Retrieve
Retrieve
Retrieve
Resumen
Palabras clave
Condiciones económicas, crecimiento económico, estructura económica,
macroeconomía, producto interno bruto, ciclos económicos, análisis económico,
América Latina y el Caribe
Clasificación JEL
C21, C32, 047
Autor
Danilo Spinola es Profesor Titular del Departamento de Finanzas y Economía
de la Birmingham City Business School (Reino Unido). Correo electrónico:
danilo.spinola@bcu.ac.uk.
8 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
I. Introducción
Históricamente, mantener el crecimiento ha sido un problema central para muchos países en desarrollo
que intentan aplicar una estrategia de desarrollo virtuosa (Foster-McGregor, Kaba y Szirmai, 2015). En
los países en desarrollo constantemente se observan etapas de crecimiento a corto plazo y una gran
volatilidad de los precios macroeconómicos, lo que reduce su período promedio de crecimiento estable.
El resultado es un patrón endógeno de inestabilidad, la reproducción de la desigualdad, salidas netas
de capital financiero y pronunciadas caídas de la inversión. La volatilidad macroeconómica impone
importantes limitaciones al proceso de desarrollo económico, afectando la toma de decisiones a largo
plazo y generando crisis periódicas (Stiglitz, 2000). Además, repercute en la estructura económica, al
socavar el crecimiento económico a largo plazo (Ocampo, Rada y Taylor, 2009).
Si bien la volatilidad macroeconómica no es un tema nuevo, en la actualidad constituye un
problema central para los países en desarrollo. Pese a su importancia, se han realizado pocos esfuerzos
para comprender las consecuencias del tipo de volatilidad que se desprende de la estructura de
producción e incide en las posibles tasas de crecimiento de los sistemas económicos. Por lo general,
se considera que la volatilidad está relacionada con las fluctuaciones del mercado bursátil y la deuda
pública (Eichengreen y Hausmann, 2010), y no con la fragilidad estructural y la estructura de producción,
lo que deja un vacío en la bibliografía.
Tomando como base la teoría estructuralista (Ocampo, 2002; Taylor, 1991), el objetivo de
este trabajo es abordar el fenómeno periódico de la volatilidad como algo impulsado por la fragilidad
estructural (definida como la incapacidad de una economía para absorber perturbaciones económicas
externas). En este artículo, que se centra en aspectos asociados a la volatilidad del crecimiento del PIB,
se demuestran empíricamente diferentes patrones de volatilidad en una variedad de países y regiones.
Muchos autores estructuralistas han argumentado que las causas estructurales de la volatilidad
en América Latina y el Caribe están relacionadas con la posición periférica de la región en la división
internacional del trabajo (Ffrench-Davis, 2005; Ocampo, Rada y Taylor, 2009; Prebisch, 1949). Dicha
posición se caracteriza por fragilidades externas asociadas a la estructura de producción especializada de
estos países, que se traducen en una baja resiliencia frente a perturbaciones externas, lo que constituye
una importante fuente de volatilidad. En este sentido, autores de tradición estructuralista sostienen
que el desarrollo histórico de las economías latinoamericanas y caribeñas las ha dotado de un aspecto
idiosincrásico que las hace más frágiles (Furtado, 1965). Sin embargo, faltan investigaciones empíricas
que demuestren (o desmientan) esta afirmación. ¿Los patrones de volatilidad de las economías de
América Latina y el Caribe son realmente distintos de los de los países desarrollados y otras regiones
en desarrollo?
Para responder a esta pregunta, i) se presentarán algunos hechos estilizados sobre la volatilidad
del crecimiento del PIB de los países del conjunto de datos con que se trabajó, ii) se aplicarán
técnicas de filtrado para descomponer las series cronológicas de crecimiento económico en diferentes
tipos de ciclo y se analizarán los patrones que se desprenden de los datos y iii) se utilizará el análisis
de conglomerados para elaborar una tipología que agrupe a los países según sus patrones de
volatilidad. Esta estrategia metodológica permitirá analizar el tipo de procesos del ciclo de expansión
seguidos por cada país.
En la sección II se ofrece una breve revisión de la bibliografía sobre el tema que abarca: i) las
principales teorías que subyacen a la idea de los ciclos económicos, ii) la perspectiva estructuralista y
iii) las pruebas empíricas de la existencia de ciclos. En la sección III se presentan los datos utilizados
en esta investigación. La sección IV se centra en las metodologías empleadas: el filtro pasabanda
de Christiano-Fitzgerald y el método k-medias de análisis de conglomerados. La sección V presenta
pruebas de los datos originales antes de la aplicación del método de filtrado. En la sección VI se
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 9
muestran los resultados tras la aplicación de los filtros a los datos y se los analiza de acuerdo con
los distintos tipos de ciclo. Por último, en la sección VII se resumen los principales resultados y se
presentan las conclusiones.
Danilo Spinola
10 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
vencimiento de las inversiones (Besomi, 2014; Fukuda, 2009), iv) las inversiones en infraestructura
(Abramovitz, 1969; Kuznets, 1940), v) el desarrollo tecnológico (Perez, 2010; Schumpeter, 1939) y
vi) los flujos financieros internacionales. También hay que tener en cuenta la teoría de la deflación de la
deuda de Fisher (Palley, 2008) y la hipótesis de la inestabilidad financiera (Minsky, 2016).
La tradición estructuralista se compone de teorías que buscan explicar el comportamiento de los
ciclos en los países en desarrollo, analizando aspectos del sistema macroeconómico relacionados tanto
con la oferta como con la demanda. La particularidad de estas teorías es que tratan los ciclos como
endógenos al comportamiento del sistema, con lo que se diferencian del marco tradicional del ciclo
económico real, que trata las principales fuentes de los ciclos como exógenas (Kydland y Prescott, 1990).
