Tema Circulatorio y Respiratorio
Tema Circulatorio y Respiratorio
Tema Circulatorio y Respiratorio
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1-1. ANATOMÍA
1-2. FISIOLOGÍA
2-1. ANATOMÍA
2-2. FISIOLOGÍA
3. PRINCIPALES ENFERMEDADES
4. HÁBITOS SALUDABLES
INTRODUCCIÓN
COMPOSICIÓN DE LA SANGRE
La sangre es un tejido altamente especializado, formado por una matriz fluida, el plasma, y
por células como los glóbulos rojos o eritrocitos o hematíes y glóbulos blancos o leucocitos y restos
celulares como las plaquetas.
Las funciones de la sangre son esenciales para la supervivencia del ser humano; además
de ser un medio de transporte y de mantener la regulación térmica del cuerpo, la sangre también
regula el medio interno y defiende al organismo ante agentes infecciosos.
La sangre circula a alta velocidad a través de los vasos sanguíneos. El corazón de un adulto
en reposo puede bombear sangre a razón de 5 litros por minuto. De este volumen de sangre, el
45% corresponderían a las células sanguíneas y el 55% al plasma. El plasma está formado
fundamentalmente por agua (92%), además de por proteínas, vitaminas, hormonas y gases, entre
otros.
Elementos celulares de la sangre
Plaquetas; Son fragmentos celulares, procedentes de células de mayor tamaño, los megacariocitos
de la médula ósea. No tienen núcleo. Son responsables de la hemostasia (proceso por el cual la
sangre se mantiene dentro de un vaso sanguíneo lesionado)
Eritrocitos; Son las células más abundantes de la sangre. Son células bicóncavas, sin núcleo y cuya
membrana es altamente deformable gracias a la proteína elastina. Como no contienen mitocondrias
ni retículo endoplásmatico, no pueden sintetizar los componentes de membrana, luego van
perdiendo su elasticidad hasta morir a los 28 días aproximadamente. Son responsables del
transporte de oxígeno mediante una proteína, la hemoglobina
Leucocitos: Poseen núcleo y al disponer de toda la maquinaria celular, son las únicas células
sanguíneas que desarrollan su capacidad funcional de forma normal. Los leucocitos se clasifican
en granulocitos (tienen gránulos en su citoplasma que contienen proteínas) como son los
neutrófilos, eosinófilos y basófilos, y agranulocitos (no tienen gránulos en el citoplasma) como los
monocitos y linfocitos.
HEMATÍES
EL CORAZÓN
Situado en la cavidad torácica, entre los pulmones, y envuelto por una membrana
denominada pericardio, el corazón es un órgano muscular hueco que se contrae rítmicamente para
propulsar sangre.
La pared del corazón está formada por tres capas:
La pared del corazón delimita cuatro cavidades: dos aurículas (cavidades superiores y más
pequeñas, por donde entra la sangre al corazón) y dos ventrículos (cavidades inferiores de mayor
volumen, por donde sale la sangre del corazón). El miocardio es mucho más grueso en los
ventrículos que en las aurículas, y más grueso en el ventrículo izquierdo que en el derecho).
Las aurículas y los ventrículos de cada lado están comunicados, y en la zona de
comunicación existen válvulas llamadas válvulas aurículo-ventriculares: la válvula mitral en el
lado izquierdo y la válvula tricúspide en el lado derecho. También existen válvulas en la base de
la aorta (válvula aórtica) y en el nacimiento de la arteria pulmonar (válvula pulmonar), llamadas
en conjunto válvulas semilunares. Las válvulas son pliegues endoteliales que funcionan
pasivamente: su estructura hace que, al retroceder la sangre, se cierren de forma inmediata,
impidiendo su reflujo.
EL CIRCUITO SANGUÍNEO
El sistema circulatorio humano es cerrado (la sangre circula siempre dentro de los vasos
sanguíneos), y en él puede diferenciarse una circulación menor o pulmonar, que permite que la
sangre se oxigene, y una circulación mayor, periférica o sistémica, que es el recorrido que lleva
la sangre y el oxígeno a todos los tejidos.
Circuito menor: la sangre sale del ventrículo derecho del corazón por la arteria
pulmonar, que a nivel del cayado aórtico se ramifica en arteria pulmonar derecha y
arteria pulmonar izquierda para ingresar cada una en el pulmón correspondiente. Éstas
llevan a los pulmones la sangre sin oxígeno, y allí a nivel de los capilares pulmonares, se
produce la oxigenación. La sangre oxigenada retorna después a la aurícula izquierda
del corazón por las venas pulmonares, dos a dos.
