Libro - Sanación Emocional Del Nino Interior 2022
Libro - Sanación Emocional Del Nino Interior 2022
Libro - Sanación Emocional Del Nino Interior 2022
Sanación emocional
del niño interior
Método Ser Mejor Ser
Primera edición: marzo de 2012
Segunda edición: enero de 2013
Tercera edición: septiembre de 2013
Cuarta edición: 22 de octubre de 2014
Quinta edición: 20 de septiembre de 2015
Sexta edición: 25 de mayo de 2018
Primera edición electrónica: 2018
Segunda edición electrónica: 2021
www.sermejorser.com.mx
info@sermejorser.com.mx
Cantos de Huexotzingo
A mis amadas hijas Sireneé y Annalisa,
deseando que su camino por el planeta sea
luminoso y fructífero, trascendiendo las heridas
inevitables del proceso de vivir
3
@ mail de Perla a Margarita
Estimada Margarita:
Te he escuchado en la radio desde hace unos años, leo tu
blog, tus artículos y sé de tus cursos y talleres con el Método
Ser Mejor Ser. Me gusta lo que dices, lo que propones, pero
siempre es muy breve y fugaz, no llegas al fondo, falta tiempo,
falta espacio. Sé que hay más, mucho más detrás de lo que
comunicas. Lo intuyo y deseo adentrarme más en ello porque
estoy convencida de que sí quiero ser mejor ser, y no
convertirme al paso del tiempo en mi peor versión.
Por el momento, mis condiciones de vida no me han
permitido asistir a terapia contigo o a tus talleres, vivo fuera
de la Ciudad de México donde radicas y, sin embargo, hace
unos días logré ir a tu conferencia cuando pasaste por mi
ciudad. Desde aquel día que te escuché decirnos cómo era tu
vida antes y cómo es ahora, y saber más de tu Método Ser
Mejor Ser, me quedé pensando en una loca idea y después de
darle muchas vueltas... pues me atrevo ahora a proponértela:
—Pues que sea lo que Dios quiera, dijo en voz alta al tiempo
que apretaba el botón que indicaba “enviar”.
—¡Ya está! Lo peor que puede pasar, es que no pase nada.
Veamos si Margarita nos contesta o no, dijo cerrando su
computadora y parándose de la cama de un brinco.
Esa misma noche cerca de las dos de la madrugada, hora muy
usual de trabajo para Margarita, ella revisaba su correo mientras
comía distraídamente un chocolate más, “generando endorfinas”
como decía siempre justificando un poco su exagerada pasión por
el cacao, “herencia de mis raíces prehispánicas, seguramente
totonacas del centro de Veracruz”.
Le llamó la atención un correo electrónico que decía como
asunto:
5
@Primera respuesta de Margarita a Perla
6
—¡Bien! ¡Manos a la obra!
Llamó a Ana, su mejor amiga, para contarle que su propuesta
le había interesado a Margarita y que por lo mismo, le cancelaba
la cita que tenían para verse al mediodía.
—Amiga, quiero ponerme a escribir toda esta mañana,
francamente no quiero perder la concentración, y ahorita que
estoy inspirada, quiero mandarle cuanto antes todo lo que le
quiero compartir. Sé que me entiendes, ¿verdad?
—¡Claro! Le dijo Ana cariñosamente. ¡Ay amiga! Tú no
paras hasta conseguir lo que quieres, ¿verdad? Yo, que he oído y
he vivido buena parte de todas tus historias, créeme que sé que
tienes material para hacer un libro. Y si Margarita lo comenta y
lo encuadra dentro del Método Ser Mejor Ser, sí que podría salir
algo muy interesante.
¡Ya lo quisiera leer!
Ambas soltaron una carcajada y se despidieron
animadamente.
En las semanas y meses que siguieron, Margarita encontró
frecuentemente en su correo una nueva carta de Perla, quién
ciertamente en cada misiva compartía jirones de su vida, trazos y
recuerdos de sus experiencias haciéndole a Margarita
cuestionamientos concretos sobre lo vivido.
Perla no había sufrido terribles desgracias o infortunios, ni
tampoco había tenido extraordinarios logros o golpes de suerte
únicos. Era simplemente un ser humano común y corriente, con
sus tristezas y sus alegrías, sus dudas y sus confusiones, pero con
un espíritu de búsqueda notable y desde una gran honestidad
estaba deseosa de entenderse más, de explicarse a ella misma para
asimilar sus vivencias de un mejor modo, con el fin de transitar
el resto de su camino con mayor paz interna y plenitud.
Ante tales textos, la respuesta de Margarita fue natural:
Comenzó a contestar una por una estas cartas y así, de manera
7
espontánea fue orquestándose una gentil danza, gestándose un
sutil intercambio de energías, entretejiéndose un colorido tapiz de
vivencias por un lado y de contextualización y explicación de
éstas, por el otro.
He aquí el resultado de esta interacción.
8
Nada te puedo dar que no exista ya en tu interior.
No te puedo proponer ninguna imagen que no sea tuya...
Sólo te estoy ayudando a hacer visible tu propio universo.
Herman Hesse
@ mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 1
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS I: BRUMA ENTRE LA CONFUSIÓN,
EL MIEDO Y LA TRISTEZA
10
Me cubro bajo las cobijas buscando refugiarme y encontrar
protección sin hallarla, mis sollozos se ahogan y allí estoy
retorciendo mis manitas y sintiendo una angustia que me
inunda y me rebasa... me duele el estómago y quisiera no estar
allí... pero ¿qué puedo hacer a mis seis años de edad?
“¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así?” me pregunto. No
hay respuesta. Sigo llorando, asustada y temblando, hasta que
me quedo dormida llena de tristeza y desasosiego...
A la mañana siguiente, mamá está llorosa, triste, mientras
me peina y me sirve el desayuno, me dice una a una, como
quien desgrana una fruta, todas las cosas tan horribles e
insultantes que le dijo aquella figura a la que tanto admiro y
quiero, pero que no entiendo por qué trata tan terriblemente a
esa pobre y débil mujer que es mi madre. Todo es confuso, y
muy, muy triste... Cuando acaba de atenderme y de
“informarme”, mamá se va de la cocina y me quedo perpleja e
infinitamente triste, observando y, de algún modo, envidiando
al refrigerador...
Ese día, papá casi no habla, está ronco de tanto gritar...
Cuando nos volvemos a reunir los tres alrededor de la mesa,
entre ellos no se dirigen la palabra... El ambiente es tan
enrarecido, tan tenso, tan desagradable... yo pretendo que nada
pasa, y trato de hablar sobre cualquier cosa, pues pienso que
tengo el “deber” de aligerar la atmósfera. En situaciones así,
papá me escucha y comienza una pequeña conversación, pero
mamá no abre la boca, toma su alimento con una mirada vacía,
llena tan sólo de una insondable tristeza, y yo me siento muy
culpable de verla tan desolada y excluida de la plática.
A veces, cuando ya ha pasado la última refriega y las cosas
vuelven a “la normalidad”, estamos los tres cenando en la
11
mesa, de repente mamá opina algo, y él le grita y la calla tan
groseramente que siento ganas de desaparecer, ganas de
reclamarle y exigirle que no la trate así, pero no hago nada, no
puedo hacer nada, y me siento tan cobarde y tan desleal hacia
mi madre siguiendo la conversación como si no pasara nada.
Me trago mi enojo y mi vergüenza, junto con mi chocolate
caliente y mi pan. Y con esa triste sensación, me voy a dormir
deseando soñar que no vivo en ese lugar.
En fin, Margarita, sé que estás muy ocupada y no quiero
extenderme más por hoy. Simplemente te he querido compartir
algunos de los recuerdos que surgen cuando evoco mis inicios
dentro del núcleo familiar del cual provengo. He sido muy
tímida, bastante depresiva aunque siempre con un deseo
indomable de querer ser feliz, de “encontrarle la cuadratura al
círculo”. Recuerdo una frase de Ibargüengoitia, uno de mis
escritores favoritos que dice: “El destino quiso que yo no fuera feliz,
pero a mí no se me dio la gana”. Así me siento justamente. A pesar
de todo lo vivido, sufrido o padecido, quiero ser como tú dices
“mi mejor versión”. Mis relaciones de pareja han sido a veces
felices y a veces un desastre pero siempre la mar de
complicadas; me he divorciado y tengo un hijo adolescente al
que trato de educar lo mejor que puedo yo sola. Soy bastante
joven aún y deseo tanto ponerle un ritmo distinto a mi vida,
más acompasado y sereno internamente. Soy una guerrera de
luz, una caminante pertinaz que aferrada como una pequeña
hormiga a su sendero, trata y trata nuevamente de encontrar el
mejor modo para hacer el recorrido. Creo que ya es tiempo y
estoy decidida a florecer, por mí, por mi hijo, por mi pareja
(cuando llegue la adecuada) y por la huella que desearía dejar
en mi fugaz paso por esta Tierra.
Me gustaría mucho que me orientaras para entender de
12
qué manera este tipo de experiencias y el entorno donde crecí
afectaron mi forma de ver el mundo y me han llevado a
manejar mis problemas hoy como adulta, no de la mejor
manera, creo yo. Supongo que lo vivido me ha marcado, pero
no veo claramente cómo, en dónde y de qué forma. Es como si
viera mi pasado, desde niña hasta el día de ayer, un tanto entre
la bruma. Sobre todo, quisiera tener recursos internos para
dejar ya de repetir las mismas reacciones, bastante neuróticas
me parece, que tengo una y otra vez. Te he oído mencionar
muchas veces esto del famoso “niño interior” pero no acabo de
comprender bien a bien qué quieres decir con ello. Esperaré con
gran interés tus comentarios al respecto.
13
desenredar su madeja y comenzar a sanar: decirle lo fundamental
de ir al res- cate de su Niña Interior, ir a liberar, a recuperar en
amor a la dulce, triste y asustada Perlita.
Querida Perla:
El Niño Interior
17
Niño Interior a la superficie, reconociéndolo, recuperándolo y
sanándolo, porque: el Niño Interior es nuestro ser emocional.
El Niño Interior es esa parte de nosotros que SIENTE como
niño. Está al centro de nuestro ser, al centro de nuestros
sentimientos. Es lo que nos da entusiasmo y energía, lo que
nos guía con intuición y sensibilidad.
¿Cómo curamos al Niño Interior? Lo primero es
reconocerlo. Es entonces cuando nos vamos a dar cuenta de
que nuestras necesidades como niños no fueron cubiertas;
necesidades de amor, seguridad, confianza, respeto y guía. La
ausencia de esto nos pudo haber llevado a estados crónicos de
ansiedad, miedo, vergüenza, culpa, enojo y desesperanza
duran- te nuestra niñez... y adolescencia... y adultez...
Conflictos emocionales frecuentes e incluso problemas físicos
actuales, son señales de que ese Niño Interior quiere ser
escuchado... Como individuos, ¿cómo vamos a crear nuestro
mundo adulto sobre los cimientos enclenques de un niño
aislado y asustado? Simplemente no se puede.
El Niño
Herido es aquella parte de
nosotros donde se aloja la
energía emocional
bloqueada.
20
se sabe qué es lo que está sucediendo. De ahí la importancia
de ir al rescate de este pequeñito que ha sufrido muchas
heridas y que ahí sigue, tan desatendido e ignorado. Tocar esas
heridas es algo que duele, ¡por supuesto que sí! pero es
necesario pasar por ese dolor para sanarlo.
Ir al encuentro de este niño implica ir a buscarlo al fondo
de uno mismo, como si en nuestro interior hubiese un cuarto
oscuro, un calabozo húmedo y lúgubre, donde hubiéramos
confinado a vivir, desde hace muchos años, a este pequeñito o
pequeñita que fuimos y que seguimos siendo. Tenemos que
entender que cada vez que no nos escuchamos, cada ocasión
que olvidamos nuestras propias necesidades y deseos, cada
vez que nos tratamos con grosería y somos despectivos hacia
nosotros mismos, reafirmamos el sitio de ese niño en el
calabozo oscuro. ¿Y queremos vivir plenos y felices teniendo a
esta criaturita en una mazmorra interna? Tenemos que abrir la
puerta de bisagras herrumbradas, permitir que la luz de la
conciencia entre en ese sitio oscuro y olvidado, extenderle la
mano a nuestro niñito y pedirle que nos permita restablecer un
diálogo con él (o ella). Sólo así encontraremos una vía de
rescate emocional que nos permita el reencuentro con la mejor,
y más dañada, parte de nuestro Niño Interior. Si logramos
hacer este rescate, entonces nos encontraremos en la vía justa
para nuestra reconstrucción interna. Sólo así podremos darnos
a luz a nosotros mismos, para comenzar a ser realmente un
mejor ser... Sólo así.
.Todos
llevamos a un Niño
Interno, un ser hecho de
inocencia y asombro y con
enormes deseos de ser
amado y protegido.
21
Cuando se rescata al Niño, y no te permites olvidarlo
nunca más, es para siempre. Para el resto de tu vida te
acompañará y estará contigo hasta tu último aliento. Lo cual
es maravilloso, porque te das cuenta de que nunca más
volverás a estar solo. Donde quiera que estés, y sobre todo,
cuando más triste, rechazado o deprimido te encuentres, allí
será maravilloso estar en mutua compañía... tú con tu Niño y
tu Niño contigo.
Brevemente, eso es el Niño Interior. Espero que te haya
quedado más claro.
Ahora, tenemos que detenernos aquí un momento para
comentar que estas heridas emocionales a veces comienzan a
generarse desde mucho tiempo atrás, tan lejos como la fase
embrionaria, según algunas teorías como la de la doctora
Stephanie Mines, PhD, en su libro We are All in Shock.(3)
Cuando se da la fecundación del óvulo por el
espermatozoide, esas dos células rápidamente pasan a ser a
cuatro, ocho, dieciséis... así hasta formar una pequeña esfera
de tejido que se alarga y se abre para volverse hacia su interior
(como una tortilla) creando un surco muy protegido donde de
inmediato, antes que cualquier otra cosa, se implanta el cable
que surge y que será la médula espinal, al tiempo que se
empieza a desarrollar la computadora más sofisticada llamada
cerebro, creando en conjunto el sistema maestro o sistema
nervioso central. ¡Es lo primero que la Madre Naturaleza
establece!
Esta agrupación celular creciente, aparentemente sin
forma clara aún, se organiza de tal modo que a tan sólo 27 días
de iniciado el exótico proceso, dicho grupo de células forman
un embrión de aspecto humano apenas distinguible, más
pequeño que el tamaño de un frijol y que, sin embargo, TIENE
YA UN CANAL NEURONAL Y UN CEREBRO QUE
EMPIEZA A TRABAJAR...
Este cerebro básico será el cerebro reptiliano (tallo y
22
cerebelo), la parte instintiva y de supervivencia, como ya
hemos mencionado... para sobrevivir y perpetuar la especie.
Esa es su función reguladora, por lo tanto, antes del mes de ser
apenas el inicio de un simple embrión... empieza a percibir.
Si la situación o el ambiente de la madre es triste o vio-
lento, el cerebro reptiliano siente la amenaza de no ser bien
recibido, de que su vida peligra en ese ambiente donde está,
recibiendo además a través de la sangre que lo recorre,
descargas de adrenalina o de cortisol de la madre que lo hacen
entrar en estrés. Por supuesto, pasarán muchos años antes de
tener idea del self o autoconciencia... ahora es sólo un grupo
cada vez mayor de células inteligentes que pueden
PERCIBIR... y sienten la amenaza a su sobrevivencia... ESA
HUELLA QUEDARÁ EN LO MÁS PROFUNDO DE LA
MENTE DE ESE SER, desde el inicio de su existencia y en los
años por venir.
¡Este conocimiento es revolucionario! Hoy en día se
reconoce más y más la importancia de la epigenética en el ser
humano, esto es, la interacción entre los genes y el medio
ambiente en los organismos. “La epigenética es el estudio de
modificaciones en la expresión de genes que no se encuentran
en la secuencia del ADN y estas modificaciones son
heredables.
Una de las fuentes de mayores modificaciones de los genes
es el factor ambiental y puede afectar a uno o varios genes con
múltiples funciones”.(4)
.El Niño
Interior lleva consigo
nuestra historia personal.
24
.Hoy en día los
científicos reconocen que
existen consecuencias
neurofisiológicas en un
niño cuando durante su
infancia ha padecido
continuamente tristeza,
ira, miedo, vergüenza y
soledad.
Finalmente, hay un punto importante que quiero
resaltar de lo que me has platicado en tu carta, y tiene que
ver con el abuso. Sin duda, a través de la difícil relación que
tenían tus papás, fuiste arrastrada a una situación de claro
abuso emocional. Ese terror de la pequeñita al escuchar los
gritos, al sentirte responsable de aminorar las peleas, o
pensarte desleal o culpable al no defender a uno o formar
bando con otro, fue generando heridas emocionales
profundas en tus primeros años de vida. Es necesario que
entiendas que tú no eres responsable de ello, tú fuiste
víctima de un abuso perpetrado por adultos lastimados,
enfermos en sus emociones, demasiado atrapados en su
propia confusión y desolación para poder entender que las-
timaban y herían a los pequeños seres que procrearon, a
quienes les tocó ser mudos testigos de su inconsciencia.
Pero este tema del abuso tiene tantas facetas y es tan crucial
para entender las heridas que se hacen en el alma del
pequeño, que lo volveré a abordar más extensamente en mi
siguiente carta.
Bien, querida Perla. Basta por hoy. Espero haberte
reflejado con claridad sobre diversos puntos que pude ver
a través de tu carta. Ojalá que lo que te he compartido, te
haga reflexionar y, sobre todo, te haga empezar a ACTUAR
de modo diferente. Será posible cuando hayas recuperado
en amor a tu Niña Interna. Esto es, a mi parecer, una
condición sine qua non, es decir, indispensable. Es
25
fundamental. Rescatar al Niño Interior del sitio oscuro y
olvidado dentro de uno mismo es la puerta de entrada a
una nueva manera de vivir la vida, el punto de inicio de la
sanación emocional. Y una vez que se establece este
contacto y que se empieza a tener una comunicación
constante con esta criaturita, viene aquí la primera
herramienta del Método Ser Mejor Ser: Apapachar a tu Niña
Interna. Apapachar viene del náhuatl y quiere decir acariciar
suavemente; en México se usa de modo ampliado
refiriéndose al cuidado amoroso, presente y constante al
ser amado. Recuperarla en amor y decirle que ya llegaste,
que de ahora en adelante estás ahí para ella.
.Ir al rescate
del Niño Interno
inherente al hombre, es
una experiencia
indescriptible.
26
Ve preguntándole todo esto y escribe con tu mano, no
dominante, todas sus respuestas. Esto te hará sentir su
presencia y abrirás la puerta a una nueva comunicación con
esta frágil criaturita que mora en ti.
La opción más profunda y completa, que sería la ideal,
es tomar el taller que doy. Vale la pena ser guiado a lo largo
de un fin de semana para aterrizar todo lo que trato de
comunicarte a través de esto que escribo .(7)
. “Es preciso
sanar al Niño Herido si se
quiere alcanzar la
plenitud”.
* Aquí es importante que tú, querido lector/lectora hagas la visualización #1 “Al rescate
de tu Niño Interno” . Toma un lápiz con buena punta y algunas hojas blancas. Y quizá
debas tener varios pañuelos desechables a la mano. Es fundamental que lo realices sin
interrupciones ni distracciones de ningún tipo.
29
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 2
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS II: DEL ABUSO, LA CULPA
Y ALGO MÁS
30
ese baño de azulejos color vino que está entre dos habitaciones
de la casa de la maestra, siempre sintiéndome en falta y
esperando que nadie me sorprenda porque sin duda me
regañarían.
33
respuesta no me hizo sentir nada mejor...
34
—Mi color de piel es un gran defecto, pensaba yo. ¡Qué
pena que soy así!
Eso me hace sentir que estoy muy mal, que estoy muy
defectuosa. Y pienso entonces con gran dolor y culpa: Si es que
soy como ella, ¿cómo voy a lograr que algún día me quiera
papá?
—Así son los niños, dile a la maestra, ¡no les hagas caso y
ya!
Desconcertadamente,
Perla
38
@mail de Margarita para Perla
39
ABUSO: El acto que comete un superior que se excede en
el ejercicio de sus atribuciones con perjuicio de un
inferior.
