Dolo y Culpa
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ALUMNOS:
CAJAMARCA – PERÚ
2024
INDICE
1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................................3
2. DOLO...........................................................................................................................................4
¿QUÉ ES EL DOLO?...............................................................................................................4
LA EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA DEL DOLO...................................................................4
TEORÍA VOLITIVA...................................................................................................................5
TEORÍA COGNITIVA................................................................................................................5
3. ELEMENTOS DEL DOLO.........................................................................................................5
4. CLASES DE DOLO.....................................................................................................................6
DOLO DIRECTO.............................................................................................................................6
DOLO DE SEGUNDO GRADO O DE CONSECUENCIAS NECESARIAS...............................6
DOLO EVENTUAL.........................................................................................................................8
5. ERROR DE TIPO COMO QUE CARA NEGATIVA DEL DOLO............................................8
6. ERROR DE TIPO COMO FAZ NEGATIVA DEL DOLO:.......................................................9
7. CULPA.......................................................................................................................................10
ORIGEN DE LA CULPA......................................................................................................10
TÉCNICA NORMATIVA DE CULPA.................................................................................11
FUNDAMENTO DE LA PUNIBILIDAD EN DELITOS CULPOSOS...............................12
8. IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS.................................................13
9. IMPUTACION SUBJETIVA DE LOS DELITOS CULPOSOS...............................................13
CULPA CONSCIENTE Y CULPA INCONSCIENTE.........................................................14
CULPA CONSCIENTE.........................................................................................................14
CULPA INCONSCIENTE.....................................................................................................14
DIFERENCIA ENTRE CULPA CONSCIENTE Y DOLO EVENTUAL............................14
ERROR DE TIPO EN DELITOS IMPRUDENTES.............................................................15
ADMISIBILIDAD DEL ERROR DE TIPO..........................................................................15
10. MODALIDADES DE LA CULPA........................................................................................15
11. GRADO DE CAPACIDAD DE LA CULPA........................................................................16
DOLO Y CULPA
1. INTRODUCCIÓN
2. DOLO
¿QUÉ ES EL DOLO?
voluntad de realizar los elementos objetivos del tipo (conocimiento de los hechos) y b) la
conciencia de su significación antijurídica (conocimiento del derecho).
Frente a lo anterior, el enfoque finalista opta, como consecuencia el concepto de acción
final, por una concepción más restringida del dolo, integrándola como una de las formas
posibles del tipo subjetivo y entendiéndolo dolus naturalis: conocimiento y voluntad de
realizar los elementos objetivos del tipo. El tipo del delito doloso está compuesto por
una acción final y un resultado causado por esta. Lo que constituye el injusto del delito
doloso es la lesión de un bien jurídico, y que esta sea debida a causa de la «no
observancia del cuidado objetivamente exigido» (Cerezo, 1959).
TEORÍA VOLITIVA
Esta teoría indica que para actuar dolosamente no es suficiente con el conocimiento de los
elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Es la concurrencia de esa voluntad
lo que fundamenta el mayor desvalor de acción del tipo de injusto doloso frente al
imprudente: quien actúa con dolo se ha decidido en contra del bien jurídico protegido en el
tipo correspondiente. “Para actuar dolosamente no es suficiente con el conocimiento de los
elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Es la concurrencia de esa voluntad
lo que fundamenta el mayor desvalor de acción del tipo de injusto doloso frente al
imprudente:quien actúa con dolo se ha decidido en contra del bien jurídico protegido en el
tipo correspondiente”. (Hava García, 2016, p. 25).
TEORÍA COGNITIVA
Los elementos del dolo en el ámbito legal son fundamentales para determinar la
culpabilidad en la comisión de un delito. Según Luis Enrique Barzallo Peñafiel, autor del
artículo "El Dolo", estos elementos incluyen la voluntad consciente y deliberada de cometer
un acto ilícito o dañino (Peñafiel, 2018).
Además, el individuo debe poseer pleno conocimiento de las consecuencias de sus acciones
(Peñafiel, 2018). Según Eugenio Raúl Zaffaroni en su obra "Manual de Derecho Penal",
otro elemento esencial del dolo es la intención de obtener un beneficio indebido o causar un
perjuicio a otra persona (Zaffaroni, 2005).