Circuito mayor: la sangre sale del ventrículo izquierdo por la arteria aorta que, tras un
corto trayecto ascendente, se curva hacia abajo (cayado aórtico) y recorre todo el tronco.
De la parte superior de la aorta surgen las arterias carótidas (que llevan la sangre a la
cabeza) y las arterias subclavias (que llevan la sangre a los brazos). Del tronco de la
aorta surgen diferentes arterias que llevan la sangre a los distintos órganos corporales
(la hepática al hígado, las mesentéricas al intestino, las renales a los riñones, etc).
Finalmente la aorta se bifurca en las arterias ilíacas, que llevan la sangre a las piernas.
La sangre retorna por el sistema venoso: las venas safenas (llevan la sangre de las
piernas) se unen para formar la vena cava inferior, que irá recibiendo la sangre de todo
el tronco a través de diferentes venas. Las venas yugulares, procedentes de la cabeza,
y las subclavias, que traen la sangre de los brazos, se unen para formar la vena cava
superior. Ambas venas cava vierten la sangre en la aurícula derecha. En estado de
reposo, la sangre atraviesa la totalidad del circuito en un minuto, pero en situaciones de
máxima actividad lo hace hasta seis veces por minuto.
CIRCUITO SANGUÍNEO
1-2. FISIOLOGÍA
EXCITACIÓN CARDÍACA
El corazón está dotado de un sistema para generar impulsos rítmicos que produzcan
periódicamente la contracción del miocardio. Estos impulsos se producen, por tanto, en el propio
músculo cardíaco.
El proceso ocurre de la siguiente forma: el impulso
se genera en el nodo sinusal (pequeña banda
muscular de la aurícula derecha) de forma rítmica,
unas 72 veces por minuto en reposo (el nodo
sinusal se considera el marcapasos natural del
corazón). Esta excitación se transmite de célula en
célula por toda la masa auricular, hasta llegar al
nodo auriculoventricular que la conduce a los
ventrículos, con un pequeño retraso que permite
que se contraigan primero las aurículas y después
los ventrículos. La transmisión por los ventrículos
se realiza sobre todo por el haz de His (que parte
desde el nodo auriculoventricular). Rama izquierda
del haz de His y rama derecha del haz de His.
Desde aquí el impulso se transmite hacia las fibras
de Purkinje, y de éstas a las propias células musculares del ventrículo.
Amígdalas: son dos acumulaciones de tejido linfoide situadas al fondo de la cavidad bucal,
a ambos lados de la faringe. Retienen partículas extrañas que entran en el organismo a
través de la boca.
Timo: órgano en el que maduran los linfocitos T, imprescindibles para el sistema inmunitario.
Está más desarrollado en niños y disminuye su actividad a partir de la pubertad.
Bazo: es un órgano que filtra la sangre y la limpia. Está localizado en el lado izquierdo del
abdomen cerca del estómago.
Ganglios linfáticos: son estructuras con forma ovoide. Contienen linfocitos y por lo tanto
retienen antígenos y células cancerosas.
Componentes del sistema linfático
VÍAS AÉREAS
Consisten en una serie de conductos por donde pasa el aire hacia y desde los pulmones.
Las fosas nasales son cavidades de paredes óseas y cartilaginosas tapizadas por un epitelio
ciliado mucoso, con células olfativas. Están abiertas al exterior por los orificios nasales, y
comunicados con la faringe a través de las coanas. Se conectan también con los senos nasales
(cavidades del cráneo) y con las glándulas lacrimales.
La faringe es un conducto musculomembranoso de unos 14 cm de longitud que comunica
la cavidad bucal con el esófago. Comunica también con la laringe a través de un orificio llamado
glotis, con las fosas nasales a través de las coanas y con el oído medio a través de las trompas
de Eustaquio. En la faringe se encuentran las amígdalas faríngeas, ya vistas. La faringe se divide
en tres partes; nasofaringe, o parte superior, la orofaringe o parte intermedia y la laringofaringe o
parte final que comunica con el esófago.
La laringe es un conducto de unos 4 cm de longitud situado por delante del esófago. Está
formada por cartílagos articulados revestidos de mucosa y movidos por músculos, ligamentos y
nervios. Internamente deja una apertura denominada glotis en la cual encontramos las cuerdas
vocales falsas (dos repliegues superiores) y las verdaderas (dos repliegues inferiores, que a
diferencia de las superiores sí emiten sonidos en su oclusión o cierre). Los cartílagos principales
son; cartílago tiroides (de mayor tamaño), el cuál por delante forma un reborde grueso o nuez más
visible en los hombres. Epiglotis, cartílago cricoides y cartílago aritenoides. Las funciones de la
laringe son por tanto producir la voz y proteger las vías respiratorias contra la entrada de sustancias
en la deglución.
