Parasitos

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Ciliados

El grupo de parásitos protozoarios de cilióforos (Ciliophora), se conocen

comúnmente como ciliados.

El término cilios se refiere a estructuras similares a cabello que están presentes

en un gran número en la superficie de algunos parásito e involucrados en su

motilidad.

Se estima que el número total de parásitos ciliados existentes es de hasta 30.000

especies, pero Balantidium coli es la única especie conocida capaz de parasitar

a los humanos.

El Balantidium coli es un protozoo parásito que puede infectar al ser humano y causar
enfermedades. En el cuerpo humano, el Balantidium coli se encuentra en el colon y
puede causar una variedad de síntomas, desde formas asintomáticas hasta cuadros
disenteriformes graves.

El protozoo tiene dos fases: quiste y trofozoíto. El quiste es una forma resistente que
se forma fuera del cuerpo humano y contiene el macronúcleo y una sola vacuola
contráctil. El trofozoíto es la forma móvil que se encuentra en el colon y se alimenta
de sustancias nutritivas.

El Balantidium coli se caracteriza por su forma piriforme o ovoide, con cilios


colocados en hileras en su superficie. El cuerpo del protozoo está cubierto de una
película o cutícula resistente que se encuentra estriada de oblicua a
longitudinalmente.

En el cuerpo humano, el Balantidium coli puede causar infecciones en el colon y


provocar síntomas como diarrea, dolor abdominal, fiebre y sangre en las heces. La
infección puede ser grave y requerir tratamiento médico.

El tratamiento de la balantidiasis, causada por el parásito Balantidium coli, puede


variar según la gravedad de la infección y la respuesta del paciente al tratamiento.
Sin embargo, algunos medicamentos comúnmente utilizados para tratar la
balantidiasis incluyen:

 Amebicidas: como la metronidazol, la tinidazol y el ornidazol, que


pueden ser efectivos para eliminar los protozoarios del tracto gastrointestinal.
 Antibióticos: como la tetraciclina, que pueden ser utilizados en combinación
con amebicidas para tratar la infección.

Flagelos

los parásitos flagelados, como protozoos o helminthos, infectan el cuerpo


humano. Estos parásitos poseen flagelos, que son estructuras que les permiten
moverse y adherirse a las paredes intestinales.

Entre los ejemplos de parásitos flagelados que pueden causar enfermedades en


humanos se encuentran los protozoos como Giardia lamblia y Trichomonas
vaginalis, y los helmintos como Dientamoeba fragilis.

La infección por parásitos flagelados puede causar una variedad de síntomas,


incluyendo diarrea, dolor abdominal, flatulencia, fiebre, dolor de cabeza y
fatiga. En algunos casos, la infección puede ser asintomática y no causar síntomas
hasta que se produce una reacción alérgica o inmunológica.

La enfermedad de parásitos flagelados se puede transmitir a través de la ingestión


de agua o alimentos contaminados, el contacto con personas infectadas o la
transmisión vertical de madre a hijo durante el parto. La prevención de la
enfermedad implica mantener buenas prácticas higiénicas, como lavarse las manos
con frecuencia, evitar el consumo de agua o alimentos contaminados y utilizar
protección personal adecuada.

Si bien varios géneros flagelados parasitan a humanos, sólo cuatro causan


enfermedad: Trichomonas, Giardia,
Leishmania y Trypanosoma. Trichomonas y Giardia son microorganismos no
invasivos que habitan la luz del tracto genitourinario o gastrointestinal, y se propagan
sin el beneficio de un hospedero intermedio. La enfermedad es de baja morbilidad y
de distribución cosmopolita. Por otro lado, Leishmania y Trypanosoma son parásitos
invasivos de tejido y sangre que producen enfermedades altamente mórbidas, con
frecuencia mortales; estos hemoflagelados requieren un hospedero insecto
intermedio para su transmisión.

Los medicamentos para parásitos flagelados pueden variar


dependiendo del tipo de parásito y de la gravedad de la infección.
Sin embargo, algunos medicamentos comunes utilizados para tratar
parásitos flagelados son:

 Metronidazol: se utiliza para tratar infecciones causadas por


amebas y protozoarios flagelados, como Dientamoeba fragilis,
Entamoeba histolytica, Giardia lamblia y Balantidium coli.
 Tinidazol: también se utiliza para tratar infecciones causadas
por amebas y protozoarios flagelados.
 Secnidazol: es otro medicamento que se utiliza para tratar
infecciones causadas por amebas y protozoarios flagelados.

Rizópodos

Los rizópodos, también conocidos como sacodarios y sacodinos, son una clase de
protozoarios unicelulares, de membrana finísima o ausente, lo que les permite
cambiar de forma mediante la emisión de seudópodos, su característica principal,
que utilizan para desplazarse o para capturar el alimento sólido.

