Plan de Observación de Clases Ok
Plan de Observación de Clases Ok
Plan de Observación de Clases Ok
¿Qué observar?
Algunos elementos que pueden observarse son el clima de la clase, el uso de recursos
y espacios y la estrategia didáctica.
Con respecto al clima de la clase:
El estilo y tipo de comunicación. ¿Se evidencia interacción entre los alumnos?
¿A propósito de qué? ¿Se evidencia interacción entre alumnos y docente?
La gestión de la clase y la propuesta de agrupamiento.
El uso de los recursos:
¿Cómo observar?
Llevar una herramienta que permita registrar la información (planilla, formulario,
tabla)
Sentarse en el fondo del salón, detrás de los estudiantes.
Evitar el contacto visual con los estudiantes y con el docente, para no abrir un
canal de comunicación que interfiera durante la clase.
No corregir al docente ni contestar preguntas de los estudiantes.
No tomar el control de la situación.
“Gestión educativa en acción. Cómo desarrollar, liderar
y motivar a tu equipo docente.” Página 36- Laura Lewin
Docente/s: Fecha
Área-tema: Puntualidad de comienzo (si/no)
Cantidad de alumno/as presentes Puntualidad de cierre (si/no)
1 2 3 4 Comentarios
Recursos
El/la docente utiliza recursos para apoyar sus
explicaciones. ¿Cuáles?
Las actividades consideran el uso del recurso. ¿Cuáles?
Estrategias de enseñanza
El/la docente expresa los objetivos de la clase.
Autoevaluación
Otros comentarios.
Resultados esperados:
Instalar la observación de clases como estrategia para mejorar las prácticas docentes
Generar espacios de asesoramiento e intercambio entre equipos directivo y docente en
torno a las observaciones de clase
Fortalecer los enfoques pedagógicos de las distintas áreas
Fomentar las prácticas inclusivas
Mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes
Material consultado:
Directores que Hacen Escuela (2015), en colaboración con Beatriz Moreno 'Asesoramiento en
estrategias de enseñanza”. OEI, Buenos Aires.
Directores que Hacen Escuela (2015), en colaboración con Beatriz Moreno 'Instrumentos para
el asesoramiento”. OEI, Buenos Aires.
Laura Lewin (2019) “Gestión educativa en acción. Cómo desarrollar, liderar y motivar a tu
equipo docente.” Cap. 2 “La observación de clases” (Páginas 35 a 50). Centro de Publicaciones
Educativas y Material Didáctico, Buenos Aires.
Asesoramiento en
estrategias de enseñanza
Asesoramiento en estrategias
de enseñanza
Observar qué hace el docente dentro del aula, qué actividades propone a los
alumnos y cómo los orienta permite acceder al corazón de la escuela: la
enseñanza. El sentido último del rol directivo es justamente fortalecer esas
prácticas. Dialogar acerca de lo que sucede en clase, proponer reflexiones,
revisar sugerencias, actualizar los saberes didácticos, acordar criterios, etc. son
acciones de asesoramiento que enriquecen a todo el equipo (tanto a los
docentes como a los mismos directivos).
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ASPECTOS ¿Qué cuestiones deberían ocurrir en la enseñanza?
¿Qué entendemos Los contenidos y las estrategias de enseñanza
cuando decimos sugeridos en los diseños curriculares se enseñan en
que todos nuestros todas las materias y áreas.
alumnos aprenden Se enseña de manera articulada entre distintas
de manera materias y entre todos los años. Hay actividades
significativa? interdisciplinarias y una continuidad en el aprendizaje
de un año a otro.
Se ofrecen situaciones de aprendizaje en las que los
alumnos vinculan sus conocimientos previos con los
conocimientos de cada área o materia.
Se ofrecen situaciones de aprendizaje en las que los
alumnos vinculan los contenidos con situaciones
reales y cotidianas.
Se aborda un mismo contenido con distintos grados
de complejidad y/o desde distintas perspectivas.
Se trabaja profundamente sobre los contenidos (se
destina más de una clase a abrir y cerrar un tema).
Se realizan intervenciones para que todos los
alumnos participen en las actividades.
Las estrategias de enseñanza son diversas y ricas en
recursos y actividades.
