Teorias Educativas Modernas 3.1 Teoría Positivista: August Comte Fue El Fundador Del Pensamiento Positivista
Teorias Educativas Modernas 3.1 Teoría Positivista: August Comte Fue El Fundador Del Pensamiento Positivista
Teorias Educativas Modernas 3.1 Teoría Positivista: August Comte Fue El Fundador Del Pensamiento Positivista
¿Qué es el positivismo?
El positivismo es una corriente filosófica que sostiene que el conocimiento
científico es el único conocimiento auténtico. Representa una actitud crítica hacia
la filosofía tradicional, en especial la metafísica y la ontología.
La idea evolutiva del conocimiento era, para Comte, una serie de tres
pasos: conocimiento teológico, conocimiento metafísico y conocimiento
positivo. Estos consistían en el paso de la creencia por medio de la fe al uso
de la razón, hasta alcanzar el estadío en el que los seres humanos pudieran
gobernarse a sí mismos.
Positivismo lógico
No debe confundirse el positivismo con el positivismo lógico o empirismo
lógico, también llamado “neopositivismo” o “empirismo racional”.
El empirismo lógico surgió durante el primer tercio del siglo XX, entre
los científicos y filósofos que integraron el llamado Círculo de Viena.
Esta corriente forma parte de las pertenecientes a la filosofía de la
ciencia, que limitan la validez del método científico a aquello empírico y
verificable, es decir, aquello que posee un método de verificación propio o,
en todo caso, analítico. A esto se le conoció como el verificacionismo.
3.1.1. Conductismo.
El conductismo se basa en el análisis de los
comportamientos humanos a partir de los
estímulos y respuestas que conforman el ambiente
físico, biológico, y social del organismo.
Para ello, estudia al detalle las circunstancias previas a esa conducta humana
(aspectos emotivos, sensoriales, motores y emotivos), así como las condiciones
en las que se da esa interacción, con el objetivo de poder cambiarla en caso
necesario.
El filósofo y psicólogo alemán Wilhelm Wundt fue el que sentó las bases de lo
que en un futuro se erigiría como el conductismo en psicología. Algunos de sus
principales representantes fueron John Broadus Watson, Ivan Pavlov y B. F.
Skinner.
Estímulo: cualquier incentivo, información o señal que provoca una respuesta en el individuo.
Respuesta: conducta de un organismo resultado de la reacción a un estímulo.
Condicionamiento: aprendizaje que surge tras el estudio de los estímulos y de las respuestas.
Refuerzo: consecuencia de una conducta humana que incrementa la posibilidad de que vuelva a reproducirse.
Castigo: lo contrario al refuerzo; consecuencia de una conducta humana que disminuye las probabilidades de que
una conducta vuelva a reproducirse.
Sus mayores intervenciones se han realizado en el campo de la educación, en concreto en los procesos de
aprendizaje.
tratamientos clínicos para patologías como la
En el campo de la psicoterapia, el conductismo ha dado lugar a
ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo o la depresión , entre otros.
Una de sus aplicaciones es la terapia de aceptación y compromiso, una alternativa al trabajo
psicoterapéutico con pacientes de consultas externas y graves problemas emocionales donde el terapeuta controla
absolutamente todo.
psicoterapia analítico-funcional, donde se usa la relación terapéutica como
Otra aplicación sería la
una manera de promover el cambio en la conducta del paciente.
Resumen
ABSTRACT
The present investigation lies in the documentary and qualitative paradigm since its
objective is the analysis of hermeneutics as an interpretative activity of oral or written
text and to grasp with precision and fullness its sense and the possibilities of the
existential future of man. Thus a specific text is analyzed along with his author, his
own history, his contents and his meanings in the context of the historic world he
comes from. There the interpreter establishes a dialogue with the text that involves a
multiplicity of meanings, points of view and conceptions set by the book’s moment in
time which is different from that of the text and of the author himself. From this point
of view hermenéutics is considered a discipline for the interpretation of the texts, to
understand the whole, to understand the part and the element and, more in general,
the text and the object interpreted, and the interpreting subject should belong to the
same environment, in a way that could be considered circular to comprehension,
consequently the form of the language is conceived like an existential mediator agent
of the hermeneutics experience. This implies the possibility to interpret, to detect new
directions and to extract conclusions in more extensive horizons of comprehension.
Introducción
Desde el más remoto origen de los tiempos, los seres humanos siempre se han
encontrado con problemas interpretativos. Preguntas de este tipo siempre vamos a
escuchar: ¿Qué quiere expresar este lema?, ¿Cuál es el sentido de este texto
sagrado?, ¿Cuál es la tesis del autor en esta obra?, ¿Cómo se interpreta esta
preceptiva jurídica? son otros y tantos ejemplos de situaciones o problemas que
muestran la imprescindible y constante necesidad de: (a) remitir determinados signos
a su significado, (b) relacionar los signos lingüísticos con el pensamiento, (c) referir el
pensamiento con las cosas y (d) llevar a la praxis una metodología o teoría de
comprobación, aunque sea elemental, de los significados oscuros en un mensaje
humano. Es necesario emprender la indagación de ese hilo conductor que nos trae el
valor de la palabra, pues el mundo es el todo que se construye con palabras y el
lenguaje constituye la única expresión integral, absoluta e inteligible de la interioridad
del individuo, donde coexiste con el mundo en su unidad ordinaria; es lo que nos
acerca a la acepción general de la palabra hermenéutica (Gadamer, 1993).
El término hermenéutica, del griego hermeneutiqué que corresponde en latín a
interpretâri, o sea el arte de interpretar los textos, especialmente los sagrados, para
fijar su verdadero sentido, según se señala en (Diccionario Hispánico Universal, 1961)
es un término afín al latín sermo, que indica originalmente la eficacia de la expresión
lingüística. En consecuencia, la interpretación viene a identificarse con la comprensión
de todo texto cuyo sentido no sea inmediatamente evidente y constituya un problema,
acentuado, por alguna distancia (histórica, psicológica, lingüística, etc.) que se
interpone entre nosotros y el documento. El hermeneuta es, por lo tanto, quien se
dedica a interpretar y develar el sentido de los mensajes haciendo que su comprensión
sea posible, evitando todo malentendido, favoreciendo su adecuada función normativa
y la hermenéutica una disciplina de la interpretación.
En relación con lo anterior, esta investigación tiene como objetivo plantear algunas
precisiones conceptuales sobre la hermenéutica, continúa con el desarrollo de la misma
a través del tiempo y el espacio y finaliza con ciertas consideraciones acerca de la
dinámica de la actividad interpretativa.
Desde la antigüedad viene usándose este vocablo, Aristóteles (384 -382 a. de C.) lo
utiliza en su obra Organun, escribió un Peri hermenais instrumento para el recto y
seguro pensar, en el cual discurría sobre el análisis de los juicios y las proposiciones,
es decir, un estudio del discurso y es el autor de gran parte de la terminología que se
utiliza en filosofía y que ha pasado al lenguaje: acto, potencia, materia, forma,
sustancia. En tal sentido, la hermenéutica se instauró fundamentalmente en un arte
(techné) de la interpretación tutelada.