Estos elementos pueden manifestarse de manera directa, cuando el individuo tiene una
intención clara de cometer el acto ilícito, o eventual, cuando prevé las consecuencias, pero
decide actuar de todos modos (Peñafiel, 2018).
En resumen, los elementos del dolo, como la voluntad, el conocimiento y la acción, son
cruciales para establecer la responsabilidad penal de un individuo en la comisión de un
delito (Zaffaroni, 2005).
4. CLASES DE DOLO
DOLO DIRECTO
El dolo directo se presenta cuando la persona es consciente de que está cometiendo un acto
ilícito y además tiene la voluntad de poder ejecutarlo. El dolo de primer grado o intención
se refiere al autor que persigue la acción típica, o en su caso, el resultado requerido por el
tipo, dominando el factor de voluntad. La cuestión en el sentido anterior se reduce a una
cuestión eminentemente subjetiva que alcanza la concreción de tipo penal, situándose más
allá del tipo objetivo y que acorde con el tipo se debe tener presente pero que no se debe
alcanzar. (Plascencia Villegas, 1995)
Según Kant (1983, p.37), los que persiguen un objetivo, también buscan los medios para
lograrlo. Esto significa que, en el contexto del dolo de segundo grado, el agente es
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responsable no solo de su intención final, sino también de los medios que empleó para
alcanzarla y las consecuencias necesarias de esos medios. Sin embargo, la responsabilidad
puede variar dependiendo de las consecuencias para los medios o los resultados deseados.
Aparte, el experto Sancinetti, también discutió este tipo de dolo y se cuestionó: ¿Por qué se
le llama, entonces, dolo de “consecuencias necesarias”, al que se refiere a una consecuencia
que -como la muerte de la tripulación del caso Thomas-, no tiene por qué ocurrió
necesariamente? Sólo porque, si se realiza el plan del autor tal cual está previsto, entonces,
se producirá la consecuencia necesariamente. Es decir, que lo necesario es la conexión de
medio a fin en la que un resultado se halla respecto del otro. (Sancinetti, 2005, p. 147).
DOLO EVENTUAL
Se conocen en la doctrina como dolo eventual, aquella clase en la que el autor se representa
como posible la concreción del resultado y pese a ella no se abstiene de actuar, por el
contrario, se conforma con ella. El agente sabe que el riesgo de su comportamiento es
elevado, pero acepta la probable realización del resultado. A diferencia del dolo directo o
de primer grado, en el que el agente persigue, al decidirse actuar, alcanzar el fin por puesto,
el dolor eventual no busca la realización del resultado, sino que lo acepta como probable
ante el riesgo que importa su conducta. (R. N. N° 5083-2008-Cusco. Sala Penal
Permanente)
Es aquel que se produce cuando el sujeto se representa el hecho como posible, lejano, pero
que podría llegar a ocurrir, no obstante, actúa aceptando dicha posibilidad. Cuando el sujeto
no quiere producir un resultado, pero considera que este es de probable producción. El
sujeto no tiene el resultado, pero cuenta con él, asume el riesgo. (Almanza, p. 450)
injusto de la acción), así como, en último lugar, por la conformidad del autor con el
advenimiento del resultado típico como ingrediente de la culpabilidad" (pp. 321-322).
El error de tipo en todos los casos se elimina el dolor, restando solo la posibilidad de
considerar una eventual tipicidad culposa si se trata de un error vencible (siempre que se
encuentre prevista la estructura típica para el delito de que se trate [confusión propia del
delito adictivo]). (Bacigalupo. 1999, 2004).
