Libro - Sanación Emocional Del Nino Interior 2022

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 239

Margarita Blanco

Sanación emocional
del niño interior
Método Ser Mejor Ser
Primera edición: marzo de 2012
Segunda edición: enero de 2013
Tercera edición: septiembre de 2013
Cuarta edición: 22 de octubre de 2014
Quinta edición: 20 de septiembre de 2015
Sexta edición: 25 de mayo de 2018
Primera edición electrónica: 2018
Segunda edición electrónica: 2021

© 2012 Margarita Blanco Rugerio


© 2013 Ediciones y Distribuciones Vedra, s.l.
© 2014 Margarita Blanco Rugerio a la fecha

Ilustración de portada: Annalisa Quagliata


Diseño y maquetación: Imelda Inclán
formaseimagenes@gmail.com

ISBN Kindle: 978-607-99512-1-4

ISBN Libro Físico: 978-607-99512-3-8

www.sermejorser.com.mx
info@sermejorser.com.mx

Teléfono: (52) 55 6540 5661

Hecho en México / Made in Mexico


Y si no se logra Ser Mejor Ser al final del camino…
¿habrá sido tanto sufrir en vano?

Como decían los ancestros:

¿Solo así he de irme


como las flores que perecieron?
¿Nada quedará en mi nombre?
¿Nada de mi paso aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!

Cantos de Huexotzingo
A mis amadas hijas Sireneé y Annalisa,
deseando que su camino por el planeta sea
luminoso y fructífero, trascendiendo las heridas
inevitables del proceso de vivir

A mi querida Niña Interna,


aquí estoy, aquí estás…
unidas en amor hasta el final del camino
Dime, te pido que reflexiones un momento y vayas a tu interior...
Desde hace mucho tiempo...
 ¿Te has sentido frecuentemente vacío, triste, inadecuado, poco valioso, con
deseos de cambiar, de ser más feliz, pero sin saber cómo lograrlo?
 ¿Te recuerdas como un niño que en su infancia vivió algún tipo de abuso?
(verbal, físico, emocional, sexual)
 ¿Has tenido relaciones de pareja conflictivas y co-dependientes, sin
entender porqué, una y otra vez repites el mismo patrón?
 ¿Te asusta tu soledad, te da miedo encontrarte sin pareja, y prefieres
aferrarte a cualquiera, con tal de no hallarte solo?
 ¿Te cuesta encontrarle un sentido a tu vida, muchas veces quisieras mejor
simplemente no estar? ¿Vives tu vida “en blanco y negro”, deprimido con
frecuencia? ¿Tienes adicciones que quisieras dejar?
 ¿Te duele y te hace sentir culpable ver cómo estás dañando a tus hijos,
repitiendo las mismas conductas que odiabas de tus padres?
 ¿Quisieras ser más fuerte e independiente, más feliz, pero crees que nunca
podrás lograrlo, porque tienes una gran cantidad de miedos?
 ¿Tienes arranques de ira y explosiones violentas con tus seres más queridos
que te hacen sentir terriblemente culpable e infeliz después?
 ¿Y a pesar de todos los pesares, intuyes que tienes un enorme potencial en
tu interior y quisieras esforzarte por ser un mejor ser?
Si algo de esto te suena familiar, este libro es para tí.

Recuerda, no hay casualidades, hay causalidades, y si hoy estás leyendo


éstas líneas, es porque aquí encontrarás algunas respuestas. Te invito a
que te des la oportunidad de averiguarlo. Si estás dispuesto, propongo
que me permitas acompañarte en esta travesía, donde quizá te atrevas a
convertirte en un valiente Ulises realizando su personal Odisea.
Auto gestación. Modelada en barro y vaciada en bronce.
Realicé esta escultura pensando en la frase La evolución es una cuestión de esfuerzo
personal. Para evolucionar uno debe gestarse y parirse de nuevo a sí mismo, convertirse
en su propio padre y en su propia madre, para dar a luz al nuevo ser que uno quiere ser.
Prólogo
¡Eres un bueno para nada!
¡Aprende de tu hermano, él sí es ordenado.
Sus juguetes le duran más porque los cuida!
¡No puedo creer que seas capaz de hacerme
sufrir tanto a mí, que soy tu madre!
¡Ya no te quiero por chiflado!
Si verdaderamente supiéramos el impacto que éstas palabras
tienen en la vida de cada uno de nosotros, aplicaríamos
inmediatamente la prudencia, la paciencia y el entendimiento en
todo lo que decimos y hacemos.
Desafortunadamente no es así y vemos la triste realidad que
impera en los millones de Niños Heridos disfrazados de adultos,
con sus roles de padres, madres, profesionistas, estudiantes y
demás.
En la desesperación por querer que los hijos sean como
deseamos, expresamos palabras hirientes pensando que al paso
del tiempo se olvidarán, y creemos que como son niños no
importa. Pasamos por alto el hecho de que esas ofensas quedan
guardadas en el subconsciente, y dolorosamente causan estragos
al paso del tiempo ya que como adultos expresamos todo aquello
que no sanamos en su momento, a través de miedos, culpas,
agresividad, indiferencia y problemas para entablar relaciones
sanas con los demás.
Leer el libro de la psicoterapeuta —orgullosamente
mexicana— Margarita Blanco, quien también es antropóloga,
maestra, conferencista y además querida amiga, titulado
“Sanación emocional del niño interior” ha sido una experiencia
difícil de explicar y que sinceramente me conmovió. Me hizo
reconocer y aceptar que 99 % de los adultos somos Niños Heridos
que aún no hacemos las paces con nuestro pasado.
Cuando a un niño se le restringe el afecto que merece y no le
expresamos palabras de reconocimiento y aprobación, se torna
tímido, llorón, enfermizo, agresivo o rebelde y lo peor es que crece
triste, inseguro o sintiéndose indigno de ser tratado
respetuosamente y con amabilidad.
Pero si en cambio los padres le demostramos amor in-
condicional, lo tratamos con respeto y evitamos reprimendas
constantes con la gran cantidad de veces que decimos ¡no! ¡no! ¡no!
y utilizamos el diálogo, la paciencia y la prudencia para explicar
el porqué no, el niño crecerá con una autoestima alta, sólida y
sintiéndose merecedor del amor de los demás, porque se ama a sí
mismo; todo esto se verá reflejado en el logro de sus objetivos.
Te pido que en éste momento hagas un alto y recuerdes
momentos dramáticos de tu infancia e identifiques la forma en
que esto puedo haberte afectado. Momentos que creíste haber
olvidado y que con el solo hecho de hacer una introspección,
afloran en tu mente.
Gracias a este maravilloso libro podrás hacer las paces con tu
Niño Interior. Lo podrás reconocer e identificar, le hablarás con
cariño y le recordarás cuán valioso es. Margarita Blanco te dará
técnicas para el encuentro con ese Niño y sanarás esas viejas
heridas para sentirte más pleno y feliz.
Hace tiempo leí que el segundo regalo mas grande que
podemos darle a un hijo es la disciplina, pero el primer regalo mas
grande es el amor.
Deseo que éste libro lo disfrutes y te ayude tanto como a mí
para abrir las puertas necesarias e ir al maravilloso encuentro con
tu Niño Interior.

Dr. César Lozano


Introducción
Perla… Ah, Perla!… Hermosa mujer de 38 años, valiente,
brillante, encantadora… pero también muy lastimada…
Sin embargo, deseosa de crecer internamente. Su existencia
no ha sido fácil, ha tenido una serie de desafíos y obstáculos que
le han ocasionado mucho dolor, pero una fuerza en su interior
siempre hace que se levante y retome el camino de la búsqueda.
¡Y vaya que ha buscado! Es una guerrera.
Por eso, cuando vio anunciada en su ciudad la conferencia
que daría Margarita Blanco justo esa tarde, llamada:

“Entre el Amor y el Dolor:


Los instrumentos de crecimiento interno”

No lo dudó un momento, reorganizó sus asuntos y fue a


escucharla, ya que la seguía desde hacía unos años a través de la
radio y de su página, por ello sabía de sus cursos y talleres con el
Método Ser Mejor Ser.
Llegó temprano al lugar donde se llevaría a cabo la
conferencia y se emocionó cuando a un cierto punto Margarita
empezó a hablar sin tapujos sobre su propia experiencia de vida…
lo que ella compartía con la audiencia le hacía sentido respecto a
su propia historia. Esto es lo que decía Margarita:
“Me gustaría hoy compartirles algo sobre mí...
Quiero que sepan que fui por muchos años, terriblemente
tímida, insegura, depresiva, miedosa, explosiva, resentida,
angustiada, negativa, con bajísima autoestima y con enormes
heridas emocionales desde niña, lo cual me llevó a tener dos
divorcios, relaciones personales difíciles con los seres más
amados, propicié de algún modo accidentes de consecuencias
1
casi mortales y por muchos años viví con intenso sufrimiento
e infelicidad, sólo deseando morir.
Hoy en día me siento en mi poder, sana, plena, realizada,
segura, exitosa, flexible, compasiva, experimentada, con
mucha más sabiduría para disfrutar la vida, feliz conmigo,
hacia dentro de mí, cierta de que soy una chispa cósmica de la
Energía Divina de la que emana el Universo todo... con paz
interna y plenitud. Y porque sé lo terrible que es vivir en
medio del sufrimiento emocional, deseo compartir con
ustedes cómo he conquistado todo esto. Siempre recuerdo la
frase que llegó a mí cuando tenía 15 o 16 años, la anoté y desde
entonces nunca la he olvidado (aún guardo el papel donde la
escribí):

La evolución es una cuestión de esfuerzo personal

Esto significa, simplemente, que si no se hace el trabajo


consciente de ser mejor persona, no va a suceder jamás de
manera automática. No! Uno no va a despertar un buen día
sintiéndose más evolucionado que el día anterior. Y si no lo
hacemos, no nos quedaremos igual, sino que
involucionaremos, ya que nada puede quedarse sin
transformar, pues el cambio es lo único permanente, de tal forma
que si no trabajas con ahínco en mejorar internamente,
conforme pasen los años irás siendo una peor persona de lo
que eras antaño, más resentido, amargado, infeliz,
manipulador, envidioso... ¿Quieres llegar a la vejez siendo la
peor versión de ti mismo? Creo que todos conocemos
ancianos que son claros ejemplos de esta involución. Y del
mismo modo, podemos evocar maravillosos viejos sabios que
son una fuente de luz y guía, los cuales nos hacen valorar el
sentido de crecer en conciencia en nuestro paso por la vida,
valientes, fuertes, dulces, generosos, simplemente sabios...
Este esfuerzo es una decisión personal y un trabajo que dura
toda la vida. ¿Hacia donde quieres ir?”
2
Cuando Perla salió esa noche de la conferencia de Margarita,
sus palabras seguían resonando en sus oídos.
—¿Qué tipo de persona quiero ser yo? ¿Hacia donde quiero
ir?
Ciertamente, no quiero convertirme en mi peor versión.
Se fue muy pensativa todo el camino de regreso a casa.
—¿Y si le escribiera a Margarita y le pidiera su guía a
distancia para seguir con mi trabajo interno? ¿Me respondería?
Esa idea le quedó revoloteando en la cabeza por varios días,
hasta que una mañana finalmente se decidió a escribirle un correo
electrónico.
—Estimada... mmm... estimada... ¿Señora? ¿Doctora?
¿Maestra? ¿Licenciada? No sé cómo referirme para escribir esta
carta, ya que no nos conocemos en persona, ni idea tiene de quién
soy...
—¿Le hablo de tú? ¿Le hablo de usted? Pensaba mientras
escribía y borraba lo escrito una y otra vez, rascándose la cabeza.
—¡Es absurdo lo que estoy haciendo... mejor ya no escribo
nada...! ¡Estoy loca! ¿O no?
En fin...¡adelante, cobarde! Bueno, mire, mira... ¡Ay! ¿Cómo
le pongo?
Perla, con su oscura y abundante cabellera negra moviéndola
como si fuera un caballo inquieto que sacude su crin al sol, se
arrebujó en la cama, tomó aire profundamente y continuó
tecleando su aporreada laptop. Después de cerrar los ojos y seguir
su intuición, decidió irse por el formato casual y menos formal.
—¡A fin de cuentas, así soy yo en realidad! Dijo para sí,
alzándose de hombros y reiniciando la carta una vez más.

3
@ mail de Perla a Margarita

ASUNTO: PROPUESTA TENTADORA (ESPERO)

Estimada Margarita:
Te he escuchado en la radio desde hace unos años, leo tu
blog, tus artículos y sé de tus cursos y talleres con el Método
Ser Mejor Ser. Me gusta lo que dices, lo que propones, pero
siempre es muy breve y fugaz, no llegas al fondo, falta tiempo,
falta espacio. Sé que hay más, mucho más detrás de lo que
comunicas. Lo intuyo y deseo adentrarme más en ello porque
estoy convencida de que sí quiero ser mejor ser, y no
convertirme al paso del tiempo en mi peor versión.
Por el momento, mis condiciones de vida no me han
permitido asistir a terapia contigo o a tus talleres, vivo fuera
de la Ciudad de México donde radicas y, sin embargo, hace
unos días logré ir a tu conferencia cuando pasaste por mi
ciudad. Desde aquel día que te escuché decirnos cómo era tu
vida antes y cómo es ahora, y saber más de tu Método Ser
Mejor Ser, me quedé pensando en una loca idea y después de
darle muchas vueltas... pues me atrevo ahora a proponértela:

Enviarte con cierta frecuencia algunas cartas sobre mí y mi


historia, a la vez que plantearte en éstas, mis dudas o mis
dolores, con la idea de que lo que me digas les sirva también a
muchas personas que con sus variables de vida quieren, como
yo, entender sus áreas dolorosas, sentirse mejor, evolucionar y
ser mejores personas.

¡Tengo tantos nudos, tanta confusión, y al mismo tiempo,


tantos deseos de vivir mi vida más bonito! Tal vez mi historia
pueda de algún modo servirte para que a partir de ésta, nos
compartas tus reflexiones y juntos poder entender y sentir las
4
cosas de otro modo, ojalá encuentres el tiempo y el espacio
para hacerlo y te guste la idea. Si no, pues el escribir me servirá
como ejercicio de auto reflexión.

Muchas gracias de antemano,


Perla, buscadora incansable de luz

—Pues que sea lo que Dios quiera, dijo en voz alta al tiempo
que apretaba el botón que indicaba “enviar”.
—¡Ya está! Lo peor que puede pasar, es que no pase nada.
Veamos si Margarita nos contesta o no, dijo cerrando su
computadora y parándose de la cama de un brinco.
Esa misma noche cerca de las dos de la madrugada, hora muy
usual de trabajo para Margarita, ella revisaba su correo mientras
comía distraídamente un chocolate más, “generando endorfinas”
como decía siempre justificando un poco su exagerada pasión por
el cacao, “herencia de mis raíces prehispánicas, seguramente
totonacas del centro de Veracruz”.
Le llamó la atención un correo electrónico que decía como
asunto:

@ PROPUESTA TENTADORA (ESPERO) DE PERLA PARA MARGARITA


—¿Quién será esta tal Perla? Se preguntó.
Ciertamente, el encabezado picó su curiosidad, y desde su
cama-oficina abrió el correo donde leyó una curiosa propuesta...
al terminar sonrió sintiendo simpatía por la creativa idea...
—¡Pues habría que ver cómo escribe la susodicha Perla y cuál
es su historia! Dijo, a la vez que le respondía de inmediato:

5
@Primera respuesta de Margarita a Perla

RE: PROPUESTA TENTADORA


DE MARGARITA A PERLA
Estimada Perla:
Agradezco de antemano tu interesante propuesta. Cierta-
mente, es original. Por lo pronto te animo a que, en principio,
me escribas una primera carta y sobre ella, veamos qué puedo
responderte y de ahí se verá a dónde seguimos, ¿te parece?
Ojalá saliera algo útil para ti y para otras personas que
llegaran a leer esto. Si funciona, quizá podamos convertir este
intercambio de misivas hasta en un libro, ¿no? Tu propuesta
me atrae y siempre estoy más que dispuesta a explorar “ideas
locas”. Me encanta el pensamiento lateral, o pensamiento
creativo como lo describe Edward De Bono. Mi principal di-
versión en la vida, mi hobby, es inventar, crear. Así que
¡adelante! Espero tus textos.
Recuerda que querer crecer es siempre el primer paso y sin
duda el más importante, ya que sin éste, los demás no pueden
existir.

LA EVOLUCIÓN ES UNA CUESTIÓN DE ESFUERZO PERSONAL

Un abrazo afectuoso, Margarita

A la mañana siguiente, Perla abrió su correo, deseando ver


alguna respuesta a su mensaje del día anterior. Al encontrar la
respuesta de Margarita, se río con ella misma mientras
mordisqueaba una manzana, diciendo simplemente con gran
alegría:

6
—¡Bien! ¡Manos a la obra!
Llamó a Ana, su mejor amiga, para contarle que su propuesta
le había interesado a Margarita y que por lo mismo, le cancelaba
la cita que tenían para verse al mediodía.
—Amiga, quiero ponerme a escribir toda esta mañana,
francamente no quiero perder la concentración, y ahorita que
estoy inspirada, quiero mandarle cuanto antes todo lo que le
quiero compartir. Sé que me entiendes, ¿verdad?
—¡Claro! Le dijo Ana cariñosamente. ¡Ay amiga! Tú no
paras hasta conseguir lo que quieres, ¿verdad? Yo, que he oído y
he vivido buena parte de todas tus historias, créeme que sé que
tienes material para hacer un libro. Y si Margarita lo comenta y
lo encuadra dentro del Método Ser Mejor Ser, sí que podría salir
algo muy interesante.
¡Ya lo quisiera leer!
Ambas soltaron una carcajada y se despidieron
animadamente.
En las semanas y meses que siguieron, Margarita encontró
frecuentemente en su correo una nueva carta de Perla, quién
ciertamente en cada misiva compartía jirones de su vida, trazos y
recuerdos de sus experiencias haciéndole a Margarita
cuestionamientos concretos sobre lo vivido.
Perla no había sufrido terribles desgracias o infortunios, ni
tampoco había tenido extraordinarios logros o golpes de suerte
únicos. Era simplemente un ser humano común y corriente, con
sus tristezas y sus alegrías, sus dudas y sus confusiones, pero con
un espíritu de búsqueda notable y desde una gran honestidad
estaba deseosa de entenderse más, de explicarse a ella misma para
asimilar sus vivencias de un mejor modo, con el fin de transitar
el resto de su camino con mayor paz interna y plenitud.
Ante tales textos, la respuesta de Margarita fue natural:
Comenzó a contestar una por una estas cartas y así, de manera
7
espontánea fue orquestándose una gentil danza, gestándose un
sutil intercambio de energías, entretejiéndose un colorido tapiz de
vivencias por un lado y de contextualización y explicación de
éstas, por el otro.
He aquí el resultado de esta interacción.

8
Nada te puedo dar que no exista ya en tu interior.
No te puedo proponer ninguna imagen que no sea tuya...
Sólo te estoy ayudando a hacer visible tu propio universo.

Herman Hesse
@ mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 1
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS I: BRUMA ENTRE LA CONFUSIÓN,
EL MIEDO Y LA TRISTEZA

“¡Qué envidia ser un refrigerador!... él no siente nada...”


pienso mientras lo observo fijamente y escucho el ruido
monótono de su motor.
Tengo seis años de edad y hago esta reflexión, una mañana,
sentada en el desayunador, moviendo nerviosamente mis pies
que cuelgan de la silla, mientras mi mirada vaga por el resto de
los muebles de la cocina, sintiéndome sola, muy solita, aun
rodeada de los seres que conforman mi familia.
La noche anterior había sido como una de tantas, muy
difícil... Fui a dormir a mi recámara, que quedaba justo arriba
de la cocina. Comparto la habitación con mi hermana mayor,
pero ella —al igual que mis otros hermanos— son mucho más
grandes. Y entonces se van... salen, se arreglan, tienen
amistades, novios, novias, ocupaciones...
Yo soy pequeña, la más pequeña... no salgo.
Esa noche, al igual que muchas otras, poco antes de
quedarme dormida escucho asustada, desde mi cama, las
señales de la tormenta que se avecina: mi padre comienza a
levantar la voz más y más, de pronto ya está gritando,
manoteando sobre la mesa, profiriendo insultos a mi madre...
la voz de ella casi no se escucha, pero lo que dice o lo que calla,
ciertamente lo va irritando más y más... y así, la tormenta se
desata embravecida...

10
Me cubro bajo las cobijas buscando refugiarme y encontrar
protección sin hallarla, mis sollozos se ahogan y allí estoy
retorciendo mis manitas y sintiendo una angustia que me
inunda y me rebasa... me duele el estómago y quisiera no estar
allí... pero ¿qué puedo hacer a mis seis años de edad?
“¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así?” me pregunto. No
hay respuesta. Sigo llorando, asustada y temblando, hasta que
me quedo dormida llena de tristeza y desasosiego...
A la mañana siguiente, mamá está llorosa, triste, mientras
me peina y me sirve el desayuno, me dice una a una, como
quien desgrana una fruta, todas las cosas tan horribles e
insultantes que le dijo aquella figura a la que tanto admiro y
quiero, pero que no entiendo por qué trata tan terriblemente a
esa pobre y débil mujer que es mi madre. Todo es confuso, y
muy, muy triste... Cuando acaba de atenderme y de
“informarme”, mamá se va de la cocina y me quedo perpleja e
infinitamente triste, observando y, de algún modo, envidiando
al refrigerador...
Ese día, papá casi no habla, está ronco de tanto gritar...
Cuando nos volvemos a reunir los tres alrededor de la mesa,
entre ellos no se dirigen la palabra... El ambiente es tan
enrarecido, tan tenso, tan desagradable... yo pretendo que nada
pasa, y trato de hablar sobre cualquier cosa, pues pienso que
tengo el “deber” de aligerar la atmósfera. En situaciones así,
papá me escucha y comienza una pequeña conversación, pero
mamá no abre la boca, toma su alimento con una mirada vacía,
llena tan sólo de una insondable tristeza, y yo me siento muy
culpable de verla tan desolada y excluida de la plática.
A veces, cuando ya ha pasado la última refriega y las cosas
vuelven a “la normalidad”, estamos los tres cenando en la

11
mesa, de repente mamá opina algo, y él le grita y la calla tan
groseramente que siento ganas de desaparecer, ganas de
reclamarle y exigirle que no la trate así, pero no hago nada, no
puedo hacer nada, y me siento tan cobarde y tan desleal hacia
mi madre siguiendo la conversación como si no pasara nada.
Me trago mi enojo y mi vergüenza, junto con mi chocolate
caliente y mi pan. Y con esa triste sensación, me voy a dormir
deseando soñar que no vivo en ese lugar.
En fin, Margarita, sé que estás muy ocupada y no quiero
extenderme más por hoy. Simplemente te he querido compartir
algunos de los recuerdos que surgen cuando evoco mis inicios
dentro del núcleo familiar del cual provengo. He sido muy
tímida, bastante depresiva aunque siempre con un deseo
indomable de querer ser feliz, de “encontrarle la cuadratura al
círculo”. Recuerdo una frase de Ibargüengoitia, uno de mis
escritores favoritos que dice: “El destino quiso que yo no fuera feliz,
pero a mí no se me dio la gana”. Así me siento justamente. A pesar
de todo lo vivido, sufrido o padecido, quiero ser como tú dices
“mi mejor versión”. Mis relaciones de pareja han sido a veces
felices y a veces un desastre pero siempre la mar de
complicadas; me he divorciado y tengo un hijo adolescente al
que trato de educar lo mejor que puedo yo sola. Soy bastante
joven aún y deseo tanto ponerle un ritmo distinto a mi vida,
más acompasado y sereno internamente. Soy una guerrera de
luz, una caminante pertinaz que aferrada como una pequeña
hormiga a su sendero, trata y trata nuevamente de encontrar el
mejor modo para hacer el recorrido. Creo que ya es tiempo y
estoy decidida a florecer, por mí, por mi hijo, por mi pareja
(cuando llegue la adecuada) y por la huella que desearía dejar
en mi fugaz paso por esta Tierra.
Me gustaría mucho que me orientaras para entender de
12
qué manera este tipo de experiencias y el entorno donde crecí
afectaron mi forma de ver el mundo y me han llevado a
manejar mis problemas hoy como adulta, no de la mejor
manera, creo yo. Supongo que lo vivido me ha marcado, pero
no veo claramente cómo, en dónde y de qué forma. Es como si
viera mi pasado, desde niña hasta el día de ayer, un tanto entre
la bruma. Sobre todo, quisiera tener recursos internos para
dejar ya de repetir las mismas reacciones, bastante neuróticas
me parece, que tengo una y otra vez. Te he oído mencionar
muchas veces esto del famoso “niño interior” pero no acabo de
comprender bien a bien qué quieres decir con ello. Esperaré con
gran interés tus comentarios al respecto.

¡Mil gracias y hasta pronto!


Perla

Cuando Margarita leyó este primer relato de Perla, sintió


una gran empatía y compasión por aquella pequeñita que —al
igual que millones de niños en el mundo— le toca padecer las
relaciones deformadas y torcidas de adultos lastimados a su vez
desde su infancia. Y que, en una absurda rueda del destino,
vuelven a hacer lo mismo cuando a su vez les corresponde a ellos
convertirse en padres.
—¡Tenemos que parar esta locura!, dijo para sí, sabiendo,
sin- tiendo que esa era su misión: ir sacando de sus “calabozos” a
tantos Niños Internos atrapados en los cuerpos de adultos dolidos
y dolientes, víctimas de sus padres y a su vez victimarios de sus
hijos.
¡Basta ya, por Dios!
Tomó una profunda inspiración y de inmediato se dispuso a
contestarle a Perla. Quería ayudarla a entender dónde y cómo se
originaron sus heridas y, sobre todo, darle la pista para

13
desenredar su madeja y comenzar a sanar: decirle lo fundamental
de ir al res- cate de su Niña Interior, ir a liberar, a recuperar en
amor a la dulce, triste y asustada Perlita.

@ mail de Margarita a Perla

ASUNTO: RESPUESTA CARTA 1


EL CONCEPTO DE NIñO INTERIOR
Y LO CRUCIAL DE SU RESCATE

Querida Perla:

Primero que nada, quiero agradecer tu apertura para


contarme tus vivencias y recuerdos de pequeñita. Al leer esta
primera carta, recordé lo que dice Neruda cuando empieza el
relato de sus memorias:

Estas memorias o recuerdos son intermitentes y a ratos


olvidadizos, porque así precisamente es la vida...(1)

Leí tu carta con enorme respeto y atención y creo que,


efectivamente, lo que te diga aquí puede aplicarse al caso de
muchísimas personas que han crecido en hogares con familias
disfuncionales, las cuales —desafortunadamente— son una
inmensa mayoría.
Cuando los pequeñitos crecen en medio de adultos las-
timados, frustrados, enojados, no entienden qué pasa, crecen
confundidos, inseguros y tristes. Creo que eso te pasó a ti, como
les ha pasado a muchos. Te explicaré con más calma.
 "El niño es el
padre del hombre”
Wordsworth. 
14
El interés que muestras por querer conocerte más, por
entender el origen de tus reacciones es maravilloso,
fundamental para todo aquel que decide empezar su propio
proceso de transformación hacia el ser maduro, o sea, generar
lo que llamo la “autogestación”, es decir, atreverte a romper el
molde donde te formaste en la familia y con las circunstancias
en las que te tocó crecer, lo que significa dejar atrás tus
creencias limitantes, tus respuestas automáticas, tus enganches
a situaciones recurrentes, tus heridas del pasado... para darte a
luz a ti misma, desde la luz de tu conciencia, decidiendo
evolucionar bajo tu libre albedrío.
 La imagen del
Niño Interno es sutil,
compleja y auténtica. 

Esta capacidad de decidir cómo enfrentas lo que la vida te


pone, esto que hace que tomes una actitud convencida a
convertirte en tu mejor versión, es el combustible indispensable
para
Ser Mejor Ser

El Niño Interior

Me parece muy interesante tu pregunta sobre qué es eso


del Niño Interior. Creo que es fundamental aclarártelo en este
punto, porque toda la estructura de mi método parte de sanar
y rescatar a este Niño Interno. Hacer esto es ir a la conquista
de la verdadera autoestima.
El Niño Interior es el núcleo de nuestro ser emocional que
comenzó a gestarse en la infancia, en los primeros siete u ocho
años de vida. Ir a su rescate es cambiar nuestra programación
emocional, es sanar las heridas que se generaron en nuestra
15
niñez y que se han quedado allí hasta el día de hoy,
ocasionándonos problemas en nuestro mundo de adulto y que
no relacionamos con nuestra infancia. Por ejemplo: “Los
problemas que tengo con mi pareja es porque él (o ella) es...
necio, ignorante, desconsiderado, celoso, impulsivo, etcétera.
Y porque yo soy..”. Pero en realidad, esa es la forma, lo que se
ve a simple vista. El fondo, en ambos, está en sus heridas
emocionales de infancia. Lo mismo pasa con los otros
problemas inter o intra personales: si no puedo conservar
ningún empleo, si estoy siempre enfermo y me accidento
constantemente, si no me hablo con mis hermanos, si odio mi
trabajo, si tengo problemas con mis hijos, con mis compañeros
de trabajo, si vivo en la depresión o en el resentimiento,
etcétera.
 El Niño
Interior es la parte
auténtica. Y generalmente
en nuestro adulto ésta es
la parte que sufre. 

La mayor parte de los problemas que tenemos como


adultos están fuertemente conectados con las heridas
generadas durante los primeros años de nuestra vida. Uno
piensa que ante las dificultades, ese señor de cuarenta años
está reaccionando, esa abogada con maestría... sin embargo,
quien está llevando el control de la tormenta emocional es ese
niño lastimado que habita dentro del cuerpo del adulto.
Si recuperamos en amor a este Niño que fuimos y que ha-
bita en nosotros, y lo “re-parentamos” o sea, nos convertimos
en nuestra propia madre y nuestro propio padre, este
pequeñito lastimado florecerá, lo que significa que nuestra
esencia emocional sanará. Entonces, la manera de ver el
mundo cambiará y por ende, la manera de interactuar con él.
Cada individuo puede avanzar enormemente en su
16
evolución interna si se ocupa de sanar las heridas emocionales
que tuvo en su infancia, ya que verdaderamente dentro de
cada persona existe aún aquella criatura vulnerable que se fue
y que se supone quedó en el pasado. Descubrirla, recuperarla
y nutrirla en amor es sin duda una de las mejores cosas que
podemos hacer por nosotros mismos; a partir de este punto, el
manejo emocional de nuestra vida puede transformarse
enormemente para bien.
Todos, absolutamente todos, en algún momento de
nuestra infancia fuimos vulnerados en menor o mayor
medida... y lo triste es que un gran porcentaje, usualmente ha
sido en mayor medida... El niño herido crece, pasa por una
adolescencia difícil y se convierte en otro adulto angustiado,
estresado, lleno de miedos, de culpa, de violencia hacia él y/o
hacia los demás, triste, solo en su interior, viviendo la vida en
blanco y negro y haciendo con sus hijos lo mismo que sus
padres hicieron con él. Así se va perpetuando el ciclo, con los
tristes resultados que hoy vemos reflejados en nuestra
sociedad, llena de familias disfuncionales, de aumento de
violencia, indiferencia y caos.
 Al perder al
Niño Interior se va
también la magia y el
misterio de la vida, la risa,
el juego y el placer en la
relación humana. 

¿Cómo parar esta locura? Solamente enfrentando lo que


dolió y echando fuera toda esa “basura emocional”, para que
podamos ver la vida a todo color, disfrutar con
agradecimiento de lo hermoso, aprender de las episodios
difíciles y amarnos más a nosotros mismos y por lo tanto al
prójimo.
Nadie puede ser un adulto feliz y completo sin traer al

17
Niño Interior a la superficie, reconociéndolo, recuperándolo y
sanándolo, porque: el Niño Interior es nuestro ser emocional.
El Niño Interior es esa parte de nosotros que SIENTE como
niño. Está al centro de nuestro ser, al centro de nuestros
sentimientos. Es lo que nos da entusiasmo y energía, lo que
nos guía con intuición y sensibilidad.
¿Cómo curamos al Niño Interior? Lo primero es
reconocerlo. Es entonces cuando nos vamos a dar cuenta de
que nuestras necesidades como niños no fueron cubiertas;
necesidades de amor, seguridad, confianza, respeto y guía. La
ausencia de esto nos pudo haber llevado a estados crónicos de
ansiedad, miedo, vergüenza, culpa, enojo y desesperanza
duran- te nuestra niñez... y adolescencia... y adultez...
Conflictos emocionales frecuentes e incluso problemas físicos
actuales, son señales de que ese Niño Interior quiere ser
escuchado... Como individuos, ¿cómo vamos a crear nuestro
mundo adulto sobre los cimientos enclenques de un niño
aislado y asustado? Simplemente no se puede.
 El Niño
Herido es aquella parte de
nosotros donde se aloja la
energía emocional
bloqueada. 

Cuando uno rescata y sana a este niño herido, a este Niño


Interior, es posible transformarlo en lo que he llamado “El
Niño de la Guarda”, nuestra parte sabia, noble, intuitiva y más
conectada con la Energía Superior, o sea, nuestra mejor parte.
Podemos impulsar nuestra evolución para Ser Mejor Ser,
transformándonos en la mejor versión de nosotros mismos. En
conciencia, podemos curarnos de nuestras heridas de la
infancia. Así que cuando nos abrimos para conectarnos con el
Niño Interior, abrimos nuestro corazón a todo lo que es valioso
en la existencia. Es así como encontramos la fuente de nuestro
18
verdadero poder: el amor y el respeto profundo a uno mismo.
Me gustaría detenerme aquí un momento, para explicar
un poco más el funcionamiento del cerebro, de acuerdo a lo
que se conoce actualmente respecto a la neurofisiología.
Particularmente quisiera referirme al estudio del doctor John
MacLean acerca del Cerebro Triuno.(2) Es necesario entender
esto para comprender por qué las heridas emocionales de la
infancia son las que nos marcan para el resto de nuestra vida
hasta que nos ocupemos de sanarlas.
El doctor Mac Lean afirma que en realidad tenemos tres
cerebros en uno: el primero es lo que él ha llamado el Sistema
Reptiliano, donde radican las funciones básicas: respiración,
digestión, circulación, etcétera, hasta allí, somos bastante
parecidos a las lagartijas. En la capa superior del cerebro
radica el neo córtex o corteza cerebral donde tienen lugar las
funciones más sofisticadas de raciocinio: razonamiento lógico,
deducciones, memoria de datos, inferencias, hipótesis, etcétera
y, finalmente, entre estos dos ámbitos está el Sistema Límbico,
el cual está formado fundamentalmente por la amígdala y el
hipocampo. Digamos que en este sitio se graba el “disco duro
de la memoria emocional”. Aquí quedan impresas —en
nuestros primeros siete u ocho años de vida— la forma como
vamos a reaccionar ante las emociones básicas durante nuestra
vida, cómo actuaremos en el manejo de lo que la doctora
Miriam Muñoz ha llamado M.A.T.E.A: Miedo, Alegría,
Tristeza, Enojo y Amor. De tal suerte que si sufrimos abuso y
una buena cantidad de heridas se generaron en nuestros
primeros años, la manera como a lo largo de nuestra
adolescencia y adultez reaccionamos ante estas emociones
tiene su origen en cómo aprendimos a reaccionar de niños. De
allí la funda- mental importancia de sanar a ese Niño Herido
que mora en nuestro interior.
Para que nos quede más clara la forma en que muchas
veces actuamos, quisiera pedirte que te imagines esta pequeña
19
historia:

Es una tarde tranquila, te apetece salir a manejar un rato


por la carretera, pues esto te relaja, así que tomas tu automóvil
e invitas al paseo a un pequeño, él (o ella) se acomoda en el
asiento del copiloto; se ponen los cinturones de seguridad... y
parten. Tú vas tranquilo y relajado. Sin embargo, mientras
sales de la ciudad y comienza a caer la noche, te das cuenta que
unos grandes nubarrones se empiezan a formar en el cielo, y en
un breve lapso comienza a caer una tremenda tormenta...
¡Nunca te esperaste esto! ¡La tormenta arrecia cada vez más!
No ves ya el camino... difícilmente distingues si hay curva o
recta frente a ti, los faros de los vehículos que vienen del otro
lado te enceguecen, el agua cae a raudales, tu auto patina en el
suelo mojado... vas más nervioso y tenso a cada momento,
sientes como tus puños van crispados sobre el volante,
quisieras no estar allí, sientes un hueco en el estómago, sabes
que la situación es delicada y requiere un gran control...

De tal modo, que sin pensarlo más, te detienes a un lado del


camino y le dices al pequeño(a) que te acompaña:

—“Mira querido(a), esta situación se está poniendo muy


fea, ¡así es que te voy a pedir que por favor ahora te pases al
volante y seas tú el que maneje!”.

Esta actitud que nos podría parecer tan ridícula y absurda


de parte de un adulto, desafortunadamente es la actitud que
generalmente se toma cuando se tiene que manejar una
“tormenta emocional”. El adulto se siente abrumado, copado
con la situación emocional desagradable, y entonces,
imperceptiblemente y de modo automático e inconsciente, le
cede el manejo de ésta al Niño Interior Herido, con los
resultados que generalmente se experimentan: “no debería
haberlo hecho, cómo lo permití, debí haber actuado diferente”,
etcétera. Claro, uno no puede hacer algo distinto mientras no

20
se sabe qué es lo que está sucediendo. De ahí la importancia
de ir al rescate de este pequeñito que ha sufrido muchas
heridas y que ahí sigue, tan desatendido e ignorado. Tocar esas
heridas es algo que duele, ¡por supuesto que sí! pero es
necesario pasar por ese dolor para sanarlo.
Ir al encuentro de este niño implica ir a buscarlo al fondo
de uno mismo, como si en nuestro interior hubiese un cuarto
oscuro, un calabozo húmedo y lúgubre, donde hubiéramos
confinado a vivir, desde hace muchos años, a este pequeñito o
pequeñita que fuimos y que seguimos siendo. Tenemos que
entender que cada vez que no nos escuchamos, cada ocasión
que olvidamos nuestras propias necesidades y deseos, cada
vez que nos tratamos con grosería y somos despectivos hacia
nosotros mismos, reafirmamos el sitio de ese niño en el
calabozo oscuro. ¿Y queremos vivir plenos y felices teniendo a
esta criaturita en una mazmorra interna? Tenemos que abrir la
puerta de bisagras herrumbradas, permitir que la luz de la
conciencia entre en ese sitio oscuro y olvidado, extenderle la
mano a nuestro niñito y pedirle que nos permita restablecer un
diálogo con él (o ella). Sólo así encontraremos una vía de
rescate emocional que nos permita el reencuentro con la mejor,
y más dañada, parte de nuestro Niño Interior. Si logramos
hacer este rescate, entonces nos encontraremos en la vía justa
para nuestra reconstrucción interna. Sólo así podremos darnos
a luz a nosotros mismos, para comenzar a ser realmente un
mejor ser... Sólo así.
 .Todos
llevamos a un Niño
Interno, un ser hecho de
inocencia y asombro y con
enormes deseos de ser
amado y protegido. 

21
Cuando se rescata al Niño, y no te permites olvidarlo
nunca más, es para siempre. Para el resto de tu vida te
acompañará y estará contigo hasta tu último aliento. Lo cual
es maravilloso, porque te das cuenta de que nunca más
volverás a estar solo. Donde quiera que estés, y sobre todo,
cuando más triste, rechazado o deprimido te encuentres, allí
será maravilloso estar en mutua compañía... tú con tu Niño y
tu Niño contigo.
Brevemente, eso es el Niño Interior. Espero que te haya
quedado más claro.
Ahora, tenemos que detenernos aquí un momento para
comentar que estas heridas emocionales a veces comienzan a
generarse desde mucho tiempo atrás, tan lejos como la fase
embrionaria, según algunas teorías como la de la doctora
Stephanie Mines, PhD, en su libro We are All in Shock.(3)
Cuando se da la fecundación del óvulo por el
espermatozoide, esas dos células rápidamente pasan a ser a
cuatro, ocho, dieciséis... así hasta formar una pequeña esfera
de tejido que se alarga y se abre para volverse hacia su interior
(como una tortilla) creando un surco muy protegido donde de
inmediato, antes que cualquier otra cosa, se implanta el cable
que surge y que será la médula espinal, al tiempo que se
empieza a desarrollar la computadora más sofisticada llamada
cerebro, creando en conjunto el sistema maestro o sistema
nervioso central. ¡Es lo primero que la Madre Naturaleza
establece!
Esta agrupación celular creciente, aparentemente sin
forma clara aún, se organiza de tal modo que a tan sólo 27 días
de iniciado el exótico proceso, dicho grupo de células forman
un embrión de aspecto humano apenas distinguible, más
pequeño que el tamaño de un frijol y que, sin embargo, TIENE
YA UN CANAL NEURONAL Y UN CEREBRO QUE
EMPIEZA A TRABAJAR...
Este cerebro básico será el cerebro reptiliano (tallo y
22
cerebelo), la parte instintiva y de supervivencia, como ya
hemos mencionado... para sobrevivir y perpetuar la especie.
Esa es su función reguladora, por lo tanto, antes del mes de ser
apenas el inicio de un simple embrión... empieza a percibir.
Si la situación o el ambiente de la madre es triste o vio-
lento, el cerebro reptiliano siente la amenaza de no ser bien
recibido, de que su vida peligra en ese ambiente donde está,
recibiendo además a través de la sangre que lo recorre,
descargas de adrenalina o de cortisol de la madre que lo hacen
entrar en estrés. Por supuesto, pasarán muchos años antes de
tener idea del self o autoconciencia... ahora es sólo un grupo
cada vez mayor de células inteligentes que pueden
PERCIBIR... y sienten la amenaza a su sobrevivencia... ESA
HUELLA QUEDARÁ EN LO MÁS PROFUNDO DE LA
MENTE DE ESE SER, desde el inicio de su existencia y en los
años por venir.
¡Este conocimiento es revolucionario! Hoy en día se
reconoce más y más la importancia de la epigenética en el ser
humano, esto es, la interacción entre los genes y el medio
ambiente en los organismos. “La epigenética es el estudio de
modificaciones en la expresión de genes que no se encuentran
en la secuencia del ADN y estas modificaciones son
heredables.
Una de las fuentes de mayores modificaciones de los genes
es el factor ambiental y puede afectar a uno o varios genes con
múltiples funciones”.(4)
 .El Niño
Interior lleva consigo
nuestra historia personal.

