Bibliografia II, Parte 3
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Haciendo Caminos 3
Guillermo Fernández D’Adam
En el trastorno de pánico y las fobias es necesario que el AT intervenga en Psicoeducación “Activa In-
situ”, para que paulatinamente, el paciente pueda “salir” de su casa y a medida que vaya
disminuyendo la angustia (cumplimiento de psicoterapia y control farmacológico), “animarse” a
reiniciar progresivamente sus tareas y actividades habituales.
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2. Afrontamiento del problema: Afrontar en grupo es luchar y confrontar con otros, el objeto que
provoca la ansiedad, fobia, pánico o cualquier síntoma que aumente el estrés. Esto crea habilidades
para la lucha por la existencia que es la base de la confrontación.
3. Exposición gradual: En esta etapa el paciente ya controla algunos de los síntomas, pero existe el riesgo
de recaída o de recidiva que pueden hacer fracasar el tratamiento y por lo tanto el AT debe tranquilizar
a la persona y a su familia explicándole que forma parte natural de la evolución del tratamiento.
Rol del AT
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Además de las sustancias psicoactivas susceptibles de generar abuso o dependencia a las "drogas", existen
actividades humanas que, por su capacidad de alejarnos de la realidad cotidiana, proporcionan placer o
evasión y pueden comportarse igual que las químicas y causar adicciones comportamentales, no químicas o
psicosociales. Hay diversos tipos: la adicción a las pantallas incluye los videojuegos, el teléfono celular e
Internet (juego en línea, cibersexo y redes sociales). Además de la Ludopatía (única considerada “oficial” en
el DSM V) existe la compra compulsiva (Oniomanía), la adicción al sexo, la adicción al trabajo, el culto al
cuerpo (complejo de Adonis), la dependencia emocional y la dependencia de grupos de manipulación
psicológica (GMP) o sectas coercitivas, las dependencias amorosas interpersonales, etc. En la adolescencia
las adicciones comportamentales que generan más demanda de tratamiento son las relacionadas con
internet, los juegos en línea y los videojuegos. En los adultos son la ludopatía, las compras compulsivas, la
adicción al sexo y la dependencia emocional.
La Ludopatía
Es un trastorno de la conducta de la persona que siente una urgencia psicológicamente incontrolable a jugar,
a uno o más juegos de azar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa la vida personal,
familiar y social. Un jugador compulsivo tiene todo su interés en el juego, que es enérgico e incontrolable y
que no implica solo una necesidad de ganar dinero, sino que juega por el placer de estar jugando y no puede
parar. La pérdida de control, genera ansiedad y depresión que pueden llevar a poner en riesgo la vida, por
pensamientos y conductas suicidas, en la fase de desesperación y desesperanza (etapas avanzadas de la
ludopatía).
El diagnóstico por psiquiatra y/o psicólogo se realiza a través de entrevistas individuales y con los
familiares, pueden ser libres o semiestructuradas, estandarizadas, cuestionarios auto y
heteroregistrados, escalas, tests que evalúen el trastorno compulsivo-adictivo y/o los trastornos
mentales y de personalidad (depresión, ideaciones suicidas, abuso de sustancias, etc.).
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La dependencia alcohólica es una enfermedad crónica con tendencia a recidivar, existiendo factores genéticos,
metabólicos, psicológicos y socioculturales que influyen en su desarrollo. El modelo asistencial se caracteriza
por: Trabajo en equipo multidisciplinario, que Incluye Médico, Psicólogo, Acompañante Terapéutico,
Enfermero y Trabajador Social.
El abordaje terapéutico debe tomar en consideración no sólo al individuo, sino también a la familia y a su
entorno socio-académico-laboral.
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El trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH) es una disfunción de origen neurobiológico, con
una disfuncionalidad en los sistemas que regulan el nivel de movimiento, la impulsividad y la atención. Estos
niños tienen menos capacidad para atender y se mueven más de lo que se esperaría para su edad. Si bien el
TDAH es un problema neurológico de naturaleza química, casi siempre heredado, la medicación, siendo muy
efectiva, no soluciona todos los problemas y se requiere habitualmente, en cuadros consolidados, la Terapia
de un profesional y el accionar con un AT en las actividades cotidianas y en la Orientación Parental.
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La Afasia es la pérdida de la comunicación ocasionada por una lesión cerebral, acompañada frecuentemente
por trastornos cognitivos, físicos y emocionales, causada la mayoría de las veces por accidentes cerebro
vasculares (tercera causa de muerte en el mundo). Se calcula que en Argentina hay entre 3.000 y 5.000
nuevos casos por año y que existe una población estable de 120.000 afásicos. La Afasia es una patología
poco acreditada, no solamente a nivel de la sociedad, sino también en el ambiente profesional médico y
paramédico. El rol del AT, reconocido ampliamente en las patologías psiquiátricas y otras discapacidades,
va incorporándose progresivamente en la patología afasiológica. Silvia Rubio-Bruno, Presidenta de la
Fundación Argentina de Afasia, revela que el trabajo terapéutico resulta incompleto sin el aporte del AT en
la estrategia integral.
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Acompañamiento en Afasia
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La depresión es una enfermedad muy frecuente, que causa distintas tergiversaciones en los estados de
ánimos habituales de la persona. Puede convertirse en un problema grave y alterar las actividades laborales,
sociales, escolares y familiares. El AT que está junto al paciente día a día en su entorno habitual, es un nexo
fundamental con el equipo interdisciplinario tratante y de su intervención dependen ciertas variantes de la
planificación terapéutica. La familia debe apoyar al paciente y es el principio clave del proceso terapéutico.
El AT no sólo debe trabajar con la persona, sino también con la familia para ofrecerle contención y pautas
psicoeducativas, que ayuden a mejorar las relaciones cotidianas.
Para el diagnóstico de Trastorno depresivo es necesaria la presencia por lo menos de cinco de los síntomas
siguientes, durante al menos dos semanas:
1. Estado de ánimo triste, disfórico o irritable durante la mayor parte del día y durante la mayor parte de
los días.
2. Anhedonia o disminución de la capacidad para disfrutar o mostrar interés y/o placer en las actividades
habituales.
3. Disminución o aumento del peso o del apetito.
4. Insomnio o hipersomnio (dificultades para descansar).
5. Enlentecimiento o agitación psicomotriz.
6. Astenia (sensación de debilidad física).
7. Sentimientos recurrentes de inutilidad o culpa.
8. Disminución de la capacidad intelectual.
9. Pensamientos recurrentes de muerte o ideas suicidas.
El DSM Clasifica la depresión dentro de los trastornos del estado de ánimo, enumerando los siguientes:
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El AT podrá desempeñarse como integrante del equipo interdisciplinario de Geriatría (psiquiatría, psicología,
terapia ocupacional, asistencia social) desarrollando su labor tanto en el domicilio de pacientes, como en
instituciones públicas o privadas (hospitales, clínicas, residencias, hogares, geriátricos e institutos de
rehabilitación). Actualmente se elaboran Programas Asistenciales incluyendo el rol del AT en los Cuidados
Paliativos Emocionales de enfermedades terminales, ampliando el espectro del acompañamiento a estas
personas afectadas por padecimientos crónicos, avanzados y progresivos.
