Recomendaciones SER FM DEF
Recomendaciones SER FM DEF
Recomendaciones SER FM DEF
Panel de expertos
Petra Díaz del Campo Fontecha. Unidad de Investigación. Sociedad Española de Reu-
matología. Madrid.
Eva Trillo Calvo. Medicina de Familia. Centro de Salud Campo de Belchite. Belchite,
Zaragoza.
Petra Díaz del Campo Fontecha. Unidad de Investigación. Sociedad Española de Reu-
matología. Madrid.
Métodos: Se creó un panel formado por cinco reumatólogos, una médica de fami-
lia, un psicólogo, una psiquiatra, una enfermera y una paciente con FM, previamente
seleccionados mediante una convocatoria abierta o por méritos profesionales. Las
fases del trabajo fueron: identificación de las áreas claves para la elaboración del
documento, análisis y síntesis de la evidencia científica (utilizando los niveles de evi-
dencia de SIGN) y formulación de recomendaciones a partir de esta evidencia y de
técnicas de “evaluación formal” o “juicio razonado”.
Tampoco existe un buen grado de evidencia que permita recomendar ningún tipo de
terapia alternativas o complementarias por lo que se debe hablar con el paciente so-
bre los posibles beneficios que se pueden obtener con estas terapias.
Las cirugías realizadas a los pacientes con FM muestran un número mayor de com-
plicaciones y un grado de satisfacción menor con los resultados de la cirugía por
parte del paciente por lo que se deben evitar si la indicación quirúrgica no está clara-
mente establecida.
Es imprescindible que el personal sanitario que trata a los pacientes con FM tenga
una buena formación sobre esta enfermedad para mejorar los resultados del trata-
miento y la relación con el paciente.
Results: A total of 39 recommendations address four main areas: diagnosis and prog-
nosis, unsafe or ineffective therapeutical interventions and patient and healthcare
workers education on fibromyalgia.
A good knowledge by the patient about all the fibromyalgia related aspects improves
the coping and acceptance of the disease and reduces the severity of some clinical
manifestations. Healthcare workers treating fibromyalgia should have a good training
on the disease for improving treatment results and their relationship with the patient.
Resumen ................................................................................................................... 3
1. Introducción .......................................................................................................... 6
3. Metodología .......................................................................................................... 9
8. Conclusiones ......................................................................................................... 72
Anexos ....................................................................................................................... 77
Referencias ............................................................................................................... 83
El objetivo que la SER persigue con esta revisión sistemática de la literatura es detec-
tar aquellas actuaciones comunes en la práctica clínica que pueden resultar perjudi-
ciales para el paciente con FM y, así mismo, establecer una serie recomendaciones
con el objeto de evitar un deterioro de la situación de estos pacientes.
Diseño
Cada uno de los participantes fue avalado por su sociedad para la participación en
este documento. La coordinación de los aspectos clínicos y metodológicos se reali-
zó, respectivamente, por uno de los reumatólogos, como investigador principal (IP) y
una especialista en metodología, técnico de la Unidad de Investigación (UI) de la SER.
2. Identificación de las áreas claves. Todos los miembros del grupo de trabajo parti-
ciparon para estructurar el documento y establecer los contenidos y aspectos claves.
Primero se identificaron las preguntas clínicas de investigación que podrían tener
más impacto para ofrecer información sobre el manejo de la FM. Después se fija-
ron cuáles de ellas precisaban responderse mediante formulación de pregunta PICO
(Paciente, Intervención, Comparación, “Outcome” o resultado). También se utilizó
el formato SPICE (Setting, Perspective, Intervention, Comparison, Evaluation). para
identificar evidencia cualitativa que permitiera ofrecer información desde la “pers-
pectiva de los pacientes”. Se definió además la metodología a seguir en el proceso de
elaboración de las recomendaciones.
Estructura
Recomendaciones GR
Diagnóstico y pronóstico de la FM
Tratamiento farmacológico
Intervenciones quirúrgicas
Recomendación 26: En mujeres que vayan a ser sometidas a una cirugía por
cáncer de mama, se recomienda hacer una evaluación preoperatoria sobre D
la posible existencia de fibromialgia con el objeto de predecir la aparición de
dolor neuropático en el post operatorio.
Recomendación 34: Se recomienda que los clínicos que atienden a los pa-
cientes con FM realicen, como parte de su formación, cursos específicos B
sobre comunicación, medicina centrada en el paciente o toma de decisio-
nes compartidas, para mejorar la relación con los pacientes.
4. Diagnóstico y pronóstico de la FM
Recomendación 5: Los clínicos deben tener en cuenta que el hecho de que un pa-
ciente esté diagnosticado con fibromialgia no tiene que significar que todo síntoma
nuevo que experimente sea considerado como parte de la fibromialgia (Recomen-
dación fuerte a favor).
Para algunos autores9, los pacientes con dolor musculoesquelético crónico generali-
zado que son diagnosticados de FM reciben un flaco favor puesto que se convierten
Los resultados obtenidos en estos trabajos abordan cuatro áreas diferentes: efecto
del diagnóstico en el estado de salud; uso de recursos sanitarios y costes; impacto
en la calidad de vida, y relaciones sanitarias.
Hay también varios estudios cualitativos que mediante entrevistas y grupos focales y
a través de análisis basados en la Grounded Theory, la fenomenología o la etnografía
exploran en las experiencias de pacientes con FM. Las principales conclusiones son
las siguientes:
Basados en este mismo estudio hay dos estudios posteriores. En uno de ellos valo-
raron, en los 2260 pacientes, el ahorro económico que supuso el diagnóstico de FM
comparando el uso de recursos y los costes observados con la tendencia esperada
si no se hubiera hecho el diagnóstico15. Concluyeron que no hacer el diagnóstico
supone un incremento en pruebas diagnósticas, en tratamiento farmacológico y en
visitas a AP, con un aumento del coste sanitario de unas 122£. En el otro estudio16 se
extrapolaron esos datos a Francia, demostrando también un ahorro económico acu-
mulado al final del 4º año de 53,4€/ por pacientes-año en la diminución de pruebas
diagnósticas, 14,6€ en la reducción de fármacos, 10,1€ por las visitas en especialista 19
y 73,8€ en visitas de AP; es decir, 151,9€ por pacientes-año (Nivel evidencia 3).
