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OBRA DE TEATRO LA ILIADA

PRIMER ACTO: LA BODA DE TETIS.

NARRADOR 1: la boda de Tetis y la manzana de la discordia en el majestuoso palacio de los


dioses del olimpo, se celebraba la boda de Tetis y el inmortal Peleo ante la magnánima presencia del
todopoderoso, el divino, Zeus, quien estaba reunido también con las diosas más representativas del Partenón
griego. Atenea, Hera y Afrodita, quienes recibieron invitación para asistir, pero a esta boda no fue invitada la
diosa Eris quien es conocida por crear discordia fue dejada a un lado, veamos a continuación…

NARRADOR: Peleo rey de los mortales te entrego la mano de la diosa Tetis para que la hagas tu esposa.

NARRADOR: no muy lejos de allí la diosa discordia trazaba un plan para vengar la ofensa que significaba haber
sido ignorada.

ERIS: que se han creído? Ignorar a una diosa tan importante como yo, con mi sed de venganza y mis mágicos
poderes y conjuros haré que esta fiesta tenga un final infeliz.

HERA: una manzana.

ATENEA: y es de oro.

AFRODITA: (toma la manzana y viéndola aparece escrito sobre ella) “para la más hermosa.”
ATENEA: es para mí, yo soy la más bella.

HERA: esperen vayamos con Zeus, el sabrá determinar a quién corresponde la manzana.
ATENEA: poderoso Zeus quien de todas nosotras es merecedora de esta magnífica manzana de oro que está
destinada a la más hermosa.

ZEUS: diosas ustedes son todas muy bellas y recuerden que siendo hijas de los dioses están bien dotadas de
físicas cualidades que las realzan por encima de cualquier mujer. Déjense de dramas y discusiones.

HERA: pero poderoso Zeus te tienes que decidir por una, sabemos que somos lindas y bellas, pero queremos
saber quién es la más hermosa.

ATENEA: por favor Zeus, acláranos la duda.

ZEUS: Diosas yo no puedo hacer tal cosa, pero creo saber quién puede hacerlo. El mortal Paris, hijo del rey
Príamo de la amurallada ciudad de Troya.

SEGUNDO ACTO: LA PELEA DE AQUILES.

NARRADOR 1: Decenas de cuervos han descendido en un barranco de poca profundidad. Ellos pelean y
picotean, agrupados en torno a algo en el terreno. En el lado opuesto del valle, tres mil soldados. Cuando cada
ejército llega al campo de batalla se detienen y miran uno al otro hacia abajo, desde doscientos metros de
distancia, salen de sus respectivos lados y se encuentran en el centro del campo dos reyes Agamenón y Príamo
ambos reyes bajan de sus carruajes ellos se quedan mirando el uno al otro durante varios segundos. (Agamenón
sonríe y mira hacia el cielo).

AGAMENÓN: Es un buen día para los cuervos.

PRÍAMO: Te lo dije ayer y te lo digo de nuevo hoy. Retire su ejército de mi tierra.


NARRADOR: Agamenón vuelve a sonreír y vuelve a examinar el valle.

AGAMENÓN: Me gusta tu tierra, y tus soldados también. Ellos Lucharon valientemente ayer. No bien, pero con
valentía.

PRÍAMO: Ellos nunca van a luchar por ti.


AGAMENÓN: Eso es lo que los mesenios, dijeron también. Y los arcadios.

PRÍAMO: No se puede gobernar el mundo entero. Agamenón, Agamenón, Es demasiado grande incluso para
usted también.

AGAMENÓN: No quiero ver otra masacre. Vamos a terminar esta guerra de la manera antigua. Su mejor
luchador contra mi mejor esfuerzo.

NARRADOR: Por primera vez, Príamo parece esperanzador.

PRÍAMO: ¿Y si mi hombre gana?

