Monografia La Cruz de Cristo Como Fundam
Monografia La Cruz de Cristo Como Fundam
Monografia La Cruz de Cristo Como Fundam
FACULTAD DE TEOLOGÍA
Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina
La cruz de Cristo como fundamento de las doctrinas de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día
Monografía
realizada en cumplimiento
de los requisitos de la materia
Monografía de Investigación
por
Juan Gabriel López
Junio 2020
2
Contenido
CAPITULO I .............................................................................................................................. 3
Título .......................................................................................................................................... 3
Presentación del tema ................................................................................................................. 3
Bibliografía introductoria ........................................................................................................... 3
Definición del área de estudio .................................................................................................... 4
Antecedentes del problema ........................................................................................................ 4
Planteamiento del problema ....................................................................................................... 6
Revisión bibliográfica ................................................................................................................ 7
Propósito del estudio ................................................................................................................ 11
Objetivos específicos................................................................................................................ 11
Declaración de hipótesis........................................................................................................... 11
Justificación del estudio ........................................................................................................... 11
Definición de términos ............................................................................................................. 12
Delimitación del estudio........................................................................................................... 13
Limitaciones del tesista ............................................................................................................ 13
Metodología ............................................................................................................................. 14
CAPITULO II .......................................................................................................................... 14
Breve introducción a la confección histórica de las creencias fundamentales IASD. ............. 14
Breve descripción de los acontecimientos contemporáneos al congreso de la AG en 1888 d.C.
............................................................................................................................................. 17
Aproximaciones al desarrollo de la salvación en la historia del cristianismo .......................... 22
Breve descripción de las experiencias y enseñanzas obtenidas del congreso de Minneapolis 27
La creencia fundamental de La Experiencia de la Salvación y su relación con el cuerpo
doctrinal de la IASD. ........................................................................................................... 31
CAPITULO III ......................................................................................................................... 34
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 36
3
CAPITULO I
Título
Séptimo Día.
propuesto por la cátedra, se optó por la elección de un tema que responde a las necesidades
actuales de la Iglesia; y no solo esto, sino que penetra hasta lo más profundo de la vida del
La cruz de Cristo es la gran atracción del universo; es donde todo hombre debiera
donde todo ser humano debería anclar sus pensamientos, acciones y sentimientos. En ese
elemento de tortura, el madero, es donde bien se encuentra el verdadero manantial que puede
saciar la sed natural e inagotable de algo que no se posee. Lo único que puede dar paz al
y de la vida misma no puede ser otra que “Cristo crucificado” (1Co 2:2).
Bibliografía introductoria
Una vez analizada una cantidad considerable de bibliografía, se ha optado por hacer
continuación:
https://egwwritings.org/
https://www.adventistarchives.org/
https://www.ministrymagazine.org/
https://adventistdigitallibrary.org/
https://www.adventistbiblicalresearch.org/es
https://catalogobiblioteca.uap.edu.ar/ebsco/a-teol
https://www.academia.edu/
https://b-ok.cc/
http://elrincondelteologo.blogspot.com
Adventista, el libro de las 28 Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, y el libro
por la materia, el área en la que estará principalmente centrada esta investigación, será en la
de Teología Sistemática.
para aplicar las enseñanzas de la Biblia a la vida actual. Se aplica cuando los miembros y la
La teología vinculada con la cruz de Cristo siempre ha sido de gran atracción para el
y debería ser el eje de la vida de todo cristiano. Es el punto de equilibrio brindado por el
cielo, a fin de que se pueda tener una vida que se mida con la vida de Dios.
5
año 1888 d.C., haya sido este precioso gesto de amor el que haya desatado las ligaduras que
Según lo que se puede percibir, solo las Escrituras eran la fuente de toda verdad y
tensión, y una cada vez más creciente angustia, fue el estudio del gran sacrificio de amor
hecho por Jesús y plasmado fidedignamente en la Palabra de Dios, el que abrió paso a través
de la oscuridad para que brille la justicia de Cristo en cada corazón. Fue a través de la
dirección del Espíritu Santo y el férreo estudio de la Biblia, cómo los pioneros lograron
sobreponerse a las vicisitudes de la vida para fortalecer y orientar gran parte de las doctrinas
de la Iglesia Adventista.
Hoy en día, nuestra querida Iglesia no está exenta de grandes peligros y falencias. El
enemigo de las almas está interesado especialmente en la distracción y la ruina del remanente
de Dios en este mundo. Así como en el siglo XIV los primeros adventistas lucharon contra
el legalismo y la falsa doctrina de la salvación por obras, hoy en día, debemos superar los
embates de la falsa teología de liberación y sentimentalismo que crece cada día más en
nuestro mundo. Esta espuria doctrina, propone que como Cristo pagó las demandas del
bien sabe que esta falaz doctrina carece de total sustento bíblico.
que por una fe y comunión viva con el Salvador, podremos obtener como resultados unas
obras dignas de la vida eterna. La Iglesia Adventista, con la Biblia en la mano y el poder del
1
Abreviatura comúnmente aceptada para denominar la Asociación General de los Adventistas del Séptimo
Día.