Schleiermacher recobra la tesis de que el lenguaje no sólo es visión del mundo sino su
fundamento, pues en un análisis hecho de los poemas de Homero concluye que en
ellos hay la inspiración del autor y el producto de un pueblo. En consecuencia concibe
el lenguaje como: (a) un acuerdo originario entre el hombre y el mundo, (b) una
actividad racional y voluntaria, (c) una producción espontánea y sensible del sujeto
que prevalece en la práctica de los hechos históricos en cuanto contiene en su
estructura interna de manera innata, la visión del mundo que la ha generado,
permitiendo al individuo protagonizar la historia de la humanidad. También plantea
diversos criterios de interpretación que se requieren para captar con precisión y
plenitud el sentido del texto.
1. El lector de un texto tiene que conocer la psicología y el espíritu del autor para que
la comprensión fluya con naturalidad.
Fue Dilthey (1833-1911), quien circunscribió nuevos horizontes de compresión para los
métodos de trabajo en la producción del conocimiento y amplió su ámbito a todas las
ciencias tanto de la naturaleza como las del espíritu, le adjudicó a la hermenéutica la
misión de descubrir los significados de las cosas, la interpretación de las palabras, los
escritos, los textos pero guardando su propiedad con el contexto del cual formaba
parte. Para realizar esas discusiones es necesario hacer una buena observación e
interpretación de eventos existenciales a través de recursos como: estudios
lingüísticos, filológicos, contextuales, históricos, arqueológicos, entre otros. También
sugirió una técnica fundamentada en la dialéctica del "círculo hermenéutico",
movimiento del pensamiento que va del todo a las partes y de las partes al todo, de
manera que en cada movimiento aumente el nivel de comprensión: las partes reciben
significado del todo y el todo adquiere sentido de las partes. Es un proceso
anasintáctico, inductivo–deductivo de búsqueda de sentido del texto que coactúa en la
experiencia humana (Martínez, 1999).
Estas especulaciones realizadas sobre los principales cimientos históricos del método
hermenéutico nos permiten concluir que la condición fundamental de todo ejercicio
interpretativo que intenta intermediar entre el suceso transmitido por la tradición y la
esfera de las propias experiencias, tiene, por un lado al lenguaje como medio universal
para ello y por el otro, los distintos criterios literarios (lenguaje, texto, contexto
histórico), no siempre de acuerdo entre sí.
Hans Georg Gadamer (1900-2002), Martín Heidegger (1889-1976), los italianos Luigi
Pareyson (1918-1991) y Gianni Vattimo y el francés Paul Ricoeur (1913) asumen una
posición en torno al problema de la verdad y del ser, siendo la verdad definida como
fruto de una interpretación y, el ser como (mundo y hombre), donde el lenguaje es la
relación más primaria entre el ser y el hombre. La pretensión de la verdad
hermenéutica ha permitido al intérprete rastrear la experiencia de la verdad, buscarla,
indagar sobre ella como práctica realizable de cada persona, como el arte de
interpelar, conversar, argumentar, preguntar, contestar, objetar y refutar; derogando
de una manera lógica el discurso unívoco que nos está siguiendo en la actualidad.
El arte de interpretar debe constituirse en una actividad que el individuo tiene que
aprehender mediante el estudio y la lectura constante, por consiguiente toda lectura es
comprensión y en ese acto convergen por una parte, el necesario preconocimiento del
tema de la obra que debe interpretar y por la otra, la necesaria pertinencia de la obra
y el intérprete a un ámbito mayor. Así como también las motivaciones y expectativas
del exégeta, pues quien interpreta tiene su horizonte, la cultura social, el conocimiento
previo, el control lingüístico, las actitudes y los esquemas conceptuales y vive una
situación concreta en el momento que realiza la interpretación, su acción
interpretadora no se separa de sus circunstancias sociales y con esa perspectiva
aborda el texto (Cassany, 1998).
El texto es un todo autónomo pero por su propósito comunicativo es una obra abierta,
en movimiento. También tienen un sentido y una referencia pues se origina en una
situación concreta (contexto extralingüístico, circunstancias y propósito) y se inserta
en un entorno determinado, con interlocutores, objetivos y referencias constantes al
mundo circundante. Pueden distinguirse en el texto numerosos niveles: fonemáticos,
sintácticos, semánticos, ideológicos, narrativos, culturales, identificables según y
acorde a los códigos que se utilicen para su decodificación y garantizan el significado
del mensaje.
Todo texto posee un contenido, un significado y para ello mantiene una relación
semántica entre las palabras, hecho que le permite designar significados de un mismo
campo. También tiene un sentido y una referencia (tema y rema); un sentido, en
cuanto es susceptible de ser entendido o comprendido por el intérprete, el cual le sirve
de base o punto de partida, en el sentido real o ficticio, producido por lo novedoso del
tema. El tema y el rema van cambiando a medida que el lector decodifica porque lo
que es desconocido (rema) pasa a ser sabido (tema); a ese fenómeno se le llama
tematización ya que permite la progresión de la información en el texto y asegura la
comprensión e interés de la comunicación (Cassany, 1998).
Cuando se analiza concretamente un texto, se entiende que éste tiene un autor, con su
propia historia de vida, con su contexto histórico que lo condiciona, con la situación en
que ha vivido, se ha desarrollado, ha crecido, se ha constituido. Este análisis que se
aplica a la existencia del autor del texto es aplicable a su vez al texto mismo, a la obra
que se deja para la posteridad y que asume personalidad propia. El interés histórico de
las obras transmitidas no se orienta sólo hacia los fenómenos históricos, sino también
al efecto de los mismos en la historia.
De lo que se infiere que el texto una vez que fue escrito adquiere personalidad, asume
independencia, y va pasando por el devenir histórico. El texto mismo tiene su
contexto, que se ensancha con el paso del tiempo y con las múltiples interpretaciones
de que es objeto; por consiguiente el intérprete debe recibir no sólo el texto en su
presencia física, objetiva, sino con los variados comentarios que se han hecho de él.
Por consiguiente puede el intérprete criticar, argumentar, captar en una totalidad las
diferentes partes del texto, ubicándolos en el amplio contexto social; utilizar los
procedimientos dialécticos que amplíen los significados captados con anterioridad, pues
toda interpretación implica innovación y creatividad en la medida en que la
interpretación del texto o de la acción humana enriquezca su descripción o
comprensión (Martínez, 1999)
En esa realidad del autor del texto, del texto mismo y del entorno del intérprete se
conjuga un diálogo. Esa vivencia dialógica de preguntas y respuestas, entre los
horizontes que se fusionan, esa estrecha relación que aparece entre preguntar y
comprender es la que da a la experiencia hermenéutica su verdadera dimensión.
Planteando un continuo, que hace entender que la interpretación humana y la
comprensión serán siempre finitas e históricas.
3.2.1 Historicismo
Historicismo: el ser humano en el
proceso de la historia
¿Qué es?
Aunque tanto autores como Johann Gottfried von Herder (1744-1803) o Georg
Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) pueden considerarse en cierto modo
dentro de la corriente historicista, no es hasta mediados del siglo XIX cuando
ciertos pensadores reaccionan contra el ideal positivista de la ciencia con el
objeto de sustituir los modelos científicos de conocimiento por otros de tipo
histórico. Además de Dilthey, podemos destacar al mismo Marx, cuya
formulación del materialismo histórico se asienta sobre los conceptos de
conciencia histórica y transformación histórica.
Libro imprescindible
«La miseria del historicismo», de Karl R. Popper (Alianza Editorial).
