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Enseñar y aprender

en entornos digitales
José Luis Rodríguez Illera

Publicado en

Septiembre 2013

Copyright © 2013 Prensa Científica S.A. Muntaner, 339 pral. 1.ª 08021 Barcelona (España)
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RODRÍGUEZ ILLERA informe especial la educación EN LA ERA DIGITAL

pedagogía

ense ñar
y aprender
en entornos
digitales
Pasado, presente y futuro
de los modelos educativos en red
José Luis Rodríguez Illera

A diferencia de otros campos de investigación, en el de la educación no pueden plas-


marse de manera objetiva todos los aspectos que lo integran. Solo los más cuantitativos: niveles
de escolarización, fracaso escolar (medido en resultados) o grado de analfabetismo en distintos
países, por poner algunos ejemplos. En el fenómeno educativo participan muchos otros elemen-
tos, más complejos, o más subjetivos si se quiere, que resultan difíciles de desentrañar, pues-
to que no pueden desligarse de los intereses y las pertinencias de quien lleva a cabo el análisis.
Lo mismo ocurre con la educación digital, se produzca esta en entornos totalmente digita-
les o mediante la combinación de situaciones presenciales y otras virtuales. A la dificultad de
definir con precisión el fenómeno en estudio (¿a qué nos referimos exactamente cuando habla-
mos de «educación digital»?), se añade la de obtener una valoración ecuánime del mismo. Pese
a la dificultad de evaluar la calidad de este nuevo escenario educativo, intentaremos ofrecer un
«mapa» que muestre sus aspectos fuertes y algunos de sus claroscuros, que también los tiene.
Las consecuencias de la sociedad digital sobre la educación —entendida en sentido amplio
y no solo como educación formal o escolar—, pueden dividirse en dos grandes grupos. En pri-
mer lugar, los cambios que está provocando en las modalidades educativas tradicionales, des-
de la enseñanza a distancia, el e-learning, los cursos mixtos, o las maneras de buscar informa-
ción y formarse en red. En segundo lugar, las transformaciones que afectan a la casi totalidad
de la población que utiliza herramientas digitales, sea con propósitos educativos o no (nos re-
ferimos a la evolución de las formas básicas y avanzadas de alfabetización digital, debida al do-
minio de nuevos códigos y lenguajes; al manejo de aplicaciones complejas, de nuevos disposi-
tivos y herramientas; y a las nuevas prácticas). Nos centraremos aquí únicamente en el primer

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mitch payne (fotografía); kyle bean (ilustración)

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grupo de cambios mencionados, los que más habitualmente se zados; las encuestas sobre aprendizaje electrónico, en cambio,
identifican con la educación virtual. deben ser contestadas por los responsables de formación y, en
ciertos casos, por los usuarios finales, lo que dificulta que la
DEL CORREO POSTAL A INTERNET muestra de participantes sea representativa (de tamaño sufi-
La expresión e-learning (aprendizaje electrónico) concentra mu- ciente). Con todo, los datos disponibles muestran un aumento
chas de las ideas que acabamos de mencionar sobre la transfor- progresivo del alcance de esta modalidad educativa.
mación que han sufrido las formas de enseñar y aprender. Aun- En 2012 se presentó el primer eurobarómetro sobre el uso
que algunos de los cambios provienen de los primeros usos de del aprendizaje electrónico como medio de formación en em-
la enseñanza mediada por ordenador, en lenta progresión desde presas, coordinado por la compañía CrossKnowledge y realiza-
hace ya unos 40 años, el más radical viene dado sin duda por la do en seis países (Francia, Reino Unido, España, Italia, Bélgica
existencia de Internet, la ubicación en páginas web y bases de y Países Bajos). Según se desprende del estudio, la mitad de las
datos de gran parte de nuestros conocimientos (externalización) empresas llevan más de tres años ofreciendo estos servicios y
y la facilidad de acceso a los mismos, no limitado por constric- el resto los han incorporado hace menos de tres años. Algunos
ciones espaciales o temporales. Sin embargo, estas facilidades y resultados varían de un país a otro: en España, más de un 40
mejoras digitales relacionadas con los contenidos no han tenido por ciento de las empresas de gran tamaño han utilizado algu-
las mismas consecuencias sobre la didáctica y la educación en na forma de e-learning para formar a sus empleados; en otros
general. Pues si bien es cierto que se ha producido una expan- países, el porcentaje apenas llega al 17.
sión de estas modalidades «a distancia» y digitales a casi todos También en el sector universitario se han observado re-
los ámbitos educativos, no está claro que estas formas sean de sultados positivos. Con todo, reflejan un uso de los entornos
calidad y adecuadas para sus propósitos. e-learning o b-learning (de blended, «híbrido» o «mixto», es
La educación virtual, o digital, o en red —sin entrar en ma- decir, aprendizaje que combina la interacción presencial y la
tices terminológicos—, se ha desarrollado en tres ámbitos de virtual) más centrado en aspectos informativos y de depósito
manera desigual. Por un lado, el que proviene de la formación de lecturas; las metodologías didácticas más complejas (uso de
simulaciones o enfoques basados en resolución de proble-

