Sermón MiM Junio 2024

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Día de Énfasis del Ministerio de la Mujer

Junio 8, 2024

SERMÓN

El Dios Que Te Ve
Escrito por Edith Ruiz-Espinoza

TALLER

La Niña de Sus Ojos


Escrito por Edith Ruiz-Espinoza

Este paquete de recursos para sermones fue preparado por el


Departamento de Ministerio de la Mujer
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
12501 Old Columbia Pike × Silver Spring, Maryland 20904-6600 × USA
women.adventist.org
womensministries@gc.adventist.org
Iglesia Adventista
del Séptimo Día
ASOCIACIÓN GENERAL
SEDE MUNDIAL

MINISTERIO DE LA MUJER

Noviembre 30, 2023

Queridas hermanas líderes,

Saludos calurosos. Este mundo ha cambiado rápidamente en los últimos años. Parece que
cualquiera puede saber de nosotros. Los lugares que visitamos en línea, los lugares que
visitamos en persona o en nuestros automóviles, nuestras preferencias en el supermercado, y
nuestras donaciones caritativas; incluso nuestros teléfonos móviles rastrean cada uno de
nuestros movimientos y elecciones. Mas aún, los anunciadores cuentan con que la inteligencia
artificial sepa más sobre nosotros que nosotros mismos. Pero la inteligencia artificial y los
algoritmos no pueden medir, predecir ni satisfacer las necesidades espirituales de nuestros
corazones.

El tema del Día de Énfasis de Ministerio de la Mujer (DEMM) es “El Dios Que Te Ve”. Escrito
por Edith Ruiz-Espinoza, directora de Ministerio de la Mujer de la División Interamericana, el
sermón nos recuerda que Dios nos ve vagando por los “desiertos” de nuestras vidas, en el
dolor de los sueños y las relaciones perdidas, y en nuestra vergüenza cuando hemos fallado.
No sucede nada que Dios no se dé cuenta. Él es "El Dios que te ve". Él nos “sigue” y está
atento a nuestras necesidades. Él ve todo lo que sufrimos y todo lo que pasamos; todo lo
que somos y todo lo que llegaremos a ser confiando únicamente en su fuerza. El taller, “La
Niña de Sus Ojos”, nos muestra siete maneras en que Dios nos cuida de manera especial.

Nuestra oración es que veas como Dios te cuida y que cerca esta de ti. Que prestes atención
a Dios obrando en tu vida y que mantengas tus ojos enfocados en Él.

Con amor y alegría,

Heather-Dawn Small
Directora de Ministerio de la Mujer

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 2


“Doy gracias a Dios siempre que me acuerdo de vosotros…” Filipenses 1:3-6

12501 Old Columbia Pike, Silver Spring MD 20904-6600 USA • Office (301) 680 6608 • women.adventist.org

Tabla de Contenido
Tabla de Contenido.............................................................................................................. 3
Notas del Programa ............................................................................................................. 3
Acerca de la Autora.............................................................................................................. 4
Referencias Bíblicas .............................................................................................................. 4
Bosquejo del Culto Divino ................................................................................................... 5
Rincón Infantil ....................................................................................................................... 6
Sermón ................................................................................................................................... 8
Taller .................................................................................................................................... 14

Notas del Programa


No dude en ajustar y editar el paquete de recursos según las necesidades de su unión,
incluida la mejor versión de la Biblia para su uso. Además, eres libre de adaptar el paquete
según tu audiencia cultural. Otros idiomas se cargarán directamente en nuestro sitio
web.https://women.adventist.org/women-s-ministries-emphasis-day

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 3


Acerca de la Autora
Edith Ruiz-Espinoza, es directora del Ministerio Infantil y de la Mujer de la División
Interamericana (Miami, Florida). Ha servido a la iglesia en México como directora del Ministerio
Infantil, de la Mujer y de la Familia y como coordinadora de esposas de pastores (SIEMA) tanto
a nivel de asociación como de unión.

Ella estudió psicología educativa en la Universidad de Montemorelos (México), también ha sido


maestra de secundaria, consejera y directora de orientación y tutoría.

Edith está casada con el pastor Isaías Espinoza y tienen dos hijas, Sarai y Rachel, ambas
casadas, y un nieto y una nieta. Además a ella gusta escribir, viajar y hacer ejercicio.

Sus mayores deseos son formar una familia temerosa de Dios, servir a Jesús en todo momento
y ver su pronto regreso.

Referencias Bíblicas
Todos los versículos de las Escrituras utilizados por el autor en este paquete están citados de la
versión Reina Valera, a menos que se indique lo contrario.
Los versículos marcados como (RVC) son tomados de la Reina Valera Contemporánea (RVC).

Los versículos marcados como RV 1960 son tomados de la Reina Valera 1960.

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 4


Bosquejo del Culto Divino

Orden del Servicio Sugerido

Llamado a la Adoración

Oración Inicial

Lectura Bíblica Job 34:21(RVC)


“Dios conoce los caminos del hombre, y vigila cada uno de sus pasos.”

Himno: #42 Himnario Adventista del Séptimo


Día
“Jesús es mi Luz”

Oración Pastoral

Ofrenda y Rincón Infantil


“Fredy y el Hoyo Profundo de Agua”

Llamado para los Diezmos y Ofrendas

Música Especial

Sermón

Himno: #391 Himnario Adventista del


Séptimo Día
“¿Le Importará a Jesús?”

Oración Final

-Fin-

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 5


Rincón Infantil

Fredy y el Hoyo Profundo de Agua


DIOS TE VE Y TE CUIDA
Escrito por Edith Ruiz-Espinoza
Directora de Min. de la Mujer División Interamericana

Versículo: Salmo 91:11, RV


1960
“Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.”

¿A quién le gusta la lluvia? ¡Sí, muchos de ustedes! Cuando hace calor, la lluvia baja la
temperatura y es refrescante. Los niños quieren jugar bajo la lluvia, mojarse y refrescarse.

