Tema 2 Literatura
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1. LA POESÍA MEDIEVAL
Está formada por composiciones anónimas transmitidas oralmente, de modo que los textos
pueden haber ido transformándose en el proceso de difusión. Sus obras están destinadas a un
público popular.
Las jarchas. Son composiciones breves de carácter popular originarias de al-Ándalus, que
se han conservado gracias a que algunos poetas árabes decidieron incorporarlas al final de
sus poesías amorosas, denominadas moaxajas. Datan de los siglos XI y XII y están escritas
en mozárabe y árabe vulgar. El tema amoroso varía, pero puede ir desde una visita
inesperada hasta la ausencia del amigo (habib).
Lírica galaico-portuguesa. Durante los siglos XII y XIII en el noroeste de la península
aparecen las primeras muestras de las cantigas de amigo. Estos son poemas de tradición oral
en galaicoportugués, recopilados por poetas cultos como Martín Códax o, Pero Meogo.
Lírica castellana. Tiene muchas variantes. Dos ejemplos son los villancicos (tratan un
asunto amoroso en un entorno natural cargado de simbolismo) y las serranillas
(composiciones que desarrollan el encuentro entre un caballero y una pastora, la serrana).
La integran narraciones en verso que narran las hazañas de un héroe de la nobleza guerrera.
Estas narraciones surgen por la necesidad que tiene una comunidad en proceso de formación de
afirmar su identidad en un momento de constantes enfrentamientos bélicos.
La poesía épica ha existido desde la Ilíada y la Odisea, en la antigua Grecia, hasta los
poemas medievales franceses y germánicos, como El cantar de Roldán y Tristán.
Origen y transmisión
Los poemas épicos medievales (cantares de gesta) se inspiran en hechos históricos, a los
que se añaden elementos míticos y legendarios para engrandecer la figura del héroe. Los hechos
relatados son considerados como verdaderos por el público.
Se cree que su origen está en que, en épocas próximas a la historia original, surgieron
leyendas y canciones sobre los protagonistas, las cuales se transmitieron oralmente de
generación en generación y, siglos después, fueron empleadas como base de los poemas escritos
que conocemos actualmente.
Estos poemas reciben también el nombre de mester de juglaría (oficio de juglar), debido a
que eran los juglares quienes se encargaban de su transmisión. Estos los recitaban ante un
público usualmente acompañados de un instrumento e introducían pequeñas variantes en
función de la audiencia.
Características formales
Los cantares de gesta se dividen en tiradas, que son agrupaciones de versos con la misma
rima asonante. Cada tirada conforma una unidad temática o de acción dentro de del argumento
general del Cantar. Los versos oscilan entre 12 y 16 sílabas, con una cesura que divide cada
verso en 2 hemistiquios.
La épica castellana
La figura del rey Carlomagno (ciclo carolingio). Roncesvalles, Mainete y Bernardo del
Carpio.
La independencia del condado de Castilla (ciclo de los condes de Castilla). Poema de
Fernán González, La condesa traidora, Romanz del infant García y Los siete infantes de
Lara.
La vida del Cid (ciclo del Cid). Cantar de Mio Cid, Cantar de Sancho II y las Mocedades
de Rodrigo.
Como rasgos generales de estos cantares destacan su tono realista, su unidad cristiana frente
al islam, la importancia de los reyes y en ocasiones una reacción nacionalista antifrancesa ante
la entrada de la cultura gala en la península.
El Cantar de Mio Cid no estaba destinado a la lectura sino a la recitación ante un público.
Actualmente no se sabe si el texto que se conserva es obra de 2 o más juglares.
El texto que se conserva aparece en un manuscrito del s. XIV para el uso de juglares, el cual
a su vez es copia de otro, escrito en 1207 por un clérigo llamado Per Abbat. Se cree que el texto
original debió de ser redactado en la 2ª ½ s. XII (1150) a partir de otras noticias y poemas del
Cid.
El Cantar posee casi 4000 versos, distribuidos en tiradas monorrimas. El lenguaje es claro y
expresivo, y en su estilo se aprecian recursos propios de la recitación juglaresca, tales como
llamadas de atención al público, epítetos épicos y reproducción en estilo directo de los diálogos.
