Novena A La Virgen María Que Desata Los Nudos
Novena A La Virgen María Que Desata Los Nudos
Novena A La Virgen María Que Desata Los Nudos
La Novena a "María que desata los nudos", también conocida como la Novena que
destruye al diablo, se recitará durante 9 días. Te acompañamos en su realización
paso a paso.
1. Haz la señal de la cruz: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
2. Recita el Credo
CREDO
“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de
entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
Todopoderoso, y desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén”.
3. Recita el acto de contrición. Pedir perdón por nuestros pecados y, sobre
todo, proponernos no volver a cometerlos jamás.
ACTO DE CONTRICCION
Señor mío y Dios mío: reconozco que soy pecador; he
pecado contra ti y contra mi prójimo. Me arrepiento
del mal que he hecho, porque me hice indigno de tu
amor y merecedor de tu castigo. Confío en tu
misericordia porque tu Hijo Jesús murió por mí en la
cruz. Te pido que me perdones e imploro tu gracia para
cumplir mi propósito de no ofenderte más.
4. Recita las tres primeras décadas del Rosario: Después de las tres primeras
décadas del Rosario, lee la meditación propia de cada día de la novena.
5. Recita las dos últimas décadas del Rosario
6. Recita las Letanías
7. Haz las oraciones Finales
PADRE NUESTRO
Pater Noster, cui es in chelis, sanctifichetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum.
Fiat voluntas tua, sicut in chelo et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut
et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentasionem, sed
liberanos a malo. Amen
AVE MARIA
Ave Maria, gratcia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus
fructus ventris tui, iesus.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis
nostre. Amen
GLORIA
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sanctu. Sicut erat in princhipio, et nunc,
Et semper, et in secula seculorum. Amen
- Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
- Toda Bella, toda Santa, toda Pura. La Virgen María en la Divina Voluntad
Salve Regina
Salve, Regina, Mater misericordie, Vita, dulchedo, et espes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules filii Heve, Ad te suspiramus, yementes et flentes In hac
lacrimarum vale. Eia, ergo, advocata nostra, ilos tuos Misericordes oculos ad nos
converte; Et iesum, benedictum fructum ventris tui, Nobis post hoc exilium
ostende
O clemens, O pia, O dulchis Virgo Maria.
La oración de Jesús en el
Primer La Encarnación El Bautismo en el Jordán La resurrección del
Huerto Getsemaní
Misterio del Hijo de Dios Hijo de Dios
La Visitación de La autorrevelación de
Segundo La flagelación de Jesús La Ascensión del Señor
Nuestra Señora a Jesús en las bodas de
Misterio atado a la columna al Cielo
su prima Santa Caná
Isabel
La coronación de
El Niño Jesús La crucifixión y muerte María como Reina y
Quinto perdido y hallado La institución de la de Nuestro Señor Señora de todo lo
Misterio en el Templo Eucaristía creado
LETANÍAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA LIBERACIÓN
Oh María, sin pecado concebida, Ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Ruega por nosotros, Nuestra Señora de la Liberación, para que seamos liberados de
todas nuestras tribulaciones.
PRIMER DÍA
Santa Madre mi amada, Santa María, que desata los "nudos" que oprimen a tus
hijos, extiende hacia mí tus manos misericordiosas. Hoy les entrego este "nudo"
(decir el "nudo" que nos oprime) y todas las consecuencias negativas que causa en
mi vida. Te doy este "nudo" que me atormenta, me hace infeliz y me impide
unirme a ti ya tu Hijo Jesús Salvador. Acudo a ti María que desata los nudos porque
tengo fe en ti y sé que nunca has desdeñado a un hijo pecador que te suplica que lo
ayudes. Creo que puedes desatar estos nudos porque eres mi Madre. Sé que lo
harás porque me amas con amor eterno. Gracias mi amada Madre.