Fredy era un niño al que le encantaba la lluvia. Le gustaba mojarse bajo la lluvia y jugar con los
niños de su barrio cuando llovía. Ellos corrían de un lado a otro de la calle; chapaleaban en el
agua con los pies; e intentaban ver quién tomaba más agua de lluvia abriendo la boca.
Estaban felices en los días de lluvia.

Un día que estaba lloviendo, después de jugar un rato, Fredy se alejó un poco de sus amigos y
comenzó a correr hacia atrás. Por supuesto, no estaba mirando hacia dónde iba y no notó un
hoyo profundo en la calle que se había llenado de agua. Debido a que había llovido mucho la
noche anterior, el hoyo se hizo cada vez más profundo, y casi no se veía. De repente Fredy
cayó al profundo hoyo. Los niños seguían jugando bajo la lluvia y nadie lo vio caer, excepto un
niño que apenas estaba aprendiendo a hablar.

Fredy era de baja estatura y el hoyo era estrecho, profundo y estaba lleno de agua. Él no podía
mover los brazos para salir. Poco a poco empezó a hundirse. Al ver a Fredy desaparecer en el
hoyo, el niño corrió a contárselo a los demás, pero nadie escuchó. Se estaban divirtiendo
demasiado riendo y gritando. Pero alguien estaba escuchando al pequeño y observando a
Fredy quien intentaba escapar del hoyo. ¿Quién crees que era? Sí, Jesús estaba escuchando y
mirando.

A medida que Fredy se hundía más y más, la luz se bloqueó y el hueco se volvió oscuro.
Entonces el agua cubrió la cabeza de Fredy. El siguió pataleando fuertemente con las piernas
para salir del agua porque estaba desesperado por respirar. Los otros niños siguieron jugando
sin darse cuenta de que Fredy no estaba con ellos. No sabían que se estaba hundiendo en el
profundo hoyo lleno de agua. Casi sin fuerzas, Fredy se hundió bajo el agua.

De repente, Freddy sintió una mano grande y fuerte que lo agarraba y comenzaba a sacarlo
hacia la superficie del hoyo, y cada tirón del brazo de Fredy era más fuerte que el anterior.

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 6


Finalmente, Freddy fue sacado por completo del hoyo profundo lleno de agua. La persona
que rescató a Fredy lo acostó en la calle y le giró la cabeza hacia un lado para ayudar a que el
agua saliera de su boca. Fredy empezó a toser el agua que había tragado, pero giró la cabeza
hacia atrás para ver quién lo había sacado del hoyo. Era un hombre mayor, alguien a quien
Fredy nunca había visto antes. Una vez que Fredy estaba a salvo en la calle y respirando
nuevamente, el hombre sonrió y se alejó rápidamente.

En ese mismo momento, los demás niños notaron a Freddy y se apresuraron a averiguar por
qué estaba tirado en medio de la calle. Freddy les contó lo sucedido y les preguntó si habían
visto al anciano que lo había sacado del hoyo. Ninguno de los niños había visto pasar a nadie,
y mucho menos a un anciano.

Fredy entonces entendió que Dios lo había salvado, que Dios lo había visto en problemas en el
pozo de agua, y envió un ángel en forma de anciano para rescatarlo.

Hoy es bueno que recuerdes que cualquier situación que enfrentes, por difícil que parezca,
Jesús te ve y sabe qué hacer. Además, recuerda que tu ángel guardián siempre está a tu lado
dispuesto a hacer lo que Dios ordene, a hacer lo que sea necesario para salvarte.

Repitamos nuestro versículo de hoy:


“Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.”
(Salmo 91:11, RV 1960).

¿Quieres agradecer a Dios por su protección y cuidado de ti?

Oremos.

-Fin de la historia-

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 7


Sermón
El Dios que te ve
Escrito por Edith Ruiz-Espinoza
Directora del Ministerio de la Mujer de la División Interamericana
«Porque los ojos de Dios están sobre los caminos del hombre,
y ve todos sus pasos».
Job 34:21
Todos los versículos del sermón son de la versión Reina Valera 1995 a menos que se indique lo contrario.
INTRODUCCIÓN
¿Cuál de nuestros cinco senMdos es el más esencial? Seguramente la respuesta es que todos
ellos son esenciales, pero sin duda, el órgano sensorial más importante de todos es el ojo. Hasta
el 80% de todas las impresiones que percibimos nos llegan a través de la vista. De hecho, si
alguno de los otros senMdos (por ejemplo, el gusto o el olfato) deja de funcionar, la vista es la
que mejor nos protege ante el peligro.
¿Vemos tanto como deberíamos? Nuestras vidas son tan apresuradas que nos limitamos a las
necesidades urgentes y muchas veces renunciamos a ver lo profundo. ¿Cuántas cosas dejamos
de ver? ¿Cuánto pasa desapercibido en nuestras vidas?
Vivimos en un mundo que está en crisis y enfrentamos muchas situaciones di[ciles. La falta de
valores, empa]a y amor en el mundo muchas veces nos impide percibir las impresiones que
recibimos a través de la vista; nos impide ver las muchas necesidades de otras personas y,
especialmente, la de muchas mujeres en crisis.
Las mujeres luchan todos los días por salir adelante, incluso en sus crisis y dolores. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se esMma que el 70% de los afectados por la
hambruna mundial son mujeres y que el 5.9% de las mujeres en el mundo experimentan
desesperación, comparado con el 3.2% de los hombres; lo que equivale a casi el doble de
mujeres que sufren de depresión y desesperación que de hombres. Muchas mujeres
experimentan la sensación de que nadie las ama, nadie se preocupa por ellas; y por esta razón
pasan desapercibidas como si nadie las viera.
¿Qué significa ver?
Ver es... percibir a través del senMdo de la vista — esto es [sico.
Ver es... percibir senMmientos y comprenderlos — esto es emocional.
Ver es... percibir inteligente y atentamente — esto es cogniMvo.
Dios te ve y eres preciosa a los ojos de Dios. Él ve e idenMfica tu situación [sica. Él ve y
comprende cómo te sientes. Él ve y presta atención a lo que necesitas. Esta mañana
consideraremos tres mujeres bíblicas que fueron vistas por Dios en sus momentos de
necesidad: Agar, Rizpa y una mujer sorprendida en adulterio.