Abuso sexual
40
Lo cargará por años, por décadas, quizá por toda su vida.
.El que abusa
de un niño, refleja un nulo
contacto y respeto hacia el
propio Niño Interior.
Abuso físico
42
portaban mal” o tallarles el cuerpo con una fibra para limpiar
estufas, para que aprendan a bañarse bien) hasta la simple
nalgada, el jalón de cabello, el manazo, el pellizco o el famoso
“cinturonazo”, todos ellos considerados como correctivos
menores y sin mayor trascendencia. Es necesario comprender
que todo tipo de atropello físico, por más leve que sea, es
profundamente agresivo y COMPLETAMENTE
INNECESARIO en la educación de los niños. Educar con
golpes es simplemente repetir el mismo patrón de abuso con
que el padre fue criado, perpetuando así la creación de heridas
emocionales importantes en las nuevas generaciones. Es sólo
una equivocada manera de sacar el enojo, la ansiedad y la
frustración de los “Niños Internos” de los adultos que no
conocen una mejor forma de manejar sus emociones negativas
ni de guiar con mayor sabiduría la formación de sus hijos.
Todo eso lo iremos aprendiendo aquí. Pero es importante
sembrar para siempre esta idea en nuestra mente: De ninguna
manera, nunca, bajo ninguna circunstancia, es admisible ni
justificable el maltrato físico hacia un niño.
.A través de las
ofensas o burlas recibidas,
el niño crece sintiéndose
inferior.
Abuso verbal
44
◊ Retraimiento, castigar con el silencio.
◊ Llevar la contra sistemáticamente.
◊ Rebajar.
◊ Hostilidad disfrazada de broma inocente.
◊ Bloquear y distraer.
◊ Acusar y culpar.
◊ Juzgar y criticar.
◊ Minimizar, ridiculizar, hacerlo pueril.
◊ Socavar, minar la confianza.
◊ Amenazar y ordenar.
◊ Insultar.
◊ Olvidar y/o negar.
◊ Explosiones de cólera agresiva.
Abuso emocional
48
El niño lloriqueó por un rato más, completamente
confundido, sin saber si confiar más en lo que su madre decía,
o en lo que su percepción tan evidentemente le mostraba. Esta
escena absurda, digna de Kafka —el famoso escritor checo que
describe en sus obras un mundo complejo con reglas
desconocidas que nunca se llegan a comprender— esta escena,
repito, ha quedado en mi memoria como claro ejemplo del
modo en que de repente pareciera como si los padres quisieran
volver locos a sus hijos.
.La sensación
de ser valioso, es básica
para la salud mental del
ser.
51
su vida así. Y del mismo modo, al no tomar conciencia de
las creencias que nos limitan porque hemos crecido con
ellas, no nos percatamos de cuán paralizantes son en
nuestra vida actual.
El sentido de baja autoestima, de “no valgo, no merezco”
tiene aquí su raíz. Este eterno monólogo interno que se
tiene muchas veces “no puedo, no me siento capaz, a nadie
le interesa lo que digo, no tengo talento, soy tonto, soy fea,
voy a fracasar, no lo voy a conseguir, se van a burlar de mí”,
etcétera, hace que establezcamos relaciones
codependientes, tóxicas, inadecuadas, que aceptemos
violencia y abuso, control y manipulación, que vayamos
victimizando o agrediendo por la vida...
Estas falsas creencias que tenemos sobre nosotros
mismos y el mundo, nos ciegan la mente y hacen que como
adultos, nos rechacemos. El nivel de auto rechazo
dependerá de lo duro que nos hayan tratado los adultos
cuando éramos pequeños. Por ello cuando vamos
creciendo, somos terriblemente duros con nosotros
mismos. Tenemos ya un Padre Crítico introyectado.
Creemos que somos quienes no somos, y constantemente
pensamos que no somos suficientemente buenos o valiosos.
Establecemos pactos implícitos hacia adentro y hacia otros
que nos implican un enorme gasto de energía interna,
desperdiciando nuestro poder personal en algo que nos
desgasta y nos hace ser infelices.
Este asunto de las Creencias Limitantes es muy grave
porque pasan varias cosas que nos vulneran de manera
severa:
53
tipo de pensamiento, ya sea positivo o negativo. Estas
sustancias se conocen con el nombre de
neurotransmisores. Un neurotransmisor es una
sustancia química que transmite información de una
neurona a otra atravesando el espacio que separa dos
neuronas consecutivas (sinapsis). La doctora
Candance Pert habla extensamente de la “adicción a
las emociones” en su libro Moléculas de emoción (12).
Por ejemplo, si se piensa “soy un pobre fracasado al
que todo le sale mal, los demás se burlan de mí” se
genera cortisol el cual entra en la sangre y todo el
organismo se acostumbra a funcionar con un exceso
de cortisol y va a terminar requiriéndolo. El cortisol es
altamente corrosivo para el cuerpo, se le conoce
incluso como “la hormona del estrés”. Nos desgasta,
genera enfermedades y mal funcionamiento de
nuestros órganos y sistemas. Esa es la mala noticia. Sin
embargo, a pesar de que hemos creado ya muchas
redes neuronales erróneas
• Lo bueno es que siempre podemos transformarlas si
desarrollamos plasticidad neuronal. Hoy se sabe que a
lo largo de nuestra vida siempre podremos formar
nuevas redes o circuitos neuronales, si pensamos de
distinta manera suficientes veces. Esta plasticidad
de la mente es la capacidad humana de modificar
físicamente el cerebro, por medio de los
pensamientos que elegimos tener. A más
pensamientos negativos, mayor actividad de ciertos
circuitos neuronales que producen mayor
depresión, ansiedad, estrés, hostilidad, o sea, más
infelicidad auto generada. A más pensamientos
positivos, mayor actividad de circuitos neuronales
que producen emociones placenteras. Ser feliz
sucede cuando dejamos de culpar al pasado, a
54
nuestros padres, o a de- terminada situación o
persona por nuestra infelicidad, y comenzamos a
transformar nuestra propia mente, nuestros propios
pensamientos. La clave para ser feliz es trabajar
sistemáticamente en debilitar las creencias que has
fortalecido sintiéndote víctima y que te llevan a
sentirte infeliz. Para ello recomiendo el reciente
libro del doctor Joe Dispenza, Deja de ser tú,
editorial Urano, y ver la entrevista que le realicé
recientemente.
.Hay que
debilitar las creencias
limitantes,
sistemáticamente y por
largo tiempo.
55
problema”.
Te sugiero que ahora mismo te detengas y hagas una
lista de tus creencias limitantes más frecuentes. Verás que
si las vas rastreando una a una, buscando la creencia-
origen, la mayoría te llevarán a un “no valgo o no merezco
lo suficiente”. Supón que descubres que una de tus
creencias limitantes es: “Me da miedo aprender a manejar”.
No te quedas allí, sino vas a buscar la creencia que está
detrás, y detrás, y detrás, preguntándote hasta llegar a la
creencia-base. Por ejemplo:
Un abrazo afectuoso,
Margarita
57
Perla estaba triste. Desde el día que recordó y escribió sobre los
abusos que había sufrido de niña estaba muy pensativa, muy
sensible y tristona. Mientras lo redactaba, varias veces había que
tenido que parar de escribir porque el llanto la sorprendía y la
tristeza la inundaba. Cuando terminó de leer la respuesta de
Margarita, tan amplia y llena de nuevos conceptos, se dio cuenta
que había, nueva- mente, mucho que digerir. En los días
subsecuentes, la leyó y releyó varias veces, la subrayó y
finalmente sacó algunas notas. Comentó con Ana lo que estaba
aprendiendo.
—¡Sí, claro, por supuesto! ¡De eso se trata, de que nos curemos
más y más!
58
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 3
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS III. DEL RECHAZO, ABANDONO Y
MÁS ABUSO
—Si saco 10, papá me querrá. —Si ya no me quemo con
el sol, mamá me querrá, y si me pongo una crema para
blanquearme que vi anunciada, más aún. Voy a ahorrar
para comprármela. —Si les regalo a los niños mi lunch,
quizá ya no me molesten tanto. —Si hago siempre lo que
mi hermano me pide, me va a querer y quizá así, no me
ignore ni se burle de mí.
Pienso esto, al tiempo que estoy jugando, sola, “avión”
en el piso de garage. Con un gis lo he trazado y ahora trato
de superarme a mí misma al brincar los cuadros y
agacharme por la “teja”.
—¿Por qué no me quieren, si yo soy tan linda? ¿O no
soy tan linda? Me pregunto con tristeza mientras sigo
jugando a la vez que pienso nuevas formas de complacer a
otros para ganarme su afecto, atención o simpatía.
Poco a poco, voy descubriendo maneras en que puedo
actuar para que la gente me quiera, claro que muchas de
esas cosas me cae mal hacerlas, no quisiera, pero no me
importa si a cambio de eso siento que me quieren aunque
sea un poquito. Trato de complacer a todos, siempre, hay
que gustarles, a como dé lugar; hay que actuar como ellos
quieran que actúe, sólo así me querrán.
—Aguantar lo que sea, no dar lata y poner carita de
niña linda, esa es la manera, decido internamente mientras
desde afuera sólo se ve una niñita jugando “avión”.
No quiero ser como esos niños groseros que gritan y se
enojan, no quiero ser algún día como un ogro gritón. Me da
miedo. Hay que ser tranquilita, calladita, hacer lo que los
59
otros quieran. Esa es la manera. Esa es la forma para que
me protejan, para que no me dejen. Lo adopto como mi
mantra personal. Tengo siete u ocho años.
Cuando mamá y papá se pelean, al día siguiente de la
tormenta, mamá me narra todas las cosas horribles que
papá le dijo y muchas veces termina diciéndome: “¡Pero un
día de estos me voy a ir y no me va a volver a ver nunca
más!”
¡No, mamá! ¡No te vayas a ir! ¡¿Y yo?! Exclamo
asustada.
No me contesta nada, de nuevo se ha sumergido en
buscar una a una sus injurias... a veces me parece absurdo
oírla cómo se deleita en sacarlas una a una y contemplarlas,
como quien disfruta sacando la colección de hermosas
joyas de un cofre de tesoros...
“¿Sabes qué me dijo anoche?” Me pregunta mientras la
es- cucho perpleja y pasmada sin poder decirle que no
quiero saber, que no me interesa, que me duele tanto oírlo...
pero no, no digo nada, sólo la veo... sintiendo un gran lago
de tristeza en mis ojos y una cueva oscura en mi corazón...
“Que tengo caca en el cerebro. Que a mí me parió una
mula. Que un día de éstos me va a golpear. Que maldito el
día que se casó conmigo. Que por eso va a buscar a otras
viejas... Y también ¡fíjate qué desgraciado!, También me
dijo...”. Y sigue, y sigue, y sigue...
Yo la miro sintiendo cómo se me apachurra el corazón
sin saber qué decir, qué pensar, cómo responder, sólo
quisiera no estar, desaparecer... recuerdo al refrigerador
una vez más...
Por eso, cada vez que se pelean, cuando llego de la
escuela y mamá no está corro con gran angustia hasta su
clóset a ver si aún están sus cosas... respiro aliviada al
comprobar que allí siguen... Sin embargo, un día no fue así.
60
La noche anterior había sido particularmente áspera.
Hubo muchos gritos e insultos... a la mañana siguiente
mamá está muy triste, me arregla distraídamente, y con su
tristeza pesando en mi corazón me manda a la escuela,
viéndome sin verme.
Cuando llego y no la encuentro, siento pánico
nuevamente, corro escaleras arriba a abrir su clóset y siento
un vuelco en el estómago y en el corazón, al ver que estaba
vacío...
Caigo de rodillas allí mismo y comienzo a sollozar,
sintiéndome profundamente desamparada.
—¡Mamá se fue y me dejó! ¡Sí fue cierto! ¡Sí fue cierto!
¿Quién me va a cuidar ahora? No recuerdo cuánto tiempo
me quedo allí, en el suelo, hecha un ovillo en el desamparo,
y llorando sin cesar, la zozobra del náufrago...
Cuando papá regresa del trabajo y se entera de la
novedad, primero se enoja, para la hora de cenar los dos
solos por primera vez en esta nueva realidad lo veo muy
triste como derrotado. Casi no me habla, yo no quiero
molestar, nadie me dice nada, no sé que va a pasar, siento
pena, siento vergüenza, quisiera no estar allí...
Poco a poco, empieza una rara “normalidad” sin
mamá. Ella se fue a vivir con mi hermano mayor y su
esposa. A veces la veo. Mi papá empieza a tener amigas que
lo llaman por teléfono y él se ríe y se ve muy contento. Me
siento muy mal, siento enojo. Otros días está cabizbajo y me
da mucha pena.
La buena noticia es que ya no tiene junto a él a mamá
para gritarle, pero la mala es que ahora yo soy la que está y
muchas veces le sirvo de blanco a su frustración. Al no estar
ella, ¡me toca a mí “heredar” el honroso cargo! Ahora siento
cómo al día siguiente siguen re- tumbando en mis oídos sus
insultos de la noche anterior y recuerdo a mi mamá
61
desplegando sus insultos cosechados como ricas joyas de
un tesoro. La entiendo. Es difícil olvidar, dejar de pensar
cuando siguen resonando en tu interior las campanadas de
una iglesia que invitan a la misa de difuntos. La muerte
ronda por aquí cuando el ataque de insultos te toma por
asalto...
—¡Eres una pobre mequetrefe que no vale un
cacahuate! ¡Eres como una manzana podrida, vas a
fracasar, no vas a hacer nada en tu vida! ¡No eres como tu
hermano, que se parece a mí, tú eres igualita a tu madre!
¡Sácate de aquí! ¡Pela gallo!. Me dice, dándome un pun-
tapié en el trasero. El motivo... ¡no lo recuerdo, nada
importante...! Y luego, como lo hacía con ella, me deja de
hablar por varios días.
—¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así?
Querida Perla:
¡Es tan claro lo que reflejas en tu último texto! Lo que
me cuentas, viene muy al caso para que te pueda comentar
dos o tres temas que son muy importantes para entender
62
cómo se van estructurando las respuestas automáticas en el
niño, que- dándose incorporadas en su personalidad para
el resto de su vida, hasta que se cambian en conciencia.
64
esposo, los hijos, etcétera, a lo largo de toda su vida. Y así,
en el proceso de buscar el afecto afuera, vamos hundiendo
el afecto a nosotros mismos hacia ese calabozo interno
donde el niño ha ido quedando relegado. Traicionando lo
que el pequeño interno quiere, desea, necesita a costa de
intentar llenar las expectativas de otros para que no nos
retiren su afecto.
Aquí quisiera recordar la maravillosa frase de Fritz
Pearls, el padre del enfoque gestalt en la psicoterapia, la
cual me parece más bien una filosofía de vida:
65
sea necesariamente egoísta y sólo centrado en ti. Habrá
veces que hacer lo tuyo significará dar, compartir,
acompañar. Pero es diferente hacerlo desde tu propia
verdad interna, que surge como hierba en la primavera, que
desde la traición a tu interior, guiado por la necesidad de
búsqueda de aceptación externa. Eso es como envenenarte
poco a poco, es ir contra uno mismo.
. “Pasar del
respaldo que da el
entorno, al respaldo que
se da uno mismo. Eso es
evolucionar”
Fritz Pearls
Estilos parentales
El Padre Crítico. “No. Así no. Te faltó. Si, pero... lo hace mejor
tu hermano, tu primo”. Como estilo personal, este padre
seguramente será agresivo. Descalificando
constantemente. No le es posible dar reconocimiento.
Hay energía de rechazo emanando de él. Es claro que
66
tiene un Niño Interno muy herido y no lo ha recuperado
en amor. Genera en los hijos inseguridad, autoconcepto
negativo, enojo, tristeza, miedo, por ende autoestima
muy baja y poco desarrollada.
El Padre Consentidor. “Sí, encanto. Lo que tú quieras, yo lo
hago por ti, yo te lo tolero”. Como estilo personal
corresponde al pasivo. Como padre, no puede poner
límites porque teme que lo rechacen sus hijos. Esto nos
habla de un Niño Herido muy lastimado, que sigue
llevando el volante. Genera en los hijos una falsa noción
de la realidad, y al distorsionarles su percepción hacia los
límites, se sentirán desadaptados tanto en lo social como
en lo interno. Recuerdo a una estudiante que al hablar de
esto en un taller, nos compartió que su papá fue tan
sobreprotector hacia ella, ¡que le masticó la carne hasta
los 11 años! La sobreprotección excesiva ahoga el
crecimiento del otro, le impide desarrollar
responsabilidad, autoestima, autoconcepto elevado,
etcétera. Es tan dañino para el ser del niño, como lo es un
padre crítico.
El Padre Ausente. “Ahorita no. No estoy disponible.
Haz lo que quieras”. Puede estar ausente, física o
emocionalmente, por cualquier razón: puede estar
viendo la tele, o leyendo el periódico, y estar allí
físicamente pero no está disponible para el niño.
El Padre Negligente. Es como estar con otro niño: no
protege, no mide las consecuencias, no pone
lineamientos, no da valores, no forma. Sólo está cerca, por
allí.
El Padre Nutridor. “Sí. De entrada, sí. Te amo
incondicionalmente y por eso te pongo límites y te doy un
marco de referencia para actuar”. Finalmente. Esto es lo
valioso de los padres. Porque su función, una vez que la
67
Por eso, hay pocos padres con el estilo Nutridor de
manera principal. Porque, para ello, necesitan tener
sanadas sus heridas emocionales de infancia y haber
autogenerado a un Padre Nutridor interno primeramente,
como lo veremos más adelante. Cualquier persona, antes
de que pueda ser Padre Nutridor para sus hijos externos, lo
tiene que ser con él mismo.
No hay estilos puros. Obviamente hay combinaciones,
de- pendiendo del tipo de heridas y combinación particular
de historia que ha tenido cada ser. Así es que la gente
normalmente tiene un cóctel de heridas infligidas desde
diferentes facetas de los diversos estilos parentales. ¡A
todos nos pasa!
Lo que tenemos de bueno, dulce, noble, dentro de cada
uno de nosotros, lo sembraron o descubrieron papá, mamá
o algún otro adulto caritativo, cuando estaban en su faceta
de Padre Nutridor. ¡Benditos sean!
La idea es que aplicando el Método Ser Mejor Ser, las
personas recuperen en amor a su Niño Herido, y que el
adulto se convierta en un Padre Nutridor/Protector para
este Niño Interno.
Si lo logra hacer para este chiquito, de manera
automática, espontánea y natural, lo empezará a ser para
sus hijos externos. Toda la sociedad habrá ganado, al igual
que el padre, el hijo, las relaciones entre la familia, etcétera.
Todos los chicos que conozco que sus papás han tomado el
Diplomado Ser Mejor Ser, me reportan cambios
sustanciales y benéficos en el comportamiento y la actitud
de sus papás, lo que lleva a una mejor relación entre ellos.
68
¡Ahora imagínate cuando los papás y los hijos adolescentes
y jóvenes desarrollan en ellos mismos el sistema de Ser
Mejor Ser! Toda una familia se sana y crece, cambiando la
historia emocional de ellos y algo maravilloso sucede
también: ¡se transforma el destino del desarrollo
emocional/espiritual de las generaciones por venir!
Un padre crítico?
Generación de violencia
70
en mi país, México.
Si tuviésemos que definir con una sola palabra nuestra
sociedad el día de hoy, creo que probablemente sería
violencia.
Y ya no digamos la violencia que se vive en las calles,
en esta guerra que está causando tanto dolor y zozobra.
Hace poco escuché que si guardásemos un minuto de
silencio por cada muerto a causa del crimen organizado en
los últimos tiempos en México, callaríamos por varias
semanas.
Eso pasa afuera, pero lo más triste, que es en realidad
don- de se gesta todo, es la violencia que existe en el interior
de las familias. Por ejemplo:
Niños maltratados
71
.Duelo, ira y
depresión son otros
nombres del abandono.
72
Hijos maltratadores
Que cada
individuo sane a su Niño
Interior, EL CAMINO.
Factores de violencia
.Sanar a este
Niño significa también
dejar de reproducir ahora
con nuestros hijos lo que
nos hicieron.