Desde la perspectiva del ciclo económico real, el buen funcionamiento de los mercados da lugar a un
equilibrio estable, lo que significa que las fluctuaciones son el resultado de perturbaciones reales (por
ejemplo, tecnológicas) que se traducen en respuestas eficientes del mercado, y no una característica
estructural de determinados sistemas económicos.
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 11
Danilo Spinola
12 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 13
de diseño de filtros (Kriegel, Kröger y Zimek, 2009; Metz y Stier, 1992) y el análisis de olas pequeñas
(Gallegati y otros, 2017). Estas metodologías se centran en el análisis de distintas frecuencias que surgen
de series cronológicas reales.
El análisis espectral aplica transformadas de Fourier a las series cronológicas y observa su
espectro en distintas frecuencias. Mediante la utilización de densidades espectrales de energía, es
posible entonces detectar la existencia de oscilaciones periódicas en la serie cronológica. Este método
comienza eliminando la tendencia de la serie como requisito de estacionariedad. Las transformaciones
de Fourier utilizan combinaciones de senos y cosenos para representar una función no local, de modo
que los cambios afectan a toda la función. Esta restricción permite utilizar la transformación en ventanas
(bandas). El análisis de olas pequeñas es análogo al análisis espectral, pero utiliza un dominio finito.
Es importante mencionar los trabajos sobre rupturas estructurales, que siguen a Pritchett (2000) y
Bluhm, Crombrugghe y Szirmai (2016) en su intento de captar cambios en los regímenes de crecimiento.
En esta literatura, una serie cronológica no se entiende como un componente cíclico en torno a una
tendencia estable, ya que las rupturas cambian la pendiente de la tendencia a lo largo del tiempo,
como se observa en la descomposición tendencia-ciclo de Perron y Wada (2016). Este enfoque puede
ayudar a comprender los cambios en curso en las estrategias de desarrollo. Debido al enfoque en los
componentes cíclicos históricos y a la necesidad de un gran número de observaciones, se optó por
estudiar la descomposición del filtro con rupturas estructurales en una fase posterior de la investigación.
La gran cantidad de interrupciones reduce el número de observaciones disponibles para observar los
ciclos globales, lo que puede reducir la precisión de los resultados cíclicos. Por consiguiente, en este
análisis no se utilizaron rupturas estructurales, sino que se dejó para más adelante la comparación de
sus resultados con los de un análisis que sí utilice rupturas.
En este artículo se utiliza un enfoque de diseño de filtros, un desarrollo del análisis espectral que
implica la identificación de un filtro de banda específico. Como describe y enumera Pollock (2013), existen
varios filtros posibles. Uno de los más utilizados es el filtro de paso bajo, también conocido como filtro
de Hodrick-Prescott (Hodrick y Prescott, 1997). Pese a ser una de las más utilizadas, esta metodología
fue duramente criticada por Hamilton (2017) debido a su fuerte sesgo. Otra metodología importante
es el filtro pasabanda, en sus versiones simétrica (Baxter-King) y asimétrica (Christiano-Fitzgerald).
Este último se utiliza para observar ondas largas y ciclos de crecimiento. El procedimiento consiste en
filtrar coeficientes para aislar frecuencias específicas a fin de identificar la banda de filtro ideal. En este
estudio se utiliza el filtro pasabanda asimétrico de Christiano y Fitzgerald (2003), que también utilizaron
Erten y Ocampo (2013) para identificar los ciclos de los productos básicos.
Se encontraron algunos datos empíricos que demuestran la existencia de patrones regulares de
volatilidad (ciclos) en el crecimiento del PIB. Hay muchos estudios que ponen a prueba la existencia
de ciclos a escala mundial. Utilizando el análisis espectral, Korotayev y Tsirel (2010) sostienen que
es muy probable que los ciclos de Kitchin, Juglar y Kondratiev existan a nivel mundial. Los ciclos de
Kuznets son el tercer armónico del ciclo de Kondratiev y se ha detectado que ocurren cada 17 años
a nivel mundial. En otro estudio importante, Diebolt y Doliger (2008) identificaron las oscilaciones de
Kuznets en el crecimiento del PIB.
Aunque estos estudios apuntaban a la existencia de un comportamiento cíclico en los sistemas
económicos, es importante señalar que las conclusiones de la literatura siguen abiertas al debate,
pues los resultados obtenidos son contradictorios y varían según la metodología aplicada. Aún hay
desacuerdo sobre la existencia empírica de ondas cortas y largas (Bosserelle, 2015). Si bien este debate
no es objeto del presente estudio, que no pretende cuestionar los resultados de las investigaciones
citadas, cabe mencionar que la existencia de ciclos regulares de crecimiento del PIB sigue siendo un
tema controvertido.
Danilo Spinola
14 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
III. Datos
En este artículo se utiliza la base de datos Maddison Project Database, actualizada con datos de los
Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial. La base de datos se basa en el trabajo de
Maddison (2001 y 2003) y ha sido actualizada recientemente por Bolt y Van Zanden (2014), que calcularon
datos históricos a largo plazo del PIB per cápita de un gran número de países y regiones. La base de
datos contiene información desde la antigüedad hasta 2010. Se seleccionó el período 1950-2010 y
se utilizaron las tasas de crecimiento del PIB per cápita de la base de datos del Banco Mundial para
actualizar la información de 2010 a 2018. El procedimiento de actualización consistió en eliminar el
crecimiento demográfico de la base de datos para determinar el crecimiento del PIB (no el crecimiento
per cápita). Las antiguas repúblicas soviéticas y la ex-Yugoslavia se excluyeron de la base de datos
debido a problemas con sus datos.
