Derecho Poltico - Catedra B Blando
Derecho Poltico - Catedra B Blando
Derecho Poltico - Catedra B Blando
RESUMEN DE
DERECHO
POLICITO
CATEDRA “B”
Dr. Blando
Unidad I:
Poder
Fichas 0-11
Ficha 0:
"El Derecho como sistema de garantías"
(Luigi Ferrajoli)
Los países del mundo, incluso los más desarrollados, están viviendo una
crisis profunda y creciente del Derecho. Esta crisis se la puede analizar desde 3
aspectos:
difícil que el afrontado, hace ahora dos siglos, por los juristas ilustrados, al
emprender la obra de la codificación bajo la enseña del principio de legalidad. Si
bien respecto a la tradición positivista clásica, la razón jurídica actual tiene la
ventaja derivada de los progresos del constitucionalismo del siglo pasado, que
permiten configurar y construir hoy el derecho, como un sistema artificial de
garantías constitucionales preordenado a la tutela de los derechos
fundamentales.
Los sistemas de constituciones rígidas, se caracterizan por la doble
artificialidad; es decir, ya no solo por el carácter positivo de las normas
producidas sino también, por su sujeción al derecho. Gracias a esta doble
artificialidad (de su ser y su deber ser), la legalidad positiva o formal en el estado
constitucional de derecho ha cambiado de naturaleza: no solo es condicionante,
sino que esta a su vez condicionada por vínculos jurídicos no solo formales sino
también sustanciales. Podemos llamar modelo o sistema garantista, por
oposición al paleo positivista, a este sistema de legalidad, al que esa doble
artificialidad le confiere un papel de garantía en relación con el derecho ilegitimo.
Hoy en día, el derecho contemporáneo no programa solamente sus formas
de producción a través de normas de procedimiento sobre formación de las leyes
y demás disposiciones.
En el plano de la teoría del derecho, donde esta doble artificialidad supone
una revisión de la teoría de la validez, basada en la disociación entre validez y
vigencia, y en una nueva relación entre forma y sustancia de las decisiones.
En el plano de la teoría política, donde comporta una revisión de la
concepción puramente procedimental de la democracia y el reconocimiento
también de una dimensión sustancial.
En el plano de la teoría de la interpretación y de la aplicación de la ley, al
que incorpora una redefinición del papel del juez y una revisión de las formas y
las condiciones de su sujeción a la ley.
El papel de la ciencia jurídica, que resulta investida de una función no
solamente descriptiva, sino critica y proyectiva en relación con el objeto.
Una ley que viola el principio constitucional de igualdad, por más que tenga
existencia formal o vigencia, puede muy bien ser inválida y como tal susceptible
de anulación por contraste con una norma sustancial sobre su producción.
Hans Kelsen, trató de resolver esta aporía afirmando la validez también de
las normas, comprendidas por ejemplo las leyes ordinarias, cuyos contenidos se
encuentren en contradicción con normas superiores, como las constitucionales;
estas normas, permanecen válidas mientras no son derogadas en la forma que el
mismo ordenamiento jurídico determine. Así confunde la anulación con la
abrogación, y lo que es mas grave, calca el deber ser sobre el ser del derecho
valorando, con una suerte de presunción general de la legitimidad, todas las
normas vigentes como validas. Hart, de modo más consecuente, ha negado la
validez de tales normas, situando las normas sustanciales sobre su producción
en el mismo plano que las formales en materia de competencia; con el resultado,
todavía más insostenible, de negar la existencia de las normas formal pero no
sustancialmente conformes con las relativas a su producción y en consecuencia
de calcar el ser sobre el deber ser del derecho y de desconocer como no vigentes
las normas invalidas y sin embargo aplicadas hasta que se produzca su
anulación.
Estas aporías desaparecen cuando se abandona la concepción paleo
positivista de la validez, ligada a una estructura simplificada de la legalidad que
ignora la sujeción al derecho, no solo formal sino también sustancial, de las
fuentes de producción jurídica, en los ordenamientos dotados de constitución
rígida. La existencia de normas invalidas puede ser fácilmente explicada con solo
distinguir dos dimensiones de la regularidad o legitimidad de las normas: la que
se puede llamar “vigencia” o “existencia”, que hace referencia a la forma de los
actos normativos y que depende de la conformidad o correspondencia con las
normas formales sobre su formación; y la “validez” propiamente dicha si se trata
de leyes, la “constitucionalidad” que por el contrario, tiene que ver con su
significado o contenido y que depende de la coherencia con las normas
sustanciales sobre su producción.
La vigencia guarda relación con la forma de los actos normativos, la
validez al referirse al significado, es por el contrario una cuestión de coherencia o
compatibilidad de sus normas producidas con las de carácter sustancial sobre su
producción. En términos kelsenianos, la relación entre normas producidas y
normas sobre la producción es en el primer caso de tipo normo dinámico y en el
segundo de tipo nomostático; y la observancia (o la inobservancia) de las
segundas por parte de las primeras se configura en el primer caso como
aplicación (o inaplicación) y en el segundo como coherencia (o contradicción).
Carecería de sendito decir que una ley no promulgada o un testamento sin forma
escrita son incoherentes o contradicen las normas formales que imponen la
promulgación de las leyes.
El paradigma del estado constitucional de derecho, no es otra cosas que
esta doble sujeción del derecho al derecho, que afecta a ambas dimensiones de
todo fenómeno normativo: la vigencia y la validez, la forma y la sustancia, los
signos y los significados, la legitimación formal y la legitimación sustancial o si se
quiere, la racionalidad formal y la racionalidad material weberianas.
Todos los derechos fundamentales, equivalen a vínculos de sustancia y no
de forma, que condicionan la validez sustancial de las normas producidas y
expresan, al mismo tiempo, los fines a que está orientado ese moderno artificio
que es el estado constitucional de derecho.
Ficha 1
"Concepciones sobre el poder"
(Max Weber)
“Potencia y poder”
Ficha 2
"La voz “Poder” en el estudio de la política"
(Diccionario de Política de Norberto Bobbio)
Ficha 3:
"Tipología clásica de las formas de poder – El
poder político"
(Diccionario de Política de Norberto Bobbio)
de la posesión y del uso de los medios con los cuales es posible ejercer coacción
física.
El pasaje del estado de naturaleza al estado civil, es decir de la anarquía a
la arquía, del estado apolítico al estado político, se produce cuando los individuos
renuncian al derecho de usar cada uno su propia fuerza que los iguala en el
estado de naturaleza para colocarlo en manos de una sola persona o de un solo
cuerpo que de ahí en adelante será el único autorizado a usar la fuerza respeto
de los mismos.
La cual las instituciones políticas en una sociedad dividida en clases
antagónicas tienen la función principal de permitir a la clase dominante mantener
su dominio, fin que no puede ser alcanzado, dado el antagonismo de clase, si no
mediante la organización sistemática y eficaz de la fuerza monopolizada.
De aquí obtenemos, la clásica definición de Max Weber: “Por estado debe
entenderse una empresa institucional de carácter político en la cual y en la
medida en la cual, el aparato administrativo tiene con éxito una pretensión de
monopolio de la coerción física legitima en vista de la actuación de los
ordenamientos”
Cuando hablamos de sistema político incluimos todas las interacciones
que afectan el uso o la amenaza del uso de la coerción física legitima. La
supremacía de la fuerza física como instrumento de poder, se puede demostrar
por la consideración de que, aunque en la mayor parte de los estados históricos
el monopolio del poder coactivo haya tratado y logrado el apoyo en la imposición
de las ideas, desde los dioses padres a la religión civil, desde el estado
confesional hasta la religión del estado y en la concentración y dirección de las
actividades económicas principales, hay siempre sin embargo grupos políticos
organizados que han permitido la desmonopolización del poder ideológico y del
poder económico.
Como consecuencia directa de la monopolización de la fuerza en el ámbito
de un determinado territorio y con referencia a un determinado grupo social, son
algunas características que habitualmente se atribuyen al poder político y que lo
diferencian de toda otra forma de poder: la exclusividad, la universalidad y la
inclusividad. Por exclusividad se entiende la tendencia, que los detentadores del
poder político manifiestan a no permitir en su ámbito de dominio la formación de
grupos armados independientes y a subyugar y destruir aquellos en formación,
además de tener bajo control la infiltración, la injerencia o las agresiones de
grupos políticos externos. Este carácter distingue un grupo político organizado
respecto de la “sociedad de ladrones” (el latrocinium según San Agustín). Por
universalidad se entiende la capacidad que tienen los detentadores del poder
político y sólo ellos, de tomar decisiones legítimas y efectivamente operantes
para toda la colectividad respecto de la distribución y del destino de los recursos.
Por inclusividad se entiende la posibilidad de intervenir imperativamente en toda
esfera de posible actividad de los miembros del grupo dirigiéndoles hacia un fin
deseado o distrayéndolos de un fin no deseado a través del instrumento del
ordenamiento jurídico, es decir de un conjunto de normas primarias dirigidas a los
miembros del grupo y de normas secundarias dirigidas a funcionarios
especializados, autorizados a intervenir en el caso de violación de las primeras.
Esto quiere decir que existen límites que varían de una formación de poder a
otra.
Ficha 4
"El poder y el Derecho – Origen y fundamento del
poder político"
(Norberto Bobbio)
“Principio de Legitimidad”
Entre los negros del África o los bárbaros, el hecho y el derecho pueden
coincidir: quien detenta los instrumentos materiales del poder está considerado
como investido del derecho de mandar. A medida que un pueblo se civiliza, el
hecho de poseer los instrumentos del poder no basta; es necesario haberlos
adquirido observando ciertas reglas y principios, que confieren el derecho,
universalmente reconocido de gobernar. Los principios de legitimidad tienen la
función de transformar una relación de fuerza en una relación de Derecho.
Poder y Derecho, son dos caras de la misma moneda. Entre escritores
políticos y juristas, el contraste implica cuál de esta moneda sea el frente y cual el
reverso: para los primeros el frente es el poder y el reverso el derecho, para los
segundos lo contrario.
Para el filósofo de la política el problema principal es el de la distinción
entre poder de hecho y poder de derecho; para el filósofo del derecho en cambio,
el problema principal es el de la distinción entre norma válida y norma eficaz.
Es verdad que el poder sin derecho es ciego y el derecho sin poder queda
vacío, pero también es verdad que la teoría política no puede dejar de tomar en
consideración primeramente el nulo poder, independientemente de los llamados
principios de legitimidad, es decir, de las razones que lo transforman en un poder
legítimo, así como la teoría jurídica no puede dejar de tomar en consideración el
sistema normativo en su conjunto, como una serie de normas una a otra
vinculadas según un cierto principio de orden, independientemente del aparato de
la fuerza predispuesto para su actuación.
La teoría política de Weber, parte de una distinción fundamental, la
distinción entre poder de hecho y poder de derecho, y llega a la célebre tipología
de las formas de poder legítimo. La teoría normativa kelseniana parte de la
distinción entre validez de las normas especificas y eficacia del ordenamiento
jurídico en su conjunto, y llega a ponerse con especial relevancia el problema del
poder jurídico, cuya solución permite observar el ordenamiento jurídico no solo
desde el punto de vista del deber sino también desde el punto de vista del ser.
Weber y Kelsen llegan a la misma conclusión, a la conclusión de que el poder
legitimo se distingue del poder de hecho en cuanto a un poder regulado por
normas, pero partiendo de dos puntos de vista opuestos, el primero de la noción
del pode que tiene necesidad de ser regulado para volverse legítimo, el segundo
de la noción del ordenamiento normativo que tiene necesidad de la fuerza para
volverse efectivo.
Ficha 5 –
"El Derecho como ordenamiento normativo
coactivo. La supremacía de la ley”
(Diccionario de política - Norberto Bobbio y otros)
Ficha 6 –
“Diferentes concepciones jurídicas”
(Novoa Montreal)
EL POSITIVISMO JURÍDICO.
Uno de los principales fines de Kelsen es eliminar del Derecho todos los
elementos que le son extraños, en especial, la política.
Conceptúa el Derecho como un orden coactivo constituido a base de normas que
reglamenta el empleo de la fuerza en las relaciones sociales y se reserva el
monopolio de ésta.
EL NEOKANTISMO.
El neokantismo comprueba que el concepto positivista de la ciencia se
adecua muy bien a aquellas ciencias que se sirven de los métodos de las
ciencias naturales, basados en una investigación causal que usa de la
observación, la experimentación y el acopio de datos y fenómenos; pero entiende
que esos métodos no son apropiados para las llamadas ciencias de la cultura o
del espíritu, a las cuales pertenece el derecho.
El verdadero problema consiste en si se puede aprehender la totalidad de
la realidad de la que se tiene noticia con los métodos de las ciencias naturales
exactas. Si la respuesta fuere negativa se habría demostrado la necesidad y la
justificación de otra clase de ciencias y de otra clase de métodos, diferentes de
los científico - naturales. Por esta vía argumentativa se restituye a las ciencias del
espíritu o de la cultura, en relación con las ciencias naturales, la conciencia de su
propia individualidad y de su diferente método.
El Derecho es un fenómeno cultural que integra en una conexión
sistemática el contenido de las normas que a base del juicio social teórico han
sido reconocidas como Derecho. El contenido de las normas derivadas de su
referencia a valores y fines reconocidos socialmente. El sentido del Derecho
consiste en realizar la idea del Derecho, idea que es la de enderezar hacia la
justicia la conducta de la sociedad y sus miembros.
Es manifiesta dentro del neokantismo la existencia de una dualidad:
realidad y valor.
EL REALISMO JURÍDICO.
Los se niegan a concebir el Derecho como un sistema lógico o una
estructuración sistemática, para considerarlo solamente como un conjunto de
decisiones judiciales. Estiman que la tarea del jurista es dedicarse al análisis del
funcionamiento real de los tribunales y de los múltiples factores, muchas veces
enteramente desconectados de lo jurídico, que influyen en sus decisiones, tales
como el estado de ánimo de los jueces, sus instintos heredados, sus prejuicios,
su estado de salud, etc. Las normas jurídicas son solamente uno de los
elementos que juegan, entre los varios que deben tenerse en cuenta.
Derecho Político (Resumen) 26
AGRUPACION 1983
EL MARXISMO.
Los padres del marxismo no suministraron en sus estudios doctrinales
elementos que proporcionaran a sus seguidores, ni siquiera en esbozo, una
teoría marxista del derecho. Solamente se contienen en sus escritos algunas
referencias a lo jurídico, que no tienen toda la extensión y consistencia necesaria
como para articularlas en una verdadera teoría. En cambio son más completas y
sistemáticas sus referencias al Estado. Por esta razón no hay una teoría marxista
del Derecho oficialmente reconocida ni generalmente aceptada.
Según Marx la estructura económica de la sociedad, constituida por la
suma total de las relaciones de producción, forma la base real sobre la que se
levanta una superestructura jurídica y política, a la cual corresponden
determinadas formas sociales de la conciencia. En esta forma, el modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida jurídico política y
el de la vida del espíritu en general. Al colocar, de este modo de nuevo sobre sus
pies lo que había estado puesto de cabeza niega Marx que la evolución histórica
tenga su raíz en el espíritu o en la conciencia de los hombres como había
sostenido Hegel. La verdad es al revés.
Niega Marx que la ley sea expresión de la libre voluntad de un legislador,
pues esa voluntad está determinada por su base real que son los intereses de la
clase dominante. La noción de bien común, tan extendida en la filosofía jurídica
neotomista y neokantiana, le parece una ilusión, que en el fondo trata de ocultar
que el estado está al servicio de los intereses comunes de la clase dominante o
que procura justificar las contradicciones insalvables de las clases en lucha. En
su opinión el Derecho no es más que una de las expresiones del poder del
Estado y el Estado, es a su vez, el instrumento de que se vale la clase dominante
para cristalizar su poder.
El marxismo supone una posición positivista en el derecho, porque
considera tal solamente a lo que la ley aprueba. De allí que la explotación
capitalista de los trabajadores no puede calificarse de injusta, puesto que está de
acuerdo con las normas vigentes, que no pueden ser superiores a las estructuras
económicas que rigen. Los conceptos de justicia e injusticia se acomodan al
modo actual de producción y de cambio y carecen de valor absoluto. La idea de
valores absolutos es supersticiosa.
Ficha 7 –
“¿El gobierno de los hombres o el gobierno de las
leyes?”
(Norberto Bobbio)
¿Qué gobierno es mejor, el de las leyes o el de los hombres? Cada una de
las tres formas de gobierno, tiene su reverso en una forma mala, la monarquía,
en la tiranía; la aristocracia, en la oligarquía; y la democracia, en la oclocracia, o
gobierno de la plebe. Ello implica que para formular un juicio sobre la mejor forma
de gobierno se ha de tener en cuenta no sólo cuales y cuantos son los
gobernantes, sino también su modo de gobernar.
A favor de la primacía del gobierno de las leyes sobre el gobierno de los
hombres encontramos, en la Edad clásica, dos textos autorizados: uno de Platón
y otro de Aristóteles. El primero: “he llamado aquí servidores de las leyes a
aquellos que generalmente se llaman gobernantes, no porque sea amante de
nuevas denominaciones, sino porque considero que de esta cualidad depende
sobre todo la salvación o la ruina de la ciudad. En efecto, allá donde la ley está
sometida a los gobernantes son sus esclavos, veo la salvación de la ciudad y la
acumulación sobre ella de todos los bienes que los dioses suelen prodigar a las
ciudades”. El segundo: “¿es más útil ser gobernados por el mejor de los hombres
o por las mejores leyes? Aquellos que sostienen el poder real afirman que las
leyes pueden dar sólo prescripciones generales, pero no prevén los casos que se
presentan sucesivamente, por lo que, en cualquier arte, sería ingenuo guiarse
según normas escritas... sin embargo, también a los gobernantes los es
necesaria la ley que da prescripciones universales, porque es mejor el elemento
al que no es posible quedar sometido por las pasiones, que aquel para el que las
pasiones son connaturales. Ahora bien, la ley no tiene pasiones, que por el
contrario, se encuentran necesariamente en toda alma humana”.
Sócrates afirma que la ley, la cual pretende valer para todos los casos y
para todos los tiempos, es semejante a un hombre soberbio e ignorante que no
deja hacer nada a nadie tranquilamente sin una prescripción suya.
Quien sostiene la tesis de la superioridad del gobierno de los hombres,
derriba por completo la tesis del adversario; lo que constituye para este último el
elemento positivo de la ley, su generalidad, se convierte para el primero en el
elemento negativo, por cuanto que, precisamente por su generalidad, la ley no
puede comprender todos los casos posibles y, en consecuencia, requiere la
intervención del sabio gobernante, a fin de que se dé a cada uno lo suyo.
El respeto de la ley impide al gobernante ejercer su propio poder
parcialmente, en defensa de intereses privados, de la misma forma que las reglas
del arte médico, bien aplicadas, impiden a los médicos tratar de manera distinta a
sus enfermos, según sean amigos o enemigos. Mientras que la primacía de la ley
protege al ciudadano de la arbitrariedad del mal gobernantes, la primacía del
hombre lo protege de la aplicación indiscriminada de la norma general, por
supuesto, siempre que el gobernante sea justo. La primera solución sustrae al
individuo a la singularidad de la decisión; la segunda, a la generalidad de la
prescripción. Sin embargo, de la misma forma que la segunda presupone al buen
gobernante, la primera presupone la buena ley.
Derecho Político (Resumen) 28
AGRUPACION 1983
poder carismático quema todo en tiempos breves e intensos, que se hallan entre
un fin y un inicio, entre la decadencia y la regeneración, entre el viejo orden que
desaparece y el nuevo que se abre camino fatigosamente. Si su dominio suele
ser efímero, su misión es extraordinaria.
El gobierno de las leyes celebra hoy su propio triunfo en la democracia. En
el momento mismo en que un régimen democrático pierde de vista este su
principio inspirador, se transforma rápidamente en su contrario, en una de las
muchas formas de gobierno autocrático, de las que están llenas las narraciones
de los historiadores y las reflexiones de los escritores políticos.
Ficha 8:
“Voces Legalidad y legitimidad”
(Norberto Bobbio)
LEGALIDAD.
En el lenguaje político se entiende por legalidad un atributo y un requisito
del poder, por el cual se dice que un poder es legal o actúa legalmente o tiene
carácter de legalidad cuando se ejerce en el ámbito o de acuerdo con las leyes
establecidas o de algún modo aceptadas. Un poder legítimo es un poder cuyo
título está fundado jurídicamente, un poder legal es un poder que se ejerce de
acuerdo con las leyes. Lo contrario de un poder legítimo es un poder de hecho; lo
contrario de un poder legal es un poder arbitrario. Se entiende por principio de
legalidad el principio de acuerdo con el cual todos los órganos que ejercen un
poder público, se consideran que actúan dentro del ámbito de las leyes, salvo en
casos excepcionales establecidos expresamente, y legalizados también por el
hecho mismo de haberse establecido expresamente.
No obstante que el principio de legalidad se considera como uno de los
puntos de apoyo del estado constitucional moderno, del llamado estado de
derecho, es tan antiguo como la especulación sobre los principios de la política y
sobre las diversas formas de gobierno. Desde la antigüedad hasta nuestros días,
uno de los términos recurrentes del pensamiento político es la contraposición
entre el gobierno de las leyes y el gobierno de los hombres, contraposición que
va acompañada por un juicio de valor constante, por el cual el gobierno bueno es
el primero y el malo el segundo. El gobierno tiránico es el de ser gobierno de un
hombre por encima de las leyes. Para caracterizar el poder legal también Max
Weber recurre a la contraposición entre poder regido por las leyes y poder
personal: mientras en el caso del poder tradicional se obedece a la persona del
señor y en el caso del poder carismático se obedece a la persona del jefe, en el
caso del poder legal el ciudadano obedece al ordenamiento impersonal estatuido
legalmente y a los individuos puestos al frente del mismo en virtud de la legalidad
formal de las prescripciones y en el ámbito de las mismas.
