Ensayo - Arguedas

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Ensayo

¿Qué es el folklore?
(Fragmento de José
María Arguedas)

El folklore ha evolucionado mucho desde el período en que se lo


consideró únicamente como ciencia que estudia el “saber de las
clases populares de las naciones civilizadas”. La propia Etnología,
que fue en su inicio el estudio de los pueblos llamados “exóticos”
por los europeos, demostró que no existían diferencias de calidad
entre el procedimiento de la creación artística, por ejemplo, en un
país, “civilizado” y otro “primitivo”. La definición de Folklore como
ciencia aplicable únicamente a las naciones civilizadas y la de la
Etnología como estudio exclusivo de los “pueblos primitivos” han
sido casi totalmente revisadas y superadas. La antigua diferencia
se basaba, fundamentalmente, en la creencia llamada “eurocen-
trista” de considerar a la cultura europea como superior a todas
las demás. Para un europeo, el Perú como Egipto, a pesar de toda
su vieja tradición histórica, eran “pueblos exóticos” y aun “primi-
tivos”, porque su realidad actual correspondía a la de un pueblo
“no civilizado”, “no desarrollado”, diríamos nosotros, utilizando
un término que está de actualidad. Pero no tenían en cuenta los
etnólogos europeos que para un indígena peruano o para un cam-
pesino egipcio, un inglés o un italiano, también eran, exactamente,
individuos “exóticos” y, con frecuencia, se los tomaba por “salva-
jes” o “bárbaros”.
[…] Como resultado de la aplicación del campo de estudio de
la Etnología, ésta se ha identificado con el campo de la Antropo-
logía; y el Folklore, por ello, se ha especificado, se ha clarificado o
restringido a un marco muy preciso: el estudio de la literatura oral
de las naciones, cualquiera que sea su grado de “civilización”, y
el estudio de las artes relacionadas directamente con la literatura

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oral, como la música y la danza. Debemos tener en cuenta que en
Europa, a pesar de la amplitud que se daba al área de investigación
del Folklore —“todo el saber de las clases populares”—, tal inves-
tigación se dedicó predominantemente al estudio de los cuentos,
las leyendas, las canciones y las danzas.
Es muy ilustrativo comparar, en cuanto a la evolución del
Folklore como ciencia, lo que, en la fecha, consideran los folklo-
ristas sudamericanos como campo de estudio de esta disciplina.
Mientras que en la Argentina, en el Uruguay y en Chile se conti-
núa considerándola como el estudio de “todo el saber de las clases
populares” y, por tanto, comprende lo que los folkloristas de esos
países denominan “cultura material” (vestidos, comida, habita-
ción, utensilios, etc.) y “cultura espiritual” (arte, religión y magia);
en el Perú, los antropólogos egresados de la Universidad Nacio-
nal Mayor de San Marcos de Lima, entendemos como materia de
estudio del Folklore solamente la literatura oral (mitos, leyendas,
cuentos, canciones, adivinanzas, insultos, etc.) y las artes muy re-
lacionadas con la literatura oral (principalmente, la música y las
danzas; aunque el estudio sistemático de la música y de las danzas
son materia de ciencias especializadas: como la etnomusicología y
la coreografía folklórica).
Esta disparidad de concepción sobre el Folklore se explica, en
cierta forma, porque en la Argentina, Uruguay y Chile, las clases
populares iletradas que guardan y practican creencias y normas de
conducta “antiguas”, ya superadas por la clase civilizada, son muy
escasas en lo que se refiere a su cuantía o número, mientras que en
el Perú la capa social que practica esas normas y creencias antiguas
es inmensa, probablemente más del cincuenta por ciento de la po-
blación total del país. No resultarían, por eso, eficaces los métodos
restringidos del Folklore para hacer el estudio de este gigantesco
universo de materias. Es la Etnología la que ha iniciado el estudio
completo, interrelacionado del “saber tradicional” de tan enorme
pueblo. El Folklore, por su lado, ha tomado lo suyo: el estudio de la
literatura oral, de la música y de la danza, no para realizar un aná-
lisis frío y simplemente técnico, sino como elementos valiosísimos
para el conocimiento de la historia social de nuestro pueblo y de su
realidad social contemporánea.

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