menoscabo del derecho de
defensa.
b.- por defectos de forma de la sentencia.
B.- ordinal 2º, a.- vicios de fondo o por infracción de ley (in iudicando); y,
b.- vicios de fondo o por infracción de ley, al juzgar los hechos
(artículo 320).
El artículo 320 fue parcialmente anulado por la SC en la sentencia 362, del 11/5/2018, suprimió los
motivos de casación sobre los hechos, sin embargo, en la realidad la SCC y la Sala de Casación
Social (SCS), admiten y juzgan ese tipo de vicios, tal como estaban regulados en el encabezamiento
de esa norma, precisamente en la parte anulada, para ilustrar este asunto se transcribe el texto
actual de dicho artículo:
Artículo 320.- “En su sentencia del recurso de casación, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, se pronunciará sobre las infracciones denunciadas, pudiendo extenderse al fondo de la controversia y
ponerle fin al litigio.
Al decidir el recurso el Tribunal Supremo de Justicia se pronunciará sobre las denuncias que se sustenten en el
ordinal 1° del artículo 313, y sólo podrá reponer la causa en caso de quebrantamiento de formas procesales que
produzcan un menoscabo al derecho a la defensa.
Si no hubiere habido las infracciones aludidas en el párrafo anterior, la Corte Suprema de Justicia entrará a
conocer de las denuncias formuladas conforme al ordinal 2° del artículo 313, pronunciándose sobre ellas
afirmativa o negativamente mediante análisis razonado, aplicando las normas jurídicas que considere son las
aplicables al caso.
La Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia deberá hacer pronunciamiento expreso en su
sentencia, para casar el fallo recurrido con base en las infracciones de orden público y constitucionales que ella
encontrare, aunque no se las haya denunciado.
En la sentencia del recurso se hará pronunciamiento expreso sobre costas conforme a lo dispuesto en el Título
VI de este Libro. La condena en costas del recurso será obligatoria en caso de desistimiento o cuando se le deje
perecer.
Si en un mismo juicio se anunciaren y admitieren varios recursos de casación al mismo tiempo, la decisión de
ellos se abrazará en una sola sentencia que contenga tantos capítulos como recursos, pero la sustanciación se
hará en cuadernos separados”.
2.- Doctrina
Del texto guía, se recomienda leer y analizar el Capítulo VII: Casación por quebrantamiento de
formas procesales en menoscabo del derecho de defensa. Capítulo VIII: Casación por defectos de
forma de la sentencia. Capítulo IX: Casación por infracción de ley. [los números de página variarán
según la edición que el estudiante utilice].
Se debe advertir, que debido a las modificaciones del recurso de casación, efectuadas por la SC en
la sentencia 362, del 11/5/2018, el autor Luis Aquiles Mejía Arnal publicó un estudio titulado “La
nueva casación civil” (actualizó el texto guía), haciendo referencia a las sentencias de la SC y
SCC, por lo cual, se recomienda leerlo. Disponible en:
http://rvlj.com.ve/wp-content/uploads/2019/01/RVLJ-11-397-416.pdf
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han modificado el recurso de
casación civil, de la SC la sentencia 362, del 11/5/2018, que por vía de control concentrado de
constitucionalidad: (i) eliminó la reposición de la causa por los vicios de forma de la sentencia, (ii)
eliminó el reenvío adoptando la casación de instancia, (iii) eliminó la casación múltiple y (iv) eliminó
el recurso de nulidad; anulando parcialmente los artículos 320, 322 y 522, y totalmente el artículo
323:
Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en nombre de la República
por autoridad de la Ley, declara:
1.- CONFORME A DERECHO, en los términos expuestos en el presente fallo, la desaplicación por control difuso
de la constitucionalidad de los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento Civil, efectuada por la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, a través de la sentencia N° 510, dictada el 28 de julio de 2017.
2.- DE MERO DERECHO la declaratoria de nulidad por inconstitucionalidad de los artículos 320, 322, 323 y 522
del Código de Procedimiento Civil.
3.- LA NULIDAD PARCIAL POR INCONSTITUCIONALIDAD de los artículos 320, 322 y 522 del Código de
Procedimiento Civil, y la NULIDAD TOTAL POR INCONSTITUCIONALIDAD del artículo 323 eiusdem, por ser
contrarios a los principios de celeridad, economía procesal y prohibición de reposiciones inútiles previstos en los
artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en consecuencia, por virtud del
control concentrado aquí ejercido queda eliminado, con efectos ex nunc y erga omnes es decir, a partir de la
publicación del presente fallo para todos aquellos casos pendiente de decisión, el reenvío, el recurso de nulidad,
la reposición de la causa, cuando se estime procedente el recurso de casación por alguna denuncia de las
descritas en el artículo 313, ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil, relativa a los vicios de la sentencia (ex
artículos 243 y 244 eiusdem) y la casación múltiple. Se deja a salvo, o se mantiene en vigor la institución de la
casación de oficio prevista en el 4º aparte del artículo 320 ídem.
3.- Se ORDENA la publicación de la presente decisión en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela, en la Gaceta Judicial y en la página web de este Alto Tribunal, con el siguiente intitulado: “Sentencia
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que declara conforme a derecho la desaplicación por
control difuso de los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento Civil, así como la nulidad parcial por
inconstitucionalidad de esas mismas normas y la nulidad total por inconstitucionalidad del artículo 323 eiusdem.
Se deja a salvo, o se mantiene en vigor la institución de la casación de oficio prevista en el 4º aparte del artículo
320 ídem. Dada la declaratoria de nulidad que antecede, los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento
Civil quedan redactados de la siguiente manera:
Artículo 320
“En su sentencia del recurso de casación, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, se
pronunciará sobre las infracciones denunciadas, pudiendo extenderse al fondo de la controversia y ponerle fin al
litigio.
Al decidir el recurso el Tribunal Supremo de Justicia se pronunciará sobre las denuncias que se sustenten en el
ordinal 1° del artículo 313, y sólo podrá reponer la causa en caso de quebrantamiento de formas procesales que
produzcan un menoscabo al derecho a la defensa.
Si no hubiere habido las infracciones aludidas en el párrafo anterior, la Corte Suprema de Justicia entrará a
conocer de las denuncias formuladas conforme al ordinal 2° del artículo 313, pronunciándose sobre ellas
afirmativa o negativamente mediante análisis razonado, aplicando las normas jurídicas que considere son las
aplicables al caso.
La Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia deberá hacer pronunciamiento expreso en su
sentencia, para casar el fallo recurrido con base en las infracciones de orden público y constitucionales que ella
encontrare, aunque no se las haya denunciado.
En la sentencia del recurso se hará pronunciamiento expreso sobre costas conforme a lo dispuesto en el Título VI
de este Libro. La condena en costas del recurso será obligatoria en caso de desistimiento o cuando se le deje
perecer.
Si en un mismo juicio se anunciaren y admitieren varios recursos de casación al mismo tiempo, la decisión de ellos
se abrazará en una sola sentencia que contenga tantos capítulos como recursos, pero la sustanciación se hará en
cuadernos separados”.
Artículo 322
“Declarado con lugar el recurso de casación por las infracciones descritas en el ordinal 1° del artículo 313, la Sala
de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia remitirá el expediente directamente al Tribunal que deba
sustanciar de nuevo el juicio, y si éste no pudiere continuar conociendo por razones de inhibición, lo pasará de
inmediato al que deba continuar conociendo conforme a las disposiciones de este Código, participándole dicha
remisión al Tribunal que le envió el expediente a la Corte.
La Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia podrá casar el fallo sin reenvío y ponerle fin al juicio.
En este caso, hará pronunciamiento expreso sobre las costas, de acuerdo con las disposiciones del Título VI,
Libro Primero de este Código. El fallo dictado se remitirá directamente al Tribunal al cual corresponda la ejecución,
junto con el expediente respectivo”.
Artículo 522
“Si no se anunciare oportunamente el recurso de casación, el Tribunal remitirá los autos inmediatamente al que
corresponda la ejecución de la sentencia.
Si se anunciare y admitiere el recurso de casación contra la sentencia de última instancia, se le dará curso
remitiéndose inmediatamente el expediente a la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia. Si no se
admitiere el recurso de casación anunciado, se devolverán los autos al inferior para la ejecución de la sentencia,
pasados que sean cinco días desde la fecha de la negativa de admisión del recurso.
Si oportunamente se anunciare el recurso de hecho para ante la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, se procederá conforme a lo dispuesto en el artículo 316 de este Código”.
Por último, el artículo 323 queda anulado en su totalidad”. Así se declara. (resaltado de la SC)
SCC sentencia 510, del 28/7/2017, en la cual mediante el ejercicio del control difuso de
constitucionalidad de las leyes, desaplicó la casación con reenvío adoptando la casación de
instancia y dio lugar a la sentencia 362/2018 antes transcrita, cuyo dispositivo se transcribe:
En mérito de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, declara: 1)
De conformidad con lo establecido en el artículo 334 de la Constitución de la República de Venezuela LA
DESAPLICACIÓN POR CONTROL DIFUSO del contenido normativo previsto en los artículos 320, 322 y 522 del
Código de Procedimiento Civil, por colidir con los 26 y 257 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
en consecuencia SE ORDENA, en acatamiento a lo establecido en el artículo 33 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, remitir copia certificada de la presente sentencia a la Sala Constitucional de este Alto
Tribunal, 2) (…).
Se condena en costas del recurso a la accionada, de conformidad con lo dispuesto en la ley. 3) SE ORDENA su
su publicación en la Gaceta Judicial y su reseña en el portal web del Tribunal Supremo de Justicia.
(resaltado de la Sala)
SCC sentencia 368, del 1º/8/2018 que resume los motivos del recurso de casación de forma y de
fondo, expresados en las sentencias 510 del 28/7/2017, 254 y 255 del 29/5/2018, para adaptarlas a
las modificaciones derivadas de las nulidades declaradas por la SC en la sentencia 362/2018, la cual
–esquematizada– transcribo a continuación:
Con fundamento en las sentencias SCC 510 del 28/7/2017 y SC 362 del 11/5/2018, con efectos ex nunc y erga
omnes, a partir de su publicación, se declaró conforme a derecho la desaplicación por control difuso constitucional
de los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento Civil (CPC), y la nulidad del artículo 523 eiusdem y,
por ende, también quedó en desuso artículo 210 ibídem, y SE ELIMINÓ LA FIGURA DEL REENVÍO EN EL
PROCESO DE CASACIÓN CIVIL, como regla, y lo dejó sólo de forma excepcional y, en consecuencia, esta Sala
fija su doctrina, en aplicación de la nueva redacción de dichas normas por efecto del control difuso constitucional
declarado:
I.- La reposición de la causa en casación por error en la sustanciación del juicio (añadido)
En aplicación de los supuestos descritos en la primera parte del ordinal primero (1°) del artículo 313 del CPC, en
los siguientes casos:
1.- Cuando en el proceso se hayan quebrantado u omitido formas sustanciales de los actos que menoscaben el
derecho de defensa;
2.- Por desequilibrio procesal por no mantener el juez a las partes en igualdad de condiciones ante la ley;
3.- Por petición de principio, cuando obstruya la admisión de un recurso impugnativo;
4.- Cuando sea procedente la denuncia por reposición no decretada o preterida; y,
5.- Por la violación de los principios constitucionales de expectativa plausible, confianza legítima, seguridad
jurídica y estabilidad de criterio, que degeneren en indefensión, con la violación del debido proceso, derecho a
la defensa y del principio de legalidad de las formas procesales, con la infracción de los artículos 7, 12, 15, 206
y 208 del CPC, así como de una tutela judicial eficaz, por la observancia de un vicio grave que afecte de
nulidad la sustanciación del proceso, o que la falta sea tan grave que amerite la reposición de la causa al
estado de que se verifique el acto o la forma procesal quebrantada, en aplicación de la doctrina reiterada y
pacífica de esta Sala, que prohíbe la reposición inútil y la casación inútil.
En tal sentido, verificado y declarado el error en la sustanciación del juicio, la Sala remitirá el expediente
directamente al tribunal que deba sustanciar de nuevo el proceso, o para que se verifique el acto o la forma
procesal quebrantada, y si está conociendo la causa el mismo juez que cometió el vicio detectado en casación,
éste no podrá continuar conociendo del caso por razones de inhibición y, por ende, tiene la obligación de inhibirse
de seguir conociendo el caso y, en consecuencia, lo pasará de inmediato al nuevo juez que deba continuar
conociendo conforme a la ley, el cual se abocará al conocimiento del mismo y ordenará la notificación de las
partes, para darle cumplimiento a la orden dada por esta Sala en su fallo.
II.- Casación parcial (o total) por defectos de actividad en la sentencia recurrida (añadido)
Al verificar la Sala la procedencia de una denuncia de forma en la elaboración del fallo, en conformidad con lo
estatuido en el ordinal primero (1°) del artículo 313 del CPC, o verificada la existencia de un vicio de forma de
orden público, conforme a lo previsto en los artículos 209, 243 y 244 eiusdem, ya sea:
a) Inútil; y,
b) Mal decretada.
La Sala recurre a la CASACIÓN PARCIAL, pudiendo anular o casar en un aspecto, o en una parte la recurrida,
quedando firme, incólume y con fuerza de cosa juzgada el resto de las motivaciones no casadas, independientes
de aquella, debiendo la Sala recomponer única y exclusivamente el aspecto casado y verter su doctrina
estimatoria, manteniéndose firme el resto de la decisión, por cuanto los hechos fueron debida y soberanamente
establecidos en su totalidad siendo, por tanto, innecesario la nulidad total del fallo; sin perjuicio de ejercer la Sala
la CASACIÓN TOTAL, vista la influencia determinante de la infracción de forma de lo dispositivo del fallo suficiente
para cambiarlo.
SEGUNDO: RECURSO DE CASACIÓN TOTAL (o PARCIAL) POR INFRACCIÓN DE LEY (añadido)
Cuando la Sala declare la procedencia de una denuncia de infracción de ley en la elaboración del fallo, en
conformidad con lo estatuido en el ordinal segundo (2°) del artículo 313 del CPC, en concatenación con lo previsto
en el artículo 320 eiusdem, que en su nueva redacción señala:
En su sentencia del recurso de casación, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, se
pronunciará sobre las infracciones denunciadas, pudiendo extenderse al fondo de la controversia y ponerle fin al
litigio…, o verifica la existencia de dicha infracción que afecte el orden público, por:
La Sala recurrirá a la CASACIÓN TOTAL, vista la influencia determinante de la infracción de ley de lo dispositivo
del fallo suficiente para cambiarlo y, en consecuencia, anulará la totalidad del fallo recurrido en casación, es decir,
lo casa señalando los errores de fondo y, por ende, adquiere plena y total jurisdicción y DICTA UN NUEVO FALLO
SIN NECESIDAD DE NARRATIVA, sino estableciendo las pretensiones y excepciones, analizando y apreciando
las pruebas y dictando el dispositivo que dirime la controversia, sin menoscabo de aplicar a la violación de ley, la
CASACIÓN PARCIAL, si la infracción no es de tal magnitud que amerite la nulidad total del fallo recurrido y el error
pueda ser corregido por la Sala de forma aislada, como ocurre en el caso de las costas procesales, ya sea cuando
estas se imponen o se exime de su condena de forma errada.
La facultad de CASACIÓN DE OFICIO, señalada en el aparte cuarto (4º) del artículo 320 del CPC, cuya
constitucionalidad ya ha sido declarada por la Sala Constitucional (sentencia N° 116 del 29/1/2002), al constituir
un verdadero imperativo constitucional, porque asegurar la integridad de las normas y principios constitucionales
es una obligación de los jueces (ex artículo 334 de la Constitución), que obliga a la revisión de todos los fallos
sometidos a su conocimiento, independientemente de que el vicio sea de forma o de fondo y haya sido
denunciado o no por el recurrente.
Por último, ante la violación de los principios constitucionales de expectativa plausible, confianza legítima,
seguridad jurídica y estabilidad de criterio, por: a) La aplicación de un criterio jurisprudencial no vigente, de esta
Sala o de la Sala Constitucional, para la fecha de presentación de la demanda, o b) Que se aplique un criterio
contrario a la doctrina y jurisprudencia de esta Sala o de la Sala Constitucional, dado su carácter de orden público,
al estar íntimamente ligados a la violación de las garantías constitucionales del derecho de petición, igualdad ante
la ley, debido proceso y derecho a la defensa, la Sala tomará su decisión tomando en cuenta la influencia
determinante del mismo de lo dispositivo del fallo y si éste incide directamente sobre la sustanciación del proceso
o sobre el fondo y en consecuencia aplicará como correctivo, ya sea la reposición de la causa o la casación parcial
o total, según lo amerite el caso, evitando cualquier reposición inútil. (orden, numerales, literales, títulos,
subtítulos y resaltado añadidos)
Oportunidad para anunciar. Forma del anuncio. Autoridades ante las cuales puede hacerse el
anuncio. Formalidades que deben llenarse cuando no fuere posible hacer el anuncio ante el juez a-
quo. Deberes del recurrente y del tribunal a-quo. Sanciones. Oportunidad para admitir o negar el
recurso. Declaratoria de inadmisibilidad del recurso. Recurso de hecho ante la Corte, oportunidad de
su admisión.
Requisitos e indicaciones que éste debe necesariamente contener. Término para formalizar el
recurso. Causas de perecimiento del recurso. Contestación al recurso. Réplica y contrarréplica.
Por ser extraordinario el recurso de casación, la ley procesal establece una serie de limitaciones, se
recomienda al estudiante leer e interpretar los enunciados de las normas del CPC que se indican a
continuación:
2.- Doctrina
Del texto guía, se recomienda leer y analizar el Capítulo XI: Trámite del Recurso: 1. Anuncio. 2.
Admisión. 3. Formalización. 4. Contestación. [los números de página variarán según la edición que
el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado y hasta modificado
el procedimiento del recurso de casación, respecto al anuncio, admisión, recurso de hecho,
formalización, contestación, los requisitos que debía satisfacer el abogado en casación y las causas
de perecimiento del recurso de casación.
SC sentencia 429, del 22/3/2004, el anuncio anticipado del recurso de casación es válido:
Esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha señalado en diversas sentencias (nos. 1590/2001;
2234/2001; 1891/2003) que la interposición anticipada de los medios procesales estipulados para impugnar
las sentencias, no puede ser considerada como una actitud negligente de la parte perdidosa, sino que mas bien
debe ser observada como una expresión diligente de la disconformidad con la decisión adversa, con lo cual no se
produce lesión alguna en el derecho de la contraparte, siempre y cuando se dejen transcurrir los lapsos
pendientes. (…)
En el caso bajo examen observa la Sala que, la Sala de Casación Civil de este Tribunal Supremo de Justicia
declaró inadmisible el recurso de casación por considerar que el anuncio del mismo había sido realizado
extemporáneamente, esto es, antes de que comenzara a correr el lapso respectivo, el día siguiente de haber sido
notificadas todas las partes.
De tal forma, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia obvió la interpretación constitucional
hecha por esta Sala Constitucional en las sentencias señaladas ut supra, dictadas con anterioridad al fallo
impugnado, con lo que queda inmersa en el tercer supuesto de revisión, establecido jurisprudencialmente por esta
Sala.
En conclusión, de conformidad con lo expresado esta Sala anula la decisión impugnada mediante revisión y, en
consecuencia, la causa debe ser repuesta al estado en que la Sala de Casación Civil dicte nueva sentencia del
recurso de casación, ajustándose a la doctrina vinculante de esta Sala. Así se declara (resaltado añadido)
SCC sentencia 27, del 30/1/2008, los requisitos de admisión del recurso de casación:
Ahora bien, la Sala reiteradamente ha señalado que para recurrir en casación es necesaria la existencia de
legitimidad procesal del recurrente, la cual tiene tres (3) aspectos fundamentales: 1) Que el formalizante sea
parte en el juicio; 2) Que tenga capacidad procesal o legitimidad para anunciar el recurso; y, 3) Que el fallo
recurrido lo haya perjudicado al resultar vencido parcial o totalmente (…).
Asimismo, se ha señalado que la legitimidad del recurrente no se verifica sólo por ser parte en la instancia, sino
que es indispensable que el fallo recurrido le haya producido un agravio.
En este orden de ideas, la Sala en sentencia Nº 155, de fecha 10 de marzo de 2004 (…) expresó lo siguiente:
“...Expresa Carnelutti, al definir la legitimación para interponer el recurso de casación, que el interés de la parte en
la impugnación lo determina su vencimiento en el procedimiento impugnado; criterio que comparte la Sala, pues
no basta ser parte en la instancia, sino que es indispensable que el fallo recurrido le haya producido un agravio,
que es lo que precisamente delimita el interés para recurrir en casación…”.
De los anteriores criterios jurisprudenciales y doctrinales, se desprende que para acceder a casación el fallo
recurrido le debe haber producido un agravio al recurrente, siendo tal circunstancia el elemento esencial que
determina la fundamentación de las denuncias que se interponen ante esta Máxima Jurisdicción. (resaltado
añadido)
SCC sentencia 58, del 27/2/2019, la sentencia que declara con lugar el recurso de hecho, debe
notificarse a las partes para la apertura del lapso de formalización:
SCC sentencia 811, del 13/12/2017, la formalización del recurso de casación, es equivalente a una
demanda de nulidad de la sentencia recurrida:
SCC sentencia 254, del 22/7/2021, requisitos de la formalización por quebrantamiento de formas
sustanciales con menoscabo del derecho a la defensa:
SCC sentencia 573, del 28/10/2021, la formalización por quebrantamiento de los requisitos previstos
en el artículo 243 del CPC y aplicación del artículo 244 del mismo código, por ejemplo, del numeral
6, que produce el vicio de indeterminación objetiva:
En ese sentido el vicio de indeterminación objetiva sobreviene cuando el fallo exhibe una total y manifiesta f alta
de precisión sobre la cosa u objeto en que recae, de tal modo que, para que éste constituya un título autónomo y
suficiente resulta imprescindible que exhiba en sí mismo la prueba de su legalidad y en el supuesto de resultar
definitivamente firme sea de posible ejecución sin tener que acudir a otros elementos o actas de los cuales se
puedan generar nuevos derechos o declaraciones no hechas en la fase de conocimiento. Por tanto, esta exigencia
se orienta a garantizar que del contenido de la sentencia se permita determinar con precisión los efectos de la
cosa juzgada, siendo perfectamente posible, en virtud del principio de unidad del fallo que este requisito se
encuentre señalado en cualquiera de sus partes, no exclusivamente en el dispositivo.
