Esta No Es La Forma de La Poesía

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ESTA NO ES LA FORMA DE LA POESÍA

¿Qué es la poesía?
¿Una disposición? ¿Un movimiento en el mundo?
¿Una forma de vida? ¿El modo más humano de entrar
en relación con algo?
Laura Escudero

Hace unos días leía en la playa el libro de Georges Jean, La poesía en la escuela.
Era uno de esos días que nos recuerdan que el invierno empieza a despedirse.
Leía en la playa, refugiada entre los tamariscos, en un médano, en silencio. Un
silencio habitado por el vaivén del mar, las calandrias y los chingolos, las gaviotas
alborotadoras. Y en la transparencia de ese silencio apareció - ¿de dónde? - un
destello naranja. Se posó en mi libro, en el margen superior derecho de la página que
estaba leyendo, el libro abierto en mis manos.
Tan mansa, tan sin miedo de mí.
Pude extender el brazo, buscar mi teléfono, tomar una fotografía.
Unos minutos estuvo susurrándome, la mariposa.
¿Cuál es la onomatopeya de mariposa? – me preguntó después un amigo poeta.
Puse un dedo sobre la boca, shhhhh.
O tal vez la luz es la onomatopeya de mariposa, ese temblor de espejito.
¿Cuál es el tiempo de la mariposa?
El tiempo es nada/ la caída de una flor puede contenerlo – escuché la voz de Virginia
Woolf recordándomelo.
La tarde plegó las alas, se quedó quieta.
Después la mariposa giró sobre sus pies de bailarina de cajita de música, me hizo una
reverencia y se retiró.
Había trazado en el aire un dibujo, la forma de la poesía.

¿Brevedad, intensidad, unidad temática, armonía, ritmo, tensión entre tema e imagen?
¿Qué es la poesía? ¿Tal vez como dice Roland Barthes: no un ejercicio espiritual, un
estado del alma o una toma de posición sino …el esplendor de un lenguaje soñado.i?
¿El deseo de usar de otro modo este material que tenemos disponible y que es el
lenguaje articulado? ¿Que la función no esté reducida a la comunicación de un
mensaje directo, unívoco, sino más bien abierta a la polisemia, a los cambios de
respiración, al diálogo privado de los versos con quien los lee, como decía Victor
Hugo: “todo lo más íntimo de todo”? ¿Pero no es también confrontación con el mundo,
con su tiempo, con la modernidad y con la historia, con el cuerpo propio y con la
sensibilidad de otres? ¿Cuál es la forma de la poesía?
La poesía suele ser considerada un misterio: nadie sabe muy bien de dónde viene,
nadie sabe con seguridad qué es y nadie sabe verdaderamente cómo alguien es
capaz de escribirla.
Gustave Flaubert, en su Diccionario de lugares comunes, escribe:
Poesía (la): Es totalmente inútil: pasada de moda.
Y sobre la palabra Poeta: Sinónimo noble de bobo (soñador)
Entonces, ¿por qué estamos rondando otra vez esta cosa pasada de moda, salida del
vuelo de la imaginación de un noble bobo, un soñador?

Probemos con la etimología: La palabra poesía proviene del verbo griego poiein que
significa: hacer; poiesis: acción de hacer, construir algo, crear.
La etimología siempre es reveladora. Poesía=hacer. Les poetas son hacedores,
creadores.
El chileno Vicente Huidobro lo enunció a principios del s. XX:
…la primera condición del poeta es crear; la segunda, crear, y la tercera, crear…Hacer
un poema como la naturaleza hace un árbol.
Aunque del otro lado, están los objetivistas que enuncian casi lo contrario, como
Joaquín Giannuzzi, en su poema Poética

La poesía no nace.
Está allí, al alcance
de toda boca
para ser doblada, repetida, citada
total y textualmente.
Usted, al despertarse esta mañana,
vio cosas, aquí y allá, objetos, por ejemplo.
Sobre su mesa de luz
digamos que vio una lámpara,
una radio portátil, una taza azul.
Vio cada cosa solitaria
y vio su conjunto.
Todo eso ya tenía nombre.
Lo hubiera escrito así.
¿Necesitaba otro lenguaje,
otra mano, otro par de ojos, otra flauta?
No agregue. No distorsione.
No cambie
la música de lugar.
Poesía
es lo que está viendo.

Y con Giannuzzi podemos volver a Aristóteles que dijo que poesía es mímesis y ritmo.
Mímesis en tanto reconstruir con palabras algo que se parezca lo más exactamente
posible a la realidad. No copiar la naturaleza, sino reconstruirla, reinventarla. ¿Un paso
intermedio entre el Creacionismo y el Objetivismo?
Aristóteles habla de otro aspecto esencial de la poesía: el ritmo. Habla de una
atracción que nos es connatural por la armonía y el ritmo.
Aquí tal vez estemos ante un elemento esencial de la poesía, una especificidad. En la
poesía el ritmo se vuelve elemento fundante y fundamental, un ritmo de lenguaje
ligado siempre a la voz y a la respiración, un ritmo ligado al cuerpo.

