Las 5 Heridas Emocionales

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Las 5 heridas

emocionales
Abandono
 El niño ha experimentado experiencias de abandono en la infancia por el padre del sexo opuesto.

 El trauma se construye sobre la falta de afecto o la recepción de un cariño frío o distante.

 La herida de abandono tiende a conectar a la persona con un sentimiento de soledad e


indefensión, por eso se vuelve dependiente emocional de otras personas.

 Su gran miedo es el miedo a la soledad.

 La persona dependiente tiene miedo a no ser aceptada, miedo a vincularse con otras personas (a la cercanía,
al afecto positivo…), suelen ser complacientes, evitan los conflictos y tienden a la desconfianza.
La defensa de la dependencia se activa como compensación a la falta de afecto que le niño sufrió en su
infancia

Así, la persona dependiente:


• Busca la presencia y atención constante de otros.
• Sufre con frecuencia una tristeza profunda lo que le lleva a llorar y compadecerse de sí misma con frecuencia.
• Desarrolla una actitud victimista.
• Empatiza muy fácilmente con el sufrimiento de los demás, pero tiende a hacerlos suyos o llevar la conversación
a su terreno.
• Exhibe un lado dramático.
• Se agarra físicamente a los demás, generando una dependencia a la hora de tomar decisiones.
• Demanda demasiado consejo u opinión de otras personas.
• Tiende a la labilidad afectiva, cambios frecuentes es inestables de humor.
• Cree que una prueba de amor es que el otro esté siempre de acuerdo con ella.
• Se viene abajo en presencia de una persona agresiva.
• Le angustia mucho la idea de quedarse sola.
 Si tu herida de abandono tiene visos de trauma, RECUERDA: “Sabes estar sola. Tener períodos
de soledad no significa ESTAR SOLA, como tener hambre dos horas antes de comer no significa
PASAR HAMBRE. No estás sola aunque de vez en cuando te sientas así. No necesitas la presencia
constante de otras personas para sentirte segura. Eres una persona adulta, solvente y resolutiva,
que sabe atender sus problemas por sí misma, como has hecho decenas o cientos de veces.
 Entiende que las demás personas no tienen que gastar toda su atención, presencia y recursos en
atender tus necesidades, pues tú puedes atenderlas por ti misma. Cuando lo hacen, lo hacen
porque les apetece, no porque te deban nada, ni siquiera porque tú las necesites. Las cosas
frecuentemente son más fáciles y simples de lo que muchas veces las hacemos. Sí puedes soportar
los envites y problemas de la vida, lo has hecho cientos de veces. La gente puede dejarte plantada
o decepcionarte no cubrir tus a veces exigentes expectativas, y aún y así seguir queriéndote porque
así es como quiere la gente. Nadie te abandona cuando no te hace caso. Tú formas parte del
mundo, no porque los demás te hagan caso; sino que es justo al revés: los demás te hacen caso
porque formas parte del mundo.”
Rechazo
Herida del rechazo

 El niño se ha sentido rechazado por el padre del mismo sexo.

 El trauma de rechazo se genera por las experiencias (objetivas o


subjetivas) de no haberse sentido suficientemente bueno ante las
expectativas de tus referentes paternos

 La persona no se siente digna de ser querida ni merecedora de cosas


ni experiencias positivas.
 Su defensa psicológica es la de la persona huidiza.

 Esta defensa suele incluir la interpretación de palabras o


gestos de manera errónea, sensación frecuente de
desaprobación, crítica y juicio internos constantes y miedo a
ser dañado/a.

 La defensa psicológica de la herida de rechazo es la


huidiza, también denominada evitativa.
La persona huidiza o evitativa:
• Tiende a juzgarse como alguien de poca valía.

• Se percibe distinta al resto de sus familiares.

• Tiene sensación y tendencia hacia el aislamiento, sensación de soledad o


incomprensión

• Tiende a los comportamientos de huida o evitación.

• En ocasiones se niega a admitir las cosas.


• Sus emociones tienden a abrumarle, sobre todo el miedo.

• Le da poca importancia a lo material, a favor de lo trascendental o


intelectual.

• No soporta muy bien a las personas de tono elevado o conflictivo.

• Cuando le miran, se preocupa de inmediato.

• Es perfeccionista, miedo a no estar a la altura de la vida o sentimiento de


estar desperdiciándola

• Tiende hacia los rasgos obsesivos.