¿Qué entendemos Se planifica la enseñanza tomando en cuenta los
cuando decimos conocimientos previos. Se consideran los puntos de
que todos nuestros partida de cada alumno, y sus avances en el
alumnos reciben aprendizaje.
oportunidades de Se generan mecanismos institucionales para:
aprendizaje? detectar el progreso del aprendizaje.
implementar estrategias de enseñanza alternativas
con los alumnos que aún no alcanzan los
objetivos.
realizar un seguimiento durante todo el año de
estos alumnos.
¿Qué entendemos Existen criterios de evaluación para cada área o
cuando decimos materia construidos en consenso entre directivos y
que todos nuestros docentes, tomando como referencia los diseños
alumnos son curriculares y los puntos de partida de los
evaluados de estudiantes.
manera justa? Existe coherencia entre enseñanza y evaluación. No
se evalúan temas o contenidos que no se hayan
abordado con profundidad o que no fueron
enseñados previamente.
Los instrumentos de evaluación ofrecen consignas
claras y comunican a los alumnos los criterios con los
que se los evalúa.
Los alumnos reciben devoluciones que les permiten
identificar avances, dificultades y sugerencias para
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continuar mejorando.
Se ofrecen instancias en las que los alumnos pueden
mejorar los resultados de sus evaluaciones luego de
la devolución del docente.
Asesorar a partir de la observación de clases y cuadernos
Una de las herramientas privilegiadas para recolectar información sobre la
enseñanza es la observación de clases y producciones de los alumnos (tales
como cuadernos, trabajos, carpetas y evaluaciones). A partir de esta
observación se accede al proceso de enseñanza y se conocen las estrategias
usadas. En particular, la observación de clases suele ser el instrumento más
rico para captar la complejidad de la enseñanza, sin perder de vista el contexto
en el que se desarrolla. La clase escolar es el lugar privilegiado donde esta se
materializa. La enseñanza es mucho más que un acto técnico. En una clase se
involucran personas, vínculos, valores e intenciones. Entonces, ¿qué observar
en una observación de clase?
Veamos un ejemplo:
Al finalizar el primer trimestre, Graciela, directora desde hace cuatro años de la
escuela secundaria Florentino Ameghino, observa los resultados de
aprendizaje. Le preocupa que las notas de historia de 2. º Año son muy bajas.
Es probable que varios alumnos deban compensar si la tendencia no se
revierte.
Graciela no es experta en la didáctica de esa disciplina (enseñó química en sus
años como docente) pero su rol de directora implica orientar a la docente. Por
eso, coordina con ella y acuerdan que observará la clase del martes siguiente,
cuando la docente puede quedarse un rato más en la escuela para conversar.
El día acordado Graciela llega al aula y se sienta en un banco vacío al fondo,
intentando no intervenir. Luego de unos minutos en los que los alumnos se
acomodan, la clase comienza con una explicación oral breve de la docente en
la que plantea el tema del día, conectándolo con lo visto anteriormente. Luego
pide a una alumna que lea un párrafo del libro de texto en voz alta. Los
alumnos deben responder luego un cuestionario por escrito. Entre todos
comentan brevemente el párrafo, aclarando el sentido de dos términos que
resultan complejos. Luego la docente dicta cinco preguntas y establece que
deberán responder en parejas para entregar la clase siguiente la tarea
completa. Graciela circula por el aula “distraídamente”, escuchando las
conversaciones de los alumnos y observando cómo encaran el cuestionario y
qué puntos ofrecen mayor dificultad. Pasados 20 minutos, y ya con un
creciente murmullo en el aula, la docente pide que pongan en común las
respuestas. Algunos alumnos leen en voz alta lo respondido, y otros comentan
oralmente. El timbre del recreo marca el final de la puesta en común y de la
clase.
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Luego de la clase, Graciela se reúne con la docente. El principio de la
conversación es un tanto desordenado. La docente está algo nerviosa, enuncia
una y otra vez que los alumnos tienen problemas graves de comprensión de
textos y que ella ya ha probado “de todo”. Graciela sabe que esa preocupación
es genuina; sin embargo, considera que es responsabilidad de la escuela
fortalecer la comprensión. Para calmar el nerviosismo inicial, destaca todos los
puntos positivos de la clase.
- La clase inició con una presentación que conecta el tema con los temas
anteriores.