1. DIOS TE VE EN TU DESIERTO
Introducción
Una caracterísMca impresionante de la naturaleza son los desiertos. El mundo Mene muchos
desiertos, pero el desierto de Atacama en América del Sur es considerado el más árido del
planeta. Es una meseta desérMca, una franja de Merra de aproximadamente 1,600 kilómetros
(1,000 millas) que se exMende a lo largo de la costa del Pacífico, al oeste de la cordillera de los

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 8


Andes. No Mene suficiente humedad para que vivan la mayoría de las criaturas o plantas, y
ciertamente no Mene suficiente para que los humanos sobrevivan.
Una mujer llamada Agar
Una mujer llamada Agar, mencionada en el libro de Génesis capítulos 16 y 21, caminó en un
desierto similar, el desierto de Beerseba, un lugar donde no sabía cómo sobrevivir. ¿Cómo se
encontró a sí misma en el desierto? Ella era una esclava extranjera y no tenía control sobre su
propia vida porque su deber era servir a su ama. Por lo tanto, no tenía autonomía, pero
aparentemente vivía en paz, hasta que enfrentó una crisis con su dueña, Sara. La primera vez
que fue al desierto fue porque la maltrataban y quería escapar de Sara, pero la segunda vez fue
despedida y obligada a abandonar su cómodo ambiente, llevándose solamente a su hijo Ismael,
un pan y un odre de agua (Génesis 21:14).
Imagínese lo que esto implicaba. Lo había perdido todo: hogar, familia [el padre de su hijo], un
suministro constante de alimento, agua en abundancia y la seguridad de una gran comunidad.
Mientras Agar caminaba, se desorientó y se perdió, y tal vez estaba llorando. La Biblia dice que
ella estaba ‘errante’ (Génesis 21:14). Imagínese no saber dónde está, no saber cómo encontrar
comida, no tener agua y correr el riesgo de encontrarse con ladrones y otros peligros del
desierto. Como si fuera poco, vio que su único hijo estaba a punto de morir (vers. 15, 16). ¡Qué
escenario!
Cuando vagó por el desierto por primera vez, estaba embarazada y experimentaba desolación.
Pero «el Ángel de Jehová la halló junto a una fuente de agua en el desierto» y la llamó por su
nombre (Génesis 16:7-8). Él conocía su estado y su situación. Él le dio instrucciones, una
profecía sobre su hijo e incluso un nombre para él: Ismael (que significa ‘Dios escuchará’),
«…porque Jehová ha oído tu aflicción» (vers. 11). «Entonces dio Agar a Jehová, que hablaba con
ella, el nombre de: “Tú- eres-el-Dios-que-me-ve"» (vers. 13). ¿Pero qué sucede ahora? ¿Escucha
el Señor el clamor de su hijo? ¿Ve él su miseria?
¡Sí! Dios escuchó el llanto del niño y de su madre en el desierto. Dios abrió los ojos de Agar para
que viera una fuente de agua frente a ella (Génesis 21:19). Su hijo no iba a morir, no ese día.
Dios fue fiel a su promesa anterior de que de él vendría una gran nación. Prueba del
cumplimiento de la promesa es la gran descendencia de Ismael que se puede ver hoy.
Así como Agar
Así como a Agar en el desierto, Dios te ve a M en tu desierto. Y todos tenemos nuestros
desiertos, sean los que sean. Dios ve cuando te sientes desorientada, sin saber qué hacer, ni
adónde ir, ni a quién acudir. Dios ve tu aflicción cuando pierdes lo que necesitas o lo que más
amas. Dios ve cuando tu vida se derrumba a tu alrededor y no ves la salida. Dios ve tu soledad
[sica y emocional. Ahí es cuando Dios se manifiesta y te da esperanza. Él te cuida y te
proporciona una fuente que brota de esperanza. Dios te levanta cuando el mundo te abandona.
Puedes confiar en su promesa: «pues Él dijo: “No te desampararé ni te dejaré”». (Hebreos
13:5).
Dios vio a Agar. Dios era su fuerza. Dios era su luz. Dios la sostuvo en sus manos. Él es el Dios
que ve. La primera vez que Agar estuvo en el desierto, Dios la encontró junto a un mananMal de
agua. Esta vez, Él no sólo la vio, sino que abrió sus ojos para que viera una fuente de agua. No
temas en tu desierto; Dios también te ve.
Tu promesa
Clama esta promesa de Dios para M.

