Ap2652 2018 (48816)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 21

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

Magistrado Ponente

AP2652-2018
Radicado n.º 48816
(Acta n.º 211)

Bogotá, D.C., veintisiete (27) de junio de dos mil


dieciocho (2018).

La Sala se pronuncia sobre los presupuestos de lógica


y debida argumentación de la demanda de casación
presentada por el defensor de ORLANDO DE JESÚS POLO
OBISPO.

HECHOS

Fueron expuestos en las diligencias en los siguientes


términos:

«Los informes iniciales dan cuenta que el entonces CR. ORLANDO


DE JESÚS POLO OBISPO, en su condición de Comandante del
Departamento de Policía Sucre y el IT. Eudes Segundo Serpa
Martínez, Jefe Grupo Bienes Raíces del Comando Departamento
de Policía Sucre, suscribieron el 14 de abril de 2012, en su calidad
de ordenador del gasto y supervisor, respectivamente, el acta de
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

liquidación del contrato 39-6-10040-11, sin que se hubieran


culminado completamente las obras de mantenimiento y
adecuación contratadas, declarando al contratista a paz y salvo
por todo concepto».

ANTECEDENTES

1. La Fiscalía 141 Penal Militar ante el Juzgado de


Primera Instancia de la Dirección General de la Policía
Nacional el 31 de marzo de 2014, profirió resolución de
acusación en contra de ORLANDO DE JESÚS POLO
OBISPO y Eudes Segundo Serpa Martínez como presuntos
responsables del delito de contrato sin cumplimiento de
requisitos legales (artículo 410 del Código Penal).1

2. El Juzgado de Primera Instancia de la Dirección


General de la Policía Nacional, surtida la audiencia de corte
marcial, dictó sentencia el 12 de agosto de 2015, a través de
la cual declaró a los acusados coautores responsables de los
cargos formulados imponiéndoles las penas principales de
prisión por sesenta y cuatro (64) meses, multa de 66.66
salarios mínimos legales mensuales y las accesorias de
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas por el término de la sanción privativa de la libertad
y separación absoluta de la fuerza pública (artículo 51 de la
Ley 1407 de 2010). En la misma decisión, les negó la
suspensión condicional de la ejecución de la pena.2

1
Cfr. Folio 1948 y siguientes cuaderno original 10.
2
Cfr. Fl. 2192 y s.s c.o 11.

2
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

3. Impugnada esta determinación por los defensores de


los procesados, fue modificada por la Sala Tercera de
Decisión del Tribunal Superior Militar el 29 de abril de 2016,
que fijó la pena de prisión en cuatro (4) años, la multa en
cincuenta (50) salarios mínimos legales mensuales y la
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas en cinco (5) años, confirmándola en lo demás.3

LA DEMANDA DE CASACIÓN

El defensor del procesado POLO OBISPO interpuso el


recurso extraordinario para postular cuatro cargos en
contra del fallo de segunda instancia, en los que denuncia la
comisión de error de hecho por falso raciocinio.

En el cargo primero, refiere que el yerro recayó en la


valoración de la prueba pericial practicada durante la fase
de instrucción, al catalogarla contradictoria, por
implementar métodos para cuantificar el avance de la obra
contratada «que aún hoy no entendemos». Asegura que los
juzgadores debían tener en cuenta estas deficiencias y
«realizar los procesos constructivos y lógicos adecuados que
les hubieran permitido otorgar un valor suasorio distinto a los
informes del 26 de octubre de 2012, 22 de febrero de 2013 y
27 de junio de 2013, suscritos por Enrique Acevedo,
profesional en arquitectura».

3
Cfr. Fl. 2425 y s.s c.o 13.

3
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

Las falencias detectadas por el libelista, radican en


múltiples ítems relacionados con labores de adecuación de
la infraestructura de distintas estaciones de policía del
departamento de Sucre, al diferir los guarismos atinentes a
la obra pactada, lo ejecutado por el contratista según el acta
final del 12 de diciembre de 2011 y lo reportado en los
aludidos informes. Del comparativo entre ellos acusa
divergencias y en especial tratándose del último, al observar
diferentes cantidades de obra, varias incluso mayores a las
ejecutadas «y que no sabemos de dónde las tomó el arquitecto
[...] a [su] antojo [...] aparecen y desaparecen [...], como por arte
de magia».