Partiendo de una interpretación, en cierto modo interesada, de que la historia
humana puede ser objeto de predicción, en La miseria del
historicismo (publicado por Alianza Editorial), el filósofo Karl R. Popper
defiende que la creencia en un destino histórico es pura superstición y que la
historia humana es impredecible por métodos científicos. En realidad, este libro
enlaza con otra obra más extensa del mismo autor, La sociedad abierta y sus
enemigos, en la que Popper defiende su liberalismo extremo atacando de forma
demoledora a los filósofos Platón, Hegel y Marx, quienes, a su juicio, han
ejercido una “persistente y perniciosa influencia sobre la filosofía social y
política”.
3.2.2 Decisionismo
Una de las teorías metaéticas que junto con el emotivismo constituye el grupo de las
llamadas no cognitivas, y que propugna que la moralidad (los valores morales o
el criterio moral) se establece por libre y personal decisión; esta decisión, no basada
propiamente en argumentos, y que, por lo mismo, de alguna manera ha de considerarse
no racional, no deja de estar sometida -de alguna manera limitada- a la racionalidad y a
la crítica. Además de Richard Mervin Hare y Max Weber, es también representante de
esta tendencia ética Hans Albert (ver texto ), partidario del racionalismo crítico, quien
defiende que debe aplicarse tanto a la ciencia como a la ética la actitud racional de
decidir críticamente cuáles son los enunciados que la ciencia o la ética aceptan; tanto
los enunciados de la ciencia como los de la ética deben someterse a contrastación,
aunque de diverso modo, y han de considerarse como hipótesis provisionales que
pueden ser refutadas. La decisión ética exige la discusión racional de los criterios por
los que se decide aceptar determinados enunciados éticos con preferencia a otros.
También en la investigación científica se justifica, por la libre decisión de haber
adoptado determinados valores y no otros, la elección de ciertos fines, procedimientos y
métodos o criterios fundamentales; igualmente, en este caso, la racionalidad de la
decisión no se funda más que en las consecuencias lógicas que se derivan o en la
fertilidad de las decisiones tomadas (ver texto ).
3.2.3 Fenomenología
Fenomenología
Te explicamos qué es la fenomenología, cuál es su origen, historia y
conceptos básicos. El método que utiliza, su investigación y
aplicaciones.
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3 min. de lectura
La
fenomenología fue fundada por el filósofo alemán Edmund Husserl.
¿Qué es la fenomenología?
La fenomenología, a menudo definida como una “ciencia de esencias”, es
una corriente filosófica fundada por Edmund Husserl (1859-1938) a
principios del siglo XX.
×
Tal como su nombre lo indica (literalmente “ciencia de los fenómenos”), su
campo de investigación es el de los fenómenos tal como son dados a la
conciencia, es decir, las vivencias y sus correlatos objetivos.
Además, estudia las estructuras que reciben y dan forma a la
experiencia subjetiva, así como las diversas operaciones que están en
juego en el darse de los fenómenos y su recepción por parte de la
conciencia.
Como corriente filosófica, la fenomenología cuenta con un método propio,
que es el método fenomenológico o epoché. Este fue desarrollado
principalmente por Husserl y, luego, por Martin Heidegger (1889-1976),
discípulo de Husserl y continuador crítico de sus trabajos. Ambos filósofos
tuvieron un gran impacto en la filosofía del siglo XX, en especial gracias a
su posterior recepción en el mundo académico francés. En este sentido,
vale mencionar a distintas figuras como Maurice Merleau-Ponty (1908-
1961), Emmanuel Lévinas (1906-1995), Jean-Paul Sartre (1905-1980) y
Jean-Luc Marion (1946-.).
Historia de la fenomenología
La fenomenología surgió como movimiento filosófico a principios del
siglo XX. Aun cuando cuenta con algunos antecedentes históricos en el
mundo académico, en especial por los trabajos de Hume y Kant, la
fenomenología como movimiento se dio de manera estricta por los trabajos
de Edmund Husserl.
El método fenomenológico
A partir de 1913 y con la publicación de Ideas I, la fenomenología
husserliana dio un giro trascendental que se basó en la idea de “volver a las
cosas mismas”, tal como sostiene Husserl. Esto significó la constitución de
un método que permitiera realmente ir a la cosa sin predeterminarla de
antemano.
Representantes de la fenomenología
Abstract
This article has as its basic purpose to expose the main theoretical and methodological
premises of the American current of microsociology coined by Blumer with the name of
"symbolic interactionism". Two of the contributions that symbolic interactionism has contributed
to contemporary social theory are also highlighted: the contributions to social movements and
the theories of the organization. The article is structured in the following topics: 1) Main
theoretical roots. 2) Representatives. 3) Basic principles and concepts. 4) Methodological
aspects. 5) Contributions of symbolic interactionism.
Dick Lester Núñez Duarte (2018): “El interaccionismo simbólico y sus aportes a la teoría social
contemporánea”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (febrero 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/cccss/2018/02/interaccionismo-simbolico.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1802interaccionismo-simbolico
1.1. Introducción
El Interaccionismo Simbólico es una corriente de pensamiento desarrollada dentro de la
psicología social y la sociología. El término fue acuñado en 1937 por el sociólogo de la
Escuela de Chicago Herbert Blumer (1900-1987) expuesta en su libro “El interaccionismo
simbólico: perspectiva y método (1969).
En la corriente del interaccionismo simbólico el individuo es a la vez sujeto y objeto de la
comunicación, en tanto que la personalidad se forma en el proceso de socialización por la
acción recíproca de elementos objetivos y subjetivos en la comunicación. Esta consideración
convierte al interaccionismo simbólico en una corriente de pensamiento que se sitúa a caballo
entre la psicología social –por su énfasis dado a la interacción– y la sociología
fenomenológica– por la consideración de la interacción como base para la construcción de
consensos en torno a las definiciones de la realidad social (Rizo García, 2006: p. 57).
1.2. Antecedentes
Entre los antecedentes iniciales de la corriente interaccionista se encuentran el pragmatismo
de Charles Peirce y William James y el conductismo social de Watson y Skinner. Aunque el
interaccionismo simbólico no es la única corriente de pensamiento sociológico dentro de los
Estados Unidos, constituye la aportación estadounidense más original del pensamiento
sociológico. Por supuesto que esta corriente no carece de parientes e incluso de antepasados
extranjeros.
El interaccionismo simbólico es una tradición que se centra en el tema humano y edifica el
mundo social a partir de la conciencia y la agencia humanas. Se opone a la dura imagen
estructural de la sociedad propuesta por los durkheimianos y también al materialismo de la
teoría del conflicto. Contra la rígida previsibilidad de la ciencia, aquí se exalta la fluidez y todo
el sentido del humanismo. De este modo se enlaza con lo que se conoce a veces como la
tradición romanticista de la filosofía alemana: el idealismo de Immanuel Kant y, sobre todo, el
fluir de las corrientes históricas de Georg Hegel, Arthur Schopenhauer y Wilhelm Dilthey
(Collins, 1996: p. 257).
1.3. La Escuela de Chicago
Con el nombre “Escuela de Chicago” se designa a un conjunto de trabajos de investigación
dentro de las ciencias sociales que surge en Estados Unidos por profesores y estudiantes de
la Universidad de Chicago en los años 1920 y 1930; una segunda escuela surgió después de
la Segunda Guerra Mundial. Entre sus principales exponentes se incluyen a George Herbert
Mead (1863-1931), Florian Znaniecki (1882-1958), Herbert Blumer (1900-1987), Erving
Goffman (1922-1982), entre otros.