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 9


«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones».
(Salmo 46:1).
2. DIOS TE VE EN TU DOLOR
Introducción
El dolor se describe como una experiencia desagradable, sensible, [sica o emocional. Incluso se
ha uMlizado para describir un intenso senMmiento de tristeza. A nadie le gusta experimentar
ningún Mpo de dolor, ya sea [sico o emocional, pero la realidad es que el dolor está presente en
nuestras vidas.
Una mujer llamada Rizpa
Rizpa es mencionada en el libro de 2 Samuel 21:10-14, ella experimentó un dolor terrible. Fue
concubina del difunto rey Saúl y madre de dos de sus hijos, sus únicos hijos. Sus hijos fueron
ejecutados por acciones pasadas del rey Saúl, no por sus propias acciones o por su forma de
vida.
Imagínese ver morir a sus hijos. Los padres que aman a sus hijos sienten que sus hijos son el
tesoro más valioso de sus vidas. Esperan ver a los niños crecer, desarrollar sus habilidades,
formar familias, tener éxito en sus profesiones y enterrar a sus padres. Nadie espera que los
padres experimenten la muerte de sus propios hijos.
Rizpa mostró su amor y dolor por perder a sus hijos llevando un cilicio (una tela oscura y áspera
generalmente tejida con pelo de cabra o camello que es un símbolo de profunda tristeza y
lamento) al lugar donde los cuerpos colgaban de un árbol. Extendió el cilicio sobre una roca
(vers. 10), observando cómo los cuerpos de sus hijos se endurecían, luego se ablandaban y
luego entraban en estado de descomposición. Esto sería suficientemente doloroso, pero
imagina ahuyentar constantemente a los carroñeros y aves rapaces desde el comienzo de la
cosecha hasta que llegasen las lluvias. Protegió los cuerpos probablemente durante seis meses,
durmiendo allí, comiendo allí, todo allí. El dolor y la tristeza que sen]a esta mujer era terrible, lo
que vivió no fue fácil.
El dolor puede provenir de angusMa [sica, como dolores de cabeza, agresiones corporales,
huesos rotos, dolor quirúrgico o enfermedades y lesiones internas. El dolor puede provenir de
un trauma emocional, como preocupación, ofensa, miedo, pena, angusMa o ira que, a su vez,
puede manifestarse en dolor [sico general. El dolor no es fácil, pero el dolor no es para siempre.
No Menes que ahuyentar a los pájaros sin cesar.

Así como Rizpa en su dolor, Dios también ve tus tragedias. Dios ve tus lágrimas cuando tu vida
está fuera de control. Dios no planea tu dolor, sino que ha dispuesto un Mempo para todo,
incluso un Mempo para llorar (Eclesiastés 3:1 y 4). Saber que Dios Mene el control no siempre te
quita el dolor, pero te dará paz y esperanza. Dios brinda sanidad emocional, [sica y espiritual, y
te recuerda que «todas las cosas ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados» (Romanos 8:28). Dios ve tu dolor y transforma tu dolor en una bendición. Dios te
dará fuerza en tu dolor porque ve tu necesidad y te restaura.
Pero Dios vio a Rizpa. Dios era su fuerza. Dios era su luz. Dios la sostuvo en sus manos. Él es el
Dios que ve. Dios restauró a Rizpa a través de su tragedia, porque el agua llenó la Merra después
de un largo Mempo sin lluvia, y el rey David enterró Mernamente los cuerpos de sus hijos en la
tumba de Cis, el padre de Saúl, el abuelo de ellos (vers. 13 y 14).

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 10


Tu promesa
Reclama esta promesa de Dios para M.
«Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón
y salva a los contritos de espíritu» (Salmo 34:18).

3. DIOS TE VE EN TU VERGÜENZA
Introducción
Todos en algún momento de la vida hemos senMdo vergüenza por algo que hicimos o dijimos.
Incluso naciones enteras han sufrido vergüenza, como lo hizo Brasil la noche en que lamentaron
la derrota más vergonzosa jamás registrada en su deporte nacional, el fútbol. Fue una goleada
de 7 a 1 contra Alemania en la semifinal de la copa del mundo de 2014. Pero este Mpo de
vergüenza no es la más significaMva que pueda experimentar una persona.
«La vergüenza es el senMmiento o experiencia intensamente dolorosa de creer que tenemos
defectos y, por lo tanto, somos indignos de aceptación y pertenencia».1

Una mujer sin nombre (La mujer adúltera)


En Juan 8:2-12 se menciona a una mujer, pero su historia está tan llena de vergüenza que ni
siquiera se registra su nombre. Se la llama simplemente ‘la mujer adúltera’.
Esta mujer tuvo una experiencia muy di[cil. Tuvo que enfrentarse a muchas personas que la
condenaban y la criMcaban. No es extraño, que se sinMera aún más avergonzada cuando fue
sorprendida en la incómoda prácMca del adulterio.
Imagínese esa mañana temprano cuando los fariseos la sacaron de la cama. Quizás no le dieron
Mempo para vesMrse por completo. Qué espectáculo debe haber sido cuando los líderes
religiosos la llevaron por las calles hasta llegar al templo. La gente se habría apresurado desde
todas partes para observar, mirando a través de las ventanas, detrás de las puertas y los puestos
del mercado, murmurando sobre lo que ella podría haber hecho. La gran necesidad de esta
mujer de cubrir su vergüenza no estaba siendo saMsfecha.
A veces, cuando somos criMcados por nuestras acciones, juzgados por nuestras decisiones
imprudentes y esperando el casMgo de una sentencia, nos senMmos indignos. Las mujeres se
sienten indignas por diversos moMvos: vergüenza por su apariencia [sica, vergüenza por su
familia, vergüenza por sus adicciones (y esto no es exclusivamente adicción a sustancias sino
también a adicciones de conducta), vergüenza por defectos que quieren ocultar, vergüenza por
no ser suficientes o por no poder encajar entre los mejores… y tantas cosas más. Los efectos de
la vergüenza abarcan muchas deficiencias debilitantes, incluida la inseguridad, la incapacidad
para realizar una tarea y el impedimento para desarrollar habilidades. El resultado puede llegar
a ser tan grave como el odio hacia uno mismo e incluso tendencias suicidas.
Los fariseos llevaron a la mujer ante Jesús y le preguntaron cómo la juzgaría. Él no respondió y
empezó a escribir en el suelo. Cuando Jesús finalmente se levantó, no vio a nadie excepto a la
mujer (vers. 10). Jesús la miró fijamente con ternura. Ella debió haber senMdo, como si nada
más en el mundo le importara a Jesús en ese momento, excepto ella misma. La vergüenza
estaba matando a esta mujer, pero Jesús vio su necesidad y cubrió su vergüenza. ¿Cómo? Jesús
la miró con compasión y perdón. ÉL la amaba incondicional y plenamente. «Y, ante todo, tened
entre vosotros amor ferviente, porque el amor cubrirá mulMtud de pecados» (1 Pedro 4:8).