SEGUNDO DÍA
María, Madre muy amada, llena de gracia, mi corazón se vuelve hoy hacia ti. Me
reconozco pecador y te necesito. No tomé en cuenta tus gracias por mi egoísmo,
mi resentimiento, mi falta de generosidad y humildad.
Hoy me dirijo a ti, "María que desata los nudos" para que pidas por mí a tu Hijo
Jesús, pureza de corazón, desprendimiento, humildad y confianza. Viviré este día
con estas virtudes. Te los ofreceré como prueba de mi amor por ti. Pongo este
"nudo" (decir el "nudo" que nos oprime) en tus manos porque me impide ver la
gloria de Dios.
TERCER DÍA
Madre Mediadora, Reina del Cielo, en cuyas manos están las riquezas del Rey,
vuelve a mí tus ojos misericordiosos. Pongo en tus santas manos este "nudo" de
mi vida (decir el "nudo" que nos oprime), y todo el resentimiento que resulta de
ello.
Dios Padre, pido perdón por mis pecados. Ayúdame ahora a perdonar a cualquier
persona que consciente o inconscientemente haya causado este "nudo". Gracias a
esta decisión podrás disolverlo. Mi Madre amada frente a ti, y en el nombre de tu
Hijo Jesús, mi Salvador, que se ofendió tanto y que supo perdonar, ahora perdono
a estas personas (decir el "nudo" que nos oprime) y a mí mismo. Por siempre
"María que deshace los nudos", te agradezco por deshacer en mi corazón el "nudo"
del rencor y el "nudo" que hoy te presento. Amén.
CUARTO DÍA
Mi amada Santa Madre, que acoge a todos los que te buscan, ten piedad de mí.
Pongo este "nudo" en tus manos (decir el "nudo" que nos oprime).
Me impide ser feliz, vivir en paz, mi alma está paralizada y me impide caminar hacia
mi Señor y servirle.
Desata este "nudo" de mi vida, oh Madre mía. Pídele a Jesús que sane mi fe
paralizada que tropieza con las piedras del camino. Camina conmigo, mi amada
Madre, para que sea consciente de que estas piedras son en realidad amigas; dejar
de murmurar, aprender a dar gracias y a sonreír en todo momento, porque tengo
fe en ti.
QUINTO DÍA
"Madre que desata nudos" generosa y llena de compasión, me dirijo a ti para que
vuelvas a poner este "nudo" en tus manos (decir el "nudo" que nos oprime). Te
pido la sabiduría de Dios para que yo, a la luz del Espíritu Santo, pueda disolver
este montón de dificultades.
Nunca nadie te ha visto enojada, al contrario, tus palabras están tan llenas de
dulzura que el Espíritu Santo se ve en ti. Líbrame de la amargura, la ira y el odio
que me ha causado este "nudo".
Madre amada mía, dame tu dulzura y tu sabiduría, enséñame a meditar en el
silencio de mi corazón y como lo hiciste el día de Pentecostés, intercede ante Jesús
para que reciba en mi vida el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios venga sobre mí.
SEXTO DÍA
Reina de la piedad, te entrego este "nudo" de mi vida (decir el "nudo" que nos
oprime) y te pido que me des un corazón que sepa ser paciente hasta que desates
ese "nudo". Enséñame a escuchar la Palabra de tu Hijo, a confesarme, a
comunicarme, así que quédate conmigo María. Prepara mi corazón para celebrar
con los ángeles la gracia que me estás obteniendo.
SÉPTIMO DÍA
Madre purísima, hoy me dirijo a ti: te ruego que desates este "nudo" de mi vida
(decir el "nudo" que nos oprime) y me liberes de la influencia del mal. Dios te ha
concedido un gran poder sobre todos los demonios. Hoy renuncio a los demonios y
a todos los lazos que he tenido con ellos. Proclamo que Jesús es mi único Salvador
y mi único Señor.
