Pensando en Ellos

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PENSANDO EN

ELLOS

Rafael Cal Estrela


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www.hablaconellos.com
© Rafael Cal Estrela, 2019
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
“¿Un perro feliz sólo es el que come, sale a pasear y
duerme?” 6
Los 5 puntos básicos 6
El perro cambia positivamente gracias a estas
actividades 8

II. SU PASEO
Su paseo 10
¿Qué entendemos por su paseo? 10
Herramientas que utilizaremos 12
¿Cómo lo entrenaremos? 14
La importancia del olfato en el paseo 17
La importancia del silencio 19
No te preocupes, es simplemente técnica 20
¿Para qué no sirve este paseo? 21
Mito: La correa corta es mejor para pasear a un perro 21
Mito: Mi perro no me puede adelantar 22
Mito: Collar de pinchos o ahorque 23
Llevar al perro suelto 24
Resumen puntos importantes 25

III. EL OLFATO
El olfato 27
¿Qué son los trabajos de olfato? 27
Herramientas que usaremos 28
Beneficios del olfato 29

Índice 2
ÍNDICE
¿Cómo lo entrenaremos? 32
El trabajo de olfato cansa, relaja y el perro lo disfruta 35
"Corro con mi perro y le tiro la pelota, pero cuando volvemos
a casa, está como una moto" 35
¡Combate el estrés! 36
Esto del olfato es todo un mundo 36
Resumen puntos importantes 39

IV. ENRIQUECIMIENTO AMBIENTAL


¿Qué es el enriquecimiento ambiental? 41
¿Qué sería para el ser humano el enriquecimiento
ambiental? 41
Medios que usaremos para el enriquecimiento 42
Comencemos por los juguetes interactivos 45
¿Sabes cuál es la diferencia entre ponerle la comida en un
cuenco y en juguetes interactivos? 46
¿Cómo usar los juguetes interactivos? 47
Cuando el enriquecimiento ambiental se convierte en todo lo
contrario 50
La importancia de tener varias camas 51
La importancia de tener otros tipos de juguetes por la casa 52
Hablemos de la importancia de la interacción social 53
Ir a pasear a entornos enriquecidos y ricos en olores 54
¿Y qué hay de un chalé con jardín, es más enriquecedor que
un piso o apartamento? 55
Los perros y los lugares elevados 56
Otros tipos de enriquecimiento 57
Resumen puntos importantes 61

Índice 3
ÍNDICE
V. ENTRENAMIENTO
¿Por qué es tan importante entrenar con nuestro perro? 63
La importancia del entorno y del estado emocional del perro
antes de entrenar 64
La importancia de hablar lo justo durante el entrenamiento 65
Su nombre 65
La importancia de lo social. No seas un dispensador de
premios. 69
El refuerzo y la motivación 70
"Sienta" 72
"Tumba" 74
"Quieto" 76
"Ven" 79
"No" informativo 81
Espacio de juego 84
Espacio de calma 89
Hay muchas más cosas que entrenar con nuestro perro 93
Código de comunicación 93
Entropía, ¿Qué es eso? 94
Cuando la obediencia se convierte en educación 97
No le pidas algo que no le has enseñado 99
El estado emocional como impedimento de la obediencia 100
Resumen puntos importantes 104

VI. EL VÍNCULO
El afecto lo es todo 106
Cómo mejorar el vínculo con tu perro 107

Índice 4
ÍNDICE
Respeta a tu perro 113
Si lo quiero mucho, ¿es malo? 114
¿Me puedo enfadar con mi perro? 116
Todo debería centrarse en el vínculo 119
Entiende lo que te comunica tu perro, las señales. 119
"Mi perro me gruñe y eso no debo permitirlo" 123
No tengamos prisa 126
Resumen puntos importantes 127

Índice 5
INTRODUCCIÓN
“¿Un perro feliz es el que únicamente, come pasea
y duerme?”
Hay algo que se comenta mucho y es lo siguiente: "Lo que necesita un perro es
alguien que le quiera y dormir calentito". A pesar de lo que pueda parecer, estas
necesidades básicas no son suficientes para que el perro pueda ser feliz.

En nuestro caso, el de los humanos, pasa algo parecido. Disponer de un sitio


donde vivir, poder comer suficientemente o disponer de algo de dinero para
nuestros gastos, no es siempre suficiente para ser feliz. Necesitamos algo más.
Del mismo modo, los perros necesitan algo más que salir tres veces al día, comer
y dormir. No son tan básicos. No es suficiente con que duerman en sitios
blanditos o que estén bien acompañados. Si no tenemos esto en cuenta, puede
que tengamos problemas con nuestro perro.

Todos los tutores piensan que tienen al perro más feliz del mundo, y no les gusta
escuchar que alguien diga lo contrario. Y queridas lectoras y lectores, no quiero
decir que vuestro perro sea infeliz, pues desconozco por completo vuestras vidas.
Pero si estás aquí leyendo esto, es porque seguramente quieras hacer que su vida
sea más feliz.

Los 5 puntos básicos


En este libro desarrollaremos los 5 puntos, uno por capítulo, que para mí son
básicos en cualquier vida de cualquier perro si queremos que sea más feliz y que
esa felicidad permita mejorar las relaciones del perro con su grupo social y su
entorno.

SU PASEO
¿Para qué sacamos al perro a pasear? Lo hacemos por él, para que haga sus
necesidades, para que disfrute del paseo y para que se relacione con el entorno y
con otros sujetos sociales. Es una actividad muy importante que hay que trabajar
correctamente para obtener todos sus beneficios. Veremos las características del
paseo más adecuado. Qué cosas podemos hacer y qué cosas no. Cuál es la mejor
herramienta, qué correa, arnés o collar usar. Repasaremos mitos o creencias que
no son tan efectivas como se cree.

Introducción 6
EL OLFATO
¿Sabes cómo disfruta del mundo tu perro? A través del olfato. Es su sentido
primario o debería serlo, pues muchos perros con problemas no lo usan. Los
perros no disfrutan de su entorno a través de la vista, lo hacen a través del olfato.
Un perro conoce a otro a través del olfato. El perro necesita tener este sentido
bien desarrollado, pues un perro que no huele es un perro con problemas. En este
capítulo trataremos cómo desarrollar este sentido del perro para que pueda
nutrirse de todos los beneficios que proporciona.

ENRIQUECIMIENTO AMBIENTAL
Enriquecer el entorno. Imagínate en tu casa, sin muebles, sin televisión, sin HBO
ni NETFLIX, sin ordenador, sin libros, sin música, sin nada que hacer a lo largo
del día, más allá de comer, dormir y quizás salir a la calle un rato a pasear. Así es
como viven muchos perros. Y no tener nada que hacer genera problemas
emocionales como el estrés, el aburrimiento o la ansiedad. Estos problemas suelen
generar comportamientos negativos para el perro y su grupo social, destrozar
cosas en casa, ladridos, tensión social, hacerse las necesidades en casa, etc.
Podemos enriquecer el entorno de nuestro perro de una manera sencilla si
sabemos cómo hacerlo, para que él pueda entretenerse y satisfacer otras
necesidades vitales para ellos.

ENTRENAMIENTO
¿Lo llamas y no acude? ¿No se puede estar quieto? Hay que saber que antes de
pedirle cualquier cosa a nuestro perro, tendremos que entrenarla. El perro no
entiende al humano y el humano, aunque se esmere en ello, no entiende del todo
al perro. Son códigos de comunicación bien distintos. El entrenamiento aporta
unos beneficios importantes, potencia la relación entre el tutor o tutora y su
perro, aprendemos a conocerlo realmente. Necesitamos entrenar con nuestro
perro para educarle y no solo para que nos obedezca. Expongo en este capítulo
diversas técnicas de entrenamiento sencillas y que os resultarán beneficiosas si
se ejercitan frecuente y correctamente y, sobre todo, con paciencia.

Introducción 7
SESIÓN DE VINCULACIÓN
Para mí lo es más importante. Sin vínculo no tienes NADA con tu perro. El perro
es un animal social, con unas capacidades increíbles para relacionarse. Tenemos
que desarrollar y potenciar esa característica suya. El amor, el afecto, la
confianza son básicas en nuestra relación con nuestro perro y tenemos que
desarrollarlas lo mejor posible. Pues una relación donde no haya vínculo, ni
afecto, ni confianza no es una relación saludable ni estable. Cada perro es un
mundo y como tal, es importante saber qué tipo de interacción afectiva les gusta,
cómo tenemos que comportarnos con él, qué tono de voz emplear. Comprender
también que el perro, en muchas ocasiones es como un espejo nuestro.

El perro cambia positivamente gracias a estas


actividades
Cuando mejoras su paseo, fomentas que ejercite su olfato, cuando vive en un
entorno enriquecido en el que entretenerse, cuando desarrolla afecto hacia
nosotros, cuando te entiende, el perro cambia su comportamiento y su estado
emocional. Su vida y su relación con nosotros cambian radicalmente. Cuando
hacemos las cosas que describo en este libro, de manera correcta, aunque cuesten
tiempo y esfuerzo, se notan sus efectos positivos y nos permiten afrontar en
mejores condiciones los posibles problemas que tengamos con nuestro perro.

Cuando una persona sale a la calle, se relaja sentado en un banco, escuchando el


sonido de los pájaros, conecta y disfruta de su entorno porque está enriquecido, le
motiva y le evita el aburrimiento, cuando se relaciona con otros seres, quiere y
confía en alguien y se siente querido, cuando una persona se enfrenta a retos y se
motiva y entrena para superarlos, esa persona está en mucha mejor disposición y
actitud a la hora de afrontar los problemas. Su vida está equilibrada y
constantemente está haciendo cosas que le benefician. Es común escuchar: “La
música me ha cambiado la vida” o “El deporte me ha cambiado la vida, me ha
enseñado a ser perseverante, a no dejar de intentarlo, a ser constante, a
superarme a mí mismo. Lo que he aprendido en el deporte lo he podido trasladar
al ámbito laboral”. Con los perros pasa EXACTAMENTE lo mismo.

No quiero crear falsas expectativas con la lectura de este libro. Este libro no va a
hacer que los problemas de agresividad o miedo a salir a la calle de tu perro
desaparezcan de un día para otro. Su contenido no está dirigido a tratar y
solucionar problemas emocionales, sino a crear la base para afrontar esos
problemas en mejores condiciones, desarrollando determinadas actividades que
van dirigidas a que tu perro sea más feliz y nuestra relación con él mejore.

Introducción 8
1
CAPÍTULO 1.

SU PASEO

Capítulo 1
9
Su paseo
SU PASEO
¿Para qué bajas a tu perro a la calle normalmente? Piénsalo detenidamente. Lo
bajas por él. Lo bajas para que haga sus necesidades, para que disfrute del paseo
y para que se relacione con el entorno y con otros sujetos sociales. Estamos
hablando de su paseo, no del nuestro. Podemos hacer también que nos acompañe
a donde vayamos, pero él debe tener SU paseo.

Es importante empezar a trabajar en su paseo y entender cómo debe ser. Qué


cosas podemos hacer y qué cosas no. Cuál es la mejor herramienta para nuestro
perro, qué correa, arnés o collar usar. Conocer algunas prácticas que se venden
como efectivas y que no lo son.

El paseo del perro es un pilar fundamental en su vida. Un mal paseo puede


provocar desde destrozos en casa, hasta agresividad hacia otros perros en la
calle. Conocer la mejor manera de pasear a nuestro perro nos ayudará a prevenir
muchos problemas de comportamiento, pues conseguiremos que el perro pueda
relajarse y disfrutar de esa actividad.

Muchos perros a los que visito por algún problema emocional no suelen tener el
mejor paseo. Y no porque los tutores no quieran o puedan, sino porque no son
conscientes de lo importante y necesario que es realizar un buen paseo.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR SU PASEO?


Básicamente, y dicho de forma breve, se trata de que el perro, durante su paseo,
haga lo que quiera de manera tranquila y relajada. Que huela lo que quiera, vaya
en la dirección que quiera, sin tensión constante en la correa por ser demasiado
corta o sin tener que ir de “marcha militar” y si esto lo hace pasando de nosotros,
mejor. Quizás resulte confuso este mensaje acerca de que le dejemos hacer lo que
quiera, pero tiene su explicación.

Oso en SU paseo

Capítulo 1
10
Su paseo
Durante SU PASEO, debemos seguir las siguientes
normas:
Puede ir en la dirección que quiera

Puede oler lo que quiera (siempre que no suponga


un peligro para el perro, por supuesto)

No le hablaremos (luego explicaré el porqué)

El perro no podrá sobrepasar la longitud de correa


que habremos asignado

Llevaremos la correa destensada

Iremos a paso tranquilo y relajado siguiendo a


nuestro perro, si se para nos pararemos, si va en
determinada dirección, lo seguiremos.

Lógicamente, estas normas tienen sus excepciones. Si el


perro va a por algo de comida tirada en el suelo, lo
bloquearemos suavemente con la correa impidiendo que
la alcance. O si va a ponerse en peligro (calle o
carretera), lo impediremos. O si tenemos a un perro con
problemas de agresividad y en un momento dado
durante el paseo tenemos que acortar la correa para
controlarlo mejor, lo haremos sin dudarlo. La mayor
parte del paseo se puede realizar de forma tranquila con
la correa de 3 metros (ver más abajo), pero si, de
manera puntual, tenemos que acortar la correa por
factores externos, lo haremos.

Capítulo 1
11
Su paseo
HERRAMIENTAS QUE UTILIZAREMOS

1 CORREA 3 METROS
Usaremos una correa de 3 metros, de nylon simple. Sin mosquetones,
ni varios enganches, ni correas con varias posiciones. Una correa en
la que podamos deslizar el dedo de forma segura y continuada. Si
pesa poco, mejor; más cómodo irá el perro. Los 3 metros son una
longitud perfecta para que el perro pueda separarse de nosotros a
oler las cosas sin que haya tensión. También es la longitud perfecta
para que podamos sentirnos con el control del perro si hiciera falta
acortar o bloquear en un momento dado.

No recomiendo usar una correa Flexi debido al mecanismo de


recogida que tienen. Nunca conseguiremos que el perro pueda estar
sin tensión ya que su función es recoger correa constantemente, por
lo que el perro sentirá de forma continua el tiro, aunque sea mínimo.
Además de que para recoger o dar correa tenemos que involucrar a
nuestro perro, como explico más adelante.

En el caso de los tutores de PPP (perros potencialmente peligrosos),


no tenéis más remedio que ceñiros a la longitud de correa máxima
establecida por la ley. Hay comunidades autónomas donde se
permite hasta 2 metros de correa. Pero incluso en este caso, se puede
realizar este tipo de paseo sin muchos inconvenientes.

Correa 3 metros Julius K9

Capítulo 1
12
Su paseo
2 ARNÉS DE PECHO
El arnés de pecho es un tipo de arnés en el que el enganche va
situado entre las dos patas delanteras del perro, a la altura del pecho.
Este tipo de arnés permite que podamos dirigir, de la mejor forma
posible, al perro en la dirección que nosotros deseamos, de manera
poco intrusiva y menos lesiva para él.
El arnés de pecho tiene que ser de su talla para que le resulte
cómodo. Esto es importante para conseguir los beneficios que
buscamos.

Se podría usar también el collar, pero no lo recomiendo para perros


nerviosos o si los estamos iniciando a este tipo de paseo, ya que
corremos el riesgo de lesión cervical al darle 3 metros de correa y
que nos estire con fuerza.

Arnés Ruffwear Front Range

Estas dos herramientas son las que necesitamos para su


paseo. Herramientas cómodas, tanto para él como para
nosotros. Herramientas donde potenciamos la
comodidad del perro, porque, al fin y al cabo, estamos
hablando de SU paseo.

Capítulo 1
13
Su paseo
¿CÓMO LO ENTRENAREMOS?
Es muy importante entender que antes de poder pasear de manera tranquila con
nuestro perro, tenemos que entrenar con él. Acuérdate de lo que decía en la
introducción del libro: “Antes de pedirle nada a nuestro perro, tenemos que
entrenarlo. El perro tiene que saber en todo momento lo que le estamos pidiendo.”
Aquí se aplica la misma regla. Tienes que saber que te va a estirar, que no lo va a
hacer bien, pues no sabe cómo hacerlo. Antes de exigirle a un niño que sume,
tienes que enseñarle. Si le exiges y al niño no le has enseñado, por más que le
grites, exijas u obligues, el niño nunca va a saber sumar.
Armémonos de paciencia, seamos constantes y, sobre todo, mantengámonos
tranquilos. Esto es cuestión de repeticiones, paciencia y tiempo. Con estas 3
premisas, todo llega. Es normal que nuestro perro nos esté estirando en los
primeros paseos que practiquemos, contamos con ello, es parte necesaria del
aprendizaje y no hay que frustrarse o enfadarnos con él.

La importancia de un buen entorno.


El entorno es una parte fundamental a la hora de poder entrenar su paseo. Se
tiene que escoger un entorno tranquilo, sin muchos estímulos, amplio, y en el que
podamos controlar lo que pasa a nuestro alrededor. Una buena opción suele ser
un parque amplio que esté cerca de casa o el mismo campo si está a tiro. En
general e idealmente, zonas abiertas, con visibilidad, sin muchas personas o
perros. Es importante entender que cuantos más estímulos haya, más se va a
descentrar nuestro perro en su paseo y más se va a centrar en esos estímulos.

Aquí depende mucho del perro. Los hay que, aunque haya mucho estímulo en el
entorno, son capaces de relajarse y ponerse a realizar su paseo. Pero hay otros
perros que, inicialmente, necesitan un entorno algo más tranquilo para que
realmente se pongan a investigarlo.

Su paseo NO es para entrenarlo o aplicarlo en las calles de tu ciudad ya que no


es un espacio amplio. No puedes darle 3 metros de correa a tu perro en un sitio
donde pasan personas, coches u otros tipos de estímulos de manera constante.
Este paseo no es para eso, este paseo es para que el perro pueda investigar
libremente el entorno sin que nosotros estemos atentos todo el rato a lo que tiene
alrededor; por eso escogemos una zona amplia donde podamos tener el control
total en todo momento.

Capítulo 1
14
Su paseo
Imagínate que tú, como niño, estás en un aula de clase llena de televisiones
encendidas, llena de niños jugando, hablando, gritando. ¿Crees que vas a ser
capaz de centrarte en lo que realmente toca centrarse en ese momento? Parece
que no. Parece que tu cerebro va a estar centrado en esos estímulos y el
aprendizaje no va a ser del todo provechoso. Con los perros pasa lo mismo. No
podemos escoger un entorno lleno de estímulos, perros, pelotas, niños, etc. para
entrenar o practicar este paseo. Sé que algunos de vosotros tenéis complicado el
poder encontrar un sitio perfecto (yo vivo en el centro de Valencia), pero
rebuscando un poco por vuestro barrio, a 5/10 minutos andando, seguro que
encontráis el entorno ideal para poder pasear de manera tranquila con vuestro
perro.

Entorno:
1 Tranquilo
2 Amplio

Cómo empezar
Una vez hemos escogido el espacio en el cual entrenar este tipo de paseo, es el
momento de indicarle con una palabra que vamos a empezar con su paseo. A mí
me gusta usar “Ale”. Con Oso, cuando llego a la zona donde voy a empezar su
paseo, le digo: “Ale” de manera tranquila, dándole unos toquecitos en el culete
(muy suaves) para que sepa que ya puede empezar a investigar lo que le plazca y
que le voy a dar la correa larga. Así es como me gusta empezar su paseo. Si no le
decimos nada, el perro nunca sabrá cuando puede alejarse o cuando empieza su
paseo. Es súper sencillo como yo lo hago: “Ale” + toquecitos suaves en el culo.

Capítulo 1
15
Su paseo
Vamos allá
Se supone que el perro ya ha tomado un rumbo. Hacia un árbol, planta, zona de
césped, etc. Lo seguiremos a un ritmo tranquilo, sin prisas. Recuerda que siempre
le darás los 3 metros de correa, siempre y cuando ambos vayáis de manera
tranquila y relajada. Es muy importante entender que este paseo es relajado, que
lo que queremos fomentar es que el perro huela, investigue su entorno. No
podemos ponernos a correr, a gritar o cualquier otro movimiento que sea
activante. Tenemos que fomentar la calma. Iremos a un ritmo normal, ni muy
lento ni muy rápido. Un ritmo para que el perro pueda disfrutar de su entorno.

¿Qué hago si mi perro me tira?


Esto es algo inevitable. Todos los perros van a tirar. Los perros no están
acostumbrados a andar con la correa. Por eso haremos lo siguiente, cada vez que
el perro sobrepase los 3 metros de correa:
Cambiaremos de dirección, estiraremos de manera suave en dirección contraria,
volviendo a andar de manera tranquila en la dirección que hemos marcado al
cambiarla. El perro volverá a andar en la dirección, por lo que lo seguirás a un
paso tranquilo de nuevo. Cada vez que el perro estire al superar los 3 metros de
correa, cambiaremos de dirección de manera suave. Es posible que te veas en la
tesitura de estar cambiando de dirección constantemente. No te preocupes, es
normal en perros muy excitados o nerviosos que no pueden disfrutar
olfativamente de su entorno. Cambiarás de dirección las veces que haga falta.
Poco a poco irás viendo que tu perro entiende que lo importante no es a donde
estáis yendo. Que lo importante es lo que tiene debajo de sus patas en ese
momento, esa hierba, ese césped o ese árbol.

Cuando estire:
1 Cambiar dirección
2 Repetir proceso

Capítulo 1
16
Su paseo
Duración
La duración de su paseo me gusta que como mínimo sea de 45 minutos. De ahí
puedes alargarlo hasta el tiempo que tú quieras/dispongas para dedicarle. Pongo
un mínimo de 45 minutos por la siguiente razón: El perro tarda en relajarse, suele
tardar entre 10/15 minutos, es en ese tiempo cuando más nervioso está y cuando
más vas a tener que entrenar. Si paras a los 15 minutos, habrás parado en un
punto donde el perro iba a empezar a mejorar en el paseo, y tú te has ido con mal
sabor de boca por no haber visto “resultados” en el perro, porque posiblemente no
le hayas dado tiempo suficiente para que el perro pudiera progresar.

Resumiendo todo este apartado, destacando lo principal:


Es su paseo, que el perro vaya por donde quiera, oliendo
lo que desea, al ritmo que le apetezca. Nosotros siempre
le seguiremos. En el momento que el perro tense la
correa al sobrepasar los 3 metros, cambiaremos de
dirección de manera suave tomando un rumbo
totalmente distinto al que quería ir el perro. La
importancia de este paseo NO es llegar a un punto, es
que el paseo y el trayecto en sí sean lo interesante.

LA IMPORTANCIA DEL OLFATO EN EL


PASEO
El perro es un animal que se guía por el olfato. Un perro que no huele en el paseo
es un perro con problemas. Esta es la función principal del paseo, que el perro
pueda oler las cosas de su entorno de manera tranquila y relajada. Sin tensiones,
sin prisas, sin brusquedades. Que se pare en un árbol a olerlo detenidamente es
mucho mejor que estar andando 30 minutos sin dejar que el perro huela. Un
perro que no usa su olfato empezará a usar la vista, con la vista no conocen su
entorno, no se relajan, no se cansan. Y con el tiempo SEGURO desarrollará
cualquier problema emocional.