Hay dos estudios más con diseño antes y después que extraen la información de re-
gistros de reclamaciones en aseguradoras médicas que utilizan la clasificación CIE-
9 para la FM. En el primero se incluyeron dos cohortes, una de 27.947 pacientes de
nuevo diagnósticos y otra de 13.588 con la enfermedad establecida17. Se compararon
la cohorte de nuevos diagnósticos un año antes y un año después del diagnóstico.
Los resultados mostraron un incremento significativo de 2099$ del gasto sanitario,
traducido en incremento de la prescripción farmacológica (6% en analgésicos, 6% en
antidepresivos, 3% en ansiolíticos), el incremento de visitas a AP (7,4%) y a Reumato-
logía (5,7%) (Nivel evidencia 3). En el segundo, se incluyeron 1803 pacientes de una
base de datos de una aseguradora y se comparó también el año previo al diagnóstico
con el año posterior18. Los resultados muestran un incremento del coste sanitario de
11.049$ frente a 9.324$ que hubo el año previo al diagnóstico, con un incremento
significativo en el tratamiento del dolor. No se observaron diferencias en cuanto a
absentismo laboral o discapacidad (Nivel evidencia 3).
Impacto psíquico:
Entorno social:
Los niveles de aceptación y apoyo que reciben los pacientes, por parte de su entorno
social, suelen ser poco satisfactorios, aunque sea algo muy necesario para ellos. En
algunos estudios los participantes perciben, incluso, como otras personas despre-
cian la FM al ser considerada una condición “de la mujer”21. Por tanto, el diagnóstico
tiene una función importante para legitimar la enfermedad de los pacientes en un
entorno o contexto social más amplio27, 31.
Entorno laboral:
El diagnóstico conlleva beneficios, pero según los participantes de los estudios iden-
tificados también comporta ciertos riesgos. Tener FM significa tener una enfermedad
para la que los síntomas o signos externos no son demasiado visibles; al mismo
tiempo persiste la creencia de que los tratamientos no son muy específicos o que no
“son curativos” y por tanto su vida se va a ver alterada de forma crónica. Todo esto
unido hace que el futuro se vea con inquietud y sea difícil de entender tanto para el
propio paciente como para sus familiares20, 26, 27.
Otra representación identificada sería la del “estigma del diagnóstico”. Debido a que
existen dudas sobre la enfermedad tanto en la comunidad médica, en particular,
como en el entorno social, en general, el diagnóstico puede resolver el estigma aso-
ciado con los “síntomas inexplicables” que se sufren, pero esto es reemplazado por
el estigma asociado a padecer una enfermedad controvertida. La incertidumbre so-
bre la progresión de la enfermedad y la preocupación por el futuro les generan a los
pacientes altos niveles de estrés. Al final los pacientes manifestaban que tenían dos
opciones para sobrellevar la situación: a) justificar continuamente su diagnóstico de
FM y los síntomas asociados a ello, o b) ocultar-guardar el diagnóstico y los sínto-
mas para sí mismos25 (Confianza en la evidencia: alta).
Relaciones sanitarias
21
Interacción con los profesionales sanitarios:
Por último, se han identificado también varios estudios que no cumplen criterios
de inclusión, pero pueden aportar información complementaria en otros aspectos
relacionados con el papel del diagnóstico de la FM. Hay una RS que confirma que
Los diferentes estudios muestran una gran consistencia sobre los innegables bene-
ficios que supone para el paciente el hecho de establecer el diagnóstico de FM, en
relación a la mayoría de las variables analizadas.
Los datos del tratamiento farmacológico en los pacientes con FM muestran unos
resultados pobres para el control de las manifestaciones clínicas o la mejoría de la
calidad de vida de estos pacientes35. Los principales estudios muestran en general
una mejoría del 33% de la gravedad de las variables analizadas en tan solo un tercio
de los pacientes36.
Sin embargo, otros muchos medicamentos sobre los que no existe una evidencia
sólida en cuanto la eficacia en estos pacientes, se añaden con frecuencia haciendo
que el tratamiento farmacológico combinado con más de tres medicamentos sea
una realidad hasta en el 30% de estos pacientes37 y que el consumo de cinco o más
medicamentos (polimedicación) esté presente hasta en el 40% de los casos38.
El uso de AINE es muy común en pacientes con FM y los llegan a utilizar más del 40%
de los mismos39. Sus potenciales efectos adversos a nivel gastrointestinal, renal y
cardiovascular40 comportan que su uso deba racionalizarse.
Los opioides mayores para el tratamiento del dolor crónico no oncológico ha au-
mentado de forma dramática en las últimas décadas41, de manera que son utiliza-
dos hasta por el 27% de estos pacientes42. La posibilidad de efectos secundarios y
de interacciones importantes entre medicamentos en esta situación no es por tanto
despreciable y vendría a agravar las manifestaciones clínicas de las personas con
FM. Así, por ejemplo, en los pacientes consumidores de opioides mayores se ha com-
probado que solamente con la supresión de los opioides mayores se produce una
mejoría de las manifestaciones clínicas de la FM41. 24
Entre los medicamentos más frecuentemente utilizados por los pacientes con FM
figuran los AINE, benzodiacepinas, fármacos Z, algunos anticonvulsivantes y opioi-
des mayores. Es necesario evaluar qué medicamentos, o combinaciones de medi-
camentos, utilizados de forma más frecuente no han demostrado eficacia o segu-
ridad en estos pacientes.
La evidencia identificada para esta pregunta es escasa. Se han localizado solo una
RS que evalúa la eficacia y seguridad de los AINE, otra RS que evalúa los anticon-
vulsivantes, otra más que evalúa combinaciones farmacológicas y una última que
evalúa la oxicodona.
AINE
Hay una RS de ECA43 que tiene como objetivo evaluar la eficacia analgésica, tolerabi-
lidad y seguridad de los AINE, en administración oral, para la FM en adultos. Los me-
dicamentos evaluados en los 6 ECA incluidos fueron etoricoxib 90 mg/día, ibuprofeno
2400 mg/día, naproxeno 1000 mg/día y tenoxicam 20 mg/día. En todos los estudios
se comparaba un único AINE frente a placebo y la duración del tratamiento variaba de
3 a 8 semanas. Las principales variables de resultado evaluadas fueron: reducciones
del 50% y del 30% en la Escala Visual Analógica (EVA) del dolor y efectos adversos. Se
En cuanto al uso de opioides mayores para pacientes con FM, solamente se ha iden-
tificado una RS de ECA cuyo objetivo fue evaluar la eficacia analgésica y seguridad
de la oxicodona44. Los criterios de inclusión eran evaluar ECA de 8 o más semanas de
duración que compararan la eficacia en reducir el dolor de oxicodona, sola o combina-
da, frente a placebo u otro tratamiento activo, en pacientes con FM. Las variables de
resultado que se consideraron fueron: reducción del dolor del 50% o del 30% sobre el 25
valor inicial; mejoría de la escala Patient Global Impression of Change (PGIC); eventos
adversos serios o cualquier tipo de evento adverso, u específicos como somnolencia
y mareo y perdidas por falta de eficacia o debida a eventos adversos serios. La RS no
identificó ningún estudio que cumpliera los criterios de inclusión considerados. Los
autores concluyeron que no hay evidencia avalada por ECA que soporte o descarte
la eficacia de la oxicodona sola o en combinación con naloxona en la reducción del
dolor de pacientes con FM (Nivel evidencia 1++).