Reforzando lo anterior, el Dr. Bruce Lipton, en su


fascinante libro The Biology of Belief –La Biología de las
Creencias– (5) nos dice que la epigenética es la nueva
23
ciencia del auto-empoderamiento… epigenética
literalmente significa: “control por encima de la genética”.
Este nuevo y vanguardista campo de la biología surge
apenas hace unos años con el desarrollo del Proyecto del
Genoma Humano; siendo sumamente crucial lo que
plantean los epigenetistas: ¡Destruyen la creencia del
Determinismo Genético! Entendamos que esto es tan
revolucionario como cuando Copérnico dio a conocer que
la Tierra giraba alrededor del Sol y que no era el centro del
Universo… De tal modo que en la última década apenas,
los científicos están concluyendo que ¡¡los genes no
determinan nuestro destino!!
Actualmente se empieza a reconocer científicamente,
que por ejemplo, sólo 5% de los pacientes de cáncer y
trastornos cardiovasculares pueden atribuir su enfermedad
a causas genéticas. El otro 95% sus males se deben a
alteraciones epigenéticas atribuibles al entorno y no a genes
defectuosos. Por lo tanto, el ADN no es definido sólo por la
biología, sino también por el ambiente en el cual se vive.
Concluyendo, hoy se sabe que durante nuestra vida las
influencias ambientales, incluyendo nutrición, estrés y emociones
pueden ir modificando los genes.
Así que las heridas emocionales de la infancia
empiezan a veces antes del nacimiento. Las heridas
iniciales pueden ser tan tempranas como desde el primer
mes de la concepción, aún antes de ser un feto, apenas
como embrión humano. El cerebro reptiliano puede
empezar a recibir percepciones inconscientes de amenaza
y miedo. Se revela entonces la vital importancia de sanar
estas heridas en nuestra vida adulta, para además de
ayudarnos emocionalmente, evitar enfermedades
degenerativas debido a los genes afectados por lo vivido en
el ambiente externo.

24
 .Hoy en día los
científicos reconocen que
existen consecuencias
neurofisiológicas en un
niño cuando durante su
infancia ha padecido
continuamente tristeza,
ira, miedo, vergüenza y
soledad. 
Finalmente, hay un punto importante que quiero
resaltar de lo que me has platicado en tu carta, y tiene que
ver con el abuso. Sin duda, a través de la difícil relación que
tenían tus papás, fuiste arrastrada a una situación de claro
abuso emocional. Ese terror de la pequeñita al escuchar los
gritos, al sentirte responsable de aminorar las peleas, o
pensarte desleal o culpable al no defender a uno o formar
bando con otro, fue generando heridas emocionales
profundas en tus primeros años de vida. Es necesario que
entiendas que tú no eres responsable de ello, tú fuiste
víctima de un abuso perpetrado por adultos lastimados,
enfermos en sus emociones, demasiado atrapados en su
propia confusión y desolación para poder entender que las-
timaban y herían a los pequeños seres que procrearon, a
quienes les tocó ser mudos testigos de su inconsciencia.
Pero este tema del abuso tiene tantas facetas y es tan crucial
para entender las heridas que se hacen en el alma del
pequeño, que lo volveré a abordar más extensamente en mi
siguiente carta.
Bien, querida Perla. Basta por hoy. Espero haberte
reflejado con claridad sobre diversos puntos que pude ver
a través de tu carta. Ojalá que lo que te he compartido, te
haga reflexionar y, sobre todo, te haga empezar a ACTUAR
de modo diferente. Será posible cuando hayas recuperado
en amor a tu Niña Interna. Esto es, a mi parecer, una
condición sine qua non, es decir, indispensable. Es
25
fundamental. Rescatar al Niño Interior del sitio oscuro y
olvidado dentro de uno mismo es la puerta de entrada a
una nueva manera de vivir la vida, el punto de inicio de la
sanación emocional. Y una vez que se establece este
contacto y que se empieza a tener una comunicación
constante con esta criaturita, viene aquí la primera
herramienta del Método Ser Mejor Ser: Apapachar a tu Niña
Interna. Apapachar viene del náhuatl y quiere decir acariciar
suavemente; en México se usa de modo ampliado
refiriéndose al cuidado amoroso, presente y constante al
ser amado. Recuperarla en amor y decirle que ya llegaste,
que de ahora en adelante estás ahí para ella.
 .Ir al rescate
del Niño Interno
inherente al hombre, es
una experiencia
indescriptible. 

Ahora, la pregunta que te estarás haciendo


seguramente será. “Muy bien, y ahora que sé todo esto,
¿cómo lo rescato?” Como en todas las cosas, hay diferentes
alternativas. La más ligera y sencilla, aunque menos
profunda, es dedicar un tiempo especial, sin distracciones
ni interrupciones, a tomar conciencia de que dentro de ti
existe un pequeñito lastimado... trata de evocar cómo eras,
cómo vivías, qué te gustaba, qué te atemorizaba, qué te
emocionaba, qué te entristecía... busca y observa fotografías
de ti como niño... pon música suave y empieza a mantener
un diálogo con tu niño y tú como adulto, escribiendo con
ambas manos: la dominante, desde tu adulto y la no
dominante, desde tu Niño, según la técnica desarrollada
por Lucía Capacchione.(6)

26
Ve preguntándole todo esto y escribe con tu mano, no
dominante, todas sus respuestas. Esto te hará sentir su
presencia y abrirás la puerta a una nueva comunicación con
esta frágil criaturita que mora en ti.
La opción más profunda y completa, que sería la ideal,
es tomar el taller que doy. Vale la pena ser guiado a lo largo
de un fin de semana para aterrizar todo lo que trato de
comunicarte a través de esto que escribo .(7)
 . “Es preciso
sanar al Niño Herido si se
quiere alcanzar la
plenitud”. 

La dulce tarea a realizar, una vez que has recuperado


al Niño Interno, es escucharlo frecuentemente, tomarlo en
cuenta, jugar con él, consentirlo, mimarlo, protegerlo,
defenderlo y amarlo como quizá nunca lo fue por sus
padres reales en sus primeros añitos. No olvidarlo nunca
más, no dejarlo, no abandonarlo jamás. Convertirlo en
prioritario cada día de tu vida. Amarlo con pasión y
devoción, exactamente como se ama a un hijo.
Estaré pendiente de tu siguiente carta, y mientras tanto,
vive en tu aquí y en tu ahora. Recuerda que —hayas vivido
lo que hayas vivido— ESO YA PASÓ... ya sobreviviste.
Ahora empieza el tiempo de retomar tu poder, de usar tus
vivencias no para lamentarte sino como peldaños para
elevarte y desarrollar tu mayor potencial. No olvides que
eres hoy como eres, debido justamente a todas y cada una
de las experiencias que te ha tocado vivir, si las viviste y te
sucedieron, es porque así correspondía, para poder llegar a
donde hoy estás emergiendo. Confía... ya llegaste.

Un abrazo muy afectuoso,


Margarita
27
—Wow!— Dijo Perla cuando finalmente terminó de leer la
amplia respuesta de Margarita.
—Me hacen sentido muchas cosas que dice, pero ¡hay tanto
que asimilar, que comprender! Siento un hueco en el estómago.
—Sin duda, “me caen muchos veintes”... esto del abuso
emocional, me duele mucho pero es muy cierto.
Y al decir esto, comenzaron a agolparse en su mente una
imagen tras otra de situaciones y eventos de su infancia que muy
bien podrían enmarcarse dentro del concepto de ABUSO.
—Nunca lo había pensado así... Yo siempre me he sentido la
culpable, la inadecuada, dijo mientras sentía un nudo en la
garganta y los ojos se le llenaron de lágrimas.
—A ver... entonces... si entendí bien, la primera herramienta
—y al parecer la fundamental— que tengo que empezar a aplicar
es:
1) Apapachar a mi Niña Interna. ¡Claro, primero tengo
que ir a su rescate!
Esta noche lo haré. Lo prometo. ¡Qué interesante! ¡Qué
bueno que le escribí a Margarita y que respondió, ¡gracias a la
Energía Superior por este regalo!
El resto del día estuvo muy pensativa, mientras crecía más y
más el deseo de ir a rescatar a esa famosa pequeñita que, parecía
ser, moraba en algún lugar dentro de ella...
Esa misma noche, reunió sus fotografías de niña, y por largo
rato estuvo contemplándolas... sentía una mezcla de ternura, de
nostalgia, de alegría, de honda tristeza... recordaba, evocaba,
mientras su vista se perdía en las copas de los árboles que veía
desde su ventana. Decidió que iría a rescatarla para recuperarla
en amor. Desconectó teléfonos, apagó la computadora, y cuando
28
tuvo todo listo, puso la grabación que Margarita le daba e inició
el camino para ir al encuentro de su niña, de la pequeña Perlita...

* Aquí es importante que tú, querido lector/lectora hagas la visualización #1 “Al rescate
de tu Niño Interno” . Toma un lápiz con buena punta y algunas hojas blancas. Y quizá
debas tener varios pañuelos desechables a la mano. Es fundamental que lo realices sin
interrupciones ni distracciones de ningún tipo.

—¡Ana! ¡Lo que te diga yo es poco! Es realmente mágico. ¡Me


quedé ayer en el asunto del famoso ejercicio del “rescate” como tres
horas y me acabé una caja de kleenex! Dormí como no lo había
hecho en años! De veras que como dice Margarita, ¡esto es una
“cirugía del alma”! ¡Ya quiero que lo experimentes tú, amiga!
¡Contoda la historia de abandono que traes de tus papás!

—¡Sí, yo sé! Pronto, muy pronto...pero primero vas tú, encanto.


Tú eres la “conejillo de Indias” para probar el método a distancia.

—¡Estoy feliz! ¡De verdad que rescaté a mi Niña, y vaya que me


necesitaba! —Perlita, ¡ya llegué! le dije amorosamente esta mañana
en cuanto abrí los ojos...y ciertamente, se siente diferente empezar el
día así...y le mandó a Margarita un sencillo mail que decía solamente:
GRACIAS.

29
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 2
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS II: DEL ABUSO, LA CULPA
Y ALGO MÁS

—¿Dónde quedará aquí el baño? Me pregunto ansiosa...


estoy en una nueva escuela... no sé por qué me cambiaron a
mitad del año. Las clases empezaron hace mucho tiempo, ya
todos los niños se conocen y yo empiezo hoy en este nuevo
kinder. Sé que se llama “Loreto” y tengo mi nuevo uniforme:
un delantal blanco con una gran letra L verde en el pecho. Me
quiero morir de la vergüenza. No conozco a nadie y todos se
me quedan viendo y no me hablan. Siento un hueco en mi
panza. Y para acabarla, quiero hacer pipí... pero ¿cómo voy a
preguntar? Ya todos saben dónde está el baño. Se reirían de mí
si hago esa tonta pregunta... Observo a los otros niños, y veo
que cuando quieren salir le piden permiso a la maestra, en
inglés, salen y al ratito regresan. Uff! Me fijo bien una y otra
vez cómo lo dicen y finalmente, me paro y me atrevo, llego
hasta la Miss y le digo, apenas con un hilito de voz:

—May I go to the bathroom? A lo que me contesta


distraídamente...
—Yes, you may.
Salgo del salón, y respiro aliviada.

—Ok. Hasta aquí lo logramos —pienso— pero ahora...


¿dónde quedará el baño? Empiezo a caminar tímidamente,
atisbando por las puertas, confundida y temerosa.

Me doy cuenta de que el kinder ocupa la parte posterior y


que a todo lo largo del patio, está la casa de la maestra. Y a
base de prueba y error, ¡finalmente descubro un baño! Y de
este modo, sin decirlo a nadie, todos los días de escuela, voy a

30
ese baño de azulejos color vino que está entre dos habitaciones
de la casa de la maestra, siempre sintiéndome en falta y
esperando que nadie me sorprenda porque sin duda me
regañarían.

Una de tantas mañanas, estoy aburrida e inquieta, y aplico


la misma fórmula:
—May I go to the bathroom?

Salgo y llego a mi ya conocido cuarto de aseo. Estoy


sentadita, muy tranquila, haciendo pipí, canturreando una
canción que recién aprendí esa mañana y, observando los
moños de mis zapatos negros de charol, cuando de repente y
de manera brusca se abre la puerta y entra un señor. Él
también se sorprende al verme allí. Parece que va a componer
algo porque trae una caja de herramientas y viene en ropa de
trabajo. Me asusto y me paro de un brinco, como puedo me
subo mis calzoncitos y cuando trato de salir como ratón
asustado escabulléndome por la puerta, él me detiene y me
atrapa.

—¿A dónde vas tan rápido, niñita? ¿Y qué haces tú aquí?


¿No sabes que este no es el baño para los niños? ¡Ven acá!

Y me jala hacia sí. Me sienta en sus piernas... no entiendo


qué pasa, sólo sé que me quisiera ir de allí y desaparecer.
Siento su desagradable aliento en mi oreja y con una mano me
baja mis calzones. Se para, me recarga frente al lavabo y no me
deja mover, se hinca detrás de mí y me restriega algo duro en
mi pequeño trasero, hace unos ruidos muy extraños y después
me siento mojada, con algo tibio que me escurre por las
piernas. Quiero llorar, quiero pedir ayuda, pero nadie debe
saber que estoy en el baño de la maestra... coge una toalla y
bruscamente me la pasa secándome por encima, me subo los
calzones y sin verme, me dice:

—¡Ándale, escuincla! Córrele a tu salón. ¡Y calladita la


31
boca, cuidado dices algo, porque vas a ver cómo te va! ¡Ya, y
no chilles, que no te pasó nada! ¡A ver si luego vuelves a venir
a visitarme! Y oyendo una risotada que retumba en mis oídos,
me alejo lo más veloz que puedo hacia mi salón.

Entro y silenciosamente me siento en mi sillita,


absolutamente perpleja, sin saber qué hacer, qué decir, cómo
actuar. Nadie, ni la maestra se fija en mí. No entiendo nada,
absolutamente nada de lo que pasó. Sólo sé que me siento
terriblemente mal, profundamente triste y confundida.

A la hora de la salida llega mi hermana mayor por mí.


Quisiera decirle qué pasó, pero siento tanta, tantísima
vergüenza. ¡Seguro que yo tuve la culpa! ¡Si no me hubiera ido
a meter a ese baño que no era para los niños! ¡Qué fea, qué
tonta, qué sucia niña soy! Jamás se lo diré a nadie. Imagínate
lo que diría papá si lo supiera, ¡menos me querría!

Esa noche, finalmente a solas, bajo mis cobijas, en la


oscuridad, sollozo quedamente para que no me oigan,
sintiendo un gran miedo de ir a la escuela al día siguiente. ¿Y
si me encuentro de nuevo a ese señor? ¿Qué voy a hacer
cuando quiera hacer pipí? ¡Ya nunca podré ir al baño en la
escuela! Sin saber qué hacer y sintiéndome muy mal, me voy
quedando dormida, preguntándome una vez más ¿Por qué?
¿Por qué tiene que ser así?

Yo soy muy delgadita, mi piel es mucho más oscura que


la de mis hermanos y también soy muchos años más pequeña
que ellos. Me siento tan fea, tan poquita cosa, tan
insignificante...siento que soy invisible. Estoy segura que mi
maestra no me conoce, que mis tíos y primos, ni idea tienen de
quién soy yo. Algunas veces, cuando estamos todos juntos me
animo a hablar o quiero contar algo, pero es imposible. Nadie
me cede la palabra. Lo que tengo que decir—infiero— no es
tan importante o interesante como lo que mis hermanos y
32
papás comentan. A veces me desespero y profiero mi famosa
frase que les da risa, pero a mí me enoja mucho: “¡A las
chiquitas nunca las dejan hablar!”.

Mi hermano Joaquín me dice que soy diferente y más


pequeña, porque me recogieron y en realidad pienso que quizá
es verdad... Muchas ocasiones, papá, muy divertido, me
refiere la historia de cuando fue a conocerme al hospital y
decía que cuando me mostraron en el cunero, no podía creer
que ese changuito tan peludo y feo, fuera su nuevo bebé.
Rectificó con la enfermera:

—Señorita, ¿está usted segura que ése es nuestro bebé?


Tuvo que conformarse cuando le confirmaron que ese
pequeño y feo bultito era su nueva hija.

Sé que soy muy feíta, muy “prietita” y además no querían


que yo naciera. Eso me lo dijo mamá el otro día. En una de sus
famosas “confidencias” junto a su máquina de coser tuvimos
esta plática:

—No le vayas a decir a tu papá que te dije esto, pero fíjate


que cuando me embaracé de ti y se lo dije a tu papá, él quería
que te echara para afuera. No quería que nacieras, porque ya
teníamos otros niños— me dijo casi en secreto.
Sentí horrible cuando oí eso... ¡Mi papá no quería que
naciera!

¿Cómo podía ser eso posible? ¡Yo lo quería tanto! ¡Y


deseaba tanto gustarle! Me quedé callada un ratito, jugando
nerviosamente con unos hilos de colores y unos trozos de tela,
sin atreverme a hacerle la pregunta que obviamente seguía. Al
cabo de un rato, mientras ella continuaba cosiendo, me animé
a preguntarle: ¿Y tú, mamá? ¿Tú sí querías tenerme? ¿Por qué
quisiste que yo naciera? La cuestioné con la esperanza de
escuchar que ella sí deseaba tenerme. Sin embargo, su

33
respuesta no me hizo sentir nada mejor...

—Pues decidí tenerte porque ya había yo echado para


afuera otros bebés y tenía miedo de que me pudiese morir al
hacerlo una vez más y si eso pasaba, ¿quién iba a cuidar de tus
hermanos? Así es que le dije a tu papá que ni modo, que este
bebé sí iba a nacer y pues ya él se tuvo que aguantar y así fue
como naciste.

Me quedé pasmada, muy triste, sintiéndome avergonzada


de haber llegado a importunarlos. Y así siempre me he sentido,
apenada de ocupar un espacio y de ser yo. Mamá no es
afectuosa ni cariñosa, está siempre sumida en su tristeza.

Vamos en un coche... busco acercarme más y más a ella,


quien indiferente ve a través de la ventana, sin tocarme.

—Mami, ¡cuéntame un cuento! ¿Sí?

—Yo no me sé ningún cuento. Me dice, sin quitar la vista


del cristal. Me quedo pensativa y después de un rato,
encuentro una solución...

—¡Yo te cuento uno que me contó la miss y luego me lo


cuentas tú de regreso! ¿Sí? ¡Anda, por favor! ¿Sí?

Simplemente no contesta nada más.

Su mayor preocupación hacia mí es en dos sentidos:


Que coma, pues según ella estoy “anémica, amarilla y
jipata” y que no me queme con el sol. Le avergüenza mucho
que sea de piel morena.

—Tu tío cuando te conoció, —me cuenta muchas veces—


me dijo el muy grosero que si tu padre había sido un
carbonero. ¡Hasta lloré del coraje cuando me lo dijo! ¡Yo no
entiendo por qué me saliste tan prietita, así que no te asolees,
porque apenas te estás empezando a blanquear!

34
—Mi color de piel es un gran defecto, pensaba yo. ¡Qué
pena que soy así!

Por lo menos sé que, aún fría y distante, mamá se


preocupa por mí, y eso ya es ganancia, aunque ella no debe ser
alguien muy valioso porque según papá, quien es mi ídolo,
dice que es tonta, terca, necia, ignorante, ridícula, cosas así y
mucho peor, que yo ni entiendo. Cuando él se enoja conmigo,
me dice “¡Eres igualita a tu madre!”.

Eso me hace sentir que estoy muy mal, que estoy muy
defectuosa. Y pienso entonces con gran dolor y culpa: Si es que
soy como ella, ¿cómo voy a lograr que algún día me quiera
papá?

Siento una enorme adoración por mi papá, tan guapo, tan


inteligente, tan culto, tan sabio, tan recto... ¡cómo deseo
ganarme su aprobación, su respeto, su aprecio! Tener el cariño
de mamá no cuenta, hay que ganarse el de papá, ese es el
valioso, el difícil, el inalcanzable, me cueste lo que me cueste
lo tengo que lograr. Si consigo que me ame, podré saber que
no estoy del todo mal. Pero no, hasta hoy eso nunca ha sido
posible, porque haga lo que haga, fallo miserablemente en
cualquier intento... siempre falta algo, nada es suficiente y con
ello él me confirma una y otra vez lo que siento de mí misma:
—“No valgo, no merezco, no sirvo, no soy suficientemente
buena, inteligente, linda”, etcétera.

Mamá se fue con todos mis hermanos a misa y me quedé


sola con papá. ¡Qué emoción! Él está componiendo un banco,
pues también le gusta la carpintería... ¡Es tan bueno para todo,
sabe hacer tantas cosas! ¡Es tan guapo, tan encantador cuando
está contento!

Sólo estamos él y yo, y mientras trabaja, revoloteo feliz a


su alrededor y pizpireta le cuento, le platico, le canto, lo
abrazo, le enseño, lo distraigo...
35
Y el resultado no se hace esperar, por lo menos, así lo
siento. En una de esas, voltea a ver lo que le estoy mostrando,
se le zafa el apoyo de su mano y una de sus herramientas se le
va, haciéndole una profunda cortada en un dedo, mi vista se
queda petrificada viendo manar tanta sangre como si se tratara
de un borbollón... todo se empieza a manchar de sangre, él se
mueve nerviosamente de un lado a otro, puedo ver su dolor y
su susto, y mientras decide qué hacer, no deja de sangrar
profusamente... ¡sangre por todos lados! En ese momento,
mamá está llegando, hay gran confusión, gritos, movimiento,
lo llevan al hospital, nadie se fija en mí, por supuesto, y me
hago un ovillo atrás de un sillón.

—¡Tonta, fea, mala niña! Me digo mientras estoy llorando.

—¡Por tu culpa, por tu culpa papá se cortó, eres mala! Me


sigo repitiendo una y otra vez. ¡Me siento tan avergonzada,
quisiera morir!

Más tarde papá regresa con la mano vendada y no me dice


nada. No me culpa, no me regaña, pero tampoco me libera de
la carga o me tranquiliza. No platica conmigo nada respecto a
lo que pasó. Está demasiado ocupado en cómo va a manejarse
con una mano inutilizada por un tiempo. Vuelvo a ser
invisible. La culpa y la vergüenza crecen, se instalan, parece
incluso que hasta se olvidan, sin embargo sutilmente sus raíces
van creciendo y extendiéndose, ahondando e hiriendo el alma
al expandirse y profundizar.

—¡Mamá, yo no fui! ¡Yo no lo rompí! Trato de cubrirme y


parar los golpes que mamá me asesta al tiempo que me grita y
me dice muchas cosas feas, pero es inútil. Los cinturonazos
caen uno tras otro, lastiman mi carne y los insultos hieren mi
corazón. Mamá está muy enojada pues mi amiguita y yo
estábamos jugando en la sala y en la mesa de centro había un
gran florero color ámbar, muy alto y largo, era lindo y nuevo.
36
Yo me siento en el sillón y Angélica, mi vecina, se sienta frente
a mí, en la orilla de la mesita. De repente, la mesa se va de lado
por su peso y el florero se cae, rompiéndose en mil pedazos.
Angélica y yo nos vemos, con grandes ojos asustados, y ella,
de un brinco se levanta y me dice:

—¡Tengo que ir a mi casa, adiós! Y sale a toda prisa,


dejándome allí, escuchando a mi mamá que se acerca al oír el
ruido de vidrio estrellándose.

Un rato después, castigada en la recámara, estoy llorando


y untándome crema en la pierna. Siento un gran ardor sobre el
muslo donde tengo las marcas rojas del cinturón con que
mamá me golpeó.

—¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? Me pregunto


desconsolada en medio de mis lágrimas, viendo mi imagen
triste reflejada en el espejo del tocador.

Algún tiempo después, estoy ya en primaria y voy a una


escuela de monjas. Es mixta. Los niños siempre molestan a las
niñas, particularmente a mí, no sé por qué, pero se burlan, me
dicen apodos, me ponen el pie cuando paso, roban mis
cuadernos y se comen mi lunch. Cada día al levantarme para
ir a la escuela, de sólo imaginar lo que me espera, me duele la
panza, tengo miedo. Quisiera no tener que ir allí, pero no
puedo opinar sobre eso. Y cuando le digo a mi mamá todo lo
que me hacen cuando me está peinando para irme a clases,
solamente dice:

—Así son los niños, dile a la maestra, ¡no les hagas caso y
ya!

—¡Como si fuera tan simple! Pienso para mis adentros.

Además, ¿para qué le voy a decir a la monja Carolina?


Cuando se enoja, se pone roja como un tomate; hace unos días,
no entiendo claramente por qué, se enojó tanto con el grupo
37
que a todos nos hizo acostarnos boca abajo a un lado de
nuestros pupitres y poner la lengua en el suelo por un gran
rato. Me queda claro que ella no me puede ayudar. No puedo
dejar de pensar en el refrigerador. A veces, realmente lo
envidio.

Desconcertadamente,
Perla

38
@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 2


EL ABUSO Y EL SURGIMIENTO DE LAS HERIDAS .
EL AUTOCONCEPTO. LAS CREENCIAS LIMITANTES
Querida Perla:
Como empecé a mencionarte en mi carta anterior y lo re-
itero aún más al leer tu reciente relato, sufriste mucho abuso y
además negligencia, crítica e indiferencia cuando fuiste
pequeña, lo que generó heridas emocionales profundas en tus
primeros años de vida, que han implantado maneras de
reaccionar no adecuadas en tu vida adulta. Sin embargo, es
necesario que entiendas que tú no eres responsable por ello.
Eras muy pequeña y fuiste víctima de un abuso perpetrado
por seres lastimados, enfermos de sus emociones, atrapados
en su propia confusión y desolación sin poder entender que
dañaban y herían a alguien frágil y vulnerable como tú. Dado
quienes eran, por su historia, no pudieron hacer algo diferente
respecto a lo que hicieron. Y esto sucede en una inmensa
cantidad de hogares.

El abuso y el surgimiento de las heridas

A lo largo de su infancia, el pequeño empieza a acumular


heridas emocionales, de las cuales no tiene idea de su origen
ni trascendencia, ya que en su condición de niño, es
intrínsecamente un ser vulnerable e indefenso que no puede
poner límites ni detener el abuso que está sufriendo.

Es más, ni siquiera sabe qué cosa es el abuso. Por eso le es


imposible reconocer cuando está siendo víctima de éste.
Veamos cómo lo define la Real Academia de la Lengua:

39
ABUSO: El acto que comete un superior que se excede en
el ejercicio de sus atribuciones con perjuicio de un
inferior.

Al respecto, la psicoterapeuta jungiana Jean Shinoda Bolen


menciona “El niño que sufre de abuso piensa: “debo merecer
este trato” (sufriendo así doblemente, primero por el maltrato
y luego por asumir la culpa)”. (7)

Cuando uno lee cifras como las que siguen, toma


conciencia de la proporción del problema: Se estima que 275
millones de niños son maltratados en el mundo, es decir, 532
menores sufren alguna manera de agresión cada minuto. ¡Hay
tal cantidad y variedad de abusos perpetrados en los menores,
aún en nombre del amor y de su mayor beneficio!

Abuso sexual

Me da mucha pena saber del abuso sexual que sufriste


cuando eras una pequeñita. Es inmensa la cantidad de niños
que sufren esta desgracia. Mucho mayor de lo que uno pudiese
imaginar.
La edad preescolar (cuatro-seis años) es la etapa en la que
se producen las situaciones más complejas, debido a que el
pequeño siente auténtico terror ante la posibilidad de perder
el afecto y la protección de su familia por lo cual tiene fuertes
sentimientos de culpa ante los hechos acaecidos, justamente en
la etapa en que se está formando su autoconcepto, como lo
veremos más adelante, y éste será contaminado, de origen, con
una tremenda carga de culpa, vergüenza y confusión, por lo
que generalmente callará lo ocurrido. Obviamente, él solo no
tiene recursos internos para entender y procesar lo que sufrió.

40
Lo cargará por años, por décadas, quizá por toda su vida.
 .El que abusa
de un niño, refleja un nulo
contacto y respeto hacia el
propio Niño Interior. 

Siempre se culpará por el incidente, ya que debemos


recordar que el niño a esa edad tiene —como una de sus
características psicológicas— el ser egocéntrico. Es decir,
explica lo que sucede en su entorno con relación a sí mismo.
Por ejemplo, ¿recuerdas pensar que la luna te iba siguiendo, —
particularmente a ti— cuando ibas en movimiento?
 .A mayor
abuso, mayor bloqueo. 

Por ello, a un menor se le hace un terrible daño al ser


abusado sexualmente, pues un abuso de este tipo puede dejar
huellas, muchas veces, irreparables para toda la vida, si no se
trabajan terapéuticamente y cuanto antes, mejor. La persona
pierde, de entrada, la posibilidad de disfrutar plena y
sanamente de su sexualidad como adulto, sufriendo muchas
veces frigidez o desviaciones que hubieran sido inexistentes
de no haber padecido estos ataques.

Además, la mayoría de las veces la gente guarda estos


terribles incidentes como un penoso secreto por décadas,
arrastrando culpas que en su fantasía le hacen pensar que
quizá él, o ella, lo provocaron o que tuvieran que haberlo
impedido. Y, si el que abusó era el padre o alguien muy
cercano e importante, es aún mucho peor, pues se mezcla la
rabia con el amor, generando un mar de culpa y confusión.

Es necesario un trabajo terapéutico profundo y gentil,


41
donde la persona esté dispuesta a ir al fondo de este profundo
dolor, para ir sanando amorosamente estas hondas heridas.

Si no has trabajado éste o algún otro incidente de abuso


sexual en tu vida, te invito a que lo hagas. Es indispensable
sanar específicamente esa herida. No lo olvides. Quizá te
atemorice enfrentarlo, revivirlo, y pienses que es mejor dejar
todo en el olvido. ¡¡No!! No lo hagas. El abuso sexual NUNCA
se puede olvidar hasta que se trabaja en terapia, sólo así se
puede “desactivar la bomba de tiempo”. La recompensa será
recuperar o reencontrar un significado diferente a tu
sexualidad, y eso vale la pena hacerlo. Retomar algo
maravilloso que te fue arrebatado impunemente en los inicios
de tu vida. Disfrutar a plenitud tu sexualidad es tu derecho, ve
por él.

A mí me aterra saber cómo en años recientes ha aumenta-


do en proporciones gigantescas la pedofilia y el tráfico sexual
de menores. ¡Es algo monstruoso, pues se deforma la
integración de la personalidad de un ser humano, en su origen
y formación! Ojalá en los años por venir, esta absurda
pesadilla vaya descendiendo. Cada gente de bien tiene que
hacer algo al respecto, lo que esté a su alcance, pero no
podemos dejar que las nuevas generaciones sean vulnerables
a recibir este golpe mortal en sus primeros años.

Abuso físico

Quedan también las huellas profundas del abuso físico


sufrido en la infancia cuando el niño ha sido golpeado y
maltratado desde los extremos más crueles (he escuchado
relatos estremecedores de las cosas que “amorosos padres”
hacían a sus hijos, como encerrarlos en un ropero húmedo y
oscuro, con ratas hambrientas mordisqueándolos cuando “se

42
portaban mal” o tallarles el cuerpo con una fibra para limpiar
estufas, para que aprendan a bañarse bien) hasta la simple
nalgada, el jalón de cabello, el manazo, el pellizco o el famoso
“cinturonazo”, todos ellos considerados como correctivos
menores y sin mayor trascendencia. Es necesario comprender
que todo tipo de atropello físico, por más leve que sea, es
profundamente agresivo y COMPLETAMENTE
INNECESARIO en la educación de los niños. Educar con
golpes es simplemente repetir el mismo patrón de abuso con
que el padre fue criado, perpetuando así la creación de heridas
emocionales importantes en las nuevas generaciones. Es sólo
una equivocada manera de sacar el enojo, la ansiedad y la
frustración de los “Niños Internos” de los adultos que no
conocen una mejor forma de manejar sus emociones negativas
ni de guiar con mayor sabiduría la formación de sus hijos.
Todo eso lo iremos aprendiendo aquí. Pero es importante
sembrar para siempre esta idea en nuestra mente: De ninguna
manera, nunca, bajo ninguna circunstancia, es admisible ni
justificable el maltrato físico hacia un niño.
 .A través de las
ofensas o burlas recibidas,
el niño crece sintiéndose
inferior. 

Abuso verbal

Es necesario detenernos un momento también para


reflexionar sobre el abuso verbal. Mucha gente piensa que eso
no es un abuso, que es simplemente una manera de actuar
cuando se está molesto o estresado, y que no tiene mayores
consecuencias, pero el estar escuchando gritos, voces
destempladas, insultos y referencias despectivas o burlonas es
algo profunda- mente desagradable, humillante y muy
doloroso de padecer, que va formando huellas de severas
43
consecuencias en nuestro autoconcepto y que merma
sobremanera la autoestima. Es enormemente perturbador, aún
cuando no sea dirigido específicamente al niño... Eso es lo que
te pasó, querida Perla, al sufrir por años los gritos e insultos
que tu padre profería a tu madre y luego cuando venían de
regreso, y tu madre te repetía, con lujo de detalles, todo
aquello que le había dicho él. Y el gélido silencio durante días,
posterior a cada trifulca, no era menos agresivo y doloroso. Las
palabras pueden herir más que los golpes.

La agresión verbal hace que uno crea, como verdadero,


algo negativo sobre sí mismo. Es un acto de violencia
psicológica que usa las palabras como armas.

Según Patricia Evans, (9) psicóloga especialista en el tema,


las características de la agresión verbal son las siguientes:

◊ Es dolorosa, sobre todo cuando el atacante la niega.


◊ Ataca la naturaleza y las capacidades del agredido.
◊ Puede ser abierta o solapada.
◊ Es manipuladora y controladora.
◊ Es insidiosa y busca devaluar.
◊ Es impredecible.
◊ Generalmente expresa un doble mensaje.
◊ Suele ir en aumento, creciendo en frecuencia, intensidad y
variedad.
◊ Al ir creciendo, suele desembocar en agresión física.

Las categorías, formas o estilos de aplicar la agresión


verbal son muy variados:

44
◊ Retraimiento, castigar con el silencio.
◊ Llevar la contra sistemáticamente.
◊ Rebajar.
◊ Hostilidad disfrazada de broma inocente.
◊ Bloquear y distraer.
◊ Acusar y culpar.
◊ Juzgar y criticar.
◊ Minimizar, ridiculizar, hacerlo pueril.
◊ Socavar, minar la confianza.
◊ Amenazar y ordenar.
◊ Insultar.
◊ Olvidar y/o negar.
◊ Explosiones de cólera agresiva.

Termino este apartado con una frase de Robert Fulghum: (10)

Gritarle a los seres vivientes puede matarles el espíritu. Los


garrotes y las piedras nos pueden fracturar los huesos, pero
las palabras nos destrozan el corazón...

Abuso emocional

Algo similar ocurre respecto al abuso emocional. Este tipo


de abuso es precisamente el que sufriste al vivir en medio de
ese campo de batalla que era la relación de tus padres. Cuando
uno de los progenitores (generalmente el más débil) busca al
hijo como aliado y le cuenta al niño los pormenores de los
insultos, vejaciones o infidelidades del otro cónyuge o le
comparte sus más íntimas confidencias y temores, ¿qué se
supone que el pequeño tiene que hacer con esta información?,
45
¿Para qué le sirve? Sólo lo envenena, lo confunde, lo hace
sufrir, y eso es un abuso sobre su frágil mundo emocional, que
apenas se está formando. En realidad, cuando pensamos en un
hogar disfuncional, conformado por adultos y menores de
edad, podemos darnos cuenta de que generalmente sólo
existen niños heridos, los menores de edad y los que moran
dentro de los padres, la familia es, pues, sólo un grupo de
niños profundamente heridos interactuando, sin importar su
edad cronológica. La única diferencia es que algunos de ellos
(los padres) son niños heridos, con poder. Otro abuso
emocional usual es también cuando a un niño, porque es el
mayor, le cargan todo el trabajo y la responsabilidad (como si
fuera un pequeño adulto) de vigilar y cuidar a los hermanos
menores.
 .El arquetipo,
según Carl G. Jung, es una
forma inconsciente que
heredamos como
estructura mental y es
común a todo el género
humano. 

Esto es abuso porque se le roba de alguna manera su


infancia, y se le hace sentir culpable si falla al no cumplir todos
los roles y tareas asignadas.

Surgimiento del autoconcepto

He mencionado ya el término de autoconcepto. Me parece


oportuno aquí detenernos un poco a explorar lo fundamental
que es, durante los primeros años, su formación.

En el comienzo, cuando un niño es pequeñito, está como


46
en la bruma, no sabe cómo es él mismo. No se puede describir.
No tiene un concepto claro de sí mismo. Aún no se ha formado
un autoconcepto. Es como intentar verse reflejado en un
espejo, y al hacerlo, no ver ninguna imagen allí.

Para poder ir aprendiendo quién es él, necesita la ayuda


de dos grandes espejos, los más cercanos e importantes que
tiene son: mamá y papá. De tal modo que lo que ellos reflejen
sobre él, le irán descubriendo y describiendo qué tipo de
personita es.

Citando nuevamente a Jean Shinoda Bolen: “Las


proyecciones y las acciones que se originan de éstas, dan forma
a las personas sobre las que van a recaer. Un niño que sea
tratado como si fuera malo y es rechazado, abandonado y
maltratado, responde sintiéndose culpable”.(11)

Para el niño pequeño es fundamental agradar a papá y a


mamá. ¿Por qué? Simplemente porque de manera intuitiva, de
modo inconsciente, sabe que de esos dos seres (por lo menos
de uno de ellos) depende su sobrevivencia, ni más ni menos.
Es una cuestión de vida o muerte. Los seres humanos somos
la especie biológica que más tarda en ser autosuficiente. Hay
especies que a las pocas horas de nacidos se bastan a sí mismos
lo necesario para sobrevivir, incluso algunas, como las
tortugas marinas, cuando salen del huevo, ya son huérfanas
de na- cimiento, puesto que la madre, después de desovar en
la playa, de inmediato regresa al mar y ni siquiera conoce
jamás a su cría. Sin embargo, para el hombre en sus comienzos,
es indispensable tener cerca un ser que le provea de lo básico
en cuanto a alimentación, cobijo, protección, en síntesis, amor.
 .El niño, a
nivel inconsciente desea
llenar expectativas para
asegurar su
supervivencia. 
47
Esto me lleva a recordar una anécdota que vivencié hace
algunos años y que frecuentemente me gusta relatar en mis
cursos pues me parece muy ilustrativa para entender cómo es
que se empieza a generar la neurosis desde la más temprana
infancia.

Me encontraba a punto de abordar el avión y delante de


mí en la fila iba una mujer muy joven con su pequeño hijo de
unos cuatro o cinco años. El niño estaba francamente asustado
y oponiendo resistencia a subirse, mientras la madre intentaba
calmarlo, diciéndole que efectivamente íbamos a subir al avión
pero no íbamos a volar...

Y por si esto fuera poco, aún me esperaba una sorpresa


mayor. Cuando me instalé a bordo, me di cuenta de que tan
curiosa pareja estaba sentada justo detrás de mí. El pequeño
seguía bastante inquieto y temeroso, y ella hacía cuanto podía
para distraerlo, al tiempo que había bajado la cortinilla.

Al cabo de un rato de vuelo, la madre se descuidó y el


pequeño abrió el visillo de la ventana, quedándose perplejo al
ver las nubes desplazarse debajo de nosotros y observar las
montañas desde arriba, así como los campos diminutos muy
lejanos. De inmediato comenzó a llorar, al darse cuenta de lo
que sucedía, reclamándole a su madre: Me dijiste mentiras, no
es cierto, ¡¡¡sí vamos volando!!!

Verdaderamente me quedé atónita al oír la sapientísima


respuesta de su madre: ¡No mi vida, cómo crees, claro que no
vamos volando, vamos por la carretera!
 .Jung concebía
al arquetipo infantil como
una “fuerza viva” que
ayuda a guiar, inspirar y
sostener al adulto. 

48
El niño lloriqueó por un rato más, completamente
confundido, sin saber si confiar más en lo que su madre decía,
o en lo que su percepción tan evidentemente le mostraba. Esta
escena absurda, digna de Kafka —el famoso escritor checo que
describe en sus obras un mundo complejo con reglas
desconocidas que nunca se llegan a comprender— esta escena,
repito, ha quedado en mi memoria como claro ejemplo del
modo en que de repente pareciera como si los padres quisieran
volver locos a sus hijos.

Lo que me lleva también a reflexionar acerca de la


gestación de la neurosis que en mayor o menor medida todos
los seres tenemos hasta que trabajamos conscientemente, con
amorosa disciplina, atención y paciencia hacia uno mismo,
para resolverla.
Nacemos con necesidades vitales que han de ser
satisfechas para lograr desarrollarnos como seres humanos.
Algunas son comer, dormir, respirar, eliminar, etcétera y una
sin dudafundamental es la necesidad de ser amados y de amar, la
necesidad de afecto.
Así, el niño comienza a tener en vital estima el sentirse
visto: ser tocado, reconocido, acariciado, pues esa
precisamente es la manera en que el ser se irá creando una
auto-imagen, una imagen de sí mismo; a través de lo que
ve de él en el espejo que son sus padres, como ya lo hemos
mencionado anteriormente.
Cuando a un niño se le restringe el afecto y se le refleja
una imagen negativa de él mismo, literalmente se seca
como planta sin agua. Cuando constantemente se le dicen
(en palabras o en acciones) cosas tales como “no te quiero,
qué tonto eres, eres muy latoso, yo lo hago, tú no sabes...
no, no, no”, se torna tímido y retraído, o agresivo y rebelde,
o llorón y enfermizo, etcétera. Crece triste e inseguro, se
siente inadecuado e indigno de ser amado y respetado. Va
49
sintiéndose insuficiente y de poca valía.