AGAMENÓN: Vamos a salir de Tesalia para siempre. Soy un hombre generoso. Si ganas
mantendrías tu trono. Pero Tesalia cae bajo mi mando, para luchar conmigo cada vez que llame. (Príamo lo
piensa antes de asentir. Le grita a su ejército)

PRÍAMO: Boagrius!

NARRADOR: los guerreros de Tesalia murmullan entre ellos y dan un paso al costado donde un hombre gigante
emerge, BOAGRIUS, un pie más alto que los otros hombres.

PRÍAMO: Aquí está mi campeón. (Agamenón levanta las cejas como el gigante se acerca.)

AGAMENÓN:(Grita a su ejército) Aquileees!

NARRADOR 1: Los micénicos murmullan entre sí, en busca de Aquiles. Nadie sale. Agamenón frunce el ceño.

PRÍAMO: Boagrius causa este efecto en muchos hombres.

AGAMENÓN: Tenga cuidado de a quien insultas, viejo rey. (Un oficial a caballo galopa de las filas micénicas al
centro del campo e inclina la cabeza para Agamenón)

OFICIAL: Aquiles no está con el ejército. (Príamo ríe y mira a Boagrius, que se ríe.)

AGAMENÓN: (Furioso) ¿Dónde está?

NARRADOR 1: Agamenón consulta con sus oficiales en el campo de batalla, incluyendo al rey Néstor su asesor
de confianza. Cuando Aquiles se pasea a la vista de los soldados micénicos. (ALEGRÍA Algunos grita su
nombre.)

AGAMENÓN: Tal vez deberíamos tener nuestra guerra mañana, cuando esté mejor descansado? (Aquiles ignora
el rey y examina el gigante espera.)

AGAMENÓN: Debería haberte azotado por descaro.


NARRADOR 1: Aquiles camina hacia Agamenón, los dedos se encrespan sobre la empuñadura de su espada.
Néstor se desliza entre Aquiles y el rey.

AQUILES: (le dice a Agamenón) ¿Por qué no luchas tú mismo? Sería un espectáculo ver que un rey luche sus
propias batallas.

NESTOR: Aquiles. (Sorprendido) (Aquiles finalmente se da vuelta y lo mira).

NESTOR: Mira a los hombres, el ejército. (Aquiles observa los rostros de los cansados soldados de batalla)

NESTOR: Usted puede ahorrar cientos de ellos. Usted puede poner fin a esta guerra con una oscilación de su
espada. Piense cuántas canciones van a cantar en su honor.
NARRADOR 1: Los soldados, asombrados en su presencia, mirando Aquiles. Él finalmente se da vuelta y camina
hacia Boagrius. (Pelean) Aquiles saca su espada después de clavarla en el pecho de boagrius y sigue
caminando hacia la línea de Tesalónica, nunca mirando hacia atrás.

PRÍAMO: ¿Quién es usted, soldado?

AQUILES: Aquiles, hijo de Peleo

PRÍAMO: Aquiles. No voy a olvidar nunca tu nombre. (Ofrece Aquiles el cetro de oro macizo.) La regla de Tesalia
lleva este cetro. Dáselo a tu rey.

AQUILES: Él no es mi rey.

TERCER ACTO: ESPARTA.

NARRADOR 1: mientras tanto las diosas se dirigen a Paris que se encuentra con Héctor en Esparta.
Fraternizando con Menelao sus buenas alianzas entre Troya y Esparta.

AFRODITA: apuesto Paris dinos tú, quien de nosotras es la más bella.

PARIS: soy un simple mortal, ustedes son diosas, hermosas todas.

HERA: noble Paris, concédeme la manzana y a cambio te daré la fuerza y el poder sin límite.
ATENEA: esbelto espécimen troyano, yo a cambio te daré la sabiduría e inteligencia.

AFRODITA: déjalas, yo te puedo dar el amor de la mujer más hermosa del planeta.

PARIS: que hermosa. (Mirando la manzana).