Combinación de medicamentos
Hay una RS de ECA46 cuyo objetivo fue evaluar la eficacia, seguridad y tolerabilidad del
tratamiento farmacológico combinado frente a monoterapia, placebo o ambos, para
el dolor en pacientes adultos con FM. Las variables de resultado consideradas fue-
ron: reducción del dolor del 50% o del 30% sobre el valor inicial; mejoría de la escala
26
Anticonvulsivantes
Se ha identificado una revisión de RS47 cuyo objetivo fue evaluar la eficacia analgé-
sica y seguridad de los medicamentos antiepilépticos en el dolor neuropático y la
FM. Se incluyeron como criterio de inclusión todas aquellas RS Cochrane de ECA
que evaluaban cualquier fármaco antiepiléptico para el tratamiento del dolor neu-
ropático y la FM comparadas con placebo. Las variables de resultado primarias y
secundarias consideradas fueron: reducción del dolor del 50% o del 30% sobre el
valor inicial; mejoría excelente o muy buena de la escala PGIC; eventos adversos
serios, cualquier tipo de evento adverso u otros eventos adversos específicos como
somnolencia o mareo y retiradas por falta de eficacia o debidas a eventos adversos.
Finalmente, se incluyeron 10 RS que evaluaban la eficacia de los siguientes anticon-
vulsivantes: carbamacepina48; clonazepam49; gabapentina50; lacosamida51; lamotri- 30
gina52; oxcarbacepina53; fenitoína54; pregabalina55; topiramato56 y ácido valproico57.
Los resultados muestran una falta de efecto de la lacosamida 400 mg (RR: 1,1 (0,8
a 1,6)) y la lamotrigina 200 a 400 mg (RR: 1,1 (0,8 a 1,4)) en la reducción del 50% del
dolor. Los autores concluyen que la lamotrigina y lacosamida no son eficaces y que
para otros medicamentos antiepilépticos (carbamazepina, clonazepam, fenitoína,
valproato), no se ha detectado evidencia de un efecto o la evidencia de efecto es
insuficiente (Nivel evidencia 1++).
Benzodiacepinas
Fármacos Z
En relación a los opioides mayores, aunque no hay evidencia suficiente para aconse-
jar o desaconsejar su uso en el tratamiento de la FM, el grupo elaborador considera
que no deberían utilizarse por los efectos adversos graves que recientemente se es-
tán describiendo con este tipo de fármacos.
Recomendación 14: Aunque en algunos estudios parece que la nabilona puede ser
más eficaz que la amitriptilina para mejorar la calidad de sueño, no se recomienda su
uso en pacientes con fibromialgia debido a una mayor frecuencia de efectos adver-
sos (Recomendación grado √).
Las MAC se definen como las intervenciones de “... diagnóstico, tratamiento y / o pre-
vención que complementan la medicina convencional al contribuir a un todo común,
al satisfacer una demanda no satisfecha por la ortodoxia o al diversificar los marcos
conceptuales de la medicina”58.
En la comparación entre tDCS global frente a rTMS global en la variable dolor, la rTMS
presentó un mayor tamaño del efecto en comparación con tDCS (0,698 y 0,568, res-
pectivamente; p<0,0001). En ambos tipos de estimulación no invasiva, la localización 34
M1 supuso mayor tamaño de efecto en la reducción del dolor que la localización DL-
PFC (0,709 frente a 0,693, respectivamente; p≤0,0001)60 (nivel de evidencia 1+).
Como conclusión, los estudios con estimulación cerebral no invasiva muestran una
mejoría en varias de las variables analizadas, aunque la evidencia está limitada por
el tamaño muestral y sesgos potenciales como para extraer conclusiones robustas
sobre su efectividad. Por otra parte, si se considera en 1,5 puntos la diferencia de
dolor entre tratamientos para calificarlos clínicamente significativos65, la relevancia
clínica real de la estimulación cerebral es bastante dudosa ya que en ninguno de los
estudios se alcanzó esta diferencia, aunque el cambio fuese estadísticamente signi-
ficativo frente a placebo.
En el segundo ECA73 (n= 39), las sesiones de TENS se realizaron en doble o simple lo-
calización axial frente a placebo. Encuentran una reducción de la intensidad de dolor
media, con diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos TENS y
placebo (p< 0,02). También el grupo de TENS (doble o única localización) presentaba
menor consumo de diclofenaco (p< 0,05) y mayor calidad de sueño (p< 0,05) frente a
placebo (Nivel de evidencia 1- ).
Según uno de los ECA anteriores72, el TENS redujo de forma significativa la intensidad
del dolor en movimiento, pero no hubo diferencias significativas para la intensidad
del dolor en reposo. Además, TENS incrementó el umbral doloroso de presión en la
regiones lumbar, cervical y tibial anterior (p<0,05). También los pacientes que recibían
TENS presentaban menor cansancio, durante el test de los 6 minutos marcha, que
los pacientes del grupo sin tratamiento (p<0,001), pero no encontraron diferencias en
reposo. (Nivel de evidencia 1+).
3. Canabinoides
Como limitaciones de los estudios cabe destacar que ambos fueron parcialmente fi-
nanciados por el laboratorio propietario de la nabilona y la calidad de la evidencia para
la eficacia, tolerabilidad y seguridad del tratamiento con nabilona en FM es muy baja.