Un abrazo afectuoso,
Margarita
79
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 4
LA DELICADA TAREA DE ZURCIR LAS HERIDAS
DEL NIÑO INTERNO
Margarita:
Después del hermoso y heroico momento de rescatar a
mi Niña y de leer y releer tu última carta déjame decirte
cómo me he sentido una vez que “saqué a mi Niña del
calabozo”.
En los últimos días creo que las lágrimas se me han
agotado, he regado a la Pachamama, a la Madre Tierra con
ellas, hasta casi inundar mi jardín... Estoy tratando de
entender lo que sucedió en esos primeros años y digerirlo
de otra forma de como siempre lo había yo visto, y puedo
ver con otra luz las grandes carencias de todos esos
personajes que estuvieron a mi lado. Anoto todo lo que
siento para después analizarlo en mis momentos de
quietud en la playa o en casa y poder hacer el ejercicio de
escribir con ambas manos para platicar con la agobiada
Perlita... Cuando me vienen esos momentos de angustia o
dolor me he dado cuenta que estar dentro de un lugar me
hace sentir ahogada, tengo que salir y me hace mucho bien
sentarme en el pasto o abrazarme a un árbol, entrar en
contacto con la Naturaleza de alguna manera. De repente
siento una presión en el pecho muy fuerte que no sé cómo
manejar, pues me ahoga y eso me asusta y entonces corto
lo que está saliendo. ¿Sabes? Percibo como si quisiera salir
un monstruo gigante desde mi interior que se atora, siento
asfixia, me asusto y paro.
Por otro lado he charlado con mi madre, pero hay algo
extraño, no es lástima pero si es mucha tristeza, no puedo
evitarlo, me duele mucho, y si bien toda mi gente ha muerto
80
lejos de mi y no he podido darles un adiós, siento que con
mi madre tiene que ser diferente, hay un deseo enorme de
poder mostrarle en su vejez que en ésta vida también se
puede vivir en amor. Estoy empezando a entender ahora
tantas cosas... la amo y sólo espero poder ir teniendo lo que
requiero para que Dios me permita poder mostrarle a esa
mujer que podría abrirse a ver lo hermoso que es vivir en
el amor, en la luz, espero poder regalarle días así, donde
pueda ver el brillo del sol y abrazarla hasta que salgan la
luna y las estrellas.
Quisiera escuchar tus comentarios respecto a lo que
estoy sintiendo. ¿Es normal? ¿Parará esta sensación de
dolor, de rabia, de ansiedad, que a veces me rebasa?
Gracias, mil gracias por todo lo que haces a distancia por
mí, seguiremos en contacto.
Perla
ASUNTO: RE : CARTA 4
RECUPERAR AL NIÑO INTERNO: EL PRIMER LOGRO.
“LIMPIAR EL TIRADERO”: EL SIGUIENTE.
Mi querida Perla:
¡Cómo quisiera poder evitarle dolor a la gente que
ayudo, que amo, que aprecio!
Pero no hay modo. El dolor sana... es una dura
medicina, como la transmutación en el fuego... es parte de
la condición humana... tenemos que transitarlo para crecer.
Y lo que haces cuando te atreves a Ser Mejor Ser, es
erigirte en un “guerrero de Luz” y poco a poco, con
valentía, y desde esta postura, ir cruzando los umbrales que
nos adentran a percibir nuestros grandes dolores, vacíos,
carencias, temores del inicio de nuestra vida.
Cuando decidimos ir al Rescate de nuestro Niño
Interior, hay que ir preparados a tocar viejos dolores y
reencontrar fantasmas del pasado difíciles, que hieren. ¿De
qué depende la intensidad de la crisis en este proceso?
Fundamentalmente de los agravios, de los abusos, de las
heridas que venga cargando este Pequeñito Interno desde
su infancia.
En tu caso, me has comentado algunos pasajes, pero
estoy segura que hay muchos más que generaron, rabia,
miedo y profunda tristeza. Entonces te voy a pedir que me
sigas en esta pequeña metáfora:
Imagínate que tienes un clóset terriblemente
82
desordenado, lleno de cosas estorbosas, viejas, inútiles y
sólo una que otra que sirve pero que nunca la puedes hallar.
Cada vez que quieres guardar algo allí, abres y cierras con
rapidez antes de que se venga encima un alud de cosas que
tienen un precario equilibrio. Finalmente, sabes que llega
un punto en el que tienes que arreglar ese “rincón brujo”.
No puedes vivir en esa casa con ese pendiente eternamente.
Cuando te decides. ¿Qué haces? ¿Puedes hacer una
bue- na limpieza y poner orden en serio, sin vaciar todo
primero? Me temo que no, ¿verdad? Sacas y sacas, tiras y
tiras, y todo el caos que estaba contenido y apretado dentro
de un pequeño espacio, de repente se expande y parece que
cayó una bomba, ¿no es verdad? Y por algún tiempo, hay
desorden, incomodidad, confusión.
Pero poco a poco, tirando esto, limpiando lo otro,
guardando lo de más allá... el orden se va restableciendo, le
vas encontrando sitio a cada cosa que quieres seguir
conservando y la energía empieza a fluir de nuevo... ¿Cómo
sientes llegar entonces a ese clóset, abrirlo y encontrarlo
acomodado y en orden? Hay una gran diferencia, ¿verdad?
El proceso de sanar las heridas emocionales de la
infancia es exactamente así, para expresarlo de una manera
coloquial.
Sabemos que en nuestro ser interno hay dolores,
tristezas, rencores, heridas que supuran, y que hacen que
no queramos ver hacia dentro, y por mucho tiempo,
intentamos sentirnos bien haciendo otras cosas,
relacionándonos queriendo que el otro se encargue de
sanar nuestros dolores, quisiéramos olvidar el contenido de
ese espacio doloroso, que de algún mágico modo, “eso” se
dispersara, se fuera evaporando, diluyéndose hasta
convertirse en nada... Pero tristemente, no es así...
La única manera de limpiar esas heridas, es yendo a
83
sacarlas, tocarlas, verlas de cerca y decidir desecharlas,
pero esto se tiene que hacer con el Niño Herido tomado de
la mano por el Adulto que lo rescata. Él solito no puede con
todo.
Imagínate el dolor, la confusión entre miedo, rabia y
tristeza que un Niño Interno puede sentir cuando recuerda
cosas como éstas que apenas, hace unos días alguien que
está también recuperando a su Niño Interno me compartió
en una carta y que ahora (con su consentimiento) te
comparto:
84
validar el enojo que el Niño Interno quiere sacar, se permite
diluir esa carga emocional contenida por muchos años y al
hacerlo, se puede ver a los padres en el presente, con mucho
mayor entendimiento y aceptación.
86
Preguntarle a tu Niña Interna qué desea, qué necesita
después de este momento. Y mimarla y hacerla sentir muy
querida. Así, todas las veces que sea necesario. Hasta que
la carga de miedo, rabia y tristeza contenida se vaya
vaciando y quede a un nivel natural. Entonces, te aseguro
que una de estas mañanas te despertarás sintiéndote ligera,
serena, quizás hasta feliz. Sabrás entonces que el “tiradero”
ya se ha recogido. Que el armario interno está acomodado
para continuar el avance para Ser Mejor Ser.
Cuando estás empezando a “reparentarte”, una
excelente señal de avance es cuando puedes ver a tus
padres biológicos con más ternura, con mayor
entendimiento, dejando de pasarles “facturas emocionales”
pero también deslindándote de ellos emocionalmente, sin
culpa. Esto es importantísimo. Es vivir el “Tú eres tú, y yo
soy yo” como adultos. Siempre serán hijo-Padre, pero sin
las ataduras de la neurosis, del dolor, las heridas, las zonas
de oscuridad y de sombra. Y entonces disfrutar lo
disfrutable.
Como dice mi querido maestro Alfonso Ruiz Soto: “En
las relaciones, hay que disfrutar lo disfrutable, compartir lo
compartible, y compensar lo compensable”. Puedes elegir
entonces estar tan cerca o tan lejos como quieras, pero ya
no los traes “cargando”. Así es que todo lo que te está
pasando , querida Perla, es parte del proceso natural.
Relájate, mímate, y sobre todo, confía... todo está poco a
poco, tomando su lugar.
Un abrazo,
Margarita
87
—Ufff! Dijo Perla al terminar de leer esta misiva.
—¿O sea que sí se vale gritar, mentar madres, golpear, sacar
enojo? Sólo hay que seguir el “no lastimarme a mí ni dañar a otros”.
Mmmmm... Eso puedo hacerlo... dijo Perla, echando hacia atrás la os-
cura melena, mientras se paraba a caminar un poco, estirándose para
desentumirse después de un largo rato frente a su computadora.
—¿No tengo que sentirme avergonzada cada vez que quiero
volver a llorar y que mi garganta se cierra y las lágrimas me ahogan?
¡Qué bien! Dijo mientras una sonrisa nacía desde su corazón y
salpicaba su rostro.
En los días que siguieron, descargó y descargó, lloró y siguió
llorando, (con diferentes tipos de descargas, en la casa, en el jardín,
limpiando vidrios, en el bosque, en el mar, en donde fuera...) hasta que
poco a poco, fue llegando a un sereno aunque aún frágil balance...
Finalmente, un día, un viernes por la mañana... se despertó y se
sorprendió sonriendo, sonriéndose, sintiendo un momento de genuino
autoaprecio... ¡Sí que es lindo sentir amor y profunda simpatía hacia
mí misma! De un salto, se incorporó de la cama, y rumbo al baño se
detuvo a ver la foto y el marco con la pequeña Perlita, y le dijo:
—¡Ay, mi chiquita Perlina, cuanto te quiero, mi amor! Y
chiflando se fue a dar un regaderazo.
ASUNTO: CARTA 5
FIN DEL CAPÍTULO DE ESTA TELENOVELA
Margarita:
—Hoy, 30 de abril, Día del Niño, termino la última
carta de este ciclo.
Ya entendí. Gracias por tu última carta. Me fue de
88
mucha ayuda. Descargué, lloré, desbaraté no sé cuantos
periódicos y hasta quedé ronca por un rato...
Ya no quiero seguir ahondando voluntariamente en
más heridas de las que ya vi. No le huyo, simplemente me
da ya mucha flojera. Es la “pura telenovela” como dices tú.
Ya tengo la “película” interna clarísima. Por lo menos por
ahora. Siento que de algún modo he llegado a buen puerto.
Termino hoy esta carta siendo otra persona de la que era
cuando te contacté por primera vez, no hace mucho. Estoy
cerrando una puerta detrás de mí. Gracias. Finalmente, me
entiendo. Entiendo el cómo y el por qué se hicieron en mí
esas heridas, y lo mejor, me estás enseñando cómo sanarlas.
Gracias por ese regalo. Gracias por llevarme a rescatar a mi
pequeñita interna. Gracias por insistirme en aplicar las
primeras tres herramientas. Aunque ha pasado poco
tiempo, ahora soy asertiva, pongo límites, apapacho a mi
Niña interna, la escucho y hago lo mío, me percato poco a
poco de mis creencias limitantes, ¡y ahí voy!
Ya no me nace seguir escribiendo sobre los eventos
difíciles donde se originaron mis heridas, ahora lo veo
claro. En lo últimos días, incluso se me ha ocurrido escribir
sobre las cosas lindas que me pasaron cuando era niña,
porque no todo era tragedia tampoco. Por eso te decía al
principio de la carta que con ésta se cierra un ciclo.
Margarita, de nuevo muchas gracias,
ASUNTO: RE : CARTA 5
RECUPERAR AL NIÑO INTERIOR Y VALIDARLE EL DOLOR Y EL
ENOJO REPRIMIDO PARA QUE PUEDA VACIARLO : LOS DOS
PRIMEROS ÉXITOS . VENCER EL MIEDO Y ABRIR EL CORAZÓN:
EL SIGUIENTE RETO. PERDONAR , SOLTAR Y DEJAR IR EN
AMOR Y EMPATÍA
91
lo más profundo de la mente no consciente, del
subconsciente. Tenemos que lograr un cableado diferente
de las conexiones que han estado en el inconsciente desde
la cuna. Te sugiero pruebes Activación de la Pineal,
hipnoterapia o el Enfoque tara, para liberar el trauma
prenatal y de bebé (3); y principalmente, que hagas el
Ensayo Mental diario que sugiere el Dr. Joe Dispenza, el
cual enseño en el curso Rompiendo el hábito de ser tú
mismo (14) o puedes también aprenderlo en su libro ya
citado Deja de ser tú. Es lo mejor que yo he encontrado para
cambiar nuestros añejos patrones de pensamiento.
A lo largo de mis cursos vemos esto específicamente, y
en el futuro escribiré ahondando en estos temas. Te aseguro
que podrás muy fácilmente vencer todos tus miedos si has
soltado la carga energética y has transformado tus
creencias limitantes.
Y venciendo tus miedos, podrás abrir tu corazón...
Abrir tu corazón al amor, Perla querida, es atreverte y
vencer el miedo, sea cual sea, producto de tus heridas
específicas. Abrir tu corazón es difícil porque sólo lo
puedes hacer soltando el miedo. Soltar el miedo adquirido
desde los cinco o seis años es difícil porque sigue siendo tu
miedo de hoy. (Me van a rechazar-me van a abandonar-van
a abusar de mí-no me van a querer-mejor sola-etc-etc-etc.)
Algo que es importantísimo hacer es limpiar el cordón
energético tanto con papá y mamá, como con los hijos
mayores de edad. Con eso se disuelven los dolores, los
rencores, los pactos ocultos de lealtades y culpas que se
signan cuando el niño aún ni va a la primaria. Además de
sacar al Niño Interior de su encierro, hay que limpiar estos
lazos, fundamental. Para esto también servirá mucho, hacer
una Constelación Familiar como lo he mencionado.
La destacada sanadora y maestra energética Inna Segal,
92
creadora de la Sanación Intuitiva Visionaria, nos dice que “los
cordones son conexiones energéticas entre las personas y
los acontecimientos…estos cordones están cargados de
creencias, sentimientos, pensamientos y energías que se
han ido acumulando y que no han sido resueltos. Esta
energía tiene una carga y crea constantemente
reacciones”.(15) De ahí la importancia de limpiar éstos
vínculos para sanar nuestras relaciones más importantes.
Resumiendo, cuando uno recupera en amor a su Niño
Interior, se pueden esperar cambios muy positivos, y
transitar por la vida empieza ser menos doloroso. Recuerda
que cuando éramos niños nos acostumbramos a llenar las
expectativas de papá y mamá para que no nos retiraran su
afecto, lo aprendimos y lo continuamos haciendo con el
novio, con los amigos, con el esposo, los hijos, los nietos y...
vivimos eterna- mente llenando las expectativas de los
demás y al hacer esto nos olvidamos de nosotros mismos,
viviendo en el abandono y en la desolación interna.
Entonces, una vez que hemos ido a ese calabozo —a ese
cuartito oscuro dentro de nosotros— para darle la mano y
sacar al niño herido, se inicia el trabajo en serio. Con amor,
gentileza y paciencia del nuestro adulto, vamos
transformando a esta criaturita lastimada y olvidada, en
nuestro ángel guardián interno, en lo que yo he llamado el
Niño de la Guarda, quien será el mayor aliado para tu
crecimiento interior, con una serie de regalos que nos dará
cuando ya lo hayamos recuperado en amor.
O sea, para iniciar el Ser Mejor Ser siempre se pasa por
la misma puerta de entrada:
1º Rescatar al Niño Herido y recuperarlo en AMOR
2º Convertirlo entonces en el NIÑO DE LA GUARDA,
y que sea nuestro Guardián Interior
3º Desde allí nos regalará Dones maravillosos y
93
cosecharemos sus Regalos para juntos, rescatar al
Adolescente Interno formando una trilogía muy
poderosa para enfrentar los retos de la vida en
crecimiento y expansión.
.Biógrafos de
Carl Jung, discípulo de
Freud, refieren cómo en
los momentos difíciles de
su vida, siempre se
benefició de su contacto
con el Niño Interior y así
lo refería el mismo.
96
muchas heridas emocionales de sus propias infancias y
adolescencias, pues seguramente te lastimaron mucho.
Pero te dieron algo muy importante, Perla, te dieron la
vida.
Si no tienes nada que agradecerles, por lo menos les
tienes que agradecer la vida. Que no es cosa pequeña.
Seguramente, aparte de la vida, la inmensa mayoría de
nosotros les agradecemos muchas cosas también a papá y a
mamá con todos sus errores y dificultades. Por todo aquello
que te lastimaron, cuando empiezas a hacerte cargo de tu
Niño Interno, puedes dejar ir ya “las facturas por cobrar”:
“Es que yo soy así porque mi papá... Es que cómo voy a ser
diferente si a mí, mi mamá...”, etcétera.
Mi sugerencia es muy simple: ¡Basta ya! Mal que bien
ya llegaste a ser adulto! Desde allí trabaja en convertirte en
el papá o en la mamá que te hubiera gustado tener y eso se
lo das a tu niño.
¿Cuál es la segunda tarea para recuperar a ese Niño
Interior en AMOR?
HACER LO TUYO
98
Es toda aquella creencia que te hace dudar de ti y de tus
capacidades y potencial.
Todo lo que te hace pensar “no valgo, no merezco, no
soy suficientemente buena”. Ahí radica la clave de la baja
autoestima. Cuando se tiene una baja autoestima no
importa irse sobre uno mismo porque se piensa que “al fin
valgo tan poco que me puedo patear”, “soy tan poquita
cosa que tengo que hacer muchas cosas para llenar las
expectativas de los demás para que me quieran aun- que
sea un poquito”. Y allí está la clave de toda co-dependencia.
Poco a poco se irán transformando estas creencias y ya
veremos cómo, pero primero es necesario ubicarlas, darnos
cuenta cada vez que nos descubramos pensándolas, y de
in- mediato “cancelarlas” y modificar la manera de pensar.
Esto es fundamental. Aplicando con constancia y
persistencia estas tres primeras herramientas, pronto verás
grandes resultados.
Recuerda que como dice el Dr. Joe Dispenza: hoy en
día… “La Neurociencia ha probado que nosotros podemos
cambiar nuestros cerebros, y con ello nuestras conductas,
actitudes y creencias —simplemente al pensar de modo
diferente continua y consistentemente—…” (16)
99
Margarita Blanco
R esumen
100
Es posible sanar al niño herido y
es preciso hacerlo si se quiere alcanzar la plenitud.
El remedio exige una transformación interior,
la adopción de una actitud positiva que apoye
y sustente compasivamente al Niño Interior
Jeremiah Abrams
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 6
NO TODO ERAN HERIDAS
—¡Mamá se llevó todas sus cosas, todo, todo!... ¡Me
dejó! ¡Ayy, sí me dejó...! Escucho mi lamento... mi pequeña
voz doliente repite estas frases como un mantra, una y otra
vez. Y oigo mi voz como si no fuera mía. No dejo de llorar,
de moquear, con sollozos in- controlables, mientras siento
que algo por dentro se me fractura, se me rompe. Tengo
ocho o nueve años. El mundo externo me amenaza y no sé
cómo protegerme. ¡Qué desconsuelo siento!
No sé cuánto rato paso aquí, pero de pronto mi
hermana Mercedes aparece, está recién casada, ya no vive
con nosotros, pero cuando mi mamá le llama a su trabajo y
le dice que se fue de la casa, Mercedes piensa en mí de
inmediato. Cuando sale de su oficina, va para allá y sube
corriendo a buscarme directamente. Se detiene en el umbral
de la recámara de mi mamá y me ve tirada, sollozando con
un profundo dolor, un dolor de animalito herido... Me
levanta, me lleva al baño, se sienta y me toma en sus
brazos... simplemente me deja llorar, mientras me acuna,
me abraza y me da besitos. Conforme me calmo, me
comienza a hablar dulce- mente al tiempo que me acaricia
suavemente la cabeza, pasando su mano por mi pelo.
—”¡Mi dulce Perlita, mi amor! Yo quería estar aquí
antes de que tú llegaras, pero me ganaste, mi chiquita. ¡Qué
pena! Quiero decirte que tú vas a estar bien, y que yo voy a
cuidar de ti todo lo que sea necesario. Que es muy triste que
te toque estar en medio de esos pleitos entre papá y mamá,
pero que yo estoy cerca de ti a pesar de que no viva
contigo”.
Oír su dulce voz me tranquiliza, siento su protección,
102
su amor, y eso... es como tocar el Cielo. Gracias Mercedes.
Ella fue durante muchos años el ángel guardián de todos,
hasta que creo se cansó... No la culpo.
