Informe Prácticas Ii

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Prácticas Escolares II

UNA AVENTURA EXPLORANDO MI FUTURA PROFESIÓN.

Período comprendido entre el 16 de Noviembre de 2020 hasta el 21 de Enero de 2021.

Trabajo realizado por: Vicent Cervera Garcia


Curso: 3D
Tutor de prácticas: José Peirats Chacón

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Introducción

El 16 de Noviembre comenzó el período más deseado por todo estudiante de Magisterio. Llegaban
las prácticas escolares II en las cuales he podido acercarme lo máximo posible a lo que supone la
profesión de los docentes durante 2 meses, pero bajo unas circunstancias extraordinarias que ponen
de manifiesto la importancia de una buena preparación de los/as docentes para hacer frente a
situaciones extremas con la mayor profesionalidad y garantizando la mayor eficiencia posible en el
trabajo realizado. El centro elegido es un colegio público de educación Infantil y Primaria con línea
únicamente en castellano y dos grupos por cursos que a causa de la pandemia, en algunos casos,
han tenido que ampliarse a 3 para garantizar el aforo adecuado en las aulas. El motivo de esta
elección se basa en que de forma extraescolar imparto clases de repaso a un alumno de dicho centro
y ya que tengo el privilegio de conocer como vive él fuera de la escuela, me pareció interesante
aprender cómo es su vida dentro de ella y así poder conectar al máximo los elementos internos y
externos que entran a formar parte del proceso de enseñanza y aprendizaje de los/as niños/as.

Continuando con algunas cuestiones que despertaban mi interés hablaré de cómo se desarrolla la
docencia presencial teniendo en cuenta la situación provocado por la pandemia. En primer lugar,
cabe destacar que los modelos de actuación implantados en los centros de educación infantil y
primaria son muy distintos a aquellos que vemos en los centros universitarios, no hay mejores ni
peores modelos, son los contextos en los que se desarrolla la enseñanza los que marcan las medidas
a cumplir, las cuales de forma breve, pasaré a enumerar y comparar la forma en que se trabajaba
previamente, según me han podido contar tanto profesionales del centro como el propio alumnado.

Comenzaré con la principal medida, la cual es el distanciamiento social. Esta medida impide que se
lleven a cabo metodologías con gran potencial motivador como los trabajos en grupo, las
metodologías manipulativas, o la adopción de un rol más protagonista por parte del alumnado. Por
otra parte también limita la movilidad de los niños y niñas en espacios como el comedor escolar o
el patio, estando este último delimitado por zonas donde únicamente pueden estar los alumnos/as
de una misma clase. Esta medida me hace pensar en las consecuencias que puede sufrir el
alumnado de dos cursos en especial, en primer lugar, el alumnado de 1º de Primaria debe hacer
frente a una situación nueva y muy delicada, la cual supone un enorme obstáculo frente a las

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necesidades propias de su edad como pueden ser el hecho de relacionarse con sus compañeros/as,
vivir experiencias nuevas que despierten su curiosidad y promuevan su aprendizaje, etc. Por otra
parte un curso muy afectado también es 6º de primaria pues es su último año antes del cambio de
ciclo con todo lo que conlleva esto; adaptarse a un nuevo ritmo de vida, cambiar de centro y por
tanto de profesores/as, volver a ser los/as más pequeños/as del centro, integrar las nuevas normas
de comportamiento propias del instituto, etc. Para poder comenzar esta nueva etapa de la mejor
forma posible, es muy importante una correcta preparación previa la cual se realiza durante el
último curso, ante las circunstancias de esta situación, una docencia de carácter no presencial o en
el mejor de los casos, presencial con restricciones puede suponer que el alumnado no acabe el curso
lo suficientemente preparado como para afrontar la etapa de cambios que van a atravesar. A esto
hay que sumarle la flexibilidad que se adoptó a mediados del curso 2019- 2020 referente al recurso
de la repetición, el cual en las aulas de Primaria sólo se podía aplicar bajo unas circunstancias
realmente extraordinarias. Esta es una decisión que ha beneficiado y perjudicado al mismo tiempo,
pues hay alumnos/as que han pasado de curso sin ningún problema y hay otros que han pasado de
curso con un nivel todavía bajo que a falta de una evaluación inicial efectiva, a día de hoy se
encuentran cursando unos contenidos para los que no están preparados/as, ocasionando un
desajuste en su aprendizaje que tarde o temprano tendrá consecuencias negativas como la
frustración o la falta de motivación por ver como un lastre les impide alcanzar el nivel normativo
del resto de alumnos/as.

