Dolo y Culpa

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FACULTAD DE DERECHO

CURSO: DERECHO PENAL

TEMA: DOLO Y CULPA

DOCENTE: SAUL ALEXANDER VILLEGAS SALAZAR

ALUMNOS:

● OLLARVES OLLARVEZ, CIRLYS KATLEN

● MENDOZA GUTIERREZ NATALY

● GONZALES ZAMBRANO JHULYSBETH

● BURGA MESTANZA YASMÍN IVETH

● DÁVILA DÍAZ ERICK JHAMPIER

● SEVILLANO FABIAN MEYLI SOIDELITH


DOLO Y CULPA

CAJAMARCA – PERÚ
2024

INDICE
1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................................3
2. DOLO...........................................................................................................................................4
 ¿QUÉ ES EL DOLO?...............................................................................................................4
 LA EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA DEL DOLO...................................................................4
TEORÍA VOLITIVA...................................................................................................................5
TEORÍA COGNITIVA................................................................................................................5
3. ELEMENTOS DEL DOLO.........................................................................................................5
4. CLASES DE DOLO.....................................................................................................................6
DOLO DIRECTO.............................................................................................................................6
DOLO DE SEGUNDO GRADO O DE CONSECUENCIAS NECESARIAS...............................6
DOLO EVENTUAL.........................................................................................................................8
5. ERROR DE TIPO COMO QUE CARA NEGATIVA DEL DOLO............................................8
6. ERROR DE TIPO COMO FAZ NEGATIVA DEL DOLO:.......................................................9
7. CULPA.......................................................................................................................................10
 ORIGEN DE LA CULPA......................................................................................................10
 TÉCNICA NORMATIVA DE CULPA.................................................................................11
 FUNDAMENTO DE LA PUNIBILIDAD EN DELITOS CULPOSOS...............................12
8. IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS.................................................13
9. IMPUTACION SUBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS...............................................13
 CULPA CONSCIENTE Y CULPA INCONSCIENTE.........................................................14
 CULPA CONSCIENTE.........................................................................................................14
 CULPA INCONSCIENTE.....................................................................................................14
 DIFERENCIA ENTRE CULPA CONSCIENTE Y DOLO EVENTUAL............................14
 ERROR DE TIPO EN DELITOS IMPRUDENTES.............................................................15
 ADMISIBILIDAD DEL ERROR DE TIPO..........................................................................15
10. MODALIDADES DE LA CULPA........................................................................................15
11. GRADO DE CAPACIDAD DE LA CULPA........................................................................16
DOLO Y CULPA

 INCAPACIDAD DE CULPA Y CAPACIDAD DISMINUIDA DE CULPA......................16


 TRASTORNOS MENTALES ANORMALES......................................................................17
 CONSECUENCIAS...............................................................................................................17
12. CONCLUSION......................................................................................................................18
13. REFERENCIAS.....................................................................................................................19

1. INTRODUCCIÓN

El concepto de responsabilidad en el ámbito legal ha sido objeto de profundo análisis y


debate a lo largo de la historia. Dos de los pilares fundamentales en la determinación de la
responsabilidad penal son el dolo y la culpa. El dolo, entendido como la voluntad
consciente de cometer un acto ilícito, y la culpa, asociada a la negligencia o falta de
diligencia en la realización de una acción, son conceptos cruciales que influyen en la
imputación de responsabilidad y en la gradación de las penas.
El presente informe, estudia los delitos imprudentes en el marco del derecho penal,
caracterizados por la falta de intención deliberada pero la creación o aumento de riesgo para
terceros. Se remonta al siglo XX, inicialmente asociado al derecho civil. Con la
tecnificación e industrialización, se han incrementado las fuentes de riesgo, impulsando
normas de cuidado. Se abordan aspectos como la teoría de la culpa, imputación objetiva y
subjetiva, diferencia entre culpa consciente e inconsciente, y la relevancia del grado de
capacidad de la culpa en la responsabilidad penal. Se discute la relación entre imprudencia
y error de tipo, así como la admisibilidad del error de tipo como eximente. Se exploran
modalidades de culpa como impericia, negligencia e imprudencia, y su impacto en la
responsabilidad penal. Se destaca la importancia de la edad y la capacidad individual, así
como la consideración de la incapacidad y capacidad disminuida de culpa en casos de
trastornos mentales graves.
A través de este estudio, se busca profundizar en la comprensión de dos conceptos
fundamentales en el derecho penal que influyen en la justicia y equidad en la imposición de
sanciones legales. Esta distinción no solo es importante legalmente, sino que también
plantea preguntas filosóficas y sociales sobre la responsabilidad individual y colectiva en la
sociedad.
DOLO Y CULPA