Y sin más, con un solo dedo pulsó la tecla que enviaba el correo.
—¡Adiós! Y con ademán de fastidio, cerró la laptop. La hizo a un
lado en su cama, se giró y abrazándose a su almohada comenzó a
llorar una vez más.
—¿Por qué, por qué todo ha tenido que ser de esa manera en mi
vida? ¡Estoy cansada!
Pero ahora fue diferente. Se dio cuenta que quien decía eso era
Perlita, muy triste. Y se percató al abrazar a la almohada, que era
Perla adulta abrazando y consolando a la pequeñita... y ésta se sentía
tanto mejor así... como cuando su hermana Mercedes la abrazó hace
muchos años en aquel baño de azulejos verdes...
Y suspirando, más serena, se quedó dormida.
—¿Qué onda con tu vida, niña? Dice el texto. El sonido del
teléfono celular la despierta una hora después; con un ojo lee el
mensaje de Ana, su querida amiga.
Sonriendo, somnolienta le marca
—¡Hola, querida Anuska!
—¡Oye! ¡Está bien que esté guiándote la mano Sor Juana,
Simone de Beauvoir, o Anna Frank! ¡No sé quién sea, pero el caso es
que desde que estás de escritora, ¡ni una triste y lánguida llamada o
mensaje!, Le reclama cariñosamente Ana. —¿Cómo vas, amiga?
—¡Cuéntamelo todo!
103
—Pues muy bien, de verdad que todo cambia cuando eres más
consciente del cómo y el por qué. Y sobre todo, se transforma el asunto
cuando ya tienes recuperada en amor a la pequeñita interna (o al
pequeñito interno, según sea el caso) y entonces, seguir
“pedaleándole a la bicicleta” como dice Margarita. Seguir
esforzándose por practicar diariamente lo más que se pueda, las tres
famosas herramientas:
Perlitas (ambas)
ASUNTO: RE : CARTA 6
VALIDAR AL NIÑO VULNERABLE.
CONCEPTO DE PADRE PROTECTOR /NUTRIDOR
¡Ay, qué lindas Perlitas! (ambas)
Déjame decirte que tu carta pasada me encantó. Me dio
mucho gusto ver que estás lista a cerrar esa etapa, a soltar
y dejar ir, e irte ya a otro asunto.
Vamos ahora a un nuevo contenido. Para explicar esto
y que continúes avanzando, me viene de maravilla tu
último re- lato. Esa tristeza infinita, ese desamparo que me
hizo sentir la pequeña Perla cuando descubrió que mamá
la dejó, es exacta- mente proporcional al gozo sublime que
sintió su pequeño y frágil corazón cuando la querida
hermana la llega a consolar amorosamente...
105
Y justamente eso quiero comentar.
Cuando estabas viendo el clóset vacío de tu mamá, lo
que hace que sea tan dramático el hecho, es que se pone de
relieve la Vulnerabilidad del Niño.
Veamos entonces las herramientas que comenzaremos
a integrar ahora:
107
O sea, el Niño Interno requiere encontrar en ese adulto
que lo cuidará, al Padre Protector y al Padre Nutridor.
.El dolor del
Niño Vulnerable es un
dolor profundo que
requiere respeto y
compasión.
110
El Padre Nutridor manejará la disciplina, ayudando a
generar responsabilidad en el niño, y con el sistema de
“consecuencias y resultados” en vez de “premios y
castigos”. Esté último es excelente para amaestrar a un
animal, pero no para educar a un ser pensante.
Los castigos físicos no ayudan a educar mejor. Esa es
una falsa creencia.
Cuando el Niño Interior es recuperado por un adulto
que activa a su Padre Nutridor, como bien lo dice Alice
Miller en su libro El drama del niño dotado (17):
Descubrirá entonces en sí mismo la necesidad de vivir
de acuerdo a su “verdadero yo” y ya no se sentirá forzado
a conquistar un amor que en el fondo no puede satisfacerlo,
puesto que está destinado a un ‘yo falso’, al que ahora
empieza a renunciar.
.Sin su Padre
Protector, el Niño Interno
está verdaderamente
perdido.
112
heridas emocionales que se tengan, sean más tolerables y
manejables.
La ecuación es simple:
=
emocionales.
en la infancia
=
emocionales.
114
El día de hoy descubrimos cómo activar a tu Padre
Nutridor.
Evoca también cuando sentiste al Padre Crítico de papá
o mamá muy fuerte. ¿De acuerdo?
Poco a poco vamos construyendo redes de apoyo
interno, Perla, continuemos este hermoso trabajo de
reconstrucción. Confía...
Margarita
* Repetirte y escuchar estas Frases Nutridoras, te ayudará mucho a generar esta actitud
de amor incondicional desde tu adulto hacia tu Niño Interno. Te recomiendo que las
hagas frecuentemente hasta que las tengas ya integradas en tu mente consciente y en
tu mente no consciente. Haz la visualización #2 “Frases nutridoras” .
118
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 7
EL COBIjO DE LAS EXPERIENCIAS NUTRIDORAS
—¿Sí? ¿Sí, sí sí?... ¿Verdad que sí?... ¡Dí que sí, anda!..
Brinco y revoloteo como pequeña polilla frente a la luz,
alrededor de mi hermana mayor, Violeta, la artista, la
bohemia, la disparatada, la que rompe límites, la que se
atreve, la que reta... incluso la que hace que papá se ponga,
verde, azul, rojo, morado...grite como el Ogro del cuento y
que al día siguiente esté afónico y desencajado. A veces no
está, a veces se va por el mundo, y a veces pasa temporadas
en casa, contando todas las aventuras que cosechó y las
locuras que hizo. Y cuando está... ¡sí que hay fiesta! Pone
música clásica y me jala a bailar como si fuera yo bailarina
de ballet, y brincamos por los sillones, y giramos y damos
volteretas, brincos y saltos...
Me acompaña a comer, cuando ya todos acabaron y me
hace juegos con la comida para que la termine. Me lee
libros, se pone a dibujar conmigo... ¡cómo la quiero!
Me saca al parque, o al campo, o a la playa en alguna
vacación, y me hace conectarme con la naturaleza y me
siento de repente como una gota más de agua o un insecto
volador, o un ciempiés peludo o una nube de mil formas,
conectándome al Todo en arrobamiento y humildad...
Y a veces, también me ha llevado a museos, como el de
Antropología o el de Arte Moderno... y eso sí que me
impresionó mucho. No sé qué se estudie para eso, pero yo
de grande, voy a trabajar en ese lugar.
¡Qué hermoso, cuántas cosas hay que no sé y que
quiero saber! Violeta sabe mucho, me lee, me regala libritos
de vida de santos cuando eran niñitos, los leemos juntas y
119
los platicamos, los vuelvo a leer yo solita, porque ya casi
puedo leer sola! ¡Es tan linda mi hermana Violeta! Que me
pongo muy triste cuando se va y desaparece por mucho
tiempo...
Pero lo que más me gusta es lo que estoy tratando de
conseguir ahora.
—¡Anda Violetita hermosa! ¡Por favor! ¡Por fa-vor-ci-ti-
ti-to!
¿Sí? Ella sabe que seguiré así por horas... finalmente, se
rinde.
—¡Anda pues, pequeña latosilla! Me contesta amorosa
y divertidamente, mientras jala una vieja cobija de un cajón.
—¡Ven, vamos! Dice mientras me toma de la mano.
—¡Vamos Perli y yo a la azotea! Anuncia a los que
andan por allí. Mi papá está leyendo y ni se entera. Yo con
aire triunfal y gran sonrisa, comienzo a subir la escalera
metálica que nos lleva a este pequeño oasis en que se
convierte la vulgar azotea con sus ladrillos al aire y sus
cuerdas del tendedero, pero para mis siete años en esos
momentos, y en ese espacio con Violeta de la mano, palpo
por primera vez un sentimiento maravilloso que luego
sabré que se llama LI-BER-TAD.
Allí, brinco, salto, le cuento los juegos que me invento,
me ve cómo doy vueltas rápido, rápido sin caerme, y me lo
celebra. Me lleva toma- da fuertemente de la mano y
caminamos cerca de la orilla, y siento el vértigo de la altura,
pero sé que ella me está cuidando, asomándome apenitas
hacia la calle y viendo miles de lucecitas de la ciudad hacia
lo lejos. Siento el aire, el espacio abierto, me carga y me da
vueltas y yo siento que vuelo, con mis pequeños brazos
extendidos, mientras grito y río de pura alegría.
—¡Ya! ¡Basta! ¡No puedo más! Dice la dulce Violeta, mi
120
hermana mayor. Me siento tan protegida con ella cerca! Me
pone con suavidad en el suelo, mientras extiende la cobija
raída sobre el cemento del piso, riendo agitada y tirándose
sobre ella.
—¡Ven acá peque, vamos a descansar! Me llama y por
supuesto corro a su lado.
Nos tiramos de espaldas a ver el cielo. Nada tan dulce
como esos momentos viendo las estrellas y la hermosa luna
llena. Allí puedo preguntarle todo, y todo me contesta,
despreocupadamente, poniéndome gran atención. ¡Me
siento completa, poderosa, feliz, amada!
—Oye, Viole... le pregunto mientras me arrebujo junto
a ella.
—¿Quién vive en esas estrellas? ¿Allí están los ángeles
o los marcianos?
—Viole... dime... ¿Dios inventó a los hombres, o los
hombres inventaron a Dios?
—Viole... oye...¿las tortugas tienen alma?
Y así podíamos continuar por un largo rato, hasta que
se rompe el encanto:
—¡Violeta! ¡Perla! ¡Ya bájense! ¡Vamos a merendar!
Grita mi mamá. No recuerdo lo que me respondía ni de
todo lo que hablábamos,
pero estos momentos son de los mejores en mi
escuálida infancia...
Perla
121
@mail de Margarita para Perla
125
Y bueno, Margarita, te mando aquí algunos capítulos de mi
vida donde tuve la fortuna de contar con padres apoyadores,
nutridores y amorosos:
— Somos tres hermanos, y mis padres nos han apoyado en
todo siempre. Tengo presentes momentos en los que mis papás
estaban gritando y apoyando desde las gradas a mi hermano
jugando futbol. Levantándose muy temprano para ir a las
competencias de natación donde participaba mi hermana y a mi que
me dio por el ambiente artístico, donde pasaban horas en la cola
para la audición de esto y aquello. En una ocasión, me eligieron
para una obra musical donde tenia que comprar un costoso
vestuario. Como en ese momento mis papás no tenían el dinero
para comprarlo, en un principio mi mamá pensó confeccionarlo,
pero era demasiado complicado y debía ser exactamente igual al del
resto del grupo. Teníamos poco tiempo para conseguir el dinero,
así que mi mamá me dijo que lo sentía mucho pero que tendría que
salir de la obra. Recuerdo haber estado muy triste. Un fin de
semana, poco antes del inicio de la obra, mis papás se fueron a la
merced a comprar frutas y verduras y armaron paquetes que
ofrecieron a domicilio. ¡Ese fin de semana se consiguió el dinero
para el vestuario y pude estar en la obra!
— En otra ocasión me metí en otro problema. Organizaron
una kermesse en la escuela, y yo quería ganar dinero para comprar
zapatos y donarlos. Entonces fui al consejo administrativo y pedí
un puesto en la kermesse. Un día antes de la kermesse yo no sabia
qué cosa iba a hacer (por supuesto no tenia dinero para nada!).
Tuve que contarle a mis papás, y aunque se enojaron un poco,
pensaron que todo era por una buena causa. Así que ese día
ninguno fue a trabajar (los dos se reportaron enfermos). Me
llevaron a comprar todas las cosas, y los dos estuvieron conmigo
atendiendo el puesto de enchiladas que mi mamá preparaba ahí en
vivo. Mi papá cobraba, y mi mamá preparaba las enchiladas. Yo
daba los cubiertos y las servilletas. ¡El puesto fue un éxito!
126
Conseguí dinero para comprar muchos pares de zapatos que luego
donamos (¡sobra decir que mis papás me llevaron a León a comprar
los zapatos porque eran más baratos y podíamos comprar más!)
(A.G.B.)
¿No te parece muy buen ejemplo de padres
nutridores/protectores? Debo decir que cuando leí por
primera vez lo que mi querida y afortunada postgraduada
me compartió, real- mente me conmoví. Es muy hermoso
saber que puedes relajarte y que tus padres cuidarán de ti,
te apoyarán, estarán a tu lado y te amarán
incondicionalmente. Que toda la memoria celular de tu ser
físico lo sepa es el mejor de los regalos de un padre a un
hijo. Eso se queda fijado en los primeros años, como ya
hemos dicho. Si no lo tuviste, pues ¡a creártelo! Desde tu
adulto fuerte y amoroso, desde tu guerrero de luz, lo
puedes lograr. El Niño Interno lo necesita. Para que puedas
florecer como persona, es indispensable. Y además los hijos
que hayas procreado, ganarán un mejor padre.
Activar al Padre Protector, es llevar al adulto más allá
de sus límites, al crecer a través de una experiencia donde
pueda superar un reto y cosechar ese logro. Sólo así nos
percatamos de nuestro verdadero y majestuoso potencial.
¿De qué manera? Puedes intentar la tuya: un deporte
extremo; superar esa fobia; terminar esa escuela; soltar esa
relación codependiente que duele; poner límites y ser
asertivo; bajar esos kilos. Hay talleres específicos para
encontrar a ese guerrero interno o cuando menos haz esta
visualización grabada.
“Activando al Guerrero de Luz” nos ayuda activar al Padre Protector. Como siempre,
te recuerdo hacer la visualización solamente cuando puedas estar en completa paz y
sin ninguna interrupción por una media hora. (Aunque lo ideal siempre será tomar
las nueve horas de taller del módulo dos del Método Ser Mejor Ser). Haz la
visualización #3 “Activando al Guerrero de Luz” .
127
Cuando has contactado con ese poder que está dentro
de ti y te pertenece, nunca más lo pierdes y sabes que tienes
un león dentro de ti. Si sale a defender al Niño, que sea
siempre asertivamente en la mayor medida posible, porque
si sale a proteger agresivamente, no será nutridora la
experiencia para el Niño, al producirle miedo y confusión.
Por eso, el verdadero Padre Protector no es un ser violento,
es un ser justo, fuerte, asertivo, proactivo, que podrá
negociar pero siempre teniendo como propósito básico
proteger al Niño, eso es lo primero. Para protegerlo sin
salpicarlo de violencia, es necesario tener ya incorporada
esta esencia nutridora. No se puede nutrir a otro si no se
nutre primero a sí mismo. Sólo se puede auto nutrir cuando
a quien se nutre es al Niño Interno recuperado en amor.
Me gustaría que me relates algún otro evento donde te
sentiste protegida de un peligro externo. Quiero pedirte
también que poco a poco, vayas trayendo hacia ti,
recuerdos de eventos donde te sentiste nutrida
amorosamente, ve dejando que todo fluya y se vaya
acomodando naturalmente, y por en- cima de todo,
recuerda “ser gentil y amorosa contigo misma”
Finalmente, te anexo un cuadro que creo que te será
muy útil:
128
EL ESQUEMA DE CRECIMIENTO Y SANACIÓN
INTERNA CON EL MÉTODO SER MEJOR SER EN
UNA LÍNEA DE TIEMPO SERÍA ASÍ:
1. Niño Herido. La vida es triste. Hay enojo, miedo, soledad,
angustia, enfermedad, depresión.
2. Rescatado por el Adulto.
3. El Adulto es a su vez rescatado por su Niño.
4. Para aprender a cuidar a su Niño, el Adulto crece.
Empieza a poner en práctica las herramientas aprendidas.
Aprende cómo nutrirlo. (Tres primeras herramientas).
5. Al ser ya Padre Nutridor hacia adentro, para con el Niño.
6. Puede atreverse a superar retos y descubrir su poder
interno, así se con- vierte en el Padre Protector de ese
Niño, frente al mundo exterior.
7. Contando ya con estas dos figuras activadas, desde ambas
se le pone un alto, se frena, se neutraliza al Padre Crítico.
8. Y ya teniéndolo “a raya”, desde el Nutridor y el Protector,
se valida al Niño su enojo y su vulnerabilidad, porque
entre estos sentimientos fue donde se crearon sus heridas
de infancia, sin que el Padre Crítico pueda juzgarlo o
enjuiciarlo o reprenderlo de ningún modo.
9. Hay una integración del Niño recuperado en amor,
cuidado por el Padre Protector y por el Padre Nutridor, a
la vez que ha sido neutralizado el Padre Crítico.
10. El Niño Interno se sabe amado incondicionalmente,
aceptado, protegido, pudiendo ser como es sin tener que
crear y usar máscaras, es feliz. Está listo para otorgarnos
sus regalos, como nuestro Niño de la Guarda.
11. El Adulto es al final de este proceso, más sano y más
maduro, equilibra- do, fuerte y feliz.
12. El individuo en su totalidad, es un mejor ser humano. Su
vida es mejor y su participación en la sociedad es para
bien.
129
Este pequeño recuadro te puede servir como
referencia frecuente para consultar por dónde andas en este
proceso de crecimiento y sanación. Espero saber de ti y tus
avances muy pronto. Y mientras tanto, evoca algún otro
evento donde te sentiste en algún momento protegida de un
peligro externo, y de cuando sentiste al Padre Crítico muy
fuerte. ¿De acuerdo?
Margarita
ASUNTO: CARTA 8
GRACIAS, PADRE PROTECTOR. ¡NEUTRALICEN A MI PADRE CRÍTICO,
POR FAVOR! ¿Y QUÉ HACEMOS CON EL NEGLIGENTE...?
132
Él me hizo sentir muy protegida. No me dio mucha
nutrición, pero sí me ha dado mucha protección.
Aunque... ése mismo señor tan protector, podía ser
también el más tremendo crítico.
Por años han estado resonando estas frases en mi interior:
“Eres la peor de todos mis hijos. Eres una pobre
diabla, no vales nada, te crees mucho y no vales un
cacahuate, yo te aseguro que vas a fracasar”.
“¡No me hables con gestos! ¡Así no! ¡No te digo, qué
torpe eres!” Y al vociferar, manoteaba sobre la mesa o el
librero, el ruido, el grito me dejaban petrificada y sólo
observaba con miedo cómo su rostro se tornaba rojo y las
venas de su cuello y sus sienes parecían que iban a estallar...
—¡Ay, y eso duele! ¡Y es muy difícil no recordarlo, no
creerlo...!
Mi mamá no era crítica realmente, pero tampoco
nutridora. Digamos que podía tener detalles o ciertos rasgos
consentidores, pero fundamentalmente era una madre
ausente emocionalmente, aunque siempre estaba en casa...
también era muchas veces indiferente. Y otras veces un tanto
negligente o insensible... como con mi sillita...
—¡Mami! ¿Sí? ¿Sí? ¿Sí? ¡Anda, por favor! ¡Cómpramela!
Mamá es absolutamente espartana con los extras.
Nunca hay dinero para nada que no sea esencial. Galletas,
sólo “Marías” porque son la más baratas. Así que hoy algo
milagroso está sucediendo, quizá la he mareado, con la
intensidad de mis súplicas ...
Yo siempre contemplo al señor que pasa cargando
las sillas de playa que vende. Y me subyuga una sillita de
playa que trae, como de mi tamaño, con una tela de lona de
rayitas como asiento. Hoy mamá ha accedido a ver la sillita
famosa que me hacía suspirar y empieza una intensa
negociación, un tremendo regateo con nuestro vendedor
133
ambulante, para... ¡comprármela!
—¡No lo puedo creer! ¡Mamá nunca me compra ningún
regalo, y ahora me va a comprar mi sillita!! Pienso para mis
adentros.
En lo que ellos terminan de negociar el precio final, yo estoy
realizada, ya la siento mía y me abro feliz a darle la
bienvenida a mi vida. ¡La he deseado tanto! Sentarme allí a
ver mis cuentos, cargarla y llevarla a la tele, para ver las
caricaturas, ponerla en el patio y sentarme con mis muñecas,
especialmente con “Bebita” y darle de comer y cargarla allí.