Capítulo 1
17
Su paseo
Me acuerdo del caso de un cliente, una mezcla de pastor alemán. Agresivo con
personas, con perros, con niños, reactivo a los ruidos, a los estímulos que se
movían rápido, inseguro, miedoso en ciertos aspectos. Era ese miedo el que le
hacía tener respuestas reactivas y agresivas.
En la primera sesión que hago, evalúo al perro. Damos un paseo de una hora por
el parque para hablar detenidamente de todo. Pues bien, durante esa hora el
perro no plantó el hocico en el suelo NI UNA SOLA VEZ. Ni una. Eso ya me
indicaba que el perro tenía problemas emocionales graves. El no poder disfrutar
de su entorno, un parque plagado de olores interesantes en este caso, es
indicativo de que algo está fallando en el perro.
Tras un trabajo de 3 meses potenciando el olfato en los paseos, entrenando su
paseo, ir relajado, empezaba a no fijarse en los perros, personas o cualquier otro
estímulo porque estaba dejando de ser un perro visual para ser un perro olfativo.

Por eso es tan importante que, en su paseo, podamos darle la mayor tranquilidad
al perro para que inspeccione todo lo que quiera su entorno a través del olfato. Es
como los perros conocen el mundo.

Imagínate que vas a París, y nada más bajar del avión te ponen un antifaz. Tú
querías ver la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, el Arco del Triunfo, la Avenida de
los Campos Elíseos, etc. Pero hay alguien que ha decidido por ti que no vas a ver
nada. ¿Cómo vas a estar en ese viaje? Vas a estar mal, con estrés, triste… Y, al
final, desarrollarás problemas emocionales como enfados constantes, ansiedad,
nervios, etc. Si al perro no le dejamos oler, le estaremos poniendo ese “antifaz”.
Hay perros que se pasan la vida entera con un “antifaz” constante porque sus
tutores no saben lo importante que es para ellos ejercitar el olfato.

Capítulo 1
18
Su paseo
LA IMPORTANCIA DEL SILENCIO
Queremos que el perro se centre en SU paseo, que se dedique a sus cosas. Si le
estamos hablando, llamaremos su atención y no se centrará en el paseo. Por eso
no se habla en este paseo, no se dice NADA. Podemos decir únicamente: “Vamos
por aquí”. O si se va a comer algo, decirle “No”, por supuesto. La información que
no es valiosa para el perro, que no es útil, no se la transmitamos. Muchas
personas le están hablando constantemente a su perro, y su perro no entiende
nada. Lo que provoca que al final nuestro perro no nos escuche porque nunca le
damos información útil o que él entienda. Cuando llegue el momento de decirle
algo importante, nuestro perro no nos va a escuchar.

Imagínate el estar en una autopista, donde constantemente


escuchas a los coches pasar, se trata de un ruido monótono, no
nos da información útil. Sabemos que están ahí pero no les
prestamos atención. Nuestro cerebro los pasa a “fondo”. Ahora
imagínate estar en casa, tarde, no hay ruidos en la calle. Y de
repente pasa una Harley. Se produce un sonido disruptivo, que
hace que tu cerebro le preste atención y lo relacione con algo
concreto, con forma. Pues justo esto es lo que queremos con
nuestro perro, al estar en silencio es mucho más sencillo
decirle o pedirle algo, y que nos preste atención con facilidad.

Por eso no hablamos nada en este paseo. Lo único que “habla” es la correa
cuando cambiamos de dirección, no decimos nada cuando el perro estira, o
cuando está nervioso. Simplemente vamos cambiando de dirección. Es
importante respetar este punto para que el perro pueda disfrutar aún más de su
paseo y que no tenga que estar pendiente de si le decimos algo.

Veo a muchas personas hablando con su perro, pidiéndole cosas que ni el perro
entiende: “Venga Timmy, deja ya de estirar, ya está bien, me estás poniendo
nervioso, etc…” Y así se pasan todo el paseo. ¿Qué pasa al final? Que el perro deja
de escucharte.

Capítulo 1
19
Su paseo
NO TE PREOCUPES, ES SIMPLEMENTE
TÉCNICA
Es normal que en este punto pienses: “Si con una correa corta ya me cuesta, con
una correa larga me va a tirar al suelo.” Luego hablamos de las correas cortas. En
el caso de perros grandes no se trata solo de una cuestión de fuerza; lo que
realmente hace que puedas pasear a un perro grande es una técnica correcta.

Todos los domingos íbamos a pasear a perros de una protectora de Valencia.


Eran perros que salían una vez por semana únicamente. Cuando íbamos nosotros.
Venía una mujer de unos 50 años, que paseaba a cualquier perro de la protectora.
Había un pastor alemán, Monet, del que siempre me acordaré por ser el perro que
más me ha estirado en un paseo, con una potencia increíble y que me llevaba
arrastras. Pues era paseado por una mujer de 50 años. Nunca la tiró al suelo.
Siempre era capaz de manejarlo y todo gracias al uso de una buena técnica en el
manejo de la correa.
La correa siempre se lleva a dos manos, nunca a una mano. Cuando se quiera
acortar o dar correa, va a ser imposible. Este es el primer fallo que comete mucha
gente a la hora de pasear a sus perros, pasearlo a una mano. Nunca hay que
llevar la correa enrollada a una mano, nunca. Cuando quieras acortar correa
tendrás que dar vueltas y vueltas y vueltas, lo que provocará que el perro note
constantemente tus brusquedades. Una mano está para llevar la correa sobrante
y la otra para recoger o dar correa. De esta forma, podremos hacerlo todo de una
manera muy suave sin involucrar demasiado al perro. Las manos siempre
tenemos que llevarlas entre la cintura y las costillas, por la altura del ombligo, y
casi pegadas al mismo.
El segundo fallo que comete mucha gente es ir con los brazos totalmente
estirados. Por lo que, cuando queremos cambiar al perro de dirección, es el
hombro el que tiene que ejercer toda la fuerza, y en consecuencia en media hora
tendremos los hombros destrozados. Es importante que los brazos no estén
extendidos, lo que nos permitirá hacer una fuerza menor para obtener el mismo
resultado.

Capítulo 1
20
Su paseo
¿PARA QUÉ NO SIRVE ESTE PASEO?
Una vez explicado qué es su paseo, para qué sirve, donde se usa, cómo se usa, etc.,
es importante decir para que NO sirve y en qué momentos deja de ser su paseo
para ser otra cosa.
No penséis, queridas lectoras y lectores, que este es el único tipo de paseo que se
le puede dar a un perro. No siempre puede ir por donde quiera o puede hacer lo
que quiera. Existe otro tipo de paseo, con el que no me voy a extender demasiado,
que es el que llamo MI paseo, durante el que yo decido por dónde tenemos que ir.
Por ejemplo, cuando vamos al veterinario, a otra casa, a una terraza, cuando
transitamos por una calle o zona con mucha gente etc., soy yo quien decide por
dónde tenemos que ir. En este caso no podemos darle 3 metros de correa, sería un
caos. Eres tú quien tiene que dirigir el paseo porque el perro no sabe a dónde
vamos.
Este paseo tampoco sirve si hacéis un paseo conjunto con otros perros.
Normalmente todos quieren ir juntos y corriendo. No es recomendable aplicar su
paseo en un sitio con 30 perros alrededor. El perro dejará de centrarse en su
entorno para centrarse en ir a jugar con los otros perros, cosa que está muy bien
pero no es el objetivo de su paseo.

MITO: LA CORREA CORTA ES MEJOR


PARA PASEAR A UN PERRO
Siempre se ha dicho que para pasear a un perro que estira, tenemos que llevar
una correa corta, y no es cierto. De hecho, esto puede agravar incluso algún
problema que pueda tener el perro.
¿Por qué suele estirar un perro, por excitación, por algún olor que hay? ¿Por no
saber pasear con correa? ¿Por agresividad? Lo que conseguiremos llevándolo
con una correa corta es que el perro no pueda oler y que haya mayor
probabilidad de tensión. Justo esas dos cosas hacen que el perro no pueda
mantener un ritmo tranquilo en el paseo, y con una correa corta se lo impedimos
aún más.

Si quieres que tu perro se relaje en el paseo, no lo vas a conseguir llevándolo


siempre con una correa de medio metro. Esto, como digo arriba, solo hará que
tanto tú como tu perro disfrutéis aún menos del paseo y que el perro no lo vea
como un momento de “desconectar”.

Capítulo 1
21
Su paseo
Con la correa de medio metro no puede agacharse ni a oler el suelo de manera
tranquila. No puede dar dos pasos sin que haya tensión, no puede evadirse para
disfrutar de su entorno. Simplemente, está atado a tu lado y lo único que puede
hacer es andar a tu paso. Llevar a tu perro así toda la vida es cruel y egoísta. Si
solo pensamos en nosotros, nosotros iremos cómodos, pero él no. Pero cuando
paseemos a nuestro perro, tenemos que pensar en ambas partes, en nuestro perro
y en nosotros. Lógicamente, el perro tiene que aprender a ir a nuestro lado para
comodidad de ambas partes, pero la solución no es comprar la correa más corta
del mercado.

MITO: MI PERRO NO ME PUEDE


ADELANTAR
Hay quien cree que para mantener una posición jerárquica superior sobre el
perro, éste no debe ir delante. Pretender ‘dominar’ al perro es una actitud que ya
se ha mostrado contraproducente y trasnochada.

Si nuestro perro va delante nuestro estirando de la correa es, simplemente,


porque se muere de ganas por ir de paseo o por un exceso de nervios no
controlados. Por nada más. El perro no va delante de ti porque se crea superior.

Como bien hemos visto a lo largo de la explicación de “su paseo”, el perro va


delante de nosotros todo el rato. Y no hay ningún problema en ello. Dejemos de
lado esa mentalidad de la dominancia y jerarquías que tanto dolor ha causado y
sigue causando en el mundo del perro. El perro solo quiere disfrutar del paseo, ni
quiere dominarte a ti ni dominar al mundo entero.

Quico en SU paseo

Capítulo 1
22
Su paseo
MITO: COLLAR DE PINCHOS O
AHORQUE
Otro de los mitos es el de que para pasear bien al perro, éste tiene que llevar este
tipo de collares. Herramientas llamadas “de adiestramiento”, que no hace tantos
años eran las que se empleaban de forma generalizada. Gracias a nuevas
experiencias, estudios y métodos, se han desechado este tipo de herramientas
para realizar un paseo con nuestro perro. No hace falta causar daño físico para
que el perro pasee bien. Nos tenemos que centrar en practicar las técnicas que
hemos repasado en este capítulo.

Con trabajo, un buen entorno y paciencia, podemos hacer que nuestro perro vaya
tranquilo, sin este tipo de herramientas y sin daño físico. Simplemente porque el
perro va tranquilo, porque le gusta ir a tu lado y porque le gusta investigar su
entorno. Hoy en día, quien sigue estancado en el uso de este tipo de herramientas
es porque le resulta de uso sencillo, ya que el perro va a dejar de tirar en cuanto
se lo pongamos. ¿Para qué comernos la cabeza, perder el tiempo, perder nuestra
paciencia para pasear a nuestro perro si con una herramienta resuelvo el tema de
que el perro vaya a nuestro lado?
¿Es tan difícil imaginar lo que supone para él salir siempre a pasear, durante los
10-12 años de su vida, con un collar de pinchos? Para nosotros supondría una
tortura. Pues lo mismo es para él.

Veamos el paseo COMO EL NÚCLEO de la vida de un perro. Con un collar de


pinchos o ahorque nos cargamos ese núcleo, simplemente por querer que nuestro
perro vaya a nuestro lado sin pensar en cómo le afecta eso. Y no es solo el daño
físico que puede causar la herramienta, lo más dañino es el impacto emocional.
Esas posibles asociaciones negativas que puede generar el perro al final, esa
tensión en el cuello constante, ese estrés por no poder ni moverse sin hacerse
daño. Al final tenemos a un esclavo, sin poder hacer nada de manera autónoma,
sin poder estar tranquilo durante su paseo.

Capítulo 1
23
Su paseo
LLEVAR AL PERRO SUELTO
¿Y no es mejor llevar al perro suelto? La respuesta es sí. Pero no todo el mundo
puede llevar suelto a su perro. Ya sea por el entorno en el que vive, por los
problemas emocionales que pueda tener el perro, porque simplemente no acude a
la llamada o por la ley injusta de los PPP. Por eso explico cómo realizar su paseo,
que todos los perros en mayor o menor medida, tengan el problema que tengan,
vivan donde vivan, puedan dar.

El mejor paseo posible para el perro es que vaya suelto, eso es cierto. Y quien se
lo pueda permitir, tiene mucho ganado, ya que no existe tensión en la correa, el
perro hace lo que quiere cuando quiere (dentro de unos límites por supuesto).
Pero ojo, quiero dar una recomendación relacionada con lo que veo diariamente:
Si no controlas a tu perro, no lo sueltes. Es decir, si no tiene una buena llamada, si
tiene algún problema emocional o no te hace caso, no lo sueltes.

Puede pasar cualquier cosa si no tenemos nada construido con nuestro perro
para que acuda a nuestra llamada. No te preocupes, porque más adelante, en la
parte del Entrenamiento, explico cómo trabajar la llamada.

Dos condiciones deben cumplirse, primero, haber trabajado muy bien la llamada
previamente, para que acuda en el 99% de las ocasiones y, segundo, que no se
acerque a perros que vayan con correa. Por supuesto, hay más cosas, pero esas
dos son para mí las principales.

La gente que lleva a su perro atado es por algo. Por eso es tan importante que
nuestro perro no vaya saludando a todos los perros del parque que vayan atados,
porque aunque el tutor de ese perro no lo diga, lo estamos molestando.
Seguramente no le apetezca ver cómo su perro corre atado detrás del que está
suelto, o como tiene que llevarse a su perro con problemas emocionales porque se
le acerca uno que está suelto

El paseo suelto es genial, pero deja de serlo cuando se convierte en algo sin
reglas, en el que no tenemos en cuenta al resto de las personas o perros.

Capítulo 1
24
Su paseo
puntos importantes

1 Correa 3 metros + arnés de pecho

2 Entorno tranquilo y amplio

3 El perro va en la dirección que quiere

4 Huele lo que quiere

5 Pasear en silencio

6 Duración de al menos 45 minutos

7 Paciencia

Capítulo 1
Su paseo 25
2
CAPÍTULO 2.

EL OLFATO

Capítulo 2
26
El olfato
EL OLFATO
Este capítulo está destinado a conseguir que nuestro perro disfrute de todos los
beneficios del olfato.

El olfato es el sentido más desarrollado en los perros. A través de él conocen el


mundo, es su manera de disfrutarlo, de conectar con él. Cuando nosotros nos
vamos de excursión al campo, disfrutamos a través de la vista. Los árboles, las
montañas, el río. Pero eso a nuestro perro le da igual, él disfruta del olor de los
árboles, del olor del musgo, del olor de los animales.

El olfato es un sentido que juega un papel FUNDAMENTAL en la vida de


nuestros perros y por eso es importante trabajarlo y practicarlo, ya que los
beneficios, como vamos a ver a lo largo del capítulo, no son pocos. Además, es
que les encanta olfatear. Como he dicho en la introducción, TODOS los perros
pueden realizar trabajos de olfato, desde cachorros hasta perros geriátricos.
Desde perros con problemas físicos hasta perros con problemas emocionales.

Dejemos que nuestro perro huela esa esquina de la que siempre le apartamos, o
ese árbol o esa hierba recién cortada tan olorosa. No pensemos: "Es un pesado, no
para de oler". Porque es así como un perro conecta con su entorno, no puede
hacerlo de otra manera. Si durante su paseo quiere estar 30 minutos oliendo algo,
déjale. Que huela, conecte y disfrute.

¿QUÉ SON LOS TRABAJOS DE


OLFATO?
Un trabajo de olfato es básicamente una técnica consistente en el uso del olfato
para encontrar algo (aunque en algunos casos el objetivo no es encontrar algo
con comida o juguetes, en este libro veremos los trabajos de olfato con el objetivo
de comida o juguetes). En este caso usaremos comida y/o juguetes del perro. La
comida, para la mayoría de los perros, es un motivante muy alto para trabajar
por encontrarla a través del olfato. Más abajo hablamos de las distintas
posibilidades alimenticias que tenemos, para intentar abarcar a todos los perros.
En el caso de los juguetes, los usaremos en aquellos casos en que el perro se
motive más con ellos que con la comida.

Básicamente, esconderemos la comida y/o el juguete para que el perro tenga que
buscarlos y encontrarlos. Aunque parezca algo muy simple, veremos que
realmente es algo más.

Capítulo 2
27
El olfato
HERRAMIENTAS QUE USAREMOS
Comida
Es importante que la comida escogida, sea motivante para el perro. Los habrá
que con su pienso ya estén motivados para buscarlo y habrá otros que necesiten
un alimento algo más apetecible para ellos como alguno de los ejemplos que
propongo a continuación.
Piensa que el perro tiene que hacer un esfuerzo a nivel físico, emociona y
cognitivo para encontrar la comida. Si no le motiva lo suficiente no la va a
buscar.

Imáginate que trabajas 10 horas diarias y que al final de mes cobras 200 euros.
¿Te merece la pena todo el esfuerzo que realizas diariamente para tan "poca"
recompensa? Pues posiblemente no, salvo que te mueras de hambre.

Pavo Hígado
Pollo Su pienso
Pechuga Premios saludables

Juguete
Para los perros “locos” por los juguetes, que prefieren más que la comida,
escogeremos el juguete que más les motive. Como puede ser una pelota de tenis,
o su peluche o una de tus zapatillas :)

Capítulo 2
28
El olfato
BENEFICIOS DEL OLFATO

Generales
El perro disfruta olfateando
Nos permite múltiples aplicaciones prácticas y lúdicas
Genera 3 momentos de diversión para el perro, primero, el
mero hecho de estar buscando, segundo, encontrar lo que
estaba buscando y, tercero, interactuar con lo que ha
encontrado.

Emocionales
Mejora la gestión emocional
Mejora el autocontrol
Mejora la resistencia a la frustración
Mejora la seguridad en sí mismo
Disminución de la dependencia o hiperapego

Cognitivos
Mejora capacidades de aprendizaje
Mejora la capacidad de concentración relajada
Mejora la capacidad de solucionar problemas
Mejora la autonomía

Sociales
Mejora la capacidad de coordinarse con el tutor
Mejora la confianza en el guía

Capítulo 2
29
El olfato
Física y ambientales
Mejora gestión del entorno
Mejora la capacidad para afrontar nuevos entornos y
estímulos
Aumento de la exploración
Superación de asociaciones negativas
Aumento del interés positivo del perro por el entorno

No te asustes. Es normal que no entiendas muchos de los beneficios que he


mencionado. Voy a explicarte los que para mí son los más importantes (aunque
todos lo sean en menor o mayor medida, obviamente)

Mejora la gestión emocional


La gestión emocional es la capacidad que tiene el perro de gestionar de manera
correcta las emociones. Muchos de los perros con agresividad, miedo, ansiedad,
etc., tienen una mala gestión emocional, no saben manejarla de manera correcta
cuando les "entra" la emoción. Por eso vemos a perros ladrando a otros perros a
30 metros, o a perros bloqueados por el miedo en la calle, o a perros que ladran
continuamente cuando se quedan solos en casa. El olfato les ayuda de manera
indirecta, ya que cuando están buscando tienen una emoción, pero tienen que
manejarla de manera correcta poco a poco para ir encontrando la comida,
juguete o sustancia que les hemos dicho que busquen. Y el perro es él solo el que
se da cuenta de que tiene que ir relajándose para encontrar lo que tiene que
buscar, porque si va muy excitado, sin pensar, sin procesar lo que tiene en el
entorno, no va a encontrar nada. En cambio, si lo hace de manera más tranquila,
pensando y procesando su entorno, será capaz de encontrarlo antes.

Capítulo 2
30
El olfato
Mejora la resistencia a la frustración
Sí, efectivamente, los perros se frustran y mucho. Cuando un perro quiere ir a
conocer a otro, pero la correa se lo impide, se frustra. Por eso hay tantos perros
que ladran mucho cuando van con la correa y no lo hacen sin ella. O, por ejemplo,
cuando nos paramos a hablar con alguien en la calle, si nuestro perro se pone a
ladrar y ladrar y ladrar y ladrar, es que posible que haya que trabajar con él la
gestión de la frustración.
De nuevo el olfato nos ayuda de manera indirecta en este aspecto. Un caso
concreto: repartimos trocitos de comida por la casa para que el perro las busque.
Una vez los haya encontrado todos, él no sabe de entrada que ya no quedan y
seguirá buscando. ¿Qué opción sería mejor, decirle que no busque más o dejarle
que se dé cuenta por sí solo después de seguir un buen rato intentándolo? Para
una mejora de la gestión de la frustración no le diremos nada al perro, para que
él mismo se dé cuenta poco a poco que ya no queda y deje de buscar. Eso mejora
la gestión de la frustración, pues el perro tiene la expectativa de seguir
encontrando, pero realmente no queda nada. Hasta que poco a poco él mismo
desactive la intención de seguir buscando en su cerebro para relajarse.

Mejora la seguridad en sí mismo


Los perros pueden ser inseguros, y muchos lo son. Esa inseguridad hace que
estén a la defensiva en muchos momentos, tanto con perros como con personas.
Pues al perro, ante una situación que no sabe muy bien cómo va a ir, le entra la
inseguridad. Igual que a los seres humanos, para mejorar la sensación de
seguridad, hay que superar retos por nosotros mismos, y cuantas más veces lo
hagamos, más seguros nos sentiremos. En el caso de los perros, igual. Un trabajo
de olfato es un reto para el perro, tiene que ponerse a buscar con la trufa para
encontrar la comida escondida. Es él mismo quien lo consigue, y eso hace que,
poco a poco, superando retos, su seguridad en sí mismo irá en aumento.

Mejora la concentración relajada


¿Tienes a un perro despistado? ¿Te da la sensación de que siempre se está
descentrado con las moscas? No te preocupes porque no eres la única. Muchos
perros no son capaces de centrarse de pleno en algo concreto. Cada dos por tres
se descentran, por un ruido, por un movimiento o por cualquier otra cosa. El
olfato, de nuevo, nos ayuda a mejorar la concentración del perro, que sea capaz
de estar “conectado” con el ejercicio entre 10/15 minutos de manera continua y
tranquila.

Capítulo 2
31
El olfato
Mejora la gestión del entorno
Este punto es uno de mis favoritos. Como digo en el capítulo del paseo, el olfato
es el recurso con el que el perro conecta con su entorno, se relaciona con él de
manera saludable y tranquila. Si no olfatea, nunca va a poder conectar de manera
saludable con el entorno. Realizar trabajos de olfato en casa, en el veterinario,
peluquería, en el parque, en una residencia, etc., mejora la gestión de ese entorno,
lo reconoce de manera saludable y positiva. Cuando un perro nuevo llega a casa
hay que dejarle oler TODO lo que quiera. Cuando hay que llevar al perro al
veterinario tenemos que dejarle oler TODO lo que quiera. Por lo que al practicar
los ejercicios de olfato, mejoramos la capacidad del perro de exploración, de
ponerse a investigar los sitios de manera saludable.

Todos los perros disfrutan olfateando, TODOS. Es el


ejercicio estrella para que el perro disfrute. Disfrutan en
el momento de la búsqueda, disfrutan de la ingesta del
alimento a buscar y disfrutan de haberlo encontrado. No
hay nada que me guste más que ver a un perro
olfateando, disfruto yo más que el perro. Por verlo feliz
en ese momento, concentrado, haciendo algo que le
gusta y disfruta.

