Método Catequético Siglo XXI
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All content following this page was uploaded by Frank Junior Hurtado Talavera on 06 April 2021.
RESUMEN
La sociedad del siglo XXI o Sociedad del Conocimiento se caracteriza por el auge de las Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC) generando grandes cambios en los ámbitos en los que se desarrolla;
de ellos no se escapa la educación pastoral juvenil la cual da cumplimiento al método catequético
propuesto por el Cardenal Cardijn en la primera mitad del siglo XX en Bruselas, mediante la aplicación de
la pedagogía de Jesús en la denominada Juventud Sindicalista en 1919, conocida posteriormente como
Juventud Obrera Cristiana, JOC. Este método surge del Concilio Vaticano II donde se recomendó el uso
de los tres pilares: ver, juzgar y actuar. No obstante, con influencia de la Pastoral Juvenil Latinoamericana
en un Congreso en Cochabamba se le añaden dos momentos más como lo son el celebrar y evaluar.
Cabe destacar que este artículo tiene como eje teleológico central el aprender a comprender el método
catequético desde su aplicación en la educación pastoral. La investigación se desarrolló desde el enfoque
cualitativo bajo el método de investigación documental. Entre los hallazgos se pudo evidenciar la
estructura de una planificación basada en el método pastoral dando cumplimiento a los cincos momentos
correspondientes a ver, juzgar, actuar, celebrar y evaluar. El método catequético se conoce como una
espiral hermenéutica basada en los textos bíblicos para la transformación del ser desde el hacer, y este,
una vez llegado el quinto momento, vuelve al primero pero desde otra perspectiva, con conocimientos
adquiridos, con experiencia en la Fe en Dios y en su Amor liberador.
Palabras claves: Educación Pastoral. Método Catequético, Sociedad del Siglo XXI.
1. Introducción
1
Investigador independiente (Ecuador) E-mail: frankhurtado18@gmail.com
Con base en las circunstancias señaladas y teniendo como eje teleológico central
el aprender a comprender el método catequético desde su aplicación en la
educación pastoral, se hizo una revisión documental con el propósito de responder
las siguientes interrogantes: ¿Qué se entiende por método catequético? ¿Cuáles
son las fases que se desarrollan en el método catequético? ¿Por qué se determina
el método catequético como una espiral hermenéutica de los textos bíblicos? De
este modo, los ejes específicos del presente artículo son: a) conocer el significado
del método catequético en la actualidad, b) describir las fases del método
catequético que debe desarrollar un docente de religión, c) comprender por qué el
método catequético se aplica desde la hermenéutica de textos bíblicos.
Con esta metodología se buscaba transformar a los cristianos, desde sus contextos,
en la superación del divorcio existente entre la fe y la vida. Se remonta al método
de revisión de vida, asumida por la organización laica Acción Católica, la cual se
sumó a los movimientos de renovación en la iglesia. Asimismo, este método es una
propuesta que surge desde la espiritualidad como el eje central de lo pastoral: sin
embargo, tuvo cierto rechazo por católicos tradicionalistas.
Cabe destacar que los objetivos eran específicamente evangelizadores, buscando
que a través de cualquier medio educativo se pudiera transmitir el dogma católico
estableciendo su conexión con la praxis diaria de los cristianos. Esta organización
obrera fue adicionalmente cuestionada por ser juvenil o por tener ideales educativos
y no sindicales, pues nace dentro de las denominadas obras católicas. En este
sentido, se poseía un periódico que tenía por nombre Jeunesse Ouvrière, el cual
servía como medio de comunicación para la época y mantenía el respeto hacia los
socialistas con quienes ocasionalmente colaboraba, aun manteniendo diferencias
en cuanto a sus principios, pues el Cardenal Cardijn gozaba de consideración por
ser muy amable, incluso mantenía relaciones con el Cardenal Mercier quien se
oponía al proyecto JOC y se consideraba antisocialista. Sin embargo, la falta de
mentalidad socialista que demandaban los jóvenes obreros no lo hacían exento de
sensibilidad y compromiso ante la situación que padecían al ser objeto de críticas
por parte del Estado, además de tener factores que se oponían a este. (Sanz, 2002).
