Ma5 S2 Paradigmas

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ESCUELA DE CAPACITACIÓN JUDICIAL

“DR. ARTURO ZELEDÓN CASTRILLO”

SECCIÓN METODOLÓGICA

CURSO BÁSICO SOBRE PLANIFICACIÓN DOCENTE Y TÉCNICAS


DIDÁCTICAS

PARADIGMAS Y ENFOQUES EDUCATIVOS PARA LA CAPACITACIÓN

(Material de Apoyo N° 5)

POSITIVISMO PEDAGÓGICO Y CONSTRUCTIVISMO

Capacitador: Alexsir Evenor Arguera Álvarez

San Salvador, mayo de 2022


INTRODUCCIÓN

El término paradigma, sobre todo asociado al campo de la capacitación, es de interés para


el curso, porque son los elementos teóricos que deben llevarse a la práctica para la
realización de la acción formativa, además de determinar cuál de ellos ponemos en
práctica en procesos de formación con adultos y cuál es el requerido actualmente por la
Escuela de Capacitación Judicial.

Pero, qué es un paradigma: proviene del griego patrón o modelo. Los paradigmas según
Thomas Kuhn son “realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante
cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad
científica”. Significa que “un paradigma es un conjunto de valores y saberes compartidos
colectivamente, es decir, usados, implícita o explícitamente, por una comunidad” (Marín,
2007)1

Thomas S. Kuhn considera que los paradigmas científicos son “ejemplos aceptados de la
práctica científica actual, ejemplos que combinan ley, teoría, aplicación e instrumentación
y proporcionan modelos a partir de los cuales se manifiestan las tradiciones coherentes
particulares de la investigación científica”.

Adam Smith lo define como un “conjunto de compartido de suposiciones, el paradigma es


la manera como percibimos el mundo”.

Wills Harmon, describe un paradigma como la forma básica de percibir, pensar, valorar y
actuar con base en una visión particular de la realidad, Un paradigma se transmite a
generaciones sucesivas más por experiencia directa que por medio de la enseñanza”.

1
Marín Ardila, Luis Fernando (2007). La noción de paradigma. Signo y Pensamiento, XXVI (50),34-45.[fecha
de Consulta 3 de Mayo de 2022]. ISSN: 0120-4823. Disponible
en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=86005004 y https://www.redalyc.org/pdf/860/86005004.pdf
POSITIVISMO PEDAGÓGICO2

El positivismo o filosofía positiva es una corriente filosófica nacida a mediados del siglo XIX
y afianzada, particularmente, en el pensamiento de los franceses Henri Saint-Simon (1760-
1825) y Auguste Comte (1798-1857). Sostenía que el único conocimiento auténtico al
que puede aspirar la humanidad es el que surge de la aplicación del método científico,
cuyo modelo a seguir sería el de las ciencias físicas o naturales.

El positivismo surgió como heredero del empirismo y la epistemología. Además de Saint-


Simon y Comte, fue muy influyente en su desarrollo la obra del británico John Stuart Mill
(1806-1873).

Fue un modelo de pensamiento muy exitoso entre finales del siglo XIX y mediados del
XX. Originó numerosas escuelas de pensamiento positivista, algunas más rígidas que otras,
cuyos principales rasgos comunes fueron la valoración del pensamiento científico por
encima de cualquier otro, y el rechazo a cualquier forma de metafísica, considerada como
una pseudociencia.

Una de las mayores aspiraciones del positivismo fue aplicar el método científico al estudio
del ser humano, tanto en lo individual como en lo social. Ello condujo a una perspectiva
que contemplaba a los seres humanos como objetos, completamente comprensibles a
través de la matemática y la experimentación. Por eso en la obra de Comte estaba el
origen de la sociología, que aspiraba a ser la ciencia que estudia la sociedad humana.

Sin embargo, las limitaciones propias de estos puntos de vista engendraron todo un
movimiento filosófico en contra, conocido como antipositivismo o negativismo, que
rechazaban el uso del método científico en las ciencias sociales. A la larga, este rechazo

2
Texto tomado de Equipo Editorial Etecé (2021). Positivismo. Enciclopedia Concepto (versión electrónica).
Última Edición. Argentina. Disponible https://concepto.de/positivismo/#ixzz7SQUSOGz1.
permitió el surgimiento de enfoques de investigación cualitativos y no
exclusivamente cuantitativos, como era más común en el positivismo.
Por otro lado, el positivismo dio origen a muchas corrientes distintas en diferentes
campos del saber, como son, entre otros:

 El iuspositivismo, corriente de pensamiento jurídico que propone una separación


conceptual del derecho y de la moral, rechazando cualquier vinculación entre ambos,
y que el objeto exclusivo de estudio del derecho ha de ser el derecho positivo.
 El conductismo, corriente de pensamiento psicológico que proponía el estudio
objetivo y experimental de la conducta. Sirvió de cauce para más de diez variantes de
conductismo surgidas entre el siglo XIX y el XX, que se alejaron más o menos de
conceptos como “mente”, “alma” y “conciencia”, para centrarse en la relación entre
los sujetos y su medio ambiente.
 El empiriocriticismo, corriente filosófica creada por el filósofo germano Richard
Avenarius (1843-1896), que planteaba el estudio de la experiencia en sí misma, sin
atender a ninguna otra forma de pensamiento metafísico, es decir, aspirando a una
“experiencia pura” del mundo.

Características del positivismo

El positivismo, a grandes rasgos, se caracterizaba por lo siguiente:

 Defendió el método científico como el único posible para obtener conocimientos


válidos, independientemente del tipo de ciencia del que se tratara, y tomando como
modelo a seguir el de las ciencias naturales.
 Criticó y se alejó de cualquier forma de metafísica, subjetivismo o consideraciones
que no fueran objetivas en términos empíricos.
 Tuvo como propósito central el de explicar causalmente los fenómenos del universo a
través de la formulación de leyes generales y universales, por lo que consideraba la
razón humana como un medio para otros fines (una razón instrumental).
 Sostenía que los métodos inductivos eran los únicos útiles para obtener
conocimientos. Por ello valoraba las pruebas documentales, y despreciaba en cambio
cualquier forma de interpretaciones generales.
 Los trabajos positivistas solían, por lo tanto, abundar en soporte documental y pecar
de falta de síntesis interpretativa.

Principios fundamentales del positivismo

Los principios mismos del positivismo entendían el conocimiento como algo únicamente
adquirible a partir de lo dado, de lo “positivo”, y por lo tanto niega que la filosofía pueda
brindar información real sobre el mundo. Según ello, más allá del reino de los hechos, se
hallan únicamente la lógica y las matemáticas.

Para Auguste Comte, por ejemplo, la historia humana podía explicarse a través del
tránsito por:

 Lo teológico: El ser humano en su infancia intelectual se explicaba el universo


mediante dioses y magias.
 Lo metafísico: Con su maduración, el humano suplantó esas deidades por ideas
metafísicas y absolutas, pero al menos haciéndose la pregunta del porqué de las cosas.
 Lo positivo: Al alcanzar su madurez intelectual como civilización, comenzó a aplicar
las ciencias y a estudiar las leyes físicas detrás de los fenómenos.
Esta consideración de la ciencia como la perspectiva definitiva y absoluta sobre las
cosas es, justamente, la mirada positivista. Según ella, todo lo que no se ajuste a
estos preceptos ha de ser considerado como pseudociencia.
Representantes del positivismo
Además de positivista, John Stuart Mill fue uno de los
fundadores del utilitarismo.

Los principales representantes del positivismo fueron:

 Henri de Saint-Simon, filósofo, economista y teórico socialista de origen francés, cuya


obra (conocida como el “sansimonismo”) fue influyente tanto en los campos de
la política, sociología, economía y filosofía de la ciencia. Fue uno de los pensadores
más influyentes del siglo XVIII.
 Auguste Comte, padre fundador de la sociología y del pensamiento positivista, este
filósofo francés fue inicialmente secretario del conde Henri Saint-Simon, con quien
luego se enemistó por diferencias conceptuales y personales. Su obra se considera
heredera de la de Francis Bacon, y fue una de las más dedicadas a exaltar la ciencia y la
razón como únicos instrumentos del ser humano para conocer realmente la realidad.
 John Stuart Mill, filósofo, economista y político de origen británico, es un
representante de la escuela clásica de economía y uno de los teóricos del utilitarismo,
junto con Jeremy Betham. Miembro insigne del partido liberal, fue un gran crítico de la
intervención del Estado y un defensor del voto femenino.

Positivismo lógico

No debe confundirse al positivismo con el positivismo lógico o empirismo lógico, también


llamado a veces neopositivismo o empirismo racional. Este último surgió durante el
primer tercio del siglo XX, entre los científicos y filósofos que integraron el llamado
Círculo de Viena.
El positivismo lógico forma parte de las corrientes de la filosofía de la ciencia que limitan
la validez del método científico a aquello empírico y verificable, es decir, aquello que
posee un método de verificación propio o que en todo caso es analítico. A esto se le
conoció como el verificacionismo. Así, el positivismo lógico fue mucho más estricto en su
defensa de las ciencias como única ruta al conocimiento viable que el propio positivismo,
y fue uno de los movimientos más fuertes dentro de la filosofía analítica. Entre sus campos
de estudio también figuraron la lógica y el lenguaje.

