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Material de Apoyo

Este documento trata sobre la relación laboral y sus elementos constitutivos como la dependencia económica y jurídica del trabajador, así como el tracto sucesivo. También analiza la teoría de la relación laboral y su importancia para la protección de los derechos de los trabajadores.

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Este documento trata sobre la relación laboral y sus elementos constitutivos como la dependencia económica y jurídica del trabajador, así como el tracto sucesivo. También analiza la teoría de la relación laboral y su importancia para la protección de los derechos de los trabajadores.

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Autor: Ab.

Ernesto Flores Sampedro


El nuevo derecho romperá el hechizo dos veces milenario del derecho civil, y en lugar
de proteger un acuerdo de voluntades, que nunca tuvo realidad, porque fue siempre la
voluntad del empresario la que se impuso, protegerá al trabajo.”
(De la Cueva, 1977, p. 183)

Introducción
El trabajo es una categoría social que ha creado y crea el mundo fáctico, es un
hecho innegable; y, es indiscutible que los nuevos postulados circundantes han
“succionado” a los trabajadores a las nuevas tendencias mundiales laborales.
Además, consideremos el surgimiento de las nuevas directrices en las
relaciones obrero-patronales, encaminadas hacia la flexibilización del trabajo.
Este contexto también involucra el problema socioeconómico del desempleo y
subempleo a nivel mundial. La denominada cuarta ola de la división del trabajo,
teoría nacida del libro de Toffler, recrea una realidad sujeta a cambios globales,
a trabajadores sin rostros, convertidos solo en cifras; una constante
dependencia del trabajo a la tierra, a la industria, a la fábrica, o a la tecnología;
lo que determina que el destino de la humanidad está sujeto a las decisiones
de los dueños de los “medios de producción”.
Ecuador, es un país satélite que ha desarrollado sus propios procesos
laborales, sujetos a los cambios políticos, económicos, sociales e ideológicos,
que han ocupado un sitio en el imaginario social. A nivel internacional, las
ponencias de organismos externos y extranjeros se encuentran alejados de la
realidad del trabajador, solo se plantean buenas intenciones y
“recomendaciones”, no obstante, apartados de la formación laboral como tal.
Es indudable que la década de los ochentas y la crisis de las ideologías
determinó una transformación drástica en los paradigmas, en especial las
comparaciones sociales e interpretación de la realidad de la humanidad, no
solo de los trabajadores.
La Teoría de la Relación Laboral es a la vez el engranaje de una herramienta
jurídica encaminada a la protección de la parte vulnerable, pero la base del
reconocimiento del trabajador y su trabajo efectivo, que de manera fáctica está
compuesto de dos elementos y una característica principal. En la legislación del
Código del Trabajo ecuatoriano esta teoría nace para proteger al obrero, sin
trabajadores no existiría el Derecho Laboral; porque es indudable la
superioridad del empleador, tanto económica como jurídica. Merece mencionar
que los postulados de Mario de la Cueva en el capítulo XVII de su libro El
Derecho Mexicano del Trabajo, explora la normativa constitucional y legal de
los obreros frente a su patrono.