LEGITIMIDAD.
Definición general
En el lenguaje ordinario el término legitimidad tiene dos significados: uno
genérico y uno específico. En el significado genérico, legitimidad es casi sinónimo
de justicia o de razonabilidad. El significado específico aparece a menudo en el
lenguaje político. En este contexto, el referente más frecuente del concepto es el
estado. Naturalmente aquí nos ocupamos del significado específico.
En una primera aproximación se puede definir la legitimidad, como el atributo del
estado que consiste en la existencia en una parte relevante de la población de un
grado de consenso tal que asegure la obediencia sin que sea necesario, salvo en
casos marginales, recurrir a la fuerza. La creencia en la legitimidad es, pues, el
elemento integrante de las relaciones de poder que se desarrollan en el ámbito
estatal.
El que legitima el poder debe aceptar también el gobierno que se forme y actúe
en conformidad con las normas y con los valores del régimen, a pesar de que no
lo apruebe o hasta se oponga al mismo y a su política.
El gobierno es el conjunto de funciones en que se concreta el ejercicio del
poder político. Se ha visto que normalmente, es decir cuando la fuerza del
gobierno descansa en la determinación institucional del poder, para que se
califique como legítimo basta que este último se haya formado en conformidad
con las normas del régimen y que ejerza el poder de acuerdo con esas normas,
de tal manera que se respeten determinados valores fundamentales de la vida
política.
Queda todavía por examinar el caso del estado que, al no ser
independiente, no es capaz de desempeñar la tarea fundamental de garantizar la
seguridad de los ciudadanos. Una comunidad política que se halla en esas
condiciones encuentra muchas dificultades para despertar la lealtad de los
ciudadanos, por que no es un centro de decisiones autónomas. En consecuencia,
su lealtad deber basarse completamente o en parte en la del sistema hegemónico
o imperial del que forma parte. El punto de referencia de la creencia en la
legitimidad será, entonces, total o parcialmente la potencia hegemónica o
imperial.
Ficha 9:
“El fundamento del poder”
(Norberto Bobbio)
EL PROBLEMA DE LA LEGITIMIDAD.
LEGITIMIDAD Y EFECTIVIDAD.
La legitimidad es necesaria por la efectividad, con las teorías positivistas
se va abriendo camino de la tesis según la cual el poder efectivo es legítimo:
efectivo en el sentido del principio de efectividad del derecho internacional,,
según el cual, con las palabras de Kelsen una autoridad de hecho constituida es
el gobierno legítimo, el ordenamiento coercitivo aplicado por este gobierno es un
ordenamiento jurídico, y la comunidad constituida por este ordenamiento es un
Estado en el sentido del derecho internacional, ya que en su conjunto este
ordenamiento es eficaz. La legitimidad es un mero y simple estado de hecho, lo
cual no impide que un ordenamiento jurídico legítimo por eficaz y reconocido
como tal por el ordenamiento internacional, pueda someterse a criterios
axiológicos de legitimidad, que pueden llevar a una desobediencia gradual, más o
menos rápida, a las normas del ordenamiento y por lo tanto a un proceso de
ilegitimación del sistema.
En el ámbito del positivismo jurídico, o sea, de una concepción en la que
se considera derecho solamente el derecho otorgado por las mismas autoridades
impuestas por el ordenamiento derecho que se ha vuelto eficaz gracias a otras
autoridades previstas por el mismo ordenamiento, el tema de la legitimidad ha
tomado otra dirección. Según Weber, los tres tipos ideales o puros de poder
legítimo son: el poder tradicional, el poder legal – racional, y el poder carismático.
Al describir estas tres formas de poder legítimo, Weber no trata de presentar
unas fórmulas políticas en el sentido que Mosca da a la palabra, propone, en
cambio, comprender las diferentes razones por las que en determinadas
sociedades se forma esa relación estable y continuada de orden obediencia,
características del poder político. En el poder tradicional el motivo de la
obediencia es la creencia en la sacralidad de la persona del soberano. En el
poder racional, el motivo de la obediencia proviene de la creencia en la
racionalidad del comportamiento conforme a las leyes; en el poder carismático el
motivo de la obediencia proviene de la creencia en las dotes extraordinarias del
jefe.
Ficha 10:
“Violencia – Debate sobre la legitimidad de la
violencia en el discurso político”
(Norberto Bobbio)
VIOLENCIA: DEFINICIÓN
Por violencia se entiende la intervención física de un individuo o grupo
contra otro individuo o grupo. Para que haya violencia es necesario que la
intervención física sea voluntaria: el automovilista implicado en un accidente vial
no ejerce la violencia contras las personas que quedan heridas; pero sí ejerce la
violencia el que enviste intencionalmente a una persona odiada. Además, la
intervención física, en que consiste la violencia, tiene por objeto destruir, dañar,
coartar. Es violencia la intervención del torturador que mutila a su víctima.
Normalmente ejerce la violencia el que hiere, golpea o mata. De ordinario la
violencia se ejerce por tanto contra la voluntad del que la sufre. Puede ser directa
o indirecta. Es indirecta cuando actúa a través de la alteración del ambiente físico
en que la víctima se encuentra. El resultado es el mismo; una modificación
dañosa del estado físico del individuo o del grupo que es el blanco de la acción
violenta.
El término violencia puede considerarse sustancialmente sinónimo de
fuerza, al mismo tiempo se distingue de manera clara de la noción de poder. La
violencia es la alteración perjudicial del estado físico de los individuos o grupos.
El poder cambia la voluntad del otro, la violencia en cambio el estado del cuerpo
o de sus posibilidades ambientales e instrumentales. La distinción entre violencia
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AGRUPACION 1983
Introducción
Esta ponencia tiene dos partes. En la primera nos situamos en el nivel de
los discursos de legitimación teórica de la violencia política y en la segunda
La Concepción Conservadora
Ya en el antiguo testamento podemos encontrar justificaciones y
argumentos en este sentido, asimismo en la cultura greco latina. En términos
generales podría decirse que los discursos de esta naturaleza, provenientes de
sociedades tradicionales, tienen dos rasgos característicos: se fundan en
supuestos religiosos y presentan una indiferenciación entre ética individual y
social. Solo desde el siglo XVI en Europa podríamos hablar en sentido estricto,
del surgimiento de teorías de la violencia política. Quizás en este pueda
considerarse a Maquiavelo como el fundador. En el príncipe propuso la
elaboración de una nueva ciencia política, basada en el método inductivo de los
hechos históricos y contemporáneos, cuyos principios y leyes se diferencian
completamente de los modelos utópicos del orden político.
Maquiavelo reconoce y legitima la violencia política como un medio apto
para alcanzar, conservar o recuperar el poder político. El príncipe que practica la
virtud política debe usarla si es necesario, pero su uso debe ser estrictamente
racional en su cantidad, forma, intensidad y ocasión.
Thomas Hobbes, el gran filósofo inglés, tiene una importancia difícil de
exagerar en la creación de la filosofía política moderna y en la teoría de la
violencia. Sostuvo desde su concepción mecanicista sobre el hombre que hay
una tendencia natural y espontánea hacia la violencia. Pensaba que los hombres
como los cuerpos físicos se mueven constantemente de acuerdo al principio de la
inercia. Hay dos grandes tipos de movimientos voluntarios, la atracción que nos
lleva hacia lo que nos gusta o atrae y la aversión frente a lo desagradable,
molesto o dañino. El hombre es naturalmente egoísta y sus relaciones son
conflictivas, la violencia es una necesidad para realizar estos fines, el hombre es
el lobo del hombre. Sin embargo, los hombres quieren vivir seguros y disfrutar de
sus posesiones. La única manera de realizar esto es que los hombres creen, a
través de un pacto de sumisión de todos con todos, un poder común que los
mantenga en el temor y dirija sus naciones en beneficio común. Se funda así un
Estado autoritario racional basado en el temor, el castigo y el control ideológico
de sus súbditos. El uso de la violencia política del Leviatán es legítimo y no tiene
más límites que las necesidades prácticas de asegurar la obediencia irrestricta y
la eliminación del peligro de la insurrección.
Nietzsche (1844-1900), tiene un lugar privilegiado en esta tradición. La
época que vivió corresponde a una fase de crisis y retroceso cultural y político del
conservantismo. Es el período de auge del anarquismo y el socialismo utópico:
La Tradición Revolucionaria.
Derecho Político (Resumen) 44
AGRUPACION 1983
Ficha 11:
“Ética, política y legitimidad en Max Weber”
(Daniel Bóccoli)
La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de
tenaces resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura.
Es completamente cierto, y así lo prueba la historia, que en este mundo no se
consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez.
Política Y Violencia.
Weber dice ¿Qué entendemos por política? El concepto es
extremadamente amplio y comprende toda especie de actividad directiva
autónoma. Queremos entender por política solo la dirección de la asociación
política a la que hoy se denomina Estado, o la influencia que se ejerce obre esta
dirección ¿Qué es un Estado? Un Estado es una comunidad humana que
reclama el monopolio del uso legítimo de la fuerza física en un territorio
determinado.
POLÍTICA Y MORAL.
Nos interesa referirnos a la distinción entre razón individual y razón de
Estado, al problema de si la conducta política tiene sus propias leyes, si el fin
justifica los medios, si hay una ética de grupo distinta de la individual, si en
definitiva siguiendo la terminología weberiana el hombre político sigue la ética de
la responsabilidad o la de las convicciones.
Para esta concepción el universo de la moral y el de la política se mueven
dentro del ámbito de dos sistemas éticos diferentes, más aun, contrapuesto. Lo
que distingue estas dos morales es el diferente criterio que ellas asumen para
juzgar buena o mala una acción.
Acota Bobbio, la resolución de toda política en ética de la responsabilidad
es una indebida extensión del pensamiento de Weber quien nunca estuvo
dispuesto a efectuar esta reducción. De acuerdo con Weber en la conducta del
gran político, la ética de la convicción y la de la responsabilidad no pueden
caminar por separado.
Unidad II:
Política
Fichas 12 a 21
Ficha 12:
DEFINICIÓN DE POLÍTICA
(Norberto Bobbio - DICCIONARIO DE POLÍTICA)
EL PODER POLÍTICO.
El uso de la fuerza es una condición necesaria pero no suficiente para la
existencia del poder político. Lo que caracteriza al poder político es la
exclusividad del uso de la fuerza respecto todos los grupos que actúan en un
determinado contexto social, exclusividad que es el resultado de un proceso que
se desarrolló en toda sociedad organizada hacia la monopolización de la
posesión y del uso de los medios con los cuales es posible ejercer la coacción
física. Este proceso de monopolización es paralelo al proceso de criminalización
y de penalización de todos los actos de violencia que no se realicen por personas
autorizadas por los detentadores y beneficiarios de este monopolio.
En la hipótesis hobbesiana, que está en la base de la teoría moderna del
estado, el pasaje del estado de naturaleza al estado civil, es decir de la anarquía
a la arquía, del estado apolítico al estado político, se produce cuando los
individuos renuncian al derecho de usar cada uno su propia fuerza que los iguala
en el estado de naturaleza para colocarlo en manos de una sola persona o de un
solo cuerpo que de ahí en adelante será el único autorizado a usar la fuerza
respecto de los mismo. Max Weber: por estado debe entenderse una empresa
institucional de carácter político en la cual el aparato administrativo tiene con
éxito una pretensión de monopolio de la coerción física legítima en vista de la
actuación de los ordenamientos.
El Fin De La Política.
Una vez que se ha individualizado el elemento específico de la política en
el medio que utiliza, caen las tradicionales definiciones teleológicas, que tratan de
definir la política mediante el fin o fines que persigue. Respecto d la política y sus
fines la única cosa que puede decirse es que, si el poder político es debido al
monopolio de la fuerza, el poder supremo en un determinado grupo social, los
fines que se persiguen a través de la obra de los políticos son los fines que un
determinado grupo social considera toda vez preeminentes.
Derecho Político (Resumen) 49
AGRUPACION 1983
Los fines de la política son tantos como tantas son las metas que un grupo
organizado se propone, según los tiempos y las circunstancias. Max Weber: no
es posible definir un grupo político indicando el objetivo de su actuación de grupo.
No hay ningún objetivo que grupos políticos no se hayan propuesto alguna vez.
Por lo tanto puede definirse el carácter político de un grupo social sólo a través
del medio que no es exclusivamente de él, pero es en todo caso específico, e
indispensable para su esencia: el uso de la fuerza.
Sobre todo es lícito hablar del orden como fin mínimo de la política, porque
éste es o debería ser, el resultado directo de la organización del poder coactivo,
porque en otras palabras este fin se unifica con el medio.
El poder por el poder es la forma degenerada del ejercicio de cualquier
forma de poder que puede tener por sujeto tanto al que ejerce ese poder en
grande, que es el poder político, como a quien ejerce un pequeño poder, como
puede ser el poder del padre de familia, o de un jefe de sección que vigila una
docena de obreros. Si el fin de la política fuese de veras el poder, la política no
serviría para nada. Probablemente la definición de la política como poder por el
poder deriva de la confusión entre el concepto de poder y el de potencia: no hay
dudas de que entre los fines de la política esté también el de la potencia del
estado. Pero una cosa es una política de potencia, otra es el poder por el poder.
Además la potencia no es más que uno de los fines posibles de la política, un fin
que sólo algunos estados pueden razonablemente perseguir.
Ficha 13:
LA IDEA DE POLÍTICA. LA AUTONOMÍA DE LA POLÍTICA.
ELEMENTOS DE TEORÍA POLÍTICA.
(Giovanni Satori)
LA IDEA DE POLÍTICA.
Nos inclinamos a incluir la esfera de la política dentro de la esfera de la
sociedad.
Si para Aristóteles el hombre era un zoon Politikon, la sutileza que con
frecuencia se nos escapa es que, de este modo, Aristóteles definía al hombre, no
a la política. Es sólo porque el hombre vive en la polis y porque, viceversa, la
polis vive en él, por lo que el hombre se realiza completamente cómo tal. Al decir
animal político Aristóteles expresaba, pues, la concepción griega de la vida. Una
concepción que hacia de la polis la unidad constitutiva y ala dimensión completa
de la existencia. Por lo tanto, en el vivir político y en lo político el griego no veía
una parte, o un aspecto de la vida, veía el todo y la esencia. Por el contrario el
hombre no político era un ser defectuoso un idion, un ser carente, cuya
insuficiencia estaba, precisamente, en haber perdido o en no haber adquirido la
dimensión y la plenitud de la simbiosis con la propia polis. En resumen, un
hombre no político era simplemente un ser inferior, un menos que hombre.
El vivir político, era, al mismo tiempo, el vivir colectivo, el vivir asociado. En
realidad los dos términos eran para él uno solo término, y ninguno de los dos se
resolvía en el otro por la simple razón de que político significaba en conjunto, las
dos cosas a la vez.
Es Tomás de Aquino quien tradujo con autoridad zoon politikon por animal
político y social, observando que es propio de la naturaleza del hombre que éste
viva en una sociedad de muchos.
La civitas se refiere a la polis como una ciudad con una cualidad política
diluida, y ello por dos razones. Por un lado, la civitas se configura como un civilis
societas, y por ello adquiere una cualificación más elástica que amplia sus limites.
Y por otro lado, la civitas se organiza jurídicamente.
El discurso aristotélico sobre la ciudad óptima fue entendido por los
primeros traductores medievales como un calco sustituido posteriormente por el
vocablo optima republica. Todos ellos términos que se asociaban a un discurso
horizontal. La idea horizontal es transmitida todavía bastante bien por el inglés
common weal, o más modernamente por el commonwealth que significa bien
común aquello que nosotros denominamos bien público e interés general.
Está claro que Platón daba a entender una verticalidad. Pero este es el
elemento que no se recibe, sino que se pierde, en la tradición aristotélica. Por
otra parte si Maquiavelo es el primero que usa la palabra Estado en la acepción
moderna está claro que la percepción de la verticalidad se remonta al menos a la
tradición romana.
El discurso sobre la política se configura como un discurso que es al
tiempo e indisolublemente político. La ética en cuestión podrá ser naturalista o
psicologista, o una teológica, o incluso una ética jurídica que debate el problema
del bien en nombre de lo justo y de iguales leyes. La doctrina del derecho natural
en sus sucesivas fases y versiones resume bastante bien esta amalgama de
normativa jurídica y de normativa moral. Por todos estos motivos y también por
otros es cierto que hasta Maquiavelo la política no se configura con su
especificidad y autonomía.
LA AUTONOMÍA DE LA POLÍTICA.
Cuando hablamos de autonomía de la política el concepto de autonomía
no ha de entenderse en sentido absoluto, sino más bien en sentido relativo. Por
otro lado se pueden mantener a este respecto cuatro tesis, primero que la política
sea distinta, segundo que la política sea independiente, es decir, que siga sus
propias leyes planteándose, literalmente, como sus propias leyes propias, tercero
que la política sea autosuficiente, es decir que sea autárquica en el sentido de
que se baste para explicarse a si misma, cuarto que la política sea una causa
primera, una causa que genera no sólo a la misma política, sino también dada su
supremacía, a todo el resto.
Afirmar que la política es distinta equivale a plantear una condición
necesaria aunque no todavía una condición suficiente.
Moralidad y religión son evidentemente ingredientes esenciales de la
política. Maquiavelo no declara sólo la diversidad de la política de la moral,
apunta también a una vigorosa afirmación de autonomía, la política tiene sus
leyes, leyes que el político debe aplicar. En el sentido antes precisado es, pues,
exacto que es Maquiavelo quien descubre la política.
EL DESCUBRIMIENTO DE LA SOCIEDAD.
La diferencia entre Estado y sociedad. La división ha sido lentísima. Hasta
Locke, por debajo del gobierno político existe un gobierno doméstico. Todavía
con Hobbes el contrato que instituye la sociedad política es estipulado por padres
de familia. Es con Locke restituye su operatividad a la noción de pueblo
teorizando, a fines del siglo XVII, el derecho y la regla de la mayoría. A Locke se
le atribuye también, en verdad, una primera formulación de la idea de sociedad.
En realidad la idea de sociedad no es una idea que se formula y afirma en
los acontecimientos revolucionarios. Es más bien una idea de paz que pertenece
a la fase tardía contractualista de la escuela del derecho natural. El contrato con
el soberano.
La verdad es que la autonomía de la sociedad en sus relaciones con el
Estado presupone otra separación, la de la esfera económica. La división de lo
social y lo político pasa a través de la diferenciación entre política y economía.
Esta es la vía principal. Son los economistas los que muestran como la vida
asociada prospera y se desarrolla cuando el Estado no interviene, los que
muestran como la vida asociada encuentra en la división del trabajo el propio
principio de organización, y por lo tanto, los que muestran la parte de la vida
asociada que es ajena al Estado y que no está regulada ni por sus leyes ni por el
derecho.
Son los economistas del siglo XVIII –XIX los que proporcionan la imagen
tangible, positiva de una realidad social capaz de autorregularse, de una
sociedad que vive y se desarrolla según sus propios principios. Y es así como
una sociedad toma verdaderamente conciencia de sí misma.
Pero Montesquieu, al igual que Locke y en general, el constitucionalismo
liberal, son precursores de modo indirecto y por si parciales. El liberalismo político
no tenía y no podía tener la fuerza de ruptura del liberalismo económico.
LA IDENTIDAD DE LA POLÍTICA.
¿Qué Es Política?
La expresión y la noción de ciencia política se determinan en función de
dos variables,
1. El estado de la organización del saber,
2. El grado de diferenciación estructural de los componentes humanos.
Es así que no tiene mucho sentido hablar de ciencia política cuando ciencia
constituía un todo con filosofía, cuando el saber se reducía y expresaba
unitariamente en el amor al saber.
Conviene observar que la noción de política calificó todo, y por lo tanto nada
especifico, hasta que las esferas de la ética, de la economía y de lo político
social, se mantuvieron no divididas y no se tradujeron materialmente en
Ficha 14:
POLÍTICA Y PODER. De M. Bovero
POLÍTICA Y PODER
Política y poder forman un binomio inescindible. El poder es la materia o la
substancia fundamental del universo de entes que llamamos política.
La exitosa fórmula de Carl Schmitt puede ser considerada paradigmática,
pero ha sido quizás Michel Foucault, modificando una celebre afirmación de
Clausewitz, quien ha encontrado la fórmula que expresa mejor esta primera idea
general de política: la política es la continuación de la guerra por otros medios. Y
desde el punto de vista de Hobbes es la condición de paz la que aparece
propiamente como política, la salida del estado de guerra, debido a la
contraposición de las fuerzas y de los poderes particulares se da a través de la
institución del poder super partes, precisamente el poder político y por tanto
coincide con el ingreso en la sociedad civil
Derecho Político (Resumen) 55
AGRUPACION 1983
BEHEMOTH Y LEVIATHAN.
La política como Behemoth y la política como Leviathan.
De un lado la situación de conflicto extremo como se da en la relación
amigo-enemigo, que desde el punto de vista de Carl Schmitt es la contraposición
política por excelencia, se presenta desde el punto de vista de Hobbes como la
situación no política por excelencia, el estado de naturaleza, de otro lado, la
superación de contraposición vista por Hobbes en la situación política, se
presenta en cambio, donde sea juzgado una superación no ilusoria, como por
ejemplo es vista por Marx en la sociedad sin clases, como la salida del campo de
la política. Es verdad que en este último caso la contraposición aparece como no
política en cuanto está referida a la imagen de un orden colectivo al que son
extrañas las relaciones de poder. Lo que queda claro de los dos puntos de vista
es el vinculo entre política y poder; pero lo que precisamente cambia es el modo
en que es concebido tal vinculo en un caso la noción de poder está conectada a
la contraposición, en el otro está conectada a la composición.
En la otra perspectiva predomina una consideración interna del grupo, que
en visto en relación con los miembros, a los que les son impuestas reglas para la
convivencia, en este caso ética y política de diversas maneras pueden coincidir
aunque no convergen necesariamente. Para el sentido común no hay duda de
que las declaraciones de guerra y los tratados de paz son igualmente actos
políticos.