(…)
De acuerdo con las implicaciones que anteceden, se logra evidenciar tal como lo señala el recurrente, que el
dispositivo del fallo impugnado enuncia sin más la declaratoria sin lugar del recurso de apelación ejercido por la
demandada y en consecuencia confirma el fallo de la primera instancia, que si bien es cierto, atendiendo al
principio de unidad del fallo del mismo se desprende la mención efectuada a la decisión del “a quo” por medio de
la cual se declaró “…la nulidad de las asambleas extraordinarias de accionistas del 20 de noviembre de 2013 y del
2 de diciembre de 2013…”, así como “…la nulidad de los actos de administración ejecutados por la junta directiva
conformada por los ciudadanos Joaquín Abello y Casandra Abello…”, no obstante, de estos considerandos se
deduce un fallo con tal grado de imprecisión que el objeto sobre el cual recae la cosa juzgada no se consigue
determinar con mayor alcance que sobre a las citadas asambleas de accionistas del 20 de noviembre de 2013 y
del 2 de diciembre de 2013, inscritas en el Registro Mercantil Segundo del Distrito Capital, en fecha 7 de enero de
2014, bajo los números 108 y 103, tomo 1A.
Sucede pues que, si bien en los casos de nulidades de asambleas el criterio pacífico y sostenido de la Sala ha
sido que todo acto que nace nulo o es declarado nulo, lógicamente no puede derivar actos subsiguientemente
válidos, trayendo como efecto inmediato la nulidad de todos los actos sucesivos, lo que la doctrina casacionista ha
denominado el “efecto cascada”, (…); no es menos cierto que, cuando la recurrida en el segundo punto del
dispositivo declara la “…nulidad de los actos de administración ejecutados por la junta directiva conformada por
los ciudadanos Joaquín Abello y Casandra Abello…”, incurre en el vicio de indeterminación objetiva, puesto
que tal declaración obedece a una simple ligereza del petitorio de la demanda, valga decir, no cumple con la
individualización de cuáles son estos actos anulados, por tal proceder, al no haber sido íntegramente precisados,
la decisión sobre este punto es materialmente inejecutable como secuela de un vago enunciado dispositivo.
En virtud de los razonamientos expuestos, al haberse acreditado la ocurrencia del vicio delatado, esta Sala
forzosamente declara procedente en derecho la presente denuncia.
En consecuencia, vista la influencia determinante del quebrantamiento de forma en lo dispositivo del fallo
suficiente para cambiarlo, esta Sala ANULA la decisión recurrida. (resaltado añadido)
SCC sentencia 628, del 27/10/2015, los requisitos de la sentencia definitiva previstos en el artículo
243 del CPC, son de orden público, su infracción produce la nulidad de la sentencia –por el vicio que
corresponda al numeral quebrantado– por disposición del artículo 244 del mismo código:
En el mismo sentido, que los requisitos formales de la sentencia constituyen materia de orden público, se
observa la decisión Nº 889, de fecha 11 de mayo de 2007, expediente Nº 2007-285, de la Sala Constitucional (…),
que dispuso lo siguiente:
“...En relación con la primera denuncia de la solicitante, cabe señalar que es jurisprudencia reiterada de esta Sala
Constitucional (...), que los requisitos intrínsecos de la sentencia, que indica el artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, tales como la motivación, la congruencia, o la determinación objetiva del fallo son de
estricto orden público, lo cual es aplicable a cualquier área del derecho y para todos los Tribunales de la
República, salvo el caso de las sentencias que declaran inadmisible el control de legalidad y las de revisión
constitucional dictadas por la Sala de Casación Social y por esta Sala, respectivamente, en las que, por su
particular naturaleza de ser una potestad y no un recurso, tales requisitos no se exigen de manera irrestricta u
obligatoria.
Por lo cual los vicios de indeterminación orgánica, objetiva y subjetiva, indeterminación de la controversia,
incongruencia negativa, positiva, por tergiversación, extrapetita, inmotivación, absolución de la instancia, sentencia
condicionada o contradictoria y ultrapetita, constituyen materia de orden público, al violar principios y garantías
constitucionales referentes al derecho a la defensa y una tutela judicial efectiva.
(…)
De donde se desprende, en un análisis concatenado de las normas antes transcritas, por ser materia de orden
público, que el incumplimiento de los requisitos intrínsecos de la sentencia es sancionado por la ley con la nulidad
de la decisión de que se trate, y que igual consecuencia acarrea, el que el juez haya absuelto la instancia, por
resultar la sentencia de tal modo contradictoria, que no pueda ejecutarse o no aparezca qué sea lo decidido; y
cuando sea condicional, o contenga ultrapetita, porque otorgue más o cosa distinta a lo pretendido. Resaltado
añadido)
SCC sentencia 638, del 7/10/2008, los vicios de juzgamiento previstos en el artículo 313.2 del CPC y
la técnica para su denuncia en casación, por error de interpretación, falta de aplicación y suposición
falsa:
Por tanto, en cuanto al error de interpretación de una norma, se debe partir por afirmar que ésta se compone
por un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica, así el error en este caso se comete frecuentemente al
determinar los casos abstractos que puede abarcar un supuesto. De allí que, el vicio se produce cuando el juez
incluye casos abstractos no comprendidos en la norma que se analiza, de manera que el error de interpretación se
produce no porque se hayan establecido mal los hechos o por que exista error al calificarlos, sino porque el
supuesto de hecho considerado abstractamente se interpretó de manera errada, subsumiendo casos no
comprendidos en la norma. Asimismo, el error de interpretación puede producirse, específicamente en la
consecuencia jurídica, en cuyo caso esto conduciría a que si bien la norma aplicada es la destinada a regir la
cuestión resuelta, la misma ha sido mal interpretada.
Por otra parte, la falta de aplicación de una norma consiste fundamentalmente en el error cometido en relación a
la vigencia de una norma, es decir cuando se aplique una norma que no esté vigente, o se le niegue aplicación y
vigencia a una que lo esté. Este caso de vicio se presenta naturalmente cuando, en virtud de la entrada en vigor
una norma jurídica y en los casos de conflicto temporal de la ley. En todo caso, cuando el juez no diga nada de
una regla legal que debió tomar en cuenta al elaborar la premisa mayor de su sentencia, se produce el vicio de
falta de aplicación.
(…)
Ahora bien, en relación con el vicio de suposición falsa, es necesario indicar que el mismo consiste en la
afirmación de un hecho positivo y concreto falsamente establecido por el juez, a causa de un error de percepción,
bien porque atribuyó a actas del expedientes menciones que no contiene, o porque dio por demostrado un hecho
con pruebas cuya incorporación no consta del expediente, o porque la inexactitud del hecho establecido en la
sentencia queda demostrado con otras pruebas del expediente mismo. En todos los casos, se trata de un hecho
positivo y de ninguna manera puede pretenderse subsumir en los casos de suposición falsa las conclusiones del
juez respecto del caso.
Sobre el particular, esta Sala se pronunció, mediante sentencia de fecha 21 de mayo de 2004 (…), en el cual dejó
sentado lo siguiente:
“…que la técnica para denunciar la suposición falsa (…) comprende: a) indicación del hecho positivo y concreto
que el juzgador haya dado por cierto valiéndose de una falsa suposición; b) indicación específica de cuál de los
tres casos de suposición falsa se refiere la denuncia; c) señalamiento del acto o instrumento cuya lectura patentice
la falsa suposición; d) indicación y denuncia del texto o los textos aplicados falsamente, porque (sic) el juez da por
cierto un hecho valiéndose de una suposición falsa; y e) la exposición de las razones que demuestren que la
infracción cometida es determinante en el dispositivo de la sentencia.
(…)
…la Sala explicó que el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, prevé los errores que el sentenciador
puede cometer en el juzgamiento de los hechos, (…) bien sea de hecho, porque el juez se equivoca al percibir los
hechos que la prueba demuestra, por cuanto atribuyó a actas o instrumentos del expediente menciones que no
contiene, o estableció hechos con pruebas que no existen, o cuya inexactitud resulta de actas o instrumentos del
expediente, y reitera que las normas jurídicas que resultan infringidas en estos últimos casos son aquéllas en que
fue subsumido el hecho que no tiene soporte probatorio, pues como consecuencia de que el mismo resulta falso o
inexacto, no existe correspondencia lógica con los hechos en abstracto previstos en la norma aplicada. (resaltado
añadido)
SCC sentencia 177, del 22/10/2020, el vicio de juzgamiento previsto en el artículo 313.2 del CPC,
por falsa aplicación de una norma jurídica:
Sostiene el recurrente, que el juez de alzada yerra al aplicar las consecuencias jurídicas contenidas en el artículo
274 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto su patrocinada no fue vencida totalmente al haberse excluido
en el fallo de segundo grado un inmueble discutido en el devenir del iter procedimental.
Pues bien, con relación al vicio denunciado esta Sala en sentencia de vieja data número 236, del 11 de abril de
2008 (…), señaló que:
“…el vicio por falsa aplicación ocurre cuando el juez aplica una norma jurídica, a una situación fáctica que no
está comprendida en el precepto. Es decir, la falsa aplicación ocurre cuando un hecho que ha sido establecido por
el sentenciador se califica mal y en consecuencia, se subsume en una norma jurídica, la cual no debía regular la
situación planteada en el proceso…”.
Así, las cosas se evidencia que la denuncia por infracción de ley se encuentra en íntima sintonía con la primera
denuncia por defectos de forma, en la cual quedó plenamente establecido que el juez de alzada yerra al condenar
en costas a la parte demandada por cuanto se evidenció que no hubo vencimiento total, por lo cual, con la
finalidad de no hacer transcripciones repetitivas del fallo impugnado esta Sala lo da por reproducido y concluye
que efectivamente el juez de alzada aplicó falsamente la consecuencia jurídica contenida en el artículo 274 del
Código de Procedimiento Civil, al no verificarse el vencimiento total de la parte demandada.
(…)
Así las cosas, en el sub iudice queda en evidencia el yerro cometido por el juez ad quem, dado que, condenó en
costas a la parte demandada, pasando por alto el requisito axiomático establecido para la procedencia de tal
condena, que no es otro que el vencimiento total en el juicio.
Por lo argumentos señalados con anterioridad, resulta forzoso para esta Sala declarar procedente la presente
denuncia. Así, se establece. (resaltado añadido)
SCC sentencia 222, del 8/5/2023, el vicio de juzgamiento previsto en el artículo 313.2 del CPC por
quebrantamiento de las máximas de experiencia, por acción u omisión:
Por otra parte, acerca de lo denunciado a que la alzada violentó una máxima de experiencia, esta Sala estima
necesario señalar lo que comporta la misma; y en tal sentido constituyen reglas de carácter general que forman la
premisa mayor fáctica que le permite al juzgador calificar un hecho con base en reglas no jurídicas, pues, el juez
para entender el establecimiento de un hecho ha de subsumirlo en una regla de juicio que puede constituir no
solamente una norma jurídica sino también una categoría dominada por las leyes de la naturaleza, las artes o en
una regla de la vida.
De allí, que la doctrina de esta Sala haya dicho que las máximas de experiencia son definiciones o juicios
hipotéticos de contenido general desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso, procedentes de
la experiencia, pero independientes de los casos posteriores de cuya observación se han incluido y que, por
encima de esos casos, pretendan tener validez para otros nuevos.
(…)
De acuerdo con el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil el juez “puede fundar su decisión en los
conocimientos de hecho que se encuentren comprendidos en la experiencia común o máximas de experiencia”; y
de conformidad con lo previsto en el artículo 23 eiusdem, “Cuando la ley dice “El Juez o Tribunal puede o podrá”,
se entiende que lo autoriza para obrar según su prudente arbitrio consultando lo más equitativo o racional, en
obsequio de la justicia y de la imparcialidad”.
(…)
De manera que, desde la fecha en que se publique la presente decisión, la violación de las máximas de
experiencia se configurará en los casos siguientes: a) cuando el juez base su decisión en una máxima de
experiencia y la viole o infrinja; y, b) cuando el juez no aplique en su decisión una máxima de experiencia y, sin
embargo, emite pronunciamientos o criterios que están reñidos con ella, todo lo cual se traduce en que el
quebrantamiento de las máximas de experiencia se puede producir por acción u por omisión, respectivamente.
(…)
Asimismo, es oportuno advertir que la denuncia de violación de una máxima de experiencia, cuya infracción no
se refiere al establecimiento y apreciación de los hechos o las pruebas, exige su integración a una norma jurídica
que resulta infringida como consecuencia de la violación de una regla fáctica que ha sido el resultado de la
observancia de la realidad. Así pues, en relación con la técnica y la fundamentación necesaria que debe
acompañar a toda denuncia que tenga por objetivo delatar la infracción de una máxima de experiencia, esta Sala
mediante sentencia N° RC-241, de fecha 30 de abril de 2002 (…), señaló lo siguiente:
“…En el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, se expresa que el juez puede fundar su decisión en los
conocimientos de hecho que se encuentran comprendidos en la experiencia común o máximas de experiencia.
Quiere decir que es posible utilizarlas en la sentencia, como instrumento para la aplicación de las normas jurídicas
al caso concreto. Por tanto, como explica Chiovenda, al integrarse a la disposición legal, da lugar a un problema
de derecho y de aplicación de la ley, censurable en casación, de conformidad con el ordinal 2º del artículo 313
eiusdem.
Precisamente, las nociones antes expuestas, explican la necesidad de que la denuncia de una máxima de
experiencia, en esta hipótesis, deba hacerse vinculando su infracción con una regla jurídica en cuya aplicación se
utilizó como base la máxima de experiencia violada. Es decir, que es menester demostrar cómo, cuándo y en qué
sentido su infracción produce la falsa aplicación de la norma al caso concreto, pues de lo contrario, aislada de su
consecuencia la declaratoria con lugar de la violación de una máxima de experiencia, no permite por sí misma, la
posibilidad de declarar la nulidad del fallo.
En consecuencia, la denuncia debe fundarse en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
alegando la violación del artículo 12 eiusdem, con precisa indicación de cuál es la máxima de experiencia
infringida, y la denuncia de la violación de la norma para cuya aplicación sirvió de base la máxima de
experiencia...” (resaltado añadido)
SCC sentencia 254, del 29/5/2018, la falta de técnica en la formalización del recurso de casación
produce su perecimiento, ex artículo 325 del CPC:
Visto el contenido del escrito presentado, como fundamentación del recurso extraordinario de casación anunciado
en este caso, la Sala, dada su deficiencia argumentativa y en su función nomofiláctica o de protección de la
ley, se ve en la necesidad de hacer los siguientes señalamientos, en una tutela judicial efectiva de los sujetos
justiciables que concurren ante este órgano jurisdiccional, esperando una solución plausible a sus denuncias, y en
consecuencia reitera su doctrina, que señala, que el recurso extraordinario de casación, comprende una
demanda de nulidad dirigida a combatir la ilegalidad de una decisión dictada por un juez de última instancia, de ahí
su carácter extraordinario, el cual debe cumplir como demanda de nulidad, con las previsiones especiales que al
respecto señalan los artículos 313, 317 y 325 del Código de Procedimiento Civil.
Ahora bien, en el presente caso de la lectura del escrito presentado, la Sala no alcanza a comprender a que se
contrae el mismo, pues en su fundamentación no existe una clara y determinada formulación de una infracción en
concreto, sino que se corresponde a una narración de hechos y normas jurídicas, sin ajustarse a la técnica
necesaria para el conocimiento de las denuncias, pues su fundamentación es enrevesada, vaga e ininteligible,
no comprendiéndose a que se contrae
(…)
En este caso, conforme a todo lo precedentemente expuesto se observa, que el abogado formalizante omite el
cumplimiento de los requisitos mínimos necesarios para que la Sala pueda examinar los supuestos
fundamentos de su recurso extraordinario de casación, lo que impide su conocimiento a fondo y
determina su perecimiento.
(…)
En consideración a todos los fundamentos de hecho y de derecho precedentemente expuestos, esta Sala
desecha la formalización presentada, por falta de técnica grave en su formulación, que impide su
conocimiento a fondo, y en conformidad con lo previsto en el artículo 325 del Código de Procedimiento Civil, que
estatuye lo siguiente:
(…)
declara perecido el recurso extraordinario de casación propuesto, dado que la formalización no llena las
exigencias del artículo 317 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.- (resaltado de la sentencia)
Visto que es un hecho público notorio comunicacional, la pandemia mundial sufrida por la enfermedad
conocida como virus Covid-19 o Coronavirus, y que esta afecta a toda la población mundial dese hace más de
seis (6) meses, y esta enfermedad ha incidido de forma directa en el modo de vida de los ciudadanos, impidiendo
su desenvolvimiento normal, dados que los controles sanitarios impiden el traslado de los mismos de distintas
poblaciones y capitales de los estado del país a la Capital de la República, con sede en Caracas, donde tiene su
asiento este Tribunal Supremo de Justicia, y como la formalización e impugnación del recurso
extraordinario de casación, es un medio jurisdiccional extraordinario que se ve concentrado en las Salas de
Casación y este amerita el traslado de los interesados del interior del país a la capital de la República, esta Sala
de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en atención a los principios y garantías
constitucionales referentes al derecho a la defensa, derecho a ser oído, de petición, debido proceso y una
tutela judicial eficaz, conforme a lo previsto en los artículos 2, 29, 49, 51 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en concatenación con lo estatuido en los artículos 7, 8 y 10 de la
declaración Universal de los derechos Humanos, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 10
de diciembre de 1948; artículo 14 numeral 1° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del 16
de diciembre de 1966, que entró en vigor en fecha 23 de marzo de 1976, y artículos 312 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil, que en resumen consagran el derecho personal al ejercicio de un recurso
efectivo ante los órganos de administración de justicia, como garantía del derecho de petición, con un
procedimiento acorde y efectivo conforme a la Constitución, con una justa tutela judicial efectiva y un debido
proceso, que garantice el derecho a la defensa, con una pronta y oportuna resolución del caso, en igualdad ante la
ley, sin discriminación de ningún tipo, ante un juez competente, independiente e imparcial. (Cfr. Fallos de esta
Sala Nos. RC-193, del 17 de marzo de 2016. Exp. N° 2015-628 y RC-510, del 9 de agosto de 2016. Exp. N° 2016-
126).
Y vista la doctrina de esta Sala recientemente modificada en torno a los requisitos a seguir para la
presentación de la formalización del recurso extraordinario de casación, reflejada en su fallo N° RC-585, de
fecha 13 de diciembre de 2019, expediente N° 2019-190, esta Sala haciendo una atemperación de la misma
y a partir de la publicación del presente fallo, con el fin de ajustarse a los problemas del país por causa de la
pandemia mundial, y para garantizar a los justiciables el derecho a la defensa, derecho a ser oídos, derecho
de petición, un debido proceso y una tutela judicial eficaz, establece: Que la formalización del recurso
extraordinario de casación, puede ser presentada de forma digital mediante la implementación de correo
electrónico, en el cual el formalizante remitirá al correo electrónico institucional de la Secretaría de esta Sala, -
secretaria.salacivil@tsj.gob.ve- la formalización del recurso extraordinario de casación, en formato
“PDF”, con una diligencia anexa en el mismo formato, explicativa de la cualidad con que obra en el caso y sus
pormenores, comprometiéndose a consignar el mismo escrito que envió en formato “PDF” en forma original
ante la Secretaria de esta Sala, en la primera oportunidad que pueda trasladarse a la sede de este Máximo
Tribunal del país, y dicho escrito original deberá ser igual al enviado mediante el correo electrónico, para
que sea agregado al expediente y Sala pueda entrar a conocer del caso. De igual forma, hecha la formalización
electrónica, la Sala procederá a la notificación por medios electrónicos, telefónicos o digitales de la
contraparte, para garantizar a esta, que por el mismo medio electrónico, proceda a realizar la impugnación o
contestación a la formalización, si fuera su voluntad. De dichas actuaciones, tanto de la formalización, como las
notificaciones y la impugnación, dejará expresa constancia la Secretaria de la Sala en el expediente, mediante
auto expreso.