De este modo, al advertir ochenta y cinco (85)


inconsistencias originadas en un protocolo de medición
«incorrecto, (sic) infundamentado o arbitrario», que no se
compagina con variables lógicas ni obedece a cálculos
matemáticos y que por el contrario, surge de presupuestos
inconexos al punto que contempla ítems no previstos en el
objeto contractual; concluye que las afirmaciones de los
sentenciadores carecen de respaldo al apoyarse en falsas
premisas, «la prueba en concreto no demuestra nada, porque
no se demuestra a sí misma, sino que a partir de una especie
de petición de principio se da como sustentada sin
sustentarse».

Subraya que el Tribunal basó su decisión con este


elemento de convicción carente de idoneidad, el cual no se
puso en entredicho en su momento «pues la respuesta era
obvia» y pese a que se trató de rebatir con otro dictamen, la

4
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

petición fue negada, vulnerándose «el derecho de defensa y


el debido proceso». En estas condiciones, rechaza el mérito
persuasivo concedido a esa probanza al no detenerse los
juzgadores en su análisis y darle validez con relación a la
supuesta ejecución parcial de la obra contratada,
quebrantando la sana crítica, ya que «en vez de verificar el
cumplimiento del principio de no contradicción, de identidad,
de exclusión de término medio y de razón suficiente, el ad
quem consideró que la prueba pericial era “precisa”», sin ser
así.

Ahora, califica la imprecisión de la judicatura


transgresora del primer postulado en cuestión, «al aceptar
conclusiones con fundamentos contradictorios» y por no
agotar un ejercicio de constatación que permitiese validar los
guarismos consignados en los informes en cita, fuente
privilegiada de conocimiento al recaer las obras contratadas
en actividades complejas, «obras eléctricas, hidrosanitarias,
civiles y de embellecimiento». Esto hacía imperativo que el
perito encargado fuese idóneo, aquí no ocurrió y en
consecuencia, estima, los testigos que en la actuación se
refirieron sobre el particular no están en capacidad de
dilucidar los aspectos discutidos en las diligencias, «muchos
de ellos jamás fueron a las obras [...], no tenían por qué saber
cuáles eran los ítems a ejecutar, cuáles estaban ejecutados,
cuáles en ejecución, cuáles habían sido modificados en sus
cantidades, mayores o menores, qué correspondía al contrato
de marras y qué correspondía a otro contrato». Por ende,
sostiene, tales medios de convicción son insuficientes para
soportar la declaratoria de responsabilidad penal.

5
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

En el cargo segundo, la polémica recae en el oficio del


23 de febrero del 2012, suscrito por el IT. Serpa Martínez, en
el que reporta que la obra contratada faltaba por ejecutarse
en un 11%, pues éste refirió en indagatoria cómo para esa
fecha estaba pendiente la puesta en funcionamiento de una
UPS que requería personal especializado, o sea, «había
elementos con condiciones especiales, que necesitaban (sic)
especial consideración». Lo mismo ocurrió con una tapa en
concreto que resultó muy pesada, es decir, se hacía
referencia a circunstancias excepcionales. Adicionalmente,
dice, la cuantificación de ese porcentaje carece de soporte
técnico, por lo que se conculcó el principio lógico de razón
suficiente y las providencias de instancia tampoco hicieron
precisión al respecto, limitándose a dar por demostrado un
presunto incumplimiento basado en la indefinición.

En ese orden, se le confirió a ese oficio una relevancia


«exagerada» careciendo de capacidad demostrativa y por eso
de él no podían derivarse inferencias lógicas de
responsabilidad y mucho menos cuando no se aceptaron las
explicaciones dadas con relación al entorno en el que se
elaboró.