CONSTRUCTIVISMO3

En respuesta al positivismo, que se quedaba en el ambiente pasivo donde el maestro


explica y el estudiante recibe la información surge el constructivismo para generar
herramientas que permitan que el estudiante interactúe y construya su conocimiento a
partir de procedimientos propios.

Como figuras claves de esta corriente pedagógica se destacan principalmente Piaget,


Vygotski y Ausubel. Y aunque los tres difieren del principio básico del conductismo,
cada uno de ellos tiene una misma mirada hacia la necesidad de entregar al estudiante
herramientas que le sirvan para resolver situaciones polémicas y generar
conocimientos. Piaget, por ejemplo, se centra en cómo se construye el conocimiento
partiendo desde la interacción con el medio. Vygotski, sin embargo, ve en el medio
social la posibilidad de una reconstrucción interna desde donde se pueden especificar
los modelos de conducta que sirvan para programar la enseñanza del conocimiento
(Rodríguez, 1999) y Ausubel considera que el estudiante es el poseedor de
conocimientos sobre los que construirá nuevos saberes, es decir, a partir de las
anteriores experiencias podrá generar nuevos argumentos que contribuirán a romper
barreras en el proceso de enseñanza (Lazo, 2009).

3
Texto tomado de MCA Business & Postgraduate School Educational Excellence online. Programa Intensivo
de Competencias Docentes para la Educación Contemporánea. Módulo 1. Mediación en el Proceso de
Enseñanza-Aprendizaje
Para comprenderlo mejor, resolveremos la pregunta que ha sido objeto de muchos
desvelos de los filósofos de todos los tiempos: ¿cómo se obtiene el conocimiento? Y para
esto se partirá de lo que señala el constructivismo: el aprendizaje es un proceso único y
personal que se da entre el sujeto y el objeto a conocer, y coloca al docente como
facilitador de dicho proceso.

Por tanto, esto permite que se pueda adentrar en el mundo de una nueva manera de
enseñar y no de continuar con los métodos tradicionales como pararse frente a un aula a
impartir una clase. Aparece esta teoría que plantea que el maestro debe acudir a los
materiales y experiencias con las que el estudiante se relaciona a diario y a partir de ellos
construir nuevos conceptos y redescubrir procesos básicos a través de los que aprender
activamente.

Constructivismo y pedagogía4

El paradigma constructivista concibe la enseñanza como una actividad crítica y al docente


como un profesional autónomo que investiga reflexionando sobre su práctica, si hay algo
que difiera este modelo con el anterior, es la forma en la que se percibe al error como un
indicador y analizador de los procesos intelectuales; para el constructivismo aprender es
arriesgarse a errar (ir de un lado a otro), muchos de los errores cometidos en situaciones
didácticas deben considerarse como momentos creativos.

Para el constructivismo la enseñanza no es una simple transmisión de conocimientos, es


en cambio la organización de métodos de apoyo que permitan a los alumnos construir su
propio saber. No aprendemos sólo registrando en nuestro cerebro, aprendemos
construyendo nuestra propia estructura congnitiva. Es por tanto necesario entender que
esta teoría está fundamentada primordialmente por tres autores: Lev Vygotski, Jean

4
Texto tomado de Modelos Pedagógicos (2012). Disponible en
https://modelospedagogicos.webnode.com.co/
Piaget y David P. Ausubel, quienes realizaron investigaciones en el campo de la adquisición
de conocimientos.

El modelo pedagógico constructivista5

El constructivismo, en su dimensión pedagógica, concibe el aprendizaje como resultado de


un proceso de construcción personal-colectiva de los nuevos conocimientos, actitudes y
vida, a partir de los ya existentes y en cooperación con los compañeros y el facilitador. En
ese sentido se opone al aprendizaje receptivo o pasivo que considera a la persona y los
grupos como pizarras en blanco o bóvedas, donde la principal función de la enseñanza es
vaciar o depositar conocimientos.