Con esta decisión la Sala hace una atemperación de su doctrina referente a la forma, medio y lugar de
presentación del recurso extraordinario de casación y su impugnación, y así ampliar y permitir un mayor
acceso de los justiciables al órgano de administración de justicia. Así se decide.- (resaltado de la sentencia)
SCC sentencia 585, del 29/3/2020, la oportunidad para presentar el escrito de formalización, es de
40 días calendarios, más el término de la distancia si hubiere lugar a el, para todos los casos
previstos en la ley:
La sentencia N° 585, de fecha 13 de diciembre de 2019, dictada por esta sala de Casación Civil, expresó
textualmente lo siguiente:
(…)
En este contexto también ha de determinarse, con relación a la presentación del escrito de formalización lo
siguiente: 1) Ante la sede de la Secretaría de esta Sala de Casación Civil y de verse impedida la parte recurrente
de trasladarse hasta esta ciudad de Caracas, por motivo de fuerza mayor, caso fortuito o imposibilidad, 2) podrá
presentarlo ante la sede del órgano jurisdiccional que dictaminó la sentencia contra la cual se recurrió y si el
mismo no tiene despacho, o padece de los mismos rigores de imposibilidad fáctica de consignarlo, 3) habrá de
presentarlo ante cualquier juez que lo autentique; siendo necesario a fin de garantizar el derecho a la defensa. 4)
Podrá el formalizante solicitar a la Sala la prórroga o reapertura del lapso de formalización, cuando alegue y
pruebe ante esta Sala de Casación Civil, en un mismo acto el caso fortuito o fuerza mayor, no imputable, que
demuestre tal situación grave.
Se hace necesario indicar, que la presentación a la que se alude, consiste en que el juez de la recurrida o
cualquier juez dará autenticidad a la fecha de interposición del escrito de formalización, a fin de dejar constancia
de la misma; pero corresponde al formalizante hacer entrega material del citado escrito de formalización ante la
sede de la Secretaría de esta Sala de Casación Civil, antes del vencimiento del término de los cuarenta (40) días
más el término de la distancia si lo hubiere.
Igualmente, se establece, que una vez presentado el escrito de formalización para su autenticación, por ante el
juzgado contra cuya sentencia se recurre o ante cualquier juez que lo autentique, éste estará obligado
a notificar por vía telefónica, correo electrónico o por fax de manera inmediata a la Secretaría de esta Sala de
Casación Civil de dicho acto, aplicándose la Resolución N° 2018-00005 de fecha 26 de septiembre de 2018. De
todos estos trámites tendrá información las partes quienes deben ser diligentes en el seguimiento de sus causas y
estar actuando en procura de su defensa como un buen pater famili.
La consecuencia de incumplir con lo aquí establecido acarreará que el juzgador y el secretario pasarán a
Inspectoría de Tribunales por obstaculizar el ejercicio al derecho a la defensa, mientras que el recurso
será declarado perecido; todo ello con el objeto de proteger los postulados constitucionales referidos a la tutela
judicial efectiva, debido proceso, equilibrio procesal, igualdad entre las partes, derecho a recurrir y al proceso
como instrumento de la realización de la justicia, todos consagrados en los artículo 26, 49 y 257 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela.
Lo anterior se exige a fin de dejar constancia y los lapsos puedan cumplirse sin interrupción y la contraparte tenga
conocimiento para el efectivo ejercicio de la impugnación, la cual solamente podrá ser presentada ante la sede de
la Secretaría de esta Sala de Casación Civil y establecer el lapso correspondiente para tal actuación…”. (resaltado
añadido)
SCC sentencia 91, del 13/2/2014, cuál debe ser el contenido del escrito de contestación a la
formalización del recurso de casación:
De igual forma se observa, que conforme a lo previsto en la ley, y en especifico en el artículo 318 del Código de
Procedimiento Civil, dentro de los veinte (20) días continuos siguientes al vencimiento del lapso para formalizar,
sin que haya lugar a un nuevo término de la distancia, la contraparte podrá consignar escrito de impugnación a la
formalización, donde señale los argumentos que la contradicen, citando las normas que a su juicio deben aplicarse
para resolver la controversia, con expresión de las razones que demuestren dicha aplicación.
De dicho precedente legal se desprende, que la actividad del impugnante se circunscribe a:
I) Señalar en su escrito de contestación a la formalización, los motivos por los cuales pretende demostrar que el
formalizante incumplió con los requisitos establecidos en el artículo 317 del Código de Procedimiento Civil, para la
formalización del recurso extraordinario de casación, incurriendo en falta de técnica, y
II) Señalar los argumentos que contradicen la formalización, citando las normas que a su juicio deben aplicarse
para resolver la controversia, con expresión de las razones que demuestren dicha aplicación.
Todo esto se deduce simplemente del hecho, que la ley impone al formalizante en sus artículos 317 y 325 del
Código de Procedimiento Civil, el deber procesal de razonar en forma clara y precisa en qué consiste la infracción,
es decir, demostrarla, sin que a tal efecto baste que se diga que la sentencia infringe tal o cual precepto legal; es
necesario que se demuestre cómo, cuándo y en qué sentido se incurrió en la infracción, pues como es sabido, la
fundamentación del recurso extraordinario de casación, es la carga procesal más exigente que se le impone al
formalizante, porque la formalización del medio recursorio extraordinario debe ser un modelo de precisión y
claridad, al estimarse como una demanda de nulidad que se propone contra una sentencia de un juez superior o
de última instancia, que se considera infractora de la ley, y este vinculo debe ser objetivamente ofrecido por el
recurrente, ya que no es misión de la Sala establecer esta conexión, ni puede suplirla en ningún caso, y por ende,
es indispensable que el formalizante fundamente su escrito en forma clara y precisa, sin incurrir en imputaciones
vagas.
Por lo cual, la misma precisión es pedida en igualdad de condiciones ante la ley, en el artículo 318 del
Código de Procedimiento Civil al impugnante.
En ese sentido, ad exemplum, se puede señalar en el escrito de impugnación la falta de cuantía para acceder a
casación, que la decisión no sea susceptible de ser revisada mediante el recurso extraordinario de casación, ya
sea por la naturaleza del juicio al ser no contencioso o de jurisdicción voluntaria, o por estar en estado de
sentencia, y no referirse a autos que modifiquen lo decidido, o se trate de una decisión interlocutoria que no ponga
fin al juicio o impida su continuación, o sea materia en la cual no se prevé el recurso extraordinario de casación,
que exista falta de cualidad o ilegitimidad en el anunciante, que el anuncio haya sido hecho de forma
extemporánea por tardía, o cualquier otra circunstancia por la cual el recurso extraordinario de casación no pueda
ser conocido por la Sala. (resaltado de la sentencia)
SC sentencia 883, del 13/12/2018, mediante la reforma del artículo 318 del CPC, a través del control
concentrado de constitucionalidad, se suprimieron los actos de réplica y contrarréplica,
implementando –en su lugar– una audiencia oral ante la SCC:
En consecuencia, al ser esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en nuestro ordenamiento
jurídico, el único órgano competente para llevar a cabo de manera exclusiva y excluyente el control concentrado
de la constitucionalidad, tal como lo disponen los artículos 334, último párrafo y 336.1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con lo previsto en los artículos 25.1 y 32 de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia, las declaraciones con carácter general que hizo la Sala de Casación Civil en el
obiter dictum de la sentencia objeto de revisión, no pueden surtir los efectos allí indicados y, por lo tanto, la
desaplicación fue errada, por cuanto no se hizo para el caso en concreto, sino que se hizo de manera general,
supuesto que, sin duda, es anómalo en materia de control difuso de la constitucionalidad, y de esta manera, las
declaraciones con carácter general que se hacen en el obiter dictum de la sentencia objeto de revisión, no pueden
surtir los efectos allí indicados.
(…)
Por los motivos anteriormente expuestos esta Sala comparte el criterio de la Sala de Casación Civil, en cuanto a la
eliminación de la réplica y contrarréplica en la tramitación del recurso de casación, para lo cual esta Sala
Constitucional en ejercicio del control concentrado de la constitucionalidad declara la nulidad por
inconstitucionalidad parcial del artículo 318 del Código de Procedimiento Civil, sólo en su parte in fine, por ser
contrario a los principios de celeridad y economía procesal previstos en los artículos 26 y 257 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en consecuencia, queda eliminada la réplica y contrarréplica en la
sustanciación del recurso de casación prevista en dicha disposición legal.
Como consecuencia de lo antes decidido, la Sala con el objeto de implementar en la tramitación del recurso de
casación, la audiencia oral de casación con fundamento en el principio de oralidad e inmediación, tal como ha
sido explanado en el presente fallo, además de la nulidad antes declarada, modifica la parte final del artículo
318 del Código de Procedimiento Civil, en los términos siguientes:
Artículo 318.- Transcurridos los cuarenta días establecidos en el artículo anterior, y el término de la
distancia, si tal fuere el caso, si se ha consignado el escrito de formalización establecido en el artículo
anterior, la contraparte podrá, dentro de los veinte días siguientes, consignar por escrito los argumentos que
a su juicio contradigan los alegatos del formalizante, citando en su escrito las normas que a su juicio deben
aplicarse para resolver la controversia, con exposición de las razones que demuestren dicha aplicación.
Haya habido o no contestación de la formalización, la Sala de Casación Civil podrá, de oficio o a petición de
parte, si así lo considera dicha Sala, fijar, dentro del lapso de 10 días de despacho siguientes al vencimiento
del lapso de impugnación, una hora y un día para la celebración de la audiencia oral de casación, previa la
notificación de las partes.
En dicha audiencia, las partes, en presencia de los magistrados y magistradas que conforman la Sala de
Casación Civil expondrán, en el tiempo que les sea fijado para tal efecto, sus alegatos y defensas
oralmente, de manera pública, comenzando el formalizante y luego el impugnante y tendrán oportunidad de
réplica y contrarréplica, limitándose a los argumentos de su formalización o impugnación, sin poder traer
hechos nuevos al debate.
Dicha audiencia será grabada, y de ella se levantará un acta por parte del Secretario o Secretaria de la
Sala, donde se dará por terminada la sustanciación del recurso, dando paso a la etapa de dictar sentencia.
La incomparecencia a dicha audiencia por las partes no traerá consecuencias jurídicas adversas a las
mismas; en caso de que no comparezca ninguna de las partes el acto se declarará desierto, sin posibilidad
de abrirlo nuevamente.
En los casos en que luego de vencido el lapso para la impugnación del recurso de casación, la Sala no fijare
la audiencia de casación, se entenderá que el procedimiento continuará su curso y entrará en la etapa de
dictar sentencia.
De esta manera, la Sala ejerciendo su labor de máxima intérprete de la Constitución ajusta la disposición legal
antes referida a los postulados constitucionales, al implementar la audiencia oral de casación. Así se decide.
(resaltado añadido)
SCC sentencia 198, del 5/11/2020, por control difuso de constitucionalidad, se desaplicó el artículo
324 del CPC, que establecía los requisitos que debía satisfacer el abogado para formalizar y
contestar el recurso de casación:
En este mismo sentido, la Sala Constitucional, conociendo en revisión la precitada sentencia -que declaró
la desaplicación parcial por control difuso del contenido normativo previsto en el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil-, ratificó en sentencia N° 831 de fecha 27 de octubre de 2017, (…) tal criterio bajo la siguiente
fundamentación:
“…Por tanto, esta Sala Constitucional comparte el resultado decisorio plasmado en la decisión del 15 de marzo de
2017, dictada por la Sala de Casación Civil de este Tribunal Supremo de Justicia, así como también los
razonamientos empleados para articular la justificación de dicho fallo, toda vez que, tal como se indicó supra,
aplicar al caso de autos el artículo 324 del Código de Procedimiento Civil, derivaría, a la vista de las circunstancias
fácticas que rodean el presente caso, consecuencias irremediablemente inconstitucionales. Así se declara.
Con base en los planteamientos expuestos a lo largo del presente fallo, esta Sala debe declarar y, así lo
declara, conforme a derecho la desaplicación por control difuso del artículo 324 del Código de Procedimiento
Civil, efectuada el 15 de marzo de 2017 por la Sala de Casación Civil de este Tribunal Supremo de Justicia, según
la cual “… no se requerirá para actuar ante esta Sala de Casación Civil a los profesionales del derecho, los
siguientes requisitos 1.- un mínimo de cinco (5) años de graduado, 2.- ni la condición de la titularidad de doctor en
alguna rama del derecho, judicatura o docencia, así como tampoco, 3.- la acreditación expedida por el Colegio de
Abogados que los habilite para actuar ante esta sede casacional”…”. (resaltado añadido).
Plazo para sentenciar. Alcance y efectos de la sentencia de casación. Relación dispositiva entre el
recurso y la sentencia de casación. Casación sobre los hechos. Decisión del doble recurso de forma
y de fondo. Caso en el que la Corte se abstiene de conocer del recurso de fondo. La casación de
oficio. Costas del recurso. La decisión de varios recursos conjuntamente. Deber de los jueces de
defender la integridad de la legislación y la uniformidad de la jurisprudencia.
TEMA 7.- Decisión del recurso de forma: reposición. El reenvío. La condición vinculante para el
juez de reenvío de la doctrina estimatoria y de la desestimatoria contenida en la sentencia de
casación. La casación sin reenvío. El recurso de nulidad: oportunidad de su anuncio. Cómo se
sustancia. Condiciones que debe reunir el abogado venezolano para actuar ante la Corte Suprema
de Justicia a los efectos del ejercicio del recurso de casación. Remisión del expediente.
El recurso de casación tuvo una sustancial modificación en la sentencia, por la nulidad parcial de los
artículos 320, 322 y 522, la nulidad total del artículo 323, así como la desaplicación por control difuso
de constitucionalidad del artículo 324 todos del CPC, conforme a las sentencias de la Sala
Constitucional mencionadas en los temas 4 y 5, se recomienda al estudiante leer e interpretar los
enunciados de las normas del CPC que se indican a continuación:
2.- Doctrina
Del texto guía, se recomienda leer y analizar el Capítulo XII: La sentencia de casación y sus efectos
[los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias –ya reseñadas en los temas 4 y 5– que
han explicado y modificado la competencia de la Sala de Casación Civil para sentenciar el recurso
de casación, pues, como se ha indicado se eliminó en juicio de reenvío y el recurso de nulidad,
asumiendo la casación de instancia.
Sobre el orden lógico para decidir varios recursos de casación, formalizados contra una misma
sentencia, SCC sentencia 51, del 22/2/2019:
De la revisión de las actas del proceso, se observa que ambas partes procesales consignaron ante la Secretaría
de esta Sala los escritos contentivos de la formalización de los recursos extraordinarios de casación anunciados
contra la sentencia emanada de la ad quem, por lo tanto, para la resolución de las mismas se debe precisar la
forma en que procederá a resolver las denuncias contenidas en los escritos de formalización presentados.
A tal efecto, se verificó que el primero de ellos fue consignado por la representación judicial de la demandante en
tercería María Carolina Canestri Campagna, en fecha 11 de enero de 2017, a las 11:01 am., contentivo de nueve
denuncias por defecto de actividad y tres por infracción de ley; el segundo de ellos, fue presentado por la
representación judicial del codemandado en tercería Mario Canestri Campagna, en fecha 11 de enero de 2017, a
las 11:22 am, contentivo de ocho denuncias por defecto de actividad y tres por infracción de ley.
En tal sentido, se pasará a conocer los mencionados escritos de formalización en el mismo orden en que fueron
consignados ante la Secretaría de esta Sala, es decir, en primer término se analizaran y resolverán las denuncias
por defecto de actividad del recurso extraordinario de casación interpuesto por la demandante en tercería, y de no
prosperar alguna de ellas, se pasará a analizar las denuncias por defecto de actividad señalados en el recurso
extraordinario de casación presentado por el codemandado en tercería, y de no proceder alguna de las denuncias
por defecto de actividad, se pasara al análisis y resolución de las denuncias por infracción de ley de acuerdo con
el referido orden de recepción de los escritos de formalización. Así se decide. (resaltado añadido)
En resumen, debe esta Sala señalar a los referidos Juzgados Superiores que no sólo deben garantizar los
derechos constitucionales de las partes en el proceso, sino que deben advertir las sentencias emitidas por esta
Sala así como las restantes Salas del Tribunal Supremo de Justicia respecto a la interpretación de las
disposiciones contenidas en la ley, en aras de evitar reposiciones inútiles, conforme a lo señalado en el artículo
257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que atenten contra los principios de economía y
celeridad procesal, así como en un franco desmedro de la justicia y el principio de la seguridad jurídica. Así se
decide. (resaltado añadido)
Por otro lado, considera importante apercibir a la abogada de los accionantes que, en futuras oportunidades,
cuando pretenda cualquier acción ante esta Sala, cumpla con la carga procesal de presentar el documento
fundamental de la demanda, ya que como representante de la Defensa Pública -órgano perteneciente al Sistema
de Justicia- tiene la obligación de conocer la legislación y jurisprudencia reiterada por esta Sala relativa a sus
distintos procedimientos (…). (resaltado añadido)
Naturaleza. Concepto. Sentencias contra las cuales procede el recurso de invalidación. Causas de
invalidación. Competencia. Procedimiento. Sustanciación del recurso. Invalidación parcial. Caución
para impedir la ejecución de la sentencia. Casos en que se produce la caducidad de recurso de
invalidación. Reposición del juicio invalidado. Recurso de casación.
2.- Doctrina
El texto guía que se recomienda leer y analizar para este tema, es el reconocido texto de Arístides
Rengel-Romberg, titulado “Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano”, volumen V, Título II:
El Recurso de Invalidación. [los números de página variarán según la edición que el estudiante
utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la polémica
naturaleza jurídica de la invalidación y otros asuntos de relevancia procesal.
Los jueces competentes para conocer del recurso de invalidación, conforme al artículo 329 del CPC,
son los mismos que dictaron la sentencia que se pretende invalidar, es decir, es una competencia
funcional según la sentencia 20, del 20/1/2015, dictada por la Sala Plena (SP):
De tal manera que visto la naturaleza y desarrollo del recurso de invalidación en la norma adjetiva civil y
como quiera que el Código Orgánico Tributario prevé que a las situaciones que no puedan resolverse
conforme a las disposiciones contenidas en el capítulo III “De los Procedimientos”, artículo 148 ibidem,
serán aplicables supletoriamente las normas que rigen los procedimientos judiciales según la naturaleza y
fines del asunto, el supra artículo 329 del Código de Procedimiento Civil dispone en forma indubitable que
el recurso de invalidación se promoverá ante el tribunal que hubiere dictado la sentencia ejecutoriada cuya
invalidación se pida, que en este caso es la sentencia de fecha 2 de diciembre de 2003, dictada por el
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario, del Tránsito y del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, extensión El Tigre, -en la actualidad Juzgado Primero de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, El Tigre-
que declaró la ejecución forzosa del crédito fiscal reclamado. En todo caso, resulta secundario que el
recurso de invalidación sea propuesto en fecha 30 de noviembre de 2005, a los fines de constatar si se
encontraban en funcionamiento los tribunales contencioso tributarios, por cuanto lo determinante
conforme a la norma supra invocada –artículo 329 eiusdem - es que dicho juicio se instaure
inequívocamente ante el tribunal que dictare la sentencia ejecutoriada cuya invalidación se pidiere ,
esto es, el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario, del Tránsito y del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, extensión El Tigre -en la actualidad Juzgado Primero
de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, El
Tigre-. (resaltado añadido)
La cuantía para el recurso de casación, es la cuantía que tenía el proceso judicial en el cual se dictó
la sentencia que se pretende invalidar, conforme a la sentencia 288, del 8/12/2020, de la SCC:
Ahora bien, con ocasión a la cuantía que debe ser considerada en el recurso extraordinario de casación, contra las
decisiones dictadas en los juicios de invalidación, como es el presente caso, esta Sala ha señalado el criterio
imperante, entre otras, en sentencia N° 696, de fecha 3 de noviembre de 2016 (…), la cual expresamente, señaló
lo siguiente:
“…El artículo 337 del Código de Procedimiento Civil, señala lo siguiente:
“la sentencia sobre la invalidación es recurrible en casación, si hubiere lugar a ello”. En criterio de la Sala, esta
norma debe ser interpretada en el sentido de que sólo será concedido el recurso de casación contra la sentencia
sobre la invalidación, si dicho medio procesal es admisible contra la decisión cuya invalidación se pretende. (…).
Asimismo, con referencia a la cuantía que debe ser considerada en los juicios de invalidación, la Sala ha indicado
de forma reiterada, que debe prevalecer el interés principal del juicio que se pretende invalidar. En este sentido, la
Sala en sentencia N° 57 de fecha 22 de marzo de 2000 (…), se estableció lo siguiente:
“...Según doctrina reiterada de la Sala, en los procesos de invalidación es la cuantía del juicio que se trata de
invalidar la que deberá tenerse en cuenta a los efectos de la admisibilidad o no del recurso de casación y no la
estimación que se haya hecho en la propia demanda de invalidación , porque si los efectos de la sentencia
dictada en la invalidación se producen inexorablemente en el juicio de invalidación, la conexión entre uno y otro es
innegable, lo que lleva a concluir que la cuantía del juicio principal determinará la del de invalidación, a los
efectos de la admisibilidad del recurso de casación...”. (resaltado añadido)
Título ejecutivo. Obligación del demandado de pagar una cantidad líquida y exigible de plazo
vencido o de hacer alguna cosa determinada. Embargo de bienes. Preparación de la vía ejecutiva.
Reconocimiento de documentos. Formas. Tribunal competente. Cómo debe ser la citación para el
reconocimiento. Efectos de la no comparecencia del otorgante citado o de su negativa a contestar
respecto a la autenticidad de su firma. Desconocimiento del documento. Cómo debe procederse en
caso de ser tachado de falso el documento. Libelo de demanda. Citación. Cuaderno separado.
Procedimiento después de decretado el embargo de bienes del deudor. Ultimo cartel de remate
cuando haya de procederse a dicho acto por haber sentencia definitiva en el proceso. Levantamiento
de la medida de embargo, mejoras de ejecución. Remate anticipado de los bienes embargados,
condiciones. Sustanciación del procedimiento ordinario. Costas. Responsabilidad del acreedor que
se haya excedido en la reclamación o en el cobro. Reclamación del deudor por otros perjuicios
causados por el acreedor.