NARRADOR 1: así Paris después de haber escuchado a las diosas, acepto la propuesta de Afrodita, e inducido
por tan mística diosa se dispone en busca de la mujer más bella, que era Helena esposa de Menelao
aprovechando la visita de su hermano Héctor a la ciudad de Esparta.

CUARTO ACTO: PALACIO DE ESPARTA - Salón de Recepciones

NARRADOR 1: Menelao, rey de Esparta, está a la cabeza de una gran mesa que se extiende por la longitud de
una sala iluminada por antorchas. Un guerrero con cicatrices de batalla, Menelao ya está a mitad de camino
borracho.
NARRADOR 1: Al lado de Menelao se sienta su esposa, Helena, con un blanco vestido, la cabeza inclinada,
escuchando a su marido. Frescas las flores se tejen en el pelo. Su belleza es tan extrema que parece existir en
un reino independiente.

NARRADOR 1: La única mujer en la habitación y el único vestido de blanco y dorado, Helena brilla en medio de
los guerreros de Esparta y Troya. Todos se sientan en una mesa llena de platos de asado aves de caza, los
pescados enteros, pulpos, lechones y platos de fruta.

NARRADOR 1: (Menelao sostiene su copa de vino de oro en el aire, señalando a sus invitados de honor: Héctor
y París. Héctor no es en el aspecto mejor hombre en la sala, ni el más grande, pero la intensidad de su
expresión, la realeza de su porte, confirma que él es un líder nato. París es en aspecto mejor hombre en la sala,
por un tiro largo. Él no está prestando atención a Menelao, Él solamente está mirando a Helena.

MENELAO: Hemos tenido nuestros conflictos antes, es verdad. Hemos luchado muchas batallas, Esparta y
Troya. Y luchado bien! (los soldados de Menelao están alegres. Por un momento, Helena mira hacia arriba y se
encuentra con París en la mirada.)

MENELAO: Pero siempre he respetado a su padre. Príamo es un buen hombre, un buen rey. Yo lo respetaba
como un adversario, y lo respeto ahora como mi aliado. (Más aplausos, esta vez de todo el conjunto. Paris:
Todavía está mirando Helena. Héctor le da codazos a su hermano en el hombro.)
MENELAO: Brindemos por la paz. (Héctor asiente con la cabeza a Menelao y levanta su copa.)

HECTOR: La paz entre Troya y Esparta.

MENELAO: Que los dioses mantengan a los lobos en las colinas.

PERSONAS: A Esparta! Para Troya!

NARRADOR 1: Menelao se acerca a Héctor y cruza el brazo en su cuello para charlar.

MENELAO: Sólo un hombre trabaja mejor con la espada que tú. (Silencio) El hijo de Peleo.

HECTOR: Aquiles. (Helena se para y sale de la sala de recepción. Menelao se da cuenta y la sigue)

QUINTO ACTO: EL CUARTO DE HELENA.

MENELAO: Helena esposa mía, debo partir a Micenas junto a mi hermano Agamenón, jefe del ejército griego.

HELENA: oh, esposo mío por cuanto tiempo no estarás cerca?

MENELAO: aun no lo sé, tal vez todo el invierno, pero si tenemos el triunfo volveremos pronto.

HELENA: no crees que es mucho tiempo?

MENELAO: pero, mi hermosa Helena regresaré, prometo que más temprano que tarde.

HELENA: que será de mí en tu ausencia?

MENELAO: descuida lo tengo arreglado, mis soldados se encargaran de custodiar el palacio. (Se marcha del
cuarto)
NARRADOR 1: al partir de viaje Menelao, Paris no desaprovecha la oportunidad gracias al grado de amistad con
los griegos. Ingresa al cuarto para verse con Helena quien en sueños había presenciado cautivada el rostro del
joven Paris.

POLIDORA: mi reina, el joven príncipe Paris desea hablar con usted. (La habitación está iluminada por una
docena de velas de alto. Helena elimina las flores de sus cabellos y los deja caer en un recipiente de agua. Se
oye un sonido y mira hacia arriba. Paris se encuentra en la puerta.)