VIDA EN EL AULA

Comenzaré este apartado diciendo que durante el período de prácticas son los pequeños detalles los
que siempre llaman más mi atención; las cosas particulares, ya que de forma global a menos que
haya un gran nivel de innovación, lo cual no ha ocurrido en mi caso, todos y todas sabemos como
es su funcionamiento. Los mecanismos por los que se rige, los patrones que se siguen y la forma en
que se actúa. Dicho esto, realizaré un breve resumen de cómo es particularmente el aula en la que
he trabajado y algunas de las cosas que han llamado mi atención.

Primeramente destacaré que encontré un ambiente muy sano tanto por la relación entre el alumnado
como por la relación con la tutora. Existe gran implicación en el triángulo estudiantes - tutora -
familias y se nota en la forma de trabajar en clase y en los resultados que se obtienen. Como ya he

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mencionado, el nivel de la clase ha sido bastante homogéneo, siendo éste un nivel bastante alto a
excepción de un par de alumnos que acudían a PT para recibir refuerzo de matemáticas. Por lo
general el comportamiento era bueno, el grupo se llevaba bien y eso se podía observar sobre todo
en los tiempos de recreo, ya que no había demasiados subgrupos y en la mayoría de ocasiones
todos jugaban con todos. Otra de las experiencias que destaco de mi estancia fue el comedor
escolar; a causa de la situación no todo el alumnado hacía uso del espacio destinado al comedor,
siendo éste sustituido en algunos casos por la propia aula de la clase como pasó en mi caso. En este
espacio de tiempo, el alumnado tiene la oportunidad de hablar de cosas externas al aula, comparten
gustos, aficiones, experiencias y demás vivencias que los/as enriquecen. El tiempo para comer era
de aproximadamente media hora, ya que después el alumnado bajaba al patio para tener tiempo
libre y hacer lo que quisiera; había alumnos que aprovechaban para hacer actividades y así tener la
tarde libre, otros estudiaban si tenían exámenes por la tarde y otros simplemente jugaban entre ellos
hasta la hora de retomar las clases.

Como aspectos particulares que llamaron mi atención, destaco el caso de un alumno el cual no
hacía los deberes en clase pero siempre los traía hechos al día siguiente. No obstante, sus
calificaciones eran muy bajas y esto era algo que me sorprendía, pues en estas edades existe mucha
concordancia entre las actividades hechas en clase y los exámenes. La respuesta al misterio me la
dio mi mentora, cuando me dijo que me fijara en los deberes que hacía en casa y en los exámenes
presentados y fue entonces cuando vi que la letra no era la misma, entendiendo así que alguien de
su entorno le hacía los deberes todos los días. La tutora citó en varias ocasiones a sus padres para
que acudiesen a hablar con ella sobre esta tema pero todas fueron rechazadas y cuando le
preguntaba al alumno sobre los deberes siempre decía que era él quien los hacía, siendo evidente
que esto no era así. No entiendo la finalidad de estos hechos, pues el alumno en cuestión para nada
estaba siendo beneficiado con estos actos, su nivel real era bastante bajo y aquello que reflejaban
sus deberes para nada se correspondía con la realidad.

Hubo otro caso que también llamó mi atención y que hizo mi labor más entretenida pues me surgió
un reto que deseaba conseguir. Este se trataba de un alumno de 5º el cual desde el primer momento,
mi mentora me afirmó que daba bastantes problemas. Era un alumno repetidor con una necesidad
de atención permanente y que por desgracia no estaba bien integrado con el resto de compañeros, lo
cual hacía que sus ganas de ser protagonista aumentasen, dando lugar así a rabietas, contestaciones,

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interrupciones constantes, etc. Me interesé bastante por conocer en más profundidad a este alumno
para intentar hallar una manera de que se sintiera parte del grupo y tal vez así aumentaran sus ganas
de trabajar. Gran parte de mi esfuerzo se centraba en brindar apoyo a este niño, pues el resto de la
clase, sin dejarlos desatendidos/as, tenían un ritmo que les facilitaba en gran medida seguir la clase.
Su inteligencia le permitía asimilar los conceptos y aplicarlos, pero su falta de ganas por hacer las
cosas avivada por su despiste y la mala relación con su tutora, hacía que el camino fuera muy
cuesta arriba. A medida que mi mentora me contaba cosas acerca de este alumno, entendí mejor la
situación ya que había ciertos aspectos relacionados con su familia que le impedían en gran medida
avanzar con el ritmo deseado. En ese momento, sentí que había topado con un muro de piedra pues
entiendo que los/as docentes no tenemos más recursos en este ámbito que la convocatoria de
reuniones o el envío de mensajes para transmitir aquello que creemos que se puede mejorar desde
casa. Esto a pesar de que me entristeció, también me hizo entender lo importante que es la labor de
los docentes sobre todo en estos casos, en los que los alumnos/as necesitan estar atendidos por sus
maestros y maestras para lograr encontrar esa motivación y conseguir que el tiempo invertido en su
educación de los resultados esperados.

