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Arte en El Norte Del País-2

El documento describe la música y danzas tradicionales de Baja California, incluyendo estilos como el calabaceado y el corrido. También menciona instrumentos como el acordeón, bajo sexto y tarola. Bailes populares incluyen el chaverán y el chotis.
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El documento describe la música y danzas tradicionales de Baja California, incluyendo estilos como el calabaceado y el corrido. También menciona instrumentos como el acordeón, bajo sexto y tarola. Bailes populares incluyen el chaverán y el chotis.
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Música

y danza
en el
norte del
país
La música de Baja California se distingue por estilos e
instrumentos tradicionales con instrumentos como el
acordeón, el bajo sexto, la guitarra, el contrabajo y la
tarola.

Huarachazo, calabaceado y huapango


Una de las principales actividades económicas de Baja

Baja California es la producción ganadera. Por ello, no resulta


extraño que la expresión musical popular más
representativa de la región sea el calabaceado, un tipo de

California baile en el que los ejecutantes imitan los brincos, giros,


patadas y otros movimientos propios del ganado.

Valses, polcas y mazurcas


Dentro de la música típica de la península también
podemos encontrar bailes de salón como el vals, la
mazurca, la redova, la polca y el chotis, todos ellos traídos
a México (junto con el acordeón) por los inmigrantes
alemanes, bohemios y checos que se asentaron en el norte
del país a mediados del siglo XIX.
Los habitantes de la región adoptaron esta música, la
adaptaron a su entorno y terminaron por convertirla en
parte de su folclor bajo el nombre genérico de música
norteña. Entre los bailes más representativos de los estados
de Baja California y Baja California Sur se encuentran
chotis como La flor de la pitaya y Las calabazas; polcas
como El tupé y La yuca; valses como El apasionado, y

Baja zapateados como El chaverán.

Aunque la mayoría de estos bailes son interpretados en

California parejas y tienen el cortejo amoroso como eje temático,


otros son interpretados únicamente por varones (como La
cuera, donde los bailarines van vestidos con un abrigo largo
de cuero que se cierra con cuatro correas) o abordan
temas que forman parte de la cotidianeidad de la
península (como la Danza de los cañeros, donde los
bailarines imitan los movimientos de las personas que
trabajan en la zafra de la caña).
El corrido, identidad de Baja California
Otra de las expresiones musicales más difundidas en Baja
California es el corrido, que al parecer surgió como una
forma de comunicación e información debida al
aislamiento geográfico de la región norte con respecto al
resto del país.

Baja Se trata de relatos cantados que, por medio de ingeniosas


rimas, abordan diversos temas históricos, políticos o
románticos, verídicos o no. Una de las muestras más pulidas

California de este género musical en los estados de Baja California es


El cachanilla, corrido originario de Mexicali.
Baja
California
Dibuja lo que más te gusto de
la cultura musical y dancística
de Baja California.
La riqueza cultural de Chihuahua se aprecia en la mezcla de ritmos
e instrumentos europeos e indígenas que van del chotis y el
acordeón a las danzas acompañadas con flauta de carrizo y
chapareque.
Dentro del conjunto de estilos musicales que reciben el nombre
genérico de música norteña y, cuyo origen se remonta a la música
que en el siglo XIX trajeron a nuestro país los inmigrantes alemanes,
bohemios y checos, destacan la redova, la polca, el chotis y la
mazurca como representativos de Chihuahua.

Chihuahua De la nobleza europea a la aristocracia mexicana


Al parecer basado en un estilo de baile escocés (de donde tomó el
nombre), el schottisch es originario de Bohemia y tuvo su momento
de gloria en la primera mitad del siglo XIX. Se bailaba en los
salones ingleses, alemanes y austríacos. Para 1850, esta especie de
polca un poco lenta con elegantes movimientos y secuencias
elaboradas pero sencillas se había convertido ya en el baile
representativo de Madrid, y no pasó mucho tiempo antes de que se
pusiera de moda en México.
De manera similar, la mazurca —animada danza formada por tres
partes con distinto ritmo (medio rápido-lento-rápido) que pueden
bailar 4, 6 o hasta 12 parejas al mismo tiempo— pasó de los salones
de la nobleza polaca a los salones de la aristocracia mexicana, y
finalmente al repertorio de danzas populares del norte del país,
durante la segunda mitad del siglo XIX.

El estilo Chihuahua: acordeón, bajo sexto, tarola y tololoche


Adaptada al estilo particular de cada región, la música tradicional
del estado es interpretada por típicos conjuntos norteños de

Chihuahua acordeón, bajo sexto, tarola y tololoche, pero “al estilo Chihuahua”.
Esto quiere decir con acompañamiento de saxofón, el cual añade un
toque característico a los temas, entre los que destacan polcas
como La escobita (también conocida como La segunda de Rosales
debido a una curiosa anécdota protagonizada por Benito Juárez).
La furia del río Bravo, Santa Rita, El huarachazo, De Chihuahua a La
Concordia y Silvia, el chotis Mi reina y El corrido de Chihuahua,
pieza descriptiva compuesta por el duranguense Pedro de Lille
Aizpuru en coautoría con el defeño Felipe Bermejo Araujo y que es
considerada de manera popular como el segundo himno del estado.
Danzas ceremoniales rarámuris
Es importante mencionar también la música de los tarahumaras o
rarámuris, comunidad indígena asentada en parte del estado de
Chihuahua y en el suroeste de Durango y Sonora. Las danzas
tarahumaras tienen un profundo sentido ceremonial en el que se
percibe el sincretismo religioso ocurrido tras la Conquista, y en su
gran mayoría coinciden con el calendario de festividades de la
Iglesia católica.
Así, por ejemplo, durante la Semana Santa los tarahumaras (y otros