2. DOLO
 ¿QUÉ ES EL DOLO?

En términos jurídicos, el término, “dolo” se refiere a la elección consciente y deliberada de


realizar un acto ilícito o nocivo, con plena conciencia de las consecuencias, y con la
intención de obtener una ventaja injusta o dañar a otra persona (Peñafiel, 2018).
Establece la responsabilidad de un individuo en la comisión de un delito, convirtiéndolo en
una noción básica en el derecho penal (Zaffaroni, 2005). Puede presentarse de dos formas:
directamente, cuando el sujeto tiene claramente intención de cometer el acto ilícito, o
indirectamente, cuando anticipa las consecuencias, pero opta por actuar de cualquier
manera (Peñafiel, 2018).
Para actuar dolorosamente, el sujeto de la acción debe saber qué es lo que hace y conoce los
elementos que caracterizan su acción como típica, asimismo no basta tener mero
conocimiento de los elementos objetivos del tipo, es necesario además querer realizarlo.
(Jurisprudencia del poder judicial. Exp. N° 132-98, de 20-05-1997)

 LA EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA DEL DOLO.

Durante el transcurso de la historia el dolo es considerado como uno de los elementos


subjetivos de mayor relevancia, según la doctrina y jurisprudencia ampliamente
mayoritarias, actúa con dolo quien conoce y quiere la realización de los elementos objetivos
del tipo. (Meini, 2014)
En el sistema causalista el dolo se concebía como una de las dos formas posibles de
culpabilidad, el dolus malus, en el que se contendrían dos aspectos: a) el conocimiento y
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voluntad de realizar los elementos objetivos del tipo (conocimiento de los hechos) y b) la
conciencia de su significación antijurídica (conocimiento del derecho).
Frente a lo anterior, el enfoque finalista opta, como consecuencia el concepto de acción
final, por una concepción más restringida del dolo, integrándola como una de las formas
posibles del tipo subjetivo y entendiéndolo dolus naturalis: conocimiento y voluntad de
realizar los elementos objetivos del tipo. El tipo del delito doloso está compuesto por
una acción final y un resultado causado por esta. Lo que constituye el injusto del delito
doloso es la lesión de un bien jurídico, y que esta sea debida a causa de la «no
observancia del cuidado objetivamente exigido» (Cerezo, 1959).

TEORÍA VOLITIVA

Esta teoría indica que para actuar dolosamente no es suficiente con el conocimiento de los
elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Es la concurrencia de esa voluntad
lo que fundamenta el mayor desvalor de acción del tipo de injusto doloso frente al
imprudente: quien actúa con dolo se ha decidido en contra del bien jurídico protegido en el
tipo correspondiente. “Para actuar dolosamente no es suficiente con el conocimiento de los
elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Es la concurrencia de esa voluntad
lo que fundamenta el mayor desvalor de acción del tipo de injusto doloso frente al
imprudente:quien actúa con dolo se ha decidido en contra del bien jurídico protegido en el
tipo correspondiente”. (Hava García, 2016, p. 25).

TEORÍA COGNITIVA

El dolo es el conocimiento y la voluntad natural del sujeto, este es el concepto clásico. La


dogmática ha evolucionado a una perspectiva normativista y que plantea que el dolo no
tiene nada que ver con la voluntad, sino que para actuar con dolo basta con conocer. Se
mantiene un concepto cognitivo, el dolo tiene como referencia el tipo objetivo. En este
concepto de dolo, la voluntad carece de importancia porque se entiende que la voluntad
afecta tanto al dolo como a la imprudencia. (Hava García, 2016, p. 25).
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3. ELEMENTOS DEL DOLO

Los elementos del dolo en el ámbito legal son fundamentales para determinar la
culpabilidad en la comisión de un delito. Según Luis Enrique Barzallo Peñafiel, autor del
artículo "El Dolo", estos elementos incluyen la voluntad consciente y deliberada de cometer
un acto ilícito o dañino (Peñafiel, 2018).
Además, el individuo debe poseer pleno conocimiento de las consecuencias de sus acciones
(Peñafiel, 2018). Según Eugenio Raúl Zaffaroni en su obra "Manual de Derecho Penal",
otro elemento esencial del dolo es la intención de obtener un beneficio indebido o causar un
perjuicio a otra persona (Zaffaroni, 2005).
Estos elementos pueden manifestarse de manera directa, cuando el individuo tiene una
intención clara de cometer el acto ilícito, o eventual, cuando prevé las consecuencias, pero
decide actuar de todos modos (Peñafiel, 2018).
En resumen, los elementos del dolo, como la voluntad, el conocimiento y la acción, son
cruciales para establecer la responsabilidad penal de un individuo en la comisión de un
delito (Zaffaroni, 2005).

