09 13 Rdezillera
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en entornos digitales
José Luis Rodríguez Illera
Publicado en
Septiembre 2013
Copyright © 2013 Prensa Científica S.A. Muntaner, 339 pral. 1.ª 08021 Barcelona (España)
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RODRÍGUEZ ILLERA informe especial la educación EN LA ERA DIGITAL
pedagogía
ense ñar
y aprender
en entornos
digitales
Pasado, presente y futuro
de los modelos educativos en red
José Luis Rodríguez Illera
grupo de cambios mencionados, los que más habitualmente se zados; las encuestas sobre aprendizaje electrónico, en cambio,
identifican con la educación virtual. deben ser contestadas por los responsables de formación y, en
ciertos casos, por los usuarios finales, lo que dificulta que la
DEL CORREO POSTAL A INTERNET muestra de participantes sea representativa (de tamaño sufi-
La expresión e-learning (aprendizaje electrónico) concentra mu- ciente). Con todo, los datos disponibles muestran un aumento
chas de las ideas que acabamos de mencionar sobre la transfor- progresivo del alcance de esta modalidad educativa.
mación que han sufrido las formas de enseñar y aprender. Aun- En 2012 se presentó el primer eurobarómetro sobre el uso
que algunos de los cambios provienen de los primeros usos de del aprendizaje electrónico como medio de formación en em-
la enseñanza mediada por ordenador, en lenta progresión desde presas, coordinado por la compañía CrossKnowledge y realiza-
hace ya unos 40 años, el más radical viene dado sin duda por la do en seis países (Francia, Reino Unido, España, Italia, Bélgica
existencia de Internet, la ubicación en páginas web y bases de y Países Bajos). Según se desprende del estudio, la mitad de las
datos de gran parte de nuestros conocimientos (externalización) empresas llevan más de tres años ofreciendo estos servicios y
y la facilidad de acceso a los mismos, no limitado por constric- el resto los han incorporado hace menos de tres años. Algunos
ciones espaciales o temporales. Sin embargo, estas facilidades y resultados varían de un país a otro: en España, más de un 40
mejoras digitales relacionadas con los contenidos no han tenido por ciento de las empresas de gran tamaño han utilizado algu-
las mismas consecuencias sobre la didáctica y la educación en na forma de e-learning para formar a sus empleados; en otros
general. Pues si bien es cierto que se ha producido una expan- países, el porcentaje apenas llega al 17.
sión de estas modalidades «a distancia» y digitales a casi todos También en el sector universitario se han observado re-
los ámbitos educativos, no está claro que estas formas sean de sultados positivos. Con todo, reflejan un uso de los entornos
calidad y adecuadas para sus propósitos. e-learning o b-learning (de blended, «híbrido» o «mixto», es
La educación virtual, o digital, o en red —sin entrar en ma- decir, aprendizaje que combina la interacción presencial y la
tices terminológicos—, se ha desarrollado en tres ámbitos de virtual) más centrado en aspectos informativos y de depósito
manera desigual. Por un lado, el que proviene de la formación de lecturas; las metodologías didácticas más complejas (uso de
simulaciones o enfoques basados en resolución de proble-
En estos últimos diez años, mas) son todavía minoritarios. Cristóbal Ballesteros, de la
Universidad de Sevilla, y sus colaboradores analizaron en
la tecnología y su impacto 2010 el uso del e-learning en las universidades andaluzas:
observaron que la aplicación de entornos virtuales de
social han ido muy por delante aprendizaje por parte del profesorado era todavía limitada
con la realidad, como nos recuerda L. Cuban en Teachers and la concepción mayoritaria sobre el e-learning, una suerte de
machines. The classroom use of technology since 1920, [véase campus virtual en el que los profesores depositan contenidos,
«¿Se aprende mejor con las TIC?», por Manuel Area Moreira; muchas veces en forma de lecturas, y los estudiantes responden
Investigación y Ciencia, marzo de 2011]. a determinadas tareas de comprensión de esas lecturas. Existen
En primer lugar, hubo una larga etapa pre-Internet basa- otras variantes más complejas y otras formas de comunicación
da, sobre todo, en el uso de los ordenadores, en la que se al- entre profesores y estudiantes, pero el núcleo del e-learning
macenaban los contenidos en todo tipo de soportes, desde los reproduce una traslación a entornos electrónicos de formas
disquetes, los discos duros internos o los CD-ROM en su mo- educativas tradicionales.