En el ciclo vital de los individuos, el período de madurez y sobre todo la vejez, constituye eventos cada
vez más amplios y complejos, desde el punto de vista médico, social y psicológico. Al expandirse el
concepto de cambio evolutivo a todo el ciclo vital, la ancianidad ha dejado de ser contemplada como
una simple etapa homogénea, marcada por el declive final. Sabemos, desde el punto de vista del
desarrollo, que los procesos de cambio no siguen necesariamente patrones fijos y predeterminados,
pueden diferir y combinarse en cada periodo del ciclo.
El emergente subjetivo más característico de la persona mayor es la progresiva confrontación entre
experiencia acumulada y deterioro de las capacidades orgánicas. La aceptación manifiesta de la
finitud, suele coexistir con negaciones encubiertas e incapacidad para pensarse en términos de
proyecto/deseo, sea por renuncia o por imposición e inducen a un retiro resignado y silencioso,
según avanza en años, profundizando el declive físico, en paralelo a su aislamiento social y psicológico.
Sostenemos que la capacidad de “vivir” no tiene límite de edad y para alcanzar la longevidad es
necesario, no sólo tener salud y bienestar material, sino también propósitos (microproyectos) de
vida. A partir de la extensa experiencia en abordaje de los trastornos en la edad tardía, bajo un enfoque
dinámico e integrador de lo biopsicosocial, cognitivo y afectivo, proponemos, en caso de necesidad la
actuación de equipos de Tratamiento Integral con la inclusión de Acompañantes Terapéuticos.
La psicoterapia del anciano implica un ámbito eminentemente clínico dentro de la psicología del
envejecimiento y de los cuidados psicológicos en la vejez y según Adduci (2004), podemos clasificar a los
ancianos con problemáticas a tratar (según dimensiones de actividad, adaptación y dependencia) en:
Apáticos (deprimidos), activos o hiperactivos (maníacos).
Sometidos (hiperadaptados), razonablemente integrados o querulantes (reivindicadores).
Sobredependientes, autónomos o refractarios.
En los polos de estas caracterizaciones, suelen encontrarse los que necesitarían en un momento dado la
intervención de un profesional o de un equipo de Geronto Psiquiatría y de los As Ts La sensibilidad emocional
y el aprecio y contención del entorno, es un elemento clave para incorporar a la familia. Hay grupos familiares
poco continentes en este ciclo, que se desinteresan de la calidad de vida (familiares muy medicados) y en
frecuentes ocasiones se activan situaciones de violencia y agresividad.
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El AT en Geriatría
La función del acompañante terapéutico puede definirse a partir de la estrategia que construye el
Director de equipo de tratamiento o el Geronto-psiquiatra y en las particularidades de cada caso,
siendo un recurso terapéutico eficaz para la asistencia ambulatoria de pacientes, que atraviesan una
situación crítica o padecen los efectos de cuadros clínicos que implican un deterioro crónico del
paciente.
El AT sostendrá al sujeto en sus actividades diarias. Su función no puede estereotiparse o limitarse, se
irá confeccionando con creatividad y armando en la situación vincular, con la posibilidad de diseñar
una táctica propia que permita alternativas de desarrollo a su paciente y que se enriquecerá en la
práctica, a partir de las reuniones entre los Acompañantes Terapéuticos actuantes, la orientación del
médico interviniente y las supervisiones.
El acompañamiento se desempeña en el entorno habitual familiar y social del sujeto: desde el
domicilio a la calle, así como también en bares, cines, clubes, parques, centros comerciales, etc.
Para determinados casos es adecuado montar un dispositivo clínico en el propio domicilio en lugar de
retirar al anciano de sus cosas y afectos de toda la vida.
Cuidados Paliativos
"Cuidados Paliativos es una estrategia que permite aumentar la calidad de vida de los pacientes y de
sus familias, asistiendo las enfermedades que amenazan la vida, a través de la prevención y alivio del
sufrimiento por medio de una temprana e impecable valoración y tratamiento del dolor y de otros
problemas, físicos, psicosociales y espirituales"( OMS, 2002).
Los Cuidados Paliativos se brindan a través de un equipo multidisciplinario de salud, a personas con
padecimientos graves y a sus grupos familiares. No es para enfermos oncológicos solamente, puede
tratarse de cualquier tipo de enfermedad, cuyas posibilidades de cura se hayan agotado, luego del intento
científico y racional aplicado por los médicos asistenciales. Estas enfermedades, tal cual lo especifica la
Organización Mundial de la Salud, son amenazantes de la vida y la mayoría de ellas terminales.
¿Cuáles son los principales problemas que acarrea esta situación?
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Grupos familiares con sufrimiento psicológico y espiritual, que tratan de cuidar y acompañar a su ser
querido, con apoyo y las mejores intenciones y afectos.
Dificultades para integrar un equipo de cuidados paliativos competente, capaz de ejecutar programas
adecuados, con recurso humano entrenado y con profunda vocación humana.
El sistema sanitario argentino no contempla el rol de los llamados Cuidadores Principales, que pueden ser o
no familiares, cuya tarea es sumamente agobiante y al no tener un apoyo concreto, rápidamente se agotan y
hacen un Síndrome de Burnout(agotamiento) difícil de controlar.
El Sistema Sanitario actual es renuente a brindar estos procedimientos especiales y por ende a habilitar a los
Acompañantes Terapéuticos para formar parte de los equipos asistenciales integrales en el tema. Médico,
enfermera, psicóloga y trabajadora social, son por lo mínimo, los integrantes de un equipo de Cuidados
Paliativos. En casos justificados se suma a estos profesionales mencionados, la concurrencia de otros
especialistas, inclusive voluntarios, religiosos y efectores de terapias complementarias.
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El modelo IOMA de la Provincia de Buenos Aires es un muy buen referente de abordaje y está indicado para la
atención de afiliados con patologías congénitas o adquiridas, que, por sus diagnósticos, quedan excluídas de
los Programas habituales requiriendo la inclusión del AT, en un programa de asistencia permanente y
personalizada, en institución especializada o en su domicilio, donde se intenta:
Promover el desarrollo social y propiciar la emergencia de la subjetividad.
Trabajar sobre los puntos de dificultad, sus miedos, su desesperanza.
Acompañar y contener al paciente en la ansiedad y sus crisis.
Hacer de Tutor de Resiliencia durante el proceso.
Descubrir los recursos (capacidades) presentes en la persona.
Orientar al familiar en el vínculo con el paciente.
Modular reacciones frente a dificultades de la vida cotidiana.
Alcanzar el objetivo de continuidad, sin aislar de su entorno socio - familiar.