- Las preguntas planteadas fueron muy pertinentes y estaban bien
formuladas. Las consignas permitían a los alumnos construir una
interpretación sobre el texto en lugar de copiarlo de manera directa.
- Se mantuvo un clima distendido y con participación activa de varios
alumnos.
- La puesta en común final permitió discutir sobre uno de los puntos que
más dificultades tenía para los alumnos.
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- El cierre ha quedado trunco, sin sistematizar ideas clave sobre el tema
trabajado. Es necesario dejar por escrito algunas ideas para que los
alumnos puedan apuntarlas, y que así pasen a formar parte del material
de estudio. Graciela sugiere a la docente preparar previamente un
punteo de las ideas principales de la clase para asegurarse de que los
puntos que no surjan espontáneamente en la puesta en común sean
igualmente tenidos en cuenta.
El clima de la clase
El clima afectivo es uno de los determinantes del aprendizaje. La cordialidad y
amabilidad en las interacciones, la tolerancia al error, la apertura de
pensamiento, la libertad y respeto a opiniones divergentes y el reconocimiento
de logros promueven la confianza y creatividad. Al respecto puede observarse:
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individual, en parejas o pequeños grupos, grupo total, etc. No es posible
determinar de manera general cuál será la forma más adecuada. Qué
modalidad de organización de la clase es más fructífera es algo a analizar
en función de los objetivos de cada momento. En el asesoramiento cabe
conversar sobre las motivaciones de esa decisión y pensar cuáles son las
condiciones en las que cada tipo de agrupamiento funciona mejor. Son
numerosas las instancias en las que los alumnos se benefician del
intercambio con compañeros (en la apropiación de la finalidad de una tarea,
en la corresolución de un problema, la discusión de estrategias, la
comunicación y defensa de la propia resolución, la confrontación de
diferentes respuestas o estrategias, etc.). En diálogo con otros se hace
posible tomar conciencia de la propia manera de resolver y se accede a
nuevas relaciones, conocimientos y procedimientos. Para que esto pueda
tener lugar el docente debe favorecer una interacción respetuosa y con
contenido. Debe pensar de antemano los criterios con que se agruparán
(¿será por afinidad?, ¿por nivel de logro?, ¿al azar?, ¿rotarán los grupos en
diferentes ocasiones?, etc.). Y debe acompañar en el desarrollo a los
alumnos: enmarcar el trabajo, proponer un orden y un método, ayudarlos a
planificar la distribución o complemento de tareas, remarcar los objetivos
comunes, promover la participación, etc.
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La estrategia didáctica
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en la puesta en común. En esa decisión no se prioriza “mostrar” la
respuesta correcta, sino abordar los errores y consultas más frecuentes y
dotar de sentido las acciones desarrolladas. ¿Cómo resuelve el docente el
tratamiento de errores y dudas? ¿Qué acciones propone a los alumnos para
que avancen a partir de ellos?
Sea cual sea el aspecto en que el equipo directivo centre su mirada, lo central
es evaluar en qué medida los docentes ofrecen a sus alumnos oportunidades
significativas de aprender. Y orientarlos para que lo logren. En una buena
escuela, la inclusión y la calidad son inseparables. Una buena clase será,
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entonces, aquella que promueva un aprendizaje de calidad en todos y cada
uno de los alumnos.
El corazón del asesoramiento: fomentar prácticas reflexivas
En este sentido lo central es poder dialogar con los docentes para pensar
colaborativamente. Se trata de acompañarlos en la reflexión para tomar
mejores decisiones de enseñanza. El asesoramiento permite brindarles hábitos
de pensamiento y criterios para que puedan continuar mejorando de manera
autónoma.
Entre los hábitos a instalar entre los docentes, el primero es la reflexión. Los
buenos docentes se preguntan siempre el motivo de las decisiones de
enseñanza que toman. ¿Para qué sirve a los alumnos esta actividad? ¿Cómo
contribuye a su aprendizaje este recurso? Conociendo al grupo, ¿cómo
conviene agruparlos para fortalecer su aprendizaje? La medida de una buena
respuesta debe estar vinculada al aprendizaje. El sentido último es que los
alumnos aprendan más y mejor. Entonces, a partir de ese para qué inicial, los
docentes se preguntan sobre las causas del aprendizaje y del no aprendizaje:
¿por qué alguien aprendió en la clase? ¿Qué actividades fueron
determinantes? ¿Qué nos dicen las evaluaciones respecto del aprendizaje? ¿Y
respecto de la enseñanza? Comprender qué prácticas tienen más y menos
resultados y conocer a los alumnos es el principal insumo para decidir
estrategias didácticas.
