Ciclo Economico Del Uruguay Gregorio Murillo Leon
Ciclo Economico Del Uruguay Gregorio Murillo Leon
Ciclo Economico Del Uruguay Gregorio Murillo Leon
SUCRE
DICCIONARIO DE TERMINOLOGÍA MICROECONOMÍA
APELLIDOS Y NOMBRES
Vicente Gregorio Murillo Leon
TEMA
El ciclo económico del Uruguay
A finales de la década de 1990, alguna prensa local anunciaba que Uruguay se aprestaba
a cerrar el siglo mostrando las más altas tasas de crecimiento de su historia. En una
atmósfera dominada por el optimismo, se entendía que “las reformas estructurales”,
introducidas en esa década en la región, eran la garantía del quiebre de tendencia que se
registraba, rompiendo con el estancamiento y las crisis económicas provocados por
décadas anteriores de malas políticas y extrema participación del Estado en la
economía.
Parafraseando análisis realizados sobre la crisis del ´29, estas miradas no notaban que se
encontraban de espaldas al precipicio. Uruguay vivió a principios del Siglo XXI una
nueva profunda crisis económica que destruyó buena parte de los avances del ciclo
expansivo anterior, reiterando lo ya sucedido muchas veces antes.
Uruguay ha experimentado un muy rápido crecimiento en la última década, lo que ha
logrado combinar con una caída nada despreciable de la desigualdad y mejoras en
diversos indicadores sociales, como pobreza e indigencia. Los logros obtenidos y las
perspectivas de un continuo crecimiento en los próximos años (diversas estimaciones lo
ubican en el entorno del 3% anual en el próximo quinquenio) permiten generar cierto
optimismo sobre el futuro y sobre las posibilidades de finalmente quebrar con la
tendencia histórica. Sin embargo, la experiencia histórica nos ha enseñado que debemos
ser cautos.
Este documento analiza las características del último ciclo de desarrollo de la economía
uruguaya (1998-2012), con el fin de evaluar logros y discutir desafíos del futuro
más inmediato y del de más largo plazo.
Para estudiar este ciclo, partimos de la idea de que el desarrollo económico es un
proceso complejo, que supone una transformación profunda de las estructuras
económicas y sociales, que conduzca tanto al aumento de la riqueza y el producto per
cápita, como a la adquisición y desarrollo de diversas capacidades. Ellas se vehiculizan,
entre otras cosas, en el plano de la educación, la salud, el acceso a condiciones dignas
de vivienda, en la ampliación de las libertades y capacidades de decisión, y requieren la
sostenibilidad social y ambiental de ese proceso. En el plano productivo, ello supone
una profunda transformación de las bases de competencia internacional con un rol
decisivo de la innovación y el cambio tecnológico. Aun cuando tendremos en mente
esta visión del desarrollo como un fenómeno multidimensional, en este trabajo nos
centraremos particularmente en los aspectos del desarrollo económico y más
específicamente en la dinámica de crecimiento y cambio estructural.
OBJETIVOS
El trabajo tiene tres grandes capítulos. En el primero analizamos el desempeño agregado
reciente en el contexto del desarrollo de largo plazo de Uruguay, siguiendo la máxima
atribuida a Winston Churchill, de que “cuánto más atrás miremos, más adelante
podremos ver”1. En ese capítulo se evalúan los logros actuales en ese contexto y se
discuten diversos aspectos macroeconómicos. En el segundo capítulo se analiza el ciclo
1998-2012 en mayor detalle, desde el punto de vista de diversas variables
macroeconómicos y del desempeño sectorial. El tercer capítulo presenta una amplia
batería de índices construidos para aproximarse al problema del cambio estructural,
concluyéndose que la economía uruguaya ha mantenido una importante estabilidad en
este plano, sin que se registren transformaciones importantes, más allá de algunos
cambios muy notorios en la producción primaria. De forma complementaria, cada
capítulo aborda las políticas productivas desarrolladas, con el fin de comprender los
esfuerzos desde el sector público para apoyar el desarrollo del sector productivo, bajo
una mirada que también muestra los cambios ocurridos a lo largo del período analizado.
Las conclusiones del trabajo se presentan en un capítulo final.
ANTECEDENTES
flujo inmigratorio, para luego pasar, ya a partir de los años de 1960, a ser un país de
emigración. Detrás de un estable crecimiento del PIB per cápita se esconde, entonces,
una economía que pierde dinámica económica: el PIB de Uruguay ha crecido mucho
más lentamente, acompañando la caída del aumento de la población.