 .La sensación
de ser valioso, es básica
para la salud mental del
ser. 

Cuando en cambio, se le refleja una imagen de alguien


bello, valioso, amado, la personita al crecer va sintiéndose
así, sabiéndose así.
La realidad es que generalmente las cosas no son
blancas o negras, sino con muchos matices intermedios,
entonces vemos que los padres dan su amor, pero también
lo retiran cuando el pequeño no cumple con la imagen
idealizada de lo que según ellos el hijo debe ser, hacer o
decir.
¿Qué pasa cuando el niño siente que le retiran el afecto?
Muchas veces deja de hacer lo que le sea natural hacer, para
tratar de llenar la expectativa del padre o la madre,
comenzando así el ciclo de falsearse a sí mismo, creando
máscaras para dar la imagen que el adulto desea para
otorgar amor y aprobación, dudando de lo que siente o
piensa (como nuestro niño del avión que supuestamente no
volaba...) y alejándose de su propio centro, de su verdad.
Justamente entonces, puede decirse que el ciclo neurótico
se ha iniciado.
Allí, a muy temprana edad, el individuo comienza a
alejarse de su centro, ya no presta atención a lo que piensa
o siente, y comienza a actuar con falta de congruencia,
buscando agradar a aquellos de quienes depende.
Posteriormente, se fija esta manera de actuar y se continúa
extendiendo dicha actitud con los amigos, las parejas o los
hijos, enviando al Niño Interno a un cuarto obscuro, a un
50
calabozo frío y lúgubre en el interior de cada ser, donde este
pequeño morará con miedo y soledad hasta que
eventualmente, si se tiene suerte y llega el momento, será
rescatado para ser traído de nuevo a la luz, acompañándolo
y protegiéndolo como siempre debió haber sido.

Las creencias limitantes

Todo lo que me comentas sobre cómo te sentías de


pequeña sobre ser morenita, por ser la menor, por saberte
no deseada antes de nacer o por nunca llenar las
expectativas de papá, me parece que ha tenido como
consecuencia la formación de un autoconcepto pobre,
cargado ya desde los primeros años, de creencias limitantes.
Desde que somos muy pequeños, empezamos a
escuchar de nuestros mayores, —padres, hermanos,
abuelos, maestros— sus creencias sobre cómo es el mundo,
cómo somos nosotros y cómo tenemos que actuar respecto
a esto. Y lo oímos tal cantidad de veces, que llega el
momento en que simplemente damos por hecho que el
mundo, o nosotros, somos así, y lo que es peor, ¡nos lo
repetimos a nosotros mismos por el resto de nuestras vidas!
Al no cuestionarlo, vivimos con cadenas invisibles,
como el famoso cuento del elefante amarrado de Jorge
Bucay, que había sido atado de una pata a una pesada
estaca con una fuerte cadena cuando era pequeño, y que ya
de grande sólo le amarraban un débil cordel del cual
fácilmente se podría haber zafado, pero ya ni siquiera lo
intentaba. Pero como no hemos hecho conscientes estas
creencias, vamos por la vida como nos refiere Ken Wilber
que viven los peces. Wilber dice que los pe- ces, en el agua,
viven perennemente mojados, pero como siempre han
estado en ese hábitat, no están conscientes de pasarse toda

51
su vida así. Y del mismo modo, al no tomar conciencia de
las creencias que nos limitan porque hemos crecido con
ellas, no nos percatamos de cuán paralizantes son en
nuestra vida actual.
El sentido de baja autoestima, de “no valgo, no merezco”
tiene aquí su raíz. Este eterno monólogo interno que se
tiene muchas veces “no puedo, no me siento capaz, a nadie
le interesa lo que digo, no tengo talento, soy tonto, soy fea,
voy a fracasar, no lo voy a conseguir, se van a burlar de mí”,
etcétera, hace que establezcamos relaciones
codependientes, tóxicas, inadecuadas, que aceptemos
violencia y abuso, control y manipulación, que vayamos
victimizando o agrediendo por la vida...
Estas falsas creencias que tenemos sobre nosotros
mismos y el mundo, nos ciegan la mente y hacen que como
adultos, nos rechacemos. El nivel de auto rechazo
dependerá de lo duro que nos hayan tratado los adultos
cuando éramos pequeños. Por ello cuando vamos
creciendo, somos terriblemente duros con nosotros
mismos. Tenemos ya un Padre Crítico introyectado.
Creemos que somos quienes no somos, y constantemente
pensamos que no somos suficientemente buenos o valiosos.
Establecemos pactos implícitos hacia adentro y hacia otros
que nos implican un enorme gasto de energía interna,
desperdiciando nuestro poder personal en algo que nos
desgasta y nos hace ser infelices.
Este asunto de las Creencias Limitantes es muy grave
porque pasan varias cosas que nos vulneran de manera
severa:

• Nos hacen creer que ÉSA es la realidad. Como crecimos


escuchándolas y sintiendo que eran verdad,
aprendimos que el mundo y nosotros éramos así.
52
Por lo tanto
• Actuamos como si fueran ciertas. Y dentro de nosotros,
al día de hoy pensamos que hay cosas que son
indefectiblemente ciertas, por ejemplo “el cielo es
azul, y yo soy una persona que no merece o que no
vale lo suficiente”. Y como lo damos por hecho
• Jamás las cuestionamos. Y por lo mismo, ajustamos
nuestra percepción del mundo y de nosotros
mismos alrededor de estas falsas creencias. Por ello
• Haremos lo que sea para cumplir “la profecía”. De
manera inconsciente, actuaremos y propiciaremos
situaciones tales que nos corroboren que estas
creencias son ciertas. Esto es realmente grave pues
• Es como vivir con el enemigo en casa. Nos convertimos
en nuestro peor enemigo, somos terriblemente críticos
con nosotros mismos y
• Con ellas, establecemos las reglas del juego de nuestra
vida. Y lo hacemos jugando en nuestra contra de una
manera muy desventajosa para nosotros mismos o
sea, preparamos el terreno justamente para perder.
• Es difícil cambiarlas porque se han establecido redes
neuronales. Lo que hemos pensado una y otra y otra
vez desde que éramos pequeños, ha ido formando
conexiones determinadas entre las neuronas, o sea las
células nerviosas que forman el tejido del cerebro. Los
pensamientos se producen cuando estas neuronas se
interconectan unas con otras. Por lo mismo, se forman
circuitos o caminos neuronales específicos que ante el
menor estímulo, hace que se conecten de manera
automática y que se vuelva a pensar lo que se ha
pensado ya millones de veces. Además, el cuerpo se
acostumbra a que en el torrente sanguíneo se viertan
sustancias determinadas que se generan al tener cierto

53
tipo de pensamiento, ya sea positivo o negativo. Estas
sustancias se conocen con el nombre de
neurotransmisores. Un neurotransmisor es una
sustancia química que transmite información de una
neurona a otra atravesando el espacio que separa dos
neuronas consecutivas (sinapsis). La doctora
Candance Pert habla extensamente de la “adicción a
las emociones” en su libro Moléculas de emoción (12).
Por ejemplo, si se piensa “soy un pobre fracasado al
que todo le sale mal, los demás se burlan de mí” se
genera cortisol el cual entra en la sangre y todo el
organismo se acostumbra a funcionar con un exceso
de cortisol y va a terminar requiriéndolo. El cortisol es
altamente corrosivo para el cuerpo, se le conoce
incluso como “la hormona del estrés”. Nos desgasta,
genera enfermedades y mal funcionamiento de
nuestros órganos y sistemas. Esa es la mala noticia. Sin
embargo, a pesar de que hemos creado ya muchas
redes neuronales erróneas
• Lo bueno es que siempre podemos transformarlas si
desarrollamos plasticidad neuronal. Hoy se sabe que a
lo largo de nuestra vida siempre podremos formar
nuevas redes o circuitos neuronales, si pensamos de
distinta manera suficientes veces. Esta plasticidad
de la mente es la capacidad humana de modificar
físicamente el cerebro, por medio de los
pensamientos que elegimos tener. A más
pensamientos negativos, mayor actividad de ciertos
circuitos neuronales que producen mayor
depresión, ansiedad, estrés, hostilidad, o sea, más
infelicidad auto generada. A más pensamientos
positivos, mayor actividad de circuitos neuronales
que producen emociones placenteras. Ser feliz
sucede cuando dejamos de culpar al pasado, a
54
nuestros padres, o a de- terminada situación o
persona por nuestra infelicidad, y comenzamos a
transformar nuestra propia mente, nuestros propios
pensamientos. La clave para ser feliz es trabajar
sistemáticamente en debilitar las creencias que has
fortalecido sintiéndote víctima y que te llevan a
sentirte infeliz. Para ello recomiendo el reciente
libro del doctor Joe Dispenza, Deja de ser tú,
editorial Urano, y ver la entrevista que le realicé
recientemente.
 .Hay que
debilitar las creencias
limitantes,
sistemáticamente y por
largo tiempo. 

Por lo tanto, es de vital importancia tomar conciencia de


nuestras creencias limitantes, ésta es precisamente la segunda
de las tres primeras herramientas básicas para nuestra
evolución. Para poder cambiarlas se requiere entonces de
varios elementos.
Primero que nada, tomar conciencia de cuáles son esas
falsas creencias en las diferentes áreas de nuestra vida
(auto- concepto, salud, dinero, sexualidad, relaciones,
etcétera.). Una vez identificadas, estar alerta cada vez que
las pensemos, para automáticamente cancelar ese
pensamiento y sustituirlo con la nueva creencia o creencia
impulsora. Por ejemplo, si me digo: “Soy un estúpido, volví
a perder las llaves. Idiota, siempre hago lo mismo”, me
percato de mis palabras y digo de inmediato: “No, no es
verdad, cancelado. No soy ningún estúpido, soy sólo
distraído. Poniendo más atención y fijando un mismo lugar
para colocar siempre las llaves puedo solucionar este

55
problema”.
Te sugiero que ahora mismo te detengas y hagas una
lista de tus creencias limitantes más frecuentes. Verás que
si las vas rastreando una a una, buscando la creencia-
origen, la mayoría te llevarán a un “no valgo o no merezco
lo suficiente”. Supón que descubres que una de tus
creencias limitantes es: “Me da miedo aprender a manejar”.
No te quedas allí, sino vas a buscar la creencia que está
detrás, y detrás, y detrás, preguntándote hasta llegar a la
creencia-base. Por ejemplo:

- Me da miedo aprender a manejar


• ¿Por qué te da miedo?
- Porque pienso que chocaré muy fácilmente
• ¿Y por qué podrías chocar fácilmente?
- Porque soy muy torpe y distraído
• ¿Quién decía que eras torpe y distraído?
- Siempre me lo decía papá, comparándome con mi
hermano, así soy.
• O sea, si piensas que eres más torpe y distraído que
tu hermano, ¿tú piensas que...?
- No soy tan bueno o tan valioso como él. No valgo
lo suficiente.

¡Y allí está! Esa creencia puede tomar mil disfraces


aparentes y estará detrás de muchas y muy diversas
creencias sobre diferentes áreas de tu vida. Te invito a que
comiences a auto- observarte y trates de “pescarte” cada
vez que expreses verbalmente o pienses para tus adentros
alguna de tus múltiples creencias limitantes.
Tú observas en tu vida los frutos de esas creencias pero
56
lo que hay que cambiar son sus raíces. En el curso que
imparto “Rompiendo el hábito de ser tú mismo” del Dr. Joe
Dispenza y basado en su libro del mismo nombre, les
comparto lo que la neurociencia nos enseña hoy en día: “las
neuronas que no se conectan juntas, ya no se disparan
juntas”. Debemos de aprender y reaprender nuevas
creencias a la vez que desaprendemos y podamos las ideas
viejas y limitantes. Aplicando este revolucionario
conocimiento que enseñamos en dicho curso, hoy podemos
realmente deshacernos de los conceptos limitantes. (13)
Querida Perla, espero que en esta carta encuentres
ayuda para ver con más claridad lo que te ha pasado a
través de la historia que te ha tocado vivir. Te dejo el día de
hoy con la tarea de que reflexiones sobre los diversos tipos
de abuso que sufriste y la relación con tus heridas, así como
la distorsión en la formación de tu autoconcepto. De
manera importante, te pido tomes en cuenta esta segunda
herramienta que te ofrecí hoy:

Tomar conciencia de tus Creencias Limitantes

Empieza a observarte cada día. Anótalas, estúdialas,


síguelas hasta llegar a la original. Recuerda que:

LA EVOLUCIÓN ES UNA CUESTIÓN DE ESFUERZO PERSONAL

¡Ah! Y no dejes, ni un solo día, de apapachar a tu Niña


Interna. Pronto verás grandes cambios. No lo dudes.

Un abrazo afectuoso,
Margarita

57
Perla estaba triste. Desde el día que recordó y escribió sobre los
abusos que había sufrido de niña estaba muy pensativa, muy
sensible y tristona. Mientras lo redactaba, varias veces había que
tenido que parar de escribir porque el llanto la sorprendía y la
tristeza la inundaba. Cuando terminó de leer la respuesta de
Margarita, tan amplia y llena de nuevos conceptos, se dio cuenta
que había, nueva- mente, mucho que digerir. En los días
subsecuentes, la leyó y releyó varias veces, la subrayó y
finalmente sacó algunas notas. Comentó con Ana lo que estaba
aprendiendo.

—¡Ana, en serio que estoy tomando un “curso por


correspondencia” con Margarita. Su última carta me abrió los
ojos respecto a tres temas importantísimos:

• El abuso y cómo surgen las heridas


• El autoconcepto y
• Las creencias limitantes

—¡Yo quiero saber más de esto, también!, Dijo Ana.

—¡Sí, claro, por supuesto! ¡De eso se trata, de que nos curemos
más y más!

Empezaba a darse cuenta de que escribir cada carta no era tan


inocuo. Se removían lejanos recuerdos y profundos dolores que
salían como fantasmas, a su encuentro.

—¡Valor! Se dijo al despedirse de Ana. ¡A la carga!

— ¡Ale! Escribamos otra carta, le dijo ya a su Niña Interior.

58
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 3
LAS HERIDAS PRIMIGENIAS III. DEL RECHAZO, ABANDONO Y
MÁS ABUSO
—Si saco 10, papá me querrá. —Si ya no me quemo con
el sol, mamá me querrá, y si me pongo una crema para
blanquearme que vi anunciada, más aún. Voy a ahorrar
para comprármela. —Si les regalo a los niños mi lunch,
quizá ya no me molesten tanto. —Si hago siempre lo que
mi hermano me pide, me va a querer y quizá así, no me
ignore ni se burle de mí.
Pienso esto, al tiempo que estoy jugando, sola, “avión”
en el piso de garage. Con un gis lo he trazado y ahora trato
de superarme a mí misma al brincar los cuadros y
agacharme por la “teja”.
—¿Por qué no me quieren, si yo soy tan linda? ¿O no
soy tan linda? Me pregunto con tristeza mientras sigo
jugando a la vez que pienso nuevas formas de complacer a
otros para ganarme su afecto, atención o simpatía.
Poco a poco, voy descubriendo maneras en que puedo
actuar para que la gente me quiera, claro que muchas de
esas cosas me cae mal hacerlas, no quisiera, pero no me
importa si a cambio de eso siento que me quieren aunque
sea un poquito. Trato de complacer a todos, siempre, hay
que gustarles, a como dé lugar; hay que actuar como ellos
quieran que actúe, sólo así me querrán.
—Aguantar lo que sea, no dar lata y poner carita de
niña linda, esa es la manera, decido internamente mientras
desde afuera sólo se ve una niñita jugando “avión”.
No quiero ser como esos niños groseros que gritan y se
enojan, no quiero ser algún día como un ogro gritón. Me da
miedo. Hay que ser tranquilita, calladita, hacer lo que los
59
otros quieran. Esa es la manera. Esa es la forma para que
me protejan, para que no me dejen. Lo adopto como mi
mantra personal. Tengo siete u ocho años.
Cuando mamá y papá se pelean, al día siguiente de la
tormenta, mamá me narra todas las cosas horribles que
papá le dijo y muchas veces termina diciéndome: “¡Pero un
día de estos me voy a ir y no me va a volver a ver nunca
más!”
¡No, mamá! ¡No te vayas a ir! ¡¿Y yo?! Exclamo
asustada.
No me contesta nada, de nuevo se ha sumergido en
buscar una a una sus injurias... a veces me parece absurdo
oírla cómo se deleita en sacarlas una a una y contemplarlas,
como quien disfruta sacando la colección de hermosas
joyas de un cofre de tesoros...
“¿Sabes qué me dijo anoche?” Me pregunta mientras la
es- cucho perpleja y pasmada sin poder decirle que no
quiero saber, que no me interesa, que me duele tanto oírlo...
pero no, no digo nada, sólo la veo... sintiendo un gran lago
de tristeza en mis ojos y una cueva oscura en mi corazón...
“Que tengo caca en el cerebro. Que a mí me parió una
mula. Que un día de éstos me va a golpear. Que maldito el
día que se casó conmigo. Que por eso va a buscar a otras
viejas... Y también ¡fíjate qué desgraciado!, También me
dijo...”. Y sigue, y sigue, y sigue...
Yo la miro sintiendo cómo se me apachurra el corazón
sin saber qué decir, qué pensar, cómo responder, sólo
quisiera no estar, desaparecer... recuerdo al refrigerador
una vez más...
Por eso, cada vez que se pelean, cuando llego de la
escuela y mamá no está corro con gran angustia hasta su
clóset a ver si aún están sus cosas... respiro aliviada al
comprobar que allí siguen... Sin embargo, un día no fue así.
60
La noche anterior había sido particularmente áspera.
Hubo muchos gritos e insultos... a la mañana siguiente
mamá está muy triste, me arregla distraídamente, y con su
tristeza pesando en mi corazón me manda a la escuela,
viéndome sin verme.
Cuando llego y no la encuentro, siento pánico
nuevamente, corro escaleras arriba a abrir su clóset y siento
un vuelco en el estómago y en el corazón, al ver que estaba
vacío...
Caigo de rodillas allí mismo y comienzo a sollozar,
sintiéndome profundamente desamparada.
—¡Mamá se fue y me dejó! ¡Sí fue cierto! ¡Sí fue cierto!
¿Quién me va a cuidar ahora? No recuerdo cuánto tiempo
me quedo allí, en el suelo, hecha un ovillo en el desamparo,
y llorando sin cesar, la zozobra del náufrago...
Cuando papá regresa del trabajo y se entera de la
novedad, primero se enoja, para la hora de cenar los dos
solos por primera vez en esta nueva realidad lo veo muy
triste como derrotado. Casi no me habla, yo no quiero
molestar, nadie me dice nada, no sé que va a pasar, siento
pena, siento vergüenza, quisiera no estar allí...
Poco a poco, empieza una rara “normalidad” sin
mamá. Ella se fue a vivir con mi hermano mayor y su
esposa. A veces la veo. Mi papá empieza a tener amigas que
lo llaman por teléfono y él se ríe y se ve muy contento. Me
siento muy mal, siento enojo. Otros días está cabizbajo y me
da mucha pena.
La buena noticia es que ya no tiene junto a él a mamá
para gritarle, pero la mala es que ahora yo soy la que está y
muchas veces le sirvo de blanco a su frustración. Al no estar
ella, ¡me toca a mí “heredar” el honroso cargo! Ahora siento
cómo al día siguiente siguen re- tumbando en mis oídos sus
insultos de la noche anterior y recuerdo a mi mamá
61
desplegando sus insultos cosechados como ricas joyas de
un tesoro. La entiendo. Es difícil olvidar, dejar de pensar
cuando siguen resonando en tu interior las campanadas de
una iglesia que invitan a la misa de difuntos. La muerte
ronda por aquí cuando el ataque de insultos te toma por
asalto...
—¡Eres una pobre mequetrefe que no vale un
cacahuate! ¡Eres como una manzana podrida, vas a
fracasar, no vas a hacer nada en tu vida! ¡No eres como tu
hermano, que se parece a mí, tú eres igualita a tu madre!
¡Sácate de aquí! ¡Pela gallo!. Me dice, dándome un pun-
tapié en el trasero. El motivo... ¡no lo recuerdo, nada
importante...! Y luego, como lo hacía con ella, me deja de
hablar por varios días.
—¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así?

Más desconcertada que antes,


Perla y Perlita

@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 3


LAS MÁSCARAS. EL ESTILO DE ACCIÓN: PASIVO-AGRESIVO-
ASERTIVO. CUMPLIR EXPECTATIVAS VS. HACER LO TUYO.
ESTILOS PARENTALES Y GENERACIÓN DE VIOLENCIA .

Querida Perla:
¡Es tan claro lo que reflejas en tu último texto! Lo que
me cuentas, viene muy al caso para que te pueda comentar
dos o tres temas que son muy importantes para entender
62
cómo se van estructurando las respuestas automáticas en el
niño, que- dándose incorporadas en su personalidad para
el resto de su vida, hasta que se cambian en conciencia.

Máscaras y estilos de reaccionar

Cuando el niño ha sido presa de algunos tipos de abuso


como los que mencionamos, a lo largo de sus primeros años
va aprendiendo a defenderse o protegerse utilizando
diferentes “máscaras”. Éstas cubren y protegen las heridas
que van quedando abajo, en nuestro ser más frágil, en
nuestro niño interno. Así, las más socorridas son, por
ejemplo, las máscaras del servicial, la víctima, el super
seguro de sí, el que no necesita de nadie, el que no puede
hacer nada solo, el sacrificado por todos, etcétera. Éstos
disfraces encubren las lesiones emociona- les generadas en
nuestros primeros siete u ocho años de vida.
De esta manera, uno va aprendiendo a defenderse y
reaccionar ante el mundo, fundamentalmente de dos
modos diferentes: el Pasivo y el Agresivo.
El Pasivo aceptará a lo largo de su vida situaciones,
acciones, cosas, con las que no estará de acuerdo pero no
encontrará la fuerza para poner límites, lo cual le generará
mucho enojo, que al no saber manejar, generalmente optará
por tragárselo, haciéndose daño a sí mismo, viviendo con
una gran tristeza, envenenándose en su interior. Este enojo
saldrá de repente, en pequeños “chisguetes” cuando más,
pasando facturas muchas veces a quienes no la deben. Esto
es muy disfuncional.
El Agresivo, por el contrario, aprenderá que “la mejor
defensa es el ataque” y entonces se sentirá impulsado a
poner límites groseramente, lastimando, con lo cual después
se sentirá culpable, generando una “cruda moral” que no
63
es buena para nadie. Evidentemente, esta manera de actuar
tampoco es adecuada. ¿Cuál es el justo medio? ¿Existe
alguna mejor forma?
El ser Asertivo, sin duda, es la mejor manera de actuar.
La persona que sabe ser asertiva, es aquella que pone límites
con suavidad. Esto sólo puede hacerlo cuando se respeta
internamente, cuando escucha su voz interior, cuando se
ama a sí mismo. Es algo que no puede hacer, a menos de
que tenga recuperado en amor a su Niño Herido o que haya
tenido la suerte de tener unos padres nutridores, amorosos
y respetuosos, que le permitieron crecer con un Niño
Interno sano, lo cual desafortunadamente sucede en un
mínimo de casos.
 .La palabra
“abandono” significa,
etimológicamente, “no ser
llamado”. 

Estas maneras básicas de actuar quedan establecidas en


los primeros años de vida. En caso de tener muchas heridas
emocionales, usualmente, la forma de actuar será pasiva
y/o agresiva, y para lograr la asertividad, se tendrá que
conquistar como un proceso consciente en nuestra adultez.

Cumplir expectativas vs. Hacer lo tuyo

Quisiera volver aquí a tocar un punto que ya te he


mencionado, cuando hablábamos de lo crucial que es para
el pequeño complacer a papá y a mamá, para garantizar su
sobrevivencia. Cuando empieza a pasar el tiempo, el
pequeño va creciendo y transfiere esta vital necesidad de
aceptación de los padres hacia los amigos, la novia, el

64
esposo, los hijos, etcétera, a lo largo de toda su vida. Y así,
en el proceso de buscar el afecto afuera, vamos hundiendo
el afecto a nosotros mismos hacia ese calabozo interno
donde el niño ha ido quedando relegado. Traicionando lo
que el pequeño interno quiere, desea, necesita a costa de
intentar llenar las expectativas de otros para que no nos
retiren su afecto.
Aquí quisiera recordar la maravillosa frase de Fritz
Pearls, el padre del enfoque gestalt en la psicoterapia, la
cual me parece más bien una filosofía de vida:

Es realmente magnífico cuando uno lo integra a su vida


y puede comenzar a vivir y dejar vivir a los otros de
acuerdo con esto. Porque, se puede dejar de tratar de llenar
las expectativas del resto del mundo sin sentirse culpable
por ello. En nuestra sociedad, nos han acostumbrado a
pensar que si se piensa primero en lo que uno quiere hacer,
es un egoísta y que eso es muy malo. Entonces, todo mundo
deja de hacer lo que real- mente quiere hacer, se siente
víctima, se siente que los demás le deben algo por su gran
sacrificio, y espera que los otros también se sacrifiquen por
él, en compensación. Como resultado, todo mundo es
infeliz.
Mi propuesta es enfocarse en lo que verdaderamente es
“hacer lo tuyo”. Lo puedes saber cuando mantienes una
comunicación real y constante con tu Niño Interno, sin que

65
sea necesariamente egoísta y sólo centrado en ti. Habrá
veces que hacer lo tuyo significará dar, compartir,
acompañar. Pero es diferente hacerlo desde tu propia
verdad interna, que surge como hierba en la primavera, que
desde la traición a tu interior, guiado por la necesidad de
búsqueda de aceptación externa. Eso es como envenenarte
poco a poco, es ir contra uno mismo.
 . “Pasar del
respaldo que da el
entorno, al respaldo que
se da uno mismo. Eso es
evolucionar”

Fritz Pearls 

Estilos parentales

Finalmente, lo que comentas en tu carta cuando mamá


se fue de la casa dejándote y empezaste a vivir las
dificultadas al estar sola con tu papá, nos es muy útil para
hablar un poco de los estilos parentales y de cómo a través
de estos estilos para educar, actuaron de tal modo que
nuevas y severas heridas te fueron provocadas.

¿Cuáles son, entonces, los cuatro estilos


parentales básicos?

 El Padre Crítico. “No. Así no. Te faltó. Si, pero... lo hace mejor
tu hermano, tu primo”. Como estilo personal, este padre
seguramente será agresivo. Descalificando
constantemente. No le es posible dar reconocimiento.
Hay energía de rechazo emanando de él. Es claro que

66
tiene un Niño Interno muy herido y no lo ha recuperado
en amor. Genera en los hijos inseguridad, autoconcepto
negativo, enojo, tristeza, miedo, por ende autoestima
muy baja y poco desarrollada.
 El Padre Consentidor. “Sí, encanto. Lo que tú quieras, yo lo
hago por ti, yo te lo tolero”. Como estilo personal
corresponde al pasivo. Como padre, no puede poner
límites porque teme que lo rechacen sus hijos. Esto nos
habla de un Niño Herido muy lastimado, que sigue
llevando el volante. Genera en los hijos una falsa noción
de la realidad, y al distorsionarles su percepción hacia los
límites, se sentirán desadaptados tanto en lo social como
en lo interno. Recuerdo a una estudiante que al hablar de
esto en un taller, nos compartió que su papá fue tan
sobreprotector hacia ella, ¡que le masticó la carne hasta
los 11 años! La sobreprotección excesiva ahoga el
crecimiento del otro, le impide desarrollar
responsabilidad, autoestima, autoconcepto elevado,
etcétera. Es tan dañino para el ser del niño, como lo es un
padre crítico.
 El Padre Ausente. “Ahorita no. No estoy disponible.
Haz lo que quieras”. Puede estar ausente, física o
emocionalmente, por cualquier razón: puede estar
viendo la tele, o leyendo el periódico, y estar allí
físicamente pero no está disponible para el niño.
 El Padre Negligente. Es como estar con otro niño: no
protege, no mide las consecuencias, no pone
lineamientos, no da valores, no forma. Sólo está cerca, por
allí.
 El Padre Nutridor. “Sí. De entrada, sí. Te amo
incondicionalmente y por eso te pongo límites y te doy un
marco de referencia para actuar”. Finalmente. Esto es lo
valioso de los padres. Porque su función, una vez que la

67
Por eso, hay pocos padres con el estilo Nutridor de
manera principal. Porque, para ello, necesitan tener
sanadas sus heridas emocionales de infancia y haber
autogenerado a un Padre Nutridor interno primeramente,
como lo veremos más adelante. Cualquier persona, antes
de que pueda ser Padre Nutridor para sus hijos externos, lo
tiene que ser con él mismo.
No hay estilos puros. Obviamente hay combinaciones,
de- pendiendo del tipo de heridas y combinación particular
de historia que ha tenido cada ser. Así es que la gente
normalmente tiene un cóctel de heridas infligidas desde
diferentes facetas de los diversos estilos parentales. ¡A
todos nos pasa!
Lo que tenemos de bueno, dulce, noble, dentro de cada
uno de nosotros, lo sembraron o descubrieron papá, mamá
o algún otro adulto caritativo, cuando estaban en su faceta
de Padre Nutridor. ¡Benditos sean!
La idea es que aplicando el Método Ser Mejor Ser, las
personas recuperen en amor a su Niño Herido, y que el
adulto se convierta en un Padre Nutridor/Protector para
este Niño Interno.
Si lo logra hacer para este chiquito, de manera
automática, espontánea y natural, lo empezará a ser para
sus hijos externos. Toda la sociedad habrá ganado, al igual
que el padre, el hijo, las relaciones entre la familia, etcétera.
Todos los chicos que conozco que sus papás han tomado el
Diplomado Ser Mejor Ser, me reportan cambios
sustanciales y benéficos en el comportamiento y la actitud
de sus papás, lo que lleva a una mejor relación entre ellos.
68
¡Ahora imagínate cuando los papás y los hijos adolescentes
y jóvenes desarrollan en ellos mismos el sistema de Ser
Mejor Ser! Toda una familia se sana y crece, cambiando la
historia emocional de ellos y algo maravilloso sucede
también: ¡se transforma el destino del desarrollo
emocional/espiritual de las generaciones por venir!

Un padre crítico?

Los estilos son diversos, pero el resultado será similar:


cualquiera de estos estilos parentales generará heridas
emocionales a sus hijos.
Por lo tanto, el estilo parental deseable, el único que
genera crecimiento y salud emocional es solamente el
PADRE NUTRIDOR.
La locura se puede parar si, sólo si, dentro de cada ser
se genera un PADRE NUTRIDOR que proteja a sus Niños,
tanto externos, como al pequeñito interno ya recuperado.

Generación de violencia

Desafortunadamente, la inmensa mayoría de la gente


69
ha te- nido hijos antes de haber rescatado en amor a su Niño
Interno. Si observamos, antropológicamente, el resultado
de esas heridas sin resolver, a nivel del impacto social
vemos cómo las heridas emocionales de cada padre, de
cada madre, se han convertido en armas terribles para
generar heridas a la siguiente generación, repitiéndose una
y otra vez el ciclo generacional ¡Basta! ¿Queremos seguir
repitiendo el patrón? ¿Hasta cuándo?
¡Hay que despertar y romper ya la cadena! ¿Se podrá?
Sí!
Y no es tan difícil.
Se logra cuando cada individuo se hace cargo de su
propio proceso y deja de “pasarle la factura” de sus penas
y desaciertos a sus padres, la pareja o a terceros en el
presente. Eso se logra cuando se rescata al Niño Interior y
se decide reparentarlo en amor, cuando asumimos total
responsabilidad amorosa en su cuidado y protección,
desde nuestro adulto, convirtiéndonos en nuestro propio
padre y en nuestra propia madre. Transformándonos para
nuestro Niño Interno, exactamente en los “papás de
Disneylandia” que a todos nos hubiera gustado tener. Sólo
así.
 . “Muchos
individuos viven
atrapados en su muda
desesperación hasta que
optan por salvar a ese
Niño Interior” Marion
Woodman. 

Veamos por ejemplo el precio que esta situación —


entre otros factores de índole económica, socio-política y de
valores— ha cobrado en el mundo actual y específicamente

70
en mi país, México.
Si tuviésemos que definir con una sola palabra nuestra
sociedad el día de hoy, creo que probablemente sería
violencia.
Y ya no digamos la violencia que se vive en las calles,
en esta guerra que está causando tanto dolor y zozobra.
Hace poco escuché que si guardásemos un minuto de
silencio por cada muerto a causa del crimen organizado en
los últimos tiempos en México, callaríamos por varias
semanas.
Eso pasa afuera, pero lo más triste, que es en realidad
don- de se gesta todo, es la violencia que existe en el interior
de las familias. Por ejemplo:

Niños maltratados

México ocupa el primer lugar entre los países


miembros de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) en índices de violencia
física, abuso sexual y homicidios de menores de 14 años. La
CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) reveló
en 2012 que a nivel nacional el 60% de los niños sufre
violencia de algún tipo.
“En México mueren asesinados seis menores de 15 años
de edad cada día”, señala el Informe Nacional sobre
Violencia y Salud que se dio a conocer junto con datos de
un informe mundial de 2010 de Naciones Unidas.
Según la Organización Mundial de la Salud en México,
“la violencia aquí ya ha sido reconocida como un problema
de salud pública” que repercute en todos los ámbitos de la
vida.

71
 .Duelo, ira y
depresión son otros
nombres del abandono.

Asimismo, después de Tailandia, México es el segundo


lugar en producción de pornografía infantil en el mundo.
Hemos hablado ya de todos los daños psicológicos
profundos que genera el abuso sexual en la psique en
formación de un niño. Imaginemos cuando no es solamente
un desafortunado evento esporádico o particular, sino es
para el niño una forma de vida: el ser explotado
sexualmente por adultos incluso del mismo sexo, como
actividad cotidiana por días, semanas, meses o años.
¿Podemos siquiera vislumbrar las deformaciones de
percepción, de valores, de autoconcepto con las que crece
esa criatura y en qué tipo de adulto, de pareja, de padre a
su vez, se convertirá? ¿Podemos imaginar el dolor, la
humillación, la confusión, la rabia, el miedo, la tristeza con
la que crece, como parte de su repertorio de vivencias y
recuerdos emocionales?
Creo que es la primera vez en la historia de la
humanidad que se da este nivel de daño sistemático y
abierto hacia la población infantil. Esto es tan grave y tan
triste. Realmente me parece monstruoso y diabólico. Los
niños que sufren esto, son segura carne de cañón para
convertirse de modo natural en seres que de adultos
intentarán lastimar, o no les importará o incluso buscarán
específicamente dañar. Dañar a otros para vengarse y sacar
la infinita e inagotable rabia y dolor que sin duda, habrá en
su corazón. ¡Imagínatelos ahora de papás, formando
nuevos seres!

72
Hijos maltratadores

Por otro lado —dentro del catálogo de violencia


intrafamiliar— cada vez son más los casos donde los niños
que al ir creciendo, se convierten en déspotas, chantajistas,
maltratadores y hasta agresores físicos, verbales y
emocionales de sus propios padres. Dentro de lo absurdo
de nuestra sociedad a la vez que es más violenta, también
es más permisiva, lo cual ha llevado a perder y confundir
límites y los valores que conllevan. Se deja hacer y se pierde
la autoridad.
 .Nuestra
sociedad está enferma de
violencia, porque la
mayoría de los individuos
que la componen están
enfermos de sus
emociones. 

Cuando se consiente excesivamente, se peca de


negligencia y si además se combina con ausencia, ya sea
porque la madre es mamá sola y tiene que mantener la casa
lo que la lleva a estar fuera mucho tiempo, y/o porque el
padre tampoco está presente, se puede estar seguro de que
se están formando pequeñas “bombas de tiempo” al
interior del ser de esos pequeños. Se forman niños
intolerantes, con muy poca capacidad de manejar la
frustración, tiranos, egoístas y muy manipuladores.
“Comienzan quitándote el control remoto de la televisión y
acaban haciéndose dueños de la casa y de tu vida” dicen
por allí. Recientemente, incluso, en diversos países han
empezado a abrirse en los ministerios, mesas de denuncias
de padres maltratados hacia sus hijos maltratadores. ¿No
es absurdo, lastimoso, enfermo?
73
También es muy dañino cuando hay falta de
consistencia en la guía formativa que debe ser un padre, y
se pasa de modo indistinto del consentimiento al golpe, o
de la crítica al premio, combinando lo peor de los estilos
parentales.

Bullying. Violencia entre iguales

El término se refiere a un desequilibrio de fuerzas,


donde una agresor intimida a una víctima, hay distintas
clases de agresiones que pueden ser de tipo:

• Verbal: con insultos, apodos o difamaciones.


• Física: con golpes, rasguños o empujones.
• Psicológica: haciendo sentir a la víctima insegura e
inadecuada.
• Social: haciendo sentir a la víctima rechazada por un
grupo.

Nos podemos preguntar: ¿de dónde han sacado tanta


“mala leche”, tanta agresión los niños que molestan y
lastiman por sistema a los más débiles? Para mí, la
respuesta es que la sacan de su corazón dolido, traspasado
de tantas heridas en casa, recibidas en sus primeros ocho-
nueve años de vida, justamente con papá y con mamá, o
con esa ausencia de papá o esa ausencia de mamá. Sin
duda, siempre ha habido niños y jóvenes así en las escuelas,
en los corrillos de chicos. Sin embargo, nunca antes como
hoy se extiende como cáncer en el cuerpo, como mancha de
petróleo en el mar, la violencia entre iguales a escalas
terribles. ¡Hay tanta rabia en muchos chicos por un lado, y
tanto miedo en muchos otros!...¡Allí está la mancuerna
perfecta para generar violencia!
74
Violencia de género

La violencia intrafamiliar o violencia doméstica, puede


incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación
hasta golpes, pasando por el acoso o los insultos. El
violento puede ejercer contra un solo integrante de la
familia (su pareja o su hijo) o comportarse de forma
violenta con todos. ¡Linda manera de crecer en familia!
¿No?
Nuestra sociedad está enferma por- que la mayoría de
los individuos que la conforman están enfermos de sus
emociones. Es igual que un cáncer terminal que desbarata
y asesina a un ser otrora sano. Ese cáncer empezó un día
con una célula enferma, luego con 2, 5, 10, 1000..., así, las
células enfermas, al reunirse, crearon tumores y
enfermaron tejidos, órganos y sistemas hasta que el cuerpo
torturado murió.
 .La META,
elevar el nivel de
conciencia del ser
humano.

Que cada
individuo sane a su Niño
Interior, EL CAMINO. 

De esta manera, cada individuo que no ha sanado las


heridas emocionales de la infancia, es una célula cancerosa del
tejido que conforma nuestra sociedad, extendiendo la enfermedad.
¿No sería maravilloso que cada célula enferma decidiera
internamente sanarse? El cáncer del organismo
desaparecería y volvería a imperar la salud. Eso es Rescatar
al Niño Interior y sanar las heridas emocionales de la
75
infancia. Solamente eso. He ahí la razón por lo que la vida
cambia.

Factores de violencia

En síntesis, y volviendo a los estilos parentales, nos


damos cuenta de que la manera de educar depende directa
y expresamente del nivel de conciencia del individuo.

Los cuatro factores que generan violencia son:

1. Infancias difíciles de los padres y de los hijos, donde ha abundado:


rechazo, abandono, negligencia, indiferencia, culpa, Sobre
exigencia o sobre indulgencia, falta de límites claros, poca o nula
formación en valores, poca o nula formación de actitud de servicio
y cooperación hacia el resto de la sociedad.
2. Ausencia de figuras formativas importantes. Papá o mamá no
están presentes la mayor parte del tiempo, los chicos están des-
balagados, sin un faro que los guíe y los motive, sin ningún adulto
que los inspire.
3. Bombardeo masivo e inmisericorde de basura en televisión, en
Internet, en los videojuegos, donde lo que se ve es violencia y más
violencia.
4. Facilidad para iniciarse en la droga y el alcohol a edades más
tempranas/disminución en la vigilancia y guía de los padres.

Como decía Gandhi, “la violencia sólo genera más


violencia”. Sin duda es un problema muy complejo, sin
embargo estoy convencida de que el cambio tiene que
iniciarse desde el individuo, para que trascienda a la
familia y al cambiar las familias cambiará la sociedad. Esta
es mi humilde propuesta con el Método Ser Mejor Ser:
76
herramientas de auto sanación para convertirse en la mejor
versión de sí mismo.
Querida Perla: Quisiera terminar esta carta haciéndote
sentir que está llegando la hora de dejar atrás las “facturas
por cobrar” a nuestros padres. Hayan hecho lo que hayan
hecho, lo hicieron porque era lo único que pudieron, debido al
nivel de conciencia que tenían, dado quienes eran.

 .Sanar a este
Niño significa también
dejar de reproducir ahora
con nuestros hijos lo que
nos hicieron. 

Lo que hicieron fue exactamente “para lo que les


alcanzó” desde donde estaban y desde donde habían
vivido sus propias experiencias. Entonces, a nivel destino,
seguramente así correspondía. Por lo tanto: ¡Suelta
hermana!
¡Suelta hermano! Cierra ese ciclo y deja ir. Agradéceles
por lo que sí te dieron, aún si es poco, te dieron
simplemente la vida, en un vehículo físico, que sólo podía
haber venido de ellos dos, precisa y exactamente, sólo de
ellos dos.
Siempre les estarás en deuda, pues te dieron la vida en
este cuerpo, en esta materia, en esta Tierra.
La situación es muy simple, aplicando el Método Ser
Mejor Ser, tienes que soltar ya tu historia triste de
telenovela que has venido arrastrando siempre, de una vez
por todas y lo antes posible. Suelta las facturas por cobrar a
los seres que han tenido que ver con todo lo que ha sido
duro, doloroso o difícil en tu vida. Sobre todo a papá y a
mamá. Déjalos ir, despídete emocionalmente, agradece lo
77
que puedas...y ¡retírate! Esto es lo que hace un adulto sano
(o por lo menos, ¡en proceso de sanar!) Y por ello, es una
condición indispensable para empezar a crecer.