Con el resto de niños y niñas he tenido una relación maravillosa. Durante las clases, cuando el
alumnado se disponía a realizar actividades solía pasarme por los pupitres para aclarar dudas y
ayudar a realizar los ejercicios. Al principio no era consciente, pero a lo largo de las semanas me di
cuenta que la ayuda proporcionada estaba teniendo un efecto contraproducente ya que a la mínima
que surgía alguna duda, el alumnado tendía a llamarme para resolverles el problema. Con el tiempo
comencé a cambiar la forma de ayudarles, no podían llamarme para preguntarme dudas de palabras
que no entendían, pues todos y todas contaban con un diccionario y creí conveniente darles ese
punto de autonomía para que resolvieran sus dudas por ellos y ellas mismos/as. Con el resto de
problemas que surgían, también debían consultar primero el libro y si entonces continuaban con la
duda ya de forma guiada les ayudaba a encontrar la solución. Mi objetivo era aclarar las dudas pero
sin hacerlo de forma que ellos y ellas lo vean como una ayuda permanente.

También he hablado con el alumnado en horarios de patio y he podido resolver sus curiosidades.
Me han contado cómo pasan el tiempo cuando acaban las clases, sus gustos, quienes son sus
amigos y amigas, etc. La relación ha sido muy buena y todo esto me ha dado mucho juego para
después en el aula conocerlos/as mejor y saber cómo actuar en cada ocasión. En conclusión creo

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que les he ayudado mucho, siento que ambos hemos aprendido los unos de los otros y ha sido una
experiencia realmente buena.

También he podido ver cómo se realizan las clases en 6º ya que es un curso que llamaba
particularmente mi atención porque de forma extraescolar imparto clases de repaso a un alumno de
esta clase y quería ver cómo se comportaba cuando estaba en el centro y cómo se desenvolvía en el
aula. Mi sorpresa con esta clase fue que el nivel del alumnado era, por lo general, inferior al que
cabría esperar, siendo necesaria una adaptación general de los contenidos impartidos. La tutora me
comentó que el tiempo de confinamiento afectó mucho a los/as estudiantes y que tras incorporarse
de nuevo a las clases presenciales, muchos/as de ellos/as, al no haber tenido una buena rutina de
trabajo en casa, no habían sido capaces de mantener el nivel deseado y actualmente tenían que
refrescar muchos conceptos para que volvieran a engancharse al ritmo propio de este curso. Las
sensaciones fueron diferentes en ambas clases, no obstante, en términos generales ambas siguen los
mismos patrones de comportamiento; no existe una gran innovación por parte de las docentes y al
final del día da la sensación de que todas las clases son iguales a excepción de las materias que se
imparten y del curso en el que te encuentres. Doy por hecho que esto también se debe a la situación
que estamos viviendo actualmente, la cual limita la innovación, pero aun así son muchos los casos
en los que los métodos tradicionales que tanto se critican son los que acaban practicándose en las
aulas, con algunos matices innovadores, que en la mayoría de los casos son el uso recursos
alternativos proporcionados por las TIC. A grosso modo, prevalecen las largas explicaciones, la
realización de actividades propuestas en los libros de texto y la realización de exámenes
convencionales.

En esta aula, también encontré tres alumnos que un nivel muy por debajo del esperado. Dos de
ellos tenían problemas a la hora de comunicarse con el resto de la clase, pero gracia a que repitieron
curso, pudieron ganar la experiencia que les faltaba y alcanzar un nivel madurativo que actualmente
les permite ser más autónomos y mantener un ritmo con el que ya se puede trabajar de forma
correcta. Por otro lado, el otro alumno que mencioné, tenía un ACIS de 3º de Primaria. Este caso
también me sorprendió pues no entendía como ese niño había llegado a ese curso, siendo su último
año en Primaria. La tutora me contó que el avance de este alumno se había dado a causa de la
voluntad de sus padres, quienes no querían bajo ningún concepto que el niño repitiera curso porque
al parecer, creían que eso afectaría a su comportamiento. Si bien el niño en cuestión tenía un nivel

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madurativo acorde a su edad y la capacidad de relacionarse era buena, su nivel académico estaba
muy desajustado con el resto del alumnado. No sé el rumbo que seguirá este niño pues el año que
viene se supone que cambiará de ciclo pero en todo caso, el pronóstico no es demasiado positivo ya
que con el refuerzo que recibe no es suficiente y tiene demasiada facilidad para olvidar aquello que
se le está enseñando.