Un segundo elemento de discontinuidad es la fuerte volatilidad de la economía
uruguaya. Este es un rasgo que Uruguay comparte con el conjunto de las economías
latinoamericanas. América Latina muestra mayor volatilidad que cualquier otro grupo
de países. La volatilidad de América Latina no guarda relación ni con el nivel de ingreso
per cápita (ya que no ha tendido a disminuir con el tiempo), ni con el ritmo de
crecimiento económico (no es resultado natural de la aceleración económica). Esta
característica parece estar más bien vinculada tanto con las características de la
estructura productiva, como con la correlación alta y positiva existente entre empujes
de expansión económica y movimientos de capitales (Bértola y Ocampo 2013). Pérez
y Titelman (2011) y CEPAL (2012) agregan que los ciclos de las economías
latinoamericanas también se diferencian por la brevedad de sus fases de alza. Así, lo que
resulta remarcable es que América Latina no muestra incapacidad de crecer, sino de
mantener el crecimiento económico más allá de empujes, que muchas veces culminan
en profundas crisis.
METODOLOGÍA
Siguiendo los objetivos planteados, la estrategia adoptada consiste en los pasos que se
detallan a continuación. Cabe agregar que en cada paso se hará referencia a algunas
discusiones metodológicas planteadas en la literatura de referencia, que son de
relevancia para las decisiones aquí tomadas. Primer paso: identificación del ciclo real y
del ciclo financiero Este paso consiste en la extracción y caracterización del
componente cíclico de las series trabajadas (crédito y PIB, en términos reales). Para el
caso de la serie de crédito, será la primera vez que se realice este ejercicio con series de
largo plazo en el caso uruguayo. Para la serie del PIB, en este estudio se actualizarán las
caracterizaciones realizadas por varios trabajos previos, que fueron reseñados en la
sección de antecedentes. Un importante aspecto de la investigación es que se propone
caracterizar empíricamente el ciclo financiero en Uruguay, lo cual presenta un desafío
metodológico al no existir un consenso en la literatura que utiliza los modelos de
componentes inobservables en series univariadas, en dos aspectos (Borio, 2014;
Drehmann et al., 2012; Claessens et al., 2011, 2012; Strohsal et al, 2019). El primer
aspecto refiere a que no existe una medida única para evaluar el ciclo financiero, sino
que el mismo se puede manifestar en varias variables macroeconómicas. En el presente
trabajo, se opta por trabajar con el crédito interno al sector privado no financiero
(comercial y hogares), en términos reales, entendido como las colocaciones realizadas
por el sistema bancario a agentes no financieros. Esta medida, junto a otras variables
referidas a precios de activos de la economía (bienes raíces y acciones), son las más
utilizadas en la literatura internacional para describir el ciclo financiero de forma
parsimoniosa (Claessens et al., 2011; Drehmann et al., 2012; Borio, 2014). Respecto al
uso del crédito interno, en esta instancia se dejará afuera de las mediciones al crédito
externo del sector privado no financiero, es decir, se dejan afuera los fondos captados en
el exterior por los agentes residentes no financieros de la economía uruguaya. La razón
para ello es que las expansiones crediticias consideradas por Minsky (1992) y por
Kindle Berger y Aliber (2015) obedecen a procesos estructurales propios de la economía
nacional analizada, o de la economía global en su conjunto. Incluir los flujos de
capitales recibidos del exterior por los privados puede conducir a confundir la relación
entre el ciclo financiero local con el ciclo real uruguayo, especialmente en los períodos
más activos de la banca offshore.
Uruguay ejemplifica estas características con mucha claridad. Como ya fuera mostrado
anteriormente por diversos trabajos (Bértola 1995, Bértola y Lorenzo 2004, Oddone
2010), Uruguay muestra un patrón con una ciclicidad muy clara. Más allá de la
ocurrencia de ciclos más breves, hay un patrón que se ajusta a los llamados ciclos de
Kuznets, de una duración de entre 15 y 25 años. El cuadro 1 muestra las características
de los ciclos uruguayos en el largo plazo.