NARRADOR 1: como si se conocieran de siempre, los dos se miran fijamente a los ojos y estallan en una
arrebatadora emoción, veamos.

HELENA: había pensado que tan solo era un sueño pero los dioses me han revelado tu belleza y valentía.
(Helena sigue quitando las flores de su cabello, pero ella no puede ocultar una media sonrisa.)

PARIS: tan hermosa como los dioses me mostraron ante ti.

HELENA: consciente soy que no puedo amarte pero el destino me puso ante ti.

PARIS: oh Helena los dioses han hablado y mi destino está a tu lado.

HELENA: no!! Bien sabes que Menelao podría pedirle a Agamenón que te arranque la cabeza y se la dé a los
buitres.

PARIS: te llevaría conmigo ahora mismo.

HELENA: no!! Sabes que ocasionaría desgracias, mejor déjame aquí, debes marcharte.

PARIS: tienes razón, aunque esta partida me rasgue el corazón debo marcharme.
NARRADOR 1: Paris saca de su túnica un collar de perlas con plata. Las perlas del mar del Propóntide y las
pone alrededor de su cuello.

HELENA: Son hermosos. Pero no puedo usarlos. Menelao nos mataría a los dos.

PARIS: No tengas miedo de él.

HELENA: No tengo miedo de morir.


PARIS: Usted no tiene que temer al futuro. (Helena lo mira, sin saber lo que quiere decir.) (Confundida)

HELENA: Espera!! Llévame contigo, deja que los dioses obren con la voluntad del destino.

PARIS: huyamos pronto, en Troya serás feliz a mi lado.

HELENA: (Susurrando) Sí.

PARIS: Ven conmigo.

HELENA: No juegues conmigo, príncipe de Troya. No juegues.

NARRADOR 1: Los sonidos de pisadas y risas en la puerta sobresaltaron. París, a mitad de camino desenvaina
un cuchillo colgando de su cinturón.
PARIS: Los hombres nos buscan y los dioses nos maldicen. Pero yo te amaré. Hasta el día en que se queme mi
cuerpo te amaré. (Helena se queda mirando a los ojos de París, contemplando lo imposible.)

NARRADOR 1: de esta manera, Helena esposa de Menelao seducida por la propuesta de Paris decide irse con
él a Troya, al arribar fue sorprendido por Héctor hermano mayor de Paris. Valiente guerrero troyano.

SEXTO ACTO: CUBIERTA DEL BUQUE.

NARRADOR 1: Los vientos son fuertes. Los marineros tienden las velas. Héctor se encuentra en la proa,
apoyado en la barandilla, tallando un LEÓN DE MADERA. París se une a él.

PARIS: Una hermosa mañana. Poseidón ha bendecido nuestro viaje. (Héctor se ve el cielo azul por un
momento.)

PARIS: ¿Me quieres, hermano? (Héctor descansa el cuchillo en la cubierta y sonríe)

HECTOR: ¿Qué has hecho ahora?

PARIS: Tengo que mostrarte algo.

NARRADOR 1: París camina hacia la escalera que conduce al interior del barco. Héctor lo mira durante unos
segundos, París abre la puerta. Helena, vestida con una túnica con capucha, se acerca lentamente hacia ellos.
Ella está de pie. Héctor se le queda mirando con incredulidad. Se vuelve y mira a París.

HECTOR: (molesto!!!) que significa esto? Helena es la esposa de Menelao rey de Esparta, ¿te has vuelto loco?
¿Qué pasara si Menelao lanza todo su ejército contra Troya?

PARIS: yo la amo y no dejaré que interfieras en nuestros asuntos.

HECTOR: cómo quieres que no interfiera se avecinara una inmensa flota dé griegos, correrán ríos de sangre. Si
no fueras mi hermano te mataría donde estés.

HELENA: Nunca tendremos paz.

PARIS: Yo no quiero la paz. Te quiero a ti.