El movimiento JOC de Cardijn fue rechazado por el movimiento de la Acción
Católica Juvenil Belga (ACJB) de Mercier, a pesar de tener el apoyo y la bendición
de importantes figuras jerárquicas de la iglesia como el Papa Pío XI. Desde
entonces se hizo notoria la intención educativa de la JOC en cuanto a conceder más
importancia a la vida y sus cotidianidades, que a las doctrinas, en la formación
juvenil; esto a pesar de la influencia que ejercieron en el Cardenal sus estudios en
la ciudad de Lovaina (Bélgica) y sus viajes por Europa, lo que le permitió mantener
grandes relaciones con dirigentes de obras académicas como Baden Powel en
Inglaterra.
Muchos fueron los documentos que se podían encontrar en la biblioteca del
Cardenal, conservada en la Universidad de Lovaina (Sanz, 2002). El más influyente
de ellos es Uéducation sociale et les cercles d'études (La educación social y los
círculos de estudio), de E. Beaupin, en el que se pone énfasis en la observación, el
juicio y la acción, siendo luego denominado por el Cardenal Cardijn como “revisión
de vida”, el método que identificaría a los Jocistas (Sanz, 2002: 104). De este modo
se da inicio al método catequético desde tres grandes pilares propuestos por este
Cardenal para la JOC como lo son: aprender a ver, a juzgar y a actuar, donde no
solo se le daba importancia al hecho de vida sino a la interpretación de los mismos
por estos jóvenes (Figura 1).
Es así como se pronuncia el Papa Juan XXIII respecto al método catequético que
se consolida y comienza a utilizarse desde entonces en América Latina, siendo
recomendado por el Concilio Vaticano II para que en 1965, en el último día del
concilio, un 08 de diciembre, sea promulgado por el Papa Pablo VI en la llamada
Constitución Pastoral Gaudium et Spes (los gozos y la esperanza), transformándose
en un método teológico inductivo, para luego ser un principio arquitectónico de los
documentos conclusivos de las Conferencias Generales de la Iglesia Latinoamerica-
na. (Pellegrino, 2017).
Es relevante mencionar que este método catequético debe ser aplicado por un
asesor, que en griego es “sedere ad” (sentarse junto a). Este tiene el propósito de
motivar, orientar e integrar cada aporte de los jóvenes en la iglesia y la sociedad,
propiciando el accionar juvenil en la comunidad y transformando el entorno desde
la interpretación de los hechos, pues la ministerialidad de la iglesia se fundamenta
en Jesucristo servidor (Mt 20, 28), al llevar a cabo el proyecto de amor liberador de
Dios. Estos ministerios se le confieren a personas que se corresponden con la
misión en el mundo como mediadores discernidos por la iglesia, comprometidos con
el acompañamiento real de los procesos de educación en la fe, reconociendo la
oportunidad de un ministerio que lo haga posible, siendo necesario mencionar que
en todos los niveles de la experiencia del Pastoral Juvenil cada día se acrecienta
como un ministerio laical, con vocación especial para ese servicio.
En este sentido, el método catequético es conocido como la pedagogía de Jesús,
el Maestro, que consiste en ver, juzgar y actuar, pero al que se le suman dos pilares
más: revisar y celebrar, propuestos por el Primer Congreso Latinoamericano de
Jóvenes en Cochabamba. Al respecto, más que una metodología se considera un
estilo de vida y una espiritualidad que celebra el descubrimiento de la presencia de
Dios en la historia, la actitud de la persona hacia el cambio y el compromiso de
transformación de la realidad (Zurita, 2013). De este modo se empieza a aplicar en
sus principales fases por toda Latinoamérica.
Actualmente, en la Pastoral Juvenil se llevan a cabo cinco fases: ver, juzgar, actuar,
evaluar y celebrar. Estas fases se describen a continuación:
3.1 Ver
En primer lugar, este pilar se relaciona con el contexto actual, en cómo se ve la
realidad; invita a ver con ojos críticos la delimitación del problema o la afirmación
sobre la base de hechos y no de prejuicios, descubriendo actitudes, pensamientos,
valores y comportamientos. En segundo lugar, se deben analizar los hechos,
mirarlos en su conjunto, tomando en cuenta los aspectos universales, verificando si
se encuentran aislados o no. En tercer lugar, mirar las causas para poder determinar
el problema y la posible solución y, por último, las consecuencias basadas en las
experiencias que posee cada uno y en las preguntas enriquecedoras que dan origen
al discernimiento en las comunidades y organizaciones sociales, invitando a revisar
su vida en el trabajo, la familia y la sociedad (Borán, 2004).