No pueden caber dudas acerca de la importancia de este fenómeno y de sus negativos
impactos en la economía y sociedad en general. Estas bruscas fluctuaciones económicas
dejan huellas muy profundas en el conjunto del tejido social. Se producen empujes
emigratorios, cierres de empresas, drásticos cambios en las reglas del juego, falta de
previsibilidad de la situación económica y muchos otros efectos adversos. Todo ello
inhibe la toma de decisiones de largo plazo, genera falta de credibilidad institucional y
cambios frecuentes de orientaciones políticas. Como muestra el cuadro 1, las crisis
recurrentes que acompañan estos ciclos van acompañadas de cambios políticos de
importancia. La mayor de las veces, las crisis económicas son profundas y los cambios
políticos ocurren dentro de los primeros cuatro o cinco años posteriores a las crisis. La
excepción fue la crisis de mediados de la década de 1950,
CONCLUSIONES
Uruguay ejemplifica estas características con mucha claridad. Como ya fuera mostrado
anteriormente por diversos trabajos (Bértola 1995, Bértola y Lorenzo 2004, Oddone
2010), Uruguay muestra un patrón con una ciclicidad muy clara. Más allá de la
ocurrencia de ciclos más breves, hay un patrón que se ajusta a los llamados ciclos de
Kuznets, de una duración de entre 15 y 25 años. El cuadro 1 muestra las características
de los ciclos uruguayos en el largo plazo.
No pueden caber dudas acerca de la importancia de este fenómeno y de sus negativos
impactos en la economía y sociedad en general. Estas bruscas fluctuaciones económicas
dejan huellas muy profundas en el conjunto del tejido social. Se producen empujes
emigratorios, cierres de empresas, drásticos cambios en las reglas del juego, falta de
previsibilidad de la situación económica y muchos otros efectos adversos. Todo ello
inhibe la toma de decisiones de largo plazo, genera falta de credibilidad institucional y
cambios frecuentes de orientaciones políticas. Como muestra el cuadro 1, las crisis
recurrentes que acompañan estos ciclos van acompañadas de cambios políticos de
importancia. La mayor de las veces, las crisis económicas son profundas y los cambios
políticos ocurren dentro de los primeros cuatro o cinco años posteriores a las crisis. La
excepción fue la crisis de mediados de la década de 1950.
RECOMENDACIONES
Esta investigación ha pretendido abordar el estudio de las características del ciclo
económico uruguayo desde una perspectiva poco explorada hasta el momento,
vinculando las características y los desarrollos sucedidos dentro del sistema financiero
(aproximado a través del sistema bancario) al comportamiento de la economía real en el
largo plazo. Con este fin, pretende ser una contribución a discusiones realizadas tanto en
el campo de la Macroeconomía como en el de la Historia Económica, vinculadas a la
estabilidad financiera y al patrón de crecimiento a lo largo de la historia del país. Para
ello, se indagó en la existencia de un ciclo financiero para la economía uruguaya en el
largo plazo, a partir de la reconstrucción de una serie del crédito destinado por la banca
local al sector interno no financiero y utilizando técnicas de la econometría de series
temporales. Al igual que varios trabajos referentes mayoritariamente a economías
avanzadas, puede hablarse para Uruguay de un comportamiento cíclico en el sector
financiero, vigente al menos desde el último tercio del siglo XIX. La caracterización
empírica aquí lograda indica varias similitudes con la evidencia encontrada para otros
países y en otros horizontes temporales: se verificó la existencia de un ciclo financiero
vinculado al corto plazo, cuya duración promedio es de 8 años y medio, y otro cuya
duración promedio es de 22 años y medio. Este trabajo también brinda una actualización
de la caracterización del ciclo uruguayo, a la luz de recientes revisiones de las
estimaciones históricas del PIB. La evidencia encontrada va en la misma dirección que
los hechos estilizados apuntados por la literatura de referencia en el caso uruguayo,
especialmente en lo que refiere al hallazgo de las ondas de Kuznets, más largas de lo
que la literatura internacional suele proponer para la evolución de la economía real (en
este caso, de 21 años y medio, en promedio). Además, se constató un importante grado
de volatilidad en el PIB, especialmente en las ondas de Kuznets, que a diferencia de
trabajos previos (Bértola y Lorenzo, 2004) parece ser algo más alta durante el período
de mayor cerramiento de la economía. Esto debe ser abordado en posteriores estudios,
que brinden una explicación más profunda de los determinantes de la volatilidad cíclica
atendiendo a los diferentes momentos de la historia económica del Uruguay, en especial
analizando los valles y picos durante la época de crecimiento dirigido por el Estado. A
partir de un marco teórico que enfatiza la inestabilidad inherente a las economías
capitalistas con sistemas financieros desarrollados, y teniendo en cuenta los cambios
sucedidos a nivel nacional e internacional en el entorno macroeconómico, se buscó
echar luz sobre un posible factor detrás del comportamiento del ciclo real descrito: el
ciclo financiero. Con tal fin, en primer lugar, se compararon las características de cada
ciclo, tanto en el período global como en tres subperíodos marcados por profundos
cambios en las estructuras productivas e institucionales de la economía.
------------ 1206286252
BIBLIOGRAFIA