En estos últimos diez años, mas) son todavía minoritarios. Cristóbal Ballesteros, de la
Universidad de Sevilla, y sus colaboradores analizaron en
la tecnología y su impacto 2010 el uso del e-learning en las universidades andaluzas:
observaron que la aplicación de entornos virtuales de
social han ido muy por delante aprendizaje por parte del profesorado era todavía limitada

de los modelos pedagógicos (basada mayoritariamente en textos y lecturas), lo mismo


que su formación específica para sacar provecho de las

imperantes, que se han funcionalidades del e-learning. Las universidades han


dedicado y dedican un gran esfuerzo a esta formación,
considerado poco adecuados pero el cambio de cultura didáctica de los docentes se

para una realidad tan


está produciendo a un ritmo lento.
Sin duda, el uso de las tecnologías en estos ámbitos

cambiante. muestra también cómo este se va ampliando rápidamente


hacia nuevas plataformas, como los teléfonos móviles in-
teligentes y las tabletas, configurando un nuevo espectro
corporativa, o de empresa, que ya adoptó formas previas de en- de aplicaciones o m-learning (de mobile, es decir, aprendizaje
señanza asistida por ordenador, como se había denominado. Por móvil o ubicuo). Numerosos informes y proyectos exploran
otro, la formación continuada, o de reciclaje, o post-obligatoria, esta nueva realidad (como los de la Fundación Telefónica), la
en el sentido de ser complementaria a la ya recibida en el ámbito adaptación de los usuarios y de los nuevos usuarios jóvenes, y
escolar y que cuenta con una amplia aplicación en numerosos las consecuencias que esta tendrá para la educación, incluida la
países, aunque no tanto en España. Y por último, la formación reglada, que se ve de alguna manera «invadida» por la presen-
universitaria mediante las universidades no presenciales como cia de dispositivos electrónicos personales en las aulas (desde
la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la lectores de música en formato mp3 hasta libros electrónicos o
Universidad Abierta de Cataluña (UOC), la Universidad Abierta los mencionados teléfonos y tabletas).
inglesa (OU) u otros equivalentes en otros países, así como me-
diante cursos virtuales impartidos de manera complementaria HISTORIA Y EVOLUCIÓN
por las universidades presenciales; estas últimas modalidades También podemos ahondar en la comprensión de la educación
se extienden lentamente también a la educación secundaria. Los digital a partir de las etapas o los momentos que esta ha ido
tres ámbitos (empresa, formación continuada y universidad) atravesando en su corta pero rápida historia de apenas treinta
heredan, y cambian, el ambiguo legado de la educación a distan- o cuarenta años. Son más bien momentos determinados por la
cia, la que se inició como formación por correspondencia hacia evolución de las tecnologías —muchas de las cuales aparecen
mediados del siglo xix y que solo ha alcanzado su plenitud, por y desaparecen, como la cinta de vídeo, los CD-ROM, por no
el momento, con las actuales tecnologías interactivas. hablar del videodisco o del CD-I, entre otras— y también por la
Muchos estudios han valorado el alcance y la extensión del concepción pedagógica sobre el uso educativo de las mismas.
e-learning en estos ámbitos, si bien siempre con algunas difi- En relación a estas concepciones, los docentes siempre han
cultades para obtener datos exactos. Los Estudios Generales de compartido un cierto optimismo «mágico» hacia las tecno-
Medios, que llevan haciéndose más de una década, se refieren logías, pensando que estas resolverían los problemas de los
a pautas de acceso y de consumo, así como a dispositivos utili- sistemas educativos, esperanza que nunca se ha correspondido