Cerrar ciclos. Soltar y dejar ir

Una vez que te retiras, ¡empieza lo mejor! Sale el Padre


Nutridor desde tu adulto y ama, cuida y protege a tu Niño
Interior. Esta criaturita se pone feliz y florece, al hacerlo,
todo tu ser crece y se expande, y empiezas a vivir
sintonizado a la Felicidad.
Vas a cuidarlo exactamente así:

Imagínate que estás en una pequeña casa, de un piso,


jugando con tus niñitos queridos, de tu familia. Te cansas
y te vas a tu recámara, al fondo de la casita, mientras ellos
continúan jugando junto a la puerta y las ventanas al
exterior.
De repente y de manera abrupta, unos tipos llegan y
patean puertas y ventanas, intentando entrar, mientras
gritan e insultan.
Dime tú, adulto, aquí y ahora. ¿Qué harías? ¿Qué sería
lo primero que harías?
—¿Les dirías desde tu recámara, ¡A ver, niños, abran y
pregunten que quieren esos señores!?
—¿Harías eso? ¡No creo! ¿Verdad?
—Seguramente lo que harías es que te levantarías de
inmediato y mandarías a los niños a que se quitaran de
frente al peligro, de hecho, lo más alejado posible de la
amenaza. O sea: los protegerías. ¿De acuerdo?

Bueno, pues eso mismo vas a hacer desde tu adulto


Padre Nutridor hacia tu Niño Interior. No puedo dejar de
78
remarcar la importancia crucial de incorporarlo a tu vida
como acto reflejo cotidiano, tenerlo ya incorporado como
reflejo automático. Como lo harías con tus hijos externos,
en tus mejores momentos como padre: Cuidar, proteger,
motivar, amar... ¡y tantas cosas más!
Si padeciste con historias que te hicieron mucho daño,
¡Bienvenida al club! ¡Al club del planeta! Sufriste
heridas cada vez que tus papás fueron críticos, o
excesivamente consentidores y sobreprotectores, o cuando
se fueron y te dejaron, o cuando eran indiferentes o
negligentes. Entonces... ¡Ya! Suelta esa telenovela y prueba
escribir el nuevo guión de tu vida. Ya tienes a tu Niño
Interno contigo, a salvo. Lo escucharás y harás lo tuyo, en
consecuencia. Estás iniciando ya una hermosa relación con
tu Niño. ¡A vivir el romance entre ambos! Y te harás
consciente de las grandes tonterías que pensabas, antes de
transformar tus creencias limitantes.
Ahora, inicia otra jornada ¡Ven pronto! Espero tu
siguiente carta... Lo mejor está por comenzar.

Un abrazo afectuoso,
Margarita

79
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 4
LA DELICADA TAREA DE ZURCIR LAS HERIDAS
DEL NIÑO INTERNO
Margarita:
Después del hermoso y heroico momento de rescatar a
mi Niña y de leer y releer tu última carta déjame decirte
cómo me he sentido una vez que “saqué a mi Niña del
calabozo”.
En los últimos días creo que las lágrimas se me han
agotado, he regado a la Pachamama, a la Madre Tierra con
ellas, hasta casi inundar mi jardín... Estoy tratando de
entender lo que sucedió en esos primeros años y digerirlo
de otra forma de como siempre lo había yo visto, y puedo
ver con otra luz las grandes carencias de todos esos
personajes que estuvieron a mi lado. Anoto todo lo que
siento para después analizarlo en mis momentos de
quietud en la playa o en casa y poder hacer el ejercicio de
escribir con ambas manos para platicar con la agobiada
Perlita... Cuando me vienen esos momentos de angustia o
dolor me he dado cuenta que estar dentro de un lugar me
hace sentir ahogada, tengo que salir y me hace mucho bien
sentarme en el pasto o abrazarme a un árbol, entrar en
contacto con la Naturaleza de alguna manera. De repente
siento una presión en el pecho muy fuerte que no sé cómo
manejar, pues me ahoga y eso me asusta y entonces corto
lo que está saliendo. ¿Sabes? Percibo como si quisiera salir
un monstruo gigante desde mi interior que se atora, siento
asfixia, me asusto y paro.
Por otro lado he charlado con mi madre, pero hay algo
extraño, no es lástima pero si es mucha tristeza, no puedo
evitarlo, me duele mucho, y si bien toda mi gente ha muerto
80
lejos de mi y no he podido darles un adiós, siento que con
mi madre tiene que ser diferente, hay un deseo enorme de
poder mostrarle en su vejez que en ésta vida también se
puede vivir en amor. Estoy empezando a entender ahora
tantas cosas... la amo y sólo espero poder ir teniendo lo que
requiero para que Dios me permita poder mostrarle a esa
mujer que podría abrirse a ver lo hermoso que es vivir en
el amor, en la luz, espero poder regalarle días así, donde
pueda ver el brillo del sol y abrazarla hasta que salgan la
luna y las estrellas.
Quisiera escuchar tus comentarios respecto a lo que
estoy sintiendo. ¿Es normal? ¿Parará esta sensación de
dolor, de rabia, de ansiedad, que a veces me rebasa?
Gracias, mil gracias por todo lo que haces a distancia por
mí, seguiremos en contacto.

Perla

Efectivamente, los últimos días y a raíz del Rescate de su Niña


Interna, Perla estaba a ratos muy feliz y plena, y a ratos se
desmoronaba como un pedazo de pan.
Dani, su dulce y flaco hijo adolescente, se quedaba sin saber
qué hacer, muy confundido, viendo llorar y llorar a su mamá,
“como si fuera una chiquita”.

Afortunadamente, estaba por allí Ana, la gran amiga de


Perla, quien lo tranquilizaba diciéndole:
—¡No te preocupes, mi flaco! Tu mamá está pasando por una
“crisis curativa”... verás que ahora sí estará mejor y mejor. Ni le
preguntes nada, nomás apapáchala y quiérela mucho...
Dani sonreía, moviendo la cabeza afirmativamente, con una
dulce mirada cómplice que le daba la gran sabiduría de alma vieja,
81
en ese cuerpo tan desgarbado a sus 14 años...

@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE : CARTA 4
RECUPERAR AL NIÑO INTERNO: EL PRIMER LOGRO.
“LIMPIAR EL TIRADERO”: EL SIGUIENTE.

Mi querida Perla:
¡Cómo quisiera poder evitarle dolor a la gente que
ayudo, que amo, que aprecio!
Pero no hay modo. El dolor sana... es una dura
medicina, como la transmutación en el fuego... es parte de
la condición humana... tenemos que transitarlo para crecer.
Y lo que haces cuando te atreves a Ser Mejor Ser, es
erigirte en un “guerrero de Luz” y poco a poco, con
valentía, y desde esta postura, ir cruzando los umbrales que
nos adentran a percibir nuestros grandes dolores, vacíos,
carencias, temores del inicio de nuestra vida.
Cuando decidimos ir al Rescate de nuestro Niño
Interior, hay que ir preparados a tocar viejos dolores y
reencontrar fantasmas del pasado difíciles, que hieren. ¿De
qué depende la intensidad de la crisis en este proceso?
Fundamentalmente de los agravios, de los abusos, de las
heridas que venga cargando este Pequeñito Interno desde
su infancia.
En tu caso, me has comentado algunos pasajes, pero
estoy segura que hay muchos más que generaron, rabia,
miedo y profunda tristeza. Entonces te voy a pedir que me
sigas en esta pequeña metáfora:
Imagínate que tienes un clóset terriblemente
82
desordenado, lleno de cosas estorbosas, viejas, inútiles y
sólo una que otra que sirve pero que nunca la puedes hallar.
Cada vez que quieres guardar algo allí, abres y cierras con
rapidez antes de que se venga encima un alud de cosas que
tienen un precario equilibrio. Finalmente, sabes que llega
un punto en el que tienes que arreglar ese “rincón brujo”.
No puedes vivir en esa casa con ese pendiente eternamente.
Cuando te decides. ¿Qué haces? ¿Puedes hacer una
bue- na limpieza y poner orden en serio, sin vaciar todo
primero? Me temo que no, ¿verdad? Sacas y sacas, tiras y
tiras, y todo el caos que estaba contenido y apretado dentro
de un pequeño espacio, de repente se expande y parece que
cayó una bomba, ¿no es verdad? Y por algún tiempo, hay
desorden, incomodidad, confusión.
Pero poco a poco, tirando esto, limpiando lo otro,
guardando lo de más allá... el orden se va restableciendo, le
vas encontrando sitio a cada cosa que quieres seguir
conservando y la energía empieza a fluir de nuevo... ¿Cómo
sientes llegar entonces a ese clóset, abrirlo y encontrarlo
acomodado y en orden? Hay una gran diferencia, ¿verdad?
El proceso de sanar las heridas emocionales de la
infancia es exactamente así, para expresarlo de una manera
coloquial.
Sabemos que en nuestro ser interno hay dolores,
tristezas, rencores, heridas que supuran, y que hacen que
no queramos ver hacia dentro, y por mucho tiempo,
intentamos sentirnos bien haciendo otras cosas,
relacionándonos queriendo que el otro se encargue de
sanar nuestros dolores, quisiéramos olvidar el contenido de
ese espacio doloroso, que de algún mágico modo, “eso” se
dispersara, se fuera evaporando, diluyéndose hasta
convertirse en nada... Pero tristemente, no es así...
La única manera de limpiar esas heridas, es yendo a
83
sacarlas, tocarlas, verlas de cerca y decidir desecharlas,
pero esto se tiene que hacer con el Niño Herido tomado de
la mano por el Adulto que lo rescata. Él solito no puede con
todo.
Imagínate el dolor, la confusión entre miedo, rabia y
tristeza que un Niño Interno puede sentir cuando recuerda
cosas como éstas que apenas, hace unos días alguien que
está también recuperando a su Niño Interno me compartió
en una carta y que ahora (con su consentimiento) te
comparto:

...He encontrado imágenes muy oscuras, y salen más y más


cosas desagradables, golpes, insultos, y recordé el por qué
tengo el ojo derecho dañado, vino la imagen y sentí el golpe.
Cuando iba con el oculista nunca le supe decir por qué tengo
esa pequeña nube en el ojo, HOY YA SÉ POR QUÉ. Han
salido cosas que no me imaginé que pasaron, también
recuerdo por qué odio las matemáticas sobre todo las tablas
de multiplicar, aprendidas bajo la regadera de agua fría con
gritos y nalgadas... he recordado con profunda rabia cuando
el esposo de mi madre me obligó a atarle una piedra al cuello
a mi perrito y lanzarlo al lago cercano, porque no quería
tenerlo en casa y aunque lo echaba, éste siempre regresaba...

Es primordial Validar al Niño Enojado. El niño que sufrió


abuso de cualquier tipo está muy en su derecho de sentirse
lleno de rabia contra esos adultos... así hayan sido papá o
mamá... El Niño Interno puede sentirse cohibido de sacar
su enojo contra estas dos figuras a las que también quiere
tanto. La clave es entender que el coraje que se saque no va
dirigido hacia esa señora de avanzada edad del presente,
sino a la evocación de esa figura que ejercía su poder
abusivamente cuando uno sólo tenía unos cuantos años. Al

84
validar el enojo que el Niño Interno quiere sacar, se permite
diluir esa carga emocional contenida por muchos años y al
hacerlo, se puede ver a los padres en el presente, con mucho
mayor entendimiento y aceptación.

 .El niño tiene


la necesidad fundamental
de ser respetado. 

El gran dolor que puede sentirse en los días posteriores


al Rescate del Niño Interior es porque justamente se pasa
por la fase de “sacar el tiradero” y verlo todo regado... Tú
ahora, como muchas personas en tu misma situación, estás
enfrentando tus heridas juntas, tus memorias difíciles,
todas a la vez... llevaban décadas enterradas. ¿No crees que
tu sentir es natural?
Entonces, ¿qué hacer ahora? Primero que nada y de
manera fundamental:

Ser gentil y amoroso con uno mismo


Esto es particularmente importante en los momentos
de confusión, cuando el Niño Herido está vulnerable y se
siente rebasado por la pena, los recuerdos y el dolor.
Perla tiene que acompañar a Perlita en este proceso de
desechar, de soltar, de dejar ir todo aquello que ha estado
allí guardado, pero que sólo ocupa espacio emocional
negativo.
Cuando llegue la tristeza:

Llora, llora, llora todo lo que haya que llorar


Dedícale un buen rato a sentir intensamente tu dolor
hasta que se vacíe tu alma, por lo menos en ese rato.
Después, gentil y amorosamente, pregunta a tu criaturita
interna qué desea hacer en ese momento, qué necesita, y
85
dáselo. Consiéntela, apapáchala, mímala. Esta misma
operación la puedes repetir todas las veces que sea
necesario hacerlo, cuando sientas que de nuevo te ahoga la
tristeza.
Cuando sientas mucha rabia: El enojo es la emoción
más tóxica de todas. Por lo mismo hay que sacarla del
cuerpo, por- que adentro nos enferma. Pero sacarla sin
inteligencia emocional, es soltar una fuerza terriblemente
dañina, como un huracán que destruirá todo a su paso. Por
eso uno aprende a reprimir el enojo, pero el objetivo no es
evitar sacarlo, sino aprender a sacarlo adecuadamente, y
esto es simplemente hacerlo teniendo en cuenta estos dos
principios básicos:

Saca el enojo siempre,


sólo tomando en cuenta que esto sea:

Sin lastimarte a ti mismo y sin lastimar a otros


Por supuesto, incluye también a las cosas, tuyas o de
otros. Si no estás en el momento adecuado para sacarlo,
entonces, toma un “tiempo fuera”, aléjate y detén tu
explosión de ira. Cuando estés lista a hacerlo, descarga.
Saca tu enojo golpeando sobre una almohada, con puños y
talones sobre el colchón, rompiendo periódico, sacando
voz... sé creativa y piensa de cuántas maneras puedes
descargar y poner fuera de ti esa rabia con- tenida y
atrapada en tu interior... es ese monstruo gigante que
quiere salir de dentro de ti... ¿Lo puedes ver? Después de
tu descarga, estando agotada, exhausta, de nuevo, es
fundamental que sigas la famosa instrucción:

Ser gentil y amoroso con uno mismo

86
Preguntarle a tu Niña Interna qué desea, qué necesita
después de este momento. Y mimarla y hacerla sentir muy
querida. Así, todas las veces que sea necesario. Hasta que
la carga de miedo, rabia y tristeza contenida se vaya
vaciando y quede a un nivel natural. Entonces, te aseguro
que una de estas mañanas te despertarás sintiéndote ligera,
serena, quizás hasta feliz. Sabrás entonces que el “tiradero”
ya se ha recogido. Que el armario interno está acomodado
para continuar el avance para Ser Mejor Ser.
Cuando estás empezando a “reparentarte”, una
excelente señal de avance es cuando puedes ver a tus
padres biológicos con más ternura, con mayor
entendimiento, dejando de pasarles “facturas emocionales”
pero también deslindándote de ellos emocionalmente, sin
culpa. Esto es importantísimo. Es vivir el “Tú eres tú, y yo
soy yo” como adultos. Siempre serán hijo-Padre, pero sin
las ataduras de la neurosis, del dolor, las heridas, las zonas
de oscuridad y de sombra. Y entonces disfrutar lo
disfrutable.
Como dice mi querido maestro Alfonso Ruiz Soto: “En
las relaciones, hay que disfrutar lo disfrutable, compartir lo
compartible, y compensar lo compensable”. Puedes elegir
entonces estar tan cerca o tan lejos como quieras, pero ya
no los traes “cargando”. Así es que todo lo que te está
pasando , querida Perla, es parte del proceso natural.
Relájate, mímate, y sobre todo, confía... todo está poco a
poco, tomando su lugar.

Un abrazo,
Margarita

87
—Ufff! Dijo Perla al terminar de leer esta misiva.
—¿O sea que sí se vale gritar, mentar madres, golpear, sacar
enojo? Sólo hay que seguir el “no lastimarme a mí ni dañar a otros”.
Mmmmm... Eso puedo hacerlo... dijo Perla, echando hacia atrás la os-
cura melena, mientras se paraba a caminar un poco, estirándose para
desentumirse después de un largo rato frente a su computadora.
—¿No tengo que sentirme avergonzada cada vez que quiero
volver a llorar y que mi garganta se cierra y las lágrimas me ahogan?
¡Qué bien! Dijo mientras una sonrisa nacía desde su corazón y
salpicaba su rostro.
En los días que siguieron, descargó y descargó, lloró y siguió
llorando, (con diferentes tipos de descargas, en la casa, en el jardín,
limpiando vidrios, en el bosque, en el mar, en donde fuera...) hasta que
poco a poco, fue llegando a un sereno aunque aún frágil balance...
Finalmente, un día, un viernes por la mañana... se despertó y se
sorprendió sonriendo, sonriéndose, sintiendo un momento de genuino
autoaprecio... ¡Sí que es lindo sentir amor y profunda simpatía hacia
mí misma! De un salto, se incorporó de la cama, y rumbo al baño se
detuvo a ver la foto y el marco con la pequeña Perlita, y le dijo:
—¡Ay, mi chiquita Perlina, cuanto te quiero, mi amor! Y
chiflando se fue a dar un regaderazo.

@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 5
FIN DEL CAPÍTULO DE ESTA TELENOVELA
Margarita:
—Hoy, 30 de abril, Día del Niño, termino la última
carta de este ciclo.
Ya entendí. Gracias por tu última carta. Me fue de

88
mucha ayuda. Descargué, lloré, desbaraté no sé cuantos
periódicos y hasta quedé ronca por un rato...
Ya no quiero seguir ahondando voluntariamente en
más heridas de las que ya vi. No le huyo, simplemente me
da ya mucha flojera. Es la “pura telenovela” como dices tú.
Ya tengo la “película” interna clarísima. Por lo menos por
ahora. Siento que de algún modo he llegado a buen puerto.
Termino hoy esta carta siendo otra persona de la que era
cuando te contacté por primera vez, no hace mucho. Estoy
cerrando una puerta detrás de mí. Gracias. Finalmente, me
entiendo. Entiendo el cómo y el por qué se hicieron en mí
esas heridas, y lo mejor, me estás enseñando cómo sanarlas.
Gracias por ese regalo. Gracias por llevarme a rescatar a mi
pequeñita interna. Gracias por insistirme en aplicar las
primeras tres herramientas. Aunque ha pasado poco
tiempo, ahora soy asertiva, pongo límites, apapacho a mi
Niña interna, la escucho y hago lo mío, me percato poco a
poco de mis creencias limitantes, ¡y ahí voy!
Ya no me nace seguir escribiendo sobre los eventos
difíciles donde se originaron mis heridas, ahora lo veo
claro. En lo últimos días, incluso se me ha ocurrido escribir
sobre las cosas lindas que me pasaron cuando era niña,
porque no todo era tragedia tampoco. Por eso te decía al
principio de la carta que con ésta se cierra un ciclo.
Margarita, de nuevo muchas gracias,

Perla, abriéndose de su concha.

Margarita sonrió ampliamente cuando acabó de leer este correo. Caía


la tarde en su cama-oficina, mientras veía el atardecer colándose entre
los árboles del parque frente a su ventana, y escuchaba música
barroca... Era uno de esos momentos perfectos, cuando podía poner
89
toda su atención a los asuntos más importantes, y uno de ellos era
contestarle —a Perla y a quienes pudiesen en un futuro leer sus
respuestas— con toda claridad, acompañando en su propio proceso,
a distancia. Perla, no le quedaba duda, estaba ya logrando SER
MEJOR SER. Y eso le daba tanto gusto...!
—¡Perla es tan valiente! Esta actitud es un ingrediente
fundamental cuando se toma el camino del crecimiento interno, se
dijo para sí.
—¡Estoy segura que logrará avances maravillosos!
Y se preparó para contestarle de inmediato.

@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE : CARTA 5
RECUPERAR AL NIÑO INTERIOR Y VALIDARLE EL DOLOR Y EL
ENOJO REPRIMIDO PARA QUE PUEDA VACIARLO : LOS DOS
PRIMEROS ÉXITOS . VENCER EL MIEDO Y ABRIR EL CORAZÓN:
EL SIGUIENTE RETO. PERDONAR , SOLTAR Y DEJAR IR EN
AMOR Y EMPATÍA

Gracias a ti, querida Perla del mar, valiente sirena


dispuesta a recorrer su propia Odisea interna.
Estás lista a dar el primer gran salto, el definitivo. Abre
tus velas, despliega tus alas... te estás dando a luz a ti
misma... finalmente, el maleficio queda atrás, la profecía
fatídica de “serás rechazada y abandonada” se rompe.
Ahora sí, Perla, puedes enfrentar el miedo para
encontrar detrás de él tu corazón, y sintiéndolo, abrirlo al
amor. ¿Te das cuenta de que debes ya soltar el “sí, pero no”,
“casi lo obtuve, pero por x o z, ya no salió. Se fregó, falló,
no se logró... terrible, pero pudo haber sido peor”... estoy
90
acostumbrada a que me pasen cosas que potencialmente pudieran
ser terribles pero dentro de todo, la libro siempre bastante bien”?
Es como aceptar un destino trágico ¿Te das cuenta qué hay
detrás de esto?

1) Los órdenes del amor o el enfoque de la carga del


sufrimiento transgeneracional del que habla Bert
Hellinger en su modelo terapéutico de
Constelaciones Familiares. “Papá, mamá, yo te ayudo
a llevar tu dolor”. Y decido para mí un destino similar
al de mi clan: orfandad, pobreza, tristeza, “el que
nació estrellado”, enojo, desolación, etcétera.
2) Las Creencias Limitantes que te has armado para
construir tu realidad y estas “profecías
autocumplidoras” las establecemos usualmente antes
de primero o segundo de primaria...

Es necesario entonces, queridísima... que sueltes esta


carga en una Constelación. O sea, ve a constelar
específicamente esta carga que no es tuya y que, por amor,
has venido cargando, sustentada por las creencias
limitantes con que creaste tu visión del mundo, a nivel
emocional.
Por eso, es clave también transmutar tus creencias
limitantes para que sean transformadas en creencias
impulsoras. Dejar atrás el “casi pero no” o el “demasiado
bueno para ser verdad” o “no me lo merezco” (el logro, el
premio, el ingreso, la pareja idónea) o “me pasó eso,
seguramente me lo merezco” (el castigo, el problema, el
accidente, la enfermedad, la pérdida). Para esto, trata
diversas técnicas porque esto es un tanto complejo de
reprogramar y realmente sustituir por otras creencias
impulsoras. Es difícil porque hay que borrarlo también de

91
lo más profundo de la mente no consciente, del
subconsciente. Tenemos que lograr un cableado diferente
de las conexiones que han estado en el inconsciente desde
la cuna. Te sugiero pruebes Activación de la Pineal,
hipnoterapia o el Enfoque tara, para liberar el trauma
prenatal y de bebé (3); y principalmente, que hagas el
Ensayo Mental diario que sugiere el Dr. Joe Dispenza, el
cual enseño en el curso Rompiendo el hábito de ser tú
mismo (14) o puedes también aprenderlo en su libro ya
citado Deja de ser tú. Es lo mejor que yo he encontrado para
cambiar nuestros añejos patrones de pensamiento.
A lo largo de mis cursos vemos esto específicamente, y
en el futuro escribiré ahondando en estos temas. Te aseguro
que podrás muy fácilmente vencer todos tus miedos si has
soltado la carga energética y has transformado tus
creencias limitantes.
Y venciendo tus miedos, podrás abrir tu corazón...
Abrir tu corazón al amor, Perla querida, es atreverte y
vencer el miedo, sea cual sea, producto de tus heridas
específicas. Abrir tu corazón es difícil porque sólo lo
puedes hacer soltando el miedo. Soltar el miedo adquirido
desde los cinco o seis años es difícil porque sigue siendo tu
miedo de hoy. (Me van a rechazar-me van a abandonar-van
a abusar de mí-no me van a querer-mejor sola-etc-etc-etc.)
Algo que es importantísimo hacer es limpiar el cordón
energético tanto con papá y mamá, como con los hijos
mayores de edad. Con eso se disuelven los dolores, los
rencores, los pactos ocultos de lealtades y culpas que se
signan cuando el niño aún ni va a la primaria. Además de
sacar al Niño Interior de su encierro, hay que limpiar estos
lazos, fundamental. Para esto también servirá mucho, hacer
una Constelación Familiar como lo he mencionado.
La destacada sanadora y maestra energética Inna Segal,
92
creadora de la Sanación Intuitiva Visionaria, nos dice que “los
cordones son conexiones energéticas entre las personas y
los acontecimientos…estos cordones están cargados de
creencias, sentimientos, pensamientos y energías que se
han ido acumulando y que no han sido resueltos. Esta
energía tiene una carga y crea constantemente
reacciones”.(15) De ahí la importancia de limpiar éstos
vínculos para sanar nuestras relaciones más importantes.
Resumiendo, cuando uno recupera en amor a su Niño
Interior, se pueden esperar cambios muy positivos, y
transitar por la vida empieza ser menos doloroso. Recuerda
que cuando éramos niños nos acostumbramos a llenar las
expectativas de papá y mamá para que no nos retiraran su
afecto, lo aprendimos y lo continuamos haciendo con el
novio, con los amigos, con el esposo, los hijos, los nietos y...
vivimos eterna- mente llenando las expectativas de los
demás y al hacer esto nos olvidamos de nosotros mismos,
viviendo en el abandono y en la desolación interna.
Entonces, una vez que hemos ido a ese calabozo —a ese
cuartito oscuro dentro de nosotros— para darle la mano y
sacar al niño herido, se inicia el trabajo en serio. Con amor,
gentileza y paciencia del nuestro adulto, vamos
transformando a esta criaturita lastimada y olvidada, en
nuestro ángel guardián interno, en lo que yo he llamado el
Niño de la Guarda, quien será el mayor aliado para tu
crecimiento interior, con una serie de regalos que nos dará
cuando ya lo hayamos recuperado en amor.
O sea, para iniciar el Ser Mejor Ser siempre se pasa por
la misma puerta de entrada:
1º Rescatar al Niño Herido y recuperarlo en AMOR
2º Convertirlo entonces en el NIÑO DE LA GUARDA,
y que sea nuestro Guardián Interior
3º Desde allí nos regalará Dones maravillosos y
93
cosecharemos sus Regalos para juntos, rescatar al
Adolescente Interno formando una trilogía muy
poderosa para enfrentar los retos de la vida en
crecimiento y expansión.

 .Biógrafos de
Carl Jung, discípulo de
Freud, refieren cómo en
los momentos difíciles de
su vida, siempre se
benefició de su contacto
con el Niño Interior y así
lo refería el mismo. 

¿Cómo podemos transformarlo? ¿Qué hay que hacer


cuando se ha rescatado al Niño Interior? Hay que tener
claro que generalmente al principio puede haber reacciones
emocionales fuertes. Probablemente te vas a sentir como
una tortuga sin su caparazón, muy vulnerable y quizá te
sorprenda ver que empiezas a llorar aparentemente sin
ningún motivo y cualquier pequeña situación te puede
conmover profundamente. Sentirás las emociones a flor de
piel. Probablemente empieces a recordar eventos y
situaciones de tu infancia que tenías completamente
olvidadas, quizá algunas muy duras. Esto es excelente
señal, porque habla de que el Niño Interno se empieza a
sentir protegido como para sacar esas memorias del fondo
del inconsciente.
Recuerda que el Niño Interno es, a final de cuentas, tu
parte emocional más pura. El centro de tu ser emocional es
este Niño Interior. A veces el niño está muy triste o enojado,
o asustado y no quiere hablar. Simplemente empieza a
“crear vínculos” y cuando le inspires confianza suficiente,
cuando sepa que puede confiar en ti, empezará a abrirse y
a florecer más y más. Una vez que ya estamos empezando
94
a tener esta relación lo que vamos a hacer es ir aplicando
día a día las tres herramientas que ya vimos, ponerlas en
práctica es lo que irá haciendo este cambio gradual del
Niño Herido al Niño de la Guarda. Estas tres herramientas
son importantísimas.

APAPACHAR A TU NIÑO INTERNO

La primera es mantener constante esta relación. Si lo


olvidas, es como si lo volvieras a encerrar en ese cuarto
oscuro, recuerda, la peor traición es aquella que viene de
uno mismo. Al niño se le prometen muchas cosas que
nunca le cumplieron. Si ahora lo rescatas y le dices que lo
vas a cuidar, amar y proteger y luego lo ignoras, es una
traición. Te vas a autosabotear porque tu niño va a estar
muy enojado.
Recuerda, la primera herramienta es mantener
amorosamente esta relación. Piensa en tu Niño
exactamente como un hijo al que tienes y quieres cuidar. El
cuidado a los hijos es constante, no les puedes bajar el
switch o sacarles las pilas y meterlos al cajón. Una vez que
recuperas a tu Niño Interno tienes la responsabilidad —
desde tu adulto— de estar cerca de él, es como un hijo.

Convertirte desde tu adulto en ese papá y esa mamá que tu niño


quiere y necesita tener: eso es Reparentar.

Lo fundamental en el Método Ser Mejor Ser, la primera


herramienta para aplicar y lograr esta sanación y
recuperación en amor es: No olvidar a tu Niño nunca más,
mantener una relación amorosa, cálida, constante. No
95
tienes que tener grandes ratos libres para acordarte de tu
niño. Cuando te levantas y te ves al espejo te dices algo así
como: “Muñequita preciosa, muñequita linda, mua! ¿Cómo
amaneció la chiquita?”
Y lo mismo un hombre: “¡Ay, que muchacho más
guapo! ¡Ahorita te voy a rasurar, mi chamaco!”
Es muy necesario que los hombres puedan también
contactar con esa parte tierna y amorosa, esa ánima de la
que hablaba el psicólogo suizo Carl Jung, esa energía
femenina en los hombres. Las mujeres, aparte de su
suavidad, deben mostrarle a su Niña Interna su animus o
energía masculina que hay en nosotros, para proteger, para
contener. Cuando rescatas a tu niño te conviertes en tu
propio padre y en tu propia madre. No si eres mujer en tu
madre y si eres hombre en tu padre. Cada hombre y cada
mujer tienen que transformarse en su propio padre y en su
propia madre.
 .El Niño
Interior que fue
maltratado, estará
condenado al abuso sobre
su propia descendencia,
hasta que crezca en
conciencia. 

Me parece que es una gran oportunidad para dejar de


quejarnos por los padres o las madres que nos tocaron.
Como adulto responsable, soy ahora ese padre y esa madre
ideal, para mí misma.
Pensemos que lo que te tocó, te tocó por razones
cósmicas que no terminamos de entender. Esos fueron los
papás que te criaron con lo mucho o poco que tenían; si su
nivel de conciencia era bajo porque venían arrastrando

96
muchas heridas emocionales de sus propias infancias y
adolescencias, pues seguramente te lastimaron mucho.
Pero te dieron algo muy importante, Perla, te dieron la
vida.
Si no tienes nada que agradecerles, por lo menos les
tienes que agradecer la vida. Que no es cosa pequeña.
Seguramente, aparte de la vida, la inmensa mayoría de
nosotros les agradecemos muchas cosas también a papá y a
mamá con todos sus errores y dificultades. Por todo aquello
que te lastimaron, cuando empiezas a hacerte cargo de tu
Niño Interno, puedes dejar ir ya “las facturas por cobrar”:
“Es que yo soy así porque mi papá... Es que cómo voy a ser
diferente si a mí, mi mamá...”, etcétera.
Mi sugerencia es muy simple: ¡Basta ya! Mal que bien
ya llegaste a ser adulto! Desde allí trabaja en convertirte en
el papá o en la mamá que te hubiera gustado tener y eso se
lo das a tu niño.
¿Cuál es la segunda tarea para recuperar a ese Niño
Interior en AMOR?

HACER LO TUYO

Esto es importantísimo. Es darte cuenta de que los


demás no están para cumplir tus expectativas ni tú las de
los otros. La segunda herramienta es hacer lo tuyo.
Es estar atento para quitarse de encima la tarea de
complacer a los demás permanentemente. Si no lo puedes
hacer del todo por lo menos puedes observar que estás
dejando de hacer lo tuyo y cumpliendo expectativas de
otros.
Al cumplir expectativas ajenas dejas de hacer lo tuyo y
al dejar de hacer lo tuyo, lo que haces es mandar
97
directamente al niño al calabozo interno de nuevo.
Es no respetarte. Y en esta tarea de cumplir las
expectativas de los demás te olvidas de cumplir la promesa
de atender a tu niño, a tu niña todos los días, y escucharlo.
Cuántas veces dejas de hacer lo tuyo porque... “¡Se va a
enojar mi amiga! ¡Mi esposo se va a molestar! ¡Mi suegra se
va a ofender!”
Si haces cosas que te alejan de lo tuyo, poco a poco te
vas llenando de enojo y rabia, de frustración, y entonces vas
contra ti misma o puedes ser muy agresiva y luego te vas a
sentir culpable. Si tienes recuperado en amor a tu Niño
Interior se comienza a ser cada vez más asertiva. ¿Qué es
ser asertivo? Poner límites con suavidad. Decir algo como:
“¡Ay, señora fíjese que me encantaría llevarla pero no
puedo! Me hubiera avisado antes pero ya tengo otros
planes y hoy no puedo”. Y ofrezco una solución alterna, sin
sentirme culpable por decir que no. A veces estarás más
que dispuesto a cumplir la expectativa de otro, pero será
porque hacerlo sea “hacer lo tuyo” en ese momento, será
genial! Pero a veces no será así, y habrá que aprender a
decir que no sin culpa.
 .Si la persona
no siente a su Niño
Interno como algo real y
no lo reconoce como una
entidad verdadera, lo
abandona. 

Y finalmente, la tercera herramienta:

TOMAR CONCIENCIA DE TUS CREENCIAS LIMITANTES

98
Es toda aquella creencia que te hace dudar de ti y de tus
capacidades y potencial.
Todo lo que te hace pensar “no valgo, no merezco, no
soy suficientemente buena”. Ahí radica la clave de la baja
autoestima. Cuando se tiene una baja autoestima no
importa irse sobre uno mismo porque se piensa que “al fin
valgo tan poco que me puedo patear”, “soy tan poquita
cosa que tengo que hacer muchas cosas para llenar las
expectativas de los demás para que me quieran aun- que
sea un poquito”. Y allí está la clave de toda co-dependencia.
Poco a poco se irán transformando estas creencias y ya
veremos cómo, pero primero es necesario ubicarlas, darnos
cuenta cada vez que nos descubramos pensándolas, y de
in- mediato “cancelarlas” y modificar la manera de pensar.
Esto es fundamental. Aplicando con constancia y
persistencia estas tres primeras herramientas, pronto verás
grandes resultados.
Recuerda que como dice el Dr. Joe Dispenza: hoy en
día… “La Neurociencia ha probado que nosotros podemos
cambiar nuestros cerebros, y con ello nuestras conductas,
actitudes y creencias —simplemente al pensar de modo
diferente continua y consistentemente—…” (16)

99
Margarita Blanco

R esumen

Recuerda aplicar cada día (y por el resto de tu vida) estas


tres herramientas básicas:

Al llegar a este punto, ya sea que solamente hayas leído,


o que además hayas hecho el trabajo interno sugerido (muy
recomendable). Te pido que antes de continuar, te
preguntes: Aquí y ahora,

100
Es posible sanar al niño herido y
es preciso hacerlo si se quiere alcanzar la plenitud.
El remedio exige una transformación interior,
la adopción de una actitud positiva que apoye
y sustente compasivamente al Niño Interior
Jeremiah Abrams
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 6
NO TODO ERAN HERIDAS
—¡Mamá se llevó todas sus cosas, todo, todo!... ¡Me
dejó! ¡Ayy, sí me dejó...! Escucho mi lamento... mi pequeña
voz doliente repite estas frases como un mantra, una y otra
vez. Y oigo mi voz como si no fuera mía. No dejo de llorar,
de moquear, con sollozos in- controlables, mientras siento
que algo por dentro se me fractura, se me rompe. Tengo
ocho o nueve años. El mundo externo me amenaza y no sé
cómo protegerme. ¡Qué desconsuelo siento!
No sé cuánto rato paso aquí, pero de pronto mi
hermana Mercedes aparece, está recién casada, ya no vive
con nosotros, pero cuando mi mamá le llama a su trabajo y
le dice que se fue de la casa, Mercedes piensa en mí de
inmediato. Cuando sale de su oficina, va para allá y sube
corriendo a buscarme directamente. Se detiene en el umbral
de la recámara de mi mamá y me ve tirada, sollozando con
un profundo dolor, un dolor de animalito herido... Me
levanta, me lleva al baño, se sienta y me toma en sus
brazos... simplemente me deja llorar, mientras me acuna,
me abraza y me da besitos. Conforme me calmo, me
comienza a hablar dulce- mente al tiempo que me acaricia
suavemente la cabeza, pasando su mano por mi pelo.
—”¡Mi dulce Perlita, mi amor! Yo quería estar aquí
antes de que tú llegaras, pero me ganaste, mi chiquita. ¡Qué
pena! Quiero decirte que tú vas a estar bien, y que yo voy a
cuidar de ti todo lo que sea necesario. Que es muy triste que
te toque estar en medio de esos pleitos entre papá y mamá,
pero que yo estoy cerca de ti a pesar de que no viva
contigo”.
Oír su dulce voz me tranquiliza, siento su protección,
102
su amor, y eso... es como tocar el Cielo. Gracias Mercedes.
Ella fue durante muchos años el ángel guardián de todos,
hasta que creo se cansó... No la culpo.

Muy cansada por hoy,


Perla

Y sin más, con un solo dedo pulsó la tecla que enviaba el correo.
—¡Adiós! Y con ademán de fastidio, cerró la laptop. La hizo a un
lado en su cama, se giró y abrazándose a su almohada comenzó a
llorar una vez más.
—¿Por qué, por qué todo ha tenido que ser de esa manera en mi
vida? ¡Estoy cansada!
Pero ahora fue diferente. Se dio cuenta que quien decía eso era
Perlita, muy triste. Y se percató al abrazar a la almohada, que era
Perla adulta abrazando y consolando a la pequeñita... y ésta se sentía
tanto mejor así... como cuando su hermana Mercedes la abrazó hace
muchos años en aquel baño de azulejos verdes...
Y suspirando, más serena, se quedó dormida.
—¿Qué onda con tu vida, niña? Dice el texto. El sonido del
teléfono celular la despierta una hora después; con un ojo lee el
mensaje de Ana, su querida amiga.
Sonriendo, somnolienta le marca
—¡Hola, querida Anuska!
—¡Oye! ¡Está bien que esté guiándote la mano Sor Juana,
Simone de Beauvoir, o Anna Frank! ¡No sé quién sea, pero el caso es
que desde que estás de escritora, ¡ni una triste y lánguida llamada o
mensaje!, Le reclama cariñosamente Ana. —¿Cómo vas, amiga?
—¡Cuéntamelo todo!

103
—Pues muy bien, de verdad que todo cambia cuando eres más
consciente del cómo y el por qué. Y sobre todo, se transforma el asunto
cuando ya tienes recuperada en amor a la pequeñita interna (o al
pequeñito interno, según sea el caso) y entonces, seguir
“pedaleándole a la bicicleta” como dice Margarita. Seguir
esforzándose por practicar diariamente lo más que se pueda, las tres
famosas herramientas:

—¿Y ahora qué seguirá? Me pregunto. Tengo tantas dudas aún,


tantos puntos débiles todavía.

—¡Calma, Perla María del Mar! Le dijo cariñosamente Ana.


Llevas apenas tres herramientas, y por lo que sé, con todos los 14
módulos del Método Ser Mejor Ser, son treinta y tantas. Entonces...
¡relax, my dear! ¡Hay más tiempo que vida!

—¡Sí, lo sé! Pero con lo emocionada que estoy, entendiendo y


cambiando cosas en serio finalmente, quisiera no parar hasta tener
todo de una buena vez!
—¡Pa-cien-cia...! O sea, “la ciencia de la paz”... ponte en paz, y
todo llegará... le dijo Ana, tomando una cómica postura de buda bajo
el árbol sagrado.

—¡Ay, mi Ana! ¡Qué feliz se pone mi Perlita estando contigo!


¡Gracias por estar aquí conmigo cerca! ¡Vamos a cenar algo! ¿No?

—¡Va! ¿Pasas o paso?

Varias horas después, cuando Perla regresó de su cena, le envió


a Margarita una simple posdata a su carta de la tarde.
104
POSDATA
DE PERLA A MARGARITA:
Ya no quiero traer al presente sólo eventos feos de mi pasado,
quisiera contar cosas maravillosas, o muy lindas por lo menos. ¿Se
podría? Quiero decir, ¿te interesaría, Margarita? ¿Tendría sentido
comentar sobre esto?, ¿O es ocioso y siempre hay que hurgar en lo
oscuro para avanzar? He empezado a poner en práctica las tres
herramientas, y ¿luego, qué sigue? Ya le digo a mi Niña que no se
asuste, que yo la voy a proteger, pero en realidad, yo, como adulta,
muchas veces estoy igual de asustada que ella. No sé cómo hacer más
valiente a la Perla adulta. Espero tu respuesta, Gracias, maestra.