El lenguaje de la poesía es, también, el lenguaje más libre, el ejercicio en plena


libertad de la palabra.
Paul Eluard escribió: La poesía puede decirlo todo.
El lenguaje poético está siempre a punto de ser inventado otra vez, por eso la poesía
lo dice todo cada vez y puede constituir para cada persona algo como una
enciclopedia de lo imaginario y de lo real, cuya característica singular es que cada
persona la reinventa en cada escritura y en cada lectura de lo escrito, porque la poesía
no existe más que en la medida en que es descubierta, construida en la voz/mente/
corazón de quien la lee. Les lectores de poesía son hacedores, creadores.
La poesía es una provocación, un pañuelo lanzado al aire para que una mano atrevida
o tímida lo tome. Con ese pañuelo podrá construir una pequeña bandera, un conejito
de orejas triangulares, cubrirse la cabeza contra la insolación o la lluvia o pasarlo
sobre su rostro para secar las lágrimas.

Pero volvamos al verso, al surco.


Otra vez la etimología se vuelve poética: la palabra verso proviene de la palabra latina
versus que significó en su origen el surco y más tarde, la línea. Implica también la idea
del retorno, de ahí la imagen de un trabajo que consiste en trazar líneas paralelas
sobre una superficie de tierra a sembrar.
Dice Georges Jean:
Así, la poesía, según la idea más tradicional que nos hacemos de ella, es aquella
actividad de escritura mediante la cual se alinean líneas paralelas hasta cubrir una
superficie de papel.ii
Reconocemos rápidamente un poema en un libro por la forma especial en que está
dispuesto. El poeta chileno Gonzalo Rojas decía: La poesía es fácil, toda chiquita y p
´abajo.
Tradicionalmente la poesía ha estado unida a esta idea: una composición hecha con
versos más o menos iguales, en donde iguales quiere decir con las mismas sílabas o
unidades de sonido y que suelen terminar también con sonidos iguales o parecidos -la
rima- y en los que podemos reconocer unos golpes fuertes y otros más suaves: la
secuencia de acentos en cada verso; todo lo que hace a la música de la poesía, a ese
sonido especial que podríamos reconocer aún en un recitado en otro idioma.
Pero el verso también ha sabido salirse de las reglas del surco y ya no es tan fácil
descubrir y clasificar medida, rima, acento. Quien lee tendrá que buscar su ritmo,
modular su respiración al poema, probar cortes, buscar rimas internas, manejar la
disonancia. Puede engañarnos un libro de poemas en el que lo escrito no sea chiquito
y para abajo, como ironizaba Rojas. Podemos ver largos fragmentos en forma visual
de prosa y que sean poemas, incluso que sean poemas de una lírica musical y
exquisita como la poesía de Marosa di Giorgio:

Me acuerdo de los repollos acresponados, blancos –rosanieve de la tierra, de


los huertos–, de marmolina, de la porcelana más leve, los repollos con los
niños dentro.
Y las altas acelgas azules.
Y el tomate, riñón de rubíes.
Y las cebollas envueltas en papel de seda, papel de fumar, como bombas de
azúcar, de sal, de alcohol.
Los espárragos gnomos, torrecillas del país de los gnomos.
Me acuerdo de las papas, a las que siempre plantábamos en el medio un
tulipán.
Y las víboras de largas alas anaranjadas.
Y el humo del tabaco de las luciérnagas, que fuman sin reposo.
Me acuerdo de la eternidad.iii
Entonces vuelve la pregunta ¿cuál es la forma de la poesía, cuál es su marca propia?
Como decía Barthes: el esplendor de un lenguaje soñado.
Lo propio de la poesía es dar otro sentido a las palabras, un sentido más abierto, más
puro, más rico. Las palabras del poema adquieren otros valores y las/los poetas
juegan con la posibilidad de multiplicar los sentidos, de ampliar la polisemia.
La poesía es el discurso en el que las palabras más sencillas y más raras se
enriquecen, se transforman, arrastran tras de sí multitud de derivas ensoñadoras.
La poesía es un lenguaje efervescente en donde el léxico trabaja en todos los sentidos
de cada palabra. La poesía expresa los conceptos de manera oblicua.

Cada palabra dice lo que dice


y además más
y otra cosa – como invocaba Alejandra Pizarnik.