6
Espíritu en el corazón, debe contarle y mostrarle por experiencia al mundo que, si bien Cristo
murió, las demandas de la Ley divina siguen vigentes y Dios “no dará por inocente la
cómo el sacrificio de Cristo, conocido a través del estudio sistemático de las Escrituras, logró
ser de utilidad vital para fortalecer y encaminar la fe práctica de la Iglesia en el momento del
estaba en juego. Esto ocurría, debido al interés excesivo en las obras (Ley) y a la predicación
de las doctrinas distintivas, en lugar de entender que tales doctrinas y su cumplimiento son
Una vez obtenido este conocimiento, se procederá a utilizarlo para ser comparado
con la situación que atraviesa nuestra Iglesia en el mundo que le toca vivir. En el presente,
la Iglesia está navegando por una realidad que se acerca al otro extremo, a saber, que las
personas hacen uso del sacrificio expiatorio de Cristo, para continuar en sus pecados y restar
problema. Sin más preámbulo, el anhelo sincero y ferviente del investigador, será dar
2
Siglas que referencian a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
7
Revisión bibliográfica
Minneapolis en el año 1888 fue un punto crucial para el desenlace de la historia del
adventismo. El mismo, destaca la tremenda confrontación entre dos grupos dentro la iglesia,
quienes discutían sobre diversos puntos doctrinales; pero, sin titubeos a la hora de hablar, el
autor deja bien en claro que el mayor punto de controversia, fue el tema de la justificación
por la fe. Esta disputa, radicaba principalmente en la interpretación de los pasajes de Gálatas
3:19-25, siendo tan tensa la discusión, hasta el extremo de dudar de la misma inspiración del
George Knight4 menciona que los adventistas, a fines de la década de 1880, deberían
enfrentar con seriedad una gran crisis. Este aspecto, se debía principalmente a que los
justificación por la fe. En relación con este gran tema de la justicia de Cristo, el autor destaca
que uno de los aspectos que más influyó en el abandono progresivo de este tema, fue que,
como las otras denominaciones también creían en la justificación por la fe, entonces no sería
anteriormente, que los adventistas en torno a la década de 1880 ya poseían su base doctrinal
misma, sino que, por causa de las debilidades humanas y la astucia de Satanás, el remanente
3
Robert Olson, “1888 Issues, outcomes & lessons”, Ministry 61.2 (1988): 4-9.
4
George Knight, Nuestra Identidad (Colonia Navarte, México: Gema Editores, 2008), 105, 106.
5
George Knight, Nuestra Iglesia (Colonia Navarte, México: Gema Editores, 2008), 101, 102.
8
de Dios había dejado a un lado el gran tema de la justicia de Cristo. Un detalle no menor
descrito por el autor, es que la iglesia no solamente atravesó crisis internas, sino que el
ambiente nacional que se estaba viviendo desde la década de 1860 en los Estados Unidos de
América, era de conflicto debido al deseo del establecimiento de la ley dominical con la
aquellos eventos fueron un gran mensaje de despertamiento. Es más, dicho autor, titula el
Fe”. Daniells, puntualiza en las repercusiones de dicho mensaje, expresando que el mensaje
mismo y la forma en que fue dado causó una profunda y duradera impresión en las mentes
de pastores y del pueblo, que el transcurso del tiempo no pudo borrar de la memoria dicha
impresión. 6
justificación por la fe, y presenta una postura por demás de interesante, al exponer el
el año 1888 es el mismo que el defendido por Lutero, entonces qué diferencia presenta la
proclamación del evangelio por parte de la Iglesia Adventista; y, adentrándose más aún, qué
razón habría entonces para que después de 1844 surgiera un nuevo movimiento, una iglesia
remanente.7
Wieland, junto con su colega Donald K. Short, en el año 1951 presentaron una interpretación
autores, expusieron en su documento de más de 200 páginas lo que se podría resumir en tres
6
Arthur Daniells, Cristo, nuestra justicia (CreateSpace Independent Publishing Platform, 2015)
7
Robert Wieland, The 1888 Message, an Introduction (Tennessee: Southern Publishing Association,
1980), 62.
9
jamás se arrepintió de ese pecado; y, tal vez el más controversial de ellos, es que al ser la
iglesia una entidad corporativa, la iglesia hoy no recibirá la Lluvia Tardía hasta que entre en
Arnold Wallenkampf expone una visión un tanto más analítica y desmenuzada de los
hechos que rondan el congreso de la AG. En las sesiones previas, según el citado autor, los
miembros intentaron limar las asperezas en lo referido a cuestiones proféticas y del gran
tema de la justificación por la fe. Como bien conocemos los sucesos posteriores, en dicha
reunión no se logró dar solución a los conflictos planteados. En relación a la justicia por la
fe en Cristo, Wallenkampf sostiene que dicho punto de controversia fue el tema real de todo
pastores, en la que se discutía acerca de qué tipo de ley habla Pablo en gálatas 3: 24.9
iglesia adventista, cómo veían las otras denominaciones a los adventistas. Dicho autor,
nombra que, por causa de la ausencia de énfasis en los grandes temas del evangelio, los
como medio para la salvación. Citando al autor, bien podría resumirse los eventos
relacionados al congreso de 1888, cuando él menciona que “los relámpagos del Sinaí
sábado en la Ley, también dan a entender que esto ocurrió en gran medida, debido a la tarea
8
Robert Wieland y Donald Short, 1888 Re-examined (Publicación personal, 1950).
9
Arnold Wallenkampf, Lo que todo adventista debe saber sobre 1888 (Buenos Aires: ACES, 1989), 16.