MANDATO Y OBEDIENCIA.
En el tercer libro de la Política, Aristóteles inicia preguntándose que es la
polis, y comienza por considerar que la actividad del hombre político y del
legislador versa en torno a la polis. Y la constitución en una determinada
organización de personas que habitan la polis.
Es el constituirse en un orden determinado que se impone a los miembros
particulares y los organiza en la unidad de una identidad colectiva.
La constitución estatal es la puerta, por la cual el momento abstracto del
Estado entra en la vida y en la realidad, pero con ella interviene la distinción entre
quien manda y quien obedece entre gobernantes y gobernados.
La primera figura en la que es presentado dentro de esta perspectiva
clásica, el universo política es la del poder en la forma de la relación mandato
obediencia. En esta perspectiva se conjugan Aristóteles, el individualista Hobbes
enemigo de Aristóteles, el antiindividualista Hegel enemigo de Hobbes.
FUERZA Y NORMA.
No hay duda de que la caracterización weberiana del poder político en los
términos del monopolio de la fuerza es especialmente adecuada para la
formación y la organización de Estado moderno. Para Hobbes, la difusión del
recurso a la fuerza para resolver todo tipo de conflictos, la proliferación de centros
de poder que reivindican el derecho de espada privada. El uso indiscriminado de
la fuerza de cada uno da lugar a una condición en la cual ninguna vida de
relación puede subsistir, la razón aconseja o debería aconsejar a cada uno la
manera de salir de esa condición. Para eliminar el difundido recurso a la fuerza
por parte de los centros individuales de poder no hay otra vía que concentrar la
fuerza, todas las fuerzas, en un solo punto, instituir el poder soberano como
poder político coactivo que se vuelve el único poder de derecho en virtud de la
autorización pacto social.
La solución se da poniendo límites al poder político.
Es el principio de la primacía de la ley, o si se quiere de la superioridad de
la norma con respecto al poder sostenido de diversas maneras por la teoría y por
la práctica del constitucionalismo moderno, y hecho realidad por las primeras
Ficha 15:
LAS CUESTIONES POLÍTICAS NO JUDICIABLES.
(De Oscar Blando)
LA IMPUGNACIÓN JUDICIAL: LA SANCIÓN DE LA
LEY DE LEMAS Y LAS CUESTIONES POLÍTICAS NO
JUDICIABLES.
El Planteo Judicial
El cuestionamiento jurisdiccional con referencia a la Ley de Lemas se
produjo a partir de la presentación realizada por un grupo de diputados de
diversas extracciones políticas. Fundamentalmente se cuestionó, como se verá el
proceso de sanción de la ley y frente a tal planteo, la Corte Suprema de Santa
Fe, en lo sustancial, entendió que se trataba de una cuestión política, la sanción y
promulgación de una ley corresponde a facultades privativas y exclusivas de
otros órganos de poder y en consecuencia, no revisable judicialmente, es decir,
exenta del control jurisdiccional.
Haremos pues un análisis sintético de los hechos, el planteo ante el
máximo Tribunal provincial y explicitaremos los principales la principales
argumentos que utilizó la Corte para el rechazo de la acción. Luego, nos
detendremos por la importancia que reviste, en el principal fundamento esgrimido
por el Tribunal, esto es, el tema de las cuestiones políticas no justiciables que ha
tenido sin duda una no pacífica postura, tanto en la doctrina como en la
jurisprudencia nacional, y especialmente, en la norteamericana de donde deviene
originalmente.
Se sostuvo como fundamento de hecho, que el día de votación del
proyecto aludido, veinticinco legisladores se pronunciaron a favor de su
aprobación mientras que veinticuatro se manifestaron en contra, hallándose en el
recinto los cincuenta diputados que prevé la Constitución, es decir, existía en ese
momento quórum integral y por lo tanto, no se había alcanzado la mayoría
necesaria de votos reglamentarios, esto es veintiséis.
Derecho Político (Resumen) 58
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presunción de validez, que permita al juez poner entre paréntesis, a los efectos
de justificar una decisión, su propia reflexión individual.
En definitiva, lo que se requiere de la Corte Suprema es que muestre su
activismo respecto del proceso político que mostró con su doctrina de los
gobiernos de facto, pero con una dirección exactamente opuesta, o sea la de
promover y ampliar el proceso democrático, abriendo nuevos canales de
participación y fortaleciendo la representación, sobre todo de los grupos con
menos posibilidades de injerencia real en ese proceso.
No se propugna ni el gobierno de los jueces ni sacar de cause a los
tribunales para sustituir al Poder Ejecutivo o al Congreso. No atamos a éstos al
carro de la sentencias. Lo atamos al carro de la Constitución, cuya vigilancia
jurisdiccional consideramos indeclinable. No pierde independencia o
imparcialidad al poder judicial porque aplique la ley y la Constitución, en todas las
causas, aún en las causas políticas.
El juez no debe aplicar más voluntad que la voluntad de la ley, no debe
aplicar la voluntad de otros sujetos ni siquiera la propia suya. Pierde
independencia cuando se somete a mandatos o influencias de otros poderes o
intereses y pierde imparcialidad cuando decide en virtud de preferencias
personales. El juez se legitima democráticamente en cuanto se convierte en
mecanismo de aplicación en casos concretos, de la voluntad popular
manifestadas en forma general en la ley.
Lo que ha politizado el poder judicial en la Argentina no ha sido el resolver
cuestiones políticas tales como incursionar en el trámite de un ley en el Congreso
sino cuando se apartó de la legalidad y dependió sumisamente de los poderes
fácticos o políticos. Tantas veces se invocó la independencia del poder judicial,
que algunos de sus miembros confundieron la proclama y se independizaron de
la Constitución.
Ficha 16:
SOCIEDAD Y DEMOCRACIA: NO HAY DEMOCRACIA SIN
POLÍTICA.
(Oscar Blando)
Desde esta visión, y este es el dilema habrá que analizar las propuestas
de reformas políticas: como decíamos, muchos de los responsables de los que
nos ha pasado en los últimos años en el país han impulsado la reforma con el
mismo entusiasmo con que en los 90 impulsaron la reforma del estado:
generaron la sensación de que todo lo estatal era ineficiente, corrupto y sobre
ese discurso si hicieron las reformas del estado, las privatizaciones. Ahora
muchos de esos mismos sectores sobre la desacreditación de la política, los
políticos y las instituciones de la democracia, proponen reformas políticas.
Desde otra perspectiva se afirma no sin tazón que hay ampliar los canales
de participación propender a la descentralización. Desde ya suscribimos esta
propuesta: pero la descentralización política y el aumento de la participación
implican, un aumento del costo político, es directamente proporcional. No hay
forma de ampliar los espacios de representación y de participación popular sin
ampliar un cierto punto del gasto político.
Ficha 17:
CRISIS DE REPRESENTACIÓN. REFORMA POLÍTICA:
OPORTUNIDADES Y RIESGOS.
(García Delgado)
CRISIS DE REPRESENTACIÓN
Así como el número de democracias ha aumentado, su calidad parece
decrecida, ganando lugar los bien fundados lamentos de nuevas democracias
que han degenerado dentro de meras democracias electoralistas o delegativas.
Si no totalmente defectivas democracias con dominios de reserva para el
privilegio de elites.
El derecho de ser ciudadano, o sea, de decidir como se producen,
distribuyen y se usan esos bienes, queda restringido otra vez a las elites.
Los teóricos se encuentran divididos entre dos visiones polares sobre las
causas de la crisis de representación: mientras que unos adjudican la
responsabilidad principal de que esta democracia no sea verdaderamente
representativa, sino delegativa, a las tradiciones delegativas y caudillistas y
determinados estilos y liderazgo latinoamericanos, otros afirman que esta crisis y
desafección respecto de lo político es un fenómeno más amplio y de carácter
universal.
sino que a veces se presentan como defensores de sus propios intereses. Más
que el espejo donde se refleja, plena y sin distorsiones, la sociedad civil, los
medios concentrados también aparecen como grupos multimedia que articulan
intereses empresariales, conforman negocios múltiples y oligopolizan la
comunicación, también aparecen como un nuevo factor de poder.
Ficha 18:
LA SOCIEDAD CIVIL
(Norberto Bobbio)
LA INTERPRETACIÓN MARXISTA
El uso actual de la expresión sociedad civil como término ligado,
indisolublemente, a Estado o sistema político es de derivación marxista y, a
través de Marx hegeliana aunque como veremos en seguida el uso marxista es
reductivo respecto al hegeliano.
Para Marx las instituciones políticas y jurídicas tienen sus raíces en las
relaciones materiales de la existencia, cuyo conjunto engloba Hegel: bajo el
término sociedad civil, y de aquí se deduce como consecuencia que la anatomía
de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política. Importa resaltar que
en la medida que Marx hace de la sociedad civil el lugar de las relaciones
económicas, es decir de las relaciones que constituyen la base real sobre la que
se levanta una superestructura jurídica y política, sociedad civil viene a significar
el conjunto de las relaciones interindividuales que están antes o fuera del Estado
y completa de alguna manera la comprensión de la esfera pre-estatal, diferente y
separada de la del Estado, la misma esfera pre-estatal que los estudiosos del
derecho natural y en esta misma dirección los primeros economistas,
comenzando por los fisiócratas, habían llamado estado de naturaleza o sociedad
natural. La sustitución que se da en el lenguaje marxista de la expresión sociedad
civil sociedad natural, está comprobada en el pasaje de una obra juvenil como La
familia, donde se lee “el Estado moderno tiene como base natural la sociedad
civil”.
Resulta sorprendente que el carácter específico de la sociedad civil así
definida coincida completamente con el carácter específico del estado de
naturaleza hobbesiano que es, como se sabe, la guerra de todos contra todos. En
la tradición iusnaturalista se llama sociedad civil lo que hoy se llama Estado, la
entidad antitética al estado de naturaleza.
El estado de naturaleza de los iusnaturalistas y la sociedad burguesa de
Marx tienen en común al hombre egoísta como sujeto. Y el hombre egoísta
puede nacer una sociedad anárquica o bien, en sentido opuesto, despótica.
La sociedad civil es decir el conjunto de los organismos vulgarmente
llamados privados y el de la sociedad política o Estado que corresponden a la
función de hegemonía que el grupo dominante ejerce sobre toda la sociedad y el
de dominio directo o de mando que se expresa en el Estado o en el Gobierno
jurídico.
Al igual que Marx, Gramsci considera las ideologías parte de la
superestructura, pero a diferencia de Marx que llama sociedad civil al conjunto de
las relaciones económicas que constituyen la base material, llama sociedad civil a
la esfera en que actúan los aparatos ideológicos cuya tarea es ejercer la
hegemonía y obtener el consenso.
La sociedad civil representa el momento de la ética mediante el que una
clase dominante obtiene el consenso adquiere legitimidad, el Estado representa
el momento político entendido estrictamente, a través del que se ejerce la fuerza
no menos necesaria que el consenso para conservar el poder por lo menos hasta
que el poder lo ejerza una clase restringida y no una clase universal (que lo
ejerce a través de su partido el verdadero protagonista de la hegemonía). Visto
esto, se puede observar que Gramsci recupera inconscientemente el significado
iusnaturalista de sociedad civil como sociedad basada en el consenso.
EL SISTEMA HEGELIANO
La categoría hegeliana de sociedad civil es mucho más compleja, y por su
misma complejidad de muy difícil interpretación, como momento intermedio de su
eticidad, situado entre la familia y el Estado, permite la construcción de un
sistema triádico que se contrapone a los modeles diádicos.
La sociedad pre-estatal en vez de ser el momento precedente a la
formación del Estado, la sociedad civil hegeliana representa el primer momento
de la formación del Estado, el Estado jurídico administrativo cuya tarea es la de
regular las relaciones exteriores, mientras que el Estado propiamente dicho
representa el primer momento de la formación del Estado, el Estado jurídico
administrativo cuya tarea es la de regular las relaciones exterior, mientras que el
Estado propiamente dicho representa el momento ético político cuya tarea es
efectuar la adhesión íntima del ciudadano a la totalidad de la que forma parte, de
tal manera que se pueda llamar Estado interno o interior. La distinción hegeliana
entre sociedad civil y Estado más que representar la sucesión entre la fase pre-
estatal y la fase estatal de la eticidad, representa la distinción entre un estado
inferior y un Estado superior.
LA TRADICIÓN IUSNATURALISTA
Aristóteles al principio de la política designación esta misma expresión a la
ciudad.
Bodin: “el Estado es la sociedad civil que puede subsistir por si misma sin
asociaciones ni organismos, pero no puede hacerlo sin la familia”.
La expresión sociedad civil, en su significado de Estado político distinto de
cualquier forma de Estado no política, se ha empleado corrientemente para
distinguir también el ámbito de competencia del Estado o del pode civil del de
competencia de la Iglesia, o poder religioso, en la contraposición sociedad civil
sociedad religiosa que podemos añadir a la tradicional sociedad doméstica
sociedad civil, pensemos en un escritor católico como Antonio Rosmini. En la
Filosofía del derecho de Rosmini el estudio de la parte dedicada al derecho social
se desarrolla mediante el análisis de tres tipos de sociedad necesarias para la
organización perfecta. Estas tres sociedades son: la sociedad teocrática o
religiosa, la sociedad doméstica y la sociedad civil.
LA POLÉMICA ACTUAL.
El recorrido histórico ha mostrado la variedad de significados incluso
contrastantes entre sí, con que se ha utilizado la expresión sociedad civil.
Resumiendo el significado prevalente ha sido el de sociedad política o Estado
que, sin embargo se ha usado en los diferentes contextos según la sociedad civil
o política haya sido distinta de la doméstica de la natural o de la religiosa. El
significado de sociedad civilizada, representa un momento negativo del desarrollo
Ficha 19:
ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL: ¿CÓMO RESOLVER LA
CONTRADICCIÓN?, EN LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA.
(Nicolás Tenzer)
En un mundo tripolar, Estado, esfera económica, sociedad civil, donde la
última era la única en la que podrían existir relaciones libres entre individuos.
El movimiento así llamado de la sociedad civil, que tiende hacia el voluntariado y
se opone por tanto al individualismo narcisista, tiene que ser estimulado. El
estado se liberó de su compromiso pero esto no se tradujo ni en una renovación
de la política como arte de la liberación, ni en un robustecimiento de los centros
activos y originales de la sociedad.
EL PRINCIPIO DE SEPARACIÓN.
El origen de la separación se remonta sin duda a Locke, quien, planteando
primero una distinción entre el propietario y el ciudadano, sella la separación
entre una esfera privada, primera, y una esfera política, segunda, cuya función no
podrá ser sino la conservación de la primera. El hombre es propietario antes de
ser ciudadano, propietario ante todo de su vida y de su libertad.
La crítica del totalitarismo, algunas de cuyas deducciones ponen de
manifiesto los sofismas y la confusión de una parte de la doctrina política
contemporánea. El totalitarismo, analizado como hipertrofia de un poder de
Estado que absorbería a la sociedad civil estaría marcado por la pretensión de la
política a definir un proyecto para la sociedad. En la percepción habitual del
Estado totalitario, el Estado sigue siendo el Estado hobbesiano, los hombres,
para protegerse, deciden enajenar su libertad y se obligan entre ellos para
entregar el poder a un Estado que no es parte en el contrato.
Esta crítica del totalitarismo tiene que ser redefinida, sólo en primera
instancia debe entenderse que el fenómeno totalitario es la absorción de la
sociedad civil por el Estado; se lo debe analizar sobre todo como resultante de
una distinción progresivamente establecida entre la sociedad civil y el Estado.
Si la sociedad civil no se compone más que de individuos y si no dispone
de ningún poder estructurante para organizar las relaciones entre los individuos.
En segundo lugar, si hay quiebra o al menos disolución del control social. En
tercer lugar, si la crítica del poder representativo, como del poder no
representativo, desemboca en una crítica global del poder.
DE LA SEPARACIÓN A LA CRÍTICA.
Ambigüedades de la crítica del Estado. Este ataque contra el Estado n se
reduce a una lucha contra los excesos de la burocracia y contra la opacidad de la
máquina estatal. La teoría del Estado mínimo constituye una salida a este dilema
por lo bajo, reducido, el Estado no puede estar en desacuerdo con los
ciudadanos; si ya no los representa, tampoco los administra. Se convierte en la
cosa de los ciudadanos, pero a tal punto instrumental que se vacía de su
contenido político, es decir, organizador. La teoría de menos Estados es ante
todo, de hecho, una teoría de deslegitimación de la política, al menos tal como se
la practica en las democracias representativas, siempre y cuando sea posible
concebir otra.
De la crítica del Estado a la crítica de la política. La crítica de la política es
el resultado de teoría que procuran instaurar una legitimidad de la sociedad civil,
totalmente separada del Estado y entendida como no política. Si la crítica del
Estado, cuyas inducciones o culminación podremos constatar, no debería ser por
ello descuidada o sospechada de total irresponsabilidad, hay que saber qué es lo
que se condena exactamente. La crítica del Estado en nombre de la sociedad
civil es una crítica frágil, pues la instancia crítica se suicida en el momento mismo
Derecho Político (Resumen) 74
AGRUPACION 1983
CRISIS DE LA REPRESENTACIÓN.
Para que haya reconciliación entre política y Estado, tiene que haber
capacidad para alcanzar una construcción democrática de la idea de
representación. Pues no hay voluntarismo posible del Estado fuera de un
mandato político delimitado por la sociedad. Así pues, el recelo hacia el poder
ejecutivo, más allá de los problemas de credibilidad concreta del Estado, es el
resultado de una crisis de la representación, producto a su vez de una crisis de la
voluntad política.
Precisamente, cuando se habla de crisis de la representación, por lo
general se entiende, por una parte, que la representación no es fiel y por la otra,
que la representación lo es demasiado: desviación del mandato parlamentario en
mandato imperativo.
Estos elementos explican el descrédito del oficio político. Sus
manifestaciones no son más que sus desechos, pero ellas robustecen la crítica
misma de la política.
Ficha 20:
LA CIENCIA POLITICA
ACERCA DEL OBJETO DE LA CIENCIA POLÍTICA
(Raggio / Blando)
Toda realidad para que su estudio alcance el rango de ciencia debe
precisar su objeto a investigar y el método para desarrollar esa investigación. En
un sentido amplio, se considera a la Ciencia política a aquella ciencia que estudia
todo lo referente al Poder, mientras las más restrictivas la entiende como ciencia
del Estado. Esta diferenciación corresponde a una cuestión de épocas históricas
distintas. La doctrina clásica del derecho público centra al Estado como objeto de
la Ciencia Política. La idea jurídica tradicional del estado soberano implica que no
hay otro poder por encima de él. Dentro de ésta postura encontramos autores
como Jellinek, Duguit, Heller, Kelsen.
A fines del siglo XIX, el objeto de estudio de la ciencia ha de ser el estado,
tanto es así que la denominación se corresponde con la denominación de sus
obras, “Teoría General del Estado” (Jellinek, Kelsen) o “Teoría del Estado”
(Heller) teniendo en cuenta un estudio pormenorizado del mismo y la sociedad.
En una segunda etapa que podríamos denominar “Cratología” o ciencia del
poder ubicamos autores como Duveger, Weber, Aaron, quienes se referirán a la
misma como ciencia de la autoridad, de los gobernantes, en última instancia del
poder.
Podríamos así tomar los siguientes sucesos, como motivos de buscar un
cambio en la forma de contemplar la Ciencia, que entran dentro de la esfera
política, económica, filosófica y social.
a conocer cuales son los temas principales de estudio de ésta nueva ciencia, es
la llamada Lista tipo de la Unesco.
TEORÍA POLÍTICA
Historia de las ideas políticas.
INSTITUCIONES POLÍTICAS
La constitución
Gobierno regional, local y central
Administración pública
Funciones económicas y sociales del gobierno
Instituciones políticas comparadas
RELACIONES INTERNACIONALES
Política internacional
Organización internacional
Derecho internacional
OBJETO-MÉTODO-TRANSMISIBILIDAD.
Antonio Gramsci, sostenía que el trabajo científico llegaba a resultados
objetivos, pues para él era objetiva la realidad, por lo tanto el problema de la
objetividad no será un problema de la física por ejemplo, sino más bien de las
llamadas ciencias sociales o políticas, cargadas de uno u otro ideológico, lo cual
parece incompatible con la objetividad.
El historicismo es una posición filosófica que intenta conscientemente
copiar el método científico de base determinista y aplicarlo a las cuestiones
sociales y políticas, éste método supone que la actividad humana, está en última
instancia determinada por regularidades por lo que es posible predecir su
comportamiento.
familias estaba reglado por la ley y limitado en interés de los que estaban
sometidos a su poder.
Concepto del derecho natural, fundamentalmente a través de Cicerón. No
se demuestra racionalmente la existencia de un Derecho Natural, pero sí de
haber descripto en forma originaria la idea de un orden superior al derecho
positivo o sancionado.
Comte: consideró que los sabios deben elevar la política al rango de las
ciencias de la observación. Toda la obra está orientada a la investigación
positiva, si bien es profundamente moralista y sus preocupaciones éticas
inspiran visiblemente sus disposiciones científicas. Aporta en primer lugar
las bases definitivas del método objetivo, es el primero en demostrar la
necesidad de la objetividad en el análisis de los fenómenos sociales, el
primero en hacer de la objetividad la condición necesaria de toda ciencia.
TEXTO 21:
Investigación jurídica formativa y empírica.
(Jorge Witker)
La enseñanza activa del Derecho requiere estar en intima relación con la
investigación jurídica. La enseñanza problematizadora y crítica plantea la
contrastación de las diversas doctrinas, para lo cual el espíritu investigativo del
estudiante es indispensable.
En este contexto docencia investigación conforman etapas dialécticas
inseparables lográndose una permanente renovación y retroalimentación en los
contenidos a enseñar.