Evitar el recurso extremo de la internación y prevenir reinternaciones.
Sostener la continuidad de tratamientos ambulatorios o domiciliarios.
Entrenar a los familiares para la colaboración efectiva en lo cotidiano.
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Este tipo de programas están destinados a niños y adolescentes con trastornos del desarrollo, autismo, cuadros
con multidiscapacidad. También para adultos y personas mayores con diagnóstico de psicosis, patologías
neurológicas y psiquiátricas.
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Se define Resiliencia como "un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva a un
contexto de gran adversidad" (Luthar y otros, 2000). El vocablo resiliencia tiene su origen en el idioma latín,
en el término resilio que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. Intentamos aplicar los
conceptos de resiliencia a los equipos interdisciplinarios, a los As Ts y a las organizaciones e instituciones de
salud mental, que en algún momento tendrán que enfrentar adversidades y factores de riesgo en el
transcurso de los tratamientos. Con el interés en la aplicación de herramientas de la Psicología Positiva, que
enriquecen a la resiliencia en el afrontamiento de las situaciones críticas, el AT debe formarse desarrollando
habilidades específicas, para utilizarlas cotidianamente en su tarea, frente a las demandas de resolución de
los pacientes. Consideramos que ayudar y acompañar en el desarrollo y activación de la resiliencia del
paciente, permite conceptualizar al AT como "Tutor de Resiliencia “.
El término Resiliencia fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas que, a
pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos
(Rutter, 1993).
"La resiliencia plantea la salud como la capacidad para resolver problemas o hallar maneras
constructivas de vivir con problemas irresolubles"(Stefan Vanistendael, 1996).
Los As Ts formados académicamente para ejercer su función, tienen la alternativa de actualizar su
resiliencia (propios medios de afrontamiento), con el modelo basado en las potencialidades y los
recursos que disponen o que pueden desarrollar, que les permitirá interactuar asertivamente en el
afrontamiento de conflictos en su tarea cotidiana.
Estas características individuales de resiliencia en el AT se transfieren al equipo de trabajo y a la
comunidad terapéutica o institución, de tal manera que la promoción de calidad de vida profesional
es una labor colectiva y multidisciplinaria (Resiliencia Colectiva).
Algunas habilidades de desenvolvimiento en el rol de AT y para la convivencia en el equipo incluyen:
la cooperación, resolución positiva de conflictos, asertividad en el planteamiento de problemas, toma
de decisiones, manejo del estrés y promoción de ambientes saludables.
Desarrollar expectativas elevadas pero realistas, implica apostar al potencial de los equipos y de la
activación de resiliencia del propio paciente.
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Factores resilientes
en el AT
Inteligencia
Autoestima adecuada
Capacidad académica Autonomía
Sentido común Sentido del humor
Autocontrol Habilidades para la vida
Afrontamiento-resolución problemas Ser creativo e ingenioso
Acudir para el apoyo de los otros Pensar en forma crítica y reflexiva
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Consideraciones generales
Tipo de autorevelaciones
a) Inevitables: ocurren cuando ciertos eventos de la vida del terapeuta afectan el ambiente de la terapia
(un embarazo, un accidente, una enfermedad).
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c) Deliberadas: incluye información revelada de manera intencional con un fin determinado, que
utilizada con buen criterio podría resultar beneficiosa al tratamiento.
Beneficios de las AR
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Es necesario la supervisión del acompañamiento terapéutico por la alta intensidad en juego del
vínculo del AT con el paciente y la familia y el hecho que se haya desprovisto de “protección
psíquica” en el campo de acción, al introducirse “in vivo”, intensamente, en la vida del acompañado.
Bajo esta modalidad de actuación es condición indispensable el soporte simbólico que constituye la
supervisión, al analizar las ansiedades y angustias que despierta la tarea al trabajar el campo
subjetivo del deseo y las reacciones emocionales del paciente. “La supervisión es un espacio de
revisión de los puntos ciegos del acompañante terapéutico, de sus resistencias inconscientes, de sus
ideologías, de su ética, es un lugar de cotejo y reformulación de las teorías en relación a la clínica"
(Kuras de Mauer y Reznisky, 2003).
Consideraciones de la Supervisión
Preguntas claves
Consideraciones generales
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(desorden, abandono, desamparo, situaciones de locura, violencia y exclusión). Por estas variables
circunstancias en el recorrido del AT se enfatiza el trabajar permanentemente sobre la Ética de su función.
El AT debe estar atento, ayudado por sus compañeros, su Director de equipo o por la Supervisión, para
no cometer “actuaciones” producto de la no elaboración de lo transferido por el paciente.
Deberá explicitar y analizar abiertamente y sin tapujos en la Supervisión (conocer, manejar y controlar
reacciones emocionales), la percepción emocional registrada y comprender que este fenómeno es
debido a la “provocación inconsciente” del paciente.
Hay que tener en claro que el acompañamiento no es el tratamiento, es parte de un equipo con una
estrategia multidisciplinaria, que dirige el médico, psiquiatra o psicólogo. Las actividades que surjan en el
acompañamiento son complementarias. Es habitual que algunas familias consideren el acompañamiento
como el tratamiento mismo y en ocasiones los AT, que realizan servicios de acompañamiento, también
pueden entrar en esa confusión.
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Función de la supervisión
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El síndrome de burnout («estar quemado») ha sido definido como un cansancio físico-emocional que conduce
a la pérdida de motivación y que puede evolucionar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso en la
actividad. El concepto de burnout, en las profesiones de ayuda, servicio social y ámbitos de la salud, se convirtió
en los últimos años, en centro de atención de organizaciones y de equipos de todo el mundo generando actividades
y programas de prevención para evitar llegar a estos trastornos. Podemos definir al engagement, en un entorno
organizacional, de equipo o institucional, como un fenómeno de compromiso y entusiasmo por la tarea, en
el ámbito de las relaciones laborales y la cultura organizacional, que neutralizaría el fenómeno del Burnout.
Estos avances en la necesidad de protección de los agentes de salud nos comprometen a "cuidar" el lugar de trabajo
(potencial ambiente de riesgo) y "cuidar al cuidador". Los As Ts por las características de su rol, están muy
expuestos a riesgos personales relacionados con la enfermedad que trata, la institución que pertenece, el equipo
que integra y el contexto socio-político-cultural adyacente.
El problema del logro personal: consiste en la percepción de una considerable reducción de las
expectativas individuales, derivada de una autoevaluación negativa, con sentimiento de fracaso y baja
autoestima y se caracteriza por la indiferencia y la falta de interés por sus actividades profesionales o
laborales. Puede estar agravado por una falta de apoyo social y este componente representa la
percepción personal (autoevaluación) del Burnout.
