Manual Inteligencia Emocional Modulo IV
Manual Inteligencia Emocional Modulo IV
Manual Inteligencia Emocional Modulo IV
Establecimiento de normas,
límites y consecuencias de un desarrollo
emocional inadecuado
38
Límites, normas y consecuencias para una buena IE
En cuanto a esto último, no es lo mismo la reacción que pueden tener a los tres
años, cuya capacidad de expresión es la de llorar, gritar o patalear, a cuando
vaya creciendo y desarrollándose, que será insultar o amenazar.
Además, hay que tener en cuenta que poner límites es una forma de afecto y,
al mismo, de preocupación hacia el menor.
Objetivo
Instrumental Comunicativo
El pequeño hace uso de este tipo de Transmitir sus estados ya sea de en-
comportamientos para conseguir fado, frustración o disconformidad.
algo, ya sea una recompensa o evi- Esto se acompaña de un intento por
tar alguna situación desagradable. rebelarse ante aquellas normas y lími-
tes que el adulto le va imponiendo.
Hay que ser conscientes que, al igual que el comportamiento de los niños puede
influir y cambiar el comportamiento de los padres para que se adapten gradual-
mente a su desarrollo (pues el comportamiento del menor puede reforzarlos o
prevenirlos, según el tipo de comportamiento que muestre y sus consecuencias
posteriores), el comportamiento de los padres también puede tener un efecto
de la misma manera.
39
No ceder ante la presión
Por otro lado, es importante señalar que puede ser útil darle la oportunidad de
arreglar lo estropeado. De esta forma, el niño será el encargado de reparar las
cosas o simplemente el desorden que haya causado con el comportamiento
negativo o rabieta.
40
Si el ambiente familiar se define como muy agresivo, muchas veces el niño
no solo evita el castigo, sino que el castigador también se vuelve temeroso
de sus propios familiares.
• ¿He considerado los aspectos negativos y positivos de cada idea, también los
de aquellas propuestas por otros?
• Las personas en general, incluyendo a los padres y a los niños, suelen desear
lo que les gusta y lo que consideran importante. Sin embargo, en muchas oca-
siones no se obtiene lo deseado y se experimentan sentimientos de enojo,
decepción y frustración.
• En este sentido, resulta fundamental enseñar a los niños a cómo afrontar estas
situaciones. Para lograrlo, los padres de cada niño deben llegar a un acuerdo
sobre cómo actuar.
• Los padres deben tener en cuenta que los hijos suelen imitar su comporta-
miento, por lo que es importante que controlen sus propias emociones.
41
• Asimismo, es fundamental establecer reglas claras en la familia, especi-
ficando cómo se deben comportar los miembros y qué acciones están
permitidas y cuáles no. Es necesario que las reglas sean comunicadas de
forma clara y que se discutan sus implicaciones. Pues los menores deben
conocer y entender lo que tienen que hacer y lo que no, y las conse-
cuencias directas de sus comportamientos. Los adultos tienen que velar
porque aprendan a interiorizar las normas y límites. Es decir, las técnicas se
orientarán a aumentar la aparición de conductas positivas y a debilitar la
ocurrencia de las negativas.
• Respecto a las consecuencias por romper las reglas, en el caso de los niños
pequeños, son los padres quienes suelen decidir qué medidas tomar, ya
sean castigos o recompensas. A medida que los niños crecen, los padres
pueden dialogar con ellos para que participen en la toma de decisiones,
aprendiendo así a ser responsables de sus actos.
En definitiva:
42
¿Qué ocurre cuando no se habla de las emociones?
Por ejemplo, los niños con bajo autocontrol emocional a menudo reaccionan
con mucha intensidad ante eventos aparentemente insignificantes en los que
los padres no pueden entender completamente lo que está sucediendo.
En cambio, cuando se anima a los niños a hablar sobre sus sentimientos, los
entienden y saben cómo afrontarlos. En consecuencia, será más probable
que vean sus reacciones como apropiadas, reconozcan las características si-
tuacionales que las produjeron o sabrán que los sentimientos pasarán (Keaten
y Kelly, 2008).
43
La escucha activa como elemento clave
Ciertos métodos deben usarse de manera efectiva para que los progenitores
se comprometan adecuadamente con la escucha activa con sus hijos.
2. Es importante permitir que los niños hablen sin interrupciones y evitar opi-
niones y críticas no solicitadas. Aquí, existe una gran diferencia entre hablar
"con" un niño y hablar "a" un niño. Cuando los padres hablan "con" el niño,
intercambian ideas, proyectos, planes o sentimientos. Sin embargo, cuando
los padres hablan "al" niño, este tipo de comunicación se suele restringir a
dar consejos, advertencias o recomendaciones (López Agrelo, 2005).
Entre algunas pautas prácticas de escucha activa para los cuidadores que pue-
den incorporarse en cualquier interacción se encuentran:
• Volver a formular lo que dijo el niño (“Así que lo que me estás diciendo es...”).
• Mostrar interés por lo que el pequeño está diciendo (a través del gesto, el
tono de la voz, el contacto visual, y así sucesivamente).
• Calificar o describir lo que parece estar sintiendo (“Me parece que estás
enfadado porque...”) (Saphiro, 1997, p. 156).
44
Una vez que escucho, ¿cómo puedo comunicarme correctamente?
Una comunicación clara significa que cuando los padres comunican informa-
ción, esta ha de ser única y evitar confusiones. Dependiendo de la edad del
niño, la conversación será sobre diferentes temas, pero la esencia es la misma.
Comunicación sana
Clara Congruente Directa
Mensaje único Verbal (qué se dice) Cara a cara,
sin ambigüedades y no verbal sin intermediarios
(cómo se dice)
Cuando hay una buena comunicación por parte del cuidador, los niños conse-
guirán incorporar a sus habilidades la capacidad de conversar adecuada a la
edad. De este modo, no tendrán problemas para transmitir sus necesidades a los
demás ni dificultades para comprender las necesidades y los deseos del resto.
45
Algunas de las pautas que pueden favorecer una buena comunicación con una
persona de cualquier edad (sirviendo también para los niños) incluyen (Saphi-
ro, 1997, p. 102-103):
46
Expresar aceptación. Hacer preguntas pertinentes. Escu-
char las ideas de los demás. Tratar de
hacer las cosas de la manera sugeri-
da por la otra persona.
Expresar afecto y aprobación. Abrazar, tomar la mano, dar palma-
das de afecto en la espalda o los
hombros. Decir a los niños que te
gusta algo de ellos o algo que están
haciendo.
Expresar empatía. Describir cómo crees que otras per-
sonas se están sintiendo y mostrar
que te preocupan (“Pareces preocu-
pado. ¿Quieres contarme algo?”).
47
Pirskanen et al. (2019) diferencian dos conceptos emocionales claves relaciona-
dos con la educación:
48