Los estudiantes deben, desde el inicio de los estudios, adiestrarse en el
manejo de las técnicas de investigación jurídica e incorporarlas como elementos
de su formación y desarrollo.
En su etapa formativa deben considerar y desarrollar trabajos, aunque
sean modestos, en los dos grandes campos de la investigación del Derecho.
La investigación dogmática o teórica es un campo que pese a su gran
influencia en los estudios jurídicos latinoamericanos, debe desarrollarse con rigor
y seriedad científica. En ella, los estudiantes tienen una cantera inagotable para
aprender a elaborar trabajos, informes, ensayos y tesinas, formalmente válidos y
guiados por una orientación conceptual mínima.
Unidad III:
Estado
Fichas 22 a 46
TEXTO 22:
ESTADO Y SOCIEDAD EN EL MUNDO ANTIGUO.
(Romero)
En estos procesos será la consideración de los conflictos de los acciones
lo que se tratará más detenidamente, tratando de descubrir como se los
encuentra subyacentes en las formas del estado constituido.
La palabra estado se usará en adelante en un siendo relativizado,
entendiéndolo como formas jurídicas combinantes, como formas históricas.
intentan la constante reivindicación de sus derechos como tales. Los fuertes son
los sacrificados los que en su estado anárquico habrían podido triunfar a quienes
un estado regulado somete por el imperio de la mayoría y del interés colectivo.
Después se llega al acuerdo, a la delimitación de los derechos al contrato.
En conjunto de normas y de convenciones que reglan la vida de los
individuos en sociedad para precaverse de los fuertes según la naturaleza
constituyen el estado y las cláusulas de que siempre revisibles. De aquí que
según esta posición, la revolución constituya un proceso latente dentro de cada
sociedad. Es así inevitable y permanente pero es, al mismo tiempo legitima.
La revolución proviene entonces de la naturaliza convencional del estado.
Si el estado se ha logrado por un acuerdo defensivo, su estructura jurídica
resguarda no la totalidad de los derechos sino los de aquel grupo que lo ha
impuesto. El estado pretende, pues ser un árbitro. La ley no vale sino mientras se
quiere que sea respetada, y cada cierto tiempo, sus términos deben adaptarse a
la presión de los diversos grupos actuantes.
PLATÓN Y ARISTÓTELES.
El examen del pensamiento de su tiempo sobre los problemas políticos
tanto como el análisis de la realidad, lleva a los filósofos griegos a establecer una
fundamentación hegemónica del estado. Pero en la base de la organización
estatal aparece una ordenación de los factores económicos que actúa sobre la
ordenación del estado.
Factores económicos preponderantes considera Aristóteles la extensión
del territorio, su naturaleza, su riqueza, la proximidad al mar, y mas importantes
aún considera, como Platón, la existencia de la propiedad privada; pero donde lo
económico incide vivamente sobre la organización del estado es en la
determinación de las clases sociales. Tanto para Aristóteles como para Platón,
las clases sociales están directamente determinadas por sus intereses
económicos. Platón establece en su estado ideal tres clases, porque pretende
que esas clases no estén económicamente determinadas; pero cuando analiza el
panorama de los estados históricos reduce las clases sociales a dos grupos
antagónicos: ricos y pobres.
Para ambos pensadores, el estado normal de estas clases es la situación
de lucha. Las luchas de partidos se nos aparecen como luchas de facciones.
Clase media más poderosa que las otras, no interpone su autoridad moderadora
entre ellas. Unas veces la oposición de las clases extremas se mantiene en
latencia, otras hace crisis y la guerra civil estalla con los caracteres de violencia y
de odio que la definen.
La facción triunfante se apodera del estado. Desde ese momento la forma
de gobierno será la que responda a su ideología: una oligarquía o una
democracia, según que el grupo predominante sea el de los ricos o el de los
pobres. Las formas de gobierno, sin embargo, son más: Aristóteles dice que son
tantas como combinaciones son posibles de superioridad y de inferioridad entre
las partes de estado, porque el estado, aun cuando pretende siempre ser
considerado como un poder objetivamente regulador, no puede prescindir nunca
de los intereses de la facción que le dio origen. La forma de gobierno no es, pues,
una mera cuestión formal, sino que esconde tras sí un arduo problema; porque lo
que se llama formas de gobierno son formas estables de equilibrio entre
facciones que estas adoptan al asumir el poder. Las formas de gobierno son,
pues, regímenes del estado según los grupos sociales predominantes.
POLIBIO Y CICERÓN.
Polibio entiende las formas de gobierno en el sentido platónico. Cada una
de ellas responde a una situación histórica, creada por la lucha de las facciones y
por el triunfo de una de ellas. El curso del gobierno muestra un período de acción
destinado a lograr el bien del estado y un período cuya acción sólo se encuentra
dirigida por la necesidad de defender su situación de facción en el poder. El ciclo
de las formas naturales y las formas corrompidas se organiza según una ley
natural, de acuerdo con la cual ha de regirse la vida de todo estado, pues el
estado es un producto natural y como tal debe ajustarse a un proceso
determinado. Lo característico de la formulación de Polibio es el tono fuertemente
naturalista que atribuye al proceso, y como consecuencia, el carácter de
determinación rigurosa que le asigna.
Cicerón que también admite este proceso en desarrollo de los estado, no
lo define como un determinismo natural sino más bien como animado por ciertas
determinaciones psicológicas, basadas en algunos principios de validez universal
entrevistos en la conducta humana.
TEXTO 23:
EL PENSAMIENTO POLÍTICO EN LA EDAD MEDIA.
(EL MARCO CULTURAL. “Carlos Fayt”)
De las bases surgirán el Imperio Carolingio y el Sacro Imperio Romano
Germánico. La vida política se resume en la difusión de la religión cristiana y el
establecimiento de la iglesia, el desarrollo de la figura imperial a partir de
Carlomagno. Los problemas religiosos son el centro de todas las preocupaciones
intelectuales.
El feudalismo se convierte en el régimen social, político y económico
dominante. La Reforma y el Renacimiento y se producen cambios sociales y
transformaciones económicas de enorme magnitud para el destino humano.
Al propio tiempo, hacen su aparición las nociones de soberanía y ley,
expresando y prefigurando relaciones políticas nuevas, en torno a las cuales, a
su hora, se estructuraran las nuevas formaciones políticas, las nuevas
monarquías.
EL SISTEMA DE VALORES.
La actividad económica descendió al nivel primitivo del trueque y el
ruralismo, en tanto que el ascetismo morboso y el menosprecio de este mundo
sustituían a actitudes sociales más normales.
Las virtudes cristianas pasarán a constituir modeles de vida y que la vida
ascética adquiriese el sentido de la vida ideal. Esta tendencia al ascetismo fue
llevada a términos de exageración.
El ascetismo pasó a ser una forma común de testimoniar el ardor religioso
mediante la humillación y el sufrimiento. La proliferación de eremitas y
anacoretas.
Período en el cual la humildad, la modestia, la castidad, la paciencia, la
caridad y el amor, es decir toda perfección es posible si se ama a Dios y a los
hombre como normas de vida para el logro de la vida eterna.
Texto 24:
Maquiavelo. Edad Media. Contexto Histórico.
(Tomás Varnagy)
En el aspecto político nos encontramos, en primer lugar, con la declinación
del feudalismo, y el comienzo del fin de la fragmentación política junto con la
aparición y crecimiento de las monarquías absolutas que reducen a la impotencia
a los señores y asambleas feudales, en segundo lugar, el desarrollo de una
cultura y una política cada vez más secularizada acompañada de críticas a la
Iglesia de Roma, que tendrá su máxima expresión en la Reforma y en la ruptura
de la presunta unidad europea bajo la hegemonía del Papada; y finalmente, la
nueva conciencia del hombre que labra su peculiar destino creando su propia
DIVISIÓN DE ITALIA
Las cinco principales potencias en la península eran, el reino de Nápoles,
los territorios de la Iglesia de Roma, la república de Florencia, el ducado de Milán
y la república de Venecia, junto con muchas otras unidades políticas menores
entre las cuales existían un relativo equilibrio de poder. Los cinco grandes
buscaban expandir su autoridad territorial y, como resultado, se pasó de las
luchas internas de periodos anteriores a conflictos con potencias vecinas, fuesen
repúblicas o Estado despóticos.
Los Estado Papales también eran un factor de poder importante en toda
Europa católica y el Papa poseía un considerable territorio en el centro de la
península. La efectividad de la soberanía papal dependía de su carácter y
personalidad, que podía tener o no autoridad sobre las ciudades y baronías
sujetas a él.
Florencia, aliada de los franceses e inmersa en las luchas y guerras en la
península italiana, tuvo que enfrentarse y/o pactar con distintos enemigos
internos y externos. El dominio de Savonarola finaliza en la hoguera en 1498,
comenzando a continuación un nuevo período republicano en el cual Maquiavelo
trabajó y desempeño un activo papel político. Florencia era un Estado con
funciones de gobierno local y nacional pues, además de ser una ciudad en el
centro de la región de Toscana, era también un Estado independiente con ejército
y política exterior propios.
La crueldad de Maquiavelo era, en realidad, una buena administración de
ella, una economía de la violencia, una aplicación controlada de la fuerza que
evita males mayores y sólo se justifica si contribuye a crear la paz y el orden en
beneficio del pueblo.
CIENCIA POLÍTICA
Si bien Aristóteles realizó estudios sistemáticos y empíricos, fue
Maquiavelo quien descubrió “la necesidad y la autonomía de la política, una
política que está más allá de la ética, que tiene sus propias leyes en contra de las
cuales es inútil rebelarse, y que no pueden ser exorcizadas y prohibidas del
mundo con agua bendita”. Este enfoque del filósofo contemporáneo Benedetto
Croce inicia una línea de interpretación dominante hasta nuestra época, pues
señala el descubrimiento de la “autonomía política”, o sea una identificación de
las características propias de esta actividad y de las leyes que la gobiernan.
VIRTUD Y FORTUNA
El éxito o el fracaso de los hombres depende principalmente de su
capacidad, de su virtud o adaptación a las circunstancias, esto es, a la fortuna,
sobre la cual Maquiavelo escribió en sus poemas.
Los hombres “en todas sus acciones y sobre todo en las grandes, deben
tener en cuenta los tiempos acomodarse a ellos”.
TEXTO 25:
LA REFORMA PROTESTANTE.
(LA REFORMA. Carlos Fayt)
Tres procesos simultáneos tuvieron origen en el siglo XVI. La revolución
religiosa, la económica y la intelectual. El siglo XVI es el verdadero comienzo de
la Edad Moderna. La conciencia del hombre volvió a ser fuente de la religión, se
subordinó el prejuicio al libre examen, la autoridad a la razón y se recordó a los
gobernantes que son servidores, no amos de los pueblos.
La teoría del derecho divino de los reyes emerge, como la de la soberanía,
con la fuerza de un instrumento de la lucha política. El ocaso de la primera y la
persistencia de la segunda, el desarrollo de la teoría de los derechos populares y
la renovada formulación de la resistencia al poder absoluto de los reyes, marcan
el período de preparación de las revoluciones modernas.
La revolución religiosa se conoce con el nombre de Reforma. Iniciada en
Alemania en 1517 separó a casi toda Europa septentrional del catolicismo y
produjo en él, por reacción, un cambio profundo que tomó el nombre de
contrarreforma. La Reforma tiene causas religiosas, políticas y económicas.
Causas religiosas:
1. La corrupción y los abusos del clero católico,
2. La venta de indulgencias,
3. La explotación de supuestas reliquias religiosas, el desprestigio del
Papado como consecuencia del cautiverio de Avignon.
Causas políticas:
Derecho Político (Resumen) 95
AGRUPACION 1983
1. El absolutismo monárquico,
2. La adopción en Inglaterra, Francia y Alemania de disposiciones tendientes
a prohibir la designación de cargos eclesiásticos por el Papa.
Causas económicas:
1. El interés de los príncipes en apropiarse de las tierras poseídas por la
Iglesia, que en Francia comprendían la quinta parte del territorio nacional y
en Alemania, la tercera parte, así como de sus riquezas en metales
preciosos, joyas y mobiliario,
segundo, entre el rey y el pueblo, contrato político del que resulta el Estado. El
rey está obligado a gobernar con justicia y el pueblo a obedecerle en tanto
gobierne bien. El deber de obediencia es un deber religioso, toda vez que el
poder real deriva de Dios, y por lo tanto cuando el rey ofende a la religión o es
injusto, quebranta su obligación para con Dios y con el pueblo. El poder que
ejerce es siempre un poder delegado, Dios y el pueblo son sus superiores y el
deber de obediencia es siempre limitado y condicional.
De ahí el derecho de resistencia que tiene el pueblo contra el rey si éste
viola la ley de Dios o ataca a la Iglesia, derecho irrenunciables que debe ejercer
para no ofender a Dios. Lo mismo ocurre cuando el rey ejerce para no ofender a
Dios. Lo mismo ocurre cuando el rey oprime al pueblo y se convierte en tirano
haciendo de su trono el asiento de la ofensa a dos derechos de sus súbditos. Si
el tirano es un usurpador, cualquiera del pueblo puede matarlo. Pero si tiene un
título legítimo, la resistencia sólo puede ejercerse por los magistrados. Esto pone
en evidencia que a pesar de su esencia revolucionaria, la Vindiciae no es
documento democrático sino aristocrático.
Esto se explica si se tiene en cuenta que los hugonotes constituían una
minoría, en la que estaba enrolada la nobleza y no representó en Francia a la
revolución sino a la reacción.
TEXTO 26:
SUPUESTOS HISTÓRICOS DEL ESTADO ACTUAL.
(Heller)
Para comprender lo que ha llegado a ser el Estado actual no es preciso,
rastrear sus predecesores hasta tiempos remotos, cuando no hasta la época
primitiva de la humanidad. Siempre que se intentó hacer tal cosa, se desatendió,
en general, aquello que a nuestro objeto principalmente interesa: la conciencia
histórica de que el Estado como nombre y como realidad es algo, desde el punto
de vista histórico, absolutamente peculiar y que, en esta su moderna
individualidad, no puede ser trasladado a los tiempos pasados. Las lucubraciones
especulativas sobre el origen del Estado, tan del gusto de muchos de nuestros
historiadores. (NO SE ENTIENDE UN CORNO, HAY QUE TOMAR ALGO
ANTES DE LEER ESTO)
Es patente el hecho de que durante medio milenio, en la edad media, no
existió el Estado en el sentido de una unidad de duración, independientemente en
lo exterior e interior, que actuara de modo continuo con medios de poder propios,
y claramente delimitada en lo personal y territorial.
Es patente el hecho de que durante medio milenio en la Edad media, no
existió el Estado en el sentido de una unidad de duración, independientemente en
lo exterior e interior, que actuara de modo continuo con medios de poder propios,
y claramente delimitada en lo personal y territorial.
Casi todas las funciones que el Estado moderno reclama para si se
hallaban entonces repartidos entre los más diversos depositarios: la Iglesia, el
noble propietario de tierras, los caballeros, las ciudades y otros privilegiados.
Mediante el endeudamiento, la hipoteca, o la concesión de inmunidades el poder
central se vio privado, poco a poco, de casi todos los derechos de superioridad,
siendo trasladados a otros depositarios que según nuestro punto de vista, tenían
carácter privado. Al soberano monárquico del Estado feudal le vienen a quedar
finalmente sólo muy pocos derechos inmediatos de dominación. En lo sustancial,
Derecho Político (Resumen) 99
AGRUPACION 1983
los reyes normandos, se logra crear ya en el siglo XI, una organización política
relativamente fuerte en medio de la jerarquía feudal.
La nueva palabra estado designa certeramente una cosa totalmente nueva
porque a partir del Renacimiento y en el continente europeo, las poliarquías, que
hasta entonces tenían un carácter impreciso en lo territorial y cuya coherencia era
floja e intermitente, se conviven en unidades de poder continuas y reciamente
organizadas con un solo ejercito que era, además, permanente, una única y
competente jerarquía de funcionarios y un orden jurídico, imponiendo además a
los súbditos el deber de obediencia con carácter general.
La evolución que se llevó a cabo, en el aspecto organizatorio, hacia el
Estado moderno, consistió en que los medios reales de autoridad y
administración, que eran posesión privada, se convierten en propiedad pública y
en que el poder de mando que se venía ejerciendo como un derecho del sujeto
se expropia en beneficio del príncipe absoluto primero y luego del Estado.
Mediante la creación de un ejército mercenario permanente, cuya existencia
depende del pago de la sociedad, el señor se hace independiente del hecho
aleatorio de la lealtad de sus feudatarios, estableciendo así la unidad de poder
del Estado en lo militar. La caballería había perdido ya su función político militar a
causa de la transformación de la técnica guerrera. Desde la guerra de los husitas
es desde cuando, probablemente, decae el papel de la caballería en el combate,
a causa del empleo creciente de cañones y armas de fuego portátiles, de la
infantería y de las tropas mercenarias. Los gastos que imponía la nueva técnica
de las armas exigen la organización centralizada de la adquisición de los medios
necesarios para la guerra, lo cual suponía una reorganización de las finanzas. De
este modo, la necesidad política de crear ejércitos permanentes dio lugar en
muchas partes a una transformación, en sentido burocrático de la administración
de las finanzas. Gracias a ella las tropas feudales, intermitentes y ocasionales,
con su servicio inseguro y limitado, se ven sustituidas por una organización firme
y continua del ejército cuyos medios de guerra se concentran en las manos del
Estado. Hasta la paz de Tilsit había quedado en Prusia, todavía como último
resto del viejo ejército feudal, el jefe de compañía que era propietario del
armamento de su unidad.
Mediante la burocracia se elimina la mediatización feudal del poder del
Estado y se hace posible establecer el vínculo de súbdito con carácter general y
unitario. Los apoyos burocráticos dan a la moderna construcción del Estado sus
netos contornos y condicionan el carácter relativamente estático de su estructura.
Gracias a la jerarquía de los funcionarios la organización pudo extenderse ahora
también al territorio, es decir, abarcar a todos los habitantes del mismo y
asegurar de este modo una unificación universal central y regida por un plan, del
obrar relevante, para el Estado. La gran extensión que alcanza el territorio de los
Estados, cosa que en la Edad media había contribuido grandemente a la
emancipación de los poderes locales, no constituye para la burocracia moderna
un obstáculo que se oponga a una labor administrativa sumamente intensa y, sin
embargo, dirigida desde el centro. A la manera como, en lo económico, vino la
fabrica a superar al taller, así también, respecto al despliegue del poder político el
aparato burocrático del Estado actual, rígidamente disciplinado y controlado, vino
a estar por encima de los Territorios, administrados a la manera feudal, de la
Edad Media.
TEXTO 27:
LA SECULARIZACIÓN DE LA CULTURA: EL SURGIMIENTO
Y LA CRISIS DEL ESTADO ABSOLUTISTA.
(Pinto)
En el siglo XVIII surge en la cultura europea la filosofía de la Ilustración,
logrando que las controversiales ideas que difunde impugnen exitosamente el
orden político existente en ese entonces. La Revolución francesa será por esa
causa la consecuencia obligada de la Ilustración y comenzará una larga y
permanente crisis política que, iniciada en Europa, se difundirá luego sobre el
resto del mundo.
En el siglo de las Luces, será el triunfo de la crítica racional que distingue a
la Ilustración el que produzca en el continente europeo el comienzo del fin de la
hegemonía política de instituciones como la monarquía absoluta y la Iglesia que
Derecho Político (Resumen) 102
AGRUPACION 1983
TEXTO 28:
CONTRACTUALISMO PARA UNA DEFINICIÓN DEL
CONTRACTUALISMO.
(Bobbio)
En un sentido muy amplio el contractualismo comprende todas aquellas
teorías políticas que ven el origen de la sociedad y el fundamento del poder
político en un contrato, es decir en un acuerdo tácito o expreso entre varios
individuos, acuerdo que significaría el fin de un estado de naturaleza y el inicio
del estado social y político. En sentido más reducido, en cambio, con
contractualismo se entiende una escuela florecida en Europa entre el inicio del
siglo XVII y el fin del siglo XVIII, que tiene sus máximos representantes en
Hobbes, Spinoza, Locke, Rousseau.
Están aquellos que opinan que el pasaje del estado de naturaleza al
estado de sociedad es un hecho histórico realmente acontecido, es decir que
están dominados por el problema antropológico del origen del hombre civil, otros,
en cambio hacen del estado de naturaleza una mera hipótesis lógica, con el fin
de crear la idea racional o jurídica de estado, del estado como deber ser, y de dar
así un fundamento a la obligación política en el consenso expreso o tácito de los
individuos a una autoridad que los representa y los encama, otros finalmente,
prescindiendo por completo del problema antropológico del origen del hombre
civil y del problema filosófico y jurídico del estado racional, ven en el contrato un
instrumento de acción política para imponer límites a quien detenta el poder.
Se parte del origen del hombre para evidenciar las necesidades
particulares que lo llevan a darse consensualmente una vida social, o para
explicar el pasaje de la horda primitiva o de la sociedad tribal a una forma de vida
social más compleja y organizada, con el monopolio del poder político fundado
sobre el consenso.
Está estrechamente conectado con la historia política o con los cambios
constitucionales de este o aquel país.
El elemento jurídico, como categoría constitutiva de la sintaxis del
discurso, en la medida en que se reconoce sólo en el derecho la única forma
posible de racionalización de las relaciones sociales o de sublimación jurídica de
la fuerza.
Las condiciones para la afirmación en la historia del pensamiento político
de teorías contractualista, en el ámbito de un debate más amplio sobre el
fundamento del poder político, son tres: en primer lugar un proceso bastante
rápido de desarrollo político que desgaste la sociedad tradicional e instaure
nuevas formas y nuevos procedimientos de gobierno. En segundo lugar una
Derecho Político (Resumen) 106
AGRUPACION 1983
CONTRACTUALISMO Y CONSTITUCIONALISMO.
