Perspectivas
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Comunicación/información
Hay palabras como ''comuna'' o ''comunidad'' que pertenecen a una misma familia. Si
buscamos en la RAE, encontramos numerosas acepciones de ''común''. Entre ellas podemos
leer: ''Se dice de aquello en que tienen participación varias personas'': A la vista de esto cabe
preguntarnos de qué manera participamos las personas. Evidentemente desde los tiempos
más remotos el hombre vive junto a otras personas porque no existe ''nadie'' si no es en
relación con una colectividad. El hombre tiene una naturaleza preeminentemente social, es
decir, su comportamiento, sentimientos y demás se explican como una influencia de la
existencia de las otras personas.
Para el hombre los demás son estímulos y ocasiones de respuesta porque ellos determinan sus
acciones y sus sentimientos. Esto también pasa con los animales porque todos ellos tienden a
mantener su unión familiar. En este sentido, Rosseau llegó a decir que el hombre
probablemente no se habrá sentido capaz de resolver por sí solo todos los problemas y por
ello elaboró con sus semejantes unos acuerdos, que le iban a proporcionar al hombre
seguridad, fuerza y todo ello en común. Gracias a estos acuerdos, dice, finalmente, que el
hombre se integraba en una comunidad.
Son muchas las definiciones que han aparecido sobre el concepto ''comunicación''. En la
Antigüedad clásica los griegos la definían de una manera mitológica. Para ellos el dios de pies
alados cogía la idea apropiada del cerebro del que hablaba y la introducía con la punta de su
lanza en el del que escuchabla, y así sucesivamente. Junto a esta definición, tenemos otras
mucho más actuales, como ''comunicación como proceso a través del cual dos o más personas
intercambian conocimientos''. ''Comunicación es el intercambio mutuo de ideas a través de
cualquier medio efectivo''. Según la DLE, comunicación es ''acción y efecto de comunicar''. Si
buscamos ''comunicar'' podemos leer, ''hacer a otro partícipe de lo que uno dice y transmitir
señales''. Ángel López dice en Fundamentos genéticos del lenguaje que la comunicación
supone un intercambio entre dos organismos y este concepto se presenta así:
El Organismo 1 emite una señal al Organismo 2. Si comparamos la definición de los griegos con
las más recientes nos da la sensación de que no ha habido cambios sustanciales en la
captación y explicación de este fenómeno porque todas las definiciones coinciden en lo
fundamental: Las personas ponemos algo en común al comunicarnos: Intercambiamos
opiniones, ideas... A la vista de esto podemos decir que la comunicación es la interacción por
medio de mensajes entre dos o más personas. De aquí extraemos como característica
fundamental: la reversibilidad de los papeles de emisor y receptor. El emisor pasa a ser
receptor y viceversa.
INFORMACIÓN
Hay que saber que A. López también considera que la particular manera de actuar va a
repercutir en el comportamiento de todos los seres vivos.
La información entendida en este sentido nos llega a todos en forma de mensaje directo o
indirecto. Esta información que recibimos posee un sentido que nosotros le atribuimos; por
otro lado, la misma información puede adquirir una importancia más o menos grande o
suscitar un interés más o menos vivo según las personas o las circunstancias.
En el sentido técnico, el término ''información'' adquiere un sentido distinto, porque en la
teoría de la comunicación un mensaje sin sentido puede transportar información, porque lo
que realmente le interesa a dicha teoría es estudiar la transmisión física de las señales. A
Shannon le debemos este sentido técnico que aparece en su obra Teoría matemática de la
comunicación (1948).
En este sentido técnico, la información contenida en un mensaje nada tiene que ver con su
significado. Así lo manifiesta Shannon, quien dice que un mensaje cargado de significado y otro
cargado de tonterías pueden tener la misma información porque en su teoría la información
tiene un valor matemático. Para Shannon la información es lo que se podría decir, dicho de
otra manera, la medida de la libre elección de un mensaje. La cantidad de información es por
parte del emisor una medida de su grado de libertad en la elección de un mensaje y la cantidad
de información es para el receptor una medida del efecto de sorpresa que ese mensaje
produce. Shannon lo define así porque la información contenida en un mensaje depende de
entre cuantos mensajes ha sido seleccionada y también de la probabilidad que tiene cada uno
de esos mensajes de ser seleccionado.