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El burnout en los As Ts
Síndrome resultante de un prolongado estrés laboral que puede afectar a los As Ts y a los integrantes de un equipo
de asistencia en salud mental y/o adicciones, cuya tarea fundamental implica una relación intensa con el paciente,
su familia y el microcontexto, donde la ayuda, el acompañamiento y el apoyo ante los problemas del paciente, son
el eje central del trabajo, pudiendo generar síntomas de agotamiento emocional, despersonalización y/o desmora-
lización con la profesión, acompañándose de trastornos físicos, conductuales y problemas de relación
interpersonal.
Afrontar el burnout implica crear estrategias preventivas, que sirvan para modificar la relación de los equipos
entre sí, mejorar la interacción de los integrantes, manejar operativamente las presiones del medio y las sobre
exigencias de los programas asistenciales, las patologías en tratamiento, las autoexigencias profesionales
laborales.
Consecuencias generales
Abandono de trabajo
Ausentismos
Insatisfacción laboral
Deterioro de calidad terapéutica
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Problemas de salud
Abuso de sustancias
Conflictos interpersonales
Enfermedades psicosomáticas
Cambio de profesión
Desde nuestro trabajo, en múltiples equipos de Prevención y Asistencia del Programa 10.000 Líderes en la
Provincia de Bs As, investigamos aspectos de la salud mental y física de sus integrantes, que trabajaban
intensivamente con patologías duales graves (adicciones más trastornos mentales o de personalidad),
proponiendo actividades (encuentros, ateneos, grupos de “oxigenación”, grupos Balint) y programas
preventivos, que ofrecieran contención y alternativas saludables para afrontar las ansiedades, angustias y
conflictos que depara la tarea, las crisis intraequipo y la interacción con las instituciones (Grupos de
Intervención Institucional y Fortalecimiento grupos de apoyo social).
Enfoques de abordaje:
Estrategias de Educación para la Salud.
Información sobre el tema del burnout profesional.
Organizar el tiempo libre y recreacional.
Modificar hábitos nocivos para la salud Importancia del apoyo social.
Talleres de capacitación preventiva vivencial – reflexivo.
Engagement
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Haciendo Caminos 3
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Compromiso social - Aprovechar activamente las oportunidades para relacionarse e intercambiar con otros
miembros del equipo (apoyo social) o en una institución sobre las mejoras relacionadas con el tratamiento.
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Esquema XXXIV: Prevención y AT
Los programas de prevención que tienen mayor probabilidad de ser exitosos son aquellos que están basados
en un claro cambio de las conductas específicas de salud y su contexto ambiental en un marco conceptual
teórico que guía el diseño, implementación y monitoreo de un programa. La participación de As Ts y de
voluntarios capacitados como líderes es fundamental en Programas Integrales de Prevención de las
Patologías Sociales. ¿Cómo lograr que los adolescentes decidan, puedan y logren abstenerse o postergar el
inicio del consumo de sustancias? ¿Cómo Retrasar la actividad sexual y adoptar conductas sexuales
protectoras si deciden iniciar actividad sexual?
Los jóvenes son bombardeados por mensajes sociales que promueven el consumo de sustancias tóxicas, el
sexo fácil, rápido, desvinculado, y todo lo precoz posible. El desafío en estos tiempos es cómo lograr que los
adolescentes decidan, puedan y logren abstenerse o postergar el inicio del consumo de sustancias.
1. Información/Sensibilización
2. Educación afectiva
3. Adquisición de habilidades de resistencia social
4. Aprendizaje de competencias y habilidades sociales
5. Generación de alternativas saludables
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Haciendo Caminos… Tercer tramo en esquemas
Guillermo Fernández D’Adam
Pensar la ética del quehacer profesional en los equipos interdisciplinarios de Salud Mental y en la función del
Acompañante Terapéutico, es fundamental para el trabajo que se genera y se construye en el vínculo cotidiano
con el acompañado. La mirada y la intervención del AT debe propiciar acompañamientos respetuosos y
adecuados basados en el derecho de decisión y elección de la persona, el respeto de su ideología y costumbres.
Como AT, integrante de la asistencia psiquiátrica, tendremos en cuenta las especiales implicaciones éticas
derivadas de nuestro ejercicio y como miembros de la sociedad debemos luchar por un trato justo, equitativo y
digno hacia los enfermos mentales. Es importante recordar que el comportamiento ético se basa en el sentido de
la responsabilidad de cada profesional implicado hacia los pacientes, así como en su buen juicio para determinar
cuál es la actuación más correcta e idónea en una situación dada (Lic. Hilda Tevez Lombardo – Capítulo Ética y
Psiquiatría de APSA, 2017).
Ética
Disciplina filosófica que se ocupa de la conducta humana, desde el punto de vista de los valores y deberes morales.
Estudia y reflexiona sobre el acto moral que forma parte de las costumbres de una sociedad y se preocupa de los
actos conscientes, inteligentes, libres, para calificarlos como morales o inmorales.
Moral
Conjunto de principios, preceptos, mandatos, prohibiciones, permisos, patrones de conducta, valores, ideales de
vida buena, que en su conjunto conforman un sistema más o menos coherente, propio de una comunidad humana,
en determinada época histórica regulando su conducta. Es esencialmente un saber práctico: un saber para actuar.
La función del AT es central, creativa, partiendo de principios y valores morales y personales deberá ser capaz de
brindar equilibrado sostén al paciente sin imponer sus puntos de vista, por válidos y sólidos que parezcan.
En el ejercicio de la profesión la moral juega en el modo como los profesionales deliberan, deciden y actúan
resaltando la conciencia moral, la responsabilidad y la búsqueda de sabiduría práctica, uniendo dignidad, libertad
y justicia.
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Haciendo Caminos… Tercer tramo en esquemas
Guillermo Fernández D’Adam
2. Principio de beneficencia: humanización, cuidado, solidaridad, ética del cuidado (dar la mejor
calidad de vida posible). Buscar el mayor bien de los pacientes, maximizar los beneficios (Ejemplo la
parábola del buen samaritano).
3. Principio de No Maleficencia: primero de todo no dañar, precaución, responsabilidad profesional,
deber de no abandono.
4. Principio de Justicia: respeto al derecho del paciente, equidad, no discriminación, protección al
débil.
No pueden reducirse a una declaración de intenciones, sino que hay que evaluar los beneficios morales de sus
acciones. El principio de Autonomía y el principio de Justicia tienen posiciones primordiales, es decir de primer
nivel.
“La vida es breve; el arte extenso; la ocasión fugaz; la experiencia insegura; el juicio difícil. Es preciso que no solo
colaboren a hacer lo debido con uno mismo, sino además que colaboren con el enfermo, los que asisten y las
circunstancias externas” (Jose A. Mainetti, 2005).
“Toda sociedad quiere que los mayores poderes estén en manos de las mejores personas. En esto las cosas no
han variado. Un profesional debe verse siempre como lo que es, un privilegiado, detentador de enorme poder
social y por ello mismo, investido de autoridad, pero también de abrumadora responsabilidad” (Diego Gracia
Guillén,2009).
