Parte 2

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Tiene una idea precisa sobre causas de efecto invernadero

Todo comenzó a gestarse a partir de la Revolución Industrial, cuando la actividad


del hombre se fundamentó en el uso de los combustibles fósiles, y continuó a
medida que pasaban las décadas con el resto de actividades humanas que
acentuaban los niveles de contaminación. Como consecuencia, la temperatura se
ha incrementado ya en 1 ºC en comparación con la de aquella era.
Así, de manera general, podemos determinar que las principales causas del efecto
invernadero son el consumo de energía no renovable, la destrucción de los
ecosistemas, el transporte y la combustión fósil, con las emisiones de CO2,
provocada por el uso del petróleo, el carbón y el gas natural.
A efectos prácticos más concretos, el efecto invernadero está causado por el nivel
de desechos y de basura en nuestro planeta, entre los que se incluyen los
plásticos; la ausencia de un buen reciclaje; el abuso de la calefacción y el aire
acondicionado; la utilización de espráis; la ganadería intensiva; el consumo
excesivo de energía de origen no renovable; el abuso de la utilización de los
medios de transporte contaminantes como los aviones y los vehículos diésel y de
gasolina; y la deforestación.

Estrategias para reducir los factores que causan el efecto


invernadero
1. Aísla tu hogar: la pérdida de calor a través de las ventanas y puertas
exteriores puede incrementar tu gasto en calefacción hasta un 20%,
con el consiguiente aumento en el consumo de electricidad y, por
tanto, en la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.

2. Utiliza el agua con mesura. No dejar el grifo abierto mientras te


duchas o te lavas los dientes, aprovechar el agua de cocción para
regar o reparar rápidamente un grifo que gotea son algunas de las
medidas que puedes adoptar.

3. Recicla todo lo que puedas. Separa la basura según cada tipo y


procura reaprovechar la ropa o el calzado. Y, si se te estropea algún
electrodoméstico o aparato electrónico, acércate a un punto verde
para que lo traten correctamente.

4. Si tienes que imprimir documentos, hazlo a dos caras. Reducirás el


gasto en papel de forma considerable, especialmente si compras
papel reciclado.
5. Sustituye las bombillas incandescentes por luces LED,
duran más y consumen menos energía.
6. Compra productos de Comercio Justo, que se habrán
producido en entornos respetuosos con el medio
ambiente y con las personas que los producen.
7. Instala dispositivos que te ayuden a ahorrar energía,
como sensores de movimiento para las luces o los
grifos. Tu bolsillo te lo agradecerá y el planeta también.
8. Acostúmbrate a ir a comprar con tus propias bolsas
reutilizables para consumir menos plástico.
9. Si puedes evitarlo, no compres carne envasada:
las bandejas de porexpán no pueden reciclarse y son
muy nocivas para el planeta.

¿Te apuntas al cambio?


Como ves, estos 9 consejos son acciones cotidianas que seguro que tanto
tú como tu familia has hecho alguna vez, casi sin ser conscientes de ello.
Modificar estos hábitos puede significar un gran cambio para el planeta y,
además, estarás consiguiendo que tus hijos sean más respetuosos
y responsables con el mundo que les rodea. Enseñándoles estos valores
desde pequeños, cuando sean adultos esta actitud formará parte de su
cotidianeidad y lo harán de forma sistemática.

Si luchas por reducir el efecto invernadero desde casa, ganas tú, gana
tu familia y ganamos todos. ¡Súmate al cambio!
Detecta cuales son las problemáticas que contribuyen a la huella
ecológica.
Las actividades que más han repercutido en el crecimiento de la huella
ecológica mundial son la quema de combustibles fósiles, la agricultura y la
ganadería. Ante este panorama, es importante el uso sustentable de los
recursos naturales y del medio ambiente mundial del planeta, entre otras
muchas acciones. Es una herramienta para determinar cuánto espacio
terrestre y marino se necesita para producir todos los recursos y bienes que
se consumen, así como la superficie para absorber los desechos que se
generan, usando la tecnología actual. La huella ecológica de cada ser
humano es de 2.7 hectáreas. Sin embargo, nuestro planeta tan sólo es
capaz de otorgar a cada uno de sus habitantes cerca de 1.8 hectáreas.
Esta diferencia indica que cada uno de nosotros utiliza más espacio para
cubrir sus necesidades de lo que el planeta puede darnos.

Estrategias para reducir la problemática que causa la huella


ecológica
Las personas somos los únicos responsables de que nuestro planeta
avance hacia un futuro sostenible. A lo largo de la historia, la actividad del
ser humano ha causado un impacto en la naturaleza que ha ido mermando
sus recursos y su capacidad de regenerarse. Reducir la huella ecológica es
una prioridad urgente.

Para reducir la huella ecológica se debe atender a diferentes ámbitos. A


continuación, te compartimos algunos consejos para lograrlo. También
pueden aplicarlos a otras huellas, como la hídrica o la de carbono, puesto
que todas están conectadas entre sí.

Vivienda sostenible

 Uso de bombillas de bajo consumo.


 Instalación de paredes y techos aislantes.
 Ventanas de doble cristal.
 Utilización de aparatos de eficiencia energética.
 Reciclaje correcto de todo aquello que se consuma.
Transporte sostenible

 Utilizar el transporte público en vez del coche privado, para ayudar a


reducir la contaminación del aire.
 No conducir coches contaminantes.
 Caminar o usar la bicicleta como formas más sostenibles de moverse
por la ciudad.
 Viajar en tren o autobús mejor que en avión.

Ahorro energético

 Usar la calefacción en invierno con el termostato lo más bajo posible


es una de las maneras más eficaces de reducir tu huella ecológica.
 Disminuir el uso del aire acondicionado en verano.
 Desenchufar los aparatos electrónicos cuando no se estén usando.
 Secar la ropa de manera natural sin necesidad de usar la secadora.
 Evitar los productos de un solo uso y, en caso de hacerlo, buscar
siempre la manera de reciclarlos de manera correcta.
 Dar una segunda vida a todos los objetos.
 Reducir el consumo de agua en todos sus usos.
 Evitar el plástico lo máximo posible (aunque luego se pueda reciclar).

Alimentación sostenible

 Comprar alimentos locales y de temporada (para evitar el transporte


de media o larga distancia y la contaminación que produce).
 Consumo de alimentos de producción ecológica que hayan usado
pocos insecticidas y fertilizantes (o ninguno) durante su producción.
 Reducir el consumo de carne: la industria cárnica produce una
enorme cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
 Evitar comprar productos con aceite de palma y alimentos procesados
es otra de las propuestas principales para disminuir tu huella
ecológica y proteger los bosques del Sudeste Asiático.

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