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 11


Deja de cargar con el peso de tu vergüenza. Jesús ya tomó la carga sobre sí mismo y pagó el
precio para que tu pecado y tu vergüenza fueran cubiertos y eliminados.
«Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores...» (Isaías
53:4, NVI).
«Mas él fue herido por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados.
Por darnos la paz, cayó sobre él el casMgo,
y por sus llagas fuimos nosotros curados» (Isaías 53:5, RV95).

Así como la mujer adúltera en su vergüenza, Dios mira y ve tus fracasos. Él ve lo que te
preocupa, lo que te hace senMr insegura o indigna, lo que te hace llorar. Puede que sólo tú
conozcas tu vergüenza, pero Él la ve. Sin embargo, Dios no te condena. Él no te culpa. Él no te
criMca. En cambio, Él te cubre con amor y perdón, luego te restaura y te transforma. Solamente
al tener un encuentro personal con Jesús podemos encontrar la alegría y saMsfacción plena, por
eso recordemos siempre mirar a Jesús.
Dios vio a la mujer adúltera. Dios era su fuerza. Dios era su luz. Dios la sostuvo en sus manos.
Él es el Dios que ve. Y cuando Dios mira, hace algo con respecto a lo que ve.
Tu promesa
Reclama esta promesa de Dios para M.
«Así dice la Escritura: “Todo el que con[e en Él no será defraudado”» (Romanos 10:11,
NVI).

4. DIOS TE VE A TI EN TU TORMENTA

Una mujer llamada Edith tenía previsto tomar un vuelo en avión. Aunque el clima ese día no era
favorable, la aerolínea decidió que el vuelo se llevaría a cabo. En la pista, el piloto esperó bajo la
fuerte lluvia del cielo oscuro y nublado. Finalmente, el avión despegó en medio de aquella
fuerte tormenta. A medida que ascendía, entró en las densas nubes negras llenas de agua,
cargadas con la electricidad de los relámpagos. Dentro del avión, la atmósfera de tensión se vio
acentuada por ruidos extraños y movimientos espasmódicos. Después de unos minutos de
turbulencia, el avión atravesó las nubes negras. Inmediatamente cesaron los relámpagos, la
tormenta cesó y el sol brilló intensamente en un cielo azul. Era un hermoso día por encima de
las nubes de tormenta.
Al igual que Edith en su vuelo en avión, Dios ve los días nublados cuando sientes una atmósfera
gris a tu alrededor. Las tormentas de una crisis pueden desencadenarse sobre M. Las nubes
negras pueden estar cargadas de incerMdumbre, lo que te hará senMr abrumada. A veces todo
cambia de repente y en un instante te desequilibras con las sacudidas significaMvas de cambios
en tu vida, como el divorcio, la enfermedad, la falta de trabajo, la necesidad de trasladarte de
un lugar a otro, la soledad y situaciones que están fuera de tu alcance. El ambiente es tenso y
parece empeorar. Recuerda, la situación es sólo momentánea y la superarás. Por encima de las
nubes verás la luz, todo se aclarará y vendrán momentos más hermosos. Quizás pienses que los
nubarrones te han ocultado de la vista de Dios, pero Dios ve a través de la oscuridad. No sucede
nada que Dios no note porque Él es el Dios que ve. Él siempre está atento a tus necesidades. Él
ve todo lo que sufres, todo lo que te desgasta.

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 12


David tuvo momentos en los que se sinMó abrumado por las tormentas, cuando suplicó a Dios
que se inclinara y escuchara su clamor de auxilio. Estas líneas seleccionadas del Salmo 86
pueden reflejar sus propios senMmientos. También expresan palabras de alabanza al Dios que
nos ve a través de la oscuridad y se inclina para sostenernos en sus manos. Intenta orar estas
palabras durante esos momentos di[ciles.
«Inclina, Jehová, tu oído, y escúchame,
porque estoy afligido y menesteroso» (vers. 1).
«…porque a M clamo todo el día» (vers. 3).
«Escucha, Jehová, mi oración
y está atento a la voz de mis ruegos» (vers. 6).
«En el día de mi angusMa te llamaré,
porque tú me respondes» (vers. 7).
«Señor, ninguno hay como tú entre los dioses» (vers. 8).
«Porque tú eres grande y hacedor de maravillas;
¡solo tú eres Dios!» (vers. 10).

Dios te ve. Dios es tu fuerza. Dios es tu luz. Dios te Eene en sus manos. Él es el Dios que ve.
Dios ve todo lo que eres ahora porque te conoce plenamente. Y Él también ve todo lo que tu
llegarás a ser con su fuerza.
Tu promesa
Reclama esta promesa de Dios para M.
«Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces
veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal
y como soy conocido» (1 CorinMos 13:12, NVI).
Algún día verás a Jesús cara a cara. Sus ojos de amor se encontrarán con los tuyos. Él no sólo te
verá, sino que te abrazará, te dará una corona de victoria y te llevará a casa para estar con Él por
la eternidad. Él hará esto porque Él es tu Dios, el Dios que te ve y te ama.
LLAMADO
¿Quieres dejar todo en manos de Jesús esta mañana: tus crisis, tu soledad, tus miedos, tus
fracasos? ¿Traerás a Jesús el dolor que te abruma, que te hace senMr como si no pudieras seguir
adelante? ¿Le darás aquellas cosas que te avergüenzan, te inMmidan, te hacen senMr incapaz o
indigna?
No te escondas, no huyas, no te avergüences. En tu dolor, en tu necesidad, en tu desierto, ven a
Jesús. Jesús siempre es capaz de ver tu necesidad, de calmar tus miedos, de restaurar lo
dañado, de sanar tu dolor y de darle propósito a tu vida.
¡No lo dudes! Ven a Jesús ahora. Él te está esperando con amor. Jesús te mira con misericordia.
Jesús no te ve como eres, sino como lo que puedes llegar a ser en Él. ¡Ven a Jesús hoy!
Escúchalo invitándote: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar» (Mateo 11:28).
Por favor, ponte de pie si estás dispuesta a venir a Jesús y poner tus cargas de necesidad, de
dolor y vergüenza en sus manos.
ORACIÓN FINAL

-fin del sermón-

DEMM 2024 paquete de recursos, El Dios que Te Ve. Pág. 13


Taller

La Niña De Su Ojo
EL DIOS QUE TE VE TAMBIÉN TE PROTEGE Y TE LIBERA
Escrito por Edith Ruiz-Espinoza
Directora del Ministerio de la Mujer de la División Interamericana

«…lo guardó como a la niña de su ojo».