¡Ya me vi! Y mientras los dejo regatear, empiezo a
maniobrarla, a cargarla, a intentar cerrarla para que quede
plana, y luego abrirla como tijera para ponerla en una de sus
tres o cuatro posiciones. ¡Es un avión! Estoy fascinada en ese
proceso y de repente al cerrarla sin conocer bien el
funcionamiento, me machuco uno de mis deditos, que se
atrapa entre dos maderas. Obviamente a mis seis años, mi
reacción no se hace esperar:
—¡¡¡Aaayyy!!! Y comienzo a berrear. ¡En mal momento lo
hice! De haber sabido lo que pasaría, creo que hubiera
callado.
Mi mamá al ver el machucón, mi grito, el llanto aunado a su
aprensión constante, se asusta y esto define el resultado de
la decisión final. Me jala de un brazo, alejándome de la sillita
y diciéndole al buen hombre:
—¡Llévese esto de aquí inmediatamente! ¡Váyase ahora
mismo, adiós! ¡Es muy peligrosa esa silla! ¡Olvídelo!
Nuestro hombre intenta débilmente mostrar argumentos
pero no hay vuelta atrás. Empieza a recoger todo,
¡incluyendo mi sillita de rayas! ¡¡¡YA ERA
MÍAAAAAAAAAA!!!!
—¡Mamá, nooooo! Grito y trato de ir a detener al señor que
amarra MI sillita con las otras y se empieza a preparar para
134
seguir su camino. Mamá me jala y comenzamos a caminar
en dirección opuesta. No hay explicación, no hay discusión.
Punto final. Y además, ¡me duele horriblemente mi
deditooo!
Y así me quedo, llorando y viendo cómo se va esfumando
para siempre el sueño de tener mi maravillosa sillita de
playa.
—¿Era muy difícil explicarle a una niñita el mecanismo y el
mejor modo de abrir la silla para que no volviera a pasar
otro machucón? ¿No hubiera sido mejor permitir que la niña
simplemente aprendiera con la experiencia y siguiera
disfrutando de su juguete?
Siento dentro de mi pequeño cuerpo, una inmensa y
desagradable sensación de impotencia; me siento triste,
despojada, con el dedo adolorido y el alma apagada, y sigo
este razonamiento:
—“Soy tan tonta, que como no sé abrir las sillas de playa, me
machuqué. Y entonces mi mamá me castigó por ser tan
burra, quitándome mi silla nueva. Si no fuera tan estúpida!
¡Por mi culpa!”
Así es cómo un niño comienza a sentirse insuficiente, ahora
lo veo. Esa reacción de mi mamá creo que fue negligente y
bastante insensible, ¿es así?
Bueno, Margarita, no te abrumo más con mis recuerdos.
Espero con ansia tu explicación clara a todo esto. El leer tus
respuestas a mis cartas, me ayuda a entender. Gracias por
mostrarme el espejo donde me puedo ver.
Perla
135
@mail de Margarita para Perla
Querida Perla:
136
NEUTRALIZAR AL PADRE CRÍTICO
Entendemos ahora que tenemos que desactivar al
Padre Crítico Interno para no seguir con la auto crítica
perenne. Neutralizar al Padre Crítico implica que no te
vuelves a tratar feo a ti mismo jamás. Cuando lo hagas,
inmediatamente, disculparte con tu Niño y cambiar la
conducta, el discurso o la actitud hacia ti. Nunca más:
“¡Qué feo esto que dibujé! ¡Qué estúpido soy! ¡No valgo-no
merezco!” El Padre Crítico usualmente es un abusador
verbal.
Los padres son los que principalmente siembran en los
hijos VALORES. Los enseñan únicamente en los momentos
en que se muestran nutridores y protectores.
Cuando el padre es crítico, ausente, negligente o
consentidor, educa a sus hijos enseñándoles a vivir con
anti-valores, porque NO PREDICA CON EL EJEMPLO.
Simplemente evoca... actitudes tales como:
Gritos/golpes/indiferencia/abusos/grosería/ofensa/consent
imiento excesivo/ burla/etcétera. Hablan de violencia, ira,
depresión, egoísmo, traición, abandono, falta de respeto,
abuso, mentira. Esos son anti-valores.
Ahora, es tiempo de cambiar a una frecuencia
vibratoria alta más cercana a la vibración del amor, evoca
situaciones de tu infancia donde te sentiste rebosante de
alegría, gozo, disfrute, aún fugazmente. Situaciones donde
desplegaste tu creatividad y donde conectaste con energías
sutiles, etéreas, de otras esferas que no son de la materia...
Ve dejando que emerjan y lleguen a tu consciente... Será
muy sanador. Me encantará que me escribas sobre esto.
Te espero,
Margarita
139
Resumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
tres herramientas básicas:
140
La voz del Niño es fundamental en el proceso de
llegar a ser nosotros mismos. Este niño eterno y
verdaderamente vivo se encuentra en el corazón de
nuestro ser esperando encarnarse en nuestros actos y
nuestras actitudes. Nuestro Niño Interior posee el
espíritu de la verdad, la espontaneidad y la autenticidad
absoluta
Jeremiah Abrams
141
—¡Qué delicia cuando ya el Niño Interno está siendo cuidado
con las tres herramientas que el adulto empieza a utilizar día a día...!
¡Cuando este pequeñito interior ya posee un Padre Nutridor y
protector de tiempo completo...!
—De verdad, chicos... ¡La vida cambia! Le decía Perla a Ana y
su novio, mientras tomaban un frapuchino en un café al aire libre, la
tarde era calurosa, soleada, con un cielo intensamente azul...
—Estoy escribiendo pasajes, situaciones y eventos que tenía
completamente olvidados... ¡y algunos son tan divertidos, tan
creativos, tan mágicos...! y he pensado...
—¿Qué? Le pregunta Ana con toda atención
— Si a veces, a pesar de las tormentas que vivía, me divertía y
me reía tanto, creaba e inventaba sin parar y tenía experiencias
místicas-cósmicas... aquí adentro debe seguir una niña muy alegre,
creativa y espiritual también, no?
Una chispa de entendimiento se encendió en el centro de su
conciencia, y sus ojos oscuros brillaron con la luz de la conciencia...
—¡Claro! Y de un salto, se levantó de la silla.
—Bueno, me voy. Quiero mandarle a Margarita una carta esta
noche, dijo pagando su cuenta y empezando a caminar de prisa,
cruzando el zócalo con una gran sonrisa en su rostro.
142
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 9
EL GOzO POR EL GOzO MISMO. LA ALEGRíA Y EL DISFRUTE
—¿Queeeé? Estás loco, Lalo?
Le pregunto mientras brinco de la emoción esperando
siga con esta divertidísima locura...! ¡Qué travieso, loco y
divertido es a veces mi hermano! Estamos en un raro
momento de vacaciones en una alberca con mis primos Ro,
Natalia y Dany. Y Lalo, tan serio a veces, está ahora
tirándonos por los aires y nos organiza un “concurso de
peinados” a las niñas, con nuestras cabelleras mojadas que
mantienen un genial equilibrio como torres altísimas! ¡Es
tan cómico! Y después de ese concurso, siguen 20 más,
¡todos igual de divertidos! ¡Nos zambullimos, nos
carcajeamos, tragamos agua, tosemos y nos volvemos a
reír! Las horas pasan en un instante... ¡Cuando nos logran
sacar casi con grúa, la luna ya está brillan- do! Esta noche,
cuando me acomodo para dormir, muerta de cansancio, me
siento realmente f-e-l-i-z! Es más, esa noche soy la felicidad!
¿No es muy complicado serlo, no? —¡Ah! ¡Ese Lalo!
¡Cuanto te debo también a ti, ahora lo veo! ¡Gracias
hermano! Con esos hermanos, la vida equilibró lo que me
dolía con mis papás...
—¡¡¡¡¡Jajajajajajajajajajaja, jajajaaaa!!!!! Mis carcajadas se
oyen hasta la esquina cuando mi tío Pepe, tan chistoso, me
da vueltas en el parque, tomándome fuertemente por los
brazos, ¡vuelo y giro por los aires a toda velocidad!
Entre mis primos y yo, más noche, en casa del tío Pepe
jugamos guerra de cojinazos y el equipo que pierde se
aguanta las cosquillas que les harán los ganadores. Por
supuesto, el tío es el árbitro, lo que lo hace aún más
divertido. El tío Pepe es la materialización de lo amo- roso
143
y lo alegre. Todos lo chiquillos corremos detrás de él
cuando lo vemos dirigirse, chiflando como siempre, hacia
la terraza de lindos mosaicos, con el altero de los cartones
de la lotería con su vidrio encima. ¡Tanto los usaban en su
casa!
—¿Quién quiere jugar lotería? Decía viéndonos con
ojos pícaros acompañados de su dulce sonrisa.
—¡Yo!¡Yo!¡Yo! Gritábamos todos a la par. Nos
sentábamos en el suelo y repartía el puñito de frijoles... ¡Y
empezaba lo bueno! Al anunciar él cada carta, lo hacía tan
chistoso:
— ¡El que tapa a los pobres! ¡El Sol!... ¡El que se agarra
de las paredes! ¡El Borracho! Lo actuaba y hacía la mímica...
¡Sin duda, mi tío Pepe era un gran hombre de comedia!
—¡Tío! ¡Anda! ¡Dinos tu nombre! ¡Anda, por favor! Se
llamaba José Augusto en realidad, finalmente, después de
mucho insistir, tomaba aire y empezaba su letanía, muy
propio y correcto, con grandes aires de nobleza:
—“Contento Augusto Eleuterio de la Oliva, marqués y
conde de Huitongo, antes de Huahuaxtla, después de
Zacapoaxtla, allí me- rito donde está un atascadero..” y así
seguía un rato. Era tan chistoso, que todos nos moríamos
de risa... yo no sé por qué pero oírlo decir esta frase, hasta
el día de hoy que lo recuerdo, ¡me llena de gozo el corazón!
Gracias, tío, que me hiciste conocer mi capacidad de gozo
y disfrute...
—¡Qué tardes tan deliciosas pasamos tantas veces los
amigos de la cuadra, jugando “bote pateado”, “un-dos-tres
por mi”, “quemados”, “stop”!... para luego, exhaustos de
tanto correr, sentarnos en los escalones de la casa, donde al
caer la tarde, mientras el sol se oculta y las aves vuelan
haciendo piruetas sobre nuestras cabezas, nos instalamos a
merendar una taza de atole y unas quesadillas... mmm...
144
como sólo las sabe freír doña Rosalía... lo mejor llega al
final, cuando ya viendo las estrellas, con un refresco de
guayaba a sorbitos y una barra de chocolate en el bolsillo,
nos acomodamos a oír al abuelo de Miguel mi primo. El
abuelo Joaquín es un maravilloso “cuenta cuentos”... yo no
sé si las historias se las inventa o si son realmente sus
anécdotas reales, seguro que ha leído muchos libros y ha
andado por muchos caminos, tiene ese don, pero
escucharlo es cómo hacer un viaje a lugares insospechados,
con personajes maravillosos es... ser transportado a otros
mundos... gracias por abrirme la imaginación y darme el
deseo de saber más...
—La mamá de Rosa, mi amiga, es lo más encantador
que yo veo como mamá... ¡Es tan ligera y divertida! A veces
voy a su casa y me quedo a dormir con Rosa y sus
hermanas!... ¡Y a la hora de la comida, hay tantos chicos a
la mesa! Entre siete hijos, casi 50 primos en la familia y los
amigos de todos ellos, como es mi caso, siempre la larga
mesa del porfiriano comedor, está siempre llena con unos
y otros, con gran bulla alrededor. Me encanta cuando llega
frente a la mesa, impone silencio y dice el menú del día
como en un restaurante.
—“Hoy hay fideo seco, caldo de frijol, calabacitas con
crema, arroz rojo, filete de pescado, enchiladas o cecina con
ensalada. Ah! ¡Duraznos o flan!”
Y empieza cada quien a pedir su elección. ¡Es surreal! Y
ella, tan campante y serena, como que hacerlo es lo más
normal del mundo, como que no requiere ningún gran
esfuerzo... ¡Juega tan alegre con los más pequeños, que a
veces hasta se caracteriza y disfraza! Un día se pintó bigotes
como la mamá coneja y de igual forma pintó a los dos
pequeños.
145
Cuando acabó el juego, les lavó la cara y los puso a
dormir la siesta, mientras tanto atendió a un vendedor,
pasó a la tienda y a la tintorería y, más tarde, fue por las
niñas más grandes a la escuela.
—Mamá ¿por qué vienes por nosotras con un gorro de
bebé en la cabeza y pintada con bigotes? Le dijo Rosa, mi
amiga, a su mamá, con cara de pena ajena. Hasta ese
momento se dio cuenta de su olvido... demasiado tarde!
¡Ella es formidable!
Al mismo tiempo, es una mujer muy fuerte, inteligente
y decidida. ¡Para mí es como una mamá de Disneylandia!
Gracias señora Rosa...
Margarita, me quedo con estas imágenes antes de irme
a dormir... me gustará escuchar qué tienes que decirme
sobre estos relatos que hoy te he compartido.
Gracias por acompañarme en este recorrido...
Perla
147
Cuando hemos vaciado el dolor, y más, y todavía más...
llega un momento donde se detiene, tocas fondo y vas para
arriba... y aquí empieza el construir...
Sólo cuando
escucho al Niño que hay
en mí, puedo sentirme
auténtica y creativa. Alice
Miller.
148
LA CAPACIDAD DE GOZO Y DISFRUTE
149
• Comprar un juguete muy divertido.
• Organizar una fiesta de disfraces para tu
próximo cumpleaños.
• Hacer una fiesta en un parque.
• Pintar con las manos, jugar con barro.
• Mandarle notas chistosas a tu Niño Interno y
que éste te las conteste, con la otra mano...
Afectuosamente,
Margarita
150
Desde hace unos días, Perla se levanta, va a correr y a hacer algo
de ejercicio, regresa, se baña y se sienta a meditar por un ratito. Esto
le da gran placer a su Niña Interna. Hoy, después de este pequeño
ritual, pone música de Beethoven y de Rubén Blades, extraña
combinación que siempre la hace sentir creativa y feliz, se enfunda
unos pants y se recoge el pelo en una coleta. Dispuesta a evocar, a
recordar lo que Margarita le pidió...
ASUNTO: CARTA 10
EXPERIENCIAS DEL NIÑO ESPIRITUAL Y CREATIVO
—¿Cómo?... ¿Cómo?... ¿Cómo se puede doblar?...
mmmm... ¡tiene que caber!... A ver...a ver si por aquí... estoy
empeñada en hacer funcionar mi invento... que a la luz de
mis ocho años, me parece...¡simplemente genial! ¡Es tan
divertido inventar!
Todo comenzó platicando con Patricia mi amiga.
Ambas vamos ya en tercero de primaria. Yo acabo de
cumplir ocho años. Ella es un poco mayor.
— ¡¿Has visto qué horrible es mojarte toda la espalda
cuando vas caminando bajo la lluvia con un paraguas?¡ ¡No
te mojas la cabeza, pero toda la espalda sí! Le digo.
—Habría que inventar otro tipo de sombrilla, dijo
distraída- mente a mi comentario una tarde al irse hacia su
casa, que estaba enfrente de la mía.
—Sí... eso es... me quedo pensando largo rato sobre esa
idea, y al día siguiente empiezo a planear llevar a cabo mi
magistral idea. Con unos hilos y una aguja, un par de tijeras
y unas bolsas plásticas de la ropa de tintorería, me pongo
151
manos a la obra.
—¿Cómo? ¿Cómo le coso y doblo los plásticos para que
se guarden en el interior de la sombrilla, al doblarla?... A
ver... a ver....
Después de varios intentos, el invento funciona
realmente bien. El chiste es abrir la sombrilla sobre la
cabeza, de tal modo que al expandirse, caiga un plástico
que nos cubre hasta la mitad del cuerpo, todo a nuestro
rededor, del tamaño de la circunferencia del para- guas. ! O
sea, ¡se forma una “pequeña burbuja o casita” que nos
mantiene muy sequecitos durante la lluvia! A toda la
familia le ha caído mucho en gracia, pero no lo toman
realmente en serio lástima, ¡es muy buen invento!... pero
sólo soy una niña...
Dice mi madre que yo era muy pequeña cuando de
repente un buen día, se encontró con los corredores de
media casa rayados a todo lo largo con largas, curvas,
nerviosas, traviesas líneas trazadas con un plumón negro.
Fue siguiendo la huella del desastre hasta que me encontró
con toda la intensidad creativa de mis tres años,
recorriendo las paredes de casa improvisando graffiti,
realmente poseída de feliz e intensa fuerza de expresión!
—¡Oye, Perla, no! ¡Detente! ¿Qué estás haciendo? ¡Esto
no se hace!¡Qué fea niña, esas son tonterías! Me dijo mi
madre, a lo que yo respondí muy airadamente:
—¡No son tonterías! ¡Son dibujerías!
Me encanta cantar y componer las canciones al tiempo
que las voy cantando. En otro momento, mientras me
lavaba las manos a mis cinco años, empecé a cuestionarme
sobre un importante tema. Llamé a mamá y le dije con gran
convicción:
—Yo creo, mamá, que todos somos un gran sueño en la
mente de Dios...
152
Realmente, me sorprendía ver la cara de sorpresa de
mamá cuando yo le hacía esas preguntas...
Este asunto de Dios y los Ángeles, el niño Jesús, y los
Reyes Magos... también es un tema muy especial. Me
encanta cuando uno se conecta con otra forma de energía,
¿no?
De las primeras veces que recuerdo haber sentido algo
diferente que no tenía nada que ver con las cosas materiales
de este mundo, fue de repente, cuando a mis ocho o nueve
años, en unas vacaciones en el campo, me alejé un poco del
resto de la familia y me interné en el bosque donde me
dijeron que a veces se encontraban algunos animales... y así
fue. De repente, me topé con un venado pequeño, a cierta
distancia. Ambos retrocedimos asustados, luego nos
quedamos quietos dispuestos a correr, pero a la vez
interesados en acercarnos más... en pleno bosque, en su
casa, en su hábitat, donde la intrusa era yo... evoco
claramente la atmósfera brumosa y el intenso olor a verde,
a humedad, a tierra... a tiempo... y así... de una manera
totalmente espontánea y natural, fuimos creando una sutil
comunicación, una hermosa danza a través de la cual
sostuvimos un diálogo fraternal, de interés mutuo, de
amorosa energía entre dos seres distintos pero hermanados
como criaturas que comparten este planeta... estuvimos así
por un largo rato y cada vez nos acercábamos más...
estando a escasos dos metros ya... Alguien empezó a gritar
y a hacer ruido más y más cerca de mí hasta que llegaron a
mi lado...
—¡Perlaaaaaa! ¡Perlitaaaa! ¡Niña! ¿Donde estabas? ¡Ven
acá!
Y en un instante, mi amigo venado desapareció, huyó,
corrió, se fue y la magia terminó.
Sin embargo, estará en mi memoria y en mis emociones
153
por toda mi vida, como un perfecto ejemplo de magnetismo
y conexión natural, de sentir armonía, alegría, amor. Por
unos instantes. Para toda la vida.
De esa experiencia recuerdo salir con la certeza de que
hay un hilo de energía que nos une a todos los seres vivos.
Aunque no lo podía poner en palabras como ahora lo hago,
indudablemente lo sentí.
Lo mismo me pasó cuando unos años después, cuando
en una excursión de la escuela, logré escalar hasta arriba de
un montículo, muy alto, de las montañas de Tepoztlán. Era
un gran logro para mí porque me daba mucho miedo
escalar, brincar, trepar, etcétera. La creencia limitante: “¡No
hagas eso, niña!¡ Te vas a caer, te vas a medio matar!”. Así
que estaba muy feliz, pues había logrado conquistar mi
pequeño Everest.
Estando ahí, grande fue mi sorpresa al caminar hacia la
otra orilla de esa pequeña superficie en la cúspide, detrás
de un pequeño peñasco, descubrí a una majestuosa y
solitaria águila... de frente al espacio abierto y de espaldas
a donde yo estaba. De nuevo como con el venado, ambas
nos sorprendimos inicialmente, su mirada se clavó en la
mía y viceversa. Después de verme fijamente por unos
largos segundos, el águila elevó un corto vuelo, retrocedió
y empezó a girar en círculos a mi alrededor a menos de un
metro de distancia.