Contenido y estructura
Los versos narran los últimos años de vida de Rodrigo Díaz de Vivar (1048-1099) sin hacer
alusión a su biografía previa. Se divide en tres partes:
Cantar del destierro. El cid pierde su honor político ante el rey Alfonso VI de Castilla y es
desterrado. Para recuperarlo lucha contra diversos enemigos, y tras cada victoria le envía un
regalo al rey en señal de sumisión y solicitando su perdón.
Cantar de las bodas. Las conquistas del Cid culminan con la toma de Valencia, tras la que
es perdonado por el rey, y celebra las bodas de sus hijas, doña Elvira y doña Sol, con los
infantes de Carrión.
Cantar de la afrenta de Corpes. El Cid pierde su honor familiar tras la afrenta de Corpes,
episodio ficticio en el que sus hijas son maltratadas y abandonadas por sus maridos, los
infantes de Carrión. Vuelve a recuperarlo definitivamente con la segunda boda de sus hijas
con los infantes de Navarra y Aragón.
La obra aborda el proceso de recuperación de honor perdido por el héroe; tanto para restaurar
el honor político, al enfrentarse a los enemigos musulmanes en el campo de batalla, como el
honor familiar, al recurrir a la justicia real contra los infantes de Carrión.
El Cantar mantiene un tono de verosimilitud que lo diferencia de otras gestas europeas. Ello
no significa que no haya episodios en los que se manipula la historia o se inventan
acontecimientos.
El Cid es el perfecto caballero cristiano, amante padre y esposo, que reúne en su persona la
inteligencia y la fortaleza.
A medida que avanza el poema, se engrandece la figura del Cid y se envilece la figura de los
traidores.
Este tipo de poesía se transmite a través de la escritura y la lectura. Es creada por autores
cultos denominados clérigos: hombres de letras, divulgadores de la cultura escrita que habían
aprendido en las primeras universidades de Europa, centros que irían sustituyendo
paulatinamente a los monasterios en la difusión del saber.
El conjunto de poemas narrativos compuestos en los siglos XIII y XIV por estos autores
reciben el nombre de mester de clerecía (oficio de clérigo). Muchas son anónimas, pero
destacan 2 autores: Gonzalo de Berceo en el s. XIII y Juan Ruíz, el arcipreste de Hita en el s.
XIV.
El hecho de haber sido compuestos por autores cultos explica que el contenido de estos
poemas esté basado en fuentes librescas, hagiografías, colecciones de milagros etc. De modo
que los temas más tratados suelen ser religiosos, aunque también hay poemas históricos.
Características formales
Las obras del mester de clerecía son narraciones escritas en verso. El hecho de ser leídas en
voz alta ante un público (bien sea de religiosos o peregrinos) explica su lenguaje sencillo, las
fórmulas de recitación juglarescas y las llamadas de atención al público.
En cuanto a métrica, emplean la cuaderna vía, una estrofa monorrima de cuatro versos
alejandrinos cada uno con una cesura en medio. (alejandrinos porque fueron usados en el Libro
de Alexandre)
Obras
Es el primer autor de nombre conocido de la literatura castellana. Tanto su vida como su labor
literaria están ligadas al monasterio de San Millán de la Cogolla, en cuya administración
trabajaba. Sus obras se dividen en:
Esta obra se inserta en una corriente de devoción mariana que surgió en Europa en los siglos
XII y XIII, en la cual su figura se presenta como la de una mediadora maternal entre los
cristianos y Dios para que la gracia divina llegue a los hombres. La obra presenta las siguientes
características:
Por otro lado, todos los milagros narrados siguen la misma estructura de caída y redención:
una persona devota a la Virgen se encuentra ante un peligro y es salvada por un milagro
mariano.
Rasgos formales. El estilo está marcado por la personalidad del autor y la finalidad de la
obra. Como autor culto, Berceo usa la cuaderna vía y a veces usa cultismos. A su vez,
emplea un tono de predicación sencillo y aprovecha las fórmulas de recitación juglaresca,
dado que intenta adoctrinar a un público de campesinos.
Es la obra más relevante del mester de clerecía del siglo XIV. Se conserva en tres
manuscritos sin título, compuesta por un religioso llamado Juan Ruiz, que ejerció como
arcipreste en Hita.
La obra fue escrita en una época de cambios sociales y de valores, razón que explica la
ambigüedad del libro, ya que no es del todo medieval ni llega a ser humanista.