Los procesos ejecutivos están regulados en el Libro Cuarto, título II, con el título “De los juicios
ejecutivos”, en su capítulo I, De la Vía Ejecutiva, se recomienda leer y analizar los enunciados
normativos de los artículos del CPC:
2.- Doctrina
El texto guía que se recomienda leer y analizar, para el resto de los temas del programa, es el
reconocido texto de Abdón Sánchez Noguera, titulado “Manual de Procedimientos Especiales
Contenciosos”. Particularmente, para los temas 11 y 12, el capítulo VI: La vía ejecutiva. [los
números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado el embargo
ejecutivo, los medios de impugnación y la responsabilidad por daños, la SCC en la sentencia 978,
del 16/12/2016, estableció que la parte contra quien obra el embargo ejecutivo debe ejercer el
recurso de apelación, porque no tiene el recurso de oposición al embargo:
La vía ejecutiva la consagra el legislador como uno de los procedimientos especiales contenciosos y cuya
especialidad, con respecto al juicio ordinario radica en que desde que se inicia el juicio el acreedor tiene derecho
al embargo y demás actos anticipados de ejecución, con excepción del remate, para lo cual deberá esperarse la
sentencia definitivamente firme que decidirá si debe ultimarse o no la ejecución, tramitándose ésta en cuaderno
separado del expediente del juicio principal.
(…)
“...La vía ejecutiva, como ya se indicó, es característicamente un procedimiento “in executivis” dentro del juicio
ordinario, del cual se diferencia porque en ella son procedentes de inmediato medidas ejecutivas sobre los bienes
del deudor antes de la sentencia. Pero, cosa distinta son el procedimiento inicial ejecutivo y la fase de ejecución
de la sentencia con las incidencias que ella posibilita.
En este sentido, el ataque contra el auto que abre la vía ejecutiva se ejerce mediante el recurso de
apelación, pues (…), ‘el decreto de embargo ejecutivo, en la vía ejecutiva, es una interlocutoria que causa
gravamen irreparable por la definitiva que llegare a dictarse en el proceso de conocimiento, ya que
sustanciándose este en forma separada y desvinculada del proceso ejecutivo, la decisión que recaiga sobre la
procedencia o no de la acción en nada podrán influir sobre el gravamen que haya producido la referida
medida ejecutiva, tanto más cuanto que en el procedimiento de la vía ejecutiva no existe disposición
especial que niegue la apelación en este caso’.”
De la jurisprudencia transcrita, se concluye que es admisible el recurso ordinario de apelación contra el
decreto de embargo ejecutivo, en la vía ejecutiva, por cuanto la decisión que recaiga en ésta, no tiene la
posibilidad de subsanar cualquier gravamen que se produzca en el transcurso del procedimiento, aún
cuando no existe disposición especial que niegue la apelación en el procedimiento de la vía ejecutiva.
(…)
De lo anteriormente transcrito, evidencia la Sala que en el caso que nos ocupa, intimado el pago al demandado, a
falta de ejercer el recurso de apelación al auto que dio entrada al proceso de vía ejecutiva, así como al decreto de
embargo ejecutivo, éste adquiere fuerza ejecutoria con autoridad de cosa juzgada. (resaltado de la Sala)
SCC sentencia 670, del 26/10/2017, el tercero que se vea agraviado por el embargo ejecutivo, si
tiene el recurso de oposición, en lugar del recurso de apelación:
De lo anterior, observa la Sala que la vía ejecutiva, tal como está desarrollada en nuestra sistemática procesal,
requiere de un instrumento puramente ejecutivo, ya sea público o auténtico, que pruebe fehacientemente la
obligación del demandado de pagar alguna cantidad líquida o exigible de plazo vencido, así, optar por el
procedimiento por intimación es una facultad del demandante, que pretende hacer valer su título ejecutivo, en
forma más expedita, así el embargo que se decreta en la vía ejecutiva es ejecutivo y no preventivo, razón
por la que no procede la oposición del deudor, así lo ha determinado la doctrina patria sobre la materia, al
señalar:
´…En el embargo ejecutivo no cabe oposición de parte, pero sí oposición de tercero a tenor del Artículo
[sic] 546 del Código de Procedimiento Civil; pues la oposición prevista para la Parte [sic] está consagrada
en el artículo 602 del Código de Procedimiento Civil, la cual debe fundamentarse sobre vicios formales
como son el incumplimiento de los requisitos legales, o insuficiencia de la prueba o las pruebas para
decretar la medida, o, bien sobre la ilegalidad en la ejecución, impugnación de avalúo, etc . Para los
terceros, como queda dicho existe la oposición de terceros consagrada en el artículo 546 del Código de
Procedimiento Civil en la cual dicho tercero debe probar la propiedad de la cosa cautelada con prueba fehaciente
de ese derecho por acto jurídico válido, su tenencia legítima y que la cosa cautelada se encuentra realmente en
poder de dicho tercero. (resaltado de la Sala)
SC sentencia 769, del 18/6/2015, la responsabilidad civil del acreedor ejecutante, por los daños que
cause con el embargo ejecutivo:
Ahora bien, de un estudio pormenorizado de la decisión impugnada y de los argumentos invocados por el
apoderado judicial del solicitante, no se advierte que la decisión objeto de revisión haya incurrido en una
interpretación grotesca o errada del Texto Fundamental, o de la doctrina de ésta Sala; ni que la misma haya
vulnerado el orden público constitucional o principios jurídicos fundamentales y, menos aún que la decisión objeto
de revisión haya violado derechos constitucionales del quejoso, toda vez, que tal como lo expresa el solicitante y
se corrobora de actas fue intimado al pago en el Juicio principal de ejecución de hipoteca mediante boleta de
forma personal, y suscrita por el demandado el 30 de abril de 2013, según consta al folio 35 del expediente, lo
cual le otorgó la posibilidad de acudir a la causa para su defensa, pudiendo oponerse o incluso de creerlo
necesario interponer un amparo constitucional ante el superior inmediato. Asimismo por mandato del 664 del
Código de Procedimiento Civil ejercer lo establecido en segundo párrafo del artículo 639. “Si el deudor pretendiere
que el remate indicado le ha ocasionado otros perjuicios, podrá reclamarlos por el procedimiento ordinario”.
SCC sentencia 609, del 14/10/2014, si el documento privado ha sido firmado mediante apoderado,
quien debe reconocer la firma es el apoderado:
El artículo 140 del Código de Procedimiento Civil prevé que “…Fuera de los casos previstos por la ley no se puede
hacer valer en juicio, en nombre propio, un derecho ajeno…”. Este artículo fue aplicado por la recurrida para
declarar con lugar la excepción opuesta de acuerdo con el artículo 361 ibidem, señalando que el demandado obró
como apoderado del ciudadano Orlandix Emigdio Seijas González, en la venta de un inmueble por medio de un
instrumento privado y del cual se solicita el reconocimiento de firma, debiendo ser éste a quien debe traerse como
demandado y no al mandatario.
El juez de la recurrida aplicó falsamente dichos artículos 140 y 361 del Código de Procedimiento Civil, puesto que
la pretensión se trata simplemente de que el demandado reconozca su firma, que aparece en un instrumento
privado de compra-venta de un inmueble propiedad de su mandante, que aun cuando lo haya hecho en nombre
de otra persona, no estaba en litigio derecho o bien alguno que afectara a ese mandante, es decir, al ciudadano
Orlandix Emigdio Seijas González.
Por ello al declarar con lugar dicha excepción, de acuerdo con el artículo 361 eiusdem, lo aplicó falsamente al
considerar que se discutía el contenido del documento y, por tanto, a quien había que traer era al mandante, lo
que produjo como consecuencia, la falta de aplicación del artículo 444 ibidem, que señala que a quien se le
produzca en juicio un instrumento privado debe manifestar si lo reconoce o lo niega, y los artículos 1.363 y 1.364
del Código Civil que establecen que si un instrumento privado es opuesto en juicio para el reconocimiento de firma
debe negarlo o reconocerlo de lo contrario se tendrá como reconocido.
Tal como se puntualizó antes, el juicio de reconocimiento de documento privado, persigue única y
exclusivamente que quien haya firmado, independientemente de la cualidad con que suscribió,
reconozca o no la firma que contiene ese documento.
Por tanto, en el caso hubo una errónea interpretación del artículo 450 eiusdem, puesto que la demanda
presentada es por juicio mero declarativo que tiene como finalidad que el demandado reconozca su firma y es él
quien debe negar o reconocer su firma, puesto que el procedimiento previsto en la ley adjetiva civil establece que
en caso de que se desconozca la firma puede, entonces, el demandante solicitar que se practique la experticia
judicial o prueba de cotejo, que sólo le puede ser impuesta en cabeza de la persona demandada, por ser intuito
personae. (resaltado añadido)
Este procedimiento se incorporó en el CPC que entró en vigencia en 1987, por su novedad se
recomienda leer y analizar los enunciados normativos de los artículos:
2.- Doctrina
El texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo VII: El Procedimiento por Intimación [los
números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la especialidad de
este procedimiento ejecutivo, la SCC en la sentencia 1.072, del 15/9/2004, precisó los requisitos que
debe cumplir la obligación de hacer, para optar por este procedimiento ejecutivo:
Por otra parte, la Sala se permite transcribir decisión de N° 64 de fecha 22 de marzo de 2000 (…), en la cual se
dijo:
“...La doctrina patria, ha definido al procedimiento por intimación o monitorio, como “aquel de cognición
reducida, con carácter sumario, dispuesto a favor de quien tenga derechos de créditos que hacer valer, asistidos
por una prueba escrita. Puede ésta dirigirse en tal caso al Juez mediante demanda, y el Juez, inaudita altera parte
(sin oír a la otra parte), puede emitir un decreto con el que impone al deudor que cumpla su obligación. Esto debe
ser notificado al deudor, y entonces, o el deudor hace oposición y en tal caso surge de ello un procedimiento
ordinario, o el deudor no hace oposición dentro del término, y entonces el decreto pasa a ser definitivo-irrevocable,
con los efectos ejecutivos de una sentencia de condena. (Corsi, Luis, Apuntamiento Sobre el Procedimiento por
Intimación. Caracas, 1.986).
La admisión de la demanda tramitada por el procedimiento por intimación, contempla la exigencia previa de una
serie de requisitos establecidos en el mencionado artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, los cuales se
justifican plenamente, por cuanto el decreto de intimación posterior, contendrá una orden efectiva de pago o
entrega de la cosa, que en caso de no mediar oposición, adquirirá el carácter de un título ejecutivo derivado de
una sentencia definitiva.
El procedimiento por intimación, está diseñado para el cobro o satisfacción de una obligación de hacer, a través
de modalidades taxativas contempladas en el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, a saber:
a.- El pago de una suma líquida y exigible de dinero;
b.- La entrega de cantidad cierta de cosas fungibles; y,
c.- La entrega de una cosa mueble determinada...”. (resaltado añadido)
SCC sentencia 482, del 30/7/2014, sobre los requisitos de admisión de la demanda por este
procedimiento:
“…En resumen, los requisitos de admisibilidad del procedimiento intimatorio son los siguientes:
1. Los requisitos de admisibilidad de la demanda contenidos en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil,
es decir, que la demanda no sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición
expresa de la ley.
2. Los requisitos exigidos en el artículo 640, los cuales son:
- Que persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o la entrega de una cantidad cierta de cosas
fungibles o de una cosa mueble determinada.
- Que el deudor se encuentre en la República, o de no encontrarse, que haya dejado un apoderado que no se
niegue a representarlo.
3. Que se acompañe con el libelo la prueba escrita del derecho que se alega.
4. Que el derecho que se alega no esté sometido a una contraprestación o condición, a menos que el demandante
acompañe un medio de prueba que haga presumir el cumplimiento de la contraprestación o la verificación de la
condición…”.
Se desprende de las normas y criterios en referencia, que son las indicadas -y no otras-; las únicas razones, por
las cuales, en el procedimiento intimatorio, el juez debe rechazar la demanda. (resaltado añadido)
SCC sentencia 178, del 27/3/2014, sobre los documentos fundamentales que permiten optar por el
procedimiento por intimación:
En virtud de lo antes expresado, es claro, que el juez de alzada infringió por errónea interpretación los
artículos 643 ordinal 2º y 644 del Código de Procedimiento Civil, porque de manera errada excluyó los
instrumentos públicos de la prueba escrita a que se refiere el ordinal 2° del artículo 643 eiusdem, y que no
son de las pruebas admisibles a que se refiere el artículo 644 antes mencionado, y a su juicio, ello era
determinante para declarar la inadmisibilidad de la demanda de cobro de bolívares por el procedimiento de
intimación, cuando lo cierto es que los documentos bilaterales y negociables no constituyen el único medio
probatorio del derecho de crédito reclamado, a los fines de admitir la demanda por esta vía, porque de la
simple interpretación gramatical de las normas antes citadas, correspondía al juez ad quem verificar que el
libelo se encontrara acompañado de alguna de las pruebas taxativamente exigidas en el artículo 644
eiusdem (instrumentos públicos, instrumentos privados, las cartas, misivas, admisibles según el Código
Civil, las facturas aceptadas, las letras de cambio, pagarés, cheques y cualesquiera otros documentos
negociables ), tal y como ha sido establecido por la jurisprudencia pacífica y reiterada de la Sala, antes
señalada.
El juez de alzada a pesar que escogió correctamente las normas a aplicar al caso concreto, hizo derivar de
ella consecuencias que no concuerdan con su contenido, pues, negó la admisión del procedimiento
intimatorio por causas distintas a las dispuestas en los artículos antes mencionados, a pesar que el
documento fundamental presentado junto con el libelo es un instrumento del cual se desprende la
obligación de la demandada de pagar al actor una cantidad de dinero líquida, por cuanto está determinado
en el contrato el monto exacto, y exigible, porque su pago no está diferido por ningún término, ni condición,
ni sujeto a otras limitaciones.
En consecuencia, esta Sala declara procedente la denuncia de errónea interpretación de los artículos 643 ordinal
2° y 644 del Código de Procedimiento Civil. (resaltado añadido)
SCC sentencia 145, del 24/3/2008, las medidas cautelares en este procedimiento ejecutivo, son
imperativas para el juez:
Ahora bien, la medida de embargo decretada por el a quo lo fue en ocasión al artículo 646 del Código de
Procedimiento Civil, que establece:
“Si la demanda estuviera fundada en instrumento público, instrumento privado reconocido o tenido legalmente por
reconocido, facturas aceptadas o en letras de cambio, pagarés, cheques, y en cualesquiera otros documentos
negociables, el Juez a solicitud del demandante, decretará embargo provisional de bienes muebles, prohibición
de enajenar y gravar inmuebles o secuestro de bienes determinados. En los demás casos podrá exigir que el
demandante afiance o compruebe solvencia suficiente para responder de las resultas de la medida. La ejecución
de las medidas decretadas será urgente. Quedan a salvo los derechos de terceros sobre los bienes objeto de las
medidas.”
Así pues, en el sub iudice fue acordada la medida en el juicio por cobro de bolívares vía intimación, en cuyo
procedimiento se suprime la fase cognoscitiva y se acude a una ejecución anticipada del fallo por la presencia de
un título calificado previamente por la ley; por lo que la naturaleza de la medida dictada en ocasión a tal
procedimiento, es de carácter especial de ejecución anticipada del fallo.
De modo que, la motivación del decreto de la medida de embargo dictada en el sub iudice, es innecesaria
por cuanto al ser acordada la misma en ocasión al artículo 646 del Código de Procedimiento Civil, el juez no está
obligado a hacer un acto de juicio, de valor, sobre los recaudos acompañados, en lo que a su forma y contenido
se refiere para decretar tal medida, pues tal juicio de valor, habrá tenido lugar al momento de establecer la
pertinencia del procedimiento ejecutivo intimatorio.
En tal sentido, conforme a lo antes expuesto al exigir el legislador imperativamente que el juez debe decretar
la medida, el jurisdicente superior, no estaba obligado a suplir las faltas del a quo y a declarar la nulidad de dicho
decreto por la inmotivación de éste, pues ello sería inútil e inoficioso, lo cual evidencia que el ad quem no incurrió
en la infracción del artículo 209 del Código de Procedimiento Civil, tal y como lo señaló el formalizante. (resaltado
añadido)
SCC sentencia 94, del 25/2/2004, explica que la oposición al decreto de intimación no requiere
motivación, pero debe ser formalizada en la contestación a la demanda, bajo pena de que quede sin
efecto la oposición:
El artículo 651 del Código de Procedimiento Civil establece la posibilidad de atacar la pretensión intimatoria, a
través de la oposición, sin someterla a exigencias de forma o de fondo, como erróneamente lo sostuvo la
recurrida.
En ningún caso debe entenderse que la oposición está sujeta al cumplimiento de formalidades de fondo, pues
conforme al indicado artículo 651 ella comporta el anuncio del intimado de someterse al contradictorio del
procedimiento ordinario, bastando tan sólo la manifestación de voluntad del intimado de rechazar el imperativo
contenido en el decreto intimatorio, para que se tenga como legítima y válidamente formulada la oposición a ese
procedimiento especial.
Es claro pues, que el ejercicio de tal derecho se encuentra libre de cualquier fórmula sacramental, y poco importa
la frase que utilice el demandado al momento de expresar su rechazo al procedimiento intimatorio, pues lo único
que sanciona el legislador es la inercia o la inactividad procesal del intimado, cuando dentro de los diez días
establecidos en la norma no actuare contra dicho acto procesal. Así lo estableció la Sala en sentencia de fecha 26
de julio de 1995:
“...La norma contenida en el artículo 651 del Código de Procedimiento Civil, nada dice en relación a la forma que
debe cumplir la oposición para que logre la finalidad que le señala la ley. Por tanto, es menester acudir al modo en
que la ley ha regulado situaciones análogas para determinar en primer lugar, cuál es la forma que ésta debe
adoptar; y, en segundo lugar, si constituye un elemento esencial para su validez, conforme a la naturaleza del acto
y al propósito que la ley le asigna.
En primer término, para acercarnos a la naturaleza de la oposición, que puede hacer el intimado en el
procedimiento por intimación, la explicación que da la Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil,
permite deducir que se trata de un medio de impugnación previsto para la defensa del intimado. En efecto, en
dicha Exposición de Motivos, se dice:
“Pues bien, el nuevo procedimiento permite que intimado el pago al demandado, a falta de oposición formal de
éste, adquiera el decreto de intimación fuerza ejecutiva con autoridad de cosa juzgada, procediéndose sin más a
la ejecución”.
“En cambio, si el intimado tiene alguna objeción o razón seria y fundada que hacer valer, propone su oposición al
decreto de intimación y el asunto continúa por los trámites del juicio ordinario, abriéndose en ese momento la
verdadera contención, con la contestación de la demanda”.
Es forzoso concluir del texto antes transcrito, que la oposición abre al intimado la posibilidad de denunciar la
existencia de una irregularidad, que explica su objeción al decreto intimatorio. Posibilidad, que es una
característica común de todos los medios de impugnación, en los cuales, como dice Devis Echandía, la
impugnación es el género y el recurso la especie (...)
Una vez que se ha precisado que se trata de un medio de impugnación, es necesario ahora aclarar cuál es el fin
que le asigna la ley. Para este propósito basta analizar los artículos 651 y 652 del Código de Procedimiento Civil,
pues su lectura nos permite afirmar que la finalidad que cumple la oposición es, sin duda, la de representar en el
proceso el mecanismo con el cual el intimado abre la posibilidad de explanar en la contestación, prevista en
el artículo 652 eiusdem, las razones de su rechazo al decreto de intimación.
Pues bien, queda ahora la necesidad de determinar cuál en orden de su finalidad y naturaleza, es la forma que
debe adoptar para cumplir su propósito. Para ello, como se ha expresado, es necesario revisar el modo en que
la ley ha regulado situaciones análogas. En este sentido, dicha ya que se trata de un medio de impugnación, es en
éstos donde será posible encontrar cuál es la forma que debe adoptar para que produzca el efecto deseado por la
ley.
Medios de impugnación como la tacha de documentos y el recurso de casación, tienen en común, en primer
lugar, una oportunidad para su anuncio y una posterior para formalizar las razones de su ejercicio; en segundo
lugar, que la ausencia de su anuncio y formalización, deja en toda su eficacia la actividad procesal objeto de su
impugnación; y, en tercer lugar, que el anuncio no tiene otras formalidades que la expresión indubitable de
ejercer el medio de impugnación.
Características que comparte con los medios de impugnación señalados, la oposición del procedimiento de
intimación, pues de los artículos 651 y 652 del Código de Procedimiento Civil, se infiere, claramente, que si el
anuncio del medio de impugnación no se efectúa o no se contesta en la ocasión señalada, el decreto de
intimación queda en toda su eficacia. Así mismo, que la oportunidad para expresar las razones de la
oposición, esto es, para formalizarla, es la contestación prevista en el artículo 652. De todo lo cual se
colige, evidentemente, que basta para que la oposición cumpla el fin que le tiene atribuido la ley, el
anuncio que haga el intimado de que se opone al decreto de intimación, sin que sea necesario expresar
las causas en que la fundamenta, porque este requisito debe cumplirse en la oportunidad de la
contestación y no en el anuncio...” (resaltado añadido)
SCC sentencia 697, del 6/11/2012, interpreta que son tres los efectos de la oposición del
demandado al decreto de intimación:
“…el artículo 652 eiusdem, preceptúa los efectos que produce en este tipo de procedimiento especial la oposición
del demandado al referido decreto, disponiendo que:
“Formulada la oposición en tiempo oportuno por el intimado o por el Defensor, en su caso, el decreto de intimación
quedará sin efecto, no podrá procederse a la ejecución forzosa y se entenderán citadas las partes para la
contestación de la demanda, la cual tendrá lugar dentro de los cinco días siguientes a cualquier hora de las
indicadas en la tablilla a que se refiere el artículo 192, sin necesidad de la presencia del demandante, continuando
el procedimiento por los trámites del procedimiento ordinario o del breve, según corresponda por la cuantía de la
demanda.”.