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con la realidad, como nos recuerda L. Cuban en Teachers and la concepción mayoritaria sobre el e-learning, una suerte de
machines. The classroom use of technology since 1920, [véase campus virtual en el que los profesores depositan contenidos,
«¿Se aprende mejor con las TIC?», por Manuel Area Moreira; muchas veces en forma de lecturas, y los estudiantes responden
Investigación y Ciencia, marzo de 2011]. a determinadas tareas de comprensión de esas lecturas. Existen
En primer lugar, hubo una larga etapa pre-Internet basa- otras variantes más complejas y otras formas de comunicación
da, sobre todo, en el uso de los ordenadores, en la que se al- entre profesores y estudiantes, pero el núcleo del e-learning
macenaban los contenidos en todo tipo de soportes, desde los reproduce una traslación a entornos electrónicos de formas
disquetes, los discos duros internos o los CD-ROM en su mo- educativas tradicionales.
mento. En esta fase, los contenidos y la interacción educativa La tercera etapa corresponde a la llegada de la Web 2.0 al
se hallaban «encapsulados», pues eran medios o soportes no ámbito de la educación digital. Esta ha conllevado dos avances
actualizables y se fundaban en una cierta ramificación (bran- notables: una renovación de las tecnologías subyacentes con ma-
ching), según las elecciones cerradas de los usuarios. Respon- yor capacidad de interacción y colaboración, y una concepción
dían a concepciones conductistas del aprendizaje, según las educativa que dota al estudiante (usuario) de una posición más
cuales este se producía por mecanismos de asociación entre participativa y menos reactiva. Es decir, se ha pasado —o más
estímulos, respuestas y recompensa (una versión elaborada del bien se ha iniciado el paso, pues todavía nos hallamos en ese
condicionamiento clásico de Pavlov); en otros casos, se basaban cambio— de un enfoque tradicional y muy basado en el profe-
en modelos cognitivistas, que concebían un elemento media- sor como único agente del diseño de los cursos y contenidos di-
dor entre esos contenidos encapsulados y la respuesta, esto es, gitales, a una concepción más centrada en el estudiante, al que
la mente humana y su manera de procesar la información se- se considera con voz propia. Este cambio no es solo tecnológi-
gún esquemas y conocimientos previos. Cuando se utilizaban co (blogs, wikis, vídeos y fotos en línea), sino que debe mucho
en solitario, en modo de autoaprendizaje, operaban como una a las teorías sobre el aprendizaje, que lo contemplan cada vez
suerte de «enseñanza programada», mejorada y más comple- más como un proceso social y de influencia mutua, y no como
ja, al estilo de la desarrollada por Skinner y otros psicólogos una reacción a estímulos complejos. Estas teorías sociocultu-
para los libros de texto. rales son las que han enfatizado los procesos de interacción y
A esa fase le siguió la irrupción de Internet, que lo cambió diálogo, así como de pertenencia a una comunidad de prácti-
casi todo. Por una parte, la educación a distancia encontró un ca que da sentido a los aprendizajes; otras concepciones como
medio y unas posibilidades técnicas mucho más adecuadas a la conectivista, sin embargo, han propuesto que hay procesos
sus objetivos. Asimismo, después de venir empleando durante autoorganizativos que se dan por el simple hecho de coincidir
años herramientas como el correo electrónico o los boletines gran número de sujetos en una red, de forma que el aprendiza-
de noticias para una comunidad de usuarios (al estilo del Mi- je acontece casi de manera emergente.
nitel francés, el más famoso de ellos), el uso de aplicaciones Asimismo, en estos últimos diez años, la tecnología y su im-
por separado se transformó en un entorno con un conjunto pacto social (mundos virtuales como Second Life, distribución
de funcionalidades, amparadas en la metáfora de un campus ubicua de los contenidos a través de dispositivos portátiles, te-
universitario, un «campus virtual» con foros de discusión, léfonos y tabletas) han ido muy por delante de los modelos pe-
biblioteca, aulas, un café para conversaciones informales, un dagógicos imperantes, que se han considerado poco adecuados
servicio de correos y otras aplicaciones. De hecho, esta es todavía para una realidad tan cambiante.