En el cargo tercero cuestiona el alcance del informe


del 20 de julio del 2012, suscrito por el IT. Serpa Martínez y
dirigido al Coronel Salvador Gutiérrez Lombana en el que
comunicó varios ítems que faltaban por ser ejecutados,
según él, con posterioridad a la liquidación del contrato y en
el que además hizo otro tipo de señalamientos, como amistad
del contratista con el ordenador del gasto y favorecimiento.

6
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

Lo anterior, porque no se tuvo en cuenta en la apreciación


de esta prueba que ese documento fue resultado de
presiones y amenazas proferidas por el mencionado oficial,
motivo por el cual en indagatoria Serpa Martínez se retractó
de su contenido.

Entonces, al igual que las pruebas reseñadas en los


ataques precedentes, este oficio carece de soporte objetivo,
quebrantándose los principios lógicos de «no contradicción y
de exclusión de término medio» al ser repudiado por su autor,
lo que explica, por contera, las divergencias que presenta,
confrontado con otros informes que, insiste, son
insuficientes para sostener la decisión de condena por
tratarse de «raciocinios mendaces, producto de la valoración
de pruebas erradas».

Por último, en el cargo cuarto aduce que el informe de


auditoría evocado en los fallos adolece de las mismas
imprecisiones referidas con antelación, toda vez que
«relaciona una serie de ítems que en realidad sí se
encontraban ejecutados, o no hacían parte del contrato o
habían sido modificados en su cantidad por los comités de
obra, de tal suerte que, como sucedió en otros informes, (sic)
se tomara erradamente el objeto de referencia y así se llegara
a conclusiones erradas».

El demandante llama la atención en el mantenimiento


de redes para UPS, del baño y del archivo de gestión del
Departamento de Policía de Sucre que se asevera incumplido
cuando otros informes indican que sí se ejecutó, de modo

7
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

que esta disonancia le resta mérito probatorio a todos los


reportes, aunado a algunas especificaciones que habían sido
modificadas.

En estas condiciones, opina, no podía dictarse


sentencia condenatoria por las múltiples contradicciones de
todos los informes en mención y recalca que para el 14 de
abril de 2012, fecha del acta de liquidación, la obra pactada
«estaba en su fondo terminada». Por ello pide casar dicho
proveído y se dicte fallo de reemplazo absolutorio, ante la
falta de «prueba idónea».

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. Desde ya debe recordarse que la casación no es una


tercera instancia del trámite penal ni constituye un escenario
propicio para disentir de cualquier manera de la
interpretación normativa o de la valoración probatoria
efectuada por el juzgador, tampoco para detectar cualquier
clase de irregularidad en el devenir procesal. El recurso
extraordinario y la intervención de la Corte, por regla general,
en virtud del principio de limitación, se restringe a verificar
si la demanda contentiva de la impugnación acredita errores
ostensibles y trascendentes que pueden cometerse en la
actuación, sintetizados en las causales que lo hacen
procedente, para el presente asunto, las del artículo 207 de
la Ley 600 de 2000, aplicable en virtud del artículo 372 de la
Ley 522 de 1999.

8
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

Por tanto, el casacionista no debe perder de vista que la


adecuada exposición de la censura no puede consistir en la
prolongación de la controversia que feneció con la emisión de
una providencia amparada con la doble presunción de
acierto y legalidad, es necesario que especifique con claridad
qué error trascendente fue cometido y acompañar dicho
enunciado con un discurso que en forma dialéctica permita
advertir tanto su existencia como la necesidad de corregirlo
(Cfr. CSJ AP, 18 Ago 2010, Rad. 33559).

2. Hechas estas precisiones y de cara a los cargos


formulados, la Sala adelanta su conclusión en el sentido de
que inadmitirá la demanda allegada al carecer de un soporte
conceptual consistente que conduzca a vislumbrar la
presencia de los falsos raciocinios denunciados. Los
siguientes, son los motivos que apoyan ese diagnóstico:

2.1. Ninguno de los cargos evidencia el modo en que el


fallo atacado vulneró el principio lógico de razón suficiente
-el más evocado- ni los de no contradicción o tercero
excluido, ya que el disenso sobre el particular se funda
exclusivamente en una teoría persuasiva alterna basada en
el mérito que, a juicio del recurrente, debía asignársele a las
pruebas. Ese antagonismo de pareceres por supuesto arroja
un resultado disímil cotejado con el criterio del Tribunal,
pero constituye un método erróneo para acreditar algún
yerro susceptible de corrección en sede extraordinaria.