Un tercer buen hábito es dar voz a los alumnos. A todas las edades los
alumnos pueden identificar qué han aprendido y cómo han aprendido lo que
saben. Al hacerlo, no solo se favorece su metacognición, sino que se obtiene
información relevante sobre la enseñanza. Las evaluaciones, en este mismo
sentido, deben leerse en una doble clave. Por un lado, como reflejo del
aprendizaje alcanzado. Por el otro, como una fuente de información para
evaluar la pertinencia de las estrategias usadas.
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Respecto de los criterios que se pueden establecer con los docentes, se debe
reforzar su comprensión de la complejidad de la tarea que desarrollan. La
enseñanza es mucho, mucho más que repartir conocimiento. Enseñar implica
trabajar para que los alumnos comprendan, para que puedan luego hacer algo
con lo aprendido. Desde esta perspectiva, entre los criterios se pueden
mencionar:
La riqueza del trabajo entre pares (entre pares alumnos, y entre pares
docentes). Alentar el debate, el intercambio y la conversación sobre los
contenidos.
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equipo directivo, de los propios colegas y una actitud reflexiva, todas las
prácticas pueden crecer y perfeccionarse. Incluso la mejor de las clases puede
mejorar. El equipo directivo es el principal motor de esa mejora. Le cabe la
desafiante y hermosa tarea de acompañar a los docentes para enseñar más y
mejor.
Bibliografía
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Acompañar al docente
Instrumentos para el
asesoramiento
Instrumentos para el
asesoramiento
Instrumentos para la observación de clases y producciones
Algunos equipos directivos optan por modelos más cerrados, con casilleros y
niveles de valoración en los que marcar cada cosa, mientras que otros
prefieren modelos abiertos para registrar sus comentarios e impresiones
libremente, en función de algunas categorías o preguntas. Lo importante es
que el instrumento sea útil para definir el foco de la observación y unificar
criterios y miradas al interior del equipo directivo. Debe ayudar a recordar lo
observado y a analizarlo, yendo más allá de las sensaciones personales.
Una buena medida para saber si un instrumento dará lugar a un buen registro
es compartirlo con otros. Los equipos directivos compuestos por dos o más
miembros pueden construir estas grillas en conjunto. Podrán consensuar qué
elementos son prioritarios y sobre qué aspectos registrar datos para su análisis
posterior.
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Ejemplo 1: Grilla para observación de clases
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Docente:
Cantidad de alumnos presentes:
Fecha:
Puntualidad de comienzo (sí/no):
Puntualidad de cierre (sí/no):
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Clima del aula
El docente usa un tono de
voz adecuado
Fomenta un clima de clase
distendido
Presenta un manejo
adecuado de grupo
Motiva a los alumnos
Alienta el intercambio entre
alumnos
Muestra disposición ante las
consultas de los alumnos
Promueve la participación
mediante preguntas
genuinas y abiertas
Los alumnos participan
activamente
Formulan preguntas
Interactúan entre sí
Sostienen un adecuado nivel
de atención
Recursos
Se utilizan recursos para
apoyar las explicaciones.
¿Cuáles?
Las actividades consideran
el uso de recursos. ¿Cuáles?
Los alumnos elijen los
recursos a usar en la
resolución de actividades
Estrategias de enseñanza
Los objetivos son claros y
apropiados
Hay correlación con las
clases anterior y posterior
El modo de presentación es
claro
Los tiempos destinados a
cada actividad son
suficientes
El ritmo de la clase es
sostenido
El tipo de agrupamiento es
adecuado para cada Pág 3
actividad
El docente orienta el
desarrollo de las actividades
Presenta situaciones
disparadoras
Chequea la comprensión
Da ejemplos y aclara dudas
Alcanza profundidad en la
cobertura de los temas
Considera los conocimientos
previos
Utiliza el error como motor
de aprendizaje
Utiliza una variedad de
actividades para favorecer el
aprendizaje
Demuestra dominio del
contenido
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Ejemplo 2: Registro de observación de clases
Los observadores han definido sobre qué aspectos tomar nota, sin determinar
categorías ni niveles de logro.