3.2 Juzgar
Los hechos son juzgados a la luz de los principios que poseen los integrantes de
los grupos, y que permiten vislumbrar las posibles soluciones, siendo la revelación
de Dios en Jesús para un grupo cristiano, mediante la cual se hace uso del Nuevo
Testamento y los documentos de la Iglesia para iluminar la realidad y aceptar la
situación, pero también juzgándola para transformarla. El uso de los textos bíblicos
puede variar, por lo tanto, tiene sus limitaciones. Cada quien tiene su “yo”, por lo
que cada pedagogo busca el texto que le permita entender mejor la situación. En
tal sentido, Jesús busca la biblia para iluminar los problemas que hacen sufrir al
otro, y demostrarle a la historia que no está por fuera de las manos de Dios.
La biblia permite un marco dentro del cual se puede entender la realidad. Por lo
tanto, esta revelación permitirá dar un significado al problema estudiado, una
interpretación. El mismo Jesús está presente, hoy, en los distintos cristianos que se
comprometen reunidos en grupo en una ambiente de vida (Borán, 2004). Es así
como se refleja en las santas escrituras: “porque donde están dos o tres reunidos
en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt, 18: 20). Esta es la fase en donde
se hace la revisión de vida frente al hecho analizado, descubriendo la fe a través de
la experiencia de Dios y la transformación que surge de él, propiciado por el
discernimiento.
3.3 Actuar
Este paso es una hermenéutica de la biblia. A través de la interpretación de este
texto y del contexto de la realidad, Jesús permite actuar en el compartir con los
demás, abriéndose a los ojos de la vida para ser transformados y volverse
transformados para la comunidad, para comunicar. Ya al tener esa transformación,
el conocimiento es otro. Ahora bien, existen limitaciones en el actuar para poder
determinar si esas transformaciones son auténticas, basadas en cómo saber que la
vida ha cambiado y en cómo se ha percibido la presencia de Jesús; bastaría con
ver que se puede dejar de cargar con el pasado, dejar esos bloques mentales que
permiten cambiar, abrir los ojos a la resurrección del corazón, de la fe.
En esta fase se promueve dejar de lado la desesperanza, el escepticismo y la
incredibilidad, analizando y reencontrando las relaciones, entendiendo como está
nuestra relación con nuestros hermanos en cristo, con el planeta, con la vida. De
este modo lo expresa el apóstol Santiago: “así también, la fe si no tiene obras es
muerta en sí misma” (Sant 2:17). El actuar parte de la determinación que emerge
de las actitudes de las personas ante los hechos; esas que deben cambiar dejando
los criterios de juicio a un lado, transformando sus hábitos que serán cuestionados
por la palabra de Dios.
En cada hecho de nuestra vida se pueden aplicar estos pilares fundamentales del
método pastoral: (a) viendo la realidad, valorando la experiencia, identificando
nuestra participación en determinada situación, (b) juzgando y reflexionando sobre
las experiencias desde las perspectivas del evangelio, haciendo de la vida una
fuente de revelación, y (c) decidiendo lo que se debe hacer desde el ser, en pro de
la comunidad, para reflejar esos cambios que permitirán la revisión, el volver a ver
desde la transformación de la realidad (Rodríguez, Francis y Arias, 1997).
3.4 Celebrar
Es el cuarto momento al que se refiere la tradición latinoamericana. Trata acerca de
la percepción del compendio del proceso; el descubrir a Dios en la vida (personas,
sociedad), en el momento de ver; el encontrarse con Dios en la palabra, propiciando
del momento de juzgar, y asumiendo el compromiso en la transformación de la
realidad durante el actuar. Este proceso conlleva a celebrar la experiencia de vida
integrándola con la fe. Es aquí donde se celebran los logros, fracasos, alegrías,
tristezas; la vida misma con solo saber la presencia del Dios liberador que hace
historia con su pueblo. “La celebración fortalece la fe y pone al grupo y a sus
miembros en contacto directo con el Misterio central del cristianismo: la pasión,
muerte y resurrección de Jesucristo” (Aguiar, 2013: 19).
En este momento se celebra la búsqueda de la lucha y la justicia en nombre del
evangelio en su transformación a la oración, tal como se afirma: lex credendi, lex
orandi (la ley de la oración es la ley de lo que se cree). De este modo, con la
celebración de nuevos contenidos y expresiones de vida, se enriquece la liturgia de
los cristianos en la lucha por la justicia (Pedrosa, Navarro, Lázaro y Sartre, 1999).