Oh "María que desata los nudos" aplasta la cabeza del diablo. Destruye las
trampas que causan estos "nudos" en mi vida. Gracias tan amada Madre. Señor,
líbrame con tu preciosa sangre.
"María que desata nudos" ruega por mí.
Quien busca una gracia, la encontrará en manos de María.
OCTAVO DÍA
Virgen Madre de Dios, rica en misericordia, ten piedad de mí, tu hijo y desata los
"nudos" de mi vida (decir el "nudo" que nos oprime).
Necesito que me visites, como hiciste con Isabel. Tráeme a Jesús, tráeme el Espíritu
Santo. Enséñame valor, alegría, humildad y, como Isabel, lléname del Espíritu
Santo. Quiero que seas mi Madre, mi Reina y mi amiga. Te entrego mi corazón y
todo lo que me pertenece: mi hogar, mi familia, mis bienes externos e internos. Te
pertenezco para siempre. Pon tu corazón en mí para que pueda hacer lo que Jesús
me diga.
NOVENO DIA
Santísima Madre, Abogada nuestra, Tú que desatas los "nudos" Vengo hoy para
darte las gracias por haber desatado este "nudo" en mi vida (decir el "nudo" que
nos oprime). Sabes el dolor que me causó. Gracias mi querida Madre, te agradezco
porque has desatado los "nudos" de mi vida. Envuélveme con tu manto de amor,
protégeme, ilumíname con tu paz.
ORACIONES FINALES
Oración a María que desata los nudos
Virgen María, Madre del hermoso Amor, Madre que nunca ha abandonado a un
niño que clama ayuda, Madre cuyas manos trabajan incansablemente por sus
amados hijos, porque los impulsa el amor divino y la misericordia infinita que sale
de Tu corazón, vuelve tu mirada compasiva hacia mí. Mira el montón de "nudos"
de mi vida.
Conoces mi desesperación y mi dolor. Sabes cuánto me paralizan estos nudos
María, Madre encargada por Dios de desatar los "nudos" de la vida de tus hijos,
pongo en tus manos la cinta de mi vida. En tus manos no hay un "nudo" que no se
desate.
Madre Todopoderosa, con la gracia y tu poder de intercesión ante tu Hijo Jesús, mi
Salvador, recibe hoy este "nudo" (decir el "nudo" que nos oprime). Para la gloria de
Dios, te pido que lo desates y lo desates para siempre. Espero en ti.
Eres el único consolador que Dios me ha dado. Eres la fortaleza de mis fuerzas
iprecarias, la riqueza de mis miserias, la liberación de todo lo que me impide estar
con Cristo. Acepta mi llamado. Presérvame, guíame, protégeme, sé mi refugio.
Oramos humildemente:
Desata los nudos de nuestras dolencias físicas y enfermedades incurables: ¡María
escúchanos!
Desata los nudos de los conflictos psíquicos dentro de nosotros, nuestras angustias
y miedos, la no aceptación de nosotros mismos y de nuestra realidad: ¡María
escúchanos!
Desata los nudos de nuestra posesión diabólica: ¡María escúchanos!
Desata los nudos en nuestras familias y en la relación con los niños: ¡María
escúchanos!
Desata los nudos en el ámbito profesional, en la imposibilidad de encontrar un
trabajo digno o en la esclavitud de trabajar con exceso: ¡María escúchanos!
Desata los nudos dentro de nuestra comunidad parroquial y en nuestra Iglesia que
es una, santa, católica y apostólica: ¡María escúchanos!
Desata los nudos entre las diversas Iglesias cristianas y confesiones religiosas y
danos unidad respetando estas diferencias: ¡María escúchanos!
Desata los nudos en la vida social y política de nuestro país: ¡María escúchanos!
Desata todos los nudos de nuestro corazón para ser libres de amar con
generosidad: ¡María escúchanos!
María que deshace los nudos, ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de
generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono
a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y
a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había
prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
AMEN