Los Mamíferos
Los Mamíferos
Los Mamíferos
homeotermos (de sangre caliente) que poseen glándulas mamarias productoras de leche con
las que alimentan a las crías. La mayoría son vivíparos (con la excepción de los
monotremas: ornitorrinco y equidnas). Se trata de un taxón monofilético; es decir, todos
descienden de un antepasado común que se remonta probablemente a finales del Triásico,
hace más de 200 millones de años. Pertenecen al clado sinápsidos, que incluye a los mal
llamados reptiles mamiferoides, un grupo de sinápsidos que no eran reptiles ni tampoco
mamíferos, aunque estaban más relacionados con estos últimos que con los primeros,12
como los pelicosaurios y los cinodontos. Se conocen unas 5486 especies actuales,3 de las
cuales 5 son monotrematas,4 272 son marsupiales5 y el resto, 5209, son placentarios.
Ya se han apuntado los caracteres sinapomórficos de la clase Mammalia. Todas las especies
los presentan y son exclusivos además de la clase:
En los mamíferos, los dientes se hallan siempre insertos en los huesos del cráneo que
rodean la boca, que son, arriba, dos maxilares y dos premaxilares, y abajo, una mandíbula o
quijada, que se articula directamente con la caja del cráneo. Este último, a su vez, enlaza
con la columna vertebral por medio de dos abultamientos, o cóndilos, que hay a uno y otro
lado del agujero por donde la médula espinal penetra para unirse al encéfalo. Aunque el
número de vértebras de la columna vertebral varía mucho según las especies, las cervicales
o vértebras del cuello son siete en todos los mamíferos a excepción de los perezosos que
pueden tener hasta 10 y de los manatíes que solo poseen seis. Pero, además, existen otras
características comunes a estas especies que sirven también para identificarlas como parte
del taxón:
• Los mamíferos son los únicos animales que poseen un solo hueso en cada
mandíbula, el dentario, articulado directamente con el cráneo. Los huesos de la
mandíbula de los reptiles, se transformaron en dos de los tres huesos que forman la
cadena ósea del oído, el martillo (articular) y el yunque (cuadrado). El estribo
procede del único hueso que presentan los reptiles en el oído, la columella.
• Los dientes están altamente especializados en función de los hábitos alimenticios, y
son sustituidos por regla general, una vez en la vida (diphyodontia).
• Existe un paladar secundario que es capaz de separar el paso del aire hacia la
tráquea del tránsito de agua y alimentos al aparato digestivo.
• El diafragma es una estructura muscular que separa la cavidad torácica de la
abdominal y contribuye en las funciones digestivas y respiratorias. Solo se
encuentra en mamíferos y todas las especies lo poseen.
• El corazón está separado en cuatro cavidades y en los adultos solo se desarrolla el
arco aórtico izquierdo.
• Los hematíes son células sin núcleo en la mayoría de las especies de mamíferos.
• Los lóbulos cerebrales están bien diferenciados y la corteza cerebral muy
desarrollada, con marcadas circunvoluciones más evidentes en especies con mayor
capacidad intelectual.
• El sexo viene determinado desde el momento mismo de la formación del cigoto por
los cromosomas sexuales: dos diferentes en los machos (XY), dos iguales en las
hembras (XX).
• La fertilización es interna en todas las especies.
• Todas las especies son endotérmicas, esto es, que pueden producir calor con su
cuerpo, y la mayor parte además son homeotérmicas, o lo que es lo mismo, pueden
mantener la temperatura dentro de un rango determinado. Solo los monotremas
presentan ciertas limitaciones de esta capacidad.
Piel
La piel, generalmente espesa, está formada por una capa externa o epidermis, una capa
profunda o dermis y un estrato subcutáneo repleto de grasa que le sirve de protección
contra las pérdidas de calor, ya que los mamíferos son animales homeotermos.
En ella se hallan dos de las sinapomorfias de la clase Mammalia: el pelo y las glándulas
mamarias.
Otras formaciones cutáneas de naturaleza córnea que presentan los mamíferos son las uñas,
garras, cascos, pezuñas, cuernos y el pico en el caso del ornitorrinco.
Aparato locomotor
Artículo principal: Anatomía y fisiología de los mamíferos: aparato locomotor
• Esqueleto:
o Esqueleto axial:
Cabeza: cráneo y mandíbula.
Columna vertebral: vértebras cervicales, torácicas, lumbares, sacras y
caudales o coxígeas.
Caja torácica: esternón y costillas.
o Esqueleto apendicular:
Cintura escapular: clavícula y omóplatos o escápulas.