¿CÓMO LO ENTRENAREMOS?
La importancia de un buen entorno
El entorno de nuevo vuelve a ser crucial, tenemos que escoger un entorno que
nos facilite la enseñanza. No podemos practicar un ejercicio nuevo en mitad de
una plaza con perros, personas, niños, gritos, movimiento, etc. Tenemos que
buscar un entorno tranquilo que nos ayude, por lo que al principio le
enseñaremos a buscar en casa.
Nuestra casa es una zona EXCELENTE para enseñar a nuestro perro todo tipo de
destrezas en la etapa inicial del entrenamiento.

Capítulo 2
32
El olfato
Entorno:
1 Tranquilo
2 Favorezca la
concentración

Antes de empezar
Cortaremos el alimento que hayamos escogido previamente en trozos muy
pequeños. Nos interesa que huela, no que el perro engorde.
Nos iremos a la zona de la casa más amplia que tengamos.

Empecemos
Llamaremos a nuestro perro por su nombre con un tono amigable, con ganas de
motivarle y trabajar: “¡Timmy!”. Una vez nos haya mirado, cogeremos muchos
trozos, 30 o 40 las primeras veces. Se los enseñaremos con el puño cerrado, y
mientras lo huele, le motivaremos: “¡Mira Timmy que bueno, mmmmm que bueno
Timmy!”. Cuando ya lo haya olido durante 3 o 5 segundos, le diremos: “Busca”, y
tiraremos los premios por la habitación. Inicialmente el perro los verá con la vista,
pero no pasa nada, en las etapas iniciales no nos importa. Solo queremos que
empiece a relacionar la palabra “Busca” con ponerse a buscar por el suelo. Es
importante tirar todos los premios de una. No los tires de uno en uno. Una vez el
perro se haya puesto a buscar es importante no decirle nada, no le hablaremos
pues eso puede provocar que se desconcentre. Si estamos detrás todo el rato
diciéndole: “¡Venga busca, busca!”, provocaremos JUSTO lo que no queremos, que
es desconcentrar al perro y que constantemente nos esté pidiendo ayuda.

Secuencia:
1 Motivar al perro
2 Decir "Busca" y esparcir
los trozos por el suelo

Capítulo 2
33
El olfato
¿Cuánto tiempo lo dejaremos olfateando?
Hasta que se lo acabe todo. Una vez se lo haya acabado, reiniciaremos el
ejercicio. Sí, sé que he dicho previamente que para la mejora de la frustración
tenemos que dejar que él solo se dé cuenta. No pasa nada, ya tendremos tiempo
de hacer eso.

Cuando hayamos repetido eso unas cuantas veces y veamos que el perro ya sabe
de qué va el ejercicio, es el momento de ponérselo más difícil. Como, por ejemplo,
esconder los trozos por toda la casa, rincones, tras las puertas, debajo de las sillas,
debajo de las mesas. EN este caso el perro tendrá que usar mucho más el olfato y
se tendrá que concentrar más. Es importante que pongamos muchos inicialmente,
para que el perro siempre encuentre y se motive. Si solo ponemos un trozo, el
perro no lo encontrará y se desmotivará.

Hora de ir al parque
En el césped también podemos hacer trabajos de olfato, es una de mis
actividades favoritas, y la de mi perro. Haremos lo mismo que en casa, pero esta
vez los tiraremos al césped. Poco a poco, cuando veamos que el perro se los
acaba cada vez más rápido, podemos repartir los premios más separados entre sí,
o buscar una zona muy amplia para poder repartirlos mejor. En el sitio al que
llevo a Oso, una amplia con césped, se puede tirar fácilmente entre 30-40
minutos con el trabajo de olfato.

Oso en su trabajo de olfato nocturno

Capítulo 2
34
El olfato
EL TRABAJO DE OLFATO CANSA,
RELAJA Y EL PERRO LO DISFRUTA
Cuando el perro busca la comida por el suelo tiene que activar muchas cosas de
su cerebro. Y todos sabemos que el ejercicio mental cansa más que el ejercicio
físico. Generalmente, a todos nos cansa más una hora de estudio intenso que una
hora andando.
El trabajo de olfato es un ejercicio mental muy potente. El perro se cansará más
que una hora paseando. Se tiene que concentrar, pensar, estar continuamente
procesando la información de su entorno. El perro se cansa y relaja. Es como
cuando vamos a leer un libro, o nos relajamos o no podemos leerlo. Después de
leer durante un rato, nos sentimos bien, tranquilos, relajados.

“CORRO CON MI PERRO Y LE TIRO LA


PELOTA, PERO CUANDO VOLVEMOS
A CASA, ESTÁ COMO UNA MOTO”
Permitidme que me ponga un poco técnico, porque si no lo hago, esto no se va a
entender.
El estrés juega un papel muy muy importante en esta parte. Cuando corremos el
perro tiene estrés, y cuando le tiramos la pelota, el perro tiene estrés. Pero
tranquilos, que no es un estrés malo. Se denomina “eustrés” o estrés positivo y se
da cuando el perro está bajo una situación de estrés, pero con una emoción
positiva. Si vamos a un partido de cualquier deporte que nos guste, mientras lo
vemos, estamos disfrutando y excitados. Por lo que después de ver el partido
seguimos excitados hasta que más o menos tarde, nos relajamos. Cuando salimos
a correr con nuestro perro, activamos en él muchas cosas. Articulaciones,
músculos, sube la presión arterial, suben las pulsaciones, muchas cosas de su
cerebro se activan. Por lo que cuando llegamos a casa, el perro está como una
moto y tarda bastante en relajarse. ¿Quiere decir eso que correr es malo? No, al
contrario. Correr con nuestro perro es estupendo. Si quieres tener a un perro
atlético, con fuerza, adelante, es una buena actividad. Pero si lo que quieres es
relajarlo, no es la mejor opción. Para ello, el trabajo de olfato es tu mejor opción.
Obviamente, se pueden combinar ambas cosas.

Capítulo 2
35
El olfato
¡COMBATE EL ESTRÉS!
Actualmente existen estudios que afirman que realizar trabajos de olfato
disminuye el estrés del perro al estar realizando una actividad tranquila, divertida
y reforzante. Ante perros con problemas emocionales viene genial combatir el
nivel alto de estrés con trabajos de olfato. Va genial con aquellos perros que no
se relajan en la calle o perros con miedo a salir a pasear. Los relaja antes de
afrontar una situación problemática. Y después de la situación problemática, si
hacemos un trabajo de olfato, volvemos a equilibrar emocionalmente al perro.

ESTO DEL OLFATO ES TODO UN


MUNDO
Podemos hacer verdaderas maravillas con esto del olfato y te puedes estrujar
mucho la cabeza para poder inventar ejercicios nuevos para que tu perro olfatee.
Hemos explicado el más sencillo y conocido, que no requiere nada más que tener
comida cortada en trozos muy pequeños. Pero aquí dejo más ideas para practicar
otros trabajos de olfato.

1 SNUFFLEMAT O ALFOMBRA OLFATIVA


Es una alfombra con un tejido que simula el césped, para que siempre
puedas trabajar el olfato con tu perro estés donde estés. Te la llevas en
una mochila y ya puedes trabajar el olfato en tu coche, en tu veterinario,
en un viaje, etc.

Capítulo 2
36
El olfato
2 TRABAJOS DE OLFATO EN ÁRBOLES
Ve a una zona del parque con muchos árboles y pon los premios entre sus
cortezas. Hazlo en muchos. Es súper divertido ver a tu perro yendo por los
árboles encontrando la comida.

3 TRABAJO DE OLFATO CON TOALLAS


Con una simple toalla se pueden conseguir que el perro esté un buen rato
olfateando. Ponemos la toalla en el suelo, totalmente extendida.
Pondremos los premios encima e iremos doblando las esquinas de la toalla
hasta que esté totalmente plegada con la comida escondida dentro, y que
el perro tenga que desenrollarla para localizar todos trozos.

Capítulo 2
37
El olfato
4 SI TIENES JARDÍN,
TIENES UN PARQUE DE OLFATO
Puedes esconder su comida por todo el jardín, por el césped, por los
árboles, por las piedras, debajo de las sillas de la terraza, etc. Hazlo al
principio de forma muy sencilla para que al perro no le cueste mucho. Y
poco a poco vas escondiéndoselas más por todo el jardín.

Capítulo 2
38
El olfato
puntos importantes

1 Necesario en su vida

2 Su manera de conocer el mundo

3 Practícalo en entornos tranquilos

4 El olfato cansa y relaja

5 Disminuye niveles de estrés

6 El perro lo disfruta

7 Gran comodín para todo

Capítulo 2
El olfato 39
3
CAPÍTULO 3.

ENRIQUECIMIENTO
AMBIENTAL

Capítulo 3
40
Enriquecimiento ambiental
¿QUÉ ES EL ENRIQUECIMIENTO
AMBIENTAL?
La definición de enriquecimiento es mejorar algo, y hacer que ese “algo” adquiera
más valor, que sea mejor y que tenga más sentido. El enriquecimiento canino es
básicamente mejorar la vida del perro, donde su entorno es interesante y es rico
en cosas que tienen significado para el perro.

¿QUE SERÍA PARA EL SER HUMANO EL


ENRIQUECIMIENTO AMBIENTAL?
Tener sofás en nuestra casa, tener libros, tener música, tener televisión, tener
NETFLIX, HBO, tener móvil, tener internet, tener un escritorio, cuadros, camas,
ropa, ir al cine, ir de fiesta, ir de viaje, hacer una ruta por la montaña, etc.
Imagínate que un día te quitan TODO eso. Que te encuentras sola/o en una casa
sin nada. No tienes nada. Solo puedes salir a la calle 3 veces al día, y encima no
puedes ir donde tú quieres. Tu vida la dirige alguien. Sales de paseo 3 veces
durante 20 minutos. Es decir, en total, 60 minutos al día son los que estás fuera
de casa. Lo que implica estar las 23 horas restantes encerrado en casa, en un piso
o en un chalé. Pero ambos vacíos. No tienes nada de lo que sueles usar en casa o
te gustaría hacer. ¿Cómo te sentirías? Seguramente aburrido, con estrés y
desarrollarías problemas emocionales.

Ahora veámoslo desde el punto de vista del perro. Digamos que sale entre 2-3
horas al día. El resto del día tiene que estar en casa. Teniendo en cuenta que los
perros duermen entre 12-16 horas (y hay bastantes días que ni 12), pasa de 6 a
10 horas despierto en casa. Son 10 horas en las que se supone no pueden hacer
nada. No tienen que molestarnos cuando estamos haciendo algo. No tienen que
mordernos nada. Solo tienen sus juguetes para entretenerse, en caso de que
tengan. Es insuficiente para el perro.

¿Entiendes ahora por qué es posible que te haga destrozos en casa?


Efectivamente, porque es muy posible que se aburra. Puede tener estrés por no
tener nada que hacer o que desarrolle problemas emocionales debido al
aburrimiento. Imagínate tú 10 horas sentado en un sofá con los ojos abiertos, día
tras día, y así toda la vida.

Capítulo 3
41
Enriquecimiento ambiental
Pues bien, el enriquecimiento canino está para eso, para
mejorar el entorno del perro. Un entorno enriquecido, en
el que sea agradable vivir y en el cual se puedan hacer
cosas que satisfagan las necesidades del perro.

MEDIOS QUE USAREMOS PARA EL


ENRIQUECIMIENTO
Este punto es complicado porque no todos los perros son iguales y cada uno
disfruta con cosas diferentes. Debido a esto, lo que expongo a continuación, son
las características generales de las técnicas para el enriquecimiento. Pero
siempre se podrán encontrar otras, probando con tu perro y averiguando qué es
con lo que más disfruta:

1 JUGUETES INTERACTIVOS CON COMIDA


No te preocupes si no sabes qué son, más adelante los explicaremos
con más detenimiento. Pero básicamente son juguetes en los que
podemos introducir comida para que el perro tenga que esforzarse y
motivarse en sacarla. La marca más conocida es KONG, tienen
juguetes bastante resistentes para la mayoría de los perros. Luego
tenemos marcas como Busy Buddy, ZogoFlex, Zeedog, y otras
muchas más que puedes encontrar en el mercado.

Capítulo 3
42
Enriquecimiento ambiental
2 TRABAJOS DE OLFATO
Aquí podemos aplicar todo lo aprendido en el capítulo 2: El olfato.
Todas las técnicas enseñadas son perfectamente aplicables a
cualquier entorno. Cómo he hablado más arriba trabajar el olfato en
nuestra casa, o en el entorno en el que nos encontremos, hará que el
perro poco a poco vaya viendo ese entorno como algo agradable y
positivo además de interesante.

SALIDAS A ENTORNOS
3 NOVEDOSOS
Salidas a la montaña, playa, parques nuevos, calles diferentes, etc

4 PUNTOS DE DESCANSO
Camas, sitios de descanso cómodos por la casa. Eso de que los perros
prefieren el suelo no es cierto, todos prefieren dormir blandito. ¿Qué
preferirías tú, dormir en el suelo o en una cama blandita? Creo que
todos preferimos dormir en algo blandito, los perros igual. Salvo los
casos en que el perro pase calor y prefieran el suelo frio para
refrescarse. Pero en invierno, sin duda alguna, elegirán una buena
cama. Es muy importante que el perro tenga diferentes puntos de
descanso en casa, lo que conlleva disponer de varias camas.
Dependiendo del día o de la situación, nuestro perro preferirá dormir
en un sitio de la casa u otro. Hay que facilitarle que pueda elegir
donde realizar su descanso.

5 JUGUETES DE USO INDIVIDUAL


Juguetes que no sean interactivos. Peluches, pelotas, cuerdas. Para
que te hagas una idea, yo suelo tener entre 6-7 juguetes por mi casa
siempre disponibles para mi perro. Y créeme, son pocos.

Capítulo 3
43
Enriquecimiento ambiental
6 INTERACCIÓN SOCIAL
También enriquece el entorno tener interacciones sociales. Igual que
ocurre con los humanos, tener interacciones sociales satisfactorias
con otros sujetos sociales con los que te llevas bien, es también una
forma de enriquecimiento del entorno. Un entorno en el cual vive
gente con la que no interactúas o no te llevas bien va a ser mucho
menos enriquecidor.

SONIDOS AGRADABLES
7 Los sonidos también son enriquecedores para el perro, sonido de los
árboles, de los pájaros, música tranquila, o cualquier otro sonido que
no suponga un problema para el perro, puede ser un tipo de
enriquecimiento canino (¡petardos no!).

8 LAS ALTURAS
A muchos perros les encanta ponerse en sitios algo más altos de lo
habitual, se sienten más seguros y protegidos desde esa posición.

9 OTROS TIPOS DE ENRIQUECIMIENTO


Poner una piscina hinchable en nuestra terraza, si es posible y si a
nuestro perro le encanta el agua, o llenar una piscina con bolas, si
alguna vez ha tenido ocasión de hacerlo y ha demostrado gustarle.
Hay gente que incluso rellena su piscina hinchable de arena o tierra
para que sus perros puedan rebozarse, rascar o hacer agujeros. Hay
un vídeo muy gracioso de un Labrador al que llevan al parque en
otoño, donde hay montones de hojas y siempre le encanta ir
corriendo, saltar y perderse dentro; eso es enriquecimiento canino. Al
fin y al cabo, es intentar adaptar nuestro entorno a lo que le gusta al
perro (dentro de uno límites claro, tampoco queremos convertir
nuestro céntrico piso en una playa.)

Capítulo 3
44
Enriquecimiento ambiental
COMENCEMOS POR LOS JUGUETES
INTERACTIVOS
Pensemos en una cosa: ¿Hay algún animal salvaje del planeta al que la comida le
llegue en un cuenco, ya preparada, y que no le suponga ningún esfuerzo
conseguirla? No, no lo hay. Estas facilidades para conseguir la comida solo se dan
en el caso de los animales domésticos. Pero si estos animales estuvieran sueltos
por el monte, nadie les pondría el alimento en bandeja, lo que les generaría una
motivación continua por conseguirla. Pues bien, solemos desaprovechar con los
perros esa motivación por conseguir la comida. Llegamos, les ponemos su pienso
en el cuenco, se lo comen en 20-30 segundos y listo. Los juguetes interactivos,
como he dicho antes, son juguetes donde puedes meter algo de comida para que
el perro tenga que interactuar de alguna forma con ellos para sacarla.
Hace ya un par de años que Oso no ha vuelto a comer de un cuenco. Siempre
come de manera que tenga que esforzarse por conseguirla.
Y, ojo, no malinterpretar esta idea en el sentido de “EL PERRO TIENE QUE
TRABAJAR PARA CONSEGUIR SU COMIDA Y SI NO TRABAJA NO COMERÁ
HASTA QUE LO HAGA”. Lo que hay que buscar es darle la comida a nuestro
perro de forma que pase un momento divertido, interactivo y motivante mientras
la consigue.
Resumiendo, si le damos de comer en un cuenco, estamos desaprovechando un
momento valiosísimo para motivar y entretener al perro, cuando podríamos estar
poniéndole un reto con el que disfrutaría para conseguir el beneficio de la
comida.

Por supuesto que el momento de comer no es el único momento en el que le


podemos poner los juguetes interactivos. Por ejemplo si tu perro come Barf o
cualquier otro tipo de alimentación natural, es un poco complicado darle de
comer de esa manera por todo lo que se puede ensuciar. Tendrás que escoger
otro momento para preparar los juguetes interactivos, con otro tipo de
alimentación como por ejemplo trocitos de pavo, pollo, etc.

Capítulo 3
45
Enriquecimiento ambiental
¿SABES CUÁL ES LA DIFERENCIA
ENTRE PONERLE LA COMIDA EN UN
CUENCO Y EN JUGUETES
INTERACTIVOS?
EN CUENCO INTERACTIVO
Tarda 15/20
Tarda 20 segundos
minutos
No genera ninguna Genera motivación por
motivación y no conseguir la comida,
combate el combatiendo el
aburrimiento. aburrimiento.

No se cansa Se cansa

Aumenta el valor en la
La comida pierde el
comida por ser un
valor por ser algo fácil
recurso algo difícil de
de conseguir
conseguir.

Aporta múltiples beneficios


para la mejora de la salud
No le aporta ningún cognitiva, la resolución de
beneficio a nivel problemas, la seguridad en
cognitivo. sí mismo, la resistencia a la
frustración, el autocontrol,
la gestión emocional, la
gestión del estrés y la
autonomía

Capítulo 3
46
Enriquecimiento ambiental
Como ves, todo son ventajas y lo he comprobado con Oso,
que siempre come a través de herramientas interactivas
adecuadas a su nivel. Muchos piensan que darle de comer
de esta forma hace sufrir al perro y prefieren ponérselo
fácil. Pero realmente el perro lo disfruta, obtiene
beneficios de ello, combatimos su aburrimiento, gana
seguridad en sí mismo y enriquece su entorno.

¿CÓMO USAR LOS JUGUETES


INTERACTIVOS?
La importancia de la comida
De nuevo la comida que escojamos juega un papel muy importante. Vuelvo a
poner el ejemplo de los trabajos de olfato: ¿Trabajarías 10 horas al día por 200
euros al mes? Salvo que te mueras de hambre no, no te compensa. Pues si
escogemos con el perro un alimento que no le guste, no va a sentirse motivado
por conseguirlo ni va a ponerse a pensar cómo sacar la comida del juguete. Es
muy importante que escojamos un alimento que le guste mucho. En este aspecto
hay de todo, hay perros que se motivan mucho por conseguir su pienso, pero hay
otros que no se motivan ya que es algo que comen todos los días y no tiene un
valor alto para ellos. De nuevo, tienes que conocer a tu perro y saber qué comida
le va a motivar.

Pavo Hígado
Pollo Su pienso
Pechuga Premios saludables

Capítulo 3
47
Enriquecimiento ambiental
La importancia de la dificultad
Este es el punto donde mucha gente suele fallar a la hora de plantear las
herramientas interactivas. Esto es algo que puede provocar en el perro una
desmotivación, frustración y una bajada de seguridad en sí mismo. Tenemos que
plantear estas herramientas adecuadas para cada perro. Hay perros que
necesitan comenzar con retos sencillos y que poco a poco vayamos subiendo la
dificultad cambiando de herramientas o la manera de prepararlas. En caso
contrario, el enriquecimiento ambiental deja de ser enriquecimiento y se
convierte en un malestar para el perro. Recuerda que enriquecer el entorno es
hacer de ese entorno algo mejor donde el perro se siente cómodo y a gusto. Deja
de enriquecer cuando constantemente se está encontrando con retos irresolubles.
No tenemos que preparar retos súper difíciles ni pretender que el perro esté 40
minutos enfocado en un juguete. Tiene que ser un reto totalmente asequible para
él, con el cual se mantenga motivado y pueda resolverlo siempre.

La elección de la herramienta interactiva


En el mercado hay cientos de juguetes interactivos, de diferentes formas, texturas
y marcas. Hay tal variedad de juguetes, con formas y texturas diferentes, con
distintas formas de sacar la comida de su interior, que es difícil elegir uno en
concreto. Además, a cada perro le gustarán unos más que otros. En mi caso he
ido practicando lo de la prueba y error. He observado cómo tiende a sacar la
comida, si con la lengua, las patas, los dientes, si los lanza, etc… Y en función de lo
que he visto he ido seleccionando los mejores para él. Hay perros que usan más
un recurso que otro a la hora de plantearse un reto. Por ejemplo Oso usa mucho
sus patas y su lengua pero no usa tanto los dientes o la fuerza. Por lo que muchos
de los juguetes que le compro están diseñados para que use las patas o lengua y
no tanto la fuerza o dientes.

Cómo prepararlo para su uso


Una vez hayamos escogido el tipo de juguete que le podría gustar a nuestro
perro, es la hora de prepararlo. La mejor manera de comenzar correctamente es
cortar el alimento que le guste en trozos muy pequeños y rellenar el juguete
ENTERO. Insisto, entero, casi rebosando. Esto hará que con cualquier leve
movimiento, la comida salga fácilmente, que las primeras veces sea sencillo para
el perro extraerla, y así vaya cogiendo confianza y aumentando sus ganas de
interactuar con el juguete.

Capítulo 3
48
Enriquecimiento ambiental
También podemos utilizar comida untable en lugar de comida sólida troceada,
que también aumenta la motivación del perro para interactuar con el juguete por
el simple hecho de extraerla de manera continua con la lengua.

A medida que veamos que el perro va consiguiendo la comida, podremos ir


aumentando la dificultad, cortando los trozos de comida algo más grandes y en
menor cantidad para que se dificulte un poco el ejercicio. Algo que
personalmente me gusta mucho a la hora de ponérselo un poco más complicado,
es poner algunos trocitos de pan dentro para que hagan de “tapón” y no salga
fácilmente la comida hasta que quite el tapón. Pero recordad, el perro tiene que
ser capaz, en mayor o menor tiempo, de sacar SIEMPRE la comida. Si no consigue
sacarla es que lo hemos complicado mucho para él, y habrá que volver a
intentarlo, pero con algo mucho más sencillo.