El contractualismo no es solamente una teoría global, conceptualmente
elaborada, sobre los orígenes de la sociedad y del poder político y por lo tanto
sobre la naturaleza racional del estado. En la historia medieval y moderna el
contrato es a menudo también un hecho histórico, es decir que es parte
integrante de un proceso político que lleva al constitucionalismo y en particular a
la exigencia de alimentar el poder del gobierno por medio de un documento
escrito que establezca los respectivos recíprocos derechos y deberes.
En la Edad Moderna el contractualismo, como hecho histórico, demuestra
su vitalidad, con características nuevas y originales, tanto en la experiencia
democrática de la Nueva Inglaterra, donde el pacto es el instrumentos concreto
para la formación de un real estado de naturaleza de nuevas sociedades que
deben afrontar los duros y dramáticos problemas de la frontera y de los espacios
desiertos, como en la experiencia aristocrático liberal de Inglaterra en busca de
EL ESTADO DE TRANSICIÓN.
De la afirmada dependencia del estado de la sociedad civil, del poder
político de la clase dominante, Marx da una confirmación precisa en oportunidad
en que plantea el problema del pasaje del estado cuya clase dominante es la
burguesía al estado cuya clase dominante será el proletariado. Sobre este
problema lo hará meditar sobre todo el episodio de la Comuna de París.
Parece que para Marx la dependencia del poder estatal respecto del poder
de clase es tan estrecha que el pasaje de la dictadura de la burguesía a la
dictadura del proletariado no puede ocurrir simplemente a través de la conquista
del poder estatal, es decir, de ese aparato que la burguesía ha utilizado para
ejercer el propio dominio, sino que exige la destrucción de aquellas instituciones y
su sustitución con instituciones completamente diferentes. Si el estado fuese
solamente un aparato neutral más allá de las partes, la conquista de este aparato
o incluso solamente la penetración en el mismo sería suficiente por si mismo a
modificar la situación existente. El estado es, sí una máquina pero no es una
máquina que cada uno puede utilizar a su placer, cada clase dominante debe
forjar la máquina estatal según sus propias exigencias. Sobre los caracteres del
nuevo estado Marx da algunas indicaciones sugeridas justamente por la
experiencia de la Comuna: supresión del ejército permanente y de la política
pagada y sustitución de ambos por el pueblo armado, funcionarios electos o
colocados bajo el control popular y por lo tanto responsables y revocables jueves
electivos irrevocables, sobre todo sufragio universal para la elección de los
delegados con mandato imperativo y por lo tanto revocables, abolición de la
alardeada pero ficticia separación de los poderes y finalmente una amplia
descentralización que permita reducir a pocas y esenciales las funciones del
gobierno central, Marx llamó a esta nueva forma de estado “Gobierno de la clase
obrera”.
La existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases des
desarrollo histórico de la producción, la lucha de las clases conduce
necesariamente, a la dictadura del proletariado, esta misma dictadura no
constituye de por sí más que el transito hacia la abolición de todas las clases y
hacia una sociedad sin clases. Entre la sociedad capitalista y la sociedad
comunista media el periodo de la transformación revolucionaria de la primera en
la segunda. A este periodo corresponde también un período político de transición
cuyo estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado.
En el transcurso de su desarrollo, la clase trabajadora sustituirá la antigua
sociedad civil por una asociación que excluya las clases y antagonismo, y no
TEXTO 31:
MARX Y LA TEORÍA DEL ESTADO
(Quiroga)
ALGUNAS CONCLUSIONES
El gobierno del estado moderno no es más que el comité que administra
los negocios comunes de la clase burguesa. El binomio conceptual estructura –
superestructura que reemplaza a la pareja sociedad civil – Estado ha generado
una política mayor en la teoría política marxista, conformando un voluminoso
cuadro de interpretaciones. Gramsci había planteado ya con toda claridad la
distinción entre sociedad civil y sociedad política no tuvo nunca un carácter
orgánico, más bien su distinción ha sido descriptiva. O bien, la oposición
sociedad civil – Estado tiene un uso descriptivo e inmediatamente empírico.
En la definición del Manifiesto el Estado o el poder político se identifica con
la denominación de la burguesía pues esta encarna la violencia organizada, de
una clase para oprimir a otra. Aquí la identificación clase y Estado es total. Con
esta lectura reduccionista no se puede comprender que el concepto Estado
desborda en mucho la definición de Estado como coerción, o la definición de
Estado como aparato estatal.
La tradición marxista sabe que la dominación social no se organiza ni se
reproduce exclusivamente por medio del aparato coercitivo. La fuerza y la
violencia se ven legitimadas por el papel de la ideología. Todo sistema de
dominio se ve integrado por ambos componentes. Pero es cierto también que la
ideología que pertenece en el pensamiento de Marx a la esfera de la
superestructura justifica de manera refleja la dominación social. En auxilio de la
concepción que reduce Estado a aparato coercitivo surge la idea de incorporar
“algo”, que los clásicos a su entender no habían podido expresar correctamente
para hacer progresar la teoría marxista del Estado. Ese algo es otra dimensión
que aparece en el Estado junto al aparato represivo, pero sin llegar a confundirse.
Se trata de los aparatos ideológicos del estado, que vehiculizan y movilizan la
ideología de la clase dominante que se encarna en esos aparatos.
Derecho Político (Resumen) 114
AGRUPACION 1983
Hay otros aparatos, que no son los represivos e ideológicos que cumplen
funciones distintas. La intervención del estado en la economía da lugar, a un
verdadero aparato económico especializado, sin el cual no se comprende el rol
del Estado en la reproducción del capital.
El estado sigue siendo el centro excluyente de la dominación social. Se
adiciona al aparato coercitivo otro aparato, el ideológico y todo sigue girando en
la centralidad de la instancia estatal.
Para el nacimiento del estado Marx parte de una dimensión histórica
concreta movilizada por la lucha de clases. Así el Estado es el resultado de la
división social del trabajo. Ya no es el poder común que delegan los individuos en
la figura del soberano sino más bien el poder de una parte de la población sobre
otra, el poder de la clase dominante sobre la clase dominada de la minoría sobre
la mayoría. Tesis que permite inferir la idea de que se el Estado se identifica con
la clase dominante organizándoles sus intereses, hay entonces una gran parte de
la sociedad que no encuentra cabida en el Estado. Es la parte oprimida,
mayoritaria, que queda fuera del Estado. Esta es la concepción que hoy resulta
instrumental, reduccionista y que tal vez en su momento en la época del
Manifiesto se lo podría haber percibido en esa forma, pero que en la actualidad,
no caben dudas, una interpretación unilateral como esa resulta insuficiente para
explicar el fenómeno del estado contemporáneo.
En la opinión de Bobbio el Estado es hoy el mediador y garante de los
acuerdos celebrados entre las grandes organizaciones que actúan como
instancia semi independiente entre si e incluso con respecto del Estado. Tal vez
no fue este el Estado que percibió Marx en su momento. Así podríamos
puntualizar que el Estado moderno es el Locus donde se desarrollan las
negociaciones y se resuelven los conflictos que dividen la sociedad. Conflictos y
tensiones de la sociedad que penetran el estado provocándole fisuras y
contradicciones, las que en un juego, más o menos explícito explican el papel de
organizador social del Estado. La mediación estatal aparece entonces como
necesaria para garantizar los acuerdos sociales que harán posible la convivencia
colectiva en un clima de paz y estabilidad. El papel del estado actual muestra
pues, una situación real en la cual el Estado sufre la invasión no tanto de la
sociedad considerada en su conjunto cuanto de las organizaciones corporativas.
La economía capitalista es regulada por el Estado como una forma de
superar las disfuncionalidades propias del sistema.
El marco institucional de la sociedad se politizó, no coincidiendo ahora de
forma inmediata con las relaciones de producción. En consecuencia, se establece
ahora una relación diferente entre sistema económico y sistema político, en
donde la política no emerge solamente de un fenómeno superestructural
TEXTO 32:
ESTADO Y CRISIS: NOCIONES CONCEPTUALES
(Quiroga)
¿QUÉ ES EL ESTADO?
Se considera al Estado moderno como la expresión de una relación social,
es decir, como una forma particular de las relaciones sociales capitalistas.
TEXTO 33:
DERECHO POLÍTICO.
(Carlos Fayt)
INTRODUCCIÓN
TEXTO 36:
DERECHO Y POLÍTICA.
(Oscar Blando)
DEMOCRACIA Y REPRESENTACIÓN
Ficha 37:
“Diccionario de Política”
(Norberto Bobbio)
“Estado de Bienestar”
Persecución del objetivo del pleno empleo con el fin de garantizar a todos
los ciudadanos un trabajo, y por lo tanto una fuente de rédito
5 – Problemas y perspectivas
Sólo después de la segunda guerra mundial que los principios del Estado
de Bienestar se afirman de manera casi irresistible gracias sobre todo a la
programación económica, con la cual el sistema de mercado es ulteriormente
sociabilizado
Ficha 38:
“Estado y Sociedad”
(García Delgado)
centralidad del Poder Ejecutivo pero escasa importancia dada a los aspectos
institucionales y al parlamento.
Por el lado económico, la Argentina no compartía con los Estados
capitalistas centrales dos condiciones básicas del nuevo modelo de desarrollo: la
inexistencia previa de un patrón de desarrollo industrial auto sostenido y con
capacidad de financiamiento que otorga un mercado propio, y la inexistencia de
un masivo mercado laboral urbano asalariado, con las necesidades sociales que
tal mercado implica y con los conflictos sociales que el desarrollo industrial
genera. Y por el lado de la fórmula política, esa integración se basó en el fuerte
liderazgo de Perón y en la constitución de un novedoso sentimiento de
integración nacional.
Se produce una migración de significativa importancia, que es de sectores
rurales del interior hacia las zonas del litoral industrializadas. Si la migración
previa fue europea meridional, ésta va a asociarse a un componente
predominantemente criollo. Estos sectores, en la medida en que legitimaron el
Estado, la mayoría de las veces por abrumadoras victorias electorales, le daban
capacidad al Estado para extraer renta agraria de los anteriores sectores
dominantes y volcarla a la industria.
Esta visión de la justicia social fuera vista como una imposición autoritaria
del populismo.
Se facilitó también desde el gobierno la polarización y con ello las
estrategias desestabilizadoras de la clase dominante. Si el segundo momento
institucional de las relaciones Estado-sociedad estuvo conformado por la
Constitución del 49, por la importancia del principio de lo social, esta Constitución
se vio envuelta en un cuestionamiento sobre su legitimidad que hizo inviable su
posterior vigencia.
Luego de la Revolución Libertadora cambia el régimen político pero la
intervención del Estado en el desarrollo continúa en un nuevo subtipo del Estado
social: el Estado desarrollista. En el marco de una democracia con proscripción,
la estrategia económica de cuño cepaliano amplió las estructuras
tecnoburocráticas, diferenciándose de la estrategia nacional-popular en
cuestiones de énfasis: mientras la última consideraba al Estado en función de la
distribución y la autonomía nacional, la desarrollista lo hizo en favor del aumento
de la inversión y la integración a este proceso del capital extranjero. Había un rol
mayor para el empresariado, para la racionalidad técnica del sector público y
menor para los sindicatos y la movilización popular.
La conflictividad derivada de un discurso democrático constitucional y la
política de exclusión electoral se sumó a los efectos polarizantes provenientes de
la guerra fría y a la creciente influencia militar del gobierno.
En 1966, se inicia la fase burocrática autoritaria del Estado social. Esta se
caracterizó por la exclusión política y la presencia de las corporaciones
industriales en el poder. Partía de considerar que la única restricción al proyecto
de desarrollo y modernización del país residía en el alto nivel de conflictividad
social de la época, la forma en que se había realizado la inclusión de la masa
obrera y la lentitud e ineficacia asociadas a la política demo-liberal.
La planificación en el “Onganiato” constituirá una confianza en la
planificación como orientadora del desarrollo, ocupando un lugar bisagra entre el
gobierno y los agentes sociales, entre la modernización entre el gobierno y los
Ficha 39:
Democracia, globalización y apostasía de los
Derechos Sociales
(Oscar Blando)
Esta afirmación invita pues a retomar las distintas concepciones y los grandes
“modelos democráticos”: la democracia liberal reducida a método, procedimiento,
mera forma de gobierno ajena a fines y valores supone que las decisiones son
tomadas por elites a los que los ciudadanos le han otorgado poder para decidir o
la “democracia participativa” que pone su acento en la posibilidad real de
participación de los ciudadanos en las decisiones e inspirada en un ideal: el de la
igualdad. En este punto, a nuestro juicio, se encuentra la gran distinción.
La democracia política (como forma de gobierno), ha sido y aún es necesaria
para que el pueblo no esté gobernado despóticamente, y responde a las
preguntas ¿Quién gobierna y cómo gobierna? Pero ¿es suficiente? Un régimen
democrático en cuanto a formas y contenidos se distingue por el concepto de
igualdad. Democracia formal referida al contenido de esta forma. De uno estamos
hablando del “gobierno del pueblo” y de otro en el gobierno “para el pueblo”.
Si bien dice el concepto de igualdad es relativo y no absoluto (no hay ni puede
haber igualdad en todo), es posible si realizarse tres preguntas: igualdad ¿entre
quién, en qué, basándose en qué criterio?
Hay algunos que consideran que los hombres son “más iguales que
desiguales” y otros que consideran lo contrario, que son “más desiguales que
iguales” y a esto se le suma una diferente valoración sobre la relación entre dos
tipos de igualdad-desigualdad: la natural y la social.
Entre los seres humanos existen desigualdades naturales: sexo, color,
preferencias, belleza, etc. pero hay diferencias que son eliminables, remediables,
a veces injustas, las diferencias en la belleza pueden ser injustas y a veces
pueden ser remediables, pero como dice Satori, esas desigualdades no han sido
elevadas en el plano de las políticas igualitarias. Pero iguales haberes o igual
indigencia no son estados naturales: ambos son situaciones impuestas por un
estado dotado de fuerza para imponerlos. Una concepción igualitaria parte de la
convicción de que la mayor parte de las desigualdades que lo indignan y querría
eliminar son sociales y por tanto, remediables, lo no igualitario, en cambio, parte
de la convicción opuesta: que la mayoría son naturales y por tanto, en general,
ineliminables.
El ejemplo más emblemático de nuestro tiempo globalizado es la pobreza: la
respuesta de un liberal conservador es: “pobreza ha habido siempre” es casi
“natural” al hombre; “siempre ha habido ricos y pobres”; hay una irritante
despreocupación por esa desigualdad. Enfrente, la concepción que entiende que
la pobreza proviene de una desigualdad social. Igualitario es quien tiende a
atenuar las diferencias; no igualitario es quien tiende a reforzarlas.
La razón de ser de los derechos sociales como el derecho a la salud,
educación o trabajo, es una razón igualitaria. Las tres tienden a hacer menos
grande la desigualdad entre quien tiene y quien no tiene, o poner un número de
individuos siempre mayor en condiciones de ser menos desiguales respecto a
individuos más afortunados por nacimiento o condición social.
Arrinconado y ausente el Estado, la sociedad civil debe solidarizarse
donando colchones a los pobres cuando se inundan en lugar de que el Estado
“gaste” y financie represas para evitar la inundación. ¿Es verosímil pensar que el
mercado tomará las obligaciones sociales y de justicia que debe realizar el
estado?
Ficha 40:
Diccionario de Política
(Norberto Bobbio)
Desarrollismo
Una corriente de pensamiento económico que ha hecho del desarrollo
económico el centro de sus reflexiones.
Los distintos enfoques que el desarrollismo como corriente del
pensamiento económico alberga en su interior son susceptibles de ser
organizados en tres grandes agrupaciones:
Cepalismo
Ficha 41:
Dependencia y Estado en América Latina
(Carlos Kleiman)
La conformación de las sociedades y de los Estados de los países
latinoamericanos se hizo sobre la estructura social que se fue constituyendo a
través de distintas formas de dominación colonial e imperialista. Los intentos de
romper esta denominación siempre encontraron la resistencia de los sectores que
se beneficiaban con esta relación desigual.
En el caso de Argentina hay una tarea sistemática de negar su condición
latinoamericana. A partir de condiciones particulares del desarrollo y la población
argentina se impulsa la identificación con la cultura europea.
El modelo de dictadura militar, combinación de pensamiento
neoconservador y atroz represión política, pareció ser la forma más apropiada de
ajuste que las clases dominantes lograron estructurar para capear la crisis
cargándola en las espaldad de los sectores populares. El modelo neoconservador
significaba eliminar la intromisión estatal en el mercado capitalista, el libre juego
de la oferta y la demanda debía regir las relaciones económicas nacionales e
internacionales; esta estrategia económica significaba en las condiciones de
amplias capas de la población; su complemento necesario es la atroz represión
Derecho Político (Resumen) 150
AGRUPACION 1983
Mediación política Siglo XIX. Partidos Siglo XX Fines del siglo XX.
de notables, (momento álgido Crisis de
pequeños, segundo cuarto de representación y
organizados siglo). Partidos de partidos políticos.
piramidalmente en masa, Partidos de masa
torno al poder. programáticos, adaptados con mayor
Democracia modelo sectorización,
censitaria, sufragio movimentista. abarcativos (agarra
restringido. Democracia todo), nuevas formas
Influencias de representativa de de reclutamiento.
grupos masas. Sufragio Debilitamiento de
económicos. Universal. influencias
Función: regular el Influencia de ideológicas,
acceso a funciones ideologías pragmatismo.
políticas. dominantes, clases Funciones: de
sociales, aparatos gestión política
políticos. específica:
Funciones: municipales,
muchas regionales. Otras
(movilización de formas de
grandes sectores, participación.
competencia
política,
formación de
dirigentes,
participación)
Ficha 6:
La reforma del Estado
(Daniel García Delgado)
(Se omite los resúmenes de las fichas 42, 43, 44 y 45, por ser similares en cuanto
contenido con la ficha 46)
A pesar de tener gobiernos democráticos o autoritarios, la Argentina
adoptó un esquema intervencionista en lo económico, con políticas sociales de
dimensión variable. Estas políticas intervencionistas permitieron superar la crisis
del 30, que se expresaran en superproducción y desempleo. Este estado
empresario e intervencionista en función del desarrollo industrial se basó en
Argentina en una redistribución del ingreso crecientemente igualitaria, al menos
respecto de otros países de América Latina, que se posibilitó mediante la
extensión y la calidad lograda por la educación pública, la instauración del
sistema provisional y la ampliación de políticas sociales de carácter universal.
Estas tendencias generaron en los 40, 50 y 60, una rápida urbanización,
con el traslado de masas poblacionales desde los campos hacia las ciudades. Se
forma la clase media obrera en las principales ciudades del litoral. La
consolidación de las clases medias y la introducción de pautas culturales e
ideológicas propias de la sociedad industrial. Se producía el ascenso social,
oportunidades educativas y se accedían a consumos elevados favorecidos por la
creación y desarrollo de un esbozo de Estado benefactor. También se produce
una fuerte polaridad política y de ciclo cívico-militar que malogró muchas de las
posibilidades de este modelo de Estado de bienestar.
Las causas de la caída del Estado de Bienestar comienzan a notarse en la
década del 70: fin del modelo de crecimiento con energía barata a partir de la
crisis del petróleo, de inflación junto con recesión; agotamiento del modelo
industrial sustitutivo y crecimiento de la disputa empresario-sindical por la
redistribución del ingreso. Se presenta un Estado con alta inflación, crisis fiscal y
violencia política creciente, que producen un “Proceso de Reorganización
Nacional” que culmina poco después de la derrota de Malvinas. Con la
Derecho Político (Resumen) 153
AGRUPACION 1983
estatales. Todas estas medidas tenían una relación estrecha con el intento de
restablecer los superávits fiscales que permitieran asegurar el pago del servicio
de la deuda
En sus aspectos centrales, la Reforma I se orientó a la privatización de los
servicios públicos y de las empresas productivas a la apertura económica y a la
desregulación de actividades industriales agropecuarias y comerciales.
Asimismo, contempló el rediseño del sistema tributario y la introducción del
sistema previsional basado en la capitalización individual de los aportes. En todo
esto se apuntó a generar una nueva relación entre el sector público y el privado.
Esta primera parte de la reforma contempló:
Este proceso de reforma del sector público fue dándose junto a la paralela
transformación de la sociedad, donde se acentuaba la tercerización, el
predominio del sector servicios y la tendencia a la diferenciación y a la
fragmentación. Se trató de un "shock liberal", pero más que eso, de una nueva
"revolución desde arriba" típica de los procesos de modernización
latinoamericanos, donde el Estado tiene un papel primordial para adecuar las
relaciones económico-políticas con el centro, llevando a cabo una fuerte
intervención estatal para instaurar, paradójicamente, una sociedad de mercado.
Lo característico de esta transformación fue su rapidez y radicalidad
Esta drástica reestructuración fue posible a partir de la situación de pro-
funda crisis generada por las hiperinflaciones y de la modificación del consenso
de posguerra sobre el Estado distribuidor. Es decir, mediante el pasaje del
imaginario del "trabajador" al del "consumidor", y a través de una coalición
política distinta respecto de la conformada por el peronismo en la posguerra: la
alianza pobres-ricos. Un consenso social en torno del ajuste, en orden a
mantener la estabilidad conseguida, pero que también se explica por una suerte
de reducción de las expectativas, un disciplinamiento dilemático impuesto a la so-
ciedad desde la aceptación de sucesivos ajustes a fin de evitar males mayores,
así como por las condiciones lamentables a que habían llegado las prestaciones
estatales.