La Escuela de Chicago promueve la utilización de procedimientos con fines científicos, como
la utilización de documentos personales, la explotación de fuentes documentales diversas y el
trabajo de campo sistemático como instrumentos para la interpretación de aspectos de la
realidad social en la búsqueda de la aproximación científica. (Azpúrua Gruber, 2005: p. 27).
2. REPRESENTANTES
2.1. Autores destacados
Entre los autores que han influido en la corriente de pensamiento del interaccionismo
simbólico se destacan: Charles Horton Coolley (1864-1929), George Herbert Mead (1863-
1931), Herbert Blumer (1900-1987), Harold Garfinkel (1917-2011), Alfred Schütz (1899-1959)
y Erving Goffman (1922-1982).
De las aportaciones de cada autor se han derivado una seria de enfoques teóricos y tesis
básicas las cuales se presentan en el cuadro siguiente:
2.2. La propuesta de Erving Goffman
2.2.1. Biografía de Erving Goffman
Erving Goffman es considerado como el “padre de la microsociología”. Nació en Mannville,
Canadá en 1922 y falleció en Filadelfia, Pensilvania en 1982. Goffman se doctoró en la
Universidad de Chicago y se le considera uno de los grandes sociólogos del siglo XX. En 1959
publicó su obra más conocida “La presentación de la persona en la vida cotidiana.”. Conocer
la propuesta sociológica de Erving Goffman es incursionar en el interaccionismo simbólico de
la cual es un representante destacado.
Erving Goffman define la interacción, en términos generales, “como la influencia recíproca de
un individuo sobre las acciones del otro cuando se encuentran ambos en presencia física
inmediata. La interacción total tiene lugar en cualquier ocasión en que un conjunto dado de
individuos se encuentra en presencia mutua continua” (Goffman, 2001: p. 27).
El punto central de la propuesta de Goffman es el análisis de las realidades sociales con base
en las interacciones. En su teoría, Goffman sitúa en primer lugar al estudio de la interacción
social, que puede ser estrechamente identificada con la que surge únicamente en las
situaciones sociales colocando en segundo plano a las estructuras sociales, a los sistemas y a
las relaciones funcionales; debido a que, por encima de ellos, estudia como elemento primario
y generador de los demás, al mundo de significados de los símbolos dentro del cual actúan los
sujetos (Mercado Maldonado y Zaragoza Contreras, 2011: p. 158-175).
2.2.3. El enfoque dramatúrgico en Erving Goffman
Erving Goffman recurre a metáforas conceptuales como el ritual, el teatro y el juego dentro de
su microsociología. También estableció la comparación entre el teatro y la vida social por lo
cual se le denominó a su modelo planteado “enfoque dramático o dramatúrgico”. El enfoque
dramatúrgico constituye una forma de análisis que parte de la idea de que toda interacción
social es una actuación, es decir, un papel representado por una audiencia. El mismo Goffman
define la actuación (performance) como:
Toda actividad de un individuo que tiene lugar durante un periodo señalado por su presencia
continua ante un conjunto particular de observadores y posee cierta influencia sobre ellos
(Goffman, 2001: p. 33).
El enfoque dramatúrgico como actuación es un proceso que se compone de varias fases: la
definición de una situación, la elección de un escenario, el reclutamiento de actores y ensayo
de sus papeles y la representación. Los principios o términos clave utilizados por los actores
son: el acto, la escena, el agente, la agencia y el propósito (López Gallego y Chiu Amparán,
2000: p. 239-255).
3. PRINCIPIOS Y CONCEPTOS BÁSICOS
3.1. Principios
Según George Ritzer los principios básicos del interaccionismo simbólico se resumen en los
siguientes: “los seres humanos a diferencia de los animales están dotados de capacidad de
pensamiento la cual está modelada por la interacción social. Los significados y los símbolos
permiten a las personas actuar e interactuar de manera distintivamente humana. Las personas
son capaces de modificar o alterar los significados y los símbolos que usan en la acción y la
interacción sobre la base de su interpretación de la situación. Las pautas entretejidas de
acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades (Ritzer, 1993: p. 213-259).
3.2. Conceptos básicos
Los conceptos básicos que ha construido el interaccionismo simbólico se presentan en el
cuadro siguiente:
4. ASPECTOS METODOLÓGICOS
El interaccionismo simbólico ha desarrollado una metodología propia construida tanto por
fuentes externas como internas. En este apartado se estudian los aspectos metodológicos de
George Herbert Mead y Herbert Blumer; también se estudian los aspectos específicos de la
metodología desarrollada por la etnometodología.
4.1. La metodología de George H. Mead
Mead concibe la iniciación de la indagación científica como el intento de resolución de un
problema. Este autor define al problema científico como la constatación o inhibición de alguna
forma de conducta más o menos habitual, una manera de pensar, o de sentir. El método
experimental establece qué es lo que debemos esperar que ocurra cuando actuamos de
determinada manera, bajo condiciones específicas, exactas, y por lo tanto, universales
construidas por el investigador. Este último debe definir cuidadosamente el problema, los
datos recolectados y el experimento realizado a fin de hacerlo replicable (Forni, 2003: p. 2-5).
En definitiva, afirman algunos autores que el postulado metodológico fundamental de la
escuela de Blumer es que, si bien el individuo es un ser social y el espíritu un producto de la
sociedad, es imposible explicar su comportamiento a partir de las solas normas y roles
socialmente definidos. Más bien, cada individuo interpreta y construye cognitivamente el
mundo en torno y actúan en consecuencia como la definición que da de una determinada
situación (Carabaña y Lamo de Espinoza, 1978: p. 172).
4.2. La metodología de Herbert Blumer
En la posición metodológica del interaccionismo simbólico de Blumer la indagación científica
comienza a través de la formulación de preguntas acerca del mundo empírico y su conversión
en problemas. Resalta que es necesario tener familiaridad con la porción del mundo empírico
donde se encuentra el problema de investigación. El análisis científico requiere elementos de
discriminación analítica claros y el aislamiento de las relaciones entre estos elementos. Blumer
rechaza la prueba de hipótesis porque rara vez resume el modelo o teoría del cual es
deducida, debido a que no considera la búsqueda de casos negativos, y porque está limitada
a la situación empírica particular a la que la hipótesis circunscribe. En síntesis, Blumer es
partidario de la investigación que es dirigida hacia un mundo empírico dado en su carácter
natural y procesal (dinámico) en vez de una simulación del mundo empírico, o de una
abstracción de éste (Forni, 2003: p. 6-10).
4.3. La etnometodología
El término “etnometodología” fue acuñado por el sociólogo estadounidense Harold Garfinkel
entre 1950 y 1970. Garfinkel crea la etnometodología basándose en la problemática del orden
social de Talcott Parsons y en los escritos fenomenológicos de Alfred Schutz.
La etnometodología es una propuesta básica de la sociología que ofrece una perspectiva
particular acerca de la naturaleza e indagación del orden social. La etnometodología, como
Garfinkel la propuso, está interesada por la cuestión de cómo, sobre el curso temporal de sus
compromisos reales, y conociendo la sociedad solamente desde dentro, los miembros
producen actividades prácticas estables, es decir, las estructuras sociales de las actividades
diarias (Firth, 2010: p. 598-599).