Un parque de juguetes interactivos


Una de las ventajas de los juguetes interactivos es que podemos tener varios y
ponérselos todos a la vez, por ejemplo, 3 o 4 diferentes, con los que tenga que
sacar la comida de manera diferente, suponiéndole distintos retos. Es algo que a
nivel personal me encanta hacer con mi perro Oso, ver cómo usa diferentes
recursos para cada tipo de juguete. Uno lo lanza por los aires para que bote y
salga la comida, otro lo empuja con el hocico para que ruede, otro se lo pone
entre las patas usando los dientes para sacar la comida y con el otro da zarpazos.

Incluso si ya has practicado los trabajos de olfato con tu perro puedes ir


escondiendo estos juguetes por la casa para que, primero, use el olfato para
encontrarlos y, segundo, una vez encontrado, se tenga que esforzar en sacar la
comida de su interior. Si se plantea algo así podemos tener al perro entretenido
fácilmente durante media hora, habiéndonos costado solo 5 minutos prepararlo.

Espero estar transmitiendo la importancia de esta técnica para el bienestar del


perro y evitar su aburrimiento. No hay que verlo como “estos son los juguetitos
del perro.” No, nos estamos refiriendo a herramientas interactivas indispensables
para su bienestar emocional, cognitivo y físico. Para tener a un perro feliz. Esto es
un PILAR BÁSICO para la vida de cualquier perro, sin eso será difícil conseguir
su bienestar. Es necesario enriquecer nuestra casa con juguetes interactivos, que
el perro disfrute sacando la comida, que el perro pase un buen rato y que se
canse. Acuérdate del ejemplo de NETFLIX, de los libros que tienes en casa, de tu
televisión, etc. ; son herramientas que enriquecen tu vida. Pues una de las
herramientas que enriquecen la casa para tu perro son los juguetes interactivos.

Capítulo 3
49
Enriquecimiento ambiental
CUANDO EL ENRIQUECIMIENTO
AMBIENTAL SE CONVIERTE EN TODO
LO CONTRARIO
Imagínate que te dicen: “Hay 10.000 euros dentro de esa caja de metal. Son tuyos
si consigues abrirla”. Tú, motivadísimo, empezarás a probar diferentes técnicas
para poder abrir esa caja. Pero lamentablemente esa caja está bien cerrada y
jamás conseguirás abrirla. Tu mente pasará por varios procesos: Motivación -
Frustración - Nivel de estrés alto - Más frustración - Nivel más alto de estrés -
Desmotivación - Pérdida de interés. Esto que he descrito suele pasar en muchos
perros cuando hacemos UN MAL USO, o preparamos incorrectamente el uso de
juguetes interactivos. Es típico escuchar: “Es que mi perro no quiere trabajar, es
un vago. Al principio sí que quería, pero fue perdiendo la motivación”. Y esto se
debe, como he dicho antes, a una falta de motivación por una mala preparación
del juguete interactivo. Todos los beneficios que se supone podemos obtener, no
se conseguirán y lo que ocurrirá es que el perro se frustrará, se desmotivará y la
próxima vez no lo intentará. Si alguien que empieza en el boxeo, sólo lucha contra
el campeón del mundo, perderá, se desmotivará y no querrá luchar nunca más.
Del mismo modo, no le pongas a tu perro un KONG relleno de comida y tapes el
agujero con cemento. Haz que sean retos ALCANZABLES por el perro, que sea
algo que sea capaz de resolver y así conseguirás obtener los beneficios los
juguetes interactivos.

Lógicamente podemos ponerle retos difíciles cuando el perro sea capaz de


resolverlos, gracias al entrenamiento realizado con anteriores retos más
asequibles. De esta forma irá aumentando su motivación.

En definitiva, adecúa la dificultad de los juguetes


interactivos en función del nivel de tu perro.

Capítulo 3
50
Enriquecimiento ambiental
LA IMPORTANCIA DE TENER VARIAS
CAMAS
Los perros necesitan varios puntos de descanso en casa, necesitan poder elegir
un punto de descanso en función del momento del día. En función de la
temperatura, de la luz, del movimiento de la casa, del ruido, de la hora del día.
Tener solo un punto de descanso imposibilita al perro de tomar una decisión de
dónde dormir, obligándolo siempre a dormir en un lugar en concreto. Imagínate
que montas una fiesta en casa, te traes a unos cuantos amigos y vais al salón,
donde suele dormir tu perro siempre, donde tiene su única cama y en la única que
quiere dormir. Seguramente al final se quiera ir a descansar, pero no tiene otro
sitio para ello. Es mucho mejor para él que sepa que tiene otra cama en una
habitación apartada del ruido para poder estar tranquilo.

Tener varios puntos


de descanso por la
1 Habitación
casa enriquece el
entorno, haciendo
que el perro pueda
2 Salón
elegir en todo
momento donde le
apetece más estar. 3 Pasillo de casa

En zona
4 tranquila

Capítulo 3
51
Enriquecimiento ambiental
LA IMPORTANCIA DE TENER OTROS
TIPOS DE JUGUETES POR LA CASA
Del mismo modo que nosotros tenemos muchas cosas en casa, repartidas por
armarios y estanterías, que nos gustan pero que no usamos de forma continua,
salvo los momentos en los que nos apetece (libros, discos, fotos), los perros
también necesitan tener juguetes (no interactivos) como cuerdas, peluches,
pelotas o cualquier otro objeto que les agraden. Aunque no los usen a todas
horas, es importante que los tengan a su disposición para disfrutar de ellos
cuando les apetezca.

Algunos perros son tremendamente dependientes de los juguetes y algunos


tutores, equivocadamente, se los quitan para “evitar” esa dependencia. Pero ahí lo
único que conseguimos es hacer al perro más dependiente todavía pues el
recurso adquiere más valor al no tenerlo siempre disponible. ¿Cuándo tiene más
valor la televisión? ¿Cuándo nos dicen que solo podemos verla de 11 a 12 de la
mañana? ¿O cuando le tenemos siempre disponible? Adquiere más valor cuando
sólo la podemos ver de 11 a 12 de la mañana por ser un recurso limitado; pero
cuando SIEMPRE la tienes disponible, pierde el valor.

Por este motivo, si tenéis perros que están todo el día con
el juguete, no se lo quitéis, dejádselo. Y no solo un
juguete, dadle 6 o 7. Con el paso de las semanas y SIN
RETIRARLOS, el perro debería ir empezando a darles
menos valor.

Por cierto, con los juguetes interactivos con comida pasa lo contrario, yo quiero
que siempre sean de mucho valor para el perro. Por eso, lo que hago es dárselos y
una vez han conseguido sacar la comida en su totalidad, se los retiro. Con esta
técnica conseguimos que el juguete interactivo sea de valor para ellos al ser un
recurso limitado y siempre tengan la motivación por interactuar con ellos. De lo
contrario es posible que, con el paso del tiempo, el perro pierda el interés por ellos
a pesar de ir rellenos de comida.

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 52
HABLEMOS DE LA IMPORTANCIA DE
LA INTERACCIÓN SOCIAL
Aunque más adelante en este libro le dedico una parte significativa al aspecto de
la interacción social, anticipo aquí algunos conceptos. ¿Cómo te sientes mejor,
con personas a las que quieres cerca de ti para interactuar con ellas o estando
completamente solo sin nadie con quien hablar? A los perros también les pasa lo
mismo. Es muy importante que todos los días dediquemos un rato a interactuar
afectivamente con ellos; tumbarnos con ellos en el suelo, darnos mimos, echar
una pequeña siesta juntos, etc.

Para mí no es suficiente que la persona a la que quiero me dé un par de besos al


llegar a casa, pero que luego no cruce palabra conmigo el resto del día. Yo quiero
sentarme a hablar con ella, comunicarnos, reírnos, contarnos cosas. Relajarnos
juntos. Muchos perros tienen sus paseos, su comida y un par de caricias que les
das de vez cuando o al llegar a casa. Pero eso no es suficiente para su bienestar,
tienes que sentarte con él y estar un buen rato comunicándoos cosas, jugando,
dándole caricias, relajación, jugar al escondite. En definitiva, interactuar juntos,
que haya comunicación, complicidad y afecto.

Es realmente triste ver a perros que después de 10 años junto a su tutor no


sienten ni una pizca de afecto porque el tutor no se ha dado cuenta de que el
perro es un animal social, que tiene muchas capacidades de comunicación y
puede sentir mucho afecto hacia otro sujeto social, si se le corresponde.

Oso y yo dándonos "cariñito".

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 53
IR A PASEAR A ENTORNOS
ENRIQUECIDOS Y RICOS EN OLORES
El mar, la montaña, salir después de que haya llovido, el bosque, el musgo, el
rastro de un olor de conejo. Todos esos olores tan fuertes y distintos a los
habituales son muy, muy enriquecedores para un perro. Mucha gente los suele
sacar siempre por el mismo sitio, calles o parques. Al principio es enriquecedor
para el perro pues aún no está acostumbrado y todo es nuevo, pero con el paso
de las semanas el perro se acostumbra, haciendo así que el entorno sea menos
enriquecedor. Es muy importante pasear con nuestro perro por entornos
novedosos, ricos en olores. A mí me gusta cada 2 o 3 días cambiar totalmente su
paseo para llevarlo a sitios nuevos o a los que no vamos desde hace tiempo.
Escojo un entorno enriquecido en olores y tranquilo. Donde no haya demasiada
gente ni muchos perros para que se centre en investigar el entorno de manera
tranquila.

Voy a poner un ejemplo que se va a entender muy bien. La primera vez que vais
a una ciudad miráis y observáis constantemente sus edificios y monumentos, su
arte, sus calles, la gente y sus costumbres, reconocéis olores distintos a aquellos a
los que estáis habituados, etc. Y al final del día estás agotado de todo lo que has
andado y disfrutado, y muy enriquecido por todo lo nuevo que has tenido la
oportunidad de conocer. En cambio, cuando andas por tu ciudad, ya no sientes
enriquecimiento, todo es conocido y habitual para ti. Puede ser que pases por una
calle con edificios preciosos y ya no los mires, porque ya no te maravillan como
cuando los vistes por primera vez.

Incluso si no tienes ocasión o te resulta complicado ir al monte o a la playa,


puedes ir a un parque que esté a 15 minutos de tu casa, pero que el perro aún no
conozca, o a calles tranquilas por la que nunca haya pasado. Cualquier lugar
novedoso va a ser mucho más enriquecedor para tu perro que los que visita a
diario. E importante también es que sea un sitio tranquilo, con no mucha gente o
mucho ruido, ya que en caso contrario suelen provocar estrés en el perro si no
está acostumbrado.

Resumiendo, esos lugares, tranquilos, con diversos olores,


novedosos, son muy enriquecedores para el perro y hay
que acudir a ellos con frecuencia.

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 54
¿Y QUÉ HAY DE UN CHALÉ CON
JARDÍN, ES MÁS ENRIQUECEDOR QUE
UN PISO O APARTAMENTO?
Aunque en principio parezca que un chalé con jardín siempre será mejor que un
piso, depende de cómo usemos esa posibilidad de enriquecimiento, que eso sea
bueno o no. Mucha gente piensa que con tener un jardín ya hay mucho ganado,
hasta incluso que no hace falta que el perro salga de casa nunca porque con un
jardín “por el que pueda correr” ya es suficiente.
Y nada más lejos de la realidad. He visto perros “desquiciados” que viven en un
jardín y perros realmente tranquilos y felices en un piso (yo tengo dos perros de
35 y 50 kilos en un piso en el centro de Valencia, y por supuesto, sí, se puede
tener a perros realmente felices en un piso). Por lo que no por tener un jardín
hemos conseguido todo. Tener un jardín nos ayuda y nos puede traer beneficios,
pero no reemplaza a los trabajos de enriquecimiento de los que estamos
hablando.
Reflexionemos. ¿Prefieres un jardín, para qué? ¿Para que tu perro corra? Los
perros no corren sin sentido, no se ponen a correr porque sí, no corren sólo por
hacer ejercicio. Corren por alguna razón. Un jardín, por sí mismo, no va a hacer
que nuestro perro corra. ¿Tienes un jardín que produzca distintos olores (no es lo
mismo césped natural que césped artificial)? Esta opción parece mejor, pero hay
un PERO. El jardín siempre es el mismo, mismos olores, mismos estímulos. Al
cabo de unos días, nada nuevo para el perro.

Y de nuevo, como el símil con el ser humano que estamos utilizando desde el
principio del libros. ¿Qué pasa si no tenemos nada nuevo en la vida?
Aburrimiento. Da igual que tengamos 20 metros de parcela, o 200. Siempre hay
lo mismo. Siempre va a pasar lo mismo. Nada nuevo. Los perros al final no se
beneficiarán de lo que tú pretendías. Por eso tendremos que seguir sacando a
nuestro perro, para seguir enriqueciéndolo con entornos novedosos, olores nuevos,
árboles nuevos, ruidos nuevos, perros nuevos, personas nuevas, objetos nuevos.

Tener un jardín nos ayuda, por ofrecer más espacio para desarrollar actividades
con el perro, pero nada más. El jardín le beneficia SI TÚ le das cosas que hacer de
manera diaria, por la comodidad del espacio y un fácil enriquecimiento del
mismo, pero si simplemente le sacas al jardín cada mañana, y no haces nada más,
seguirá siendo el mismo espacio aburrido para él, en el que nunca sucede nada
nuevo.

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 55
El perro seguramente esté en una puerta apoyado descansando, esperando a un
estímulo novedoso con el cual interactuar, pero cuando desaparezca ese estímulo
novedoso, volverá el aburrimiento de nuevo. Los perros de chalé tienen que salir a
diario de casa, los perros de chalé tienen que tener trabajos de olfato,
enriquecimiento ambiental, puntos de descanso, interacción social, etc.
Lo mismo que un perro de piso.

LOS PERROS Y LOS LUGARES


ELEVADOS
Por norma general, a muchos perros les gusta estar en lugares elevados. No
estamos hablando de una altura exagerada (2, 3 o más metros), pero sí les suele
gustar estar a medio metro / un metro de altura, encima de sofás, encima de
cualquier cosa en la cual puedan observar y descansar tranquilamente. A muchos
les genera una seguridad mayor estar por encima de las cosas que le rodean.

Con ese tipo de perros sería una buena idea tener un par de puntos elevados y
cómodos, a los que puedan subirse cuando les apetezca. Es por eso que a los
perros les gusta tanto dormir en nuestros sofás o camas, porque se sienten más
seguros, tranquilos y cómodos. Yo tengo un cliente que le ha puesto una camita
en altura, a la cual su perro puede subir por unas escaleras hasta llegar a su lugar
de descanso.

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 56
OTROS TIPOS DE
ENRIQUECIMIENTO
Este punto lo he añadido para que le des rienda suelta a tu imaginación. Como ya
he dicho unas cuantas veces: "No hay nadie que conozca mejor a tu perro que tú
mismo." Por lo que hay otras muchas cosas que se pueden poner en práctica para
enriquecer el entorno de nuestro perro.

Muchas veces tiramos cosas a la basura que nos harían un buen papel a la hora
de poner en práctica los juguetes interactivos. Sí, podemos hacer también
juguetes interactivos caseros, que por cierto, son mis favoritos.

Esa caja de zapatos que acabas de tirar a la basura sería de muchísima utilidad
para meter premios dentro y que el perro interactuara ella para sacarlos. Y sí,
esos rollos de papel higiénico que están en tu contenedor también nos vendrían
genial para poder meter comida dentro y hacer "sobrecitos" con ellos para poder
repartirlos por la casa y que nuestro perro los buscara. Si ponemos a funcionar
nuestra imaginación, podemos montar verdaderos retos para nuestros perros, sin
gastarnos nada de dinero.

Ejemplo #1 - Cajas de cartón


1 2

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 57
3 4

Ejemplo #2 - Vasos de plástico


1 2

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 58
3 4

Muchos otros ejemplos en mi Instagram


@hablaconellosec

¡Y MUCHO
MÁS!

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 59
Resumiendo todo lo dicho en este capítulo, se trata de
mejorar la calidad de vida de nuestros perros en su
entorno. Mucha gente puede ver ridículo o innecesario
ponerle una escalera a un perro para que suba a su cama
en altura, montarle un parque de juguetes interactivos o
que tenga varias camas por la casa. A nuestros bebés les
llenamos su cuarto de juguetes, le compramos un buen
carro y a día de hoy, una buena tablet para que empiece
a relacionarse con las nuevas tecnologías.
Nuestro perro va a vivir con nosotros 10-15 años, él
también se merece un entorno acorde a sus necesidades
básicas. Me alegra pensar y ver que esto, poco a poco,
está cambiando y que la gente ya no tiene la imagen de:
“El perro tiene que dormir en el suelo porque es un perro,
no puede entrar en casa porque es un perro, solo puede
tener un juguete porque es un perro, no le podemos tocar
porque es un perro.”
El perro es un animal social, que piensa y que nos quiere.
Él también quiere tener un buen entorno, él también
quiere dormir blandito, él también quiere sentir afecto
hacia otro sujeto social y él también necesita una
estimulación mental.

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 60
puntos importantes

1 Juguetes interactivos y caseros

2 Juguetes de uso individual

3 Trabajos de olfato

Actividades sociales
4
diarias

Sonidos agradables y no
5
molestos

Salidas a entornos
6
novedosos

7
Varios puntos de descanso
y alturas

Capítulo 3
Enriquecimiento ambiental 61
4
CAPÍTULO 4.

ENTRENAMIENTO

Capítulo 4
62
Entrenamiento
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE
ENTRENAR CON NUESTRO PERRO?
Entrenar con nuestro perro es necesario y fundamental, por ser una de las
mejores formas para crear vínculo, entendimiento y comunicación. Da igual lo
que entrenes, lo importante es hacerlo. Cuando hablo de entrenamiento me
refiero a entrenar tanto la obediencia, como cualquier otra capacidad física,
emocional, cognitiva o social del perro. Porque sin entrenamiento no hay mejora.
Pensar que la educación de un perro no consiste en entrenar o evitar cualquier
ejercicio de obediencia, es erróneo e ineficaz a la hora de educarlo. Si no ejercitas,
no podrás comunicarte con él, no acudirá a la llamada, ni sabrá lo que significa
“no” o “suelta”. Todos estos problemas surgen con nuestros perros de manera
cotidiana y si esas acciones no se entrenan, él jamás sabrá lo que estamos
pidiéndole que haga.

Nuestro perro quiere entendernos, ciertamente. Es un animal que se pasa el día


mirándonos, intentando descifrar las señales que emitimos. Pero
lamentablemente ellos solos no pueden hacerlo, es necesario pasar por un
proceso en el que ambos, tanto el tutor como el perro, estén involucrados en el
mismo aprendizaje. Para ello se utiliza el entrenamiento, del que vamos a hablar
en este capítulo.

Entrenando con Oso

Capítulo 4
63
Entrenamiento
LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO Y
DEL ESTADO EMOCIONAL DEL PERRO
ANTES DE ENTRENAR
Tenemos que comprobar ciertas cosas antes de poder empezar a entrenar
adecuadamente.

Lo primero es escoger el entorno donde vamos a realizar el entrenamiento.


Necesita ser un entorno tranquilo y sin estímulos. Normalmente la casa es el
mejor sitio para entrenar. También puede ser una calle o callejón por el que no
pase gente ni haya perros ni cualquier otro tipo de estímulo que le distraiga. Es
decir, necesitamos un entorno tranquilo que favorezca el entrenamiento al
facilitar que el perro pueda centrarse en los ejercicios.

Lo siguiente a tener en cuenta es cómo se encuentra el perro emocionalmente en


ese momento. ¿Está demasiado excitado? ¿No ha bajado aún a la calle? ¿Se
acaba de cruzar con un gato y está nervioso? Son ejemplos de malos momentos
para entrenar porque será difícil que se centre en los ejercicios.

Resumiendo, primero, entorno tranquilo, sin estímulos y que favorezca la


concentración, segundo, estado emocional del perro estable. Es importante tener
esto en cuenta SIEMPRE que vayamos a entrenar con nuestro perro.

Antes de entrenar con


tu perro verifica:

1 Entorno adecuado
2 Estado emocional

Capítulo 4
64
Entrenamiento
LA IMPORTANCIA DE HABLAR LO
JUSTO DURANTE EL ENTRENAMIENTO
Es importante tener un código de comunicación breve, claro, conciso. Cuando la
gente empieza a entrenar con su perro, suele hablarle durante todo el
entrenamiento. Usando palabras que el perro no entiende, por lo que no las
considera importantes.

¿Qué conseguimos al final con esto? Que el perro no escuche nunca, porque como
siempre le decimos cosas que no entiende, pasa nuestra voz a “fondo”. Es decir,
sabe que estás hablando, pero no te está escuchando. Es muy importante que
durante el entrenamiento estemos callados y que SOLO digamos las
instrucciones que vayamos a entrenar.

No podemos meter relleno como: “Venga, va, Timmy ahora tienes que sentarte
,pero siéntate bien, Timmy, que al final me vas a poner nervioso…”, etc. Tu perro
no entiende todas esas frases. Ellos entienden palabras cortas, no expresiones. Por
lo tanto, durante el entrenamiento con nuestro perro,

SOLO HABLAREMOS cuando sea necesario


porque así lo requieren los ejercicios.

SU NOMBRE
Mucha gente usa de manera errónea el nombre de su perro. “Timmy,
Tiiiiimmyyyyyyyyyy, TIMMY (tono enfadado), ¡TIMMY! (tono de exigencia)”. Con
tantas variaciones del nombre, al final el perro no entiende lo que le quieres
transmitir.

El nombre del perro se tiene que usar para pedirle algo a continuación. “Timmy
Ven, Timmy No, Timmy Sienta, etc…” Es decir, cuando usamos el nombre del perro
significa que nos estamos refiriendo a él para pedirle algo a continuación. El tono
con el que usemos su nombre ha de ser siempre con un tono agradable, positivo,
como una invitación para que nos mire.

Capítulo 4
65
Entrenamiento
Cada instrucción tiene un tono distinto. Si queremos enfadarnos con nuestro
perro no podemos usar su nombre con un tono distinto, o si queremos exigirle no
podemos usar su nombre con un tono de exigencia. Una instrucción tiene su
palabra y su tono asignado. De esta manera siempre vamos a conseguir que
cuando lo llamemos por su nombre, lo interprete de la siguiente manera: “vale me
ha llamado, se está refiriendo a mí y me va a pedir algo”.

Para que se entienda mejor, imagínate que vas andando por la calle y alguien te
llama por tu nombre. Te giras y la persona que te ha llamado no te dice nada a
continuación. Tú esperas que te diga algo porque te ha llamado, pero sin embargo
ahí está la persona, mirándote. ¿Raro verdad? Al perro le pasa lo mismo cuando
empleas su nombre, pero no le dices nada más, no le dices lo que tiene que hacer.

Resumiendo, primero, le diremos su nombre siempre en tono positivo, amigable y


alegre para, a continuación, pedirle algo, ya sea una instrucción o el inicio de un
ejercicio.

Su nombre:
1 Tono agradable
2 Para pedirle algo a
continuación

¿Cómo hacer que nuestro perro nos mire al decirle


su nombre?
Hay un sencillo ejercicio que se puede empezar a practicar desde el primer
momento, con el que vamos a conseguir que el perro asocie su nombre con lo que
le estamos pidiendo y, además, vamos a mejorar nuestro vínculo con él.