Extremidades anteriores: húmero, cúbito, radio, carpos, metacarpos y
falanges.
Cintura pélvica: ilion, isquion y pubis.
Extremidades posteriores: fémur, rótula, tibia, peroné, tarsos,
metatarsos y falanges.
Además existen otras formaciones óseas como los huesos del aparato hioides (sostén de la
lengua), del oído medio, el hueso peneano de algunos carnívoros e incluso los huesos
cardíacos de algunos bóvidos en los que osifica el cartílago cardíaco.
Además del sistema óseo, el aparato locomotor está formado por el sistema muscular y el
sistema articular.
Características
La clase de los mamíferos es un grupo monofilético, ya que todos sus miembros comparten
una serie de novedades evolutivas exclusivas (sinapomorfías) que no aparecen en ninguna
otra especie animal no incluida en ella:
Pero a pesar de estas y otras similitudes que no son definitorias de la clase, su diversidad es
tal que son muchas más las diferencias existentes, especialmente en cuanto a aspecto
externo se refiere.
Según el tipo de alimentación, los mamíferos se clasifican en: herbívoros, es decir, los que se
alimentan de plantas, como el caballo, la oveja o el elefante; carnívoros – que comen carne
animal-, como los leones, los lobos y los osos; y omnívoros, que se nutren tanto de carne animal
como de vegetales, como los humanos y algunos primates.
Aparato digestivo
La boca
El aparato comienza en la boca. Es aquí donde tiene lugar la trituración mecánica de los
alimentos y su insalivación, dos aspectos esenciales para conseguir una digestión más
eficaz. Los dientes son una característica de los mamíferos, aunque no todos los adultos los
presentan. Y con excepción de las ballenas que los tienen todos iguales, el resto de las
especies son heterodontas, esto es, que tienen varios tipos de dientes. En concreto cuatro:
• Los incisivos se insertan en los alvéolos de los huesos premaxilar y mandibular. Son
cuadrados o redondos y tienen como misiones fundamentales sujetar, roer o cortar. Los
rumiantes carecen de ellos en la mandíbula superior. Roedores y lagomorfos los tienen
muy desarrollados y crecen continuamente a lo largo de la vida por lo que necesitan ser
desgastados constantemente. Los primeros los presentan en ambas mandíbulas y los
segundos solo en la superior.
• Los caninos, son puntiagudos y tienen como misión desgarrar, por lo que son de especial
importancia en todos los animales de hábitos carnívoros y hematófagos presentándolos
muy desarrollados y llamativos. Otras especies presentan un gran desarrollo de estos
dientes en una o las dos mandíbulas más con fines intimidatorios o defensivos que
alimenticios como ocurre con los elefantes, herbívoros estrictos, o algunos suidos y simios
de hábitos omnívoros. También la mayor parte de los artiodáctilos y perisodáctilos
carecen de ellos en la mandíbula superior o en ambas, y roedores y lagomorfos en su
totalidad no los presentan en ninguna.
• Los premolares y molares son dientes bajos, planos y grandes que se utilizan para triturar
y rebanar el alimento, por lo que adquieren especial importancia en herbívoros como los
artiodáctilos y perisodáctilos, disminuyendo según se incrementan los hábitos carnívoros
hasta el punto de que muchos de estos animales presentan modificaciones de los
premolares e incluso primeros molares asemejándolos más a caninos que a molares
típicos. Las diferencias existentes en la dentición de los mamíferos dan lugar a que la
conformación de los dientes y la fórmula dentaria sean instrumentos comúnmente
utilizados en la clasificación taxonómica de los mamíferos. Pueden ser:
o Según la morfología de las cúspides:
Lofodontos (cúspides unidas lingual-labial)
Selenodontos (cúspides unidas antero-posterior)
o Según la altura de las cúspides:
Hipsodontos (cúspides altas)
Braquidontos (cúspides bajas)
o Según la forma de la pieza
Tribosfénicos (en forma de triángulo)
Cuadrados (con esta forma aproximada)
Carnasales (crecimiento alométrico y cúspides en línea)
Bunodontos (cúspides redondeadas)
Esófago
El esófago es una víscera tubular de naturaleza muscular que comunica la boca con el
estómago, cuya función principal es el transporte de alimentos de la boca al estómago, con
acciòn puramente mecánica.
