Las Dos Doncellas
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Ateneu Barcelonès
BIBLIOTECA
N.° 316063
Arm . 6
Prest. Vil 31
Ateneu Barcelonès
BIBLIOTECA
316063
N.º
Arm . 6
Prest . Vi 37
1
Las Dos Doncellas.
"
}
LAS DOS
DONGELLAS ,
NOVELA EJEMPLAR
COMPUESTA
Con licencia.
U
NE
TE
Barcelona ,
IMPRENTA DE A. BERGNES Y COMP.
CALLE DE ESCUDELLERS , N.º 13.
NOVIEMBRE DE
1831 .
r 316063
Prólogo al Lector
遠遠
Al Conde de Lemos.
Miguel de Cervantes
Saavedra.
2
Las dos Doncellas.
(1) consulta,
22 LAS DOS DONCELLAS.
sobre qué podía haber sido la causa del
desmayo que le dió ; pero como no la al-
canzaron , quedáronse con la admiracion
de su gentileza. Fuéronse los vecinos á
sus casas , y el huésped á pensar (1) el
cuartago , y la huéspeda á aderezar algo
de cenar, por si otros huéspedes viniesen.
Y no tardó mucho , cuando entró otro
de poca mas edad que el primero , y no
de menos gallardía ; y apenas le hubo
oido la huéspeda , cuando dijo : válame
Dios , ¿y qué es esto ? ¿ Vienen por ven-
tura esta noche á posar ángeles á mi ca-
sa ? ¿ Por qué dice esto la señora huéspe-
da ? dijo el caballero. No lo digo por
nada , señor , respondió la mesonera , so-
lo digo que vuesa merced no se apée ,
porque no tengo cama que darle , que
dos que tenia las ha tomado un caballero
que está en aquel aposento , y me las ha
Gitanilla de Madrid.
!
ร
做飯
La Gitanilla
DE MADRID.
Arbol preciosísimo,
Que tardó en dar fruto
Años , que pudieron
Cubrirle de luto.
"
Y hacer los deseos
Del consorte puros ,
Contra su esperanza
No muy bien seguros.
122 LA GITANILLA
De cuyo tardarse
Nació aquel disgusto ,
Que lanzó del templo
Al varon mas justo :
Casa de moneda ,
Do se forjó el cuño ,
Que dió á Dios la forma ,
Qué como hombre tuvo :
En cierta manera
Teneis , no lo dudo ,
Sobre el nieto imperio
Piadoso y justo.
A ser comunera
Del alcázar sumo ,
Fueran mil parientes
Con vos de consumo .
Y agora á su lado
A Dios el mas junto
Gozais de la alteza ,
Que apenas barrunto.
124 LA GITANILLA
El cantar Preciosa fue para admirar á
cuantos la escuchaban. Unos decian : Dios
te bendiga la muchacha. Otro ; lástima es
que esta mozuela sea gitana ; en verdad,
en verdad que merecia ser hija de un gran
señor. Otros habia mas groseros que de-
cian : dejen crecer á la rapaza , que ella
hará de las suyas ; á fé que se va añudan-
do en ella gentil red barredera para pes-
car corazones. Otro mas humano , mas
basto y mas modorro , viéndola andar
tan ligera en el baile la dijo : á ello,
hija , á ello ; andad amores , y pisad el
polvito á tan menudito . Y ella respon-
dió , sin dejar el baile 8 y pisarélo yo á
tan menudo. Acabáronse las vísperas y
la fiesta de Santa Ana , y quedó Preciosa
algo cansada ; pero tan celebrada de her-
mosa, de aguda , y de discreta y baila-
dora , que á corrillos se hablaba de ella
en toda la corte.