En cuanto a los aspectos relacionados con la vida del docente, destacaré la falsa idea de que el
trabajo del profesor/a dura desde el momento en que empiezan las clases hasta que acaban. La
duración de estas prácticas me ha permitido implicarme más en todos los aspectos relacionados con
la docencia, siendo el trabajo fuera del horario escolar uno de estos aspectos. He podido apreciar
pues que algo fundamental si queremos que las sesiones sean productivas es llevar a cabo una
buena planificación, no obstante en el momento en que te pones en la piel del docente te das cuenta
de que existen factores externos que no dependen de la voluntad del maestro/a siendo necesaria la
constante revisión de aquello que pretendemos llevar a cabo en el aula para no perder tiempo y
desperdiciar recursos. A todo esto, tenemos que sumar la continua evaluación de la progresión del
alumnado para evitar que se pierda el ritmo de aprendizaje y surjan problemas en el futuro y la
propia formación del/la docente para aumentar sus conocimientos y ser más competente en su
trabajo. Referido a este último punto, pude participar en varias sesiones de ciclos formativos
relacionadas con la aplicación de las TIC en las diferentes asignaturas, haciendo uso de recursos
como presentaciones de PowerPoint, blogs interactivos con divertidas actividades para practicar en
períodos no lectivos, etc. Como explicaré en el apartado referido a la ud, yo mismo pude
aprovecharme de este curso formativo para implementar lo aprendido en referencia a la aplicación
Canva para mi presentación de la ud. Por último, cabe destacar las jornadas de evaluación en las
que los docentes de cada ciclo se reúnen para hablar de la evaluación del alumnado en las distintas
áreas. Como algo excepcional, también encontramos las reuniones de docentes para programar
eventos especiales como pueden ser los relacionados con festividades especiales que celebre el
centro. Debido a que el período que comprenden las prácticas coincide con la celebración de la
Navidad, hubo varias reuniones para organizar actividades para que el alumnado participara en la
decoración de las zonas comunes del centro y en la preparación de un villancico junto con un baila
para enviar a las familias felicitándoles la Navidad. Como queda reflejado, el trabajo del buen
docente no se limita a las horas lectivas y es muy importante que nosotros y nosotros mantengamos
también esa motivación que nos empuje a buscar mejoras diarias, a superarnos como profesionales

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y a tener un mejor rendimiento, pues de nuestro trabajo depende el futuro de muchos/as niños/as a
quienes debemos acompañar y guiar. Creo que un/a docente debe ser muy consciente de la
responsabilidad que tiene y de la importancia que tiene el trabajo que hace todos los días; no digo
que no puedan haber días malos, en los que por x motivos las cosas no salen como estaban
previstas, pero la actitud siempre debe ser hacia la mejora constante y nunca hacia el
estancamiento, pues en materia educativa nunca sabremos tanto como para poder ayudar a todos
nuestros/as alumnos/as por igual ya que son únicos/as.

UNIDAD DIDÁCTICA

A continuación hablaré de cómo ha sido preparar una unidad didáctica para llevarla a cabo en clase.
Expondré como fue la planificación previa, los problemas que surgieron, la evaluación y finalmente
una recogida de las sensaciones que tuve. Aprovechando mi formación en la modalidad de ciencias
y matemáticas, tras la oferta de mi mentora, decidí elegir el tema de iniciación a las fracciones, el
cual exponía los principales conceptos que debían quedar claros, las principales operaciones en las
que podían aparecer fracciones y algunos problemas para trabajar el concepto de fracción. Soy un
completo defensor de aplicar metodologías basadas en la interacción y en el juego pero la actual
situación impedía la práctica de estas, así que con actividades que resultasen lo más ilustrativas y
entretenidas para el alumnado decidí llevar a cabo esta unidad didáctica. En primer lugar, como ya
llevaba aproximadamente 4 semanas en la clase cuando preparé la ud, ya conocía más o menos al
alumnado, de manera que sabía de qué base debía partir para que todos y todas entendiesen lo
fundamental y qué clase de actividades debía proponer para que nadie se perdiese y así se pudiese
garantizar un ritmo parejo en toda la clase. Aun así, a manera de introducción y para que todos y
todas participaran, decidí hacer una breve actividad oral en la que el alumnado explicase con sus
propias palabras qué creían ellos que era una fracción, para qué servía y algunos ejemplos de
fracciones que estuviesen presentes en el día a día. Esto me hizo captar mejor aún la forma más
eficiente en que debía trabajar con ellos y ellas pues aportando los propios ejemplos me enseñaron
sus intereses y por tanto me proporcionaron una forma sencilla de captar su interés. Posteriormente,
tras haber repasado los contenido que se presentaban en el libro de texto preparé una presentación
utilizando la aplicación Canva para exponer los conceptos más básicos, pues los ejemplos que se
mostraban en el libro no me parecían los más indicados. Estas diapositivas (Anexo 1) fueron
proyectadas en una pizarra digital interactiva mostrando ejemplos gráficos seleccionados por mí