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Acceso permanente a todos nuestros contenidos a través de Internet

Nuevo servicio para bibliotecas, escuelas, ins-


titutos, universidades, centros de investigación
o empresas que deseen ofrecer a sus usuarios
acceso libre a todos los artículos de
Investigación y Ciencia y Mente y cerebro.

Más información en
www.nature.com/libraries/iyc
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GLOBALIZACIÓN para saber más


Esa nueva ola de dispositivos se ha unido al uso de Internet Comunidades virtuales de práctica y de aprendizaje.Monográfico coordinado
como sustituto de los soportes en papel. Algo que parecía una por J. L. Rodríguez Illera en Revista Electrónica Teoría de la Educación. Educación y
promesa se ha hecho realidad, hasta el punto de que grandes Cultura en la Sociedad de la Información vol. 8, n.o 3, diciembre de 2007. Disponi-
ble en www.usal.es/teoriaeducacion
universidades, el Instituto de Tecnología de Massachusetts
Three generations of distance education pedagogy.T. Anderson y J. Dron en
(MIT) en un principio y luego otras, iniciaron una campaña The International Review of Research in Open and Distance Learning, marzo de 2011.
para distribuir sus cursos de manera gratuita en la red, en una Learning online: massive open online courses (MOOC), connectivism, and
iniciativa conocida como OpenCourseware. Apenas unos pocos cultural psychology.M. Clarà y E. Barberà en Distance Education, vol. 34, n.o 1,
años después, han aparecido los cursos masivos abiertos en línea págs. 129-136, 2013.
Página web del Observatorio de la Educación Digital: oed.ub.edu
(MOOC, por sus siglas en inglés), como una consecuencia de lo
anterior, unidos al interés de algunas empresas por patrocinarlos
[véase «Exageración o promesa», por Jeffrey Bartholet, en este
mismo número]. El impacto de este nuevo modelo educativo
en España ha sido elevado. Muchas universidades disponen de ¿qué decir de un tipo de cursos que solo logran superar un diez
cursos y materiales gratuitos bajo licencias de distribución por ciento de los matriculados? ¿Cómo no pensar en ese no-
de tipo Creative Commons; asimismo, han comenzado a ofer- venta por ciento de estudiantes que abandonan o que, simple-
tarse los primeros MOOC españoles. mente, se matriculan pero luego no siguen el curso? Sin duda,
Los MOOC persiguen dos propósitos iniciales muy positivos. en los próximos años aparecerán investigaciones sobre cómo
Por un lado, presentar contenidos organizados en forma de cur- viven los estudiantes este tipo de situaciones; ello nos permi-
so, de manera gratuita y totalmente abiertos a cualquier persona, tirá saber y entender por qué lo hacen.
por las mejores universidades y profesores; es decir, superar Los MOOC se parecen más a cursos de enseñanza programa-
las barreras sociales y económicas de acceso a una educación da basados en la obra de Burrhus Frederic Skinner, a enciclo-
de calidad. Por otro, ofrecer un acceso masivo, es decir, que la pedias audiovisuales universitarias en línea, enfoque que pare-
matrícula no está limitada por la capacidad del aula (de 20 a cía ya olvidado desde hace más de 50 años. Tony Bates, quizá la
200 estudiantes, por poner dos límites habituales), sino que persona más influyente en el campo de la educación digital, ha
potencialmente es (casi) ilimitada: normalmente de unos pocos sido muy crítico con esta falta de fundamento pedagógico que
cientos o miles a más de cien mil estudiantes, como en algunos muestran algunas universidades pioneras: «En mi opinión, el
de la Universidad Stanford (160.000 en el curso de introducción MIT tendrá dificultades para lograr un impacto en la investi-
a la inteligencia artificial). gación educativa si continúa ignorando la posible contribución
Pese a su ambicioso planteamiento, para muchos expertos de los educadores. Es como si Piaget, Bruner, Vygotsky, Carl Ro-