Juan José Caballero examina los distintos tipos de investigaciones realizadas por diversos
etnometodólogos, las cuales se presentan en el cuadro siguiente:
5. APORTES DEL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO
En este apartado se estudian dos de los aportes que el interaccionismo simbólico contribuye a
la teoría social contemporánea: 1) los que sirven de base para la interpretación de los
movimientos sociales y, 2) los que sirven de explicación a las teorías organizacionales.
5.1. Aportes a los movimientos sociales
El sociólogo francés Alain Touraine ha realizado importantes investigaciones en relación a los
movimientos sociales. Para Touraine “el movimiento social es la conducta colectiva
organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad
en una colectividad concreta. Se presenta como la combinación de un principio de identidad,
un principio de oposición y un principio de totalidad” (Touraine, 2006: p. 255 y 278).
¿Cuáles son los aportes a partir del interaccionismo simbólico que se pueden referir a los
movimientos sociales? Armando Sosa responde a esta interrogante: “A partir del
interaccionismo simbólico podemos contar con un conjunto de elementos básicos para una
teoría no determinista de los movimientos sociales. El principal de ellos es la libertad de la
conciencia navegando en la interacción social. El interaccionismo simbólico ha enfrentado
directamente y de manera profunda toda determinación de la conciencia. Apoyándose en la
tradición empirista anglonorteamericana ha podido resolver esa tarea de manera exitosa y
hemos podido constatar la emergencia de una teoría de los movimientos sociales centrada en
las formulaciones interrelacionadas de los actores, dejando atrás, incluso, toda teleología”
(Sosa Cisneros, 1999: p. 104-126).
5.2. Aportes a las teorías de la organización
La teoría organizacional es una forma de ver y analizar las organizaciones con mayor
precisión y profundidad que de cualquier otra manera. La forma de ver y pensar en las
organizaciones se basa en los patrones y regularidades del diseño organizacional y el
comportamiento. Los académicos organizacionales buscan estas regularidades, las definen,
las miden y las ponen a disposición del resto de nosotros (Daft, 2011: p. 22).
Claudia Perlo intenta mostrar los aportes del interaccionismo simbólico a las teorías
organizacionales, a través de la pregunta: ¿Cómo es que una organización puede ser
percibida por sus miembros como algo externo a ellos mismos? Las respuestas no definitivas
pero si orientadoras a esta pregunta, en torno al posicionamiento de los miembros de una
organización, frente a los problemas colectivos son: 1) Lo que sucede, ocurre y acontece en la
organización de la que formo parte, en alguna medida tiene que ver con algo de lo que yo
hago. 2) En los problemas colectivos de mi organización se encuentra involucrada en alguna
medida mi acción individual. 3) En cierto grado mi acción individual contribuye y fortalece la
acción organizacional que paradójicamente yo desearía que cambie o que se conserve (Perlo,
2006: p. 89-107).
CONCLUSIONES
El interaccionismo simbólico se centra en el tema humano y edifica el mundo social a partir de
la conciencia y la agencia humana. Su origen procede de Estados Unidos pero ha ejercido
influencia en Europa y en América Latina. Ha creado una metodología propia que ha servido
de mucho para las investigaciones científicas en el ámbito de las ciencias sociales. Una de
esas metodologías es la etnometodología. A partir del interaccionismo simbólico podemos
contar con un conjunto de elementos básicos para una teoría de los movimientos sociales,
siendo el principal elemento la libertad de la conciencia navegando en la interacción social. En
relación a las teorías de la organización, el interaccionismo simbólico sostiene que las
organizaciones no son exclusivamente el resultado de la acción externa de “otros” diferentes a
los miembros que la componen, porque desconoce la participación individual en la acción
organizacional.
Las ciencias que usan el método empírico son las llamadas ciencias fácticas.
Entre ellas están las ciencias naturales (como la química, la física o la biología) y
las ciencias sociales (como la economía, la antropología o la sociología, entre
otras).
Hipótesis
Método científico
Autores como
Benjamin reflexionaron sobre la sociedad, la política y la moral.
¿Qué es la teoría crítica?
Puede entenderse la teoría crítica como una forma de teorización o de
reflexión en torno a la sociedad, la política y la moral, que persigue la
liberación del individuo de las fuerzas que lo oprimen y que lo explotan, es
decir, una visión crítica de los funcionamientos
del capitalismo moderno. En ese sentido, toda teoría crítica busca
distinguirse de las teorías consideradas “tradicionales”.
Este concepto surgió en la Europa del período entreguerras del siglo XX,
y está históricamente asociado a la Escuela de Frankfurt, un grupo de
investigación muy importante en el pensamiento occidental del siglo XX,
constituido en la Universidad de Frankfurt. Adhería a las teorías de Hegel,
Marx y Freud sobre la sociedad y la historia.
3.4.1. Marxismo.
Marxismo
Te explicamos qué es el marxismo, su origen, principales ideas y
otras características. Además, por qué es criticado.
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3 min. de lectura
Críticas al marxismo
No son pocos los críticos del marxismo, tanto desde un punto de vista
académico y filosófico, como político y práctico. Por un lado, su visión del
capitalismo y su profecía sobre la llegada del comunismo resultó ser mucho
más cortoplacista de lo inicialmente pensado, ya que el sistema capitalista
se mantuvo en pie frente al derrumbe de los regímenes comunistas del
siglo XX, y continúa su marcha incierta, pero continua.
¿Qué es la observación
participante?
La observación participante ha sido utilizada ampliamente en
disciplinas como la antropología, la sociología, los estudios de
comunicación, las ciencias políticas, la psicología social e incluso en la
investigación de mercados.
Este enfoque teórico aborda el problema de ¿qué es la sociedad? poniendo énfasis en las
estructuras sociales que moldean la sociedad en su totalidad. Y para responder a esta
pregunta, divide a la sociedad en dos niveles de abstracción: (a) las estructuras que la
componen, y (b) la relación entre estas estructuras o functiones.
Estructuras (conjuntos homogéneos)
Una analogía común, popularizada por Herbert Spencer, presenta estas partes de la sociedad
como "órganos" que trabajan para el correcto funcionamiento del "cuerpo" como un todo.
En los términos más básicos, simplemente enfatiza "el esfuerzo por imputar, con el mayor
rigor posible, a cada característica, costumbre o práctica, su efecto sobre el funcionamiento
de un sistema cohesivo supuestamente estable". Para Talcott Parsons, el "funcionalismo
estructural" llegó a describir una etapa particular en el desarrollo metodológico de las
ciencias sociales, más que una escuela de pensamiento específica.
Autores posteriores como Talcott Parsons, definen el término " estructural funcionalismo"
no solo como una escuela de pensamiento, o una teoría sociológica, sino que también como
una etapa específica en la evolución metodológica de las ciencias sociales.
Teoría
Al entender la teoría estructural funcionalista, debe analizarse primero, que es una teoría
clásica de la sociología. Éstas se definen por una tendencia hacia la analogía biológica y
nociones de evolucionismo (darwinismo) social. Ahora, si bien puede considerarse el
funcionalismo como una extensión lógica de las analogías orgánicas sobre las sociedades
hechas por filósofos políticos como Rousseau, el funcionalismo pone un mayor énfasis
sobre aquellas instituciones exclusivas de la sociedad capitalista industrializada (o
modernidad).
