1 Aries 2022 04 16 A4
1 Aries 2022 04 16 A4
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“El fuego ardió y a través de ese fuego morí a la vida y así nací a la muerte. Y luego
nuevamente morí a la forma”. (Aries)
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El Bendito vuela como una flecha a la materia. Él destruye (o rompe) el camino por el cual
podría regresar. Se obliga a permanecer en tierra, profundamente en el fondo de la forma.
Afirma: ‘Regresaré. Mi poder es grande. Destruiré todos los obstáculos. Nada puede detener
mi progreso hacia mi meta. A mi alrededor yace eso que he destruido. ¿Qué debo hacer?’
ii
…Intervalo de Silencio…
IV. “El Gran Ser luchó y entró en combate. Todo lo que encontró Le pareció un tema para
desplegar poder. Dentro del cuarto halló un campo de batalla y se dispuso a luchar. Vio lo
correcto y conoció lo erróneo y vibró entre los dos, luchando primero contra uno y luego contra
el otro, pero pasando por alto ese punto medio donde no se conoce la batalla.
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Allí se hallará armonía, soltura, descanso y silencio apacible. Él debilitó todas las formas
que emplearon Su fuerza y poder. Sin embargo todo el tiempo procuró belleza; buscó lo adorable;
y añoró paz. La desesperación lo superó en Sus recorridos, y con desesperación la voluntad-de-
vivir no pudo sobrevivir. Sin embargo todo el tiempo lo adorable estaba allí”.
iii
Color, y sin embargo ningún color ahora es visto. Sonido y el Uno silencioso se encuentran
en un punto infinito de paz. Tiempo y el Uno eterno anulan los pensamientos de los hombres.
Pero el tiempo no existe.
Forma allí se encuentra, y sin embargo el sentido síquico revela eso que la forma no tiene el
poder de ocultar —la síntesis interna, el prisma omni-abarcante, ese punto de unidad que, cuando
es debidamente alcanzado, revela un punto más lejano donde los tres son uno, y no los dos solos.
Forma y su alma son fundidas. La visión interna vigila la fusión, conoce la divina relación y
ve los dos como uno. Pero desde ese punto de realización elevada una visión superior fulgura
ante el ojo interno abierto. Los tres son uno, y no solo los dos. Sigue adelante, oh peregrino en el
Camino.
iv
… Intervalo de Silencio…
“Que quien mira hacia fuera tenga cuidado de que la ventana a través de la cual escruta
trasmita la luz del sol. Si la usa en la madrugada (de su esfuerzo...), que recuerde que el orbe aún
no ha salido. Los nítidos contornos no pueden ser percibidos, y espectros y sombras, espacios
sombríos y áreas llenas de oscuridad todavía confunden su visión.”
Al final de esta sentencia se encuentra un símbolo curioso, que trasmite a la mente del
discípulo el pensamiento de “Guarda silencio y reserva tu opinión”.
v
… Intervalo de Silencio…
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vi
Aries, que en diferentes puntos a lo largo del Sendero de Vida fuerza al alma hacia la tierra
ardiente y la somete a un proceso purificador durante encarnación. Mediante el fuego menor de la
mente, las “selvas de experiencia son incendiadas y se disuelven en llamas y luego el Sendero
queda despejado y se logra visión diáfana”.
vii
“Que la gloria externa desaparezca y la belleza de la Luz interna revele al Uno. Que
disonancia sea reemplazada por armonía, y desde el centro de la Luz escondida, que el alma
hable: ‘Que retumbe la palabra: «Belleza y gloria no Me velan. Permanezco revelado. Yo soy»”.
viii
…Intervalo de Silencio…
Dentro del cuerpo del Logos planetario la humanidad lentamente está construyendo lo que
ellos llaman el antakarana; este es, en realidad, el hilo conector entre el centro coronario de
Sanat Kumara y Su centro cardíaco. Reflexionen sobre estas palabras. Aquí hay involucrado un
misterio, y poco puedo hacer para esclarecerlo. A medida que la humanidad construye o crea los
triángulos de luz y de buena voluntad, están en realidad invocando una actividad de respuesta de
dos Budas de Actividad —Aquel que obra por medio del aspecto voluntad y Aquel que obra a
través del amor en la humanidad, inteligentemente aplicado. No olviden que estos tres grandes
Budas resumen en un sentido peculiar la esencia trasmutada del anterior sistema solar en el cual
la actividad inteligente fue la meta. Hoy, esa esencia subyace en toda la actividad de este sistema
solar pero está motivada por el amor, lo cual no sucedió en la manifestación anterior. Los Budas
Mismos forman un Triángulo profundamente esotérico.
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… Mercurio–Venus y Sol–Luna, son para los cabalistas los ángeles que guardan los cuatro
extremos de la Tierra. Lo mismo dice la filosofía esotérica de Oriente, con añadidura de que el
Sol no es un planeta, sino el astro central de nuestro sistema, y que la Luna es un planeta muerto,
del que se han desprendido todos los principios. El Sol representa, según el esoterismo oriental, a
un planeta invisible que se halla entre Mercurio y el Sol; y la Luna a otro planeta que parece
haber ahora desaparecido de la vista. Éstos son los cuatro mâharâjâs, los “Cuatro Santos Seres”
relacionados con Karma y con la Humanidad, con el Kosmos y el Hombre, en todos sus
aspectos... No necesitamos repetir que los mundos planetarios son tan sólo símbolos físicos, y el
sistema esotérico casi nunca se refiere a ellos, sino que en dichos nombres simboliza sus fuerzas
cósmicas, psíquicas, físicas y espirituales. En resumen, los siete planetas físicos son los
Sephiroth inferiores de la Kabalah...
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“Cuando la luz de los siete Rayos es mezclada con la del séptimo Rayo, entonces luz superna
puede ser conocida.”
El resultado será la creación de un canal directo para la precipitación de “luz superna” en los
tres mundos y su dominante enfoque sobre el plano físico. Así se dará lugar a la nueva
civilización y al nuevo orden mundial, y se hará posible el nuevo acercamiento a la divinidad;
entonces se darán los pasos iniciales para crear el “nuevo cielo y la nueva tierra”.
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… que Mercurio apresure al grupo sobre el Camino ascendente y que Tauro traiga
iluminación y el logro de la visión.
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i
Alice Ann Bailey, Astrología Esotérica.
ii
Alice Ann Bailey, Sicología Esotérica II.
iii
Alice Ann Bailey, Curación Esotérica.
iv
Alice Ann Bailey, Sicología Esotérica I.
v
Alice Ann Bailey, La Luz del Alma.
vi
Some Thoughts on the Gita, citado en Alice Ann Bailey, Un Tratado sobre Fuego Cósmico.
vii
Alice Ann Bailey, Astrología Esotérica.
viii
Alice Ann Bailey, Un Tratado sobre Magia Blanca.
ix
Alice Ann Bailey, Los Rayos y las Iniciaciones.
x
Helena Blavatsky, Doctrina Secreta, VI.
xi
Alice Ann Bailey, Discipulado en la Nueva Era II.
xii
Alice Ann Bailey, Los Rayos y las Iniciaciones.