10
Enoch de Olivera, La mano de Dios al timón (Buenos Aires: ACES, 1987), 97.
10
de volver a resaltar el día de reposo de Dios durante tantos años olvidado. Sin embargo,
dicha actitud y deseo de alumbrar la completa Ley de Dios, centró tanto sus esfuerzos en
dichos tópicos, hasta llegar al punto en que se habían convertido en lo que ellos tanto
desacreditaban con sus predicaciones, a saber, unos legalistas que buscaban la salvación por
1888” debería ser también el que prediquemos en nuestros días. Sin entrar demasiado en los
pormenores del artículo, el autor cita a Elena White, y menciona el fuerte vínculo entre la
justificación por la fe y el triple mensaje angélico; y destaca, al igual que muchos otros
autores, la grieta que dividió a la mayor parte de los participantes de dichas conferencias
Ribamar Diniz, enfatiza que el año 1888 d.C, para el pueblo adventista, es tan
importante como el año 1844 d.C. Según Diniz, el acontecimiento del congreso de la AG
estuvo caracterizado por dos grupos dentro de la iglesia, uno denominado “lado
conservador” y el otro, el “lado liberal”. Según las palabras del mencionado autor, la iglesia,
en aquel entonces contaba con una base doctrinal, y gran parte de sus dirigentes no estaba a
favor de que unos muchachos fueran los que pusieran en tela de juicio lo que se había
fundado previamente. Más allá del desarrollar principalmente el estudio de este capítulo en
las confrontaciones, Diniz deja en claro que el congreso de Minneapolis fue una verdadera
11
Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Portadores de luz, Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día (Buenos Aires: ACES, 2012), 175.
12
Mervyn Maxwell, “What is the 1888 message”, Ministry 61.2 (1988): 15-18.
13
Ribamar Diniz y Tecio Alvez, 150 años de conducción divina (Cochabamba, Bolivia: 2013), 50, 51.
11
Objetivos específicos
White.
Declaración de hipótesis
Como justificación del estudio se puede afirmar que el gran tema de la justicia de
Del mismo modo que en los tiempos circundantes a las últimas décadas del siglo
XIX, nuestra iglesia se encuentra inmersa en un mundo de pecado, donde cuyo príncipe es
Satanás y hará todo lo posible para destruirla. Hoy en día, en el mundo cristiano, lo que
gobierna no es el legalismo, sino el liberalismo. La teoría de que Cristo pagó nuestro rescate
tiempo, y la iglesia adventista no se encuentra ajena al peligro de adoptar éste tipo de doctrina
no bíblica.
se estará cumpliendo uno de los objetivos de Dios al enviar a su hijo a pagar nuestro rescate,
a saber, reflejar su imagen e invitar a todos los no creyentes a que conozcan a Dios.
Definición de términos
Iglesia Adventista del Séptimo Día es una denominación religiosa cristiana cuyos
orígenes oficiales se registran en los Estados Unidos de América, en el año 1863. La misma,
que el texto bíblico, en toda su extensión, presenta claramente que Dios son tres personas; a
saber, Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo. Comparten una unidad indivisible,
coexistente y eterna.
en nuestro tiempo, cada cuatro años. En dichos congresos se resuelven cuestiones que están
Como primer aspecto fundamental a ser aclarado, es que el estudio se limita a conocer
objetivos lo denominado como “análisis bíblico”, se aspira a que el mismo no sea un análisis
bíblico-lingüístico técnico y profundo, sino más bien, una aproximación modesta al texto
bíblico original.
Finalmente, se desea especificar que, a fin de cumplir con los propósitos establecidos
de los objetivos planteados en el presente trabajo, ya que la resolución por completo del
Dentro de las limitaciones del tesista, lo primero que se desea mencionar, es que
principalmente en idioma inglés el cual no es dominado en su totalidad por parte del alumno.
momento, con el conocimiento debido de la lengua presentada por texto bíblico original. Por
original.
14
Metodología
ya que para el cumplimiento de los objetivos del mismo será necesario realizar un análisis
capítulo 1 del presente trabajo consiste en la presentación de los aspectos formales de dicho
estudio.
Iglesia Adventista, a fin de extraer información que permita conocer el contexto, y creencias
adventismo. Finalmente se vinculará esta creencia con el resto del cuerpo doctrinal.
CAPITULO II
«Los Adventistas del Séptimo Día aceptamos la Biblia como nuestro único credo y
los Adventistas del séptimo día comienza rezando tales palabras, mencionando con claridad
que el único fundamento de la fe es la Biblia, y que el sistema doctrinal está compuesto por
14
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Creencias de los
adventistas del Séptimo Día (Buenos Aires: ACES, 2007) 5.
15
creencias y no por dogmas inmutables, a fin de poder revisar y perfeccionar las doctrinas
Sin embargo, no siempre primó este pensamiento entre el pueblo adventista. En los
comienzos, dentro del grupo de adventistas guardadores del sábado existió discordia en
Más allá de los conflictos internos que siempre se hicieron presentes en el avance de
la causa de Dios, al remitirse a los inicios del establecimiento del credo formal de la iglesia
Adventista del Séptimo Día, la historia registra que el nacimiento del sistema de doctrinas
comenzó naturalmente con el crecimiento del cuerpo de creyentes, incluso antes que la
estudio profundo de las Escrituras. También es importante destacar la guía divina siempre
presente no solo en una persona, sino en muchas, recordando que Dios no revelará toda su
verdad a un solo individuo. Otro aspecto notable, fue la vitalidad del don profético presente
luz recibida por los pioneros de la iglesia. Finalmente, es importante mencionar que todo el
15
Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Portadores de luz, Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día (Buenos Aires: ACES, 2012), 160-170.