De la interpretación de dicho artículo se colige que en tanto se formule la oposición oportunamente, pues la
norma es taxativa y reduce los efectos a esa determinada circunstancia, se producirán indefectiblemente tres
consecuencias; la primera, queda sin efecto el decreto intimatorio; la segunda, se entenderán citadas las partes
para la contestación de la demanda; y la tercera, se inaugura el procedimiento ordinario o breve, según la cuantía
de la demanda. (resaltado añadido)
SCC sentencia 1.010, del 19/12/2007, cuando se ha efectuado oposición al decreto de intimación, el
lapso de cinco días para contestar la demanda, se inicia una vez que han transcurrido íntegramente
los 10 días del lapso para la oposición:
De acuerdo con el cómputo anterior, sí los demandados se dieron por intimados el 18 de noviembre de 2003, el
lapso de diez (10) días para oponerse al decreto intimatorio comenzó a correr al día siguiente, es decir, el
miércoles 19 de noviembre de ese año, culminando el martes 2 de diciembre de 2003, considerando que dicho
lapso debe transcurrir íntegramente, de conformidad con el principio de preclusión que rige nuestro sistema
procesal.
Asimismo, se observa que el plazo para dar contestación a la demanda se inició el miércoles 3 de diciembre de
ese año y terminó el martes 9 de diciembre de 2003; la contestación de la demanda se hizo el 5 de diciembre de
ese año, lo cual demuestra que la contestación fue tempestiva ya que ocurrió dentro del lapso de cinco (5) días
establecidos en el artículo 652 del Código de Procedimiento Civil.
Este procedimiento ejecutivo debe utilizarse, de manera exclusiva y excluyente, para la ejecución de
la garantía hipotecaria, se recomienda leer y analizar los enunciados normativos de los artículos:
2.- Doctrina
El texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo IX: La Ejecución de Hipoteca [los números de
página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la especialidad de
este procedimiento, la SCC en la sentencia 731, del 18/11/2017, ha interpretado que este
procedimiento, es exclusivo y excluyente de cualquier otro, cuando se trata de la ejecución de la
garantía hipotecaria constituida para asegurar el cumplimiento de una obligación de pagar una suma
de dinero:
Asimismo, “…es definitivo que el procedimiento de ejecución de hipoteca no es electivo sino obligatorio,
exclusivo y excluyente en los casos de crédito garantizado con hipoteca, pues con ello se protege la
integridad objetiva del procedimiento, en el que está interesado el orden público, para que la justicia sea efectiva.
En otras palabras, las normas establecidas en las leyes, que regulan los procedimientos a seguir, para obtener
justicia no pueden ser modificados por los particulares en función de sus intereses porque son de orden público; lo
contrario, vulneraría de forma flagrante los principios constitucionales que rigen el fundamento actual de impartir
justicia…”. (...)
Con base a lo anterior, se observa de la parte pertinente transcrita del libelo de la demanda, que en efecto, la
deuda a que se contrae la presente acción de cobro de bolívares se encuentra garantizada mediante una hipoteca
naval de primer grado, por lo cual, atendiendo a la doctrina pacifica y reiterada de esta Sala, el trámite idóneo para
obtener el pago de las cantidades adeudadas debió ser el de ejecución de hipoteca previsto en el artículo 660 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, sin que pueda escoger entre ese procedimiento y otro, como
ocurrió en el presente caso que se tramitó por el procedimiento marítimo ordinario.
En consecuencia, al haber admitido el juez de cognición la acción incoada a través de un procedimiento de cobro
de bolívares por el procedimiento marítimo ordinario, infringió lo previsto en el artículo 660 del Código de
Procedimiento Civil, que es exclusivo y excluyente para intentar tal reclamación. (resaltado añadido)
SCC sentencia 794, del 25/11/2008, las dos fases del procedimiento de ejecución de hipoteca:
Es oportuno destacar también, que el procedimiento de ejecución de hipoteca contempla dos fases. Al
respecto, la Sala en decisión N° 545 de fecha 6 de julio de 2004 (…), estableció:
“...Dicho procedimiento contempla dos fases bien definidas, a) la ejecución propiamente dicha, la cual se
inicia si al cuarto día de despacho siguiente a la intimación, el demandado no acredita el pago (art. 662 c.p.c.) y b)
la de oposición, que se inicia con la presentación del correspondiente escrito dentro de los ocho días de
despacho siguientes a dicha intimación, más el término de la distancia si a él hubiere lugar (art. 663 c.p.c.).
En la primera etapa, si no consta la acreditación del pago, se procederá al embargo del inmueble gravado hasta
que deba sacarse a remate el inmueble y sólo se suspenderá esta siempre y cuando haya formulado la oposición
a la cual se contrae el artículo 663 de la Ley Adjetiva Civil, pues, en caso contrario (el intimado no formula
oposición tempestivamente), deberá procederse al remate del inmueble.
Para que se abra la segunda etapa, el intimado deberá hacer oposición dentro de los ocho días siguientes a su
intimación y sólo bajo los motivos expresamente señalados en el citado artículo 663. Interpuesta la oposición, el
juez deberá verificar que dicha actuación llene los extremos exigidos en dicha norma y, de estimar que se
cumplen, declarará el procedimiento abierto a pruebas y la sustanciación continuará por el juicio ordinario.
(…)
Así las cosas, en atención a las fases previstas en el procedimiento de ejecución de hipoteca (de ejecución y de
oposición), anteriormente referidas, se evidencia que ambas suceden de manera coetánea, claro está, siempre
que haya habido oposición al pago, pues es la que permite que se abra esa fase, esto dicho en otras palabras
significa que a partir del decreto de intimación, las mismas transcurren de forma simultánea aunque
independientes la una de la otra. (resaltado añadido)
SCC sentencia 460, del 22/7/2014, el decreto de intimación al quedar firme por falta de oposición,
tiene la misma fuerza que una sentencia definitiva con cualidad de cosa juzgada:
Del criterio ut supra transcrito, se desprende que el decreto intimatorio es una promesa de sentencia
condenatoria, la cual debe contener todos los elementos necesarios a los fines de que en su oportunidad se
configure como un título ejecutivo, semejante la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.
De manera que una vez notificado el decreto de intimación se le concede al deudor un plazo, para ejercer
oposición, y en caso de ser ejercida dicha oposición surgirá un procedimiento ordinario en que se obtendrá la
sentencia definitiva que cause ejecutoria.
No obstante, si el deudor no ejerciera oposición al decreto de intimación, este pasará a ser definitivo e irrevocable,
con los efectos de una sentencia de condena, procediéndose a su inmediata ejecución. (resaltado añadido)
SC sentencia 1.202, del 16/6/2006, explica cuáles son los terceros que deben intimarse en este
procedimiento ejecutivo:
Tales alegaciones hacen preciso a la Sala analizar el contenido de la norma contenida en el artículo 661 del
Código de Procedimiento Civil, que dispone en su parte inicial:
“Llegado el caso de trabar ejecución sobre el inmueble hipotecado, por estar vencida la obligación garantizada con
la hipoteca, el acreedor presentará al Tribunal competente el documento registrado constitutivo de la misma, e
indicará el monto del crédito con los accesorios que estén garantizados por ello y el tercero poseedor de la finca
hipotecada, si tal fuere el caso(…)”.
Ahora bien, este señalamiento tiene una importante finalidad cuál es lograr la intimación de este tercero; propósito
que trata de alcanzar la misma norma en el penúltimo aparte del artículo cuando expresa: “Si el Juez encontrare
llenos los extremos exigidos en los ordinales anteriores decretará inmediatamente la prohibición de enajenar y
gravar el inmueble hipotecado, lo notificará inmediatamente al Registrador respectivo a los efectos establecidos en
el artículo 600 de este Código y acordará la intimación del deudor y del tercero poseedor para que paguen dentro
de tres días, apercibidos de ejecución”; de suerte que, en virtud de la revelada importancia, en la parte in fine de
ese mismo precepto legal se establece que: “Si de los recaudos presentados al Juez se desprendiere la existencia
de un tercero poseedor y el solicitante no lo hubiere indicado, el Juez procederá de oficio a intimarlo”.
Debe indicarse que resulta ineludible, para entender la inteligencia y alcance de la norma, establecer qué debe
entenderse por tercero poseedor a los fines de determinar si los solicitantes, en su condición de arrendatarios
debían ser intimados del aludido juicio de ejecución de hipoteca, seguido contra sus arrendadores. Así tenemos
que para Planiol y ripert (citado por SANCHEZ NOGUERA, Abdón, Manual de Procedimientos Especiales
Contenciosos, Ediciones Paredes, 2da. edición Caracas, p. 245), tercero poseedor ”…es toda persona que
detenta a título no precario la totalidad o una parte del inmueble gravado con la hipoteca, sin estar obligado
personalmente a favor del acreedor al pago de la deuda”. Para Dominici “…se llaman terceros poseedores o
detentadores los que retienen o poseen el inmueble hipotecado a título de dominio, sin estar obligados
personalmente hacia el acreedor, como el comprador, donatario, etc., de la cosa hipotecada. Es tercero porque no
ha sido parte en la obligación que existe entre el acreedor y el deudor. No se le ataca como deudor, sino como
representante del inmueble, y su obligación es por razón de la cosa, propter rem, por manera que al separarse de
ella, deja de existir toda relación jurídica, de él con el acreedor” (DOMINICI, Aníbal, Comentarios del Código Civil
de Venezuela, Tercera Edición, Librería Destino, Mobil libros, p.330).
(…)
De igual forma, en decisión del 19 de noviembre de 2002 (…), la Sala expresó:
“...El juez debe, motu propio, hacer el llamamiento en causa con arreglo a este artículo 661 en concordancia con el
ordinal 4º del artículo 370, y es por ello, que el artículo exige que se presenten copias certificadas de los
gravámenes y enajenaciones de que hubiere podido ser objeto la finca hipotecada con posterioridad al
establecimiento de la hipoteca cuya ejecución se solicita. Pero ¿quiénes deben considerarse terceros
poseedores? Respecto a la cosa hipotecada existen cuatro tipos de terceros: a) el simple detentador que posee
por orden y cuenta del poseedor legitimo; b) el poseedor precario con titulo propio para usar o usufructuar la cosa
(arrendatario, comodatario, etc.); c) el que posee con título de dominio, por ser tercero adquiriente de la cosa que
estaba ya gravada con la hipoteca (Art. 1.267 y 1.877 in fine CC); sea como causahabiente del deudor
hipotecario, sea por prescripción adquisitiva u otro título; siempre que tal título sea registrado, pues en caso
contrario no surtirá efectos frente al acreedor hipotecario a tenor del artículo 1.924 del Código Civil, arriba copiado.
d) el tercero dador de la hipoteca como garantía de la obligación asumida por el deudor intimado (…). Este
artículo 661 impone la carga de llamar a juicio sólo a los dos últimos tipos de tercero, es decir, aquellos
que poseen la cosa animus domini (…)
...El simple detentador, como no posee con título propio ni mucho menos con ánimo de dueño, carece de todo
interés en intervenir de algún modo el proceso...”. (resaltado añadido)
SCC sentencia 743, del 28/11/2012, formulada la oposición al decreto de intimación, se puede abrir
o no el procedimiento ordinario para juzgar esa oposición, razón por la cual: (i) sólo si la oposición
está bien formulada, el juez abrirá la causa a pruebas por el procedimiento ordinario, (ii) para
sustanciar esa oposición y juzgar su conformidad o no con la ley, en la sentencia definitiva que dicte
en la fase final de ese procedimiento ordinario:
De la anterior transcripción se infiere, con absoluta claridad, que el juzgador superior examinó el material
probatorio aportado por la parte intimada conjuntamente con su escrito de oposición a la ejecución hipotecaria que
pretende la actora mediante el presente procedimiento, y de inmediato procedió a pronunciarse sobre el fondo del
asunto controvertido, desechando la oposición sobre la base de que las pruebas escritas aportadas por los
ejecutados no constituían documentos públicos ni documentos privados reconocidos, así como que las mismas no
demuestran el pago y/o compensación de las sumas adeudadas, lo que pone de relieve la certeza de lo delatado
por el formalizante, pues, al sentenciador de alzada lo único que le correspondía hacer era verificar que se
hubiera acompañado la prueba escrita en la cual se fundamentó la oposición efectuada por la parte intimada
(Ordinal 5° del artículo 663 del Código de Procedimiento Civil), para ordenar que el procedimiento se abriera a
pruebas y se sustanciara por el procedimiento ordinario, tal y como lo dispone la parte in fine del ante citado
artículo 663 del Código de Procedimiento Civil. Así se establece. (resaltado añadido)
SC sentencia 1.947, del 16/7/2003, por el contrario, si el juez decide no abrir a pruebas por el
procedimiento ordinario: (i) ya no se juzgará la oposición, tal decisión tiene la cualidad de una
sentencia interlocutoria con fuerza de definitiva, (ii) el decreto de intimación queda definitivamente
firme y (iii) el proceso entrará en fase de ejecución:
Si la oposición no llena los requisitos exigidos en el citado artículo, el juez de la causa la rechaza y no la abre a
pruebas. Se trata de un fallo que a pesar que no toca el fondo, que se dicta previo a una etapa de
conocimiento, produce los efectos de una sentencia definitiva , ya que al quedar negada la oposición, la
intimación al pago queda firme y se ejecuta. Si la oposición la considera procedente, abre a pruebas la causa y la
decide por los trámites del procedimiento ordinario, quedando la sentencia de fondo diferida para el fin de ese
proceso, cuando se juzguen las causas de la oposición. (resaltado añadido)
SCC sentencia 110, del 3/4/2003, para oponer cuestiones previas, no se requiere hacer oposición al
decreto de intimación:
Cuando la norma contenida en el artículo 657 del Código de Procedimiento Civil, hace referencia a que las
cuestiones previas serán alegadas “junto con los motivos en que se funde la oposición”, el Legislador no está
estableciendo como condición para promover cuestiones previas el hecho de que necesariamente deba
formularse también oposición, en otras palabras, no se está condicionando la propuesta de cuestiones
previas a la oposición, se está refiriendo la norma a la oportunidad del acto. Por lo tanto, en esta clase de
procedimiento, si llegada la oportunidad para oponerse a la ejecución del crédito fiscal, el intimado opta por
promover sólo cuestiones previas, ciertamente no tendrá otra oportunidad para ir en contra del fondo de la
demanda y en consecuencia, se abrirá al juicio ordinario solamente en lo que respecta a la incidencia de las
cuestiones previas.
(…)
Aducir lo contrario, es decir, condicionar la viabilidad de promover cuestiones previas, al requisito de interponer
alguna causal de oposición, sería interpretar el artículo 657 del Código de Procedimiento Civil, en forma
meramente literal y limitante del derecho a la defensa y al debido proceso hecho este que contrastaría principios
tutelados ampliamente por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y reduciría al absurdo
considerar que si el intimado no se opuso, no puede defenderse invocando, entre otras la incompetencia, defectos
de forma del escrito de la demanda, condiciones o plazos pendientes, cuestiones prejudiciales, cosa juzgada,
caducidad o prohibición de la ley de admitir la acción propuesta.
En consecuencia, de conformidad con los criterios anteriormente expuestos, esta Sala de Casación Civil
determina que en el caso bajo análisis, sostener ab-initio la imposibilidad de conocer las cuestiones previas
opuestas, por el hecho de no esgrimirse una causal de oposición, constituye per se una violación al derecho a la
defensa, colocando al demandado en una situación de desequilibrio procesal al no permitírsele, a través de la
función de saneamiento del proceso propia de las cuestiones previas, obtener una decisión del órgano respecto
a lo solicitado, lo que se traduce en una violación de los artículos 15 y 206 del Código de Procedimiento Civil y 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (resaltado añadido)
Este procedimiento se incluyó por primera vez en el CPC vigente, tiene una parte inicial
especializada y el resto del proceso se desarrolla conforme al procedimiento ordinario, se
recomienda leer y analizar los enunciados normativos de los artículos:
2.- Doctrina
Del texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo XII: El Juicio Declarativo de Prescripción.
[los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la competencia en
este procedimiento, en la sentencia 69, del 8/7/2008, la SP explica que si la prescripción demandada
tiene relación con la actividad agraria, la competencia deja de ser civil ordinaria y la debe asumir el
juez agrario, independientemente de la ubicación del inmueble en zona urbana o rural:
Por otro lado, ha señalado la Sala Constitucional que del análisis de los artículos 197 y 208 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, antes citados, se desprende que el legislador ha establecido 'en primer lugar un foro atrayente
con respecto a la jurisdicción agraria (artículo 197 eiusdem) para ventilar conflictos que se produzcan entre
particulares con motivo de dicha actividad; y en segundo lugar, atribuyen competencia para conocer y decidir de
determinadas acciones (como las del caso de marras, esto es, acciones derivadas de perturbaciones o daños a la
propiedad o posesión agraria) a los Juzgados de Primera Instancia Agrarios, dejando en su último ordinal una
cláusula abierta para que estos Juzgados conozcan de ‘(…) todas las acciones y controversias entre particulares
relacionados con la actividad agraria’ (artículo 208 eiusdem)’ (…)
Por tal razón, considera esta Sala Plena que cuando el artículo 208, numeral 15 de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario atribuye competencia a los juzgados de primera instancia agraria para conocer de ‘todas las acciones y
controversias entre particulares relacionados con la actividad agraria’, debe entenderse como una cláusula abierta
que comprende cualquier controversia en la que pueda verse afectada la producción agroalimentaria. Ello en
virtud de que el juez agrario “debe velar por el mantenimiento de la seguridad agroalimentaria de la Nación y el
aseguramiento de la biodiversidad y la protección ambiental” (artículo 207 eiusdem )(...).
Al hilo de lo anterior se advierte que la presente causa versa sobre una demanda declarativa de prescripción,
ante lo cual se observa que el numeral primero del artículo 208 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario establece
lo siguiente:
(…) Los juzgados de primera instancia agraria conocerán de las demandas entre particulares que se promuevan
con ocasión de la actividad agraria, sobre los siguientes asuntos:
1. Acciones declarativas, petitorias, reivindicatorias y posesorias en materia agraria (...).
Como se ha señalado anteriormente, es necesaria una relación directa entre la pretensión deducida y la actividad
agraria a los fines de poder predicar la competencia de los órganos de jurisdicción especial agraria sobre el asunto
en cuestión.
Ahora bien, en el presente caso el demandante aun cuando manifiesta que en algún momento ejerció la
agricultura en el inmueble objeto de la presente causa, al mismo tiempo señala no haber continuado ejerciendo tal
actividad debido a que el referido inmueble se halla dentro de la poligonal urbana establecida por las autoridades
municipales, al tiempo que el inmueble en cuestión, de acuerdo con la normativa municipal aplicable, está
destinado a Usos Múltiples. De igual forma, se deduce del escrito presentado por el apoderado judicial del
ciudadano Miguel Ovidio Altuve, que la solicitud de declaración de propiedad por prescripción adquisitiva, no es
interpuesta con ocasión de actividad agropecuaria alguna, de todo lo cual se deduce que la presente controversia
no guarda relación con ninguna actividad que involucre la producción agroalimentaria.
De acuerdo con lo anterior, es concluyente entonces que en el inmueble objeto de la presente causa no se realiza
ninguna actividad agraria y que la demanda no es planteada en función de alguna actividad de tal naturaleza,
razones por las cuales la competencia para el conocimiento y decisión de la presente causa corresponde a los
tribunales de la jurisdicción civil en atención a lo dispuesto en el artículo 690 del Código de Procedimiento Civil.
Así se declara. (resaltado añadido)
SCC sentencia 969, del 16/12/2016, sobre la legitimación pasiva de las personas que aparecen en la
Oficina de Registro Público como titulares de los derechos a prescribir:
En este sentido, se observa de la trascripción de la sentencia proferida por el tribunal a-quo, que por un lado en la
motiva de su sentencia concluye forzosamente que la parte demandante en este caso no cumplió con los
requisitos establecido en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, al momento de presentar su demanda
con sus recaudos, y hace referencia en su análisis, al momento de motivar, que la demanda nunca tuvo que haber
sido admitida, sino por el contrario se admitió, y por ende se le dio curso de ley hasta llegar al estado de dictar
sentencia, considerando que lo procedente y ajustado en derecho era declarar sin lugar la demanda, declarándola
así en su parte dispositiva.
(…)
Siendo así, en vista de la falta de los requisitos de admisibilidad para la presente demanda por prescripción
adquisitiva, previstos en el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil, esta Sala estima procedente declarar la
misma inadmisible, dado que la parte actora incumplió con su obligación de dirigir la acción incoada contra
todas aquellas personas que tengan intereses directo sobre el bien inmueble que se pretende adquirir
mediante la misma (…). (resaltado añadido)
SCC sentencia 553, del 16/11/2018, aclara la importancia de la certificación de los titulares de los
derechos que se pretender prescribir, prevista en el artículo 691 del CPC, a los fines de determinar
la legitimación pasiva:
De acuerdo a los criterios jurisprudenciales antes citados, los jueces de instancia deben declarar inadmisible la
demanda de prescripción adquisitiva, al percatarse que no se cumple con los requisitos exigidos en el artículo 691
del Código de Procedimiento Civil, pues éstos requisitos son de suma importancia a los efectos de que no se
construya la cosa juzgada a espaldas de las partes interesadas, para de esta manera velar por el derecho a la
defensa de ellas; siendo dicha obligación exclusiva del demandante, la cual no puede suplir de oficio el juez de la
causa dada la especialidad del procedimiento
Asimismo, resulta pertinente para la Sala destacar el criterio reiterado en cuanto a la utilidad de la certificación
expedida por el Registrador, establecida en el referido artículo 691, con el que se pretende la demostración del
tracto sucesivo o principio de consecutividad como un requisito de admisión de la demanda en el juicio de
usucapión o prescripción adquisitiva; por cuanto es necesario que esté demostrado fehacientemente a quien
corresponde la titularidad de la propiedad que se pretende prescribir, de modo de tener claridad del legítimo o
legítimos propietarios o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble.