Para saber dónde está la fuente del mensaje recordamos el modelo comunicativo de Shannon
en el capítulo 2 de su teoría de la cominicación, convertido en una teoría de la comunicación
universal: Fuente del mensaje > Fuente de la información > Transmisor > Canal > Receptor >
Destino
En este sentido técnico, la información tiene una cierta magnitud, es decir, la información se
puede medir con independencia de su sentido, como por ejemplo el anuncio de un
acontecimiento muy probable nos proporciona poca información aunque tenga un gran valor
cualitativo, y al contrario, el anuncio de un acontecimiento poco probable nos proporciona
mucha información.
De esta manera el mismo mensaje puede representar para un receptor una cantidad de
información grande, pero para otro puede ser mediana y todo esto se da porque el nivel
semántico de la información se va a ver modificado por el nivel pragmático en el que los
usuarios utilizan de manera diferente el mismo código. En el caso más simple, la fuente del
mensaje tiene 2 opciones y nada la inclina más a una opción o a otra. Y esta situación es la que
va a definir la unidad de información más comúnmente utilizada: BIT (binary digit) > Cantidad
de información contenida en un mensaje cuya probabilidad de información es de un medio.
Cuando ambas tiene probabilidad de ser seleccionados por la fuente de información. BIT está
basada en la oposición sí/no. Ej: El nacimiento de un bebé.
Este concepto de info nos puede resultar muy útil y nos ayudaría mucho para conocer el estilo
de un autor.
Con mucha frecuencia los lingüistas han llegado a utilizar la palabra ''lenguaje'' de manera
poco técnica, relajada, y así estos lingüistas nos han hablado del lenguaje de las flores, los
delfines, los abanicos... Estamos ante unas expresiones que podríamos calificar de metafóricas,
que son permisibles en el uso diario y también en el uso amplio del término ''lenguaje''.
Precisamente en ese sentido amplio, pero no inadecuado, algunos lingüistas y también
semiólogos han llegado a decir que son lenguajes.
En este sentido tan amplio un lenguaje vendría a ser un sistema de comunicación. El término
''lenguaje'' se usaba en ese sentido porque las definiciones más representativas que sobre esa
palabra encontrábamos en las monografías de lingüística venían a ser un reflejo del nivel que
el conocimiento de las lenguas alcanzaba en ese tiempo. De esta manera las monografías hasta
la época más moderna, o bien han seguido sin ofrecernos una definición concreta de lenguaje
después de la presentada por Saussure en su obra Curso de lingüística general, para quien la
lengua es un sistema de signos distintos correspondientes a ideas distintas, o bien nos han
dado definiciones muy amplias que no cuadran con la lingüística actual.
En este sentido tenemos la definición de Sapir, quien en Lenguaje nos dice que el lenguaje es
un medio de comunicación mediante un sistema de símbolos científicamente comprobados.
En este sentido tenemos la definición de Trager: ''Sistema de signos vocales arbitratios en
virtud de los cuales puede darse cooperación en un grupo social''. Si reflexionamos sobre esta
definición nos damos cuenta de su amplitud, y lo mismo podemos aplicarla al lenguaje verbal
humano que a una manada de lobos aullando. En esta misma línea se encuentra la definición
de Bloomfield, quien en el Lenguaje y concretamente en el capítulo 2º dedicado al uso de la
lengua, nos explica el acto de habla de la siguiente manera:
Cuando un estímulo externo (S) provoca una reacción lingüística (r), dicha reacción del
hablante constituye para el oyente un estímulo lingüístico (s), que a su vez va a provocar una
respuesta de tipo práctico ( R ). Por lo tanto, S y R son actividades prácticas que pertenecen al
mundo extralingüístico, mientras que r y s forman el acto de habla. Esta teoría Bloomfield la
representa con un esquema:
Bloomfield llegó a decir que el lenguaje permite a una persona secundar una acción cuando
hay otra persona que proporciona el estímulo y gracias al lenguaje se establece una
organización social. Como podemos comprobar, todas estas definiciones sobre el vocablo
''lenguaje'' se pueden aplicar tanto a los hechos de lengua propiamente dicho como al sistema
de estímulos empleados por el Ministerio de obras públicas para que los automovilistas
reaccionen frente a las luces de los semáforos.