De alli á quince dias volvió á Madrid ,
DE MADRID." 125
como tenia de costumbre , con otras tres
muchachas , con sonajas y con un baile
nuevo , todas apercibidas de romances
y de cantarcillos alegres , pero todos ho-
nestos ; que no consentia Preciosa que
las que fuesen en su compañía cantasen
cantares descompuestos , ni ella los can-
tó jamas ; y muchos miraron en ello y la
tuvieron en mucho. Nunca se apartaba
de ella la gitana vieja , hecha su Argos ,
temerosa no se la despabilasen y traspu-
siesen : llamábala nieta , y ella la tenia
por abuela. Pusiéronse á bailar á la som-
bra en la calle de Toledo , por compla-
cer á los que las miraban , y de los que
las venian siguiendo se hizo luego un
gran corro ; y en tanto que bailaban , la
vieja pedia limosna á los circunstantes ,
y llovian en ella ochavos y cuartos como
piedras á tablado : que tambien la her-
mosura tiene fuerza de despertar la cari-
dad dormida. Acabado el baile , dijo
126 LA GITANILLA
Preciosa : si me dan cuatro cuartos , les
cantaré un romance yo sola , lindísimo
en estremo, que trata de cuando la reina
-nuestra señora , doña Margarita , salió á
misa de parida en Valladolid , y fue á
San Llorente : dígoles que es famoso y
compuesto por un poeta de los del nú-
mero , como capitan del batallon. Ape-
nas hubo dicho esto cuando casi todos
los que en la rueda estaban dijeron á
voces : cántale , Preciosa , y vés aqui mis
cuatro cuartos ; y asi granizaron sobre
ella cuartos , que la vieja no se daba ma-
nos á cojerlos. Hecho pues su agosto y
su vendimia repicó Preciosa sus sonajas,
y al tono correntio y loquesco cantó el
siguiente romance :
Pequeñuelos Ganimedes
Cruzan , van , vuelven y tornan
Por el ciento tachonado
De esta esfera milagrosa.
DE MADRID. 129
La alegría universal mu
Huyendo de la congoja ,
Calles y plazas discurre ,
Descompuesta y casi loca!
A la imágen de la vida ,
A la del cielo señora ,
A la que por ser humilde
Las estrellas pisa agora ;
Dices la buenaventura ,
Y dásla mala contino ;
Que no van por un camino
Tu intencion y tu hermosura :
No te lo quiero decir ,
Pero poco importa , vaya :
Enviudarás otra vez ,
Y otras dos serás casada.
148 LA GITANILLA
De Toledo no es posible ;
Una hija rubia y blanca v
Tendrás , que si es religiosa ,
Tambien vendrá á ser prelada.
Si tu esposo no se muere
Dentro de cuatro semanas ,
Verásle corregidor
De Burgos ó Salamanca.
DE MADRID. 149
(1 ) Ahorcado.
204 LA GITANILLA
flor de nuestra juventud , y á los prime-
ros delitos : que el mosqueo de las espal-
das , ni el apalear el agua en las galeras
no lo estimamos en un cacao (2) . Hijo
Andres , reposad agora en el nido debajo
de nuestras alas , que á su tiempo os saca-
rémos á volar , y en parte donde no vol-
vais sin presa ; y lo dicho dicho , que os
habeis de lamer los dedos tras cada hur-
to. Pués para recompensar , dijo Andres ,
lo que yo podia hurtar en este tiempo
que se me da de venia , quiero repartir
doscientos escudos de oro entre todos los
del rancho. 1 Apenas hubo dicho esto ,
cuando arremetieron á él muchos gita-
nos , y levantándole en los brazos y so-
bre los hombros , le cantaban el victor ,
victor el grande Andres , añadiendo ; y
viva , viva Preciosa , amada prenda suya.
Las gitanas hicieron lo mismo con Pre-
CLEMENTE.
Donde asiste el estremo de hermosura,
Y adonde la preciosa
Honestidad hermosa
Con todo estremo de bondad se apura,
En un sugeto cabe :
DE MADRID. → 241
Que no hay humano ingenio que le alabe ,
Si no toca en divino ,
En alto , en raro , en grave y peregrino.
ANDRES.
En alto , en raro , en grave y peregrino
Estilo nunca usado ,
Al cielo levantado ,
Por dulce al mundo y sin igual camino ,
Tu nombre, ó Gitanilla,
Causando asombro , espanto y maravilla,
La fama yo quisiera
Que le llevára hasta la octava esfera.
CLEMENTE.
Que le llevára hasta la octava esfera
Fuera decente y justo ,
Dando á los cielos gusto,
Cuando el son de su nombre allá se oycra ;
Y en la tierra causára ,
Por donde el dulce nombre resonára,
Música en los oidos ,
Paz en las almas, gloria en los sentidos .
16
242 LA GITANILLA
ANDRES.
Paz en las almas , gloria en los sentidos
Se siente cuando canta
La sirena , que encanta
Y adormece á los mas apercibidos ;
Y tal es mi Preciosa,
Que es lo menos que tiene ser hermosa :
Dulce regalo mio ,
Corona del donaire, honor del brio.
CLEMENTE.