 Conocimiento: la persona es consciente de su acción ilícita, la cual está prohibida y


es considerada un delito. Por lo tanto, se maneja como un hecho antijuridico.
 Voluntad: la persona que comete el delito tiene el conocimiento y la intención de
efectuar dicha acción que está prohibida por la ley.
 Acción: se refiere a la actuación de una persona con el objetivo de lograr un
resultado concreto que la ley prohíbe. En vista de ello, en el dolo es necesario que el
individuo tenga la intención de generar un resultado específico.

4. CLASES DE DOLO

DOLO DIRECTO

También llamado dolo de primer grado. Se produce cuando un sujeto se representa en su


conciencia el hecho típico, es decir, el hecho constitutivo del delito. En el dolo directo el
autor tiene el total control mental de querer y saber cuál es la conducta típica que se plantea
realizar y la comete, independientemente de que aquella acción de sus resultados esperados.
(Almanza. pág. 449)
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El dolo directo se presenta cuando la persona es consciente de que está cometiendo un acto
ilícito y además tiene la voluntad de poder ejecutarlo. El dolo de primer grado o intención
se refiere al autor que persigue la acción típica, o en su caso, el resultado requerido por el
tipo, dominando el factor de voluntad. La cuestión en el sentido anterior se reduce a una
cuestión eminentemente subjetiva que alcanza la concreción de tipo penal, situándose más
allá del tipo objetivo y que acorde con el tipo se debe tener presente pero que no se debe
alcanzar. (Plascencia Villegas, 1995)

DOLO DE SEGUNDO GRADO O DE CONSECUENCIAS NECESARIAS

En la dogmática penal, el dolo de segundo grado o también conocido como dolo de


consecuencias necesarias, significa que el sujeto activo está plenamente consciente de que
sus acciones provocarán inevitablemente resultados lesivos, incluso si su objetivo principal
no sea causar dichos daños directamente. En otras palabras, el individuo es consciente de
las consecuencias perjudiciales de sus acciones, pero decide hacerlas de todos modos, sin
que la lesión sea su objetivo explícito. Este tipo de dolo se caracteriza por la intención
deliberada de llevar a cabo una acción a pesar de tener conocimiento de las consecuencias
perjudiciales que conlleva. Por lo tanto, el sujeto actúa con pleno conocimiento y
aceptación de las implicaciones negativas de sus acciones, aunque su intención principal
pueda no ser causar daño directo.

Medios y consecuencias necesarias:

Es esencial distinguir entre medios y consecuencias, para comprender la intención del


agente y justificar el reproche por sus acciones. Con el fin de explicarlo mejor, podríamos
pensar en situaciones en las que alguien tiene un objetivo en mente, como ganar dinero,
pero utiliza medios que sabe que causarán daño para lograrlo, como el colapso de un barco,
en el caso de Thomas, quien colocó una bomba en un barco para cobrar un seguro, es un
ejemplo de este tipo de dolo, que destaca que el sujeto reconoce las consecuencias no
deseadas, pero las asume voluntariamente. Aquí, la persona acepta el daño como un
resultado necesario para lograr su objetivo.

Según Kant (1983, p.37), los que persiguen un objetivo, también buscan los medios para
lograrlo. Esto significa que, en el contexto del dolo de segundo grado, el agente es
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responsable no solo de su intención final, sino también de los medios que empleó para
alcanzarla y las consecuencias necesarias de esos medios. Sin embargo, la responsabilidad
puede variar dependiendo de las consecuencias para los medios o los resultados deseados.

Aparte, el experto Sancinetti, también discutió este tipo de dolo y se cuestionó: ¿Por qué se
le llama, entonces, dolo de “consecuencias necesarias”, al que se refiere a una consecuencia
que -como la muerte de la tripulación del caso Thomas-, no tiene por qué ocurrió
necesariamente? Sólo porque, si se realiza el plan del autor tal cual está previsto, entonces,
se producirá la consecuencia necesariamente. Es decir, que lo necesario es la conexión de
medio a fin en la que un resultado se halla respecto del otro. (Sancinetti, 2005, p. 147).