La base de datos con que se trabajó incluye datos de crecimiento del PIB de 136 países
desde 1951 hasta 2018. Se aplicó el filtro pasabanda de Christiano y Fitzgerald (2003) a las series
cronológicas de cada país y se descompusieron los datos originales en diferentes ciclos. Con los datos
del ciclo ampliados, estos ciclos cubren el tramo muy corto de 2 a 8 años (ciclo de Kitchin), el tramo
corto de 8 a 15 años (ciclo de Juglar), el tramo medio de 15 a 30 años (ciclo de Kuznets) y el tramo
largo de 30 a 60 años (ciclo de Kondratiev). Se utilizó el método k-medias para agrupar los resultados,
dividiendo los patrones de inestabilidad en diferentes grupos.
Los datos de crecimiento del PIB se utilizaron en la investigación por dos razones principales:
i) para eliminar el problema de la no estacionariedad de las series cronológicas, ya que la estacionariedad
es un requisito fundamental del análisis de descomposición por filtrado, y ii) porque el crecimiento del
PIB se centra únicamente en el aspecto dinámico de la volatilidad. La finalidad no es observar cómo
las reservas de riqueza (nivel del PIB) afectan a la volatilidad, sino cómo el flujo (crecimiento) está
relacionado con un patrón oscilatorio.
IV. Metodología
1. El filtro pasabanda
Erten y Ocampo (2013) utilizan el filtro pasabanda asimétrico para determinar los ciclos de precios
de los productos básicos. El mismo método se emplea aquí para filtrar las series cronológicas de
crecimiento del PIB. El filtro pasabanda asimétrico permite descomponer una serie cronológica en
distintos componentes de frecuencia, que después se utilizan para detectar los ciclos en las distintas
series cronológicas. Este enfoque se combina con la identificación de ciclos de mediano plazo, siguiendo
a Comin y Gertler (2003) y a Drehmann, Borio y Tsatsaronis (2012). El método adoptado divide el
crecimiento del PIB per cápita ( y) en cinco componentes: i) un ciclo largo ( yLR ) con periodicidades de
30 a 60 años (ciclo de Kondratiev), ii) un componente de mediano plazo ( yMR ) con periodicidades de
15 a 30 años (ciclo de Kuznets), iii) un ciclo corto ( ySR ) con periodicidades de 8 a 15 años (ciclo de
Juglar), iv) un componente cíclico de muy corto plazo ( ySSR ) con periodicidades inferiores a 8 años (ciclo
de Kitchin) y v) un componente residual e, que se tratará más adelante como componente estructural.
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 15
que el ciclo de Kuznets tiene una periodicidad de entre 15 y 30 años. Por tanto, la tendencia a largo
plazo tiene una periodicidad de más de 30 años y hasta 60 años, siguiendo las ondas de Kondratiev.
Una onda de Juglar de duración media se define entonces como aquella que tiene una periodicidad
de entre 8 y 15 años, mientras que el ciclo corto de Kitchin tiene una periodicidad inferior a 8 años.
La idea de este procedimiento es identificar distintos tipos de ciclo a partir de las series cronológicas
originales y aplicar la metodología a todos los países sobre los que se dispone de datos. A continuación,
se agrupan en conglomerados los países con características cíclicas similares (por ejemplo, mayores
oscilaciones en ciclos cortos). Por último, se estudian las características de cada grupo. El filtro
pasabanda asimétrico es útil en este caso, ya que sirve para identificar las bandas de los períodos en
los que se quiere extraer los ciclos. Una vez determinadas las categorías, es posible determinar si los
países de América Latina y el Caribe presentan similitudes y qué las explica.
Inicialmente se utilizó el filtro pasabanda para extraer el ciclo de Kitchin de alta frecuencia de la
serie cronológica original (véase el cuadro 1). A continuación, se ajustó la banda para extraer el ciclo
de Juglar de los residuos del ciclo de Kitchin. A partir de los residuos del ciclo de Juglar, se extrajo el
ciclo de Kuznets. El mismo procedimiento se utilizó para extraer el ciclo de Kondratiev de los residuos
del ciclo de Kuznets. Los datos resultantes forman un residuo, que se relaciona con el crecimiento
económico a largo plazo. La suma de los cinco componentes da como resultado la serie cronológica
original. El análisis de conglomerados puede utilizarse para agrupar los diferentes patrones de ciclicidad
extraídos en el caso de cada país.
Cuadro 1
Ciclos en la teoría económica y sus respectivos períodos de tiempo
Período
Nombre del ciclo Origen principal Posible causa según la teoría
(En años)
Kitchin Mercado/flujos financieros 0-8 Existencias (consumo)/decisiones de cartera
Juglar Ciclo de inversión comercial 8-15 Inversiones a mediano plazo
Kuznets Ciclo de inversión estructural 15-30 Inversiones a largo plazo (infraestructura)
Kondratiev Ciclo tecnológico 30-60 Cambio de paradigma tecnológico
Residual Tendencia - Elemento estructural, capital humano
Fuente: Elaboración propia.
2. Análisis de conglomerados
El análisis de conglomerados consiste en organizar los elementos en grupos similares por atributos
seleccionados. No existe una forma estándar de agrupación y se utilizan muchas metodologías diferentes
para agrupar elementos con aspectos similares. En este trabajo se usa la metodología k-medias, un
método de cuantificación vectorial que agrupa las observaciones en conglomerados dividiendo el
espacio de datos en regiones, para dividir los países seleccionados en grupos separados en función
de sus desviaciones típicas del ciclo.
El método k-medias minimiza la distancia en un gráfico para agrupar elementos con características
similares (seleccionadas). Hay que determinar el número de grupos (conglomerados) que se desea
encontrar y el método determina qué observaciones son similares por la distancia entre ellas. El método
k-medias puede utilizar muchas variables. Por ejemplo, se podrían elegir ocho características relevantes
para agrupar personas con intereses similares de una población seleccionada.