4. Homeopatía
Hay una RS que evalúa la seguridad y eficacia de la quiropraxia58, que incluye a su vez
una RS sobre quiropraxia86 con tres ECA y un ensayo no aleatorizado. En los ECA no
se produjo un efecto sobre el dolor, y en el estudio cuasi-experimental se informó de
una reducción del 34% del dolor en el grupo de pacientes que recibió tratamiento qui-
ropráctico frente a una reducción del 26% en el grupo de control. Además de la baja
calidad metodológica de los ECA y la escasez de información sobre la metodología
utilizada en la revisión, los autores concluyen que la evidencia es insuficiente para
establecer la efectividad del tratamiento quiropráctico para la FM. Hay otra revisión
de RS que coincide con estas conclusiones87 (Nivel de evidencia 1-).
En otra RS90 se incluyeron dos ECA adicionales que fueron muy brevemente descritos,
donde la terapia magnética era administrada durante el sueño mediante equipos de-
nominados “sleeping pads”, sin que se encontraran diferencias significativas frente a
placebo (Nivel de evidencia 1-).
8. Masaje terapéutico 39
En uno de los ensayos no aleatorizado incluido, con alto riesgo de sesgo realizado en
12 pacientes, sobre liberación miofascial frente a masaje sueco, no se hallaron dife-
rencias en las variables entre los grupos (Nivel de evidencia 1-).
Otro ECA incluido evaluó el masaje del tejido conectivo frente a drenaje linfático en
53 mujeres. Se evaluaron el dolor, el umbral doloroso de presión, fatiga, rigidez, an-
siedad, depresión, sueño y CVRS, medidos inmediatamente después del tratamiento,
obteniendo que el masaje del tejido conectivo era inferior al drenaje linfático ma-
nual, con diferencias estadísticamente significativas en la rigidez, la depresión y la
CVRS cuando se midió con FIQ, pero no con el cuestionario Nottingham Health Profile
(NHP) (Nivel de evidencia 1+).
Por último, las conclusiones de los autores de las cuatro RS son coincidentes en el
efecto probablemente beneficioso a corto plazo de algunas terapias de masaje en
pacientes con FM. Aunque existen diferencias significativas de las variables analiza-
das, el tamaño del efecto en la variable de dolor es muy bajo por lo que resulta más
que dudoso su verdadero significado clínico. Con el resto de las variables clínicas, se
observan así mismo diferencias muy escasas de dudosa significación clínica.
Se ha identificado una RS que incluyó dos estudios sobre el efecto de las llamadas
terapias energéticas90. El principio de este grupo de terapias implica la curación me-
diante manipulación de la energía alrededor del paciente, sin llegar a tocarlo, como
en el caso del Reiki, o mediante un ligero contacto físico, como en el toque terapéu-
tico o curativo. La información que proporciona la RS es escasa, comentando que la
intervención consistió en Reiki y toque terapéutico frente a placebo o tratamiento si-
mulado respectivamente, sin que la diferencia (DME) con el grupo control en ninguna
de las dos intervenciones fuera estadísticamente significativa en la variable principal
dolor (Nivel de evidencia 1+).
Por último, se han identificado varios estudios que no cumplen criterios de inclusión,
pero pueden aportar información complementaria para pacientes con FM en aspec-
tos relacionados con la utilización de las CAM.
En cuanto a la punción seca, hay una RS que evalúa el uso de la punción seca en
puntos gatillo de diferentes zonas del cuerpo para el tratamiento del dolor miofascial.
Varios de los ensayos incluidos dejan fuera de forma explícita a los pacientes con o
sospechosos de FM100. Los autores informan que, de los 19 estudios identificados,
Dentro de las MAC evaluadas, los resultados que mayor consistencia muestran son
los relativos a la estimulación cerebral no invasiva. Sin embargo, tanto en la estimu-
lación eléctrica, como en la estimulación magnética, hay una importante heteroge-
neidad en la metodología de la aplicación de las intervenciones.
Los trabajos sobre TENS son menos consistentes. En general, los estudios adolecen
de importantes riesgos de sesgo y tamaños muestrales pequeños y en los resulta-
El grupo elaborador considera que los resultados de los estudios de las diversas MAC
evaluadas no favorecen una aplicación directa en nuestro sistema de la sanidad pú-
blica al no haberse demostrado una eficacia clara. En el terreno de la medicina pri-
vada, existen más probabilidades de su utilización, aunque esto favorece a su vez un
mayor riesgo de intrusismo profesional en el tratamiento de los pacientes con FM.
Las MAC estudiadas tiene un papel de seguridad aceptable, con excepción de la na-
bilona y de la quiropraxia, lo que facilita su utilización, aun sin que exista ninguna 43
evidencia sobre su eficacia.
El análisis efectuado en esta revisión da soporte a los profesionales que cuidan a los
pacientes con FM a la hora de aconsejar o desaconsejar ciertas MAC, basándose en
la triple balanza de eficacia, seguridad y economía.
Recomendación 26: En mujeres que vayan a ser sometidas a una cirugía por cáncer
de mama, se recomienda hacer una evaluación preoperatoria sobre la posible exis-
tencia de fibromialgia con el objeto de predecir la aparición de dolor neuropático en el
post operatorio (Recomendación grado D).
Hay dos estudios que evalúan la satisfacción con la cirugía en pacientes con FM in-
tervenidos con una artroplastia total de rodilla. En el primero se incluyó una cohorte
de 110 pacientes (141 rodillas intervenidas)110. Después de un seguimiento mínimo
de 2 años, un 82% de los pacientes manifestaron mejorías, el 5% informaron que
no habían mejorado y un 2% dijeron que sus rodillas habían empeorado después
de la operación. En un 9% la información no se pudo valorar. Con estos resultados
no se puede afirmar de una evolución diferente o mala tras la cirugía protésica en
los pacientes con FM (Nivel evidencia 3). En el segundo estudio se incluyeron 59
pacientes con FM (90 rodillas intervenidas) y un grupo control de similares carac-
terísticas demográficas sin FM111. Después de un seguimiento medio de 3,4 años,
los pacientes con FM estaban menos satisfechos con la cirugía en general que los
pacientes de control (p=0,0042); a pesar de un aumento comparable en el resultado
funcional porque tanto unos como otros mostraron resultados comparables en el
SF-36 después de la cirugía. Los autores concluyen que, como los pacientes con
FM parecen mostrar una mejoría comparable a la de los controles después de la
Hay también otro estudio, cuyo objetivo era identificar factores asociados a fracaso
de tratamiento quirúrgico de incontinencia urinaria de esfuerzo, con cinta suburetral
transobturatriz (TOT)112. Se incluyeron 302 mujeres intervenidas. Las pacientes con
FM tenían una probabilidad de fracaso del 33% frente al 17% de los pacientes que no
la padecen; sin embargo, la diferencia no fue estadísticamente significativa (p=0,47)
(Nivel evidencia 3).