Los resultados positivos de esta primera reforma son conocidos
fundamentalmente los referidos a la reducción de la inflación. La Ley de
Convertibilidad (no emisión sin respaldo) que permitió superar la ' crisis; el
balance de pagos derivó bajo relativo control; el país recuperó el crédito
internacional y logró un crecimiento del 6 al 7% en los primeros tres años y
mejoró la recaudación de impuestos y tributos. Esto trajo consigo la incorporación
de nuevos instrumentos de modernización que comenzaron a cambiar el anterior
modelo de gestión pública, instituciones de control generadas por la Constitución
de 1994, como la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Auditoria Ge-
neral de la Nación (AGN). Una modernización tecnológica y gerencial que generó
una mayor cultura presupuestaria y fiscal, como el inicio del pasaje al paradigma
de la administración pública de orientación al ciudadano considerado "cliente" o
"usuario”
Así como comenzaron a desaparecer roles del Estado vinculados al
Estado de bienestar (productor, empleador, empresario, previsional, prestador),
comenzaron a aparecer otros ("fiscalizador", "regulador", "evaluador").
De esta manera se terminó de desplazar el poder de amenaza que
provenía de las clases trabajadoras organizadas (huelga general, amenaza
revolucionaria) hacia el proveniente de las nuevas élites económicas ("golpe del
mercado", desinversión, fuga de capitales). Se trató de una redefinición del
establishment y de la estructura de poder económico ya iniciada una década
atrás, concentrada en los nuevos holdings, las agencias bilaterales de crédito, los
bancos de inversión y los multimedios, y el paralelo desalojo de su condición de
factores de poder de las fuerzas armadas, sindicatos, cámaras empresarias y de
la misma cúpula de la Iglesia.
Esta cesión estratégica de propiedad y de capacidad de gestión se realizó
no sólo en favor de una nueva configuración del poder económico empresarial y
de aquellos actores que durante todo este proceso lograron mantener una
vinculación directa con el Poder Ejecutivo reconvirtiendo sus orientaciones de
contratistas del Estado a beneficiarios de las privatizaciones, sino también en
favor de un segundo sector de beneficiarios configurado por los grupos
TEXTO 47:
DEMOCRACIA.
(Oscar Blando)
El término democracia aparece por primera vez en Erodoto y significa,
traduciendo literalmente del griego, poder del pueblo. Aristóteles clasificó a la
democracia entre las formas malas de gobierno, y la palabra democracia se
Derecho Político (Resumen) 159
AGRUPACION 1983
convirtió durante dos mil años en una palabra negativa, derogatoria. Durante
milenios el régimen político óptimo se denominó república y no democracia. Kant
repite una opinión común cuando escribía, en 1795, que la democracia es
necesariamente un despotismo, y los padres constituyentes de los Estados
Unidos eran de la misma opinión. En el Federalista se habla siempre de república
representativa, y nunca de democracia. Incluso la Revolución Francesa se refiere
al ideal republicano, y sólo Robespierre, en 1794, utilizó democracia en sentido
elogioso, asegurando así la mala reputación de la palabra durante otro medio
siglo.
En primer lugar, la democracia es un principio de legitimidad. En segundo
lugar, la democracia es un sistema político llamado a resolver problemas de
ejercicio del poder. En tercer lugar, la democracia es un ideal.
La noción de democracia social se plantea con Tocqueville en su
Democracia en América. Al visitar los Estados Unidos en 1831, Tocqueville fue
sorprendido sobre todo por un estado de la sociedad que Europa no conocía.
Recuérdese que en este nivel del sistema político los Estados Unidos se
declaraban entonces una república y todavía no una democracia. Por lo tanto
Tocqueville percibió la democracia americana en clave sociológica, como una
sociedad caracterizada por la igualdad de condiciones guiada
predominantemente por un espíritu igualitario. En parte aquel espíritu igualitario
reflejaba la ausencia de un pasado feudal; pero expresaba también una
característica profunda del espíritu americano.
La democracia económica, es, a primera vista, un término que se explica
por si solo. Pero únicamente a primera vista. Desde el momento en que la
democracia política gira sobre la igualdad jurídico política, que la democracia
social desemboca principalmente en la igualdad de Status, en esta secuencia la
democracia económica significa igualdad económica, por la aproximación de los
extremos de la pobreza y de la riqueza y por lo tanto, por medio de
redistribuciones que persiguen un bienestar generalizado. Esta es la
interpretación que podemos llamar intuitiva del término. Pero la democracia
económica adquiere un significado preciso y característico de sub especie de
democracia industrial.
La democracia indirecta, es decir, representativa, no es únicamente una
atenuación de la democracia directa, es también un correctivo. Una primera
ventaja del gobierno representativo es que un proceso político todo entretejido
por mediaciones permite escapar de las radicalizaciones elementales de los
procesos directos. Y la segunda ventaja es que la participación ya no es un sine
qua non, incluso sin participación total la democracia representativa sigue
subsistiendo como un sistema de control y limitación del poder. Lo que permite a
la sociedad civil entendida como sociedad prepolítica, como esfera autónoma y
autosuficiente, desplegarse como tal. En suma, el gobierno representativo libera
con fines extrapolíticos, de actividad económica o de otro tipo, el enorme conjunto
de energías que la polis absorbía en la política. Quien vuelve a exaltar hoy la
democracia participativa no recuerda que en la ciudad antigua eran los esclavos
los que se dedicaban a trabajar y que la polis se hundió en un torbellino de
exceso de política.
SOBRERANÍA POPULAR.
La diferencia entre la democracia directa de los griegos, y la democracia
representativa de los modernos es también, e incluso en mayor medida, una
diferencia de distancia histórica. Para captar esta diferencia debe mirarse a lo
que en el siglo IV A.C. no era todavía, con respecto a lo que se añade después, a
las adquisiciones sucesivas. Comenzando por la teoría de la soberanía popular,
que es de elaboración medieval y que se remonta al derecho público romano.
En concreto: puesto que su soberanía popular lo era todo y reabsorbía
todo, precisamente por esto la noción no se incorpora. Por otra lado el populus de
los romanos no era el dimos de los griegos. Entre otras cosas, en la medida en
que el demos de Aristóteles y también el de Platón se identificaba con los pobres,
en la misma medida en que el demos no era el todo sino una parte del todo,
mientras que el populus de los romanos lo formaban todos y además era un todo
extensible fuera de los muros de la ciudad, a medida que el populus se convertía
en un concepto jurídico, extra moenia. De este modo mientras que el demos se
acababa cuando terminaba la pequeña ciudad, el populus se podía ampliar tanto
como se extendiera el espacio de la res publica.
Sea como fuere, el hecho es que la doctrina de la soberanía popular
plantea la distinción entre titularidad y ejercicio del poder y encuentra su
caracterización y su razón de ser en el contexto de esta distinción.
DERECHO DE LA MAYORÍA.
Tiene lugar con Locke porque con él el derecho de la mayoría se inserta
en un sistema constitucional que lo disciplina y controla. Pero el catalizador fue la
emergencia de una concepción pluralista del orden político. Al final del siglo XVII
a partir de los desastres y horrores de las guerras de religión se originó el ideal
de la tolerancia, mientras que la fe católica se fragmenta en las sectas
protestantes. Sobre esta y otras premisas se va afirmando lentamente la creencia
de que la diversidad y también el disenso son compatibles con el mantenimiento
del conjunto, la ida de que la concordia puede también ser discordia, la idea de la
concordia discors. Si es así y cuando es así, la cosa pública puede articulares e
incluso desarticularse en mayorías y minorías. Y la regla de la mayoría permite al
pueblo y salir del limbo de la ficción jurídica para convertirse en un sujeto
concretamente operante. Si se decide por mayoría, y la mayoría decide, entonces
también un sujeto colectivo como el pueblo posee el modo de actuar y de decidir.
DEMOCRACIA LIBERAL
Durante todo el siglo XIX prevalece, en este conjunto, el componente
libera: el liberalismo como teoría y praxis de la protección jurídica, mediante el
Estado constitucional, de la libertad individual. Pero a medida que el sufragio se
extendía, se planteaba al mismo tiempo una liberal democracia en la que la forma
del Estado recibía cada vez más contenidos de voluntad popular. Finalmente
como se ha dicho, el estado liberal democrático se transforma en el Estado
estando abierto y sigue teniendo que volver a abrirse. Hay que añadir que los
partidos degeneran fácilmente en centros de exceso de poder, de colonización,
de acomodo parasitario y de corrupción. Lo que no obsta para que la teoría de la
democracia deba incluir a los partidos.
TEXTO 48:
LIBERALISMO Y DEMOCRACIA
(Bobbio)
LA Libertad DE LOS ANTIGUOS Y DE LOS
MODERNOS
Por liberalismo se entiende una determinada concepción del Estado, la
concepción según la cual el Estado tiene poderes y funciones limitados y como
tal se contrapone tanto al Estado absoluto como al Estado que hoy llamamos
social; por democracia una de las tantas formas de gobierno, en particular aquella
en la cual el poder no está en manos de uno o de unos cuantos sino de todos.
Es el Estado liberal clásico hoy está en crisis por el avance progresivo de
la democratización, producto de la ampliación gradual del sufragio hasta llegar al
sufragio universal.
El fin de los antiguos era la distribución del poder político entre todos los
ciudadanos de una misma patria: ellos llamaban a esto libertad. El fin de los
modernos es la seguridad de los goces privados: ellos llaman libertad a las
garantías acordadas por las instituciones para estos goces.
Nosotros ya no podemos gozar de la libertad de los antiguos, que estaba
constituida por la participación activa y constante en el poder colectivo. Nuestra
libertad en cambio debe estar constituida por el gozo pacífico de la
independencia privada.
El pacto social proporciona al cuerpo político un poder absoluto, afirma que
el cuerpo soberano, por su parte, no puede cargar a los súbditos de ninguna
cadena que sea inútil a la comunidad. Pero es cierto que estos límites no son
anteriores a la aparición del Estado, como lo propone la teoría de los derechos
naturales, que representa el núcleo doctrinal fuerte del Estado liberal. En efecto,
aún admitiendo que todo lo que cada individuo enajena de su poder e solamente
la parte cuyo uso es transcendente para la comunidad el cuerpo soberano es el
único juez de esta importancia.
EL ANTAGONISMO ES FECUNDO
Humboldt explica que la intervención del gobierno más allá de las dos
funciones que le han sido encomendadas, el orden interno y el orden externo,
termina por crear en la sociedad comportamientos uniformes que sofocan la
variedad natural de los caracteres y de las disposiciones. A lo que los gobiernos
tienden, a despecho de los individuos, es al bienestar y a la pasividad.
La defensa del individuo de la tentación del Estado de proveer a su
bienestar afecta no solamente la esfera de los intereses sino también ala esfera
moral; hoy estamos demasiado influidos por la crítica exclusivamente económica
como para darnos cuenta plena de que el liberalismo nace con una fuerte carga
Derecho Político (Resumen) 166
AGRUPACION 1983
DEMOCRACIA E IGUALDAD.
El término democracia en su sentido jurídico institucional y no en su
significado ético, o sea, en un sentido más procesal que sustancial. Es indudable
que históricamente democracia tiene dos significados preponderantes por lo
menos en su origen, según si pone en mayor evidencia el conjunto de reglas
cuya observancia es necesaria con objeto de que el poder político sea distribuido
efectivamente entre la mayor parte de los ciudadanos, las llamadas reglas del
juego, o el ideal en el cual un gobierno democrático debía inspirarse, que es el de
la igualdad.
Liberalismo e igualitarismo tienen sus raíces en concepciones del hombre
y de la sociedad profundamente diferentes: individualista, conflictiva y pluralista la
EL INDIVIDUALISMO Y EL ORGANICISMO.
Este nexo entre el liberalismo y la democracia es posible porque ambos
tienen un punto de partida en común: el individuo, los dos reposan en una
concepción individualista de la sociedad. Toda la historia del pensamiento político
está dominada por una gran dicotomía: organicismo, e individualismo. El
organicismo es antiguo, mientras que el individualismo es moderno. El
organicismo considera al estado como un cuerpo en grande compuesto por
partes que concurren cada una de acuerdo con su propio sentido y en relación de
interdependencia con todas las demás, para la vida del todo, y por tanto no
concede ninguna autonomía a los individuos, el individualismo considera al
Estado como un conjunto de individuos, como el resultado de su actividad y de
las relaciones que establecen entre ellos.
La democracia se basa en una concepción ascendente del poder, el
organicismo, al fundarse en una concepción descendente, se inspira en modelos
autocráticos de gobierno: es difícil imaginar un organismo en el que manden los
miembros y no la cabeza.
Tanto el individualismo liberal como el individualismo democrático nacen
en contraposición con las diversas formas de organicismo, pero a través de dos
procesos diferentes: el primero por corrosión gradual de la totalidad, mediante el
cual los individuos, como hijos que se vuelven mayores de edad, se separan del
grupo primitivo omnipotente y omnipresente y conquistan espacios de acción
personal cada vez más amplias; el segundo por la completa disolución de la
compacta unidad global, de donde se forman partes independientes las unas de
las otras y todas juntas del todo, y comienzan a vivir su propia vida. El primer
proceso tiene como resultado la reducción del poder público a los términos
mínimos, el segundo lo reconstituye pero como suma de poderes particulares, lo
que se evidencia en el contractualismo que funda el Estado sobre un titulo
TEXTO 49:
QUE ES EL TERCER ESTADO. De Sieyés.
(Pantoja Morán)
LA REVOLUCIÓN
La estructura social conservaba la impronta aristocrática; en efecto, la
tierra era poco más o menos la única fuente de riqueza y sus poseedores se
arrogaban todos los derechos sobre los hombres que la cultivaban.
La sociedad francesa se dividía en tres órdenes: el clero, que era no sólo
el primero de los órdenes, sino también el cuerpo más sólidamente unido por su
jerarquía propia y su disciplina; formaba un orden y no una clase, ya que se
repartía entre la nobleza y el pueblo. La nobleza, determinada en principio por el
nacimiento, era hereditaria. Y finalmente el tercer estado, formado por las masas
populares en general, encabezadas por la burguesía que, sin duda constituía su
parte más rica y más capaz. Se había formado entre campesinos de oficio y
artesanos, de los que algunos se elevaban gracias al trabajo y al ahorro, pero
sobre todo, gracias a la especulación comercial. La clase media o pequeña
burguesía, el “pueblo” a quien se referían los inflamados discursos
revolucionarios, integrado por aquellos que trabajaban con sus manos, o al
menos habían empezado por ello, la formaban artesanos, vendedores,
impresores, etc.
Ante la presión burguesa y las arcas de Francia vacías, Luis XVI tuvo que
convocar a los Estados Generales para el 1 de mayo de 1789. Se constituirían en
tres órdenes disponiendo cada uno de igual número de representantes,
pronunciándose separadamente y poseyendo el derecho de veto frente a los
otros. La alianza nobleza-clero sumaba dos votos contra uno del Tercer Estado, y
así el dominio de la situación por los privilegiados se hallaba asegurado.
En la misma convocatoria, Luis autorizaba a los franceses a presentar sus
ideas sobre la reforma del estado. En ellos la nobleza y burguesía manifiestan
unánimemente su fidelidad a la monarquía, pero están de acuerdo en substituir el
poder absoluto por imperio de la ley aprobada por los representantes de la
nación, en garantizar la libertad individual contra lo arbitrario del policía o juez, en
conceder libertades a la prensa, la tolerancia religiosa.
TEXTO 50:
ALEXIS TOCQUEVILLE Y LA TEORÍA DEL ESTADO
DEMOCRÁTICO.
(Pedrero)
INTRODUCCIÓN
TEXTO 51:
CAPITALISMO
(Bobbio)
PREMISA
El término tiene, en el lenguaje común actual, y en la publicidad política, un
significado sumamente fluctuante y de ninguna manera riguroso, ya que muchas
veces se refiere a términos heterogéneos como ideología, sistema, estado y, en
general, a los más variados aspectos de la estructura económica, social, política
de los países occidentales ligados a la propiedad privada de los medios de
producción, junto con los términos, usados a menudo como sinónimos, burgués e
industrial.
EL TÉRMINO.
El termino capitalismo tiene orígenes que se remontan a la literatura
económica francesa de la mitad del siglo XIX.
Definiciones de capitalismo.
Esencialmente son cuatro las definiciones que adquieren una relevancia
particular por el influjo que han ejercido en la investigación.
La primera es la que identifica el capitalismo con el sistema de la iniciativa
individual absolutamente libre en una sociedad avanzada e industrializada, en
que la actividad económica es ejercida por unidades poseídas en propiedad
privada y que operan sin interferencia estatales y bajo el estímulo de la ganancia
(autor Crosland).
Una segunda acepción es la que pone el acento en el principio de la
ganancia y del racionalismo económico, elementos constitutivos de un espíritu del
capitalismo que en cuanto momento genérico del capitalismo mismo deber
ejercerse aun antes de que cualquier empresa capitalista pueda realizarse.
(Autores Sombart y Weber).
En una tercera definición el capitalismo se identifica con la organización de
la producción para un mercado distante, para el que se podría encontrar una
Derecho Político (Resumen) 173
AGRUPACION 1983
EL CAPITALISMO CONTEMPORÁNEO.
Esta intervención del estado, en sus distintas formas, sienta las premisas
de la fase del capitalismo, que grosso modo siguió a la segunda guerra mundial y
que se definió como capitalismo de estado.
El capitalismo de estado, ya sea que se realice en el sentido del control, de
la reglamentación o del gasto por parte del estado como comprador directo ya
sea que se realice en la forma de la propiedad y de la administración directa por
parte del estado de empresas capitalistas, junto con el grado cada vez más alto
de concentración económica y los procesos de transformación tecnológica
ligados a la introducción de procesos de producción continua determinaron un
salto que, en la discusiones que se sostuvieron en torno al capitalismo posbélico,
llevaron a muchos investigadores a la conclusión de que los cambios sucedidos
fueron tan grandes que determinaron la transformación completa del capitalismo.
El capitalismo queda definido así como un instrumento de un progreso técnico
continuo.
Dos son las razones fundamentales adoptadas para justificar semejantes
aseveraciones. En primer lugar la llamada revolución de los técnicos, por medio
de la cual el mecanismo económico de la sociedad industrial moderna, con la
sustitución del despotismo de los capitalistas propietarios por la dirección de los
técnicos, se regula mediante movimientos distintos de la ganancia, como la
seguridad y la estabilidad del progreso económico, la consolidación del prestigio
de las corporations. En segundo lugar, la llamada revolución de los ingresos, en
virtud de la cual el ingreso habría sido redistribuido radicalmente a favor de los
TEXTO 52:
ESTADO, GOBIERNO Y SOCIEDAD.
(Bobbio)
DEMOCRACIA Y DICTADURA
EL USO DESCRIPTIVO.
Respecto a su significado descriptivo, la democracia, según la tradición
clásica, es una de las tres formas posibles de gobierno de la tipología en la que
se clasifican según el número de gobernantes; más especialmente, es la forma
de gobierno en la que el poder lo ejerce el pueblo, o el mayor número de
personas, o muchos y en cuanto tal se distingue de la monarquía y de la
aristocracia, en la que el poder lo ejercen unos o muchos respectivamente.
Para Platón la monarquía es una de las formas de poder político. El poder
de las masas la tercera forma de gobierno. En Aristóteles con estas palabras: “es
necesario que el poder político lo ejerza uno solo, unos pocos o la mayoría”.
Aristóteles reserva el término democracia para la forma mala, la forma buena la
designa con el término genérico que significa constitución “politeia”.
Polibio dice que “la mayoría de los que han estudiado este tema nos
enseñan que existen tres formas de gobierno que se llaman respectivamente
Derecho Político (Resumen) 177
AGRUPACION 1983
EL USO PRESCRIPTIVO.
Respecto a su significado prescriptivo, la democracia, al igual que todas
las demás formas de gobierno, se puede considerar con signo positivo o
negativo, es decir, como una forma buena y, por tanto, digna de ser alabada y
recomendada, o como una forma mala, y por tanto digna de ser vituperada y
desaconsejada. Toda la historia del pensamiento político está jalonada por la
polémica sobre la mejor forma de gobierno: dentro de esta polémica, uno de los
temas que se repite periódicamente es la aportación de argumentos a favor o en
contra de la democracia.
En la polémica sobre la mejor forma de gobierno, los clásicos del
pensamiento político moderno, que expresan sus reflexiones paralelamente al
surgir de los grandes estados territoriales en su mayoría monárquicos, son
favorables a la monarquía y contrarios a la democracia por lo menos hasta la
revolución francesa y con la única excepción de Spinoza. Así sucede con Bodin,
Hobbes, Locke, Vico, Montesquieu, Kant y Hegel; algunos de ellos, que
consideran las distintas formas de gobierno más adecuadas a su edad
contemporánea, mientras otros como Hobbes y Bodin, efectúan una comparación
abstracta en la que se recogen todos los argumentos tradicionales contra el
gobierno del pueblo, todas las viejas y nuevas razones de la antidemocracia.
Hobbes se puede considerar como paradigmático: los argumentos contra
la democracia se pueden reunir en dos grupos: los que se refieren al sujeto que
gobierna y los que hacen referencia al modo de gobernar. Los defectos de las
asambleas populares son la incompetencia, el dominio de la elocuencia y la
formación de partidos que impiden la creación de una voluntad colectiva y
favorecen el cambio apresurado de las leyes y la falta de secreto.
Lo que los divide es la distinta concepción sobre la finalidad última del
Estado que, para Hobbes, es la paz y el orden y para Spinoza la libertad,
diferencia que descansa, a su vez, en otra diferencia más profunda que permite,
EL USO HISTÓRICO.
Durante siglos, por lo menos hasta Hegel, los escritores políticos más
importantes se sirvieron de las formas de gobierno para trazar las líneas del
desarrollo histórico de la Humanidad entendido como una sucesión de
constituciones que se van remplazando una tras otra según un ritmo
determinado. Se trata de ver el lugar que ha ocupado la democracia en algunos
grandes sistemas. Ante todo hay que distinguir res tipos de filosofía de la Historia:
regresivas, progresivas, y cíclicas. Encontramos en las regresivas (platón) y en
las ciclo regresivas (Polibio).