El error de tipo no es más que la falta de representación requerida por el dolo. Puede salir
del error en que se hallaba y, por ende, no realizar el tipo objetivo. En tal supuesto, sí existe
tipo culposo y se dan los demás requisitos de esa tipicidad, la conducta será típica por
imprudencia, pero nunca por dolo. Cuando la gente, aplicando el cuidado debido, tampoco
hubiese podido salir del error en que se hallaba la acción, no solo será atípica del delito
doloso sino también de la eventual tipicidad culposa. (Almanza, pag. 449)
En síntesis, Almanza sostiene que: el error de tipo excluye siempre la tipicidad dolosa (sea
vencible o invencible); siendo vencible puede haber tipicidad culposa (este tipo legal y si se
dan los demás requisitos de esta estructura típica; y cuando sea invencible elimina también
toda posibilidad de tipicidad culposa). (pag. 449)
El error de tipo en todos los casos se elimina el dolo, restando solo la posibilidad de
considerar una eventual tipicidad culposo si se trata de un error visible, y siempre que se
encuentra prevista la estructura típica para el delito de que se trate. (Bacigalupo, 1999)
El error de tipo no es más que la falta de representación requerida por el dolo. El error de
tipo será visible cuando el sujeto, aplicando el cuidado debido, puede salir del error en que
se hallaba y, por ende, no realiza el tipo objetivo. En tal supuesto, sí existe tipo culposo y se
dan los demás requisitos de esa tipicidad, la conducta será típica por imprudencia (culpa),
pero nunca por dolo. Cuando el agente aplicando el cuidado debido tampoco hubiese
DOLO Y CULPA
podido salir del error en que se hallaba, la acción no sólo será atípica del tipo doloso sino
también de su eventual tipicidad culposa. (Bacigalupo, 2004)
Nuestro código sustantivo el error de tipo, indica lo siguiente: "el error sobre un elemento
del tipo penal o respecto a una circunstancia que agrave la pena, si es invencible, excluye la
responsabilidad o la agravación. Si fuera vencible, la infracción será castigada como
culposa cuando se hallare prevista como tal en la ley" (Presidencia de la Republica del
Perú, 1991, Art, 14)
Jurisprudencia de la corte suprema (R. N. N° 2698-2013). Cuarto, [...] [El] error de tipo en
el desconocimiento o ignorancia de uno o todos los elementos que integran el tipo objetivo
-la calidad del sujeto activo, la calidad de la víctima, el comportamiento activo u omisión,
las formas o medios de la acción, el objeto material, el resultado, la reacción de causalidad,
los criterios para imputar objetivamente el resultado al comportamiento activo u omisivo-.
Paralelamente, el error de tipo puede recaer sobre cualquiera de los elementos del tipo
objetivo, sean descriptivos o normativos, si el agente percibió equivocadamente un
elemento inteligible, que puede ser entendido sin intervención del juicio de valor, el error
recaerá sobre los elementos descriptivos, pero si el agente careció de una valoración que le
haya permitido comprender el significado del elemento típico, el error recaerá sobre los
elementos normativos.
7. CULPA
ORIGEN DE LA CULPA
Según Felipe Villavicencio, se han utilizado diferentes denominaciones para referirse a los
delitos imprudentes. Mientras que el sistema italiano adopta el término "colpa" (culpa), el
sistema alemán lo identifica como "Fahrlässigkeit" (imprudencia). Sin embargo, la doctrina
tiende a asimilar estos delitos bajo la denominación de delitos imprudentes. Villavicencio
argumenta que el término "culpa" puede generar confusión, ya que en un lenguaje común
puede ser equivalente a "infracción", "hecho ilícito", "pecado", "culpabilidad" o
"responsabilidad por causa moral". Por lo tanto, considera que el uso del término
"imprudencia" es más adecuado en la actualidad.
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Según Jescheck y Weigend (2002), así como Mir Puig, la imputación objetiva en los delitos
imprudentes utiliza los mismos criterios que se aplican a los delitos dolosos tanto para la
imputación de la conducta como para la imputación del resultado. Estos autores sostienen
que, con relación a la causalidad, la teoría de la equivalencia de las condiciones es
suficiente. Además de la relación de causalidad, se requiere de la imputación objetiva, que
implica que la conducta del sujeto (infracción del deber de cuidado) debe haber traspasado
los límites del riesgo permitido (imputación de la conducta), y dicho riesgo jurídicamente
desaprobado debe concretizarse en el resultado típico, dentro de los alcances que la norma
de cuidado quería evitar (imputación del resultado).
Estos autores también destacan que la imputación objetiva en los delitos imprudentes se
basa en la infracción del deber de cuidado, que implica que la conducta del sujeto haya
traspasado los límites del riesgo permitido. Además, señalan que la imputación del
resultado concede relevancia jurídico-penal a la infracción de la norma de cuidado y se
justifica como una garantía de seguridad para los ciudadanos.