Perlitas (ambas)

@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE : CARTA 6
VALIDAR AL NIÑO VULNERABLE.
CONCEPTO DE PADRE PROTECTOR /NUTRIDOR
¡Ay, qué lindas Perlitas! (ambas)
Déjame decirte que tu carta pasada me encantó. Me dio
mucho gusto ver que estás lista a cerrar esa etapa, a soltar
y dejar ir, e irte ya a otro asunto.
Vamos ahora a un nuevo contenido. Para explicar esto
y que continúes avanzando, me viene de maravilla tu
último re- lato. Esa tristeza infinita, ese desamparo que me
hizo sentir la pequeña Perla cuando descubrió que mamá
la dejó, es exacta- mente proporcional al gozo sublime que
sintió su pequeño y frágil corazón cuando la querida
hermana la llega a consolar amorosamente...
105
Y justamente eso quiero comentar.
Cuando estabas viendo el clóset vacío de tu mamá, lo
que hace que sea tan dramático el hecho, es que se pone de
relieve la Vulnerabilidad del Niño.
Veamos entonces las herramientas que comenzaremos
a integrar ahora:

VALIDAR AL NIÑO VULNERABLE

Esta es la criaturita que se sintió abandonada, que era


frágil, que sentía mucho susto, que sufrió abuso de diversa
intensidad y /o frecuencia. Cuando hoy en día, como adulto
estás enferma, perdiste el trabajo, terminaste una relación,
te regaña el jefe, te roban, te accidentas, cuando pasas por
alguna experiencia desagradable de cualquier tipo... quien
sale a la superficie de inmediato, es justamente el Niño
Vulnerable de antaño. Claro, disfrazado de adulto enojón,
mal encarado, incluso violento.
Todas las reacciones desproporcionadas que se tienen
cuando adultos, y que a todas luces son inadecuadas y
fuera de lugar, tienen su origen en el Niño Vulnerable.
Por ejemplo, una pareja extremadamente sensible al
medio y que está a la defensiva para protegerse, se mane-
ja desde su Niño Vulnerable. Si no experimenta una gran
seguridad de parte del otro no puede confiarse y usa una
espada desenvainada emocional si es agresivo, una arma-
dura virtual si es pasivo y se va a retraer. Cuando la gente
se enferma mucho hay un Niño Interno triste y agobiado
que está mandando el mensaje de que necesita ser
rescatado en amor. De ahí las enfermedades recurrentes.
Por lo tanto, de lo que se trata ahora que tienes
recuperado en amor al Niño Interno, es que puedas
identificar de inmediatamente en esos momentos al Niño
106
Vulnerable en acción. ¿Cómo? Porque vas a reconocer que la
manera como te sientes en ese momento, en tu vida adulta,
es muy parecida a cómo te sentiste por ejemplo, frente a ese
clóset vacío que te confirmaba que mamá se había ido y te
había dejado. Y ¿cómo se siente eso? Sólo tú lo sabes, y por
lo mismo, puedes identificarlo muy claramente. Vas a
validarle a tu Niña Interna su vulnerabilidad. No se trata de
avergonzarse de ella y por lo mismo, tratar de ocultarla y
manifestarla bajo alguna otra máscara. No.
Vas a decirle algo como: “Está bien sentirse vulnerable,
Perlita. Te entiendo. Esto es difícil. Pero aquí estoy yo, para
cuidarte y protegerte, tú no tienes que preocuparte por ello.
No te dejaré sola en estos momentos. Tranquilízate. Yo
como adulta, lo resolveré”.
Desde tu adulto que cuida de esa criaturita, se activa
entonces la figura que puede ayudarla en ese momento, y
para hacerlo, es necesario entonces aprender la siguiente
herramienta:

Activar al Padre Nutridor y Padre Protector


La figura del Padre* Protector y del Padre Nutridor son
dos caras de una misma moneda. Son dos aspectos que
tienen que ver simplemente con las energías arquetípicas
del yin y el yang, de la energía masculina y femenina.
El padre, como arquetipo, cuida, protege, contiene, es
el guerrero protector; es la energía masculina. La madre a
su vez, nutre, cobija, da calor y ternura; es la esencia de la
energía femenina. Pero es necesario entender que una
mujer puede dar ambas cosas, lo mismo que un hombre
también, por eso he hablado de que cada individuo debe de
convertirse en “su propio padre y en su propia madre”.

* Siempre que digo “padre”, me refiero a ambos sexos: padre y madre.

107
O sea, el Niño Interno requiere encontrar en ese adulto
que lo cuidará, al Padre Protector y al Padre Nutridor.
 .El dolor del
Niño Vulnerable es un
dolor profundo que
requiere respeto y
compasión. 

A través de los tiempos, el hombre siempre ha buscado


acercarse a la energía que lo haga sentirse cobijado,
sostenido amorosamente, a un nivel místico, espiritual,
sobrehumano... La Madre Nutridora por excelencia es por
ejemplo, en nuestra cultura la Virgen de Guadalupe, o la
Virgen María, o cualquiera de las advocaciones virginales.
Y en la India, Laksmi, en China, Quan-Yi, y Gaia, la
Pachamama o Deméter como la Madre Tierra. ¡Imagina
cuánta es la necesidad de sentir esta figura presente que
cada 12 de diciembre vemos las mil y una demostraciones
de devoción por millones de personas!
Un adulto empoderado, maduro, sereno, fuerte,
conlleva a la figura del Padre Protector. Es el Guerrero de
Luz. Como también lo son las imágenes de personajes tales
como Jesús, el dios Zeus, Quetzalcóatl, y en las historietas
de super héroes el jefe Toro Sentado, Robin Hood, El Zorro,
Kalimán, Supermán, Batman, etcétera.
En religión, en literatura, a través de los tiempos, el
hombre siempre ha tenido la necesidad de confiarse a
entidades superiores que le provean este nutrimento y
cuidado, desde el Niño Interno del inconsciente colectivo.
Incluso, todos recordamos la famosa frase que decían
los niños en apuros, en la famosa serie televisiva de los años
80:
108
—“¡Cielos! Y ahora, ¿quién podrá defenderme?”
Y era maravilloso el regocijo de los pequeños cuando
surgía de atrás de cualquier mueble, el salvador:
—“¡El Chapulín Colorado!”
 “.Mientras no
sanamos nuestras
relaciones originales, no
tenemos otras relaciones”.

Porque el Chapulín encarna para los pequeños una


figura que siempre va a resolver la dificultad, es el guerrero
de luz, el Padre Protector, en una visión muy urbana y
subdesarrollada, pero por lo mismo, muy accesible (tan
común y corriente como pudiera ser cualquier papá en la
vida real).
Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) tuvo una enorme
visión de la dimensión psicológica del ser humano y su
necesidad a llenar; tanto a niños como a grandes, el
personaje de Chespirito les habla de su propia
vulnerabilidad. Y el Chapulín llena la necesidad de sentir
la protección, desde el niño, interno (de 40 años) o externo
(de ocho).
Por eso tuvo éxito por décadas en todo el planeta y su
serie era traducida al árabe, japonés o ruso. Recién ahora,
muchos años después de terminada la serie, decidió
incursionar en las redes sociales. Su primer tweet decía:
“¡Hola, soy Chespirito, tengo 82 años y esta es la primera
vez que tuiteo. Estoy debutando! ¡Síganme los buenos!”. Ese
mismo día, por la noche, ¡llegó al medio millón de
seguidores en menos de 24 horas!
Sin importar la edad, el Niño Interno de todo ser
humano, requiere y busca la protección de un Padre
109
Nutridor/Protector.
Entonces, uno como adulto tiene que crecer en
seguridad y fortaleza para proveer esos dos pilares que
nuestro Niño Interno requiere para poder sanar. Por lo
tanto, la herramienta de Activar al Padre Protector y al Padre
Nutridor es importantísima.
Como decía al principio de esta carta, ambas figuras
son dos lados de una misma moneda, simplemente se
activa en dos sentidos diferentes:

¿Cómo lo vamos a lograr?

ACTIVAR AL PADRE NUTRIDOR

Aquí lo fundamental es experimentar AMOR


INCONDICIONAL por el pequeñito. Un Padre Nutridor
nunca condiciona su afecto, dependiendo si se llenan o no
las muy personales expectativas. Ama, sin importar si la
acción del niño es adecuada o no. Puede que le guste más o
menos, que la acepte o la considere inadmisible, sin duda.
Pero hay una gran diferencia entre el hecho y la persona. Las
acciones podrán no ser correctas, pero el amor a esa criatura
no se pone en duda jamás. Esa es la base de convertirse en
Padre Nutridor. Este pondrá límites claros para FORMAR
EN VALORES, para generar acciones adecuadas, pero
siempre amorosamente.

110
El Padre Nutridor manejará la disciplina, ayudando a
generar responsabilidad en el niño, y con el sistema de
“consecuencias y resultados” en vez de “premios y
castigos”. Esté último es excelente para amaestrar a un
animal, pero no para educar a un ser pensante.
Los castigos físicos no ayudan a educar mejor. Esa es
una falsa creencia.
Cuando el Niño Interior es recuperado por un adulto
que activa a su Padre Nutridor, como bien lo dice Alice
Miller en su libro El drama del niño dotado (17):
Descubrirá entonces en sí mismo la necesidad de vivir
de acuerdo a su “verdadero yo” y ya no se sentirá forzado
a conquistar un amor que en el fondo no puede satisfacerlo,
puesto que está destinado a un ‘yo falso’, al que ahora
empieza a renunciar.
 .Sin su Padre
Protector, el Niño Interno
está verdaderamente
perdido. 

Es posible sanar al niño herido y de hecho, es preciso


hacerlo si se quiere alcanzar la plenitud. El remedio exige
una transformación interior, la adopción de una actitud
positiva que apoye y sustente compasivamente al Niño Interno”.
¿No es eso el Padre Nutridor? Si recordamos el “ser
gentil y amoroso contigo mismo” podremos darle ahora su
cabal significado. Es activar a tu Padre Nutridor para desde
allí cubrir a tu Niño Interno.
En el niño, a pesar de todas las heridas recibidas, existe
un impulso por el cual quiere seguir en el discurrir de la
vida, continuar viviendo, porque a veces, incluso pudiera
ser muy de repente, ¡se viven momentos gloriosos por los
cuales vale la pena pasar por lo que se tenga que pasar! Esos
111
momentos son los que le dan sentido a la vida.

Y esos momentos deliciosos en nuestros primeros años siempre,


siempre, fueron generados o apoyados por un Padre Protector o
un Padre Nutridor cerca (o alguien que cumpliera ese rol).

Volviendo a tu carta, vemos que tu hermana Mercedes,


varios años más grande que tú, compasiva y empática con
lo que esta niña tiene que pasar con esa pesadilla de papás,
va a tu rescate y te da un regalo maravilloso, inmenso: Te
da refugio, con- suelo, protección, esperanza, opciones, te
ayuda a verte como alguien que vale y merece, te abre su
corazón y tú lo sientes.
Esa es un experiencia oceánica, o experiencia cumbre.
Allí se nos develó el amor puro, desinteresado e
incondicional.
Haber pasado por esa experiencia, te hace que hoy seas
un mejor ser humano. Experiencias como ésta te enseñaron
el valor de proteger y la dulzura de ser protegido. La
sensación de fortaleza al cubrir y el descanso infinito de ser
cubierto. Abandonarse a ser cuidado y contenido, aún por
unos momentos, es profunda- mente equilibrador para la
psique en formación o en agitación. Así es que vamos a
llegar a un punto clave: una vez que uno valida al Niño
Enojado y al Niño Vulnerable, se está listo para ir al
encuentro del Padre Nutridor. Tu hermana Mercedes, en el
momento en que te acoge y te cubre, muestra ante ti las
figuras del Padre Protector y del Padre Nutridor. ¡Bendita
sea!
Cuando un pequeñito es maltratado y sufre abuso de
algún modo, contar con alguien que —aun por cortos
ratos— pueda personificar el rol o el modelo de la figura
del Padre Protector y del Padre Nutridor hará que las

112
heridas emocionales que se tengan, sean más tolerables y
manejables.
La ecuación es simple:

=
emocionales.
en la infancia

=
emocionales.

El Método Ser Mejor Ser plantea una solución muy


simple también:

Como decía, tal vez hayan sido lapsos breves o


esporádicos, pero el experimentar algo así puede generar
una experiencia cumbre que dejará una huella profunda en
la psique del individuo.
Te voy a pedir que sigas evocando jirones de tu
memoria, pero ciertamente, como bien dices, ya no de
heridas. Escribe sobre las cosas lindas que también te
pasaron en tu infancia. Si salen nuevos sentimientos de
dolor y necesitas escribir, hazlo, si no, simplemente
obsérvalos y déjalos pasar. De ahora en adelante, cada vez
que te llegue un recuerdo o evocación de alguna herida de
infancia, simplemente apapacha a tu criaturita interna, dile
113
que ya llegaste, que ya estás allí. Y observa de que tipo de
abuso fue: ¿emocional, físico, verbal, sexual, de negligencia,
de poder, de ausencia? Identifícalo, perdona a quien te lo
hizo, suéltalo, y dale amor a tu Niño Interno, deja ir ese
agravio, ya no tiene la menor importancia. Al estar
protegido por el Padre Nutridor y el Padre Protector, los
agravios pasados se olvidan al sentir el descanso de ahora.
Ya no tiene sentido, por eso, seguir clavado en las heridas
y el desfile sin fin de todas ellas. ¿Importa tener registrada
en tu memoria 16 incidentes de abuso, o 28, o 154? ¿Cambia
en algo lo que ya sabes ahora? ¿No, verdad? No sé si te das
cuenta, pero lo realmente importante es que aquello que
viviste, ya pasó. Ahora sólo queda el fantasma de lo vivido,
pero ya no es real. Y tu Niño Interno ya te tiene y que tú ya
estás aquí para protegerla, protegerlo, el resto de tu vida.
Lo único que importa es todo el amor que ahora tú le
puedas dar. Hazle sentir al Padre Protector y al Padre
Nutridor cerca y verás cómo cambia toda la dinámica.
Para tener anclada la vivencia de ser nutrido y
protegido, te pido que vayas a una experiencia de este tipo
(todo ser humano, por difícil que haya sido su niñez,
encontrará en sus re- cuerdos instantes de nutrición y
protección en la infancia) Por lo tanto, es necesario ahora
hacer dos trabajos importantes:

114
El día de hoy descubrimos cómo activar a tu Padre
Nutridor.
Evoca también cuando sentiste al Padre Crítico de papá
o mamá muy fuerte. ¿De acuerdo?
Poco a poco vamos construyendo redes de apoyo
interno, Perla, continuemos este hermoso trabajo de
reconstrucción. Confía...

Margarita

Perla se sintió reconfortada al terminar de leer esta carta.


—Perlita, mi niña... se dijo suavemente, mientras palmeaba
suavemente su pecho.
—Aquí estoy yo, mi niña... ya nunca más estarás solita, estoy
aquí para cuidarte y amarte.
Y puso de nuevo las frases nutridoras para volver a
escucharlas, inspiradas en las citas de John Bradshaw: (18)
- “Pequeñ@ mí@... Bienvenida al mundo
- Me alegro que estés aquí
- He preparado un sitio especial para ti, te he estado
esperando
- Me gustas tal como eres. No te dejaré, por ninguna
razón.
- Tus necesidades me parecen bien
- Te daré todo el tiempo que necesites para que consigas
satisfacerlas
- Me alegra que seas una niña/o
- Quiero cuidar de ti y estoy preparada para ello
- Desde que el mundo es mundo, hasta que el mundo
115
termine, si es que el mundo tiene fin, no ha habido nunca
ni habrá otr@ como tú
- Dios sonrió cuando naciste.
- Pequeñ@ , está bien que seas curios@, querer
mirar, tocar y probar las cosas. Haré que tus
exploraciones sean seguras.
- Te quiero tal como eres, mi pequeñ@
- Estoy aquí para atender tus necesidades. Tú no tienes
que atender las mías.
- Está bien decir no. Me alegro de que seas tú.
- Está bien que te permitas sentir tu enojo. Resolveremos
nuestros problemas.
- Está bien sentirse asustad@. Yo estoy aquí para
protegerte.
- Está bien ponerse triste. No te abandonaré bajo ningún
concepto.
- Puedes ser tú mism@ y aún así contar con que estaré
contigo siempre.
- Me encanta observar cómo aprendes a independizarte y
a crecer. Está bien que pongas límites y que digas
claramente lo que quieres y lo que no.
- Te quiero profundamente, mi pequeña criaturita.
- Estaré a tu lado para que compruebes tus barreras y
descubras tus límites.
- Está bien que pienses por ti mism@. Puedes pensar en
tus sentimientos y tener sentimientos sobre lo que estás
pensando.
- Me gusta tu energía vital. Está bien tu curiosidad por el
sexo.
- Está bien que descubras la diferencia entre niños y niñas.
- Estableceré límites seguros para ayudarte a descubrir
116
quién eres.
- Está bien que seas diferente, que tengas tus propios
puntos de vista.
- Está bien imaginar cosas sin temer que se conviertan en
realidad. Te enseñaré a separar la fantasía de lo real.
- Esté bien que llores, aunque te estés haciendo mayor.
- Es bueno para ti descubrir las consecuencias de tu
comportamiento.
- Puedes preguntar si dudas de algo.
- No eres responsable del matrimonio de tus padres.
- No eres responsable de tu padre.
- No eres responsable de tu madre.
- No eres responsable de tus hermanos.
- No eres responsable de los problemas de la familia.
- No eres responsable del enojo o separación entre tus
padres.
- Está bien que averigües quién eres.
- Pequeñ@______________ , puedes ser tú mism@
en la vida. Puedes defenderte y yo te apoyaré.
- Está bien que aprendas a manejarte.
- Está bien que recapacites sobre las cosas y las pongas a
prueba antes de hacerlas tuyas.
- Puedes confiar en tus opiniones, sólo debes asumir las
consecuencias de tu elección.
- Puedes hacer las cosas a tu manera y está bien no estar
de acuerdo.
- Puedes confiar en tus sentimientos.
- Puedes decirme lo que sea y confiar en mí.
- Puedes escoger a tus propios amigos.
- Puedes vestirte como a ti te parezca.
117
- Mereces tener las cosas que deseas.
- Estoy deseando estar a tu lado.
- Te quiero profundamente, tal y como eres, mi pequeñ@
____________

Durante varios días Perla se durmió escuchando las frases


dichas por Margarita, aunque después —escribiendo con las dos
manos para platicar con Perlita— le pidió que escogiera sus frases
favoritas y que incluso propusiera algunas suyas. Luego Perla las
grabó con su mejor y más dulce voz y las empezó a poner en su ipod
cada mañana mientras hacia ejercicio, en el tráfico, al irse a dormir.
Perlita se sentía fascinada, muy agradecida y feliz...

* Repetirte y escuchar estas Frases Nutridoras, te ayudará mucho a generar esta actitud
de amor incondicional desde tu adulto hacia tu Niño Interno. Te recomiendo que las
hagas frecuentemente hasta que las tengas ya integradas en tu mente consciente y en
tu mente no consciente. Haz la visualización #2 “Frases nutridoras” .

118
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 7
EL COBIjO DE LAS EXPERIENCIAS NUTRIDORAS
—¿Sí? ¿Sí, sí sí?... ¿Verdad que sí?... ¡Dí que sí, anda!..
Brinco y revoloteo como pequeña polilla frente a la luz,
alrededor de mi hermana mayor, Violeta, la artista, la
bohemia, la disparatada, la que rompe límites, la que se
atreve, la que reta... incluso la que hace que papá se ponga,
verde, azul, rojo, morado...grite como el Ogro del cuento y
que al día siguiente esté afónico y desencajado. A veces no
está, a veces se va por el mundo, y a veces pasa temporadas
en casa, contando todas las aventuras que cosechó y las
locuras que hizo. Y cuando está... ¡sí que hay fiesta! Pone
música clásica y me jala a bailar como si fuera yo bailarina
de ballet, y brincamos por los sillones, y giramos y damos
volteretas, brincos y saltos...
Me acompaña a comer, cuando ya todos acabaron y me
hace juegos con la comida para que la termine. Me lee
libros, se pone a dibujar conmigo... ¡cómo la quiero!
Me saca al parque, o al campo, o a la playa en alguna
vacación, y me hace conectarme con la naturaleza y me
siento de repente como una gota más de agua o un insecto
volador, o un ciempiés peludo o una nube de mil formas,
conectándome al Todo en arrobamiento y humildad...
Y a veces, también me ha llevado a museos, como el de
Antropología o el de Arte Moderno... y eso sí que me
impresionó mucho. No sé qué se estudie para eso, pero yo
de grande, voy a trabajar en ese lugar.
¡Qué hermoso, cuántas cosas hay que no sé y que
quiero saber! Violeta sabe mucho, me lee, me regala libritos
de vida de santos cuando eran niñitos, los leemos juntas y
119
los platicamos, los vuelvo a leer yo solita, porque ya casi
puedo leer sola! ¡Es tan linda mi hermana Violeta! Que me
pongo muy triste cuando se va y desaparece por mucho
tiempo...
Pero lo que más me gusta es lo que estoy tratando de
conseguir ahora.
—¡Anda Violetita hermosa! ¡Por favor! ¡Por fa-vor-ci-ti-
ti-to!
¿Sí? Ella sabe que seguiré así por horas... finalmente, se
rinde.
—¡Anda pues, pequeña latosilla! Me contesta amorosa
y divertidamente, mientras jala una vieja cobija de un cajón.
—¡Ven, vamos! Dice mientras me toma de la mano.
—¡Vamos Perli y yo a la azotea! Anuncia a los que
andan por allí. Mi papá está leyendo y ni se entera. Yo con
aire triunfal y gran sonrisa, comienzo a subir la escalera
metálica que nos lleva a este pequeño oasis en que se
convierte la vulgar azotea con sus ladrillos al aire y sus
cuerdas del tendedero, pero para mis siete años en esos
momentos, y en ese espacio con Violeta de la mano, palpo
por primera vez un sentimiento maravilloso que luego
sabré que se llama LI-BER-TAD.
Allí, brinco, salto, le cuento los juegos que me invento,
me ve cómo doy vueltas rápido, rápido sin caerme, y me lo
celebra. Me lleva toma- da fuertemente de la mano y
caminamos cerca de la orilla, y siento el vértigo de la altura,
pero sé que ella me está cuidando, asomándome apenitas
hacia la calle y viendo miles de lucecitas de la ciudad hacia
lo lejos. Siento el aire, el espacio abierto, me carga y me da
vueltas y yo siento que vuelo, con mis pequeños brazos
extendidos, mientras grito y río de pura alegría.
—¡Ya! ¡Basta! ¡No puedo más! Dice la dulce Violeta, mi

120
hermana mayor. Me siento tan protegida con ella cerca! Me
pone con suavidad en el suelo, mientras extiende la cobija
raída sobre el cemento del piso, riendo agitada y tirándose
sobre ella.
—¡Ven acá peque, vamos a descansar! Me llama y por
supuesto corro a su lado.
Nos tiramos de espaldas a ver el cielo. Nada tan dulce
como esos momentos viendo las estrellas y la hermosa luna
llena. Allí puedo preguntarle todo, y todo me contesta,
despreocupadamente, poniéndome gran atención. ¡Me
siento completa, poderosa, feliz, amada!
—Oye, Viole... le pregunto mientras me arrebujo junto
a ella.
—¿Quién vive en esas estrellas? ¿Allí están los ángeles
o los marcianos?
—Viole... dime... ¿Dios inventó a los hombres, o los
hombres inventaron a Dios?
—Viole... oye...¿las tortugas tienen alma?
Y así podíamos continuar por un largo rato, hasta que
se rompe el encanto:
—¡Violeta! ¡Perla! ¡Ya bájense! ¡Vamos a merendar!
Grita mi mamá. No recuerdo lo que me respondía ni de
todo lo que hablábamos,
pero estos momentos son de los mejores en mi
escuálida infancia...

Perla

121
@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 7


RESUMEN DEL PADRE NUTRIDOR.
ACTIvAR AL PADRE PROTECTOR
Mi querida Perla:
Gracias por compartir ese dulce recuerdo de tu
infancia, fue como que me invitaras un delicioso
chocolate... realmente lo saboreé... ¡es tan hermoso escuchar
experiencias mágicas cuando hubo algún Adulto Nutridor
cerca del Niño Vulnerable! Y después de haberte oído
narrar situaciones tristes y difíciles para una pequeñita,
créeme que me dio un inmenso gusto acompañarte de
puntillas a esa azotea con aquella ben- dita hermana
Violeta, quien al igual que tu hermana Mercedes en otros
momentos, te dieron cosas muy valiosas como aporte de
Padre Protector/Nutridor. Estoy segura que con tus padres
hubo también momentos de ésta índole, aunque sean los
menos.
Como ya vimos, nos damos cuenta de que el Padre
Nutridor le da al pequeño la posibilidad de que éste
desarrolle confianza básica, importantísima en la vida,
como veremos más adelante. De que se sienta amado y
valioso, merecedor del bien. Es un maravilloso regalo de la
vida.
El Nutridor es aquel que ejerce su
paternidad/maternidad poniendo límites firmes con
suavidad como persona asertiva que es, y a la vez dando
mucha cercanía, dulzura, res- peto, risa, alegría, calor y
plantando las semillas de los valores fundamentales que
regirán la conducta ética del individuo, con base a lo que
tomará las decisiones en su vida...
Sólo piensa qué es lo que recibe la semilla para que
pueda convertirse en una bellísima y frondosa planta,
122
piensa...
Luz, calor, tierra fértil, energía del sol, agua, mucha
agua,
¿verdad? En una palabra: nutrición.
Te pido que traduzcas ahora estos elementos en
metáforas de lo que te hace sentir paz, por ejemplo:

ESO es lo que da un Padre Nutridor. No es muy complejo.

Lo que recibiste de tus hermanas mayores Violeta y


Mercedes, fueron regalos maravillosos que sembraron
mucho de lo más valioso que hay en ti como persona.
 Es clave,
cobrar consciencia del
poder reparador de la
figura nutridora para el
Niño Interior. 

Esas sesiones donde te llevaron a un museo, bailaron


con la música clásica o cuando subieron a la azotea,
instilaron en ti mucho de tus atributos internos más
hermosos.
123
Te pido que reflexiones en más situaciones donde te
sentiste buena, bella, bonita, graciosa, amada, valiosa.
Traerlas ahora es ir a tus orígenes por oro molido, para
cosechar ahora, por lo que podemos aprender de ellas, y
usarlas como “anclas” de la nueva programación alrededor
del cambio de tus creencias limitantes.
Lo que hay que hacer cuando se rescata al Niño Interno
es aprender a reaccionar de manera asertiva como
personas, poniendo límites de modo asertivo y haciendo lo
suyo. Y cuando se es padre, ya sea de hijos externos o de
este pequeñito interno, la idea es ser un adulto que nutre y
protege. Si como persona se es pasivo va a ser un padre
negligente o también consentidor, porque no puede poner
límites ya que teme que le dejen de querer. Si se es agresivo
como individuo, va a ser un padre crítico, pondrá límites
de manera violenta y humillante, con castigos, golpes,
amenazas, insultos, etcétera.
Cuando ya se ha desarrollado asertividad, es porque se
ha recuperado en amor al Niño Interno y sólo así se podrá
aspirar a ser un Padre Nutridor y Protector.

ACTIVAR AL PADRE PROTECTOR

En el taller “Del Niño Herido al Niño de la Guarda”


hacemos un ejercicio hermosísimo donde investimos al
adulto común como guerrero, más no cualquier guerrero,
sino lo que yo he llamado el “Guerrero de luz”. Porque no
es un guerrero de violencia, sino que es un guerrero fuerte
que tiene como principal razón de ser cuidar y proteger el
Niño Interno de todo y de todos, incluso de sí mismo.
 .Durante la
infancia precisábamos, de
los padres, un reflejo de
amor incondicional. 
124
Recordarás un ejemplo que di al principio: El adulto
que va manejando en la tormenta y a un cierto punto, le
pide al niño que tome el volante por lo difícil de la
situación.
Ahora, ante cualquier dificultad en la vida, quien ha
recuperado en amor a su Niño Interno y habiendo activado
ya al Padre Protector, le diría algo así:
“Sh-sh-sh, calmadito, mi amor. Tranquilito, yo soy el
que te va a proteger y soy el que va al volante, todo estará
bien, Tranquilo, respira, relájate, yo me estoy haciendo
cargo, cálmate, aquí estoy yo, mi amor”.
Uno de los sentidos y propósitos de vida más
importantes —creo yo— es convertirse en un adulto capaz
de proteger y nutrir al niño vulnerable. Lograr que en
conciencia, el adulto proteja y nutra al Niño Interno por el
resto de la vida, es una noble misión de vida. Cuando el
adulto sea un anciano de 95 años, dentro tendrá a su
pequeño interno de cuatro-cinco añitos. Nos iremos de la
Tierra con él. Estaremos juntos hasta el final.
Quisiera cerrar este tema tan importante del Padre
Nutridor y protector, compartiéndote (con su autorización)
algunos hermosos ejemplos de situaciones de vida de una
linda persona que conozco, que ha tenido la suerte de
contar con padres nutridores, apoyadores, protectores... me
parece que darnos cuenta de la manera de actuar de un
Padre Nutridor y Protector, nos sirve como modelo para ir
activando en consciencia nuestro esquema interno para
proteger y nutrir al Niño Interno, si no tuvimos este tipo de
nutrición/protección parental:

125
Y bueno, Margarita, te mando aquí algunos capítulos de mi
vida donde tuve la fortuna de contar con padres apoyadores,
nutridores y amorosos:
— Somos tres hermanos, y mis padres nos han apoyado en
todo siempre. Tengo presentes momentos en los que mis papás
estaban gritando y apoyando desde las gradas a mi hermano
jugando futbol. Levantándose muy temprano para ir a las
competencias de natación donde participaba mi hermana y a mi que
me dio por el ambiente artístico, donde pasaban horas en la cola
para la audición de esto y aquello. En una ocasión, me eligieron
para una obra musical donde tenia que comprar un costoso
vestuario. Como en ese momento mis papás no tenían el dinero
para comprarlo, en un principio mi mamá pensó confeccionarlo,
pero era demasiado complicado y debía ser exactamente igual al del
resto del grupo. Teníamos poco tiempo para conseguir el dinero,
así que mi mamá me dijo que lo sentía mucho pero que tendría que
salir de la obra. Recuerdo haber estado muy triste. Un fin de
semana, poco antes del inicio de la obra, mis papás se fueron a la
merced a comprar frutas y verduras y armaron paquetes que
ofrecieron a domicilio. ¡Ese fin de semana se consiguió el dinero
para el vestuario y pude estar en la obra!
— En otra ocasión me metí en otro problema. Organizaron
una kermesse en la escuela, y yo quería ganar dinero para comprar
zapatos y donarlos. Entonces fui al consejo administrativo y pedí
un puesto en la kermesse. Un día antes de la kermesse yo no sabia
qué cosa iba a hacer (por supuesto no tenia dinero para nada!).
Tuve que contarle a mis papás, y aunque se enojaron un poco,
pensaron que todo era por una buena causa. Así que ese día
ninguno fue a trabajar (los dos se reportaron enfermos). Me
llevaron a comprar todas las cosas, y los dos estuvieron conmigo
atendiendo el puesto de enchiladas que mi mamá preparaba ahí en
vivo. Mi papá cobraba, y mi mamá preparaba las enchiladas. Yo
daba los cubiertos y las servilletas. ¡El puesto fue un éxito!

126
Conseguí dinero para comprar muchos pares de zapatos que luego
donamos (¡sobra decir que mis papás me llevaron a León a comprar
los zapatos porque eran más baratos y podíamos comprar más!)
(A.G.B.)
¿No te parece muy buen ejemplo de padres
nutridores/protectores? Debo decir que cuando leí por
primera vez lo que mi querida y afortunada postgraduada
me compartió, real- mente me conmoví. Es muy hermoso
saber que puedes relajarte y que tus padres cuidarán de ti,
te apoyarán, estarán a tu lado y te amarán
incondicionalmente. Que toda la memoria celular de tu ser
físico lo sepa es el mejor de los regalos de un padre a un
hijo. Eso se queda fijado en los primeros años, como ya
hemos dicho. Si no lo tuviste, pues ¡a creártelo! Desde tu
adulto fuerte y amoroso, desde tu guerrero de luz, lo
puedes lograr. El Niño Interno lo necesita. Para que puedas
florecer como persona, es indispensable. Y además los hijos
que hayas procreado, ganarán un mejor padre.
Activar al Padre Protector, es llevar al adulto más allá
de sus límites, al crecer a través de una experiencia donde
pueda superar un reto y cosechar ese logro. Sólo así nos
percatamos de nuestro verdadero y majestuoso potencial.
¿De qué manera? Puedes intentar la tuya: un deporte
extremo; superar esa fobia; terminar esa escuela; soltar esa
relación codependiente que duele; poner límites y ser
asertivo; bajar esos kilos. Hay talleres específicos para
encontrar a ese guerrero interno o cuando menos haz esta
visualización grabada.

“Activando al Guerrero de Luz” nos ayuda activar al Padre Protector. Como siempre,
te recuerdo hacer la visualización solamente cuando puedas estar en completa paz y
sin ninguna interrupción por una media hora. (Aunque lo ideal siempre será tomar
las nueve horas de taller del módulo dos del Método Ser Mejor Ser). Haz la
visualización #3 “Activando al Guerrero de Luz” .

127
Cuando has contactado con ese poder que está dentro
de ti y te pertenece, nunca más lo pierdes y sabes que tienes
un león dentro de ti. Si sale a defender al Niño, que sea
siempre asertivamente en la mayor medida posible, porque
si sale a proteger agresivamente, no será nutridora la
experiencia para el Niño, al producirle miedo y confusión.
Por eso, el verdadero Padre Protector no es un ser violento,
es un ser justo, fuerte, asertivo, proactivo, que podrá
negociar pero siempre teniendo como propósito básico
proteger al Niño, eso es lo primero. Para protegerlo sin
salpicarlo de violencia, es necesario tener ya incorporada
esta esencia nutridora. No se puede nutrir a otro si no se
nutre primero a sí mismo. Sólo se puede auto nutrir cuando
a quien se nutre es al Niño Interno recuperado en amor.
Me gustaría que me relates algún otro evento donde te
sentiste protegida de un peligro externo. Quiero pedirte
también que poco a poco, vayas trayendo hacia ti,
recuerdos de eventos donde te sentiste nutrida
amorosamente, ve dejando que todo fluya y se vaya
acomodando naturalmente, y por en- cima de todo,
recuerda “ser gentil y amorosa contigo misma”
Finalmente, te anexo un cuadro que creo que te será
muy útil:

128
EL ESQUEMA DE CRECIMIENTO Y SANACIÓN
INTERNA CON EL MÉTODO SER MEJOR SER EN
UNA LÍNEA DE TIEMPO SERÍA ASÍ:
1. Niño Herido. La vida es triste. Hay enojo, miedo, soledad,
angustia, enfermedad, depresión.
2. Rescatado por el Adulto.
3. El Adulto es a su vez rescatado por su Niño.
4. Para aprender a cuidar a su Niño, el Adulto crece.
Empieza a poner en práctica las herramientas aprendidas.
Aprende cómo nutrirlo. (Tres primeras herramientas).
5. Al ser ya Padre Nutridor hacia adentro, para con el Niño.
6. Puede atreverse a superar retos y descubrir su poder
interno, así se con- vierte en el Padre Protector de ese
Niño, frente al mundo exterior.
7. Contando ya con estas dos figuras activadas, desde ambas
se le pone un alto, se frena, se neutraliza al Padre Crítico.
8. Y ya teniéndolo “a raya”, desde el Nutridor y el Protector,
se valida al Niño su enojo y su vulnerabilidad, porque
entre estos sentimientos fue donde se crearon sus heridas
de infancia, sin que el Padre Crítico pueda juzgarlo o
enjuiciarlo o reprenderlo de ningún modo.
9. Hay una integración del Niño recuperado en amor,
cuidado por el Padre Protector y por el Padre Nutridor, a
la vez que ha sido neutralizado el Padre Crítico.
10. El Niño Interno se sabe amado incondicionalmente,
aceptado, protegido, pudiendo ser como es sin tener que
crear y usar máscaras, es feliz. Está listo para otorgarnos
sus regalos, como nuestro Niño de la Guarda.
11. El Adulto es al final de este proceso, más sano y más
maduro, equilibra- do, fuerte y feliz.
12. El individuo en su totalidad, es un mejor ser humano. Su
vida es mejor y su participación en la sociedad es para
bien.

129
Este pequeño recuadro te puede servir como
referencia frecuente para consultar por dónde andas en este
proceso de crecimiento y sanación. Espero saber de ti y tus
avances muy pronto. Y mientras tanto, evoca algún otro
evento donde te sentiste en algún momento protegida de un
peligro externo, y de cuando sentiste al Padre Crítico muy
fuerte. ¿De acuerdo?

Margarita

@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 8
GRACIAS, PADRE PROTECTOR. ¡NEUTRALICEN A MI PADRE CRÍTICO,
POR FAVOR! ¿Y QUÉ HACEMOS CON EL NEGLIGENTE...?

—¿Y por qué ese señor nos está viendo? Le pregunto


a Lety mi hermana, la tercera, ella me lleva varios años y no
le gusta cuidarme, es más, le choca. Y me lo hace saber de
todos los modos posibles mientras me mece en el
columpio... Ella también ve a ese tipo y se pone inquieta.
Unos momentos después, toma una decisión. De manera un
tanto abrupta, para el columpio, me baja y me empieza a
jalar para que camine más rápido. No entiendo por qué me
hace esta grosería, pienso que es otra forma de molestarme
y protesto por la interrupción de mi disfrutable vaivén lo
más acremente que puedo a mis cinco años. No hay caso.
—¡Ándale, tonta! Me dice, ¿no ves que ese viejo ya
130
es como la tercera vez que se nos queda viendo cuando
venimos al parque?
Ella sabe más que yo, ella ya es grande, tiene 12. Yo
sólo cinco. No entiendo qué pasa, pero percibo el peligro en
el aire... dejo de llorar y quejarme. Agitadas, a paso veloz,
vamos recorriendo las varias cuadras que median para
llegar a casa. De repente, el tipo se nos acerca y le empieza a
decir algo a Lety, se le repega... y yo que soy más pequeñita,
veo entre su pantalón un pedazo de carne que cuelga...
siento como un foco rojo frente a mí. Casi corriendo,
cruzamos los últimos metros que nos separan de la entrada
del edificio. Volamos escaleras arriba y tocamos la puerta
agitadamente. Mi papá está a la entrada y él es que nos abre.
—¿Y ahora? ¿Qué les pasa? Pregunta al ver nuestras caras.
Lety le cuenta como puede lo sucedido. Él se pone furioso
pero no estalla. Se queda calmo.
—¡A ver, Lety! Asómate y ve si está allá afuera! Le dice papá.
—¡Nooo! ¡No quiero, me da miedo! Dice Lety asustada
mientras va encaminándose a la ventana.
—¡Sííí! ¡Allí está, parado enfrente junto al poste! Y se retira
de un brinco.
—¡Pues ahorita mismo bajas y comienzas a caminar de
nuevo hacia el parque! Yo voy a ir detrás de ti y en cuanto
se te acerque yo llego junto a él y tú te regresas de inmediato
a la casa, y ¡ya me oirá el desgraciado! ¿Me entiendes?
Veo su carita de susto, casi con lágrimas; me torno
solidaria. La tomo de la mano para ir también con ella.
Bajamos las dos, temblorosas y salimos de nuevo a la calle.
Apenas cruzamos la calle, el tipo se nos empieza a emparejar
y le comienza otra vez a decir algo a Lety, quien va con la
vista fija al frente, apretando fuertemente mi mano entre la
suya.
En ese preciso instante, llega mi papá y pesca al individuo
131
por el cuello y le dice algo así como
—¡A ver, cabrón! ¡Díselo enfrente de su padre!
Nunca olvidaré la cara de susto del hombre al
sentirse atrapado “con las manos en la masa”, por el padre
de su presa, de repente era como un pequeño ratón
asustado.
Ya no vimos más porque corrimos de regreso a la
casa, pero cuando papá volvió nos hizo saber que ese tipo
no iba a volver por allí o le iba a ir muy mal. ¡Era mi héroe!
Esta sensación de ser contenida y protegida del exterior, la
vuelvo a sentir claramente en otro momento, años después.
Llego a casa un día muy consternada y triste, y digo:
—¡La Madre Carolina es horrible! Mientras veo
fijamente mi plato a la hora de la cena. Estoy en quinto grado
de primaria en una triste escuela de monjas donde las
“madres” se vendan apretadamente el pecho para lucir cual
tablas perfectamente lisas.
—¿Qué pasó? Me pregunta un tanto distraídamente papá.
—Se enojó con todo el grupo y nos castigó... ¡nos hizo
ponernos todos de rodillas en el piso y luego nos ordenó
poner la lengua en el suelo y dejarla allí un buen rato!
Su expresión cambió y se puso rojo, empezó a
mascullar improperios... y mi mamá me mandó a acostar.
Al día siguiente, a la hora del recreo alguien me viene a
decir:
—¡Tu papá está en la dirección! Corremos, y efectivamente,
muy guapo de traje y corbata, muy serio y circunspecto está
hablando con la Madre Superiora y con la Madre Carolina.
No sé qué les diría pero ese mismo día la Madre ¡se disculpó
con todos nosotros! Y ese castigo, al menos a nuestro grupo,
nunca nos lo volvió a hacer.
—¡Es mi héroe!