Se reproducen por división binaria o bipartición, o múltiple, directa o indirecta y, a


veces, por conjugación.

Algunos poseen caparazones protectores calizos, silícicos o formados por


granitos aglutinados.

La inmensa mayoría hacen vida libre, en el mar o en las aguas dulces; por
también los hay de tierra húmeda y parásitos o comensales de los animales
superiores.

Son los más sencillos de los protozoos, aunque quizá no los más primitivos de
los actuales, y se agrupan en los órdenes de los amébidos, foraminíferos, radiolarios
y heliozarios.

Los parasitos rizopodos son protozoos que pueden infectar a los


seres humanos y causar diversas enfermedades. A continuación, se
presentan algunos ejemplos de cómo actúan los parasitos rizopodos
en el organismo humano:

 Plasmodium: Este parásito se desarrolla en los mosquitos y se


transmite a los seres humanos a través de la picadura. Una
vez en el cuerpo humano, se reproduce en los glóbulos rojos y
puede causar la enfermedad de la malaria, que puede afectar
al funcionamiento de los órganos y causar muerte.
 Anisakis: Este parásito se encuentra en peces y crustáceos y
se transmite a los seres humanos a través de la ingestión de
alimentos contaminados. Una vez en el cuerpo humano, puede
causar la enfermedad conocida como anisakiasis, que puede
afectar el tracto gastrointestinal y causar síntomas como
dolor abdominal, diarrea y vómitos.
 Amebas: Estas amebas pueden infectar a los seres humanos a
través de la ingestión de agua o alimentos contaminados. Una
vez en el cuerpo humano, pueden causar enfermedades como
la amebiasis, que puede afectar el tracto gastrointestinal y
causar síntomas como diarrea, dolor abdominal y vómitos.

Los medicamentos para parásitos rizopodos, también conocidos como helmintos, son una clase de
medicamentos que se utilizan para tratar infecciones causadas por parásitos intestinales, como
ascáride, tricocéfalo y anquilostoma. A continuación, se presentan algunos de los medicamentos
más comunes utilizados para tratar parásitos rizopodos:

Albendazol: Es un medicamento antihelmíntico que se utiliza para tratar infecciones por ascáride,
tricocéfalo y anquilostoma. Se toma en una sola dosis o en un esquema de 3 a 5 días, dependiendo
del tipo de parásito y la gravedad de la infección.

Mebendazol: Es otro medicamento antihelmíntico que se utiliza para tratar infecciones por
lombrices intestinales, tricocéfalos, ascáride y anquilostoma. Se toma en una sola dosis o en un
esquema de 3 a 5 días, dependiendo del tipo de parásito y la gravedad de la infección.

Paromomicina: Es un medicamento antibiótico que se utiliza para tratar infecciones por amebas y
otros parásitos intestinales. Se toma en un esquema de 7 a 10 días, dependiendo del tipo de
parásito y la gravedad de la infección.

Nifurtimox: Es un medicamento antiparasitario que se utiliza para tratar infecciones por


Trypanosoma cruzi, un parásito que causa la enfermedad de Chagas. Se toma en un esquema de
60 a 90 días, dependiendo del tipo de parásito y la gravedad de la infección.

Benznidazol: Es otro medicamento antiparasitario que se utiliza para tratar infecciones por
Trypanosoma cruzi. Se toma en un esquema de 60 a 90 días, dependiendo del tipo de parásito y la
gravedad de la infección

Esporozoos
s parasitos esporozoos son protozoos unicelulares que se desenvuelven en los seres humanos y
otros mamíferos. Estos parásitos se reproducen en los mosquitos y otros artrópodos, y luego se
transmiten a los seres humanos a través de la picadura de los insectos infectados.

Una vez dentro del organismo humano, los esporozoos se desenvuelven en células del hígado y
otros tejidos, donde se multiplican y producen grandes cantidades de esporas. Estas esporas son
capaces de sobrevivir en el organismo humano durante varios meses o años, lo que les permite
infectar a otros mosquitos y perpetuar su ciclo de vida.

Entre los ejemplos de parasitos esporozoos que afectan a los seres humanos se encuentran:

Plasmodium, que causa la malaria, una enfermedad que puede provocar fiebre, dolor de cabeza,
vómitos y diarrea.

Toxoplasma gondii, que puede causar toxiplasmosis, una enfermedad que puede afectar a los ojos,
el cerebro y otros órganos.

Cryptosporidium, que puede causar criptosporidiosis, una enfermedad que puede provocar
diarrea y otros síntomas gastrointestinales.

Los medicamentos para tratar parásitos esporozoos pueden variar dependiendo del tipo de
parásito y la gravedad de la infección. A continuación, se presentan algunos ejemplos de
medicamentos que se utilizan comúnmente para tratar parásitos esporozoos:

Nifurtimox: se utiliza para tratar la enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma
cruzi.