Empecé a seguirla con la vista por un rato, que para mí
fue muy largo, hicimos esta especie de danza sagrada sufi,
donde giré y giré con mi vista anclada en sus ojos, girando
ambas al mismo ritmo. Finalmente, rompió el círculo
volando sobre mi cabeza, rozándola con las plumas de su
cola y se elevó, ampliando su vuelo, hasta que se perdió a
la distancia. De nuevo tuve la certeza de que hay un hilo de
energía que nos une a todos los seres vivos, y que el
154
universo paralelo nos manda mensajes muy claros para los
que queremos escucharlos.
Creo que a través de mi conexión con algunos animales
he podido percibir estos delicados mensajes... recuerdo un
momento especial en que me sentía muy triste, cuando
llegó y brincó junto a mí, un grillo absolutamente arcoírico.
Era como una joya salida de un catálogo de piezas de Art
Noveau. Cada parte era de un intenso color diferente, como
si estuviera esmaltado... ¡nunca había visto nada así, ni lo
he vuelto a ver jamás! Lo he buscado en libros de botánica
y no hay nada parecido. Se dejó atrapar suavemente y me
acompañó por un buen rato. Era tan fascinante, que olvidé
cualquier otra pre- ocupación y me dediqué a
contemplarlo, estudiarlo y disfrutarlo...¡era realmente
hermoso! Finalmente, cuando estaba yo ya muy feliz,
repentinamente desapareció para siempre, dejando su
recuerdo indeleble, como mis amigos el venado y el águila
solitaria.
Recuerdo también una vez cuando en un hermoso día
en el campo, siendo una niña, me sentí tan en integración
con toda la naturaleza. Me tiré de espaldas sobre un prado
y me acosté a ver las nubes... y poco a poco... en un rato...
frente a mis ojos se empezó a formar en una gran nube, una
figura clarísima de un ángel... era tan definida, tan
majestuosa, tan mágica... que me quedé como hipnotizada
un buen rato, sintiendo una conexión con ese ser que se me
revelaba en esa nube... no puedo describir con palabras lo
que fue esa comunicación. Finalmente, cuando pude, me
levanté y empecé a gritarles a todos que la vieran... y por
unos cuan- tos momentos los demás que estaban cerca de
mí pudieron verla asombrados, antes de que se
desintegrara...
155
Me alegro mucho al poder traer de mi infancia, como
hermosas perlas extraídas del fondo del mar, estos
maravillosos sucesos que tenía prácticamente olvidados en
mis recuerdos. Muchas gracias por invitarme a traerlos
aquí y ahora.
Empiezo a reconocer el gran regalo en mi vida de
adulta el tener junto a mí a esa Niña Espiritual. Me
encantará leer tus comentarios al respecto y gracias de
nuevo, Margarita.
Perla,
encantada de recordar...
156
@mail de Margarita para Perla
La creatividad
157
Nuestro
Niño Interno posee el
espíritu de la verdad, la
creatividad y la
espontaneidad absoluta.
160
La conexión espiritual
161
Cuando se hizo consciente la conexión con la energía
superior, percatarse de ser algo más que esta carne y este
cuerpo, intuir ser algo más que materia, aceptar nuestra
infinita humildad y pequeñez dentro de lo vasto de la
totalidad del Cosmos. Por ejemplo, cuando se pone el
nacimiento y el pesebre y va a nacer el Niño Dios esta muy
evidente la conexión del niño con esta energía suave y
amorosa.
Justamente esa manera de conectarnos con otras esferas
más sutiles, es la que se da cuando uno es niño y en un
momento en particular, nos cimbra y conmueve, entonces
uno “recuerda”... y sin hacerlo consciente prácticamente,
de repente uno “sabe” que existe una fuerza, una Energía
superior... la Naturaleza misma, el Niño Dios en Navidad,
los Reyes Magos, la Virgen María o la Virgen de
Guadalupe, el Niño Jesús cuando nos acompaña en la
Primera Comunión, y sin duda, el Angelito de la Guarda, a
la hora de dormir.
Evocar esas dulces experiencias de infancia puede ser
una manera de entrar a un crecimiento espiritual distinto,
con nosotros como adultos.
Las experiencias que me narraste con el venado y con
el águila son realmente especiales e intensas. También la
del grillo de colores o la del ángel en la nube.
Todos esos pequeños y aparentemente “curiosos”
sucesos, siguen pasando a lo largo de toda la vida y son
claros, clarísimos, mensajes del Universo paralelo, de
esferas y planos dimensionales diferentes de éste plano
terrenal, material y concreto. Si tenemos por delante al
Niño Espiritual, los podremos ver, entender y aprovechar.
Si no, simplemente pasan de largo y uno ni se entera.
Todas estas características son algunas de las muchas
ganancias que tenemos cuando hemos transformado a este
162
Niño Herido en este Niño de la Guarda, en este guardián
interno.
El desarrollo de la alegría, la risa, el juego, una mayor
espiritualidad e intuición y una creatividad más consciente,
son algunos de los regalos que el Niño de la Guarda aporta
a nuestras vidas cuando hacemos este trabajo maravilloso
de ir a rescatarlo de las sombras y de la oscuridad en que
estaba.
Tener el regalo del Niño Espiritual, conlleva a contactar
con esta sabiduría interna que se sintoniza a la Energía
Superior y desde allí se puede obtener una claridad mayor
sobre nuestro actuar cuando el camino se torna demasiado
escarpado.
Finalmente, cuando ya hemos cosechado los regalos del
Niño de la Guarda y nuestro Niño Interno está recuperado
en amor, queda una última tarea por hacer, antes de que el
Adulto se enfoque a desarrollar recursos internos para
fortalecer al guerrero de luz:
Hay que ir a rescatar al Adolescente Interno, porque
donde hubo un niño herido, sin duda, existe un adolescente
lastimado.
Así es que me encantará que me compartas algunos de
tus recuerdos de esta etapa de por sí, bastante difícil, para
que a partir de ahí, te dé algunas luces para entender y
sanar esta etapa, ¿de acuerdo?
Te felicito por tu gran avance, Perla ¡Tu compromiso y
tu esfuerzo personal para ser tu mejor versión, están dando
resultados!
Un beso,
Margarita
163
Margarita Blanco
R esumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
herramientas básicas que ya hemos visto anteriormente.
164
165
Un niño herido puede ser una fuerza
devastadora en la adolescencia... tu ser
adolescente es la forma que adoptó tu niño
herido al comenzar su vida adulta.
John Bradshaw
@mail de Perla para Margarita
ASUNTO: CARTA 11
EL PAISAJE INTERNO DE MI TRISTE ADOLESCENTE. PRIMER
AMOR NO CORRESPONDIDO. IDENTIDAD VS. CONFUSIÓN
—¡Ay, qué feíta soy! ¡Nadie va a querer bailar conmigo
en la fiesta! Digo mientras me pruebo medio clóset, prenda
tras prenda... Tengo 14 años ya, “entrados a 15” como dicen
por allí... y al verme al espejo, no me veo a mí sino a todas
las creencias limitantes que ya he integrado a mi
percepción. La realidad ES ésta: veo a una escuálida
morenita, con muy poca gracia, según yo; me siento fea, sin
chiste, creyendo que no soy digna de que me amen... ¡y
quisiera tanto ser amada! Mis amigas, la mayoría güeritas
y mucho más lindas que yo, son las que siempre “ligan” en
las fiestas, o tienen novio, o son corte- jadas... y a mí, ¡ni un
perro que me ladre! ¡Oh! ¡Pobre yo!
Hasta hace algún tiempo, estuve locamente enamorada
del vocalista de mi grupo de rock favorito... ¡es tan guapo,
tan encantador, canta tan bien! En mi diario escribí algo al
respecto, junto con algunas otras vivencias, que me
atreveré a compartir ahora:
—“Lo amo, lo adoro, es algo de verdad inexplicable,
cómo lo amo. Estoy segura que esto es en verdad amor,
llegar a confiar en él, sentirme parte suya, no como artista,
no como ídolo, no. De ninguna manera. Lo amo como
hombre, como si fuera mi pareja. Soñar no cuesta nada y
aunque costara, yo pagaría por soñar con él. ¡Lo quiero
tanto, tanto! Aunque la gente diga que estoy loca. Todos
piensan que lo amo como ídolo, como artista y que esto
pasará. Pero no. Yo sé que esto es muy serio y es para
siempre. Porque yo no considero que esto sea adoración a
un ídolo, repito, yo lo amo como hombre y será para toda
167
la vida”.
Pero bueno, entonces era yo más chica e inmadura, sólo
tenía 13 años. Lo puedo ver ahora, quizás exageré, de
acuerdo. Pero ya falta poco para que cumpla 15, sólo unos
meses. Y pues, pienso diferente, porque ahora sí, me he
enamorado de un muchacho de carne y hueso. Y debo
admitirlo, tal vez mi amor anterior, no era tan real
probablemente.
¡Pero éste sí es mi primer gran amor! ¡Memo es divino!
¡Lo amo con locura! El es mayor, tiene 18 años y está ya en
tercero de prepa. Pienso esto mientras busco qué me voy a
poner para la fiesta donde se supone que él va a ir mañana.
Creo que sí le gusto un poco. Porque el mes pasado fuimos
a una fiesta en su casa y desde que llegué, me saludó y me
dijo
—¿Bailamos, Perla?
Estuvimos bailando juntos toda la fiesta, casi puras
movidas, pero cuando finalmente llegaron las calmadas,
como yo agachaba la cabeza para no equivocarme y pisarlo,
él me dijo
—Te huele delicioso el pelo.
A lo que yo respondí, con un aire de mujer de mundo:
—“Es shampoo Mink, con aceite de visón”.
No sé qué pensaría de mi sofisticada respuesta. Espero
haberlo impresionado.
— “Dios mío, por favor, te lo ruego, te lo suplico,
Diosito, por lo que más quieras, haz que Memo se me
declare, por favor. Mira, te prometo ir a comulgar al otro
día, ser buena y obediente, estudiar mucho, pero que se me
declare lo más pronto posible, hazme este favor, es más, te
prometo ir a comulgar todos los meses, ir a misa con
devoción y no distraerme. Por favor, hazme este milagro,
porque no puedo vivir sin él”.
168
Han pasado algunos meses desde que escribí lo
anterior. Ya tengo 15 años y cinco meses. Y ayer por la
tarde, mi amiga Gabriela, prima de Memo, me dio la fatal
noticia: ¡¡¡Memo ya tiene novia!!!
¿¿No, es ho-rri-ble?? Lloré mucho, muchísimo, al grado
que me acabé la caja de kleenex, no me eran suficiente y
tuve que usar de pañuelo gigante la sábana de mi cama...
Es tan triste... ¡Ay, cómo me duele por dentro! ¡Pero qué le
voy a hacer! No sé por qué Dios no me hizo el milagro de
que se me declarara Memo, después de que yo vengo
comulgando desde hace varios meses, específicamente
para lograr este milagro, pero ¡nada! ¿Qué le costaba?
Me siento vacía y a mis 15 años me siento amargada,
envejeciendo y muy frustrada. Yo sé que teniendo novio
todo cambiaría. Al menos alguien me querría. Todas mis
amigas tienen novio y yo nada. No sé por qué. Leo, me trato
de cultivar pues ya que soy tan fea, por lo menos que sea
interesante, ¿no? Quiero aprender también a cocinar, para
tener alguna gracia, por lo menos.
Hay amargura en lo que escribo, ¿verdad? Parece de
una persona de 40 años y no de 15. ¡Que espantoso! Creo
que jamás me casaré ni encontraré a nadie que me quiera.
Tal vez ese es mi triste destino. Soy una fracasada. ¡Estoy
harta! Toda mi vida ha sido lo mismo. Todo el mundo es
tan egoísta, todos me han defraudado. Soy fea, ridícula y
aburrida, a nadie le intereso, ¡me quisiera morir! Bueno, no
morir, pero sí dormir mucho, mucho y no despertar jamás.
¿Y qué es eso si no morir? Quisiera morir entonces.
Justo ahora empiezan las vacaciones y yo sin novio y
con todas mis amigas ocupadas y divertidas con sus novios.
¡Sola, sola, sola, aquí, encerrada como imbécil, viendo a mis
papás pelear todo el día!
¡Maldita sea! ¡Me gustaría no haber nacido! Me gustaría
169
no pensar, no sentir... secarme como una planta... ¿qué
objeto tiene mi estúpida vida? Ninguno.
Por si fuera poco, hace un rato acaba de haber un nuevo
pleito entre mi papá y mi mamá, discutiendo por cada
bobería que ni retrasados mentales discutirían por eso: Que
si la señora hizo mole, que si tienen que comprar sábanas...
claro, por eso empezaron. Yo estaba lavando los trastes
mientras ellos discutían allí mismo, después de cenar los
tres. Que si sale o no sale mi mamá, que si se va al cine solo
mi papá, que por qué no la quiere llevar con él y lo que más
me dolió fue esto que mi papá le dijo con un grito:
—¡¡Ya cállate el hocico, que un día de éstos te voy a dar
una bofetada!!
Sentí horrible, como algo muy, muy feo dentro de mi
pecho. Y quedarme en silencio, siendo un mudo testigo de
esta violencia, es horrible. Después yo me hacía la loca,
haciendo otras cosas en la cocina, para no irme de ahí y
dejarlos solos, porque pienso que andando yo cerquita,
como que se controlan un poco (aunque eso es sumamente
relativo). Finalmente mi mamá se subió a su cuarto
llorando y mi papá me empezó a hablar muy mal de ella,
que ella no sé qué, que ella no sé cuánto...
No sé quién tiene la razón, estoy muy confundida. Creo
que ninguno y a la vez creo que cada uno tiene un poco de
razón. Después de un rato, mi papá me empezó a decir que
cuando yo me casara, no fuera a ser como mi mamá (esto le
debe haber dolido mucho a ella) que fuera femenina, dulce
y que supiera manejar a mi futuro esposo. ¿Y eso cómo se
hará? Me pregunto yo.
Siempre he pensado que si me llego a casar, no quiero
cometer los mismos errores que mi mamá, lo que sí estoy
segura, es que nunca, pero nunca, voy a discutir tan grosera
y acaloradamente, menos delante de mis hijos, lo juro. ¡Qué
170
gente! ¡Ay, qué horror! Tuve que escribir porque no podía
llorar y sentía una cosa muy fea en el pecho que no me
dejaba respirar. Ahora ya me he desahogado un poco”.
Esos fueron algunos fragmentos de mi muy personal y
privado diario...
No sé si comenté sobre mi graduación de tercero de
secundaria. Estuvo bien... bueno, casi bien... Mi hermana
Mercedes, dulce y rescatadora como es, me hizo un
hermoso atuendo para el festejo en la escuela y la comida
posterior. Me hizo una hermosa falda larga de terciopelo
azul marino, con una blusa blanca llena de alforzas y una
banda azul pálido de seda en la cintura. ¡Me sentía tan
guapa ese día, algo realmente inusual! Me peinó muy
bonito y hasta me maquilló un poco.
Cosa rarísima, mi papá, por primera vez fue al evento
escolar junto con mi mamá. Yo estaba muy feliz. Y en el
salón, un rato antes de iniciar el festejo, nos leyeron la lista
de las niñas que habían calificado para aparecer en el
cuadro de honor y a las que mencionarían en especial frente
a toda la escuela... ¡cuál no sería mi sorpresa al escuchar mi
nombre entre el grupo de las niñas más aplicadas! ¡Yo ni
siquiera lo había considerado posible!
Así es que cuando salimos del salón, corrí al patio a
localizar a mis papás para comunicarles la buena nueva...
¡por fin mi papá podría estar orgulloso de mí!
Regresé a las filas y dio comienzo la ceremonia. ¡Estaba
yo tan emocionada! La directora empezó a nombrar a cada
niña destacada y todos le aplaudían. Desde el sitio donde
yo estaba, no le quitaba la vista a mi papá. ¡No quería
perderme su cara cuando me llamaran! Poco a poco, iban
pasando por su diploma correspondiente las niñas del
cuadro de honor... y aún no me nombraban... mi tensión iba
en aumento. Así, llegaron a la última, la directora agradeció
171
su presencia a los papás y terminó la ceremonia de
premiación... sin que nadie me llamara... allí estaba yo con
las manos vacías en medio del grupo elite de niñas con sus
diplomas y sus sonrisas... Me quedé perpleja, sintiéndome
como un estúpida fracasada... llena de pena y vergüenza al
ver la cara de desencanto de mis papás... Si yo ni contaba
con estar entre las más aplicadas, ¿para qué me hicieron
creer? ¡Qué humillación frente a mi papá! ¡Para qué le dije!
Finalmente, cuando fui a preguntar qué había pasado, la
secretaria revisó la lista y me dijo que había habido un error
al corroborar finalmente los promedios. Hubo una pequeña
equivocación. Yo tenía 8.9 y no el 9 necesario para salir en
el cuadro de honor... por eso no me nombraron
finalmente... Nunca olvidaré esa sensación frente a mi
papá, en el único evento escolar mío al que él asistió...
Si pudiera describir la sensación que tengo como
adolescente, en general en todos las aspectos de mi vida, es
fra-ca-so y desolación.
Me siento fea, tonta, sin valor, nadie me quiere
realmente, y si no me quieren mucho en mi casa, imagínate
afuera... seguramente siempre me pasará en las relaciones,
como me pasó con Memo... La vida la percibo como una
gran lucha, algo muy difícil. ¿Quién soy? ¿Para qué nací?
Quisiera tanto no estar...
Dicen que los 15 años es la “edad de las ilusiones” jajaja
¿Ilusiones?
172
@mail de Margarita para Perla
ASUNTO: RE : CARTA 11
AL RESCATE DEL ADOLESCENTE INTERNO.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA
¡Ay, mi dulce Perla! Cuánta ternura me dio leer tu carta
y esos fragmentos de tu diario de quinceañera...
Ciertamente la adolescencia es una época donde se
“adolece”, se padece de muchas cosas... nos falta
autoestima, sentido de vida, claridad... Y sin duda, donde
ha habido un Niño Herido, se complica mucho más el
crecer y florecer. Si además le aunamos los cambios
hormonales y de crecimiento físico natural, tenemos
situaciones de exceso o falta de peso, acné, desproporción,
etcétera, lo cual no ayuda a la autoimagen.
Los adolescentes me recuerdan a los pollos, cuando
dejan de ser estas adorables “bolitas de plumas amarillas”
y aún no son ni gallos ni gallinas como tal... simplemente,
están desplumados y bastante desgarbados. No son lo que
fueron y aún no son lo que habrán de ser.
Puedo ver cómo seguía pesando en tu cotidianidad la
pésima relación de tus papás, confundiéndote en la
formación de tu esquema de relación de pareja como
jovencita hacia el futuro y la terrible desilusión al fallar este
primer amor no correspondido.
Para Carl Jung,
el arquetipo infantil es el
símbolo de la
potencialidad pura que
aporta unidad y vitalidad
a la personalidad
consciente del adulto.
173
Los fracasos y derrotas en esta época, sobre todo en lo
referente al amor, marcan una fuerte huella en esta
búsqueda de identidad. En tu caso, al pasar de largo tu
adorado Memo y fracasar en la expectativa de agradar a tu
papá, ejemplificada en este desafortunado incidente al no
aparecer en el cuadro de honor, fueron eventos que no
ayudaron a elevar tu autoconcepto, dañado ya desde su
formación, en tu niñez.
Es clara, por lo que escribes en tu diario, esta
desesperada búsqueda entre líneas: “Por favor, que otro me
ame, porque yo no me amo a mí misma”. NO TE
ENSEÑARON A AMARTE. Eso es un gran problema y es
más común de lo que uno pudiese imaginar.
Me imagino que hoy entenderás claramente que
después de tu historia de infancia, no tenías construido un
autoconcepto saludable, fuerte, es decir, no tenías
integrada una bue- na imagen de ti misma. Llegar así a la
adolescencia, es como “ponerse de pechito” para que los
eventos desafortunados de la vida te golpeen
inmisericordemente, hundiéndote más en el pantano de la
desolación. Se acrecienta el sentir de “yo no valgo, yo no
merezco” lo cual puede favorecer entrar una y otra vez a
relaciones de pareja conflictivas, violentas, abusivas, co-
dependientes, etcétera.
Establecer
vínculos, significa
relacionarse y asumir
responsabilidades.