Deuteronomio 32:10
Todos los versículos del sermón son de la versión Reina Valera 1995 a menos que se indique lo contrario.
INSTRUCCIONES PARA EL FACILITADOR DE ESTE TALLER
Las preguntas de discusión están incluidas con cada una de las siete secciones y la conclusión. Antes de comenzar,
pida a las parBcipantes que formen grupos de tres o más. Lo mejor es sentarse en círculo o alrededor de una mesa.
Proyecta las preguntas en la pantalla; o imprime el documento de preguntas por separado y distribuye a cada
parBcipante.
INTRODUCCIÓN
En este taller descubrirás siete maneras en que Dios cuida de M como la niña de sus ojos. El Dios
que te ve sabe cómo protegerte y liberarte, restaurarte y guiarte, porque Él es tu Creador y
Redentor y sabe todo acerca de M y lo que es mejor para M.
Siete maneras en que Dios cuida de M como la niña de sus ojos:

1. Dios se preocupa por M.


2. Dios es tu refugio.
3. Dios te da su ADN.
4. Dios es tu protector.
5. Dios es tu libertador.
6. Dios te restaura.
7. Dios va delante de M.

1. DIOS SE PREOCUPA POR TI


La pupila del ojo es extremadamente importante. Tiene una función especialmente definida,
encargada de regular la entrada de luz al ojo, permiMendo que la reMna reciba la luz necesaria
para ver. La pupila es un lugar especial, delicado y sensible. Debido a la necesidad de proteger
este órgano, a la pupila también se le conoce comúnmente como ‘la niña de los ojos’.
Así como los seres humanos cuidan de manera especial la pupila del ojo, de la misma manera
Dios usa este lenguaje figurado para mostrar que se preocupa por nosotros, sus criaturas más
preciadas. Él cuida de nosotros como la niña de sus ojos en nuestro gozo, tristeza, lágrimas,
angusMas y miedo, y en el pasado, presente y futuro.
«Lo halló en Merra de desierto,
en yermo de horrible soledad;
lo rodeó, lo instruyó,
lo guardó como a la niña de su ojo» (Deuteronomio 32:10).

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A veces, ‘la niña de los ojos’ significa todo el globo ocular. Nuestros ojos son extremadamente
sensibles. Nos senMmos incómodos, cuando un grano de arena entra a nuestro ojo. Dios dice
que siente el dolor cuando alguien nos lasMma, es como si le tocaran la niña de sus ojos. En el
libro de Zacarías capítulo 2 leemos: «…porque el que os toca, toca a la niña de mi ojo» (vers. 8).
Nuestro dolor es su dolor.
La frase ‘niña de los ojos’ se convirMó en un modismo que señala algo o alguien valorado por
encima de todas las demás cosas o personas. Es algo que está en el centro de atención de la
persona. ¡Qué maravilloso que tú y yo seamos la niña de los ojos de Dios! Estamos en el centro
de su amor, su cuidado y su atención. ¿No son estas buenas y maravillosas noMcias?
PARA DISCUTIR: Mírense y describan el color de los ojos de la persona que está a su derecha.
Sea lo más precisa posible. ¿Cuál es el color de su iris? ¿Qué aplicación puedes sacar de esto?
PARA DISCUTIR: ¿Quién te cuidó en tu niñez: un padre, un abuelo, un hermano u otra persona?
¿Su cuidado te ayudó a desarrollar confianza o desconfianza en esa persona? ¿Pudiste
mantener una relación cercana con esa persona a través de los años? ¿Se parecen estas
relaciones al cuidado de Dios por M y tu relación con Él?
2. DIOS ES TU REFUGIO
Dios se preocupa por nosotros no sólo en los buenos Mempos, sino también en los malos,
cuando estamos heridos o en riesgo. Él siente nuestro dolor y luego hace algo al respecto. Él
proporciona protección, un refugio en nuestro Mempo de dificultad. Un refugio es un lugar que
sirve de protección contra el peligro. A menudo, cuando enfrentamos una crisis, senMmos la
necesidad de refugiarnos. ¿Sabes dónde encontrar refugio?
«Pueblos, ¡esperad en Él en todo Mempo!
¡Derramad delante de Él vuestro corazón!
¡Dios es nuestro refugio!» (Salmo 62:8).
Cuando nuestra seguridad se ve amenazada, necesitamos a alguien que nos brinde refugio o
que restablezca nuestra seguridad. La pirámide de necesidades de Abraham Maslow muestra
que se debe garanMzar la seguridad para que los humanos sobrevivan. Los cinco niveles de la
pirámide son: las necesidades humanas básicas (comida/agua y ropa), seguridad, amor y
pertenencia (relaciones), autoesMma (autoconfianza y respeto) y autorrealización (conocer su
propósito y alcanzar su potencial).2 Dios nos ayuda con nuestras necesidades en cada uno de
estos niveles.
¿Por qué circunstancia estás pasando que te está causando la necesidad de un refugio? Quizás
sea una enfermedad, crisis emocional, incerMdumbre sobre el futuro o situaciones que te
agobian, provocándote estrés o depresión. Quizás tus padres o alguien a quien amas te hayan
lasMmado. Una cosa es segura: nuestro Dios es un padre bueno, amoroso y extraordinario, un
padre que te ama profundamente, como nadie más puede amarte.
El cuidado y el amor de Dios es nuestro fundamento seguro, nuestro refugio en Mempos de
dificultad. Podemos acudir a él en busca de seguridad y protección.
«Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angusMa;
con cánMcos de liberación me rodearás» (Salmo 32:7).
PARA DISCUTIR: Comparte algunas experiencias en las que tuviste miedo o estuviste en una
situación peligrosa, pero Dios te ayudó o rescató. Comparte sobre las emociones que senMste
en esta situación. ¿Esta experiencia ha fortalecido tu fe en Dios?

