Preparandonos para Avivamiento - Fanny

PREPARANDONOS PARA UN AVIVAMIENTO
Fanny Rojas – 27 de Julio de 2008
Texto guía: 1 Reyes 18: 20-40
V: 20 Acab convocó a todos los hijos de Israel y reunió a los profetas, tal vez porque esperaba
que Elías bendijese la tierra y orara por lluvia. Esto nos indica que de alguna manera todas las
personas esperan algo bueno de Dios, que los bendiga, que les solucione algún problema; en este
caso era una tremenda sequía que oprimía al pueblo. Pero el pueblo tenía que arrepentirse, antes
de esperar alivio de la situación. Por eso hemos aprendido que para que un avivamiento se de
deben haber dos características importantes: ARREPENTIMIENTO GENUINO Y ORACION
AGONIZANTE. El pueblo no podía esperar el favor de Dios mientras no se volvieran a El.
Y para guiar a alguien a un ARREPENTIMIENTO GENUINO hay que confrontarle para que se
de cuenta en qué le está fallando a Dios. V:21 Por eso Elías les pregunta ¿Hasta cuándo
claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal,
id en pos de él.
Y no era que algunos israelitas adoraban a Jehová Dios y otros a Baal. Sino que mezclaban en el
culto a Jehová elementos idolátricos del culto a Baal. Esto nos muestra la tibieza que puede existir
en el corazón del hombre, tratando de rendirle culto a Dios, trayendo viejas costumbres del
mundo o sin querer abandonar algunas cosas, como la murmuración, los deseos carnales, la
música, las conversaciones vanas, etc.
Elías quería demostrar que Dios era infinito y autosuficiente y que nada se puede añadir al que es
infinitamente perfecto. Demostrando esto, de paso probaba que baal era un falso dios y que
había que abandonarlo. Porque Dios quiere todo o nada. Dios lo pude todo, lo quiere todo, pero
también lo entrega todo. No podemos tener apegos al mundo si hemos decidido seguir a Dios.
Ante esta propuesta el pueblo no respondió palabra.
Entonces Elías les propone hacer una prueba equitativa, pero decidió darles toda la ventaja a
Baal, aunque solo él, uno solo era el que defendía la causa de Jehová y las causas de los otros
Dioses tenían 850 profetas, 450 de Baal y 400 de Asera, (aunque estos últimos no asistieron a la
cita), más todo el pueblo que también parecía esta r a favor de ellos. Les dio ventajas: les dejó
escoger el buey Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los
más; y les dejó ir de primero. Y les dijo: y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése
sea Dios. Ya que siempre se ha representado la deidad con fuego, como la zarza ardiente, la
columna de fuego, e incluso Baal se le decía el dios del fuego y el rayo y se le representaba con
un rayo en la mano.
Esto nos enseña a no tener temor de los hombres si no a dar muestras de sublime bravura,
aunque nos encontremos solos defendiendo la causa del Señor; mientras su Espíritu Santo esté
con nosotros. Por eso sabemos que para que un avivamiento se de no se necesitan multitudes,
solo uno que crea locamente en Dios, que espere, que ore, que CREA.
Ya muchos conocemos esta historia y sabemos lo que sucedió. Aunque los profetas de Baal
gritaron, hicieron danzas rituales alrededor del altar, se sajaron con cuchillos y lancetas (muchas
veces el culto a otros dioses implica quebrantar las leyes y ordenanzas que Dios nos ha dado. Dt
14:1 prohibía que se sajaran).
Elías se burló, aunque con un sano sarcasmo, pues lo que les dijo eran cosas que se creían que
hacían los dioses; y hasta dijo porque dios es y los dejó seguir gritando hasta la hora del
sacrificio cuando ya estaban exhaustos y sin esperanzas de obtener respuesta de Baal.
Elías arregló su altar, pues no iba a hacer uso del altar de Baal ya contaminado con las oraciones
al Dios falso y muerto. El antiguo altar de Jehová estaba en ruinas pero el lo recompuso para dar
a entender que no introduciría un nuevo culto sino que quería hacer revivir la fe y el culto del
Dios de sus padres. V:31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus
de los hijos de Jacob. Aunque diez de estas tribus se habían rebelado contra Dios y se habían
adherido a Baal. Esto nos enseña que aunque veamos familiares perdidos, o una ciudad que ha
dado su espalda a Dios; podemos poner esa piedra en el altar, debemos llevar esa petición a
nuestra oración, altar personal.
Este altar fue edificado en el nombre de Jehová y Elías preparó el sacrificio. Dios mismo iba a
proveer el fuego.
Si ofrecemos sinceramente nuestro corazón a Dios. El encenderá allí con su gracia, un Fuego
Santo.
Elías mandó que se derramara agua sobre el altar, para que el milagro se hiciera más patente.
Luego se dirigió a Dios en ORACION, la otra característica para que Dios traiga un avivamiento.
Elías oró con humildad y solemnidad y apeló a la gloria de Dios V:36 sea hoy manifiesto que tú
eres Dios en Israel. Si hay algo que Dios no comparte, ni compartirá nunca es su gloria. Y apeló
también a la edificación del pueblo V:37 para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová,
eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Es el mismo Dios quien nos atrae hacia
El con sus lazos de amor, quien nos convence en nuestro corazón que necesitamos de El, quien
nos enseña y ayuda a orar y quien nos lleva a arrepentimiento.
Dios respondió y cayó fuego. Yo puedo comparar esta escena a la actualidad y a alguien
diciéndole Señor obra milagros, sanidades y prodigios, para que conozca este pueblo que tú,
eres el Dios, Si sabemos darle la gloria a El, El lo hará y solamente puede haber un resultado en
el pueblo, al ver un prodigio de Dios y es decir Jesucristo es el Señor; así como dice el V:34
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!. Y
luego de reconocerlo como Señor debe haber un cambio de conducta. Los 450 profetas de Baal
fueron ejecutados como mandaba la ley.
Y es que Dios nos pide todo o nada. Si queremos vivir un avivamiento debemos estar dispuestos
a ser los Elías de este tiempo y a orar para que Dios manifieste su poder a través del fuego.
Fuego de su Espíritu Santo.
COSAS QUE SE DEBEN HACER:

 Arrepentirse y llamar al arrepentimiento
 Ser arriesgados sin temor
 Orar con corazón sincero, reedificar el altar
 Darle toda la gloria a Dios
COSAS QUE NO SE DEBEN HACER:

 Mezclar las cosas de Dios con las del mundo
En pocas palabras hoy hay que cortarles la cabeza a todos esos profetas de Baal que aún
tenemos en nuestras vidas.

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Fanny Rojas – 27 de Julio de 2008

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