La Generación Más Grandiosa de Misioneros
La Generación Más Grandiosa de Misioneros
La Generación Más Grandiosa de Misioneros
misioneros
M. Russell Ballard
Of the Quorum of the Twelve Apostles
El resto de la historia nos cuenta que esos jóvenes pelearon con valentía
contra el ejército lamanita compuesto de hombres mucho mayores y de
más experiencia. Según su líder, Helamán, “combati[eron] como con la
fuerza de Dios… y con tanto ímpetu cayeron sobre los lamanitas, que
los llenaron de espanto; y por esta razón los lamanitas se rindieron
como prisioneros de guerra” (Alma 56:56).
Ahora bien, ustedes, los padres, tienen una función vital en este proceso
de preparación. Sabemos que la influencia más profunda que se puede
tener al ayudar a los jóvenes a prepararse para el Sacerdocio de
Melquisedec, el matrimonio y la paternidad es la familia. Si sus hijos
comprenden las doctrinas básicas que se precisan para llegar a ser
padres fieles, seguramente estarán listos para servir en una misión
regular. Lamentablemente, demasiados padres renuncian a esa eterna
responsabilidad. Suponen que los obispo, Seminario, la Escuela
Dominical, los maestros y los líderes de los Hombres Jóvenes están en
mejor posición de motivar e inspirar a sus hijos que ellos. Eso
simplemente no es verdad. Aun cuando los líderes eclesiásticos son
importantes para la preparación misional y del sacerdocio, la Iglesia
existe como un recurso para ustedes; pero no es substituto de la
enseñanza, ni de la guía ni de la corrección inspiradas que ustedes
proporcionen.
Finalmente, todos ustedes, los que ya han servido, recuerden que se les
relevó de la misión, mas no de la Iglesia. Han pasado dos años siendo
representantes del Señor Jesucristo. Esperamos que siempre se vean y
actúen como uno de Sus discípulos. Vistan como tales. Actúen como
tales. No sigan las tendencias y las modas mundanas. No deben
rebajarse a eso. Si han cometido un error, entonces hagan lo que sea
necesario para volver a obtener su equilibrio espiritual. Las reglas para
la felicidad y el éxito después de la misión son básicamente las mismas
que las que tenían durante la misión: orar con fervor, trabajar
arduamente y ser obedientes. Manténganse ocupados ahora y busquen
una compañera eterna con quien puedan disfrutar de la vida. Sirvan
juntos al Señor y críen a la próxima generación grandiosa.
Mis hermanos, he hablado sin rodeos esta noche. Espero que puedan
sentir el amor y la preocupación que proceden de la Primera
Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles y otros líderes de la
Iglesia al pedirles que se preparen ahora para unirnos al llevar las
bendiciones del Evangelio restaurado a todas las personas de la tierra.
Cada uno de ustedes tiene un valor incalculable, y queremos que tenga
éxito y seguridad en la batalla por las almas de los hijos de nuestro
Padre Celestial. Que Dios los bendiga con el valor de ser “fieles” “en
todo momento” (Alma 53:20) y con la visión para darse cuenta de
quiénes son y de lo que el Señor tiene para que ustedes hagan, lo ruego
en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.