16
a que fue en aquel entonces que se sentaron las bases para la construcción del fundamento
de nuestra fe, a saber, las Escrituras a través de doctrinas. George Knight16 menciona que
el desarrollo doctrinal no fue instantáneo, sino que se fue concertando con el correr de los
Una mención esencial tiene que ver con las doctrinas pilares del adventismo
sabatario, las cuales consistían en el santuario, el sábado, la inmortalidad del alma, el don
profético, pero no en el tema central de las Escrituras, es decir, la justificación por la fe. Esto
se presentó de este modo, principalmente debido a que las doctrinas distintivas son las que
marcan diferencia con el resto de las denominaciones cristianas, pero no ocurre lo mismo
con el tema en común de la salvación por fe en Cristo. Es interesante notar que la doctrina
de la justificación por la fe, al no contar con un lugar prioritario dentro de las predicaciones
y pensamientos adventistas del séptimo día, lentamente fue perdiendo importancia en las
iglesia Adventista publica por primera vez un documento denominado “sinopsis de nuestra
fe” que abarcaba 25 proposiciones a modo de credo. Más adelante, en el año 1889 d.C. dicho
documento fue revisado y ampliado a 28 secciones, y desde el año 1905 hasta el 1914 d.C.
creencias de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se encuentra que, por los mismos motivos
naturales del crecimiento eclesial, es que en el año 1931 d.C. se publica por primera vez una
16
George Knight, Nuestra Iglesia (Colonia Navarte, México: Gema Editores, 2008), 69-91.
17
Asociación General de 1980 d.C., donde fue reemplazada por un documento que contenía
motivo de que el Espíritu Santo puede revelar una comprensión mejor de los principios de
congreso de la CG celebrado en el año 2005 d.C., donde se revisó el postulado de 1980 d.C.
y se decidió por exponer con mayor profundidad una creencia, presentándola en una nueva
sección. Por tal motivo, en la actualidad, la IASD cuenta con 28 creencias fundamentales
cuyo desarrollo comenzó en el año 1844 d.C. y aún sigue en vistas de perfeccionamiento
1888 d.C.
aislamiento absoluto, sino que la realidad de cada una de ellas se encuentra afectada por el
contra la salud del remanente de Dios. A fines del siglo XIV, de la mano con distintos
avances tecnológicos y sociales, el movimiento adventista del séptimo día sufrió ciertas
Knight menciona que «las variantes respuestas de los nuevos avances introducirían
progresivamente en medio del protestantismo evangélico una cuña que acabaría por dividir
cristiano al causar una profunda disociación entre los creyentes, separándolos casi
irremediablemente entre los que sostenían ideas conservadoras, y los que se identificaban
realidad contemporánea influyó en el pensamiento adventista. Dos eran las grandes filosofías
que reinaban sobre las denominaciones cristianas a fines del siglo XVI, consistiendo la
primera de ellas en la “gracia barata” que atribuía toda la responsabilidad a Cristo eximiendo
al ser humano de sus decisiones trascendentes; mientras que, por otro lado, gobernó el
pensamiento que la Ley era el componente vital dentro de la religión verdadera y su práctica
Entonces, considerando este panorama cada vez más asfixiante, el adventismo del
séptimo día adoptó una posición que se alejaba de su esencia. Ante la necesidad de combatir
la teología liberal y la conformidad con el mundo, y a su vez, desprenderse del resto de las
la iglesia no solo tuvo que lidiar contra factores externos, sino internos. La iglesia adventista
17
George Knight, Introducción a los Escritos de Elena de White (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 443-
450.
19
mantuvo una lucha aguerrida contra distintas herejías que se levantaban aún de su propio
pueblo. Un ejemplo de esto fueron las que menciona Douglass18, donde se encuentra un
abanico de creencias erróneas que atentaban contra el bienestar doctrinal del cuerpo de
creyentes.
Entre las ideas de estos hermanos que aseveraban tener “nueva luz”, se presentaron
los temas de la “impecabilidad”, una creencia que sostenía un grupo de fieles en New
podría cambiar produciendo un ser humano que se encontraba en una “santificación perfecta
y que estaba por encima de la posibilidad de pecar.”19 Junto con estas tergiversaciones de
la verdad, apareció la “doctrina del ocio”, que interpretaba el mensaje divino de manera
equivocada alegando que no era necesario trabajar. Elena de White respondió rotundamente
ante esta postura recordando que «la razón y el juicio no debían ceder su lugar a las
impresiones, especificando que “Dios dispuso que los seres creados por él debían
trabajar”.»20
monografía, se puede mencionar que dentro de las creencias con las cuales estaba luchando
para, de ese modo, estar preparados para la traslación»21; el tan antiguo panteísmo, el cual
concebía que Dios estaba presente en todos lados, ya que «todo manifiesta la presencia de
18
Hebert Douglass, Mensajera del Señor (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000).
19
Elena de White en, Hebert Douglass, Mensajera del Señor (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 194.
20
Ibíd.
21
Hebert Douglass, Mensajera del Señor (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 198.