SEPTIMO ACTO: PALACIO DE ESPARTA – CUARTO DE HELENA

NARRADOR 1: Menelao, seguido por diez soldados, hacia el cuarto de helena. (Se encuentra Polydora
limpiando las joyas de la reina. Menelao la agarra del brazo con brusquedad. Ella está aterrorizada.)

MENELAO: ¿Dónde está ella?

POLYDORA: ¿Quién, mi rey?

NARRADOR 1: Polydora intenta hablar, pero las palabras no salen. Afortunadamente para ella, Hipaso un
consejero real, entra a la sala en ese momento, seguido de un viejo.

HIPASO: Ella se fue con los troyanos, mi rey. El anciano la vio abordo de su buque.

MENELAO: (sosteniendo al pescador) Los troyanos?


PESCADOR: Con el joven príncipe. París.

MENELAO: necesito mi barco listo ahora!!.

OCTAVO ACTO: FORMACION DE LAS TROPAS GRIEGAS.

NARRADOR 1: mientras tanto abordo de la nave, Héctor pide que vuelvan a Esparta para dejar a Helena,
después de discutir con su hermano Paris alegando todo el esfuerzo que su padre el rey Príamo ha hecho para
conservar la paz con Esparta. Por otro lado, en Micenas Menelao, seguido por Hipaso y un séquito de soldados
entran a la sala del palacio, Agamenón está sentado, en un trono hermoso tallado de madera maciza de roble.

AGAMENÓN: Su mensajero llegó hace dos días. Yo sé lo que pasó.

MENELAO: Yo la quiero de vuelta.

AGAMENÓN: Por supuesto que sí. Ella es una mujer hermosa.

MENELAO: Yo la quiero de vuelta, No voy a descansar hasta ver ardiendo Troya.

AGAMENÓN: (Sonriendo) Pensé que quería la paz con Troya.

MENELAO: habrá una disputa con los troyanos en mi honor. Un insulto para mí es un insulto para usted.

AGAMENÓN: Y un insulto para mí es un insulto a todos los griegos.

NESTOR: Los troyanos no se han conquistado.

AGAMENÓN: No lo he probado todavía. El Viejo rey Príamo cree que es intocable detrás de sus muros altos, Si
Troya cae, puedo controlar el Egeo.

NESTOR: Héctor comanda a uno de los mejores ejércitos en el este. Y Troya se construye para resistir un asedio
de diez años. Una última cosa, necesitamos de Aquiles. (Agamenón niega con la cabeza)

AGAMENÓN: Aquiles no se puede controlar.

NESTOR: No es necesario controlarlo.

AGAMENÓN: Sí, él es un asesino dotado, pero sigue sin rey. Amenaza todo lo que he construido. NESTOR: Sus
palabras son verdaderas. Pero, ¿cuántas batallas hemos ganado fuera del borde de su espada? Esta será la
mayor guerra que el mundo haya visto jamás, necesitamos el más grande guerrero.

NARRADOR 1: en efecto, al tomar cuenta de los hechos, los griegos abordaron sus naves y se embarcaron con
destino a Troya la ciudad de altas murallas cubiertas de oro. De esta forma estalla una guerra que se prolongaría
por muchos años y traería el ocaso hasta entonces a esta poderosa ciudad. (Se organizan para pelear,
desembarcan y luchan.)

NOVENO ACTO: SECUESTRO DE CRISEIDA.

NARRADOR 1: el enfrentamiento era voraz y muchos guerreros eran abatidos. La guerra hasta ahora la ganaban
los griegos quienes contaban en sus filas con el más fuerte y osado combatiente, Aquiles el de los pies ligeros,
sin embargo la prepotencia del jefe del ejército Agamenón hizo que la batalla en un momento inesperado se
volviera tensa, Agamenón había cometido una infamia deslumbrado por la belleza de Criseida hija de Crises
sacerdote de Apolo sin pensar en las consecuencias, la toma a la fuerza y se la lleva cautiva.