Técnicamente, se trata de un método aleatorio que divide los datos en distintos conglomerados k.
Los objetos n se agrupan en conglomerados según la media más próxima. El número óptimo de
conglomerados no se conoce y debe determinarse exógenamente (no obstante, hay pruebas que
Danilo Spinola
16 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
ayudan a hacerlo). El objetivo de esta metodología es minimizar la varianza dentro del conglomerado
(la función de error al cuadrado). Para ello, se identifica una función objetivo j que se utiliza para
calcular una función de distancia que, a continuación, debe minimizarse. La función objetivo se puede
expresar como:
k n
j= // m x (j)
i − cj m
2
(2)
j=1 i=1
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 17
Gráfico 1
América Latina y el Caribe (4 países): volatilidad, ciclos y componente residual
(En porcentajes)
A. Argentina B. Chile
5 5
Crecimiento del PIB
-5
-5
-10
-10
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010
C. Brasil D. México
6
6
4
4 2
Crecimiento del PIB
2 0
0 -2
-4
-2
-6
-4
-8
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010
Ciclo de Kitchin (muy corto) Ciclo de Juglar (corto) Ciclo de Kuznets (mediano)
Ciclo de Kondratiev (largo) Tendencia
Danilo Spinola
18 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
El grupo 1 representa a los países menos volátiles e incluye a la mayoría de los países desarrollados.
Este grupo se caracteriza por presentar una baja varianza y un componente de tendencia relativamente
grande (véase el gráfico 2), y la volatilidad global se explica principalmente por ciclos largos, mientras
que la volatilidad a corto y muy corto plazo desempeña un papel menos importante. El grupo 2 tiene
características similares al grupo 1, pero mayor varianza y un papel más importante de la volatilidad
a muy corto y corto plazo. Incluye a algunos países desarrollados y el resto del grupo lo componen
algunas economías emergentes de África que exhiben un patrón de volatilidad similar.
Gráfico 2
Varianza de cada ciclo como proporción de la varianza total
(promedio por grupo de conglomerados)
1,0
0,08 0,09 0,08 0,06 0,06
0,11
0,9 0,18 0,17 0,03 0,07 0,07
0,24 0,12
0,14 0,18 0,03 0,08 0,10
0,8 0,08 0,08
0,11 0,21
0,7 0,12 0,05 0,09 0,05 0,19 0,13
0,12
0,05 0,15 0,10
0,6 0,11 0,18 0,10
0,09
0,5
0,4
0,1
0
G1 G2 G3 G4 G5 G6 G7 G8 G9
Tendencia Kondratiev (largo) Kuznets (mediano) Juglar (corto) Kitchin (muy corto)
Cuadro 2
Varianza promedio del crecimiento del PIB, por grupos de países
Grupo 1 7,90 Grupo 4 28,76 Grupo 7 33,09
Grupo 2 15,93 Grupo 5 22,17 Grupo 8 69,97
Grupo 3 21,84 Grupo 6 26,65 Grupo 9 181,13
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Maddison Project Database.
El grupo 7 presenta una varianza promedio ligeramente superior a la de los seis primeros grupos
y, en él, los ciclos a mediano plazo desempeñan un papel más importante. En los grupos 8 y 9, por
último, la volatilidad global tiene una varianza mucho mayor, la importancia de los ciclos muy cortos
es mucho mayor, y la del ciclo y la tendencia a largo plazo, mucho menor.
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 19
En el cuadro 3 se comparan los distintos grupos en función de las características de sus ciclos. Los
porcentajes de cada grupo se comparan con los promedios, mostrando qué ciclo es el más importante
a la hora de explicar las diferencias entre los conglomerados. Cada grupo muestra un comportamiento
diferente que plantea algunos interrogantes. ¿Por qué un determinado país se ve más afectado por el
ciclo a largo plazo? ¿Qué lo determina? ¿Esto está relacionado con las condiciones estructurales de
las economías? ¿Es un tema de fragilidad?
Cuadro 3
Resumen de las contribuciones relativas de cada ciclo, por grupo de conglomerados
Kitchin Juglar Kuznets Kondratiev
Tendencia
(muy corto) (corto) (mediano) (largo)
Grupo 1 -- -- - + ++
Grupo 2 - + - - +
Grupo 3 - - 0 ++ - - -1SD < X < 0
Grupo 4 -- ++ - ++ - -- X < −1SD
Grupo 5 + - + -- + + 0 < X < 1SD
Grupo 6 + ++ - -- - ++ X > 1SD
Grupo 7 - - ++ - -
Grupo 8 ++ 0 + - -
Grupo 9 ++ - - + -
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Maddison Project Database.
Nota: X representa la diferencia de volatilidad de cada componente del ciclo con respecto al promedio, por grupo, utilizando
los mismos datos que en el gráfico 2. ++ = mayor en más de 1 desviación típica; + = mayor hasta en 1 desviación típica;
−− = mayor en más de 1 desviación típica; − = mayor hasta en 1 desviación típica.
En el cuadro 4 se muestran los países agrupados en cada uno de los conglomerados identificados
mediante el método k-medias y pueden observarse algunas características regionales. Todos los países
desarrollados están en los grupos 1 y 2. En estos dos primeros grupos también figuran muchos países
de renta baja y media de África y Asia, como Bahrein, Bangladesh, Benin, Burkina Faso, la India y la
República Democrática Popular Lao. La mayoría de los países de Asia Central se encuentran en los
grupos 8 y 9. Los países de América Latina y el Caribe se sitúan entre los grupos 2 y 7, y la mayoría
forma parte del grupo 3.