Paar evitar todas esas ambigüedades los lingüistas más recientemente han experimentado la
necesidad de volver a definir con más precisión el objeto de su ciencia. Esa ha sido la tarea que
A. Martinet lleva a cabo de manera sistemática en su obra Elementos de la lingüística general.
En las primeras páginas del libro nos dice que ''a la lingüística se la presenta tradicionalmente y
a veces se la define como la ciencia del lenguaje''. A continuación dice que en el habla
ordinaria el lenguaje designa propiamente la facultad que tienen los hombres de entenderse
por signos vocales. También va a hacer hincapié en el empleo de signos vocales; ellos están
producidos por la voz porque esa va a ser siempre la significación que le tenemos que dar a
''lenguaje hablado''. Para él este lenguaje hablado se puede describir como doblemente
articulado: en el plano del contenido y en el plano del contenido y de la expresión solamente.
De esta manera desarrolla su teoría de la doble articulación del lenguaje porque para él el
lenguaje se ordena en una 1ª articulación formada por unidades mínimas de dos caras a los
que llama ''monemas'', pero también se articula en una 2ª articulación formada por unidades
mínimas sucesivas con función solo distintivas. A estas últimas las llama ''fonemas''. La doble
articulación del lenguaje es lo que va a marcar la diferencia entre el lenguaje y los sistemas de
comunicación animal. Esta definición que nos presenta es más rigurosa que las dadas con
anterioridad a él, por tanto podemos decir que mientras que no se hubo advertido esa doble
articulación del lenguaje era normal hablar del lenguaje de las flores, las hormigas...
Actualmente y gracias a este conocimiento que tenemos es posible utilizar una terminología
más precisa y de esta manera podemos reservar el término lenguaje para referirnos al
lenguaje verbal humano, mientras que nos serviremos de la expresión ''sistemas de
comunicación o sistemas semiológicos'' para referirnos a cualquier otra forma de transmisión
de información.
Esta separación o diferenciación entre lenguaje y sistema de comunicación está basada en la
naturaleza del objeto estudiado. Con anterioridad otro lingüista también francés (Benveniste)
ya en un artículo dedicado a la comparación del lenguaje humano con la danza de la abeja se
había dado cuenta de la imprecisión de las definiciones sobre lenguaje y él dice que este
aplicado al mundo animal solo se emplea por un abuso terminológico.
Si nos atenemos a una tradición filosófica antigua podemos decir que el único ser capaz de
comunicar es el hombre, e incluso podemos decir que en los siglos XVII y XVIII se siguió
pensando lo mismo, hasta llegar a la conclusión de que el hombre es el único ser
verdaderamente capaz de comunicación.
Filósofos modernos como Cassirer no han dudado en definir al hombre como el animal
simbólico por excelencia y subraya que el hombre es el único ser que se sirve de símbolos. Sin
embargo, desde hace poco esta convicción no es ya tan sólida; de ponerla en duda se han
encargado los estudiosos de etología de la comunicación (ciencia que estudia en
comportamiento de los animales). En un principio los etólogos desarrollan sus trabajos sin
tener en cuenta los estudios proporcionados por los lingüistas, pero han acabado por confluir
en la lingüística gracias a que estos etólogos se han dado cuenta de que no pueden prescindir
del lenguaje debido a que el lenguaje es el sistema por excelencia de comunicación de nuestra
especie, y al darse cuenta de esto comparan los sistemas de comunicación animal con el
lenguaje verbal humano.