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Haciendo Caminos… Tercer tramo en esquemas
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mismo el AT debe saber cuidarse a sí mismo, para poder cuidar a otros. Realizar la tarea con dignidad, con
la precisa libertad que se requiere y con el conocimiento de lo que es útil y necesario.
¿Diferenciar entre los valores que son fines (la salud) y los que tienen la condición de medios (comer)?
Los primeros son valores intrínsecos y los segundos se denominan instrumentales (comer para tener salud).
Los fundantes son los valores intrínsecos, aunque no estén totalmente realizados, son los que dan sentido
a la vida y a la vez definen nuestras obligaciones morales y de esto se nutre la Ética. Los valores
instrumentales (casa, coche, dinero, etc.) han de estar al servicio de los valores intrínsecos que son los que
no tienen precio, son intangibles.
El AT debe tener una correcta formación técnica que lo habilite para valerse y manejar adecuadamente los
valores.
¿Qué se requiere para ser un AT?
Además de contar con las aptitudes determinadas para el ejercicio de su profesión, debe contar con un
gran interés y respetuosa dedicación por la meta que la actividad persigue, o sea al ingresar en la profesión
debe asumir la meta que le da sentido.
¿El AT puede poner límites?
Cuando la situación lo amerita debe poner límites.
¿Qué entendemos por la calidad en salud?
El término no tiene carácter descriptivo sino evaluativo porque son juicios de valor y la calidad se valora
estimándola, es la realización de valores positivos evitando los negativos. Existe una estrecha relación entre
calidad y ética y este encuentro lleva a la excelencia que es el objetivo propio de la ética.
¿Cuánto cuentan los cercanos al paciente: padres, pareja, amigos para cooperar en la búsqueda de lo
mejor para la persona?
Establecer una buena relación con la familia y dentro de lo posible a nivel comunitario, creará un cerco
emocional y afectivo que será de beneficio para la persona que se cuida.
¿Qué es la integridad?
Es la coherencia entre las declaraciones y las realizaciones.
¿Qué es la dignidad?
Refiere al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador.
¿Qué es la libertad?
Auto determinación. Posibilidad de elección y decisión. Capacidad de disponer de uno mismo. Limitada y
condicionada. Responsabilidad. La libertad es un poder, una acción (elección – decisión).
¿La moral es sólo no dañar?
No dañar y no defraudar la confianza para que la labor realizada pueda llegar a las metas propuestas a
través de vínculos que cuiden el respeto, libertad y la dignidad del otro.
¿Qué es un dilema?
Es cualquier situación donde los principios morales no pueden determinar qué curso de acción es el
correcto o incorrecto. Conflicto de valores morales para la que no hay una respuesta correcta o incorrecta.
Situación para la que existe más de una situación válida. Refleja posiciones y/o argumentos diferentes. El
diálogo, la deliberación son instrumentos claves para articular y, en lo posible resolver los dilemas.
¿Qué dice Hans Jonás en el principio de responsabilidad?
Cuidar al vulnerable, al débil, pero siempre darle elementos para su autocuidado, su autonomía en la vida
que se pueda responsabilizar, por lo menos de pequeñas acciones que tal vez lleven a otra y a otras.
¿De dónde viene y a qué refiere la palabra cuidar?
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Haciendo Caminos… Tercer tramo en esquemas
Guillermo Fernández D’Adam
Viene del termino latino “cura” y se refiere a una actitud de atención, solicitud, diligencia en relación con
alguien, incluso accede a la precaución y prevención evitando que suceda algo que dañe. No sólo estamos
preparados para cuidar, también lo estamos para cooperar en vínculos salutógenos. Ser cuidador debe
sustituir a ser paternalista, manipulador o dominador.
¿A qué nos incita la ética?
A ser cuidadosos de nosotros mismos y cuidar de los cercanos y también a aquellos que no son nuestra
familia, nuestros amigos, pero sí pertenecen a la gran familia humana.
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Anexo I
Encuadre – Contrato - DSM 5
* El encuadre
El llamado “Encuadre” en psicología proviene de José Bleger, que plantea el contrato analítico (acuerdo entre
analista y analizante) para desarrollar el tratamiento teniendo al tiempo de sesión, al horario, el lugar y los
honorarios como elementos fundamentales de intercambio recíproco. Estas premisas básicas trasladadas al
encuadre del paciente-AT, conforman un conjunto de reglas, como marco simbólico, siendo un “ordenador” para
la relación que se establece siendo conveniente explicitarlo lo más ampliamente posible desde el inicio (primera
reunión) ya que permitirá organizar una serie de variables que facilitarán el trabajo.
Temas a explicitar:
Los honorarios o formas de retribución por la prestación.
Las actividades posibles a realizar.
El lugar y espacio donde se trabajará.
Los objetivos básicos esperables.
Tiempo de duración del espacio diario de cada AT.
Tipos y objetivos de salidas.
Intercambio con el paciente, la familia, el equipo profesional.
A quien recurrir en caso de necesidad.
Manejo el secreto profesional.
** El contrato
Mantener y cumplir con el “contrato” ayuda, especialmente en pacientes borderline, psicopáticos y/o adictos a
controlar el acting out y el beneficio secundario de la enfermedad. Permite definir las responsabilidades del
paciente, del terapeuta, del AT, constituyéndose en un “espacio seguro” donde el paciente puede desplegar su
dinámica de funcionamiento. Deben ser evaluadas y quedar explicitadas aquellas situaciones que puedan constituir
una amenaza para la continuidad del tratamiento (por ejemplo, conductas autodestructivas y suicidas, consumo de
sustancias, amenazas al terapeuta).
Presentamos un ejemplo de contrato, firmado por el paciente y su referente adulto en un proceso de modalidad
domiciliaria (Comunidad Terapéutica-Educativa Domiciliaria).
Los abajo firmantes acordamos conjuntamente respetar las siguientes normas de tratamiento y convivencia para procurar el
beneficio conjunto en calidad de vida y el éxito del esfuerzo que todos realizamos por la salud integral del paciente y su familia.
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a. Tomar conciencia y Reconocer el impacto que produjo a nivel personal, familiar del abuso/adicción tóxica con
problemas para la salud y los riesgos de recaída y/o repetición de hechos de riesgo y peligros físicos-mentales.
b. Contener, tranquilizar y acompañar en el proceso de desintoxicación y abstinencia para mejorar su calidad de
vida, y trabajar sobre los hábitos saludables y su aplicación al ambiente.
c. Se efectuarán todos los estudios pendientes de realización (consulta y estudios cardiológicos, análisis de
chequeo de laboratorio, nutrición, psiquiatría, médico clínico de cabecera).