Su objetivo es enseñar, previniendo los engaños loco amor, y entretener.
El Libro de buen amor comienza con un prólogo en prosa en el que se declara la intención de
la obra: advertir sobre los peligros del “loco amor”. Después, el protagonista relata una serie de
aventuras con mujeres de muy diferente condición, acabando en fracaso mayoritariamente. Para
conseguir el amor de algunas de estas mujeres, recurre a los servicios de Trotaconventos, una
alcahueta. Dentro de los elementos del Libro de buen amor se encuentran:
Relatos alegóricos. Como el de los amores de don Melón y doña Endrina, y el de la batalla
de doña Cuaresma y don Carnal, con la aparición triunfal de don Amor.
Exemplos y fábulas. (enseñanza, finalidad didáctica)
Planto. Es una elegía tras la muerte de Trotaconventos, en la que la muerte se ve como
enemiga de la vida,
Composiciones religiosas. Muchas dedicadas a la Virgen, y otras reflexionan sobre los
enemigos del alma cristiana y los pecados capitales.
Características formales
La diversidad métrica revela a un escritor que conoce muy bien las variedades literarias de su
época. Los episodios narrativos están escritos en cuaderna vía, con algunos versos de 16 sílabas.
En las piezas más líricas usa otras variantes métricas.
Las muestras más antiguas de prosa en castellano datan del siglo XII. En el s. XIII aparecen
composiciones de mayor elaboración literaria, como las obras de Alfonso X el Sabio o las
colecciones de cuentos. Finalmente, Don Juan Manuel escribe la obra más importante de prosa
en castellano, El conde Lucanor, el tiempo que surgen los primeros libros de caballerías.
Alfonso X el Sabio
- Alfonso X (1252 – 1284) impulsó el uso del castellano, en lugar del latín, como lengua
de administración y cultura laica. Además, promovió la redacción de obras científicas,
históricas y legales, ya sea de nueva creación o procedentes de traducciones, con la
ayuda de sabios cristianos, judíos y musulmanes en la Escuela de Traductores de
Toledo.
- Su labor cultural abarca:
Libros de caballerías
- Durante los siglos XII y XII se fue desarrollando un género narrativo de contenido
fantástico: las narraciones de caballerías. El primer autor conocido de este género es
el francés Chrétien de Troyes, quien relata las leyendas del rey Arturo y sus
caballeros.
- El protagonista es un caballero de origen noble y cristiano que cumple con los
valores arquetípicos de la época.
- Estas narraciones se caracterizan por relatar un viaje lleno de aventuras, que finaliza
con el regreso feliz al punto de partida. Durante el viaje, el caballero se prueba a sí
mismo con sus hazañas, adquiere fama y recupera a su dama. Es frecuente la
aparición de elementos sobrenaturales, tales como dragones, hechizos…
- El Libro del caballero Zifar (s. XIV), es el primer libro de caballerías en castellano,
a pesar de su contenido didáctico-moral, similar a los ejemplarios.
- La labor literaria de Don Juan Manuel (1282 – 1348), viene relacionada con su
condición social de aristócrata y con el momento histórico en el que vive.
- En sus obras tiene como objetivo prestigiar la importancia de la nobleza en un momento
de decadencia del estamento. Por ello la finalidad es didáctica dirigida a la nobleza, a la
cual ofrece guías de conducta política, social y religiosa.
- Su obra se divide en:
El conde Lucanor
- El teatro medieval surge de la misa, con la finalidad de hacer más comprensibles las
doctrinas cristianas. En un comienzo eran breves textos con música implementados
en la misa, los cuales, con el paso del tiempo, pasaron a ser diálogos.
Originariamente se representaban en templos, pero al ganar complejidad, se volvió
necesario un escenario.
- Este teatro medieval se divide en dos ciclos fundamentales del calendario cristiano:
la Navidad (nacimiento de Jesús) y la Pascua (muerte y resurrección de Jesús).
- El Auto o Representación de los Reyes Magos (s. XII) es la única obra de teatro
medieval castellano que se conserva. Cuenta con ciento cuarenta y siete versos, y
pertenece al ciclo de la navidad.
- En cuanto a la forma, los versos son polimétricos (tienen distintas medidas).
- Y en cuanto al contenido, únicamente relata la visita de los Reyes Magos a Herodes.
El teatro profano