Chihuahua
pueblos como los pimas) celebran el inicio de un nuevo ciclo
agrícola con bailes como la Danza de los pintos (un baile que dura
36 horas seguidas y en el que los danzantes llevan el cuerpo
adornado con puntos de arcilla blanca), la Danza del Yumaré
(interpretada únicamente por mujeres y acompañada por cantos en
diversos tonos) y la Danza del tutugúri (que dura toda una noche y
donde un oficiante pide incesantemente que las cosechas sean
buenas).
Los instrumentos con que estos pueblos ejecutan sus danzas son
tambores de madera con piel de venado, tenábaris (especies de
sonajas que se colocan en los tobillos y que están elaboradas con
capullos secos de mariposa y piedras pequeñas de hormiguero),
flautas de carrizo y chapareques (una especie de arpa con hasta
tres cuerdas que se fabrica con madera extraída del centro de
magueyes secos y se toca usando la boca del intérprete como caja
de resonancia).
También, como sucede en Aguascalientes, San Luis Potosí o

Chihuahua
Zacatecas, durante los festejos que abarcan del 12 de diciembre al
6 de enero se baila la Danza de los matachines (o matlachines),
acompañada con guitarra y violín. Sin embargo, a diferencia de la
organización coreográfica de, por ejemplo, Aguascalientes, donde
el “viejo de la danza” o “moreno” trata de provocar el desorden
entre las filas de danzante, los matachines chihuahuenses siguen las
órdenes de dirigentes denominados “monarcos” para enfrentarse al
chapeyoko y su temible látigo.
Chihuahua
Haz un poema sobre la
cultura musical y dancística
de Chihuahua.
Al igual que ocurre con prácticamente todo el norte de México, las
danzas y bailes típicos de Durango provienen en gran medida de la
fuerte herencia de los inmigrantes alemanes, checos y bohemios que
se asentaron en la zona durante la segunda mitad del siglo XIX.
Como música tradicional del estado encontramos un gran surtido de
polcas (La palmita, La cacerola, El jaral, La mermelada) y chotis (El
vaivén, Mis cositas, El revolcadero, El senderito, Los arbolitos, Las
conchitas y Vamos a la aduana); además de la cuadrilla, un baile de
salón de origen francés que se popularizó en el municipio de

Durango
Tepehuanes durante la ocupación francesa de la década de 1860.

Sin embargo, el que prácticamente se considera como el segundo


himno del estado es El corrido de Durango. Tema compuesto en 1943
por Miguel Ángel Gallardo (1901-1977). Se trata de una canción que,
a partir de los recuerdos de un duranguense que añora su ciudad al
estar lejos de ella, nombra todos los lugares distintivos de la capital
del estado.Aademás, uno de sus fragmentos está dedicado a Pancho
Villa, quien nació en el pueblo de La Coyotada, que pertenece al
municipio de San Juan del Río.
Canto cardenche.
En Durango también encontramos la hoy poco menos que extinta
canción cardenche, originaria de dos poblaciones que forman parte
de la llamada Comarca Lagunera: La Flor de Jimulco, perteneciente
al municipio de Torreón, y Sapioriz, perteneciente a Durango. Estos
emotivos temas que se interpretan a capella por tres voces
masculinas (primera o “marrana”, de arrastre y arrequinte) al calor
de “la pastillita” (sendos tragos de sotol o mezcal) son una peculiar
muestra de polifonía que debe su metafórico nombre al cardenche,

Durango
una planta cactácea abundante en la región cuyas espinas —
cuando penetran en la piel— provocan dolor, el cual se intensifica
cuando intentamos sacarlas ya que sus filamentos se “aferran” a la
herida.
Tepehuanes y huicholes mantienen la música indígena
Por su parte, en algunas zonas de Durango todavía se encuentran
ejemplos de música tradicional indígena, sobre todo entre los
asentamientos de tepehuanes y huicholes. Así, por ejemplo,
encontramos la Danza de las palmas o Danza de las plumas, que se
interpreta desde hace más de 400 años para pedir lluvias y buenas
cosechas. Esta danza se caracteriza por un acompañamiento
musical de violín, tambor y sonajas (que los danzantes deben agitar
al ritmo de los pasos que ejecutan), el cual va cambiando

Durango imprevisiblemente de velocidad. Sin dejar de bailar, los danzantes


deben adaptarse rápidamente al nuevo ritmo. La Danza de las
palmas debe su nombre a la palma de carrizo o madera en forma
de abanico (y adornada en su centro con plumas de ave o de papel)
que los danzantes portan en su mano izquierda.
Parte 3
Lectura de notas
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Los acordes

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