Por la presente nos responsabilizamos y comprometemos a reconocer y sostener los siguientes cuidados y consignas de
tratamiento del paciente y su familia/amigos en el sistema de: COMUNIDAD PSICOEDUCATIVA, AMBULATORIA Y
DOMICILIARIA con Tratamiento de desintoxicación de alcohol y cocaína y drogas tóxicas:
* CTD con sus metodologías y con equipo de AT de apoyo y contención, Supervisión Psiquiátrica y Psicofarmacológica, Terapia
Coaching Salud, Psicoterapia individual, Entrevistas de Pareja y Asambleas Terapéuticas (eventual concurrencia a AA o NA). EL
2° y 3° mes sistema de AT diario reducido, con evaluación semanal e informes y de acuerdo a evolución el reajuste de las
indicaciones dadas por el director de tratamiento.
Terapias indicadas:
C. Psicoeducación-Asamblea Familiar cada 14 días con la participación, OBLIGATORIA, de la familia nuclear y de ATF.
OBJETIVOS: Control, dominio e incremento de percepción kinestésica corporal, Ejercicios de reeducación y control respiratorio.
Breve reseña de la técnica o procedimiento utilizados: Se trabajó con técnicas de sensoropercepción, concentración, posicionamiento mental
en el aquí y ahora e identificación de estímulos. Se definió la dieta a seguir.
Comentarios pertinentes: Buena comprensión de las consignas, muy buena predisposición y motivación al trabajo, con satisfactorios
resultados de acuerdo a los objetivos programados
Estado emocional del paciente (antes-intra y posterior): Al principio algo ansioso por comenzar las tareas, optimista y expectante. Durante
el trabajo de mostró sereno, con baja ansiedad, incluso al cruzarnos con una persona que lo conecta a su historia de consumo. Al fin se lo
notó tranquilo, sereno y satisfecho por las tareas realizadas y sus resultados.
Satisfacción del paciente: refiere estar muy satisfecho por sus logros
Satisfacción del AT: conforme con la actitud y predisposición de paciente y satisfecho por sus logros parciales.
Adelanto del próximo tema: Continuar con el trabajo corporal, definir y organizar actividades físicas, trabajar su sexualidad
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Anexo II
Código de Ética
La posibilidad de pensar y aplicar la ética del quehacer profesional en los equipos Transdisciplinarios y en la
función del acompañante terapéutico es fundamental. La mirada y la intervención del AT debe propiciar
acompañamientos respetuosos y adecuados basados en el derecho de decisión y elección de la persona, el respeto
de su ideología y costumbres. El encuadre conceptual y ético de abordaje debe permitir habilitar las
individualidades y singularidades del acompañado. En nuestra experiencia nos parece muy correcto, adecuado y
completo el Código de Ética presentado por la AATRA para regular el ejercicio de la práctica del acompañamiento,
en resguardo de la salud psíquica de la población y sería muy auspicioso que adquiriera el estatus legal
correspondiente.
INTRODUCCIÓN
El Código de Ética de la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina (AATRA) tiene como
propósito proveer tanto principios generales como normativas deontológicas orientadas a las situaciones con que
pueden encontrarse los Acompañantes Terapéuticos en el ejercicio de su profesión, estableciendo así las reglas de
conducta profesional que han de regir su práctica. Consta de una Introducción, un Preámbulo, una Declaración de
Principios y una sección de Disposiciones deontológicas.
El Preámbulo y la Declaración de Principios constituyen objetivos deseables que guían a los acompañantes hacia
los más elevados ideales del Acompañamiento Terapéutico; expresan así el espíritu de este Código y si bien no son
en sí mismos reglas obligatorias deben ser considerados prioritariamente ya que constituyen el fundamento mismo
del actuar ético de los acompañantes terapéuticos.
Las Disposiciones deontológicas establecen reglas de conducta profesional, las que expresan deberes que afectan
a todos los acompañantes terapéuticos, considerando que descuidar estos deberes atenta contra los derechos de
los receptores de los servicios profesionales.
En el proceso de toma de decisiones relativas a su conducta profesional, los acompañantes terapéuticos deben
considerar este Código de Ética y el de la Organización en que se encuentran matriculados o asociados, además de
las leyes vigentes.
Si el Código de Ética establece un principio superior al exigido por la ley o a las que pudieran emanar de Instituciones
en las que presta sus servicios, los acompañantes deben cumplir con el principio ético más elevado.
En caso de contradicción, aun parcial, entre dos bienes protegidos los acompañantes terapéuticos procederán
siempre según el criterio ético de optar por el que ocupe el lugar más alto en la escala valorativa. Si una cuestión
no puede ser resuelta por el presente Código, ni por el Código de Ética del Colegio o Asociación a que pertenecen,
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los acompañantes terapéuticos deberán considerar otras instancias de consulta específicamente idóneas y
representativas.
Si bien este Código no sustituye a los Códigos de Ética de las Organizaciones nucleadas en la Asociación, se entiende
que es apropiado que en el caso de que un acompañante terapéutico sea sancionado por faltas éticas en la
Organización a la que pertenece, la sanción sea comunicada, para que las mismas tomen conocimiento y actúen
según los principios que emanan del presente código.
Para la redacción se tuvieron como documentos base al Código de Ética de Asociación de Acompañantes
Terapéuticos de la República Argentina y el Código de Ética de la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la
Ciudad de Bahía Blanca Provincia de Buenos Aires.
PREÁMBULO
Los acompañantes terapéuticos nucleados en las entidades que conforman la Asociación de Acompañantes
Terapéuticos de la República Argentina (AATRA) se comprometen a ejercer su profesión guiados por los principios
y reglas de acción que contiene este Código de Ética.
Propician para el ser humano y para la sociedad en que están inmersos y participan, la vigencia plena de los
Derechos Humanos, la defensa del sistema democrático, la búsqueda permanente de la libertad, la justicia social y
la dignidad, como valores fundamentales que se traduzcan en un hombre y una sociedad protagonista, crítica y
solidaria.
Entienden bienestar psíquico como uno de los Derechos Humanos fundamentales y trabajan según el ideal social
de promoverla todos por igual, en el mayor nivel de calidad posible y con el sólo límite que la ética y la ciencia
establecen.
Comprenden que es responsabilidad individual de cada acompañante aspirar a alcanzar él mismo y promover en
sus colegas una actitud responsable, lúcida y comprometida frente al ser humano concreto y sus condiciones.
No consienten ni participan deliberadamente prácticas discriminatorias.
Propician la armonía entre colegas, pero concuerdan en que el sentimiento de solidaridad profesional no puede
avalar o encubrir errores, faltas éticas, crímenes o contravenciones penales practicadas por otros en prestación de
servicios profesionales.
Declaración de principios
El Código de Ética de asociación de acompañantes terapéuticos de la republica argentina (AATRA) hace suyos los
siguientes Principios Generales, acordados por los países miembros y asociados del Mercosur en la ciudad de
Santiago de Chile. 7 de noviembre de 1997:
Los acompañantes terapéuticos se comprometen a hacer propios los principios establecidos por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Asimismo, guardarán el debido respeto a los derechos fundamentales, la
dignidad y el valor de todas las personas, y no participarán en prácticas discriminatorias. Respetarán el derecho de
los individuos a la privacidad, confidencialidad, autodeterminación y autonomía.