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mismo que facilitaron el entendimiento e hicieron más amenas las explicaciones. Posterior a la
presentación de los contenidos, realizaba un par de actividades de forma oral ya que este tipo de
actividad fomenta la participación del alumnado, siempre teniendo en cuenta que hay alumnos o
alumnas que pueden ser más tímidos y que si no controlamos nuestras acciones podemos crear una
situación incómoda. Al acabar estas actividades, mandaba resolvíamos dudas también de forma oral
sobre cuestiones que hubieran quedado pendientes y también preguntas que les surgían al alumnado
relacionadas con el tema tratado pero desde un punto de interés personal; esto fue algo que me
ilusionó mucho, pues más allá del propio temario, el hecho de que nuestros/as alumnos/as tengan
curiosidad por aprender cosas nuevas relacionadas con lo que se está estudiando es una sensación
maravillosa y me dio a entender que estaba yendo por el buen camino. Finalmente, mandaba un par
de problemas para que los intentaran hacer en casa con el objetivo de que surgieran fallos y poder
resolverlos en la sesión siguiente, pues creo que las correcciones ayudan mucho al alumnado
siempre que se hagan de la forma correcta.

La ud duró una semana, empleando una sesión al día de aproximadamente 50 minutos, a veces
fueron menos porque las clases previas al recreo requerían de un tiempo extra para el lavado de
manos y el almuerzo individual en clase. Las sensaciones generales fueron muy positivas ya que
tuve la percepción de que todos los niños y niñas lograron captar aquello que yo quería transmitir.
Pudimos hacer juegos con ejemplos de la vida cotidiana, cosa que les gustó mucho y luego aun
estando en horario de patio, hubo ocasiones en que los/as estudiantes bromeaban haciendo uso de
las fracciones para referirse a la cantidad de almuerzo que le quedaba a algún compañero o a la
cantidad de asignaturas que habían aprobado. También surgieron problemas durante algunas
sesiones; un estudiante muy inteligente, durante una explicación tuvo un bloqueo y era incapaz de
entender aquello que se estaba explicando. Sus compañeros sí que lo entendieron pero por más que
lo intenté, en ese momento no hubo manera. De forma que, como en el resto de las clases disponía
de bastante tiempo libre, le preparé en dos folios un breve resumen de los conceptos previos que
tenía que tener claros con algunas actividades que complementaran esa teoría. También le preparé
un solucionario para que pudiera realizar una corrección autónoma ya que el nivel de maduración
de dicho alumno era tal, que sentía que le estaba beneficiando al darle las respuestas y que él
mismo gestionara su uso. Una vez finalizada la ud impartida por mí, mi mentora avanzó de tema
siguiendo en la línea de las fracciones y profundizando más en las operaciones y en los problemas.
Al acabar esta unidad, hubo un examen en el que las notas fueron bastante buenas, aun así,

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viéndolo a tiempo pasado, sí que me hubiese gustado modificar alguna cosa referida a la
planificación del tiempo en mi ud ya que a veces faltaba tiempo y otras sobraba y es algo que no le
debería pasar a un docente. No obstante, sí que pude emplear conocimientos adquiridos durante mis
estudios de grado que explicaré a continuación. En cuanto a incentivar la motivación del alumnado,
apliqué estrategias como los refuerzos positivos y negativos cuando las actitudes que se observaban
eran positivas y castigos positivos y negativos cuando las actitudes eran desfavorables y se querían
modificar. La metodología aplicada se basó en conocimientos de didáctica general, empleando
ejemplos relacionados con la vida real y haciéndoles partícipes de su aprendizaje adquiriendo un
rol protagonista y activo en las actividades a desarrollar. También empleé una técnica de activación
de conocimientos previos para saber de dónde partíamos y relacionar sus experiencias previas con
los contenidos que se pretenden interiorizar.