Así las cosas, mal podría considerar esta Sala que la certificación expedida por el registrador como requisito de
admisión en las demandas por prescripción adquisitiva es inútil –como lo alega el recurrente-, pues la misma
resulta necesaria a los efectos de establecer la cualidad pasiva de los demandados e integrar el
litisconsorcio pasivo necesario, entre todas aquellas personas, naturales o jurídicas, que aparezcan como
propietarias o titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble que se pretende usucapir; de esa manera
evitar que se dicte sentencia a espaldas de éstas y evitar la vulneración de sus derechos a la defensa y al debido
proceso. (resaltado añadido)
SCC sentencia 683, del 3/11/2016, forma de practicar la citación de los demandados y el
emplazamiento por edictos a los eventuales interesados:
Del mismo modo, se verifica en autos que luego de agotados todos los trámites para la citación personal y por
carteles de la parte accionada, el a quo en fecha 19 de junio de 2012, luego de haber acordado el nombramiento
de defensor ad litem (actuación reseñada bajo el número 10 en el recuento cronológico) negó la solicitud de la
parte demandante en relación a que le fuese designado defensor judicial a los herederos desconocidos de la
ciudadana Pilar Amelia López (†), (actuación reseñada bajo el número 18 en el recuento cronológico) situación
que genera confusión respecto al trámite de la causa y a la pretensión subsidiaria de prescripción adquisitiva pues,
de seguidas fue ordenado abrir el juicio a pruebas a tenor de lo previsto en el artículo 694 del Código de
Procedimiento Civil.
(…)
Del mismo modo, en criterio reiterado, esta Sala, ha señalado la importancia de salvaguardar el derecho a la
defensa de los eventuales herederos desconocidos esta Sala de Casación Civil tal y como se asentara en la
sentencia, ya de vieja data, Nº 392 de fecha 16 de diciembre de 1997 (…) en la cual expresó, lo siguiente:
“...Igualmente dispone el artículo 231 del Código de Procedimiento Civil, que cuando sean desconocidos los
herederos de una persona determinada que ha fallecido, y tengan derechos en una herencia o cosa común, se les
citará por edictos de conformidad con lo dispuesto en tal norma.
Si bien dicho precepto no hace presumir que en todos los casos existen herederos desconocidos, ha establecido
la Sala en fallo del 8 de diciembre de 1993 (…), lo siguiente:
‘...cuando se trata del fallecimiento de una de las partes, respecto a los herederos conocidos, debe ordenarse su
citación cumpliendo todas las formalidades que la ley establece, y en acatamiento al principio que la citación por
carteles es sucedánea a la citación personal, es decir, que la de la imprenta procede, agotadas como hayan sido
todas las diligencias tendientes a obtener la citación personal.
De otra parte, como hay casos en los cuales no es posible determinar si hay herederos desconocidos o no, por no
saberse si los primeros existen, por ello lo conveniente para evitar futuras reposiciones y nulidades, o bien que
pueda dejarse de citar a alguno de los herederos conocidos, como es el caso en estudio, o que los herederos
desconocidos puedan verse perjudicados en sus derechos, la ley procesal ha previsto el supuesto del artículo 231
del Código de Procedimiento Civil, el cual, a juicio de esta Corte, debe aplicarse a todo caso, en virtud de la
imposibilidad del funcionario jurisdiccional de conocer a ciencia cierta, si la información suministrada por el litigante
ha sido ajustada a derecho o no, en cuanto a tales herederos conocidos o no, máxime cuando la situación
procesal entre ellos es la de litisconsorcio necesario...’”
Conforme a la doctrina transcrita, el acto de la citación resulta de impretermitible cumplimiento en obsequio a las
garantías del debido proceso, seguridad jurídica y tutela judicial efectiva de las partes respecto al proceso, en el
entendido de que a partir de ese acto se entabla el litigio y las partes son informadas o impuestas de que se
pretende una acción en su contra a fin de que se defienda y alegue lo que le favorezca.
De manera, que evidenciado como ha quedado de las actuaciones judiciales llevadas a cabo en el presente juicio
se incumplió el obligatorio llamado a los posibles interesados respecto a la demanda subsidiaria de prescripción
adquisitiva la Sala evidencia que dicha situación constituye un vicio de orden público, que enervó las
oportunidades de defensa en dicha acción y así se declara. (resaltado añadido)
SCC sentencia 669, del 13/12/2018, indica que los edictos a publicarse por disposición del artículo
231, aplicable por remisión del artículo 692 del CPC, son 16:
Ahora bien, esta Sala observa que el presente juicio se trata de una prescripción adquisitiva sobre dos bienes
inmuebles, procedimiento en el cual una vez admitida la demanda, debe el tribunal a quo debe ordenar la citación
de la parte demandada, y una vez practicada la misma debe proceder a la publicación de un edicto, a fin de
llamar al presente juicio a todos los interesados que quieran hacer valer algún derecho o practicar determinadas
diligencias o gestiones contra las personas que se crean con derechos sobre el inmueble objeto de la
controversia; esta publicación deberá realizarse de conformidad con lo establecido en artículo 231 del Código de
Procedimiento Civil, por remisión expresa del artículo 692 eiusdem.
En este sentido, la norma establece que son dos (2) publicaciones por semana en un lapso de sesenta (60) días
en dos (2) periódicos de los de mayor circulación de la localidad, sumando un total de ocho (8) publicaciones
que deben hacerse en cada periódico durante el referido lapso para verificar de este modo el cumplimiento de
las formalidades contenidas en el artículo 231 del Código de Procedimiento Civil.
(…) de la revisión al expediente consta que mediante diligencias presentadas en fechas 12 de enero y 11 de
febrero de 2016, el apoderado judicial de la parte demandante, consignó sendos carteles de los diarios
anteriormente mencionados de la siguiente manera: En los diarios Últimas Noticias y La Región fueron publicados
en fechas:
1.- 03/12/2015, 2.- 09/12/2015, 3.- 16/12/2015, 4.- 16/12/2015, 5.- 23/12/2015, 6.- 23/12/2015, 7.- 30/12/2015, 8.-
30/12/2015, 9.- 06/01/2016, 10.- 06/01/2016, 11.- 13/01/2016, 12.- 13/01/2016, 13.- 20/01/2016, 14.- 20/01/2016,
15.- 27/01/2016, 16.-27/01/2016, 17.- 06/02/2016, 18.- 03/02/2016, 19.- 06/02/2016.
Visto lo anterior, se evidencia palmariamente que se publicaron un total de diecinueve (19) edictos en los diarios
respectivos, durante sesenta (60) días, cotejando que la primera ellas se realizó en fecha 3 de diciembre de 2015,
por lo que a partir de esta fecha inclusive, comenzaba a computarse el lapso de sesenta (60) días calendarios
consecutivos, conforme a lo establecido en el artículo 231 del Código de Procedimiento Civil. Asimismo se
evidenció que consta en autos, que en fecha 1º de marzo de 2016, la secretaria del tribunal a quo dejó constancia
de haberse fijado el respectivo edicto en la cartelera del tribunal. Como consecuencia de las consideraciones que
anteceden, se declara improcedente la solicitud de reposición de la causa, solicitada por la parte demandada. Así
se establece. (resaltado añadido)
Concepto de interdicto, origen. Naturaleza jurídica de las acciones posesorias. Interdicto de amparo.
Condiciones de admisibilidad. Interdicto de despojo o restitutorio. Condiciones de admisibilidad.
Semejanzas y diferencias entre interdicto de amparo e interdicto restitutorio. El procedimiento de los
interdictos posesorios. Juez competente. Citación del querellado. Carácter que poseen las medidas
decretadas por el juez. El lapso probatorio. Derecho de las partes a promover alegatos. La
sentencia. Caso en que la querella sea declarada con lugar o sin lugar. Tiene carácter de cosa
juzgada la sentencia interdictal?. Recurso contra la sentencia interdictal. Extinción o ejecución de la
garantía. Representación sin mandato. La posesión hereditaria. Situaciones que pueden presentarse
respecto de las pruebas aportadas. Derecho de aquel contra quien obren los decretos a ser oído en
el procedimiento ordinario. Condiciones de admisibilidad del interdicto en caso de violencia.
Responsabilidad del querellante por falsedad. Responsabilidad del juez.
TEMA 18.- Interdictos prohibitivos
El procedimiento interdictal posesorio y el de daño temido (obra vieja), tienen por objeto tutelar la
situación de hecho, para evitar la justicia por mano propia, cuya urgencia amerita una tutela
diferenciada mediante procedimientos expeditos, las cuestiones de derecho se resolverán en
procesos posteriores, se recomienda leer y analizar los enunciados normativos de los artículos:
2.- Doctrina
Del texto guía se recomienda leer y analizar los capítulos XIII: Los Interdictos Posesorios; y, XIV: Los
Interdictos Prohibitivos. [los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la competencia del
juez, que en principio es la civil ordinaria, pero pudiera modificarse por la naturaleza de la pretensión
ejercida, en la sentencia 621, del 31/7/2007, la SCC explica en qué casos corresponde al juez
agrario:
SCC sentencia 667, del 26/10/2017, respecto a la definición del interdicto, su objeto según sea de
amparo o restitutorio de la posesión y el procedimiento de la medida cautelar de secuestro:
Con relación a la protección interdictal el autor José Luis Aguilar Gorrondona en su obra “Cosas, bienes y
derechos reales”, Derecho Civil II, en su sexta edición actualizada, Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas
1999, páginas 197 a la 216, realiza el siguiente análisis:
I. “…INTRODUCCIÓN
Como señala la doctrina, la protección interdictal y la usucapión son los dos efectos más típicos de la posesión. En
especial y con las salvedades que haremos “infra”, los interdictos o acciones posesorias constituyen defensas
especificas de la posesión y tienden a consagrar el principio possideo quia possideo.
II. CARACTERES
1° Se discute si las acciones posesorias son acciones reales o personales sin que falte quien atribuya carácter
real al interdicto de amparo y carácter personal al interdicto de despojo, ni quien afirme que los interdictos no
pueden clasificarse ni como acciones reales ni como acciones personales. Pero la opinión dominante es que son
acciones reales.
(…)
INTERDICTO DE AMPARO
III. INTRODUCCIÓN
El interdicto de amparo, queja o mandamiento protege al poseedor contra las perturbaciones de que puede ser
objeto su posesión. Su finalidad, pues, es hacer cesar dichas perturbaciones para restablecer la situación
existente antes de que éstas ocurrieran.
(…)
IV. SUPUESTOS DE PROCEDENCIA
1° El interdicto de amparo supone una perturbación posesoria consumada sin que baste una simple tentativa de
perturbación posesoria ni el temor fundado de ella.
Se entiende por perturbación posesoria todo acto voluntario que contradiga la posesión de otro, con ánimo de
querer sustituir por la posesión propia la que hasta entonces se ejercía y que implique un cambio que impida al
poseedor seguir ejerciendo la posesión tal como la venía ejerciendo.
Si el cambio es tan radical que priva al poseedor de su posesión, compartimos la opinión de que en nuestro
derecho vigente no hay perturbación posesoria sino despojo. Pero sobre todo en los países que no prevén el
interdicto de despojo sino para el caso de despojo violento o clandestino se suele decir que el despojo no es sino
la perturbación posesoria máxima para permitir el despojo sin violencia ni clandestinidad intentar el interdicto de
amparo. Sin embargo, también en Venezuela donde el interdicto de despojo procede incluso cuando el despojo no
es violento ni clandestino, se ha sostenido que el despojo no es sino una clase de perturbación. Tal era, por
ejemplo, la opinión del Doctor Naranjo Osty. En cambio la jurisprudencia dominante y en particular, el criterio de
nuestro Supremo Tribunal es que perturbación y despojo son conceptos excluyentes y, por ende, no admite la
acumulación de los interdictos de amparo y de restitución aunque acepta que se proponga uno como subsidiario
del otro.
(…)
INTERDICTO DE DESPOJO
I. INTRODUCCIÓN
El interdicto de despojo, de reintegro o de restitución adquirió en el Derecho venezolano vigente un campo de
aplicación muy amplio. Entre nosotros hasta el Código Civil de 1922 y actualmente en otros Derechos, este
interdicto sólo procede en los casos de despojo clandestino o violento, mientras que nuestro legislador desde 1942
lo concedió en todo caso de despojo al disponer que “Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera que
ella sea, de una cosa mueble o inmueble, puede, dentro del año del despojo, pedir contra el autor de él, aunque
fuere el propietario, que se le restituya en la posesión” (C.C., art. 783).
II. SUPUESTOS DE PROCEDENCIA
1° El interdicto presupone el despojo del poseedor. Ahora bien, por despojo se entiende el acto de privar a alguien
de la posesión o de la simple tenencia de una cosa contra su voluntad o al menos sin su voluntad y con el ánimo
de sustituirse en esa posesión o tenencia.
(…)
IX. EFECTOS
1° Si el interdicto de despojo es declarado con lugar, la sentencia condena al demandado a restituir la cosa al
actor. No cabe pronunciamiento sobre la propiedad de la cosa o titularidad de otro derecho, que es materia
petitoria y no posesoria, ni procede la condena al pago de los daños, y perjuicios causados por el despojo, que s
materia de otra acción.
(…)
2° Ahora bien, la restitución de la posesión en caso de despojo no excluye el ejercicio de las demás acciones
posesorias de parte de cualquier poseedor legítimo (C.C., art. 784).
Al interpretar la citada norma, nuestro Supremo Tribunal estableció que la misma autorizaba el ejercicio de
cualquier interdicto por parte del poseedor legítimo, después de haberse resuelto el despojo siempre que ocurran
los requisitos de Ley para su ejercicio y afirmó que ese nuevo interdicto puede ser el despojo llamado por la
doctrina “amparo con fines restitutorios” porque, por una parte, sólo puede ser intentado por el poseedor legítimo
como es característico del interdicto de amparo y, por otra, persigue la recuperación de la cosa como es propio del
interdicto restitutorio. Al propio tiempo, destacó que “es indispensable que si el nuevo interdicto se suscita entre
las mismas partes del anteriormente resuelto, el hecho que le sirva de base no puede ser el mismo, ni tampoco el
que sea consecuencia del fallo citado…”
De acuerdo con la doctrina supra transcrita, se puede afirmar que, el interdicto de amparo por perturbación se
refiere a, hacer cesar las perturbaciones para restablecer la situación existente antes de que éstas ocurrieran,
pero si la acción desplegada por el querellado es que priva al poseedor de su posesión, no hay perturbación
posesoria sino despojo.
De igual forma, el precitado autor conceptualiza de una manera general el interdicto de despojo, en el acto de
privar a alguien de la posesión o de la simple tenencia de una cosa contra su voluntad o al menos sin su voluntad
y, con el ánimo de sustituirse en esa posesión o tenencia.
Seguidamente se señala que la perturbación y el despojo son conceptos excluyentes y, por ende, no se admite la
acumulación de los interdictos de amparo y de restitución.
(…)
De la transcripción doctrinaria supra realizada se colige que, el secuestro del bien objeto de litis en las querellas
interdictales por despojo, se constituyen por ser de naturaleza instrumental y sus efectos asegurativos, el cual
debe ser sustanciado como un incidente cautelar.
Por tanto, el ad quem al haber repuesto la causa al estado de dictarse nuevo auto de admisión preservó el orden
público procesal infringido, por haber detectado las subversiones procesales cometidas por el a quo, pues
ciertamente utilizó en el precitado auto los términos perturbación y despojo de manera indistinta, no tramitó la
incidencia cautelar en cuaderno separado y la decidió (la oposición a la medida cautelar de secuestro) en la
oportunidad de la sentencia definitiva, infringiendo así los artículos 7, 15 y 604 del Código de Procedimiento Civil.
(resaltado añadido)
SC sentencia 101, del 12/8/2020, explica los cinco (5) requisitos que debe satisfacer la pretensión de
interdicto restitutorio:
Ahora bien, en tal sentido cabe señalar, que el artículo 783 del Código Civil, dispone expresamente lo siguiente:
“Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera que ella sea, de una cosa mueble o inmueble, puede,
dentro del año del despojo, pedir contra el autor de él, aunque fuere el propietario, que se le restituya en la
posesión.”
Todo lo cual determina, que cuando se demanda la restitución de la posesión, debe ocurrir el despojo del
poseedor, que puede ser legítimo o un simple detentador, y procede contra bienes muebles e inmuebles; esta
querella debe intentarse contra el autor del despojo aunque fuere el propietario, y dentro del año en que éste se
produce, bajo pena de caducidad. (…).
De dicha norma se desprenden los supuestos de procedencia de la acción interdictal restitutoria, que el juez
debe analizar indefectiblemente de forma concurrente, al momento de decidir, que son los siguientes:
1) Que el querellante sea el poseedor del bien objeto de litigito, sea ésta posesión de cualquier naturaleza. Que
exista posesión.
2) Que el querellante haya sido despojado de la posesión, bien sea de una cosa mueble o inmueble. Que se haya
producido el despojo.
3) Que el querellado sea el autor de los hechos calificados como despojo.
4) Que exista identidad entre el bien detentado por el querellado y el bien señalado como objeto del despojo por
parte del querellante.
5) Que no haya transcurrido el lapso de caducidad de la acción, vale decir, que la acción se intente dentro del año
siguiente al despojo.
De la parte de la sentencia recurrida, ya transcrita en este fallo, se desprende con meridiana claridad y sin duda
alguna, que el juez de alzada afirma en primer lugar, al analizar sólo las pruebas documentales de ambas partes
que “…esta dado el primer requisito de procedencia de la acción, es decir comprobar la posesión…”.
Todo lo cual a juicio de esta Sala, se traduce en una evidente inmotivación en materia interdictal. Pues el juez de
la recurrida analizando solamente los títulos de propiedad registrados consignados por las partes, determinó el
hecho de que el querellante ha realizado actos de posesión, concluyendo que el querellante era el poseedor del
bien objeto de litigito.
Ahora bien, esta Sala en su función pedagógica, considera necesario en este caso, ratificar su doctrina reflejada
en sus fallos (…), con respecto a la función jurisdiccional al momento de dictar sentencia en los juicios interdictales
posesorios, como orientación a todos los jueces de la República, en torno al análisis y valoración de los hechos y
de las pruebas, en este tipo de acciones interdictales que juzgan sobre una específica situación de hecho, y en
tal sentido se observa:
En las acciones posesorias se hace necesario por parte del juez la diferenciación entre la posesión y la propiedad,
dado que, la cosa que se vincula a su tenedor puede ser por una razón de derecho o por una razón de hecho; la
relación de derecho es el vínculo que ata la cosa del hombre, llamándolo propietario; pero el goce material de la
cosa, la circunstancia de tenerla, de materializarla en manos o en acción, es lo que se llama posesión.
Conviene en estos casos de acciones como la intentada establecer esa línea divisoria para no dar lugar a errores
en la tramitación del proceso, apreciación probatoria y decisión definitiva.
Son relaciones de hecho las que surgen por razón de la cosa en materia posesoria y no relaciones de derecho
que llevan lo petitorio, donde la prueba por excelencia de estos hechos la constituyen las deposiciones judiciales o
declaraciones de testigos, al ser estos –los testigos- los únicos que pueden aportar al juicio sus testimonios para
dejar constancia de los hechos que presenciaron, por ser la posesión un hecho jurídico que se manifiesta o
exterioriza a través de actos materiales y concretos, dado que, no puede probarse con título alguno, así sea el de
propiedad, la posesión actual sobre la cosa, que por traducirse en la práctica en la tenencia material del objeto, su
prueba no puede dimanar directamente de una fuente instrumental.
Así se hace por mandamiento mismo de la ley considerar independientemente la materia posesoria de la materia
petitoria, la posesión como un hecho, materializado en un goce de la cosa, que pudiera estar vinculada a su
propiedad, pudiéndose confundir la cualidad de propietario con la de poseedor, pero no necesariamente el
propietario puede o debe estar en posesión de la cosa, porque siendo propietario se puede dar el caso, que nunca
haya estado en posesión del bien inmueble del cual es el dueño.
De ahí que en materia posesoria no puede conocerse sino de los hechos, de lo posesorio y nada más, evitando en
todo lo posible el más mínimo roce con respecto a la vinculación de la cosa y el propietario del bien.
(…)
Y en este sentido considera la Sala, que el título de propiedad ayuda a colorear la posesión sólo si existen otros
elementos de hecho que la comprueban; es decir, se pueden consultar títulos, pero sólo para caracterizar los
hechos de posesión sobre la cual debe pronunciarse una decisión. (…), y serviría para colorear un acto que toca
el animus dominis de la posesión, alegado por el querellante, de manera que, el efecto ad colarandum
possessionis del título de propiedad del querellante poca importancia, si no ninguna, tiene en los interdictos
posesorios, (…), dado que el animus domini no forma parte de la carga probatoria del querellante, si éste ha
probado ser poseedor actual, en conformidad con lo estatuido en el artículo 773 del Código Civil, que informa que:
“se presume siempre que una persona posee por sí misma y a título de propiedad, cuando no se pruebe que ha
empezado a poseer a nombre de otra”.
