Cactus y Suculentas - NG

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Cactus y suculentas: cómo regarlas sin

ahogarlas, multiplicarlas y otros cuidados


que tenés que saber
Riego en cactus y suculentas: lo que tenés que
saber
Teniendo en cuenta la variedad de climas, en relación
con el riego, desde Compañía Botánica no usan la
regla de la frecuencia, sino que sugieren aplicar -
tanto en suculentas como cactus
- un régimen seco-mojado.
Esto significa regar, y no volver a hacerlo hasta que el
sustrato esté completamente seco. Puede chequearse la
humedad del fondo del sustrato introduciendo un
palito de brochette y así chequear si sale húmedo o
no.

¿Cómo regar cactus?


Los cactus tienen un período de reposo (desde el otoño
hasta la primavera) en el que recomendamos ¡no
regar! Esto favorecerá su crecimiento y floración.
En Argentina, por ejemplo, desde el mes de mayo se
recomienda protegerlos de las lluvias si están a la
intemperie y no regar hasta fines de agosto. En ese
momento, comenzar a regar cada 15 días para llegar
al verano con un riego semanal. A fines de febrero,
volver a disminuir la frecuencia para llegar a mayo
con el sustrato seco.

Existen diferentes tipos de plantas para cada espacio


según sus necesidades lumínicas.
¿Cómo regar suculentas?
Los riegos de las suculentas deben ser cuidadosos
todo el año.
Si están cultivadas en exterior, en invierno sólo
deberán recibir el agua de lluvia; en interior, cada
aproximadamente cada 10 días.
El resto del año, como regla general, regar una vez por
semana. En épocas bien calurosas, regar cada 3 o 4
días (siempre aplicando la regla del régimen
seco/mojado).

El nombre de "suculentas" le viene dado por la


capacidad que tiene para retener agua, y ser una
planta muy jugosa.

Tips de riego para cactus y suculentas


¡Regar en forma abundante sin encharcar!
Copiosamente hasta que empiece a salir el agua por el
agujero de drenaje.
No mojar el follaje (hojas), así evitamos quemaduras
de sol y prevenimos la aparición de hongos.
No regar en el cuello de la planta para evitar que se
pudra. Siempre regar cerca del borde de la maceta
para favorecer el crecimiento de las raíces. Si crecen
las raíces, después crece la parte aérea de la planta.
Chequear que las macetas que están a la intemperie
tengan drenaje y que no esté tapado.
Las macetas, latas y contenedores que no tienen
drenaje deben estar bajo techo y regarse en forma
escasa para evitar la pudrición de las raíces (riego
controlado).
Pueden juntar agua de lluvia y guardarla en bidones o
botellas cerradas para evitar la presencia de mosquitos.

Las plantas suculentas o crasas son aquellas en las


que algún órgano está especializado en el
almacenamiento de agua en cantidades mayores que
las plantas sin esta adaptación.

Cómo multiplicar cactus y suculentas


Los cactus y suculentas admiten varias formas de
multiplicación, según la especie. Las más conocidas
son por esqueje de tallo, de hoja y división de matas.
El proceso de multiplicación se basa en tomar
una porción del ejemplar botánico (pueden ser hojas,
tallos, hijuelos, etc.) y, a partir de eso, generar otro
ejemplar idéntico. Lo que vamos a lograr con la
multiplicación es una planta nueva con las mismas
características de aquella que le dio origen.

Estas pequeñas plantitas que tienen fanáticos y


seguidores precisan una atención especial.

Multiplicar cactus y suculentas por esqueje de


hoja
Una guía paso a paso para multiplicar estas plantas
por esqueje de hoja:
Elegir un lugar propicio para la multiplicación: interior
luminoso o exterior protegido de la lluvia (bajo techo).
Seleccionar las hojas (si son gorditas mejor) y cortar
las hojas del medio de la planta (algunos ejemplos de
especies aptas: Echeverias, Sedums, Graptopetalum o
las Crassulas), dejar que cicatrice el corte de la hoja
durante una semana ubicándolas en un platito.
Buscar un contenedor adecuado, preferentemente de
poca profundidad: puede ser un maple de huevos,
bandejas descartables tipo ensalada, o bandejas de
almácigos.
Colocar sustrato para suculentas o perlita o una
mezcla de tierra y arena; la condición es que el
sustrato sea poroso y bien drenado. Una vez colocado
en el interior del contenedor, apenas humedecer.
Colocar las hojas apoyándolas hacia arriba, sin
enterrar y sin hundir.
Armarse de paciencia y ¡esperar a que comiencen a
salir las raicillas! Este punto puede tardar semanas,
incluso meses, según la especie.
¡No regar! La futura planta va a tomar la humedad y
nutrientes de la hoja que le va a dar origen.
A medida que aparezcan las raíces, regar suavemente.
Cuando la hoja madre se haya desprendido o secado es
momento de trasplantar.