los MOOC se encuentran todavía en una fase muy inicial, con gers, Gagné y otros muchos nunca hubieran existido. ¿Se pueden
una concepción pedagógica más parecida a la etapa pre-Inter- imaginar a alguien intentando desarrollar una nueva forma de
net mencionada que a otras más recientes. En especial, los que transporte ignorando la mecánica newtoniana? Y, sin embargo,
se organizan en torno a plataformas nuevas pero convenciona- esto es lo que el MIT está haciendo en su investigación educa-
les, como Coursera en Estados Unidos y Miríada X en España. tiva. De hecho, como muestran los estudios que hemos descri-
Se basan en pequeñas lecciones en vídeo a cargo de profesores to [la investigación sobre educación a distancia de los últimos
experimentados, en general de buena calidad, y en un sistema 25 años], están reinventando la rueda».
de evaluación básico con preguntas y alternativas cerradas de Los MOOC parecen estar aquí para quedarse y evolucionar,
respuestas mediante elección múltiple. En otras palabras, para dejar de ser solo un compendio de contenidos, y aprender de las
poder ser masivos, los MOOC «empaquetan» sus contenidos de técnicas y conceptos de los modelos de educación virtual previos.
manera simple, los ofrecen también de forma lineal, poco o nada Necesitan adaptar nuevos enfoques, mejorar la evaluación, in-
individualizada, y reducen la retroalimentación a una puntua- cluir tecnologías que individualicen la retroalimentación a par-
ción sobre esos cuestionarios. Es lógico que sea de esta manera, tir de nuevos modelos teóricos, y convivir mejor con los mode-
o parecida, si los estudiantes se cuentan por miles y, además, la los presenciales e híbridos de las universidades. Sin duda, va a
matrícula es gratuita; la transformación de estos cursos en algo ser necesaria una estrategia más creativa que el mero traslado
más sutil entrañaría unos costes muy elevados. de contenidos a lecciones audiovisuales, por buenos que sean
Se puede pensar —con razón— que la educación cara a cara es estos y sus profesores.
elitista por sus costes asociados. En ella se basan las universida- Si algo sabemos es que la educación digital ha utilizado
des presenciales, y también otros niveles educativos. De ahí que metodologías de enseñanza y aprendizaje que han imitado lo
los MOOC puedan ser vistos como una alternativa instructiva a mejor de lo presencial (pensemos en el aprendizaje basado en
un sistema complejo y caro. Los cursos masivos articularían un problemas y en proyectos, el estudio de casos o la inclusión
tipo de enseñanza con fines y medios distintos a los de la edu- de comunidades virtuales de práctica y de aprendizaje) y que
cación universitaria tradicional, presencial, virtual o híbrida. La su proceso de desarrollo y mejora no ha hecho más que em-
gratuidad de los mismos es posible cuando no conducen a nin- pezar. Como decíamos al inicio, algunos de los resultados de
gún tipo de acreditación profesional (las universidades públicas, la investigación educativa son siempre controvertidos; tam-
aunque entidades sin ánimo de lucro, no son benéficas —no pen- bién en el campo de la educación digital. Ello nos debe ani-
semos ya en las privadas—). Pero incluso si se quisiera acreditar mar a investigar más y mejor, pues el tema entraña una gran
o, simplemente, evaluar de manera más adecuada, a decenas de relevancia social.
miles de estudiantes, se nos plantearía un problema muy grave,
pues no hay una solución mágica que nos diga cómo hacerlo. José Luis Rodríguez Illera es catedrático de la facultad de pedagogía de
Si ya la educación presencial plantea a veces dudas sobre la Universidad de Barcelona, desde donde dirige el Observatorio de la
su calidad y la educación a distancia todavía hoy es discutida, Educación Digital y la revista Digital Education Review.

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