DOLO EVENTUAL

Se conocen en la doctrina como dolo eventual, aquella clase en la que el autor se representa
como posible la concreción del resultado y pese a ella no se abstiene de actuar, por el
contrario, se conforma con ella. El agente sabe que el riesgo de su comportamiento es
elevado, pero acepta la probable realización del resultado. A diferencia del dolo directo o
de primer grado, en el que el agente persigue, al decidirse actuar, alcanzar el fin por puesto,
el dolor eventual no busca la realización del resultado, sino que lo acepta como probable
ante el riesgo que importa su conducta. (R. N. N° 5083-2008-Cusco. Sala Penal
Permanente)

Es aquel que se produce cuando el sujeto se representa el hecho como posible, lejano, pero
que podría llegar a ocurrir, no obstante, actúa aceptando dicha posibilidad. Cuando el sujeto
no quiere producir un resultado, pero considera que este es de probable producción. El
sujeto no tiene el resultado, pero cuenta con él, asume el riesgo. (Almanza, p. 450)

El dolo eventual, se caracteriza porque el autor se representa el delito como resultado


posible, de forma que, aunque no desea el resultado, conoce la posibilidad de que se
produzca; lo que evidencia un menosprecio reprochable del bien jurídico protegido.
Jescheck, Hans y Weigend afirman: "De este modo, el dolo eventual está integrado por la
voluntad de realización de la acción típica (elemento volitivo del injusto de la acción), por
la seria consideración del peligro de que el resultado acaezca (elemento intelectual del
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injusto de la acción), así como, en último lugar, por la conformidad del autor con el
advenimiento del resultado típico como ingrediente de la culpabilidad" (pp. 321-322).

5. ERROR DE TIPO COMO QUE CARA NEGATIVA DEL DOLO

El error de tipo en todos los casos se elimina el dolor, restando solo la posibilidad de
considerar una eventual tipicidad culposa si se trata de un error vencible (siempre que se
encuentre prevista la estructura típica para el delito de que se trate [confusión propia del
delito adictivo]). (Bacigalupo. 1999, 2004).

El error de tipo no es más que la falta de representación requerida por el dolo. Puede salir
del error en que se hallaba y, por ende, no realizar el tipo objetivo. En tal supuesto, sí existe
tipo culposo y se dan los demás requisitos de esa tipicidad, la conducta será típica por
imprudencia, pero nunca por dolo. Cuando la gente, aplicando el cuidado debido, tampoco
hubiese podido salir del error en que se hallaba la acción, no solo será atípica del delito
doloso sino también de la eventual tipicidad culposa. (Almanza, pag. 449)

En síntesis, Almanza sostiene que: el error de tipo excluye siempre la tipicidad dolosa (sea
vencible o invencible); siendo vencible puede haber tipicidad culposa (este tipo legal y si se
dan los demás requisitos de esta estructura típica; y cuando sea invencible elimina también
toda posibilidad de tipicidad culposa). (pag. 449)

6. ERROR DE TIPO COMO FAZ NEGATIVA DEL DOLO:

El error de tipo en todos los casos se elimina el dolo, restando solo la posibilidad de
considerar una eventual tipicidad culposo si se trata de un error visible, y siempre que se
encuentra prevista la estructura típica para el delito de que se trate. (Bacigalupo, 1999)

El error de tipo no es más que la falta de representación requerida por el dolo. El error de
tipo será visible cuando el sujeto, aplicando el cuidado debido, puede salir del error en que
se hallaba y, por ende, no realiza el tipo objetivo. En tal supuesto, sí existe tipo culposo y se
dan los demás requisitos de esa tipicidad, la conducta será típica por imprudencia (culpa),
pero nunca por dolo. Cuando el agente aplicando el cuidado debido tampoco hubiese
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podido salir del error en que se hallaba, la acción no sólo será atípica del tipo doloso sino
también de su eventual tipicidad culposa. (Bacigalupo, 2004)

Nuestro código sustantivo el error de tipo, indica lo siguiente: "el error sobre un elemento
del tipo penal o respecto a una circunstancia que agrave la pena, si es invencible, excluye la
responsabilidad o la agravación. Si fuera vencible, la infracción será castigada como
culposa cuando se hallare prevista como tal en la ley" (Presidencia de la Republica del
Perú, 1991, Art, 14)

Nuestra jurisprudencia ha trazado los límites del error de tipo y su implicancia:

Jurisprudencia de la corte suprema (R. N. N° 2698-2013). Cuarto, [...] [El] error de tipo en
el desconocimiento o ignorancia de uno o todos los elementos que integran el tipo objetivo
-la calidad del sujeto activo, la calidad de la víctima, el comportamiento activo u omisión,
las formas o medios de la acción, el objeto material, el resultado, la reacción de causalidad,
los criterios para imputar objetivamente el resultado al comportamiento activo u omisivo-.
Paralelamente, el error de tipo puede recaer sobre cualquiera de los elementos del tipo
objetivo, sean descriptivos o normativos, si el agente percibió equivocadamente un
elemento inteligible, que puede ser entendido sin intervención del juicio de valor, el error
recaerá sobre los elementos descriptivos, pero si el agente careció de una valoración que le
haya permitido comprender el significado del elemento típico, el error recaerá sobre los
elementos normativos.