Relación Laboral – Vínculo Jurídico


Es un vínculo jurídico, porque si bien depende del acuerdo de las partes, desde
su inicio está regulado por la norma laboral, inclusive sin existir un contrato en
forma física, están regulaciones vigentes desde que se configura la existencia
de la dependencia de tracto sucesivo; por lo tanto, una persona se subordina a
otra permite que se establezca una relación de trabajo. Con la verificación de
los elementos enunciados esta nueva relación obrero-patronal está sujeta,
fatalmente, a la normatividad del Código del Trabajo, su primer artículo inicia
con la siguiente disposición:
“Art. 1.- Ámbito de este Código. – Los preceptos de este Código regulan las
relaciones entre empleadores y trabajadores y se aplican a las diversas
modalidades y condiciones de trabajo.”
Al establecer que este “Código regulan las relaciones entre empleadores y
trabajadores” instaura la obligación, que en cada caso de la relación de trabajo
está regularizada por este código sin dilación, sin discrimen, sin objeción,
queda justificado aquello que se indicó, es un vínculo jurídico porque esta
relación no está supeditada a la mera voluntad de las partes, sino a normas
prescritas en el derecho positivo del trabajo. Mario de la Cueva asegura que es
posible que no exista una libre voluntad entre las partes, porque es siempre la
voluntad del contratante la que impuso las condiciones del trabajo. La nueva
corriente constitucionalista nos indica que los derechos de los trabajadores
están garantizados por la Constitución, otorga al trabajo el más alto nivel en su
apreciación jurídica. Así lo determina a partir del Art. 325 en delante de la
norma fundamental.
El Art. 12 del Código el Trabajo[1] superando, por un leve instante la doctrina
de Mario de la Cueva prevé que puede existir una relación laboral en la que
ambas partes no estén conscientes de la misma, lo que no implica que no
exista voluntad, sino que esta se recubre de una apariencia distinta de la
laboral, sin dejar de serlo, en la que ambas partes pueden pensar que están
bajo la tutela de otra ley diferente de la laboral. No siendo esto correcto, porque
considera toda relación tácita como relación de trabajo. Con este presupuesto
se rebasó la rigurosidad contractual civil, que está estacionado en el contrato-
documento.
Empero, el Art. 40 del citado cuerpo legal, establece una protección especial
que determina un filtro que asegura el derecho de protección, porque determina
que solo el trabajador puede reclamar aquello que debiendo estar escrito no lo
estuviere, mientras que el empleador solo puede hacer cumplir lo escrito. En su
segunda parte en cambio, creando una norma de carácter preferente faculta
solo al trabajador a pronunciarse por una eventual nulidad de una parte del
contrato de trabajo, sin que concluya por la destrucción completa de la relación
de trabajo, atacando solo aquello que está en contra del espíritu de la norma
laboral, validando esta.
Mario de la Cueva es preciso al indicar que “sin importar” lo que de origen a la
relación laboral esta merece la protección de la legislación vigente.

Elementos que estructuran la


relación de trabajo
Dependencia Económica y Jurídica

La dependencia o subordinación es una unidad jurídica, por lo tanto, sus partes


son inseparables, es decir, ante la existencia de la subordinación económica,
necesariamente está presente la jurídica, aunque no se aporte prueba de esta.
Es necesario explicar cada parte para poder comprender esta institución
jurídica-laboral.

Dependencia Económica

Para varios tratadistas, como Américo Plá Rodríguez, y la nueva sociología del
trabajo, descomponen a la dependencia económica en los Factores de
Producción, el capital e inclusive el puesto de trabajo, porque es evidente que
estos pertenecen al empleador. Implica el reconocimiento que la dependencia
económica, son los factores económicos que rodean al trabajo como tal, y no
está sujeta solo al hecho de la remuneración, advirtiendo que este último en
varios casos es cambiado de nombre para evadir el derecho del trabajo, pero
por principio tiene el mismo efecto sobre la voluntad del empleado.

Dependencia Jurídica.

La siguiente limitante de la voluntad es la dependencia jurídica, de manera


general son las condiciones que el empleador plantea para el desempeño del
desarrollo de la labor que requiere en su empresa o negocio. Es importante
puntualizar que dichos lineamientos, efectivamente están también dispuestos
en la norma positiva, por lo que no es discrecional en su totalidad por parte del
empleador.
Ejemplo:

1. En el supuesto de los abogados, cuando es un potencial cliente quien


recurre al consejo de un lego, principia con la concertación de una cita,
que se llevará en un despacho, a una hora del día, un valor
determinado. El supuesto aparece en el caso que ninguno de estos
suceda, es decir el cliente no asista a su cita o el abogado no esté
presente en su despacho para asesor. En ambos supuestos el uno del
otro no depende mutuamente, no están obligados a cumplir, o su
cumplimiento está dentro del ámbito de lo meramente moral. Llevándose
a cabo, no genera vínculo laboral, ambas partes estuvieron de acuerdo
con los elementos de su convenio. Puede ser desecho de manera
voluntaria o de hecho. Sin que genera ningún efecto jurídico.
2. Al contrario, si es un empresario, quien le ofrece una vacante a este
mismo abogado para que desempeñe el cargo de asesor de su
representada, para lo cual se le indica, una remuneración mensual, bajo
un horario concreto, en un sitio de trabajo, la voluntad del profesional de
derecho, al aceptar, queda subordinando a la voluntad de la empresa
contratante, entonces existe una evidente relación de trabajo. En este
caso se puede apreciar la subordinación económica y jurídica, tanto por
una remuneración y un sitio de trabajo definidos, impuestos por la parte
empleadora.
3. Sobre los ejemplos propuestos, puntualizo que existe una amplia gama
de “zonas grises” en las que las relaciones civiles se confunden con
aquellas que son laborales. No es parte del trabajo analizar dichas
zonas que requieren del avance de la teoría de la relación laboral.