Todo lo que hoy en día se da más, y más a menudo,
como son embarazos en las adolescentes, noviazgos
violentos, adicciones tempranas, etcétera, surgen en
personas que fueron niños muy heridos en su infancia y
que al empezar a entrar al ámbito de las relaciones en una
adolescencia cada vez más temprana, fácilmente cometen
174
graves errores, porque no cuentan con recursos internos para
construir límites seguros que les permitan protegerse a sí
mismos, simplemente porque no se aman ni se valoran y
cualquier otro que le haga sentir un poquito visto y amado
tendrá un gran poder sobre ellos, aunque el precio que
haya que pagar sea irse contra sí mismo, en su propio
perjuicio, poniéndose muchas veces en situaciones que van
de muy incómodas a trágicas e incluso mortales.
Hay que mencionar, también, que aun los jóvenes con
buena autoestima pueden, fácilmente, tomar decisiones
fatales o por lo menos irresponsables, debido a la manera
como va madurando el cerebro. Esto no tiene que ver con
la madurez emocional.
Hoy en día se sabe que la parte del cerebro que ejerce
las llamadas “funciones ejecutivas”, o sea, las funciones
que dan la orden final al tomar las decisiones, es
específicamente el lóbulo prefrontal. Este tejido cerebral es
el más sofisticado y complejo respecto a su arquitectura
neuronal, por lo mismo, es el último que madura. ¡Y
termina de madurar alrededor de los 25 años! Lo cual
implica que cuando le decimos a un adolescente algo como
—“¿Es que no piensas? ¿Cómo se te ocurre? ¡Qué
irresponsable! ¡Ya eres mayor de edad!”, y quisiéramos que
tuvieran una conducta madura, en realidad, el problema es
que tiene una limitación de falta de madurez prefrontal de
la corteza cerebral.
Si además, hay un terrible autoconcepto y una
desesperada necesidad de sentirse amado por otro,
tenemos una combinación explosiva que puede generar
resultados poco afortunados en esta difícil etapa.
Por ello, es muy importante hacerles saber esto a los
jóvenes para que valoren, consulten y piensen dos veces
sus decisiones y sus consecuencias antes de actuar
impulsivamente. El mejor consejo a un adolescente es:
175
“frénate un poco antes de decidir, concéntrate. Y si te es
posible consúltalo con la figura parental de tu preferencia”.
Para entender a un adolescente, es útil tener como
premisa de inicio lo siguiente:
176
Características del Adolescente
177
Profundizando un poco en las características
menciona- das, el adolescente es ambivalente, esto quiere
decir que co- existen dos emociones o sentimientos
opuestos en él, que a veces quiere jugar con sus juguetes
infantiles y otras quiere salir de fiesta y fumar; o se muere
de la risa al ver las caricaturas y de repente está muy serio
ante las situaciones filosóficas de la vida. Quiere que mamá
lo apapache y le haga cariñitos y evoquen cuando iba a la
escuela y patinaba, y de repente dice “no me trates como a
un niño, ya no me des besos, ya soy grande”.
El distanciamiento de los padres, es decir, “no sé quién
quiero ser, pero no quiero ser como tú”. Recordemos que el
objetivo principal de la adolescencia es buscar la propia
identidad y por ello es necesario hacer a un lado de manera
natural la imagen tan fuerte de papá y de mamá, para ver
quién puede ser uno que no sea igual a ellos, así, buscando
la propia identidad se mete a un grupo, le gusta cierto tipo
de música, se corta o arregla el pelo de determinada manera
buscando cómo se siente mejor consigo mismo.
Le preocupa cuál va a ser su ocupación, a qué se va a
dedicar en la vida, para qué vino a la Tierra, cuál es su
misión.
Por supuesto, también hay un gran interés en la
exploración sexual, tanto fisiológicamente, a nivel
hormonal, como emocionalmente para descubrirse a uno
mismo en el otro. Este interés prevaleciente, puede llevar
muchas veces a que maestros o padres puedan generarle
culpa al adolescente por explorar su sexualidad, y si ese
adolescente tiene en su interior un niño muy lastimado en
ésta área, fácilmente puede caer en situaciones complicadas
e inadecuadas a temprana edad, como embarazos no
deseados, codependencia, enfermedades de transmisión
sexual, ejercer o padecer violencia en la pareja,
178
prostitución, confusión en la identidad sexual, etcétera.
Palabras de
una adolescente: “Existir
es demasiado doloroso, es
como si yo sólo fuera un
saco de piel lleno de
lágrimas”.
181
ello, si se parte de una falta de confianza básica, se irán
añadiendo sobre ésta las demás, tales como vergüenza,
culpa, dispersión, confusión, etcétera. Por el contrario, si el
bebé tiene una gran estructura de confianza básica, podrá
ir cimentando, posteriormente, la autonomía, y sobre estas
dos, la iniciativa, luego la aplicación, la identidad, etcétera,
así cuando llega la adolescencia, el chico podrá cruzar por
la dispersión, la confusión, etcétera, para finalmente salir
de este periodo con claridad sobre su autoconcepto y
abierto a la intimidad con una pareja. Cuando no es así,
como adultos no pueden aceptar un compromiso ni
rendirse a la verdadera manera de amar: con ingredientes;
con respeto, con ternura, con comunicación, con
reciprocidad. Nunca es tarde, sin embargo, saberlo desde
los 17 años PUEDE hacer una diferencia clave en la vida.
183
La segunda etapa de uno a tres años es autonomía, si
creciste con confianza o vergüenza si creciste con desconfianza.
Cuando el niño va al kinder, que ya está entre los tres y
los seis años, si tiene confianza y tiene autonomía, entonces
empieza a desarrollar la iniciativa. Por el contrario, si el niño
creció con desconfianza y con vergüenza, se siente con culpa
desde el kinder, son los chiquitos que ves que están atrás
de la falda de la mamá y te ven con desconfianza.
Precisamente aquí es donde estamos gestando las bases de
nuestro sistema emocional.
De tal manera que, de seis a doce años ya están en la
primaria los chicos, si hay confianza, autonomía e iniciativa,
es la fase de aplicación para adquirir nuevas habilidades. Si
hay desconfianza, vergüenza y culpa en esta etapa de primaria
va a ser inferioridad. Es ese niño que se queda solito
comiendo la torta en el rincón de la escuela.
Y llegamos a la adolescencia, más o menos, entre los 13
a los 20 años. Esta fase, nos dice Erick Erickson, es la fase
de Identidad vs. Dispersión, o salen de ésta fuertes o no van
a concretar nada, no van a cuajar nada. Entonces pican un
poco, copian al amigo que trae el pelo azul un rato, luego
copian otro estilo, no encuentran el sentido de identidad,
por que no tienen confianza, no tienen autonomía. Sus
bases están muy flojas y están muy lastimadas.
Se queda sin lograr una identidad en esta etapa que es
la de consolidar identidad y entonces se pueden tener 42
años pero seguir siendo un adolescente a nivel emocional.
No se ha logrado esta identidad, no ha logrado hacerse
cargo de sí mismo para curar sus heridas. Se siente con
vergüenza, con culpa, con inferioridad y le dice a la pareja
que lo hacer sentir mal.
La fase siguiente que es entre los 20 y los 30 años, la
184
adul- tez temprana, donde la disyuntiva es Intimidad vs.
Aislamiento. Si lograste una identidad puedes tener
intimidad con alguien, porque no tienes miedo de decirle:
“Yo soy esta persona”. Pero si no hubo esta posibilidad de
crear esta identidad hay un aislamiento, y es la mujer que
dice “pues mi marido es como una tapia, nunca sé que está
pensando, nunca me dice qué es lo que le pasa”.
Más adelante, entonces si hubo confianza básica,
autonomía, aplicación, iniciativa, identidad, intimidad... en
la adultez madura (40-60) se puede tener la fase de
Generatividad vs. Estancamiento.
Si no se tuvieron de niño o adolescente pero ha habido
compromiso para trabajar en hacerse cargo de resolver por
uno mismo esas carencias, entonces se florecerá en el adulto
que genera cosas, proyectos, realizaciones, crea una familia,
etcétera. O si no, si está con el camino de desconfianza,
vergüenza, culpa, inferioridad, dispersión, confusión,
aislamiento, etcétera. Lo que se cosecha en la adultez
madura es: estancamiento, donde se dice “¿Para qué?”, “Ya
no logré nada, no armé ningún juego, soy un perdedor, no
tengo nada”, “Yo quería haber estudiado tal”, “El marido
me abandonó” o “Tengo una relación muy mala con esta
mujer”, “Ya me corrieron de este trabajo, no pude hacer el
negocio que quería”. “Entonces estoy ahí estancado”.
“Mejor me enfermo para irme muriendo”...
De 60 años en adelante, la última fase es Integridad vs.
Desesperación. Es entonces cuando se va integrando todo y
te vuelves un “viejo sabio” y eres una fuente de inspiración
para los jóvenes. Sin embargo eso se da cuando ha habido
todo el proceso de crecimiento interno, porque si no,
después del estancamiento sólo está la desesperación y en
ese estado puede pasarse un anciano, los últimos 20 o 30
años de su vida vegetando, sintiéndose con desesperanza,
185
con frustración.
Si la persona se decide a trabajar para recuperar en
amor a su Niño Interior, a desarrollar este Niño de la
Guarda a trabajar su adolescente y de ahí las otras
herramientas que el Adulto necesita para hacer bien su
función de nutrir y proteger a los pequeños internos, al
final la recompensa, es la Integración de todo el Ser.
Cuando el Niño y el Adolescente Interno se siente cui-
dado y protegido por ti, adulto, puede decir: “Confío en
que tú me vas a nutrir, me vas a proteger, vas a hacer lo
tuyo, me vas a respetar, me vas a escuchar” y entonces, en
semanas, se puede hacer este recorrido desde su origen, por
el otro lado de los peldaños de lo que hemos estado
hablando. El Niño adquiere confianza básica por primera
vez y autonomía e iniciativa. Adquiere identidad cuando
se trabaja con el Adolescente Interno y puede comunicarse
en vez de aislarse en una relación de pareja, puede empezar
a generar proyectos y cosas que no se había atrevido a hacer
y pasa del círculo vicioso a este círculo virtuoso, cuando se
sana al Niño Interior.
186
Evoca... y contesta:
Desde tu Adolescente:
Me divertía cuando
No toleraba cuando
Adoraba cuando
Me aterraba cuando
Me deprimía al
Me divierto cuando
No tolero cuando
Adoro cuando
Me aterro cuando
Me deprimo al
¿De qué te das cuenta?
187
amor, rápidamente sanes.
¿Y cómo la desarrolló desde mi adulto, si no tuve
padres nutridores ni protectores? Busca, pregunta, escucha
acciones, busca actitudes de los padres de este tipo, en el
cine, en la tv, en los libros, en anécdotas, en tu entorno,
estúdialas, analízalas y rápidamente generarás nuevas
maneras de reaccionar desde tu Adulto para proteger al
Niño y al Adolescente.
Aquí me voy a permitir ejemplificar cómo actúa un
Padre Protector y Nutridor, de nuevo con mi querida
postgraduada quien nos comparte esta historia:
A.G.B.
¡Aprender a reproducir la esencia de esta conducta
desde nuestro Adulto, es fundamental! Un Padre
Nutridor/protector apoya, ayuda, permite crecer en
responsabilidad y conciencia, acompaña y guía con el
ejemplo. Eso es lo que nuestro Adolescente Interno necesita
del Adulto que somos hoy en día. Y proteger y nutrir a
nuestro Niño Interno, nos hará también ser mejores padres
de nuestros hijos en esas etapas. Lo que se interpone entre
tú y tu Paz Interna son tus heridas de infancia y
adolescencia, que tapas con máscaras. Date cuenta que ya
no las necesitas si tu Niño y tu Adolescente tienen al Adulto
que lo nutra y proteja.
Cuando vemos un adolescente muy rebelde, agresivo o
depresivo es que ahí dentro hay un niño muy maltratado y
muy vulnerable.
Tu ser
adolescente es la forma
que adoptó tu niño herido
al comenzar su vida
adulta.
189
Si tu niñez fue difícil y hubo heridas importantes, en el
adolescente se van a ahondar estas heridas. Recordemos lo
que John Bradshaw dice:
191
Dinámica. Dibujo del Paisaje Interno
192
Realmente, querida y valiente Perla, has hecho hasta
aquí un maravilloso recorrido, atreviéndote sólo a hacerlo
con la guía de mis cartas y algunos audios. Has sido
“enfrentadora” y por eso me llena de gusto y orgullo sentir
claramente tu avance... Yo siempre he pensado que el
mundo se divide en dos tipos de gente: los que enfrentan y
los que no enfrentan. Los primeros aceptan los retos y
crecen con ellos. Los segundos se pasan la vida escapando
y huyendo de aquello que temen enfrentar. Y en la huida
va implícita la penitencia. Tú, Perla, eres enfrentadora. Has
llegado ya hasta aquí... Practica las herramientas que te he
dado, practica, y vuelve a practicar, una y otra, y otra vez,
hasta que ya sean un completo hábito de vida en ti.
¿De acuerdo?
Un abrazo,
Margarita
193
Perla leyó la carta de respuesta de Margarita y se quedó perpleja un
buen rato, comiendo sin cesar algunas semillas y nueces, que tomó de
un antiguo frasco de cristal azul cobalto, que reflejaba bellamente la
luz del sol... mordisqueaba los pistaches cual nerviosa ardilla,
pasando su mirada una y otra vez por las hojas del texto...
Internamente se empezaba a dar cuenta, por primera vez podía,
claramente, poner en contexto sus heridas de adolescencia mano a
mano con sus heridas originales de infancia... Sentía una explosión
en su interior... Entendía con el sentimiento, ahora, de repente, el
papel de su adolescencia en la creación de su autoconcepto y en sus
decisiones adultas en base a sus creencias limitantes... Empezaron a
pasar como flashazos, muchas imágenes de ella a sus 12, 15, 17, 20
años... De repente, muchas cosas comenzaron a tener sentido...
194
Desde que integré en mi vida el respetar y amar a mi
Pequeñita Interna y a mi Adolescente Interior, estoy
entendiendo muchas de mis heridas, autocurándomelas
desde mi Adulto Nutridor y Protector, disfrutando el tener
los regalos del Niño recuperado en amor que hace mi vida
más alegre, más creativa, más espiritual. Gracias.
Entiendo ahora por qué envidiaba ser un refrigerador,
sé por qué durante mucho tiempo deseé morir, por qué
escogí una pareja inadecuada, por qué aún no tengo del
todo claro mi proyecto de vida y a veces me confunde el
cómo ser buena mamá... hay tanto trabajo por hacer, y hoy
sé el camino a recorrer... estoy segura que nos volveremos
a contactar más adelante, querida maestra y amiga.
Mientras, habré de incorporar todo lo aprendido, para
sanar y fluir en el día a día y estar lista entonces para ir por
más herramientas ahora para mi adulto, supongo yo, ¿no?
Dime Margarita, ¿y ahora qué sigue?
Agradezco todo lo que he vivido, ya no lo lamento ni
me victimizo, porque eso, justamente, es lo me ha traído
hoy aquí, a ser lo que ahora soy. Mi pequeña Perlita está
conmigo, se siente feliz, segura, amada, está ya protegida.
Juntas estamos sanando también a la Perla jovencita, a la
adolescente tan tímida e insegura. Pronto la veremos
florecer también, lo sé. El verdadero sendero con sentido,
apenas comienza... Gracias por contestar mis cartas, y
acompañarme en este recorrido, en este camino de la
búsqueda.
Con gratitud,
Perla, brillando ya por derecho propio...
195
Margarita terminó de leer esta carta de Perla, sintiendo
claramente que se estaban despidiendo, por lo menos, por algún
tiempo... Y no pudo evitar sentir nostalgia por el porvenir... iba a
echar de menos recibir sus cartas y el reflexionar de inmediato para
con- testarlas... Sin embargo, era deliciosa la sensación de
satisfacción y felicidad al ver los grandes avances de Perla en unos
cuantos meses de trabajo, y lo más increíble, ¡a distancia! ¡Estaba tan
contenta por esta valiente y amorosa joven mujer! Sabía, sentía,
claramente que su vida iría en abundancia del bien, en expansión...
Cuando se está alineado en la LUZ, y se hace el recorrido para crecer,
no hay duda:
196
@mail: último correo de Margarita para Perla
197
ese proceso. Por eso muchas veces y casi de repente, se
retraen, critican o ponen distancia con sus padres. Y si los
padres tienen a flor de piel todas sus heridas de infancia y
adolescencia aún sin sanar, este rasgo de su hijo
adolescente lo van a tomar de modo muy personal y se
sentirán agredidos, iniciándose una triste lucha de poder
donde todos pierden.
Se empiezan a generar círculos viciosos. Si el
adolescente está recibiendo siempre a un papá crítico que
le dice a todo lo que el chico piensa, siente, hace, que es
horrible, entonces el adolescente obviamente toma el
campo de batalla también y hace más lo que le molesta al
papá.
Si el papá no tiene reincorporado en amor a su Niño y
a su Adolescente Interno, le parecerá una enorme grosería
que el hijo no quiera parecerse a él y que lo enjuicie
constantemente. Es el Niño y el Adolescente herido del
papá que en su interior tiene un grito de “¡¡QUIÉRANME,
POR FAVOR!!” Y siente rechazo del adolescente, lo toma
personal y ejerce control con el poder, pensando: “ahora me
desquito y no te dejo ir, te critico, te amenazo, te castigo, te
rechazo”. Empieza a alejarse cualquier posible
comunicación que haya podido haber el entre ambos. Eso
es muy triste, porque el adolescente se queda sólo en un
periodo de confusión. Y sus heridas de infancia se ahondan
más aún...
Adquirir y
consolidar una identidad
consciente, es el sentido
último de la
adolescencia.
198
Por eso digo que la pieza clave, la pieza número uno
del dominó que hay que tirar para que todas las demás
fichas comiencen a caer en cascada es:
199
Me preguntas en tu carta que ahora ¿qué es lo que sigue?.
Lo que sigue, por lo pronto, es incorporar en ti las 12
herramientas del Bloque 1 del Método Ser Mejor Ser que
hemos visto hasta aquí, a través de nuestras cartas:
200
Bloque 1 y sus herramientas:
— El Adolescente Interno
12. El Paisaje Interno. Tomar conciencia de la
decisión personal para cambiar este panorama
aquí y ahora, y usar todas las herramientas
anteriores para rescatar al Adolescente herido.
201
Después, un poco más adelante, lo que habrá que hacer
es construir nuevas herramientas para el adulto y
desarrollar la destreza para usarlas. Ese es el:
— La Ciencia de la Felicidad
Conocer los cinco componentes que conforman la
felicidad y aprender a desarrollarlos, descubrir tus
fortalezas y trabajar en tus debilidades para crear
un personalidad más carismática y ser más feliz
202
Bloque 3 y sus herramientas:
— Relaciones de Pareja
La mujer piensa que esta con un hombre, el
hombre piensa que está con una mujer adulta, y
en realidad, los dos están con sus niños y con sus
adolescentes internos a flor de piel en las
discusiones y en los jaloneos de la relación de
pareja.
— Sexualidad Sagrada
Los principios del Tao del Amor. Disfrutar de la
sexualidad libremente es imposible hacerlo, si el
Niño se siente avergonzado, culpable, sucio con
toda la autocrítica de las creencias limitantes
absorbidas puestas por un padre crítico. Desde el
Niño Juguetón y el Niño Espiritual, se llega a la
sexualidad sagrada.
203
Bloque 4 y sus herramientas:
204
El Niño Interior ya no tiene el límite temporal-espacial
del niño físico que tardaste en crecer 12, 14, 16 o 18 años
hasta tu adolescencia. El Niño Interior está en otra
dimensión que no es la del tiempo ni el espacio físico.
Por tu historia, necesitas como adulta hacerle sentir a tu
Niña Interna, pura adoración. Pues recuerda que muchas
veces junto con el amor de nuestros padres,
desafortunadamente cargamos también con la energía
difícil de sus propias historias de vida —de ellos y de los
ancestros— y entonces cada nueva generación padece un
destino impregnado de tristeza, confusión o miedo
existencial. Sin embargo, a pesar de ello, creo que debes de
reconocer el extraordinario trabajo que has hecho al
rescatar en amor a tu Niña Interna. Ahora están listas para
volar juntas.