La doctrina de esta Sala reflejada en sentencia de fecha 3 de junio de 1959, estableció, que el título sólo no es
suficiente para comprobar la posesión ni aun cuando acuse adquisición directa de la propiedad, por tratarse de
una cuestión de hecho. El título ayuda a colorear la posesión, si se lo adminicula eficazmente con otros elementos
de hecho que lo comprueben, pero no se pueden consultar títulos sino para caracterizar los hechos sobre los
cuales debe pronunciarse una decisión. Tan es así, que todos los artículos del Código Civil referentes a la
posesión, destacan el hecho de la posesión como fundamental y aún el 780 que dice: “que la posesión actual no
hace presumir la anterior, salvo que el poseedor tenga título”, reafirma este valor que le da el interdicto al
poseedor, sea o no propietario, pues no es la propiedad que determina su procedencia, sino el ejercicio de los
actos de dueño.
“…No basta ser propietario y comprobar con el título la posesión intencional, sino que hay que probar los hechos,
pues la posesión es un hecho y no se comprueba con deducciones…”. (…). “…Lo que no puede probarse con
título alguno, así sea el de propiedad, es la posesión actual sobre la cosa, que por traducirse en la práctica en la
tenencia material del objeto, su prueba no puede dimanar directamente de una fuente instrumental…”. (…).
De igual forma, las sentencias dictadas en los juicios interdictales causan cosa juzgada en cuanto a la posesión,
dado que el objeto juzgado es el derecho a la protección posesoria (ius possessionis) que deviene de la posesión
misma, cuando se cumplen las condiciones de las normas de juicio del Código Civil. Por consiguiente, nada obsta
para que el despojador, que pretendió hacerse justicia por propia mano y quitarle la cosa al querellante, intente,
luego de haber sucumbido en el juicio interdictal, una acción tendiente a la reivindicación o restitución de la cosa, a
la cual tiene derecho por propietario o tener cualquier otro derecho real sobre la cosa. (…).
El juez puede y debe, en consecuencia conocer de los títulos instrumentales non ut de propietate pronuncie tu sed
ut de possessione bene judicetur, dado que el título de propiedad sólo no es suficiente para comprobar la
posesión, y este debe ser adminiculado a las demás pruebas promovidas en juicio y es especial con las pruebas
testimoniales, para llevar a la convicción del juzgador, quien es el poseedor del bien objeto de litigio (…).
(resaltado añadido)
SC sentencia 190, del 9/3/2009, el procedimiento establecido en el artículo 701 del CPC se aplica tal
como está, declara improcedente su desaplicación por control difuso:
Por otra parte, se observa que el fallo objeto de revisión realizó un errado control de la constitucionalidad,
puesto que la última de las decisiones en las que se fundó obvió por completo los precedentes vinculantes de esta
Sala en relación con el contenido y alcance del control difuso de la constitucionalidad que establece el artículo 334
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al darle efectos generales y ex tunc a lo que fue
decidido en un fallo dictado con anterioridad por esa misma Sala para un caso concreto, como si se tratara de un
juicio de nulidad por inconstitucionalidad, lo cual constituye una actuación fuera de las competencias propias de la
Sala de Casación Civil; de allí, que esta Sala juzga procedente la revisión solicitada. Así se decide.
Asimismo, y en lo que atañe al procedimiento interdictal establecido en el artículo 701 del Código de
Procedimiento Civil, esta Sala (…), estableció:
(…)
De la revisión de las actas procesales se comprueba que la Sala de Casación Civil anuló todo lo actuado en un
juicio iniciado en enero de 2000, en el que ya se había dictado sentencia definitiva, tanto en primera como en
segunda instancia, ordenando la reposición de la causa para que se sustanciara de nuevo desde su inicio, con lo
cual vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva de todos los sujetos procesales involucrados en la causa, al
introducir una dilación indebida en el ya retardado proceso.
En efecto, en el propio fallo objeto de revisión se señala que el 26 de enero y 27 de enero de 2000, las partes
presentaron sus escritos de promoción de pruebas, siendo admitidas por auto de ese mismo mes y año, no
obstante se ordenó, la reposición de la causa “…al no verificarse que se haya cumplido con el contradictorio en su
sustanciación…”, lo cual evidencia una clara contradicción ya que, por una parte, se reconoce que los sujetos
procesales ejercieron plenamente su derecho a la defensa, y no obstante, por la otra, se dispuso retrotraer la
causa hasta su inicio, siendo que el juicio estaba por concluir.
Observa además esta Sala que el juicio interdictal fue tramitado de acuerdo con el procedimiento legalmente
establecido en el artículo 701 del Código de Procedimiento Civil, vigente para la época en que el mismo se
sustanció y decidió, norma esta que no ha sido derogada por ninguna Ley ni declarada su inconstitucionalidad por
esta Sala, única con competencia para ello, de conformidad con lo establecido en los artículos 336.1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 5.6 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
por lo que no hubo subversión alguna del procedimiento ni del orden público que ameritara la casación de oficio, la
declaratoria de nulidad y consecuente reposición de la causa.
En virtud de las anteriores consideraciones y en acatamiento de la sentencia No. 327 del 7 marzo de 2008, caso:
“PROMOTORA 204, C.A.”que declaró que ha lugar una solicitud de revisión interpuesta que versaba sobre unos
hechos similares al caso de autos, concluye esta Sala que debe declararse igualmente que ha lugar la revisión
que ha sido pretendida. (resaltado añadido)
2.- Doctrina
Del texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo XV: El Deslinde de Propiedades Contiguas.
[los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado el objeto de la
pretensión de deslinde, en la sentencia 286, del 30/6/2011, la SCC aclara que el deslinde tiene el
propósito de poner fin a la falta de certeza de saber hasta dónde llega mi propiedad frente a la del
vecino:
Del criterio jurisprudencial precedentemente transcrito, se desprende que la acción de deslinde ésta dirigida a la
fijación de los linderos de dos terrenos contiguos, a los fines de determinar puntualmente los límites que
separan a dos propiedades, con el propósito de poner fin a la falta de certeza oficial que genera hasta dónde
llega la propiedad frente a la del vecino y/o que la franja de terreno sobre el cual surge la incertidumbre puede
estar ocupada por cualquiera de los vecinos. (resaltado añadido)
SCC sentencia 562, del 24/11/2011, sobre los requisitos especiales de la demanda:
Ahora bien, cuando se intenta una acción de deslinde es necesario que el solicitante cumpla con varios requisitos,
al respecto el artículo 720 del Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente:
“…El deslinde judicial se promoverá por solicitud en la cual deberán cumplirse los requisitos del Artículo 340 e
indicarse los puntos por donde a juicio del solicitante deba pasar la línea divisoria . Deberán
acompañarse los títulos de propiedad del solicitante o medios probatorios tendientes a suplirlos. Podrán
también acompañarse cualesquiera otros documentos que puedan servir para el esclarecimiento de los
linderos…”.
De la norma supra transcrita, se evidencia que el solicitante además de cumplir con los requisitos que exige el
artículo 340 eiusdem, también debe indicar en su solicitud, los puntos por donde a su juicio deba pasar la línea
divisoria, pues, al faltar esta indicación el solicitante corre el riesgo que se le declare sin lugar la acción de
deslinde. (resaltado añadido)
SCC sentencia 645, del 31/10/2013, respecto al procedimiento, sus fases y recursos:
El procedimiento de deslinde se divide en dos fases, una no contenciosa, en la cual, el juez de municipio
establece un lindero provisional entre los terrenos involucrados, y de no haber oposición a éste, quedará como
lindero definitivo y se expedirán las copias certificadas correspondientes para su protocolización, concluyendo así
el trámite.
Si existiera disconformidad con la fijación del lindero provisional, el interesado podrá ejercer oposición al mismo, y
es aquí donde se inicia la fase contenciosa, al pasar los autos al tribunal de primera instancia para que continúe el
juicio por los trámites del procedimiento ordinario. La sentencia que se produzca en esa instancia, es apelable y
recurrible en casación siempre que se encuentra dentro de aquellas que señala el artículo 312 del código
adjetivo. (subrayado añadido)
SCC sentencia 158, del 24/9/2020, la prueba para fijar el lindero común es la experticia:
C) Asimismo quedó demostrado la ubicación de las Parcelas 6-A y 7-A, pues dicha ubicación en cuanto a su
superficie y linderos pues es coincidente con el documento de propiedad, los planos de urbanización Industrial El
Bosque, marcados “C” y “M”, así como en relación con el informe que fuera consignado como resultado de la
experticia que se practicó en los terrenos según consta a los folios 231 al 263 de la primera pieza del
expediente.
De acuerdo con estos hechos y las pruebas aportadas a los autos, esta Sala y de conformidad con lo previsto en
el artículo 550 del Código Civil Venezolano, establece que las parcelas 6-A y 7-A, pertenecen a INVERSIONES
MATERRA C.A. y tienen la siguiente ubicación y linderos: están en la Urbanización Industrial El Bosque, lo
constituye una línea quebrada de DOSCIENTOS DOS METROS CON OCHENTA Y CUATRO CENTÍMETROS
(202,84 Mts) constante de tres segmentos que se inician en el extremo noroeste de la parcela 6 a colindantes con
la parcela 5 A, así: a) un primer segmento, de treinta y un metros con sesenta y dos cetímetros (31,62 mts) rumbo
noroeste, b) un segundo segmento, de cincuenta y cinco metros con veinte y seis centímetros (55,26 mts) rumbo
sureste; y c) un tercer segmento de ciento quince metros con noventa y seis centímetros rumbo Doreste, que
concluye en el extremo noreste de la parcela 7 A, contigua a la avenida Hans Neumann o calle de Servicio del
parcelamiento Industrial El Bosque, en ese sentido quedan de esta manera delimitados:
(…)
En consecuencia y de acuerdo a los razonamientos precedentemente expuestos se declara Con lugar la acción de
deslinde interpuesta por la sociedad mercantil INVERSIONES MATERRA C.A., y así se decide. (resaltado
añadido)
SC sentencia 1.023, del 9/12/2016, si no se hace oposición al lindero fijado por el Juez de Municipio
en el acto de deslinde, el lindero queda firme:
En este sentido, estando el ciudadano José Tarcicio Gerik Breindembach, notificado del procedimiento contentivo
de la solicitud de deslinde, debió en consecuencia presentar sus argumentos de hecho y de derecho dentro de los
correspondientes lapsos y los términos que fija el Código de Procedimiento Civil para el procedimiento especial
que se estaba aplicando.
En particular, el procedimiento aplicable era el contenido en el Libro Cuarto, Título III, Capítulo III, denominado
“Del deslinde de propiedades contiguas”.
Debe observarse que este procedimiento indica claramente la oportunidad preclusiva para oponerse a la
fijación de los linderos, que es cuando se realiza el correspondiente acto de fijación provisional de linderos , no
pudiendo las partes con posterioridad a ello impugnar la referida fijación.
Así se desprende de lo previsto en los artículos 723 y 724 del Código de Procedimiento Civil que textualmente
disponen:
(…)
Ahora bien, consta en autos que el 15 de julio de 2016 el tribunal de la causa procedió a fijar los linderos, sin que
los accionantes ejercieran oposición, siendo ésta la oportunidad procesal con la que contaban para ejercer su
defensa.
Así, resulta acertada la posición que se mantuvo en la sentencia accionada, que declaró firme los linderos fijados
el 15 de julio de 2016 por haber resultado extemporáneos los argumentos expuestos por los hoy accionantes el 21
de julio de 2016. (resaltado añadido)
Estos temas no los vamos a desarrollar, el primero, porque es de muy poco uso en el
ejercicio de la profesión y, el segundo, porque el procedimiento común u ordinario
previsto en la LOPNNA, lo vamos a estudiar en el divorcio, en el tema siguiente
TEMA 22.- Procedimiento de divorcio y separación de cuerpos.
El divorcio puede solicitarse o demandarse por diversas causas o motivos, lo cual, ha dado lugar a
que el legislador establezca diferentes procedimientos para el trámite del proceso judicial de
divorcio, algunos en proceso contencioso y otros en jurisdicción voluntaria, se recomienda leer y
analizar los enunciados normativos siguientes:
D.- LOPNNA:
2.- Doctrina
Del texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo XVII: El Divorcio y la Separación de Cuerpos.
[los números de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado las tendencias
actuales sobre el divorcio, modificando sus causales y creando procedimientos expeditos, en la
sentencia 693, del 2/6/2015, la SC estableció por vía jurisprudencial, que las causales de divorcio
previstas en el artículo 185 del Código Civil, no son taxativas:
Ahora bien, vista las anteriores consideraciones realizadas en torno a la institución del divorcio, analizada e
interpretada, en aplicación directa e inmediata de los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad
y la tutela judicial efectiva, previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, esta Sala Constitucional realiza una interpretación constitucionalizante del artículo 185
del Código Civil, y declara, con carácter vinculante, que las causales de divorcio contenidas en el artículo
185 del Código Civil no son taxativas, por lo cual cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las
causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en
común, en los términos señalados en la sentencia N° 446/2014, ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el
mutuo consentimiento. (resaltado añadido)
SC sentencia 446, del 15/05/2014, aclara que el procedimiento por ruptura prolongada de la vida en
común previsto en el artículo 185-A del Código Civil, es de jurisdicción voluntaria y se tramita por el
procedimiento del artículo 607 del CPC:
Si el otro cónyuge no compareciere o si al comparecer negare el hecho, o si el Fiscal del Ministerio Público lo
objetare, el juez abrirá una articulación probatoria, de conformidad con lo establecido en el artículo 607 del Código
de Procedimiento Civil, y si de la misma no resultare negado el hecho de la separación se decretará el divorcio; en
caso contrario, se declarará terminado el procedimiento y se ordenará el archivo del expediente.
SC sentencia 1.070, del 9/12/2016, por vía jurisprudencial estableció el divorcio por motivo de
desafecto o incompatibilidad de caracteres entre cónyuges, el cual se puede declarar sin
procedimiento alguno, porque no requiere contradictorio:
Siendo así las cosas, dicho Juzgado instauró un proceso controversial ordinario cuando este debió tramitarse
como un procedimiento voluntario, a tenor de lo previsto en la sentencia 446/1014 dictada por esta Sala.
Por ello, no encuentra esta Sala ninguna razón para que una articulación probatoria similar no sea ordenada, para
probar la separación de hecho, si al aplicarse el artículo 185-A del Código Civil, el cónyuge demandado (quien no
solicitó el divorcio) no compareciere, o se limite a negar los hechos, o el Ministerio Público objete la solicitud. La
diferencia es que (…) en el caso del mencionado artículo 185-A, la carga de la prueba de la separación de hecho
prolongada la tiene quien solicita el divorcio. (…) y el artículo 185-A, plantea la negativa del hecho alegado por el
solicitante del divorcio, quien, ante tal negativa, debe probar que no existe tal separación.
Además, la calificación del procedimiento como contencioso o de jurisdicción voluntaria no está sujeta a la
existencia o no de una articulación probatoria.
En tal sentido, esta Sala Constitucional, en ejercicio de su facultad de garante y último intérprete de los derechos y
garantías constitucionales, fija con carácter vinculante la interpretación constitucional del artículo 185-A del Código
Civil que ha sido efectuada en la presente decisión a partir de la publicación del presente fallo en la Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela. Además, se ordena publicar la siguiente decisión en la Gaceta Judicial
y la página web de este Máximo Tribunal, con el siguiente sumario: “Si el otro cónyuge no compareciere o si al
comparecer negare el hecho, o si el Fiscal del Ministerio Público lo objetare, el juez abrirá una articulación
probatoria, de conformidad con lo establecido en el artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, y si de la
misma no resultare negado el hecho de la separación se decretará el divorcio; en caso contrario, se declarará
terminado el procedimiento y se ordenará el archivo del expediente”. Así se declara.
Sin embargo, constituye un hecho público y notorio que en fecha 02 de junio de 2015, esta Sala dictó sentencia
n° 693, con carácter vinculante, de la cual se desprende lo siguiente:
Ahora bien, vista las anteriores consideraciones realizadas en torno a la institución del divorcio, analizada e
interpretada, en aplicación directa e inmediata de los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad
y la tutela judicial efectiva, previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, esta Sala Constitucional realiza una interpretación constitucionalizante del artículo 185
del Código Civil, y declara, con carácter vinculante, que las causales de divorcio contenidas en el artículo 185
del Código Civil no son taxativas, por lo cual cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las
causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en
común, en los términos señalados en la sentencia N° 446/2014, ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el
mutuo consentimiento.
En este sentido, al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre el nacimiento del desafecto, el cual es
definido por la Real Academia Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra desvío o
indiferencia.
En este orden de ideas, resulta conveniente citar la Sentencia de la Audiencia Provincial de Zamora, Reino de
España, del 27 de Marzo de 2003, lo siguiente:
(…) se ha venido desarrollando doctrinalmente la (teoría) del divorcio-separación remedio, con fundamento en la
teoría de la ‘DESAFECCTIO’ y del principio que no pueden imponerse convivencia no deseadas, por ello, AÚN
CUANDO UNO DE LOS CÓNYUGES SE OPONGA A LA SEPARACIÓN, los Tribunales la vienen sancionando
bajo el manto de la reciprocidad en los deberes de convivencia, fidelidad, ayuda y cariño mutuo, entendiendo que
si por parte de uno ha desaparecido, es imposible que el otro los cumpla porque el matrimonio es cosa de dos, la
pérdida de la felicidad conyugal de cualquiera de ellos convierte al matrimonio en un infierno.
De la misma forma, durante la unión matrimonial puede surgir la incompatibilidad de caracteres entre los
cónyuges, la cual consiste en una intolerancia de alguno de los cónyuges para con su pareja, siendo exteriorizada
en diversas formas lo que genera una permanente aversión que hace imposible la vida en común.
Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que originó el contrato de matrimonio, este no
debe de seguir surtiendo efectos en el mundo jurídico, motivo por el cual no se puede someter a un
procedimiento controversial al cónyuge que alegue o haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de
caracteres en su demanda de divorcio (…).
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro
cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo
185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y
demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como
manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio contenciosas.
Siendo así las cosas, el Juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Los Salias de la
Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Miranda, al observar la incompatibilidad de caracteres señalada
por el solicitante debió decretar el divorcio siguiendo el procedimiento previsto en el cuarto y quinto aparte del
artículo 185-A del Código Civil, por lo que al proceder en la forma en que lo hizo, permitiendo un contradictorio no
previsto para tal solicitud, transgredió los derechos constitucionales al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y
contrarió la jurisprudencia vinculante de esta Sala como máxima autoridad de la jurisdicción constitucional.
Es preciso reiterar que el juez no solo desacató lo dispuesto en la sentencia n° 446/2014 dictada por esta Sala, al
admitir en fecha 19 de septiembre de 2016 un escrito de contestación de la demanda en un trámite de divorcio no
contencioso, sino que además extemporáneamente, el 04 de octubre de 2016 abrió una articulación probatoria
conforme al artículo 607 del Código de Procedimiento Civil que no fue sustanciada conforme a derecho, no
pudiendo en consecuencia probar la cónyuge una presunta reconciliación, por lo cual de conformidad con el
precitado fallo es imperativo decretar el divorcio, terminado el procedimiento y ordenar el archivo del expediente.
(resaltado añadido)
Ahora bien, en el caso de marras conforme a la sentencia de la Sala Constitucional N° 693 de fecha 2 de junio
de 2015, anteriormente citada, al tratarse de un divorcio de mutuo acuerdo, el procedimiento aplicable es el
previsto en el Capítulo VI, artículos 511 y siguientes de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, referidos al Procedimiento de Jurisdicción Voluntaria, el cual prevé la celebración de una audiencia,
de conformidad con lo establecido en el artículo 512, la cual se rige por lo establecido para la audiencia preliminar
en el procedimiento ordinario contemplado en el Capítulo IV del Título IV de la Ley Especial; adicionalmente, en el
artículo 514, señala lo siguiente:
Artículo 514 No-comparecencia a la audiencia. Si el o la solicitante no comparece personalmente o mediante
apoderado sin causa justificada a la audiencia se considera desistido el procedimiento y termina éste mediante
decisión oral que se debe reducir en un acta y publicarse en el mismo día. Este desistimiento extingue la instancia,
pero el o la solicitante no puede volver a presentar su solicitud antes que transcurra un mes. Si las personas
notificadas en el procedimiento no comparecen sin causa justificada a la audiencia se debe continuar con ésta
hasta cumplir con su finalidad.
Se colige de la norma anteriormente transcrita, la obligación de la comparecencia de las partes a la audiencia,
bien sea en forma personal o mediante apoderado judicial so pena de declarar el desistimiento del procedimiento,
pudiendo la parte volver a intentar la acción después de transcurrido el mes de haberse producido la consecuencia
de ley.
Ahora bien, en el presente caso se debe realizar una interpretación de la norma a la luz de los supuestos que
entrañan su regulación, sobre todo a los efectos de garantizar el debido proceso respecto a las consecuencias
derivadas de la incomparecencia de cualquiera de los sujetos que integran la relación jurídica procesal, pues en
principio la norma regula dos situaciones claramente definidas como son, en primer lugar la incomparecencia
de el o la solicitante a la audiencia, lo que acarrea que se tenga como desistido el procedimiento, pudiendo
intentar la solicitud nuevamente después de transcurrido el mes desde el momento en que se haya declarado el
desistimiento; en segundo lugar, se consagra la posibilidad del llamamiento de terceros , cuya persona o
personas deberán ser notificadas y emplazadas, siendo que, si no comparecen sin causa justificada a la audiencia
se debe continuar con ésta hasta cumplir con su finalidad.