20
Dios, porque la naturaleza y Dios son idénticos.»22; y finalmente, dentro de los conceptos
equivocados que causaron el mayor daño dentro de las filas del adventismo del séptimo día,
se encontraba la errada comprensión de la naturaleza y obra del Espíritu Santo y con ellos la
“crisis del santuario”, el cual, al ser comprendido de forma distorsionada fungía como base
Como último tópico de la realidad que experimentaba la IASD en los años que
cercaban el congreso previamente mencionado, también regían aspectos sociales del mundo
perfección humana en todas las aristas posibles era un pensamiento y actitud predominante.
alcohólicas, sino que, en el afán por alcanzar una perfección física y moral, las personas
dedican todas sus energías y gran parte de sus recursos para llegar hasta el congreso de los
Estados Unidos, y lograr imponer por medio de leyes los propósitos que se habían fijado.
Más allá de las reformas en cuanto a la abolición de la esclavitud; el cese del consumo
vivenció «un progreso sin precedentes en todos los campos de la salud»24, debido a los
22
Ibíd, 200.
23
George Knight, Introducción a los Escritos de Elena de White (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 443-
450.
24
Íbid, 127.
21
de combatir la condición de salud deplorable en la que se encontraba gran parte del pueblo
de los EE.UU. Es válido nombrar que, en éste período de fines del siglo XIX, se crean
sanatorios, hospitales, clínicas, todo esto con el objetivo de alcanzar una mejor salud.
Finalmente, dentro de todos los ramos que sufrieron el empuje del reformismo en
torno al año 1880 d.C., no se puede dejar de mencionar el avance que tuvo lugar en materia
educación pasó por una profunda transformación entre 1865 y 1915 d.C.»25, y este proceso
lejos estuvo de ser pasivo. Aguerrida fue la lucha por la conformación del currículo
estudiantil, ya que los encargados de su definición, bien entendían que a través de sus
la IASD como Elena de White esgrimieron sus plumas en favor de la Escrituras como
Este aspecto suele considerarse de poca monta, pero el paradigma sobre el cual se
sostiene la educación es un elemento vital. Las sociedades están conformadas por individuos,
los cuales gran parte de lo que son es el resultado de lo experimentado en los centros
Darwin, esencialmente sostenían que “no hay Dios” y que el hombre por sí mismo es capaz
Como conclusión del presente apartado, se desea mencionar que conocer el contexto
tanto secular como religioso en que se llevó a cabo el congreso de Minneapolis, es de gran
posiblemente pensamientos, que poseían los participantes de aquel evento. Si bien eso nunca
25
George Knight, Introducción a los Escritos de Elena de White (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 133.
22
será comprendido con exactitud, las experiencias no son aisladas, sino que se ven afectadas
influencia en la realidad de las personas que vivieron en aquella época. Las ansias de
perfección; los esfuerzos humanos por alcanzar el ideal en no pocos los aspectos de la vida;
los avances en la tecnología, ciencia, salud y educación; las reformas varias experimentadas
y las luchas por las convicciones que se poseían, han tenido lugar en el rumbo que adopto la
comentado con antelación ha influido para que gran parte del adventismo del séptimo día
considere en demasía la Ley de Dios y su cumplimiento por parte del ser humano, y más aún
al entender que la letra era lo que separaba al adventismo sabatario del resto de las
distintivo para con otras denominaciones, y la centralización de la voluntad del hombre que
todo lo puede como centro del perfeccionamiento humano, se fue apagando la luz que
comprender un tanto mejor cómo es que se llega a las filosofías y creencias predominantes
a finales del siglo XIX, donde tuvo lugar el renombrado congreso de Minneapolis. La
historia forma una parte estructural en la formación las ideas, credos y doctrinas, entonces
bien se haría en aumentar el saber en relación al proceso histórico de la doctrina bajo estudio.
23
Hermas y las Cartas de Ignacio. En el siglo II d.C., luego de la extinción de los testigos
esencial de Jesús en la justificación por los esfuerzos humanos, siendo Cristo desplazado por
los preconceptos del mismo, y «la fe se reemplaza por seguir un ejemplo»26. Uno de los
creencia en la cruz de Cristo, fue Ireneo de Lyon, quién enseñó que la salvación no proviene
del sacrificio vicario de Jesús, sino solo por su vida encarnada. Esto sostiene la creencia de
que «Dios se convirtió en lo que somos humanamente para que nosotros pudiéramos llegar
a ser lo que él es divinamente.»27 El hombre llega a ser dios en la tierra, misma propuesta de
la serpiente en el Edén.
acercó a lo mencionado en las Escrituras, sino que lejos estuvo de ser esa la realidad.
Tertuliano, teólogo de la Iglesia Occidental del siglo III d.C., introdujo varias enseñanzas
que atentaban contra la salvación otorgada por Jesús. Una de ellas fue la creencia del pecado
limosnas. Como se puede apreciar, lentamente se fue realzando el papel de las obras humanas
Sin embargo, el siglo III d.C. no solo tuvo como actor principal a Tertuliano, sino
también a Orígenes. Este erudito de Alejandría, a través de sus enseñanzas, comienza a sentar
26
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de
Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 341.
27
Ireneo de Lyon, Contra las Herejías, en Tratado de Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009)
341.