132
Él me hizo sentir muy protegida. No me dio mucha
nutrición, pero sí me ha dado mucha protección.
Aunque... ése mismo señor tan protector, podía ser
también el más tremendo crítico.
Por años han estado resonando estas frases en mi interior:
“Eres la peor de todos mis hijos. Eres una pobre
diabla, no vales nada, te crees mucho y no vales un
cacahuate, yo te aseguro que vas a fracasar”.
“¡No me hables con gestos! ¡Así no! ¡No te digo, qué
torpe eres!” Y al vociferar, manoteaba sobre la mesa o el
librero, el ruido, el grito me dejaban petrificada y sólo
observaba con miedo cómo su rostro se tornaba rojo y las
venas de su cuello y sus sienes parecían que iban a estallar...
—¡Ay, y eso duele! ¡Y es muy difícil no recordarlo, no
creerlo...!
Mi mamá no era crítica realmente, pero tampoco
nutridora. Digamos que podía tener detalles o ciertos rasgos
consentidores, pero fundamentalmente era una madre
ausente emocionalmente, aunque siempre estaba en casa...
también era muchas veces indiferente. Y otras veces un tanto
negligente o insensible... como con mi sillita...
—¡Mami! ¿Sí? ¿Sí? ¿Sí? ¡Anda, por favor! ¡Cómpramela!
Mamá es absolutamente espartana con los extras.
Nunca hay dinero para nada que no sea esencial. Galletas,
sólo “Marías” porque son la más baratas. Así que hoy algo
milagroso está sucediendo, quizá la he mareado, con la
intensidad de mis súplicas ...
Yo siempre contemplo al señor que pasa cargando
las sillas de playa que vende. Y me subyuga una sillita de
playa que trae, como de mi tamaño, con una tela de lona de
rayitas como asiento. Hoy mamá ha accedido a ver la sillita
famosa que me hacía suspirar y empieza una intensa
negociación, un tremendo regateo con nuestro vendedor
133
ambulante, para... ¡comprármela!
—¡No lo puedo creer! ¡Mamá nunca me compra ningún
regalo, y ahora me va a comprar mi sillita!! Pienso para mis
adentros.
En lo que ellos terminan de negociar el precio final, yo estoy
realizada, ya la siento mía y me abro feliz a darle la
bienvenida a mi vida. ¡La he deseado tanto! Sentarme allí a
ver mis cuentos, cargarla y llevarla a la tele, para ver las
caricaturas, ponerla en el patio y sentarme con mis muñecas,
especialmente con “Bebita” y darle de comer y cargarla allí.
¡Ya me vi! Y mientras los dejo regatear, empiezo a
maniobrarla, a cargarla, a intentar cerrarla para que quede
plana, y luego abrirla como tijera para ponerla en una de sus
tres o cuatro posiciones. ¡Es un avión! Estoy fascinada en ese
proceso y de repente al cerrarla sin conocer bien el
funcionamiento, me machuco uno de mis deditos, que se
atrapa entre dos maderas. Obviamente a mis seis años, mi
reacción no se hace esperar:
—¡¡¡Aaayyy!!! Y comienzo a berrear. ¡En mal momento lo
hice! De haber sabido lo que pasaría, creo que hubiera
callado.
Mi mamá al ver el machucón, mi grito, el llanto aunado a su
aprensión constante, se asusta y esto define el resultado de
la decisión final. Me jala de un brazo, alejándome de la sillita
y diciéndole al buen hombre:
—¡Llévese esto de aquí inmediatamente! ¡Váyase ahora
mismo, adiós! ¡Es muy peligrosa esa silla! ¡Olvídelo!
Nuestro hombre intenta débilmente mostrar argumentos
pero no hay vuelta atrás. Empieza a recoger todo,
¡incluyendo mi sillita de rayas! ¡¡¡YA ERA
MÍAAAAAAAAAA!!!!
—¡Mamá, nooooo! Grito y trato de ir a detener al señor que
amarra MI sillita con las otras y se empieza a preparar para

134
seguir su camino. Mamá me jala y comenzamos a caminar
en dirección opuesta. No hay explicación, no hay discusión.
Punto final. Y además, ¡me duele horriblemente mi
deditooo!
Y así me quedo, llorando y viendo cómo se va esfumando
para siempre el sueño de tener mi maravillosa sillita de
playa.
—¿Era muy difícil explicarle a una niñita el mecanismo y el
mejor modo de abrir la silla para que no volviera a pasar
otro machucón? ¿No hubiera sido mejor permitir que la niña
simplemente aprendiera con la experiencia y siguiera
disfrutando de su juguete?
Siento dentro de mi pequeño cuerpo, una inmensa y
desagradable sensación de impotencia; me siento triste,
despojada, con el dedo adolorido y el alma apagada, y sigo
este razonamiento:
—“Soy tan tonta, que como no sé abrir las sillas de playa, me
machuqué. Y entonces mi mamá me castigó por ser tan
burra, quitándome mi silla nueva. Si no fuera tan estúpida!
¡Por mi culpa!”
Así es cómo un niño comienza a sentirse insuficiente, ahora
lo veo. Esa reacción de mi mamá creo que fue negligente y
bastante insensible, ¿es así?
Bueno, Margarita, no te abrumo más con mis recuerdos.
Espero con ansia tu explicación clara a todo esto. El leer tus
respuestas a mis cartas, me ayuda a entender. Gracias por
mostrarme el espejo donde me puedo ver.

Perla

135
@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 8


NEUTRALIZAR A LA FIGURA PADRE CRÍTICO.
SACUDIRSE LA FIGURA PADRE NEGLIGENTE. FIN
DEL CAPÍTULO.
PREPARACIÓN A NUEVAS HERRAMIENTAS.

Querida Perla:

Allí vamos, paso a paso... desactivando una


mina tras otra... ir a desanudar los dolores de las
heridas de infancia es, a veces, ciertamente como
caminar por campos minados... ¡tu sillita! ¡... Mi
vida...!

136
NEUTRALIZAR AL PADRE CRÍTICO
Entendemos ahora que tenemos que desactivar al
Padre Crítico Interno para no seguir con la auto crítica
perenne. Neutralizar al Padre Crítico implica que no te
vuelves a tratar feo a ti mismo jamás. Cuando lo hagas,
inmediatamente, disculparte con tu Niño y cambiar la
conducta, el discurso o la actitud hacia ti. Nunca más:
“¡Qué feo esto que dibujé! ¡Qué estúpido soy! ¡No valgo-no
merezco!” El Padre Crítico usualmente es un abusador
verbal.
Los padres son los que principalmente siembran en los
hijos VALORES. Los enseñan únicamente en los momentos
en que se muestran nutridores y protectores.
Cuando el padre es crítico, ausente, negligente o
consentidor, educa a sus hijos enseñándoles a vivir con
anti-valores, porque NO PREDICA CON EL EJEMPLO.
Simplemente evoca... actitudes tales como:
Gritos/golpes/indiferencia/abusos/grosería/ofensa/consent
imiento excesivo/ burla/etcétera. Hablan de violencia, ira,
depresión, egoísmo, traición, abandono, falta de respeto,
abuso, mentira. Esos son anti-valores.
Ahora, es tiempo de cambiar a una frecuencia
vibratoria alta más cercana a la vibración del amor, evoca
situaciones de tu infancia donde te sentiste rebosante de
alegría, gozo, disfrute, aún fugazmente. Situaciones donde
desplegaste tu creatividad y donde conectaste con energías
sutiles, etéreas, de otras esferas que no son de la materia...
Ve dejando que emerjan y lleguen a tu consciente... Será
muy sanador. Me encantará que me escribas sobre esto.
Te espero,
Margarita

139
Resumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
tres herramientas básicas:

Más estas cinco nuevas que hemos visto:

140
La voz del Niño es fundamental en el proceso de
llegar a ser nosotros mismos. Este niño eterno y
verdaderamente vivo se encuentra en el corazón de
nuestro ser esperando encarnarse en nuestros actos y
nuestras actitudes. Nuestro Niño Interior posee el
espíritu de la verdad, la espontaneidad y la autenticidad
absoluta
Jeremiah Abrams
141
—¡Qué delicia cuando ya el Niño Interno está siendo cuidado
con las tres herramientas que el adulto empieza a utilizar día a día...!
¡Cuando este pequeñito interior ya posee un Padre Nutridor y
protector de tiempo completo...!
—De verdad, chicos... ¡La vida cambia! Le decía Perla a Ana y
su novio, mientras tomaban un frapuchino en un café al aire libre, la
tarde era calurosa, soleada, con un cielo intensamente azul...
—Estoy escribiendo pasajes, situaciones y eventos que tenía
completamente olvidados... ¡y algunos son tan divertidos, tan
creativos, tan mágicos...! y he pensado...
—¿Qué? Le pregunta Ana con toda atención
— Si a veces, a pesar de las tormentas que vivía, me divertía y
me reía tanto, creaba e inventaba sin parar y tenía experiencias
místicas-cósmicas... aquí adentro debe seguir una niña muy alegre,
creativa y espiritual también, no?
Una chispa de entendimiento se encendió en el centro de su
conciencia, y sus ojos oscuros brillaron con la luz de la conciencia...
—¡Claro! Y de un salto, se levantó de la silla.
—Bueno, me voy. Quiero mandarle a Margarita una carta esta
noche, dijo pagando su cuenta y empezando a caminar de prisa,
cruzando el zócalo con una gran sonrisa en su rostro.

142
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 9
EL GOzO POR EL GOzO MISMO. LA ALEGRíA Y EL DISFRUTE
—¿Queeeé? Estás loco, Lalo?
Le pregunto mientras brinco de la emoción esperando
siga con esta divertidísima locura...! ¡Qué travieso, loco y
divertido es a veces mi hermano! Estamos en un raro
momento de vacaciones en una alberca con mis primos Ro,
Natalia y Dany. Y Lalo, tan serio a veces, está ahora
tirándonos por los aires y nos organiza un “concurso de
peinados” a las niñas, con nuestras cabelleras mojadas que
mantienen un genial equilibrio como torres altísimas! ¡Es
tan cómico! Y después de ese concurso, siguen 20 más,
¡todos igual de divertidos! ¡Nos zambullimos, nos
carcajeamos, tragamos agua, tosemos y nos volvemos a
reír! Las horas pasan en un instante... ¡Cuando nos logran
sacar casi con grúa, la luna ya está brillan- do! Esta noche,
cuando me acomodo para dormir, muerta de cansancio, me
siento realmente f-e-l-i-z! Es más, esa noche soy la felicidad!
¿No es muy complicado serlo, no? —¡Ah! ¡Ese Lalo!
¡Cuanto te debo también a ti, ahora lo veo! ¡Gracias
hermano! Con esos hermanos, la vida equilibró lo que me
dolía con mis papás...
—¡¡¡¡¡Jajajajajajajajajajaja, jajajaaaa!!!!! Mis carcajadas se
oyen hasta la esquina cuando mi tío Pepe, tan chistoso, me
da vueltas en el parque, tomándome fuertemente por los
brazos, ¡vuelo y giro por los aires a toda velocidad!
Entre mis primos y yo, más noche, en casa del tío Pepe
jugamos guerra de cojinazos y el equipo que pierde se
aguanta las cosquillas que les harán los ganadores. Por
supuesto, el tío es el árbitro, lo que lo hace aún más
divertido. El tío Pepe es la materialización de lo amo- roso
143
y lo alegre. Todos lo chiquillos corremos detrás de él
cuando lo vemos dirigirse, chiflando como siempre, hacia
la terraza de lindos mosaicos, con el altero de los cartones
de la lotería con su vidrio encima. ¡Tanto los usaban en su
casa!
—¿Quién quiere jugar lotería? Decía viéndonos con
ojos pícaros acompañados de su dulce sonrisa.
—¡Yo!¡Yo!¡Yo! Gritábamos todos a la par. Nos
sentábamos en el suelo y repartía el puñito de frijoles... ¡Y
empezaba lo bueno! Al anunciar él cada carta, lo hacía tan
chistoso:
— ¡El que tapa a los pobres! ¡El Sol!... ¡El que se agarra
de las paredes! ¡El Borracho! Lo actuaba y hacía la mímica...
¡Sin duda, mi tío Pepe era un gran hombre de comedia!
—¡Tío! ¡Anda! ¡Dinos tu nombre! ¡Anda, por favor! Se
llamaba José Augusto en realidad, finalmente, después de
mucho insistir, tomaba aire y empezaba su letanía, muy
propio y correcto, con grandes aires de nobleza:
—“Contento Augusto Eleuterio de la Oliva, marqués y
conde de Huitongo, antes de Huahuaxtla, después de
Zacapoaxtla, allí me- rito donde está un atascadero..” y así
seguía un rato. Era tan chistoso, que todos nos moríamos
de risa... yo no sé por qué pero oírlo decir esta frase, hasta
el día de hoy que lo recuerdo, ¡me llena de gozo el corazón!
Gracias, tío, que me hiciste conocer mi capacidad de gozo
y disfrute...
—¡Qué tardes tan deliciosas pasamos tantas veces los
amigos de la cuadra, jugando “bote pateado”, “un-dos-tres
por mi”, “quemados”, “stop”!... para luego, exhaustos de
tanto correr, sentarnos en los escalones de la casa, donde al
caer la tarde, mientras el sol se oculta y las aves vuelan
haciendo piruetas sobre nuestras cabezas, nos instalamos a
merendar una taza de atole y unas quesadillas... mmm...
144
como sólo las sabe freír doña Rosalía... lo mejor llega al
final, cuando ya viendo las estrellas, con un refresco de
guayaba a sorbitos y una barra de chocolate en el bolsillo,
nos acomodamos a oír al abuelo de Miguel mi primo. El
abuelo Joaquín es un maravilloso “cuenta cuentos”... yo no
sé si las historias se las inventa o si son realmente sus
anécdotas reales, seguro que ha leído muchos libros y ha
andado por muchos caminos, tiene ese don, pero
escucharlo es cómo hacer un viaje a lugares insospechados,
con personajes maravillosos es... ser transportado a otros
mundos... gracias por abrirme la imaginación y darme el
deseo de saber más...
—La mamá de Rosa, mi amiga, es lo más encantador
que yo veo como mamá... ¡Es tan ligera y divertida! A veces
voy a su casa y me quedo a dormir con Rosa y sus
hermanas!... ¡Y a la hora de la comida, hay tantos chicos a
la mesa! Entre siete hijos, casi 50 primos en la familia y los
amigos de todos ellos, como es mi caso, siempre la larga
mesa del porfiriano comedor, está siempre llena con unos
y otros, con gran bulla alrededor. Me encanta cuando llega
frente a la mesa, impone silencio y dice el menú del día
como en un restaurante.
—“Hoy hay fideo seco, caldo de frijol, calabacitas con
crema, arroz rojo, filete de pescado, enchiladas o cecina con
ensalada. Ah! ¡Duraznos o flan!”
Y empieza cada quien a pedir su elección. ¡Es surreal! Y
ella, tan campante y serena, como que hacerlo es lo más
normal del mundo, como que no requiere ningún gran
esfuerzo... ¡Juega tan alegre con los más pequeños, que a
veces hasta se caracteriza y disfraza! Un día se pintó bigotes
como la mamá coneja y de igual forma pintó a los dos
pequeños.

145
Cuando acabó el juego, les lavó la cara y los puso a
dormir la siesta, mientras tanto atendió a un vendedor,
pasó a la tienda y a la tintorería y, más tarde, fue por las
niñas más grandes a la escuela.
—Mamá ¿por qué vienes por nosotras con un gorro de
bebé en la cabeza y pintada con bigotes? Le dijo Rosa, mi
amiga, a su mamá, con cara de pena ajena. Hasta ese
momento se dio cuenta de su olvido... demasiado tarde!
¡Ella es formidable!
Al mismo tiempo, es una mujer muy fuerte, inteligente
y decidida. ¡Para mí es como una mamá de Disneylandia!
Gracias señora Rosa...
Margarita, me quedo con estas imágenes antes de irme
a dormir... me gustará escuchar qué tienes que decirme
sobre estos relatos que hoy te he compartido.
Gracias por acompañarme en este recorrido...

Perla

@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 9


RECIBIENDO LOS REGALOS: CAPACIDAD DE MAYOR GOZO Y
DISFRUTE. CREATIVIDAD
Perla querida:
Me encanta ver cómo al escribir lo que te pedí,
surgieron algunos recuerdos de tu memoria infantil donde
disfrutaste y te sentiste muy feliz, como los que acabo de
leer en tu deliciosa carta, pues pudiste conectar con esa
esencia tuya, tan natural y espontánea que tu pequeñita
posee.
146
Esto me lleva a corroborar con qué poco y qué fácil es
que el Niño disfrute y se sienta feliz al máximo... cuando se
encuentra seguro, cuidado y contenido se relaja y, de modo
natural y espontáneo, como parte de su esencia misma lo
que sale de esta criaturita hermosa es gozo y disfrute.

Ahora que has trabajado tan ardua y, también, tan


amorosa- mente para rescatar a tu Niño Interno, que estás
siendo más asertiva, pones límites, haces lo tuyo, observas
y detienes tus creencias limitantes, esta criaturita interna
está lista para florecer... y darte sus regalos.
Perla, queridísima, esa niña que se carcajeaba con los
peinados locos en la alberca sigue viviendo en tu Perlita In-
terna. Siempre que se sienta contenida y apoyada por ti, sin
sobreproteger, saldrá la Niña Feliz en muchos momentos
de tu vida aquí y ahora en tu vida adulta. ¡Ábrete a recibir
su regalo! Observa de cuántas pequeñas y otrora
insignificantes maneras puedes ponerte feliz a lo largo de
tu día. Toma un taller de risa terapia o de terapia de arte.
Juega con niños, ve a un parque y obsérvalos jugar. No te
quedes con las ganas de mojarte bajo la lluvia, echarte por
la resbaladilla o brincar sobre las hojas secas del otoño que
crujen cuando las pisas. La dulce tarea es ahora como
adulto, dejarse guiar por el Niño... el riesgo simplemente es
¡SER MÁS FELIZ!

147
Cuando hemos vaciado el dolor, y más, y todavía más...
llega un momento donde se detiene, tocas fondo y vas para
arriba... y aquí empieza el construir...
 Sólo cuando
escucho al Niño que hay
en mí, puedo sentirme
auténtica y creativa. Alice
Miller. 

148
LA CAPACIDAD DE GOZO Y DISFRUTE

Quisiera que te dieras cuenta cómo en estas


experiencias que marcan tanto, la importancia de tener a
Lalo en la alberca o a Violeta en la azotea, al tío Pepe en las
vacaciones, al abuelo Joaquín con sus cuentos o a la mamá
de Rosa con su menú de restaurante, te dieron ejes
nutridores claves, como se los dieron a mi exalumna como
lo vimos también con el ejemplo de sus papás. Si quieres
ser más feliz y tener mayor capacidad de ver la vida con
vibrantes colores, dependerá de lo mucho que nutras,
apapaches y protejas a tu Niño Interno.
 El Niño
Interior nos mantiene
humanos. Nunca crece,
sólo se hace más sensible
y confiable en la medida
que le damos el tiempo, el
cuidado, el amor paterno
que tanto se merece. 

De tal modo que lo único que te recomiendo, es que:

— Evoques más imágenes, recuerdos de ti jugando,


divirtiéndote y, si puedes, las dibujes con tu mano
izquierda.
— Que le preguntes a tu Niño Interno qué se le apetece
hacer en tus tiempos libres. ¡Esto es muy importante!
— Que te integres a una sesión de Terapia de la Risa y/o de
Terapia de Arte.
— Que hagas junto con tu Niño Interno una lista de cosas
divertidas por hacer, por ejemplo:

149
• Comprar un juguete muy divertido.
• Organizar una fiesta de disfraces para tu
próximo cumpleaños.
• Hacer una fiesta en un parque.
• Pintar con las manos, jugar con barro.
• Mandarle notas chistosas a tu Niño Interno y
que éste te las conteste, con la otra mano...

El Niño Juguetón nos va a permitir disfrutar mucho


más de la vida, jugar con los hijos.
Otro ámbito donde el Niño Juguetón se va a poner muy
feliz es en el amor en la pareja. El contacto físico, el contacto
sexual es una maravillosa área de juegos del Niño Juguetón
recuperado.
Cuando no está activado el Niño o la Niña Juguetona,
fácilmente se llega al tedio, al aburrimiento y a la rutina.
Son parejas que hacen el amor con toda propiedad, quizá el
viernes de 10 a 10:15, porque como nos acostumbró Dehesa:
“hoy toca”.
Disfrutar la vida mucho más relajadamente nos lo da el
Niño Juguetón, aliado indispensable para bajar el nivel del
estrés.
Te pido ahora, mi querida Perla, que evoques y
recuerdes momentos de tu Niño Creativo, Intuitivo y
Espiritual y me los compartas en tu siguiente carta,
enlazando lo que aquí te he comentado hoy. Mientras tanto,
disfruta los regalos que de tu Niña de la Guarda empiezas
a cosechar!

Afectuosamente,
Margarita

150
Desde hace unos días, Perla se levanta, va a correr y a hacer algo
de ejercicio, regresa, se baña y se sienta a meditar por un ratito. Esto
le da gran placer a su Niña Interna. Hoy, después de este pequeño
ritual, pone música de Beethoven y de Rubén Blades, extraña
combinación que siempre la hace sentir creativa y feliz, se enfunda
unos pants y se recoge el pelo en una coleta. Dispuesta a evocar, a
recordar lo que Margarita le pidió...

@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 10
EXPERIENCIAS DEL NIÑO ESPIRITUAL Y CREATIVO
—¿Cómo?... ¿Cómo?... ¿Cómo se puede doblar?...
mmmm... ¡tiene que caber!... A ver...a ver si por aquí... estoy
empeñada en hacer funcionar mi invento... que a la luz de
mis ocho años, me parece...¡simplemente genial! ¡Es tan
divertido inventar!
Todo comenzó platicando con Patricia mi amiga.
Ambas vamos ya en tercero de primaria. Yo acabo de
cumplir ocho años. Ella es un poco mayor.
— ¡¿Has visto qué horrible es mojarte toda la espalda
cuando vas caminando bajo la lluvia con un paraguas?¡ ¡No
te mojas la cabeza, pero toda la espalda sí! Le digo.
—Habría que inventar otro tipo de sombrilla, dijo
distraída- mente a mi comentario una tarde al irse hacia su
casa, que estaba enfrente de la mía.
—Sí... eso es... me quedo pensando largo rato sobre esa
idea, y al día siguiente empiezo a planear llevar a cabo mi
magistral idea. Con unos hilos y una aguja, un par de tijeras
y unas bolsas plásticas de la ropa de tintorería, me pongo
151
manos a la obra.
—¿Cómo? ¿Cómo le coso y doblo los plásticos para que
se guarden en el interior de la sombrilla, al doblarla?... A
ver... a ver....
Después de varios intentos, el invento funciona
realmente bien. El chiste es abrir la sombrilla sobre la
cabeza, de tal modo que al expandirse, caiga un plástico
que nos cubre hasta la mitad del cuerpo, todo a nuestro
rededor, del tamaño de la circunferencia del para- guas. ! O
sea, ¡se forma una “pequeña burbuja o casita” que nos
mantiene muy sequecitos durante la lluvia! A toda la
familia le ha caído mucho en gracia, pero no lo toman
realmente en serio lástima, ¡es muy buen invento!... pero
sólo soy una niña...
Dice mi madre que yo era muy pequeña cuando de
repente un buen día, se encontró con los corredores de
media casa rayados a todo lo largo con largas, curvas,
nerviosas, traviesas líneas trazadas con un plumón negro.
Fue siguiendo la huella del desastre hasta que me encontró
con toda la intensidad creativa de mis tres años,
recorriendo las paredes de casa improvisando graffiti,
realmente poseída de feliz e intensa fuerza de expresión!
—¡Oye, Perla, no! ¡Detente! ¿Qué estás haciendo? ¡Esto
no se hace!¡Qué fea niña, esas son tonterías! Me dijo mi
madre, a lo que yo respondí muy airadamente:
—¡No son tonterías! ¡Son dibujerías!
Me encanta cantar y componer las canciones al tiempo
que las voy cantando. En otro momento, mientras me
lavaba las manos a mis cinco años, empecé a cuestionarme
sobre un importante tema. Llamé a mamá y le dije con gran
convicción:
—Yo creo, mamá, que todos somos un gran sueño en la
mente de Dios...
152
Realmente, me sorprendía ver la cara de sorpresa de
mamá cuando yo le hacía esas preguntas...
Este asunto de Dios y los Ángeles, el niño Jesús, y los
Reyes Magos... también es un tema muy especial. Me
encanta cuando uno se conecta con otra forma de energía,
¿no?
De las primeras veces que recuerdo haber sentido algo
diferente que no tenía nada que ver con las cosas materiales
de este mundo, fue de repente, cuando a mis ocho o nueve
años, en unas vacaciones en el campo, me alejé un poco del
resto de la familia y me interné en el bosque donde me
dijeron que a veces se encontraban algunos animales... y así
fue. De repente, me topé con un venado pequeño, a cierta
distancia. Ambos retrocedimos asustados, luego nos
quedamos quietos dispuestos a correr, pero a la vez
interesados en acercarnos más... en pleno bosque, en su
casa, en su hábitat, donde la intrusa era yo... evoco
claramente la atmósfera brumosa y el intenso olor a verde,
a humedad, a tierra... a tiempo... y así... de una manera
totalmente espontánea y natural, fuimos creando una sutil
comunicación, una hermosa danza a través de la cual
sostuvimos un diálogo fraternal, de interés mutuo, de
amorosa energía entre dos seres distintos pero hermanados
como criaturas que comparten este planeta... estuvimos así
por un largo rato y cada vez nos acercábamos más...
estando a escasos dos metros ya... Alguien empezó a gritar
y a hacer ruido más y más cerca de mí hasta que llegaron a
mi lado...
—¡Perlaaaaaa! ¡Perlitaaaa! ¡Niña! ¿Donde estabas? ¡Ven
acá!
Y en un instante, mi amigo venado desapareció, huyó,
corrió, se fue y la magia terminó.
Sin embargo, estará en mi memoria y en mis emociones
153
por toda mi vida, como un perfecto ejemplo de magnetismo
y conexión natural, de sentir armonía, alegría, amor. Por
unos instantes. Para toda la vida.
De esa experiencia recuerdo salir con la certeza de que
hay un hilo de energía que nos une a todos los seres vivos.
Aunque no lo podía poner en palabras como ahora lo hago,
indudablemente lo sentí.
Lo mismo me pasó cuando unos años después, cuando
en una excursión de la escuela, logré escalar hasta arriba de
un montículo, muy alto, de las montañas de Tepoztlán. Era
un gran logro para mí porque me daba mucho miedo
escalar, brincar, trepar, etcétera. La creencia limitante: “¡No
hagas eso, niña!¡ Te vas a caer, te vas a medio matar!”. Así
que estaba muy feliz, pues había logrado conquistar mi
pequeño Everest.
Estando ahí, grande fue mi sorpresa al caminar hacia la
otra orilla de esa pequeña superficie en la cúspide, detrás
de un pequeño peñasco, descubrí a una majestuosa y
solitaria águila... de frente al espacio abierto y de espaldas
a donde yo estaba. De nuevo como con el venado, ambas
nos sorprendimos inicialmente, su mirada se clavó en la
mía y viceversa. Después de verme fijamente por unos
largos segundos, el águila elevó un corto vuelo, retrocedió
y empezó a girar en círculos a mi alrededor a menos de un
metro de distancia.
Empecé a seguirla con la vista por un rato, que para mí
fue muy largo, hicimos esta especie de danza sagrada sufi,
donde giré y giré con mi vista anclada en sus ojos, girando
ambas al mismo ritmo. Finalmente, rompió el círculo
volando sobre mi cabeza, rozándola con las plumas de su
cola y se elevó, ampliando su vuelo, hasta que se perdió a
la distancia. De nuevo tuve la certeza de que hay un hilo de
energía que nos une a todos los seres vivos, y que el
154
universo paralelo nos manda mensajes muy claros para los
que queremos escucharlos.
Creo que a través de mi conexión con algunos animales
he podido percibir estos delicados mensajes... recuerdo un
momento especial en que me sentía muy triste, cuando
llegó y brincó junto a mí, un grillo absolutamente arcoírico.
Era como una joya salida de un catálogo de piezas de Art
Noveau. Cada parte era de un intenso color diferente, como
si estuviera esmaltado... ¡nunca había visto nada así, ni lo
he vuelto a ver jamás! Lo he buscado en libros de botánica
y no hay nada parecido. Se dejó atrapar suavemente y me
acompañó por un buen rato. Era tan fascinante, que olvidé
cualquier otra pre- ocupación y me dediqué a
contemplarlo, estudiarlo y disfrutarlo...¡era realmente
hermoso! Finalmente, cuando estaba yo ya muy feliz,
repentinamente desapareció para siempre, dejando su
recuerdo indeleble, como mis amigos el venado y el águila
solitaria.
Recuerdo también una vez cuando en un hermoso día
en el campo, siendo una niña, me sentí tan en integración
con toda la naturaleza. Me tiré de espaldas sobre un prado
y me acosté a ver las nubes... y poco a poco... en un rato...
frente a mis ojos se empezó a formar en una gran nube, una
figura clarísima de un ángel... era tan definida, tan
majestuosa, tan mágica... que me quedé como hipnotizada
un buen rato, sintiendo una conexión con ese ser que se me
revelaba en esa nube... no puedo describir con palabras lo
que fue esa comunicación. Finalmente, cuando pude, me
levanté y empecé a gritarles a todos que la vieran... y por
unos cuan- tos momentos los demás que estaban cerca de
mí pudieron verla asombrados, antes de que se
desintegrara...

155
Me alegro mucho al poder traer de mi infancia, como
hermosas perlas extraídas del fondo del mar, estos
maravillosos sucesos que tenía prácticamente olvidados en
mis recuerdos. Muchas gracias por invitarme a traerlos
aquí y ahora.
Empiezo a reconocer el gran regalo en mi vida de
adulta el tener junto a mí a esa Niña Espiritual. Me
encantará leer tus comentarios al respecto y gracias de
nuevo, Margarita.

Perla,
encantada de recordar...

Perla envió ese mail y se incorporó de un salto.


—¡Vaya! ¡Se me ha ido casi toda la mañana en escribir esta
carta! ¡Pero ha valido la pena! Empiezo a entender el significado
y ayuda de estos dones con el que mi Niña Interna me empieza a
agradecer haberla recuperado en amor.
Y chiflando, se preparó para hacer una rica comida para
cuan- do Dani llegara de la escuela.
—¡Ya quiero ver que me comenta Margarita sobre mis
relatos mágicos! Se dijo para sí con una gran sonrisa. Sin duda,
su estado de ánimo cambiaba, se hacía más ligero y la vida dejaba
de verse en blanco y negro...

156
@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 10


CELEBRANDO AL NIñ O CREATIvO Y ESPIRITUAL
Mi Perla querida:
¡Qué hermosas experiencias me has compartido!
Todos los niños, sin importar qué tipo de padres
tuvieron en su infancia, no importa en qué condiciones les
ha tocado vivir, tienen momentos donde se conectan con su
ser creativo para inventar e imaginar, es parte de la esencia
infantil. Del mismo modo, en determinado momento, todos
los pequeños tienen experiencias donde perciben y
recuerdan su contacto no muy lejano, con esferas mucho
más sutiles que la terrenal. La creatividad y la
espiritualidad serán también otros dos extraordinarios
regalos que el Niño de la Guarda ofrece al adulto, cuando
éste lo arropa con protección amorosa.

La creatividad

La creatividad, hay que desmitificarla, no es


simplemente el territorio de unos cuantos. Todos nacemos
con creatividad. Todos cuando fuimos niños, hemos sido
muy creativos. Todos. Entonces, ¿qué pasó? Pues que el
niño fue objeto de burlas o fue criticado por padres,
maestros, hermanos mayores que le señalaban su “errores”
cuando creaba: “¡Niño, los árboles no son morados! ¡Así no
va, así no se hace! Te quedo chueco! ¡Qué tonterías se te
ocurren! ¡Jajajaja! ¡Mírenlo! Así no va! ¡Qué chistosito te
quedó! ¡Fíjate cómo lo hizo tu hermano! ¡Bueno, se ve que
esto no es lo tuyo!”

157
 Nuestro
Niño Interno posee el
espíritu de la verdad, la
creatividad y la
espontaneidad absoluta.

Es entonces que el niño, en su afán de obtener


aceptación, deja de crear y decide que: es mejor seguir que
inventar. Decide que al crear se arriesga al rechazo, la crítica
y la burla. Mejor no. “El crear es peligroso, mejor no
atreverse”. “Así no se reirán de mí, mejor copio a alguien
más” y se fijan este tipo de creencias limitantes. Y hasta allí
llega nuestra creatividad.
 El Niño divino
interior representa la
espontaneidad y la
necesidad del alma
humana de expandirse,
crecer y explorar vastos
territorios. .

Te podrás preguntar: ¿Para qué me sirve hoy en día ser


más creativo, más creativa, si no soy artista?
Fundamentalmente, para vivir una vida con mayor
expansión y plenitud, para divertirte más, pasarla mejor y
más bonito; o sea: ¡Para vivir mejor en todas las áreas de tu
existencia!
No es lo mismo imaginar que sólo hay una solución
posible a un problema, que contemplar un sinfín de hilos
que permiten conexiones y posibilidades diversas, en cada
decisión que vas a tomar, como adulto. En la oficina, en las
finanzas, como padre, como pareja, en lo profesional, en lo
más personal. En cada campo, si eres más creativo, puedes
158
tomar mejores decisiones para todos los involucrados.
Por eso, me gusta impartir también cursos tales como
“PhotoReading”, “Herramientas de Pensamiento” y
“Genius Code”, precisamente para abrir más y más la
mente (consciente y no-consciente), o sea, expandir las
conexiones neuronales. Al hacer eso, uno empieza a pensar
“en paralelo” y no sólo hacia delante. El pensamiento
lateral, como lo llama Edward de Bono, nos ayuda a pensar
creativamente, lo cual potencia nuestra inteligencia. Uno
puede hoy en día aprender a dirigir la atención y
desarrollar, modificar y acrecentar nuestras capacidades.
 ¿De qué está
formado el Niño Interior?
De todo aquello a lo que
estuvo expuesto y
abandonado y al mismo
tiempo de toda su esencia
divinamente poderosa. 

La creatividad no se refiere nada más al arte: una


pintura, una obra de teatro, la música, es crear la vida que
quieres vivir porque sabes que la mereces, crear nuevas
opciones para resolver los problemas que hasta ahora no
has podido resolver. Por eso, la Activación de la Glándula
Pineal, el maravilloso método desarrollado por Fresia
Castro, me parece excelente forma de co-crear nuestra vida
en el día a día. Ella lo define como un Método Creativo para
vivir la vida con arte: El arte de vivir la vida con amor y
gozo, co-creando las experiencias y situaciones que nos
permitan lograrlo.
Estoy convencida de que si se rescata al Niño Interno se
crece exponencialmente a nivel emocional, al activar la
glándula Pineal, el avance es en el manejo de nuestra
energía, lo cual también es fundamental. Por eso me formé
159
como instructora del método y lo enseño a la mayoría de la
gente que tiene ya con ellos a su Niño Interno en amor.
Poco a poco, las cosas empiezan a fluir mejor no sólo
internamente sino en los eventos externos. Por eso, creo que
la combinación de ambas cosas es un paso enorme para
estar mejor y con un mayor nivel de conciencia.
Extender la creatividad en todos los aspectos de
nuestra vida se refleja, por ejemplo, en cosas tan cotidianas
tales como buscar nuevas rutas por donde hay menos
tráfico, cómo comunicarse mejor con un hijo o la pareja o
cómo hacer unas lindas cortinas con poco presupuesto. Al
cocinar con lo que hay en el refrigerador, organizar el
presupuesto familiar, combinar roles, al amar... en fin... ¡En
todos los aspectos de nuestra vida!
¡¡¡Todo esto es creatividad!!!
Al hacerlo, nuestro Niño Creativo, sale feliz a... ¡in-ven-
tar!
 La persona
que puede contemplar las
estrellas con un anhelo
insaciable es porque ha
rescatado a su Niño
Interior. 

Me pareció delicioso ver la manera en que expresabas


tu creatividad cuan- do pequeña, querida Perla. ¡Imagínate
una sociedad donde ésta frescura y talento en los chicos, se
estimulara tanto en casa como en escuela durante la
infancia y adolescencia!

160
La conexión espiritual

La parte más exquisita de nuestro ser es nuestro Niño


Espiritual. Es lo tangible de la chispa cósmica que somos, a
través de un cuerpo físico. Es la parte donde el ego no
cuenta, donde hay gentileza, candor, generosidad,
inocencia, amor.
Allí en la esencia, somos cada uno de nosotros un
“Niño- Dios” el cual sabe que está sostenido por una
inagotable fuente de Amor Divino. Es cuando entendemos
que somos parte de las estrellas, del silencio, de los otros,
del Todo... Y a veces en su sutil energía, este ser espiritual
nos puede hablar en sueños. O desde el diálogo entre la
mano izquierda y derecha, desde el dibujo, la poesía, la
música, también podemos conectarnos con esta criaturita
frágil y fuerte a la vez como el cristal de plomo que brilla y
hace destellos arcoíricos. A través de este entorno, es muy
sencillo conectarnos con un guía espiritual, maestro o
guardián.
Algo que es central es percatarnos cómo generalmente,
como mecanismo de defensa ante el dolor de las heridas
padecidas, hemos desconectado nuestro ser espiritual de
todo este proceso.
Así es que es muy hermoso cuando el Niño Interno
evoca y recupera alguna de sus primeras experiencias
espirituales.
 La función
arquetípica del Niño de la
Guarda, es asegurar que
nuestra experiencia vital
se renueve. 

161
Cuando se hizo consciente la conexión con la energía
superior, percatarse de ser algo más que esta carne y este
cuerpo, intuir ser algo más que materia, aceptar nuestra
infinita humildad y pequeñez dentro de lo vasto de la
totalidad del Cosmos. Por ejemplo, cuando se pone el
nacimiento y el pesebre y va a nacer el Niño Dios esta muy
evidente la conexión del niño con esta energía suave y
amorosa.
Justamente esa manera de conectarnos con otras esferas
más sutiles, es la que se da cuando uno es niño y en un
momento en particular, nos cimbra y conmueve, entonces
uno “recuerda”... y sin hacerlo consciente prácticamente,
de repente uno “sabe” que existe una fuerza, una Energía
superior... la Naturaleza misma, el Niño Dios en Navidad,
los Reyes Magos, la Virgen María o la Virgen de
Guadalupe, el Niño Jesús cuando nos acompaña en la
Primera Comunión, y sin duda, el Angelito de la Guarda, a
la hora de dormir.
Evocar esas dulces experiencias de infancia puede ser
una manera de entrar a un crecimiento espiritual distinto,
con nosotros como adultos.
Las experiencias que me narraste con el venado y con
el águila son realmente especiales e intensas. También la
del grillo de colores o la del ángel en la nube.
Todos esos pequeños y aparentemente “curiosos”
sucesos, siguen pasando a lo largo de toda la vida y son
claros, clarísimos, mensajes del Universo paralelo, de
esferas y planos dimensionales diferentes de éste plano
terrenal, material y concreto. Si tenemos por delante al
Niño Espiritual, los podremos ver, entender y aprovechar.
Si no, simplemente pasan de largo y uno ni se entera.
Todas estas características son algunas de las muchas
ganancias que tenemos cuando hemos transformado a este
162
Niño Herido en este Niño de la Guarda, en este guardián
interno.
El desarrollo de la alegría, la risa, el juego, una mayor
espiritualidad e intuición y una creatividad más consciente,
son algunos de los regalos que el Niño de la Guarda aporta
a nuestras vidas cuando hacemos este trabajo maravilloso
de ir a rescatarlo de las sombras y de la oscuridad en que
estaba.
Tener el regalo del Niño Espiritual, conlleva a contactar
con esta sabiduría interna que se sintoniza a la Energía
Superior y desde allí se puede obtener una claridad mayor
sobre nuestro actuar cuando el camino se torna demasiado
escarpado.
Finalmente, cuando ya hemos cosechado los regalos del
Niño de la Guarda y nuestro Niño Interno está recuperado
en amor, queda una última tarea por hacer, antes de que el
Adulto se enfoque a desarrollar recursos internos para
fortalecer al guerrero de luz:
Hay que ir a rescatar al Adolescente Interno, porque
donde hubo un niño herido, sin duda, existe un adolescente
lastimado.
Así es que me encantará que me compartas algunos de
tus recuerdos de esta etapa de por sí, bastante difícil, para
que a partir de ahí, te dé algunas luces para entender y
sanar esta etapa, ¿de acuerdo?
Te felicito por tu gran avance, Perla ¡Tu compromiso y
tu esfuerzo personal para ser tu mejor versión, están dando
resultados!

Un beso,
Margarita

163
Margarita Blanco

R esumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
herramientas básicas que ya hemos visto anteriormente.