RECUERDA:
“Cuéntale a tu parte defensiva (la que sostiene el trauma para que no te afecte
demasiado) que de forma habitual nadie siente que sobras.
Tu presencia es tan importante como la de cualquiera.
Tus particularidades son sólo tuyas y, aunque tienes defectos como todo el
mundo, en lo general eres una persona tan apta como cualquiera.
Entiende que el mundo no gira a tu alrededor, lo cual es una buena noticia
porque nadie te observa, nadie te analiza, nadie espera que seas nada en
especial.
Ya eres una persona valiosa en ti misma. Es suficiente. Nadie te juzga.
Las personas a las que quieres te quieren.
No tienes que esconder nada.
Ya eres alguien. Existes porque tienes la dignidad de existir.
Puedes afrontarlo todo. Eres suficiente. Eres valiosa.”
Herida de HUMILLACIÓN
 Se genera por haber vivido experiencias vergonzosas reiteradas ante los referentes paternos

 Las defensas psicológicas de la humillación son la activación de la vergüenza, la disociación,


el congelamiento, la ira, la sumisión y el colapso.

 Tiende hacia un perfil masoquista.

 Su gran miedo es el miedo a la libertad.


La persona masoquista:
• Se esfuerza mucho por cumplir las expectativas de los demás. En ocasiones, esas
expectativas vienen de Dios u otra figura superior.

• Tiende a hacerse cargo del sufrimiento ajeno.

• Rechaza la sensualidad y el amor por los placeres asociados a los sentidos. Le conecta
con vergüenza.

• No se permite disfrutar demasiado de la vida.

• Suele tener historias complicadas con la sexualidad en su infancia o adolescencia.


• La sensación de libertad le conecta con la ausencia de límites y sentir
demasiado placer.

• Conoce sus necesidades, pero nunca las escucha. Tiende a la constricción de


los placeres terrenales como forma de vida.

• Se siente fácilmente sucia o indigna, tendiente a sentir asco hacia sí misma.

• Se recompensa a menudo con comida, pero pronto aparece el remordimiento,


la culpabilidad y la vergüenza.

• Utiliza la auto-humillación como forma de hacer reír a la gente.


RECUERDA:
 “Tu palabra es tan importante como la de cualquier otra persona que esté en tu presencia.
 Tu vida merece ser disfrutada exactamente igual que la de otra persona.
 Entiende que cada cual debe cumplir sus propias expectativas, la gente no tenemos el deber de cumplir las
de otros, ni tenemos el derecho de exigírselo a los demás.
 No necesitas hacerte de menos para que otros se sientan bien a tu lado.
 Bromea sobre otras cosas, pero no uses lo que no te gusta de ti para hacer reír a otros.
 Tienes derecho a expresar y defender tus necesidades y puntos de vista como igual de válidos que los de
enfrente.
 Permítete alguna decisión impulsiva de vez en cuando. Permite los caprichos y las cosas “porque sí”, sin
más, descubrirás que bien sientan.
 Cometer errores no te convierte en alguien erróneo, como tener defectos no te convierte en alguien
defectuoso.
 Así es que entiende que no eres indigna, ni pequeña, ni tus acciones son sucias, ni siquiera cuando éstas te
conectan con tu sensibilidad o sensualidad.”
Herida de traición
Herida de traición
 Se trata de un niño decepcionado que se ha sentido traicionado por parte del padre del sexo opuesto.

 Ha perdido la confianza en este padre después de haber sido testigo de promesas no cumplidas, mentiras o
señales de debilidad, tomando a ese padre como un irresponsable.

 Se genera cuando la persona se ha sentido decepcionada reiteradamente por su figura de referencia. Surge
cuando se ha sentido muchas veces víctima de la mentira.

 La defensa psicológicas asociadas al posible trauma de traición es la controladora.

 Su gran miedo es a la separación, a sentirse repudiado.

 Las defensas asociadas son la desconfianza, la rabia y el control.


La persona controladora:
• Hace grandes esfuerzos por convencer a los demás de que tiene una fuerte personalidad.

• Busca mostrarse siempre fuerte, dar sensación de capacidad.

• Quiere que lo consideren una persona responsable.

• Busca ser especial e importante, para buscar la atención desde sus logros.

• Enseguida confía en las personas que le impresionan, pero si se decepciona, se vuelve desconfiado.

• Considera su reputación muy importante.


• Miente sin esfuerzo para salir de una situación comprometida, pero no soporta que le
mientan.

• Espera mucho de los demás, mostrándose exigente. Se muestra muy rígida a la hora
de aceptar maneras alternativas de hacer las cosas.

• Le gusta tenerlo todo previsto.

• Se cree indispensable y le gusta pensar que los demás fracasarán sin ella.

• Difícilmente confía y se deja conocer con facilidad. Nunca habla de sus debilidades o
fallos.