Durkheim introdujo el término "solidaridad mecánica" para referirse a este tipo de vínculos
sociales presentes en sociedades simples, basados en sentimientos comunes y valores
morales compartidos. Sin embargo, en las sociedades complejas modernas, los miembros
realizan tareas especializadas, generando una fuerte interdependencia entre sí. Inspirándose
en la metáfora anterior de un organismo en el que muchas partes funcionan juntas para
sostener el todo, Durkheim argumentó que las sociedades complejas se mantienen unidas
por la "solidaridad orgánica", o sea, por los lazos sociales que emergen de la
especialización y la interdependencia, siendo especialmente fuertes en sociedades
industriales.
Teóricos destacados
Augusto Comte
Auguste Comte, el "Padre del positivismo", señaló la necesidad de mantener las sociedades
unidas ante el deterioro de las instituciones del siglo XIX. Fue el primero en acuñar el
término sociología. Comte sugiere que la sociología es el producto de un desarrollo de tres
etapas:
1. Etapa teológica: desde el comienzo de la historia humana hasta el final de la Edad Media
europea, las personas adoptaron una visión religiosa, la sociedad expresaba la voluntad de Dios.
En el estado teológico, la mente humana, buscando la naturaleza esencial de los seres, las causas
primeras y últimas (el origen y el fin) de todos los efectos —en una palabra, el conocimiento
absoluto— supone que todos los fenómenos son producidos por la acción inmediata de los seres
sobrenaturales.
2. Etapa metafísica: la gente comenzó a ver la sociedad como un sistema natural en oposición a lo
sobrenatural. Esto comenzó con la ilustración y las ideas de Hobbes, Locke y Rousseau. Las
percepciones de la sociedad reflejaban las fallas de una naturaleza humana egoísta en lugar de la
perfección de Dios.
Émile Durkheim
El funcionalismo estructural, inspirado en gran medida por la visión de Durkheim, se centra
en entender cómo las sociedades mantienen su estabilidad y cohesión a lo largo del tiempo.
Estas sociedades se perciben como entidades coherentes y relacionales, similares a
organismos, donde cada parte (o institución social) contribuye al equilibrio general. El
individuo, en este marco, no se valora por su individualidad, sino por su posición y rol
dentro de la estructura social.
2. Sociedades como Organismos: Las sociedades son vistas como construcciones coherentes y
relacionales, funcionando de manera similar a un organismo.
3. Función de las Instituciones: Cada institución social trabaja de forma conjunta, inconsciente y
automática para mantener el equilibrio social.
4. Fenómenos Sociales y Culturales: Todos los fenómenos se ven como funcionales, teniendo
"vidas" propias y se analizan en función de su contribución al conjunto.
6. Estructura Social: Se comprende como una red de estados interconectados por roles asociados.
Herbert Spencer
Herbert Spencer (1820–1903) fue un filósofo británico famoso por aplicar la teoría de la
selección natural a la sociedad. Fue en muchos sentidos el primer verdadero funcionalista
sociológico. De hecho, aunque se considera que Durkheim es el funcionalista más
importante entre los teóricos positivistas, se sabe que gran parte de su análisis se extrajo de
la lectura de la obra de Spencer, especialmente de sus Principios de sociología (1874-
1896). Al describir la sociedad, Spencer alude a la analogía de un cuerpo humano. Así como
las partes estructurales del cuerpo humano (el esqueleto, los músculos y varios órganos
internos) funcionan de manera independiente para ayudar a que todo el organismo
sobreviva, las estructuras sociales trabajan juntas para preservar la sociedad.
Si bien leer los volúmenes masivos de Spencer puede ser tedioso (pasajes largos que
explican la analogía orgánica, con referencia a células, organismos simples, animales,
humanos y sociedad), hay algunas ideas importantes que han influido silenciosamente en
muchos teóricos contemporáneos, incluido Talcott Parsons, en su obra temprana La
estructura de la acción social (1937). La antropología cultural también usa
consistentemente el funcionalismo.
Este modelo evolutivo, a diferencia de la mayoría de las teorías evolutivas del siglo XIX, es
cíclico, comenzando con la diferenciación y complicación creciente de un cuerpo orgánico
o "superorgánico" (término de Spencer para un sistema social), seguido por un estado
fluctuante de equilibrio y desequilibrio (o un estado de ajuste y adaptación), y, finalmente,
la etapa de desintegración o disolución. Siguiendo los principios de población de Thomas
Malthus, Spencer concluyó que la sociedad enfrenta constantemente presiones de selección
(internas y externas) que la obligan a adaptar su estructura interna a través de la
diferenciación.
Cada solución, sin embargo, provoca un nuevo conjunto de presiones de selección que
amenazan la viabilidad de la sociedad. Spencer no era un determinista en el sentido de que
nunca dijo que
Talcott Parsons
Talcott Parsons comenzó a escribir en la década de 1930 y contribuyó a la sociología, las
ciencias políticas, la antropología y la psicología. El funcionalismo estructural y Parsons
han recibido muchas críticas. Numerosos críticos han señalado el escaso énfasis de Parsons
en la lucha política y monetaria, los fundamentos del cambio social y, en general, la
conducta "manipuladora" no regulada por cualidades y estándares. El funcionalismo
estructural y una gran parte de los trabajos de Parsons parecen ser insuficientes en sus
definiciones sobre las conexiones entre la conducta institucionalizada y no
institucionalizada, y los procedimientos por los cuales ocurre la institucionalización.
Parsons estuvo fuertemente influenciado por Durkheim y Max Weber, sintetizando gran
parte de su trabajo en su teoría de la acción, que basó en el concepto de teoría del sistema y
el principio metodológico de la acción voluntaria. Sostuvo que "el sistema social se
compone de las acciones de los individuos". Su punto de partida, en consecuencia, es la
interacción entre dos individuos que se enfrentan a una variedad de elecciones sobre cómo
podrían actuar, elecciones que están influenciadas y restringidas por una serie de factores
físicos y sociales.
Parsons determinó que cada individuo tiene expectativas de la acción y reacción de los
demás a su propio comportamiento, y que estas expectativas (si tienen éxito) se "derivarían"
de las normas y valores aceptados de la sociedad en la que habitan. Como enfatizó el propio
Parsons, en un contexto general nunca existiría un "ajuste" perfecto entre comportamientos
y normas, por lo que tal relación nunca es completa o "perfecta".
Las normas sociales siempre fueron problemáticas para Parsons, quien nunca afirmó (como
se ha alegado a menudo) que las normas sociales fueran generalmente aceptadas y
acordadas, en caso de que esto impidiera algún tipo de ley universal. Si las normas sociales
eran aceptadas o no, para Parsons era simplemente una cuestión histórica.
Además, una persona puede cumplir y cumple muchos roles diferentes al mismo tiempo. En
cierto sentido, se puede considerar que un individuo es una "composición" de los roles que
ocupa. Ciertamente, hoy en día, cuando se les pide que se describan a sí mismos, la mayoría
de las personas respondería con referencia a sus roles sociales.
Los procesos clave para Parsons para la reproducción del sistema son la socialización y el
control social. La socialización es importante porque es el mecanismo para transferir las
normas y valores aceptados de la sociedad a los individuos dentro del sistema. Parsons
nunca habló de "socialización perfecta"; en cualquier sociedad, la socialización era solo
parcial e "incompleta" desde un punto de vista integral.