Dolor postoperatorio 46
Por último, se han identificado también varios estudios observacionales que no cum-
plen criterios de inclusión, al no ofrecer datos específicos sobre el número de pa-
cientes con FM o no especificar adecuadamente los criterios de diagnóstico de los
mismos. Sin embargo, se ha considerado que aportan información complementaria
sobre resultados obtenidos en otros tipos de intervenciones quirúrgicas que se reali-
zan con frecuencia en esta población.
Al tratar de identificar cuáles eran los factores que podrían predisponen a unos re-
sultados menos que satisfactorios después de la liberación del túnel carpiano por vía
endoscópica124, 23 intervenciones, de las 100 realizadas, correspondían a pacientes
con síndrome de dolor miofascial o FM, factores preoperatorios asociados con una
mayor probabilidad de resultados insatisfactorios (p<0,05). Aunque los síntomas del
síndrome del túnel carpiano pueden aliviarse en gran medida mediante la cirugía, los
síndromes de dolor residual pueden impedir el funcionamiento adecuado, el uso de
la extremidad y un resultado satisfactorio. Los autores concluyen que, a pesar de la
probabilidad reseñada, se siguen obteniendo resultados satisfactorios en la mayoría
de estos pacientes.
Hay otro estudio que tenía por objetivo determinar qué factores diferencian a los pa-
cientes que obtienen un buen resultado frente a los que no, después del tratamiento
del síndrome del desfiladero torácico126. Se incluyeron 85 pacientes que habían teni-
do un seguimiento mínimo de 6 meses después de haberles realizado bien un blo-
queo con toxina botulínica (infiltración) o la resección de la primera costilla (cirugía).
Había una mayor probabilidad de que los pacientes no respondieran a la intervención
cuando tenían un diagnóstico de comorbilidad con otro síndrome de dolor generali-
zado como la FM.
Por último, un registro prospectivo de pacientes con gastroparesia127 tenía por obje-
tivo evaluar si la presentación clínica de los pacientes con gastroparesia (diabética o
idiopática) difiere entre pacientes con y sin colecistectomía previa. En total se incluye-
ron 391 pacientes, 142 con colecistectomía y 249 sin colecistectomía. Los pacientes
con colecistectomía presentaban mayor comorbilidad, entre otras antecedentes de FM.
Los diferentes estudios analizados en pacientes con FM muestran una gran consis-
tencia en la similitud de resultados, de las cirugías en general, con los pacientes sin
Para el grupo elaborador es importante destacar que lo que se pretende con estas
recomendaciones es que las indicaciones quirúrgicas estén siempre correctamente
establecidas en un paciente con FM, de forma que se pueda beneficiar de la solución
quirúrgica y evitar que aparezcan complicaciones postquirúrgicas innecesarias.
50
Recomendación 28: Se recomienda que los pacientes con fibromialgia reciban infor-
mación sobre su enfermedad o realicen intervenciones educativas como parte del
tratamiento, para mejorar algunas de las manifestaciones clínicas como el dolor, cali-
dad de vida, impacto de la enfermedad, ansiedad, conocimiento de la enfermedad y su
tratamiento, automanejo y aceptación de la enfermedad (Recomendación grado A).
Se han identificado así 12 ECA131-142, 7 de los cuales estaban incluidos en una RS143.
También se han identificado otros 7 estudios cualitativos21, 23, 144-148. La mayoría de los
estudios presentan calidad alta o media.
Manifestaciones clínicas
Dolor
Otro ECA132 evalúo el efecto, entre varias intervenciones, de una educación grupal en
autogestión, afrontamiento a la enfermedad, energía y nutrición (1 vez/sem. 2h x 12
sem.) (n=48) frente a un grupo control que recibió una página de instrucciones para
estiramientos básicos y 5 ítems relacionados con estrategias generales de afronta-
miento (n=39). Hacen un análisis de resultados, pero el alto número de pérdidas en
ambos (56% y 54% respectivamente) y un cegamiento deficiente que pudo afectar a
la adherencia de los pacientes a los grupos que no recibían ejercicio, hacen que sus
Ansiedad
También todos los grupos mejoraron la ansiedad por el dolor (PASS-20), sin que se
hallaran diferencias estadísticamente significativas entre los 4 grupos evaluados (3
intervenciones educativas en neurociencia del dolor y una intervención control en
educación biomédica)133 (Nivel de evidencia 1+).
Marcadores biológicos
Por último, se resumen los resultados obtenidos con respecto a esta variable en los
estudios ya citados:
―― Todos los grupos mejoraron, sin que se hallaran diferencias estadísticamente sig-
nificativas entre los 4 grupos evaluados (3 intervenciones educativas en neuro-
ciencia del dolor y una intervención control en educación biomédica), evaluados
en el cuestionario de CVRS (FIQ)133 (Nivel de evidencia 1+).
Hay además 4 estudios cualitativos que analizan las opiniones y experiencias de pa-
cientes con FM tras haber recibido información sobre la enfermedad en distintos pro-
gramas de educación:
Frecuentación sanitaria
Beneficios: Una parte de los pacientes considera beneficioso pertenecer a una aso- 59
ciación de pacientes. Para ellos, reunirse con otras personas que también tienen FM
es algo muy valioso. “Los iguales” son personas con similares experiencias y que
entienden el mismo lenguaje; por tanto, esto supone una ayuda para la superación de
la propia enfermedad. La actitud se vuelve más positiva, lo que contribuye a “convivir
mejor con las dolencias”. Además, el hecho de conocer a otras personas con una si-
tuación aún peor contribuye a ver la enfermedad desde una mejor perspectiva.
Algunos de los estudios que obtienen conclusiones en este sentido se han descrito
anteriormente23, 144. También hay otro estudio146, realizado con entrevistas grupales
a 8 mujeres con FM, después de la asistencia a un taller informativo y un análisis
descriptivo de las mismas, y el estudio de Asbring 200221, realizado con la misma
población que Abring 2004, pero con el objetivo de investigar la estigmatización de la
enfermedad y las estrategias que utilizan los pacientes para evitar el estigma provo-
cado (Confianza en la evidencia: alta).