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Competencia
Los acompañantes terapéuticos se comprometen a asumir niveles elevados de idoneidad en su trabajo. Asimismo,
Reconocen las fronteras de sus competencias particulares y las limitaciones de su pericia. Proveerán solamente
aquellos servicios y técnicas para las que están habilitados por su formación académica, capacitación o experiencia.
Tendrán en cuenta que las competencias que se requieren en la asistencia, enseñanza, y/o estudios de grupos
humanos, varían con la diversidad de dichos grupos.
Los acompañantes terapéuticos se mantendrán actualizados en el conocimiento científico y profesional,
relacionado con su ejercicio, reconociendo la necesidad de una educación continua. Asimismo, harán un uso
apropiado de los recursos científicos profesionales técnicos y administrativos.
Integridad
Los acompañantes terapéuticos se comprometen a promover la integridad del quehacer científico, académico, y
de práctica del acompañamiento terapéutico. Al informar acerca de sus antecedentes profesionales y curriculares,
sus servicios, sus honorarios, investigaciones o docencia, no harán declaraciones falsas o engañosas. Se empeñarán
en ser sumamente prudentes frente a nociones que degeneren en rotulaciones devaluadoras o discriminatorias.
Asimismo, se empeñarán en ser conscientes de sus sistemas de creencias, valores, necesidades y limitaciones y del
efecto que estos tienen sobre su trabajo.
En su accionar científico profesional clarificarán a las partes acerca de los roles que están desempeñando y
funcionarán según esos mismos roles.
Responsabilidad social
Normas deontológicas
La mayoría de las reglas fueron redactadas en términos generales, de manera que puedan adecuarse a las distintas
situaciones regionales y ser aplicadas a todos los acompañantes terapéuticos, independientemente del ámbito
profesional en que desempeñen su labor, pudiendo la aplicación de una regla variar según el contexto. Las reglas
que se establecen en el presente Código deben ser consideradas como directivas generales; en tanto que no son
exhaustivas; no implican la negación de otras no expresadas que puedan resultar del ejercicio profesional
consciente y digno. La ausencia de disposiciones expresas no debe interpretarse como admisión de prácticas y actos
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incompatibles con la vigencia de los principios enunciados; por el contrario, confrontados con tal situación, los
acompañantes terapéuticos deben conducirse de manera coherente con el espíritu de este Código.
Art.1- Las disposiciones del presente Código de Ética serán de aplicación a todo matriculado o asociado a la
Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina (AATRA); ya sea que ejerzan su profesión de
modo independiente o en relación de dependencia, en el ámbito público o en el privado, quienes deberán respetar
éste código con sus normas de fondo y procedimientos mientras está vigente.
a) El conocimiento de éste código es obligatorio y por ninguna circunstancia se podrá alegar su desconocimiento.
b) Toda la legislación profesional es de orden público y por lo tanto de cumplimiento obligatorio. En consecuencia,
la conducta profesional del acompañante terapéutico queda sometida a las disposiciones del presente código.
Art.9.- El acompañante terapéutico asistirá a pacientes, previa solicitud de un profesional o de un familiar; en este
último caso estará obligado a consultar a quien trate al paciente, para orientar la tarea de acompañamiento y a
supervisar la tarea con un director de tratamiento o coordinador de equipo de salud.
Art.10.-El acompañante terapéutico debe propender a que los pacientes gocen del principio de libertad de elección
del acompañante terapéutico.
Art.11.- En su ejercicio profesional el acompañante terapéutico debe establecer y comunicar los objetivos, métodos
y procedimientos que utiliza, así como sus honorarios y horarios de trabajo.
Art.12.- El acompañante terapéutico, al dejar su labor profesional, tiene la responsabilidad de concluir la tarea que
realiza o, en su defecto, hacer la derivación pertinente, de modo que la misma pueda ser continuada
satisfactoriamente por otro colega.
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Art.13.- Es deber del acompañante terapéutico respetar la voluntad del consultante cuando sobreviene su negativa
a proseguir bajo su atención. En dicho caso el acompañante puede realizar un documento en el cual informa los
riesgos de discontinuar el acompañamiento que debe ser firmada por el paciente o la familia del mismo.
Atr.14.- Es responsabilidad inherente al ejercicio profesional del acompañante terapéutico:
a) La actualización periódica y permanente de sus conocimientos como garantía de responsabilidad e idoneidad
que contribuya al prestigio de la práctica.
b) La supervisión del trabajo realizado con periodicidad.
c) La actualización permanente y periódica de sus conocimientos como garantía del servicio que se brinda.
Art.15.- Es inconveniente realizar publicaciones con referencias técnicas o procedimientos personales en medios
de difusión no especializados si previamente no han sido sometidas a consideración en su ámbito específico.
Art.16.- Las declaraciones u opiniones del acompañante terapéutico debe formular en relación a su práctica con el
fin de informar al público deberán plantearse siempre con rigor científico, sin perjuicio de adecuarse al nivel de
comunicación que corresponda.
Secreto profesional:
Art.17.- Entiéndase por secreto profesional aquello que no es ético o licito revelar sin causa justa, referido a las
relaciones clínicas o de consulta concernientes a pacientes, sus familias o instituciones.
Art. 18.- Cuando se trate de trabajo profesional en equipo, sobre todo los miembros del mismo pesan la obligación
de guardar el secreto profesional.
Art. 19.- El deber de guardar secreto profesional subsiste aún después de concluida la relación con el consultante
Art. 20.- Los acompañantes terapéuticos no deben usar en provecho propio las confidencias recibidas en ejercicio
de su profesión, salvo que tuvieran expreso consentimiento de los interesados.
Art.21.- Los acompañantes terapéuticos tienen una obligación primordial de respetar los derechos a la
confidencialidad de aquellos con quienes trabajan o consultan.
Art. 22.- los acompañantes terapéuticos deben Minimizar Intrusiones en la Privacidad, sobre todo cuando se trabaje
en el domicilio de los pacientes.
Art. 23- Límites de Secreto Profesional:
a) La información amparada por el secreto profesional sólo podrá ser transmitida para evitar un grave riesgo al que
pueda estar expuesta persona atendida o terceros. En todo caso, sólo se podrá entregar a las personas calificadas
la información que, a juicio del matriculado actuante, aparezca como estrictamente necesaria para cumplir el
referido objetivo.
b) Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos deberán excluir aquellos antecedentes
entregados al amparo del secreto profesional, y se proporcionarán sólo en los casos necesarios, cuando, según
estricto criterio del profesional interviniente, constituyan elementos ineludibles para confeccionar el informe. En
el caso de que puedan trascender a organismos a donde no sea posible cautelar la privacidad, deben adoptar las
consecuencias las precauciones necesarias para no generar prejuicios a las personas involucradas.
c) La información que se da a padres y/o demás- por ejemplo, a las instituciones que la hayan requerido- debe
realizarse de manera que no condicione el futuro del consultante o pueda ser utilizada en su perjuicio.