Pues bien, en ambos supuestos se debe considerar que la incomparecencia de las partes no se produce por justa
causa, en virtud de que al alegarse la misma, se deberá abrir una articulación probatoria a los fines de demostrar
si efectivamente se encuentra dentro del patrón de causas extrañas no imputables para evadir la sanción.
Expuesto lo anterior, se presenta un tercer supuesto y es cuando comparecen ambas partes a solicitar de
mutuo acuerdo el divorcio, lo cual tiene trascendencia no solo en la disolución del vínculo conyugal sino en la
especial atención que se debe tener respecto a las instituciones familiares, las cuales además, tal y como lo
señala la sentencia de la Sala Constitucional N° 693 de fecha 2 de junio de 2015, deben estar igualmente
estipuladas en la solicitud mediante convenio expreso e inequívoco; en este caso, son dos partes las solicitantes,
de manera que si una no comparece a la audiencia y la otra sí, mal pudiese castigarse con un desistimiento de la
solicitud a la parte que diligentemente cumple con su carga procesal; sin embargo, la conducta de la parte que no
comparece debe ser entendida mediante dos perspectivas, la primera, da la posibilidad de que el solicitante
alegue una causa justificada que motivó su incomparecencia, circunstancia que daría lugar a la articulación
probatoria como anteriormente se explicó, y la segunda, debe considerarse que la parte no insiste en el divorcio,
tal y como lo contempla la norma, solo que no extingue la instancia, por consiguiente debe considerarse como una
oposición, lo que implica que deba continuarse con la causa y dictarse la decisión de mérito correspondiente, la
cual será susceptible de impugnación a través de los recursos de ley. (resaltado añadido)
SC sentencia 693, del 2/6/2015, el juez de paz puede declarar el divorcio por mutuo consentimiento,
sin necesidad de procedimiento previo:
Una actualización legislativa en ese sentido, la constituye la novísima atribución de competencia de los jueces u
juezas de paz que otorga la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal, sancionada
por la Asamblea Nacional y publicada en la Gaceta Oficial Nº 39.913 del 2 de mayo de 2012, que en su artículo
8.8 dispone que los jueces y juezas de paz son competentes para: “Declarar, sin procedimiento previo y en
presencia de la pareja, el divorcio o la disolución de las uniones estables de hecho cuando sea por mutuo
consentimiento; los solicitantes se encuentren domiciliados en el ámbito local territorial del juez o jueza de paz
comunal; y no se hayan procreado hijos o de haberlos, no sean menores de 18 años a la fecha de la solicitud”.
(resaltado añadido)
2.- Doctrina
Del texto se recomienda leer y analizar el capítulo XIX: La Partición. [los números de página
variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado la especialidad del
procedimiento de partición, los requisitos de la demanda y los documentos fundamentales, en la
sentencia 455, del 22/7/2014, de la SCC:
Además, cabe acotar que la doctrina sostiene que sólo son instrumentos fundamentales de la acción de
partición y que deben producirse con el libelo (ordinal 6° del artículo 340 del Código de Procedimiento
Civil), el acta de defunción del causante, las actas de registro civil que comprueben los correspondientes vínculos
de familia del de cujus y sus herederos, si se trata de sucesión intestada, o el testamento dejado por la persona
fallecida, si fuere el caso de la sucesión testamentaria. En cambio no es necesario presentar con el libelo de la
demanda de partición de herencia el certificado de solvencia del respectivo impuesto sucesoral, ya que el referido
artículo 51 de la Ley especial sólo exige que ello se haga cuando se trata de protocolización, autenticación o
reconocimiento de documentos en los cuales se trasmite la propiedad o se constituya derechos reales sobre
bienes recibidos por herencia o por legado. Nada de lo cual tiene relación alguna con la demanda ni con las
etapas iniciales del procedimiento de partición de herencia (Vid. López Herrera F., Derecho de Sucesiones, Tomo
II, Segunda Edición, Caracas, 1997, pág. 370).
(…)
Sobre el particular, cabe aclarar que ciertamente es necesario que en el libelo se incluya el inventario de los
bienes que integran la comunidad y cuya división se demanda, mas no constituye una condición de
admisibilidad acompañar los títulos de propiedad de dichos bienes (artículo 781 del Código de Procedimiento
Civil). Tampoco es necesario hacer referencia en él al pasivo hereditario, toda vez que de conformidad con el
artículo 1.252 del Código Civil, se ha dividido de pleno derecho entre los herederos –en principio- en el momento
de apertura de la sucesión.
En consecuencia, constituyen instrumentos fundamentales de la demanda de partición de herencia el acta
de defunción del causante, las actas de registro civil que evidencien los vínculos familiares del de cujus y sus
herederos, esto en el caso de la sucesión intestada, por el contrario, si la persona fallecida ha dejado testamento,
éste sin duda constituirá en instrumento fundamental. (resaltado añadido)
SCC sentencia 745, del 9/12/2013, sobre las dos fases del procedimiento de partición, según haya o
no oposición por parte del demandado, así como la especialidad del procedimiento de partición, a
partir del nombramiento del partidor:
En efecto, al revisar las características de la acción planteada es importante examinar las normas adjetivas
contenidas en el artículo 777 y 778 del Código de Procedimiento Civil, las cuales rezan:
“Artículo 777. La demanda de partición o división de bienes comunes se promoverá por los trámites del
procedimiento ordinario y en ella se expresará especialmente el título que origina la comunidad, los nombres de
los condóminos y la proporción en que deben dividirse los bienes”.
“Artículo 778. En el acto de la contestación, si no hubiere oposición a la partición, ni discusión sobre el carácter o
cuota de los interesados y la demanda estuviere apoyada en instrumento fehaciente que acredite la existencia de
la comunidad, el juez emplazará a las partes para el nombramiento del partidor en el décimo día siguiente.”.
Como puede observarse del ut supra artículo 777, la demanda de partición debe contener expresamente los
siguientes particulares: 1° debe expresarse el título que origina la comunidad, 2° el nombre de los condóminos;
y, 3° la proporción en que deben dividirse los bienes, asimismo la norma establece que deberá seguirse por los
trámites del procedimiento ordinario.
Por su parte, el referido artículo 778 –atinente a la segunda fase del juicio- presupone que en el acto de
contestación y siempre que no hubiere oposición ni discusión sobre el carácter –es decir, su condición de
comunero, condómino o copropietario- o cuota de los interesados –es decir, monto de los derechos que tiene cada
comunero sobre la comunidad indivisa- y la demanda estuviere apoyada en instrumento fehaciente que acredite la
existencia de la misma, el juez emplazará a las partes para el nombramiento del partidor en el décimo día
siguiente y se seguirán los trámites especificados en la norma. (…).
En este sentido, cabe mencionar que la doctrina sostiene que dada la especial naturaleza del juicio de partición,
se presentan dos momentos perfectamente diferenciados en el proceso; un primer momento que va desde
la presentación de la demanda hasta la contestación, en cuya oportunidad puede nacer el contradictorio, siempre
que se formule la oposición por los motivos que establece el referido artículo 778 del Código Adjetivo, y en el
supuesto de que no se verifique esta última se pasará a la fase ejecutiva; en todo caso, la norma es clara al
indicar que una vez formulada la oposición debe seguirse el trámite del procedimiento ordinario.
En cuanto a la segunda fase también denominada etapa ejecutiva, cabe reiterar que ésta se verifica porque no se
produjo oposición a la partición, ni discusión sobre el carácter o cuotas de los interesados y siempre que la
demanda estuviere apoyada en instrumento fehaciente que acredite la comunidad, en este caso el juez debe
proceder según le indica la norma, es decir emplazará a las partes para el nombramiento del partidor en el décimo
día siguiente y se seguirán los trámites previstos en el ut supra artículo 778.
Al respecto, cabe aclarar que haya o no oposición, el procedimiento especial propiamente de partición se
inicia con el nombramiento del partidor, bien porque no se formuló oposición y se pasó a este estado de forma
inmediata, o bien porque habiéndose formulado aquélla, luego de decidida y firme dicha sentencia da paso al
nombramiento del partidor. (resaltado añadido)
SCC sentencia 570, del 6/10/2015, formulada la oposición a la demanda de partición, de pleno
derecho la causa se abre a pruebas por el procedimiento ordinario:
En este sentido, aprecia la Sala que lo acusado no representa una violación a una forma sustancial del
procedimiento de partición, pues, -se reitera-, una vez propuesta la oposición, o la discusión sobre el carácter o
cuota de los interesados, el trámite que debe seguirse es por el procedimiento ordinario, pues, hay que recordar
que según la letra del artículo 777 del Código de Procedimiento Civil antes citada, “…La demanda de partición o
división de bienes comunes se promoverá por los trámites del procedimiento ordinario…”, lo cual varía única y
exclusivamente si el demandado en la oportunidad de la contestación de la demanda no se opone, lo cual
equivaldría a un allanamiento de la pretensión y en consecuencia se pasaría a la fase de nombramiento de
partidor.
De forma tal que, según la letra del artículo 388 del Código de Procedimiento Civil “…Al día siguiente del
vencimiento del lapso del emplazamiento para la contestación de la demanda, sin haberse logrado la conciliación
ni el convenimiento del demandado, quedará el juicio abierto a pruebas, sin necesidad de decreto o providencia
del juez…”.
Con ello es claro que una vez contestada la demanda planteándose la oposición o discusión sobre el carácter o
cuota de los interesados, y una vez transcurridos íntegramente los veinte días para la contestación de la demanda
a que se refiere el artículo 359 del Código de Procedimiento Civil, se abre -ope legis- el lapso para la
promoción de pruebas, no siendo deber del juez, tal y como lo acusa el formalizante, que este deba emitir
pronunciamiento alguno sobre la oposición. (resaltado añadido)
SCC sentencia 729, del 13/11/2017, en la cual se explican los parámetros para diferenciar un reparo
leve, de un reparo grave:
Una vez, que el partidor ha aceptado el cargo y jurado desempeñarlo fielmente, debe dictar una resolución
presentando la partición al tribunal y luego se procederá a la revisión por los interesados en el término de los
diez días siguientes a su presentación.
Ahora bien, si los interesados oponen a la partición reparos leves y fundados a juicio del juez, mandará éste que
el partidor haga las rectificaciones convenientes y verificadas, aprobará la operación. Si los reparos son graves
emplazará a los interesados y al partidor para una reunión y si en ella se llega a un acuerdo, el juez aprobará la
partición con las rectificaciones convenidas. Si no se llega a acuerdo, el juez decidirá sobre los reparos
presentados dentro de los diez días siguientes. De la decisión se oirá apelación en ambos efectos. (Artículos 786 y
787 del Código de Procedimiento Civil).
(…)
Una vez presentado el informe del partidor al tribunal, tal como lo dispone el artículo 785 de la norma adjetiva, los
interesados tienen un plazo de diez (10) días de despacho para revisar dicho informe y deberán realizar la
objeción al mismo, estableciendo si los reparos son leves o graves, lo cual va a definir el procedimiento
cognoscitivo que debe seguirse, de no formular la respectiva impugnación, la partición quedará concluida y así
deberá declararlo el tribunal.(…).
Analizado como ha sido el auto que inadmitió el recurso de casación anunciado así como el fallo contra el cual se
pretende su ejercicio considera esta Sala necesario aclarar el significado de los reparos leves y graves para darle
solución al presente recurso de hecho, los cuales están estipulados en los artículos 786 y 787 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que tenemos que según el insigne procesalista Ricardo Henríquez La Roche:
“Se entienden reparos leves y fundados, no sólo los errores materiales o de identificación, sino también
aquellos que no signifiquen lesión grave capaz de justiciar la rescisión, es decir, el excedente del cuarto de la
porción del objetante, según el artículo 1.120 del Código Civil.
(…)
Los reparos graves serán aquellos que suponen una lesión que exceda del cuarto de la parte del objetante en la
partición. La distinción obedece al hecho de que si el legislador autoriza la rescisión en un juicio ordinario sobre la
base de la magnitud de la lesión, el reparo grave debe ser también aquel que posibilita dicho juicio ordinario: es
decir, no sólo la revisión judicial sumaria con audiencia de los interesados y la opinión del partidor – cuál es el
trámite del artículo anterior- sino la revisión de la sentencia en alzada mediante apelación que es admitida en
ambos efectos; habiendo lugar también al recurso de casación. Por tanto, el reparo grave es aquel que amerita un
proceso de conocimiento exhaustivo, como el de rescisión previsto en el artículo 1.120 del Código Civil…”.
(Henríquez La Roche, Ricardo “Código de Procedimiento Civil”, tomo V, pág. 398).
De la misma manera el procesalista patrio, Tulio Alberto Álvarez en su obra “Procesos Civiles Especiales
Contenciosos”, año 2009, pág. 457, señaló que:
“…Ante la presentación de la partición, las partes tienen el derecho de concurrir, dentro de los diez días
siguientes, a presentar sus reparos, lo que abre la posibilidad de tres hipótesis:
De no formularse objeción la partición quedará concluida y así lo declarará el Tribunal. Si entre los comuneros
hubiese menores, entredichos o inhabilitados será necesaria la aprobación del Tribunal, previo un detenido
examen de la partición.
En el caso de reparos leves y fundados el juez ordenará al partidor que haga las rectificaciones convenientes, y
verificadas aprobará la partición. Aquí cabe advertir que el juez es el que valora el fundamento del reparo opuesto
y la reparación que haga el partidor en la rectificación.
En el caso de reparos graves, el juez emplazará a los interesados y al partidor para una reunión conciliatoria para
producir un acuerdo sobre los aspectos controvertidos. Si éste se logra, el juez aprobará la partición con las
rectificaciones convenidas. Si no se llega a acuerdo, el juez decidirá sobre los reparos presentados dentro de los
diez días siguientes a la reunión conciliatoria.
Esta incidencia, en el proceso de partición, demuestra que la fase contradictoria no culmina con la sentencia de la
primera etapa. Al contrario, la partición propiamente dicha, por vía de la revisión de la última decisión que decida
los reparos, contra la cual cabe el recurso de apelación en ambos efectos, puede ser objeto del Recurso de
Casación.”
En este mismo orden de ideas, Abdón Sánchez Noguera, en su obra “Manual de Procedimientos Especiales
Contenciosos”, página 505 y su vuelto, señaló que de acuerdo al contenido de los reparos hechos al informe del
partidor, los mismos se clasificaban en:
“…reparos leves y fundados. Por tales deberán entenderse aquellos que no afecten el derecho que corresponde
a los interesados, tales como errores de trascripción de los datos de identificación de los interesados, tales como
errores de trascripción de los datos de identificación de los interesados o de la ubicación, linderos y título, de
adquisición de los inmuebles, etc. Ante tales reparos, dispone el artículo 786 que el Juez mandará “que el partidor
haga las rectificaciones convenientes y verificadas, aprobará la partición”.
(…) reparos graves. Aquellos que afecten el derecho que corresponde a los comuneros en la partición realizada,
tales como adjudicaciones que no se ajusten a los derechos que al comunero corresponden en la comunidad que
se liquida, exclusión de algún comunero en las adjudicaciones, omisión de adjudicación de algún bien, etc. En tal
caso se abrirá la incidencia que ordena el artículo 787, emplazándose a los interesados y al partidor a una reunión
para tratar de llegar a un acuerdo sobre los reparos formulados, de modo que si se llega a tal acuerdo, se
aprobará la partición con las rectificaciones convenidas; pero de no producirse el mismo, el Juez “decidirá sobre
los reparos presentados dentro de los diez días siguientes”, oyéndose apelación en ambos efectos contra la
decisión que se dicte…”.
En sintonía con la doctrina, jurisprudencialmente se han definido la naturaleza de los reparos -leves y graves- de
la siguiente manera:
“…Ahora bien, los artículos 786 y 787 del Código de Procedimiento Civil, disponen lo relativo a los reparos leves o
graves que pueden ser opuestos por los interesados al informe de partición, los cuales no pueden referirse a lo
que ha debido ser materia de la litiscontestación prevista en la primera etapa del juicio de partición.
En relación a ello, la ley no señala taxativamente cuáles o qué tipo de objeciones pueden ser consideradas como
reparos leves o como reparos graves, sin embargo, la doctrina ha señalado que los reparos leves, se refieren a
todos aquéllos que no afectan el derecho o proporción que le correspondan a los interesados, tales como errores
de trascripción de los datos de identificación de los interesados o de la ubicación, linderos y título de adquisición
de los inmuebles, etc…” (…).
Del criterio jurisprudencial y doctrinario citado tenemos que, los reparos leves son aquellos que versan sobre
formalismos y errores subsanables, los cuales serán resueltos a juicio del juez de la causa, pero cuando estas
observaciones se tornan en reparos graves, debe el juez emplazar a los interesados y al partidor para una
reunión, a fin de llegar a un acuerdo, el cual será aprobado por el juez, pero en caso contrario, el juez decidirá
sobre los reparos graves, por lo que esta decisión se oirá tanto en los efectos suspensivos y devolutivo, (en
ambos efectos) suspendiendo el curso de la causa, por cuanto es una decisión interlocutoria que produce un
gravamen irreparable.
(…)
Ahora bien, la Sala en aras de ofrecer una tutela judicial efectiva y en el debito acatamiento a las garantías
constitucionales del justiciable, encuentra necesario flexibilizar sus facultades y vistos los alegatos que
fundamentan la objeción debe precisarse que en cuanto a la rescisión en materia de partición, se establece en el
artículo 1.120 del Código Civil lo siguiente:
“…Las particiones pueden rescindirse por las mismas causas que dan lugar a la rescisión de los contratos.
Puede también haber lugar a la rescisión, cuando uno de los coherederos ha padecido lesión que exceda del
cuarto de su parte en la partición. La simple omisión de un objeto de la herencia, no da lugar a la acción de
rescisión, sino a una partición suplementaria…”.
(…)
De lo anteriormente expresado, no se observa que el reparo efectuado exceda la cuarta parte de lo que se
adjudicó a cada uno, en los términos que disponen los artículos 786 y 787 del Código de Procedimiento Civil y
1.120 del Código Civil. (resaltado añadido)
El procedimiento oral está regulado en el CPC, como un procedimiento especial contencioso para
tramitar determinadas pretensiones señaladas en la ley, se distingue por la aplicación de principios
procesales como la oralidad, inmediación y concentración, así como su trámite por medio de
audiencias presenciales de las partes ante el Juez, se recomienda leer y analizar los enunciados de
los siguientes artículos:
2.- Doctrina
Del texto guía se recomienda leer y analizar el capítulo XXIII: El Procedimiento Oral. [los números
de página variarán según la edición que el estudiante utilice].
3.- Jurisprudencia
De la página web del TSJ se recomienda leer las sentencias que han explicado las limitaciones
sobre la oportunidad para promover pruebas escritas, en la sentencia 250, del 5/5/2017, la SC
interpretó literalmente la norma del artículo 865 del CPC:
Por su parte la Sala de Casación Civil, al revisar lo alegado por el formalizante respecto a que el Juzgado ad quem
había omitido lo alegado en su escrito de informes -en apelación- acerca de que la póliza de seguros sí constaba
en original en el expediente, observó que dicha documental si había sido presentada en autos en original por la
parte demandada ante el Juzgado a quo, en su escrito de promoción de pruebas, sin embargo la Sala in
comento consideró que “…el Juzgado A quo la inadmitió por no estar ajustado a lo previsto en el artículo
865 del Código de Procedimiento Civil, al no haberlo acompañado junto a su escrito de contestación; en
virtud de lo cual, mal podría el juzgado a quem haberse pronunciado sobre tal alegato. En consecuencia, se
declara improcedente la denuncia de infracción del ordinal 5° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil.
Así se establece.” Por ello y conforme a criterio de la propia Sala de Casación Civil, tal omisión no constituye un
vicio, ya que el juez no estaba en la obligación de pronunciarse sobre alegatos que debieron presentarse de
conformidad con lo dispuesto en la ley procesal civil. (resaltado añadido)
SCC sentencia 32, del 24/2/2015, respecto a la oportunidad para promover los demás medios de
prueba:
Por último, la ley civil adjetiva en su artículo 868, previene el supuesto en que el demandado no diere contestación
oportuna a la demanda en cuyo caso éste deberá promover todas las pruebas de que quiera valerse, en el plazo
de cinco (5) días siguientes a la fecha en que debió haberse verificado la contestación; y en el mismo artículo,
dispone que una vez celebrada la audiencia preliminar, el Tribunal hará la fijación de los hechos y de los límites de
la controversia dentro de los tres (3) días siguientes por auto razonado en el cual abrirá también el lapso
probatorio de cinco (5) días para promover pruebas sobre el mérito de la causa.
Señaladas como han sido las oportunidades asentadas para la promoción de pruebas dentro del procedimiento
marítimo, observa esta Sala que la prevista para la promoción del dictamen de experto (extrajudicial) promovido
por la parte demandada en el caso de autos, es la señalada en el artículo 868 del Código de Procedimiento Civil,
valga decir, dentro del lapso probatorio de cinco (5) días que se dan para promover todas las pruebas
cuyas oportunidades de promoción no hayan precluido.
(…)
En el procedimiento marítimo, en cambio, el legislador aun consciente de que los dictámenes de expertos deben
ratificarse en la oportunidad del debate oral a través de testimonio, estableció claramente una única oportunidad
para la promoción de la prueba testimonial (con el libelo y la contestación), distinto al lapso otorgado para la
promoción de las pruebas que recaen sobre el mérito de la causa, entre ellas, la prueba de experticia extra
procesal. (resaltado añadido)