Y los tocantes a la distinción entre error de tipo vencible e invencible, jurisprudencialmente


se ha firmado los siguientes:

Jurisprudencia de la corte suprema (R. N. N° 472-2003-Arequipa): la figura del error de


tipo, que se da de dos maneras, cuando el agente actuando con las previsiones del caso si
hubiese dado cuenta de su error, aquí se elimina el dolo, pero suficiente la culpa y será
sancionado como un delito culposo si está contemplado por el código penal (error
vencible); o cuando a pesar de ello no se hubiese dado cuenta de su error, aquí el sujeto
queda exento de responsabilidad, pues se elimina tanto el dolo como la culpa (error
invencible)
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7. CULPA
 ORIGEN DE LA CULPA

Según Felipe Villavicencio, experto en derecho penal, la investigación sobre delitos


imprudentes o culposos se remonta al principio del siglo XX. En ese entonces, estos delitos
eran considerados como cuasi delictum y estaban más vinculados al ámbito del Derecho
Civil que al Derecho Penal. Sin embargo, con la llegada de la industrialización y la
tecnificación, especialmente en sectores como la manipulación de máquinas y el tráfico
automotor, se ha producido un aumento en las fuentes de riesgo a las que las personas están
expuestas. Esto ha llevado al desarrollo de normas de cuidado para regular estas actividades
y limitar los riesgos asociados a ellas.
En cuanto a las teorías que intentan explicar la imprudencia, Villavicencio destaca dos
enfoques principales. En el sistema causal, la culpa se considera como un componente
psico mental que está vinculado al autor en el momento de cometer el delito. Para algunas
teorías, la culpa y el dolo son simples formas de culpabilidad. En este sistema, el reproche
se basa no solo en la ausencia de un resultado deseado, sino también en el incumplimiento
de los deberes de cuidado.
Por otro lado, en el sistema finalista, la culpa no se considera como una forma de
culpabilidad. En este enfoque, se analizan estructuras típicas diferentes para comprender el
injusto y la culpabilidad. Existen discrepancias entre los diferentes autores en cuanto a la
estructura de los delitos imprudentes, algunos afirman que hay una acción dirigida
finalísimamente hacia un resultado que está fuera del tipo.

 TÉCNICA NORMATIVA DE CULPA

Según Felipe Villavicencio, se han utilizado diferentes denominaciones para referirse a los
delitos imprudentes. Mientras que el sistema italiano adopta el término "colpa" (culpa), el
sistema alemán lo identifica como "Fahrlässigkeit" (imprudencia). Sin embargo, la doctrina
tiende a asimilar estos delitos bajo la denominación de delitos imprudentes. Villavicencio
argumenta que el término "culpa" puede generar confusión, ya que en un lenguaje común
puede ser equivalente a "infracción", "hecho ilícito", "pecado", "culpabilidad" o
"responsabilidad por causa moral". Por lo tanto, considera que el uso del término
"imprudencia" es más adecuado en la actualidad.
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En el Código Penal de 1924 se utilizaba frecuentemente el término "negligencia", mientras


que el Código Penal de 1991 adopta la denominación de "culpa". Aunque la Comisión
Especial Revisora del Código Penal de 2004 discutió la posibilidad de utilizar el término
"imprudencia", se decidió mantener la denominación actual.
Villavicencio destaca que los delitos imprudentes son tipos abiertos, lo que significa que
requieren de una norma de cuidado que permita identificar el correspondiente deber de
cuidado y completar el tipo penal. Sin embargo, esta indeterminación no viola el principio
de legalidad, ya que resulta imposible describir con certeza todas las formas de conductas
que pueden afectar un deber de cuidado y lesionar o crear un peligro contra el bien jurídico
protegido.
En el Código Penal de 1991 se utiliza la técnica legislativa del "numerus clausus" para
identificar los delitos imprudentes, estableciendo que el agente de la infracción culposa es
punible solo en los casos expresamente establecidos en la ley. Aunque en ocasiones se
utiliza un sistema de interpretación genérica limitada, introduciendo cláusulas generales de
imprudencia o culpa para determinados delitos, en general, en el Código Penal no existen
muchos tipos imprudentes y no todas las figuras dolosas tienen su correspondiente versión
culposa.