Capítulo 4
66
Entrenamiento
Lo que vamos a describir a continuación se refiere a las ‘sesiones de vinculación’,
cuyo objetivo es iniciar al perro a un entrenamiento desde una perspectiva social.
Lo haremos de la siguiente manera:

Llamaremos al perro por su nombre. El tono tiene que ser positivo y


con invitación a que nos mire, recordad bien esto. No podemos usar
1 tonos serios, pobres o tristes, con pocas ganas de trabajar. Tiene que
ser todo lo contrario. Un perro cambia radicalmente solo con emplear
un tono amigable, feliz y motivante.

Una vez nos haya mirado, le invitaremos a que juegue con nosotros,
de manera social, repitiendo nosotros la palabra “Ale” cada dos por
2 tres. Usamos esta palabra para que el perro la asocie en un futuro a
vincularse socialmente con nosotros para pasar un buen rato
jugando. No me refiero a mordiscos o empujones, me refiero a que el
perro quiera vincularse con nosotros de manera activa, que le guste.
Podemos hacerlo de muchas maneras, pero tiene que ser algo con lo
que disfrutemos los dos. Es importante no dar ningún premio, ni
comida ni juguetes. Nosotros y el perro, únicamente. Para que nos
hagamos una idea, con mi perro Oso lo que hago es agacharme y
empiezo a rascarle el lomo y el pecho. También le digo que se suba
encima de mí, le encanta, es algo que los dos disfrutamos muchísimo
en ese momento. Tienes que averiguar cuál es la mejor forma de
poder vincularte con tu perro y qué es lo que más le gusta. Cada
perro es único, no existe una única manera de relacionarnos con ellos
(revisad la parte de las señales que emite un perro para saber en
todo momento si le está gustando ese tipo de interacción.

La duración de este ejercicio suele ser de 15 a 30 segundos. Cuanto


más dure, mejor. Si vemos que el perro disfruta, no hay que tener
3 prisa por acabar. Y recuerda repetir la palabra ‘Ale’

Al acabar, no hacemos nada, simplemente nos levantamos y dejamos


4 que el perro haga lo que quiera.

Capítulo 4
67
Entrenamiento
Secuencia simplificada

1 "Su nombre"

Cuando nos mire, vinculación


2
social con la palabra "Ale"

La duración del ejercicio


tiene que durar un mínimo
3 de 15 segundos, jugando
entre los dos

¿Cuándo es el mejor momento para entrenarlo y


cuántas veces al día debemos hacerlo?
El momento adecuado para entrenarlo es cuando veamos que el perro está con
nosotros y notemos que quiere una sesión de caricias. ESE es el mejor momento
para poder entrenarlo. Si está entretenido con sus juguetes, con amigos del
parque, comiendo o durmiendo, mejor no intentarlo, ya que, lógicamente, el perro
no te hará mucho caso.

Cuántas más veces lo entrenemos al día, mejor, pero sin forzar cuando veamos
que no está por la labor. Por ejemplo, hacer 10 repeticiones seguidas de este
ejercicio sin parar no es una buena opción, pues puede aburrirse, desmotivarse o
que simplemente no le apetezca hacerlo más veces. Lo normal es hacerlo entre
3/5 veces al día en momentos separados.

De esta manera, en una semana si lo hacemos todos los días, tendríamos que
haber conseguido asociar el nombre del perro con algo positivo, y que, tras
llamarlo, él sabe que toca algo positivo a continuación.

Capítulo 4
68
Entrenamiento
Quico y Sandra practicando las sesiones de vinculación.

LA IMPORTANCIA DE LO SOCIAL. NO
SEAS UN DISPENSADOR DE PREMIOS.
Vamos a hablar más detenidamente de la parte del “Ale”, de esa vinculación
social que es lo que debería sostener realmente el entrenamiento y no la comida.
Cuando entrenamos con el perro tenemos que ser conscientes de lo importante
que es usar y activar los motores sociales que tienen.

Cuando orientamos el entrenamiento utilizando únicamente comida, sin activar


los motores sociales del perro, lo estaremos volviendo dependiente de la comida.
Poco a poco, nos irá viendo como un surtidor de premios, se obsesionará por ellos
y solo querrá eso. Tenemos que buscar un equilibrio y orientar el entrenamiento
hacia lo social. Sí, motivamos al perro con la comida para que trabaje, pero al
final de cada repetición realizamos una sesión de juego social, sin comida, sin
juguetes. Los dos solos, mostrándonos afecto.

Invierte el tiempo suficiente en poder hacer la vinculación con tu perro tras la


repetición. No importa si estás 2 minutos, no pasa nada.

Capítulo 4
69
Entrenamiento
El tiempo que inviertas al principio hará que en un futuro
el perro no dependa de los premios para hacer cosas,
porque tendréis tan buen vínculo que el perro hará las
cosas porque te quiere, ni por premios, ni engaños, ni
juguetes, lo hará por vuestra relación.

EL REFUERZO Y LA MOTIVACIÓN
Es muy importante que antes de ponernos a entrenar escojamos bien que
refuerzo vamos a emplear con nuestro perro. El refuerzo en este caso será la
comida y tiene que ser un alimento que lo motive lo suficiente como para estar
dispuesto a trabajar durante 15/20 minutos. Aquí de nuevo dependerá mucho del
perro, hay perros que querrán trabajar con pienso y hay otros que con pienso no
mueven ni una pata porque no les motiva suficientemente.

Algo que suele dar muy buenos resultados en la mayoría de los perros es el pavo.
Cortado en dados muy pequeños. La mayoría de los perros se suelen sentir
motivados para trabajar durante ese periodo de tiempo con este alimento.
Aunque por supuesto puedes escoger el refuerzo que más le guste a tu perro y
que sea saludable, nadie conoce a tu perro mejor que tú.

Ejemplos de posibles reforzadores

Pavo Hígado
Pollo Su pienso
Pechuga Premios saludables

Capítulo 4
70
Entrenamiento
Como anécdota del tema de la elección de refuerzos contaré lo siguiente:

Cuando hice el primer curso de educador canino en Madrid, me llevé lógicamente


a Oso conmigo. Había escogido como refuerzo trocitos de Frankfurt pensando
que Oso, un terranova de 50 kilos (lo conocía ya suficientemente y sabía que su
motivación iba a ser escasa), iba a trabajar bastante con ese alimento. Pero no
fue así, a los dos minutos ya había perdido la motivación y no quería trabajar.
Una chica que también tenía un Terranova, decidió probar con pan ya que su
perro tampoco se motivaba lo suficiente. Decidí preguntarle si me podía dar un
trozo y así probar con Oso. Pues bien, mi Terranova se convirtió en Border Collie,
que trabajo durante 20 minutos muy motivado. Desde ese día iba siempre a las
prácticas con mis trozos de pan, todo lleno de migas por doquier, pero tenía a Oso
motivado en el trabajo.

Es por eso por lo que el refuerzo que elijamos es determinante a la hora de


cuando vayamos a entrenar con nuestro perro.

Antes de ponernos a entrenar


¿Hemos escogido bien el
entorno?
¿Nuestro perro se encuentra en un
estado emocional adecuado para el
entrenamiento?
¿Hemos escogido bien el refuerzo
que vamos a usar?
¿Hemos practicado un poco “Su
nombre” y el “Ale”?
¿Al perro le gustan nuestras
caricias?

Capítulo 4
71
Entrenamiento
"SIENTA"
Primer ejercicio. Básico, fácil y sencillo de
entrenar.
Lo primero que tenemos que usar es el nombre del perro. Recordad tenemos que
emplear su nombre antes de pedirle cualquier cosa.

Una vez nos haya mirado, sacaremos el refuerzo y nos lo pondremos entre los
dedos, haciendo algo de presión para que no nos lo pueda quitar fácilmente de un
lametazo.

Es muy importante que aún no digamos la palabra “Sienta”, luego explicaré el


porqué.
Pondremos el premio a la altura de su nariz y una vez esté oliéndolo, lo que
haremos será desplazar la mano con el premio hacia arriba y hacia atrás de su
cabeza. Lo que queremos es que el perro mire hacia arriba y hacia atrás, y si lo
hace, acabará sentándose solo. Si no lo hace a la primera, repetiremos el proceso
hasta que el perro se siente. El movimiento no tiene que ser muy rápido, hacedlo
lentamente, que el perro siga el premio con el hocico para que vaya moviendo la
cabeza hacia arriba.

Cuando se haya sentado le diremos


“Muy bien” y le daremos el premio.
Una vez se haya comido el premio,
iniciaremos la vinculación social
con el “Ale”. Es decir, que después
del premio tocan mimos y caricias.
Paso muy importante que no hay
que saltarse.

Quico practicando el "Sienta"

Capítulo 4
72
Entrenamiento
Secuencia simplificada "SIENTA"

Nombre del perro


Una vez nos haya mirado, sacamos el premio y lo
ponemos a la altura de su hocico
Guiamos el premio hacia arriba y hacia atrás de
su cabeza
Repetiremos este proceso si el perro no se sienta
Cuando se siente, diremos “Muy bien” y le daremos
el premio
Una vez se haya comido el premio, realizaremos el
ejercicio de vinculación social con el “Ale”

Ten paciencia, le estamos enseñando y es normal


que el ejercicio no salga a la primera. Recuerda no
enfadarte con el perro ya que está aprendiendo.

¿Cuándo le decimos, entonces, la palabra


“Sienta”?
Cuando al realizar el movimiento hacia arriba con la mano, el perro ya se siente
de manera automática. Yo quiero que el perro relacione la palabra “Sienta” con
una conducta que ya haya aprendido, la de apoyar el culo en el suelo. Si yo uso la
palabra “Sienta” y al realizar el movimiento con la mano hacia arriba el perro no
se sienta, estaré “contaminando” esa instrucción y no la asociará correctamente
con lo que tiene que hacer. Hasta que el perro no se siente automáticamente al
mover la mano hacia arriba, no utilizaremos la palabra “Sienta” antes de iniciar el
movimiento de nuestra mano.

Capítulo 4
73
Entrenamiento
“TUMBA”
Segundo ejercicio. Básico, pero a veces
no tan fácil de entrenar.
Lo primero que tenemos que usar es el nombre del perro. Recordad tenemos que
emplear su nombre antes de pedirle cualquier cosa.

Una vez nos haya mirado, sacaremos el refuerzo y nos lo pondremos entre los
dedos, haciendo algo de presión para que no nos lo pueda quitar fácilmente de un
lametazo.

Pondremos el premio a la altura de su nariz y una vez tengamos al perro


oliéndolo lo que haremos será mover la mano hacia abajo, llegando a dejar la
mano en el suelo. Bajaremos el premio en línea recta hasta tocar el suelo. Una vez
toquemos el suelo, lo que haremos será alejar el premio en dirección contraria a
donde está el perro, lentamente.

Este ejercicio suele ser algo complicado si el perro es demasiado pequeño y suele
ser bastante sencillo para los perros grandes. Repetiremos este proceso hasta que
el perro se tumbe. No perdamos la calma, es cuestión de paciencia y de
perseverar.

Si el perro, tras haberlo intentado muchas veces sigue sin entender lo que
queremos hacer, podemos pedirle que se siente y acto seguido hacer el mismo
movimiento, bajamos el premio y lo alejamos. Al estar en una posición de “Sienta”
será más fácil que extienda las dos patas delanteras para seguir el premio.

Cuando se haya tumbado le


diremos “Muy bien” y le daremos
el premio. Una vez se haya comido
el premio, iniciaremos la
vinculación social con el “Ale”. Es
decir, que después del premio
tocan mimos y caricias. Paso muy
importante que no hay que
saltarse.

Oso practicando el "Tumba"


Capítulo 4
74
Entrenamiento
Secuencia simplificada "TUMBA"

Nombre del perro


Una vez nos haya mirado, sacamos el premio y lo
ponemos a la altura de su hocico
Guiamos el premio hacia abajo y una vez
hayamos tocado el suelo, lo alejaremos
Repetiremos este proceso si el perro no se sienta
Cuando se tumbe, diremos “Muy bien” y le
daremos el premio
Una vez se haya comido el premio, toca
vinculación social con el “Ale”

Ten paciencia, le estamos enseñando y es normal


que el ejercicio no salga a la primera. Recuerda no
enfadarte con el perro ya que está aprendiendo.

¿Cuándo le decimos entonces la palabra


“Tumba”?
Cuando al realizar el movimiento hacia abajo con la mano, el perro ya se tumbe
de manera automática. Yo quiero que el perro relacione la palabra “Tumba” con
una conducta que ya haya aprendido, la de tumbarse en el suelo. Si usamos la
palabra “Tumba” y al realizar el movimiento con la mano hacia abajo el perro no
se tumba, estaré “contaminando” esa instrucción y no la asociará correctamente
con lo que tiene que hacer. Hasta que el perro no se tumbe automáticamente al
mover la mano hacia abajo, no utilizaremos la palabra “Tumba” antes de iniciar
el movimiento de nuestra mano.

Capítulo 4
75
Entrenamiento
“QUIETO”

Para mí es uno de los ejercicios FUNDAMENTALES para


cualquier perro. Todos deberían ser capaces de
realizar este ejercicio, es algo necesario en nuestra
relación con él y para su educación. Yo lo hago a
diario con Oso.

Antes de nada, debemos tener, al menos, el “Sienta” ya enseñado para que el


perro pueda permanecer sentado al quedarse quieto. Aunque si preferimos
enseñarle el “Quieto” desde una posición de “Tumba”, también podemos hacerlo.

Lo primero que tenemos que usar es el nombre del perro. Recordad tenemos que
emplear su nombre antes de pedirle cualquier cosa.

A continuación, le diremos que se siente o que se tumbe. Una vez lo haya hecho,
le enseñaremos la palma de nuestra mano sin decir NADA, a modo de un policía
de tráfico parando un coche en la carretera. Nos alejaremos medio paso,
simplemente medio paso al principio.

Si el perro se levanta, no pasa nada, le estamos enseñando y es normal que al


principio no lo haga bien. Cuando se levante le diremos “No” con voz suave y
volveremos a pedirle que se siente o se tumbe.

Si el perro ha permanecido quieto durante 5/10 segundos (inicialmente), nos


pondremos frente a él, le diremos “Muy bien” y le daremos un premio.
Una vez se haya comido el premio, iniciaremos la vinculación social con el “Ale”.
Es decir, que después del premio tocan mimos y caricias. Paso muy importante
que no hay que saltarse.

Capítulo 4
76
Entrenamiento
Secuencia simplificada "QUIETO"

Nombre del perro


Una vez nos haya mirado, le pedimos que se
siente o se tumbe con el premio en la mano
Nos alejamos medio paso y esperamos 5
segundos, siempre con una palma hacia él
Volvemos a la posición inicial frente a él, le
diremos “Muy bien” y le daremos el premio
Una vez se haya comido el premio, toca
vinculación social con el “Ale”

Si le levanta antes de tiempo no pasa nada. Le


diremos "Nonono" con un tono de voz suave y
amigable y le pediremos que se siente o se tumbe
de nuevo.

¿Cuándo le decimos entonces la palabra “Quieto”?


La instrucción no la introduciremos hasta que el perro haya aprendido a
permanecer en "Quieto" durante 1 minuto. Recuerda que si le decimos la
instrucción, pero el perro no sabe quedarse quieto, la estaremos “contaminando”.
Estaremos asociando esa instrucción a una conducta que no deseamos. Una vez
el perro ya sepa que al mostrarle la palma de la mano se tiene que quedar quieto,
introduciremos la palabra “Quieto”.

Capítulo 4
77
Entrenamiento
¿Cómo vamos mejorando este ejercicio?
Mejor consolidar que correr. Muchas personas, en cuanto el perro se queda 10
segundos quieto ya se alejan. Y eso ya es demasiado complicado para él. Los
pasos serían los siguientes:

Medio metro 5 segundos


Medio metro 10 segundos
Medio metro 20 segundos
...
Medio metro 1 minuto
Medio metro 1 minuto 15 segundos
...
1 metro 20 segundos
1 metro 1 minuto
...
2 metros 1 minuto
2 metros 2 minutos
3 metros 1 minuto
...

Es muy importante avanzar entre paso


y paso de manera escalonada. Es decir,
si actualmente estoy en medio metro
durante 1 minuto, hasta llegar a 1 metro
1 minuto, tendré que hacerlo en
incrementos de 10/15 segundos. Iremos
aumentando poco a poco los intervalos
de distancia y tiempo, para llegar al
objetivo final de que se esté quieto
permanentemente, estemos donde
estemos y durante bastante tiempo. No
debemos tener prisa, hagámoslo poco a
poco.

Oso practicando el "Quieto"


Capítulo 4
78
Entrenamiento
“VEN”
Este es otro ejercicio que todo perro debería aprender,
aunque, sin duda alguna, es el más complicado de todos, a
la vez que el más solicitado por sus tutores. En este
apartado me limitaré simplemente a hablar sobre cómo
practicarlo y más tarde me extenderé hablando sobre los
distintos puntos a tener en cuenta cuando le llamemos.

Aquí vamos a necesitar que nos ayude alguien para poder practicarlo. También
vamos a necesitar un arnés de espalda. Lo necesitamos para evitar lesiones de
cuello y que el perro pueda realizar el ejercicio cómodamente.

Lo que va a hacer la otra persona es simplemente sujetar al perro de la correa


cuando quiera ir hacía donde estamos. Es muy importante que lo sujete sin
desviar o corregir. Lo normal es que el perro pegue un tirón fuerte para ir hacia
donde estamos; la persona que lo sujeta no dice nada, simplemente lo mantiene
en la posición. Cuanto más estire y más ganas tenga de ir, MEJOR. Eso significa
que quiere ir a donde estamos, que es la función de este ejercicio.

Sacaremos el refuerzo (comida) y nos acercaremos a donde esté el perro para


motivarlo. Le acercaremos la comida a la nariz sin que llegue a alcanzarla, para
provocar en él ganas de obtenerla. Podemos decirle: “Mira lo que tengo Timmy,
ayyy que bueno, etc…” para motivarlo aún más. Y acto seguido nos alejaremos
rápido 5/10 metros.

Una vez estemos en esa posición diremos: “Su nombre, ¡VEN!”. Tiene que ser con
un tono alto, amigable y con motivación para que el perro venga. En el momento
que digamos “Ven”, la persona que está sujetando al perro soltará la correa para
que pueda acudir a donde estemos.

Cuando llegue adonde estemos, le diremos “Muy bien” y le daremos el premio.


Una vez se haya comido el premio, iniciaremos la vinculación social con el “Ale”.
Es decir, que después del premio tocan mimos y caricias. Paso muy importante
que no hay que saltarse.

Capítulo 4
79
Entrenamiento
Secuencia simplificada "VEN"

Alguien sujeta al perro


Nos acercamos con un trozo de comida y se lo
mostramos para motivarlo
Nos alejamos corriendo 5/10 metros
Una vez estemos en la posición, le diremos “Su
nombre, Ven”
Cuando llegue le diremos “Muy bien” y le damos el
premio
Una vez se haya comido el premio, toca
vinculación social con el “Ale”

Si el perro no ha acudido a ti posiblemente no


tendría motivación. Prueba cambiando de
reforzador o intenta motivarlo con un tono verbal
más activante.

Luego, ya es cuestión de alejarnos poco a poco, escondernos, etc… Recuerda que


antes de avanzar hay que consolidar. No avances demasiado rápido, invierte el
tiempo y las repeticiones en consolidar lo aprendido, muchas veces. No avances
hasta que no veas que el perro ha realizado el paso previo muchas veces de
manera correcta.

Al principio tendrás que entrenarlo en casa o en una zona tranquila. Cuando lo


hayas entrenado mucho, pasarás a realizarlo en una zona con algo más de
estímulos (pero no demasiados), etc.

Capítulo 4
80
Entrenamiento
“NO” INFORMATIVO
Si te preguntabas si le podemos decir que “No” a nuestro perro, efectivamente,
podemos. Al fin y al cabo, nuestro perro forma parte de nuestro grupo social y
como en todo grupo, se hacen cosas que gustan y cosas que no gustan. A tu
pareja le habrás dicho “No” más de una vez, y a tu amigo, y a tu madre y a tu
padre. Pues a nuestro perro también le podemos decir que “No” y eso se tiene que
entrenar para que lo entienda y deje de hacer lo que no nos gusta.

El “No” existe para que el perro deje de hacer algo que esté haciendo, como, por
ejemplo, ir hacia otro perro al que no queremos que se acerque. O si está
entrando en la cocina y no queremos. Si estamos jugando, se está poniendo
excesivamente nervioso y no nos sentimos cómodos con la forma de relacionarse
contigo en ese momento.

El “No” sirve para activar las redes neuronales (conjunto de neuronas que
desempeñan una función concreta en el cerebro) del “No hacer” del perro. Es
como si el perro tuviera un interruptor en la cabeza que al pulsarlo, desactivara
de manera inmediata lo que está haciendo. Las redes neuronales del “No hacer”
de un perro suelen estar muy poco desarrolladas y es por eso, que a muchos
perros les cuesta tanto dejar de hacer algo, porque no hemos potenciado esa red
neuronal con el entrenamiento.

Es muy sencillo entrenar el “No”. Lo primero que tenemos que saber es con qué
tono tenemos que decirlo.
El “No” lo emplearemos con un tono totalmente amigable, sin enfado, sin
exigencia y sin gritos. El “No” hay que verlo como si le estuviéramos dando un
consejo a nuestro perro de manera totalmente amigable.

Es súper importante usar el tono de voz correcto.


¿Que profesor te caería mejor? ¿Aquel que constantemente te
está castigando, gritando o regañando? ¿O aquel que intenta
explicar todo de la manera lo más correcta posible y con la mejor
de las intenciones? Parece que en el segundo caso vas a prestar
más atención, va a ser más motivante para ti. Pues con los perros
pasa exactamente igual. Si siempre empleamos todas las palabras
con malos tonos, el perro perderá motivación y ganas de trabajar.

Capítulo 4
81
Entrenamiento
¿Cómo lo entrenaremos?
Le pondremos al perro un arnés de espalda o collar y le ataremos una correa de
al menos 2 metros.

Colocaremos un cebo en el suelo sin que el perro lo vea, por ejemplo, un plato
con un trozo de chorizo o de queso.
Una vez lo hayamos colocado, iremos paseando con nuestro perro por la casa
con la correa. Es como si estuvieras paseando con él por la calle, pero en este
caso será por tu casa
.Llegará el momento en el que tu perro huela el cebo y se dirija hacia él.
Lo dejaremos ir y cuando esté a punto de llegar empezaremos a frenarlo poco a
poco haciendo “efecto muelle”. Es decir, iremos frenándolo con la correa
suavemente hasta dejarlo a un palmo del cebo. A partir de ese momento
simplemente lo retenemos. Si le pegamos un tirón de correa el perro no cogerá el
cebo, pero no porque lo haya hecho bien, sino todo lo contrario. Habrá sido la
correa quien lo haya movido y no él mismo. Si ocurre eso, la repetición no será
válida.

Si lo hacemos de la manera correcta, tendremos al perro estirando para coger el


cebo, pero no llegará. En ese momento empezamos a aplicar el “No”.
Por ejemplo: “Nonononono Timmy, no tío no, nooooo Timmy no.” Lo diremos todo
el rato hasta que el perro nos mire. Hay perros que tardan 20 segundos y otros
tardan 1 minuto en mirar, por lo que es importante no perder la paciencia y no
darle tirones de correa si no nos mira.
Simplemente sostendremos al perro a la vez que le decimos “No” con un buen
tono.