Son dos los estudios en este sentido, uno ya comentado21, , y otro147 que mediante 8
Entre los estudios cuantitativos se han identificado algunos que evaluaban educación
más otras intervenciones terapéuticas como el ejercicio y actividad física. Dado que
es frecuente que los pacientes afectados por la FM reciban intervenciones multicom-
ponente, a continuación, se exponen los resultados de este tipo de intervención. Hay
cuatro estudios incluidos en una RS143. En el primero149, con la combinación de ejer-
cicios (entrenamiento de fuerza, ejercicios aeróbicos y de flexibilidad) y educación,
se muestra una mejora significativamente mayor en comparación con la educación
o el ejercicio aplicados separadamente en los síntomas de la FM. Otros dos ensayos,
que se centraron en la combinación del ejercicio en grupo y la educación, muestran
también que el programa de ejercicio-educación obtenía una mejora significativa en
el estado de salud, la calidad de vida y la satisfacción de esta población150, 151. En otro
ECA152, se encontraron mejoras significativas pre-post en todas las variables (esca-
la de Beck, cuestionario FIQ, otras variables subjetivas mediante escala EVA) en el
grupo de intervención educativa + ejercicio aeróbico suave, no siendo así en el grupo 60
control que recibió solamente folletos. Los autores de la RS concluyen que, sobre la
base del número limitado de artículos que tratan exclusivamente de la educación,
no se ha demostrado la utilidad de la educación sobre el dolor en sí misma como
un componente importante en los pacientes a los que se les ha diagnosticado la FM
y, sin embargo, hay pruebas sólidas que apoyan la eficacia de la combinación de la
educación del paciente con otros tipos de terapia como el ejercicio/actividad física.
Entre los estudios cualitativos hay un artículo153, que describe cómo un programa de
educación en salud domiciliaria, impartido por enfermería, puede integrar la enseñan-
za del automanejo. Se trata solo de una enferma con FM con resultados positivos en
una mejoría de la función física, el control del dolor, la disminución de los signos de
depresión, independencia funcional y mejoría del FIQ. Hay otro estudio25, cuyo obje-
tivo fue documentar las experiencias de las personas que viven con una enfermedad
crónica como la FM. Se señala que uno de los pasos más importantes para reducir
el estigma que expresan las personas con FM es la identificación de cuáles son los
profesionales sanitarios que tienen los conocimientos suficientes para proporcionar
el apoyo y la información que estas personas necesitan. Otro estudio más154, evalúa
los recursos de información online existentes sobre FM, en cuanto a su contenido,
calidad y legibilidad, mediante el uso de herramientas estandarizadas de calidad y
legibilidad. Concluyen que los sitios web de mayor calidad tienden a ser los menos
legibles para la población en general y que los recursos de información online sobre
la FM no proporcionan una información completa sobre la enfermedad, además de
El grupo elaborador considera que los estudios identificados, tanto de tipo cuantitati-
vo como cualitativo, muestran una gran consistencia sobre la importancia que tienen
los programas de educación e información para que los pacientes con FM manejen
su enfermedad en las mejores condiciones posibles. Existen diferentes programas
de educación e información sin que se pueda establecer una clara superioridad de
ninguno de ellos, con la excepción de los simples folletos informativos que no resul-
tan eficaces.
Los resultados de los estudios identificados podrían ser de aplicación directa a nues-
tro sistema sanitario ya que las características y la prevalencia de la FM en nuestra po-
blación es similar a la de otros países donde se han realizado la mayoría de estudios.
El grupo elaborador considera que los pacientes con FM se pueden beneficiar clara-
mente de los programas de educación e información sobre su enfermedad. Un pa-
ciente conocedor de las limitaciones que le impone la FM y de los recursos que se
pueden utilizar, tanto por el paciente como por el facultativo que le trata, para manejar
la enfermedad, es un paciente con un pronóstico mejor a corto y largo plazo.
Recomendación 34: Se recomienda que los clínicos que atienden a los pacientes con
FM realicen, como parte de su formación, cursos específicos sobre comunicación,
medicina centrada en el paciente o toma de decisiones compartidas, para mejorar la
relación con los pacientes (Recomendación grado B).
Recomendación 37: Para mejorar el proceso terapéutico de los pacientes con fibro-
mialgia, debería incluirse dentro de la formación específica de los clínicos, informa-
ción sobre las distintas opciones de tratamiento existentes y también sobre las tera-
pias que resultan ineficaces frente a la enfermedad (Recomendación fuerte a favor).
Recomendación 38: Se recomienda que los programas docentes dirigidos a los estu-
diantes de medicina incluyan una formación específica sobre los aspectos diagnós-
ticos y terapéuticos en la FM, con el objeto de mejorar la disposición futura a tratar
pacientes con esta enfermedad (Recomendación grado B).
Desde el punto de vista de la propia enfermedad, se ha visto que este grado de insa-
tisfacción en los pacientes conduce a un deterioro de la calidad de vida y de la capa-
cidad física funcional158.
Varias encuestas muestran las limitaciones de algunos de los especialistas para es-
tablecer el diagnóstico de FM, siendo los médicos de AP los que mayores dificultades
refieren, y los reumatólogos los que se encuentran en mejores condiciones de esta-
blecer el diagnóstico diferencial con otras enfermedades159.
Es importante, por tanto, poder evaluar el impacto que tienen los programas de for-
mación específicos sobre FM dirigidos a los profesionales de la salud, de cara a iden-
tificar su papel en la mejoría en la calidad de vida y pronóstico de la enfermedad
en estos pacientes, así como un posible impacto positivo en el uso de los recursos
sanitarios.
Los resultados obtenidos en los estudios abordan cinco áreas diferentes: atención
clínica, manifestaciones clínicas, tratamiento de la enfermedad, impacto en la calidad
de vida y recorrido asistencial.
Atención clínica
Para valorar los resultados en los pacientes estos eran contactados telefónicamente
por un evaluador externo, 1-2 meses tras el encuentro médico-paciente, y contesta-
ban 3 preguntas de seguimiento sobre la interacción que habían tenido con el médico.