Tráquea y bronquios primarios
La tráquea es un tubo resistente y flexible con una longitud de 11 cm aproximadamente. Comienza
por delante de la sexta vértebra cervical y termina a nivel de la quinta vértebra dorsal, donde se
ramifica dando lugar a los bronquios principales izquierdo y derecho.
La parte interna de la tráquea está revestida de un tejido epitelial ciliado que produce moco. Este
epitelio retiene las impurezas que provienen del exterior y la elimina a través del movimiento reflejo
de la tos.
A lo largo del tubo tráquea se disponen de 15 a 20 cartílagos traqueales con forma de C, que
proporcionan rigidez a las paredes de la tráquea y la protegen. Los cartílagos también impiden que
la tráquea se colapse en las variaciones de presión del sistema respiratorio. Como los cartílagos
no rodean totalmente a la tráquea, la pared posterior puede cambiar fácilmente durante la deglución
lo que permite el tránsito del alimento por el esófago.
Los bronquios primarios o principales izquierdo y derecho, que van hacia los pulmones respectivos,
también tienen cartílagos en forma de C. Cada uno de estos bronquios se introduce en el pulmón
a través de una hendidura denominada hilio y después se ramifican. Por el hilio pulmonar también
entran y salen vasos sanguíneos y nervios.
PULMONES
Los pulmones son dos órganos esponjosos con forma cónica alojados en el tórax, con el
vértice dirigido hacia arriba y con la parte inferior amplia que se apoya en el diafragma. Están
divididos en lóbulos separados por hendiduras; tres lóbulos en el pulmón derecho y dos en el
izquierdo. Cada lóbulo se divide en cientos de lobulillos. El pulmón derecho es más grande que el
izquierdo ya que el corazón y los grandes vasos se encuentran desplazados hacia la izquierda.
Cada pulmón está recubierto por dos membranas denominadas pleuras (pleura visceral y
pleura parietal, hojas interna y externa respectivamente) que limitan la cavidad pleural que contiene
el líquido pleural. Las pleuras protegen a los pulmones y evitan el roce con la cavidad torácica
durante el proceso de inspiración y espiración del aire.
Bronquios pulmonares
Los bronquios primarios se dividen en una serie de bronquios secundarios. El bronquio
primario derecho se divide en tres secundarios superior, medio e inferior que van a cada lóbulo del
pulmón derecho, lóbulo superior, medio e inferior respectivamente. El izquierdo se divide en dos
secundarios, superior e inferior que van a los lóbulos superiores e inferiores respectivamente.
Los bronquios secundarios se dividen en los terciarios y estos se van ramificando
sucesivamente en bronquiolos, constituyendo el árbol bronquial. Finalmente se conectan con los
alveolos pulmonares en los cuales se producirá el intercambio gaseoso.
2-2. FISIOLOGÍA
VENTILACIÓN PULMONAR
Es el proceso mediante el cual se renueva el aire de los pulmones, que se mueve en función
de la diferencia de presión entre éstos y el aire, gracias a la acción de los músculos respiratorios
principales en una respiración normal y con la ayuda de otros músculos en respiración forzada. El
proceso de ventilación pulmonar consta de dos movimientos inspiración y espiración.
Inspiración: el aire entra dentro del pulmón. Es generada por la contracción del
diafragma (que se aplana y desciende) y por la contracción también de los músculos
intercostales externos, lo que genera un aumento de volumen de la caja torácica y un
aumento de volumen de los pulmones.
Espiración: el aire sale del pulmón. Ocurre cuando el diafragma se relaja y asciende.
También se relajan los músculos intercostales externos.
INTERCAMBIO GASEOSO
El intercambio de gases en los pulmones tiene lugar por difusión, debida a la diferencia de
concentraciones de los gases a ambos lados de la superficie de intercambio. Como las
concentraciones tienden a igualarse, el oxígeno pasa del espacio alveolar (donde está más
concentrado) a la sangre, mientras que el dióxido de carbono hace el camino opuesto.
El transporte de oxígeno por la sangre se realiza gracias a la hemoglobina, que es una
proteína formada por cuatro cadenas polipeptídicas, cada una de ellas con un grupo hemo que
contiene un átomo de Fe que se une al O2 (de manera que cada molécula de hemoglobina puede
transportar hasta cuatro moléculas de O2).