En el momento que nos mire le diremos “Muy bien” y lo alejaremos del cebo para
darle un premio. Tenemos que hacerlo así para que pueda centrarse realmente
en nosotros y en el premio. Si no lo alejamos al decirle “Muy bien” se centrará en
el cebo y eso es justo lo que no queremos. No os preocupéis si tienes que tirarle
un poco de la correa para que se vaya con vosotros, es normal.

Capítulo 4
82
Entrenamiento
Secuencia simplificada "NO"

Se le pone arnés o collar y correa


Alguien pone un cebo en el suelo
Dejamos que el perro se acerque hasta que se
quede a medio metro
Lo sostenemos diciendo: “Nonononono”
Cuando nos mire le diremos “Muy bien” y lo
alejaremos del cebo
Una vez alejado le daremos el premio

Practicando el "No" con Quico

Capítulo 4
83
Entrenamiento
ESPACIO DE JUEGO
El espacio de juego es una actividad social diseñada para aquellos perros con
una gran motivación por querer jugar a estirar un juguete con su tutor. No
podremos realizarlo si el perro no siente la motivación suficiente como para
morder el juguete y ponerse a estirar de manera continuada.

Es uno de los ejercicios donde más vínculo se genera y no solo eso, es que
además se trabajan otros aspectos en el cerebro de nuestro perro. Es un juego
activante donde llevamos al perro a un estado emocional de excitación, pero
durante el cual tiene que ser capaz de escucharnos, de autocontrolarse y de
“graduar” ese estado emocional cuando toque. Es un juego completísimo que todo
el mundo debería practicar con su perro.

¿Qué juguete necesitamos para el espacio de


juego?

Mordedor de dos asas

Necesitamos un mordedor con dos asas. Está


diseñado específicamente para poder realizar
esta actividad con nuestro perro. Es un
mordedor “blando”, que pueda morder
cómodamente sin hacerse daño en los dientes
o encías.

Es importante escoger la talla adecuada para


la boca de nuestro perro, pues es esencial que
en este ejercicio el perro no pueda cerrar la
boca completamente al morder el juguete; ya
veremos el porqué más adelante.

Capítulo 4
84
Entrenamiento
Código de comunicación del "ESPACIO DE JUEGO"
“Dame”. Lo usaremos para comunicarle que nos traiga el juguete. Si al
“ganar” la repetición el perro se va a otro sitio para hacer un uso individual
del juguete le pondremos una correa. De esa manera cuando soltemos el
juguete, lo iremos atrayendo gracias a la correa con la instrucción “Dame”
para que poco a poco el perro vaya viendo que es un juego de disfrute
común y vaya asociando la palabra “Dame” con que tiene que venir con el
juguete.
“Ach” o “Coge”. Lo usaremos para comunicarle a nuestro perro que puede
morder el juguete.
“Suelta”. Lo usaremos para comunicarle a nuestro perro que debe soltar el
juguete.
“No”. Lo usaremos cuando el perro no quiera soltar el juguete o cuando lo
muerda antes de tiempo sin haberle dicho “Ach” o “Coge”.
“Mal”. Al ser un juego activante, es posible que el perro sin querer nos
muerda la mano queriendo morder el juguete. En ese momento diremos
“Mal” con un tono de enfado y alto para que el perro sepa que nos ha hecho
daño. Si vemos se afecta y deja de jugar, perfecto, es lo que queríamos, que
se diera cuenta que tiene que tener un poco de cuidado. Volveremos a
iniciar el juego acto seguido.
“Muy bien”. Lo usaremos cuando el perro lo esté haciendo bien, como por
ejemplo, morder de manera continua el mordedor, o cuando lo suelte.

“Ya está”. Para poner fin al espacio de juego. Podemos acompañarlo con un
movimiento de manos de finalización, para que el perro sepa que hemos
acabado.

Quico disfrutando en el espacio de juego

Capítulo 4
85
Entrenamiento
Código de comunicación simplificado

“Ach” o “Coge”
“Dame”
“Muy bien”
TONO POSITIVO
“Suelta”
"No"
“Ya está”

"Mal" TONO ENFADO

Reglas del "ESPACIO DE JUEGO"


Es un juego. Tenemos que usar un código de comunicación con un tono
1 agradable, activante y motivante. No podemos emplear tonos de exigencia
o de enfado (salvo cuando digamos "MAL") de manera continua porque
deja de ser un juego. La palabra “Ach”, “No”, “Suelta”, etc… Se dicen con tono
positivo, nunca con exigencia o enfado. Recordad, estamos jugando con
nuestro perro y enseñándole a la vez.
La regla del 80%-20%. Para que el perro no pierda la motivación le
2 dejaremos ganar un 80% de las repeticiones que se hagan. Por ejemplo, si
hacemos 5 repeticiones, las 4 primeras “ganará” el perro y en la quinta
“ganaremos” nosotros diciéndole la palabra “Suelta”. Si nunca “gana” él se
aburrirá y desmotivará.

Es un juego SOCIAL. Es importante que no le demos el mordedor al perro


3 para que lo disfrute él solo. El mordedor debe disfrutarse de manera
conjunta. Cuando acabemos el juego, guardaremos el mordedor.

Capítulo 4
86
Entrenamiento
¿Cómo hacemos que nuestro perro suelte el
juguete?
Es aquí donde se comprueba la elección correcta de la medida del
mordedor.Lógicamente cuando le digamos a nuestro perro la palabra
“Suelta”, no sabrá lo que le estamos pidiendo y seguirá mordiendo el
juguete. Si hemos escogido bien el mordedor veremos que, al morder, el
perro no puede cerrar completamente la boca y quedará al descubierto la
zona inferior de la misma.

Pues bien, cuando le digamos la instrucción “Suelta”, acariciaremos a la vez


con el pulgar por esa zona de la boca del perro. Es importante que solo sea
una caricia, no apretaremos. Mientras estamos acariciando dicha zona,
podemos acompañarlo también con la instrucción “No”. Por ejemplo:
“Nonono Timmy, suelta, nononono, suelta, suelta Timmy.” Hasta que el perro
suelte. El acariciar por esa zona le produce cierto “asco”, por lo que después
de acariciarla durante unos segundos soltará el juguete para
relamerse.Justo en ese momento le diremos “Muy bien”, ya que lo que
queríamos es que soltara el juguete.

Recuerdo de nuevo, los tonos a emplear aquí son amigables y positivos.

Acariciar suavemente
hasta que suelte

Zona inferior boca

Capítulo 4
87
Entrenamiento
Movimientos a realizar cuando estemos estirando
con nuestro perro
Los movimientos que hagamos cuando estemos “guerreando” con nuestro
perro han de ser circulares para que las vértebras de nuestro perro no se
vean afectadas. Es decir, el movimiento de nuestras manos, han de ser de
izquierda a derecha, pero siguiendo un movimiento circular.

Beneficios

Mejora el autocontrol
Mejora la gestión del estrés y de la
frustración
Mejora del vínculo social

Mejora del doble foco

Mejora del código de comunicación

Mejora de la confianza

Mejora la protección de recursos

Capítulo 4
88
Entrenamiento
ESPACIO DE CALMA
Al igual que he explicado cómo practicar una actividad social desde la excitación
y el juego, ahora toca explicar una actividad social desde la calma.

Este ejercicio está diseñado para “llevar” al perro a un estado emocional de


calma, donde las pulsaciones, el ritmo cardiaco y la presión arterial bajen. Se
suele usar este ejercicio para preparar al perro ante una situación que pueda
afectarle como, por ejemplo, antes de entrar al veterinario, antes de salir a la
calle o antes de llevarlo a la peluquería. En esas situaciones es posible que
nuestro perro se enerve y se excite, por lo que, es importante que consigamos
que las afronte desde un estado emocional calmado gracias a este ejercicio.

No solo podemos usarlo para estas ocasiones, también se puede usar como un
simple ejercicio social, sesión de caricias y relajación.

¿Dónde y cuándo tenemos que entrenarlo?


El entrenamiento para este ejercicio es algo especial porque un estado emocional
de calma no se consigue de la noche a la mañana. No se puede “entrenar” como
un “Sienta”, ya que el “Sienta” es una conducta, no un estado emocional.

Ni las personas conseguimos alcanzar un estado de calma cuando nos apetece.


No es algo que decidamos, es algo que, gracias a determinadas circunstancias
como un buen entorno, la situación emocional propia y al grupo social con el que
te encuentras, eres capaz de encontrarte en un estado de calma.

El estado emocional de calma en perro es igual, no es algo que podamos “pedirle”


como cualquier conducta de entrenamiento, ya que el perro no elige poder
relajarse.

El mejor momento es en aquellas horas cuando donde nuestro perro suela estar
más tranquilo en casa, como por ejemplo cuando llega la hora de dormir.
Por supuesto, nosotros somos los que mejor conocemos a nuestro perro y
podríamos entrenarlo a cualquier otra hora, pero es necesario que el perro esté
en un estado emocional de calma en casa para poder hacerlo de la manera
correcta.

Capítulo 4
89
Entrenamiento
Entrenar espacio de calma:
1 En casa
2 En momentos donde el
perro esté relajado

¿Cómo entrenarlo?
Nos pondremos al lado de nuestro perro. Es necesario que nuestro cuerpo
esté en contacto con él para transmitirle más calma y cercanía.

Una vez estemos a su lado, diremos la palabra “Tranqui” para indicarle que
vamos a empezar con el espacio de calma.

A continuación, con una de nuestras manos acariciaremos y masajearemos


su pecho, zona que a la mayoría de los perros les gusta. Con la otra mano
1 acariciaremos el resto de su cuerpo a lo largo, su espalda, el lomo, etc.
Las caricias tienen que ser largas, lentas y suaves. En caso contrario, le
excitaremos.

“Muy bien”. De nuevo con tono bajo, tranquilo, a modo de susurro. Se lo


iremos diciendo a lo largo del espacio de calma conforme se vaya relajando.

Cuando haya pasado el tiempo del ejercicio y nuestro perro se haya


relajado, diremos “Ale” quitando las manos suavemente de su cuerpo y nos
levantaremos poco a poco.

Reglas del "ESPACIO DE CALMA"


Es una actividad relajante y tranquila. No podemos gritar, ni puede haber
1 movimientos alrededor demasiado rápidos. El entorno tiene que estar
tranquilo. Nuestra voz tiene que ser en un tono bajo, como si estuviéramos
susurrando.
La duración del ejercicio suele ser de entre 3-5 minutos. Si lo hemos hecho
2 todo de manera correcta y el perro previamente estaba en un estado
emocional óptimo para el ejercicio, deberíamos verlo tranquilo a nuestro
lado.

Capítulo 4
90
Entrenamiento
¿Cómo sé si se está relajando?
Conforme vaya pasando el tiempo en el ejercicio, el perro irá mostrando
determinadas señales que nos indicarán que está llegando a ese estado
emocional de calma.

Apoyar el peso de su cuerpo en nosotros


Sentarse o tumbarse de manera voluntaria
Bajar las orejas
Bostezar varias veces
Cerrar los ojos lentamente e incluso llegar a dormirse
Cuando finalizamos el ejercicio con la palabra “Ale” sabremos si realmente se ha
relajado. Al quitar las manos y levantaros es muy importante ver qué hace el
perro. Si se queda en su sitio es muy buena señal, eso quiere decir que estaba
muy cómodo y tranquilo. Si se levanta poco a poco como si se despertara de una
buena siesta, también es buena señal.

Practicando el espacio de calma con Oso

Capítulo 4
91
Entrenamiento
El perro se quiere ir, ¿qué hago?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que quien esté realizando el ejercicio
con el perro tenga el vínculo y confianza suficiente. Tiene que ser alguien
conocido hacia el que el perro sienta afecto. Si es alguien con el que se siente
incómodo por falta de confianza, mejor no intentarlo, puesto que no podemos
forzar al perro a estar con alguien con el que no quiere estar. ¿Estarías tranquilo
si te está manoseando alguien a quien no conoces?

Lo segundo a tener en cuenta es si las caricias y el tono que estamos empleando


son los indicados.

Si se cumplen los dos primeros puntos y aun así nuestro perro quiere irse, lo
bloquearemos suavemente con las manos impidiendo que se marche. Lo
acompañaremos con un “No” suave, en tono bajo.

Cuando el perro se vuelva a relajar, le diremos “Muy bien” y seguiremos con las
reglas del espacio de calma.

Beneficios

Mejora del vínculo


Mejora de la regulación del estado
emocional
Mejora de la confianza
Mejora de la positivización del entorno
Mejora del código de comunicación
Mejora de la empatía

Capítulo 4
92
Entrenamiento
HAY MUCHAS MÁS COSAS QUE
ENTRENAR CON NUESTRO PERRO
Por supuesto se pueden entrenar más cosas con nuestro perro. Pero el objetivo
de este ‘ebook’ es que nos animemos a entrenar habilidades con nuestros perros,
no importa cuáles, y utilicemos los ejercicios aquí descritos como herramientas
para el desarrollo de nuevas habilidades y comportamientos.

CÓDIGO DE COMUNICACIÓN
Hay que insistir en la importancia de ser claros cuando nos dirijamos hacia
nuestro perro. No es conveniente variar a nuestro antojo el código de
comunicación que estamos empleando. No es correcto decir un día “Sienta” y al
día siguiente decir “Siéntate”. Si es “Sienta” va a ser “Sienta” siempre. No puede
haber variaciones. Lo mismo que el “No”, que siempre tenemos que usar en tono
positivo sin variarlo, según el día, para utilizarlo con tono de exigencia o enfado.

Pensemos bien el código de comunicación que queremos emplear con nuestro


perro y una vez elegido, utilicémoslo siempre de la misma forma.

Un buen código de comunicación es ESENCIAL a la hora de


transmitirle lo que queremos a nuestro perro. Es lo que va
a hacer que os entendáis, que os compenetréis y que
habléis el mismo idioma. Si un día le hablas en castellano y
otro día en chino, tu código de comunicación no es el
correcto. Recuerda que el perro no nos entiende.
Es nuestro deber como tutores transmitirle un código de
comunicación claro a nuestro perro, sin confusiones y sin
variarlo.

Capítulo 4
93
Entrenamiento
ENTROPÍA, ¿QUÉ ES ESO?
Una de las definiciones que da el Diccionario de la Lengua Española para esta
palabra, se refiere a la Medida del Desorden de un Sistema. Una masa de una
sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene
entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus
moléculas libres y en pleno desorden. Una de las ramas de la física, la
termodinámica, utiliza la entropía como una magnitud para, digámoslo en plan
sencillo, medir el grado de organización de un sistema. Sin querer entrar en
explicaciones sobre la materia, ya que la física no es el objeto de este libro, sí que
diremos que este concepto ha sido adoptado por sociólogos y psicólogos para
explicar el comportamiento de un grupo social, esté compuesto éste por
humanos, animales o una combinación de ambos.

Cuando el grupo social tiene objetivos que conseguir, ejecutar un proyecto,


buscar comida, ganar una competición, sobrevivir a un desastre, protegerse ante
una amenaza, una parte importante de toda la energía y emociones que generan
sus miembros se utiliza para la consecución de esos objetivos, a través del
desarrollo de determinados procesos emocionales, trabajan de forma ordenada,
se sincronizan entre ellos y desarrollan la simpatía y la empatía. Pero cuando al
grupo le viene todo dado, no tiene que buscar comida, vive en un entorno seguro
del que no tiene que protegerse, no tiene que esforzarse por conseguir
determinados objetivos, toda esa energía y emociones que genera el grupo no se
utiliza para un trabajo útil. En cambio, como dice Carlos Alfonso López en su
libro “Tu perro piensa y te quiere”, esa energía la reabsorbe el grupo, utilizándose
en su totalidad en las interacciones entre los miembros del grupo, aumentando la
importancia de la posesión de recursos y de las jerarquías, la potenciación de las
relaciones de afecto y, en definitiva, aumentando la entropía del grupo.

Nivel bajo de Nivel alto de


entropía (orden) entropía (desorden)

Capítulo 4
94
Entrenamiento
Veamos algún ejemplo para entenderlo mejor:
Imaginemonos con otros 10 amigos metidos en casa. No podemos salir de ella.
Por supuesto, es una casa cómoda, disponemos de todo, comida, ropa, música,
piscina, etc., y no tenemos que esforzarnos por conseguir esas cosas. Y vamos a
estar así una larga temporada (algo así como lo que pasa en GH).
¿Qué va a ocurrir a medida que pase el tiempo? Que poco a poco, al no tener
nada que hacer, van a aparecer disputas, que normalmente no hubieran
aparecido si tuviéramos que esforzarnos por conseguir algún objetivo. La
entropía aumenta. La energía que no podemos usar para un trabajo útil se
convierte muchas veces en disputas, riñas y enfados. Esto al fin y al cabo es
como una olla a presión, que si no queremos que explote cuando la energía en su
interior es alta, debe tener una válvula (el trabajo útil) para que el vapor pueda
salir por ella, disminuyendo la presión interior.

El concepto de entropía también se aplica a los grupos


sociales donde el perro es uno de sus miembros. En este
caso tenemos que encargarnos de “abrir esa válvula” para
que el vapor se libere de manera constante. Es decir, nos
tenemos que encargar de mantener bajos los niveles de
entropía, dándole al perro un trabajo útil, aprovechable. Y
lo mejor que tenemos para esto es la obediencia,
adiestramiento. Formar un equipo para lograr un objetivo
común.

Capítulo 4
95
Entrenamiento
Cuando el perro se encuentra en libertad, estando con más perros, salen a buscar
comida o cazar de manera coordinada. Hacen cosas distintas cada día de manera
colaborativa, en conjunto. Trabajan como un equipo para conseguir y alcanzar
un objetivo.
Pero ahora metamos al perro en una casa. Ya no está con más perros. Ya no está
en un estado de libertad. Simplemente se limita a los horarios de sus tutores. Sale
2 veces al día, 20 minutos. No puede romper nada de lo que hay en casa. Siempre
están enfadados con él porque es demasiado activo. Ladra. Sale a la calle como
una moto. No para de estirar de la correa. Genera reactividad hacia ciertos
estímulos. Ese perro que ancestralmente pertenecía a un grupo social organizado
y coordinado para ejecutar tareas, ahora forma parte de un grupo social donde
no tiene nada que hacer. No hacen nada colaborativo. La comida le llega de
manera instantánea y sin esfuerzo, no puede salir de su entorno en todo el día.

¿Cómo piensas que estarán los niveles de entropía? Altos. Muy altos.
Seguramente la olla a presión esté a punto de explotar.

Esta situación puede provocar muchos problemas en la vida del perro con los
miembros de su grupo social, tales como agresión diaria, muestras de señales de
amenaza diarios, hacer sus necesidades en casa, protección de recursos, etc…

Como he dicho arriba, para mantener los niveles de entropía bajos tenemos que
darle al perro un trabajo útil y para eso tenemos la práctica de la obediencia, que
todos los perros pueden practicar, desde un cachorro de 3 meses haciendo cosas
muy básicas, hasta un abuelo de 13 años dándonos la pata. Al fin y al cabo, le
damos al perro algo que hacer CON NOSOTROS. Esa es la parte importante.
Como grupo social que somos, hacemos cosas en común, cada uno tenemos un
papel y nos tenemos que esforzar para dar lo mejor de nosotros mismos. Da igual
el tipo de obediencia que practiquemos, los ejercicios, la edad, el tamaño o la
raza. Cualquier perro es capaz de realizar ejercicios en común con su tutor.

Por supuesto hay perros que necesitarán más entrenamiento que otros ya que la
energía que generan no es la misma para todos. Pero al fin y al cabo el concepto
es sencillo: para mantener un orden, un equilibrio y una organización, los niveles
de entropía tienen que estar al mínimo. Y para bajar esos niveles de entropía
viene genial entrenar con nuestro perro.
Aunque no los haya nombrado, por supuesto que las prácticas deportivas como
el Agility, Canicross, Herding, Obediencia de competición, etc., son estupendas
para mantener “baja la presión de la olla”, es decir, mantener los niveles de
entropía bajos.

Capítulo 4
96
Entrenamiento
CUANDO LA OBEDIENCIA SE
CONVIERTE EN EDUCACIÓN
Hay que distinguir entre adiestramiento y educación.El adiestramiento es hacer
al perro diestro en algo. Es la enseñanza de conductas, como “Sienta”, “Tumba”,
“Ven”, etc. También se llama obediencia.

En cambio, la educación canina busca “preparar” al perro para que pueda vivir en
su entorno de manera saludable para él y para el tutor. Que sea capaz de
caminar tranquilamente con la correa, que no muestre respuestas reactivas
continuadas durante todo el paseo, que venga cuando lo llames, que pueda
esperar pacientemente mientras estamos tomando un café en una terraza. Es
decir, que podamos vivir tranquilamente con nuestro perro por nuestro entorno.

Creo que el adiestramiento es necesario, o al menos parte de él, para mejorar la


educación y, por tanto, la convivencia con nuestro perro y que sea capaz de
afrontar, de la mejor manera posible, los “problemas” o “retos” que puedan
aparecer en su entorno.

Con el adiestramiento se mejora:


El vínculo con nuestro perro, algo imprescindible en nuestra
convivencia. Tiene que existir un vínculo sólido entre tutor y
perro. Este es un punto importante.
Código de comunicación. Aprendemos a comunicarnos
mutuamente. Palabras concretas, usadas de forma adecuada,
que el perro sepa en todo momento lo que tratamos de
comunicarle.
Autocontrol. Capacidad voluntaria que ayuda al perro a
manejar de manera correcta y saludable las emociones. Un
perro sin autocontrol es un perro reactivo hacia todos los
estímulos; seguramente ladrará a otros perros, niños,
personas, bicis, cuando entres por casa te saltará encima,
etc...

Capítulo 4
97
Entrenamiento
Control. Capacidad que ayuda al perro a ser capaz de
observar el entorno en una situación emocional excitante.
Un perro sin control es fácil que te muerda las manos, o que,
en una situación emocional tensa, por ejemplo, cuando tenga
una respuesta agresiva, redirija su ataque hacia ti sin querer.
Mejora de la red neuronal del “No hacer”. Que el perro sea
capaz de “desconectar” de manera saludable cuando está
haciendo algo y le decimos que deje de hacerlo.
Gestión de la frustración. Ser capaz de gestionar de manera
eficaz y saludable la frustración.
Mejora del doble foco. Ser capaz de estar haciendo una cosa
y tener el oído en otra. Por ejemplo, ser capaz de escucharte
cuando esté en una situación emocional tensa.

Mejora del andamiaje social. Ser capaz de apoyarse en el


sujeto social, de pedir “consejo” a su manera, de formar un
equipo ante situaciones emocionales tensas.

Diversión para el perro


Disminución de la entropía

Es muy importante no ver al adiestramiento única y


exclusivamente como algo que simplemente hace que el
perro aprenda una habilidad.

Capítulo 4
98
Entrenamiento
Además, tiene otros aspectos que nos van a ayudar en la convivencia del día a
día con él. Yo era de esos que decía: “Pero si es que yo no quiero que mi perro se
siente cuando se lo pido, yo quiero vivir feliz con él.” Y es cierto, no es necesario
que el perro se siente para poder vivir felices, pero es un apoyo que he visto es
muy recomendable, gracias a mi experiencia con Oso. El y yo hemos mejorado
mucho gracias al entrenamiento. En nuestra convivencia, en nuestros paseos,
cuando se relaciona con un perro, cuando no quiero que se meta en ese charco o
se reboce en esa preciosa caca de humano que le encanta. El adiestramiento
puedo afirmarlo, ha mejorado mucho la educación de Oso.