mento. En esta fase, los contenidos y la interacción educativa La tercera etapa corresponde a la llegada de la Web 2.0 al
se hallaban «encapsulados», pues eran medios o soportes no ámbito de la educación digital. Esta ha conllevado dos avances
actualizables y se fundaban en una cierta ramificación (bran- notables: una renovación de las tecnologías subyacentes con ma-
ching), según las elecciones cerradas de los usuarios. Respon- yor capacidad de interacción y colaboración, y una concepción
dían a concepciones conductistas del aprendizaje, según las educativa que dota al estudiante (usuario) de una posición más
cuales este se producía por mecanismos de asociación entre participativa y menos reactiva. Es decir, se ha pasado —o más
estímulos, respuestas y recompensa (una versión elaborada del bien se ha iniciado el paso, pues todavía nos hallamos en ese
condicionamiento clásico de Pavlov); en otros casos, se basaban cambio— de un enfoque tradicional y muy basado en el profe-
en modelos cognitivistas, que concebían un elemento media- sor como único agente del diseño de los cursos y contenidos di-
dor entre esos contenidos encapsulados y la respuesta, esto es, gitales, a una concepción más centrada en el estudiante, al que
la mente humana y su manera de procesar la información se- se considera con voz propia. Este cambio no es solo tecnológi-
gún esquemas y conocimientos previos. Cuando se utilizaban co (blogs, wikis, vídeos y fotos en línea), sino que debe mucho
en solitario, en modo de autoaprendizaje, operaban como una a las teorías sobre el aprendizaje, que lo contemplan cada vez
suerte de «enseñanza programada», mejorada y más comple- más como un proceso social y de influencia mutua, y no como
ja, al estilo de la desarrollada por Skinner y otros psicólogos una reacción a estímulos complejos. Estas teorías sociocultu-
para los libros de texto. rales son las que han enfatizado los procesos de interacción y
A esa fase le siguió la irrupción de Internet, que lo cambió diálogo, así como de pertenencia a una comunidad de prácti-
casi todo. Por una parte, la educación a distancia encontró un ca que da sentido a los aprendizajes; otras concepciones como
medio y unas posibilidades técnicas mucho más adecuadas a la conectivista, sin embargo, han propuesto que hay procesos
sus objetivos. Asimismo, después de venir empleando durante autoorganizativos que se dan por el simple hecho de coincidir
años herramientas como el correo electrónico o los boletines gran número de sujetos en una red, de forma que el aprendiza-
de noticias para una comunidad de usuarios (al estilo del Mi- je acontece casi de manera emergente.
nitel francés, el más famoso de ellos), el uso de aplicaciones Asimismo, en estos últimos diez años, la tecnología y su im-
por separado se transformó en un entorno con un conjunto pacto social (mundos virtuales como Second Life, distribución
de funcionalidades, amparadas en la metáfora de un campus ubicua de los contenidos a través de dispositivos portátiles, te-
universitario, un «campus virtual» con foros de discusión, léfonos y tabletas) han ido muy por delante de los modelos pe-
biblioteca, aulas, un café para conversaciones informales, un dagógicos imperantes, que se han considerado poco adecuados
servicio de correos y otras aplicaciones. De hecho, esta es todavía para una realidad tan cambiante.
Más información en
www.nature.com/libraries/iyc
informe especial la educación EN LA ERA DIGITAL