Multiplicar cactus y suculentas por esqueje de


tallo
Con este método se pueden multiplicar todas las
suculentas y todos los cactus. Seguí estos pasos:
Cortaremos con un cúter o con una tijera
(previamente esterilizados en alcohol) las porciones
de tallo. En el caso de suculentas, puede ser con o sin
roseta.
Los tallos deberán dejarse una semana para
que cicatrice la herida del corte. Este paso es muy
similar al de las hojas. Si los tallos que cortamos son
de diámetros superiores a 1 cm, deberemos esperar
más de una semana. El secreto es que al mirar el
corte no se vea savia, solo una hendidura oscura: eso
nos dará la pauta de que la herida se selló.
Tanto en el gajo que cortemos como en la herida que
queda en la planta madre, podemos espolvorear con
azufre o con canela en polvo para evitar la aparición
de hongos.
Una vez pasado el plazo indicado y sellado el callo,
elegiremos la maceta donde vamos a plantarlo,
siempre teniendo en cuenta que haya una relación
entre el tamaño de la planta y el de la maceta.
Introducir los tallos en el sustrato levemente húmedo
y no regar durante 20 días, siempre ubicando en
interior luminoso o exterior protegido de la lluvia
(bajo techo).
Vamos a darnos cuenta de que el esqueje enraizó
cuando veamos hojas o brotes nuevos. No debemos
mover el esqueje o intentar sacarlo de la tierra
durante el proceso de enraizamiento, porque eso solo
hará que se retrase o se arruine. Las primeras raíces
que aparecen son muy frágiles y si manipulamos el
esqueje sacándolo y poniéndolo en la tierra, solo
lograremos desprenderlas.

Las plantas suculentas ganaron terreno para


convertirse en habituales de los hogares y jardines.

Multiplicar cactus y suculentas por división de


matas
Este método se puede aplicar en la mayor parte de las
suculentas colgantes y de porte rastrero, por ejemplo,
Senecio rowleyanus, Ceropegia woodii, Rhipsalis spp. y
la Othonna capensis.
Para realizarlo correctamente debemos prestar
atención a que el sustrato esté seco (nunca hacer
esta operación después de regar).
Vamos a aflojar el pan y, suavemente, nos ayudamos
con los dedos para dividir las matas que tengan
vástagos con raíces.
Una vez separadas, procedemos a plantar como en los
casos anteriores.
Luego, regamos levemente sin encharcar.
Muchas suculentas colgantes emiten tallos con raíces
aéreas. En esos casos, se puede cortar el tallo que
contiene esas raíces y apoyar en sustrato húmedo,
tapando apenas. De a poco esas pequeñas raíces
penetrarán más en tierra hasta arraigar
completamente.

Pequeños cactus en mini macetas.

Suculentas y cactus: cuidados de nuestras


pequeñas plantas
Tanto en las plantas suculentas como cualquier otro
tipo de plantas se debe tener en cuenta varios
factores a la hora de cultivarlas y saber cómo
cuidarlas.
No sólo debemos hacer foco en el riego, sino que igual
de importante es conocer su lugar de origen, para así
identificar sus requerimientos y necesidades: tratar
de imitarlos en nuestras casas es lo mejor que
podemos brindarles a nuestras plantas.
Algunas claves para cuidar cactus y suculentas:
Identificarlas: buscar su nombre científico y recabar
información sobre ella.
Elegir el mejor lugar de tu casa para esa planta: tener
en cuenta la orientación; la cantidad de horas de luz
que recibe en las diferentes épocas del año y
momentos del día; cómo es la luz: ¿directa o
indirecta?, ¿y su intensidad (brillante, etc.) y calidad?
Existen diferentes tipos de plantas para cada espacio
según sus necesidades lumínicas.
Chequea que el sustrato en el que esté plantada sea
acorde: cada familia de plantas tiene su fórmula
perfecta para brindarle los nutrientes y calidad de
sustrato que necesitan para desarrollarse
óptimamente. Conseguís estas mezclas ya armadas en
los viveros (ejemplos: sustrato para huerta, para
plantas de flor, para cactus y suculentas, etc.).
Tener alineado el sustrato-riego (y humedad ambiental
en plantas de interior) e iluminación de nuestras
plantas; aprender a observarlas nos garantiza un
éxito de cultivo.
Ármate una rutina para cuidarlas y multiplicarlas,
para regarlas y para conectar con la naturaleza
domesticada; vas a ver cómo tu calidad de vida
mejora y cómo vas a empezar también a disfrutar
más de la naturaleza cuando estés al aire libre.

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