Se Trata de Una Mujer Casada de 18 Años
Se Trata de Una Mujer Casada de 18 Años
Se Trata de Una Mujer Casada de 18 Años
Motivo de consulta: La paciente tiró aceite caliente a la cara de su marido y luego se metió dentro
de un fuego encendido para tratar de quemarse hasta morir. Se la llevó al hospital para el
tratamiento de las quemaduras y luego fue derivada a una clínica psiquiátrica por su intento de
suicidio. Sólo hacía tres meses antes, la esposa de su hermano mayor se había matado de la misma
manera. La paciente había presenciado el suicidio de su cuñada lo que la había traumatizado
severamente. Desde ese momento perdió interés en su hogar y lo que la rodeaba. Casi no hablaba
con nadie y estaba encerrada en sí misma. Se la veía cansada, dormía poco y su apetito había
disminuido. Durante los últimos días anteriores a su intento de suicidio no habló ni comió nada. El
incidente ocurrió cuando estaba cocinando, como siempre lo hacía a esa hora del día. Los
miembros de su familia dijeron que tiró el aceite a su esposo sin previo aviso y sin ninguna razón
aparente. Algunos de ellos sufrieron quemaduras al tratar de arrastrarla fuera del fuego.
Antecedentes: La paciente creció en un pueblo, donde su padre era alfarero. En una pequeña casa
vivían sus padres, su abuela materna, sus tres hermanos mayores y sus respectivas esposas. La
familia tenía poco dinero y poca educación formal. A los 17 años la paciente se casó con un
hombre cinco años mayor. Su esposo, que era barrendero, consumía marihuana regularmente y
tenía tuberculosis pulmonar. Después del casamiento se mudó con su esposo, quien vivía con sus
padres y dos de sus hermanos con sus esposas en un pueblo vecino.
Fue descripta como una persona abierta y extrovertida con relaciones inter-personales
satisfactorias. No era particularmente feliz en su matrimonio, y las relaciones sexuales con su
marido eran insatisfactorias. De todas formas, parecía llevarse bien con los miembros de su nueva
familia y no había mostrado ningún comportamiento o actitud inusual antes del suicidio de su
cuñada.
La familia biológica de la paciente incluía varios casos de enfermedad psiquiátrica. Su padre y dos
hermanos de él habían recibido TEC en la clínica psiquiátrica de un pueblo cercano debido a
episodios depresivos y creencias de tipo hipocondríacas. Uno de sus tíos se suicidó después.
A los 14 años la paciente fue gravemente mordida por un perro y recibió tratamiento que incluyó
la vacuna antirrábica. Tenía períodos menstruales regulares desde los 13 años y no había estado
embarazada.
Datos actuales: Al ser examinada, yacía en la cama y se la veía pálida y aterrorizada. No hablaba ni
se movía y no reaccionó de forma alguna al examen, excepto que seguía al facultativo con la
mirada. El examen físico, incluyendo la evaluación neurológica no mostró anormalidades salvo
signos de abandono y bajo peso.
Evolución: Se le administró TEC durante tres días consecutivos, después de lo cual comenzó a
mejorar, empezó a comer y logró comunicarse. Dijo que la cuñada que se mató la había
embrujado y que después de morir comenzó a perseguirla. Podía oír a su cuñada decir que no
servía para nada y que también debía morir. Comenzó a pensar que era una carga para su familia y
que realmente merecía la muerte. Su comportamiento violento y autodestructivo se debió a
órdenes alucinatorias dadas por la voz de su cuñada fallecida.
Discusión: Al ser internada la paciente mostraba síntomas de un episodio depresivo severo, con
estupor depresivo (F32.3). Después de aliviar el estupor con el tratamiento con TEC, mencionó
síntomas psicóticos con alucinaciones auditivas e ideas depresivas congruentes con su estado de
ánimo. No había evidencia de etiología orgánica. Las manifestaciones psicóticas no tenían el
carácter de síntomas esquizofrénicos de primer rango. Su comportamiento destructivo no se lo
describió como llevado a cabo por una fuerza o voluntad externa, sino de forma tal que ella misma
respondía a órdenes dadas por las voces alucinatorias.
Episodio depresivo severo con síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo con
diagnóstico subsidiario de:
Para Lacan, el psicótico está inmerso en el mundo de lo real. Se lo toma de forma literal una
expresión que a nivel simbólico significa otra cosa, por lo que al no integrarse en el orden
simbólico puede volverse en lo real en forma de alucinación.
Lo real implica una noción simplicista de la realidad objetiva externa, sustrato material que existe
por sí mismo, lo que también incluye las alucinaciones y los sueños traumáticos.
LA PSICOSIS
En la psicosis “el inconsciente está presente, pero no funciona”. De modo, que la estructura
psicótica resulta de una cierta disfunción del complejo de Edipo, una falta en la función paterna.
En la psicosis la función paterna se reduce a la imagen del padre (lo simbólico es reducido a lo
imaginario).
La ausencia del Nombre del padre, tiene que ser llamado “en oposición simbolica al sujeto”, si
ocurre la ausencia del significante paterno, llevará a ocasionar fenómenos psicóticos.
LA FORCLUSIÓN
La forclusión se puede relacionar con una exclusión del padre de la estructura familiar. Lacan
especifica que la ausencia del padre simbólico está vinculada con la psicosis.
El REPUDIO, del nombre del PADRE, es donde el “Yo rechaza la idea incompatible con su afecto y
se comporta como si la idea nunca se le hubiera hecho presente al yo”. El símbolo padre es
rechazado fuera del orden simbolico, como si nunca hubiera existido.
LA METAFORA PATERNA
EL GOCE
EL FANTASMA
LO FRAGMENTADO.
PARANOIA
SÍNTOMA
MECANISMO DE DEFENSA. -
1. LA IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA
2. LA NEGACIÓN
3. LA ESCISIÓN