Benznidazol: también se utiliza para tratar la enfermedad de Chagas, y se considera el tratamiento


de elección para adultos y niños mayores de 6 años.

Mebendazol: se utiliza para tratar infecciones por ascáride y tricocéfalo, y también puede ser
utilizado para tratar infecciones por lombrices intestinales, tricocéfalos, ascáride y anquilostoma.

scaris lumbricoides es el gusano intestinal más grande que parasita al hombre, pertenece al filo de
los Nematodos. Tiene forma cilíndrica de unos 5 milímetros de diámetro. Machos y hembras se
diferencian en el tamaño (machos de 15 a 30 centímetros (cm) y hembras de 20 a 35 cm), la parte
posterior del macho es curvada, con espículas y papilas, mientras que en la hembra la parte
posterior es recta terminada en punta, en el extremo anterior ambos sexos tienen una boca provista
de tres labios.
Los huevos fértiles tienen forma oval o redonda, de 45-75 micras (µm) de largo por 35-50 µm de
ancho, con una cubierta protectora formada por tres capas y en el interior una masa granular de
donde se originará la larva. Los huevos infértiles son más irregulares o alargados, de 85-95 µm de
largo por 43-47 µm de ancho, y con una sola capa generalmente.
Su ciclo de vida es directo, no teniendo más que un hospedador, que es el hombre. El ciclo
comienza cuando el hombre ingiere los huevos embrionados que contienen la larva infectante L2.
Una vez en el intestino del hospedador, las larvas son liberadas del huevo y a través del torrente
circulatorio alcanzan otros órganos como los pulmones y el corazón. De los pulmones, tras pasar
por varias fases, migran a través de la tráquea a la boca, dónde son deglutidas y en el intestino
delgado se convierten en adultos, que se aparean y tras la cópula la hembra pone los huevos. El
tiempo que transcurre desde la ingesta del huevo hasta que se alcanza la etapa adulta en el
hospedador es de 2 a 3 meses. Los adultos pueden vivir de 1 a 2 años libres en el intestino. Las
hembras pueden producir unos 200.000 huevos diarios que se eliminan con las heces del
hospedador.
Oxioros

Los oxiuros (Enterobius vermicularis) son parásitos intestinales


comunes que se caracterizan por causar infestaciones en el tracto
gastrointestinal.

La infestación por oxiuros se produce cuando los huevos de estos


parásitos se incuban en el intestino y se desarrollan en larvas que se
adhieren a la mucosa intestinal. Estas larvas secretan una sustancia
pegajosa que irrita la piel y puede causar picor y comezón en el área
genital y anal.

La fisiopatología de los oxiuros se caracteriza por la respuesta


inmune del huésped, que intenta eliminar los parásitos del cuerpo.
Sin embargo, los oxiuros son capaces de sobrevivir y reproducirse
en el intestino, lo que puede llevar a una infestación crónica.

Giardias

La giardiasis es una infección causada por el parásito protozoario


Giardia intestinalis, que se caracteriza por la formación de quistes
en el intestino delgado y el estómago. Estos quistes pueden
sobrevivir fuera del cuerpo durante largos períodos de tiempo, lo
que los hace menos propensos a morir por efecto del cloro en aguas
residuales y superficiales.

La giardiasis puede afectar a personas de todas las edades y puede


ser transmitida a través del agua o el contacto con personas
infectadas. Los síntomas pueden incluir diarreas disenteriformes,
duodenitis, yeyunitis y dolor abdominal. Algunas personas
infectadas no presentan síntomas, pero pueden eliminar quistes de
Giardia en sus heces y, por lo tanto, pueden infectar a otras
personas.

Por qué son facultativos y estrictos los


parásitos
Los parásitos facultativos son seres que pueden completar su ciclo de vida sin necesidad de un
huésped, pero pueden parasitar a otro organismo vivo susceptible cuando se dan las
condiciones adecuadas. Esto se debe a que pueden sobrevivir y reproducirse en entornos
libres, como el suelo, el agua o el aire, y no necesitan la presencia de un huésped para
completar su ciclo vital.

Por otro lado, los parásitos facultativos pueden ser estrictos porque pueden ser muy
específicos en cuanto a los huéspedes que parasitan. Esto se debe a que han evolucionado para
ser adaptados a un huésped específico y pueden requerir condiciones específicas para
sobrevivir y reproducirse. Por ejemplo, algunos parásitos facultativos pueden requerir una
temperatura específica, un pH determinado o una cierta cantidad de nutrientes para sobrevivir.

Además, los parásitos facultativos pueden ser estrictos porque pueden ser muy selectivos en
cuanto a los tejidos o órganos que parasitan en el huésped. Esto puede ser debido a que han
evolucionado para parasitar específicos tejidos o órganos que les brinden beneficios para su
supervivencia y reproducción.

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