24
las bases para la creencia del infierno y del tormento humano, al considerar en la ecuación
de la salvación al mismo Satanás. El sostenía que el sacrificio de Cristo no fue para hacernos
justos ante Dios, sino a fin de pagar un rescate al diablo. Entonces, lo mejor que el ser
humano podía hacer no era amar a Dios y creer en Cristo, sino rehuir el infierno para evitar
el tormento eterno.
La historia continúa y el siglo IV d.C., al igual que los siglos posteriores no hicieron
otra cosa que añadir confusión a la doctrina de la salvación. Atanasio argüía que la salvación
semejante a Dios. Pelagio, teólogo establecido en Roma, esgrimía la creencia de que los
seres humanos son básicamente buenos, y a pesar del pecado de Adán, pueden elegir bien y
no pecar. Esto tenía fundamento en la idea de que «Dios no deseaba ordenar algo imposible
porque es justo»28, lo cual es lógico, pero deja de lado la justicia de Cristo y asegura que el
hombre, «si así lo desea, puede guardar los mandamientos sin pecar.»29 La salvación
proviene de la obediencia netamente humana. En el otro extremo del conflicto con Pelagio,
se encontraba Agustín. El erudito católico dio a conocer la creencia de que «la gracia de
determina cuales de todos los seres humanos pecadores recibirá la gracia sobrenatural. Esto
En la edad media, dos fueron los grandes estudiosos de las Escrituras y la tradición,
primero de ellos fue Anselmo, arzobispo de Canterbury, quien, en el siglo XI d.C., presentó
28
Pelagio, Epístola a Demetrio, 16; en Tratado de Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 343.
29
Kelly, en Tratado de Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 343.
30
Agustín, La Corrección y la Gracia (NPNF-1 5:485-487).
25
señor, dando a entender que el sacrificio intercesor de Jesús, no fue un acto de amor salvador
y reparador, sino una ofrenda con el fin único de aplacar la ira de Dios, su señor. El segundo
francés, en el siglo XII, también influenciado grandemente por las corrientes de pensamiento
consistía en «encender la llama del amor de Dios en el corazón humano por causa de la
cruz.»31. Si bien se entiende la importancia del amor en el acto salvador por parte de Dios,
Abelardo no ofrece una teoría de cómo la cruz manifiesta el amor de Dios, se contenta con
anunciar que el amor que se demostró en la cruz es la referencia central de la fe, quitando en
y los grandes teólogos que más tuvieron participación en el desarrollo de la justificación por
la fe, fueron Martín Lutero y Juan Calvino. El primero de ellos sostenía que, si bien la
salvación se obtiene solo por fe, solo por gracia y solo por Cristo, y la fe debe ser un don de
Dios que él obra en favor de la humanidad, «esto conlleva la idea de predestinación, y Lutero
creía firmemente en ella.»32. Calvino, por su parte, aceptó la base del pensamiento
reformador, pero estrechó aún más la relación entre justificación y santificación declarando
que ambas son otorgadas el creyente como resultado de su unión con Jesús. A su vez, y
duplicando el error de Lutero, Calvino creía en la doble predestinación. Esto puede leerse en
su declaración, al afirmar que «no todos los hombres fueron creados con las mismas
31
Abelardo, Comentario a los Romanos, 3.26; 5.5; en Tratado de Teología Adventista (ACES: Buenos
Aires, 2009) 345.
32
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de
Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 346.
26
posibilidades, sino que para algunos es preordenada la vida eterna y para otros la
condenación eterna.»33.
Concilio de Trento (1545-1563 d.C.), defendió sus dogmas y atacó las alternativas
presentadas por los reformadores, aduciendo que «una persona justificada debe creer que
está seguramente predestinada para la salvación, y que esa persona no puede pecar o perder
la gracia.»34. De este modo se aprecia la justificación como algo intrínseco, dando a entender
que Dios en lugar de declarar justo al hombre, lo hace justo; trayendo esta propuesta bajo
sus alas la consideración de impecabilidad por parte del ser humano, algo ajeno a las
Juan Wesley brinda un concepto de justificación por la fe con tintes de creencias presentadas
por los reformadores de siglos pasados, pero se aventura aún más y alega que «mediante la
santificación, el ser humano es salvo del poder y la raíz del pecado y es restaurado a la
imagen de Dios. La santificación tiene como resultado, aún en esta vida, la perfección del
el hombre puede dejar de pecar por sí mismo y erradicar el pecado de la naturaleza humana.
De ese modo se acerca el tiempo del congreso de Minneapolis celebrado a finales del
33
Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, 3.21.5.
34
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de
Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 347.
35
Corriente de creencias basadas en los estudios de Jacobo Arminio. El mismo sostenía doctrinas que
contemplaban, por ejemplo, la predestinación, pero no basada en un decreto divino sino en la presciencia
de Dios.
36
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de
Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 348.
27
justificación por la fe se veía influenciada por estos y otros pensamientos presentes en mundo
Minneapolis
necesarios para presentar de forma breve y concisa las experiencias y aprendizajes que,
d.C.
pueblo que fue bendecido con gran luz y preciosas oportunidades y privilegios. Como
reformadores, habían salido de las iglesias denominacionales, pero ahora juegan un papel
semejante al que habían desempeñado las iglesias. Esperábamos que no habría necesidad
Luego de presentar esta cita escrita por Elena de White, testigo presencial, pionera
de la Iglesia y sierva de Señor, tal vez sería suficiente para comprender la intensidad que se
vivenció en aquel encuentro. Tal fue la magnitud del conflicto dentro de las filas del
adventismo sabatista, que la sierva de Dios declaró que en un momento pensó que no habría
necesidad de abandonar otra iglesia. En otras palabras, la autora expresa que, si la IASD no
cambiaba de parecer y volvía a incluir a Cristo como la cabeza de la iglesia, tendría que dejar
37
Elena de White, The Ellen G. White 1888 Materials (1889) 356-357.