Estómago
En la digestión gástrica, el ácido clorhídrico que vierten las paredes del estómago da lugar a
la desnaturalización de las proteínas, que se hacen vulnerables a la acción de una enzima
también sintetizada en esta víscera, la pepsina. Esta enzima rompe las cadenas proteicas
transformándolas en péptidos y polipéptidos que serán asimilados en las posteriores fases
de la digestión. Por otra parte, la digestión de los polisacáridos se detiene ya que la
acidificación del medio provocada por el ácido clorhídrico, impide la actuación de la
ptialina, deteniéndose el proceso comenzado en la boca. En el estómago no hay enzimas
que ataquen a los lípidos, por lo que pasan por ella sin sufrir alteración alguna. Sin
embargo, ralentizan la digestión del resto de los nutrientes.
Intestino delgado
El intestino delgado es una estructura tubular que consta de tres porciones, duodeno,
yeyuno e íleon donde tiene lugar la siguiente fase de la digestión de los alimentos. El
duodeno está comunicado con el estómago a través del píloro, un esfínter que permite el
paso en pequeñas porciones del contenido estomacal (quimo) cuando éste está listo para
continuar el proceso digestivo.
Al comienzo del tránsito intestinal, el páncreas vierte su jugo. Éste, además de una alta
concentración de bicarbonato que neutraliza la acidez del quimo, posee varias enzimas que
intervienen en la degradación de los nutrientes: la amilasa pancreática continúa la
degradación de los polisacáridos comenzada por la ptialina, las lipasas actúan sobre los
triglicéridos separando la glicerina de los ácidos grasos, otras enzimas terminan la digestión
de las proteínas que no fueron degradadas por la pepsina gástrica.
La acción de las enzimas pancreáticas se complementa con la acción de las sales biliares
contenidas en la bilis, una secreción producida por el hígado que tiene además la misión de
verter al intestino ciertas sustancias que no pueden ser eliminadas con la orina, para ser
excretadas con las heces. Las sales biliares son unos poderoso detergentes que separan las
grasas en pequeñas gotitas que pueden ser más fácilmente degradadas por las lipasas
pancreáticas.
Intestino grueso
De este modo, cuando el contenido digestivo alcanza el intestino grueso, solo queda agua,
material no digerible y los minerales segregados en las distintas fases del proceso. También
está formado por tres tramos, ciego, colon y recto.
Contiene una rica y variada flora microbiana que segregan enzimas capaces de terminar la
digestión del alimento, obteniéndose azúcares que fermentan produciendo ácidos orgánicos
de los que aún puede obtenerse algo de energía.
Pero la gran variedad de dietas de estos animales configura estructuras anatómicas con
notables diferencias.
Como norma general, los herbívoros presentan un mayor desarrollo de las vísceras
digestivas, ya que los alimentos requieren procesos químicos y mecánicos más intensos
para ser digeridos.
1. Los alimentos ingeridos por estos animales pasan a la panza o rumen directamente, casi
sin masticar, donde tiene lugar una fermentación microbiana gracias a la flora bacteriana
existente en su interior. De este modo, comienza la degradación de las altas cantidades de
almidón y celulosa que tienen los alimentos de origen vegetal.
2. Una vez que el alimento está procesado, los rumiantes regurgitan el alimento y es
entonces cuando tienen lugar los procesos de masticación e insalivación.
3. El bolo debidamente masticado e insalivado vuelve a ser ingerido y llega al retículo,
también conocido como bonete o redecilla, donde tiene lugar una nueva fermentación de
tipo microbiana similar a la que tuvo lugar previamente en el rumen.
4. Desde aquí, a través del agujero retículo-omasal, pasa al omaso que no es sino una cámara
con pliegues paralelos cubiertos por papilas córneas que sirven, para proceder a la
molturación del alimento. En el fondo de los pliegues, tiene lugar la absorción de agua,
sales minerales y ácidos grasos. Durante el paso del alimento por el omaso o libro, no se
detiene la fermentación.
5. El último compartimento es el abomaso y se corresponde anatómica y funcionalmente con
el estómago monocameral del resto de los mamíferos.
Otro estómago con ciertas diferencias es el de los osos hormigueros, que presenta un saco
que recuerda a la molleja de las aves, en las que el caparazón de los insectos de los que se
alimenta, es triturado previamente a su paso al estómago.
Hábitos alimenticios
También los hábitos alimentarios de estos animales son tan variados como el resto de los
aspectos tratados y como el propio taxón en sí:
Hay mamíferos carnívoros que se alimentan del cuerpo de otros animales, como por
ejemplo la mayor parte de la orden Carnivora, mientras que otros, los herbívoros, son
estrictamente vegetarianos como la generalidad de la orden Artiodactyla. Por descontado,
como es el caso de los primates, hay mamíferos que utilizan recursos alimenticios de
distinto origen, son los omnívoros.