En este sentido son significativas las palabra de Teuber, quien sostiene que los lingüistas son
etólogos que estudian el hombre y los etólogos son lingüistas que estudian especies sin habla.
Por todo ello hoy se han dado cuenta de que nadie sostendría que el hombre es único porque
puede comunicar; al contrario, la capacidad comunicativa se ha revelado como un marco
común al mundo animal. De sobra es sabido que los animales usan selakes que están
relacionadas con situaciones vitales para ellos. Pueden transmitir información a través de
señales ópticas, acústicas, de olor... El problema de definir la posición del hombre desde la
perspectiva de la comunicación se ha vuelto mucho más complejo. Ya no se trata tanto de ver
cómo es que el hombre puede comunicar a través del lenguaje, sino lo que ahora se estudia es
la demostración de cuáles son las diferencias entre el lenguaje verbal humano y los sistemas
de comunicación. Esta la podemos establecer por un lado de manera funcional y por otro lado
de manera formal.
El sistema más complejo desarrollado hasta hoy para marcar la diferencia entre lenguaje
verbal y distintos sistemas de comunicación es esta teoría. Este lingüista norteamericano
propuso un primer modelo que aparece en dos artículos publicados en 1960: El origen del
habla y Consideraciones lógicas en el estudio de la comunicación animal. También podemos
ver esta formulación en su libro de 1971 Curso de lingüística moderna. Podemos decir que este
lingüista ha desarrollado un sistema de clasificación y enumeración de características que ha
ejercido una influencia importante en los años siguientes. Su estrategia consiste en determinar
lo que él llama los ''rasgos de diseño'' que caracterizan al lenguaje verbal, para en un 2º
momento intentar determinar cuáles de esos rasgos se dan también en otros sistemas de
comunicación. Compara el lenguaje verbal humano con la danza de la abeja, canto de la
alondra, llamadas del jibón, comunicación de cuervos y primates y también tiene en cuenta
fenómenos paralingüísticos.
Años más tarde, Hockett y su discípulo Altman presentan un segundo modelo que aparece en
el artículo Una nota sobre los rasgos de diseño (1968), incluido en Animal Communication, una
obra editada por Sebeock. En ese artículo a esos 13 rasgos de diseño incorporan otros 3 más al
primer modelo: prevaricación, reflexividad y aprendibilidad.
• Aprendibilidad: Implica que el hablante de una lengua puede aprender otra. Donde
este rasgo se observa más claramente es en los humanos porque no hay lengua conocida que
no pueda ser aprendida por todos los miembros normales de la raza humana. Mucho más
difícil es evaluar si este rasgo se da en las diferentes especies animales.
Este modelo fue muy bien acogido entre los estudiosos. Sin embargo también se alzaron
algunas voces que veían problemas porque para estos estudiosos en el modelo de Hockett
cada rasgo de diseño se manifiesta de un modo todo/nada, mientras que en la realidad no
aparecen esos rasgos de manera tan tajante. Seguramente todos los rasgos se dan en todos los
sistemas de comunicación animal, pero en diferentes grados. P.e: Ni el desplazamiento ni la
productividad son iguales en la danza de la abeja y en el lenguaje.
Algunos estudiosos también ven que los 16 rasgos de diseño se relacionan con la conducta
comunicativa de diferentes modos porque un rasgo tiene que ver con el canal de
comunicación, otro con el repertorio de mensajes, etc. Según estos estudiosos es más válido
que todos los rasgos de diseño se reúnan en grupos más grandes.
A pesar de estas objeciones, se han alzado voces muy favor de este modelo.
En España encontramos a A. López, quien en su libro Psicolingüística reflexiona sobre la teoría
de Hockett y dice que si nosotros confrontamos los rasgos característicos del lenguaje con
otros sistemas de comunicación encontraremos que las propiedades que caracterizan al
lenguaje humano son la dualidad de estructuración, la reflexividad y la prevaricación.