Lo que se mide es la volatilidad del crecimiento, por lo que un proceso de convergencia
inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial seguido de un largo período de estancamiento,
como ocurrió en el Japón, se mide de una manera específica (heterocedasticidad). Por otra parte, los
países en un estado de estancamiento profundo no son volátiles, y ese es el caso de algunos de los
países en desarrollo de los grupos 1 y 2.
En el cuadro 4, los países de América Latina y el Caribe aparecen resaltados. Se observa que
la mitad están en el grupo 3 (11 países de 23), aunque el continente está representado en todos los
grupos excepto en los dos más volátiles (8 y 9). Puerto Rico sigue un patrón similar al de los países
desarrollados. Colombia, Honduras y México también presentan un patrón de volatilidad cercano al
de los países desarrollados del grupo 2. Chile y el Uruguay difieren de la mayoría de los países de
América Latina y el Caribe, no en la volatilidad global, sino en el importantísimo papel que desempeñan
en ella los ciclos cortos y muy cortos. Cuba, Nicaragua y el Perú están en el grupo 4, el Ecuador forma
parte del grupo 5 y Trinidad y Tabago y Venezuela (República Bolivariana de) integran el grupo 7, que
es más volátil. No obstante, en general, los países de América Latina y el Caribe se dividen en dos
grandes grupos: aquellos en los que predomina el ciclo corto (Juglar) (grupos 2, 4 y 6) y la mayoría,
en los que predomina el ciclo largo (Kondratiev) (grupos 3 y 4). Estos dos grupos se denominarán
“dominado por Juglar” y “dominado por Kondratiev”, respectivamente.
Danilo Spinola
Cuadro 4
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
20
Análisis de conglomerados aplicado a las desviaciones típicas
de los ciclos de Juglar, Kuznets y Kondratiev
Se espera que los países del grupo 1, el menos volátil, sean los más favorecidos, seguidos
por los del grupo 2. Los grupos 8 y 9 incluyen los países que más sufren la volatilidad. Sin embargo,
de los grupos 3 a 7 no se puede hacer ningún juicio de valor sobre qué países están mejor situados.
Estos grupos simplemente identifican países cuya situación difiere en muchos aspectos, como su
integración en la economía internacional, sus instituciones y sus estructuras económicas, entre otras
posibles explicaciones.
Los resultados sobre el comportamiento de los ciclos económicos en América Latina y el Caribe
son los siguientes (véase el cuadro 5):
• La mitad de los países de América Latina y el Caribe pertenecen al grupo 3, que se caracteriza
por presentar una desviación típica promedio (ni pequeña ni grande en comparación con la
media mundial). En el grupo 3 (y 4), el ciclo largo (Kondratiev) es relativamente dominante,
pese a que la tendencia a largo plazo es relativamente poco importante.
• Los países de América Latina y el Caribe no son del todo homogéneos como grupo en sus
patrones de volatilidad. Esto plantea un reto a la hora de generalizar los resultados a todo
el continente. Cualquiera que quiera plantear una teoría general sobre las causas de la
volatilidad general en los países de América Latina y el Caribe debe tener en cuenta estas
especificidades y analizar sus razones. Cabe volver a destacar que la mayoría de los países
de la región se encuentran en un mismo grupo (3).
• Por una parte, el patrón de volatilidad en los países de América Latina y el Caribe difiere
claramente del observado en los países desarrollados. Por la otra, se asemeja al de algunas
otras regiones en desarrollo, especialmente Asia Central y ciertas partes de África Subsahariana.
• Al considerar solo los grandes países de la región, se observa que Colombia y México presentan
un patrón diferente al de la Argentina y el Brasil, mientras que Chile vuelve a ser diferente.
Cuadro 5
América Latina y el Caribe (22 países): dominancia del ciclo
Dominado por Juglar Dominado por Kondratiev Dominado por Juglar y Kondratiev Otros
Chile Argentina Haití Cuba Ecuador
Colombia Bolivia (Estado Jamaica Nicaragua Puerto Rico
Plurinacional de)
Honduras Brasil Panamá Perú Trinidad y Tabago
México Costa Rica Paraguay Venezuela (República
Bolivariana de)
Uruguay República
Dominicana
Guatemala
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Maddison Project Database.
Es importante discutir el significado del dominio de Kondratiev. ¿Qué significa que el ciclo largo
contribuya tanto a la volatilidad del crecimiento en comparación con los demás?
Antes de investigar la relación entre volatilidad y desarrollo, que es el objetivo de la agenda de
investigación a la que se asocia este artículo, conviene observar los aspectos que producen patrones
similares a escala mundial. Esto puede hacerse para grupos de países con patrones de volatilidad muy
diferentes. El análisis de conglomerados arroja los siguientes resultados (véanse el mapa 1 y el mapa 2):
• Los países desarrollados son los menos volátiles, ya que todos ellos pertenecen a los
grupos 1 y 2. Los países ricos en petróleo son los más volátiles y se sitúan en los grupos 8 y 9.
• Además de los países de mayor desarrollo, en los grupos 1 y 2 hay muchos países de
renta baja y media. Esto debe investigarse más a fondo, ya que la baja volatilidad de estos
países puede no estar relacionada con sus condiciones estructurales.
Danilo Spinola
22 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
• Los países en desarrollo con una volatilidad general similar presentan patrones muy diferentes
cuando se examinan las fuentes de esta volatilidad. En algunos países, la volatilidad proviene
de ciclos más cortos, mientras que en otros proviene de ciclos más largos y de la tendencia.