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Ejemplo 3: Guía para observar la planificación docente
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Ejemplo 4: Guía para la observación de cuadernos y carpetas de alumnos
Una fuente muy rica para indagar sobre la enseñanza y el aprendizaje son los
cuadernos, carpetas o producciones de los alumnos. En ellos hay
innumerables pistas para saber cómo se está trabajando y cómo se acompaña
al alumno en su proceso de aprendizaje.
Algunas preguntas para observar y leer estas producciones:
1. Las tareas escolares realizadas por los alumnos, ¿se correlacionan con
la planificación llevada a cabo por el docente?
2. Las producciones de los alumnos, ¿están corregidas por el docente?
¿Qué tipos de correcciones se hacen? ¿Son sistemáticas? ¿Permiten
visualizar el error para construir un aprendizaje significativo? ¿Potencian
el avance del conocimiento? ¿Cómo?
3. Las actividades y contenidos registrados, ¿dejan ver la dinámica
implementada en la clase?
4. Lo registrado en el papel, ¿permite a los alumnos volver sobre los
conocimientos aprendidos para fortalecerlos y ampliarlos, o tiene la
forma de un listado de temas inconexos que deben sostenerse con otros
recursos?
5. ¿Es un lugar de registro de lo sistematizado grupalmente? ¿Es una
herramienta para estudiar?
6. ¿Cuántas páginas están trabajadas? Si fueran pocas, ¿cuáles son las
razones? ¿Se dieron pocas situaciones de enseñanza? ¿El alumno faltó
mucho? ¿El alumno no trabaja? En ese caso ¿se saben las razones de
ese no hacer?
7. Cuando se observan varios cuadernos de alumnos de la misma clase,
¿qué tienen en común?
***
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Los ejemplos anteriores ilustran algunos de los muchos instrumentos que
pueden construirse para registrar las observaciones. Su contribución es
justamente guiar la mirada y servir de ayuda-memoria en las conversaciones
posteriores. Sin embargo, nunca reemplazan la conversación posterior con el
docente. Para analizar los datos recolectados es necesario “interrogar” al
problema, formular preguntas que ayuden a volver a pensar lo naturalizado. La
enseñanza y el aprendizaje son procesos largos, por lo que es esencial dar
lugar a la participación de los docentes en el análisis de sus clases,
planificaciones o producciones de los alumnos. El docente es quien tiene la
mirada completa sobre ese proceso y puede aportar información
complementaria para entender lo observado. Al mismo tiempo, al involucrarse
en la reflexión de sus propias prácticas, expone y revisa sus supuestos,
identifica errores y aciertos, evalúa alternativas. En síntesis: aprende.
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Gestión Educativa en acción. Cómo desarrollar,
motivar y liderar a tu equipo docente.
Laura Lewin
www.lidereseducativos.cl
Autor: Felipe Aravena
1. 2. 3.
¿Qué voy ¿Cómo voy ¿Para qué voy
a observar? a observar? a observar?
1. ¿Qué observar?
Cuando se observa una clase es necesario que el observador fije múltiples focos de atención, considerando tanto elementos
genéricos como específicos. Por ejemplo, se puede observar la calidad de las preguntas de los profesores, el tipo de
actividad diseñada en una clase, el cierre de la clase, la actitud y motivación de un grupo de estudiantes, etc. El contar con
más focos de atención abre la posibilidad de aproximarse de una manera más compleja y multidimensional al proceso de
enseñanza y aprendizaje.