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d) Todo lo relativo al secreto profesional debe cumplirse igualmente en todos los ámbitos y en todo tipo de
prestación.
e) El tribunal de disciplina, en forma directa y sumarísima, determinará en su caso si existe o no violación al
resguardo del secreto profesional
Art.24.- Las relaciones entre los acompañantes terapéuticos deben estar inspiradas en el respeto mutuo, la sana
competencia, la solidaridad profesional y la cooperación.
Art.25.- El acompañante terapéutico debe ser solidario con sus colegas con independencia de las distintas escuelas,
corrientes o métodos que utilicen, teniendo en cuenta que todos tienen como objetivo común el cuidado de la
salud de la población y comparten la responsabilidad del constante progreso de la ciencia.
Art.26.- Es contrario a la ética difamar, calumniar o tratar de perjudicar a un colega por cualquier medio. Así como
debe ser respetuoso del trabajo e ideología del equipo a cargo del paciente
Art.27.- Cuando un acompañante terapéutico recibe la responsabilidad de un trabajo que anteriormente fue
atendido por un colega, éste deberá proporcionarle toda la información que haya podido obtener y se le solicite.
Art.28.- Las relaciones entre el acompañante terapéutico y su asociación deben basarse en los principios de respeto,
responsabilidad y mutua lealtad.
Art.29.- El acompañante terapéutico debe contribuir al prestigio y progreso de la profesión colaborando con la
asociación en el desarrollo de su cometido. Debe asistir a las asambleas de la asociación y votar cuando sea el caso.
Art.30.- Los honorarios establecerán convencionalmente sin que puedan ser inferiores a los aranceles profesionales
mínimos que fija la asociación de acompañantes terapéuticos.
Art. 31.- El Acompañante Terapéutico debe cumplir puntual y espontáneamente con el pago de cuotas y cargas
sociales que AATRA requiera.
Art.32.- Los matriculados deberán expresar las críticas que consideren pertinentes y promover la autocrítica como
práctica de superación de los problemas internos que hacen a la práctica, no debiendo, por lo tanto, formular
públicamente opiniones que menoscaben su prestigio.
Art.32ç3.- En las publicaciones que sean producto de un trabajo compartido, deberán incluirse los nombres de
todos los participantes y precisar su grado de responsabilidad y colaboración.
Art.34.- Es contrario a la ética exponer o publicar como si fueran propias, ideas que no sean de propia elaboración,
o datos en cuya recolección no se haya intervenido, sin citar con toda claridad la fuente o el autor.
Art.35.- El acompañante terapéutico no deberá acatar instrucciones emanadas de sus empleadores cuando éstas
lo obliguen a contravenir los principios o normas de la ética profesional. En caso de conflicto entre los
procedimientos institucionales y los intereses de las personas a quienes va dirigido el servicio, el acompañante
terapéutico debe optar por defender a estos últimos.
Art.36.- A menos que exista una limitación legal, reglamentaria o contractual, el acompañante terapéutico podrá
utilizar para trabajos científicos los datos que recoja o elabore dentro de la institución en la que trabaja,
resguardando la privacidad de la información.
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Sanciones disciplinarias
Art. 37.- La violación de los deberes y obligaciones contenidos en éste Código de Ética, será sancionada
disciplinariamente, por el Comité de Ética de la Asociación de Acompañantes terapéuticos de la República Argentina
Art.38.- El acompañante terapéutico está obligado a colaborar en las investigaciones que el Tribunal de Disciplina
disponga y a ser veraz en sus intervenciones. Debe brindar al Comité de Ética cuando se lo requiera informe
oportuno o aclaratorio sobre su persona o actividad profesional.
Art.39.- Las sanciones disciplinarias serán graduales, desde las consideradas leves hasta las más graves; corresponde
al Tribunal de Ética establecer, en su caso, la sanción disciplinaria a aplicarse.
Art.40.- Considerándose la máxima sanción disciplinaria la exclusión de la matricula profesional.
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Anexo III
EL AT y la ley nº 26.657/2013
La ley de Salud Mental del 2013 plantea el padecimiento mental a todo tipo de sufrimiento psíquico de las
personas y/o grupos humanos, vinculables a distintos tipos de crisis previsibles o imprevistas, así como a
situaciones más prolongadas de padecimientos, incluyendo trastornos y/o enfermedades, como proceso
complejo determinado por múltiples componentes, de conformidad con lo establecido en el artículo 3° de la
Ley Nº 26.657. (Decreto reglamentario de la ley de salud mental 603/2013).
Se reconoce a la Salud Mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-
económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica
de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.
El artículo 8 de la Ley Nº 26.657 establece que la promoción de la atención en salud mental, esté a cargo
de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados con
la debida acreditación de la autoridad competente. Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo
social, enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes (se incluiría aquí la figura
del AT).
El proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación hospitalario y en
el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la atención primaria
de la salud. Se orientará al reforzamiento, restitución o promoción de los lazos sociales (artículo 9 de la
Ley).
En este nuevo paradigma se requiere el accionar del AT como una figura clave en el equipo interdisciplinario
de salud para las externaciones y para prevenir reinternaciones o segregaciones en la vida cotidiana de los
pacientes. La Ley vigente de salud mental, al desalentar la internación en instituciones psiquiátricas e
impulsar las internaciones domiciliarias y el vínculo entre el paciente y sus grupos de pertenencia y las
actividades sociales y laborales habituales, demandan una red de servicios de atención integral, que incluye
a los AT.
Sancionada por Honorable Cámara de Diputados Nación Argentina en 2016 con fuerza de LEY
1. Reconocer la figura del acompañante terapéutico.
2. Articular como actividad de colaboración de la medicina.
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La práctica del Acompañamiento Terapéutico, actividad desarrollada durante décadas en una semi-marginalidad
profesional, carente de todo marco regulatorio legal, está cercana en la actualidad, a lograr un reconocimiento
pleno en el aspecto jurídico y por ende en lo relativo a su inserción en el Sistema de Salud. Incluir formalmente la
figura del AT en las instancias clínicas, académicas y jurídicas ha dejado de ser una mera utopía, siendo desde
hace algunos años una realidad cada vez más sólida.
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Bibliografía
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TEVEZ Hilda Y FERNÁNDEZ D’ADAM G – Payasos tristes, Nuevas adicciones, Ed Gabas, Bs As, 2008.
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VÁZQUEZ Carmelo, HERVÁS Gonzalo – Psicología Positiva Aplicada, Edit. Desclée, Bilbao, España,2009.
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YARIA Juan A - La cultura del malestar, Ed. Universidad del Salvador.
YARIA Juan A - Las drogas, post-modernidad y Redes sociales, Ed. Lumen y Universidad del Salvador.
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