La Familia Se Reune en Casa
La Familia Se Reune en Casa
La Familia Se Reune en Casa
Año 2020, domingo 29 de febrero, celebramos el cumpleaños del tata Benjamín, 2 semanas
adelantado como nunca, no era usual hacer eso, pero esta vez se busco consenso para estar todos
reunidos. Fue una hermosa celebración, comenzando por reunir a la familia en torno a los tatas en
su casa del Quisco que tanto les enorgullece, una rica paella, invitados de honor, cantos, bailes,
una hermosa decoración llena de detalles para el cumpleañero, siempre realizada con la
colaboración de los entusiastas sobrinos, en fin, mesa puesta, familia alegre.
3 de marzo 2020 se confirma el primer caso de Covid 19 en Chile, desde allí en forma vertiginosa
nuestra vida cambió.
Un poco de historia, cuando se confirma este primer caso de un médico de la región del Maule que
venía como pasajero de un vuelo procedente de Singapur el brote epidémico se expandió hasta
alcanzar las dieciséis regiones de Chile. El 18 de marzo de 2020 el presidente Sebastián Piñera
decretó el «estado de catástrofe» en todo el territorio nacional por 90 días. Posteriormente, dicho
estado fue prorrogándose y duró hasta el 30 de septiembre de 2021. Hasta el 25 de marzo de
2023, se contabilizó la cifra de 5.250.077 casos confirmados, 64.482 fallecidos y 5.152.985
recuperados del virus.
Volvamos a marzo 2020 cuando todo comenzó. La mascarilla, el alcohol gel, fueron elementos que
se hicieron parte del día a día de los chilenos, era muy riesgoso transitar en locomoción colectiva,
era muy probable que nuestras manos trasmitieran este virus que mataba gente. Se comenzó a
escuchar de una plataforma tecnológica llamada Zoom, que hacia que muchas personas se
pudieran reunir virtualmente. Muchos de nosotros fuimos enviados a trabajar de nuestras casas. Y
es aquí donde quiero detenerme. Sí, trabajar desde nuestras casas, los hijos tampoco podían ir a
sus colegios o universidades, estaba prohibido reunir a personas en una iglesia. Esto es lo que dio
un giro y estremeció nuestras vidas. Se reunió la familia en sus hogares, este se convertiría en el
escudo protector.
Esta situación tenía de dulce y agrás, por una parte, podíamos estar juntos padres e hijos,
compartir la mesa desde el desayuno a la cena, se improvisó espacios de trabajo, nos reunimos por
zoom y jugamos bingo, desde ahí tuvimos mas espacios para vernos las caras. Pero, por otro lado,
los tatas estaban solos, fueron meses de no poder visitarlos. Se viajaba a entregar remedios, había
que solicitar salvoconductos para poder ir, pero para protegerlos no podíamos tener contacto,
recuerdo la primera vez que tratamos de llevarle los remedios para el parkinson al tata, un par de
mascarillas, tan escasas al principio, algo de fruta y verduras. Recuerdo que había una barrera
improvisada de tarros con fuego, que habían hecho los vecinos y autoridades del tabo para no
permitir el paso a personas que no vivieran en la localidad, tras rogar y explicar nos dejaron pasar.
Recuerdo haber llegado a la casa de los tatas y tras desinfectar las cosas las dejamos en el jardín,
observe a mi mamita por la ventana de su dormitorio, y al cerrar la puerta de la calle la
escuchamos llorar. Fue un momento desgarrador. Luego entre los vecinos les colaboraron,
comprando lo que necesitaran.
Fue viviendo esta pandemia, cuando supimos una muy mala noticia. Samuel tenía cancer.