Mapa 1
América Latina y el Caribe: niveles de volatilidad por grupo de conglomerados
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Mapa 2
Niveles de volatilidad en el mundo por conglomerado
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 23
Danilo Spinola
24 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 25
VII. Conclusiones
La volatilidad macroeconómica es un termómetro que mide la resiliencia cuando los países sufren
perturbaciones económicas, políticas e institucionales. En este artículo se estudia empíricamente la volatilidad
a escala nacional. Su especificidad radica en el esfuerzo por identificar distintos tipos de regularidades en
las series cronológicas de crecimiento del PIB. Se utilizó el análisis de filtros para extraer estas regularidades
de la serie original e identificar los distintos componentes (ciclos). Un análisis de conglomerados aplicado
a los componentes del ciclo permitió hallar países con patrones de volatilidad similares.
El procedimiento anterior permitió formar grupos de países que sirvieron de base para responder
a la pregunta planteada al inicio de este estudio: ¿los patrones de volatilidad de las economías de
América Latina y el Caribe difieren de los de los países desarrollados y de otras regiones en desarrollo?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla y debe tener en cuenta lo que se plantea a continuación.
En general, América Latina y el Caribe se caracteriza por presentar una desviación típica del
crecimiento del PIB media (en relación con el conjunto de los 136 países examinados en el análisis). El
ciclo largo desempeña un papel especialmente importante en la mitad de los países de la región, aunque la
tendencia a largo plazo (y el ciclo corto) son relativamente poco importantes. Los países de América Latina
y el Caribe no son homogéneos en sus patrones de volatilidad, aunque tienen una característica en
común: la importancia relativa del ciclo corto de Juglar. Sus diferencias dificultan la generalización de los
resultados a todo el continente. En consecuencia, toda teoría general sobre las causas de la volatilidad
general en los países de la región debe tener en cuenta estas especificidades y considerar sus razones.
América Latina y el Caribe depende mucho de la exportación de productos básicos. Los cambios
en el paradigma tecnológico provocan volatilidad a largo plazo en los precios de los productos básicos.
Esto puede deberse a una reducción de la dependencia de los insumos utilizados en el paradigma
industrial anterior, lo que incide en el tipo de cambio (Guzman, Ocampo y Stiglitz, 2017). El surgimiento
de un nuevo paradigma exige nuevos insumos, lo que llevaría a las economías de América Latina y
el Caribe a ajustarse al ciclo y cambiar los productos en los que se especializan, si pueden hacerlo,
generando grandes oscilaciones del ciclo largo de Kondratiev.
La elevada volatilidad del ciclo corto de Juglar está relacionada con el hecho de que la inversión
se realiza en bloques. La incertidumbre intrínseca de los sistemas económicos es mayor en los países en
desarrollo y hace que las inversiones se lleven a cabo en períodos en que las condiciones económicas
son positivas, por lo general, durante el repunte de los ciclos de los productos básicos. Estos ciclos
empiezan a madurar y las condiciones económicas del sistema cambian. Hay un período en el que
no se hacen nuevas inversiones, que coincide con un empeoramiento del entorno económico, lo que
aumenta la incertidumbre y eleva el costo de las nuevas inversiones.
Por una parte, los patrones de volatilidad de América Latina y el Caribe difieren claramente del
patrón observado en los países desarrollados. Por la otra, el patrón de la región es similar al de muchas
otras regiones en desarrollo, especialmente Asia Central y ciertas partes de África Subsahariana.
Se observan algunos indicios de que América Latina y el Caribe se comporta distinto de los países
desarrollados, pero no hay ninguna prueba que la diferencie aún más de otras regiones en desarrollo.
En suma, los datos de Maddison muestran que los países de América Latina y el Caribe son, en
promedio, más volátiles que los países desarrollados. Sin embargo, no puede decirse necesariamente
que los países de la región sean más volátiles que otros países en desarrollo. Este es un error común
en la literatura estructuralista, principalmente porque tiende a comparar América Latina y el Caribe
con países desarrollados y no con otras regiones en desarrollo, lo que en ocasiones conduce a este
tipo de afirmaciones contundentes y engañosas. Al mismo tiempo, la región presenta un patrón cíclico
idiosincrásico común propio que la metodología de filtrado saca a la luz, al menos en lo que respecta
a la mayoría de los países que la integran.
Danilo Spinola
26 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
Bibliografía
Abramovitz, M. (1969), “The passing of the Kuznets cycle: a correction”, Economica, vol. 36, N° 141.
(1961), “The nature and significance of Kuznets cycles”, Economic Development and Cultural Change,
vol. 9, N° 3.
Acemoglu, D. y J. A. Robinson (2012), Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity and Poverty,
Nueva York, Crown Publishers.
Andrade, R. P. y D. M. Prates (2013), “Exchange rate dynamics in a peripheral monetary economy”, Journal
of Post Keynesian Economics, vol. 35, N° 3.
Bértola, L. y J. A. Ocampo (2012), The Economic Development of Latin America since Independence, Oxford
University Press.
Besomi, D. (2014), Crises and Cycles in Economic Dictionaries and Encyclopaedias. Routledge.
Bielschowsky, R. y M. Torres (comps.) (2018), Desarrollo e igualdad: el pensamiento de la CEPAL en su séptimo
decenio. Textos seleccionados del período 2008-2018, Colección 70 años, N° 1 (LC/PUB.2018/7-P),
Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Blanchard, O. J. y J. Gali (2007), “The macroeconomic effects of oil shocks: why are the 2000s so different from
the 1970s?”, NBER Working Paper, N° 13368, Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER).
Bluhm, R., D. de Crombrugghe y A. Szirmai (2016), “The dynamics of stagnation: A panel analysis of the
onset and continuation of stagnation”, Macroeconomic Dynamics, vol. 20, N° 8.
Bollen, K. A. y S. J. Appold (1993), “National industrial structure and the global system”, American Sociological
Review, vol. 58, N° 2.