Parsons afirma que "este punto... es independiente del sentido en que [el] individuo es
concretamente autónomo o creativo en lugar de 'pasivo' o 'conforme', porque la
individualidad y la creatividad son, en gran medida, fenómenos de la institucionalización de
expectativas"; se construyen culturalmente.
Parsons reconoce esto, afirmando que trata "la estructura del sistema como problemática y
sujeta a cambios", y que su concepto de tendencia hacia el equilibrio "no implica el
dominio empírico de la estabilidad sobre el cambio". Él, sin embargo, cree que estos
cambios ocurren de una manera relativamente suave.
Robert Merton
Robert K. Merton hizo importantes refinamientos al pensamiento funcionalista.
Básicamente estuvo de acuerdo con la teoría de Parsons, pero reconoció que la teoría de
Parsons podría cuestionarse, creyendo que estaba demasiado generalizada. Merton tendía a
enfatizar la teoría de alcance medio en lugar de una gran teoría, lo que significa que pudo
abordar específicamente algunas de las limitaciones del pensamiento de Parsons. Merton
creía que cualquier estructura social probablemente tiene muchas funciones, algunas más
obvias que otras. Identificó tres limitaciones principales: la unidad funcional, el
funcionalismo universal y la indispensabilidad.También desarrolló el concepto de
desviación e hizo la distinción entre funciones manifiestas y latentes. Las funciones
manifiestas se referían a las consecuencias reconocidas y previstas de cualquier patrón
social. Las funciones latentes se referían a consecuencias no reconocidas e involuntarias de
cualquier patrón social.
Merton criticó la unidad funcional, diciendo que no todas las partes de una sociedad
compleja moderna trabajan para la unidad funcional de la sociedad. En consecuencia, existe
una disfunción social referida a cualquier patrón social que pueda perturbar el
funcionamiento de la sociedad. Algunas instituciones y estructuras pueden tener otras
funciones, y algunas incluso pueden ser disfuncionales en general, o ser funcionales para
algunas y disfuncionales para otras. Esto se debe a que no todas las estructuras son
funcionales para la sociedad en su conjunto. Algunas prácticas solo son funcionales para un
individuo o grupo dominante.Hay dos tipos de funciones que Merton analiza las "funciones
manifiestas" en las que un patrón social puede desencadenar una consecuencia reconocida e
intencionada. La función manifiesta de la educación incluye la preparación para una carrera
al obtener buenas calificaciones, graduarse y encontrar un buen trabajo. El segundo tipo de
función son las "funciones latentes", donde un patrón social da como resultado una
consecuencia no reconocida o no deseada. Las funciones latentes de la educación incluyen
conocer gente nueva, actividades extracurriculares, viajes escolares. Otro tipo de función
social es la "disfunción social", que es cualquier consecuencia indeseable que interrumpe el
funcionamiento de la sociedad.La disfunción social de la educación incluye no sacar buenas
notas, un trabajo. Merton afirma que al reconocer y examinar los aspectos disfuncionales de
la sociedad podemos explicar el desarrollo y la persistencia de alternativas. Por lo tanto,
como afirma Holmwood, "Merton explícitamente hizo que el poder y el conflicto fueran
temas centrales para la investigación dentro de un paradigma funcionalista".
Merton también señaló que puede haber alternativas funcionales a las instituciones y
estructuras que actualmente cumplen las funciones de la sociedad. Esto significa que las
instituciones que existen actualmente no son indispensables para la sociedad. Merton afirma
que "así como el mismo artículo puede tener múltiples funciones, la misma función puede
cumplirse de manera diversa con artículos alternativos". Esta noción de alternativas
funcionales es importante porque reduce la tendencia del funcionalismo a implicar la
aprobación del statu quo.
La conformidad ocurre cuando un individuo tiene los medios y el deseo de lograr los objetivos
culturales socializados en ellos.
La innovación se produce cuando un individuo se esfuerza por alcanzar los objetivos culturales
aceptados, pero elige hacerlo en un método novedoso o no aceptado.
El ritualismo ocurre cuando un individuo continúa haciendo las cosas según lo prescrito por la
sociedad, pero pierde el logro de los objetivos.
La rebelión es una combinación del rechazo de los objetivos y medios sociales y la sustitución
de otros objetivos y medios.
Por lo tanto, se puede ver que el cambio puede ocurrir internamente en la sociedad a través
de la innovación o la rebelión. Es cierto que la sociedad intentará controlar a estos
individuos y anular los cambios, pero a medida que la innovación o la rebelión cobra
impulso, la sociedad eventualmente se adaptará o se enfrentará a la disolución.
Además de las estructuras, Almond y Powell demostraron que un sistema político consta de
varias funciones, entre las que destacan la socialización política, el reclutamiento y la
comunicación: la socialización se refiere a la forma en que las sociedades transmiten sus
valores y creencias a las generaciones sucesivas, y en términos políticos describir el
proceso por el cual una sociedad inculca virtudes cívicas, o los hábitos de ciudadanía
efectiva; el reclutamiento denota el proceso por el cual un sistema político genera interés,
compromiso y participación de los ciudadanos; y la comunicación se refiere a la forma en
que un sistema promulga sus valores e información.
Descenso unilineal
En su intento de explicar la estabilidad social de las sociedades sin estado "primitivas"
africanas donde realizaron su trabajo de campo, Evans-Pritchard (1940) y Meyer Fortes
(1945) argumentaron que los tallensi y los nuer estaban organizados principalmente en
torno a grupos de descendencia unilineal. Dichos grupos se caracterizan por fines comunes,
como administrar bienes o defenderse de ataques; forman una estructura social permanente
que persiste mucho más allá de la vida de sus miembros. En el caso de los tallensi y los
nuer, estos grupos corporativos se basaban en el parentesco que, a su vez, encajaba en
estructuras más amplias de descendencia unilineal; en consecuencia, el modelo de Evans-
Pritchard y Fortes se denomina "teoría de la descendencia". Además, en este contexto
africano las divisiones territoriales se alinearon con los linajes;Sin embargo, los lazos
afines con el progenitor a través del cual no se cuenta la descendencia se consideran
meramente complementarios o secundarios (Fortes creó el concepto de "filiación
complementaria"), considerándose el reconocimiento del parentesco a través de la
descendencia como la principal fuerza organizadora de los sistemas sociales.. Debido a su
fuerte énfasis en la descendencia unilineal, esta nueva teoría del parentesco se denominó
"teoría de la descendencia".
Sin demora, la teoría de la descendencia había encontrado sus críticos. Muchas sociedades
tribales africanas parecían encajar bastante bien en este modelo limpio, aunque los
africanistas, como Paul Richards, también argumentaron que Fortes y Evans-Pritchard
habían minimizado deliberadamente las contradicciones internas y enfatizado demasiado la
estabilidad de los sistemas de linaje locales y su importancia para la organización de la
sociedad. sociedad.Sin embargo, en muchos entornos asiáticos los problemas eran aún más
evidentes. En Papua Nueva Guinea, los grupos locales de descendencia patrilineal estaban
fragmentados y contenían una gran cantidad de no anatos. Las distinciones de estatus no
dependían de la descendencia, y las genealogías eran demasiado cortas para dar cuenta de la
solidaridad social a través de la identificación con un antepasado común. En particular, el
fenómeno del parentesco cognático (o bilateral) planteó un serio problema a la proposición
de que los grupos de descendencia son el elemento primario detrás de las estructuras
sociales de las sociedades "primitivas".