Ahora, el censor en respaldo de su tesis expone varios


silogismos que se ofrecen sofísticos al omitir variables que

9
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

inciden en su adecuada construcción, en especial, en punto


de la trascendencia de la valoración probatoria conjunta
desplegada por los sentenciadores, de ahí que por la
insuficiencia de las premisas, las conclusiones que propone
surgen por vía de fraccionar el alcance de esa ponderación
global.

2.2. En esa secuencia, en el cargo primero se dedica a


criticar los distintos informes que demostraban cómo
estaban pendientes varias de las adecuaciones objeto del
contrato de obra 39-6-10040-11, al momento en que los
procesados suscribieron su acta de liquidación. Mediante un
estudio minucioso de todo lo que incluía ese acuerdo de
voluntades, desde la instalación de una UPS y su red
telemática hasta la construcción de un muro, destacó
discordancias en las actuaciones del perito adscrito a la
Policía Nacional que reportó la situación de incumplimiento,
convalidada a través de otros medios de conocimiento. Bajo
esa perspectiva, la labor demostrativa de la censura se
enfoca en retomar las exculpaciones planteadas en el curso
del proceso con respecto a la utilidad de esta prueba, pese a
haber sido ya descartadas y el que no se hubiesen acogido
no da lugar, per se, a la configuración de la infracción
propuesta.

En esa tónica, el libelista hace abstracción o matiza


aristas determinantes debidamente acreditadas, que
confluían a develar las condiciones reales en las que se
hallaban las labores materia del contrato 39-6-10040-11
cuando el Coronel (R) ORLANDO DE JESÚS OBISPO,

10
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

comandante y ordenador del gasto del Departamento de


Policía de Sucre, procedió a su liquidación declarando a paz
y salvo al contratista, circunstancias que no pasaron
desapercibidas para el ad quem. Véase:

«[...] Pretende el recurrente, emitido el fallo de primera instancia,


invalidar la prueba pericial practicada en la etapa instructiva, bajo
el argumento de que resulta irregular por cuanto en su
construcción intervinieron funcionarios que no eran idóneos, amén
que registra contradicciones que determinan su ineficacia para
demostrar la conducta atribuida al oficial enjuiciado.

Frente al particular ha de recordarse, que conforme al artículo 424


de la Ley 522 de 1999, la prueba pericial pudo ser objetada por
error, violencia o dolo antes de que el proceso entrara al despacho
del juez de instancia para proferir sentencia, trámite que no se
adelantó por parte de los sujetos procesales en la oportunidad
correspondiente. La defensa tampoco solicitó su aclaración,
complementación o adición dentro del término respectivo, situación
que impide, en punto de las contradicciones que refiere el apelante,
a la segunda instancia pronunciarse frente al particular, siendo
necesaria apreciarla en conjunto con el material probatorio de
acuerdo a las reglas de la sana crítica.

No obstante lo dicho, la Sala encuentra que las experticias


practicadas a la obra para determinar el porcentaje de ejecución
del contrato, fueron realizados por un profesional del área de la
arquitectura, lo que permite inicialmente determinar que el perito
resultaba idóneo para calcular la ejecución de la obra contratada.
Evaluaciones que arrojaron resultados distintos atendiendo a la
fecha en que fueron practicados y el avance en la ejecución de la
obra registrada por el contratista conforme la gestión adelantada
por el nuevo Comandante del Departamento de Policía Sucre,
quien no solo dio aviso de la novedad sino que requirió al
contratista el cumplimiento de la obra.