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En la imputación subjetiva imprudente, se analiza si el sujeto era consciente del peligro que
su acción podía causar. Felipe Villavicencio explica que este concepto se centra en la
"cognoscibilidad", es decir, en la exigibilidad del conocimiento del peligro que el individuo
debería tener, considerando sus circunstancias objetivas, conocimientos previos y
capacidades. Este término abarca lo que se conoce como "previsibilidad individual", que
implica la capacidad del individuo para anticipar los riesgos en función de sus experiencias
y conocimientos específicos.
La previsibilidad se evalúa tanto desde una perspectiva objetiva como personal. Desde la
primera, se considera si cualquier persona prudente habría podido prever el resultado típico
de la acción imprudente. Desde la segunda, se analizan las capacidades y conocimientos
particulares del agente en las circunstancias específicas en las que actuó. Esta distinción es
relevante para determinar si hubo una "culpa consciente" o "inconsciente", aunque se está
buscando superar esta separación.
Es importante destacar que el Código Penal peruano no establece diferencias en términos
de punibilidad basadas en esta distinción, como lo señala la Ejecutoria Superior de la Sala
Penal de Apelaciones para procesos sumarios con reos libres de la Corte Superior de
Justicia de Lima del 6 de agosto de 1998.
CULPA CONSCIENTE
Los autores explican que la culpa consciente se caracteriza por la representación por parte
del sujeto del proceso que podría afectar al bien jurídico. Este individuo tiene conciencia de
la posibilidad de que el resultado típico ocurra como consecuencia de su acción imprudente.
La confianza en que este resultado no se producirá, a pesar de ser consciente de su
posibilidad, es un elemento central de la culpa consciente.
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CULPA INCONSCIENTE
Los autores también destacan la importancia de diferenciar entre culpa consciente y dolo
eventual. Mientras que en la culpa consciente el sujeto confía en que el resultado no
ocurrirá, en el dolo eventual el individuo cuenta con la posibilidad de que el resultado se
produzca, aunque no necesariamente lo desea.
Según Zaffaroni, Alagia y Slokar (2005) el error de tipo también es relevante en los delitos
imprudentes. Se acepta como una modalidad de desconocimiento del peligro que puede
derivar de la conducta del individuo. Este error puede recaer en la valoración que el autor
hace sobre su capacidad para controlar el riesgo o en el desconocimiento de la peligrosidad
de su acción.
Los autores añaden que el error de tipo invencible, aquel que el individuo no pudo haber
evitado con un mínimo de diligencia, puede ser admitido como una circunstancia eximente
de responsabilidad penal, según el artículo 14 del Código Penal.
responsabilidad atenuada con relación a los mismos hechos delictivos por dolo;
y, siguiendo la equiparación del orden civil, también integra culpa en el sentido
específico de delito culposo. En su estricto significado, estriba la negligencia
"en no tomar las debidas precauciones, sea en actos excepcionales o en los de la
vida ordinaria" (Abanto, 2001).
Imprudencia: La imprudencia implica un obrar que lleva consigo un peligro.
Gramatical y jurídicamente, "imprudencia" significa falta de ejercicio de la
condición de prever y evitar los peligros; consiste en obrar, en emprender actos
inusitados, fuera de lo corriente y que, por ello, pueden causar efectos dañosos
(Abanto, 2001).
Inobservancia de reglamentos o deberes del cargo: plantea una pregunta
importante: ¿puede la simple falta de cumplimiento de un reglamento llevar a
acusaciones de culpa? Algunos sostienen que esta falta por sí sola no justifica
acusaciones culposas, mientras que otros creen que, incluso si se toman
precauciones, faltar a los reglamentos puede ser imprudente porque puede llevar
a que otros también no tomen precauciones (Abanto).