A esta manera de entender el aprendizaje, se suma todo un conjunto de propuestas que


han contribuido a la formulación de una metodología constructivista. Entre dichas
propuestas vale la pena mencionar:

• La teoría del aprendizaje significativo: el aprendizaje tiene que ser lo más significativo
posible; es decir, que la persona-colectivo que aprende tiene que atribuir un sentido,
significado o importancia relevante a los contenidos nuevos, y esto ocurre únicamente
cuando los contenidos y conceptos de vida, objetos de aprendizaje puedan relacionarse
con los contenidos previos del grupo educando, están adaptados a su etapa de desarrollo
y en su proceso de enseñanza-aprendizaje son adecuados a las estrategias, ritmos o estilos
de la persona o colectivo.
• Aprendizaje por descubrimiento: no hay forma única de resolver los problemas. Antes
de plantear a participantes soluciones, los facilitadores deben explorar con ellos
diferentes maneras de enfrentar el mismo problema; pues no es pertinente enseñar cosas
acabadas, sino los métodos para descubrirlas.

5
Ibid.
• Las zonas de desarrollo: un nuevo aprendizaje debe suponer cierto esfuerzo para que
realmente implique un cambio de una zona de desarrollo real, a una zona de desarrollo
próximo, pero no con un esfuerzo tan grande (por falta de conocimientos previos, por
ejemplo) que el nuevo contenido quede situado fuera de la zona a la que tiene acceso
potencialmente la persona o el grupo.
• El aprendizaje centrado en la persona-colectivo: la persona-colectivo interviene en el
proceso de aprendizaje con todas sus capacidades, emociones, habilidades, sentimientos y
motivaciones; por lo tanto, los contenidos del proceso pedagógico no deben limitarse sólo
al aprendizaje de hechos y conceptos (contenido conceptual), sino que es necesario
atender en la misma medida a los procedimientos (contenido procedimental), las
actitudes, los valores y las normas (contenido actitudinal), si se quiere una adaptación
activa de la persona o grupos a nuevas situaciones sociales. Así mismo, hay que considerar
sus propios estilos, ritmos y estrategias de aprendizaje.
• Aprender imitando modelos: este enfoque resulta especialmente importante para la
enseñanza aprendizaje de contenidos actitudinales, lo cual es una debilidad en la mayoría
de propuestas. De acuerdo con ella, la persona-colectivo desarrolla una llamada capacidad
vicaria, la cual le permite el aprendizaje por observación, mediante la imitación, por lo
general inconsciente, de las conductas y actitudes de personas que se convierten en
modelos, cuyos patrones de comportamiento son aprendidos en un proceso de
aprendizaje de tres fases: atención, retención y reproducción. Con relación a ello, lo más
importante es que con la práctica las personas-colectivos aprendan los contenidos guías,
las generalizaciones más que ejemplos específicos.
• La metodología activa: siguiendo a Moisés Huerta, un método es activo cuando genera
en la persona-colectivo una acción que resulta de su propio interés, necesidad o
curiosidad. El facilitador es en ese sentido, quien debe propiciar dicho interés planificando
situaciones de aprendizaje estimulantes, sin descuidar que los métodos son el medio y no
el fin. “La metodología activa se debe entender como la manera de enseñar que facilita la
implicación y la motivación”.
• El aprendizaje cooperativo, dinámico o comunicativo: en la enseñanza se debe
desarrollar un conjunto de actividades que propicien la interacción de la persona-colectivo
con el medio, con sus pares o el docente, privilegiando dinámicas que pueden ser
individuales, en pares, en equipos pequeños y en grupo grande. Del mismo modo hay que
preocuparse por implicar a la persona-colectivo en el proceso de aprender. Al proceso
permanente de reflexión y de toma de conciencia sobre cómo se aprende se le denomina
metacognición.
• La teoría de las inteligencias múltiples: en nuestro ser habitan siete diferentes
inteligencias que nos permiten abordar el mundo de manera diversa, y en toda persona
algunas de ellas están más o menos desarrolladas que otras; por lo tanto, la enseñanza
también debería adaptarse a esa realidad. Estas inteligencias son:
Lingüística, lógico-matemática, visual-espacial, musical, kinestésico-corporal y las
inteligencias personales (intrapersonal e interpersonal). En el marco de las inteligencias
personales, también se plantea una llamada inteligencia emocional, que es la capacidad
de sentir, entender y manejar eficazmente las emociones, como fuente de energía y de
información para el desarrollo personal y el aprendizaje.
• Ecología de la educación: el ambiente de aprendizaje en una aula o proceso
constructivista, se configura como resultado de diversos factores entre los cuales cabe
destacar la metodología, pues en ella se interrelacionan diferentes variables: la
organización y tipo de contenidos, las secuencias de actividades, la toma de de decisiones
sobre el proceso a seguir, las técnicas de trabajo individual, los planteamientos de trabajo
en grupo, las formas de agrupamiento, la organización del tiempo y la organización del
espacio. Todo ello es conocido como ecología de la educación.

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