CÓMO ME HA AYUDADO MAGISTERIO EN LA REALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICAS

Durante mis 3 años como estudiante de magisterio, he podido aprender muchas cosas; algunas me
han servido mucho en la práctica pues he podido ver señales de alerta que me indicaban que tenía
que actuar y el conocimiento sobre la materia en concreto me permitía saber de qué manera
hacerlo, en otros casos me ha sido imposible ligar la teoría aprendida con los casos prácticos vistos
en las aulas, de manera que considero dichos conocimientos más secundarios.

Entre los conocimientos que me han permitido actuar de forma distinta a como lo habría hecho
hace 3 años puedo destacar por encima del resto los adquiridos en psicología de la educación y del
desarrollo, didáctica general, necesidades educativas especiales y didáctica de las matemáticas. A
estas materias añadiré organización y dirección de centros y lengua española para maestros, las he
seleccionado en un apartado especial porque he podido poner en práctica muchos de los
conocimientos adquiridos pero que no eran propios de la materia impartida sino que eran ideas que
los docentes que me impartieron dichas asignaturas en su día me hicieron ver; eran contenidos muy
relacionados con la educación pero nada relacionados con el español ni con la dirección de un
centro pero que yo considero mucho más importantes y beneficiosos para mi formación y por los
cuales estoy agradecido.

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Es algo curioso y sobre lo que reflexionaré en el último apartado que de aproximadamente 20
asignaturas cursadas a lo largo de 2 cursos y medio, únicamente haya podido hacer uso de los
contenidos aprendidos en 7 de ellas, las cuáles solo tuvieron una duración de 4 meses sin contar las
respectivas festividades y teniendo en cuenta que la duración semanal es de 4 horas. Como he dicho
a continuación, dedicaré una reflexión especial en el siguiente apartado en el cual me explayaré
más sobre los pros y los contras que encuentro en algunas de las asignaturas impartidas, tanto en la
universidad como en los colegios.

REFLEXIONES PERSONALES Y PENSAMIENTOS

A continuación expondré las reflexiones que he podido extraer tras las experiencias vividas en el
centro y quiero destacar que a pesar de que en numerosas ocasiones aparecerán críticas, estas van
dirigidas a la gestión general de la enseñanza y en ningún momento a los y las profesionales que
trabajan en el centro.

También quiero añadir que la intención con estas reflexiones es dar visibilidad a cuestiones que
han llamado mi atención y han despertado mi curiosidad a la hora de conocer más sobre la forma
en que se gestiona la enseñanza a nivel global; desde mi falta de experiencia y conocimiento sobre
algunos temas a los que haré referencia, pienso que hay cosas que se podrían mejorar a nivel
interno y otras sobre las cuáles existen organismos superiores que impiden una modificación
significativa, por eso quiero presentar los siguientes apartados de la forma más clara y concisa
posible para evitar malentendidos.

Comenzaré hablando sobre la clasificación en las aulas de Primaria. En estas edades es muy
frecuente que el nivel del alumnado sea muy diverso por infinitas razones externas al centro y que
por tanto, el ritmo de aprendizaje se vea afectado por este nivel siendo diferente para cada niño y
niña. La primera reflexión que me surge al ver esta descompensación en el nivel del alumnado es si
realmente la edad cronológica de los niños y niñas es el mejor criterio para su clasificación en las
aulas. Esto va ligado al hecho de que la repetición en primaria está muy limitada y a que se utiliza
únicamente en situaciones excepcionales, dando lugar a que en ocasiones podamos apreciar como
alumnos o alumnas de ciertos cursos tienen contenidos atrasados que si bien les permite avanzar
realizando un aprendizaje totalmente mecánico, no se puede afirmar que están reteniendo aquellos

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que se les enseña. Desde mi punto de vista, si se realizara una evaluación más exhaustiva sobre las
capacidades del alumnado se podría hacer una clasificación por niveles que garantizara la
adquisición de los contenidos a un ritmo adecuado. Un nivel más homogéneo supondría que los
contenidos tratados en clase se asimilaran de forma pareja por todo el alumnado de manera que no
se frenaría a aquellos/as con más capacidad ni se descuidaría a aquellos/as que todavía no son
capaces de aprender aquello que se les enseña a causa de una base insuficiente. A priori puede
parecer que esta idea discrimina al alumnado cuyo ritmo de aprendizaje es inferior al que se podría
esperar para su edad, pero nada más lejos de la realidad; desde mi punto de vista, esta medida
permitiría que los cambios de ciclo no afectaran a nadie de forma negativa y que cuando el
alumnado estuviera realmente preparado realizara un cambio de etapa para pasar a la ESO con
todos los contenidos asimilados y garantizando que va a poder seguir un ritmo normativo que le
beneficie en el futuro.