Así por ejemplo, el primer peritaje practicado entre el 23 y 24 de


octubre de 2012, concluye que faltaba por ejecutar el treinta y ocho
(38.54%) de la obra contratada; un segundo informe, efectuado
durante los días 19 y 20 de febrero de 2013, arrojó que restaba
por ejecutar el diez punto noventa y dos por ciento (10.92%) de la
obra; determinando la evaluación final practicada entre el 26 y 27
de junio de 2013, un faltante de ejecución equivalente al tres punto
veinticinco por ciento (3.25%), diferencia que tiene explicación en
que descubierta la novedad, la firma Comercializadora ACK S.A.S.
por solicitud de la Policía Nacional continuó adelantando trabajos
para lograr la terminación de la obra aunque el contrato se
encontrara liquidado. Frente al particular debe recordarse

11
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

además, que el informe rendido se elaboró bajo el


acompañamiento del IT. Serpa Martínez, correspondiendo a la
tercera evaluación realizada respecto del avance de la obra,
después de más de un año de haberse liquidado el contrato, razón
por la que debe recordarse al recurrente que lo relevante para la
decisión de primera instancia no fue si la obra se ejecutó o no
finalmente, sino que al momento de la liquidación no se había
terminado, novedades de las cuales no se dejó constancia en el
respectivo documento, incumpliendo con ello los requisitos legales
esenciales exigidos para el efecto [...]».4

Así, de cara a la violación del principio lógico de no


contradicción, conforme al cual una cosa no puede ser y no
ser al mismo tiempo, el recurrente tozudamente insiste en
desconocer que las diferencias que con ahínco resalta
obedecieron a que las visitas que las soportan se realizaron
en distintos instantes, por lo que el avance de la obra
contratada no podía ser idéntico. Y en los términos del fallo,
se vislumbró como característica común en todos los casos
que el contratista continuaba con la ejecución de las
actividades pactadas pese a la suscripción del acta de
liquidación, lo que no podía suceder si en efecto habían sido
cumplidas, al margen de si algunos ítems incluidos
inicialmente habían sido objeto de modificación.

De manera prevalente, se empecina en desconocer no


solo que el reporte de incumplimiento consignado en dichos
informes no fue cuestionado a través del mecanismo procesal
pertinente, sino además que sus eventuales disonancias no
les restan entidad demostrativa en punto de lo esencial que
condujo a endilgarle juicio de reproche a los acusados, esto
es, que procedieron a la liquidación irregular del contrato al

4
Cfr. Fl. 67 y s.s / Fl. 2491 y s.s. ibídem.

12
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

manifestar que las obras se recibieron a satisfacción,


declarando al contratista a paz y salvo, pese a que en la
práctica no fue así, lo que incluso condujo a que se
compulsaran copias para cotejar la posible comisión de
delitos en contra de la fe pública en virtud de las
manifestaciones consignadas en el acta correspondiente,
aparentes ante la realidad.

En este aspecto, adicionalmente, concurrían otros


elementos de juicio que llevaban a esa misma conclusión, al
tenor de la sentencia de primer grado que constituye una
unidad jurídica inescindible con la del Tribunal, donde se
indicó:

«El señor Coronel Salvador Gutiérrez Lombana, Comandante de la


Policía Sucre, señala que al enterarse de las anomalías en los
contratos llamó al señor Coronel López, en calidad de jefe
administrativo, quien le informa sobre las anomalías, las cuales
se están subsanando, llama al IT. Serpa, quien fue renuente a
entregar las copias del contrato, ya que era el supervisor y quien
mediante oficio de fecha 20 de julio de 2012, le informa algunas
novedades del proceso, entre tanto solicita una auditoria a Bogotá,
advirtiendo que como comandante le tocaba verificar que recibía,
aporta documentos que soportan el informe inicial [...].

[…] El ST. Fabián Stelin Aguilera Díaz, jefe de contratos cuyas


funciones según su dicho era liderar el proceso de contratación en
el Departamento, señala que el contrato se ejecutó y se pagó de
acuerdo a lo establecido en el mismo, contando con los soportes
que fueron presentados en su tiempo por el supervisor del contrato
donde informa que a esa fecha no habían sido ejecutadas el 11%
de las obras de mantenimiento que se tenían que realizar [...] una
vez conocida la novedad requirió al contratista para que diera
cumplimiento en la construcción de las obras faltantes, que no
tenía la función de verificación de obras [...] y señala la auditoria
que se hizo desde Bogotá, la cual reflejó varias novedades en la
ejecución de las obras [...] “encontraron sitios donde se habían
realizado mal los trabajos, un sitio donde encontraron a un
funcionario de la empresa trabajando en el momento de la
verificación, en la estación de policía Corozal y trabajos realizados

13
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

que tenían problemas con la calidad, que se hicieron mal a criterios


de los que practicaron la auditoria ...”[...].