Corona del donaire , honor del brio
Eres , bella Gitana ,
Frescor de la mañana ,
Zéfiro blando en el ardiente estío :
Rayo con que amor ciego
Convierte el pecho mas de nieve en fuego:
Fuerza , que ansi la hace,
Que blandamente mata y satisface.
Haga yo lo que en mí es ,
Que á ser buena me encamine ,
Y haga el cielo y determine
Lo que quisiere despues .
1 (1) Diges,
DE MADRID. 249
manifestasen los diges de la Preciosa y
los vestidos de Andres , que ella con gran
cuidado y recato guardaba : pero la bue-
na de la Carducha lo remedió con mucha
brevedad todo , porque al segundo en-
voltorio que miraron , dijo que pregun-
tasen cual era el de aquel gitano gran
bailador , que ella habia visto entrar en
su aposento dos veces , y que podria ser
que aquellas llevase. Entendió Andres
que por él lo decia, y riéndose, dijo : sc-
ñora doncella , esta es mi recámara y este
es mi pollino; si vos halláredes en ella ni en
él lo que os falta , yo os lo pagaré con las
setenas, fuera de sujetarme al castigo que
la ley dá á los ladrones. Acudieron luego
los ministros de la justicia á desbalijar el
pollino , y á pocas vueltas dieron con el
hurto , de que quedó tan espantado An-
dres tan absorto , que no pareció sino
estátua sin voz de piedra dura. ¿ No sos-
peché yo bien ? dijo á esta sazon la Gar
250 LA GITANILLA
ducha: mirad con qué buena cara se encu-
bre un ladron tan grande. El alcalde , que
estaba presente , comenzó á decir mil in-
jurias á Andrés y á todos los gitanos , lla-
mándolos de públicos ladrones y saltea-
dores de caminos. A todo callaba Andres,
suspenso é imaginativo , y no acababa de
caer en la traicion de la Carducha. En
esto se llegó á él un soldado bizarro , so-
brino del alcalde , diciendo : ¿ no veis
cuál se ha quedado el gitanico podrido de
hurtar? Apostaré yo que hace melindres
y que niega el hurto con habérsele cogido
en las manos que bien haya quien no
os echa en galeras á todos : mirad si estu-
viera mejor este bellaco en ellas , sirvien-
do á su magestad , que no andarse bai-
lando de lugar en lugar , y hurtando de
venta en monte : á fé de soldado , que
estoy por darle una bofetada que lo der-
ribe á mis pies ; y diciendo esto , sin mas
ni mas , alzó la mano y le dió un bofeton
DE MADRID. 251
tal, que le hizo volver de su embelesa.
miento , y le hizo acordar que no era
Andres Caballero , sino don Juan , y ca-
ballero ; y arremetiendo al soldado , con
mucha presteza y mas cólera , le arrancó
su misma espada de la vaina , y se la en-
vainó en el cuerpo , dando con él muerto
en tierra. Aqui fue el gritar del pueblo :
aqui el amohinarse el tio alcalde : aqui el
desmayarse Preciosa , y el turbarse An-
dres de verla desmayada : aqui el acudir
todos á las armas , y dar tras el homici-
da. Creció la confusion , creció la grita ;
y por acudir Andres al desmayo de Pre-
ciosa , dejó de acudir á su defensa , y
quiso la suerte que Clemente no se ha-
llase al desastrado suceso , que con los
bagages habia ya salido del pueblo : fi-
nalmente , tantos cargaron sobre Andres ,
que le prendieron y le aherrojaron con
dos muy gruesas cadenas. Bien quisiera
el alcalde ahorcarle luego si estuviera en
252 LA GITANILLA
su mano; pero hubo de remitirle á Mur-
cia , por ser de su jurisdicion : no le lle-
varon hasta otro dia , y en el que alli
estuvo pasó Andres muchos martirios y
vituperios , que el indignado alcalde y
sus ministros y todos los del lugar le hi-
cieron. Prendió el alcalde todos los mas
gitanos y gitanas que pudo , porque los
mas huyeron , y entre ellos Clemente ,
que temió ser cogido y descubierto. Fi-
nalmente , con la sumaria del caso , y
eon una gran cáfila de gitanos entraron
el alcalde y sus ministros , con otra mu-
eha gente armada , en Murcia , entre los
cuales iba Preciosa , y el pobre Andres
ceñido de cadenas sobre un macho y con
esposas , y pie de amigo (1) . Salió toda