La primera será lo que más tarde Martinet denomine ''doble articulación del lenguaje''; la
segunda se considera el fundamento de la gramática, de manera que podemos decir que el
lenguaje humano es el único capaz de hablar de sí mismo, (también se llama a esta propiedad
''capacidad metalingüística); y la tercera consiste en la posibilidad de expresar enunciados no
verdaderos para mentir o ironizar.
Luis Payrató, en De profesión lingüista considera también como propios del ser humano los
rasgos de argumentabilidad y el potencial de codificación múltiple. En ese sentido incorpora
este rasgo porque nuestro lenguaje es capaz de interpretar y de traducir cualquier otro código.
TEORÍA DE CHOMSKY
• O consta de un número finito y fijo de señales, cada una asociada con un área
específica del comportamiento, como se demuestra en la comunicación entre los primates y
los cantos y llamadas de los pájaros. (Sistema limitado y discreto).
• O consta de un número finito y fijo de señales lingüísticas, cada una de ellas asociada
con una dimesión extralingüística particular.
Por ejemplo, en el canto del petirroja la proporción en la alternancia en los tonos agudos y
graves se considera como una señal lingüística que está asociada con la dimensión
extralingüística de la intención del pájaro de defender su propio territorio. (Sistema ilimitado y
no discreto).
Una vez clasificados y descritos estos sistemas, Chomsky caracteriza al lenguaje humano y al
uso que hacemos de él. Para él el lenguaje humano tiene como caraterística básica la
creatividad, la cual tiene tres propiedades:
1. Alcance ilimitado: El lenguaje sirve para expresar libremente ideas nuevas mediante
señales nuevas.
2. Libertad frente al control del estímulo: Para Chomsky el lenguaje no se halla sometido
al control de ningún estímulo interno ni externo.
Todas estas propiedades son independientes y si bien se ve que cada una de ellas la pueden
poseer otros sistemas de comunicación del lenguaje, no todos las poseen, porque el programa
de un ordenador con 2 respuestas pero con un distribuidor que lo controla será limitado en su
alcance y libre en su elección de estímulo.
Según la creatividad, el lenguaje no se podría incluir en los grupos anteriores fijados para lso
sistemas de comunciación animal, sino que constituiría un tercer grupo: Ilimitado y discreto.
Podemos decir que en su comparación, Chomsky se sitúa en la dirección correcta porque
estructuralmente las lenguas son distintas, composicionales e ilimitadas en su alcance y
también en su temática porque podemos usar la lengua para hablar de todo lo imaginable.
Desde el punto de vista funcional el uso del lenguaje es libre frente al control del estímulo y
contextualmente adecuado. En situaciones de comunicación normal, cualquiera que conozca
su lengua es capaz de separar las distintas funciones.
TEORÍA DE BENVENISTE
2. El mensaje de las abejas no trae ninguna respuesta de los alrededores, sino una
conducta que no es respuesta, y esto significa que las abejas no conocen el diálogo, condición
esencial del lenguaje humano.
3. El mensaje de las abejas no se deja analizar. Solo podemos ver un contenido global
siendo imposible descomponer ese mensaje en sus elementos distintivos, mientras que el
lenguaje humano se caracteriza precisamente por eso, (dualidad de estructuración).
Tras estas observaciones, Benveniste sostiene que el sistema de comunicación empleado por
las abejas no es un lenguaje, sino simplemente un código de señales. Más tarde Mounin
continúa ese estudio de Benveniste y en el artículo Comunicación lingüística humana y
comunicación no lingüística animal, que aparece en el libro Introducción a la semiología,
insiste en todo lo que Benveniste nos había dicho y al igual que él, llega a la conclusión de que
el sistema de comunicación de las abejas es un código de señales.