[...] El Teniente Luis Díaz Amorocho, Comandante de la Estación


Corozal, para la fecha de los hechos señala: [...] “para esos días lo
único que se realizó fue esconder la tubería que había quedado
visible, según me manifestaron eso tenía que quedar por dentro de
la pared... [...] eso lo hicieron entre dos y tres días pero no recuerdo
la fecha, eso lo hicieron como para junio o julio” [...]».5

Por ende, se avizora cómo las instancias desplegaron un


estudio conjunto de las pruebas aportadas a la actuación con
el que arribaron al convencimiento de la configuración del
delito por el que se procede, denotándose el ataque
intrascendente y sugestivo pues según el proveído en
comento, se realizó una comparación entre las labores
pactadas y lo advertido, in situ, por el perito en las Estaciones
de Policía de Corozal, El Bongo, Betulia, Chalán, La Guajira
y Las Tablitas de Sucre, así como en las áreas de talento
humano y telemática del Comando en ese Departamento,
experto que en compañía de un fotógrafo y del implicado
Serpa Martínez: «verifican cada uno de los ítems antes
señalados (se refieren a los del contrato de obra 39-6-10040-
11) tomando las respectivas medidas y cantidad de obras
ejecutadas, para lo cual entregarán los respectivos peritazgos
de las actividades realizados».6

En consecuencia, es infundado aseverar que las


conclusiones de ese cotejo carecen de soporte o que los
guarismos reportados por vía de la constatación directa
aparecieron «por arte de magia». En contrapartida, lo que se

5
Cfr. Fl. 15 y s.s sentencia primera instancia / Fl. 2206 y s.s c.o 12.
6
Cfr. Fl. 1673 y s.s c.o 9 Y Fl. 1858 y s.s c.o 10.

14
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

colige es que el demandante se limita a plasmar su rechazo


frente a dicho resultado a partir de diferencias a la postre
nimias, se recalca, de cara al análisis conjunto de las
pruebas allegadas, percibiéndose así el entendimiento errado
que tiene del recurso extraordinario y del falso raciocinio
porque este no se configura por el llano desacuerdo con el
mérito asignado a las mismas (CSJ SP, 30 Ene. 2008, rad.
23898), sin que sea la Corte una instancia adicional para
sacar avante una postura subjetiva, ya descartada.

Esta deficiencia argumentativa se vislumbra en la


difusa construcción del reproche, al punto que su discurso
se desvía de la posible transgresión del principio lógico de
razón suficiente, al quebranto del mandato de investigación
integral -cuya vía de postulación se enmarca en otra causal
distinta a la alegada-, al aducirse violación del debido
proceso y del derecho de defensa por no haberse decretado
lo que constituiría una prueba pericial de refutación.

2.3. Similar apreciación es predicable del cargo


segundo, en el que se pretende poner en entredicho el
alcance del oficio suscrito por el implicado Serpa Martínez el
23 de febrero de 20127 y que confluye al convencimiento en
cuanto al incumplimiento de la labor contratada, pese a lo
cual se procedió a su liquidación, pues es irrelevante que allí
no aparezcan de forma explícita los detalles que llevaron a
determinar un faltante del 11%, ya que las reflexiones
provenientes del estudio de ese documento no son fruto de

7
Cfr. Fl. 108 c.o 1.

15
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

la indefinición ni son «exageradas» al compaginarse con los


demás medios de convicción aportados al plenario, sobre los
que ya se ha hecho referencia. En este aspecto sostuvo el
Tribunal:

«Contrario a lo manifestado por el recurrente, el Coronel POLO


OBISPO conocía plenamente que la obra no se había ejecutado en
su totalidad al momento de la suscripción del acta de liquidación,
al punto que admite en diligencia de indagatoria que faltaba por
culminar algunos ítems como la instalación de la UPS, situación
que aunado al informe presentado por el supervisor el 23 de
febrero de 2012, en el que anunciaba un faltante equivalente al
once por ciento (11%) de ejecución del contrato, permite determinar
claramente que el oficial al momento de liquidarlo, 14 de abril de
2012, era consciente que la obra contratada no se había ejecutado
completamente [...].»8

Entonces, se reitera, el reproche no cuenta con un


soporte conceptual idóneo que valide sus asertos, al ser
indiscutible que para la fecha de liquidación del contrato las
labores allí contempladas no habían finiquitado. Ahora, si
por la complejidad de algunas de las tareas encargadas,
estas no habían culminado, se dijo en la sentencia, ello debía
haberse puesto de manifiesto en las actas correspondientes,
en vez de declararse a paz y salvo al contratista.

2.4. Ocurre lo mismo tratándose del cargo tercero en


el que el censor refuta metódicamente las reflexiones de los
juzgadores en punto de lo dicho por el IT. Serpa Martínez
acerca del contexto en el que rubricó el oficio del 20 de julio
de 2012, donde ratificó el incumplimiento de la obra pese a
lo cual se liquidó, aduciendo órdenes del CR. POLO OBISPO,
entre otras anomalías; ya que a través de un discurso

8
Cfr. Fl. 46 sentencia de segunda instancia / Fl. 2470 c.o 13.

16
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

subjetivo cuya meta es anteponerse a la declaración de


justicia proferida por la judicatura, se pasa por alto lo
anotado al respecto, frente a la convergencia de diversos
elementos de juicio adicionales que avalaban la situación allí
plasmada. Véase:

[...] Como vemos, la prueba testimonial le imprime credibilidad a lo


señalado por el señor Coronel Gutiérrez Lombana en su denuncia
y a lo señalado por el mismo Serpa en los oficios donde él mismo
ponía en conocimiento de los retrasos en la ejecución de las obras
en fechas posteriores al acta final de recibo a satisfacción del
contrato 39-6-10040-11 del 22 de diciembre de 2011 y la fecha de
elaboración del acta de liquidación del mismo, es decir, 14 de abril
de 2012, luego es claro que la prueba documental se conjuga con
la prueba testimonial, pues nos muestran de manera coherente,
clara y precisa que en verdad se estaban presentando graves
inconvenientes en el desarrollo del contrato, pues Serpa ya
enfrentado a la falta de ejecución de las obras contratadas por un
lado y por el otro el afán justificado del comandante entrante en
saber lo que estaba pasando, se ve en la obligación de informar
los desafueros de su desafortunada y malintencionada
intervención como supervisor del contrato, avalada por el Coronel
POLO OBISPO en su condición de comandante saliente para
lograr la correcta ejecución del contrato [...]».9

En ese orden, la supuesta presión a la que hace


referencia la defensa con relación a los motivos que llevaron
a la suscripción de ese informe, se circunscribió al pedido de
información del entrante Comandante de Policía de Sucre
ante quejas que recibió atinentes a la falta de ejecución de
varias obras, en pos de establecer con exactitud su estado
real.10 Y el hecho de no atenderse las exculpaciones
brindadas por Serpa Martínez no implica por sí mismo la

9
Cfr. Fl. 2211 c.o 12.
10
«Yo llego al comando del departamento [...] y empiezo a escuchar a policías que vienen
a mi oficina a informarme de que había una serie de anomalías en la construcción de
las estaciones de policía, llamo al jefe administrativo al Coronel López y él acá me
informa de que sí hay anomalías pero que las están subsanando». (Declaración del CR.
Salvador Gutiérrez Lombana del 13 de agosto de 2012, Fl. 8 c.o 1).

17
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

comisión de ningún yerro al reñir sus explicaciones con los


demás elementos de juicio, siendo precisamente labor del
juzgador sopesar este tipo de versiones antagonistas de cara
a las pruebas obrantes en el proceso, con miras a auscultar
su veracidad, según ocurrió en este asunto.