Cuando se compara la intervención frente al grupo control, se encuentran efectos sig-
nificativos en una comunicación más fluida con el médico (p= 0,03), una información
más comprensible sobre la enfermedad (p=0,001) y una muestra de mayor atención
y consideración hacia las opiniones de los pacientes por parte del médico (p= 0,004)
Para valorar los resultados en los médicos, todos ellos participan en un encuentro
video grabado con un actor que imita a un paciente tipo de FM (role-playing o juego
de rol). Un evaluador externo valora los resultados obtenidos en el área de “medici-
na centrada en el paciente” mediante el cuestionario GATHARES-CP ―13 preguntas
centradas en las áreas de empatía y enfoque psicosocial del médico; exploración de
las creencias del paciente y búsqueda de puntos en común; bidireccionalidad en la
comunicación, e impacto en la vida diaria―. Los resultados indican una mejor apro-
ximación centrada en el paciente en el grupo de médicos entrenados (p<0,01). Los
autores concluyeron que la formación médica en cuanto a la interacción médico pa-
ciente “centrada en el paciente” mejora las habilidades y estrategias del médico en el
tratamiento de pacientes con FM, tanto en el ámbito experimental e inmediatamente 64
tras la formación, como en su práctica clínica habitual durante la cual se mantiene el
efecto al menos hasta 1 año (Nivel de evidencia 1+).
El otro ECA se realizó con grupos paralelos de pacientes, entre 18 y 75 años de edad,
reclutados en consultas ambulatorias de reumatología de Alemania161. Eran personas
que acudían a una primera consulta de reumatología por dolor musculoesquelético
generalizado, donde se les confirmaba o no el diagnóstico de FM. Se incluyeron sólo
los diagnósticos confirmados y con datos completos (n=67). Todos los pacientes
recibían un módulo de información virtual, sobre diferentes aspectos de la FM: sínto-
mas, diagnóstico, patogenia, opciones terapéuticas y pronóstico de la enfermedad.
Posteriormente, el grupo 1 (n=34) era atendido por un grupo de 4 médicos que habían
recibido formación específica en “toma de decisiones compartidas con el paciente”
(grupo SDM, de shared decission making). El programa SDM constaba de 12 sesio-
nes presenciales de 1,5 h de duración que incluía charlas interactivas, role playing y
entrenamiento personal en lenguaje verbal y no verbal. El grupo 2 (n=33) era atendido
por 6 médicos que no habían recibido la formación. Ambos grupos se comparan a su
vez con un tercer grupo de 44 pacientes no aleatorizados, tratados por 3 médicos que
mantenían seguimiento según práctica clínica habitual (sin formación específica so-
bre FM ni sobre “toma de decisiones compartidas”). Los 3 grupos de pacientes eran
comparables desde el punto de vista de género, edad, status socioeconómico y va-
riables relacionadas con salud: intensidad del dolor (escala EVA); depresión (escala
CES-D); capacidad funcional (cuestionario FFbH), y estado de salud general (SF-12).
Para valorar los resultados desde el punto de vista de los médicos se utiliza la es-
cala DDPRQ (Difficult Doctor Patient Relationship Questionnaire). Los médicos que
atendían al grupo 1, es decir, aquellos que habían recibido la formación específica en
“toma de decisiones compartida”, encontraron la relación con sus pacientes “menos
difícil” que aquellos que atendían a pacientes del grupo 2 (médicos sin formación
específica) (p< 0,01). Esta diferencia entre grupos permanecía estable a lo largo del
tiempo. Al comparar el grupo 1 con el grupo 3 (práctica clínica habitual), los médicos
del grupo 1 de nuevo referían menos dificultades en la relación médico- paciente, re-
sultando esta diferencia significativa (p< 0,001) (Nivel de evidencia 1++).
Hay además un estudio cuasi experimental (diseño “antes y después”) para evaluar la
efectividad de una intervención formativa temprana en la modificación de la actitud
de 43 estudiantes de tercer curso de medicina hacia pacientes con FM y SFC163. Los
estudiantes fueron entrevistados antes y después de participar en un programa edu-
cacional que consistía en una interacción con un paciente de FM/SFC, a quien podían 66
preguntar sobre su enfermedad.
Tras ello recibían información teórica sobre aspectos de diagnóstico o de cómo des-
terrar los mitos y conceptos erróneos existentes sobre los pacientes con FM y SFC.
Posteriormente hubo una mesa redonda sobre la interacción con el paciente. El obje-
tivo final de la intervención era ayudar a los estudiantes a: adquirir competencias en
el diagnóstico de la FM según los criterios ACR; familiarizarse con las diversas opcio-
nes existentes de tratamiento farmacológico y no farmacológico, y comprender como
pueden integrarse un enfoque convencional y un enfoque más alternativo o comple-
mentario en el manejo de los pacientes con FM y SFC. Antes y después de la interven-
ción formativa los estudiantes cumplimentaban un cuestionario de evaluación.
Como resultados, tras la intervención el 23,3% de los estudiantes se sentían más có-
modos diagnosticando y tratando la FM (p<0,001), y se mostraban significativamente
más dispuestos a tratar pacientes con FM en un 26,9% (p< 0,01). También se observó
que tras la intervención cambió la percepción del 50% de los estudiantes que antes
no consideraban a la FM como enfermedad con entidad propia; aunque no fue esta-
dísticamente significativo. Los autores concluyen que la intervención educacional
descrita ayudó en torno al 50% de estudiantes a sentirse más cómodos diagnosti-
cando y tratando pacientes con FM. También mejoró la disposición de los estudian-
tes a tratar pacientes con FM en torno al 25%. No hubo cambios significativos en la
percepción de la enfermedad (Nivel de evidencia 1+).
Manifestaciones clínicas
Uno de los estudios ya citados161 dentro de los objetivos secundarios evalúa las me-
didas de desenlace en términos de salud según la perspectiva de los pacientes. Como
resultados, no se encuentran diferencias entre los 3 grupos de intervención (grupo 1:
formación específica a los profesionales; grupo 2: sólo información a los pacientes; 67
grupo 3: grupo control procedente de práctica clínica habitual sin intervención), en
cuanto a la intensidad del dolor, la capacidad funcional o el estado de salud general.
Hubo tendencia a la mejoría de la depresión a lo largo del tiempo, pero este hallazgo
se observa simultáneamente en los 3 grupos de comparación; es decir, también en el
grupo control (Nivel de evidencia 1++).
Manejo de la enfermedad:
Del mismo estudio161 se muestra además que los pacientes, que reciben una atención
sanitaria con clínicos que han recibido formación sobre la enfermedad, declaran que
su capacidad para sobrellevar el dolor mejora. Aprenden a capacitarse para afrontar
el dolor desde perspectivas diferentes y por tanto a un mejor automanejo o afronta-
miento de los síntomas; por ejemplo, no esperan hasta que el dolor se vuelva inso-
portable antes de tomar las medidas más oportunas (Confianza en la evidencia: alta).