CONCLUSIÓN
A la vista de estas teorías podemos decir que el lenguaje humano difiere de todos los demás
sistemas de comunicación usados por los animales, no solo porque nuestro lenguaje dispone
de un número mayor de señales, sino también por su estrecha relación con el lenguaje y por su
carácter articulado. En ocasiones se ha dicho que los loros y otras aves hablan, pero no tienen
esa capacidad para analizar la lengua. En el caso de estos animales podemos decir que se trata
de una simple imitación, pues tienen muy desarrollada esta habilidad y son capaces por ello de
imitar los sonidos de la lengua del hombre. En la actualidad estamos antes un tema que sigue
preocupando a todos los investigadores porque quedan muchas lagunas sin resolver, por ello
sí que decimos que estamos en un tema de plana actualidad que sigue siendo objeto de
estudio.
TEMA 2
Cualquier sistema de comunicación se organiza según un código. Que hemos de entender por
código. De manera general, podemos decir que un código es un sistema de reglas y señales o
signos más o menos amplios según los casos establecido por una convención previa común a
los interlocutores y gracias al cual el mensaje puede ser producido e interpretado, y codificado
o descodificado.
Las señales o signos que forman el código pueden ser de naturaleza muy diferente. Puede
estar constituido, por ejemplo, por sonidos. También puede estar constituido por signos
gráficos, señales gestuales como los movimientos de los brazos de un hombre con una
bandera. También se incluye las señales de tráfico y señales mecánicas como los mensajes
realizados en Morse.
Esa operación de transmutación de la forma del mensajeen su nueva forma codificada se llama
codificación. La codificación se realiza siempre a nivel del emisor. Una vez codificado, el
mensaje se puede transmitir por medio de un canal y de esta manera la forma codificada llega
al puto de destino o receptor, a nivel del cual se llevara a cabo la operación de
descodificación. Siendo el código un sistema de signos que permite la transmisión de un
mensaje las señales emitida por el emisor deben de ser comprendidas por el receptor con el
objeto de que se pueda establecer la comunicación.
Siendo el código un sistema de señales que permite la transmisión de un mensaje las señales
emitidas por el emisor deben ser comprendidas por el receptor con la finalidad de que la
comunicación se pueda establecer y sea efectiva. Podemos decir que un código es un sistema
convencional explicito cuyos signos son conocidos tanto por el emisor como por el receptor y ,
gracias a ello, la forma codificada puede ser plenamente identificada por el receptor. A través
de este gráfico, se mostrar el grafico que sigue el acto comunicativo para todos sus
integrantes:
Tanto como para emisor como receptor, el primer paso es que una operación de clasificación
porque el mensaje es reconocido por el emisor que lo codifica y el receptor va a reconocer esa
señal transmitida por el emisor y le atribuye un sentido que el emisor quiere transmitir.
Hemos de tener en cuenta que el receptor no es un mero receptor pasivo. El oyente colabora
de manera muy activa . Se puede ver a través de un ejemplo sacado de nuestra vida
cuotidiana, ya que, en ocasiones sucede que, el receptor en una conversación completa o
corrige nuestras oraciones son las oraciones emitidas por el emisor cuando algo le falta, sea
por un llamado lapsus linguae o por cualquier otra razón.
Estos ejemplos son una manifestación del principio de cooperación que está presente en todo
intercambio comunicativo.
Hay algunos estudiosos como Eduardo de Bustos que piensan que los conceptos de
codificación y descodificación los debemos utilizar solamente cuando nos estamos sirviendo
del código lingüístico. En los casos en los que dispongamos de otro código, este estudiosos
considera que se deben usar los conceptos de cifrar y descifrar.
Así , por ejemplo, si estamos ante el código Morse que se desarrolló alrededor d ellos años
1830 y se empieza a utilizar en las líneas gráficas y transmisión por radio, sobre todo por mar
ya aire. Un emisor traslada un mensaje a secuencias de rayas y puntos que, trasmitidas a
través de un canal, son transmitidas por el canal y llega a un destinatario. Este destinatario
descifrará. todas esas secuencias convirtiéndolas de nuevo en mensajes
Como caso especial dentro del proceso comunicativo tenemos que situar a la comunicación de
masas ya que es donde la intención del emisor de actuar sobre el receptor es mucho más
evidente. En este tipo de comunicación, las circunstancias desempeñan un papel primordial.