Dentro de los recursos de origen animal, todos los grupos existentes pueden servir de
alimento para una u otra especie: el plancton es el alimento de los grandes misticetos
(planctonófagos), invertebrados y sus larvas sirven de alimento a los insectívoros, peces a
los piscívoros, y anfibios, reptiles, aves y mamíferos a los carnívoros, pero también los
huevos de muchos de ellos, la miel de las abejas (melívoros) e incluso la sangre
(hematófagos) o las heces (coprófagos) de otros animales. Y mientras que unos cazan para
alimentarse, otros emplean restos de animales muertos o cazados por individuos de la
misma u otra especie, son los necrófagos.
Por lo que respecta a los alimentos de origen vegetal, prácticamente la totalidad de las
partes de éstas pueden ser empleadas por distintas especies: hierba (herbívoros), hojas
(folívoros), madera (lignívoros), flores, semillas y granos (granívoros) polen y néctar
(nectarívoros), frutos (frugívoros), raíces y tubérculos, así como algas y hongos
(micófagos).
Pero en general, requieren gran cantidad de alimentos para satisfacer sus necesidades
energéticas, por lo que un número relativamente pequeño de mamíferos, puede tener un
gran impacto sobre las poblaciones de plantas o animales de los que se alimentan.
Predadores y presas
Aves, reptiles, tiburones y otros mamíferos son los predadores de no pocas especies.
Con excepción de las pocas especies que ocupan la más alta jerarquía en la cadena trófica
(el hombre, los osos, los grandes felinos, el lobo o los odontocetos de mayor envergadura)
todas las demás pueden servir de alimento a otros animales situándose en los distintos
peldaños de la pirámide que siempre se sustentan en los alimentos de origen vegetal.
Muchas especies, han desarrollado mecanismos específicos de defensa para evitar ser el
alimento de otros. Entre otras, el aspecto externo del animal que le sirve de camuflaje, la
formación de grandes manadas que disminuya la posibilidad individual de ser la víctima del
ataque de un predador, las formaciones sociales en las que algunos de los miembros sirven
de vigías mientras los demás llevan a cabo sus necesidades fisiológicas, el acúmulo de
alimentos o energía durante épocas en las que los predadores son menos abundantes, la
producción de sustancias químicas repelentes, o las propias defensas físicas como espinas o
corazas, son distintas opciones para la consecución de un único objetivo: la propia
supervivencia.
Los órganos de los sentidos, por su parte, son órganos ricos en terminaciones nerviosas
capaces de traducir los estímulos externos en información para relacionar al individuo con
su entorno. De manera general, los más importantes en los mamíferos son el olfato, el oído,
la vista y el tacto, si bien en determinados grupos, otros sentidos como la ecolocalización,
la magnetosensibilidad o el gusto adquieren mayor importancia.
Veneno
Reproducción
El periodo de gestación y el número de crías por camada varían mucho según los grupos.
Normalmente, cuanto mayor es el tamaño del animal, más largo es el periodo de gestación
y menor el número de crías. La mayor parte de los mamíferos proporcionan a sus hijos
cuidados paternales.
Todavía en los terios cabe distinguir entre los mamíferos cuyos hijos nacen en un estado de
desarrollo muy atrasado, teniendo que pasar algún tiempo en una bolsa que la hembra posee
en la piel del vientre, y aquellos otros en que no se observa semejante particularidad. Los
primeros son los metaterios (también denominados marsupiales), es decir, «los animales
que vienen detrás», los que siguen a los prototerios, y los últimos los euterios o mamíferos
placentarios. Dentro de la clase que nos ocupa, estos constituyen la gran mayoría
Los mamíferos pueden alimentar a varios niveles de las cadenas alimentarias, como herbívoros,
insectívoros, carnívoros y omnívoros. Los mamíferos también interactúan con otras especies en
muchas relaciones simbióticas. Por ejemplo, los murciélagos han establecido relaciones
mutuamente beneficiosas con las plantas.
• Cabeza. Generalmente presenta dos orificios nasales, dos orejas, dos ojos
provistos de párpados, una boca provista de labios para succionar leche
durante la lactancia y cuatro tipos de dientes (incisivos para cortar, caninos
para rasgar, premolares y molares para triturar) situados cada uno en un alvéolo
dental diferente.
• Cola. Puede faltar (cómo en el gorila) o puede formar una aleta (cómo en las
ballenas). Generalmente actúa como un timón por mantener o cambiar la dirección
en las carreras rápidas. En algunas especies como los monos arañas es prensil y
sirve para cogerse a las ramas.