AGAMENON: te he dicho que camines.(dirigiéndose a Criseida)

CRISEIDA: déjame en libertad, bien sabes que mi padre es sacerdote de Apolo y bien sabes que el podría hacer
que esta guerra te sea bien adversa.

AGAMENON: nadie se opondrá a que Agamenón tenga lo que quiere, ni un sacerdote ni nadie.

CRISEIDA: Libérame pronto y mi dios te concederá lo que pidas.

AGAMENON: ya te lo había dicho te quedaras aquí para cumplir mis deseos.

(EN OTRO LADO...) CRISES: (suplicando) divino Apolo, Agamenón ha atacado. Tomando prisionera a mi hija
Criseida concédeme la dicha, has que vuelva conmigo y castiga su ofensa y la de su ejército.

APOLO: nadie osa ofender a mi sacerdote y menos a Apolo, sufrirá su castigo y serán azotados con las
constantes tormentas de flechas.

NARRADOR 1: dicho esto por Apolo al instante se vio caer de los cielos flechas por millares y el ejército griego
comenzó a verse diezmado, caían unos tras otros. Eran atravesados por las flechas implacables, mientras
trascurrían sucesivas derrotas, el propio Aquiles confundido y temeroso acudió al Oráculo, este le daría una
explicación para lo que estaba ocurriendo.

(EN EL ORACULO...) AQUILES: dime cual es la razón para nuestras constantes derrotas, ¿por qué Apolo ha
lanzado sus flechas contra nuestro ejército?

ORACULO: Apolo está enfadado por que Agamenón ha tomado por la fuerza a la hija de su sacerdote.

NARRADOR 1: ahora que Aquiles sabia la razón, no oculto su enojo y fue en busca de Agamenón para
recriminarlo y a convencerlo de cambiar su actitud.

AQUILES: el Oráculo ha hablado y me ha revelado la razón de nuestras constantes derrotas y es porque Apolo
está enfadado porque has ofendido a un servidor suyo, a Crises manteniendo cautiva a su hija Criseida es
preciso que la devuelvas antes que sea fatal para nuestros intereses.

AGAMENON: que te has creído? Soy yo el ofendido, Deja a Criseida! Guardia! Trae a Briseida para ocuparla en
su lugar, prepárala y llévala a mi tienda.

NARRADOR 1: De esta manera Agamenón se ensaño con Aquiles y le arrebato a su esposa Briseida en
represalia por haber acudido al Oráculo. Aquiles agraviado decide no continuar en la lucha y se reduce a salir del
campo de batalla, por el contrario acude a su madre Tetis implorando venganza por su mediación ante Zeus y
que la guerra les sea aún más adversa a los griegos.

DECIMO ACTO: LA AYUDA DE AQUILES.

NARRADOR 1: Héctor enfrenta la cólera de Aquiles. En consecuencia la guerra era totalmente favorable para los
troyanos, Héctor su guerrero más valiente cobraba notoriedad. Por otro lado, Agamenón intenta convencer a
Patroclo entrañable amigo de Aquiles para que este sirva de mediador y consiga devolverlo a la lucha.
(en la tienda de Agamenón)
PATROCLO: ¿me mando a llamar?, ¿Qué sucede?
AGAMENON: Patroclo eres el mejor amigo de Aquiles, hemos tenido muchas derrotas, es necesario que vuelvas
donde él y lo convenzas de volver a la batalla.

PATROCLO: así lo hare gran Agamenón, mas no garantizo que pueda convencerlo. (Patroclo va a la tienda de
Aquiles y esto es lo que sucede)

PATROCLO: divino Aquiles es necesario que vuelvas a pelear, la guerra esta adversa, solo conseguimos
derrotas, contigo todo era victoria.

AQUILES: bien conoces mis razones, Agamenón me ha ofendido jamás volveré a luchar junto a él, no lo hare!!.