Quiero darte un último regalo y éste es compartirte
algo que aprendí de mi maestra energética, la guía y
sanadora Inna Segal, referente a los arquetipos del Niño
Interior:
“Los arquetipos son estructuras de pensamiento que vienen del
inconsciente colectivo. Lo que hace un arquetipo es alertarte de los
patrones de tu psique, algunos de ellos negativos o destructivos, y al
hacer esto consciente puedes transformarlos en patrones sanos”. (21)
El Niño Abandonado:
— Sombra: Se siente desubicado, solo, aislado y rechazado, no
aceptado ni comprendido. Siempre busca aprobación
externa y duda de sí mismo.
— Luz: Se siente independiente, valiente y dueño de su vida.
Compasivo frente a otros. Será libre y creativo y amará sin
temor a ser lastimado.
El Niño Herido:
— Sombra: Similar al Niño Abandonado, pero ahondando en
sus sentimientos de víctima. Tal vez padeció golpes,
abusos y traumas. Culpa a otros por sus dificultades y
considera al mundo un lugar peligroso y difícil. Suele tener
relaciones disfuncionales.
— Luz: Igual que el arquetipo previo, desarrolla valor,
compasión y perdón, aumentando su generosidad y una
vocación de servicio ayudando a otros a sanarse a sí
mismos.
206
El Niño Rebelde:
El Niño Divino:
Hasta siempre,
Margarita Blanco
208
Dejó que sus pasos la guiaran, sin tener un rumbo fijo ni un
propósito determinado por un largo rato... hasta encontrarse
recorriendo las hermosas y coloniales callejuelas empedradas del
centro de su pintoresca ciudad. Se sentó frente al jardín a tomar
un café, en compañía de sí misma... en la mejor compañía con
quien pudiera estar, ahora lo sentía con claridad. Era tan delicioso
saber diferenciar dentro de su diálogo interno la voz de Perlita
Niña y la de Perla Adolescente, y ser ella misma a la vez,
hablándoles y escuchando con ternura y alegría a ambas... era
sentirse finalmente en paz... acompañada y amada por ella
misma... y eso... simplemente hacía toda la diferencia en su
existencia, aquí y ahora... ¡respiró profundamente y se expandió
en gratitud!
Repentinamente, escuchó unas carcajadas gozosas que pasaron
veloces frente a ella, como pájaros que gorjearan y revolotearan
frente a ella. Generando las carcajadas venía una bandada no de
pájaros, sino de pequeños chiquillos correteando, uno, y otro, y
otro más... un pequeño manojo de energías cargadas de risas,
gritos, carreras, bromas, juegos, alegría, intensidad, pasión,
fluidez, irreverencia, espontaneidad, de pequeños entre unos tres
y ocho años de edad, tanto niños como niñas, jugando en el zócalo,
trepándose al kiosco, correteando a las palomas, mojándose hasta
los codos en el agua de la fuente...
Perla regresó a su pensamiento anterior y sonrió hacia ella
misma, reconociendo que ahora ella misma también podía volar,
ligera, como esas aves cantoras, como ese grupo de chiquillos. Se
dio cuenta que en su proceso de encuentro y sanación interna se
había recuperado en amor a ella misma, verdaderamente y para
siempre... eso era hermoso, muy poderoso... sonrió... inhaló y
exhaló tres veces, en conciencia, profunda y suavemente,
sintiendo poco a poco como si se fundiera en un planeta de fuego,
quedando en ella sólo un inmenso sentimiento de victoria y
gratitud... de felicidad y plenitud...
209
Pagó la cuenta, tomó su bolsa y echó a andar, metiendo las
manos en sus viejos jeans, no sin antes detenerse a comprar un
algodón de dulce mientras su negra y larga cabellera era revuelta
por el aire juguetón de un hermoso y tibio atardecer de octubre,
en aquel rincón de esa bella provincia mexicana.
R esumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
herramientas que hemos visto hasta hacerlas parte de tu
manera de ser, de modo automático.
No olvides que después de haber rescatado en amor a
tu Niño Interno, es fundamental “ir a la búsqueda” del
Adolescente Interno, quien sin duda, estará muy feliz de
ser recuperado por ti, como lo fue tu Niño.
El Adolescente sólo va a comunicar con un Padre
Nutridor con quien se pueda reír y bromear, que confíe en
su comprensión y que le dé aprobación, seguridad y apoyo
in- condicional.
Lo que se interpone entre tú y tu paz interna son tus
heridas de infancia y adolescencia, que tapas con máscaras
pero te lastiman igual.
Date cuenta de que ya no las necesitas si tu Niño y tu
Adolescente tienen al Adulto que lo nutra y proteja.
Te pido nuevamente que para terminar, reflexiones y te
preguntes:
210
Hoy tienes las claves para vivir tu vida con mayor paz interna y plenitud.
211
CUENTO
El recorrido de Elser y Eladul
En el comienzo...
Había un lugar remoto y muy pero muy pequeño, y allí, en ese
espacio reducidísimo un buen día sucedió un milagro... sin saber muy
bien cómo, dos células distintas se encontraron...y cuando estuvieron
cerca, una tomó a la otra, entró, la conquistó y la penetró para crear
magia entre ambos... brillantemente ganó su dominio por encima de
millones de aspirantes... sería por algo...
La alquimia se inició de inmediato... Y de dos, pasaron a ser a
cuatro, ocho, dieciséis células... así fueron agrupándose hasta con-
formar un embrión con una forma levemente humana, apenas
distinguible, y sin embargo, más pequeño que el tamaño de un frijol,
y así de ínfimo, tiene ya un pequeñísimo cerebro que empieza a
funcionar. Este cerebro básico será el cerebro de la supervivencia, del
instinto de la supervivencia... por lo tanto... muy pronto empieza a
percibir y siente la amenaza de no ser bien recibido, su vida peligra
en ese ambiente donde hay gritos, llanto, desazón...por supuesto,
pasarán muchos años antes de tener idea de quién es él... ahora es sólo
un grupo cada vez mayor de células inteligentes que PERCIBEN...
213
que sienten la amenaza a su sobrevivencia... y ESA HUELLA
QUEDARÁ EN LO MÁS PROFUNDO DE LA MENTE DE ESE
SER, ahora al inicio de su existencia....
Finalmente, nació y después de muchas peripecias e infortunios
que ahora no vale la pena narrar, este pequeñito llamado El ser. Sin
embargo, el pobre niño vivía muy triste porque llevaba ya un
larguísimo tiempo abandonado en un calabozo, oscuro, húmedo,
frío...A veces le llegaba algún cuidado, pero apenas le bastaba para
sobrevivir tenía raspones, magulladuras, diversas heridas que
incluso supuraban. Su vida era de desolación, nada le podía dar
alegría ¿Y cómo podía estar alegre? ¡El ser estaba tan desamparado!
Sentía alternadamente y todo a la vez: coraje, miedo, soledad,
angustia, enfermedad, hastío, depresión, indiferencia, dolor allí está,
solo, viviendo su triste destino… como un náufrago donde nadie
puede verlo, nadie está cerca para escucharlo…¡está completamente
solo y necesita tanto amor!
Por otro lado está por allí Eladul, un señor de mirada triste,
gruesos anteojos y ceño adusto, aunque con una dulce sonrisa. Hoy
es un momento especial. Ha decidido emprender un difícil viaje, pues
se enteró de un dulce pequeñito que está abandonado y encerrado en
un calabozo putrefacto. Ha decidido ir a su rescate, pues esa criatura
fue alguien muy cercano en su vida, tiempo atrás.
Y de repente, de un modo extraño, un día como cualquier otro,
el pequeño Elser escucha el crujir de una oxidada pequeña esclusa de
hierro en la parte superior de este inhóspito cuarto oscuro donde vive
Entra un chorro de luz, aparece la mano de un adulto y se escucha
una amable voz que le pide ir a platicar con él. Elser se atreve a ir
porque reconoce esa voz. Es alguien muy cercano a él, simplemente
han estado muy olvidados el uno del otro.
Sale y se sienta a platicar con Eladul, quien es realmente tan
atento, amoroso, dulce, solícito, fuerte, simpático... a Elser le da con-
fianza, con ningún otro podría abrirle su corazón como con él... así,
poco a poco y por largo rato, se permite dejar fluir todo lo difícil que
214
ha sido estar encerrado y olvidado por tanto tiempo, con todas esas
heridas y sintiéndose tan mal... deja salir sus dolores, añejos y pro-
fundos como un río al fondo de un barranco... y Eladul lo escucha, se
conmueve, y simplemente conteniéndolo, reconforta al pequeñito, lo
abraza dulcemente y lo hace sentir amado... ¡Lo que siente Elser,
rescatado de ese oscuro calabozo es simplemente indescriptible...!
Y lo mejor es cuando escucha a Eladul decirle muy quedito y con
inmensa ternura:
—Mi pequeño Elser, la era del calabozo se terminó, ya nada te
faltará, empezando por el amor. Desde hoy y para siempre mientras
yo viva, te lo prometo: Seré tu padre y tu madre. ¡Vivirás como
príncipe. Protegido y nutrido amorosamente. Siendo también
defendido por mí, de cualquier abuso, ofensa o insulto que alguien de
allá afuera se le ocurriera hacerte, mi pequeño!, le dice.
—¿Me cuidarás de dragones malignos, de tormentas y rayos, e
incluso de tu olvido hacia mi nuevamente?, pregunta con gran
expectativa el pequeño Elser.
—¡Sí, mi criaturita, lamento este olvido, pero te prometo que
nunca más! ¡Verás que protegeré, te nutriré, te apapacharé
defendiéndote amorosamente por siempre! ¡Elser cree estar soñando
mientras abraza fuertemente y con inmensa alegría a este alto señor
que es Eladul, quien al parecer, lo está “adoptando” y rescatando para
siempre de este infame lugar...!
Y así, conforme pasan los días, este gentil y amoroso adulto le
permite a Elser mostrarse asustado o enojado, triste o feliz...
sintiéndose siempre amado incondicionalmente... Y al estar tan
contento, pleno y seguro, este niñito recuperado en AMOR,
comienza algún tiempo después a dejarle aquí y allá, regalos y regalos
a Eladul, su amoroso Padre que lo cuida. Elser está listo para
otorgarle sus regalos. De ese niño ayer lastimado y abandonado,
surge ahora el hermoso Niño de la Guarda.
Le obsequia lo más de lo hermoso de la vida, –porque ese tesoro,
SÓLO le pertenece a los niños, y sólo ellos, si gustan, pueden
215
compartirlo con los demás.
El tesoro se conforma de un gran racimo de creatividad, un
enorme recipiente de gozo y disfrute, un alhajero lleno de intuición y
un hilo de plata para lograr la conexión espiritual con la Energía
Superior para que siempre alumbre y guíe el camino...
Eladul recibe este poderoso tesoro, y empieza a usar todos los
regalos en su vida cotidiana, creando en ella condiciones nuevas y
mucho mejores. Ahora se siente realmente motivado a ser mejor
persona para cuidar más de su niño Elser.
Y se da cuenta que para crecer necesita herramientas que no
posee aún. Decide que buscará todas aquellas que necesite para ser el
mejor padre y madre que Elser pueda tener. ¡Este dulce, frágil y
encantador pequeño se lo merece! Poco a poco, Eladul iba
aprendiendo más herramientas sencillas pero muy útiles para ser una
mejor persona.
Y aprendió a comunicarse mejor, a escuchar con verdadera
atención, a manejar un conflicto y hasta negociar su solución. Poco a
poco se iba sintiendo mejor y mejor y se dio cuenta que ya no peleaba
con los demás, no se metía en chismes, ni juzgaba y hasta dejó de dar
consejos por ahí a todo el mundo, sin que se los pidieran. Veía a su
prójimo con mayor comprensión y gentileza y aprendió que el truco
en un conflicto era que ambos siempre ganaran.
Luego, entendió que el enojo, el miedo y la tristeza son natura-
les al hombre y que lo que hay que hacer es aprender a manejarlas y
no que éstas tomen el control. Aprendió que todo eso se llamaba In-
teligencia Emocional. ¡Era genial no quedarse con la rabia adentro y
tampoco tirarla contra otros ni lastimarse a sí mismo! El pequeño
Elser confiaba más y más en ser cuidado por ese amoroso adulto que
estaba tan empeñado en aprender a tener mayor conciencia. ¡Se sentía
tan en buenas manos!
La gente a su alrededor le decía a Eladul: ¿qué te hiciste? ¿bajaste
de peso? ¿estás enamorado? ¿te sacaste la lotería? Y la respuesta era
¡SI! ¡¡A todo!! Sin duda, al cuidar y querer a su niño más y más, su
216
autoestima subía y subía. Y su Niño de la guarda, con sus regalos...
¡le hacía vivir disfrutando mucho más de la vida!
Aprendió a que al pasarla tan bien su niño Elser y él juntos, no
tenía ya que aguantar relaciones que lo intoxicaban y lo lastimaban,
dejó de querer controlar y a celar a otros, pues ya no estaba su niño
inseguro queriendo tomar el control y temiendo ser enviado de nuevo
al calabozo; también dejó de suplicar por migajas de afecto de otros.
Eladul estaba más y más emocionado con todo lo que aprendía.
Apenas salía, empezaba a ponerlo en práctica junto con todo lo
anterior, y una y otra vez, el resultado ¡era como de magia! Bus-
cando más herramientas, aprendió entonces a cómo manejar con los
niños la responsabilidad y la disciplina sin golpearlos ni dañarles la
autoestima. Y fue maravilloso, inesperado, celestial... ¡¡cuando
Eladul entendió cómo a través de su energía sexual podía acrecentar
la conexión espiritual con la Energía Creadora!!
Se dio cuenta de que a veces en que hay que cerrar ciclos, y sólo
queda soltar y dejar ir... Aprendió cómo usar correctamente su mente
y su pensamiento para poder tomar decisiones adecuadas, también a
cómo usar la energía de su palabra y su visualización para que se
materializará lo que quería que se fuera plasmando en su vida.
Y finalmente, con todas estas herramientas recién adquiridas,
entendió el sentido y la misión de su vida, empezando entonces a
tener un proyecto maravilloso para construir la existencia que
siempre deseó tener, en todos los aspectos.
Eladul finalmente era ya EL ADULTO feliz y realizado que
siempre quiso ser, y el pequeño Elser florecía como EL SER
ENERGÍA luminoso, lleno de AMOR y de Paz Interna que vivió por
siempre en armonía y plenitud bajo la protección nutridora de EL
ADULTO realizado, maduro y vital. Ambos lograron ¡¡SER
MEJOR SER!!
Y ahora, amigo, amiga, yo te pregunto, ¿será que dentro de ti
estará también un pequeño, pequeña Elser en un calabozo oscuro?
¡Ojalá que la fuerza de Eladul te acompañe para que te atrevas a
217
ir al rescate de esa frágil chiquita, de ese dulce pequeño que mora en
ti y te necesita tanto! ¡¡Ojalá vayas pronto a recuperarlo en amor!!
¡¡Te está esperando!!
218
NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS
218
(11) Las diosas en cada mujer. Jean Shinoda Bolen. Edit. Kairós.
Spain. p. 32.
(12) Moléculas de emoción. Doctora Candance Pert. Ph.D. Simon
and Schuster 1997. pp. 112-114.
(13) Deja de ser tú (Breaking the habit of being yourself ). Dr. Joe
Dispenza. Editorial Urano. 2012. p. 45
www.drjoedispenza.com
(14) Consultar www.sermejorser.com.mx para fechas en la
impartición del curso “Rompiendo el Hábito de ser tú
mismo”
(15) Visionary Intuitive Healing. Level 1. Inna Segal. 2012.
Notes. p. 36.
(16) Deja de ser tú –Breaking the habit of being yourself– Dr. Joe
Dispenza. Editorial Urano. 2012. p. 49.
(17) El drama del Niño Dotado. Alice Miller.Basic Books. 1981.
p. 117.
(18) Volviendo a casa. John Bradshaw. Los libros del comienzo.
2000. pp. 133-206.
(19) Ibídem. p. 211.
(20) El ciclo vital completado. Erikson, Erik Ediciones Paidós.
Barcelona. 2000.
(21) Visionary Intuitive Healing. Level 1. Inna Segal. 2012.
Notes. pp. 24-25.
(22) El lenguaje secreto de tu cuerpo. Grupo Editorial Tomo.
México. 2012. 280 pp. www.InnaSegal.com
219
EL MéTODO DE DESARROLLO
EMOCIONAL SER MEjOR SER
220
fundamentales para disfrutar razonablemente de nuestro
paso por esta experiencia terrenal en este cuerpo y en este
hermoso y único planeta azul... aquí y ahora...
simplemente...
A eso que he entendido y procesado, le he dado forma
didáctica y coherencia terapéutica, llamándolo el Método de
Desarrollo Emocional Ser Mejor Ser. Ha sido muy satisfactorio
compartirlo con cientos de personas que han tomado todos
los módulos que forman este Diplomado Ser Mejor Ser y
observar sistemáticamente maravillosos resultados de
crecimiento en sus vidas. He podido ser testigo de
muchísimos “milagros del alma”.
La base del Método Ser Mejor Ser se sustenta en
desarrollar herramientas de avance muy concretas en cada
uno de los módulos, de tal modo que al final del
Diplomado se tienen alrededor de 40 herramientas que al
inicio no se tenían. En este primer libro hemos visto los
contenidos y las herramientas correspondientes a los
primeros cuatro módulos.
Además de los cursos y talleres que imparto, también
ayudo a otras personas a encontrar sus propias respuestas
a través de terapias individuales o de mis conferencias, las
pláticas en mi programa de radio así como en
participaciones televisivas o en medios escritos. Y
continuamente me preguntaban si no tenía escrito algo que
puedan llevarse a casa y continuar estudiando. Este libro es
la respuesta a una petición muchas veces solicitada.
Asimismo, deseo llegar al público intangible, al lector, a la
gente que no conozco ni me conoce, que vive en otras
latitudes y en otra realidad pero que desea encontrar
también “la punta de la hebra” para desenredar su madeja
personal y que por alguna causalidad cósmica tiene hoy
este libro en sus manos; estoy convencida de que uno
221
puede transformar su pensar y su sentir, y literalmente, ser
otro, sin importar las adversidades que se hayan tenido que
vivir, si hay ese deseo interno.
Sé que hay mucha gente que como yo, desea crecer “a
pesar de...” que se siente triste, enojada, lastimada,
deprimida, confundida... pero que intuye que hay otra
manera de vivir y está buscando el camino.
Con el Método Ser Mejor Ser no quiero decir que tenga
todas las respuestas ni mucho menos, hoy más que nunca
hay infinidad de caminos para crecer, afortunadamente,
pues los tiempos de cambio se acercan y es indispensable
despertar ya a la conciencia. Este método simplemente es
un planteamiento sólido, sencillo, amoroso y profundo,
que me ha dado resulta- do a mí y a mucha gente más que
lo ha aplicado en su vida, viviendo transformaciones
realmente sorprendentes.
222
Sanación emocional del niño interior
AGRADECIMIENTOS
224
Sanación emocional del niño interior
recibir desde lo mejor de cada ser (¿no es eso a lo que se le
llama amor?) y yo doy con amor en mis enseñanzas lo que
he recibido de todos mis mentores, guías, guardianes y
maestros, amorosamente, a lo largo del camino.
225
Me parece que la existencia humana en este planeta
simplemente tiene dos grandes cometidos:
AMAR Y APRENDER
Cantos de Huexotzingo
"Lo que tú aprendas,
enséñalo. Lo que tú
recibas, compártelo”
Maya Angelou
Índice
Prólogo
Introducción ...............................................................................1
Capítulo I
Surgimiento del Niño Herido ...................................................9
La infancia atropellada...............................................................9
Resumen ........................................................................... 100
Capítulo II ................................................................................ 101
Herramientas para sanar heridas del pasado: Del Niño
Herido al Niño de la Guarda ................................................. 101
Resumen ........................................................................... 140
Capítulo III
Viviendo en plenitud: Los regalos del Niño de la Guarda 141
Resumen ........................................................................... 164
Capítulo IV
Integración con tu ser: Al rescate del
Adolescente Interno ................................................................ 166
Resumen ........................................................................... 210
Apéndice .......................................................................... 212
Cuento
El recorrido de Elser y Eladul............................................. 212
Notas y citas bibliográficas ............................................ 218
El Método de Desarrollo Emocional Ser Mejor Ser ......... 220
Agradecimientos ............................................................. 223