3 . Reproducción. Los machos poseen dos testículos de los cuales salen dos
conductos espermáticos que desembocan en la uretra que pasa por el interior
del órgano copulador o pene . La fecundación es interna. Las hembras poseen
dos ovarios y dos oviductos que acaban en una cavidad musculosa denominada
útero o matriz que se comunica con el exterior por un conducto dilatable
denominado vagina, que es dónde se aloja el pene del macho durante la cópula.
El desarrollo embrionario puede realizarse de tres formas diferentes:
Los mamíferos pueden alimentar a varios niveles de las cadenas alimentarias, como herbívoros,
insectívoros, carnívoros y omnívoros. Los mamíferos también interactúan con otras especies en
muchas relaciones simbióticas. Por ejemplo, los murciélagos han establecido relaciones
mutuamente beneficiosas con las plantas
Los mamíferos desempeñan un papel muy importante para los ecosistemas ya que son parte
esencial de la cadena trófica ya que puede alimentar y son miembros de varios niveles.
Las relaciones entre los mismos de la especie enriquece de forma recíproca a los mamíferos
que se relacionan, por ejemplo, las cebras hacen amistades con los avestruces. En esta
relación simbiótica, ambas especies se benefician. El avestruz, con sus terribles sentidos del
olfato y oído, y la cebra, con su mala vista, son capaces de advertir a la otra cuando el
peligro está cerca.
En la sabana africana puedes encontrar a cebras y ñus juntos pastando diferentes partes de
la misma hierba. La cebra pasta las partes más duras de las plantas y guarda las partes más
blandas para los ñus. Una cebra se desplazará a una zona de hierba alta antes de que lo
hagan otros herbívoros y pastará la hierba de la zona que el ñu prefiere.
Igualmente hay mamíferos que suplen muchas necesidades como aquellos mamíferos
que son domésticos y pueden ser mascotas para el ser humano. También sirven de
transporte como los caballos, mulos, burros o camellos. Otros realizan un trabajo muy
importante para nosotros como pueden ser los perros guías que ayudan a personas con
alguna dificultad visual. Otros nos sirven de alimento a los humanos.
Debido a la gran problemática del cambio climático los grupos de mamíferos, que es el
más numeroso, se está viendo con muchas especies en peligro de extinción ya que tratan
cada vez más de adaptarse al medio donde viven a pesar de las adversidades que están
encontrando: mares contaminados de la basura que no se degrada fácilmente como es el
caso del plástico, temperaturas inadecuadas en su hábitat natural causadas por la
contaminación que arrojan gases tóxicos a la atmósfera y una tierra cada vez más débil
para soportar determinadas especies biológicas.
Ponemos al fuego dos cazos: uno con agua y otro con leche. Cuando lleguen al punto de
ebullición, la leche comenzará a aumentar de volumen y, si no tenemos cuidado, se
saldrá de la olla en solo unos segundos. El agua, al contrario, hervirá con alegría, pero
no llegará a salirse nunca.
¿Por qué? Cosas de la física. El distinto comportamiento de uno y otro líquido responde
a sus respectivas composiciones químicas.
El calor hace que se evaporen parte de los elementos que forman el agua y la leche. En
su evaporación, forman burbujas de gas que nacen en el fondo del recipiente y suben
hasta la superficie, donde escapan al exterior en forma de gas.
Y es ahí donde está la diferencia: en el caso del agua, esos gases no tienen ningún
problema para salir del líquido. Pero la leche incluye proteínas y grasas, y ambas son
sustancias 'tensoactivas' que forman una especie de película en la superficie que
impide a las burbujas romperse con facilidad y escapar a la atmósfera. Por eso, el gas se
va acumulando en el interior del recipiente, cada vez se forman más burbujas, y
estas se empujan unas a otras hacia arriba, haciendo que el líquido suba y aumente de
volumen. Tanto, que acaba por rebosar el borde del recipiente.
Un plato hondo o cuenco, leche entera, 1 bastoncillo, jabón líquido (por ejemplo, el de la
lavadora) y colorantes líquidos alimentarios.
La leche está formada por agua, grasa y proteínas. Pero mayoritariamente es agua, casi un
90%, por lo que tiene propiedades similares a ésta. Entre ellas, tiene una tensión superficial
alta. ¿Y qué es la tensión superficial? Pues es una propiedad de los líquidos, que impide que
algo se hunda en ese líquido. Un claro ejemplo de esto es el insecto que camina por el agua,
pero no se hunde gracias a la tensión superficial que tiene el agua.
Repite varias veces este proceso con diferentes colores y diferentes tipos de leche (entera,
semidesnatada y desnatada) ¡y observa las diferencias!