Escucha constantemente a tu Niño Interno para que


puedas cosechar estos regalos, nuestras nuevas
herramientas:

164
165
Un niño herido puede ser una fuerza
devastadora en la adolescencia... tu ser
adolescente es la forma que adoptó tu niño
herido al comenzar su vida adulta.
John Bradshaw
@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 11
EL PAISAJE INTERNO DE MI TRISTE ADOLESCENTE. PRIMER
AMOR NO CORRESPONDIDO. IDENTIDAD VS. CONFUSIÓN
—¡Ay, qué feíta soy! ¡Nadie va a querer bailar conmigo
en la fiesta! Digo mientras me pruebo medio clóset, prenda
tras prenda... Tengo 14 años ya, “entrados a 15” como dicen
por allí... y al verme al espejo, no me veo a mí sino a todas
las creencias limitantes que ya he integrado a mi
percepción. La realidad ES ésta: veo a una escuálida
morenita, con muy poca gracia, según yo; me siento fea, sin
chiste, creyendo que no soy digna de que me amen... ¡y
quisiera tanto ser amada! Mis amigas, la mayoría güeritas
y mucho más lindas que yo, son las que siempre “ligan” en
las fiestas, o tienen novio, o son corte- jadas... y a mí, ¡ni un
perro que me ladre! ¡Oh! ¡Pobre yo!
Hasta hace algún tiempo, estuve locamente enamorada
del vocalista de mi grupo de rock favorito... ¡es tan guapo,
tan encantador, canta tan bien! En mi diario escribí algo al
respecto, junto con algunas otras vivencias, que me
atreveré a compartir ahora:
—“Lo amo, lo adoro, es algo de verdad inexplicable,
cómo lo amo. Estoy segura que esto es en verdad amor,
llegar a confiar en él, sentirme parte suya, no como artista,
no como ídolo, no. De ninguna manera. Lo amo como
hombre, como si fuera mi pareja. Soñar no cuesta nada y
aunque costara, yo pagaría por soñar con él. ¡Lo quiero
tanto, tanto! Aunque la gente diga que estoy loca. Todos
piensan que lo amo como ídolo, como artista y que esto
pasará. Pero no. Yo sé que esto es muy serio y es para
siempre. Porque yo no considero que esto sea adoración a
un ídolo, repito, yo lo amo como hombre y será para toda
167
la vida”.
Pero bueno, entonces era yo más chica e inmadura, sólo
tenía 13 años. Lo puedo ver ahora, quizás exageré, de
acuerdo. Pero ya falta poco para que cumpla 15, sólo unos
meses. Y pues, pienso diferente, porque ahora sí, me he
enamorado de un muchacho de carne y hueso. Y debo
admitirlo, tal vez mi amor anterior, no era tan real
probablemente.
¡Pero éste sí es mi primer gran amor! ¡Memo es divino!
¡Lo amo con locura! El es mayor, tiene 18 años y está ya en
tercero de prepa. Pienso esto mientras busco qué me voy a
poner para la fiesta donde se supone que él va a ir mañana.
Creo que sí le gusto un poco. Porque el mes pasado fuimos
a una fiesta en su casa y desde que llegué, me saludó y me
dijo
—¿Bailamos, Perla?
Estuvimos bailando juntos toda la fiesta, casi puras
movidas, pero cuando finalmente llegaron las calmadas,
como yo agachaba la cabeza para no equivocarme y pisarlo,
él me dijo
—Te huele delicioso el pelo.
A lo que yo respondí, con un aire de mujer de mundo:
—“Es shampoo Mink, con aceite de visón”.
No sé qué pensaría de mi sofisticada respuesta. Espero
haberlo impresionado.
— “Dios mío, por favor, te lo ruego, te lo suplico,
Diosito, por lo que más quieras, haz que Memo se me
declare, por favor. Mira, te prometo ir a comulgar al otro
día, ser buena y obediente, estudiar mucho, pero que se me
declare lo más pronto posible, hazme este favor, es más, te
prometo ir a comulgar todos los meses, ir a misa con
devoción y no distraerme. Por favor, hazme este milagro,
porque no puedo vivir sin él”.
168
Han pasado algunos meses desde que escribí lo
anterior. Ya tengo 15 años y cinco meses. Y ayer por la
tarde, mi amiga Gabriela, prima de Memo, me dio la fatal
noticia: ¡¡¡Memo ya tiene novia!!!
¿¿No, es ho-rri-ble?? Lloré mucho, muchísimo, al grado
que me acabé la caja de kleenex, no me eran suficiente y
tuve que usar de pañuelo gigante la sábana de mi cama...
Es tan triste... ¡Ay, cómo me duele por dentro! ¡Pero qué le
voy a hacer! No sé por qué Dios no me hizo el milagro de
que se me declarara Memo, después de que yo vengo
comulgando desde hace varios meses, específicamente
para lograr este milagro, pero ¡nada! ¿Qué le costaba?
Me siento vacía y a mis 15 años me siento amargada,
envejeciendo y muy frustrada. Yo sé que teniendo novio
todo cambiaría. Al menos alguien me querría. Todas mis
amigas tienen novio y yo nada. No sé por qué. Leo, me trato
de cultivar pues ya que soy tan fea, por lo menos que sea
interesante, ¿no? Quiero aprender también a cocinar, para
tener alguna gracia, por lo menos.
Hay amargura en lo que escribo, ¿verdad? Parece de
una persona de 40 años y no de 15. ¡Que espantoso! Creo
que jamás me casaré ni encontraré a nadie que me quiera.
Tal vez ese es mi triste destino. Soy una fracasada. ¡Estoy
harta! Toda mi vida ha sido lo mismo. Todo el mundo es
tan egoísta, todos me han defraudado. Soy fea, ridícula y
aburrida, a nadie le intereso, ¡me quisiera morir! Bueno, no
morir, pero sí dormir mucho, mucho y no despertar jamás.
¿Y qué es eso si no morir? Quisiera morir entonces.
Justo ahora empiezan las vacaciones y yo sin novio y
con todas mis amigas ocupadas y divertidas con sus novios.
¡Sola, sola, sola, aquí, encerrada como imbécil, viendo a mis
papás pelear todo el día!
¡Maldita sea! ¡Me gustaría no haber nacido! Me gustaría
169
no pensar, no sentir... secarme como una planta... ¿qué
objeto tiene mi estúpida vida? Ninguno.
Por si fuera poco, hace un rato acaba de haber un nuevo
pleito entre mi papá y mi mamá, discutiendo por cada
bobería que ni retrasados mentales discutirían por eso: Que
si la señora hizo mole, que si tienen que comprar sábanas...
claro, por eso empezaron. Yo estaba lavando los trastes
mientras ellos discutían allí mismo, después de cenar los
tres. Que si sale o no sale mi mamá, que si se va al cine solo
mi papá, que por qué no la quiere llevar con él y lo que más
me dolió fue esto que mi papá le dijo con un grito:
—¡¡Ya cállate el hocico, que un día de éstos te voy a dar
una bofetada!!
Sentí horrible, como algo muy, muy feo dentro de mi
pecho. Y quedarme en silencio, siendo un mudo testigo de
esta violencia, es horrible. Después yo me hacía la loca,
haciendo otras cosas en la cocina, para no irme de ahí y
dejarlos solos, porque pienso que andando yo cerquita,
como que se controlan un poco (aunque eso es sumamente
relativo). Finalmente mi mamá se subió a su cuarto
llorando y mi papá me empezó a hablar muy mal de ella,
que ella no sé qué, que ella no sé cuánto...
No sé quién tiene la razón, estoy muy confundida. Creo
que ninguno y a la vez creo que cada uno tiene un poco de
razón. Después de un rato, mi papá me empezó a decir que
cuando yo me casara, no fuera a ser como mi mamá (esto le
debe haber dolido mucho a ella) que fuera femenina, dulce
y que supiera manejar a mi futuro esposo. ¿Y eso cómo se
hará? Me pregunto yo.
Siempre he pensado que si me llego a casar, no quiero
cometer los mismos errores que mi mamá, lo que sí estoy
segura, es que nunca, pero nunca, voy a discutir tan grosera
y acaloradamente, menos delante de mis hijos, lo juro. ¡Qué
170
gente! ¡Ay, qué horror! Tuve que escribir porque no podía
llorar y sentía una cosa muy fea en el pecho que no me
dejaba respirar. Ahora ya me he desahogado un poco”.
Esos fueron algunos fragmentos de mi muy personal y
privado diario...
No sé si comenté sobre mi graduación de tercero de
secundaria. Estuvo bien... bueno, casi bien... Mi hermana
Mercedes, dulce y rescatadora como es, me hizo un
hermoso atuendo para el festejo en la escuela y la comida
posterior. Me hizo una hermosa falda larga de terciopelo
azul marino, con una blusa blanca llena de alforzas y una
banda azul pálido de seda en la cintura. ¡Me sentía tan
guapa ese día, algo realmente inusual! Me peinó muy
bonito y hasta me maquilló un poco.
Cosa rarísima, mi papá, por primera vez fue al evento
escolar junto con mi mamá. Yo estaba muy feliz. Y en el
salón, un rato antes de iniciar el festejo, nos leyeron la lista
de las niñas que habían calificado para aparecer en el
cuadro de honor y a las que mencionarían en especial frente
a toda la escuela... ¡cuál no sería mi sorpresa al escuchar mi
nombre entre el grupo de las niñas más aplicadas! ¡Yo ni
siquiera lo había considerado posible!
Así es que cuando salimos del salón, corrí al patio a
localizar a mis papás para comunicarles la buena nueva...
¡por fin mi papá podría estar orgulloso de mí!
Regresé a las filas y dio comienzo la ceremonia. ¡Estaba
yo tan emocionada! La directora empezó a nombrar a cada
niña destacada y todos le aplaudían. Desde el sitio donde
yo estaba, no le quitaba la vista a mi papá. ¡No quería
perderme su cara cuando me llamaran! Poco a poco, iban
pasando por su diploma correspondiente las niñas del
cuadro de honor... y aún no me nombraban... mi tensión iba
en aumento. Así, llegaron a la última, la directora agradeció
171
su presencia a los papás y terminó la ceremonia de
premiación... sin que nadie me llamara... allí estaba yo con
las manos vacías en medio del grupo elite de niñas con sus
diplomas y sus sonrisas... Me quedé perpleja, sintiéndome
como un estúpida fracasada... llena de pena y vergüenza al
ver la cara de desencanto de mis papás... Si yo ni contaba
con estar entre las más aplicadas, ¿para qué me hicieron
creer? ¡Qué humillación frente a mi papá! ¡Para qué le dije!
Finalmente, cuando fui a preguntar qué había pasado, la
secretaria revisó la lista y me dijo que había habido un error
al corroborar finalmente los promedios. Hubo una pequeña
equivocación. Yo tenía 8.9 y no el 9 necesario para salir en
el cuadro de honor... por eso no me nombraron
finalmente... Nunca olvidaré esa sensación frente a mi
papá, en el único evento escolar mío al que él asistió...
Si pudiera describir la sensación que tengo como
adolescente, en general en todos las aspectos de mi vida, es
fra-ca-so y desolación.
Me siento fea, tonta, sin valor, nadie me quiere
realmente, y si no me quieren mucho en mi casa, imagínate
afuera... seguramente siempre me pasará en las relaciones,
como me pasó con Memo... La vida la percibo como una
gran lucha, algo muy difícil. ¿Quién soy? ¿Para qué nací?
Quisiera tanto no estar...
Dicen que los 15 años es la “edad de las ilusiones” jajaja
¿Ilusiones?

Triste, muy triste,


Perla, quinceañera.

172
@mail de Margarita para Perla

ASUNTO: RE : CARTA 11
AL RESCATE DEL ADOLESCENTE INTERNO.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA
¡Ay, mi dulce Perla! Cuánta ternura me dio leer tu carta
y esos fragmentos de tu diario de quinceañera...
Ciertamente la adolescencia es una época donde se
“adolece”, se padece de muchas cosas... nos falta
autoestima, sentido de vida, claridad... Y sin duda, donde
ha habido un Niño Herido, se complica mucho más el
crecer y florecer. Si además le aunamos los cambios
hormonales y de crecimiento físico natural, tenemos
situaciones de exceso o falta de peso, acné, desproporción,
etcétera, lo cual no ayuda a la autoimagen.
Los adolescentes me recuerdan a los pollos, cuando
dejan de ser estas adorables “bolitas de plumas amarillas”
y aún no son ni gallos ni gallinas como tal... simplemente,
están desplumados y bastante desgarbados. No son lo que
fueron y aún no son lo que habrán de ser.
Puedo ver cómo seguía pesando en tu cotidianidad la
pésima relación de tus papás, confundiéndote en la
formación de tu esquema de relación de pareja como
jovencita hacia el futuro y la terrible desilusión al fallar este
primer amor no correspondido.
 Para Carl Jung,
el arquetipo infantil es el
símbolo de la
potencialidad pura que
aporta unidad y vitalidad
a la personalidad
consciente del adulto. 

173
Los fracasos y derrotas en esta época, sobre todo en lo
referente al amor, marcan una fuerte huella en esta
búsqueda de identidad. En tu caso, al pasar de largo tu
adorado Memo y fracasar en la expectativa de agradar a tu
papá, ejemplificada en este desafortunado incidente al no
aparecer en el cuadro de honor, fueron eventos que no
ayudaron a elevar tu autoconcepto, dañado ya desde su
formación, en tu niñez.
Es clara, por lo que escribes en tu diario, esta
desesperada búsqueda entre líneas: “Por favor, que otro me
ame, porque yo no me amo a mí misma”. NO TE
ENSEÑARON A AMARTE. Eso es un gran problema y es
más común de lo que uno pudiese imaginar.
Me imagino que hoy entenderás claramente que
después de tu historia de infancia, no tenías construido un
autoconcepto saludable, fuerte, es decir, no tenías
integrada una bue- na imagen de ti misma. Llegar así a la
adolescencia, es como “ponerse de pechito” para que los
eventos desafortunados de la vida te golpeen
inmisericordemente, hundiéndote más en el pantano de la
desolación. Se acrecienta el sentir de “yo no valgo, yo no
merezco” lo cual puede favorecer entrar una y otra vez a
relaciones de pareja conflictivas, violentas, abusivas, co-
dependientes, etcétera.
 Establecer
vínculos, significa
relacionarse y asumir
responsabilidades. 
Todo lo que hoy en día se da más, y más a menudo,
como son embarazos en las adolescentes, noviazgos
violentos, adicciones tempranas, etcétera, surgen en
personas que fueron niños muy heridos en su infancia y
que al empezar a entrar al ámbito de las relaciones en una
adolescencia cada vez más temprana, fácilmente cometen
174
graves errores, porque no cuentan con recursos internos para
construir límites seguros que les permitan protegerse a sí
mismos, simplemente porque no se aman ni se valoran y
cualquier otro que le haga sentir un poquito visto y amado
tendrá un gran poder sobre ellos, aunque el precio que
haya que pagar sea irse contra sí mismo, en su propio
perjuicio, poniéndose muchas veces en situaciones que van
de muy incómodas a trágicas e incluso mortales.
Hay que mencionar, también, que aun los jóvenes con
buena autoestima pueden, fácilmente, tomar decisiones
fatales o por lo menos irresponsables, debido a la manera
como va madurando el cerebro. Esto no tiene que ver con
la madurez emocional.
Hoy en día se sabe que la parte del cerebro que ejerce
las llamadas “funciones ejecutivas”, o sea, las funciones
que dan la orden final al tomar las decisiones, es
específicamente el lóbulo prefrontal. Este tejido cerebral es
el más sofisticado y complejo respecto a su arquitectura
neuronal, por lo mismo, es el último que madura. ¡Y
termina de madurar alrededor de los 25 años! Lo cual
implica que cuando le decimos a un adolescente algo como
—“¿Es que no piensas? ¿Cómo se te ocurre? ¡Qué
irresponsable! ¡Ya eres mayor de edad!”, y quisiéramos que
tuvieran una conducta madura, en realidad, el problema es
que tiene una limitación de falta de madurez prefrontal de
la corteza cerebral.
Si además, hay un terrible autoconcepto y una
desesperada necesidad de sentirse amado por otro,
tenemos una combinación explosiva que puede generar
resultados poco afortunados en esta difícil etapa.
Por ello, es muy importante hacerles saber esto a los
jóvenes para que valoren, consulten y piensen dos veces
sus decisiones y sus consecuencias antes de actuar
impulsivamente. El mejor consejo a un adolescente es:
175
“frénate un poco antes de decidir, concéntrate. Y si te es
posible consúltalo con la figura parental de tu preferencia”.
Para entender a un adolescente, es útil tener como
premisa de inicio lo siguiente:

El sentido último de la adolescencia es lograr adquirir


y consolidar una identidad consciente

Un grave problema para esto, es que la gran mayoría


proviene de familias disfuncionales y esto significa que:
como niños no tuvimos una formación completa del yo,
(mamá está triste, to- dos estamos tristes, expectativas, culpas,
etcétera) o sea, había un fuerte enredo familiar en lo que
respecta a las emociones, por lo cual, adquirir una propia
identidad en la adolescencia generalmente no es nada fácil.
Déjame decirte querida Perla, que me dio una enorme
ternura, una vez más, conocer de algunos otros de los
jirones de vida cuando empezabas a ser mujer, como:
Cuando adolescente enamorada de tu ídolo artístico,
asevera Perla, la joven- cita, que por supuesto, lo que ella
sentía “no era el vulgar amor hacia un ídolo, como todos le
decían, sino un amor auténtico, verdadero, de pareja, muy
serio y para siempre”... ¡Mi vida!
Esa es una clara instantánea de una adolescente...
Así es que me gustaría aquí describir algunos rasgos
esenciales del ser humano en su etapa adolescente,
independientemente de país, grupo social, raza, cultura o
tiempo. Porque al entender estas características, los padres
pueden dejar de tomar “personal” cuando sus adolescentes
se comportan de talo cual manera. John Bradshaw (19) nos las
ofrece en un claro acróstico, el cual yo te ilustro con algunos
ejemplos:

176
Características del Adolescente

Ambivalencia: “No toquen mis Barbies”, pero a la vez: “No


me trates como chiquita, ya soy una mujer,
pero no tiren mis juguetes”, “quiero
maquillarme y usar tacones”.
Distanciamiento de los padres: Su búsqueda de identidad les lleva a decir:
“No sé quién soy, pero lo único que sé es que no
quiero ser como ellos”.
Ocupación: “¿Y para qué seré bueno yo?”
La identidad del ego: Autoconcepto.
Exploración sexual: Se explica por sí sola.
Soledad: Necesidad fundamental de pasar grandes
ratos a solas para recrear un mundo propio
donde se exploren alternativas, gustos, de-
seos, dudas, descubrimientos.
Conceptualización: Filosofar sobre la existencia. ¿Por qué hay
miseria? ¿Hacia dónde va el ser humano?
¿Qué es el amor?
Egocentrismo: “Todo el mundo se fija en mí”. Para bien o
para mal.
Narcisismo: Producto de lo anterior, fundamental para
crear una identidad consciente.
Tendencias Es necesario hablar, escuchar, comparar,
comunicativas: compartir con los pares. En persona, por
teléfono, por internet a través de las redes
sociales.
Experimentación: “¿Qué pasa si...?” Esta necesidad lleva a cre-
cer, pero también a correr muchas veces gran-
des peligros.

177
Profundizando un poco en las características
menciona- das, el adolescente es ambivalente, esto quiere
decir que co- existen dos emociones o sentimientos
opuestos en él, que a veces quiere jugar con sus juguetes
infantiles y otras quiere salir de fiesta y fumar; o se muere
de la risa al ver las caricaturas y de repente está muy serio
ante las situaciones filosóficas de la vida. Quiere que mamá
lo apapache y le haga cariñitos y evoquen cuando iba a la
escuela y patinaba, y de repente dice “no me trates como a
un niño, ya no me des besos, ya soy grande”.
El distanciamiento de los padres, es decir, “no sé quién
quiero ser, pero no quiero ser como tú”. Recordemos que el
objetivo principal de la adolescencia es buscar la propia
identidad y por ello es necesario hacer a un lado de manera
natural la imagen tan fuerte de papá y de mamá, para ver
quién puede ser uno que no sea igual a ellos, así, buscando
la propia identidad se mete a un grupo, le gusta cierto tipo
de música, se corta o arregla el pelo de determinada manera
buscando cómo se siente mejor consigo mismo.
Le preocupa cuál va a ser su ocupación, a qué se va a
dedicar en la vida, para qué vino a la Tierra, cuál es su
misión.
Por supuesto, también hay un gran interés en la
exploración sexual, tanto fisiológicamente, a nivel
hormonal, como emocionalmente para descubrirse a uno
mismo en el otro. Este interés prevaleciente, puede llevar
muchas veces a que maestros o padres puedan generarle
culpa al adolescente por explorar su sexualidad, y si ese
adolescente tiene en su interior un niño muy lastimado en
ésta área, fácilmente puede caer en situaciones complicadas
e inadecuadas a temprana edad, como embarazos no
deseados, codependencia, enfermedades de transmisión
sexual, ejercer o padecer violencia en la pareja,

178
prostitución, confusión en la identidad sexual, etcétera.
 Palabras de
una adolescente: “Existir
es demasiado doloroso, es
como si yo sólo fuera un
saco de piel lleno de
lágrimas”. 

Hay también una gran necesidad de soledad, porque en


esos espacios es cuando el adolescente empieza a hacerse
muchas preguntas tales como: ¿Para qué estoy aquí?, ¿Qué
quiero? ¿Quién soy? ¿Hacia dónde quiero ir? ¿Qué pienso
sobre tal o cual tema? Estos espacios de fantasía, reflexión,
lectura, cuestionamiento, exploración, en- soñación, que
suceden a solas con uno mismo son extremada- mente
importantes en la generación del autoconcepto y de la
identidad consciente en esta etapa, por ello es necesario
como adulto, respetar y aún más, propiciar ese espacio que
es vital para el adolescente. Es muy importante
proporcionarle su pro- pio espacio privado, aunque sea
ínfimo, muy pequeñito, pero que sea íntimo y personal, que
no sea compartido con su hermanita de tercero de primaria
y su hermanito de cuatro años.
Su necesidad de conceptualizar, hace que empiece a
preguntarse mucho sobre la justicia, la situación social, la
política, la religión, la vida y la muerte, la amistad, la
traición, los valores, el amor, etcétera. Todo ello le dará un
marco de referencia sobre el cual comenzará a tejer sus
decisiones futuras.
Está muy centrado en él mismo, tiene un gran
egocentrismo y un gran narcisismo. Piensa que todos los
reflectores del universo están puestos sobre él cuando sale
a la calle. Por eso es muy susceptible y generalmente
inseguro.
179
Siente una gran urgencia de comunicarse
constantemente, con sus pares específicamente. Mayor
conexión con los pares, significa una proporción inversa
respecto a tener menor con- tacto con padres, hermanos y
abuelos. Necesita mayor distancia de padres y familia para
acercarse más a sus iguales, para en- tender y comparar qué
pasa en el mundo de sus relaciones e ir sacando así el
balance de quién es él mismo, qué le gusta y qué no, de tal
modo que pueda ir creando su identidad. Para cuando se
embarca en este azaroso viaje, ya lleva puestos dentro de sí,
heridas casi indelebles, valores o anti-valores bien
arraigados, junto con una descompensada e inmensa carga
de creencias limitantes, junto con una muy ligera y endeble
de creencias impulsoras. No son ingredientes sencillos de
manejar...
Finalmente, llega el plato fuerte del adolescente: la
experimentación. Esta ocupa un gran espacio energético
entre los adolescentes. Así como el chiquito requiere
experimentar continuamente a sus tres años, cuando
empieza a percibir una autonomía respecto a mamá y
piensa continuamente “a ver qué se siente” al subir una
barda, caminar por un pretil, brin- car desde alto, etcétera.
Así el adolescente piensa “a ver qué se siente al fumar, al
emborracharme o drogarme”, o “a ver que se siente tener
relaciones sexuales”, desafortunadamente esto es cada vez
más pequeños, porque hay esta necesidad de tener
experimentación constante.
Precisamente por esta urgente necesidad de
exploración es riesgoso este tránsito, ya que si en el interior
de este joven, hay un Niño Herido y muy lastimado, puede
ser demasiado doloroso el proceso de transitar por la
adolescencia y si, además, pasa por todo este periodo
siendo dirigido y formado por un padre que también está
lastimado en su Niño Herido, que quiere ser controlador,
180
grosero, impositivo, va a generar una adolescencia muy
difícil en ese chico. O una madre con su Niña Interna
lastimada, puede ser también una figura desestabilizadora
para un adolescente que necesita guía firme pero nutridora,
una figura protectora, que predique con el ejemplo, que sea
asertiva y amorosa.
Si el padre o madre son críticos, inconsistentes,
negligentes, consentidores o ausentes, sin duda le
generarán al adolescente nuevas heridas al chocar la
inmadurez y los rasgos propios de la adolescencia y
combinarse con las heridas internas de papá/mamá sin
resolver por ellos aún.
Los padres que crecieron con muchas heridas, así como
con creencias limitantes y antivalores integrados desde sus
orígenes, aportarán dinamita en su rol formativo de un
adolescente. La combinación puede ser letal, de generación
de conflictos, luchas de poder, resentimiento, enojo,
humillación, rechazo, dolor y mucha distancia, con esos
ingredientes se genera la violencia intrafamiliar, de género,
de sexo, de generación... La salida de la adolescencia será
como recuperarse de una enfermedad mal cuidada, que
presentará tendencia a la recaída, generando nuevos males
cada vez que una crisis se presente y, además, de manera
desordenada y casi sin saber cómo, perpetuar la especie,
convirtiéndose en padres formado- res de una nueva
generación... ¿no es escalofriante?
Es muy importante, en este punto, detenernos un poco
para comprender cómo va desarrollándose un ser humano
respecto a sus conductas psico-sociales.
Hay un mapa con una teoría del crecimiento muy
interesante la cual fue desarrollada por Erick Erickson. (20)
A través de este mapa podemos ir viendo cómo cada nueva
fase de desarrollo se asienta y articula sobre la anterior. Por

181
ello, si se parte de una falta de confianza básica, se irán
añadiendo sobre ésta las demás, tales como vergüenza,
culpa, dispersión, confusión, etcétera. Por el contrario, si el
bebé tiene una gran estructura de confianza básica, podrá
ir cimentando, posteriormente, la autonomía, y sobre estas
dos, la iniciativa, luego la aplicación, la identidad, etcétera,
así cuando llega la adolescencia, el chico podrá cruzar por
la dispersión, la confusión, etcétera, para finalmente salir
de este periodo con claridad sobre su autoconcepto y
abierto a la intimidad con una pareja. Cuando no es así,
como adultos no pueden aceptar un compromiso ni
rendirse a la verdadera manera de amar: con ingredientes;
con respeto, con ternura, con comunicación, con
reciprocidad. Nunca es tarde, sin embargo, saberlo desde
los 17 años PUEDE hacer una diferencia clave en la vida.

Teoría del crecimiento


(Mapa de desarrollo psicosocial)
Erick Erickson
Cada etapa se construye sobre la anterior y la incorpora

(Se empieza de abajo hacia arriba)

INTEGRIDAD vs. DESESPERACIÓN 60 años en adelante


GENERATIvIDAD vs. ESTANCAMIENTO 40-60 Adultez madura
INTIMIDAD vs. AISLAMIENTO 20-30 Adultez temprana
IDENTIDAD vs. DISPERSIÓN 13-20 Adolescencia
APLICACIÓN vs. INFERIORIDAD 6-12 Escolar

INICIATIvA vs. CULPA 3-6 Preescolar


AUTONOMíA vs. VERGüENzA 1-3 Maternal
CONFIANzA vs. DESCONFIANzA 0-1 Lactante
182
Este cuadro es tan importante para entendernos más a
nosotros mismos que me detendré un poco para ahondar
en él.
El niño cuando nace, no sabe qué esperar del medio
ambiente, no sabe si la ayuda le va a llegar pronto o no, por
lo que en este primer año de vida el niño empieza a
desarrollar la confianza básica para el resto de su vida, o la
desconfianza básica.
Cuando un niño esta mojado, tiene sueño, tiene hambre
y empieza a llorar, no tiene la menor idea si la ayuda le va
a llegar en dos minutos o en dos horas. El niño que sabe que
si llora lo van a atender pronto, empieza a desarrollar una
confianza básica. Sin embargo, si nunca sabe qué va a
pasar, si a veces llega pronto la ayuda o a veces no llega,
desarrollará una desconfianza básica, bajo esta
circunstancia, el niño al año de edad, aproximadamente,
está en situación de pensar: “estoy en un mundo un tanto
hostil, no sé qué esperar de él y tengo una desconfianza
básica hacia el mundo”.
Si el niño creció desarrollando confianza básica en su
primer año, entonces para el periodo entre uno y tres años,
irá adquiriendo autonomía, porque tiene confianza para
decir: “me puedo alejar y explorar, y ver que hay por aquí
y por allá y regreso y sé que va a estar aquí esta señora que
ya la empiezo a conocer como mi mamá”. Pero si adquirió
la sensación de desconfianza básica, será un niño que no
tolera perder de vista a su mamá porque entra en el alarido
más profundo y la mamá lo refuerza de alguna manera al
decir: “es que, si me ve que me voy no me deja ir y hace
berrinche, entonces ahorita que está distraído me le escapo
y me desaparezco”. Entonces el niño se sentirá desconfiado
y con vergüenza.

183
La segunda etapa de uno a tres años es autonomía, si
creciste con confianza o vergüenza si creciste con desconfianza.
Cuando el niño va al kinder, que ya está entre los tres y
los seis años, si tiene confianza y tiene autonomía, entonces
empieza a desarrollar la iniciativa. Por el contrario, si el niño
creció con desconfianza y con vergüenza, se siente con culpa
desde el kinder, son los chiquitos que ves que están atrás
de la falda de la mamá y te ven con desconfianza.
Precisamente aquí es donde estamos gestando las bases de
nuestro sistema emocional.
De tal manera que, de seis a doce años ya están en la
primaria los chicos, si hay confianza, autonomía e iniciativa,
es la fase de aplicación para adquirir nuevas habilidades. Si
hay desconfianza, vergüenza y culpa en esta etapa de primaria
va a ser inferioridad. Es ese niño que se queda solito
comiendo la torta en el rincón de la escuela.
Y llegamos a la adolescencia, más o menos, entre los 13
a los 20 años. Esta fase, nos dice Erick Erickson, es la fase
de Identidad vs. Dispersión, o salen de ésta fuertes o no van
a concretar nada, no van a cuajar nada. Entonces pican un
poco, copian al amigo que trae el pelo azul un rato, luego
copian otro estilo, no encuentran el sentido de identidad,
por que no tienen confianza, no tienen autonomía. Sus
bases están muy flojas y están muy lastimadas.
Se queda sin lograr una identidad en esta etapa que es
la de consolidar identidad y entonces se pueden tener 42
años pero seguir siendo un adolescente a nivel emocional.
No se ha logrado esta identidad, no ha logrado hacerse
cargo de sí mismo para curar sus heridas. Se siente con
vergüenza, con culpa, con inferioridad y le dice a la pareja
que lo hacer sentir mal.
La fase siguiente que es entre los 20 y los 30 años, la

184
adul- tez temprana, donde la disyuntiva es Intimidad vs.
Aislamiento. Si lograste una identidad puedes tener
intimidad con alguien, porque no tienes miedo de decirle:
“Yo soy esta persona”. Pero si no hubo esta posibilidad de
crear esta identidad hay un aislamiento, y es la mujer que
dice “pues mi marido es como una tapia, nunca sé que está
pensando, nunca me dice qué es lo que le pasa”.
Más adelante, entonces si hubo confianza básica,
autonomía, aplicación, iniciativa, identidad, intimidad... en
la adultez madura (40-60) se puede tener la fase de
Generatividad vs. Estancamiento.
Si no se tuvieron de niño o adolescente pero ha habido
compromiso para trabajar en hacerse cargo de resolver por
uno mismo esas carencias, entonces se florecerá en el adulto
que genera cosas, proyectos, realizaciones, crea una familia,
etcétera. O si no, si está con el camino de desconfianza,
vergüenza, culpa, inferioridad, dispersión, confusión,
aislamiento, etcétera. Lo que se cosecha en la adultez
madura es: estancamiento, donde se dice “¿Para qué?”, “Ya
no logré nada, no armé ningún juego, soy un perdedor, no
tengo nada”, “Yo quería haber estudiado tal”, “El marido
me abandonó” o “Tengo una relación muy mala con esta
mujer”, “Ya me corrieron de este trabajo, no pude hacer el
negocio que quería”. “Entonces estoy ahí estancado”.
“Mejor me enfermo para irme muriendo”...
De 60 años en adelante, la última fase es Integridad vs.
Desesperación. Es entonces cuando se va integrando todo y
te vuelves un “viejo sabio” y eres una fuente de inspiración
para los jóvenes. Sin embargo eso se da cuando ha habido
todo el proceso de crecimiento interno, porque si no,
después del estancamiento sólo está la desesperación y en
ese estado puede pasarse un anciano, los últimos 20 o 30
años de su vida vegetando, sintiéndose con desesperanza,
185
con frustración.
Si la persona se decide a trabajar para recuperar en
amor a su Niño Interior, a desarrollar este Niño de la
Guarda a trabajar su adolescente y de ahí las otras
herramientas que el Adulto necesita para hacer bien su
función de nutrir y proteger a los pequeños internos, al
final la recompensa, es la Integración de todo el Ser.
Cuando el Niño y el Adolescente Interno se siente cui-
dado y protegido por ti, adulto, puede decir: “Confío en
que tú me vas a nutrir, me vas a proteger, vas a hacer lo
tuyo, me vas a respetar, me vas a escuchar” y entonces, en
semanas, se puede hacer este recorrido desde su origen, por
el otro lado de los peldaños de lo que hemos estado
hablando. El Niño adquiere confianza básica por primera
vez y autonomía e iniciativa. Adquiere identidad cuando
se trabaja con el Adolescente Interno y puede comunicarse
en vez de aislarse en una relación de pareja, puede empezar
a generar proyectos y cosas que no se había atrevido a hacer
y pasa del círculo vicioso a este círculo virtuoso, cuando se
sana al Niño Interior.

186
Evoca... y contesta:

Desde tu Adolescente:
Me divertía cuando

No toleraba cuando
Adoraba cuando

Me aterraba cuando

Me deprimía al

Piensa aquí y ahora... y contesta:


De tu Adulto hoy en día:

Me divierto cuando

No tolero cuando

Adoro cuando

Me aterro cuando

Me deprimo al
¿De qué te das cuenta?

Recuerda: El Adolescente sólo se va a comunicar con


un Padre Nutridor-Protector con quien se pueda reír y
bromear, que confíe en su comprensión, que le dé
APROBACIÓN, SEGURIDAD Y APOYO. De tal modo, que
de nuevo, para rescatar al Adolescente Interno con un
autoconcepto frágil, es FUNDAMENTAL que desarrolles
esta fuerte figura interna, para que así, desde tu Adulto
Protector y desde tu Niño de la Guarda recuperado en

187
amor, rápidamente sanes.
¿Y cómo la desarrolló desde mi adulto, si no tuve
padres nutridores ni protectores? Busca, pregunta, escucha
acciones, busca actitudes de los padres de este tipo, en el
cine, en la tv, en los libros, en anécdotas, en tu entorno,
estúdialas, analízalas y rápidamente generarás nuevas
maneras de reaccionar desde tu Adulto para proteger al
Niño y al Adolescente.
Aquí me voy a permitir ejemplificar cómo actúa un
Padre Protector y Nutridor, de nuevo con mi querida
postgraduada quien nos comparte esta historia:

— Tenía 13 años cuando surgió la oportunidad de salir de


viaje con unos tíos. Me invitaron a la playa, pero mis papás
pasaban por una difícil situación económica. Yo en ese entonces era
una niña de ciudad y no tenía ropa adecuada para la playa, así que
estuve a punto de no ir. Pero mi mamá que no tenía el dinero para
ir a comprarme todo un guardarropa playero, no soportaba la idea
de que yo perdiera esa oportunidad para ir al mar y tuvo una
hermosa idea. Fue a comprar telas en pedazos (esos que se ponen
de oferta en las tiendas, los retazos), y me confeccionó varios shorts
y playeras para la playa. Yo fui feliz a la playa con ropa hecha por
mi mamá. ¡¡Recuerdo que me sentía muy orgullosa de portarla.
Hasta me hizo un coqueto bikini!!
— Tenía 17 años cuando entré a la universidad. Tuve la
grandiosa idea de organizar un congreso de comunicación y no sé
cómo logré la participación de varias personalidades del mundo de
la comunicación (directores de cine, productores de radio,
periodistas, etcétera). Pero había un pequeño detalle. Yo estudiaba
en Puebla y todos los ponentes vivían en el D. F. Les conté a mis
papás que me había comprometido en que un chofer iba a recogerlos
para ir a dar su conferencia a la universidad en Puebla. Estaba
metida en un serio problema, porque ni tenía chofer ni tenía el
188
dinero para pagar uno. ¡Por supuesto no tenía ni coche!
— ¿Y sabes qué hizo mi papá? Pidió unos días de vacaciones
en su trabajo y se hizo pasar por el chofer. Durante cuatro días
viajó a Puebla ida y vuelta para recoger a los ponentes, llevarlos a
Puebla a la conferencia y luego regresarlos a su domicilio en el
— D. F. Durante el trayecto me contó que los ponentes se
referían a mí como una niña con gran empuje por haber organizado
tal cosa. Incluso, ¡que tuvo la iniciativa y obtuvo los recursos para
contratar un chofer! El fue muy discreto y nunca reveló que era mi
papá. ¡Cómo lo admiré y se lo agradecí! ¡Me enseñó tanto con su
actitud amorosa y solidaria!

A.G.B.
¡Aprender a reproducir la esencia de esta conducta
desde nuestro Adulto, es fundamental! Un Padre
Nutridor/protector apoya, ayuda, permite crecer en
responsabilidad y conciencia, acompaña y guía con el
ejemplo. Eso es lo que nuestro Adolescente Interno necesita
del Adulto que somos hoy en día. Y proteger y nutrir a
nuestro Niño Interno, nos hará también ser mejores padres
de nuestros hijos en esas etapas. Lo que se interpone entre
tú y tu Paz Interna son tus heridas de infancia y
adolescencia, que tapas con máscaras. Date cuenta que ya
no las necesitas si tu Niño y tu Adolescente tienen al Adulto
que lo nutra y proteja.
Cuando vemos un adolescente muy rebelde, agresivo o
depresivo es que ahí dentro hay un niño muy maltratado y
muy vulnerable.
 Tu ser
adolescente es la forma
que adoptó tu niño herido
al comenzar su vida
adulta.

189
Si tu niñez fue difícil y hubo heridas importantes, en el
adolescente se van a ahondar estas heridas. Recordemos lo
que John Bradshaw dice:

Un niño herido puede ser una fuerza devastadora


en la adolescencia.
El niño, como ya he mencionado, no tiene consciencia
de lo que es el abuso y va creciendo como una semillita
debajo de la tierra, con heridas, lastimaduras,
resentimientos, confusiones, y cuando a esa semillita la
naturaleza le dice “es hora de que abras y que salgas de la
tierra”, sale el adolescente como una fuerza devastadora
que puede ser tremenda y ser alguien rebelde, agresivo,
puede fácilmente caer en drogas o en situaciones de
conductas antisociales, o tomar fatales decisiones, etcétera,
porque trae heridas importantes de su niñez sin resolver.
Y un tema muy preocupante hoy en día, es el alarmante
incremento de la violencia en el noviazgo. Tanto agresor
como agredida están actuando así principalmente como
resultado de sus heridas emocionales de infancia y su
inconsciencia, y por- que lo han visto entre sus padres en
muchas ocasiones. Y lo peor es que así continúan, se casan
y tienen hijos…
En el 2011, el Instituto Mexiquense de la Juventud dio
a conocer estas tremendas cifras: 9 de cada 10 mexicanas de
entre 12 y 19 años de edad han sido agredidas durante sus
noviazgos, y de ellas solo 5 están conscientes de ello, pues
muchas no identifican la violencia como tal, sino creen que
es natural que en una relación se llame a todas horas, se
controle, se grite e incluso se golpee “jugando”. Entre las
que admitieron la violencia, lo más común fueron los gritos
190
y los insultos (un 51%) Pero 15% aceptó que había ya golpes
en su relación. Años atrás era raro este tipo de conductas
en el noviazgo. ¡Esto tiene que parar! (ver el
“Violentómetro” http://www.inmujeres.gob.mx/
images/stories/carrusel/violentometro.pdf )
Aquí me gustaría pedirte que hicieras un dibujo de tu
paisaje interno...

191
Dinámica. Dibujo del Paisaje Interno

Dentro de ésta silueta pinta un paisaje... tu propio


paisaje interno... ¿qué paisaje interno era el que había en tu
adolescencia?... ¿era un muro? ¿se sentía como fuego en la
garganta? ¿era un gran desierto? ¿cómo era el paisaje en
que habitaba internamente tu adolescente? ¿ cómo sentías
que era el espacio que había dentro de ti?

192
Realmente, querida y valiente Perla, has hecho hasta
aquí un maravilloso recorrido, atreviéndote sólo a hacerlo
con la guía de mis cartas y algunos audios. Has sido
“enfrentadora” y por eso me llena de gusto y orgullo sentir
claramente tu avance... Yo siempre he pensado que el
mundo se divide en dos tipos de gente: los que enfrentan y
los que no enfrentan. Los primeros aceptan los retos y
crecen con ellos. Los segundos se pasan la vida escapando
y huyendo de aquello que temen enfrentar. Y en la huida
va implícita la penitencia. Tú, Perla, eres enfrentadora. Has
llegado ya hasta aquí... Practica las herramientas que te he
dado, practica, y vuelve a practicar, una y otra, y otra vez,
hasta que ya sean un completo hábito de vida en ti.
¿De acuerdo?

Un abrazo,
Margarita

193
Perla leyó la carta de respuesta de Margarita y se quedó perpleja un
buen rato, comiendo sin cesar algunas semillas y nueces, que tomó de
un antiguo frasco de cristal azul cobalto, que reflejaba bellamente la
luz del sol... mordisqueaba los pistaches cual nerviosa ardilla,
pasando su mirada una y otra vez por las hojas del texto...
Internamente se empezaba a dar cuenta, por primera vez podía,
claramente, poner en contexto sus heridas de adolescencia mano a
mano con sus heridas originales de infancia... Sentía una explosión
en su interior... Entendía con el sentimiento, ahora, de repente, el
papel de su adolescencia en la creación de su autoconcepto y en sus
decisiones adultas en base a sus creencias limitantes... Empezaron a
pasar como flashazos, muchas imágenes de ella a sus 12, 15, 17, 20
años... De repente, muchas cosas comenzaron a tener sentido...

@mail de Perla para Margarita

ASUNTO: CARTA 12. EL DARSE CUENTA


¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Qué quiero ser? ¿Quién
quiero ser? ¿Para qué he venido yo aquí, a esta vida, a este
planeta, a este tiempo y espacio, a esta familia, a este
cuerpo...? Esto es algo que me he venido preguntando
desde niña, sobre todo, y cada vez más, desde adolescente...
Y hoy, Margarita, aquí y ahora, me estoy dando cuenta...
Hoy quiero escribir esta carta no desde mis recuerdos, sino
desde mi darme cuenta. Evoco tu frase “no podemos cambiar
aquello de lo que no somos conscientes” y me doy cuenta
todo lo que me ha servido aprender a usar las herramientas
que me has ido compartiendo.