Esta idea, está relacionada y choca al mismo tiempo con otra de las reflexiones que pude extraer al
presenciar las clases impartidas por una profesora de pedagogía terapéutica. En este caso, la
profesora en cuestión impartía clases de 45 minutos a grupos de 3 alumnos/as pertenecientes al
mismo ciclo, los cuáles tenían como máximo dos sesiones semanales con esta docente. En
definitiva, había alumnos/as con un nivel por debajo del normativo que únicamente contaban con
una hora y media de refuerzo a la semana. Estas clases de refuerzo me parecieron muy beneficiosas
pues disponían de una atención mucho más individualizada permitiéndoles una explicación más
detallada y un apoyo especial que les permitía asimilar los conceptos explicados de mejor forma
que cuando estaban en su aula con otros/as 20 estudiantes y con un/a único/a docente. Sin embargo,
viendo el volumen de alumnos/as que asistían a estas sesiones de refuerzo, no cabe duda, que el
tiempo destinado a cada uno de ellos era insuficiente de manera que se puede afirmar que la falta de
recursos es un obstáculo que juega un papel fundamental en la enseñanza si nuestro objetivo es
formar a los niños y niñas para que adquieran unas ciertas capacidades acordes a su edad.

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Otra de las cosas que me ha llamado la atención precisamente por su ausencia ha sido la aparición
de contenidos extracurriculares como podrían haber sido los hábitos de vida tanto saludables como
perjudiciales, la gestión de emociones y sentimientos, la utilización de internet de forma
responsable y todos los peligros que pueden haber, el aprovechamiento del tiempo libre, el futuro
que les espera en las diferentes etapas de su vida académica. Estos son solo unos pocos pero creo
que son contenidos que sin necesidad de profundizar al máximo en algunos de ellos, son importante
trabajarlos porque muchas veces los niños y niñas de edades tempranas es como si vivieran
alejados del mundo real; obviamente no deben cargar con cosas que no les corresponde ya que son
muy pequeños/as todavía pero hay ciertos temas que si se tratan con delicadeza pueden ser muy
beneficioso para que se hagan una idea próxima de cómo es la vida fuera del aula. Además de todo
esto, algo que también he notado que ha desaparecido y no sólo recientemente sino desde hace
muchos años puesto que yo tampoco lo vi cuando estudiaba en primaria, es la enseñanza de la
caligrafía. Se da por hecho la necesidad de escribir sin faltas de ortografía y con una gramática
correcta, pero me parece algo fundamental y más aún en los tiempos que corren en los que cada vez
se está perdiendo más, la educación del trazo puesto que no es hasta que te sientas en la silla del
maestro a corregir cuando te das cuenta de que hay caligrafías que son totalmente ilegibles y se
pasa por alto como si fuera lo más normal del mundo. Si bien es cierto que el trazo se va
cambiando a lo largo de los años, creo que se deberían exigir unos mínimos y no por comodidad
del docente sino porque me parece algo realmente importante para el futuro del alumnado.

Al igual que la ausencia de los contenidos extracurriculares, tampoco he notado la aparición de


competencias transversales en las metodologías aplicadas. Nuevamente esto puede darse al
impedimento de trabajar en grupos pero es algo que llamó mi atención. Por otra parte sí que he
encontrado muy interesante una actividad de autoevaluación que preparó la tutora en la que el
alumnado tenía mediría su nivel de maduración según actuara en algunas afirmaciones que se le
presentaban y en las que tenía que marcar una casilla según si estaba: “muy en desacuerdo”, “en
desacuerdo”, “de acuerdo” y “muy de acuerdo”. Esta actividad me pareció muy interesante porque
conociendo al alumnado también se podía medir su nivel de sinceridad.