2.5. Las falencias en mención se compendian en el


cargo cuarto donde se critica el alcance del informe de
auditoría rendido por el área de control interno de la Policía
Nacional, con fundamento en las actividades de verificación
surtidas entre el 13 y el 16 de julio de 2012, en tanto se
busca demeritar su efecto persuasivo so pretexto de la
ausencia de un reporte pormenorizado y discriminado en
cantidades porcentuales de las inconsistencias halladas,
aspecto irrelevante para apreciar el manifiesto
incumplimiento en la ejecución de las obras contratadas y
porque de existir salvedades así debió dejarse de presente en
lugar de procederse a la liquidación del contrato, ya que la
actividad contractual de la administración es reglada, no
sujeta al arbitrio de sus intervinientes. En lo concerniente a
esta prueba, señaló el juez de primer grado:

«El señor Mayor Carlos Javier Garzón García, funcionario que


practicó la auditoria a las instalaciones, señala que se ratifica del
contenido del informe rendido como producto de la auditoría a los
contratos de obra en el Departamento de Policía Sucre y señala:
[...] “se evidenció que los contratos habían sido firmados con recibo
a satisfacción con fecha diciembre de 2011, sin embargo, a la
fecha de la revista se encontró que en varias estaciones de policía
no se había dado cumplimiento total al contrato, motivo por el cual
se dejó el hallazgo por las novedades presentadas [...] en otras
estaciones se evidenció el cambio en las cantidades de obra sin el
visto bueno del supervisor del contrato [...] de lo que recuerdo, en
la Estación de Policía Corozal, para la fecha de la revista, apenas

18
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

se estaba iniciando la obra contratada, para las demás, recuerdo


que estaban incompletas [...]”».11

De este modo, es palmario que el defensor pretende


imponer su particular postura y persiste en desconocer lo
acreditado en la foliatura solo a partir de su llana
inconformidad con lo decidido, quedando así la denuncia en
el mero enunciado.

En este sentido, el censor matiza el alcance del principio


de libertad probatoria destacando la presunta necesidad de
una prueba pericial milimétrica que estableciese sin
hesitaciones el porcentaje de faltante de obras por ejecutar,
obviando que esta coyuntura fue evidenciada a través de
distintos medios de convicción, siendo baladí la ausencia del
guarismo exacto del incumplimiento y esa constatación no
requería del conocimiento especializado que demanda. En
efecto, basta con remitirse a la auditoría en comento en la
que se adjuntaron varias fotografías de las visitas realizadas,
siendo la más ilustrativa, aquella en la que aparece un
trabajador instalando una acometida eléctrica en la Estación
de Policía de Corozal.12

3. En síntesis, los reproches del recurrente constituyen


opiniones subjetivas y parcializadas, plasmadas a la manera
de un alegato de instancia, que no cumplen con la estructura
conceptual necesaria para la acreditación en sede
extraordinaria de un vicio trascendente. Por lo tanto, al
asumirse equivocadamente que la casación es una fase

11
Cfr. Fl. 19 y s.s sentencia primera instancia / Fl. 2210 y s.s c.o 12.
12
Cfr. Fl. 23 y s.s c.o 1.

19
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

residual encaminada a zanjar la mera disonancia de


pareceres, se vislumbra la ausencia de desarrollo de los
cargos formulados, por lo que la demanda, conforme se
anticipó, será inadmitida. Además, porque del estudio del
expediente no se vislumbra violación de derechos
fundamentales o garantías de los sujetos procesales, que den
lugar al ejercicio de la facultad oficiosa de índole
constitucional y legal que le asiste a la Sala para asegurar su
protección.

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL,

RESUELVE

INADMITIR la demanda de casación presentada por el


defensor de ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO.

Contra esta decisión no procede ningún recurso

Cópiese, comuníquese y cúmplase

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA


Presidente

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

20
Casación 48816 Inadmisión
ORLANDO DE JESÚS POLO OBISPO y
EUDES SEGUNDO SERPA MARTÍNEZ

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

21

También podría gustarte