Bolt, J. y J. L. van Zanden (2014), “The Maddison Project: collaborative research on historical national
accounts”, The Economic History Review, vol. 67, N° 3.
Bosserelle, É. (2015), “Kondratieff long waves, institutional transformations, and performance of capitalism”,
Revue Française de Socio-Économie, vol. 15, N° 1.
Bossier, F. y P. Huge (1981), “Une vérification empirique de l’existence de cycles longs à partir de données
belges”, Brussels Economic Review, vol. 90.
Botta, A. (2010), “Economic development, structural change and natural resource booms: a structuralist
perspective”, Metroeconomica, vol. 61, Nº 3.
Brady, D., Y. Kaya y G. Gereffi (2011), “Stagnating industrial employment in Latin America”, Work and
Occupations, vol. 38, N° 2.
Bresser-Pereira, L. C. (2013), “The value of the exchange rate and the Dutch disease”, Brazilian Journal of
Political Economy, vol. 33, N° 3.
_____(2008), “The Dutch disease and its neutralization: a Ricardian approach”, Brazilian Journal of Political
Economy, vol. 28, N° 1.
Bulmer-Thomas, V. (2003), The Economic History of Latin America since Independence, Cambridge
University Press.
Bunker, S. G. (1985), Underdeveloping the Amazon, Chicago, The University of Chicago Press.
Christiano, L. J. y T. J. Fitzgerald (2003), “The band pass filter”, International Economic Review, vol. 44, N° 2.
Cimoli, M., G. Porcile y S. Rovira (2010), “Structural change and the BOP-constraint: why did Latin America
fail to converge?”, Cambridge Journal of Economics, vol. 34, N° 2.
Cimoli, M. y G. Porcile (2014), “Technology, structural change and BOP-constrained growth: a structuralist
toolbox”, Cambridge Journal of Economics, vol. 38, N° 1.
Collier, P. (2007), The Bottom Billion: Why the Poorest Countries are Failing and What Can be Done About It,
Nueva York, Oxford University Press.
Comin, D. y M. Gertler (2003), “Medium term business cycles”, NBER Working Paper, N° 10003, Oficina
Nacional de Investigaciones Económicas (NBER).
De Paula, L. F., B. Fritz y D. Prates (2020), “The metamorphosis of external vulnerability from ‘original sin’ to
‘original sin redux’: Currency hierarchy and financial globalisation in emerging economies”, Discussion
Paper, N° 033.
Diebolt, C. y C. Doliger (2008), “New international evidence on the cyclical behaviour of output: Kuznets
swings reconsidered”, Quality & Quantity, vol. 42, N° 6.
Drehmann, M., C. Borio y K. Tsatsaronis (2012), “Characterising the financial cycle: don’t lose sight of the
medium term!”, BIS Working Papers, N° 380, Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023 27
Eichengreen, B. y R. Hausmann (eds.) (2010), Other People’s Money: Debt Denomination and Financial
Instability in Emerging Market Economies, The University of Chicago Press.
Erten, B. y J. A. Ocampo (2013), “Super cycles of commodity prices since the mid-nineteenth century”,
World Development, vol. 44.
Fajnzylber, F. (1990), “Industrialización en América Latina: de la ‘caja negra’ al ‘casillero vacío’: comparación
de patrones contemporáneos de industrialización”, Cuadernos de la CEPAL, N° 60 (LC/G.1534/REV.1-P),
Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Ffrench-Davis, R. (ed.) (2005), Macroeconomía, comercio y finanzas para reformar las reformas en
América Latina, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)/Mayol Ediciones.
Ffrench-Davis, R. y S. Griffith-Jones (eds.) (1995), Coping with Capital Surges: The Return of Finance to
Latin America, Lynne Rienner Publishers.
Foster-McGregor, N., I. Kaba y A. Szirmai (2015), “Structural change and the ability to sustain growth”,
UNU-MERIT Working Papers, N° 048, Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas de Investigación
Económica y Social sobre Innovación y Tecnología en Maastricht (UNU-MERIT).
Fukuda, K. (2009), “Measuring major and minor cycles in univariate economic time series”, Economic
Modelling, vol. 26, N° 5.
Furtado, C. (1965), “Development and stagnation in Latin America: a structuralist approach”, Studies in
Comparative International Development, vol. 1, N° 11.
(1959), Formação econômica do Brasil, Editora Fundo de Cultura.
Gabriel, L. F., F. G. Jayme y J. L. Oreiro (2016), “A north-south model of economic growth, technological
gap, structural change and real exchange rate”, Structural Change and Economic Dynamics, vol. 38.
Gallegati, M. y otros (2017), “Long waves in prices: new evidence from wavelet analysis”, Cliometrica,
vol. 11, N° 1.
Guzman, M., J. A. Ocampo y J. E. Stiglitz (2017), “Real exchange rate policies for economic development”,
NBER Working Paper, N° 23868, Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER).
Hamilton, J. D. (2017), “Why you should never use the Hodrick-Prescott filter”, NBER Working Paper, N° 23429,
Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER).
Hausmann, R. y M. Gavin (1996), “Securing stability and growth in a shock prone region: the policy challenge
for Latin America”, Working Paper, N° 315, Washington, D.C., Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Hodrick, R. J. y E. C. Prescott (1997), “Postwar U.S. business cycles: an empirical investigation”, Journal of
Money, Credit and Banking, vol. 29, N° 1.
Jadevicius, A. y S. Huston (2014), “A ‘family of cycles’ – major and auxiliary business cycles”, Journal of
Property Investment & Finance, vol. 32, N° 3.
Juglar, C. (1863), Crises commerciales, Estrasburgo, Vve Berger-Levrault.