El éxito de las comunicaciones secretas no consiste en enviar que esas personas que tienen
acceso a los contenidos transmitidos no puedan ver u oír la cara externa de los mensajes, sino
que conste en lograr que esas personas no conozcan el código en el que ese mensaje ha sido
cifrado
Sperber y Wilson en su famosos libro publicado en 1986 que se llama “La relevancia” van a
distinguir básicamente dos mecanismo de la comunicación humana. Por un lado distinguen
codificación y decodificación, y por otro lado diferencias ostensión e inferencia. El primero
corresponde a la producción e interpretación de los mensajes de manera convencional, es
decir, este mecanismo corresponde al modelo de código. El otro mecanismo que es ostensión
e inferencia corresponde a la reproducción e interpretación de esas evidencias
extralingüísticas .
Sin lugar a dudas, esta teoría a día de hoy, una de las más influyentes dentro de la pragmática.
CODIGO IDEAL:
Para que a cualquier código podamos darle el identificativo como código ideal debe cumplir
varios requisitos:
Esta situación en la que puedo proveer qué va a suceder es indeseable para un código
ideal. En el código lingüístico esas variaciones que van a caracterizar las emisiones de
signos en un mensaje dependen de las sujeciones que están impuestos por el significados
que adquieren dentro de un contexto. Esas variaciones en el código lingüístico, son
exteriores al sistema de la lengua. La probabilidad de los signos varia a medida que el
Emisor los va emitiendo. La probabilidad de los signos es definida no solo por la
probabilidad ,genera e a lengua, sino también por la aparición de otros signos en el mismo
mensaje. Ej. En inglés la probabilidad de que aparezca la vocal u es de 0, 024 sin embargo
esa probabilidad aumenta cuando aparece con la consonante q, y pasa a 0,98.
En nuestra lengua, vamos a decir una palabra y esa empieza por t, pero cuando emito un
signo el siguiente va determinado, por lo que viene sujeto por la t. Si los códigos de la
lengua fueran equiprobables todos los fonemas podrían aparecer tras la t.
3. Debe tener la señales mas cortas antes que la de mayoría complejidad. Ese Código
debe de emplear las señales más simples para los mensajes más frecuentes y reservar
señales complejas para aquellos mensaje que menos se usan. Está en evidentes
relación con el coste de la transmisión porque el gasto de energía de una señal corta
es siempre muchísimo que el de una señal más larga. Ej. Si consideramos la palabra
como un significante que está formado por fonemas sucesivos, podemos admitir que
su coste estará siempre en función del número de fonemas que la componen.
4. El cuarto requisito es que emplee las señales más simples para los mensajes más
frecuentes y reservar las señales más largas para los mensajes menos usuales. Se
encuentra en relación con la información, porque si como consecuencia del coste de una
trasmisión los mensajes menos frecuentes deben de utilizar las señales más complejas y
reservar las señales más simples para esos mensajes de más frecuencia, es evidente que
esos mensajes muy frecuentes son previsibles en el sentido de que constituyen los
mensajes que el receptor aguarda en una situación determinada.
Por esta razón podemos decir que cualquier deterioro de una señal exactamente en esa parte
del mensaje que por su frecuencia de aparición es previsible supone la posibilidad de restaurar
esa señal con una gran probabilidad de acierto
Por ejemplo, si yo digo el 28 de enero es la festividad de S(x)nto. Tomás por la probabilidad
que tiene de aparecer ahí una /a/ yo puedo adivinar que fonema falta y restaurar esa señal.
Todo ello nos lleva a la siguiente conclusión: las señales más cortas por más frecuentes
informan menos por su mayor previsibilidad,
mientras que las señales largas por su rareza de aparición nos transmiten una mayor
información.