• Es una persona rencorosa, pudiendo acabar con una relación bruscamente sin dar
opción a ser retomada.
Recuerda:
 Puedes vivir siendo tú misma, sin la necesidad de demostrar nada a nadie.
 Puedes vivir libre de la necesidad de fundamentar tu vida en dar la sensación de que siempre todo va bien,
que lo tienes todo bajo control y que no hay fallas, defectos ni vulnerabilidades en tu persona.
 Entiende que sí las hay y debes aceptarlo como algo normal, incluso sano. No pasa nada, está todo bien.
 Acepta tus defectos y errores con humildad, no los vuelques sobre otras personas y hazte cargo de ellos con
cariño y compasión hacia ti misma.
 Improvisa, la vida en muchas ocasiones se reduce a eso, en detrimento de tener que controlarlo todo
constantemente.
 Nada se derrumba aunque tú no lo estés controlando, los demás también saben y pueden hacer las cosas
bien.
 Deja de exigir a los demás lo que deberían ser o hacer y empieza a aplicar un poco de humildad en los
juicios vertidos sobre el mundo.
 Entiende que no eres indispensable y que esto es bueno para ti, reduce la presión en tu vida.
 No olvides que la vida no te está monitorizando constantemente, que las cosas que pasan habitualmente no
tienen que ver contigo y que tal y como tú las haces, hay mil maneras más de hacer las cosas bien para casi
cualquier cosa.”
Herida de la injusticia
 Surge en el niño que ha sufrido la frialdad y el autoritarismo del padre del mismo sexo.

 El niño ha podido sentir unas exigencias demasiado altas, sus progenitores han sobrepasado
sus límites de forma habitual. La persona se ha sentido frecuentemente presionada bajo las
expectativas de sus padres

 Pudo ser que sus opiniones no fueran validadas, de tal manera que no ha sabido expresarse ni
ser él mismo con ese padre.

 Su defensa psicológica es la rígidez, teniendo problemas para aceptar otras realidades salvo la propia.

 Su gran miedo es el miedo a la frialdad emocional.

 La defensa de rigidez cognitiva puede incluir: dificultad para aceptar las razones de los demás,
dificultad para adquirir diferentes perspectivas, fuerte sensibilidad y reacción ante situaciones
que la persona juzga como de injusticia, perfeccionismo.
La persona rígida:

• No se lleva bien con su sensibilidad.

• Quiere mostrarse viva y dinámica, aunque esté agotada.

• Le resta importancia a las cosas que le molesta, afirmando que se las puede apañar bien sola.

• Es una gran optimista que siempre quiere parecer positiva.

• Se controla para parecer perfecta y corresponder al ideal que se ha fijado.

• Hace lo necesario por controlar su ira por miedo a perder el control.

• En su necesidad de mantener el control, a veces va a mostrar injusta con los demás exagerando un
hecho o dándole más importancia de la que tiene.
• No quiere sentir, ya que asocia la sensibilidad a la vulnerabilidad de perder el control y a parecer
imperfecta de la cara a los demás.

• Puede parecer frío e insensible, con dificultades para establecer una relación íntima satisfactoria.

• Es muy duro con su cuerpo y sólo ocasionalmente admite estar enfermo. Se jacta de no necesitar
medicamentos ni médicos.

• No se permite disfrutar de la sensación de que todo va bien o experiencias positivas interna de


orgullo y satisfacción.

• Todo debe ser justo, estar justificado y ser justificable.

• Cree que sus conocimientos son más importantes que sus sentimientos.

• Cuando ha llegado a su límite, puede ser muy tajante, sarcástica, testaruda e intransigente.
RECUERD
A:
 “En mayor o menor medida, eres sensible como cualquier otra persona.
 No pasa nada, está bien, porque eres humana eres sensible, es inherente a tu persona aunque la vida te haya
enseñado a dejar de sentir para dejar de sufrir.
 Por tanto, tienes derecho a expresar tus emociones con absoluta normalidad.
 Tampoco necesitas controlarlo todo.
 Entiende que el mundo seguiría girando y funcionando si tú no estuvieras en él, lo que representa un alivio para ti.
 Además, tienes derecho a ser una persona imperfecta, todos los somos, pero eso no nos hace peores. Porque somos
humanos somos imperfectos.
 Algunas cosas está bien pensarlas, pero permítete no pensar en otras y sólo sentirlas.
 Puedes expresar tristeza, miedo, o incluso ira, de forma natural y no pasa nada.
 Y, por supuesto, entiende que no siempre vas a tener razón (o el mundo no te la va a otorgar) por más elaborados y
seguros que sean tus argumentos en torno a un tema.
 Desencorsétate. Naturalízate. Permítete no estar segura de las cosas. Permítete no hacer falta.
 Deja de querer sostener lo que no te corresponde.
 Acepta las cosas imperfectas, ordinarias y mediocres, también tienen derecho a existir y sí, así son la mayoría de
cosas”.

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