NO LE PIDAS ALGO QUE NO LE HAS


ENSEÑADO
Podríamos pensar que instrucciones tan sencillas aparentemente como “Timmy,
ven”, “Timmy, ESO NO SE HACE!” o “Timmy, sienta”, son entendidas y ejecutadas
por el perro. Pero, si no las hemos entrenado antes, el perro no las realizará.

Tenemos que ser conscientes que no le podemos pedir al perro algo que no
hayamos entrenado antes suficientemente. No es que no se siente porque no le
apetece, que también puede pasar, sino que es posible que la cantidad de
entrenamiento sea insuficiente. Esto pasa mucho con la llamada “Ven”. Mucha
gente me dice: es que llamo al perro y no viene. Y la pregunta es, ¿Pero, lo has
entrenado y la carga de trabajo ha sido suficiente?

Tenemos que saber una cosa: la obediencia en sí es algo que al perro no le


motiva, no es algo con lo que nazca, no es innato. Por supuesto que no le motiva
sentarse, tumbarse o quedarse quieto. Es algo que le enseñamos nosotros porque
nos interesa.

¿Por qué tendría que sentarse un perro? ¿Qué beneficios obtiene? ¿Qué
motivaciones lo mueven a realizar esa conducta? Alguien que tenga un
pensamiento simplista y anticuado sobre el adiestramiento diría: “Pues lo tiene
que hacer porque lo digo yo, yo mando.” Pero tenemos que intentar llegar más
allá. Conseguir motivaciones en nuestro perro para que algo tan aburrido para él
como un “Sienta”, sea algo divertido, motivante, y como equipo, gratificante para
ambos.

Capítulo 4
99
Entrenamiento
EL ESTADO EMOCIONAL COMO
IMPEDIMENTO DE LA OBEDIENCIA
Como parte final de este capítulo, vamos a incidir en un aspecto del
comportamiento de perro, que puede dificultar la obediencia a pesar de haber
realizado un buen entrenamiento, el estado emocional del perro.

Vamos primero a describir los distintos estados emocionales posibles y luego


repasaremos el impacto que tienen determinados estados en el comportamiento
y obediencia del perro.

Toda emoción tiene por así decirlo, un grado. Nadie siente una emoción con la
misma intensidad. Para unas personas será más fuerte que para otras. A los
perros también les sucede esto.

Y siendo un poco técnicos, vamos a describir qué grados tienen las emociones
que sienten los perros:

Intensidad de la emoción

Predisposición Inquietud Influencia Dirección Rapto

Predisposición
Intensidad muy baja. La emoción está presente en el perro pero aún no se ha
dado cuenta. La(s) conducta(s) se mantienen bajo control voluntario.

Inquietud
Intensidad baja. El perro ya es consciente de sentir la emoción aunque aún es
totalmente capaz de autocontrolarse. La(s) conducta(s) se mantienen bajo
control voluntario.

Capítulo 4
100
Entrenamiento
Influencia
La emoción es claramente percibida y no puede ser apartada de la mente del
perro. Empieza a tomar el control y aunque el perro es capaz de autocontrolarse,
se pueden dar respuestas reactivas.

Dirección
La emoción toma el mando del comportamiento. El perro es incapaz de aprender,
escuchar o realizar cualquier conducta voluntaria.

Rapto
Intensidad máxima de la emoción. El perro muestra una conducta involuntaria,
reactiva e innata. El perro es incapaz de aprender, escuchar o realizar cualquier
conducta voluntaria.

Ejemplo de intensidad emocional con AGRESIVIDAD


Predisposición
El perro siente esa emoción pero aún no lo sabe. Por así decirlo, de manera
inconsciente y sin darse cuenta, puede llegar a sentir la emoción en grados muy
bajos.
Inquietud
El perro mira de vez en cuando al estímulo, sabiendo que está ahí, pero sin fijarse
de manera continua. Tiene el control de sí mismo.

Influencia
El perro mira de manera fija, puede caminar, pero no puede apartar la mirada del
estímulo. No ladra, ni gruñe ni muestra ninguna señal de amenaza. Aún tiene el
control de sí mismo, pero al límite.
Dirección
Es la emoción quien toma el control, el perro reacciona de manera reactiva hacia
el estímulo, siendo incapaz de gestionar correctamente la emoción. En este caso
aparecerían ladridos, gruñidos, correr en dirección al estímulo sin control alguno,
etc.
Rapto
Es la emoción quien toma el control, pero en un estado mucho más agravado.
Pérdida total del control sobre sí mismo, siendo incapaz de gestionar de manera
correcta la emoción. De nuevo, aparecerían ladridos, gruñidos, correr en dirección
al estímulo sin control alguno, etc.

Capítulo 4
101
Entrenamiento
Como ya nos imaginamos, tanto en el caso de Dirección
como en el de Rapto, no es que el perro no quiera hacernos
caso, es que no puede. Es incapaz de recibir información
externa por el estado tan alto de emoción en el que se
encuentra.

Todos hemos visto una pelea entre dos personas. Seguro que vosotros mismos
habéis intentado en alguna ocasión separarles y que se detuvieran. Pero las
personas que están peleándose, son incapaces de recibir de manera correcta la
información que les proporcionan sus amigos, por la emoción tan intensa que
están experimentando en ese momento.

Yo esto lo experimenté cuando jugaba a rugby. Cuando estaba en el campo y


tenía el balón todos mis sentidos se “apagaban” para centrarse SOLO en lo
importante, en lo que tenía que hacer en ese momento. Es decir, solo podía
fijarme en lo que me interesaba en ese momento. Tenía a la gente de la grada
gritando, a mi entrenador gritando, a mis compañeros dándome información
puntual a base de gritos. Les oía pero no les escuchaba; estaba centrado en la
emoción que sentía con el balón en la mano.En cambio, si no tenía en ese
momento el balón en la mano, aunque también sentía una emoción fuerte propia
de la competición, sí que podía atender y procesar las instrucciones de nuestro
entrenador.

Esta experiencia mía es comparable a lo que le pasa a la gran mayoría de los


perros que se encuentran en un estado alto de la emoción, que no pueden
controlarla, se dejan llevar por ella y no atienden a nuestros requerimientos. Pero
es muy importante entender que aquí no es porque al perro no le apetezca o
porque le falte una densidad mayor de repeticiones en su entrenamiento. Es
porque la emoción está en un grado tan alto, que por mucho que entrenáramos
esa conducta, en ese momento el perro no sería capaz de realizarla.

Capítulo 4
102
Entrenamiento
Un ejemplo de estas situaciones se da cuando llevamos a nuestro perro al
veterinario. Muchos perros sufren ansiedad cuando acuden allí por experiencias
previas negativas. ¿Y la ansiedad qué es? Una emoción, por supuesto, y como
toda emoción, también tiene sus grados. Veo a veces al tutor y a su perro en el
veterinario, y éste está inquieto, llorando, jadeando, babeando (se encuentra en
un tramo muy alto de la ansiedad), y observo que su tutor le dice que se siente o
que se tumbe.

Pero el perro no es capaz de obedecer y eso enfada a su tutor, que le exige que
obedezca.

Cuando un perro se encuentra en los grados emocionales de Dirección o de


Rapto, no puede recibir información y no podemos pedirle que repita una
conducta que ya había aprendido, porque será incapaz de realizarla. A veces me
dicen: “es que si ve un gato no atiende a razones, no viene cuando lo llamo.” A lo
que suelo responder: “Es que no va a ir nunca, aunque hayas entrenado el ‘Ven’
muchas veces”. Hasta que no hayas trabajado previamente la correcta gestión
emocional al ver un gato, no puedes pedirle al perro que venga si está
persiguiendo un gato; no lo va a hacer.”

Con todo esto quiero decir que, a pesar de un buen entrenamiento, en la práctica
habrá situaciones en las que el entrenamiento no sea efectivo, aquellas en las
que su estado emocional sea muy alto. Nadie nos puede asegurar que nuestro
perro vaya a acudir siempre a la llamada. No son robots, ni siquiera los perros
que hayan ganado campeonatos del mundo. Porque fuera de esa competición tan
bien preparada y controlada, cuando dejamos al perro en un entorno abierto con
muchos estímulos, puede pasar cualquier cosa.

Tenemos que saber cuándo podemos pedirle a nuestro


perro algo y cuándo no. No es que el perro no quiera, es
que no puede. Por lo que, además del entrenamiento, hay
que adquirir también la habilidad de reconocer el estado
emocional del perro en un momento dado, y saber qué
podemos esperar de él en ese momento.

Capítulo 4
103
Entrenamiento
puntos importantes

1 Entorno adecuado

2 Estado emocional óptimo

3 Refuerzo motivante

Más importante lo social que el


4
premio

5 Mejora de la entropía

La obediencia se transforma en
6
educación

No le pidas algo que no le hayas


7
enseñado

Capítulo 4
Entrenamiento 104
5
CAPÍTULO 5.

EL VÍNCULO

Capítulo 4
105
El vínculo
EL AFECTO LO ES TODO
Recuerdo que, antes de estudiar todas estas materias de las que hablo en este
libro, antes de dedicarme de lleno al mundo de la educación canina, antes de
saber algo sobre los perros, miraba a Oso y me preguntaba: más allá de quererme
porque le doy de comer o por algo que va a recibir, un paseo, comida, juguetes,
¿me querrá simplemente porque me quiere, sin esperar nada a cambio? Mucha
gente dice que el perro es egoísta y que solo nos quiere porque le sacamos a
pasear o porque le damos de comer.

Pero sin duda podemos afirmar que nuestro perro nos quiere, que siente afecto y
que el simple hecho de permanecer a nuestro lado tumbado es una actividad de
la que disfruta, que le gusta y que refuerza el vínculo con nosotros. Como decía
John Billings, escritor y humorista americano del siglo XIX, “El perro es el único
ser en el mundo que te amará más de lo que se ama a sí mismo”. "El afecto es un
proceso de interacción social, es algo que une a las dos partes, es como un
pegamento social" (Carlos Alfonso López Garcia).

Que el perro permanezca a nuestro lado mientras leemos o vemos la tele, que nos
ponga su hocico encima de la rodilla para pedirnos caricias o que mueva la cola
mientras le miramos, son muestras de afecto. De hecho, la mayoría de los perros
son unas auténticas máquinas de mostrar afecto. Aunque es cierto que hay otros
perros que no dan tantas muestras de afecto, para que engañarnos.

El afecto. "El todo".

Capítulo 5
106
El vínculo
CÓMO MEJORAR EL VÍNCULO CON TU
PERRO
A continuación, repasaremos las distintas técnicas que podemos utilizar para
mejorar el vínculo con nuestro perro (por supuesto estas no son las únicas):

Actividades sociales
1 Espacio de juego (Ver en Capítulo 4;: Entrenamiento)
Espacio de calma (Ver en Capítulo 4: Entrenamiento)
Sesión de caricias diaria. Siéntate en el suelo, acuéstate con tu
perro o simplemente agáchate para hacerle disfrutar de una buena
sesión de caricias.
Juegos sociales como el "pilla pilla" o "el escodite",

Entrenamiento
2 El entrenamiento conjunto es uno de los mejores ejercicios para
mejorar el vínculo con nuestro perro. Formamos un equipo para lograr
un objetivo común. Cada uno tiene su papel y hay que compenetrarse
para conseguir el objetivo. El entrenamiento de obediencia básica, el
agility, la protección, etc., son actividades excelentes para mejorar el
vínculo, siempre y cuando la forma de ejecutarlas busque también
mejorar el vínculo entre tutor y perro. El capítulo 4: Entrenamiento de
este libro explica en detalle en qué consiste y describe algunos tipos
de entrenamiento paso a paso.

Salidas a entornos nuevos para el perro


3 Las salidas a los entornos novedosos donde podamos sumergirnos en
estímulos nuevos, como son ciudades nuevas, montañas nuevas,
playas nuevas, parques nuevos, etc., son una opción estupenda para
crear vínculo.

Personalmente, es una de las cosas que más me gusta hacer con Oso,
irme de viaje con él. Desde que lo adopté, a todos los viajes que he
hecho con mi pareja, mis amigos o mis padres, él se ha venido
conmigo. Y hemos podido explorar juntos nuevos lugares y me ha
permitido conocer cómo es él realmente y cómo es capaz de afrontar
las situaciones novedosas con mi ayuda.

Capítulo 5
107
El vínculo
Dormir juntos
4 Esto podría contar también como un momento de calma, como un
momento de estar tranquilo junto a alguien por el que sientes afecto.
A los perros les encanta dormir junto a su grupo social. Por supuesto,
pueden dormir solos, pero disfrutan también durmiendo con su tutor o
con otros miembros del grupo. Parece una tontería, pero algo que
hago mucho es tumbarme en el suelo con él, ponerme a su lado y
esperar a que se relaje o incluso se duerma a mi lado. Crea mucho
entendimiento y vínculo. Desde unos pocos minutos hasta una siesta
de una hora. Pasar tiempo con tu grupo social de manera tranquila,
agradable y con confianza, siempre refuerza el vínculo.

Trabajos de olfato
5 Si hay algo que no voy a olvidar, es cómo, gracias al olfato, empecé a
hacerme “amigo” de un perro de la protectora, que casi me arranca las
costillas, literalmente, cierto fin de semana en que fui allí a ayudar,
como hacía habitualmente. Oxford es un perro de estatura media,
20/25 kilos, reactivo, muy nervioso (como todos en la protectora),
siempre ha sido un perro impredecible, como todo perro reactivo,
claro. Aunque podía acercarme a su zona y sentarme en su caseta
para revisarle su cadena, sus collares y su mosquetón (quienes hayan
ido a protectoras saben muy bien de lo que hablo) mientras él me
daba besitos, siempre, SIEMPRE, sabía que entre nosotros aún faltaba
confianza. Sospechaba que, en cualquier momento, por un mal gesto o
por un malentendido, iba a acabar yo con un par de agujeros en la
mano. Tengo que decir que por aquel entonces yo aun no me dedicaba
a la gestión del comportamiento, no había estudiado nada, era un
simple aficionado que había leído un par de libros y que tenía algo de
experiencia con perros de protectora, poco más.

Capítulo 5
108
El vínculo
Acabó el paseo y volvimos a su zona para dejarlos allí. Y aquí empezó
todo. Nada más desatarlo, Oxford se volvió hacia mí, me puso las dos
patas encima y me agarró fuerte con ellas. Me hizo por así decirlo, “la
pinza”. No me soltaba. Su boca estaba a la altura de mis costillas, bien
pegada a ellas. Era un momento tenso, de los más tensos que he
vivido en mi vida. Tener a un perro de 20/25kg a 1 cm de tus costillas,
agarrándote fuerte con sus patas y de pie. Lo primero que se me pasó
por la cabeza es lo que realizamos muchas veces, intentar bajarlo con
una “mini” sacudida de pierna. Es como “barrer” hacia un lado con la
pierna, no es una patada o un toque, es una “barrida” de piernas para
que el perro me soltara. Nunca debes bajar a un perro con las manos,
tiene que ser con la pierna. Con la mano seguramente te lleves un
buen mordisco. Tenía una mínima esperanza de que Oxford se bajara
y que todo esto hubiera acabado en un momento de excitación y ya
está. Pero tras la “barrida” de pierna, Oxford se aferró aún más fuerte
a mí, acompañado de un gruñido grave y levantamiento de belfos con
salivación. En ese momento pensé: “Rafa, estás bien jodido”. Tenía a
un perro gruñéndome, sacando el belfo, salivando, en mis costillas. En
esos momentos cualquier fallo, cualquier movimiento en falso, acaba
con el perro agarrado a tus costillas. No podía mirarlo a los ojos, no
podía hablar, no podía apartarlo con las manos, no podía moverme, no
podía cogerlo del collar y mi compañero no podía cogerlo porque
seguramente, hubiera desencadenado en una agresión hacia mí. Mi
única oportunidad que era usar la “barrida” con la pierna, falló. O me
peleaba con él o yo no iba a salir de esa jaula.

Por suerte, mi compañero estaba metido en la misma jaula (yo no


había pensado en él). Ahí estábamos los dos, callados, intentando
pensar la mejor opción, tanto para mí como para el perro, que los dos
pudiéramos salir ilesos de aquella situación. Con muchos perros
problemáticos siempre entrenamos el “Mira” acompañado de un
premio, para decírselo en algún momento de tensión y tener más
oportunidades de poder relajar el ambiente sin generar más tensión. Y
eso fue lo que hizo mi compañero en ese momento. Le dijo: ¡Oxford,
mira!. Oxford se bajó y fue corriendo hacia mi compañero para
esperar la continuación del “Mira”, que es un premio. ¡De buena me
libré!

Capítulo 5
109
El vínculo
Tras relajarme, pensar que mis costillas seguían intactas y que iba a
seguir viviendo (no es broma, lo pensaba de verdad), llamé a otro
compañero, educador, para explicarle lo que había sucedido y ya de
paso, que me dijera qué cosas podía hacer con Oxford para intentar
mejorar nuestra relación. Es sencillo, me dijo. Trabajos de olfato. Yo en
ese momento, para qué negarlo, pensé: “Pues vaya tontería y que poco
sofisticado. Yo esperaba algo más”. Solo tenía que decir su nombre en
el paseo, y cuando me mirara, tirarle comida al suelo acompañado de
un “Busca”. Y este proceso repetirlo 3/4 veces por paseo. Pues bien,
después de ese paseo, ya me miraba con otros ojos, os lo prometo.
Noté un cambio en él, cuando lo llamaba ya no me miraba con esos
ojos de desconfianza, de rabia o de nerviosismo, eran otros ojos, otra
mirada. Desde ese día, todos los domingos lo paseaba yo y nunca
volvió a producirse una situación tensa, todo lo contrario. Se ponía
contento, alegre. Le gustaba el paseo y sobre todo, esos momentos de
usar el olfato para buscar la comida que le había tirado.

He de reconocer que siempre sentí algo de desconfianza con él


después de lo sucedido, aunque siempre traté de no transmitírsela. Los
perros que están en las protectoras viven en situaciones permanentes
de estrés, excitación. Viven situaciones que ningún perro tendría que
vivir. Por lo que veo normal lo que sucedió aquel día, no le guardo
rencor y no creo que intentara “dominarme”. Que quería agredirme
estaba claro. Que no iba a acabar bien la situación estaba claro.
Posiblemente era una llamada de auxilio, diciéndome que no quería
estar ahí. O posiblemente me atacó por los niveles de estrés, mala
gestión emocional. Lo que sé, es que ninguno de esos perros lo hacen
para “joderte” y aunque sea difícil con algunos, no los tienes que dejar
de lado o guardarles rencor. Eres su única oportunidad, en esos
momentos, para que su vida de mierda (lo siento, pero lo digo con
pena y rabia) sea algo mejor durante el rato que estás con él.

Moraleja, practica los trabajos de olfato, estupendos para


mejorar la relación con un perro.

Capítulo 5
110
El vínculo
El señorito Oxford

Trabajar la confianza. No engañarle.


6 Uno de los mayores errores que comete la gente con sus perros es
engañarles. Muchas veces nos encontramos en situaciones en las que
nuestro perro no hace caso a lo que le estamos pidiendo. Una
situación común se da cuando el perro está suelto y no acude a
nuestra llamada; entonces le decimos: “Mira, ven, toma, un premio”. Y
cuando viene, no le damos nada y encima lo atamos. No tenemos que
engañar a nuestro perro. Se da cuenta, por supuesto. Y si repetimos
esto varias veces, acaban perdiendo la confianza en nosotros.
Debemos practicar una comunicación honesta con nuestro perro para
no caer en estas situaciones. Engañarle nos servirá las primeras veces,
pero en las siguientes el perro dejará de confiar en nosotros le
digamos lo que digamos. Debemos ser honestos para que el perro sepa
en todo momento lo que va a suceder, sin mentiras ni trampas.

Capítulo 5
111
El vínculo
Ayudar
7 Ayudémoslo en los momentos complicados, como puede ser cuando
un juguete interactivo se le está haciendo demasiado difícil o cuando
le falta un poco de comida en un trabajo de olfato. Viene genial
decirle en esos momentos: “Aquí”, señalando con el dedo dónde está el
trozo de comida. El perro dirá: “Vaya, como mola, me ayuda de vez en
cuando, voy a empezar a confiar más en él/ella”. Ayudar a nuestro
perro quiere decir ayudar, no es lo mismo que resolver directamente.
Es decir, podemos proveerle de ayuda cuando la necesite, pero lo ideal
es que el perro sea quien resuelva, gracias a ti, el problema planteado.

Averigua qué es lo que más le gusta hacer


8 contigo
Averigua qué cosas le gusta hacer a tu perro, que tipo de cosas le
gusta hacer contigo. A Oso, por ejemplo, le encanta subirse encima de
mí. Y aunque reconozco que no podemos dejar que un perro de 50
kilos se nos suba encima siempre que quiera, se lo permito si se lo he
pedido yo o durante determinado juego. Por cierto, es de las cosas que
más le gustan. Es importante reconocer qué tipo de interacción social
le gusta a nuestro perro, y si es algo peligroso o incómodo, que
seamos nosotros los que le indiquemos cuándo realizarlo.

Hay perros a los que les encanta que nos tumbemos con ellos en el
suelo para jugar, que hagamos “la croqueta”, que les hablemos con voz
grave durante el juego, que nos escondamos por la casa y tenga que
buscarnos, etc. Deberíamos disfrutar más con ellos como si fuéramos
niños durante un rato disfrutando, jugando y confiando el uno en el
otro, demostrándonos afecto y amor.

Dejemos de lado pensamientos como: “Lo estoy mimando mucho” o


“No le des tantos mimos.” Nadie lo piensa con su pareja, se intenta dar
lo máximo en la relación. Con los perros pasa lo mismo. No pienses en
si lo mimas mucho o no, simplemente, quiérelo, quiérelo mucho. Si
quieres jugar con él a un juego que ambos disfrutáis, hazlo el tiempo
que quieras.

Capítulo 5
112
El vínculo
RESPETA A TU PERRO
Cuando hablamos de afecto, o de querer a otro sujeto social, hablamos también
de que tiene que existir un respeto y un conocimiento de las cosas que le gustan
al otro y las que no. Muchas veces veo a tutores “exigiendo” o esperando que su
perro sea un cachorro Golden Retriever, que muestre afecto a todo ser con el que
se encuentre. Lamentablemente, no es así y tenemos que CONOCER y
RESPETAR los gustos, necesidades, inquietudes e inseguridades de nuestro perro.

Es totalmente normal que el perro no quiera mimos en un momento determinado,


o que no los quiera de una persona desconocida. No por ello es un mal perro.
Tenemos la imagen equivocada de que un perro nunca tiene que gruñir o que
tiene que aceptar cualquier caricia. Pero él, como nosotros, tiene su carácter y
días buenos y malos.

No puede existir afecto si a mi pareja no le gusta algo que le hago y yo insisto a


pesar de ello, sin importarme su opinión. Tenemos que buscar esos puntos
“débiles” de nuestro perro para conocerlos y saber qué podemos esperar de él en
cada momento.