PATROCLO: comprendo tu enfado, somos como hermanos. Ahora quiero que compartamos armaduras para
lograr confundirlos, creerán que eres tú.

AQUILES: lo que me pidas no puedo negarlo pero solo te pido una condición.

PATROCLO: Cual ha de ser?

AQUILES: que no te acerques mucho a las murallas de Troya porque podrían matarte y las consecuencias serían
fatales.

DECIMOPRIMER ACTO: LA FURIA DE AQUILES.

NARRADOR 1: Patroclo no pudo convencer a Aquiles de volver a la pelea pero logro convencerlo para que le
proporcione su magnífica armadura confeccionada por Hefesto el dios del fuego y la metalurgia, pero Patroclo
olvido la advertencia de Aquiles y los dioses dieron fé del engaño a Héctor quien no dudo en enfrentarlo y
matarlo.

DIOSA: Héctor no temas pues al que tienes adelante de ti no es Aquiles es un farsante, acaba con él. (pelea)

NARRADOR 1: De esta manera muere Patroclo a manos de Héctor quien victorioso toma como trofeo las
armaduras de Aquiles las cuales portaba Patroclo. Aquiles al darse cuenta de la trágica noticia que daba cuenta
de la muerte de su entrañable amigo lleno de ira lanza un grito de guerra que llena de sangre a más de uno allí
presente. Y volviendo a la batalla salió al encuentro de Héctor.

AQUILES: Héctor maldito!! Morirás y Troya ardera, pagaras con tu sangre la muerte de Patroclo y rogaras que
los dioses se apiaden de ti.

HECTOR: aquí estoy dispuesto a abatirme en lucha. Los dioses han hablado y soy consciente que mi destino ha
sido trazado. Hagamos un trato.

AQUILES: yo no hago tratos.

HECTOR: solo quiero proponerte algo, si yo te gano entregare tu cuerpo a los tuyos, pero si tú me vences
promete entregar mi cuerpo a los míos. Para que sea honrado con los honores de guerra.

AQUILES: entre nosotros no habrá tratos, te arrancare los ojos y los intestinos para dárselos a los buitres. Luego
arrastrare tu cuerpo por toda Troya.

HECTOR: espera! haz caso a lo que te digo, escucha mi propuesta.

AQUILES: no, es más, que comience la pelea.

NARRADOR 1: Héctor toma valor y arremete con su espada contra Aquiles, el divino Aquiles lo elude hábilmente
y Héctor es derribado, Héctor comprende que su suerte está echada.
HECTOR: poderoso Aquiles habiéndome vencido te pido por favor que entregues mi cuerpo y a
cambio se te dará todo mi peso en oro.

AQUILES: no hay peso en oro que pueda saciar mi ira, muere!

NARRADOR 1: tras la muerte de Héctor, el rey Príamo acude donde Aquiles para solicitarle el cuerpo de su hijo,
a lo que Aquiles se niega rotundamente, ya que antes de entregar el cuerpo cumpliría su palabra de arrastrar a
Héctor por todo el estrado de Troya.

De esta manera concluye esta historia de la épica clásica con los funerales de Héctor.

PERSONAJES:
Garinka: Diosa (acto 11)
Matías: Agamenón
Carlos: Menelao
Leo Campos: Néstor y pescador
Marifer: Diosa (acto 11)
Roberto: Apolo
Ceci Chacón: Helena
Bruno: Aquiles
Ivanna: Polidora
Vicky: Hera
Scarlett: Eris y Diosa
Romina: Criseida
Leo Pasos: Héctor
Ariadna: Afrodita
Joshua: Paris
Ceci Salinas: Diosa (acto 11)
Karla: Atenea
Mario: Patroclo
Jorge: Zeus
Diego: Príamo
Mateo: Hipaso y oficial

*IMPRIMIR EL GUION Y SUBRAYAR CON MARCATEXTOS EL DIALOGO QUE LE TOCO A SU HIJO O HIJA
PARA REPASAR TODOS LOS DÍAS

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