194
Desde que integré en mi vida el respetar y amar a mi
Pequeñita Interna y a mi Adolescente Interior, estoy
entendiendo muchas de mis heridas, autocurándomelas
desde mi Adulto Nutridor y Protector, disfrutando el tener
los regalos del Niño recuperado en amor que hace mi vida
más alegre, más creativa, más espiritual. Gracias.
Entiendo ahora por qué envidiaba ser un refrigerador,
sé por qué durante mucho tiempo deseé morir, por qué
escogí una pareja inadecuada, por qué aún no tengo del
todo claro mi proyecto de vida y a veces me confunde el
cómo ser buena mamá... hay tanto trabajo por hacer, y hoy
sé el camino a recorrer... estoy segura que nos volveremos
a contactar más adelante, querida maestra y amiga.
Mientras, habré de incorporar todo lo aprendido, para
sanar y fluir en el día a día y estar lista entonces para ir por
más herramientas ahora para mi adulto, supongo yo, ¿no?
Dime Margarita, ¿y ahora qué sigue?
Agradezco todo lo que he vivido, ya no lo lamento ni
me victimizo, porque eso, justamente, es lo me ha traído
hoy aquí, a ser lo que ahora soy. Mi pequeña Perlita está
conmigo, se siente feliz, segura, amada, está ya protegida.
Juntas estamos sanando también a la Perla jovencita, a la
adolescente tan tímida e insegura. Pronto la veremos
florecer también, lo sé. El verdadero sendero con sentido,
apenas comienza... Gracias por contestar mis cartas, y
acompañarme en este recorrido, en este camino de la
búsqueda.

Con gratitud,
Perla, brillando ya por derecho propio...

195
Margarita terminó de leer esta carta de Perla, sintiendo
claramente que se estaban despidiendo, por lo menos, por algún
tiempo... Y no pudo evitar sentir nostalgia por el porvenir... iba a
echar de menos recibir sus cartas y el reflexionar de inmediato para
con- testarlas... Sin embargo, era deliciosa la sensación de
satisfacción y felicidad al ver los grandes avances de Perla en unos
cuantos meses de trabajo, y lo más increíble, ¡a distancia! ¡Estaba tan
contenta por esta valiente y amorosa joven mujer! Sabía, sentía,
claramente que su vida iría en abundancia del bien, en expansión...
Cuando se está alineado en la LUZ, y se hace el recorrido para crecer,
no hay duda:

Se puede transitar por la vida con paz interna y plenitud.

Perla era una persona más en crecer al usar las herramientas


para Ser Mejor Ser... pero siempre sería la primera en haberlo hecho
a distancia... sonrió... sintió un poco de frío, se puso un suéter y
encendió la chimenea.
Estar frente a la Naturaleza, viendo el verdor de la montaña a
lo lejos, observando el correr —como venas en un cuerpo— de
pequeños caminos de agua que se deslizaban por los cristales de las
ventanas, mientras del cielo gris acero caía una intensa lluvia de
verano, era realmente hermoso. Sintió oleadas de gratitud hacia la
Vida, aquí y ahora... Después de un rato, se preparó un té, puso una
maravillosa música, —Eleni Karaindrou— y se sentó frente a su
pequeña Mac a escribir.

196
@mail: último correo de Margarita para Perla

ASUNTO: RE: CARTA 12


LAS NUEVAS HERRAMIENTAS POR ADQUIRIR. DESPEDIDA.
SALIENDO CON UNA IDENTIDAD CONSCIENTE Y GOZOSA

¡Ay, mi querida y dulce Perla! ¡Sí que te voy a extrañar!


De verdad que en este tiempo, leer tus cartas y reflexionar
para comentarte respecto a cada una de ellas me ha servido
mucho, pues finalmente he aterrizado por escrito lo que he
dado oralmente por tanto tiempo. La gente me ha
preguntado en infinidad de ocasiones si tenía algo escrito.
Esto es lo prometido, porque me parece Perla, que
ciertamente, como me lo planteaste desde nuestro primer
contacto, a través de este intercambio de correos
electrónicos que hemos tenido por una temporada
podemos acompañar a tantas y tantas personas que estén
también en un proceso de crecimiento de conciencia y de
una búsqueda interna. Ese sería mi mayor deseo...
 Tener
recuperado en amor al
Niño y al Adolescente
Interno, da una fuerza
excepcional al desarrollo
de la personalidad y una
gran ventaja para el
crecimiento como ser.

Pues déjame decirte, hermosa Perla, que para ir


cerrando estas reflexiones sobre la fase de la adolescencia,
quiero que recordemos una vez más cuál es el sentido de la
adolescencia: lograr adquirir y consolidar una identidad
consciente.
El adolescente está entonces, justamente, inmerso en

197
ese proceso. Por eso muchas veces y casi de repente, se
retraen, critican o ponen distancia con sus padres. Y si los
padres tienen a flor de piel todas sus heridas de infancia y
adolescencia aún sin sanar, este rasgo de su hijo
adolescente lo van a tomar de modo muy personal y se
sentirán agredidos, iniciándose una triste lucha de poder
donde todos pierden.
Se empiezan a generar círculos viciosos. Si el
adolescente está recibiendo siempre a un papá crítico que
le dice a todo lo que el chico piensa, siente, hace, que es
horrible, entonces el adolescente obviamente toma el
campo de batalla también y hace más lo que le molesta al
papá.
Si el papá no tiene reincorporado en amor a su Niño y
a su Adolescente Interno, le parecerá una enorme grosería
que el hijo no quiera parecerse a él y que lo enjuicie
constantemente. Es el Niño y el Adolescente herido del
papá que en su interior tiene un grito de “¡¡QUIÉRANME,
POR FAVOR!!” Y siente rechazo del adolescente, lo toma
personal y ejerce control con el poder, pensando: “ahora me
desquito y no te dejo ir, te critico, te amenazo, te castigo, te
rechazo”. Empieza a alejarse cualquier posible
comunicación que haya podido haber el entre ambos. Eso
es muy triste, porque el adolescente se queda sólo en un
periodo de confusión. Y sus heridas de infancia se ahondan
más aún...
 Adquirir y
consolidar una identidad
consciente, es el sentido
último de la
adolescencia.

198
Por eso digo que la pieza clave, la pieza número uno
del dominó que hay que tirar para que todas las demás
fichas comiencen a caer en cascada es:

Rescatar y trabajar con tu Niño Interior


Recuerda que una vez que ya rescataste a tu Niño
Interno, es necesario cuidarlo lo suficiente para impulsarlo
a que se convierta en el Niño de la Guarda, entonces hay
que recuperar en amor también al Adolescente Interno, de
tal modo que cuando trabajas y te unes en conciencia a
ambos, lo que se genera es lo que llamo una forma de
santísima trinidad.
Se unen finalmente tu Niño, tu Adolescente y tu Adulto
lográndose una integración del ser. El Adulto deberá
empezar, ahora, a adquirir e incorporar muchas otras
herramientas para tener mayores recursos internos que le
permitan ir siendo más y más congruente y maduro,
protegiendo y nutriendo desde allí al Niño y al Adolescente
Interno y no sólo eso sino también enriqueciendo a todo su
entorno con un mejor ser humano.
¿Qué es lo que tenemos que hacer en concreto para
rescatar al Adolescente Interno? Fundamentalmente, lo
mismo que se hizo para rescatar al Niño Interior, ir a ese
calabozo por el Adolescente pero ahora con una ventaja, ya
no se va solo sino que se va en compañía del Niño de la
Guarda.
Hasta este punto es lo que hemos visto y trabajado a
través de nuestras cartas. Es hora de detenernos aquí para
que esto que has aprendido y aquello de lo que yo espero,
te estés ya dando cuenta, vayas y lo practiques, lo pruebes,
adquieras maestría en su uso y lo integres a tu ser, cada día
de tu vida, hasta que sea parte inherente de ti.

199
Me preguntas en tu carta que ahora ¿qué es lo que sigue?.
Lo que sigue, por lo pronto, es incorporar en ti las 12
herramientas del Bloque 1 del Método Ser Mejor Ser que
hemos visto hasta aquí, a través de nuestras cartas:

200
Bloque 1 y sus herramientas:

— Rescate del Niño Interior


1. Apapachar a tu Niño Interno
2. Hacer lo tuyo
3. Darte cuenta de tus Creencias Limitantes

— Del Niño Herido al Niño de la Guarda


4. Activar a tu Padre Nutridor
5. Activar a tu Padre Protector
6. Neutralizar a tu Padre Crítico
7. Validar a tu Niño vulnerable
8. Validar a tu Niño enojado

— Los Regalos del Niño de la Guarda


9. Activar a tu Niño Creativo
10. Activar a tu Niño Espiritual
11. Activar a tu Niño Juguetón

— El Adolescente Interno
12. El Paisaje Interno. Tomar conciencia de la
decisión personal para cambiar este panorama
aquí y ahora, y usar todas las herramientas
anteriores para rescatar al Adolescente herido.

201
Después, un poco más adelante, lo que habrá que hacer
es construir nuevas herramientas para el adulto y
desarrollar la destreza para usarlas. Ese es el:

Bloque 2, y sus recursos a crear:

— Comunicación Efectiva y Manejo de Conflictos


Aprender lo básico sobre la percepción, el no-
juicio, lenguaje no verbal, escucha efectiva,
aprender a negociar.

— Manejo de Emociones con Inteligencia Emocional


Para empezar a ser más consciente de cómo
manejar las emociones como enojo, miedo y
tristeza, tener más empatía y mayor conciencia de
lo que pasa en el mundo interno.

— La Ciencia de la Felicidad
Conocer los cinco componentes que conforman la
felicidad y aprender a desarrollarlos, descubrir tus
fortalezas y trabajar en tus debilidades para crear
un personalidad más carismática y ser más feliz

202
Bloque 3 y sus herramientas:

— Relaciones de Pareja
La mujer piensa que esta con un hombre, el
hombre piensa que está con una mujer adulta, y
en realidad, los dos están con sus niños y con sus
adolescentes internos a flor de piel en las
discusiones y en los jaloneos de la relación de
pareja.

— Sexualidad Sagrada
Los principios del Tao del Amor. Disfrutar de la
sexualidad libremente es imposible hacerlo, si el
Niño se siente avergonzado, culpable, sucio con
toda la autocrítica de las creencias limitantes
absorbidas puestas por un padre crítico. Desde el
Niño Juguetón y el Niño Espiritual, se llega a la
sexualidad sagrada.

— Escuela para Padres


Aprender a manejar disciplina, responsabilidad,
autoestima y amor con los hijos, pudiendo ser un
Padre Nutridor/Protector, que es lo que un hijo
necesita para crecer lo mejor posible.

203
Bloque 4 y sus herramientas:

— Cerebro, Energía y Cambio


Entender cómo funciona el cerebro, para poder
cambiar tus creencias limitantes, aprender a usar la
energía de tus pensamientos, la visualización y la
palabra.

— Cerrar ciclos, soltar y dejar ir


El dolor dura hasta que la lección se aprende. En
cuanto entiendes el mensaje, ya no es necesario seguir
sufriéndolo. Fundamental aprender a soltar apegos.

— Sentido y Proyecto de Vida


Cuando el adulto es el que ya está en control y no el
niño lastimado, puede ver las alternativas que tiene,
cuál es su misión. Así se pueden integrar todas las
herramientas juntas para vivir en mayor plenitud,
siendo más congruente a todos niveles.

204
El Niño Interior ya no tiene el límite temporal-espacial
del niño físico que tardaste en crecer 12, 14, 16 o 18 años
hasta tu adolescencia. El Niño Interior está en otra
dimensión que no es la del tiempo ni el espacio físico.
Por tu historia, necesitas como adulta hacerle sentir a tu
Niña Interna, pura adoración. Pues recuerda que muchas
veces junto con el amor de nuestros padres,
desafortunadamente cargamos también con la energía
difícil de sus propias historias de vida —de ellos y de los
ancestros— y entonces cada nueva generación padece un
destino impregnado de tristeza, confusión o miedo
existencial. Sin embargo, a pesar de ello, creo que debes de
reconocer el extraordinario trabajo que has hecho al
rescatar en amor a tu Niña Interna. Ahora están listas para
volar juntas.
Quiero darte un último regalo y éste es compartirte
algo que aprendí de mi maestra energética, la guía y
sanadora Inna Segal, referente a los arquetipos del Niño
Interior:
“Los arquetipos son estructuras de pensamiento que vienen del
inconsciente colectivo. Lo que hace un arquetipo es alertarte de los
patrones de tu psique, algunos de ellos negativos o destructivos, y al
hacer esto consciente puedes transformarlos en patrones sanos”. (21)

Mucha de la energía no procesada de ansiedad, miedo


o tristeza que vivimos como adultos, se mantiene en el
arquetipo de tu Niño Interior, hasta que lo rescatamos en
amor.
Inna Segal nos dice que nacemos con uno de estos
arquetipos, y por lo tanto a lo largo de nuestra vida siempre
tendremos activo uno de éstos cuatro, con una gran
diferencia: al sanar al Niño Interno, el arquetipo brillará
desde su lado de luz, en vez de tener activado su lado de
205
sombra —como siempre está mientras no lo sanamos—
entonces encender en consciencia éste lado de luz será una
de nuestras mayores fortalezas como adultos.
Recomiendo muchísimo aprender con Inna Segal todo
su gran conocimiento energético para nuestra sanación, ya
sea a través de sus libros o cuando llega a enseñar en
algunas de sus giras. (22)
En el siguiente recuadro, vemos lo que ella nos
comparte sobre los arquetipos del Niño Interior en su lado
de Luz y de Sombra:

Arquetipos del Niño Interior

El Niño Abandonado:
— Sombra: Se siente desubicado, solo, aislado y rechazado, no
aceptado ni comprendido. Siempre busca aprobación
externa y duda de sí mismo.
— Luz: Se siente independiente, valiente y dueño de su vida.
Compasivo frente a otros. Será libre y creativo y amará sin
temor a ser lastimado.

El Niño Herido:
— Sombra: Similar al Niño Abandonado, pero ahondando en
sus sentimientos de víctima. Tal vez padeció golpes,
abusos y traumas. Culpa a otros por sus dificultades y
considera al mundo un lugar peligroso y difícil. Suele tener
relaciones disfuncionales.
— Luz: Igual que el arquetipo previo, desarrolla valor,
compasión y perdón, aumentando su generosidad y una
vocación de servicio ayudando a otros a sanarse a sí
mismos.

206
El Niño Rebelde:

— Sombra: Se rebela ante las normas y el orden establecido y


siente que no encaja en ningún sitio. Le es fácil meterse en
problemas y quizá agredir.
— Luz: Puede transformarse en un innovador, expandir
límites y ser muy creativo. Moverá montañas para lograr
sus objetivos y sueños. Abierto.

El Niño Divino:

— Sombra: Puede ser depresivo, siempre triste, con fatiga,


letargo o apatía. Duda de poder alcanzar sus sueños, como
si hubiera perdido la fe.
— Luz: Cree en los milagros, está lleno de creatividad,
inspiración e ideas maravillosas. La vida le parece llena de
magia y se conecta fácilmente a la Inteligencia Superior, al
Amor Divino y a su sabiduría interna.

Mi querida Perla... estamos llegando al final de esta fase


de nuestro recorrido juntas. A través de nuestro
intercambio de correos electrónicos, te he compartido
algunas herramientas clave para recuperar en amor a tu
Niña y también a tu Adolescente Interna... Ojalá sigas en
contacto amoroso con ambas, respetando qué es hacer lo
tuyo, dándote cuenta de todas tus creencias limitantes para
transformarlas y actuar en consecuencia, apapachando
constantemente, despertando al Padre Nutridor-Protector
en ti, apagando la voz del padre crítico interno... haciendo
todo esto, has ido viendo cómo te recuperas de tus heridas
de infancia y de adolescencia, no en años, sino en semanas.
Es una maravilla, un regalo de la vida, por- que es para
siempre. Espero lo sepas valorar, integrando estas
207
herramientas a tu vida y nunca jamás permitiendo que
vuelvan al calabozo tu Niña y tu Adolescente Interna, por
favor.
Un abrazo amoroso, gracias por tu empuje e interés,
pues sin la tarea que me diste al enviarme tus cartas, no me
hubiera hecho el tiempo para escribir todo lo que me hiciste
reflexionar, sintetizar, dar forma por escrito a mucho de lo
que es mi diario compartir. Si en algún momento nuestras
cartas son leí- das por otros más que tus ojos, querida Perla,
le deseo a cada ser que nos acompañe a ti y a mí en este
recorrido que hemos construido juntas, que le sea útil en
sus propios procesos de búsqueda para simplemente...

SER MEjOR SER...

Hasta siempre,
Margarita Blanco

Perla sintió un nudo en la garganta cuando leyó este último


mensaje de Margarita. Su mirada se humedeció por la emoción.
Clara- mente se daba cuenta que era un ciclo que hoy se cerraba...
y cerrar ciclos siempre conmueve. Con el gesto decidido de quien
da un paso hacia delante y suelta, cerró firme y lentamente su
computadora al terminar de leer esta carta final. Por unos
minutos, se quedó absolutamente quieta, abstraída viendo hacia
la lejanía, mientras sonaba la melodía Kothbiro, de Ayub Ogada,
música africana universal, que habla de tierra, de esencia, de
raíces en lo humano que se extiende a lo celestial...
Intempestivamente, de un ágil movimiento Perla se incorporó,
jaló su bolsa, tomó sus llaves y salió a caminar, cerrando la puerta
tras de sí...

208
Dejó que sus pasos la guiaran, sin tener un rumbo fijo ni un
propósito determinado por un largo rato... hasta encontrarse
recorriendo las hermosas y coloniales callejuelas empedradas del
centro de su pintoresca ciudad. Se sentó frente al jardín a tomar
un café, en compañía de sí misma... en la mejor compañía con
quien pudiera estar, ahora lo sentía con claridad. Era tan delicioso
saber diferenciar dentro de su diálogo interno la voz de Perlita
Niña y la de Perla Adolescente, y ser ella misma a la vez,
hablándoles y escuchando con ternura y alegría a ambas... era
sentirse finalmente en paz... acompañada y amada por ella
misma... y eso... simplemente hacía toda la diferencia en su
existencia, aquí y ahora... ¡respiró profundamente y se expandió
en gratitud!
Repentinamente, escuchó unas carcajadas gozosas que pasaron
veloces frente a ella, como pájaros que gorjearan y revolotearan
frente a ella. Generando las carcajadas venía una bandada no de
pájaros, sino de pequeños chiquillos correteando, uno, y otro, y
otro más... un pequeño manojo de energías cargadas de risas,
gritos, carreras, bromas, juegos, alegría, intensidad, pasión,
fluidez, irreverencia, espontaneidad, de pequeños entre unos tres
y ocho años de edad, tanto niños como niñas, jugando en el zócalo,
trepándose al kiosco, correteando a las palomas, mojándose hasta
los codos en el agua de la fuente...
Perla regresó a su pensamiento anterior y sonrió hacia ella
misma, reconociendo que ahora ella misma también podía volar,
ligera, como esas aves cantoras, como ese grupo de chiquillos. Se
dio cuenta que en su proceso de encuentro y sanación interna se
había recuperado en amor a ella misma, verdaderamente y para
siempre... eso era hermoso, muy poderoso... sonrió... inhaló y
exhaló tres veces, en conciencia, profunda y suavemente,
sintiendo poco a poco como si se fundiera en un planeta de fuego,
quedando en ella sólo un inmenso sentimiento de victoria y
gratitud... de felicidad y plenitud...
209
Pagó la cuenta, tomó su bolsa y echó a andar, metiendo las
manos en sus viejos jeans, no sin antes detenerse a comprar un
algodón de dulce mientras su negra y larga cabellera era revuelta
por el aire juguetón de un hermoso y tibio atardecer de octubre,
en aquel rincón de esa bella provincia mexicana.

R esumen
Recuerda aplicar cada día y por el resto de tu vida, las
herramientas que hemos visto hasta hacerlas parte de tu
manera de ser, de modo automático.
No olvides que después de haber rescatado en amor a
tu Niño Interno, es fundamental “ir a la búsqueda” del
Adolescente Interno, quien sin duda, estará muy feliz de
ser recuperado por ti, como lo fue tu Niño.
El Adolescente sólo va a comunicar con un Padre
Nutridor con quien se pueda reír y bromear, que confíe en
su comprensión y que le dé aprobación, seguridad y apoyo
in- condicional.
Lo que se interpone entre tú y tu paz interna son tus
heridas de infancia y adolescencia, que tapas con máscaras
pero te lastiman igual.
Date cuenta de que ya no las necesitas si tu Niño y tu
Adolescente tienen al Adulto que lo nutra y proteja.
Te pido nuevamente que para terminar, reflexiones y te
preguntes:

210
Hoy tienes las claves para vivir tu vida con mayor paz interna y plenitud.

Ahora ya entiendes por qué:

LA EVOLUCIÓN ES UNA CUESTIÓN DE ESFUERZO PERSONAL

211
CUENTO
El recorrido de Elser y Eladul

T e gustan los cuentos? A mí sí... Déjame contarte una


bella historia:

En el comienzo...
Había un lugar remoto y muy pero muy pequeño, y allí, en ese
espacio reducidísimo un buen día sucedió un milagro... sin saber muy
bien cómo, dos células distintas se encontraron...y cuando estuvieron
cerca, una tomó a la otra, entró, la conquistó y la penetró para crear
magia entre ambos... brillantemente ganó su dominio por encima de
millones de aspirantes... sería por algo...
La alquimia se inició de inmediato... Y de dos, pasaron a ser a
cuatro, ocho, dieciséis células... así fueron agrupándose hasta con-
formar un embrión con una forma levemente humana, apenas
distinguible, y sin embargo, más pequeño que el tamaño de un frijol,
y así de ínfimo, tiene ya un pequeñísimo cerebro que empieza a
funcionar. Este cerebro básico será el cerebro de la supervivencia, del
instinto de la supervivencia... por lo tanto... muy pronto empieza a
percibir y siente la amenaza de no ser bien recibido, su vida peligra
en ese ambiente donde hay gritos, llanto, desazón...por supuesto,
pasarán muchos años antes de tener idea de quién es él... ahora es sólo
un grupo cada vez mayor de células inteligentes que PERCIBEN...
213
que sienten la amenaza a su sobrevivencia... y ESA HUELLA
QUEDARÁ EN LO MÁS PROFUNDO DE LA MENTE DE ESE
SER, ahora al inicio de su existencia....
Finalmente, nació y después de muchas peripecias e infortunios
que ahora no vale la pena narrar, este pequeñito llamado El ser. Sin
embargo, el pobre niño vivía muy triste porque llevaba ya un
larguísimo tiempo abandonado en un calabozo, oscuro, húmedo,
frío...A veces le llegaba algún cuidado, pero apenas le bastaba para
sobrevivir tenía raspones, magulladuras, diversas heridas que
incluso supuraban. Su vida era de desolación, nada le podía dar
alegría ¿Y cómo podía estar alegre? ¡El ser estaba tan desamparado!
Sentía alternadamente y todo a la vez: coraje, miedo, soledad,
angustia, enfermedad, hastío, depresión, indiferencia, dolor allí está,
solo, viviendo su triste destino… como un náufrago donde nadie
puede verlo, nadie está cerca para escucharlo…¡está completamente
solo y necesita tanto amor!
Por otro lado está por allí Eladul, un señor de mirada triste,
gruesos anteojos y ceño adusto, aunque con una dulce sonrisa. Hoy
es un momento especial. Ha decidido emprender un difícil viaje, pues
se enteró de un dulce pequeñito que está abandonado y encerrado en
un calabozo putrefacto. Ha decidido ir a su rescate, pues esa criatura
fue alguien muy cercano en su vida, tiempo atrás.
Y de repente, de un modo extraño, un día como cualquier otro,
el pequeño Elser escucha el crujir de una oxidada pequeña esclusa de
hierro en la parte superior de este inhóspito cuarto oscuro donde vive
Entra un chorro de luz, aparece la mano de un adulto y se escucha
una amable voz que le pide ir a platicar con él. Elser se atreve a ir
porque reconoce esa voz. Es alguien muy cercano a él, simplemente
han estado muy olvidados el uno del otro.
Sale y se sienta a platicar con Eladul, quien es realmente tan
atento, amoroso, dulce, solícito, fuerte, simpático... a Elser le da con-
fianza, con ningún otro podría abrirle su corazón como con él... así,
poco a poco y por largo rato, se permite dejar fluir todo lo difícil que

214
ha sido estar encerrado y olvidado por tanto tiempo, con todas esas
heridas y sintiéndose tan mal... deja salir sus dolores, añejos y pro-
fundos como un río al fondo de un barranco... y Eladul lo escucha, se
conmueve, y simplemente conteniéndolo, reconforta al pequeñito, lo
abraza dulcemente y lo hace sentir amado... ¡Lo que siente Elser,
rescatado de ese oscuro calabozo es simplemente indescriptible...!
Y lo mejor es cuando escucha a Eladul decirle muy quedito y con
inmensa ternura:
—Mi pequeño Elser, la era del calabozo se terminó, ya nada te
faltará, empezando por el amor. Desde hoy y para siempre mientras
yo viva, te lo prometo: Seré tu padre y tu madre. ¡Vivirás como
príncipe. Protegido y nutrido amorosamente. Siendo también
defendido por mí, de cualquier abuso, ofensa o insulto que alguien de
allá afuera se le ocurriera hacerte, mi pequeño!, le dice.
—¿Me cuidarás de dragones malignos, de tormentas y rayos, e
incluso de tu olvido hacia mi nuevamente?, pregunta con gran
expectativa el pequeño Elser.
—¡Sí, mi criaturita, lamento este olvido, pero te prometo que
nunca más! ¡Verás que protegeré, te nutriré, te apapacharé
defendiéndote amorosamente por siempre! ¡Elser cree estar soñando
mientras abraza fuertemente y con inmensa alegría a este alto señor
que es Eladul, quien al parecer, lo está “adoptando” y rescatando para
siempre de este infame lugar...!
Y así, conforme pasan los días, este gentil y amoroso adulto le
permite a Elser mostrarse asustado o enojado, triste o feliz...
sintiéndose siempre amado incondicionalmente... Y al estar tan
contento, pleno y seguro, este niñito recuperado en AMOR,
comienza algún tiempo después a dejarle aquí y allá, regalos y regalos
a Eladul, su amoroso Padre que lo cuida. Elser está listo para
otorgarle sus regalos. De ese niño ayer lastimado y abandonado,
surge ahora el hermoso Niño de la Guarda.
Le obsequia lo más de lo hermoso de la vida, –porque ese tesoro,
SÓLO le pertenece a los niños, y sólo ellos, si gustan, pueden
215
compartirlo con los demás.
El tesoro se conforma de un gran racimo de creatividad, un
enorme recipiente de gozo y disfrute, un alhajero lleno de intuición y
un hilo de plata para lograr la conexión espiritual con la Energía
Superior para que siempre alumbre y guíe el camino...
Eladul recibe este poderoso tesoro, y empieza a usar todos los
regalos en su vida cotidiana, creando en ella condiciones nuevas y
mucho mejores. Ahora se siente realmente motivado a ser mejor
persona para cuidar más de su niño Elser.
Y se da cuenta que para crecer necesita herramientas que no
posee aún. Decide que buscará todas aquellas que necesite para ser el
mejor padre y madre que Elser pueda tener. ¡Este dulce, frágil y
encantador pequeño se lo merece! Poco a poco, Eladul iba
aprendiendo más herramientas sencillas pero muy útiles para ser una
mejor persona.
Y aprendió a comunicarse mejor, a escuchar con verdadera
atención, a manejar un conflicto y hasta negociar su solución. Poco a
poco se iba sintiendo mejor y mejor y se dio cuenta que ya no peleaba
con los demás, no se metía en chismes, ni juzgaba y hasta dejó de dar
consejos por ahí a todo el mundo, sin que se los pidieran. Veía a su
prójimo con mayor comprensión y gentileza y aprendió que el truco
en un conflicto era que ambos siempre ganaran.
Luego, entendió que el enojo, el miedo y la tristeza son natura-
les al hombre y que lo que hay que hacer es aprender a manejarlas y
no que éstas tomen el control. Aprendió que todo eso se llamaba In-
teligencia Emocional. ¡Era genial no quedarse con la rabia adentro y
tampoco tirarla contra otros ni lastimarse a sí mismo! El pequeño
Elser confiaba más y más en ser cuidado por ese amoroso adulto que
estaba tan empeñado en aprender a tener mayor conciencia. ¡Se sentía
tan en buenas manos!
La gente a su alrededor le decía a Eladul: ¿qué te hiciste? ¿bajaste
de peso? ¿estás enamorado? ¿te sacaste la lotería? Y la respuesta era
¡SI! ¡¡A todo!! Sin duda, al cuidar y querer a su niño más y más, su
216
autoestima subía y subía. Y su Niño de la guarda, con sus regalos...
¡le hacía vivir disfrutando mucho más de la vida!
Aprendió a que al pasarla tan bien su niño Elser y él juntos, no
tenía ya que aguantar relaciones que lo intoxicaban y lo lastimaban,
dejó de querer controlar y a celar a otros, pues ya no estaba su niño
inseguro queriendo tomar el control y temiendo ser enviado de nuevo
al calabozo; también dejó de suplicar por migajas de afecto de otros.
Eladul estaba más y más emocionado con todo lo que aprendía.
Apenas salía, empezaba a ponerlo en práctica junto con todo lo
anterior, y una y otra vez, el resultado ¡era como de magia! Bus-
cando más herramientas, aprendió entonces a cómo manejar con los
niños la responsabilidad y la disciplina sin golpearlos ni dañarles la
autoestima. Y fue maravilloso, inesperado, celestial... ¡¡cuando
Eladul entendió cómo a través de su energía sexual podía acrecentar
la conexión espiritual con la Energía Creadora!!
Se dio cuenta de que a veces en que hay que cerrar ciclos, y sólo
queda soltar y dejar ir... Aprendió cómo usar correctamente su mente
y su pensamiento para poder tomar decisiones adecuadas, también a
cómo usar la energía de su palabra y su visualización para que se
materializará lo que quería que se fuera plasmando en su vida.
Y finalmente, con todas estas herramientas recién adquiridas,
entendió el sentido y la misión de su vida, empezando entonces a
tener un proyecto maravilloso para construir la existencia que
siempre deseó tener, en todos los aspectos.
Eladul finalmente era ya EL ADULTO feliz y realizado que
siempre quiso ser, y el pequeño Elser florecía como EL SER
ENERGÍA luminoso, lleno de AMOR y de Paz Interna que vivió por
siempre en armonía y plenitud bajo la protección nutridora de EL
ADULTO realizado, maduro y vital. Ambos lograron ¡¡SER
MEJOR SER!!
Y ahora, amigo, amiga, yo te pregunto, ¿será que dentro de ti
estará también un pequeño, pequeña Elser en un calabozo oscuro?
¡Ojalá que la fuerza de Eladul te acompañe para que te atrevas a
217
ir al rescate de esa frágil chiquita, de ese dulce pequeño que mora en
ti y te necesita tanto! ¡¡Ojalá vayas pronto a recuperarlo en amor!!
¡¡Te está esperando!!

¡Y colorín colorado, este cuento se ha acabado!

Este cuento trata de expresar de manera metafórica el


proceso por el cual el individuo puede sanar sus heridas
emocionales y adquirir las herramientas internas
necesarias para ser la mejor versión de sí mismo. En eso
consiste el Diplomado del Método Ser Mejor Ser.

Puedes escucharlo en el audio #4 “Cuento el recorrido de Elser y Eladul” .

218
NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) Confieso que he vivido. Memorias de Pablo Neruda, Seix


Barral. 1975, p. 3.
(2) The triune brain in evolution: role in paleocerebral functions.
MacLean, Paul D. New York. Plenum Press. 1990. p. 21.
(3) We are all in shock. Doctora Stephanie Mines, Ph.D.
Editorial Gaia. Spain. p. 18.
(4) Open Minded’ cells: how cells can change fate. Costa, Silvia,
Shaw, Peter Trends in Cell Biology. 2006 pp. 110-116.
(5) The biology of the beliefs. Bruce H. Lipton, Ph.D. Hay House
Inc. 2008. p. 37.
(6) Recovery of your inner child. Lucia Capacchione, Ph.D.
Simone and Schuster. New York. 1991. p. 17.
(7) Consultar www.sermejorser.com.mx para conocer más
sobre el Diplomado Ser Mejor Ser On-line.
(8) Las diosas en cada mujer. Jean Shinoda Bolen. Editorial
Kairós. Spain. p. 27.
(9) Agresión Verbal. Patricia Evans. Editorial Libra. 1994.
(10) Todo lo que necesito saber, lo aprendí en el kindergarten. Robert
Fulghum. Ballantine Books. 2003.

218
(11) Las diosas en cada mujer. Jean Shinoda Bolen. Edit. Kairós.
Spain. p. 32.
(12) Moléculas de emoción. Doctora Candance Pert. Ph.D. Simon
and Schuster 1997. pp. 112-114.
(13) Deja de ser tú (Breaking the habit of being yourself ). Dr. Joe
Dispenza. Editorial Urano. 2012. p. 45
www.drjoedispenza.com
(14) Consultar www.sermejorser.com.mx para fechas en la
impartición del curso “Rompiendo el Hábito de ser tú
mismo”
(15) Visionary Intuitive Healing. Level 1. Inna Segal. 2012.
Notes. p. 36.
(16) Deja de ser tú –Breaking the habit of being yourself– Dr. Joe
Dispenza. Editorial Urano. 2012. p. 49.
(17) El drama del Niño Dotado. Alice Miller.Basic Books. 1981.
p. 117.
(18) Volviendo a casa. John Bradshaw. Los libros del comienzo.
2000. pp. 133-206.
(19) Ibídem. p. 211.
(20) El ciclo vital completado. Erikson, Erik Ediciones Paidós.
Barcelona. 2000.
(21) Visionary Intuitive Healing. Level 1. Inna Segal. 2012.
Notes. pp. 24-25.
(22) El lenguaje secreto de tu cuerpo. Grupo Editorial Tomo.
México. 2012. 280 pp. www.InnaSegal.com

219
EL MéTODO DE DESARROLLO
EMOCIONAL SER MEjOR SER

Haber pasado por situaciones difíciles me hizo buscar y


buscar de mil maneras, empeñarme en este esfuerzo
personal de mi famosa frase para poder evolucionar y hoy
sé que: si existe el deseo, habrá la manera.
Poco a poco, a lo largo de muchos, muchos años,
diversidad de cursos y terapias, variedad de métodos,
maestros y lugares, fui armando —como un rompecabezas
complicado— los trozos y fragmentos que me permitieron
ver y reconstruir la imagen completa de mi ser. Con
paciencia, gentileza y es- fuerzo permanente he logrado
irme convirtiendo en la mejor versión de mí misma.
Sé que el camino del crecimiento interno sólo se
interrumpe con la muerte, así que no me considero
producto ter- minado en absoluto, “a mayor conciencia,
mayores retos”, pero digamos que “la masa de este pastel
va horneándose bien”.
He estudiado, aprendido, practicado, padecido,
gozado, y finalmente he comprendido muchas de las cosas

220
fundamentales para disfrutar razonablemente de nuestro
paso por esta experiencia terrenal en este cuerpo y en este
hermoso y único planeta azul... aquí y ahora...
simplemente...
A eso que he entendido y procesado, le he dado forma
didáctica y coherencia terapéutica, llamándolo el Método de
Desarrollo Emocional Ser Mejor Ser. Ha sido muy satisfactorio
compartirlo con cientos de personas que han tomado todos
los módulos que forman este Diplomado Ser Mejor Ser y
observar sistemáticamente maravillosos resultados de
crecimiento en sus vidas. He podido ser testigo de
muchísimos “milagros del alma”.
La base del Método Ser Mejor Ser se sustenta en
desarrollar herramientas de avance muy concretas en cada
uno de los módulos, de tal modo que al final del
Diplomado se tienen alrededor de 40 herramientas que al
inicio no se tenían. En este primer libro hemos visto los
contenidos y las herramientas correspondientes a los
primeros cuatro módulos.
Además de los cursos y talleres que imparto, también
ayudo a otras personas a encontrar sus propias respuestas
a través de terapias individuales o de mis conferencias, las
pláticas en mi programa de radio así como en
participaciones televisivas o en medios escritos. Y
continuamente me preguntaban si no tenía escrito algo que
puedan llevarse a casa y continuar estudiando. Este libro es
la respuesta a una petición muchas veces solicitada.
Asimismo, deseo llegar al público intangible, al lector, a la
gente que no conozco ni me conoce, que vive en otras
latitudes y en otra realidad pero que desea encontrar
también “la punta de la hebra” para desenredar su madeja
personal y que por alguna causalidad cósmica tiene hoy
este libro en sus manos; estoy convencida de que uno

221
puede transformar su pensar y su sentir, y literalmente, ser
otro, sin importar las adversidades que se hayan tenido que
vivir, si hay ese deseo interno.
Sé que hay mucha gente que como yo, desea crecer “a
pesar de...” que se siente triste, enojada, lastimada,
deprimida, confundida... pero que intuye que hay otra
manera de vivir y está buscando el camino.
Con el Método Ser Mejor Ser no quiero decir que tenga
todas las respuestas ni mucho menos, hoy más que nunca
hay infinidad de caminos para crecer, afortunadamente,
pues los tiempos de cambio se acercan y es indispensable
despertar ya a la conciencia. Este método simplemente es
un planteamiento sólido, sencillo, amoroso y profundo,
que me ha dado resulta- do a mí y a mucha gente más que
lo ha aplicado en su vida, viviendo transformaciones
realmente sorprendentes.

El objetivo de Ser Mejor Ser es simplemente, vivir


la vida con mayor paz interna y plenitud.

Si algo de lo que he comprendido e integrado en este


método puede ser de utilidad, estará en cada lector
decirlo...

222
Sanación emocional del niño interior

AGRADECIMIENTOS

Me gusta la idea de agradecer. La gratitud en la vida


es fundamental para florecer. ¡Y se siente tan hermoso
dar las gracias desde el fondo del corazón!
Antes que nada, doy gracias a la Energía Superior y a
mis sabios maestros, guías y guardianes que desde otras
sutiles esferas, me hacen sentir su presencia para encontrar
las respuestas que requiero para evolucionar y para ayudar
a crecer a otros. Gracias con toda humildad.
En este plano, quiero agradecer a todos mis pacientes,
mis queridísimos posgraduados y estudiantes de mis
cursos y talleres, mis asistentes presentes y pasadas, así
como a aquellos que me escuchan y me siguen en la radio
pues a través de acompañar, guiar, facilitar sus recorridos
de vida, mi propio trabajo toma profundidad y sentido.
Este libro justamente es por ellos y para ellos. Gracias a cada
uno de ustedes, miembros de esta hermosa familia Ser
Mejor Ser. Los quiero.
A don Manuel y a doña Cristina... las heridas las
trascendí, y al final solo quedó lo único que realmente
importa: inmenso amor y gratitud profunda. Gracias,
223
amados padres.
Agradezco también a mis tres entrañables hermanas: a
Rochi y a Martha por su labor de rescate amoroso cuando
era niña y adolescente, ellas sembraron lo más hermoso que
hay en mí. Y a Cristina, por su compañía siempre solidaria
y presente a lo largo de mi caminar.
A mis amigas queridas quienes con su amoroso e
incondicional soporte, tejen una red de protección, afecto y
confianza invaluable. A mis entrañables de España. Todos
ustedes saben quienes son, mil gracias.
A Narciso, gran maestro de vida, amigo, “exposo”
(como decía Germán Dehesa) y padre de mis hijas, mi
gratitud infinita.
A mis mentores, Alfonso Ruiz Soto y Miguel Ángel
Torres.
A Miguel Ángel le debo también su maravillosa labor
de rescate terapéutico cuando más perdida me encontraba.
A mi apreciada maestra y amiga Fresia Castro mi
eterna gratitud porque a través de la Activación Interna de
la Glándula Pineal, veo crearse ante mis ojos los constantes
“milagros cotidianos” sabiendo que lo real está aún por
suceder...
Al Dr. Joe Dispenza, gran maestro y extraordinario ser
humano cuyas enseñanzas hacen que mi vida actual sea
más plena, habiendo aprendido de él, que la mejor manera
de predecir tu futuro, es creándolo. Me siento muy honrada de
ser parte del reducido grupo de instructores elegidos para
impartir su curso Rompiendo el Hábito de Ser Tú Mismo, y
poder ayudar a inspirar el cambio consciente y la
transformación de personas, para modificar nuestra
realidad.
En esta vida, finalmente el nombre del juego es: dar y

224
Sanación emocional del niño interior
recibir desde lo mejor de cada ser (¿no es eso a lo que se le
llama amor?) y yo doy con amor en mis enseñanzas lo que
he recibido de todos mis mentores, guías, guardianes y
maestros, amorosamente, a lo largo del camino.

225
Me parece que la existencia humana en este planeta
simplemente tiene dos grandes cometidos:

AMAR Y APRENDER

¡Al menos flores, al menos cantos!

¿Solo así he de irme


como las flores que perecieron?
¿Nada quedará en mi nombre?
¿Nada de mi paso aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!

Cantos de Huexotzingo
"Lo que tú aprendas,
enséñalo. Lo que tú
recibas, compártelo”
Maya Angelou
Índice

Prólogo
Introducción ...............................................................................1

Capítulo I
Surgimiento del Niño Herido ...................................................9
La infancia atropellada...............................................................9
Resumen ........................................................................... 100
Capítulo II ................................................................................ 101
Herramientas para sanar heridas del pasado: Del Niño
Herido al Niño de la Guarda ................................................. 101
Resumen ........................................................................... 140

Capítulo III
Viviendo en plenitud: Los regalos del Niño de la Guarda 141
Resumen ........................................................................... 164

Capítulo IV
Integración con tu ser: Al rescate del
Adolescente Interno ................................................................ 166
Resumen ........................................................................... 210
Apéndice .......................................................................... 212
Cuento
El recorrido de Elser y Eladul............................................. 212
Notas y citas bibliográficas ............................................ 218
El Método de Desarrollo Emocional Ser Mejor Ser ......... 220
Agradecimientos ............................................................. 223

También podría gustarte