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Otro apartado que me gustaría destacar es el establecimiento y la evaluación de ciertos objetivos
educativos además de los objetivos académicos que recoge el currículum y de los cuales si que hay
constancia de su cumplimiento, o al menos, de su evaluación. Existe un gran debate sobre si la
educación de un alumno se debe ejercer en casa, en la escuela o en ambas. Mi opinión es que
siempre podemos vivir situaciones que favorezcan nuestra educación, nuestra formación como
personas; y debido a la cantidad de tiempo que un niño pasa en el centro, me parece desaprovechar
un tiempo muy valioso el hecho de no abordar estos temas tan beneficiosos para los niños y niñas.
En el caso de mi aula, sí que se han visto situaciones en las que la adquisición de valores han
ganado peso frente la adquisición de conocimientos académicos por x motivos y en los que se ha
generado un debate que ha permitido la participación del alumnado y la capacidad de resolver un
problema que involucraba a varias personas mediante el diálogo. Fue una experiencia, desde mi
punto de vista muy enriquecedora y creo que sin necesidad de crear conflictos, el docente sí debería
provocar ciertas situaciones que dieran pie a debatir asuntos interesantes y realmente importantes.

Para finalizar este apartado de reflexiones personales, hablaré de la creatividad del/la docente. Es
un concepto que se emplea mucho en magisterio cuando nos hablan de metodologías innovadoras,
de actividades experimentales, etc. Yo, al igual que el resto de mis compañeros/as, hemos vivido
estas prácticas muy condicionados/as por el contexto tanto social como sanitaria y por tanto, en mi
caso, esta creatividad del docente no se ha podido exhibir. No obstante, en muchas ocasiones la
crítica al sistema educativo no va dirigida únicamente al cómo se enseña, sino muchas veces hacia
el qué se enseña. Aquí es donde quiero apuntar cuando hago referencia a esa creatividad; hablamos
de que los niños y niñas son las futuras generaciones y que son los/as que pueden promover
cambios importantes pero limitamos nuestras propias capacidades hasta el punto de ceñirnos
estrictamente al currículum. En mi opinión un docente debería tener la autoridad suficiente para
hablar a sus alumnos/as que aquello que visto con perspectiva considera importante. Muchas veces
nos decimos a nosotros mismos: “ojalá haber sabido esto cuando era pequeño”; pues creo que es
una obligación y una responsabilidad de los docentes facilitar el camino que espera al alumnado y
no prepararlo sólo para aprobar exámenes y obtener títulos sino para ser personas completas, que se
sientan satisfechos/as de ellos/as mismos/as y así les será mucho más fácil conseguir sus metas.
Esta siempre ha sido una de las decisiones por las que elegí esta profesión y creo que el poder que
tenemos en este aspecto para cambiar las cosas es muy elevado y siento al mismo tiempo que es

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una irresponsabilidad no aplicarlo de la misma manera que creo que es una negligencia aplicarlo a
la ligera con ideologías y demás pensamientos que los niños y niñas deberían plantearse de forma
autónoma para crear una opinión crítica. Si los niños y las niñas son el futuro y tanto nos quejamos
del presente, hagamos lo posible por tener un futuro mejor; creo que es algo en lo que la educación
y la enseñanza tiene más que aportar que ninguna otra cosa por lo que debemos ser competentes y
estar preparados cuando llegue nuestro momento.

CONCLUSIÓN

Para finalizar, quiero dejar claro que las críticas presentadas anteriormente, no van dirigidas a la
gestión del centro ni al trabajo de los profesionales que ejercen ahí; son cosas que desde un punto
de vista crítico me parecen mejorables y por lo tanto identifico como problemas pero en términos
generales he estado muy contento con la experiencia y sobretodo muy agradecido por la acogida
recibida en el centro. He tenido la suerte de trabajar con un grupo maravilloso tanto a nivel general
como individual con los cuales me gustaría retomar el contacto para saber cómo va su progreso
académico y con una mentora que ha demostrado gran implicación con la clase y cuya forma de
trabajar me ha gustado. Como ya mencioné al principio, esta es la mejor etapa para un estudiante de
magisterio y aunque con un sabor un tanto amargo, los/as estudiantes la esperamos siempre con
muchas ganas e ilusión y este año a pesar de todo no ha sido diferente. Cierto es también que el
centro no es que me haya abierto los ojos a nivel experiencia totalmente nueva, pero he podido
aprender bastantes cosas y esa, al final es la finalidad de un estudiante. Dicho esto, siento la
necesidad de continuar formándome porque creo que todavía me quedan muchas cosas nuevas y
muy importantes por aprender si quiero ser un buen profesional, el cual es mi objetivo, de forma
que teniendo una visión mucho más cercana de lo que es la realidad escolar y los problemas
existentes creo que puedo enfocar mi aprendizaje en una dirección que me hará mejorar mucho.

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Anexo 1

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