Durante la edad moderna. Se considera a Vico un innovador importante
porque, una vez superado el estado ferino y el estado de las familias no
establece el comienzo de la historia de los estados en la monarquía, sino en la
república aristocrática a la que sigue la república democrática y finalmente, el
principado. Define el gobierno popular como aquel regido por la paridad de
sufragios, la libre expresión de las sentencias y el acceso igualitario de todos los
individuos, según el censo, o sea el patrimonio, a todos los honores sin excluir los
supremos.
Para Vico, la distinción esencial pasa, por un lado, por la república
aristocrática, que representa la edad de los héroes, y por otro la república popular
y la monarquía, que representan, en distinta medida la edad de los hombres y,
por tanto, la tricotomía clásica se puede resolver con la dicotomía aristocracia y
gobiernos humanos en los que por la igualdad de esa naturaleza inteligente, que
es la propia del hombre, todos se igualan mediante las leyes, ya que todos han
nacido libres en sus ciudades, así libres populares, donde todos o la mayoría son
ellos los señores de la libertad populares donde todos la mayoría son las fuerzas
justas de la ciudad, para esas fuerzas justas son ellos los señores de la libertad
popular, en las monarquías, en las que los monarcas igualan a todos los
individuos con sus leyes y teniendo, ellos solos, en sus manos toda la fuerza de
las armas, por eso son sólo distintos en naturaleza civil.
En la importante clasificación de las formas de gobierno expuestas y
descrita, minuciosamente, por Montesquieu en El espíritu de las leyes, la
monarquía se presenta, una vez más como la forma de gobierno más adecuada
para los grandes Estados territoriales europeos, mientras que el despotismo es la
forma de gobierno más adecuada para los pueblos orientales y la república, se
adapta a los pueblos de la Antigüedad.
La clasificación en tres tipos de Montesquieu se convierte en criterio
fundamental para la interpretación del desarrollo histórico de la humanidad en la
filosofía de la Historia de Hegel, que se puede considerar como la última gran
filosofía de la Historia en la que la evolución de la civilización se estudia mediante
el paso de una forma de gobierno a otra.
LA DICTADURA MODERNA.
TEXTO 53:
NORBERTO BOBBIO Y LA DEMOCRACIA CONTEMPORÁNEA.
(Daniel Bóccoli)
INTRODUCCIÓN
Proponemos indagar sobre la concepción de la democracia
contemporánea. Para ello optamos por partir de la perspectiva de Norberto
Bobbio, cuyo aporte analítico sobre este tema consideramos fundamental, para
explotar las respuestas posibles.
LA PREOCUPACIÓN CONCEPTUAL.
Para el profesor italiano la lectura analítica de los textos de los clásicos
previene contra las deformaciones de la interpretación historicista y de la
ideología, y nos permite determinar el aparato conceptual mediante el cual el
autor construye su sistema, estudiar sus fuentes, valorar los argumentos a favor,
y en contra, y de esta forma preparar los instrumentos necesarios para la
comparación entre texto y texto, independientemente de su proximidad en el
tiempo y de las posibles influencias entre uno y otro, para la elaboración de un
teoría general de la política. Así afirma que sus escritos políticos que han tenido
frecuentemente como objeto a los autores del pasado, no son propiamente
escritos de la historia del pensamiento político, porque su finalidad última es la
definición y sistematización de conceptos que habría debido servir para la
elaboración de una teoría general de la política.
Esta perspectiva en su enfoque constituye lo que Bobbio llama su
preferencia: hoy la función más útil de la filosofía política es la de analizar los
conceptos de política. Más útil porque son los mismos conceptos que son
utilizados por los historiadores de la política, por los historiadores de las doctrinas
políticas, por los politólogos, por los sociólogos de la política, quienes a menudo
no afinan demasiado en la identificación de su significados o de sus múltiples
significados.
La regla de voto igual: “el voto de todos los ciudadanos deber tener igual
peso”.
A MODO DE CONCLUSIÓN.
En efecto tras su enumeración de los problemas de las democracias
actuales, Bobbio concluye con un “y sin embargo”, que evita tanto una visión
catastrófica sobre el porvenir de la democracia, como una visión conservadora
que parecería desprenderse en principio de su análisis.
Bobbio para nada sacraliza la situación actual de nuestras sociedades, ni
se muestra conforme con ellas, más bien se muestra analítico y alerta ante los
problemas de la democracia contemporánea.
Finaliza Bobbio señalando que esta definición mínima de la democracia,
este conjunto de reglas procesales, incluye procedimientos, pero bajo ellos,
también valores, entre los que enumera: la tolerancia, la no violencia para
resolver los conflictos sociales, la libertad, y la fraternidad o solidaridad que une a
todos los hombres en un destino común.
La democracia en la sociedad contemporánea es un régimen, una forma
de gobierno ciertas reglas procesales, que encierran determinados valores, y que
convive con el corporativismo, las oligarquías, el poder invisible, la tecnocracia, la
partidocracia y la burocracia.
TEXTO 54:
EL SOCIALISMO UTÓPICO
(Prelot Marcel)
SOCIALISTAS UTÓPICOS
EL COMUNISMO MARXISTA.
Es frecuente oponer el marxismo, sistema estatal, centralizador,
autoritario, al prudonismo, el anarquismo libertario o el sindicalismo, considerados
como doctrinas de espontaneidad y de autonomía. Este modo de ver queda
aparentemente justificado por las agrias disputas entre Proudhon y Marx,
erigiendo frente a la filosofía de la miseria la miseria de la filosofía, por las luchas
de Marx y de Bakunin en el seno de la Primera Internacional, por la marcada
aversión del sindicalismo a los partidos socialistas, en especial al guedismo, la
fracción francesa más aproximada al marxismo.
Para el propio Marx la raíz de los antagonismos se encuentra en el
método: el suyo es científico, el de los otros utópico, en el sentido de irrealismo y
de ingenuidad que el término posee en el lenguaje corriente. Los socialistas
utópicos quieren reemplazar el sistema económico existente por otro que ellos
imaginan. Si crítica del tiempo presente, aunque virulenta, no es sino una simple
protesta moral. Toda su mentalidad está imbuida de religiosidad, cuando no de
religión.
EL MATERIALISMO HISTÓRICO.
El socialismo científico, cuyas tesis irán concretándose desde el Manifiesto
Comunista, hasta el Capital deduce el advenimiento fatal de la sociedad
comunista, fundándose en la noción de supremacía de los fenómenos
económicos.
Bastará recordar aquí que para Marx la estructura económica formaba por
la suma total de las relaciones de producción constituye el fundamento real sobre
el cual se levantan las superestructuras legales y políticas. La estabilidad o la
movilidad económica engendra el mantenimiento o la transformación de las
instituciones políticas, porque la manera de pensar de los hombres está dada por
su manera de vivir y está depende de su maquinaria técnica. El molino movido a
brazo engendra la esclavitud y la sociedad antigua; el molino de viento, la
sociedad feudal, el molino de agua, la sociedad moderna.
El estado es el orden que legaliza y consolida esa sujeción, amortiguando
la colisión entre las clases y se hace naturalmente más vigoroso a medida que
aumentan los antagonismos de clase en el interior y que en el exterior se hace
más viva la rivalidad entre Estado cada vez más poblados y más fuertes.
Pero ese desarrollo del Estado le resulta mortal pues lo conduce a su fin,
ya que aunque aparentemente se refuerce, esta no obstante, condenado. Las
clases desaparecerán tan ineludiblemente como habían aparecido y al mismo
tiempo que ellas desaparecerá el Estado, transposición política de sus
antagonismos.
LA REVOLUCIÓN SOCIAL
El paso de una sociedad a otra está marcado con el signo de la violencia,
pero en Marx y Engels esta aparece como el punto final, como el coronamiento
trágico de una evolución. El fin de la concentración capitalista pone a la
propiedad de los medios de trabajo en manos de unos pocos y quitársela sería
una operación penosa pero poco sangrienta, ya que no afectaría sino a una
pequeña minoría. Conforme a la vigorosa expresión de Marx, la fuerza es la
partera de las sociedades, no su madre. Con su decisiva intervención asegura el
alumbramiento pero previamente es necesario dejar llegar a término el mundo
nuevo, pues matando a la madre podría asfixiarse al hijo.
LA FATALIDAD DE LA EVOLUCIÓN.
Nada sería, pues más peligroso, y a la larga más nefasto, que precipitar
por medios políticos un acontecimiento que madura naturalmente. Poniendo de
relieve el proceso de la concentración capitalista, Marx muestra la expropiación
que afecta a la casi unanimidad de los individuos. Paralelamente a la teoría de la
proletarización y de la pauperización creciente, la propaganda política
conquistará lógicamente para sí la casi unanimidad de la población y ello no lo
será difícil, puesto que le bastara con dar a los individuos la conciencia de clases
que le falta.
Con la condición de que el sufragio se extienda a las masas, la evolución
toma un carácter matemático. Puesto que la sociedad capitalista crea un número
Derecho Político (Resumen) 191
AGRUPACION 1983
EL BOLCHEVIQUISMO.
Lenin es el autor de una doctrina nueva: la de la revolución proletaria en la
época del imperialismo. Desde su aparición en la vida política adoptó un
marxismo violento, denominado por el “Marxismo revolucionario”. Se niega a
esperar la victoria del socialismo, de las leyes inmanentes al desarrollo del
capitalismo, consecuencia inevitable de la sucesión de las estructuras
económicas.
En el seno del socialismo ruso Lenin logra poner en minoría a los
propulsores del socialismo democrático. De ahí en 1903 el nombre de
minoritarios, dado a los partidarios del marxismo evolucionista, según el cual la
revolución es un suceso que escapa a la voluntad directa de los hombres y que
resulta del proceso histórico.
El bolcheviquismo o tendencia mayoritaria, inversamente considera que la
revolución puede estar preparada y ser desencadenada en el momento oportuno.
Lenin vuelve a tomar por su cuenta las formulas de los minoritarios alemanes.
SOCIALDEMOCRACIA.
En la práctica se lo usa, en efecto, para designar a los movimientos
socialistas que intentan moverse rigurosa y exclusivamente en el ámbito de las
instituciones liberal-democráticas y aceptan dentro de ciertos límites la función
positiva del mercado y de la misma propiedad privada, renunciando así sin
reservas a introducir todo aquello que sea un nuevo cielo y una nueva tierra.
A diferencia del reformismo, acepta sin entusiasmo las instituciones liberal-
democráticas y soporta el mercado y la propiedad privada en la medida en que,
diferenciándose en esto del socialismo revolucionario, considera a los tiempos
como no maduros para transformar radicalmente el primero y abolir además la
segunda.
La socialdemocracia es la tentativa, de todas maneras ingeniosa y
compleja, de atender con interés, si bien valorando negativamente, los objetivos y
los resultados, de dar vida contra viento y marea, el signo de radical palingenesia
que está en la raíz del socialismo.
Se distingue del socialismo revolucionario en sus varias encarnaciones
históricas: anarquismo, sindicalismo revolucionario, izquierda, leninismo, porque
pone entre paréntesis, por necesidad antes que por libre elección, el espíritu de
negación total del sistema, la socialdemocracia se contrapone al reformismo aun
más netamente. En efecto, la socialdemocracia no quiere, o la supervivencia del
sistema sino el perpetuarse en el sistema, cuando éste se mantiene por virtud
propia, del espíritu milenarista, del que ella se considera la custodia y la
encarnación visible.
LA SOCIALDEMOCRACIA ALEMANA Y EL
ANARQUISMO.
La socialdemocracia alemana, surgida alrededor de 1875 se define a
través de la lucha que, a nivel internacional y nacional, la contrapone por algunos
decenios al anarquismo. Atravesado este último por el espíritu románico de la
revuelta total contra la revolución industrial y sus consecuencias, común en
diversa medida a todas las corrientes revolucionarias de la primera mitad del siglo
pasado, se esforzaba por proyectarse por encima de las condiciones que lo
habían generado, por transitar y consumarse sobre el terreno refractario de la
sociedad industrial madura. En este sentido la socialdemocracia representaba en
cambio, la tentativa de adaptar aquel espíritu a las nuevas condiciones
integrándolo en sólidas estructuras organizativas para impedir su dispersión.
Mientras el anarquismo apelaba a la revuelta espontánea, negaba en todo la
sociedad existente y no permitía compromiso alguno, la socialdemocracia
intentaba, en cambio valerse de todas las posibilidades de todos los enganches
que le ofrecían las instituciones democráticas, para conseguir una sólida base de
masas que le permitiera instalarse en el interior del bastión enemigo, para llegar a
constituir, al menos en grandes líneas, una especie de contra sociedad, cuyo
crecimiento debería en general, provocar el derrumbe de las estructuras externas
del sistema y constituir el núcleo de la nueva sociedad.
Mientras los anarquistas intentaban explícitamente tumbar la democracia
con la revolución violenta, razón por la cual rechazaban a través del
FICHA 55:
“PROMESAS INCUMPLIDAS” – “EL FUTURO DE LA
DEMOCRACIA”
(Norberto Bobbio)
tomar las decisiones colectivas y con qué procedimientos. Todo grupo social
tiene necesidad de tomar decisiones vinculantes para todos los miembros del
grupo, al objeto de promover a la propia supervivencia, ya en el interior, ya en el
exterior. Pero también las decisiones de grupo son tomadas por individuos. A fin
de que una decisión tomada por individuos (uno, pocos, muchos, todos) pueda
ser aceptada como una decisión colectiva, es preciso que sea tomada en base a
reglas que establezcan cuáles son los individuos.
Sólo se puede decir que una sociedad en la que los que tienen derecho a
voto son los ciudadanos varones mayores de edad, es más democrática que
aquella en la que votan sólo los propietarios y es menos democrática que aquella
otra en la que tienen derecho a voto también las mujeres.
La regla fundamental de la democracia es la regla de la mayoría, o bien la
regla en base a la cual son consideradas decisiones colectivas, y por tanto
vinculantes para todo el grupo, las decisiones aprobadas al menos por la mayoría
de aquellos a los que corresponde tomar la decisión.
La unanimidad es posible sólo en un grupo restringido u homogéneo, y
puede ser solicitada en dos casos extremos y contrapuestos: en la decisión muy
grave por la que cada uno de los participantes tiene derecho a veto, o en la
decisión de escasa importancia en que se declara implícitamente que no se
opone uno de manera expresa (es el caso del consenso tácito)
Se precisa una tercera condición: es necesario que los que son llamados a
decidir o a elegir a aquellos que deberán decidir, sean colocados frente a
alternativas reales y puestos en condiciones de poder elegir entre una y otra. Es
necesario que a los llamados a decidir se les garanticen los derechos de libertad,
de expresión de la propia opinión, de reunión, de asociación, etc., derechos sobre
cuya base ha nacido el Estado liberal y se ha construido la doctrina del Estado de
derecho en sentido fuerte, o sea, del Estado que no sólo ejerce el poder sub lege,
sino que lo ejerce dentro de los límites derivados del reconocimiento
constitucional de los llamados derechos “inviolables” del individuo.
Estado liberal y Estado democrático son interdependientes de dos formas:
en la dirección que va desde el liberalismo hasta la democracia, en el sentido de
que se necesitan ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder
democrático, y en la dirección opuesta, que va desde la democracia hasta el
liberalismo, en el sentido de que se necesita el poder democrático para garantizar
la existencia y persistencia de las libertades fundamentales. Es poco probable
que un Estado no liberal pueda asegurar un correcto funcionamiento de la
democracia, y por otra parte, es también poco probable que un Estado no
democrático esté en condiciones de garantizar las libertades fundamentales.
El espacio limitado
Si la democracia no ha logrado derrotar por completo al poder oligárquico,
mucho menos ha conseguido ocupar todos los espacios en que se ejerce un
poder que toma decisiones vinculantes en nombre de todo un grupo social. Tras
la conquista del sufragio universal, si se puede aún hablar de una extensión del
proceso de democratización, ésta se debería encontrar no tanto en el tránsito de
la democracia representativa a la democracia directa, cuanto en el tránsito de la
democracia política a la democracia social; no tanto en la respuesta a la
pregunta: ¿Quién vota?, cuanto en la respuesta a esta otra: ¿dónde se vota? En
otras palabras: cuando se quiere saber cual ha sido el desarrollo de la
democracia en un determinado país, se debería comprobar si ha aumentado no
el número de aquellos que tienen derecho a participar en las decisiones que le
afectan, sino los espacios en que pueden ejercer este derecho.
Respecto a las prerrogativas del ciudadano frente al Estado, la concesión
de los derechos de libertad ha precedido a la de los derechos políticos.
El poder Invisible
La quinta promesa no cumplida por la democracia real respecto a la ideal
es la eliminación del poder invisible.
Tal vez yo esté particularmente influido por lo que ocurre en Italia, donde la
presencia del poder invisible (mafia, camorra, logias masónicas anómalas,
servicios secretos incontrolados y protectores de los subversivos a los que
deberían controlar) es visibilísima.
Alan Wolfe que dedica un capitulo bien documentado a lo que llama “el
doble Estado”, doble en el sentido de que, junto a un Estado visible, existiría otro
invisible.
Una de las razones de la superioridad de la democracia comparada con
los Estados absolutistas que habían revalorizado los arcana imperio y defendían
con argumentos históricos y políticos la necesidad de que las grandes decisiones
El ciudadano no educado
La sexta promesa no cumplida se refiere a la educación para la
ciudadanía. La educación para la democracia se desarrolla gracias al ejercicio
mismo de la práctica democrática. John Stuart Mill, divide a los ciudadanos en
activos y pasivos y premisa que, en general, los gobernantes prefieren a los
segundos, ya que resulta mucho más fácil mantener en un puño a súbditos
dóciles o indiferentes, mientras que la democracia tiene necesidad de los
primeros. Si tuviesen que predominar los ciudadanos pasivos, los gobernantes
harían muy gustosamente de sus súbditos un rebaño de ovejas que pensaran
sólo en pasar la hierba una junto a la otra y sin lamentarse aunque escaseara la
hierba. En las democracias más consolidadas se asiste, impotente, al fenómeno
de la apatía política, que implica a menudo casi a la mitad de los que tienen
derecho a voto.
En los regímenes democráticos, en los que el porcentaje de votantes es
aún muy elevado (aunque va descendiendo con cada elección), hay buenas
razones para creer que irá disminuyendo el voto de opinión y aumentando el voto
de cambio, o sea, el voto orientado hacia el clientelismo.
El escaso rendimiento
El tercer obstáculo se halla estrechamente relacionado con el tema del
rendimiento del sistema democrático en su conjunto: un problema que en estos
últimos años ha dado nacimiento al debate sobre la llamada “ingobernabilidad” de
la democracia. El Estado liberal primero y su prolongación en el Estado
democrático después, han contribuido a emancipar a la sociedad civil del sistema
político.
He dicho que la condición necesaria previa de todo Gobierno democrático
es la protección de las libertades civiles: pues bien, la libertad de prensa, la
Derecho Político (Resumen) 200
AGRUPACION 1983
Pese a todo…
Después de la II Guerra Mundial, donde la democracia fue restaurada,
nunca ha sido derrocada, mientras que en otros países han sido abatidos
Gobiernos autoritarios.
No ha decaído en modo alguno el contenido mínimo del Estado
democrático: garantía de los principales derechos de libertad, existencia de más
partidos en competencia entre sí, elecciones periódicas mediante sufragio
universal, decisiones colectivas o pactadas (en las democracias asociativas o en
el sistema neocorporativo), o tomadas en base al principio de la mayoría, de
todas formas, siempre tras libre debate entre las partes o entre los aliados de una
coalición gubernamental. Hay democracias más sólidas o menos sólidas, más
invulnerables y más vulnerables, hay diversos grados de aproximación al modo
ideal, pero siquiera la más alejada del modelo puede ser, en modo alguno,
confundida con un Estado autocrático y mucho menos con un estado Totalitario.
Pero al menos creo poder hacer una constatación final, aunque algo
arriesgada, lo admito: hasta ahora no ha estallado ninguna guerra entre Estados
gobernados por regímenes democráticos. Lo cual no quiere decir que los Estados
democráticos no hayan hecho guerras, sino que no las han hecho hasta ahora
entre ellos.
Ficha 58:
Derecho Político (Resumen) 201
AGRUPACION 1983
1. DE LA INDIFERENCIA A LA
CONSTITUCIONALIZACIÓN
5) Constitucionalización en 1994
FICHA 59;
ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA CRISIS DE
REPRESENTACIÓN
(LIC. ANA MARÍA RAGGIO)
La crisis general, a la que hemos venido asistiendo, se mantiene
naturalmente, si bien existen cuestiones que escapan al ámbito nacional e
influyen en nuestro derrotero socio político, no podemos hacemos los ingenuos y
pensar que todo es obra de" la herencia de anteriores administraciones" o "a los
efectos de la globalización", algo de esto puede ser cierto pero, no eludamos la
culpa tenemos parte de responsabilidad en lo que nos sucede.
La preocupación que existe dentro de la sociedad respecto del
funcionamiento del sistema político. Es mas podríamos decir que se ha abierto
una, brecha entre el sistema político y la sociedad, percibimos día a día una
desilusión de la política, un descreimiento, que no necesariamente implica un
descreimiento, del sistema democrático
¿De quien se descree? De los partidos políticos, del parlamento, del
sistema judicial, de los representantes sindicales, y hasta empresariales. Se
cuestiona permanentemente su representatividad, hasta donde verdaderamente
son, representantes legítimos de los ciudadanos.
El actual latiguillo "que se vayan todos", expresa el estado de descontento
social frente al actual "escenario político". Fundamentalmente los partidos
políticos, jueces y los jefes de las organizaciones sindicales son aquellos
representantes cuyo liderazgo en la sociedad ha sido más conmovido, donde
mas notamos un sentimiento de desilusión y de falta de credibilidad, se hace
cada vez oír más el reclamo, que va a favor de la renovación de la representación
política
Estamos ante una "democracia caracterizada por transacciones entre
elites que actúan con independencia de su electorado y esta situación genera
escasas expectativas respecto de lo que a través de la política se puede lograr”.