Paul Valery dijo que la poesía es un lenguaje aparte, un lenguaje dentro de un


lenguaje. Como si existiera por un lado el lenguaje estándar –el que usamos a diario
para comunicarnos, el que leemos en los periódicos, el de los manuales de
instrucciones- y dentro de los límites de ese lenguaje, dentro o fuera, el lenguaje de la
poesía.
Pero este lenguaje de la poesía, sin embargo, proviene del lenguaje cotidiano, del
lenguaje de uso diario, de uso común. Ese lenguaje común tiene las palabras, los
usos, los sonidos que el poema toma y hace propios. El lenguaje común es la materia
prima de la poesía.
El poeta norteamericano Kenneth Koch iv dice que el lenguaje de uso común es como
un gran teclado, cada palabra tiene una nota. La/el poeta ejecuta la música eligiendo
cuidadosamente cada nota, cada palabra.
Y aquí también volvemos sobre esta peculiar elección de las palabras que hace quien
escribe. Les poetas piensan cómo quieren que suene algo tanto como piensan lo que
quieren decir. Cada palabra tiene una pequeña música propia que la poesía quiere
hacer audible. Los sonidos de las palabras se destacan, se vuelven esenciales. Cada
palabra en sí y cada palabra puesta en su lugar, en cercanía con otras palabras, en la
aliteración o en la oposición, los acentos, el juego combinatorio de esos acentos, las
repeticiones, las acumulaciones de sonidos, la enumeración.
La música de la poesía crea sentido, comunica significado y también hace que persista
eso que se dice en nuestra memoria. La sensualidad de los sonidos de los versos
despierta la emoción, los recuerdos, las sensaciones y logra significaciones
inesperadas. Cada poema hace música diferente y esa música nos habla.
Escribe Laura Escudero en su artículo La lengua de las ranas:
Muchas veces se quiso explicar lo poético desde el trabajo mecánico de la lengua.
Porque tiene regularidades y procedimientos anticipables. La rima y la métrica como
formas preestablecidas facilitan la definición, pero son totalmente incompletas para
atrapar la esencia de lo poético, el espíritu innombrable, eso que toca o no toca, la
adhesión magnética de los sonidos y la forma a la experiencia que ha querido
capturarse.v

En el poema, el sentido es como el dibujo de la mariposa en el aire, una forma que


destella delante de nuestros ojos un instante, a veces logramos capturar esa forma
completa, a veces es sólo una línea que se mueve rápido y se deshace, a veces
queda vibrando dentro nuestro para siempre.

Micaela Chirif cuenta que escribió los poemas de su libro El mar a la manera de la
teología negativa: no decir lo que algo es, si no decir lo que algo no es.
La negación tiene poder acumulativo, acumula sentido: el mar no tiene plumas,
entonces: ¿podría tener plumas? ¿podría volar? ¿qué tiene el mar en lugar de
plumas? ¿tiene espinas?

Así, cuando decimos: esta no es la forma de la poesía, decimos: esta puede ser la
forma de la poesía y esta otra y esta otra y esta otra…siguiendo el juego de Chirif:

¿Qué forma tiene el mar?


¿Es redondo? ¿Es plano? ¿Tiene espinas?
Esta no es la forma del marvi

Bibliografía:

Aduriz, Andruetto y otros: El verso libre. Ediciones del Dock, Bs As, 2010

Aduriz, Anadón y otros: Dificultades de la poesía. Ediciones del Dock, Bs As, 2010

Bajour, Cecilia: La orfebrería del silencio. Edit. Comunicarte, Córdoba 2016

Bajour, Cecilia: Oír entre líneas. Ediciones El Hacedor, Bs.As., 2014

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Bellessi, Diana: La piedra es el poema. Ed. Espacio Hudson, Lago Puelo, 2014.

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Colangelo, Mirta: De susurros y susurradores. Edit. Comunicarte, Córdoba 2015

Devetach, Laura: La construcción del camino lector. Edit. Comunicarte, Córdoba 2009

Escudero Tobler, Laura: Un jardín primitivo. Ed. Eduvin, Villa María, 2021.

Genovese, Alicia: Leer poesía. Fondo de cultura económica, Bs. As. 2011

Jaramillo, Javier y Manjarrés, Esperanza: Pedagogía de la escritura creadora. Cooperativa


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Larrosa, Jorge: Pedagogía profana. Edic. Novedades Educativas, Bs. As. 2000

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Montes, Graciela: La frontera indómita. Fondo de Cultura Económica. México, 2001.

Montes, Graciela: Buscar indicios construir sentido. Babel Libros, Bogotá 2017.

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Barthes, Roland: El grado cero de la escritura. Siglo veintiuno editores, Bs As, 2015
ii
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Di Giorgio, Marosa: Los papeles salvajes, I. Adriana Hidalgo editora, Bs As, 2000. De: Historial de las
violetas, pág. 110
iv
Koch, Kenneth: El ABC de la poesía. En Diario de poesía N° 48. Bs As. Verano 1998/99
v
Escudero Tobler, Laura: Un jardín primitivo, Eduvim, Villa María, Córdoba, 2021. Pág. 43
vi
Chirif, Micaela: El mar, Fondo de Cultura Económica, México, 2020

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