 FUNDAMENTO DE LA PUNIBILIDAD EN DELITOS CULPOSOS

Según Zaffaroni, Alagia y Slokar, el fundamento de la punibilidad de los delitos


imprudentes se basa en dos aspectos. En primer lugar, se encuentra el desvalor de la acción,
que implica la creación o el incremento del peligro o riesgo al infringir una norma de
cuidado. Estos autores sostienen que los tipos imprudentes no criminalizan las acciones en
sí mismas, sino que se prohíben debido a la forma particular en que se lleva a cabo la
acción, lo cual genera un resultado de peligro o lesión contra el bien jurídico protegido.
Por otro lado, Muñoz Conde y García Arán señalan que, en cuanto a la punibilidad de los
delitos imprudentes, el legislador suele considerar que la gravedad de la pena aplicable es
menor en comparación con los delitos dolosos. Estos autores argumentan que los delitos
imprudentes implican un menor grado de rebelión contra el ordenamiento jurídico y, por lo
tanto, un menor grado de reprochabilidad social, a pesar de que los daños causados pueden
ser cuantitativamente más graves que los causados intencionalmente. Además, destacan que
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el principio de intervención mínima guía al legislador en la tipificación de conductas


imprudentes, teniendo en cuenta en primer lugar el bien jurídico afectado y en segundo
lugar el grado de afectación que estas conductas implican para la sanción penal
correspondiente.
En relación con la imprudencia como error de tipo vencible, Feijóo Sánchez (2002) sostiene
que siempre implica una falta de cuidado por parte del sujeto. Según Jakobs (1995), la
imprudencia sancionable es considerada un error insoportable para el orden jurídico, ya que
demuestra el desinterés del sujeto hacia los demás. Estos autores argumentan que el
ordenamiento puede tolerar la ignorancia que no vaya en contra del deber, pero no puede
tolerar decisiones defectuosas que reflejen indiferencia o desinterés hacia la vida o la salud
de los demás. Por lo tanto, según estos autores, la imprudencia típica siempre es un error de
tipo vencible, aunque no todo error de tipo vencible es sancionable como injusto
imprudente.

8. IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS

Según Jescheck y Weigend (2002), así como Mir Puig, la imputación objetiva en los delitos
imprudentes utiliza los mismos criterios que se aplican a los delitos dolosos tanto para la
imputación de la conducta como para la imputación del resultado. Estos autores sostienen
que, con relación a la causalidad, la teoría de la equivalencia de las condiciones es
suficiente. Además de la relación de causalidad, se requiere de la imputación objetiva, que
implica que la conducta del sujeto (infracción del deber de cuidado) debe haber traspasado
los límites del riesgo permitido (imputación de la conducta), y dicho riesgo jurídicamente
desaprobado debe concretizarse en el resultado típico, dentro de los alcances que la norma
de cuidado quería evitar (imputación del resultado).
Estos autores también destacan que la imputación objetiva en los delitos imprudentes se
basa en la infracción del deber de cuidado, que implica que la conducta del sujeto haya
traspasado los límites del riesgo permitido. Además, señalan que la imputación del
resultado concede relevancia jurídico-penal a la infracción de la norma de cuidado y se
justifica como una garantía de seguridad para los ciudadanos.
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9. IMPUTACION SUBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS

En la imputación subjetiva imprudente, se analiza si el sujeto era consciente del peligro que
su acción podía causar. Felipe Villavicencio explica que este concepto se centra en la
"cognoscibilidad", es decir, en la exigibilidad del conocimiento del peligro que el individuo
debería tener, considerando sus circunstancias objetivas, conocimientos previos y
capacidades. Este término abarca lo que se conoce como "previsibilidad individual", que
implica la capacidad del individuo para anticipar los riesgos en función de sus experiencias
y conocimientos específicos.
La previsibilidad se evalúa tanto desde una perspectiva objetiva como personal. Desde la
primera, se considera si cualquier persona prudente habría podido prever el resultado típico
de la acción imprudente. Desde la segunda, se analizan las capacidades y conocimientos
particulares del agente en las circunstancias específicas en las que actuó. Esta distinción es
relevante para determinar si hubo una "culpa consciente" o "inconsciente", aunque se está
buscando superar esta separación.
Es importante destacar que el Código Penal peruano no establece diferencias en términos
de punibilidad basadas en esta distinción, como lo señala la Ejecutoria Superior de la Sala
Penal de Apelaciones para procesos sumarios con reos libres de la Corte Superior de
Justicia de Lima del 6 de agosto de 1998.

 CULPA CONSCIENTE Y CULPA INCONSCIENTE

Según Zaffaroni, Alagia y Slokar (2005), en el marco de la imputación subjetiva


imprudente, se distinguen dos formas de culpa: la culpa consciente (culpa con
representación) y la culpa inconsciente (culpa sin representación).