REGULACIÓN DE LA ACTIVIDAD RESPIRATORIA
La regulación nerviosa es llevada a cabo por las neuronas del centro respiratorio, situado
en la parte inferior del cerebro.
TIPOS DE RESPIRACIÓN
Clavicular o torácica: en ella se mueven las clavículas al mismo tiempo que se inspira. Sólo la
parte superior de los pulmones recibe aire. Es la respiración menos eficiente de todas y no suele
realizarse de manera aislada.
Intercostal: es una respiración que consiste en separar las costillas y dilatar la caja torácica, con
lo que se consigue un descenso parcial del diafragma, llenando de aire los pulmones en su zona
media.
Abdominal: es una respiración que moviliza el tórax y la parte alta del abdomen. El diafragma
realiza su máximo descenso. La dilatación de los pulmones es alta. Es la más idónea para el canto.
Respiración completa: se realiza integrando los tres tipos de respiración anteriores, por lo que se
consigue llenar y después vaciar completamente los pulmones. Este tipo de respiración proporciona
una gran relajación y es una excelente oxigenación de los tejidos del cuerpo.
3. PRINCIPALES ENFERMEDADES
3-1. ENFERMEDADES DEL SISTEMA CIRCULATORIO
Resfriado o catarro común: es una infección vírica que genera picazón en las fosas
nasales, obstrucción y abundante secreción acuosa, que remite espontáneamente en 2-
7 días.
Gripe: infección vírica que produce fiebre, dolor muscular, cansancio y que es muy
contagiosa.
Amigdalitis: inflamación aguda de las amígdalas, que genera dolor de garganta,
hipertrofia de la zona y dificultad para la deglución.
Laringitis: irritación o infección de la laringe que va acompañada de la disminución o la
pérdida total de la voz por un período de tiempo.
Bronquitis aguda: inflamación del árbol bronquial por infección o por contacto con
sustancias tóxicas o aire frío, así como por reacciones alérgicas. Sus síntomas incluyen
fiebre, dolor torácico, fatiga, tos y expectoración mucosa.
Asma bronquial: es un espasmo y contracción de los bronquios que limita el paso del
aire, provocando dificultad para respirar, debido a causas alérgicas o infecciosas.
Neumonía: infección pulmonar a nivel de los sacos aéreos de los pulmones, (afecta a
los alveolos) y que puede estar causada por múltiples agentes como bacterias, virus,
hongos o protozoos.
Cáncer: multiplicación e invasión celular de líneas celulares del pulmón, que en el caso
del cáncer de pulmón, está directa o indirectamente ligado con el tabaquismo. También
puede afectar a la laringe, la lengua, etc.
Tuberculosis: infección bacteriana, producida por la bacteria Mycobacterium
tuberculosis, y que se transmite por el aire. En el pasado constituyó una grave
enfermedad. Hoy en día ha vuelto a aparecer fundamentalmente en zonas rurales.
Neumotórax: entrada de aire entre las pleuras, lo que dificulta la expansión inspiratoria.
Puede producirse por una herida de arma blanca o un disparo, por fractura de una costilla
o por compresión del tórax en un traumatismo.
4. HÁBITOS SALUDABLES
En cuanto al sistema circulatorio, se han establecido con claridad los factores de riesgo para
sufrir insuficiencias cardíacas tan relevantes como el infarto de miocardio, estos son; dietas ricas
en grasas animales saturadas, elevada presión arterial, elevada concentración de colesterol en
sangre, vida sedentaria, obesidad, tabaquismo y factores genéticos. Es por ello necesario reducir
el consumo de vísceras, huevos, mantequilla, bollería, carnes, quesos, etc…Es importante eliminar
el consumo de tabaco y alcohol y es recomendable hacer ejercicio adaptado a la condición física y
a la edad de quién lo practica. En esencia, una dieta equilibrada, ejercicio moderado y no consumir
ningún tipo de drogas son los pilares de una vida sana en este sentido.
Respecto al aparato respiratorio, es importante tomar conciencia de que la vida actual
transcurre habitualmente en una atmósfera cargada de sustancias tóxicas, causa directa de ciertas
enfermedades respiratorias, por lo que es necesario tomar una actitud activa frente a este problema.
Además, es importante tomar conciencia de la cantidad de sustancias que el tabaco incluye en su
composición y que causan graves trastornos no solo al aparato respiratorio, sino al organismo
entero (como el alquitrán o la nicotina). Por último, es importante observar también una técnica de
ventilación adecuada (inspirando por la nariz), para evitar muchas enfermedades y patologías
respiratorias.