Inmunoglobulinas
Inmunoglobulinas
Inmunoglobulinas
Inmunología
Inmunoglobulinas
4B TLC
16/04/24
Inmunoglobulina A
Las IgA son glicoproteínas séricas y constituyen una de las cinco clases de anticuerpos.
Estas clases se definen por:
1) el número de subunidades (cada una compuesta por cuatro polipéptidos; 2 cadenas
pesadas y 2 cadenas ligeras idénticas).
2) El tipo de cadena pesada (en el caso de la IgA, una cadena α). La IgA puede ser
oligomérica, formada de 2 a 4 monómeros de IgA.
La SIgA tiene siempre una estructura oligomérica, inicialmente dimérica, y los polímeros
se encuentran ligados gracias a cadenas polipeptídicas adicionales, como la cadena de
unión de 15 kDa (cadena J) y un componente secretor de 70 kDa producido en las
células epiteliales e involucrado en el transporte transcelular de la SIgA para su
incorporación a las secreciones.
Inmunoglobulina G
Los anticuerpos IgG se encuentran en todos los líquidos corporales y son muy
importantes para combatir las infecciones. Son los más comunes de los cinco tipos
principales de anticuerpos. Los anticuerpos IgG pueden atravesar la placenta en una
mujer embarazada para ayudar a proteger al feto.
Las inmunoglobulinas, también llamadas anticuerpos, son proteínas que crea nuestro
sistema inmunológico para atacar todo tipo de antígenos (virus, bacterias,
alérgenos, etc.) que pudieran causar una afección o enfermedad al organismo. Existen
diferentes tipos de inmunoglobulinas y algunas están más especializadas en atacar a un
tipo de antígenos u otros.
También hacen que otras células del sistema inmunitario destruyan sustancias extrañas.
Tiene una estructura pentamérica compuesta por cinco monómeros (formado cada uno
de ellos por cuatro cadenas), unidos por puentes disulfuro y por la cadena J. De este
modo, presenta diez sitios teóricos de unión al antígeno, que, en realidad, suelen
reducirse a cinco. Su peso molecular total es de 900 kD. Dado su gran tamaño, se
encuentra confinada en el espacio intravascular. Es la inmunoglobulina más eficiente en
la fijación de complemento, pudiendo activar la vía clásica con un único pentamero.
Los anticuerpos IgE se encuentran sobre todo en las células de los tejidos, pero
también se encuentran pequeñas cantidades en la sangre. Hacen que el cuerpo
reaccione contra sustancias extrañas como el polen, las esporas de hongos y la caspa
de los animales.
También protegen al cuerpo de las infecciones parasitarias. Los niveles de anticuerpos
IgE suelen ser elevados en las personas con alergias.