Tracto Sucesivo

Esta característica de la relación del trabajo permite diferenciar entre relaciones


precarias de trabajo y las relaciones civiles. Con la vigencia de la llamada ley
de Justicia Laboral, a partir del año 2016 fue proscrito el contrato a plazo fijo y
se estableció como forma general de contratación el contrato a plazo indefinido.
Los denominados, por la doctrina general de la contratación laboral, como
contratos de menos de un año están a partir del Art. 14 del Código del Trabajo.
Lo que se busca es diferenciar y determinar cuando uno de estos contratos se
convierte de tiempo indefinido.
El tracto sucesivo caracteriza a la relación laboral al dotarle de permanencia en
el tiempo, lo que implica, que no es una simple sucesión de eventos. La
relación laboral ha sido diseñada para que, en sí, no se agote, sea por el
transcurso, la ejecución de ciertos actos o por la conclusión de la obra. La cual
se verifica mediante la continuidad del trabajo.
Ejemplo:

1. El contrato de obra cierta, en materia laboral, se caracteriza por pactar la


totalidad de la obra y la totalidad del precio, sin importar el tiempo que se
invierta en realizar este. Al contratar, por obra cierta para pintar un local.
Sería una obra cierta. No genera relación laboral al concluir dicha obra.
Pero al contratar para que pinte más locales, ocasionando que esta
labor se prolongue en el tiempo y no se extinga, adquiere la calidad de
relación laboral, de esta manera ha superado al contrato de obra cierta,
creando una sola relación laboral.
2. Otro ejemplo es el contrato de temporada, que goza de estabilidad
siempre que, de acuerdo con la tesis del tracto sucesivo, se mantenga
en el tiempo, a través de la ciclicidad. En la ciudad de Quito es muy
usual, en época de navidad, especialmente, requerir más trabajadores.
Suponiendo, que un empleador, contrató a una persona por el mes de
diciembre del 2016 y luego en el mismo mes, en el 2017, significará que
esta empresa tiene ya la obligación de volver a llamar para el período de
diciembre del 2018, porque apareció la calidad de contrato de
temporada y nace la estabilidad, esto por el paso del tiempo, es decir
tracto sucesivo.

Contrato General Individual de Trabajo

Asimismo, la teoría de la Relación Laboral organiza a las normas jurídico-


laboral para protección del trabajador, creando una ficción jurídica que se
denomina Contrato General Individual del Trabajo, en el que todo trabajador
tiene garantizado dos derechos básicos, un trabajo de ocho horas diarias
dentro de cinco días, por un pago equivalente a un Salario Básico Unificado. Es
decir que, sin contrato escrito, los trabajadores tienen asegurado todos los
derechos que el Código del Trabajo concede a este. Lo que deviene que los
contratos individuales de trabajo están supeditados a la Relación Laboral, no al
contrario.

Trabajo efectivo

La Teoría de la Relación Laboral nos lleva a un último y único destino que es el


proteger a la labor efectiva que ejecuta el trabajador, porque, una vez
ejecutada no puede ser devuelta, y su única compensación es la retribución
económica pactada como remuneración, además de una cierta garantía de
estabilidad. Para que exista una válida relación laboral, es preponderante la
realización del hecho simple, físico y tangible del trabajo, de la realización de la
actividad productiva; que implica, aunque se haya firmado un contrato de
trabajo, si este jamás se efectivizó, es decir, el trabajador nunca prestó su
labor, no se puede obligar al cumplimiento de este, porque el trabajador no
prestó sus servicios, no realizó el trabajo, que es el motor del derecho laboral.

Terminación de la Relación Laboral

La terminación legal del contrato del trabajo está estipulada en el Art. 169 del
Código de la materia, las cuales son taxativas; pero, que para nuestro supuesto
son solo referenciales, porque la relación laboral se extingue de forma directa,
sin olvidar que no debe infringir la norma laboral. Que de manera general son
por causas referentes a la voluntad de las partes, de eventos externos y por la
terminación o desaparición de la obra o empresa.
Autor: Ab.Ernesto Alonso Flores Sampedro
floresuceprofesor@hotmail.com

Bibliografía
Buen L, & Néstor de. (2003). Derecho del trabajo. Tomo segundo, Tomo
segundo,. México: Editorial Porrúa.
De la Cueva, M. (1977). EL NUEVO DERECHO MEXICANO DEL TRABAJO
(Cuarta). México: Porrúa S.A.

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