28
era una doctrina, pero no ya un amigo personal para muchos adventistas como una vez
había sido.»38. Jesús, lentamente estaba dejando de ser una persona presente en la vida de la
iglesia, para confinarse en una fría doctrina con tanta vida como un puñado de letras en un
libro. Haber perdido de vista a Cristo para muchos de los adventistas no debe haber sido una
grata experiencia, ya que quitar al Redentor del mundo del timón de la iglesia y de la vida,
escribiendo bajo inspiración divina, expresó en breves palabras lo que significó el congreso
para muchas personas que amaban a Jesús con toda su mente, alma, y fuerzas. Ella mencionó
que había sido «instruida (por Dios) a declarar que la terrible experiencia del congreso de
Minneapolis es uno de los capítulos más tristes de la historia de los creyentes en la verdad
presente»39. Bien se puede apreciar en dichas palabras lo que significó aquella experiencia.
hecho presentes en la vida de la iglesia en ese tiempo. La misma fe de las personas estaba en
En estrecha relación con lo expuesto, Diniz y Alves revelan que el mayor conflicto
que atravesó la iglesia en aquel tiempo, fue la acusación externa de que «los seres humanos
son salvados únicamente por las obras.»40. Si bien técnicamente esto no es así y nunca lo
fue, se puede considerar que hubo momentos en la historia de la IASD en que gran parte de
38
Mervyn Maxwell, Dilo al Mundo, (Florida: Asociación Publicadora Interamericana, 1976) 220.
39
Elena G. de White, Carta 179 (1902), en Mervyn Maxwell, Dilo al Mundo, (Florida: Asociación
Publicadora Interamericana, 1976) 220. El agregado entre paréntesis es del autor del libro citado.
40
Ribamar Diniz y Tecio Alves, 150 Años de Conducción Divina (1863-2013) (Cochabamba, Bolivia:
Centro de Estudio Elena G. de White, 2013) 49.
29
resaltar la pisoteada Ley de Dios, olvidando en oratoria y práctica la preciosa gracia y justicia
de Jesús.
seno del adventismo, principalmente entre dirigentes de experiencia para con algunos líderes
más jóvenes. Este conflicto tuvo su raíz en la interpretación de la Ley en Gálatas 3: 19-25, y
no fue fácil desatar el nudo que se había formado respecto a la interpretación de este pasaje
bíblico. Mucho tiempo, esfuerzo, y lágrimas demandó la aceptación del mensaje que Dios
envió a su iglesia en ese tiempo mediante los jóvenes pastores Waggoner y Jones.
Finalmente, se puede aseverar que, a pesar de que dicho congreso ha suscitado una cantidad
sorprendente de posturas diversas, también fue una demostración del verdadero don
profético en acción a través de Elena de White, y una real «demostración de que Dios estaba
en el control de su iglesia.»41.
Minneapolis, Schwartz menciona que existió impacto en todas las áreas de la iglesia pero,
citando a W.C. White, una cosa es segura, las experiencias pesaron severamente en la índole
personal, expresando que «algunos sentían que había sido una bendición para sus vidas;
otros, que marcó el comienzo de un período de oscuridad, y que los malos efectos de lo que
IASD, las elecciones personales causaron un punto de inflexión en la vida de las personas.
Muchos de los presentes en aquel entonces optaron por humillar su corazón, y a través del
estudio de las Escrituras y ferviente oración, permitieron que el Espíritu Santo guíe sus
41
Ribamar Diniz y Tecio Alves, 150 Años de Conducción Divina (1863-2013) (Cochabamba, Bolivia:
Centro de Estudio Elena G. de White, 2013) 51.
42
W.C. White, en Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Portadores de luz, Historia de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: ACES, 2012), 182.
30
eterno, cuyo resultado es el único cuando el ser humano elige rechazar a Jesús.
A modo de conclusión del presente apartado, y como reflexión final acerca de las
a Elena de White, testigo presencial de aquel entonces, donde la escritora expresa en claras
La autora menciona que Dios tenía que enviar un mensaje precioso para su pueblo, y
que ese mensaje «tenía que presentar en forma más destacada ante el mundo al sublime
Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presentaba la justificación por la
obediencia a todos los mandamientos de Dios. Muchos habían perdido de vista a Jesús.
Necesitaban dirigir sus ojos a su divina persona, a sus méritos, a su amor inalterable por la
familia humana […]. El mensaje de evangelio de su gracia tenía que ser dado a la iglesia
con contornos claros y distintos, para que el mundo no siguiera afirmando que los
La primera de ellas, es que el transcurso de la historia revela que Dios está al control de su
pueblo, y que nadie es indispensable para el avance del Reino de los Cielos. En segundo
lugar, la justicia de Cristo es un regalo que solo proviene de él, y el ser humano no puede
hacer más que aceptar la gracia divina. Y, finalmente, aceptar esta justicia que solo proviene
43
George Knight, Introducción a los Escritos de Elena de White (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 84.