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PARA DISCUTIR: Alguien dijo: «No temáis por el futuro; Dios ya está ahí». ¿Estás de acuerdo?
¿Cuáles son tus preocupaciones actuales? ¿Puedes aplicar este pensamiento a tu situación?
3. DIOS TE DA SU ADN
A veces pensamos o decimos cosas negaMvas, como: «no puedo», «no sirvo para nada», «no
valgo la pena», o algunas personas que nos rodean disminuyen nuestra autoesMma. Pero
nuestro valor no reside en lo que tenemos: nuestros ]tulos, posesiones, dinero, fama o nuestro
[sico. Nuestro valor no depende de lo que otras personas piensen de nosotros. Nuestro valor
radica en el hecho de que somos creados por el Creador usando la genéMca de su propio ADN,
porque estamos hechos a su imagen. El ADN de Dios nos hace valiosas porque Él es Rey de reyes
y Señor de señores, lo que significa que somos sus hijas y princesas reales.
Si Dios nos valora tanto como la niña de sus ojos, ¿por qué luchamos con el senMmiento de
indignidad? ¿Por qué nos devaluamos? La devaluación comienza como una herida emocional
que se pudre; el resultado es el senMmiento de indignidad. Una razón por la que podrías senMrte
así es porque alguien más te hizo pensar que eres insignificante o inúMl. Pero Dios te Mene en
gran esMma.
«Porque a mis ojos eres de gran esMma,
eres honorable y yo te he amado...» (Isaías 43:4).
Nunca olvides que eres el tesoro especial de Dios; eres valiosa para él. No se trata de quién eres
ni dónde estás, sino de quién está conMgo y de lo valiosa que eres para él.
«Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial
tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la Merra» (Éxodo 19:5).
Cuando comprendas este concepto de que eres hija de Dios, la niña de sus ojos, su tesoro
especial, encontrarás tu verdadera autoesMma.

PARA DISCUTIR: ¿Cómo te evalúas a M misma? ¿Cómo se relaciona tu valor con la evaluación
que Menes de M misma? Cuando comprendes que tu verdadera autoesMma es cómo Dios te ve,
como su hija, su princesa real, ¿cómo afecta eso tu capacidad de verte a M misma?
4. DIOS ES TU PROTECTOR
Sabiendo que somos la niña de sus ojos, también sabemos que Dios nos protege. Por eso
debemos habitar bajo la sombra del Dios Todopoderoso. No existe temor bajo su sombra, sólo
seguridad y protección.
«El que habita al abrigo del Al]simo
morará bajo la sombra del Omnipotente» (Salmo 91:1).
La protección de Dios es tu fortaleza; su escudo te rodea. PracMca poner tu confianza en la
fuerza del Señor que te ama, incluso cuando estés siendo terca, rebelde o atrapada en la peor
de las situaciones.
«Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
en Él confió mi corazón y fui ayudado,
por lo que se gozó mi corazón.
Con mi cánMco lo alabaré.» (Salmo 28:7).
La protección de Dios no significa que no tendremos problemas en nuestra vida, pero sí significa
que Él estará ahí con nosotros incluso en Mempos di[ciles. Él nos sacará adelante.
«Cuando pases por las aguas, yo estaré conMgo;
y si por los ríos, no te anegarán.

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Cuando pases por el fuego, no te quemarás
ni la llama arderá en M» (Isaías 43:2).
PARA DISCUTIR: ¿Cómo enMendes esta promesa? «Fuerte torre es el nombre de Jehová; a ella
corre el justo y se siente seguro» (Proverbios 18:10). ¿Cómo puede el nombre de Dios ser una
torre de refugio para M? Has una lista de símbolos y metáforas que los escritores de la Biblia
usaron para describir la fortaleza y protección de Dios para su pueblo.
5. DIOS ES TU LIBERTADOR
• Dios es tu libertador que te redime y te rescata.
• Dios te rescata de tus problemas, cualesquiera que sean.
• Dios te rescata de tus enemigos.
• Dios te rescata de las personas que te criMcan.
• Dios te rescata de tus emociones negaMvas.
• Dios te rescata de tus pecados.
De una oración de David:
«Guárdame como a la niña de tus ojos;
escóndeme bajo la sombra de tus alas,
de la vista de los malos que me oprimen,
de mis enemigos que buscan mi vida» (Salmo 17:8-9).