3.5 Evaluar
Se refiere a la revisión, la toma de conciencia de la transformación de la realidad
para analizar cómo se abordarán las problemáticas el día de mañana. Este
momento permite enriquecer y perfeccionar la perspectiva que se posee ante los
hechos haciendo uso de posibles acciones en el cumplimiento de los objetivos.
Asimismo permite el cuestionamiento en relación a las consecuencias de estas para
superar las dificultades que se presenten. Sin evaluación, la acción deja de ser
transformadora, no se valoran los logros ni se aprende de los errores, no se
estimulan nuevas acciones (Aguiar, 2013).
Puesto que cada quien tiene una visión distinta de la realidad, para el cumplimiento
de estos procesos existe una limitación que nace en la perspectiva desde la que se
vea esa realidad, ya que lo que es para uno no es para el otro. Jesús, en este caso,
permite que cada quien tenga su manera de leer el contexto. Este proceso se basa
en la espiral hermenéutica, como un ejercicio constante, pero con realidades
diferentes; todo tiene que ver en el avanzar de nuestros días y en generar nuevos
conocimientos.
En la Figura 2 se puede evidenciar como ocurre el cumplimiento de los momentos
del método pastoral desde la denominada espiral hermenéutica, que no es más que
la interpretación de la realidad, desde la perspectiva del sujeto, juzgada a través de
la palabra de Dios para poder actuar en pro de la sociedad, transformando un
entorno que no vuelve a ser como antes porque el conocimiento es otro; la
experiencia en Dios permite que este sea otro, por ello, su celebración en el
Sentido de pertenencia de
Adulto Persona de fe Con vocación. Ministerio.
la realidad
Conocedor de los
Con proyecto de vida
Abierta Comprende la misericordia procesos de educación en
clarificado
la fe de los jóvenes.
Fiel a la propuesta de la
Abierto y respetuoso de la
Civilización del Amor
Responsable pluralidad de criterios e Coherente
propuesto por los jóvenes
ideologías.
en la Iglesia.
(Elaboración propia)
5. Hallazgos
En la revisión documental se hallaron diversos modelos de planificación pastoral
con el método catequético, el cual debe ser desarrollado por el catequista, o asesor
pastoral, para poder aplicar la pedagogía de Jesús desde la especificación de los
contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales al abordar y
contextualizar un fenómeno o hecho real. Para ello es necesario considerar los
aportes multimodales como la educación a la Fe, el educativo-cultural, la
experiencia asociativa y la vocacional. Primordialmente, el asesor debe tener en
cuenta el título que debe llevar la planificación, destrezas y criterios de desempeño
(Tabla 2).
A través de este método la Pastoral Juvenil buscó discernir los desafíos de los
jóvenes, orientando y esclareciendo los hechos más significativos y críticos del
ejercicio pastoral. Posteriormente se buscó romper paradigmas con el testimonio de
jóvenes y la iluminación desde las ciencias sociales y las sagradas escrituras,
6. Reflexiones finales
En función de las interrogantes que originaron esta investigación documental se
puede decir que el método catequético tuvo sus inicios en la JOC Belga, con los
aportes del Cardenal Cardijn, donde se abordaban tres momentos como lo son: ver,
juzgar y actuar, sin embargo, debido a la influencia latinoamericana se le agregaron
dos momentos más: el celebrar y el evaluar o revisar. Se reconoce desde entonces
que estos procesos se interpretan desde la palabra de Dios en la pedagogía de
Jesús.
Por otro lado, los asesores pastorales o catequistas deben fomentar la capacidad
de aprender a comprender el método catequético desde su aplicación en la
educación pastoral, con vocación de servicio a los jóvenes; es por ello que se realizó
esta investigación con el propósito de que sirviera como guía para los docentes de
religión, asesores y mentores pastorales, haciendo uso correcto de cada momento
aplicado a la realidad e interpretado a través de las santas escrituras, aprovechando
las herramientas que se brindan en la sociedad del siglo XXI para darlas a conocer
sin barreras de espacio y tiempo. Al respecto, este método se relaciona con el
método Socrático por poseer el arte de preguntar a los niños para saber si han
aprendido lo que se les ha enseñado, también conocido como el arte de comprender
una verdad tal como lo hacía Sócrates, fecundando ideas de sus oyentes a través
de preguntas.
Finalmente, el método catequético se conoce como una espiral hermenéutica
basada en los textos bíblicos para la transformación del ser y el hacer; una vez
llegado al quinto momento vuelve al primero pero desde otra perspectiva, con
conocimientos adquiridos, con experiencia en la Fe en Dios y en su Amor liberador.
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