Los abrazos, besos, hablarles con tono infantil, caricias en el pecho, orejas, toques
en la cabeza, no les agrada a todos los perros. Cada perro es como es. De hecho,
aunque te sorprendas, por norma general, darle un abrazo a tu perro es algo muy
intrusivo e incómodo para él. Al igual que un beso. Esas muestras de afecto solo
las hacemos los humanos y es algo que ocurre mucho. Intentamos pensar en que
el perro tiene que aceptar cualquier cosa porque en los humanos es normal. Veo
muchísima gente dando besos a perros desconocidos, que, aunque lo hacen con
todo el cariño y buena intención del mundo, es algo bastante incómodo para el
perro, ya que invadimos su espacio individual. A las personas nos pasa lo mismo,
no nos gusta que desconocidos nos abracen o besuqueen.

Esto no quiere decir que todos los perros odien los abrazos o besos. Si hay algo
bueno en los perros, es la capacidad que tienen para relacionarse con otros
sujetos sociales. Son capaces de hacerse amigos hasta de una piedra. En general,
se integran increíblemente bien en un grupo social, conectando muy bien con sus
miembros.

Los perros son capaces de aceptar abrazos y besos de los tutores o de aquellas
personas por las que sienten afecto.

Capítulo 5
113
El vínculo
Respetar es comprender y aceptar las necesidades de un
ser social. Por ejemplo, a Oso sé que le gustan mis besos,
mis abrazos, que le rasque por la barriga, tras las
orejas, que le hable con tono agradable, que me siente a
su altura. En cambio, a Karma, la perra de mi hermana,
no le gustan las caricias demasiado enérgicas, ni los
besos. La idea es, adecuarse a las necesidades sociales
de cada perro, al igual que nos adecuamos a las
preferencias sociales de nuestros seres queridos.

SI LO QUIERO MUCHO, ¿ES MALO?


Si hay algo que ha hecho, y sigue haciendo mucho daño en el mundo canino, es la
típica frase: “Es que lo tienes muy mimado”. Pues quererlo mucho no es malo,
siempre y cuando lo quieras BIEN. Yo tengo a Oso SÚPER MIMADO. Diría que es
el perro más mimado del mundo. Le compro toda clase de juguetes, le doy besos,
dejo que me los dé, me tumbo con él en el suelo, le hablo como a un bebé, alguna
vez le dejo que se suba a mi cama, le hablo con tono cariñoso. En fin, siempre
estamos dándonos cariño, Y NO PASA NADA.

¿Pero querer mucho es suficiente en una relación? Pensemos en las relaciones


humanas. ¿Es suficiente con querer mucho a tu pareja? Parece que no. Parece
que hace falta algo más. Y ese algo más es quererla bien. Es respetarla, apoyarla,
ayudarla, comprenderla, sentir empatía. No es suficiente el mucho querer; hay que
querer bien. Hay mucha gente que quiere mucho a su perro, pero lo sacan poco, le
dan la comida más barata del supermercado y no se preocupan por su bienestar
físico o psicológico. Y es cierto, lo quieren mucho, pero no lo están queriendo bien,
posiblemente por falta de información.

Otra creencia extendida es la de “Solo hay que acariciar al perro cuando ha


hecho algo bien. Porque si no, el perro se acostumbra a las caricias y no serán
una verdadera felicitación.” Las caricias son una muestra de afecto y no un
recurso para conseguir algo del perro. Un recurso es algo tangible, que tiene más
o menos valor, y es algo de lo que te puedes cansar. Como puede ser la comida, la
cama, el juguete, la tele, el libro o cualquier otra cosa de disfrute individual.

Capítulo 5
114
El vínculo
Nadie puede cansarse de recibir muestras de afecto de alguien a quien quiere.
Lógicamente, si alguien nos está besando las 24 horas del día, sentiremos agobio,
hay que buscar un equilibro. Tu no le das un beso a tu padre esperando algo a
cambio, sino porque le quieres. Al igual que no le das un abrazo a tu amigo
porque haya hecho algo bien, lo haces porque le quieres. Pues con las caricias con
nuestros perros pasa lo mismo. No tienes que esperar a que tu perro haga algo
bien para darle cariño. Agáchate con él, tírate en el suelo, ten sesiones de juego,
dale todas las caricias que quieras, muéstrale todo el afecto que puedas. Y hazlo
porque él te quiere y le gusta. La escasez de muestras de afecto hará que nuestro
vínculo disminuya.

Por lo que, no, no es malo querer


mucho a tu perro siempre y cuando
lo hagas bien, respetes sus momentos
de descanso, sus gustos en las
interacciones sociales, lo cuides, te
preocupes por su salud emocional,
por que tenga una buena
alimentación, por que su entorno sea
un entorno enriquecido, que pueda
dar buenos paseos, etc.

Capítulo 5
115
El vínculo
¿ME PUEDO ENFADAR CON MI
PERRO?
El enfado es muy importante en la relación con nuestro perro. El enfado tiene que
existir y se tiene que emplear. No tenemos que evitarlo o no tenemos que
pretender que no vayan a haber enfados la relación social. De hecho, los enfados
existen para entenderse mejor, para mejorar como relación, para comprenderse.
El enfado está para unir aún más la relación

El enfado está para que el perro se AFECTE. Al igual que con las personas. Yo no
pretendo meter miedo a un ser querido con el que me estoy enfadando, quiero
que entienda mi enfado y que se afecte por ello. Tenemos que saber bien qué es
lo que pretendemos cuando nos enfadamos. No tenemos que enfadarnos con
nuestro perro con intención de meterle miedo. El miedo es una emoción negativa,
que causa inseguridad y una disminución del vínculo. Nadie quiere estar con una
persona por la que siente miedo, y si lo siente, tenemos un problema en la
relación. Tenemos que enfadarnos con nuestro perro con la intención de que se
afecte, de que entienda que eso no nos gusta y que causa un malestar social en
nuestro vínculo.

El enfado tiene que ser solo de manera VERBAL, ni con toques, (que hablaremos
más adelante), ni con correazos en el morro, ni con empujones. El enfado debe ser,
única y exclusivamente, verbal, con un tono de voz medio/alto, con una posición
corporal dirigida hacia al perro y con nuestro perro al lado. Esa es la clave para
enfadarnos adecuadamente con nuestro perro. Mucha gente se enfada con el
perro y éste no entiende nada. O bien porque está demasiado lejos y está oliendo
el suelo, o bien porque la persona no lo está sabiendo comunicar de manera
correcta.

En la educación que yo empleo, utilizo el “Mal” para expresar una reprimenda


hacia mi perro, que, repito, JAMÁS, va acompañada de zarandeos, ni de toques. Es
simplemente verbal. Cuando me enfado con Oso, voy hacia él con un tono
medio/alto empleando la palabra “Mal”, usando más o menos la siguiente
expresión. “Mal tío, mal Oso, qué has hecho hombre, muy mal, eso no se hace. Ya
está bien, tío. Muy mal.” El perro no entiende la mitad de las cosas que le digo,
pero es muy importante que se use la palabra mal varias veces en la frase. El
perro no entiende la frase, pero si entiende nuestro tono de voz, nuestra posición
corporal y que nos dirigimos hacia él. Lo demás es un relleno que metemos
nosotros para que se entienda aún mejor.

Capítulo 5
116
El vínculo
¡Cuidado!, no vaya a ser que te enfades
demasiado
No debemos abusar del enfado ni de la reprimenda. Son recursos útiles sí, pero
cuando se abusa de ellos dejan de darnos los beneficios que queríamos obtener.
No hay que quedarse en los extremos, ni poco ni mucho. Podemos usar la regla
del 80/20. Al cabo de una semana, el 80% de las interacciones que hayamos
tenido con nuestro perro, tienen que haber sido positivas. Y podemos destinar el
20% restante a las negativas. Debemos mantenernos en esas proporciones. Si
estamos en el 10/90 (10% de interacciones positivas a lo largo de la semana, y el
90% negativas), tenemos un problema y nuestra relación se irá deteriorando.

80% / 20%
Emociones positivas Emociones negativas

¿Cuándo puedo enfadarme con mi perro y cuándo


no?
Para ilustrar la respuesta a esta importante pregunta, vamos a plantear un caso:
Primer día de nuestro compañero en casa. Recién llegado. Lo primero que hace es
subirse al sofá. ¿Podríamos enfadarnos con él? No, no tenemos derecho. Por dos
razones. La primera, es que aún no tenemos vínculo con él, aún no hemos
construido ese afecto que NECESITAMOS antes de poder enfadarnos con
nuestro perro. Y la segunda razón, es porque él no sabe aún que no nos gusta que
se suba al sofá. Primero tenemos que darle algo de tiempo a que nuestra relación
se consolide, y en paralelo tendríamos que trabajar sin enfados el que el perro,
con la instrucción “Abajo”, se bajara del sofá.

Capítulo 5
117
El vínculo
Una vez el perro SEPA bajarse del sofá y tengamos un buen vínculo con él, ya
estaríamos preparados para el siguiente paso. Si en otro momento nuestro perro
vuelve a subirse, le volvemos a decir que se baje. Si no hace caso y vuelve a
acomodarse en el sofá, le repetimos con tono positivo el “Abajo”. Si sigue
ignorándonos, ahora sí podemos enfadarnos. El perro sabe perfectamente lo que
le estamos indicando, pero no le ha apetecido en ese momento bajarse, por lo que
es totalmente adecuado enfadarnos con él.

Recordemos que, si aún no hay vínculo y no hemos


trabajado la acción de bajarse, es pronto para
enfadarnos.

Toques físicos, no, ¡gracias!


Todos hemos empleado esos toques físicos alguna vez, en mayor o menor medida,
pero los hemos usado. Palmadas en el culo, toques con las manos en las costillas,
o cualquier otra cosa que provoque cierto susto y/o un pequeño daño físico al
perro. Según mi criterio y el método de enseñanza que empleo, no estoy a favor
de los toques físicos, estoy en contra. Para educar no hace falta ni se debería usar
el contacto físico. Al igual que cuando yo le quiero transmitir mi desacuerdo a mi
pareja en algún tema, no le pego una bofetada o un toque en las costillas. Se
supone que, si hay confianza y entendimiento, el simple enfado verbal basta para
que la otra parte se afecte.

Mucha gente se plantea “¿Pero si no puedo usar toques físicos, como le puedo
transmitir a mi perro las cosas?” La pregunta no se debería formular de esa
manera, se debería formular de la siguiente: “¿Por qué necesitas usar toques
físicos para hacerle entender a tu perro cualquier cosa?”. Los toques físicos se
usan muchas veces ante una situación de frustración por nuestra parte, por no
saber cómo actuar y por desear que el perro pare de hacer lo que está haciendo, y
lo haga ya. El único recurso efectivo que tenemos en la cabeza es: “Si le hago
daño, parará.”

Capítulo 5
118
El vínculo
TODO DEBERÍA CENTRARSE EN EL
VÍNCULO
Para resolver un problema o conseguir una mejora en nuestro perro, parte del
trabajo se facilita gracias al vínculo con él. Un perro con agresividad hacia otros
perros no puede mejorar si no es gracias a nosotros. Y para ello necesitamos muy
buen vínculo con él, basado en el afecto, amor y confianza. Como cuando un
perro tiene ansiedad (ya hablaremos de la ansiedad en otro eBook), parte del
trabajo consiste en ayudarle a través de nuestro vínculo. Muchos entrenamientos
no usan el afecto ni el vínculo; discrepo de sus defensores y prefiero técnicas más
generosas respecto al bienestar de nuestros perros. A todos nos ayuda tener
apoyo social. Un apoyo social bueno, nos hace mejorar en todos los aspectos.
Apliquemos esto a la relación con nuestros perros.

ENTIENDE LO QUE TE COMUNICA TU


PERRO, LAS SEÑALES.
Las personas usamos códigos de comunicación visual y decimos que una mirada
o un gesto dicen más que mil palabras. Utilizamos también el verbal o el escrito.
Los perros también tienen sus propios códigos de comunicación y debemos
entenderlos ya que son distintos a los nuestros. Si no conseguimos hacerlo, será
difícil ayudarles o entenderles.

Podríamos clasificar los códigos o señales que usan en 3 grandes grupos:

Señales afiliativas

Señales de apaciguamiento

Señales de amenaza

Capítulo 5
119
El vínculo
Señales afiliativas
Señales que transmite el perro cuando el sujeto social que tiene enfrente le evoca
emociones positivas. Suelen emitirse para pedir juego, caricias o simplemente
para mostrar afecto hacia otro sujeto social. Son señales que muestran
claramente que el perro se siente cómodo con la interacción social de ese
momento.

Mover la cola
Pedir con la pata durante la interacción social
Meter el morro por debajo de nuestra mano o brazos
Relamerse mientras lo acariciamos
Ladrar
Gruñir
Subirse encima
Rebozarse por el suelo mientras jugamos con él
Agachar las patas delanteras en posición de reverencia
Levantar un poco el belfo para pedir juego (esto es muy común en
cachorros y perros jóvenes)
Permanecer a nuestro lado mientras se restriega
Lamernos la cara
Mordisquear suavemente
Darnos su "culito" para que se lo rasquemos

Estas son algunas de las señales afiliativas que podría mostrar un perro. Esto no
quiere decir que TODOS tengan que mostrar las mismas señales. Cada perro es
un mundo como digo siempre, unos mostrarán unas señales y otros, otras señales
totalmente distintas con el mismo significado.

Capítulo 5
120
El vínculo
Señales de apaciguamiento
Son señales que muestra el perro para comunicarle al otro sujeto social que no se
siente cómodo con lo que está sucediendo. También las emiten para restablecer
la relación ante una disputa. Es común verlas tras un enfado por nuestra parte o
ante una disputa entre dos perros. También cuando dos perros se están
conociendo y uno de los dos está muy tenso.

Girar la cabeza
Bostezar
Relamerse
Agachar las orejas
Oler el suelo
Ponerse boca arriba
Lloros con poca intensidad
Lamer la cara o las manos
Acercarse con la cabeza agachada
Apartar la mirada

Estas son algunas de las señales de apaciguamiento que podría mostrar un perro.
Esto no quiere decir que TODOS tengan que mostrar las mismas señales. Cada
perro es un mundo como digo siempre, unos mostrarán unas señales y otros,
otras señales totalmente distintas con el mismo significado.

Capítulo 5
121
El vínculo
Señales de amenaza
Señales que muestra el perro cuando se encuentra en una situación que
considera peligrosa. Suele ocurrir cuando el perro se ve amenazado por otro
sujeto social.

Enseñar los dientes


Levantar el belfo
Gruñir
Ladrar
Mirada fija a los ojos
Cuerpo inclinado hacia delante
Cola levantada y tiesa

Estas son algunas de las señales de amenaza que podría mostrar un perro. Esto
no quiere decir que TODOS tengan que mostrar las mismas señales. Cada perro
es un mundo como digo siempre, unos mostrarán unas señales y otros, otras
señales totalmente distintas con el mismo significado.

Si nos hemos fijado, el perro puede realizar


una misma señal queriendo comunicar cosas
TOTALMENTE distintas. Depende del
contexto o situación en la que se encuentre,
un gruñido puede significar una señal
afiliativa o una señal de amenaza. Si
estamos jugando con nuestro perro a estirar
algún juguete y se pone a gruñir,
seguramente ese gruñido sea de juego y no
de amenaza. Pero si, por el contrario,
nuestro perro se encuentra con que le vamos
a poner la mano encima, cosa que para
nada recomiendo, el gruñido no está siendo
de juego, está siendo de “No me gusta nada
esta situación, por favor, para.”

Capítulo 5
122
El vínculo
Recuerdo un vídeo con Oso que colgué en las redes sociales. Me acercaba a él y
se puso a relamerse. Alguno podría haber pensado que se trataba de una señal de
apaciguamiento, para que me relajara o porque se sentía incómodo. Pero lo que
ocurría es que estaba mostrando una señal afiliativa. Le encanta que le rasque la
barriga y, cuando lo hago, se relame del gusto. Como esto lo llevamos haciendo
mucho tiempo, incluso antes de que lo toque por esa zona, ya se está relamiendo.
Por eso, es importante que sepamos que una misma señal puede significar varias
cosas dependiendo del contexto o situación en la que se encuentre el perro.

Conozcamos todas estas señales para poder entender


mejor a nuestro perro, la primera regla para poder
mejorar la calidad de vida con él. Entenderle para
ayudarle.

“MI PERRO ME GRUÑE Y ESO NO


DEBO PERMITIRLO”
Hay personas que piensan, influidos por lo que ven por ahí acerca del
adiestramiento canino clásico o televisivo, que debemos tener una relación de
superioridad jerárquica con los perros y por eso que deben mostrarse sumisos
con su dueño. Mostrando o haciendo entender a nuestro perro, mediante el abuso,
que somos más que él y que se encuentra a nuestra merced, como un esclavo.
Que no puede decidir ni ser libre de opinar. Y que cuando no hace lo que le
pedimos, es que nos está retando.

Mi mentalidad al respecto es muy distinta. Mi perro y yo, yo y mi perro. No quiero


que sea sumiso, quiero que tenga capacidad de elección y de comunicación
autónoma. Yo me puedo enfadar con mi perro y mi perro conmigo, siempre de
manera lícita y saludable para la relación. No espero que me haga caso la
totalidad de las veces, porque no son robots. No veo la relación con un perro de
manera jerárquica, cada uno tenemos un rol en el grupo social.

Capítulo 5
123
El vínculo
He comenzado este apartado hablando de las distintas mentalidades que hay
acerca de lo que debe ser la relación entre nosotros y el perro, para introducir de
alguna manera cómo debemos reaccionar ante un gruñido. Como ya sabemos, un
gruñido es una señal más de comunicación. No es que el perro nos esté retando,
ni que quiera estar por encima de ti. Simplemente, es comunicación. Se que nos
afecta cuando el perro nos gruñe. No es agradable. Del mismo modo que nos
afecta que una persona querida se enfade con nosotros o nos hable mal; pero esto
es parte de las reglas de comunicación del grupo social. Cuando no entendemos
qué significa el gruñido de nuestro perro, aparece frustración por nuestra parte y
usamos un recurso fácil y rápido, la intimidación. Todos hemos vivido la situación
de un perro gruñendo a su tutor y el tutor plantándole cara con actitud
amenazante, diciendo “¿Tú me vas a gruñir a mí? NI SE TE OCURRA.”
Adoptando una actitud autoritaria.

Ante el gruñido pueden ocurrir dos cosas, o bien los aceptamos sin rechistar, o
bien plantamos cara. Lamentablemente, ocurre más la segunda.
Si amenazamos o mostramos una actitud de superioridad hacia al perro, depende
de su carácter, de la relación con su tutor, de algún problema emocional que
tenga, de su edad, que reaccione de alguna de las dos siguientes formas:

1) Aceptarlo
Aceptar sin rechistar que no puede comunicarse de esa forma (gruñendo), que
está a merced nuestra y que tiene que hacer lo que le decimos. En este caso, nos
da una sensación de poderío frente al perro, una sensación que a la mayoría nos
gusta, pero que sin duda no es nada beneficiosa para nuestra relación. Si el perro
tiene un carácter débil, aceptará lo que le estamos comunicando, pero sin
entender nada de lo que está sucediendo. Lo acepta porque te quiere y no quiere
tener problemas contigo. Tú te vas con una sensación de haber ganado esa
batalla. Te vas contento y tu perro acaba ese momento con una sensación de
impotencia y no entender el porqué de la bronca. Nuestro vínculo disminuye y es
posible que el perro, en un futuro, deje de comunicarte las cosas que le
incomodan pasando directamente a la acción. ¿Y cómo pasa un perro a la
acción? Mordiendo.

Capítulo 5
124
El vínculo
2) No aceptarlo
No aceptar esa actitud autoritaria por nuestra parte y seguir gruñendo. Ese
gruñido se agrava conforme tú intentas que cese con un acercamiento frontal y
amenazante. ¿Y qué pasa cuando intentas comunicar algo y la otra parte no lo
entiende? Que lo vas a intentar comunicar más claro. ¿Y qué hace un perro
cuando ya no tiene más vías de comunicación? Morder. Y el vínculo se rompe
totalmente en ese momento porque el tutor no ha sabido leer y comprender lo
que su perro trata de comunicar, que no era más que un: “Para, por favor, no me
encuentro cómodo con lo que estás haciendo”

Ambas situaciones acaban, más o menos, de la misma manera, no hemos sabido


entender lo que el perro nos trata de comunicar, dejándonos llevar por la creencia
de que la actitud autoritaria es la correcta. Al final el perro acaba con la
sensación de que no se puede comunicar con nosotros porque lo reprimimos y,
posiblemente, que esta situación le genere algo de reactividad. En la segunda
opción te vas con un sabor amargo y con un buen mordisco en el brazo, frustrado
porque crees que tu perro es “agresivo” y que ha ganado esa batalla, subiendo un
escalón en la jerarquía. Pero realmente tu perro se va con algo más de
inseguridad en su cabeza, una disminución de vuestro vínculo social y puede que
el problema se haya agravado aún más.

No, el perro no nos gruñe por querer ser mejor que nosotros ni por querer
dominarnos. Lo hace porque se siente incómodo y trata de comunicarnos algo.
Como tutores deberíamos intentar entender lo que el perro trata de
comunicarnos, para poder trabajarlo luego con algún experto. Una relación sin
entendimiento mutuo, sin comunicación y sin comprensión está destinada al
fracaso. Por eso es tan común ver a perros en protectoras, con esa mirada hacia
las personas, llenas de ira y miedo, de inseguridad, de pena y de solicitud de
auxilio. En la calle o en la televisión se ve lo bonito de las protectoras, lo que
funciona. Pero quienes hemos pasado años trabajando o ayudando allí, tratando
con perros con agresividad y miedos, sabemos que cuando no se usan o
funcionan las técnicas para mejorar la relación con el perro, el pobre acaba en
una jaula, conviviendo con otros perros con otros problemas, atados a una
cadena y durmiendo sobre sus propias heces. Deseando que algún día, esa
persona que lo devolvió porque era “agresivo”, lo hubiera entendido.

Capítulo 5
125
El vínculo
NO TENGAMOS PRISA
Por último, tranquilidad y paciencia para conseguir el mejor vínculo y
entendimiento con nuestro perro. Si estamos al principio, cuando el perro acaba
de llegar a casa, debemos saber que los resultados no llegan de la noche a la
mañana. La confianza, el afecto y la empatía son cosas que tardan en
consolidarse en una relación. No hay que forzarlo, sale solo. Va surgiendo, va
creciendo.

Si te encuentras en una situación en la que te arrepientes de la relación que has


tenido con el perro, aplica todo lo que hemos visto arriba. Se tardará en volver a
consolidar los lazos, sí, pero merece la pena y se puede conseguir con trabajo y
esfuerzo.

Cuando cambiamos de mentalidad y empezamos a


centrarnos en mejorar vuestro vínculo, es precioso ver
como el perro empieza a “apoyarse” de manera social en
nosotros, tanto en lo bueno como en lo malo. Cuando lo
ves como a un compañero, con su carácter, sus gustos,
problemas, o le ayudas con sus inseguridades e
inquietudes, la relación mejora y entendimiento es más
fácil. Ayúdale a conseguirlo. Es tu compañero y lo va a ser
durante 10-15 años. Merece la pena poder pasar la vida y
recorrer el mundo con él con una buena relación.

Capítulo 5
126
El vínculo
puntos importantes

1 Actividades sociales

2 Entrenamiento

3 Salidas a entornos novedosos

4 Trabajos de olfato

5 No le engañes

6 Respeto

7 Interpreta sus señales

Capítulo 5
El vínculo 127

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