 CULPA CONSCIENTE

Los autores explican que la culpa consciente se caracteriza por la representación por parte
del sujeto del proceso que podría afectar al bien jurídico. Este individuo tiene conciencia de
la posibilidad de que el resultado típico ocurra como consecuencia de su acción imprudente.
La confianza en que este resultado no se producirá, a pesar de ser consciente de su
posibilidad, es un elemento central de la culpa consciente.
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 CULPA INCONSCIENTE

En contraste, Zaffaroni, Alagia y Slokar (2005), mencionan que la culpa inconsciente se


manifiesta cuando el sujeto no logra representarse la posibilidad de que su acción cause el
resultado típico, a pesar de tener los conocimientos necesarios para hacerlo. Aquí, el
individuo no llega a tener conciencia de la creación del peligro, aunque debería haberlo
previsto.

 DIFERENCIA ENTRE CULPA CONSCIENTE Y DOLO EVENTUAL

Los autores también destacan la importancia de diferenciar entre culpa consciente y dolo
eventual. Mientras que en la culpa consciente el sujeto confía en que el resultado no
ocurrirá, en el dolo eventual el individuo cuenta con la posibilidad de que el resultado se
produzca, aunque no necesariamente lo desea.

 ERROR DE TIPO EN DELITOS IMPRUDENTES

Según Zaffaroni, Alagia y Slokar (2005) el error de tipo también es relevante en los delitos
imprudentes. Se acepta como una modalidad de desconocimiento del peligro que puede
derivar de la conducta del individuo. Este error puede recaer en la valoración que el autor
hace sobre su capacidad para controlar el riesgo o en el desconocimiento de la peligrosidad
de su acción.

 ADMISIBILIDAD DEL ERROR DE TIPO

Los autores añaden que el error de tipo invencible, aquel que el individuo no pudo haber
evitado con un mínimo de diligencia, puede ser admitido como una circunstancia eximente
de responsabilidad penal, según el artículo 14 del Código Penal.

10. MODALIDADES DE LA CULPA

 Impericia: Es la falta de pericia, es decir, la sabiduría. Es la carencia de


conocimientos técnicos, experiencia y habilidad. (Alfaro, 2012)
 Negligencia: Aunque existen dos criterios muy distintos en los ordenamientos
penales en relación con la negligencia, predomina el enfoque de integrar una
DOLO Y CULPA

responsabilidad atenuada con relación a los mismos hechos delictivos por dolo;
y, siguiendo la equiparación del orden civil, también integra culpa en el sentido
específico de delito culposo. En su estricto significado, estriba la negligencia
"en no tomar las debidas precauciones, sea en actos excepcionales o en los de la
vida ordinaria" (Abanto, 2001).
 Imprudencia: La imprudencia implica un obrar que lleva consigo un peligro.
Gramatical y jurídicamente, "imprudencia" significa falta de ejercicio de la
condición de prever y evitar los peligros; consiste en obrar, en emprender actos
inusitados, fuera de lo corriente y que, por ello, pueden causar efectos dañosos
(Abanto, 2001).
 Inobservancia de reglamentos o deberes del cargo: plantea una pregunta
importante: ¿puede la simple falta de cumplimiento de un reglamento llevar a
acusaciones de culpa? Algunos sostienen que esta falta por sí sola no justifica
acusaciones culposas, mientras que otros creen que, incluso si se toman
precauciones, faltar a los reglamentos puede ser imprudente porque puede llevar
a que otros también no tomen precauciones (Abanto).

11. GRADO DE CAPACIDAD DE LA CULPA

Según Hans Wenzel (1956) en su libro "Derecho Penal Parte General", el grado de la
capacidad de la culpa se considera influenciado por la edad y la capacidad individual. Los
menores de 14 años son considerados absolutamente incapaces de culpa debido a su falta de
madurez mental y social, que se presume legalmente. Después de cumplir 14 años y hasta
los 18, un menor es considerado condicionalmente capaz de culpa. En estos casos, se debe
examinar su capacidad de culpa. Si es considerado capaz de culpa, se le responsabiliza de
acuerdo con su edad, lo que implica penas como la prisión para menores (con un máximo
de 10 años) o medidas disciplinarias como el arresto para menores, imposición de
obligaciones especiales, o apercibimientos. Sin embargo, estas medidas pueden ser
omitidas si se consideran suficientes las medidas educativas o la internación en un instituto
de curación o asistencia. Las personas mayores de 18 años son, en principio, consideradas
incondicionalmente capaces de culpa. Solo se examina su capacidad de culpa en casos
dudosos.
DOLO Y CULPA