Según Hans Wenzel (1956) en su libro "Derecho Penal Parte General", el grado de la
capacidad de la culpa se considera influenciado por la edad y la capacidad individual. Los
menores de 14 años son considerados absolutamente incapaces de culpa debido a su falta de
madurez mental y social, que se presume legalmente. Después de cumplir 14 años y hasta
los 18, un menor es considerado condicionalmente capaz de culpa. En estos casos, se debe
examinar su capacidad de culpa. Si es considerado capaz de culpa, se le responsabiliza de
acuerdo con su edad, lo que implica penas como la prisión para menores (con un máximo
de 10 años) o medidas disciplinarias como el arresto para menores, imposición de
obligaciones especiales, o apercibimientos. Sin embargo, estas medidas pueden ser
omitidas si se consideran suficientes las medidas educativas o la internación en un instituto
de curación o asistencia. Las personas mayores de 18 años son, en principio, consideradas
incondicionalmente capaces de culpa. Solo se examina su capacidad de culpa en casos
dudosos.
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La capacidad de culpa puede verse afectada por ciertos trastornos mentales. Según Wenzel,
la capacidad para reconocer lo injusto y actuar en consecuencia depende de la integridad de
las facultades mentales superiores de la persona, las cuales permiten el desarrollo de una
personalidad moral. Cuando estas funciones mentales están alteradas por causas externas,
también se ve afectada la capacidad de culpa. Para identificar estos estados mentales
anormales, la ley utiliza un "método combinado psicológico-biológico" que enumera
ciertos estados mentales anormales y señala al juez la necesidad de determinar si alguno de
ellos elimina la capacidad de culpa en el caso particular. La capacidad disminuida de culpa
se refiere a situaciones en las que los estados mentales anormales mencionados no excluyen
completamente la capacidad de culpa, sino que solo la limitan mucho. Esto faculta al juez
para reducir la pena, de acuerdo con los principios de la punición de la tentativa. Sin
embargo, en ciertas circunstancias, el juez puede aumentar la pena en lugar de reducirla,
por ejemplo, para disuadir en el futuro a un autor sin voluntad, utilizando una pena severa.
Wenzel destaca que solo se consideran los siguientes estados mentales anormales:
Trastornos de la conciencia: trastornos transitorios de la conciencia de una duración más
o menos larga, ya sean de naturaleza fisiológica o patológica; por ejemplo, el sueño
inducido por somníferos, desmayos, hipnosis, delirios febriles, estados efectivos extremos,
embriaguez (incluida la embriaguez alcohólica) y condiciones similares.
La perturbación patológica de la actividad mental. A ellas corresponden todas las
verdaderas enfermedades mentales (las psicosis en el sentido médico); pueden corresponder
también psicopatías de alto grado.
La debilidad mental: incluye la idiotez, la imbecilidad y la debilidad mental, así como
otros grados menores de trastornos mentales patológicos.
CONSECUENCIAS
Wenzel nos da a entender que la capacidad de la culpa se ve afectada por ciertos trastornos
mentales, y que el juez puede decidir reducir la pena si estos trastornos no excluyen
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12. CONCLUSION
El estudio de los delitos imprudentes o culposos revela una complejidad legal y práctica
significativa. Estos delitos, inicialmente considerados más relacionados con el derecho
civil, se han vuelto fundamentales en el derecho penal, especialmente con la evolución
tecnológica y la industrialización. La creciente exposición a riesgos, como en la
manipulación de maquinaria y el tráfico, ha impulsado la creación de normas de cuidado.
Aspectos clave, como la teoría de la culpa, la imputación objetiva y subjetiva, y las
modalidades de culpa, han sido examinados. Se destaca la importancia de la edad y la
capacidad individual en la determinación de la culpa, así como la consideración de la
incapacidad y la capacidad disminuida de culpa, especialmente en casos de trastornos
mentales graves.
En resumen, abordar la complejidad de los delitos imprudentes requiere un enfoque integral
que considere tanto la teoría legal como la práctica, junto con las circunstancias
individuales y las normas de cuidado pertinentes. Esto garantiza una aplicación justa y
efectiva del derecho penal en estos casos.
El concepto de dolo en el ámbito penal representa un elemento fundamental para
determinar la culpabilidad y la intencionalidad detrás de un delito. La investigación
DOLO Y CULPA
13. REFERENCIAS
Abanto. M (2001) "la culpa y sus modalidades" , Revista jurídica electrónica Cajamarca
https://www.derechoycambiosocial.com/RJC/REVISTA3/culpa.htm
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Almanza. F, Manual de derecho penal. Parte general. Imputación Subjetiva, cit., p. 450
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