Es una democracia en donde la lealtad de los representantes es "hacia arriba",
en donde los principales partidos políticos practican el centralismo democrático,
donde hay una fuerte influencia del lobby empresarial en las decisiones centrales
que se realizan dentro de los confines del macro de poder"
CONCEPTO DE REPRESENTACIÓN
Siguiendo a Norberto Bobbio, que en esta tarea de especificar conceptos
es muy claro y didáctico, cuando hablamos de representación hacemos
referencia a que las deliberaciones políticas que se llevan a cabo dentro del
estado son realizadas por los representantes elegidos por el pueblo.
La representación es la relación establecida entre los miembros de un
grupo humano jurídicamente organizado(representado) con un
órgano(representante), en virtud de la cual, la voluntad de éste último se
considera como expresión de la voluntad de aquellos.
Por lo expuesto anteriormente, las democracias representativas actuales,
existe una relación entre representante y representado que reúne las siguientes
características:
Esta relación descripta con anterioridad, considero que es el eje que nos
lleva a cuestionar el actual problema de la representación y a pensar si no es
posible mejorar los mecanismos que dentro de ella pueden ser posibles, para
sentimos mejor representados.
La representatividad quiere significar "dar presencia", hacer presente" a
otros, en el caso concreto de la representación política lo que hacen los
gobernantes y fundamentalmente los diputados es actuar o hacer las cosas como
lo harían los que estoy representando.
Darle o negarle representatividad a los representantes (gobierno,
diputados senadores) significa que la sociedad se identifica -o no- con ellos
lógicamente ello nos llevará a acordar que a través de este proceso se legitima el
gobierno y su ejercicio.
La representación se presenta como un fenómeno sociológico general, con
un perfil propio en la Ciencia Política, ya que significa: sustitución legítima, en
virtud de la cual una persona está autorizada a obrar en nombre de otra y desde
este punto de vista, representa una legitimación de la autoridad que actúa
representativamente.
Las características nombradas en el párrafo anterior muestran a la
representación como una manifestación externa y los actos del representante se
consideran como si fueran realizados por el representado. La representación
política tiene la particular característica de que es, una vía de participación del
pueblo en el poder, mediante ella se quiere hacer presente al pueblo con su
voluntad, sus intereses, sus opiniones y sus pretensiones en los órganos de
decisión política.
posible la superación del interés individual. Las políticas neo liberales de los '90
llevaron a vastos sectores sociales, aún de la clase media a situaciones de
pauperismo, exclusión social, la cual solo se pensaba que era patrimonio de los
pobres.
Este deterioro de vastos sectores de la sociedad, son producto de un
proceso que si bien, se remontan a un proceso de desindustrialización que
comienza en al última dictadura militar, pero que se verán agravados en los '80
con la hiperinflación, los '90 con la reforma del estado y que culmina con los
índices actuales de pobreza y desocupación nunca antes alcanzados en nuestro
país.
El ciudadano, pasó a ser un mero espectador de la política, estamos ante
una ciudadanía que ya no se compromete con ideologías políticas, o la militancia
partidaria.
El Parlamento es otra de las instituciones de la democracia que sufre esta
crisis de representación, que aquél sufre una capacidad estructural para
representar a la diversidad de las mayorías existentes en la sociedad. Si bien es
cierto que no puede pedírsele al Parlamento que incluya entre sus miembros a
toda la sociedad, y ya no pretendemos tampoco que haya una sustitución efectiva
entre quienes representan y los representados, se intenta que al menos aquellos
que elegimos para ocupar una banca diseñe ciertas pautas básicas válidas para
todos.
No siempre llegan al Parlamento los "mejores" representantes de la
mayorías ocurre mucha veces que los que tienen más dinero y más capacidad de
influencia sobre los sectores de mas poder gozan de mayores oportunidades
para acceder al Parlamento.
Es frecuente, en nuestra realidad política, que diputados y senadores
actúen de manera contraria a lo que habían prometido en su campaña, frente a lo
es muy poco lo que los ciudadanos podemos hacer, nos embarga muchas veces
una sensación de resignación al no poseer las herramientas para sancionar a los
representantes, ¿es suficiente el castigo de las urnas?
Ahora bien, me pregunto ¿cuando la ciudadanía no encuentra respuesta
en sus representantes, cual es la salida que busca?
Hoy en día una nueva masa social critica ha surgido en el país, podríamos
decir que se trata de un fenómeno sociológico nuevo, forjado a partir de la ultima
década que incluye desde trabajadores desocupados (piqueteros) hasta sectores
de clase media (caceroleros) cuyo ahorros fueron incautados por banqueros.
Esta movilización se ha paralizado, ha ido sucumbiendo, tal cual se
presentó en un comienzo, existe la sensación de esperanza frente a las
expectativas que genera el nuevo gobierno constitucional, pero continúa abierta
la idea de una ciudadanía atenta, ante esta manifestación, los políticos de nuevo
y viejo cuño se comenzaron a plantear, luego de veinte años de gobiernos
democráticos cómo reconstruir la representación política
Si la protesta permite encontrar una salida y puede entrar en el cause del
consenso, bienvenidas sean estas nuevas formas de expresión y de
representación política.
Cuando los miembros de una sociedad evalúan negativamente la función
que cumplen quienes están al frente de las instituciones, se genera un conflicto.
Si no se logra el entendimiento a parece un sentimiento de frustración que se
REFLEXIONES FINALES
Toda crisis es propicia para cambiar, conmover nuestros afectos y
nuestras convicciones, aún más profundas, nos puede ayudar a crecer, a
cuestionar verdades que teníamos aprendidas y que hacíamos como propias.
En una sociedad donde hay tanto descrédito por los partidos políticos, todo
aquel que se asocie a ese conjunto llamado partido es asociado con el engaño.
No han desaparecido los hábitos autoritarios, como son las prácticas clientelistas,
el amiguismo, el familismo, que conspiran contra toda idea de renovación. Los
mismos dirigentes se han mantenido durante veinte años "firmes" en sus
partidos, transmutando algunos, engañando otros, siguen fieles a sus prácticas
políticas ,pareciendo ignorar lo que acontece a su alrededor.
El descreimiento no es hacia la Política, sino a la forma de "hacer política",
Concluyo con una frase de Miguel Angel Ekmekdjian "La mayoría
silenciosa debe asumir su rol en la democracia, participando y controlando el
ejercicio del poder, ejerciendo en suma las prerrogativas y responsabilidades del
ciudadano; porque la democracia es fundamentalmente un estado de ánimo que
requiere una adaptación mental de todos los habitantes del país, y ésta sólo se
obtiene a través de una participación política prolongada y generalizada"
Ficha 61:
TIPOLOGIAS DE LAS FORMAS DE GOBIERNO
(Daniel Sosa y Oscar M. Blando)
Introducción
Siempre que se ha intentado estudiar la realidad política se pretendido
encuadrarla dentro de algún tipo de tipología o clasificación. Es uno de los temas
"recurrentes”, al decir de Norberto Bobbio: temas que han sido propuestos y
discutidos por las mayor parte de los escritores políticos.
Se ha coincidido que en la actualidad ese intento es harto difícil:
Herodoto,
Las tipologías de las formas de gobierno suelen partir de la célebre
discusión imaginaria de Heródoto en el libro III de sus “Historias”
La discusión que se realiza entre tres personajes persas, Otanes,
Megabyzo y Darío habría sucedido en la segunda mitad del siglo VI antes de
Cristo.
Cada uno de los personajes es defensor de las tres formas clásicas de
gobierno: democracia, aristocracia y monarquía.
Otanes es defensor del gobierno de muchos: es el gobierno del pueblo que
denomina “inosomía” que quiere decir “igualdad de derechos políticos”.
Megabyzo en lugar de conferir el poder al pueblo aconsejaba entregarlo a
unos pocos. “Huyendo de la insolencia de un tirano de ninguna manera es
aceptable caer en la insolencia de una multitud inepta”. Prefería pues, entregarlo
a "un grupo de los mejores hombres para que se tomen ha mejores decisiones",
el mejor gobierno era pues, la "aristocracia", que en su forma negativa era, la
“oligarquía”.
Darío por su parte, era partidario de la “monarquía”: “nada podría aparecer
mejor que un solo hombre, el mejor y censuraba por igual tanto al gobierno del
pueblo como al gobierno de pocos.
Platón
Formas De Constitución “La República”
“La República Ideal” tiene 'como fin la realización de la Justicia, es decir,
atribuir a cada uno la tarea según sus aptitudes. Esta república es una
composición armónica de tres clases de hombres: los gobernantes-filósofos, los
guerreros y los que se dedican a trabajos productivos. Pera este estado no ha
existido en ningún lugar.
Cada uno de estos hombres representa la clase dirigente y la “pasión
dominante”. En la Timocracia era ambición, el deseo de honor, en la Oligarquía,
ansias de riqueza, en la Democracia el deseo inmoderado de libertad, en la
Tiranía la violencia.
La pasional, Timocracia,
Aristóteles
La Teoría Clásica En ''La Política'
¿Quién?
¿Cómo?
Polibio
Este autor griego de nacimiento, deportado a Roma describe sus formas
de gobierno.
Existen 6 formas de gobierno: 3 buenas y 3 malas. Las 6 se suceden una a
otra, constituyen un proceso cíclico que se repite en el tiempo.
Existe también una séptima forma, y es la síntesis de las tres buenas es la
mejor Constitución.
Maquiavelo
Derecho Político (Resumen) 221
AGRUPACION 1983
Principados
Principados
Hereditarios: se transmite por una ley de sucesión.
Nuevos: conquistado por un señor que antes era príncipe.
Principados Hereditarios
Gobiernan sin intermediarios, tienen el poder absoluto. El poder absoluto
deja de ser tal si tiene intermediación de la nobleza.
Principados Nuevos
Virtud - Fortuna
Maldad (Fuerza) - Consenso De Los Ciudadanos.
Republicas
Así como en un Principado la soberanía radica exclusivamente en el
detentador del poder, en las Repúblicas está distribuida en una, mayoría o en una
colectividad de personas que constituyen los detentadores de poder.
Las republicas serán entonces: aristocráticas o democráticas. Ambas no
constituyen formas especiales sino son una sola categoría, la de la republica.
Bodino
En la época de la formación de los Estados nacionales, la obra más
importante es "De la República” de Juan Bodino (Bodin).
Hobbes
Como Bodín el poder es soberano, y por tanto absoluto, de lo contrario no
es soberano. Con lo que rechaza la clasificación de formas buenas o malas.
Estas son clasificaciones que dependen de las opiniones subjetivas. La diferencia
real se establece entre príncipe y no príncipe.
Otro atributo de la soberanía es la invisibilidad con lo que rechaza las teorías del
gobierno mixto. La división del poder produce la inestabilidad y la consiguiente
disolución del Estado. Distingue entre Estado y gobierno, éste puede estar
dividido en sus funciones, en cambio el Estado no.
Respecto al DESPOTISMO, difiere con Bodino, en que mientras éste fundamenta
la relación amo-esclavo por la guerra justa, Hobbes lo justifica por la conquista y
la victoria. El despotismo puede ser legitimado por el consenso de quien se
somete.
Montesquieu
"Del espíritu de las leyes" (1748)
Considera que existen 3 formas de gobierno: Republicana (Democracia y
Aristocracia), Monárquica y Despótica. Principalmente hace radicar la diferencia
según los gobiernos se ajusten o no a al orden jurídico, a las leyes.
El Gobierno republicano "es aquel en donde el pueblo entero, o parte de él
tiene el poder soberano. Si el pueblo entero es dueño del poder soberano, el
gobierno se llama democracia; si el poder está en manos de una parte del pueblo
se trata de una aristocracia.
El monárquico es aquel en que "gobierna uno sólo con arreglo a las leyes
fijas y establecidas"
El gobierno despótico "hay una sola persona que gobierna sin ley y sin norma,
lleva todo según su voluntad y capricho".
Cada forma de gobierno tiene su "principio" propio:
La Monarquía: el honor.
Rousseau
Este autor en el "contrato social" dice que el cuerpo político que denomina
estado, cuando es pasivo y soberano cuando es activo, tiene voluntad y fuerza.
La voluntad que ejerce activamente por sí, se conoce como poder legislativo (que
es para él, el poder más importante y decisivo). La fuerza que deposita en un
agente, constituye el poder ejecutivo. El soberano constituido por todos los
ciudadanos, legisla. El gobierno (cuerpo intermedio) pone en ejecución.
Cuando el cuerpo político entrega el gobierno a todo el pueblo, éste será
democrático; si lo hace en sólo una parte del, será aristocrático. Si lo deposita en
una sola mano, será monárquico.
Según Rousseau, el gobierno democrático es conveniente para pequeños
estados, el aristocrático a los medianos y el monárquico a los grandes.
Carlos Marx
¿Existe una teoría de las formas de gobierno en el pensamiento político de
Marx? Los estudiosos de Marx han puesto el acento en la teoría general del
Estado, en lugar de analizar una posible respuesta a la pregunta.
Análisis descriptivo: en ninguna parte de su obra aparece algún interés de
Marx por la tipología de las formas de gobierno. Tan es así que la teoría política
marxista debe ser deducida de pasajes breves, de obras de economía, de
historia, política, literatura, etc. La única obra general sobre el Estado, es la de
Engels "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, aunque allí
refiere a la formación histórica del Estado y no sobre la organización del poder
político. Ese desinterés radicado en su "concepción negativa del Estado".
En la relación entre Sociedad Civil y Estado Marx es antitético a Hegel.
Para Hegel el Estado "es lo racional en si y para sí, el Dios Terrenal, el sujeto de
la historia Universal, el momento final del Espíritu objetivo, es la superación de
las contradicciones que se dan en la Sociedad Civil. Para Marx no es más que el
reflejo de esas contradicciones, no es superación sino su perpetuación, un
instrumento de dominación.
FORMAS MODERNAS
Las clasificaciones tradicionales han perdido vigencia. En el campo de
politología y el derecho constitucional, diversos autores en este siglo han
intentado proponer clasificaciones que se adapten más a la complejidad de
nuestro tiempo y a los diversos sistemas políticos vigentes.
Los problemas políticos de nuestro tiempo son tan complicados y
sometidos al cambio tan rápidamente que hacen difícil una caracterización
actualizada.
Hans Kelsen su Teoría general del Estado clasificó los gobiernos según su
conocida fórmula distintiva: según la creación de las normas jurídicas. Así la
creación de las normas correspondía a todos sus componentes, el gobierno era
democrático, si por el contrario era ajeno a la colectividad y no sometido a sus
disposiciones, eran autocracias.
Marcel Prelot, en "Instituciones políticas y Derecho Constitucional" clasifica
a los gobiernos según quiénes toman las decisiones colectivas. Así todos están
llamados a tomar las decisiones colectivas, el gobierno será democrático; si sólo
son algunos, será oligarquía, si es sólo uno monárquico y pueden también
regímenes mixtos, es decir, una combinación entre ellos.
Hacíamos referencia a dos autores cuyas clasificaciones son
trascendentes y nos sirven para analizar las dos formas más importantes y
desarrolladas de las democracias contemporáneas. Tanto en Europa como en
América Latina: el parlamentarismo y el presidencialismo.
Del mismo modo, Maurice Duverger, hace una interesante y doble
clasificación:
Presidencialismos Y Parlamentarismos.
Las dos formas o tipos de gobierno de la democracia constitucional"
(Loewenstein) son el gobierno parlamentario de origen inglés y el
presidencialismo de origen americano (Constituci6n de Estados Unidos).
El sistema parlamentario 'tiene amplia expansión en diversos países
europeos: además de Gran Bretaña, España, Italia, Alemania, Francia (algunos lo
ubican como régimen mixto o parlamentario con fuerte predominio del ejecutivo
(presidente); países escandinavos: Noruega, Suecia; también Austria y Japón,
entre otros.
El Presidencialismo, es típico de los países americanos: con origen en
EE.UU., lo son Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Venezuela, México.
En efecto, en el Parlamentarismo hay colaboración entre los poderes (ejecutivo y
legislativo): los miembros del gabinete o del gobierno (ejecutivo) miembros del
parlamento. Allí nace el gobierno (el gobierno esta formado por los jefes del
partido mayoritario); el gobierno necesita del voto de confianza del parlamento. El
ejecutivo responde políticamente ante aquel.
En el presidencialismo existe una clara "separación de poderes: el
ejecutivo corresponde al presidente, el legislativo al congreso, y el judicial a los
tribunales. Cada de tentador de poder tiene autonomía y prácticamente
monopolio de acción no pudiendo violar dicho ámbito por ninguno de los otros
delegadores del poder. Además el Presidente (ejecutivo) no nace del parlamento,
ni es miembro de el elegido directa o indirectamente del voto popular no necesita
el voto de confianza para gobernar ni responde políticamente el Congreso:
TEXTO 62:
FASCISMO
(Daniel A. Sosa)
Introducción.
3) METODOLOGÍA FASCISTA:
Se sustenta en la teoría de la sociedad de carácter organicista. La ley
laboral italiana de 1927, establece: "Los fines, de la nación italiana son superiores
a los de los individuos que la componen". "El trabajo en todas sus formas. es un
deber social". "La producción tiene un único objeto, es decir, el bienestar de los
individuos y el desarrollo del poder nacional.
por la inteligencia sino por la voluntad heroica; que los pueblos se mantienen no
por el pensamiento sino por el instinto de rebaño que los pueblos se elevan a la
grande cuando su voluntad de poder supera sus desventajas físicas y morales.-
Igualmente, calificaron siempre el deseo de felicidad como un motivo
despreciable, en comparación con el heroísmo, el sacrificio personal, el deber y la
disciplina.- Los ideales democráticos eran descritas como restos. gastados del
racionalismo filosófico, que había culminado con, la Revolución Francesa.
Intelectualismo estéril era el término despreciativo con el que el fascismo
describía a las teorías liberales o marxistas.
EL ESTADO FASCISTA
En la cúspide se encontraba el Rey que no contaba para nada, no
obstante " disfrutaba de dicha condición, consintiendo títulos como el de
Emperador o Rey de Abisinia, por ejemplo.- A su lado el Duce Mussolini, salvador
de la Monarquía y fundador del imperio, Jefe del Fascismo, pluriministro y genio
proterforme.
El Parlamento, formado por dos Cámaras, cuya única tarea era aprobar
leyes y los presupuestos remitidos por el ejecutivo.- En marzo de 1939 la Cámara
de Diputados fue convertida en Cámara dei Fasci y de las corporaciones, cuyos
componentes eran nombrados desde "lo alto" y ya no fueron llamados diputados
sino "Consejeros Nacionales. Los senadores eran nombrados por el Rey con
carácter vitalicio.
El gobierno fascista incluía al Gran Consejo Directivo del Partido Fascista.
En mayo de 1938 Mussolini invitó a Hitler a Italia y en junio del mismo año
lanzó la campaña antisemita aún contra la opinión mayoritaria de los italianos. El
clima en toda Europa era bélico, y en ese contexto en marzo de 1939 Hitler
ocupa Checoslovaquia y en abril Mussolini hace lo propio en Albania. En mayo
ambos dictadores acordaron proceder de acuerdo y firmaron el Pacto de Acero.-
Con el estallido de la segunda guerra mundial Mussolini decide emprender
el ataque a Grecia, que terminó en un rotundo fracaso. Nada justificaba la
participación de Italia en la guerra, por el contrario debió actuar cada vez más a la
rastra de Alemania. De modo que solo cabía concluir en un desastre.- Desde el
otoño de 1942) Mussolini sufría una caída moral y física notable) que avizoraba el
triste desenlace
Importantes sectores fascistas, como la monarquía) dirigentes políticos
económicos y el propio Vaticano trataron de desprenderse de Mussolini, no
obstante haberse servido de él durantes años. Así que el 25 de julio, para
muchos historiadores con el consenso del propio Duce, es despojado del Poder,
con la ilusión de provocar una salida honorable de la guerra y con el
mantenimiento del régimen en lo posible. No obstante el 12 de septiembre es
liberado por los alemanes y se le confía la dirección del nuevo gobierno
republicano. Muchos sostienen que Mussolini nunca se consideró jefe de la
República de Saló sino prisionero de los alemanes.- Permaneció pasivo frente al
proceso de enero de 1944, que culminó con el fusilamiento de los presuntos
traidores del "25 de julio" entre los que se encontraba su yerno Galezzo Ciano.
Respecto a sus últimas horas se relatan muchas versiones pero realmente
poco es lo que se sabe, el 25 de abril del 45 partió en dirección ala Valtellina pero
en Dongo es reconocido, capturado y finalmente ejecutado el 28 de abril.- El
juicio histórico sobre el fascismo y su líder Mussolini debe ser severo, claro y no
dejar dudas de lo que significó para Italia) para la humanidad: autoritarismo)
oscurantismo) desventura y sobre todo negación de la democracia.-
Ficha 63:
TOTALITARISMOS DEL SIGLO XX:
EL NACIONALSOCIALISMO.
(Ana María Raggio)
Fayt señala que gobierno usurpador es aquel que ejerce el poder en contra
de la voluntad del gobierno legal, que no tiene ninguna clase de investidura ni
puede legitimarse en el derecho de resistencia a la opresión en algunos de sus
grados y que mediante el dolo o la violencia, asume funciones al margen o en
contra de la Constitución.
Funcionario de facto es aquel que asume una función o poder sin derecho
pero tiene color de título, invoca cierta investidura aunque irregular. No a
cualquier asonada exitosa, levantamiento militar o golpe de estado se le puede
denominar gobierno de facto. Bielsa distingue solamente dos casos:
1. Cuando se produce una acefalía no remediable en el orden constitucional
(caso de renuncia colectiva o sucesiva de todos los funcionarios que por la
Constitución o ley de acefalía debieran asumir el gobierno)
2. Cuando un mandatario prolonga su mandato más allá del término legal sin
ánimo de usurparlo con el objeto de mantener la continuidad del Estado
Jurídico, lo que es muy distinto de usurpar por la violencia los cargos de un
gobierno de jure. Los actos de gobierno usurpadores carecen de validez,
son nulos.