Tratamiento de la enfermedad
Perspectiva de futuro:
Los pacientes que son atendidos por clínicos que han recibido formación sobre la
enfermedad, revelan una participación más activa durante todo el proceso de trata-
miento. Lo que se traduce en la adopción de una visión positiva cuando se piensa en
el futuro con FM y en la elaboración de planes para participar activamente a lo largo
del transcurso de la enfermedad161 (Confianza en la evidencia: alta). 69
Recorrido asistencial
Los pacientes expresan la falta de formación de los clínicos que les atienden como
una relación inversamente proporcional a la edad del médico (a mayor edad menor
grado de formación sobre la enfermedad); aunque también influye el nivel asistencial.
Así, por ejemplo, los participantes de un estudio realizado en Reino Unido30, donde la
derivación desde AP al reumatólogo, para el diagnóstico y el tratamiento inicial, es el
recorrido normal para las personas con sospecha de FM, los pacientes expresaron
muy pocos progresos en sus consultas con los médicos de AP. Las causas se debían
bien a que las opciones de tratamiento indicadas no eran satisfactorias o bien a que
los clínicos cuestionaban continuamente la condición de su enfermedad (Confianza
en la evidencia: moderada).
Por último, se han identificado seis estudios más que no cumplen criterios de inclu-
sión, pero pueden aportar información complementaria en otros aspectos relaciona-
dos con los programas de formación sobre la FM para clínicos.
Además otro estudio analiza los resultados de cuatro artículos de diseño cualitativo,
previamente publicados y basados en las entrevistas a 10 mujeres con dolor crónico
(cinco de ellas con FM), y compara las experiencias negativas o perjudiciales frente
a los efectos de las experiencias positivas, de algunas consultas médicas, con el ob-
jetivo de identificar qué puede potenciar el cambio a mejor167. La falta de capacidad
de algunos clínicos para reconocer la FM significa, en muchos casos, admitir que hay
una deficiencia de conocimientos médicos sobre la enfermedad. Cuando los médicos
tienen formación y suficiente conocimiento sobre la enfermedad, el empoderamiento
de los pacientes frente a la FM aumenta, en el caso contrario lo que crece es el senti-
miento de vulnerabilidad, cuando acuden a las consultas.
El grupo elaborador considera que los resultados de todos los estudios seleccio-
nados son consistentes a la hora de proporcionar evidencia de que a pesar de las
barreras que puedan encontrarse, los programas de formación en FM dirigidos a los
clínicos son eficaces a la hora de mejorar la calidad de la relación médico-paciente,
tanto desde el punto de vista del paciente como del médico o profesional sanitario 71
implicado.
Una de las primeras conclusiones que se han obtenido con esta revisión es acerca
de la importancia de hacer el diagnóstico de FM. Alejado de las creencias de algunos
médicos, que consideran que el diagnóstico agrava la situación del paciente y del
propio sistema sanitario10, nuestra revisión sistemática de la literatura nos muestra
todo lo contrario: el paciente mejora con el diagnóstico, se siente más seguro para 72
afrontar su enfermedad y esto redunda en una presión menor del sistema sanitario
con una reducción del coste económico.
Tampoco hemos encontrado una evidencia sólida que justifique la frecuente asocia-
ción de varios fármacos para tratar a estos pacientes. La polimedicación es muy fre-
cuente entre los pacientes con FM y es conocido que esta medida agrava por lo general
la situación de cualquier enfermo por los múltiples efectos adversos y las frecuentes
interacciones entre los fármacos37. Es importante tener en cuenta este aspecto y uti-
lizar exclusivamente aquellos fármacos con los que se objetive una mejoría clínica.
Debido a los múltiples aspectos que mejoran con los programas de educación para
pacientes, es necesario que se explique al enfermo con FM su enfermedad y que se
disponga de programas específicos de educación para pacientes y familiares.
Por último, todas las recomendaciones que hacemos en este trabajo no será posible
desarrollarlas si el personal sanitario que atiende a los pacientes con FM no está a 73
su vez familiarizado con la enfermedad. La revisión sistemática realizada aquí ha
puesto claramente de manifiesto la falta de conocimientos por parte de los clínicos
en lo referente a la enfermedad, modalidades terapéuticas, comunicación, medicina
centrada en el paciente o toma de decisiones compartidas, que resultan imprescindi-
bles para mejorar los resultados del tratamiento y la relación con los pacientes.
―― Son necesarios estudios que aborden los mecanismos de acción de los analgési-
cos, AINE y opioides mayores en el dolor de origen central de los pacientes con FM.
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación
no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen
datos de pacientes.
Financiador
Agradecimientos
Declaración de intereses
Ángela Palao Tarrero ha recibido honorarios de Loki y Pfizer para la asistencia a cur-
sos/congresos y en concepto de ponencias.
Niveles de evidencia
1++ Metaanálisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos
de alta calidad con muy poco riesgo de sesgo.
1- Metaanálisis, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos con alto riesgo
de sesgos.
77
2+ Estudios de cohortes o de casos y controles bien realizados con bajo riesgo de sesgo y con
una moderada probabilidad de establecer una relación causal.
2- Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo y riesgo significativo de
que la relación no sea causal.
4 Opinión de expertos.
Grados de recomendación
Al menos un metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico clasificado como 1++ y di-
A rectamente aplicable a la población diana de la guía; o un volumen de evidencia científica
compuesto por estudios clasificados como 1+ y con gran concordancia entre ellos.
Un volumen de evidencia científica compuesta por estudios clasificados como 2++, directa-
B mente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran gran concordancia entre
ellos; o evidencia científica extrapolada desde estudios clasificados como 1 ++ o 1+.
*
En ocasiones el grupo elaborador se percata de algún aspecto práctico importante sobre el que se
quiere hacer énfasis y para el cual no existe, probablemente, ninguna evidencia que lo soporte. En
general, estos casos tienen que ver con algún aspecto del tratamiento considerado buena práctica
clínica y que nadie cuestionaría habitualmente. Estos aspectos son valorados como puntos de buena
práctica clínica. Estos mensajes no son una alternativa a las recomendaciones basadas en la eviden-
cia, sino que deben considerarse únicamente cuando no existe otra manera de destacar dicho aspecto.
78
GRADE-CERQual
RECOMENDACIÓN FUERTE
RECOMENDACIÓN DÉBIL
FM: Fibromialgia
5HTP: 5-hidroxitriptófano
n.s.: No significiativo.
SAMe: S-adenosil-L-metionina
x=: Media
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