Cohen et al. (2003) con la finalidad de diseñar marcos de observación desarrollaron el triángulo instruccional. Este triángulo
(ver figura 1) entiende el proceso de enseñanza y aprendizaje como su unidad de análisis, que a su vez se compone de cuatro
elementos clave: a) actividades de los estudiantes, b) desempeño del docente, c) contenidos curriculares y d) entorno. Para
los autores del triángulo instruccional, el proceso de enseñanza y aprendizaje consiste en diversas interacciones entre
contenidos, actividades, profesores, estudiantes, que se interconectan con distintos niveles de complejidad. De forma que
cuando se observa una clase es necesario considerar múltiples focos. Para profundizar más sobre este punto puedes revisar
el recurso Observación y Retroalimentación Docente como Estrategias de Desarrollo Profesional Docente
http://www.lidereseducativos.cl/wp-content/uploads/2017/01/NT-7.pdf
EL TRIÁNGULO INSTRUCCIONAL
PROFESOR ENTORNOS
ESTUDIANTES CONTENIDO
CURRICULAR
ESTUDIANTES
Un buen observador tiene claridad tanto de lo que va a observar como de lo que quiere que el observado prefiere que se
observe. Una buena forma para abordar este desafío es contar con una pauta de pre-observación1. Este instrumento se
compone de cuatro áreas: a) aprendizaje de la sesión, b) profesor, c) estudiantes y d) entorno. Cada una de estas áreas contiene
preguntas que requieren ser realizadas previas a la observación de aula. Así, se asegura que la instancia sea planificada, con
foco en el aprendizaje y desarrollo profesional, y fundamentalmente como una actividad de apoyo para la mejora de las
prácticas en el aula.
Para utilizar esta hoja de pre-observación, puedes iniciar la conversación con el o la docente, por ejemplo, señalando que
“Profesor, me interesaría ser un apoyo en su desarrollo profesional, por eso es fundamental que usted me comente previamente
qué tiene planeado para la clase, así tendré mayor claridad sobre qué observar”.
1
Adaptado de “Assessment for Learning Teachers’ Observation Notes Clarity about what is to be learnt”. The University of Auckland, New Zealand.
Disponible en: http://www.uacel.ac.nz/research/otl-leadership
Aprendizaje de la sesión
Profesor
¿Existe algún aspecto de la sesión que te gustaría que me focalice para apoyarte?
Estudiantes
Una vez terminada la clase, ¿Qué evidencia de aprendizaje te gustaría ver y observar en tus estudiantes?
¿Existe algún(os) estudiante(s) que te gustaría que yo observe para conversar sobre su aprendizaje y apoyarte?
Entorno
¿Existe algún aspecto de la escuela que esté influyendo en los aprendizajes de los estudiantes? ¿Cómo podríamos
abordarlo?
A continuación se presenta una hoja de notas de observación3 que permite estructurar los apuntes que se toman cuando el
observador está observando. Asimismo, se evita anotar un sinfín de comentarios de manera narrativa sin lógica ni
coherencia.
La hoja de notas de observación se compone de los siguientes elementos: a) estructura de la clase, b) ambiente de
aprendizaje, c) aprendizajes globales y específicos, d) relevancia de lo aprendido para los estudiantes, e) ejemplos de
modelamiento usados para ilustrar niveles de logro, f) oportunidades para los estudiantes de compartir sus aprendizajes y
g) nivel de complejidad de la actividad. Además de dos preguntas clave que motivan a la reflexión en la observación:
2. ¿Qué podrían haber hecho los estudiantes de manera diferente en las actividades?
2
Si deseas contar con rúbricas de observación para una clase de lenguaje, puedes utilizar el MADDO (mapas de competencias de desempeño docente
http://www.lidereseducativos.cl/wp-content/uploads/2017/09/MADDO.-Sintesis.pdf). No obstante, en esta oportunidad presentamos un instrumento que
permite ordenar las notas de observación.
3
Adaptado de “Assessment for Learning Teachers’ Observation Notes Clarity about what is to be learnt”. The University of Auckland, New Zealand. Disponible
en: http://www.uacel.ac.nz/research/otl-leadership
Estructura de la clase:
Ambiente de aprendizaje:
Preguntas de reflexión
¿Qué podría ser hecho de manera diferente en esta clase? ¿Qué podrían haber hecho los estudiantes de manera
diferente en las actividades?
La importancia de socializar la práctica antes de instalarla es un paso necesario en la búsqueda de un sentido claro y
significativo para los miembros de la comunidad escolar. Sin un sentido compartido, alcanzar el desarrollo profesional
docente y la mejora continua se hace al menos más complejo. Especialmente, en el caso de la observación de clases que
requiere ser entendida como práctica organizacional más que personal.
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