 INCAPACIDAD DE CULPA Y CAPACIDAD DISMINUIDA DE CULPA

La capacidad de culpa puede verse afectada por ciertos trastornos mentales. Según Wenzel,
la capacidad para reconocer lo injusto y actuar en consecuencia depende de la integridad de
las facultades mentales superiores de la persona, las cuales permiten el desarrollo de una
personalidad moral. Cuando estas funciones mentales están alteradas por causas externas,
también se ve afectada la capacidad de culpa. Para identificar estos estados mentales
anormales, la ley utiliza un "método combinado psicológico-biológico" que enumera
ciertos estados mentales anormales y señala al juez la necesidad de determinar si alguno de
ellos elimina la capacidad de culpa en el caso particular. La capacidad disminuida de culpa
se refiere a situaciones en las que los estados mentales anormales mencionados no excluyen
completamente la capacidad de culpa, sino que solo la limitan mucho. Esto faculta al juez
para reducir la pena, de acuerdo con los principios de la punición de la tentativa. Sin
embargo, en ciertas circunstancias, el juez puede aumentar la pena en lugar de reducirla,
por ejemplo, para disuadir en el futuro a un autor sin voluntad, utilizando una pena severa.

 TRASTORNOS MENTALES ANORMALES

Wenzel destaca que solo se consideran los siguientes estados mentales anormales:
Trastornos de la conciencia: trastornos transitorios de la conciencia de una duración más
o menos larga, ya sean de naturaleza fisiológica o patológica; por ejemplo, el sueño
inducido por somníferos, desmayos, hipnosis, delirios febriles, estados efectivos extremos,
embriaguez (incluida la embriaguez alcohólica) y condiciones similares.
La perturbación patológica de la actividad mental. A ellas corresponden todas las
verdaderas enfermedades mentales (las psicosis en el sentido médico); pueden corresponder
también psicopatías de alto grado.
La debilidad mental: incluye la idiotez, la imbecilidad y la debilidad mental, así como
otros grados menores de trastornos mentales patológicos.

 CONSECUENCIAS

Wenzel nos da a entender que la capacidad de la culpa se ve afectada por ciertos trastornos
mentales, y que el juez puede decidir reducir la pena si estos trastornos no excluyen
DOLO Y CULPA

completamente la capacidad de culpa, sino que la limitan significativamente. Sin embargo,


en casos de trastornos más graves, como enfermedades mentales verdaderas, la culpabilidad
queda completamente excluida. Esto significa que cuando alguien tiene una enfermedad
mental grave, es difícil responsabilizar parcialmente por sus acciones.

12. CONCLUSION

El estudio de los delitos imprudentes o culposos revela una complejidad legal y práctica
significativa. Estos delitos, inicialmente considerados más relacionados con el derecho
civil, se han vuelto fundamentales en el derecho penal, especialmente con la evolución
tecnológica y la industrialización. La creciente exposición a riesgos, como en la
manipulación de maquinaria y el tráfico, ha impulsado la creación de normas de cuidado.
Aspectos clave, como la teoría de la culpa, la imputación objetiva y subjetiva, y las
modalidades de culpa, han sido examinados. Se destaca la importancia de la edad y la
capacidad individual en la determinación de la culpa, así como la consideración de la
incapacidad y la capacidad disminuida de culpa, especialmente en casos de trastornos
mentales graves.
En resumen, abordar la complejidad de los delitos imprudentes requiere un enfoque integral
que considere tanto la teoría legal como la práctica, junto con las circunstancias
individuales y las normas de cuidado pertinentes. Esto garantiza una aplicación justa y
efectiva del derecho penal en estos casos.
El concepto de dolo en el ámbito penal representa un elemento fundamental para
determinar la culpabilidad y la intencionalidad detrás de un delito. La investigación
DOLO Y CULPA

exhaustiva del concepto de dolo revela su profunda importancia en la justicia y la


aplicación de la ley. Hemos explorado las múltiples dimensiones del dolo, desde su
definición hasta su error de tipo como faz y cara negativa de este. Queda claro que el dolo
no solo abarca la intención deliberada de cometer un delito, sino que también refleja la
complejidad de las motivaciones humanas y la responsabilidad moral asociada. Además, a
saber, cómo el dolo puede variar según el sistema legal y las circunstancias específicas de
cada caso. Si bien su determinación puede ser desafiante, especialmente en situaciones
donde la evidencia es ambigua o la mente del individuo es difícil de discernir, su
consideración cuidadosa es esencial para asegurar la imparcialidad y la justicia en los
procedimientos judiciales. En última instancia, el estudio del dolo nos recuerda la
importancia de comprender las motivaciones detrás de las acciones criminales, así como la
necesidad de un sistema legal que garantice la protección de los derechos individuales y la
seguridad de la sociedad en su conjunto. En este sentido, el concepto de dolo no solo es un
componente clave del derecho, sino también un recordatorio de nuestra responsabilidad
colectiva de promover la justicia y la equidad en todas las áreas de la vida social y legal.

13. REFERENCIAS
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