Kaldor, N. (1975), “Economic growth and the Verdoorn Law: a comment on Mr Rowthorn’s article”, The
Economic Journal, vol. 85, N° 340.
Keynes, J. M. (2022), The General Theory of Employment, Interest and Money, Atlantic Publishers and
Distributors (P) Ltd.
Kitchin, J. (1923), “Cycles and trends in economic factors”, The Review of Economics and Statistics, vol. 5, N° 1.
Kondratiev, N. D. (1935), “The long waves in economic life”, The Review of Economics and Statistics,
vol. 17, N° 6.
Korotayev, A. V. y S. V. Tsirel (2010), “A spectral analysis of world GDP dynamics: Kondratieff waves, Kuznets
swings, Juglar and Kitchin cycles in global economic development, and the 2008–2009 economic crisis”,
Structure and Dynamics, vol. 4, N° 1.
Kriegel, H.-P., P. Kröger y A. Zimek (2009), “Clustering high-dimensional data: a survey on subspace clustering,
pattern-based clustering, and correlation clustering”, ACM Transactions on Knowledge Discovery from
Data, vol. 3, N° 1.
Kuznets, S. (1940), “Schumpeter’s business cycles”, The American Economic Review, vol. 30, N° 2.
Kydland, F. E. y E. C. Prescott (1990), “Business cycles: real facts and a monetary myth”, Quarterly Review,
vol. 14, N° 2.
Maddison, A. (2003), The World Economy: Historical Statistics, París, OECD Publishing.
(2001), The World Economy: A Millennial Perspective, París, OECD Publishing.
Marañon, M. y M. Kumral (2019), “Kondratiev long cycles in metal commodity prices”, Resources Policy, vol. 61.
McCombie, J. S. L. y M. R. M. Spreafico (2016), “Kaldor’s ‘technical progress function’ and Verdoorn’s law
revisited”, Cambridge Journal of Economics, vol. 40, N° 4.
Danilo Spinola
28 Revista de la CEPAL N° 139 • abril de 2023
Metz, R. y W. Stier (1992), “Filter design in the frequency domain”, New Findings in Long-Wave Research,
A. Kleinknecht, E. Mandel e I. Wallerstein (eds.), Londres, Palgrave Macmillan.
Minsky, H. (2016), Can “It” Happen Again? Essays on Instability and Finance, Routledge.
Ocampo, J. A. (2002), “Rethinking the development agenda”, Cambridge Journal of Economics, vol. 26, N° 3.
Ocampo, J. A., C. Rada y L. Taylor (2009), Growth and Policy in Developing Countries: A Structuralist
Approach, Columbia University Press.
Palley, T. I. (2008), “Keynesian models of deflation and depression revisited”, Journal of Economic Behavior
& Organization, vol. 68, N° 1.
Perez, C. (2010), “Technological revolutions and techno-economic paradigms”, Cambridge Journal of
Economics, vol. 34, N° 1.
Pérez Caldentey, E. y M. Vernengo (2010), “Back to the future: Latin America’s current development strategy”,
Journal of Post Keynesian Economics, vol. 32, N° 4.
Perron, P. y T. Wada (2016), “Measuring business cycles with structural breaks and outliers: applications to
international data”, Research in Economics, vol. 70, N° 2.
Pollock, D. S. G. (2013), “Cycles, syllogisms and semantics: examining the idea of spurious cycles”, Journal
of Time Series Econometrics, vol. 6, N° 1.
Prebisch, R. (1949), El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas
(E/CN.12/89), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Pritchett, L. (2000), “Understanding patterns of economic growth: searching for hills among plateaus,
mountains, and plains”, The World Bank Economic Review, vol. 14, N° 2.
Schumpeter, J. A. (1939), Business Cycles: A Theoretical, Historical and Statistical Analysis of the Capitalist
Process, McGraw-Hill Book Company.
Schwartzman, K. C. (1995), “The historical and global nature of dependent development: a time-series
analysis of Brazil and Mexico, 1901-80”, Review, vol. 18, N° 4.
Steindl, J. (1979), “Stagnation theory and stagnation policy”, Cambridge Journal of Economics, vol. 3, N° 1.
Stiglitz, J. E. (2000), “Capital market liberalization, economic growth, and instability”, World Development,
vol. 28, N° 6.
Stiglitz, J. E. y otros (2006), Stability with Growth: Macroeconomics, Liberalization and Development, Oxford
University Press.
Sunkel, O. (1972), “Big business and ‘dependencia’: a Latin American view”, Foreign Affairs, vol. 50, N° 3.
Taylor, L. (1991), Income Distribution, Inflation, and Growth: Lectures on Structuralist Macroeconomic Theory,
The MIT Press.
Thirlwall, A. P. (2012), “Balance of payments constrained growth models: history and overview”, Models
of Balance of Payments Constrained Growth: History, Theory and Empirical Evidence, E. Soukiazis y
P. A. Cerqueira (eds.), Londres, Palgrave Macmillan.
(1979), “The balance of payments constraint as an explanation of the international growth rate differences”,
PSL Quarterly Review, vol. 32, N° 128.
Van Ewijk, C. (1981), “The long wave: a real phenomenon?”, De Economist, vol. 129, N° 3.
Ziesemer, T. H. W. (2010), “From trends in commodities and manufactures to country terms of trade”,
UNU-MERIT Working Papers, N° 022, Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas de Investigación
Económica y Social sobre Innovación y Tecnología en Maastricht (UNU-MERIT).
Restricciones vinculadas a la inestabilidad y trampas del desarrollo: un análisis empírico de los ciclos…
Copyright of Revista de la CEPAL is the property of United Nations Publications and its
content may not be copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the
copyright holder's express written permission. However, users may print, download, or email
articles for individual use.