31
de Jesús y manteniendo una vida de comunión con él, dará como resultado la obediencia de
creencia notablemente influyente en la vida del cristiano. Entonces, al estudiar las Escrituras
y conocer a Jesús, se entiende que algo cambia en la concepción de la vida por parte de la
una aplicación para el tiempo actual. Para tal fin es necesario expresar brevemente la doctrina
puede concebir en completitud, si el pensamiento se desprende del marco del gran conflicto
universal que exponen las Escrituras y de la centralidad del plan de salvación plasmado en
el Santuario Celestial. Los adventistas, al explicar la solución que Dios puso en acción para
este conflicto, lo hacen entendiendo que el telar de la salvación no tiene una sola hebra de
diseño humano (Ef 2:8). Por medio de la gracia, un regalo divino, Dios ubica al pecador que
44
Estudios acerca de la salvación del hombre.
32
acepta a Cristo como su salvador, «en un nuevo estatus y en una correcta relación con Dios,
los que creen en él para que anden en una nueva vida (Ro. 6:4), porque el hombre está dañado
y es bueno para él que, al colaborar con Jesús, pueda retornar a ideal de Dios para su creación.
Conservar una comunión íntima con Jesús dará como resultado que el ser humano manifieste
los frutos del Espíritu (Gá. 5:22), y obedezca la ley de Dios (Ro. 8:4; Ap. 14:12) como un
servicio de amor; esta «es la verdadera prueba del discipulado»46. Los adventistas del
séptimo día han incluido estos dos elementos bajo la justificación por la fe.
cual, según entiende dicha iglesia en consonancia con los parámetros mencionados por la
Biblia, el Espíritu Santo obró el don de la profecía, manifestó que «la justicia exterior da
justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es nuestro título al cielo;
la segunda, y nuestra idoneidad para el cielo.»47 Tal vez lo más importante que se puede
justificación por la fe no tendría sentido sin considerar la obra total de Cristo. La IASD
considera a la luz de las Escrituras, que la obra de expiación, o eliminación por completo del
45
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Tratado de
Teología Adventista (ACES: Buenos Aires, 2009) 348.
46
Elena de White, El Camino a Cristo (Florida, Buenos Aires: ACES, 2000) 60.
47
Elena de White, Review and Herald, junio 4, 1895.
33
en el Santuario celestial (Dn 8: 14 cf. He 9: 23). En esta actividad intercesora por parte de
se revela quiénes son los que pertenecen al verdadero pueblo de Dios, y cuyos pecados
Jesús.
Ahora bien, una mención importante a destacar en relación a la crisis teológica que
atravesó la IASD en Minneapolis, es que el adventismo sabatario entiende que no basta con
aseverar creer en Jesús como evidencia de la completa justificación por la fe, sino que
ciertamente el hecho de creer en Cristo y ser justo, traerá como resultado la obra entre el
Espíritu y el creyente, para ser una nueva criatura en Jesucristo (2 Co 5: 17). Como
consecuencia del “juicio investigador” nombrado con antelación, cuando el Señor Jesús
imagen de Cristo en la raza humana, entonces no sólo los habitantes de este mundo sino los
de todo el universo, para quienes la redención de este mundo ha sido un libro de texto,
adventista es estrecha y compleja, por lo que el desarrollo de los puntos de contacto entre
ésta creencia y cada una de las restantes escapa a la resolución del presente trabajo.
Solamente se desea mencionar que, cuando el Espíritu Santo «trae a nuestro interior el
humanidad por parte de Dios. El “consumado es” de la cruz invalida cualquier intento
34
humano de lograr aceptación»48. Esto demuestra que el aceptar a Cristo comienza con un
conocimiento consiente de él, y ese conocimiento solamente vendrá como consecuencia del
CAPITULO III
Conclusiones.
«Quitar la cruz al cristiano, es como borrar el sol que ilumina el día, y quitar la luna y las
conocer con cierta precisión la facilidad con que el ser humano puede perder de vista a Jesús,
la finalidad de la Ley (Ro 10: 4), y volcarse al mero formalismo del cumplimiento vacío de
una serie de mandamientos, dejando de lado la esencia del cristianismo genuino, a saber, el
Sin embargo, las personas no están exentas de caer del otro lado del camino de la
confusión, y comenzar a creer que la aceptación de Cristo como su salvador genera una
actual prevalece la creencia universal de que Dios ama al pecador y con eso es suficiente. Si
bien es completamente cierto que Dios ama incondicionalmente al hombre, hay que ser
48
Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. Creencias de los
adventistas del Séptimo Día. (Buenos Aires: ACES, 2007) 146.
49
Elena de White, Manuscrito 50 (1900).
35
precavidos de no transformar la obra salvífica de Jesús en una “gracia barata” que no produce
El texto bíblico expone que, cuando una persona elige libremente creer en Jesús como
su salvador personal, se le imputa la justicia de Cristo haciéndolo apto para comparecer ante
Dios Padre (Zac 3). Se le imputa una condición de aptitud que ganó Jesús mediante su vida
segunda parte de la justificación por la fe, una vez que la persona se apropia de los méritos
del Salvador y mantiene una relación con él, comienza el proceso de santificación (1 Co 1:
30) donde se verán los frutos de un carácter que se va transformando a semejanza del de
Jesús, gracias a la obra del Espíritu Santo y a la decisión del hombre (2 Co 3: 18).
36
BIBLIOGRAFÍA