A medida que la influencia del funcionalismo en la década de 1960 comenzó a decaer, los
giros lingüísticos y culturales llevaron a una miríada de nuevos movimientos en las ciencias
sociales: "Según Giddens, el consenso ortodoxo terminó a fines de la década de 1960 y
1970 como el término medio compartido por de lo contrario, las perspectivas en
competencia cedieron y fueron reemplazadas por una desconcertante variedad de
perspectivas en competencia.Esta tercera generación de teoría social incluye enfoques
inspirados fenomenológicamente, teoría crítica, etnometodología, interaccionismo
simbólico, estructuralismo, postestructuralismo y teorías escritas en la tradición de la
hermenéutica y la filosofía del lenguaje ordinario".
CríticasEditar | Comentar
En la década de 1960, el funcionalismo fue criticado por ser incapaz de dar cuenta del
cambio social o de las contradicciones y conflictos estructurales (y, por lo tanto, a menudo
se lo llamó "teoría del consenso").Además, ignora las desigualdades que incluyen raza,
género, clase, que causan tensión y conflicto. La refutación de la segunda crítica del
funcionalismo, que es estático y no tiene un concepto de cambio, ya se ha articulado
anteriormente, concluyendo que si bien la teoría de Parsons permite el cambio, es un
proceso de cambio ordenado [Parsons, 1961:38], un equilibrio en movimiento. Por lo tanto,
referirse a la teoría de la sociedad de Parsons como estática es inexacto. Es cierto que sí
pone énfasis en el equilibrio y el mantenimiento o retorno rápido al orden social, pero esto
es producto de la época en la que Parsons estaba escribiendo (posterior a la Segunda Guerra
Mundial y comienzo de la guerra fría). La sociedad estaba convulsa y abundaba el miedo.
En ese momento el orden social era crucial, y esto se refleja en Parsons.
Además, Durkheim favoreció una forma radical de socialismo gremial junto con
explicaciones funcionalistas. Además, el marxismo, aunque reconoce las contradicciones
sociales, todavía usa explicaciones funcionalistas. La teoría evolutiva de Parsons describe
los sistemas y subsistemas de diferenciación y reintegración y, por lo tanto, al menos un
conflicto temporal antes de la reintegración ( ibid). "El hecho de que el análisis funcional
pueda ser visto por algunos como inherentemente conservador y por otros como
inherentemente radical sugiere que puede ser inherentemente ni lo uno ni lo otro".
Otra crítica dirigida al funcionalismo es que no contiene ningún sentido de agencia, que los
individuos son vistos como marionetas, actuando como lo requiere su rol. Sin embargo,
Holmwood afirma que las formas más sofisticadas de funcionalismo se basan en "un
concepto de acción altamente desarrollado".y como se explicó anteriormente, Parsons tomó
como punto de partida al individuo y sus acciones. Sin embargo, su teoría no articuló cómo
estos actores ejercen su agencia en oposición a la socialización e inculcación de normas
aceptadas. Como se mostró anteriormente, Merton abordó esta limitación a través de su
concepto de desviación, por lo que se puede ver que el funcionalismo permite la agencia.
Sin embargo, no puede explicar por qué los individuos eligen aceptar o rechazar las normas
aceptadas, por qué y en qué circunstancias eligen ejercer su agencia, y esto sigue siendo
una limitación considerable de la teoría.
Los defensores de otras teorías sociales, en particular los teóricos del conflicto, los
marxistas, las feministas y los posmodernistas, han formulado más críticas al
funcionalismo. Los teóricos del conflicto criticaron el concepto de sistemas del
funcionalismo por dar demasiado peso a la integración y el consenso, y descuidar la
independencia y el conflicto. Lockwood, en línea con la teoría del conflicto, sugirió que la
teoría de Parsons pasó por alto el concepto de contradicción del sistema. No tuvo en cuenta
aquellas partes del sistema que podrían tener tendencias a la mala integración. Según
Lockwood, fueron estas tendencias las que afloraron como oposición y conflicto entre los
actores. Sin embargo, Parsons pensó que los temas de conflicto y cooperación estaban muy
entrelazados y trató de explicar ambos en su modelo.En esto, sin embargo, estaba limitado
por su análisis de un "tipo ideal" de sociedad que se caracterizaba por el consenso. Merton,
a través de su crítica de la unidad funcional, introdujo en el funcionalismo un análisis
explícito de la tensión y el conflicto. Sin embargo, las explicaciones funcionalistas de los
fenómenos sociales de Merton continuaron basándose en la idea de que la sociedad es
principalmente cooperativa en lugar de conflictiva, lo que diferencia a Merton de los
teóricos del conflicto.
El marxismo, que revivió poco después del surgimiento de la teoría del conflicto, criticó a
la sociología profesional (tanto al funcionalismo como a la teoría del conflicto) por ser
partidista del capitalismo de bienestar avanzado. Gouldner pensó que la teoría de Parsons
era específicamente una expresión de los intereses dominantes del capitalismo del bienestar,
que justificaba las instituciones con referencia a la función que cumplen para la
sociedad.Puede ser que el trabajo de Parsons implique o articule que ciertas instituciones
son necesarias para cumplir con los prerrequisitos funcionales de la sociedad, pero sea este
el caso o no, Merton afirma explícitamente que las instituciones no son indispensables y
que existen alternativas funcionales. Que no identifique ninguna alternativa a las
instituciones actuales refleja un sesgo conservador, que como se ha dicho antes es producto
del momento específico en el que estaba escribiendo.
El posmodernismo, como teoría, es crítico con las afirmaciones de objetividad. Por lo tanto,
la idea de una gran teoría y una gran narrativa que pueda explicar la sociedad en todas sus
formas se trata con escepticismo. Esta crítica se centra en exponer el peligro que puede
suponer la gran teoría cuando no se ve como una perspectiva limitada, como una forma de
entender la sociedad.
3.5.1. Estructuralismo
Estructuralismo
Te explicamos qué es el estructuralismo, sus características y
principales representantes. Además, su relación con el
funcionalismo.
Estructuralismo y funcionalismo
El funcionalismo es una corriente teórica surgida en la Inglaterra de
1930, y vinculada a la obra de Émile Durkheim (1858-1917). Su precepto
básico es la comprensión de la sociedad humana como un “organismo”.
En tanto organismo, la sociedad es capaz de poner en marcha los
procesos necesarios para protegerse: lidiar con conflictos e
irregularidades, regir el equilibrio social, y otorgar a sus partes un cometido
dentro del sistema social.
3.5.2. Funcionalismo.
Funcionalismo
Te explicamos qué es el funcionalismo, su origen, postulados y
otras características. Además, sus bases y cómo entró en crisis.
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2 min. de lectura
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El funcionalismo consiste en una visión filosófica empirista y moderna de la
sociedad. Toma en préstamo –al menos en principio- la idea
del organismo biológico, para pensar el colectivo humano como una entidad
con necesidades, vinculadas a los fenómenos sociales de alguna manera.
Vistas así, las instituciones sociales, las reglas, normas, etc., constituyen
medios desarrollados colectivamente con el propósito de satisfacer dichas
necesidades, y se definen, por ende, según el cumplimiento de una función
social. En términos más simples, esta teoría estudia a las sociedades sin
considerar su pasado y su historia, sino tal y como las encuentra.