El enemigo que interfiere conMgo, toca la niña de los ojos de Dios. Y Dios siempre reacciona a la
interferencia. Dios te libra de tus aflicciones y cargas porque Él es tu fuerte Libertador.
«Muchas son las aflicciones del justo,
pero de todas ellas lo librará Jehová» (Salmo 34:19).
«Mas Jehová está conmigo
como un poderoso gigante;
por tanto, los que me persiguen tropezarán
y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán;
tendrán perpetua confusión, que jamás será olvidada» (Jeremías 20:11).
PARA DISCUTIR ¿Cuál es la diferencia entre protección y liberación? ¿Cuál es la diferencia entre
nuestra redención y nuestra restauración?
6. DIOS TE RESTAURA
Escribe Ellen G. White «Somos del Señor por creación, y le pertenecemos por redención...».3
Debido a que Dios es tu Creador y Redentor, Él te restaura con su perdón y, a través de tu
perdón a los demás, Él restaura las relaciones terrenales, sana tus heridas y transforma tu
tristeza en alegría.
«Luego que ustedes hayan sufrido un poco de Mempo, Dios mismo, el Dios de toda
gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará, y los hará fuertes, firmes, y
estables» (1 Pedro 5:10 NVI).
¿Qué te han quitado las crisis de tu vida? ¿Qué has perdido? ¿Hijos, trabajo, amor, senMdo de la
vida, tu corazón limpio? Dios es capaz de restaurar o reponer lo que has perdido, ya sean cosas
materiales o afectos que ya no fluyen; ya sea la pérdida de seres queridos que han muerto o
que te han abandonado. Dios restauró a Job todas las cosas materiales que se habían perdido y

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le dio una nueva familia.
«Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble
todas las cosas que habían sido de Job» (Job 42:10).
No sabemos si Dios decidirá reemplazar todo lo que perdimos en cada caso de nuestras vidas,
pero seguramente podemos confiar en su sabiduría. Podemos confiar en que Él siempre
proporcionará lo que necesitamos y aún más. Y debemos recordar que su principal
preocupación es restaurar nuestras almas.
«Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de jusMcia por amor de su nombre» (Salmo 23:3).
Ellen White escribe: «[Dios] SanMfica los afectos, restaura la disposición de espíritu y rescata del
poder de Satanás a los deseos más ínMmos.”4 En su libro, El Ministerio de Curación, afirma que
«La condición en que el pecado nos ha colocado es anMnatural, y el poder que nos restaure
debe ser sobrenatural, o no Mene valor alguno» 5 Sí, Jesús quiere mejorar nuestro bienestar
[sico, pero sobre todo quiere restaurar nuestra persona interior. «Cristo es el Gran Médico, pero
no solamente del cuerpo, sino también del alma. Él restaura al hombre a su Dios»6
Tenemos un Dios que da todo por nosotros, incluso su propia vida para restaurarnos. Por eso
podemos confiar en Él. Y si Él decide no reemplazar todo lo que hemos perdido, aún podemos
confiar en Él porque Él está en el negocio de realizar un milagro aún mayor: está restaurando
nuestras almas. «Están espiritualmente ciegos, y el Señor Jesús realiza un milagro mayor cuando
devuelve la visión espiritual a aquellos que han sido cegados por el brillo y el oropel de este
mundo, que si sanara la enfermedad más maligna»7
PARA DISCUTIR: ¿Qué cargas has llevado o estás llevando?
«Vino para quitar la carga de enfermedad, miseria y pecado. Era su misión ofrecer a los
hombres completa restauración».8 ¿De qué manera Dios ya ha aliviado tus cargas? ¿Tienes
cargas que necesitas entregarle a Jesús?
PARA DISCUTIR: A veces, una gran pérdida puede ser la moMvación para depender totalmente
de Dios, lo que a su vez desarrolla la fe y el carácter. ¿Qué pérdidas has sufrido que te ayudaron
a depender de Dios? ¿Qué sufrimiento has experimentado que te ayudó a desarrollar tu fe? ¿De
qué manera Dios te ha restaurado?
7. DIOS VA DELANTE DE TI
¿Cuáles son tus desa[os hoy?
• ¿Sientes miedo ante una situación fuera de tu control?
• ¿Estás pasando por una temporada di[cil en tu vida?
• ¿Sientes que no eres lo suficientemente digna?
• ¿Te sientes sola y desprotegida?
«Jehová va delante de M; Él estará conMgo, no te dejará ni te desamparará. No temas ni
te inMmides» (Deuteronomio 31:8).

Deja tus asuntos y desa[os a Dios. Él va delante de M y pelea tus batallas.


«No tendréis que pelear vosotros en esta ocasión; apostaos y quedaos quietos; veréis
como la salvación de Jehová vendrá sobre vosotros. Judá y Jerusalén, no temáis ni
desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros» (2 Crónicas
20:17).

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PARA DISCUTIR: ¿Cómo se siente saber que Dios va delante de M peleando tus batallas?
Describe lo vulnerable que eres cuando estas detrás Él. ¿Tienes alguien en quien con[as que te
cubra la espalda? ¿Sabías que Dios cubre tu espalda? «Porque no saldréis apresurados ni iréis
huyendo, porque Jehová irá delante de vosotros, y vuestra retaguardia será el Dios de Israel»
(Isaías52:12). El Señor va delante de M (para guiar) y viene detrás de M (para proteger).

CONCLUSIÓN
A pesar de todo, recuerda que Dios te guarda “como a la niña de sus ojos”. (Deuteronomio
32:10).
Ser la niña de los ojos de Dios significa estar en el centro de su atención y protección.
De la misma manera, mantén a Dios y sus instrucciones en el centro de tu atención, tan
apreciados y protegidos como la niña de tus propios ojos.
Cuando nos concentramos plenamente en Jesús, nuestros propios miedos y preocupaciones se
desvanecen. Cuando estamos verdaderamente en Cristo, estamos protegidos como la niña de
los ojos de Dios.
«Así ha dicho Jehová de los ejércitos: “Tras la gloria me enviará Él a las naciones que os
despojaron, porque el que os toca, toca a la niña de mi ojo”» (Zacarías 2:8).
PARA DISCUTIR: ¿Qué aprendiste hoy que cambió tu perspecMva sobre M misma? ¿Qué
aprendiste hoy que cambió tu perspecMva acerca de Dios? ¿Qué lección te llevas del taller ‘La
niña de sus ojos’?

—fin del taller—

Las promesas bíblicas del taller se han escrito en una sola hoja de papel para distribuirlas al comienzo del taller. Las
parBcipantes pueden llevarse el folleto a casa para cortar las tarjetas de promesa. Esto funciona mejor si puedes
imprimir en un papel más grueso, como papel cartulina.

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